Sabouraudia (1975), 13, 255-262

ECOLOGIA DE LOS DERMATOFITOS. I CORRELACION ENTRE DERMATOFITIAS Y HONGOS QUERATINOFILICOS DE

SUELOS DE ROSARIO.

BLANCA J. C. DE BRACALENTI, DELIA P. ALVAREZ AND MARIA G. COLELLA.

Cdtedra de Micologia Humana del Departamento de Microbiologia de la Facultad de Ciencias- Bioqufmicas de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.

Para profundizar el conocimiento de los ciclos biol6gicos de determinados hongos queratino- filicos se correlacionan los datos de 731 dermatofitias de pacientes de la ciudad de Rosario con los aislamientos de hongos queratinofilicos del suelo de zonas de mayor incidencia de casos.

La ecologla de los dermatofitos, las etapas de su pasaje del saprofitismo al para- sitismo, presentan un problema actual e importante para la micologia m6dica.

Ya en 1910, Sabouraud consideraba al suelo como un reservorio de los dermato- fitos en el cual se desenvolver/a su vida saprofitica. Esta hip6tesis fu6 comprobada afios m~ts tarde por Vanbreuseghem, quien en t 952 obtiene los primeros aislamientos, por la trcnica del anzuelo queratinoso, de muestras de tierra no-estrril, de M. gypseum y If. ajelloi. Vanbreuseghem considera a este sustrato natural como preservador del potencial de patogenicidad que tienen esos hongos, al observar q u e e n el suelo en condiciones de esterilidad, conservan su morfolog/a primaria, re tardando las formas pleom6rficas.

En este caso, la importancia desde el punto de vista epidemiol6gico, del suelo, como fuente de infecci6n, es obvia.

Esta posible relaci6n suelo-dermatofitias, furl objetada cuando Grin y Ozegovic (1957), t rabajando con pelos atacados por M. gypseurn, observan la inhibici6n de su desarrollo cuando son colocados en suelo no estdril. Grin (1959) tambi~n comprueba que la micoflora antag6nica del suelo es responsable de la destrucci6n del T. violaceum en pocos dias y por lo tanto, tal material, no representa desde el punto de vista epidemiol6gico, ningfin reservorio; como aslmismo, observa que los agentes micro- bianos del suelo, destruyen al M. gypseum en su vida parasitaria, pero resiste a la misma como sapr6fito. Es decir, este dermatofito, aislado en casi todes las muestras de suelo del universo, estarla ubicado como un par~isito facultativo para el hombre y los animales teniendo obligatoriamente en el suelo una vida sapro-fitica.

Numerosos son los trabajos realizados en nuestro pals tendientes al conocimiento de la flora queratinofilica de diversos suelos, como los de Varsavsky (1954) Garavelli (1954) y otros; e igualmente con respecto a la casulstica de dermatofitias estudiadas en los centros correspondientes.

En nuestro caso, hemos tenido el prop6sito de relacionar ambas experiencias en el transcurso de cuya realizaci6n se corroboraron algunas de las observaciones comentadas anteriormente.

MATERIAL Y METODO

De 6075 an~lisis de pacientes realizados en el laboratorio micoldgico del Hospital Nacional del Centenario, se tomaron los datos correspondientes a miCosis causadas

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Figura 1.--Mapa de Rosario, dividido en 3 sectores, donde se sefialan las procedencias de los enfermos (discriminados con sefias diferentes las micosis que tuvieron) y los sitio3 de tomas de muestras de suelos. Lo sombreado son los espacios verdes.

MUESTRAS O= M. gypseum MICROSPORIAS ~= M. distortum

0-- M. ¢anis [] -- TRICOFITIAS [] = EPIDERMOFITIAS -~ = DERMATOFITIAS p]ex. directo

por dermatofitos. En un mapa de la c iudad de Rosario, (fig. 1) se ubicaron de acuerdo con el tipo de micosis, la procedencia de estos pacientes.

Como fuente saprofitica, un total de 24 muestras de suelo se recogieron de distintas zonas de la ciudad. Los sitios elegidos pa ra la toma de las muestras fueron lugares al aire libre frecuentados especialmente por nifios (plazas, parques, terrenos baldlos) que son los susceptibles en mayor proporci6n a las dermatofitias, segfin nuestra estadlstica.

Las muestras de suelo se recogieron en bolsas de polietileno de 3 sectores distintos, a una profundidad de alrededor de 3 cm. Los culfivos se real izaron el mismo dla det muestreo. La tierra fu6 homogeneizada y distr ibulda en cajas de Petri est6riles. Se aplico la tdcnica deI anzuelo querat inoso de To-Ka-Va- , usando como fuente de querat ina, pelo de caballo estdril. Para cada muestra se trabajo por duplicado. Las cajas de Petri fueron incubadas a 28°C duran te 2 a 4 semanas.

Median te el empleo de esta misma t~cnica se incub6 cada muestra de tierra con u n a mezcla de suspensi6n de M. canis y M. gypseum en partes iguales. Adem~s se sembr6 tierra est6ril con suspensi6n de M. canis y tierra est6ril con suspensi6n de M. gypseum en la misma proporci6n.

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I I Grfifico No. 1--Proporci6n de microsporlas, tricofitias, epidermofitias y dermatofit ias s61o pot

examen directo, segffm sexo.

RESULTADOS Y DISCUSION

De un total de 6075 anAlisis realizados, incluyendo positivos y negativos, el nfimero de micosis por dermatofitos (731), representa el 12-03% (pacientes de Rosario y zonas aledafias).

Estas dermatofitias estAn repartidas teniendo en cuenta el g6nero de los agentes causales en: microsporias, 46-4%; tricofitias, 28%; epidermofitias, 4"2% y dermato- fitias en las que el examen directo fu6 positivo y el cultivo negativo; 21.4%, no mostran- do variaci6n apreciable con respecto al sexo (grAfico 1).

Los Microsporum spp. son los agentes etiol6gicos que mayor proporci6n de enferme- dad provocan. Las microsporias son producidas en un 94.69% por M. canis y en un 4.42% por M. gypseum. E1 intervalo de edad 4-7 afios es el mAs frecuente para las microsporias producidas por ambas especies (grfifico 2).

$61o se presentaron 2 casos de M. distortum en los intervalos de edad 8-11 afios y 20-29 afios. AdemAs un caso de Microsporum sp. en el intervalo 4-7 afios de edad.

Con respecto a l a s tricofitias, (grfifico 3), el 7-. rubrum (72"54%) es la especie preponderante, sigui6ndole en frecuencia el 2-. mentagrophytes (18"63%).

Las epidermofitias son causadas en su totalidad por el E. floccosum (grfifico 4).

Especies Queratinofilicas Aisladas de Fuentes Saproflticas Los g~neros y especies queratinofilicas aislados de las muestras estudiadas, fueron

los siguientes; Nannizzia incurvata; Microsporum gypseum; M. eanis; M. cookei; Arthro- derma uncinatum; Trichophyton ajelloi; Chrysosporium keratinofilum; C. parvum; y Chrysosporium sp.

Con respecto a los dermatofitos del suelo, la frecuencia de aislamiento sobre el total de 24 muestras de tierra para cada especie, es la siguiente"

M. gypseum: 37-5% ; M. cookei: 4.1% ; M. canis: 4"1% ; K. ajeUoi: 25"0%.

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Edad en afios Edad en afios

Gr~tfico No. 2--Numero de pacierttes con microsporias a M. canis y M. gypseum, por edad. *frecuencia sobre amplitud.

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Edad en a~os Edad en aRo$

Gr~itic, No. 3--Numero de pacientes con tricofitias a T. rubrum y T. mentagrophytes, por edad. *frecuencia sobre amplitud.

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Gr~fico No. 4--Numero de pacientes con epidermofitias a Epidermophytonfloccosum, por edad. *frecuencla sobre amplitud.

Se aisl6 en 2 casos una de las formas perfectas del complejo M. gypseum (N. incur- vata) y e n otros 2 casos la del If. ajelloi (A. uncinatum).

Dentro de los otros hongos queratinofilicos aislados se encontr6 6 veces C. kera- tinofilum, una cepa de C. parvum y 9 cepas de Chrysosporium sp. (estas cepas no han sldo aun clasificadas).

Con un fin simplemente comparat ivo y e n forma arbitraria se dividi6 el m a p a de la ciudad en 3 sectores. En cada uno de ellos se ve la procedencia de los pacientes segun tipo de dermatofitias y adem~ts los lugares de los cuales fueron tomadas las muestras (fig. I).

H a y una mayor concentraci6n de casos de dermatofitias a lo largo de una franja central que cruza horizontalmente a la ciudad. Esto es debido tal vez a la mayor densidad poblacional y a la confluencia de esos pacientes a nuestro centro hospital- ario, que est~i ubicado dentro de esta zona.

E1 nfimero de bongos queratinofilicos aislados de la tierra de cada sector y el obtenido de los pacientos de los mismos, se ve en el Cuadro 1.

Se ve en los sectores que el suelo no constituye un reservorio de los agentes etiol6- gicos productores del mayor porcentaje de dermatofitias diagnosticadas en los pacientes que habi tan estas zonas, al menos demostrables, con la t6cnica utilizada. Como se dijo, se usa la t~cnica de To -Ka-Va- y como fuente de queratina, pelo de caballo est6ril. Ser/a interesante probar distintas queratinas con distintos tratamientos, ya que por ejemplo el hongo utiliza diferentes sustancias en el pelo vivo y muerto (Keddie, 1967).

Tampoco hay relaci6n entre el agente etiol6gico productor de las microsporias y el Microsporum aislado en mayor grado. El M. gypseum es mundia lmente encontrado en el suelo, especialmente en zonas tropicales y subtropicales.

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CUADRO 1.--HoNGOS (~UERATINOFILICOS AISLAI)OS

Sector 1 Sector 2 Sector 3

N ° de muestras 6 N ° de muestres 10 N ° de muestras 8

(A) DEL SUELO M. gypsum I M. gypsum 4 M. gypsum 2

N. incurvata 2 A. uncinatum 1 K. ajelloi 2 K. ajeUoi 2

A. uncinatum 1 C. keratinofilum 2 C. keratinofilum 1 C. keratinofilum 3 Chrysosporium sp. 2 Chrysosporium sp. 6 Chrysosporium sp. 2

C. parvum 1 M. canis 1 M. cookei !

(B) DE PACIENTES M. canis 85 69 47 M. gypseum 4 4 4 Trichophyton sp. 29 67 34 Epidermophyton

floccosum 9 13 4 Dermatofitlas por

examen directo 28 46 41

Entro los dermatof i tos geofilicos, el M . gypseum es capaz de volverse pat6geno. Las infecciones en el hombre son raras, siendo m~is comunes err los animales. A pesar de esto, hemos ha l l ado 15 casos de infecei6n en nuestro labora tor io . H a y evidencias descriptas que la infecci6n sea adqu i r i da del suelo en el h o m b r e y animales . Ent re los 15 casos citados, hay uno que comenz6 en la rodi l la luego de una ca lda y otros c i tan contacto con animales (perros-gatos) de g ran relaci6n con el suelo.

En lo que respecta al M . canis, esta especie es capaz de colonizar sustratos de quera t ina en la t ier ra pero pasa f~icilmente al parasi t ismo. Adem/ts, la ausencia de dermatofi tos antropof/ l icos y zoofilicos es deb ida a su i ncapac idad de sobrevivir en el medio. Esto fu6 demos t r ado po r Ajello & Cheng (1967) y otros al poner estos de rma- tofitos en el suelo, e ran lisados r @ i d a m e n t e p o r la gran va r i edad de microorganismos en 61 existente.

Todo Io visto, nos llev6 a rea l izar la exper iencia de colocar t ier ra est~ril m~s suspensi6n de M . gypseum y t ier ra est~ril mgts suspensi6n de M . canis. Aquf las con- diciones fisicoqulmicas e ran las mismas y t ambi6n era el mismo el sustrato de que ra t ina (pelo de cabal lo est~ril). Se comprob6 que las 2 cepas eran capaces de colonizar la quera t ina in vi tro pero con una hab i l i dad dist inta. A los 5 dlas de incubac i6n a 28°(3 era ya casi comple to el a t aque al pelo del M . gypseum, mientras que reci~n e m p e z a b a el M . canis. Luego de varias semanas, esta u l t ima especie logr6 tener un desarrol lo cuan t i t a t ivamente s imilar al M . gypseum a los 5 dlas. Esto nos l leva a pensar en la pos ib i l idad de que exista un factor de an tagonismo po r el sustrato quera t inoso al ¢oexistir estos 2 Microsporum spp.

E1 a is lamiento del M . cams de la t ie r ra po r el m~todo de Vanbreuseghem es s61o excepcional (Frey, 1965; Gary , 1966; Couder t , 1968). Nosotros hemos ha l l ado 1 cepa

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que responde microsc6picamente a las mismas caracteristicas del M. canis, pero no asi a las fisioldgicas. En medio de caseina y Littman, el crec imiento es similar con la diferencia de que la cepa hallada da al medio un fuerte p igmento amarillo-nar anja y el M. canis no lo da. Este p igmento seria uno de los factores que le dan resist- encia, tal vez , contra el ataque de determinadas sustancias (Alexander, 1970). En medio de papa y arroz estdril la cepa-problema tiene un crec imiento m~s restringido que la cepa-testigo.

Para ver el comportamiento del M. canis conjuntamente con el resto de la flora de la tierra y tambidn con respecto a la compet ic i6n con el M. gypseum, se sembr6 cada muestra por duplicado, con suspensi6n de M. canis y M. gypseum util izando la tdcnica de To-Ka-Va .

D e las 24 muestras estudiadas, s61~ en 2 casos se observ6 el M. canis, mientras que siempre se present6 el M. gypseum. Con esto podemos ver por una parte, la aeci6n antagonista de la microflora del suelo, inhibiendo el desarrollo del M. canis y por otro lado, la habil idad de algunos dermatofitos de vivir en el suelo o de usar el suelo como reservorio en su vida saprofltica, como sueede con el M. gypseum.

Podemos concluir diciendo que el M. gypseum, de una frecuencia relativamente mayor con respecto a los otros dermatofitos primitivos, en el med io exterior, en su ciclo evolutivo, t iende hacia un mayor grado de adaptaci6n parasitaria, como Io demuestra el a u m e n t o registrado en el numero de microsporias a este hongo.

SUMMARY

The correlation between 731 cases of "dermatophyte" infection from patients of Rosario and kera- tinophilic fungi isolated from city soils is described.

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