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El ladrío invierno 2011

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El Coloquio de los Perros es la Novela Ejemplar cervantina en la que aparecen Montilla y Las Camachas. Sus protagonistas, dos canes, Cipión y Berganza, también pretenden serlo de nuestra revista. En cada número, a través de sus reflexiones y posturas en páginas centrales, uno a favor y otro en contra, iremos tratando temas de interés para nuestra sociedad. Esta sección, junto con el editorial, los resúmenes de nuestros coloquios, el cómic, los artículos de opinión, el comentario especializado y el cuestionario montillano son las que irán rellenando de contenido, número tras número, y esperemos que por muchos, este Ladrío nuestro y vuestro.

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Sumario3. Editorial

4. NarrativaVidas en azul atlántico. Azul osbcuro.por Juan Gómez Portero.

5. Opinión“Leer es desear que un libro no acabe nunca”por Miriam Arias Hidalgo

6. RecomendaciónEl viaje de Juan Luquepor Ángel Márquez

7. NarrativaJarra de fiebrepor Juan Delgado Chumilla

8. Opinión¿Estamos asistiendo a un nuevo cambio

socio-cultural?por Elena Soria López

9. NarrativaElectroindiospor David Marcos

10. CipiónA favor de la reforma electoral

11. BerganzaEn contra de la reforma electoral

12. DivulgaciónMatemática electoralpor José Alfonso Rueda

13. Poesía por Alba Delgado NúñezEl número de tu cuerpo

14. OpiniónEl televisor, bendito inventopor Paco Vílchez Rodríguez

El Coloquio de los perros es la Novela Ejemplar cervantina en la que aparecen Montilla y la Camachas. Sus protagonistas, dos canes, Cipión y Berganza, también pretenden serlo de nuestra revista. En cada número, a través de sus reflexiones y posturas en páginas centrales, uno a favor y otro en contra, ire-mos tratando temas de interés para nuestra sociedad. Esta sección, junto al editorial, las noticias de nuestras actividades, el cómic, la fotografía, la poesía, los artículos de opinión (ladridos perrunos de nuestros colaboradores), las recomendaciones y el comentario especializado de un invitado son los que irán rellenando de contenido, número tras número, y esperemos que por muchos, este Ladrío nuestro y vuestro.

Portada:José Manuel

Márquez (Mane)

15. OpiniónSMSpor Lucas Carpio Pérez

16. Opinión

Defendamos el Patrimonio Arqueológico de Córdoba

por Sebas Sánchez

17. Poesía

Carta de honestidad

por Antonio Leiva Vílchez

18. PoesiaTu imagen.Volverás.por José Manuel Pozo Herencia

19. Humor por Miguel Ángel de la Fuente

Contraportada: Viaje ROUTE 66: 4ª PARTE USA por la Ruta 66 (agosto 2010)

por Óscar Marcos Jurado

Con la colabora-cion de:

Rafael López, José Alfonso Rue-da, Carlos Alberto Prieto y Miguel Ángel de la Fuente

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El LadríoINVIERNO 2011Nº 21 Año VDepósito Legal: CO-1592-2006ISSN: 1887-1437Tirada: 500 ejemplaresEjemplar gratuitoEdita: Asociación cultural El coloquio de los perros

Aptdo. Correos 122. 14550 Montilla (Córdoba))

El Ladrío es una publicación plural y abierta que no hace necesariamente suyos los artí-culos y comentarios particulares que en ella puedan aparecer.Los autores de la sección «Cipión y Berganza» escriben defendiendo dos posturas distintas sobre un mismo tema de interés a petición de los editores de esta publicación. Los opinio-nes reflejadas en estos artículos no tienen por qué coincidir con las de sus autores.

www.elcoloquiodelosperros.es

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Un 23 de diciembre de 2001, hace ya algo más de 10 años, tomando café en torno a una mesa en un lugar de nombre y reminiscencias tan cervantinas como el Restaurante Don Quijote, siete gañanes se devanaban los sesos para tratar de encontrar un nombre para la asociación que minutos antes habían decidido crear. Un colectivo que nacía ese día y que pretendía dar un envoltorio más formal a unas inquietudes relacionadas con el debate, el intercambio de ideas, la cultura más general pero también la que tenía que ver con el entorno mediterráneo, andaluz y montillano en particular.

La misión no era sencilla. Tratar de aunar todos esos objetivos en un breve pero identificativo nombre, el que haría reconocible a la asociación a partir de ese momento, no podía decidirse a la ligera y era obligado dedicarle todo el tiempo necesario hasta encontrarlo.

Tras unos minutos, afortunadamente, surgió la idea que recogía la vocación dialogante de contraste de opiniones, la afición literaria y cultural, el amor por la tierra montillana y andaluza

que veía nacer al colectivo o los ecos cervantinos del lugar donde se producía el alumbramiento. Acababa de nacer la Asociación Cultural El coloquio de los perros.

Después de 10 años, las inquietudes se mantienen y también las ganas por llevar a cabo actividades con las que plasmarlas. En ese tiempo, otras muchas personas se han identificado con esas pretensiones, con esos objetivos, y han ido enriqueciendo la asociación con sus aportes, su trabajo y su ilusión; la misma que nos lleva a imaginar de qué manera celebraremos la llegada del 20 aniversario de estos renovados Cipión y Berganza del tercer milenio y a trabajar por todo lo que queremos desarrollar en este 2012 que acaba de comenzar.

Mientras tanto, esperamos que disfrutes de la primera actividad, la más veterana de la Asociación Cultural El coloquio de los perros, estas páginas que tienes ante tus ojos, querido lector, las de este “El ladrío” que lleva ya también 10 años sonando.

EDITORIAL

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Vidas en azul atlantico. Azul osbcuro.Adela consiguió abrir la

puerta de su apartamento, aquel apartamento pintado en color crema que adqui-rió con aquella vieja ilusión que la había acompañado toda su vida, prendió la luz y contempló el sofá marrón donde algunas veces se que-daba dormida después de ahogar sus penas; caminó hacía la cocina y se sirvió un whisky, bebiéndolo en dos tragos, mientras, apo-yándose en la barra, notaba cómo le quemaba la gargan-ta y recordaba sin desearlo, una y otra vez, el momento a la salida del restaurante.

La lluvia golpeaba las ventanas y el viento rugía tan fuertemente que los vie-jos cristales se difuminaban hasta el punto de parecer inexistentes, pero ella no escuchaba nada, su mundo giraba en torno a sí misma y aquella noche se había detenido frente a ella. Se levantó y se sirvió otra copa, que volvió a ingerir, esta vez de un trago, giran-do la cabeza y reconociendo aquellas gafas grandes y obscuras que se reflejaban en aquel viejo espejo que habían comprado juntos en aquel viaje maravilloso en los viejos encantes de Barcelona y que ocultaba la verdad que desde hacía más de tres años se esforzaba en que le pareciese una men-tira.

Se tumbó en el sofá, ad-mitiendo el hormigueo que

la inundaba, relajándola y dejando su cabeza de nuevo en un estado plano, donde el pensamiento brillaba por su ausencia. En aquel momento necesitaba otro trago, pero se sacó las gafas y contempló de una vez el rostro de aquella mujer que no reconocía, cuyos ojos eran pantanos inmensos, ahora llenos de lágrimas, tristezas y moratones. Des-trozada se forzó a mirarse, los tobillos, las piernas, los brazos, los pechos… a contemplarse, a reconocer-se, a plantarse ante aquel viejo espejo, que sólo le devolvía su imagen, aquella imagen desecha por quien la acarició, la besó… En ese momento deseó acabar con todo.

De repente su pensamien-to quedó interrumpido por el timbre del teléfono,

aquel teléfono que le conta-ba las mentiras que quería escuchar, aquel teléfono que convertía el azul atlán-tico en azul obscuro.

Descolgó, marcó un uno, un uno, un seis…mientras la melodía del móvil la llamaba, la inundaba de es-peranzas, hacía que el latir de su corazón se escuchara en toda la casa y su cabeza pensara aún más deprisa.

Una voz respondió, hola amiga, y Adela rompió a reír mientras sentía que su cuerpo se derramaba de miedo antes de contestar.

Este relato va dedicado a todas esas personas que quieren cambiar el color en el que viven y que deben contestar a alguna de las dos llamadas.

Narrativa por Juan Gómez Portero.

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“Leer es desear que un libro no acabe nunca”por Miriam Arias Hidalgo

Hace ya unos cuantos me-ses, pude leer en esta misma publicación, en la sección «Cipión y Berganza», cómo se discutía acerca del tema de la lectura, la cuestión era: ¿leer libros digitales o libros de papel?

Hoy que me dan a mí la oportunidad de escribir en esta revista, me gustaría haceros una recomenda-ción mucho más general: la lectura.

Como normal general, y como adolescente que soy, lo más frecuente es encontrar-me a mi alrededor personas que rechazan de lleno sumer-girse en la lectura de un buen libro, sin ni siquiera haber tenido la oportunidad de hojearlo.

A mi parecer, la lectura es algo que, una vez que se conoce y practica, cambia de forma radical nuestra ma-nera de ver la vida. Con ello no quiero decir que un buen libro nos haga más ricos, ni más afortunados, ni tan siquiera puedo asegurar que con la lectura podamos llegar a ser mejores personas.

Soy de las que creen que un libro no sólo debe ser usado por su utilidad o por su contenido. Un libro no tiene porqué ser usado para extraer de él información y/o aprendizaje. Al revés, el he-cho de leer nos puede acercar a las grandes preguntas de la vida. Esas que, en un día

cualquiera, no se nos ocu-rriría pensar. Esas que nos pueden hacer ver lo maravi-llosa que es la vida. Esas que nos pueden conducir a una mayor felicidad.

A raíz de ello, y con el pro-pósito de fomentar la lectura, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía de-claró en mayo de 2005 el 16 de diciembre como Día de la Lectura en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía. ¿El porqué de esta fecha? La Junta de Andalucía quiso conmemorar el naci-miento del poeta andaluz Ra-fael Alberti y la celebración en Sevilla de la reunión del grupo de poetas que homena-jearon a Góngora, constitu-yéndose como la Generación del 27. Por ello, y con motivo de este día, hemos podido ver en muchos centros escolares

en el mes de diciembre algu-nos actos relacionados con la lectura, con su fomento entre los más pequeños.

Me gustaría acabar el artí-culo con la misma recomen-dación con la que he empe-zado: leed. Actualmente, y gracias a que vivimos en el siglo de la información, acce-der a un libro es realmente fácil, ya sea un libro de papel, o un libro digital.

Prueba de ello es la revista que tienes entre manos.

«Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he leído» (Jorge Luis Borges)

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El viaje de Juan LuqueRecomendación por Ángel Márquez

Juan Luque expone en Córdoba en la sala Carmen del Campo. Siguiendo su línea, todas sus obras son óleos sobre tabla, con una técnica cada vez más depurada y acertada. Un abanico de medidas compone esta exposición, desde forma-tos pequeños hasta una obra en cuyas dimensiones cabe una capa de circo y su mundo.

Son tres los temas que nos presenta en su peculiar geo-grafía: faros, carpas de circos y paisajes con edificios desola-dos por el viento y el tiempo, en los infinitos paisajes norte-americanos.

Son ya algunos años que Juan Luque nos deslumbra con sus faros –como nuevos náufragos-, todos diferentes en su estilo, en su construcción y su ubicación; unos abrigados por la nieve y otros enfrentán-dose a impetuosos mares y nie-blas, dando vida a los viajeros

del mar, todos desempeñando una soledad de obeliscos modé-licos. Los faros son los falos de la mar y, como bien dice Juan en un titulo de un cuadro, “donde habita la luz”.

Los cuadros cuyos motivos son moteles, gasolineras, estructuras abandonadas, nos invitan a un largo viaje por el medio oeste. Cuadros en los que la línea del horizonte es la carretera y donde lo observa-mos dentro de un vehículo en movimiento, casi a la misma velocidad del viento. Moteles donde la desidia y el abandono han tomado protagonismo.

Las carpas de los circos están resueltas con una solidez de telas a prueba de elementos climáticos, y herméticas a las personas; cada uno de estos caracoles de tela tiene los lis-tados de diferentes colores, de todos los colores y de diferen-tes ilusiones. Imaginándonos

la vida que llevan dentro. En estos paisajes la figura

humana se encuentra anulada; si en algunos de ellos aparece es de una manera pequeña, sin significado y absorbida por el paisaje, que todo lo envuelve.

Dos elementos constructivos sobresalen en la obra de Juan Luque. Uno es la atmósfera que crea en cada uno de ellos, una atmósfera climática que nos impregna la visión; otro elemento es la soledad, el vacío. Las carpas, los mote-les, los faros, las gasolineras, están imbuidos de una soledad aceptada e implacable, resi-duos de mejores momentos y de mejores tiempos.

Viendo estos cuadros nos adentramos en un mágico viaje.

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No puedo andar por el barro. Tropiezo con tu sonido, con el sermón de tu colmena, con tus vestidos acurrucados en mis sueños.

Los brazos envarados, la sonrisa engolosinada de un niño. Sonrío, sonrío, con un pitillo pintado a mis labios caídos que tiemblan como un juguete abandonado.

Lo sé. Las lanzas no matan, llevan la virola misericordio-sa de los vaqueros. Es el juego hablado, acordado, el titular de un periódico de antenoche, vuelta de trapos rojos, tendi-dos, cuando se acorrala al lobo y se le asusta con cascabeles antes de fusilarlo.

Nos aguardan con cuarte-lería y tentáculos, hunden las mareas sin clasificar, las chalupas de los guerrilleros apedreados como estorninos. Taponan los vientres hermo-sos, fechados con dinamita antigua.

No eres tú, no somos no-sotros. Son los amantes que fuimos, expirados en la gasa sucia. Es una sonrisa mutila-da creciendo en un pasadero de piedra.

La miro. Una pistola en la mesa, prolongando los ejes del espíritu al que quema.

Mis ojos se nublan, tengo la impresión de que las escaleras se remangan, dan un revés a mi carne helada. Cada sombra que proyecto es un simio de otro tiempo, un solitario juego de comba.

Me vuelvo a adentrar en los polos de mi mundo, en la col-

cha, junto al cementerio que no ceso de chupar. Un cigarro tras otro. Odio abrir los libros y toparme con los mismos chelines, el mismo pienso, la misma festividad alimenticia. El silencio muñequeando encima, rodando los globos de los ojos, nominando y olis-

cando la porcelana del juego, saboreando la carne de gallo.

Hay un silencio de recaudo en nuestra habitación. La ventana se hace chiquita, se enfría sin estocadas. Las ratas cucharean en toda mi ganan-cia de deshechos, gusanean entre mi basura.

Me ofusca tanto reproche, que el silencio se arrodille y me siga atisbando incorpóreo y cándido. No seré yo quien sujete su cadena para que él corretee como un toro amena-zado por los insectos.

El talán de las campanas de la Catedral ejecuta su pro-

pio torneo en mis tímpanos, como un surtido de tiros que aplastan la cabeza, que toman el paso muy lentamente, que dejan mi cabaña sin latidos. Talán, talán. Esas campanas, que parecen fieras abanicando a un muerto.

Cierro la puerta, que ma-quea un beso de madera podri-da. Como la selva húmeda y densa que sirve de masticato-rio al silencio. Frente a mí se alza el bosque. En el repecho donde los indios hacen teatro, me rodean los mosaicos en bandada de la lluvia. Pienso que las tiritas podrán curar el frío, que tus suspiros en mi mente son leñadores que bailan con los truenos, que lo nuestro fue un embadurna-miento de bayonetas que no hieren, hubiéramos podido subir los ríos con un salario de ventiscas, habernos odiado como insectos granujas.

Jarra de fiebrepor Juan Delgado Chumilla

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A pocas semanas de la Navi-dad, el ambiente festivo está presente en todos nosotros, especialmente en los más jóvenes que llegan con ansiadas ganas a un descanso estival tras los exámenes de diciembre, no tanto para trabajadores y universitarios. Aún así está claro que la mayoría de noso-tros, por unos u otros motivos, encontramos reconfortante la celebración de la navidad, ya sea por los reencuentros que en estas fechas se dan, las copiosas cenas y comidas, el sinfín de regalos, los merecidos descansos o bien la devoción para quienes la sienten.

Quizás sean los niños los que más disfrutan de estas fechas, aún así me gustaría hacer hincapié en los adolescentes. En ellos está nuestro futuro, pero conforme la sociedad avanza parece ser que sus hábitos van cambiando. Segura estoy de que la mayoría de los jóvenes esperan grandes regalos tales como dispositivos móviles de última generación, play sta-tions, y ante todo esperan ser consentidos por sus padres para poder asistir a las celebraciones pertinentes de esta época del año: Nochevieja, Nochebuena, etc. En estas ocasiones es cuando los jóvenes salen a divertirse, cosa totalmente natural, lo que quizá se nos está yendo de las manos es el comportamiento que mu-chos de ellos llevan a cabo en esas fiestas: alcohol, drogas, descontrol al fin y al cabo, lo peor de todo es que lo hacen porque es su manera de divertirse y no se dan cuenta del riesgo en el que están cayendo.

A muchos padres este

tipo de situaciones se les escapa completamente de las manos y llegan hasta tal punto que no son capaces de controlar el com-portamiento de sus hijos. Esos hijos que a sus edades deberían estar celebrando esos días pero de una manera más adecuada a su edad. Hoy diversión es sinó-nimo de alcohol y descontrol.

Este cambio en la sociedad me resulta bastante triste, ya que no estoy negando en ningún mo-mento que los jóvenes no deban divertirse, ni tampoco estoy a favor de una abolición absoluta del alcohol, simplemente defien-do que la diversión es posible de muchas otras formas.

Esta situación también deriva en una cierta aversión a los jó-venes que no consumen, siendo tachados de “aburridos”. De este modo muchos jóvenes se ven obligados a entrar en este mundo de “pretendidos adultos” para encontrar su hueco en la sociedad que les rodea. Algo triste, ya que estos comporta-mientos conllevan otros muchos aspectos negativos. Se suelen desentender de sus obligaciones, de sus estudios y viven espe-rando el próximo fin de semana para volver a beber de nuevo.

Otro hábito que cada vez es más común son las redes sociales que cada día forman un papel más importante dentro de nuestra sociedad. De hecho ya todos los medios de comunica-ción así como grandes empresas cuentan con perfil en Twitter, Facebook o Tuenti. Muchas veces no son conscientes del riesgo al que están expuestos además de la gran distracción que pueden llegar a ser.

La tecnología obviamente cada vez hace más fácil la intercomunicación entre todas las personas, pero muchas veces nos aleja de buenas tradiciones: la lectura distendida de un libro, las charlas con amigos, dar un paseo o simplemente pasar un buen rato con alguien a quien queremos.

En este punto, creo necesario hacer mención a la televisión, tan común entre nosotros que ya no somos conscientes de que dependemos de ella. Cierto es que ofrece mucha información y que nos es de gran utilidad, pero bajo mi punto de vista abusamos de ella. Para más inri, volviendo a la conducta de los adolescentes, los hace tremen-damente influenciables. Deter-minados programas televisivos

les “secan” los sesos con su contenido denigrante que, aunque todos afirme-mos que así lo son, siguen recogiendo las mayores audiencias.

En resumen, creo que deberíamos reflexionar sobre la educación de nuestros hijos y de cómo la sociedad está dando un giro a nuevas formas de diversión y educación ob-viamente poco aceptables o adecuadas.

Por Elena Soria López

¿Estamos asistiendo a un nuevo cambio socio-cultural?

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El muchacho es algo lán-guido, inquieto y propenso al libertinaje. No lo culpes, revisa tu pasado en el campus universitario, las fiestas en casa de papi con las churris más rubias de la universidad, el cannabis, las chaquetas que usabas. Su carácter desenfada-do y obstinadamente juvenil te ha llenado el frasco de la vitamina con furor de años pasados.

Ya estás soñando tú tam-bién con correr ese pasillo en resplandor montado en la moto supersónica del Hi-Fi. No temas, no te temas. Aban-dónate en un sitio peligroso para tus intereses, no vuelvas pronto. Tu esposa está desean-do hacer lo mismo pero no se atreve. Jugar como niños que se ensucian, que comen barro,

que no atienden a consecuen-cias, que sólo tienen presente incondicional.

Algún día tu hijo correrá hacia ti por el pasillo disfra-zado con corona de plumas y un arco. Se detendrá unos metros delante tuya con pose de superhéroe de barrio, desafiándote y ejecutando su mueca más burlona. No llega-rás a sentirte ridículo cuando notes en la frente la saliva, la ventosa de su flecha.

Los monstruos ya no asus-tan, bailan contigo canciones folclóricas, son animales domésticos. Estás tan sexy cuando te enfadas que me gus-taría tener contigo un roman-ce aunque estés casada o seas la madre de mi mejor amigo. En el mundo que te propones eso sería cotidiano, vivirías

a cámara lenta disfrutando los fuegos artificiales el doble tiempo, nada sería un error, ni siquiera el color blanco del cielo, ni los desiertos azules. En tu rancho tienes una mesa de mezclas. Podríamos hacer un grupo de música, tengo al-gunas letrillas en un cuaderno -con mi caballo voy por un pol-voriento camino, he compren-dido que es mejor si no tengo destino-. No te has vuelto loco, sólo quieres regalarte una flor de loto en Venecia mientras discutimos.

El presente texto tiene su contrapartida sonora en una selección musical que puede descargar en el siguiente enlace: http://www.mediafire.com/?280511576lxtis6

Electroindiospor David Marcos

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Querido Berganza, ¿cómo pretendemos mejorar, si seguimos haciendo lo mismo? Un buen sis-tema político debe darnos justicia, encumbrar líderes honestos y ser próximo y sensible al ciudadano.

En primer lugar, el sistema electoral actual es injusto. Hay 34 millones de electores en España. 10.278.010 de ellos votaron en las elecciones de 2008 al partido que quedó en la oposición. En 2011 ese mismo partido saca 10.830.693 votos y es “mayoría absoluta”. ¿Mismos votos (30%), resultados opuestos? Huele a chamusquina. Piensa, Berganza; en España los partidos pierden las elecciones, no las ganan. En las eleccio-nes 2011 GBAI obtuvo un escaño por 42 mil votos; Amaiur, 7 por 333 mil votos, y sin embargo UPyD tiene 5 por 1 millón de votos e Iz-quierda Unida sólo 11 por 11 mil votos. Si España fuera una circunscripción única, un escaño equivaldría a 70 mil votos en cualquier lugar de España. ¿Por qué es diferente el voto de un conquense que el de un murciano?

He aquí el tinglado de la anti-gua farsa, la que trajina la casta política y que tanto nos cansa. Los políticos se han ganado a pulso la fama de amigos del dinero público, nepotistas sin escrúpulos. Los vemos saltar de la política nacional a la europea y de ahí a las grandes multinacionales. Hace un año Gas Natural fichó a Felipe González para su consejo de ad-ministración. ¡Tenemos asumido que nos roban! Dirigentes de un Ayuntamiento, los alcaldes, son a menudo condenados (por ejemplo en Marbella, Orihuela, Torrejón o Aguadulce) por malversación de

fondos públicos, prevaricación o corrupción. No es tolerable que el imperio de la indecencia domine en la política.

Amigo Berganza, esa casta política española luchará con uñas y dientes para conservar sus privilegios. Mientras, les pagamos incluso sus millonarias campañas electorales: unos 60 millones de euros en subvenciones a los par-tidos políticos cada vez que hay elecciones.

En tercer lugar, los españoles ya h a c e tiem-

po que piden a gritos una reforma electoral. Los al menos 5 millones de personas del 15M pertenecían a diferentes clases sociales y su mensaje era claro: “No nos representan”. Eso se ha traducido en votos: habrás notado que en las últimas elecciones los partidos pequeños han ganado votos. ¿No dirías que esa tendencia seguirá en aumento? ¿Te has preguntado por qué? Las abstenciones, votos en blanco, votos nulos y votos a “Escaños en Blanco” suman un

30% de electores muy desencanta-dos por la política, que no se sien-ten llamados por ningún partido. ¿Por qué ignorarlos?

Y para terminar, Berganza, los ciudadanos tienen muchas pro-puestas: Que los diputados real-mente defiendan a quienes los han elegido. Que haya listas abiertas (como en Finlandia, Holanda o Di-namarca). Que un escaño sea para 70.000 votos. Si las circunscrip-ciones son pequeñas como Soria, pues quizá tenga que unirse a Se-govia, a Burgos o a La Rioja. Que se suprima el Senado. Que tener dos sueldos públicos sea incompa-

tible e ilegal. Si aumentamos el Congreso a 400 diputados y

mantenemos un mínimo de dos diputados por

provincia se podrían reducir duplicidades en la administra-ción, mantener la representación de todas las provincias y hacer el sistema más proporcional. Que haya una estric-ta Ley de Responsa-

bilidad Política: un político debe ser un

ejemplo moral para la sociedad y debe proteger

el bien común. Por eso ser político o funcionario público

sería un agravante en caso de deli-tos de corrupción. Se ha propuesto el voto de rechazo: votar negativo para quien no quieres que salga elegido. Ya ves, hay muchas ideas con sentido común…

Hazme caso, Berganza, hay caldo de cultivo para una buena reforma electoral, pero atando corto a los partidos grandes, que intentarán darnos gato por liebre.

CipiónA favor de la reforma electoral

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Querido Cipión, en contra de lo que planteas, un Sistema Político es mucho más que el reparto de es-caños de unas elecciones. Un buen sistema político es, en primer lugar, democrático y permite conjugar representatividad y gobernabilidad dentro de un Estado de Derecho.

El sistema electoral es simple-mente un artificio matemático para convertir en escaños los votos de unas elecciones: se trata de una pequeña parte del entramado institucional. Debo decirte que los sistemas electorales no son justos ni injustos, son convenientes o no. La Constitución española marca la provincia como circunscripción electoral, un reparto de escaños proporcional, con un mínimo de trescientos escaños y un máximo de cuatrocientos. El objetivo original de nuestro sistema elec-toral fue garantizar la goberna-bilidad del Estado, partiendo de un reparto proporcional (Ley D’Hondt) con un porcentaje mínimo por circunscripción para acceder al reparto. Esto intenta prevenir la fragmentación de los parlamentos con partidos minúscu-los que dificultan la formación de Gobierno (véanse Bélgica e Italia). En cuanto al porcentaje de voto, querido Cipión, no se puede contar el porcentaje total de voto respecto al número de electores (34 millones) porque hay un 35-40 % de personas que se abstienen. En ese sentido, los casi 11 millones de votos del PP en estas elecciones son más del 40 % de los votantes, mientras que en 2008 antes el PSOE había obtenido un porcentaje mucho mayor. De hecho, nuestro sistema es muy proporcio-nal en su conjunto: en las elecciones al Congreso PP y PSOE obtienen un porcentaje de escaños similar al de sus votos e igual ocurre con los partidos nacionalistas. Los únicos perjudicados del sistema actual son los partidos nacionales menores: IU y UpyD, sólo a ellos beneficiaría au-mentar el Congreso a 400 Diputados, a costa de penalizar a los partidos nacionalistas, cuyo número de escaños estaría por debajo de lo que

les correspondería proporcional-mente. Debemos tener en cuenta que ningún sistema de reparto es neutro; todos favorecen o perjudi-can a diferentes actores políticos. Y como último ejemplo, España es una circunscripción única en las elecciones al Parlamento Europeo y la distribución de escaños es muy parecida a unas elecciones genera-les, sin aumentar sustancialmente la proporcionalidad.

En segundo lugar, nuestros políti-cos no son marcianos. Los políticos que tenemos son los polí - ticos

q u e nos merecemos. La corrup-ción no tiene que ver con el sistema electoral, sino con el altísimo nivel de tolerancia que los españoles tenemos para la corrupción: ¿quién no ha ofrecido una factura con o sin I.V.A.? ¿quién no ha ido a hablar con un concejal para ver “qué hay de lo mío”? ¿quién no ha intentado esconder unos dinerillos a Hacien-da? ¿quién no se ha bajado unas peliculillas por Internet? ¿quién ha dejado de votar a políticos impli-cados en juicios por corrupción (EREs, trajes, Gürtel, caso Palau, etc.)?

Por tanto, me parece que hablar de casta política es muy socorrido porque nos exculpa a los ciuda-danos de muchas prácticas poco edificantes que hacemos a diario. Son los ciudadanos los que tienen que ser ejemplares y, después, pedir

ejemplaridad a los políticos.

En tercer lugar, ¿los españoles piden una reforma electoral? En el 15-M se mezclaron cientos de reivindicaciones sin conexión ni coherencia y, después del 15-M la afluencia de votantes a las urnas fue tremenda y se votó muy mayorita-riamente a los partidos tradiciona-les. En cuanto a ignorar a los que se abstienen o votan nulo, la respuesta es casi obvia: si no votan, nadie sabe lo que piden.

Por último, con respecto a tus propuestas, permíteme recordarte que las provincias no tienen repre-sentación, sino que son los ciuda-danos los que son representados en el Congreso. Para eso tenemos

un Senado, como representación de los territorios. Que son los ciudadanos los poseedores de la Soberanía Nacional, de la potes-tas; mientras que los Diputados son delegados del ciudadano, y en su nombre ejercen temporal-mente la autoritas. Quiero decir

con ello que los Diputados elegidos se convierten en miembros iguales de la Cámara sin tener en cuenta su circunscripción y representan a la Soberanía Nacional en su conjun-to, no sólo a sus electores. En lo que respecta a las listas abiertas, no creo que la salud del sistema democrático en Holanda, Finlandia o Dinamarca sea mucho mejor que en España, de hecho, en estos países tienen unos potentes movimientos de extrema derecha en el Gobierno; en parte gracias a sus sistemas elec-torales que tanto admiras.

Por todo ello, querido Cipión, una simple reforma del mecanismo electoral no tiene porqué ser una mejora de calidad democrática, incluso puede pasar todo lo contra-rio. Actualmente, nuestro sistema electoral supone un equilibrio entre representatividad, proporcio-nalidad y estabilidad. Creo que la revolución más urgente en España es la del civismo, el comportamien-to ético y el respeto a al Estado de Derecho y eso no tiene nada que ver con la Ley Electoral.

BerganzaEn contra de la reforma electoral

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DivulgaciónMatemática electoral

En menos de un año, en nuestro país se van a suceder elecciones locales, generales y autonómicas con apenas meses de separación. Vamos a votar o nos abstenemos, criticamos o defendemos el sistema electoral y el reparto de represen-tantes que establece, pero en la mayoría de las ocasiones descono-cemos cuáles son los aspectos que la legislación establece respecto a ese reparto electoral.

La Constitución Española de 1978 establece un Parlamento bicameral. Las Cortes Generales están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado. Ambas Cámaras representan al pueblo español.

La Constitución establece que el Congreso contará con un mínimo de 300 y un máximo de 400 diputa-dos, debiendo la ley electoral con-cretar este número. La normativa vigente (Ley Orgánica del Régimen Electoral General de 19 de junio de 1985) ha fijado en 350 el número de miembros de la Cámara.

Todos los diputados son elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto. La circunscrip-ción electoral es la provincia. La ley electoral asigna dos escaños a cada una de ellas y distribuye los demás en proporción a la población respectiva. Ceuta y Melilla eligen un representante cada una.

Eso supone que 102 diputados se asignan directamente a cada pro-vincia y a Ceuta y Melilla y que los 248 restantes se distribuyen entre las provincias según su población.

Según esto, ¿cómo podríamos calcular el número de diputados que corresponden a la provincia de Córdoba? Es muy sencillo. En primer lugar, como todas las pro-vincias, tiene asignado un mínimo de 2 diputados. Además, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población de la provin-cia de Córdoba en 2009 era de

803.038 habitantes y la de España, 46.661.950 habitantes. Si dividimos la población de Córdoba entre la de España y el cociente lo multipli-camos por el número de diputa-dos que quedan sin asignar en el Congreso, obtenemos los diputados que corresponden a Córdoba por su población:

803.038 / 46.661.950 x 248 = 4,27

Redondeando, obtenemos que a la provincia de Córdoba le corres-ponden otros 4 diputados, además de los 2 iniciales que tiene. En total, 6 diputados.

En cuanto al Senado, se eligen cuatro senadores por cada pro-vincia peninsular, independien-temente de su población. A cada una de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla le corresponden dos senadores. También las islas tienen asignados senadores: tres en Gran Canaria, Mallorca y Tenerife; uno en Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma. Por último, cada Comunidad Autónoma desig-

na un senador y otro más por cada millón de habitantes que tenga. Eso ha hecho un número total de 264 senadores en la Legislatura que concluye.

Por lo que respecta a los Ayunta-mientos, el número de concejales que cada uno posee está en función de su población, según la siguiente escala:

a) hasta 250 residentes, 5; b) de 250 a 1.000 residentes, 7; c) de 1.001 a 2.000, 9; d) de 2.001 a 5.000, 11; e) de 5.001 a 10.000, 13; f) de 10.001 a 20.000, 17; g) de 20.001 a 50.000, 21; h) de 50.001 a 100.000, 25; i) y de 100.001 residentes en adelante, correspon-de un concejal más por cada 100.000 residentes o fracción, añadiéndose uno más cuando el resultado sea un número par.

Para el Parlamento de Andalu-cía, el Estatuto de Autonomía esta-blece que el número de parlamen-tarios es de 109 y la circunscripción electoral la provincia. Además, la Ley Electoral de Andalucía de 2 de enero de 1986 indica que a cada

Por José Alfonso Rueda

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El número de tu cuer poEn el álgebra de chilabas y alfaquíesdonde mis susurros, son operaciones de números silábicos, escojo la exactitud de uno por uno,igual al único corazón que poseo para acogerte,y desecho la equívoca suma de uno más uno,igual a mi corazón partido en dos.Y quiebro todos los avatares y temoresque me alejan de ti,ahondando la raíz de nuestros cuerpospara que los negros vientos no puedan destruirel fundamento de nuestro abrazo.Y multiplico tablas, como apoyo de mi naufragio.Solamente la muerte nos puede dividir en resto del infortunio.Y es así que, si todos los círculos cuadriculan tu cuerpo,si todas las circunferencias están llenas de tiy los números adornan el principio de tu lejanía,¿cómo puedo yo, matemático de palabras décimas,sumar todos mis deseos para restar distancias a nuestros cuerpos?

por Alba Delgado Núñezhttp://escarbando.blogspot.com

provincia le corresponde un míni-mo de 8 parlamentarios, repar-tiéndose los 45 restantes entre las provincias de forma proporcional a su población, tal y como ocurre con el Congreso.

El reparto de los diputados, parlamentarios y concejales en el Congreso, en los Parlamentos Au-tonómicos o en los Ayuntamien-tos entre las distintas candidatu-ras presentadas se realiza según el sistema d’Hondt. Las reglas que determinan esa distribución son las siguientes:

a) No se tendrán en cuenta aquellas candidaturas que no obtengan, al menos, el 3 % de los votos válidos en las elecciones al Congreso o al Parlamento Andaluz y el 5 % en las elecciones municipales.

b) Se ordenan de mayor a menor las cifras de votos obteni-dos por las candidaturas que sí van a ser tenidas en cuenta.

c) Se divide el número de votos obtenido por cada una de estas candidaturas por cada número natural desde 1 hasta el

número de diputados o parla-mentarios que corresponda a la provincia o de concejales del municipio.

d) Se reparten los diputa-dos, parlamentarios o conceja-les correspondientes entre los cocientes obtenidos, en orden decreciente, de mayor a menor.

Éstas son, en líneas generales, las bases legislativas de la mate-mática electoral que determina el reparto de representantes políti-cos en nuestro sistema electoral.

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Llevaba tiempo queriendo sobrevivir sin la famosa caja tonta. Era algo que me ronda-ba por la cabeza continuamen-te y que cuando lo comunica-ba a mis allegados les causaba todo tipo de reacciones. En la mayoría de las ocasiones esas reacciones conllevaban sorpresa, otras veces producía pavor en la gente a la que les hacía llegar la noticia, incluso tuve ofreci-mientos de algunos que estaban dispues-tos a dejarme pres-tado algún televisor, es más hubo quien se ofreció a regalarme alguno.

El televisor, que así es como lo llamaban mi abuelo y mi padre, y así es como lo sigo llamando yo, es algo con lo que hemos crecido los chicos de mi generación y que de alguna manera era alguien más de la familia. Un canal era algo suficiente para sobrevivir, luego dos, luego y poco a poco llegaron las privadas, y ahora a través del satélite o el cable la amalgama es enorme. Los televisores invaden las casas, cervece-rías, locales de ocio, incluso gracias a internet los teléfonos móviles de última generación se transforman en televisores pequeños.

Claro, vivir si televisor ya supone una ruptura con lo habitual, pero si a eso le aña-dimos la ausencia de Internet, el grado de locura con el que

te tachan aumenta considera-blemente.

Así pues, y llegada la última semana del pasado mes de junio, me veía en mi nueva vivienda sin televisor, y sin internet, eso sí, acompaña-do de unas pocas de radios, de una librería casi llena de libros de todo tipo, un patio con numerosas plantas y de

mi compañera sentimental (creo que se denomina así a la chica con la que uno vive en pecado).

Los primeros días no dejaron de ser diametralmen-te diferentes a lo anterior vivido en mis cuarenta y dos años, donde la ausencia del televisor solo había venido dada por alguna avería de éste o por algunos días de vacaciones, pero no tardamos mucho en dejar de percibir su ausencia. Las plantas, los libros y Radio3 ocupaban a la perfección el hueco dejado por la caja tonta. Y sobre todo

ocupaban ese espacio dejado por el televisor las horas y horas de comunicación con mi pareja. Pasados unos meses, y al entrar en una cafetería, me quedé embobado mirando el televisor que reposaba sobre un estante. Me sorprendí a mí mismo cuando, y tras un rato contemplando no sé qué, alguien me dijo, ¡qué miras

con esa cara de tonto!Ahora, casi siete meses

después, vuelvo a dispo-ner de la caja tonta, tengo que decir que la disfruto más que antes. Intento moderar el consumo de minutos, pero por más que lo trato no he vuelto a recuperar la facilidad para leer o escribir que durante el verano llegué a tener.

Sin duda, el televisor es uno de los mejores inventos que ha dado el ser humano y más

teniendo en cuenta que son muchas las personas que necesitan de él para hacer sus días más llevaderos, quizás por eso los poderes sabedores de esta necesidad manejan la información a su antojo, vol-viendo su consumo peligroso e inadecuado.

De todas formas, todo está en nuestra mano, bueno mejor dicho en la mano del que po-sea el mando a distancia.

Por cierto, tengo que reco-nocer que si algo eché en falta durante los meses que no dis-puse de televisor ni internet, no fue otra cosa que el progra-ma Redes y al Punset.

Por Paco Vílchez Rodríguez

El televisor, bendito invento

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SMS

por Lucas Carpio Pé rez

Tenía otros planes. La verdad es que, para ser más exactos, he de confesar que ya llevaba unos días rumian-do un artículo sobre Franco Battiato y su maravilloso Ecos de danza Sufí (Mediafi-re-Sinde Records), un disco de melocotonazos altamente adictivos que fue publicado allá por el lejano 1985. Una verdadera alhajita.

Sin embargo, amigo lector, mis amables propósitos mu-sicales se han evaporado tras atisbar las últimas escara-muzas políticas que se están produciendo recientemente en nuestro país, las más pre-ocupantes quizás en política sanitaria.

La fórmula magistral em-pleada, el denominador co-mún en todas estas acciones gubernamentales era previ-sible, sin embargo, no deja de resultar descarna-do. La idea consis-te en clasificar a los ciudadanos en dos categorías: en la primera esta-rían los hombres y mujeres ejem-plares (vecinos de bien, aquellos que están dentro del sistema produc-tivo y que desde el punto de vista económico no suponen una car-ga para el país), mientras que en la

segunda categoría estarían el resto. Bastará con no ser un besugo para entender que todos aquellos sujetos que no contribuyan con el sistema, por definición, estarán fuera del mismo, viéndose des-provistos del cada vez más tétrico amparo estatal.

Retirar la tarjeta sanitaria a los desempleados de larga duración e inmigrantes ha sido un brillante comienzo de curso. El Servicio Murcia-no de Salud (SMS) ha tenido el dudoso honor de abande-rar, junto con la Xunta y su eterna fragancia, una línea de recortes que propone dejar sin cobertura médica a casi medio millar de perso-nas.

Soy partidario de la idea de que la patria es un invento. Ser español no es más que un dato administrativo, otro

número en la estadística, un pasaporte de color rojo. A pesar de ello, si me debiera sentir orgulloso de este país por algún motivo, sin lugar a dudas, sería por su sistema sanitario. Un sistema sanita-rio para todos, gratuito y de garantías en el que la cuenta bancaria no forma parte de la anamnesis. La priva-tización de estos servicios supone un fuerte revés a los logros conseguidos durante años y deja en posición poco ventajosa a aquellos ciudada-nos con menos recursos.

El SMS (Short Message Service) siempre ha tenido algo de urgencia, de premura o de olvido. En estos días de borrasca, este acrónimo se asocia también a términos como usura, incompetencia o bochorno.

Ante un panorama tan esperpéntico y deso-lador como éste, sólo queda recurrir a la poesía cotidiana de Battiato e imaginar cómo con el escalpelo de su voz, abre en canal a esta panda de mezquinos horteras a los que el acento siciliano, sin duda, les queda tan bien como un traje hecho a medida.

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Defendamos el Patrimonio Arqueológico de Córdoba

por Sebas Sánchez

Desayuné hace unas mañanas (que no es poco) con la noticia de que la Gerencia Municipal de Urbanismo, en boca de su Presidente, Luis Martín, “reclama a la Junta que modere las exigencias arqueológicas”, argu-mentando -entre otras lindezas- que el coste de un Estudio Histórico-Arqueológico previsto se eleva hasta los 4 millones de euros (cifra que no se cree ni él).

Pues bien, yo he pertenecido desde julio de 2001 a julio de 2011 al equipo de arqueólogos/investigadores contratados a cargo del Convenio de Colaboración entre la Gerencia Muni-cipal de Urbanismo y la Universidad de Córdoba en materia de arqueología urbana e investigación. Sin defen-der ahora la eficacia y solvencia de dicho Convenio durante los años en que ha estado en funcionamiento, o la profesionalidad y valía de quie-nes lo componíamos, me asalta una reflexión meramente matemática. Si el sostenimiento de dicho Convenio, en sus cálculos más inflados, rondaba los 600.000 euros anuales (que para el señor Martín y su equipo suponía un coste insostenible en “los tiempos que vivimos”, motivo por el cual lo denunciaron y disolvieron definitiva-mente este reciente 31 de diciembre) y éramos los técnicos investigado-res del Convenio quienes de oficio redactábamos y elaborábamos dichos Estudios Histórico-Arqueológicos (junto con la realización de supervi-siones, prospecciones y excavaciones arqueológicas, así como proyectos de investigación, etc.): ¿realmente era caro el mantenimiento del Convenio y de su plantilla de más de una veintena de trabajadores altamente cualifica-dos? Pues no, señor Martín, y a las pruebas me remito. Haga cuentas. Porque lo que parecía muy caro hace poco más de tres meses (momento de la denuncia del Convenio de Arqueo-logía), servía para pagar las nóminas de un nutrido grupo de profesionales que solventaba con absoluta efi-ciencia cualquier labor relacionada con la Arqueología Urbana depen-diente del Ayuntamiento, siguiendo escrupulosamente las legislaciones autonómicas y municipales en pos de

la protección de nuestro rico y valioso patrimonio arqueológico, y las cuotas de beneficio o de ahorro para las arcas municipales en esta materia eran colosales.

Ahora, enarbolando la bandera eu-femística de la “austeridad” una vez más, exigen a la Junta de Andalucía que no aplique la normativa autonó-mica que desde 1991 regula la pro-tección del Patrimonio Histórico (y Arqueológico) en nuestra Comunidad. Si son capaces de instar a la Junta a que “relaje” sus prescripciones de protección patrimonial, miedo me da

lo que harán con la eficiente Normati-va Municipal en esta materia (gracias a su mayoría absoluta). Está claro, señor Martín, que retrocedemos una década y volvemos a la situación de los noventa, donde la gestión del patrimonio arqueológico en nues-tra ciudad siempre estará marcada por la trágica y alevosa destrucción del importantísimo Yacimiento de Cercadilla (motivo de escarnio a nivel nacional e internacional y vergüenza propia con la que deberemos cargar de por vida los cordobeses amantes de nuestro pasado histórico), que no ve-nía sino a ilustrar la deficiente o nula

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protección que se hacía por aquel en-tonces de los vestigios arqueológicos en cualquier intervención u obra que se desarrollase en la ciudad.

En resumen, no me queda otra que decirle que se equivocan en sus políti-cas de recortes indiscriminados, que sí sopesados. Y digo sopesados por-que, en realidad, lo que esconde esta estrategia que están siguiendo con el desmantelamiento del Convenio y que ahora continúa con el despropósito de pedir “relajación” en las medidas de protección y estudio de nuestro Pa-trimonio Arqueológico, sólo esconde un interés: la vuelta a la especulación urbanística desmedida (demostrados quedan los malos resultados que esta práctica ha aportado a la economía de nuestro país y, en concreto, a nuestra ciudad), haciendo la “vista gorda” en cuestiones de vital importancia para el común de la ciudadanía, como es la protección de nuestro pasado y nuestra historia que reposa en el sub-suelo, y favoreciendo a los “señores del ladrillo”, esos que ahora ustedes, señor Martín, prefieren sentados a su

lado como asesores en el Consejo de la Gerencia de Urbanismo.

Le pido encarecidamente, señor Martín, que den un giro en sus polí-ticas económicas y de generación de empleo, en sus medidas de recortes en materia de Cultura y Patrimonio, y que cumplan escrupulosamente con las promesas de campaña, aunque ya no seamos candidatos a ningún ga-lardón internacional. No sacrifiquen nuestro pasado y nuestra Historia “para salir de la crisis” o “como me-dida de ahorro”, pues no convencen a nadie con ello. Los ciudadanos de Córdoba, aunque pasivos y acomo-daticios con “lo que nos echen”, no somos imbéciles y denunciamos públicamente este trato de favor hacia quienes nos metieron, con sus prácticas especulativas y, en algunos casos, delictivas, en detrimento de la Arqueología en nuestra ciudad. Demuestren su cultura con la defensa de nuestra Cultura. Si no es así, desgraciadamente, ustedes pasarán a la historia como responsables de la vuelta a la barbarie arqueológica, y

si los ciudadanos callamos ante tales despropósitos, jamás nos perdonare-mos haber destruido, aún más si cabe, las páginas de nuestro pasado que reposan a escasos centímetros de la ciudad que pisamos, esa que quere-mos que siga creciendo y avanzando en convivencia con su Patrimonio Arqueológico, legado de todos y verdadera fuente de riqueza, real y conceptual, de Córdoba.

Enlaces relacionados:

• http://www.eldiadecordoba.es/article/cordoba/1134724/urbanis-mo/reclama/la/junta/modere/las/exigencias/arqueologicas.html

• http://www.eldiadecordoba.es/article/cordoba/1074304/urbanis-mo/denuncia/acuerdo/con/la/uco/sobre/arqueologia.html

• http://www.arqueocordoba.com

De esa “charla menuilla”Dícese de la charlillaCuando coge carrerillaCual taladro impertinentePercutor de oído y menteLa paciencia es vaselinaQue apacigua la fatigaDe ver quienes en salivaGastan más que en gasolinaCuyas bocas son motoresY por lengua usan pistones

por Antonio Leiva Vílchezwww.tontunasdefritovariado.blogspot.com

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Tu imagenLlevo clavada tu imagenentre sienes de senectud adolescente.Mientras las miradas se tornan avesque no vuelan, sólo engullen,voy haciéndome más humano; menos dócil.

Si todo lo acontecido es necesario;si no hay más camino que el infierno¿Quién situarte pudoen esta cosecha de necios?

¿Decir qué eres? ¿Soñar qué piensas?Yo sólo puedo despertar primaveras;todas verdes, vírgenes, frescas...para soportar este otoño de ocres;esta insoportable espera.

Vivir es esperar lo inesperado;respirar es sufrir sin verte cercana.Si en verdad a este suplicio estamos condenados¿Quién te habrá puesto en mi camino?

No eres de este mundo.No eres de los que clavan bajo.No eres de lo que ti se espera.No eres... y, sin embargo, todo lo eres.

Volverás a vermecomo en aquellos días.Ya no estarédonde estés.

Seré algo no tuyo.Los días pesaráncomo kilométricas losas;el aire raro.

La marina brisa,como queriendoemular paisajes,cantará nuestros nombres.

Y habré de añorarte.No tú; aquella otra.Benditas nocturnidades,amaneceres infinitos,huellas en la arena.

No soy yo. No eres tú.No aquel lugar; no aquel aroma.Postal o fotografía efímera.Sueños distantes.

Te quise o te querré.¿Te quiero?Pregúntale a aquel momento.Quién lo sabe.

por José Manuel Pozo Herencia

Volveras

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por Miguel Ángel de la Fuente Humor

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CONTRAPORTADA El coloquio de los perros

Este es el último capítulo so-bre la Route 66 referidos a mi estancia en California durante los últimos diez días de mi viaje a EEUU el verano del 2010. Es el estado más poblado del país y el tercero en extensión. Desde Las Vegas se accede a California a través de la autopista sin dejar el desierto que pasa a llamarse el “Valle de la Muerte”, lo cual no es muy alentador pero poco a poco el paisaje se va poblando de vegetación hasta llegar a los valles fértiles más cercanos a la costa, como el del entorno de Los Ángeles. En aquella gran ciudad, visitamos los sitios más turísticos como Hollywood, el lujoso Beverly Hills, con las ca-rísimas tiendas de Rodeo Drive (miramos pero no compramos) o la espectacular playa de Santa Mónica, donde se rodó “Los vigi-lantes de la playa”, y en la que termina oficialmente la Route 66, lo cual celebramos dándonos un chapuzón en el Pacífico. Con nuestro objetivo de terminar la Ruta 66 conseguido, la idea era visitar algunos parques nacio-nales del interior del Estado (Yo-semite, Sequoia y King’s Valley) y luego pasar unos días en San Francisco. Así nos adentramos en un paisaje montañoso y sal-vaje que contrasta enormemen-te con la populosa costa y donde pudimos practicar senderismo en una naturaleza grandiosa, en la que se encuentran bellas montañas, lagos, cataratas y bosques de secuoyas, uno de los árboles más antiguos y enormes de la Tierra. Nuestro último tra-mo del viaje fue San Francisco, que para mí es de las ciudades más bonitas de EEUU. Conocida por tantas películas y sus empi-nadas calles, fue emocionante

acceder a ella en coche a través del larguísimo puente de la Ba-hía. Alojados en un hotel en una zona un tanto peculiar donde por la noche campan a sus anchas va-gabundos borrachos o colocados y gente de toda ralea, el primer día fuimos en antiguos tranvía al Fisherman’s Wharf, la preciosa zona del puerto con tiendas, mú-sicos callejeros y un bar llamado “La gamba de Buba”, en honor al personaje de “Forrest Gump” y decorado con motivos o fotos de la película. Otro día fuimos a Chinatown, uno de los barrios chinos más antiguos y grandes del mundo con sus bazares, res-taurantes y estrechos callejones, y no lejos de allí a una librería llamada “City Lights” donde se reunieron los poetas de la cono-cida como Generación Beat. Pu-dimos conocer también el San Francisco más alternativo en la zona de Haight, donde comenzó el movimiento hippie en los años 60 o el barrio de Castro, donde vive gran parte de la comunidad gay de la ciudad. Fue un acierto

encontrar una noche un pequeño restaurante vietnamita en un au-téntico antro donde sin embargo la comida y el trato fueron exce-lentes a un precio muy barato. Una de las excursiones de las que guardo mejor recuerdo fue la improvisada que hicimos un día frío y nublado cruzando a pie el famosísimo puente del Gol-den Gate donde comprobamos lo alto que era y cómo lo movía el viento, llegando a un precioso mirador y unos kilómetros más allá terminamos yendo andan-do a Sausalito, porque no venía ningún autobús y el hambre y el frío apretaban. En Sausalito, un antiguo poblado de pescadores reconvertido en barrio de lujo donde hay numerosas casas-bote y chalets de lujo, descansamos y comimos para volver en barco a la ciudad mientras anochecía, rematando de la mejor manera nuestra estancia allí.

Por Óscar Marcos Jurado

Viaje ROUTE 66: 4ª PARTE USA por la Ruta 66 (agosto 2010)