Filosofía y Comunicología

8/7/2019 Filosofa y Comunicologa

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Primera revista digital en AmricaLatina especializada en tpicos de ComunicacinISSN 1605-4806

Filosofa y Comunicologa. Exploracin general para un programa posiblede estudios

Autor: Jess Galindo Cceres

Breve semblanza del autor: Mexicano. Doctor en Ciencias Sociales, maestro

en Lingstica y licenciado en comunicacin. Fundador del doctorado en

comunicacin de la Universidad Veracruzana (2001). Autor de 23 libros y ms de

doscientos artculos publicados en trece pases de Amrica y Europa. Profesor en

Argentina, Brasil, Colombia, Per, Espaa y Mxico. Miembro de la Asociacin

Mexicana de Investigadores de la Comunicacin (AMIC) desde 1982. Miembro del

Programa de Estudios sobre las Culturas Contemporneas (Programa Cultura)

desde 1985. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo

Nacional de Ciencia y Tecnologa (SNI-CONACYT) desde 1987. Coordinador del

Grupo de Accin en Cultura de Investigacin (GACI) desde 1994. Miembro de laRed Cibercultura y Nuevas Tecnologas de Informacin y Comunicacin

(RECIBER) desde 2003. Promotor de la Red de estudios en teora de la

comunicacin (REDECOM) y del Grupo hacia una Comunicologa posible (GUCOM)

desde 2003.http://www.geocities.com/comunicologia_posible

Direccin electrnica:[email protected]

ResumenSe trata de presentar una exploracin de trabajo para un programa de estudios

sobre el tema, las relaciones entre la Filosofa y la Comunicologa. La propuesta

general se organiza a partir de la presentacin y el anlisis de las propuestas de

tres diccionarios especializados en Filosofa sobre el espacio conceptual de la

comunicacin. A partir de esta presentacin sinttica del pensamiento filosfico

sobre la comunicacin, se le analiza desde la perspectiva del programa de
http://www.geocities.com/comunicologia_posiblehttp://www.geocities.com/comunicologia_posiblemailto:[email protected]:[email protected]:[email protected]://www.geocities.com/comunicologia_posible


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trabajo del Grupo hacia una Comunicologa posible. Concluyendo con un apunte

prospectivo de un esquema de estudios sobre el tema.

Palabras claves: Filosofa, Comunicologa, Historia, Diccionario, comunicacin.

Filosofa y Comunicologa. Exploracin general para un programa posible

de estudios

Jess Galindo Cceres

Primera parte.- Exploracin de la comunicacin en el pensamiento

filosfico.

1.Presentacin del argumento general

Una primera idea es que la comunicacin tal y como se ha ido configurando como

fenmeno y concepto que entiende el fenmeno a lo largo del siglo veinte, no

tiene un referente similar en la modernidad y la premodernidad. Esta es una

primera hiptesis de trabajo. Ante ella tenemos dos opciones, aceptarla, y

trabajar bajo la figura de que la comunicacin es algo que pertenece al mundo

contemporneo, o negarla, y suponer que siempre hubo concepto de

comunicacin y por tanto se impone una revisin histrica del asunto desde el

inicio del pensamiento filosfico tal como lo entendemos ahora.

Lo que suceder en este texto es que a partir de la hiptesis general la

propuesta es trabajar en parte sobre las dos visiones. Por un lado la revisin de

la presencia del concepto en la historia del pensamiento filosfico. Y por otro la

ubicacin del concepto como forma particular especial en la filosofa

contempornea. Todo esto bajo el supuesto de que el pensamiento filosfico

tiene algo que decir sobre el tema, y bajo la visin de que la Filosofa es la forma

de pensamiento con una mayor genealoga en nuestra presente vida acadmica,

y por tanto tendr algo que decir sobre el tema. Queda la imagen de que si no

fuera as habra que averiguar cul es la coartada que da luz sobre tan peculiar

situacin. Porque claro, la primera premisa de toda la propuesta es cosmolgica,

la comunicacin es importante para entender el mundo contemporneo, pero

tambin para reentender la historia de la humanidad y del cosmos.


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Hermenutica, y la Sistmica. Con lo cual en un tercer movimiento se puede

acudir a una primera esquematizacin del pensamiento filosfico contemporneo

y ms all, para explorar en el la semilla y los germinados del pensamiento en

comunicacin segn estas guas GUCOM.

La definicin bsica elemental de trabajo del concepto de comunicacin del

programa GUCOM, Grupo hacia una Comunicologa posible, sobre la que se ha

operado desde el principio, a partir del ao 2002 hasta este momento, ao 2008,

a travs de una indagacin en diccionarios etimolgicos y diccionarios generales

de la lengua espaola, es la siguiente.-

Accin, proceso, estado, resultado, de poner en comn, de intercambiar, de

compartir, de cambiar.

La cual se desglosada en las cuatro primeras dimensiones de la

Comunicologa posible, versin del 2003, que ser enriquecida en el 2005 con

una quinta dimensin (la observacin) y la propuesta de los tres niveles de

complejidad (de los cuales los dos primeros se ocupan de las primeras cuatro

dimensiones). En aquel primer momento se presenta la definicin general bsica

desglosada en cuatro dimensiones de la siguiente manera.-

Transmitir. Mover informacin de una percepcin a otra. (Difusin)

Conectar. Unir lo separado. (Estructuracin)

Intercambiar. Modificacin mutua por efecto mutuo de accin e

informacin. (Interaccin)

Efecto de comunin. Accin a partir de lo comn, de lo compartido.

(Expresin)

Se tratara entonces de buscar esta figura general de sentido y estas

cuatro opciones nocionales dentro de las nueve fuentes y a partir de las cuatro

formaciones epistemolgicas bsicas. Con este esquema analtico se puede

revisar el cuadro esquemtico del pensamiento filosfico. Este es un juego

arriesgado, partir de una definicin lexicogrfica-etimolgica, de una hiptesis

historiogrfica de la ciencia, y una hiptesis epistemolgica, para leer al

pensamiento filosfico, que en principio no le interesa slo lo cientfico. Una tarea

de equilibrista. Quizs el punto de equilibrio consiste precisamente en el juego de


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sentidos. Lo que conecte al pensamiento filosfico de el esquema analtico de

partida de su configuracin conceptual e histrica, con el esquema analtico de

las hiptesis de la Comunicologa posible, seran las primeras referencias de la

relacin directa entre la Filosofa y la Comunicologa Histrica. Lo que se

identifique como sentido de comunicacin fuera del primer marco de anlisis se

ubicara en un segundo paquete de sentidos por organizar y profundizar. Lo cual

supone que la primera definicin general tiene un carcter tal que puede dar

lugar al encuentro de sorpresas en el discurso filosfico. Y las definiciones de

comunicacin que as se presenten sin identificarse con la definicin general del

programa GUCOM? Esas daran lugar a un anlisis posterior, donde la fuente

filosfica ocupara un lugar importante para la construccin de una

Comunicologa General. Todo ello configurando un programa general que no seagotar en este primer ensayo, pero sobre el cual se adelantarn algunos

momentos para iniciarlo en toda forma.

2. La visin filosfica de la comunicacin en diccionarios especializados.

El objeto de trabajo en principio es el pensamiento filosfico. Existen varias

opciones. Aqu se explorar una primera a partir de las lecturas de la

comunicacin de los diccionarios de Filosofa, la primera referencia sobre el tema

en el mundo bibliogrfico filosfico. Aqu presentaremos tres visiones de la

comunicacin a partir de tres diccionarios de Filosofa en espaol.-

2.1 P rimera visin. Diccionario de Filosofa de Jos Ferrater Mora.

El esquema analtico que propone el Diccionario es el siguiente.-

Primera parte.- Metafsica y Ontologa, Lgica, Metalgica, Teora del

conocimiento (Epistemologa, Gnoseologa), tica, Moral, Esttica, Filosofa del

Arte, Teora de los valores, Axiologa.

Segunda parte.- Concepcin del mundo, Filosofa de la Filosofa.


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Tercera parte.- Filosofa del lenguaje, Filosofa de la Lingstica, Semitica,

Filosofa de la ciencia, Teora de la ciencia, Metodologa, Filosofa de la

Matemtica, Fundamentacin de la Matemtica, Filosofa de la Naturaleza

Cuarta parte.- Filosofa de la Historia, Filosofa de la Cultura, Filosofa poltica y

social, Filosofa de la Sociedad, Filosofa de las Ciencias Sociales, Filosofa del

Derecho, Filosofa del Estado, Filosofa de la Educacin, Filosofa de la Religin,

Teologa, Filosofa de la Mente, Filosofa del espritu, Antropologa Filosfica.

Quinta parte.- Cosmologa, Psicologa.

Sexta parte.- Disciplinas filosficas y ramas filosficas, Ciencias, Ramas yestudios cientficos, Escuelas, Tendencias, Grupos, Crculos, Movimientos,

Ismos, Periodos, Grupos de Filosofas.

Sptima parte.- Obras, Expresin filosfica, Locuciones y modismos filosficos,

Trminos especiales.

Octava parte.- Filosofa orienta, Historia de la Filosofa.

El concepto de comunicacin aparece hasta la tercera parte, como

componente del ttulo Filosofa del lenguaje, Filosofa de la Lingstica,

Semitica. Tambin aparece bajo el ttulo Filosofa de la ciencia, Teora de la

ciencia, Metodologa. Vuelve a aparecer en la quinta parte, bajo el ttulo

Psicologa. No aparece ms dentro del cuadro sinptico.

El Apartado de Comunicacin dice lo siguiente (Tomo I, pp. 554-556).-

El problema de la comunicacin ha sido tratado por la psicologa, por la

antropologa filosfica, por la filosofa del lenguaje y por la semitica.

Aqu nos referiremos a dos aspectos del mismo: al que llamaremos

lingstico y al que calificaremos de existencial.

Estos dos aspectos parecen, a primera vista, irreconciliables: el sentido

lingstico de la comunicacin no puede reducirse al sentido existencial y

viceversa. Quienes afirman la posibilidad de una cualquiera de semejantes


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reducciones se limitan a sostener su tesis de un modo muy general. As, los

lingistas sostienen que toda comunicacin es, en el fondo, transmisin de

informacin y, por consiguiente, transferencia de smbolos, de modo que la

llamada comunicacin existencial tiene que ser asimismo simblica. Los

existencialistas, por otra parte, mantienen que toda comunicacin lingstica y

simblica se da dentro de un contexto existencial, dentro de una actitud, de una

situacin de un horizonte, etc. Pero ninguna de estas tesis es plausible si no es

probada. Ahora bien, estimamos que no puede darse ninguna prueba si se parte

simplemente de una o de la otra tesis. No quedan, pues, sino dos soluciones.

Una consiste en negar totalmente la tesis supuestamente contraria o, en decir

que el que sostiene esta ltima no usa el trmino comunicacin en forma

apropiada. Otra consiste en edificar su pensamiento filosfico y especialmente,una ontologa- que posea suficiente poder explicativo para poder alojar en si

ambas formas de comunicacin sin necesariamente confundirlas. La opinin del

autor favorece esta ltima actitud, pero no es aqu el momento de hacerla

explcita.

I. Aspecto lingstico. La comunicacin lingstica es transmisin de

informacin, en un sentido muy amplio de informacin. Es una comunicacin de

tipo simblico o, mejor dicho, semitico. Tiene, pues, cuando menos dos formas

fundamentales de todo nivel semitico: la semntica y la pragmtica. Hemos

tratado este problema en varios artculos de este Diccionario (por ejemplo:

Lenguaje, Signo, Smbolo). Los filsofos que se han ocupado de la comunicacin

desde este punto de vista se han interesado especialmente por las nociones de

signo, de denotatum de un signo, y del llamado interprete del signo (interprete=

cualquier organismo para el cual algo es un signo). Las relaciones entre

intrprete y signo, y entre signo y denotatum del signo han planteado muy

diversas problemas. Especialmente importante es el problema de la adecuacin

entre cada uno de los citados elementos y los otros. Junto a las nociones

mencionadas, los filsofos de referencia se han interesado por la naturaleza del

discurso (vase) y por los posibles tipos de discurso. Ejemplo al respecto lo

hallamos en varias de las obras Charles W. Morris. Pero hay pensadores cuya

orientacin filosfica no ha sido nica y exclusivamente lingstica, que se han

ocupado tambin del problema de la comunicacin en el sentido ahora


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dilucidado. Ejemplo son Ernst Cassirer y la llamada Filosofa del simbolismo.

Los smbolos de que trata en este caso no son nicamente verbales.

Matemticos, ingenieros, tcnicos de la informtica, etc., se han ocupado de

cuestiones relativas a la comunicacin. Un ejemplo simple de comunicacin es la

que se transmite en una red telefnica. Vemos en ella problemas relativos a

interferencias y a redundancias que se hacen presentes asimismo en la

comunicacin humana posiblemente en la comunicacin de miembros de

especies animales que se transmiten mensajes- . La teora de la comunicacin

es en buena parte teora de los mensajes.

Los problemas de la comunicacin lingstica en el sentido amplio de este

ltimo trmino- han llevado a replantearse cuestiones relativas a la naturaleza

de la inteligencia, siguiendo en parte las investigaciones impulsadas por lallamada Ciberntica, Estas cuestiones han sido agrupadas bajo el epgrafe de

inteligencias artificiales. Vase Inteligencia y Mquinas de Turing.

II. Sentido existencial. Jaspers ha consagrado especial atencin a la

comunicacin en este sentido. La comunicacin existencial se halla, segn dicho

autor, en el lmite de la comunicacin emprica. Esta se manifiesta en diversos

grados: como conciencia individual coincidente con la conciencia de pertenencia

a una comunidad, como oposicin de un yo a otro (con diversas formas de

aprehensin del ser otro; en cuanto objeto, en cuanto sujeto, etc.); como

aspiracin a una trascendencia objetiva. La comunicacin existencial no es el

conjunto de dichas formas de comunicacin emprica, aunque se manifiesta

mediante ellas y las descubre a todas y a cada una como insuficientes. La

comunicacin existencial nica e irrepetible, tiene lugar entre seres que son si

mismos y no representan a otros -o comunidades, ideales o cosas-. Slo en tal

comunicacin el s mismo existe para el otro s mismo en mundo creacin. Ser

s mismo no es ser asiladamente, sino serlo con otros s mismos en libertad. De

este modo se supera tanto el solipsismo como el universalismo de la existencia

emprica: no hay que interpretar, en efecto, la comunicacin existencial como un

modo de soledad o de comunidad emprica. Tal comunicacin puede formarse y

romperse. Jaspers ha analizado estas formas (as como las que llama

situaciones comunicativas) con gran detalle a fin de desentraar lo que se haya

en ellas de propiamente existencial.


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El problema de la comunicacin en sentido existencial (y, en general

interpersonal) ha sido tratado de un modo o de otro por la mayor parte de los

filsofos que es usual (aunque no siempre correcto) llamar existencialistas. Nos

hemos referido a algunos de los anlisis de estos filsofos el artculo El Otro: la

cuestin del otro implica asimismo, en efecto, la de la comunicacin con el

otro. Nos limitaremos a destacar aqu algunas de las ideas propuestas sobre

nuestro tema.

Sartre se ha ocupado del asunto en su anlisis del lenguaje. Segn este

autor, el lenguaje no es un fenmeno sobrepuesto al ser-para-otro: es

originalmente el ser para otro, es decir, el hecho de que una subjetividad se

experimente a s misma como objeto para otros. No ha necesidad de inventar el

lenguaje en un mundo de puros objetos. Tampoco han necesidad de inventar enla intersubjetividad de de los para otros, mas ello es porque se halla ya dado

en el reconocimiento del otro. Puede, pues, decirse que soy lenguaje (en un

sentido semejante a como Heidegger podra emplear la frmula -propuesta por

Alphonse de Warlhens-: Soy lo que digo). El lenguaje puede hacer de su ser

para otrono se distingue, pues, del reconocimiento de la existencia del otro.

Tambin Martin Buber ha examinado el problema que aqu nos ocupa;

remitimos a este respecto el artculo Dilogo. En parte semejante a la doctrina

de Buber es la de Berdiaev sobre la comunicacin. En una de sus obras, este

autor distingue entre comunicacin, comunin y participacin. La primera es

simblica, y propia de la vida social. La segunda es intrapersonal e implica

reciprocidad en la relacin yo-tu, encaminndose al mundo extra natural de la

existencia autntica. La tercer es una penetracin en la realidad primaria.

Para el sentido vanse las obras de Morris sobre lenguaje y teora de los

signos mencionadas en el artculo sobre ese filsofo. Las obras de Ogden y

Richards, de S. K. Langer y de E. Cassirer mencionadas en Smbolo y Simbolismo

pueden asimismo usarse a este efecto. Para N. Wiener vase bibliografa sobre

ese autor.

De las mucha sobras sobre problemas de comunicacin, informacin y

cibernticos en general, citamos: L. de Brogie et al. La Cybernetique, Thorie du

signal et de Linformation, 1951.- William Ross Sabih, Design for a Brain, 1952,

2 ed., 1960 (traduccin espaol) de la 2a ed.: Proyecto para un cerebro, 1965).

Id. , id., An Introduction to Cybernetics, 1958 (trad. Esp.: Introduccin a la


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Ciberntica, 1960), - L. Coufignal, Les machines pener, 1952. P. de Latil,

Introdution a la cyberntique. La pense artificielle, 1955. W. Sluckin, Minds

and Machines, 1954, ed. Revisada, 1960 (trad. Es.: Cerebros y Mquinas, 1957).

R. Ruyer, La cybernetique et Lorigine de linformation, 1964.- G. Th.

Guilbaud, La cybernetique, 1954 (trad. es.: La Ciberntica, 1958). E. ngel, A.

Taustin et al. , Automatic Control, 1955 (trad. Es.: Control automtico, 1957).

C. Cherry et al. , On human communication. A review, a Survey, and a Criticism.

Studies in Communication, 1957, 2 ed., 1966. Gotthard Gnther, Das

Bewusst- sein der Maschinen. Eine Metaphysik der Kybernetik, 1957. 2a ed.

1964.- Jean Ladrire, Filosofa de la ciberntica, 1958. John von Neumann, The

computer and the Brain, 1958.- George A. Millar. Language and Communication,

1958. Y. P. Frolev, E. Colman, Exmen de la ciberntica, 1958. Lo Apostel,Benoit Mandelfrot, Jean Piaget, Logique, langage er thorie de linformation,

1956. L. Couffignal, Rl Ruyer et al.., artculos sobre ciberntica en Les tudes

Philosophiques, N. S., 16 (1961), 147-224. Ferrrucio Rossi Landi, Significato,

comunicatione e parlare comune, 1961.- J. R. Pierce, Symbol, Sygnals and

Noise. The nature and process of communication, 1961 (trad, es.: Smbolos,

seales y ruidos. Naturaleza y proceso de la comunicacin, 1962). Geroge

Klauss, Kybernetik in philosophischer Sicht, 1961, 2 ed., 1962. Id., id.,

Kybernetik und Erkenntnistheorie, 1966.- James T. Culbertson, The minds of

robots: sense, data, memory, images, and behavier in conscious automata,

1963. David Harrah, Communication_ A logical model, 1963.- T. A. Brody, J.

Ferrater Mora et al. Symposium sobre informacin y comunicacin, 1963.

Frederick J. Crosson y Kenneth M. Sayre, ed. Philosophy and Cybernetics, 1967.

Jos Luis Aranguren, La comunicacin humana, 1967. Carlos castilla del Pino,

La incomunicacin, 1970. - Hans Joachim Flechtner, Grundbegriffe der

Kybernetik. Eine Einfhrung, 1972. J. C. Marshall, R. J. Wales et al. Pragmatic,

aspects of human communication, 1974. Kenneth; Sayre, Cybernetics and the

philosophy of mind, 1976.

Para el sentido (II) indicamos las obras de donde proceden las citas en el

texto: K. Jaspers, Philosophie, 1952, libro II, capar iii (trad. Es. -Filosofa, 1.

1958, pgina 459). J. P. Sartre, Ltre er le Naut, 1943, Parte III, capa. Iii,

1, pg 440-41). N. Berdiaev, i mir abktov, 1954 (yo y el mundo de los


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objetos, en la traduccin espaola.: Cinco meditaciones sobre la existencia,

1958).

Vase tambin: Mara Jos Bono Guardiola, Comunicacin Interpersonal y

lenguaje, 1978. Vase asimismo bibliografa de El Otro.

2.2. Segunda visin.- El diccionario de Filosofa de N icola Abbagnano.

Este diccionario no tiene un esquema analtico, pero s un apartado bajo la

palabra comunicacin, que dice lo siguiente (pp. 186-188).-

(Ing. Communication; franc. Communication; alem. Kommunikation; ital.

Comunicazione). Los filsofos y los socilogos se sirven actualmente de este

trmino para designar el carcter especfico de las relaciones humanas encuanto son, o pueden ser, relaciones de participacin recproca o de

comprensin. Por lo tanto, el trmino viene a resultar sinnimo de co-

existencia o de vida con los otros e indica el conjunto de modos especficos

que puede adoptar la coexistencia humana, con tal que se trate de modos

humanos, o sea modos en los que queda a salvo una cierta posibilidad de

participacin o de comprensin. En este sentido la comunicacin no tiene nada

que ver con la coordinacin y con la unidad. Las partes de una mquina - ha

observado Dewey- se hallan estrechamente coordinadas y forman una unidad,

pero no forman una comunidad porque se comunican, esto es, porque pueden

participar recprocamente de sus modos de ser, que de tal manera adquieren

nuevos e imprevistos significados. Esta participacin de que una relacin de

comunicacin no es un simple contacto fsico o un encuentro de fuerzas. La

relacin entre el pirata y su presa, por ejemplo, no es una relacin de

comunicacin, aun cuando a veces puede presentarse entre los hombres. La

comunicacin en cuanto caracterstica especfica de las relaciones humanas

delimita la esfera de tales relaciones a aquellas en las que hay cierto grado de

libre participacin. La importancia del concepto de comunicacin en la filosofa

contempornea se debe: 1) al abandono de la nocin romntica de conciencia

infinita de s. Espritu absoluto o super alma, nociones que por implicar la

identidad de todos los hombres inutiliza, por razones obvias, el concepto mismo

de comunicacin interhumana; 2) el reconocimiento de que las relaciones

interhumanas implican la alteridad entre los hombres mismos y sus relaciones


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posibles; 3) al reconocimiento de que tales relaciones no se agrupan en un

segundo momento a la realidad ya constituida entre las personas, sino que la

constituyen como tal.

En estos trminos el concepto de comunicacin penetra en diversas

filosofas. Segn Heidegger, el concepto de comunicacin debe ser entendido en

un amplio sentido ontolgico, esto es como una comunicacin existenciaria.

En esta comunicacin se constituye la articulacin del ser uno con otro

comprensor. Ella despliega lo que hay de comn en el coencontrarse y en la

comprensin del ser con. La comunicacin no es nunca nada como un

transporte de vivencias, por ejemplo, opiniones y deseos, del interior de un

sujeto al interior de otro. El ser ah es esencialmente ya, patente en el

coencontrarse y en el cocomprender (Sein und Zeit, pargrafo 34: tradu.Es.: El ser y el Tiempo, Mxico, 1962, FCE). Para Heidegger, en otras palabras,

la comunicacin es ya coexistencia porque la coparticipacin emotiva y la

comprensin de los hombres entre si llega a constituir la realidad misma del

hombre, el ser del ser ah. Jaspers, que se encuentra sustancialmente de

acuerdo con Heidegger, polemiza contra las ciencias empricas (psicologa,

sociologa, antropologa) que pretenden analizar las relaciones de comunicacin.

Su defecto es, segn Jaspers, que deben limitarse a considerar las relaciones

humanas y no las posibles, en tanto que la comunicacin es, precisamente,

posibilidad de relaciones. En este sentido puede ser aclarada slo a travs de la

filosofa (Phil. II, cap. III). Por el contrario Dewey, que comparte con Heidegger y

con Jaspers el punto de vista de que la comunicacin constituye esencialmente la

realidad humana, la considera como una forma especial de la accin recproca de

la naturaleza y cree, por lo tanto, que puede o debe ser estudiada a travs de la

investigacin emprica (Experience and nature, cap. V; trad. Es.: La experiencia

y la naturaleza, 1848, FCE).

Si la filosofa del siglo XIX, por la importancia de las concepciones

absolutistas (el propio positivismo hablaba de la humanidad como de un todo)

eliminaba la nocin de la comunicacin, la filosofa de los siglos XVII y XVIII

haba ya elaborado la nocin, aunque en respuesta a un problema diferente. El

problema era el de la comunicacin de las sustancias, esto es, de la sustancia

alma con la sustancia cuerpo y recprocamente, problema nacido con el

cartesianismo, que distingui por vez primera de manera precisa las dos


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especies de sustancias. El mismo Descartes haba admitido como vlida la nocin

corriente de una accin recproca entre las dos sustancias, que segn crea se

tocaban en la glndula pineal (Passions de lme. I. 32). Por otra parte los

ocasionalistas sostuvieron que era imposible la accin de una sustancia finita

sobre otra, porque ninguna sustancia finita puede obrar, es decir, ser causa; y

crean, por lo tanto, que Dios mismo interviene para establecer la relacin entre

el alma y el cuerpo, o entre los diferentes cuerpos o entre las diferentes almas,

sirvindose de la ocasin ofrecida por el cambio ocurrido en una sustancia para

producir cambios en otras. Esta era la teora da las causas ocasionales,

sostenida, entre otros, por Malenbranche (Recherche de la vrit, II, II, 3).

Leibniz que considera imposible la primera teora milagrosa la segunda, entendi

la comunicacin como armona preestablecida (vase) y la hizo abarcar larelacin entre todas las partes del universo, o sea entre todas las mnadas que

lo componen; la armona es preestablecida por Dios de manera tal que a cada

estado de una mnada corresponde un estado de las otras mnadas (Op., ed.

Gerhardt, IV, pp. 500-501). Por razones obvias, la doctrina de Leibniz no es una

solucin al problema de la comunicacin; ms bien, su finalidad es hacer intil a

la comunicacin misma garantizando la relacin preordenada de las mnadas

entre s. El propio Leibniz anota que su doctrina hace del alma una especie de

mquina inmaterial (Ibid., P. 548). Este fragmento nos revela que su doctrina

est muy lejos de la nocin contempornea de comunicacin, la cual, segn se

ha dicho, no es nunca automtica y no puede subsistir entre los autmatas o

entre las partes de un autmata.

2.3. Tercera visin.- El diccionario de Filosofa Contempornea deMiguel A. Quintanilla.-

Este diccionario tiene un ndice analtico que parte de una definicin general de

Filosofa. En un segundo lugar propone los objetos generales de la Filosofa.- la

Ontologa, la Ciencia, la Praxis, el Arte, y la Religin. En un tercer lugar propone

las cuatro figuras bsicas del pensamiento filosfico contemporneo.- la

Dialctica, el Anlisis, el Nihilismo y el Estructuralismo. Termina con una

propuesta sobre la Filosofa espaola. Esta estructura del pensamiento filosfico

contemporneo puede ser utilizada en otro momento para relacionarla con el


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pensamiento en comunicacin. Tiene un apartado sobre comunicacin que dice lo

siguiente (pp. 89-93).-

Como dira G. Bueno, lo que la teora cientfica de la informacin dice de la

comunicacin no es todo ni lo nico que cabe decir de la comunicacin humana

ni acaso, aadiramos, lo ms relevante (antropolgicamente). En la teora de la

informacin aparece la comunicacin reducida a funcionalidad cuantificable,

mientras que en una teora (filosfica) de la comunicacin sta reaparece no slo

como un quantum de energa, sino como un quale irreductible por cuanto

condicionante de la interaccin humana. Como ha expresado perfectamente U.

Eco en un contexto general, puede preceder la inteligencia al lenguaje (Piaget)

pero no a la comunicacin (of. La Estructura ausente). La importancia filosfica

de una tal impostacin del problema aparece clara al sustituir el trmino generalcomunicacin por su equivalente filosfico de discurso: pues si el hombre se

halla siempre ya en intercomunicacin, es en el discurso, donde la comunicacin

del hombre se convierte en comunicacin humana propiamente tal. Para decirlo

con Hobbes, homo animal rationale quia orationale.

1. El proceso de comunicacin se constituye en la puerta en relacin de un

emisor y un receptor sobre la base de una transmisin de informacin.

Comunicar es comunicar informacin (en el sentido ms amplio de informacin,

sea propia o ajena), lo que convierte a todo proceso comunicacional en un

proceso selectivo (C. Cherry). En efecto, el emisor ha de elegir (selectivamente)

unas seales o signos para transmitir su informacin y, a su vez el receptor ha

de seleccionar (efectivamente) la informacin en una respuesta efectiva

correspondiente. Eleccin y seleccin constituyen as los dos polos del proceso

comunicativo. Pero este proceso comunicativo constituido por la relacin

(relationship) de emisin y recepcin se verifica, es decir logra su mediacin,

sobre el baremo de un vehculo o mdium lingstico. La mediacin lingstica se

convierte as en la condicin de la comunicacin, la cual reaparece ahora como

un procedimiento correlacional de codificacin lingstica (encoding) por parte del

emisor y de descodificacin lingstica (decoding) por parte del receptor. He aqu

el cuadro estructural del proceso de comunicacin (Aranguren).-

Emisin Transmisin Recepcin

(significado) (signo) (significado)


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mensaje cifra mensaje

vehculo

Codificacin Descodificacin

El problema de la comunicacin aparece as centrado en la transmisin o

mediacin lingstica, es decir, en el proceso selectivo de codificacin y

descodificacin, puesto que la comunicacin se constituye en esa misma relacin

e emisin y recepcin. Pero con ello decimos algo de inters para una teora

(filosfica) de la comunicacin: que toda comunicacin constituida medialmente

por la cifra o clave- logra su verificacin en el descifrado. Ahora bien, descifrar

es fundamentalmente interpretar, puesto que la descodificacin implica una

simultnea remodificacin: el proceso de comunicacin queda entoncesredefinido como proceso intersubjetivo de interpretacin. En efecto, en todo

proceso de comunicacin se realiza una lectura o traduccin de un texto

(original: fuente) a otro texto (objetivado) por la mediacin de un cdigo y su

base a un lenguaje pivote intermediador (cf. Al respecto la traduccin automtica

de los ordenadores).

2. Ms en concreto se define por el tratamiento que realiza el emisor

(fuente) y el receptor, tratamiento que se refiere correlativamente a los

elementos del contenido y a la estructura del cdigo. Como dice M. Rifaterre, el

emisor (encouder) transmite al receptor (decouder) no un mero mensaje

(abstracto), sino su propio estilo y, en tanto, una manera de descodificarlo. Pero

para nuestras intenciones actuales reinscribiremos en la propia nocin de cdigo

esta manera o tratamiento, entendiendo precisamente por cdigo de un modo

unitario la especifica manera de reunir los smbolos (A. Moles), con lo que

volvemos a centrar la problemtica de la comunicacin en el proceso

correlacional de descodificacin y remodificacin. Esto nos induce a definir el

cdigo como la mediacin objetiva-subjetiva de la comunicacin, definicin de

relevancia filosfica. De este modo la reimplantacin filosfica del problema

comunicacional no slo nos ofrece un modelo generalizado de la interpretacin

es cuanto descifrado- entendida ahora, por encima y por debajo, es decir, ms

all de los dualismos clsicos, como objetivo-subjetiva, sino que a la vez nos

ofrece la posibilidad de formular una teora crtica del sentido: ste no emerge en


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cuanto sentido humano (antropolgico) en la mera inmediatez irrelata de

estmulo y respuesta, (frente al behaviorismo estricto), sino en su mediacin

interpretativa o, para decirlo con Peirce, en y por la referencia al cdigo en

cuanto regla o norma convencional basada en un consenso y convenio

intersubjetivo que define a la comunicacin como comunicacin especfica

humana. En efecto, en la puesta de acuerdo o aceptacin de una reglas de juego

convenidas se auto constituye la comunicacin humana en un lenguaje no ya

natural-instintal atenido a la inmediatez del presente hipostasiado, sino capaz de

representar el pasado, es decir, el futuro. Con la comunicacin simblico-

proyectiva tpicamente humana surge la interpretacin libre que no es sino una

prediction written backwards (Marshall) por obra del descodificador o intrprete

definido clsicamente por Kierkegaard como un profeta vuelto hacia atrs. Con laaparicin del lenguaje convencional arbitrario o racional y con el consiguiente

principio de la libre interpretacin humana o interpretacin convencional y

retroactiva, la comunicacin animal, nacida como un artificio capaz de expresar

al partner de su modo plstico-instrumental la propia informacin, logra la

abstaccin o liberacin del sentido de su sola referencia al hic et nunc. Con la

libertad de interpretacin basada en la propia razn como lugar de conformidad y

disconformidad y, en definitiva, de recreacin del mensaje, aparece la posibilidad

de realizar una comunicacin crtica sobre la realidad comunitaria y ello dice

una comunicacin acerca de la verdad y la falsedad. Como expresa W. W. Urban,

aunque en su lenguaje idealista. Los lmites de mi lenguaje son los lmites de mi

mundo. Esto no significa necesariamente la negacin dogmtica de algo que

est ms all de lo que podemos expresar, pero si quiere decir -y por cierto

debe decirlo- que slo puede suscitarse con sentido las cuestiones relativas a la

verdad y la falsedad acerca de lo que puede expresarse. Siendo este el caso, es

en el discurso -y slo en el discurso- donde igualmente la inteligibilidad y la

verdad pueden encontrarse (Language and reality)

3. A la hora de elaborar una teora crtica de la comunicacin, surgen no

obstante de nuestra presentacin de la cuestin algunos problemas filosficos

importantes. Pues si la comunicacin se funda en la mediacin de unos cdigos

definidos como convencionales, entonces la propia accin de verdad y lo que ella

implica de posibilidad crtica vlida parece tambalearse.


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Hay que hacer pues algunas consideraciones fundamentales. En primer

lugar, la verdad queda efectivamente revisada como verdad convenida y

consentida (consensus), interpretada en cuanto tal, es decir, intersubjetivamente

verificada: La verdad es tal en la comunicacin interhumana y, por tanto, dice

referencia esencial a nuestros pactos, quereres, deseos y, en ltima instancia,

necesidades; con ello la verdad aparece en su remitencia y la realidad humana

como verdad relativa, pero precisamente entonces como objetiva (A. Schaff). El

lenguaje representa as el locus verificacional de la verdad; pues no tenemos

otra apelacin para decidir qu sea lo verdadero y qu es lo falso, sino nuestro

decir y decisin comunitaria. El lenguaje, como quera Marx, es erst la

conciencia existente real. Y la verdad aparece no de un modo solipsista, sino en

un consenso crtico (Habermas).Pero con ello nuestros cdigos convencionales pareceran haber quedado

inmunizados de toda posible crtica. En efecto, si como dice E. Ortigues, el

destinatario de la regla o cdigo normativo es al mismo tiempo el fundador de su

validez, en cuanto que la regla convencional no es objeto de dilogo crtico, sino

un presupuesto formal a aceptar por parte del sujeto virtual o destinatario de la

comunicacin (lingstica), entonces lo que en un principio se nos ofreca como

convencin racional el cdigo como consensus libre- se nos muestra ahora

como una convencin convenida de antemano, es decir, como un convenio o

pacto social supraindividual cuyas reglas de juego hay que aceptar

paradjicamente para poder jugar en una libertad hipotecada ms que

hipottica. Pero frente a esto hay que responder que se trata de una libertad de

interpretacin condicional, es decir, condicionada por nuestro propio logos

humano. Elegir el lenguaje como lugar de libre interpretacin es re-conocer que

hemos sido elegidos por l de antemano. Y esto es precisamente lo qu nos

posibilita un baremo de racionalidad crtica universal: pues el lenguaje humano

en cuanto lenguaje intersubjetivo o dilogo crtico se nos ofrece como lugar de

consolidacin de nuestras razones. Aceptar la lgica lingstica y su tica

inmanente es reconocer que los lmites del lenguaje humano son los lmites del

mundo (interhumano y social o socializado).

Mas queda en pie la cuestin fundamental al respecto: no se convierte

entonces la comunicacin humana en una aceptacin acrtica de cdigos

presupuestos -es decir, en una mera recognition of pattern? Sin embargo,


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atenerse a las reglas racionales o intersubjetivas del juego o interaccin humana

no es sino una eleccin razonable por naturaleza, es decir por nuestra

naturaleza, o sea, un consensus natural; por eso el lenguaje define y regula la

humana interaccin rgano y criterio de la razn, lo denomin Hamann- Slo

que, por lo dems, el lenguaje humano no existe como tal sino en lenguajes -

cuyo prototipo est constituido por el lenguaje verbal o lenguas naturales- los

cuales funcionan como bliks o perspectivas abiertas (Weltansichten: Humboldt) y

no como ideologemas cerrados. Es posible, por lo tanto, autocriticar el propio

mdium lingstico tanto desde dentro -dada su estructuracin escalonada o

Stufenaubau (Weiesgerber)- como desde otras perspectivas correlativas o

lenguajes.

El problema a estas alturas est en evitar un mero relacionalismo orelacionismo lingstico de corte manheimiano. Ofrecemos dos respuestas

escalonadas por nuestra cuenta y riesgo: la primera a un nivel formal y

funcional, la segunda a un nivel material real.

4. Una crtica formal -o diacrtica- de nuestra comunicacin lingstica es

posible sobre el esquema estructural de los factores lingsticos en el proceso de

comunicacin. R. Jakobson distingue los seis siguientes definidos sobre las

correspondientes funcionales lingsticas:

contexto (referencial)

remitente mensaje (esttico) destinatario

(emocin) contacto (fsico) (connotacin)

cdigo (metalingstico)

Con semejante enumeracin podemos obtener ya un baremo crtico-formal

para poder juzgar nuestra comunicacin de acuerdo a su significacin y

relacionalidad (racionalidad), pudiendo as distinguir netamente entre el

lenguaje cienttico centrado en el mensaje mismo, as como entre una

comunicacin expresivo-emotiva y una comunicacin meramente contactual o

ftica, etctera.

Mas no nos interesa obtener un baremo fundado en un anlisis meramente

factorial y funcional. No son los factores y funciones lingsticas que entran en


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nuestra comunicacin lo que nos interesa distinguir a un nivel meramente

fenomenolgico, sino los niveles mismos o dimensiones metalingsticas en una

teora general de los signos (lingsticos). La semitica con su teora general de

los signos y no la lingstica con su teora estructural de los usos lingsticos

puede ofrecernos aqu ayuda metodolgica apropiada.

Ms all de las meras funciones comunicacionales, la semitica nos ofrece

un modelo generalizado de la interpretacin. Como es sabido se distinguen, por

encima de los usos o performancas lingsticas, tres niveles, registros o

competencias lingsticas: el nivel semntico expresa la referencia del lenguaje

a su denotatum o designatum, el nivel sinttico implica la referencia del lenguaje

a su propia estructura ( o relacin de los signos entre s) y, finalmente, el nivel

pragmtico indica la referencia del lenguaje a usuario; se trata respectivamentedel lenguaje a nivel formal, a nivel material y a nivel vivencial (Cherry). De este

modo se nos brinda una criba metalingstica con la que poder juzgar

diacrticamente a los lenguajes (naturales). Pero si aqu nos interesa es porque

lo creemos tambin aplicable a los lenguajes culturales. En efecto, aplicando tal

reja diacrtica o discriminatoria a los lenguajes culturales que pueblan nuestra

circunstancia -lenguaje marxista, lenguaje estructuralista, lenguaje

existencialista- intentando reducirlos a su ltimo denominador comn, deducido

no en abstracto, sino en su correferencialidad mutua, podramos obtener los

siguientes resultados simplificados al mximo:

- Lenguaje marxista, lenguaje semntico (cf. A. Schaff)

- Lenguaje estructuralista, lenguaje sintctico (cf. R. Barthes)

- Lenguaje existencialista, lenguaje pragmtico (cf. K. Jaspers)

La semitica queda aqu reinterpretada como una metodologa crtica de las

ideologas (en sentido neutralizado) o, ms exactamente, como una crtica

lingstica de los lenguajes culturales: un modelo crtico en el que los diversos

lenguajes -Marxista, estructuralista, existencialista- ocupan un valor de posicin

correlativo. La lectura crtica de semejante esquematismo podra resumirse a su

vez del siguiente modo: marxismo, estructuralismo y existencialismo

representan diversos niveles estratgico-hermenuticos dentro de un mismo

universo de discurso o interlenguaje dialctico. Cada lenguaje ocupa posicin


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especficamente definida por su propia estrategia hermenutica -respectivamente

teora y praxis de la realidad social (material), metodologa formal (explicacin

estructural) y comprensin del sentido (antropolgico). Con ello hemos obtenido

una comunicacin crtica, si bien a nivel formal, de lenguajes antes

incomunicados.

5. Pero con esto hemos propuesto no el modelo de una comunicacin crtica,

sino diacrtica. Por ello, una teora crtica no meramente formal sino material

ha de atenerse, por encima de la mera estructura lingstica que funciona como

mdium de la comunicacin, a los complicados ontolgicos de tal comunicacin

lingstica. Estos implicados siguen siendo dos: emisor y receptor. Pero emisor y

receptor intentan comunicar algo, es decir, algo real o de y sobre la realidadsiempre ya interpretada (realidad humana intersubjetiva). Mientras no

reinterpretemos ontolgicamente nuestro esquematismo metodolgico arriba

enunciado no estaremos ni siquiera en camino hacia la construccin de una

teora crtica de la comunicacin. A fin de lograr esta reinterpretacin o

mediacin dialctico-real echaremos mano de la actual antropologa social y

cultural, siquiera a modo de mencin programtica.

Lvi-Strauss presenta en su antropologa estructural a la humana

comunicacin o lenguaje humano universal- fundada en tres comunicaciones o

intercambios lingsticos: 1) la comunicacin de bienes materiales en y por el

sistema econmico, 2) la comunicacin de mensajes o comunicacin lingstica

en y por el sistema de la lengua, 3) la comunicacin parental (o de mujeres), es

decir la comunicacin socio-familiar en y por el sistema de parentesco. De este

modo hemos reinterpretado realmente, es decir antolgicamente el formal

esquematismo semiolgico de acuerdo al siguiente cuadro traductor de

correlaciones:

- Comunicacin de bienes materiales, nivel semntico (real en sentido

estricto)

- Comunicacin de bienes culturales, nivel sintctico (lingstico en sentido

estricto)

- Comunicacin de bienes parentales, nivel pragmtico (antropolgico en

sentido estricto)


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En nuestro modelo la comunicacin propiamente tal o comunicacin o

comunicacin lingstica aparece como mediacin o cdigo consensus crtico-

de una comunicacin total del hombre constituida en sus extremos

fundamentales -bio sociales- por la comunicacin de los bienes materiales y de

los bienes sociales. Slo sobre la base de una autntica comunicacin de los

bienes materiales -socializacin- y de una autntica comunicacin de los bienes

sociales -emancipacin- es posible a su vez una autntica comunicacin

intersubjetiva o liberacin del sentido. Opresin econmico-social y represin

psicosocial siguen siendo entonces los dos enemigos pblicos de la pblica

comunicacin del sentido (cuyo especfico carcter est obviamente constituido

por la libertad de expresin). Es labor entonces de la comunicacin lingsticasealar crticamente los postulados y presupuestos de su sentido. Porque, para

decirlo con Habermas, una SprachKompetenz o competencia lingstica igual

(democracia) slo es posible sobre una misma competencia de bienes: bienes

materiales, sociales y culturales.

Una teora crtica de la comunicacin se convierte as en una hermenutica

pragmtica del sentido en donde se trata de recobrar la excomulgado, y, en

definitiva, de resimbolizar lo desimbolizado (A. Lorenzer). O sea, en poner en

comunicacin lo incomunicado, pero tambin en incomunicar crticamente lo

supercomunicado (la ideologa). La comunicacin de lo incomunicado hace de

crtica disolvente de las ideologas, estereotipos y jergas (Jargon: Adorno). Pero

para comunicar lo incomunicado es preciso que nuestro lenguaje no se convierta

y aliene en un mero metalenguaje que tiene por objeto su propio lenguaje, sino

un lenguaje capaz de superar la comunicacin de mensaje-mensaje, es decir el

mensaje como mero valor de cambio o intercambio mercantil, a fin de poder

transmitir mensaje-Bienes con un autntico valor de uso. Pero con ello

expresamos al mismo tiempo nuestra propia autocrtica: la crtica radical al

actual idologema de la supercomunicacin, o si se prefiere, la crtica al mero

comunicacionismo y dialoguismo no por casualidad aliado hoy sintagmticamente

con un estril humanismo decadente. Claro que, como deca Nietzsche, siempre

es mejor algn sentido que ningn sentido (Genealoga de la Moral). Y verdad

es que el sentido antropolgico como totalidad anticipada (Totalittsvorgriff) no

se anuncia ni a nuestra pura razn como la vieja verdad escolstica y sus


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reediciones, ni, sin mas mediacin a nuestro estmago o a nuestros genitales (sit

venia verbo), sino ms bien a nuestra sensibilidad total redefinida hebraicamente

y, por tanto, de un modo materialista como escena de nuestras opciones

fundamentales (Tresmontant). Pero no es menos cierto que nuestra sensibilidad

en hebreo: corazn- est intermediada por todos los apndices crticos de

nuestra corporalidad humana.

Toda pasa entre boca y cerebro, dice Deleuze. Mas entre boca y cerebro

pasa el lenguaje, el lenguaje como mediacin de la humana comunicacin en el

sentido definido.

A. Ortiz-Oss

J. L. Aranguren, La comunicacin humana, Madrid, 1967; Apel, Gadamer,Lohmann, Weisgerber y otros, Sprache und Erkenntnis, Meisenheim, 1972: Colin

Cherry, On human communication, Massachussets, 1966; U. Eco, La estructura

ausente, Barcelona, 1972; J. Habermas, Therorie der Gesselschaft, SurhKkamp,

1971; R. Jakobson y otros, El lenguaje y los problemas del conocimiento, Buenos

Aires, 1971; A. A. Moles, La ciencia de la comunicacin, en Era atmica,

Ciberntica VIII (teora de la informacin) Barcelona, 1964; E. Ortigues, en La

communication en philosophie: Rev. Int. Phil. 90 (1969) 4; R. Shrer, Structure

et fondement de la communication humaine: J Singh, Ideas fundamentales sobre

la teora de la informacin, del lenguaje y de la ciberntica, Madrid, 1972; M.

Yela, Logos y dilogos, en Homenaje a Zubiri II, Madrid, 1970.

Segunda parte.- Relacin entre el espacio conceptual GUCOM y el

pensamiento filosfico.

3.La comunicacin y la Filosofa segn los diccionarios filosficos.-

La revisin sobre el pensamiento filosfico en comunicacin es un amplio y

extenso espacio de trabajo bibliogrfico, sobre todo porque el tema no es un

tema tradicional de la Filosofa, y por tanto supone una exploracin sobre

asuntos paralelos, similares, relacionados. Lo que s es un tema para una

primera hiptesis de trabajo es la distancia entre el sentido de la comunicacin

del siglo veinte y el pensamiento filosfico antecedente. Sobre este punto los


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apuntes del diccionario de Abbagnano ser la primera referencia. Pero vamos por

partes.

Revisemos sintticamente la aproximacin a la comunicacin de los tres

diccionarios tomados como primer contexto para la relacin entre Filosofa y

comunicacin.

3.1 Diccionario de Jos Ferrater Mora.La opcin bsica de este diccionario es tomar como base al pensamiento en

comunicacin de las ciencias humanas y del lenguaje. El apunte toma como

primer espacio conceptual no a su propio campo, el filosfico, sino a la

Psicologa, la Antropologa, la Filosofa del lenguaje y la Semitica. Este es un

primer dato. La Filosofa no tiene nada que decir en un principio, slo opinarsobre lo que otros han dicho, la comunicacin no es un tema de su agenda.

En un segundo lugar aparecen la Lingstica y la Filosofa fenomenolgica

existencialista, como los elementos bsicos para una presentacin sobre el tema.

Sobre la Lingstica se toma como primer y central elemento el de la transmisin

de la informacin, es decir, la teora matemtica de la informacin. Y a partir de

ello se apunta en dos direcciones, la Ciberntica y su lectura de la informacin, y

la Semitica y su lectura de la organizacin de los smbolos. Es decir, la

Ciberntica y la Semitica toman la vertiente cientfica del tema. Los autores

apuntados en principio son Morris, Ogden y Richards, Langer, Cassirer y Wiener.

Por la otra parte aparece la lectura existencialista de la comunicacin,

tomando como punto de partida a la organizacin simblica, pero situada en una

actitud existencial. Jaspers, Heidegger, Buber y Berdiaev son los autores que

sirven para ejemplificar esta perspectiva. El punto se centra en la conciencia de

los otros. Lo que mueve esta propuesta al mundo filosfico de la libertad y de la

tica. Esta visin se enfrenta a la visin cientfica objetivante. Lo que deja el

asunto de la comunicacin entre una visin objetivista y una subjetivista, y una

tercera posibilidad sinttica.

3.2Diccionario de Nicola Abbagnano.Este artculo apunta a una respuesta filosfica a la problemtica de la

comunicacin desde un fondo sociolgico, que podra interpretarse como

comunicolgico. El primer referente del tema es la coexistencia social, la vida con


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los otros. De nuevo el cosmos de la visin tica. El texto de inmediato propone

una ubicacin del asunto filosfico de la comunicacin en una perspectiva

histrica. La comunicacin es un tema del siglo veinte, el Siglo XIX est cargado

de dogmatismo, de totalitarismo, de verticalismo, la comunicacin presenta a la

interaccin, a las relaciones interhumanas, como un espacio de posibilidades,

horizontal. Este es un gran apunte.

De inmediato el artculo identifica la tensin entre la filosofa subjetiva y la

ciencia objetiva, apuntando con Heidegger y Jaspers a una postura que identifica

al tema con relaciones subjetivas, de conciencia y percepcin, que dejan a la

ciencia en un lugar secundario. Y por otra parte apunta con Dewey a la necesidad

de tratar temas humanos con una visin cientfica. Este punto es clave.

El asunto de la ciencia como encargada de la naturaleza, y de la Filosofacomo encargada de los asuntos humanos de la conciencia y la alteridad, queda

complementado con el apunte sobre el siglo XVII y XVIII, donde la comunicacin

es un tema filosfico sobre de la relacin entre alma y cuerpo, lo infinito y lo

finito, lo subjetivo y lo objetivo. En esta discusin entran en juego los nombres

de Descartes, de Malenbranche y de Leibniz. Vuelve a aparecer el sentido

contemporneo de la comunicacin como algo que se opone a la determinacin,

al dogma, a la verdad nica, visiones necesarias para otras pocas, con

dificultades para sostenerse en el da de hoy.

3.3Diccionario de Miguel ngel Quintanilla.Este es el artculo ms extenso y ambicioso, lo cual era de esperar desde el

mismo contexto del diccionario, que pretende una propuesta desde la Filosofa

contempornea. En ese sentido el texto desarrolla una tesis a travs de diversos

argumentos. La propuesta consiste en presentar a una posible teora crtica de la

comunicacin como una Hermenutica pragmtica. Esto significa un paso

adelante de los dos textos previos. De nuevo el contexto es la tensin entre

ciencia y humanidades, donde ser la perspectiva humanstica la que salga

vencedora, pues es la que puede proponer horizontes de deseo, que la ciencia

objetiva no puede ante sus limitaciones descriptivas y explicativas, pero nunca

emancipatorias o crticas. Se trata de comunicar lo incomunicado, y de

incomunicar lo supercomunicado, en una postura que es crtica y utpica, lo que

se supone la ciencia no puede proponer.


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El texto inicia con una clara crtica de descalificacin a la teora de la

informacin, en cuanto slo cuantitativa ante las necesidades cualitativas de la

comunicacin entendida como interaccin humana y no slo relacin entre cosas.

En el mismo movimiento la comunicacin cientfica aparece como una mirada

reducida cuando se le mira slo como informacin, y enriquecida cuando se le

mira ms all de la ciencia fisicalista como discurso. El positivismo frente a la

hermenutica.

El texto parte de la teora de la informacin, y de los conceptos de

codificacin y descodificacin, tcnicos y cientficos, que sern humanizados y

hermeneutizados en el espacio conceptual del discurso, va la figura del

descifrar-interpretar. La interpretacin humana est cargada de libertad, y segn

este argumento tanto la ciencia como la cultura contemporneas se reducen acierto determinismo. Interesante la visin dogmtica de la libertad como un

absoluto incontrovertible, la respuesta dogmtica a un mundo que se supone

dogmtico y autoritario en su seguimiento de la visin cientfica, determinista. El

argumento se completa con las figuras de la verdad y la falsedad, donde por

supuesto la propuesta humanstica y hermenutica busca siempre la verdad

desde una perspectiva crtica, no la verdad falsa de los consensos acrticos, de la

superficial ciencia social cientificista. El punto es buscar la libertad crtica como

una configuracin universal de la naturaleza humana, ahora reprimida por la

cultura contempornea enajenada.

El texto para sustentar su argumento cita en forma selectiva a autores

como Eco, Cherry, Aranguren, Rifaterre, Moles, Peirce, Marshall, Urban, Schaff,

Habermas, Ortiguez, Hamann, Jakobson, Barthes, Jaspers, Lorenzen y Levi

Strauss. Y finalmente la propuesta. Hay diversos tipos de comunicacin segn las

funciones lingsticas, esos tipos son tipos de lenguaje, para los cuales la

Semitica es mejor analista que la Lingstica, ya que mira al lenguaje natural

slo como un tipo de lenguaje ms. El texto propone a la Sintaxis, la Semntica

y la Pragmtica como guas. El tono es de una crtica semitica de los lenguajes

culturales.

Los tres niveles estratgicos hermenuticos de un mismo universo de

discurso o interlenguaje, le permiten armar la estructura de su comunicacin

diacrtica, a partir de la Antropologa cultural de Levi Strauss. As la comunicacin

de bienes materiales, que no se define como Economa, sino como el nivel de lo


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local, la comunicacin de bienes culturales, el nivel lingstico, y la comunicacin

de bienes parentales, lo Antropolgico, configuran una Comunicacin diacrtica,

por dialctica y crtica al mismo tiempo. La opresin econmico-social y la

represin psico-social son los enemigos de la comunicacin del sentido. Toda la

propuesta se simplifica entonces en una crtica de la situacin poltica-econmica,

vista como una inequitativa competencia sobre los bienes materiales, sociales y

culturales, que una competencia lingstica crtica no debe tolerar, y necesita

modificar. La comunicacin es una mediacin lingstica entre lo econmico y lo

poltico en bsqueda de una sociedad ms equitativa en la distribucin y acceso a

los bienes de diverso tipo. La dimensin emancipatoria heredera de la Escuela

Crtica est ms que clara, y la Hermenutica es la posicin filosfica que la

desarrolla, con su defensa de la libertad y la crtica, frente a la inmovilidad y faltade compromiso de la ciencia positiva.

sta es una propuesta filosfica que se apoya en diversos tipos de

fragmentos de discurso cientfico, sobre todo de la Lingstica, la Semitica, y la

Antropologa Cultural. El texto toma forma en la propuesta emancipatoria, y en la

defensa de la libertad y la crtica, con una Hermenutica ubicada como superior a

las propuestas objetivistas de la ciencia positiva. La positivista y cientificista

teora de la informacin es criticada desde la Hermenutica y las superiores

humanidades representadas en la Lingstica, la Semitica y la Antropologa

Cultural. Un estupendo ejemplo de una legitimada y extendida postura filosfica

y poltica frente a una ciencia de la comunicacin identificada con un campo

acadmico cientificista fisicalista.

4. Relacin entre Filosofa y Comunicologa posible.

Cmo se relacionan estas tres visiones filosficas de la comunicacin presentes

en los textos de los diccionarios especializados con el proyecto de trabajo de la

Comunicologa posible? Para este ejercicio tomaremos como referencia la

propuesta de la Comunicologa general del 2005-2007, del proyecto Hacia una

Comunicologa posible, del GUCOM, Grupo Hacia una Comunicologa posible, en

lo correspondiente a las nueve fuentes cientficas histricas (la Sociologa

Funcionalista, la Sociologa Crtica, la Sociologa Cultural, la Sociologa

Fenomenolgica, la Psicologa Social, la Economa Poltica, la Lingstica, la


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Semitica, y la Ciberntica), las cuatro perspectivas epistemolgicas (el

Positivismo, la Fenomenologa-Hermenutica, la Dialctica Crtica y el

Constructivismo Sistmico) y las cinco dimensiones comunicolgicas (la Difusin,

la Interaccin, la Expresin, la Estructuracin, y la Observacin), con sus

antecedentes en la propuesta del 2003, con siete fuentes y cuatro dimensiones.

La propuesta ms reciente, la del 2008 est en desarrollo, como se puede

entender por la misma presentacin.

4.1 Las fuentes cientficas histricas hacia una Comunicologa posible y

la visin filosfica de los diccionarios especializados.-

El diccionario de Jos Ferrater Mora.- Este diccionario reconoce a tresdisciplinas como las que ocupan el espacio conceptual de la comunicacin, la

Psicologa, la Antropologa filosfica y la Filosofa del lenguaje, segn su propio

esquema analtico del espacio conceptual de la Filosofa en general. Despus se

centra en dos perspectivas. Una que llama Lingstica, y que asocia a la

Semitica y a la Ciberntica. Y otra que llama existencial que asocia a la

Fenomenologa filosfica, al existencialismo en particular. As que de alguna

manera se relaciona con cinco fuentes del proyecto GUCOM, con la Psicologa

Social, la Lingstica, la Semitica, la Ciberntica, y la Sociologa

Fenomenolgica. La Antropologa no forma parte de las nueve fuentes cientficas

histricas de la Comunicologa Histrica, que asumen a la cultura dentro del los

Estudios Culturales, dejando de lado a la Antropologa como ciencia madre en el

estudio de la cultura. Este dato es importante aqu como aclaracin, pero deja un

espacio pendiente para posteriores exploraciones.

El diccionario de Nicola Abbagnano.- Aqu es ms difcil identificar a las

fuentes del proyecto GUCOM, este diccionario es ms filosfico que el anterior.

Vuelve a identificar a la Filosofa fenomenolgica como central, pero tambin al

Pragmatismo, como su crtica y una opcin que abre el camino a la ciencia

dentro del humanismo. En el caso de Descartes, Malenbranche y Leibniz, la

propuesta se mueve dentro del pensamiento filosfico que funda la modernidad,

con la afirmacin siempre por delante de ubicar a la comunicacin como un

problema conceptual del pensamiento contemporneo. Quizs se podra suponer


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cierta relacin de la tesis del artculo con la Semitica y la Sociologa

Fenomenolgica, segn la hiptesis de las nueve fuentes.

Diccionario de Miguel ngel Quintanilla.- Este es el diccionario ms cercano

al proyecto GUCOM, dada su perspectiva filosfica contempornea, y el necesario

contacto con la ciencia por parte de la Filosofa en el siglo veinte. Toma partido

por una perspectiva constructiva frente a otras, la hermenutica frente al

positivismo. De alguna forma hace referencia a varias fuentes GUCOM, la

Semitica, la Ciberntica, la Lingstica, la Sociologa Crtica, la Sociologa

Cultural, la Sociologa Fenomenolgica. Su tratamiento de todas estas fuentes

desde una perspectiva Hermenutica ubica al centro a la Lingstica y a la

Semitica, haciendo crtica de la Ciberntica y asumiendo a la AntropologaCultural como el eje organizador de su propuesta. La Comunicologa Histrica no

considera a la Antropologa como central dada su inclinacin por la Sociologa

cultural y su genealoga crtica, y los estudios culturales en particular, y es por

ello que el que vuelva a aparecer como fuente central en una perspectiva

filosfica, es una crtica implcita a la organizacin conceptual de la

Comunicologa Histrica oficial, segn el GUCOM.

4.2 Las perspectivas epistemolgicas constructivas de las

Comunicologas posibles y la visin filosfica de los diccionarios

especializados.-

El diccionario de Jos Ferrater Mora.- El texto no ubica con claridad las

perspectivas epistemolgicas que reconoce en la construccin del espacio

conceptual de la comunicacin. Pero al identificar dos bandos, uno ms cientfico

y abstracto, cargado al mundo de los modelos y la representacin objetiva del

fenmeno, y el fenomenolgico existencial, ms cargado a la situacin concreta y

la perspectiva subjetiva individual, demarca dos frentes epistemolgicos

encontrados y relativamente claros. Un bando est representado por las

epistemologas positivista y sistmica, y el otro por las epistemologas

fenomenolgica y hermenutica. No hay referencia alguna que permite inferir

con claridad una epistemologa dialctica.


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El diccionario de Nicola Abbagnano.- Ya mencionamos en otro momento que

este texto es muy filosfico, y tiene una perspectiva histrica que aporta una

visin que enriquece mucho a la visin general de la relacin entre el

pensamiento filosfico y el espacio conceptual de la comunicacin. En lo

epistemolgico, en el sentido precisado, define con claridad que la comunicacin

forma parte de una epistemologa contempornea, propia del siglo veinte. Antes

no hay propiamente reflexin sobre el concepto. Y su propuesta identifica a la

fenomenologa como central, pero tambin al pensamiento sistmico pragmtico.

Al positivismo lo identifica en parte con el absolutismo gnoseolgico configurado

en sentido opuesto a la propuesta constructiva del pensamiento en

comunicacin. La dialctica no tiene ningn reconocimiento. Y para completar el

esquema incluye a epistemologas del siglo XVII y XVIII asociadas alracionalismo y al idealismo, lo que deja abierto un expediente para indagar el

contacto entre esas epistemologas y las contemporneas, en relacin al

pensamiento en comunicacin.

Diccionario de Miguel ngel Quintanilla.- Este texto es el ms claro en las

perspectivas epistemolgicas posibles sobre la comunicacin. Los bandos

presentados son el positivismo y el pensamiento sistmico positivista, frente a la

hermenutica pragmtica. El texto toma partido por el segundo frente. La

dialctica se identifica con este segundo frente, descalificando al otro como de

ausente de todo pensamiento dialctico. As que la comunicacin se ubica como

parte de un proyecto Dialctico Hermenutico Pragmtico. Un punto interesante

del texto es que recupera formas cientficas del bando descalificado bajo la forma

de una recuperacin crtica, lo que pone a la Dialctica unida a una figura

asociable al constructivismo como el centro de esta perspectiva. En este sentido

el texto se acerca a las propuestas de construccin unitaria de una

epistemologa, constructivista, sistmica, dialctica, post-positivista,

fenomenolgica, que el proyecto de la Comunicologa posible pretende impulsar a

partir de la combinacin de la Epistemologa Gentica de Piaget y de la Sistmica

de Von Foerster, en el apunte del 2007.

4.3 Las dimensiones de la Comunicologa posib le y la visin filosfica de

los diccionarios especializados.-


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analticos y diversos cruces de disciplinas. El nfasis est puesto en forma

sustantiva en la figura del observador, que se carga de una perspectiva crtica. El

texto inicia con una visin que enfatiza a la difusin, a la transmisin de

informacin, y de ah se mueve hacia una visin Pragmtica y Hermenutica. Con

lo cual no llega a distinguir a la dimensin de interaccin en particular por la

atencin en el nfasis crtico sobre la difusin. La interaccin queda integrada sin

nfasis constructivo explcito en la Pragmtica de la accin comunicativa. La

dimensin expresiva tambin se distingue por el necesario anlisis reflexivo

crtico que una teora crtica de la comunicacin realizar sobre mensajes y

lenguajes culturales. Es decir, el texto enfatiza a la observacin, a la

estructuracin, a la difusin y a la expresin. La interaccin aparece como crtica

de la difusin.

4.4. El concepto de comunicacin en la Comunicologa posible y en la

visin filosfica de los diccionarios especializados.-

Por ltimo en este apartado revisaremos la relacin entre el concepto general de

comunicacin sintetizado por el proyecto hacia una Comunicologa posible en el

ao de 2003, y revisado en el 2008, y los conceptos de comunicacin explcitos o

implcitos en los textos de los tres diccionarios especializados en Filosofa, que

tratan a la comunicacin como un tema de su agenda de trabajo posible. Para

ello primero recordar el concepto general de comunicacin sintetizado por el

GUCOM, a partir de la revisin etimolgica de la palabra y las diversas

definiciones encontradas sobre el trmino en los principales diccionarios de la

lengua espaola. Accin, proceso, estado, resultado, de poner en comn, de

intercambiar, de compartir, de cambiar.

El diccionario de Jos Ferrater Mora.- Cuando el texto toma la perspectiva

cientfica, se carga hacia la accin, proceso, de cambiar. No presenta la

perspectiva de estado o resultado, y no propone el poner en comn, el

intercambiar, o el compartir. Su nfasis est en la transmisin de informacin.

Cuando se mueve sobre la vertiente ms filosfica, la fenomenolgica

existencialista, se asocia con la accin, estado, de transmitir informacin y algo

ms, por tanto de nuevo el nfasis en cambiar. Es decir hay una diferencia entre


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estado y la visin filosfica, y proceso, en la visin cientfica. La perspectiva

filosfica enfatiza un universal, el s mismo, el ser para otro. La perspectiva

cientfica enfatiza procesos, la transmisin de informacin. En ambos casos

parece que el poner en comn, el intercambio, el compartir, se supeditan a la

influencia, al cambio, a la accin de transmisin de informacin y/o algo ms.

El diccionario de Nicola Abbagnano.- En este texto se pone al centro del

concepto la participacin recproca, la comprensin comn, la coexistencia, la

vida con los otros. De ah que la definicin se mueva en casi la totalidad del

concepto GUCOM, accin, proceso, estado, resultado, de poner en comn, de

intercambiar, de compartir, de cambiar. El concepto aqu coincide con el de

GUCOM sobre todo por la puesta al centro de la dimensin de interaccin. Unaobservacin importante es la referencia metafsica a la nocin de comunicacin

de los siglos XVII y XVIII, donde el tema central parta de la pregunta sobre

cmo poda modificar algo finito, el cuerpo, a algo infinito, el alma, y viceversa.

Asunto que desaparece en el siglo XIX y el siglo XX, y slo guarda importancia

en el mundo teolgico religioso, lo cual es algo de inters e importancia por sus

consecuencias pragmticas en la gran poblacin, quizs asunto clave para

entender el proceso de modernizacin de la cultura contempornea, y la vida

cotidiana del concepto de comunicacin que el pensamiento crtico y cientfico

van sintetizando.

Diccionario de Miguel ngel Quintanilla.- Aqu de nuevo todo el concepto

GUCOM vuelve a ser cubierto por la presentacin que hace el texto. Accin,

proceso, estado, resultado, de poner en comn, de intercambiar, de compartir,

de cambiar. Adems, el texto va mucho ms all de esta definicin general,

cuando intervienen los elementos crticos y de auto observacin, o cuando

incluye a la interpretacin. Lo cual no niega a la definicin general GUCOM, pero

le exige una serie de precisiones que las otras dos presentaciones filosficas no

le hacen en tal grado. Este texto incluye formatos de procesamiento analtico del

proceso de comunicacin, que al incluir la crtica a los lenguajes culturales y la

jerarqua en los niveles analticos, exigen una presentacin ms detallada del

espacio conceptual del asunto comunicacin. De cualquier manera hay una crtica

al consenso, al compartir, y un nfasis en el agente que observa y se auto-


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observa. En esos trminos la comunicacin se presenta como un proceso simple

y uno complejo, con lo cual se mueve del nivel uno de complejidad en que est

construida la definicin general bsica del GUCOM, y exige una nueva definicin

en el nivel dos y tres de complejidad de la propuesta del proyecto hacia una

Comunicologa posible. Lo que movera la definicin GUCOM a otros

componentes, que an siendo generales todava, le daran mayor profundidad y

complejidad.

Tercera parte.- Apunte hacia un posible programa de estudios sobre las

relaciones entre la Filosofa y la Comunicologa.

Para esta ltima parte habr tres lecturas, la primera ser a partir de locontenido en la segunda parte de este texto, la segunda ser a partir del libro de

Manuel Garrido, Luis M. Valds y Luis Arenas, de editorial Ctedra titulado El

legado filosfico y cientfico del siglo XX, y la tercera ser una reflexin general

sobre la Filosofa contempornea y su relacin con la comunicacin.

Primera lectura. La que deriva de los diccionarios especializados en

Filosofa.-

Desde la perspectiva de lo presentado en la segunda parte de este texto es claro

que la referencia ms general est en el artculo del diccionario de Nicola

Abbagnano, en un segundo lugar en el artculo del diccionario de Jos Ferrater

Mora, y en un tercer lugar en el artculo del diccionario de Miguel A. Quintanilla.

El primero apunta una tesis general que aqu ser sostenida, la comunicacin es

un asunto del siglo XX, la Filosofa del siglo XIX se mueve en sentido contrario al

de la comunicacin, y en los siglos anteriores, XVII y XVIII hay algunos

elementos que pueden ser recuperados. El punto aqu es lo que representa esa

tesis general.

La relacin directa entre Filosofa y Comunicologa, de existir es un asunto

del siglo XX, as que para un programa sobre la relacin entre Filosofa y

Comunicologa Histrica, el siglo veinte sera el tiempo en dnde se ubicara el

estudio. Aqu es donde el mismo artculo y el del Ferrater Mora se conjugan.

Ambos le dan una importancia sustantiva a la Fenomenologa existencialista, y se

separan al proponer uno al pensamiento pragmtico como segunda fuente, y al


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proponer el otro al pensamiento ciberntico como central. As que en principio

tendramos a estos tres frentes, la Fenomenologa existencialista, el

Pragmatismo, y la Ciberntica, como la propuesta filosfica de las tres fuentes

bsicas para el pensamiento contemporneo en comunicacin.

Por otra parte est el texto del tercer diccionario. Ah hay una clara

referencia a un pensamiento Hermenutico que se califica como pragmtico, y a

una liga con la tradicin filosfica de la interpretacin del texto. No quedan claras

las fuentes generales, en parte por ser un texto de autora personal, de A. Ortiz-

Oss, que supone en el lector una cultura bibliogrfica sobre el pensamiento

contemporneo. En su propuesta se lee una continuacin del pensamiento

crtico, de origen en el siglo diecinueve, y una intencin de enjuiciamiento al

mundo conceptual de la comunicacin proveniente de la ciencia, de la teoramatemtica de la informacin y de la Ciberntica. En el texto se presenta con

nfasis una necesidad de subrayar la importancia y jerarqua del pensamiento

humanista crtico y libertario ante el pensamiento cientfico objetivista y sin

compromiso. De aqu lo ms claro es la perspectiva Hermenutica y el

pensamiento crtico.

Por tanto el panorama general planteado por los tres diccionarios es la

indicacin de que la Filosofa se encarga de la comunicacin en el siglo veinte,

como de algo que no pertenece a su tradicin general ni a su herencia reciente

del siglo diecinueve. Las imgenes que identifican son la importancia de la

Fenomenologa Existencialista, del Pragmatismo y la Semitica, de la Ciberntica,

y de la Hermenutica y el pensamiento crtico. Ese sera el programa de trabajo

derivado de este ejercicio a partir de los diccionarios. Es claro que en este

contexto el concepto de comunicacin viene en primer lugar de la Ciberntica y

la Teora matemtica de la informacin, es decir, de la ciencia. Y que es la

Filosofa fenomenolgica existencialista la contraparte bsica, por la ubicacin de

la comunicacin en una situacin de relaciones humanas, de personas libres y

crticas que piensan e imaginan ms all de las pretensiones deterministas

objetivistas de la ciencia.

En este primer contexto queda como hiptesis general la de las dos

posiciones bsicas de la Filosofa frente a la comunicacin. Una, la de una

Filosofa que ensaya una visin de la comunicacin en un dilogo directo con el

conocimiento de su tiempo, la ciencia, buscando comprensin del asunto a partir


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de su propia poca. Y otra, que mira a la comunicacin desde una tradicin que

no corresponde a lo contemporneo, sino que mira lo contemporneo desde el

siglo diecinueve. Lo que supone una hiptesis ms, la comunicacin y la ciencia

ponen en crisis al pensamiento filosfico, y es precisamente el siglo XX el

momento de esa crisis, que an subsiste.

Segunda lectura. La que deriva del libro El legado filosfico y cientfico

del siglo XX .-

Este libro presenta en forma esquemtica al siglo veinte en dos partes,

proponiendo una configuracin bsica para cada parte. Aqu presentaremos en

forma sinttica este esquema, bajo el supuesto que es una buena propuesta del

espacio conceptual en donde habra que estudiar la relacin de la Filosofacontempornea con la comunicacin, con la Comunicologa Histrica, con la

Comunicologa posible.

Segn el libro la primera parte del siglo veinte se caracteriza por cinco

grandes configuraciones de pensamiento, todas ellas revolucionarias: Dos

filosofas de diseo cientfico.- la fenomenologa y el movimiento analtico. Dos

corrientes de impacto popular.- la filosofa de la vida y el pragmatismo. Y la

filosofa desde el combate poltico con el ascenso del marxismo. Aqu quedan

enmarcados los primeros cincuenta aos de pensamiento filosfico en el siglo

veinte. En la propuesta de los diccionarios se reconocen con claridad a la Filosofa

de la vida, al Pragmatismo y a la Filosofa poltica marxista. Las dos primeras, las

ms cientficas no estn presentes, la fenomenologa no existencialista que parte

de la mente y la conciencia, y la Filosofa analtica que se mueve hacia la lgica y

la teora del conocimiento. El punto aqu es poner frente a estas cinco figuras del

pensamiento filosfico a la Comunicologa Histrica y a la Comunicologa posible.

La segunda parte del siglo veinte hasta la mitad de los setenta, segn el

libro referido, se mueve en principio en cuatro perspectivas, la continuacin de la

Filosofa analtica (con el anlisis pragmtico del lenguaje al centro), la

continuacin de la Filosofa poltica marxista (con la escuela crtica al centro), con

la emergencia del pensamiento estructuralista (con el anlisis del lenguaje al

centro), y la complejizacin del paradigma Hermenutico (con la figura del

anlisis del texto y del discurso en el centro). Como puede observarse con

claridad el lenguaje es central, y ello explica en buena parte la visin filosfica de


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la comunicacin expresada en los diccionarios, que tiende a configurarse en este

sentido casi por completo.

El final del siglo veinte tiene una percepcin filosfica de crisis, y a esa

figura se le nombra como posmodernismo. Ah aparece una diversidad de

perspectivas.- La centralidad de la Hermenutica, la Filosofa de la diferencia

(con autores como Deleuze, Foucault, Derrida, Lyotard, Baudrillard), la teora de

la accin comunicativa de Habermas, la neoescolstica (la escuela de Lovaina),

nuevas variedades de pensamiento analtico (con autores como Kripke,

Dummett, Putnam, Davidson, Fodor, Chomsky, Dennet., McDowell), el

neopramatismo (con autores como Rorty, Putnam, West), la Filosofa de la

Tecnologa, el Pensamiento Feminista, el Ecologismo. Como puede apreciarse el

final de siglo trae consigo muchas novedades y la continuacin de movimientosde la primera y segunda parte del mismo siglo. Lo que es claro es que aparece

una gran dificultad para clasificar lo que ah sucede, o por lo menos no hay

urgencia para identificar al cuadro general con unas cuantas tendencias. Lo cual

es un inconveniente para nuestro tema, porque es precisamente en los ltimos

veinticinco aos del siglo veinte cuando mayor, o verdadero desarrollo, hay de la

Comunicologa Histrica. Lo cual supone la necesidad de un esfuerzo por aclarar

lo que sucede a finales de siglo desde una perspectiva tipolgica del pensamiento

filosfico, para ayudar a mejor comprender la relacin de ese pensamiento

finisecular con la emergencia comunicolgica. En este contexto la hiptesis

general sera que la Comunicologa Histrica tiene mayor relacin con la Filosofa

de la primera parte del siglo que con lo que sucede a finales del siglo, y que es

posible que en esta ltima etapa incluso se confundan algunas propuestas

comunicolgicas novedosas con propuestas filosficas novedosas, sin que haya

una claridad sobre qu configuracin emerge con relativa autonoma.

Tercera lectura. Reflexin general sobre la Filoso fa contempornea y su

relacin con la comunicacin.-

Como puede apreciarse en el apunte anterior, el lenguaje es el gran tema del

siglo veinte. Y ah est el centro de la siguiente hiptesis. El enfoque en el

lenguaje tiene una doble configuracin, por una parte va haciendo relativo lo que

antes apareca como contundente, el proyecto de la racionalidad moderna se

mueve hacia el relativismo del la variacin, las condiciones de configuracin


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diversas, y los usos del lenguaje. Quizs este fenmeno se observa con mayor

claridad en la centralidad de la Hermenutica como inters generalizado en el

mundo filosfico y ms all, a lo largo del siglo, y sobre todo en las ltimas

dcadas. En ese movimiento aparece el espacio conceptual de la comunicacin,

que es la otra configuracin del inters generalizado en el lenguaje. El espacio

conceptual de la comunicacin va reduciendo todo el asunto a un problema de

consenso, de necesario dilogo, de acuerdo, con elementos de crtica, de

movimiento de los sentidos acordados, y de necesidad del enfoque en el proceso

mismo de acuerdo y modificacin del acuerdo. El espacio conceptual de la

comunicacin parece ser una consecuencia de la centralidad del inters del

pensamiento filosfico y cientfico del siglo veinte en el lenguaje. De ah puede

aparecer una hiptesis ms, que el siglo veintiuno ser el siglo de lacomunicacin. Esto supone que la emergencia que implica el ascenso del espacio

conceptual de la comunicacin, tiene un momento de gestacin a lo largo del

siglo veinte, momento que termina por insinuar su germinacin hacia finales

siglo veinte y principios del veintiuno. Lo que hace suponer que el proceso hacia

un pensamiento complejo en comunicacin recin inicia, que ms que hablar de

una forma nueva dentro de una cosmologa vieja, estamos hablando de una

cosmologa nueva que re-organizar todo lo anterior.

La Filosofa tambin tiene su historia, y en particular ha tenido un agitado

curso de movimientos mltiples en el siglo veinte. Este sera un primer referente

para la relacin entre Filosofa y Comunicologa. La Comunicologa puede ser un

sntoma, un agudo y lapidario indicador de la crisis del pensamiento filosfico, en

el sentido que apunta el artculo del diccionario Abbagnano. En un principio la

propuesta de la relacin entre ambas era como si fueran parte de genealogas

relativamente independientes y con cierta relacin, apuntando que la prioridad

en esta figura de mutuas influencias la tena la Filosofa, por su espacio

conceptual ms antiguo, desarrollado y consolidado. Pero ahora cambia la visin,

esta relacin es parte de un fenmeno que pudiera calificarse de nico, no de

complementario o diverso. La crisis de la Filosofa en el siglo veinte es al mismo

tiempo el terreno frtil para la emergencia del pensamiento comunicolgico, y la

emergencia del espacio conceptual comunicolgico pone en crisis al pensamiento

filosfico. Este es un punto de vista que requiere ser explorado con claridad y

detenimiento.


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Por otra parte estara la figura del observar las dos historias por separado.

En principio tenemos la historia de una Filosofa que se construye como un

pensamiento hegemnico por su autoridad en interpretar y otorgar sentido a

textos y discursos, bajo su figura de mxima interesada en la racionalidad del

pensamiento y la accin, que la consolida frente a otros pensamiento

hegemnico previos como la Teologa o la religin en un sentido general. Pero el

siglo veinte trae otros vientos, y las autoridades racionales no tienen el mismo

status que solan tener, por lo menos en el espacio acadmico y sus suburbios,

aunque no slo ah. Esta es una muy mala noticia para la Filosofa, que se

defiende con uno de sus ltimos cartuchos hacia el final del siglo veinte, la

Hermenutica y su argumento de la interpretacin y la libertad del sujeto que

crticamente puede interpretar. Y no slo eso, ese sujeto interpretador-crticoadems puede tener facultades de emancipador poltico. La Filosofa busca

regresar al centro del escenario en un mundo convulsionado por la multiplicidad

de discursos y guas de accin, muchos de ellos distantes de su autoridad, ajenos

a su autoridad, contrarios a su autoridad. Esa historia es contempornea al

inters con el que en forma simultnea tanto la Ciberntica como la

Fenomenologa existencialista se ocupan de la comunicacin por medios y

motivos diversos. Mientras esto sucede por otra parte emergen los medios

masivos de difusin, llamados de comunicacin, y la informacin se vuelve un

fenmeno universal de una centralidad econmica, social, poltica y cultural

apabullante. El pensamiento acadmico de las humanidades balbucea el

fenmeno mientras la vida social desarrolla su propio sentido de la informacin y

la comunicacin, toma lo que le conviene de la ciencia, y construye sus

estrategias de ingeniera para beneficio de los sujetos histricos en capacidad de

accin. El escenario configura a una Comunicacin acadmica que se para en

medio del movimiento social de la informacin, pero no en el mundo de las ideas

y del pensamiento. As que mientras goza de la popularidad que le dan los

medios de difusin, primero, y las llamadas tecnologas de informacin y

comunicacin, despus, acude al mundo de las ideas y el pensamiento p

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Filosofía y Comunicología