DIARIO DE BELAGUA. AGOSTO

B IENVENIDOS A BELAGUA FASE 1

COLEGIO MAYOR BELAGUA FASE 1

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D IARIO DE BELAGUA

SE HABLA DE…

Métodos para no perderse en la gran metrópoli, el orbe de la cultura occidental: Pamplona.

TEMAS

Un poquito de todo y, una vez más, Joaquín nos deleita con su prosa elegante y prolífica erudición.

24 DE AGOSTO DE 2012

Queridos colegiales: A pocos días de que comience el curso 2012/13 os llega este nuevo número del Diario de Belagua que quiere ser como el pistoletazo de salida para los apasionantes meses que tenemos por delante. Muchos seguís en el Colegio Mayor como becarios, algunos como residentes de segundo y otros muchos lo viviréis por primera vez, pero para todos va a ser una nueva aventura. Este curso estará marcado por un enorme cincuenta, ya que celebramos las primeras cinco décadas de esta institución desde su fundación en 1962. A lo largo de estos años mas de ocho mil antiguos residentes han pasado por las distintas sedes de Belagua, añadiendo a la excelente formación académica de la Universidad de Navarra la necesaria formación humana, cultural y espiritual que aporta la convivencia en un Colegio Mayor. Probablemente no seamos totalmente conscientes de todo esto hasta cuando dentro de unos años, con la perspectiva y madurez que da el paso del tiempo, valoremos lo que supone vivir en Belagua. El 5 y 6 de octubre tendremos las celebraciones centrales de este primer medio siglo. Vendrán muchos antiguos residentes y seremos sus anfitriones, por lo que durante las primeras semanas de curso dedicaremos tiempo y esfuerzo para preparar la acogida que se merecen. Pero en este comienzo de curso además estrenaremos la sede reformada

de Belagua. Lo material por si mismo nunca ha sido suficiente, sin embargo, necesitamos espacios para expresarnos y vivir la universidad de modo pleno. Con la reforma llevada a cabo, tras cincuenta años de vida, se ha tratado de adaptar el Colegio Mayor a las necesidades actuales. Hemos hecho un gran esfuerzo para tratar de llegar a tiempo al comienzo de curso, aunque como veréis queda trabajo por hacer. Acabo estas líneas con el deseo de que este curso en Belagua sea histórico, no solo por el cincuentenario y por el estreno de sede, si no sobre todo porque con nuestro espíritu de servicio, compromiso personal y confianza consigamos ayudarnos a crecer, aprender

¡Un fuerte abrazo con el deseo de que sea un curso lleno de matriculas de honor en lo académico y en lo colegial!

Javier Casanova

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MINISTROS, DÉSPOTAS Y CANALLAS

El gobierno absoluto de unos pocos sobre todos los demás porque se consideran mejores a ellos se llama despotismo. El déspota se caracteriza porque no trata a los que gobierna como seres racionales e iguales –hoy diríamos como personas- sino como seres inferiores. De ese político diría Aristóteles que no los gobierna según gobierno político, es decir, dialogado y racional, sino según el gobierno despótico, es decir, sin contar con las razones o motivos de aquel o aquellos a los que se gobierna. El estagirita usa este par de conceptos para referirse al modo en que el hombre debe comportarse en relación con sus pasiones. Frente a ellas la razón no debe dialogar, sino simplemente imponerse, ya sea para moderarlas o para extinguirlas antes de que se propaguen a toda la conducta.

A menudo experimentamos que las pasiones nos traicionan: celos cuando otro se liga a la chica que nos gusta, envidia cuando vemos a alguien que es mejor que nosotros, etc. Pero cuando estamos firmes en aquello que nos gusta y que sabemos que es bueno, el mejor modo de reaccionar frente a las pasiones es cortar de raíz, de lo contrario se entra en una espiral que solo muy de vez en cuando tiene final feliz. No obstante, no todo gobierno es despótico sino que cabe el dominio político. Como es obvio –aunque daría para más reflexiones- no es posible gobernar sin un cierto dominio o poder sobre el gobernado. Luego no se domina siempre del mismo modo, sino que depende de aquel sobre el que se gobierna. Por

ejemplo, Aristóteles decía también que no tiene interés gobernar esclavos, porque lo que se puede conseguir con ellos es muy poco en comparación con lo que se alcanza en unión con personas libres, virtuosas e inteligentes.

Después del Concilio Vaticano II hubo una discusión entre algunos teólogos católicos a propósito de la distinción entre Igles ia carismática e Igles ia jerárquica, como si se diese una cierta oposición entre ellas. Por una parte, habría una iglesia fundada directa e inmediatamente en Dios, concretamente en la Persona del Espíritu Santo, y en la que el Pueblo de Dios se gobernaría a sí mismo. Por otro lado, habría una iglesia heredada de un catolicismo rancio, escolástico e imperialista, en la cual algunos se aprovecharían de los demás, sirviéndose de una supuesta superioridad del cargo y de cierto sincretismo al estilo masónico. Por lo tanto, en el fondo habría que oponerse a la idea de que hubiese algunas personas que gobernasen sobre otras porque significaría siempre una imposición injusta, una injerencia en la libertad de los demás y en su legítima autonomía.

Las ideas que subyacen a esta supuesta contraposición son por un lado, la opinión de aquellos que opinan que todo gobierno es malo, porque significa la sumisión a alguien que no es de ningún modo superior a mí, y que lesiona mi dignidad. Por otro lado, aparece la tesis de que para gobernar bien es necesario imponerse siempre, porque ese es el único modo de gobernar con eficacia. Pero hay que tener en cuenta que dominio o gobierno no se dice siempre del mismo modo.

Para muchos palabras como obedecer, servir, aprender etc., no tienen sentido si se unen en una frase

y no para luego oponerse a otras como libertad, diversión, creatividad etc. Aunque no siempre ha sido así. Para Sócrates era falso aquello que decían algunos sofistas, que se pudiese enseñar a hacer el bien, es decir, a ser buena persona. Para él eso era enseñar a guardar las apariencias pero no era real. Porque no es cierto que hacer las cosas bien sea una técnica que se aprende sin esfuerzo. Del mismo modo, cuando se advierte que esos conceptos (libertad, obediencia, servir, mandar, etc.) van siempre unidos entonces se entiende a su vez la necesidad del gobierno en sus múltiples modalidades. Porque la misma persona que manda también obedece, el mismo que enseña debe aprender y es más libre el que tiene más capacidad de servir. A propósito de esto recuérdese la definición de la virtud de la fortaleza que da Tomás de Aquino: la capacidad de resistir en el bien a pesar de las dificultades, el que es capaz de eso, ese es el fuerte.

En resumen, el que gobierna no siempre se opone frontalmente al gobernado y viceversa, como si todo dominio fuese de tipo despótico. Sino que también cabe el gobierno político, en el cual gobernante y gobernado cambian con asiduidad de papel. Parece que muchos han olvidado el origen de la palabra “ministro”, que prov i ene de l verbo l a t ino “ministrare” que se traduce por “servir”. Y así incluso se da en ocasiones que el que parecería que solo gobierna y nunca es gobernado, se llama a sí mismo Servus servorum Dei (el servidor de los servidores de Dios). Por lo tanto, solo quien piensa que todo gobierno es despótico puede rechazar de plano cualquier forma de dominio, o en el caso del que gobierna mandar siempre de manera autoritaria.

Miguel Martí Sánchez

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La última quincena de julio fue única e irrepetible, pues pude combinar dos planes bien diferentes, por un lado estuve en las Jornadas Obreras de Belagua, e inmediatamente después participé en las Jornadas Universitarias de los Pirineos.

Sobre las JOB no comentaré mucho, pues Vitaly en el anterior número escribió un gran resumen, tan solo añadiré que hicimos un gran esfuerzo en montar las habitaciones con sus camas, sillas y papeleras, colocar el mobiliario de la planta baja, ordenar las bibliotecas siguiendo las estrictas leyes fajistas, preparar las sala de estar y montar la sala Donju.

El poco tiempo libre que nos dejó tan arduo trabajo fue empleado en varias actividades como fue estrenar la nueva pista de fútbol-sala de Fase I, que es de césped artificial, bañarnos en la piscina de Mendaur, bañarnos en la piscina de Fase II y una excursión a las pozas de Urbuyen.

Al acabar el campo de trabajo de Fase 1, una expedición compuesta por Fran, Miguel y yo, partimos el día 23 hacia El Poblado de El Grado (Huesca), a donde posteriormente también llegarían Alberto, Paul y Vitaly para asistir a las JUP, que este año se desarrollaron bajo el programa “pulchrum: el poder de la belleza”. Además, también estuvieron antiguos residentes como Juan Pablo y Luisja

En estas jornadas se propone un espacio de conferencias, seminarios y tertulias para promover la reflexión y el debate entre universitarios sobre temas de actualidad, en esta ocasión relacionados con la belleza, tema de importancia capital, tal como señalaba el director de las jornadas

Héctor Devesa citando a Dostoievski para afirmar: “La belleza nos salvará”

El primer día asistimos a la conferencia inaugural de Ignacio Vicens en la sede de la UNED en Barbastro donde el arquitecto nos pedía que nos enfrentaramos a “la triada maligna de la sociedad actual: el miedo, la ignorancia y el odio”.

Ese mismo día comenzaron los seminarios, yo, influido por años de convivencia con Jorge Latorre, asistí a las ponencias de “Claves para comprender el arte contemporáneo

del S. XX”, dirigido por Carlos Naya, (profesor de Arquitectura en UNAV y antiguo director de Fase 1);

“Un plan muy recomendable para todo el mundo.” en cuatro sesiones estudiamos las vanguardias artísticas del siglo pasado

, visitamos el museo CDAN de en Huesca, donde pudimos ver obras de Chillida, Beulas y Miró entre otros, y finalmente, Miguel Lopez-Remiro, director del museo de nuestro

campus nos explicó la obra del pintor Rothko.

Otra de las actividades fue una conferencia del filosofo Alejandro Llano, en la cual animó a valorar la cultura y a formarnos en todos los aspectos, haciendo especial hincapié en la lectura.

Una de las grandes características de esta edición de las JUP fue su programa itinerante, gracias al cual pudimos visitar Graus, donde José Manuel Marraco, abogado de Greenpeace nos hablo de las dificultades actuales para defender la biodiversidad, asistir a un concierto de violonchelo en la colegiata de Alquézar, visitar el museo diocesano de Barbastro donde escuchamos la conferencia de Félix María Arocena “La belleza en la liturgia”; posteriormente nos trasladamos a Aínsa, donde el poeta Enrique García Maiquez ofreció un hermoso recital de poesía. En esa misma localidad tuvimos una espectacular cena de clausura seguida de un show muy divertido realizado conjuntamente entre Belagua, Ayete y Mendaur.

A lo largo de las JUP, también hubo tiempo libre para practicar deportes como fútbol, pádel y waterpolo, realizar excursiones a los montes pirenaicos, practicar piragüismo y realizar una Ronda a la Virgen en el Santuario de Torreciudad.

Para terminar este articulo, me gustaría señalar que disfruté y aprendí mucho durante estos días en las JUP, un plan muy recomendable para todo el mundo.

José Joaquín Paricio

JOB Y JUP EN UN MISMO VERANO


EL BLOG DE JOSÉ LUIS

Filosofía para el siglo XXI filosofiaparaelsigloxxi.wordpress.com

LO QUE NO(S) CONTARON

A estas alturas del mes de agosto, es normal que a muchos estudiantes de la Unav les recorra un escalofrío por el cuerpo al recordar que solo quedan 2 semanicas para que empiece el curso 2012-2013. Pero que no cunda el pánico, que estos últimos días cunden más de lo que parece.

Y, hasta septiembre, los medios de comunicación nos recordarán una y otra vez (como han hecho desde que terminaron las Olimpiadas) que hace mucho calor, que los alemanes están loquísimos haciendo balconing y dedicarán páginas enteras o varios minutos a noticias como que en un puente de Murcia han puesto una alfombra.

Es por eso que me gustaría destacar, ya que creo que ningún medio se molestó en hacerlo en su día, y así este periódico rendirá su particular homenaje a todas las víctimas de las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre las ciudades japonesas Hiroshima y Nagasaki durante la II Guerra Mundial, cuyo 67 aniversario se cumplió los pasados días 6 y 9 de agosto. Fueron alrededor de 100.000 víctimas mortales. El balance tras el primer ataque a la ciudad de Hiroshima fue: de 80.000 a 70.000 muertos y desaparecidos, 70.000 civiles heridos, 62.000 de 90.000

edificios destruidos, 6.000 edificios dañados. Y en Nagasaki, a los tres días, murieron 10.000 personas, resultaron heridas 20.000 y el 40 por ciento de la ciudad quedó destruido, el ‘hongo’ que se formó tras la detonación ascendió 1.200 metros de altura.

No es mucha la gente joven (y no tan joven) que sepa de esta masacre, y menos aun si se perdió Pearl Harbour, donde Ben Affleck y Josh Harnett representan a los ‘héroes’ que también gustan de lanzar petardos sobre población civil, dejando una vez más al país norteamericano como el gran salvador.

Tenía razón mi abuelo, hombre sabio como pocos, cuando me hablaba de la gran manipulación histórica que han sufrido los acontecimientos de la II Guerra Mundial. Como todos los países que se enfrentaron a Alemania y a sus aliados, se han aprovechado de la exageración de los crímenes y actos inhumanos del nazismo con el fin de ocultar los propios y enaltecer su victoria. Muestra de ello son las mil y una películas, producidas por algún judío masón, en las que nos cuentan enternecedoras historias donde los alemanes son los malos malísimos mientras que los buenos son

los americanos con el que parecía un extraño grito de guerra: ¡sanitario! Y qué decir de la increíble, efectiva y afamada resistencia francesa (que se ve que les gustaba mas asaltar y robar en los caminos del pirineo catalán que luchar contra soldados alemanes). Turbias e inconcretas quedan las dictaduras de Lenin, Mao y CIA.

En definitiva, no se me ocurre otra cosa para combatir toda esta desinformación que leer, leer y no creernos lo primero que nos cuenten sobre la Guerra, y menos aun si nuestro confidente no alcanza los 60 años o el dato sale de twitter.

Joaquín Muñoz Juan-Dalac

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BELAGUA...HOME, SWEET HOME POR TIERRA…(RENFE)

POR AIRE…(AEROPUERTO DE PAMPLONA-NOÁIN)

POR MAR…

Buena suerte...

NOTA

El uso del helipuerto queda restringido a miembros de la Dirección del Colegio Mayor.

El aterrizaje no autorizado será considerado un acto de agresión...


Allí donde veraneo, Sanlúcar de Barrameda, se celebran todos los años en el mes de Agosto los famosos ciclos de carreras de caballos. No son unas carreras corrientes, ya que, caballos y Jockeys de elite compiten en un hipódromo especial: la playa de Sanlúcar.

Sanlúcar se encuentra en un lugar privilegiado, justo en la desembocadura del Guadalquivir. Situada cerca de Jerez y Chipiona Sanlúcar es famosa por sus muchas bodegas, por su manzanilla, vino por excelencia de toda feria con buen gusto, y por sus exquisitos langostinos. A la otra orilla del río se puede apreciar el coto de Doñana, el parque nacional de España con mayor biodiversidad, que es adamas la tradicional residencia de verano del presidente del gobierno.

Las carreras de caballos de Sanlúcar son las más veteranas de las que se siguen organizando en España. El origen remoto de las carreras de Sanlúcar está en unas carreras que hacían con frecuencia (a caballo por supuesto) los transportistas de pescado, con el fin de conservar el pescado fresco el mayor tiempo posible. A partir de ahí se creó la sociedad de caballos de Sanlúcar transformando las carreras en algo más deportivo, carreras de caballo al estilo inglés como lo entendemos hoy en día, fechándose el estatuto fundacional en 1845. Que la reina Isabel II veranease en un balneario de la localidad sanluqueña, conocido como las Piletas, permitió que se popularizara y se consolidara este evento. Las carreras de caballo

también se popularizarían en otras residencias de verano de la reina, como por ejemplo San Sebastián.

Actualmente las carreras de caballo de Sanlúcar forman parte del circuito español en el que, además de la localidad ya mencionada, participan los hipódromos de Madrid, San Sebastián, Mijas, Dos Hermanas y Sevilla. Como acto social y turístico las carreras de Sanlúcar están declaradas como fiesta de interés turístico internacional. Es una oportunidad de ver carreras de caballo de alto nivel a la orilla del mar como espectador (sin necesidad de pagar entrada) o de entrar en los palcos y participar del ambiente que

rodea al mundo del caballo (para esto si se necesita entrada).

Este año las carreras serán el 12, 13 y 14 de agosto el primer ciclo y el segundo ciclo el 27, 28 y 29 de este mismo mes. Ya esta todo dispuesto, el rio, el coto de Doñana, la playa, los palcos, la manzanilla, Sanlúcar… todo para que el 12 de agosto comiencen a correr los caballos por esa playa que va desde el río Guadalquivir al gran océano Atlántico.

Fernando Rafael López Jiménez

LAS CARRERAS DE CABALLOS DE SANLÚCAR DE BARRAMEDA


Cuando leí que se estaba preparando una precuela de Alien, primer escarceo con la ciencia ficción por parte Ridley Scott que acabó (de-)generando en una de las franquicias/sagas más rentables y con mayor calado popular, no pude contenerme de la curiosidad. Lo único que faltaba era saber, conocido el director, quiénes la interpretarían, y sobre todo, quién la escribiría. El elenco de Prometheus era del todo prometedor con dos actores en directo ascenso como Michael Fassbender y Noomi Rapace, secundados por Charlize Theron, Idris Elba y Guy Pearce. Rapace hace su segundo papel comercial, tras destaparse con las adaptaciones suecas de Millennium, y Fassbender sigue imparable tras interpretaciones excepcionales de la talla de Hunger y Shame (ambas de Steve McQueen), y apariciones bastante destacables en Malditos Bastardos y la última adaptación de Jane Eyre. Cuando salió la noticia de que el guión estaría a cargo de Damon Lindelof los más entusiastas seriéfilos debieron regocijarse con la noticia, mientras que aquellos que no acabaron de tragar Lost hicieron cierta mueca de desprecio, ya que Lindelof fue uno de sus responsables. Sea como fuere, la inventiva de los guionistas de Lost, es y será algo irreprochable, ya que recordamos el desenlace, pero caemos en el error de olvidar un gran inicio y un desarrollo bastante notable.

Así las cosas, y sabiendo que Alien creó una cultura popular comparable con la que generó (y sigue generando) Star Wars, El Padrino o El Señor de los Anillos, el enfoque comercial de esta película era más que obvio. Si hacemos un breve repaso a las cuatro películas originales

(sin centrarnos en el despropósito de Alien vs Predator), vemos que dos de ellas están elevadas a los altares de la sci-fi (la original de Scott, que ganó el Oscar de Ef. Esp. en 1979 y la secuela de James Cameron, del ’86, con dos estatuillas técnicas). Si, además, miramos el siguiente filme de sci-fi de Scott, la inmortal Blade Runner, película que junto con Star Wars y 2001 compite por ser la mejor del género, la predisposición que el espectador podía generar de Prometheus era altísima.

Si contamos con la posterior consolidación por parte de Scott como un director de efectos y con cierta inquietud por lo épico y grandilocuente, sin mencionar las grandes sumas de dinero que está acostumbrado a manejar y la implicación de su propia productora, su control sobre el proyecto se postulaba como más que evidente. No siendo yo gran fan de este género, lo cual no me impide disfrutar la original de 1979 (más que con ninguna secuela, y eso que soy asiduo a David Fincher), me dispuse a ir al cine el mismo día del estreno, el 3 de agosto.

A la salida del cine, llevaba conmigo un recuerdo absolutamente decepcionante de la película. Como si el Scott de las películas ya citadas, más Thelma & Louise, Gladiator o American Gangster, hubiera seguido por los derroteros de Robin Hood, es decir, cine eminentemente visual, de ver y olvidar, que dirían otros. Vayamos por partes. El montaje es bastante bueno, es normal, no dejamos de hablar de Scott, lleva haciendo cine desde 1977, está más que claro que conoce a la perfección los teje-manejes técnicos de la

profesión.

Claro está, además, que es un director de efectos, más que de actores. Rodeado siempre de grandes actores calidad-rentabilidad, las películas se dirigen, en el matiz de la interpretación, solas. Russell Crowe, por ejemplo, ganó el Oscar por Gladiator, estando nominado el año anterior, y el posterior. Sería presuntuoso pensar que es gracias a Scott y menospreciar la calidad propia del actor. Sin embargo, en este filme se ha notado que los actores le han venido grandes a los propósitos de Scott. Fassbender, sabiendo que trabajó mucho para su papel, no es sino un fantasma de lo que ha rendido con Steve McQueen (su director de cabecera), no por voluntad propia, sino por una mala dirección. Rapace, que tal vez sea un diamante en bruto, no consigue hacernos olvidar a Sigourney Weaver, dominadora absoluta de la saga, no por ganas, sino porque Scott no ha sabido dirigirla hasta una interpretación eminentemente feminista y autosuficiente.

Tremendo error en la versión en español con el doblaje del personaje de Pearce. Un personaje que aparentemente se acerca al centenario de su nacimiento y su voz se acerca, más bien, a los 44 años del actor. Habiendo visto auténticas maravillas en el maquillaje (sin ir más lejos, el año pasado con Streep y DiCaprio), y siendo éste caso otro ejemplo de efectividad, siempre me ha parecido un error maquillar a actores jóvenes para hacer papeles de

Prometheus: tras Robin Hood, segunda decepción consecutiva de R. Scott


Tres Palabras (Carlos de Domingo) Sobre lo que creo saber de cine, música, literatura y demás maravillas del mundo.

mayores. Es cierto que con una avanzada edad se dificultan los rigores del rodaje, pero ni la expresión, ni la motricidad, y mucho menos los ojos, acompañan a la ficción (si no, vean a Jared Leto en Mr. Nobody). Scott ha disfrutado, como siempre, del trabajo de actores bastante buenos, y para quien esto escribe, el mejor actor en la actualidad, que no es otro que Fassbender, pero su predilección por la acción ha dejado de lado la guía del trabajo actoral.

La banda sonora me parece, particularmente, es un descalabro acústico. Y es que es difícil imaginar a Scott sin la ayuda de Hans Zimmer, uno de los compositores más laureados, rentables y, digámoslo, fáciles de escuchar del panorama actual. La dirección de fotografía es ligeramente irreprochable, con un dominio absoluto de la iluminación, pero adolece de unos planos bastante convencionales. Sin embargo, habremos visto bastantes películas de Scott similares en esas cuestiones, con una riqueza de planos bastante limitadas, y eso que cuentan con los medios para ubicar la cámara en cualquier sitio.

Sin duda, el fuerte de la película son los efectos especiales, requisito indispensable en el género, al menos a simple vista. En cosas como ésta se ve dónde se destina el dinero de producción, dejándonos con un diseño de producción bastante digno, pero con cierto talante abolicionista con la tradición de la saga, ya que es la película más luminosa y grisácea, frente a la negritud de las entregas anteriores. En este sentido, sabe distanciarse de

la saga, ya que no hace falta adentrarse mucho en el metraje para ver que es una película propia, parcialmente auto-conclusiva (ojo, que no acaba aquí…) con el simple conflicto que plantea. Queda claro, pues, que poco tiene que ver con el universo Alien, salvo con una secuencia final obligatoria y absolutamente forzada, que sirve de endeble nexo. El guión me resultó bastante mediocre. Nada más hay que fijarse en los diálogos, poco construidos y que se pierden, precisamente, intentando adentrarse en una idea rectora que habla de las dudas (para algunos) de la existencia de Dios o la evolución darwinista. Los diálogos acompañan a la vaga descripción psicológica de los personajes, que únicamente dan a entender convicciones, pero que de ahí no pasan, cuando el ambiente realmente está caldeado por sus

diferencias. Realmente, es la película que nos podríamos esperar cuando un personaje, tratando de matar a otro grita: “¡Muere!”. El cine, como muchas otras cosas en la vida, o gusta, o no gusta: mucha gente justificaría la película por los efectos especiales, pero eso no sería más que reducir estrepitosamente el concepto de cine.

Ah, por cierto, hay anunciada una secuela de Prometheus para 2015. Además, para 2014 Scott piensa retomar, a modo de precuela, el universo de Blade Runner. Visto lo visto, los fans del filme de 1982 deberían temblar.

Carlos de Domingo


CUANDO RUGE LA MARABUNTA

Marabunta: Enorme enjambre de hormigas que se desplaza devorando todo lo que encuentra a su paso. Definición que ejemplifica a la per fecc ión e l comportamiento arrollador que les presento a continuación. Sin embargo, es preciso cambiar algunos elementos de dicha afirmación. Sustituyamos el bicho por el fulano o fulana de turno y ya tenemos para cons iderar un fenómeno sociológico en toda regla.

El motivo de este artículo no es otro que el de mencionar brevemente lo que ocurre año tras año por estas fechas. Se trata de las complicadas semanas en las que sufrimos los envites de las últimas rebajas en las tiendas junto con el temido comienzo de las clases -o, para todo aquél que viva en una ciudad española cuya población supere los 80.000 habitantes, “La vuelta al Cole” de El Corte Inglés-. Un auténtico calvario no sólo para los protagonistas de tales multitudinarios eventos, sino también para los atemorizados ciudadanos que observan la anarquía total.

Los papis y las mamis esperan desde las 09:59 a.m. a que las tiendas abran sus puertas para entrar atropellándose entre ellos -y el pobre empleado que abre con cara de pánico la persiana de la tienda tampoco se libra- cual manada de ñus en la película “El Rey León” de Disney. Y es que si en julio con el comienzo de las rebajas las calles parecían “agitadas”, esto ahora parece la Revolución Francesa. No queda títere con cabeza, y en medio del caos general, pobre del empleado de El Corte Inglés al que se le ocurra decirle a la mamá que no les quedan uniformes de la talla de su enano o que no tienen cuadernos a doble raya. Lo dicho, a la guillotina.

Obviamente, la culpa no es de los enanos, la culpa es de los colegios, de los padres y, cómo no, de El Corte

Inglés. Es de los co leg ios porque a c a b a n s i e n d o cansinos al ponerse tan tiquismiquis con uniformes y material escolar -que además cuesta un ojo de la cara-. De todas formas, ahora con la crisis, e incluso sin ella, las mamis no son tontas y empiezan a probar los uniformes de los enanos grandes a los enanos más enanos. Eso si, de los lápices, gomas, sacapuntas dobles, cuadernos a doble raya, a una, milimetrados, con cuadriculas, calculadora que parece de la NASA y de la que van a usar el 0,5% de los botoncitos, el carpesano de Cristiano Ronaldo y el compás de Norman Foster no se libra ni Blas.

Vamos a llevar al segundo culpable al paredón. Los padres, en especial -perdonad madres- las mamis. Sucede que en el trayecto entre comprar en la planta baja la escuadra y el cartabón de Faber-Castell y subir a la segunda para reventarle el tímpano al dependiente encargado de la sección de uniformes, la mamá en cuestión fija la vista y, al instante, queda petrificada. Se trata de la nueva colección de El Corte Inglés. La temporada de otoño ha llegado. Los precios son tan altos que provocan mareos pero eso sí, no se queda ni una sola prenda por manosear, probar y toquetear por las voraces féminas -lo de las madres también es extensivo a las hermanas de más de 15 años-.

Llegados a este punto, nuestra caza de brujas llega a su fin. Tan sólo queda desenmascarar al mortal enemigo de los pequeños establecimientos de moda de toda ciudad española que se precie: El Corte Inglés. Como el lector habrá podido observar desde el

momento N0 de estas líneas, El Corte Inglés ha sido el protagonista indiscutible de la película -y no precisamente el bueno-. Puede tratarse de envidia hacia

Isidoro Álvarez Álvarez y su indiscutible olfato para los negocios -es innegable que este personaje se mueve como pez en el agua en este mundo capitalista nuestro- o también es probable que este odio tan profundo encuentre su razón de ser en el hecho de que lo primero que vea y oiga cada mañana al despertarme sea el conocidísimo edificio gris con las banderitas ondeando al viento y el pedazo de cartel anunciando la última moda en bikinis.

Poco más que añadir a esto, todos sabéis de sobra de qué hablo. Todos somos víctimas -y cómplices- de esta locura infernal capitalista que nos ahoga y exprime -y que nos salva la vida en multitud de ocasiones, todo sea dicho-. Por último, pedir perdón a las madres pro-El Corte Inglés, aunque no a las hermanas, ellas seguro que merecen esto y mucho más. Ale, corred cual marabunta al establecimiento de El Corte Inglés más cercano, y que dé comienzo el torneo. Un saludo.

Juan Ángel Soto Gómez


PLANO DE BELAGUA FASE 1


LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE

ERNESTO

Este ocasión de inicio de curso, en la que los nombres de las personas que empezamos a conocer bailan en nuestra cabeza como caretas en una mascarada tras las cuales intentamos averiguar las personas ocultas tras ellas, se nos ofrece como una buena excusa para comentar el teatro de uno de los autores más influyentes de la literatura inglesa del XIX, a través de su obra La importancia de llamarse Ernesto. Se trata del genio Oscar Wilde.

El título original de la obra es The importance of being Earnest. Dicho título es un juego de palabras entre el nombre propio Ernest y la palabra inglesa earnest , que quiere decir “honesto”. Estas palabras son homófonas en inglés, y advierten ya de una de las líneas principales de la obra: los conflictos entre la honestidad y la mentira para lograr los objetivos personales. El uso de la mentira para satisfacer los deseos propios es lo que, en la misma obra, el personaje Algernon denomina con el cómico nombre de bunburismo.

Algernon inventa que tiene un amigo (Bunbury) en el campo y con la excusa de visitarlo, realiza sus escapadas. Su amigo Jack utiliza la misma estratagema para huir de vez en cuando del opresivo ambiente rural para visitar la ciudad. En esto consiste el bunburismo: en la creación de una ficción para evadirse de sus mundos, lo que, al final y al cabo, es la propia naturaleza del teatro. Por ello, esta obra mira directamente al corazón del género teatral para reflexionar, a través de la representación, sobre qué es el teatro. El teatro que habla del teatro es una muestra de la incalculable influencia que Shakespeare ha ejercido en la literatura inglesa, y especialmente en este género.

Oscar Wilde es un punto de

inflexión, uno de los fundadores del teatro moderno. Y, sin embargo, esta fundación innovadora se realiza sobre un ba se que puede corresponder plenamente a l tradicional teatro burgués. Tal paradoja es, sin duda, una genialidad. La importancia de llamarse Ernesto es una obra que podría ser por su ambiente, por sus personajes y por sus temas, una obra más del teatro burgués. Sus personajes pertenecen a esta clase social y de fondo se plantea el tema del matrimonio, una preocupación tradicional de este tipo de teatro. Pero el desarrollo de los hechos, la actitud de los personajes, y el papel fundamental que adquieren los nombres nos acercan más al teatro moderno. La importancia del nombre Ernesto se convierte en radical a lo largo de la obra, algo que roza lo absurdo.

La deconstrucción del teatro burgués dentro de sus propios códigos recuerda un poco a la deconstrucción que Cervantes realiza en el Quijote. A la par que derrumba el edificio de este tipo de teatro, Wilde arroja pedradas a la fachada de la moral victoriana de la época. No sólo expresa sus opiniones sobre el ma t r imon io , l a s r e l a c iones personales…tan distantes del pensamiento de la sociedad inglesa de su época, sino además en la propia concepción de la obra. Lo que “debería ser” un teatro burgués más, ya que comparte muchos elementos,

se convierte en un teatro moderno. Las normas y las convenciones que utiliza Wilde en su obra no bastan para clasificarla, ni mucho menos la encierran; sino que el absurdo y el individualismo la liberan: la moral victoriana fracasa como las normas fracasan para definir La importancia de llamarse Ernesto.

El lenguaje, por otra parte, es un elemento esencial en la obra. El estilo de Wilde es epigramático: cada frase podría ser enmarcada y está destinada a ser una cita que se convierta en famosa. Muchas veces critican la moral victoriana de una forma mordaz y humorística, otras con sentencias que suenan bien, pero que son i lóg icas (como e l victorianismo).

En definitiva, una obra altamente recomendable para adentrarse en el universo del teatro moderno y entenderlo, donde se disfrutará de cada frase que nos sacarán más de una sonrisa. Y ,por supuesto, que nos ayudará a apreciar la importancia de los nombres cuando tenemos tantos que aprender.

Sergio Navarro Ramírez

PÁGINA 12

13 ARGUMENTOS PARA NO LEER.

Por Javier Fajardo

Queridos compañeiros residentes:

Acabamos de instalar la biblioteca en la sede definitiva de Belagua-Fase-1, ahora instalada en la sala de estar. En cuanto comience el curso volveremos con las actividades habituales de la biblioteca como el préstamo de libros, presentación de novedades, elaboración de estadísticas, etc.

Algunos de vosotros sois grandes lectores y estáis deseando volver para empezar a sacar libros. Pero otros tal vez estéis buscando una excusa para no hacerlo. A quien se encuentre en esta situación le hago dos favores en un mismo artículo: le doy los argumentos (no vale la pena que se queme las neuronas con este tema), y ya de paso se los contesto.

1. No sé por qué tengo que leer.

No “tienes que” leer. Más bien, leer es muy conveniente para ti (y para cualquiera). Leyendo consigues la mejor combinación de disfrute, aprendizaje y autonomía que el hombre ha sido capaz de descubrir en los últimos 6.000 años (una buena conversación puede estar al mismo nivel en los dos primeros, pero le falta la autonomía porque siempre necesitas un interlocutor). Leyendo ejercitas tus neuronas, que buena falta les hace (a las tuyas y a las mías). Leyendo te conoces mejor a ti y a los demás, a los hombres y a las mujeres, al individuo y la sociedad, las ideas y la vida. Mejora tu cultura general, tus conocimientos específicos y un montón de aptitudes intelectuales que de otro modo no son fácilmente ejercitables. Mejoran tus capacidades verbal y escrita (activa y pasiva), desarrollas la imaginación, la capacidad de abstracción, de razonamiento, de análisis y de síntesis. Aumentan tu vocabulario y tu espíritu

crítico. Y todo ello, disfrutando.

2. No creo que leer aporte nada a mi carrera, que es lo más importante, lo único importante.

Vuelve a leer la respuesta a la pregunta anterior. ¿De verdad crees que nada de eso es necesario para ser un buen profesional, sea cual sea tu carrera? En cualquier caso, echa un vistazo a los listados de libros que aconsejamos por carreras. Te sorprenderá la de cosas interesantes para tu carrera que puedes leer en un libro y que no te van a explicar en clase ni te vas a encontrar en ningún manual.

3. Leer requiere esfuerzo.

Esto es totalmente cierto. Pero, ¿acaso no sabemos ya a estas alturas que todo lo que vale la pena requiere cierto esfuerzo? ¿No te han dicho todavía en el gimnasio que “no pain, no gain”? Cuesta esfuerzo porque las neuronas son un poco vagas, y para ellas es más cómodo ver vídeos de chinos pegándose tortas con el coche en youtube (y si son cortitos mejor) que leer cualquier cosa. Pero no hace falta que te diga

qué es mejor si quieres desarrollar el músculo neuronal.

Leer requiere esfuerzo, pero la pregunta no es esa, sino: ¿vale la pena leer? Y la respuesta es: Sí.

Dando por supuesto este esfuerzo, hay libros y libros. Tenemos todo tipo de grados de exigencia, dificultad y longitud. Ve poco a poco.

4. Soy moderno y digital, y para mí el libro en papel está más anticuado que el carro de caballos.

Si prefieres leer en tu Kindle o en tu iPad, genial. Si llega el caso en que sea conveniente, también nosotros tendremos en el futuro libros en formato digital. ¡Vivan los libros, estén en el formato en que estén! Incluso puede que dentro de diez años el papel haya desaparecido totalmente. Pero por el momento no es así. Y todavía no conozco a ningún gran aficionado a la lectura que no empezara primero por el papel. El libro digital debe ser la continuación del libro de papel por otros medios, no su enemigo.



5. Soy nuevo, no sé cómo funciona la biblioteca y me da vergüenza preguntar (o: soy viejo, no sé cómo funciona la biblioteca porque nunca he sacado un libro, y me da más vergüenza todavía preguntar).

Todos los días justo después de cenar un encargado acude a la biblioteca con las llaves y espera un rato a los lectores. Una vez localizado el libro que quieres, tendrás que hacer una ficha (nosotros ponemos el boli) y te llevarás el libro. No hay un plazo límite de lectura (se aconseja un máximo de 3 meses, pasados los cuales si alguien pide el mismo libro te pediremos que aceleres o lo devuelvas). Y es gratis.

6. Tengo tanta morriña de las bibliotecas anteriores, que es imposible que la nueva me guste.

Las sedes anteriores tenían su encanto y la nueva tiene el suyo. Los libros están en una habitación a la que se puede entrar sin llave (al contrario que en Barañain), y los libros se pueden ver aunque el mueble esté cerrado (al contrario que en la Pocera). Pero lo importante no es el continente, sino el contenido: los libros.

7. Soy alérgico a las bibliotecas. Una vez entré en una y me salieron más sarpullidos que a Fajito si se tomara una mariscada.

En este caso, compañeiro, tienes un problema, porque la Biblioteca está en la sala de estar. A partir de ahora ya no ocurrirá que un residente no haya pisado nunca la biblioteca, porque a la sala de estar sí que tendrás que ir alguna vez, digo yo, al menos por las tertulias obligatorias y algún partido interesante (bueno, salvo que seas Nano de Toro…).

8. No se me ocurre qué leer, y es difícil que me aconsejen.

Es verdad que no es fácil aconsejar lecturas, pero los encargados somos expertos en

hacerlo. Ven y pregunta. Tenemos el libro que necesitas. Déjanos ayudarte a descubrir cuál es.

9. No creo que podáis tener un libro que pueda interesarme.

Primero, no es “tenéis”, sino “tenemos” (ésta es también tu biblioteca). Y segundo, no me lo creo. Entre nuestros 3100 libros, estoy seguro de que tenemos el libro que necesitas (¿lo he dicho ya?). Y si estás buscando uno muy específico que no tenemos, puedes hacer una ficha sugiriendo que lo adquiramos.

10. No tengo tiempo para leer porque soy un hombre

realmente ocupado.

Me alegra que lo seas. Pero diez minutos al día están al alcance de todas las fortunas. Si lees 10’ al día durante todo un año, en un año podrás leer unos diez libros, que no está nada mal. Si no puedes sacar diez minutos quitándolos a Facebook, Youtube, Tuenti y Twitter, prueba a ver un capítulo menos de alguna serie. El fin de semana seguro que

sacas tiempo. Y, si no, en el tiempo que pierdes entre un consejo de administración y otro, o mientras tu jet privado hace la maniobra de despegue, seguro que puedes leer un rato. Todo es ponerse.

11. Mira, después de 8 horas de clase, 3 de prácticas y 5 de estudio intenso cada día, cuando llego a casa tengo el cerebro tan derretido que sólo puedo tumbarme a no pensar en nada con una toalla húmeda en la cabeza mientras me tomo un zumo de piña.

¿Seguro que estás estudiando una carrera, o haciendo una oposición? No olvides los fines de semana. Tú lo que necesitas es descubrir que la lectura también relaja. Leer más te ayudará a sacar más partido a tu ímprobo esfuerzo.

12. Es que yo sólo leo en inglés, para practicar.

Estás de enhorabuena: tenemos más de 150 libros en esa lengua.

13. Lo último que leí era un cuento con dibujos cuando tenía 12 años, así que me temo que ya he perdido el tren de la lectura.

Aunque hayas perdido un tren, tranquilo: pasan muchos. ¡Súbete al próximo!

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LA NATURALEZA DEL

CONOCIMIENTO

Han pasado ya un par de meses desde que acabamos los exámenes. Pasamos a un nuevo año académico, iniciamos un nuevo curso, el primer año de la universidad para unos y el último para otros.

Estaría mintiendo si dijera que para los más veteranos esta nueva página de sus vidas no es tan emocionante como para los nuevos que están a punto de partir hacia el lugar donde se forjarán su futuro – la Universidad. Además, este año todos somos un poco novatos, porque todos estrenaremos el nuevo Belagua, y la nueva Facultad de Económicas, como en mi caso.

Este año, como todos los anteriores, nos va a tocar a pasarlo bien, sufrir primero con los parciales y desfallecer con los finales, jugar mucho fútbol y enfadarnos en los clásicos. Pero sobre todo, nos va a tocar ir clase con nuevos profesores y acostumbrarse a la manera de dar la clase que tiene cada uno, adquirir nuevos conocimientos y a cambiar nuestro modo de pensar y de ver las cosas.

Normalmente, cuando uno llega a la Universidad su concepto de la misma suele diferir bastante de los que la Universidad es en realidad. Lo que yo he aprendido no está relacionado tanto con los datos que uno puede almacenar durante la carrera, sino más bien con la forma de resolver los problemas y el modo de afrontar la vida. Es decir, lo que la Universidad le da a uno no es un pez, sino la caña para pescarlo tú mismo. Te proporciona herramientas para el futuro profesional, que es el pez, pero también te proporciona una actitud vital que te hace capaz de “pescar el pez

que tú quieras”.

Pero, ¿qué chorradas nos estas diciendo aquí, Vitaly?, podéis decir algunos, pero esto lo del conocimiento no me lo he inventado yo. En un libro de Ken Bain, cuya lectura os recomiendo vivamente, que se titula “Lo que hacen los mejores profesores universitarios”, el autor junto con sus colegas de la investigación relacionada con el tema, llegaron a muchas conclusiones asombrosas. Una de ellas es que estos profesores tienen estilos de enseñar totalmente diferentes, pero para todos ellos el conocimiento de una persona no es una mera base de datos sino una especie de prisma que determina todo lo que ve. Al final, un excelente profesor en cualquier asignatura, tanto de letras como de ciencias, nos plantea preguntas generales y existenciales a través de sus clases: ¿Somos libres?, ¿Se puede conocer la verdad?, ¿Existen casualidades?, etc.

Es verdad que los profesores así son muy poco frecuentes incluso en las facultades más prestigiosas del mundo, pero basta tener unas clases

con solo uno de ellos para que la vida de una persona tenga un sello muy particular y característico: “Éste tío sí que piensa”.

Mis amigos de otras universidades no me entienden cuando yo no consigo parar de hablar sobre mi universidad, sencillamente no me comprenden, no comprenden el orgullo que tengo de estar donde estoy. Y esto es porque yo sí he podido estar con un profesor así, y también muchos de mis amigos y conocidos en otras carreras con otros profesores.

Y para concluir este breve artículo me gustaría dar una calurosa bienvenida a los nuevos en la Universidad de Navarra y en Belagua Fase 1.

¡Hasta pronto a todos!

Vitaly Pershin


¿Y QUÉ DECIR DE….?

D IES IRAE Dies Irae (Día de la ira). Poco o nada tiene que ver el uso que hago de este término con el famoso himno latino del siglo XIII. Con Dies me refiero a día, hora, momento mientras que Irae hace referencia a fin, desolación y destrucción.

Para situarnos en un ambiente propicio debemos echar la vista al pasado, concretamente a un día parecido al de hoy. Un 24 de agosto pero del año 79 d.C. También es preciso encontrar un lugar idóneo para el deseado transcurso de estas líneas; Pompeya. Una ciudad de la Antigua Roma, cercana a Nápoles; orgullo de sus habitantes y envidia de todas las ciudades del sur de la península Itálica. Hogar de 30.000 almas que, a lo largo de aquél aciago día fueron engullidas junto a su hermosa ciudad por las cenizas del Vesubio.

Destrucciones repentinas y de tal envergadura no son ni nuevas ni desconocidas. El Antiguo Testamento ya narra el que lloviese fuego y azufre a ciertas ciudades próximas al Mar Muerto (Sodoma y Gomorra), eso sí, a ellos se les avisó. Y en cuanto a repentino, consulten unas páginas atrás el artículo de Joaquín y consideren si la explosión de una (o dos) bombas atómicas resulta un final inesperado para los ciudadanos de Hiroshima y Nagasaki.

No es cuestión de ser catastrofista y predicar que es precisa una destrucción o algún tipo de purga para renovarnos y poder continuar escribiendo nuestra Historia. Esto es algo que los habitantes del Yucatán en general y determinados sectores frikis en particular están deseosos de demostrar esperando impacientemente el 21 de diciembre de 2012. Qué peligro… No, de lo que trato es de que nos pongamos las pilas. Que no vayamos por la vida “haciendo el indio” como decía mi antiguo profesor de filosofía. Sería absurdo actuar como aquellos desdichados habitantes de Sodoma o Pompeya, dando rienda suelta a placeres antinaturales y poniendo nuestras ilusiones en lo material e inmediato. De ser así, lo único que quedará de nosotros serán unas bonitas estatuas de lava como en Pompeya, nada trascendente.

Cambiando radicalmente de tercio y volviendo a ser políticamente correcto, qué mejor lugar que nuestro amadísimo Colegio Mayor para llevar a cabo esos sueños y aspiraciones sanas y altamente recomendables. Desde luego medios no faltarán, y espero que ganas tampoco. En verdad tenemos una oportunidad perfecta para alcanzar metas. Por cierto, no temáis que, como ya mencioné en abril, se dijo: “no la destruiré por consideración a los diez” (Génesis 18:32). Pues bien, por el momento llegamos a esa cifra. Tiempo al tiempo. Nada más. Ale, a currar.

Juan Ángel Soto Gómez


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DIARIO DE BELAGUA. AGOSTO