Discurso de Investidura

José Luís Calvillo Espinosa 

Mayo de 2011

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Es difícil hacer un resumen de una etapa de 8 años, o mejor dicho, de 2

etapas de 4 años cada una, puesto que la primera y la segunda no han

tenido nada que ver entre ellas, Estos últimos 4 años, sobre todo, han sido

los más difíciles que he atravesado nunca, ya que aunque no se quiera, el

tema político y profesional afecta también a lo personal. Han sido años de

crisis, donde me ha tocado lidiar con muchos problemas, algunos de los

que hemos podido solucionar, y otros que no han llegado a buen fin, pero

siempre intentando realizar todas las acciones con coherencia y con el

objetivo de lograr lo mejor para los ciudadanos.

Me marcho tranquilo de saber que he intentado todas las vías posibles para

conseguir lo mejor, e intentar ayudar a todos los villamartinenses en estos

duros momentos, aún sabiendo que debido a las circunstancias, no a todos

les he tendido esa mano que tanto necesitaban.

Aún así, éste no es el final, a partir de ahora comienza una nueva etapa para

mi, otra etapa de lucha, pero desde la oposición, aunque esta vez

asumiendo democráticamente el lugar que en el que los ciudadanos quieren

esté yo y el PSOE.

Lejos de lo que se dice por ahí, yo en mi persona asumo la responsabilidad

de encauzar las tareas de oposición de este momento, pero conociendo

perfectamente la situación en la que nos encontramos, desde una postura

totalmente constructiva, de apoyo y en situación permanente de mano

tendida al Gobierno y al resto de grupos políticos, para aportar en la

búsqueda de soluciones a los problemas que afectan a Villamartín.

Desde la oposición, trabajaremos en el beneficio común de Villamartín,

aunque exigiremos en la medida que el juego democrático así nos lo

permita, llevar a cabo nuestro programa electoral. Programa que se basa en

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dos ejes generales del que emanan todas nuestras propuestas: La estabilidad

y nivelación presupuestaria, no ya se nos antojan necesarias, sino que son

vitales para la prestación de servicios de calidad, e igualmente útiles y

obligatorias para repensar las inversiones que busquen nuestra tan necesaria

autosuficiencia económica, de la que emanará el crecimiento y por tanto la

creación de empleo. Pero no queremos que esta nivelación o estabilización

presupuestaria, se haga a costa de unos en beneficios de otros. Es necesario

un gran esfuerzo de aporte solidario por parte de todos para llegar a esto,

por ello, desde este mismo momento, volvemos a reivindicar que en la

agenda del nuevo gobierno, que emane de este acto democrático, se

contemple sin más dilación, la confección de un pacto entre grupos

políticos, sindicatos, empresarios y ciudadanía en general, para establecer

las bases encaminadas a conseguir esa estabilidad o nivelación

presupuestaria, sin hacer sangre a nadie; es decir, sin que nadie salga

perjudicado. Y el otro eje en el que se basa nuestro programe electoral, no

es otro que la confección estratégica, basada igualmente en el dialogo

permanente y constructivo, para establecer las bases en la que debe

asentarse nuestra economía. Y ella pasa, obligadamente por la agricultura;

la capacidad que tengamos en hacer viable y posible el cambio

generacional en el seno de las explotaciones, así como la búsqueda de

alternativas al campo, serán, sin duda alguna, la base de nuestro futuro.

Todo ello sin olvidar sectores tradicionales para los que demandaremos

mucha atención, así como seguir la senda que iniciamos para que también

mantengan su nivel de empleabilidad, este sector no es otro que nuestro

rico pequeño comercio.

A nosotros nos ha tocado la responsabilidad de encauzar, o mejor aún,

repensar nuestro futuro, dada las circunstancias que vivimos el viejo se ha

quedado obsoleto. Desde que la Ley de Suelo incentivara un nivel de

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crecimiento, y por tanto de empleo, basado únicamente en el sector

inmobiliario que, este a su vez, se basaba en el endeudamiento que todos

estamos padeciendo, quebró, dejando nuestra sociedad, nuestra forma de

vivir y relacionarnos, e incluso nuestras vidas a merced del mercado.

Nuestra gran masa de trabajadores se reconvirtió de la agricultura, que se

mecanizó y su siembra en extensivo hizo cada vez más innecesaria la mano

de obra, esta se fue en busca de la construcción y durante este tiempo no

prevenimos, ni nosotros ni nadie, que necesitábamos urgentemente un

elemento que construyera en nuestro término las posibilidades económicas,

para atraer esa mano de obra que, tarde o temprano, tendría que volver a

sus orígenes. Y se nos fue el tiempo, así como su capacidad, y cuando lo

teníamos todo hilvanado, la crisis, el cierre del grifo crediticio hizo

imposible su desarrollo, y tuvimos que soportar, a pesar de las carencias de

los últimos años, acudir a innumerables situaciones familias, de ciudadanos

y ciudadanas donde gracias a nuestra intervención han podido seguir

adelante. Cuestión esta, que llevamos muy gala; sobre todo después de leer

algunos desafortunados comentarios que, y antes de ver papeles, dicen que

hemos gastado mucho o más de lo que debíamos; sentimos mucho que la

escasísima sensibilidad de estas personas que quieren dedicarse al servicio

público, empiecen su andadura haciendo comentarios como estos. Pues

claro que hemos gastado, pues claro que nos hemos endeudado, pero no

podemos hacer otra cosa desde nuestra óptica política, primero el

ciudadano, y luego el sistema. De ahí nuestra exigencia de la firma de ese

pacto que nos puede permitir seguir acudiendo a las necesidades de toda la

población, y que no es poco. Así que si se empieza el mandato haciendo

demagogia en ese sentido, nos os hace falta, porque a nosotros tampoco nos

hace falta justificarnos de una acción política basada en nuestros más

elementales principios. Pero todo ello con una pequeña salvedad, nosotros

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nos hemos gastado el dinero, de una u otra forma, en los ciudadanos, en la

atención a ellos, debido a la inercia donde la cruel crisis de los mercados

los había colocado, nosotros hemos huido de gastarnos el dinero en boato

estéril, que eso sí, estimados vecinos, ello es lo que nos llevo a soportar y

cargar con el enorme coste deficitario con el que nos encontramos en 2003.

Además de aportar nuestro particular aporte solidario a esta situación, es

justo recordar que los Concejales liberados y con dedicación exclusiva del

PSOE en el Gobierno, abandonaron su sueldo, como santo y seña de lo que

en nuestro proyecto figuraría más adelante, que no es otra cosa que el pacto

al que antes hacíamos referencia. Es por ello que entendiéramos

perfectamente, lo que la Empresa quería hacer con la Escuela de

Enfermería, a la que desde aquí nos volvemos a ofrecer para reabrir la

lucha para su consecución, porque no sólo serían los puestos de trabajo que

podría ofrecer, sino la doble posibilidad de, por un lado, atraer hacía esta

Comarca las posibilidades del entorno universitario, y por otro, la

posibilidad de atraer a las familias pudientes de la extensa geografía

europea, para estudiar en Villamartín, por ello, también animamos la

posibilidad que tiene la Empresa para que amplíe la solicitud a Medicina,

simplemente porque son divisas que nos hacen falta. Y el dinero, trate

dinero. Por ello nuestra idea, y así lo manifestaremos en su momento, es el

de reabrir las posibilidades de interlocución de la Empresa con el nuevo

equipo directivo de la UCA, y como no podía ser de otra manera, con la

Administración para encauzar la viabilidad de ese proyecto que, ni mucho

menos, damos por zanjado.

Permitidme que comparta un apunte reflexivo con todos vosotros, en

nuestra búsqueda por convertir a Villamartín en el centro administrativo,

político y de servicios de la Sierra de Cádiz, nos hemos encontrado con una

realidad que jamás pensamos, y es que la sociedad en particular de

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Villamartín, se nos ha dualizado sobremanera, por un lado tenemos

ciudadanos y ciudadanas que tienen su empleo proveniente de esos

servicios instalados y otra gran mayoría que están sin su necesario empleo,

y además hoy por hoy, por mucho que nos cueste admitir, sin posibilidades

a corto plazo, ya que, lo comprobareis en pocos días, es imposible que todo

el mundo trabaje en el Ayuntamiento, en un curso, taller de empleo, escuela

taller y ni tan siquiera en la Ley de Dependencia. Por ello tenemos que

compartir juntos esta nueva etapa de gobierno, para buscar esa solución

definitiva de autosuficiencia económica, única manera de encontrar la

senda del crecimiento y por tanto de la creación de empleo. Aunque, y justo

es decirlo, necesitamos empresarios arrojados, necesitamos emprendedores

con sobrada capacidad para empezar caminos nuevos en una

diversificación económica que se nos antoja, ya no necesaria, sino precisa y

urgente para encarar el futuro.

Y quiero terminar esta intervención, que ni mucho menos es una despedida,

sino todo lo contrario es un nuevo principio: Volvemos a la oposición en

este Pleno, donde ya estuvimos desde 1995 a 2003, y quiero hacerlo con un

guiño a todo nuestro electorado que fue a las urnas el pasado 22 a votarnos,

al que se quedó en su casa y participó con su absentimiento del sufragio, y

a los que cambiaron su voto por otra opción que les satisfacía más, a todos

muchas gracias por su inigualable madurez democrática, pero también me

gustaría decirles que seguimos aquí, en nuestro lado, en el que nos han

puesto los ciudadanos con sus votos, pero fieles a nuestros principios y

valores que constituyen este partido centenario. Por ello, no quisiera dejar

la palabra , sin antes levantar el puño cerrado de los que sufren, de los

débiles, de los indefensos, de los trabajadores del pueblo soberano que

garantiza que exista la justa correlación democrática, como máxima

expresión de la voluntad popular que reside en este Pleno de Concejales

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electos. Y al nuevo equipo de Gobierno todos los éxitos, eso sí, que todos

esos triunfos que os deseamos, sean en beneficio de los habitantes de este

pueblo.

Termino mi intervención tomando el testigo que me ha guiado desde que

me inicié, la política es la tensión entre “la pasión ardiente” y la “mesura

frialdad”. Así lo expresó Max Weber y así creo que debemos vivirla, con

vocación para conjugar convicción y responsabilidad.

Muchas gracias