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"Replegarse sera mortal para el psicoanlisis"

Entrevista a Jacques-Alain Miller

por RIC FAVEREAUDiario: sbado 19 de enero de 2008

Jacques-Alain Miller. Yerno de Jacques Lacan. Personalidad muy controvertida, director del departamento de psicoanlisis de la universidad Paris-VIII, Jacques-Alain Miller, 63 aos, cre en 198 1la Escuela de la causa freudiana. En 1992, fund la asociacin mundial de psicoanlisis. Bajo su autoridad se publican los textos de los seminarios de Jacques Lacan, a cuenta gotas, se lamentan algunos. Es tambin alguien que polemiza. A la cabeza de la lucha contra la enmienda Accoyer, que quera legislar sobre la psicoterapia, retoma el combate contra los cognitivistas, obsesionados con la evaluacin. Organiza en la Mutualit, el 9 y 10 de febrero, un gran meeting para que viva el psicoanlisis, sobre el tema: qu poltica de civilizacin?

Se habla nuevamente de la enmienda Accoyer, que busca enmarcar el uso del ttulo de psicoterapeuta. Provoc la ira de todo el medio analtico. Vuelve pero bajo una forma atenuada. Y usted, vuelve a la guerraEl asunto de la enmienda est cerrado. No hay ningn contencioso despus que Bernard Accoyer renunci a su primer texto, que se arriesgaba a definir las diversas psicoterapias. Su preocupacin por regular el uso del ttulo de psicoterapeuta fue escuchado por el medio psi, que, desde hace pronto tres aos, es parte interesada en la concertacin sobre el decreto de aplicacin. Por el contrario, s, para m el combate se ha vuelto permanente.

Pero qu combate?Freud diagnostic hace mucho tiempo un malestar en la civilizacin. Estamos mucho ms all: todo el mundo siente que la civilizacin occidental tiende a volverse francamente invivible. Esto suscita revueltas, una guerra civil, pero que respeta las formas del debate democrtico.

Ciertamente, pero qu guerra ?Hay una guerra ideolgica que opone, por una parte, los cuantificadores, los cognitivistas (1), con su pretensin creciente de regentear la existencia humana en todos sus aspectos, y por otra parte, todos aquellos que no se inclinan ante la cuantificacin en todas partes. El fanatismo de la cifra, no es la ciencia, es su mueca. No hace mucho, la administracin, era an burcratas a la Courteline. De ahora en ms, la electrnica pone entre las manos de las burocracias occidentales un poder inmenso de almacenamiento y de tratamiento de la informacin. Se han embriagado con eso, perdieron el sentido comn. Las ms afectadas son las de la Unin europea, herederas de las monarquas. Van hacia la vigilancia generalizada, de la cuna a la tumba. Aspiran al control social total. Se prometen remodelar al hombre en lo que tiene de ms profundo. No se trata ya solo de gobernar los espritus, como quera Guizot, ni incluso sugestionarlos con olas de propaganda masiva.Nuestros amos estn tan confundidos por el progreso inusitado de las bio y nanotecnologas que suean con manipular en directo el cerebro con implantes y electrodos. Hasta tanto se pueda hacer eso, por qu no poner a punto una humanidad higinica, desembarazada de una buena vez de lo que Freud llamaba la pulsin de muerte, una especie humana mejorada, transhumana? Quedamos reducidos a decirnos: !por fortuna existe el papa! Pues cuando los dbiles mentales tienen el poder, el progreso cientfico engendra utopas autoritarias que son verdaderos delirios megalomanacos. Esto fracasar sin remedio, pero hasta tanto produce estragos. No hay que dejar hacer, incluso si los clivajes nuevos que suscita esta desmesura no obedecen ya a la lgica izquierda derecha

Pero, en qu concierne al psicoanlisis esos clivajes, que es del orden del dominio privado?Desde comienzos del siglo XXI, la burocracia decidi que la salud mental de los pueblos formaba parte de sus atribuciones. Invadi los dominios de la escucha, de las terapias por la palabra, se ocup de remodelarlas del principio al fin. En la prctica, esto quiere decir: atacar al psicoanlisis. Tratar de eliminarlo en provecho de la tcnicas de persuasin, las terapias cognitivo comportamentales, que pretenden que sus efectos son cifrables, por lo tanto cientficos. Es la impostura del cognitivismo. El cognitivismo, es decir la creencia que el hombre es anlogo a una mquina que trata la informacin.

En esta ptica, se trata de hacerle escupir cifras al alma. Se mide a cuanto ms mejor, se cuenta todo y no importa qu; los comportamientos, las casillas marcadas de los cuestionarios, los movimientos del cuerpo, las secreciones, las neuronas, los colores de la resonancia magntica, etc. Sobre estos datos recogidos de este modo, se elucubra, se los homologa a otros tantos procesos mentales que son perfectamente fantasmticos, se imaginan haber puesto la mano sobre el pensamiento. En resumen, se divaga, pero como est cifrado parece cientfico. Todo un cmulo de metforas infiltr de este modo el discurso corriente, a fuerza de producir y de manejar mquinas, al hombre contemporneo le gusta imaginarse ser una de ellas.

Un ejemplo?Nos explican que estar enamorado, ocurre cuando nuestra serotonina baja a menos del 40 %. Esto se midi en cobayos que aseguran piensa en el ser amado al menos cuatro horas por da. El amor loco? Hace subir la dopamina. Por lo tanto si usted tiene propensin al amor loco, se trata sin duda de que tiene una pequea falta de ese lado. Por el contrario, si usted permanece con la misma persona, es porque su tasa de ocitocina, llamada la hormona del amorEn resumen, se retranscriben sus emociones en trminos cuantitativos, y el juego est hecho. Esta cuantificacin enloquecida, que es un puro simulacro del discurso cientfico, se extiende por todas partes. Constituye la felicidad de la administracin, la justifica, la alimenta, la incita a recubrir todos los aspectos de la vida.

Todo debe arrojarse en el cognitivismo?Oh s! Es una ideologa que mimetiza las ciencias duras. Pero si se ha extendido tan ampliamente, es porque expresa algo muy profundo, una mutacin ontolgica, una transformacin de nuestra relacin con el ser. Hoy, no estamos seguros de que algo exista si ese algo no es cifrable. La cifra se ha vuelto la garanta del ser. El psicoanlisis tambin descasa sobre la cifra, pero en el sentido del mensaje cifrado. Explota las ambigedades de la palabra. En este sentido est en el polo opuesto del cognitivismo, a este le es insoportable.

Usted seala igualmente que esta ideologa de la cifra est en vas de imponerse en la universidadLa evaluacin hizo su entrada en la universidad hace veinte aos, pero hay un salto cuantitativo con la Agencia de evaluacin de la investigacin y de la enseanza superior (la AERES). Es muy reciente: fue creada por la ley del 18 de abril de 2006 e instalada el 21 de marzo. Desde 1985, los organismos encargados de la evaluacin se han multiplicado, pero los universitarios e investigadores estaban representados en sus direcciones, y haban aprendido a vivir con ello. Se acab. Todo ha desaparecido en provecho de una agencia nica, autoridad administrativa independiente que cubre el territorio nacional. Acta bajo la autoridad de un consejo bastante raro, el ministerio nombra a los miembros por decreto. Ningn miembro elegido. Del mismo modo, el delegado nacional, responsable de cada disciplina, no emana, de ningn modo, de la comunidad de los investigadores, es designado por el presidente de la agencia. El sistema fue concebido por el Pr Jean-Marc Monteil, eminente psiclogo social cognitivista. Est encargado de la misin del gabinete del Primer ministro, mientras que la Agencia es presidida por el Pr Jean Franois Dhainaut, especialista en biotecnologa. Delegado nacional para la psicologa: el Pr Michel Fayol, sucesor del Pr Monteil en la universidad de Clermont-Ferand, la nica de esa talla donde la psicologa clnica es rigurosamente amordazada desde hace aos. El Pr. Monteil me explic sin risa que era en razn de su incompetencia notoria en la materia. La Aeres es un monstruo burocrtico hipercentralizado y particularmente opaco: nada que ver con Amrica. Recuerda ms bien a la difunta Unin Sovitica.

Cul es el objetivo? Expulsar al psicoanlisis de la universidad?El objetivo es rentabilizar la investigacin. El resultado ser muy diferente. En nombre de la planificacin total y de la objetividad perfecta, se ejerce el sadismo sobre los universitarios y los investigadores. Se expanden pasiones tristes inquietud, prdida de estima de s, depresin -, al mismo tiempo que con una dulce voz dicen. Por favor, no tengan miedo! Y al mismo tiempo, Sarkozy promete hacer de las universidades lugares de efervescencia intelectual. Esta usina a gas se romper la cara, por supuesto, pero ser mejor que sea lo antes posible. Aparte de esto, no solo el psicoanlisis es insoportable para los cognitivistas, es el mtodo clnico, porque apunta a lo singular, en tanto que ellos solo juran sobre la estadstica. Tienen horror del sujeto, no conocen ms que al hombre sin cualidad, como deca Musil.

Pero siempre ha habido un combate entre los clnicos y los cognitivistasDesde siempre, los clnicos tenan a los estudiantes y los cognitivistas tenan los ttulos unviersitario. Lo que cambi, es que hoy los cognitivistas, amparados en su posicin administrativa, intentan erradicar a sus competidores. Y lo lograrn, salvo si la tutela poltica reconoce que la unidad de la psicologa es de ahora en ms un mito. Entonces, se pondr de un lado al psicoanlisis, la psicologa clnica y la psicopatologa. Y del otro a la psicologa experimental y cognitivista. Cada dominio con sus competencias propias. A falta de lo cual, el psicoanlisis desaparecer muy rpido de la universidad. Es lo que le expliqu a Valrie Pcresse, invitado por ella, y es lo suficientemente inteligente como para no permanecer en la memoria como la Atila del psicoanlisis.

Est es psicoanlisis en estado de defenderse?Vivamos felices, vivamos escondidos, esta era la divisa de los psicoanalistas. Esto no se sostiene ms. Replegarse en su terreno sera mortal para el psicoanlisis, pues ya no tiene terreno, simplemente. En resumen, los psicoanalistas no podran dispensarse de tomar parte del debate pblico.

Adems existen las prcticas. Hay que innovar. Cada vez ms practicantes analizados reciben a sus pacientes en las instituciones. El psicoanalista est en camino de reinventarse. Constatamos que pueden producirse efectos analticos en otras partes y no solo en el consultorio privado. Hace cuatro aos que la Escuela de la causa freudiana ha abierto un centro psicoanaltico de consulta y tratamientos, en el Xmo distrito de Pars, que recibe gratuitamente a todo el que llega. Esto se extendi como un reguero de plvora: con iniciativas locales, otros diez centros se han abierto en Francia. Cuatro en Espaa, y tambin en Italia. En vista de los resultados, los poderes pblicos los sostienen cada vez ms. Esto testimonia una sorprendente evolucin de las mentalidades. Logra alcanzar lo que Freud quiso hacer, dispensarios gratuitos

Usted no habla de la amenaza de la psiquiatra biolgica y del peso preponderante de los medicamentosEl psicoanlisis no es la cientologa. El recurso a los psicotrpicos no est proscrito por principio.

Que pens usted de la campaa nacional sobre la depresin?Es Knock a la milsima potencia. Un discurso masificante que trata de penetrar en lo ms profundo de cada uno, para remodelar el sentido de sus emociones ms ntimas. La ministra de Salud debi darse cuenta de que algo no andaba porque dio su auspicio a un coloquio que organizo sobre el tema.

Dejemos a los cognitivistas. Puede haber miradas de evaluacin sobre las prcticas analticas?La cultura de la evaluacin es un seuelo. Se apela a ella para cumplir bajas necesidades bajo la cubierta de la objetividad. Se hace como si el saber absoluto posara su dedo sobre usted y le indicara lo que usted vale: usted solo tiene que decir amn. En la prctica, la evaluacin est siempre en manos de una claque que hace sus cuentas. Es un procedimiento de tipo sovitico. Es la ltima resistencia a la ley del mercado.

Usted prefiere las reglas del mercado?Si hubiera que elegir entre la evaluacin y el mercado, preferira an el mercado. Para evaluar el departamento de psicoanlisis de Pars VIII, que es el lder mundial para el psicoanlisis de orientacin lacaniana, nos envan algunos desdichados cognitivistas que, ellos, van a remolque de la psicologa americana: nos toman por chiflados. Nosotros los consideramos nulos.

Le control o el pase, no es sin embargo una forma de evaluacin?Una elucidacin, no es una evaluacin. No se trata de ubicar valores sobre una escala preestablecida, sino de volverse disponible para la sorpresa del acontecimiento singular. El psicoanlisis es algo a medida, no la confeccin en masa. Dicho esto, en psicoanlisis, se nos juzga todos los das por sus resultados, pero no por expertos: sino por los que lo utilizan, por el consumidor.

Como reaccion usted a la grilla de evaluacin de los ministros, sugerida por el presidente de la Republica?Folklrica. Nadie lo toma en serio. Es para desembarazarse de los ministros perezosos o que dejaron de gustar. Siendo as, el sarlozysmo es un muy curioso voluntarismo, que oscila entre el estatismo y el liberalismo. Napolen o Raymosn Aron, Sarkozy no eligi, y eso vira a la confusin. Los socialistas, eligieron. El PS fue fragmentado en bandas, todos sus expertos son hiper evaluacionistas. Se convirti en el partido del hombre sin cualidades, el portavoz de los altos funcionarios: El inters general? Nos conoce, vamos a calculrselos No es seguro que la izquierda pueda ahorrarse su disolucin si quiere renacer un da.

(1) El congitivismo designa una corriente de investigacin cientfica que sostiene la hiptesis de que el pensamiento es un proceso de tratamiento de la informacin

Traduccin : Silvia Baudini(From Libration)

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