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Abstracto Sostenemos que a medida que aumenta la penetración de Internet, los estudiantes de la desigualdad de acceso a la nueva tecnologías de la información deben cambiar su atención de la "brecha digital" --- desigualdad entre "ricos"y "pobres" diferenciados por medidas dicotómicas de acceso o el usode las nuevas tecnologías --- a desigualdad digital, mediante la cual nos referimos no sólo a las diferencias en el acceso, sino también a la desigualdad entre las personas con acceso formal a Internet. espués de revisar los datos sobre la penetración de Internet, describimos cinco dimensiones d desigualdad digital, --- en equipos, autonomia de uso, habilidad, apoyo social, y los propósitos para los que la tecnología es empleada -- que creemos que merecen atención adicional. !n cada caso, desarrollamos hipótesis para guiar la investigación, con el ob etivo de desarrollar un modelo comprobable de la relación entre características individual dimensiones de desigualdad, y resultados positivos del uso de la tecnología.#inalmente, debido a que la rapide$ del cambio organi$acional, así como cambios técnicos signi%ca que no podemos presumir que los actuales patrones de desigualdad persistir&n en futuro y hacemos un llamado a los estudiantes de la desigualdad digital para estudiar las cuestiones institucionales con el %n de comprender los patrones de desigualdad como consecuencias en evolucion de las interacciones entre las decisiones estratégicas de empresas, respuestas de consumidores, políticas gubernamentales. DE LA BRECHA DIGITAL A LA DESIGUALDAD DIGITAL. ESTUDIO DEL USO DE LA INTERNET A MEDIDA QUE SE INCREMENTA SU AVANCE

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Abstracto

Sostenemos que a medida que aumenta la penetracin de Internet, los estudiantes de la desigualdad de acceso a la nueva tecnologas de la informacin deben cambiar su atencin de la "brecha digital" --- la desigualdad entre "ricos" y "pobres" diferenciados por medidas dicotmicas de acceso o el uso de las nuevas tecnologas --- a desigualdad digital, mediante la cual nos referimos no slo a las diferencias en el acceso, sino tambin a la desigualdad entre las personas con acceso formal a Internet. Despus de revisar los datos sobre la penetracin de Internet, describimos cinco dimensiones de desigualdad digital, --- en equipos, autonomia de uso, habilidad, apoyo social, y los propsitos para los que la tecnologa es empleada -- que creemos que merecen atencin adicional. En cada caso, desarrollamos hiptesis para guiar la investigacin, con el objetivo de desarrollar un modelo comprobable de la relacin entre caractersticas individuales, dimensiones de desigualdad, y resultados positivos del uso de la tecnologa. Finalmente, debido a que la rapidez del cambio organizacional, as como cambios tcnicos significa que no podemos presumir que los actuales patrones de desigualdad persistirn en el futuro y hacemos un llamado a los estudiantes de la desigualdad digital para estudiar las cuestiones institucionales con el fin de comprender los patrones de desigualdad como consecuencias en evolucion de las interacciones entre las decisiones estratgicas de empresas, respuestas de consumidores, polticas gubernamentales.

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DE LA BRECHA DIGITAL A LA DESIGUALDAD DIGITAL. ESTUDIO DEL USO DE LA INTERNET A MEDIDA QUE SE INCREMENTA SU AVANCE

La Internet aumenta inmensamente nuestra capacidad colectiva para archivar informacin, buscar a travs de grandes cantidades de ella rpidamente, y asi recuperarla rapidamente. Se dice que la Internet ampliar el acceso a la educacin, buenos empleos y una mejor salud; y que va a crear nuevos espacios de deliberacin para la discusin poltica y ofrecer a los ciudadanos el acceso directo al gobierno. En la medida en que tales afirmaciones son plausibles, el acceso a Internet es un recurso importante y la desigualdad en el acceso a Internet es un problema importante de poltica pblica.

Los responsables de las polticas y cientficos sociales se han preocupado por la distribucin del acceso a Internet desde la aparicin de Internet como un medio de masas en la dcada de 1990. Al principio, los observadores crean que la Internet, y especialmente de la World Wide Web, mejorara la igualdad de acceso a la informacin reduciendo dramticamente el costo de la informacin. Al disiparse la euforia tecnolgica, sin embargo, los observadores sealaron que algunos tipos de personas tenan ms probabilidades de utilizar Internet que otros --- y que, en su mayor parte, los grupos con mayores niveles de acceso a Internet eran los mismos grupos (blancos, hombres, residentes de zonas urbanas) que tenan un mayor acceso a la educacin, los ingresos y otros recursos que ayudan a las personas a surgir (Hoffman y Novak, 1998, 1999; Benton 1998; Strover 1999). Esta preocupacin por la desigualdad, y sobre la posibilidad de que la nueva tecnologa podra resultar en una exacerbacin de la desigualdad en lugar de mejorarla, centrado en lo que los analistas han denominado "la brecha digital" entre la online y la offline, los "ricos" y "pobres".

La preocupacin por esta forma de desigualdad surgi ya en 1995 (Anderson et al., 1995), cuando slo el 3 por ciento de los estadounidenses haba utilizado el WWW. Durante los ltimos cinco aos, los investigadores en el gobierno y el sector privado han llevado a cabo numerosos estudios que han documentado diferencias persistentes en las tasas a las que los miembros de diferentes grupos utilizan el nuevo medio (NTIA 1995, 1998, 1999, 2000).

Aunque las definiciones operacionales de acceso han variado de un estudio a otro, ms atencin se ha dedicado a la exploracin de la distincin dicotmica entre las personas que utilizan la Web y otros Servicios de Internet y las personas que no lo hacen.

En trabajos anteriores, se utiliz el trmino "acceso", literalmente, para referirse a si una persona tena los medios para conectarse a Internet si as lo eligiese. Ms recientemente "acceso" se utiliza a veces como sinnimo de uso. Esto es lamentable, porque los estudios que han medido tanto el acceso y la extensin del uso de Internet han encontrado, en primer lugar, que cada vez es mayor el numero de personas que simplemente tienen acceso a el comparado al numero de personas que lo utilizan (NTIA 1998); y, segundo, que mientras que los recursos promueven el acceso, la demanda promueve la intensidad de uso entre las personas que tienen acceso. As, los adultos jvenes son menos propensos a reportar tener acceso que los adultos entre las edades de 25 y 54 (NTIA 2000); pero en los hogares con acceso a Internet, los adolescentes pasan ms tiempo en lnea que adultos (Kraut et al 1996). Del mismo modo, el uso de mtodos multivariantes y mltiples medidas de acceso, Bimber (2000) reportaron que las diferencias de gnero en la cuenta de ingresos y otros recursos cuenta para la brecha entre hombres y mujeres en el acceso a la Internet, pero que entre las personas con acceso, las mujeres utilizan Internet con menor frecuencia que los hombres, independientemente de las diferencias de ingresos.

La visin dicotmica de la "brecha digital" como una distincin entre las personas que tienen acceso a Internet y las que no, era natural y apropiada al comienzo del proceso de difusin. Por otra parte, en los Estados Unidos era consistente con un gobierno de paradigma poltico federal (?) que se remonta a la Administracin de Eisenhower, y en base a la experiencia del telfono --- un paradigma que se centr exclusivamente en el acceso (que se define de una forma binaria) en el nivel de los hogares, con especial preocupacin por desigualdad entre las zonas rurales y urbanas (una distincin que fue destacada tanto por la economa del establecimiento de redes de telefona en las zonas rurales y por el appeal bipartidista de los programas que ayudan a las zonas rurales en NorteAmrica). Esta tradicin es evidente en el primer estudio de la Administracin Nacional de Telecomunicaciones e Informacin (NTIA) acerca de la brecha digital (Falling Through the Net, 1995). Los autores de ese informe prestaron cuidadosamente atencin a la Internet como continua con la poltica existente, diciendo:

En el ncleo de la poltica de telecomunicaciones de los Estados Unidos es la meta de 'servicio universal' la idea de que todos los estadounidenses deben tener acceso a un servicio telefnico asequible. La medida de exito mas utilizada en la nacin acerca de la consecucin de un servicio universal es `penetracin telefnica '- el porcentaje de todos los hogares de Estados Unidos que tienen un telfono en las instalaciones (1).

De acuerdo con esta tradicin, ese informe incluye datos slo en los hogares, hizo hincapi en un distincin binaria entre "ricos" y "pobres", y - lo ms sorprendente - presenta todos los datos por separado para las categoras rural, urbana, y el centro de la ciudad. (Esto ltimo refleja el injerto de las preocupaciones de la Gran Sociedad con respecto a la desigualdad racial dentro de las preocupaciones tradicionales con la Amrica rural --- una unin reflejada tambin en las referencias a las zonas rurales "pobres" y los habitantes "desfavorecidos" del casco citadino.) A medida que el programa de investigacin de la NTIA evolucionaba, la prctica de informar de todos los datos por separado para las zonas rurales y otros estadounidenses fue abandonada, e informes separados para nuevas categoras de "pobres", basado en raza, ingreso, educacin, edad, y, ms recientemente la condicin de discapacidad han sido aadidos (NTIA 2000). A partir de 1999, los datos se han reportado a nivel individual as como al nivel de los hogares.

La investigacin sobre el acceso a Internet establece una lnea de base de xito para la meta de una poltica fundamental y ha sido valiosa tanto para los estudiosos y creadores de politicas (policies). Ahora, sin embargo, creemos que ha llegado el momento para un cambio de paradigma. Estamos de acuerdo en que la poltica pblica debe esforzarse por crear una sociedad en la que los beneficios de la nuevas tecnologas de la informacin se distribuyan por igual, como una fuente de oportunidades y no como un refuerzo de los privilegios. Pero creemos que las preguntas y los mtodos apropiados para iluminar problemas de distribucin son diferentes ahora de lo que eran en una fase anterior de la difusin de Internet.

En concreto, se plantean preguntas sobre el principio y el final de la frase "el acceso a la Internet "En primer lugar, nos gustara redefinir el" acceso ":. en la vida social, as como trminos tecnolgicos: A medida que la tecnologa penetra en cada grieta de la sociedad, la pregunta apremiante no ser quin la hallar una red conexin de trabajo en el hogar, el trabajo, o en una biblioteca o centro de la comunidad desde la que conectarse? ', pero en su lugar, 'que es lo que estn haciendo las personas, y que son capaces de hacer, cuando estan en lnea?'. En segundo lugar, podriamos reconocer que la "Internet" en s no es un objeto fijo, sino ms bien una familia prototipica de las tecnologas y los servicios que se estan siendo rapidamente remoldeados a traves de los esfuerzos de corporaciones capitalistas, agencias gubernamentales y organizaciones no gubernamentales. Los patrones de desigualdad reflejarn no slo las diferencias en los recursos individuales, sino tambin la forma en que los factores econmicos y polticos hacen tales las diferencias importantes. Centramos nuestras observaciones empricas sobre los Estados Unidos, pero creemos que nuestra perspectiva se aplica a otras sociedades tambin.

Por qu el aumento del nivel de penetracin requieren un paradigma Ampliado?

En su rpida difusin, la Internet est repitiendo de una forma diferente y algo compresa un proceso presenciado en otras tecnologas de comunicacin como los telfonos, la radio y la televisin. Al principio, el acceso a la nueva tecnologa esta restringido a una elite (que se define ya sea por la riqueza, la ubicacin institucional, o ambos), y la gran distincin es entre los que tienen y los que no tienen. Poco a poco, aumenta la penetracin, reduciendo la brecha de acceso entre ricos y pobres, urbanos y habitantes rurales, viejos y jvenes, la buena educacin y la no escolarizada. Dado que el acceso se difunde a las partes del pblico que fueron excluidos inicialmente, dimensiones relacionadas con la calidad de uso se vuelven bases importantes mediante el cual los beneficios de la tecnologa son estratificados

El acceso y uso de Internet se ha extendido ampliamente y con rapidez. El nmero de estadounidenses en lnea creci de 25 millones en 1995 (Pew, 1995) a 83 millones en 1999 (IntelliQuest 1999), con 55 millones de estadounidenses que utilizan Internet en un da tpico de mediados de 2000 (Pew 2000: 5). En 1994, slo 11 por ciento de los hogares estadounidenses tenan acceso en lnea (NTIA 1995). En diciembre de 1998 esta cifra haba crecido a 26,2 por ciento. Menos de dos aos ms tarde se situ en el 41,5 por ciento, y ms del 50 por ciento de las personas entre las edades de 9 y 49 informaron ir en lnea en el hogar, el trabajo o algn otro lugar

(NTIA 2000). Una encuesta de noviembre / diciembre de 2000 por el Pew Internet and American Life Project encontr al 58 por ciento de una muestra nacional en lnea (Horrigan 2000b: 7). Otras estimaciones sitan que la proporcin de los estadounidenses que utilizan Internet en tan alta como el 67 por ciento (Lebo 2000: 10).

Muchos ms tienen "Acceso a Internet", en el sentido de ese trmino tal como utiliz en el primer reporte de Digital Divide (NTIA 1995, 1998): es decir, que tienen una conexin disponible en lnea (ya sea o no que decidan utilizarlo) en casa, trabajo, escuela, biblioteca u otro centro de acceso comunitario.

Otras cosas son iguales, a medida de que el uso de una nueva tecnologa se difunde, la variacin intergrupal en las probabilidades de tener acceso desciende. En tanto que las caractersticas individuales y la pertenencia a grupos con respecto a los cuales el acceso es distribuid de manera desigual slo se correlacionan moderadamente entre s), factores puramente estructurales explican esta mayor igualdad (este argumento se basa en los conocimientos tericos de Blau 1977). La razn es la siguiente: El acceso a las nuevas tecnologas est normalmente asociada con posiciones aventajadas con respecto a un nmero de estados o recursos dbilmente o moderadamente correlacionados - por ejemplo, sueldo, trabajo, nivel educativo, raza, residencia rural y gnero. Cuando la penetracin es baja, el acceso est dominado por personas que ocupan posiciones privilegiadas en todos estos parmetros. Note, sin embargo, que una proporcin mucho menor de la poblacin es privilegiada con respecto a todos los parmetros de la que es privilegiada con respecto a cada uno. Por ejemplo, hay muchos ms trabajadores sencillos que aquellos de sueldos altos, de elites privilegiadas, de sexo masculino y que son graduados universitarios que viven en ambientes urbanos A medida que crece la penetracin, el acceso desborda los grupos de poblacin privilegiados y luego se extiende a los individuos que son privilegiados con respecto a algunos parmetros, pero en desventaja con respecto a otra.

Esta tendencia se ve reforzada por el hecho de que las relaciones sociales son homophilous? con respecto a muchas de las caractersticas de status al mismo tiempo (Marsden 1987). Esto significa que los nuevos adoptantes que son no privilegiados con respecto a uno o ms parmetros de estado pueden servir como conductos a travs de los cuales la informacin acerca de la nueva tecnologa fluye a otras personas que comparten esas caractersticas no privilegiadas.

Por ejemplo, si un trabajador no privilegiado que vive en una zona rural gana acceso a Internet en su lugar de trabajo, puede utilizar el conocimiento y las habilidades que adquiere para ayudar a los miembros de la familia que no son trabajadores y no tienen conocimiento de la tecnologa a acercarse a ella tambin, lo que tiende a reducir la desigualdad en el acceso entre los habitantes urbanos y rurales.

De acuerdo con este argumento, ya que la penetracin se ha incrementado, la desigualdad de acceso se ha reducido.

En el ao 1998 y, de nuevo, en 2000, las encuestas han encontrado que los nuevos usuarios tenan menores ingresos y menos educacin que los usuarios que haban estado en lnea mas aos (Horrigan 2000a). De hecho, el informe ms reciente del Departamento de Comercio (NTIA 2000) hace hincapi en que los grupos que han estado detrs de la adquisicin de computadoras y acceso a Internet han dado pasos significativos "sugieriendo que la inclusin digital es una meta realizable ".

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La proporcin de estadounidenses que van en lnea es seguro que seguir aumentando, incluso si la tasa de el crecimiento puede haber moderado a mediados de 1999 (Robinson y Neustadtl 2001). Una encuesta de 2000 de primavera por el Centro Pew reporta que el 41 por ciento del 50 por ciento de los estadounidenses que no utilizan Internet tiene la intencin de hacerlo (Lenhardt 2000: 2). Si lo hicieran (y si los que dijeron que probablemente o definitivamente no iran en lnea no lo hicieron), la proporcin de usuarios de Internet se elevara por encima del 70 por ciento. Aun mas, las expectativas de los no usuarios estn fuertemente correlacionados con la edad --- de los no usuarios de 50 aos o ms joven, de 65 aos por ciento espera para ir en lnea, en comparacin con slo el 36 por ciento de los no usuarios mayores de 50. Esto indica que la sucesin generacional enviar tasas an ms altas de uso de Internet. Con base en estas diferencias de cohorte, el autor del estudio Pew 'escribe: "Tal vez en una generacin, la penetracin de Internet alcanzar los niveles q tienen el telfono y la televisin "(ibd.).

En dicho momento, el acceso a Internet ya no podra contribuir significativamente a

la desigualdad social, simplemente porque casi todo el mundo lo tendra. Al igual que los esfuerzos para ampliar el servicio telefnico, el esfuerzo de asegurar que todos los estadounidenses estuviera ir en lnea, si bien son importantes desde una perspectiva normativa, representara una operacin de limpieza.

Pero, significa esto que la "brecha digital" se haba superado, en el sentido de que la igualdad se habra logrado en el acceso a los beneficios de la Internet? Algunos analistas

polticos han dado a entender que este es el caso. Basndose en la historia de acceso telefnico, Compaine (2000) argumenta en contra de legislacin para garantizar el acceso universal ya que la combinacin de las fuerzas del mercado y los programas de gobierno actualmente estn logrando esa meta ya. Nos preguntamos si el telfono es la analoga correcta.

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Por un lado, la vista del telfono acceso como un bien binario - un bien para el cual la distincin crtica es simplemente si uno tiene o no - slo es apropiado para el ltimo trimestre del siglo 20. En los aos a principios y mediados de la telefona, el servicio vara en calidad, algunos estadounidenses conectados a travs de lneas compartidas y eran por lo tanto impedidos de usar la tecnologa para comunicacin confidencial, mientras que otros tenan conexiones individuales, y los precios de los servicios a larga distancia eran discriminatorios (Fischer, 1992). En la primera parte del siglo 21, el aumento de telfonos celulares, palm pilots, y otros dispositivos que difuminan la distincin entre telfonos y computadoras vuelven a diferenciar el acceso telefnico.

Por la misma razn, la capacidad de iniciar sesin en el Internet difiere de la capacidad de recoger un receptor y encontrar un tono de marcacin en que la gama de usos a los que se puede poner el Internet, y el grado a que muchos de estos usos dependen de la calidad de las conexiones y el equipo, conocimientos del usuario, y apoyo social, son mucho mayores que en el caso para el telfono hace una dcada. A este respecto, la Internet es menos similar a la versin del telefono del siglo 20 que a muchos otros bienes y servicios que se distribuyen de manera desigual.