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18 EL ESPECTADOR / JUEVES 27 DE JUNIO DE 2 01 3 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ 18 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ ~ Regresa Bibo, una campaña de WWF y El Espectador Bibo, una de las iniciativas más grandes del país para la conservación, dará a conocer a partir de hoy la importancia del cuidado de los bosques y de su relación con el agua para garantizar nuestra seguridad energética. L os bosques son una fuente de re- cursos estratégicos para Colom- bia. Proporcionan madera, fru- tas y plantas medicinales, además de ayudar a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático. Tal vez uno de los servicios ambienta- les más importantes de los bosques es su vínculo con el agua, pues regulan su su- ministro disminuyendo el riesgo de inundaciones y sequías. Es un círculo virtuoso: al conservar las fuentes hídri- cas, éstas nos proveen de la fuerza nece- saria para mover las turbinas que produ- cen electricidad. Esta relación vital entre bosques, agua y energía será el foco de la campa- ña con la que este año regresa Bibo (Bienes y Servicios Ambientales de los Bosques), una iniciativa de El Especta- dor, World Wildlife Fund (WWF) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. El mensaje, de acuerdo con Javier Sa- bogal, oficial de economía verde de WWF, es que “si hay una buena gestión de los recursos naturales de los bosques que ayudan a regular el agua, entonces habrá mayor seguridad energética”. De acuerdo a la Comisión de Regula- ción de Energía y Gas (CREG), el 77% de la generación de energía eléctrica del país en años normales proviene de plantas hidráulicas y el resto de plan- tas térmicas que utilizan combustibles fósiles como el carbón y el gas. En otras palabras, la luz de la mayoría de los ho- gares colombianos proviene en últi- mas de los bosques. Esto hablando de un año sin fenómenos climáticos ex- tremos, pues cuando hay sequías (co- mo los años con Fenómeno de El Niño), se debe acudir a otras fuentes para ga- rantizar el suministro de energía. En estos años, la generación puede ser ca- si 50% y 50% entre térmicas e hidroe- léctricas. Hidroeléctrica de Ituango. / El Colombiano Bibo: tres años trabajando por los bosques Bibo se gestó en 2011 —de- clarado el Año Internacional de los Bosques—, con el lema “Un compromiso para vivir mejor” y contenidos sobre la importancia de los bosques y sus servicios ecosistémicos. El año pasado continuó con una campaña so- bre la regulación de la oferta hídrica, la cual mereció cuatro galardones en los Premios INMA 2013: mejor estrategia de rela- ciones públicas y servicio a la comunidad, mejor estrategia de mercadeo para clientes de pu- blicidad, mejor estrategia de re- tención de ventas y publicidad, y una de las tres mejores cam- pañas de comunicación y mer- cadeo del mundo. ~~~~~~ ~ Entrega 1 Bosques y agua: ENERGÍA para el f Con la dirección técnica de: Una iniciativa de: Con el apoyo de: ¡Ponte BIBO! Facebook.com/BIBOCol @BIBOCol Encuentra eco tips en www.bosquesbibo.com LierO rde n ~

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EL ESPECTADOR / JUEVES 27 DE JUNIO DE 2 01 3

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~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Regresa Bibo, una campaña de WWF y El Espectador

¶ Bibo, una de lasiniciativas más grandesdel país para laconservación, dará aconocer a partir de hoy laimportancia del cuidadode los bosques y de surelación con el agua paragarantizar nuestraseguridad energética.

L os bosques son una fuente de re-cursos estratégicos para Colom-bia. Proporcionan madera, fru-

tas y plantas medicinales, además deayudar a mitigar las emisiones de gasesde efecto invernadero, causantes delcambio climático.

Tal vez uno de los servicios ambienta-les más importantes de los bosques es suvínculo con el agua, pues regulan su su-ministro disminuyendo el riesgo deinundaciones y sequías. Es un círculo

virtuoso: al conservar las fuentes hídri-cas, éstas nos proveen de la fuerza nece-saria para mover las turbinas que produ-cen electricidad.

Esta relación vital entre bosques,agua y energía será el foco de la campa-ña con la que este año regresa Bibo(Bienes y Servicios Ambientales de losBosques), una iniciativa de El Especta-dor, World Wildlife Fund (WWF) y elMinisterio de Ambiente y DesarrolloS o st e n i b l e.

El mensaje, de acuerdo con Javier Sa-bogal, oficial de economía verde deWWF, es que “si hay una buena gestiónde los recursos naturales de los bosquesque ayudan a regular el agua, entonceshabrá mayor seguridad energética”.

De acuerdo a la Comisión de Regula-ción de Energía y Gas (CREG), el 77%de la generación de energía eléctricadel país en años normales proviene deplantas hidráulicas y el resto de plan-tas térmicas que utilizan combustibles

fósiles como el carbón y el gas. En otraspalabras, la luz de la mayoría de los ho-gares colombianos proviene en últi-mas de los bosques. Esto hablando deun año sin fenómenos climáticos ex-tremos, pues cuando hay sequías (co-mo los años con Fenómeno de El Niño),se debe acudir a otras fuentes para ga-rantizar el suministro de energía. Enestos años, la generación puede ser ca-si 50% y 50% entre térmicas e hidroe-l é c t r i c a s.

Hidroeléctrica de Ituango. / El Colombiano

Bibo: tres años trabajando por los bosques

Bibo se gestó en 2011 —d e-clarado el Año Internacional delos Bosques—, con el lema “Uncompromiso para vivir mejor” ycontenidos sobre la importanciade los bosques y sus serviciosecosistémicos. El año pasadocontinuó con una campaña so-bre la regulación de la ofertahídrica, la cual mereció cuatro

galardones en los Premios INMA2013: mejor estrategia de rela-ciones públicas y servicio a lacomunidad, mejor estrategia demercadeo para clientes de pu-blicidad, mejor estrategia de re-tención de ventas y publicidad,y una de las tres mejores cam-pañas de comunicación y mer-cadeo del mundo.

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Bosques y agua:ENERGÍA para el f

Con la dirección técnica de:Una iniciativa de: Con el apoyo de:

¡Ponte BIBO! Facebook.com/BIBOCol@BIBOColEncuentra eco tips en www.bosquesbibo.com

Libert y Orden

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~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~/ 23EL ESPECTADOR / JUEVES 27 DE JUNIO DE 2 01 3

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Detalle

Los Rosales

Reservas del Atlántico

Detalleal

Los Rosalessss

Reservas del Atlántico

Cuerposde agua

Areaspriorizadas

Luriza

El Palomar*

ATLÁNTICO

* Por declarar

Vi v i r

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~En la cuenca baja del río Sinú, Córdoba

Acueducto conenergía solar

Campesinos instalando elacueducto. / Juan José López

La cuenca baja del río Sinú, enCórdoba, es una de las más pro-pensas a recibir los efectos delcambio climático. La construc-ción de la represa de Urrá y la ac-ción de ganaderos y terratenien-tes desecaron unas 23.000 hectá-reas de humedales en los últimosaños. Lo poco que queda (16.000ha) no tiene la capacidad de ab-sorber las inundaciones, que an-tes ocurrían cada década peroque ahora son mucho más fre-cuentes (desde 2007 ha habidotres grandes desbordamientosdel río Sinú).

Estos factores hacen que la dis-ponibilidad de agua potable seacada vez menor para las comuni-dades rurales. De hecho, el 80%de los habitantes del Bajo Sinú notiene acceso a este servicio bási-co, mientras el 20% restante de-pende de sistemas de acueductoque funcionan con energía eléc-trica (cuya instalación tiene unvalor de unos $300 millones), de-jan de funcionar en época deinundaciones y le cuestan cercade $8 millones mensuales a lasveredas que los implementaronen Lorica y San Bernardo delVi e n t o.

Por eso, hace cuatro años, laAsociación de Pescadores, Cam-pesinos, Indígenas y Afrodescen-dientes para el Desarrollo Comu-nitario de la Ciénaga Grande delBajo Sinú (Asprocig) decidiócrear un sistema de acueductoeconómico, fácil de manejar ycon energías alternativas.Esta asociación, que agrupa a4.030 familias y ayuda a con-servar 150.000 hectáreas enecosistemas estratégicos demanglar, bosque seco y hume-dales, quería evitar que lasmujeres y niños tuvieran quedesplazarse cerca de tres ho-ras diarias hasta los cuerpos deagua para llevar el líquido asus hogares.

Así, 50 familias de las veredasRiociego y Pareja, en San Bernar-do del Viento, se ingeniaron unacueducto que funciona con pa-neles solares. El costo de instala-ción fue de sólo $24 millones portoda la comunidad.

La energía de los paneles (de110 voltios) es utilizada para mo-

ver una electrobomba que trans-porta el agua desde el río hacia lostanques elevados y luego a las vi-v i e n d a s.

Debido al alto costo, se eliminóel concepto de planta de trata-miento y cada familia es la encar-gada de potabilizar su agua condecantadores, un tanque con clo-ro, un filtro cerámico con platacoloidal, sulfato de aluminio yuna planta llamada tuna, que uti-lizaban los indígenas. La mismacomunidad realiza monitoreosmensuales de la calidad del líqui-do y están capacitados para elmantenimiento de su planta, aprueba de inundaciones.

Adicionalmente, en el proyec-to se incluyó la instalación de unabatería sanitaria para cada hogary un área de cultivo pequeña(irrigada por el mismo acueduc-to) donde siembran yuca, ñame,plátano, coco y hortalizas.

El proyecto tiene previsto lle-gar a 4.500 familias del Bajo Sinúe instalar un sistema de diques al-rededor de las veredas que per-mitan contener la oleada deinundaciones que llegaron a laregión. Según Juan José López,uno de los promotores, “los me-jores administradores de un sis-tema de abastecimiento de aguason sus usuarios. Por eso esteproyecto funciona, y porque,además, es diametralmente dis-tinto a la propuesta del Estado,que no es sostenible por los enor-mes costos que significan para lascomunidades”.

En esta especie de volcán, sometido a fuego por seis días, se produce carbón.

protocolario de hacerse realidad.Después de 45 minutos de cami-

no hay una casa enorme, con techode paja, que también fue bautizadaEl Palomar. Se llega a un quioscocon hamacas y un balcón desde elque se ve un paisaje muy verde y, alfondo, la ciénaga del Totumo comosi fuera el mar. Tanto bosque y tan-to verde hacen pensar que la de-predación no ha llegado hasta allí,el punto más alto del departamen-to —alcanza los 360 metros—, peroes tan sólo eso, un engaño visual,porque luego escucha uno a Enri-que Jiménez (quien vigila y man-tiene estas tierras por encargo desu cuñado, Rafael González, unode los dos dueños del 54% de la re-serva), diciendo que acaban dearrasar con dos hectáreas para cul-tivar yuca, ñame y maíz, y que “co -mo fue tan grande la ‘tumba’, parano desperdiciar la leña, la converti-

mos en carbón”.“No es que esa sea la intención

—dice Armando Ariza, desplaza-do de Bolívar que llegó a la finca atrabajar en construcción y termi-nó viviendo allí—. El carbón no danada, casi ni para comer... Si hu-biera otras opciones...”. Y mien-tras el señor Ariza insiste en que“no hay otro medio para defen-derse”, Enrique Jiménez se quejaademás de que este año la sequíaha empeorado la situación. “Elaguacero más grande fue el 28 demayo, que cayeron 20 mm —d i c e,enseñando un cuaderno en el queestán apuntados los datos del plu-viómetro que les enseñó a mane-jar la Universidad del Atlántico—.El año pasado, para esta tempora-da, ya había patilla”.

Hoy se quejan de la sequía, perodos años atrás los lamentos corríanpor cuenta del invierno incesante,que ahogó los cultivos. Como bienlo dice el señor Augusto Bonilla, elinvierno en Piojó se volvió impre-decible. Ya son cosa del pasado lostiempos en que en aquel rincón delAtlántico no reinaba el calor bo-chornoso, sino el frío y la nieblamañanera. Hoy “no hay equilibrio—explica Bonilla—: cuando llueve,llueve bastante, y cuando hay se-quía, como por estos días, pegaigual de duro”.

Las razones de la reservaHay que proteger a El Palomar

porque allí aún sobrevive un áreade bosque seco tropical, “uno de losecosistemas más amenazados porla deforestación: ya ha desapareci-do el 82% de este bosque en elpaís”, explica Inés Cavelier, coor-dinadora del programa Paisajes deConservación del Fondo Patrimo-nio Natural. Hay que proteger a ElPalomar porque es el hábitat de in-numerables animales, como el ve-nado y el mono tití cabeciblanco,una especie endémica del noroeste

del país que hoy está clasificada co-mo “críticamente amenazada deex t i n c i ó n ”. Hay que protegerloporque allí está uno de los mayoresnacimientos de aguas de la región,que alimentan innumerables cié-nagas y arroyos.

Pronto, como lo explica AlbertoEscolar, director de la CRA, serádeclarado reserva, en un procesoque empezó en febrero de 2012.Mientras eso sucedía un grupo de18 parceleros, liderados por Au-gusto Bonilla y en compañía de laFundación Ecosistemas Secos yPatrimonio Natural, viene traba-jando para proteger las zonas querodean la reserva. Ellos son dueñosde unas parcelas que el Incoder lesentregó a familias desplazadas yvulnerables de la región, y ellostambién han sido responsables dela destrucción de estas tierras, poreso ahora quieren encontrar alter-nativas al carbón y la ganadería.

“Les propusimos: ustedes nosentregan ocho hectáreas para con-servar y en las otras les ayudamos acrear sistemas productivos, gran-jas autosostenibles —explica GinaRodríguez, directora de la Funda-ción Ecosistemas Secos—. Hoy to-do lo que se vende en Piojó viene deBarranquilla. ¿Por qué no proveeral municipio de lo que ellos estánp ro d u c i e n d o ? ”. Esas hectáreas lasvamos a utilizar para implementarcorredores ecológicos que se unancon las áreas de bosque de Piojó”,corredores para que los animales,como el tití que hoy está arrincona-do, puedan moverse.

En otras palabras, dice Inés Ca-velier, lo que se busca es la conser-vación de los recursos al mismotiempo que se entregan alternati-vas sostenibles de subsistencia aquienes han vivido por años delbosque. A quienes llevaron a estepaisaje de destrucción y hoy, comoel señor Bonilla, quieren reivindi-c a r s e.

Este es el paisaje de destrucción en la entrada a la reserva El Palomar. Vista desde la finca El

Palomar: al fondo, la ciénaga del Totumo.

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sostenible sus recursos y utilizar tam-bién otras fuentes de energía renovable,como eólica, solar y geotérmica, paradisminuir los riesgos de suministro enmomentos de escasez.

También es necesario que la mayoríade personas sea consciente de que si losbosques se siguen degradando, tambiénlo hará la generación de agua y de ener-gía. El futuro depende de que se adoptenestilos de vida sostenibles en los que ha-ya un consumo racional y eficiente de es-tos recursos.

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Un año al estilo de BiboEl 2013 fue declarado el Año Interna-

cional de la Cooperación en la Esfera delAgua, por la Asamblea General de las Na-ciones Unidas. Esto ha propiciado unmovimiento mundial cuyo objetivo esdivulgar los desafíos que enfrenta la ges-tión del recurso hídrico, como el aumen-to de la demanda de acceso y de su distri-bución.

En su tercer año de campaña, Bibo sesumará a esta apuesta por el agua y am-pliará el mensaje hacia bosques y energíacon diferentes estrategias de divulga-ción. A partir de hoy circulará cada jue-ves un especial editorial a través del cualse podrá conocer cuáles son las energíasrenovables y las no renovables, el pano-rama y los desafíos de las hidroeléctricasen Colombia, y la relación entre bosques,agua y energía debido a su vital impor-tancia para la supervivencia del planeta.

También se publicarán crónicas sobrelos diferentes tipos de bosques en Co-lombia y las iniciativas de diferentes co-

munidades para preservarlos. Y a finalesde septiembre comenzarán a circularseis afiches coleccionables con experi-mentos en los que Ke i ko , la nutria, sím-bolo de esta campaña, explicará cómofuncionan las distintas energías.

Bibo viajará a Bogotá, Cali y Medellínpara realizar talleres experimentales enlugares públicos, con el fin de que los ni-ños entiendan de manera práctica el fun-cionamiento de los diferentes tipos deproducción de energía. Entre otras no-vedades para este año se encuentra ellanzamiento de una aplicación en Face-book para jugar con Ke i ko .

Además, se realizará la versión 2013del reconocimiento empresarial Bibo alas empresas que tienen mejores prácti-cas ambientales, sobre todo con el buenuso de la energía.

Un reto mundialSin una producción constante de ener-

gía es imposible pensar en el mundo co-mo hoy lo conocemos. En 27 años el con-

sumo de energía podría crecer un 53%,de acuerdo a la US Energy InformationAdministration. Esta demanda es supli-da principalmente por combustibles fó-siles que se agotan y no se renuevan. Elreto, de acuerdo con WWF, consiste enlograr para 2050 un suministro 100% deenergía renovable, que sea viable, facti-ble y costo-efectivo.

Colombia, gracias a su riqueza natural,obtiene la mayoría de su energía eléctri-ca del agua. Por eso su desafío es conser-var los bosques, aprovechar de forma

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/ El Colombiano

Central Hidroeléctrica URRÁ I. / Asocaña

futuro

por ciento de ladeforestación en Colombiase debe a la expansión dela frontera agrícola y lacolonización, 11,7% a laproducción maderera, 11%al consumo de leña, 2% alos incendios forestales y2% a los cultivos ilícitos.

73 , 3 10mil millones dehabitantes se cree quepoblarán la Tierra en elaño 2050, de acuerdocon el Departamento deAsuntos Económicos ySociales de NacionesUnidas.

EL OBJETIVO DE ESTA CAMPAÑA MASIVA ESSENSIBILIZAR A LA MAYOR CANTIDAD DE COLOMBIANOSPOSIBLES DURANTE EL SEGUNDO SEMESTRE DE ESTEAÑO. ESTE ESFUERZO ES POSIBLE GRACIAS A ISAGEN,EPM, CODENSA-EMGESA, FINDETER Y GOBIERNONACIONAL A TRAVÉS DE MINAMBIENTE. TAMBIÉN NOSAPOYAN LA FUNDACIÓN ÉTICA MUNDIAL CON SUPRESIDENTE CARLOS PAZ, SANDRA BESSUDO,DIRECTORA GENERAL DE APC COLOMBIA Y BRIGITTEBAPTISTE, DIRECTORA DEL INSTITUTO HUMBOLDT.

Energías renovables son: la eólica que usa la fuerza del viento, la solar que aprovecha la luz del sol y la geotérmica que utiliza el calor de la tierra.En Colombia la principal fuente de energía que consumimos es la eléctrica, producida por fuentes hídricas. Utilízalas responsablemente.

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Vi v ir~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Los campesinos del municipio de Piojó, al norte del departamento del Atlántico, han deforestado incontables hectáreas de bosque para obtener carbón. / Fotos: Óscar Pérez - El Espectador

CAROLINA GUTIÉ-RREZ TORRES

cg u t i e r rez @ e l e s p e c t a d o r.co m

La entrada a la mayor reserva fo-restal del Atlántico, al “pulmónve rd e ” del departamento, es unaespecie de cementerio sombrío. Alado y lado del camino que lleva albosque El Palomar, en el municipiode Piojó, se ven sólo troncos malcortados y tierra árida. No hayquien diga con precisión cuántashectáreas se han talado, pero cual-quier cifra sería insuficiente paradescribir este paisaje de depreda-ción. Aquí, en estas tierras, los cam-pesinos se han dedicado por déca-das a cortar los árboles para con-vertirlos en carbón. “Con unos

quince como ese —dice el señorAugusto Bonilla, líder de la comu-nidad, señalando un árbol de unostres metros— se saca una carga(dos bultos de carbón) por la quepagan entre $5.000 y $6.000”. Asílas cosas, por la destrucción de unárbol en Piojó se pagan $400.

“Yo llevo 45 años de estar vivien-do aquí y desde ese momento elcarbón es el modus vivendi. Y no sepuede prohibir porque es casi laúnica manera de subsistencia”, di-ce el señor Augusto, de 68 años,técnico agrícola, nacido en La Do-rada (Caldas). Llegó hasta la costaCaribe a cultivar algodón y cuandoesta planta dejó de ser rentable co-menzó a producir carbón. Se dedi-có a pagarles a jornaleros para quecortaran los árboles, los desplaza-ran a un terreno plano y los acomo-daran allí, parados, filados uno jun-to al otro “formando un volcán.

Luego se forra con pasto, se le echatierra, se le hace una cavidad y searma un horno en su interior, unfogoncito con madera seca que seprende con acpm”, explica Bonilla.Y luego dice: “¿Quieren ver uno?Vamos aquí no más?”.

A unos pasos de su casa está el“vo l c á n ”, listo para empezar a ar-der. Pasarán por lo menos seis díaspara que estos árboles queden re-ducidos a carbón. Luego serán em-pacados en bultos y vendrá algunaempresa —quizás esa compañíaextranjera que se instaló hace pocoen la región— a pagar unos pocospesos por ellos. De eso se quejanBonilla, quien ya no trabaja concarbón sino liderando un proyectopara proteger el bosque que ha re-sistido la destrucción, y José Her-nando Ayala, de 27 años. Amboscoinciden en que el pago que reci-ben es irrisorio, en que apenas al-

canza para sobrevivir. “No hay másopciones. Uno hace esto porque nohay más trabajo para hacer, pero noganamos mucho”, dice Ayala, yluego cuenta que está dedicado aesta actividad desde los 14 años,cuando su papá se enfermó de dia-betes y él, el mayor de los varones,heredó la obligación.

Vivir en El PalomarLa casa de Augusto Bonilla está

en la vereda Hibácharo del muni-cipio Piojó. Desde allí, por un cami-no de tierra y barro, toma unos 45minutos en moto llegar a El Palo-mar. En pocas semanas este bos-que será declarado por la Corpora-ción Autónoma Regional delAtlántico (CRA) como la primerareserva forestal del departamento.Empezará a llamarse Reserva Pro-tectora Productora El Palomar, loque —supuestamente — comenza -

rá a blindarla de la deforestación, lacaza, la ganadería y cualquier acti-vidad que amenace su conserva-ción. Ya los primeros kilómetros dela reserva en los que se ven los reza-gos de los volcanes de carbón que-daron reducidos a tierras inculti-vables. En marzo de 2012 empezóel proceso de esta declaratoria que,según la CRA, sólo está a un evento

››No hay quiendiga con precisióncuántas hectáreasse han talado, perocualquier cifra seríainsuficiente paradescribir este paisajede depredación.

Expedición a las regiones IIIPatrimonio naturalde los colombianos

EXPEDICIÓN A LA REGIONES

El Fondo Patrimonio Natural y El Espectadorpresentan la tercera edición del especialExpedición a la regiones: patrimonio naturalde los colombianos. Esta vez, la protagonistaes la región Caribe que ocupa 132.288 km² deterritorio colombiano y que cuenta con el35,53% de las zonas secas del país. Por suubicación estratégica, esta región se mueve

entre la industria y la falta de agua, en un marde oportunidades.

El reportaje principal está dedicado a Piojó,municipio del Atlántico que posee la mayorreserva forestal del departamento y que pordécadas ha sido sobreexplotado. Para aportaral cambio de mentalidad de sus habitantes, seestá implementando allí el programa Paisajes

de Conservación, que tiene como objetivopromover la conservación y al mismo tiempola producción sostenible. Esta iniciativa espuesta en marcha por el Fondo PatrimonioNatural y Parques Nacionales Naturales ycuenta, además, con financiación de laAgencia para el Desarrollo Internacional deEstados Unidos-Usaid.

Deforestación amenaza a especies como el mono tití

Talar un árbolpor $400¶ La mayor reserva forestal del Atlántico,ubicada en el municipio de Piojó, hasido devastada durante décadas porcampesinos que utilizan los árboles parahacer carbón. Hoy, un grupo de elloslidera un programa de conservación.