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Año 1 Nº 3

El ladrío invierno 2002

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El Coloquio de los Perros es la Novela Ejemplar cervantina en la que aparecen Montilla y Las Camachas. Sus protagonistas, dos canes, Cipión y Berganza, también pretenden serlo de nuestra revista. En cada número, a través de sus reflexiones y posturas en páginas centrales, uno a favor y otro en contra, iremos tratando temas de interés para nuestra sociedad. Esta sección, junto con el editorial, los resúmenes de nuestros coloquios, el cómic, los artículos de opinión, el comentario especializado y el cuestionario montillano son las que irán rellenando de contenido, número tras número, y esperemos que por muchos, este Ladrío nuestro y vuestro.

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Año 1 Nº 3

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Año 1, nº 3 El ladrío

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SUMARIOSUMARIOSUMARIOSUMARIO Editorial 3

Un ladrío histórico 4- 5

Ladridos perrunos: Capitán América

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Ladridos perrunos: Ya está aquí la semana grande

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Cipión y Berganza 8-9

Poemas 10

Ladridos perrunos: Ladrío in-justo a la Biblioteca Munici-

pal 11

Ladridos perrunos: Un anda-luz mirando el Golden Gate

12

Cómic 13

Humor Internet 14-15

Entrevista a Juan Ureña 16

EDITA:EDITA:EDITA:EDITA: Asociación Cultural El coloquio de los

perros

DISEÑA Y MAQUETA:DISEÑA Y MAQUETA:DISEÑA Y MAQUETA:DISEÑA Y MAQUETA: José Alfonso Rueda Jiménez

CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN:CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN:CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN:CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN: Junta Directiva de la Asociación Cultural

El Coloquio de los perros

COLABORAN:COLABORAN:COLABORAN:COLABORAN: Inmaculada de Castro

Abel Sainz Salvador Loriguillo Joaquín Valverde Carlos A. Prieto

J.M. Márquez “Mané” Aula de Cómic (Aula de las Artes, UCO)

IMAGEN DE PORTADA:IMAGEN DE PORTADA:IMAGEN DE PORTADA:IMAGEN DE PORTADA: Ayuntamiento de Montilla (antiguo

Hospital de San Juan de Dios)

ASOCIACIÓN CULTURAL ASOCIACIÓN CULTURAL ASOCIACIÓN CULTURAL ASOCIACIÓN CULTURAL EL COLOQUIO DE LOS EL COLOQUIO DE LOS EL COLOQUIO DE LOS EL COLOQUIO DE LOS

PERROSPERROSPERROSPERROS C/ Fuente Álamo, 1

14550 Montilla (Córdoba) Tlfo: 647100781

Página web: www.elcoloquiodelosperros.comwww.elcoloquiodelosperros.comwww.elcoloquiodelosperros.comwww.elcoloquiodelosperros.com

Correo electónico. [email protected]

EL LADRÍOEL LADRÍOEL LADRÍOEL LADRÍO Año 1, nº 3

Invierno 2003 Tirada: 500 ejemplares

El ladríoEl ladríoEl ladríoEl ladrío es una publicación plural y abierta que no hace necesariamente suyos los artículos y comentarios que en ella puedan aparecer.

El coloquio de los perros es la Novela Ejemplar cervantina en la que aparecen Montilla y Las Camachas. Sus protagonistas, dos canes, Cipión y Berganza, también pretenden serlo de nuestra revista. En cada número, a través de sus reflexiones y posturas en páginas centrales, uno a favor y otro en contra, iremos tratando temas de interés para nuestra sociedad. Esta sección, junto con el editorial, los resúmenes de nuestros coloquios, el cómic, los artículos de opiníón (ladridos perrunos de nuestros socios), el comentario especializado de un invitado y el cuestionario montillano son las que irán rellenando de contenido, número tras número, y esperemos que por muchos, este Ladrío nu

estro y vuestro.

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¡Un aplauso para todos los participantes en el concurso de relato corto, por favor! Gracias por hacer uso de la libertad de expresión, tan ansiada durante muchos años, conseguida hace menos y utilizada hoy en día por tan pocos. Y es que en un mundo donde el número de mentes social-adormecidas aumenta con tan sólo apre-tar un botón, el escritor que cada uno de nosotros lleva dentro merece un premio por el mero hecho de haber compartido con otros una creación literaria propia, original, fruto de la actividad intelectual y la dedicación a este arte al alcance de todos. Y de paso nos enseña que aun-que haya músicas, bailes, ideo-logías, escritores, noticias y eventos en general capaces de remover a las masas, la histo-ria más humilde, la más sim-ple, la que no saldrá de la me-moria de los miembros del jura-do, podrá calar hondo en sus personas hasta el punto de ser recordadas con cariño por mu-chos años, a pesar de las obras de concursos venideros. En conclusión, y rozando las más altas cotas del romanticismo, que si ya es grande sentarse a reflexionar y dar vida a unos personajes armado o armada con papel y lápiz, más grande es hacer partíci-pes de esa creación a los demás. Tampoco se trata de desmotivar al que no ha podido concursar en la presente edi-ción, animado lector. Os recordamos que no será la única, y, lo que es mejor, que al igual que los que embellecen con sus ide-as las páginas siguientes, vosotros tam-bién tenéis la oportunidad de expresaros libremente en esta publicación periódica

de la ciudad de Montilla. ¿Tienes alguna queja, comentario o sugerencia, historia, anécdota o crónica, narrada, dialogada o rimada, alguna idea cuya ocultación atente contra el placer humano de comu-nicarse? Pues no te la guardes, y, en pro de la libertad de expresión, acércate al foro público más cercano y haz que tu voz sea escuchada por todos los que espera-

mos tu participación. Deja que vea la luz, y, en pro del triunfo de la razón, disfruta con el ir y venir de las opiniones, con el refinamiento de las hipótesis que conducen a nuevas tesis, con el discurso del pensamien-to que da fe de la evolución del hombre. En otras palabras, el carnaval de las letras que se escriben, se leen, se hablan, se escuchan, y, algunas de ellas, hasta se cantan. Y, cómo no, en pro del desarro-llo cultural de la ciudad de Montilla, del espíritu de supe-ración personal y del triunfo de una competitividad pacífica entre los aspirantes a los pre-mios, la Asociación Cultural “El coloquio de los perros” presen-

ta, como plato fuerte de este inicio de temporada, su 1er Concurso de Relato Corto. Ahí es nada.

EDITORIALEDITORIALEDITORIALEDITORIAL

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UN LADRÍO HISTÓRICOUN LADRÍO HISTÓRICOUN LADRÍO HISTÓRICOUN LADRÍO HISTÓRICO

C uando Cervantes publicó en 1613 las Novelas Ejemplares -entre las que se encontraba La de los Perros Cipión y Ber-ganza, más conocida para nosotros como El coloquio de los perros, y conocida, sobre todo, por desarrollarse parte de ella en nuestra ciudad-, ya habían pasado más de dos décadas de su estancia en Montilla. ¿Había gran diferencia entre la Montilla que él conoció y la de más de 20 años des-pués?.

Lo primero que hemos de tener en cuenta es que hasta octubre de 1613, en que el marqués D. Alonso alcanza la mayoría de edad (25 años), está al frente de la Casa de Aguilar su ma-dre Dª Juana Enríquez de Ribera, quien en nombre de su hijo nombra y destituye al alcalde mayor, alguacil mayor, escribanos, y otros cargos públicos y administrativos. Este año, por esta especial circunstancia,

hay varios nombramientos de alcalde y al-guacil mayor. Comienzan el año el doctor Pedro de Toro, como alcalde mayor, y Juan Colín de Roa, como alguacil mayor. En Mar-zo Dª Juana nombra para los estos cargos a Diego de Ayala y Luis de Herrera respectiva-mente, y en octubre, el marqués D. Alonso vuelve a nombrar a D. Pedro de Toro y a Juan Colín de Roa.

Nuestra ciudad ha dejado atrás el gran momento de esplendor de mediados del si-glo XVI y ha entrado en un periodo de cierta decadencia. La Hacienda Municipal está casi en bancarrota, debiendo dinero a parti-culares y a la Hacienda Real, teniendo que recurrir para hacer frente a la falta de dine-ro a algo muy común en aquella época: la rotura de las dehesas concejiles. En varias ocasiones en este año se pide licencia al rey para poder arrendar -con la particularidad

de que el pago ha de ser al contado y sin esterilidad, es decir, que el labrador ha de pagar la renta aunque no haya obtenido co-secha- parte de aqué-llas a labradores, para que éstos las barbe-chen y las siembren, con lo que también se

consigue una mayor producción cerealísti-ca, de gran importancia para el abasteci-miento de la ciudad. Durante los años anteriores las cosechas

no habían sido suficientes, por lo que se había tenido que prestar trigo del Pósito a los labradores para que pudieran sembrar. Aun con esta falta de liquidez económica

el concejo tiene que seguir haciendo frente a los gastos ordinarios: salarios de los que desempeñan cargos concejiles, reparacio-nes de edificios municipales, empedrado de calles, arreglos de fuentes, etc., etc., y ex-traordinarios: servicios reales y repartimien-

Inmaculada de Castro Peña es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Córdoba y trabaja como Archivera en el Archivo Municipal de Montilla desde 1991. Entre sus publicaciones destacan los cuadernillos del Archivo Histórico Municipal de Montilla y diferen-

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UN LADRÍO HISTÓRICOUN LADRÍO HISTÓRICOUN LADRÍO HISTÓRICOUN LADRÍO HISTÓRICO

tos para obras públicas de gran envergadu-ra, costas de procuradores que defendían pleitos en Granada, costas de pleitos perdi-dos, etc., etc. Lo que más llama la atención de esta terri-

ble situación es la presencia en este año, durante bastantes meses, de 3 ejecutores: uno para cobrar lo que la ciudad debía del Repartimiento del Puente de Medellín, otro para la cobranza de lo que se debía del ser-vicio de Millones y otro para lo que se debía del Servicio Ordinario y Extraordinario. Lo terrible de la situación es

que estas personas cobraban un salario diario por su estancia en la ciudad y no se iban hasta que no habían cobrado la deu-da, lo que causaba, además de las costas, grandes vejaciones. Hemos de destacar que aun-

que la situación económica es precaria, debido al profundo calado en la sociedad de la épo-ca del sentimiento religioso, el concejo da doscientos reales de limosna a la Compañía de Jesús para reparar una clase del cole-gio -incluso con la oposición del regidor Hernando García, que opina que el Ayuntamiento no tiene dinero ni obligación para ello-, dos mil reales a la Co-fradía del Santísimo Sacramento como ayu-da para pagar la custodia de plata y andas que ha encargado al platero de Sevilla Juan Ledesma, o bien decide arrendar cuarenta fanegas de tierra, a pagar al contado, en el Llano del Fontanar e Hituero, para poder hacer frente a los gastos de las fiestas del Corpus. Este año la persona contratada pa-ra sacar las danzas, por la mala situación económica, accedió a ir con ellas a las fies-tas que celebraban con motivo del Corpus los conventos de San Francisco, Santa Clara y Santa Ana. A partir de este año quien con-

tratara las danzas debía ir también a las fiestas de los conventos. Por último, reseñar que este año pide la

vecindad en Montilla el escultor y arquitecto Lorenzo de Medina, quien ya llevaba 4 años residiendo aquí, haciendo los trabajos pro-pios de su oficio en los distintos edificios religiosos de la ciudad. A la vista de esta situación, nos pregunta-

mos ¿tienen algo en común la Montilla de principios del siglo XVII con la Montilla de principios del siglo XXI?. Creemos que no,

que más bien la situación es inversa, pues en aquel momen-to se pasó de un periodo de gran esplendor, el siglo XVI, al inicio de un periodo de crisis que va a durar casi todo el siglo XVII, aunque no crisis continua-da, sino con periodos de creci-miento intercalados, mientras que ahora estamos saliendo de una etapa de estancamiento y estamos entrando en otra de crecimiento observable en casi todos los aspectos: social, económico, cultural. Creo que Montilla está pasando por unos momentos, que si bien son me-

jorables, podemos calificar de desarrollo y expansión.

Inmaculada de CastroInmaculada de CastroInmaculada de CastroInmaculada de Castro

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CAPITÁN AMÉRICACAPITÁN AMÉRICACAPITÁN AMÉRICACAPITÁN AMÉRICA

T odo superhéroe tiene un supervi-llano gracias al cual, por una dialéctica aplastante, puede decir que representa todo aquello que

es justo y bueno. Ejemplos no faltan: Bat-man-Joker, Superman-Lex Luthor, etc. Con esta filosofía de la hamburguesa de lo que es el bien y el mal, se nos presenta el nuevo Capitán América con todo un kit de supervillanos (que antes eran buenos pero ahora son malos): Ben Laden (posiblemente eliminado en el episodio “Justicia Duradera”), Sadam Hussein (¡no se lo pierdan en el próximo capitulo¡) y otros que irán apareciendo en nuevas entregas. Eso es lo malo, que aún hay más. Y es que cuando América hizo saber tras el episodio de “Justicia Duradera” que seguiría con su lucha antiterrorista hasta el final, cada uno se preguntaba ¿quién será el próximo? ¿Corea del Nor-te? ¿Irak? ¿Sudán? ¿Libia?. Ningún indicio ha permitido mezclar

hasta hoy a Irak con los atentados del 11-S; en cuanto a Corea del Norte, nada es-trictamente tiene que ver con ese drama. Se está interiorizando que ser acusado por nuestro superhéroe equivale a ser implícitamente culpable. Se nos presenta así un panorama mundial totalmente uni-polar. Los hechos hablan por sí solos. La Asamblea General de la ONU aprueba la condena del embargo económico a Cuba: ¡no importa! El 85% de los Estados de la Comunidad Internacional, incluidos los europeos, aprueban suavizar las medidas contra Irak: ¡sin problemas! En la confe-rencia sobre armas biológicas y bacte-riológicas, el acuerdo para detener las investigaciones en la materia era prácti-camente unánime: ¡qué más da!, pues U.S.A no sólo se opuso sino que rechazó

cualquier tipo de control y reinició sus in-vestigaciones. Es más, U.S.A considera que para garantizar la paz mundial se de-be dotar de un armamento bacteriológico cuya [presunta] posesión por otro Estado permite la descalificación de este último (véase Irak ). U.S.A está tan por encima del bien y del mal que entrega a Milosevic al Tribunal Penal Internacional, pero re-chaza someterse a la jurisdicción de dicho tribunal. ¿Tratado de Kyoto? ¡No me hagas reír! Y podríamos seguir con esta letanía. To be continued... (desgraciadamente).

Abel SainzAbel SainzAbel SainzAbel Sainz

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YA ESTÁ AQUÍ LA SEMANA GRANDEYA ESTÁ AQUÍ LA SEMANA GRANDEYA ESTÁ AQUÍ LA SEMANA GRANDEYA ESTÁ AQUÍ LA SEMANA GRANDE

A yer pude, por fin, hablar con Mi-guel. Había pasado una eternidad desde la última vez que mantuvi-mos una tranquila conversación

(sólo un par de llamadas al móvil constitu-yeron nuestro lazo de unión durante el últi-mo mes). Por lo tanto, como es lógico, nuestro reencuentro comenzó con las ex-presiones habituales en estos casos (“¿cómo estás?,” “estás muy perdido,” “¿todo bien?”), aunque pronto me di cuenta que Miguel estaba distinto, como mucho más alegre y entusiasmado. No pasó ni medio minuto cuando Miguel me preguntó sorprendido que no te has dado cuenta en que fechas estamos. Me contó que el carnaval ya había acabado y que volvíamos a estar en Cuaresma. Los cuartelillos volvían a abrir sus puertas, unos en buenos locales y con un ambiente animado, otros manteniéndose a duras penas, mientras los solemnes carteles con los actos de las dis-tintas hermandades lle-naban de nuevo las ca-lles de la ciudad. Miguel comentó que con la ayuda de sus

hermanas había saqueado los armarios en busca de la ropa más apropiada para esos días de la semana grande, su semana grande, como le gustaba decir. No sabía si lo hacía por tradición o por cualquier otro motivo, pero Miguel me afirmó que no pue-de fallarle, que todas las primaveras tiene una cita con ella y que por nada de este mundo se perdería ese momento. Me re-cordó que llevaba repitiendo aquel ritual desde pequeño, cuando acompañaba a su

madre, hasta que un año, de repente y sin previo aviso, Lucía, su madre, achacó do-lores en las piernas para no seguirlo. Apenas si me daba tiempo a articular

dos palabras seguidas. Sin duda, nadie podía negar que la vida de Miguel experi-mentaría en los próximos días un giro radi-cal para volver a su estado de tranquilidad pasada su semana grande. También me dijo, mientras reía, que su abuela llevaba varios días preparando los pestiños y los rosquitos que todos los años comen en su casa y después de invitarme a probarlos (qué mamón este Miguel, sabe que no voy a rechazar una invitación de ese tipo), continuó contándome cómo se lo había

planteado este año. Estaba el doble de con-tento porque había aho-rrado lo suficiente para marcharse el Domingo de Ramos. Benalmádena repetía como destino elegido y el piso de un conocido de su primo actuaría de improvisado hotel. Allí le esperaba la playa, su Playa, a la que no veía en verano por

culpa de un trabajo con el que pagaba sus estudios y de la que sólo podía disfrutar durante su semana grande. Ya en la playa, Miguel pensaría: “atrás quedan 52 sema-nas de calvario y pasión.”

Salvador LoriguilloSalvador LoriguilloSalvador LoriguilloSalvador Loriguillo

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CIPIÓNCIPIÓNCIPIÓNCIPIÓN Y BERGANZAY BERGANZAY BERGANZAY BERGANZA

A migo Berganza, si finalmente se cons-truye el tan deseado coso taurino en

Montilla, habrá sido un gran logro social y cultural que dará respuesta a la gran de-manda que en este sentido existe en nues-tra amada ciudad. Porque los montillanos no nos merecemos “La Blanca Paloma”, y sí un coso como es debido. ¿Y te has parado a pensar, compañero parlante, en las bonda-des económicas de la construcción de una plaza de toros? Se daría cabida a gran número de tabernas de ambiente taurino (véase el Rincón Taurino, en Córdoba), se revitalizaría la zona donde se planea su construcción, los gorrillas sacarían tajada el día del festejo, se crearían numerosos puestos de trabajo, vendría gente de otras ciudades a disfrutar y gastarse el dinero en Montilla, las patéticas camisetas y objetos para guiris “tipycal spain” tendrían un sitio en los negocios montillanos, daría a conocer la ciu-dad, etc. Además, debes considerar las variadas actividades sociales lúdi-cas y culturales que podr-ían realizarse en un re-cinto de estas características. La fiesta es una demostración de habili-

dad, inteligencia, valor y respeto por el to-ro. La diferencia con otras artes radica en el medio utilizado para la consecución de la belleza; el lienzo en la pintura, el sonido en la música, la piedra en la escultura, y la agresividad y fuerza bruta de la bestia en la tauromaquia. Y así como el pintor no disfru-ta de la necesaria tala de árboles para con-seguir su materia prima, el torero no puede más que asumir la muerte de su compañero y oponente. Recuerdo que Teófilo Gautier en “Viaje a

España” escribía: “Confieso que... parecía

que una mano invisible me estrujara el co-razón: me bullían las sienes y sudores ca-lientes y fríos me corrían por la espalda. Nunca conocí sensaciones tan fuertes”. Y es que tan sólo quienes han asistido a tan glo-rioso espectáculo pueden sentir algo simi-lar; y ahora que se nos brinda esta posibili-dad histórica a los montillanos me dices que no es arte, sino crueldad. ¡Pero Berganza! ¿Habrá algo más hermoso y escalofriante que un muletazo de Curro Romero, el Faraón de Camas, en la Maestranza? Esto sólo tie-ne parangón con un pase del otro Faraón de Camas, ese que muestra su arte en el coli-seo de la Avda. de la Palmera... La vida y muerte del toro de lidia es la úni-

ca digna de entre todas las que se dan en la industria ganadera actualmente. Viven en

semilibertad en su medio natural, mueren hacien-do uso de sus defensas naturales, y además cuentan con la posibili-dad del indulto. ¿Acaso es más digna o compasi-va la descarga que le dan a las vacas y cerdos (eso, cuando no les cortan el cuello directamente),

que en muchos casos han nacido y vivido en 2 m2? Si de verdad te importan los animales, critica esto. ¡Ah! Eso de que los toreros tienen exceso

de testosterona es totalmente falso, y si no, que se lo pregunten al marido de cierta to-nadillera frecuentemente imitada.

CipiónCipiónCipiónCipión

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CIPIÓN Y CIPIÓN Y CIPIÓN Y CIPIÓN Y BERGANZABERGANZABERGANZABERGANZA

Q uerido Cipión: Me sorprende tu postura respecto a la construcción de una pla-

za de toros en nuestra ciudad. Parece menti-ra que no te des cuenta de los tiempos que corren. Me extraña que una iniciativa tan retrógrada pueda tener una respuesta posi-tiva por tu parte. Ciertamente nuestra ciu-dad necesita centros donde se fomente el arte y la cultura, pero desde luego no creo que eso sea una plaza de toros. EL ARTE DEL TOREO... A los entendidos se

les llena la boca con esas palabras. Sí, sin duda alguna el toreo se trata de un arte, del mismo modo que es arte todo lo que requie-re una técnica para su realización. Es un arte... matar a un animal de-lante de miles de personas enfervorecidas viendo cómo sufre... ¿No saldría más bara-to en ese caso reformar el ma-tadero municipal o hacer una perrera en condiciones y co-brar entrada por ver cómo se sacrifican a los animales? ¡Ay, querido amigo, en qué

mundo más loco vivimos!, en el que vemos con horror y consideramos crueles a los que practican la caza del zorro y salvajes a los que disfrutan con peleas de perros clandes-tinas, pero vemos perfectamente normal ir una tarde a un ruedo para ver cómo se humi-lla, hiere y mata despiadadamente a un ani-mal a manos de un señor embutido en un traje extraño, con aires de ser más hombre que nadie y con un exceso de testosterona en el cerebro. Para mí no existen excusas que valgan:

que si el torero se juega la vida... ¿acaso alguien le ha pedido que lo haga? Es algo que él decide, pero el toro no tiene escapa-toria, él la va a perder seguro y encima tras haber sido humillado; y lo de la tradición es algo que me hace mucha gracia, también es una tradición vendarle los pies a las niñas

en China, las ablaciones de clítoris y otras muchas barbaridades. ¿Es que tal vez tene-mos que tener siempre presente un vínculo con el pasado, como es la tradición, para seguir manteniendo nuestra propia identi-dad? Es una pena que nuestra identidad sea para muchos sólo eso, la tradición, y no nuestra historia y nuestra cultura. Ya hemos superado muchas costumbres que han que-dado obsoletas y eso no significa que haya-mos dejado de ser nosotros mismos. También los hay que dicen que sin la Fies-

ta Nacional el toro de lidia se extinguiría, aunque eso es algo que no me sorprende, ya que vemos cómo otras especies desapare-

cen y no somos capaces de comprender la trascendencia de esa desaparición. Pero a todos nos luce el pelo presu-miendo de vivir en un país civilizado cuando en realidad sacamos a relucir nuestros más bajos instintos, sacia-mos nuestra ansia de sangre, descargamos nuestra ira sin

que sufra nuestra conciencia y respetando las leyes, sentados en una plaza, viendo cómo un pobre animal se desangra. Yo no quiero eso para mi ciudad, que merece más cultura que la de la espada y el descabello. En este momento, querido amigo Cipión, sólo me salen de dentro las frases que es-cribió un poeta: “...a todo el que quiera la muerte de un toro lo llevaría al centro del ruedo a hacerle perrerías, y allí con un des-cabello le diría qué sientes, ¡dime qué sien-tes¡”

BerganzaBerganzaBerganzaBerganza

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POEMASPOEMASPOEMASPOEMAS

El otro día estuve contemplando los campos de mi tierra,

esos interminables pagos, perfumados y bañados

por el sudor del hombre, Sancho.

El cielo estaba como nunca, entre azul y rojizo

por la llegada de la noche. Los olivares, reyes de la turba, exhalaban bocanadas de humo,

como queriendo vocear los reproches que nunca existieron.

El olor plácido de la tierra mojada, la brisa asolanada de la tarde,

el olor de la sangre en la matanza, el ramón crepitando cuando arde.

Ha pasado, alocada, una liebre, ha sido fugazmente, Sancho, como temiendo por su vida,

como asustada por la muerte.

Esta tarde no suenan, Sancho, los zumbidos negros de los cazadores,

quizás por eso corría, porque en esa tarde tan bella no confiaba ni en su suerte.

El aire era puro, Sancho, extraordinariamente puro. Dolía el pecho al respirarlo,

de frío y de templanza, de olvido y de crianza,

de sueños y tiempos pasados; de aromas que se clavan en el alma.

Dejé que el frío me invadiera,

tenía necesidad de hacerlo, quería llenarme de mi tierra,

coger de la mano la vida de otros tiempos, sentir en mi piel, Sancho,

que esta es la tierra que me parió, que me engendró, que me vio nacer.

Villa Berrinches, 9 de Diciembre de 2002Villa Berrinches, 9 de Diciembre de 2002Villa Berrinches, 9 de Diciembre de 2002Villa Berrinches, 9 de Diciembre de 2002

Cartas del PierrotCartas del PierrotCartas del PierrotCartas del Pierrot

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E n el pasado número de esta publicación, apareció un artículo titulado “El saber no

ocupa lugar... en las estanterías de la bibliote-ca”, firmado por S.D.Z. Artículo que, sincera-mente, hirió mi orgullo profesional. Por tanto, me sentí con derecho (o más bien deber) a réplica. De ahí el por qué de estas letras. Efectivamente, como dice S.D. Z en su artícu-

lo, la Biblioteca Municipal se convierte los ve-ranos en lugar de encuentro de universitarios y opositores, transformándose en una sala de estudio. Pero esta transformación no lo es por arte de magia. Detrás de ella hay, entre otras cosas, una auto-imposición del que suscribe de no irme de vacaciones en verano (cuando más gusta tomarlas), para de esta forma poder mantener el extenso horario ininterrumpido que os venimos ofreciendo, con tan sólo dos personas, y sin que suponga ningún gasto especial para el erario de nuestro Ayunta-miento; erario que entre todos de-bemos cuidar. Ese horario y el arreglo -hace años ya- del aire acondicionado, son los que posibi-litan el buen ambiente de estudio que se respira en la biblioteca y que antes no existía. Creo que esos esfuerzos merecen más un reconocimiento que un ladrío. Quizás la palabra clave en la que centrarse

para desechar, por injusta, tu crítica S.D.Z., sea universitario. Puede que no te hayas dado cuenta, pero nos estás pidiendo como bibliote-ca pública municipal unas atribuciones y com-petencias que no nos son propias, sino que lo son de otro tipo de biblioteca: la universitaria. Es a esta última a la que como estudiante uni-versitario/a debes demandarle los suficientes manuales y material bibliográfico específico sobre las materias que estudies, y no a la bi-blioteca municipal de un pueblo o pequeña ciudad. Al igual que no sería lógico que se le pidiera, por ejemplo, a la Biblioteca de la Fa-cultad de Ciencias que adquiriera la colección de Astérix o “El Barco de vapor”. El presupues-to de cualquier biblioteca de una Facultad es muy superior al nuestro y, para colmo, lo tiene

que emplear sólo en unas específicas áreas de conocimiento. A eso hay que añadirle las más que cuantiosas matrículas que pagáis. Por tan-to, ese debería de ser tu campo de batalla en este tema. El carácter general que debe tener el fondo

bibliográfico de una Biblioteca Pública, así como nuestra función de apoyo a todos los es-colares montillanos, debido a la prácticamente inexistencia de bibliotecas escolares, hace que no se nos pueda, ni deba, atribuir más funcio-nes – reitero, no propias- con nuestros limita-dos medios. De lo que sí adolecemos es de espacio físico,

y es por ello por lo que en la actualidad convi-ven en las estanterías libros obsoletos con mu-chos otros que no lo son. Pero es inadmisible

que proyectes la imagen de que en la biblioteca no hay saber, ni bue-nos libros. Eso simplemente es falso. Sería interminable la lista de buenos libros que hay en la biblio-teca y que se podrían aquí reseñar pero, desgraciadamente, no hay tiempo ni lugar. Respecto a la re-ferencia que haces de la colección de novela romántica -imagino que

de Danielle Steel- puedo decirte que gracias a ella muchas mujeres en proceso de alfabetiza-ción tardía están tomándole el gusto a la lectu-ra y son ellas las que nos la demandan. Su pre-sencia en la biblioteca para fomento de la lec-tura en este sector de la población está más que justificada, pues ellas sí que no tienen bi-bliotecas universitarias a las que acudir.

Joaquín Valverde VilchesJoaquín Valverde VilchesJoaquín Valverde VilchesJoaquín Valverde Vilches Biblioteca Municipal de MontillaBiblioteca Municipal de MontillaBiblioteca Municipal de MontillaBiblioteca Municipal de Montilla

LADRÍO INJUSTO A LA BIBLIOTECA MUNICIPALLADRÍO INJUSTO A LA BIBLIOTECA MUNICIPALLADRÍO INJUSTO A LA BIBLIOTECA MUNICIPALLADRÍO INJUSTO A LA BIBLIOTECA MUNICIPAL

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UN ANDALUZ MIRANDO EL GOLDEN GATE UN ANDALUZ MIRANDO EL GOLDEN GATE UN ANDALUZ MIRANDO EL GOLDEN GATE UN ANDALUZ MIRANDO EL GOLDEN GATE Para L.Para L.Para L.Para L.

E n realidad este título no es muy exacto porque nunca he estado en San

Francisco. Todo lo que pueda contarles sobre el Golden Gate o sobre EE.UU. lo habré leído o visto en alguna película. Creo que, en general, a la mayoría de los europeos nos ocurre esto, podemos hablar mucho de EE.UU. pero dudo que tengamos un conocimiento profundo de la realidad y del carácter norteamericano. Desde mi punto de vista, el estadounidense

normal no debe de ser muy distinto de nosotros. Supongo que han recibido muchas influencias a lo largo de su historia (indios, esc lavos a fr icanos, europeos y sudamericanos). El carácter al que ha dado lugar esta mezcla de pueblos y de gentes resulta complejo: el norteamericano es sencillo, huye de la sofisticación de la clase media europea (aunque muchos se miran con envidia en ella), cree ciegamente en la corta historia de su país y, como consecuencia, en los valores que le han enseñado. Esto no quiere decir que no sean críticos, de hecho pueden ser muy mordaces, pero sólo de puertas adentro, nadie debe vislumbrar siquiera la crítica o la desunión (esto en Europa puede confundirse con la hipocresía).

No creo que ninguna parte exista un “carácter nacional”, pero menos en un país tan inmenso como EE.UU. Pero sí que se aprecian ciertos rasgos definitorios: el norteamericano se mueve entre el individualismo extremo y el sentimiento comunitario más fuerte. Walt Whitman, su mayor poeta, escribía: “I song myself and I celebrate myself”. Pero también: “Whoever degrades the another, degrades me”. Así pues, esta contradicción aparente puede resumir cómo se mueven los sentimientos entre el deseo de una gran libertad personal (para mí que, a veces, confunden libertades con privilegios) y la solidaridad con los débiles. Los norteamericanos han resuelto esta contradicción con el patriotismo, con la identificación del individuo y la libertad con

su propio país. No obstante, la sencillez del pueblo norteamericano es sólo aparente. La complejidad de la estructura étnica y social de este gigantesco país hace que no sea fácil pensar en una nación monolítica, sino por el contrario, en transformación continua y acelerada (demasiado para el ritmo de la Vieja Europa). Por todo ello, me gustaría conocer mejor

este país y sus gentes, aunque sé que no es un buen momento para hablar bien de EE.UU. (de hecho, mis sentimientos anti-bélicos están a flor de piel). Ahora que han desenterrado el hacha de guerra de sus antepasados, me gustaría navegar el Mississipi en un vapor humeante; quisiera que los Joad me llevaran por la Ruta 66 hasta la excitante California; sueño con que la Luz de agosto ilumine el dorado Golden Gate y me lleve más allá del Este del Edén; mientras Glenn Miller toca una Serenata de medianoche en un Villorrio cualquiera del profundo Sur y El ruido y la furia se serenan, dejando que las Hojas de hierba crezcan verdes y en paz en el Medio Oeste salvaje. Ojalá que siguiera el Poeta en Nueva York, y que escuchando una Rhapsody in Blue; la Libertad iluminando al mundo y no el odio guiara a los gobernantes hacia la paz. Yo, mientras, me conformaría con que Un tranvía llamado deseo me llevara hasta Manhattan, pero no al de los tiburones de Wall Street ni al del 11-S, sino al Manhattan Transfer de obreros en lucha de John Dos Passos y al de de Woody Allen , lleno de amores extraños que no pudieron ser.

Carlos A. PrietoCarlos A. PrietoCarlos A. PrietoCarlos A. Prieto

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HUMOR INTERNETHUMOR INTERNETHUMOR INTERNETHUMOR INTERNET

Haz este ejercicio matemático que te sor-prenderá. Sólo te tomará 20 segundos; todo lo que tienes que hacer es seguir las instruc-ciones. Y, sobre todo, no leas el final hasta que no hayas hecho todos los cálculos, ok? Empezamos: Elige el número de noches por semana que te gustaría hacer el amor. Multiplica ese número por 50. Al resultado, súmale 44. Después, multiplica por 200. Si ya cumpliste años este año, súmale 103. Si todavía no has cumplido años este año, entonces súmale 102. Último paso: al resultado que has obtenido, le vas a restar el año de tu nacimiento (o sea, le vas a restar por ejemplo 1941, 1973, etc.). Una vez efectuada la sustracción, deber-

ías obtener un número de cinco cifras. Aho-ra bien: La primera de las 5 cifras te indica el número de noches por semana que te gus-

taría tirar, ¿verdad? Pero eso no es todo. Las dos últimas cifras corresponden a tu edad. Pero lo mejor está por venir: La segunda y tercera cifra indican... ¡¡¡LA POSTURA QUE TE PONE A GOZAR, SINVERGÜENZA!!! En una gira de promoción por EEUU el presi-dente George Bush visita un colegio y explica a los alumnos su política. Después les pide

que hagan preguntas. El pequeño Bob toma la palabra: Señor presidente tengo tres pre-guntas. ¿Cómo, después de haber perdido en el re-cuento, ha ganado las elecciones? ¿Por qué quiere atacar al Irak sin razón? ¿Usted no cree que la bomba de Hiroshima fue el acto terrorista más grande del mundo? En ese momento suena el timbre y todos los alumnos se van al recreo. Cuando vuelven, el presidente Bush les invita a continuar con las preguntas. Esta vez toma la palabra Joey: Señor presidente, tengo cinco preguntas: ¿Cómo, después de haber perdido en el re-cuento, ha ganado las elecciones? ¿Por qué quiere atacar al Irak sin razón? ¿Usted no cree que la bomba de Hiroshima fue el acto terrorista más grande del mundo? ¿Por qué ha sonado hoy el timbre del recreo 20 minutos antes? ¿Dónde está Bob?

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HUMOR INTERNETHUMOR INTERNETHUMOR INTERNETHUMOR INTERNET

Durante un reciente estudio realizado en los EEUU se preguntó a dos grupos de ex-pertos si el ordenador era un aparato de tipo femenino o masculino. El primer grupo estaba formado por mujeres, mientras el segundo por hombres. Cada grupo debía encontrar razones para justificar el género masculino o femenino del ordenador. EL GRUPO DE MUJERES LLEGÓ A LA CON-EL GRUPO DE MUJERES LLEGÓ A LA CON-EL GRUPO DE MUJERES LLEGÓ A LA CON-EL GRUPO DE MUJERES LLEGÓ A LA CON-CLUSION DE QUE EL ORDENADOR ERA CLUSION DE QUE EL ORDENADOR ERA CLUSION DE QUE EL ORDENADOR ERA CLUSION DE QUE EL ORDENADOR ERA MASCULINO POR LAS SIGUIENTES RAZO-MASCULINO POR LAS SIGUIENTES RAZO-MASCULINO POR LAS SIGUIENTES RAZO-MASCULINO POR LAS SIGUIENTES RAZO-NES: NES: NES: NES: Para captar su atención hay que encender-lo. Está lleno de información pero no tiene nin-guna imaginación. Se supone que tiene que ayudarte, pero la mitad del tiempo él es el problema. Desde el momento en que tienes uno, te das cuenta de que si hubieses esperado un

poco más hubieses conseguido un modelo mucho más potente. EL GRUPO DE HOMBRES, POR SU PARTE, EL GRUPO DE HOMBRES, POR SU PARTE, EL GRUPO DE HOMBRES, POR SU PARTE, EL GRUPO DE HOMBRES, POR SU PARTE, LLEGÓ A LA CONCLUSION DE QUE EL ORDE-LLEGÓ A LA CONCLUSION DE QUE EL ORDE-LLEGÓ A LA CONCLUSION DE QUE EL ORDE-LLEGÓ A LA CONCLUSION DE QUE EL ORDE-NADOR ERA FEMENINO POR LAS SIGUIEN-NADOR ERA FEMENINO POR LAS SIGUIEN-NADOR ERA FEMENINO POR LAS SIGUIEN-NADOR ERA FEMENINO POR LAS SIGUIEN-TES RAZONES: TES RAZONES: TES RAZONES: TES RAZONES: - Nadie, salvo su creador, comprende su lógica interna. El lenguaje que utiliza para dialogar con otros ordenadores es totalmente incom-prensible. El más pequeño de los errores es almacena-do en la memoria y puede surgir en el mo-mento más inoportuno. Desde el momento en que tienes uno, des-cubres que tienes que gastarte la mitad del sueldo en accesorios. Si no tocas en el sitio correcto, te monta una pirula de la leche.

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CUESTIONARIO MONTILLANOCUESTIONARIO MONTILLANOCUESTIONARIO MONTILLANOCUESTIONARIO MONTILLANO

1. Una calle.Una calle.Una calle.Una calle. La calle Escuelas, es donde me crié. 2. Un personaje histórico.Un personaje histórico.Un personaje histórico.Un personaje histórico. El misionero franciscano San Francisco Solano y el conocido estratega Don Gon-zalo Fernández de Córdoba, más conoci-do como “el Gran Capitán”. 3. Una fiesta.Una fiesta.Una fiesta.Una fiesta. Sin duda alguna la fiesta de la vendimia, es la que de alguna manera le da un sello peculiar a nuestra ciudad. 4. Un personaje actual.Un personaje actual.Un personaje actual.Un personaje actual. Imagino que habrá varios personajes im-portantes, yo destacaría a todo aquel que desde su posición contribuya al de-sarrollo de Montilla en la faceta que le corresponda. 5. Un colectivo o asociación.Un colectivo o asociación.Un colectivo o asociación.Un colectivo o asociación. Hay muchos, sin duda todos tendrán su importancia. 6. Un recuerdo de tu infancia.Un recuerdo de tu infancia.Un recuerdo de tu infancia.Un recuerdo de tu infancia. Mis tardes en el colegio Salesianos. Al salir de clase siempre me quedaba ju-gando.

7. Tres adjetivos.Tres adjetivos.Tres adjetivos.Tres adjetivos. Sincero, leal , amigo. 8. Una virtud y un defecto de los montilla-Una virtud y un defecto de los montilla-Una virtud y un defecto de los montilla-Una virtud y un defecto de los montilla-nos.nos.nos.nos. Nunca se deben generalizar las virtudes ni los defectos, lo mejor es poder tomar conciencia de los que cada uno tiene y darle el mejor provecho posible. 9. Cuando hablas con amigos que no co-Cuando hablas con amigos que no co-Cuando hablas con amigos que no co-Cuando hablas con amigos que no co-nocen Montilla, ¿cómo la defines?nocen Montilla, ¿cómo la defines?nocen Montilla, ¿cómo la defines?nocen Montilla, ¿cómo la defines? Como una ciudad donde la hospitalidad, es lo más importante. A menudo me gas-tan bromas en referencia a mi pueblo, saben que me pico mucho cuando me hablan mal de ella. 10. ¿Qué necesidades encuentras?¿Qué necesidades encuentras?¿Qué necesidades encuentras?¿Qué necesidades encuentras? Gente capaz de sacarle más provecho a las grandes posibilidades que tiene. Soy consciente de que es cada vez más la gente que tiene esta inquietud.

Desde la contraportada de “El ladrío” pretendemos acercar cada número a un montillano célebre que, por motivos de trabajo, vive fuera de nuestra ciudad. Para ello hemos ela-borado este pequeño cuestionario, a través del cual queremos conocer los sentimientos y recuerdos que Montilla evoca a nuestro paisa-no. En este número nos responde Juan Ureña, ex-jugador del Real Betis Balompié, del que fue capitán durante varios años y del que ahora es delegado de equipo. Su fichaje por el club sevillano le hizo dejar Montilla con apenas 18 años. Aún así, en nuestra ciudad conserva fa-milia, amigos e innumerables recuerdos de in-fancia y juventud que, gracias a la cercanía, le hacen volver a menudo.