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OrganizaciónAcademia Peruana de Salud

Universidad Científica del Sur

XLII Foro «Salud y Desarrollo»

EXPERIENCIAS DEEXPERIENCIAS DEEXPERIENCIAS DEEXPERIENCIAS DEEXPERIENCIAS DESUFRIMIENTSUFRIMIENTSUFRIMIENTSUFRIMIENTSUFRIMIENTO EN POLO EN POLO EN POLO EN POLO EN POLONIAONIAONIAONIAONIA

30 de Septiembre de 2008

Auditorio de la Biblioteca de la Universidad Científica del Sur

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Inauguración PanelDr. Pedro Mendoza Arana

Psic. María Edith Baca CabrejosConferencia Magistral Dr. Ricardo Bustamante QuirozDr. Zdzislaw Jan Ryn Dr. Walter Griebenow Estrada

Dr. Moisés Lemlij MalamudModerador Dr. Francisco Vásquez PalominoDr. Francisco Sánchez Moreno Ramos

Diálogo

Es un honor para la Universidad Científica delSur y la Facultad de Medicina organizar con laAcademia Peruana de Salud el XLII Foro «Salud yDesarrollo». Traigo el saludo del señor Rector Dr.Agustín Iza Stoll, quien en estos momentos participaen un evento con el Ministerio del Ambiente y meha pedido los salude de manera especial yexpresarles la satisfacción por esta importanteactividad, en la cual tenemos nuevamente connosotros al profesor Zdzislaw Jan Ryn. Estamosexpectantes por compartir con ustedes esta nocheacadémica en la que se tratará sobre tanaleccionadoras pero dolorosas experiencias, quetodos debemos conocer. Declaro inaugurado el XLIIForo «Salud y Desarrollo».

InauguraciónDr. PEDRO MENDOZA ARANA

Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Científica del Sur

Dr. ZDZISLAW JAN RYNAcadémico Honorario

CONFERENCIA MAGISTRALExperiencias de sufrimiento en Polonia

Motto:Aunque existe un sufrimiento que conduce hacia la muerte,en la intención Divina existe también un sufrimientoque conduce hacia la conversión y la transformación del corazóndel hombre: Este sufrimiento [...} llega a ser causa y fuente de alegría,porque engendra la vida y la paz.

Juan Pablo II

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Mi patria, Polonia, es la tierra de tumbas y de cruces(Krasinski 1912). Situada entre dos potencias, Rusiay Alemania, durante siglos estuvo expuesta aagresiones externas. La caída de Polonia en el sigloXVIII, su reparto entre los tres países vecinos y másde ciento veinte años de dependencia ypersecuciones, tragedias de la primera y la segundaguerra mundial, incluida la ocupación alemana, yfinalmente medio siglo de totalitarismo comunista,todo esto hizo de mi país una tierra marcada por lasangre de los mártires.

Tal vez por eso nosotros, los polacos, somosconsiderados como una nación que renació de lascenizas y que aprendió a reconstruir su país, peroque no sabe bien vivir en un ambiente de paz yestabilidad. Somos una nación de emigrantes: másde la tercera parte de los polacos vive en el extranjeroy no por su propia voluntad sino a causa depersecuciones políticas.

En el período de grandes emigraciones seconsolidó una costumbre -heredada de generaciónen generación, que cada uno de los expatriadosllevara consigo un saquito con un puñado de tierranatal como si fuera el tesoro más precioso. Lo mismohizo nuestro gran sabio polaco don IgnacioDomeyko, rector de la Universidad de Chile, elapóstol de la ciencia chilena. Conforme a su voluntadeste saquito de tierra polaca fue enterrado con él ensu sepulcro del Cementerio General de Santiago.

Es una enorme paradoja que en tierra polaca seencuentre Auschwitz, campo de exterminaciónnazi, el monumento a cuatro millones de víctimas,-polacos, judíos, gitanos y de tantas otras naciones

de Europa. A su vez, para los polacos, los sagradoslugares de su sufrimiento y martirio están también amiles de kilómetros de Polonia, en los lejanos«gulag» soviéticos de Siberia. Durante dos siglos semandaron allá a miles de polacos, defensores ymilitantes de la libertad, la flor intelectual de lanación polaca. Se quedaron para siempre en lasestepas y las minas siberianas, enterrados en lastumbas anónimas, pero no fueron olvidados.

La historia de la antigua capital de Polonia, laCracovia real y su corazón, la colina donde seencuentra la catedral y el castillo real de Wawel, seinicia en el siglo noveno, cuando era la sede dellegendario fundador de la ciudad, el príncipe Kraky su hija, Wanda. Alrededor del año mil se construyóaquí la primera catedral y residencia de los obisposde Cracovia. Durante seis siglos el Wawel fue la sedede los príncipes y reyes polacos. A la sombra de lacolina de Wawel, o mejor dicho a la luz y brillo de suhistoria, transcurrió la vida de Karol Wojtyla,estudiante de la Universidad Jaguellónica, primerode filología polaca, luego de teología y, después dela guerra, como sacerdote, obispo, cardenal yprofesor universitario.

Su biografía se desarrolló en el Apocalipsis delsiglo veinte: la guerra mundial con los campos deconcentración nazis y los «gulag» soviéticos. KarolWojtyla sufrió personalmente estas tragedias, fuesu testigo ocular. Nació cerca del lugar, donde mástarde se ubicó el campo de concentraciónAuschwitz-Birkenau. Durante los años de laocupación alemana le obligaron a trabajar en lacantera, fue testigo de la tragedia de miles de familiaspolacas y judías. Él mismo se salvó sólo por milagrode la muerte, de la prisión y de ser enviado a uncampo de concentración. Fue entonces, cuando enel campo de Auschwitz moría el futuro santo,Maximilian Kolbe. Precisamente este episodio loevocó Karol Wojtyla durante los retiros en elVaticano:

Los campos de concentración eran y seguiránsiendo para siempre un símbolo real de un infiernoen la tierra; en ellos se expresó el máximo del mal,que los hombres hicieron a los hombres. En uno deestos campos, en Auschwitz, moría el padreMaximilian Kolbe, el 14 de agosto de 1941. Todo elcampo sabía que él moría voluntariamente,

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sacrificando su vida por la de su hermano. Y conesta particular revelación del amor por todo el campopasó un soplo del bien intrépido e indestructible,una experiencia de salvación; se moría el hombre,se salvaba la humanidad (Wojtyla, 1980).

Carrera universitaria de Karol Wojtyla

Wojtyla se matriculó en 1938 en la UniversidadJagellónica de Cracovia en la filología polaca y enuna escuela de teatro. Cuando las fuerzas deocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, eljoven Karol tuvo que trabajar en una cantera y unafábrica química para ganarse la vida y evitar ladeportación a Alemania. A partir de 1942 siguió lasclases de formación del seminario clandestino deCracovia. Al mismo tiempo, fue uno de lospromotores del «Teatro Rapsódico», tambiénclandestino. Tras la segunda guerra mundial,continuó sus estudios en el seminario mayor deCracovia y en la Facultad de Teología de laUniversidad Jagellónica, hasta su ordenaciónsacerdotal en Cracovia en 1946. Seguidamente fueenviado a Roma, donde se doctoró en 1948 enteología, con una tesis sobre el tema de la fe en lasobras de San Juan de la Cruz. En 1948 volvió aPolonia y fue capellán de los universitarios hasta1951, cuando reanudó sus estudios filosóficos yteológicos.

En 1953 presentó en la Universidad Católica deLublin una tesis titulada «Valoración de laposibilidad de fundar una ética católica sobre la basedel sistema ético de Max Scheler». Después pasó aser profesor de Teología Moral y Ética Social en elseminario mayor de Cracovia y en la facultad deTeología de Lublin. En 1958 fue nombrado ObispoAuxiliar de Cracovia, en 1964 Arzobispo de Cracoviay cardenal en 1967.

En junio de 1997, conmemorando seis siglos dela Universidad Jaguellónica de Cracovia, Juan PabloII pronunció un discurso trascendental sobre cienciay ética. Formuló también respuesta a la preguntafundamental: ¿Qué es la Universidad y cuál es sumisión en la cultura y en la sociedad? «Alma MaterJagiellonica... Este apelativo tiene un sentidoprofundo. Mater, madre, es decir, la que engendra,educa y arma. Es como una madre por su solicitudmaterna, una solicitud de índole espiritual:engendrar más para el saber, para la sabiduría, para

la formación de las mentes y los corazones». Ycontinuó su discurso con una reflexión personal:«después de años, veo cada vez mejor cuánto debo ala Universidad, el amor a la verdad, la indicaciónde las sendas para buscarla.»

La vocación de toda universidad es el servicio ala verdad, descubrirla y trasmitirla a otros. El hombretiene conciencia viva del hecho de que la verdadestá fuera y por encima de sí mismo. El hombre nocrea la verdad, sino que esta se revela ante él cuandola busca con perseverancia.

Pasó luego a los aspectos éticos de la cienciadiciendo: «En el trabajo diario de un estudioso hacefalta también una particular sensibilidad ética. Lasactividades de la mente deben ser necesariamenteinsertadas en el clima espiritual de las indispen-sables virtudes morales, como la sinceridad, lavalentía, la humildad, la honradez, así como unaauténtica solicitud por el hombre. Gracias a lasensibilidad moral se conserva un vínculo muyesencial para la ciencia entre la verdad y el bien. Elprincipio de la libertad de la investigación científicano puede separarse de la responsabilidad ética detodo estudioso. El relativismo ético y las actitudespuramente utilitaristas constituyen un peligro nosólo para la ciencia, sino también directamente parael hombre y para la sociedad.»

Vale la pena recordar que el comunismo cobróciento diez millones de víctimas, y el nazismoalemán unos cuarenta millones. Polonia perdió uncuarto de su población, la mayoría en los crematoriosy cámaras de gas de los campos de concentración.Recién iniciada la guerra, los nazis internaron en elcampo de concentración Sachsenhausen a cientoochenta y tres profesores de la UniversidadJaguellónica, la misma en la cual en esa época eraestudiante clandestino en la Facultad de Teología elentonces joven Wojtyla. Los que sobrevivieron laexperiencia del campo de concentración, hasta hoydía llevan el trauma y lo transmiten a la generaciónsiguiente. De estas raíces crece la catequesis delsufrimiento de Juan Pablo Il.

Dolor y sufrimiento

El término sufrimiento tiene un significado másamplio que el de dolor, enfermedad o mutilación. Allado del sufrimiento físico, que se suele identificar

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con el dolor o la enfermedad, existe también elsufrimiento psíquico (sentido en la esfera emocional)y el sufrimiento espiritual, definido a veces comodolor moral o dolor de la existencia (dolor existentiae).Es una consecuencia de la dual dimensión de laexistencia humana: la física y la psíquica. Estamossufriendo cuando experimentamos algún mal: físico,psíquico o moral, lo que se hace visible sobre todoen el aspecto psicológico del sufrimiento.

La noción «dolor» se suele referir al dolor delcuerpo, mientras que la noción «sufrimiento moral»,al «dolor del alma». La medicina se ocupaprincipalmente del dolor del cuerpo y en este campoha avanzado muchísimo, sobre todo en loterapéutico. El dolor de la existencia, como uncomponente integral del sufrimiento psíquico, esmás bien, del dominio de los psiquiatras. En cambio,«el dolor moral» parece ser más cercano a lacompetencia del sacerdote, aunque puede tenertambién un componente somático muy evidente. Enla vida del hombre el sufrimiento se realiza endiferentes formas y con variada intensidad. A vecesse dice que el sufrimiento tiene mil rostros. Por estoparece ser una parte inseparable del destino humanocoexiste con el ser humano. La psicología admite lageneralidad o inclusive inevitabilidad delsufrimiento en la vida humana. Víctor Frank (1976)trataba el sufrimiento como un componenteconstante de la triada muerte - sufrimiento - culpa. Nopor casualidad a su libro le dio el título Homo patiens.En un contexto semejante escribe Juan Pablo II (1984)en su «Carta Apostólica sobre el sentido cristianodel sufrimiento humano (Salvifici doloris)»:

El sufrimiento parece pertenecer a la trascendenciadel hombre; es uno de esos puntos en los que el hombreestá en cierto sentido «destinado» a superarse a sí mismo,y de manera misteriosa es llamado a hacerlo. La palabrasufrimiento se usa más a menudo en la lengua comúnque en la terminología médica, ya que se puedesufrir no solo a causa de dolor o enfermedad, sinotambién por los motivos más generales: hambre,sed, frío, cataclismo, falta de libertad. La fuente delsufrimiento puede encontrarse también en factoressubjetivos como temor, amenaza a la vida,imposibilidad de realizar su actitud creativa, amorinfeliz, traición, etc.

Dolor de la existencia

Aunque esto puede parecer paradójico, elsufrimiento en el estado de salud puede ser másdoloroso y más prolongado en el tiempo que elsufrimiento en la enfermedad.

Resulta más difícil definir el dolor moral, es decirel dolor de la existencia. Los que manifiestan mayortalento y más posibilidades en la verbalización deeste dolor son los artistas, especialmente los poetas.Sobre esta categoría de dolor escribe Víctor Frank(1976): «el sufrimiento espiritual en sí no es nadapatológico, sino es algo humano, en cierto sentidoincluso algo que es el más humano de todo lo queexiste». Esta diferenciación confirma que la nocióndel sufrimiento tiene un alcance muy amplio, ya quese puede sufrir tanto en la enfermedad, como en lasalud. Aunque esto puede parecer paradójico, elsufrimiento en el estado de salud puede ser másdoloroso y más prolongado en el tiempo que elsufrimiento en la enfermedad. La enfermedad porsu naturaleza tiene su comienzo, transcurso y fin.La enfermedad puede terminar, pero el sufrimientopuede seguir existiendo. A veces sucede que elhombre sano preferiría caer en la enfermedad oaceptar algún daño corporal para poder liberarsedel sufrimiento espiritual (me dejaría cortar un dedopara que mi alma no sufra tanto). Las personas atacadaspor una depresión psíquica más de una vez expresandeseos similares. En los casos extremos se puedeperder el sentido de la vida lo que fácilmente provocaideas suicidas. La autodestrucción puede parecerentonces la única manera de liberarse del dolor de laexistencia

La noción de dolor moral es cercana a la nociónde temor moral (según Kepinski, 1975). El temor moralpuede ser interpretado como un castigo por violacióndel orden moral. En algunas comunidadesprimitivas la violación de las vigentes normasmorales puede incluso causar una muerte física(voodoo death).

La realidad del sufrimiento no se refiere sólo alindividuo. El sufrimiento puede tener también unadimensión social, o hasta puede aplicarse a toda la

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humanidad. Decimos que sufren las nacionesenteras, por ejemplo durante las guerras, insurrec-ciones, revoluciones u ocupación. En los campos deconcentración nazis o soviéticos sufrían y moríanmillones de presos. Los creyentes de una u otrareligión sufrían por su fe. Varios grupos étnicos sufrena causa del hambre, la humillación, violación de losderechos humanos persecuciones etc. El fenómenodel sufrimiento que relacionamos más bien con laexperiencia individual, puede entonces convertirseen el sufrimiento de la humanidad o del mundo.

¿Por qué sufro?

Cada sufrimiento inspira la pregunta por supropósito. ¿Por qué sufro? Y también, ¿Por qué yo?En la perspectiva social preguntamos ¿Por qué sufrela humanidad? Ese sufrimiento individual ocolectivo, ¿tiene algún sentido? En el círculo de lacultura cristiana está arraigada la convicción que elsufrimiento es una forma de castigo por turbar elorden moral: por un delito, por un pecado. Elsufrimiento nace del sentido de la culpa y serelaciona con la noción y los criterios de la justicia.El mecanismo psicológico culpa-castigo eslógicamente coherente y por lo tanto fácil decomprender y aceptar.

Ya el ejemplo de Job del Antiguo Testamentonos enseña que se puede sufrir también sin ningunaculpa, siendo inocente. ¡El siglo veinte era unejemplo extraordinario de refinamiento y masividaden hacer sufrir a los que no tenían culpa alguna!Cuando el sufrimiento no es generado por la culpa,se hace más obvia la pregunta por su sentido (porqué sufro). Pues este sufrimiento no surge del ordende la justicia. El mecanismo causa-efecto (culpa-castigo) está alterado en este caso. El sufrimientoaparece como una realidad privada de una causaclara. Este tipo de sufrimiento viene acompañadode una sensación de injusticia. El sentido de lajusticia adquirió una forma paradójica en lasexperiencias de los ex prisioneros de los campos deconcentración. Algunos de ellos se sienten culpablesporque sobrevivieron, mientras que otros, a vecesmejores, más virtuosos, perdieron la vida. En suopinión viven una vida regalada y lo sientenparadójicamente como un acto de injusticia. Son elloslos que debieron sobrevivir, porque se lo merecían másque yo.

En el razonamiento psicológico no es fácilencontrar una explicación simple para el sentidodel sufrimiento, mucho menos del sufrimiento sinculpa. Paradójicamente el médico se siente, en estecampo, muy poco competente, aunque pareciera quelos estudios de medicina deberían prepararle no sóloa comprender el sentido del sufrimiento en laenfermedad, sino sobre todo a la práctica del diálogocon el enfermo.

El sentido cristiano del sufrimiento

Lo que puede ayudar aquí es una reflexiónteológica. Juan Pablo II, en la mencionada CartaApostólica, pone de relieve un aspectoimportantísimo del sufrimiento: el hecho de que elsufrimiento puede servir para la superación del maly la reconstrucción del bien, tanto en el sujetosufriente, como en sus relaciones con otros, ante todocon Dios. El amor es la fuente más rica sobre el sentidodel sufrimiento, que es siempre un misterio. El amor estambién la fuente más plena de la respuesta a la preguntasobre el sentido del sufrimiento.

En el sufrimiento del hombre se refleja sugrandeza. El sufrimiento expresa cierta paradoja dedebilidad y fuerza.

En la llamada catequesis del sufrimiento,sistemáticamente desarrollada por Juan Pablo II,durante sus encuentros con las personas enfermaso minusválidas, el Papa comunicó unos principiosfundamentales. En el sufrimiento del hombre se reflejasu grandeza. El sufrimiento expresa cierta paradojade debilidad y fuerza. A la debilidad humana en laenfermedad, el Papa le contrapone el poder delsufrimiento humano unido con la oración, ya que elsufrimiento es una prueba a la que es sometido elhombre, una prueba de paciencia, de perseverancia,de esperanza. Según la óptica del Evangelio el quesufre en la unidad con Cristo, es capaz de descubrir elcarácter creativo del sufrimiento. Este descubrimientoes una confirmación particular de la grandeza espiritualque en el hombre supera el cuerpo de modo un tantoincomprensible. Cuando este cuerpo está gravementeenfermo, totalmente inhábil y el hombre se siente comoincapaz de vivir y de obrar, tanto más se ponen enevidencia la madurez interior y la grandeza espiritual,

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constituyendo una lección conmovedora para los hombressanos y normales (Salvifici doloris).

Potente en su debilidad

El sufrimiento así como la tristeza y soledad quelo acompañan, incitan a reflexionar sobre unadimensión más profunda de humanidad. Se realizaentonces una sorprendente transformación interiora causa de la cual las personas que sufren muchísimose sienten muy felices. Es una de las grandesparadojas del sufrimiento, difícil de entender parael mismo enfermo y asombroso para el médico. Elsufrimiento y la enfermedad no siempre serelacionan con el sentido de desgracia, a vecespueden ser un camino para conocerse a sí mismo,pueden tener un valor creativo y constructivo, sobretodo en lo que se refiere al desarrollo de personalidad,a la maduración espiritual. Hasta algunasenfermedades psíquicas, incluida la esquizofrenia,pueden transcurrir de una manera creativa yventajosa para el enfermo, lo puso de relieve unpsiquiatra cracoviense Eugeniusz Brzezicki (1961)el autor del concepto de esquizofrenia paradójicasocialmente ventajosa (schizophrenia paradoxalissocialiter fausta).

El dolor y el sufrimiento no son nada estéril, nopasan sin huella; su dimensión traspasa laexperiencia personal del hombre y su sentido a vecespuede hacerse comprensible sólo en una dimensióntrascendente. Juan Pablo II, de acuerdo con la cienciapsicológica actual, indica a los enfermos tresfundamentales etapas de la experiencia delsufrimiento: conciencia del sufrimiento, aceptacióncreativa y sacrificio. La consideración de todas estasdimensiones facilita la creación del plan individualpara transformar el sufrimiento en los valorescreativos, convertir el mal del sufrimiento humanoen la virtud del amor y por último liberarse de lascadenas del sufrimiento hacia la sorprendente libertadinterior. En este espíritu vivía e interpretaba el Papasu propio sufrimiento después del atentado contrasu vida. Recibí una gracia inmensa: con mi sufrimientoy amenaza de mi vida pude dar el testimonio. Esteacontecimiento, a partir de una dimensión humana,tuvo para él sobre todo una dimensión de laExperiencia Divina. De esta experiencia nació el gestode perdón: El perdón es una gracia en la que hay quepensar con una profunda humildad y gratitud. El gesto

de perdón del Papa resultó estremecedor para elmundo y hasta provocó protestas. ¡Él perdonó,mientras que otros juzgaban al delincuente y exigíanel castigo!

El mismo espíritu caracteriza todo el Pontificadode Juan Pablo II, visto como un camino a través delsufrimiento, como una cruz, no sólo en el significadosimbólico sino también entendido al pie de la letra.Podemos hablar sobre el Pontificado del sufrimiento.Tras una explosión enorme de nuestra alegría,esperanza, luz en la sombra de la noche comunista,cuando fue llamado a la Santa Sede, llorábamos defelicidad, pero también de tristeza, ya que tuvimosque compartirlo con todo el mundo. Para nosotros,profesores y estudiantes, la elección de Karol Wojtylacomo Sumo Pontífice fue una gran sorpresa, pues lotratamos más como científico, como eminentefilósofo y autor de magníficos libros, y no tanto comosacerdote. Karol Wojtyla se presentó entonces comoel Papa ante el auditorio mundial y siendo él mismolleno de esta debilidad, apeló: ¡No temáis. De estemodo sólo pudo hablar el hombre que experimentóel miedo, terror y tremendos sufrimientosrelacionados con la guerra, los campos deconcentración y una esclavitud espiritual. El Papapotente en su debilidad...

Al Evangelio del sufrimiento pertenece, en laopinión de Juan Pablo II, la parábola del buenSamaritano. La actitud del Samaritano indica cuáldebería ser la relación de cada uno de nosotros conel que sufre. El gesto del buen Samaritano indicaque el sufrimiento es necesario para liberar en elhombre una actitud del desinteresado don en favordel prójimo. Es un gesto que tiene el valortrascendente, constituye un modelo de proceder nosólo para el médico o la enfermera, sino para cadauno; echó sus raíces en la cultura moral y en lacivilización. Vale la pena recordarlo, sobre todo enel clima actual de creciente indiferencia ante elsufrimiento del otro hombre.

En la búsqueda de la respuesta a la preguntasobre el sentido del sufrimiento, es preciso,siguiendo a Makselon (1998), transformar lapregunta ¿por qué sufro? en la pregunta ¿para quiénsufro? En la práctica terapéutica dichatransformación puede tener una gran importancia,ya que en la conversación con el enfermo, sobre todo

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en el estado terminal, podemos pasar desde laperspectiva causal hacia la perspectiva deintencionalidad. Este concepto tiene un valoruniversal, porque facilita la búsqueda del sentidoen cada sufrimiento, independientemente de laformación espiritual del enfermo.

El Evangelio de Morir

Por primera vez en la historia de la humanidad,la muerte de un hombre unió tantos millones depersonas, quienes se unieron en la comunión de lavivencia de este extraordinario morir del HOMBREEXTRAORDINARIO. Cuando la enfermedadavanzó hasta el punto en que no pudo decir ni unapalabra, con su actitud y testimonio escribió paratodos nosotros el Evangelio de Morir.

Después de una vida digna, el Papa mostró quetambién se puede sufrir y morir con dignidad. Conuna apertura completa y gran coraje nos inició en elmisterio de la muerte. Creo que por eso quiso restituirel inminente derecho del ser humano a ser viejo einhábil, restituir el derecho del hombre a la muerte,que en nuestra cultura está siendo rebatido desde laconciencia humana. Vivimos en la época de laapoteosis y del consumo. Tememos a la muerte ysobre ella no queremos pensar ni hablar. El Papa,apareciendo en público, ya muy enfermo y cerca dela muerte, quiso decirnos, que ella es una partenatural de la vida; tan importante como es elnacimiento, tan importante es la partida. Esta muerteera en cierto sentido una muerte feliz. El Papa partíadel grupo de los amigos más cercanos, envuelto enfervientes oraciones y plegarias de millones depersonas. Al decir las palabras: Estén alegres... creyóprofundamente que termina solamente la etapaterrestre de su vida.

El Dr. Renato Buzzonetti, médico personal delPapa, así relató el sufrimiento de Juan Pablo II: Eraun sufrimiento largo y desgarrador, que en varios aspectosera parecido al sufrimiento de Cristo. El Papa enfrentóeste sufrimiento, lo vivenció con dignidad, disposición,en silencio, sin esconder nada. Dio un excelente ejemplode que, como Karol Wojtyla, Hombre Papa, en el momentode la muerte, se entregaba completamente al Señor,apoyado por una fe inquebrantable, cual no puedeamenazar el sufrimiento más desgarrador. Por momentos,cuando se sumía en su lecho de dolor, me recordaba laimagen del Cristo en la Cruz. En sus últimos días nopodía hablar, era condenado al silencio. Pero hablaba conla mirada, con la suavidad de sus ojos, con la resignacióndel gran místico. Y fue entendido.

En el sufrimiento paralizante, la prolongadaagonía de Juan Pablo II, se vio su heroísmo extremo.Muchos de nosotros cambiamos nuestra actitud conrespecto a la muerte. La imagen de la agoníareestableció en cierta manera las proporcionescorrectas en la jerarquía de los valores humanos. Laetapa final de su pontificado fue llamado poralgunos un viaje apostólico al mundo del sufrimiento.Con toda su vida Juan Pablo II nos mostró como sepuede superar la debilidad de uno mismo, laimpotencia, la soledad y el miedo de morir, con lafuerza espiritual, verdad y bondad, que llevan a lalibertad. Este es el mensaje que nos dejó. Este acto deconfianza en la Caridad Divina es una especie decoronamiento de las enseñanzas del Papa. Ante eldrama del siglo XX, ante el terrorismo del siglo XXI,Juan Pablo II nos muestra a un Dios piadoso comoun signo de esperanza, como una fuente de fuerzapara el hombre perdido, doliente, atormentado porlas vicisitudes de la fortuna. Sólo en la caridad deDios el mundo encontrará el paz y el hombre, lafelicidad.

PanelPsic. MARÍA EDITH BACA CABREJOS

Académica Titular de Número

En un ánimo de transparencia quisiera decirque soy agnóstica, pero que respeto todas lasreligiones, a todos sus fieles y de manera especial aaquéllos que han luchado por la paz y que lo siguenhaciendo. Creo en la búsqueda de la verdad y en la

ética, lo que desde nuestra condición humana nodebemos declinar. Más allá de los esfuerzos porproducir daño, por producir sufrimiento, finalmentesiempre la verdad y la vida terminan imponiéndose.

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La segunda idea, tiene que ver con la experienciavivida. He tenido la suerte de estudiar tres años enBerlín, Alemania y conozco a muchos polacos yalemanes. He conocido de cerca la historia desufrimiento, donde han perdido parte de la familiao la familia completa, con el sentimiento deculpabilidad por haber sobrevivido ellos a sufamilia. He tenido oportunidad de visitar un par decampos de concentración y conocer la infraestruc-tura, su lógica del terror, de exterminio, el dolorcontado a través de la historia de los quesobrevivieron; y no he podido evitar sentir unaprofunda cercanía con aquel sufrimiento. Es unsentimiento que a pesar de que ha pasado muchosaños todavía existe y es una historia que no tendríaque volverse a repetir. Además de esta experienciavivida de manera más cercana con el exterminio delpueblo judío por parte del fascismo, he podidoconocer muchos líderes que desde distintasvertientes están luchando por la paz y por la verdad.

La tercera idea tiene que ver con una perspectivateórica vinculada a este sufrimiento, al dolor. En micalidad de psicóloga y de consultora nacional en laOPS en el Perú, nuestra tarea es ayudar a la gente,aliviar el dolor y el sufrimiento. No a negarlo, acubrirlo, sino aliviarlo partiendo de su recono-cimiento. El dolor como producto del daño recibidopor otras personas, de la enfermedad física y mental;como resultado de la exclusión, de la carencia, de lafalta de satisfacción de necesidades básicas. Esedolor que nos hace tan humanos y similares, ymuchas veces tan distantes de ese dolor cotidianoque vive la gente. Desde esa perspectiva creo que

nuestra tarea es aliviar aquel dolor que nos pareceproducto de mucha injusticia e inequidad. Nuestroesfuerzo no es individual, es colectivo y desde laperspectiva psicoterapéutica nuestra tarea es ayudara las personas a identificar y aliviar este dolor.Creemos que las personas tienen la vida paratrascender el sufrimiento. Como dice el Dr. Jan Rynel dolor tiene muchas caras, pero también muchasrutas. Hay rutas en donde el dolor produceanulación, estancamiento, y hay rutas donde el dolorpermite la construcción de oportunidades decrecimiento, de cambio y de búsqueda de cadenasde solidaridad y afecto. Es cierto que el dolor noshace más humanos, pero la idea es poder repararese dolor para poder conquistar niveles de saludfísica y mental.

No creo que la esencia de la vida sea elsufrimiento, la esencia de la vida es la vida misma;...

Soy estudiosa del tema de la violencia. Empecéa trabajarlo hace 30 años y continúo haciéndolo.Considero que la violencia es generadora de podery es generadora de mucho sufrimiento. Lamenta-blemente siempre trabajamos la violencia de unamanera muy fragmentada, cuando sus raíces sonprecisamente multidimensionales, las cuales exigentambién una respuesta multidimensional.

Toda esta experiencia dolorosa que nuestro paísha vivido es un llamado a la conciencia nacional,pero parece que no lo ha sido lo suficiente comopara poder revertirla. ¿No hemos sufrido lo suficientecomo para poder cambiar esta historia? ¿Acasonecesitamos un dolor mayor para cambiar lahistoria, como otros países lo hicieron, o somosdemasiado indiferentes frente al dolor de los otros?¿Qué está pasando con nosotros mismos frente aldolor que vemos en nuestro alrededor? Consideroque el dolor y el sufrimiento son una tarea de todos,no solo una tarea de psicólogos, médicos ypsiquiatras. Las distintas disciplinas son necesariaspara dar respuesta a este dolor y a este sufrimiento.No creo que la esencia de la vida sea el sufrimiento,la esencia de la vida es la vida misma; y desde estaesfera anhelo que todos nos congreguemos demanera sinérgica para reparar de manera grupal,social este dolor tan colectivo que todos los días nosdaña cuando prendemos el televisor y la violencia

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nos brota. Es un dolor generado desde nuestrahumanidad, pero también legitimado desde unpoder que lo promueve. La OPS/OMS es el puntofocal de las Naciones Unidas para el tema deviolencia y desde esa gran tarea asignada nosinteresan las distintas dimensiones que tiene laviolencia y que se expresan en las distintas etapasde la vida de la gente. Nos interesa analizarla multidimensionalmente, para poder responder de lamisma forma.

Dr. RICARDO BUSTAMANTE QUIROZAcadémico Titular de Número

alta. Pero ocurre que muchas veces se confunde ladepresión (que es una enfermedad) con tristeza ocon dolor psíquico que puede ser temporal y nonecesariamente constituye una patología, sino unestado de crisis normal en el ser humano ante unaadversidad.

En el mundo actual, donde impera unaeconomía de mercado (y sus respectivos costos de lasalud), no siempre se diferencia adecuadamente quées aquello que debe tratarse médicamente y qué esnormal, parte del ser humano, de la vivencia de lapersona, es decir el sufrimiento como vivenciahumana. Las reacciones de duelo, de separación, lacontingencia ante una situación compleja, puedenoriginar emociones que no necesariamenteconstituyen patologías sino crisis vitales queproducen nuevas situaciones a las cuales laspersonas tienen que adaptarse a costa de unsufrimiento temporal. Pero hay que diferenciar estetipo de sufrimiento, diría normal, de aquél que seestá produciendo por situaciones que exceden ellímite, que exigen de la persona recursos más alláde los que podría tener, de los que son sus recursosnormales. Aquí es donde vienen las experienciascatastróficas que ha mencionado el Dr. Jan Rynacerca de la situación en los campos de concentra-ción, las situaciones en las desgracias masivas depersonas que sufren por esta situación que rebasasus defensas. Estas situaciones sí originanpatologías que pueden inclusive hacer que laspersonas sucumban, se desmoralicen y práctica-mente renuncien a seguir adelante.

Víctor Frankl, que ha sido mencionado pornuestro conferencista y que estuvo en un campo deconcentración nazi, decía que lo que mantenía elinterés en seguir vivo en estos lugares era el tenerun sentido para la vida; los que hacían lo posiblepor sobrevivir y salían adelante tenían ese factor deresiliencia que muchas veces da precisamente lareligión y la dimensión espiritual. Los psiquiatrassabemos que uno de factores que protegen de laspatologías depresivas es tener un vínculo o unareligión. Las personas que tienen una religión y quedesarrollan su dimensión espiritual, que tienen unavivencia hacia el futuro para su vida puedenresponder mejor a las exigencias de este tipo. Porello, podríamos decir que desde un punto de vistade la persona individual hay factores que favorecen

Estoy asombrado de la capacidad del Dr. JanRyn para combinar en esta conferencia ideas quetienen bastante de filosofía, teología y de psiquiatría.Soy psiquiatra de formación biológica, coninclinación a la salud pública, entonces lasopiniones que voy a dar van a ir hacia estos aspectos.Durante la formación profesional una de lasdimensiones del ser humano que aprendimos aconocer, desde los textos de Honorio Delgado, apartede las dimensiones cognitiva, volitiva y afectiva, fuela dimensión espiritual que muchas veces escapabaal abordaje tradicional que hace la medicina. Laformación del psiquiatra o del psicoterapeuta nospermite entrar un poco más en esa dimensiónespiritual y comprenderla. Por ejemplo, en estemomento una de las patologías prevalentes en elmundo es la depresión; datos epidemiológicos nosindican que aproximadamente 30 a 40% de personasen el Perú alguna vez en su vida ha tenidosentimientos depresivos, lo cual es una prevalencia

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la resiliencia, que favorecen esta respuesta asituaciones tan graves como las que hemosmencionado.

Creo, sin embargo, que el abordaje de lacolectividad que sufre es algo diferente. Y aquí va laotra parte de la reflexión: he tenido la oportunidadde conocer las vivencias de poblaciones quesufrieron directamente las experiencias delterrorismo y de la respuesta represiva del Estado enla década de los 90. En los años 1993-94 estuvimosen Ayacucho como parte de un proyecto delMinisterio de Salud con la OPS y UNICEF paradesarrollar un programa de atención en saludmental a víctimas de la violencia política. Y tuve laposibilidad de estar en esos lugares y compartir conlas personas que habían estado expuestas a dosfrentes, por un lado la violencia terrorista de SenderoLuminoso que arrasaba con el pueblo, y por otro larepresión desmedida de las fuerzas armadas que seensañaba con la población inocente. Entonces esbueno reflexionar en cuanto a que la posibilidad deejercer violencia masiva, de totalitarismo, y producireste tipo de catástrofe en una población, nonecesariamente es prerrogativa de una sola ideología.Por ejemplo, nos contaba el Dr. Jan Ryn cómo por unlado el fascismo o el comunismo lo hicieron enPolonia, y vimos cómo en el Perú por un lado losgrupos terroristas y por otro la represión del Estadopodían ejercer este tipo de violencia, con basespolíticas supuestamente diferentes pero con lasmismas consecuencias catastróficas para laspersonas que la sufrieron. El núcleo del ejercicio deeste poder autoritario, violento y abusivo, es el noreconocer la individualidad de las personas, elderecho a la opinión, a la libertad y a la diferencia.

...se ha demostrado que lo que hace que laspersonas afronten mejor colectivamente lassituaciones difíciles es precisamente la identificacióncon sus pares,...

Casi todos los sistemas políticos que hanfracasado en la historia (por ejemplo el fascismo y elcomunismo), lo han hecho porque han obviado lanecesidad de ver que cada persona es una personaúnica, diferente, que tiene la posibilidad deidentificarse en sus pares y que también tiene suderecho a la libertad. Pienso que estamos en un

momento de la historia, como lo ha dicho la Dra.Baca, en donde hay una dictadura diferente, delmercado, que impone un sistema para que laspersonas aspiren a una satisfacción individual,material e inmediata, que tiende a resquebrajar loslazos solidarios en las comunidades. Sin embargo,se ha demostrado que lo que hace que las personasafronten mejor colectivamente las situacionesdifíciles es precisamente la identificación con suspares, por ejemplo las comunidades que pudieronde alguna manera sobrevivir en el Perú en épocasrecientes, afrontar la situación de la violencia sonlas que permanecieron unidas mediante lazos yasea históricos, ancestrales, comunales, son las queafrontaron mejor estas situaciones y organizaroninclusive sus propias defensas, y también aquellascomunidades que tuvieron un soporte espiritual, yallí está como ejemplo la participación de las iglesiasevangélicas en la sierra en respuesta a lasintervenciones de los grupos terroristas.

Entre el 2004 y 2006 estuve en el Ministerio deSalud como director general de Promoción de laSalud y uno de los temas que se abordó fue el de lasrepercusiones que había tenido la violencia políticasobre la salud mental en las zonas de emergencia, yla forma cómo el Estado había descuidadototalmente la atención de personas que requeríanuna intervención inmediata por sus estadosemocionales. En el 2004 ante la poca disponibilidadde recursos humanos, existía solamente unpsiquiatra para un millón de habitantes en toda lazona de emergencia. Lo que hicimos fue crear unaestrategia de equipos de psiquiatras, psicólogos yenfermeras itinerantes, que iban a estos lugares einteractuaban con las mismas comunidades, y deallí surgieron nuevos conocimientos para afrontarsituaciones para los que antes no habíamos estadopreparados, las mismas estructuras de lascomunidades, el idioma, entonces prácticamente secomenzó a crear un conocimiento que tenía queseguir construyéndose para llegar a tener másestrategias de atención adecuada. Lamentablementeesta experiencia se interrumpió, actualmente ya nose ha seguido con ella, terminó la gestión delgobierno anterior y quedó interrumpida estaactividad.

Al respecto de la pregunta sobre qué hacer paraevitar que surjan problemas posteriores en los niños,

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si yo tuviera que priorizar una medida a nivel estatalinsistiría con real convencimiento de que la primeramedida que habría que tomar sería evitar el maltratoinfantil. Actualmente todas las patologíaspsiquiátricas tienen relación con maltrato infantil,con abuso y eso no solo significa maltrato físico,también maltrato psicológico, negligencia,indiferencia a los niños. El maltrato deja una huellafisiológica en el sistema nervioso que hace másvulnerable a la persona, que después ante laexposición a dificultades es mucho más susceptiblede enfermar o de desarrollar alteraciones en supersonalidad.

Dr. WALTER GRIEBENOW ESTRADAAcadémico Fundador Titular de Número

Las facetas que presenta el sufrimiento sonmúltiples, comprenden el punto de vista médico,psicológico, sociológico, filosófico,…el sufrimientoes un fenómeno subjetivo, individual, susproyecciones pueden ser colectivas.

¿Como podemos intentar dar una solución queevite el sufrimiento destructivo de la humanidad?Desde la niñez, si se forma una persona, sin maltratos,de manera que adquiera un sentimiento de seguridaden sí misma, con sentimientos de pertenencia al grupoque constituye su entorno,...

En filosofía la perspectiva del constructivismoconceptúa que la realidad se construye, cadapersona la ve de una manera diferente; en la IglesiaCatólica en la época medieval el enfoque de San

Agustín era diferente al de Santo Tomás, el primerodecía que había que creer para conocer, la doctrinadel segundo es más racional, en la medida que teníacomo un referente al filósofo Aristóteles.

El Papa Juan Pablo II fue consecuente con suscreencias. El sufrimiento se da en un contexto que esla realidad, hay muchas formas de apreciar larealidad, están ligadas a las conviccionesindividuales o colectivas. El respeto a la libertad deexpresión y opinión previene el totalitarismo encualquiera de sus manifestaciones.

¿Como podemos intentar dar una solución queevite el sufrimiento destructivo de la humanidad?Desde la niñez, si se forma una persona, sin maltratos,de manera que adquiera un sentimiento de seguridaden sí misma, con sentimientos de pertenencia al grupoque constituye su entorno, con la premisa que elgrupo sea normal y por consiguiente capaz deestablecer relaciones adecuadas en su medioambiente; en esas circunstancias existirán másposibilidades de que se realicen hechos y cosaspositivas para la sociedad.

En materia de convicciones la religión puedeatenuar el sufrimiento, el creyente presume quecambia una vida por otra. Los no creyentes, quetienen una visión de la vida secuencial y colectivapueden considerar que recibieron un legado de lageneración anterior que ellos incrementaron y loentregan a la generación posterior que podría estarrepresentada en sus hijos.

Respecto a la verdad científica, no la alcanzamosen su totalidad, como una curva asintótica perocontribuimos a su desarrollo. Salvador Allende y elpueblo que compartía sus ideas, mueren o sonperseguidos, torturados por el totalitarismo que seinstauró en Chile, también ellos como los polacossufrieron o murieron por sus ideas. Ojala que lahumanidad transite por los caminos constructivosy demostremos que el hombre merece ser consideradosuperior a los animales irracionales.

Dr. MOISÉS LEMLIJ MALAMUDAcadémico Fundador Titular

Tengo la oportunidad de reflexionar en torno acuestiones sobre las cuales hace tiempo no pensaba.Mi abuela Amalia, mi tío Salomón y mi tía Lola

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murieron en Auschwitz y eso ha sido motivo deintenso sufrimiento personal y familiar, es decir,transgeneracional. Pero esa terrible experienciatambién me ha despertado una gran curiosidad porPolonia, un país que fue el centro de la cultura judíadurante una buena cantidad de siglos. Antes de laPrimera Guerra Mundial unos tres millones de judíoseran polacos, ahora habrá entre ocho y diez mil. Hayuna serie de personajes polacos que siempre me hanresultado interesantes, como Copérnico, astrónomo;Maria Curie, física y química que ganó el PremioNobel; Chopin, músico y político; Paderewski,pianista, compositor y primer ministro; y KarolWojty³a, joven actor que terminó siendo Juan PabloII, el sumo pontífice de la Iglesia Católica.

A mí el sacrificio no me gusta, no creo en él. Sícreo en la reparación, que puede liberarnos del dolor,permitirnos procesar la experiencia y ser un punto departida para seguir adelante.

Polonia es un país muy particular. A lo largo dela historia, prácticamente ha desaparecido variasveces para volver a renacer como el Ave Fénix. En suseno se han gestado grandes movimientos políticos,sociales y culturales. Creo que no es casualidad queKarol Wojtyla llegara a ser Papa ni que esto se debasolamente a su genialidad o a un don divino. Nadienace de la nada. Juan Pablo II fue partícipeprivilegiado del enorme legado histórico y culturalde una nación con una larguísima trayectoria delucha, de la cual se erigió como representantereligioso máximo.

Y aquí paso a un segundo asunto. Aunquetengamos antepasados comunes, vengo de unatradición religiosa diferente. Esto, sumado al hechode que no soy creyente, determina que mi posiciónrespecto a la experiencia de sufrimiento sea distinta,me refiero particularmente a la noción de sacrificio.A mí el sacrificio no me gusta, no creo en él. Sí creoen la reparación, que puede liberarnos del dolor,permitirnos procesar la experiencia y ser un puntode partida para seguir adelante. El sacrificio acabaproduciendo culpa y una inevitable necesidad devenganza, que si no puede satisfacerse en eltranscurso de una generación, será en la siguiente oen la subsiguiente. No olvidemos que la religióncatólica dio lugar a la inquisición, la otra cara de lamisma moneda. Creo en la posibilidad de unaaceptación creativa del sufrimiento ligada a lareparación, pero no al sacrificio.

Otro asunto que me inquieta de la religióncatólica es la virtud teologal de la caridad. Creo enla necesidad de justicia, pero no creo que la caridadsea una virtud. Porque la caridad da por sentada laexistencia de pobres, de gente que vive en condicionesmiserables. Prefiero la lucha por la justicia, labúsqueda de un nuevo pacto social. Ahora, eso noquita la grandeza de tener fe, porque sí creo que losseres humanos tenemos la necesidad de transmitirnuestra esencia y trascender. Ya sea yendo al Cieloy sentándose a la diestra del Señor, o dejando unlegado a nuestros hijos o a una institución, opublicando libros. Unamuno decía que había queescribir un libro, tener un hijo y plantar un árbol.Creo que esas también son cosas que implican lucharpor el bien. Hay muchas maneras de alcanzar lasolidaridad; una grandiosa fue la de Juan Pablo II.Propongo que cada uno tiene que buscar la suya,que a lo mejor es igual a la de él.

Pienso que uno puede tener tres campos deacción: el campo individual, que nos obligaindefectiblemente a desarrollarnos en nuestraprofesión; el campo social, que nos lleva a participaren nuestras instituciones (el hospital, la AcademiaPeruana de Salud, la Federación Médica, el ColegioMédico, etc.); y un campo más espiritual ytrascendente, vinculado a la política, la filosofía ola religión. Por supuesto, cada uno de estos camposestán relacionados entre sí de alguna manera, lo

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cierto es que hay gente que se interesa más en latarea individual, otras más en la tarea gremial oinstitucional y unos terceros en el aspecto másespiritual. No creo que uno u otro sea másimportante; pienso que cada quien puede escogerdesarrollarse en uno de los campos, en dos o en lostres, y que el resultado puede ser igualmente valioso.

En lo que atañe a mi práctica individual,también puedo trascender la tarea estrictamenteclínica, que es curar a veces, aliviar a menudo yconsolar siempre. Freud decía que la tarea del clínicoes convertir el sufrimiento neurótico en la miseriahumana común. Tal vez cuando nuestro pacientetome la pastilla que le recetamos o termine supsicoterapia o se gane la lotería, podrá dedicarse ala contemplación del Espíritu Santo o de una puestade sol, o a pensar en cómo hacer la revoluciónuniversal. Porque la fe en Dios es una ilusión tantocomo lo es la revolución.

Permítanme decirles, a estas alturas de mi vida,que soy igualmente escéptico frente a ambasilusiones. Pero, a pesar de que no soy un creyente,me encanta la Biblia, por ejemplo «El cantar de loscantares». No hay nada más erótico y placenteroque leer la Biblia, la descripción que hace de todosesos pecados lujuriosos, que son una eternatentación. Me parece maravilloso que cada quienelija su campo o su ilusión. El problema es cuandose proclama que la única opción es la propia. Laexclusividad es muy peligrosa. Hay muchoscaminos hacia la salvación. Juan Pablo II encontróuno de ellos, a lo mejor los Beatles hallaron otro yme imagino que de vez en cuando aparece un Vallejo.De paso, el problema con Vallejo es que es tanpopular que uno ya ni se da cuenta de lo bueno quees. Hay que leerlo a pesar de que todo el mundo locita. En resumen, cada uno puede combinar loscampos o caminos de la manera que le parezca másadecuada y conveniente.

Dr. FRANCISCO VÁSQUEZ PALOMINORepresentante de la Universidad Científica

del Sur

Tan interesante exposición del Dr. Jan Ryn nosdice que el amor y el sufrimiento es lo único quepermite que el ser humano madure y crezca tantoemocional como espiritualmente. Considera que el

sufrimiento tiene un significado más amplio que eldolor, enfermedad o mutilación y que tiene variasacepciones, como melancolía, tristeza y nostalgia.Nos enseña que en medicina demostrar la existenciadel sufrimiento no necesita de ensayos clínicos. Demanera intuitiva los médicos captamos aspectos dela naturaleza del sufrimiento que nos muestran cómolas ciencias de la salud van más allá de la cienciaexperimental, y quienes nos dedicamos a cuidar lasalud mental de las personas necesitamos pordiferentes motivos, establecer los límites y el alcancede lo que esto significa. Es una tarea que todo médicodebe emprender, para evitar el vértigo o laincompetencia en nuestra labor cotidiana.

«Recuerda siempre que el trabajo másimportante no es el de la transformación del mundo,sino la transformación de nosotros mismos».

El modelo de relación médico-paciente deberíapartir de cómo el facultativo trata una funcióndependiente de la actitud, cómo enfoca el sufrimientodel paciente. Comprender al que sufre. La pautaconsiste en saber cuándo el médico está dispuesto acomprender (pensar con el corazón y sentir con elcerebro) el sufrimiento del paciente. La relaciónestablecida entre el médico y la persona sufrienteque pretendemos ayudar, genera un sin fin deexperiencias formativas y enriquecedoras. Elenfermo que se enfrenta a su propia muerte, derepente se convierte en maestro de la vida. Comomédicos nos encontramos en una situaciónprivilegiada para conocer y asimilar las alternativas

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eficaces ante el problema del final de la existenciadel ser humano.

Juan Pablo II, nos dice «Recuerda siempre queel trabajo más importante no es el de latransformación del mundo, sino la transformaciónde nosotros mismos». Particular importancia se daa la fe en la relación médico-paciente, porque con fese pone en marcha en el cuerpo las fuerzas físicas ypsíquicas de los mecanismos de defensa del serhumano. Sabemos por experiencia que en generallos beneficios de los medicamentos dependen engran parte de la convicción que el paciente tiene conrespecto al fármaco y al médico, es el efecto placebo.Se dice que el sufrimiento tiene que ver con el dolor;es cierto, pero creo que es mucho más que el dolor, lapersona que no sufre no es capaz de compadecersepor los demás y no llega a ser un ser humanorealmente y en medicina lo estamos viendo a diario;la tecnología está superando realmente a laidentidad del médico, está superando laindividualidad y nos está deshumanizando.

Las estadísticas muestran que los creyentessoportan mejor el dolor que los agnósticos, porquela oración tiene una función terapéutica efectiva enel sufrimiento. Existe una anécdota del filósofoalemán Friedrich Nietzsche, el superhombre,creador del «nihilismo», que negaba la existenciade Dios. En las postrimerías de su existencia, en unanoche lluviosa en Turín, preso de una crisis dedesesperación y sufrimiento sale corriendo a la calley se encuentra con un cochero que en esos momentosestaba dando de latigazos a su caballo para queavance; Nietzsche, en un destello de compasión, learrebata el látigo al cochero y se abraza al cuello delcaballo y… llora…luego por unos instantes delucidez se da cuenta de la situación y en esa nochelluviosa se postra de rodillas y mirando al cielo,grita...»madre, madre, me estoy volviendo loco». YaAristóteles y también Séneca pensaban que todoslos hombres ilustres en filosofía, política, poesía yarte tuvieran grandes sufrimientos.

El profesor nos habla de que hay una lucha entreel cosmonauta que es todo técnica y el artista.Nosotros sí consideramos que la medicina enrealidad no es una ciencia sino es un arte y comoarte tiene una técnica que trasmitimos a nuestrosdiscípulos; pero existe además un estilo que ofrece

la personalidad del médico, el estilo lo da elindividuo, lo da la persona. No es buen médico elque sabe más sino el que consuela más y secompadece de su paciente. Porque compasión,significa «no mirar impertérritos el sufrimiento delotro.» Esta compasión significa también la máximacapacidad de imaginación sensible, el arte de latelepatía sensible; es, en la jerarquía de lossentimientos, el sentimiento más elevado.

El médico debe ver en su paciente a un serintegrado en su sentir, en su pensar y en su actuar,moviéndose, en su mundo existencial hacia unapaz espiritual. Hay un apotegma médico que diceque «un sufrimiento que no se desahoga en lágrimashace llorar otros órganos»… sí, hace llorar alasmático, hace llorar al ulceroso, hace llorar a todonuestro soma.

Creo que como médicos no debemos huir delsufrimiento, Mi amigo Moisés («Moshé») me diría«caramba, que masoquista, ¿no?» No, la verdad esque todos sufrimos, pero todos no sufrimos igual, ytenemos que aprender a enfrentar el sufrimiento conla frente en alto y trabajarlo como un proceso talcomo se realiza la nutrición, es decir morderlo,triturarlo, masticarlo, ensalivarlo, deglutirlo y de allíva a surgir realmente el catabolismo positivo ynegativo, creo, y vuelvo a repetir, intento resumiresta conferencia del profesor en dos palabras, quesolo el amor y el sufrimiento son lo que van a salvarrealmente a la humanidad y preguntémonos: ¿Haciaadónde va la humanidad?.¿Quo vadis? Ese es unsalto que esperamos en nuestra evolución vital, conla esperanza de que sea un salto que nos lleverealmente a la salvación.

Volviendo al tema que nos ha congregado, elsufrimiento, me trae a colación una pregunta de unpaciente cuyo sufrimiento era tan profundo querenegaba contra Dios y me preguntaba: «Doctor, ¿porqué Dios, que es un ser omnipotente y misericor-dioso permite el sufrimiento?» La verdad que era unpoco difícil responderle, sin embargo por miformación religiosa tanto familiar como escolástica,y posteriormente por mi acercamiento a muchosamigos religiosos traté de explicarle que lahumanidad no puede tener libertad de elección y almismo tiempo ser libre del sufrimiento. Dios le dio ala humanidad libre albedrío, por ésta razón Él puede

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ser bueno, misericordioso y omnipotente y no siempreinterviene para librarnos de las consecuencias denuestras decisiones, particularmente cuando esasdecisiones violan sus enseñanzas sobre lo bueno y lomalo. ¿Puede acaso la humanidad tener libertad deelección y al mismo tiempo ser libre del sufrimiento?Por supuesto que no.

Se considera que una de las causas de lasenfermedades psiquiátricas es la falta de respeto departe del ser humano al orden natural y moral. Creo

que para sobrevivir el futuro, el hombre debeconciliar dos comportamientos opuestos: El de latecnología y la ciencia, que da poder, progreso ytrasformación, y el arte, que le brinda libertad totalfuera de vínculos y sobre todo lo convierte en un serhumano. La supervivencia del hombre depende delequilibrio entre estos dos conceptos y creofirmemente que «solo el amor y el sufrimiento soncapaces de convertir a las personas en seres humanoslibres, espontáneos e idénticos a su Creador».