45
Entorno histórico de Teresa de Lisieux LUIS J. FERNÁNDEZ FRÚNTELA Salamanca 1. LA RESTAURACIÓN RELIGIOSA EN FRANCIA DURANTE EL SIGLO XIX El siglo XIX se ha caracterizado por ser una época de restaura- ción, de volver a los valores tradicionales que habían sido puestos en entredicho por el movimiento revolucionario de finales del si- glo xvm. La restauración religiosa se caracteriza por la oposición a los valores sobre los que se levanta el mundo moderno y que de a 19una manera quedan compendiados en el de la libertad: libertad po- lítica, libertad de pensamiento, libertad religiosa. La restauración re- ligiosa trae el triunfo del ultramontanismo como oposición al galica- nismo y su deseo de establecer una iglesia autónoma en lo que se refiere a su vida interna frente a Roma. Para el ultramontanismo sólo una jerarquía fiel a Roma e independiente de las ingerencias del Es- tado, pero con un Estado que apoye sus pretensiones, es capaz de defender a la persona de lo que denomina el despotismo de la política. Ese ultramontanismo, no sólo va a oponerse al galicanismo, sino a todo intento de comprensión y conciliación con los nuevos movimien- tos políticos, el Liberalismo católico, la Democracia cristiana o el Sillo. El ultramontanismo cree que la religión es el freno a la descri- tianización y a la erosión que sufre la sociedad debido a los cambios sociales y políticos. Desde aquí, el ultramontanismo se presenta como renovador en cuanto a la piedad y a la devoción de los fieles, las cuales pone al servicio de sus ideales, el mantenimiento de una socie- dad oficialmente católica, en donde la Iglesia, que es tanto como decir REVISTA DE ESPIRITUALIDAD (55) (1996), 399-443

Entorno histórico de Teresa de Lisieux

  • Upload
    others

  • View
    6

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

Entorno histórico de Teresa de Lisieux

LUIS J. FERNÁNDEZ FRÚNTELA

Salamanca

1. LA RESTAURACIÓN RELIGIOSA EN FRANCIA DURANTE EL SIGLO XIX

El siglo XIX se ha caracterizado por ser una época de restaura­ción, de volver a los valores tradicionales que habían sido puestos en entredicho por el movimiento revolucionario de finales del si­glo xvm. La restauración religiosa se caracteriza por la oposición a los valores sobre los que se levanta el mundo moderno y que de a 19una manera quedan compendiados en el de la libertad: libertad po­lítica, libertad de pensamiento, libertad religiosa. La restauración re­ligiosa trae el triunfo del ultramontanismo como oposición al galica­nismo y su deseo de establecer una iglesia autónoma en lo que se refiere a su vida interna frente a Roma. Para el ultramontanismo sólo una jerarquía fiel a Roma e independiente de las ingerencias del Es­tado, pero con un Estado que apoye sus pretensiones, es capaz de defender a la persona de lo que denomina el despotismo de la política. Ese ultramontanismo, no sólo va a oponerse al galicanismo, sino a todo intento de comprensión y conciliación con los nuevos movimien­tos políticos, el Liberalismo católico, la Democracia cristiana o el Sillo. El ultramontanismo cree que la religión es el freno a la descri­tianización y a la erosión que sufre la sociedad debido a los cambios sociales y políticos. Desde aquí, el ultramontanismo se presenta como renovador en cuanto a la piedad y a la devoción de los fieles, las cuales pone al servicio de sus ideales, el mantenimiento de una socie­dad oficialmente católica, en donde la Iglesia, que es tanto como decir

REVISTA DE ESPIRITUALIDAD (55) (1996), 399-443

Page 2: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

400 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

el mundo eclesiástico, controle la educación y la moral pública. La reacción a esa restauración católica y a la alianza entre la Iglesia ofi­cial y los sectores conservadores de la sociedad, durante el II Imperio, es lo que nos explica la pervivencia del anticlericalismo y el deseo de establecer una sociedad laica y neutra en el terreno religioso, con lo cual vemos que la sociedad francesa del siglo XIX no se identifica en su totalidad con el catolicismo cerrado y excluyente.

1. La recuperación de Jesucristo

La piedad francesa del siglo XVIII que había estado marcada, por influencia del jansenismo, por un fuerte teocentrismo que se traducía en la vivencia de un temor reverencial a Dios por miedo a no estar entre los elegidos y ser contado entre los condenados y en un fuerte rigorismo sacramental, sobre todo en el caso de la peniten­cia. En el siglo XIX esta piedad va a experimentar una profunda transfonnación, en la cual va a jugar un gran papel el movimiento romántico y la influencia de la espiritualidad italiana, así como la de la escuela francesa del siglo XVII, y el basto movimiento de apari­ciones y revelaciones, tanto del Corazón de Jesús como de la Virgen María, desarrollado en Francia durante todo este siglo. Todo esto lleva a que la piedad se caracterice por el cristocentrismo. En esta recuperación de la figura de Jesús influyen distintas corrientes: la espiritualidad italiana, sobre todo San Alfonso María de Ligorio 1,

la escuela francesa de espiritualidad con Berulle 2, así como la divul­gación en los sectores populares del Kempis o Imitación de Cristo,

1 En esta recuperación de la figura de Jesús, la influencia de San Alfonso María de Ligorlo se deja sentir a partir de su obra Práctica de amor con Jesu­cristo editada en Francia a partir de 1835.

2 La espiritualidad de Berulle defiende que es en Jesucristo en donde Dios es conocido en su justa medida. Uno de los autores espirituales que reivindica la espiritualidad de la escuela francesa del siglo xvn es Charles Gay, se con­vierte por medio de Lacordaire en 1836; llegando a obispo auxiliar de Poitiers. En su obra Vida y virtudes cristianas defiende que la persona de Jesús no debe ser jamás separada de su doctrina, ya que si todo es vida en su doctrina, ello es debido a que él es la vida y esta vida se comunica por una unión íntima y real con él. P. POURRAT, La Spiritualité chrétienne, N Les temps Modernes, 2.0 partie du jansénisme a nos jours, París 1947, pp. 619-628.

Page 3: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 401

una de cuyas traducciones hecha por Lamennais fue muy popular en el norte francés. No podemos olvidar en esta recuperación de la persona de Cristo el vasto movimiento devocional que, por influencia de la escuela neolamartiniana, insiste en devociones de carácter pa­sional como el viacrucis, la agonía de Jesús, y la devoción al Sagrado Corazón de Jesús 3.

Al margen de estas comentes, internas al mismo catolicismo, hay que destacar la influencia de comentes laicas en su simpatía hacia la figura de Jesús, esta simpatía parte de una nueva lectura del evange­lio menos marcada por la teología y más por la preocupación de reconciliar los valores evangélicos con los de la Revolución. En esta lectura nueva no se insiste tanto en la salvación individual cuanto en la salvación colectiva y entiende ésta como el intento por establecer en la historia los valores sobre los que se levanta el mundo moderno: libertad, fraternidad e igualdad 4.

Frente a la imagen perviviente del Dios severo a quien hay que temer, el humanismo romántico recupera la imagen de Cristo como salvador de la humanidad y mediador de ésta frente a Dios 5: el mo-

3 En este recuperación de la figura de Cristo desde dentro del mundo católico francés debemos hacer notar la influencia de las obras del P. FABER, que publi­cadas en inglés entre 1853-1861, fueron inmediatamente traducidas al francés. P. POURRAT, O.C., p. 622.

4 Alrededor de 1840 en círculos democráticos se desarrolla una gran estima hacia la figura de Jesucllsto. Barbes, líder republicano en la cárcel en 1839, declara: « Yo soy cristiano y la religión no debe ser uno de los más pequeños apoyos de la causa republicana». En esta línea se mueve uno de los líderes de la revolución de Julio de 1839, Beranger, quien se define como volteriano y anticlerical pero que siente una simpatía humanista hacia el evangelio. Beranger, que cree en la transformación de la sociedad que le toca vivir, ve que la revo­lución no es más que la continuación del principio de igualdad esbozado por el evangelio. PAUL BÉNICHOU, El tiempo de los profetas. Doctrinas de la época romática, Fondo de Cultura Económica. México 1984, pp. 358-367. Lamartine que, sin romper con el cristianismo tradicional y que considera que la humanidad tiene por finalidad encontrar a su Dios, se mueve en la línea de un cristianismo humanista, despojado de lo sobrenatural, interpreta a Cristo en clave social en ese intento por reconciliar evangelio y revolución: Verbo increado, manantial fecundo de justicia y de libertad ... palabra que llevas con la verdad justicia y tolerancia, amor y libertad. ROGER PICARD, El Romanticismo social, Fondo de Cultura Económica, México 1947, pp. 79-93.

5 Entre los autores de la generación romántica se da una gran simpatía por Jesús, un Jesús considerado en su humanidad. Jesús llama la atención de muchos

Page 4: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

402 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

vimiento democrático por influencia de Lamennais 6 y el movimiento socialista ven a Cristo como el redentor de las desigualdades, las in­justicias y la esclavitud, y el Reino de Dios anunciado por Cristo es visto como anticipo de la sociedad comunista 7.

2. Religión y nacionalismo

Como consecuencia de las distintas restauraciones, más aún, de la reacción contra los valores y visión del mundo nacido de la Revolu-

de los escritores románticos por su abnegación, su sacrificio por lus hombres, su moral, su caridad, su pureza; ésta, de alguna manera, es la visión que de Jesucris­to va a subyacer más tarde en la Vida de Jesús de Ernesto Renán. Consideran que cuando Jesús sufre es víctima del Dios injusto. Cristo es el justo de los justos, cuyo sufrimiento es mayor; por tanto que Jesús sufra es visto como la mayor injusticia de la historia. El romanticismo contrapone la imagen del Cristo humanista frente al Dios severo, indiferente a la vida de los seres humanos e injusto con éstos, que de alguna manera es la permanencia de la idea de Dios 'de la tradición jansenista. PAULETTE GABAUDAN, El romanticismo en Francia, Salamanca 1979, pp. 137-140.

6 La influencia de Lamennais, con obras como Palabra de un creyente, el Libro del pueblo, La esclavitud moderna, Los evangelios, ayuda a la recupera­ción humanista de la figura de Jesús y a la visión positiva de la religión católica por parte de los círculos liberales y en los ambientes populares. Louis le Guillou, L' Evolution de la pensée religieuse de Félicité Lamennais, Libraire Armand Colin, París 1966.

7 Alfonso Esquiros, cercano a Larnmennais, que publica en 1840 el Evange­lio del pueblo, defiende que «el reino de Dios es la emancipación de los pobres, el juicio final el castigo de los opresores. La ascensión de Jesús y la asunción de María son dos figuras bíblicas de la rehabilitación completa de la humani­dad». Parte de la idea de que lo mismo que el Verbo un día se encamó en la persona de Jesús, un día lo hará en el pueblo, en todos los hombres; en esto consiste la segunda venida de Cristo que profesan los cristianos. PAUL BÉNICHOU, O.C., pp. 418-423.

El dominico Monsabre en una de las conferencias de Nuestra Señora de París, en concreto la de 1880, trata el tema de Jesucristo, haciendo una fuerte crítica a los autores que han intentado reducir la figura de Jesús a un simple símbolo a aquellos que quieren «bajar a Jesucristo de las alturas un poco ideales de una sabiduría trascendente a las realidades de la vida social y política que el judaísmo jamás separó de la vida espiritual y religiosa: Jesús es demócrata y socialista». Pretende rebatir a los falsos cristos: el Jesucristo loco o impostor, el Cristo sectario, el Cristo sabio, el Cristo símbolo, porque <<no son los hijos legítimos del humilde y sincero amor a la verdad y de un estudio serio, sino los bastardos del orgullo obstinados y de la desleal perfidia». Conferencia de Nues­tra Señora de París. Exposición del Dogma católico, existencia y persona de Jesucristo, por el M. R. P. SANTIAGO MARiA LUIS MONsABRÉ, Maestro en Sagrada

Page 5: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 403

ción 8, se da la alianza entre la religión y los sectores nacionalistas, 10 cual va a fraguar en la utilización político-religiosa de determinadas devociones, como la del Sagrado Corazón de Jesús, o de determina­dos fenómenos religiosos, como las apariciones marianas. Todo ello cuaja en un espíritu reparador, que llena el mundo devocional de buena parte del siglo XIX, y que se presenta como un intento por frenar la evolución política de la sociedad, el secularismo y en último término los valores democráticos cifrados en la libertad: libertad de concien­cia, de creencia, libertad de pensamiento, así como en la separación entre la Iglesia y el estado, y por supuesto la acofesionalidad misma del Estado. Desde esa perspectiva reparadora todas estas libertadas son vistas como una apostasía, un olvido de Dios por parte de la so­ciedad, de aquí que el que discrepa, el que pretende moverse con libertad fuera de la influencia religiosa, en último término eclesiásti­ca, es alguien por quien hay que rezar, a quien hay que convertir, al que hay que traer de nuevo al redil para lograr su salvación; se sigue manteniendo en pie el tópico de que fuera de la Iglesia, y se sigue identificando Iglesia con sociedad, no hay salvación 9. Aquí nace la

Teología del Orden de Predicadores, traducida por el R. P. Fr. Paulino Alvarez, del mismo Orden (convento de Padrón). Cuaresma de 1878, Madrid, Imprenta de la Propaganda Católica, 1880.

8 «La verdad que la sociedad salida del 89 de las logias masónicas y de las conjuraciones de la kábala judía nació en estado de pecado mortal; no fue bau­tizada, esta fuera de la Iglesia y no sirve sino para echarla a las cloacas», EDUARDO DRUMONT, El fin de un mundo, estudio psicológico social, Barcelona 1889, p. 264. «El único medio de salvación que queda a Francia es volver sinceramente al cristianismo» declaración del general Sonís, comandante del 17 cuerpo de ejército y terciario carmelita, al coronel Charette, jefe de los vol un­tmios del Oeste, cuando éste le presenta la bandera que el hombre santo de Tours, León-Papin Dupont, le había entregado. La bandera llevada el símbolo del Corazón de Jesús, el 1 de diciembre de 1870, el día antes de entrar en combate contra los alemanes.

9 « ... Y nosotros salgamos de los errores de nuestro siglo, abjuremos de este culto idolátrico de la vana razón, del triste progreso, de la estúpida licencia. Ra­zón, progreso, falsas luces, libertad más falsa todavía; he ahí las palabras que rodean y limitan por todas partes vuestro espíritu. Hay que salvar esta frontera de los errores modernos y salir a todo trance de las tinieblas en que se ve perdida Francia. El sagrado Corazón del Hombre-Dios». Sermones predicados en Besan­zon y en Parey-le-Monial en junio de 1873 por MONSEÑOR BESSON obispo de Ni­mes y traducidos al español de la quinta edición francesa por D. Rafael Pijoan, presbítero, Valencia, Librería de los sucesores de Badal, 1888, p. 222.

Page 6: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

404 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

necesidad de la conversión, hacer que los discrepantes vuelvan a ser sumisos fieles. Desde una perspectiva socio-política, el espíritu repa­rador trata de construir una nueva cristiandad donde no cabe la discre­pancia, y por supuesto donde no hay que alterar los principios tradi­cionales sobre los que se sustenta la sociedad, ya que el orden socio-político es un fiel reflejo del orden celestial establecido por Dios 10. Aquí nace la oposición abierta y a veces militante frente al mundo moderno que postula la pluralidad en el pensamiento, el cam­bio de las estructuras sociales y políticas y la separación entre la Igle­sia y el Estado. Este mundo moderno, el espíritu democrático es visto como apostasía y negación del orden querido por Dios 11.

Todo el movimiento reparacionista se alimenta de los aconteci­mientos que vive Francia tras la caída del II Imperio, 1870, así como la conmoción que produjo en muchos católicos la pérdida de los Estados pontificios por parte del papa 12.

10 «Somos reaccionarios, si con ello entendemos ser hombres de fe y corazón, católicos ante todo, que no transigimos con principio alguno, que no abandona­mos verdad alguna, y que respetamos, en medio de las blasfemias el orden social establecido por Dios, y estamos decididos a no retroceder ni un paso ante las exigencias de un mundo pervertido, y miramos como un deber de conciencia la reacción antirrevolucionaria». MONSEÑOR SEGUR, La revolución, Madrid 1862, pp. 102-106.

11 «Entre los principios del 89 se encuentran algunos que son verdades an­tiguas del derecho francés, o del derecho político cristiano ... Muchos otros son verdades de sentido común, que nadie se atrevería hoy a formular seriamente; pero todas estas verdades están dominadas por un principio revolucionario de la independencia absoluta de la sociedad; principio que rechaza para en adelante toda dirección cristiana, que quiere que el hombre no dependa más que de sí mismo, ni tenga más leyes que su voluntad, sin ocuparse de lo que Dios manda y enseña por medio de su Iglesia. La voluntad del pueblo soberano, sustituida a la del Dios soberano; la ley humana, pisoteando la verdad revelada; el derecho puramente natural haciendo abstracción del derecho católico; en una palabra, el poner esos pretendidos derechos del hombre en lugar de los derechos eternos de Jesucristo, he aquí la declaración de 1789 ... Así pues, los principios del 89, considerados unos por uno, están muy lejos de ser enteramente revolucionarios; pero en su conjunto, y sobre todo en la idea que los domina, constituyen una rebeldía atrevida del hombre contra Dios, y un rompimiento sacrílego entre la sociedad y nuestro Señor Jesucristo, Rey de los pueblos, rey de los Reyes». MONSEÑOR SEGUR, o.c., pp. 49-50.

12 «Hemos sentido la guerra, la derrota, la vergüenza, la desesperación. He­mos visto caer nuestras banderas y desplomarse nuestros baluartes bajo la planta del enemigo; dos provincias nos han sido arrebatadas»; la Alemania pisa todavía nuestro suelo; la guerra civil ha sucedido a la guerra extranjera ... La Francia

Page 7: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 405

Desde la visión, excesivamente providencialista, de la historia se interpreta la derrota francesa a manos de los alemanes como un cas­tigo divino a la nación francesa, de ahí la necesidad que tienen de expiar colectivamente el pecado de apostasía y así aplacar la cólera divina. En los Círculos Católicos se espera una pronta restauración de la monarquía, creyendo que de manos de ella va a llegar el resur­gir religioso de la nación francesa, se traduce en toda una serie de acontecimientos públicos: la consagración de Francia al Sagrado Co­razón de Jesús, la construcción del templo expiatorio de Montmatre, el auge de las peregrinaciones a determinados santuarios con una significación muy marcada en el sentido religioso-patriótico 13.

3. Renacer de las peregrinaciones

El padre Gautrelet nos da noticias de un fenómeno nuevo en el catolicismo francés del siglo XIX, el de las peregrinaciones: Un fe-

busca el camino y no puede encontrarlo. Parece como sea incapaz de volver a sus antiguas y tradicionales leyes y asentar los fundamentos sólidos de un go­bierno nuevo entre generaciones demasiado removidas y que no pueden en ade­lante recibir consistencia... He ahí por qué nosotros vamos a Parey a pedir a Jesús a qué precio quiere libertar a la Iglesia de sus angustias y levantar de nuevo a la Francia del fondo de los abismos. El sagrado Corazón del Hombre­Dios». Sermones predicados en Besazon y en Parey-le-Monial en junio de 1873 por MONSEÑOR BESSON obispo de Nirnes y traducidos al español de la quinta edición francesa por D. Rafael Pijoan, presbítero, Valencia, Librería de los su­cesores de Badal, 1888, pp. 36-37.

13 En este sentido cabe destacar el auge que toma la peregrinación a Pontmain a partir de la finalización de la guerra franco-prusiana de 1871. Aquí en Pontmain, Bretaña, tuvo lugar durante la guerra franco-prusiana la supuesta aparición de la Virgen a cuatro niños a los que pide que rezasen, pues Dios les iba a escuchar y su hijo se iba a conmover. Mientras esto ocurría escuchan que alguien, a quien ellos no pueden ver, entona el cántico: Madre de la esperanza/proteged, proteged a nuestra Francia/ruega, ruega por nosotros. Ocho días después de esta supuesta aparición tiene lugar la firma del armisticio que pone fin a la guerra y los solda­dos de Pontmain vuelven sanos, sin una herida. A partir del mismo 1871 las pe­regrinaciones del oeste francés: Bretaña, Normandía, Mans, se hacen cada vez más frecuentes. En 1882 se establecen en Pontmain los Oblatos de María Inmaculada que serán los impulsores del culto en este lugar. Esta supuesta aparición mariana en un momento de postración de la nación francesa se vive como un mensaje divino que viene a alentar la esperanza de la nación humillada por los prusianos. lEAN CHÉLINI/HERY BRATIlOMME, Les chemíns de Dieu, hístoire des pélegrinages Chrétiens, des origines a nos jours, Hachette, pp. 323-325.

Page 8: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

406 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

nómeno singular se produce en el mundo católico en los últimos años. Las peregrinaciones públicas, que se creían pasadas y que parecían no estaban en armonía con las ideas modernas, tienen un desarrollo inesperado. Este afán por peregrinar se desarrolla a partir de 1846 14

, y a él contribuyen varios factores:

- La paz religiosa que goza Francia en las décadas centrales del siglo XIX.

- El renacer del culto mariano, muy vinculado al fenómeno de las apariciones marianas, que se convertirán en los grandes centros de peregrinación de los católicos franceses: La Medalla Milagrosa, 1830, en Par{s, en la roe de Bac; La Salette, 1846; Lourdes, 1858 15

.

14 Al margen de los grandes centros de peregrinación como son los lugares de las supuestas apariciones marianas o del Corazón de Jesús, destacan como lugares de peregrinación otros santuarios tradicionales en la historia religiosa de Francia: Argentuil donde se venera la túnica de Cristo a partir de 1866; en Tours renace las peregrinaciones a la tumba de San Martín a partir de 1860; a Mon­tpellier se peregrina tras el rastro de San Roque; en Normandía vuelve a tomar auge la peregrinación al santuario de San Miguel; en París se da inicio a la peregrinación a la tumba de San Dionisio, en esta peregrinación se hizo popular un cántico popular en el que se pedía por la recuperación de la fe de los mayores: Gran Dionisio, apóstol de Francia,/veneramos tus gloriosos restos;/socórrenos en el día de los sufrimientos/ y devuélvenos la fe de nuestros mayores. A partir de 1863 se inicia la peregrinación a la tumba del Cura de Ars, Jean Marie Vianney, JEAN ÜIÉLIN1jHERY BRANTHOMME, O.C., pp. 311-312.

15 Como muestra de esa unión del nacionalismo y de la piedad mariana baste el siguiente texto del dominico Monsabré: «Cuando apenas se formaba nuestra nación ya se oía este dicho popular. Regnum Galliae, regnum María. Y en efecto María era reina de Francia, mejor que las Clotildes y Radegundas. Ella había empuñado el cetro y la espada del más valiente de los pueblos; ella se aparecía en nuestras murallas, velaba a las puertas de nuestras ciudades, y, armada de radiante espada, rechazaba a los bárbaros invasores de nuestras provincias. Ella volaba al combate, oía el clamor de nuestros reyes cuando se veían en el apuro, y les daba la victoria. Y nuestros reyes la amaban y le dirigían súplicas, le ofrecían presentes, le edificaban espléndidas iglesias, y con edictos memorales se hacían promotores de su culto ... Nuestros anales nos dice que María amó a Francia y Francia a María. Y lo que era verdad ayer, lo es hoy, a pesar de nuestras infidelidades y desventuras: los hechos contemporáneos lo dicen con elocuencia irresistible. ¿No ha multiplicado a nuestra vista esta celestial Madre los testimonios de su bondad maternal con apariciones gloriosas, avisos miste­riosos, tiernas represiones, excitaciones al arrepentimiento y a la oración, cura­ciol).es de alma y cuerpo? Reavivado el amor por la gratitud, ¿no ha multiplicado brillantes manifestaciones? Se han levantado nuevos santuarios; peregrinaciones inmensas atraviesan sin cesar a Francia, y de año en año se han visto sucederse

Page 9: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORIeO DE TERESA DE LISlEUX 407

Junto con este renacer del culto mmiano tenemos que señalar, sobre todo a partir de la ID República, la importancia adquirida por el santuario del Corazón de Jesús de Paray-le-MoniaI 16

- La restauración de las órdenes religiosas. Los Oblatos de María Inmaculada son los que promueven las peregrinaciones a los santuarios de Notre Dame de Lumiéres a partir de 1837 y de Notre Dame de Bon Encontre a partir de 1847. Los Dominicos en Sainte Baume extienden el culto y la devoción a Santa María Magdalena. Los Jesuitas, en concreto el P. Gautrelet, fundador del Apostolado de la Oración, y el P. Raimiere, fundador del Mensajero del Corazón de Jesús, son los impulsores de las peregrinaciones al Santuario de Pa­ray-le-Monial 17

- La labor de los Padres Asuncionistas, en concreto los padres Picard y Vicente de Paul Bailly, que fue capellán de los zuavos pon­tificios del Gard en los años 1867-1869, fundaron en 1872 en París la Asociación de Nuestra Señora de la Salud, la cual tenía por objeto

las fiestas magníficas de las coronaciones, como para atestiguar solemnemente la verdad de esta divisa en que se resumen nuestras esperanzas: Regnum Oalliae, regnum Mariae». Conferencia de Nuestra Señora de París. Exposición del Dog­ma católico, existencia y persona de Jesucristo, por el M. R. P. SANTIAGO MARiA LUIS MONSABRÉ, Maestro en Sagrada teología del Orden de Predicadores, tradu­cida por el R. P. Fr. Paulino Alvarez, del mismo Orden (convento de San Este­ban de Salamanca). Cuaresma de 1841, Madrid, Imprenta de la Propaganda Católica, 1885, pp. 52-53.

16 « ... No basta rogar, es necesario hacerse peregrino. Los peregrinos de María se disponen para hacerse peregrinos del Sagrado Corazón. Oray, Mont Roland, Fourviere, Lourdes, Nuestra Señora de Chartre, todos los santuarios consagrados a la Virgen Santísima, han resonado durante este mes por el ruido de nuestros pasos y la armonía de nuestros cánticos. He ahí el santuario consa­grado al Corazón deifico de Jesús, que se abre hoy con toda su pompa y atrae hacia sí todas las miradas, desde los altares de María, corramos al altar de Jesús. Paray-Le-Monial verá nuestro~ peregrinos; nuestra bandera flotará entre las banderas de las Iglesias más ilustres y más fieles». Panegírico de la Beata Margarita María Alacoque, predicado en la Iglesia metropolitana de Besanzon, elide junio de 1873 por MONSEÑOR BESSON, obispo de Nimes, traducido al español por Rafael Pijoan, presbítero, Valencia, librería de los sucesores de Badal, 1888, pp. 34-35.

17 En la peregrinación que tuvo lugar el 20 de junio de 1873, fiesta del Sagra­do Corazón de Jesús, llegaron 25.000 hombres peregrinos a este santuario. El día de San Pedro de 1871, 150 diputados de la Asamblea nacional se consagran al Corazón de Jesús: «Corazón Sacratísimo de Jesús venimos a consagraros a Vos, nosotros y aquellos de nuestros colegas que nos están unidos en sentimientos.

Page 10: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

408 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

asegurar la salvación de Francia y la del mundo obrero, para lo cual fomenta oraciones públicas, la campaña del descanso dominical, la fundación de obras para atender a los obreros, estudios sociales; con estas actividades tratan de movilizar al pueblo y sacarlo de su inercia. Es de esta iniciativa de los padres Picard y Vicente de Paul Bailly de donde nacen las peregrinaciones nacionales. En 1873 las peregrina­ciones nacionales van a recibir un gran impulso desde Roma cuando el Papa Pío IX entrega a cada miembro del consejo nacional de pere­grinaciones una pequeña cruz de lana roja que al reverso llevaba la siguiente inscripción: Domino Cristo Servire. El mismo papa concede toda una serie de indulgencias para el llamado mes de las peregrina­ciones que se abría con la peregrinación a Lourdes el 22 de julio y se cen'aba con la peregrinación a la Salette el 22 de agosto.

- El desarrollo del ferrocarril, el cual pennite el transporte de gran número de peregrÍp.os 18; entre otros santuarios que se benefician de este medio está el santumio de Lourdes 19.

18 Desde la actitud misioneísta, de desprecio a la ciencia y al progreso, en que vivían muchos sectores del catolicismo, se pretende convertir los avances del progreso, que en principio eran vistos de forma negativa, en instrumento al ser­vicio de la piedad, de la expiación: «En lugar de esos trenes de placer que cruzan el mundo sembrando el lujo y la blasfemia, y paseando de una a otra capital, de un pueblo a otro, el escándalo y ejemplos de las malas costumbres, tiempo es ya de organizar trenes de oración y penitencia. No era esto sin duda lo que nuestro siglo había imaginado; y viendo ahora a la electricidad, al vapor, a la luz, servir de vehículo e instrumento a la religión, la impiedad se estremece ... Silbe el vapor de un extremo a otro de Francia, que precipite del Norte al Mediodía y del Oriente al Occidente, los trenes de oración y penitencia con rapidez, cada día mayor y más piadosa, hasta el santuario de Paray-Le-Monial... mirad los carros que bendice el señor, el vapor sube como incienso, la chispa eléctrica hace oír la hora del sacri­ficio y de la oración, y los aparatos en que la ciencia encierra los rayos luminosos, se han perfeccionado para convertir, con una verdad más completa, las iglesias, los santuarios, los altares, las banderas, las muchedumbres devotas en espectácu­los increíbles de fe, de piedad, de fervor y de expiación. Señor, eso es obra de tus manos. Las invenciones de la ciencias humanas sirven, finalmente, a vuestra glo­ria. Acabaremos por gritar más alto que el impío. El sagrado Corazón del Hom­bre-Dios. Sermones predicados en Besanzon y en Para-Ie-Monial en junio de 1873 por MONSEÑOR BESSON obispo de Nimes y traducidos al español de la quinta edi­ción francesa por Don Rafael Pijoan, presbítero, Valencia, Librería de los suce­sores de Badal, 1888, pp. 121-123.

19 El consejo nacional de peregrinaciones en 1873 consigue para el llamado mes de las peregrinaciones un descuento del 50% del billete para los peregrinos que viajen en tren. En 1872 llegan a Lourdes 178 trenes especiales transportando 119,000 peregrinos. JEAN CHÉL!NI/HENRY BRANTHOMME, O.C., p. 327.

Page 11: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORIeO DE TERESA DE LISIEUX 409

- La veneración creciente, fundamentalmente entre los ultra­montanos, a la persona del papa 20. Las peregrinaciones a Roma se generalizan a partir de 1848 con el nacimiento de la cuestión romana y el jubileo del año santo de 1850 y cobran una gran importancia en el período comprendido entre 1874 y 1913, sobre todo en el ponti­ficado de León XIII; durante este periodo las peregrinaciones están muy vinculadas al mundo de los Círculos Católicos y el movimiento obrero católico como forma de poner en contacto a los obreros con el papa obrero 21. Es en este marco de los Círculos Católicos donde se da la peregrinación a Roma de Santa Teresa de Lisieux.

4. Vuelta al sacramento de la penitencia

El siglo XIX se ha calificado en Francia como el siglo del auge del sacramento de la penitencia, el cual, debido a la influencia jan­senista, había ocupado un segundo lugar en la piedad del catolicismo francés. La verdad que durante el siglo XIX este sacramento entraba de lleno dentro de la estrategia de la Iglesia para salvar la moralidad de la familia: aleja a los jóvenes del abismo, previene el adulterio, evita el divorcio.

En la vivencia de este sacramento podemos distinguir tres mo­mentos:

- El primer tercio del siglo XIX, desde el concordato, 1801, hasta la monarquía de julio, 1830, donde sigue imperando el rigoris-

20 Dios de clemencialDios vencedor/salvad a Francia ya Roma/por el Sagra­do Corazón, este es uno los cantos de sabor religioso-patriótico que entonaban los peregrinos. El deseo de salvación de Francia no es más que una consecuencia de la preocupación por la salvación de Roma en lo que tanto se había significado el catolicismo francés (los zuavos pontificios).

21 Entre otras peregrinaciones en este período 1874-1913 tenemos: 1875, durante el pontificado de Pío IX, para desagraviar al papa prisionero en Roma; 1879, recién elegido papa León XIII, organizada por el Círculo de Montpamase. León Harmel, que es el impulsor de las peregrinaciones obreras de la Francia trabajadora organiza las de los años: 1886, 1887, 1889, 1891, para agradecer a León XIII la publicación de la enCÍclica Rerum Novarum, 1893, para conmemo­rar las bodas de oro de la consagración episcopal del papa León XIII; 1900; con motivo del año santo y para desagraviar el papa prisionero en el Vaticano, lEAN

CHÉLINI!HENRY BRANfHOMME, O. c., p. 336-339.

Page 12: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

410 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

mo de tradición jansenista. En la práctica sacramental se suele retra­sar e incluso negar la absolución. Este rigorismo penitencia va a insistir en todo lo que tiene que ver con el cuerpo y con la vida social: el baile, la taberna, la coquetería.

- El segundo tercio del siglo XIX donde se da el triunfo de la doctrina de San Alfonso María de Ligori0 22

. Se recomienda al con­fesor prudencia e indulgencia, se busca más tranquilizar que angus­tiar las conciencias 23.

- El último tercio del siglo XIX, supone una vuelta parcial al rigorismo teniendo como campo de acción fundamentalmente la moral sexual. Ya a comienzos del II Imperio los arzobispos de París, Parisis, y en 1860, Belley, recomendaba al clero firmeza en el campo de la moral sexual; la denota de la Comuna en 1871 llevará a que la Iglesia francesa siguiendo los pasos de Roma acentúe el rigorismo en el campo de la moral sexual 24

22 Junto con San Alfonso María de Ligorio influyen otras figuras del pasado como San Francisco de Sales, San Felipe Neri, San Carlos Bonomeo: «Si todos los fieles fuesen confesados y dirigidos por San Carlos Borromeo, San Francisco de Sales, San Francisco Javier, San Felipe Neri, no serían ni mal confesados ni mal dirigidos; por otra parte, si todos los confesores, principalmente los que em­piezan, pudiesen decir: confieso como San Carlos Borromeo, San Francisco de Sales, San Francisco Javier, San Felipe Neri, sigo las mismas reglas cuya aplica­ción los ha santificado». El libro de los confesores, escrito en Francés por M. J. GAUME, Vicario General de Nevers ... , Madrid, establecimiento Literario. Tipogra­fía de D. Saavedra y Comp, Calle de la Flor alta núm. 3. 1848, p. XI.

23 En esta línea se mueve el obispo Tomás de Perigeaus cuando en 1837 intenta justificar la autoridad de San Alfonso de Ligorio en el campo de la confesión. recomendando moderación en las preguntas que los confesores han de formular a los penitentes: «Como no es cosa cierta que sea una obligación confesar las circunstancias notablemente agravantes, y que, en la duda, vale mucha más no llegar, que ir muy lejos en las preguntas que conciernen al sexto precepto, y a las obligaciones de los esposos; un confesor puede, sin peligro de comprometer su ministerio, limitarse a las preguntas que juzgue necesarias, para conocer las circunstancias que mudan la especie del pecado. No debe olvidarse que, si está obligado a procurar la integridad en la confesión, lo está más estric­tamente aún a no escandalizar a los penitentes, con cuanto sea capaz de debilitar la idea, que deben tener de la santidad y de la modestia sacerdotal». El libro de los confesores, escrito en Francés por M. J. GAUME, Vicario General de Nevers ... , Madrid, establecimiento Literario. Tipografía de D. Saavedra y Comp., Calle de la Flor alta núm. 3, 1848.

24 Este rigorismo se acentúa en un momento en el que el anticlericalismo plantea y denuncia abiertamente lo que denominaba el espionaje del clero por

Page 13: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO mSTORICO DE TERESA DE L1SIEUX 411

5. Una piedad utilitaria

La piedad francesa de este siglo se va a caracterizar por el utili­tarismo oracional. Se reza mucho, de forma constante y por todo: por la salvación de las almas del purgatorio 25, por la conversión de los librepensadores, por la propagación de la fe, por los misioneros, por la regeneración de la familia, por la salvación de la propia nación. Sigue en auge el gusto por ganar indulgencias por medio de las cuales conseguir para sí o para los suyos, la ansiada salvación 26.

Se vive una ascesis del mérito que deja a un lado la ascesis de la violencia física al insistir en la práctica de las virtudes, la abstinencia moderada, el ofrecimiento del trabajo diario, el ejercicio de la cari­dad 27, todo ello muy del gusto burgués. Es una piedad marcada por un fuerte sacramentalismo. En las prácticas devocionales se reco­mienda la frecuencia, no ya anual, sino mensual e incluso semanal de

medio de la confesión, así como el de los sacerdotes seductores. No se debe olvidar que ya el artículo 909 del código civil afinna que el confesor no puede heredar de su penitente. Para el anticlericalismo, que prende fundamentalmente en las clases burguesas, todo legado hecho a la Iglesia es una forma de expoliar la herencia familiar. La crítica anticlerical a la práctica de la confesión se funda en el hecho de que ésta quita autonomía y libertad a la persona yendo contra la ética individual y el secreto de la vida privada, principios básicos para la bur­guesía liberal. PHILIPPE ARIEs y GEORGES DUBY, Historia de la vida privada. Sociedad burguesa: aspectos concretos de la vida privada, Taurus, Madrid 1991, pp. 212-215.

25 En esta línea por asegurar la salvación de las almas del purgatorio el abate Buguet funda en la capilla de Monttligeon la Obra expiatoria, la cual en 1892 llega a contar con tres millones de socios.

26 La indulgencia tenía una doble fmalidad: por una parte tranquilizar la propia conciencia al creer que por los méritos que uno conseguía con los ejer­cicios devocionales lograba la salvación, pero por otra parte era un instrumento positivo en manos de la Iglesia para conseguir por parte del fiel una mayor participación en la vida sacramental y benéfica de la Iglesia. La Indulgencia era un medio por el cual uno reafinnaba su pertenencia a la comunidad eclesial, sobre todo en la devoción hacia la persona del papa, algo muy típico de este siglo XIX.

27 En esta línea se mueve la obra de FEDERICO OZANAM, la Conferencia de San Vicente de Paú!. Ozaman recomendaba que la verdadera piedad es la realización de buenas obras. Las buenas obras son el medio que tienen los cristianos de hacerse admirar y respetar: «la práctica de la caridad hacia los pobres convierte más estudiantes que las más elocuente conferencias de historia». P. POURRAT,

o. c., pp. 605-607.

Page 14: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

412 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

los sacramentos, confesión y comunión. Junto a la vida sacramental las prácticas devocionales piden a los fieles el ejercicio de alguna obra de misericordia: limosna para atender a los pobres, visitar a los enfermos, rezar por los difuntos.

En la primera mitad del siglo XIX se desarrolla una piedad muy afectiva en la que adquiere una gran importancia la exaltación de dolor predominando temas como la agonía del huerto, la sangre cubriendo el cuerpo de Cristo. Este tema del dolor se centra en la infancia de Cristo, al que se le presenta como un niño sufriendo, lo cual fue muy popularizado por medio de la estampa devocional. En esta línea del dolor cabe destacar el auge que toma la devoción a la Virgen de los Dolores. En todo ello está influyendo el romanticismo del primer tercio del siglo XIX 28.

6. Las misiones

Las misiones, el llevar la fe cristiana a las naciones paganas, será una de las grandes realizaciones de Francia durante el siglo XIX, prácticamente ella va a ser la gran potencia misionera del mundo católico. Este movimiento misional se va a ver favorecido por distin­tos factores:

- El colonialismo 29, que encuentra su justificación en una serie de factores:

28 En los autores románticos se da una predilección por la escena del huerto de los olivos. En ella Jesús aparece profundamente humano en su dolor, grita su abandono ante un cielo sordo. Presenta a Jesús, que en el momento del sacrificio en la cruz descubre la ausencia de Dios, sufriendo un dolor atroz y desgarrador. En esta línea caben destacar obras como la de Lamartine, el crucificado, o la de Naval, Cristo en el huerto de los olivos. Gonzague Truc, Historia de la litera­tura católica contemporánea de lengua francesa, Gredos, Madrid 1963, pp. 27-31.

29 Es significativo que mientras en la metrópoli durante la ID República se pone trabas al trabajo de las congregaciones, éstas son apoyadas y favorecidas en los territorios coloniales. Son las congregaciones las encargadas de la educa­ción: Madagascar, Tonkín, Congo francés, Dahomey, Guinea son algunos de los lugares donde las congregaciones religiosas llevan en gran parte la enseñanza de la población. Es significativo el papel diplomático jugado por Francia en China. Francia se va a arrogar el papel de protectora, no sólo de los misioneros, sino

Page 15: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LlSIEUX 413

@ La fe en el progreso y la necesidad de mercados donde abas­tecerse de materias primas y donde situar su producción 30.

• La voluntad de poder y la certeza de poseer la civilización universal y por tanto la necesidad de extender esta civilización por todas las partes 31.

@ El nacimiento de una nueva ideología nacional que ve las co­lonias como una prolongación de la Patria. Para los franceses las colonias son la Francia del exterior.

® La necesidad de aventura, de descubrimientos y, desde el punto vista eclesial, la pasión del apostolado, el llevar la fe cristiana a las nuevas tielTas descubiertas y conquistadas 32.

de los católicos chinos frente al poder imperial. Francia daba a cualquier misio­nero, de la nacionalidad que fuese, pasaporte por el que se le consideraba francés y le aseguraba unos derechos superiores al simple pasaporte, con 10 cual quedaba bajo la cobertura diplomática francesa. El Vaticano, aunque la Iglesia era ajena a esta práctica, apoyó el proceder francés.

Como ejemplo de esa mutua colaboración entre misión y colonialismo baste el siguiente texto referente a la misión llevaba por los Carmelitas Descalzos en Bagdad: «Hasta entonces los que no eran católicos no querían frecuentar la escuela de los europeos, pero los progresos que hicieron los alumnos de nuestro establecimiento fueron tales, que hicieron, en parte, caer los prejuicios. Varías casas comerciales que no tenían ningún contacto directo en Europa, establecie­ron relaciones comerciales con Francia, donde se hablaba la lengua que comen­zaba a ser tenida por los habitantes de Bagdad como su segunda lengua mater­na... estas casas comerciales hicieron excelentes negocios de tal manera que cristianos de otras comunidades, judíos y musulmanes comenzaron a enseñar esta lengua en sus escuelas o enviar a sus alumnos a las escuelas de los pa­dres. Hemos de señalar que la lengua francesa fue enseñada en nuestro estable­cimiento 20 años antes que en ninguna otra escuela». Mémoire présenté sur la demande du consul de France, par le P. Anastase de Saint Elie, citado en Elisée Alford, Les missions des Carmes Déschaux, 1575-1975, Desclé de Brouwer, pp. 105-106.

30 «La política colonial es hija de la política industrial ... El consumo europeo está saturado. Es preciso hacer surgir de otras partes del globo nuevas capas de consumidores so pena de poner en quiebra la sociedad moderna y de preparar una liquidación social por vía del cataclismo» (Julio Ferry, Tonkín y la madre Patria).

31 «Abrir a la civilización la única parte del globo donde éste aún no haya penetrado es una cruzada digna de este siglo de progreso» (Leopoldo 11 de Bélgica en la Conferencia Internacional de Geografía, Bruselas 1876), Robert de la Vignette, Cristianismo y colonialismo, Casal 1 Vall, Andorra 1962, pp. 18-26.

32 El misionero, en los ámbitos oficiales, era visto como agente predestinado del Imperio civilizador, y por tanto ejercía una serie de funciones: era consejero de comercio exterior, embajador de la cultura y de la grandeza francesa, explo-

Page 16: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

414 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

La conciencia misionera que nace en las grandes Iglesias cristianas: con la creación de asociaciones misioneras: la Sociedad de Misiones de Filadelfia, 1850; la Misión Universal de Centro Africa, nacida como respuesta a las exploraciones de Livingstone; la Socie­dad de Misiones de Escocia, 1856; la Sociedad de Misiones de Sue­cia, 1856; la Misión de China, 1865; la Sociedad Misionera Orto­doxa, fundada en San Petersburgo en 1870.

- La abundancia de vocaciones misioneras 33.

- La existencia de asociaciones de fieles que tenían por finali-dad la ayuda 34.

- El nacimiento de congregaciones femeninas con una finalidad misionera clara. Estas congregaciones se harán presentes en el campo misionero a finales del siglo XIX 35.

- El estímulo que recibe el movimiento misionero por parte de León XIII que ha sido denominado como el papa misionero, en sus

rador, agente de información, profesor de moral mediteITánea (Gabriel Hano­taux). La cruz es la verdadera bandera de los apóstoles y, para los franceses, al lado de la cruz, la bandera de Francia, su patria (respuesta del cardenal de Lavigerie a Leopoldo II de Bélgica cuando éste decidió financiar un puesto misionero de Padres Blancos con tal de que estuviese a cargo de miembros belgas de la Sociedad de Argel y estuviesen bajo la protección del AlA, Asocia­ción Internacional de Africa).

33 Las regiones francesas más fructíferas en vocaciones misioneras fueron: Alsacia, Bretaña, La Vendée, el País Vasco, Auvernia. El Bulletin des Congre­gations del 13 de enero de 1901 daba las siguiente cifras, de 14.000 misioneros que había en el mundo, 11.500 son franceses. De los 5.000 auxiliares de Insti­tutos de Hermanos, la mayoría eran franceses.

34 Entre otras asociaciones podemos citar: - La Asociación Africana, 1888. - La Asociación de TieITa Santa, 1892. - La Fraternidad de San Pedro Claver, 1894. - La Asociación Misionera Femenina, 1903. - La Obra de San Pedro Apóstol para el clero indígena, nacida en París en

1889. 35 Entre otras congregaciones femeninas de origen francés que participaron

en el mundo misional tenemos las siguientes: - Las hennanas de San José de Cluny, que fundadas para la enseñanza y

el cuidado de los enfermos se hicieron presente en la Guinea Superior. - Las hermanas de San José de Alby, que fundadas con una finalidad

benéfico-educativa, trabajaron en Argelia. - Las hennanas para el Auxilio de las Animas del Purgatorio, fundadas

para atender a huérfanos en el extranjero y se hicieron presentes en China.

Page 17: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 415

encíclicas Sancta Dei civitas, del 3 de diciembre de 1884 y Praeclara gratulationis de 1894. Entre las preocupaciones de León XIII están:

e Apoyar los movimientos contra la esclavitud y el colonialismo. s Apoyar el trabajo misionero en cuatro zonas: Iberoamérica, el

mundo anglosajón, Africa y Extremo Oriente: No hay país, tierra o isla que escape a la amorosa mirada del Sumo Pontífice, y a la que no envíe mensajeros de la fe (Obispos alemanes 1893).

@ Agrupar bajo la dirección pontificia las fuerzas en pro de la tarea ecuménica de la Iglesia: Mientras negocia con los gobiernos europeos una paz prometedora para la Iglesia, prepara en el Oriente el camino del retorno a la unidad católica para los millones de cismáticos griegos, tanto tiempo alejado de la comunión con la Santa Sede (Episcopado Norteamericano en el Tercer Concilio plenario de Baltimore 1884).

@ Estimular la devoción misionera de la cristiandad y la obliga­ción de los fieles de participar y ayudar a las misiones por medio de la oración, el apostolado y las limosnas.

• Recuerda a los obispos y a los superiores mayores de las orde­nes religiosas la necesidad de fomentar las vocaciones misioneras.

e Fijar el fin principal del trabajo misionero que no es otro que la expansión de fe 36.

• Estimular el surgimiento y resurgimiento de órdenes y socieda­des misioneras, así como seminarios misioneros para el clero secular como el de París o Milán 37.

36 León XIII logró de los congresos de las potencias coloniales, Berlín 1885 y Bruselas 1890, que éstas se comprometiesen en la lucha contra la esclavitud, así como intentar elevar el nivel de vida de la población negra y garantizar la libertad de movimiento de los misioneros. FLICHE/MARTÍN, Historia de la Iglesia, Vol. XXV (1), El mundo secularizado, Edicep, Valencia, 1985, pp. 421-422

37 Como consecuencia de la prohibición, por parte del gobierno italiano, del libre uso de los bienes de la Congregación de Propaganda Fide, León XIII apoyó las asociaciones misioneras católicas tales como: la Obra de difusión de la fe de Lyon, fundada en 1820; la Asociación de la Santa Infancia, a la que se recomien­da que perteneciesen todos los jóvenes; la Obra Escolar Oriental, la cual tenía por finalidad ayudar a las instituciones de formación de misioneros. En 1887 instituye la colecta de Viernes Santo para ayuda de Tierra Santa, y en 1890 la del día de Epifanía, que debía realizarse en todas las parroquias, para ayudar a la campaña antiesclavista. FLICHE/MARTíN, o. c., pp. 359-370.

Page 18: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

416 LillS J. FERNANDEZ FRONTELA

® Apoya en todo momento el trabajo del cardenal Lavigerie, el moderno cruzado, arzobispo de Argel y fundador de los Padres Blancos.

II. EL TIEMPO HISTÓRICO DE SANTA TERESA DE LISIEUX

El tiempo histórico de Santa Teresa de Lisieux es un tiempo corto en su duración, pues nace en 1873 y muere en 1897, total 24 años, pero a la vez es un tiempo intenso y polémico en lo que res­pecta a la vida interna de Francia ya que supone el triunfo de los valores republicanos y el establecimiento de una sociedad laica, lo cual va a llevar a un enfrentamiento abierto con la Iglesia y a la división interna de Francia.

1. Del JI Imperio a la Comuna

En septiembre de 1870 cae el II Imperio como consecuencia de la derrota de Francia frente a Prusia. Un gobierno provisional en enero de 1871 firma el armisticio con Prusia. Bismarck hace ver que sólo un gobierno debidamente constituido puede firmar la paz, y es por ello por lo que permite la elección por medio de sufragio univer­sal masculino, de una Asamblea Nacional con una doble finalidad firmar la paz con el naciente Imperio alemán y dar una constitución al estado Francés.

Ante las elecciones de febrero de 1871, en las que alcanzan la victoria los sectores de derecha, fundamentalmente monárquicos, con 430 diputados frente a los 200 republicanos moderados de los 675 que componía la Asamblea, se descubre que, en las provincias y en el mundo rural, el republicanismo no infunde demasiada confianza. Por los apologistas del conservadurismo se presenta a la ideología republicana como violenta y belicosa en cuanto a política exterior, adversaria de la iglesia y socialista en lo referente a la propiedad y al reparto de la riqueza 38.

38 La Asamblea nacional de 1871 fue conocida con el despectivo nombre de la Asamblea de los rurales, ya que en su mayoría estaba formada por monárqui­cos: terratenientes de provincia, funcionarios, rentistas y comerciantes. CARLOS

MARx, La Guerra Civil en Francia, Pekín 1978, p. 54.

Page 19: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 417

La Asamblea, reunida en Burdeos, con el apoyo de los realistas elige a Thiers como presidente del poder ejecutivo para conseguir la recuperación de Francia tras la derrota en la guerra con los alemanes, a cambio Thiers se compromete a no hacer nada que favorezca a un partido determinado.

En Marzo de 1871 los republicanos de París, baja burguesía y obreros, alistados en la Guardia Nacional, que durante la guerra había defendido la ciudad frente a los alemanes, se negaron a aceptar las condiciones de paz que imponía Bismarck, así como a los elementos monárquicos de la Asamblea Nacional. Esta posición de los republi­canos de París, que se negaban a reconocer la autoridad de la Asam blea, provoca un estallido revolucionario que lleva a que la Asam­blea tenga que retirarse a Versalles, mientras que en París se establece un comité Revolucionario, la Comuna 39.

La Comuna se caracterizó por el orgulloso patriotismo y, por supuesto, por el antigermanismo 40, el republicanismo, así como por manifestarse contraria a los intereses burgueses, mlstócratas y del clero. Defiende el intervencionismo estatal, y en esta línea el control del gobierno sobre los precios y salarios, así como sobre las condi­ciones de trabajo 41.

39 Al margen de esta oposición de los republicanos a los elementos monár­quicos, en el levantamiento de la comuna juegan otros factores: el término de la moratoria de la deuda, lo cual afectaba a las clases medias bajas, la supresión de numerosos diarios y el envío de refuerzos a la guarnición de París. MARIE­LOUISE HEERS, El mundo contemporáneo (1848-1914), Madrid 1987, pp. 97-98.

40 Este antigermanismo se acentúa por las condiciones del tratado de paz franco-alemán de Versalles, firmado entre Thiers y Bismarck el 26 de febrero de 1871, por el cual Francia cede Alsacia y la parte Oriental de Lorena a Alemania, se compromete a pagar una indemnización de guerra de mil millones de Francos y mientras pagaba la indemnización Alemania seguiría ocupando parte del terri­torio francés. Este tratado será ratificado en Francfort-Main el 10 de mayo de 1871. CARLOS MARX, o. c., p. 7 nota 11.

41 La Comuna, aunque formada por elementos muy distintos, la burguesía radical o jacobinos, en ella predominaba el elemento blanquista, el socialista, tanto de origen prudoniano como de la Internacional, que ve en la nueva repú­blica un paso previo para el establecimiento del nuevo orden socialista; los seguidores de Tridón, todos ellos partidarios de la idea de Barbés de la toma del poder por las clases obreras mediante la violencia como primer paso hacia la legalidad socialista, en la cual no habría lugar para la Iglesia. No hay que olvidar que la masa obrera, que era la mayoritaria en la Comuna, desde finales del Il Imperio, estaba ganada por el blanquismo y por el anticlericalismo que había

Page 20: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

418 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

La Comuna, que ve que la Iglesia en el pasado más inmediato ha estado unida a la sociedad que trata de destruir, va a tornar una sede de medidas contra ella. El 2 de abril da un decreto por el cual se establece la separación entre la Iglesia y el Estado, la supresión del presupuesto de culto, la desamortización de los bienes de las órdenes religiosas y pone en vigor el calendario republicano. Este decreto no terminó con las medidas contra la Iglesia. El 3 de abdl asaltan el palacio arzobispal de París siendo detenido al arzobispo, Monseñor Darboy, y el Vicario episcopal. El 5 de abril se detiene a los jesuitas y se publica un decreto por el cual todo detenido que sea cómplice de Versalles será reo de muerte, así mismo se proclama que por cada comunero fusilado lo serán tres rehenes. El 6 de abril la Comuna intenta canjear a Monseñor Darboy y a otros eclesiásticos por Blanqui, uno de los líderes de los comuneros, a lo cual se va a oponer Thiers, jefe del gobierno provisional; corno consecuencia de esta negativa serán fusilados 42. Finalmente termina cerrando las iglesias.

Al fin Thiers logra reconstruir el ejército con los prisioneros vueltos de Alemania y con voluntarios de las zonas del Oeste, el 22 de mayo, el cual logra entrar en París y, después de una semana, la semana s angdenta , el 28 de mayo, se hace con el control de París. El precio que tuvo que pagar el enfrentamiento con la Comuna se salda con 20.000-35.000 muertos, 13.500 condenados a trabajos for­zados o al destierro y 270 penas de muerte de las que sólo se ejecu­tarán 26.

despertado en Francia como consecuencia de la cuestión Romana, a la que el TI Imperio prestó apoyo. Carlos Marx define la Comuna como la forma bajo la cual la clase obrera asume el poder político en su fortaleza social, París y los otros centros industriales. CARLOS MARX, La Guerra Civil en Francia, Pekín 1978, p. 250.

42 CARLOS MARX, en su obra La Guerra Civil en Francia, culpa a Thiers de la muerte del arzobispo al negarse a canjearle por Blanqui: «La última garantía contra la ferocidad sin escrúpulo de los gobiernos burgueses, la toma de rehenes ¿iría a convertirse en una farsa? El verdadero asesino del arzobispo Darboy, es Thiers. La Comuna, reiteradas veces, había ofrecido cambiar al arzobispo y además a todo un montón de sacerdotes únicamente por Blanqui, que estaba entonces en las manos de Thiers. Thiers rehusó obstinadamente. Sabía que con Blanqui daría una cabeza rectora a la Comuna, al paso que en forma de cadáver, el arzobispo servía a sus designios del mejor modo posible».

Page 21: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX

2. Fracaso de la Restauración Monárquica y República Moderada

419

La victoria sobre la comuna y la desavenencias entre los elemen­tos monárquicos, legitimistas y orleanistas, hace que la Asamblea decida confirmar a Thiers, el cual se consagra a la recuperación de Francia y, a intentar cuando antes, la evacuación de las tropas alema­nas. A finales de 1872 la mayoría monárquica de la Asamblea acusa a Thiers de haber roto el pacto y haber tomado partido por la Repú­blica. El 23 de mayo de 1873 Thiers pierde la confianza de la Cámara y dimite 43.

Como consecuencia de esta dimisión es elegido como presidente Mac-Mahón, que confía el gobierno al dirigente de los monárquicos, el Duque de Boglie, que como programa de gobierno tiene: restable­cer el orden moral de la sociedad, lo cual supone defender la socie­dad amenazada por los elementos revolucionarios, respetar los valo­res religiosos.

Es durante este período de presidencia de Mac-Mahón cuando se va a dar la renovación católica 44, la cual se manifiesta en el movi­miento de peregrinaciones a los nuevos santuarios marianos, Lour­des, La Salette, a Paray-le-Monial, lugar ligado al culto del corazón

43 El 23 de mayo la Asamblea le desautoriza por 360 votos contra 344. Este fue el inicio de una serie de medidas de la mayoría conservadora contra Thiers. En marzo de 1873 la Asamblea limita el derecho de Thiers a intervenir en la Cámara. Como consecuencia que en unas elecciones parciales es elegido en París un radical, tanto los republicanos moderados como los monárquicos acusan a Thiers que con su política apoya a los elementos revolucionarios. Finalmente el jefe de los monárquicos, Duque de Broglie, le invita a llevar una política abier­tamente conservadora. El 23 de mayo la Asamblea le desautoriza por 360 votos contra 344. MAruE-LoUIsE HEERS, El mundo contemporáneo (1848-1914), Sarpe, Madrid 1986, pp. 104-106.

44 Uno de los apologistas de esta renovación va a ser el publicista Louis Veuillot, director del L' Un ivers , diario leído entre el clero y los elementos conservadores de la sociedad francesa. Su apología de La renovación católica supone la condena del espú·itu revolucionario de 1789 y de las libertades moder­nas de donde proceden todas las desgracias por las que ha pasado Francia como consecuencia de haberse alejado de la religión, y la vuelta a la tradición católica que para él supone la unión de poderes, espiritual y temporal, la religión del Estado, FLICHE-MARTÍN, Historia de la Iglesia, XXIV, Pío IX y su época, Valencia 1974, pp. 256-257.

Page 22: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

420 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

de Jesús 45, o santuarios con un profundo significado religioso-patrió­tico como Chartres 46 y la construcción de la basílica de Montmatre dedicada al Sagrado Corazón como templo expiatorio 47.

A pesar de la unión de los monárquicos, legitimistas y orleanis­tas, la restauración monárquica no se va a llevar a cabo debido a que el pretendiente legitimista, el Conde de Chambord, no está dispuesto a abandonar la bandera blanca de los borbones, lo cual de alguna manera supone la vuelta parcial a un régimen autoritm'io con la su­presión del sufragio universal, a lo cual no acceden los orleanistas que eran partidarios del sistema parlamentario en donde el rey reina­se pero no gobernase. Debido a este no entendimiento el 20 de no­viembre de 1870 se aprueba la ley de septenario por la cual se pro­rroga por siete años el mandato del Mariscal Mac-Mahón.

Por fin, por las leyes constitucionales de 1875, fruto de un pacto entre los orleanistas y los republicanos moderados, se establece la

4S A Paray-le-Monial se dirigió el 20 de junio de 1873 una peregrinación en la que participan los zuavos pontificios con sus jefes los generales Charantes y Gastón Sonis, así como peregrinos de Alsacia y Lorena con unos 1.200 sacer­dotes. Los peregrinos se contaron en unos 30.000. Al aparecer en la procesión las banderas de Alsacia y Lorena, las provincias conquistadas por los prusianos, la multitud prorrumpió en gritos de ¡Viva Pío IX! ¡Viva Francia! y se entona el Pitié mon Dieu, piedad mi Dios. Es en el marco de esta peregrinación cuando un centenar de diputados legitimistas consagran a Francia al Sagrado Corazón.

46 Es significativo que a Chartres se inicie la peregrinación en 1873 días después de la caída de Thiers, el cual era visto como la bestia negra de los realistas. A Chartres llegan 40.000 peregrinos, 14 obispos, 150 oficiales del ejército y 2 generales en uniforme de gala y 140 diputados monárquicos. Esta peregrinación tenía untos tintes legitimistas, poner a Francia bajo la protección de Nuestra Señora ante la inminente restauración de la monarquía. En Chartres se entonan una serie de cánticos de puro sabor ultramontano, entre ellos el cántico Piedad, mi Dios, que es como el himno identificador del ultramontanis­mo católico, que oponen a la Marsellesa, el himno de los republicanos: ¡Piedad, mi Dios!, es por nuestra patria/por lo que nosotros oramos ante este altar.! Los brazos levantados y la cara demacrada/eleva su mirada hacia el cielo.! Dios clemente, Dios vencedor/salvad a Roma y a Francia por vuestro Sagrado Cora­zón. lEAN CHÉLlNIIHENRY BRANTHOMME, o. c., pp. 329-330.

47 Con la construcción de esta basílica se pretendía aplacar la cólera divina y lograr el perdón por el pecado colectivo de los franceses, así como la libera­ción del soberano pontífice: «Francia es una nación culpable, fuerte pero justa­mente castigada. Puede afirmarse que ha apostatado, ya por la pérdida de fe en un gran número de hijos, y por el abandono de sus intereses más evidentes. Siempre que separa su causa de la de su madre Augusta y Sagrada, paga con su prosperidad y su homa esta impiedad. Hemos visto a la nación francesa dar el

Page 23: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 421

forma republicana de gobierno con un presidente 48, un gobierno presidido por un primer ministro y un poder legislativo con dos cámaras, la Cámara de Diputados, elegida por sufragio universal masculino, y el senado, elegido por sistema indirecto 49.

En 1876 Francia se encuentra con un Senado dominado por los elementos conservadores, tanto de derechas como de izquierda, una Cámara de Diputados en donde los monárquicos sólo cuentan con

espectáculo de tristes escándalos, favorecer la revuelta del espíritu revoluciona­rio, aceptar con indiferencia el abandono de la causa del Soberano Pontífice y de la Iglesia y cerrarse de ojos ante la violencia y superchería que han arrebatado al Papa su poder temporal y a menoscabar el libre ejercicio de su autoridad espiritual... Nos ha parecido necesario procurar ante todo desarmar la cólera divina por un gran acto de expiación y de penitencia que sea con la ayuda de Dios un medio de preservación, y este medio a nuestro entender debe ser la erección en París de una Iglesia monumental dedicada al sagrado Corazón. Se alzará en la ciudad culpable y castigada como un acto de desagravio en el mismo lugar de la ofensa. Al propio tiempo alejará los peligros del presente, servirá de ejemplo para el porvenir y este monumento de fe hablará a nuestros descendien­tes de nuestras desgracias, de nuestro arrepentimiento, y si Dios quiere de nues­tra liberación» (Legentil). No podemos olvidar que para los grupos más intran­sigentes del catolicismo edificios como el Santuario del sagrado Corazón de Montmatre es el símbolo de la Francia católica, la auténtica, la fiel a la tradición, por el contrario la torre Eiffel, levantada en la Exposición Universal de París de 1889, que conmemoraba el primer centenario de la revolución de 1789 es <<tes­timonio de imbecilidad, de mal gusto y de tonta arrogancia, se levanta expresa­mente para proclamar esto hacia el cielo, es el monumento, símbolo de Francia industrializada; se la destina a ser insolente y bestia como la vida moderna y aplastar con su estúpida altura todo lo que ha sido el París de nuestros padres, el París de los recuerdos, las antiguas casas y las iglesias de Nuestra Señora y el Arco del Triunfo, la oración y la gloria ... Este vanidoso delirio, a! que sucede a veces la modorra, es una forma en cierto modo histórica de la agonía de las sociedades». EDUARDO DRUMoNT, El fin de un mundo, estudio psicológico social, Barcelona 1889, p. 8.

48 El Presidente es elegido para un período de siete años por la Asamblea Nacional, formada por la Cámara de diputados y el Senado. Es el encargado del poder ejecutivo, él es el que nombra a los ministros que son responsables ante la Cámara de Diputados y tiene la prerrogativa, con el apoyo del Senado, de disolver la Cámara. En caso de conflictos entre las dos cámaras puede consultar al pueblo directamente y convocar nuevas elecciones.

49 El senado se componía de 75 senadores vitalicios y 225 senadores elegidos para nueve años y renovable por tercios cada tres años por un colegio electoral surgido en segundo grado del sufragio universal; en ese colegio electoral predo­minaban los representantes del mundo rural, los senadores elegidos debían tener más de 40 años. El senado fue una concesión de los republicanos a los elementos más conservadores y se concibe como un elemento de moderación frente a la Cámara de diputados.

Page 24: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

422 LUIS J. FERNANDEZ FRON1'ELA

155 escaños, contra los 450 de los republicanos, de ellos 98 radicales abanderados por Clemenceau que se opone a la política de modera­ción. En este ambiente el presidente Mac-Mahón destituye al primer ministro Julio Simón por su política anticlerical, defendía la separa­ción entre la Iglesia y el Estado y, desde antes de estar en el gobier­no, era partidario de una enseñanza primaria obligatoria que los obispos consideran como paso previo para una enseñanza gratuita y laica. El presidente termina nombrando primer ministro al líder de los monárquicos, el duque de Broglie, el cual no consigue la confian­za de la Cámara obliga al Mac-Mahón a disolver la Cámara y con­vocar nuevas elecciones para el mes de octubre de 1876. Esto es interpretado por los republicanos como un intento de golpe de esta­do. Los republicanos, que se muestran socialmente moderados, acu­den unidos a las elecciones haciendo del anticlericalismo su principal bandera. Aunque pierden escaños, respecto a 1876, los republicanos se alzan con la victoria, lo que lleva a que Mac-Mahón reconozca la preeminencia del poder legislativo. Aunque los republicanos cuentan con el control de la Cámara los conservadores controlan el ejército, la judicatura y los altos cuerpos de la administración: esto es lo que lleva a practicar una política de republicanización, deponiendo de los altos cargos a los elementos conservadores y eligiendo para ellos a elementos republicanos.

3. La República de los oportunistas

Mac-Mahón, cuando se proyecta la depuración del ejército, dimi­te el 30 de enero de 1879. La Asamblea elige a Jules Grey como presidente. En las elecciones parciales para el senado de enero de 1879 los republicanos se habían alzado con la mayoría en las dos cámaras.

Toda la década que va de 1879 a 1889 va a ser denominada la república de los oportunistas. El panorama político francés queda dominado por los republicanos 50,

50 La República logra su consolidación en Francia con las leyes de 1881: libertad de reunión, ley de asociaciones que permite la existencia legal de las

Page 25: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 423

Estos oportunistas están fOlmados por la mediana burguesía: cla­ses liberales e industriales, muchos de ellos protestantes o afiliados a la masonería. Económicamente defiende un programa liberal-con­servador, son partidarios de mantener el orden social evitando toda transformación brusca de la sociedad intentando poner límites a la legislación social tomando una serie de medidas que impiden las organizaciones de trabajadores y suprimen la huelga, en política exterior dejan en un segundo puesto el tema de la revancha contra Alemania y patrocinan la política colonial. Donde muestra toda su virulencia radical es en la política religiosa: el anticlericalismo es su bandera. En 1881, debido a la moderación de los republicanos, se escinden de ellos los radicales, formados por la baja burguesía, que se definen por su furibundo patriotismo, donde ocupa un primer puesto la revancha contra Alemania. Piden refOlmas sociales. En política interior piden la supresión del Senado, y mantienen en alza la bandera del anticlericalismo pidiendo la reintroducción del divor­cio y la separación entre la Iglesia y el Estado.

Al margen de estos grupos republicanos están los trabajadores que, desde la revolución de 1848 desconfían de los políticos burgue­ses, lo cual se acentúa como consecuencia de la Comuna, de aquí que no telminen de echar las bases de un partido socialista fuerte. Final­mente debemos destacar los conservadores, legitimista y bonapartis­tas, que aunque conservan los puestos altos de la administración, la juricatura y el ejército, han sido apartados de la dirección política.

Debido a que la Iglesia francesa no acató la III República y se inclinó por los sectores más reaccionarios, se entabla una lucha entre la Iglesia, abanderada del conservadurismo y los republicanos que defiende los valores democráticos, que en lo social y en lo económi­co se muestran moderados, pero que en política religiosa, debido a sus orígenes racionalistas y positivistas, son anticlericales. Gambeta, primer ministro en el primer gobiemo republicano, llega a declarar que «el clericalismo es el principal enemigo de la República».

asociaciones profesionales, se aplUeban más amplias libertades municipales. En 1884 se reforma el Senado, el cual no es suprimido, a pesar de que entraba de lleno dentro del programa de los radicales, pero se restringe la representación de senadores provenientes del mundo lUral y se suprimen los senadores vitalicios. MAruE-LoUISE HEERS, O. c., pp. 108-110.

Page 26: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

424 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

A partir de la llegada de los oportunistas al poder, la política de la III se va a caracterizar por lograr el establecimiento de una socie­dad laica y de un estado neutro en materia religiosa; por ello entre 1880 y 1884 se toma una serie de medidas en esta línea: supresión del descanso dominical y de las festividades religiosas, se suprime el delito de ultraje a la moral religiosa y a las religiones reconocidas por el estado, se suprime el rezo en la Cámara al comenzar las se­siones, se prohiben las procesiones públicas, se obliga a los semina­ristas a prestar servicio militar, se retiran de los hospitales las cape-­llanÍas y las imágenes religiosas, se reintroduce el divorcio en el código civil, se quitan de los tribunales los crucifijos y en 1886 se prohíbe a los ayuntamientos subvencionar las escuelas a cargo de las congregaciones religiosas 51.

No obstante, estas medidas tendentes a lograr una sociedad laica y secularizada, será en el terreno de la educación donde se dé la principal batalla en el enfrentamiento entre los republicanos y la Iglesia. Este enfrentamiento estará dirigido por Julio Ferry, ministro de educación y más tarde presidente del consejo de ministros, será

51 En este ambiente de secularización de la vida y de las costumbres en Francia el dominico Monsabré dedica toda una conferencia cuaresma!, la de 1887, de Nuestra señora de París a exponer la visión católica del Matrimonio y a atacar la política de secularización del mismo que llevó a cabo el gobierno oportunista: «Al modo que la sociedad doméstica es el fundamento de la socie­dad civil, la familia cristiana es el fundamento de esa gran sociedad espiritual agrupada, gobernada y perfeccionada por el sacerdocio. La fuente natural de la familia es la unión marital del hombre y la mujer; mas, para que esta unión pudiera llegar a ser fuente al propio tiempo de la familia cristiana, Dios la ha transportado del mundo de la naturaleza al de la gracia elevándola a la dignidad de sacramento ... No soy yo quien se alza contra tal legislación; no soy yo quien la anatematiza y condena; quien la condena y anatematiza es la verdad, la jus­ticia, cuyo apostolado represento, y a! cua! jamás haré traición por nada ni por nadie. Tiempo hace que los gobiernos prestan muy atento oído a las reivindica­ciones que halagan sus ambiciones de mando, y les permite extender sus usur­paciones. Los casuitas y los teólogos regalistas son los que les han facilitado invadir el campo de la religión y la humana conciencia, hasta que por último los sofismas del naturalismo han llegado a fascinar al estado, asegurándole que en la tierra es juez supremo y fuente de derecho». Conferencia de Nuestra Señora de París. Exposición del dogma católico. La gracia de Jesucristo, V matrimonio, por el M. R. P. Maestro Fr. S. L. Monsabré de la orden de predicadores, tradu­cidas por un religioso de la misma Orden, Cuaresma de 1887, Vergara, Tipogra­fía de El Santísimo Rosario, 1892, pp. 5-6, 87-89.

Page 27: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 425

apoyado por la Liga de Enseñanza y por la Franmasonería. Toda la política de Julio Ferry tiene una intención clara apartar a la juventud de la influencia de la Iglesia por medio de la educación 52.

El instrumento por medio del cual va a ponerla en marcha son las llamadas leyes de Julio Feny, las cuales buscan una enseñanza laica, no confesional y entendida como un servicio público. Al declarar la enseñanza como servicio público garantizaba la obligatoriedad, entre los 6 y los 12 años, y la gratuidad de la misma, así como la neutra­lidad de la misma en matelia religiosa. La función de la escuela es formar buenos, homados, patlióticos y republicanos ciudadanos 53.

52 Julio Ferry defiende que es la educación la base sobre la que se levanta una sociedad verdaderamente democrática: «Conseguido el sufragio universal, el pue­blo por la instrucción debía acceder a la Iglesia, condición indispensable para el establecimiento de una verdadera democracia». GUY DEBEYRE, La laicidad y la enseñanza pública, en La laic'idad, Taurus, Madrid 1963, pp. 212-213.

53 Las llamadas leyes Ferry son las siguientes:

- Ley del 27 de febrero de 1880, por ella se eliminó del Consejo Superior de Instrucción Pública y de los Consejos de Administración a todas las personas que no fueran funcionarios de Instrucción pública. La ley iba, fundamentalmen­te, contra los obispos y sacerdotes que participaban en dichos órganos.

- Ley del 18 de marzo de 1880, reserva sólo al Estado la capacidad de conceder títulos en lo referente a la enseñanza superior: Los exámenes y las pruebas prácticas que determinan la entrega de grados sólo pueden tener lugar en los jurados de Estado.

- Decreto de 29 de marzo de 1880 que en su artículo séptimo afirma que nadie puede dirigir un establecimiento público o privado, de cualquier orden que sea, ni tampoco puede enseñar, si pertenece a una congregación no auto­rizada.

Estas leyes fueron completadas con otras en los años posteriores:

- Ley Sée, de diciembre de 1881, por iniciativa del parlamentario alsaciano de origen judío, pretendía crear colegios y liceos femeninos. Por esta ley el Estado crea la Escuela Normal femenina de Sevres.

- Ley Ferry de 20 de marzo de 1882, por ella se establece la gratuidad y la obligatoriedad de la enseñanza primaria. Con esta ley que no prohíbe la escuela católica, ésta quedaba reducida a una escuela privada de pago por parte de los padres que deseen mandar a sus hijos a ella.

- Ley Paúl Bert de 30 de octubre de 1886, establece la neutralidad escolar. Por esta ley el Estado se compromete a fundar, sostener y dirigir escuelas pú­blicas tan sólo con personal laico que debía ser neutro en materia religiosa. En su artículo 18 manda que no se nombre maestros miembros de una congregación en los departamentos en los que funcione una escuela nOImal de maestros o maestras. ALEe MELLOR, Historia del anticlericalismo, Mensajero, Bilbao 1967, pp. 322-329.

Page 28: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

426 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

La repuesta de la Iglesia viene de la mano de León XIII que se niega a aceptar que las congregaciones deban pedir permiso, lo cual supone que pasan a depender del Estado. En la polémica intenta mediar el cardenal Lavigerie, arzobispo de Argel, que no logra nada. Ante la postura de la Iglesia Ferry alega que la ley respeta las con­gregaciones autorizadas, como los Helmanos de la doctrina Cristia­na y el clero secular, el verdadero clero francés. Pero lo que parecía innegable es que el decreto de 29 de marzo de 1880, que establece que «nadie puede dirigir un establecimiento público o privado, de cualquier orden que sea, ni tampoco puede enseñar, si pertenece a una congregación no autorizada», va directamente contra la Compa­ñía de Jesús, como el mismo Feny había declarado en el debate parlamentario: <<nuestra intención se dirige a las congregaciones no autorizadas, y, entre ellas, lo declaró muy alto, a una congregación que no solamente no está, sino que está prohibida por toda nuestra historia: La Compañía de Jesús. Sí, a ella, Señores, la queremos anebatar el alma de la juventud francesa».

Los obispos, siguiendo la postura de León XIII, y las congrega­ciones se solidarizan con los jesuitas. Ferry, al poner en funciona­miento la legislación, expulsa a los jesuitas, dominicos, benedictinos, franciscanos y reduce las universidades católicas: París, Lille, Lyon, Angers, Toulouse, a la categoría de Institutos.

Julio Ferry, en su carta a los maestros del 17 de noviembre de 1883, proclama que la enseñanza religiosa es una competencia exclu­siva de las familias y de la Iglesia, pero que la instrucción moral -a la que se considera esencial y en la que deben poner una gran atención los maestros- es algo que compete a la escuela: «al dispen­saros de la enseñanza religiosa no se ha pensado en descargaros de la enseñanza moral, hubiera sido quitaros lo que tiene de más digno la profesión».

En una ulterior instrucción del 17 de enero de 1887 se perfilan las funciones del maestro en la enseñanza neutra, enseñar la moral y la instrucción cívica: «El maestro no sustituye ni al sacerdote ni al padre de familia. Une su esfuerzo a los suyos para hacer de cada niño un hombre honrado. Debe insistir en los deberes que aproximan a los hombres y no en los dogmas que los dividen. El maestro debe evitar

Page 29: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 427

todo lo que en su lenguaje o en su actitud pueda herir las creencias religiosas de los niños confiados a su cuidado S4

.

4. El Ralliement, la política de León XIII buscando la aceptación de la República

León XIII desde que llega al pontificado, 1878, presta una par­ticular atención al problema francés. En febrero de 1884 publica la enCÍclica Gallorum Gens, donde expresa su postura ante la situación francesa. Reconoce la existencia de una serie de ideologías hostiles a la Iglesia; el papel de la familia en la educación de los hijos; condena la enseñanza neutra, pues sin enseñanza religiosa lo que se busca por parte del Estado es la formación de generaciones ateas; da una serie de normas prácticas: El episcopado debe actuar para man­tener y formentar la fe, se han de fomentar las vocaciones religiosas, se ha de fomentar la docilidad del clero a los obispos, se ha de potenciar la formación de seglares selectos consagrados a la defensa de la religión, se pide la unidad y la obediencia de todos los católicos en tomo al episcopado, dejando a un lado las propias opiniones, así como fomentar la unión entre Francia y la Santa Sede. Entre las medidas que toma de forma personal están el favorecer el nombra­miento de los obispos partidarios de la ID República; el intentar que los católicos no formen un partido de inspiración netamente católica, por lo cual hace desistir a Albert Mun que pretendía construir hacia 1885 un partido católico para oponerse a la embestida anticlerical como consecuencia del debate de la enseñanza.

León XIII invita a los católicos franceses a que acepten un régi­men que está apoyado por la mayoría de la población. En esta línea induce al cardenal Lavigerie a que pronuncie el discurso o brindis de

54 El año antes, el 11 de marzo de 1882, el mismo Julio Feny, en respuesta al senador Buffet sobre qué haría el gobierno en caso de que la enseñanza neutra de la escuela se convirtiese en irreligiosa, responde: «El primer deber del minis­tro será asegurar de la manera más escrupulosa y más severa la neutralidad de la escuela. Si un maestro lo olvida lo suficiente como para en su escuela se enseñe una enseñanza hostil, ultrajando las creencias religiosas de cualquiera, debería ser tan severa y rápidamente conegido como si hubiera cometido la falta de pegar a sus alumnos». GUY DEBEYRE, O. c., pp. 211-216.

Page 30: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

428 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

Argel, en 1890 55. En la línea del brindis de Argel están las declara­

ciones de León XIII al periódico Le Petit Journal, febrero 1892, donde personalmente declara que <<todos tienen derecho a ciertas preferencias, pero el hecho es que el gobierno francés es el que Francia se ha dado a sí misma. La República es una forma de gobier­no tan legítima como cualquier otra ... Los Estados Unidos son una república y, a pesar de las desventajas que nacen de una libertad sin frenos, esa nación se engrandece día tras día y allí se ha desano­nado la Iglesia católica sin conflicto alguno con el Estado. Estas dos potencias se avienen hoy muy bien, como deben avenirse en todas partes, siempre que cada una respete los derechos de la otra. La libertad es la verdadera base y el fundamento de las relaciones entre la autoridad y la conciencia religiosa... Lo que viene bien a los Estados Unidos tiene que convenirle, aún con más razón, a Fran­cia».

Debemos tener en cuenta que esta política de León XIII no busca­ba la cristianización del régimen político francés, sino más bien la aceptación de la República por parte de los católicos y la utilización del marco legal que ésta proporcionaba para lograr la recristianiza­ción de la sociedad.

No pretende León XIII la fOlmación de un partido católico, lo cual ya había intentado abortar, sino la colaboración de los católicos con los republicanos moderados.

Esta política de León XIII estuvo favorecida por varios factores: El fracaso del Boulangismo 56. La eliminación del sector más anticle-

55 En un banquete ofrecido en Argel donde el cardenal es arzobispo, a 42 oficiales de la escuadra del Mediterráneo, el cardenal Lavigerie brinda por la república, y en el brindis pide a los católicos franceses, sobre todo a sus prin­cipales figuras religiosas a unitse en apoyo de la República, lo cual justifica con el siguiente argumento: <<la voluntad del pueblo se ha manifestado con toda claridad y la forma de gobierno nada tiene en sí misma que vaya contra los principios que dan vida a las naciones cristianas y civilizadas». FLICHE/MARTÍN, o. c., V. XXV, El mundo secularizado, pp. 95-198.

56 Movimiento político, de tono patriótico popular, formado en tomo al ge­neral Boulanger, que llegó a ministro de la Guerra con el apoyo de los radicales de Clemenceau en el gobierno de Freycinet, enero de 1886, defendía la revancha frente a Alemania, para lo cual reformó el ejército, lo que lleva a que los oportunistas, entre ellos Julio Ferry, que se batió en duelo con el mismo general Boulanger en agosto de 1887, y sectores de la derecha temerosos de que la

Page 31: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO mSTORICO DE TERESA DE LISIEUX 429

rical del republicanismo oportunista como es el caso de Julio FelTy57. La neutralización de los sectores radicales del catolicismo, como el caso de Albert Mun, quien imprimía a su movimiento un aire dema­siado antinepublicano, ya que para él la República es la guerra contra las ideas religiosas. No obstante en 1902 daría lugar al mo­vimiento L' Action Libérale. Y J acques Piou aL' Actio Libérale Po­pul aire que consigue seguidores en las zonas del Norte y Isere y que

política de Boulanger initase a Bismarck, el cual había denunciado la política de Boulanger en el Reichstag, terminen apartándole del ministerio.

Boulanger logró reunir en torno a su persona a todos los descontentos de los gobiernos oportnnistas: radicales, monárquicos, tanto bonapartistas como bOl'bo­nes, la Liga de los Patriotas presidida por Paul Déroulede, que le declaró el general de la revancha, y formada por todo los patiidarios de la revancha frente a Alemania, sectores del mundo obrero. Ello lleva a que desde el campo opor­tunista se le acuse de querer dar un golpe de Estado, para lo cual fue animado por sus seguidores, pero personalmente desistió.

El movimiento, que terminará constituyendo el Comité de la protesta nacio­nal, cuajó en amplias capas sociales debido al descontento popular que había frente a la política de los republicanos oportunistas, así como a diversos escán­dalos políticos y económicos como el de Wilson, yerno del presidente de la república, Julio Gevy, o el escándalo de la compañía de Panamá. Este ambiente había traído el renacer de tendencias cesaristas, que veían la necesidad de un gobierno fuerte y autoritario para Francia. Todo el programa de Boulanger se basaba en la revisión de la Constitución. Fue elegido diputado por París en enero de 1889, no obstante, y debido al sistema electoral que favorece a los notables locales más que a los grandes movimientos de opinión, hace que el movimiento por él patrocinado no consiga candidatos más que en alguna gran ciudad. Bulan­ger se exilia en Inglaterra y termina suicidándose en Bruselas el 30 de septiem­bre de 1881. J01m M. ROBERTS, Europa desde 1880 hasta 1945, Madrid 1980, pp. 152-154

57 Julio Ferry tenía ganadas bastantes antipatías; entre los sectores populares y obreros, desde la época de la Comuna, era denominado Fery el hambre o el ministro del hambre; entre los católicos no era bien visto por su política anticle­lical, entre los republicanos radicales y los elementos patrióticos por haber re­nunciado a la revancha frente a Alemania, por lo cual era acusado en el parla­mento de seguir el juego de Bismarck. Su política exterior la orientó hacia el mundo colonial, la cual será una de las causas que explica la pérdida de confian­za entre los elementos más avanzados del republicanismo. La caída de Ferry está en relación con su política colonial en Madagascar, los conflictos con las auto­ridades angloegipcias, y el desastre de Lang -son con la retirada de las tropas francesas. Todo esto lleva a que en la Cámara se le deniegue, en 1885, los créditos que pedía para continuar con su política colonial, por 10 cual presenta su dimensión. A partir de este momento pasará a ser un político de segunda fila, a pesar de que en Febrero de 1893 es elegido presidente de la Cámara de diputados.

Page 32: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

430 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

defiende el principio de libertad para todos e igualdad ante la ley y siguiendo los postulados pontificios, en tiempos de Pío X, trata de hacer una buena república bajo la bandera de Jesucristo.

A pesar del deseo de León XIII de que no se forme un partido netamente católico y que los católicos colaboren con las formaciones republicanas, se va a buscar la unión de los católicos, lo cual se va a intentar lograr en los distintos procesos electorales de finales del siglo XIX. En las elecciones de 1893 los católicos intentaron concu­nir unidos, pero a pesar de los esfuerzos y debido a las tendencias existentes en su interior, la unión o el frente común, no se logró 58.

El resultado alcanzado entre los distintos grupos católicos no fue nada boyante, solamente 30 católicos fueron elegidos y entre los electos no había ninguna de las primeras figuras del católico político; entre los elegidos estaba Julio Augusto Lemier por el distrito de Hazembrouck en el norte. La razón de este fracaso es clara, las múltiples tendencias del catolicismo político francés.

Será el diputado Lemier el que, a partir de 1893, se tome la molestia de intentar aglutinar a los grupos demócratas cristianos, bastante desanollados en la zona norte de Francia, con una fuerte influencia del catolicismo social belga, yen la región de Lyon, donde el periódico La Cronique du Sub-Est había extendido las ideas demó­crata-cristianas por los departamentos de Ain, Loire, Ardeche y la región de Montpellier, donde el abad Sahut funda el periódico La Sociologie Catholique, que será uno de los órganos de difusión de la ideología demócrata cristiana.

Entre 1894 y 1898 los grupos demócrata-cristianos comienzan a colaborar con el periódico de La Croix de los Asuncionistas, el cual mantenía posiciones cercanas al integrismo y con la Asociación ca­tólica de Jóvenes franceses llegando a fOlmar en 1895 un comité electoral, Comité Justice-Egalité. Lemier y los grupos demócrata­cristianos buscaban apoyar a un republicano moderado, pero el influ­jo de los Asuncionistas en la opinión católica no hizo posible tal

58 Jacques Piou buscaba la unión de los católicos en tomo a la Asociación de los derechos constitucionales, Albert Mun pretendía lograr la unión del catolicis­mo político en tomo a la Liga católica, formada a partir de la Asociación Ca­tólica de Jóvenes de Francia. Etienne Lamy, desde la liga católica, busca la apertura a los republicanos moderados.

Page 33: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LlSIEUX 431

apoyo, lo cual trajo que en las elecciones de 1898 el movimiento católico sólo lograra elegir 70 diputados. Como consecuencia de este fracaso en 1899 la federación de los grupos católicos desaparece, lo cual, en la práctica, supone la desaparición de la democracia cristiana en Francia 59.

Esta política, patrocinada por León XIII, de acatamiento de la República, llevará a que en 189i en París nazca un movimiento de inspiración católica, cercano, pero a la vez distante de la Democracia Cristiana, que postula la plena aceptación de los principios de la III República, el Sillon, el surco, el cual recibe este nombre debido a que aceptan como órgano de expresión la revista Le Sillon fundada en 1894 por P. Renaudin.

El movimiento estaba patrocinado por Marc Sagnier y un grupo de estudiantes del colegio de San Estanislao de París, los cuales buscaban la conciliación del cristianismo con los principios sociales y políticos de la Revolución Francesa, en torno a los cuales se había construido la Francia contemporánea y sobre todo la Francia de la III República. El Sillon se caracteriza por tres rasgos:

- La adhesión al contenido de la revelación transmitido por la Iglesia.

- La valoración positiva de las transformaciones de la historia vistas como un progreso impulsado por Dios por medio de sus inter­venciones en la vida moral de los hombres.

- La simpatía por los movimientos no católicos de izquierda.

Marc Sagnier pretendía distanciarse con el Sillon, tanto de los grupos católicos liberales pues se da cuenta que son demasiado con-

59 En parte el fracaso de la Democracia Cristiana viene por la retirada del apoyo episcopal a dicho movimiento por los problemas que planteaba:

- El puesto del cristianismo en una sociedad secularizada, la posibilidad de admisión de miembros de otras confesiones cristianas.

- La aceptación del nuevo orden social y político nacido de la Revolución de 1789, el cual era visto como opuesto a la visión tradicional de la Iglesia.

- La petición de una renovación religiosa en el campo de la moral y de la misma pastoral de la Iglesia.

Junto a la falta de apoyo por parte del episcopado hay que tener presente la acusación que recibe de los sectores más integristas que la acusan de modernista.

Page 34: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

432 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

servadores y que están alejados de las nuevas clases sociales que serían las que tendrían el protagonismo en el futuro más inmediato, como de los demócratas cristianos que sólo buscan reformas del sis­tema, cuando lo que hay que hacer es educar moralmente a los indi­viduos para alcanzar la verdadera democracia 60.

La encíclica de Pío X Pascendi y una carta del papa del 25 de agosto de 1910 invita a Marc Sacgnier a disolver el movimiento 61.

La política del Ralliement no tuvo éxito. Amplios sectores cató­licos, con gran parte de la jerarquía y el clero a la cabeza, es contra­rio al proyecto de León XIII. Son partidados de formar un partido católico de matiz antirrepublicano y con una finalidad, defender a la Iglesia. Para ellos la República más que ulla forma de gobierno es la expresión de la apostasía de la nación francesa. Estos sectores cató­licos unidos a los sectores patrióticos desconfían de las clase política republicana ya que se olvidan de recuperar las provincias ocupadas: Alsacia y Lorena.

Esta postura es la que llevará a Charle Chesn, Lucien Brum y Emile Keller, que se niegan a seguir la actitud del cardenal Lavigede de aceptación de la República, en 1891 a fundar L'Union de la Fran-

60 El Sillón tuvo desde sus inicios una postura crítica frente a los católicos y la negativa de estos a aceptar el mundo moderno. Exaltaba de tal modo el sistema republicano que veía la República como consecuencia de la universali­zación de la Redención. El Sillon, con la aceptación plena del sistema republi­cano y de las libertades modernas, buscaba contrarrestar el influjo socialista, para lo cual creó los Institutos populares como replica a las Universidades po­pulares de los socialistas, y echó raíces entre los sectores de la pequeña y mediana burguesía, así como en amplios sectores del campesinado.

61 El movimiento del Sillon no era simpático a la jerarquía pues escapaba a su control en función del principio establecido por el mismo Marc Sacgnier la autonomía de la conciencia cívica.

Entre las causas que están en la base de la condena y disolución del movi­miento: La acusación de infiltración modernista. La exigencia de autonomía frente a la jerarquía eclesiástica. La defensa de posturas consideradas incompa­tibles con la doctrina católica sobre el concepto evolutivo de la sociedad, lo cual va contra el estatismo social que defiende los tradicionalistas. El origen de la autoridad y el principio de la soberanía popular que va contra el principio tra­dicional del origen divido del poder. La igualdad de los seres humanos y la necesidad de transformaciones sociales para solucionar el llamado problema social. La aceptación del mundo nacido de la Revolución Francesa y el libera­lismo, ambos condenados por la Iglesia: «Los verdaderos amigos del pueblo no son ni revolucionarios ni innovadores, sino tradicionalistas».

Page 35: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 433

ce Chretienne. En 1892 de ella se escinden Albert Mun y Annand Mackau, los cuales terminaron aceptando la política de conciliación de León XIII.

S. La República radical: La ley de asociaciones

En 1899 las elecciones a la Cámara de diputados son ganadas por el bloque de izquierdas formado por los radicales y los socialistas que desencadenará otra serie de medidas anticlericales, las cuales fueron debidas a la postura de amplios sectores católicos ante el caso Dreyfus y la polémica antisemita.

En 1901 el gobierno Waldeck-Rousseau, que cuando accede al gobierno había declarado que hay en Francia demasiados monjes conjurados y demasiados monjes de negocios, y aprovechando el ambiente anticlerical que se había desatado en Francia debido al caso Dreyfus, toma una serie de medidas, todas ellas tendentes a someter las diferentes formas de vida eclesiásticas, fundamentalmente la vida religiosa, al control del Estado. Entre otras medidas se toman las siguientes:

- Se suprime el periódico de la Croix de los Asuncionistas por ser el causante de la campaña antisemita y haberse destacado en la polémica Dreyfus.

- Se prohfbe a los obispos colocar a los religiosos en las cáte­dras y en los seminarios.

- Se manda hacer una encuesta con una finalidad fiscal sobre los bienes de las congregaciones religiosas.

- Presenta en la cámara un proyecto de ley sobre las congTega­ciones religiosas de 1882 y que se transformará en la ley de Congre­gaciones de julio de 1901.

Esta ley tenía por finalidad subsanar la falta de reglamentación de la libertad de asociación en el derecho francés 62.

62 En 1894 el Conde de París, pretendiente orleanista al trono de Francia, recogiendo la idea de León XIII, publica una obra Una libertad necesaria, el derecho de asociación, en donde defiende el derecho de asociación como algo intrínseco a las sociedades democráticas. Por el contrario los defensores del

Page 36: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

434 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

Waldeck-Rousseau se dio cuenta de que para solucionar el pro­blema no había más remedio que aprobar la ley de asociación en la cual el derecho de asociación sería el principio básico, mientras que la prohibición de asociación dictada contra las congregaciones no autorizadas sería la excepción a dicho plincipio.

En la práctica la ley tenía, no tanto regular un derecho, como el de asociación, cuanto una finalidad política muy concreta: evitar una posible coalición entre las congregaciones religiosas no autorizadas y el movimiento antirrepublicano.

La ley va a ser una vía media, aunque negativa para las congrega­ciones religiosas, entre las dos posturas que en el debate parlamenta­rio se manifestaron contrarias a la ley por motivos muy distintos: La derecha: «No se trata de saber si se debe conceder un privilegio a las congregaciones religiosas, se trata de saber si se les debe privar del derecho común» (M. RenauIt-Moliere). Una ley sobre las asociacio­nes es el punto de encuentro donde han de chocar entre sí dos doc­trinas que, desde hace mucho tiempo, se disputan el imperio del mundo y el gobierno de los Estados, la de la supremacía de la socie­dad civil, la de la preeminencia del poder religioso (Albert Mun). La Izquierda, a quien la ley sabe a poco, por boca del diputado Renato Viviani del partido socialista, el 11 de enero de 1901, viene a defen-

. der que la leyera inútil si no comenzaba de lleno la guerra contra la Iglesia. El diputado Ribot llega a preguntar al presidente del Consejo: «Si fuera verdadero que los votos contraídos por un miembro de una congregación fuesen contrmios al orden público, ¿con qué derecho mantendría usted congregaciones autorizadas por el Estado?»

Waldeck-Rousseau para apoyar el proyecto de ley saca a relucir un decreto de la época de la restauración, de Carlos X, que exigía la

liberalismo se mostraban contrarios a tal ley, para ello argumentaban de la siguiente manera: <<la sociedad revolucionaria descansa sobre la filosofía indivi­dualista, igualitaria y liberal que pretende liberar al hombre de toda coacción. Conforme a la declaración de los Derechos, los hombres nacen y continúan siendo libres. El resultado, había de ser en el orden social, la desaparición de las corporaciones y la negativa del Estado a intervenir en la organización de la economía o en la reglamentación de las relaciones laborales... El estado violaría el principio de igualdad si legislase para una parte de la nación: toda excepción al derecho común constituye un privilegio». ALEC MELLOR, O. c., pp. 341-342.

Page 37: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO mSTORICO DE TERESA DE LISIEUX 435

autorización del gobierno para las nuevas congregaciones y en el teneno religioso defiende que las congregaciones no son necesarias para que la Iglesia cumpla su misión, incluso contrapone las congre­gaciones religiosa al clero secular, un argumento de corte galicano­jansenista: las congregaciones no han desecado solamente los emo­lumentos; han desecado también la clientela ¿Descubriré algo nuevo si digo que el confesionario parroquial sólo recibe las confesiones de las conciencias vulgares?

La ley fue aprobada y, salvo algunas excepciones, ha continuado en vigor. En la Ley se distinguen tres partes:

- Especifica que las asociaciones que no fuenm contrarias a la constitución de la República, podrían constituirse como tales previa una reglamentación legal.

- Especifica las congregaciones que quedaban sometidas al con­trol del Estado. El Estado sería el único que podría autorizarlas si pedían previamente autorización; si no la pedían quedaban disueltas automáticamente (art. 13). Incluso una congregación ya aprobada podría ser suprimida por el Consejo de Ministros (art. 16). Las prin­cipales congregaciones, entre ellas los Jesuitas y Benedictino de Solesmes, se exilian, el resto intentan someterse. Los bienes de las congregaciones no autorizadas son incautados por el Estado.

- Prohíbe la enseñanza a las congregaciones y éstas quedan sometidas a un riguroso control de sus bienes por parte del Estado, control fiscal: «Toda congregación religiosa debe llevar un registro de todos sus ingresos y gastos; debe redactar cada año las cuentas financieras del año transcunido y el inventario de sus bienes muebles e inmuebles». Control de las personas: «En la sede de la congrega­ción se debe encontrar la lista completa de sus miembros, que men­cione su nombre patronímico, así como el nombre con el cual es designado en la congregación, su nacionalidad, edad y lugar de na­cimiento y fecha de entrada» (art. 15).

Las elecciones de 1902 fueron ganadas por el Bloque formado por 339 diputados, radicales, socialistas, radical-socialistas y demó­cratas. El núcleo más duro queda formado por 200 diputados perte­necientes a la burguesía de las pequeñas y medianas ciudades que se distinguía por su abierto anticlericalismo.

Page 38: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

436 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

Emile Combes, representante de esta burguesía, será el encargado de formar gobierno, el cual va a continuar con la aplicación de la política anticlerical de Waldeck-Rousseau entre junio de 1902 y enero de 1905, exigiendo a todos los funcionarios públicos una disciplina estrictamente republicana. Entre otras medidas toma las siguientes, que afectan a las congregaciones religiosas: retira el derecho de en­señar a las congregaciones, incluso a las autorizadas 63.

En 1904 se niega la libertad de enseñanza a todos los religiosos, sólo cinco congregaciones misioneras pudieron continuar ejerciendo la libertad de enseñanza.

En su intento por hacer triunfar el principal postulado del movi­miento republicano, el Estado neutro y la sociedad laica, pretende llevar a la práctica uno de los principios por los que había luchado el movimiento radical: El Estado, en cuanto es neutro en materia religiosa, no se hace propagandista de ninguna religión, para lo cual en una instrucción del 9 de abril de 1903 se pedía a los maestros, en cuanto tales, que no participasen en manifestaciones religiosas.

Los radicales de izquierdas iban más lejos como expresó el dipu­tado Viviani el 14 de octubre de 1904 en L' Humanité: «La neutra­lidad es y fue siempre una mentira. Tal vez fue necesaria cuando se forjaba la ley escolar, en medio de la impetuosa cóle­ra de la derecha. Se prometió esta quimera de la neutralidad para tranquilizar a algunos tímidos cuya coalición hubiera sido un obstá­culo al principio de la ley. Y En la Asamblea Nacional llega a pro­clamar: Nunca hemos tenido otro designio que hacer una universidad antirreligiosa, y antirreligiosa de una manera activa, militante, be­licosa».

63 En junio de 1902 se cierran 125 escuelas primarias femeninas, en julio 300 escuelas deben cerrar. En total se llegaron a cerrar 12.000 escuelas. En marzo de 1903 al negarse la autorización a 54 congregaciones, éstas se ven en la necesidad de abandonar Francia. Emile Combes, como buen republicano radical, es un enemigo declarado de las Congregaciones religiosas como lo expresará más tarde, el 4 de septiembre de 1904 en el llamado discurso de Auxerre: «Señores, cuando subimos al poder, encontramos Francia invadida y medio con­quistada por las órdenes religiosas. Nuestro primer cuidado fue rechazar a los invasores más allá de las fronteras». ALEe MELLOR, o. c., pp. 390-391.

Page 39: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX

6. La separación Iglesia-Estado y la ruptura de relaciones diplomáticas con el Vaticano

437

En principio la separación no tiene tintes anticlericales, aunque, en el contexto francés de comienzo del siglo XX sí. En cuanto a la defensa de la separación entre la Iglesia y el Estado nos encontramos durante el siglo XIX varias tendencias:

- Un separatismo liberal, defendido por el Globo y que tiene un representante en Pablo Francisco Dubois: «¿Parece tan alejado el día en que el sostenimiento de cada culto pueda quedar encomendado a sus prosélitos, y la admiración de estos últimos, lo mismo que las verdades de sus doctrinas, abandonadas a sus ministros? ¿Parece tan temerario el proyecto pacífico de separar para siempre el Estado de las religiones y de mantenerlo inmutable e impasible en medio de las reformas y de las pasiones teológicas?». Esta será la línea que defen­derá Arístides Briand, ponente de la Ley de Separación Iglesia-Esta­do, en la Asamblea Nacional en 1905.

- Un separatismo católico, defendido por Lamennais en L' Avemi, que reclama la supresión del presupuesto de culto para librar a la Iglesia del encadenamiento que supone el concordato, busca una Iglesia libre en un Estado libre. Esta postura buscaba que la Iglesia dependiera sólo del papa. En esta línea se mueve Monta­lambert cuando reclama a los católicos la aceptación de la libertad religiosa, antes que esta se vuelva contra los mismos católicos. La­mennais, y con él los católicos liberales, pretenden librar a la Iglesia del despotismo cesarista a que suele conducir los sistemas de unión de Iglesia y Estado.

- Un separatismo radical, y como tal anticlerical, que ve en la separación de la Iglesia y del Estado una liberación del Estado y el inicio de la destrucción de la Iglesia. La separación Iglesia-Estado será el primer paso para establecer una sociedad sin religión. Esta postura prendió durante los debates de las leyes de enseñanza de Ferry en algunos radicales como Pablo Bert que era partidario de machacar a la Iglesia y a su enseñanza a la que calificaba en 1881 de escuela de la imbecilidad, del fanatismo, del antipatriotismo y de la inmoralidad.

Page 40: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

438 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

Frente a estas posturas separatistas está la de mayor parte de los dirigentes de la III República: Ferry, Waldeck-Rousseau que no son partidarios de separar ambas potestades y sí de mantener el Concor­dato de 1801. Ellos se mueven en una órbita cercana a los postulados galicano-jansenistas de sometimiento de la Iglesia por parte del Es­tado 64.

Durante la III República hubo dos momentos en que se planteó el problema de la separación. Uno en 1882 cuando se nombra una comisión presidida por el radical Paul Bert que tenía por encargo estudiar una propuesta de la izquierda sobre la revisión del concor­dato. Paul Bert llega a la conclusión que el clero, que contaba con un gran influjo social, continuaría ejerciendo su influencia en la socie­dad de darse la separación y que por tanto era mejor continuar con el régimen concordatario.

Un segundo momento es cuando Waldeck-Rousseau rechaza en diciembre de 1901 la propuesta de los radicales de suprimir el pre­supuesto de culto, así como la embajada en el Vaticano, pues esto iba contra los intereses franceses.

La ocasión para la ruptura de relaciones con el Vaticano va a venir como consecuencia de la protesta de Pío X por la visita que en abril de 1904 hace el presidente francés, Emile Loubet, al rey Víctor Manuel ID de Italia. El papa no se oponía a la visita del presidente al monarca italiano. La protesta era porque ésta sucediese en la ciu­dad de Roma, que el papa continuaba reclamando como dominio pontificio 65.

Ante esta postura papal, y la negativa del papa a aceptar a ciertos candidatos a obispos propuestos por el gobierno Francés, el gobierno

64 Ya en 1881 a Ernesto Renan que propuso llevar a cabo la separación de ambos poderes, le responde Paul Cambon con el argumento de que la República no se puede privar del concordato como instrumento de controles: Dominante o dominada; no hay vida media para la Iglesia. ALEC MELLOR, O. c., pp. 326-329, 344-349.

65 Este es el argumento que defiende el embajador francés, Nisard, en su comparecencia ante la Cámara de Diputados. Llega a afirmar que el presidente se negó «a plegarse a la doctrina ultramontana de las prerrogativas imprescrip­tibles del papado ... Quisimos terminar para siempre con la ficción anticuada de un poder temporal desaparecido desde hace más de treinta años». ALEC MELLOR,

o. c., pp. 404-410.

Page 41: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 439

de Emile Combes llega en junio de 1904 a la ruptura de relaciones con el Vaticano, la cual fue aprobada en la Asamblea Nacional por 427 votos.

En este ambiente Emile Combes hace suyo el proyecto esbozado por los radicales sobre la separación Iglesia-Estado aunque no podrá llevarlo a cabo, pues en enero de 1905 cae el gobierno al negarle los socialistas su apoyo debido a problemas presupuestarios del ministe­rio de marina. Será el gobierno Rubiel' quien presente en la Asamblea Nacional la ley de separación entre Iglesia y Estado, la cual era pedida desde hacia tiempo por los radicales y los socialistas. Como ponente de la ley actúa Alistides Briand que defiende la neutralidad del Estado en materia religiosa dejando a la Iglesia plena libertad para organizarse y vivir conforme a sus propias leyes. La ley será votada en julio y entrará en vigor el 9 de diciembre de 1905. La ley toma una serie de medidas prácticas:

- La república se compromete a asegurar la libertad de concien­cia y a garantizar el ejercicio de los cultos (art. 1).

- Se suprime los extipendios que cobraban los sacerdotes, ex­ceptuando los que cobraban los mayores de sesenta años. El clero deja de estar en la nómina del Estado (art. 2).

- Se nacionalizan los bienes adquiridos por la Iglesia, por lo cual la Iglesia tiene que ceder sus bienes a un organismo local, Aso­ciación cultual, controlado por el Estado (art. 4).

- Los edificios que sirven para el ejercicio público de los cultos o para alojamiento de los ministros de la Iglesia son y seguirán siendo propiedad del Estado o de los Municipios (art. 13) 66.

66 No todos los católicos vieron mal esta ley de Separación Iglesia-Estado; los católicos demócratas creen que esta leyes una obra de paz y no una máquina de guerra. Los grupos más ultraconservadores no terminaron por aceptarla y más cuando Pío X protestó contra la misma en su encíclica Vehemente Nos, del 21 de febrero de 1906. El papa condenaba la ley por el modo como se había realizado sin haber denunciado previamente el concordato por vía diplomática; el otro punto que se condenaba era el de las Asociaciones cultuales porque, al estar compuestas de laicos, se corría el peligro de un cisma.

También es cierto que a los más radicales no les gustó nada la ley, ellos pretendían ir más allá, lograr la plena descritianización de Francia, como se expresó en la Cámara el diputado Mauricio Allard: «Hay que decirlo muy alto: existe incompatibilidad entre la Iglesia, el catolicismo e incluso el cristianismo,

Page 42: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

440 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

Francia a partir de este momento y hasta 1914, a causa de la ley de separación, verá cómo la sociedad, debido al extremismo de ambos bandos, católicos o republicanos, queda dividida. Sólo en 1914, y debido al estallido de la 1 Guerra Mundial, con la formación de un gobierno de amplia mayoría, en el que participan los católicos, entre otros Albert Mun, comenzará a restañar la herida de la división.

In. CONCLUSIÓN

Nuestro intento ha sido acercarnos a algunos de los fenómenos que caracterizaron la vida religiosa de Francia y que de alguna ma­nera subyace en el entorno en que se mueve Santa Teresa de Lisieux.

La restauración religiosa, que se llevó fundamentalmente en la primera mitad del siglo XIX, se caracteriza por el establecimiento de una religiosidad centrada en la piedad, en lo sentimental, que busca las manifestaciones públicas de la fe, ya que con ello trata de afir­marse en medio de una sociedad, que ha salido del trauma de la Revolución de 1789, dividida. Algunas de las características de esa piedad no son sino reacciones a tendencias que en épocas anteriores habían penetrado en la religiosidad francesa.

- Una religiosidad fundamentalmente cristológica centrada en la importancia concedida a la persona de Cristo, y que se manifiesta en la importancia que adquieren las devociones a la eucaristía, como lugar en que se vive la presencia real de Cristo en medio de su Iglesia; en el culto y devoción al Corazón de Jesús, así como el revivir de prácticas devocionales como el viacrucis o la importancia de la pie­dad a la infancia de Cristo. Tanto las devociones eucarísticas como la del Corazón de Jesús tienen un fuerte sentido reparador, reparar la

y cualquier régimen republicano. El cristianismo es un ultraje a la razón, un ultraje a la naturaleza, también declaro con toda franqueza que quiero proseguir la idea de la Convención». El diputado radical-socialista J. Bepman llega a afumar de la ley que la votaremos porque la consideramos una ley provisional.

En la Izquierda, el partido socialista de Jaurre, desconfiaba de la ley ya que ve el peligro de que a través de las comunidades cultuales se llegase a formar una Iglesia del Estado. J aurre en este ambiente trató de atraer a amplios sectores del clero, entre otros a Fran~oise Lenormant, Monseñor D'Dulst, el abad Duche­sne, así como a los institutos católicos de París y Toulouse.

Page 43: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 441

culpa colectiva que supone el triunfo de las nuevas ideas y de los nuevos movimientos políticos, haciendo triunfar los valores estricta­mente cristianos y el establecimiento de una sociedad de é'ristiandad: «Lo que es verdad para el individuo, lo es también para la sociedad; el hijo pródigo, el mundo moderno, miserable por estar lejos de la casa paterna, lejos de la Santa Iglesia, no encontrará reposo más que a los pies de Jesucristo y de su Vicmio sobre la tierra».

- Una piedad mariana que se caracteriza por la generalización de prácticas como el rezo del rosario o la extensión del mes de mayo y que se ve reforzada por el fenómeno de las apariciones que llena todo el siglo XIX francés.

Este mundo devocional aparece como la oposición a los resabios de la espiritualidad jansenista centrada en una visión severa de Dios y en el rigorismo tanto moral como sacramental.

- Toda la piedad se reviste de un carácter moralizante, se busca con ello un cristiano virtuoso, que viva y cumpla las virtudes cristia­nas, entre las cuales se cuenta con la pureza, la humildad, la obedien­cia, la caridad, el cumplimiento de los deberes diarios: llevar una vida pura, inocente, extraña al mundo y en todo animada por el espíritu del evangelio. Para ello, sobre todo en la última parte del siglo XIX, se utilizará la práctica del sacramento de la penitencia.

- En la vida religiosa adquiere una gran importancia la figura del papa y Roma; en el fondo es la reacción contra el galicanismo y el peligro de cisma que vivió la Iglesia francesa a comienzos del siglo XIX. En este sentido, Prospero Guéranger, abad de Solesmes, -desde el espíritu de restauración, aprecio y vuelta a la tradición­se muestra partidario de volver en el campo litúrgico a la liturgia romana pura como medio para combatir los residuos de las liturgias neo galicanas del siglo XVIII. Para esta tendencia, que recibe el nom­bre de ultramontanismo, tanto la restauración devocional como litúr- ' gica se convierte en un factor de unidad y centralización de la Iglesia en torno a Roma; y es que Roma, el papa, es quien mejor garantiza la independencia y la libertad de la Iglesia frente a las ingerencias del poder político.

Ese ultramontanismo, en un momento en que caen las viejas estructuras absolutas de poder, convierte al papado en uno de los

Page 44: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

442 LUIS J. FERNANDEZ FRONTELA

últimos reductos del absolutismo y en muro de contención del mo­vimiento democratizador. Esa exaltación del papado no le impedirá, en los momentos de la III República, oponerse a las directivas de León XIII de acatar la legalidad democrática y republicana.

- En la vida religiosa de la Iglesia francesa adquiere una gran importancia el movimiento misionero. Francia debido al papel que juega en la política colonial y sobre todo a la abundancia de voca­ciones, tanto masculinas como femeninas, así como a la extensión entre los fieles de la oración por la salvación de las almas y la propagación de la fe, se convierte en la gran potencia misionera a la hora de propagar la fe y establecer la Iglesia en lugares hasta enton­ces impensables.

- El epílogo de la restauración va a ser el último cuarto del siglo XIX, el tiempo histórico de Santa Teresa de Lisieux, en el que se da el enfrentamiento entre la Iglesia y la III República que telmina siendo la consecuencia de la condena, las condenas de los distintos intentos por parte de los católicos por entender y aceptar el mundo moderno salido de la revolución, así como las distintas ideologías políticas del siglo XIX. La Iglesia no termina por aceptar la sociedad laica, secularizada, donde la religión deje de ser competencia de los poderes públicos y celadora de la moral y costumbres, para ser un derecho garantizado por el estado pero asunto interno de la propia comunidad religiosa. De alguna manera ese enfrentamiento fue ya anunciado por Montalembert, uno de los católicos liberales, a media­dos del siglo XIX hizo notar: «Aunque la libertad religiosa en sí misma sea inadmisible, basta que haya penetrado en muchos cerebros para que se mire como odioso lo que antes llamé privilegio de los católicos, y para que este mismo privilegio sea algún día, cuando las ideas democráticas triunfen en la sociedad, la ocasión de graves persecuciones contra la Iglesia, que acaso sea entonces la única so­ciedad excluida de la ley común de la tolerancia».

Esa postura cerrada de la Iglesia es lo que lleva al extremismo a los radicales hasta llegar a afirmar que lo que hay que hacer es borrar todo vestigio de la religión en la sociedad, a la cual se ve como un vestigio del pasado. El paso del tiempo, ya entrado el siglo XX, cuando la Iglesia renuncie a sus pretensiones de instaurar una socie-

Page 45: Entorno histórico de Teresa de Lisieux

1"""" !

ENTORNO HISTORICO DE TERESA DE LISIEUX 443

dad de cristiandad, y las ideologías radicales dejen a un lado sus extremisos, llevará a ver la separación de ambas esferas como algo positivo y el marco ideal para construir una sociedad dentro de la pluralidad religiosa y política.

Deberíamos habernos parado a ver una de las tendencias del catolicismo francés del siglo XIX, lo que se ha denominado catoli­cismo social, entendiendo por talla respuesta que desde dentro de la Iglesia se da a los nuevos problemas que trae el nacimiento de la sociedad industrial, fundamentalmente el problema obrero. El catoli­cismo social lleva a que sectores importantes del catolicismo descu­bran, desde finales del primer tercio del siglo XIX, las exigenci(ls de la justicia, así como el deber moral de la caridad, y que desde dis­tintas posturas, desde los primeros filántropos católicos, pasando por los católicos liberales, las Conferencias de San Vicente de Paúl de Ozanam, el patemalismo social de León Harmel, los Círculos Cató­licos de Albert Mun, hasta la Democraciacristiana defendiendo los sindicatos obreros no confesionales, pretendan dar una respuesta a los problemas de la sociedad industrial y de los sectores proleta­rios 67.

67 J. DUROSELLE, Les debuts du catholicisme social en France, 1822-1870, París, 1951.