Edi Elec Cultura de Paz Nov 2012

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    CULTURA

    DE PAZ

    Material de apoyo paramaestros y estudiantesde Formacin Docente

    Movimiento de Educadores por la PazUruguay

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    Participaron en la elaboracin del material:

    Maestra Valentina Olivera

    Maestra Natali Latorre

    Maestra Mara Carmen Garca

    Maestra Mara Ins Copello

    Maestro Miguel Soler RocaMaestro Vctor Brindisi

    Maestro Julio Arredondo Larrosa

    Diseo y diagramacin:

    Lic. Alicia Bergero

    1 Edicin - Consejo de Educacin Inicial y Primaria - Noviembre 2011

    2 Edicin - Ministerio de Educacin y Cultura - Agosto 2012

    3a Edicin Electrnica - Consejo de Educacin Inicial y Primaria - Noviembre 2012

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    CULTURA DE PAZ:EDUCAR PARA DESAPRENDER LA VIOLENCIA

    La presente edicin electrnica de este libro es un modesto aporte del Movi-miento de Educadores por la Paz para el trabajo cotidiano de maestros, docentesy estudiantes de magisterio.

    Promover la Cultura de Paz requiere un conjunto de conocimientos y sobreellos sustentar actitudes y comportamientos solidarios. Sostenemos que se tratade una construccin colectiva que se desarrolla en la dinmica relacin entreteora prctica en la que se concibe al educando y al educador como sujetos del

    aprendizaje y la enseanza integrados a una comunidad educativa.Las distintas formas de violencia que atraviesan nuestra sociedad se expresan

    tambin en las instituciones, pero stas son las nicas creadas especialmente comoun ambiente diferenciado en que se seleccionan y reproducen los elementos de lacultura que intencionalmente se desea que perduren.

    La institucin educativa que se sustenta en los principios de Cultura de Paz seconstituye en el ambiente propicio para relaciones personales equilibradas y res-petuosas. El aprendizaje y la enseanza en esas condiciones se convierten en unesfuerzo gratificante y productivo que permite el desarrollo integral del educando

    y el educador. Por ello educar en Cultura de Paz no es un esfuerzo adicional quese reclama a los educadores sino un auxilio para facilitar y hacer ms consistentesu trabajo pedaggico.

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    NDICE1) Por qu y cmo trabajar sobre una Plataforma de Cultura de Pazen las instituciones

    educativas ....................................................................................................................................... 7

    2) Condiciones de la Propuesta Didctica ..................................................................................... 9

    3) Educacin por la Paz : en el Mundo y en Uruguay ............................................................... 11

    4) La situacin actual de la propuesta en el pas ......................................................................... 13

    5) De qu Paz hablamos cuando hablamos de Paz .................................................................... 156) Para aproximarnos a la Cultura de Paz .................................................................................. 21

    7) Marco normativo que respalda el trabajo en Cultura de Paz y DD. HH. ........................... 29

    8) Propuestas didcticas .................................................................................................................. 33

    Bibliografa ................................................................................................................................... 39

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    1) Por qu y cmo trabajar sobre una Plataforma de Cultura dePaz en las instituciones educativas.

    En primer lugar cabe sealar que es necesario, posible y pertinente articular la propuesta deuna institucin educativa desde una perspectiva de Cultura de Paz; la imprescindible discrimi-nacin conceptual que haremos para fundamentar esta afirmacin parte de la reflexin sobre

    las prcticas educativas con un enfoque dialctico e histrico-crtico.Es necesario trabajar en el mbito de la educacin formal para promover la Cultura de Paz

    -pero no slo en l- porque en las diferentes instituciones sociales (familia, grupos, medios, etc.)se forja la personalidad y se matrizan formasde ser, estar y relacionarse en el mundo; masen la medida en que son las instituciones edu-cativas las nicas creadas especficamente paraponer a los educandos en contacto activo conlos logros de la sociedad, cuando la sociedadavanza de una cultura blico-violentista-con-sumista hacia una Cultura de Paz, la escueladebe asumirse como uno de los agentes de laconstruccin de ese nuevo ethos compartido.

    Es posible repensar los objetivos, conteni-dos y mtodos de la propuesta curricular des-de la perspectiva de la Cultura de Paz, pero adems es posible repensar la propia institucineducativa, sus finalidades, su organizacin, su funcionamiento, la circulacin de poder, losvnculos con la comunidad, los vnculos con otras instituciones y su esencia misma. Debemoshacer posible una escuela diferente, una escuela que funcione sobre una plataforma de Cultura

    de Paz para contribuir a los cambios que la sociedad necesita.

    Es pertinente, porque mejora las condiciones de trabajo para el nio, para el maestro y la es-cuela. Trabajar en Cultura de Paz garantiza que cada etapa educativa sea valorada por s misma.Al revelar la politicidad, historicidad y eticidad de la educacin permite que cada uno asumaprotagonismo en el desarrollo mximo del potencial de la persona y del grupo; garantiza que seenseen y aprendan herramientas de convivencia que faciliten la vida en democracia y posibili-ta que el aprendizaje y la enseanza sean vividos con alegra, responsabilidad y confianza. Estaperspectiva supone un entorno ms amigable para ensear y aprender, la tarea del maestro sehace ms fecunda, armoniosa y trascendente en la medida que provoca estados que se proyec-

    tan en el tiempo y espacio ms all del tiempo y espacio del acto pedaggico.En la prctica hemos visto diferentes experiencias de aula que intentan incorporar temas

    vinculados a los Derechos Humanos y la Cultura de Paz, presentaremos una clasificacinpara apoyar nuestra propuesta que sintetiza todos los dems modelos, tomando de cada uno

    Asamblea de estudiantes y docentes en el Instituto deFormacin Docente de Maldonado

    Las asambleas son una herramienta fundamental parademocratizar las instituciones y un contenido a aprender enforma vivencial desde la educacin inicial.

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    lo ms valioso para crear una Plataforma de Cultura de Paz como sustento del funciona-miento institucional:

    Modelo Nominalista o Declarativo.- Consiste en la presentacin a los alumnos en el marcode una estructura de educacin tradicional, de los documentos de organismos interna-cionales sobre los derechos de las personas, o en la enunciacin de mximas, consejos ofrmulas de comportamiento adecuado

    Modelo de Inclusin Curricular.- Desde esta perspectiva se incorporan actividades que pre-tenden desarrollar valores, actitudes y aptitudes., En una configuracin general de tipotradicional se abren espacios ms libres con juegos, cuentos o actividades expresivas enlos que se cambia el orden habitual del aula.

    Modelo de Ejes Transversales.- Corresponde una visin ms global que incorpora y abor-da la temtica desde distintas perspectivas disciplinares. Determinados contenidos sonincorporados en la propuesta curricular, muchas veces en Unidades Didcticas u otras

    formas de planificacin globalizada, con el consecuente efecto de reforzamiento y en-riquecimiento que otorga la accin acumulativa y sistemtica. Los temas son abordadosen Historia, Geografa, Formacin Ciudadana, tica, Lengua, coordinando contenidos yopciones metodolgicas.

    Modelo de Plataforma Institucional.- Desde una perspectiva crtica se busca crear un clima ins-titucional donde se pongan en prctica y se estudien (en forma dialctica) los principios yfundamentos de la Cultura de Paz. Los contenidos de todas las reas del conocimiento sedesarrollan procurando una apropiacin activa por parte del educando en una institucinque por su estructura, su organizacin y su funcionamiento genera relaciones humanasinspiradas en el respeto, el amor y los derechos humanos.

    Dice Fernndez Enguita: La escuela es un entramadode relaciones sociales materiales que organizan la expe-riencia cotidiana y personal del alumno/a con la mismafuerza o ms que las relaciones de produccin puedenorganizar las del obrero en el taller o las del pequeoproductor en el mercado. Por qu entonces, continuarmirando el espacio escolar como si en l no hubiera otracosa en lo que fijarse que las ideas que se trasmiten?

    Atendiendo esta realidad los contenidos programticos y los ocasionales se organizan decomn acuerdo entre docente y estudiantes, los acuerdos de funcionamiento no se imponensino que se construyen colectivamente, tomando experiencias anteriores y mejorando lo al-canzado por grupos precedentes; lo sustantivo es el clima institucional que, creado por laspersonas que conforman ese colectivo, luego a su vez modela a cada uno de los participantes.La creacin de una atmsfera en el aula en que la escucha, la participacin y la colaboracinsean estimuladas es el primer paso para desterrar la violencia y el belicismo de la escuela. Entodos los niveles del sistema educativo es posible establecer criterios que orienten el traba-jo y que ayuden a determinar el cmo trabajar desde una perspectiva de Cultura de Paz. ElPrograma vigente de Educacin Inicial y Primaria contiene numerosas referencias a temas

    vinculados a la Cultura de Paz, tanto en objetivos como contenidos.

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    2) Condiciones de la Propuesta Didctica

    Resulta necesario que la relacin dialctica entre objetivos, contenidos y mtodos contem-ple la convergencia de estas tres dimensiones, que el discurso y las prcticas no se contrapon-gan. Para ello adaptamos las sugerencias de la Lic. Leticia Olgun que, en relacin al trabajoen Derechos Humanos referente tico de la Cultura de Paz-, propone que las metodologasadoptadas cumplan las siguientes condiciones:

    a) Que estimulen la participacin de los estudiantes.

    Como todos saben la participacin presenta niveles, es posible agruparlos en tres grandes ca-tegoras.

    -Una participacin activa, que es la que tienen lossujetos que participan en la ejecucin de una acti-vidad, es la ms difundida y la que implica menorcompromiso personal, sin ella sera prcticamen-te imposible la vida en la sociedad.

    -Una participacin consultiva, en la cual los indi-viduos son tomados en cuenta por quienes deben

    asumir las decisiones, se realiza alguna forma deconsulta, de encuesta, entre quienes sern afec-tados por las decisin, se recaban opiniones, de-seos, aspiraciones o necesidades para que la decisin adoptada sea menos conflictiva.

    -Una participacin decisoria en la que los sujetos involucrados toman decisiones en su ca-rcter de personas comprometidas con las consecuencias de la resolucin que se pone enprctica.

    Este ltimo nivel es el deseable.

    b) Que posibiliten la disensin.

    Hay una deficiente interpretacin del estilo de vida democrtico cuando se piensa quenicamente el criterio de las mayoras es el correcto o vlido. La humanidad ha avanzadogracias al pensamiento divergente y creativo por ello es importante que en la escuela se legi-timen diferentes opciones para resolver situaciones y no se obture la bsqueda de caminosoriginales frente a los desafos del aprendizaje.

    c) Que abran las ventanas al mundo.

    Muchas veces la urgencia por desarrollar todos los temas propuestos por el currculumhace que los mismos se presenten descontextualizados, desarraigados del entorno social ycultural dentro del cual tuvieron lugar.

    d) Que procuren sistemticamente el desarrollo del pensamiento.

    Se propone reflexionar sobre las operaciones mentales que se ponen en juego en las alter-nativas metodolgicas a utilizar, procurando desarrollar, entre otras, el pensamiento lgico,la intuicin, la prediccin y la creatividad.

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    e) Que fortalezcan los nexos del estudiante con el grupo de pares, con la institucin,con la comunidad, con el pas y con el mundo.

    La Cultura de Paz cobra sentido en la relacin del sujeto con otros seres humanos, es deciren las relaciones sociales. El estudio sistemtico de los contenidos curriculares y herramien-tas necesarias para la vida en comunidad debe estar acompaado de una prctica social

    respetuosa, democrtica, emancipadora.f) Que sean totalizadoras.

    Como ya se mencionara anteriormente, la enseanza-aprendizaje de la Cultura de Paz noes resorte exclusivo de una asignatura o grupo de materias. Es la totalidad del proceso edu-cativo el responsable de alcanzar estos objetivos.

    g) Que sean globalizadoras.

    Se seal que la enseanza y el aprendizaje de los Derechos Humanos y la Cultura de Pazconstituye un proceso de formacin y desarrollo de actitudes y que stas tienen componen-

    tes cognoscitivos, afectivos y actitudinales.Las metodologas que se adopten deberan atender simultneamente a estos tres compo-nentes y no limitarse a alguno de ellos.

    h) Que sean realistas.

    La Cultura de Paz debe verificarse a partir de la reali-dad concreta en la que estn inmersos los participan-tes del proceso. Su construccin es un hecho nico eirrepetible para cada grupo.

    Son la vivencia cotidiana y la prctica diaria, en refe-

    rencia a las relaciones reales que establece el educan-do, las que permitirn la formacin de las concepcio-nes y actitudes deseables.

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    3) Educacin por la Paz: en el Mundo y en Uruguay

    En el mundo.

    En 1919, Anatole France convocaba a docentes para pensar en comn una enseanza uni-versal y decidir los medios ms adecuados para conducir la paz y la unin de los pueblos.

    Ya en 1934 Jean Piaget se preguntaba Es posible una educacin para la paz? En sus trabajoscritica el idealismo y los mtodos tericos y seala que la Educacin para la Paz no ha fracasadoporque nunca se ha hecho seriamente. Se pronuncia contra la militarizacin de nios y jvenes.

    Mara Montessori en 1951 seala que la verdadera defensa contra la guerra es el propio hom-bre y que quienes quieren la guerra han realizado acciones para estudiarla, ensearla, justificarlay promoverla preparado incluso profesionales de la muerte, pero que quienes quieren la paz nohan trabajado para lograr la paz ...la cuestin de la paz y de la guerra no tiene su punto centralen la necesidad de armar materialmente a los pueblos y defender poderosamente las fronterasentre las naciones: porque la verdadera frontera de defensa contra la guerra es el propio hom-bre, y donde el hombre es socialmente desorganizado y desvalorizado, el enemigo universalabre una brecha. El nio es visto como la esperanza de la paz futura y el camino para la pazaquellos que quieren la guerra preparan la juventud para la guerra, pero aquellos que desean la

    paz descuidaron la infancia y la juventud en tanto no supieron organizarlos para la paz.

    Tambin en 1951, la FISE (Federacin Internacional de Sindicatos de la Educacin) orga-niza, a impulso de Henry Wallon, una Caravana de Docentes por la Paz por varios pases deEuropa. Alcanzan estos ejemplos para ver cmo la idea de paz que centraba las preocupacio-nes de ese perodo, signado por las dos guerras mundiales, es la que llamamos paz negativa, lapaz como ausencia de guerra.

    La Educacin por la Paz en el Uruguay.

    En Uruguay Enriqueta Compte y Riqu superaba esta visin cuestionando la ingerencia de go-

    bernantes ajenos al mundo de la educacin que dirigen el odioso movimiento del odio ... Los mandata-rios que por un movimiento de reaccin histrica han hecho del arma un smbolo de gobierno, mediten comparandoel panorama que abrieron con el poder de sus armas y el que despleg ante el mundo siendo solamente sembradorde ideas.(se refiere a Sarmiento) y defiende el logro de la paz por la Educacin plantea en 1939 laposibilidad de la paz por la educacin, en su ponencia en el Congreso de Maestros Americanos a lamemoria de Sarmiento expresa deseo solamente proponer algunas declaraciones que sean voz d enuestracomn ideologa en el sueo perseguido de la paz por obra de la educacin. Obra que ha de extenderse portodos los tramos de la educacin: El plan de este Congreso est dividido en partes que en su conjunto com-prenden todos los problemas derivados de las grandes cuestiones que acabo de apuntar. la que se refiere a la pazen el mundo, no puede estar separadamente dentro de ninguna de ellas sino en la armona total

    Sin utilizar estas denominaciones, generadas a partir de la dcada del 70 en el mbito in-ternacional (Recomendacin de la 18 Conferencia General de la UNESCO, Pars, 1974, do-cumento fundamental para la Educacin para la Paz, y en la dcada del 90 otros documentosrelativos a Cultura de Paz), son muchos los aportes que el magisterio uruguayo realiz en las

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    dcadas del 30 al 70, a travs del desarrollo de ideas innovadoras de algunos educadores uru-guayos, tales como Pedro Figari, Sabas Olaizola, Otto Niemann, Jesualdo Sosa, Reina Reyes,Julio Castro, entre otros.

    Igualmente sera justo mencionar que en las dcadas de los aos 50 y 60 del siglo pasadonumerosas experiencias, realizadas tanto en el medio rural como en el urbano, constituye-ron aportes al conocimiento y vigencia de los Derechos Humanos, en particular los del nio;cambios en el formato institucional y cambios en el vnculo conla sociedad, al proyectarse la escuela hacia la comunidad, permitenprestar atencin a una serie de problemas cuya existencia constituauna limitacin al disfrute de aquellos derechos, en particular el de-recho a la educacin.

    En aquellas dcadas era una conviccin generalizada entre loseducadores que el trabajo escolar mejoraba sensiblemente cuando,a travs de una esforzada labor social, se le vinculaba, por ejemplo,

    con la promocin de la salud, la alimentacin y la recreacin.Despus de las dcadas oscuras, al restablecerse la democracia

    en 1985, se abre cauce a la actividad de instituciones que promue-ven, de distinta forma, el cumplimiento pleno de los DerechosHumanos, actividad que resulta un claro antecedente del trabajohacia una Cultura de Paz. SERPAJ, nuestro PIT-CNT, institucio-nes profesionales, organizaciones de estudiantes, de familiares dedesaparecidos, entre otras, promueven acciones de defensa de losDerechos Humanos.

    En el campo educativo se abre cauce la iniciativa de impulsar la enseanza de los DerechosHumanos.

    La realizacin del Seminario Taller sobre la Enseanza de los Derechos Humanos, organiza-do en 1986 por la FUM, el MEC y el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH),en el cual participaron las autoridades del Consejo de Educacin Primaria (CEP) y personaldel mismo, dio lugar a la propuesta dentro del CEP de desarrollar el Proyecto Piloto sobreEnseanza de los Derechos Humanos en Educacin Primaria, que se comienza a desarrollardesde 1986 en algunas escuelas de todo el pas.

    Coincidente y en la misma direccin, la FUM-TEP crea la Comisin de Propuesta Educati-va, que elabora y difunde materiales sobre el tema.

    En la dcada del 90, maestros promueven en todo el pas acciones importantes, y en 1997,con la participacin de calificados delegados de otros pases, y en especial del Seminario Ga-llego de Educacin para la Paz, en el mes de agosto se realiza un Encuentro promovido porla FUM-TEP y el Movimiento por la Vida y la Paz (MOVIPAZ), que da lugar a la creacin delMovimiento de Educadores por la Paz de Uruguay.

    Junto con las organizaciones de la FUM-TEP se comienza una obra de difusin que vin-cula al trabajo a prestigiosas instituciones pblicas y no gubernamentales, como la Federacin

    Mdica del Interior (FEMI), Intendencias Municipales, Universidad de la Repblica, SERPAJ,Centros Comunales de la Intendencia Municipal de Montevideo, etc.

    Julio Castro, maestrodesaparecido, ejemplo decompromiso social. ElMovimiento de Educadorespor la Paz trabaja para elesclarecimiento de este casoy todas las violaciones de losDerechos Humanos

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    4) La situacin actual de la propuesta en el pas

    El Movimiento de Educadores por la Paz destaca como muy positivo el hecho de que en fechasrecientes las autoridades educacionales hayan abierto cauce a nuevas iniciativas muy importante enel desarrollo del campo de Educacin para la Paz y de la Cultura de Paz y Derechos Humanos.

    Entre otras medidas destacamos las siguientes:

    Derechos Humanos

    Por Ley 17.930 de diciembre de 2005,se cre en el Ministerio de Educacin yCultura la Direccin de Derechos Hu-manos, la cual entre otros cometidos tie-ne los siguientes: 1) Promover la msamplia vigencia de los Derechos Hu-manos; 2) Desarrollar un Plan Nacionalde Derechos Humanos; 3) Promover lasensibilizacin y el conocimiento de ta-les derechos, y la educacin en Derechos

    Humanos, en todo el sistema educativonacional, pblico y privado, formal e in-formal ().

    En cuanto al CODICEN de la ANEP, en mayo de 2006 cre la Direccin de DerechosHumanos y en julio del mismo ao la Comisin Asesora de Derechos Humanos, integra-da por representantes de todos los Consejos, la Direccin de Formacin y Perfecciona-miento Docente y las Asambleas Tcnico Docentes. Estas entidades vienen cumpliendolas tareas que les fueron asignadas en las respectivas resoluciones, en particular medianteel asesoramiento al CODICEN, la organizacin de cursos de formacin a los docentes y

    la participacin en numerosas comisiones tanto nacionales como internacionales que seocupan de la educacin en materia de derechos humanos.

    Enseanza de la historia reciente

    Dando culminacin a un movimiento emprendido espontneamente por los propioseducadores con el apoyo reiterado del Movimiento de Educadores por la Paz y en con-traposicin con las disposiciones oficiales que rigieron hasta 2004, en octubre de 2005el CODICEN de la ANEP dict una resolucin encomendando a los Consejos descon-centrados y a la Direccin de Formacin y Perfeccionamiento Docente la adecuacin delos programas, de modo de incluir el estudio de la historia mundial, regional y nacional

    en el ltimo medio siglo. Esta medida permiti a todos los alumnos de los ciclos pre-universitarios situarse en sus races histricas autnticas, traumatizadas por la dictaduracvico-militar precedente. Fue un paso importante, con implicaciones en la formacinacelerada de los docentes, la modificacin de los programas de enseanza y la elaboracinde materiales de apoyo debidamente actualizados.

    Estudiantes de todos los niveles del sistema educativo,comparten opiniones sobre el concepto de paz en la Sala de

    Sesiones de la Junta Departamental de Maldonado. En elmarco del C.E.Cu.Paz 2009.

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    Estos cambios se complementan con importantes avances que se incorporan en el marcolegal y en la reforma de los Programas de Educacin Inicial y Primaria y Formacin Do-

    cente del ao 2008.

    El Movimiento de Educadores por la Paz ha adoptado su nombre haciendo referencia a

    que ms que educar para la paz es necesario educar por la paz, educar por la paz significaeducar a travs de la vivencia de la paz y significa a su vez educar en pos del logro de la paz,como proceso inacabado, como proyecto a desarrollar, como desarrollo continuo de espiralascendente.

    Compartimos con Paulo Freire que la Educacin para la Paz se centra en el proceso de libe-racin y en la superacin de la injusticia social en todas sus dimensiones: No creo en ningnesfuerzo llamado de educacin para la paz que, en lugar de revelar el mundo de las injusticiaslo vuelva opaco y tienda a cegar a sus vctimas. (1986 al recibir el premio UNESCO de Edu-cacin para la Paz)

    Para aproximarnos al concepto de Educacin por la Paz que, como vimos, tiene una largahistoria en el campo social y pedaggico, y para caracterizar el paradigma de Cultura de Paz seimpone un anlisis del concepto de PAZ que por su polisemia ha sido utilizado con conteni-dos dismiles desde diferentes posiciones polticas, filosficas, sociales e incluso econmicas.Como consecuencia se han colocado bajo esa denominacin muy diferentes proyectos y accio-nes que muchas veces resultan antagnicos, como veremos a continuacin.

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    5) De qu Paz hablamos cuando hablamos de Paz?

    Es interesante desafiarnos con esta pre-gunta para constatar la diversidad de sentidosque tiene el concepto de paz; en esa direccinen el captulo relativo a Propuestas Didcticasdesarrollamos un ejercicio que puede ser rea-lizado con los nios.

    A continuacin presentamos informacinsobre la evolucin histrica de este conceptoy daremos cuenta de la presencia de esas dife-rentes tradiciones en el presente.

    LA TRADICIN GRIEGA: La paz como hermana de la justicia.- Los griegos atribuanun carcter divino a la paz como a tantos otros componentes de la existencia humana y de lanaturaleza. Eirene (la paz), es una de las hijas de Zeus, hermana de Diqu (la justicia) y Eunoma(el orden y la igualdad) representa la alegra de la vida y la fuente de todos los bienes, la riquezay la abundancia. Los lazos familiares garantizan su existencia interdependiente para asegurar el

    orden y el equilibrio de la vida en sociedad. Eirene es perseguida y hostigada por Polemos quienpersonifica la guerra. Hesodo (El Origen de los Dioses, versos 901-903) y Aristfanes (La Paz,versos 712 y 840) describen esta divinidad ligada al equilibrio de la naturaleza y de lapolis(ciudad),a la armona y la belleza.

    Trazos de esta tradicin estn presentes en los movimientos ecologistas, de no violenciay de resistencia pacfica de la actualidad.

    LA TRADICIN ROMANA: Si quieres la paz preprate para la guerra.- El primer altarpara la paz aparece en la Roma imperial, en el campo de Marte (dios de la guerra) para con-memorar el regreso de Octavio Augusto de las exitosas campaas en Espaa y la Galia (ao

    13 a.C.). La paz sigue ligada a la religin y la naturaleza pero el Estado es quien impone elorden que garantiza la paz. Sneca utiliz por primera vez el trmino Pax Romana (TratadoSobre la Clemencia) como la paz establecida por el poder del Estado, impuesta por el empe-rador y garantizada por el ejrcito romano. As el vocablopaxaparece gradualmente ligado alconcepto de seguridadestablecida sobre la autoridad de un poder central con el consecuentedebilitamiento de la libertad. Se introduce, como vemos, una contradiccin en el concepto yaque esta concepcin militarista y belicista de la paz llega a distorsionarlo hasta llegar a suponeren realidad una forma de dominacin, saqueo y esclavitud. El vencedor pacifica y apaciguaal vencido, para garantizar la paz es necesario armarse y amenazar al enemigo; siguiendo esepensamiento durante la guerra fra la paz se afirmaba en proporcin directa al incrementodel podero nuclear y los arsenales militares. Actualmente las guerras preventivas y los con-flictos de baja intensidad apelan a este concepto para su justificacin. En muchos cuarteles eincluso escuelas de Occidente se ha encontrado grabado en los muros Si vis pacem para bellum,lamentable justificacin de la cultura belicista imperante en nuestras sociedades.

    Escolares construyen la Bandera Planetaria de la Paz.

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    LA TRADICIN JUDEO-CRISTIANA: El hierro de las armas transformado en ara-dos.- Para los judos la paz resulta delpacto con Dios que provee abundancia en las cosechasy seguridad sobre la base de compromisos y promesas. El Cristianismo toma estas ideas y lasrefleja en numerosos pasajes de la Biblia en la que se narra la alianzay su consecuente aban-dono de las armas simbolizado por el proceso de transformacin que convierte las espadas en

    arados y las lanzas en tijeras de podar.La paz es entendida como resultante de la justicia acompaada de la piedad y la caridad. Este

    nuevo Dios rechaza la violencia y propone en boca de Jess reprendiendo a Pedro por su actitud:Envaina tu espada, pues todos los que toman la espada morirn por la espada(Matas 26-52). La creenciaen una vida posterior y en recompensas despus de la muerte han obturado en muchos casos lacapacidad de transformar la realidad, de procurar la justicia y la igualdad entre los hombres.

    En esta tradicin se asienta la asociacin entre la paz y la paloma, smbolo cuya hegemonaes hoy indiscutible.

    LA TRADICIN HUMANISTA DE LA MODERNIDAD: La pazcomo construccin racional y voluntaria.- Con el proceso de laicizacinque acompaa el nacimiento del capitalismo, el ascenso de la burguesa,el surgimiento de los estados nacionales y la modernidad, se abandona laexplicacin mstica de la paz y se busca una justificacin tica, jurdica ypoltica para la paz. El fundamento racional de la paz sustituye las visionesreligiosas pero tambin aparecen fundamentos racionales para el desarrollode la guerra, que se humaniza al ajustarse a normas explcitas que debenser cumplidas por todos los estados beligerantes.

    La paz no forma parte de la naturaleza humana sino que es una necesi-dad que debe ser instaurada e instituida por razones polticas y de derecho.Para que sea duradera debe basarse en relaciones nuevas y estables entrelos hombres y entre los estados. Es un ideal al que la humanidad se aproxi-ma paulatinamente, que se construye a partir de pactos y negociaciones dequienes tienen intereses diferentes, la barbarie de la guerra se supera con el contrato social y eldisciplinamiento civilizatorio. Al respecto escribe Kant la paz es una tarea que, solucionadapoco a poco, se aproxima continuamente a su finalidad.

    Esta tradicin impuls y justific la celebracin en Londres en el ao 1843 el Primer Con-greso Internacional de la Paz seguido de otros en Bruselas y Pars (con dos mil participantes

    y la presidencia de Vctor Hugo). En ese perodo se crean en Europa diversas organizacionesdedicadas a la paz. En el S XX esta tradicin iluminista de la paz, inspir la creacin de la ONUy la Declaracin Universal de los Derechos Humanos.

    LA TRADICIN ROMNTICA: La paz como parte de la naturaleza humana.- Comorespuesta al iluminismo y el incipiente capitalismo el romanticismo ubica el origen de la paz enel interior del sujeto, en su condicin humana y en la armona con la naturaleza.

    El ejemplo de Emilio, protagonista del Tratado de Educacin de Rousseau muestra cla-ramente esta visin cuando plantea: Todo sale perfecto de manos del Creador de todas lascosas, todo degenera entre las manos del hombre. A Emilio no le gusta ni el barullo ni laspeleas, tanto entre los hombres como entre los animales. l sufre cuando ve sufrir, es unsentimiento natural. Emilio ama, pues, la paz.

    LA TRADICIN SOCIALISTA: La paz conquistada por el trabajo, desarme y desarrollo.Desde este punto de vista los trabajadores, que son quienes producen la riqueza, son los ni-

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    cos que pueden construir la paz. Proudhon publica La guerra y la paz donde se lee: La pazfirmada a punta de espadas nunca es ms que una tregua Slo la humanidad trabajadora escapaz de terminar con la guerra, creando el equilibrio econmico, lo que supone una revolu-cin radical en las ideas y en las costumbres.

    Para Marx la paz slo es posible despus de la conquista de la sociedad comunista. Todas lasguerras, salvo la de los explotados contra los explotadores, tienen el efecto de reforzar las rela-ciones de explotacin. Los trabajadores deben unirse en el reclamo de paz, trabajo y libertad.

    En el pensamiento socialista es posible reconocer visiones diferentes, desde quienes pro-mueven la desmilitarizacin total inmediata, hasta quienes plantean que es ilusorio hacer laguerra a la guerra en el capitalismo.

    Esta tradicin influye en la accin de los movimientos sindicales, en particular los de lostrabajadores de la educacin y en las pedagogas de la liberacin.

    LA TRADICIN LIBERAL: El comercio, el mercado y el capital generadores del equili-

    brio entre las personas y las naciones. En 1920 industriales y comerciantes de EEUU, Blgica,Francia, Italia y el Reino Unido fundaron la Cmara Internacional del Comercio y paralela-mente capitalistas (empresarios e industriales) crean fundaciones y premios como el Nobel queoperan como justificacin ideolgica de la expansin del capitalismo; desde este punto de vistaexpandiendo el capital se construye la paz.

    LA TRADICIN PACIFISTA: Justicia y no violencia.- La raz de estos movimientosse encuentra en la resistencia de grupos nacionales frente al colonialismo y de la lucha de lostrabajadores contra lo que consideraban injusto del sistema social. Anatole France, RomainRolland, Bertrand Russel, Luther King, Desmond Tutu y Gandhi son personajes ligados a

    esta tradicin, que mediante la resistencia civil no-violenta intent eliminar el colonialismo, ladiscriminacin racial, la carrera armamentista, el peligro atmico, la depredacin ambiental, lasdesigualdades de derechos de las mujeres entre otros objetivos propuestos. Un ejemplo actuallo constituye el accionar del grupo Greenpeace caracterizado por la denuncia, la desobedienciay la creatividad.

    LA TRADICIN DE CONTRACULTURA: La filosofa oriental sustento de la am-pliacin de la conciencia y el desarrollo de la sensibilidad.- Paz y amor, haga el amor y no laguerra expresaba la divisa del movimiento hippie para generar una cultura contrapuesta a lahegemnica, esta contracultura pugnar por la autonoma individual en contraposicin a las

    instituciones y las normas sociales, intentar forjar una ntima relacin con la naturaleza ame-nazada por el desarrollo tecnolgico y estimular la afectividad y la sensibilidad frente a la ra-cionalidad tcnica y eficientista. Es posible identificar en esta tradicin los rasgos de la filosofay religiosidad de oriente en la bsqueda de la paz interior y la armona con la naturaleza, dondelos seres humanos cuiden de los otros seres humanos y valoren otras identidades culturales.Autonoma y antiautoritarismo caracterizan esta visin que tiene una amplitud de miras que lepermite incorporar todas las dimensiones del hombre y lasociedad para alcanzar el concepto de paz por la empatay el respeto del otro.

    Como vemos la Paz es una construccin situada porestar condicionada por circunstancias histricas, socio-tmporo-espaciales. El sentido de la Paz no es el mismo enun pas donde hay guerra que en un pas donde hay riquezay pobreza extremas, en un pas donde hay enfrentamientos

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    religiosos, el sentido de la Paz no es el mismo en un pas que sufre bloqueo econmico que enun pas donde no todas las personas tienen acceso al agua o en uno que es usado como depsi-to de desechos txicos; muchas veces estos factores se combinan y desembocan en guerras porla posesin y control de petrleo, agua, metales y otras riquezas. Las mltiples dimensiones dela paz se configuran de manera diferente en cada sociedad concreta, en cada lugar y momento

    histrico particular, pero como vemos, siempre la Paz excede la mera ausencia de guerra.La construccin de la Paz supone necesariamente la no existencia de guerra, pero ese requi-

    sito siendo necesario no es suficiente. La ausencia de enfrentamientos blicos constituye unapaz incompleta porque es una paz por negacin, es una paz negativa (Galtung,Johan,1985). Elconcepto de Paz que proponemos, desde una perspectiva crtica es una Paz positiva centradaen una relacin con la sociedad y con el ambiente basada en el respeto, la justicia, la solidaridady la armona. Vista de este modo no supone pasividad ni resignacin sino una actitud activa, delucha por la Paz, lucha que se desarrolla en el entorno inmediato, que se sustenta en un anlisisde la realidad y que percibe la dimensin mundial del compromiso por la Paz.

    Hablamos entonces de una paz que se construye socialmente, que se desarrolla y que sedebe sostener. Es frecuente el planteo de la consecucin de la Paz a partir de una paz interiore individual, una Paz que nace en la mente de los hombres, sostenemos que siendo ciertoque ha de haber condiciones en las personas que luchan por la paz, ellas tienen que ver fun-damentalmente con herramientas para comprender y transformar la realidad, para manejarsus impulsos, para colaborar con otros frente a los conflictos y fundamentalmente con unadecidida voluntad de poner esos instrumentos en juego para tramitar los conflictos y prevenirla violencia. Por lo tanto no es un logro individual sino un objetivo que se logra mediante unvnculo especfico con la sociedad y la naturaleza. La Paz, reafirmamos, debe ser una conquistay una construccin colectiva que evite y prevenga la violencia, ya que no se encuentra la paz alldonde existe violencia en cualquiera de sus manifestaciones. Evitar y prevenir la violencia su-pone desmontar el aparato intelectual que la justifica, supone desarticular los mecanismos quela naturalizan y descubrir los intereses que la promueven; desmontar, desarticular, descubrir,para practicar la desviolencia como deconstruccin crtica de las mltiples prcticas violentasnaturalizadas por la cultura blico-violentista. Por ello hablamos de desaprender la violencia,porque hemos crecido en una sociedad que naturaliza y legitima la violencia y porque as comoaprendimos la violencia podemos desandar ese camino y aprender la paz.

    La violencia en todas sus formas y manifestaciones es antittica de la Paz, sta no puedeexistir donde hay violencia. Aunque generalmente la violencia es vista como un fenmeno

    social inherente a la especie humana y natural en los vnculos entre las personas, es necesariodiscutir esta afirmacin y analizar su carga ideolgica. As como las elites conservadoras hanescrito la historia oficial para justificar sus posiciones de privilegio, se han afirmado en la pa-radjica e irracional perspectiva que establece que quien logra imponerse por la fuerza es elque tiene la razn Sin embargo, ella se desliza en todos los mbitos de la cultura, la culturablico-violentista est instalada y reina como monarca hegemnica en todas nuestras relacio-nes sociales y con la naturaleza.

    A pesar de ello desde muy diversos campos se alzan voces -no por casualidad poco visibles-que demuestran que ni la guerra ni la violencia son innatas a la condicin humana, que no son

    hereditarias, ni genticas, ni biolgicamente determinadas; y por lo tanto no slo es deseablesino posible e impostergable la construccin de la Cultura de Paz. La violencia es un fenme-no cultural, aprendido durante la socializacin, adems de ensearlo las sociedad se encargade mostrarlo como natural; adems de un proceso de inculcacin se desarrolla un proceso deocultacin del carcter arbitrario de la cultura blico-violentista.

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    En el ao 1986 un equipo internacional de especialistas redact el Manifiesto de SevillaSobre la Violencia, dicho documento se inspira, entre otras fuentes, en un ensayo de Marga-ret Mead, antroploga norteamericana ampliamente conocida por su libro Adolescencia yCultura en Samoa, dicho ensayo tuvo el sugestivo ttulo de La Guerra es una Invencin -nouna necesidad biolgica- y fue publicado en vsperas de la Segunda Guerra Mundial. En la

    Introduccin del Manifiesto se seala:Hemos estudiado el problema de la guerra y la violencia con los mtodos cientficos ac-

    tuales. Sabemos que ninguna ciencia es definitiva, y que un da u otro sabremos ms. Pero esresponsabilidad nuestra decir en voz alta lo que sabemos basndonos en las ltimas informa-ciones disponibles.

    Algunos mantienen que la violencia y la guerra no cesarn nunca, porque estn inscritas ennuestra naturaleza biolgica. Nosotros decimos que no es verdad. Asimismo, en otros tiemposse mantena que la esclavitud y la dominacin basados en la raza o el sexo estaban inscritos enla biologa humana...

    Muchas veces hemos visto defender ideas falaces a lo largo de la historia de la humanidad,el Manifiesto demuestra cientficamente que ni la violencia ni la guerra estn biolgicamentepredeterminadas por lo tanto podemos decidir eliminarlas de nuestro repertorio de opcionestanto a nivel macro como micro.

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    6) Para aproximarnos a la Cultura de Paz

    DOCUMENTOS INTERNACIONALES REFERENTES A CULTURA DE PAZ

    Los Derechos Humanos son el referente tico de la Cultura de Paz, para la construccinde una Cultura de Paz es de un inmenso valor que la comunidad humana vaya expresando,en los documentos que a continuacin comentamos, su voluntad y compromiso con el plenocumplimiento de los Derechos Humanos, estos no resultan de una consagracin, sino de unreconocimiento, ya que son inherentes a la persona. Como lo expresa muy bien el jurista ar-

    gentino Rolando E. Gialdino, hay una relacin indisoluble entre dignidad humana y DerechosHumanos; esta autor compara metafricamente al conjunto de los Derechos Humanos con unrbol, donde la semilla de donde brot el imaginado rbol es la dignidad humana. Nada hay enel rbol que no haya estado en la semilla. Pero mucho pudo haber en sta que aquel no hayatodava actualizado. Las declaraciones y documentos fundamentales constituyen el tronco y lasramas principales de ese rbol. Habr nuevos brotes y nuevos frutos que irn surgiendo, y queenriquecern el camino creciente de nuevos Derechos Humanos.

    Despus de la Segunda Guerra Mundial cobra fuerza el reconocimiento de muchos dere-chos, presentamos algunos de ellos, pero la enumeracin siguiente no excluye la existencia de

    muchos otros documentos que contienen consideraciones importantes.A- Constitucin de la UNESCO-1945.

    A la terminacin de la Segunda Guerra Mundial, se crea la UNESCO. En su Constitucinse seala que el principal cometido de la organizacin es preservar la paz, afirmando quepuesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombresdonde deben erigirse los baluartes de la paz.

    B- Declaracin Universal de Derechos Humanos-1948.

    Junto con la Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, proclamada

    ese mismo ao, enuncian una gama de Derechos Humanos. Tambin sealan deberes de lapersona. A partir de esta suerte de tronco comn, a escala mundial y regional, se desarro-llarn nuevos tratados internacionales que darn expresin a nuevos Derechos Humanos, oenriquecern los ya existentes.

    C- Declaracin de los Derechos del Nio-1959.

    Esta declaracin recoge la necesidad de brindar alnio una proteccin especial expresada en 1924 enla Declaracin de Ginebra sobre los Derechos delNio, reconocida en la Declaracin Universal de

    los Derechos Humanos, y considera que la huma-nidad debe al nio lo mejor que pueda aportarle.

    Insta a los Gobiernos y a toda la sociedad a reco-nocer esos derechos y a luchar por su observancia con medidas legislativas y de otra ndole,sin discriminacin de raza, color, sexo, idioma, religin, etc.

    Algunos mantienen que la violencia y laguerra no cesarn nunca, porque estn inscri-tas en nuestra naturaleza biolgica. Nosotrosdecimos que no es verdad. Asimismo, en otrostiempos se mantena que la esclavitud y la do-minacin basados en la raza o el sexo estaban

    inscritos en la biologa humana...Manifiesto de Sevilla.1986

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    D- Declaracin de las Naciones Unidas sobre la Eliminacin de todas las Formas deDiscriminacin Racial-1963.

    Se establece que los Estados partes se comprometen a prohibir y eliminar la discriminacinen todas sus formas y a garantizar el derecho de toda persona a la igualdad ante la ley, sindistincin de raza, color y origen nacional o tnico.

    E- Recomendacin sobre la Educacin para la Comprensin, la Cooperacin y la PazInternacionales, y la Educacin relativa a los Derechos Humanos y las LibertadesFundamentales-1974.

    Esta Recomendacin, aprobada en Pars en la 18 reunin de la Conferencia General de laUNESCO, contiene los elementos bsicos de la Educacin para la Paz, sus definiciones yprincipios rectores fundamentales.

    Se refiere en forma detallada a aspectos fundamentales de la educacin, como preparacinde los educadores, campo de aplicacin, etc.

    F- Declaracin sobre el Derecho de los Pueblos a la Paz-1984.Esta Declaracin adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, expresa encuatro artculos:

    - que los pueblos de nuestro planeta tienen el derecho sagrado a la paz;

    - que la proteccin del derecho de los pueblos a la paz y el fomento de su realizacin es unaobligacin fundamental de todo Estado;

    - que la poltica de los Estados debe orientarse hacia la eliminacin de la amenaza de laguerra, especialmente de la guerra nuclear, la renuncia del uso de la fuerza en las relacio-nes internacionales y el arreglo de las controversias por medios pacficos, de conformidad

    con la Carta de las Naciones Unidas;- hace un llamamiento a todos los Estados y organismos internacionales para que aseguren

    el ejercicio del derecho de los pueblos a la paz.

    G- Declaracin sobre el Derecho al Desarrollo-1986.

    Proclama el derecho de los pases, los pueblos y los individuos al Desarrollo, que posibiliteque los mismos adquieran los bienes materiales, tecnolgicos, industriales que otorguen losrecursos para una vida digna de todos los seres sin exclusiones.

    Los pases que ya tienen un alto nivel de desarrollo deben prestar ayuda para que los que nolo han logrado puedan alcanzarlo.

    H- Manifiesto de Sevilla-1986.

    Este valioso documento, elaborado por diecisiete especialistas de diferentes disciplinas, di-fundido en 1989 por la UNESCO, demuestra cien-tficamente, mediante cinco proposiciones que laviolencia y la guerra son eventos culturales, espe-cficamente humanos, aprendidos e impuesto pornuestra sociedad blico-violentista. Afirman:

    que no hemos heredado de nuestros ante-

    pasados animales una propensin a hacer laguerra,

    que los comportamientos violentos no estnprogramados en la naturaleza humana,

    Dentro del principio de integralidad aposta-mos a promover las tcnicas de resolucin alter-nativa de conflictos desde la educacin inicial,generando una cultura de paz, procurandocentrar sus acciones en el respeto por el otro, lasolidaridad y la no discriminacin

    Se debera incluir la cultura de paz en losprincipios de la educacin, as como a nivel na-cional e internacional el desarrollo de la paz yla justicia. Programa de Educacin Inicial yPrimaria P.24

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    que no es correcto decir que a lo largo de la evolucin humana se haya operado una evo-lucin del comportamiento agresivo,

    que es incorrecto decir que los hombres tienen un cerebro violento y, finalmente,

    que tambin es incorrecto decir que la guerra es un fenmeno instintivo o que respondea un nico mvil.

    I- Congreso Internacional sobre la Paz en la Mente de los Hombres - 1989.

    En esta reunin, que se realiza en Yamusukro, Costa de Marfil, frica, se esboza el concep-to de Cultura de Paz, que vena tomando cuerpo en el concierto internacional.

    Contiene profundas reflexiones sobre el concepto de Paz, como las siguientes:

    - La Paz es esencialmente el respeto a la vida.

    - La Paz es el bien ms preciado de la Humanidad.

    - La Paz no es slo el trmino de los conflictos armados.

    - La Paz es un comportamiento.

    - La Paz es una adhesin profunda del ser humano a los principios de libertad, justicia,igualdad y solidaridad entre todos los seres humanos.

    - La Paz es tambin una asociacin armoniosa entre la Humanidad y el medio ambiente.

    J- Convencin sobre los Derechos del Nio - 1989.

    Adoptada por las Naciones Unidas para reafirmar, entre otros, el derecho del nio a laeducacin, la cual deber estar encaminada a:

    - inculcar al nio el respeto de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales;

    - preparar al nio para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espritu de

    comprensin, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos.Seala que los Estados Partes se abstendrn de reclutar en las fuerzas armadas a las perso-nas que no hayan cumplido 15 aos de edad y tomarn las medidas posibles para asegurarla proteccin y el cuidado de los nios afectados por un conflicto armado.

    K- Declaracin y Programa de Accin sobre una Cultura de Paz 1999.

    Este documento aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas contiene lasconsideraciones fundamentales sobre Cultura de Paz.

    En dicho documento se hace llamamiento a todos (individuos, grupos, asociaciones, co-munidades educativas, empresas e instituciones) a llevar a su actividad cotidiana un com-promiso consistente basado en el respeto por todas las vidas, el rechazo a la violencia, lagenerosidad, el entendimiento, la preservacin ambiental y la solidaridad.

    El texto completo y otras informaciones sobre estos documentos se obtienen Internet,basta con mencionar el nombre de la declaracin, el organismo internacional que la origina yel ao en que fue adoptada.

    AMPLIAMOS Y PROFUNDIZAMOS EL CONCEPTO DE CULTURA DE PAZ.

    As como en el proceso de socializacin aprendemos la violencia, es posible desaprenderlapara sustituir la cultura blico-violentista por una Cultura de Paz. Basndonos en este conceptointentaremos profundizar en el anlisis sobre la posibilidad de aportar desde las institucioneseducativas para realizar las transformaciones que nos lleven a la construccin de una sociedadinspirada en la Cultura de Paz.

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    Cultura de Paz es un concepto que involucra eluniverso de aspectos tanto personales como socia-les del ser humano, ya que se despliega en todassus dimensiones: tica, fsico-biolgica, intelec-tual, esttica, socio-afectiva, productiva, laboral,

    cultural. Supone una manera de comprender, sery estar en el mundo, una manera alternativa al pa-radigma blico-violentista que ha imperado hastahoy; por ello podemos hablar de un Paradigma deCultura de Paz.

    Un paradigma es una construccin intelectual que moldea nuestra visin del mundo yse moldea en la interaccin de nuestro ser con el mundo, podemos compararlo con unaventana en la que vemos nuestro propio reflejo, nos vemos a nosotros mismos, y vemos elexterior filtrado por el tono y la refraccin que producen los cristales a travs de los que

    miramos. Como siempre el paradigma que adoptamos, explcito o implcito, sepmoslo o no,est condicionando el recorte de la porcin de realidad que se nos hace visible, los criteriosde seleccin para determinar los aspectos sobre los que queremos actuar, la visin sobre lostemas que seleccionamos, su jerarquizacin y las alternativas de solucin a los problemas queintentemos abordar.

    Propondremos un conjunto de ideas que constituyen el fundamento para construir hoy, unaCultura de Paz situada en el Uruguay, pas perifrico. Como veremos ms adelante, algunos deestos principios reconocen antecedentes por estar fragmentariamente presentes en documen-tos de organismos internacionales que, emanados de consensos difciles, tienen las caracters-ticas tpicas de los productos que constituyen expresin del aparato ideolgico del EstadoGlobal (Dieterich, Heinz;1996).

    No dudamos de la buena intencin de algunos de los expertos que han trabajado en la ela-boracin de tales documentos; sin embargo, hemos visto muchas veces a lo largo de la historiareciente cmo el pensamiento conservador y neoconservador se apropia de conceptos paradesactivarlos y desmerecerlos, para transformar su contenido con el fin de obturar su potencialtransformativo. No queremos limitarnos a tomar los mnimos y generalidades que contienenesos documentos que, siendo importantes por el peso e influencia que podran llegar a ejercersobre las naciones, estn frecuentemente condicionados por el pensamiento nico que expresalos intereses y posturas de los pases centrales. La Cultura de Paz no deber ser pensada en fun-

    cin de mnimos, de aspectos parciales o de paliativos que hagan menos cruel el desequilibrioecolgico y las desigualdades sociales. Por lo tanto profundizaremos desde una perspectivahumanista, en procura de dar al concepto de Cultura de Paz un contenido tercermundista,comprometido con la liberacin y el desarrollo, la superacin de la marginacin y la desigualdistribucin de la riqueza tanto material como intangible; un contenido consecuente con uninters emancipatorio.

    El Paradigma de Cultura de Paz es un conjunto de valores y una forma particular de valorar;ambos convergentes con actitudes, comportamientos y modos de vivir basados en principiosinstituyentes que deben estar permanentemente en construccin y reconstruccin. Estos prin-

    cipios pueden ser agrupados de acuerdo a su sentido, algunos tienen que ver con el respeto,otros con actitudes proactivas de impulso y fortalecimiento, y con la adopcin de valores:libertad, solidaridad, justicia, democracia, respeto, cooperacin, pluralismo, diversidad cultural,dilogo y entendimiento, en la sociedad y entre las naciones.

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    Veamos cules son los que tienen que ver con el respeto:

    - Respeto pleno de los derechos humanos, de todos ellos en sus distintas generaciones,atendiendo su indivisibilidad, integralidad e interdependencia.

    - Respeto, fomento e instrumentacin para el ejercicio efectivodel derecho a la informacin de todas las personas, a la liber-tad de opinin y expresin, al pensamiento divergente.

    - Respeto y proteccin del ambiente, no slo de nuestro entor-no inmediato sino pensado mundialmente.

    - Respeto y aceptacin de la protesta y la resistencia como ins-trumentos de defensa civil y de transformacin social.

    En cuanto a las acciones que se proponen desde la perspectiva de Cultura de Paz podemossealar bsicamente ocho puntos:

    - Actuar preventivamente para identificar y tramitar los conflictos, en base a la participa-

    cin y la prctica de la desviolencia.- Impulsar los procesos de integracin y complementacin entre las naciones, sobre la basede la igualdad, solidaridad y respeto de las trayectorias y procesos de los pueblos.

    - Pensar la paz en su dimensin mundial pero actuar local y cotidianamente para su cons-truccin.

    - Promover el desarme y la desmilitarizacin de la sociedad (fctica y simblica).

    - Promover el consumo responsable y una actitud crtica frente al mercantilismo, la propa-ganda y el mensaje de los medios.

    - Promover la organizacin de los colectivos para impulsar los cambios sociales en el sen-

    tido emanado de estos principios.- Validar el trabajo manual e intelectual en el proceso de humanizacin y dignificacin de

    la persona.

    - Educar por la paz, en la ciudad, en la familia, en la escuela y en todas las instancias dondela educacin se desarrolla. Educar por la paz en el sentido de educar en pos de y atravs de la paz como vivencia y no slo con un sentido declarativo.

    - Por ltimo, pero tal vez lo ms importante, la Cultura de Paz seala a las diversas formasy manifestaciones de la violencia como antitticas de la paz.

    Estos principios que hemos presentados en forma lineal tendran que ser mirados como una

    red; tienen, como se puede apreciar, diferentes niveles de generalidad y planos de significacin,sin embargo es necesario marcar su integralidad, indivisibilidad e interdependencia.

    El desafo que nos queremos plantear es cmo y en qu medida las instituciones educativaspueden contribuir, junto con otras esferas pblicas y privadas a que estos principios y sus deri-vados sean una realidad instalada en la dinmica institucional y la sociedad en su conjunto.

    Esta construccin, necesariamente colectiva, requiere de ese intercambio para ajustarse a larealidad y cobrar vida. Es imprescindible promover todas las formas organizativas que permi-tan trabajar en equipo, cooperando, enriquecindonos de las experiencias de otros, discutiendoel alcance y posibilidades de estos principios que proponemos.

    En este trabajo se parte de una postura crtica que coloca el tema de la cultura en sus vnculoscon la poltica, la economa y la educacin. Esto nos permite afirmar que la cultura tiene quever con las relaciones de poder, con las relaciones de produccin y con las relaciones educati-vas que se dan en una sociedad determinada en un momento histrico particular; consecuente-

    Deberamos dedicarnos a

    desaprender gran parte de loaprendido y aprender lo queno se nos ha enseado.

    Ronald Laing

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    mente la Cultura de Paz supone posicionamientosespecficos sobre las caractersticas, el significadoy las proyecciones de dichas relaciones.

    La idea de una Cultura de Paz se formul porprimera vez en Yamoussoukro (Cote dIvoire) en1989, pocos meses antes de la cada del Muro deBerln.

    Mientras tanto un mundo violento-bipolar, diopaso a un mundo violento-unipolar.

    A partir de all la guerra fra y las guerras de bajaintensidad que justificaban la carrera armamentista y el belicismo defensivo, pretexto del au-mento de las ojivas nucleares y del gasto de millones que van a parar a las fbricas de la guerra,se transforman en guerras preventivas, en lucha contra un enemigo indefinido: el terrorismo, y

    en invasiones ejecutadas desobedeciendo las decisiones de los organismos de seguridad inter-nacional. Cuanto ms se habl de Paz y Cultura de Paz ms se hizo la guerra y ms eficiente sehizo esa mquina de matar.

    Se reconoce en esta visin de Paz Positiva que la dignidad humana, y por lo tanto la paz, seafecta no slo cuando hay violencia fsica, directa o material; la dignidad humana se ve com-prometida tambin cuando los hombres y mujeres se ven privados de los elementos materialesimprescindibles para una vida en armona con las otras personas y con el ambiente. La estruc-tura de la sociedad de clases hace que los bienes materiales e inmateriales se distribuyan des-igualmente entre las personas, esta desigual distribucin no es un efecto no deseado, corregiblecon medidas compensatorias; es , por el contrario, inherente a su esencia, forma parte de unaracionalidad que se ha intentado disimular desde la visin conservadora y neoconservadora. Aesta violencia, instalada en la lgica del sistema capitalista se la ha denominado violencia estruc-tural, ella tiene que ver con dinmicas sociales fundadas en leyes de mercado, donde todo escomercializable, donde todo se convierte en mercanca: la educacin, el arte, el agua, la salud, lafuerza de trabajo; donde quien tiene dinero y puede pagar accede a la cultura, a la vivienda, a losbuenos empleos, al conocimiento del mundo.; pero quien no tiene dinero, quien no puede pagares sometido a un bombardeo de estmulos, a un consumismo que no puede satisfacer -como nopuede satisfacer las ms elementales necesidades de la vida-. Vale ahora preguntarnos: Cmopuede entender un nio o un joven esas desigualdades? Cmo puede entender la injusticia

    social? Cmo puede aceptar que mientras cruzando la calle hay quienes viven en la groseraopulencia, l y su familia no pueden conseguir existir en condiciones mnimas de dignidad?

    Generalmente los medios de difusin ignoran o minimizan esta forma de violencia y sededican a destacar, desplegar y sobredimensionar los hechos de violencia directa, dejan de ladola violencia derivada del funcionamiento de una sociedad que, desde el punto de vista econ-mico se basa en la acumulacin de capital y la explotacin; desde el punto de vista poltico sebasa en la concentracin del poder y la opresin, y desde el punto de vista social en particulareducativo-se basa en dinmicas de segmentacin, exclusin y dominacin funcionales a losanteriores factores enumerados.

    En funcin de lo que venimos planteando, queda claro que no es posible hablar de Paz sihay violencia, pero que no se trata slo de la violencia directa consistente en la guerra, la agre-sin fsica, la amenaza o el temor, hay otra forma de violencia que est instalada en la sociedad,que los docentes percibimos cotidianamente, pero que est naturalizada, que es vista por mu-chos como insuperable, como un dato de la realidad.

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    Las expectativas de los docentes que trabajancon nios y jvenes provenientes de los sectoresms empobrecidos respecto a su futuro acad-mico, profesional, laboral e incluso social, son engeneral, ms modestas que para el resto de los

    estudiantes. Ello constituye a su vez una mani-festacin de otra forma de violencia: la violenciainstitucional que es un tipo de violencia simbli-ca. Recordemos las palabras de Pierre Bourdieuy Jean Claude Passern: Todo poder de violen-cia simblica, o sea, todo poder que logra im-poner significaciones e imponerlas como legtimas disimulando las relaciones de fuerza enque se funda su propia fuerza, aade su fuerza propia, es decir, propiamente simblica, a esasrelaciones de fuerza. Cuntas veces hemos escuchado decir que las desigualdades e injusticiasson naturales, que siempre han existido, que siempre ha sido as y que siempre ser as... Eso es

    pura ideologa para sostener el statu-cuo e impedir las transformaciones.

    Los estudios sobre la violencia aportan elementos para conceptualizar la Cultura de Paz entanto nos permiten comprender mejor el lugar, el papel y el alcance de las distintas formas deviolencia en nuestra sociedad, sus interrelaciones y su realimentacin incremental. Comprenderque existe una violencia estructural que afecta en forma especfica a las clases populares y que esfuente de injusticia, frustracin, deterioro de la autoimagen y resignacin u oposicin irracional,nos permite comprender mejor algunos fenmenos sociales y su relacin con las condicionesde existencia de quienes los protagonizan. Tambin es posible detectar la relacin entre algunoscomportamientos violentos dentro de las instituciones educativas que operan como respuesta

    a la violencia propia de estas instituciones: Toda accin pedaggica es objetivamente una vio-lencia simblica en tanto que imposicin por un poder arbitrario, de una arbitrariedad culturaldicen los reproductivistas, pero vale sealar que esa violencia simblica es mucho ms profunday extensa cuando la cultura que se inculca es ajena a la cultura madre y su incorporacin supo-ne renunciar a esta ltima. Para algunos nios y jvenes incorporar la cultura escolar supone unproceso de aculturacin que lleva a negar su propia existencia y a deteriorar la autoimagen.

    Frente a la imposicin de una cultura arbitraria y ajena a las clases po-pulares como legtima, aparecen mecanismos de oposicin y resistenciaque son interpretados como patologas y abordados por lo tanto como

    casos clnicos En realidad estas manifestaciones son, desde una pers-pectiva crtica, respuestas polticas a la violencia generada desde la ins-titucin al imponer un lenguaje, unas rutinas, reglas y regulaciones, unaseleccin de contenidos y metodologas que son vividas como ajenas y por ello rechazadas.

    Llegamos as a una definicin provisional de violencia: Violencia es toda imposicin designificados, puntos de vista, acciones o condiciones de existencia, ajenos a lo que los que unapersona adoptara por s misma y que contravienen las que requiere para el mximo desarrollode su potencial, sustentada en apremios fsicos, amenaza, temor o relaciones de poder.

    Reconocida la existencia de estos tres tipos de violencia: estructural, fctica y simblica, la

    construccin de la Cultura de Paz supone necesariamente trabajar en por lo menos tres niveles,que atiendan esta diversidad. Desde este punto de vista las instituciones educativas deberantambin atender la complejidad del desarrollo de la Cultura de Paz abordando no slo lasmanifestaciones visibles, la violencia directa; sino tambin aquellas de carcter estructural ysimblico. Esto nos lleva directamente a plantear que la promocin de la Cultura de Paz no se

    No habr pazsin educacinpor la paz.

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    limita a tomar aisladamente unos u otros aspectos de la temtica sino que supone una visinintegral del proceso educativo que no slo en el discurso sino tambin en los hechos promuevalos valores y principios enunciados en el comienzo, pero fundamentalmente promueva unaactitud cuestionadora y rigurosa en el acto de valorar.

    No creemos que sea sencillo pero compartimos con Jos Luis Rebellato la utopa, la resis-tencia y la esperanza: Slo una profunda esperanza y confianza permiten que nos abramos a este mundode experiencias, de luchas de potencialidades sepultadas por el sistema. La tica de la esperanza, no en cuantoespera pasiva ni en cuanto tica del consuelo, sino como tica de la confianza en las potencialidades de resistenciay de construccin de los sectores populares, hoy en da surge como inseparable de la tica de la liberacin y dela vida. Apostamos a un mundo nuevo, luchamos por su construccin, creemos en quienes son los sujetos deeste proyecto colectivo. No podemos aceptar la institucionalizacin de un sistema capitalista vencedor, porquereconocemos la fuerza de lo instituyente y de lo imaginario radical.

    Esta visin global y abarcativa ha de orientar nuestro accionar en la comarca y en lo local,nada de lo que hacemos en nuestro entorno inmediato es intil o se pierde, su significado,

    aunque no lo veamos o no lo sepamos, se proyecta en el colectivo y tendr, ms temprano quetarde, su cosecha.

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    7) Marco normativo que respalda el trabajo en Cultura de Paz yDerechos Humanos

    El Programa de Educacin Inicial y Primaria

    La exposicin de carcter conceptual realizada en las primeras pginas de este artculo se veen gran parte reflejada en el contenido del Programa de Educacin Inicial y Primaria que elCODICEN de la ANEP aprob, con carcter experimental, en diciembre de 2008. En su ela-boracin tuvieron amplia participacin, bajo diferentes modalidades, los docentes, las ATDs,

    la Federacin Uruguaya de Magisterio y numerosos consultantes.Como muestra del cambio de los tiempos, en gran parte resultante de mudanzas polticas

    generales muy significativas, pero tambin producto de la nunca renunciada actitud militantede nuestros educadores, nos complace destacar que el primer prrafo del Programa dice losiguiente: El Programa Escolar del Consejo de Educacin Primaria se centra en los Derechos Humanos,lo que significa que los alumnos son sujetos de derecho y el derecho a la educacin debe garantizar el acceso detodos a una cultura general y plural

    En trminos generales, el Programa cuenta con dos grandes partes: la primera aporta la fun-damentacin de las enseanzas de nivel inicial y primario, en trminos de polticas educativas y

    de grandes lineamientos pedaggicos y didcticos. La segunda enuncia los conocimientos quees deseable que los alumnos construyan, por reas y por grados.

    En cuanto a la primera parte, la enseanza y promocin actitudinal respecto a los DerechosHumanos, la Educacin para la Paz y la Cultura de Paz quedan debidamente fundamentadasen expresiones como las siguientes:

    La centralidad del hombre exige que los derechos humanos impregnen el proceso educativo. Para ello debeconocerlos, lo que implica descubrirlos en la prctica social para comprender que no son neutros, que suponenopcin, que significa no aceptar cualquier comportamiento social, poltico o cultural, que exige valorar situacio-nes, posiciones, prcticas y relaciones.

    Educar para los derechos humanos significa pensarlos, practicarlos, argumentar con ellos, comprenderloscomo conquista de los hombres, como construccin colectiva; reconociendo su historicidad y por tanto considerarlosuniversales y obligatorios para todos los hombres en cualquier situacin.

    Los Derechos Humanos son una cuestin pblica. Lo pblico ha estado y contina estando vinculado con louniversal, lo referido a todos, a la sociedad en general, al pueblo. Por ello constituye un compromiso y responsa-bilidad del Estado garantizar el derecho de todos a la educacin, la cultura, la salud y la vida.

    Las concepciones contemporneas sobre la democracia, particularmente la democracia social, requieren pen-sar nuevos modelos de educacin vinculados al desarrollo del hombre y la sociedad. Una visin integral del

    desarrollo democrtico exige ver lo econmico, lo poltico, lo cultural y lo social formando parte de un mismoenfoque centrado en el hombre.

    Las nuevas concepciones sobre los derechos referidos a infancia, etnia, gnero, entre otros, constituyen hoypilares fundamentales de la concepcin de ciudadana.

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    Esta nueva ciudadana requiere que la educacin sea responsabilidad de todos como situacin social multide-terminada, que ya no puede resolver sus desafos desde una perspectiva nica ni unilateral, por lo cual demandael compromiso de respeto y solidaridad como perspectiva dialctica, derechos y deberes . (). p. 19

    La vigencia de los Derechos Humanos es condicinfundamental de una sociedad democrtica. Si la escuela,como ya lo hemos planteado, ha de ser un lugar donde sereflexione sobre los valores, ser clave el reconocimiento deaquellos valores que la humanidad ha ido construyendocomo universales expresados en los Derechos Humanos.Los mismos estn presentes de manera explcita u ocultaen cada acto educativo en la escuela. Respeto y dignidad, li-bertad, justicia social, trabajo colectivo y poder compartido,son principios que se constituyen en pilares sobre los cualesarticular la vivencia y la reflexin con una intencionalidad

    pedaggica, en todos los mbitos de la accin educativa.La educacin para los DDHH es una educacin desde y para la accin, analizando la realidad en sus

    posibilidades de transformacin. ().

    El compromiso de la escuela en una educacin en Derechos Humanos lleva a la problematizacin de con-ductas humanas en aspectos polticos, econmicos y sociales que permitan la reflexin y el conocimiento de estosderechos y una actitud comprometida y responsable con ellos.

    Desde una didctica crtica se hace pertinente la reflexin y el desocultamiento de las injusticias sociales y por lotanto el nfasis en el estudio de los derechos de las minoras y de los pueblos segregados en el orden mundial actual.

    Algunas problematizaciones del mundo actual ineludibles para la reflexin crtica de los Derechos sern: discrimi-nacin, gnero, sexualidad, consumo, trabajo, tecnologa y medios de comunicacin, ambiente y la paz. (). p. 100

    En el marco de una Democracia Social que busca transformaciones a la injusticia, se requie-re el desarrollo de una Cultura de Paz centrada en los Derechos Humanos. La Cultura de pazes una manera diferente de ver el mundo, es una manera alternativa y contrapuesta al paradigma blico impe-rante basado en la violencia, la competencia, la imposicin del ms fuerte y la injusta distribucin de la riquezamaterial y cultural. (Ministerio de Educacin y Cultura, C.O.D.E., Documento MovimientoEducadores por la Paz. Aportes al Debate Educativo. Uruguay (2006), p. 1.).

    La paz es la materia de un derecho, del que son titulares todos los seres humanos y todos los pueblos, que

    deben ejercerlo a nivel interno e internacional y que debe ser garantizado y protegido. (UdelaR, Vivir enclave de Derechos Humanos. Memoria 1999-2004. Montevideo). p. 102

    En la segunda parte del Programa, en la que se enuncian los contenidos conceptuales delmismo, se confirma la preocupacin de sus autores por abordar desde los aos de la educacininicial la temtica de los Derechos Humanos, empezando por lograr que los pequeos alumnosvivencien situaciones que les son familiares y que no siempre ni dentro ni fuera del mbitoescolar quedan bien resueltas. As, en el rea Construccin de Ciudadana, que es la que con-tiene mayores referencias a estos temas, los alumnos de tres aos de edad se ocuparn con susdocentes del derecho a tener un nombrep. 267, los de cuatro aos del derecho a tener una familia

    p. 275 y los de cinco aos del derecho a tener una opinin. P. 286El tema de la violencia, que viene preocupando cada vez ms a nuestra sociedad y a nues-

    tros docentes, es tratado a lo largo de los distintos cursos. En el primer grado, se tratar de laviolencia en el uso de las palabras. En el segundo de las actitudes violentas en diferentes grupos sociales:

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    la familia, grupos de pares, el deporte. En el tercer grado, la actitud violenta como respuesta a otra actitudviolenta. En el cuarto grado, las actitudes violentas en espectculos pblicos. En el quinto, la violenciapor efecto de las drogas.

    Los distintos derechos son tratados a lo largo del Programa, desde luego atendiendo a losintereses y al potencial intelectual que corresponden a las diferentes edades y con la flexibilidady transversalidad que el Programa aconseja para todo el ciclo primario. As se irn tratando: elderecho a la salud (primer grado), el derecho a elegir y el derecho a la integridad fsica y moral(segundo grado), el derecho a la libertad de cultos, los derechos de los consumidores y el dere-cho a la proteccin social (tercer grado), el derecho al trabajo y los derechos de los trabajadores(cuarto grado), la libertad de expresin y de opinin, el derecho a la opcin sexual, el derechoa la igualdad laboral, a la seguridad social y a la negociacin salarial (quinto grado). El tema dela violencia aparece sealado para cada uno de los cursos entre las pp. 298 y 354 del Programa.Los diferentes derechos se incluyen entre las pp. 298 y 355.

    Siempre dentro del rea Construccin de Ciudadana, el programa de Historia para el sexto

    grado cumple con la disposicin de 2005 del CODICEN de favorecer en los alumnos el co-nocimiento completo y objetivo de la historia nacional hasta fechas recientes, incluyendo lacrisis poltica y el golpe de Estado de 1973. Gobierno cvico-militar. La interrelacin de dictaduras en AmricaLatina. La construccin de un nuevo orden institucional. La ruptura del Estado de Derecho. La supresinde garantas individuales y colectivas. La represin y violacin de los derechos humanos. () La lucha por larecuperacin democrtica en el pas y en el exterior. La salida negociada de la dictadura: la CONAPRO. Lavigencia de la Constitucin y los derechos individuales. p. 369

    En cuanto a la asignaturas tica y Derecho, el programa de sexto grado incluye temas comolos siguientes: Las diferentes concepciones sobre la Paz: la paz ms all de la oposicin a la guerra. La

    Paz como discurso. Los Derechos Humanos como conquista: la vida como valor y sustento de los Derechos Hu-manos. Los genocidios. () La construccin de la sexualidad en el marco del proyecto de vida personal. ()La violencia que genera la exclusin social. Los Estados y su compromiso con el cumplimiento de los derechos.Los derechos, deberes y garantas en el Sistema Jurdico.() La construccin de una Cultura de Paz comoalternativa a diferentes formas de autoritarismo. Los crmenes de lesa humanidad. La solidaridad entre pases.La resolucin pacfica de conflictos: la mediacin. p. 371

    Estas transcripciones dejan en claro la voluntad de las autoridades y de toda la comunidadeducativa de lograr que los futuros ciudadanos uruguayos egresen de la educacin prima-ria, de cobertura hoy prcticamente universal, informados y sensibilizados con respecto a los

    Derechos Humanos y temas afines, en una perspectiva tanto nacional como mundial, comoconocimiento y como prctica. Dado este gran paso de considerar estos temas en un docu-mento normativo como lo son los programas de estudio, aunque estos sean todava de carcterexperimental, el Movimiento de Educadores por la Paz estima que el corolario ineludible es lanecesidad de brindar a los docentes en actividad y a los futuros docentes la formacin que lespermita el tratamiento adecuado de tan importante temtica.

    El Programa de estudios de Magisterio de 2008

    Acertadamente, y siempre con la participacin activa de la comunidad docente, las autorida-

    des dieron aprobacin en 2008 a un nuevo Programa para la formacin de los futuros docen-tes del nivel primario. Redactado en trminos muy sintticos, con amplios mrgenes para suinterpretacin flexible y creadora, contiene elementos facilitadores de la constitucin de profe-sionales comprometidos con sus funciones docentes y con sus responsabilidades sociales.

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    El programa del primer curso de Pedagoga aporta elementos al estudiante para analizar lasrelaciones entre educacin y sociedad, propone como eje temtico:

    Escenarios educativos actuales: lecturas pedaggicas de la realidad que habiliten la problematizacin decuestiones relativas a la convivencia, salud, trabajo, derechos humanos, cultura de paz, gnero, clase social,culturas, ideologas, medios masivos y tecnologas de la informacin-comunicacin etc.

    El segundo curso de Pedagoga aporta elementospara analizar las relaciones entre escuela y Estado,que se expresan en la determinacin de las polticaseducativas: la formacin docente en lo referente a lo pe-daggico ha de promover, junto con slidos conocimientos dis-ciplinares, una formacin integral que permita la constitucinde sujetos comprometidos con la educacin en su dimensinhistrica, poltica y social. Se trata de sujetos que desarrollenprogresivamente su autonoma e iniciativa, su rigurosidad conceptual, la apropiacin y dominio del lenguaje

    pedaggico, su capacidad dialgica, su potencial para realizar producciones terico-prcticas reflexivas, as comosu sentido tico y de justicia.

    Segn este mismo programa, uno de sus ejes temticos ha de ser la educacin como un DerechoHumano fundamental.

    El programa de Historia de la educacin incluye este contenido: El siglo XX en el Uruguay.De la propuesta batllista a la dictadura cvico-militar: la educacin como herramienta.

    Y el programa de Filosofa de la educacin propone, entre otros, estos temas: Eticidad ypoliticidad de la educacin. Concepciones axiolgicas y ticas en sus implicaciones para la educacin. La accin

    humana y el discernimiento valorativo. El docente como profesional reflexivo. Autonoma y responsabilidad.El desafo de la problemtica ambiental. Las instituciones educativas y las relaciones de poder. Resistenciay cambio. Educacin y ciudadana. Participacin y construccin de proyectos. Los Derechos Humanos comoconstruccin social e histrica.

    Queda claro: no se trata de formar enseantes, sino educadores, promotores de procesosindividuales y colectivos en procura de la construccin de personalidades autnomas y a la vezresponsablemente integradas en la sociedad. Y es de desear (es la posicin del Movimiento deEducadores por la Paz) que la inminente conquista del nivel universitario que ha de garantizar-se a la formacin de los futuros maestros contine fiel a esta concepcin humanista de nuestra

    profesin.

    La educacin que no reconoce un papel alta-mente formador en la rabia justa, en la rabiaque protesta contra las injusticias, contra ladeslealtad, contra el desamor, contra la explo-tacin y la violencia, est equivocada.

    Pedagoga de la autonoma. Paulo Freire.

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    8) Propuestas Didcticas

    A) ALGUNAS ACTIVIDADES PARA TRABAJAR CULTURA DE PAZ

    1) Video debate:

    Este es un instrumento interesante para lanzar una pregunta - problema a un grupo o unacomunidad, a partir de una pelcula que se ha asistido (en ese momento o en un momentoprevio, que puede ser de forma colectiva o individual).

    Se proponen como momentos del trabajo:

    1 Antes de pasar la filmacin introducir el tema a finde crear un clima de comprensin y motivacin.

    2 Ver la pelcula.

    3 El coordinador de la actividad dirige el debate.Es importante que se hayan preparado preguntasque orienten el mismo, pero sin que ello impida laconstruccin a partir de asuntos que surjan en elmomento.

    2) CartasLas cartas son buenos instrumentos de reivindicacin. Es importante que no sean muy

    extensas.

    Una posible gua; a) quien la escribe b) cmo qued informado del hecho c) que significa-do tiene ese hecho para la comunidad en particular, para el pas, para la humanidad, segn seael caso d) proponer ideas, soluciones posibles.

    3) Recoleccin de Firmas

    Pueden constituir un buen instrumento de accin por la paz.

    Encabezar con un pequeo texto dirigido al/a los destinatario/s de las firmas, que explicitela demanda y sus motivos. Luego prever espacios para las firmas. Cada hoja deber incluir esetexto, a fin de que quienes firmen tengan claro qu estn firmando.

    4) Mesas Redondas

    Son muy interesantes cuando el propsito es profundizar un tema y percibir toda su impor-tancia. O puede tratarse de debatir argumentos polmicos sobre un asunto.

    Se proponen como momentos del trabajo:

    1) Invitar unas tres o cuatro personas que presenten la temtica

    2) Preparar un ambiente fsico adecuado: sala o auditorio, una mesa para los invitados (con

    vasos y agua fresca) y sillas dispuestas en filas o en crculo para los participantes.3) Uno de los organizadores del trabajo acta como moderador de la mesa. Al comenzar

    los trabajos l explica por qu se organiza este trabajo, presenta los invitados, explica lasreglas previstas para ese encuentro.

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    4) La actividad inicia por los aportes de los invitados y luego un perodo de debate a partirde las preguntas de los participantes que pueden ser orales o por escrito.

    5) Al terminar los trabajos no olvidar de agradecer a los invitados.

    6) Se pueden hacer carteles o una carpeta para divulgar la actividad.

    5) StandSignifica organizar un lugar (pequeo kiosco por ejemplo), localizado en un lugar transitado

    donde distribuir material de informaciones para el pblico que pasa por all. La organizacinde ese material es un aspecto de fundamental importancia educativa en esta actividad. Se pue-de optar por solo realizar la distribucin a quienes van pasando o, adems de ello establecermomentos de conversaciones sobre el tema con quien se disponga a ello. Tambin se puedetratar de recoger firmas.

    Es importante prever formas de arreglar el lugar para que llame la atencin de quienes pasan(carteles, banda de tela escrita, globos con leyendas escritas ,etc.).

    6) CaminatasLas caminatas en general causan un buen impac-

    to en la opinin pblica. Elegir un itinerario fcil ycomunicar a las autoridades si es el caso o solicitarpermiso. Preparar pancartas, carteles. La caminatapuede ser silenciosa o con cantos y proclamas. Esimportante que tenga un cierre llamativo en que sehable, se entregue una carta, etc.

    7) Exposiciones

    Las exposiciones constituyen un medio muy efi-caz para divulgar o denunciar una situacin (unaimagen vale por mil palabras).

    Versin traducida y adaptada de Cidadaos doPresente- crianas e jovens na luta pela paz Marcelo Rezende Guimaraes, Ed. Saraiva, SaoPaulo, 2002, pg 68-69.

    B) SECUENCIAS (que pueden incorporar una o varias de las actividades de las expuestas en

    el pargrafo anterior)I) De qu hablamos cuando hablamos de Paz?

    Aplicable en todas las clases desde inicial, realizando las adaptaciones pertinentes

    Primera fase: individual

    1 Proponemos todas o alguna de estas preguntas para que los nios contesten oralmente opor escrito si es posible.

    Qu es para ti la paz?

    Cmo se logra la paz ?

    Cundo hay paz ?De quin depende que haya paz ?

    2 Escribir en un papelgrafo las opiniones vertidas.

    Me asumo Educadora por la Paz porque meesfuerzo en escuchar tanto como en preguntar,en mirar lo que a simple vista no se ve; en com-prender desde la empata y trascender el enojoy la impaciencia que a todos nos toca en esaslargas jornadas de muchos nios, pocos mate-riales, menos espacios y casi nada de apoyo,,,.

    Me animo a declararme Educadora por laPaz porque me he propuesto afirmarme en la

    conviccin de que todas las personas merecenuna vida digna, que siempre se precisan niospara amanecer.

    Testimonio de una Maestra

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    3 Establecer categoras de respuestas (respuestas parecidas), por ejemplo para la primerapregunta podrn agruparse en:

    Relativas a la guerra.

    Relativas al bienestar de la gente.

    Relativas a la violencia.Relativas a los conflictos

    Otras que surjan en el grupo.

    Segunda fase: familiar

    4 Llevar las preguntas al hogar para recabar opiniones de la familia.

    5 Analizar las tendencias predominantes mediante una planilla que responda a las catego-ras elaboradas. Esa informacin procesada puede dar origen a diferentes propuestas enMatemtica y ser devuelta a los hogares para su conocimiento.

    Tercera fase: grupal

    6 Trabajar en grupos pequeos de discusin para investigar los significados de este tr-mino a lo largo de la historia y a travs de las concepciones actuales. Paz positiva y paznegativa.

    7 Comunicar a otras clases los estudios realizados y proponer medidas para poner en prc-tica acciones que promuevan la paz.

    II) Todos contra la violencia (Relato de una experiencia)

    En una escuela N87 de la ciudad de Maldonado, ca-

    talogada de Contexto socio-econmico desfavorable (ac-tualmente Proyecto Educar) se realiz una secuencia deactividades que incluy la organizacin de asambleas insti-tucionales a las cuales concurra un delegado por clase dePrimaria y dos por clase de Nivel Inicial. Las mismas, ani-madas por maestras en formacin que realizan la prcticade 4 ao de magisterio, tenan como fin la mejora de laconvivencia escolar desarrollando la capacidad de valorar delos nios y, como fin ltimo, la promocin del resultado de

    ese trabajo en la comunidad barrial.Este ciclo tuvo como cierre una caminata por el barrio de

    la escuela llevando pancartas, pasacalles, repartiendo folle-tos, pegando afiches y cantando canciones; todo lo anterior-mente detallado fue producto del trabajo cooperativo de los nios. La marcha, denominada:Todos contra la violencia en todos los lugares, lleg a su punto culmine con la lectura de laProclama Por un Mundo Mejor, realizada por el delegado general en el predio del CentroComunal barrial.

    Las siguientes son algunas de la tcnicas y acciones realizadas durante el ao para llevar adelan-

    te este intento de construccin de Cultura de Paz, involucrando todas las clases de la escuela: Entrevistas con padres

    Taller para padres.

    Asambleas de nios, por clase y de delegados.

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    Filmacin de juegos y momentos de actividades libres. Posterior visionado y anlisis.

    Juegos de roles.

    Lectura y elaboracin de textos.

    Consulta a fuentes de informacin sobre Derechos Humanos y Cultura de Paz.

    Anlisis de documentos nacionales e internacinales. Ejercicios de respiracin, relajacin y concentracin.

    Actividades inter-nivelares.

    Integracin con otras instituciones.

    Grupos de discusin.

    Msica, canciones, danza.

    Breve descripcin adaptada de las actividades realizadas con nios del nivel inicial:

    Actividad 1.-Acercamiento entre los nios mediante canciones y bailes.- Ensear a los nios

    a cantar canciones animadas e inventar movimientos; por ejemplo, tomarse de la mano o mar-car un mismo paso de baile. Mediante estas acciones, los nios se sienten ms prximos entres. Si el maestro no sabe cantar o tocar un instrumento, se puede utilizar msica grabada. Esuna actividad colectiva muy enriquecedora.

    Actividad 2.-Qu me gusta de ti?.- Cada nio tiene una hoja en la que sus compaeros dejanmensajes positivos. Adems de ser un ejercicio til de prctica