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Escena 1 Maeve -1-

Escena 1 Maeve - porunmundomejor.com · colgado de unas cadenas del techo que llegaban hasta el fuego don- de cocía el pote, desprendiendo un olor exquisito a caldo gallego. La casa

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Escena 1 Maeve

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Escena 1 Maeve

Capítulo 1 Maeve

Escena 1 Maeve

Maeve llega a la tierra ...................................................................................

El pueblo conoce a Maeve ..............................................................................

El bautizo de Maeve ......................................................................................

El primer juguete de Maeve .........................................................................

Los amigos de Maeve ......................................................................................

La tía Maripepa ................................................................................................

Pedro y Maeve en el campo ............................................................................ CANTAR

En la fuente Louteiro ......................................................................................

Maeve enferma .................................................................................................

La casa de María y de Pedro era la posada de todos ..............................

San Pedro, fiesta en Lumeras .......................................................................

En la romeria del Carmen ...............................................................................

El cielo estrellado de Lumeras .....................................................................

Eduardín de Pereda .........................................................................................

Buscando moras ................................................................................................

La “Juanita” mosca .........................................................................................

Los niños van a pedir cerza al cura ..............................................................

En la eras majando el trigo y el centeno .............................................................

Maeve se va de Lumeras con Arturo ...........................................................

Agradecimientos ..............................................................................................

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Las estrellas hablaban unas con otras. Había una que quería ve-

nir a la Tierra para ver cómo era este planeta. Se le ocurrió pe-

dírselo a Dios, SEÑOR QUIERO IR A LA TIERRA , CONCÉDEME

ESE DESEO. Dios se lo concedió. La estrella empezó su viaje a

la Tierra. Vio sitios muy bonitos, no sabía en cual quedarse; en-

tonces Dios le susurró, VETE A ESPAÑA A UN PUEBLO POBRE

Y PEQUEÑITO QUE SE LLAMA LUMERAS. TOMARÁS LA FOR-

MA DE UNA NIÑA Y TU NOMBRE SERÁ MAEVE QUE SIGNIFICA

LA QUE LLEVA LA ALEGRÍA A TODAS PARTES. TE VOY A DI-

RIGIR A CASA DE MARÍA Y PEDRO. ELLA ES JÓVEN Y FUER-

TE, ÉL ES MAYOR Y DE SALUD DELICADA. La estrella dijo SÍ,

ME VOY A CASA DE MARÍA Y PEDRO Y ME LLAMARÉ MAEVE.

Maeve l legó a casa de María y Pedro en forma de una niña ru-

bia con ojos verdes. Cuando María y Pedro la vieron se que-

daron entusiasmados. La niña les miraba y les sonreía. Pedro le

hizo una cunita de madera y María corrió a buscar ropitas.

Maeve llega a la tierraMaeve

E L P U E B L O S E E N T E R A D E L A L L E G A D A D E

M A E V E

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La tía Maripepa l legó la primera. La tía Maripepa caminaba con

dificultad por una parál isis que tuvo de pequeña. Poco a poco todos

los vecinos fueron l legando: El señor Patalampa dijo: YO SERÉ SU

PADRINO DE BAUTIZO. Vicenta Exclamó: YO SU MADRINA. La tía

Engracia, Aurelia, el Peseto, el Cañón, el Patito, Ludivina, Gloria y

así el pueblo entero pasó viendo y admirando a la pequeña Maeve.

María iba al campo a sacar las hortal izas y verduras para la

casa. Pedro como no podía trabajar en el campo se quedaba

con Maeve y le cantaba canciones mientras la mecía en la cuna.

Vicenta l levaba leche de sus mejores vacas. Ludi-

vina le hacía faldones y Gloria le tejía toquil las.

María iba al campo a sacar las hortal izas y verduras para la

casa. Pedro como no podía trabajar en el campo se quedaba

con Maeve y le cantaba canciones mientras la mecía en la cuna.

El pueblo conoce a MaeveMaeve

Capítulo 1 Maeve

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E L B A U T I Z O D E M A E V E

El señor Patalampa y Vicenta, los padrinos, fueron a buscar a la

niña y Don Santos, el cura, ya esperaba en la iglesia. Por el ca-

mino, de repente, Vicenta dijo: LA NIÑA SE LLAMARÁ MAEVE.

Entraron en la iglesia y al preguntar Don Santos por el nombre Vi-

centa dijo: Maeve. Don Santos no quería poner ese nombre porque

no era cristiano. La madrina afirmó: DON SANTOS, ESE NOM-

BRE LO HA QUERIDO DIOS, ME LO HA DICHO POR EL CAMI-

NO, TODAVÍA ESTOY TEMBLANDO. A la niña se le puso Maeve.

María y Pedro l levaban a la niña al campo y la sentaban en una man-

ta. María hacía las faenas del campo mientras Pedro la cuidaba

porque la muy picarona se sal ía de la manta para explorar lo que

había por al l í fuera. Alegre y juguetona hacía reír a los campesinos.

Maeve, como todos los niños, iba creciendo poco a poco y haciendo

una vida muy agradable y esperanzadora a Pedro y María. Era tam-

bién como un juguete para todos los vecinos. En los pueblos hay más

peligro que en la ciudad, pero los niños de los pueblos nacen con un

sexto sentido que les aparta de el los sin saber por qué. No obstan-

te hay que tener cuidado mucho cuidado y no dejar de vigi larlos.

El bautizo de MaeveMaeve

Capítulo 1 Maeve

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E L P R I M E R J U G U E T E D E M A E V E

En Lumeras no había tiendas, tampoco juguetes, ni falta que ha-

cía porque los niños eran felices haciendo sus propios juguetes.

El primer juguete de Mueve fue un pol l ito. Era amaril lo, precioso. La

niña y el pol l ito eran inseparables. Si Maeve se cambiaba de sitio, el po-

l l ito corría detrás de el la. Solo se separaban cuando la gal l ina l lamaba

al pol luelo para dormir. Un día una vaca aplastó al pol luelo para descon-

suelo y l lanto de Maeve. Durante varios días no quiso comer ni jugar.

ESTA FUE LA PRIMERA ZANCADILLA QUE LA VIDA PUSO A MAEVE.

El primer juguete de MaeveMaeve

Capítulo 1 Maeve

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L O S A M I G O S D E M A E V E

Dulia, Sindo, Amado, entre otros, eran sus amigos. Con Dulia hacía

muñecas de trapo. Con Sindo y Amado corría, se zambull ía en la fuen-

te, para desesperación de María que no paraba de lavar vestidos.

Un día Amado y Sindo decidieron ir a buscar unas varas de sa-

buguero para hacer “chiflas”, Maeve fue con el los. En el campo

se pasaron mucho tiempo mientras María y Pedro la buscaban por

todas partes. Estaban muy preocupados, cuando la vieron venir

a lo lejos y Pedro sal ió a su encuentro dándole un azote en el

culo, Maeve l loraba, exagerando mucho el azote, la muy picarona

quería dar pena a Pedro, que efectivamente el pobre Pedro tam-

bién l loraba de remordimiento. Los dos se abrazaron arrepentidos.

Los amigos de MaeveMaeve

Capítulo 1 Maeve

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L A T Í A M A R I P E P A C U E N T A C U E N T O S .

La tía Maripepa, a la puerta de su casa, sentada en una si l la, se ponía a

contar cuentos a los niños del pueblo que, sentados en el suelo, formaban un

corro: la escuchaban atónitos, pero “¿QUIÉN ERA LA TÍA MARIPEPA?”

La tía Maripepa junto con su hermana María, la madre de Mae-

ve, decidieron cuando ambas eran muy jóvenes irse de su pueblo

Ventosa a Lumeras para quedarse al l í definitivamente. En aquellos

tiempos , por aquellos lugares no había coches ni autobuses ni bi-

cicletas. Los ricos podían ir a caballo o en burro; no era el caso

de Maripepa y María, el las eran pobres. Tardarían días en l legar

a Lumeras, andando, a través de montes, más tardanza por la di-

ficultad que tenía Maripepa para andar. María siempre fuerte e

inagotable sabía de atajos que les acortaría el camino. Durante

los días que duró el viaje dormían en el monte, se al imentaban de

los frutos del monte: Avellanas, moras ,cerezas, manzanas, peras.

El las ean pobres pero la MADRE NATURALEZA RICA Y LAS ALI-

MENTABA. Llegaron las dos sanas y salvas a Lumeras junto al pe-

queño rebaño de cabras que su padre les había dejado en herencia.

Los cuentos que contaba la tía Maripepa a los niños se basaban

en estas y otras vivencias que el la tuvo. Los niños la querían mu-

cho porque era dulce y cariñosa. Era la tía predilecta de Maeve.

La tia Maripepa Maeve

Capítulo 1 Maeve

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TRES PAJARITOS PASARON EL MAR

EL CUCO, LA ROLLA Y EL PAZPALLAR

CÁLLATE NIÑA PARA OÍRLES

CANTAR.

Pedro y Maeve sol ían ir a los prados que Pedro tenía cerca de la

casa: PAULÓN, TÁRAGO, REDEMURIAS, SEARÍN, CASTAÑALÍA,

LARDELALÍA. Unos días iban a unos y otros días a otros. A Maeve

le gustaba mucho el Paulón porque decía que ol ía muy bien y can-

taban muchos pájaros. Pedro se sentaba en una piedra y el la en el

suelo reclinando la cabeza sobre las rodil las de Pedro. Maeve era

muy charlatana y a Pedro lo traía loco con infinidad de preguntas.

Pedro le decía que si no se cal laba no podría oír ni a los pájaros

ni al viento. Al final se cal laba y así aprendió a escuchar a los pá-

jaros y al viento. Con este arrul lo se dormía mientras el viento

acariciaba suavemente su cara y respiraba el aroma del Sauco y

otras muchas flores. ¿SE PUEDE PEDIR UN SUEÑO MÁS FELÍZ?

Pedro y Maeve en el campoMaeve

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M A R Í A V A A L A F U E N T E L O U T E I R O A

L A V A R R O P A

En las casas de Lumeras, en aquella época no había luz eléctri-

ca ni agua corriente. Las mujeres iban a esa fuente a lavar.

La fuente Louteiro formaba una gran charca, había unas lo-

sas grandes que servían para restregar la ropa. Las sába-

nas las tendían en unos rosales si lvestres que había al l í mismo.

En la fuente de Loutero Maeve

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La ropa cuando se secaba tenía un aroma delicioso a campo.

Un día Maeve quiso ir con María a lavar ropa, de repen-

te las mujeres se dieron cuenta que Maeve navegaba metida

en un gran cesto de la ropa por toda la charca. María y las de-

más mujeres no sabían cómo atraparla. Al final la pudieron res-

catar y le echaron una buena regañina. Otras veces que volvió

a la fuente iba Pedro para cuidar de que no hiciera travesuras.

En la fuente de LouteroMaeve

Capítulo 1 Maeve

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M A E V E E N F E R M A

Le gustaba mucho, en cuanto se despertaba por las mañanas, sa-

l ir corriendo de la cama en busca de sus amigos. Tenía que ir co-

rriendo Pedro detrás de el la para vestirla, peinarla y darle el de-

sayuno. Una mañana Maeve no sal ía de la cama, Pedro extrañado

fue a ver qué pasaba , se dio cuenta de que ardía de fiebre. En

Lumeras no había médicos pero entendían mucho de remedios na-

turales para curarse. Avisaron a la tía Engracia, la más entendida

en estas cosas. La tía Engracia preparó unas cataplasmas , le fro-

tó bien todo el cuerpo con las cosas que el la sabía. Con la ayuda

de Dios a través de la tía Engracia Maevé sanó pronto y reanudó

sus correrías por todo el pueblo , como siempre Pedro tras el la .

Maeve enfermaMaeve

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L A C A S A D E M A R Í A Y P E D R O E R A L A P O S A D A

D E T O D O S .

Cuando por una necesidad u otra se tenía que viajar de un pueblo a

otro, unos iban a caballo, otros andando. En los días cortos de invier-

no era frecuente pedir posada en el pueblo donde ya caía la noche. A

casa de María y Pedro con frecuencia acudían personas conocidas de

otros pueblos. A los caballos se les proporcionaba comida y aposen-

to en la cuadra. A los dueños de los caballos se les daba cena, cama

y desayuno al día siguiente para que continuaran su viaje. Maeve era

feliz en la cocina de leña sentada en los escaños junto a María, Pe-

dro y los visitantes. El pote cocía continuamente en aquella cocina

colgado de unas cadenas del techo que l legaban hasta el fuego don-

de cocía el pote, desprendiendo un olor exquisito a caldo gal lego.

La casa de María y Pedro era la casa de todos Maeve

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En esas veladas, los forasteros contaban sus aventuras por los pue-

blos que pasaban para gran delicia de la niña que sin pestañear escu-

chaba. A Maeve le gustaba mucho el caldo gal lego y los huevos fritos

que hacía Pedro en la cocina de leña. Se quedaba dormida en brazos

de María que cuidadosamente la l levaba a la cama a una habitación

contigua a la cocina de leña, separada solamente por un tabique de

madera. En una de esas veladas, la traviesa Maeve tocó un candil de

carburo que era con lo que se alumbraba por las noches, y se quemó

en un dedo. Pedro sal ió corriendo a coger nieve para ponérsela en el

dedo; así se fue a la cama arrul lada por María que iba de susto en susto.

La casa de María y Pedro era la casa de todos

Maeve

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S A N P E D R O , F I E S T A E N L U M E R A S .

El 29 de Junio la gente del pueblo se ponía sus mejores galas para ce-

lebrar este santo. Unos días antes se l impiaba la iglesia y se adornaba

con flores del campo. Por la mañana misa. La comida especial con un

postre de fi l loas. Por la tarde al bai le en el prado del Rubio. En el prado

del Rubio se organizaba un bai le con una pequeña orquesta compues-

ta de dos gaiteros y alguna mujer del pueblo que tocaba la pandere-

ta. Maeve acompañada de María y Pedro iba al bai le y bai laba mucho

con su primo preferido:Aquil ino, también con Sindo, Amado y Dulia.

El sonido de las gaitas y panderetas las l levaría Maeve en su alma el

resto de su vida. Aquil ino, mayor que Maeve la invitaba a refrescos

que ese día se vendían. Era un día muy alegre para todo el pueblo.

San Pedro fiesta en Lumeras Maeve

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M A E V E S E V A A L A R O M E R í A D E L C A R M E N C O N M A R Í A Y P E D R O .

El día 16 de Julio, la Virgen del Carmen se celebraba una rome-

ría en Sorbeira, pueblo cercano a Lumeras . All í María tenía

unos parientes. María y Pedro para este acontecimiento prepa-

raban jamón, chorizo, torti l la de patata y fi l loas para compar-

tir con los que iban a la romería. En un campo muy bonito se sen-

taban en grupos grandes, al l í se intercambiaba comida y la bota

de vino entre unos y otros. Maeve jugaba mucho con los niños de

la romería y además iba vestida con vestido y zapatos nuevos.

En la romería del CarmenMaeve

Capítulo 1 Maeve

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E L C I E L O E S T R E L L A D O D E L U M E R A S .

Al no haber luz eléctrica en el pueblo por las noches se podía ver las

estrellas en todo su esplendor. Los niños sol ían juntarse para tum-

barse en las eras y ver las estrellas. Con la imaginación propia de

los niños cada uno contaba una cosa de cada estrella y así pasaban

un buen rato hasta que los padres iban a buscarlos para ir a la cama.

El cielo estrellado de LumerasMaeve

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E D U A R D Í N D E P E R E D A

Eduardín era un personaje l leno de encanto. Iba vendiendo por los pue-

blos conservas, uvas y cosas que por los pueblos no había. Llevaba un

carromato con una capota tirado por un caballo. Cuando l legaba a Lu-

meras paraba a la puerta de Pedro con el que ya tenía amistad. Pedro le

daba de comer a su caballo y lo metía en la cuadra para que descansase.

Eduardín de Pereda Maeve

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La gente del pueblo pronto se enteraba de la l legada de Eduar-

dín y con el poco dinero que tenían, porque en Lumeras ape-

nas existía el dinero, compraban sardinas en lata, bonito en

escabeche, etc. Pedro siempre compraba bonito y sardinas en-

latados que a Maeve le encantaban. Cuando Eduardín se iba del

pueblo los niños corrían detrás del carromato hasta la sal ida

del pueblo y le gritaban : VUELVA PRONTO, VUELVA PRONTO!! ! !

Eduardin de PeredaMaeve

Capítulo 1 Maeve

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A B U S C A R M O R A S C O N S I N D O Y A M A D O .

En la época de las moras era una bonita excursión ir a recorrer por

donde había zarzas . Los tres niños decidieron ir en busca de el las.

Cada uno l levaba un cacharrito para guardarlas. Comían más que guar-

daban. Se ponían las ropas manchadas de mora que no había quien qui-

tara esas manchas y l legaban a casa con rasguños de las zarzas por

brazos y piernas pero felices y contentos; eso sí , ese día no cenaban

porque estaban empachados de tanta mora. Después de estas excur-

siones, Maeve relataba a María y Pedro todo lo que habían descubierto

recogiendo moras: Insectos, pájaros, mariposas de muchos colores

y alguna lagartija que otra les había dado un susto. Así se dormía

Maeve en brazos de María relatando toda la excursión. Su vestido

quedaría l leno de lunares de las manchas de mora pero le valdría para

estas excursiones u otras parecidas que planeaba con Sindo y Amado.

Buscando morasMaeve

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L A J U A N I T A M O S C A

La Juanita era una vaca que tenía fama de cuando le picaba algún tipo

de mosca echaba a correr y corría más que un toro l levándose por de-

lante a quien encontrara. Un día Maeve estaba con María en el huer-

to de los carri les. Encima del huerto había un sendero ancho donde

el la jugaba con otros niños mientras María trabajaba en el huerto.

La “Juanita” mosca Maeve

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La Juanita venía moscada a gran velocidad y cuando María quiso reti-

rar a Maeve del paso de la vaca era tarde, la Juanita la empujó contra

una tapia de piedra; no pasó gran cosa, una herida en la frente por el

roce con las piedras. Desde entonces cuando alguien gritaba: La Jua-

nita ha moscao, se escondía de inmediato para que no la atropellara.

La “Juanita” moscaMaeve

Capítulo 1 Maeve

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L O S N I Ñ O S V A N A P E D I R C E R E Z A S A L C U R A

Don Santos tenía al lado de su casa un gran cerezal que se ponía

cuajado de cerezas. En esa época los niños se juntaban a ver si

se atrevían a ir a pedir cerezas al cura. Todos juntos en grupo le

gritaban: Señor cura échenos unas cerezas. El cura sal ía, cortaba

algunas ramas y se las daba a los niños que corrían todos juntos

a comerse las cerezas del cura a una era cercana y al l í se diver-

tían haciendo planes para otro día mientras comían las cerezas.

Maeve y sus amigos piden cerezas al curaMaeve

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En las eras majando trigo y centenoMaeve

E N L A S E R A S M A J A N D O E L T R I G O Y C E N T E N O

No había máquinas de ninguna clase para las labores del cam-

po, por lo tanto el separar el grano de la espiga había que ha-

cerlo de forma artesanal . Los mayos eran dos palos articulados

por una correa de cuero que servían para golpear las espigas y

así sal ía el grano. Un señor del pueblo hizo unos mayos pequeños

para los niños, así se entretenían mientras sus padres majaban.

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A Maeve le divertía mucho esto y retaba a los demás amiguitos para ver

quién sacaba más grano. Sindo y Amado se reían pensando que el los iban

a sacar muchos más. Quién sacó más o menos ni se sabe porque nunca

contaron los granos pero reírse y divertirse si que lo hacían y todos

muy contentos por la gran ayuda a sus padres en un trabajo tan duro.

En las eras majando trigo y centenoMaeve

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Capítulo 1 Maeve

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Maeve tenía varios hermanos, todos el los fuera de España a excep-

ción de Arturo. Arturo casi nunca estaba en Lumeras . Era inquieto

y trabajador. Desde muy joven empezó a hacer negocios vendiendo

miel y cera de pueblo en pueblo, más tarde madera para traviesas

del tren. Así fue sobresaliendo mucho entre toda la gente de aque-

l los pueblos y l legó a hacer una fortuna con su gran tesón y trabajo.

Arturo protegió a Maeve desde que nació, era 27 años mayor

que el la. Le compraba vestidos en las ciudades muy importan-

tes por las que él andaba entre otras muchas cosas. Maeve fue

la niña mejor vestida del pueblo gracias a su hermano Arturo.

Maeve ya tenía 5 años y Arturo empe-

zó a pensar en el futuro de la niña : SU EDUCACIÓN.

Maeve se dio cuenta de que María, Pedro y Arturo tenían gran-

des conversaciones sobre el la. El la muy pi l l ina escuchaba sin que

el los se dieran cuenta. Oyó decir a Arturo que se iría con él a la

gran ciudad para ser una señorita. La chiqui l la, muy curiosa, pre-

guntaba a María y Pedro sobre ese supuesto viaje a la ciudad con

Arturo. El los le explicaban que en la gran ciudad había unas ca-

sas altas muy bonitas que jamás vería en Lumeras y muchas cosas

más que en Lumeras no existían. A la niña le pareció una aventu-

ra maravi l losa ir con su hermano a la gran ciudad. Lo que no sa-

bía Maeve es que su vida cambiaría radicalmente y que a Lume

Maeve se va de Lumeras con ArturoMaeve

ras solo iría de visita pero nunca más a quedarse como antes.

Un día vistieron a la niña con sus mejores ropas y en un lu-

joso coche se fue de la mano de su hermano Arturo a un

mundo l leno de lujos totalmente desconocido para el la.

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Maeve se va de Lumeras con Arturo Maeve

Escena 1 Maeve

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La segunda parte de este cuento-realidad será : MAEVE EN LA

GRAN CIUDAD.

NICOLÁS, RODRIGO, ROCÍO, ALEJANDRO. MIS QUERIDOS NI-

ÑOS, vosotros habéis sido el motor para que yo escriba este cuen-

to, basado en mi propia vida. Me gustaría que descubrierais que

Maeve, igual que el resto de los niños de Lumeras, tuvieron una

infancia muy sencil la, pero muy feliz . Descubrid a vuestro alrede-

dor todas esas cosas pequeñas que casi pasan desapercibidas pero

que encierran un gran encanto ,como el canto de un pájaro, los co-

lores de una mariposa, el sonido del viento, entre otras muchas y

sed felices como fue Maeve.

AGRADEZCO A MIS HIJOS, ROBERTO Y FERNANDO el que siem-

pre hayan comprendido y apoyado mis fantasías.

MI CORRECTOR: PROFESOR DOMINGO GONZÁLEZ . EL MEJOR

TRANSFORMADOR DE PATITOS FEOS EN CISNES.

A LUIS PANEZ: POR SU BUEN HACER ILUSTRANDO ESTE CUEN-

TO. Con sus dibujos ha dado vida a MAEVE.

Escrito por: Dorinda López

AgradecimientosMaeve