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Iglesia Viva DIOCESIS DE GRANADA, NICARAGUA Departamentos de Boaco, Granada y Rivas Obispo: Monseñor Jorge Solórzano Pérez DOMINGO DE RAMOS 20 DE MARZO 2016 AÑO XVII NÚMERO 18 DOMINGO DE RAMOS PASIÓN DEL SEÑOR SEGÚN SAN LUCAS † Lectura del santo Evangelio según san Lucas (19, 28-40) En aquel tiempo, Jesús, acompañado de sus discípulos, iba camino de Jerusalén, y al acercarse a Betfagé y a Betania, junto al monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: “Vayan al caserío que está frente a ustedes. Al entrar, encontrarán atado un burrito que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo aquí. Si alguien les pregunta por qué lo desa- tan, díganle: ‘El Señor lo necesita’ ”. Fueron y encontraron todo como el Señor les había dicho. Mientras desataban el burro, los dueños les preguntaron: “¿Por qué lo desamarran?” Ellos contestaron: “El Señor lo necesita”. Se llevaron, pues, el burro, le echaron encima los mantos e hicieron que Jesús montara en él. Conforme iba avanzando, la gente tapizaba el camino con sus mantos, y cuando ya estaba cerca la bajada del monte de los Olivos, la multitud de discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos por todos los prodigios que habían visto, dicien- do: “¡Bendito el rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!” Algunos fariseos que iban entre la gente, le dijeron: “Maestro, reprende a tus discípulos”. Él les replicó: “Les aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras”. Palabra del Señor.

Domingo de ramos 2016 ciclo c boletin iglesia viva año xvii número 18

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Lecturas dominicales propias del tiempo.

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Iglesia VivaDIOCESIS DE GRANADA, NICARAGUA

Departamentos de Boaco, Granada y Rivas Obispo: Monseñor Jorge Solórzano Pérez

DOMINGO DE RAMOS20 DE MARZO 2016

AÑO XVII NÚMERO 18

DOMINGO DE RAMOSPASIÓN DEL SEÑOR SEGÚN SAN LUCAS

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (19, 28-40)

En aquel tiempo, Jesús, acompañado de sus discípulos, iba camino de Jerusalén, y al acercarse a Betfagé y a Betania, junto almonte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: “Vayan al caserío que está frente a ustedes. Al entrar,encontrarán atado un burrito que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo aquí. Si alguien les pregunta por qué lo desa-tan, díganle: ‘El Señor lo necesita’ ”.

Fueron y encontraron todo como el Señor les había dicho. Mientras desataban el burro, los dueños les preguntaron: “¿Por qué lodesamarran?” Ellos contestaron: “El Señor lo necesita”. Se llevaron, pues, el burro, le echaron encima los mantos e hicieron queJesús montara en él.

Conforme iba avanzando, la gente tapizaba el camino con sus mantos, y cuando ya estaba cerca la bajada del monte de losOlivos, la multitud de discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos por todos los prodigios que habían visto, dicien-do:

“¡Bendito el rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!”

Algunos fariseos que iban entre la gente, le dijeron: “Maestro, reprende a tus discípulos”. Él les replicó: “Les aseguro que si ellos secallan, gritarán las piedras”.

Palabra del Señor.

Lectura del libro del profeta Isaías(50, 4-7)

En aquel entonces, dijo Isaías: “ElSeñor me ha dado una lenguaexperta, para que pueda confortaral abatido con palabras de aliento.

Mañana tras mañana, el Señordespierta mi oído, para que escucheyo, como discípulo. El Señor Dios meha hecho oír sus palabras y yo no heopuesto resistencia ni me he echadopara atrás.

Ofrecí la espalda a los que me gol-peaban, la mejilla a los que me tira-ban de la barba.

No aparté mi rostro de los insultos ysalivazos.

Pero el Señor me ayuda, por eso noquedaré confundido, por esoendureció mi rostro como roca y séque no quedaré avergonzado”.

Palabra de Dios.

Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Cristo se humilló por nosotros y por obediencia aceptó

incluso la muerte y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre

que está sobre todo nombre.

Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Lectura de la carta del apóstol SanPablo a los Filipenses (2, 6-11)

Cristo, siendo Dios, no consideró quedebía aferrarse a las prerrogativasde su condición divina, sino que, porel contrario, se anonadó a sí mismo,tomando la condición de siervo, y sehizo semejante a los hombres. Así,hecho uno de ellos, se humilló a símismo y por obediencia aceptóincluso la muerte, y una muerte decruz.

Por eso Dios lo exaltó sobre todas lascosas y le otorgó el nombre que estásobre todo nombre, para que, alnombre de Jesús, todos doblen larodilla en el cielo, en la tierra y en losabismos, y todos reconozcan públi-camente que Jesucristo es el Señor,para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

SALMO 21

ANTIFONA ANTESDEL EVANGELIO

PRIMERA LECTURA

LITURGIA DE LA PALABRA

Dios mío, Dios mío,¿Por qué me has abandonado?

Todos los que me ven,de mí se burlan;

me hacen gestos y dicen:“Confiaba en el Señor,pues que él lo salve;

si de veras lo ama, que lo libre”.

Los malvados me cercanpor doquiera

como rabiosos perros.Mis manos y mis pieshan taladrado

y se pueden contartodos mis huesos.

Reparten entre sí mis vestidurasy se juegan mi túnica a los dados.

Señor, auxilio mío,ven y ayúdame,

no te quedes de mí tan alejado.

Contaré tu famaa mis hermanos,

en medio de la asambleate alabaré.

Fieles del Señor, alábenlo;glorifícalo, linaje de Jacob;témelo, estirpe de Israel.

PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN LUCAS† Pasión de nuestro SeñorJesucristo según San Lucas (22,14—23, 56)

HE DESEADO CELEBRAR ESTA PASCUA

CON USTEDES, ANTES DE PADECER

C. Llegada la hora de cenar, sesentó Jesús con sus discípulos yles dijo:

†. “Cuánto he deseado cele-brar esta Pascua con ustedes,antes de padecer, porque yoles aseguro que ya no lavolveré a celebrar, hasta quetenga cabal cumplimiento enel Reino de Dios”.

C. Luego tomó en sus manosuna copa de vino, pronunció laacción de gracias y dijo:

†. “Tomen esto y repártanloentre ustedes, porque les ase-guro que ya no volveré a beberdel fruto de la vid hasta quevenga el Reino de Dios”.

HAGAN ESTO EN MEMORIA MÍA

C. Tomando después un pan,pronunció la acción de gra-cias, lo partió y se lo dio,diciendo:

†. “Esto es mi cuerpo, que seentrega por ustedes. Haganesto en memoria mía”.

C. Después de cenar, hizo lomismo con una copa de vino,diciendo:

†. “Esta copa es la nueva alian-za, sellada con mi sangre, quese derrama por ustedes”.

¡AY DE AQUEL POR QUIEN EL HIJO DEL

HOMBRE SERÁ ENTREGADO!

†. “Pero miren: la mano del queme va a entregar está conmigoen la mesa. Porque el Hijo delhombre va a morir, según lodecretado; pero ¡ay de aquelhombre por quien será entre-gado!”

C. Ellos empezaron a pregun-tarse unos a otros quién de ellospodía ser el que lo iba atraicionar.

YO ESTOY EN MEDIO DE USTEDES COMOEL QUE SIRVE

C. Después los discípulos sepusieron a discutir sobre cuálde ellos debería ser considera-do como el más importante.

Jesús les dijo:

†. “Los reyes de los paganos losdominan, y los que ejercen laautoridad se hacen llamarbienhechores. Pero ustedes nohagan eso, sino todo lo con-trario: que el mayor entre us-tedes actúe como si fuera elmenor, y el que gobierna,como si fuera un servidor.

Porque, ¿quién vale más, elque está a la mesa o el quesirve? ¿Verdad que es el queestá a la mesa? Pues yo estoyen medio de ustedes como elque sirve. Ustedes han perse-verado conmigo en mis prue-bas, y yo les voy a dar el Reino,como mi Padre me lo dio a mí,para que coman y beban a mimesa en el Reino, y se sientecada uno en un trono, para juz-gar a las doce tribus de Israel”.

TÚ, UNA VEZ CONVERTIDO, CONFIRMA A

TUS HERMANOS

C. Luego añadió:

†. “Simón, Simón, mira queSatanás ha pedido permisopara zarandearlos como trigo;pero yo he orado por ti, paraque tu fe no desfallezca; y tú,una vez convertido, confirma atus hermanos”.

C. Él le contestó:

S. “Señor, estoy dispuesto a ircontigo incluso a la cárcel y ala muerte”.

C. Jesús le replicó:

†. “Te digo, Pedro, que hoy,antes de que cante el gallo,habrás negado tres veces queme conoces”.

CONVIENE QUE SE CUMPLA EN MÍ LO QUE

ESTÁ ESCRITO

C. Después les dijo a todosellos:

†. “Cuando los envié sin provi-siones, sin dinero ni sandalias,¿acaso les faltó algo?”

C. Ellos contestaron:

S. “Nada”.

C. El añadió:

†. “Ahora, en cambio, el quetenga dinero o provisiones, quelos tome; y el que no tengaespada, que venda su manto ycompre una. Les aseguro queconviene que se cumpla estoque está escrito de mí: Fuecontado entre los malhechores,porque se acerca el cumpli-miento de todo lo que se refierea mí”.

C. Ellos le dijeron:

S. “Señor, aquí hay dosespadas”.

C. Él les contestó:

†. “¡Basta ya!”

LLENO DE TRISTEZA, SE PUSO A ORAR DE

RODILLAS

C. Salió Jesús, como de cos-tumbre, al monte de los Olivosy lo acompañaron los discípu-los. Al llegar a ese sitio, les dijo:

†. “Oren, para no caer en latentación”.

C. Luego se alejó de ellos a ladistancia de un tiro de piedra yse puso a orar de rodillas,diciendo:†. “Padre, si quieres, aparta de

mí esta amarga prueba; peroque no se haga mi voluntad,sino la tuya”.

C. Se le apareció entonces unángel para confortarlo; él, en suangustia mortal, oraba conmayor insistencia, y comenzóa sudar gruesas gotas de san-gre, que caían hasta el suelo.Por fin terminó su oración, selevantó, fue hacia sus discípu-los y los encontró dormidos porla pena. Entonces les dijo:

†. “¿Por qué están dormidos?Levántense y oren para no caeren la tentación”.

JUDAS, ¿CON UN BESO ENTREGAS AL

HIJO DEL HOMBRE?

C. Todavía estaba hablando,cuando llegó una turbaencabezada por Judas, uno delos Doce, quien se acercó aJesús para besarlo. Jesús ledijo:

†. “Judas, ¿con un beso entre-gas al Hijo del hombre?”

C. Al darse cuenta de lo queiba a suceder, los que estabancon él dijeron:

S. “Señor, ¿los atacamos con laespada?”

C. Y uno de ellos hirió a un cria-do del sumo sacerdote y lecortó la oreja derecha. Jesúsintervino, diciendo:

†. “¡Dejen! ¡Basta!”

C. Le tocó la oreja y lo curó.

Después Jesús dijo a los sumossacerdotes, a los encargadosdel templo y a los ancianosque habían venido a arrestarlo:

†. “Han venido a aprehen-derme con espadas y palos,como si fuera un bandido.

Todos los días he estado conustedes en el templo y no me

echaron mano. Pero ésta es suhora y la del poder de lastinieblas”.

PEDRO SALIÓ DE AHÍ Y SE SOLTÓ A LLO-RAR

C. Ellos lo arrestaron, se lo lle-varon y lo hicieron entrar en lacasa del sumo sacerdote.Pedro los seguía desde lejos.

Encendieron fuego en mediodel patio, se sentaron alrede-dor y Pedro se sentó tambiéncon ellos.

Al verlo sentado junto a la lum-bre, una criada se le quedómirando y dijo:

S. “Este también estaba con él”.

C. Pero él lo negó diciendo:

S. “No lo conozco, mujer”.

C. Poco después lo vio otro y ledijo:

S. “Tú también eres uno deellos”.

C. Pedro replicó:

S. “¡Hombre, no lo soy!”

C. Y como después de unahora, otro insistió:

S. “Sin duda que éste tambiénestaba con él, porque esgalileo”.

C. Pedro contestó:

S. “¡Hombre, no sé de quéhablas!”

C. Todavía estaba hablando,cuando cantó un gallo.

El Señor, volviéndose, miró aPedro. Pedro se acordóentonces de las palabras queel Señor le había dicho: ‘Antesde que cante el gallo, menegarás tres veces’, y saliendode allí se soltó a llorar amarga-

mente.

ADIVINA QUIÉN TE HA PEGADO

C. Los hombres que sujetabana Jesús se burlaban de él, ledaban golpes, le tapaban lacara y le preguntaban:

S. “¿Adivina quién te ha pega-do?”

C. Y proferían contra él muchosinsultos.

LO HICIERON COMPARECER ANTE EL

SANEDRÍN

C. Al amanecer se reunió elconsejo de los ancianos conlos sumos sacerdotes y losescribas. Hicieron comparecera Jesús ante el sanedrín y ledijeron:

S. “Si tú eres el Mesías, dínoslo”.

C. Él les contestó:

†. “Si se lo digo, no lo van acreer, y si les pregunto, no mevan a responder. Pero ya desdeahora, el Hijo del hombre estásentado a la derecha de Diostodopoderoso”.

C. Dijeron todos:

S. “Entonces, ¿tú eres el Hijo deDios?”

C. Él les contestó:

†. “Ustedes mismos lo handicho: sí lo soy”.

C. Entonces ellos dijeron:

S. “¿Qué necesidad tenemosya de testigos? Nosotros mis-mos lo hemos oído de suboca”.

C. El consejo de los ancianos,con los sumos sacerdotes y losescribas, se levantaron y lle-varon a Jesús ante Pilato.

NO ENCUENTRO NINGUNA CULPA EN ESTE

HOMBRE

C. Entonces comenzaron aacusarlo, diciendo:

S. “Hemos comprobado queéste anda amotinando a nues-tra nación y oponiéndose aque se pague tributo al César ydiciendo que él es el Mesíasrey”.

C. Pilato preguntó a Jesús:

S. “¿Eres tú el rey de los judíos?”

C. Él le contesto:

†. “Tú lo has dicho”.

C. Pilato dijo a los sumos sacer-dotes y a la turba:

S. “No encuentro ningunaculpa en este hombre”.

C. Ellos insistían con más fuerza,diciendo:

S. “Solivianta al puebloenseñando por toda Judea,desde Galilea hasta aquí”.

C. Al oír esto, Pilato preguntó siera galileo, y al enterarse deque era de la jurisdicción deHerodes, se lo remitió, ya queHerodes estaba en Jerusalénprecisamente por aquellosdías.

HERODES, CON SU ESCOLTA, LO DESPRE-CIÓ

C. Herodes, al ver a Jesús, sepuso muy contento, porquehacía mucho tiempo quequería verlo, pues había oídohablar mucho de él y esperabapresenciar algún milagro suyo.

Le hizo muchas preguntas, peroél no le contestó ni una pala-bra. Estaban ahí los sumos sa-cerdotes y los escribas, acu-sándolo sin cesar. EntoncesHerodes, con su escolta, lotrató con desprecio y se burlóde él, y le mandó poner una

vestidura blanca. Después se loremitió a Pilato. Aquel mismodía se hicieron amigos Herodesy Pilato, porque antes eranenemigos.

PILATO LES ENTREGÓ A JESÚS

C. Pilato convocó a los sumossacerdotes, a las autoridades yal pueblo, y les dijo:

S. “Me han traído a este hom-bre, alegando que alborota alpueblo; pero yo lo he interroga-do delante de ustedes y no heencontrado en él ninguna delas culpas de que lo acusan.Tampoco Herodes, porque melo ha enviado de nuevo. Ya venque ningún delito digno demuerte se ha probado. Asípues, le aplicaré un escarmien-to y lo soltaré”.

C. Con ocasión de la fiesta,Pilato tenía que dejarles libre aun preso. Ellos vociferaron enmasa, diciendo:

S. “¡Quita a ése! ¡Suéltanos aBarrabás!”

C. A éste lo habían metido enla cárcel por una revueltaacaecida en la ciudad y unhomicidio. Pilato volvió a diri-girles la palabra, con la inten-ción de poner en libertad aJesús; pero ellos seguían gri-tando:

S. “¡Crucifícalo, crucifícalo!”

C. Él les dijo por tercera vez:

S. “¿Pues qué ha hecho demalo? No he encontrado en élningún delito que merezca lamuerte; de modo que le apli-caré un escarmiento y losoltaré”.

C. Pero ellos insistían, pidiendoa gritos que lo crucificara.Como iba creciendo el griterío,Pilato decidió que se cumplierasu petición; soltó al que lepedían, al que había sido

dose a él, le ofrecían vinagre yle decían:

S. “Si tú eres el rey de los judíos,sálvate a ti mismo”.

C. Había, en efecto, sobre lacruz, un letrero en griego, latíny hebreo, que decía: “Este es elrey de los judíos”.

HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO

C. Uno de los malhechores cru-cificados insultaba a Jesús,diciéndole:

S. “Si tú eres el Mesías, sálvate ati mismo y a nosotros”.

C. Pero el otro le reclamaba,indignado:

S. “¿Ni siquiera temes tú a Diosestando en el mismo suplicio?Nosotros justamente recibimosel pago de lo que hicimos. Peroéste ningún mal ha hecho”.

C. Y le decía a Jesús:

S. “Señor, cuando llegues a tuReino, acuérdate de mí”.

C. Jesús le respondió:

†. “Yo te aseguro que hoyestarás conmigo en el paraíso”.

PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI

ESPÍRITU

C. Era casi el mediodía cuandolas tinieblas invadieron toda laregión y se oscureció el solhasta las tres de la tarde.

El velo del templo se rasgó a lamitad. Jesús, clamando convoz potente, dijo:

†. “¡Padre, en tus manosencomiendo mi espíritu!”

C. Y dicho esto, expiró.

AQUÍ SE ARRODILLAN TODOS Y SE

HACE UNA BREVE PAUSA.

encarcelado por revuelta yhomicidio, y a Jesús se loentregó a su arbitrio.

HIJAS DE JERUSALÉN, NO LLOREN POR MÍ

C. Mientras lo llevaban a cruci-ficar, echaron mano a un ciertoSimón de Cirene, que volvía delcampo, y lo obligaron a cargarla cruz, detrás de Jesús. Lo ibasiguiendo una gran multitud dehombres y mujeres, que se gol-peaban el pecho y llorabanpor él. Jesús se volvió hacia lasmujeres y les dijo:

†. “Hijas de Jerusalén, no llorenpor mí; lloren por ustedes y porsus hijos, porque van a venirdías en que se dirá: ‘¡Dichosaslas estériles y los vientres queno han dado a luz y los pechosque no han criado!’ Entoncesdirán a los montes: ‘Despló-mense sobre nosotros’, y a lascolinas: ‘Sepúltennos’, porquesi así tratan al árbol verde, ¿quépasará con el seco?”

PADRE, PERDÓNALOS, PORQUE NO

SABEN LO QUE HACEN

C. Conducían, además, a dosmalhechores, para ajusticiarloscon él. Cuando llegaron allugar llamado “la Calavera”, locrucificaron allí, a él y a losmalhechores, uno a su derechay el otro a su izquierda. Jesúsdecía desde la cruz:

†. “Padre, perdónalos, porqueno saben lo que hacen”.

C. Los soldados se repartieronsus ropas, echando suertes.

ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS

C. El pueblo estaba mirando.Las autoridades le hacían mue-cas, diciendo:

S. “A otros ha salvado; que sesalve a sí mismo, si él es elMesías de Dios, el elegido”.C. También los soldados seburlaban de Jesús, y acercán-

C. El oficial romano, al ver loque pasaba, dio gloria a Dios,diciendo:

S. “Verdaderamente este hom-bre era justo”.

C. Toda la muchedumbre quehabía acudido a este espec-táculo, mirando lo que ocurría,se volvió a su casa dándosegolpes de pecho.

Los conocidos de Jesús semantenían a distancia, lomismo que las mujeres que lohabían seguido desde Galilea,y permanecían mirando todoaquello.

JOSÉ COLOCÓ EL CUERPO DE JESÚS EN

UN SEPULCRO

C. Un hombre llamado José,consejero del sanedrín, hombrebueno y justo, que no habíaestado de acuerdo con ladecisión de los judíos ni con susactos, que era natural deArimatea, ciudad de Judea, yque aguardaba el Reino deDios, se presentó ante Pilatopara pedirle el cuerpo deJesús.

Lo bajó de la cruz, lo envolvióen una sábana y lo colocó enun sepulcro excavado en laroca, donde no habían puestoa nadie todavía. Era el día de laPascua y ya iba a empezar elsábado. Las mujeres quehabían seguido a Jesús desdeGalilea acompañaron a Josépara ver el sepulcro y cómocolocaban el cuerpo. Al regre-sar a su casa, prepararon per-fumes y ungüentos, y el sábadoguardaron reposo, conforme almandamiento.

Hasta aquí, la Pasión de nuestroSeñor Jesucristo, según SanLucas.

Presidente: Oremos a Cristoque sube a Jerusalén para darsu vida por la nuestra, y sabien-do que Él nos colma de bienes,digámosle: Que nuestro únicoorgullo sea la cruz de nuestroSeñor Jesucristo.

1. Para que la Iglesia, mirandoa Jesucristo que dio su vidapara salvar a todos los hom-bres, sepa llevar a todos loscorazones un mensaje deesperanza, de alegría y de paz.Roguemos al Señor.

2. Para que Jesucristo, que sehizo hombre y dio su vida poramor, dé al Papa, y a nuestroObispo, Monseñor JorgeSolórzano Pérez, entrañas demisericordia y comprensión,para manifestar el amor deDios. Roguemos al Señor.

3. Para que reine la paz ennuestro mundo, cesen los odiosy violencias y todos los hom-bres nos comprometamos aconstruir una sociedad justa,fraterna y solidaria en la quereine la victoria de Cristo.Roguemos al Señor.

4. Por nuestra Diócesis deGranada que pronto saldrá a lagran Misión Diocesana, paraque el misterio pascual queahora celebramos, nos défuerzas para visitar a todos conespíritu de misericordia.Roquemos al Señor.

Preseidente: Gracias, Señor,porque siempre nos ayudas;escucha nuestras oraciones yhaz que nunca nos apartemosdel camino que nos lleva a laJerusalén celestial donde Túnos precedes. Que vives yreinas por los siglos de los sig-los.

Amén.

Señor Jesucristo,

tú nos has enseñado a ser miseri-cordiosos como el Padre delcielo, y nos has dicho que quiente ve, lo ve también a Él.Muéstranos tu rostro y obten-dremos la salvación.

Tu mirada llena de amor liberó aZaqueo y a Mateo de la esclavi-tud del dinero; a la adúltera y ala Magdalena de buscar la felici-dad solamente en una creatura;hizo llorar a Pedro luego de latraición, y aseguró el Paraíso alladrón arrepentido. Haz quecada uno de nosotros escuchecomo propia la palabra quedijiste a la samaritana: ¡Siconocieras el don de Dios!

Tú eres el rostro visible del Padreinvisible, del Dios que manifiestasu omnipotencia sobre todo conel perdón y la misericordia: hazque, en el mundo, la Iglesia seael rostro visible de Ti, su Señor,resucitado y glorioso.

Tú has querido que también tusministros fueran revestidos dedebilidad para que sientan sin-cera compasión por los que seencuentran en la ignorancia o enel error: haz que quien seacerque a uno de ellos se sientaesperado, amado y perdonadopor Dios.

Manda tu Espíritu y conságranosa todos con su unción para queel Jubileo de la Misericordia seaun año de gracia del Señor y tuIglesia pueda, con renovadoentusiasmo, llevar la BuenaNueva a los pobres proclamar lalibertad a los prisioneros y opri-midos y restituir la vista a los cie-gos.

Te lo pedimos por intercesión deMaría, Madre de la Misericordia,a ti que vives y reinas con elPadre y el Espíritu Santo por lossiglos de los siglos. Amén.

PROFESIÓN DE FE

CREDO DE LOSAPÓSTOLES

Creo en Dios, Padre Todopoderoso,Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.

Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado,muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso.

Desde allí ha de venir a juzgara vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica,la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurección de la carne y la vida eterna.

Amén.

ORACIÓN DE LOSFIELES

ORACIÓN AÑO DELA MISERICORDIA

R I N C Ó N I N FA N T I L

Hola, amiguitos, te dejamos aquí los dibujos que resumen los pasos de lo que Jesús vivió esta semana desde el Domingode ramos. Te invitamos a que con tus compañeritos de catequesis, o con tus amigos del vecindario, jueguen a vivir loscuadros de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Por ejemplo: unos se pueden vestir de soldados, otros de apóstoles,otros de la gente del pueblo, otras de las piadosas mujeres y de María y las otras Marías, otro niño de Jesús y repiten entreustedes lo que han visto en las películas de estos días y lo que han leído en la Biblia o estudiado en su catequesis con suscatequistas. Nos mandan fotos al Boletin Dominical Granada Nic., en Facebook.