Especialidad de Liturgia i

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ESPECIALIDAD DE LITURGIA I

ESPECIALIDAD DE LITURGIA I

Indice general

PARTE HISTRICA: 1.La Liturgia cristiana en sus primeros siglos 2.La Liturgia cristiana hasta el Movimiento Litrgico 3.El Movimiento Litrgico y el Concilio Vaticano II

PARTE TEOLGICA Y EXPRESIVA: 4.Naturaleza de la Liturgia 5. La celebracin. 6. Carcter simblico de la liturgia. 7.La asamblea 8.La participacin en la Liturgia 9.Dios nos habla en la celebracin. 10. El pueblo responde a Dios con la oracin 11. El pueblo responde a Dios con el canto 12. El Ao litrgico 13.El lugar de la celebracin PARTE EUCARSTICA: 14.Comer y beber juntos. Ritos iniciales

15.Liturgia de la Palabra 16.Liturgia de la Eucarista (1) 17.Liturgia de la Eucarista (II) 1 8. Liturgia de la Eucarista (III). Ritos finales 19.Celebraciones Dominicales en ausencia de Presbtero 20. Ejes teolgicos de la Liturgia PARTE PASTORAL 21.La pastoral litrgica

22. Los sacramentos 23. La pastoral de los sacramentos 24. Liturgia y espiritualidad cristiana

Introduccin general

El ndice nos ha dado ya una visin general del contenido que vamos a estudiar en este curso de liturgia.

Es conveniente un repaso a la historia no slo porque es la maestra de la vida, sino porque nos da idea de la relatividad de muchas formas litrgicas: Un mismo contenido, una misma experiencia o una sola fe se puede expresar y de hecho se ha expresado de muchas formas distintas.

Una vez estudiada la historia, abordaremos la parte teolgica. La teologa es el contenido de la liturgia. La parte ms apreciada de ella. Es el mismo Dios realizando o actualizando su plan en y por la liturgia. Lo analizamos en dos captulos. Ahora bien, esto no quiere decir que en dos captulos se d toda la riqueza de la liturgia.

La tercera parte, la expresiva que viene a continuacin, es tambin teolgica, lo mismo que la naturaleza humana de Jesucristo es teologa. La encarnacin es necesaria en la economa de Dios. As ocurre con la parte expresiva de la liturgia, es necesaria para que la salvacin de Dios se actualice aqu y ahora y se haga significativa para los que somos de carne y hueso. Al final de esta parte expresiva, hemos colocado dos captulos sobre "Las Celebraciones Dominicales en ausencia del Presbtero", tan necesarias en nuestra Iglesia.

A continuacin, viene una parte llamada eucarstica. Como lo dice el mismo nombre, analiza la Eucarista y sus partes. Se ha puesto porque es el modelo de toda celebracin cristiana; como dice el concilio Vaticano II, es cima y fuente de la vida cristiana, cima y fuente de toda celebracin.

Los sacramentos se han colocado despus, para pensar sobre ellos. Hoy da, uno de los problemas mayores con se enfrenta la Iglesia es la celebracin de los sacramentos: Se han convertido, en muchos casos, en costumbre social, se han introducido en nuestra cultura. Sin embargo siguen siendo expresiones de fe, no de una cultura.

Al final, se han aadido varios captulos: uno sobre la pastoral litrgica, otro sobre la espiritualidad.

Siglas Las siglas se forman con las letras primeras de la primeras palabras del documento, pero del texto en latn. Por ejemplo: el documento sobre liturgia se cita con SC porque dicho documento empieza as: "Sacrosanctum Concilium... AT-Antiguo Testamento

CEC-Catecismo de la Iglesia Universal (1992)

CIC -Cdigo de Derecho Cannico (1983)

DV-Dei Verbum. Vaticano II sobre la Revelacin (1965) EM-Instruccin Eucharsticum Mysterium (1967) IGMR - Ordenacin General del Misal Romano (1970) LG-Lumen Gentium. Vaticano II sobre la Iglesia (1964) MD-Mediator Dei. Encclica de Po XII sobre liturgia (1947) MS-Instruccin Musicam Sacram (1967) NT - Nuevo Testamento OLM-Ordenacin de las Lecturas de la Misa (1981) PO - Presbyterorum Ordinis: Vaticano II, sobre el sacerdocio RB-Ritual del Bautismo de nios (1970) RC-Ritual de la Confirmacin (1976) RICA - Ritual de la Iniciacin Cristiana de Adultos (1976) RP-Ritual de la Penitencia (1975) SC-Sacrosanctum Concilium; Vaticano II, de liturgia (1963) Parte Histrica

Introduccin "La liturgia consta de una parte que es inmutable, por ser de institucin divina, y de otras partes sujetas a cambio, que en decurso del tiempo pueden y aun deben variar, si es que en ellas se hayan introducido elementos que no responden tan bien a la naturaleza ntima de la misma liturgia o han llegado a ser menos apropiados" (SC 21). En el dilogo de Jess con la Samaritana, hay una frase que hemos de tener en cuenta al empezar el estudio de la liturgia, para ver el sentido profundo de la liturgia cristiana en medio de todas las expresiones distintas que se han dado a travs de los siglos. A su vez, es el punto de mira que debe juzgar todas las expresiones o realizaciones litrgicas.

La samaritana le hace a Jess una pregunta tpicamente "ritualista": "Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros (los judos) decs que el sitio donde se debe dar culto est en Jerusaln" (Jn 4, 20).

Jess, sin embargo, le da una respuesta que supera las prescripciones meramente externas y rituales: "Se acerca la hora, ya est aqu, en que los que quieran dar culto verdadero adorarn al Padre en espritu y verdad, porque el Padre desea que le den culto as. Dios es espritu, y los que le dan culto deben hacerlo en espritu y verdad" (Jn 4, 21-24). La respuesta de Jess aclara el sentido total y profundo de la liturgia.

Adorar a Dios en espritu y verdad quiere decir poner el centro del culto no en el cumplimiento minucioso de una serie de normas externas sino en el ofrecimiento interno del amor y la obediencia a Dios. Los hombres y mujeres dan culto a Dios en la medida en que hacen de sus vidas una ofrenda, una entrega de amor al Padre cumpliendo su voluntad.

Jess mismo hizo consistir su culto en el cumplimiento de la voluntad del Padre:

"Cuando Cristo entr en el mundo, dijo: T no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni vctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que est escrito en el libro: Aqu estoy, Oh Dios!, para hacer tu voluntad" (Hb 10, 5-6). La vida entera de Jess fue un acto de culto y adoracin. Esta vida es vida verdaderamente litrgica.

Ahora bien el culto en "espritu y verdad" (Jn 4, 24) no quiere decir que no haya de tener unas manifestaciones externas de tipo simblico y ritual. Si no las tuviera, le faltara una dimensin irrenunciable de la manera de ser de los hombres. "Es caracterstico de la Iglesia (y de la Liturgia) ser, a la vez, humana y divina, visible y dotada de elementos invisibles" (SC 2). Ahora bien, lo humano, lo visible ha de estar ordenado y expresado de tal manera que lleve a lo divino y a lo invisible. "Los textos y los ritos se han de ordenar de manera que expresen con mayor claridad las cosas santas que significan" (SC 21).

Por esto, Cristo mismo quiso que el ofrecimiento total de su vida fuese re-actualizado a travs del rito exterior de la cena eucarstica:

"Haced esto en memoria ma" (Lc 22, 20). Desde que los primeros cristianos plasmaron esto de una forma concreta comenz la historia de la celebracin litrgica, es decir, la historia de la liturgia.

Iniciamos el estudio de la liturgia por la parte histrica por estas razones:

1.- Porque la liturgia ha sido considerada como un todo intocable, como una realidad fija e inalterable para todos los tiempos. Y, naturalmente, la historia se encarga deshacer esta concepcin de la liturgia. La liturgia se ha ido formando lentamente, no naci organizada y completa. "Hay partes que pueden y deben variar"(SC 21)

2.- Porque hay otros que consideran la liturgia totalmente cambiable. Sin embargo, la liturgia tiene unos elementos intocables. La historia nos ensear que la liturgia tiene una estructura general y unos elementos (palabra de Dios, asamblea, memorial, etc.) que han permanecido inalterables a travs de los tiempos."Consta de una parte que es inalterable, por ser de institucin divina" (SC 21).

3.- Tambin nos ensear la historia que no todos los cambios y/o adaptaciones que se han producido a travs de la historia han sido para expresar mejor la realidad o el sentido de la celebracin o de sus partes. Es decir, ha habido muchos cambios que han sido a peor. Por ello el Concilio Vaticano II dice "la santa madre Iglesia desea proveer con solicitud a una reforma general de la misma liturgia,... (porque) se han introducido elementos que no responden tan bien a la naturaleza ntima de la misma liturgia o han llegado a ser menos apropiados" (SC 1).

Dedicamos a esta parte histrica tres captulos. En estos tres captulos tratamos las ocho grandes pocas de la historia de la liturgia. Al final, aadiremos un nuevo apartado mirando al futuro.

Cada poca est dividida de esta forma:

(Una parte donde se expone la cultura predominante de la poca;

(Otra, donde se constatan los hechos ms sobresalientes de la liturgia, y (La tercera, donde analizaremos las consecuencia de las adaptaciones realizadas.Captulo 1 La Liturgia Cristiana en sus primeros siglos ndice

Relacin entre cultura y liturgia

1. La liturgia cristiana en el NT: Cultura de la poca

- Influencia del judasmo

- Huellas del judasmo

Formas cultuales cristianas

Lneas de fuerza:

- Originalidad del culto cristiano

- Jess ante el culto

- Fundamento del nuevo culto

- La vida como culto

RESUMIENDO

2. La primitiva liturgia cristiana (s. II-III): Cultura de la poca

Formas cultuales cristianas

Lneas de fuerza

3. Las primeras inculturaciones (s. IV-V): Cultura de la poca

Formas cultuales cristianas:

- Familias litrgicas

Lneas de tuerza

CuestionarioRelacin entre cultura y liturgia

Lo mismo que Dios se ha acomodado al ser humano, es decir, se ha encarnado y ha hablado al modo humano para que ste le entendiera, as tambin los apstoles tuvieron que acomodar el mensaje evanglico al hombre concreto.

Siguiendo el ejemplo de Cristo, que se encarn en un pueblo y en una cultura, para evangelizar esa misma cultura, discernir crticamente sus valores, y desde ella ser salvador de todos los pueblos y culturas, las distintas generaciones han tenido que realizar, ms o menos conscientemente, un proceso de inculturacin.

La Iglesia ha utilizado la palabra inculturacin para designar de una forma ms precisa, "la encarnacin del Evangelio en las culturas autctonas y al mismo tiempo la introduccin de estas culturas en la vida de la Iglesia". Lo que se celebra es la fe, pero la celebran personas concretas, personas que en todo el mundo y en distintas generaciones tienen distinta cultura. As se produce la interrelacin entre cultura y liturgia.

Por una parte, la fe "forma", la mentalidad y las manifestaciones litrgicas de tales personas, pero, al mismo tiempo, estas personas concretas, con una cultura concreta, influyen en la manifestacin de la fe. "Toda la liturgia se realiza por signos sensibles con los que la fe se alimenta, se robustece y se expresa" (IGMR 5).

La historia es maestra, aclara ideas, relativiza mitos y convicciones apresuradas, nos hace ms sabios y ms libres, sugiere caminos que ya recorrieron, con xito o con fracaso, las generaciones anteriores, tambin ellas amantes de la liturgia y de la encarnacin, tambin ellas muy modernas y pastorales, cada una en su tiempo. Ahora bien, no es fcil la lectura de la historia. Las evoluciones histricas no suelen suceder conforme a un programa premeditado, sino por influjo de muchos factores socio-culturales adems de los factores internos de la vida eclesial.

Por eso, la comunidad apostlica y los primeros siglos son el modelo de identificacin, y el punto de arranque para las sucesivas generaciones de creyentes.

1. La liturgia cristiana en el NT

1. Cultura de esta poca

El "humus" sobre el que se han edificado la experiencia y el culto cristiano es el mundo judo. Veamos las caractersticas de esta experiencia y culto judo:

- Religin csmica y religin histrica. Las religiones circundantes del mundo judo son religiones de la naturaleza y su culto es manifestacin ritual del mito del eterno retorno, del incesante morir-renacer del cosmos.

La relacin entre Dios y el hombre se basan en que Dios es el creador, el dominador, el soberano y el hombre criatura, sbdito y servidor. Esta concepcin tiene su expresin en el culto: se da culto con la finalidad de aplacar y "ganarse" a Dios. Sin embargo, la religiosidad bblica es histrica. Reconoce a Dios creador, pero est fundamentada bsicamente en unos acontecimientos histricos salvadores. En estos acontecimientos salvadores se ve a Dios como Padre, Salvador y Amor y al hombre es hijo salvado y amado. Esta concepcin tan distinta de la anterior tambin se refleja en el culto. Este culto tiene la finalidad de agradecer y de actualizar.

- Reinterpretacin. Llamamos reinterpretacin a vivir el culto como memorial. El culto cristiano celebra acciones anteriores de Dios, que se actualizan porque son memoria o memorial.

Aunque las formas externas del culto judo no se diferenciarn externamente mucho de las otras religiones, el significado de ellas ser totalmente distinto. As las fiestas del ao, sobre todo la pascua, adquirirn una nueva significacin: sern memorial.

La pascua es la fiesta y celebracin (memorial) de un acto liberador y salvador. Ya analizaremos lo que es el memorial.

La berakah. Es la, expresin de esta nueva forma de ver la relacin (oracin) con Dios. Berakah es una palabra hebrea que significa bendicin. Designa cualquier oracin que empiece o termine con esta palabra ("Bendito sea el Seor"). Es la forma tpica de la oracin del pueblo de Israel. Su estructura tiene dos partes:

a) la frmula "Bendito sea Yahv" y

b) el decir los motivos de la alabanza: las obras realizadas por Dios en favor de su pueblo.

La oracin que dice el sacerdote en la presentacin del pan y del vino. La Plegaria Eucarstica son una berakah. Analizaremos esta forma de orar al hablar de la oracin litrgica captulo 10.

- Culto y vida. El culto judo est ntimamente unido a la vida. El culto integral presupone una atenta escucha de la palabra de Dios y una prolongacin en la prctica diaria. El culto es dilogo: Dios habla de su salvacin y el pueblo responde con oracin y vida. En el momento de la ruptura de estas dos realidades Dios har surgir a los profetas. El culto verdadero es, segn los profetas, cuidar de la viuda y del hurfano. Unin que no exista en las religiones no judas.

- Escatologa. El culto de Israel, memorial de lo realizado por Dios en otros tiempos, contiene un movimiento de esperanza. El culto judo invita a esperar de Dios unos nuevos actos salvadores. Hasta los momentos ms oscuros de la historia del pueblo, el culto, mientras evoca la experiencia liberadora del xodo, invita y convoca a esperar un nuevo xodo.

Este es el "humus" (ambiente) religioso y cultural que exista al comienzo del cristianismo y que fue asumido totalmente por Cristo y la primera comunidad cristiana.

Influencia del judasmo

No analizaremos ahora la actitud de Jess ante el culto, sino las formas cultuales que aparecen en el NT. El culto necesita de signos y smbolos. La fe tambin. De hecho, vemos a las comunidades primitivas celebrando reunidas en asamblea celebrando con ritos.

Los libros del NT no contienen ninguna descripcin completa de cmo era la liturgia de las primeras comunidades cristianas, pero a travs de una serie de alusiones e indicaciones, podemos formarnos una buena idea de sus caractersticas principales.

Los apstoles no crearon una liturgia totalmente nueva, sino que expresaron el nuevo culto, "en espritu y verdad", en formas litrgicas del judasmo. Es decir, copiaron las formas externas del culto judo. Por esto, las formas externas del culto cristiano se parecen a las judas. Pero, en el significado profundo, hay distanciamiento, incluso, ruptura.

La Iglesia primitiva continu unida al Templo, pero esta unin afectaba slo a la oracin y la predicacin. No participaban en la ofrenda de los sacrificios rituales, porque tenan claro que la muerte y la resurreccin de Jess haba abolido los sacrificios del AT. Pero esta unin con el Templo dur hasta la primera persecucin contra los cristianos de Jerusaln (Hch 7, 54-8, 3). Huellas del judasmo

Las huellas concretas del judasmo son importantes en nuestra liturgia. Enumeramos stas:

la estructura de la liturgia de la Palabra, con lecturas de la Biblia, canto de salmos y explicacin homiltica,

la forma de la Plegaria Eucarstica, igual a la berakah,

las peticiones de la oracin de los fieles,

el ritmo semanal de la reunin litrgica, con el traslado del sbado al domingo,

el Santo de la Plegaria Eucarista, que proviene de la oracin juda de la maana,

muchas aclamaciones, como "Amn, "Aleluya", "Hosanna".

Como muestra de esta gran influencia transcribimos la Plegaria Eucarstica contenida en la Didaj, documento contemporneo de algunos escritos del NT. La plegaria es cristiana por el contenido, pero claramente juda en cuanto a la forma. Vemos la parte despus de la comunin. En esta poca la Eucarista est unida a la comida. Es decir, dentro de la Eucarista, se come, se leen las lecturas y se celebra la Eucarista o Misa.

"Despus de haberos saciado, dad gracias de esta manera: Te damos gracias, Padre santo, por tu santo nombre, que hiciste descender a nuestros corazones, y por el conocimiento, la fe y la inmortalidad, que nos diste a conocer por Jess, tu siervo. A ti la gloria por los siglos. T, Seor todopoderoso, creaste todas las cosas a causa de tu nombre, diste comida y bebida a los hombres para su provecho, a fin de que te den gracias; y a nosotros nos hiciste el don de la comida y bebida espirituales y de la vida por los siglos, por medio de Jess, tu siervo. Ante todo, te damos gracias porque eres poderoso. A ti la gloria por los siglos. Acurdate, Seor, de tu Iglesia: lbrala de todo mal, llvala a la perfeccin en tu amor y, santificada, renela de los cuatro vientos en el reino que le has preparado. Porque tuyo es el poder y la gloria por los siglos. Venga la gracia y pase este mundo. Hosanna al Dios de David. El que sea santo, que venga. El que no lo sea, que se convierta. Maranatha. Amn. A los profetas permitidles que den gracias cuantas quieran. (Didakk, X). Publicado por Cuadernos Phase, n0 75. Centre de Pastoral litrgica, Barcelona, 1996.

Inicio

2.- Formas cultuales cristianas

De todos modos, las primeras comunidades cristianas estructuraron tambin sus celebraciones. Formas cultuales primitivas:

- El Bautismo. Es el rito de introducirse en la asamblea. Se hace en el nombre del Seor Jess. Lleg a ser muy pronto un elemento bsico. Carecemos de datos para saber cundo, cmo y dnde surgi el bautismo cristiano. En cuanto a su expresin ritual no difiere del bautismo de Juan. Pero, en cuanto a su contenido es una creacin cristiana. El libro de los Hechos nos ofrece los tres pasos bsicos del proceso para el bautismo: evangelizacin, fe y rito bautismal. (Hch 2, 24: 8,12:18, 8).

- La enseanza de los apstoles. La asambleas litrgicas comenzaban con una Didaj (enseanza). En Troas es la palabra del apstol la que resuena en la celebracin (Hch 20 7ss). Otras veces la palabra escrita constituye la primera parte de la reunin (Rm 16, 16; 1 Co 16, 20; 2 Cor 13, 12; 1 Tes 5, 26; 1 Pe 5, 14). Esta Didaj comprende el recuerdo de las palabras y de las acciones de Jess.

- La fraccin del pan. Es el punto culminante de la asamblea litrgica. El nombre de cena del Seor (1 Co 11, 20) indica que, en Corinto, la Eucarista se celebraba por la tarde y al final de una comida. En principio, en la cena juda, el rito del pan y de la copa iban separados por la cena. Sin embargo, posiblemente dentro de los diez primeros aos, ambos ritos se unieron y se colocaron al final de la comida. Para J. Jeremas, la designacin de la cena del Seor como "fraccin del pan" surgi como consecuencia de la separacin entre Eucarista y comida propiamente tal. Hacia el ao 150.

- La imposicin de manos. Desde el inicio los apstoles utilizaron el gesto de la imposicin de manos para significar la comunicacin del Espritu a los bautizados. "Les impusieron las manos y recibieron el Espritu Santo" (Hch 8, 17).

- Las oraciones. El libro de los Hechos de los Apstoles menciona tres momentos de oracin:

la hora nona, hora del sacrificio de la tarde (Hch 3,1);

la sexta o medioda (Hch 10, 9);

la tercia la hora del sacrificio de la maana (Hch 2,1). Ya a finales del s. I se prescribe que esta triple oracin se haga con el padrenuestro.

- El Da del Seor. Los Evangelios y los dems escritos del NT destacan la importancia de este da: la resurreccin del Seor, sus apariciones, la venida del Espritu Santo tienen lugar el primer da de la semana. El domingo se convierte en el da del Seor (Ap 1, 10), que se hace presente en la comunidad. La presencia del Seor se manifiesta a travs de signos: se manifiesta en la asamblea de los hermanos, en los presidentes de la comunidad, en el pan y el vino, en la Palabra.

Despus de enumerar las formas litrgicas, podemos avanzar algo ms y hacernos una idea muy aproximada de las celebraciones litrgicas:

- La Liturgia de la Palabra fue un elemento esencial de las reuniones de los cristianos. Toman como base la lectura de la Ley, los Profetas, el canto de los salmos y el Evangelio (contado al principio y ledo ms tarde). En esta parte de la celebracin toman fuerza estos elementos:

- el comentario u homila (conversacin con preguntas y respuestas)

- las cartas escritas por los apstoles, que son ledas en la reunin litrgica;

- oraciones como el Padrenuestro, frmulas elaboradas por Pablo, composiciones espontneas de la comunidad (Cf Hch 4, 24-30)

- La Cena del Seor. Eran conscientes que obedecan al mandato del Seor de perpetuar su "memoria". Aunque no sabemos con precisin cmo era, si era una verdadera cena, con la bendicin y distribucin del pan antes de la comida y la bendicin y distribucin de la copa del vino, al final. Ms adelante se suprimi la cena y las dos bendiciones se fundieron en una sola. Veamos en una esquema esta fusin:

Cena juda de los sbadosLa Cena del Seor

Lucernario Lecturas

Oracin de fieles

Beso de la paz

Primer cliz

Pan:

presentacin,

bendicin,

fraccin,

comunin.

Presentacin del pan y del vino,

Plegaria Eucarstica,

Fraccin

Comida comunitaria Comida comunitaria

Segundo cliz:

presentacin

tres bendiciones

comunin del cliz

comunin

En un momento unieron las presentaciones del pan y del vino y naci lo que antes se llamaba el ofertorio y ahora presentacin del pan y del vino. En otro momento se unieron las bendiciones del pan y del vino y naci la Plegaria Eucarstica o canon. Este esquema lo tienen todas las liturgias cristianas. El primer testimonio de ello es san Justino (100-150).

3.- Lneas de fuerza

En este tercer punto de esta poca (Liturgia cristiana en el NT) analizaremos lo ms caracterstico de la poca. Miraremos la originalidad del culto cristiano, que se fundamenta en la actitud de Jess ante el culto; el fundamento del nuevo culto; y en la vida culto.

a) Originalidad del culto cristiano La liturgia cristiana se diferencia de la juda, en la misma proporcin en que el cristianismo se diferencia del judasmo.

Queriendo ver en el Evangelio lo original que tiene la liturgia cristiana, lo primero que nos sorprende es una especie de "anticultualidad", una actitud de distanciamiento o de ruptura respeto a las del judasmo, hay una intencin de fondo que trata de expresar con fuerza la presencia de una realidad nueva.

Las manifestaciones de esta intencin se dan a conocer en:

- la utilizacin deliberada de tiempos y espacios "no-sagrados" para las celebraciones propias de la asamblea cristiana (la fraccin del pan" o la "cena del Seor" se celebraba en casas), y

- el uso y aplicacin especial del vocabulario cultual. Se evitan trminos tcnicamente cultuales (como sacerdote, sacrificio, etc.) en el mbito propiamente cristiano. Ms tarde (en la carta a los Hebreos), cuando ya no existe el peligro de malinterpretarlos y hablando a los hebreos se usarn estos trminos.

Por eso, vamos a decir dos palabras sobre la actitud de Jess ante el tema del culto.

b) Jess ante el culto Jess de Nazaret vive y acta dentro del sistema cultual de su pueblo. Frecuenta la sinagoga los sbados, "como era su costumbre" (Lc 4, 16; Mc 1, 21-39; 3, 1-6; 6, 2; etc.); participa tambin en el culto del templo en las fiestas anuales de peregrinacin (Lc 2, 41-42; Jn 2, 13; 5, 1; etc.).

Pero quebranta con frecuencia ese orden cultual, manifestando su libertad soberana sobre l (sobre el sbado, Mc 2, 23-28; sobre los ritos de purificacin, Mc 7, 1).

La razn de este comportamiento est en querer dar a conocer que Dios si se hace presente en el acto cultal es para liberar. Por esto, en las comidas habituales hace presente la acogida y el perdn de Dios, sin ningn rito ni liturgia penitencial.

Se coloca en la lnea proftica con una voluntad claramente reformadora del culto (en Mc 11, 15-17 y paralelos remite a Is 56, 7 y Jer 7, 3-11). Recuerda y pone al descubierto que el valor, o la nulidad del culto dependen del amor y el perdn al hermano (Mt 5, 23-24). Afirma con satisfaccin que el amor; al prjimo vale ms que todos los holocaustos y sacrificios (Mc 12, 33). Ataca a los fariseos por no haber comprendido este principio fundamental: misericordia quiero y no sacrificios" (Mt 9, 13; 12, 7). Y, como hemos dicho anteriormente, proclama un culto en espritu y verdad. (Jn 4, 20-24).

En vsperas de su muerte, al declarar la destruccin del templo, anuncia el fin de todo tipo del culto sacrificial, basado en un intercambio comercial con Dios. (Mc 1, 15-17; Mt 21, 12-17; Lc 19, 45-48; Jn 2, 14-17). Ya no daremos culto a Dios para que l nos, sea propicio, sino porque su muerte nos ha salvado y una vez, salvados, damos gloria a Dios. Ya somos capaces de glorificar o dar culto a Dios.

C) Fundamento del nuevo culto As como la profesin de fe juda confiesa "el Seor, nuestro Dios, es el nico Seor", la comunidad cristiana primitiva aclama que "Jess es Seor" (Flp 2, 11). Por eso el culto cristiano a Dios se realiza ahora "en Cristo Jess".

Es verdad que la primitiva comunidad cristiana no rompe en un primer momento con el templo, pero introduce una clave nueva: el evangelio es el fundamento del culto cristiano. Todos los escritos del NT estn imbuidos por estas dos afirmaciones:

1.- Jess, el crucificado, ha sido resucitado por Dios. Y todo lo que desde ahora pueda merecer el nombre de culto, est marcado por ese acontecimiento, que Dios ha realizado en favor de los hombres.

2.- El que ha sido resucitado, es el crucificado, aquel que ha sido ajusticiado "segn la ley". Luego, la ley, el comportamiento cultual, por s mismo, es incapaz de obrar la salvacin y carece de valor.

Una vez aclarados y aceptados estos dos principios, le son aplicados a Cristo los trminos cultuales del AT: templo, sumo sacerdote, mediador, sacrificio, Cordero de sacrificio, etc. Este nuevo lenguaje cultual nos hace ver que desde ahora es Cristo la realidad ntima y perenne, de la celebracin litrgica, y que en consecuencia la liturgia es el ejercicio de la fe, y la manifestacin de Cristo.

d) La vida como culto En el NT las expresiones cultuales son empleadas para designar las acciones y los dones del Espritu. Por qu? Porque la existencia del creyente, vivida en fidelidad al Espritu de Cristo, puede llegar a convertirse en "culto espiritual, en el culto perfecto de los ltimos tiempos:

"Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcis vuestros cuerpos como vctima viva, santa, agradable a Dios: tal ser vuestro culto espiritual" (Rm 12, 1 ss).

Pablo invita a un culto nuevo: es la liturgia de la vida el culto secular de la existencia presente en el mundo. Por otro lado, Pablo ve su ministerio apostlico como si fuera realizar una tarea litrgica (Rm 15, 16). Para Pedro las categoras cultuales fundamentales (templo, sacerdocio y ofrenda sacrificial) son re-interpretadas y vistas segn una nueva identidad "por mediacin de Cristo". "Tambin vosotros, como piedras vivas, vais construyendo un templo espiritual dedicado a un sacerdocio santo, para ofrecer, por medio de Jesucristo, sacrificios espirituales, agradables a Dios" (1 Pe2, 5).

Este culto es el definitivo, realizado en la vida diaria en el mundo, bajo la presencia dinamizadora del Espritu, y suscitado por el acontecimiento Jess.

Resumiendo Todas las manifestaciones cultuales o litrgicas; que hemos sealado en la segunda parte de este apartado, debemos mirar y verlas desde este sentido: Cristo ha realizado en su vida lo que predecan los antiguos sacrificios. Y ahora el culto cristiano o, liturgia cristiana es la realizacin (actualizacin) de lo que Cristo realiz una vez por todas. Este hecho cambia totalmente el sentido del culto judo: es Cristo el que se ofrece y a nosotros nos acepta en su ofrecimiento. El verdadero autor del culto no somos nosotros. Es Cristo. Lo que da valor al culto no somos nosotros, ni nuestra buena disposicin. El valor del culto le viene dado por Cristo.

Sin este principio existe tambin un peligro: el peligro de entender el culto cristiano tal como se entenda el culto judo o pagano. Muchos de nuestros mayores siguen entendiendo el culto como relacin comercial con Dios: "Yo le ofrezco para que me d". Por tanto, nuestro culto es unirnos al culto de Jess; nuestra liturgia es la misma liturgia de Jess. Dicho de otra forma: nuestro ofrecimiento es unirnos al ofrecimiento de Jess, nuestra vida, la diaria y la de la celebracin, es la vida de Jess.

Comparando el culto judo y el cristiano vemos unas semejanzas y unas diferencias:

Semejanzas: Muchas formar externas: la reunin semanal, la importancia de la Palabra en la reunin, todo el AT, los salmos como oracin diaria, las oraciones de la maana y de la tarde, el ser memorial, etc. Casi todo lo externo.

Diferencias: Nuestro memorial es Cristo, es el origen y el final del culto cristiano, sin l no tiene ningn sentido el culto, l es el mediador entre Dios y nosotros, todo lo hacemos con l, por l y en l.

2. La Liturgia cristiana primitiva (s. II y III)

1.- Ambiente cultural y religioso

Es una poca de transicin de cambio y de bsqueda. La Iglesia va adentrndose en el mundo grecorromano. Las comunidades cristianas se van afirmando en su propia originalidad; sin embargo, en este periodo (aos 70-140) el desarrollo es ms palpable en la vida interna de la Iglesia, que en su configuracin externa. Perviven las formas del pensamiento judeo-cristiano.

En las fronteras del judasmo y el cristianismo se multiplican las sectas gnsticas, (Gnosticismo: es una doctrina segn la cual la salvacin del hombre consiste en el conocimiento de s mismo, gnosis. Excluye la voluntad y el ser corpreo de la persona humana ), que toman formas litrgicas del cristianismo y del paganismo. Estas sectas se introdujeron en algunos cristianos y ponan en peligro la identidad cristiana. Aunque durante las primeras dcadas la Iglesia no aparece como una realidad sociolgica capaz de plantear problemas al imperio romano, pronto atrae la atencin y suscita una actitud de repulsa.

Al entrar en el siglo II nos encontramos ya con comunidades cristianas ms numerosas, extendidas a los largo y ancho del imperio. Sobre todo, presentes en las ciudades ms importantes de la actividad econmica, poltica, cultural y religiosa de aquel tiempo, algunos tan influyentes como Antioquia, Corinto, Efeso, Atenas, Roma, y algo ms tarde Cartago y Alejandra. Esto conlleva nuevas tareas. Los cristianos tratan de infundir un espritu nuevo a los usos y costumbres de la sociedad; pero se plantea el problema de saber qu debe conservar y qu rechazar. Esta labor lo harn los grandes pedagogos. Clemente de Alejandra y Tertuliano.

Es conocido este texto del siglo II perteneciente a la Carta escrita a Diogneto. "Los cristianos no se distinguen de los dems hombres ni por su tierra, ni por su habla, ni por sus costumbres... dan muestras de un tenor peculiar de conducta admirable y, por confesin de todos, sorprendente. Toman parte en todo como ciudadanos, y todo lo soportan como extranjeros; toda tierra extraa es para ellos patria, y toda patria tierra extraa... Estn en la carne, pero no viven segn la carne... A todos aman y por todos son perseguidos. Se les desconoce y se les condena. Se les mata y en ello se les da la vida. Son pobres y enriquecen a todos. Carecen de todo y abundan en todo". En el siglo III hay dos largos perodos de paz entre persecuciones, que posibilitan una fuerte accin evangelizadora y una firmeza en su organizacin interna. A finales del siglo III aumenta en nmero de adeptos y su prestigio; pasa a ser la mxima fuerza espiritual del imperio; se hace presente en ambientes nuevos y miembros de la clase dirigente se convierten a la fe cristiana. Pero, aunque aumente el nmero no as la calidad.

2.- Formas cultuales cristianas Las descripciones ms importantes de la celebracin eucarstica de aquella poca se encuentran en la Primera Apologa de san Justino (S. Justino fue un laico del s. II. Escribi esta obra entre los aos 148-150)) y en la Tradicin Apostlica de Hiplito de Roma (Hiplito. Presbtero de Roma. Su obra la escribi hacia el ao 220). Son importantes tambin la Didascalia de los Apstoles (Obra escrita en Siria hacia el ao 250. El ttulo de los Apstoles es para darle autoridad) y las Constituciones de los Apstoles (Escrita en Oriente el a0 380. Es algo arrianizante).

He aqu los elementos que llaman la atencin por su importancia:

(Comunidad cristiana local. Uno de los elementos que llama la atencin es la importancia que tiene la comunidad cristiana local (lo que hoy llamaramos "Iglesia particular"), que en cada sitio es nica. Cada cristiano pertenece a una de stas, en cuya vida y culto participa de manera plena. La unidad de la comunidad local aparece de una manera especial en la reunin litrgica de cada domingo, que es deliberadamente nica.

(Eucarista. La obra de San Justino ya nos muestra todos los elementos esenciales de la misa: Lecturas, homila, oracin de los fieles, beso de paz, presentacin de ofrendas, Plegaria eucarstica Trinitaria, el Amn y la comunin. En la obra de Hiplito aparece el dilogo del prefacio y una Plegaria Eucarstica con todos sus elementos, presentada ms como modelo que como frmula fija.

"El da llamado del Sol, se celebra una reunin de todos los que viven en las ciudades o en el campo, y se leen en ella, en la medida en que el tiempo lo permite, los recuerdos de los apstoles o los escritos de los profetas. Despus que el lector ha terminado, el presidente toma la palabra y nos exhorta e invita a imitar estos bellos ejemplos. A continuacin nos levantamos todos juntos y elevamos nuestras preces. Una vez acabadas, se presenta pan y vino y agua. Y el presidente, segn sus fuerzas, (su capacidad) eleva tambin plegarias y acciones de gracias. Y todo el pueblo aclama diciendo: Amn. Despus viene la distribucin y participacin, que se hace a cada uno, de los alimentos "eucaristizados ', y tambin se enva a los ausentes por medio de los diconos. Los que tienen suficiencia de bienes dan voluntariamente la cantidad que quieren, y lo que se recoge se pone en manos del que preside, para que l lo distribuya en ayuda de los hurfanos, de las viudas, de los que pasan necesidad por enfermedad u otros motivos; tambin en ayuda de los presos, de los extranjeros que vienen de lejos, y para que socorra, en una palabra, a todos los indigentes" (San Justino). Otro texto, esta vez de Hiplito: "Que los diconos le presenten la oblacin y que l (est hablando del obispo despus de una ordenacin y que va a celebrar la eucarista), imponiendo las manos sobre ella con todo el presbiterio, diga dando gracias: "El Seor est con vosotros" Y contesten todos: "Y con tu espritu". "Levantad los corazones". "Los tenemos levantados hacia el Seor". "Demos gracias al Seor". "Es digno y justo" (Hiplito).

(Iniciacin cristiana. Desde el final del s. II, la iniciacin va precedida por el catecumenado, importantsima realizacin pastoral, a travs del cual es introducido a la fe, al culto y a la vida cristiana. El candidato es presentado por un cristiano plenamente integrado a la comunidad (era el padrino; sta era y debe ser la funcin del padrino), y sostenido por las plegaras y el ejemplo de los dems miembros. Segn Hiplito poda llegar a durar tres aos. La celebracin se haca la Vigilia Pascual y comprenda el bautismo, la confirmacin y la eucarista.

(La penitencia. Aparece a partir del siglo III para los que han cometido faltas muy graves y, arrepentidos, quieren volver al seno de la Iglesia. Consiste en la amonestacin del obispo, el cumplimiento de las obras penitenciales sealadas y, despus de un tiempo que no tiene siempre la misma duracin, la reconciliacin por la imposicin de manos del obispo. Slo se puede hacer una vez en la vida.

(El sacramento del orden. Consiste en la imposicin de manos, acompaada de una solemne plegara de accin de gracias. El obispo recibe la imposicin de manos de los dems obispos; los presbteros, del obispo y de los dems presbteros y los diconos, slo del obispo.

(Matrimonio. En aquella poca, an no haba una liturgia del matrimonio especficamente cristiana: los fieles de casan como los dems, pero "en Cristo".

(Oraciones. Es esta poca los cristianos siguen fieles la prctica juda, segn la cual hay dos momentos grandes de oracin: la maana y la tarde. Seguan el esquema de lecturas, himnos, salmos y oraciones. Se consideraban pblicas y comunitarias. Son los actuales Laudes y Vsperas.

(Ao litrgico. En el siglo II, la institucin del domingo queda slidamente fundada. Es el centro de la semana y del ao. No haba ao litrgico propiamente dicho. Conocemos la celebracin de la pascua anual a travs de la discusin sobre la fecha de su celebracin. La discusin tuvo lugar en el siglo II (En el siglo II, las comunidades de Asia Menor tenan como tradicin celebrar la pascua en la misma fecha que los judos, o sea el da 14 del mes de Nisn. Pero en el mismo siglo II existen comunidades como las de Roma, Palestina, Egipto y Grecia, que celebraban la pascual anual no en la fecha juda, sino el domingo siguiente. Fue tal la discusin que casi deriva en cisma. Por fin la solucin romana fue aceptada en todas partes y la fiesta de la pascua, en adelante, ser celebrada todas las iglesias cristianas el domingo siguiente al 14 de Nisn de los judos.).

El esquema era idntico en oriente y en occidente: ayuno riguroso y obligatorio que daba inicio a la celebracin; lecturas, cantos y oraciones, que alcanzan su culmen y su final festivo con la celebracin de la iniciacin cristiana, con la Eucarista.

(Arte litrgico. Hasta entonces las reuniones litrgicas se hacan sencillamente en casa de alguno de los hermanos. A partir del siglo III los cristianos edifican casas de oracin. Una de ellas se ha conservado en Dura-Europos, en Siria. Tena un baptisterio y una sala de reunin. No hay an ornamentos especiales para celebrar el culto, sino que se usan los vestidos normales de fiesta. Surgen en esta poca los smbolos tpicos del cristianismo: pez, anda, cruz, etc.

3.- Lneas de fuerza

La primera etapa de la liturgia cristiana se caracteriza ante todo por estas dos facetas:

- una gran libertad en la apropiacin y creacin de las formas cultuales y

- en la adopcin de expresiones que resultaban ms comprensibles para los convertidos procedentes del paganismo.

La improvisacin en la Plegaria Eucarstica fue tambin constante, si bien se haca dentro de esquemas fijos. Existe una preocupacin por la ortodoxia en las frmulas litrgicas. Esto se nota en la "Tradicin, Apostlica" de Hiplito. Se cree fundadamente que exista una unidad sustancial en las estructuras de los ritos y la organizacin global de la liturgia. Se fijaron las frmulas con la finalidad de evitar el peligro del gnosticismo.

El culto cristiano va adquiriendo importancia: aparecen los "lugares sagrados" y se introducen smbolos e imgenes del A.T. para expresar lo que es la Iglesia: Arca, sacerdocio levtico, etc.

Aunque todava Orgenes habla de que "los cristianos aborrecen los templos, altares e imgenes", la verdad es que ya a principios del siglo III hay documentos que atestiguan la existencia de lugares de culto cristianos.

Existe la conciencia de que, quien celebra la Eucarista es toda la comunidad reunida, e interesa menos precisar quin la preside. En este tiempo no se ha introducido todava en la Iglesia una distincin que va a jugar un papel transcendental en la Iglesia posterior: la distincin entre clrigos y laicos. La palabra "clero" designa todava al pueblo de Dios como tal, como la "porcin" escogida por l para una misin concreta en la historia. Existen, por supuesto, dirigentes en la Iglesia, pero no forman como una "categora" eclesial contrapuesta al pueblo.

Lo que hay es, simplemente, comunidades cristianas, y, dentro de ellas, quienes las presiden, porque las comunidades, para su convivencia y para su buen funcionamiento, necesitan ser presididas. Es normal, en este contexto, que quien preside la comunidad sea, a la vez, quien presida la reunin de la comunidad para la celebracin eucarstica, pero esta presidencia no tiene las connotaciones que sobrevendrn despus, cuando la presidencia sea cosa del "clero". (Rufino Velasco, La iglesia de Jess, Verbo Divino, Estella, 1992. Esta obra es una historia de la Iglesia, que toca y analiza, entre otros puntos, el primer cambio fuerte de la Iglesia, que se inicia en el siglo II y se establece en el siglo III.) Lo que ocurre es que, la multiplicacin de las sectas y la amenaza de las persecuciones contribuyeron a ver la necesidad de la autoridad como un eje, alrededor del cual agruparse, y capaz de mantener a la Iglesia en la fidelidad a sus orgenes.

El protagonismo de la comunidad es tal, que se vive la conviccin de que "la potestad de perdonar que tiene el sacerdote est ligada a su perfeccin personal, y se concede aun a simples cristianos que hubieren alcanzado un alto grado de perfeccin"

La liturgia cristiana en sus primeros siglos

3. Las primeras inculturaciones (s IV-V) Inculturacin: Se llama al proceso de introducir en la liturgia cristiana elementos culturales de la sociedad cultual donde se expande. Es efecto de la encarnacin. El misterio celebrado en la liturgia es uno, pero las formas de su celebracin son distintas. La riqueza del misterio de Cristo es tal que ninguna tradicin litrgica puede agotar su expresin.

1.- Cultura de la poca A lo largo del siglo IV se produce en el imperio y en la Iglesia un giro espectacular: la Iglesia, en vez de ser perseguida, se convierte ahora en religin oficial del imperio. La fe cristiana pasa de la indefensin a la proteccin oficial y a una situacin de privilegio.

Constantino fue el primer emperador que se dio cuenta, de manera seria y decidida, de que la actitud hostil frente a la Iglesia cristiana, tal como se estaba practicando, no era buena para el imperio. Ms an: se dio cuenta de que la Iglesia poda ser, en aquel momento, la gran fuerza que se necesitaba para mantener la unidad imperial.

Este hecho marca, sin duda, un hito histrico para la Iglesia y para la eclesiologa. Los obispos se convierten en grandes seores del imperio y en grandes seores de la Iglesia. El clero alcanza un enorme protagonismo dentro de la Iglesia, en detrimento del protagonismo del pueblo. La libertad y tranquilidad de que goza ahora influye en la calidad de sus numerosos adeptos. Abundan las infiltraciones del paganismo en la base, y las intromisiones polticas en los dirigentes de la Iglesia.

Por otra parte es una poca sembrada de controversias teolgicas, que, adems de su componente doctrinal y religioso, implican otros elementos de orden cultural y poltico. Son los siglos de Arrio y Nestorio y del concilio de Nicea (325). Lo poltico ejerce influencia en lo religioso.

El Oriente cristiano se distancia cada vez ms de occidente. La tendencia a la sacralizacin, el sentido dramtico de la celebracin y el gusto por el esplendor en sus ceremonias son las tres caractersticas de la liturgia oriental.

Surge y se expande el monacato. La "huida del mundo" trata de suplir, con la renuncia y la mortificacin, la entrega del martirio. Las peregrinaciones a partir del siglo IV conocen un desarrollo creciente y constituyen uno de los factores de evolucin de la liturgia de este perodo. Es famoso el "Diario del viaje" de la peregrina Egeria, testimonio de gran riqueza para la investigacin litrgica de estos siglos.

2.- Formas cultuales

En estos dos siglos se van creando un gran nmero de expresiones o formas litrgicas. Cada comunidad va fijando sus costumbres, sus ritos, sus plegarias, etc.

Las causas de la diversificacin son variadas. A veces la diferenciacin se debe al hecho de que algunas comunidades quedan aisladas de las dems y, al faltar el contacto con otras Iglesias, crean sus ritos peculiares. Sin embargo, el motivo mas comn y ms profundo es la conciencia de que lo que importa es la fidelidad esencial a la obra de Cristo, la cual es perfectamente compatible con la libertad y diversidad de las expresiones propias de cada comunidad, segn las caractersticas de lugar y tiempo.

La lengua tuvo una clara incidencia en la diversificacin de la liturgia, pero influy, sobre todo, la mentalidad de cada rea geogrfica y cultural. Esto creaba "estilos" propios tanto en las ceremonias como en las plegarias. Entre los elementos distintivos de cada rito litrgico, estn:

(la manera de estructurar la plegaria eucarstica: en unos ritos est hecha de una sola pieza y en otros de varias piezas variables. Mientras en Roma se multiplicarn los prefacios y se consolidar una sola plegaria eucarstica, en oriente se multiplicarn las plegarias eucarsticas.

(la manera de organizar los ciclos de lecturas bblicas a lo largo del ao litrgico.

(frmulas tpicas de cada rito: En frica el saludo es "La paz est con vosotros", en Roma, "El Seor est con vosotros".

(sobre todo el estilo literario: Oriente origina una liturgia ms potica, teolgica, solemne. Occidente, una liturgia ms prctica, simple, austera.

(la lengua: La parte de Oriente, que haba estado bajo la dominacin griega usaba el griego.

La parte juda us su lengua aramea.

La Iglesia que qued constituida ms all del Eufrates utiliz exclusivamente el siraco. Pero en muchas partes las celebraciones litrgicas eran polglotas ("varias lenguas").

En Occidente, la Iglesia de frica us la lengua latina.

Roma us el griego hasta el siglo III y su liturgia se latiniz hacia la segunda mitad del siglo IV. Las lenguas habladas en las Galias y en Hispania antes de la conquista romana no dejaron ningn rastro en la liturgia. Los brbaros se latinizaron rpidamente.

Es curioso que en Occidente, hasta el Concilio Vaticano II no se haya comprendido lo que deca un prefacio de la antigua liturgia romana: "La variedad de lenguas no es un obstculo para la edificacin de la Iglesia, sino que, al contrario, contribuye a fortalecer su unidad".

Familias litrgicas

Estas expresiones o formas litrgicas, se designan con el nombre de familias litrgicas Con la expresin familia litrgica se hace referencia al conjunto de ritos que estn emparentados entre s por el origen y las caractersticas comunes.

Rito en liturgia es el conjunto de usos y peculiaridades de tipo celebrativo que se observan en una liturgia particular y que la distingue de las dems. Normalmente el rito est unido a una Iglesia local o particular. En este sentido, el rito es la realizacin de una Iglesia local con su obispo y su presbiterio dentro de unas coordenadas humanas, sociales, culturales y religiosas especificas. La diversidad de ritos dio lugar a la formacin de "'familias litrgicas". Este es un esquema de las distintas familias litrgicas.

(Familias litrgicas de Oriente:

(Grupo antioqueno: de la Iglesia de Antioquia

(Siraco occidental: Antioqua, el marovita, el bizantino y el armenio.

(Siraco oriental: nestoriano, el caldeo y el malabar.

(Grupo alejandrino: de la Iglesia de Alejandra.: El copto y el etipico.

(Familias litrgicas de Occidente:

(El romano.

(El ambrosiano (propio de Miln de San Ambrosio)

(El hispano-mozrabe.

De sta ltimas, actualmente slo se conservan el romano y el algunas zonas de Espaa el Mozrabe.

Apuntamos una muestra de la Eucarista en el rito siriaco de Antioqua. No cambia la estructura clsica. Ahora bien incorpora cantidad de elementos. Los ritos iniciales estn muy reducidos, casi no existen.

(Los fieles se sientan en la iglesia bajo la presidencia del obispo y del presbiterio. Los hombres en una parte; las mujeres, en otra. (Comienzan en seguida las lecturas. Cuatro lecturas: dos del AT. Sigue el salmo. Lo entona un lector. El pueblo contesta con un versculo repetido a modo de estribillo. Tercera lectura del N. T. y por fin el Evangelio. Terminadas las lecturas, algunos sacerdotes pronuncian por turno una breve exhortacin sobre lo ledo. Por ltimo predica el obispo. (A continuacin tienen lugar las diversas despedidas o missae a quienes se les est prohibido asistir a la parte eucarstica: catecmenos, catequizados y penitentes. Para cada grupo la asamblea responde a una breve plegaria formulada por el dicono con el Kyrie Eleison. (Los que quedan en la iglesia, los fieles, se ponen de rodillas para rezar. A cada peticin del dicono, en forma de letana, responden Kyrie Eleison. Se termina la plegaria con la oracin del obispo. As termina la primera parte de la eucarista. (La liturgia de la Eucarista comienza con el saludo del obispo:

"LA PAZ DEL SEOR SEA SIEMPRE CON VOSOTROS". "Y CON TU ESPRITU".

Despus se da el beso de la paz. Entre tanto, unos vigilan las puertas a fin de que no entre nadie, otros se reparten por el templo para que nadie meta ruido, o hable, o se duerma, etc. El obispo se lava las manos para recibir los dones. Los diconos los presentan al obispo y, despus, los ponen sobre el altar, agitando a los lados dos abanicos para ahuyentar los insectos. Preparadas las ofrendas, el obispo, de pie delante del altar, con la cara hacia el pueblo, se prepara para la plegaria eucarstica.

(La Plegaria eucarstica comienza con el dilogo clsico. Slo que en vez de "EL SEOR EST CON VOSOTROS", saludaba diciendo: "LA GRACIA DE NUESTRO SEOR JESUCRISTO, EL AMOR DEL PADRE Y IA COMUNIN DEL ESPRITU SANTO EST SIEMPRE CON VOSOTROS" (2 Co 13, 13). Despus la Plegaria se extiende mucho, comenzando por los atributos de Dios y llegando a sus obras maravillosas, como la creacin de los ngeles, astros, cosas y el hombre. Y despus de haber recordado la cada y la condenacin, evoca las grandes figuras de los patriarcas. Se interrumpe esta evocacin para cantar el Santo. Contina con la encarnacin, vida pasin, muerte, resurreccin y ascensin de Jess. Alude al precepto del Seor "HACED ESTO EN MEMORIA MA", reproduce la escena de la institucin con las palabras de consagracin; recuerda de nuevo la pasin, muerte..., y ora al Espritu para que venga sobre el pan y el vino, y sobre los que van a participar del cuerpo y la sangre de Cristo. La plegaria eucarstica se termina con una larga oracin a Dios en favor de toda clase de personas y con la doxologa (Doxa = gloria. Se llama doxologa, en general, a la frmula de alabanza a Dios y a Cristo o a las tres divinas personas y en particular, a la ltima parte de la plegaria eucarstica: "Por Cristo, con Cristo y en l...") final distinta a la nuestra. Despus de la doxologa se recita el Padrenuestro con voz unnime y concluida con una breve doxologa (nosotros terminamos con lo que llamamos embolismo (Embolismo: aadir. Es un texto breve que se aade a una plegaria, hoy da llamamos a la oracin que se aade al Padrenuestro. ): "LBRANOS SEOR... " (Llegados a este momento, el dicono hace la conmemoracin de los vivos y difuntos. Despus el dicono exclama: "ESCUCHEMOS", y el obispo, en voz alta: "Lo SANTO, PARA LOS SANTOS", a quien responde el pueblo: "UN SLO SANTO, UN SLO SEOR, JESUCRISTO, EN LA GLORIA DE DIOS PADRE, BENDITO POR LOS SIGLOS. AMEN". Sigue la fraccin del pan y despus la comunin. Primero participa el obispo, despus los presbteros, diconos, subdiconos, lectores, cantores, ascetas, posteriormente, entre las mujeres, las diaconisas, vrgenes, viudas, nios, despus el pueblo con pudor, reverencia y sin ruido. Mientras tanto un cantor entona el salmo 33. (No olvidemos que se celebraba slo una misa para toda la ciudad). (Terminada la comunin, los diconos retiran lo que ha quedado y lo llevan a la sacrista. Despus un dicono hace la seal para que comience la plegaria de accin de gracias, que el obispo pronuncia en nombre de todos. Por ltimo imparte la bendicin a los fieles y el dicono termina con ID EN PAZ .

Me imagino que os habris cansado hasta leyendo, qu sera si fueran as las misa de ahora: Cuatro lecturas, otras cuatro o cinco homilas, etc. En algunas partes de Oriente siguen todava ms o menos as. Un profesor que tuve nos dijo que en vacaciones fue el domingo a una misa parecida a stas y a la media hora se sali, dicindose que ya haba cumplido.

3.- Lneas de fuerza

La liturgia, dentro de un esquema comn, ha sido capaz de in culturizarse en todas las sociedades y culturas. El mismo misterio de Cristo a travs de la historia ha tomado formas distintas, con respeto al hombre y a la fe.

Este trabajo inmenso de adaptacin cultural que hizo la Iglesia en estos siglos actualmente es considerado modlico. El Concilio Vaticano II lo tuvo en consideracin.

Por eso, aunque salga del contexto histrico que estamos analizando, es conveniente que unamos los momentos de cambio que ha vivido la liturgia con los que nos ha tocado vivir a nosotros.

El Concilio Vaticano II, fiel a esta tradicin, seala que "al revisar los libros litrgicos, salvada la unidad sustancial del rito romano, se admitirn variaciones y adaptaciones legitimas a los diversos grupos, regiones, pueblos, especialmente en las misiones, y se tendr esto en cuenta oportunamente al establecer la estructura de los ritos y las rbricas" (SC 38).

nicamente, pone una va para dichas reformas: "Corresponder a la competente autoridad eclesistica territonal, de la que se habla en el artculo 22, 2, determinar estas adaptaciones dentro de los limites establecidos en las ediciones tpicas de los libros litrgicos, sobre todo en lo tocante a la administracin de los sacramentos, a los sacramentales, procesiones, lengua litrgica, msica y arte sagrados, siempre de conformidad con las normas fundamentales contenidas en esta constitucin" (SC 39).

Y el Catecismo de la Iglesia Catlica nos seala:

"Las diversas tradiciones litrgicas nacieron por razn misma de la misin de la Iglesia. Las Iglesias de una misma rea geogrfica y cultural llegaron a celebrar el misterio de Cristo a travs de expresiones particulares, culturalmente tipificadas: en la tradicin del "depsito de la fe " (2 Tim 1, 14), en el simbolismo litrgico, en la organizacin de la comunin fraterna, en la inteligencia teolgica de los misterios y en los tipos de santidad.

As, Cristo, luz y salvacin de todos los pueblos, mediante la vida litrgica de una Iglesia, se manifiesta al pueblo y a la cultura a los cuales es enviada y en los que se enraza. La Iglesia es catlica: puede integrar en su unidad, purificndolas, todas las verdaderas riquezas de las culturas (Cf LO 23)" (CEC, 1202).

"Las tradiciones litrgicas, o ritos, actualmente en uso en la Iglesia son el rito latino (principalmente el rito romano, pero tambin los ritos de algunas Iglesias locales como el rito ambrosiano, el rito hispano-visigtico o los de diversas rdenes religiosas) y los ritos bizantino, alejandrino o copto, siraco, armenio, maronita y caldeo. El sacrosanto Concilio, fiel a la Tradicin, declara que la santa Madre Iglesia concede igual derecho y honor a todos los ritos legtimamente reconocidos y quiere que en el futuro se conserven y fomenten por todos los medios (SC 4)" (CEC 1203).

Hoy da est aprobada y publicada (1988) el Misal para las dicesis de Zaire, con sus bailes y gestos propios de ellos.

Cuestionario 1.- Por qu es importante el conocimiento de la Historia de la Liturgia?

Da tres o cuatro razones.

2.- Seala las partes invariables de la Eucarista a travs de los tiempos.

3.-Hoy da hay libertad en la liturgia? Razones a favor y en contra.

4.- Hoy da, tal como ves la liturgia, te parece fiel a la historia? Qu quitaras o aadiras?

Dicho de otra formas que sobra o qu falta?

5.-La lengua es un elemento importante en la adaptacin cultural de la liturgia a los distintos pueblos con lengua propia. Bastantes pueblos nuestros hoy da son bilimges.

Cmo tendran que ser nuestras celebraciones?

Tendran que celebrarse las Eucaristas en una sola lengua para cada comunidad o hacer todas en bilinge?

CAPITULO II

LA LITURGIA CRISTIANA HASTA ELMOVIMIENTO LITRGICO

INDICE

La Edad de oro del Rito Romano (s. V-VII): Cultura de la poca Liturgia de esta poca:Formacin de los libros litrgicos

Elementos del rito romano

Liturgia ms ceremoniosa

Lneas de fuerzaLas crisis medievales (s. VIII - XV): Cultura de la poca

Liturgia de esta poca

Lneas de fuerza

La obra de Trento: Cultura de la poca

Abusos en la celebracin litrgica

La obra litrgica de Trento

La era de las rbricas (s. XVII - XIX): Cultura de la poca

Influencia en la liturgia

Intentos de reforma

Apndice: Cuadro de la evolucin de la misa en rito romano

Cuestionario

4. La Edad de Oro del Rito Romano (s. V-VII)

1.- Cultura de la poca

A partir del siglo V la liturgia cristiana se enriquece con gran nmero de frmulas y de ritos. Destacan la bizantina en Oriente y la romana en Occidente, las dos capitales del Imperio.

En este apartado cuarto nos limitamos a la liturgia romana. Esta poca es conocida como "edad de oro del rito romano". Ya hemos anotado que no todo lo que se dio fue bueno para la calidad de las comunidades. Entre la parte positiva anotamos:

Libertad para la Iglesia. Una vez convertido el cristianismo en religin oficial hace que las comunidades cristianas crezcan y se esparzan por todas partes. Que el culto cristiano salga de las catacumbas y de las casas particulares y se establezca en las "baslicas", grandes locales inspirados en la arquitectura civil pero adaptados a las necesidades de la reuniones multitudinarias de la comunidad cristiana.

Prestigio de los obispos. Los obispos de Roma y de otras sedes van adquiriendo cada vez ms prestigio y autoridad y su actividad como autores de plegarias y de ritos se caracteriza por un sentido innovador y dinmico, perfectamente adaptado tanto a las exigencias de la fe cristiana como al talante de la cultura de la poca.

Equilibrio comunitario y personal. La participacin del pueblo contina siendo espontnea y viva, con lo cual, dado que an hay una gran libertad en la seleccin de los textos, se realiza un admirable equilibrio entre los aspectos comunitario y personal.

Desarrollo del canto litrgico. A partir del siglo VI, se desarrolla el canto litrgico. Esto contribuye a dar al culto cristiano un tono de solemnidad y de elevacin artstica que atrae y conmueve al pueblo.

Gregorio Magno. A finales del siglo VI (aos 590-604), es nombrado Papa el que haba sido prefecto de Roma, monje y obispo: Gregorio Magno. Teniendo en cuenta la veneracin del pueblo romano por las baslicas, Gregorio potencia y completa la iniciativa de sus predecesores y da un realce mayor al culto estacional.

Statio es parada, estacin. Se llamaba Misa estacional a la Misa en la que la asamblea litrgica iba desde la iglesia donde se reuna a otra. Se trata de una prctica de esta poca. Hoy da se llama Misa estacional la que celebra el Obispo en la catedral o con plena solemnidad.Esta reunin litrgica serva de marco adecuado para la catequesis del pueblo. A ello dedica sus homilas. Realiz reformas en el Leccionario, en el sacramentario (libro de oraciones) y en el antifonario (libro de cantos). Redujo el nmero de lecturas a dos, pero quera que ambas estuvieran bien coordinadas. Es conocido sobre todo por el esfuerzo que realiz en el rea del canto.

Junto a estas ventajas tambin se dieron inconvenientes. No podemos dejar de mencionar dos cuestiones que han ejercido un influjo muy grande en la conciencia eclesial de toda la Edad Media y aun de la historia posterior de la Iglesia:

La justificacin teolgica del estado de cosas, realizada sobre todo por san Agustn. Con las salvedades que haya que hacer, con san Agustn el Reino de Dios de que hablaba Jess deja de ser, en primer lugar, un proyecto de transformacin del mundo y se desplaza al "ms all".

Su obra "La Ciudad de Dios" es algo totalmente futuro. El platonismo subyacente de san Agustn abre un abismo entre el mundo de "aqu abajo" y el mundo de "all arriba", e invita a huir de las "cosas temporales" para unirse y buscar "las cosas eternas". Esta mentalidad entra en las oraciones de la Iglesia y persiste aun hoy da. Basta leer las oraciones despus de la comunin. "Concdenos, Dios todopoderoso, alcanzar un da la salvacin eterna,... " (Oracin de la 78 semana del Tiempo Ordinario).

La gran convulsin que supuso para la Iglesia la invasin de los brbaros, a finales del siglo VI. La cristianizacin de los pueblos brbaros, que invadieron el imperio fue un gran reto para la Iglesia. Se convirtieron masivamente sin mayores dificultades al cristianismo. Naturalmente, se puede dudar razonablemente de la sinceridad y, sobre todo, de la profundidad de las convicciones cristianas de los nuevos convertidos, y, lo que es ms importante, no se puede olvidar que los nuevos pueblos traen su bagaje de experiencias, de sensibilidad muy diversa.

Con este reto se encontr, a finales del siglo VI, el Papa Gregorio Magno. El desafo era una nueva inculturacin del cristianismo, una nueva traduccin del mensaje cristiano a pueblos ajenos a la cultura y pensamiento griegos. De aqu arranca la obra prodigiosa del Papa Gregorio I. Adapta la doctrina de los Padres a las preguntas y a la capacidad de comprensin de los pueblos brbaros. Insiste en la supervivencia del alma despus de la muerte. (De aqu nacieron las misas gregorianas que han perdurado hasta hoy).

2.- Liturgia de estaLo vamos a dividir tomando estos tres puntos: la formacin de libros litrgicos, los principales elementos del rito romano y el aspecto cada vez ms ceremonioso que toma la liturgia.

a) Formacin de libros litrgicosEn esta poca empiezan a formarse los libros litrgicos. Libros litrgicos son los que contienen los textos para la celebracin de la liturgia. Hasta entonces cada presidente de la celebracin sola improvisar libremente las plegarias -siguiendo, eso s, un esquema fijo- y no tena necesidad de leerlas en ningn libro.

La causa del nacimiento de estos libros fueron varias: la necesidad de recoger por escrito las plegarias ms logradas, el poder usarlas en otras ocasiones y la demanda de otras comunidades. Poco a poco se fueron seleccionando algunas de estas colecciones de plegarias, oraciones y frmulas, por razn de su calidad literaria o doctrinal o por el prestigio de los autores. Estas colecciones dieron lugar a los libros litrgicos. Reciben distintos nombres segn su contenido y su finalidad.

Los sacramentarios. No son los que ahora llamamos Rituales de los sacramentos. Son los libros que tienen lo que tiene que decir el celebrante. Contenan las oraciones que deba decir el presidente de la celebracin en la misa y en los sacramentos. Los ms importantes son el Verons o Leonino, que contiene recopilaciones de los Papas Len, Gelasio y Vigilio; el Gelasiano, atribuido por error al Papa Gelasio; que contiene textos que se utilizaban en las iglesias de Roma; el Gregoriano, del Papa Gregorio.

Los leccionarios. Libros para las lecturas. Primero, se utilizaba directamente la Biblia, pero despus se vio que era ms prctico tener los textos escogidos para cada celebracin. As nacieron los leccionarios. Contienen los fragmentos bblicos que se proclaman en la Eucarista de los domingos y fiestas.

Los antifonarios. Libros que contienen los cantos. La palabra viene del griego "anti-fon", canto contrario o lo que se responde al canto del cantor o del salmista. En la Eucarista los cantos de entrada, presentacin del pan y del vino y comunin se llaman en el misal antfonas.

Los ordines. Ordine es orden, norma. Eran los libros de las rbricas, de las normas o de las orientaciones para celebrar como es debido. Estos libros se redactaron para enviarlos a las Iglesias fuera de Roma, ya que queran celebrar al estilo romano.

b) Elementos del rito romano Procesiones. El rasgo caracterstico de la misa romana es que al esquema tradicional de la Eucarista -Liturgia de la Palabra y Liturgia de la Eucarista- se aaden tres movimientos de la procesin para presentar el pan y el vino; y la procesin para la comunin. Cada procesin se acompaa con un canto y se termina con una oracin presidencial y el Amn del pueblo. Los conservamos hoy da tambin, aunque el de la presentacin del pan y del vino haya decado. Aqu tienen su origen la Oracin Colecta (Colecta de colligere, recoger. Se llama a la oracin presidencial que cierra los ritos de entrada y recoge las oraciones de todos los participantes. Por eso el presidente hace un pequeo silencio despus de invitar a orar y decir "Oremos".) la de la presentacin del los dones y la de despus de la comunin.

Desaparece la Oracin de los fieles. En el rito romano desaparece la oracin de los fieles. Slo se utiliza en la celebracin del Viernes Santo. Hoy da se ha recuperado.

Fijacin de la Plegaria Eucarstica. La plegaria eucarstica, si bien cuenta con muchos prefacios, permanece fija e invariable. Se le llama canon. Kanon es una palabra griega que significa regla, medida, norma.

La Misa estacional. Es la que celebra el Papa en las diversas iglesias y que suple a la antigua "asamblea nica", ya que es imposible dado el elevado nmero de miembros de la comunidad. Ya hemos anotado que hoy da se llama as a la misa solemne que celebra el obispo.

El canto. Aunque la participacin de la asamblea es plena, comienzan a advertirse sntomas de pasividad, sobre todo en los cantos. stos se hacen ms difciles y se reservan al coro.

El ao litrgico. El domingo es da de descanso. Los mircoles y viernes se estabilizan como das de ayuno y oracin.

Los tiempos litrgicos adquieren un carcter propio y estable. Se fija el Nacimiento de Jess en el da de fiesta del Sol, llamado "Natalis Solis nvicti ".

Se forma el Adviento.

El da de Pascua se estructura en Triduo Pascual (Viernes, Sbado y Domingo, no Jueves Santo).

Se ampla la pascua cincuenta das, se termina con Pentecosts y se organiza la Cuaresma.

Aparecen fiestas dedicadas a Mara y santos. Aqu hemos citado todos los tiempos litrgicos, pero no en su orden cronolgico, no en su orden de aparicin, sino tal como hoy celebramos.

Los sacramentos. La iniciacin cristiana consigue la mxima solemnidad. Se prepara en Cuaresma. Los penitentes celebran la Reconciliacin el Jueves Santo. Sigue siendo pblica. Las ordenaciones se celebran siguiendo la tradicin. El pueblo toma parte en la eleccin de los candidatos. Surgen las rdenes menores (lector, aclito y subdicono).

c) Una liturgia ms ceremoniosaLa liturgia cristiana ms primitiva se caracterizaba por su simplicidad, tanto en ritos como en las plegarias. En esta poca comienzan a introducirse elementos que se alejan de la sobriedad original. Los orientales ya lo haban realizado.

En ello tuvo mucha incidencia la proteccin de los emperadores. Anteriormente, los emperadores usaban el incienso para ellos. Al renunciar los emperadores a ello y convertidos al cristianismo, muchos de estos ritos de los palacios pasaron a la liturgia, como signos de honor y reverencia hacia los ministros sagrados.

As, comenzaron los obispos a usar anillo, a ser saludados con genuflexin o con el beso en el pie, a usar trono, a ser acompaados con luces y con incienso.

Todos estos ritos procedentes del ceremonial de la corte imperial fueron adoptados en las celebraciones litrgicas; con lo cual la liturgia romana fue adquiriendo un tono que no sintonizaba con los gestos muy simples de la Iglesia primitiva.

3.- Lneas de fuerzaA pesar de haber terminado el punto anterior recalcando que el rito romano se hizo ms ceremonioso, si miramos y lo comparamos con el rito oriental, debemos afirmar, que:

el rito romano en sus oraciones tiene un estilo elegante, sobrio y preciso.

se destaca el aspecto de sacrificio que tiene la Eucarista. Esta idea origina la conversin progresiva de la mesa eucarstica en altar.

las misas estacionales daban una imagen de la Iglesia como comunidad peregrina.

se copiaron de la corte los vestidos y el ceremonial de la liturgia.

las Iglesias locales, miraron a la liturgia romana como algo a copiar.

5. Las crisis medievales (VIII - XV)

La edad Media es un periodo de crisis profundas. La liturgia se vio muy afectada por estas crisis, tanto en los siglos de la alta Edad Media (VIII-XII), como en la baja Edad Media (XIII-XV).

1.- Cultura de la pocaVeamos las causas culturales, polticas y eclesisticas que configuraron la liturgia de esta poca.

Culturales. Entran en el imperio los brbaros con otra mentalidad y con lenguas que no son la latina. La liturgia romana es dbil para afrontar el choque con este nuevo mundo. Se mantiene el latn, pero el pueblo ya no lo entiende, y as la liturgia pierde una de sus dimensiones ms importantes: la capacidad de evangelizacin popular. La mentalidad religiosa de los pueblos brbaros se caracterizaba por un terror ante la divinidad, un gran individualismo y un fuerte sentimiento de culpabilidad. Cosa a tener muy en cuenta.

Polticas. El Imperio romano en Occidente se fracciona y da lugar a la formacin de la futuras naciones europeas. Esto produce un debilitamiento notable del prestigio de Roma. La invasin de los rabes hace que grandes sectores de Occidente se alejen de la influencia romana. Las luchas continuas entre prncipes cristianos y contra los invasores musulmanes no favorecen el desarrollo de la vida litrgica. El imperio franco-germnico toma las riendas en lo poltico e influye en lo religioso.

Eclesisticas. La institucin papal pierde prestigio por culpa de la indignidad de bastantes papas. La vida cristiana decae en todos los estamentos: clero y pueblo. Se produce un cambio de mentalidad teolgica en lo que se refiere a la comprensin de la esencia y la finalidad de la Iglesia. Como consecuencia de las luchas antiarrianas (Arrianismo es la doctrina que niega la divinidad de Cristo. Su nombre le viene de Arriano, que fue quin propag tal doctrina), la reflexin teolgica insiste en la divinidad de Cristo, pero, en cierto modo, Cristo queda desplazado de la Iglesia: La Iglesia ya no se considera como Cuerpo de Cristo, sino una especie de sociedad religiosa, dirigida por la jerarqua, que adora a Cristo.

2.- La vida litrgica de esta pocaAunque anotemos algunas formas litrgicas que nacieron en esta poca, en este punto nos fijamos ms en el cambio y en la crisis que se produjo en la naturaleza de la liturgia. Bastantes elementos esenciales de la liturgia dejaron de ser considerados como tales y se introdujeron otros. Hoy da todava perduran algunas ideas de esta poca:

Prdida de la capacidad de enseanza de la liturgia. El Concilio Vaticano II afirma que "aunque la Sagrada Liturgia sea principalmente culto de la divina Majestad, contiene tambin una gran enseanza para el pueblo. En efecto, en la Liturgia Dios habla a su Pueblo; Cristo sigue anunciando el Evangelio" (SC 33). En este periodo dej la liturgia su capacidad de evangelizacin popular. No entendan el latn.

Temor frente al amor. La obra de salvacin de Cristo que se celebra en la liturgia, deja paso al terror ante la divinidad y un fuerte sentimiento de culpabilidad. Se pierde el carcter de celebrar la salvacin. Se fijan ms en s mismos criaturas culpables que en el amor salvador de Dios. Esta culpabilidad hace que surja el sentimiento de temor a Dios, ms que el sentimiento de amor a Dios. La Misa se llena de "apologas", es decir, de confesiones de indignidad por parte del sacerdote celebrante. Queda todava una de estas apologas antes de comulgar, que el sacerdote debe hacerla en silencio "Seor Jesucristo, la comunin de tu Cuerpo y de tu Sangre no sea para m un motivo de juicio y condenacin,... " (Rito de la Comunin, Preparacin privada del sacerdote. Misal n. 145).

Prdida del sentido comunitario. Se pierde, el sentido de asamblea o comunidad, por el individualismo y porque se oscurece la presencia de Cristo en la comunidad. La misa deja de ser un acto comunitario y se convierte en una devocin privada del sacerdote o de cada uno de los fieles. La devocin acenta las misas privadas en sufragio de los difuntos, en honor de los santos y por diversas intenciones particulares. Se multiplican las misas privadas. Las iglesias se llenan de altares.

Prdida del sentido de la Eucarista, como Accin agradecida a Dios. Ya no domina en la celebracin litrgica la accin salvadora de Dios, sino el esfuerzo humano de tipo devocional. Se da ms importancia a los aspectos sentimentales de meditar en la pasin de Cristo que a la dimensin salvadora de la fe en la resurreccin. La misa es el acto ms grande y con ms fuerza, pero considerada dentro de las prcticas devocionales. Y por ello se reza por los difuntos, casi exclusivamente.

Prdida de los elementos del rito romano. La liturgia romana es adaptada en el Imperio franco-germnico (siglos VIII-IX). Flexible como es el rito romano, recibe profundas influencias galicanas en los ritos y las plegarias. Y esta liturgia galicana es la que se impondr otra vez en Roma (siglos X-XI) y de all a todo el Occidente. Esta liturgia es la que perdurar hasta la reforma del Vaticano II.

Abandono del catecumenado. Por culpa de la generalizacin del bautismo de nios, se abandon el catecumenado. No haba ya proceso de conversin. No se escuchaba el anuncio para convertirse y bautizarse. Se bautiza directamente. Se suprimen las entregas del Padrenuestro, del Credo y de los Evangelios.

Sacramentos: La Confirmacin se separa del bautismo por quedar reservada al obispo y se destaca ms la uncin que la imposicin de manos. La Penitencia privada se introdujo debido al abandono de la pblica por considerarla demasiado rgida y por la mentalidad individualista de los pueblos brbaros. Esta se implant con grandes polmicas en la Iglesia. El Matrimonio empieza a caer bajo el control jurdico de la Iglesia. Se celebra en la puerta de la iglesia, con una investigacin previa. El uso germnico introduce el anillo con su simbolismo de alianza y de sujecin a la vez.

Oficio divino. Por influencia monstica se enriquece y se complica. Abarca todas las horas. Gana en longitud, pero pierde en popularidad. Comienza a considerarse como exclusivo de los monjes y de los clrigos, hasta convertirse en una obligacin individual para ellos. San Francisco de Ass introduce la norma de rezar el oficio divino fuera del coro de forma totalmente individual; para ello se publican los "breviarios" . (Breviario es el antiguo nombre que se da al Libro litrgico llamado "Liturgia de las Horas"). Aquellas asambleas que se reunan en los primeros siglos en las iglesias por la maana y por la tarde para santificar el tiempo, se convierte en una obligacin personal.

Clericalizacin. La liturgia se convierte en solemne y rica, pero es una especie de parafernalia sin base popular. Se clericaliza y el pueblo se convierte en sujeto pasivo. Decae la participacin del pueblo, que es suplida por la simple adoracin de la hostia en l momento de la elevacin. Llegan pocas que los cristianos slo se conforman con ver el momento de la elevacin. Y van de una iglesia a otra para ver ese momento. Hoy da no hay elevacin despus de las palabras consacratorias. El misal dice que, despus de tomar el pan y, sostenindolo un poco elevado sobre el altar, prosigue. Y despus de la consagracin lo muestra al pueblo (misal n 124). Los liturgistas se sorprenden de la audacia que supuso el introducir el rito espectacular de la elevacin de la hostia. La elevacin del cliz se introdujo bastante ms tarde. Una cosa, que parece que no tiene importancia, supuso un cambio de la mentalidad: el centro de atencin no se pona en la accin de gracias dada al Padre por medio de Cristo en la unidad del Espritu, sino en la adoracin a Cristo bajo las especies eucarsticas. Adems era para satisfacer un deseo ms bien supersticioso del pueblo. Lo que antes era asamblea, caridad, ofrecimiento y comunin se reduce ahora a la adoracin de las especies eucarsticas. As, el Corpus Christi se convierte en la fiesta ms importante del ao litrgico y se desarrolla una "piedad eucarstica" en un sentido muy alejado del primitivo. Ante esta situacin el pueblo se alimenta de devociones privadas - rosario y va Crucis- y esto mantiene la piedad de los cristianos.

El aprecio por la contemplacin de la hostia lleg al extremo de equipararla casi con el acto de la comunin. Hasta se llegaron a ocupar en serio, con la cuestin de si no sera pecado el que un pecador mirase la sagrada forma. Desde luego se prohibi a los excomulgados que mirasen la hostia. Prohibicin que indujo a los excomulgados a que hiciesen agujeros en los muros de la iglesia. Para muchos lo esencial en la asistencia de la misa era slo ver la hostia. En las ciudades se dio el caso de que la gente corra de iglesia en iglesia para ver el mayor nmero de veces posible el alzar la hostia, prometindose abundantes frutos: no perder la vista, no sufrir hambre, no morir de repente, se perdonaban las murmuraciones., etc..

3.- Lneas de fuerzaEs fcil sacar una conclusin de este perodo medieval. Entran una serie de defectos litrgicos graves: formalismo, confusin doctrinal, rubricismo y clericalismo y se convierten en ms perniciosas hasta el punto de que, al final del perodo, se llega a una situacin lamentable, marcada por supersticiones y abusos. Esta situacin es la que denunciarn los reformadores protestantes y la que intentar superar el Concilio de Trento. La liturgia es considerada como una actividad de los clrigos en beneficio de los fieles, pasivos y silenciosos. Las rdenes mendicantes destacaron el intimismo, la afectividad psicolgica y el creciente individualismo.

6. La obra de Trento (s. XVI)

1.- CulturaLa reforma protestante surge por estos dos motivos:

Por no haberse hecho la reforma interna de la Iglesia,Porque surgi la edad moderna.No slo fue un movimiento de renovacin espiritual, sino un fenmeno poltico y econmico. En su entramado global, fue un acontecimiento producido y preparado por la disolucin de los presupuestos fundamentales que fueron la base de la Edad Media.

El Concilio de Trento estaba dictado de antemano por la situacin misma de la Iglesia: problemas internos y por la innovacin protestante. Pero adems el concilio estaba fuertemente condicionado por las estrategias polticas de las diversas naciones de Espaa, Francia, de los protestantes y de la "poltica pontificia": miedo por parte de la curia de que fueran recortados sus derechos. Todo esto condicion la obra de Trento. No fue un Concilio total o general, sino condicionado por lo que los protestantes negaban. El tema de los sacramentos y de la liturgia tuvo un lugar relevante en sus trabajos. Pero, fijndose sobre todo en aquello que negaban los reformadores protestantes.

Fijndonos en el aspecto litrgico, los reformadores acusan con razn la decadencia de la liturgia y su falta de espritu evanglico. Exigen el uso de la lengua del pueblo, la participacin del pueblo, la recitacin de la plegaria eucarstica en voz alta, la simplificacin de muchos ritos, es decir, una serie de cosas que la Iglesia catlica acabar concediendo en la reforma del Concilio Vaticano II, con cuatro siglos de retraso.

Junto a estas peticiones, haba problemas de contenido dogmtico sobre la doctrina de los sacramentos: negaban el carcter sacrificial de la misa. El Concilio estudi y aclar teolgicamente este punto, afirmando el carcter sacrificial de la misa y la presencia real de Cristo en la Eucarista. La lstima fue que, en el tratamiento teolgico de la Eucarista la doctrina se presentara en tres captulos diferentes: la presencia real, la comunin y el sacrificio. Esta separacin tuvo un efecto distorsionador en la teologa sacramental posterior al Concilio de Trento y dificult la bsqueda de una sntesis armnica de la doctrina eucarstica, lo cual repercuti tambin en la prctica, motivando que, durante mucho tiempo, el pueblo viera como realidades separadas el altar, el comulgatorio y el sagrario.

2.- Abusos en la celebracin litrgicaEl estado de postracin de la liturgia romana era reconocido por todo aquel que mirase los hechos con objetividad. Aunque nos fijamos en aspectos externos, stos nos manifiestan el mundo interior. La idea que tenan los clrigos y fieles de la liturgia, revela hasta qu contrasentidos puede llegar la prctica de la liturgia cuando se pierde de vista su verdadera naturaleza. Enumeramos algunos abusos denunciados por el Concilio de Trento:

En cuanto al sentido comunitario. Dice el Concilio de Trento: "Es un abuso que, los domingos y fiestas no se digan las misas propias ordenadas por la Iglesia, y en su lugar se digan misas votivas o de difuntos. Tambin es un abuso que se celebren simultneamente dos o tres misas, tan cerca unas de otras que mutuamente se estorben. Otro abuso es que, mientras se canta la misa solemne se celebren al mismo tiempo otras misas privadas. Hay que considerar si no sera mejor celebrar menos misas, ya que la excesiva abundancia hace que los sacerdotes y los sacramentos se envilezcan "

Queriendo actualizar esto a nuestras parroquias citamos a los obispos del Pas Vasco , que inciden en parecidos abusos: "Es conveniente reunirse habitualmente con la propia comunidad de pertenencia, que de ordinario ser la comunidad parroquial " "Se evitar, deforma habitual en domingo, la convocatoria a celebraciones eucarsticas en pequeos grupos o restringidas a unos determinados participantes". "En las circunstancias actuales de sensible escasez de sacerdotes, puede ser exigencia pastoral de graves e importantes consecuencias, revisar el nmero de las celebraciones eucarsticas de cada parroquia o lugar. Al hacerlo, se tratar de conjugar las verdaderas necesidades de las comunidades cristianas, con las posibilidades reales de los sacerdotes y la misma calidad de las celebraciones"

Sobre las frmulas sacramentales. "Es una abuso que algunos, cuando dicen la misa, no mantienen la gravedad, sino que pronuncian las palabras sagradas de una manera totalmente exagerada y, como si hicieran teatro, algunas veces levantan la voz estertreamente y otras veces musitan en voz baja, y as recitan a trompicones unas palabras que tendran que decirse con el mismo tono serio y mesurado. Hay otros que, cuando llegan a las palabras de la consagracin acercan la boca a la hostia y al cliz y, como si echaran el aliento sobre ellos, dicen poco a poco cada una de las palabras de la consagracin y hacen con la cabeza la seal de la cruz, como si esos gestos dieran ms fuerza consacratoria a las palabras del Seor"

Hoy da destacamos ms la efusin y la fuerza del Espritu Santo para que el pan y el vino "sean el Cuerpo y Sangre de Cristo ".

Sobre supersticiones. "No est bien que sobre la hostia consagrada se hagan ms cruces y signos de los que estn establecidos, como si faltara algo a la consagracin. Adems, algunos, las cruces que deben hacerse sobre la hostia y el cliz, las ejecutan de tal manera que ms que hacer la seal de la cruz, parece que gesticulan, provocando as la risa de los asistentes. Otros, despus de la consagracin, cogen con ambas manos la hostia y, manteniendo la cabeza inclinada, la alzan llevndola hasta la nuca, tocando muchas veces los cabellos "

No es que hayan llegado hasta nosotros todos estos abusos, pero s hemos recibido una situacin fruto de esta poca. Por ello, entre los principios para la reforma de la Liturgia el Concilio Vaticano II nos seal sta: "los ritos deben resplandecer con una noble sencillez; deben ser breves, claros, evitando las repeticiones intiles; adaptados a la capacidad de los fieles y, en general, no deben tener necesidad de muchas explicaciones" (SC 34).

Por lo que hemos ledo nos damos cuenta de la situacin de esta poca. Por ello, una frase repetida constantemente en los siglos XIV y XV era ste: sin concilio, no hay reforma. Es decir, la reforma de la Iglesia no se puede esperar del Papa solo, ni se debe dejar en sus manos. La reforma slo puede hacerla el concilio general, y partiendo del supuesto de que el concilio es el "rgano supremo" de la Iglesia, que puede obligar al Papa.

3.- La obra litrgica de TrentoEl Concilio de Trento, intent poner remedio, pero se fij ms en el terreno dogmtico que en lo prctico. No se reformaron muchas desviaciones, que tan slo necesitaban una reforma disciplinar y, litrgica naturalmente, no produjeron todos los buenos efectos deseados. El cambio del mundo exterior, muchas veces, es una catequesis para cambiar el mundo interior.

Por otro lado, el Concilio no quiso ceder a una serie de reivindicaciones de los reformadores protestantes, y as mantuvo el latn, continu prescribiendo la recitacin de la plegaria eucarstica en secreto y no favoreci la participacin del pueblo. Se qued en buenos deseos, que no llegaron a ponerse en prctica. He aqu uno: "Aunque la misa contiene una buena instruccin para el pueblo fiel, no ha parecido oportuno a los Padres que se celebre ordinariamente en la lengua del pueblo. Pero, para que las ovejas de Cristo no pasen hambre, el Concilio manda que los pastores, durante la celebracin de las misas, expliquen alguna de las cosas que se leen en la misa especialmente los domingos y das festivos"El Concilio, pues, se centr sobre todo en aclaraciones de tipo dogmtico: el carcter de sacrificio de la misa y la presencia real de Cristo en la Eucarista. Resumiendo, podemos decir que la obra del Concilio fue positiva para las aclaraciones de tipo dogmtico; negativa por no aceptar muchas reivindicaciones de los protestantes y, ambivalente por reservar al Papa toda decisin en materia litrgica: esto era una solucin de emergencia en aquel caos, pero mantendr durante cuatro siglos petrificada la liturgia romana.

Dej en manos del Papa la publicacin de los nuevos libros litrgicos. Y Po V edit el Breviarium romanum, (la Liturgia de las Horas) (1568), y el Missale romanum (1570). Paulo V el Rituale romanum (1614). En estos libros se ve la buena intencin de volver a las fuentes genuinas de la liturgia, pero, debido a la falta de medios tcnicos adecuados, lo nico que la reforma tridentina hizo fue purificar el rito romano de acuerdo con la forma que tena en tiempos de Gregorio VII (1073-1085), que como hemos dicho anteriormente no era el rito romano puro, sino el rito romano con las incorporaciones de la liturgia franco-germnica.

La gran novedad del Concilio de Trento es la uniformidad que se impone a toda la Iglesia latina. Uniformidad acompaada de una rgida fijacin de frmulas y ritos y, en adelante, no se podr introducir en ella ninguna modificacin. Y para vigilar esta liturgia fija e inalterable, el Papa Sixto V crea, el ao 1588, la Sagrada Congregacin de Ritos. El mismo nombre nos seala que no es para continuar con la reforma sino para guardar el cumplimiento de todas las normas establecidas. Estamos ante la "era de las rbricas".

7. La era de las rbricas (s. XVII - XIX)

1.- Cultura de la pocaEl siglo XVII es el siglo del barroco. Lo grandioso, el sentimiento exaltado, el entusiasmo por la victoria y por el triunfo, expresado con todo el vigor caracteriza al barroco. Este sentimiento de euforia se encarna en la conciencia cristiana por haber salvado la fe y la Iglesia y por encontrarse en la verdad (fruto del Concilio).

Hacia finales del siglo surge la Ilustracin, que va a campear durante el siglo XVIII. Toman fuerza el derecho, la conciencia individual y la razn del hombre y del ciudadano. El hombre es la medida de todas las cosas; y es por s mismo su razn de ser y su fin. Rompe con todo el edificio antiguo, fundado en la religin revelada, la jerarqua y la autoridad.

En el siglo XIX, la Iglesia se encuentra ante una cultura arreligiosa y antieclesistica, una cultura no cristiana. Es el siglo heredero de la Ilustracin y de la Revolucin francesa. Se pierden