Dictamen. Comisión de Justicia

DICTAMEN DE LA COMISIÓN DE JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS, recaído en los Proyectos de Ley 495/2011-CR, 887/2011-PE, 944/2011-PE, 962/2011-CR y 1079/2011-CR, con un texto sustitutorio, por el que se propone un nuevo Código de la Niñez y la Adolescencia.

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COMIS IÓN DE JUSTIC IA Y DERECHOS HUMANOS PERÍODO ANUAL DE SESIONES 2011 - 2012

Señor presidente:

Ha venido para dictamen de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el Proyecto de Ley 495/2011-CR presentado por el grupo la parlamentario Alianza por el Gran Cambio, a iniciativa del señor congresista Juan Carlos Eguren Neuenschwander, por el que se propone el Nuevo Código de los Niños y Adolescentes; el Proyecto de Ley 887/2011-PE, presentado por el Poder Ejecutivo, por el que se propone la Ley que modifica los artículos 197 y 237 del Código de los Niños y Adolescentes; el Proyecto de Ley 944/2011-PE, presentado por el Poder Ejecutivo, por el que se propone la Ley que prohíbe el uso de toda medida correctiva que atente contra la integridad personal de los niños y los adolescentes; el Proyecto de Ley 962/2011-CR, presentado por el Grupo Parlamentario Gana Perú, a iniciativa del señor congresista José Urquizo Maggia, por el que se propone Ley que prohíbe métodos correctivos que atenten contra la integridad personal de los niños y adolescentes; y, el Proyecto de Ley 1079/2011-CR, presentado por el grupo parlamentario Fuerza 2011, a iniciativa de la señora congresista Luz Filomena Salgado Rubianes, por el que se propone la Ley de Protección a niños y adolescentes víctimas del terrorismo, narcotráfico y crimen organizado. La Comisión, en su vigésima tercera sesión ordinaria, realizada el 22 de mayo de 2012, ACORDÓ por MAYORÍA de los presentes la APROBACIÓN del texto sustitutorio de los Proyectos de Ley 495/2011-CR, 887/2011-PE, 944/2011-PE, 962/2011-CR y 1079/2011-CR. I. SITUACIÓN PROCESAL

a) Antecedentes El Proyecto de Ley 495/2011-CR ingresó a Trámite Documentario el 9 de noviembre de 2011 y fue decretado a la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el 14 de noviembre de 2011 como comisión principal dictaminadora. Ingresó a la Comisión el 16 de noviembre de 2011. El Proyecto de Ley 887/2011-PE, ingresó a Trámite Documentario el 14 de marzo de 2012 y decretado a la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el 15 de marzo de 2012 como única comisión dictaminadora. Ingresó a la Comisión el 19 de marzo de 2012. El Proyecto de Ley 944/2011-PE, ingresó a Trámite Documentario el 27 de marzo de 2012 y decretado a la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el 29 de marzo de 2012 como comisión principal dictaminadora. Ingresó a la Comisión el 2 de abril de 2012.

mailto:[email protected]


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El Proyecto de Ley 962/2011-CR, ingresó a Trámite Documentario el 28 de marzo de 2012 y decretado a la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el 29 de marzo de 2012 como comisión principal dictaminadora. Ingresó a la Comisión el 30 de marzo de 2012. El Proyecto de Ley 1079/2011-CR, ingresó a Trámite Documentario el 3 de mayo de 2012 y fue decretado a la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el 4 de mayo de 2012 como única comisión dictaminadora. Ingresó a la Comisión el 7 de mayo de 2012.

b) Opiniones e información solicitada

Para el caso del Proyecto de Ley 495/2011-PJ, se solicitaron las siguientes opiniones:

Por Oficio 319-CJ-DDHH-CR/2011-2012, de fecha 22 de noviembre de 2011, se solicitó opinión a La Defensoría del Pueblo.

Por Oficio 318-CJ-DDHH-CR/2011-2012, de fecha 22 de noviembre de 2011, se solicitó opinión al Ministro de Justicia y Derechos Humanos. .

Por Oficio 319-CJ-DDHH-CR/2011-2012, de fecha 22 de noviembre de 2011, se solicitó opinión al Fiscal de la Nación.

Por Oficio 320-CJ-DDHH-CR/2011-2012, de fecha 22 de noviembre de 2011, se solicitó opinión al Poder Judicial.

Por Oficio 321-CJ-DDHH-CR/2011-2012, de fecha 22 de noviembre de 2011, se solicitó opinión al Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social.

Para el caso del Proyecto de Ley 462/2011-PJ, se solicitaron las siguientes opiniones:

Por Oficio 997-CJ-DDHH-CR/2011-2012, de fecha 27 de noviembre de 2011, se solicitó opinión al Ministro de Justicia y Derechos Humanos.

Por Oficio 1024-CJ-DDHH-CR/2011-2012, de fecha 2 de mayo de 2011, se solicitó opinión a la Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

Por Oficio 1029-CJ-DDHH-CR/2011-2012, de fecha 27 de abril de 2012, se solicitó opinión a la defensoría del Pueblo.


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Por Oficio 1051-CJ-DDHH-CR/2011-2012, de fecha 7 de mayo de 2012, se solicitó opinión al presidente de la junta de decanos del Colegio de Notarios del Perú.

c) Opiniones e información recibidas

Por Oficio 356- 2011-MINDES/DVMM, de fecha 02 de diciembre de 2011, la señora Rocío Villanueva Flores, Vice Ministra de la Mujer MINDES, remite opinión al Proyecto de Ley 495/2011-CR, en lo referido al Título II, Adopción.

Por Oficio 100-2012-JUS/DM de fecha 6 de febrero de 2012, el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, remite adjunto el Informe 033-2011-JUS/AT, con opinión al Proyecto de Ley 495/2011-CR, recomienda se regule de manera integral las disposiciones requeridas para una mayor protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en los distintos niveles de gobierno.

Por Oficio 181-2012-MIMP/DM, de fecha 18 de mayo de 2012, la Ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, remite adjunto el informe 002- 2011-MIMP/DVMM/SCA, de fecha 11 de mayo de 2012, señala tener en cuenta las observaciones y recomendaciones en el proceso de adopción.

II. CONTENIDO DE LAS PROPUESTAS LEGISLATIVAS En el Proyecto de Ley 495/2011-CR se propone un Nuevo Código que se aplique a todos los niños y adolescentes que se encuentren dentro del territorio peruano, sin ninguna distinción por motivo de raza, color, idioma, religión, opinión política, nacionalidad, origen étnico, social, posición económica, discapacidad física, mental, sensorial o de cualquier otro tipo; sea propio o de sus padres o responsables. En el Proyecto de Ley 887/2011-PE se propone modificar los artículos 197 y 237 del Código de los Niños y Adolescentes, referente al cumplimiento de medidas socioeducativa de internación del adolescente durante el proceso judicial. La propuesta busca armonizar la regulación jurídica del Código de los Niños y Adolescentes, atendiendo a los parámetros y estándares de calidad que amerita el tratamiento especializado de menores infractores de la ley penal, por lo que establece un sistema diferenciado para el infractor que alcanza la mayoría de edad no sólo durante el cumplimiento de la medida de internación, sino también durante el proceso judicial, lo determinante para la definición del tratamiento será el momento en que cometió la infracción.


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En el Proyecto de Ley 944/2011-PE, se propone la Ley que prohíbe el uso de toda medida correctiva que atente contra la integridad personal de los niños y los adolescentes. La iniciativa legislativa previene cualquier situación que pueda favorecer el abuso de derecho en contra de ellas y ellos. La propuesta señala, como medida correctiva la promoción de valores positivos, consejería a través del diálogo, estímulos de acuerdo a su edad de cada y niño. Considera las formaciones de niños y adolescentes que sea permanente y participativo que busque desarrollar conocimientos y habilidades; con relación a su integridad personal a no ser vulnerado física, psíquica, moralmente y a su libre desarrollo y bienestar. Asimismo, considera las formas extremas que afectan su integridad personal, así como, el trabajo forzado y la explotación económica, incluida la mendicidad y el reclutamiento forzado. Por otro lado, no pueden ser víctimas de maltrato, trato cruel o degradante o cualquier otra forma de violencia física, psicológica y/o sexual. En el Proyecto de Ley 962/2011-CR, se propone la Ley que prohíbe métodos correctivos que atenten contra la integridad personal de las niños y adolescentes., para ello, modifica los artículos 4, 16, 24, 38 y 74 del Código del Niño y del Adolescente y del 423 del Código Civil. Asimismo, plantea la modificación de los artículos 121 y 122 del Código Penal agravando las penas contra quienes infrinjan lesiones a los menores de edad. En el Proyecto de Ley 1079/2011-CR, se propone la Ley de Protección a niños y adolescentes víctimas del terrorismo, narcotráfico y crimen organizado. La iniciativa señala que constituye política permanente y de cumplimiento obligatorio por parte del Estado dada su situación de vulnerabilidad, por la que requiere de acciones concertadas y planificadas de todos los sectores y niveles de gobierno. Por otro lado, considera programas especiales para niños y adolescentes víctimas de terrorismo, narcotráfico y crimen organizado. Estos programas lo dirige el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. El Ministerio de la Mujer como ente rector, es quien dirige las acciones de prevención y recuperación de niños y adolescentes víctimas de reclutamiento y utilización por parte de organizaciones delictivas, en coordinación con los otros sectores del Estado y los gobiernos regionales y locales. III. MARCO NORMATIVO

a) Constitución Política del Perú 1993.


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b) Ley 28914, Ley de Creación de la Comisión Especial Revisora del Código de los Niños y Adolescentes.

c) Leyes (s) 29154 (publicada el 16 diciembre 2007), 29288 (publicada el 06 diciembre 2008), 29436 (publicada el 19 noviembre 2009), 29551 (publicada el 03 julio 2010); que amplían el plazo de funcionamiento de la Comisión Especial Revisora del Código de los Niños y Adolescentes.

d) Ley 27337, Código del Niño y Adolescentes e) Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de

las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. f) Convenio Nº 138 de la OIT sobre la edad mínima para admisión al empleo, 1973. g) Observaciones finales del Comité de los Derechos del Niño 2006, 2000 y 1993.

IV. ANÁLISIS DE LA PROPUESTA LEGISLATIVA

a) Análisis técnico Por Ley 28914 se creó la “Comisión Especial Revisora del Código de los Niños y Adolescentes”, otorgándole la facultad de elaborar un anteproyecto de ley de Código de los Niños y Adolescentes, modificando los artículos que considerara pertinentes. Se trataba de una comisión multisectorial ya que la misma fue conformada por representantes del Poder Legislativo, del Poder Ejecutivo (Ministerio de Justicia y Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables), del Poder Judicial, de organismos constitucionalmente autónomos (Ministerio Público y Defensoría del Pueblo), de organismos intergubernamentales (Unicef) y de organizaciones representativas de la sociedad civil (universidades, Colegio de Abogados de Lima y Mesa Interinstitucional sobre Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal).

Mediante las Leyes N° (s) 29154 y 29551 se amplió el plazo de funcionamiento de la Comisión Especial, el que venció el 27 de enero del 20111.

SESIONES

1 Al terminar sus funciones, la Comisión Especial Revisora del Código de los Niños y Adolescentes estuvo

conformada por los siguientes miembros: Congresistas Juan Carlos Eguren (Presidente), Rosario Sasieta Morales,

Víctor Rolando Sousa Huanambal (titulares), Karina Beteta Rubín, Guido Lombardi Elías y Mauricio Mulder

Bedoya (alternos); en representación del Ministerio de Justicia, María Teresa Cornejo Fava y Jorge Valencia

Corominas (titular y alterno); en representación del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, María del

Carmen Santiago Bailetti y Manuel Campana Valderrama (titular y alterno), en representación del Poder Judicial,

Luz María Capuñay, Cecilia Gonzáles Fuentes (titulares), Susana Mendoza Caballero, Luis Alberto Torrejón

Rengifo (alternos); en representación del Ministerio Público, Rita Figueroa Vásquez, Azucena Solari Escobedo

(titulares), Pilar Rey Valverde y Fermín Rosales Sepúlveda (alternos); en representación de la Defensoría del

Pueblo, Mayda Ramos Ballón y Rosa Vallejos Lizárraga (titular y alterno); en representación de la Mesa

Interinstitucional sobre Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, Jean Schmidt y María Barletta Villarán

(titular y alterno) en representación de las universidades del país, Carmen Meza Ingar y Victoria Mendoza

Otiniano; en representación de Unicef, Rosana Vega y Eda Aguilar (titular y alterno).


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Desde su instalación, la Comisión Especial realizó cuarentaiún sesiones ordinarias, cuatro continuadas adicionales y tres informativas, para el debate y aprobación del articulado, así como para recibir la opinión de diferentes instancias estatales, de representantes de la sociedad civil y de organizaciones de niños y adolescentes, conforme se desprende del cuadro siguiente:

SESIONES ORDINARIAS

Nº Sesiones Fecha Lugar

1 Primera 23 de enero de 2008 Sala Miguel Grau Primer piso – Palacio Legislativo

2 Segunda 21 de febrero de 2008 Sala Miguel Grau Primer piso - Palacio del Legislativo

3 Tercera 05 de marzo de 2008 Sala José Inclán Segundo piso - Palacio Legislativo.

4 Cuarta 26 de marzo de 2008 Sala María Elena Moyano Sótano del Palacio Legislativo

5 Quinta 25 de abril de 2008 Sala José Inclán Segundo piso - Palacio Legislativo

6 Sexta 30 de mayo de 2008 Sala María Elena Moyano Sótano del Palacio Legislativo

7 Séptima 06 de junio de 2008 Sala Leoncio Prado Segundo piso del Palacio Legislativo

8 Octava 19 de junio de 2008 Sala Francisco Bolognesi Primer piso - Palacio Legislativo

9 Novena 30 de junio de 2008 Sala Francisco Bolognesi Primer piso - Palacio Legislativo

10 Décima 27 de agosto de 2008 Sala María Elena Moyano Sótano - Palacio Legislativo

11 Décimo primera 19 de septiembre de 2008

Sala Francisco Bolognesi Primer piso - Palacio Legislativo

12 Décimo segunda 17 de octubre de 2008 Sala Francisco Bolognesi Primer piso - Palacio Legislativo

13 Décimo tercera 21 de enero de 2009 Sala Francisco Bolognesi Primer piso - Palacio Legislativo

14 Décimo cuarta 06 de marzo de 2009 Sala Daniel Alcides Sánchez Carrión Segundo piso - Palacio Legislativo

15 Décimo quinta 27 de marzo de 2009 Sala Daniel Alcides Sánchez Carrión


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Segundo piso - Palacio Legislativo

16 Décimo sexta 24 de abril de 2009 Hemiciclo del Congreso de la República

Primer piso del Palacio Legislativo

17 Décimo séptima 22 de mayo de 2009 Sala Daniel Alcaides Sánchez Carrión Segundo piso del Palacio Legislativo

18 Décimo octava 12 de junio de 2009 Sala Francisco Bolognesi Primer piso del Palacio Legislativo

19 Décimo novena 18 de junio de 2009 Sala Miguel Grau del Palacio Legislativo

20 Vigésima 02 de noviembre de 2009

Sala Nº 4 del edificio Víctor Raúl Haya de la Torre

21 Vigésima primera 25 de enero del 2010 Sala Francisco Bolognesi del Palacio Legislativo

22 Vigésima segunda 02 de febrero del 2010 Sala Francisco Bolognesi del Palacio Legislativo

23 Vigésima tercera 26 de marzo del 2010 Sala Francisco Bolognesi del Palacio Legislativo

24 Vigésima cuarta 13 de abril del 2010 Sala María Elena Moyano de Palacio Legislativo

25 Vigésima quinta 20 de abril de 2010 Sala María Elena Moyano del Palacio Legislativo

26 Vigésima sexta 27 de abril del 2010 Sala María Elena Moyano del Palacio Legislativo

27 Vigésima séptima 04 de mayo del 2010 Sala María Elena Moyano del Palacio Legislativo

28 Vigésima octava 11 de mayo del 2010 Sala María Elena Moyano del Palacio Legislativo

29 Vigésima novena (continuación)

01y 08 de junio de 2010 Sala María Elena Moyano del Palacio Legislativo

30 Trigésima 06 de agosto de 2010 Sala Francisco Bolognesi del Palacio Legislativo

31 Trigésima primera 17 de agosto de 2010 Sala María Elena Moyano del Palacio Legislativo

32 Trigésima segunda 03 de septiembre de 2010

Sala Francisco Bolognesi del Palacio Legislativo

33 Trigésima tercera 10 de septiembre de 2010


34 Trigésima cuarta 17 de septiembre de Sala Francisco Bolognesi del Palacio


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2010 Legislativo

35 Trigésima quinta 24 de septiembre de 2010

Sala María Elena Moyano del Palacio Legislativo

36 Trigésima sexta 26 de octubre de 2010 Sala N° 6. Edificio Víctor Raúl Haya de la Torre

37 Trigésima séptima 29 de octubre de 2010 Sala Francisco Bolognesi del Palacio Legislativo

38 Trigésima octava 05 de noviembre de 2010


39 Trigésima novena 30 de noviembre de 2010


40 Cuadragésima 07 de diciembre de 2010

Sala María Elena Moyano

41 Cuadragésima primera 11 de enero de 2011 Sala Francisco Bolognesi del Palacio Legislativo

Cuadragésima primera (continuación)

14 de enero de 2011 Sala Francisco Bolognesi del Palacio Legislativo







SESIONES INFORMATIVAS

Nº Sesiones Fecha Lugar

1 Primera 15 de octubre de 2010 Sala María Elena Moyano del Palacio Legislativo

2 Segunda 12 de noviembre de 2010


3 Tercera 26 de noviembre de 2010


APORTES RECIBIDOS

Durante el funcionamiento de la Comisión Especial se escucharon en total 21 exposiciones, principalmente de representantes de organismos del Estado. Asimismo, de consultores


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especializados, de representantes de las organizaciones de niños y adolescentes y de la sociedad civil, como puede verse del cuadro siguiente:

Nº Exposiciones Expositores Fecha Lugar

1

“Situación del Sistema Nacional de Atención Integral

al Niño y Adolescente y Avances del Plan de Acción

por la Infancia y Adolescencia 2002-2010”

Dra. Susana Pinilla Ministra de Trabajo y

Promoción del Empleo

21 de febrero de 2008

Sala Miguel Grau Primer piso -

Palacio Legislativo

2 “Situación del trabajo infantil y avances del plan nacional de prevención y erradicación del trabajo infantil para el período

2005-2010”

Dr. Mario Pasco Cosmópolis

Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo

05 de marzo de 2008

Sala José Inclán Segundo piso -

Palacio Legislativo

3 “Prevención y erradicación del trabajo infantil”

Luis Jacob Gálvez Presidente Nacional para la Prevención y

Erradicación del Trabajo Infantil – CPETI

05 de marzo de 2008


Palacio Legislativo

4 “Avances de la reforma del Código de los Niños y

Adolescentes”

Dr. Atilio Álvarez Consultor Internacional

25 de abril de 2008


Palacio Legislativo

5

“Prescripción Ordinaria y Extraordinaria” El Libro IV

Justicia Especializada en los Niños y Adolescentes

Dr. Eduardo Alcocer Consultor Nacional

30 de junio de 2008

Sala Francisco Bolognesi

Primer piso - Palacio Legislativo

6

“Modelo acusatorio del Código Penal” El Libro IV

Justicia Especializada en los Niños y Adolescentes”

Dr. Eduardo Alcocer Consultor Nacional

27 de agosto de 2008

Sala María Elena

Moyano del Palacio Legislativo

7 “Avances sobre la modificación al Libro Segundo

Trabajo del Adolescente”

Dr. Luis Jacob Consultor Nacional

06 de marzo de 2009

Sala Alcides Carrión Palacio Legislativo

8 “Instituciones Familiares Proceso de Adopción”

Dra. Eda Aguilar MIMP

27 de marzo de 2009

Sala Alcides Carrión Palacio Legislativo

9 “Pido la palabra nosotros también promovemos el

Dra. María del Carmen Santiago Bailetti

20 de abril de 2009

Sala Raúl Porras Barrenechea


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derecho al nombre” MIMP Palacio Legislativo

10 “Adiós al castigo físico y humillante a niños y

adolescentes”

Hugo Ramos Lescano Alcalde de Pachacamac

27 de abril de 2009

Plaza Faustino Sánchez Carrión

Puerta posterior del Palacio Legislativo

11 “Prevención de embarazos y métodos de planificación familiar y adolescentes

Dr. Edgardo Elías Huarhua Cañas del

Instituto de Medicina Legal del Ministerio

Público

02 de noviembre de

2009

Sala Nº 4, Edificio nuevo Víctor Raúl Haya de la Torre

12 “Acción por Contravenciones de los Derechos de los Niños

y Adolescentes”

Dra. María Teresa Ramos. Directora de la Dirección de Tutoría del Ministerio de Educación

13 de abril de 2010

Sala María Elena Moyano del Palacio

Legislativo

13 “Ejecución de las Medidas Socio Educativas

Contempladas en el Libro IV, del Código de los Niños y

Adolescentes”

Dra. Rosario Torralba Lic. Cesar Von

Lic. Sara Montesinos Lic. Mariela Carty

27 de abril de 2010


Legislativo

14 “Posición del MIMP sobre el Proyecto de Adopciones”

Dr. Manuel Campana Valderrama

04 de mayo de 2010


Legislativo

15 “Avances del Proyecto de Resocialización de Menores

del Poder Judicial”

Dr. Oscar Ayzanoa Coordinador Técnico del

Poder Judicial


Sala Francisco Bolognesi del

Palacio Legislativo

16 “Propuestas al Código por el colectivo Interinstitucional por los Derechos de los Niños y

Adolescentes”

Dra. Rocío Vargas Morales

Coordinadora

17 de agosto

de 2010


Legislativo

17 “Internamiento Adolescente Infractor de la Ley Penal

como Ultima Ratio”

Dra. María Consuelo Barletta Villarán



Legislativo

18 “Derechos de los Trabajadores Adolescentes:

Remuneración, Trabajo Familiar y Doméstico”

Dr. Juan Navarro Pando.

Representante del Ministerio de Trabajo

26 de octubre de 2010

Sala N° 6 del edificio Víctor Raúl Haya de

la Torre

19 “Medidas de Protección y Atención Integral a los Niños y

Srs. Volker Claus, Luis Barazorda, Juan Carlos

12 de noviembre de



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Adolescentes en Situación de Riesgo Social”

Valdivia y Representantes de Konrad Adenauer

2010 Palacio Legislativo

20 Situación de la Niñez Indígena en el Perú

Paul Martin y Maki Kato Unicef

26 de noviembre de

2010


Palacio Legislativo

21 Situación de la Violencia contra la Infancia

Paulo Sérgio Pinheiro Relator de los Derechos de la Niñez de la CIDH

30 de noviembre de

2010


Palacio Legislativo

b) Análisis del marco normativo y efecto de la vigencia de la norma

Históricamente, en el tratamiento jurídico de los niños y adolescentes es necesario referirnos a dos corrientes: la doctrina de la situación irregular y la de protección integral. El Código de Menores de 1962 constituyó el primer intento de tratamiento legislativo orgánico de la cuestión referida a niños y adolescentes en el Perú. Este cuerpo de leyes se sustentaba en la Doctrina de la Situación Irregular que concebía al menor de edad como sujeto tutelado por la ley. Como sostiene la tratadista argentina Beloff (1), en líneas generales, el sistema de la situación irregular expresa criterios criminológicos procedentes del positivismo de fines del siglo diecinueve e inicios del XX, pensamiento cuya ‘cientificidad’ dependía de su capacidad de probar empíricamente sus enunciados; de aquí la tendencia de convertir los problemas sociales en problemas médicos. Pero si bien esta corriente está iluminada por el positivismo de Comte, sus orígenes están más atrás: en torno al siglo XVII. En opinión del tratadista Emilio García Méndez (2), significa afirmar que la niñez, tal como hoy la entendemos, no fue percibida como una categoría diferenciada de los adultos antes de dicho período. García se apoya en la obra del historiador francés Philippe Ariès (Blois, 1914 – 1984), quien utilizando como fuente documental la pintura de la época, intentó probar que antes del siglo XVII, pasado el estricto período de dependencia materna, esos individuos pequeños se integraban totalmente al mundo de los adultos. Eran tomados como adultos pequeños. Las fuentes documentales de Ariès muestran a quienes hoy consideramos natural y obviamente como niños vistiendo las mismas ropas que los adultos y realizando sus mismas


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actividades. Con posterioridad al siglo XVII, la utilización como fuente específica del retrato de familia permite demostrar una muy lenta pero clara vuelta de tornas. Aquellos individuos pequeños aparecen ahora con ropas diversas ubicados en el centro del retrato familiar. De esa concepción es dimanante un sistema de justicia de menores que legitima las reacciones estatales coactivas frente a infractores de la ley penal a partir de las premisas del tratamiento, la resocialización o neutralización y la defensa de la sociedad frente a los peligrosos. Desde la perspectiva de las teorías del castigo, tal justificación se llamó ‘prevención especial’ y dio paso a la sustitución de las penas por medidas de seguridad, terapéuticas o tutelares respecto de estos menores “en situación irregular”, “en estado de abandono, riesgo, peligro moral o material”, “en circunstancias especialmente difíciles” o “en situación de disfunción familiar”. Rasgo característico de la situación irregular es el argumento de que el menor de edad es un sujeto tutelado por la ley, sin tratar cuestiones de política criminal. En efecto, tenemos de un lado la ausencia de reconocimiento - a los niños y adolescentes -, de todos los derechos fundamentales de los que gozan los adultos y de otro, que esa forma de tratar a la infancia y a la adolescencia solo trasunta la crueldad y marginalidad que se pretende evitar con la intervención “protectora” del Estado. Estas características de la doctrina de la situación irregular justifican la abolición del principio de legalidad, principio fundamental en un Estado de Derecho. El desconocimiento de este principio permite que las leyes preceptúen el mismo tratamiento tanto para niños y adolescentes que cometen delitos, cuanto para aquellos que se encuentran en situación de amenaza o vulneración de sus derechos fundamentales (a la alimentación, a la salud, a la educación, al vestido, a la capacitación profesional). Además, posibilita que las reacciones estatales sean siempre por tiempo indeterminado y solo limitadas, en todo caso, por la mayoría de edad, oportunidad en la que cesa la disposición judicial sobre el menor en “situación irregular”. Otra peculiaridad de esta doctrina es la singular función atribuida al juez de menores, quien deja de cumplir funciones de naturaleza jurisdiccional para cumplir funciones más propias de “políticas sociales”. No olvidemos que el mayor porcentaje del trabajo de los juzgados de menores que funcionan según las normas sobre la ‘situación irregular’ es de naturaleza tutelar. Esta función del juez de menores engarza con los sistemas procesales inquisitivos de Latinoamérica. La concepción como objeto pero no como sujeto con derechos (menor o imputado), la oficiosidad en la actuación judicial, el secreto y el expediente escrito, la concentración de todas las funciones en una sola persona (juez-padre-acusador-decisor-defensor), cuestiones morales y religiosas fundamentando las decisiones penales, privación


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de libertad como regla (internamiento o prisión preventiva), en suma, la violación de todas las garantías individuales, son características compartidas tanto por el procedimiento inquisitivo cuanto por el procedimiento previsto la doctrina de la situación irregular. Si se hiciera una lista de los aspectos que fundamentan las normas sobre la ‘situación irregular’, diríamos:

Los niños y adolescentes aparecen como objetos de protección, como incapaces y no como sujetos de derecho.

Se utilizan categorías que por su amplitud, pueden ser de difícil inteligencia: “menores en situación de riesgo o peligro moral o material”, “en situación de riesgo”, “en circunstancias especialmente difíciles” o similares; todos ellos términos que amplían el universo discrecional de los “menores” al sistema de justicia especializado.

Bajo esta perspectiva, es el “menor” quien está en situación anormal: son sus condiciones personales, familiares y sociales las que lo convierten en un “menor en situación irregular” y por eso es objeto de intervención estatal coactiva tanto él como su familia.

A partir de esa concepción, en la práctica, frente a un mismo problema de la familia un grupo de personas - los “menores” - son materia de la justicia de menores, en tanto que otro grupo será objeto de la justicia de familia.

La protección es de los “menores” en sí mismos, es decir, de su persona física, por lo que son “objetos de protección”; empero, esa protección puede restringir facultades pues no está pensada desde la perspectiva de los derechos.

Aparece también la idea de la incapacidad, noción de la que es inmediatamente tributaria la de que la opinión del niño es irrelevante.

En la misma lógica se afecta la función jurisdiccional, ya que el juez de menores debe ocuparse no solo de las cuestiones típicamente “judiciales” sino también de suplir las deficiencias de la falta de políticas sociales adecuadas. Por eso se espera que el juez actúe como un “buen padre de familia” en su misión de encargado del “patronato” del Estado sobre estos “menores en situación de riesgo o peligro moral o material”. Tributario de este postulado será que el juez no esté limitado por la ley y tenga facultades omnímodas de disposición e intervención sobre la familia y el niño. En nuestro país, en el Código de Menores de 1962 que creó la “Procuraduría de Menores” a cargo de abogados no remunerados, como un servicio destinado a protegerles legalmente en cuestiones relacionadas con inscripciones de nacimientos, investigación de la paternidad y acciones derivadas del incumplimiento de los deberes de asistencia familiar; pero no funcionó, por lo que el servicio fue suprimido por D.L. 21993.

Se puede confundir lo relacionado con los niños y adolescentes que delinquen, con asuntos relacionados con políticas sociales y asistencia, es lo que se conoce como “secuestro y judicialización de los problemas sociales”.


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De este modo, se ingresa la categoría del “menor abandonado delincuente” y se corre el riesgo de que si le se trata como delincuente, en el futuro efectivamente lo sea.

El sistema de la situación irregular entró en crisis hacia 1960 en los Estados Unidos y veinte años después en la comunidad internacional. Con la aprobación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en 1989, se cerró el ciclo iniciado hacía casi un siglo con el movimiento de los “Salvadores del Niño” que concebía la protección en términos segregativos, y se inauguró la etapa de la protección integral de los derechos de la infancia. Ahora bien, el sistema de la protección integral de derechos de los niños surge de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, de instrumentos específicos regionales y universales de protección de derechos humanos y de otros instrumentos internacionales que, sin tener la fuerza vinculante que tienen para el Estado los tratados, representan la expresión de acuerdos e intenciones de la comunidad internacional en esta materia y, por tanto, aplicables en la interpretación de los tratados y en el diseño de las políticas de los estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas - y devienen obligatorios en la medida en que se conviertan en costumbre internacional . Estos instrumentos son: • Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (20/11/89). • Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores, conocidas como reglas de Pekín (29/11/85). • Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de Libertad (14/12/90). • Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil, conocidas como Directrices de Riad (14/12/90). Además de otros instrumentos internacionales de protección de derechos humanos. Por protección integral de los derechos de los niños, debe entenderse la total protección de derechos. Ejemplo de esto es que una noción central de la protección integral, como es la del Interés Superior del Niño, ha sido interpretada como un principio garantista, importando la satisfacción de los derechos del niño. Así, protección integral significa protección de derechos e interés superior del niño. Se advierte entonces que protección integral como protección de derechos es una noción abierta, en permanente búsqueda de nuevos y mejores estándares. Por tal motivo, no es posible cerrar el paquete de instrumentos internacionales de los que surge la protección integral con los instrumentos internacionales específicamente orientados a la cuestión de la infancia.


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Desde nuestra óptica, deben pues considerarse incluidos todos los instrumentos internacionales de protección de derechos humanos suscritos por el Perú, que sean aplicables. Obsérvese por ejemplo, que la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño no prevé un órgano supranacional de carácter jurisdiccional encargado de aplicar el instrumento jurídico; solo crea un Comité de los Derechos del Niño que tiene la función de examinar los progresos realizados por los Estados Parte en el cumplimiento de la Convención. Con tal finalidad, los Estados Parte deberán presentar cada cinco años - y por primera vez en el plazo de dos años a partir de la fecha en la que para cada Estado Parte la Convención haya entrado en vigor -, informes al Comité sobre las medidas que hayan adoptado para hacer efectivos los derechos reconocidos por la Convención y sobre el progreso que haya alcanzado en cuanto al goce de esos derechos. Por su parte, la Convención Americana sobre Derechos Humanos organiza el sistema americano de protección de derechos humanos a través de dos instituciones supranacionales: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. De este modo, es posible afirmar que la Convención Americana permite completar la noción de protección integral ya que avanza sobre la protección de los derechos humanos de los niños asegurándoles un estándar mejor de reconocimiento y ejercicio de sus derechos que el previsto por la Convención Internacional. Básicamente, el cambio de sistema se ve reflejado en las nuevas legislaciones de los países que han adecuado de manera sustancial su ordenamiento jurídico a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño. En términos generales, es posible afirmar que una ley se encuentra en un marco de protección integral de derechos de los niños cuando aparecen las características que se mencionan a continuación:

I. Se definen los derechos de los niños y se establece que en caso de que alguno de esos derechos se encuentre amenazado o violado, es deber de la familia, de la comunidad y del Estado, el restablecer el ejercicio concreto del derecho afectado a través de mecanismos y procedimientos eficaces tanto administrativos cuanto judiciales, si así correspondiere.

II. La protección es de los derechos del niño y adolescente. No se trata, como en el antiguo modelo, de proteger a la persona del “menor”, sino de garantizar los derechos de todos los niños y adolescentes. Por lo tanto, esa protección reconoce y promueve derechos, no los viola ni restringe. También por ese motivo la protección no puede significar intervención estatal coactiva. Ya no se trata de incapaces, medias-personas o personas incompletas, sino de personas completas cuya única particularidad es que


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están creciendo. Por eso se les reconoce la totalidad de los derechos que tienen todas las personas, más un plus de facultades específicas precisamente por reconocerse el hecho de que están creciendo. De ahí que de todos los derechos reconocidos, uno que estructura la lógica de la protección integral sea el ‘derecho del niño a ser oído y a que sus opiniones sean tenidas en cuenta’.

III. De la idea de “universalidad” de los derechos se desprende que estas leyes son para toda la infancia y adolescencia, no solamente para una parte. Por eso se dice que con esta normatividad se recupera la totalidad de la categoría “infancia”, perdida con las primeras leyes para “menores”.

IV. Se abandona la noción de menores como sujetos definidos de forma negativa y pasan a ser conceptuados en forma aseverativa, como sujetos plenos de derecho.

V. Desaparecen términos confusos como de “riesgo” “peligro moral o material”, “circunstancias especialmente difíciles”, “situación irregular”, etcétera.

VI. Se establece que quien se encuentra en “situación irregular” cuando el derecho de un niño o adolescente se encuentra amenazado o violado, es alguien o alguna institución del mundo adulto (familia, comunidad o Estado).

VII. Se distinguen claramente lo que es materia de políticas sociales, de aquello que incumbe al Derecho Penal; planteando la defensa y el reconocimiento de los derechos de los niños y adolescentes como un asunto que depende de un adecuado desarrollo de políticas sociales.

VIII. Las políticas sociales están diseñadas e implementadas por la sociedad civil y el Estado.

IX. Se desjudicializan cuestiones relativas a la falta o carencia de recursos materiales (supuesto este que en el sistema anterior habilitaba la intervención de la jurisdicción especializada).

X. Se jerarquiza la función del juez en tanto que este debe ocuparse de cuestiones de naturaleza jurisdiccional: de derecho público (penal) o privado (familia). El juez, como cualquier juzgador, está limitado en su intervención por las garantías.

XI. En cuanto a política criminal: se reconoce a los niños todas las garantías que corresponden a los adultos en los juicios criminales según las constituciones nacionales y los instrumentos internacionales pertinentes, más garantías específicas. La principal, en relación con los adolescentes, la de ser juzgado por tribunales específicos con procedimientos específicos y la de que la responsabilidad del adolescente por el acto cometido se exprese en consecuencias jurídicas absolutamente diferentes de las que se aplican en el sistema de adultos. Este reconocimiento de garantías es independiente del hecho de sostener que los niños y adolescentes son inimputables, como es el caso, por ejemplo, del Estatuto del Niño y del Adolescente del Brasil.

XII. Se establece como consecuencia jurídica de la comisión de un delito por parte de un joven, un catálogo de medidas en el que lo excepcional, ultima ratio y por tiempo breve, es la privación de libertad. Estas medidas se extienden desde la advertencia y


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la amonestación hasta los regímenes de semilibertad o privación de la libertad en institución especializada. Deben dictarse por tiempo determinado: la privación de libertad será una medida de último recurso “ultima ratio” que deberá aplicarse por el tiempo más breve que proceda y, en todos los casos por tiempo determinado, como consecuencia de la comisión de un delito grave, el que debe estar taxativamente mencionado en la ley a fin de evitar interpretaciones de la palabra “grave” que afecten el principio de excepcionalidad, como sucede en algunos países.

Antecedentes normativos internacionales.-

En Colombia: “Código de la Infancia y la Adolescencia”, Ley 1098 de 2006.- Está estructurado en tres libros: uno, orientado a la protección integral del niño dentro de su núcleo familiar o social; otro, que establece un nuevo sistema penal para adolescentes – entre 14 y 18 años de edad –, contempla una organización de justicia y castigos que van desde amonestaciones hasta reclusión en centros especiales y el tercero, dedicado al sistema nacional de bienestar familiar y políticas públicas de infancia y adolescencia, en donde se regulan problemas que van desde la adopción hasta el tratamiento de los niños en la información que ofrecen los medios de comunicación.

Es importante resaltar que el código colombiano preceptúa la corresponsabilidad del Estado, la familia y la sociedad en la atención, cuidado y protección de niños y adolescentes de tal forma que:

El Estado actúa como garante de los derechos. La sociedad y todos sus miembros, tienen la obligación de conocer y respetar e

incluso denunciar la violación de estos derechos. La familia tiene la responsabilidad de promover la igualdad de derechos, el afecto, la

solidaridad entre todos sus miembros; proteger contra cualquier acto que amenace o vulnere la vida, la dignidad o integridad de niños y adolescentes y formar, orientar y estimular a esta población en el ejercicio de sus derechos.

No obstante, la responsabilidad del bienestar integral y de la protección de niños y adolescentes recae en todos los colombianos.

En el Brasil, tenemos la Ley Federal 8069 de 1990, denominada “Ley del Estatuto del Niño y del adolescente”, que representa una expresión doctrinal de la “protección integral”. Dicha norma preceptúa:

“DE LAS DISPOSICIONES PRELIMINARES

Artículo 1 - Esta ley dispone sobre la protección integral al niño y al adolescente.


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Artículo 2 - Se considera niño, para los efectos de esta ley, a la persona hasta doce años de edad incompletos, y adolescente a aquella entre doce y dieciocho años de edad.

Párrafo Único.- En los casos expresamente previstos en la ley, se aplica de modo excepcional este Estatuto a las personas entre dieciocho y veintiún años de edad.

Artículo 3 - El niño y el adolescente gozan de todos los derechos fundamentales inherentes a la persona humana, sin perjuicio de la protección integral de que trata esta ley, asegurándoles, por ley o por otros medios, todas las oportunidades y facilidades, con el fin de posibilitarles el desarrollo físico, mental, moral, espiritual y social, en condiciones de libertad y dignidad.

Artículo 4 - Es deber de la familia, de la comunidad, de la sociedad en general y del poder público asegurar, con absoluta prioridad, la realización de los derechos referentes a la vida, a la salud, a la alimentación, a la educación, al deporte, a la recreación, a la capacitación profesional, a la cultura, a la dignidad, al respeto, a la libertad y a la convivencia familiar y comunitaria.

Párrafo único.- La garantía de prioridad comprende:

a) primacía en recibir protección y socorro en cualquier circunstancia;

b) precedencia de atención en los servicios públicos o de relevancia pública;

c) preferencia en la formulación y en la ejecución de las políticas sociales públicas;

d) asignación privilegiada de recursos públicos en las áreas relacionadas con la protección a la infancia y a la juventud.

Artículo 5.- Ningún niño o adolescente será objeto de cualquier forma de negligencia, discriminación, explotación, violencia, crueldad y opresión, siendo castigado conforme a la ley cualquier atentado a sus derechos fundamentales, por acción u omisión.

Artículo 6 - En la interpretación de esta ley se tendrán en cuenta los fines sociales a los que ella se dirige, las exigencias del bien común, los derechos y deberes individuales y colectivos y la condición peculiar del niño y del adolescente como personas en desarrollo.

Artículo 7 - El niño y el adolescente tienen derecho a la protección de su vida y de su salud, mediante la ejecución de políticas sociales públicas que permitan el nacimiento y desarrollo sano y armonioso, en condiciones dignas de existencia.


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Artículo 8 - Se asegura a la embarazada, a través del Sistema Único de Salud, la atención pre y perinatal.

1º. La embarazada será conducida a los diversos niveles de atención, según criterios médicos específicos, conforme los principios de regionalización y jerarquización del Sistema;

2º. La parturienta será atendida preferencialmente por el mismo médico que hizo el seguimiento en la fase prenatal;

3º. Corresponde al poder público proporcionar apoyo alimentario a la embarazada y la nodriza que lo necesiten

Artículo 9 - El poder público, las instituciones y los empleadores proporcionarán condiciones adecuadas a la lactancia materna, incluso a los hijos de madres sometidas a medidas privativas de la libertad.

Artículo 10 - Los hospitales y demás establecimientos públicos y privados de atención a la salud de embarazadas están obligados a

I. llevar el registro de las actividades desarrolladas, a través de fichas médicas individuales, por el plazo de dieciocho años;

II. identificar al recién nacido mediante el registro de su impresión plantar y digital y de la impresión digital de la madre, sin perjuicio de otras formas reguladas por la autoridad administrativa competente;

III. proceder a exámenes con miras al diagnóstico y tratamiento de anormalidades en el metabolismo del recién nacido, así como dar orientación a los padres;

IV. suministrar certificado de nacimiento donde consten necesariamente los hechos intercurrentes del parto y del desarrollo del neonato;

V. mantener alojamiento conjunto, posibilitando al neonato la permanencia junto a la madre.

Título II

DE LAS MEDIDAS DE PROTECCIÓN

Capítulo I


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Disposiciones generales

Artículo 98 -Las medidas de protección al niño y al adolescente son aplicables siempre que los derechos reconocidos en esta ley sean amenazados o violados:

I. Por acción u omisión de la sociedad o del Estado;

II. por falta, omisión o abuso de los padres o responsable;

III. en razón de su conducta.

Capítulo II

De las medidas específicas de protección

Artículo 99 - Las medidas previstas en este capítulo podrán ser aplicadas aislada o conjuntamente, así como sustituidas en cualquier momento.

Artículo 100 - En la aplicación de las medidas se tendrán en cuenta las necesidades pedagógicas, prefiriendo aquellas que tengan por objeto el fortalecimiento de los vínculos familiares y comunitarios.

Artículo 101 - Verificada cualquiera de las hipótesis previstas en el artículo 98, la autoridad competente podrá determinar, entre otras, las siguientes medidas:

I. Encaminamiento a los padres o responsable, mediante declaración de responsabilidad;

II. orientación, apoyo y seguimiento temporarios;

III. matrícula y asistencia obligatorias en establecimiento oficial de enseñanza fundamental;

IV. inclusión en programa oficial o comunitario de auxilio a la familia, al niño y al adolescente;

V. solicitud de tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico, en régimen de internación en hospital o tratamiento ambulatorio;

VI. inclusión en programa oficial o comunitario de auxilio, orientación y tratamiento a alcohólicos y toxicómanos;


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VII. abrigo en entidad;

VIII. colocación en familia sustituta.

Párrafo Único.- El abrigo constituye una medida provisoria y excepcional, utilizable como forma de transición para la colocación en familia sustituta, no implicando privación de la libertad.

Artículo 102 - Las medidas de protección de que trata este capítulo serán acompañadas por la regularización del registro civil.

1º. Verificada la inexistencia de registro anterior, la partida de nacimiento del niño o adolescente se hará a la vista de los elementos disponibles, mediante pedido a la autoridad judicial;

2º. Los registros y partidas necesarios para la regularización de la que trata este artículo están exentos de multas, costos y emolumentos, gozando de absoluta prioridad.”

Artículo 104 - Son penalmente inimputables los menores de dieciocho años, quedando sujetos a las medidas previstas en esta ley.

Párrafo Único.-Para los efectos de esta ley, debe ser considerada la edad del adolescente a la fecha del hecho.

Artículo 105 - Al acto infractor practicado por un niño le corresponderán las medidas previstas en el artículo 101.

En el Ecuador, se tiene el “Código de la Niñez y Adolescencia”, ley 737 de 3 de enero del 2003 y vigente desde el 3 de julio de ese mismo año; es la finalización de un largo proceso de discusión, redacción y debate legislativo que se inició cuando la reforma legislativa de 1992 demostró su inadecuación con los principios y contenidos de la Convención sobre los Derechos del Niño. Es parte de un proceso de reconocimiento normativo de los derechos de la infancia y adolescencia en el Ecuador, proceso que se inició con la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño en febrero de 1990, con la reglamentación de normas internacionales en el mismo año, continuó con el Código de Menores de 1992, con las reformas constitucionales de 1996 y 1997 y con la Constitución de 1998.

El Código de la Niñez y Adolescencia comprende:

“Libro Primero: Los niños y adolescentes como sujetos de derechos.


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Libro Segundo: El niño y adolescente en sus relaciones de familia.

Libro Tercero: Del Sistema Nacional Descentralizado de Protección Integral de la niñez y adolescencia.

Libro Cuarto: Responsabilidad del Adolescente Infractor”.

En Bolivia, firmó la Convención Internacional de los Derechos del Niño en marzo de 1990 y la ratificó como Ley Nacional Nº 1152, en mayo de ese mismo año.

En Bolivia está vigente el “Código del Niño y Adolescente”, dictado mediante la Ley Nº 2026 de 27 de octubre de 1999, adscrito al sistema de protección integral, que expresa el deseo del legislador boliviano de que este nuevo instrumento jurídico sea capaz de crear oportunidades para el ejercicio de los derechos humanos de los niños y adolescentes habida cuenta que su realización depende tanto del Estado, que debe priorizar la inversión en políticas públicas dirigidas a este sector, cuanto de la sociedad, para que transformada su concepción en relación con la infancia y adolescencia, asuma su responsabilidad solidaria.

En El Salvador, la “LEPINA” (acrónimo de la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia), contempla la doctrina de protección integral de la infancia y la adolescencia, reconoce que todos los niños y adolescentes tienen derechos ante el Estado y la sociedad, tomando el compromiso de adoptar todas las medidas administrativas y legislativas para dar una efectiva protección de los derechos reconocidos en la Convención y por consiguiente en la LEPINA. Dicha ley, da una definición en el artículo 3, de Niño y Adolescente: “se considera niño a toda Persona desde el instante de la concepción hasta los 12 años cumplidos y adolescente desde los 12 cumplidos hasta los 18 años de edad”.

El artículo 5 de la LEPINA indica que “Todos los Niños y adolescentes son sujetos de Derechos lo que está en consonancia con el empoderamiento de todos niño y adolescentes para el ejercicio de sus derechos." La normativa establece la naturaleza de los derechos, siendo estos irrenunciables, inalienables, indelegables, intransigibles, indivisibles e interdependientes; todo ello fundamentado en los Derechos Humanos de todo niño y adolescente, caracterizados por ser innatos, necesarios, inalienables, imprescriptibles universales, individuales y progresivos.

Debe entenderse el espíritu del legislador salvadoreño, que se trasunta en que la protección de los derechos es obligación del Estado tanto en los atinente a los individuales cuanto a los colectivos.

En Nicaragua se tiene el “Código de la Niñez y la Adolescencia, Ley No. 287, del 24 marzo 1998”, adscrito a la doctrina de la protección integral.


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El Código, con fundamento en la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, es una ley armónica integrada por 3 libros que desde la perspectiva de un Estado social, de Derecho y democrático, reconoce condición de persona y ciudadanía a los niños los adolescentes; así como por primera vez en la historia jurídica, política y social de ese país, el principio constitucional de igualdad toma vigencia sin distingo de ninguna clase: se reconocen derechos, libertades, garantías y responsabilidades a la niñez y la adolescencia; igualmente, por vez primera, la adolescencia es responsable penalmente por sus actos.

El código nicaragüense, por su parte, preceptúa:

“Artículo 1 - El presente Código regula la protección integral que la familia, la sociedad, el Estado y las instituciones privadas deben brindar a los niños y adolescentes.

Artículo 2 - El presente Código considera como niño a los que no hubiesen cumplido los 13 años de edad y adolescentes a los que se encuentren entre los 13 y 18 años de edad, no cumplidos.

Artículo 3 - Todo niño y adolescente es sujeto social y de Derecho y por lo tanto, tiene derecho a participar activamente en todas las esferas de la vida social y jurídica, sin más limitaciones que las establecidas por las Leyes.

Artículo 4 - Todo niño y adolescente nace y crece libre e igual en dignidad, por lo cual goza de todos los derechos y garantías universales inherentes a la persona humana, y en especial de los establecidos en la Constitución Política, el presente Código y la Convención sobre los Derechos del Niño, sin distinción alguna de raza, color, sexo, edad, idioma, religión, opinión política, origen nacional o social, posición económica, situación física o psíquica o cualquier otra condición, en relación a sus madres, padres o tutores.

Artículo 5 – Ningún niño o adolescente, será objeto de cualquier forma de discriminación, explotación, traslado ilícito dentro o fuera del país, violencia, abuso o maltrato físico, psíquico y sexual, tratamiento inhumano, aterrorizador, humillante, opresivo, trato cruel, atentado o negligencia, por acción u omisión a sus derechos y libertades.

Es deber de toda persona velar por la dignidad del niño y adolescente, poniéndolo a salvo de cualquiera de las situaciones anteriormente señaladas

El niño y adolescente tiene derecho a la protección de la Ley contra esas injerencias o ataques y los que los realizaren incurrirán en responsabilidad penal y civil


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Artículo 82 - Comprobada por la autoridad administrativa la existencia de un hecho violatorio de los derechos de los niños y adolescentes, podrá aplicar las medidas de protección según el caso, dentro de las siguientes opciones:

a) Inclusión en un programa gubernamental, no gubernamental o comunitario de apoyo a la familia, a los niños y adolescentes.

b) Inclusión en un programa de tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico.

c) Reintegro al hogar con o sin supervisión psicosocial y/o jurídica especializada.

d) Ubicación familiar.

e) Ubicación en hogar sustituto.

f) Inclusión en un programa gubernamental o no gubernamental de rehabilitación y orientación a niños y adolescentes alcohólicos y toxicómanos.

g) Ubicación en un centro de abrigo o refugio.

h) La adopción.

Artículo 83 - Las medidas antes señaladas podrán aplicarse en forma simultánea o sucesiva en consideración al interés superior de los niños y adolescentes y sólo por el tiempo estrictamente necesario, a excepción de la adopción, para impedir, corregir o protegerlos en caso de violación o amenaza de violación de sus derechos.

Artículo 84 - La autoridad administrativa que corresponda podrá según el caso, dictar las siguientes medidas a las madres, los padres o tutores que por acción u omisión violen o amenacen con violar los derechos de los niños y adolescentes:

a) Obligación de inscribir al niño o adolescente en el Registro Civil, de acuerdo a lo dispuesto en la legislación civil.

b) Obligación de matricular a su hijo o a quienes tengan bajo su cuidado en el sistema educativo nacional y velar por su asistencia y aprovechamiento.

c) Obligación de incluir al niño o adolescente en programas de atención especializada.

d) Remisión a un programa gubernamental, no gubernamental o comunitario de protección a la familia.


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e) Remisión a tratamiento psicológico o psiquiátrico.

f) Remisión a cursos o programas de orientación.

g) Remisión a un programa gubernamental o comunitario de tratamiento a alcohólicos y toxicómanos.

h) Advertencia.

También podrá remitir, según el caso, las diligencias administrativas a la autoridad judicial correspondiente.

Artículo 85 - Las personas que por acción u omisión realicen maltrato, violencia o abuso físico, síquico o sexual, estarán sujetos a las sanciones penales que la ley establece.

La autoridad administrativa correspondiente tomará las medidas necesarias para proteger y rescatar a los niños y adolescentes cuando se encuentre en peligro su integridad física, síquica o moral. Podrá contar con el auxilio de la policía, la que deberá prestarlo sin mayor trámite.

Artículo 86 - En caso que se imputase a un menor la comisión de un delito, la autoridad judicial deberá remitir al menor infractor a la autoridad administrativa competente para que esta le brinde protección integral y vele y proteja que se respeten sus derechos, libertades y garantías.

Artículo 87 - En todo caso se deberán observar los mismos derechos y garantías consignados en este Código y de forma particular lo contenido para los adolescentes en el Libro Tercero.

Artículo 88 - Al acto infractor realizado por el niño le corresponderá según el caso, alguna de las medidas previstas en el Artículo 82 del presente Código.

Artículo 89 - La autoridad administrativa podrá actuar como conciliador en los casos de guarda, alimentos y disputa de las hijas e hijos, procurando intervenir en beneficio del interés superior de los niños y adolescentes, sin perjuicio de la intervención judicial.”

En la Argentina, está vigente la “Ley de protección integral de los derechos de los niños y adolescentes”, ley 26.061, sancionada el 28 de septiembre de 2005.

En dicho país existe un amplio marco normativo para la protección de niños y adolescentes, destacándose la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), ratificado


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en 1990 y la Ley Nacional de Protección Integral de los Derechos de los Niños y Adolescentes, sancionada en 2005.

En este segundo texto se define el sistema de protección integral de derechos y se indica que la política de protección integral de derechos de niños y adolescentes debe ser implementada mediante acciones de coordinación entre la nación, las provincias, la ciudad de Buenos Aires y los municipios; se establece los niveles del sistema de protección (nacional, federal y provincial) y los medios necesarios para el lograr los objetivos del sistema.

Esta Ley Nacional de Protección Integral supuso un gran avance en el reconocimiento normativo sustancial de los derechos de niños y adolescentes, pero aun queda pendiente la reforma del sistema de justicia para adolescentes en conflicto con la ley penal.

La ley argentina preceptúa:

“ARTÍCULO 1 - OBJETO. Esta ley tiene por objeto la protección integral de los derechos de los niños y adolescentes que se encuentren en el territorio de la República Argentina, para garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos reconocidos en el ordenamiento jurídico nacional y en los tratados internacionales en los que la Nación sea parte.

Los derechos aquí reconocidos están asegurados por su máxima exigibilidad y sustentados en el principio del interés superior del niño.

La omisión en la observancia de los deberes que por la presente corresponden a los órganos gubernamentales del Estado habilita a todo ciudadano a interponer las acciones administrativas y judiciales a fin de restaurar el ejercicio y goce de tales derechos, a través de medidas expeditas y eficaces.

ARTÍCULO 2 - APLICACIÓN OBLIGATORIA. La Convención sobre los Derechos del Niño es de aplicación obligatoria en las condiciones de su vigencia, en todo acto, decisión o medida administrativa, judicial o de cualquier naturaleza que se adopte respecto de las personas hasta los dieciocho años de edad. Los niños o adolescentes tienen derecho a ser oídos y atendidos cualquiera sea la forma en que se manifiesten, en todos los ámbitos.

Los derechos y las garantías de los sujetos de esta ley son de orden público, irrenunciables, interdependientes, indivisibles e intransigibles.


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ARTÍCULO 3 - INTERÉS SUPERIOR. A los efectos de la presente ley se entiende por interés superior del niño y adolescente la máxima satisfacción, integral y simultánea de los derechos y garantías reconocidos en esta ley.

Debiéndose respetar:

a) Su condición de sujeto de derecho;

b) El derecho de los niños y adolescentes a ser oídos y que su opinión sea tenida en cuenta;

c) El respeto al pleno desarrollo personal de sus derechos en su medio familiar, social y cultural;

d) Su edad, grado de madurez, capacidad de discernimiento y demás condiciones personales;

e) El equilibrio entre los derechos y garantías de los niños y adolescentes y las exigencias del bien común;

f) Su centro de vida. Se entiende por centro de vida el lugar donde los niños y adolescentes hubiesen transcurrido en condiciones legítimas la mayor parte de su existencia.

Este principio rige en materia de patria potestad, pautas a las que se ajustarán el ejercicio de la misma, filiación, restitución del niño o el adolescente, adopción, emancipación y toda circunstancia vinculada a las anteriores cualquiera sea el ámbito donde deba desempeñarse.

Cuando exista conflicto entre los derechos e intereses de los niños y adolescentes frente a otros derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros.

ARTÍCULO 4 - POLÍTICAS PÚBLICAS. Las políticas públicas de la niñez y adolescencia se elaborarán de acuerdo a las siguientes pautas:

a) Fortalecimiento del rol de la familia en la efectivización de los derechos de los niños y adolescentes;

b) Descentralización de los organismos de aplicación y de los planes y programas específicos de las distintas políticas de protección de derechos, a fin de garantizar mayor autonomía, agilidad y eficacia;


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c) Gestión asociada de los organismos de gobierno en sus distintos niveles en coordinación con la sociedad civil, con capacitación y fiscalización permanente;

d) Promoción de redes intersectoriales locales;

e) Propiciar la constitución de organizaciones y organismos para la defensa y protección de los derechos de los niños y adolescentes.

ARTÍCULO 5 - RESPONSABILIDAD GUBERNAMENTAL. Los organismos del Estado tienen la responsabilidad indelegable de establecer, controlar y garantizar el cumplimiento de las políticas públicas con carácter federal.

En la formulación y ejecución de políticas públicas y su prestación, es prioritario para los organismos del Estado mantener siempre presente el interés superior de las personas sujetos de esta ley y la asignación privilegiada de los recursos públicos que las garanticen.

Toda acción u omisión que se oponga a este principio constituye un acto contrario a los derechos fundamentales de los niños y adolescentes.”

En Chile, se encuentra en proyecto la “Ley Protección Integral de Derechos del Niño”, se espera que entre en vigencia en el año 2013.

En España, está vigente la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero de 1996, de Protección Jurídica del Menor, de modificación parcial del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil”.

La estructura normativa española en estos asuntos es la siguiente:

- Declaración General de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Niños de 20 de noviembre de 1959.

- Convención sobre los Derechos de los Niños de 20 de noviembre de 1989. - Artículo 39º de la Constitución. - Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor, de 15 de enero de 1996. - Leyes Autonómicas de los derechos y la atención a la infancia.

En la “exposición de motivos” de esta norma (Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero de 1996, denominada “De Protección Jurídica del Menor, de modificación parcial del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil”), se da noticia de que ella pretende relacionar a todos los poderes públicos, a las instituciones específicamente relacionadas con los menores, a los padres y familiares y a los ciudadanos en general, habida cuenta que las


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transformaciones sociales y culturales han provocado un cambio en el status social del niño, dando como consecuencia un nuevo enfoque a la construcción del edificio de los derechos humanos de la infancia.

Este enfoque reformula la estructura del derecho a la protección de la infancia vigente en España y en la mayoría de los países desarrollados desde finales del siglo XX y consiste fundamentalmente en el reconocimiento pleno de la titularidad de derechos en los menores de edad y de una capacidad progresiva para ejercerlos.

El desarrollo legislativo posconstitucional español refleja esta tendencia, introduciendo la condición de sujeto de derechos a las personas menores de edad. Así, el concepto “ser escuchado si tuviere suficiente juicio“ se ha ido trasladando al ordenamiento jurídico en todas aquellas cuestiones que le afectan. Este concepto introduce la dimensión del desarrollo evolutivo en el ejercicio directo de sus derechos.

En el menor las limitaciones que pudieran derivarse del hecho evolutivo deben interpretarse de forma restrictiva. Más aún, esas limitaciones deben centrarse más en los procedimientos de tal manera que se adoptarán aquellos que sean más adecuados a la edad del sujeto.

El ordenamiento jurídico español y esta ley en particular, reflejan una concepción de las personas menores de edad como sujetos activos, participativos y creativos, con capacidad de modificar su propio medio personal y social; de participar en la búsqueda y satisfacción de sus necesidades y en la satisfacción de las necesidades de los demás.

España establece que no existe una diferencia tajante entre las necesidades de protección y las de autonomía del menor, sino que la mejor forma de garantizar social y jurídicamente la protección a la infancia es promover su autonomía como sujetos. De esta manera – sostienen - podrán ir construyendo progresivamente una percepción de control acerca de su situación personal y de su proyección de futuro: este es el reto que señala el legislador.

En España, la concepción del sujeto sobre la que descansa la ley de Protección Jurídica del Menor es la de las necesidades de los menores como eje de sus derechos y de su protección.

La ley española contiene dos títulos y cada uno tres capítulos, totalizando 25 artículos y 24 disposiciones finales.

El Título Primero comienza enunciando un reconocimiento general de derechos contenidos en los tratados internacionales de los que España es parte, que además


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deben ser utilizados como mecanismo de interpretación de las distintas normas de aplicación a las personas menores de edad.

En el Título Segundo se aborda la distinción - dentro de las situaciones de desprotección social del menor - entre situaciones de riesgo y de desamparo que dan lugar a un grado distinto de intervención de la entidad pública. Mientras en las situaciones de riesgo, caracterizadas por la existencia de un perjuicio para el menor que no alcanza la gravedad suficiente para justificar su separación del núcleo familiar, la citada intervención se limita a intentar eliminar, dentro de la institución familiar, los factores de riesgo; en las situaciones de desamparo, donde la gravedad de los hechos aconseja la extracción del menor de la familia, aquélla se concreta en la asunción por la entidad pública de la tutela del menor y la consiguiente suspensión de la patria potestad o tutela ordinaria.

Así, tenemos:

“Artículo 1 - Ámbito de aplicación.

La presente Ley y sus disposiciones de desarrollo son de aplicación a los menores de dieciocho años que se encuentren en territorio español, salvo que en virtud de la ley que les sea aplicable hayan alcanzado anteriormente la mayoría de edad.

Artículo 2 - Principios generales.

En la aplicación de la presente Ley primará el interés superior de los menores sobre cualquier otro interés legítimo que pudiera concurrir. Asimismo, cuantas medidas se adopten al amparo de la presente Ley deberán tener un carácter educativo.

Las limitaciones a la capacidad de obrar de los menores se interpretarán de forma restrictiva.

Artículo 3 - Referencia a Instrumentos Internacionales.

Los menores gozarán de los derechos que les reconoce la Constitución y los Tratados Internacionales de los que España sea parte, especialmente la Convención de Derechos del Niño de Naciones Unidas y los demás derechos garantizados en el ordenamiento jurídico, sin discriminaci6n alguna por razón de nacimiento, nacionalidad, raza, sexo, deficiencia o enfermedad, religión, lengua, cultura, opinión o cualquier otra circunstancia personal familiar o social.


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La presente ley, sus normas de desarrollo y demás disposiciones legales relativas a las personas menores de edad, se interpretaran de conformidad con los Tratados Internacionales de los que España sea parte y, especialmente, de acuerdo con la Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas de 20 de noviembre de 1989.

Los poderes públicos garantizarán el respeto de los derechos de los menores y adecuarán sus actuaciones a la presente ley y a la mencionada normativa internacional.

Artículo 4 - Derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen.

1. Los menores tienen derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Este derecho comprende también la inviolabilidad del domicilio familiar y de la correspondencia, así como del secreto de las comunicaciones.

2. La difusión de información o la utilización de imágenes o nombre de los menores en los medios de comunicación que puedan implicar una intromisión ilegítima en su intimidad, honra o reputación o que sea contraria a sus intereses, determinará la intervención del Ministerio Fiscal, que instará de inmediato las medidas cautelares y de protección previstas en la ley y solicitará las indemnizaciones que correspondan por los perjuicios causados.

3. Se considera intromisión ilegitima en el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen del menor, cualquier utilización de su imagen o su nombre en los medios de comunicación que pueda implicar menoscabo de su honra o reputación, o que sea contraria a sus intereses incluso si consta el consentimiento del menor o de sus representantes legales.

4. Sin perjuicio de las acciones de las que sean titulares los representantes legales del menor, corresponde en todo caso al Ministerio Fiscal su ejercicio, que podrá actuar de oficio o a instancia del propio menor o de cualquier persona: interesada, física, jurídica o entidad pública.

5. Los padres o tutores y los poderes públicos respetarán estos derechos y los protegerán frente a posibles ataques de terceros.”

En México, su Constitución Política reconoce el derecho de los niños a satisfacer sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral; también, el deber de ascendientes, tutores y custodios de preservar estos derechos. Establece la obligación del Estado de proveer lo necesario para propiciar el respeto a la dignidad de la niñez y el ejercicio pleno de sus derechos, así como de otorgar


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facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez.

Una reforma constitucional pudo acoger la Ley para la Protección de los Derechos de los Niños y Adolescentes, la cual parte de que se debe proteger “el ejercicio de los derechos humanos de niños y adolescentes, tanto en el ámbito público como privado“.

La mencionada ley conceptualiza como niños a las personas de hasta 12 años incompletos y adolescentes los que tienen entre 12 años cumplidos y 18 años.

Contiene los siguientes principios:

- El interés superior de la infancia.

- La no-discriminación por ninguna razón ni circunstancia.

- La igualdad sin distinción.

- Vivir en familia, como espacio primordial de desarrollo.

- Tener una vida libre de violencia.

- La corresponsabilidad de los miembros de la familia, sociedad y Estado.

- La tutela plena e igualitaria de los derechos humanos y de las garantías constitucionales.

Los derechos reconocidos en esta Ley son:

-Derecho de prioridad (artículo 14).

-Derecho a la vida (artículo 15).

-Derecho a la no discriminación (artículos 16 a 18).

-Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo psicofísico (artículo 19).

-Derecho a ser protegido en su integridad, en su libertad, y contra el maltrato y el abuso sexual (artículo 21).

-Derecho a la identidad (artículo 22).


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-Derecho a vivir en familia (artículos 23 y 24).

-Derecho a ser adoptado (artículos 25 al 27).

En Francia, La Defensoría de Menores es una autoridad independiente creada por la ley del 6 de marzo del 2000. Su misión consiste fundamentalmente en recibir directamente las reclamaciones de las personas que creen que los derechos del niño no han sido respetados. La señora Dominique Versini, actual Defensora de los Niños en Francia, sostiene que el hecho de fijar el umbral mínimo de responsabilidad penal en 12 años, coloca a Francia como país con el umbral más bajo de los países europeos, que fijan la edad entre los 14 y 15 años. Es necesario recordar que Francia ha ratificado la Convención Internacional de los Derechos del Niño, que considera la encarcelación de los niños como el último recurso. Además - se desprende de las estadísticas -, la eficiencia de esta medida no está comprobada y las modalidades de encarcelación, incluso en establecimientos para menores, no están adaptadas a niños de 12 años.

No puede dejar de mencionarse que los servicios sociales dirigidos a los menores y de apoyo a las familias, tienen una amplia tradición en el país. Francia, si bien de un pasado firmemente centralista, construido en base y alrededor de París y la Isla de Francia, es un moderno estado descentralizado, con una adecuada distribución de competencias entre el Estado a nivel central y las diferentes colectividades territoriales. En todos los niveles, excepto en los municipios, se encuentra una administración dual: la que representa a la administración central, designada por el gobierno y la que es elegida por la población en su demarcación territorial. Territorialmente el país se divide en Regiones, relativamente nuevas, Departamentos y Municipios.

Las competencias en materia de protección se cierran en dos ministerios: el Ministerio de Empleo y de la Solidaridad y el Ministerio de Justicia, que se ocupan de la protección jurídica de la juventud e intervienen en la acción social y la ayuda social con la finalidad de proteger a los menores en situación de riesgo.

Sobre el texto materia de estudio por la Comisión La propuesta del nuevo Código de la Niñez y la Adolescencia comprende: un título preliminar, 4 libros, cada uno conformado a su vez por capítulos, títulos y secciones, según el siguiente esquema:


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TÍTULO PRELIMINAR

Artículo I.- Ámbito de aplicación Artículo II.- Definición Artículo III.- Sujeto de derecho Artículo IV.- Capacidad especial Artículo V.- Obligación del Estado Artículo VI.- Interés Superior del Niño Artículo VII.- Obligaciones de la Familia Artículo VIII- Fuentes Artículo IX.- Tratamiento del proceso como problema humano Artículo X.- Exigibilidad de los derechos

LIBRO PRIMERO DERECHOS Y LIBERTADES

Artículo 1 - Derecho a la vida Artículo 2 - Derecho a la atención por el Estado desde su concepción Artículo 3 - Derecho a la igualdad Artículo 4 - Derecho a vivir en un ambiente sano Artículo 5 - Derecho a su integridad personal y a una vida libre de violencia Artículo 6 - Derecho a la libertad personal Artículo 7 - Derecho a la identidad Artículo 8 - Derecho a la diversidad cultural Artículo 9 - Derecho a la inscripción Artículo 10 - Derecho a vivir en una familia Artículo 11 - Derecho a la Información Artículo 12 - Derecho a la libertad de opinión Artículo 13 - Derecho a la libertad de expresión Artículo 14 - Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión Artículo 15 - Derecho al libre tránsito Artículo 16 - Derecho de reunión y asociación Artículo 17 - Derecho a la participación Artículo 18 - Derecho a la educación Artículo 19 - Derecho a la educación básica Artículo 20 - Derecho a ser respetados por sus educadores Artículo 21 - Derecho a ser matriculado en el sistema educativo Artículo 22 - Derecho a la protección por los Directores de las instituciones educativas Artículo 23 - Derecho a modalidades y horarios especiales para el trabajo Artículo 24 - Derecho a la cultura y la recreación


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Artículo 25 - Derecho a participar en programas culturales, deportivos y recreativos Artículo 26 - Derecho a la atención integral de salud Artículo 27 - Derecho a la salud sexual y reproductiva Artículo 28 - Derecho a la protección del adolescente que trabaja Artículo 29 - Derechos de los niños y adolescentes con discapacidad Artículo 30 - Aplicación extensiva de los derechos del niño y adolescente Artículo 31 - Deberes Artículo 32 - Ejercicio de los derechos y libertades Artículo 33 -Difusión de los derechos contenidos en este Código

LIBRO SEGUNDO SISTEMA NACIONAL DE ATENCIÓN INTEGRAL AL NIÑO Y ADOLESCENTE

CAPÍTULO I

SISTEMA NACIONAL Y ENTE RECTOR Artículo 34 - Definición Artículo 35 - De las instituciones que integran el Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y Adolescente Artículo 36 - Gestión del Sistema Artículo 37 - Ente Rector y Órganos Consultivos Artículo 38 - Funciones del Ente Rector en el Nivel Nacional Artículo 39 - Sistema Regional de Atención Integral al Niño y Adolescente Artículo 40 - Sistemas Locales de Atención a la Infancia y la Adolescencia

CAPÍTULO II POLÍTICAS Y PROGRAMAS DE ATENCIÓN INTEGRAL AL NIÑO Y ADOLESCENTE

Artículo 41 - Formulación de políticas Artículo 42 - Instrumentos de Política Artículo 43 - Plan de Acción por la Infancia y Adolescencia Artículo 44 - Desarrollo de Programas Artículo 45 - Condiciones para el desarrollo de planes y programas Artículo 46 - Programas Artículo 47 - Programas especiales Artículo 48 - Programas para niños y adolescentes con discapacidad


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Artículo 49 - Programas para niños y adolescentes en riesgo por consumo de sustancias adictivas Artículo 50 - Programas para víctimas de violencia Artículo 51 - Programas para víctimas de conflicto armado, reclutamiento forzoso, alistamiento o desplazados Artículo 52 - Programas de protección frente a las condiciones trabajo que afecten los derechos de los niños y adolescentes. Artículo 53- Programas para niños y adolescentes abandonados en la calle Artículo 54 - Programas para niños y adolescentes que se encuentran en pobreza y extrema pobreza.

CAPÍTULO III

DEFENSORÍA DEL NIÑO Y ADOLESCENTE Artículo 55 - Definición Artículo 56 - Finalidad Artículo 57 - Funciones específicas Artículo 58 - Integrantes de la Defensoría Artículo 59 - Institución u Organización Responsable Artículo 60 - Coordinación y cooperación entre los modelos de Defensorías Artículo 61 - Competencias del MIMP Artículo 62 - Competencia de los Gobiernos Regionales Artículo 63 - Competencia de los Gobiernos Locales Artículo 64 - Organización y régimen laboral

CAPÍTULO IV RÉGIMEN PARA EL ADOLESCENTE TRABAJADOR

Artículo 65- Ámbito de aplicación del régimen del y la adolescente trabajadora Articulo 66 - Instituciones encargadas de la protección del y la adolescente trabajadora Artículo 67 - Edad mínima Artículo 68 - Competencias para la autorización, inscripción y fiscalización del trabajo de los adolescentes Artículo 69 - Requisitos para la autorización Artículo 70 - Requisitos para la inscripción en el registro Artículo 71 - Jornada de trabajo Artículo 72 - Remuneración Artículo 73 - Facilidades y beneficios para los adolescentes que trabajan


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Artículo 74 - Derechos y Beneficios laborales del y la adolescente trabajadora Artículo 75 - Adolescentes Trabajadores del hogar Artículo 76 - Obligaciones del Empleador Artículo 77 - Incumplimiento del empleador Artículo 78 - Trabajo familiar no remunerado Artículo 79 - Seguridad social del o la adolescente trabajadora Artículo 80 - Capacidad Artículo 81 - Ejercicio de derechos laborales colectivos Artículo 82 - Programas de trabajo municipal Artículo 83 - Programas de capacitación Artículo 84 - Trabajo Prohibido para él o la adolescente Artículo 85 - Trabajo Peligroso para él o la adolescente Artículo 86 - Peores formas de trabajo y actividades ilegales

CAPÍTULO V CONTRAVENCIONES Y SANCIONES

Artículo 87 - Definición de Contravención Artículo 88 - Petición Artículo 89 - Rol de los Gobiernos Regionales y Locales Artículo 90 - Competencia y responsabilidad administrativa Artículo 91 - Proceso Administrativo y Judicial Artículo 92 - Intervención del Ministerio Público Artículo 93 - Sanción Artículo 94 - Protección especial por los medios de comunicación Artículo 95 - Sanción por exposición en los medios de comunicación

LIBRO TERCERO INSTITUCIONES FAMILIARES

TÍTULO I PATRIA POTESTAD

CAPÍTULO I DEL EJERCICIO DE LA PATRIA POTESTAD

Artículo 96 - Deberes y Derechos de los Padres Artículo 97 - Suspensión de la Patria Potestad Artículo 98 - Vigencia de la Patria Potestad Artículo 99 - Extinción de la Patria Potestad Artículo 100 - Pérdida de la Patria Potestad Artículo 101 - Restitución de la Patria Potestad Artículo 102 - Petición de Suspensión o Pérdida de la Patria Potestad


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Artículo 103 - Vigencia de la obligación alimentaría Artículo 104 - Medidas de Protección

CAPÍTULO II TENENCIA

Artículo 105- Tenencia Artículo 106 - Petición Artículo 107 - Facultad del Juez Artículo 108- Variación de Tenencia Artículo 109- Opinión

CAPÍTULO III RÉGIMEN DE VISITAS

Artículo 110 - Del Régimen de Visitas Artículo 111 - Incumplimiento del Régimen de Visitas Artículo 112 - Variación del Régimen de Visitas

CAPÍTULO IV LA GUARDA

Artículo 113 - Definición Artículo 114 - Del solicitante Artículo 115 - Condiciones de la Guarda Artículo 116 - Variación del Régimen

CAPITULO V ALIMENTOS

Artículo 117 - Definición Artículo 118 - Obligados a prestar alimentos Artículo 119 - Competencia Artículo 120 - Prorrateo Artículo 121 - Registro de Deudores Alimentarios

CAPÍTULO VI TUTELA Y CONSEJO DE FAMILIA


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Artículo 122 - Derechos y deberes del o la tutora Artículo 123 - Impugnación de los actos del o la tutora Artículo 124 - Juez competente Artículo 125 - Consejo de Familia Artículo 126 - Participación del o la adolescente en el Consejo de Familia Artículo 127 - Proceso

CAPÍTULO VII AUTORIZACIONES

Artículo 128 - Trámite de las Autorizaciones Artículo 129 - Licencia para Enajenar o Gravar Bienes Artículo 130 - Autorización para ingreso a instituciones Artículo 131 - Autorización notarial de viaje Artículo 132 - Autorización judicial de viaje Artículo 133 - Requisitos solicitados a criterio del Juez Artículo 134 - Oposición de viaje Artículo 135 - Del Registro de los Impedimentos de Salida Artículo 136 - Tiempo, lugar de permanencia y plazo de vigencia de autorización de viaje Artículo 137 - Acciones de control de viajes Artículo 138 - Autorización para cambio de residencia Artículo 139 - Autorización para intervención quirúrgica Artículo 140 - Autorización para contraer matrimon

CAPITULO VIII SUSTRACCIÓN INTERNACIONAL DE NIÑOS Y ADOLESCENTES

Artículo 141 - Definición Artículo 142 - Titulares de la Acción Artículo 143 - Juez competente Artículo 144 - Del Proceso Artículo 145 - Etapa postulatoria Artículo 146 - Audiencia Única Artículo 147- Actuación Artículo 148 - Sentencia Artículo 149 - Medidas Cautelares Artículo 150 - Derecho de visitas

TÍTULO II


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ADOPCIÓN CAPÍTULO I

DISPOSICIONES GENERALES Artículo 151 - Concepto Artículo 152 - Adopción Nacional Artículo 153 - Adopción Internacional Artículo 154 - Subsidiariedad de la Adopción Internacional Artículo 155 - Competencia del Trámite de Adopción Artículo 156 - Situaciones imprevistas

CAPÍTULO II TITULAR DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

Artículo 157 - Titular del Proceso Artículo 158 - Registro Nacional de Adopciones.

CAPÍTULO III PROGRAMA DE ADOPCIÓN

Artículo 159 - Programa de Adopción Artículo 160 - Garantías para el niño y el adolescente Artículo 161 – Sanciones

CAPÍTULO IV DEL PROCEDIMIENTO DE ADOPCIÓN EN SEDE ADMINISTRATIVA

Artículo 162 - Trámite Administrativos Artículo 163 - Etapa de Evaluación Integral Artículo 164 - Del consentimiento informado Artículo 165 - Etapa de Integración Familiar Artículo 166 - Etapa Pos adoptiva Artículo 167 - Información post adoptiva nacional e internacional Artículo 168 - De los costos del procedimiento internacional

CAPÍTULO V

DEL PROCESO JUDICIAL DE ADOPCIONES

Artículo 169 - Juez competente


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Artículo 170 - Adopción judicial por excepción Artículo 171 - Procedimiento Artículo 172 - Trámite ante la Sala Superior de Familia Artículo 173 - Inscripción en el Registro del Estado Civil

LIBRO CUARTO ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA ESPECIALIZADA EN EL NIÑO Y ADOLESCENTE

TÍTULO I JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

Artículo 174 - Jurisdicción Artículo 175 - Competencia de las Salas de la Corte Suprema Artículo 176 - Salas de Familia Artículo 177 - Competencia

CAPÍTULO I JUEZ DE FAMILIA

Artículo 178 - Dirección del proceso Artículo 179 - Atribuciones del Juez de Familia

CAPÍTULO II FISCAL DE FAMILIA

Artículo 180 - Ámbito de acción Artículo 181 - Titularidad de la acción Artículo 182 - Atribuciones Artículo 183 - Ámbito de Competencia territorial del Fiscal Artículo 184 - Dictamen Artículo 185 - Nulidad Artículo 186 - Libre acceso

CAPÍTULO III DEFENSORÍA PÚBLICA

Artículo 187 - Defensores Públicos Artículo 188- Beneficiarios

CAPÍTULO IV ÓRGANOS AUXILIARES

SECCIÓN I


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EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO Artículo 189 - Conformación Artículo 190 - Atribuciones Artículo 191 - Informe del Equipo Multidisciplinario

SECCIÓN II POLICÍA NACIONAL ESPECIALIZADA

Artículo 192 - Definición Artículo 193 - Organización Artículo 194 - Requisitos Artículo 195 - Capacitación Artículo 196 - Funciones de la Policía Nacional Especializada Artículo 197 - Notificaciones a cargo de la Policía Nacional

SECCIÓN III SERVICIO MÉDICO LEGAL DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE

Artículo 198 - Definición

TÍTULO II

ACTIVIDAD PROCESAL EN MATERIA CIVIL Artículo 199 - Medios alternativos de solución de conflicto Artículo 200 - Procesos contenciosos Artículo 201 - Procesos no contenciosos Artículo 202 - Postulación del Proceso Artículo 203 - Inadmisibilidad o improcedencia Artículo 204 - Modificación y ampliación de la demanda Artículo 205 - Traslado de la demanda Artículo 206 - Medios probatorios extemporáneos Artículo 207 - Tachas u oposiciones Artículo 208 - Audiencia Artículo 209 - Actuación Artículo 210 - Conciliación Artículo 211 - Resolución aprobatoria Artículo 212 - Entrevista del niño o adolescente Artículo 213 - Informe del Equipo Multidisciplinario


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Artículo 214 - Alegatos Artículo 215 - Dictamen Fiscal Artículo 216 - Medidas Cautelares Artículo 217 - Medidas de Protección Artículo 218 - Apelación Artículo 219 - Trámite de la apelación con efecto suspensivo Artículo 220 - Apercibimientos Artículo 221 - Regulación supletoria Artículo 222 - Defensa de los intereses difusos

TÍTULO III INVESTIGACIÓN ESPECIAL Y DECLARACIÓN JUDICIAL DE ESTADO DE

DESPROTECCIÓN FAMILIAR Artículo 223 - Estado de Desprotección Familiar Artículo 224 - Objetivo Artículo 225 - Instancias competentes Artículo 226 - Plazos en la Investigación Especial Artículo 227 - Inicio de la Investigación Especial Artículo 228 - Sujetos Legitimados para promover la Investigación Especial Artículo 229 - Diligencias Artículo 230 - Medidas urgentes de protección Artículo 231 - Medida de protección definitiva Artículo 232 - Variación de las medidas de protección temporal Artículo 233 - Obligación de informar Artículo 234 - Aplicación de principios Artículo 235 - Conclusión de la Investigación Especial Artículo 236 - Recursos Administrativos Artículo 237 - Declaración Judicial de Desprotección Familiar Artículo 238 - Apelación de la Declaración Judicial de Desprotección Familiar Artículo 239 - Denuncia Artículo 240 - Familia Artículo 241 - Medidas de protección a aplicarse una vez declarado la desprotección familiar. Artículo 242- Duración y finalidad de las medidas de protección

TITULO IV

DEL Y LA ADOLESCENTE EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL CAPÍTULO I

DISPOSICIONES GENERALES


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Artículo 243 - Ámbito de Aplicación Artículo 244 - Tratamiento a menores de catorce años de edad Artículo 245 - Presunción de Minoridad Artículo 246 - Aplicación por Excepción

CAPÍTULO II PRINCIPIOS RECTORES

Artículo 247 - Reconocimiento de Derechos y Garantías Artículo 248 - Principio de Legalidad Artículo 249 - Principio de Confidencialidad Artículo 250 - Principio de Lesividad Artículo 251 - Responsabilidad Penal Especial Artículo 252 - Principio de Racionalidad y Proporcionalidad Artículo 253 - Principio “Ne bis in idem” Artículo 254 - Principio de Justicia especializada Artículo 255 - Principio de Inviolabilidad de la Defensa Artículo 256 - Principio de Mínima Restricción Artículo 257 - Interpretación y Aplicación

CAPÍTULO III SUJETOS PROCESALES

Artículo 258 - Él o la adolescente en conflicto con la ley penal Artículo 259 - Derechos del o la adolescente Artículo 260 - Los padres o responsables Artículo 261 - El abogado defensor Artículo 262 - La víctima Artículo 263 - La víctima menor de edad Artículo 264 - Del Fiscal Artículo 265 - Policía Nacional Especializada en Familia

CAPÍTULO IV MEDIDAS RESTRICTIVAS DE DERECHOS

Artículo 266 - Medidas restrictivas de derechos Artículo 267 - La detención Artículo 268 - Internamiento preventivo Artículo 269 - Plazo máximo del internamiento preventivo Artículo 270 - Condiciones del internamiento preventivo Artículo 271 - Comparecencia


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Artículo 272 - Comparecencia con restricciones Artículo 273 - Reglas de conducta Artículo 274 - Apelación

CAPÍTULO V EL PROCESO PENAL

SECCIÓN I DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 275 - Objetivo del proceso Artículo 276 - La acción penal juvenil

SECCIÓN II LA INVESTIGACIÓN FISCAL

Artículo 277- Finalidad de la investigación Artículo 278- La investigación preliminar Artículo 279- Calificación Artículo 280- La investigación preparatoria Artículo 281°. Terminación anticipada

SECCIÓN III ETAPA INTERMEDIA

Artículo 282- Disposición Fiscal Artículo 283- Sobreseimiento Artículo 284- Control del requerimiento de sobreseimiento Artículo 285- Pronunciamiento Artículo 286- Auto de Sobreseimiento Artículo 287- La Remisión Artículo 288- Auto de remisión Artículo 289- Requisitos de la remisión Artículo 290- Revocatoria de la remisión Artículo 291- Contenido mínimo de los programas de orientación Artículo 292- Infractor en Estado de Desprotección Familiar

SECCIÓN IV LA ACUSACIÓN

Artículo 293- La Acusación

SECCIÓN V


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JUICIO ORAL Artículo 294- Auto de enjuiciamiento Artículo 295- La Audiencia Artículo 296- Terminación anticipada Artículo 297- Continuación de la audiencia Artículo 298- Alegato de clausura Artículo 299- Sentencia Artículo 300- Trámite ante la Sala Superior de Familia Artículo 301- Acción de Revisión Artículo 302- Registro de Sentencias

CAPÍTULO VI PROCESO ESPECIAL POR ACCIÓN PRIVADA

Artículo 303- La Acción Privada Artículo 304- La Audiencia

CAPÍTULO VII MEDIDAS SOCIO- EDUCATIVAS

Artículo 305- Finalidad de las medidas socio-educativas Artículo 306- Criterios para la aplicación de la medida Artículo 307- Medidas socioeducativas Artículo 308- Amonestación Artículo 309- Libertad Asistida Artículo 310- Libertad Restringida Artículo 311- Prestación de Servicios a la Comunidad Artículo 312- Internación Artículo 313- Condiciones de la internación Artículo 314- Mayoría de edad bajo internación Artículo 315- Variación de la medida de internación Artículo 316- Derechos del adolescente durante la internación Artículo 317- Semi libertad Artículo 318- De los Centros Juveniles.

CAPÍTULO VIII PRESCRIPCIÓN

Artículo 319 - Extinción de la acción penal Artículo 320 - Extinción de la acción privada Artículo 321 - Prescripción


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Artículo 322 - Extinción de la medida socioeducativa Artículo 323 - Prescripción de la medida socioeducativa Artículo 324 - Contumaz o ausente

DISPOSICIONES FINALES Primera Segunda

DISPOSICION FINAL TRANSITORIA Única El presente Dictamen recoge en gran parte la propuesta del Proyecto de Ley 495/2011-CR, el cual a diferencia de los demás proyectos acumulados en el presente, que buscan modificar tan sólo algunos de los artículos del Código del Niño y del Adolescente vigente; propone pues, un “Nuevo Código de la Niñez y la Adolescencia” para todos menores de edad que se encuentren dentro del territorio peruano, sin ninguna distinción por motivo de raza, color, idioma, religión, opinión política, nacionalidad, origen étnico, social, posición económica, discapacidad física, mental, sensorial o de cualquier otro tipo; sea propio o de sus padres o responsables. Por otra parte, considerando la propuesta realizada en el Proyecto de Ley N° 887-2011-PE, donde se plantea una modificación del actual Código del Niño y Adolescente, en el sentido de precisarse en los artículos 197° y 237°, que el menor que haya cumplido la mayoría de edad durante su internamiento en un Centro Juvenil o durante el proceso judicial que se le siga, terminará su tratamiento en un área especial de un establecimiento penitenciario de mayores; se ha considerado en el artículo 309° del presente Dictamen, en parte dicha propuesta, desestimándose la propuesta originalmente planteaba en el artículo 303 del Proyecto de Ley 495/2011-CR, la cual decía que la sentencia debería cumplirse en el Centro Juvenil indistintamente a que el menor cumpla la mayoría de edad. Cabe señalar, que en el artículo 312 del presente Dictamen se establece que en el caso que los adolescentes privados de su libertad estén próximos para alcanzar la mayoría de edad, se llevará a cabo una audiencia de revisión antes de que cumplan años, para determinar si es necesario que se mantenga la privación de libertad en su contra, o que se pueda variar la medida impuesta a una no privativa de la libertad. En dicha audiencia, a modo de darle mayor garantía al menor, se ordena que el juez escuche al Ministerio Público, al o la adolescente que este próxima a alcanzar la mayoría de edad, a su defensa y al equipo multidisciplinario, y que tome una decisión considerando tomando en cuenta los siguientes criterios:


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1. La peligrosidad del o la adolescente.

2. La duración de la medida que falta por cumplir.

3. El cumplimiento o no de los objetivos del tratamiento. Ahora, el citado artículo del Dictamen también establece que si se disidiese mantener la medida de privación de libertad, se dispondrá que ésta se cumpla evitando en adelante el contacto con los adolescentes en el centro juvenil. Excepcionalmente, si esto último no fuera posible, se ordenará mantener la privación de la libertad en un centro penitenciario para adultos, dentro de un ambiente especial y separado de la población penal ordinaria, donde deberá continuar el tratamiento individualizado que estuvo recibiendo hasta culminarlo. Finalmente, como corresponde, dicho dispositivo en observancia del debido proceso prevé que la resolución que se adopte deberá estar debidamente motivada contemplando todos los puntos desarrollados en la audiencia. Algo importante de mencionar es que el Dictamen, recoge el sentido de los Proyectos de Ley 944-2011-PE y 962-2011-CR, cuando plantea la modificación del artículo 4° del actual Código del Niño y del Adolescente, ampliándose la cobertura de la protección al derecho a la integridad del menor incorporando, por ejemplo, figuras como la mendicidad entre otras, como una forma de explotación que afecta dicha integridad, algo que no es advertido, por ejemplo, en el Proyecto de Ley 495/2011-CR. Asimismo, el dictamen recoge además el sentido de los Proyectos de Ley 944-2011-PE y 962-2011-CR, cuando plantea la modificación del artículo 16° del actual Código del Niño y del Adolescente, de una manera similar a la propuesta en el artículo 20° del Proyecto de Ley N° 495/2011-CR. Dice, por ejemplo, el artículo 20° del Dictamen, que el niño y adolescente tienen derecho a ser respetados por sus educadores y a cuestionar apropiadamente sus criterios pedagógicos y formales, pudiendo recurrir a instancias superiores si fuera necesario prohibiéndose el uso del castigo físico o humillante como mecanismo disciplinario o de corrección. Señala además, que las medidas de disciplina y organización que se adopten en el aula no estarán basadas en el miedo, las amenazas, las humillaciones o la fuerza física. Además el Dictamen a diferencia de los dos proyectos de ley antes aludidos, establece que los planes de estudio, los procesos de enseñanza y demás prácticas deben cumplir plenamente las disposiciones y los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño y por ende, estar libres de cualquier referencia activa o pasiva a la promoción de la violencia y la discriminación en cualquiera de sus manifestaciones. Los Proyectos de Ley 495-2011-CR, 944-2011-PE y 962-2011-CR, plantean una propuesta común, la cual es recogida por el Dictamen y que a diferencia del artículo 38° del Código del Niño y Adolescente vigente establece, que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en calidad de ente rector del Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y Adolecente, coordine con el Ministerio de Educación, los gobiernos regionales y locales, la


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ejecución de programas destinados a prevenir, atender y contribuir a reducir la violencia contra los menores, ejecutándose y a su vez dándose el seguimiento oportuno a través de entes públicos y/o privados. Por otro lado, los Proyectos de Ley Nros. 944-2011-PE y 962-2011-CR, proponen modificar el artículo 423° del Código Civil, en el sentido de evitar la violencia contra los menores en su proceso formativo familiar (padres). Sin embargo, dicha propuesta ha sido desestimada en la medida que en aplicación del Principio de Especialidad de la Norma, la ley especial prima sobre la general. Ahora, en el presente caso la ley especial, que sería la propuesta en el Dictamen, se complementa con la general que es el Código Civil, sin colisión alguna, por ende, no habría necesidad de modificar esta última norma. Conviene añadir, que una propuesta común de los Proyectos de Ley Nros. 495-2011-CR y 944-2011-PE, que ha sido recogida por el Dictamen, es aquella establecida en su artículo 31° cuando se precisa, que es un deber de los menores el respetar y obedecer a sus padres o a los responsables de su cuidado, siempre que sus órdenes no lesionen sus derechos o contravengan las leyes. Por otro lado, la propuesta de modificar el artículo 74° del Código del Niño y del Adolecente vigente que plantean los Proyectos de Ley 944-2011-PE y 962-2011-CR, respectivamente; en el sentido, que constituye un deber de los padres el darle a sus hijos buenos ejemplos de vida y corregirlos sin atentar contra su integridad física, coincide con la propuesta del artículo 95° del Proyecto de Ley 495-2011-CR. Al respecto, conviene señalar que el artículo 96° del Dictamen recoge esta propuesta común a estos tres proyectos, y por ende, establece que los padres deberán emplear mecanismos de crianza y corrección que no vulneren sus derechos ni impliquen prácticas de castigo físico y humillante. Cabe señalar, que los Proyectos de Ley 495-2011-CR y 962-2011-CR, respectivamente, establecen expresamente que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables será el ente encargado de coordinar con toda la corporación estatal, las intervenciones destinadas a salvaguardar la integridad de los menores, sancionando a aquellos funcionarios públicos que no coadyuven al cumplimiento de este fin y/o lo contravengan. Dicho sentido es recogido por el Dictamen. Por otra parte, el Dictamen respecto al Proyecto de Ley N° 962-2011-CR, que en particular plantea una modificación de los artículos 121° y 122° del Código Penal agravando las penas contra quienes infrinjan lesiones a los menores de edad; no toma en cuenta dicha propuesta dado que, en aplicación del Principio de Especialidad utilizado por técnica legislativa, corresponde que se tome en consideración lo concerniente al tratamiento de menores infractores de la ley penal especial que le es propia y no respecto a aquella normatividad


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penal que se aplica con los adultos. Cabe señalar, que la propuesta del Proyecto de Ley N° 962-2011-CR, puede ser materia de un análisis posterior. Otra propuesta particular del Proyecto de Ley 962-2011-CR, que ha sido desestimada en el Dictamen, es aquella que establece que la primera sesión ordinaria, luego del Día del Niño (segundo domingo de abril), el Presidente del Consejo de Ministros informará al Pleno del Congreso de la República sobre el avance de la implementación de las políticas de menores en el país. Al respecto, no consideramos oportuno sobrecargar la agenda del Poder Ejecutivo con exposiciones periódicas de carácter obligatorio, las mismas que por más importantes que resulten ser, muchas veces implican todo un despliegue importante recursos públicos y principalmente humanos. Creemos pues, que las explicaciones que el Poder Ejecutivo pudiera dar a la Representación Nacional sobre la aplicación y seguimiento de las políticas públicas de menores, debería responder un criterio flexible, en respuesta a la coyuntura política del país, antes que a uno rígido- legal. En el Proyecto de Ley 1079/2011-CR, por otra parte, se propone la ley de protección a niños y adolescentes víctimas del terrorismo, narcotráfico y crimen organizado. La iniciativa señala que constituye política permanente y de cumplimiento obligatorio por parte del Estado dada su situación de vulnerabilidad, por la que requiere de acciones concertadas y planificadas de todos los sectores y niveles de gobierno. Asimismo, considera programas especiales para niños y adolescentes víctimas de terrorismo, narcotráfico y crimen organizado. Estos programas lo dirige el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. El Ministerio de la Mujer y de Poblaciones Vulnerables, como ente rector, es quien dirige las acciones de prevención y recuperación de niños y adolescentes víctimas de reclutamiento y utilización por parte de organizaciones delictivas, en coordinación con los otros sectores del Estado y los gobiernos regionales y locales. Para la elaboración de este Dictamen que es la conjunción de cinco proyectos de ley, esta Comisión ha tenido sumo cuidado de realizar un trabajo sistematizado y convocante, el cual prevea distintos aspectos importantes de ser considerados al tratar de regular la problemática de los niños y adolecentes en nuestro país de la mejor manera posible. Con esa finalidad, luego de haber realizado un estudio comparado, el cual nos ha permitido tener una visión panorámica sobre cómo se trata la problemática de los menores en otras latitudes, se procedió también a convocar a especialistas locales en la materia, para así poder recoger sus diferentes puntos de vista sobre nuestra problemática nacional en torno al tema. Al respecto, conviene añadir, que esta Comisión ha sostenido cuatro importantes reuniones con especialistas locales, las cuales se detallan a continuación:


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1. El día miércoles 29 de febrero de 2012, con los señores Oscar Vásquez, Véronique Henry (Fundación Terre des hommes-Lausanne), y Carmen Montes (Terre des hommes, sección Holanda).

2. El día miércoles 7 de marzo de 2012, con los señores Oscar Vásquez y Véronique Henry (Fundación Terre des hommes-Lausanne).

3. El día lunes 2 de abril de 2012, con los señores Oscar Vásquez y Véronique Henry (Fundación Terre des hommes-Lausanne), Mayda Ramos (Defensoría del Pueblo), Teresa Carpio (Save the Children).

4. El día lunes 23 de abril de 2012 con Oscar Vásquez, Véronique Henry (Fundación Terre des hommes-Lausanne).

Por lo antes mencionado, queda de manifiesto que el trabajo de esta Comisión, que se ve reflejado en el presente Dictamen, responde claramente a una voluntad política seria que busca dar, sin ánimo mesiánico alguno, una propuesta normativa coherente, plural e inclusiva que pueda regular la mayor cantidad de situaciones jurídicas posibles que se presentan no sólo en la vida cotidiana de nuestros niños y adolescentes sino que también en el seno mismo de las familias peruanas. El Dictamen puesto a consideración de esta Comisión, se compone de un Titulo Preliminar integrado por diez (10) artículos, cuatro (4) Libros que comprenden trescientos veintidós (322) artículos, dos (2) Disposiciones Finales y una (1) Disposición Final Transitoria. Título Preliminar Entre todos los principios recogidos en este Titulo, nos interesa mucho resaltar el Principio del Interés Superior del Niño, en los términos explicados doctrinalmente, dándosele la jerarquía de principio rector, precisándose sus alcances y su preeminencia al estar en conflicto con los de otras personas, lo que obliga adicionalmente al Estado a tomar todas las medidas, sean administrativas, legislativas o jurisdiccionales, para hacer efectivos tales derechos. Como se ha indicado, este principio es dimanante del precepto constitucional sobre el respeto a la dignidad humana y en su interpretación no se atenderá al principio numerus clausus (limitado por la norma). Es pues, en base a esta premisa que se desarrollan otros temas tales como: Cuáles son sus fuentes, su ámbito de aplicación, su definición, los sujetos de derecho a los que protege (incluso se considera al concebido); qué se debe entender por igualdad de oportunidades, por capacidad especial; cuál es la obligación del Estado respecto al tratamiento del proceso vinculado a los niños y adolescentes como un problema humano, las obligaciones de la Familia y finalmente, la exigibilidad de los Derechos.


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En torno a esto último, cualquier persona puede exigir de la autoridad competente el cumplimiento y el restablecimiento de los derechos del niño y adolescente porque es un tema orden público y no privado. Libro Primero Amplia el desarrollo de los derechos reconocidos. Se ha eliminado el castigo físico como medio de corrección de la conducta. Asimismo, se ha desarrollado el derecho a vivir en una familia, a opinar y tener libertad de consciencia, a educación básica que comprenda el desarrollo de sus capacidades, derechos sexuales y reproductivos en aras de coadyuvar a eliminar el embarazo negligente, habida cuenta que el desarrollo de la sexualidad y la capacidad de procreación están directamente vinculados a la dignidad de la persona y al libre desarrollo de la personalidad y son objeto de protección a través de distintos derechos fundamentales, señaladamente, de aquellos que garantizan la integridad física y moral y la intimidad personal y familiar. Se han precisado mejor los deberes de los niños y adolescentes para con su persona, familia y comunidad, así como el derecho a la cultura y la recreación. Se ha establecido como obligación del Estado no solo de respetar el derecho a la igualdad, sino la obligación de adoptar medidas para cobijar a los más vulnerables a la discriminación. Se ha reconocido también el derecho a la diversidad cultural. El presente Dictamen se titula: “PROYECTO DE LEY QUE PROPONE UN NUEVO CODIGO”. Preténdase distinguir los términos “niño” y “niña” como si fueran diferentes; esto – se dice - por razones de “inclusión” y de políticas de “no discriminación”. Al respecto, debemos señalar que esta cuestión – la ‘no discriminación’ - está legislada en nuestro país: Ley Marco de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, Ley N° 28983. En su artículo 2°.- preceptúa: “Del concepto de discriminación Para los efectos de la presente Ley, se entiende por discriminación cualquier tipo de distinción, exclusión o restricción, basada en el sexo, que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos de las personas, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad entre la mujer y el hombre, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra, en concordancia con lo establecido en la Constitución Política del Perú y en los instrumentos internacionales ratificados por el Estado peruano.”


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Asimismo, el artículo 3.- “De los principios de la Ley 3.1 La presente Ley se basa en los principios fundamentales de igualdad, respeto por la libertad, dignidad, seguridad, vida humana, así como el reconocimiento del carácter pluricultural y multilingüe de la nación peruana. 3.2 El Estado impulsa la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, considerando básicamente los siguientes principios: a) El reconocimiento de la equidad de género, desterrando prácticas, concepciones y lenguajes que justifiquen la superioridad de alguno de los sexos, así como todo tipo de discriminación y exclusión sexual o social. b) La prevalencia de los derechos humanos, en su concepción integral, resaltando los derechos de las mujeres a lo largo de su ciclo de vida. c) El respeto a la realidad pluricultural, multilingüe y multiétnica, promoviendo la inclusión social, la interculturalidad, el diálogo e intercambio en condiciones de equidad, democracia y enriquecimiento mutuo. d) El reconocimiento y respeto a los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, personas adultas y personas adultas mayores, personas con discapacidad o grupos etarios más afectados por la discriminación.” El artículo 4° señala: “Del rol del Estado Es rol del Estado, para los efectos de la presente Ley: 1. Promover y garantizar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, adoptando todas las medidas necesarias que permitan remover los obstáculos que impiden el ejercicio pleno de este derecho, con el fin de erradicar todas las formas de discriminación. 2. Adoptar medidas de acción positiva de carácter temporal, encaminadas a acelerar la igualdad de hecho entre la mujer y el hombre, las que no se considerarán discriminatorias. 3. Incorporar y promover el uso de lenguaje inclusivo en todas las comunicaciones escritas y documentos que se elaboren en todas las instancias y niveles de gobierno.” El quinto artículo reza así: “De los lineamientos del Poder Legislativo Para los efectos del cumplimiento de la presente Ley, serán lineamientos del Poder Legislativo los siguientes: a) Aprobar normas que garanticen los derechos de igualdad entre mujeres y hombres, a nivel laboral, económico, cultural, social, político y en cualquier otra esfera; acorde con los compromisos y tratados internacionales que incorporan la equidad de género, la inclusión social y la igualdad de oportunidades, asumidos y ratificados por el Estado peruano, debiendo derogar, modificar o dejar sin efecto las normas que producen discriminación. b) Fiscalizar la aplicación y cumplimiento de las normas y políticas que garanticen la igualdad de oportunidades y la equidad de género.”


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Al sustentar el proyecto que originó la ley materia de este comentario ante el Pleno del Congreso, la señora Venegas Mello, en su condición de presidenta de la Comisión de la Mujer y Desarrollo Social, dijo: ”(…) consideramos que la ley de igualdad de oportunidades debe aprobarse porque es una exigencia humana y humanista en la búsqueda del desarrollo pleno de toda persona en su realización, tanto individual como colectiva; porque es una exigencia del sistema democrático, y la fe en dicho sistema, que permite consolidar los principios democráticos en los que se sustenta, siendo la igualdad uno de sus pilares básicos; porque las tendencias de las democracias modernas así lo consideran; porque no existe legislación que precisamente promueva y exija la igualdad entre hombres y mujeres. Lo que existe es abundante legislación que prohíbe la discriminación contra la mujer o impide las causas que ocasionan tal discriminación, pero no hay una exigencia del mandato constitucional de una igualdad real, porque de acuerdo con lo estipulado por el Tribunal Constitucional, como intérprete de la Constitución, la noción de igualdad debe ser percibida en dos planos convergentes. En el primero, aparece como un principio rector de la organización y actuación del Estado democrático de derecho. En el segundo, se presenta como un derecho fundamental de la persona, siendo su desarrollo legal un mandato ético y constitucional. Finalmente, debe aprobarse esta norma porque es un mandato de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Tratado suscrito y ratificado por el Estado peruano y vigente en el país desde el 16 de septiembre de 1982, siendo sus normas y recomendaciones, como todo tratado, vinculantes para nuestro país.” La “Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer”, ratificada por el Perú en 1982, precisa algunos conceptos:

La discriminación puede revestir diversas formas: distinción, exclusión o restricción.

Las políticas y los actos discriminatorios se determinan sobre la base del principio de igualdad del hombre y la mujer.

El acto discriminatorio es aquel que tiene por objeto o por resultado la violación de los derechos humanos de la mujer.

Se establece la discriminación no sólo como hecho consumado sino también se reconoce la modalidad de tentativa que pone en peligro y bajo riesgo el derecho de la mujer.


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El objeto del acto discriminatorio es menoscabar o anular los derechos de la mujer, con lo cual se establecen grados de violación de los derechos, que va desde la tentativa, el menoscabo y llegando a lo más grave: la anulación del derecho; las afectaciones pueden darse a varios niveles: pueden afectar el reconocimiento, el goce o el ejercicio del derecho.

Bien, hasta aquí con lo que son políticas “inclusivas” y de “no discriminación” a nivel normativo. Para efectos del análisis de la redacción de la presente ley, como no podía ser de otra manera, hemos tenido a la vista las normas que señala la Real Academia Española (RAE). Para el “Diccionario Panhispánico de dudas” de la RAE, la palabra Género tiene en español los sentidos generales de ‘conjunto de seres u objetos establecido en función de características comunes’ y ‘clase o estilo’: «El citado autor [...] ha clasificado los anuncios por géneros» (Díaz Radio [Esp. 1992]); «Ese género de vida puede incluso agredir a su salud mental» (Grande Fábula [Esp. 1991]). En gramática significa ‘propiedad de los sustantivos y de algunos pronombres por la cual se clasifican en masculinos, femeninos y, en algunas lenguas, también en neutros’: «El pronombre él, por ejemplo, indica género masculino» (Casares Lexicografía [Esp. 1950]). Para designar la condición orgánica, biológica, por la cual los seres vivos son masculinos o femeninos, debe emplearse el término sexo: «En el mismo estudio, las personas de sexo femenino adoptaban una conducta diferente» (Barrera/Kerdel Adolescente [Ven. 1976]). Por tanto, las palabras tienen género (y no sexo), mientras que los seres vivos tienen sexo (y no género). No obstante, en los años setenta del siglo XX, con el auge de los estudios feministas, se comenzó a utilizar en el mundo anglosajón el término género (ingl. gender) con un sentido técnico específico, que se ha extendido a otras lenguas, entre ellas el español. Así pues, en la teoría feminista, mientras con la voz sexo se designa una categoría meramente orgánica, biológica, con el término género se alude a una categoría sociocultural que implica diferencias o desigualdades de índole social, económica, política, laboral, etc. Es en este sentido en el que cabe interpretar expresiones como estudios de género, discriminación de género, violencia de género, etc. Dentro del ámbito específico de los estudios sociológicos, esta distinción puede resultar útil e, incluso, necesaria. Es inadmisible, sin embargo, el empleo de la palabra género sin este sentido técnico preciso, como mero sinónimo de sexo, según se ve en los ejemplos siguientes: «El sistema justo sería aquel que no asigna premios ni castigos en razón de criterios moralmente irrelevantes (la raza, la clase social, el género de cada persona)» (El País [Esp.] 28.11.02); «Los mandos medios de las compañías suelen ver como sus propios ingresos dependen en gran medida de la diversidad étnica y de género que se da en su plantilla» (Mundo [Esp.] 15.1.95); en ambos casos debió


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decirse sexo, y no género. Para las expresiones discriminación de género y violencia de género existen alternativas como discriminación o violencia por razón de sexo, discriminación o violencia contra las mujeres, violencia doméstica, violencia de pareja o similares. El género es pues, una propiedad de los nombres y de los pronombres que tiene carácter inherente y produce efectos en la concordancia con los determinantes, los cuantificadores, los adjetivos y a veces, otras clases de palabras. El género no marcado en español es el masculino y el género marcado es el femenino. Cuando se hace referencia a sustantivos que designan seres animados, el masculino no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase que corresponde a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos. Así, en oraciones como El hombre es un animal racional, la expresión el hombre designa el ser humano; en El gato es un buen animal de compañía, el grupo nominal el gato hace referencia al tipo de felino del que se habla. Esta forma de mención se extiende al plural, como en Los hombres prehistóricos se vestían con pieles de animales, donde están comprendidas – como es obvio – las mujeres o en mi barrio hay muchos gatos, donde el sustantivo gatos abarca a los animales de los dos sexos. Es habitual en las lenguas románicas y también en las de otras familias lingüísticas, usar los sustantivos masculinos de persona para designar todos los individuos de la clase que se mencione, sean varones o mujeres. Así, si se hace referencia al número de mexicanos o de peruanos que cumplen un requisito cualquiera, es improbable que se desee excluir a las mujeres mexicanas o peruanas del grupo designado. Lo mismo sucede si se habla de jueces, de médicos, de escritores, de presidentes, de consumidores, de espectadores o de desocupados. Como es lógico, se habla solo de varones en la expresión El número de españoles que han sido ordenados sacerdotes en los últimos diez años o en muchas similares en las que el contexto o la situación social aclaran suficientemente que solo se hace referencia a las personas de un sexo, como sucede en los siguientes ejemplos:

- Los españoles son, junto con los italianos, los que menos ayudan a las esposas en las tareas domésticas (Diario Vasco 27/4/1999); Los congresistas se desafían a ver quién es el primero en “vasectomizarse” (Caretas 19/9/1995).

En el lenguaje de la política, en el administrativo, en el periodístico, en el de los textos escolares y en el de otros medios oficiales, se percibe una tendencia reciente (de intensidad variable, según los países) a construir series coordinadas por sustantivos de persona que manifiesten los dos géneros: a todos los vecinos y vecinas; la mayor parte de los ciudadanos y de las ciudadanas; queridos alumnos y alumnas; la voluntad de los mexicanos y mexicanas, etc., como en el siguiente texto:


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- Una masiva ovación de los diputados y las diputadas (…) cierra el presunto debate, ante la atenta mirada de los responsables de su grupo por si algún diputado o alguna diputada (…) aplaude con gesto tibio (El País 2/4/1999).

La doble mención se ha hecho general en expresiones como señoras y señores, damas y caballeros y otras similares. No obstante, el circunloquio es innecesario cuando el empleo del género no marcado se considera suficientemente explícito para abarcar a los individuos de uno y otro sexo, lo que sucede en un gran número de casos: Los alumnos de esta clase (en lugar de Los alumnos y las alumnas) se examinarán el jueves; Es una medida que beneficiará a todos los chilenos (en lugar de a todos los chilenos y a todas las chilenas). La mención doble solo es necesaria si existe alguna razón para dudar de que el término no marcado designe en un determinado contexto tanto a los hombres como a las mujeres. Sería lógico escribir, por esa razón, Los españoles y las españolas pueden servir en el Ejército. El desdoblamiento está igualmente justificado en otros casos similares en los que el contexto podría no dejar claro que con el masculino se quiere hacer referencia a las personas de ambos sexos y también cuando la estructura sintáctica de la oración pone de manifiesto que se habla de dos grupos de individuos, como en las diferencias de opinión existentes entre profesores y profesoras. Don Fernando A. Navarro (3), académico correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y vocal de la comisión de traducciones, con relación a estos tópicos, apunta:

“Es bien sabido que, en español, el femenino actúa como género gramatical marcado, mientras que el masculino tiene carácter inclusivo o genérico, de modo que, aplicado a personas, puede usarse: a) referido solo a varones (p. ej.: «las alumnas de este centro han obtenido mejores calificaciones que los alumnos»); b) referido a un grupo mixto de varones y mujeres (p. ej.: «los profesores están peor pagados que los empleados de banca»), o c) referido a una persona de sexo indeterminado o desconocido (p. ej.: «el año que viene pensamos contratar un nuevo dependiente»). Este carácter inclusivo o no marcado del género masculino es, como digo, bien conocido en español. A excepción de quienes - por motivos de corrección política o feminista - preconizan el escribir y decir siempre «los conductores y las conductoras», «los niños y las niñas», «los escritores y las escritoras», etc., lo admiten sin problemas todos cuantos se han ocupado del sexismo lingüístico, que en el último decenio han sido muchos. Y aparece asimismo ampliamente recogido y comentado en los textos de gramática, en los manuales de estilo y en los libros de dudas del lenguaje. Citaré solamente un ejemplo: el reciente Diccionario panhispánico de dudas incluye, dentro de la amplia entrada


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dedicada al género, un extenso apartado titulado «Uso del masculino en referencia a seres de ambos sexos», donde puede leerse: En los sustantivos que designan seres animados, el masculino gramatical no solo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos [...]. Eso dicen nuestras gramáticas y eso aprenden nuestros hijos en sus libros de lengua española, pero es falso, o, cuanto menos, no completamente verdadero. Porque lo cierto es que, en español, el femenino puede funcionar también en ocasiones como género inclusivo o no marcado. Y me extraña sobremanera que, hasta donde yo sé, ningún gramático haya abordado hasta ahora este asunto, origen frecuente de problemas y dudas en la práctica. Digo que me extraña porque el femenino inclusivo es mucho menos frecuente en español que el masculino inclusivo, cierto, pero no puede considerarse en absoluto una rareza. No, al menos, en el campo del que yo procedo, donde desde hace más de un siglo son habituales las expresiones del tipo de médicos y enfermeras, con un masculino genérico (que incluye también, por supuesto, a las licenciadas en medicina) junto a un femenino genérico (que incluye también, por supuesto, a los varones diplomados en enfermería). Compárense, a modo de prueba, las cuatro frases siguientes: 1 Esperemos que en este centro de salud haya algún médico de guardia. 2 Esperemos que en este centro de salud haya alguna enfermera de guardia. 3 Esperemos que en este centro de salud haya alguna médica de guardia. 4 Esperemos que en este centro de salud haya algún enfermero de guardia. Sin más contexto o en un contexto habitual, resulta obvio que en las dos primeras frases el género gramatical (masculino en la frase 1; femenino en la frase 2) tiene carácter inclusivo o no marcado; mientras que en las dos últimas aparece claramente marcado y excluye a los varones en la frase 3, y a las mujeres en la frase 4. Por si alguien pudiera pensar que la mera interpretación connotativa de un puñado de frases sueltas es un criterio demasiado subjetivo, no estará de más, creo, aportar también algunas pruebas objetivas. La primera, bien clara: la página internética oficial de la Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (anep) contiene una fotografía de su junta directiva, integrada por ocho enfermeras y un enfermero, Víctor Phillips, que desempeña el cargo de vicepresidente segundo. Lo apuntado para las enfermeras puede hacerse extensivo también, como es lógico, a todas las especialidades de enfermería. Entre los vocales de la Asociación Andaluza de


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Matronas (AAM), por ejemplo, figura el matrón onubense Manuel Prieto Santana. Y cualquier hablante entiende sin problemas que la Asociación Argentina de Instrumentadoras Quirúrgicas (AADI) está abierta, por supuesto, a los instrumentadores (en España los llamamos instrumentistas, pero para el caso es lo mismo), de igual manera que todos entendemos que la Asociación Española de Farmacéuticos Analistas (AEFA) está abierta a las farmacéuticas analistas. Y puede hacerse extensivo asimismo a cualquier otro colectivo integrado de forma abrumadora por mujeres. En oncología, por ejemplo, es habitual referirse, en sentido genérico, a «las pacientes con cáncer de mama», pese a que todo médico sabe que en uno de cada cien casos, aproximadamente, el cáncer de mama afecta también a los varones. El uso del femenino inclusivo en español no se restringe, claro está, al ámbito de la sanidad, y por eso me extraña más aún que los gramáticos lo hayan pasado hasta ahora por alto. ¿O no resulta obvio para cualquier hablante que la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) está integrada también por amos de casa, consumidoras y usuarias? En este ejemplo, el femenino amas de casa tiene, es evidente, el mismo carácter inclusivo y no marcado que los masculinos consumidores y usuarios. E igual podríamos decir de otros términos como florista, secretaria de dirección, señora de la limpieza, maestra de jardín de infancia, azafata de congresos o cajera de supermercado. Ante una frase como «entra en ese hipermercado y dale este papel a la primera cajera que veas», todo hispanohablante entregaría sin dudar el papel al ocupante de la primera caja, aunque fuera un varón. El hecho de que cajera de supermercado sea una ocupación bien reciente demuestra, por cierto, que la asignación de carácter inclusivo al femenino sigue siendo un recurso vigente de nuestra lengua, y no una antigualla de siglos pasados. Si a ello unimos la feminización creciente de las carreras universitarias (en España el porcentaje de alumnas matriculadas supera ya el 70 % en las facultades de traducción, medicina, farmacia o biblioteconomía, por no hablar de los estudios de enfermería y de educación infantil, donde la tasa de feminización es del 85 % y del 94 %, respectivamente), no parece descabellado imaginar, de aquí a unos años, que femeninos como traductora puedan empezar a usarse con carácter inclusivo.

Me interesa destacar, en cualquier caso, que, al igual que sucede con el masculino inclusivo, el conflicto ocasional entre economía del lenguaje, corrección política y precisión suscita en la práctica muchas dudas en relación con el uso del femenino inclusivo. No es raro, por ejemplo, dar con hablantes que perciben sexismo en el uso del femenino enfermeras para englobar también a los varones, o que consideran incorrecto hablar de «las participantes en el estudio» en referencia a un estudio clínico sobre nuevos antineoplásicos para el cáncer de mama en el que tomaron parte más de tres mil mujeres y apenas una treintena de hombres.


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Fuera y dentro de la medicina, a los traductores y redactores especializados nos urge, creo, que los lingüistas tomen consciencia del asunto, lo estudien a fondo y establezcan normas claras. Necesitamos saber, ante todo, qué hemos de hacer en español con el femenino inclusivo: ¿lo eliminamos?, ¿lo mantenemos?, ¿lo potenciamos? Y, de conservarlo, ¿a partir de qué umbral de frecuencia? Porque es obvio que, en nuestra lengua, el uso inclusivo o no marcado de los dos grandes géneros gramaticales no es en absoluto simétrico, sino que está claramente desplazado hacia el masculino. En ningún tratado de gramática he visto contemplada esta cuestión, pero mi experiencia personal me inclina a asumir un valor mínimo aproximado del 85-90 % de predominio femenino para que el género femenino asuma en la práctica carácter inclusivo. Lo cual constituye, por cierto, una nueva prueba de que el género no es, como aducen muchos lingüistas, asunto meramente gramatical, sino que en él intervienen también importantes factores biopsicosociales. De ahí que no parezca factible abordar el fenómeno del sexismo lingüístico sin ser plenamente conscientes de ello.

No hay espacio para profundizar más, ni es este seguramente el lugar para ello -ni yo, por supuesto, la persona adecuada para hacerlo-, pero si estas tres cuartillas escritas a vuelatecla sirven para abrir el debate del femenino inclusivo, hasta hoy sin trillar, ya habré dado por bien aprovechada mi pequeña aportación…”.

Con lo argumentado hasta aquí, se ha visto que expresiones como “niños y niñas”, “los adolescentes” y “las adolescentes”, responden a una cuestión de “corrección política” y no a una necesidad: la lengua no se crea en una dependencia administrativa: es bebida por el hombre junto con la leche materna; es también una forma de comprensión del mundo y no una entelequia intelectual. Según el “Manual de técnica legislativa” aprobado por Acuerdo 095-2010-2011/MESA-CR del Congreso de la República, obligatorio para todos los actores con iniciativa legislativa y para quienes intervienen en el proceso de elaboración y redacción de una ley, son requisitos de la redacción de la ley: 1) Claridad y sencillez: Se utiliza un lenguaje de fácil comprensión con términos cotidianos. 2) Concisión y precisión: se emplea el menor número de palabras para que la norma sea entendida rápidamente y no se requiera la interpretación o conocimientos adicionales. 3) Reglas de ortografía y gramática: 3.1) Las reglas de ortografía y de gramática son los establecidos por la Real Academia Española. 3.2) El significado de las palabras y términos cotidianos son los establecidos por el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española. Las dudas se resuelven conforme al Diccionario Panhispánico de Dudas de dicha institución.


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3.3) La escritura de topónimos emplea las denominaciones oficiales y las establecidas por la Real Academia Española. No puede estar ajena a nuestra reflexión que el lenguaje es un sistema convencional compuesto por signos conjuntados y reglas para su utilización. Este sistema permite a los miembros de un grupo social comunicarse entre sí con solvencia: como sistema creado por convención, como instrumento de la comunicación. Por lo antes expuesto, no cabe duda que la ley debe ser lacónica y precisa (no padecer de ambigüedad); que esta redacción, conforme a la Gramática de la Lengua Española y al Derecho, no es jurídicamente discriminatoria; considerando también que el Código de la Niñez y Adolescencia se aplicará en todo el territorio nacional, donde subsisten diferencias culturales notables, como corresponde a un país multicultural; el “femenino inclusivo” conlleva riesgos en su aplicación que no sería responsable asumir. Libro Segundo Define al Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y Adolescente como el conjunto de instituciones públicas y privadas que - en forma conjunta y complementaria - diseñan políticas, planes, programas o ejecutan acciones para garantizar el ejercicio de los derechos de los niños y adolescentes en los diferentes niveles de organización del Estado Peruano. Para la gestión del Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y al Adolescente, que es dirigido por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables como “ente rector”, se debe considerar: la noción de “ciclo vital”, la gestión por resultados, la participación ciudadana y la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad. Al interior del Estado, la corresponsabilidad se presenta en todos los niveles (nacional, regional y local), aplicando el Principio de Subsidiaridad. El Sistema ordena que las políticas, planes, servicios, proyectos y programas, se enmarquen en dos niveles de intervención: uno, orientado al desarrollo de las capacidades de todos los niños y adolescentes y el otro, a la restitución de sus derechos. Considerando la importancia que tiene la participación de los propios niños y adolescentes en los espacios responsables del diseño e implementación de las políticas a favor de la niñez y adolescencia se ha incorporado dentro de la propuesta la figura del Consejo Consultivo de Niños y Adolescentes en los tres niveles de rectoría nacional, regional y local. Por otra parte, en la propuesta se incluye un artículo sobre el Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia, describiéndolo como el instrumento técnico, con fuerza de ley, que define los objetivos generales y específicos que orientan la asignación presupuestal y el


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accionar de la sociedad y del Estado en sus respectivos niveles de gobierno. Establece metas y plazos para los objetivos trazados; responsabilidades sectoriales y funcionales, así como compromisos de cada nivel de gobierno para el logro de los objetivos y resultados. En cuanto al servicio de Defensorías del Niño y Adolescente, se regula su organización y las competencias que tiene el Ministerio de la Mujer como ente rector nacional, de los gobiernos regionales y los gobiernos locales. Se indica expresamente que se trata de un servicio especializado en niños y adolescentes de carácter público, administrativo y gratuito, que forma parte del Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y Adolescente y funciona en los gobiernos locales, en las instituciones y organizaciones públicas y privadas, cuya finalidad es contribuir a hacer efectivos los derechos que la legislación reconoce a los niños y adolescentes en el marco de sus funciones. Para ello podrá implementar acciones de promoción, atención y vigilancia. Asimismo, se señala que sus integrantes serán personas debidamente capacitadas por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables para ejercer las funciones propias del servicio, con experiencia en materias de infancia y adolescencia. Actualmente funcionan 2,185 Defensorías en todo el país (localizadas en 696 distritos y 189 provincias). El proyecto de PNAIA se propone que en el 100 % de municipios existan Defensorías al año 2021.

Por el número de servicios que ya existen y por los que pueden promoverse en los próximos años, se sugiere que las funciones de capacitación, supervisión y autorización se descentralicen a través de los Gobiernos regionales, conservando el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables la competencia de normar y diseñar políticas para el servicio, diseñar y supervisar programas de capacitación, autorizar en coordinación con el gobierno regional a las defensorías y acreditar a los defensores conciliadores. La existencia de defensores públicos especializados que brindan asesoría y defensa gratuita a adolescentes infractores de la ley penal y a los niños y adolescentes víctimas de la comisión de delitos y faltas, cualesquiera que estas sean, es de primera importancia. Por ello, es imprescindible que las autoridades se encarguen de vigilar y asegurar que tal hecho se corresponda en la realidad, y no acontezca lo que hoy en día sucede, en que pese a la existencia de normas de carácter similar, en muchos casos –sobre todo tratándose de víctimas- los niños y adolescentes se encuentren en indefensión.

En el Dictamen se regula también a los Equipos Multidisciplinarios, los cuales son entes de apoyo a los operadores de justicia en torno a la problemática de los menores, que en principio no deberían cumplir con el rol de los Defensores referidos en el párrafo anterior y otras entidades, eso, porque su función principal se vería desnaturalizada. No obstante, en aplicación del Principio de Subsidiaridad si lo podrían hacer de forma excepcional, en aquellos


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lugares donde no hayan instituciones que desarrollen programas de orientación o donde no haya Centros Juveniles. Por otra parte, las propuestas de los artículos referidos al trabajo adolescente están destinadas a proteger al adolescente trabajador, haciendo énfasis en los derechos que le reconocen el marco normativo laboral y el Código. En cumplimiento del Convenio 138 OIT, sobre edad mínima para admisión al empleo, ratificado por el Perú, en el Dictamen se establece como edad mínima para autorizar el trabajo adolescente: “15 años”. Se legisla indicando que la protección al adolescente trabajador corresponde al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, en forma coordinada con el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación, los Gobiernos Regionales y Locales y otros organismos del sector público, privado y la sociedad civil. Indicase que la jornada de trabajo es de cuatro horas diarias y de veinticuatro horas por semana - como máximo - para los adolescentes de quince a dieciséis años. Para los adolescentes de diecisiete años, la jornada de trabajo es de seis horas diarias y de treintaiséis por semana como máximo. Se ha mejorado la definición de Trabajo Prohibido para adolescentes y se ha incluido dos artículos, uno para definir el Trabajo Peligroso y otro sobre las llamadas Peores Formas de Trabajo, que abarca aquellas actividades que por su naturaleza involucran a adolescentes y que se realizan en condiciones de peligrosidad y/o condiciones de ilegalidad y abuso. Así también, se prohíben las jornadas extraordinarias, acumulativas, trabajo a destajo, trabajo nocturno, trabajo por comisión y cualquier otra modalidad de rendimiento y se define al trabajador del hogar, preceptuándose que este es el que realiza labores propias de la conservación de una vivienda y del desenvolvimiento de la vida de un hogar, que no importen lucro o negocio para el empleador o sus familiares y que para los que se encuentren en la modalidad cama adentro de debe permitir la supervisión o inspección del trabajo. El Dictamen define como contravención a toda acción u omisión que atenta contra el ejercicio de los derechos de los niños y adolescentes. Preceptúa que el proceso de contravención (promovido por el Ministerio Público de oficio, a pedido del interesado o de las instituciones de defensa de los derechos de los niños y adolescentes que acrediten legítimo interés), tiene por finalidad el cese de la amenaza, la restitución del derecho, la imposición de una sanción y la indemnización a un niño adolescente cuyos derechos hayan sido vulnerados y será tramitado ante las entidades competentes de acuerdo con la Ley del Procedimiento Administrativo General.

No cabe la duda, que junto al reconocimiento del derecho a la vida se reconoce también el derecho de los niños y adolescentes a una buena calidad de vida, explicitándose los alcances


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de tal derecho. La propuesta es recogida del artículo 17° del Código de la Infancia y Adolescencia de Colombia. Como podemos apreciar, debemos dejar muy en claro, que el Estado promueve el respeto al derecho de los niños y adolescentes a tener una vida libre de violencia. En ese sentido, debemos asegurarnos de que los directores y los maestros de las escuelas empleen estrategias de enseñanza y aprendizaje no violentas y adopten medidas de disciplina y organización en el aula que no estén basadas en el miedo, las amenazas, las humillaciones o la fuerza física. Libro Tercero Legisla sobre las Instituciones Familiares: responsabilidad de los padres, custodia y tenencia, régimen de visitas, alimentos, la guarda (señalándose que es institución de carácter transitorio para la protección y cuidado del niño y adolescente que no estén en situación de desprotección familiar y que el Guardador se hace responsable de ejercer los deberes de Patria Potestad, en lo que fuere pertinente), el régimen alimentario, la tutela y el consejo de familia, las autorizaciones, la sustracción internacional de los menores, y finalmente, la adopción. Es importante señalar, que por sugerencia de la Congresista Ana María Solórzano Flores, se han incorporado en el Dictamen dos artículos extraídos del Código del Niño y del Adolescente vigente en una versión mejorada. Nos referimos, a los artículos 82° y 83° de dicha norma, que regulan la variación de la Tenencia y su solicitud, dándole al Equipo Multidisciplinario un rol más protagónico al momento de que el Juez decida un cambio en dicho régimen. Asimismo, se pone énfasis en la opinión del menor e incluso se establece que la Sala Superior deberá escuchar a todas las partes intervinientes en el proceso. La Congresista María Soledad Pérez Tello de Rodríguez, por su parte también recomendó incorporar como un requisito para cualquier autorización notarial de viaje sea al interior como al exterior del país, tanto en la vía notarial como judicial, el que se presente tanto el DNI como la Partida de Nacimiento del Menor. Las propuestas antes mencionadas efectuadas por ambas legisladoras obran en los artículos 108°, 109°, 131° y 132° del Dictamen. Sin embargo, respecto de la adopción, el Dictamen regula el “Programa de Adopción”, definiéndolo como el conjunto de actividades tendentes a brindar hogar definitivo a un niño o adolescente. Se inicia con el registro de la declaración judicial de estado de desprotección familiar del niño o adolescente por la autoridad competente, su ingreso a los centros de atención residencial, hasta su seguimiento concluida la decisión judicial de adopción. La


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Secretaría Nacional de Adopciones puede brindar información a los progenitores que deseen entregar sus hijos en adopción. Cabe señalar, primero que con la adopción se busca preservar el derecho de los niños y adolescentes a tener y vivir en una familia, en principio con su familia biológica, y por excepción con una familia con la que no guarda vínculo biológico; y segundo, el carácter de la adopción en tanto un acto de protección permanente a los niños y adolescentes, antes que un mero acto legal voluntario de terceros que formaliza legalmente la pertenencia a una nueva familia. Al formular esa definición dada en el párrafo precedente, coincidimos plenamente aquella que fuera planteada en su día por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, hoy Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables (Oficio N° 356-2011-MIMDES-DVMM) No olvidemos, que en torno a la adopción internacional se aplica el criterio de subsidiaridad en relación con la adopción de índole nacional, lo que se engarza con los postulados de la Convención de La Haya de 1993, en el sentido que bajo ninguna circunstancia la adopción internacional ha de producirse si es que previamente no se ha constatado la imposibilidad de encontrar una familia en el Perú. En este extremo, participamos de una misma idea con el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, hoy Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables (Oficio N° 356-2011-MIMDES-DVMM). Pero, además, remarcamos tal subsidiariedad con la eliminación del ratio numérico, pues no se puede establecer de forma arbitraria –y mecánica- una relación entre el número de adopciones nacionales y el número de las que correspondan a las de carácter internacional. Por otra parte, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (Informe N° 033-2012JUS/AT), la Defensoría del Pueblo (Informe de Adjuntía N° 0010-2012-ANA/DP) y el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, hoy Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables (Oficio N° 356-2011-MIMDES-DVMM), consideran que debe mantenerse la fórmula legislativa actual que establece que el trámite de la adopción de menores de edad en desprotección familiar se realiza en la vía administrativa. El trámite de adopción, que se realiza exclusivamente en la vía administrativa, es competencia de la Secretaría Nacional de Adopciones, que depende orgánicamente del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Si bien es cierto que la legislación comparada opta por uno u otro procedimiento para la adopción de medidas de protección (vía administrativa y/o vía judicial), la doctrina se orienta por la no judicialización de los problemas sociales subyacentes a una determinada situación de vulneración de derechos, pues ellos requieren ser abordados a partir de políticas sociales de promoción y protección a la familia. No olvidemos, que la


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judicialización genera una consecuencia perversa al tiempo que recusa la “sobre judicialización” de las relaciones familiares2. Hoy en día, la tendencia a la des judicialización del procedimiento para la adopción de medidas de protección, determina que el mismo pase a ser asumido por instancias administrativas, casi siempre vinculadas a los servicios estatales que se destinan a las tareas de evaluación, verificación de la situación socio-familiar de los niños o adolescentes, y a la aplicación de las medidas de protección. En el Perú, la instancia administrativa ha sido históricamente la responsable de atender este tipo de casos: la Ley Nº 26981, Ley de Procedimiento Administrativo de menores de edad declarados en abandono, estableció que la Oficina de Adopciones de la Gerencia de Promoción de la Niñez y la Adolescencia del Ministerio de la Mujer y del Desarrollo Humano es la institución encargada de tramitar las solicitudes de adopción de menores de edad declarados judicialmente en abandono; y la Ley Nº 27337, Código de los Niños y Adolescentes, ratificó que la Oficina de Adopciones (hoy Secretaría Nacional de Adopciones) es la instancia encargada de tramitar las solicitudes de adopción de niños y adolescentes declarados en abandono, con las excepciones establecidas en el artículo 128° del citado código. El carácter administrativo del procedimiento de aplicación de medidas de protección también ha sido legitimado por la legislación comparada. Es el caso, por ejemplo, de Colombia, cuyo Código de la Infancia y la Adolescencia indica que la autoridad central en materia de adopción es el Instituto de Bienestar Colombiano. Por lo demás, aunque manteniendo el carácter administrativo del procedimiento, el Dictamen de ley contempla otro cambio, la composición del Consejo Nacional de Adopciones, para incorporar como integrantes de dicho Consejo a un representante del Poder Judicial y a un representante del Ministerio Público; participación que contribuirá a garantizar la protección integral de los derechos de niños y adolescentes, y por supuesto la imparcialidad del control. El cambio antes descrito desarrolla pues en términos más apropiados las funciones del titular del proceso de adopción, precisando que la Secretaría Nacional de Adopciones no se encarga de “tramitar las solicitudes de adopción”, lo que minimiza su accionar, sino que es el ente encargado de desarrollar todo un programa de adopción. Asimismo, propone un cambio en la composición del Consejo de Adopciones, reduciendo el número de representantes del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, para así dar paso a una mayor representación de los Colegios Profesionales, incluyendo al Colegio Médico del Perú. Todo

2 Faúndez García, Rocío. “Derecho y Familia: una relación impropia”. En Persona y sociedad. Vol.17,

N°.1, 2003. Santiago de Chile, p.253


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ello en coincidencia con lo planteada por el Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social, hoy Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables (Oficio N° 356-2011-MIMDES-DVMM). En concreto, el cambio propuesto en este extremo, apunta pues a reconocer la importancia de la adopción y la decisión del Estado de contar con un proceso continuo y sistematizado al afecto, antes que un mero programa sobre la materia. Por otra parte, respecto al procedimiento de investigación especial, la Defensoría del Pueblo (Informe de Adjuntía N° 0010-2012-ANA/DP), señala, que debe ser, ante todo, un mecanismo para garantizar y “restituir” los derechos vulnerados de los niños y adolescentes, y debe suponer la adopción de medidas de protección -y solo, excepcionalmente- la ruptura del vinculo con los padres. Por ello, de ninguna forma, dicho proceso puede ser un medio para discutir si los padres deben o no continuar con el ejercicio de la patria potestad, más allá de que la vulneración de derechos tenga su raíz en el incumplimiento de los deberes parentales. Tomando en cuenta lo señalado por la Defensoría del Pueblo consideramos, que en la propuesta debe quedar claramente establecido que la principal consecuencia de la declaración de desprotección familiar es la aplicación de medidas de protección destinadas a recomponer los vínculos familiares. En consecuencia, la figura de la adopción debe ser aplicada sólo cuando las personas menores de edad no cuenten con familia de origen o, cuando de la aplicación de las medidas de protección, no surja de manera indubitable la posibilidad de restablecer los vínculos familiares. La Defensoría del Pueblo (Informe de Adjuntía N° 0010-2012-ANA/DP) en que todas las medidas de protección son de naturaleza temporal -con excepción de la adopción que es considerada una medida de protección definitiva-, de allí que sea más correcto utilizar la denominación medidas de “urgencia”, ya que su disposición y aplicación se fundamenta en la existencia de “una situación de riesgo grave para el menor o cuando concurra alguna circunstancia que hiciera aconsejable una actuación urgente”.3 Asimismo, consideramos la necesidad de precisar que la consecuencia principal de la declaración judicial de desprotección es la aplicación de medidas de protección distintas a la adopción y el carácter excepcional de esta. También coincidimos con la Defensoría del Pueblo (Informe de Adjuntía N° 0010-2012-ANA/DP), en que el artículo sobre “Medida de protección definitiva” debe ser ubicado después del texto relativo a la declaración judicial de desprotección familiar, toda vez que la adopción solo se aplica en los supuestos en los que el niño o adolescente no cuente con familiares, o

3 De Palma del Teso, Ángeles. Administraciones públicas y protección de la Infancia. En especial,

estudio de la tutela administrativa de los menores desamparados. Primera edición, Madrid: Instituto Nacional de Administración Pública, 2006, p. 251.


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cuando luego de la ejecución de la medida de protección no se haya podido restablecer el vínculo familiar. Respaldamos la propuesta de la Defensoría del Pueblo (Informe de Adjuntía N° 0010-2012-ANA/DP) que, con la finalidad de garantizar el trabajo de reinserción familiar una vez declarada la desprotección familiar, plantea se precise cuáles serán las medidas de protección orientadas a dicho fin. Dichas medidas pueden consistir en el acogimiento familiar, el acogimiento en familia no consanguínea o la atención en centro de atención residencial, que si bien son también medidas urgentes de protección, se aplicarán en un contexto distinto. Igualmente, consideramos pertinente la propuesta de la Defensoría del Pueblo (Informe de Adjuntía N° 0010-2012-ANA/DP) de establecerse expresamente, que la ejecución de las medidas de protección no debe extenderse más allá de un plazo establecido por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Ello, tomando en consideración que la calidad de órgano rector de dicho Ministerio permitirá asegurar que no se mantenga en indefinición la situación socio-familiar del niño o adolescente, y evitar su institucionalización. Libro Cuarto Resalta el respeto al principio del derecho a la defensa de los niños y adolescentes cuando se produce un conflicto con la ley penal. Conviene precisar, que en consecuencia todo acto procesal debe contar necesariamente con la participación de la defensa del adolescente, bajo sanción de carecer de validez. La intervención judicial así como el internamiento deben ser últimos recursos. Se ha logrado precisar el momento desde el cual el adolescente debe contar necesariamente con abogado defensor. Asimismo cuando se produzca la actuación de única declaración de la víctima, se procurará que la misma evite la victimización secundaria del niño y adolescente, por ende, deberían estar rodeadas de condiciones tales, que no permitan su ulterior cuestionamiento. En ese contexto, resulta razonable su registro vía medio audiovisual. De otro lado, y estando a los hechos que se presentan en la realidad, en que los presuntos agresores, e incluso los condenados por dicha agresión en contra de niños y adolescentes, obtienen su libertad, tras su detención preventiva o por cumplimiento de la pena privativa de libertad impuesta, corresponde a las autoridades informar a aquellos y a sus familiares de la proximidad de tal evento, y también una vez realizado. El texto propuesto recoge una función esencial de la Policía, la misma que entre otros, importa el trato adecuado al adolescente, evitar el contacto del adolescente con los mayores de edad, la no conducción o permanencia del adolescente mediante el uso de grilletes o cualquier otro medio que atente contra su dignidad.


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Por otra parte, el Dictamen se ha inspirado en el consabido carácter excepcional del internamiento preventivo del adolescente. Dicho carácter excepcional se basa en la idea de prisión preventiva en el caso de adolescentes, la cual se encuentra reconocida en múltiples normas internacionales, incluyendo el artículo 37.b. de la Convención sobre los Derechos del Niño, la regla 13 de las Reglas de Beijing, la regla 6 de las Reglas de Tokio y la regla 17 de las Reglas de La Habana4. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que los Estados están obligados a asegurar el carácter temporal de la medida de internamiento preventivo, vía el establecimiento de un mecanismo de revisión periódica que permita resolver su cese o sustitución, cuando se constate un cambio de circunstancias que incida en los fundamentos por los que fue establecida5. La revisión mensual del internamiento preventivo es una exigencia derivada de la excepcionalidad de la aplicación de la medida. El lapso de tiempo de dos meses (considerando que el lapso máximo es de cuatro) para su revisión obligatoria es una decisión más que prudente, que atiende tanto a los derechos de los adolescentes cuanto a la obligación del Estado de respetar la excepcionalidad a la que se hace referencia. Por lo demás, no debe pasar desapercibido la recomendación planteada por el Comité de los Derechos del Niño en el sentido de garantizar que la legalidad del internamiento preventivo sea objeto de examen periódico “preferentemente cada dos semanas”6. Cabe señalar que la sugerencia planteada recoge la postura de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en este extremo7. Se ha obviado la frase “improrrogables cuando el adolescente se encuentre en condición de detenido o bajo internamiento preventivo”, eso, en virtud a que resulta incorrecto atar la improrrogabilidad del plazo de la investigación preliminar a la detención o el internamiento preventivo del adolescente. Está fuera de toda discusión que el adolescente solo puede ser detenido por 24 horas, y es en ese plazo en que debe realizarse la investigación preliminar. Y tratándose del internamiento preventivo éste supone ya la disposición fiscal de inicio y continuación de la investigación preparatoria. Se ha incluido un artículo sobre la terminación anticipada, la cual es una institución que tiene como eje el principio del consenso entre las partes, dígase el menor y el Estado como titular

4En el mismo sentido, Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Suárez Rosero Vs.

Ecuador. Sentencia de 12 de noviembre de 1997. Serie C No. 35, párr. 77; Caso “Instituto de Reeducación del Menor Vs. Paraguay”, Sentencia de 2 de septiembre de 2004. Serie C No. 112, párr. 228. 5Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Relatoría sobre los derechos de la niñez. Justicia

Juvenil y Derechos Humanos en las Américas. 13 de julio de 2011. párr. 299 6Comité de los Derechos del Niño, Observación General Nº 10, Los derechos del niño en la justicia

de menores, CRC/C/GC/10, 25 de abril de 2007, párr. 83. 7Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Relatoría sobre los derechos de la niñez. Justicia

Juvenil y Derechos Humanos en las Américas. 13 de julio de 2011. párr. 422


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de la acción penal. Una de sus funciones es la de servir a la celeridad procesal. Por lo mismo, teniendo en cuenta ello y particularmente los derechos y garantías que le asisten al adolescente, debe legislarse sobre la materia. En la idea de que los adolescentes de quienes se alegue que han infringido las leyes penales deben tratados de manera apropiada para su bienestar y que guarde proporción tanto con sus circunstancias como con la infracción cometida, la remisión es una medida alternativa a la judicialización, es decir una medida que evita el recurso a los procedimientos judiciales en el marco de un sistema de justicia especializada. La medida solo podrá ser aplicada una vez logrado el consentimiento del adolescente y sus padres o responsables. Con la precisión de que el adolescente queda libre y voluntariamente su consentimiento lo hace con base en “información adecuada y específica sobre la naturaleza, el contenido y la duración de la medida, y también sobre las consecuencias si no coopera en la ejecución de ésta”8. Lo que se constituye en una salvaguarda necesaria para proteger adecuadamente los derechos del adolescente. La institución procesal prevista en el artículo 287° de la Propuesta no es la de la “terminación anticipada” sino la de la “Conclusión anticipada”. Dicha institución es un supuesto de conformidad, no de negociación9, que tiene por objeto la pronta culminación del proceso –en concreto, del juicio oral- a través de un acto unilateral del adolescente y su defensa de reconocer los hechos objeto de imputación, concretados en la acusación fiscal, y aceptar las consecuencias jurídicas correspondientes. Un aspecto importante de mencionar es que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables no tiene por función el tratamiento de niños y adolescentes, lo que sí corresponde al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Por lo demás, una iniciativa como ésta ya ha sido planteada en su momento por la Defensoría del Pueblo En principio, estamos de acuerdo con la propuesta en los términos en los que ha sido formulada. Sin embargo, somos conscientes que sobre este tema existe actualmente un Proyecto de Ley N° 887/2011-PE, enviado por el Poder Ejecutivo, que pretende modificar los artículos 197 y 237 del Código de los Niños y Adolescentes. Dicho proyecto pretende que las personas que cumplan 18 años de edad mientras se encuentren en un centro juvenil (ya sea por aplicación de una medida socioeducativa o en

8 Comité de los Derechos del Niño. Observación General N° 10, Los derechos del niño en la justicia

de menores, CRC/C/GC/10, 25 de abril de 2007, párr. 27. 9La terminación anticipada es un proceso penal especial y, además, una forma de simplificación

procesal, que se sustenta en el principio del consenso. Es un exponente de la justicia penal negociada. El proceso de terminación anticipada importa la aceptación de responsabilidad por parte del imputado respecto del hecho objeto del proceso y la posibilidad de negociación con el Ministerio Público acerca de las circunstancias del hecho, la medida socio-educativa y la reparación.


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virtud a un mandato de internamiento preventivo), sean trasladadas automáticamente a un establecimiento del Instituto Nacional Penitenciario, dentro de un ambiente especial. Al respecto, debemos precisar que de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 37° inciso c) de la Convención sobre los Derechos del Niño, los niños que se encuentran privados de su libertad deberán estar separados de los adultos. Sin embargo, cuando cumplen la mayoría de edad, no significa que sean trasladados a una institución para adultos de manera inmediata. Tal como lo ha señalado el Comité de los Derechos del Niño en su Observación General N° 10: Los derechos del niño en la justicia de menores: 86. Esta norma no significa que un niño internado en un centro para menores deba ser trasladado a una institución para adultos inmediatamente después de cumplir los 18 años. Debería poder permanecer en el centro de menores si ello coincide con el interés superior del niño y no atenta contra el interés superior de los niños de menor edad internados en el centro. De otro lado, estamos claros en que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que, dentro de la legislación comparada, existen diversas opciones respecto al tratamiento que tienen los adolescentes que alcanzan la mayoría de edad mientras se encuentran en un centro juvenil:

1. En algunos Estados, no se prevé medida alguna respecto a los adolescentes que adquieren la mayoría de edad en un centro juvenil, toda vez que siguen en contacto con los menores de edad. Ese es el caso de Colombia y en países de Centroamérica.

2. En otros Estados, se establece un régimen específico independiente para los adolescentes que alcancen la mayoría de edad, sin que tengan contacto con los menores de edad ni tampoco con los adultos, en la medida que son llevados a lugares especiales. Ese es el caso de Costa Rica.

3. Finalmente, existen Estados en los que la legislación señala taxativamente que, cuando los adolescentes cumplen 18 años, deberán ser trasladados automáticamente a centros penitenciarios de adultos. Ese es el caso de Canadá.

Y que, ante ello, la Comisión Interamericana recomienda que, cuando los adolescentes privados de su libertad alcancen la mayoría de edad, se lleve a cabo una audiencia de revisión para determinar si es necesario que se mantenga la privación de libertad en su contra, o que se pueda variar la medida impuesta a una no privativa de la libertad. Únicamente, en caso no pueda adoptarse ninguna de las dos medida señaladas, se deberá mantener la privación de la libertad en un centro penitenciario para adultos. Cabe señalar además que esta es la opción legislativa que se maneja en otros ordenamientos, como es el caso de España, cuya Ley Orgánica N° 5/2000 de 12 de enero,


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reguladora de la responsabilidad penal de los menores, establece en su artículo 14.2 lo siguiente: 14.2. Cuando se trate de la medida de internamiento en régimen cerrado y el menor alcance la edad de dieciocho años sin haber finalizado su cumplimiento, el Juez de Menores, oído el Ministerio Fiscal, el letrado del menor, el equipo técnico y la entidad pública de protección o reforma de menores, podrá ordenar en auto motivado que su cumplimiento se lleve a cabo en un centro penitenciario conforme al régimen general previsto en la Ley Orgánica General Penitenciaria si la conducta de la persona internada no responde a los objetivos propuestos en la sentencia. En concordancia con lo antes expuesto, en la propuesta planteada consideramos el optar por un sistema que permita que el menor que cumple la mayoría de edad recluida se encuentre permanentemente aislado de los adultos y también de los demás menores que aún no alcanzan dicha mayoría. Dentro de esa lógica, se plantea una fórmula mixta, donde la suerte del menor, respecto a si es puesto en libertad o permanece recluido, y en este último caso, respecto a si permanece en un centro de menores o pasa a uno de adultos cuando cumpla la mayoría de edad; es decidida dentro de un proceso garantista donde el debido proceso es respetado. Cabe precisar, que dicho proceso es, conducido antes de que el menor cumpla la mayoría de edad. c) Análisis de las opiniones e información recibida La señora congresista doña Esther Saavedra Vela, por oficio 086-2011-2012-ESV/CR recibido por la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el 20 de septiembre de 2011, remite copia de la carta enviada por el “Grupo de Iniciativa Nacional” (GIN) en donde solicitan que el Congreso priorice en su agenda la modificación del Código de los Niños y Adolescentes, adjuntándose un dossier informativo sobre la iniciativa legislativa materia de análisis. La Defensoría del Pueblo, por Oficio Nº 154-2012/DP, recibido por la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el 10 de febrero de 2012, opina que la propuesta debe ir, pero que se debe mantener a la Secretaria Nacional de Adopciones como la encargada de tramitar las solicitudes de adopción. Asimismo, propone el que se precise que niño es toda persona desde


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su nacimiento hasta los doce años de edad. Y finalmente, dicha entidad recomienda el uso de lenguaje inclusivo. El Ministerio de Justicia, por Oficio Nº 100-2012/DP, recibido por la Comisión de Justicia y Derechos Humanos el 10 de febrero de 2012, opina que la propuesta debe ir en la medida que se observe una adecuada articulación en el tratamiento de la problemática de la niñez y adolescencia entre cada uno de los estamentos de gobierno, es decir, Gobierno Local, Regional y Nacional. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, por Oficios Nros. 356-2011- MIMDES/DVMM y 181-2012-MIMP/DEM, recibidos por la Comisión de Justicia y Derechos Humanos los días 02 de diciembre de 2011 y 18 de mayo de 2012, respectivamente, opina que se debe dar una adecuada definición de lo que es integridad personal y para eso, sugiere observar la definición que hace el Tribunal Constitucional al respecto. Asimismo, sugiere que tan sólo exista la adopción como un proceso administrativo, no judicial. c) Análisis Costo-Beneficio Los costos de la implementación de esta norma y de la sostenibilidad del nuevo ordenamiento propuesto son difíciles de determinar aún; empero, será una labor del Poder Ejecutivo a través del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, la de cuantificar el impacto económico de la norma propuesta. Sin perjuicio de los antes mencionado, tenemos que también hay una serie de mejoras del sistema normativo en torno a la problemática de la niñez y la adolescencia, las cuales sin duda generaran un impacto favorable en nuestra sociedad. Por ejemplo, tenemos el hecho de que nuestro país adecue su ordenamiento jurídico a los tratados internacionales de Derechos Humanos que regulan el tema de la niñez y la adolescencia. Asimismo, tenemos que desde la perspectiva del interés superior del niño se regulan aspectos tales como, la supresión de los castigos físicos, la mejora del proceso penal para el menor infractor, etc. En síntesis, la norma propuesta de ser aprobada generará un costo, el cual en su momento deberá ser adecuadamente cuantificado por el Estado, sin embargo, los beneficios cualitativos justifican el apostar por aprobación de la misma.

V. CONCLUSIÓN

Por las consideraciones expuestas, la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, de conformidad con el inciso b del artículo 70 del Reglamento del Congreso de la República,


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recomienda la APROBACION de los Proyectos de Ley 495/2011-CR, 887/2011-PE, 944/2011-PE, 962/2011-CR y 1079/2011-CR con el siguiente:

TEXTO SUSTITUTORIO El Congreso de la República Ha dado la Ley siguiente:

CÓDIGO DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

TÍTULO PRELIMINAR Artículo I - Ámbito de Aplicación El presente Código se aplica a todos los niños y adolescentes que se encuentren dentro del territorio peruano, sin ninguna distinción por motivo de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política, nacionalidad, origen social, posición económica, etnia, discapacidad física, mental o sensorial o cualquier otro; sea propio o de sus padres o responsables. Artículo II - Definición Se considera niño a todo ser humano desde su concepción hasta los doce años de edad. Se considera adolescente a todo ser humano desde los doce años de edad hasta cumplir los dieciocho años de edad. Si existiera duda acerca de su edad se le presume niño o adolescente, según corresponda, salvo prueba en contrario. Artículo III - Sujeto de Derecho El niño y el adolescente son sujetos de derecho, entendido como la titularidad y el ejercicio progresivo de derechos, libertades y garantías; y sujetos de deberes. Asimismo, les asiste protección especial. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece y goza de protección especial y privilegiada. Artículo IV - Capacidad Especial Además de los derechos inherentes a su condición de persona, el niño y el adolescente gozan de los derechos específicos relacionados con su proceso de desarrollo. Tienen


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capacidad especial para la realización de los actos civiles autorizados por este Código y demás leyes. Artículo V.- Obligación del Estado El Estado a través de los tres niveles de gobierno tiene la obligación de tomar todas las medidas administrativas, legislativas, judiciales y de cualquier otra índole que sean necesarias para asegurar que todos los niños y adolescentes disfruten plena y efectivamente de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Artículo VI - Interés Superior del Niño Se entiende por interés superior del niño y adolescente la satisfacción integral, simultánea y armónica de sus derechos. Cuando existan conflictos entre los derechos e intereses de los niños y adolescentes y otros derechos e intereses igualmente legítimos, prevalecerán los primeros. En toda medida concerniente al niño y adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial; del Ministerio Publico; de los Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales y demás instituciones, así como en la acción de la sociedad y de los padres o responsables, se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente y el respeto a sus derechos. Artículo VII - Obligaciones de la Familia Se reconoce a la familia como el espacio natural y fundamental de acogimiento, formación, protección y promoción de niños y adolescentes. La familia es la principal responsable de asegurar a los niños y adolescentes su desarrollo personal y el ejercicio efectivo de sus derechos. El padre y la madre tienen derechos, responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en lo que respecta al cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos. Artículo VIII - Fuentes En la interpretación y aplicación del presente Código se tiene en cuenta los principios y las disposiciones de la Constitución Política del Perú, la Convención sobre los Derechos del Niño y demás convenios internacionales ratificados por el Perú. En todo lo relacionado con los niños y adolescentes, las instituciones familiares se rigen por lo dispuesto en el presente Código. Las normas del Código Civil, Código Penal, Código Procesal Civil y Código Procesal Penal, se aplican, cuando corresponda, en forma supletoria al presente Código. Cuando se trate de niños y adolescentes pertenecientes a grupos étnicos o comunidades nativas o indígenas, se


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observa, además de este Código y la legislación vigente, sus costumbres, siempre y cuando no sean contrarias a los derechos fundamentales y normas de orden público. Artículo IX - Tratamiento del proceso como problema humano En todo ámbito de decisión que involucre derechos de niños y adolescentes, las autoridades judiciales y administrativas y los demás operadores sociales tratan el proceso como problema humano. Atendiendo a las circunstancias especiales que afronta el niño o adolescente, las autoridades antes mencionadas adecuan las formas de los actos procedimentales para garantizar los derechos de aquellos. Artículo X - Exigibilidad de los derechos Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente el cumplimiento y el restablecimiento de los derechos del niño y adolescente. El Estado tiene la responsabilidad inexcusable de actuar oportunamente para garantizar la realización, protección y el restablecimiento de tales derechos.

LIBRO PRIMERO

DERECHOS Y LIBERTADES

TÍTULO I

GENERALIDADES

CAPÍTULO I

DERECHOS CIVILES Y POLITICOS

Artículo 1- Derecho a la vida El niño y adolescente tiene derecho a la vida. La vida humana comienza con la concepción. Se prohíben experimentos y manipulaciones genéticas contrarias a su integridad y a su desarrollo físico o mental. Es obligación del Estado diseñar y ejecutar políticas públicas -especialmente económicas y sociales -, que permitan condiciones dignas para su desarrollo integral.


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Los niños y adolescentes tienen derecho a una buena calidad de vida. Este derecho supone la generación de condiciones que les aseguren desde la concepción cuidado, protección, alimentación nutritiva y equilibrada, acceso a los servicios de salud, educación, vestuario adecuado, recreación y vivienda segura dotada de servicios públicos esenciales en un ambiente sano. Artículo 2- Derecho a la atención por el Estado desde su concepción Es responsabilidad del Estado promover el establecimiento de condiciones adecuadas para la atención de la madre durante las etapas del embarazo, el parto y la fase posnatal. El Estado otorga atención especializada a la niña o adolescente madre, promueve la lactancia materna y el establecimiento de centros de cuidado diurno. La sociedad coadyuva a hacer efectivas tales garantías. Artículo 3- Derecho a la igualdad Todos los niños y adolescentes tienen derecho a ser tratados con igualdad en el ejercicio de sus derechos, sin importar su edad, raza, color, sexo, idioma o lengua, religión, opinión, origen nacional, étnico o social, posición económica, discapacidad, enfermedad, circunstancias de nacimiento o cualquier otra condición no prevista en este artículo. Es deber de las autoridades adoptar las medidas apropiadas para garantizar el goce del derecho a la igualdad en todas sus formas. Artículo 4- Derecho a vivir en un ambiente sano El niño y adolescente tienen derecho a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

Artículo 5- Derecho a su integridad personal y a una vida libre de violencia El niño y adolescente tiene derecho a que se respete su integridad moral, sexual psicológica y física, a su libre desarrollo y bienestar y a una vida libre de violencia. Se prohíbe el uso de todo tipo de violencia física y psicológica, tortura u otras formas de trato degradantes, que generen secuelas que afecten el normal desarrollo del menor. Los padres son responsables de formar y corregir a sus hijos, partiendo de dicha premisa. Se consideran formas extremas que afectan su integridad personal el trabajo forzado y la explotación económica, incluida la mendicidad, así como el reclutamiento forzado, la trata y el tráfico de niños y adolescentes y todas las demás formas de explotación. Artículo 6- Derecho a la libertad personal El niño y adolescente tienen derecho a la libertad. Ningún niño o adolescente será detenido o privado de su libertad. Se excluyen los casos de detención por mandato judicial o de flagrante infracción a la ley penal.


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Artículo 7- Derecho a la identidad El niño y adolescente tienen derecho a la identidad, lo que incluye, entre otros, el derecho a tener un nombre y una nacionalidad así como el de conocer su origen y a sus padres. Es obligación del Estado garantizar y preservar la identidad de los niños y adolescentes, sancionar a los responsables de la alteración, sustitución o privación ilegal de aquella y adoptar las acciones orientadas a su restablecimiento, de conformidad con el Código Penal, el Código Civil y demás normas pertinentes. Artículo 8- Derecho a la diversidad cultural El niño y adolescente tiene derecho a vivir y desarrollarse bajo las formas de organización social que corresponden a sus tradiciones históricas y culturales y a su origen nacional, étnico o social, en cuanto no se opongan a sus derechos. El Estado garantiza el derecho del niño y adolescente a tener su propia vida cultural, educativa; a profesar y practicar su propia espiritualidad y costumbres; a emplear su propio idioma; y a gozar de todos los derechos y garantías que le son inherentes. Artículo 9- Derecho a la inscripción El niño y el adolescente tiene derecho a ser inscritos gratuitamente en el Registro del Estado Civil correspondiente, por su padre, madre o responsable de su cuidado inmediatamente después de su nacimiento. De no hacerlo en el plazo de sesenta días, se procede conforme a lo prescrito en los artículos 47° y 48° de la Ley Orgánica del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil. Tratándose de nacimientos ocurridos en lugares de difícil acceso, como centros poblados, zonas de frontera, zonas de selva y ceja de selva y comunidades campesinas y nativas, el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil establece plazos excepcionales. En el certificado de nacimiento vivo consta la identificación dactilar de la madre y la identificación pelmatoscópica del recién nacido, además de los datos que corresponde a la naturaleza del documento. Su expedición y entrega es gratuita. El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil extiende, bajo responsabilidad y en forma gratuita, la primera copia certificada del acta de nacimiento, dentro de un plazo que no excede de veinticuatro horas desde el momento de su inscripción. Asimismo, otorga el Documento Nacional de Identidad (DNI). Artículo 10- Derecho a vivir en una familia El niño y adolescente tiene derecho a vivir, crecer y desarrollarse en el seno de su familia.


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El niño y adolescente que carece de familia natural tienen derecho a crecer en un ambiente familiar adecuado. El niño y adolescente no pueden ser separados de su familia sino por circunstancias especiales establecidas por la ley y con la exclusiva finalidad de protegerlos.

Artículo 11- Derecho a la Información El niño y adolescente tiene derecho a acceder y disponer de todo tipo de información, orientación y material adecuados a su desarrollo integral, siempre bajo la supervisión y autorización de sus padres. El Estado reconoce y asegura el ejercicio de este derecho tomando en cuenta la diversidad lingüística y cultural del país.

Artículo 12- Derecho a la libertad de opinión El niño y adolescente tiene derecho a opinar libremente en todos los asuntos que les conciernan, dentro del ámbito de la familia o su centro educativo. Este derecho será ejercido siempre bajo la supervisión paterna.

Artículo 13- Derecho a la libertad de expresión El niño y adolescente tiene derecho a la libertad de expresión en sus distintas manifestaciones. El ejercicio de este derecho está sujeto a las restricciones determinadas por ley y será ejercido siempre bajo la supervisión paterna.

Artículo 14- Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión El niño y adolescente tiene derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Se respeta el derecho de los padres o responsables a orientar al niño y adolescente en el ejercicio de este derecho, de acuerdo con la evolución de sus facultades y siempre que no afecte sus derechos fundamentales.

Artículo 15- Derecho al libre tránsito El niño y adolescente tiene derecho a la libertad de tránsito, con las restricciones y autorizaciones que se señalan en este Código. Este derecho será ejercido siempre bajo la supervisión y autorización de sus padres.

Artículo 16- Derecho de reunión y asociación


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El niño y adolescente tiene derecho a reunirse pacíficamente y a asociarse siempre que sus fines sean lícitos y sin afán de lucro. Este derecho será ejercido siempre bajo la supervisión y autorización de sus padres. Los adolescentes, a partir de los dieciséis años, pueden constituir personas jurídicas de carácter asociativo inscritas y no inscritas sin fines de lucro. Este derecho será ejercido siempre bajo la supervisión y autorización de sus padres. La capacidad civil especial de los adolescentes que integran estas personas jurídicas sólo les permite la realización de actos vinculados estrictamente a los fines de las mismas. Ninguna persona puede utilizar una asociación de menores de edad en su provecho o en el de un tercero. Estas asociaciones son reconocidas por los gobiernos locales y pueden inscribirse en los Registros Públicos por el solo mérito de la Resolución Municipal de su reconocimiento que contenga el Estatuto y la elección del Consejo Directivo. Artículo 17- Derecho a la participación El niño y adolescente tiene derecho a participar en las actividades que se realicen en la familia, en la comunidad, en las instituciones educativas y sociales, así como en los programas municipales, regionales y nacionales y en otros ámbitos que sean de su interés. Este derecho comprende además, los diversos espacios que los propios niños y adolescentes generen. El Estado y la sociedad promueven su participación activa en instituciones públicas y privadas que desarrollen programas y actividades vinculadas a sus derechos.

CAPITULO II

DERECHOS ECONOMICOS, SOCIALES Y CULTURALES

Artículo 18- Derecho a la educación El niño y el adolescente tienen derecho a la educación oportuna, integral, inclusiva y de calidad. Este derecho se ejerce en un marco de ética, equidad, inclusión, democracia, interculturalidad, conciencia ambiental, creatividad e innovación.


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Artículo 19- Derecho a la educación básica El Estado garantiza que la educación básica comprenda: 1. El desarrollo de la personalidad, las aptitudes y la capacidad física, mental, social,

cognitiva y emocional del niño y adolescente hasta su máximo potencial, partiendo de las necesidades educativas especiales de los estudiantes por ejemplo para el caso de aquellos con alguna discapacidad;

2. El respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales. 3. La promoción y difusión de los derechos de los niños y adolescentes; el respeto entre

pares y la eliminación de toda forma de violencia, garantizando un ambiente seguro. 4. El respeto a los padres, a la propia identidad cultural, al idioma, a los valores nacionales y

a los valores de los pueblos y culturas distintos de los propios. 5. La preparación para una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de

solidaridad, comprensión, paz, tolerancia, igualdad entre los sexos, amistad entre los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos.

6. La formación en espíritu democrático y en el ejercicio responsable de los derechos y obligaciones.

7. Una educación sexual integral que favorezca el ejercicio de una sexualidad responsable, saludable y tolerante.

8. El desarrollo de un pensamiento autónomo, crítico y creativo. 9. EI desarrollo de capacidades en los campos de las ciencias, las humanidades, la técnica,

la cultura, el arte, la educación física y los deportes, la resolución de conflictos, así como el buen uso y usufructo seguro de las nuevas tecnologías.

10. La capacitación del niño y adolescente para el trabajo productivo y para el manejo de conocimientos técnicos y científicos.

11. El respeto al ambiente natural Artículo 20- Derecho a ser respetados por sus educadores El niño y adolescente tienen derecho a ser respetados por sus educadores.

Se prohíbe el uso del castigo físico o humillante como mecanismo disciplinario o de corrección. Las medidas de disciplina y organización que se adopten en el aula no estarán basadas en el miedo, las amenazas, las humillaciones o la fuerza física. Los planes de estudio, los procesos de enseñanza y demás prácticas deben cumplir plenamente las disposiciones y los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño y estar libres de cualquier referencia activa o pasiva a la promoción de la violencia y la discriminación en cualquiera de sus manifestaciones. Artículo 21- Derecho a ser matriculado en el sistema educativo


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El niño y adolescente tienen derecho a ser matriculados en la educación básica y a formar parte del sistema educativo. La matrícula incluye el derecho a la permanencia y la enseñanza a los niños y adolescentes en la institución educativa. Los padres o responsables tienen la obligación de matricular a sus hijos o a quienes tengan bajo su cuidado, de participar activamente y colaborar en su proceso educativo. El Estado garantiza la gratuidad de la enseñanza pública y la matrícula en igualdad de oportunidades sin ninguna forma de discriminación. Se considera acto discriminatorio, el impedir a la niña o adolescente embarazada o madre proseguir sus estudios en su misma institución educativa. La matrícula en colegios del Estado, no está supeditada al pago previo de cuota de ingreso, aportes extraordinarios, pagos de la Asociación de Padres de Familia (Apafa) u otros conceptos, bajo responsabilidad del director o promotor de la institución educativa. Artículo 22- Derecho a la protección por los directores de las instituciones educativas Los directores de las instituciones educativas tienen la obligación de comunicar a los padres y a la autoridad competente, administrativa o jurisdiccional, según corresponda, los casos de:

1. Maltrato físico, psicológico, acoso, castigo físico y humillante, violencia sexual en agravio de los alumnos o cualquier otra forma de violencia.

2. Reiterada repitencia y deserción escolar.

3. Reiteradas faltas injustificadas.

4. Consumo de sustancias tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas que generen dependencia y adicción.

5. Desamparo y otros casos que impliquen violación de los derechos del niño y adolescente.

6. Bajo rendimiento escolar de niños y adolescentes trabajadores.

7. Otros hechos lesivos. Artículo 23- Derecho a modalidades y horarios especiales para el trabajo El Estado garantiza modalidades y horarios escolares especiales que permitan a los adolescentes que trabajan, asistir regularmente a sus centros de estudio. Los directores de los centros educativos ponen atención para que el trabajo no afecte su asistencia y su rendimiento escolar e informa periódicamente a la autoridad competente acerca del nivel de rendimiento académico de los adolescentes trabajadores.


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Artículo 24- Derecho a la cultura y la recreación El niño y adolescente tienen derecho a la participación activa en la vida cultural, artística y deportiva de su comunidad. El juego, la recreación y el uso del tiempo libre forman parte de su vida cotidiana como elementos esenciales en su desarrollo evolutivo y en su proceso de socialización. Artículo 25- Derecho a participar en programas culturales, deportivos y recreativos El Estado promueve, a través de la planificación de acciones y la inversión de recursos, la ejecución de programas culturales, deportivos y de recreación dirigidos a niños y adolescentes, considerando la accesibilidad de menores con alguna discapacidad. Los municipios deben canalizar los recursos y ejecutar programas con la colaboración y concurso de la sociedad civil y de las organizaciones sociales. Artículo 26- Derecho a la atención integral de salud El niño y adolescente tiene derecho a la atención integral de su salud, con enfoque preventivo, mediante la ejecución de políticas que permitan su desarrollo físico, intelectual, social y psicológico en condiciones adecuadas. Cuando se encuentren enfermos, con limitaciones físicas o mentales, con discapacidad o cuando se trate de dependientes de sustancias psicotrópicas, tóxicas o estupefacientes; reciben tratamiento y rehabilitación. En los casos posibles esta acción debe revertir la situación inicial y evitar se agudice. Corresponde al Estado, con la colaboración y el concurso de la sociedad civil, desarrollar los programas necesarios para reducir la mortalidad del niño y del adolescente y prevenir enfermedades, educar a la familia en las prácticas de higiene y saneamiento, combatir la malnutrición y cualquier otra afectación a su salud, otorgando prioridad en estos programas al niño y adolescente en circunstancias especialmente difíciles y a la niña y adolescente madre durante las etapas de embarazo, parto y fase posnatal.


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Artículo 27- Educación e información en materia de salud sexual y reproductiva Los padres o tutores de los adolescentes son los principales responsables y encargados de ofrecer información y educación sobre salud sexual y reproductiva a sus hijos, hijas o adolescentes bajo su cuidado. Tratándose de niños y adolescentes embarazadas o de madres menores de catorce años, se diseñan y brindan programas de apoyo y asistencia especializada. Artículo 28- Derecho a la protección del adolescente que trabaja Los adolescentes de quince a diecisiete años de edad que trabajan son protegidos en forma especial por el Estado. El Estado reconoce el derecho de los adolescentes a trabajar, con las garantías y restricciones que impone este Código y los tratados internacionales, siempre y cuando no exista explotación económica y su actividad laboral no importe riesgo o peligro, afecte su proceso educativo o sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social. Artículo 29- Derechos de los niños y adolescentes con discapacidad Además de los derechos consagrados en este Código, la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y la normatividad especializada en la materia, los niños y adolescentes con discapacidad gozan y ejercen los derechos inherentes a su propia condición. Asimismo, el Estado implementa acciones para detectar la discapacidad desde la gestación o los primeros años de vida, y partiendo de su particularidad (diagnóstico y certificación), garantiza su desarrollo de personalidad hasta el máximo de sus potencialidades cognitivas, sociales, emocionales, físicas. Desde el Estado se implementan acciones para que la sociedad contribuya a este proceso. Es así que el Estado garantiza el goce de una vida plena, digna y libre de violencia y discriminación facilitando su participación activa en igualdad de oportunidades en la comunidad

Artículo 30- Aplicación extensiva de los derechos del niño y adolescente La enumeración de los derechos establecidos en este Libro no debe entenderse como negación de otros que la Constitución, la Convención sobre los Derechos del Niño y demás convenios internacionales ratificados por el Perú garantizan, de forma expresa o implícita, ni otros que se fundan en la condición y en la dignidad del niño y adolescente.


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CAPÍTULO III

DEBERES DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES Artículo 31- Deberes Son deberes de los niños y adolescentes:

1. Cuidar su integridad personal y denunciar cualquier atentado en su agravio.

2. No consumir sustancias tóxicas, estupefacientes o psicotrópicas.

3. Cumplir con sus responsabilidades educativas.

4. Ejercer sus derechos respetando los derechos de los demás.

5. Respetar y obedecer a sus padres o a los responsables de su cuidado, siempre que sus órdenes no lesionen sus derechos o contravengan las leyes.

6. Colaborar en el cuidado de sus ascendientes en su enfermedad y ancianidad, en la medida de sus posibilidades.

7. Prestar su colaboración en el hogar, de acuerdo con su edad y condición.

8. Preservar el medio ambiente.

9. Respetar la propiedad pública y privada.

10. Respetar la libertad y la diversidad de conciencia, pensamiento, religión y cultura.

11. Respetar a la Patria, sus leyes, símbolos y su historia.

12. Cualquier otro deber establecido en la ley.

CAPÍTULO IV

ROL GARANTE DEL ESTADO

Artículo 32- Ejercicio de los derechos y libertades El Estado garantiza el ejercicio de los derechos y libertades del niño y adolescente consagrados en la ley, mediante las políticas, medidas y acciones permanentes y sostenidas contempladas en el presente Código. Artículo 33-Difusión de los derechos contenidos en este Código Las instituciones públicas y privadas que integran el Sistema Nacional de Atención Integral, tienen la obligación de promover espacios destinados a la difusión de los derechos del niño y adolescente.

LIBRO SEGUNDO

SISTEMA NACIONAL DE ATENCIÓN INTEGRAL, CONTRAVENCIÓN Y SANCIÓN


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TITULO I

SISTEMA NACIONAL DE ATENCIÓN INTEGRAL AL NIÑO Y ADOLESCENTE

CAPÍTULO I

SISTEMA NACIONAL Y ENTE RECTOR

Artículo 34- Definición El Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y Adolescente, es el conjunto de instituciones públicas y privadas que corresponsablemente y complementariamente diseñan políticas, desarrollan planes, programas o ejecutan acciones para garantizar el ejercicio de los derechos de los niños y adolescentes en los diferentes niveles de organización del Estado Peruano. Artículo 35- De las instituciones que integran el Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y Adolescente Integran el Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y Adolescente: 1. El conjunto de sectores, pliegos, unidades ejecutoras y demás dependencias de los tres

niveles de gobierno, con responsabilidad, competencia o atribuciones que inciden en garantizar el ejercicio de los derechos de los niños y adolescentes para su desarrollo integral.

2. Las instituciones privadas, asociaciones civiles, organizaciones sociales de base, fundaciones y las organizaciones de niños y adolescentes debidamente constituidas y acreditadas ante el Ente Rector del Sistema, que brindan bienes y servicios orientados a la atención, promoción y protección de los derechos de los niños y adolescentes.

Artículo 36- Gestión del Sistema Para la gestión del Sistema se debe considerar el ciclo vital, la gestión por resultados, la participación ciudadana y la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad. Al interior del Estado, la corresponsabilidad entre los niveles nacional, regional y local, aplicando el Principio de Subsidiaridad. Las instituciones públicas o privadas que tienen como función la prestación de servicios y la protección de los derechos de los niños y adolescentes, no podrán invocar el Principio de la Corresponsabilidad para negar la atención que demande su satisfacción.


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Las políticas, planes, servicios, proyectos y programas se enmarcan en dos niveles de intervención: uno, orientado al desarrollo de las capacidades de todos los niños y adolescentes y el otro, orientado a la restitución de sus derechos. Artículo 37- Ente Rector y Órgano Consultivo El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables dirige el Sistema como Ente Rector. Cuenta con el Consejo Consultivo sobre Niñez y Adolescencia, presidido por el MIMP e integrado por las instituciones públicas directamente responsables de la implementación de las políticas públicas a favor de la infancia y adolescencia; un representante de la sociedad civil, un representante de la empresa privada y un representante de los organismos de cooperación internacional con representación en el Perú, el que coadyuva a la implementación de las políticas públicas a favor de los derechos de los niños y adolescentes. El MIMP articula y orienta las acciones interinstitucionales del Sistema que se ejecutan a través de los diversos organismos públicos y privados. Artículo 38- Funciones del Ente Rector en el Nivel Nacional El Ente Rector del Sistema, en el nivel nacional, tiene como funciones:

1. Articular y orientar las acciones interinstitucionales del Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y Adolescente que se ejecutan a través de los diversos organismos públicos y privados.

2. Formular, aprobar y coordinar la implementación de las políticas orientadas a la atención integral de niños y adolescentes a nivel nacional.

3. Realizar el seguimiento a la ejecución de las políticas públicas a favor de niños y adolescentes.

4. Formular y dictar normas técnicas y administrativas de carácter nacional sobre la atención del niño y adolescente.

5. Ejercer las competencias propias para la aplicación y cumplimiento de compromisos, tratados internacionales y legislación nacional, relacionadas con niños y adolescentes y velar por su cumplimento.

6. Registrar y supervisar a los organismos públicos, privados y comunales dedicados a la niñez y la adolescencia.

7. Solicitar información periódica a las instituciones públicas y privadas sobre su actuación en la atención de los niños y adolescentes en el marco de sus funciones y de advertir una atención inadecuada, comunicar a las autoridades competentes de dicha institución a fin de que se inicie la respectiva investigación.

8. Dirigir la política nacional de los servicios orientados a la atención integral de niños y adolescentes, normar su funcionamiento, supervisar el cumplimiento de sus fines y sancionar en caso de incumplimiento.

9. Todas las demás que le corresponde de acuerdo a ley y conforme al reglamento.


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Artículo 39- Sistema Regional de Atención Integral al Niño y Adolescente En el nivel regional el Sistema de Atención Integral al Niño y Adolescente está a cargo del Gobierno Regional, quien asume su conducción, organización y funcionamiento como Ente Rector Regional en el marco de las políticas públicas nacionales y en coordinación con el Ente Rector Nacional. El Ente Rector Regional cuenta con un Consejo Consultivo sobre Niñez y Adolescencia que coadyuva a la implementación de políticas regionales a favor de los derechos de los niños y adolescentes. Está presidido por el Gobierno Regional e integrado por las instituciones públicas responsables de la formulación e implementación de políticas regionales a favor de la infancia y adolescencia; un representante de la empresa privada, dos representantes del gobierno provincial y tres representantes de las instituciones privadas. El Gobierno Regional articula y orienta las acciones interinstitucionales del Sistema Regional que se ejecutan a través de los diversos organismos públicos y privados. Son Funciones del Ente Rector regional:

1. Articular y orientar las acciones interinstitucionales del Sistema Regional de Atención

Integral al Niño y Adolescente que se ejecutan a través de los diversos organismos públicos y privados.

2. Coordinar con el ente rector nacional la implementación de las políticas orientadas a la atención integral de niños y adolescentes a nivel regional.

3. Realizar en coordinación con el ente rector nacional el seguimiento a la ejecución de las políticas públicas a favor de niños y adolescentes.

4. Formular y dictar normas técnicas y administrativas de carácter regional sobre la atención del niño y adolescente.

5. Ejercer las competencias propias para la aplicación y cumplimiento de compromisos, tratados internacionales y legislación nacional relacionados a niños y adolescentes y velar por su cumplimento.

6. Registrar y supervisar a los organismos públicos, privados y comunales dedicados a la niñez y la adolescencia en coordinación con el Ente rector nacional.

7. Solicitar información periódica a las instituciones públicas y privadas sobre su actuación en la atención de los niños y adolescentes, en el marco de sus funciones y de advertir una atención inadecuada, comunicar a las autoridades competentes de dicha institución a fin que se inicie la respectiva investigación.

8. Dirigir la Política Regional de los servicios orientados a la atención integral de niños y adolescentes, normar su funcionamiento, supervisar el cumplimiento de sus fines y sancionar en caso de incumplimiento.


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Artículo 40- Sistemas Locales de Atención a la Infancia y la Adolescencia Los Gobiernos Provinciales y Locales implementan sistemas locales de atención a la niñez y adolescencia en el marco de las políticas públicas nacionales y regionales y en coordinación con el Ente Rector Nacional y Regional. Cada Gobierno Provincial y Local cuenta con un Comité Multisectorial por los Derechos de los Niños y Adolescentes como órgano ejecutor y de apoyo a la gestión municipal en las acciones conducentes a garantizar la atención y protección de los derechos de los niños y adolescentes, en cumplimiento de las políticas nacionales y regionales a favor de la infancia y adolescencia. Para ello, convocan a las instituciones públicas, privadas, organizaciones vinculadas a la infancia y adolescencia y a los representantes del Comité Local de Niños y Adolescentes.

El Gobierno Local articula y orienta las acciones interinstitucionales del Sistema Local que se ejecutan a través de los diversos organismos públicos y privados.

CAPÍTULO II

POLÍTICAS Y PROGRAMAS DE ATENCIÓN INTEGRAL AL NIÑO Y ADOLESCENTE

Artículo 41- Formulación de políticas La política de promoción, protección y atención al niño y adolescente, es el conjunto de orientaciones y directrices de carácter público dictadas por el Ente Rector, cuyo objetivo superior es garantizar sus derechos consagrados en la normatividad. Las políticas se formulan considerando los principios enunciados en el Título Preliminar del presente Código, el enfoque de derechos, de desarrollo humano y evolutivo, la diversidad de las realidades regionales y locales y el carácter unitario y descentralizado del gobierno de la República. Artículo 42- Instrumentos de Política Se consideran instrumentos de política: Los planes, normas, programas y proyectos orientados a lograr el desarrollo integral de los niños y adolescentes. Artículo 43- Plan de Acción por la Infancia y Adolescencia Es el instrumento técnico, con fuerza de ley, que define los objetivos generales y específicos que orientan la asignación presupuestal y el accionar de la sociedad y del Estado en sus respectivos niveles de gobierno. Establece metas y plazos para los objetivos trazados. Asimismo, establece responsabilidades sectoriales y funcionales y los compromisos de cada nivel de gobierno para el logro de los objetivos y resultados.


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Los Planes Regionales y Locales, así como los Planes Sectoriales, se desarrollan en el marco del Plan de Acción por la Infancia y Adolescencia. Artículo 44- Desarrollo de Programas La política de atención al niño y adolescente está orientada a desarrollar:

1. Programas que permitan el desarrollo de sus capacidades.

2. Programas de prevención que garanticen sus derechos.

3. Programas de promoción social que motiven su participación y la de su familia.

4. Programas que aseguren su atención integral, adecuada y oportuna, cuando se encuentren vulnerados sus derechos.

Artículo 45- Condiciones para el desarrollo de planes y programas Los planes, programas y acciones se desarrollarán teniendo en cuenta la situación social y cultural del niño y adolescente, en concordancia con la política nacional. Artículo 46- Programas El Ente Rector promueve la participación de todos los integrantes del Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y Adolescente, en concordancia con la política nacional. Artículo 47- Programas especiales El Ente Rector promueve y coordina programas especiales para los niños y adolescentes que presenten características peculiares propias de su persona o derivadas de una circunstancia social. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en coordinación con los gobiernos regionales y locales, tiene a su cargo la promoción y ejecución, conforme a sus competencias, de los programas indicados en este Código, los cuales se desarrollan mediante un proceso formativo que incluye el fortalecimiento de sus vínculos con la familia, la escuela y la comunidad y sin perjuicio de promocionar o ejecutar otros programas dirigidos a atender grupos poblacionales según su problemática específica. Artículo 48- Programas para niños y adolescentes con discapacidad Los niños y adolescentes con discapacidad, temporal o permanente, tienen derecho a recibir atención integral asistida, permanente y oportuna para el desarrollo de sus potencialidades hasta lo máximo posible. Deben recibir una atención con enfoque preventivo y recuperativo, bajo responsabilidad del Ministerio Salud y Essalud, con acompañamiento y participación de sus padres o responsables.


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Tienen derecho a una educación especializada que responda a sus necesidades educativas especiales y a que les brinde herramientas para su capacitación e inserción laboral bajo responsabilidad del Ministerio de Educación. La capacitación laboral está bajo responsabilidad de los Ministerios de Educación y Trabajo y Promoción del Empleo. El niño y adolescente con discapacidad en presunto estado de desprotección familiar, tiene derecho a una atención integral asistida y permanente bajo responsabilidad del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables en coordinación con el Ministerio de Salud y las instancias encargadas de su protección. Artículo 49- Programas para niños y adolescentes en riesgo por consumo de sustancias adictivas El niño y adolescente en riesgo de consumo, quienes consuman y aquellos que sufren adicción y dependencia a sustancias psicotrópicas, tienen derecho a recibir tratamiento especializado del Ministerio Salud. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en coordinación con los Ministerios de Salud, Educación y la sociedad civil, promueve los programas de prevención, tratamiento y rehabilitación. Artículo 50- Programas para víctimas de violencia El niño y adolescente víctimas de violencia física, psicológica, sexual, maltrato, castigo físico y humillante; tienen derecho a que se les brinde atención integral mediante programas que promuevan su recuperación física y psicológica. El servicio está a cargo del Ministerio de Salud. El Estado garantiza el respeto de los derechos de la víctima en todos los procedimientos policiales y judiciales. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en coordinación con el Ministerio de Educación, los Gobiernos Regionales y los Gobiernos Locales, promueve y establece programas preventivos de protección y atención, públicos y privados, tendentes a prevenir, atender y contribuir a reducir los efectos de la violencia dirigida contra el niño y el adolescente. Estos programas deben incluir a sus familias. Artículo 51- Programas para víctimas de conflicto armado, reclutamiento forzoso, alistamiento o desplazados El niño y adolescente víctimas de conflicto armado, hayan participado o no del mismo, de reclutamiento forzoso, de alistamiento o de haber sido desplazados de su lugar de origen por


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causa del conflicto, tiene derecho a ser incorporado en programas orientados a lograr su recuperación física y psicológica y su reinserción social. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en coordinación con los Ministerios de Educación, Salud, Interior y Defensa, ejecuta estos programas y convoca para ello a organismos públicos y privados, tanto nacionales como internacionales, competentes en la materia. Artículo 52- Programas de protección frente a las condiciones de trabajo que afecten los derechos de los niños y adolescentes. El niño y adolescente que trabaja en condiciones que afecten cualquiera de los derechos reconocidos en este Código y los tratados internacionales, o que desee trabajar, participará en programas orientados a la restitución de sus derechos. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, el Ministerio de Educación y los Gobiernos Regionales y Locales, con la participación y apoyo de la familia y la comunidad implementarán según sus competencias estos programas, e incluirán estrategias para la prevención y erradicación de las condiciones de trabajo que afecten los derechos de los niños y adolescentes. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables será el ente coordinador para el cumplimiento de estos programas. Artículo 53- Programas para niños y adolescentes abandonados en la calle El niño y adolescente en situación de calle, tienen derecho a ser integrados en programas de atención integral que aseguren su proceso educativo y el fortalecimiento de sus vínculos familiares y sociales. Artículo 54- Programas para niños y adolescentes que se encuentran en pobreza y extrema pobreza El niño y adolescente que se encuentren en situación de pobreza y extrema pobreza, tienen derecho a ser integrados en los programas sociales orientados a revertir dicha situación.

CAPÍTULO III

DEFENSORÍA DEL NIÑO Y ADOLESCENTE

Artículo 55- Definición


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La Defensoría del Niño y Adolescente es un servicio especializado en niños y adolescentes de carácter público, administrativo y gratuito, que forma parte del Sistema Nacional de Atención Integral al Niño y Adolescente y funciona en los gobiernos locales, en las instituciones y organizaciones públicas y privadas. Artículo 56- Finalidad Contribuir a hacer efectivos los derechos que la legislación reconoce a los niños y adolescentes en el marco de sus funciones. Para ello podrá implementar acciones de promoción, atención y vigilancia. Artículo 57- Funciones específicas 1. Intervenir ante cualquier situación en que se encuentren amenazados o vulnerados los

derechos de niños o adolescentes. 2. Informar y educar a los niños y adolescentes, a sus familias, autoridades y a la población

en general, sobre los derechos de los niños y adolescentes. 3. Promover el bienestar y desarrollo integral de los niños y adolescentes fortaleciendo sus

relaciones con el entorno familiar, comunal y social. 4. Conocer y promover programas o proyectos dirigidos a la atención, protección y promoción

de niños y adolescentes. 5. Efectuar conciliaciones extrajudiciales entre padres y familiares sobre alimentos, tenencia y

régimen de visitas, siempre que no existan procesos judiciales sobre estas materias. 6. Coordinar con las autoridades e instituciones del Sistema Nacional de Atención Integral al

Niño y Adolescente para el ejercicio de sus funciones. 7. Denunciar ante las autoridades competentes los presuntos delitos, faltas, contravenciones

e infracciones a la ley penal cometidos en agravio de niños y adolescentes y en los demás casos que así lo ameriten.

8. Promover la participación de niños y adolescentes de su localidad en la promoción y defensa de sus derechos.

Artículo 58- Integrantes de la Defensoría Son personas debidamente capacitadas por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables para ejercer las funciones propias del servicio, con experiencia en materias de niñez y adolescencia, quienes actuarán como:

1. Defensor Responsable.

2. Defensores.

3. Promotores Defensores.

4. Personal de Apoyo.


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Todo defensor debe contar con la credencial respectiva otorgada por la entidad que promueve la Defensoría. En el caso de las Defensorías Comunitarias, la credencial es entregada por la municipalidad provincial respectiva. Artículo 59- Institución u Organización Responsable Los gobiernos locales, las instituciones u organizaciones públicas y privadas que crearen un servicio de Defensoría del Niño y Adolescente, deberán proporcionar las condiciones necesarias que permitan su funcionamiento y el cumplimiento adecuado de sus funciones. Artículo 60- Coordinación y cooperación entre los modelos de Defensorías Las Defensorías del Niño y Adolescente varían en sus modelos de acuerdo a la naturaleza de la institución u organización responsable de crear el servicio. Dichas defensorías establecerán las formas y mecanismos más adecuados de coordinación y cooperación en el marco de sus competencias específicas. Para ello, pueden crearse instancias de coordinación integradas por representantes de las Defensorías donde lo amerite. Las instancias de coordinación podrán ser por tipo de defensorías o por ámbito territorial. Artículo 61- Competencias del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables norma y diseña las políticas del servicio de defensorías, diseña y supervisa la capacitación, autoriza el funcionamiento de las defensorías en coordinación con el ente rector regional y acredita a los defensores conciliadores. Artículo 62- Competencia de los Gobiernos Regionales En cumplimiento de lo establecido en el artículo 60º, inciso “h” de la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, estos formulan y ejecutan políticas así como acciones concretas dentro de su jurisdicción, a favor del Servicio de Defensoría del Niño y Adolescente. Artículo 63- Competencia de los Gobiernos Locales En cumplimiento de lo establecido en el artículo 84º, numeral 2.8 de la Ley Orgánica de Municipalidades, las municipalidades organizan e implementan el Servicio de Defensoría Municipal del Niño y Adolescente de acuerdo a la legislación sobre la materia. Artículo 64- Organización y régimen laboral La organización de la Defensoría del Niño y Adolescente y el régimen laboral de sus integrantes, estarán a lo dispuesto por las normas que rigen en la institución u organización en que preste el servicio, siendo requisito indispensable que la Defensoría sea parte de su estructura orgánica.


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La competencia de los defensores y funciones de las Defensorías se regirán por lo que establezcan las normas especiales del servicio.

CAPÍTULO IV

RÉGIMEN PARA EL ADOLESCENTE TRABAJADOR

Artículo 65- Ámbito de aplicación del régimen del adolescente trabajador Los adolescentes trabajadores que prestan servicios en cualquiera de sus modalidades, es decir, en relación de dependencia o en forma independiente, incluyendo los que realizan trabajo doméstico o trabajo familiar no remunerado, entre otras, están amparados por este Código. Se excluye del ámbito de aplicación del presente Código a los adolescentes que se encuentran comprendidos en la ley de modalidades formativas laborales, Ley Nº 28518 y sus normas modificatorias y reglamentarias, quienes se rigen conforme a las normas de la materia. Articulo 66- Instituciones encargadas de la protección del adolescente trabajador La familia, la sociedad y el Estado son corresponsables del cuidado, educación y protección de los adolescentes trabajadores. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, así como los Gobiernos Regionales y Locales, dictan la política de atención al adolescente trabajador y son responsables de garantizar sus derechos fiscalizando el cumplimiento de la presente ley en el ámbito de sus competencias. La protección al adolescente trabajador corresponde al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, en forma coordinada con el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación, los Gobiernos Regionales y Locales y otros organismos del sector público, privado y la sociedad civil; debiendo priorizarse su inclusión en las políticas y los programas sociales del Estado, con especial atención en el acceso a una educación completa y de calidad, así como en la formación y capacitación que permita el acceso a un trabajo digno en el que se respeten los derechos fundamentales. La protección abarca tanto las acciones del Estado como la participación en el desarrollo de medidas por parte de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, así como la intervención efectiva de la Policía Nacional, del Poder Judicial, el Ministerio Público, las


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Defensorías de los Niños y Adolescentes y demás entidades vinculadas, según las leyes de la materia. Artículo 67- Admisión al trabajo La edad mínima de admisión al trabajo en cualquiera de las modalidades contempladas en el artículo 65° del presente Código es de quince años. Artículo 68- Competencias para la autorización, inscripción y fiscalización del trabajo de los adolescentes Son competentes para autorizar e inscribir así como para fiscalizar el trabajo de los adolescentes: 1. El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y los Gobiernos Regionales dentro de sus

jurisdicciones, para trabajos que se presten en relación de dependencia. 2. Los Gobiernos Locales dentro de sus jurisdicciones, donde no exista autoridad de trabajo,

para adolescentes trabajadores del hogar, trabajo familiar no remunerado y trabajo que se realice en forma independiente.

El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo dicta la política y las normas nacionales sobre la inscripción, otorgamiento de las autorizaciones respectivas y fiscalización del cumplimiento de las normas aplicables a los adolescentes trabajadores, así como aquellas referidas a modalidades formativas, debiendo – principalmente - dictar medidas que garanticen el cumplimiento de las normas que protejan al adolescente trabajador en cualesquiera de sus modalidades. El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo debe implementar mecanismos de coordinación con los Gobiernos Locales que prioricen el apoyo a las acciones de fiscalización, para verificar que el adolescente desarrolle actividades formativas y que la prestación de servicios no resulte peligrosa para la salud, la seguridad, la moral, afecte su desarrollo o la asistencia a la escuela. Artículo 69- Requisitos para la autorización Para otorgar la respectiva autorización, la autoridad correspondiente debe verificar que el adolescente cumpla con los siguientes requisitos:

1. Que manifieste expresamente su voluntad de trabajar.

2. Que cuente con su documento nacional de identidad.

3. Que cuente con la edad mínima de admisión al empleo.

4. Que el trabajo a realizar no esté prohibido ni se oponga a las disposiciones de la presente ley u otra norma que proteja a los adolescentes.

5. Que el trabajo a realizar no perturbe la asistencia al centro de estudios.


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6. Que presente certificado médico que acredite su estado de salud para el trabajo a realizar, expedido gratuitamente para este fin por el sector salud.

7. Que cuente con la autorización de uno de los padres, tutores o responsables del o la adolescente. En caso de oposición a la autorización para el trabajo, corresponde al Juez competente resolver sobre la misma. En caso de discrepancia entre ambos padres, la misma equivale al consentimiento.

8. Carta de compromiso firmada por el empleador, en la que se comprometa a respetar las condiciones de trabajo reconocidas por la ley a favor de los adolescentes.

Es obligatorio contar con autorización para el trabajo del y la adolescente. El trámite es gratuito y debe ser renovada anualmente; para tal efecto, deben observarse los requisitos enumerados precedentemente, así como la acreditación de la aprobación del año escolar. Artículo 70- Requisitos para la inscripción en el registro Las autoridades responsables de otorgar la autorización para el trabajo del adolescente deben inscribirlo en un registro especial que contenga lo siguiente:

1. Documento de identidad.

2. Documento que contenga: 2.1 Nombre completo del adolescente. 2.2 Sexo. 2.3 Fecha y lugar de nacimiento. 2.4 Domicilio. 2.5 Labor que desempeña. 2.6 Jornada y horario de trabajo. 2.7 Nombre y domicilio del empleador o centro de trabajo. 2.8 Monto de la remuneración y otros beneficios. 2.9 Centro de estudios al que asiste. 2.10 Nivel educativo y grado de instrucción. 2.11 Nombre y firma de sus padres, tutores o responsables, expresando su autorización

para que el adolescente trabaje. 2.12 Número del certificado médico. 2.13 Número de la autorización y firma de la autoridad competente que la expidió.

Este documento tiene carácter de declaración jurada. Artículo 71- Jornada de trabajo En todas las modalidades contempladas en el artículo 65° del presente Código, la jornada de trabajo es de cuatro horas diarias y de veinticuatro horas por semana - como máximo - para los adolescentes de quince a dieciséis años. Para los adolescentes de diecisiete años, la jornada de trabajo es de seis horas diarias y de treintaiséis por semana como máximo.


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Se prohíben las jornadas extraordinarias, acumulativas, trabajo a destajo, trabajo nocturno, trabajo por comisión y cualquier otra modalidad de rendimiento. Artículo 72- Remuneración En un mismo centro de trabajo, el adolescente trabajador no percibirá una remuneración inferior a la de los demás trabajadores de su misma categoría en trabajos similares y por la misma jornada. En ningún caso él adolescente percibirá remuneraciones otorgadas en especie, hospedaje, vestuario u otras similares. Artículo 73- Facilidades y beneficios para los adolescentes que trabajan Los empleadores que contraten adolescentes en relación de dependencia, están obligados a concederles facilidades que hagan compatible su trabajo con la asistencia al centro de estudios, permitiendo su participación en programas de orientación o formación técnica y profesional, así como atenciones médicas de emergencias y de urgencias. El derecho a vacaciones remuneradas se concede de preferencia en los meses de vacaciones del centro de estudios. Los adolescentes trabajadores que prestan servicios en forma independiente, así como los que realizan trabajo doméstico o trabajo familiar no remunerado, tienen derecho a las mismas facilidades y beneficios a los que se refiere el párrafo precedente. Artículo 74- Derechos y beneficios laborales del adolescente trabajador Los adolescentes trabajadores gozarán de los mismos derechos y beneficios laborales reconocidos a los demás trabajadores mayores de dieciocho años de edad, de acuerdo a las normas sobre la materia que les son aplicables. Artículo 75- Adolescentes Trabajadores del hogar Son adolescentes trabajadores del servicio doméstico los que efectúan las labores propias de la conservación de una vivienda y del desenvolvimiento de la vida de un hogar, que no importen lucro o negocio para el empleador o sus familiares. El trabajo doméstico en el que se pernocte bajo la modalidad cama adentro debe permitir la supervisión o inspección del trabajo. Artículo 76- Obligaciones del empleador En adición a los demás derechos reconocidos en el presente Código a favor del trabajador adolescente, el empleador debe:

1. Asegurar las condiciones adecuadas de alimentación y habitación cuando correspondan,


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así como un buen trato que favorezcan su desarrollo integral.

2. Garantizar el derecho del trabajador del hogar a mantener estrecho contacto con sus familiares, a quienes se les deberá informar sobre cualquier hecho que pueda afectar su salud e integridad.

3. Proporcionar todas las facilidades para garantizar el cumplimiento de las obligaciones educativas, su asistencia regular y permanencia en las instituciones educativas en sus diferentes niveles y modalidades.

4. Respetar la jornada de trabajo y garantizar el descanso de doce horas continuas.

5. Cumplir con el pago oportuno de la remuneración. Artículo 77- Incumplimiento del empleador La competencia para resolver el incumplimiento de las obligaciones de los empleadores, es:

1. En el caso del trabajo dependiente, del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. 2. En el caso del trabajo independiente, trabajo familiar no remunerado y trabajo doméstico,

del municipio de la jurisdicción donde se realice el trabajo.

Sin perjuicio de la sanción podrá dictarse la medida de protección a que hubiera lugar, la que estará a cargo de la instancia competente. Artículo 78- Trabajo familiar no remunerado Es la labor que realiza el adolescente como parte de la actividad económica familiar de los padres, tutores o parientes hasta el segundo grado de consanguinidad, sin afectar su asistencia regular y permanencia en la escuela o instituciones de capacitación técnica y profesional ni otros derechos reconocidos a su favor en el presente Código. Estas labores no están referidas a aquellas que impliquen la conservación de la residencia o casa - habitación y del desenvolvimiento de la vida del hogar. Los padres, tutores o parientes que tengan a su cargo el cuidado de los adolescentes sujetos a esta modalidad de trabajo, están en la obligación de proporcionarles condiciones adecuadas de alimentación, habitación y vestido acorde con su edad, sin perjuicio del cumplimiento de las demás obligaciones derivadas de la patria potestad, cuando corresponda. Artículo 79- Seguridad social del adolescente trabajador El adolescente trabajador bajo cualquiera de las modalidades amparadas por esta ley tiene derecho a acceder a la seguridad social obligatoria, sin que sean aplicables las limitaciones por relación de parentesco existentes para dicho régimen, pudiendo acogerse a cualquiera de los regímenes de salud y pensiones público o privado existentes, de acuerdo con la normatividad de la materia.


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Los adolescentes trabajadores independientes, pueden acogerse a este beneficio. Artículo 80- Capacidad El adolescente trabajador tiene derecho y capacidad de reclamar ante la autoridad competente y sin necesidad de apoderado, el cumplimiento de todas las normas vigentes relacionadas con su actividad económica. Artículo 81- Ejercicio de derechos laborales colectivos El adolescente trabajador puede ejercer los derechos laborales de carácter colectivo contemplados en las leyes vigentes, pudiendo, entre otros, formar parte o constituir sindicatos en cualquiera de las modalidades y afiliarse a organizaciones de grado superior. Artículo 82- Programas de trabajo municipal Los programas para el trabajo fomentados por los municipios, en cumplimiento de la Ley Orgánica de Municipalidades, tienen como sus principales beneficiarios a los adolescentes registradas por el respectivo municipio. Artículo 83- Programas de capacitación El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, los Gobiernos Regionales y los Gobiernos Locales, promueven programas especiales de capacitación para el trabajo y de orientación vocacional para los adolescentes trabajadores. Artículo 84- Trabajo Prohibido para el adolescente Se considera trabajo prohibido para el adolescente:

1. El trabajo bajo cualquier modalidad que se realice por debajo de los 15 años.

2. El trabajo peligroso.

3. El trabajo bajo cualquier modalidad que impide o atenta contra la asistencia y permanencia en el centro de estudios.

4. El trabajo nocturno, entendiéndose como tal el que se realiza bajo cualquier modalidad entre las 7.00 p.m. y las 7.00 a.m.

Artículo 85- Trabajo Peligroso para el adolescente Se considera trabajo peligroso para el adolescente al que por su naturaleza o condición represente un riesgo para la salud, seguridad, moralidad o desarrollo educativo e integral del adolescente. Se considera trabajo peligroso:

1. El realizado en minas, canteras, ladrilleras, construcción civil, prostíbulos, bares, cantinas, talleres pirotécnicos y basurales y el trabajo nocturno realizado bajo cualquier modalidad entre las 7pm y las 7am.


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2. El que expone a riesgos que puedan ser nocivos para su desarrollo, bajo las siguientes condiciones: 2.1 Exposición al adolescente a abusos de orden físico, psicológico, sexual o que atenten

contra su moral. 2.2 Exposición a riesgos físicos tales como: temperaturas extremas, vibraciones, ruidos,

radiaciones y otros, que puedan ser dañinos para su salud. 2.3 Que utilice maquinaria, herramientas manuales, mecánicas o eléctricas y equipos

especializados, que requieran capacitación y experiencia previas. 2.4 Que exigen el manejo o traslado de carga en peso o volumen que exceda la

capacidad física del adolescente o que obliguen a mantener posturas incómodas o movimientos repetitivos que puedan afectar su salud.

2.5 Que impliquen exposición a sustancias tóxicas o peligrosas que afecten a su salud. 2.6 Se realicen bajo el agua, en alturas peligrosas, en el subsuelo o en espacios cerrados

sin ventilación adecuada. 2.7 Que presenten riesgos de accidente o enfermedad, por falta de conocimiento,

experiencia, formación y conciencia respecto de la seguridad. 2.8 En actividades en las que su seguridad o la de otras personas esté bajo su

responsabilidad. Se encuentra prohibida la admisión de un adolescente en cualquier modalidad de trabajo peligroso. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables en coordinación con el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo y en consulta con las organizaciones de empleadores, trabajadores y sociedad civil; revisa y aprueba periódicamente la relación de trabajos y actividades peligrosas o nocivas para la salud física y moral de los adolescentes en las que no debe ocupárseles. Artículo 86- Peores formas de trabajo y actividades ilegales Se identifican como peores formas de trabajo a aquellas actividades que se realizan en condiciones de peligrosidad o condiciones de ilegalidad y abuso. Es responsabilidad del Estado el tomar medidas orientadas a prevenir, eliminar y sancionar las peores formas de trabajo, así como garantizar la restitución de sus derechos y su pleno desarrollo. El Estado, la sociedad y la familia, adoptan medidas de prevención y protección contra la participación de los adolescentes en actividades ilegales y prohibidas, tales como servidumbre, reclutamiento forzoso, tráfico de drogas, explotación sexual, pornografía y trata de personas, sancionando a los responsables


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TITULO II

CONTRAVENCIÓN Y SANCIÓN

CAPITULO I

CONTRAVENCIÓN

Artículo 87- Definición de Contravención El proceso de Contravención procede contra toda acción u omisión que atenta contra el ejercicio de los derechos de los niños y adolescentes señalados en la ley. El proceso de contravención tiene por finalidad el cese de la amenaza, la restitución del derecho, la imposición de una sanción y la indemnización a un niño o adolescente cuyos derechos hayan sido vulnerados. Artículo 88- Petición El Ministerio Público promueve la acción de oficio, a pedido del interesado o de las instituciones de defensa de los derechos de los niños y adolescentes que acrediten legítimo interés. Artículo 89- Rol de los Gobiernos Regionales y Locales Los Gobiernos Regionales y los Gobiernos Locales dictan las normas complementarias conforme al Principio de Tipicidad previsto la Ley del Procedimiento Administrativo General, estableciendo infracciones y sanciones administrativas adecuadas a las características de los niños y adolescentes de su comunidad. Artículo 90- Competencia y responsabilidad administrativa En el ámbito nacional compete al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables aplicar las sanciones administrativas que correspondan y coordinar con los demás sectores del Estado la implementación de las acciones necesarias para el cumplimiento del presente Código.


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Los Gobiernos Locales son competentes para aplicar las sanciones administrativas cuando se encuentren amenazados o vulnerados los derechos de los niños y adolescentes y a la Defensoría del Niño y Adolescente vigilar su cumplimiento. Los funcionarios responsables son pasibles de multas y quedan obligados al pago de daños y perjuicios por incumplimiento de estas disposiciones, de conformidad con la Ley de Bases de la Carrera Administrativa y Remuneraciones del Sector Público, sin perjuicio de las sanciones penales a que hubiere lugar. Artículo 91- Proceso Administrativo y Judicial La acción de contravención se tramita ante las entidades competentes de acuerdo con la Ley del Procedimiento Administrativo General. Las decisiones de la administración pública pueden ser revisadas en sede judicial, en proceso único, por los Juzgados Especializados de Familia, al haber agotado las instancias administrativas de los procesos correspondientes. Artículo 92- Intervención del Ministerio Público El Fiscal acude ante la instancia administrativa o al Poder Judicial, con excepción de la vía previa, si por el agotamiento la agresión pudiera convertirse en irreparable. Este proceso se tramita como proceso único. Se puede solicitar medida innovativa y pretensión acumulativa con el objeto de obtener la indemnización por el daño causado.

CAPITULO II

SANCIÓN

Artículo 93- Sanción Los ingresos que se generen por la imposición de multas en sede administrativa son destinados, únicamente y bajo responsabilidad funcional, a actividades de prevención, promoción y vigilancia del presente Código. En el ámbito judicial, las multas que se impongan son destinadas a sufragar el costo de las pruebas de ADN en los procesos de filiación. Artículo 94- Protección especial por los medios de comunicación Los medios de comunicación están sujetos a las restricciones del horario familiar, comprendido entre las 06.00 y las 22.00 horas y deben evitar en la difusión de noticiarios, programas de actualidad, informativos educativos, culturales, deportivos; contenidos o


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escenas violentos, obscenos y de otra índole que puedan perjudicar el desarrollo físico, psicológico o moral de los niños y adolescentes. Asimismo, cuando un niño o adolescente se encuentre involucrado como víctima, autor, partícipe o testigo de una infracción, falta o delito, no se publicará ni difundirá su identidad ni su imagen, datos de su familia, nombres de sus padres, de su institución educativa ni ninguna otra información que permita su identificación. A efectos de respetar la vida personal del niño y adolescente, no se permiten entrevistas, informes ni publicaciones que constituyan injerencia arbitraria en su vida personal y familiar, en su domicilio, en su institución educativa, en las relaciones o en sus circunstancias personales ni efectuar acción alguna que pueda afectar su honra o reputación, aun con el consentimiento de sus padres o responsables. Artículo 95- Sanción por exposición en los medios de comunicación Por la contravención de los medios de comunicación, cualquier ciudadano y el Ministerio Público pueden solicitar el inicio de un procedimiento administrativo sancionador contra cualquier medio de comunicación. La carga de la prueba recae en el titular del servicio de radio difusión. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones aplica las sanciones por incumplimiento del contenido difundido en los medios de comunicación social en el horario de protección familiar y aquellas que incumplan la protección señalada en el artículo anterior, conforme al procedimiento establecido en la Ley de Radio y Televisión y su Reglamento. El Instituto de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual -Indecopi aplica las sanciones de oficio o a petición de parte, por contravención de los derechos del niño y adolescente en la publicidad comercial efectuada en los medios de comunicación, conforme a la legislación de la materia.

LIBRO TERCERO

INSTITUCIONES FAMILIARES

TÍTULO I

PATRIA POTESTAD

CAPÍTULO I


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DEL EJERCICIO DE LA PATRIA POTESTAD Artículo 96- Deberes y Derechos de los Padres Son deberes y derechos de los padres: 1. Velar por su desarrollo integral. 2. Proveer a su sostenimiento y educación. 3. Dirigir su proceso educativo y capacitación para el trabajo conforme a su vocación y

aptitudes. 4. Tenerlos bajo su cuidado y darles buenos ejemplos de vida. 5. Emplear mecanismos de crianza y corrección que no vulneren sus derechos ni impliquen

prácticas de castigo físico y humillante. 6. Representarlos en los actos de la vida civil mientras no adquieran la capacidad de ejercicio

y la responsabilidad civil. 7. Ejercer actos de administración de los bienes de sus hijos. Artículo 97- Suspensión de la Patria Potestad El ejercicio de la Patria Potestad se suspende: 1. Por la interdicción del padre o de la madre originada en causas de naturaleza civil. 2. Por ausencia judicialmente declarada del padre o de la madre. 3. Por darles órdenes, consejos o ejemplos que los corrompan. 4. Por dedicarlos u obligarlos a la mendicidad, explotación sexual o comercialización o

consumo de drogas ilegales. 5. Por maltratarlos física o mentalmente. 6. Por negarse a prestarles alimentos. 7. Por separación o divorcio de los padres o por invalidez del matrimonio, de conformidad con

los artículos 282 y 340 de Código Civil. 8. Por haberse abierto proceso penal al padre o la madre por delitos previstos en los artículos

153º, 153º-A, 173º, 173º-A, 176º-A, 179º, 181º y 181º-A del Código Penal. La suspensión se hace extensiva a todos los hijos menores de edad de aquel que se encuentra procesado o con sentencia condenatoria. Artículo 98- Vigencia de la Patria Potestad En los casos de separación convencional y divorcio ulterior, ninguno de los padres queda suspendido en el ejercicio de la Patria Potestad. Artículo 99- Extinción de la Patria Potestad El ejercicio de la Patria Potestad se extingue:


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1. Por muerte de los padres o del hijo.

2. Porque el adolescente adquiere la mayoría de edad.

3. Por cesar la incapacidad del hijo, conforme al artículo 46º del Código Civil.

4. Por declaración judicial de estado de desprotección.

5. Por prestar consentimiento para la adopción de su hijo, excepto que sea adoptado por su cónyuge.

6. Por haber sido condenado por delitos previstos en los artículos 153º, 153º-A, 173º, 173º-A, 176º-A, 179º, 181º y 181º-A del Código Penal, en agravio del hijo o en perjuicio del mismo.

La extinción prevista en el literal “6” se hace extensiva a todos los hijos menores de edad de aquel que se encuentra con sentencia condenatoria. Artículo 100- Pérdida de la Patria Potestad El ejercicio de la Patria Potestad se pierde:

1. Por reincidir en las causales señaladas en los incisos 3), 4), 5) y 6) del artículo 97°

2. Por haber sido condenado por delito doloso cometido en agravio de sus hijos o en perjuicio de los mismos. En este caso, la pérdida del ejercicio de la Patria Potestad, se hace extensiva a todos los hijos menores de edad.

Artículo 101- Restitución de la Patria Potestad Los padres a quienes se ha suspendido el ejercicio de la Patria Potestad pueden pedir su restitución cuando cesa la causal que la motiva. Artículo 102- Petición de Suspensión o Pérdida de la Patria Potestad Los padres, ascendientes, hermanos, responsables, el Fiscal de Familia o cualquier persona que tenga legítimo interés, pueden pedir la suspensión, extinción o pérdida de la patria potestad. En el proceso penal a que se refieren los delitos 153º, 153º-A, 173º, 173º-A,176º-A, 179º, 181º y 181º-A del Código Penal, en agravio del hijo o en perjuicio del mismo, dictado el auto de enjuiciamiento de instrucción, el Juez Especializado en lo Penal remite dentro de las veinticuatro horas, copia de los actuados pertinentes al fiscal de familia o mixto, a fin de que proceda a solicitar la suspensión de la Patria Potestad y la medida innovativa. Consentida o ejecutoriada que sea la sentencia condenatoria, el Juez Especializado en lo Penal remite al fiscal de familia o mixto, dentro de las veinticuatro horas, copia de la misma y


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de los actuados pertinentes a fin de que proceda a solicitar la extinción del ejercicio de la Patria Potestad. Artículo 103- Vigencia de la obligación alimentaria La suspensión o pérdida del ejercicio de la Patria Potestad no eximen del cumplimiento de los deberes de asistencia para con sus hijos. Artículo 104- Medidas de Protección En cualquier estado del proceso, el Juez puede disponer la guarda provisional del niño o adolescente por algún miembro de la familia o tercera persona o institución o adoptar medidas necesarias para el cese inmediato de actos lesivos, sin perjuicio de las facultades coercitivas que la ley le faculta.

CAPÍTULO II

TENENCIA

Artículo 105- Tenencia Cuando los padres estén separados de hecho, la tenencia del niño o adolescente se determina de común acuerdo entre ellos, considerando la opinión de sus hijos menores de edad, pudiendo optar por la tenencia compartida. De no existir acuerdo, el Juez Especializado evalúa el informe del Equipo Interdisciplinario pudiendo disponer la tenencia a uno de los padres o disponer la tenencia compartida, garantizando un régimen de visitas para el otro. El progenitor que ejerce la tenencia debe informar al otro progenitor sobre la variación de su domicilio, así como permitir la comunicación con sus hijos por cualquier medio, sea escrito, oral, por vía telefónica, por medios electrónicos u otro. Asimismo, garantiza las condiciones necesarias para el cumplimiento de las obligaciones derivadas de la Patria Potestad. La perdida de la Tenencia no implica la pérdida de la Patria Potestad. Artículo 106- Petición El padre o la madre pueden solicitar la Tenencia en los siguientes casos: 1. Desea que se le reconozca el derecho a la Tenencia, que viene ejerciendo de hecho. 2. Le haya sido arrebatado el hijo por el otro progenitor, su cónyuge o conviviente.


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3. Cuando considere que el padre que ejerce la Tenencia de hecho o de derecho, no cumple con los deberes de la Patria Potestad o induce al hijo en actos de alienación parental.

El peticionario debe acreditar que se encuentra ejerciendo la Patria Potestad y el cumplimiento de la obligación alimentaria o su imposibilidad, de ser el caso. Artículo 107- Facultad del Juez En caso de no existir acuerdo sobre la Tenencia, en cualquiera de sus modalidades, el juez resuelve teniendo en consideración los siguientes criterios:

1. Los expuestos en el informe del Equipo Multidisciplinario.

2. La opinión del hijo o hija.

3. El hijo o hija debe permanecer con el progenitor con quien convivió mayor tiempo, siempre que le sea favorable;

4. El hijo menor de tres años permanecerá con la madre en la medida que no le sea desfavorable.

La resolución que decida la tenencia será debidamente motivada en los criterios precedentes. El juez sólo podrá apartarse de estos criterios en resolución debidamente motivada en la aplicación del Principio del Interés Superior del Niño. En cualquiera de los supuestos, el juez otorgará un régimen de visitas al padre o madre que garantice el derecho del niño o adolescente a mantener contacto con el otro progenitor. Artículo 108- Variación de Tenencia Si resulta necesaria la variación de la Tenencia, el Juez ordenará, con la asesoría del equipo multidisciplinario, que ésta se efectúe en forma progresiva de manera que no le produzca daño o trastorno. Sólo cuando las circunstancias lo ameriten por encontrarse en peligro su integridad, el Juez, por decisión motivada, ordenará que el fallo se cumpla de inmediato. El asistente social del equipo multidisciplinario efectuará, por lo menos una vez durante cada trimestre, y hasta por un periodo de dos años posteriores a la fecha en que la sentencia haya quedado consentida o ejecutoriada, visitas inopinadas de supervisión de las condiciones bajo las cuales se ejerce la tenencia, de lo que informará al Juez con las recomendaciones que correspondan para la toma de medidas pertinentes. El Juez puede disponer la realización de visitas por un periodo mayor al indicado.


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Artículo 109- Opinión El Juez especializado debe escuchar la opinión del niño y tomar en cuenta la del adolescente. De igual modo lo hará la Sala Superior, que debe disponer la realización de una audiencia especial en la que también se escuchará a las partes del proceso.

CAPÍTULO III

RÉGIMEN DE VISITAS

Artículo 110- Del Régimen de Visitas El padre o la madre que no ejerza la Tenencia tiene derecho a visitar a sus hijos, para lo cual debe acreditar el cumplimiento de la obligación alimentaria o la imposibilidad del mismo. Si alguno de los padres se encontrara fuera del lugar de domicilio, se desconociera su paradero o hubiese fallecido, pueden solicitar el Régimen de Visitas los parientes de dicho padre, hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, así como los terceros no parientes cuando el Interés Superior del Niño lo justifique. Si el caso lo requiere se puede solicitar un régimen provisional, el que se tramita dentro del proceso. Artículo 111- Incumplimiento del Régimen de Visitas El incumplimiento del Régimen de Visitas establecido judicialmente da lugar a los apremios de ley y en caso de resistencia puede originar la variación de la Tenencia. Artículo 112- Variación del Régimen de Visitas Podrá solicitarse la variación del Régimen de Visitas cuando se produzca:

1. Perturbaciones por los padres en el cumplimiento del Régimen de Visitas.

2. Inasistencias injustificadas del padre o la madre que realiza las visitas.

3. Cuando el padre o la madre que ejerce la Tenencia, induce a su hijo a actos de alienación parental que perturben el normal desarrollo del Régimen de Visitas.


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CAPÍTULO IV

LA GUARDA Artículo 113- Definición La Guarda es una institución de carácter transitorio para la protección y cuidado del niño y adolescente que no estén en situación de desprotección familiar. El Guardador se hace responsable de ejercer los deberes de Patria Potestad, en lo que fuere pertinente. Artículo 114- Del solicitante Para solicitar la Guarda se debe acreditar el vínculo de parentesco. Extraordinariamente puede ser solicitada por un tercero con interés. Artículo 115- Condiciones de la Guarda La Guarda se otorga únicamente a personas residentes en el país y es supervisada por el servicio social adscrito a los juzgados de familia. Artículo 116- Variación de régimen de visitas y guarda Las partes pueden solicitar la variación de los Regímenes de Visitas y Guarda como una nueva acción. Con el informe del Equipo Multidisciplinario, el Juez puede disponer que la ejecución de la resolución que varía el régimen se efectúe en forma progresiva, de manera que no afecte al niño o adolescente.

CAPÍTULO V

ALIMENTOS Artículo 117- Definición Se considera alimentos, lo necesario para el sustento, habitación, vestido, educación, instrucción y capacitación para el trabajo, asistencia médica y recreación del niño o adolescente. También los gastos del embarazo de la madre desde la concepción hasta la etapa de posparto. Artículo 118- Obligados a prestar alimentos


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Es obligación de los padres prestar alimentos a sus hijos. Por ausencia de los padres, desconocimiento de su paradero o impedimento material para cumplir la obligación, prestan alimentos en el orden de prelación siguiente: 1. Los hermanos mayores de edad. 2. Los abuelos. 3. Los parientes colaterales hasta el tercer grado. 4. Otros responsables del niño o adolescente. Artículo 119- Competencia El Juez de Paz Letrado o no Letrado es competente para conocer la demanda en los procesos de fijación, aumento, reducción, extinción o prorrateo de alimentos, sin perjuicio de la cuantía de la pensión, la edad o la prueba sobre el vínculo familiar, salvo que la pretensión alimentaria se proponga accesoriamente a otras pretensiones. Si durante la audiencia única el demandado aceptara la paternidad, el Juez tiene por reconocido al hijo. A este efecto envía a la municipalidad que corresponda, copia certificada de la pieza judicial respectiva ordenando la inscripción del reconocimiento en la partida correspondiente, sin perjuicio de la continuación del proceso. Si el demandado no concurre a la audiencia única a pesar de haber sido emplazado válidamente, el Juez debe sentenciar en el mismo acto atendiendo a la prueba actuada. Es competente para conocer estos procesos en apelación el Juez de Familia, en los casos que hayan sido de conocimiento del Juez de Paz Letrado y este último, en los casos que hayan sido conocidos por el Juez de Paz. Artículo 120- Prorrateo La obligación alimentaria puede ser prorrateada entre los obligados, atendiendo al orden de prelación legal, si a criterio del Juez el obligado principal se halla materialmente impedido de cumplir dicha obligación en forma individual. Tratándose de pluralidad de obligados del mismo rango, se divide entre todos el pago de la pensión en cantidad proporcional a sus respectivas posibilidades. Sin embargo, en caso de urgente necesidad y por circunstancias especiales, el Juez puede obligar a uno solo a que los preste, sin perjuicio de su derecho de repetir contra los demás la parte que les corresponda. La acción de prorrateo también puede ser iniciada por los acreedores alimentarios, en caso de que la pensión alimentaria resulte inejecutable. Además, puede solicitar el prorrateo de medidas cautelares respecto de bienes y derechos del obligado.


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Artículo 121- Registro de Deudores Alimentarios El demandado que adeude tres cuotas, sucesivas o no, de sus obligaciones alimentarias establecidas en sentencias consentidas o ejecutoriadas o acuerdos conciliatorios con calidad de cosa juzgada, es inscrito en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos. También es inscrito cuando no cumpla con pagar pensiones devengadas durante el proceso judicial de alimentos, si no las cancela en un período de tres meses desde que son exigibles.

CAPÍTULO VI

TUTELA Y CONSEJO DE FAMILIA Artículo 122- Derechos y deberes del o la tutora Son derechos y deberes del o la tutora los prescritos en el presente Código y en la legislación vigente. Artículo 123- Impugnación de los actos del tutor o la tutora Él o la adolescente puede recurrir ante el Juez contra los actos de su tutor o tutora, así como pedir la remoción del mismo. Artículo 124- Juez competente El Juez Especializado es competente para nombrar tutor o tutora y es el responsable de supervisar periódicamente el cumplimiento de su labor. Artículo 125- Consejo de Familia Hay Consejo de Familia para velar por la persona e intereses del niño o adolescente que no tenga padre ni madre o cuando ambos se encuentren incapacitados conforme lo dispone el artículo 619º del Código Civil. Artículo 126- Participación del niño o adolescente en el Consejo de Familia El niño o la es escuchado con las restricciones propias de su edad. Él o la adolescente participarán en las reuniones del Consejo de Familia con derecho a voz y voto. Artículo 127- Proceso La tramitación de todo lo concerniente al Consejo de Familia se rige por lo dispuesto en el artículo 634º del Código Civil y lo señalado en el presente Código.

CAPÍTULO VII

AUTORIZACIONES


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Artículo 128- Trámite de las Autorizaciones Las autorizaciones se tramitan como proceso no contencioso, conforme a lo prescrito en el artículo 749° del Código Procesal Civil, en el cual el Ministerio Público actúa como parte, con excepción de lo dispuesto en la norma relativa a la autorización de viaje y cambio de residencia. Se recibe la opinión del niño o adolescente y de ser el caso, podrá solicitar informe del Equipo Multidisciplinario. No procede Recurso de Casación contra la resolución expedida por la Sala de Familia en materia de autorizaciones de viaje, ingreso a instituciones, intervención quirúrgica y para contraer matrimonio. Artículo 129- Licencia para Enajenar o Gravar Bienes Quienes administran bienes de niños o adolescentes necesitan autorización judicial para gravarlos o enajenarlos por causas justificadas de necesidad o utilidad de conformidad con el Código Civil, con excepción de las pensiones de orfandad. Artículo 130- Autorización para ingreso a instituciones Se requiere autorización judicial en caso de disentimiento de los padres respecto del ingreso de niños o adolescentes a instituciones educativas, religiosas o que conlleven un sistema de internado; tramitado según las normas de este capítulo, con excepción de los Centros de Asistencia Residencial que se rigen por su normativa. Artículo 131- Autorización notarial de viaje Para el viaje de niños o adolescentes fuera del país, solos o acompañados por uno de sus padres, es obligatoria la autorización de ambos padres con certificación notarial, para lo cual se deberá adjuntar copia del DNI y la partida de nacimiento del niño o adolescente. En caso de fallecimiento de uno de los padres o de estar reconocido el hijo por uno solo de ellos, basta el consentimiento del padre sobreviviente o del que efectuó el reconocimiento, debiendo constar en el permiso notarial haber tenido a la vista la partida de defunción o la de nacimiento correspondiente. En caso de que el viaje se realice dentro del país, basta la autorización de uno de los padres y la presentación del DNI y la partida de nacimiento del niño o adolescente. Artículo 132- Autorización judicial de viaje Es competencia del juez especializado autorizar el viaje de niños o adolescentes: 1. Dentro del país, cuando faltaran ambos padres.


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2. Fuera del país, por ausencia o disentimiento de uno de los padres, para lo cual el padre o madre presente presentará copia de su DNI y, del menor de edad, copia de su DNI y Partida de Nacimiento.

En aquellos casos en los que ambos padres o uno de ellos estuviera ausente y autorizara el viaje mediante poder a favor del otro padre o a un tercero, dicho poder deberá estar legalizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores y cumplir con las formalidades del Código Procesal Civil o de ser el poder otorgado dentro del país, este deberá estar inscrito en los Registros Públicos, acreditándose su vigencia. El niño nacido de madre no residente que hubiera ingresado al país dentro de los seis meses previos al nacimiento, requiere autorización judicial de viaje al extranjero salvo que se trate de personal diplomático acreditado. Artículo 133- Requisitos solicitados a criterio del Juez Recibida la declaración del o la solicitante, si el Juez considera conveniente puede solicitar:

1. Certificado de movimiento migratorio.

2. Informe del servicio social del Juzgado o a falta de éste, de una institución pública.

3. La publicación de edictos por tres días hábiles en el diario oficial y en el de mayor circulación de su jurisdicción.

4. Declaración de dos testigos familiares hasta el cuarto grado de parentesco.

5. Informe de la División de Personas Desaparecidas de la Policía Nacional del Perú. Los requisitos anteriores se flexibilizan a criterio del juzgado cuando se trata de autorizaciones de viaje de menores en misión deportiva, científica, cultural o cuando requieran tratamiento médico en el exterior. Artículo 134- Oposición de viaje En caso de disentimiento de uno de los padres o de existir oposición al viaje, se tramitará como proceso no contencioso, debiendo acreditarse el cumplimiento de la obligación alimentaria y el juez resolverá previa opinión del niño o adolescente y dictamen fiscal. Contra lo resuelto en segunda instancia, no procede Recurso de Casación. La oposición que formule alguno de los padres se inscribirá en el Registro Nacional de Oposición de Viaje, la que caduca al año. Artículo 135- Del Registro de los Impedimentos de Salida Si en proceso judicial se concediera medida cautelar de impedimento de salida del niño o adolescente, esta debe ser comunicada al Registro Nacional de Oposición de Viaje para su


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inscripción, a fin de garantizar que las entidades públicas pertinentes cuenten con la información oportuna del impedimento emitido. Dicho impedimento caduca al año. Artículo 136- Tiempo, lugar de permanencia y plazo de vigencia de autorización de viaje En ambos casos, sea la Autorización Notarial o Judicial, se deberá indicar el lugar de destino así como el tiempo de permanencia. El plazo de vigencia para hacer uso de la autorización es de tres meses a partir de su expedición. Artículo 137- Acciones de control de viajes La Dirección Nacional de Migraciones y la Policía Nacional de Carreteras solicitan en todos los puestos de control de transporte, la autorización de viaje a la persona adulta que acompañe al menor de edad, el Documento Nacional de Identidad (DNI) de esta o el documento que acredita la identidad del niño o adolescente. Artículo 138- Autorización para cambio de residencia El padre o la madre que ejerce la custodia puede solicitar el cambio de residencia de los niños y adolescentes por motivos de matrimonio, trabajo, estudio u otro que lo justifique. Se tramita como proceso único y el Juez debe pronunciarse sobre el régimen de visitas para el otro padre. Artículo 139- Autorización para intervención quirúrgica En caso de que los padres, responsables o representantes legales de los niños y adolescentes o estos últimos negaran su consentimiento para el tratamiento médico o quirúrgico, el médico tratante o el establecimiento de salud deberá comunicarlo a la autoridad judicial competente para dejar expeditas las acciones a que hubiere lugar en salvaguarda de la vida y la salud de los mismos, tramitado según las normas de este capítulo. En caso de peligro de la demora, el Fiscal puede ordenar la realización del tratamiento médico o quirúrgico y comunicar a la autoridad judicial. Artículo 140- Autorización para contraer matrimonio El Juez Especializado otorga autorización para el matrimonio de los adolescentes mayores de 16 años, previa declaración de los contrayentes y los padres o responsables del o la adolescente y el informe del Equipo Multidisciplinario. El Ministerio Público actúa como parte.

CAPÍTULO VIII

SUSTRACCIÓN INTERNACIONAL DE NIÑOS Y ADOLESCENTES


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Artículo 141- Definición Se considera ilícito el traslado o retención de un niño o adolescente realizado conforme a lo prescrito en el artículo tercero de la Convención de la Haya “Sobre los aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores” y el artículo cuarto de la Convención Interamericana sobre Restitución Internacional de Menores. Artículo 142- Titulares de la Acción Toda persona, institución u organismo que sostenga que un niño o adolescente menor de 16 años ha sido objeto de traslado o retención con infracción del derecho de custodia, podrá dirigirse a la Autoridad Central de su residencia habitual solicitando su restitución. Artículo 143- Juez competente Atendiendo al Principio de Concentración de la Jurisdicción, los Presidentes de las Cortes Superiores de Justicia designan al Juez de Familia o Mixto competente, que adicionalmente a las materias que conoce, se avocará a los procesos de restitución. Para facilitar la cooperación internacional, el Presidente del Poder Judicial designa al Juez de Enlace con el propósito de facilitar las comunicaciones judiciales directas entre los Tribunales Extranjeros y los Tribunales Nacionales. Artículo 144- Del Proceso 1. Trámite Administrativo ante la Autoridad Central: a cargo del Ministerio de la Mujer y

Poblaciones Vulnerables. Dicha Autoridad solicita o adopta las medidas adecuadas tendientes a localizar al niño o adolescente, conseguir la restitución voluntaria del mismo, conceder o facilitar la obtención de asistencia legal y las demás que prescribe el artículo séptimo de la Convención de la Haya y de la Convención Interamericana.

2. Trámite Judicial, ante el Juzgado competente. El proceso judicial se rige por los principios de celeridad y mínimo formalismo.

Artículo 145- Etapa postulatoria El o la demandante, además de los requisitos señalados en los artículos 424° y 425° del Código Procesal Civil, presentará la documentación requerida por el convenio. El juez dictará en el término de cuarentaiocho horas resolución citando a las partes a una audiencia única que se realiza en el plazo de quince días, con intervención del fiscal. Artículo 146- Audiencia Única El o la demandante puede ser representado por apoderado o apoderada. Si la parte demandada comparece y accede a la restitución voluntaria del niño o adolescente, se levanta


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acta y el juez emite resolución disponiendo su retorno, expidiendo la autorización del viaje y si fuera el caso, la entrega del menor a la persona con la que retornará al lugar de residencia habitual. Si no comparece el o la demandada, se continúa el procedimiento en su rebeldía y en la audiencia se escucha al o la demandante, actuándose los medios probatorios. No se admite reconvenciones, cuestiones previas ni excepciones procesales que obstaculicen la prosecución del trámite. Sólo se admite la oposición, sustentada en las excepciones previstas en el artículo décimo tercero del Convenio de la Haya o undécimo de la Convención Interamericana sobre Restitución Internacional de Menores, la que se resuelve en la sentencia. Artículo 147- Actuación En la audiencia se actúan los medios probatorios, se recibe las declaraciones de ambas partes y, si el Juez lo considera necesario o ha pedido del Fiscal, la opinión del niño o adolescente. Excepcionalmente puede disponerse la continuación de la audiencia dentro del plazo improrrogable de quince días más. Concluida la audiencia se remiten los autos al señor fiscal para que emita dictamen en el término de cuarentaiocho horas. El juez emite sentencia en igual término. Artículo 148- Sentencia La sentencia puede ser apelada en el término de cinco días. Elevados los autos se emite resolución con notificación a las partes para que si lo estiman soliciten informe oral, disponiéndose se remitan los autos al señor Fiscal Superior para que emita dictamen en el término de cuarentaiocho horas. Devueltos los autos en igual plazo, la Sala de Familia emite sentencia. Contra la sentencia de segunda instancia no procede Recurso de Casación. Artículo 149- Medidas Cautelares El o la demandante o el fiscal puede solicitar o el Juez dictar de oficio, medidas cautelares, a fin de garantizar los derechos y la seguridad de los niños y adolescente; pudiendo dictarse las siguientes:

1. Prohibición de salida del territorio nacional.

2. Prohibición de expedición del pasaporte al niño o adolescente o retirarle el mismo si ya se hubiese expedido.

3. De ser necesario cambio de domicilio.


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4. Cualquier otra medida que se considere conveniente. No podrá dictarse medida cautelar de impedimento de salida del país contra él o la demandante de la restitución internacional, como consecuencia de un proceso de alimentos seguido en su contra. Artículo 150- Derecho de visitas La solicitud que tiene por objeto hacer efectivo el derecho de visitas, establecido por mandato judicial o administrativo, con título de ejecución, en los casos previstos en los Convenios Internacionales de Restitución, sigue el mismo trámite que la restitución.

TÍTULO II

LA ADOPCIÓN

CAPÍTULO I


Artículo 151º.- Concepto

La adopción es una institución jurídica voluntaria que crea vínculo paterno filial entre personas que no lo tienen por naturaleza biológica, con la finalidad de brindar una familia y proteger al niño o adolescente que carece de ella.

En consecuencia, el adoptado deja de pertenecer a su familia consanguínea, con las excepciones establecidas en el presente Código.

Artículo 152- Adopción Nacional La adopción nacional es la solicitada por persona con residencia habitual en el Perú. Los y las extranjeras residentes en el Perú pueden solicitar la adopción nacional cuando tengan una residencia habitual en el Perú por un periodo mínimo de dos años. En caso contrario, solicitan la adopción internacional. Artículo 153- Adopción Internacional


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La adopción internacional es la solicitada por persona con residencia habitual en el extranjero. Para que proceda este tipo de adopción es indispensable la existencia de convenios entre el Estado Peruano y los Estados de los extranjeros adoptantes o entre las instituciones autorizadas por éstos. Tratándose de personas residentes en el Perú que solicitan la adopción de niño o adolescente en el extranjero, se considera también internacional. Artículo 154- Subsidiariedad de la Adopción Internacional La adopción internacional es subsidiaria de la adopción nacional. En caso de concurrir solicitudes de adoptantes nacionales y extranjeros, se prefiere la solicitud de las nacionales. Para las solicitudes llegadas desde del extranjero, se privilegiará a las familias formadas por peruanos, o un peruano/a y un/a extranjero/a. Artículo 155- Competencia del Trámite de Adopción La adopción de niños y adolescentes declarados judicialmente en estado de desprotección familiar, se tramita ante la Autoridad Central en materia de adopción, en la vía administrativa correspondiente. Artículo 156- Situaciones imprevistas En caso de presentarse cualquier circunstancia que de algún modo impida u obstaculice la continuación del trámite administrativo de adopción, la Autoridad Central de Adopciones dispone las medidas pertinentes teniendo en cuenta el Interés Superior del Niño del Adolescente.

CAPÍTULO II

TITULAR DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO Artículo 157- Titular del Proceso La Secretaría Nacional de Adopciones del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables es la Autoridad Central en materia de adopciones de niños y adolescentes declarados judicialmente en estado de desprotección. Se encarga de proponer la política y normatividad en la materia, así como de desarrollar el programa de adopción a través del procedimiento administrativo, con las excepciones señaladas en el presente Código. La Secretaría Nacional de Adopciones cuenta con el Consejo de Adopciones que está conformado por siete miembros: Dos en representación del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, uno de los cuales es el Secretario Nacional de Adopciones, quien lo


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presidirá; un representante del Ministerio Público, un representante del Poder Judicial, un representante del Colegio Médico del Perú, un representante del Colegio de Psicólogos del Perú y un representante del Colegio Nacional de Trabajadores Sociales del Perú. El Consejo de Adopciones designa a los adoptantes en una terna propuesta por la Secretaría Nacional, a favor de los niños o adolescentes susceptibles de adopción. Para el desarrollo del procedimiento administrativo de adopción a nivel nacional, la Secretaría Nacional de Adopciones podrá disponer la creación de sedes regionales y Consejos Desconcentrados de Adopción. El funcionamiento y regulación de la Secretaría Nacional, el Consejo, sedes Regionales y Consejos Desconcentrados que hubiere, serán regulados en el Reglamento respectivo. Artículo 158- Registro Nacional de Adopciones La Autoridad Central de Adopciones cuenta con un registro en el que se inscribirán las adopciones realizadas a nivel nacional. En el deben constar, expresamente, los datos de los adoptantes: nombre, nacionalidad, domicilio, estado civil, institución extranjera que lo patrocina y los datos del niño o adolescente. El acceso a la información existente en este Registro es de carácter reservado, teniendo acceso al mismo únicamente los adoptantes y el niño o adolescente adoptado al obtener la mayoría de edad o, durante su minoridad, a través de quienes ejerzan su representación legal.

CAPÍTULO III

PROGRAMA DE ADOPCIÓN

Artículo 159.- Sistema Nacional de Adopción El Sistema Nacional de Adopciones comprende el conjunto de normas, políticas y servicios, a nivel local, regional y nacional, destinadas a conducir el proceso de adopción con el fin de restituir el derecho a vivir en familia, de niños y adolescentes que se encuentren declarados judicialmente en estado de desprotección familiar y en condición de adoptabilidad jurídica y psicosocial. Artículo 160- Garantías para el niño y el adolescente Los Centros de Atención Residencial, públicos o privados, garantizan plenamente los derechos de los niños y adolescentes susceptibles de ser adoptados, mientras dure su


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permanencia o internamiento. Está prohibida la entrega de niños o adolescentes a cualquier persona o institución sin cumplir los requisitos consagrados en la presente Ley. Artículo 161- Sanciones En caso de incumplimiento o violación de las disposiciones establecidas en este Código, la Secretaría Nacional de Adopciones aplica las sanciones que prevea el reglamento según la gravedad de la falta, sin perjuicio de las responsabilidades civiles o penales a que hubiere lugar.

CAPÍTULO IV

DEL PROCEDIMIENTO DE ADOPCIÓN EN SEDE ADMINISTRATIVA

Artículo 162- Trámite Administrativo La Autoridad Central de Adopciones realiza el procedimiento de adopción en sede administrativa en tres etapas: Evaluación integral, integración familiar y seguimiento pos adoptivo, cuyos plazos y trámites se regulan en el reglamento respectivo. Artículo 163- Etapa de Evaluación Integral En la Etapa de Evaluación Integral se debe realizar la evaluación y selección de los adoptantes, emitir los informes técnicos para establecer su idoneidad y las propuestas de designación de los niños y adolescentes judicialmente declarados en estado de desprotección familiar y concluye con la resolución en sede administrativa, que se pronuncia sobre la idoneidad de los solicitantes de adopción. La condición de idoneidad tendrá una vigencia de tres años y puede ser revocada de advertirse que los solicitantes han proporcionado información falsa durante su evaluación o de ocurrir nuevos hechos que afecten las condiciones por las cuales fue otorgada. Se establecen las condiciones de adoptabilidad del niño o adolescente con un informe que incluya su identidad, medio social, evolución personal y familiar, historia médica y de su familia, sus necesidades particulares y su opinión respecto a la adopción en función a su edad y madurez. Cuando se trate de niños o adolescentes pertenecientes a grupos étnicos, comunidades nativas o indígenas, se observan, además de los principios contemplados en el Código de los Niños y Adolescentes, sus usos y costumbres y en lo posible, se consulta con las autoridades de la comunidad a la cual pertenecen.


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Se le informa al niño o adolescente sobre la ruptura del vínculo con su familia de origen, comprometiéndose los padres adoptantes a que con la ayuda de un profesional, le informarán oportunamente sobre su filiación biológica. Artículo 164- Del consentimiento informado Las personas, instituciones y autoridades que intervengan en el proceso son debidamente informadas de las consecuencias de la adopción, debiendo expresar su consentimiento por escrito, sin que este haya sido obtenido mediante presión, amenaza, pago o compensación alguna. El incumplimiento de esta disposición acarrea responsabilidad administrativa para los funcionarios, sin perjuicio de las acciones penales a que hubiere lugar. Tratándose de institución extranjera patrocinante, se cancelará su inscripción, acreditación o autorización quedando impedida de participar en otros procesos, bajo ninguna modalidad. Artículo 165- Etapa de Integración Familiar La etapa de integración familiar se inicia con la presentación de la petición de adopción ante el Juzgado, por la Secretaría Nacional de Adopciones y concluye con la emisión de la decisión jurisdiccional sobre la adopción. Artículo 166- Etapa Pos adoptiva La etapa pos adoptiva se inicia a partir de la fecha de la resolución judicial de adopción y tiene una duración de tres años en el caso de adopciones nacionales y de cuatro años en el caso de adopciones internacionales, salvo lo dispuesto en los Convenios Internacionales de la materia vigentes en el Perú. Artículo 167- Información post adoptiva nacional e internacional Los adoptantes peruanos deben informar semestralmente a la Secretaría Nacional de Adopciones - Autoridad Central de Adopciones o a las instituciones debidamente autorizadas por esta, sobre el desarrollo integral del niño o adolescente por un periodo de tres años. Tratándose de adopciones internacionales, la Autoridad Central extranjera acreditada y autorizada que patrocinó a los adoptantes será responsable de la supervisión del estado del niño o adolescente y, en su caso, de la legalización de la adopción en el país de los adoptantes. A este efecto, remite con la periodicidad antes señalada y por el plazo de ley o de acuerdo a los Convenios vigentes, los informes respectivos dirigidos a la Secretaría Nacional de Adopciones - Autoridad Central de Adopciones. Artículo 168- De los costos del procedimiento internacional


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Los gastos que irrogue el procedimiento de adopción en sede administrativa son de cargo de los administrados, para lo cual la Secretaría Nacional de Adopciones - Autoridad Central de Adopciones debe publicar las tasas respectivas aprobadas.

CAPÍTULO V

DEL PROCESO JUDICIAL DE ADOPCIONES Artículo 169- Juez competente La Secretaría Nacional de Adopciones - Autoridad Central de Adopciones presenta la solicitud de adopción con la copia certificada de la declaración judicial de estado de desprotección familiar, el informe técnico evaluando la idoneidad de los pre adoptantes y el informe de adoptabilidad del niño o adolescente, ante el Juez de Familia o Mixto que conoció de la investigación especial que declaró el estado de desprotección familiar o ante el Juez del domicilio del niño o adolescente. Artículo 170- Adopción judicial por excepción En vía de excepción, podrán iniciar acción judicial de adopción ante el Juez Especializado, incluso sin que medie declaración de estado de desprotección familiar del niño o adolescente, los peticionarios siguientes: 1. El que posea vínculo matrimonial con el padre o madre del niño o adolescente por adoptar.

En este caso el niño o adolescente mantiene los vínculos de filiación con el padre o madre biológicos.

2. El que posea vínculo de parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad con el niño o adolescente pasible de adopción, exceptuándose el requisito de edad previsto en incisos “a” y “b” del artículo 378º del Código Civil.

3. El nacional que ha prohijado o convivido con el niño o adolescente por adoptar, durante un periodo no menor de un año, siempre y cuando se acredite que el origen de esta relación no haya vulnerado los derechos del niño o adolescente.

Artículo 171- Procedimiento Recibida la solicitud, el Juez dispone la guarda provisional a cargo de los pre adoptantes del niño o adolescente, ordenando su externamiento. Todas las actuaciones judiciales se realizan con conocimiento del Fiscal.


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En la misma resolución dispone un informe del control de guarda realizado por el servicio social y psicológico adscrito al juzgado o el que haga sus veces, que indicará si existe o no empatía entre los pre adoptantes y el niño o adolescente, en el término de 15 días. Si el informe de control de guarda es favorable, el Juez señala día y hora para la diligencia de ratificación de los pre adoptantes, dentro del tercer día de recibido el informe. Si el informe de control de guarda fuera desfavorable o si hubiera impedimento para la adopción, el Juez revocará la guarda y dictará la medida tutelar que corresponda. Concluida la diligencia de ratificación del pre adoptante, el Juez remite lo actuado al Fiscal acompañando la partida de nacimiento actualizada, quien dictamina en el término perentorio de tres días. Devueltos los autos, el Juez, en igual término, expide sentencia que declara la adopción. En caso de fallecimiento del pre adoptante antes de culminado el proceso judicial y si este se hubiera ratificado en la solicitud de adopción, el juez declara la adopción, la misma que surtirá efecto retroactivo a la fecha del fallecimiento. Artículo 172- Trámite ante la Sala Superior de Familia El término para apelar es de tres días. Si hubiera apelación, el expediente subirá a la Sala de Familia. Elevados los autos a la Sala de Familia, el expediente se remitirá en el día al Fiscal para que se pronuncie en el término de veinticuatro horas. Devueltos los autos, en igual término se pronunciará la Sala de Familia. Artículo 173- Inscripción en el Registro del Estado Civil Consentida o ejecutoriada la sentencia, se oficia al Registro del Estado Civil respectivo para los fines del artículo 379° del Código Civil. Si el niño o adolescente careciera de partida de nacimiento, la inscripción se efectuará en el Registro Civil de la municipalidad distrital de la sede del juzgado. Al expediente se adjunta copia de la nueva partida de nacimiento. Asimismo, la resolución es transcrita a la Autoridad Central para los fines pertinentes.

LIBRO CUARTO

ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA ESPECIALIZADA EN EL NIÑO Y ADOLESCENTE

TITULO I


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JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA

Artículo 174- Jurisdicción La potestad jurisdiccional del Estado en materia familiar se ejerce por: 1. Las Salas de la Corte Suprema de Justicia de la República. 2. Las Salas de Familia de las Cortes Superiores o la que haga sus veces. 3. Los Juzgados de Familia o Mixtos. 4. Los Juzgados de Paz Letrados en los asuntos que la ley determina. Artículo 175- Competencia de las Salas de la Corte Suprema La Sala Civil de la Corte Suprema conoce de los recursos de apelación, casación y de las contiendas de competencia, cuando le corresponde de acuerdo a ley. La Sala Penal de la Corte Suprema conoce del recurso de nulidad o casación en materia penal. La Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema conoce de las consultas en materia de control difuso. Artículo 176- Salas de Familia Las Salas de Familia conocen:

1. En grado de apelación, los procesos resueltos por los Juzgados de Familia.

2. Del exequátur en materia de familia.

3. De las contiendas de competencia promovidas entre Juzgados de Familia del mismo distrito judicial y entre estos y otros juzgados de distinta especialidad de su jurisdicción territorial.

4. De las quejas de derecho por denegatoria del recurso de apelación.

5. De los demás asuntos que señala la ley. Artículo 177- Competencia La competencia del juez especializado se determina: 1. En procesos civiles, tutelares, de violencia: Por el lugar donde se encuentra el niño o

adolescente y en su defecto, por el domicilio de los padres o responsables. 2. En procesos de contravención a los derechos del niño o adolescente: Por el lugar donde se

encuentra el niño o adolescente, domicilio de los padres o responsables y en su defecto, por el lugar de comisión de la infracción.

3. En procesos de adolescentes infractores de la ley penal:


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3.1 Por el lugar donde se cometió el acto infractor. 3.2 Por el lugar donde se descubran las pruebas materiales del delito. 3.3 Por el lugar donde hubiera sido intervenido el o la adolescente. 3.4 Por el domicilio de sus padres o responsables.

CAPÍTULO I

JUEZ DE FAMILIA Artículo 178- Dirección del proceso El juez es el director del proceso; como tal, le corresponde la conducción, organización y desarrollo del debido proceso. El juez imparte órdenes a la policía nacional para la comparecencia o detención de las personas y podrá solicitar informes del Equipo Multidisciplinario, del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, de la policía nacional y de cualquier otra institución, para apoyar la labor jurisdiccional. Artículo 179- Atribuciones del Juez de Familia Corresponde al Juez de Familia:

1. Resolver los procesos en materias de contenido civil, tutelar, del estado y capacidad de las personas, estado de desprotección familiar, violencia familiar y de infracciones a la ley penal; en los que interviene según su competencia.

2. Hacer uso de las medidas cautelares, de protección y coercitivas durante el proceso y en su etapa de ejecución, requiriendo el apoyo policial si fuere el caso.

3. Disponer, supervisar y variar las medidas socio - educativas para adolescentes mayores de catorce años de edad.

4. Aplicar sanciones a las personas naturales o jurídicas que hubiesen incurrido en contravención a los derechos del niño o adolescente.

5. Cumplir las demás funciones señaladas en este Código y otras leyes.

CAPÍTULO II FISCAL DE FAMILIA

Artículo 180- Ámbito de acción


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El Fiscal de Familia tiene por función principal velar por el respeto de los derechos y garantías del niño y adolescente, promoviendo de oficio o a petición de parte las acciones legales, judiciales o prejurisdiccionales correspondientes. Sus funciones se rigen por lo dispuesto en el presente Código, su Ley Orgánica y leyes especiales. Artículo 181- Titularidad de la acción El Ministerio Público es el titular de la acción y como tal, tiene la carga de la prueba en los procesos de violencia familiar y adolescente en conflicto con la ley penal. Artículo 182- Atribuciones Corresponde al Fiscal de Familia:

1. Intervenir, de oficio y desde la etapa inicial, en toda clase de procedimientos policiales y judiciales en resguardo y protección de los derechos del niño y del adolescente.

2. Dictar medidas de protección, en caso de riesgo de la integridad física o psicológica de niños o adolescentes.

3. Promover los procedimientos relativos a las infracciones a la ley penal atribuidas a los adolescentes.

4. Conceder la remisión.

5. Promover acciones de alimentos, si fuere el caso, conforme a lo dispuesto en el presente Código y las normas procesales de la materia.

6. Promover acciones de interdicción a efectos de defender y cautelar derechos de niños, adolescentes e incapaces.

7. Promover acción civil o administrativa para la protección de los intereses difusos o colectivos de los niños y adolescentes previstos en este Código.

8. Promover acción civil por contravención a los derechos de niños y adolescentes.

9. Inspeccionar y visitar entidades públicas y privadas, organizaciones comunales y organizaciones sociales de base encargadas de brindar atención integral al niño y adolescente y verificar el cumplimiento de sus fines.

10. Actuar como conciliador del conflicto en asuntos de familia para propiciar acuerdos entre las partes y lograr la solución consensual del conflicto, siempre y cuando no se hubiese iniciado proceso judicial. No podrá propiciar acuerdos sobre derechos no disponibles, irrenunciables o sobre materias que tengan connotación penal.

11. Solicitar el apoyo de la fuerza pública, así como la colaboración de los servicios médicos, educativos y de asistencia pública y privada, en el ejercicio de sus funciones.

12. Instaurar procedimientos pre jurisdiccionales en los que podrá: 12.1 Recibir las declaraciones necesarias para el debido esclarecimiento de los

hechos y disponer las notificaciones correspondientes.


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12.2 Solicitar a las autoridades públicas o privadas, los medios probatorios que contribuyan al esclarecimiento del hecho investigado.

13. Solicitar la inscripción supletoria de la partida de nacimiento de niños y adolescentes que carezcan de ella.

14. Las demás atribuciones que señala la ley.

Artículo 183- Ámbito de competencia territorial del Fiscal El ámbito de competencia territorial del Fiscal es determinado por el que corresponde a los respectivos Juzgados y Salas de Familia. Artículo 184- Dictamen El Dictamen es fundamentado y se emite después de actuadas las pruebas y antes de que se expida sentencia. Los pedidos del Fiscal deben ser motivados y presentados en una sola oportunidad. Artículo 185- Nulidad La falta de intervención del Fiscal en los casos previstos por la ley acarrea nulidad, la que será declarada de oficio o a petición de parte. Artículo 186- Libre acceso El Fiscal, en ejercicio de sus atribuciones, tiene libre acceso a todo lugar en donde se presuma amenaza o violación de derechos del niño o adolescente.

CAPÍTULO III

DEFENSORÍA PÚBLICA

Artículo 187- Defensores Públicos El Estado a través del Ministerio de Justicia, designa en número suficiente a los defensores públicos especializados, quienes rigen su actuación por los principios de probidad, independencia funcional, confidencialidad, unidad de actuación, gratuidad, desconcentración y diversidad cultural. Los defensores públicos brindan asesoría y defensa gratuita a los adolescentes infractores de la ley penal, a las víctimas de violencia familiar y sexual y de cualquier tipo de delitos o faltas, que no cuenten con recursos económicos para contratar una defensa privada. El Ministerio Público, y en su caso el juez, bajo responsabilidad funcional, no permitirán la realización de algún acto procesal sin la presencia de la defensa de los adolescentes infractores de la ley penal y de los niños y adolescentes víctimas.


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Artículo 188- Beneficiarios El niño o adolescente, sus padres, responsables o toda persona que conozca de la violación o amenaza de violación de sus derechos, pueden acudir al defensor público para recibir asesoramiento o para encargarle la defensa en las acciones legales o judiciales que correspondan.

CAPÍTULO IV

ÓRGANOS AUXILIARES

SECCIÓN I

EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO

Artículo 189- Conformación El Equipo Multidisciplinario está conformado por profesionales de la especialidad de Medicina, Educación, Psicología y Trabajo Social. El Ministerio Público y el Poder Judicial cuentan con Equipos Multidisciplinarios suficientes en todas sus sedes. Artículo 190- Atribuciones Son atribuciones del Equipo Multidisciplinario:

1. Emitir los informes solicitados por el Juez o el Fiscal.

2. Emitir dictamen técnico para efectos de la evaluación correspondiente, así como recomendaciones para las decisiones sobre las medidas pertinentes. Pueden hacer seguimiento a los programas de orientación y a las medidas socioeducativas en aquellos lugares donde no hayan instituciones autorizadas por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, ni Servicios de Orientación al y la Adolescente de la Gerencia de Centros Juveniles.

3. Las demás que señala el presente Código. Artículo 191- Informe del Equipo Multidisciplinario El Equipo Multidisciplinario se encarga de conocer la situación socio– familiar, así como el estado médico y psicológico del niño o adolescente, emitiendo el informe interdisciplinario respectivo, pudiendo ser citados a la audiencia en caso se considere necesario.


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En toda decisión que adopte el Fiscal o el Juez, se pondera la opinión del Equipo Multidisciplinario sobre el desarrollo integral de niños y adolescentes.

SECCIÓN II

POLICÍA NACIONAL ESPECIALIZADA

Artículo 192- Policía especializada La Policía Nacional tiene como misión garantizar la protección integral de los niños y adolescentes en el marco de las competencias y funciones que le asigna la ley. Artículo 193- Organización La Dirección General de Familia de la Policía Nacional, coordina sus acciones con las demás instituciones del Estado en la prevención y protección de los derechos del niño y adolescente. Artículo 194- Requisitos El personal de la Policía Nacional especializada, además de los requisitos establecidos en sus respectivas normas, debe:

1. Tener formación especializada en las disciplinas orientadas a la atención de los derechos de los niños y adolescentes, derecho de familia, violencia familiar, desarrollo infantil, en el marco de las normas nacionales e internacionales.

2. Tener una conducta intachable.

3. No contar con antecedentes penales, ni estar involucrado en procesos como autor o partícipe en agravio de niños o adolescentes.

4. No estar inscrito en el Registro de Deudores Alimentarios Morosos (Redam). Artículo 195- Capacitación La Dirección General de la Policía Nacional integra en los programas académicos de ingreso y ascenso, la capacitación en derechos de los niños y adolescentes, desde un enfoque de respeto de los derechos humanos y del interés superior del niño y adolescente. La Policía Nacional coordina con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y con otras instituciones especializadas, la capacitación periódica y sostenida de su personal especializado.


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Para este efecto, las instituciones públicas o privadas destinan una cuota para la asistencia gratuita de participantes de la Policía Nacional, a los eventos que realizan sobre derechos del niño y adolescente. Artículo 196- Funciones de la Policía Nacional Especializada Son funciones de la Policía Nacional Especializada:

1. Velar por el cumplimiento de las normas de protección de niños y adolescentes que imparten las instituciones del Estado y por la ejecución de las resoluciones judiciales.

2. Brindar apoyo a las autoridades competentes en el traslado y protección de los niños y adolescentes a los centros de atención residencial y a los centros juveniles.

3. Realizar labores de inteligencia para combatir las redes dedicadas a la producción y comercialización de pornografía infantil, trata de personas, tráfico y explotación sexual de niños y adolescentes; cualquier actividad que atente contra sus derechos, a través de internet o cualquier otro medio y la utilización de niños y adolescentes en delitos de tráfico ilícito de drogas.

4. Impedir la posesión o comercialización de escritos, audiovisuales, imágenes, material pornográfico y otras publicaciones que puedan afectar la formación de los niños y adolescentes.

5. Controlar e impedir el ingreso y permanencia de niños y adolescentes en lugares públicos o privados que atenten contra su integridad física o moral, adoptando las medidas a que hubiere lugar.

6. Realizar labores de vigilancia en los lugares a los que de modo habitual concurren niños y adolescentes, tales como: Estadios, instituciones educativas, lugares de recreación con restricciones de ingreso para menores de edad; así como controlar la venta de artículos tales como pirotécnicos, bebidas alcohólicas y cigarrillos en los lugares anteriormente mencionados.

7. Vigilar el traslado de niños y adolescentes dentro y fuera del territorio nacional, efectuando labores de control en aeropuertos, carreteras y terminales de transporte y ubicación en caso de sustracción internacional, actuando en coordinación con la Dirección General de Migraciones.

8. Efectuar labores de detección de trabajo prohibido y de las peores formas de trabajo infantil, interviniendo conforme a sus atribuciones.

Artículo 197- Notificaciones a cargo de la Policía Nacional Tratándose de asuntos de niños y adolescentes, la Policía Nacional se encarga de efectuar notificaciones por mandato de la autoridad judicial y del Fiscal competente, sólo en los casos que la notificación contenga:


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1. Una citación que implique la inmediata conducción compulsiva a través de la fuerza pública, del imputado, testigos, peritos, intérpretes y depositarios.

2. Un mandato de detención dispuesto por el Poder Judicial.

3. Una decisión que tenga que comunicarse en zonas de difícil acceso o cuando exista amenaza o riesgo para el personal encomendado de realizar dicha diligencia.

SECCIÓN III

SERVICIO MÉDICO LEGAL DEL NIÑO Y ADOLESCENTE

Artículo 198- Servicio médico legal del niño y del adolescente El Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses brinda un servicio especial y gratuito para niños y adolescentes y proporciona, dentro de su competencia, las pruebas periciales, científicas y técnicas que coadyuven a la administración de justicia con imparcialidad, honestidad, calidad y celeridad. Este servicio se presta en un ambiente debidamente acondicionado, en lugar distinto al de los adultos. El personal profesional, técnico y auxiliar que brinda atención en este servicio está capacitado en técnicas de atención a los integrantes de la familia.

TÍTULO II

ACTIVIDAD PROCESAL EN MATERIA CIVIL

Artículo 199- Medios alternativos de solución de conflicto Los padres o responsables pueden resolver los conflictos de intereses que surjan en el ejercicio de la Patria Potestad a través de la conciliación, en las Fiscalías de Familia o en los Centros de Conciliación y Defensorías del Niño y Adolescente, autorizados para este fin. No son materias conciliables las relacionadas con la suspensión o pérdida de la Patria Potestad, la violencia familiar ni las que puedan constituir delito. Artículo 200- Procesos contenciosos Corresponde al Juez Especializado el conocimiento de los procesos siguientes: 1. Suspensión, pérdida, extinción o restitución de la Patria Potestad. 2. Régimen de Tenencia. 3. Régimen de Visitas.


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4. Guarda. 5. Adopción. 6. Acción de Contravención. 7. Protección de los intereses difusos que atañen al niño o adolescente. Estos procesos se rigen por este Código y en forma supletoria, por la legislación de la materia y por el Código Procesal Civil. Para el caso de los procesos de alimentos deberá tenerse en cuenta lo establecido en el artículo 119° del presente Código. Artículo 201- Procesos no contenciosos Corresponde al Juez Especializado resolver los siguientes procesos no contenciosos: 1. Tutela. 2. Consejo de Familia. 3. Licencia para enajenar u obligar sus bienes. 4. Autorizaciones. 5. Las demás que señale la ley. Los procesos no contenciosos que no tengan procedimiento especial en este Código se rigen por las normas del Código Procesal Civil. Artículo 202- Postulación del Proceso La demanda se presenta por escrito acompañada del acta o partida de nacimiento del niño o adolescente, con los requisitos y anexos establecidos en los artículos 424° y 425° del Código Procesal Civil. No es requisito de admisibilidad adjuntar el acta del centro de conciliación. En los procesos de alimentos, no es exigible el concurso de abogados. Los adolescentes mayores de catorce años están legitimados para demandar y ser parte en los procesos de filiación extramatrimonial, reconocimiento de gastos de embarazo y parto, tenencia, régimen de visitas y alimentos a favor de sus hijos. En estos casos están exonerados del pago de tasas judiciales. Artículo 203- Inadmisibilidad o improcedencia Recibida la demanda, el Juez la califica y puede declarar su inadmisibilidad o improcedencia de conformidad con lo establecido en los artículos 426º y 427º del Código Procesal Civil. Artículo 204- Modificación y ampliación de la demanda El o la demandante puede modificar y ampliar su demanda antes de que esta sea notificada.


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Artículo 205- Traslado de la demanda Admitida la demanda, el Juez tiene por ofrecidos los medios probatorios y corre traslado de ella al o la demandada, con conocimiento del Fiscal, por el término perentorio de cinco días para que él o la demandada la conteste. No se admite reconvención excepto en los procesos de tenencia; en este caso, se confiere traslado por igual plazo. Artículo 206- Medios probatorios extemporáneos Luego de interpuesta la demanda, solo pueden ser ofrecidos los medios probatorios de fecha posterior referidos a hechos nuevos y aquellos señalados por la otra parte en su contestación de la demanda. Artículo 207- Tachas u oposiciones Las tachas u oposiciones que se formulen deben acreditarse con medios probatorios de actuación inmediata y actuarse durante la audiencia única. Artículo 208- Audiencia Contestada la demanda o transcurrido el término para su contestación, el Juez fija una fecha inaplazable para la audiencia, la que se realiza en plazo que no excede de los diez días siguientes y con intervención del Fiscal. El Juez está facultado para fijar la pensión de alimentos en los procesos de tenencia y régimen de visitas, debiendo incluirla como punto controvertido. Artículo 209- Actuación Iniciada la audiencia se pueden promover tachas, excepciones o defensas previas que son absueltas en el mismo acto. Concluida la actuación, si el Juez encuentra infundadas las excepciones o defensas previas, declara saneado el proceso. Si el demandado no concurre a la audiencia única, a pesar de haber sido emplazado válidamente, el Juez debe sentenciar en el mismo acto, siempre que la prueba actuada le produzca convicción. Artículo 210- Conciliación Seguidamente el Juez invoca a las partes a resolver la situación del niño o adolescente conciliatoriamente. Si hay conciliación y esta no lesiona los intereses del niño o adolescente, se deja constancia en acta. La conciliación tiene el mismo efecto de sentencia.


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Después de la audiencia las partes pueden solicitar una audiencia especial con este objeto. Artículo 211- Resolución aprobatoria En caso no hubiere conciliación o si producida esta, a criterio del Juez afecta los intereses del niño o del adolescente, este fija los puntos controvertidos y determina los que son materia de prueba. El Juez puede rechazar aquellas pruebas que considere inadmisibles, impertinentes o inútiles y dispone la actuación de las cuestiones que sobre esta decisión se susciten, resolviéndolas en el acto. El Juez puede, en decisión inapelable, en cualquier estado del proceso, ordenar de oficio la actuación de las pruebas que considere necesarias, mediante resolución debidamente fundamentada. Si no pudiera concluirse la actuación de las pruebas en la audiencia, se continúa en los días sucesivos, sin exceder de tres días, a la misma hora y sin necesidad de nueva notificación. Artículo 212- Entrevista al niño o adolescente El Juez debe escuchar al niño o adolescente. La declaración del niño o adolescente puede ser recibida en presencia de sus padres o responsables, de sus abogados y del Fiscal, salvo que el Juez determine que sea en privado, con la sola presencia del Fiscal, a fin de garantizar su integridad emocional y su derecho a la libre opinión. A pedido de parte o del Ministerio Público, el Juez puede disponer que la declaración sea obtenida mediante el empleo de medios tecnológicos. Artículo 213- Informe del Equipo Multidisciplinario El Juez puede solicitar al Equipo Multidisciplinario los siguientes informes: 1. Las evaluaciones psicológicas o psiquiátricas de las partes y de los niños y adolescentes. 2. El informe social en el domicilio de las partes, describiendo las condiciones

socioeconómicas de la familia. 3. Las pericias médicas que establezcan el estado psicosomático de los niños y

adolescentes. Las pericias deben contener información detallada sobre el tiempo de evaluación, su resultado, el pronóstico de la evaluación y demás detalles importantes del objeto de la pericia.


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Si lo considera necesario, el Juez puede solicitar a los peritos un informe integral que comprenda las disciplinas anteriormente enunciadas. Artículo 214- Alegatos Actuados los medios probatorios, las partes tienen cinco minutos para que en la misma audiencia expresen oralmente sus alegatos, pudiendo presentarlos por escrito en el término de cuarentaiocho horas. Artículo 215- Dictamen Fiscal Recibidos los alegatos presentados por escrito dentro del término establecido en el artículo anterior, el Juez remitirá los autos al Fiscal para que emita dictamen en el término de cuarentaiocho horas. Devueltos los autos, el Juez, en igual término, expide sentencia pronunciándose sobre todos los puntos controvertidos. Artículo 216- Medidas Cautelares Las medidas cautelares a favor del niño o adolescente se rigen por lo dispuesto en el presente Código y en el Título Cuarto de la Sección Quinta del Libro Primero del Código Procesal Civil. Tratándose de alimentos, tenencia y custodia, régimen de visitas, tutela y curatela; procede dictar medida temporal sobre el fondo atendiendo preferentemente al interés superior del niño o adolescente. Artículo 217- Medidas de Protección En resolución debidamente fundamentada, el Juez dicta las medidas necesarias para proteger el derecho del niño o adolescente. El Juez adopta las medidas necesarias para el cese inmediato de actos que produzcan violencia física o psicológica, intimidación o persecución al niño o adolescente. El Juez está facultado en estos casos incluso para disponer el allanamiento del domicilio. Artículo 218- Apelación La resolución que declara inadmisible o improcedente la demanda y la sentencia, es apelable con efecto suspensivo dentro de los tres días de notificada. Las decisiones adoptadas por el Juez durante la audiencia son apelables sin efecto suspensivo y tienen la calidad de diferidas.


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Artículo 219- Trámite de la apelación con efecto suspensivo Concedida la apelación, el auxiliar jurisdiccional, bajo responsabilidad, envía el expediente a la Sala de Familia dentro del segundo día de concedida la apelación. Recibidos los autos, la Sala los remite en el día al Fiscal para que emita dictamen en el plazo de cuarentaiocho horas y señala, dentro de los cinco días siguientes, la fecha para la vista de la causa. Sólo excepcionalmente las partes pueden alegar hechos nuevos, ocurridos después del postulatorio. La Sala de Familia resuelve dentro de los tres días siguientes a la vista de la causa. Artículo 220- Apercibimientos Para el debido cumplimiento de sus resoluciones, el Juez puede imponer los siguientes apercibimientos:

1. Multa compulsiva y progresiva, de hasta cinco unidades de referencia procesal a la parte, autoridad, funcionario o persona.

2. Allanamiento del lugar.

3. Detención hasta por veinticuatro horas a quienes se resistan a su mandato, sin perjuicio de la acción penal a que hubiere lugar.

El Juez puede aplicar cualquiera de estas sanciones en forma sucesiva, individual o conjunta, sin perjuicio del cumplimiento del mandato. Artículo 221- Regulación supletoria Todas las cuestiones vinculadas a los procesos en materias de contenido civil en las que intervengan niños y adolescentes contempladas en el presente Código, se rigen supletoriamente por lo dispuesto en el Código Civil y en el Código Procesal Civil. Artículo 222- Defensa de los intereses difusos Las acciones para la defensa de los intereses difusos de los niños y adolescentes, se tramitan por las reglas establecidas en el presente capítulo. Pueden ejercer tales acciones los padres, responsables, Ministerio Público, defensor público, colegios profesionales, instituciones educativas, municipios, gobiernos regionales y las asociaciones que tengan por fin la protección de aquellos.

TÍTULO III


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INVESTIGACIÓN ESPECIAL Y DECLARACIÓN JUDICIAL DE ESTADO DE

DESPROTECCIÓN FAMILIAR

Artículo 223- Estado de Desprotección Familiar Es la situación producida por la carencia o incumplimiento de los deberes de los padres, responsables, familia ampliada o referente familiar, en perjuicio de un niño o adolescente, exponiéndoseles a una situación de riesgo y vulnerabilidad. Artículo 224- Objetivo La investigación especial es un procedimiento que tiene por objeto verificar la situación de desprotección familiar en que se encuentra un niño o adolescente, con la finalidad de aplicar las medidas de protección, que deberán orientarse a restituir los derechos vulnerados, especialmente el de vivir y desarrollarse en el seno de una familia. Artículo 225- Instancias competentes El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables es competente para conocer la investigación especial, en el ámbito administrativo. El Juez Especializado declara el Estado de Desprotección Familiar. Artículo 226- Plazos en la Investigación Especial Los plazos máximos aplicables al Procedimiento de Investigación Especial, son los siguientes:

1. Se resuelve la apertura de la Investigación Especial en el plazo de quince días.

2. Conocido el caso, la autoridad administrativa apertura la investigación especial y dicta en el mismo acto la medida de protección.

3. En un plazo no mayor a noventa, días se realizan las diligencias necesarias para verificar la situación de desprotección en que se encuentra un niño o adolescente, así como las alternativas para su atención.

4. Actuadas las diligencias, en un plazo no mayor de diez días, la autoridad administrativa resolverá la situación de desprotección familiar, reinsertando al niño o adolescente en su hogar o derivando el expediente al Poder Judicial.

5. Recibido el expediente, el Juez, en el término del tercer día, lo remite al Fiscal, para que dentro del plazo del tercer día emita dictamen, hecho lo cual lo devuelve inmediatamente el expediente al Juez.

6. El plazo para interposición de recursos administrativos es de tres días.


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Los plazos de actuación de diligencias pueden ser prorrogados hasta por la mitad del plazo establecido, en los casos referidos a niños y adolescentes cuyo origen corresponda a otras circunscripciones territoriales o se desconozca su ciudad de origen. Artículo 227- Inicio de la Investigación Especial Procede iniciar Investigación Especial a favor de niños o adolescentes por presunto estado de desprotección familiar, en los siguientes casos:

1. Haber sido dejado en total desprotección.

2. Carecer en forma definitiva del cuidado personal de su crianza, educación o salud.

3. Ser objeto de maltratos graves o reiterados.

4. Permanecer en instituciones hospitalarias u otras instituciones de cuidado por un periodo mayor al requerido para su atención.

5. Cuando los padres o tutores soliciten a la autoridad competente que sea entregado con fines de adopción.

6. Ser explotado en cualquier forma o utilizado en actividades contrarias a la ley o a las buenas costumbres o ser entregado para tales fines.

No procede iniciar la investigación especial por carencia de recursos materiales ni por mala conducta de niños o adolescentes. El niño o adolescente tienen derecho a ser asistidos por un abogado. Artículo 228- Sujetos Legitimados para promover la Investigación Especial Pueden solicitar la investigación especial:

1. El padre, la madre o los responsables, en el caso del inciso 5.

2. El Ministerio Público.

3. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

4. Los establecimientos de salud y educación, sean públicos o privados.

5. Los programas y servicios especializados en niñez o adolescencia.

6. La Policía Nacional del Perú.

7. Toda persona natural o jurídica que presuma o conozca de la violación de los derechos de los niños y adolescentes.

Artículo 229- Diligencias Recibida la solicitud, se dispone la actuación de los medios probatorios que permitan verificar:

1. El estado de salud físico y psicológico.

2. La identidad.


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3. La matrícula escolar y la asistencia continúa a su centro de estudios.

4. La situación de la familia y su funcionalidad.

5. La identificación de elementos protectores y los indicadores de riesgo para la vigencia de derechos.

6. Los demás hechos que resulten pertinentes. Concluidas las diligencias, la instancia competente puede disponer la admisión de la denuncia o el archivamiento de la misma. Artículo 230- Medidas urgentes de protección En cualquier estado del procedimiento, cuando existan indicios de amenaza o vulneración de derechos del niño o adolescente, bajo los criterios de necesidad, racionalidad y oportunidad se aplica una o más de las siguientes medidas de protección: 1. Permanencia del niño o adolescente con sus padres o responsables bajo orientación,

apoyo y seguimiento del equipo multidisciplinario. Mediante esta medida se dispone que el niño o adolescente permanezca en su propio hogar, cuando los hechos que configuran la presunta situación de desprotección no revistan gravedad ni pongan en riesgo su integridad física y psicológica. Para disponer esta medida, previamente se evalúa al padre, a la madre o a quien esté a cargo del hogar del niño o adolescente, a fin de verificar que ellos garanticen el ejercicio de derechos de los titulares de la medida.

2. Acogimiento en familia ampliada. Mediante esta medida se dispone el acogimiento del niño o adolescente en su familia ampliada, sustituyendo temporalmente su núcleo familiar. El Acogimiento Familiar tendrá lugar únicamente en familias residentes en el Perú y de preferencia en familias de su propia comunidad.

3. Acogimiento en familia no consanguínea. En este caso el niño o adolescente es acogido por referentes familiares u otras personas idóneas que, sin tener parentesco alguno, constituyen un entorno positivo y apropiado para la protección del titular de la medida. El Acogimiento Familiar tendrá lugar únicamente en familias residentes en el Perú, salvo en los casos de procedimiento administrativo de adopción de niños o adolescentes declarados en estado de abandono.

4. Atención integral en un Centro de Atención Residencial (CAR).


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En aquellos casos en que no sea posible dictar cualquier otra medida de protección, se dispondrá como última opción el ingreso del niño o adolescente en un Centro de Atención Residencial debidamente acreditado.

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables regula el desarrollo y aplicación de estas medidas. Artículo 231- Medida de protección definitiva Concluido el proceso y declarado el estado de desprotección, y en el caso que el niño o adolescente no tuviere familia o no hubiere prosperado la aplicación de las medidas de protección, pueden ser incorporado a una familia mediante la adopción como medida de protección definitiva. Artículo 232- Variación de las medidas de protección temporal Las medidas de protección temporal pueden ser sustituidas, modificadas o revocadas de oficio o cuando lo solicite el niño o adolescente, el abogado defensor o cualquiera de los sujetos legitimados para promover la investigación especial, si las circunstancias que las causaron variaran o cesaran. Artículo 233- Obligación de informar Los responsables de los establecimientos de asistencia social o de salud, públicos o privados, informan en un plazo máximo de setentaidós (72) horas de conocido el hecho al órgano competente de las investigaciones especiales del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, sobre los niños o adolescentes a su cargo en presunto estado de desprotección familiar y de ser el caso, los pone a disposición. Artículo 234- Aplicación de principios Sin perjuicio de los principios establecidos en el presente Código y en los principios generales previstos en el artículo IV del Título Preliminar de la Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, se prioriza la aplicación de los principios de impulso de oficio, simplicidad, celeridad y gratuidad. Artículo 235- Conclusión de la Investigación Especial Realizadas las diligencias dispuestas, la autoridad puede:

1. Declarar concluida la investigación especial ordenando la reinserción familiar, dejando sin efecto las medidas de protección que se hubiesen dictado.

2. Derivar el expediente al Poder Judicial con el respectivo informe final, proponiendo la declaración del estado de desprotección familiar.


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La investigación especial concluye anticipadamente, cuando durante el procedimiento él o la adolescente cumple la mayoría de edad o por otras causas sobrevinientes durante de la investigación que hicieran imposible su continuación. Artículo 236- Recursos Administrativos Contra los actos resolutorios del procedimiento administrativo de Investigación Especial, son oponibles los recursos establecidos en la ley del procedimiento administrativo general. Artículo 237- Declaración Judicial de Desprotección Familiar Recibido el expediente administrativo de Investigación Especial, el Juez especializado evaluará lo actuado, pudiendo: 1. Disponer excepcionalmente la ampliación de la investigación especial, en cuyo caso

devolverá el expediente al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, dentro del plazo de setenta y dos horas a fin de que realice las diligencias dispuestas. Efectuadas éstas, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables remite el expediente al Juzgado.

2. Declarar el estado de desprotección familiar, precisando las medidas de protección a aplicar a favor del niño o adolescente. En caso que el niño o adolescente no cuente con familia se deberá declarar la adoptabilidad.

3. Denegar el estado de desprotección familiar, en cuyo caso devolverá el expediente al Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables disponiendo que la instancia administrativa realice la reinserción del niño o adolescente a su familia.

Con el pronunciamiento sobre el estado de desprotección familiar, el expediente administrativo debe ser devuelto al órgano competente de la investigación especial para su archivamiento. Artículo 238- Apelación de la Declaración Judicial de Desprotección Familiar La resolución que declara al niño o adolescente en estado de Desprotección Familiar puede ser apelada en el término de tres días. Artículo 239- Denuncia Si en cualquier etapa de la investigación especial o la etapa judicial se advierten indicios de la comisión de un delito en agravio del niño o adolescente, se remite copia de lo actuado al Fiscal Penal. Artículo 240- Familia En la aplicación de las medidas de protección señaladas se prioriza el fortalecimiento de los vínculos familiares y comunitarios. En ningún caso se mantiene a un niño o adolescente en un Centro de Atención Residencial (Car) por situación de pobreza.


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Artículo 241.- Medidas de protección a aplicarse una vez declarado la desprotección familiar.

Declarada la desprotección familiar el Juez deberá aplicar cualquiera de las siguientes medidas de protección:

1. Acogimiento familiar 2. Acogimiento en familia no consanguínea 3. Atención integral en un Centro de Atención Residencial (CAR)

Artículo 242. Duración y finalidad de las medidas de protección Durante la aplicación de las medidas de protección se priorizará el fortalecimiento de los vínculos familiares y comunitarios. El plazo de duración estará sujeto al establecido en el plan de atención individualizado, que no deberá exceder del fijado por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

TITULO IV

DEL ADOLESCENTE EN CONFLICTO CON LA LEY PENAL

CAPÍTULO I


Artículo 243- Ámbito de Aplicación Las disposiciones contenidas en el presente libro se aplican al o la adolescente mayor de catorce y menor de dieciocho años, a quien se le impute responsabilidad como autora o partícipe de un hecho punible tipificado como delito o falta en la ley penal. Artículo 244- Tratamiento a menores de catorce años de edad El niño y adolescente menor de catorce años de edad no es responsable penalmente. En caso infrinja la ley penal y el Fiscal considere necesaria una medida de protección, remite copias de las piezas pertinentes de la investigación al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables para que se le brinde atención y se dicte la medida de protección. La acción de responsabilidad civil se ejerce ante las instancias judiciales competentes. Artículo 245- Presunción de Minoridad


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Cuando exista duda en relación con la edad del o la adolescente y mientras la autoridad competente lo determine, se presume que es menor de 18 años. Con igual criterio se trata al adolescente menor de 14 años. Artículo 246- Aplicación por Excepción Las normas de este Código se aplican aún cuando él o la adolescente obtenga la mayoría de edad durante el proceso o en el cumplimiento de la medida socio-educativa impuesta. Si el Juez Penal se hubiera inhibido por haber establecido la minoridad al momento de los hechos, asume competencia el Juez de Familia así el infractor hubiera alcanzado mayoría de edad.

CAPÍTULO II

PRINCIPIOS RECTORES

Artículo 247- Reconocimiento de Derechos y Garantías Desde la investigación hasta la ejecución de las medidas socio-educativas, al y a la adolescente se le reconocen los derechos y garantías que protegen a toda persona, así como los específicos que le alcanzan por su condición de persona en desarrollo. Artículo 248- Principio de Legalidad Ningún adolescente es procesado o declarado responsable por un acto no previsto como delito o falta en el Código Penal o en una ley penal especial vigente al momento de su comisión ni sometido a una medida socio-educativa que no se encuentre establecida en el presente Código. Artículo 249- Principio de Confidencialidad Son confidenciales los datos sobre los hechos cometidos por el o la adolescente sometida a proceso, respetándose en todo momento su derecho a la imagen e identidad, así como el de los miembros de su familia. En ningún caso el o la adolescente investigada puede ser identificada, presentada o expuesto ante los medios de comunicación o personas ajenas al proceso. Cuando el o la adolescente es encontrada culpable, el Estado podrá generar un registro especial donde se consignen sus datos personales, respetando para ello las normas señaladas en la Constitución y en los Tratados Internacionales sobre la materia.


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El proceso es reservado desde la etapa de investigación, sin que para este efecto se restrinja su derecho a la defensa. Las audiencias se realizan en privado. Artículo 250- Principio de Lesividad La aplicación de cualquier medida socio-educativa requiere que durante el proceso, se compruebe que la conducta del o la adolescente ha lesionado o puesto en peligro un bien jurídico tutelado. Artículo 251- Responsabilidad Penal Especial Para la imposición de una medida socioeducativa se requiere determinar la responsabilidad del o la adolescente. Está prohibida toda forma de responsabilidad objetiva. Él o la adolescente responde por su conducta en virtud a una responsabilidad penal especial, en tanto es sujeto de derechos y obligaciones. Artículo 252- Principio de Racionalidad y Proporcionalidad La medida socio-educativa que se imponga tiene que ser racional y proporcional a la infracción cometida. Artículo 253- Principio “Ne bis in idem” Ningún adolescente puede ser procesado ni sancionado más de una vez por un mismo hecho, aunque se modifique la calificación legal o hayan surgido nuevas circunstancias respecto de los hechos. Artículo 254- Principio de Justicia especializada El Sistema de Administración de Justicia está a cargo de órganos especializados desde la etapa prejudicial hasta la de ejecución. Artículo 255- Principio de Inviolabilidad de la Defensa Todo adolescente tiene derecho a ser asistido sin dilaciones desde que es citado o detenido y hasta que cumpla la sanción impuesta, por el abogado defensor de su elección o en su defecto por un defensor público, así como a contar con un tiempo prudencial para preparar su defensa. Ninguna actuación procesal tendrá validez si no está presente su defensa. Artículo 256- Principio de Mínima Intervención y Restricción La privación de libertad del o la adolescente sólo se aplica como último recurso y por el plazo más breve posible y se cumple en un ambiente separado de los adultos. El Estado garantiza la seguridad e integridad del adolescente internado. El internamiento preventivo o la internación de los adolescentes se cumple en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación más cercano a su lugar de residencia habitual.


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Artículo 257- Interpretación y Aplicación Las normas del presente libro se deben interpretar y aplicar en armonía con sus principios rectores, los Principios Generales del Derecho Penal, del Derecho Procesal Penal, la doctrina, la Convención sobre los Derechos del Niño y la normativa internacional sobre la materia.

CAPÍTULO III

SUJETOS PROCESALES Artículo 258- El adolescente en conflicto con la ley penal Él o la adolescente a quien se atribuya la comisión o participación en una infracción a la ley penal tipificada como delito o falta, tiene derecho desde el inicio de la investigación a ser representado y oído en el ejercicio de su defensa, proponer pruebas e interponer recursos, así como a una decisión motivada, sin perjuicio de los demás derechos reconocidos en el presente Código. La declaración del o la adolescente se recibe en presencia del Fiscal, de su abogado defensor y de sus padres o responsables si son habidos. Artículo 259- Derechos del o la adolescente Todo adolescente tiene derecho a:

1. Ser informado sobre los principios, garantías y derechos que le asisten.

2. Ser comunicado en forma inmediata, detallada, comprensible y por escrito de la imputación formulada en su contra.

3. No ser obligado o inducido a declarar o reconocer culpabilidad contra sí mismo, contra su cónyuge, conviviente o sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

4. Ser informado antes de que se inicie la primera declaración, de su derecho a abstenerse de declarar y de que su silencio no podrá ser valorado en su contra.

5. Ser asistido en todas las declaraciones por un abogado defensor, cuya actuación no podrá ser suplida por la de los padres, responsables, peritos u otros.

6. Contar con la asistencia de un intérprete cuando lo solicite o la situación lo amerite. Durante todas las etapas del proceso y con arreglo a lo regulado en el presente Código, el o la adolescente tiene derecho a declarar y a ampliar sus declaraciones previamente prestadas, a fin de ejercer su defensa y responder a los cargos formulados en su contra. Las ampliaciones


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de declaraciones proceden siempre que no se adviertan como parte de maniobras dilatorias del proceso. Artículo 260- Los padres o responsables Los padres o responsables del o la adolescente pueden intervenir en el proceso como coadyuvantes en la defensa, salvo que estos hubieren participado en los hechos o las circunstancias aconsejen lo contrario. Artículo 261- El abogado defensor Desde el momento de la detención, el inicio de la investigación y a lo largo de todo el proceso, el o la adolescente es asistida por un abogado de su libre elección.

La Defensoría Pública a cargo del Ministerio de Justicia, brinda defensa gratuita a todo adolescente que no pueda designar uno de su elección. La autodefensa no sustituye la defensa técnica que formule el abogado, así como la presencia y actuación del defensor no puede ser suplida por la de los padres o responsables, peritos u otros profesionales. El defensor público tiene acceso al expediente, sin más limitación que la prevista en la ley. Podrá interponer los medios de defensa que considere necesarios. Artículo 262- La víctima Se considera víctima a todo aquel que resulte directamente ofendido por la infracción o perjudicado por las consecuencias de la misma. El Estado pondrá especial atención en asegurar un buen trato, el respeto a sus derechos y la reparación del daño directa o indirectamente ocasionado. El agraviado y el actor civil se regirán por las disposiciones del ordenamiento procesal penal. En su intervención no podrán referirse a la situación psicológica y socio familiar del o la adolescente. De advertirse que niños y adolescentes víctimas se encuentran en situación de presunto estado de desprotección familiar, el Fiscal de Familia procede a solicitar la investigación especial correspondiente. Artículo 263- La víctima menor de edad La declaración del niño o adolescente victima de infracción penal, se presta de manera reservada, preservándose su identidad, en presencia del Fiscal de Familia, del abogado defensor y de sus padres o responsables, siempre que éstos últimos sean habidos y no sean los denunciados.


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Esta declaración se practica bajo la técnica de la entrevista única, registrada obligatoriamente por medio audiovisual, la que tendrá la calidad de prueba anticipada. Quedan proscritas las confrontaciones con el presunto agresor, salvo cuando la víctima sea mayor de catorce años y así lo solicite. Se prohíbe la reconstrucción de los hechos con presencia de la víctima. Si el presunto autor perteneciera a su entorno familiar, el fiscal dicta las medidas de protección y si se tratara de su padre o madre, promueve la suspensión del ejercicio de la Patria Potestad y de ser el caso, solicita como medida excepcional el internamiento de la víctima menor de edad en un centro de atención residencial y el impedimento de visitas al inculpado o procesado. La libertad de quien es procesado o condenado como agresor del niño o adolescente, provisional o definitiva, así como la sentencia absolutoria del mismo, debe ser comunicada de forma obligatoria a la víctima y sus familiares.

Artículo 264- Del Fiscal El Fiscal de Familia es el titular del ejercicio de la acción penal y sus actuaciones se rigen por los principios de legalidad y objetividad. Para tal efecto, el Ministerio Público cuenta con fiscales especializados en la materia. El Fiscal orienta sus acciones a la desjudicialización de los casos, propone la remisión y promueve las alternativas de solución que la ley autoriza, considerando el acuerdo de las partes, la reparación del daño y el interés superior del adolescente. Para el ejercicio de sus funciones, el Fiscal considerará el efecto que su decisión puede tener en la vida futura del adolescente. Artículo 265- Policía Nacional Especializada en Familia La Policía Especializada cumple las siguientes funciones:

1. Bajo la conducción del Fiscal, realiza las diligencias previstas en el artículo 68º del Código Procesal Penal.

2. Hace de conocimiento del o la adolescente de manera comprensible e inmediata y por escrito, los cargos formulados en su contra y los derechos que le asisten, consignándose día y hora de este acto.

3. Verifica el domicilio del o la adolescente y notifica inmediatamente a los padres o responsables del inicio de la investigación.

4. Emite un informe conteniendo el resumen de las diligencias realizadas, absteniéndose de calificar o tipificar los hechos materia de la investigación.

5. Garantiza los derechos del y la adolescente en todos los procedimientos policiales.


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CAPÍTULO IV

MEDIDAS RESTRICTIVAS DE DERECHOS

Artículo 266- Medidas restrictivas de derechos El Juez, a pedido del Fiscal de Familia o de oficio, puede restringir la libertad personal del o la adolescente imputada aplicando una de las siguientes medidas: 1. Detención. 2. Internamiento preventivo. 3. Comparecencia. 4. Comparecencia restringida. Artículo 267- La detención El o la adolescente sólo podrá ser detenido por mandato judicial o en flagrante infracción, en cuyo caso será conducido a la Sección Especializada en Familia de la Dependencia Policial. En ningún caso deberá compartir ambientes con adultos detenidos. Los adolescentes serán ubicados en ambientes separados. El o la adolescente tiene derecho a recibir un buen trato; a que la policía le informe en forma verbal, de manera comprensible y le notifique por escrito respecto a las causas de su detención y de los hechos que se le imputan; y a que se comunique la detención a sus padres o responsables si son habidos, al Fiscal de Familia, y al Defensor Público. Si la detención fuera ilegal o arbitraria, el Fiscal debe disponer su inmediata libertad. El Fiscal puede ordenar el examen médico legal del o la adolescente a efecto de determinar la existencia de posibles lesiones al momento de su detención, además de otras pericias que considere necesarias. El plazo máximo de detención es de veinticuatro horas. Artículo 268- Internamiento preventivo El internamiento preventivo, debidamente motivado, es excepcional y sólo puede decretarse cuando concurran los siguientes presupuestos:

1. Flagrante infracción o fundados elementos de convicción para estimar razonablemente la comisión de un acto infractor que vinculen al o a la adolescente como autor o partícipe del mismo.


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2. Temor fundado de que el o la adolescente eluda el proceso u obstaculice la averiguación de la verdad. Para determinar la existencia de estos supuestos se atenderán las reglas de los artículos 269° y 270° del Código Procesal Penal.

El Juez tiene en cuenta la gravedad de la infracción y si hubiese mediado violencia o grave amenaza contra la víctima. Artículo 269- Plazo máximo del internamiento preventivo La internación preventiva puede prolongarse hasta un máximo de cuatro meses, prorrogables de manera excepcional a solicitud del Ministerio Público y dada la complejidad del caso, hasta por treinta días. Vencido dicho plazo el Juez puede imponer comparecencia con restricciones. La legalidad y la permanencia de los motivos que fundamentaron el internamiento preventivo serán revisadas cada dos meses. Artículo 270- Condiciones del internamiento preventivo Durante el internamiento preventivo él o la adolescente es evaluada por el Equipo Multidisciplinario, que informa al Juez del tratamiento que recibirá. El o la adolescente sujeto a esta medida es ubicada en un ambiente separado de los adolescentes sentenciados. En el caso de las adolescentes, éstas serán ubicadas en ambientes separados a los adolescentes. Las instalaciones para las adolescentes deberán contar con personal especialmente capacitado para atender sus necesidades especiales. Artículo 271- Comparecencia El Juez puede confiar la custodia del o la adolescente a sus padres o responsables, cuando no concurran los requisitos del internamiento preventivo. Los padres o responsables se comprometen a presentarlo las veces que sea citado, así como a que continúe estudios en un centro educativo o de formación laboral. Artículo 272- Comparecencia con restricciones El Juez al dictar la comparecencia, exhorta al o la adolescente al cumplimiento de los deberes que le impone el presente Código y además puede imponer las siguientes restricciones:

1. Someterse al cuidado y vigilancia de una persona o institución determinada.

2. No ausentarse de la localidad en que reside, no concurrir a determinados lugares o presentarse al Juzgado en las fechas que se señalen.


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3. No comunicarse con determinadas personas - siempre que no se afecte su derecho a la defensa - y abandonar el trato con aquellas que constituyan influencia negativa.

4. No cambiar de domicilio sin previo conocimiento del juez de la causa.

5. Seguir el tratamiento correspondiente en caso de presentar adicción a sustancias psicoactivas, tóxicas o estupefacientes.

Si el o la adolescente, injustificadamente, no cumpliese con las restricciones impuestas, se varía la medida por la de internación preventiva, previo requerimiento realizado por el Juzgado. Artículo 273- Reglas de Conducta Durante la investigación o el cumplimiento de la medida socio-educativa, al o la adolescente se le puede imponer una o algunas de las siguientes Reglas de Conducta: 1. Señalar un domicilio y no cambiarlo sin conocimiento del Fiscal o del Juez , según

corresponda. 2. Matricularse en un centro educativo u otro de enseñanza profesional o técnica. 3. Asistir a programas de tipo formativo, cultural, educativo y de prevención y promoción de

la salud. 4. Comparecer al juzgado cada treinta días para informar de sus actividades. 5. Abstenerse de ingerir bebidas alcohólicas o de consumir estupefacientes o tóxicos que

produzcan adicción o hábito. 6. No acercarse a la víctima o agraviado. 7. Cualquier otra medida que señale el Fiscal o el Juez, siempre que no atente contra su

dignidad. Artículo 274- Apelación La resolución judicial que dicta la comparecencia puede ser apelada en el plazo de tres días por él o la adolescente, sus padres o responsables, su defensor o el Ministerio Público. La apelación se concede sin efecto suspensivo, remitiéndose el cuaderno a la Sala de Familia dentro de las veinticuatro horas de concedido el recurso. La Sala resuelve dentro de los tres días de recibido el expediente, sin necesidad de dictamen fiscal.


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CAPÍTULO V

EL PROCESO PENAL

SECCIÓN I


Artículo 275- Objetivo del proceso El proceso penal juvenil tiene como objetivo establecer la existencia del hecho punible, determinar a su autor o partícipe e imponer, cuando corresponda, la respectiva medida socioeducativa y la reparación civil. Además, tiene el propósito de promover la reinserción del o la adolescente en su familia y en la sociedad. Las actuaciones realizadas en cualquier etapa del proceso no deberán repetirse, salvo resolución fundamentada. Artículo 276- La acción penal juvenil El titular del ejercicio de la acción penal juvenil es el Ministerio Público, quien la inicia de oficio, a instancia del agraviado o de cualquier persona que denuncie la comisión de una infracción a la ley penal. Tratándose de infracciones a la ley penal perseguibles por acción privada, él o la ofendida ejerce la acción directamente o a través de su representante legal ante el Juez de Familia.

SECCIÓN II

LA INVESTIGACIÓN FISCAL Artículo 277- Finalidad de la investigación La investigación tiene por finalidad que se practiquen los actos destinados a determinar la comisión del hecho y la responsabilidad del o la adolescente, así como su situación personal y socio-familiar, el motivo y las circunstancias de la infracción y la magnitud del daño causado. El Fiscal es el encargado de dirigir la investigación, la cual es reservada. Al Juez le compete el control y supervisión del desarrollo de la misma. Artículo 278- La investigación preliminar


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El plazo para los actos iniciales de investigación fiscal es de veinte días, salvo que se produzca la detención del o la adolescente. A requerimiento fiscal, el plazo puede prorrogarse por diez días, mediante resolución motivada del Juez.

El Equipo Multidisciplinario emite un informe sobre la situación socio familiar del adolescente. Artículo 279- Calificación Si el Fiscal al calificar la denuncia o después de haber realizado o dispuesto realizar diligencias preliminares considera que el hecho denunciado no constituye delito, no es justiciable penalmente o se presentan causas de extinción previstas en la ley, declara que no procede formalizar investigación preparatoria y ordena el archivo de lo actuado. Esta disposición se notifica al o la adolescente, al agraviado y, si fuere el caso, al denunciante. Artículo 280- La investigación preparatoria Cuando el Fiscal considere que los hechos investigados constituyen infracción penal, continúa con la etapa de investigación preparatoria, la que tiene por finalidad reunir los elementos de convicción, de cargo y descargo, que le permitan formular acusación, si fuere el caso y preparar la defensa del o la adolescente. El plazo de la investigación preparatoria es de sesenta días naturales improrrogables, comprendiendo el plazo de la investigación preliminar. Artículo 281- Terminación anticipada Durante la investigación preparatoria, a iniciativa del Fiscal o del o la adolescente, el Juez dispondrá la celebración de una audiencia de terminación anticipada. Su celebración no impide la continuación de la investigación. El Fiscal y el o la adolescente podrán presentar una solicitud conjunta y un Acuerdo Provisional sobre la medida socio-educativa y la reparación.

La audiencia de terminación anticipada se instalará con la asistencia obligatoria del Fiscal, del o la adolescente y su abogado defensor. También asistirán obligatoriamente sus padres o responsables si son habidos. Acto seguido, el Fiscal presentará los cargos que como consecuencia de la Investigación Preparatoria surjan contra el o la adolescente y éste tendrá la oportunidad de aceptarlos, en todo o en parte, o rechazarlos. El Juez deberá explicar al o la adolescente los alcances y consecuencias del acuerdo. A continuación, el o la adolescente se pronunciará al respecto. El Juez instará a las partes, como consecuencia del debate, a que lleguen a un acuerdo, pudiendo suspender la audiencia por breve término, pero deberá continuar el mismo día.

Si el Fiscal y el o la adolescente llegan a un acuerdo acerca de las circunstancias del hecho, de la medida socio-educativa y la reparación, así lo declararán ante el Juez debiéndose consignar expresamente en el acta respectiva. El Juez dictará sentencia anticipada dentro de las cuarenta y ocho horas de realizada la audiencia.


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La decisión judicial aprobatoria del acuerdo puede ser apelada por los demás sujetos procesales.

El o la adolescente que se acoja a este proceso recibirá un beneficio de reducción de la medida socio-educativa de una sexta parte.

SECCIÓN III

LA INVESTIGACIÓN FISCAL

Artículo 282- Disposición Fiscal Concluidas las diligencias que el Fiscal de Familia considere necesarias o vencido el plazo de la investigación preparatoria, dentro de los cinco días siguientes emitirá disposición en la que podrá:

1. Formular acusación.

2. Solicitar el sobreseimiento total o parcial.

3. Solicitar la terminación anticipada del proceso.

4. Conceder la remisión. Artículo 283- Sobreseimiento El sobreseimiento procede cuando:

1. El hecho objeto de la causa no se realizó o no puede atribuírsele al infractor.

2. El hecho imputado no es típico o concurre una causa de justificación, de inculpabilidad o de no punibilidad.

3. No exista razonablemente la posibilidad de incorporar nuevos datos a la investigación y no haya elementos de convicción suficientes para solicitar fundadamente el enjuiciamiento del infractor.

4. La acción penal se ha extinguido. Artículo 284- Control del requerimiento de sobreseimiento


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El Fiscal de Familia remite al Juez el requerimiento de sobreseimiento, acompañando el expediente fiscal. El Juez corre traslado de la solicitud a los demás sujetos procesales por el plazo de cinco días. Dentro del plazo antes señalado, los sujetos procesales pueden formular oposición fundamentada, así como solicitar la realización de actos de investigación adicionales, indicando su objeto y los medios de investigación que consideren procedentes, bajo sanción de inadmisibilidad. Si el Juez de Familia considera admisible la oposición, dispone la realización de una investigación suplementaria en un plazo no superior a diez días y señala las diligencias que el Fiscal Provincial debe realizar. Vencido el plazo del traslado, el Juez de Familia cita al Fiscal y a los demás sujetos procesales para una audiencia preliminar que se instala con los asistentes, a quienes escucha por su orden para debatir los fundamentos del requerimiento fiscal. Artículo 285- Pronunciamiento El Juez de Familia se pronuncia en un plazo máximo de tres días. Si considera fundado el requerimiento fiscal, dicta el auto de sobreseimiento. Si lo considera improcedente, expide un auto fundamentado su desacuerdo y eleva lo actuado al Fiscal Superior de Familia. El Fiscal Superior se pronuncia en el plazo de tres días. Si el Fiscal Superior ratifica el requerimiento de sobreseimiento, el Juez de Familia dicta el auto sin trámite alguno. En caso que el Fiscal Superior no esté de acuerdo con el sobreseimiento, ordena a otro Fiscal de la misma provincia que formule acusación. Artículo 286- Auto de Sobreseimiento El sobreseimiento total o parcial se rige por las reglas del Código Procesal Penal. En el auto que dispone el sobreseimiento de la causa se expresan los datos personales del infractor, la exposición del hecho objeto de la investigación, los fundamentos de hecho y de derecho que lo sustenten y la declaración del sobreseimiento con indicación expresa de sus efectos. Artículo 287- La Remisión La Remisión consiste en la supresión del procedimiento ante la justicia penal juvenil, con la finalidad de mitigar los efectos negativos que la judicialización del caso pudiera causar al o la adolescente a cambio de la obligación del o la adolescente, de asumir la responsabilidad del daño causado, repararlo y someterse a un programa de orientación con un enfoque restaurativo.


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La remisión puede aplicarse durante la investigación preliminar o preparatoria y su otorgamiento no genera antecedentes. Artículo 288- Resolución de Remisión El otorgamiento de las Remisión se realiza mediante una Resolución de Remisión, la cual deberá estar debidamente fundamentada por el Fiscal. Artículo 289- Requisitos de la remisión Para aplicar la Remisión se tendrán en cuenta los siguientes requisitos:

1. Que los hechos no revistan gravedad.

2. Que el o la adolescente y sus padres o responsables presten su consentimiento. Dicho consentimiento deberá basarse en información adecuada y específica sobre la naturaleza, el contenido y la duración de la medida, así como las consecuencias de no cooperar con ella.

3. Que el o la adolescente y sus padres o responsables se obliguen a participar en los programas de orientación. La supervisión está a cargo del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables o de las instituciones autorizadas por éste.

4. Que el o la adolescente se comprometa a reparar el daño causado, como obligación de dar, hacer o no hacer.

5. Que haya opinión favorable del Equipo Multidisciplinario.

Artículo 290- Revocatoria de la Remisión El Fiscal podrá revocar la Remisión a pedido de: 1. El Ministerio de la Mujer y de Poblaciones Vulnerables 2. La víctima Dicha revocatoria se hará mediante un Auto debidamente fundado en el incumplimiento de las obligaciones contraídas según los incisos 3 y 4 del artículo 287° del presente Código. Artículo 291- Contenido mínimo de los programas de orientación Los programas de orientación se fundamentan en un diagnóstico de aptitudes que posibilite orientar el perfil ocupacional del o la adolescente y organizar su proyecto de vida, a efecto de integrarlo a su medio socio familiar. Los programas consideran la situación individual, familiar y social del o la adolescente, su edad, desarrollo y potencialidades; debiendo formularse un plan de intervención que contenga acciones como terapia familiar, actividades culturales o lúdicas, prevención en drogadicción y alcoholismo, así como la realización de actividades educativas, vocacionales y de desarrollo


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de habilidades; a fin de posibilitar su vinculación a una actividad educativa o laboral después de su egreso. Artículo 292- Infractor en Estado de Desprotección Familiar Cuando se aplique la Remisión a un o una adolescente infractor en presunto estado de desprotección familiar, el Fiscal promueve una investigación especial ante el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, incorporándolo a programas de orientación específicos.

SECCIÓN IV

LA ACUSACIÓN

Artículo 293- La Acusación La Acusación Fiscal es motivada, redactada en lenguaje comprensible y contiene:

1. Los datos de identificación del o la adolescente imputada.

2. Su domicilio, si se cuenta con esa información.

3. El nombre de la víctima y del responsable civil, en caso hayan sido identificados.

4. La relación de hechos y sus circunstancias.

5. La indicación y el aporte de los medios de prueba acopiados durante la investigación y los que las partes ofrezcan para su actuación en la audiencia.

6. La calificación penal de la infracción presuntamente cometida, con la mención expresa de la norma sustantiva que tipifique el hecho así como las tipificaciones alternativas o subsidiarias. La reseña de las circunstancias personales y sociales del adolescente.

7. La propuesta de la medida socioeducativa y el plazo de la misma.

8. El monto de la reparación civil.

9. Cualquier otro dato o información que el Ministerio Público considere necesario. La acusación sólo puede referirse a los adolescentes y los hechos comprendidos en la disposición de formalización de Investigación Preparatoria, aunque se efectuara una distinta calificación jurídica. La notificación de la acusación y las decisiones del Juez que corresponden emitirse en la audiencia, se rigen por lo dispuesto en la norma procesal penal.

SECCIÓN V

JUICIO ORAL


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Artículo 294- Auto de enjuiciamiento Resueltas las cuestiones planteadas, el Juez dicta el auto de enjuiciamiento. Dicha resolución es inapelable. El auto de enjuiciamiento debe indicar, bajo sanción de nulidad:

1. El nombre del o la adolescente infractor, del agraviado y de las partes constituidas en la causa. En caso no se haya identificado al agraviado, se consignan sus características físicas y demás datos que puedan contribuir a su identificación.

2. La infracción o infracciones materia de la acusación fiscal con indicación del artículo de la ley penal y, si se hubieran planteado, las tipificaciones alternativas o subsidiarias.

3. Los medios de prueba admitidos.

4. La citación a juicio oral, dentro del plazo de diez días, señalando la sede del juzgamiento y la fecha de su realización así como la indicación de los testigos y peritos que deben concurrir.

El Juez, de oficio o a pedido de parte, se pronuncia sobre la procedencia o la subsistencia de las medidas de coerción o su variación, disponiendo, en su caso, la libertad del infractor. La citación al o la adolescente encausado con domicilio real se hace bajo requerimiento de ser conducido compulsivamente, sin perjuicio de la notificación al domicilio procesal. Artículo 295- La Audiencia La Audiencia se realiza con la presencia del Fiscal, el o la adolescente asistido por un abogado defensor, sus padres o responsables si fueran habidos, el agraviado si hubiese concurrido, los testigos y peritos y los demás que se haya convocado. En caso de inconcurrencia de la defensa del o la adolescente se suspende la audiencia por única vez, bajo apercibimiento de continuar el juzgamiento con la asistencia del defensor público. Luego de instalada la audiencia, el Juez preguntará al o la adolescente si ha comprendido los términos de la acusación que le fuera notificada y en caso respondiera en forma negativa, le explicará brevemente, verificando que el o la adolescente la comprenda. Seguidamente, el Fiscal, el abogado del actor civil, del tercero civil y finalmente el defensor del o la adolescente expondrán sus pretensiones y los medios de prueba que las sustentan. Artículo 296- Conclusión anticipada El Juez pregunta al o la adolescente si admite ser el autor o partícipe de la infracción y si acepta la medida propuesta por el Ministerio Público. Si responde afirmativamente, previa


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intervención de su abogado defensor, se le aplica la conclusión anticipada del proceso, dictándose la sentencia en el acto. Artículo 297- Continuación de la audiencia En caso que el o la adolescente no admita los cargos, se continúa con la audiencia procediendo al examen del acusado, interrogatorio de testigos, careo, examen de peritos, debate pericial, si fuera el caso y los demás medios de prueba admitidos por la legislación procesal penal. Se inicia el interrogatorio por el Fiscal seguido por su abogado defensor y la víctima. Las preguntas deben ser directas, claras, pertinentes y útiles, verificándose que el o la adolescente las comprenda. La audiencia se realiza en sesiones continuadas y en un plazo máximo de veinte días. Artículo 298- Alegato de clausura Concluida la actuación probatoria, corresponde al Fiscal efectuar la exposición final de su acusación y a los abogados de las partes plantear sus alegatos. El adolescente o la tiene derecho a exponer su autodefensa. Artículo 299- Sentencia El juez dicta sentencia en el plazo de dos días de concluida la audiencia, considerando además de las razones fácticas y jurídicas, el informe del equipo multidisciplinario. Evalúa las pruebas legítimamente incorporadas en el juzgamiento, siguiendo las reglas de la sana crítica, los principios de la lógica y la razón, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicos. La sentencia condenatoria debe ser leída en presencia del o la adolescente, sin perjuicio de su notificación escrita en el mismo acto. La sentencia absolutoria puede ser notificada. El recurso de apelación se interpone en la audiencia o dentro del término de tres días. Admitido el recurso, se elevan los autos a la Sala Superior de Familia dentro de las veinticuatro horas. La apelación no suspende la ejecución de la medida socio-educativa dictada. Artículo 300- Trámite ante la Sala Superior de Familia Recibido el expediente, se señala fecha para la vista de la causa la que se realiza en el término de quince días. Dentro de este período se remiten los autos al Fiscal Superior de Familia a efecto que emita dictamen en el término de dos días. En igual plazo, luego de la vista de la causa, la Sala de Familia emite sentencia.


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Contra la sentencia de segunda instancia procede Recurso de Casación, que se interpondrá en el plazo de cinco días. Artículo 301- Acción de Revisión La Acción de Revisión podrá ser promovida de oficio o a instancia de parte, de conformidad con lo previsto en la norma procesal penal. Artículo 302- Registro de Sentencias La Presidencia de la Corte Superior dispondrá se lleve un registro especial, de carácter confidencial, en el que se inscribirá la sentencia condenatoria, consentida o ejecutoriada. Se anotará: 1. Nombre del adolescente, lugar y fecha de nacimiento, domicilio y el nombre de sus

padres. 2. Nombre del agraviado.

3. Acto infractor, fecha de su comisión.

4. Lugar y fecha de la sentencia.

5. La medida impuesta con indicación de su fecha de inicio y vencimiento.

6. Denominación del Juzgado, número del expediente, nombre del Juez y del Especialista Legal.

CAPÍTULO VI

PROCESO ESPECIAL POR ACCIÓN PRIVADA

Artículo 303- La Acción Privada En las infracciones de ejercicio de la acción penal privada, la denuncia se presenta ante el Juez. El Juez practica el control de admisibilidad conforme a las normas previstas en el ordenamiento procesal para delitos de esta naturaleza. Admitida la denuncia, se corre traslado al o la adolescente denunciada por el plazo de cinco días para que conteste y ofrezca la prueba que corresponda. Vencido el plazo, producida o no la contestación, se dicta el auto de citación a juicio en el plazo previsto en el presente Código. Artículo 304- La Audiencia Instalada la Audiencia, el Juez escucha a las partes. De ser posible la conciliación, el Juez vela porque se dé un acuerdo reparatorio que puede comprender obligaciones de dar, hacer o no hacer.


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De no haber conciliación, se continúa con la audiencia siguiendo las reglas del juicio establecidas en el presente Código en lo que sea pertinente. La sentencia se expide dentro del plazo de cuarentaiocho horas. Contra esta procede recurso de apelación.

CAPÍTULO VII

MEDIDAS SOCIO- EDUCATIVAS Artículo 305- Finalidad de las medidas socio-educativas Las medidas socio-educativas tienen por finalidad primordial educar y socializar al o la adolescente en conflicto con la ley penal y fortalecer su respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales. El Juez, con el apoyo de instituciones públicas o privadas y de la familia del o la adolescente, vela por su integración social a efecto que se incorpore a programas educativos o laborales en su comunidad. Artículo 306- Criterios para la aplicación de la medida El Juez al determinar la medida socio-educativa debe tener en cuenta:

1. La edad del o la adolescente. y su capacidad de discernir sobre el daño causado.

2. La magnitud del daño causado.

3. El nivel de participación en los hechos.

4. Las circunstancias agravantes o atenuantes de responsabilidad penal.

5. El informe del Equipo Multidisciplinario sobre la situación psicológica, educativa, familiar y sociocultural del adolescente, con especificación de la capacidad del adolescente de discernir sobre el daño causado y la medida socio-educativa más adecuada para el caso.

En toda decisión que adopte el Fiscal o el Juez y que suponga limitación de derechos fundamentales del o la adolescente, se pondera la opinión del Equipo Multidisciplinario sobre los aspectos que representen una oportunidad para garantizar la resocialización del adolescente y su desarrollo integral como persona. Artículo 307- Medidas socioeducativas El Juez puede aplicar las siguientes medidas socio-educativas:

1. Amonestación.

2. Libertad asistida.


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3. Prestación de servicios a la comunidad.

4. Internación. Artículo 308- Amonestación Consiste en la recriminación al o la adolescente a fin de que comprenda las razones que hacen inaceptable su comportamiento, exhortándolo a que lo corrija en lo sucesivo. La medida se aplica cuando el hecho punible no reviste gravedad y el o la adolescente colabora con la administración de justicia, y haya reparado el daño. El Juez debe advertir a los padres, tutores o responsables sobre la Patria Potestad, comprometiéndolos para que coadyuven con la corrección de la conducta del o la adolescente y ejerzan mayor control sobre ella. Artículo 309- Libertad asistida La Libertad Asistida consiste en la designación por parte del Servicio de Orientación al Adolescente o de una institución pública o privada autorizada, de un tutor para la orientación, supervisión y promoción del adolescente y su familia, debiendo presentar informes periódicos. Esta medida se aplicará por el término máximo de ocho meses. Artículo 310- Libertad restringida La Libertad Restringida consiste en la asistencia y participación diaria y obligatoria del adolescente en el Servicio de Orientación al Adolescente o de una institución pública o privada autorizada, a fin de sujetarse al Programa de Libertad Restringida, tendente a su orientación, educación y reinserción. Se aplica por un término máximo de doce meses. Artículo 311- Prestación de Servicios a la Comunidad Tiene por objeto generar un vínculo de pertenencia y responsabilidad del o la adolescente con su comunidad y consiste en la realización de tareas no remuneradas acordes a su aptitud, sin perjudicar su salud, educación o trabajo. Para su aplicación, el Juez debe tener en cuenta que la medida tenga un interés social y esté relacionada, en lo posible, con la naturaleza del daño causado. La ejecución está a cargo de los gobiernos locales, debiendo presentar informes al Juez cada dos meses o cuando sea necesario, respecto al desarrollo evolutivo del o la adolescente, inscribiéndola en el Sistema Integral de Salud en caso lo requiera. La supervisión del cumplimiento de la medida corresponde a la Gerencia de los Centros Juveniles. La prestación de servicios a la comunidad se cumplirá en jornadas de seis horas semanales, no remuneradas y se aplica por un término no menor de ocho ni mayor de treintaiséis jornadas.


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Artículo 312- Internación Es una medida privativa de la libertad que se aplica como último recurso por el período mínimo necesario, el cual no podrá ser menor de nueve meses. Esta se impone cuando se trate de un hecho punible grave y doloso, que se hubiera cometido contra la persona o con grave riesgo para la vida o la integridad física de la misma, así como tratándose de las infracciones a la ley penal previstas en los incisos 1 y 2 del artículo 321º de este Código. La medida de internación no podrá exceder de tres años cuando el o la adolescente tuviera entre catorce y dieciséis años de edad cumplidos o de cinco año, si tuviere más de dieciséis años de edad. La medida se ejecuta mediante un plan individual, en el que se tendrá en cuenta sus condiciones personales, garantizándose la continuidad de sus estudios o su reinserción al sistema educativo, de ser el caso; así como su participación en programas orientados al desarrollo personal y a la preparación para la vida laboral del adolescente. Durante la internación, el Equipo Multidisciplinario informa al Juez cada seis meses o cuando este lo requiera, sobre el desarrollo del plan a que está sometido el o la adolescente a efecto de que se considere la variación de la medida así como la aplicación de la semi-libertad, cuando sean solicitadas. Artículo 313- Condiciones de la internación La Internación es cumplida en centros exclusivos para adolescentes, quienes son situados según la edad, sexo y gravedad de la infracción, tomándose en cuenta el informe preliminar del equipo multidisciplinario del Centro Juvenil. La Internación se ejecuta en el Centro Juvenil más próximo al lugar del entorno familiar y social del o la adolescente. El Juez puede autorizar su traslado sólo por razones humanitarias, de salud o seguridad personal.

Artículo 314- Mantención o variación de la medida de internación para los o las adolecentes que cumplan la mayoría de edad. En el caso que los adolescentes privados de su libertad estén próximos para alcanzar la mayoría de edad, se llevará a cabo una audiencia de revisión antes de que cumplan años, para determinar si es necesario que se mantenga la privación de libertad en su contra, o que se pueda variar la medida impuesta a una no privativa de la libertad. En dicha audiencia el juez deberá oír al Ministerio Público, al o la adolescente que este próxima a alcanzar la mayoría de edad, a su defensa y al equipo multidisciplinario. Para adoptar esta decisión el Juez tomará en cuenta los siguientes criterios:


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1. La peligrosidad del o la adolescente. 2. La duración de la medida que falta por cumplir. 3. El cumplimiento o no de los objetivos del tratamiento. Si se disidiese mantener la medida de privación de libertad, se dispondrá que ésta se cumpla evitando en adelante el contacto con los adolescentes en el centro juvenil. Excepcionalmente, si esto último no fuera posible, se ordenará mantener la privación de la libertad en un centro penitenciario para adultos, dentro de un ambiente especial y separado de la población penal ordinaria, donde deberá continuar el tratamiento individualizado que estuvo recibiendo hasta culminarlo. La resolución que se adopte deberá estar debidamente motivada contemplando todos los puntos desarrollados en la audiencia. Artículo 315- Variación de la medida de internación Cumplida la mitad de la medida de internación y con el informe del Equipo Multidisciplinario que señale que se han alcanzado los fines de la medida socioeducativa impuesta, de oficio o a pedido del defensor del o la adolescente, el Juez convoca a una audiencia con el propósito de evaluar la posibilidad de variar la medida impuesta por una de libertad asistida o de prestación de servicios a la comunidad. Finalizada la audiencia el Juez remite los autos para dictamen fiscal, el que se emite en el plazo de dos días. El Juez en igual plazo expide resolución, contra la que procede recurso de apelación. En caso de incumplimiento injustificado de la nueva medida, el Juez, previo informe de la entidad encargada de su supervisión, convoca a audiencia y puede revocarla precisando el tiempo de la medida primigenia que resta cumplir. Artículo 316- Derechos del adolescente durante la internación Durante el cumplimiento de la internación preventiva y de la medida socio-educativa de internación, son derechos del y la adolescente:

1. Recibir un trato digno.

2. Ser designado por su propio nombre y que se guarde en reserva frente a terceros su condición de interno.

3. Respetar su intimidad e integridad moral, física y psicológica; en tal sentido, queda prohibido aplicar medidas disciplinarias que constituyan castigos corporales, encierro en celda oscura y aislamiento en celda solitaria.


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4. Ocupar establecimientos que satisfagan las exigencias de seguridad, higiene y salud.

5. Recibir educación formal y formación técnica calificada desde su ingreso.

6. Ser incorporado a un plan de tratamiento individualizado.

7. Participar de las actividades recreativas y culturales programadas por el Centro.

8. Profesar y practicar su religión si la tuviera.

9. Recibir atención médica y psicológica general y especializada, cuando lo requiera.

10. Tener contacto con su familia a través de visitas personales y por cualquier medio de comunicación, dos veces a la semana como mínimo. Sus padres o responsables son informados sobre su situación y evolución así como sobre los derechos y obligaciones que a ellos les corresponde.

11. Comunicarse en forma reservada con su abogado y entrevistarse con el juez y el fiscal.

12. Tener acceso a información de los medios de comunicación social.

13. Recibir, cuando sea externado, los documentos personales necesarios para su desenvolvimiento en la sociedad, incluyendo los certificados de estudios o de formación ocupacional.

14. Conocer e impugnar las medidas disciplinarias adoptadas por las autoridades del centro juvenil, según el procedimiento administrativo previo establecido por la entidad competente.

15. Ser informado del fallecimiento, grave enfermedad o accidente de sus padres o responsables, hijos, hermanos, cónyuge o conviviente, dándosele la oportunidad de asistir al funeral, al centro asistencial o lugar donde ellos se encuentren.

16. Recibir información sobre el beneficio de la semi-libertad y de la variación de la medida de internación.

17. Contar con prendas de vestir en buen estado, que no porten distintivos que los estigmaticen.

18. Formular peticiones y quejas en defensa de sus derechos ante la dirección del Centro Juvenil, la Fiscalía, el Juzgado o la Defensoría del Pueblo o ante quien considere pertinente.

19. Tratándose de las adolescentes, tener en su compañía a sus hijos menores de tres años de edad, siempre que convenga al interés superior de estos; en las condiciones que para su atención establezca el reglamento del Centro Juvenil.

Estos derechos no excluyen otros que les pudieran favorecer y son de aplicación además a los adolescentes que superen la mayoría de edad. Artículo 317- Semi libertad El o la adolescente que haya cumplido la tercera parte de la medida de internación puede solicitar la semi libertad para concurrir al trabajo o al centro educativo fuera del centro juvenil, como un paso previo al externamiento.


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Con el informe del Equipo Multidisciplinario favorable, el Juez evalúa el cumplimiento de las condiciones exigidas por la ley para el estudio y trabajo del adolescente y resuelve en el plazo de cuarentaiocho horas, previo dictamen fiscal que se expide en igual plazo. Contra lo resuelto, procede recurso de apelación. Los adolescentes sometidos al beneficio de semi libertad residen en un ambiente especial del Centro Juvenil, autorizándose su ausencia durante los periodos que el Juez determine. Artículo 318- De los Centros Juveniles Los Centros Juveniles de Diagnóstico y Rehabilitación así como el Servicio de Orientación al Adolescente, están bajo la administración del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el que garantiza el funcionamiento, a nivel nacional, de los programas necesarios para la ejecución y control de las medidas socioeducativas. Los Centros Juveniles están a cargo de personal civil seleccionado de acuerdo con sus aptitudes y capacidades idóneas para el trabajo con adolescentes. Las medidas y procedimientos disciplinarios se encuentran contemplados en la normativa del establecimiento, precisan las conductas que constituyen infracción disciplinaria, el carácter y la duración de las sanciones y la autoridad competente para imponerlas; así como los recursos impugnatorios pertinentes. El Director del Centro donde se encuentre el adolescente informa trimestralmente al Juez sobre su evolución en el marco del plan individual que se le hubiese aplicado.

CAPÍTULO VIII

EXTINCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL Y DE LAS MEDIDAS SOCIOEDUCATIVAS Artículo 319- Extinción de la acción penal juvenil La acción penal se extingue por muerte del o la adolescente imputado, por prescripción y por cosa juzgada. Artículo 320- Extinción de la acción privada En los casos de acción privada, también se extingue la acción por desistimiento o transacción.


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Artículo 321- Prescripción La acción penal prescribe:

1. A los cuatro años para los delitos tipificados en los artículos 106° al 108°, 121°, 152°, 170° al 173° y 177°, 189°, 200°, 296° al 298°, los incluidos en el Título XIV-A Delitos contra la humanidad, último párrafo y en el Decreto Ley Nº 25475 delito de terrorismo.

2. A los dos años en los demás delitos.

3. A los nueve meses en las faltas. Artículo 322- Extinción de la medida socioeducativa La medida socioeducativa se extingue por la muerte del o la adolescente, por prescripción, cumplimiento de la pena o decisión judicial prevista en este código. Artículo 323- Prescripción de la medida socioeducativa Para la prescripción de la medida socio-educativa se aplicarán los mismos plazos fijados en el artículo 321 de este código. Artículo 324- Contumaz o ausente El o la adolescente contumaz o ausente está sujeto a las normas previstas en el ordenamiento procesal penal.

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS TRANSITORIAS PRIMERA. Transferencia de centros juveniles de diagnóstico y Rehabilitación El Poder Judicial transferirá los Centros Juveniles de Diagnóstico y Rehabilitación al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos en un plazo de seis meses, contados desde la publicación de la presente norma. SEGUNDA. Vigencia competencia investigaciones tutelares El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables asume competencia en materia de investigación especial en todo el territorio nacional, dentro de los seis meses de vigencia del presente Código. Excepcionalmente, el Poder Judicial continuará asumiendo la competencia de las investigaciones tutelares ya iniciadas bajo la vigencia de la normativa anterior hasta su conclusión. No obstante son aplicables a los procedimientos en trámite, las disposiciones del Código que reconozcan derechos o facultades a los niños y adolescentes.

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS FINALES


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PRIMERA.- Las funciones y el procedimiento de acreditación de los integrantes de la Defensoría del Niño y del Adolescente se normarán en el Reglamento del Servicio de Defensoría del Niño y del Adolescente.

Lima, 29 de MAYO de 2012

MIEMBROS TITULARES

1. BEINGOLEA DELGADO, ALBERTO ISMAEL ______________________________ PRESIDENTE (Alianza por el Gran Cambio)

2. BENÍTEZ RIVAS, HERIBERTO ______________________________ VICEPRESIDENTE (Solidaridad Nacional)

3. DÍAZ DIOS, JUAN JOSÉ ______________________________ SECRETARIO (G. P. Fujimorista)

4. CHÁVEZ COSSÍO, MARTHA ______________________________ (G. P. Fujimorista)


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5. CHEHADE MOYA, OMAR ______________________________ (Nacionalista Gana Perú)

6. FALCONÍ PICARDO, MARCO TULIO ______________________________ (Alianza Parlamentaria)

7. GASTAÑADUI RAMÍREZ, SANTIAGO ______________________________ (Nacionalista Gana Perú)

8. JARA VELÁSQUEZ, ANA ______________________________ (Nacionalista Gana Perú)

9. MAVILA LEÓN, ROSA ______________________________ (Nacionalista Gana Perú)

10. MOLINA MARTINEZ, AGUSTÍN F. ______________________________ (Nacionalista Gana Perú)


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11. MULDER BEDOYA, MAURICIO ______________________________ (Concertación Parlamentaria)

12. PÉREZ TELLO DE RODRÍGUEZ, MARÍA SOLEDAD____________________________ (Alianza por el Gran Cambio)

13. PORTUGAL CATACORA, MARIANO E. _____________________________ (Alianza Parlamentaria)

14. REÁTEGUI FLORES, ROLANDO ______________________________ (G. P. Fujimorista)

15. ROMERO RODRIGUEZ, EULOGIO AMADO ______________________________ (Nacionalista Gana Perú)


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16. ROSAS HUARANGA, JULIO PABLO ______________________________ (G. P. Fujimorista)

17. SALAZAR MIRANDA, OCTAVIO ______________________________ (G. P. Fujimorista)

18. SOLORZANO FLORES, ANA MARÍA ______________________________ (Nacionalista Gana Perú)

MIEMBROS ACCESITARIOS

1. CASTAGNINO LEMA, JUAN ______________________________ (Alianza Parlamentaria)

2. CHACÓN DE VETTORI, CECILIA ______________________________ (G. P. Fujimorista)

3. CHIHUÁN RAMOS, LEYLA ______________________________ (G. P. Fujimorista)


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4. CRISÓLOGO ESPEJO, VÍCTOR ______________________________ (Alianza Parlamentaria)

5. CUCULIZA TORRE, LUISA MARÍA ______________________________ (G. P. Fujimorista)

6. EGUREN NEUENSCHWANDER, JUAN CARLOS ______________________________ (Alianza por el Gran Cambio)

7. ESPINOZA CRUZ, MARISOL ______________________________ (Nacionalista Gana Perú)

8. LESCANO ANCIETA, YONHY ______________________________ (Alianza Parlamentaria)

9. MONTEROLA ABREGÚ, WUILIAN ALFONSO ______________________________ (Alianza Parlamentaria)


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10. SAAVEDRA VELA, ESTHER ______________________________ (Nacionalista Gana Perú)

11. URIBE MEDINA, CENAIDA ______________________________ (Nacionalista Gana Perú)

12. VACCHELLI CORBETTO, GIAN CARLO ______________________________ (G. P. Fujimorista)

13. ZEBALLOS SALINAS, VICENTE ANTONIO ______________________________ (Solidaridad Nacional)

Documents

Dictamen. Comisión de Justicia