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^^^K'^-'^c^T"v^`^:^^°.̂ ^^s^@^:^3.^^:fi^4^^^^?-^^.p`^-^+i^r^^,^=^^E:`mr^
^4 MINISTERIO DE AGRICULTURA ^^DIRECCION GENERAL DE AGRICULTURA
:^ ^,,,,^,^,,,,,,,,,^,,,,^,^,,,,,,,,,,,,,^„^,^,,,,,,,^,^,,,,^,^^,^,,,^„^,,,^„^,^,^,,,^,,,^,^,^^^,^^.^^,^,^^^,^^,^^^^^^^^^„^„^,,,^,^^,^^,^^,^^,^^^^^,^^^^,^^,^^^^^„^^^,^^,^^^,
^^ i^OJAS DIV^ILGAD®RAS^ AÑO XXX ^ IULIO 1936 Íj NUM. tb ,^ ' '
+ ^^^^^^i^8g, +á^s`^?t+^r^^^+,^a1^^,:`^^^^^9^$A
^?^?'?^^,^,^^R^^^IB^a^ ^L3^r^d^w.E^^;E"^3%?^^t^:^ „^+#^.^` ,B^P:+,ti^
ENSEÑANZA DOMESTIGO - AGRICOLA ^''GALICIA
Por L. H. PoBr.çDO,
Ingeniero .Agrónomo.
EI es secretario clc 1^griculttira cle l^s I?stados Unidos de
:1m^rica, W. M. Tardin, <lice en un iniorine: "Se procurará in-
4^
^ r,
^
,<;iri^3
t^ Pi^. ,38. Oue al ordciiar cuhra ^n: rol^;i^ con anit^lia l,lu;a u man-ilil^'^n.
rulcar la i^lea dc la bcllcza cn cl roraz<"^n dc la ju^^^cntucl rural,
^^ ^I^ iuodo yuc cu.^ndo sc clc^liquc a la a^ricnltura, sus anhclos no
^ sc limitcn únicanicnte a la n-os^cricla^l cronún^ica; cuc sc c.;-(;^ 1 1 1
^ ^^aL Df^,^^,C G,q^ ( i) V^ansc l,is iluins 1)i^^i^i.^,:^nur.n; ním^;. i, 3^ 5, ^. 9)' ^=
^^CG,^C/\ clc i^).i(i^ y/^/ ` 2 \J'^^ ^
Iá^ ,^r+^`"á^2t,f I^^^ :,.^.^:^^^^r.,^^^^aŝ2^u^ss^..=^^"^..^.`.s^,;:^^^,^^^:.:^+^t
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^d^C^^ \
, c^onFŜ_a^̂a .^^B Í B LI OTLC0.11
v^ ^;t tYrr.̂.s'`ú',^fs` .̂ "':
Estas «hojas^ ae remiten ^ratis a quien las pide al Servicio c'ePublicaciones Agrícolas de la Dirección General de Agricultura
- 2 -
ticndan ta^nbién a la belleza dc la casa y sus proximidades. La enseñan-
za que sc d^ a las jóvencs sobre el adorno d.e la casa valdrá mil vccesn^^^s quc lo quc cucste materiahnente la ornamcntación."
Si esto se aconseja en un país de más grandes negociantes que ar-
tistas, más fecundo será aconsejarlo en el nuestro, de tan proverbial es-
piritualidad.
Como hemos dicho al principio, en Galicia y Cantabri^,i, la aptitud
para la música y el canto está más generalizada que para ]a pintura y
artes gráficas.
Attnque el clima no se preste tanto coulo en otras regiones, se pucde
ornamcntar la casa con los n^isinos ^elc^nentos dcl país. Nosotros hcmos
visto en Inglaterra casas labradoras, bajo el mismo clima del Noroeste y
Asturias, adornadas sus iachadas con la hiecira trepadora, que cortan
formando diversos y decorativos díbujos. En esa región cspaiiola sc pro-
duce muy bien la hiedra en todas partes y se puede hacer lo inismo.
Nosotros encontramos cspontánea, cn Galicia, la madresclva, planta
también trepadora y cuyas flores, al aiiochecer, acentúan su intenso aro-
ma ; y me imagino lo agradable que en verano, al caer la tarde, le scría
a la familia labradora descansar bajo el dosel de madreselva que plan-tase frente a la pucrta de su casa.
En hoteles y restaurantes de prinier orden de Londres, ^ sab^is cuál
es la planta que, como elegante ornamentación, emplean muchísimo? I'ues
es el helecho, que en Galicia, con el nombre de fieito, se cncuentra es-
pontáneo por todas partes.Ningún dinero ni trabajo cuesta a la aldeana g^allega adornar el inte-
rior o ventanas de su casa con algunos modestos tiestos de helechos ofieitos.
Pero hay m^is: cn la costa oeste dc Galicia, hasta puede servir de ale-
gre nota, con sus hermosas ílores, el camelio, arbusto que ni en Valencia
se puede conseguir, porque cYige el dulce cli^na del litora] gallego, don-
de, en cambio, abtmda. r Por qué en esta zona no p^ne 1^^^ labradora sobre
la m^esa de castaño un cacharro con algunas canielias, o, en cualquier
otra zona, con flores silvestres que tanto abundan?
El primer día lo verá el viejo j^ctrucio ( i 1 con extrañeza }' hasta
con burla. Después, ya con simpatía, y hasta acabará por pedirlas. si
no se las ponéis. i Alegracíle la vida !
Y si la labradora es algo acomodada, puede llegar a emplcar artísticos
cacharros de cerámica ga]lega, como es ]a de F3uño.
(r) El ma^'or o patrón de la iamilia.
- 3 -
Tcner junto a la casa un ]^eyueño hucrtu con frutales o al^;tmas plan-
tas de jar^lín no s^ílo embellece a aquélla, sino quc cl huerto sujetará a1
humbrc, cvitando o aminorando el tiempo que invcrtiría rn la taberna ;_
^• cl jar^lincillo dará Hores para adornar la casa, comu ya hemos dicho, o^^
scrvirá para llevar artístico obsequio a las señoras clc la ciuda^l, que sue-
len rec^^mpensar con creces. Y que esto es cierto, lo prueba el refráu^
;;allc^o tltie dice :"Levar a vila o le^ite, ]^ra traer o aceite", pues la leche
quc licvan a la ciu^lad vale mcnos que el aceite quc se traen a la aldea.
I^ rutas y flores se pueden obtener en Cralicia tan buenas cou^o abun-
^lantcs, c^>nstitu^•en^lo hasta un auxili^^ ^^con^^mico. ^Pcro la familia la-
2 Ĉ+OCIT7A ^.J
do^-mrtvr,roFSt^blo
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l^i;^. 36.-Ylanta í^nica ^le casa rural Pobrc.
l^raclura nc> da ning^ur^a importancia a que los niños clr la vccinclacl hayai^+
<inticipado un esperial "comtinismo", sin respeto nin^tino a la 1^ropieda^F
^^ sin dejar siquirra madurar la fruta.
Conviene evitar la clesaparición total cle lr^s típic^^s trajc^ re,ionales_
l^stos no sólo sir^^en hara dar aspecto artístico a to<las las fiestas rtirales„
siuu hasta ^^ara n^antcucr vivo cl espíritu de la re^ióu, por la cshecialidad'.
^lel trajr. r\<lemás, las agrupacionc•s ^le míxsica, baile ^^ cantos a^opulares„
vestidas con los anti^tios _^- típicos trajcs, cr^nstitti^^en un mcdio ele atrac-
ción dcl turismo.
I?I I'atrouato Naciunal dc Turismo, ]as I)iput,tcioncs provinciales y
]os mismos Ayuntaiuicntos, debían subvencionar toclo medio ^le conser-
vación ^- eteriori-r.,ici^"^n ^le la anti^ua ^^ artística in<lumeut^iria regionai_
Ya etl>usimos, al hablar de cómo vive la mujer ^allega d^el ca^upo, ut^:
iipo frecuc•nte de casa rural. lina de ]as reformas que deben aconsejarse
-4-
es que aunquc el establo continúc inulediato a la cocina, no rst^ en co-
municación directa con ella, como ocurre hoy (lig. 36).
Así, p^n• ejemplo, en el piso bajo estará el "lar" o cocina, y separado
de ésta por un zaguán (que puede servir para distintos usos), cl estahlo.
En el piso superior puede haber dos dormitorios (fig. 37).
Ya expusimos quc no suele existir retrete, y si lo hay cs muy defi-
ciente. En un país con^o el de esta rel,rión, en que abunda tanto el agua,
I'ir;. 37.-Planta baja de casa rural, que conviene adoptar.
se debe y se puede mejorar, haciendo que las materias fecales vayan ai
^stercolero, separado de la casa, o a fosas sépticas.
Si se trata de colonos, los más indicados para hacer esta transíor-
^^mación son los propietarios, los quc, al mejorar la vida de sus arrendata-
rios, aumentarán al mismo tiempo cl valor de stt propicdad. I^.n el caso,
muy general, de ser cl propietario el mismo cultivador, no debc escati-
mar este pequeño gasto, que sin darse cuenta lo abonar^í en mayor pro-
porción a nt ĉdico y farmacia, si no hace esta reforma.
Para facilitar planos y asesoramicnto t ĉcnicu, existen ya trabajos cotno
los realizados sobre cl terreno por el Dr. López Suárez, cl ingeniero
agrónomo D. Pasettal Podero y el arquitecto D. Adolfo Planco.
* * *
Ya hemos dicho qtte la aldeana g^allega dedica poeo tiempo al arreg^lo
^de su casa, por estar entregada casi todo el día a las facnas del campoy del ganado, y que esto es debido a la emigración del campesino.
Cuando se reduzca ésta, la labradora no s^lo atenderá más al cuidado
rie la casa, al embellecimiento de la vida rural, sino que le sobrará tiempo
-;-
para dcdicarsc a pcyttcí`ias in^lustrias del ca^upo prupias ^lc la niujcr.
]?.sto scrá un ingreso más qtte a^regar a lo que cl ]lonihre ^anará en ir,i-
bajo más adecuado para él que para la mujcr.
1^Ioy no ascenderíi a más de 25 millones dc pesetas lo que r^iuitcii lus
200.00o cainpesinos gallegos emigrados, a su región, anualmente. Corres-
ponden a cada uno i25 pesetas al año. Ya se comprenderá que eso iuisn^«
podrían tener cle bene ĥcio aquí y quedar, acle^uás, en su patria lo que
gastan cn su sostenimiento fuera de clla.
Claro est^i quc aun csos ^^ milloucs no los rcmitcn todos los 200.000
campesiuos eini^;ra^los. lle éstus, una ^ran propurción nada reniiten, por
carecer de fondos hasta para reáresar a su patria, a<londe anhclan volver.
para recuperar la s:^lud que perdieron lejos de los suyos.
^^na vez redticida la einiaración n^asculina a sus justos líinites, pc^-
dr^is ;iconsej^ir }^a a la campesina gallega quc dedique sus manos, libres
ent^nr^cs de tirrra ^^ estiércol }' limpias hasta en las uñas (pucs ^s un
cobijo excelen!^ cie iuirrobios), al ordeño lii^iénico y peri.ccto de sus^
^^acas ([ig. 3t<i.
Y que al ur^leñar cubra sus ropas con ainplia blusa o n^andilón, l^ues
su vestido, al andar entre animales, est^ invadido dc microbios.Ouc limpicn las vasijas en que ha <le ordctiar, escald^^ndolas.
Quc de cuando cn cuando eche un trozo de sosa cn el aguri <le lavar
las vasijas, haciendo lucgo con agua ptu•a y quc no qucde nada de sosa_
Ouc dejc después rscurrir las vasijas en sitio ventilado aclondr n^^
lleguc el polvo y alejado particularmente de ]os pajares.
Quc siempre que se pueda se haga llegar cl sol al interior cle las va-si j as.
Que se desechen los prii^leros chorros que s^ orde,icn ^le cada peróit,
pucs, por el contacto con el sttelo, muchos microbios penetran en el co--
mienzo del interior de la ubre. Estos primerc^s chorr^^s no sc ^irl^cn per-
der ; pueden recogerse en cacl^arro no utilizado para ]a deniás leche y co-
ccrlos o dársclos a algún animal de la finca.
Quc en^plce aguas y paños mu^^ liinpios para ]os ]avados antes ci-
tados.
Quc no ten;a abiertas las vasijas que contengan lecl^c, y particular-
mente no dejarlas destapadas en el establo, para evitar lo cual es una
bucna cubierta un paño liinpio y híimedo.
C)ue eniríc la lechc lo más que pueda c inmediatatnente de orde-^iada.
Quc, ade^nás, se enfríe lo ^nás rápidamente posible, dcmostrándole
que n^ se enfría pr^nto coloc^índola cn hahitaciones frescas o en depó-
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sitos de agua fría. Es rnejor en agua corrieute o en depósit^^ que puederenovarse el agua.
Qtte no se limite a enfriar la parte inferior, cuan<lo para el eufria-
miento se ponen las vasijas en aáua o en hielo.
Finalmente, de que las vacas produzcan mucha y- buena leche ya se
encargarán los agricultores, aplicando las enseñanzas de los técnicos.
Hcnlos detallado csta parte porque, aun en cl caso ideal de organi-zarse cooperativamente, como en Dinamarca, Holanda, etc., esta printera
parte de la maniptilacic^n de la leche siempre está encoinendada a la mujer.Además, en Galicia, más que a la fabricacicín de mantrca y quesos,
se destina la leche al consumo directo.
)3n la situación actual, en esta reáión, trabajando poca cantidad de le-
che cada casa, no sería oportuno aconsejar para la ^btención de mantecael desnate mecánico.
Ya se sabe que el desnatc p^n^ reposo se cousiguc vcrticncío la leche
^en una vasija, ^lcián^l^^la durantc un día c> tlía ti• medio, sin moverla.
Los ^l^^bulos cíe materia ^rasa vrut subicudo por ^í solos a la superiicie.
formando una rapa de color más amarillento.
La vasija en que ponemos la leche sc coloca en sitio caliente, co^no
^pasa en Galicia, pues la ponen en la cocina; o en sitio frío, coino orurre
en algunos pueblos de Lcón. La vasija ha de scr de materia quc no la
ataque el ácido de la leche y yue se pueda escaldar bien. Por eso son buc-
nas las de barro bien ^^idrisido ltor dentro ^^ las de hierrn hien estañado
(no ^alvanizado, pues cl cinc lo atacan los ácidus 1.
Se puede hacer el desnatado a temperatura tentplada o iría. I?1 dcs-
nate a temperatura templada ticne que emplears^ en aquellas zonas cn
que no se disponga de a;ua fría abundante. Ticnc el inconvenientc dc
que a esa tempcratura de ra a 16 gracíos los fcrntentos ]ácticos se des-
arrollan mucho; hacen que se cuaje la lerhe o, por lo tnenos, se espesa
mttcho y se opone a quc la tnatc^ria l;rasa suba ,i la supenc^ie. I^_n esas
zonas templadas, en yue no disponemos de a4>^ua i ría con abtmdancia, se
tendrán presente las sil;uientes indicaciones :
Ventilar la habitari^^n en que se hana la opcración, pucs así se i^npi-
^den los malos olores y se refresca el local, evitando, sin c^mbargo, que
baje la temperatura de ra grados.
Tmplear leche muy liinpia, pues las materias extrañas llevan consi^^o
cnuchos fermentos lácticos.
l:charla despacio, sin batirla mucho, en vasijas ^le hierr^^ estañad^^ o
^le barro vidriaclo de unos i2 centímetros de altura y inu}' anchas.Transcurridos un día o treinta v seis horas, se habrá ido forman^lo
-^-
un^ capita de ^rasa de más o menos espesor. C:on una cuchara plan^.i como
una espumadera, se separa esta capa de nata de la clesnatada, o incli-
nanclo la vasija ^^ cnipujan^lo con una cuchara la nata. l^ara rccogcrla en
otru cacharro.lil desnate a ten^pcralttra iría se debe emplear siempre que se dis-
poi^^a de a^ua ahundante ^^ fría ^cuanto más fría inejorl o^le habita-
cioucs a unos i^> ;raclos ^le tr_iuheratura o menos. 1?stc pr^rc^lin^irntc
^•vita lus incunvcnicntes del anteriur.
l^^n este l^r^^cr^limient^^^, la lechc se cchará en ^-asijas clel nlisn^o tna-
tci-ial, pcro de clistint^ ior^ua; esto ^'s, altas ^- esti-ech^ts. S^' c^^l^^crin ert
Ja hai>itación, y si es posil>lc, colr^^cai-las cri a^ua fría a rc^ graclos, por l^,
iticnos, }- que sea corriente u quc sc renue^^c.
a csta tem^^cratura, la Icchc >>^^ sc aci^lilic^i ; sc clcsnata mcjor, ^- la
]eche desnatacla es casi clulce y ahrovechable. 1?n estc proceclimiento, la
nata consegtiiida es poco espesa, }^ hara sehararla es niejor hacer salir
la ^lesnatada. Para esto se hace un agujerito muy ccrca del iondo de la
vasija, se cierra con un tapón, y culndo se haya tormado ]a nata, o sea
dcspu^s cle veinticuatro horas o día y iuedio, se destapa y se hace salir
la dcsnatada y se taTa el agujero in seguida que se vca quc en vez de
^alir leche aztilada conlienza a sali^ un hilito de amarilleuta, o sea crcina.
La vaca ballega da leche tan rica en nlateria grasa, que lle^a al^unas
^cccs al ^ poi- loo. Lo quc se dcbe aconsejar a las mujet-es es la buena
hrescntación dcl prodncto.
Rcspecto clc quesos, hablare^uos en ^eneral al tratar de la labradora
•castcllana. Ln Galicia hae dos tipos principalcs de qucso. T'1 qucso dc
San Si^nón y cl queso frcsco llama<lo de "tetilla", quc es blan^lo _^- u^u_^•
cremoso, aunquc de difíci] conservación.
I^ n avicultura, lo quc se refiere a áallinas, es inateria que en to^las
las re^riones de España tcndréis que enseñar.I:n Galicia ekiste, aproYiiuadamente, un millón y n^edio de gallinas.
En su totalidad, este censo rio cot•responde a grandes explotaciones, sino
a la producción casera, a la cría aldeana. A la mujer ^allega no se la
debe aconsejar que aumente el númcro de sus gallinas, pues bicn sabe las
^ue pucde mantener. Pe,-o si la aconsej^lis qtie fije algo su at^ención cn
ver, ^le su corto nítmero <lc ñallinas, cttáles son nluy p^co ponedoras , ob-
servará, en la il^ayor parte de los casos, quc m^ís cie la mitad houen mu^^
Poco.
Si vendiese éstas, adquiriendo bucnas ponedoras, o, lo que le es in^ís
^ácil, las reem^^laz^ise co^i pollas hijas de las buenas potledoras c^ue ten-
^^a, la producci^ín actual ^alle^a de zo^ millones de hue^^os se Podría au-
-s-
tnentar en un ^o por zoo. Se obtendrían, por tanto, 53 millones n^ás dehuevos, que al precio de o,i25 pesetas representaría un aunlento dc in-^reso anual para Galicia de 6.625.00o pesetas.
late mismo procedimicnto, aplicado a toda Lspaña, daría un attnientodc 67^ millones dc huevos, que al precio citado representaría un atui^entodc inareso anual para nuestra patria. de 84 millones dc pesetas, con i^rque nos evitaríamos pagar al año de 7o a 8o millones dc pesetas a] eY-tranjero por importación de huevos, más pasta en conserva; y aun po-dríamos convertirnos en esportadores.
Las mujeres, comenzando por las del campo, tienen ^nucho espíritude observación. Si utilizan éste, siguiendo vuestros consejos, será paraellas facilísimo trabajo la expresada selección dc las gallinas buenas po-necíoras, y para 1?spaña un aran aumento de riqueza.
Y si quiere haccr una selección segura, ]o mejor es emplcar los po-nederos registradores. Se pueden adquirir en cualquier granja o com^er-cio donde se expenda matcrial avícola. Pero son tan sencillos, que vistouno se pueden hacer fácilmente en la casa aldeana, con una simple cajade madera.
A todas las gallinas se las coloca én tma pata un anillo metálico o cle
celuloide, que lleva un número que viene a ser (pero mucho más baratal
lo que ^en nosotros la cédula personal. )3n los ponederos rc^-istradores, al
penetrar ]a gallina, cae una trampilla que la impide salir, y una vez pues-
to el huevo, se levanta la trampilla, que se vúelve a colocar; se ve el nú-
mero de la gallina y se anota en el papel o cuaderno reñistro, en quc de
arriba abajo se habrán puesto los números de cad<t ;allina, y de izqtiier-
cla a derecha, los días del mes. Así, en el encuentrc^ de estas dos c^lumnas.
no liabrá más que poner una raya.
Aun hay un proccdin^iento más sencillo, aconsejado por el competen-
tísimo avicultor D. Salvador Castclló, para dcscubrir las gallin,ts iuás
po^ledoras, y que describe así :'`Cuando entre las pollitas nacidas cle fe-
brcro a mayo se ve a una dando huevos en octubre, sc le ponc en 1<x
patita una sortija dc celuloide o se le ata una cinta, colorada, por cjem-
plo. Si eiupieza a poner en noviembre, la cinta o la sortiia se le 1»ne clc
color verde, y si es en diciembre cttando empieza a poner, la sortija c^ cin-
ta será amarilla.
Si la pollita que empezó a poner en octubre y que llcva ya e] dis-
tintivo colorado si^uc poniencío en noviembre, acletnás cíe ^ste se le a,^re-
^a el verde, y si sostiene la pttesta en diciembre, aun sc le a^re^a ei
amarillo.
Si puso en octubre }-, descansando en novicnibre, volvic^ a p^ner en
-9-
clicicmbrc, llevará sólo los distintivos colorado y aiuarillo, y gor tanto^
inclicar<t ^nenos persistencia cn la puesta invernal qtte la presenria de lns
ires sortijas.
Cor^ este hroceclimiento, ettando menos, descubriiuos y clasilicamos
las ponecloras invernales, y como casi siempre éstas son las de inayor
lx^stura, con ellas lnteden iormarse los ^rupos de reproduct^^ras, con
;;r;tn^l^s 1^roLabilidadcs ^lc hahcr clado con las buenas."
1?n cuanto a instalaciún, es conocido en general clbn^le y cómo tierie^i
nucstras labradoras las ^allinas. Ln el peor sitio de 1a casa ; cc^rral o cs-
lablo ; cn donde sc concentrau toclas las inmundicias.
Menos ii^al quc duraiite el ^lía corren las gallinas lihrcincntr por cl
rainpo ; clc no scr así, las enfcrinedades sc cnsañaríar^ en ellas. Pcro con
csta sana lil^crtad huncn los hucvos en sitios no sicmhrc hallados por Ja
aldcana, lo mismo cn el pajar quc en el cstrrcoleru o cii escon^li^l^,s siti^^;
del campo.
Hay que aconscjarles, por lo inenos, el ^allinero casero, cuii buena
orientaci^ín, coii con^liciones ^le higiene y con capaeiclad prohorcionada
al número de ;allinas. La fachada debe estar expucsta al RIcdiodía o al
Sudeste; así podrán disfrtttar del sol casi todo el día. I?n cua^itu a sa-
lubridad, tendrá buena ^^ constante ventilación, sin que haya corrientes
de aire, y debe situarsc eTi sitio seco y aláo levantado sobre ^el suclo, para
evitar excesos de humc^lad ; ti^ respecto de cal^acidad, se les dará un metr^^
ctiadrado para cada tres gallinas. Sc debe disponcl- cii f.orina dc que se
pueda limgiar Yácilmcnte, lo mismo que ]os posaderos, ponederos y be-
bedcros, que tan abandonados y sucios suelen estar.
Los niateriales Para hacer un ^allinero serán de ]os inás ^ec^^iiómicos
y quc se adquicrai^ fácilmente cn el país, ^^ucs lo esencial es la limpierrl
dcl local y la buena aliineutación de las ^;allinas.
13n el ^:^llinem rural se les podría dar snelta a las ^allinas ^lesde e]
amanecer hasta las ocho de la mañana, llamándolas a esta hora para dar-
lcs una raciún dc ^rrano. 1^ las cuah-o dc la tarde sc las puc^lc clcjar li-bres para volvcr a correr por el campo, hasta poco antes de oscurecer,c^uc cllas mísmas rc^resan al ^allincro.
I?sta clistribuc,ibn ^lc horas <le encierro dc las ^allinas sc lunda en
quc son contaclas las quc poncn antcs rle las ochr> clc ]a mari;iu^i, y^ auri
^nenos las ^^uc ponen dcspués de las cuati•^ de la tarde. llc cstc mo^l^^
se cvitaría la pérdida de inuchos ]luevos.
1?n etiíinto a cchai^iieuto y alin^lcntac:i^í^i, las inaterias aliineniieias vti-
riarán al^o se^;ún los recursos dc cada re<^^ibn ; gero, en líncas ^cnerales.
os direinos que, por ejemplo, el maíz, la cebada, sus harinas y las patatas
s^m alimcntc^s quc cn^^r^lar^. Las hierbas dc prado, la alfalfa, cl tr^bol y
- IO -
-0i1'OS iOT'1"djP,S, la. dVerid, el %1'lg0 y IdS 1112,tf',1"láS Cle OPlgEll a.111t11^11 CjUC ll0
;can niuy arasas, aumentan la postura de huevos.
Ahora bien : para ^el cebamiento se usai•á la harina de maíz, que t^ntu
abunda en esta región, y si hubiera cebaQa, aun mejor, }' se amasa con
lcche desnatada, de que en toda la aldea gallega se dispoize. Así se for-
inarán unas pastas, dejando que coman las ^allinas o caPones cuanto
auieran.
^ Si no toniaii bastante esta preparación, hay que recurrir al cebainicn-
to forzado, sujetándolas y]lenán^loles bicu el l^uche con bolas de dicha
pasta. Tambiéu se puede emplear un embudo, por donde sc les einbuch;i
la hagilla. A^leinás, para acclerar el cebamiento, se deben tcner las aves
cnjauladas p^ara conseguir la rna_vor quietud posible, y sittiarlas en uii
local de la casa algo osctlro.
I'inaln^cnte, de enfermedades os hablarítn lus especialistas en la ma-teria ; pei-o tencd bien presente que en las ^alliiias, aun más que en otras
^esi>ecies animalcs. el medio de salvarlas, m^is que la curación de las en-
iermedacles, es la evitación cle ellas ; esto es, la hig^iene.Y ante enfermedades contabiosas, hay que pensar se pierde menos
dinero quemando los primcros animales invadidos que empeñándose en
curarlos, dancl^^ ^casión a que se propague la plaga a todos los demás.
i\ro sol^imc^itc no se hare csto, sino qtte ni se separan de las restantes,
cuando aparece alguna gallina enfern^ia.Sólo mencionaremos una nial llan^ada enferinedad, quc da lugar a
una aberración muy generalizada cn todas las re^iones <le Lapar^a ; nos
rcierimos a lo que llaman la "pepita".
La punta de la lengua dc las ^allitlas est^i recubierta por una materia
alg^^ dura, y a eso designan con el non^bre de pepita, y a ella atribu^-en
1<L enfermedad, que no existe. Lo que suced^e es que en cuanto aparece
un ave enferma, es cuando se les ocurre mirarla la boca, y entonces ven
^esa dureza, quc la tienen todos: ^allos y^ ^nllinas. El procedin^iento quc
eniplean es, sencillamente, arrancársela. Si no se le hace san^re, men^s
^nal; pero coi^^o casi siempre se le destroza la len^tia o se le hiere en la
bc^ca, el aniinal no puede comer, y^ entonces sí que enierma de veras.
LAS OROBANGAGEAS, PLANTAS PARASITASPor el i )r. Jo.^ouí ^ ^T;^s-Gu1:^n.^r_.
Las U-roba-ie^í^ccas son Plantas desprovistas de clorofila, o sea de la
^matei-ia colorante verde, tan común en los vegetales; son hierbas car-
-nosas, de tallo grueso, que Ilevan hojas pequeñas reducidas a escamas,
col^,cadas sin or^len o bien tapánclose en parte unas a otras ;]as íl^^res
tiencn estaiilbres ^^ l^istilos, son ii-regulares, cst<in ^lishuestas cii es^^iñas
tci-n^inales o racim^^s ;^^er^^ ^>uecleu tener t^t^nl^i^n t^na iloi- solitaria : cl
c^íliz ticnc cuatr^> o cincci s^^^alos ^• l^i corolrt recucr^la a la ^lc las .^ribi;i-
das ; c) íruto cs una rát^sula.
Conúreuse de esta familia uti^^s ^l^^ce ^^^neros c^^n zcx^ csprrics : J^cro
1. 1'rimera fasc dcl ^lc:;cnvolvimicnto ^1c la scmilla. (Seg^tín I^crncr.)- ^^^ 3. I'lantajo^^en de ]a Pl^elipaea ^-^i^n^osa ^^^hre la raír ^le la ^^lanta ^^n qne vi^^c. (Se^ím i^uchJ,^. 1'lanta joccn d^^l Oruba.n^liF u^iuor. (S:^ím I^^^cli.) ;. l'lrrlfha^'^a runrosa. (5cs;^íu^Fiori ^^ 1'ao]etti.)-6 ^^ ^. I^lor y scmilla ^lc l;t mism^. (ti^^^;ítu I^i^n^i }^ Paolclti.)
en iiucstru 1>aís s^íl^^ ^^iecii :^l^u^i^» ^Or•obau^^lit, C^^rato^ali.r, Pl^tli^u^^a,
Latlrrca, CIa1a^^estiuu ^. a las que c^^rreshondcu unas .^.o csl>cries.
Las OYOba.n^^qa^cs vivcii ^iarásit,is sobrc ^^lantas inti^^ clivcrsas, ^^li-
áicn^lo las r^iíccs. T„is le^uminosas s^>n plautas quc c^^n frccucncia cst,ín
i^wadidas jior esta rlase <lc ^^ar,"isitas ; en c;te caso tenemos varias es-
pcrics dcl ^^^ncr^ (>rohanr^/i^^ (dcnsif/nra, ^/ra-^^hs, foct^r^n.) ^^ dc utros
(Pheli^aca I1-72^telli) que csco^cn cicrlas planta;, c^nn^^ lc^s ^liisrititcs ^^ las
habas.
:^\ ^^cres cli^en 'rintili;is ^1Mern^itr^cias, r^^mo sucede con ]as U^iibe^-
Ií/^crus ( YL. 4lut^^llil }° C^^u^/^iac,rtcas, las Oiaes^o^hodihceas (Pl^t. lutea) o
las Cistá.ccas (PFc. qr^zi ilis).
Ylantas tan importantcs como cl oli^vo, ^z^i^l, ^i,ogal, casiayco, avellaaT.o,
etcétera, son atacadas en sus raíces por tma parásita de la familia ^:^^ucestudiamos, de corola blanquecina, con manchas purpurinas (Lalh^•e^^squa.inari^a), quc en la nntig^ŭedad se usó contra la epilepsia.
I^l cár^ianzo, ton^aatr°, iiiaí^, tyign, no escapan a la invasión de estas pa-
t. Latl^.r^i^^i sqtt¢uiariu en íl^,r. 2. Sccción longitudinal dc la Hor.-,;. Setnilla engerniinaciún.-q. Sisteina ra^lical de la planta adherida a]a parasitada.-5. Porcióndel tallo subterránco de la planta, con su raíz adherente a la raíz dc la planta para-sitada. (Según T. I^erraris.)-6. Sección transversal de un haustorio o chupador de]a planta parásita, en la que se ve cóino penetra y se adl^iere en el tejido de la
planta parasitada. (Según Heinricher.)
rásitas, como sucede con la llamada Itiie^yba to^ra (l'h, ra^^^iosa) citada ya
por los farmacéuticos I_oscos }^ Pardo.
Las plantas m^edicinalcs no escapan a la invasión de estas parásitas,
como ]es ocurre a los tos^^aillos en general (Or. alba), en los Teu^cyiu^fzti
(O. 7^eT.^cri), en las ^lytcrti.is^ia-s (O. cernua) o en la digital. ^l 7•out^eyn
es invadido tainbién pot• parásitas de esta tamilia, si bien no pertenezcaia
al génei-o tipo (Ceratoccal^ix nia^c^^nlc^is y fi-ntbyiut^a).
El trébol corriente (Trifoliitizra praterise) es invadido por el O. z^zi^zor,
que llega a pie y inedio de alttira, es de color violáceo q corolas blancas,con venas viola^1as o arnarillas.
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]?I O. lsr't^ca vive en el a^ltra.m^ic^ y leritejas.
l.as Gruba^iaccí^•^^as se las enruentra vivienclo sobre platitas que no
intcrc,^in dircctan^cnte ino al hotánico, conw succ^lc con los brczos,
cardu corre^ior, Galiu^z^, ^1s(^er2^la, He^le^^a, Picris, Santoliraa, O^i.o^a^is,
Carlin.a, Le^idii^ni, 11^Iarx^ttz, Lotiss, etc.Sobre una misina planta pueclen a veces vivir parásitas dos especies
tliierentes; esto sucede cn la f(rt^titiisia glut^yiosc^, en la quc ya señala-
ron Loscos y Parclo la presencia en sus raíces, en mayo y junio, de dos
Phelipae^as, eomo la ce^rulea y are^^iaria.
Las Oruha^ac^ícecis gcrminan cuando las semillas encuentran una
raíz apropi.ida, en cuyo c.iso el enibrión emite un chupador, quc procu-
ra pcnctrar en las raíces cíe la planta, sobre la que va a vivir, con el fin
de ascgurar de estc modo la etiistencia de la nueva parásíta, que da lu-
gar más tarde a raíces propias, que penetran en la parasitada, originan-
do tallos tloridos, que ag^^tan a la planta sobre que viven.
Los años en que la primavera se desliza con tie^npo seco son favo-
rables al desarrollo de los Orobanqucs, como asimisnio los terrenos
poco profttndos, pubres, li^eros, secos, permilen la niayor <lifusión dc
]a planta. Los abonos, el viento, los pájaros, insectos, etc., favorecen la
disetninación de ]as semillas de estas plantas.
i,a distribución de estas plantas eu la Península es variable : a veces
se localizan en re^iones detertuinadas, como en Cataluña, sobre las
alfalfas (O. h^tea), o al^^u^ia sn-lz^ia (O. Sa.lv^iac), sobrc cl h^°It^boro fctia'o
^n el Pirineo y sierras ^ranadinas (O. Ilac-iisel^ri), y^^ta.ma (O. ^^ari^^^gat^).
en 1\lbacete. I31 0. cra^e^ata, ya decían Loscos y Pardo que era una cíe
]as especies c{ue más abundan en ]os cabezos cíel bajo Aral;ón.
Alguna especic, como la Y. ll^lutelli, lle^b a hacerse esl^ontánea en
el Jarclín P,ot^ínico cle l^^[adrid, sobre la Craaribe nTaritinia^^, seaún indicó
Cutanda en su `Tlora", c Tsern, en Arl,=anda, sobre el ronicro.
Tapecies 11ay que se difunden por toda I?spatia (O. gracilis, 9^rai^nor,
Hederae y Pheli^aea are^^raria).
T?l O. Jac^dera.e vive sobre la hie^dra, y está nnry repartido sobre una^ran Parte de Francia, encontr;índosele alguna vez en los jardines, so-
brc lm rosalcs y ]as rlra/ias.
T.as plantas parásitas rlue cstudiamos reciben en nttestro país va-
rios n^>rnbres. dc l^^s quc nos bemos dc ocupar, con cl fin dc que puedan
ser mejor r^^nociclas dc los al;rirultores. La Pla. yacen2^osa, que ya fué
indira^la sohre el cáñamn, por (^uer, recibe cl non7bre cle f^a de llo f^; en
Valcn^-ia, pa de ^u^.oro, y cl de ^ira,rgali^^la borda en Raleares. 1Ĵ l non^bre
^cíc ^rrrr^ ^>'c Inbo se al^lica cn 1VItu-cia a la P. 11^1^^tc^lli.
T.^^s nr^^hanrluc ĉ recihcn varios nombres: sa.^rgre rIe lcgiur^ibres, Cas-
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till<i ^^_). ^rucr^ta^; csh^írr^agos de lobo, h^i^crba tora (Castilla)^^, herba del
Ĵ rar^°, ;na1 ^^.^^urr;^^ch ^Cataluña), r^^ha^rrcc bort, t~sp^argos de lobo (Va-
l.encia), margalida^ borda, frasera (Bal.) (O. Rapu^rti).
El (^. speciosa de las habas y gie^.rayrtes es conocido en las diversas
provincias de España, con varios nombres, como son los siguientes: jopo,
espá^rra^gos de perro, e. ^de lobo, laierba v^ac^a, y tora, ^r^2^at,aleg7z^iib^re, es-
q^ui^7aa^^acia d^el yerbo (Cast.), l^erba tora, espa.rrech bo^rt (Val.l, frare, r^i^al
espa^rrech, laerba fyare (Cat.), po^iitega ^de r^ao^ntc ^Gal.).
I?ri su notable estu ĉlio sobre ]as EstePas de España, Rcyes y Prosper
citaba, como pertenecientcs a ellas, las si^uientes especies con sus curi^-
sos noinbres vulhares :
O^roba'^n^che faeti^d^a: yerba tora, pan ^de lobos ]zedi^o^udo.
O. a^szethvstca.: Vara florida n^^ora^^da.
O. cerre^-r^a : Ga^llos, gallicos, ,ha.taecillo de perro.
Pltelipaea cerulea : Va^ra f lor^da ide perr'o, Dedal azul dc viuda.
P. ra^mo^a: Orobanqu^° ra7nosa, /^a^^^ de lobo, espar^os dc ]obo.
f'. tlliateli : Pa^ri de lobos.Ceratoca'ix rn.acrolcpis: Orob^aln^que ^de ro^n-iero, p^an de lobo dejar^zs_
Las cinco especies de Oro^barzclz^e que, según Mangin, son más pelibro-
sas, se reducen a las sinuientes : el O. ran^i^osa, que perjudica mucho al
ccíña^w^ao, cuando se multiplica con exceso ; el O. ruben^s, de olor a conva-
laria, que causa ^randes daños en las liticei'nas de I^^ormandía, Alsacia v
]^elfinado. El O. ^zrinor, anual dc ^o centímetros de alto, en el trébol ; el
O. cy^aae^nta, vivaz, de corola amarilla, y e] O. ^abac en las plantaciones
de gicisazztes, del mediodía de P`rancia.
]^cl ^énero Orobatznc^ se conocen míis de 9o especies, cle las que 3a
^ viven en Italia.Las Phelip^aeas tienen un aspecto parecido a]as anteriores ; sus flores
son azules o violáceas }- están colocadas en espigas ílojas.
La Lailarea squar^zaria vive sobre muchas plantas le^iosas, como lo^s
ch.opos, hoja.rarzzo, ^icl, cncirn.as, olmos, peral, fresnns, a,vella-iios, etc. Se
desarrolla ráhidamente y cs abundaute en Italia, si bien los daños no^
parecen ser nluy apreciables.
1?1 estudio de las Oroha^a.ccícc°as no deja de ofrecer dificultades para
cl bot.ínico, siendo necesario conocer al tiempo de rccolectarlas ]as plan-
tas sobrc las que a su vez viven parásitas. Debido a estas causas, los in-
si^ncs autores dc la Flora de Aragói^i, Loscos y Pardo, sospechaban de
la eYistencia de más especies de las que citaron en su obra.
* * *
llelacroiti ^- ^^Iaublanc, al hal>lar cle la destrucción de las Orobnir^^ú-
c^•us, ^liccn quc ^s n^u^ cli i ícil, drLiclo a la 1>crsistci^cia cle las scmillas ^^i
cl terrcn^^ ^^ a la cunservaci^ín dc su J^odcr ^erminativo, pucstc, que hue-
^lcn cl^•s^•nvol^^rrsc si cncucntran raícrs ajn-opiadas h,u•a nutrirsc.
^1r^^n^^jasc htiir <ic lus c^tit•rculcs c^^ntaminados o de los suelus in-
^tcctos.Para romhatir la intia^i^^n dc c^tus jru-á^itos se han pr^ilntcsto varios
medius. l^no dc cllus sr l^asa en ^•1 cmplc^, cle ]as scmillas puras que lian
clc ctiltivarse, cjuc nu ^5t^^n contaniinadas con las diniinutas y muy hoco
^^i^ibles ^lc las (^rohu.uc^ícrns: en c;is^^ contrario se aa^nseja ^^oiler las se-
millas cn el a^u,i, c^»> cl Gn ^le yttc s^ sc^^arcn atnbas, a no scr <Ic scmillas
^i^quciiísimas quc va^-an a semlirar,e comi^^ en el casu del tabaco.
l^.l c^imbi^^ ^lc cultiv^^s ^lttranlc al^tt^ius años cs aconscja^lo tambi^u,
así cuin^^ cl cmplc^^ clc ^^l,intas yuc ofi-czran m.ís resistencia n los Oro-
l^anqucs.
I^;l r)nrurr, 1'^rricu, incurhoraclo a los terrenos, seg^ítn las eaperiencias
^1c1 l,r^^ic^nt- tiam^^^^i1, ^icru^itc qtic las j^lanfas cullivadas resistan mcjor
,i e^t^is ^^arásitas. "['amhi^^n se ha aconseja<lo, contra el Orol>ai^qtie del
tat^ac^^, ^•1 cilil^l^^^ <lc la cnl ^iva, lcjía dc ccnizas y sulfato ferroso, con
resulta^l^^s poco marcados.
La, in^^ccci^^nes cle sttliuro ^le carbun^^ en el suelo son aconsejadas^x^i- l^acs, roino inc^li^^ clc co^^lbatc, c^,utra la Lcztlcrea sqiearraa^yia..
La einpleo clel áci^lr, f<^st^írico ^, la pc^tasa pttede dat• buenos i-esulta^l^^s,
^^ucst^ quc los cultivus ^^uc^lan en condici^nics <lc resistir n^cjm• la iuva-
sibn clcl parásito.
l.a c^tiri^aci^ín cui^ia^l^^sa de lr^s Oroba^^ques se impone, oPerando, se-
^Ctn h^ch, en tietnpo húme^lo, ju^r<^ue e^ri^^n^es la ol>craci^^n es n^ás fácil.
Para combatir el gusano de la cebollai ^^ ^,- 1^.. ► >.
I)ur;tntc cl nics ^lc juniu ^^ si;;uicntes, los g^usan^^s causan ^randcs ^la-
ñ^^s cn las sicn^l^ras clc ccbollas. 5^^n gttsanos blancos o au7arillentos dcs-
l^ro^^ist^^s ^le rr^ta^. cle ine^li^> ce^ltíinetro apro^imadamente de largos. 1)e-
voran cl interi^^r dcl heqtzc^io bull^r^ dc la cebolla y harcn m^^rir la j^lanta.
Lstos gusanos son larvas de una mosca grisácea qtie en lo demás se
harece a la m^sca ordinaria, o de una mosca bronceada.
Las ^^rimeras n^oscas aparecen a fin de abri] y efectúan su primera^.
^^uesta hacia el ^^^ ^le r^lay^o. De estos huevos salen las larvas cinco o seis^
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días después y empiezan inmediatamente a roer los pequeños blllbos delas cebollas, sobre todo por debajo. Cuatro semanas m^is tarde estas lar-vas, que ñ an adquirido todo su desarrollo, abandonan la cebolla y se in-troducen en la tierra para convertirse en crisálidas. Quince días después^stas dan nacimiento a moscas que ponen y el ciclo recoulienza. Hay tresgeneraciones por año y así se ve durante todo el verano cómo las plantasde cebolla amarillean, se marchitan y mueren.
IVILDIOS DE LUCHA.
I. El estiércol fresco atrae las moscas y se recomienda no emplearlo
donde se siembren cebollas.
Es incluso preferible no sembrarlas más que en terrenos en los que
no se haya aplicado estiércol dos o tres años antes.a. Arrancar imnediatamente las plantas atacadas y quelnarlas. Así
se destruyen un gran número de larvas y se previene a las generaciones
siguientes.
3. No sembrar cebollas, cebolletas ni puerros durante tres años ^en
las parcelas contaminadas y durante este período remover la tierra pro-f undamente.
4. A1 levantar las pequeñas cebollas, espolvorearlas con hollín, polvo
de tabaco, cal, preferentemente después de la lluvia o por las mañanascon el rocío.
5. Se obtienen buenos resultados regando las plantas con agua que
contenga Ioo gramos de creolina por ao litros de agua. Se puede tam-
bién añadir la creolina, y entonces a rriayor dosis, purín y regar con
esta solución después de la lluvia o de un riego con agua corriente.6. Se pueden igualmente regar las plantas una vez por semana con
una solución cnvenenada compuesta de 5 gramos de arseniato de plomo
o dc cal por Io litros de agua, agregando medio litro de jarabe o melaza.
Las moscas chupan el veneno azucarado y mueren.7. Esparcir entre las líneas de cebollas (pero no debajo de las plan-
tas, pues se quemarían) sulfato de amoníaco y cal viva y después regar
ligcramente.
S. Plantar cn los terrenos sembrados de cebollas plantas que alejen
a las moscas, tales como el perejil y la camelina.
Grtificas Uguina. Meléndez Valdés, 7.