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SOBRE VERDAD Y MENTIRA EN SENTIDO EXTRAMORAL Friedrich Nietzsche En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la “Historia Universal”: pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podría inventar una fábula semejante pero, con todo, no habría ilustrado suficientemente cuán lastimoso, cuán sombrío y caduco, cuán estéril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza. Hubo eternidades en las que no existía; cuando de nuevo se acabe todo para él no habrá sucedido nada, puesto que para ese intelecto no hay ninguna misión ulterior que conduzca más allá de la vida humana. Por eso los hombres no huyen tanto de ser engañados como de ser perjudicados mediante el engaño; en este estadio tampoco detestan en rigor el embuste, sino las consecuencias perniciosas, hostiles, de ciertas clases de embustes. El hombre nada más desea la verdad en un sentido análogamente limitado: ansía las consecuencias agradables de la verdad, aquellas que mantienen la vida; es indiferente al conocimiento puro y sin consecuencias e incluso hostil frente a las verdades susceptibles de efectos perjudiciales o destructivos. Y, además, ¿qué sucede con esas convenciones del lenguaje? ¿Son quizá productos del conocimiento, del sentido de la verdad? ¿Concuerdan las designaciones y las cosas? ¿Es el lenguaje la expresión adecuada de todas las realidades? Solamente mediante el olvido puede el hombre alguna vez llegar a imaginarse que está en posesión de una verdad. Si no se contenta con la verdad en forma de tautología, es decir, como algo vacío, entonces trocará continuamente ilusiones por verdades. ¿Qué es una palabra? La reproducción en sonidos de un impulso nervioso. Pero inferir además a partir del impulso nervioso la existencia de una causa fuera de nosotros,

Ficha de Cátedra - Verdad y Poder

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Ficha de cátedra sobre Michel Foucault, dirigida para escueal media

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Sobre verdad y mentira en sentido extramoralFriedrich Nietzsche

En algn apartado rincn del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto ms altanero y falaz de la Historia Universal: pero, a fin de cuentas, slo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se hel y los animales inteligentes hubieron de perecer. Alguien podra inventar una fbula semejante pero, con todo, no habra ilustrado suficientemente cun lastimoso, cun sombro y caduco, cun estril y arbitrario es el estado en el que se presenta el intelecto humano dentro de la naturaleza. Hubo eternidades en las que no exista; cuando de nuevo se acabe todo para l no habr sucedido nada, puesto que para ese intelecto no hay ninguna misin ulterior que conduzca ms all de la vida humana.Por eso los hombres no huyen tanto de ser engaados como de ser perjudicados mediante el engao; en este estadio tampoco detestan en rigor el embuste, sino las consecuencias perniciosas, hostiles, de ciertas clases de embustes. El hombre nada ms desea la verdad en un sentido anlogamente limitado: ansa las consecuencias agradables de la verdad, aquellas que mantienen la vida; es indiferente al conocimiento puro y sin consecuencias e incluso hostil frente a las verdades susceptibles de efectos perjudiciales o destructivos. Y, adems, qu sucede con esas convenciones del lenguaje? Son quiz productos del conocimiento, del sentido de la verdad? Concuerdan las designaciones y las cosas? Es el lenguaje la expresin adecuada de todas las realidades? Solamente mediante el olvido puede el hombre alguna vez llegar a imaginarse que est en posesin de una verdad. Si no se contenta con la verdad en forma de tautologa, es decir, como algo vaco, entonces trocar continuamente ilusiones por verdades. Qu es una palabra? La reproduccin en sonidos de un impulso nervioso. Pero inferir adems a partir del impulso nervioso la existencia de una causa fuera de nosotros, es ya el resultado de un uso falso e injustificado del principio de razn. Cmo, no obstante, podramos decir legtimamente: la piedra es dura, como si adems captsemos lo duro de otra manera y no solamente como una excitacin completamente subjetiva! Dividimos las cosas en gneros, caracterizamos el rbol como masculino y la planta como femenino: qu extrapolacin tan arbitraria! Hablamos de una serpiente: la designacin cubre solamente el hecho de retorcerse; podra, por tanto, atribursele tambin al gusano. Qu arbitrariedad en las delimitaciones! Qu parcialidad en las preferencias, unas veces de una propiedad de una cosa, otras veces de otra! Los diferentes lenguajes, comparados unos con otros, ponen en evidencia que con las palabras jams se llega a la verdad ni a una expresin adecuada pues, en caso contrario, no habra tantos lenguajes. La cosa en s (esto sera justamente la verdad pura, sin consecuencias) es totalmente inalcanzable y no es deseable en absoluto para el creador del lenguaje. ste se limita a designar las relaciones de las cosas con respecto a los hombres y para expresarlas apela a las metforas ms audaces.No sabemos todava de dnde procede el impulso hacia la verdad, pues hasta ahora solamente hemos prestado atencin al compromiso que la sociedad establece para existir: ser veraz, es decir, utilizar las metforas usuales; por tanto, solamente hemos prestado atencin, dicho en trminos morales, al compromiso de mentir de acuerdo con una convencin firme, mentir borreguilmente, de acuerdo con un estilo vinculante para todos. Ciertamente, el hombre se olvida de que su situacin es sta; por tanto, miente de la manera sealada inconscientemente y en virtud de hbitos seculares y precisamente en virtud de esta inconsciencia, precisamente en virtud de este olvido, adquiere el sentimiento de la verdad. A partir del sentimiento de estar comprometido a designar una cosa como roja, otra como fra y una tercera como muda, se despierta un movimiento moral hacia la verdad; a partir del contraste del mentiroso, en quien nadie confa y a quien todo el mundo excluye, el hombre se demuestra a s mismo lo honesto, lo fiable y lo provechoso de la verdad.Como genio de la arquitectura el hombre se eleva muy por encima de la abeja: sta construye con la cera que recoge de la naturaleza; aqul, con la materia bastante ms delicada de los conceptos que, desde el principio, tiene que fabricar por s mismo. Aqu l es acreedor de admiracin profundapero no ciertamente por su inclinacin a la verdad, al conocimiento puro de las cosas. Si alguien esconde una cosa detrs de un matorral, a continuacin la busca en ese mismo sitio y, adems, la encuentra, no hay mucho de qu vanagloriarse en esa bsqueda y ese descubrimiento; sin embargo, esto es lo que sucede con la bsqueda y descubrimiento de la verdad dentro del recinto de la razn. Si doy la definicin de mamfero y a continuacin, despus de haber examinado un camello, declaro: he aqu un mamfero, no cabe duda de que con ello se ha trado a la luz una nueva verdad, pero es de valor limitado; quiero decir; es antropomrfica de cabo a rabo y no contiene un solo punto que sea verdadero en s, real y universal, prescindiendo de los hombres.Slo mediante el olvido de este mundo primitivo de metforas, slo mediante el endurecimiento y petrificacin de un fogoso torrente primordial compuesto por una masa de imgenes que surgen de la capacidad originaria de la fantasa humana, slo mediante la invencible creencia en que este sol, esta ventana, esta mesa son una verdad en s, en resumen: gracias solamente al hecho de que el hombre se olvida de s mismo como sujeto y, por cierto, como sujeto artsticamente creador, vive con cierta calma, seguridad y consecuencia; si pudiera salir, aunque slo fuese un instante, fuera de los muros de esa creencia que lo tiene prisionero, se terminara en el acto su conciencia de s mismo

La verdad y las formas jurdicas Primera conferencia (seleccin)Michel Foucault

Tomar como punto de partida un texto de Nietzsche fechado en 1873 y publicado pstumamente. El texto dice: "En algn punto perdido del universo, cuyo resplandor se extiende a innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que unos animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue aqul el instante ms mentiroso y arrogante de la historia universal".Quisiera atenerme entonces a esto, concentrndome primeramente en el trmino de invencin. Nietzsche afirma que, en un determinado punto del tiempo y en un determinado lugar del universo, unos animales inteligentes inventaron el conocimiento. La palabra que emplea, invencin reaparece con frecuencia en sus escritos, y siempre con intencin y sentido polmicos. Cuando habla de "invencin" tiene in mente una palabra que opone a invencin, la palabra "origen". Cuando dice "invencin" es para no decir "origen. De todo esto hay evidencias. Por ejemplo, en un texto que -creo- pertenece a La Gaya Ciencia habla de Schopenhauer reprobndole su anlisis de la religin. Nietzsche dice que Schopenhauer cometi el error de buscar el origen de la religin en un sentimiento metafsico que estara presente en todos los hombres y contendra de manera anticipada el ncleo de toda religin, su modelo al mismo tiempo verdadero y esencial. Nietzsche afirma: he aqu un anlisis de la religin totalmente falso, porque admitir que la religin tiene origen en un sentimiento metafsico significa, pura y simplemente, que la religin estaba dada, implcita, envuelta en ese sentimiento metafsico.Sin embargo, dice Nietzsche, la historia no es eso, la historia no se hace de esa manera, las cosas no suceden as, porque la religin carece de origen. Fue inventada. En un momento dado ocurri algo que la hizo aparecer. La religin fue fabricada, no exista con anterioridad. Para Nietzsche la invencin es algo que posee un comienzo pequeo, bajo, mezquino, inconfesable. Fue debido a oscuras relaciones de poder que se invent la religin. (...)Para saber qu cosa es el conocimiento debemos comprender cules son las relaciones de lucha y de poder. Solamente en esas relaciones de lucha y poder, en la manera como las cosas entre s se oponen, en la manera como se odian entre s los hombres, luchan, procuran dominarse unos a otros, quieren ejercer relaciones de poder unos sobre otros, comprendemos en qu consiste el conocimiento. (...) Se comprenden as una serie de textos en que Nietzsche afirma que el conocimiento tiene un carcter perspectivo. Cuando Nietzsche dice que el conocimiento es siempre una perspectiva quiere sealar el hecho de que slo hay conocimiento bajo la forma de ciertos actos que son diferentes entre s y mltiples en su esencia, actos por los cuales el ser humano se apodera violentamente de ciertas cosas, reacciona a ciertas situaciones, les impone relaciones de fuerza. O sea, el conocimiento es siempre una cierta relacin estratgica en la que el hombre est situado. Es precisamente esa relacin estratgica la que definir el efecto del conocimiento y, por esta razn, sera totalmente contradictorio imaginar un conocimiento que no fuese en su naturaleza obligatoriamente parcial, oblicuo, perspectivo. El carcter perspectivo del conocimiento no deriva de la naturaleza humana sino siempre del carcter polmico y estratgico del conocimiento. Se puede hablar del carcter perspectivo del conocimiento porque hay batalla y porque el conocimiento es el efecto de esa batalla.

verdad y poder (seleccin)Michel Foucault

Foucault: No se ve de qu lado a derecha o a izquierda habra podido ser planteado este problema del poder. A la derecha, no se planteaba ms que en trminos de constitucin, de soberana, etc., por lo tanto en trminos jurdicos. Del lado marxista, en trminos de aparato de Estado. La manera como el poder se ejerca concretamente y en detalle, con toda su especificidad, sus tcnicas y sus tcticas, no se planteaba; uno se contentaba con denunciarlo en el otro, en el adversario, de un modo a la vez polmico y global: el poder en el socialismo sovitico era llamado por sus adversarios totalitarismo; y en el capitalismo occidental era denunciado por los marxistas como dominacin de clase, pero la mecnica del poder jams era analizada. Slo se ha podido comenzar a realizar este trabajo despus del 68, es decir a partir de luchas cotidianas y realizadas por la base, con aquellosque tenan que enfrentarse en los eslabones ms finos de la red del poder.Fue ah donde la cara concreta del poder apareci y al mismo tiempo la fecundidad verosmil de estos anlisis del poder para darse cuenta de las cosas que haban permanecido hasta entonces fuera del campo del anlisis poltico. Para decirlo simplemente, el internamiento psiquitrico, la normalizacin mental de los individuos, las instituciones penales, tienen sin duda una importancia bastante limitada si se busca solamente la significacin econmica. Por el contrario, son indudablemente esenciales en el funcionamiento general de los engranajes del poder. Siempre que se planteaba la cuestin del poder subordinndola a la instancia econmica y al sistema de inters que aseguraba, se estaba abocado a considerar estos problemas como de poca importancia. (...) Fontana: Siguiendo en este marco metodolgico, cmo situara usted entonces la aproximacin genealgica? Cul es su necesidad como interrogacin sobre las condiciones de posibilidad, las modalidades y la constitucin de los objetos y de los dominios que sucesivamente ha analizado?

Foucault: Quera ver como se podan resolver estos problemas de constitucin en el interior de una trama histrica en lugar de reenviarlos a un sujeto constituyente. Es preciso desembarazarse del sujeto constituyente, desembarazarse del sujeto mismo, es decir, llegar a un anlisis que pueda dar cuenta de la constitucin del sujeto en la trama histrica. Y es eso lo que yo llamara genealoga, es decir, una forma de historia que da cuenta de la constitucin de los saberes, de los discursos, de los dominios de objeto, etc., sin tener que referirse a un sujeto que sea trascendente en relacin al camp de los acontecimientos o que corre en su identidad vaca, a travs de la historia.

Fontana: La fenomenologa marxista, un cierto marxismo ciertamente han actuado como pantalla y obstculo; existen tambin dos conceptos que continan siendo pantalla y obstculo actualmente, el de ideologa por una parte, y el de represin por otra.

Foucault: La nocin de ideologa me parece difcilmente utilizable por tres razones. La primera es que, se quiera o no, est siempre en oposicin virtual a algo que sera la verdad. Ahora bien, yo creo que el problema no est en hacer la particin entre lo que, en un discurso, evidencia la cientificidad y la verdad y lo que evidencia otra cosa, sino ver histricamente cmo se producen los efectos de verdad en el interior de los discursos que no son en s mismos ni verdaderos ni falsos. Segundo inconveniente, es que se refiere, pienso, necesariamente a algo como a un sujeto. Y tercero, la ideologa est en posicin secundaria respecto a algo que debe funcionar para ella como infraestructura o determinante econmico, material, etc. Por estas tres razones, creo que es una nocin que no puede ser utilizada sin precaucin.La nocin de represin, es ms prfida o en cualquier caso yo he tenido mucha ms dificultad en librarme de ella en la medida en que, en efecto, parece conjugarse bien con toda una serie de fenmenos que evidencian los efectos del poder. Cuando escrib la Historia de la locura, me serv, al menos implcitamente, de esta nocin de represin. Pienso que entonces imaginaba una especie de locura viva, voluble y ansiosa a la que la mecnica del poder y de la psiquiatra llegaran a reprimir, a reducir al silencio. Ahora bien, me parece que la nocin de represin es totalmente inadecuada para dar cuenta de lo que hay justamente de productor en el poder. Cuando se definen los efectos del poder por la represin se da una concepcin puramente jurdica del poder; se identifica el poder a una ley que dice no; se privilegiara sobre todo la fuerza de la prohibicin. Ahora bien, pienso que esta es una concepcin negativa, estrecha, esqueltica del poder que ha sido curiosamente compartida. Si el poder no fuera ms que represivo, si no hiciera nunca otra cosa que decir no, pensis realmente que se le obedecera? Lo que hace que el poder agarre, que se le acepte, es simplemente que no pesa solamente como una fuerza que dice no, sino que de hecho la atraviesa, produce cosas, induce placer, forma saber, produce discursos; es preciso considerarlo como una red productiva que atraviesa todo el cuerpo social ms que como una instancia negativa que tiene como funcin reprimir. En Vigilar y castigar, lo que he querido mostrar es cmo, a partir del siglo XVII y XVIII, ha existido un verdadero desbloqueo tecnolgico de la productividad del poder. No solamente las monarquas de la poca clsica han desarrollado grandes aparatos de Estado ejrcito, polica, administracin fiscal sino que adems en esta poca se ha instaurado lo que podra ser denominada una nueva economa del poder, es decir, procedimientos que permiten hacer circular los efectos de poder de forma a la vez continua, ininterrumpida, adaptada, individualizada en el cuerpo social todo entero. Estas nuevas tcnicas son a la vez mucho ms eficaces y mucho menos dispendiosas (menos costosas econmicamente, menos aleatorias en sus resultados, menos susceptibles de escapatorias o de resistencias) que las tcnicas que se utilizaban hasta entonces y que descansaban en una mezcla de tolerancias ms o menos forzadas (desde el privilegio reconocido hasta la criminalidad endmica) y de ostentacin costosa (intervenciones espectaculares y discontinuas del poder cuya forma ms violenta era el castigo ejemplar ya que excepcional).

Ficha de Ctedra Nietzsche.

Contra el positivismo, que se detiene en los fenmenos: slo hay hechos - yo dira:no, precisamentenohay hechos, slo hay interpretaciones. No podemos constatar ningn hecho en s; tal vez sea un absurdo querer algo por el estilo. Todo es subjetivo decs; pero al decirlo ya se trata de una interpretacin, el sujeto no es nada dado, slo es algo agregado por la imaginacin, aadido despus. Es finalmente necesario poner todava al intrprete detrs de la interpretacin? Hacer esto ya es una invencin, tan slo una hiptesis.(Friedrich Nietzsche,Fragmentos Pstumos, Lenguaje y Conocimiento, aforismo 7 [60])"

Slo hay interpretaciones: esta frase hizo una gran carrera en el pensamiento contemporneo. Y si no, escuchemos a Gianni Vattimo: no hay hechos, slo interpretaciones; slo fbulas, producciones simblicas que son el resultado de determinadas jerarquas de fuerzas emocionales, y dan lugar a determinadas configuraciones (por ejemplo, una cierta interpretacin prevalece como verdadera, se convierte en norma, etc.; pero es precisamente un acto de fuerza). (Gianni Vattimo,La voluntad de poder como arte). Lo que se llama verdad es una interpretacin de la que se ha olvidado que lo es. Para postular algo como verdadero, hace falta un acto de fuerza, casi policaco: no se est en la verdad ms que obedeciendo a las reglas de una polica discursiva que se debe reactivar en cada uno de sus discursos afirma Michel Foucault enEl orden del discurso.

Dice Nietzsche: "Siempre he afirmado en mis escritos que el valor del mundo debe buscarse en nuestra interpretacin (sabedor de que en cualquier otro lugar son posibles otras interpretaciones distintas de las simplemente humanas); que las interpretaciones reconocidas son evaluaciones perspectivas, en virtud de las cuales nos conservamos en la vida, o sea en la voluntad de podero, en el aumento de podero; que toda elevacin del hombre determina la superacin de interpretaciones ms restringidas y supone creer en nuevos horizontes. El mundo que nos interesa es falso, vale decir, no es un hecho, sino una imaginacin y una sntesis de una escasa suma de observaciones; es fluido, como cosa que deviene como una falsedad que continuamente se desva, que no se aproxima nunca a la verdad, porque no hay 'verdad' alguna". (Voluntad de poder, Libro 3, prr. 608)