CONTEMPLAD AL CORDERO(Un Resumen de la Expiación)

Expiación significa “cubrir” o “reconciliar”. En última instancia, es el largamente esperado sacrificio de Jesús en la cruz lo que cumple la promesa del supremo sacrificio, que se llevó el pecado y reconcilió a la humanidad con Dios.

La doctrina de la expiación comienza en Génesis. La palabra hebrea se suele traducir por “cubrir”, así que presta atención a las palabras e imágenes relacionadas como “desnudez”, “delantales” y “ropas” y ven con nosotros a Génesis 2:25, un resumen de la vida perfecta en un mundo sin pecado: “Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban”. Pero después de la tentación, el pecado y la caída, “Fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos”.1

La prominencia de la teología de la expiación se acentúa por lo rápido que se extiende la doctrina en tan sólo unos versículos.

“Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”.Presta atención a esto: las túnicas estaban hechas de pieles. Hubo que sacrificar un animal después de que

“conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales”. Imagínate, ¡hojas de higuera! El esfuerzo humano por cubrir la desnudez y la vergüenza siempre es inadecuado. Algo tuvo que morir para proporcionar a la pareja del jardín algo con lo que cubrirse. Se tuvo que derramar sangre.

En vista de cómo se desarrolla la historia de la expiación en la Biblia, es probable que el animal sacrificado fuese un cordero, un inocente cordero. Y no creas que Dios sacrificó el cordero discretamente sin que nadie lo viese para proteger así a Adán y a Eva de los horribles detalles. No, no, no. Tenían que ver las consecuencias de su pecado. El precio de su pecado y

el precio de la expiación estaban ante ellos: “La paga del pecado es muerte”.4 Adán y Eva vieron las consecuencias del pecado por primera vez: el aflorar de la sangre, el fluir y el derramamiento, y eso no era todo lo que les esperaba.

Génesis 3:7, Génesis 3:21, Génesis 3:7

Esta temprana referencia a la desnudez y a la expiación mediante la muerte es más que un indicio de que Dios ya planeaba un modo de reconciliación. Dios Lanzó un cordón de grana de esperanza (Génesis 3:7, véase 3:15) como una flecha a través del abismo del pecado que nos separa de nuestro creador. Es el cordón de grana que se entrelaza con el cordel que se entrelaza con la cuerda que se entrelaza con el alambre que se entrelaza con la cadena que tira del enorme cable de redención de la Biblia y lo ata a la cruz. Lo mantiene todo unido. El derramamiento de sangre de Génesis 3 es una ventana profética a la obra expiatoria de Jesucristo aún por llegar. “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.5 Sin la teología de la expiación la Biblia es como una cuerda de arena.

Este cable tiene siete dobleces, siete doctrinas que lo mantienen todo unido. Los siete dobleces de la expiación son: sustitución, propiciación, justificación, redención, regeneración, santificación y reconciliación.

El elemento común de las siete doctrinas es la sustitución porque todo lo que hizo Jesús en su vida, su muerte y su resurrección lo hizo en nuestro lugar. Como propiciación, Jesús nos protege de la ira de Dios. La justificación sólo por fe y solamente en Cristo (¡métete esto en la cabeza!) es la base de toda la doctrina de la expiación. Si no entiendes esto correctamente, ¡todo lo demás será completamente inútil! La redención trata de nuestra esclavitud al pecado y de lo que costó liberarnos. La regeneración es nuestra resurrección de la muerte espiritual y la impartición de la naturaleza divina. La santificación destruye el poder del pecado y restaura la imagen santa de Dios en nosotros. La doctrina de la reconciliación trata del fin de la enemistad que nos separa y hace que

volvamos a Dios. Una teología completa de la cruz requiere las siete doctrinas. Romanos 6:23, Juan 1:9

La expiación es el corazón y la esencia de la teología cristiana, así que estas siete doctrinas son esenciales para el evangelismo. Por esta razón animamos a los evangelistas a no salirse de estas doctrinas a la hora de predicar. No hay necesidad. Si un mensaje es adecuado para el evangelismo, siempre estará ligado a una de estas siete doctrinas. Considera esta pregunta como una prueba de validez para un mensaje evangelístico: ¿Está ligado a una de las siete doctrinas de la expiación? Si la respuesta es sí, se puede usar como mensaje evangelístico. (Ten cuidado con usar solamente una o dos de estas siete doctrinas siempre que prediques). A continuación expondremos una visión más profunda de los siete dobleces de la expiación.

INTERCAMBIO DE LUGARES(Un Resumen de la Sustitución)

Sustitución: ocupar el lugar de otros o hacer lo que no pueden hacer por sí mismos.

Explícale la expiación sustitutiva de Jesucristo a un niño de seis años. ¿Cómo lo harías? Deja de leer y piénsalo. Algunos teólogos y “expertos” cristianos en educación dicen que no se puede. Dicen que es demasiado abstracto, que las ideas están más allá de la habilidad mental de un niño tan pequeño. Sin embargo, conocemos a otras personas que creen que sí se puede hacer. De acuerdo, algunos aspectos de la expiación no se pueden entender a los seis años. Hay partes que siguen siendo confusas incluso para gente de sesenta y seis. Comencemos con algo que aprecia la gente de todas las edades: una buena historia.

«Coméoslo todo», dijo Felipe. Juan y Sara sabían que la orden era irrevocable por la mirada de su padre y su tono de voz. No había discusión. No había escapatoria. Juan y Sara miraron las acelgas frías, pastosas y de

color verde vómito que tenían en el plato y después se miraron el uno al otro. Eran asquerosas. (Mucho más para ser la cena de Noche Buena). Los dos sintieron lo mismo: no vivirían para contarlo.

Algo se cayó y se rompió en la cocina. La tía Ester gritó en medio de la frenética conmoción.

Algo increíble ocurrió durante aquellos diez segundos de caos: las acelgas de Juan desaparecieron. Él se preguntó dónde habrían ido a parar sus acelgas y miró a Sara. Ella estaba masticando, tenía los ojos cerrados y las lágrimas le caían por las mejillas. Sara le había salvado: se había comido sus acelgas. Juan se sintió aturdido. Justo entonces, Felipe se giró, miró con orgullo a sus obedientes hijos y sonrió.

Lo que nos aporta esta pequeña historia es el elemento de la sustitución, lo que Sara hizo en lugar de Juan. Para atar cabos,teológicamente halando, al nivel de un niño de seis años, diríamos que Jesús se comió nuestras acelgas. ¿Demasiado simplificado? No para los niños, que se están formando una teología con cosas como “Cristo me ama bien lo sé, su palabra me hace ver…”. Las palabras como sustitución, justificación y propiciación no significan nada para Juan, pero sí sabe lo que es que alguien se coma tus acelgas. El recuerdo de su hermana mayor masticando y llorando siempre será un poderoso símbolo de sustitución para él. Desde luego, hay mucha distancia entre las acelgas y la cruz, pero es un comienzo en la dirección correcta. Con el tiempo se podrán ir añadiendo ideas hasta dejar claro que Jesús ocupó el lugar de Juan en el Calvario.

Ahora veamos el concepto de la sustitución desde el punto de vista de un adulto. Cáncer. O lo que es peor: un niño con cáncer. ¿Qué amante padre no ocuparía gustoso el lugar de su hijo enfermo y moriría por él? Los padres ansían y oran con lágrimas de angustia: «Dios, dámelo a mí. Si pudiera sentir su dolor, su sufrimiento y su miedo. ¡Dámelo a mí!». Intercambiar completamente el lugar con otro es algo que solamente Dios puede hacer. En eso consiste la encarnación. “Y aquel Verbo fue hecho

carne […] se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.

Ahora que entendemos la naturaleza sustitutiva de lo que Jesúshizo por nosotros en la cruz, Isaías 53 cobra vida y quebrantanuestros corazones de una forma nueva.

“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades,y sufrió nuestros dolores;

herido fue por nuestras rebeliones,molido por nuestros pecados;

el castigo de nuestra paz fue sobre él,Jehová cargó en él

el pecado de todos nosotros. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a

padecimiento.Derramó su vida hasta la muerte,

habiendo él llevado el pecado de muchos,

y orado por los transgresores”.

Juan 1:14 y Filipenses 2:6-8

El que alguien asuma el dolor y el sufrimiento de otra persona voluntariamente es una ilustración viva de la sustitución.7 Es el elemento clave que une la historia de Juan y la de los padres que sufren. Jesús ocupó nuestro lugar e hizo por nosotros lo que no podíamos hacer por nosotros mismos. Lo digamos como lo digamos, que Jesús se comió nuestras acelgas, o que se convirtió en nuestro sustituto y tomó la cruz del sufrimiento y la muerte por nosotros, ese acto de sacrificio desinteresado capta la esencia de la sustitución.

Fíjate en lo a menudo que los escritores de novelas o guiones cinematográficos que han perdurado en el tiempo utilizan el tema del sacrificio. Ellos saben intuitivamente que eso conecta universalmente con el corazón humano. Lo utilizan porque saben que el tema de la sustitución siempre funciona. Mientras sigamos siendo humanos (creados a la imagen

de Dios) esas historias continuarán vendiendo. Nos llegan hondo porque se hacen eco en nuestras almas de la historia aún más maravillosa de la expiación de Dios mediante Jesucristo. Al continuar con nuestro estudio de la expiación, te darás cuenta de que el elemento de la sustitución es un distintivo característico de todos los demás aspectos de la expiación. Jesús hizo el bien que no podemos hacer por nosotros mismos, y recibió el mal que nosotros no queremos.

Los teólogos se refieren al sacrificio de Jesús como vicario. Es una gran palabra que significa “Algo realizado o sufrido por otra persona en sustitución por otra o para beneficio o provecho de otra”.

MALAS NOTICIAS — BUENAS NOTICIAS(Un Resumen de la Propiciación)

Propiciación: Jesús se convirtió en el objetivo de la ira de Dios en la cruz para satisfacer la justicia de Dios y que su ira se apartara de nosotros.

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”.8 El capítulo dos sigue trayendo malas noticias: los judíos también están condenados. El capítulo tres dice que todo el mundo está condenado. Pero ahora vienen las buenas noticias:

“Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios”.9 Primero, el apóstol describe las malas noticias y después explica las buenas. Las malas noticias constituyen el fundamento para las buenas.

MALAS NOTICIAS

La ira de Dios es real, así que es lo que menos nos gusta predicar. La gente no quiere oír hablar sobre ello, pero la verdad es que “Dios es juez

justo, y Dios está airado contra el impío todos los días”.10 Cuanto mejor entiende la gente las malas noticias, más receptiva está ante las buenas. Esto se corresponde con lo que muestra el evangelismo del Nuevo Testamento y da como resultado menos conversiones falsas.

Según la Biblia existen dos tipos de ira: la Ira Instantánea y la Ira Lenta. La Ira Instantánea es el castigo inmediato por nuestro pecado y nuestra desobediencia; la Ira Lenta es el castigo que se extiende en el tiempo. Algunos ejemplos de Ira Instantánea son los diez juicios contra faraón, la muerte de Uza ante el arca y la muerte de Ananías y Safira. Como ejemplos de Ira Lenta tenemos el fracaso de la agricultura de Judá, la inflación económica y las enfermedades causadas por el pecado sexual.

Romanos 1:18, Romanos 3:29, Salmos 7:11

Hay abundantes ejemplos de Ira Instantánea e Ira Lenta operando al mismo tiempo. Lo vemos desde el principio. Las consecuencias de la Ira Instantánea por la desobediencia de Adán y Eva fueron la culpa, la vergüenza, la desnudez, la enemistad, la separación de Dios y la expulsión del Edén. Después vivieron con la Ira Lenta durante mucho tiempo, es decir, con el doloroso progreso de las consecuencias del pecado (una breve lista): trabajo, dolor, angustia, la muerte de un hijo, sufrimiento, la vejez y la muerte. La Ira Lenta tiene lugar cada día en los efectos a largo plazo de la inmoralidad y el vicio.

Somos unos necios al pensar que los pecados que no saltan a la vista como la amargura, el rencor, el incumplimiento de los mandamientos de Dios u ocultar la verdad no tendrán consecuencias. Dios pospone el juicio misericordiosamente12 mientras ofrece gracia, pero su ira se va acumulando como el agua detrás de un dique. Es sólo cuestión de tiempo. “Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”.13 Por cada mandamiento que incumplimos, tarde o temprano, habrá una consecuencia. El pecado sin consecuencias es como la luz sin energía, el fuego sin calor, o la lluvia sin

agua. Es más, cada mandamiento que incumplimos trae consigo una pena establecida: “la paga del pecado es muerte”. La justicia de Dios es inflexible.

Implicaciones: (1)ese Dios que es todo amor es un mito, (2) la ira de Dios se revela diariamente en forma de Ira Instantánea e Ira Lenta, (3) cada uno de nosotros comparecerá personalmente ante esta justa antorcha encendida para dar cuentas y pagar por cada mandamiento incumplido. Todas éstas son malas noticias,realmente malas. Cuando finalmente las malas noticias calan, la gente se siente más abierta a las buenas.Éxodo, capítulos: 7-12; 2ª Samuel 6:6; Hechos 5:1-11; Hageo 1:5-6; Romanos 1:27, Romanos 3:25, Deuteronomio 4:24; Eclesiastés 12:14; Hebreos 4:13, 12:29, Romanos 6:23; 1ª Corintios 15:56,

BUENAS NOTICIAS

Las buenas noticias son que Jesús recibió el castigo por tu desobediencia y tu pecado cuando murió en la cruz. La doctrina de la propiciación dice que Jesús se hizo a sí mismo el objeto de la ira de Dios. Eso es lo que la Biblia quiere decir: “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”.15 La palabra “propiciación” significa literalmente “apartar la ira”. La ira de Dios ha sido alejada de nosotros y redirigida hacia Jesús. Él se llevó todo el impacto de la ira de Dios en la cruz para satisfacer su justicia.

La muerte de Jesús en la cruz muestra el precio real del pecado. Incumplir los mandamientos de Dios te costará la muerte. La justicia de Dios lo requiere. Pero no te olvides del amor. ¿Qué otra cosa podría haber sido la razón divina? El amor por ti fue lo que motivó a Jesús a coger la ira de Dios de tu plato y asumirla él mismo. Recuerda, el Dios que requiere que te sirvan justicia por tus pecados (la muerte) al mismo tiempo te ama tanto que pagó el precio Él mismo. “Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación [un sacrificio para alejar la ira de Dios] por nuestros

pecados”.16 El amor de Dios se encuentra con la justicia divina en la cruz. En eso consiste la “propiciación” (nuestra nueva palabra favorita).

CONCLUSIÓN

La propiciación muestra el amor de Dios. Jesús vio el tren venir hacia nosotros y asumió la ira de Dios por nuestro pecado. Él interceptó la ira de Dios dirigida hacia nosotros. Algunas explicaciones sobre la propiciación hacen demasiado hincapié en 15 1ª Juan 2:2 16 1ª Juan 4:10, la ira, pero es más exacto teológicamente enfatizar el amor de Dios. Observemos de nuevo en 1ª de Juan que “Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. Proclamamos la furia de la ira de Dios y después declaramos que es un Dios de amor que prefiere bendecir acastigar.

La sustitución es común a todas las doctrinas de la expiación, incluyendo la propiciación. Donald Grey Barnhouse habla de un granjero que vio fuego en su campo de trigo avanzando hacia sus graneros. Para salvarlos, encendió un cortafuego que interceptara las llamas. Los graneros se salvaron. Después, el granjero salió a caminar entre las cenizas aún calientes y allí descubrió el cuerpo muerto de una de sus gallinas, que había quedado atrapado entre las llamas. Giró el cuerpo chamuscado y de debajo salieron tres pequeños pollitos. Se sacrificó a sí misma para cubrir y salvar a sus pequeños. Así fue la obra de Cristo en la cruz, un lugar donde el amor de Dios se ocupó de la justicia de Dios; un lugar donde la misericordia de Dios contestó la ira de Dios.

UNA CARTA ABIERTA PARA LOS EVANGELISTAS(Un Resumen de la Justificación)

La justificación es la respuesta de Dios a la fe genuina por medio de la cual simultáneamente Él perdona nuestro pecado, declara que nuestro estado legal es “perfecto y sin pecado” y nos da crédito por la vida recta que vivió Jesús.

Mientras continuamos con la expiación, nos detendremos ante la montaña más grande de la teología y de la historia de la iglesia: la justificación. Es la divisoria continental, la línea divisoria de aguas de la teología de la expiación. Y es un campo de batalla. A lo largo de toda la historia, las multitudes han discutido, peleado y muerto aquí. ¡En serio! Las batallas se lucharon con plumas y papel y con espadas y lanzas.

La justificación por fe es el campo de batalla donde se han torturado, crucificado o quemado mártires en una estaca. Ese lugar todavía chorrea sangre. No podemos evitar preguntarnos si te resulta familiar este suelo sagrado y si serás parte de la batalla que continúa en estos momentos, en el siglo veintiuno. Es realmente importante. Cuando te subas a la plataforma para predicar la justificación sólo por fe, habrás entrado en unazona de guerra. El apóstol Pablo dijo:

“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de

fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. 2ª Corintios 10:3-5

Las imágenes de guerra no son exageradas. Satanás guarda a sus hijos celosamente y hará todo lo que esté en su mano para protegerlos de ti. Te enfrentas al programa de adoctrinamiento mental más duradero, que enseña que la justicia de Dios es una balanza. Los buenos pensamientos y las buenas obras se ponen en uno de los platillos; los malos pensamientos y las malas obras, en el otro. Si las buenas sobrepasan a las malas el Día del Juicio, la persona se salvará. Eso es un completo error, pero Satanás ha tatuado la idea de la balanza en el cerebro del mundo. Así que, si dices que la Biblia enseña que la justificación es sólo por fe y solamente en Cristo, te opondrás a casi 7 billones de personas. Harás bien en agarrarte fuerte a la verdad.

“Justificación” y “rectitud” son términos aceptados que se utilizan en la Biblia y que denotan un estado de perfecta inocencia ante Dios. Honestamente, palabras como perfecto, santo y justo nos confunden porque en el fondo sabemos que ninguno denosotros está a la altura. La Biblia dice:

“No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles. No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”.

No hay nada más difícil de tragar. Nada hiere tanto el orgullo como decir: “No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno”. En el momento en que empieces a tirar por tierra la salvación por obras, los demonios del infierno harán todo lo posible para reforzar la mentira de que es posible salvarse si lo bueno pesa más que lo malo. Tu trabajo es desmantelar esa mentira. ¿Ves a lo que te enfrentas? El poder del Espíritu Santo debe acompañar tu mensaje. Sin la ayuda divina nunca verán a Dios levantado en alto. El terror nunca les sobrecogerá: “¡Ay de mí! […] han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos”. El Día del Juicio será demasiado tarde. Debes trabajar duro par mostrar el modelo perfecto de la rectitud de Dios.

Romanos 3:10-12 Isaías 6:5

Para aquellos espiritualmente ciegos, suficientemente bueno es la medida perfecta por la que somos justificados. Este mito parece haberse forjado en la mente de todos. Vivimos en un mundo caído, así que nada parece perfecto. Como ganador de almas debes trabajar en oración y reflexión para encontrar ejemplos de perfección y refutar la mentira de que suficientemente bueno se acerca bastante. Suficientemente bueno en realidad no da la talla frente a la medida de Dios. Así que, encuentra ejemplos de las experiencias de la vida y de la naturaleza misma para ilustrar y ampliar la verdad bíblica de que la única medida por la que podemos ser justificados es la RECTITUD PERFECTA Y ABSOLUTA.

Podemos encontrar un buen ejemplo en la biología. Dios ejecuta su justicia como un sistema inmunológico sano que tiene tolerancia cero a las dañinas bacterias. Cuando se identifica un agente extraño, se le trata igual que al pecado, y un ejército de leucocitos lo busca, lo ataca y lo destruye. La obliteración es absoluta y completa, ya que si sobreviviese tan sólo una bacteria, ésta generaría un millón de células hijas en tan sólo ocho horas. Para restaurarse y conseguir un estado sano (recto) el sistema inmunológico debe matar al cien por cien de los microbios invasores, una tarea comparable a matar a todos los mosquitos de cualquier ciudad. Utiliza

ejemplos como éste para mostrar a tu audiencia la naturaleza vírica del pecado y el modelo santo de justicia que les confronta.

Debes ser un implacable pájaro carpintero que martillea una y otra vez en la verdad del modelo de rectitud de Dios. De este énfasis deducimos que si el modelo de Dios es tan perfecto, nadie puede ser salvo sin la gracia. El precio de la entrada al cielo es mayor de lo que nadie puede permitirse, y nadie es justificado por obedecer la ley. Nadie puede ser lo suficientemente bueno. ¡No hay un suelo mejor para plantar las semillas de gracia! Cuando sientas que ese momento ha llegado, proclama la verdad de Dios de que la justificación acredita tu vida (que no está a la altura) con la vida recta de Jesús.

2ª Corintios 4:4 22 Gálatas 2:16 Suplícales que renuncien a la mentira de que “Dios ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos” y líbrate de la hoja de higuera que indica que Dios acepta a aquellos que son suficientemente buenos. Haz hincapié una y otra vez en la verdad de que Dios sólo salva a aquellos que NO PUEDEN salvarse a sí mismos y SABEN que no pueden salvarse.

Ahora pasemos a la teología pura. Ya hemos estudiado las bases: la condición humana no tiene esperanza y nadie está a la altura. Por otro lado, Jesús fue completa y absolutamente obediente a las leyes de Dios. Vivió toda su vida sin incumplir ni un sólo mandamiento. Hizo todo lo que nosotros deberíamos haber hecho (pero no hicimos) y lo hizo desde su niñez.23 Es más, Jesús pagó la pena por nuestro pecado en la cruz. Subraya esta oración: (1)alguien debía vivir una vida perfecta en nuestro lugar y (2) alguien tenía que pagar el castigo por nuestro pecado. Jesús hizo ambas cosas por nosotros. La cuestión es cómo conseguimos crédito por la vida recta que él vivió y por su muerte expiatoria. ¿Cómo se hace el cambio? ¡Con fe!

La fe sella el trato. Todo el mundo es justificado del mismo modo que Abraham: él creyó en la palabra de Dios. Para ser más específicos, era imposible que Abraham y Sara tuviesen hijos porque eran demasiado viejos. Pero Dios dijo que el hijo de la promesa saldría de sus propios cuerpos marchitos. Abraham no fue justificado al tener un hijo, sino porque creyó la palabra de Dios. “Y [Abram] creyó a Jehová, y le fue contado por justicia”.24 Abraham podría haber sido el primero en decir «SiDios lo ha dicho, me lo creo, ¡y punto!».

La justificación por fe no podría ser más fácil. Jesús comparó la salvación por nuestra fe en Él con la serpiente de bronce que Moisés levantó en el desierto porque los hijos de Israel también se salvaron por fe. “Como Moisés levantó la serpiente en el desierto. . .”. Cuando la gente sufría bajo el juicio del pecado, lo único que tenían que hacer era mirar a la serpiente y se salvaban. Sólo MIRAR. ¿Qué cuesta eso? ¿Qué puede ser más fácil que levantar la vista y mirar la promesa de Dios? “. . .así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado”. MIRA a Lucas 2:41-52; 1ª Pedro 2:22, Génesis 15:4, 6, Juan 3:14, véase Números 21:8-9

Jesús, nuestra única esperanza. Mira a aquél que hizo todo lo que tú no pudiste hacer por ti mismo. El evangelio nos llama a dejar de mirar en nuestro interior, dejar de mirar nuestras buenas obras y dejar de mirar a la gente que hay a nuestro alrededor. A los conductores profesionales se les enseña a prestar atención a los movimientos de cabeza de los conductores que hay a su alrededor porque la gente gira en la dirección en la que mira. Tu predicación redirige la Mirada de la gente a la verdad suprema de la justificación por fe en Cristo y dice: «Mira, ¡mira y sé salvo!».

Predicar la ley tiene ese efecto. La ley revela un modelo de justificación tan inalcanzable que sólo un loco (o alguien engañado) miraría a la salvación por las obras de la ley. Si quieres que alguien camine recto, pon una araña peluda a su izquierda. Del mismo modo, usarás la ley como una amenaza para apartarlos del peligro de la condenación y mirar a la cruz.26 Advierte a tus oyentes de que, cuando se vuelven “súper santos” para ganarse el favor

de Dios con buenas obras, lo único que hacen es avivar las llamas del infierno. Sólo cuando la gente se enfrente a la realidad del modelo de justicia de Dios y a la ira venidera, abandonará su hipocresía. Enséñales que el sistema de justificación basado en las obras arderá en llamas. Nuestra única esperanza de justificación es sólo por fe y solamente enCristo. Predica la gracia. Ése es el desafío.

Ahora ves la esencia de la justificación por medio de la fe y las mentiras y el orgullo que se oponen a ti. Desde luego, batallarás en otras áreas, pero tu conocimiento en ésta te preparará para las otras confrontaciones. Que tu mano esté firme en la espada de doble filo de la verdad y que Dios te conceda éxito al pelear la buena batalla.

Hechos 13:39; Romanos 2:12, 3:19-20, 5:20; Gálatas 3:24

UNA DEUDA DE AMOR(Un Resumen dela Redención)

La redención es nuestra emancipación del pecado, un cambio de propiedad para que podamos servir a nuestro nuevo amo que pagó nuestro rescate con su propia sangre.

«¡Vendida!».

La esclava miró a su nuevo amo mientras bajaba de la plataforma de subastas. Era imposible saber qué tipo de amo sería por su aspecto. Sólo se preguntaba si la violaría aquella noche y cuáles serían sus tareas diarias. Así que la esclava se sintió aturdida cuando su nuevo amo la abrazó dulcemente y le dijo: «Que Dios te bendiga, querida. Eres una mujer libre. Hoy te libero». Le puso la carta de emancipación en la mano. Ella sequedó sin habla.Esta historia verídica representa la teología de la redención. Las palabras redención, redimido, rescate y esclavitud son parte de la familia de palabras asociadas a la doctrina de la redención. La redención remite a nuestra

esclavitud al pecado en Génesis 3 pero el desarrollo completo se produce en el rescate de Israel de su esclavitud en Egipto.

“Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes”.

El pueblo de Dios estaba formado por esclavos redimidos fuera de Egipto para dedicarse a servirle a Él. Así el éxodo se convierte en un modelo para nuestra relación de siervos con Dios. Fuimos esclavizados por el pecado pero Jesús pagó el precio para liberarnos. Éxodo 6:6, véase. 7:8

Después de que la esclava (historia inicial) fuese liberada, preguntó con lágrimas de alegría: «¿Significa esto que puedo ir donde quiera y hacer lo que quiera?».

«Sí», dijo el hombre con una sonrisa. «Puedes ir donde quieras y hacer lo que quieras».

La esclava le cogió de la mano y le dijo: «Entonces quiero ir contigo».

Bíblicamente, eso es lo que significa ser redimido. Hemos sido comprados y liberados, pero no estamos sin amo. Si se entiende adecuadamente, la redención es un cambio de propiedad y servimos a nuestro nuevo amo en amor. Dios siempre nos pidió obediencia por amor. Los Diez Mandamientos se introdujeron recordándonos su amor. Dios cuenta sus actos de redención y de misericordia: “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”.28 Primero vino el amor; después, los Diez Mandamientos. La obra de Jesús en la cruz es la luz más brillante de la redención de Dios impulsada por el amor: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito”.29 Es la sangre de Jesús aflorando, fluyendo y derramándose lo que nos hace libres.

“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”.

Dios derramó su sangre para redimirnos, así que la única cosa lógica que podemos hacer con nuestra libertad es tomar de la mano al que nos liberó e ir con Él. Lo que animaba a los discípulos, apóstoles y escritores del Nuevo Testamento era esa eterna deuda de amor. Las epístolas del Nuevo Testamento suelen comenzar con afirmaciones como “Pablo, siervo de Cristo”, “Simón Pedro, siervo” o “Santiago, siervo de Dios”. La idea de que somos libres para hacer lo que nos parezca es una aplicación

Éxodo 20:2, Juan 3:16, Efesios 1:7

flagrantemente errónea de la teología de la redención. El apóstol Pablo dice:

“Por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”.

“Para que […] ya no vivan para sí”, significa que nuestra vida ya no nos pertenece. Una vida ególatra y egoísta en nombre de lalibertad es un insulto a todos los aspectos de la expiación.

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.32

Conclusión

La redención es la doctrina de la expiación menos compleja. Sin embargo, tiene un importante desafío: salvar la distancia más lejana del universo, los cuarenta y cinco centímetros entre la cabeza y el corazón. La distancia entre las creencias y los hechos miden el espacio que hay en nuestras vidas a través del cual Satanás entra y sale. La obediencia a Dios, “Hágase tu voluntad”, cierra esa puerta.

2ª Corintios 5:15, Filipenses 2:5-8, Mateo 26:42

Queda un futuro componente de la redención por cumplirse. Jesús dijo que a sus siervos les esperarían tiempos difíciles, pero que ante las señales de su venida, podremos “[Levantar nuestra] cabeza, porque [nuestra] redención está cerca”.34 Un día, los redimidos heredarán un mundo perfectamente restaurado sin pecado, como antes de la caída. La creación gime por ello tanto como nosotros.35 Que todos nosotros seamos hallados trabajando cuando Él vuelva, salvando y cuidando almas. Que todos oigan las palabras de bendición: “Bien, buen siervo y fiel”.

Lucas 21:28, véase Efesios 4:30, Romanos 8:22-23, Mateo 25:21

UNA SORPRESA PODEROSA(Un Resumen de la Regeneración)

La regeneración es la infusión de la naturaleza divina de Diosque trae una nueva vida espiritual confirmada por un fruto

genuino.

Teresa García se ha gastado una fortuna en libros y es una biblioteca andante. Curiosamente, nunca leyó la Biblia hasta que alguien comentó que estaba criticando abiertamente un libro que no había leído nunca. Avergonzada, Teresa comenzó a leer la Biblia. ¡Vaya!, pensó, es interesante. Le hacía sentir incómoda pero también era persuasiva, así que siguió leyendo. Teresa hablaba de pena y llevaba una vida muy mala pero le daba igual lo que pensasen los demás hasta que hubiera leído “ese libro”. Ahí es cuando comenzaron a pasar cosas extrañas. Sintió nuevas olas de culpabilidad; se sintió avergonzada por cosas que había hecho cientos de veces sin una pizca de remordimiento. Cuando hablaba mal, pensaba: ¡eso suena fatal! y se tapaba la boca. Las preguntas comenzaron a irritarla como astillas en el cerebro.

¿Por qué estas cosas me molestan de repente? ¿Por qué se me meten estas nuevas ideas en la cabeza y de dónde vienen? ¿Por qué me despierto de noche pensando en estas cosas? Ella sabía que tenía algo que ver con la Biblia. «Me estaba volviendo loca», dice ahora. «No sabía lo que me estaba pasando. ¿Cómo me podía pasar todo aquello por la Biblia? ¡Si era TAN SÓLO UN LIBRO!».

A la vieja Teresa la dominaban instintos animales como el de supervivencia, el consumismo y el placer. Pero después se encontró con la palabra viva y un nuevo poder comenzó a actuar en ella.

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intencionesdel corazón”.

Dios le dio a Teresa una nueva vida espiritual, lo que los teólogos llaman regeneración. Estaba siendo levantada de entre los muertos y ni siquiera lo sabía. La experiencia la confundía, pero al igual que al salir de la tumba, vio la luz por primera vez. De repente estaba despierta y todo era nuevo. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejaspasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.

La regeneración es la infusión de una nueva vida espiritual. El cambio es tan radical que Jesús se refirió a él como un nuevo nacimiento. Le dijo a Nicodemo: “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.40 La Biblia nos describe como muertos pero hechos vivos; caminábamos en la oscuridad cuando la luz comenzó a brillar; vivíamos como animales por los dictados de la carne hasta que Dios nos resucitó y nos dio una nueva naturaleza espiritual. La regeneración es un cambio completo,tanto por dentro como por fuera.

En el interior, cambian los apetitos. Una criatura nueva tiene nuevos deseos: un nuevo amor y temor de Dios; un nuevo deseo de obedecer y agradar a Dios; nueva hambre de verdad y conocimiento de la Biblia; un nuevo apetito por las cosas inmateriales como la SABIDURÍA, que alimenta la mente y ayuda a tomar las decisiones de la vida; nuevos hábitos del corazón; una manera nueva de entender la vida; un nuevo deseo de comunión con otros discípulos de Jesús; un nuevo sistema nervioso espiritual que siente culpa y dolor por la desobediencia y discierne la guía del Espíritu Santo; un nuevo deseo de alabar y adorar; un nuevo corazón de compasión por los pobres y los oprimidos; una nueva carga por los perdidos, que no tienen a Cristo. Esta lista no está completa, pero da una idea de cómo la regeneración influye en todos los aspectos de tu vida.

Hebreos 4:12, 2ª Corintios 5:17, Juan 3:3, Efesios 2:1, 5:8-14; Gálatas 5:16; Romanos 8:1-9

Por fuera, el cambio no es menor. La regeneración genuina causará el paso de una preocupación general por nosotros mismos a una vida que ama a los demás y se centra en lo de afuera. Un carácter resucitado florece y da fruto. Las cosas viejas mueren y las nuevas ocupan su lugar. Jesús dijo que la verdadera naturaleza de un árbol se ve por su fruto.

“Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis”.

Jonathan Edwards compara a los falsos conversos con estatuas. Pueden tener la imagen de alguien real y parecerse muchísimo a la cosa real, incluso de un modo hermoso. Sin embargo, no tienen el principio de vida en ellos. La ausencia del buen fruto lo prueba de forma decisiva. La prueba de la regeneración genuina es (1) los frutos del espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza, (2) obediencia a los mandamientos de Dios, y (3) buen fruto (obras).

Conclusión

La regeneración tiene un poder increíble. Cuando pensamos en poder, imaginamos cosas que matan y destruyen en masa o tecnología que hace cosas alucinantes. Pero, ¿qué poder atómico puede cambiar un corazón humano? ¿Qué fuerza de la naturaleza puede limpiar una conciencia manchada de pecado? ¿Qué poder tienen la ciencia y la tecnología para convencer a alguien de su culpa por haber incumplido los mandamientos de Dios? Ninguna. Así que, la regeneración representa un poder impresionante que está más allá del alcance y de la imaginación humanas.

La regeneración es el regalo misericordioso de Dios de poder para los niños, que los rescata de tener una existencia carente

Mateo 7:17-20,

Normalmente se hace referncia a Jonathan Edwards como el teólogo más destacado de Estados Unidos de todos los tiempos.

Gálatas 5:22-23; Juan 14:15; Santiago 2:18

de vida. La regeneración a una edad temprana no garantiza una vida fácil y libre de dolor, pero sí ayuda a evitar muchos lamentos y vidas malgastadas.

Teresa es otro ejemplo del poder de Dios. Ella nos recuerda que Dios transforma la vida a cualquier edad. Dios le dio a Teresa el poder de liberarse de la fuerza gravitatoria de su pasado. Ella no se escapó, la rescataron. Teresa es una nueva creación con un nuevo futuro, un nuevo futuro en la tierra y en el cielo. Ahora, cuando Dios mira a Teresa García, ve una bella mujer que tiene los rasgos de su familia. Tiene una nueva naturaleza espiritual, un nuevo corazón, una nueva mente y el poder divinode vivir una vida que agrada a Dios.

SANTIDAD DE CARNE Y HUESO

(Un Resumen de la Santificación)

La santificación tuvo lugar en el instante en que Dios (1) nosapartó en la conversión cuando

(2) comenzamos el largo proceso

de dedicarnos en carne y hueso a ser santos hasta que (3)nuestra santificación se haga completa cuando Cristo vuelva.

Los recién convertidos quieren saber por qué siguen luchando si la regeneración tiene tanto alcance; pero la regeneración marca tan sólo el comienzo de nuestra nueva vida. La lucha y el superar las pruebas que siguen a la conversión se llaman santificación y se produce de forma progresiva. Dios no nos salvó y nos apartó sólo para marcharse y olvidarse. “El que comenzó en vosotros la buena obra [fuisteis santificados], la perfeccionará [estáis siendo santificados] hasta el día de Jesucristo [seréis santificados por completo]”. Ten clara la diferencia entre regeneración y santificación. La regeneración es el alcance más amplio de la obra de Dios

en nosotros; la santificación es cuando ésta penetra en lo más profundo de nuestro ser. La regeneración es extensiva; la santificación,intensiva.

Sí claro, sería estupendo si todas tus luchas y tentaciones se alejaran cuando te conviertes, pero eres tú el que se ha salvado, no nuestro mundo caído. Es más, la disposición de Satanás hacia ti no se suavizó tras tu deserción hacia la luz. Tu decisión de recorrer un nuevo camino no pasará sin respuesta. La Biblia representa ese desafío y la obra en curso de Dios en ti como un viaje. Éste es el viaje más importante de tu vida, así que céntrate en el plan y en el propósito de Dios: la santidad.

Los términos “santidad” y “santificación” son casi sinónimos, definidos por la propia naturaleza santa de Dios: Él es único y está separado. La noción bíblica de pureza surge en realidad de la idea básica de separación. En un buffet de ensaladas, por ejemplo, si cada recipiente con aliño tiene su propio cazo, todos los sabores se mantienen puros. Del mismo modo, nos conservamos puros cuando nos mantenemos separados comoinstrumentos totalmente dedicados a Dios.

Filipenses 1:6 (Los corchetes se han añadido para resaltar los tres aspectos de la santificación)

“Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra”.

La santidad de Dios era intocable hasta que Cristo vino como niño y habitó entre nosotros. Los ángeles, sin pecado, se cubrieron los ojos y los pies porque Dios es “Santo, Santo, Santo”. Con sólo un vistazo, el profeta Isaías lloró: “¡Ay de mí! que soy muerto”.El velo de separación del Santo de los santos tenía una advertencia muy clara: “¡Peligro! No entrar”. Entonces Jesús hizo que la poderosa y temible santidad de Dios fuese accesible. “Y aquel Verbo fue hecho carne […]lo que hemos visto con nuestros ojos”. Jesús invitó a Tomás: “Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado”.Jesús hizo la santidad de Dios literalmente de carne y hueso, del mismo modo que tu santificación la hizo de carne y hueso. Sorprendente, ¿verdad? (¡Buf! No te olvides de respirar). Somos llamados a recorrer el camino de la vida del mismo modo en que lo hizo Jesús.

La santificación tiene dos partes que tendrás que abrazar: (1) eres santo y (2) te vuelves santo. Con la mano derecha, aférrate a la verdad de que fuiste santificado (separado por Dios) en el instante en que fuiste salvo. Con la mano izquierda, aférrate a la verdad de que Dios también te inscribió en el curso de santidad que dura toda una vida. Es como la ropa nueva que te dan cuando eres pequeño; es un regalo que sólo te dan una vez yalgo con lo que creces.

1ª Timoteo 2:20-21 J. G. Gammie and R. Otto, “Holiness,” (Santidad) Leland Ryken, James C. Wilhouit, Tremper Longman III, eds., in Dictionary of Biblical Imagery (Downers Grove: Illinois Intervarsity Press, 1998), p.p. 389-390.

Isaías 6:5; Juan 1:14; 1ª Juan 1:1, Juan 20:27, 1ª Juan 2:6

Para que el proceso de santificación tenga lugar, hacen falta dos cosas: Dios y tú. Es una sociedad. Primero, hablemos sobre tu parte. Filipenses 2:12 dice: “[Buscad] vuestra salvación con temor y temblor”. No eres salvo por obras, pero sí eres santificado por ellas. Por ejemplo, tienes la ecuación (26+84)+(10+29) y tienes que buscar el resultado lógico = 149. Del mismo

modo, la santidad es el resultado lógico para lo que Dios comenzó cuando te salvó. Son las matemáticas de Dios, y tu parte es buscar el resultado. Segundo, Dios obra. Filipenses 2:13 añade: “Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. El versículo 12 dice que tú eres el que trabaja; el 13 dice que el que trabaja es Dios, así que trabajamos en una sociedad con Dios (adivina quién hace la parte más dura). El viaje de la santificación es un trabajo de cooperación con Dios para hacerte santo, la obra que comenzó en ti, en tu conversión.

Conclusión

Dios ordena: “Sed santos, porque yo soy santo”. 51 Es un objetivo majestuoso. Si caminamos como Jesús caminó, lo natural es que, en nuestro viaje, nos enfrentemos a los mismos desafíos que le confrontaron a Él. De hecho, los nuevos desafíos confirman nuestra nueva vida en Cristo, ya que sólo los peces vivos nadan corriente arriba, así que ten paz en cuanto a las pruebas y a las dificultades. Dios, además de darse a sí mismo, nos ha dado todo lo necesario para llegar a la meta. Nos ha dado la Biblia, la oración, el Espíritu Santo, los dones espirituales y una familia maravillosa con la que viajar.

El camino de la santidad nos lleva a casa. Ése es el tercer aspecto (ampliando así la definición) de la santificación. En la gloria somos santificados por completo; no más luchas, no más desear y no tener. Llegamos a conseguir todo aquello por lo que hemos trabajado: ser como Jesús.52 Nuestra misión durante el camino es ganar a tantas personas como podamos para que se unan a nosotros en el viaje. Nosotros fuimos salvos por alguien y otros serán salvos por nosotros. No hace mucho éramos nosotros los que andábamos como ganado en el camino ancho directos al matadero, y ésta será la única vez en toda la eternidad que podamos ganar y salvar a otros durante el camino. Gracias al Dios todopoderoso, fuimos separados.

1ª Pedro 1:16, Hebreos 12:23; Apocalipsis 21:27; Filipenses 3:21

CONSTRUYENDO UN PUENTE(Un Resumen de la Reconciliación)

La reconciliación es el principal objetivo de la obra expiatoria de Dios a través de Jesucristo, que quita el pecado y el odio que nos separa y construye un puente para que nuestra relación continúe durante toda la eternidad.

Advertencia: este libro está envenenado. En serio. Se ha aplicado sulfato de dimetilo sobre la tapa y tu piel absorbe el veneno mientras lo lees. Morirás dentro de unos días. Por supuesto, es mentira, pero si te hiciéramos creer que la mentira es verdad, tirarías el libro, lo quemarías o se lo darías a un enemigo. Así es como trabajan las mentiras. Una vez plantadas en la mente, se ponen manos a la obra y causan la separación de algo o añaden una atracción perversa hacia otra cosa. Controla la mente y controlarás a la persona.

La mente de un niño es delicada y tierna. Desafortunadamente, los padres separados pueden hacer cosas terribles con ella. Ambos padres, o uno de ellos, pueden jugar con la mente del niño para ganárselo. Tristemente, pueden incluso no querer al niño; el objetivo principal es causar dolor a la otra parte. Hace que se te revuelva el estómago, pero eso no es lo peor. A un nivel cósmico, Satanás está en guerra contra Dios. Él es mucho peor que un progenitor que hierve de celos, y trabaja para separar a la gente del Dios que realmente les ama. El diablo llena las mentes de basura que mancha la imagen y la reputación de Dios. Jesús dijo que el diablo es un mentiroso: “Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”.

La separación entre Dios y la humanidad se produjo cuando Satanás lanzó una mentira enorme a la mente de Eva: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios”, (un Dios que de verdad te ama, no te ocultaría nada). Eva comió del fruto prohibido y Adán fue el siguiente en la fila. La desobediencia cortó la cuerda que nos unía a la vida y se produjo la muerte por la separación. Así que piensa en el pecado como lo opuesto a la santidad. Fundamentalmente, la santidad es el hecho de que Dios está separado; el resultado del pecado es nuestra separación de Dios. La muerte la hace eterna. El que Dios esté separado es la vida y la bendición de la que fluyen todas las bendiciones. Nuestra separación de Dios significa la muerte, al igual que el frío es la separación del calor o la oscuridad esla separación de la luz. La reconciliación cubre ese vacío.

Apocalipsis 12:7

Satanás NO PUEDE leerte la mente (eso require el atributo divino de la omnisciencia), pero cualquiera puede leer tus actos.

Juan 8:44

El retrato más famoso de la reconciliación es la pintura de Miguel Ángel de Dios estirando el brazo para tocar el dedo de Adán. Es la doctrina expresada por el arte. La Biblia lo expresa así:

“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación”.

La gracia de Dios es impresionante. Piénsalo. El odio, la enemistad y la hostilidad describen la actitud de la humanidad hacia Dios. El amor, la misericordia y la gracia describen la actitud de Dios hacia nosotros. ¿No es santo? ¿No es grande y bueno? ¿No es totalmente diferente a nosotros?

Mientras nosotros nos llenamos de odio, nos rebelamos y escupimos en el nombre de Dios, Él trabajaba pacientemente para construir el puente para que llegásemos a salvo a casa. “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”. En la cruz, Jesús fue como el doctor que recibe mordiscos, cortes y desgarrones mientras intenta restaurar dulcemente los huesos rotos del animal y curarle las heridas abiertas. Adoramos a Dios, que responde a nuestro odio con tanto amor.

Romanos 5:10-11, Efesios 2:13

Pero Satanás cuenta otra historia (¡contar historias es el único poder creativo que tiene!). Dice que Dios no te quiere, que Dios no existe o cualquier otra basura. Como evangelista, tú te subes a la caja y orquestas la colisión de estas dos historias.

Cuentas la historia de amor de la expiación, que tiene el poder de un veloz tren de mercancías, y Satanás, para defenderse, lanza otro de sus cuentos. Tras el impacto, tus oyentes tienen que decidir qué es cierto y seguro. Cuando predicas para conseguir la reconciliación, (1) provocas esta colisión de ideas y (2) ayudas a la gente a poner las piezas en su lugar a la luz de la palabra de Dios. Si eso no hace que ores por la unción del Espíritu Santo, ¡nada lo hará!

Estás en medio de esta lucha por la verdad que tiene lugar en el tribunal de la mente, que es nuestro principal órgano espiritual. La alienación está en la mente y se producirá un mal comportamiento (Haz un simple estudio sobre la mente en la Biblia y lo verás). Por eso “arrepentimiento” (en griego “metanoia”) significa literalmente “cambio de idea”. Lo que más separa al hombre de Dios es un mar de mentiras. “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado”.

Conclusión

La reconciliación es el principal objetivo de la obra expiatoria de Dios a través de Jesucristo, que quita el pecado y el odio que nos separa y construye un puente para que nuestra relación continúe durante toda la eternidad. Al mismo tiempo, concluyamos nuestro trabajo sobre las doctrinas de la expiación y hablemos de cómo puedes predicar todas las doctrinas de forma más efectiva. Dios hizo que la expiación fuese fácil de entender pero tienes un oponente que lo confunde todo. Mientras tú hablas sobre la verdad de Dios, Satanás ciega el entendimiento,así que nos gustaría compartir algo básico sobre la comunicación.

Todos los mensajes que predicamos tienen dos elementos: calor (inspiración) y luz (información). El calor toca el corazón con emotividad; la luz toca la mente con la verdad. (1) Un mensaje inspirador contiene historias y energía. El calor nos anima y nos hace sentir bien, pero sin luz, deja el alma vacía y hambrienta. El mensaje es superficial, así que no produce un fruto duradero. (2) Un mensaje informativo está lleno de conocimiento y doctrina. La luz puede resultar interesante, pero sin el calor, nos deja fríos e indiferentes. Este sermón es una paradoja porque tiene mucho contenido, pero ¡es a-b-u-r-r-i-d-o!

Es estéril y no tiene ninguna emotividad. Duerme

La sobrecarga, tanto de calor como de luz, debilitará cualquier cosa que prepares. ¿Y qué tiene que ver eso con la reconciliación? ¡Mucho! Si intentas explicar la expiación desde el punto de vista de la reconciliación, sería un descuido olvidar que la alienación comienza en la mente y requiere luz. Más allá de eso, ¿no deberías ponerle a cada mensaje la misma cantidad de calor y de luz? Las doctrinas de la expiación no perderán su esencia, pero un contenido no equilibrado te quitará el poder y el encanto. Así que, enséñate a ti mismo. Refuerza tu punto débil y ¡ora, ora, ora! Después, predica un mensaje equilibrado que llegue tanto a la cabeza

como al corazón. La destreza en el uso del calor o la luz es la esencia de un buen comunicador.

El objetivo de Dios para la predicación de la expiación es la reconciliación, así que tú eres el constructor de un puente que trabaja con Dios. Cada verdad que digas añadirá un tornillo, un puntal o un cable al puente de la reconciliación.