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La pasión de decir/1 “Marcela estuvo en las nieves del Norte. En Oslo, una noche, conoció a una mujer que canta y cuenta. Entre canción y canción, esa mujer cuenta buenas historias, y las cuenta vichando papelitos, como quien lee la suerte de soslayo. Esa mujer de Oslo viste una falda inmensa, toda llena de bolsillos. De los bolsillos va sacando papelitos, uno por uno, y en cada papelito hay una buena historia para contar, una historia de fundación y fundamento, y en cada historia hay gente que quiere volver a vivir por arte de brujería. Y así ella va resucitando a los olvidados y a los muertos; y de las profundidades de esa falda van brotando los andares y los amores del bicho humano, que viviendo, que diciendo va.” Eduardo Galeano; El libro de los abrazos. Enseñanzas implícitas Philip W. Jackson Capítulo 1. Donde trato de revelar las marcas de una enseñanza. Reflexiones sobre la sensación de estar en deuda con un antiguo maestro. Este capítulo comienza con recuerdos de su profesora de álgebra del primer año del Colegio Secundario (Viveland, New Jersey, 1942). Lo que más recuerda es el modo que tenía de revisar las tareas para el hogar, haciendo pasar a varios alumnos a hacerlo en el pizarrón. En algún momento del desarrollo, elevando el volumen de su voz, exclamaba; “¡MUCHO OJO!”. Provocando que toda la clase reaccionara con un sobresalto y acto seguido todos se dedicasen a buscar el error en los ejercicios que se estaban resolviendo al frente. Por lo tanto no solo los sobresaltaba con su grito sino que lograba elevar el nivel de atención. De esta profesora no tiene recuerdos sobre sus clases “frontales”, sin embargo concluye que las debe haber dado, pero sus recuerdos están ligados a ese preciso momento de la revisión

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La pasión de decir/1

“Marcela estuvo en las nieves del Norte. En Oslo, una noche, conoció a una mujer que canta y cuenta. Entre canción y canción, esa mujer cuenta buenas historias, y las cuenta vichando papelitos, como quien lee la suerte de soslayo.Esa mujer de Oslo viste una falda inmensa, toda llena de bolsillos. De los bolsillos va sacando papelitos, uno por uno, y en cada papelito hay una buena historia para contar, una historia de fundación y fundamento, y en cada historia hay gente que quiere volver a vivir por arte de brujería. Y así ella va resucitando a los olvidados y a los muertos; y de las profundidades de esa falda van brotando los andares y los amores del bicho humano, que viviendo, que diciendo va.”

Eduardo Galeano; El libro de los abrazos.

Enseñanzas implícitas

Philip W. Jackson

Capítulo 1.Donde trato de revelar las marcas de una enseñanza.Reflexiones sobre la sensación de estar en deuda con un antiguo maestro.

Este capítulo comienza con recuerdos de su profesora de álgebra del primer año del Colegio Secundario (Viveland, New Jersey, 1942).Lo que más recuerda es el modo que tenía de revisar las tareas para el hogar, haciendo pasar a varios alumnos a hacerlo en el pizarrón. En algún momento del desarrollo, elevando el volumen de su voz, exclamaba; “¡MUCHO OJO!”. Provocando que toda la clase reaccionara con un sobresalto y acto seguido todos se dedicasen a buscar el error en los ejercicios que se estaban resolviendo al frente. Por lo tanto no solo los sobresaltaba con su grito sino que lograba elevar el nivel de atención.De esta profesora no tiene recuerdos sobre sus clases “frontales”, sin embargo concluye que las debe haber dado, pero sus recuerdos están ligados a ese preciso momento de la revisión de ejercicios e igualmente recuerda una parte importante del conocimiento en álgebra que adquirió ese año como por ejemplo varias de las reglas que utilizaba, entonces de forma automática.El entusiasmo que le generó esta profesora y el álgebra (no podría definir cual fue primero) provocaron que saliese de allí decidido a continuar estudiando álgebra. Deseo que fue “tempranamente aplastado” al año siguiente, cree él que por efecto de una mala enseñanza.

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Se pregunta:“¿Qué parte le correspondió a la Señora Henzi en mi éxito inicial y en alimentar mi deseo de saber más matemática?”“¿Qué más, aparte de las reglas de álgebra, aprendí durante su tutela?”

No lo sabe, sin embargo continúa recordándola como una de sus profesoras favoritas

Reflexiona sobre ello porque considera que es importante, incluso en lo que concierne al sistema educativo.Considera que en la raíz de su incertidumbre subyace la sospecha de que aprendían algo más que simplemente álgebra.Aunque no puede describirlo exactamente, considera que es así en un principio porque es de esta manera como opera la influencia humana. De la cual nos damos cuenta muchas veces de forma diferida; cuando nos descubrimos en un gesto o costumbre que nos remite a alguien de nuestro entorno o de nuestra historia.

Volviendo a la Sra. Henzi;Recuerda que era muy seria y que sus clases también lo eran. El álgebra no se tomaba en chiste.Otra característica es que siempre había una respuesta correcta y que esta era imparcial, más allá de quién o cómo la dieran.También era notorio que se iba paso a paso y que esto implicaba un esfuerzo y continuidad. Que el dominio llegaba poco a poco más allá de que inicialmente se percibiera como muy difícil.

Sin embargo sigue sin poder especificar con certeza qué le debe a la Sra. Henzi, si es que le debe algo.

Para poder seguir sobre esta reflexión se vuelve hacia la corriente filosófica del escepticismo que inicialmente identificamos con Descartes y su “pienso luego existo”.Jackson toma dos de las formas más conocidas del escepticismo en filosofía:

- que ponen en tela de juicio la existencia de un mundo exterior, afirman nuestra incapacidad e entrar en contacto directo con una realidad exterior a nosotros porque solo podemos experimentar el mundo a través de nuestros sentidos.- scepticismo acerca del alter ego; sostiene que somos incapaces de experimentar el mundo de los otros desde otra perspectiva que no sea la propia.

Toma también dos rasgos de la posición escéptica que le parecen importantes:

- que estas dudas son contraintuitivas, contra el sentido común.- que no pone en dudas nuestra creencia en un mundo exterior o en las mentes de los otros sino en nuestro conocimiento de que tales cosas existan. Es una duda epistemológica; concierne a las enunciaciones sobre la realidad y a los fundamentos del conocimiento que tenemos de ella.

Intentando despejar estas dudas toma una solución propuesta por Stanley Cavell (filósofo de Harvard cuyos escritos prueban la relación entre la filosofía y la literatura). Considera que a partir de sus ideas pudo reflexionar sobre sus propios resquemores acerca de la influencia ejercida por esta profesora.

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Cavell insta a convivir con las dudas escépticas renunciando a la idea de un conocimiento irrefutable. “Puesto que no podemos saber que el mundo existe”….”su presentación ante nosotros, no puede ser una función del conocimiento. El mundo debe ser aceptado; así como la presencia de otras mentes no debe ser conocida, sino reconocida.”

La esencia de su consejo es: aceptar el mundo y reconocer la presencia de los otros, actuando responsablemente, expresando abiertamente el sentido que uno tiene de la afinidad con los demás.

Siguiendo esta línea de pensamiento, Jackson concluye que ahí estaba lo erróneo de su reflexión; en el deseo de tener alguna certeza de saber algo en lugar de simplemente creer en ese algo. Y no en la reflexión en sí misma acerca de la influencia que ejerció esta profesora sobre él.Por lo tanto, quizás, una forma eficaz de hacerse cargo de su responsabilidad en estas cuestiones sea continuar meditando sobre lo que le brindó la Sra. Henzi.Considera que si todos nos dedicáramos a estas reflexiones probablemente alcanzaríamos una mejor comprensión de lo que los docentes dejan en sus alumnos y hacen por ellos; ya sea bueno o malo.No implica buscar pruebas concluyentes, aunque no se descarten, sino más bien llegar a comprender la realidad de su significación.

REALIZAR: en tanto hacer real y efectiva una cosa.MEDITO: sobre esa influencia.LA REVITALIZO: comienzo a hacer real lo que ella hizo por mí.

A lo que nos arriesgamos en este proceso es:al FRACASO; perder ese sentimiento de estar en deuda.al AUTOENGAÑO; crear algo falso y tratarlo como si fuera verdadero.

El fracaso indicaría volverse un escéptico. Aunque la duda escéptica incluye también la posibilidad del engaño.En cuanto al autoengaño su posición es que en realidad no sería dañino ya que es más deseable vivir en un mundo en el que las personas piensen bien de los demás, aunque no se lo merezcan. Sobre todo, si como dice Cavell, el escepticismo no se puede refutar de manera conluyente.

A esta altura recurre a John Dewey (1929) que escribe en “The quest of certainty”:“El hombre que vive en un mundo de riesgos se siente obligado a buscar seguridad”De 2 maneras: “cambiando el mundo mediante la acción” y “cambiando el propio ser en emoción e ideas”. Dewey insta a la acción, aunque también considera que los seres humanos aspiran siempre a cierta seguridad. Lo que Jackson expresa como dejar continuamente abierta la puerta del escepticismo.Por lo tanto los dos tipos de riesgos se vinculan; cuando uno acrecienta el otro disminuye.

Jackson plantea que su inclinación es a reflexionar sobre los efectos positivos que pueden ejercer los docentes en nuestra vida y en el caso de la enseñanza en general. Él considera que es una profesión en la cual quienes la practican quieren hacer el bien, por lo menos en su mayoría. Por lo que al menos en el comienzo no debería tener la sombra de la duda sobre sí.

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Volviendo a su reflexión original sobre la Sra. Henzi concluye: “Soy portador de marcas del año que pasé con la Sra. Henzi”.“Sin embargo, cuando procuro revelar esas marcas, decir cuáles son, ponerlas de manifiesto para que todos puedan verlas, advierto que soy incapaz de hacerlo de modo que convenza al escéptico, incluso, como debo reconocerlo a la luz de todo lo dicho, al escéptico que hay en mí”……”Todos en algún nivel, estamos convencidos de que la enseñanza produce cambios, a menudo un cambio enorme, en la vida de los estudiantes, y lo hace por alguno de los caminos que he intentado expresar aquí. Sin embargo con frecuencia nos cuesta mucho convencer a los demás de ese hecho.”(Pág.42)

Para finalizar advierte sobre la importancia de meditar/reflexionar, más profundamente, sobre las complejidades que habitan “el corazón mismo de la enseñanza”; sobre el papel que los docentes desempeñan en nuestras vidas para no tener esas escuelas y esos docentes cuyas potencialidades formativas nunca se desarrollen.

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Fragmentos de un reportaje hecho por Silvina Friera a Camilo Blajaquis

A los 21 años, después de haber estado preso desde los 16 hasta los 20, publicó La venganza del cordero atado, su primer libro de poemas. “Aparte de excluirte económicamente, te excluyen cultural y simbólicamente”, subraya

……La realidad es que estaba preso –muerto en vida– en 2005. El camino de regreso a la vida tiene un nombre: Patricio “Merok” Montesano, un amigo que le acercó los libros, “un vago que daba taller de magia voluntariamente dentro de la cárcel”. “Nos trataba bien, no venía desde un lugar de profesor, ‘a ustedes, negritos, les vengo a enseñar cómo es la vida’, que es muchas veces la postura de los talleristas en la cárcel. El nos trataba como personas, no como monstruos. Nos enseñaba un truco de magia y nos hablaba de Walsh, de Cooke, del Che, de lo que pasó en los ’70. Nos hablaba de arte, de poesía, de cultura –enumera ese torbellino de novedades que lo asaltaron–. Al principio no le di mucha importancia, ‘este loco de mierda, qué me importa lo que dice, si total a mí me quedan un montón de años’. Pero venía en serio, con pureza, para ayudar.” El mago vaya si ayudó. Le prestó De Ernesto al Che, de Calica Ferrer. “Antes de ese libro yo no sabía, por ejemplo, que el Che era argentino, ni qué había hecho, ni cuáles eran sus ideales, ni por qué luchó –reconoce César–. Ese libro me sirvió para darme cuenta de que uno puede hacer un click en la vida, como lo hizo el Che. Y comenzaron las preguntas, aparecieron los porqué: por qué nací en una villa, por qué tuve que ser pobre, por qué tuve que nacer en un contexto de mierda, por qué tuve que saber a los 7, 8 años que existe la cocaína, el porro y que vivo en un barrio donde eso es frecuente y la cultura es ésa…..

–Y la rabia lo llevó a la lectura…

–Sí, a leer, a informarme, a llenarme de argumentos. Fue un renacimiento; el concepto de renacimiento en la historia de la humanidad es salir de la oscuridad de la Edad Media, de las tinieblas del oscurantismo. De repente aparecen Galileo, Da Vinci, Copérnico, otra corriente de filosofía con Descartes, los inventores, los pintores. Mi renacimiento fue gracias a la cultura. ¿Sabés por qué hablo de rabia?