EPISTOLA A LOS HEBREOS

BILIOGRAFIA

1. DESPUES DEL SACRIFICIO. Walter A. Henrichsen2. COMENTARIO BIBLICO. Matthew Henry3. A TRAVES DE LA BIBLIA. LIBRO POR LIBRO. Myer

Pearlman4. BIBLIA DEL DIARIO VIVIR. Versión Reina Valera. Editorial

Caribe5. BIBLIA PLENITUD. Versión Reina Valera. Editorial Caribe6. BIBLIA DE ESTUDIO NVI. Editorial Vida

INTRODUCCIONLa epístola a los Hebreos ha sido llamada una “gema que se destaca entre los tesoros del Rey” y lo es. Presenta a Jesucristo como superior a todo lo que existente y así desafía a los que creen en él a vivir una vida superior, una vida cuya calidad fue puesta a nuestra alcance gracias al sacrificio de Jesús en la Cruz.Hebreos es un documento maestro escrito a los judíos que estaban valorando a Jesucristo o luchando con su nueva fe. El mensaje de Hebreos es que Jesús es mejor, el cristiano es superior, Cristo es suficiente para la salvación. El judaísmo no era de calidad inferior, ni fácil, divinamente diseñada era la mejor religión que expresaba la verdadera adoración y devoción a Dios. Pero Cristo vino, cumplió la ley y los profetas. Venció el pecado, superó todos los obstáculos entre el hombre y Dios, y generosamente dio vida eterna. Este mensaje fue difícil de aceptar por los judíos, aunque habían esperado el Mesías durante siglos, estaban estancados en las formas tradicionales de pensar y adorar. Seguir a Cristo era como si repudiaran su maravilloso legado cultural y la profundidad de sus escrituras. Con cautela y dudas escucharon el evangelio, pero muchos lo rechazaron y trataron de eliminar esa herejía, los que sí aceptaron a Jesucristo como su Mesías con frecuencia se deslizaron tratando de vivir una fe híbrida.

DESTINATARIOS

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La carta se dirigió ante todo a los judíos convertidos que conocían muy bien el antiguo Testamento y que por causa de la persecución, estaban tentados a abandonar las convicciones centrales de la fe cristiana y volver al judaísmo o judaizar el evangelio. Lo más probable es que los destinatarios fueron miembros de las iglesias fundadas por Pablo y sus colaboradores. También está epístola esta dedicada a los cristianos gentiles. En Cristo no hay distinción entre judío gentil. La iglesia necesita las enseñanzas ofrecidas por las leyes y prescripciones del antiguo Testamento que Hebreos relaciona con Cristo y el evangelio de eterna salvación. El cristianismo no es algo añadido al judaísmo, es algo nuevo. Un conocimiento del Antiguo Testamento proporciona una apreciación más rica y maravillosa del nuevo pacto de la gracia de Dios por medio de Jesucristo.

FECHA Y EPOCAEl escritor nos da dos indicios de la época en que se escribió la carta

El primero son las muchas referencias a la persecución por la que atravesaba la iglesia (Hb. 10:34) alrededor del año 64 d.C., siendo Nerón emperador. La iglesia cristiana sufrió una terrible persecución. Roma la capital del imperio romano se había incendiado, se sospecho y se creyó que Nerón le había puesto fuego a la ciudad. Para desviar la atención de si mismo, el emperador le echo la culpa a los cristianos, los presentó como miembros de una sociedad secreta subversiva peligrosa y por lo tanto fueron objeto de persecución y exterminio.

El segundo indicio se encuentra en la referencia al sistema sacrificial judío. Les advierte a los judíos cristianos que no continuaran el rito del sacrificio de animales como medio para conseguir el perdón de pecados. Estos sacrificios solo se presentaban en el templo de Jerusalén. En el año 70 d.C., el general romano Tito destruyó Jerusalén y el templo y así terminaron los sacrificios de animales, hasta la fecha los judíos no los han reanudado.

La carta se escribió antes de la destrucción de Jerusalén y el templo antes del año 70 d.C. Los dos indicios internos nos llevan a una fecha entre el 64 d.C. (la persecución de Nerón) y el año 70 d.C. (la destrucción de Jerusalén)

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AUTOREl autor de esta carta no se identifica, en los primeros siglos no hubo un consenso general en cuanto a ese detalle. Desde tiempos de la reforma se ha reconocido ampliamente que Pablo pudo ser su autor, el énfasis teológico y el refinado estilo literario de la carta la distinguen claramente de los escritos del apóstol, en contraste con la practica común de Pablo, el autor de Hebreos no se identifica en ninguna parte de la carta, además la declaración “esta salvación fue anunciada primeramente por el señor, y los que la oyeron no las confirmaron” (Hb. 2:3) indica que el autor no estuvo con Jesús durante su ministerio terrenal, ni recibió alguna revelación especial del señor resucitado como Pablo. La sugerencia más antigua en cuanto a la paternidad literaria se halla en el documento de Tertuliano de Pudicitia, en el que menciona una epístola de hebreos bajo el nombre de Bernabé. El autor debe haber tenido autoridad en la iglesia apostólica y era un pensador cristiano hebreo versado en el Antiguo Testamento. Bernabé reúne esas condiciones. Era un judío de la tribu sacerdotal de Leví (Hch. 4:36) que entablo una estrecha amistad con el apóstol Pablo, luego de la conversión de esté. Bajo la guía del Espíritu Santo la iglesia de Antioquia comisionó a Bernabé y Pablo para la obra de evangelización y los envió a su primer viaje misionero. (Hch. 13:1-4).El otro candidato principal de la paternidad literaria es Apolos, cuyo nombre sugirió por primera vez Martín Lutero y que goza del favor de muchos estudiosos hoy en día. Apolos nacido en Alejandría también era un cristiano judío con notables habilidades intelectuales y oratorias (Hch. 18:24), también Apolos estaba asociado con Pablo en los primeros años de la iglesia en Corinto (1ª Co. 12, 3:4-6). Se anota que Hebreos tiene cierta similitud con los escritos del filósofo Filón de Alejandría, lo cual pone en evidencia la formación retórica helenística del autor y da apoyo adicional a la paternidad sugerida por Martín Lutero.

MARCO HISTORICOLa mayoría de los primeros cristianos eran de origen judío, aparentemente esperaban el retorno de Cristo, pero la demora en su venida y las persecuciones físicas y sociales tanto de parte de los judíos como de los romanos, les hicieron dudar si habían tomado la desición correcta al convertirse a cristianos. De ahí que

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corriera el riesgo de que regresaran al judaísmo, muchos cansados de andar por fe, estaban mirando hacia el magnifico templo de Jerusalén con sus sacrificios y ritual imponente. Para impedir esto la epístola fue escrita a los judíos creyentes que vacilaban para alentarlos a mantenerse firmes en la fe. El autor pone de relieve la abrumadora superioridad de Cristo, sobre todo lo que habían experimentado bajo la ley. Lo que se ofrece a través de Cristo es muchísimo mejor de lo que fue prometido bajo la ley mosaica. El escritor en primer lugar expone la superioridad de Jesucristo sobre todos los mediadores del Antiguo Testamento (los ángeles, Moisés, Josué, Aarón) luego se señala la superioridad del nuevo pacto sobre el antiguo pacto. Sin que importe que este pensando, como centro de su vida Cristo es superior. El es la revelación perfecta de Dios, el sacrificio supremo y perfecto por el pecado, el mediador compasivo y comprensivo, y él único camino a la vida eterna.

CONTENIDOUna palabra clave de esta epístola es “mejor” usada para referirse a Cristo y los beneficios del evangelio (Hb.1:4; 2:17; 3:3; 7:22; 8:6; 9:23; 10:34; 11:35,40).La mayoría de los beneficios del judaísmo tienen que ver con cosas terrenales, un tabernáculo, templo, sacerdotes humanos, sacrificios y pacto, En contraste Cristo “se sentó a la diestra de la majestad en las alturas” (Hb. 1:3) donde dispensa bendiciones celestiales. El punto culminante es la presentación del ministerio del señor como sumo sacerdote, no según el orden de Aarón sino del de Melquisedec, que no tuvo predecesores, ni sucesores en el sacerdocio. Así que Melquisdec fue un tipo perfecto de cristo que recibió el oficio de sumo sacerdote por el directo llamado de Dios, no por herencia (Hb. 5: 5,6) y se ofreció como sacrificio perfecto y es capaz de interceder compasivamente en nuestro favor.

TEMA Y VISTA GLOBALEl tema es la absoluta supremacía y suficiencia de Jesucristo como revelador y mediador de la gracia de Dios. Las profecías y promesas del Antiguo testamento se cumplieron en el Nuevo pacto del cual Cristo es el mediador. Cristo se muestra superior a los antiguos profetas, los ángeles, Moisés, Aarón. La carta de los Hebreos podría llamarse la carta de las cosas mejores” puesto que

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las dos palabras griegas para definir “mejor” y superior se repiten quince veces en ella. El libro puede dividirse en dos secciones principales:

Cristo el sumo sacerdote perfecto (Hb. 1:10-10:18) Cristo el camino perfecto. (Hb. 10:19-13:25)

Cristo es mejor que todo lo que ofrece el antiguo Testamento. En los capítulos uno y dos se presenta a Cristo mejor que

los ángeles porque El es el creador del mundo y de los ángeles, estos son solo mensajeros.

En el capítulo tres Cristo es comparado con Moisés. Este saco a los israelitas de la esclavitud de Egipto. Cristo redimió a su pueblo de la esclavitud del pecado, Jesús es mayor que Moisés.

En el capítulo cuatro Moisés trató de proporcionales el reposo a los israelitas, pero debido a su incredulidad estuvieron vagando 40 años en el desierto, Josué sucesor de Moisés pudo al fin llevarlos al reposo de Dios, al entrar a Canaan. Siglos después David dijo que el reposo de Dios todavía no había llegado (Sal. 95:7). El reposo que se refería era Cristo, El es un reposo mejor e incondicional a la presencia misma de Dios.

En el capítulo cinco se compara a Cristo con Aarón. Jesús es mejor Que Aarón este murió y su sacerdocio fue temporal. Jesús vive para siempre y su sacerdocio es eterno.

En el capítulo seis. Jesús da una certeza mejor, la falta de certeza produce inmadurez y el entender su obra de redención nos da la seguridad.

En el capítulo siete. Habla de Melquisedec. El sacerdocio de Cristo es según el orden de Melquisedec. El suyo es un sacerdocio mejor que el de los levitas.

En la capítulo ocho. Cristo provee un pacto mejor que el del antiguo Testamento. La ley fundada en un pacto condicional (Ex. 19:6), el pacto de Jesús es incondicional.

En el capítulo nueve. Jesús provee un sacrificio mejor. La sangre de los toros y los machos cabrios no puede quitar el pecado. Todo sacerdote esta día tras día ministrando y ofreciendo muchos sacrificios que nunca pueden quitar el pecado, pero Cristo se ofreció una vez por siempre, un solo sacrificio por los pecados y se ha sentado a la diestra de Dios.

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En el capítulo diez. Versos (1-19), Cristo el sumo sacerdote perfecto, luego comienza la segunda sección Cristo el camino perfecto, en esta vemos que Jesús ofrece un fe mejor. Hasta aquí el énfasis es en lo que Jesús hizo. El énfasis en el resto del libro está en lo que nosotros hacemos.

La última parte de capítulo diez presenta la permanencia de la fe a través de Cristo

En el capítulo once nos presenta una explicación de la fe con ejemplos, a través de los héroes de la fe.

En el capítulo doce se describe los impedimentos de la fe. En el capítulo trece las expresiones de la fe dando una

aplicación practica y personal de la fe. La fe se expresa en las relaciones interpersonales que reflejan a Cristo.

Dispersas en la carta se encuentran cinco advertencias y exhortaciones:

1. Atendamos la palabra (2:1-4)2. Que ninguno se endurezca en incredulidad (3:12-14)3. La madurez afecta la certeza (5: 11-6:12)4. No rechace a Cristo (10:26-31)5. Atendamos la palabra de Dios (12: 25-29)

Esperemos que el Espíritu santo nos revele a Cristo en toda su gloria y que comencemos a vivir la vida en el plano superior.

BOSQUEJOI. CRISTO EL SUMO SACERDOTE PERFECTO (1-10:18)

A. La persona de Cristo y su obra (1:11-2:18). El es mejor que los ángeles.

1. Quien es Cristo (1:1-14)2. Advertencia (2:1-4)3. Lo que Cristo hizo (2:5-18)

B. La Posición de Cristo (3:1-19). El es mejor que Moisés1. Provisión (3:1-6)2. provocación (3:7-19)

C. La provisión de Cristo (4:1-16). El suyo es un reposo mejor.

1. Dios creo (4:1-5)2. El hombre realiza (4: 6-13)3. Cristo provee (4:14-16)

D. El sacerdocio perfecto de Cristo (5:1-14). El es mejor que Aarón.

1. La obediencia demostrada (5:1-10)

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2. Advertencia (5:11-14)E. Las promesas de Cristo (6:1-20). La suya es una

seguridad mejor.1. Advertencia (6:1-12)2. La madurez es la fe en la palabra de Dios

(6:13-20)F. La perfección de Cristo (7:1-28). El suyo un sacerdocio

mejor. 1. Su persona (7:1-10)2. Su promesa (7:11-22)3. Su desempeño (7:23-28)

G. El lugar del ministerio de Cristo (8: 1-13). El suyo es un pacto mejor.

1. Un ministerio mejor (8:1-5)2. Un mediador mejor (8: 6)3. Un pacto mejor (8: 7-13)

H. El ministerio sacerdotal de Cristo (9:1-10:18). El suyo es un sacrificio mejor.

1. Un tabernáculo mejor (9:1-12)2. Una sangre mejor (9:13-28)3. Un sacrifico mejor (10:1-10)4. Una remisión mejor (10:11-28)

II. CRISTO EL CAMINO PERFECTO (10:19-13:25)A. La permanencia de la fe (10:19-39)

1. La exhortación a entrar (10:19-25)2. Advertencia (10:26-31)3. Exhortación a soportar (10: 32-39)

B. Explicación de la fe con ejemplos (11:1-40)1. Explicación de la fe (11:1-3)2. Ejemplos de la fe (11: 4-31)3. proezas de la fe (11:32-40)

C. Impedimentos a la fe (11:1-29)1. La carrera del cristiano (11:1-2)2. La razón del castigo (11:3-11)3. La reacción (11: 12-17)4. la relación de gracia (11:18-24)5. Advertencia (11:25-29)

D. Las expresiones de la fe (13:1-25)1. La conducta virtuosa (13:1-6)2. Consagración (13:7-16)3. Obediencia (13: 17-25)

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BOSQUEJO

I. CRISTO EL SUMO SACERDOTE PERFECTO. (Hb. 1:1- 10:18)

La epístola de Hebreos describe en detalle como Jesucristo no solo cumple las promesas y las profecías del antiguo Testamento, sino también como Jesucristo es mejor que todo el sistema de pensamiento judío. El es mejor que Moisés, mejor que Adán, mejor que el sistema sacerdotal levítico, el provee un reposo mejor, una seguridad mejor. Jesucristo es mejor que todos. A. La persona de Cristo y su obra. (1:1- 2:18)Los dos primeros capítulos analizan dos aspectos de Cristo, ¿quien es? ¿Y lo que hizo? y al hacerlo lo comparan con los ángeles. Se presenta A Jesucristo como el que revela, el que redimió al hombre y lo glorifico. En todos los aspectos se muestra superior a los ángeles

1. Quien es Cristo. (1:1-14)a) Es el que revela a Dios. (1:1-3) Dios ha buscado a su pueblo y se ha comunicado con él. Lo hizo en el Antiguo testamento por medio de profetas. En otros enviaba un ángel como su intermediario. Un ángel se le apareció a Abraham y Sara con la promesa de un hijo. A través de todo el Antiguo testamento, siempre que Dios quería comunicar algo de modo decisivo utilizaba ángeles. El escritor de Hebreos quería aclarar desde el principio que Jesús no solo era un profeta, ni siquiera un ángel, sino el hijo unigénito de Dios. En estos postreros días, nos ha hablado por medio de la persona de su propio hijo. “Los postreros días” significa el periodo de la manifestación de Cristo y la época de la iglesia, significa también la era en la cual vivimos. Jesucristo es para nosotros la palabra final de Dios y nos ha revelado a Dios de una vez por todas, vemos la superioridad de la revelación del hijo demostrada por medio de siete descripciones de su persona.

Dios lo designo heredero de todo, Una vez que el hijo encarnado realizo la obra de redención fue exaltado gloriosamente a la posición de heredero primogénito de Dios, es decir que recibió como herencia los bienes

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del padre. (Sal. 2:7-8, Mt. 11:27, 28:18, Jn. 3:35, Rom. 8:17)

Por medio de él hizo el universo. (Jn. 1:3, Col. 1:16) Todas las cosas en el universo han sido creadas por Cristo y para Cristo.

El es el resplandor de la gloria de Dios, así como el brillo del sol es inseparable del mismo, el brillo de Cristo es inseparable de la deidad porque él es Dios la segunda persona de la trinidad. La suprema belleza de la deidad en todas sus perfecciones se hace visible únicamente en Cristo. (Jn. 1:18, 6:46, 14:9, 2ª Co. 4:6. 1ª Ti. 6:16) no hay nada en Dios, que no este en Cristo, Todas las cosas de Dios las vemos en el hijo, quien quiera ver a Dios, no tiene más que mirar a Cristo, y cuan perfecto y hermoso le hallará.

La imagen misma de su sustancia, la fiel imagen de lo que él es. No es Jesús una simple imagen o reflejo del padre, puesto que él mismo es Dios, es la representación absoluta y autentica de su esencia. (Jn. 14:9, Col. 1:15) así pues se ve el ser íntimo, allí se ven los rasgos distintivos de la deidad.

El que sostiene todas las cosas. El hijo mantiene unido todo lo que creo (Col. 1:17) es el hijo quien sustenta y perfecciona todas las cosas.

Cristo llevo a cabo la purificación de los pecados gracias a su muerte redentora en la Cruz.

Se sentó a la derecha de la majestad en las alturas. La mano derecha representa el lugar de mayor honor, dignidad, poder (Ef. 1:20, Col. 3:1. Ap. 3:21). La obra de redención que realizó Cristo es completa y con el padre gobierna de manera activa cada una de las cosas como señor de Todo.

b. El es el creador del universo. (1: 4 – 14) 1) Creador. En varios lugares del Nuevo Testamento se reconoce a Jesucristo como creador del universo, el apóstol Juan dice “en el principio era el verbo y el verbo era con Dios y el verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por el fueron hechas y sin el nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. (Jn 1: 1-2). Pablo dijo “El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la

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creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.(Col. 1:15 -17). El escritor de hebreos reitera esta verdad, el nos dice que por medio de Jesucristo Dios hizo el universo. (1:2, 10) “oH señor en el principio fundaste la tierra y los cielos son obra de tus manos”, todo fue creado por medio de Jesucristo, Cristo sustenta todas las cosas, la creación a la cual dio existencia, el mantiene el orden universal y lo mantiene todo bajo control, su reino es eterno (1:8), e inmutable, no cambia (1.12). Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. (Hb.13:8), jamás cambiará su carácter, él es invariable en su amor a nosotros, él es el fundamento más firme que hay en el universo, dedicado a la equidad y a la justicia y absolutamente misericordioso con nosotros.

2) Comparación con los ángeles.El autor de hebreos se refiere al Antiguo testamento a fin de probar la grandeza de Cristo en comparación con los ángeles. Para la mayoría de los judíos los ángeles eran seres exaltados, venerados. En este pasaje vemos la superioridad de Cristo sobre los ángeles.

A Cristo se le llama hijo de Dios, un título nunca dado a los ángeles. (1:5). El nombre más excelente que heredo Jesucristo es “hijo de Dios”, ese nombre otorgado por el padre es superior a los nombres y títulos de los ángeles. En la cita del (Sal. 2:7) “mi eres tú, yo te engendrado hoy”. El Salmo es claramente mesiánico, Cristo es el hijo Mesías cumpliendo su misión de salvación y de juicio, este personaje real no es un ángel, es el hijo de Dios.

Cristo es el primogénito de Dios, en las familias judías, el hijo primogénito mantenía el lugar de más alto privilegio, como también de responsabilidad. Como primogénito de Dios, Jesucristo era superior a cualquier ser creado que merece la adoración de todos los ángeles, dando indicación de su plena deidad (Sal. 89:27, Col. 1:15) a los mismos seres

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con los que se le compara a Cristo, se les manda proclamar su superioridad mediante la adoración.

El reino de Cristo es para siempre (1: 8-9), el reino de dios es eterno, este muestra la deidad del rey mesiánico. (Sal. 45:6)

Cristo es el creador del mundo (1:10, Sal. 102:25) el hijo es representado como el creador de todas las cosas.

Dios le da honra exclusiva a Cristo (1:13, Sal. 110:1) Dios el padre ha honrado al hijo, se ha sentado a la diestra de la majestad en las alturas (1:3)

Los ángeles son seres espirituales creados por Dios, son ministros de Dios, los que ofician en el servicio del culto divino, son servidores, adoradores (1:14, Sal. 91:11-12), enviados a favor de los que serán herederos de la salvación. Protegen a los débiles (Mt. 18:10). Proclaman el mensaje de Dios (Ap.14: 6-12). Ejecutan el juicio de Dios (Ap. 20:1-3).

2. Advertencia número uno. Atendamos a la palabra de Dios (2:1-4), se nos hace

una severa advertencia. Si Jesús es mejor que los ángeles, si la historia había demostrado que era necedad desobedecer la admonición de los ángeles, tanto más sería desobedecer la palabra del señor.

Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que nos deslicemos, aquí tiene el significado de quedar extraviado en el mar, sin remos, perder el rumbo, llevado a la deriva. Este es el mensaje del evangelio, incluyendo el de la persona de Cristo, como Dios hombre y su obra redentora en la cruz. No perdamos el rumbo de la mayor revelación dada a través del hijo, escuchar a Cristo, no solo incluye oír, sino también responder en obediencia.

Sí el mensaje anunciado por los ángeles (v. 2), se refiere a la enseñanza de aquellos ángeles como mensajeros de Dios que habían traído la ley de Moisés (Ga. 3:19), si esta palabra fue firme, segura y toda trasgresión y desobediencia recibió el castigo que se merecía, como escaparemos sin castigo nosotros, los que vivimos en la

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dispensación del evangelio, si descuidamos una salvación tan grande, es decir si no le prestamos la debida atención al mensaje. Ninguno escapará del castigo de Dios si permanece indiferente a la salvación ofrecida por Cristo. La cual fue anunciada primeramente por el señor y luego los testigos oculares, sobre todos los apóstoles dieron crédito del mensaje que Cristo anuncio primero. Dios añadió su confirmación al mensaje del evangelio mediante hechos sobrenaturales, esto confirmo la veracidad de su palabra mediante “maravillas, prodigios y señales”. En el libro de los Hechos, los milagros y los dones del Espíritu Santo autenticaron el evangelio donde quiera que se predico. (Hch. 3:7-9, 9:31-42) y mediante los dones distribuidos por el Espíritu Santo. El propósito de los dones es edificar la iglesia, haciéndola sólida y perfecta.

3. Lo que Cristo hizo. Su naturaleza humana, (2:5-9)

a. La encarnación (2: 5-9) Jesucristo se hizo hombre para resolver el problema de la humanidad. Dios hizo al hombre un poco menor que los ángeles. (Sal. 8:4-6). Dios no puso bajo el dominio de los ángeles al mundo venidero. Cristo como portador de la nueva revelación es superior a los ángeles que participaron en el acto de traer la revelación al Sinaí. Al hombre se le dio una alta dignidad confiriéndole dominio sobre las otras criaturas (Gen. 1:26-27). El propósito de Dios desde el principio era que el hombre fuera soberano en el reino creado, sujeto nada más que a Dios por causa del pecado, ese propósito no se ha realizado plenamente aún, como dice el escritor de Hebreos "pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas” (Hb. 2:8) esa es la razón de la encarnación de Jesús. El se convirtió en parte del orden creado (v.9) como precursor del dominio sobre la tierra que se le devolverá a la humanidad, fue hecho menor que los ángeles por un tiempo, pero ahora esta coronado de gloria y honor a la derecha de Dios por su vida perfecta, su muerte en la cruz y su exaltación hace posible para la humanidad redimida el cumplimiento final cuando el ser humano volverá a ganar la soberanía sobre la creación.

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2. La redención (Hb. 2:14-18) Estos versos nos explican el proceso por medio del cual nuestro salvador resolvió el problema del pecado y de la muerte.

Destruir (v.14) Jesucristo tenía que ser humano (carne y sangre) para que pudiera morir y resucitar a fin de destruir el poder del diablo sobre la muerte. Cristo rompió la cadena de la Muerte que Satanás le tenía puesta a la humanidad. El diablo fue derrotado. (Rom. 6:5-11)

Librar (v.15) La muerte es el fruto el pecado, solo Cristo puede librar a quienes tenían un constante temor por la muerte a fin de que vivieran para él. (1ª Co. 15: 54-57, Ap. 1:18) la muerte y el pecado serán destruidos en el día de la resurrección, el aguijón de la muerte es el pecado, el pecado nos coloca bajo el poder de la muerte, fue el pecado de Adán el que ocasionó no solamente su muerte, sino la nuestra también. A través de la muerte y resurrección de Cristo recibimos la victoria sobre la muerte y el pecado. Jesucristo tiene las llaves del Hades y de la muerte, solo el puede librarnos de la esclavitud de Satanás, solo el tiene autoridad para darnos libertad. Lo único que tenemos que hacer es apartarnos del pecado y volvernos a él con fe. Cuando somos de Dios no tenemos porque temer a la muerte, porque sabemos que esa es la única puerta de entrada a la vida eterna. Toda persona morirá pero la muerte no es el destino final, sino la puerta de entrada a una nueva vida, solo Cristo nos brinda esa esperanza.

Expiar (v.17) se refiere a la acción divina de cubrir o quitar el pecado por medio del sacrificio, también traduce la palabra propiciación (Rom. 3:25) significa ese sacrificio que hace Dios justo, al perdonar el pecado. Cristo murió en nuestro lugar por nuestros pecados, Cristo pagó la pena de muerte y satisfizo a plenitud las demandas de Dios, su sacrificio otorga perdón, remisión, y libertad. Cristo podía representar a la humanidad ante Dios. solo si se hacía parte de ella, para que Cristo apartará la ira de Dios contra los pecadores, tenía que convertirse en uno de ellos y morir en su lugar. En su muerte expiatoria Cristo nos reconcilió con Dios.

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Intercesor (v.18) ahora en su ministerio presente por ser fuertemente tentado el puede ayudarnos en la lucha contra la tentación, saber que Cristo sufrió el dolor y se enfrentó a la tentación, nos ayuda a enfrentarnos a nuestras propia pruebas. Jesucristo entiende nuestras luchas porque él las sufrió como ser humano, podemos confiar en que Cristo nos ayudará a salir victorioso de los sufrimientos y de la tentación.

c. Glorificación (Hb. 2:10-13) Este pasaje resalta el ministerio futuro de Cristo tiene que ver con “llevar muchos hijos a la gloria” (v.10) los que creen en Cristo son hechos hijos de Dios por medio de su único hijo, la encarnación de Cristo se completo perfeccionada cuando experimento el sufrimiento. Se identificó con nosotros en su más profundo nivel de agonía y se hizo apto para pagar el precio de nuestra imperfección y llegar a ser nuestro compasivo sumo sacerdote. Las aflicciones de Jesús lo convirtieron en un líder perfecto. Jesucristo no tenía que sufrir por su propia salvación porque era Dios. Su perfecta obediencia que lo guió por el camino del sufrimiento demostró que el era el perfecto sacrificio. A través de las aflicciones, Jesús terminó la obra necesaria para nuestra propia salvación. Nuestros sufrimientos nos hacen siervos de Dios más sensibles, y así ayudar a otros que sufren. En el (v.11) Cristo se hizo hombre para identificarse con el género humano y por su sacrificio en la cruz restaurar la santidad que perdió la humanidad. Los que hemos sido apartados para el servicio de Dios, limpiados, santificados por Jesucristo; ahora tenemos el mismo padre de modo que nos ha hecho sus hermanos (Sal. 22: 22) ahora Jesucristo nos llama hermanos.

B. La posición de Cristo (3:1-19) El es mejor que Moisés.

Moisés surge como una de las personalidades más prominentes de la historia hebrea. Fue un héroe nacional reconocido por todos los israelitas. Se opuso a la terquedad del Faraón libró de la esclavitud egipcia a sus antepasados y los llevo hasta la frontera de la tierra prometida, escribió los cinco primeros del Antiguo testamento, fue el profeta por medio del cual Dios dio la ley, fue el mediador entre Dios y los hombres cuando el señor dio la ley a su pueblo en monte Sinaí, por su intermedio se instituyó el sistema

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levítico. Su contraparte en el Nuevo Testamento es el señor Jesucristo como salvador del mundo, El libra al pueblo de Dios de la esclavitud del pecado y la opresora mano de Satanás, El media entre Dios y el hombre (1ª Ti. 2:5), como mediador del nuevo pacto El ha inaugurado el sistema de gracia del Nuevo Testamento. Jesucristo es más que humano, es Dios. La pregunta sería ¿Por qué conformarse con Moisés, cuando usted puede tener a Cristo?En este capítulo tres, el autor de Hebreos demuestra que aunque hay similitudes entre Moisés y Cristo el volverse de Cristo a Moisés en esa época de persecución sería un error desastroso. En cualquier momento de nuestro caminar cristiano, esto nos llevaría a un retroceso. (Gal. 3:1-3) El apóstol Pablo insta a los Galatas a no terminar en la carne habiendo comenzado en el Espíritu.

1. La provisión (3: 1-6)El verso 1 tiene un significado especial para los cristianos judíos, para los judíos la mas alta autoridad humana era el sumo sacerdote, para los cristianos las más alta autoridad humana eran los apóstoles de Dios. Vemos la superioridad de Cristo. Apóstol de Dios (enviado), y sumo sacerdote es la autoridad suprema de la iglesia.

a. Similitudes entre Cristo y Moisés Moisés fue fiel en toda su casa. Las escrituras

nos muestran la fidelidad de Dios frente al fracaso del hombre. Dios siempre ha sido fiel a su pueblo. Dios fue fiel a su pueblo en el Antiguo Testamento al enviar a Moisés. El fue fiel en el Nuevo Testamento al enviar a Jesucristo, en este concepto Jesucristo y Moisés son fieles.

Otro punto de comparación entre Jesucristo y Moisés se resalta en el (v.1), ambos fueron sumos sacerdotes de Dios. la función de un sumo sacerdote es ser un puente, es decir un mediador entre Dios y el hombre. Moisés ejerció las funciones del sumo sacerdote cuando rogó a Dios a favor de Israel en el monte Sinaí (Ex. 32: 11-14) Moisés había estado cuarenta días y cuarenta noches en el monte, el pueblo pensó

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que había muerto. Entonces obligaron a Aarón que les hiciera un becerro de oro, el cual adoraron y declararon que sería el dios que los llevaría de regreso a Egipto. En su santa ira Dios quería matarlos, pero Moisés intercedió a su favor. Dios escucho su ruego e Israel no recibió su merecido. Este en el ministerio actual de Cristo delante de Dios. El intercede delante de Dios a favor de todos los creyentes (Hb. 7:25), como hombre soportó las mismas tentaciones que todos nosotros tenemos y por eso es capaz de interceder por nosotros, El es un mediador que se puede identificar con nosotros y nuestras debilidades.

b. Diferencias entre Cristo y Moisés, las cuales señalan la superioridad de Jesucristo.

El constructor recibe mayor honor que la casa misma (v.3). Jesús es el verdadero constructor de la casa (la casa esta compuesta por el pueblo de Dios, su familia), mientras que Moisés fue simplemente parte de ella.

El constructor de todo es Dios (v.4), se iguala a Jesús con Dios, El es Dios, la segunda persona de la trinidad, quedando fuera de duda que Cristo es superior a Moisés.

Cristo es el hijo, Moisés es un siervo de la casa (v.5, 6) Cristo es el hijo de Dios, esta sobre la casa y gobierna sobre ella, como hijo esta permanentemente sobre la casa, no es un criado sino dueño. Mientras Moisés era un siervo o criado, estaba en la casa de Dios, del cual se sirvió Dios para sacar de Egipto a su pueblo y conducirlos a través del desierto hasta las fronteras de la tierra prometida.

Termina el (v.6) diciendo que esa casa somos nosotros, con tal de que mantengamos nuestra confianza y esperanza, porque Cristo mora en nosotros. Los creyentes podemos permanecer con valor y esperanza hasta el fin, no somos salvos por perseverar, pero la

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perseverancia revela que nuestra fe es verdadera. Se no insta a mantenernos fieles, si esa fidelidad es permanente, pudiéramos fácilmente ser alejados por los vientos de la tentación. Las falsas enseñanzas o la persecución.

2. La provocación (3: 7-19)

a. El fracaso de Israel (v. 7-11). En el (v. 7) el autor cambia su argumento como Jesús es mejor que Moisés, el volverse a Moisés en este tiempo de persecución sería un error tan trágico como el que cometió Israel cuando la nación se volvió contra Moisés en Cades Barnea. Los israelitas endurecieron su corazón, cuando desobedecieron el mandato de Dios para conquistar la tierra prometida. Esto se narra en el libro de (Números 13-14 y Salmo 95: 7-11) estos pasajes nos presentan la historia de Israel bajo el liderazgo de moisés en el desierto tras recibir la ley en el Sinaí, y las instrucciones acerca de todo lo que tenía que ver con el tabernáculo. Partieron los hijos de Israel de allí y una vez llegados al desierto de Paran en Cades Barnea, Moisés envió doce espías uno por cada tribu, para que investigase en la tierra de Canaán. Así lo hicieron pero el informe de la mayoría de ellos llenó de temor el corazón de la gente. La multitud quiso volverse a Egipto y hablo de apedrear a los dos espías Josué y Caleb que habían animado al pueblo a poner su confianza en Dios. A consecuencia de esto Dios los hizo vagar cuarenta años en el desierto (Nu. 14:20-23). El problema de Israel era la incredulidad. No desperdicies tu vida en el desierto de la mediocridad, no confíes en tus propias fuerzas y en tu habilidad para vencer al gigante. Confía en Dios y en sus promesas. El es fiel. La incredulidad consiste “en creer que lo que me parece que me conviene más, esta por encima de lo que Dios entiende que me convenga más”. Veamos a los gigantes con los ojos de la fe, convencidos de que Dios va a luchar por nosotros. No nos revelemos con la prueba, las dificultades, no le demos la espalda a Dios.

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b. Advertencia número dos. “Que ninguno se endurezca en incredulidad” (v. 12-14) El autor de Hebreos aplica la advertencia a los destinatarios de su carta, la cual se ajusta para nosotros hoy en día. Esta su vida envuelta y opacada en el desierto, anda usted vagando por este. El autor nos insta con una exhortación doble; negativa y positiva, con la mirada de que lo que nos puede suceder si no se atiende.

Se nos insta a no tener un corazón malo de

incredulidad para apartarnos de Dios (v.12) nuestro corazón nos aparta del Dios vivo cuando obstinadamente nos negamos a creer en él, si persistimos en nuestra incredulidad finalmente Dios nos dejará solos en nuestros pecados. Pero Dios puede darnos un corazón nuevo, nuevos deseos, nuevo espíritu.

Se nos exhorta a animarnos unos a otros, mientras sigue sonando la voz de Dios, mientras dure ese “hoy”, este aún es el día de la gracia divina y la oportunidad de confiar en Dios. Si no se atiende, la perspectiva es de un mayor endurecimiento debido a la seducción del pecado.

Sí somos partícipes de Cristo, estamos en Cristo, revestidos, somos miembros del cuerpo de Cristo, mantengámonos firmes en esa confianza en el señor hasta el fin, como lo tuvimos al principio. Sigue con tu fe firme en el señor Jesucristo y en sus promesas, El es inmutable, no cambia, lo que El ha prometido se cumplirá.

c. La comunión interrumpida. (3: 15-19). La causa de que los israelitas no entraran en el reposo o descanso de Dios fue por su incredulidad, “no pudieron entrar” (Nu. 14:28-30), la incredulidad fue el obstáculo, el pasaje termina con preguntas retóricas que el autor responde.

1. Lo que Israel hizo.

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Ellos oyeron (v.16) no fue que Israel no entendiera lo que Dios esperaba de ellos. Su problema era de la voluntad, no del intelecto.

Ellos pecaron (v.17) su respuesta a las instrucciones dadas por Dios fue una abierta rebeldía. Ellos pensaron que sabían mejor que Dios lo que más les convenía.

Ellos desobedecieron y no creyeron (v.18, 19) su incredulidad los llevo a desobedecer. A todas partes que miraban los israelitas creían ver gigantes. El pueblo de Dios creía que Dios podía matar a los gigantes, pero no creía que lo haría. El pueblo dudo que Dios llevará a cabo lo que dice que va a hacer. La confianza va antes de la obediencia ¿Cree usted verdaderamente que El va a hacer lo que ha prometido? Sí es así debe obedecerlo. Podemos seguir el ejemplo de Israel responder con incredulidad y desperdiciar nuestra vida en el desierto de la mediocridad, o podemos seguir el ejemplo de Jesucristo obedeciendo a sus mandatos e instrucciones, viviendo una vida abundante.

2. Lo que el hizo

Lo provocaron, el pueblo se reveló contra Dios. (v.16) hicieron a Dios mentiroso, dudaron y desobedecieron. “Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, El dijo ¿y no hará? ¿y no lo ejecutará? (Nu. 23:19)

Lo disgustaron (v.17) Dios se disgusto con la conducta de ellos. Lamento haberlos sacado de Egipto, su enojo le duro cuarenta años.

Juro Castigarlos (v.18) Dios hablo y cumplió. La generación rebelde no entraría en Canaán, sino que darían vueltas en el desierto, vagando. Dios les dio a ellos lo que querían (Nu. 14:2) Querían morir en el desierto Dios les satisfizo su deseo. Ten cuidado con los deseos de tu corazón y no te enredes con las palabras de tu boca.

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C. La provisión de Cristo. (Hb. 4:1 - 16) El suyo es un reposo mejor. Dios creo los cielos y la tierra en seis días y reposo en el séptimo día y al hacerlo estableció una norma para el hombre (Ex. 20:9 -10). En la anterior sección Israel no pudo entrar en el reposo de Dios a causa de su incredulidad, cesando la comunión con Dios y dejaron de alcanzar la voluntad perfecta de Dios para sus vidas. Entrar al reposo de Dios es vivir en comunión ininterrumpida con él. El reposo se refiere no a la salvación, sino a una íntima comunión con Dios, en Cades Barnea los israelitas no entraron a la tierra de Canaan por incredulidad y está destruyó la comunión. Lo que fue valido para Israel es valido para nosotros, el autor nos dice “temamos” (v.1), “procuremos” (v.11), “acerquémonos” (v.16).

1. Dios creo. (Hb. 4:1-5)a. Oportunidad (Hb. 4:1-2) Dios creó la oportunidad para entrar en su reposo, a nosotros como a ellos se nos anuncia la palabra. Los israelitas de la época de Moisés ejemplifican un problema que afrontan muchos cristianos hoy en día, saben mucho de Cristo pero no le conocen personalmente, y no combinan su conocimiento con la fe. Deje que las buenas nuevas acerca de Cristo influyan en su vida, crea en él, respóndale en obediencia. Confié en Cristo y actué conforme a lo que usted conoce. Se nos amonesta a que temamos a causa del ejemplo de los israelitas, cuando ellos oyeron las promesas de Dios, ellos no tuvieron fe. Dios ya ha hecho su parte, no has dado las promesas, ahora depende de usted creer o no creer a Dios.

b. El reposo (Hb. 4: 3 – 5) este pasaje usa la palabra reposo en tres sentidos

El reposo de la creación. Dios reposó en el séptimo día de la creación no porque estaba cansado sino para indicar que había terminado la creación. En la creación Dios prometió la existencia de un reposo, este es una alegría anticipada de nuestro gozo eterno cuando sea redimida la creación en él. Cuando se destruya el pecado y el mundo vuelva a ser perfecto.

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El reposo de Cannan. Todo lo que tenía que hacer el pueblo de Israel era creer en Dios y tomar posesión de la tierra. Ellos no entraron por incredulidad. Ellos pensaron que tenían que hacer más y dependían de su habilidad para matar gigantes, se llenaron de temor y miedo.

El reposo continuo. Dios esta tan activo hoy en día como nunca antes. Queda un reposo para el pueblo de Dios (Hb. 4:9). Este reposo esta a disposición de nosotros, solo es creer en lo que él dice y actuar en conformidad con lo que cree. Nuestro reposo en Cristo comienza cuando confiamos en él para permitirle que haga su obra perfecta y buena en nosotros.

2. El hombre comprende (Hb. 4: 6-13) Dios le dio la oportunidad a los israelitas de entrar en Canaan pero ellos fracasaron (Nu. 13 y 14) ahora Dios nos da la oportunidad de entrar en el lugar supremo de reposo. El nos invita a acudir a Cristo, confiar en él, obedecerle. Hoy es el mejor momento para hallar la paz con Dios, mañana puede ser demasiado tarde. Dios quiere que entremos en su reposo (v.9), para los israelitas en la época de Moisés, este reposo fue la tierra prometida, para los cristianos es paz con Dios ahora y vida eterna. No nesecitamos esperar hasta la muerte para disfrutar del reposo y de la paz de Dios, la podemos disfrutar ahora. Esta no termina con la muerte sino que se perfeccionará en un reposo eterno, la cual esta preparada para nosotros (Jn. 14: 1- 4), por tanto debemos procurar (v.11), es decir esforzarnos por apreciar y beneficiarnos de lo que Dios ya ha provisto. ¿Como lo Logramos? La respuesta la palabra de Dios(v. 12), esta es viviente, cambia la vida y es dinámica al entrar en nosotros, revela lo que somos y lo que no somos. Penetra la medula de nuestra moral y vida espiritual. Discierne lo que esta dentro de nosotros tanto lo bueno como lo malo. La palabra de Dios debe moldear nuestra vida. Nada puede ocultarse de Dios (v.13), él ve todas las cosas, todo lo que hacemos y tiene conocimiento de todo lo que pensamos, aún cuando procuremos ocultarnos de Dios, él nos ve (Salmo 139: 1

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– 3, 7 – 12) Dios es omnipresente está en todas partes. Aunque Dios no conoce íntimamente sigue amándonos.

3. Cristo provee (Hb. 4: 14 – 16) Cristo es superior a los sacerdotes y su sacerdocio es superior al de los sacerdotes.

La mediación (Hb. 4:14) en el Antiguo Testamento el sumo sacerdote entraba en el lugar santísimo una vez al año para ofrecer sacrificios por los pecados de toda la nación. Nuestro gran sumo sacerdote está en el cielo. Jesucristo es el mediador entre Dios y nosotros. Como representante del hombre intercede por nosotros ante Dios. El es nuestro abogado defensor cuando violamos los mandamientos de Dios somos culpables, entonces Jesucristo pide nuestra absolución porque él ya ha pagado la pena. Como representante de Dios nos asegura el perdón de Dios. El sumo sacerdote podía estar delante de Dios una vez al año. Cristo siempre esta a la diestra de Dios intercediendo por nosotros. (1ª Jn. 2:1 – 2)

Cristo se compadece (Hb. 4:15) Es decir “padecer con” en griego sumpathesai, significa simpatizar. Jesucristo es como nosotros porque experimento toda clase de tentaciones y no peco. El conoce el sendero que lleva a la victoria. Nos anima saber que fue tentado y no cayo en pecado. El nos muestra que no tenemos que pecar cuando nos enfrentamos a la tentación.

Acceso (Hb. 4:16) La única persona autorizada para entrar al lugar santísimo era el sumo sacerdote, por la muerte de Cristo, la cortina del santuario del templo se rasgo de arriba abajo (Mt. 27:51) con lo cual se dio libre acceso a todos los creyentes a la presencia de Dios. Al entrar a la presencia de Dios podemos obtener misericordia para nuestros pecados y hallar gracia para tiempos de necesidad y prueba. La oración es la forma en que nos acercamos a Dios confiadamente. Acuda a Dios con reverencia, porque él es su rey, pero acuda con confianza absoluta porque él es su amigo y consejero.

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C. El sacerdocio perfecto de Cristo (5:1 – 14) El es mejor que Aarón.

Esta parte de la carta contiene una descripción de la obra sumo sacerdotal de Jesús (Hb. 4:14- 10:18) su idoneidad como sumo sacerdote es el tema de esta sección, la cual se divide en tres partes.

1. Requisitos del Antiguo Testamento para ser sumo sacerdote.

2. Condiciones del sacrifico perfecto.3. Requisitos para alcanzar la madurez

1. Requisitos del antiguo Testamento para ser sumo sacerdote (Hb. 5:1 - 4)

El oficio del sumo sacerdote era un oficio sagrado y tenía varios requisitos fundamentales.

El candidato debía ser hombre y ser escogido de entre los hombres para poder representarlos ante Dios. el sumo sacerdote según el orden de Aarón de la tribu de Leví. El sacerdocio de Leví era inadecuado puesto que él también era pecador y no podía ni siquiera expiar su propio pecado, Esto nos muestra la necesidad de Cristo.

La función del sumo sacerdote era ofrecer sacrificios a Dios por el pecado a fin de que la ira de Dios quede aplacada y los hombres puedan tener comunión con Dios. . el sacerdocio levítico era ineficaz pues solo podía ofrecer animales como sacrificios simbólicos, día tras día. Jesús es nuestro sacrificio perfecto. El pudo ofrecer una vez por siempre un solo sacrificio (Hb. 10:12).

El sacerdote debía tener compasión, debía tratar con indulgencia a los que pecan por ignorancia o extravió. Su función no es la de un juez, sino la de un mediador de modo que necesita compenetrarse con la condición de sus representados. La razón por que el mismo está rodeado de debilidad moral y de pecado. La dificultad

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del sacerdocio de Aarón radicaba en que el era parte del problema en vez de ser parte de la solución, el podía tener paciencia con los pecadores, pero el también necesitaba que tuvieran paciencia con él.

El sacerdote debía ser llamado por Dios, no podía llamarse por auto designación, ni por votación democrática del pueblo, sino por llamamiento divino. Tal como Dios llamo a Aarón de la tribu de Leví, así también escogió a Cristo según el orden de Melquisedec con linaje real y sacerdotal. Cristo fue el sumo sacerdote perfecto porque podía ofrecer un sacrificio perfecto. Aarón estaba limitado, su sacrificio de animales nunca podría resolver el problema del pecado del hombre.

2. Condiciones del sacrificio perfecto (Hb. 5:5 – 10)

En estos versos el autor muestra que Cristo no se nombro a sí mismo sacerdote (v.5) sino que fue proclamado por Dios públicamente como sumo sacerdote (v.10) de una clase sacerdotal diferente de las que existían en el sacerdocio levítico. El mismo Dios que lo designo rey príncipe, heredero del trono (Sal. 2:7) le designó también sacerdote (Sal. 110:4). De esta manera el sacerdocio de Cristo tuvo su tipo en el de Melquisedec, quien también fue rey y sacerdote (Hb. 7:1). Cristo llevo su función sacerdotal en cuanto a su sacrificio único en la cruz a través de:

Su oración (v.7) Cristo ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas. Se refiere a la oración en Getsemaní, fue una oración como un llanto a grito pelado (Mt. 26:38 - 44, Mr. 14:32 - 26, Lc. 22: 41 - 44). Jesús oro al que podía salvarlo de la muerte, es decir al padre. Jesús estaba en gran agonía cuando se preparaba para enfrentar la muerte. Jesús no vaciló ante el sufrimiento físico, ni la muerte, sino ante la indescriptible agonía de llevar sobre sí mismo el pecado de la humanidad (Mt. 27:46) aunque pidió que esa copa de sufrimiento pasará de él, no vaciló en su determinación de cumplir la

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voluntad del padre, fue escuchado, el Señor concedió su oración quien lo salvo de la muerte mediante resurrección.

Mediante el sufrimiento aprendió a obedecer (v.8) aunque era el hijo de Dios, fue necesario que como hijo encarnado aprendiera a obedecer, no por haber sido desobediente sino porque tenía el llamado a obedecer hasta un extremo nunca antes experimentado. Obedeció y esto condujo al sufrimiento y a la muerte por haber obedecido a la perfección, aún en medio de gran prueba él nos puede ayudar a obedecer por muy difícil que parezca, habrá momentos en que enfrentaremos dificultades, no por querer sufrir sino porque deseamos obedecer a Dios, permita que la obediencia de Cristo lo sustente y lo anime en momentos de prueba. Usted podrá enfrentarse a cualquier cosa cuando está consiente de que Jesucristo lo acompaña.

Cristo fue perfeccionado a través de sus sufrimientos (v.8) Cristo siempre fue moralmente perfecto, mediante su obediencia nos mostró su perfección a nosotros, no a Dios. ni a sí mismo, a través de sus sufrimientos soportados con reverencia y absoluta obediencia quedo en plenas condiciones para cumplir sus funciones como nuestro gran sumo sacerdote. Su perfección lo capacitó para ser fuente de nuestra salvación. La perfección era la única cosa que el sumo sacerdote del antiguo Testamento nunca podría alcanzar, como Jesús es Dios su sacrificio es suficiente para pagar los pecados de toda la humanidad pasados, presentes y futuros. El sumo sacerdote perfecto ofreció el sacrificio perfecto y al hacerlo se convirtió en la fuente de nuestra salvación. Cristo tuvo la misma experiencia humana que nosotros, El ahora esta en condiciones de ofrecer salvación eterna a quienes le obedecen.

3. Requisitos para alcanzar la madurez (Hb. 5:11- 14)

En este pasaje tenemos la tercera advertencia, la madurez afecta la certeza.

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En estos versículos se introduce una seria advertencia a los creyentes espiritualmente inmaduros.El autor compara a los lectores con bebes los cuales necesitan leche en vez de alimento sólido. Necesitan de las verdades más elementales cuando por el tiempo que llevan deberían haber crecido y ser maestros capaces de enseñar a otros estancados en la infancia espiritual. Carecen de conocimiento y de la experiencia.

La razón, son tardos para oír, lentos, perezosos. Algunos pueden haber caminado con Jesús diez, veinte y aún más; pero todavía están bebiendo leche espiritual. Estos cristianos judíos eran inmaduros se resistían a dejar sus antiguas tradiciones, sus doctrinas establecidas y sus discusiones. A fin de crecer hasta ser cristianos adultos, requieren de alimento sólido, una formación fiel, extensa, profunda en la palabra de Dios.

Esta madurez requiere tres cosas:

1. Tiempo, este marca la diferencia, no es lo mucho que te afanes, es él tiempo que perseveras.

2. Crecimiento en el conocimiento de la palabra de Dios, nuestra capacidad de deleite en las cosas profundas de Dios (alimento sólido), está determinada por nuestro crecimiento espiritual. Con frecuencia deseamos un banquete espiritual, pro no estamos en condiciones de digerirlo, a medida que usted crece en el Señor y pone en práctica lo que ha aprendido, también aumentará su capacidad de comprensión.

3. Experiencia en el uso de la palabra en discernir entre el bien y el mal (v.14) debemos aprender lo que es el discernimiento, debemos adiestrar nuestra conciencia, nuestros sentidos, nuestra mente y nuestro cuerpo a fin de poder distinguir lo bueno de lo malo. La capacidad de discernir el bien y el mal le es otorgada al creyente que estudia y desarrolla el hábito de hacer lo recto, cueste lo que cueste. ¿Dónde queda usted en su madurez en la palabra al evaluarse por la norma de Dios?

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D. Las promesas de Cristo (Hb. 6: 1 – 20)

a. El hallazgo de la certeza (v.1 - 6) El anterior capítulo termina con una exhortación a cristianos que no han alcanzado la madurez, debiendo ser ya maestros en lo espiritual, todavía reciben alimento para niños, han dejado de aplicar la palabra de Dios en sus vidas, dejaron de crecer espiritualmente. El escritor inicia con su determinación de seguir adelante “por tanto dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección” (v.1).Hay ciertos principios fundamentales que todos los creyentes deben entender para marchar hacia la madurez, Estos fundamentos son:

El arrepentimiento de las obras muertas, estas obras son los esfuerzos propios para merecer la salvación, además los pecados. Nos habla de un cambio de actitud.

La fe en Dios La instrucción sobre bautismos se refería al bautismo

de los prosélitos judíos, el bautismo de Juan, el bautismo mandado por Jesús, ó bautismo cristiano (Mt. 28:19)

La imposición de manos para recibir el bautismo en el Espíritu Santo (Hch. 8:16-17). Para sanidad (Lc. 4:40, Hch. 28:8). Se practicaba en relación a una ordenación o misión (Hch. 6:6, Hch. 13:3)

La resurrección de los muertos. (Jn. 5:25 – 29, Jn. 11:25, 2ª Co. 4:14)

El juicio eterno

Si uno ha experimentado esas doctrinas que son fundamentales, por cuanto tienen que ver con el proceso de hacerse cristiano, entonces ha sido salvo. Llegamos a los (v. 4 – 6) estos versículos constituyen una de las porciones más difíciles de toda la escritura. Las interpretaciones más comunes de este pasaje son:

Se refiere a cristianos que realmente pierden su salvación.

Es un argumento para advertir a los cristianos hebreos inmaduros que deben progresar hacia la madurez, no se trata de la perdida de la salvación.

La mayoría sostiene que la porción se refiere no a creyentes genuinos sino a falsos profesantes que

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estuvieron a un paso de la conversión, pero no llegaron a ella, es decir creyentes superficiales que renuncian a su cristianismo, ó a incrédulos que están a punto de apropiarse de la salvación y luego se apartan. Quienes rechazan a Cristo no serán salvos. Cristo murió una vez, no será crucificado nuevamente. Jesucristo nos acepta por lo que somos, no por lo que él quiere que seamos. La aceptación en él se basa en lo que él ha hecho y sigue haciendo por nosotros. Somos pecadores pero el señor te dice “yo te conozco y te acepto a pesar de ello”. Después de ser salvo el creyente se encuentra en el largo camino hacia la madurez cristiana, lleno de certeza empieza a estudiar y aplicar las escrituras, pero después de un tiempo se da cuenta de que las cosas no son como esperaban, algún pecado que no puede vencer, nubes de duda y de incredulidad, y otras causas. Llegamos a la conclusión que la raíz del problema siempre será la misma ¿puede Dios aceptarme siendo yo tan pecador? Sí puede y lo hace. Mi aceptación de ti se funda en lo que Jesucristo hizo, no en lo que tú haces. Por no comprender esto el cristiano vuelve a la cruz en busca de otra conversión. El cristiano debe acercarse al trono de la gracia para alcanzar misericordia. Los cristianos no vuelven a la cruz en busca de una nueva conversión cada vez que pecan, pues ello sería equivalente a crucificar de nuevo para sí el hijo de Dios, es imposible que el cristiano que busca el perdón vaya a la cruz para convertirse nuevamente; la salvación esta dada no se da dos veces, esto sería como crucificar repetidamente a Jesucristo. La cruz esta Vacía, no trate de colgar a Cristo en ella otra vez. Su sacrificio expiatorio es suficiente para todos los pecados pasados, presentes y futuros.

b. La vida cristiana productiva (Hb. 6: 7 – 12) Una vida cristiana que no es productiva cae bajo condenación de Dios, no somos salvos por obras, ni por buena conducta, pero lo que hacemos es prueba de nuestra fe. Después de la salvación las obras desempeñan un papel

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importante, el escritor nos muestra esto con una analogía (v.7 – 8). La tierra representa al cristiano. El fruto de la tierra (hierba, espinos, abrojos) son las obras del cristiano. La reacción de Dios a nuestras obras puede ser bendición o destrucción por el fuego. Sí la vida del cristiano produce buenas obras Dios lo premia. Sí de lo contrario produce malas obras (espinos, abrojos) el fin ser quemadas, ese fruto que no agrada a Dios es quemado (1ª Co. 3:11 – 15) el cristiano será salvo. Nuestras obras no tienen que ver con nuestra salvación, pero determinan la calidad de vida que vivimos. Dios no es injusto para olvidar nuestra obra (v.10), nunca se olvida. Ni pasa por alto nuestro duro trabajo para él. Tal vez ahora no este recibiendo recompensas, ni reconocimiento, pero Dios sabe sus esfuerzos de amor y servicio. Permita que el amor de Dios por usted y su íntimo conocimiento de su servicio a él lo animen mientras afronta decepciones y rechazo en la tierra. Así como el atleta entrénese duro y corra bien recordando la recompensa que lo espera delante, imitando la fe y paciencia de los que heredaron las promesas en él.

c. El fundamento de la certeza (Hb. 6: 13 - 20) Dios hizo su promesa a Abraham, Dios ratificó su promesa de muchos descendientes con un juramento “por sí mismo” para enfatizar su carácter invariable (Gn. 22:16 – 18), después de esperar 25 años, el recibió lo que se le había prometido el nacimiento de su hijo Isaac (Gn. 12:7, 15:4 – 5 , 17:16, 21:5). A menudo nuestras pruebas y tentaciones son intensas y parecen durar una eternidad. Dios actuara en su tiempo confié y él lo hará porque el es inmutable, no cambia. Hay dos cosas inmutables que hacen imposible que Dios mienta

Las promesas de Dios, las cuales son confiables, estas son sí y amén en él. Están no cambian.

Su juramento. El juró por sí mismo para enfatizar que él no cambia. El juramento confirma lo tratado. Mediante estas dos cosas nuestra esperanza es segura, es inconmovible (v.18) anclada en Dios, así como el arca sostiene el barco en una posición segura, nuestra esperanza en Cristo garantiza

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nuestra seguridad. El salvador como ancla es segura y firme penetra hasta dentro del velo, el lugar santísimo, la misma presencia de Dios, en la cual Cristo esta en todo momento en su presencia como el sumo sacerdote que intercede continuamente por nosotros y no solo una vez al año como lo hacía el sumo sacerdote. Podemos estar seguros de que no importa cuan turbulenta sea la situación, el ancla de nuestra alma se mantendrá firme en Cristo.

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E. La perfección de Cristo (Hb. 7:1-28) el suyo es un sacerdocio mejor. El tema de esta sección es que el sacerdocio de Cristo es perfecto porque tiene su origen en el sacerdocio de Melquisedec

1. Su persona (V. 1-10) La primera parte se centra en la

persona de Melquisedec y su origen. El escritor de Hebreos usa la descripción de (Gen. 14:18-20) para mostrar que Cristo es aún mayor que Abraham padre de la nación judía, y Leví descendiente de Abraham. Por lo tanto el sacerdocio judío formado por la descendencia de Leví fue inferior al sacerdocio de Melquisedec, un tipo de sacerdote de Cristo.

a. Credenciales de Melquisedec (7:1-3) Melquisedec era rey de salem, el es rey de

justicia, de Salem, rey de paz. Títulos mesiánicos. (Is.9:7, Jer. 23:5) Salem es el antiguo nombre de la ciudad santa de Jerusalén.

Melquisedec no solo era rey, sino era un sacerdote del Dios altísimo, sacerdote para siempre (Gen 14:18, Sal. 110:4). No hay registro de que su sacerdocio haya tenido principio, ni fin, sin genealogía. Fue un sacerdote de Dios en Salem. No se menciona el parentesco, hijos de Melqusedec, nacimiento, ni su muerte, se presenta a Melquisedec como un prototipo del sacerdocio de Cristo. El sacerdocio de Melquisedec anticipa la existencia eterna de Cristo y su sacerdocio sin fin. (v.3)

Melquisedec bendijo a Abraham (v.1) el padre de la nación hebrea. Fue bendecido por melquisedec “bendito sea Abram del Dios altísimo, creador de los cielos y de la tierra, y bendito sea el Dios altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. (Gen. 14:19-20).

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Melquisedec tomó diezmos de Abraham (v. 2 y 4 )

En todo fue como el hijo de Dios y su sacerdocio es eterno, en el sacerdocio levítico los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar (Hb. 7:23). Melquisedec permanece sacerdote para siempre (Hb. 7:3)

b. La consideración de su grandeza (Hb. 7: 4- 10) Esta superioridad se muestra en:

Melquisedec bendijo a Abraham (v. 6,7) el que bendice es superior al bendecido, por lo tanto Melquisedec es superior a Abraham.

El que recauda el diezmo es mayor que quien lo paga. Abraham le dio diezmos a Melquisedec de lo mejor del botín (Gen. 14:20) por tanto es superior a Abraham. Leví el progenitor de la tribu sacerdotal, fue el bisnieto de Abraham, el cual le dio diezmos a Melquisedec, por lo tanto se concluye que Leví le dio sus diezmos a Melquisedec, pues era descendiente de Abraham “porque aún estaba en los lomos de su padre, cuando Melquisedec le salio al encuentro (Hb. 7:10). Leví recibió diezmos de la gente. A su vez dio diezmos a Melquisedec a través de Abraham, por lo tanto Melquisedec es mayor que Leví.

2. Cambio necesario del orden antiguo (Hb. 7: 11-19)a. La ley y el sacerdocio levítico fueron instituidos en el monte Sinaí, estos no podían llevar a la perfección la perfecta comunión con Dios, de lo contrario no había necesidad de un cambio de sacerdocio (v. 11-12). Si los sacerdotes judíos y sus leyes hubieran sido capaces de salvar a la gente ¿Por qué Dios necesito mandar a Cristo como sacerdote? La ley revelo el pecado y nos hizo aparecer tales como somos gente mala, pecadora con necesidad de redención, la ley no puede

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salvar, su único propósito es exponer nuestros pecados. La ley revelo el problema. Si fuéramos perfectos tendríamos acceso directo a Dios, sin necesidad de sacerdote pero no lo somos. Necesitamos un sacerdote que ofrezca sacrificios a Dios en expiación por nuestros pecados. La salvación viene por intermedio del sacerdote. El sacerdocio reveló la solución, aunque el sacerdocio levítico podía revelar la solución, no podía suplirla. La ley instituyo el sacerdocio levítico que a su vez era incapaz de justificarnos delante de Dios.

b. La solución del problema se ha de encontrar en un nuevo sacerdocio, no relacionado con la imperfección del antiguo orden. Este nuevo orden se vio reflejado en Cristo. La función de Jesucristo como sumo sacerdote fue superior al que tuvo cualquier sacerdote de Leví, porque el Mesías fue un sacerdote de rango mayor (Sal.110:4). Dios envió a Jesucristo como sacerdote, no de la tribu de Leví (tribu de los sacerdotes) sino de la tribu de Judá, la cual nunca sirvió en el tabernáculo. Si Jesús hubiera venido Leví, hubiera estado vinculado a aun sacerdocio imperfecto. (v.4). el sacerdocio de cristo es según el orden de Melquisedec (Sal. 110:4, v 15-16) un sacerdote para siempre, con una vida indestructible.

La ley no podía perfeccionar a nadie delante de Dios, era una simple preparación (v. 18-19) y no ofrecía nada por su cumplimiento, por lo que se introduce el nuevo pacto, es mejor, porque nos asegura completa redención y nos lleva hasta la misma presencia de Dios. La salvación viene por medio de Cristo, cuyo sacrificio trae perdón de nuestros pecados.

3. Argumentos a favor de la superioridad del sacerdocio de Cristo sobre el Levítico (Hb. 7:20-28)

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Este se conoce como “mejor pacto” como el nuevo pacto o testamento, es nuevo y mejor y nos da una nueva esperanza, nos permite ir directamente a Dios por medio de Cristo; sin tener que depender de los animales sacrificados, ni de la mediación de los sacerdotes para obtener perdón de Dios.

El sacerdocio de Cristo fue establecido mediante juramento de Dios (v.20-22). Los sacerdotes del antiguo Testamento no eran constituidos como tales por medio de juramento, en cambio Jesús si lo fue. El sacerdocio de Jesucristo vino de una promesa hecha por Dios y fundada en su amor y gracia inmutables.

El sacerdocio de Cristo permanece eternamente y por lo tanto es inmutable (v. 23-25). Los sacerdotes levíticos se sucedían unos a otros ya que morían, pero Cristo como sacerdote único vive para siempre. Los sacerdotes y los sacrificios no podían salvar a las personas, pero Cristo salva nuestros pecados pasados, presentes y futuros han sido perdonados y Jesucristo esta con el padre como nuestro sumo sacerdote intercediendo y como nuestro abogado. El mediador entre nosotros y Dios. el sumo sacerdote se presentaba delante de Dios una sola vez al año para interceder por el perdón de los pecados de la nación. Cristo intercede por nosotros delante de Dios de modo permanente.

a. Cualidades excelsas de nuestro gran sumo sacerdote (v. 26-28)

Santo, internamente a Dios, apartado

Irreprochable, el vocablo griego significa literalmente “inocente, confiado, ingenuo” esto es sin malicia.

Puro, sin mancha.

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Alejado de los pecadores, en alejamiento moral, cercano al pecador, pero alejado del pecado, de forma que no puede ser contado entre los pecadores.

Hecho más sublime que los cielos, esto alude a su exaltación “por lo cual Dios lo exalto hasta lo sumo” (Fil. 2:9)

A diferencia de los demás sumos sacerdotes, no tiene necesidad de ofrecer sacrificios día tras día (v. 27-28). Era necesario que el sumo sacerdote ofrecería cada día primero sacrificios por sus propios pecados y luego por los del pueblo. La ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres (v.28). Los sacrificios ofrecidos eran ineficaces, el sacrificio de un animal no podía pagar la pena debida por el pecado del hombre. Solo un sumo sacerdote pudo ofrecer un sacrificio perfecto, un hombre sin pecado, este sumo sacerdote es Jesucristo como hombre perfecto podía ofrecer el sacrificio perfecto y eso fue lo que hizo en la cruz (1ª Pe. 2:24), por el hecho de Cristo murió una vez y para siempre, el sistema expiatorio llegó a su fin, el perdono los pecados pasados , presentes y futuros. Los judíos no necesitaban volver al sistema antiguo, porque Cristo el sacrificio perfecto. Completó la obra de redención. Usted no necesita buscar otra vía para lograr perdón de pecados. Cristo fue el sacrificio supremo en su favor.

F. El lugar del ministerio de Cristo (Hb. 8: 1-13) el suyo es un pacto mejor.

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En este capítulo el autor enfatiza el ministerio de Jesucristo, este ministerio es mejor que el ministerio del sacerdocio del Antiguo Testamento, porque esta establecido sobre un pacto mejor.

1. Un misterio mejor (Hb. 8:1-5) Nuestro señor Jesucristo esta ahora sentado a la diestra de Dios padre, en un sitio de honor y exaltación, dando su vida abnegadamente por nuestros pecados y así se convirtió en nuestro gran sumo sacerdote para siempre. Su función es la de interceder por los suyos. Bajo el sistema judío antiguo los sacerdotes eran escogidos solo de la tribu de Leví y los sacrificios eran ofrecidos cada día sobre el altar por el perdón de pecados. Este sistema no hubiera permitido que Cristo hubiera sido sacerdote por que Jesús no procede de la tribu de Leví, sino de la de Judá (7:14). Dios le dio a moisés el modelo (v.5) de la construcción del tabernáculo. Este fue un modelo de la realidad espiritual del sacrificio de Cristo y por lo tanto apuntaba a una realidad futura.

2. Superioridad del nuevo pacto (Hb. 8:6-13)El pacto del cual es mediador Cristo, es superior (9:15, 12:24, 1ª Ti. 2:5). El nuevo pacto es mayor que el viejo pacto. Si el ministerio de Jesús es mejor que el levítico, entonces el pacto de Jesús es superior.

a. Comparación entre el nuevo y el antiguo pacto

El antiguo se basa en lo que uno hace para ganar el cielo, en el nuevo se funda en lo que Cristo hace por la persona.

El viejo es condicional. ”Sí hicieres”, el nuevo es incondicional.

El nuevo es el de la gracia, el viejo es el de la ley.

El viejo pacto de la ley jamás podría salvar solo el nuevo pacto puede salvar, La salvación es un regalo de Dios.

b. ¿Por qué es superior el nuevo pacto? El primer pacto, o el viejo tenía muchas faltas, este fue el pacto que Dios hizo con Israel a través de Moisés (8:9), debido a sus limitaciones Dios proveyó un nuevo Pacto (v.8-12), citado en (Jer. 31:31-

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34). El antiguo acuerdo fue el pacto de la ley entre Dios e Israel, el nuevo es mejor, es el de la gracia.

Cristo nos ofrece perdonar nuestros pecados y conducirnos a Dios mediante su muerte expiatoria, nos ofrece un nuevo camino hacia el perdón no mediante el sacrificio de animales sino a través de la fe. (v.12)

Este pacto es nuevo en extensión, va más allá de Israel y Judá, incluye a todas las naciones gentiles.

Es nuevo en su aplicación, ya que está escrito en nuestro corazón y en nuestra mente (v.10)

Las leyes de Dios se convertirán en principios interiores, el Espíritu santo nos recuerda las palabras de Cristo, activa nuestra conciencia, influye en nuestros motivos y deseos, y hace que deseemos obedecer.

Dios y su pueblo tendrán relaciones profundas “Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”.

Desaparecerá para siempre el olvidarse de Dios (v. 11)

Termina la sección con el (v.13)”lo que se da por viejo y se envejece, esta próximo a desaparecer”. El antiguo orden levítico instituido por Moisés es arcaico, pues ha sido superado por Jesucristo. El escritor recuerda a sus lectores la necedad de volver al sistema antiguo, a pesar de lo atractivo de las circunstancias. Después de haber probado su gracia y libertad, no volvamos al sistema antiguo.

H- EL MINISTERIO SACERDOTAL DE CRISTO (Hb. 9:1-10:18)El suyo es un sacrificio mejor. La gente del Antiguo testamento no fue perfeccionada por el sistema levítico de aquel entonces. La sombra no puede perfeccionar solo lo real puede hacerlo. Lo que la sombra puede hacer es darnos a entender que lo real esta muy cerca. El antiguo Testamento nos demostró que necesitábamos un mejor tabernáculo, una mejor sangre, y un mejor medio de

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alcanzar el perdón de pecados y todo esto lo encontramos en la persona de Jesucristo.

1. Un tabernáculo mejor (Hb. 9: 1-12)a. El viejo tabernáculo era inadecuado (Hb. 9. 1-10). El

viejo tabernáculo construido a los pies del monte Sinaí era inadecuado para satisfacer las necesidades de la gente, lo que se necesitaba era un tabernáculo completamente nuevo construido por la mano de Dios, tal tabernáculo se encuentra en Jesucristo. En esta sección el autor expone el lugar donde se ejercía el ministerio sacerdotal en el viejo pacto y describe luego el ministerio de los levitas encargados del culto. El pasaje comienza con la lista de los muebles del lugar santo y lugar santísimo.

PATIO EXTERIOR era de 100x 50 codos, o sea 45x 22,5 mts, solo los levitas podían entrar a este patio, el resto de la gente observaba las actividades desde afuera. Alrededor del patio exterior había una pared de 2,25 mts de alto, hecha de lino blanco símbolo de pureza y santidad, la entrada de unos 9 mts de ancho estaba al este. El primer objeto del patio exterior era:

El altar de bronce era 2,25 x 1,25 mts, hecho de madera de acacia, revestido de bronce. La parte de encima tenía un canal, y en cada una de las cuatro esquinas tenía un cuerno al cual se ataba el animal. Todos los días se ofrecían sacrificios por la mañana y en la tarde.

Lavatorio donde los sacerdotes llevaban a cabo su lavado ceremonial, estaba hecho de bronce bruñido, allí los sacerdotes realizaban los ritos de purificación.

En el patio había una carpa rectangular llamada el tabernáculo o santuario sus dimensiones 30 x 10 codos, o sea 13,5 x 4,5 mts.LUGAR SANTO Los muebles eran:

La mesa de los panes de la proposición o de la consagración a la derecha de la entrada de 91 cmts de largo por 41 cmts de ancho, hecha de madera de acacia revestida de oro. Todos los sábados se colocaban sobre la mesa doce panes recién horneados en dos hileras de seis en representación de las doce tribus de Israel. Estos panes se consideraban santos y solo los sacerdotes podían comerlos.

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El candelabro de oro de siete brazos, estaba al sur del lugar santo, era fundido en oro sólido y en él se quemaba aceite de oliva puro día y noche.

El altar del incienso estaba frente al velo que separaba el lugar santo del santísimo, de 45 cmts también hecho de madera de acacia revestido de oro. El incienso que se quemaba simbolizaban las oraciones del pueblo que se elevaban a Dios.

En el lugar santo entraban continuamente los sacerdotes cuando realizaban los servicios del tabernáculo, estos oficios eran los de ofrecer mañana y tarde incienso sobre el altar de los perfumes, así como velar para que las lámparas del candelabro de los siete brazos estuviesen permanentemente encendidas y renovar semanalmente los panes de la proposición.

LUGAR SANTISIMO Después del velo estaba el lugar santísimo allí se encontraba:

El arca del pacto hecha de madera de acacia y revestida de oro por dentro y por fuera, el propiciatorio descansaba sobre el arca y sobre está había dos querubines en pie, uno frente al otro. Cada uno de los querubines tenía un ala extendida sobre el propiciatorio, mientras se cubrían con la otra. Era allí donde moraba la presencia de Dios. el arca del pacto contenía una urna de oro que contenía mana como recuerdo del alimento sobrenatural que los israelitas habían comido en el desierto. La vara de Aarón que reverdeció como señal milagrosa de la designación divina de Aarón como sumo sacerdote. Y las tablas de piedra de la ley grabadas por el dedo de Dios en el monte Sinaí.

Solo el sumo sacerdote una vez al año, podía entrar al lugar santísimo, no sin sangre la cual ofrecía por si mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo, no podía entrar sin sangre, porque sin sangre no hay expiación ni remisión de pecados. Los pecados de ignorancia eran los que se cometían no solo por la ignorancia, sino también por equivocación y aún por debilidad, en contra posición con los que se cometían por rebeldía, con soberbia y por lo tanto voluntariamente, por esos pecados no había expiación sino

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que el rebelde había de ser eliminado del pueblo de Dios (Nu. 15:30). El autor hace ver a continuación (v.8-10) que el Espíritu santo daba a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al lugar santísimo, mientras el primer tabernáculo estuviese en pie. El velo separaba el lugar santo del santísimo, fue este velo que en el Nuevo Testamento se hallaba en el templo de Herodes, el que se rasgo en dos cuando Cristo murió en la cruz (Lc 23:45). Esto significaba que el sacerdocio levítico había terminado y toda la gente podría ahora entrar libremente a la presencia de Dios. La razón de la limitación del acceso al lugar santísimo era la revelación que el sistema levítico no podía reconciliar a una persona con Dios. La segunda debilidad era la incapacidad de llegar a la conciencia. Las ceremonias solo podían purificar el hombre exterior. Todo consistía en objetos y ritos exteriores todos ello impuesto mediante normas carnales, proporcionando solo una limpieza ceremonial, pero no podían limpiar el interior del pecador.

b. Cristo el nuevo tabernáculo (Hb. 9: 11- 12)El nuevo tabernáculo pudo hacer a favor nuestro lo que no podía realizar el viejo tabernáculo; proveer redención, este nuevo tabernáculo es el cuerpo de Cristo Jesús. Jesús vino como nuestro sumo sacerdote (Hb. 2:9), el propósito de su venida era morir y así satisfacer la ira de Dios contra nuestros pecados. Jesús entró no al lugar santísimo de Herodes, pues este había sido hecho por el hombre; sino al propio cielo, el verdadero lugar santísimo al pagar la pena por nuestros pecados. Cuando Jesús entró al lugar santísimo del cielo fue a obtener redención eterna por nosotros. El se hizo presente, él entró, él obtuvo. Se hizo presente en la tierra para morir, y así poder entrar a la presencia de Dios y obtener nuestra redención al pagar por nuestros pecados, su precio fue su sangre, mediante su propia muerte. La redención se refiere al proceso de pagar el precio, el rescate por la libertad de un esclavo. Cristo pago nuestra libertad de la esclavitud del pecado. A pesar de que usted conoce a Cristo talvez todavía este procurando presentarse delante de Dios como una persona buena, pero las normas ceremoniales nunca han podido limpiar el corazón de nadie. Mediante la sangre de Cristo se limpia nuestra conciencia, se nos libra de la muerte, se

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nos libra del poder del pecado y poder vivir para servir a Dios. Si usted está llevando sobre sí un peso de culpa porque no puede ser lo bastante bueno delante de Dios, de una mirada a la muerte de Cristo. El puede sanar su conciencia y librarlo de la frustración de tratar de ganar el favor de Dios.

2. Una sangre mejor (Hb. 9:13 – 28)En levítico (17:1) se dice que la sangre es el ingrediente clave del sacrificio que se lleva a Dios en pago por el pecado, pues dice: “la vida de la carne, en la sangre está”.

a. La necesidad de la sangre (Hb. 9: 13 – 17) mediante la sangre de los animales sacrificados, Dios consideraba la fe y la obediencia del pueblo y limpiaba su pecado haciéndolos aceptables ceremonialmente conforme el antiguo testamento, pero el sacrificio de Cristo transforma nuestra vida, nuestro corazón y nos limpia interiormente. Su sacrificio es infinitamente más eficaz que el sacrificio de animales. Ninguna barrera de pecado, ni debilidad de nuestra parte puede impedir el perdón de Dios. el sacrificio de animales no podía cambiar nuestro pecado interior, solo la sangre de Cristo podía hacerlo (Hb 9: 14) su sangre “limpiará nuestras conciencias” nuestros esfuerzos propios no nos salvan (obras muertas) solo la sangre de Cristo puede limpiarnos y quitarnos la culpabilidad. Cristo pago la pena debida por nuestros pecados. Las personas del antiguo Testamento (v.15) eran salvas mediante el sacrificio de Cristo a pesar de que esto todavía no había tenido lugar. En las ofrendas de animales inmaculados ellos miraban hacia el futuro al Cristo venidero, no había razón para retornar al sistema expiatorio ahora que Cristo había venido como el perfecto sacrificio. El autor explica mas claro lo anterior con un ejemplo (v. 16,17) el testamento entra en vigor, solamente después de la muerte del testador. El pago de la herencia solo se puede hacer después de la muerte del testador. Para que los creyentes hereden la vida eterna que nos da Jesucristo. Cristo debía morir primero. La muerte de Jesús pago con carácter retroactivo por los que murieron durante el antiguo Testamento, los que pusieron su confianza en Dios, también llegaron a ser herederos de la vida eterna, aunque murieron antes que el testador, fue como si hubieran sido salvos a crédito. Solo Cristo nos dio redención eterna antes del antiguo Testamento y después.

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b. para ratificar el viejo pacto (Hb. 9:18 – 22) Ratificar es aprobar o confirmar. Dios no ratifica, no aprueba una relación con el hombre sin sangre. Aún en el antiguo Testamento el primer pacto fue inaugurado con sangre y casi todo es purificado según la ley, con sangre (Hb. 9:22). La sangre de animales se uso para ratificar el viejo pacto. La sangre de Cristo redime, en el nuevo pacto, sin derramamiento de sangre no se hace remisión. El perdón requiere el derramamiento de sangre. Jesucristo derramó su sangre y dio su vida por nuestros pecados, el pago nuestra deuda de manera que pudiéramos vivir. Después de derramar su sangre, resucito victorioso del sepulcro y proclamo su victoria sobre el pecado y la muerte.

c. Para redimir el nuevo pacto (Hb. 9: 23 – 28) El pacto antiguo

era una figura de “las cosas celestiales”, no era lo real, sino una mera sombra de lo real. El sistema del Antiguo testamento y su ratificación ceremonial con sangre era un anticipo de la venida de Cristo. El entro en el cielo mismo para presentarse por nosotros ante Dios (v.24). se presento una vez para siempre un sacrificio único y perfecto, ofreciendo su sangre para quitar el pecado (v.25-26). Su venida dio paso a la gran era mesiánica la cual avanza toda la historia; lo que corresponde a la expresión “en la consumación de los siglos”. Así como esta establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después vengan a juicio (v.27), del mismo modo que el hombre muera una vez debido al pecado (v.28). Y así como después de la muerte el hombre enfrenta el juicio, también Cristo después de su muerte aparecerá trayendo salvación del pecado.

3. Un sacrificio mejor (Hb. 10: 1 – 18) en la sección anterior se hace énfasis en la sangre, mientras el sacrificio ocupa el lugar central de este pasaje.

a. El propósito de los sacrificios antiguos (Hb. 10:1 – 4) La ley y el sistema sacrificial es solo una sombra de los bienes venideros. Los sacrificios prescritos por la ley anticipaban el sacrificio final de Cristo. El propósito de la ley y el sistema levítico es doble. Primero demostrar lo

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inadecuado del método del hombre, los sacrificios ofrecidos año tras año, nunca pueden perfeccionar a nadie. Cuando el pueblo se reunía para el sacrificio el día de la expiación, se les recordaba sus pecados y volvían a sentirse culpables de forma permanente. Segundo para dar un cuadro del método de Dios. el sacrificio de animales como la sangre de estos no podía limpiar al hombre del pecado, ni podía quitarle el pecado, únicamente lo quito de la vista hasta que Cristo vino, para quitarlo de forma permanente. El camino de Cristo fue superior al del antiguo Testamento, porque el viejo camino solo anunciaba lo que Cristo haría para quitar nuestros pecados.

b. El nuevo sacrificio prometido (Hb. 10: 5 – 10) el escritor de Hebreos alude a la cita del (Sal. 40:6 – 8) Cristo vino a ofrecer su cuerpo en la cruz por nosotros como un sacrificio completo aceptable ante Dios. La sangre de toros y machos cabrios no puede quitar el pecado, solo un cuerpo humano podía satisfacer al pecador. El costoso sacrificio de la vida de un animal, la seriedad de su pecado delante de Dios. Debido a que Jesucristo derramó su propia sangre por nosotros, su sacrificio es muchísimo mayor que cualquier otra ofrenda del Antiguo Testamento. La ley ceremonial preparó a la gente para la venida de Cristo. Con la muerte y resurrección de Cristo aquel sistema ya no fue necesario.

c. El perdón hallado en Cristo (Hb. 10: 11 – 14) La obra de Cristo contrasta con el trabajo de los sacerdotes judíos. El trabajo de los sacerdotes nunca se acababa, siempre debían estar en pie y ofrecer sacrificios. El sacrificio de Cristo se acabo y por lo tanto él se sentó (v. 11, 12). Los sacerdotes repetían el sacrificio vez tras vez, Cristo se inmolo una vez y para siempre. (v.11). El sistema expiatorio no podía quitar por completo el pecado, el sacrificio de Cristo nos limpia eficazmente, añadir algo a su sacrificio o quitar algo de él, es negar su validez , somos perdonados por un acto de auto sacrificio costoso y premeditado de la divinidad y es de carácter irrevocable. Cualquier sistema que pretenda ganar la aprobación de Dios mediante buenas obras, rechaza el significado de la muerte de

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Cristo y niega la obra del Espíritu santo. Jesús nos hizo perfectos, pero también nos está santificando, mediante su muerte y resurrección Cristo hizo perfectos a los creyentes una vez y para siempre ante los ojos de Dios, y al mismo tiempo nos santifica en nuestro diario vivir, nos disciplina y nos guía.

d. El perdón prometido en el Antiguo Testamento (Hb. 10: 15 – 18) El acceso a Dios fue prometido para todos los creyentes, fue prometido en el antiguo Testamento, no fue una idea introducida en el Nuevo Testamento. El escritor cita (Jer. 31: 31 – 34) el nuevo pacto garantiza que los pecados se perdonaran completa y eficazmente (v.17), así que ya no hace falta otro sacrificio (v.18). Cristo ya nunca más recordará nuestros pecados, él perdona por completo y no es necesario confesar reiteradamente nuestros pecados pasados, como creyentes podemos tener la certeza de que nuestros pecados los que confesamos y abandonamos, han sido perdonados y olvidados.

II. CRISTO EL CAMINO PERFECTO. (Hb. 10: 19 – 13: 25)

A. La permanencia de la fe (Hb. 10: 19 – 39) El escritor comienza su discurso sobre el tema de la fe con una exhortación a permanecer. Dios hace una promesa, nosotros la aceptamos y esperamos su cumplimiento. Debemos esperar pacientemente y lo vemos con los ejemplos de los santos del antiguo Testamento, muchos de ellos murieron sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos y creyéndolo y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. (Hb. 11:31), con los ojos puestos en Jesús (Hb. 12:1)

1. La exhortación a entrar (Hb 10: 19 – 25) La vía de entrada al lugar santísimo de la presencia de Dios estaba cerrada al pueblo bajo el pacto anterior, porque la sangre de los sacrificios de animales nunca era capaz de expiar por completo su pecado. Solo el sumo sacerdote podía entrar en el lugar santísimo, y lo hacía una sola vez al año en el día de la expiación, cuando ofrecía sacrificios por los pecados de la nación; pero la muerte de Jesucristo quitó el velo, este se rasgo en dos de arriba a abajo (Mr. 15:38) y todos los creyentes pueden entrar a la presencia de

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Dios en todo momento a través de nuestro gran sumo sacerdote Jesucristo. Se nos exhorta a la acción.

Acerquémonos con corazón sincero (v.22) en plena certidumbre de fe. Es esta fe que no vacila, al confiar en Jesús y seguirle con libertad plena del sentido de culpabilidad. Nos podemos sentir indignos pero Jesús dice que hemos sido purificados con una libertad basada en el sacrificio de Cristo y limpios interiormente. Por tanto por fe entramos confiadamente a su presencia.

Mantengámonos firmes sin fluctuar (v.23) sin dudas o titubeos. Algunos lectores deseaban ceder ante la lucha y volverse al judaísmo. Podemos crecer en la fe, vencer las dudas y los interrogantes y profundizar nuestra relación con Dios.

Estimular el amor y las buenas obras. (v.24) estas son expresiones de una fe genuina en Cristo.

No dejando de congregarnos. El no asistir a las reuniones cristianas es perder el estimulo y la ayuda de otros cristianos. Nos reunimos para anunciar nuestra fe y fortalecernos los unos a los otros en el señor. Las dificultades no deben ser excusa para no congregarnos, antes debemos ser más fieles.

2. La exhortación al temor (Hb. 10:26 – 31) cuando deliberadamente se rechaza la oferta de salvación de Cristo , se rechaza el don más precioso de Dios, se pasa por alto la dirección del Espíritu Santo. Encontramos la cuarta advertencia “no rechacen a Cristo”, esta advertencia se le hizo a los cristianos judíos que se sentían tentados a rechazar a Cristo por el judaísmo, y también se aplica a cualquiera que rechaza a Cristo entendiendo su obra expiatoria, no hay otro sacrificio aceptable por el pecado aparte de la muerte de Cristo en la cruz. Si alguien rechaza el sacrificio de Cristo después de haber entendido con claridad el evangelio, no tiene esperanza alguna de salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo por el cual podamos ser salvos. Este juicio (v.31) es para los que han rechazado la misericordia de Dios, para los que no aceptan el amor de Cristo y reciben su salvación. Para nosotros el juicio venidero no es motivo de preocupación, no tenemos nada que temer, hemos sido salvos. No rechace usted la salvación que Dios le ha ofrecido, no la deje para mañana.

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3. La exhortación a permanecer (Hb. 10:32 – 39) Hebreos anima a los creyentes a perseverar, a permanecer en la fe aún en medio de la persecución, tribulación y presiones, En tiempos de prueba podemos sentir la presencia de Dios con claridad y encontrar ayuda de muchos creyentes. El saber que Jesucristo esta con nosotros en nuestros sufrimientos y el esperar su próximo regreso, nos ayuda a crecer en nuestra fe y en nuestra relación con él. En los (v. 35 – 37) el escritor anima a sus lectores a no abandonar la fe en tiempos de persecución, sino a demostrar mediante la paciencia que esa fe es verdadera. La fe significa depender de lo que Cristo ha hecho por nosotros en el pasado, pero también significa esperar lo que hará en nuestro favor en el presente y en el futuro. El día viene cuando Dios va a consumar la historia por medio de Cristo “el que ha de venir vendrá y no tardará” (Rom. 8:18). La cita en el (v.38) “el justo por la fe vivirá” es el tema central de Romanos y Gálatas (Hab. 2:4, Rom. 1:17, Gal. 3:11) habla de la fe en Dios y sus promesas. Vemos ejemplos palpables de personas con aflicciones tremendas, sufriendo despojos. Dios nunca prometió que la vida sería fácil, ni que nuestras circunstancias serían más atractivas que los que no creen en Cristo, pero a pesar de esto nos promete la presencia de Cristo, una mejor y perdurable herencia (v.34). Que el hacer la voluntad de Dios, si tiene recompensa (v.35, 36). Que Jesús volverá otra vez (v.37). Que nuestra alma será salva (v.39). El fundamento de todo esto es la fe. La fe produce permanencia. Cuando no permanecemos, sino que retrocedemos cuando afrontamos adversidad nuestra confianza se acaba. La cual no está en las circunstancias, sino en Dios y en su capacidad para cambiarlas.

B- La explicación de la fe con ejemplos (Hb. 11: 1 – 40)

C- Impedimentos a la fe (Hb. 12: 1 – 29)

1. La carrera del cristiano (Hb. 12:1 – 2) estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, los héroes de la fe en el capítulo 11 y todos los que a través de la historia han salido victoriosos. Se compara la vida cristiana con una competencia atlética, los testigos no son simples espectadores sino protagonistas de la fe. No luchamos solos, ni somos los

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primeros en luchar con los problemas que afrontamos, otros han participado en la carrera y han ganado y sus testimonio nos anima a correr y a ganar. Dos son los obstáculos que nos impiden correr bien en esta carrera de la fe.

Un peso o impedimento. El peso de las cosas es el exceso de equipaje que acumulamos en nuestro viaje por la vida, mientras más poseemos más queremos, lo que antes poseíamos ahora nos posee a nosotros. Comenzamos a depender de las cosas, hasta pensamos que nos sería imposible vivir sin ellas, quitamos nuestra dependencia de Cristo y la ponemos en las posesiones materiales (riquezas, autos, lujos, vestidos, profesiones, títulos, status social). Ponemos nuestra mirada en personas.

Segundo obstáculo es el pecado que nos asedia, tentaciones que estimulan nuestra concupiscencia.

La vida cristiana implica trabajo arduo, requiere poner a un lado todo lo que ponga en peligro nuestra relación con Dios, correr con paciencia y hacer frente al pecado en el poder del Espíritu Santo. La pregunta sería ¿Cómo podemos evitar que estos obstáculos se conviertan en un peso aplastante? La respuesta puestos los ojos en Jesús el autor y consumidor de la fe. Debemos continuar sin apartar la mirada de El, no mirándonos a nosotros y a las circunstancias. Debemos correr para participar en la carrera de Cristo no en la nuestra y siempre nuestra mirada puesta en El. Cristo es el supremo testigo que ya corrió la carrera y venció soportando la cruz, no menospreciando esa humillación. No hay comparación entre la humillación de nuestro sufrimiento presente por el evangelio, con la gloria futura (Rom. 8:18, 1ª Pe 4:13, 5:1,10)

2. Razones para la disciplina (Hb. 11: 3 – 11) Después de poner el ejemplo de Cristo, el autor nos anima a no desfallecer bajo la aflicción, sino ver en ella la mano amorosa de Dios, que mediante toda clase de dificultades nos aplica la disciplina que más nos conviene, lo que ellos padecían, los héroes de la fe no tiene comparación con lo que sufrió Jesús (Is. 53:3 – 5, Sal. 22: 12 – 18) Cristo sufrió mucho más de lo que se nos pide a nosotros. Cuando enfrentamos dificultades y desaliento, es muy fácil perder la perspectiva, pero no

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estamos solos hay ayuda, muchos han logrado vencer a lo largo de la vida y en circunstancias más difíciles. El sufrimiento es el campo de adiestramiento para alcanzar la madurez cristiana, desarrolla nuestra paciencia, estos cristianos experimentaban tiempos difíciles de persecución, se los exhorta a continuar en la carrera, así como Cristo no se rindió, tampoco ellos debían rendirse. El sufrimiento y la persecución deben verse como una preparación correctiva e instructiva para nuestro desarrollo espiritual como hijos de Dios. la disciplina de Dios es la que evidencia de que somos sus hijos. El señor puede llamarnos la atención cuando El lo desee y de muchas diferentes maneras. ¿Por qué pues nos disciplina? Porque nos ama (v.6), solo el hijo que no ha nacido en el seno del matrimonio, bastardo a quien el padre no ama, se queda sin disciplina, (v.8). ¿Quién ama más a sus hijos, el padre que les permite hacer lo que les cause daño o el que los corrige, disciplina, castiga para ayudarles a aprender lo que es correcto? Nunca es agradable ser corregido y disciplinado, pero la disciplina es un incondicional del amor de Dios. Los padres castigan como mejor les parece, no siempre en forma consecuente, ni por motivos justos, ellos a veces no pueden ver desde una perspectiva objetiva, Y aún así nos sometemos a ellos y los respetamos, como no someternos a Dios. La disciplina es saludable y benéfica, nos convierte en personas mejores. A través de la disciplina el señor nos quita cosas que no son agradables. Cuando Dios lo corrige tómelo como una prueba de su amor y pídale que le muestre lo que esta tratando de enseñarle. Podemos responder a la disciplina de diversas formas (v.11)

Aceptarla con resignación Aceptarla con compasión de sí mismo, pensando que no la

necesitamos. Resentirnos y ofendernos con Dios por eso Aceptarla con gratitud, viendo lo que Dios quiere

mostrarnos. ¿Cuál es la actitud que usted toma?

3. La reacción del que es objeto de la disciplina (Hb. 12: 12 – 17) Ninguna enfermedad de la vida cristiana es tan común y debilitante como la amargura. Cuando no aceptamos la

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disciplina de Dios, cuando la adversidad nos golpea en forma de persecución, la muerte de un ser querido, el desastre financiero, cualquier cosa que nos han hecho, o cualquier otro caso posible. Nos preguntamos ¿cómo puede un Dios amoroso dejar que esto me suceda a mí? Tratamos de ocultarlo diciendo “no es que este amargado, solo estoy sentido por lo que me hicieron” el problema se identifica como raíz de amargura, esta es producto del maltrato real o imaginario. Así como una raíz pequeña crece hasta convertirse en un gran árbol, la amargura brota en nuestro corazón y nos envuelve, una raíz de amargura se apodera de nosotros cuando permitimos que los desacuerdos crezcan hasta volverse resentimiento o cuando alimentamos rencores por heridas pasadas. La amargura trae consigo celos, disensiones e inmoralidad. La amargura no es un pecado individual precisa de un auditorio y anda en busca de aquellos que quieren oír con simpatía lo injusto y malvado que fue el golpe, viéndose inmiscuidos y obligados a tomar partido, sembrando discordia y pelea entre los hermanos. El escritor nos da el ejemplo de Esaú el hermano de Jacob, por ser el mayor le correspondía la primogenitura. El no valoró el verdadero valor y era profano en su modo de ver la vida, considero el alimento para su estomago, la necesidad inmediata más que su primogenitura, despreciando los derechos del hijo mayor (Gn. 25:34),una vez perdida ya no la recupero. Esta historia nos muestra que los errores y pecados a veces tienen consecuencias a largo plazo, ni siquiera el arrepentimiento y el perdón eliminan las consecuencias del pecado. ¿Con que frecuencia tomamos decisiones basadas en lo que queremos ahora, y no en lo que se necesita a largo plazo? Muy a menudo escuchamos “hay que vivir el momento, hay que disfrutar la vida, comamos y bebamos que mañana moriremos”.

Los efectos distintivos de una raíz de amargura son: Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia

de Dios (v.15), aunque la gracia de Dios esta a disposición de la persona, su amargura impide apropiarse de ella

La amargura puede estorbarnos y por ella muchos son contaminados (v.15), otras personas pueden ser

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dañadas por una persona amargada que esta en medio de ellos

Para algunos no hay manera de recuperar lo perdido una vez han caído en la amargura, lo que le paso a Esaú es un ejemplo de las consecuencias de una desición mal tomada y a la ligera.

¿Dónde debemos buscar la solución, cual es la cura? (v.12) “ levantad la manos caídas y las rodillas paralizadas”

la amargura bloquea la mente, solo el Espíritu Santo puede llenar nuestra mente y sanar la herida que causa la amargura, levantandonos de la desesperación y parálisis que esto produce como un cáncer.

(v.13) “haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado”. Dirija sus pensamientos hacia un curso adecuado, el reconocer que todas las circunstancias de nuestra vida son una expresión de la gracia de Dios.

(v.14) “seguid la paz con todos y la santidad” cuando la amargura comienza a entrar en la vida, la única cura es mantener una perspectiva adecuada de paz con Dios, consigo mismo y con los demás; lo cual nos lleva a caminar en santidad.

4. La relación de gracia (Hb. 12: 18 – 24) Estos versículos comparan los dos pactos el Antiguo representado por el monte Sinaí (v.18 – 21), este nos habla de la ley. Este produjo una relación de temor, el terror de la ley era tal que el pueblo le pidió a Moisés que rogara a Dios que no les hablará más así. El nuevo pacto representado por el monte Sión (v.22 – 24), este nos habla de la gracia, esta fue el fundamento del pacto abrahamico, la ley fue introducida 430 años después, sin embargo el cumplimiento de este pacto vino por medio de Jesucristo. Estos cristianos hebreos querían volver a la ley de Moisés y al monte Sinaí. El escritor urge a estos judíos una y otra vez a no repetir este error durante su tiempo de prueba, sino a tener la adecuada motivación en sus vidas, que sean estimulados a actuar con amor, no por temor; pues así como el monte Sinaí

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inspiraba terror, el espiritual monte de Sión invita a acercarse a él, ya que allí todo habla de gracia y de perdón.

a. El antiguo pacto representado por el monte Sinaí (v. 18 – 21), estos versículos describen la impresionante ocasión cuando se dio la ley en el monte Sinaí (Ex. 19:10 – 25, Dt. 4: 11 – 12, 5: 22 – 26) la descripción se concentra en la montaña, las ordenanzas. Las aterradoras advertencias y los severos castigos del antiguo pacto. Características:

El monte Sinaí era tangible, palpable y por lo tanto material Ardía en fuego (Dt.4:11) era visto como un monte

humeante Oscuridad y tinieblas (Dt.5:22) manifestaciones de la ira de

Dios. El huracán de tormenta, tras del que se escondía Yahvé

cuando se manifestaba airado. Dentro de este pavoroso escenario el sonido de la

trompeta Y finalmente por encima de todo esto, se añadía la voz de

Yahvé, literalmente “clamor de palabras”

La reacción del pueblo, estaban tan espantados que suplicaban a Moisés que no les hablará Dios mismo sino El (Ex. 20:19), el propio Moisés dijo: “estoy espantado y temblando”

b. El nuevo pacto representado por el monte de Sión (v. 22 – 24) que contraste entre el pueblo con miedo de acercarse a Dios. Que diferencia lo que Cristo hace. Antes que el viniera él se mostraba distante y aterrador. Después de que él vino Dios nos acoge por medio de Cristo en su misma presencia. Características: Notamos la equivalencia del monte de Sión en sentido

espiritual y de la Jerusalén celestial. La Jerusalén de arriba, la ciudad del Dios viviente, cuyo arquitecto y constructor es Dios (Ga. 4:26). El Dios de las promesas de la gracia, en una fiesta de alegría y de triunfo.

La iglesia de los primogénitos cuyos nombres están escritos en los cielos o en el libro de la vida, estos son los creyentes en general que conforman la iglesia. La

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designación de primogénitos indica una posición privilegiada como dueños juntamente con Cristo el supremo primogénito.

A Dios el juez de todos. A los espíritus de los justos hechos perfectos, estos eran los creyentes que vivieron antes de Cristo.

A Jesús el mediador del nuevo pacto y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel, este es el pacto de gracia y perdón de los pecados por el que tenemos acceso a la Sión celestial por el sacrificio de Cristo. La sangre de Cristo habla más que la de Abel la de él clamaba por justicia, venganza (Gen.4:10), mientras la sangre de Cristo derramada en la cruz, habla de misericordia, perdón y reconciliación.

4. El respecto por la palabra (Hb. 12:25 – 29) aquí tenemos la quinta advertencia, es una repetición de la primera “atendamos a la palabra”, termina con la misma nota. La voz de Dios había sido oída desde el monte de Sinaí (v. 18 – 21) fue una experiencia terrible, esa voz conmovió la tierra. Es necedad suponer que porque hayamos entrado en una relación misericordiosa con el señor ya no es necesario atender a su palabra. Dios todavía no ha terminado de conmover la tierra, y la próxima vez no será solamente la tierra, sino también el cielo (v.26, 2ª Pe. 3:10). Esto es cuando Dios consumará la historia humana a través de su hijo Jesucristo. El escritor advierte a su auditorio sobre la tentación de desobedecer, se nos dice: que con gratitud sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia (v.28). Este temor es hacia las consecuencias del pecado, es un temor piadoso, reverente, todo lo que es indigno y pecaminoso será consumido por el fuego de su ira, solo permanecerá lo bueno, lo dedicado a Dios y lo recto.

D- LAS EXPRESIONES DE LA FE (Hb. 13: 1 – 25) la carta de hebreos termina con una serie de exhortaciones que analizan toda una variedad de asuntos antes de los saludos y la conclusión final.

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1. La fe se expresa por medio de una conducta virtuosa. (Hb. 13: 1 – 6) se debe procura diligentemente desarrollar las cualidades de una conducta virtuosa

a. Amor fraternal (13:1) “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuvieres amor los unos por los otros” (Jn. 13:35). Este tema hace eco y se repite a través del todo el Nuevo testamento. Alude al amor entre hermanos, jamás tendremos un pretexto para no amar. Santo Tomas de Aquino dijo: “ama y haz lo que quieras”

b. Hospitalidad (13:2) esta una parte integral de la fe cristiana. Cuatro personalidades de la Biblia sin saber hospedaron a ángeles. Abraham (Gen. 18). Lot (Gen. 19:1-3). Gedeón (Jueces 6:11 ss). Manoa (Jueces 13:2 ss) Hospitalidad simplemente significa lograr que otras personas se sientan cómodas y en casa. Hay personas que se van a sentir agradecidas con su gratitud.

c. Compasión (13:3) Acuérdense de los presos y de los que son maltratados. Dios espera que consideremos los problemas de otros como nuestros problemas, sentirnos solidarios con quienes están presos y los que sufren. (1ª Co. 12:26) ¿tienes compasión de los que están necesitados? ¿les ayudas a llevar la carga y a sentir que su problema es también tuyo?

d. Pureza sexual (13:4) el matrimonio debe ser tenido en gran honor por todos. El argumento del enemigo es nuestra sociedad, a través de los medios de comunicación y publicidad (televisión, cine, radio, Internet) es un incentivo a las relaciones sexuales premaritales y extramaritales. Los homosexuales piden sus derechos. Nuestra sociedad se ha convertido en tolerante y va tras un rápido deterioro de la moralidad. Dios juzgará todo tipo de inmoralidad sexual.

e. Contentamiento, alegría (13:5 – 6) la raíz de todos los males es el amor al dinero (1ª Ti. 6:10), no el dinero sino el amor al dinero. Este no debe ser la base de nuestra seguridad. La avaricia solo motiva a algo indebido, rompe el saco. Dios esta en control de nuestras vida y todo lo que tenemos en un regalo suyo. Estemos contentos no importa cual sea nuestra situación. El apóstol Pablo decía “se vivir humildemente, y sé tener en abundancia: en todo y por todo estoy enseñado, así como para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. (Fil. 4:12).

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¿Cómo podemos aprender a contentarnos? Esforzarnos a vivir con menos en lugar de desear más. Desprendernos de nuestros bienes en vez de querer

acumular más. Deleitarnos con lo que tenemos en lugar de estar

resentido por lo que no tenemos. Disfrutando la provisión de Dios para satisfacer nuestra

necesidad. Finalmente el gran antídoto es confiar en Dios para suplir

nuestras necesidades. Dios debe ser el barómetro de nuestra seguridad cristiana, no las perdidas ni las ganancias económicas.

2. La fe se expresa por medio de la confianza (Hb. 13: 7 – 16)

a. Confianza en el liderazgo. (v. 7 - 8) si usted es cristiano, tiene una gran deuda con quienes le enseñaron y fueron ejemplo de lo que usted necesitaba saber del evangelio y como llevar la vida cristiana. Continué los buenos ejemplos de quienes han invertido en usted a pesar de que los líderes humanos tienen mucho que ofrecer debemos fijar nuestros ojos en Cristo, nuestro guía supremo a diferencia de los líderes humanos él nunca cambiará. Cristo ha sido y será el mismo, por siempre. En este mundo cambiante podemos confiar en nuestro señor, él no cambia. El es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

b. Confianza en la sana doctrina (v.9) al parecer algunos enseñaban que para ser salvos era necesario observar los rituales y ceremoniales del Antiguo Testamento, pero esas leyes fueron inútiles para conquistar los pensamientos y malos deseos de una persona. (col. 2:23). Las leyes pueden influir en la conducta de una persona, pero no pueden cambiar el corazón. Los cambios definitivos en la conducta de una persona comienzan cuando el Espíritu Santo vive en el corazón. La iglesia debe mantener pura la doctrina y esta debe derivarse de la Biblia únicamente.

c. Suframos con Cristo y su rechazo (v. 10 – 14) el escritor vuelve al sistema sacrificial del antiguo testamento (Lev.16). El día de la expiación el sumo sacerdote ofrecía un becerro por

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sus propios pecados. El animal era sacrificado en el altar de bronce y la sangre era llevada al lugar santísimo y rociada sobre el propiciatorio, luego el sumo sacerdote tomaba uno de los dos machos cabríos y hacía lo mismo con él, este era sacrificado por los pecados del pueblo, luego le imponía las manos al segundo macho cabrío vivo y confesaba las iniquidades del pueblo y lo dejaba ir al desierto. Los cuerpos sin vida del becerro y del primer macho cabrio eran sacados del campamento y quemados en un lugar limpio (Lev. 16:27). Jesús fue sacado de modo semejante fuera de la puerta para sufrir y ser rechazado, su sangre fue traída a la presencia misma de Dios donde hizo la propiciación por el pecado. Ahora es necesario salir del campamento y sufrir con Cristo. Debemos optar por seguir a Cristo sin importar el sufrimiento, la adversidad. El tiempo ha llegado para que los cristianos judíos declararan su lealtad a Cristo por encima de cualquier otra. Salir del pasado, sus tradiciones, sus ceremonias para vivir por Cristo. ¿Que lo detiene en su campamento para ser totalmente leal a Jesucristo?, todo lo que tenemos y somos es temporal. Solo nuestra relación con Cristo permanecerá.

d. Consagración en las buenas obras (v. 15 – 16) ya paso el tiempo de los sacrificios de animales, ahora el cristiano consagrado puede ofrecer:

Alabanzas y acciones de gracias de continuo a Dios (v.15). Tengamos corazones agradecidos, adopte la costumbre de adorar al señor regularmente con alabanza y acción de gracias. David fue un varón “según el corazón de Dios” un adorador.

Buenas obras (v.16ª ) mire al mundo a través de los ojos de Jesús y la suya será una vida llena de buenas obras, “Señor quebranta mi corazón con las cosas que quebrantan el tuyo”

Comparta con otros (v.16b) ser generoso. Dios es un Dios dador y dar es ser como Dios. Un cristiano generoso es alguien que progresa en la vida cristiana

3. La fe se expresa en obediencia (Hb. 13: 17 – 25)

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Obediencia a los pastores y oración por ellos (v.17-19) la tarea de los pastores de la iglesia es ayudar a que la gente madure en Cristo. Debemos someternos y obedecer a los pastores, a la autoridad que ejerzan de parte de Dios. Ellos no han venido al ministerio por ellos mismos, sino han sido llamados por Dios y son responsables ante Dios de la forma que velan por las almas de los miembros de la congregación, pues a Dios han de rendir cuentas. La petición que hace el autor es el de orar por los pastores y sus colaboradores “y orad por nosotros” el pastor y sus líderes son vulnerables a las críticas de los demás, al orgullo, a la depresión. Satanás procura eliminar la obra que hacen por Dios. Ellos necesitan con urgencia nuestras oraciones.

Obediencia a Cristo (v.20 – 21) la verdadera expresión de la fe se ve en nuestra obediencia a Cristo el gran pastor de las ovejas que a través de su muerte y resurrección obra en nosotros para producir la clase de personas que le agradan, y nos prepara para llevar a cabo la obra que le agrada. Permita que Dios primero lo transforme a en su interior y luego lo use para ayudar a los demás.

Obediencia a la palabra (v. 22 – 25) el escritor exhorta “soportad la palabra”. Cuando Dios habla como lo ha hecho en este libro, debemos escuchar y aplicarlo. No hay datos del encarcelamiento de Timoteo pero parece que había estado en la cárcel porque este pasaje lo afirma. Hebreos es un llamado a la madurez cristiana, fue dirigida a los cristianos del primer siglo, pero es pertinente para los creyentes en toda época y de cualquier cultura. Madurez cristiana significa hacer de Cristo el principio y el fin de nuestra fe, para madurar debemos centrar nuestra vida en él, no depender de ceremoniales religiosos, no volver a caer en pecado, no confiar en nosotros mismos, y no permitir que se interponga algo entre Cristo y nosotros. Cristo es suficiente y superior. Es lo más grande que tenemos.

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