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Cuarentena
Sinopsis
La fiebre de la burbuja ha provocado revueltas e inspirado
nuevas religiones desde que el 15 de noviembre del 2034 un escudo
impenetrable encerr al Sistema Solar. Treinta y tres aos despus, un
detective privado investiga la desaparicin de una nia en una
institucin mental; tras eliminar todas las posibilidades, slo queda
lo imposible: sali atravesando las paredes, como en un fenmeno de
efecto tnel. Cuarentena es una de las escassimas novelas que han
sabido dar forma de ficcin a la teora cuntica. Greg Egan ofrece en
ella una visin fascinante del impacto de las nuevas tecnologas, al
mismo tiempo que desarrolla una trama salpicada con algunas de las
especulaciones ms sugerentes que ha dado la ciencia ficcin.
Greg Egan
Cuarentena
Traduccin de Albert Sol
Ttulo original: QuarantineDiseo de la cubierta: Juan Miguel
& PacoPrimera edicin, abril de 1999 Greg Egan, 1992 de la
traduccin: Albert Sol, 1999 1999, de la presente edicin: Ediciones
GigameshISBN: 978-84-930663-0-7PRESENTACIN
Bruce Sterling dijo una vez que los poetas eran los legisladores no reconocidos del mundo, y que los escritores de ciencia ficcin eran los bufones de su corte. El australiano Greg Egan, como bufn, es uno de los ms cautivadores que ha dado la ciencia ficcin en la dcada que termina.Egan empez a ganarse la reputacin que hoy ostenta ya desde sus primeros cuentos publicados en la revista britnica Interzone y en varias antologas y revistas australianas. Con posterioridad vendran las apariciones en la revista americana Asimov's Science Fiction Magazine, que acabaran afianzando su carrera y preparndolo para dar el salto a la distancia larga.Cuando la crtica habla de la obra de Egan, se sacan a colacin varios nombres recurrentes entre los que destacan Stanislaw Lem y Philip K. Dick. La huella de estos dos escritores es apreciable en ciertos enfoques y temas utilizados por el autor de Perth, aunque ste destila un distanciamiento con el que pone casi en entredicho la propia condicin humana que lo aparta de los tratamientos esgrimidos por el polaco y el californiano. Pero comparte con ellos la preocupacin por los temas metafsicos, que desarrolla de forma claramente recursiva a lo largo de su obra. Gracias a una suerte de repeticin ms propia de la msica tecno que de la escritura, el autor despliega una panormica de estados de nimo, de estados del ser humano, rica en matices sutilmente diversos, agridulces y enriquecedores.Egan pas la mayor parte de 1990 escribiendo la presente novela, Cuarentena. Era su primera novela de ciencia ficcin y su segundo libro publicado (tras An Unsual Angle, una novela de juventud escrita a los 17 aos y publicada seis aos ms tarde, en 1983, por la editorial australiana Norstrilia Press). Constituye la primera entrega de lo que su autor denominara despus el Ciclo de la Cosmologa Subjetiva, que se completa con Ciudad permutacin y El Instante Aleph. En ella, a partir de los postulados sobre mesurabilidad de la mecnica cuntica, Egan desarrolla una intrincada trama en la que un peculiar y metdico investigador privado sigue la pista de una joven desaparecida de un instituto psiquitrico.La novela contiene muchos de los rasgos que caracterizan al autor: personajes racionalistas hasta extremos enfermizos y/o empticamente distantes; la presencia de tecnologas increbles y sus truculentas aplicaciones; situaciones tan extraas como lgicamente consistentes; puntos de vista perturbadores; secundarios impagables; e ideas que podran ser paladeadas slo por el propio vrtigo que producen.Hoy, en 1999 y con cuatro novelas del gnero a su cargo, Egan goza de un amplio reconocimiento y es sin lugar a dudas el artfice de alguno de los captulos ms destacados de la ciencia ficcin contempornea. No es, sin embargo, un autor muy popular entre el pblico norteamericano; aunque ha sido nominado varias veces a los premios ms emblemticos del gnero (Hugo y Nbula), nunca ha obtenido ninguno de ellos. S ha merecido, en cambio, el John W. Campbell Memorial, concedido por jurado, y el premio Ditmar en Australia en dos ocasiones.Egan hace gala de un estilo sencillo, directo y fcilmente asimilable, pero no est interesado en ofrecer narraciones reconfortantes, ni escribe el tipo de ciencia ficcin diseada para ratificar creencias caducas o afianzar nuestra visin del mundo. No ofrece placebos, sino autnticas medicinas. Medicinas que saben mal, que tienen efectos secundarios y que, si uno no est terminalmente enfermo, pueden llegar a curar.Desde sus primeros e ingenuos esfuerzos, hasta sus relatos ms escrupulosamente dainos, Greg Egan salpica sus historias con toques de desesperacin, atmsferas de incertidumbre y latidos de desasosiego que, hurgando en la llagas del ser humano, logran aproximarnos a l y brindarnos una especie de aliento irnico. Somos patticos, y qu?, parece preguntarse una y otra vez.Y eso es precisamente lo que ofrece Cuarentena: un modo de hacer ciencia ficcin que analiza los temas abordados hasta sus lmites epistemolgicos; personajes no necesariamente diseados para que nos identifiquemos con ellos; una literatura para mentes inquietas, que derriba mitos e intenta, desde el disfraz de un gnero, acercarse a la razn ltima de las cosas.Pngase pues cmodo y deje que este payaso sabio juegue con su cerebro; djese deslumbrar por sus piruetas de saltimbanqui. Pero tenga cuidado, porque cuando lo vea alejarse, le habr invadido una profunda sensacin de extraeza; pero no ser el mundo el que haya cambiado, sino sus ojos.Carlos Pavn
PRIMERA PARTE
1
Slo los clientes ms paranoides me telefonean cuando estoy durmiendo.Nadie quiere que una llamada de naturaleza confidencial sea descifrada electrnicamente y expuesta en la pantalla de un videfono corriente, por supuesto; incluso suponiendo que la habitacin no est pinchada, las emisiones de radiofrecuencia de la seal descodificada pueden ser captadas a una manzana de distancia. Aun as, casi todo el mundo se contenta con recurrir a la solucin habitual: una pequea modificacin neural permite que el cerebro lleve a cabo el desciframiento por s solo y pase los resultados directamente a los centros visuales y auditivos. La modalidad que utilizo, Criptodependiente (Neurocom, 5.999$), incluye tambin una opcin de laringe virtual que garantiza seguridad total en ambos sentidos.Pero incluso el cerebro desarrolla filtraciones bajo la forma de tenues campos elctricos y magnticos. Un detector superconductor no ms grande que una partcula de caspa implantado en el cuero cabelludo puede acceder al flujo de datos neurales involucrado en un acto de percepcin simulada, y es capaz de traducirlo casi instantneamente a los sonidos e imgenes correspondientes.De ah La centralita nocturna (Axn, 17.999$). Las nanomquinas que se encargan de llevar a cabo esta modificacin pueden necesitar hasta un mximo de seis semanas para cartografiar los esquemas idiosincrticos del usuario es decir, las reglas que determinan cmo quedarn codificados los significados dentro de las conexiones neurales, pero en cuanto han terminado, ya puedes prescindir de la intermediacin del lenguaje sensorial. Si tu comunicante quiere que sepas algo, lo sabrs sin ninguna necesidad de alucinar una cabeza parlante que te lo diga de viva voz, y la firma electromagntica a nivel craneal es, a todos los efectos prcticos, totalmente inescrutable. El nico problema es que, en el estado consciente, a la mayora de personas les resulta un poco molesto y en el peor de los casos, incluso traumtico sentir que la informacin se est cristalizando dentro de su cabeza sin haber pasado por los preliminares convencionales. Por ello, para recibir la llamada tienes que estar dormido.No hay sueos. Sencillamente despierto sabiendo.Laura Andrews tiene treinta y dos aos, mide un metro cincuenta y seis centmetros y pesa cuarenta y cinco kilos. Cabellos castaos, lisos y ms bien cortos; ojos azul claro; una nariz larga y delgada. Rasgos angloirlandeses y piel muy negra porque, como les ocurre a la inmensa mayora de australianos, naci sin una proteccin adecuada contra el ultravioleta y ha sido equipada con genes que aumentan la produccin de melanina y el grosor de la epidermis.Laura Andrews sufre severas lesiones cerebrales congnitas: puede andar y comer, aunque con bastante torpeza, pero es totalmente incapaz de comunicarse, y los expertos aseguran que su nivel de comprensin del mundo no se encuentra muy por encima del de un nio de seis meses. Desde los cinco aos, Laura ha permanecido ingresada en el Instituto Hilgemann local.Cuando un celador abri la puerta de su habitacin para servirle el desayuno hace cuatro semanas, Laura no estaba all. Despus de haber registrado el edificio y los jardines, la direccin llam a la polica. Los agentes repitieron el registro, lo extendieron y llamaron a la puerta de todas las casas de los alrededores, pero no dieron con ella. La habitacin de Laura no mostraba ninguna seal de que alguien hubiera entrado por la fuerza, y las grabaciones de las cmaras de seguridad no proporcionaron ninguna pista. La polica entrevist a todo el personal, pero nadie se derrumb y confes haber hecho desaparecer a Laura.Cuatro semanas despus, nada. Nadie haba visto a Laura Andrews. No haba cadver. No haba demandas de rescate. La polica no haba abandonado el caso, por lo menos oficialmente: se haban limitado a rebajar su prioridad, a la espera de nuevos acontecimientos.Nadie esperaba que se produjeran.Mi trabajo consiste en encontrar a Laura Andrews y devolverla al Hilgemann sana y salva o en localizar sus restos, si est muerta y reunir las pruebas suficientes para asegurar que los responsables de su secuestro puedan ser juzgados.Mi cliente, que ha preferido permanecer en el anonimato, cree que Laura ha sido secuestrada, pero no ha sugerido ningn motivo para ello. Por el momento, yo tampoco tengo nada que decir. No estoy en condiciones de mantener ninguna opinin al respecto: tengo la cabeza llena de conocimientos recibidos coloreados por la perspectiva de mi cliente, que incluso podra estar deformada por las mentiras.Abro los ojos, me levanto de la cama y voy a la terminal del rincn, porque tengo por norma no confiar en mi cabeza para los asuntos financieros. Pulsar unas cuantas teclas basta para confirmarme que mi cuenta acredita el ingreso provisional de un pago inicial satisfactorio, por lo que aceptar el depsito indicar al cliente que he aceptado el caso. Dedico unos momentos a repasar mentalmente los detalles del encargo, intentando convencerme de que realmente lo he entendido bien todo ese tipo de llamadas siempre vienen acompaadas por una tenue sombra de la lgica de los sueos, con la leve pero implacable sospecha de que por la maana nada de cuanto acabo de saber tendr el menor sentido, y luego autorizo la transaccin.Hace una noche bastante calurosa. Salgo al balcn y contemplo el ro. Incluso a las tres de la madrugada, las aguas estn llenas de embarcaciones de recreo de todos los tamaos, desde tablas de vela luminiscentes que relucen con suaves resplandores anaranjados o verde lima hasta yates de doce metros de eslora recorridos por los haces de reflectores ms potentes que el sol. Hacia el este, gigantescos hologramas de cartas, dados y copas de champn ejecutan piruetas por encima del casino entre guios estroboscpicos. Es que ya nadie duerme nunca?Alzo la mirada hacia el vaco negro del cielo y me siento inexplicablemente fascinado. Esta noche no hay luna, nubes ni planetas, y la oscuridad, montona y repetitiva, se niega a tolerar cualquier reconfortante ilusin de escala: podra estar contemplando el infinito, o el reverso de mis propios prpados. Una oleada de nuseas recorre todo mi ser, en una mezcla contradictoria de claustrofobia superpuesta a la vertiginosa percepcin de las dimensiones inhumanas de la Burbuja. Me estremezco un solo, violento temblor, y despus la sensacin desaparece de repente.Una alucinacin modular de Karen, mi esposa muerta, de pie en el balcn junto a m, desliza un brazo alrededor de mi cintura y dice: Nick? Qu te ocurre?. Su piel est fra y sus dedos se extienden sobre mi abdomen, desplegndose como antenas. Estoy a punto de preguntarle, a manera de explicacin, si nunca echa de menos las estrellas, y entonces comprendo lo ridiculamente sentimental que sonara eso, y consigo volver a cerrar la boca antes de haber hablado.Sacudo la cabeza.Nada.Los jardines del Instituto Hilgemann permanecen todo lo verdes que ha podido llegar a volverlos la ingeniera gentica y la reticulacin implantada mediante la fuerza bruta, durante el apogeo de un verano en el que deberan estar muertos y marrones. El csped brilla bajo el calor de la maana igual que si estuviera empapado de roco, sin duda irrigado constantemente justo por debajo de la superficie, y avanzo por el camino de acceso principal bajo la sombra de lo que parece una especie de arce. Una imagen muy cara de mantener, desde luego: las tarifas para los usos frvolos del agua, ya exorbitantes, se duplicarn en algn momento de los prximos meses. El tercer conducto Kimberley, que traer agua desde presas situadas a dos mil quinientos kilmetros al norte, ya ha rebasado el presupuesto en un cuatrocientos por cien, y los planes para una planta desalinizadora han vuelto a ser abandonados: al parecer, un repentino exceso de produccin en el mercado de los minerales ocenicos ha minado la viabilidad del proyecto.El camino termina en una calzada circular que rodea un soberbio arriate de llores en espectacular floracin policromtica. Los colibres de genes confeccionados, marca registrada por SI, revolotean como flechas de un lado a otro o flotan inmviles sobre las flores. Me detengo un momento para contemplarlos, esperando en vano presenciar cmo uno de ellos contraviene su programacin apartndose del crculo.Todo el edificio ha sido construido con falsa madera, y la disposicin general sugiere un motel. Hay Institutos Hilgemann en todas partes, sin que se pueda culpar a ningn Hilgemann de ello: todo el mundo sabe que Servicios Internacionales pag una pequea fortuna a sus asesores comerciales a cambio de que les proporcionaran el nombre ptimo para su departamento de hospitales psiquitricos. (En cuanto a si el conocimiento pblico del origen del nombre ha invalidado dicho efecto de optimizacin, o si en realidad es su base ms slida, no sabra decirlo.) SI tambin dirige y administra hospitales mdicos, centros de atencin infantil, escuelas, universidades, prisiones y, desde hace poco, varios monasterios y conventos. A m todos me parecen moteles.Me dirijo al mostrador de recepcin, pero no necesito llegar a l.Seor Stavrianos?La doctora Cheng la Directora Mdica, con la que habl brevemente por telfono ya me est esperando en el vestbulo, una cortesa inusual que, educadamente, me priva de cualquier posibilidad de husmear por ah sin la supervisin adecuada. Nada de batas blancas en el Instituto Hilgemann: el vestido de la doctora Cheng luce un complicado dibujo escheriano de pjaros y flores entrelazadas. La doctora me conduce hasta su despacho a travs de una puerta de uso reservado al personal de la institucin y un laberinto de corredores. Nos sentamos en cmodos sillones, lejos de su escritorio espartano.Ya s que est muy ocupada, y le agradezco que haya accedido a recibirme.Puedo asegurarle que deseamos encontrar a Laura tanto como ustedes, y estamos dispuestos a cooperar en todo lo posible. Pero debo decir que no entiendo qu espera conseguir su hermana demandndonos. Eso no va a ayudar a Laura, verdad?Respondo emitiendo un carraspeo lleno de simpata, pero cautelosamente neutral. La hermana, o sus abogados, quiz sea mi cliente, pero de ser as por qu tanto secreto? Aun suponiendo que no hubiera venido hasta aqu para presentarme ante la oposicin y no he recibido instrucciones de no hacerlo, los abogados del Hilgemann habran dado por sentado que la hermana de Laura acabara recurriendo a un investigador tarde o temprano. Ellos tambin habrn recurrido a uno, y ya debe de hacer tiempo de eso.Cunteme qu piensa que le ha ocurrido a Laura.La doctora Cheng frunce el ceo.De una cosa estoy segura, y es que no puede haber escapado por s sola. Laura ni siquiera poda hacer girar el pomo de una puerta. Alguien se la llev. El instituto no es una prisin, desde luego, pero nos tomamos muy en serio todo lo referente a la seguridad. Slo un profesional cualificado que dispusiera de abundantes recursos podra haberla sacado de aqu..., pero no tengo ni idea de para quin poda trabajar o del porqu se la ha llevado. Si se tratara de un secuestro a estas alturas ya deberamos saber qu rescate pretendan exigir, y en cualquier caso su hermana no tiene mucho dinero.Cree que pueden haberse equivocado de persona? Quiz pretendan secuestrar a algn otro paciente, alguien cuyos familiares pudieran reunir un rescate lo suficientemente elevado, y no se dieron cuenta de su error hasta que ya era demasiado tarde para hacer algo al respecto.S, supongo que es una posibilidad.Algn candidato obvio? Me refiero a algn paciente con familiares particularmente ricos que...Realmente no puedo...No, claro. Disclpeme. A juzgar por su expresin, dira que Cheng est pensando en varios candidatos..., y lo ltimo que quiere es que yo vaya a ver a sus familias. Supongo que habrn incrementado las medidas de seguridad, no?Me temo que tampoco puedo hablar de eso.No, por supuesto. Entonces hbleme de Laura. Por qu naci con esas lesiones cerebrales? Cul fue la causa?No estamos seguros.Pero aun as deben de tener alguna idea. Cules son las posibilidades? Rubola? Sfilis? SIDA? Consumo de drogas por parte de la madre? Efectos secundarios de algn frmaco, o de un pesticida, o de un aditivo alimentario...?Sacude enrgicamente la cabeza.Estamos casi totalmente seguros de que no se trat de nada de eso. Su madre recibi la atencin mdica y los cuidados prenatales habituales, no padeca ninguna enfermedad grave y no tomaba drogas. Y en cuanto a los agentes teratgenos y los mutgenos qumicos, producen efectos distintos a los que hemos observado en nuestra paciente. En el caso de Laura no hay malformaciones, desequilibrio bioqumico, protenas defectuosas, anormalidades histolgicas...Y entonces por qu ese retraso mental tan acentuado?En el caso de Laura parece como si ciertos senderos cruciales del cerebro, ciertos sistemas de conexiones neurales que deberan haberse formado a una edad muy temprana, no hubieran logrado llegar a manifestarse. Posteriormente su ausencia imposibilit el desarrollo normal que habra debido producirse a continuacin. La pregunta es por qu esos senderos iniciales no llegaron a formarse. Como acabo de decirle, no podemos estar seguros, pero sospecho que se debi a un efecto gentico complejo producido durante la fase uterina, un proceso muy sutil en el que estuvieron involucrados varios genes.Pero si se tratara de algo gentico podran confirmarlo, no? Siempre pueden examinar su ADN, verdad?Laura no presenta ningn defecto gentico reconocido o catalogado, si es que se est refiriendo a eso..., lo cual slo demuestra que algunos de los genes cruciales para el desarrollo cerebral todava no han sido localizados.Algn historial familiar del mismo fenmeno?No, pero si hay varios genes involucrados, eso no tiene por qu ser sorprendente: la probabilidad de que un familiar compartiera la misma anomala podra ser muy pequea. Frunce el ceo. Disclpeme, pero realmente cree que algo de lo que le estoy diciendo puede ayudarlo a encontrarla?Bueno, si la causa hubiera sido un producto farmacutico o de consumo, los fabricantes podran estar tratando de proteger sus intereses. Ya s que ha transcurrido mucho tiempo desde entonces, pero siempre cabe la posibilidad de que algn equipo de investigadores de los defectos congnitos acerca del que nadie saba nada se disponga a publicar un estudio donde se afirma que el frmaco maravilloso x, el antidepresivo milagroso de los aos treinta, hace que uno de cada cien mil fetos acabe convirtindose en una Laura. Supongo que habr odo hablar de Productos de Salud Holstica, esa firma de los Estados Unidos: seiscientas personas se encontraron con que sus riones haban decidido dejar de funcionar despus de que hubieran tomado su suplemento energtico, as que los directivos contrataron a una docena de asesinos a sueldo para que empezaran a eliminar a las vctimas, fingiendo muertes por accidente. Cuando hay cadveres de por medio, las indemnizaciones por daos y perjuicios se reducen enormemente. Admito que el secuestro no parece tener mucho sentido, pero quin sabe? Quiz necesitaban estudiar a Laura para extraer alguna clase de informacin que luego podra serles de utilidad en los tribunales.Todo eso me suena a paranoia pura.Me encojo de hombros.Deformacin profesional, ya sabe.Se re.A qu profesin se refiere, a la suya o a la ma? Bueno, ya le he dicho que la causa era heredada.Pero no puede afirmarlo con total seguridad.No.Hago las preguntas usuales sobre el personal: alguien ha sido contratado o despedido durante los ltimos meses, saben de alguien que tenga deudas o problemas o que, por el motivo que sea, pueda querer vengarse del Instituto Hilgemann? Los policas ya habrn hecho todas esas preguntas, pero despus de cuatro semanas de pensar en la desaparicin, alguna cuestin trivial que al principio no haba parecido digna de mencin puede haberse vuelto mucho ms significativa.No tengo tanta suerte.Puedo ver su habitacin?Desde luego.Los corredores por los que pasamos disponen de cmaras instaladas en el techo a intervalos de diez metros, as que supongo que cada una de las rutas de aproximacin a la habitacin de Laura estar cubierta por un mnimo de siete cmaras. Un autntico profesional del secuestro trabaja con presupuestos lo suficientemente elevados como para poder permitirse el lujo de emplear siete camaleones de datos, por supuesto: cada robot del tamao de una cabeza de alfiler habra memorizado la secuencia de bits de un fotograma mientras el corredor estaba vaco despus de haber accedido a la seal de una cmara, y luego la habra escupido repetidamente para que sustituyera a la imagen real. Seguramente cada entrada-salida de los datos falsos estara acompaada por tenues emisiones de ruido de alta frecuencia, pero stas no habran sido lo bastante intensas para dejar imperfecciones delatoras en una grabacin digital con esos niveles de tolerancia al ruido. A menos que hasta el ltimo metro de fibra ptica sea examinado con un microscopio electrnico, lo cual permitira localizar las minsculas cicatrices indicadoras de en qu puntos intervinieron los camaleones, no hay forma de saber si esa manipulacin tuvo lugar o no.Interferir el funcionamiento de la puerta cuya cerradura es controlada por un sistema remoto habra resultado igual de fcil.La habitacin es pequea y no tiene muchos muebles. Una pared est cubierta por un alegre mural de llores y pjaros. No es el tipo de visin con la que me gustara encontrarme cada maana al despertar, pero no puedo saber qu opinaba Laura al respecto. Hay un solo ventanal junto a la cama, slidamente incrustado en la pared y sin que nadie se haya molestado en crear la impresin de que fue diseado para abrirse. El panel de plstico especial podra resistir incluso el impacto de una bala pero, con el equipo adecuado, podra ser cortado y vuelto a sellar sin dejar ninguna seal visible. Saco mi cmara de bolsillo, tomo una instantnea del ventanal bajo la luz polarizada de un flash lser y despus proceso la imagen hasta obtener un mapa coloreado de los ndices de fatiga del material, pero la pulcra lisura de los contornos no muestra ningn defecto o anomala.La verdad es que no puedo hacer nada que el equipo forense de la polica no haya hecho antes y mejor. La alfombra habr sido holografiada para detectar impresiones de pisadas, y despus le habrn pasado el aspirador para recoger cualquier resto de fibras y detritos biolgicos; las sbanas habrn sido analizadas; y los alrededores de la ventana habrn sido examinados en busca de indicios microscpicos. Pero ahora por lo menos la habitacin ha quedado grabada en mi mente, con lo que dispongo de un fondo slido sobre el que desplegar mis especulaciones acerca de los acontecimientos de aquella noche.La doctora Cheng me acompaa de vuelta al vestbulo.Me permite hacerle una pregunta que no tiene nada que ver con Laura?Cul?Tienen muchos pacientes con fiebre de la Burbuja?La doctora Cheng se re y menea la cabeza.Ni uno solo. La fiebre de la Burbuja ya est pasada de moda.Porque soy un profesional que trabaja por su cuenta, y porque podra en teora avalar un crdito, puedo averiguar ciertas cosas acerca de cualquier persona sin necesidad de esforzarme en lo ms mnimo.Martha Andrews tiene treinta y nueve arios y trabaja para Ferrocarriles del Oeste como analista de sistemas. Est divorciada, y el tribunal le adjudic la custodia de sus dos hijos. En el aspecto econmico, tiene unos ingresos medios y unas deudas del mismo nivel, y adems es propietaria del cuarenta y dos por ciento de un piso barato de dos dormitorios. Ha estado pagando al Hilgemann con el dinero de un fideicomiso que hered de sus padres: su padre muri hace tres aos, y su madre muri al ao siguiente. No es lo bastante rica para que valga la pena extorsionarla.En esta fase, la hiptesis que parece ms plausible es la de que se llevaron a la persona equivocada: no encaja demasiado bien con la profesionalidad del secuestro, pero nadie es perfecto. Lo que necesito, suponiendo que quiera seguir adelante con esa idea, es una lista de los pacientes del Hilgemann. Ciertos detalles sobre el personal tambin podran serme de utilidad.Llamo a mi servicio de hackers habitual.La seal de llamada parece reverberar en las profundidades de mi crneo. Estoy seguro de que los neurlogos del departamento de comercializacin de Neurocom escogieron esa acstica tan extraa para producir una fuerte impresin de intimidad, pero no slo no me impresiona, sino que lo nico que consigue es provocarme claustrofobia. Al mismo tiempo, mi visin externa queda limitada al blanco y negro: se supone que eso sirve para reducir el factor de distraccin, pero en realidad slo es otro truquito estpido.Bella, como siempre, responde al cuarto timbrazo. Su rostro parece flotar en el aire a un metro de distancia, ntidamente definido contra los grises de la realidad para esfumarse de repente a la altura del cuello igual que si estuviera siendo revelado por el haz de un reflector mgico. Me dirige una sonrisa helada.Me alegro de verte, Andrew. Qu puedo hacer por ti?Andrew es el nombre que he escogido para una de mis mscaras de Criptodependiente. El rostro humano sinttico de Bella tambin podra ser una simple mscara que est repitiendo palabra por palabra las intenciones orales de una persona de carne y hueso, aunque tambin podra ser un puro artefacto, la interfaz de cualquier cosa desde un contestador hiperdesarrollado hasta un sistema que se encarga del noventa y nueve por ciento del trabajo a la hora de buscar datos. En realidad me da igual quin o qu sea Bella: ella /l/ello/ellos/ellas obtienen resultados, y eso es lo nico que me importa.El Instituto Hilgemann, delegacin de Perth. Quiero todos los historiales de sus pacientes y todos sus registros de personal.Hasta cundo quieres remontarte?Bueno... Treinta aos, si figuran en la red. Si el material antiguo est archivado, y si acceder a esos datos va a costar una fortuna, entonces olvdalo.Bella asiente.Dos mil dlares.Experiencias anteriores me han enseado que intentar regatear no sirve de nada.Perfecto.Vuelve a llamarme dentro de cuatro horas. Tu contrasea es paradigma.Mientras la habitacin recupera sus tonalidades normales, pienso que para Martha Andrews dos mil dlares tienen que ser un montn de dinero, y eso por no mencionar los quince mil que ya he recibido como anticipo. Pero si sus abogados estuvieran razonablemente seguros de que van a obtener una generosa indemnizacin de la que se quedarn con un buen porcentaje en concepto de honorarios, para ellos quince mil no seran nada. Su deseo de permanecer en el anonimato podra no ser ms siniestro que mi utilizacin de un seudnimo cuando trato con Bella: si ests quebrantando la ley, siempre es aconsejable contar con unos cuantos mamparos que te protejan del riesgo de ser acusado de conspiracin.Hablo con Martha? No creo que eso pueda disgustar a sus abogados, e incluso si me ha contratado personalmente (una posibilidad que an no puede ser completamente descartada, ya que sus finanzas quiz abarquen profundidades ocultas) lo cierto es que escogi el anonimato en vez de optar por la alternativa de darme instrucciones explcitas de que me mantuviese alejado.En realidad, lo nico que puedo hacer es actuar como si no hubiera dedicado ni un solo instante de mi tiempo a pensar en la identidad de mi cliente..., aunque la verdad es que, hasta el momento, el pequeo detalle de la identidad es lo que encuentro ms fascinante de todo este caso.Martha se parece mucho a su hermana, con un poco ms de carne y un montn de preocupaciones ms. Cuando hablamos por telfono me pregunt si trabajaba para el hospital. Cuando le dije que no poda revelar el nombre de mi cliente, pareci interpretarlo como una respuesta afirmativa. (De hecho, eso es pura y simplemente inconcebible: SI posee una gran parte de las acciones de Investigaciones Pinkerton, por lo que el Hilgemann nunca contratara a un profesional independiente.) Ahora que la tengo delante, estoy casi seguro de que cree que trabajo para el Hilgemann.Realmente, soy la persona que menos puede ayudarla a encontrar a Laura. Eran ellos quienes cuidaban de Laura, no yo. No entiendo cmo pueden haber permitido que llegara a ocurrir algo semejante.Oh, claro. Pero olvidmonos de la incompetencia por un momento. Tiene alguna idea de por qu alguien podra querer secuestrar a Laura?Sacude la cabeza.Laura? De qu puede servirle Laura a nadie? La cocina, en la que estamos sentados, es minscula y est impoluta. En la habitacin contigua, los hijos de Martha estn jugando con la nueva locura de este verano, Demonios zen tibetanos flipados contra dioses del vud haitianos colgados, y no dentro de sus cabezas, como hacen los nios ricos. Un alarido teatralmente prolongado seguido por una ensordecedora explosin lquida y una oleada de vtores en directo hace que Martha tuerza el gesto. Ya le he dicho que si hay alguien que pueda responder a esa pregunta, no soy yo. Quiz no fue secuestrada. Puede que el Hilgemann le hiciera dao de alguna manera, tal vez sometindola a malos tratos o probando un nuevo frmaco que no dio los resultados esperados, y que toda su historia sobre la desaparicin de Laura slo sea una tapadera. No son ms que conjeturas, naturalmente, pero creo que debera tener presente esa posibilidad. Eso suponiendo que realmente quiera descubrir la verdad, por supuesto.Mantena una relacin muy ntima con Laura?Frunce el ceo.ntima? Es que no se lo han explicado? Lo de su estado, quiero decir.Bien, pero procuraba mantenerse en contacto con ella? La visitaba con frecuencia?No. Nunca. Visitarla no habra tenido ningn sentido, porque Laura no hubiese podido entender lo que significaba el que fuera a verla. Ni siquiera se habra enterado de lo que estaba ocurriendo.Y sus padres pensaban lo mismo que usted?Se encoge de hombros.Mi madre sola ir a verla una vez al mes. No se engaaba a s misma, porque saba que a Laura le daba igual que fuera a verla o no, pero crea que era lo correcto a pesar de todo. Quiero decir que... Bueno, ella saba que si no iba a verla se sentira culpable, y cuando por fin dispusieron de mdulos que podan eliminar esas sensaciones, ya estaba tan acostumbrada a visitarla que no quera cambiar. Pero yo nunca he tenido ese problema: Laura no es una persona, por lo menos en lo que a m concierne, y si intentara fingir que lo es slo conseguira sentirme como una hipcrita.Pero supongo que cuando comparezca ante el tribunal se mostrar un poco ms sentimental, verdad?Se re, sin dar muestras de sentirse ofendida.No. Les hemos demandado por daos punitivos, no para obtener una compensacin por sufrimiento emocional. La cuestin a debatir ser la negligencia del hospital, no mis sentimientos. Tal vez sea una oportunista, pero no estoy dispuesta a cometer perjurio.En el tren que me lleva de vuelta a la ciudad me pregunto si Martha puede haber organizado el secuestro de su hermana para conseguir una indemnizacin por daos punitivos. El que no quiera exprimir al mximo las posibilidades del pleito podra ser un movimiento cuidadosamente calculado, una forma de asegurarse la simpata del jurado mediante una aparente renuncia a explotar el caso. Pero esa teora tiene como mnimo un punto dbil: por qu no exigir un rescate, que luego podra ser recuperado del Hilgemann a travs de los tribunales? Por qu permitir que el motivo del secuestro se convierta en un misterio que pide a gritos una explicacin, lo cual contribuir a que se sospeche que todo es un fraude?Salgo de la opresin carente de aire del metro para encontrarme con que las calles estn casi igual de atestadas, ya que han sido invadidas por hordas de compradores vespertinos cargados de gangas postnavideas y artistas callejeros tan desprovistos de talento natural o de otra clase que siento la tentacin de plantarme ante ellos y ajustar sus mquinas de crdito en la modalidad de devolucin.Ests hecho un autntico bastardo dice Karen, y asiento en silencio.Mientras voy hacia el hombre-anuncio, me digo que pasar de largo junto a l como si no lo hubiera visto, pero despus de haber dado unos cuantos pasos dejo de andar y me vuelvo para mirarlo. Su rostro apaciblemente inclinado hacia abajo es tan plido como una babosa Dios no quiere que juguemos con nuestra pigmentacin! y lleva un traje negro que debe de ser un autntico purgatorio con este calor. Inmvil entre el gento vestido con prendas de vivos colores que dejan al descubierto los brazos y las piernas, parece un misionero del siglo xix perdido en un mercado africano. Ya he visto a ese mismo hombre con anterioridad, cargado con el mismo imaginativo mensaje, repetido delante y detrs: ARREPENTIOS,PECADORES!
EL DA DEL JUICIO
EST CERCA!
Cerca! Despus de treinta y tres aos, est cerca! No me extraa que
mantenga los ojos clavados en el suelo. Qu coo habr estado
ocurriendo dentro de su cerebro durante las ltimas tres dcadas? Se
despierta cada maana pensando y con esa vez ya irn diez mil Hoy es
el da? Eso no es fe, es parlisis.Permanezco inmvil durante unos
momentos y me dedico a observarlo. El hombre va y viene lentamente
por un sendero prefijado, detenindose cuando la corriente de
compradores le opone una resistencia insuperable. La mayora de
personas ignoran su presencia, pero veo que un adolescente lo
aparta de un brusco empujn despus de haber chocado deliberadamente
con l, y me siento invadido por una vergonzosa oleada de deleite.No
tengo ninguna razn para odiar a este hombre. Hay milenaristas de
todas las clases imaginables, desde dciles idiotas hasta astutos
timadores, de acuarianos perdidos en el xtasis a terroristas
genocidas. Los miembros de los Nios del Abismo no recorren las
calles con un par de tableros para anuncios colgados del cuello, y
culpar de la muerte de Karen a este pattico muequito de cuerda no
tendra ningn sentido.Pero mientras sigo andando, no puedo evitar
disfrutar con una deliciosa visin de su rostro convertido en pulpa
ensangrentada.Cuando las estrellas se apagaron, yo tena ocho
aos.Quince de noviembre del ao 2034. De las 8:11:05 a las 8:27:42,
hora del meridiano de Greenwich.No presenci la aparicin del crculo
de oscuridad, el cual fue creciendo a partir del punto antisolar
igual que la boca de un gusano csmico tan negro como el carbn que
se abriera para engullir el planeta. En la televisin s que la he
visto, un centenar de veces y desde una docena de lugares
distintos, pero en la televisin slo parece el efecto especial ms
barato imaginable (en las imgenes transmitidas por los satlites
todava resulta menos convincente, y en los planos tomados con
filtros antiluminosidad se poda ver cmo la boca se cerraba
exactamente detrs del sol, en una simetra tan poco plausible que
apestaba a maquinacin humana).No pude verlo en directo,
naturalmente. En Perth la tarde ya se estaba aproximando a su fin,
pero la noticia nos lleg antes de la hora del crepsculo y sal al
balcn, junto con mis padres, para esperar entre la penumbra. Cuando
apareci Venus y la seal con un dedo, mi padre se puso furioso y me
mand dentro. No recuerdo exactamente qu dije: estoy seguro de que
ya saba distinguir los planetas de las estrellas, pero quiz se me
escap alguna tonta broma infantil. Cuando mir por la ventana de mi
dormitorio pudiendo elegir entre cristal sucio o rejilla antimoscas
llena de polvo y vi, bueno, la nada, realmente haba que hacer un
considerable esfuerzo de voluntad para sentirse impresionado.
Luego, cuando por fin pude contemplar el cielo vaco sin que nada se
interpusiera entre l y yo, intent obedientemente sentirme atnito y
aterrado, pero no lo consegu. Aquello era tan poco espectacular
como una noche nublada. Slo aos despus comprend lo aterrorizados
que deban de estar mis padres.El Da de la Burbuja hubo disturbios
por todo el planeta, pero los peores actos de violencia tuvieron
lugar all donde la gente haba visto el acontecimiento con sus
propios ojos, y eso dependa de una combinacin de la longitud y del
tiempo que hiciera. La noche se extenda desde el oeste del Pacfico
hasta Brasil, pero una gran parte de las Amricas estaba cubierta de
nubes. Haba cielos despejados sobre Per, Colombia, Mxico y el sur
de California, por lo que Lima, Bogot, Ciudad de Mxico y Los
Angeles sufrieron consecuencias mucho ms graves. En Nueva York, a
las once y tres minutos de la maana haca mucho fro y estaba
nublado, y eso salv a la ciudad. Brasilia y Sao Paulo fueron
salvadas por la claridad del amanecer.En este pas no se produjeron
grandes disturbios. El crepsculo lleg demasiado tarde incluso en la
costa este, y al parecer casi todos los australianos pasaron toda
la noche pegados a sus televisores, contemplando cmo otras personas
se encargaban de saquear e incendiar. El Fin del Mundo era algo tan
importante que slo poda estar ocurriendo en otras tierras. En
Sydney hubo menos muertes que durante la Nochevieja del ao
anterior.Que yo recuerde, el acontecimiento propiamente dicho fue
seguido prcticamente al momento por el anuncio de una explicacin
(o, al menos, de algo que intentaba ser una explicacin). El anlisis
de los momentos en los que se produjeron los ocultamientos haba
revelado casi inmediatamente la geometra de lo que haba ocurrido, y
es posible que eso me bastara como respuesta. A continuacin
transcurrieron casi seis meses antes de que las primeras sondas se
encontraran con la Burbuja, pero el nombre ya haba sido utilizado
desde el primer momento para referirse a lo que descubriran, fuera
lo que fuese.La Burbuja es una esfera perfecta de doce mil millones
de kilmetros de radio (unas dos veces la rbita de Plutn) centrada
en el Sol. Apareci como un todo completo y acabado que surgi
repentinamente de la nada, pero como la Tierra se encontraba a ocho
minutos luz de su centro, el tiempo que tard en llegar hasta
nosotros la ltima luz estelar fue variando a travs del cielo, y esa
variacin produjo el efecto del crculo de oscuridad que iba
creciendo con enorme rapidez. Las estrellas desaparecieron primero
desde la direccin en la que la Burbuja estaba ms prxima, y en ltimo
lugar de aquella en la que se encontraba ms alejada, exactamente al
otro lado del Sol.La Burbuja presenta una superficie inmaterial que
se comporta, en muchos aspectos, como una versin cncava del
horizonte de sucesos de un agujero negro. Absorbe la luz del sol a
la perfeccin y lo nico que emite es un hilillo indiferenciado de
radiacin trmica (mucho ms fra que el ruido de fondo csmico de la
microonda, que ya no llega hasta nosotros). Las sondas que se
aproximan a la superficie sufren el deslizamiento hacia el rojo y
la dilatacin del tiempo, pero no experimentan ninguna fuerza
gravitacional mesurable que pueda explicar estos efectos. Aquellas
cuyas rbitas intersectan la esfera parecen experimentar una
paulatina reduccin de velocidad que termina culminando en una
detencin asinttica, y luego se desvanecen: la mayora de los fsicos
creen que dentro del tiempo local de la sonda, sta atraviesa la
Burbuja a gran velocidad sin encontrar ningn obstculo, pero estn
igualmente seguros de que tambin lo hace en nuestro infinitamente
distante futuro. No sabemos si hay otras barreras ms all de ella, y
aun suponiendo que no las haya, la pregunta de si un astronauta que
emprendiera el viaje del cual no se puede volver acabara
descubriendo que el universo exterior no haba envejecido, o
emergera justo a tiempo de presenciar el momento de su extincin,
todava carece de respuesta.Despus de que les leyeran varios
informes que slo contenan una frase familiar en todas sus pginas,
los medios de comunicacin (a los que se haba mantenido entretenidos
durante seis meses con teoras todava ms disparatadas que la verdad)
se apresuraron a declarar que el Sistema Solar se haba cado dentro
de un enorme agujero negro, con lo que provocaron una reaparicin
del pnico global antes de que la confusin pudiera ser aclarada. El
horizonte de sucesos nos rodeaba y, en un error perfectamente
comprensible, los medios de comunicacin llegaron a la conclusin de
que eso significaba que tenamos que estar dentro de l. La verdad,
sin embargo, es que se trata justamente de lo contrario: el
horizonte de sucesos no nos rodea, sino que rodea todo lo
dems.Aunque un puado de valerosos tericos hicieron denodados
esfuerzos para construir un modelo que explicara la Burbuja como un
fenmeno natural espontneo, en realidad siempre, y desde el primer
momento slo hubo una explicacin plausible: una raza aliengena
inmensamente superior haba erigido una barrera para aislar al
Sistema Solar del resto del universo.La gran pregunta era por qu.Si
el objetivo era disuadirnos de que nos lanzramos al espacio y
conquistramos toda la galaxia, no tendran que haberse tomado tantas
molestias. En el ao 2034, ningn ser humano haba ido ms all de
Marte. La base lunar estadounidense, que haba permanecido ocupada
durante dieciocho meses, ya llevaba seis aos cerrada. Las nicas
naves espaciales que haban abandonado el Sistema Solar eran las
sondas que fueron enviadas a los planetas exteriores hacia finales
del siglo xx, y que siguiendo trayectorias que acababan de perder
todo su sentido, se alejaban lentamente del Sol. Los planes para
enviar una misin no tripulada a Alfa Centauro el ao 2050 acababan
de ser modificados y la nueva fecha escogida era el ao 2069, con la
esperanza de que el centenario del Apolo xi contribuira a la
recogida de fondos.Una civilizacin aliengena capaz de viajar por el
espacio quiz se enfrentara a ese tipo de cuestiones partiendo de
una perspectiva a ms largo plazo, naturalmente. Para ellos, los mil
aos que deberan transcurrir antes de que los seres humanos pudieran
embarcarse en algn programa remotamente parecido a la conquista
interestelar tal vez slo fueran un juicioso margen de seguridad.
Aun as, la idea de que una cultura capaz de manipular el
espacio-tiempo de formas que apenas ramos capaces de comprender
pudiera temernos resultaba ridicula.Los Hacedores de la Burbuja tal
vez fueran unos benefactores que nos haban salvado de un destino
infinitamente peor que el de vernos confinados a una regin del
espacio dentro de la que, si no cometamos imprudencias, podramos
prosperar durante centenares de millones de aos. El ncleo galctico
quiz estuviera estallando, y la Burbuja poda ser el nico escudo
posible contra la radiacin. Otras razas aliengenas hostiles quiz
estaban sembrando el caos en la regin, y la Burbuja era la nica
forma de mantenerlas a raya. Las variaciones menos dramticas sobre
este tema abundaban. La Burbuja tal vez estuviera all para proteger
a nuestra frgil cultura primitiva de las implacables realidades del
comercio interestelar. El Sistema Solar poda haber sido declarado
Zona de Herencia Galctica.Unos cuantos intelectuales aguafiestas
argumentaron que cualquier explicacin que pudiera parecemos
plausible probablemente no sera ms que una tontera antropomrfica,
pero nadie los invit a los debates televisivos.En el otro extremo,
la mayora de sectas religiosas no se lo pensaron dos veces a la
hora de extraer respuestas prefabricadas de sus ridiculas
mitologas. Fundamentalistas de distintos credos se negaron a
admitir la existencia de la Burbuja, y todos proclamaron que las
estrellas desaparecidas eran un signo de la ira divina que ya haba
sido anunciado con distintos grados de licencia proftica por sus
textos sagrados.Mis padres eran firmemente ateos, mi educacin haba
sido secular, y mis amigos de la infancia o no profesaban ninguna
religin o, en el caso de los nietos de los refugiados indonesios,
se conformaban con un budismo marginal. Pero los medios de
comunicacin de habla inglesa de todo el planeta fueron invadidos
por las opiniones de los fundamentalistas cristianos, con la
consecuencia de que fueron sus imbecilidades las que llegu a
conocer mejor y aquellas que acabaron parecindome ms despreciables.
Las estrellas se haban apagado! Si eso no era puro Apocalipsis, qu
poda serlo? (De hecho, en el Libro de las Revelaciones las
estrellas caan sobre la tierra, pero nunca hay que tomarse las
cosas demasiado al pie de la letra.) Incluso aquellos fanticos
cuyos fetichismos milenaristas se escriban con eme minscula tenan
motivos para estar contentos: los aos 2000 y 2001 tal vez hubieran
estado frustrantemente desprovistos de portentos csmicos, pero,
dadas las inexactitudes de los registros histricos, el ao 2034 (o
eso se afirmaba) muy bien poda corresponder con toda exactitud al
bimilenario, no del nacimiento de Cristo, sino de su muerte y
resurreccin. (El 15 de noviembre como Pascua? Los fundamentalistas
ofrecieron abstrusas explicaciones que incluan algo llamado deriva
pascual, pero nunca fui lo suficientemente masoquista para tratar
de entenderlas.) Era el Da del Juicio reescrito por la cmara de
comercio de alguna pequea ciudad del Cinturn de la Biblia. La
televisin segua funcionando y nadie necesitaba la marca de la
bestia para comprar y vender, y mucho menos para entregar y recibir
donaciones deducibles de impuestos. Las grandes iglesias emitieron
cautelosas declaraciones que, en resumen, venan a decir que los
cientficos probablemente estaban en lo cierto, pero sus templos se
vaciaron y la industria de la salvacin a cambio de dinero
experiment una prosperidad sin precedentes.Aparte de los grupos
post-Burbuja que haban abandonado sus religiones establecidas
originales, tambin aparecieron miles de cultos nuevos, la mayora de
ellos organizados segn los principios slidamente comerciales
inventados por los empresarios religiosos del siglo xx. Pero
mientras las oportunidades se multiplicaban, los verdaderos
psicticos florecan. Los Nios del Abismo necesitaron veinte aos para
darse a conocer, pero naturalmente, haber nacido del Abismo el Da
de la Burbuja o con posterioridad a l era un prerrequisito
imprescindible para todos los miembros. Empezaron el ao 2054,
envenenando el suministro de agua potable de un pueblo del Maine en
el que mataron as a ms de tres mil personas. Ahora actan en
cuarenta y siete pases, y ya llevan acumuladas casi cien mil
vctimas. Marcus Duprey, su fundador y gran profeta por
autodesignacin, escupe un chorro incoherente de parloteo cabalstico
a medio digerir y escatologa de cmic, pero al parecer hay miles de
personas cuyo cerebro ha sufrido exactamente el tipo de avera
necesario para que hasta la ltima de sus palabras les parezca estar
llena de verdades.Que empezaran a volar edificios escogidos al azar
porque vivimos en la Era de la Destruccin fue un mal comienzo, pero
desde que Duprey y diecisiete Nios ms fueron enviados a la crcel,
muchos de sus seguidores decidieron convertir su liberacin en la
meta final del movimiento; y con un objetivo tangible (si bien
inalcanzable) alrededor del cual concentrar sus esfuerzos, todo ha
empeorado. Lo que yo piense o deje de pensar no tiene ninguna
importancia, pero algunas noches la pregunta me ronda por la cabeza
durante horas. No deseo que lo dejen en libertad: lo que deseo es
que nunca lo hubieran arrestado.La enfermedad mental no qued
confinada a los milenaristas: las mentes seculares dispusieron de
la fiebre de la Burbuja, una reaccin claustrofbica incapacitadora a
la conviccin de estar atrapado en un volumen de espacio ocho
trillones de veces ms grande que el disponible en la Tierra. Ahora
la fiebre de la Burbuja parece ms bien risible y nos resulta casi
tan pintoresca como cualquiera de esas dolencias que afirmaban
padecer las clases altas del siglo xix, pero millones de personas
sucumbieron a ella durante el primer ao. Atac en prcticamente todos
los pases, y las autoridades sanitarias predijeron que su coste
para la economa mundial sera superior al del sida. Pero en cinco
aos el nmero de casos haba cado en picado.Las guerras y las
revoluciones que se han ido sucediendo alrededor del planeta han
sido atribuidas a la Burbuja aunque me pregunto cmo alguien puede
afirmar que est en condiciones de separar sus efectos
desestabilizadores de los de la pobreza, la deuda, el cambio
climtico, la hambruna y la contaminacin, y tambin se la ha culpado
de todo ese fanatismo religioso que, pese a todo, habra acabado
apareciendo de todas maneras. He ledo que en los primeros das se
hablaba seriamente del derrumbamiento de la civilizacin y de la
inminencia de una nueva Edad Oscura. Ese tipo de afirmaciones no
tardaron en desaparecer, pero incluso ahora, sigo sin tener muy
claro si el que las ondas del shock cultural hayan sido tan tenues
me parece milagroso o, sencillamente, inevitable. La Burbuja lo
cambia todo: prueba la existencia de aliengenas dotados de poderes
divinos, aliengenas que nos han encerrado en el Sistema Solar sin
ninguna explicacin o aviso previo..., y que nos han robado nuestro
destino en el universo. La Burbuja no cambia nada: los aliengenas
se mantienen ocultos y no nos afecta en nada su existencia. Las
estrellas son totalmente irrelevantes para las necesidades humanas;
el sol sigue brillando y las cosechas siguen creciendo, la vida de
este planeta contina como siempre lo ha hecho..., y hay mundos
suficientes a nuestro alcance para que podamos pasamos milenios
explorndolos.A comienzos de la dcada de los cincuenta,
sencillamente se saba sin que existiera ninguna razn obvia para
ello que los Hacedores de la Burbuja estaban a punto de presentarse
y justificar todo lo ocurrido: los cultos del contacto con
aliengenas florecieron y los fraudes relacionados con los ovni
alcanzaron niveles absurdos, pero a medida que los aos iban
transcurriendo en el silencio, las esperanzas de obtener aunque slo
fuera una sucinta explicacin de nuestro estado de cuarentena se
fueron desvaneciendo.Ahora ya ni siquiera me pregunto por qu.
Despus de treinta aos de or una hiptesis delirante e improbable
detrs de otra, he dejado de interesarme por el asunto. (Admito que
el fenmeno, indirectamente, mat a mi esposa... Pero,
indirectamente, yo tambin la mat.) Bella, como siempre, cumple el
plazo acordado. Descargo los registros en los generosos buffers
intracraneales de Criptodependiente, y estoy a punto de
transferirlos a la terminal de mi escritorio cuando, en un momento
de precaucin, o de paranoia, cambio de parecer y decido guardar los
datos dentro de mi cabeza, al menos por ahora.Estoy cansado, pero
slo son poco ms de las nueve. No quiero dormir, pero la perspectiva
de abrirme paso a travs de los historiales del Hilgemann me parece
insoportablemente tediosa.Invoco Trabajos de oficina (Axn, 499$) y
lo voy guiando por lo que quiero que haga con cada nombre: en
primer lugar, comprobar mi memoria natural en busca de posibles
asociaciones (despus de todo, hay muchas probabilidades de que los
familiares de alguien a quien valga la pena secuestrar sean figuras
pblicas en mayor o menor grado); despus contactar con el Sistema de
Referencias Crediticias, obtener los detalles financieros actuales
y aadirlos al archivo. Pienso que quiz debera activar una
notificacin si los recursos financieros rebasan cierto nivel, pero
no consigo decidirme por ninguna cifra y, en cualquier caso, cuando
el trabajo est terminado siempre puedo clasificarlos segn su valor
en la red. Doy instrucciones al mdulo de que me interrumpa
nicamente si se tropieza con un nombre que yo conozca.Me dejo caer
sobre la cama y conecto el sistema de audio de la habitacin. El rom
de control que he estado escuchando ltimamente, Paraso, de Angela
Renfield, es uno de los centenares de millares de copias idnticas
de esa obra, pero te garantizan que cada una de las piezas que crea
es nica. Renfield ha fijado ciertos parmetros para la msica, pero
una serie de funciones seudoaleatorias sembradas con la fecha, la
hora y el nmero de serie del sistema de audio se encargan de
proporcionar otro conjunto de parmetros.Al parecer esta noche me he
tropezado con una valoracin francamente excesiva de la influencia
minimalista. Despus de varios minutos de nada excepto el mismo
acorde (aunque de una resonancia impresionante, debo admitirlo)
repetido a intervalos de cinco segundos, pulso el botn de
RECOMPONER. La msica se interrumpe de repente, y despus de una
breve pausa, se inicia una nueva variacin que supone una clara
mejora sobre la anterior.He usado Paraso cosa de un centenar de
veces. Al principio me pareca imposible que todas esas ejecuciones
independientes tuvieran algo en comn, pero con el paso de los meses
he empezado a percibir la estructura subyacente. La veo como una
especie de rbol genealgico, o como una clasificacin filogentica de
especies. Pero la metfora no es del todo exacta, naturalmente: una
pieza puede ser considerada como prima cercana o lejana de otra,
pero en realidad el concepto de la descendencia no tiene cabida
dentro de este contexto. Cuando pienso en las piezas ms sencillas
me digo a m mismo que son primordiales y que dan lugar a
variaciones ms complejas, pero ms all de cierto punto la decisin
que determina cul engendr a tal otra, o cul evolucion hasta
convertirse en tal otra, se vuelve totalmente arbitraria.He odo
afirmar a algunos crticos que, despus de una docena de audiciones,
cualquier persona dotada de una mnima educacin musical debera ser
capaz de entender las reglas elegidas por Renfield, con lo que
cualquier audicin subsiguiente se volvera insoportablemente
redundante. Si es as, me alegro de mi ignorancia. La segunda pieza
de esta noche es como una brillante hoja de escalpelo que estuviese
pelando una capa de piel muerta detrs de otra. Cierro los ojos
mientras un fraseo de trompeta se va desarrollando e incrementa
rpidamente su timbre para mutar de repente, imposible, grcilmente,
en el sonido lquido de las metaarpas. Las flautas se aaden a la
meloda con un tema elegantemente recargado, pero ya me parece
discernir en l, escondido debajo de todos esos adornos y
amaneramientos, los atisbos de una perfecta aguja plateada que
reaparecer bajo un centenar de apariencias distintas; que ser
aguzada, acallada y vuelta a aguzar despus; y que luego me ser
mostrada, por ltima vez y para que la admire, antes de ser hundida
en mi corazn.De repente cuatro lneas de texto luminiscente aparecen
en la parte inferior de mi campo visual: [Trabajos de
oficina:Asociacin de memoria natural.Casey, Joseph Patrick.Jefe de
seguridad el 12-6-2066.]Haba olvidado que tambin solicit los
registros del personal, porque de lo contrario los habra excluido.
Pienso en esperar a que la msica termine, pero no tendra ningn
sentido porque ya s que no sera capaz de disfrutarla. Pulso el botn
de PARO, y otra encarnacin nica de Paraso desaparece para
siempre.Casey tiene cinco aos ms que yo, por lo que su retiro,
producido poco despus del mo, no fue tan prematuro. Est sentado en
un rincn del bar atestado bebiendo cerveza, y me uno al ritual.
Supongo que es una forma bastante extraa de pasar el tiempo, cuando
ni un microgramo de etanol llegar a ninguno de nuestros torrentes
sanguneos los mdulos computan nuestro consumo y sustituyen el
efecto real, espantosamente txico, por una suave euforia puramente
neural, pero al fin y al cabo, si este fsil cultural ha perdurado
mil aos y ha logrado sobrevivir a cualquier recuerdo de sus
orgenes, quiz deberamos empezar a pensar que existe alguna razn
oculta para ello.No te vemos nunca, Nick. Dnde te has estado
escondiendo?Vemos? Necesito unos momentos para comprender que no se
refiere a s mismo y a su esposa ausente, sino al bar lleno de
policas y ex policas; la comunidad de los agentes de la ley, como
diran los polticos de la misma manera en que solan hablar de la
comunidad griega, china o italiana, como si las modificaciones
neurales y fsicas que compartimos nos hubieran convertido en una
especie de blanco demogrfico homogneo. Recorro el bar con la mirada
y, afortunadamente, descubro que apenas conozco a nadie.Bueno, ya
sabes cmo son estas cosas...Y qu tal andan los negocios? Van
bien?Me gano la vida. Lo ltimo que supe de ti es que estabas
trabajando para la Corporacin de Rehabilitacin. Qu ocurri?Que SI la
compr para que dejaran de hacerles la competencia.Ah, s. Ya me
acuerdo. Echaron a un montn de gente a la calle, verdad?Tuve
suerte. Tena contactos y consegu que me trasladaran a otro
departamento. Tipos que llevaban treinta aos trabajando para ellos
se encontraron sin empleo de la noche a la maana.Y qu tal es el
Hilgemann? Se re.Oh, ya te lo puedes imaginar. Si acabas en un
sitio como el Hilgemann, y hoy en da slo vas a parar all si tienes
el tipo de problemas que no pueden resolverse con un mdulo, tienes
que estar hecho un autntico zombi. La seguridad no es un
problema.No? Qu me dices de Laura Andrews?Ests trabajando en eso?No
muestra ms sorpresa de la que requiere la cortesa. Cheng tuvo que
hablar con l antes de devolverme la llamada para asegurarse de que
no le creara problemas en el caso de que accediera a
recibirme.S.Para quin?Quin crees que puede haberme contratado?Que
me cuelguen si lo s. Para la hermana no, desde luego: Winters est
trabajando para la hermana. Eso s, no le han encargado que
encontrara a Laura: su trabajo consiste en llenarme de mierda. Esa
zorra probablemente se pasa el da entero fabricando pruebas falsas
delante de un ordenador en algn sitio.Probablemente.Para la hermana
no, desde luego. Para quin, entonces? Un familiar de otro paciente?
Alguien que cree que si el secuestro se hubiera llevado a cabo segn
lo planeado ahora le estara diciendo adis a un montn de dinero...,
y que quiere asegurarse de que no haya un segundo intento coronado
por el xito?En realidad ni siquiera hay un caso que investigar. No
cometimos ninguna negligencia. Te acuerdas de aquel tipo que demand
a los propietarios del Hilton de Sydney despus de que secuestraran
a su hija en una de las habitaciones del hotel? Los abogados del
Hilton acabaron hacindolo pur, y aqu ocurrir exactamente lo
mismo.Quiz.Casey deja escapar una carcajada llena de amargura.Y en
cualquier caso a ti te importa una mierda lo que ocurra, no?Oh,
claro que me importa. Y t tampoco deberas adoptar esa actitud. SI
no te despedir ni siquiera si pierden el caso. No son idiotas:
asignan cierta cantidad de dinero al presupuesto de seguridad, el
necesario para mantener a los pacientes dentro del centro. Si
quisieran disponer de una especie de fortaleza, saben que tendran
que pagarla. Llevan administrando prisiones el tiempo suficiente
para entender sus costes.El necesario para mantener a los pacientes
dentro? dice tras un instante de vacilacin. S, eh? Pues Laura
Andrews haba salido del Hilgemann dos veces antes. Me fulmina con
la mirada. Y como la hermana llegue a enterarse, te rompo tu jodido
cuello.Lo contemplo en silencio, sonriendo escpticamente mientras
espero a que me aclare el chiste. Casey se limita a devolverme la
mirada con expresin sombra y sin abrir la boca.Qu quieres decir con
eso de que ya haba salido dos veces? Cmo?Cmo! Oh, mierda! No s cmo
lo hizo. Si supiera cmo lo hizo, entonces no habramos permitido que
volviera a hacerlo.Pero... Crea que ni siquiera poda hacer girar el
pomo de una puerta.Eso es lo que dicen los mdicos. Bueno, nadie la
ha visto hacer girar el pomo de una jodida puerta. Nadie la ha
visto comportarse de una manera lo suficientemente inteligente para
avergonzar a una cucaracha. Pero una persona que puede burlar a las
cmaras y los sensores de movimiento sin que las puertas cerradas
con llave logren detenerla, y que adems lo ha hecho tres veces, no
es lo que aparenta ser a primera vista, verdad?Suelto un
bufido.Adonde quieres ir a parar, Casey? Crees que Laura Andrews
lleva ms de treinta aos fingiendo imbecilidad total? Pero si ni
siquiera ha aprendido a hablar! Crees que empez a fingir que sufra
lesiones cerebrales cuando tena doce meses?Se encoge de
hombros.Quin puede saber qu fue lo que ocurri hace treinta aos? Los
registros dicen una serie de cosas, pero yo no estaba all. Lo nico
que s es lo que Laura Andrews ha hecho durante los ltimos dieciocho
meses. Cmo lo explicaras?Quiz sea una idiote savante. O una idiota
que es capaz de escaparse de cualquier sitio. Casey pone los ojos
en blanco. De acuerdo, no tengo ni idea. Pero... Qu ocurri? Las
primeras dos veces, quiero decir. Hasta dnde consigui llegar?La
primera vez, hasta los jardines. La segunda logr alejarse un par de
kilmetros. A la maana siguiente la encontramos vagando de un lado a
otro con su expresin de inocencia atontada habitual en la cara. Yo
quera poner una cmara en su habitacin, pero el Hilgemann no me
autoriz debido a no s qu convencin de las Naciones Unidas sobre los
derechos de los enfermos mentales. SI tuvo tantos problemas por lo
de aquella prisin de Texas que se han vuelto ultracautelosos. Se
re. Y cmo iba a convencerlos de que necesitaba ms equipo de
vigilancia? Los pacientes son vegetales. Las habitaciones tienen
una puerta y una ventana, y las dos se encuentran bajo observacin
durante las veinticuatro horas del da. Cmo poda justificar un
incremento de las medidas de seguridad? Quiero decir que... Bueno,
no poda ir a ver a la maldita directora y decirle: Si es usted tan
lista, explqueme cmo lo hace y dgame qu debemos hacer para
detenerla.Sacudo la cabeza.Laura Andrews no hizo nada de todo lo
que dices que hizo. No puede haberlo hecho. Alguien se la llev. Las
tres veces.Ah, s? Quin? Por qu? Y qu trmino usaras para las dos
primeras veces: pruebas, ensayos o qu?Desinformacin, quiz? digo
tras un instante de vacilacin. Alguien intent convenceros de que
Laura poda salir de su habitacin por s sola, porque as cuando por
fin se la llevaran creerais que... Casey est fingiendo una
incredulidad tan severa que roza el dolor fsico. De acuerdo, de
acuerdo. S, a m tambin me parece ridculo. Pero no puedo creer que
se escapara del Hilgemann ella sola.Tardo una eternidad en quedarme
dormido. Jefe (Dignidad humana, 999$) puede haberlo convertido en
una cuestin de eleccin consciente, pero, aun as, he conseguido
seguir padeciendo insomnio: siempre tengo alguna razn para retrasar
la decisin, siempre tengo algn problema sobre el que quiero
reflexionar, como si todas esas preguntas acuciantes que me han
mantenido en vela a lo largo de mi vida todava tuvieran que ser
respondidas al viejo estilo, pese a todos los adelantos.O quiz
sencillamente estoy desarrollando lo que llaman Letarga de Zeno. El
que tantos aspectos de la vida slo estn sometidos a la eleccin ha
hecho que los cerebros de las personas empiecen a darse por
vencidos. Ahora que tenemos tantas cosas a nuestro alcance,
literalmente con slo desearlas, los seres humanos estn aadiendo
nuevas capas a sus procesos mentales para protegerlos de todo ese
poder y toda esa libertad, extravindose en regresiones
cuasiinfnitas que van de querer tomar una decisin a querer tomar la
decisin de querer decidir qu coo quieren en realidad.Lo que quiero,
en este momento, es entender el caso Andrews, pero ninguno de los
mdulos de mi cabeza puede satisfacer ese deseo.De acuerdo dice
Karen. No tienes ni idea de por qu la secuestraron. Bueno,
perfecto. Concntrate en los hechos. Dondequiera que la hayan
llevado, alguien tiene que haberla visto en el trayecto. Olvdate de
los motivos por ahora y limtate a averiguar dnde est.Asiento.Tienes
razn. Como siempre, claro. Insertar un anuncio en el sistema de
noticias...Por la maana.Me ro.S, de acuerdo, por la maana.Con su
calor familiar junto a m, cierro los ojos.N ick?S?Me besa, apenas
rozndome con los labios.Suea conmigo.Y as lo hago.2
Aleluya! Puedo verlas! Puedo ver las estrellas!Me vuelvo, sobresaltado, para ver a una mujer bastante joven arrodillada en medio de la calle llena de gente con los brazos extendidos, el rostro extasiado y los ojos clavados en el deslumbrante cielo azul. Durante un momento parece que se ha quedado paralizada o tal vez fascinada, completamente absorta en lo que est contemplando, y despus vuelve a gritar: Puedo verlas! Puedo verlas!, y empieza a darse puetazos en las costillas, balancendose hacia atrs y hacia adelante sobre las rodillas, jadeando y sollozando.Pero si ya hace veinte aos que desapareci ese culto...La mujer chilla y se estremece convulsivamente. Dos amigos que no saben qu cara poner permanecen inmviles junto a ella mientras el trfico fluye rpidamente alrededor de la escena. La contemplo, sintindome cada vez ms consternado a medida que los recuerdos infantiles de msticos callejeros que deliraban y se convulsionaban empiezan a inundar mi memoria.Todas las hermosas estrellas! Todas las magnficas constelaciones! Escorpin! Libra! Centauro!Las lgrimas se deslizan por su cara.Intento reprimir una mezcla de pnico y revulsin que est creciendo hasta adquirir proporciones incomprensibles. Esa mujer slo es otra chiflada, nada ms. El hecho de que su pequeo espectculo me parezca tan digno de atencin slo demuestra que la consideramos como una autntica rareza y que la inmensa mayora de personas se han adaptado, que han aceptado la Burbuja y han seguido adelante con sus vidas. De qu tengo miedo? Temo, quiz, que hasta la ltima forma de histeria de la Burbuja, hasta la ltima oscura secta religiosa y la ltima y extravagante psicosis de masas estn destinadas a ser revividas?Empiezo a dar la vuelta cuando de repente los acompaantes de la mujer se echan a rer. Un instante despus ella se une a sus carcajadas y, aunque un poco tarde, creo entender lo que ha ocurrido. Esfera astral ha vuelto a ponerse de moda, eso es todo. Un planetario dentro del crneo. Un artilugio, no una epifana. He ledo las crticas: el mdulo ofrece una amplia gama de entornos que van desde un panorama realista de las estrellas exactamente tal como seran con movimientos diurnos y estacionales meticulosamente calculados, ocultacin por nubes y edificios, y convincentes apariciones durante el crepsculo y desvanecimientos durante el amanecer incluidos hasta la disolucin de todos los obstculos (la atmsfera iluminada por los rayos solares y el planeta bajo tus pies incluidos), con la opcin complementaria de trasladar el punto de vista milenios hacia el pasado o el futuro, o bien de desplazarlo media galaxia.El tro de adolescentes intercambia abrazos mientras siguen rindose. Se estn burlando del culto, no revivindolo. Deben haberlo visto en algn viejo documental. Sigo andando, sintindome un poco tonto... pero muy aliviado.Cuando llego a mi edificio, subo la escalera sin apresurarme, no muy deseoso de volver a enfrentarme con un registro de llamadas vaco. Los anuncios que he insertado en todos los sistemas de noticias ya llevan cuatro das en circulacin, y de momento ni siquiera han atrado la llamada falsa de algn aspirante a timador. El Ao Nuevo tendra que haber ayudado: los sistemas de noticias siempre son ms ledos durante las fiestas, que es cuando la gente no tiene nada mejor que hacer. Diez mil dlares quiz no sean una recompensa lo suficientemente elevada, pero dudo que a mi cliente le hiciera mucha gracia que la doblase. Tampoco es que haya hecho ningn progreso en lo que concierne a averiguar su identidad, desde luego. Los registros de pacientes del Hilgemann no contienen a nadie que tenga vnculos familiares con la fama o con un nivel de riqueza realmente espectacular y, ahora que lo pienso, eso no me sorprende. Los muy ricos se habrn asegurado como mnimo de que los registros fueran meticulosamente falseados, y los obscenamente ricos mantendrn encerrados a sus familiares dementes all donde no puedan causarles problemas, en alas insonorizadas de sus propias e impenetrables mansiones. Siento la tentacin de profundizar un poco ms, pero no lo har. Puede que est experimentando el impulso (puramente esttico) de incorporar a mi cliente al Esquema General, pero todava no tengo ninguna buena razn para creer que eso pudiera ayudarme a encontrar a Laura.No ha habido llamadas.Reprimo el deseo de atizarle un puetazo al sof: la tapicera ya ha sido daada hasta ese punto en el que infligir nuevos daos apenas te produce satisfaccin. El momento en el que tendr que contratar otro da de insercin para el anuncio se va aproximando. Solicito el texto a mi terminal y lo contemplo con expresin sombra, preguntndome si, aparte de aadir uno o dos ceros a la recompensa, podra introducir algn cambio para que fuese ms efectivo. He utilizado una foto de Laura sacada de los registros de pacientes del Hilgemann que se corresponde casi a la perfeccin con mi imagen mental recibida, lo cual sugiere que el conocimiento de la apariencia de Laura que posee mi cliente se basa en esa misma foto. Su rostro est muy ntido, pero quin sabe qu aspecto puede tener ahora? No habra ninguna necesidad de recurrir a la ciruga plstica, ya que bastara con una buena mscara de piel sinttica.Vuelvo a contratar el anuncio, aun sabiendo que eso no va a servirme de mucho. Si Laura fue secuestrada por accidente, ya debe de llevar mucho tiempo muerta..., y dudo que vaya a encontrar el cadver, as que ya ni hablemos de las personas responsables. Mi nica esperanza real es que sus secuestradores no slo tuvieran alguna oscura razn para llevrsela deliberadamente, sino que, fuera cual fuese, esa razn les obligara a hacer algo ms arriesgado que limitarse a mantenerla prisionera o matarla.Como sacarla ilegalmente del pas, por ejemplo.Meter a Laura en un avin no resultara demasiado complicado. Su imbecilidad sera casi tan fcil de ocultar como su cara: existen docenas de mdulos ilegales que podran transformarla en la marioneta ambulante de un compaero de viaje, o incluso en un robot semiautnomo, capaz de llevar a cabo tareas rudimentarias como rer y llorar en todos los momentos adecuados durante la pelcula que proyectaran durante el vuelo.Introducir un registro de salida/visado falso en la base de datos de Asuntos Extranjeros no es algo que plantee grandes dificultades. Despus se desvanecera en cuanto hubieran transcurrido un par de horas, y los registros de la compaa de aviacin tambin seran adecuadamente corregidos. Asuntos Extranjeros, Aduanas y las compaas de aviacin estn siendo timadas y exprimidas continuamente, veinticuatro horas al da, por cien hackers distintos..., e, irnicamente, eso es lo que hace posible, con un poquito de suerte, seguirle la pista a una persona que est viajando de manera ilegal. Los hackers pueden bailar el vals con los arcaicos sistemas de seguridad de su objetivo, pero no pueden evitar anunciar su presencia a los otros hackers. Durante el proceso de capturar datos esenciales para su propio trabajo, no pueden evitar capturar detalles concernientes a otras violaciones en curso. Como ocurre con toda la informacin, esos datos tambin estn en venta.Aparte de proporcionarme datos de su cosecha, Bella tambin est actuando como mi intermediaria. La llamo y grabo otro cargamento. La relevancia que pueda llegar a tener un montn de datos en estado bruto es pura cuestin de suerte, naturalmente. Cuantos ms datos compres, ms probabilidades tendrs de dar en el blanco, pero cuando el acontecimiento que ests intentando localizar tuvo lugar (si es que ocurri) en un aeropuerto desconocido y en un momento desconocido de las ltimas seis semanas, entonces no cuentas con ninguna garanta de xito.Localizar los visados de salida falsos es sencillo. El propio hecho de que tengan que ser borrados para escapar al (lento y poco eficiente) escrutinio oficial delata su existencia dentro de cualquier secuencia temporal de instantneas ilegales de la base de datos. El problema es encontrar a Laura entre la multitud, porque hay ms de cien salidas ilegales a la semana. Gracias al Hilgemann, dispongo de la firma de su adn, sus huellas dactilares, sus patrones retinianos y sus mediciones seas. Aduanas no utiliza el adn (cualquier proceso masivo de toma de muestras a los viajeros internacionales traera consigo demasiadas complicaciones, tanto culturales como legales), pero los otros tres apartados siempre son comprobados, y deben cuadrar con los datos oficiales para que te concedan el permiso previo a la partida. Despus de eso, sin embargo, la prctica habitual es cambiar todos esos detalles en el registro falso del visado, precisamente para ponerles las cosas un poco ms difciles a los tipos como yo. Aunque el registro debe persistir durante el tiempo que dure el vuelo, con el nombre y la foto intactos (para evitar que se activen las distintas rutinas de chequeo antiterroristas empleadas por las compaas de aviacin), los datos biolgicos no volvern a ser solicitados hasta que el pasajero pase por el servicio de aduanas despus de haber llegado a su destino. Por lo tanto, slo hay dos breves perodos durante los que el registro del visado debe contener algo que se corresponda con la realidad. En teora, esos perodos de tiempo podran medirse en milisegundos, pero en la prctica no se puede operar con semejante grado de precisin y las ventanas tienen que durar varios minutos. De todas maneras, las huellas dactilares y los patrones de la retina pueden ser alterados con relativa facilidad mediante nanociruga, lo cual quiere decir que slo se puede confiar en las longitudes de los huesos. Si se est realmente desesperado dichas longitudes tambin pueden ser modificadas, pero, marioneta o no, nadie sube a un avin inmediatamente despus de esa clase de reconstruccin y, adems, viajar exhibiendo un grado de invalidez tan obvio equivaldra a llevar un cartel colgado del cuello.Analizo la ltima serie de instantneas, y en cuestin de segundos descubro que me es tan intil como el resto.Repaso distradamente los gigabites de basura que he acumulado, vuelo tras vuelo desde los diez aeropuertos internacionales del pas, todo desde los mens hasta los planos de distribucin del pasaje pasando por... los manifiestos de carga. Laura podra haber sido enviada como carga, naturalmente, pero eso no habra sido una eleccin muy inteligente. Toda la carga es examinada mediante rayos X o manualmente, por lo que los seres humanos slo pueden aspirar a imitar una clase de carga: un cadver humano. Obtener el parecido no supondra ningn problema, dado que los frmacos que desactivan el metabolismo durante un par de horas, sin daar el cerebro ni ningn otro rgano, estn disponibles desde hace dcadas. Lo que hace que el mtodo sea tan poco atractivo es su relacin seal-ruido: el elevado nmero de pasajeros ilegales vivos ya constituye una especie de camuflaje por s solo, pero slo uno o dos cadveres son sacados del pas cada semana por va area.Aun as, no tengo nada mejor que hacer, por lo que examino los registros de carga contenidos en los datos que he recopilado hasta el momento, y me encuentro con siete cadveres.Las imgenes radiolgicas rutinarias de seguridad tomadas a cada pasajero tambin proporcionan la base para procesar el conjunto de medidas del esqueleto utilizado como comprobacin de identidad. Pero los cadveres no son sometidos a ninguna comprobacin de identidad: al igual que ocurre con cualquier otra carga, las imgenes de rayos x (un par estereoscpico) son sometidas a una simple inspeccin visual, y despus son almacenadas en el manifiesto. Tardo media hora en rastrear una copia del algoritmo que usa el aeropuerto para procesar las longitudes seas. Descubro que viene programado en las mquinas de rayos x que suministra el fabricante y que opera de forma independiente a los sistemas principales de pasaje, por lo que no est presente en ninguna de las series de datos robados que he ido acumulando. Verme obligado a componer mi propia versin del algoritmo no me habra hecho ninguna gracia, por supuesto: las operaciones matemticas necesarias para convertir datos sacados de pares estereoscpicos en coordenadas tridimensionales tal vez sean triviales, pero automatizar la identificacin de los distintos huesos no lo es.Empleo el programa con mis siete cadveres, buscando una correlacin con los datos de Laura..., y obtengo siete resultados negativos consecutivos que, en el colmo de la perversidad, aparecen justo cuando se me acaba de ocurrir una razn por la que los secuestradores quiz no hayan elegido ese camino despus de todo. Las lesiones cerebrales de Laura podran haberles impedido usar un mdulo marioneta, ya que muchos de los mdulos ilegales confan explcitamente en la existencia de ciertas estructuras neurales que se supone todos tenemos en comn, pero de las que Laura podra carecer. Sin duda esos problemas podran ser solventados si se dispusiera del tiempo necesario, pero cartografiar el cerebro no estndar de Laura y reprogramar las nanomquinas de manera acorde con los resultados no tendra nada de trivial. Otras soluciones habran parecido mucho ms tentadoras.La falta de resultados positivos no descarta nada, puesto que las imgenes radiolgicas incluidas en el registro de carga podran haber sido manipuladas unos minutos despus de que hubieran sido tomadas. La informacin computerizada es tan evanescente como el vaco cuntico, con verdades y falsedades virtuales apareciendo y desapareciendo incesantemente. Los engaos de cualquier orden de magnitud son siempre posibles si se opera dentro de una escala temporal suficientemente corta; las leyes slo se aplican a los datos que permanecen inmviles el tiempo suficiente para ser capturados.Echo un vistazo al programa del anlisis radiolgico, sintiendo curiosidad por saber cmo funciona, pero el cdigo para el reconocimiento de las caractersticas anatmicas consiste en una lista de reglas y excepciones interminable y francamente aburrida; el resto se reduce a unas pocas lneas de frmulas. Durante un momento me asaltan las dudas y pienso que las diferencias geomtricas entre los sistemas radiolgicos de la carga y los pasajeros me pueden haber estado proporcionando resultados-basura, pero de hecho todas las dimensiones relevantes estn almacenadas junto a los pares de imgenes y han sido pulcramente identificadas mediante descriptores estndar, lo cual significa que el programa no da nada por supuesto.Una vez procese los datos de las longitudes seas, se establecer una correspondencia si cualquier posible discrepancia no rebasa un lmite de tolerancia que depende de la edad, lo cual admite la posibilidad de que hayan aparecido pequeos cambios desde que se emiti el visado. La tolerancia es mxima para nios y adolescentes, por supuesto, y la edad de Laura no tiene asignado un margen excesivamente grande. Me pregunto si no debera incrementarlo. Puede que el servicio de aduanas prefiera pecar por el lado de los negativos falsos, pero yo prefiero cometer el error opuesto.Y entonces, con un repentino sobresalto, comprendo cul ha sido el estpido error que no he parado de cometer: todava estoy pensando en trminos de pasajeros. Un cadver falso no tiene por qu ser capaz de caminar. Ninguna reconstruccin sea puede ser descartada, por muy incapacitadora que sea, lo cual me deja sin un solo dato en el que pueda confiar.Eso no es totalmente cierto. Casi todos los huesos se pueden alterar a condicin de que un perodo de convalecencia entre dentro de lo aceptable, pero es prcticamente imposible alterar ciertas partes del crneo sin que las manipulaciones resulten tan peligrosas como obvias.Modifico los criterios de correlacin, eliminando el resto de comparaciones. Cuando empleo esta nueva versin, el mensaje de correlacin aparece casi al instante: REF. CARGA: 184309547Vuelo: QUANTAS 295Salida: Perth, 13:06, 23 de diciembre del 2067Llegada: Nueva Hong Kong, 14:22, 23 de diciembre del 2067Contenido: Restos humanos [Han, Hsiu-Lien]Remitente: Consulado general de Nueva Hong KongSt. Georges Terrace, 16Perth 6000-0030016AustraliaReceptor: Funerales Wan CheiCalle Lee Tung, 132Wan Chei 1135-0940132Nueva Hong KongUna correlacin obtenida sobre la base de cinco mediciones craneanas podra ser una coincidencia. Tambin podra ser un dato falso introducido deliberadamente. Despus de todo, los secuestradores podran haber alterado las imgenes radiolgicas y, al hacerlo, habran eliminado incluso esta tenue sombra de la verdad.Compruebo la hora en que fue tomada la instantnea: las doce cincuenta y tres. La carga habra pasado por los rayos x slo dos o tres minutos antes, ya que nadie corre el riesgo de alterar unos datos justo cuando cabe la posibilidad de que estn siendo inspeccionados por un agente del servicio de aduanas. Diez minutos ms, sin embargo, y Laura Andrews habra desaparecido sin dejar rastro.Meneo la cabeza, todava no demasiado muy convencido. No suelo tener tanta suerte.sa es la definicin de suerte, idiota dice Karen inclinndose sobre mi hombro. Ahora ve corriendo a hacer las maletas.Nueva Hong Kong fue fundada el 1 de enero del ao 2029. Dieciocho meses antes en el trigsimo aniversario de la absorcin de Hong Kong por la Repblica Popular China, las manifestaciones contra la suspensin de la Ley Bsica haban terminado con una violenta represin y feroces represalias contra los disidentes, con el consiguiente incremento de la emigracin ilegal. Mientras que el resto de naciones de la zona ofrecan a los emigrantes mseros campos de refugiados rodeados de alambre de espino, junto con la perspectiva de pasar la mitad de sus vidas en un limbo carente de estado, la Confederacin de Tribus de la Tierra de Arnhem les ofreci dos mil kilmetros cuadrados de una pennsula infestada de manglares en el norte de Australia. En esta ocasin no hubo ningn arrendamiento por noventa y nueve aos, sino una cesin de soberana a perpetuidad a cambio de un porcentaje sobre los beneficios.La Tierra de Arnhem, donde los restos de media docena de tribus aborgenes estaban intentando restablecer su casi aniquilada cultura, no haba obtenido la independencia hasta el ao 2026, y en Australia se empezaba a hablar de suprimir la ayuda que la haba mantenido a flote, en parte como respuesta a las amenazas de sanciones comerciales emitidas por los chinos, pero tambin por puro resentimiento infantil al ver que la incipiente nacin haba osado tomarse en serio su autonoma. (En cuanto al gobierno australiano, su asombrosamente creativa propuesta haba consistido en alojar a sesenta mil refugiados en una colonia de leprosos abandonada de la costa noroeste, comprometindose a mantenerlos all durante todas las dcadas que pudieran ser necesarias para repartirlos por el planeta a un ritmo polticamente aceptable.) La ayuda sobrevivi, pero el proyecto fue considerablemente ridiculizado por los medios de comunicacin australianos y sus economistas domesticados, que empezaron a referirse a l como un intento de subarrendar la nacin y pronosticaron un desastre social y financiero.Pero los inversores internacionales no eran de la misma opinin, y el dinero no tard en llegar. No hubo nada humanitario en ello, por supuesto, ya que sencillamente reflejaba la situacin econmica global del momento. Los coreanos, especialmente, estaban haciendo desesperados intentos de encontrar proyectos que pudieran absorber su exceso de riquezas. Crear la infraestructura partiendo de cero tuvo que exigir un esfuerzo impresionante, pero la zona se encontraba razonablemente cerca de los florecientes centros industriales del sureste asitico, donde haba ingenieros y mano de obra de sobra. Sacando el mximo partido posible de las nuevas tcnicas de construccin, el ncleo de la ciudad estuvo en condiciones de funcionar, y fue ocupado, en tan slo siete aos. La inauguracin lleg en el momento justo, naturalmente: el ao 2036 la RPC invadi Taiwn, desencadenando una nueva oleada de refugiados.Durante las dcadas siguientes, todos los ciclos de reforma poltica y econmica que se fueron sucediendo en Beijing acabaron generando un xodo de miembros de la clase media acosados y desilusionados que slo tenan un sitio al que ir. Mientras China se iba volviendo cada vez ms pobre y aislada, Nueva Hong Kong prosper. En el ao 2056, su producto nacional bruto ya superaba al de Australia.Viajando a ms de dos mach, tres mil kilmetros requieren poco ms de una hora. No tengo ninguna ventanilla cerca, pero sintonizo mi pantalla de entretenimiento con el canal panormico y contemplo desfilar el desierto. Dejo los auriculares desconectados para evitar el pomposo comentario auditivo, pero no consigo hacer desaparecer la distraccin representada por el texto con sus grficos superpuestos, as que acabo pidindole a Jefe que lo bloquee hasta que lleguemos.La lluvia monznica azota la pista cuando el avin aterriza, pero cinco minutos despus salgo del aeropuerto para encontrarme con un sol cegador y despus de una hora ininterrumpida de veinte grados artificiales un calor y una humedad tan palpables como un bofetn en la cara.Hacia el norte, puedo distinguir las gras del puerto alzndose entre los rascacielos; hacia el este, un retazo de azul, el golfo de Carpentaria. Estoy justo al lado de una entrada del metro, pero como ha dejado de llover, decido ir a mi hotel andando. Es mi primera visita al NHK, pero he cargado Dj vu (Rostro global, 750$) junto con un paquete de informacin y un mapa actualizado de las calles.Esbeltas torres negras de los primeros tiempos se alternan con el estilo moderno de fachadas ornamentales que imitan el jade y el oro, talladas con ingeniosos relieves fractales que atraen la mirada dentro de una docena de escalas distintas. Cada edificio est coronado por el gigantesco logotipo de algn gran servicio financiero o de informacin. Siempre me ha parecido absurdo que el dinero o los datos deban necesitar un pabelln bajo el que cobijarse, pero las leyes cambian muy despacio, y al parecer la laxitud de los reglamentos de esta zona ha tentado a centenares de transnacionales a desplazar sus sedes centrales a esta jurisdiccin, aunque slo sea para aguardar el da en el que podrn incorporarse incorpreamente, como oleadas de datos libres de impuestos que fluyen entre superordenadores orbitales.Al nivel de la calle, las torres quedan casi ocultas por la proliferacin de pequeos comerciantes. El aire se llena de hologramas diurnos en paihua e ingls, cada uno con su propio torrente de dardos centelleantes que sealan una angosta entrada o un diminuto cubculo que, de otra forma, pasara fcilmente desapercibido. Hay procesadores, roms de entretenimiento y mdulos neurales puestos a la venta a escasos metros de la bisutera barata, la comida rpida y los nanocosmticos.La multitud a travs de la que avanzo parece prspera: hay ejecutivos, comerciantes, estudiantes y montones de turistas de la clase ms codiciada. La mayora de turistas septentrionales no irn ms all de doce grados al sur del ecuador: quieren un bronceado invernal, no la promesa de un melanoma. Dcadas despus de que finalmente se prohibieran los ltimos contaminantes que destruan el ozono, la atmsfera sigue estando polucionada, y el agujero que cada primavera se extiende desde la Antrtida sigue siendo lo bastante severo como para invertir las ecuaciones latitud/riesgo de cncer: la luz solar es ms peligrosa en la franja templada del hemisferio sur que en los trpicos. Es mejor que prescinda rpidamente de mi prejuicio provinciano de la franja ultravioleta, y que deje de pensar en la piel blanca como la marca que identifica a fanticos religiosos y chillados de la pureza gentica. Pocas personas nacidas aqu (o en el antiguo Hong Kong) se habrn tomado la molestia de incrementar sus niveles de melanina, pero hay una parte visible de sureos de piel negra inmigrantes nacidos en Australia de origen tanto europeo como asitico, as que mi presencia quiz no resulte tan conspicuamente extranjera como tema.El Hotel Renacimiento era el menos caro que he podido encontrar, pero aun as sigue siendo una mole desconcertantemente lujosa de rojos, alfombra dorada y murales gigantes con bocetos de Leonardo da Vinci. En NHK no hay alojamientos baratos, supongo que porque los mochileros que no tienen ni un centavo sencillamente no consiguen su visado. Odio que me lleven el equipaje, pero el jaleo que supondra rechazar esa atencin me resultara todava ms odioso. Varios discretos letreros me aconsejan no dejar propinas, pero Dj vu me aconseja lo contrario y me informa de los porcentajes establecidos actuales.Mi habitacin es lo suficientemente pequea para hacerme sentir un poco menos derrochador, y el panorama se limita a una porcin del edificio Axn, la fachada del cual est elegantemente adornada con los nombres de los mdulos neurales que ms se venden, escritos en una docena de idiomas y repetidos en todas direcciones, como una abstracta pauta geomtrica formada por baldosas. No se puede decir que las letras talladas en el mrmol de imitacin negro atraigan la mirada, pero eso quiz sea intencionado: despus de todo, Axn creci a partir de una firma que comercializaba herramientas de aprendizaje subliminal, cintas de audio y vdeo que contenan mensajes inaudibles o invisibles que, o eso se supona, eran percibidos directamente por el subconsciente. Al igual que el resto de los elixires milagrosos para la automejora de nuestra poca, esas herramientas hacan algo ms que proporcionar efectos placebo a los crdulos y enormes ganancias a los comerciantes del timo: en cuanto la tecnologa que realmente surta efecto fue inventada, tambin crearon un merc