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EL CISCO FINAL DE FRAN Echo mucho de menos que Lendoiro explicase qué pasó con el contrato del ‘capitán’, por qué se fichó a José Ramón o por qué Fran no jugó la ida ante el Rosenborg que hizo la propuesta fue Radio Nacional. Y ahí tuvo suerte. La amiga incondicional de Fran, la directora y el jefe de informati- vos le organizaron un homena- je de despedida por todo lo alto al ‘10’ en el que el momento es- telar e “inolvidable” fue cuando el entonces alcalde, Paco Váz- quez, anunció que dos calles de A Coruña se- rían rotuladas con los nombres de Fran y Mauro Silva. Estos dos je- fes temporales de Radio Nacio- nal de España en Galicia me fueron minando tanto la moral en el día a día en lo profesional y en el trato per- sonal que acabé por ir a visitar a un tipo de bata blanca para que me diese masajes inter- nos en el cerebro. Mientras echaban carbón en los fogones de la fábrica de churros “reflectidos” tuvieron tiempo para poner en la calle a Adrián Menéndez, para que Nacho Carretero optase por marcharse de la emisora y para estrechar tanto el cerco que la oportunidad de la preju- bilación a la que me acogí fue una bendición divina. Conocíamos la noticia, pero debimos aguardar unos vein- te días hasta que alguien de la Liga de Fútbol Profesional nos la confirmó sotto voce: Fran había denunciado al Deporti- vo ante la AFE. Era el verano del 2004. El bombazo lo dio en primicia Adrián Menéndez, mi hijo, en Radiogaceta de los Deportes. Fue asunto de por- tada en toda la prensa depor- tiva nacional y de apertura de las páginas de deportes en la generalista. Casi todos citaron el origen: Radio Nacional de España en A Coruña. Las tres personas que formábamos la redacción de deportes -Adrián, Nacho Carretero, que ahora triunfa con su libro ‘Fariña’, y yo- estábamos orgullosos por- que, una vez más, habíamos levantado algo muy grande en nuestro negocio, que consiste en buscar, confirmar y dar no- ticias. Recibimos infinidad de fe- licitaciones de los colegas del resto de medios y desde la je- fatura de deportes de Madrid, pero observamos caras largas muy cerca, en nuestra propia empresa. La directora de Radio Na- cional de España en Galicia, Celia Díaz Reija, y el Jefe de In- formativos -departamento del que dependía Deportes-, José Manuel García, me dijeron sin ruborizarse que debíamos pedirle perdón a Fran y que nuestra labor debía limitarse a “reflectir” más que a buscar contenidos. “Reflectir” signifi- ca hacer piezas sobre informa- ciones publicadas en periódi- cos o en teletipos. En 30 años de profesión nadie, ni cuando mandaron unos ni cuando mandaron los otros, había censurado o limitado nuestro trabajo. Nadie insinuó siquiera que esto o aquello no se podía decir, siempre y cuando estu- viese plenamente confirmado. Pero esa hora había llegado porque alguien a quien habían puesto a dedo hacía pocos meses había decidido que el nuevo modelo que nos obliga- ban a asumir eliminaba la ac- tualidad, las noticias y la crítica más elemental. Por ejemplo, no podíamos decir que se ha- bía jugado mal tal o cual parti- do porque esa era una opinión personal inaceptable. En el año 2005, el de la retirada del de Ribeira, Mari Carmen Presas -en aquel mo- mento vicepresidenta de la Federación de Peñas-, amiga incondicional de Fran, había visitado todas las emisoras de A Coruña proponiendo que se le organizase un homenaje. No accedió ninguna. La última a la El capitán de Ribeira golpea el cuero durante un entrenamiento, bajo la mirada del exentrenador deportivista Javier Irureta | ARCHIVO DXT MONCHO VIÑA EDICIÓN: ADRIÁN MENÉNDEZ VOL XXXI La denuncia del ‘capitán’ ante AFE en 2004 fue una noticia que cambió la vida al equipo de Deportes de RNE en A Coruña, que sufri- mos las consecuencias de informar de modo ético. Nunca me hubiese ido de Radio Nacional, porque para mí era un orgullo y un honor perte- necer a RTVE. En esa empresa tenía previsto seguir hasta la jubilación, pero en muy poco tiempo los planes se fueron al traste. Por supuesto, sigo pro- fesando un profundo respeto y cariño tanto a RNE como a TVE, las dos em- presas que me permitieron cre- cer, disfrutar y vivir del periodis- mo deportivo. Actualmen- te, ninguna de estas dos per- sonas es jefe y la exdirecto- ra, que no era personal de la Corporación, no trabaja ni de periodista. Echo mucho de menos que Lendoiro explicase con todas las letras qué pasó con el con- trato de Fran, cuáles eran los términos básicos de esa rela- ción, cuáles fueron los moti- vos por los que se fichó a su hermano José Ramón cuando era suplente en el Compostela y por qué Fran no jugó, el año anterior a retirarse, la ida de la previa de la Liga de Campeo- nes en Noruega contra el Ro- senborg. 43 Deportes Martes, 3 de abril de 2018

EL CISCO FINAL DE FRAN - dxtcampeon.com · Nacho Carretero, que ahora triunfa con su libro ‘Fariña’, y yo- estábamos orgullosos por-que, una vez más, habíamos levantado algo

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EL CISCO FINAL DE FRAN

Echo mucho de menos que Lendoiro explicase qué pasó con el contrato del ‘capitán’, por qué se fi chó a José Ramón o por qué Fran no jugó la ida ante el Rosenborg

que hizo la propuesta fue Radio Nacional. Y ahí tuvo suerte. La amiga incondicional de Fran, la directora y el jefe de informati-vos le organizaron un homena-je de despedida por todo lo alto al ‘10’ en el que el momento es-telar e “inolvidable” fue cuando el entonces alcalde, Paco Váz-quez, anunció que dos calles de A Coruña se-rían rotuladas con los nombres de Fran y Mauro Silva.

Estos dos je-fes temporales de Radio Nacio-nal de España en Galicia me fueron minando tanto la moral en el día a día en lo profesional y en el trato per-sonal que acabé por ir a visitar a un tipo de bata blanca para que me diese masajes inter-nos en el cerebro.

Mientras echaban carbón en los fogones de la fábrica de churros “refl ectidos” tuvieron tiempo para poner en la calle a Adrián Menéndez, para que Nacho Carretero optase por marcharse de la emisora y para estrechar tanto el cerco que la oportunidad de la preju-bilación a la que me acogí fue una bendición divina.

Conocíamos la noticia, pero debimos aguardar unos vein-te días hasta que alguien de la Liga de Fútbol Profesional nos la confirmó sotto voce: Fran había denunciado al Deporti-vo ante la AFE. Era el verano del 2004. El bombazo lo dio en primicia Adrián Menéndez, mi hijo, en Radiogaceta de los Deportes. Fue asunto de por-tada en toda la prensa depor-tiva nacional y de apertura de las páginas de deportes en la generalista. Casi todos citaron el origen: Radio Nacional de España en A Coruña. Las tres personas que formábamos la redacción de deportes -Adrián, Nacho Carretero, que ahora triunfa con su libro ‘Fariña’, y yo- estábamos orgullosos por-que, una vez más, habíamos levantado algo muy grande en nuestro negocio, que consiste en buscar, confi rmar y dar no-ticias.

Recibimos infi nidad de fe-licitaciones de los colegas del resto de medios y desde la je-fatura de deportes de Madrid, pero observamos caras largas muy cerca, en nuestra propia empresa.

La directora de Radio Na-cional de España en Galicia, Celia Díaz Reija, y el Jefe de In-formativos -departamento del que dependía Deportes-, José

Manuel García, me dijeron sin ruborizarse que debíamos pedirle perdón a Fran y que nuestra labor debía limitarse a “refl ectir” más que a buscar contenidos. “Refl ectir” signifi -ca hacer piezas sobre informa-ciones publicadas en periódi-cos o en teletipos. En 30 años de profesión nadie, ni cuando mandaron unos ni cuando mandaron los otros, había censurado o limitado nuestro trabajo. Nadie insinuó siquiera que esto o aquello no se podía decir, siempre y cuando estu-viese plenamente confi rmado. Pero esa hora había llegado porque alguien a quien habían puesto a dedo hacía pocos meses había decidido que el nuevo modelo que nos obliga-ban a asumir eliminaba la ac-tualidad, las noticias y la crítica más elemental. Por ejemplo, no podíamos decir que se ha-bía jugado mal tal o cual parti-do porque esa era una opinión personal inaceptable.

En el año 2005, el de la retirada del de Ribeira, Mari Carmen Presas -en aquel mo-mento vicepresidenta de la Federación de Peñas-, amiga incondicional de Fran, había visitado todas las emisoras de A Coruña proponiendo que se le organizase un homenaje. No accedió ninguna. La última a la

El capitán de Ribeira golpea el cuero durante un entrenamiento, bajo la mirada del exentrenador deportivista Javier Irureta | ARCHIVO DXT

MONCHO VIÑAEDICIÓN: ADRIÁN MENÉNDEZ

VOL XXXILa denuncia del ‘capitán’ ante AFE en 2004 fue una noticia que cambió la vida al equipo de Deportes de RNE en A Coruña, que sufri-mos las consecuencias de informar de modo ético.

Nunca me hubiese ido de Radio Nacional, porque para mí era un orgullo y un honor perte-necer a RTVE. En esa empresa tenía previsto seguir hasta la jubilación, pero en muy poco tiempo los planes se fueron al traste. Por supuesto, sigo pro-fesando un profundo respeto

y cariño tanto a RNE como a TVE, las dos em-presas que me permitieron cre-cer, disfrutar y vivir del periodis-mo deportivo.

Actualmen-te, ninguna de estas dos per-sonas es jefe y la exdirecto-

ra, que no era personal de la Corporación, no trabaja ni de periodista.

Echo mucho de menos que Lendoiro explicase con todas las letras qué pasó con el con-trato de Fran, cuáles eran los términos básicos de esa rela-ción, cuáles fueron los moti-vos por los que se fi chó a su hermano José Ramón cuando era suplente en el Compostela y por qué Fran no jugó, el año anterior a retirarse, la ida de la previa de la Liga de Campeo-nes en Noruega contra el Ro-senborg. �

43 Deportes Martes , 3 de abril de 2018