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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE ESTUDIOS AMBIENTALES Y RURALES CARRERA DE ECOLOGÍA FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE LA PALMA DE ACEITE EN MARÍA LA BAJA - BOLÍVAR Laura Yineth Arciniegas Pérez Director: Juan Carlos Benavides Bogotá D.C., Colombia 2020

FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE ESTUDIOS AMBIENTALES Y RURALES

CARRERA DE ECOLOGÍA

FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

LA PALMA DE ACEITE EN MARÍA LA BAJA - BOLÍVAR

Laura Yineth Arciniegas Pérez

Director: Juan Carlos Benavides

Bogotá D.C., Colombia

2020

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Agradecimientos

Fueron muchas las personas que contribuyeron de una u otra manera en el desarrollo de mi tesis. Para empezar, quisiera agradecer a mi tutor Juan Carlos Benavides, quien cumplió un rol fundamental en este proceso, no solo en aspectos técnicos y académicos, sino también en aspectos emocionales. Le agradezco por creer en mí y apoyarme cuando más lo necesité, porque me entendió y me tuvo paciencia como ningún otro maestro lo hubiera hecho y me brindó todos los conocimientos que poseía y los cuales fueron indispensables en las diferentes fases de este trabajo de grado.

Le agradezco a Martín Bermúdez, uno de los profesores que me apoyó a lo largo de este proceso, por su acompañamiento y porque siempre usaba las palabras más adecuadas y acertadas.

También le agradezco a Leiver Loré, ya que sin él no habría sido posible la elaboración de las entrevistas, y a su vez este trabajo de grado. Él fue mi mano derecha, mi compañero de campo y mi amigo incondicional en todo momento, con quien conté en ese instante y con quien estaré eternamente agradecida.

A la comunidad de los Montes de María le doy gracias por su alegría, hospitalidad, por todo el amor que me brindaron mientras estuve allá y por su disposición a la hora de realizar las entrevistas.

Agradezco a la Corporación Desarrollo Solidario (CDS) por haberme permitido realizar mi practica social en la región de los Montes de María.

A mis padres, ya que su apoyo fue indispensable para la elaboración de este documento y a mi familia por estar para mí siempre que los necesité, por escucharme, apoyarme, preocuparse y brindarme su ayuda sin siquiera pedirla.

Le doy infinitas gracias a Juana Valeria Rojas Velasco porque fue una persona clave en este proceso, me escuchó, me corrigió y me dio la fortaleza que necesitaba para culminar este trabajo de grado.

Y finalmente les quiero agradecer a mis amigos de la universidad por su amistad, por creer en mí cuando ni yo misma lo hacía y por mostrarme su apoyo en todo momento. Especialmente le agradezco a Pabla Lozano y a Daniela Gutiérrez por sacarme una sonrisa en el momento que más lo necesitaba y a Daniela Jaramillo por nunca permitir que me rindiera y ser tan incondicional conmigo, no solo a lo largo de este proceso, sino durante toda la carrera de ecología.

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Tabla de contenido

1. Introducción ...................................................................................................... 6

1.1. Problemática .............................................................................................. 6

1.2. Propósito del proyecto y preguntas de investigación ............................... 10

1.2.1. Propósito ............................................................................................... 10

1.2.2. Pregunta General: ................................................................................. 10

1.2.3. Preguntas Específicas: ......................................................................... 10

2. Objetivos ......................................................................................................... 10

2.1. Objetivo General ...................................................................................... 10

2.2. Objetivos Específicos ............................................................................... 11

3. Marco Referencial ........................................................................................... 11

3.1. Marco Conceptual .................................................................................... 11

3.1.1. Ecología del paisaje ........................................................................... 11

3.1.2. Fuerzas de cambio ............................................................................ 12

3.1.3. Transformación del paisaje: Palma de aceite en Colombia ............... 14

3.1.4. Conflicto Armado ............................................................................... 17

3.2. Antecedentes ........................................................................................... 19

4. Área de Estudio .............................................................................................. 23

4.1. Contexto geográfico ................................................................................. 23

4.2. Biofísico .................................................................................................... 24

4.3. Socioeconómico: ...................................................................................... 24

5. Materiales y métodos ...................................................................................... 25

5.1. Diagrama de Flujo .................................................................................... 25

5.2. Diseño del Estudio ................................................................................... 26

5.3. Métodos de recolección de datos. ............................................................ 27

5.4. Métodos de análisis de datos. .................................................................. 30

6. Resultados ...................................................................................................... 31

7. Discusión ........................................................................................................ 50

8. Conclusiones y Recomendaciones ................................................................. 56

9. Referencias Citadas........................................................................................ 57

10. Anexos ........................................................................................................ 63

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Resumen

El fenómeno de la expansión del cultivo de palma de aceite, entre otros cultivos agroindustriales, ha ganado creciente atención en los últimos años con la globalización de los sistemas de producción mundial. La demanda de biocombustibles en el mercado mundial significó un aumento en los cultivos de palma de aceite en los países tropicales y subtropicales, principalmente en Indonesia y Malasia, países ubicados en el sudeste asiático. En América latina destaca el caso de Colombia al ser el primer cultivador de palma de aceite en la región y el cuarto a nivel mundial. A pesar de esto, en Colombia son pocos los trabajos que han abordado el problema de la expansión del cultivo de la palma de aceite desde una perspectiva de la ecología del paisaje, en donde se entiendan los cambios en la composición y estructura del paisaje. Colombia cuenta con cultivos de palma de aceite en cuatro zonas del país; la zona norte, la zona oriental, la zona sur occidental y la zona central. En la zona norte, específicamente en el departamento de Bolívar, para el año 2018 se alcanzó las 75.111 toneladas de aceite palma crudo (Fedepalma y Cenipalma 2018a). Ahora bien, estudiar el caso de María la Baja - Bolívar es interesante al ser una región estratégica, por un lado, por su ubicación, que lo convierte en un corredor importante al conectar/comunicar ciudades como Cartagena y Sincelejo, y por el otro por ser un territorio reconocido históricamente por su alta productividad agrícola. Además de esto, María la Baja cuenta con abundantes fuentes hídricas y su historia se enmarca en el conflicto armado colombiano de manera transversal a este estudio y su relación con problemáticas sobre la propiedad de la tierra. Por lo anterior, esta investigación pretende caracterizar el cambio en la cobertura del suelo en María la Baja, especialmente para explicar la expansión que tuvieron los cultivos de palma de aceite en una zona cuya principal actividad económica se basaba en la agricultura y la ganadería, además describir las fuerzas de cambio socioeconómicas, ambientales y políticas que incidieron en la transformación del sistema productivo tradicional al sistema productivo industrial de la palma de aceite en la región de María la Baja en los últimos 20 años.

Para esto, se utilizaron metodologías mixtas, es decir cualitativas y cuantitativas. Las herramientas cualitativas usadas fueron entrevistas semiestructuradas y cartografía social con actores clave de la región de María la Baja y las herramientas cuantitativas fueron la realización de los mapas de cambio en la cobertura del suelo. Los resultados son, primero que, al caracterizar los usos y las coberturas, los mapas de los años 2004, 2012 y 2019 de María la baja muestra que el uso tradicional del suelo por parte de la agricultura ha sido desplazado poco a poco por la agroindustria de la palma de aceite, y con especto a las coberturas las tablas evidencian que la cobertura que ha aumentado con mayor velocidad es la palma de aceite. En cuanto a la identificación de las fuerzas de cambio influyeron de manera significativa en la implantación y en la extensión del cultivo de palma. Finalmente, se discute sobre los resultados encontrados en contraste con la bibliografía consultada, destacando la fuerza de cambio de políticas colombianas, la violación a derechos fundamentales

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como lo es el acceso al agua y la relación entre el conflicto armado y la palma de aceite.

Palabras clave

Biocombustibles; Fuerzas de cambio; María la Baja; Paisaje; Ecología del paisaje; Palma de aceite; Conflicto armado.

Abstract

The phenome of expansion the oil palm crops, among others agro-industrial crops, has won growing attention in the last few years due to the globalization of the worldwide production systems. The demand of biofuel on the global market caused an increase of the oil palm crops in tropical and subtropical countries, especially in Indonesia and Malaysia, countries located on the Asian southeast. Colombia is a highlight on Latin America, by being the first oil palm producer on the region and the fourth one in a global scale. However, there are few cases that cover the problem of expansion from an ecological point of view, where the changes of composition and structure are considered. Colombia has oil palm crops in 4 zones of the country: north, east, southwest, and central. This means that studying the case of Maria la Baja - Bolivar is quite interesting for being a strategical zone, because its historically recognized as Agricola and its location communicates Cartagena and Sincelejo. Besides this, it counts with abundant water sources and its historical part of the Colombian armed conflict.

For the above this research aims to characterize the change in soil cover in Maria la Baja towards oil palm crops, also describe the socio-economic factors that influenced the transformation from the traditional system of production to the industrial system of production of oil palm and identify the forces of climate changes that influenced the implementation of oil palm crops in the township Maria la Baja - Bolivar with the aim of explaining the environmental and social conditions that caused traditional production systems to change towards an agro-industrial oil palm production system, all within the last 20 years.

For this, mixed methodologies were used, that is, qualitative and quantitative. The qualitative tools used were semi-structured interviews and social cartography with key actors in the María la Baja region, and the quantitative tools were the realization of land cover change maps. The results are, first that, when characterizing the uses and coverage, the maps of the years 2004, 2012 and 2019 of María la Baja show that the traditional use of the land by agriculture has been gradually displaced by agroindustry of oil palm, and with regard to coverage, the tables show that the coverage that has increased the fastest is oil palm. Regarding the identification of the driving forces, they significantly influenced the implantation and extension of palm cultivation. Finally, the results found are discussed in contrast to the

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bibliography consulted, highlighting the force of change in Colombian policies, the violation of fundamental rights such as access to water and the relationship between the armed conflict and oil palm.

Key words:

Biofuel, Driving forces, Maria la Baja, Landscape, Landscape Ecology, Oil Pal, Armed conflict.

1. Introducción

1.1. Problemática:

Los cultivos de palma de aceite incrementaron a nivel mundial en un 12 % entre los años 2000 y el 2010 (Bicalho et al. 2016, Pirker et al. 2016), especialmente en Malasia e Indonesia países del sudeste asiático, debido a la creciente demanda de aceites y grasas (Fry 2017), la cual ha posicionado a esta planta como el aceite vegetal más consumido en el mundo, superando incluso a la soya (Bicalho et al. 2016, Pirker et al. 2016, Furumo y Aide 2017). Esta alta demanda se ha presentado en primera instancia debido al aumento tanto de la población mundial como de sus ingresos económicos (FEDEPALMA 2016), ya que según Reca (2007) existe una relación positiva entre estas dos variables y el consumo de aceites y grasas.

Se debe agregar que, aunque la palma de aceite es la oleaginosa con mayores rendimientos de aceite por hectárea (Mekhilef et al. 2011, Castiblanco et al. 2013, González Cárdenas 2015, Vijay et al. 2016, Furumo y Aide 2017, Fedepalma y Cenipalma 2018), la manera mediante la cual se ha cubierto gran parte de la demanda de aceites y grasas ha sido por medio del aumento de hectáreas sembradas, más no por el incremento en el rendimiento de la planta (Fry 2017, Furumo y Aide 2017). Es decir, la producción de palma de aceite se enfoca principalmente en la expansión del cultivo, dejando en un segundo plano el incremento en el rendimiento por hectárea del cultivo. Ahora bien, La palma de aceite es una planta a partir de la cual se pueden obtener varios subproductos tanto alimentarios como industriales, entre los cuales se encuentra el biodiesel, un biocombustible fabricado a partir de aceites vegetales o grasas animales (Koh y Ghazoul 2008, Bayón 2012), que genera energías “limpias” y renovables (Rathmann et al. 2010, Castiblanco et al. 2015, Pirker et al. 2016) y que desde el año 2002, cuando se comenzó a elaborar con aceites vegetales como materia prima, ha incidido significativamente en el aumento de la demanda de aceites y grasas (Fry 2017, Khatun et al. 2017).

Esta incidencia se debe a varios factores que se mencionarán a continuación: la creciente demanda energética mundial (Khatun et al. 2017), el precio del aceite de palma, el cual es menor que otros aceites (Pirker et al. 2016) por el alto rendimiento por hectárea (de hasta 10 veces mayor) que tiene en comparación con otras

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oleaginosas utilizadas para este mismo fin. A las políticas generadas por la Unión Europea y otros países que tienen como objetivo reemplazar parte de los combustibles fósiles no renovables utilizados para el sector de transporte (Bayón 2012, Castiblanco et al. 2015, Bicalho et al. 2016). A la presión que existe por disminuir los gases de efecto invernadero que genera entre otras cosas el cambio climático (Rathmann et al. 2010) y por último al incremento en los precios internacionales del crudo de petróleo (Reca 2007, Mekhilef et al. 2011, Bayón 2012, Castiblanco et al. 2015, Fry 2017).

La necesidad de aumentar la producción de materia prima para elaborar el biodiesel ha generado que se incorporen nuevas extensiones de palma de aceite alrededor del mundo (Koh y Ghazoul 2008, Fry 2017). En los últimos años, destaca el caso de América Latina (AL) en cuanto a que ha habido una expansión significativa de este cultivo, tanto así que desde el año 2000 se duplicó el número de hectáreas de palma de aceite. Esta situación se presentó debido a que AL es una región que cuenta con una alta disponibilidad de tierras aptas (arables) para las plantaciones de palma de aceite (Furumo y Aide 2017). Según Rathmann, en el año 2005 AL poseía el 5,81 % del total de las tierras arables en el mundo. Esto ha ocasionado que en la actualidad AL cuente con tres de los mayores productores de palma de aceite en el mundo; Colombia, Ecuador y Honduras (Furumo y Aide 2017), situación que deja a la región como un referente internacional en cuanto a producción de la palma de aceite y en cuanto a la producción de monocultivos.

En cuanto a la producción de palma de aceite a nivel mundial, Indonesia y Malasia encabezan los primeros lugares respectivamente, seguido de lejos por Tailandia y Colombia (Mekhilef et al. 2011, Lezaca y Sula 2017). Este último ocupa el cuarto lugar como mayor productor del cultivo de la palma de aceite a nivel mundial. En Colombia, la palma de aceite se encuentra sembrada en 4 zonas del país, la zona norte; en los departamentos de Magdalena, Norte del Cesar, Atlántico, Norte de Bolívar y la Guajira, la oriental; en los departamentos del Meta, Cundinamarca, Casanare y Caquetá, la sur occidental; en Nariño y por último la central; en Santander, Norte de Santander, Sur del Cesar y Sur de Bolívar (Rueda Zárate y Pacheco 2015, Fedepalma y Cenipalma 2018).

Con respecto al caso colombiano, para el año 2018 se encontraban sembradas en total 537.176 ha de palma de aceite en Colombia (Fedepalma y Cenipalma 2018), lo que provocó un cambio y reestructuración del paisaje (Carrera y Kucharz 2006, Bayón 2012, Esmiol 2012, Castiblanco et al. 2013, Delgado y Dietz 2013). Estas plantaciones tuvieron en promedio un crecimiento anual del 8,9 % entre el 2000 y el 2010, años en los cuales a nivel nacional la palma de aceite reemplazó en su mayoría tierras de uso agropecuario, tales como potreros y cultivos, y en menor medida áreas de vegetación natural como sabanas y bosques (Mujica Granados et al. 2010, Castiblanco et al. 2013, Furumo y Aide 2017). Los cambios en el uso del suelo generados por los cultivos de palma de aceite se presentan de manera distinta en las 4 zonas del país. Conforme a lo anterior, en la zona este y en la zona central la palma de aceite sustituyó en mayor medida pasturas, mientras que en la zona norte la palma de aceite sustituyó una mayor cantidad de agricultura heterogénea en comparación con otras coberturas (Castiblanco et al. 2013, Furumo

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y Aide 2017). Cabe resaltar que los cultivos de palma de aceite más antiguos del país se encuentran en la zona central y en la zona norte, mientras que la zona este es la que cuenta con la mayor cantidad de plantaciones de palma de aceite (Castiblanco et al. 2013).

En ese sentido, las dinámicas socioeconómicas globales han tenido una influencia en el aumento de los cultivos de palma de aceite en Colombia, sin embargo, esto no ha sido de forma directa en las zonas locales del país, como lo es María la Baja y sus municipios aledaños, ya que se han visto intermediadas por instituciones políticas nacionales (Delgado y Dietz 2013), pues desde los años 50’s el gobierno realizó labores para promocionar las plantaciones de palma de aceite, por medio de un esquema de inversión en asociación con productores y empresarios particulares para sembrar 500 ha de palma de aceite en zonas aptas de diferentes regiones del país, esto acompañado de semillas y asesorías técnicas generaron una gran cantidad de plantaciones a nivel nacional (FEDEPALMA 2002, Rueda Zárate y Pacheco 2015).

Además de estas medidas, a lo largo de las siguientes décadas se mejoró la tecnología de las extractoras de palma de aceite; en los 90´s se creó CENIPALMA para realizar investigaciones alrededor de la palma y solucionar problemas tecnológicos, se apoyó a los productores por medio de créditos para la maquinaria, preparación de tierras, semillas, infraestructura y viviendas. Al mismo tiempo, como medida para favorecer la producción local se establecieron licencias y se aumentó en un 40 % el arancel para importar aceites y grasas. Durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) también se fomentó el cultivo de la palma de aceite al incluirlo como uno de los ejes de desarrollo rural del país y en el gobierno de Álvaro Uribe se incentivó el uso de biocombustibles y asimismo la producción de combustibles vegetales, primeramente, a partir de caña de azúcar y desde el 2008 a partir de palma de aceite (Aguilera Díaz 2002).

Si bien la política en Colombia es uno de los factores que posibilita la entrada de los cultivos de palma de aceite a un territorio, no es el único. Existen más elementos que se deben tener en cuenta a la hora de entender la razón por la cual la palma de aceite se cultiva en un territorio específico. En primer lugar, las variables climáticas. La palma de aceite requiere condiciones específicas especialmente de temperatura, precipitación y brillo solar para tener rendimientos óptimos (Fedepalma 2010). En segundo lugar, es importante conocer la profundidad del suelo, de la misma manera que ciertas características del sustrato tales como el pH, fósforo, magnesio, potasio y demás, ya que estas propiedades inciden en la productividad del cultivo, así como en el costo del mismo, pues si se decide plantar en este tipo de suelos es necesario adecuar la tierra (Mosquera Montoya et al. 2007).

En tercer lugar, para que los cultivos de palma de aceite sean productivos es necesario que haya suficiente agua disponible en el territorio a la cual sea fácil acceder (Mosquera Montoya et al. 2007, Fedepalma 2019). En cuarto lugar, la topografía del lugar influye en la implementación del cultivo. En el sentido que la pendiente del suelo debe ser de 0° - 4°, estos requerimientos de suelo facilitan que haya un drenaje bueno y evitar en lo posible inundaciones (Fedepalma 2010). El

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fruto de la palma no da rendimientos óptimos en suelos húmedos, por lo cual hay que drenarlos para hacer dichos cultivos (Comisión Intereclesial de Justicia y Paz 2007), en suma, lo hablado en el tercer y cuarto lugar da cuenta de que el cultivo de palma de aceite es sensible tanto a los excesos como a las deficiencias del agua.

También, es importante que en el territorio se encuentre mano de obra dispuesta a trabajar y que cuente con conocimientos técnicos acerca de cómo trabajar con ese tipo de cultivos. Este aspecto es fundamental para que haya éxito al cultivar la palma de aceite. Igualmente, es necesario que existan grandes extensiones de tierra que se puedan utilizar para cultivar palma de aceite, y por último es fundamental que el territorio cuente con la infraestructura necesaria para transportar los frutos a bajo costo (Mosquera Montoya et al. 2007, Jiwan 2008, Bayón 2012). En comparación con los demás municipios que conforman los Montes de María, María la Baja destaca porque es en donde aumentó en mayor medida el cultivo de la palma de aceite, reemplazando así cultivos tradicionales como el arroz, el maíz, entre otros.

Ahora bien, en el país la palma de aceite ha tenido implicaciones en las regiones donde ha sido cultivada, algunas de ellas son: el cambio en el uso del suelo y el cambio en la propiedad de la tierra, que ha generado a su vez una acumulación de tierras en manos de grandes empresas agricultoras (Bayón 2012, Esmiol 2012, Castiblanco et al. 2015), a costa de la pérdida de la propiedad de la tierra por parte de familias campesinas (Bayón 2012). Este cambio en la propiedad de la tierra ha ocasionado el empobrecimiento de las familias, la dependencia económica de la palma y la migración de las familias campesinas fuera de sus territorios (Bayón 2012). También ha ocasionado pérdida de la biodiversidad, conflicto por el acceso a la tierra, pérdida de los medios de subsistencia de las comunidades campesinas e indígenas y despojo de tierras (Jiwan 2008).

Vale la pena mencionar que el reemplazo de bosques naturales y cultivos tradicionales por plantaciones de palma de aceite ocasiona la carencia de materiales tales como la madera utilizada para la leña, la pérdida de conocimientos y prácticas tradicionales (Lassaletta y Rovira 2005) y la alteración de la estructura social y cultural. Asimismo, este cultivo ocasiona la privatización del agua por parte de los cultivadores de palma de aceite y la contaminación de la misma, pues, por un lado, la palma se enfrenta a plagas y enfermedades que requieren el uso de altas cantidades de agroquímicos y por el otro, los residuos que se generan al procesar los frutos de la palma de aceite contaminan el agua y el aire (Comisión Intereclesial de Justicia y Paz 2007, Bayón 2012, Esmiol 2012), perjudicando así la salud de los trabajadores y las comunidades aledañas (Esmiol 2012); especialmente a las mujeres (Bayón 2012) y niños. Con la introducción anterior, la importancia de la expansión de la palma de aceite en María la Baja y su estudio queda manifiesta. Explicar los factores que ocasionan o facilitan la expansión del cultivo de palma de aceite puede servir para generar propuestas que contribuyan a que la formulación, evaluación, selección y ejecución de proyectos en la zona de estudio e incluso de otras partes de Colombia puedan ser más eficientes y acordes con el panorama actual.

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1.2. Propósito del proyecto y preguntas de investigación.

1.2.1. Propósito

El propósito de este proyecto es analizar las fuerzas de cambio socioeconómicas, políticas y ambientales que incidieron en la implementación de los cultivos de palma de aceite en la región de María la Baja durante los últimos 20 años. En primer lugar, se analizó el cambio en las coberturas del suelo, especialmente en las relacionadas con el cultivo de palma de aceite, por medio de la clasificación manual de las coberturas del suelo en tres años diferentes; 2004, 2012 y 2019. Para ello se utilizó como base un mapa elaborado por la comunidad sobre el uso del suelo en María la Baja y los municipios aledaños. En segundo lugar, por medio del análisis de las métricas del paisaje tanto de tipo clase como de tipo paisaje, obtenidas de las coberturas previamente caracterizadas, se analizó tanto la transformación en la estructura del paisaje como el cambio en la composición del paisaje en los últimos 20 años. Finalmente, se realizó un mapa mental sobre las fuerzas de cambio socioeconómicas, ambientales y políticas que habían influido en la siembra de los cultivos de palma de aceite en María la Baja – Bolívar, a través de información obtenida entrevistas semiestructuradas.

1.2.2. Pregunta General:

• ¿Cuáles fuerzas de cambio ambientales, políticas y socioeconómicas

posibilitaron que los sistemas productivos tradicionales se transformaran en un sistema productivo agroindustrial de palma de aceite en María la Baja – Bolívar durante los últimos 20 años?

1.2.3. Preguntas Específicas:

1. ¿Cómo cambió la composición y estructura del paisaje en María la Baja -

Bolívar en los últimos 20 años? 2. ¿Cuáles fuerzas de cambio socioeconómicas, ambientales y políticas

incidieron en la implementación de los cultivos de palma de aceite en el municipio de María la Baja – Bolívar?

2. Objetivos

1.1. Objetivo General

Analizar las fuerzas de cambio ambientales, políticas y socioeconómicas que permitieron que los sistemas productivos tradicionales se transformaran en un

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sistema productivo agroindustrial de palma de aceite en María la Baja – Bolívar a lo largo de los últimos 20 años

1.2. Objetivos Específicos

1. Caracterizar el cambio en la composición y estructura del paisaje a lo largo de

los últimos 20 años en María la Baja – Bolívar. 2. Identificar las fuerzas de cambio ambientales, políticas y socioeconómicas que

influyeron en la implementación de los cultivos de palma de aceite en el municipio de María la Baja – Bolívar.

1. Marco Referencial

3.1. Marco Conceptual

3.1.1. Ecología del paisaje: La ecología del paisaje es una disciplina que se fundamentó en los años 50’s y 60’s. Uno de los primeros autores que identificó la ecología del paisaje fue Carl Troll quien tuvo la necesidad de entender el paisaje como un todo que es complejo y requiere así mismo de un análisis interdisciplinar, el cual estableció debía realizarse entre la geografía y la biología. Alexander Von Humboldt, sin embargo, fue el primero en mencionar el concepto de ecología del paisaje (Etter 1991). La ecología del paisaje es una disciplina que estudia la relación entre los patrones espaciales y los procesos ecológicos de un paisaje a diferentes escalas (Wu 2013). Mediante la ecología del paisaje se pueden realizar investigaciones en diferentes áreas de estudio tales como la biología de la conservación, el manejo ecosistémico, la administración de recursos, la planificación del uso del suelo regional, entre otros (Gergel y Turner 2002, Odum, Eugene; Barrett 2012), debido al énfasis multidisciplinar que tiene y las diferentes escalas que permite estudiar (Gergel y Turner 2002).

De igual manera, la ecología del paisaje busca entender las causas y consecuencias que generan tanto las configuraciones espaciales como los procesos presentes dentro de un paisaje. Por esto, es necesario el uso de metodologías holísticas que permitan la comprensión de la relación entre el humano, los paisajes que el mismo construye y los paisajes naturales (Odum, Eugene; Barrett 2012), pues no basta con sumar los elementos existentes en un paisaje, sino que se debe tener un entendimiento integral del mismo. (Etter 1991, Odum, Eugene; Barrett 2012). Para entender el concepto de “ecología del paisaje” primero se debe explicar el término de “paisaje”, el cual cuenta con múltiples definiciones (Odum, Eugene; Barrett 2012), entre las cuales se encuentran dos enfoques principales: uno donde se entiende el paisaje desde una perspectiva escénica. Es decir, que puede ser pintado o percibido, y la otra desde la geografía al entenderlo como una serie de elementos

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que se relacionan entre sí. Un paisaje es entonces entendido como una porción de la superficie de la tierra que cuenta con ciertos elementos espaciales, los cuales son el resultado de la interacción entre diferentes factores a lo largo del tiempo (Etter 1991). Tal como dicen Odum, Eugene; Barrett (2012):

“Los paisajes cambian en el curso de la historia no solo debido a procesos naturales contiguos, sino también por procesos sociales, políticos y económicos que ocurren dentro de estos sistemas. La ecología del paisaje subraya estas relaciones cambiantes y enfatiza el paisaje como un sistema y nivel de organización”

Lo anterior, explica los paisajes y los cambios en ellos como una serie de procesos que ocurren a lo largo del tiempo, ahora bien, existen distintos tipos de paisajes entre los cuales se encuentra: natural, seminatural, agrícola y urbano; todos ellos están caracterizados por su estructura, su función ecológica y las dinámicas de cambio. Dichos elementos son estudiados por la ecología del paisaje para así poder entenderlos o predecirlos (Wu 2013). Los patrones del paisaje están determinados por los procesos biológicos, culturales y físicos que actúan sobre una región simultáneamente, y que se pueden explicar a través de las métricas del paisaje. Estas métricas permiten entender y describir características del paisaje tales como: fragmentación, diversidad, dispersión, estructura y composición de un paisaje específico (Gergel y Turner 2002).

3.1.2. Fuerzas de cambio

El cambio presente en el uso y coberturas del suelo es un tema que durante la última década ha sido altamente investigado en la ecología del paisaje (Hersperger et al. 2010), pues es uno de los factores que más influencia tiene en el cambio medio ambiental. El estudio del cambio en el uso del suelo busca entender los patrones y dinámicas del paisaje y observar los diferentes aspectos naturales y sociales que lo influencian (Hersperger et al. 2010). Sin embargo, las investigaciones alrededor del cambio en el paisaje cuenta con distintas dificultades, entre las que se encuentran 4 principales: La primero de ellas se refiere al hecho de que estas investigaciones se centran en el entendimiento de los patrones espaciales, dejando de lado los procesos presentes en el paisaje, el segundo es la imposibilidad de extrapolar los datos tanto temporales como espaciales, pues cada paisaje es diferente, el tercero es la dificultad que existe a la hora de vincular y analizar diferentes disciplinas en una misma investigación y el cuarto consiste en determinar como fuerza de cambio la cultura, pues es un concepto muy complejo (Bürgi et al. 2004).

Las fuerzas de cambio como se mencionó anteriormente son los factores que junto con los actores (Hersperger et al. 2010) transforman el paisaje, lo cual se puede observar en el cambio del uso y cobertura del suelo. Estas fuerzas han sido estudiadas y definidas a lo largo del tiempo, llegando así a clasificarse dentro de 5 categorías: socioeconómicas, políticas, tecnológicas, naturales y culturales, las cuales actúan y se evidencian sobre un paisaje dependiendo de las características espaciales, temporales y de escala que se utilicen en cada investigación. Por otro

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lado, las fuerzas de cambio se catalogan como primarias, secundarias y terciarias, pues existen factores detrás de aquellos que ocasionan los diferentes cambios directamente en el sistema. Aun así, de acuerdo con el criterio de cada investigador es posible establecer una única fuerza de cambio y entender los efectos que genera sobre un paisaje a lo largo del tiempo. Otras de las características que se debe evaluar al hablar de fuerzas de cambio es identificar si se trata de fuerzas de cambio intrínsecas o extrínsecas y si son intencionales o accidentales (Bürgi et al. 2004).

No hay una única metodología establecida para realizar estudios alrededor de las fuerzas de cambio, sin embargo, es esencial determinar el sistema, los límites del área de estudio y los componentes que se tendrán en cuenta. Las relaciones entre los elementos, los actores y las fuerzas de cambio deben ser igualmente definidas y estudiadas por el investigador (Bürgi et al. 2004). Adicionalmente, Hersperger et al. (2010) definió cuatro modelos mediante los cuales se puede vincular el cambio en el uso y cobertura del suelo tanto con las fuerzas de cambio como con los diferentes actores y los llamó de la siguiente manera: Modelo de Fuerzas de Cambio-cambio del suelo (DF-C), el cual establece que los cambios del suelo están determinados directamente por las fuerzas de cambio, el Modelo de Fuerzas de Cambio-Actor-Cambio del suelo (DF-A-C), el cual define que el cambio en el uso del suelo es ocasionado por los actores, quienes, a su vez están influenciados por las fuerzas de cambio, el Modelo de Fuerzas de Cambio/Actor-Cambio del suelo DFA-C, el cual define que los cambio en el suelo son ocasionados por la interacción existente entre las fuerzas de cambio y los actores y el Modelo Actor-Cambio en el suelo (AC), el cual dice que los cambios del suelo están determinados por la influencia que tienen múltiples fuerzas de cambio sobre los actores y como estos deciden qué acciones tomar en el territorio (Hersperger et al. 2010).

El Modelo que se utilizará para el presente estudio, el cual se desarrolla alrededor de las plantaciones de palma de aceite en María la Baja - Bolívar es el Modelo de Fuerzas de Cambio-cambio del suelo (DF-C), debido a que el DF-C va a permitir explicar cuál o cuáles fuerzas de cambio de tipo ambiental, socioeconómico y político facilitaron que los sistemas productivos tradicionales se transformaran en un sistema productivo agroindustrial de palma de aceite. Para este trabajo las fuerzas de cambio a tener en cuenta serán de 4 tipos (Bürgi et al. 2004): en primer lugar, las naturales que son las condiciones ambientales tales como: topografía. clima, suelos, agua, en segundo lugar, las tecnológicas, que incluyen carreteras (centros urbanos) y por último las socioeconómicas y las políticas que están fuertemente relacionadas entre sí y que se refieren por un lado a las políticas desarrolladas por el gobierno y por el otro a las dinámicas sociales y económicas específicas de María la Baja que posibilitaron la entrada del cultivo de palma de aceite.

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3.1.3. Transformación del paisaje: Palma de aceite en Colombia

Historia de la palma de aceite en Colombia

La palma de aceite (Elaeis guineensis) proviene del golfo de Guinea en África occidental, se desarrolla en áreas tropicales y subtropicales (Mujica Granados et al. 2010, Bayón 2012, Esmiol 2012, Hormaza et al. 2012, Woittiez et al. 2018, Fedepalma 2019) y es utilizada especialmente para producir aceite de palma. Esta planta es una oleaginosa que posee un rendimiento muy alto, de hasta 10 veces mayor en comparación con otras plantas utilizadas para este mismo fin, este rendimiento ocasiona que su siembra genere una menor presión sobre el suelo (Gonzalez 2016, Vijay et al. 2016, Fry 2017, Fedepalma 2018). La palma de aceite llegó a América en el siglo XVI debido a los colonizadores y comerciantes portugueses de esclavos, pero no fue hasta 1932 cuando Florentino Claes, director del Jardín Botánico de Bruselas, Bélgica, introdujo las primeras palmas de aceite en Colombia con fines ornamentales. Luego, en 1945 se utilizó como un cultivo comercial, cuando la multinacional estadounidense “United Fruit Company” sembró 100 ha en Sevilla en el departamento de Magdalena (Aguilera Díaz 2002, Mujica Granados et al. 2010, Fedepalma 2019).

Características de la palma de aceite

La palma de aceite es un cultivo perenne (Woittiez et al. 2018), oleaginoso, que se desarrolla en climas cálidos, húmedos y en alturas iguales o inferiores a los 500 m.s.n.m. (Mujica Granados et al. 2010, Woittiez et al. 2018, Fedepalma 2019). Pertenece al orden Arecales, a la familia Arecaceae y hace parte de las monocotiledóneas (Woittiez et al. 2018), su vida productiva puede ser de 50 años o más, pero su cosecha se vuelve problemática a los 20 años por la altura que alcanzan los árboles (Fedepalma 2019). El fruto de la palma de aceite se obtiene 4 o 5 años después de ser sembrada, puede ser esférico, elongado u ovoide y tiene entre 2 y 5 centímetros de largo (Mujica Granados et al. 2010, Fedepalma 2019).

Tal como se observa en la Figura 1, el fruto está conformado por el pericarpio, que se compone de 3 partes: el exocarpo, cuya textura es lisa de color brillante y es duro, el mesocarpio o pulpa que está compuesto de un alto porcentaje de aceite y es de color amarillo, el endocarpio (cuesco) que es de color café oscuro, que protege la almendra y el endospermo que ocupa el endocarpio (Mujica Granados et al. 2010, Hormaza et al. 2012). La palma de aceite cuenta con tres variedades que se diferencian entre sí por el grosor del endocarpo; la Dura que cuenta con un cuesco grueso, la Tenera con uno delgado y la piscífera que no tiene cuesco (Mujica Granados et al. 2010, Hormaza et al. 2012).

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Figura 1. Partes del fruto de la palma de aceite. Generalidades sobre la morfología y fenología de la palma de aceite (Hormaza et al. 2012)

La semilla es una nuez que cuenta con un endocarpio rígido que tiene un ancho de entre 0,5 y 5 mm. Por otro lado, tal como se observa en la Figura 2, las partes de la semilla de la palma de aceite. a) semilla seca, b) almendra, c) endospermo y embrión, d) embrión aislado y e) esquema de la parte interna de la semilla. (Hormaza et al. 2012). la semilla está constituida por un tegumento delgado de color café que se encuentra rodeado por un tejido de fibra llamado endospermo de color blanco. Además, el embrión tiene forma de línea recta, tiene aproximadamente 5 mm de longitud y está separado del poro germinativo por el opérculo como se ve en la Figura 1.

Figura 2. Partes de la semilla de la palma de aceite. a) semilla seca, b) almendra, c) endospermo y embrión, d) embrión aislado y e) esquema de la parte interna de la semilla. (Hormaza et al. 2012).

Generalidades sobre la morfología y fenología de la palma de aceite, p. 24

Tal como se observa en la Figura 3, a partir de las partes del fruto de la palma de aceite se obtienen diversos productos; de la pulpa del fruto, que representa entre el 18 y el 26 % del peso del mismo se elabora el aceite de palma crudo también llamado aceite de palma rojo (Esmiol 2012), el cual cuenta con un alto valor nutricional que se pierde en gran medida al ser refinado o tratado para fabricar diversos productos tales como: los agrocombustibles (biodiesel), productos agroalimentarios (Esmiol 2012), cosméticos y detergentes. Las almendras de las semillas representan entre el 3 % y el 6 % del peso del fruto y son utilizadas para

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elaborar dos productos; el aceite de palmiste que se utiliza como alimento animal y la torta de palma, el cual es obtenido a partir de la cascarilla de la almendra y mediante el cual se elaboran productos agroalimentarios, químicos, cosméticos y detergentes (Bayón 2012, Esmiol 2012, Posada Velásquez 2016).

Figura 3. Usos del fruto de la palma de aceite. Aceite de palma: Usos, orígenes e impactos (Esmiol

2012).

Cantidad de palma de aceite en Colombia

En cuanto a la mayor cantidad de plantaciones de palma de aceite estas se encuentran en Asia, específicamente en Indonesia (11,6 millones de ha para el año 2017) (Iswanto 2017) y Malasia respectivamente, donde se han reemplazado más del 50 % de los bosques tropicales del territorio (Furumo y Aide 2017). Estos países en conjunto producen más del 80 % de aceite de palma que se exporta a nivel mundial (Kumar 2016, Pirker et al. 2016). Indonesia aporta el 53 % y Malasia el 31 %. Tailandia es el tercer mayor productor de palma de aceite con una oferta total del 3 % de aceite de palma. En Latinoamérica se empezó a cultivar palma de aceite y desde entonces ha ido en crecimiento de tal manera que para el 2014 contaba con el 5.77 % de la producción mundial de aceite de palma.

Del anterior porcentaje, el 84 % estaba siendo generado principalmente por Colombia, Ecuador, Honduras, Guatemala y Brasil respectivamente (Gonzalez 2016). Ahora bien, Colombia es el cuarto mayor productor de palma de aceite a nivel mundial y el primero en Latinoamérica (Fedepalma y Cenipalma 2018), esta situación se debe entre otras razones a la alta disponibilidad de tierras aptas para el cultivo de palma de aceite con las que cuenta, que es de 21.2 Mha aproximadamente. Otra de las razones que permite que Colombia sea el cuarto mayor productor de palma de aceite a nivel mundial es que cuenta con las condiciones climáticas adecuadas para este tipo de cultivos (Aguilera Díaz 2002, Pirker et al. 2016). Específicamente en Colombia, la palma de aceite se encuentra cultivada en 21 departamentos y 161 municipios de cuatro zonas del país

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(Fedepalma 2017, Fedepalma y Cenipalma 2018):

Norte: Magdalena, Norte del Cesar, Atlántico, Guajira, Norte de Bolívar. Central: Santander, Norte de Santander, Sur del Cesar, Sur de Bolívar. Oriental: Meta, Cundinamarca, Casanare, Caquetá. Sur Occidental: Nariño.

Entre 1994 y 2004 Colombia pasó de producir 410.000 a 711.000 toneladas de aceite de palma y del 2000 al 2006 los cultivos de palma de aceite aumentaron de 157.327 ha a 301.000 ha (Fedepalma 2001, 2017), es decir que hubo un crecimiento del 91 %. Este crecimiento se dio de diferente manera en cada una de las zonas en las que se hallan las plantaciones de palma de aceite, encontrándose así el mayor crecimiento en el Caribe colombiano, seguido por la zona oriental y por último la zona central. Por otro lado, en la zona occidental los cultivos de palma entre el 2004 y el 2017 han disminuido casi el 60 %, debido a la pudrición del cogollo y a los químicos que eran utilizados para los cultivos ilícitos (Mujica Granados et al. 2010).

La palma de aceite alcanzó un área mundial cercana a los 14,2 millones de hectáreas en el 2012, de las cuales Colombia participó con 452.435 ha, distribuidas en cuatro regiones productoras (Hormaza et al. 2012). Entre el 2000 y el 2012 los cultivos de palma de aceite en Colombia tuvieron un crecimiento medio anual del 21,6 % (Aguilera Díaz 2013), pasando de 157.327 a 427.368 ha (Fedepalma 2001, 2012), mientras que entre el 2011 y el 2018 hubo un crecimiento del 26.5 % en los cultivos de palma de aceite, pasando de 427.368 ha a 540.687 ha (Fedepalma 2012, 2019). Es decir, según las anteriores cifras en los últimos años el crecimiento en la cantidad de palma de aceite en el territorio colombiano ha sido constante y no solo ha sido un crecimiento sostenido, sino que ha ido cada vez más en aumento.

En Colombia la producción de productos derivados de la palma de aceite fue tan alta que para finales de los años 80’s había superado el consumo local (Fedepalma 2019). Es decir, había suplido la demanda nacional, por lo anterior se comenzaron a realizar exportaciones, a pesar de que el precio interno era mejor. La producción de palma de aceite siguió aumentando y para el 2007 ya era suficiente para abastecer no solo los usos tradicionales, sino también el 10 % del biocombustible que se debía mezclar con diésel fósil (Mosquera Montoya et al. 2007, Fedepalma 2019). Para finalizar, el estudio de la palma de aceite en Colombia debe tener en cuenta las características de la oleaginosa; el clima donde se desarrolla, su vida productiva, el fruto y la semilla de la palma, además del aumento en la cantidad de palma de aceite a lo largo del tiempo, es entonces indispensable para que sea posible ampliar el conocimiento sobre el cambio en el uso del suelo.

3.1.4. Conflicto Armado

Existen varias posibilidades metodológicas para clasificar los conflictos armados, razón por la cual es crucial definir el concepto. Dado que los Montes de María no han sido ajenos al conflicto armado en Colombia, según Trejos Rosero (2013) resulta difícil encuadrar el concepto del conflicto armado colombiano, ya que la

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complejidad y longevidad de los diferentes conflictos armados internos hace que no exista una única teoría para explicar y analizar este fenómeno histórico. De forma breve se categorizará el conflicto armado colombiano, de acuerdo con Trejos Rosero (2013), quien propone las tipologías tradicionales de los conflictos armados, especialmente las que se han aplicado al estudio del conflicto armado colombiano y las agrupa a grandes rasgos de la siguiente manera: 1) Conflicto armado colombiano como un conflicto interno. 2) Conflicto armado colombiano como un conflicto internacionalizado, es decir que se enmarca en la globalización y adquiere un carácter transnacional o transfronterizo. 3) Conflicto armado colombiano convencional y no convencional y, 4) Conflicto como conflicto asimétrico o de baja intensidad.

No obstante, este trabajo no pretende extender el debate sobre el conflicto armado, sino que el objetivo radica en explicar las fases del conflicto armado colombiano y así ampliar la comprensión de su influencia a lo largo de los últimos 20 años en María la Baja y sus municipios aledaños. Por tanto, la definición acorde con este propósito se establece en la línea de los Acuerdos de Paz del 2016, en donde se habla de conflicto armado interno por medio de la definición de la Presidenta de la Academia Nariñense de Historia Lydia Inés Muñoz, quien explica el conflicto armado interno en Colombia como un proceso de larga duración; con sus raíces en la violencia partidista de los años 40 y 50 del siglo XX; que se recrudece en los años 60 al surgir los grupos guerrilleros y más tarde los carteles de la droga, el narcotráfico y los paramilitares, quienes trajeron las masacres, las persecuciones, las desapariciones y las muertes de líderes sociales (Muñoz Cordero 2019). En ese sentido, los hechos del conflicto “(…) son el conjunto de acciones perpetradas por actores del conflicto armado o con su participación, que cuentan con unidad de tiempo, lugar y modo, es decir, que han ocurrido en iguales circunstancias de modo, tiempo y lugar” (Centro Nacional de Memoria Histórica 2016).

Acorde con la anterior definición, los actores del conflicto armado se agrupan en Fuerzas Armadas Estatales; agentes del Estado y Grupos Armados Organizados; grupo paramilitar, guerrilla y grupo posdesmovilización (Centro Nacional de Memoria Histórica 2016). A partir de los postulados de Calderón (2016) es posible contemplar que el conflicto armado en Colombia se ha desarrollado en tres etapas: La inicial; desde el surgimiento del conflicto y los hitos que marcaron un antes y después de otros periodos, en suma, la etapa inicial abarca el conflicto desde el inició hasta su finalización o transformación, la intermedia; con los acuerdos y la firma, y la final; que nos habla de un presente y futuro en construcción frente al postconflicto, justicia transicional y la transformación del conflicto. Las etapas contemplan la dimensión, intensidad y escala del conflicto armado. Para el caso de la zona de estudio se utilizará la etapa inicial para describir la inserción y el bagaje histórico del conflicto en el municipio.

En la etapa inicial, se debe precisar que el autor cita datos del 2014 de Reconciliación Colombia, para evidenciar como el departamento de Bolívar con un total aproximado de 530.889 víctimas es uno de los territorios que más han sido afectados por el conflicto armado (Calderón 2016). Ahora bien, en el caso específicode Montes de María, su inserción en el conflicto armado corresponde con un proceso de expansión de guerrillas en el territorio, la irrupción de grupos

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paramilitares, la articulación con el narcotráfico y la crisis del Estado en el periodo de 1982 y 1995, además entre 1996 y el 2002 la escala del conflicto armado tuvo un pico alto, al fortalecerse militarmente las guerrillas y al expandirse los grupos paramilitares por el territorio nacional (Jiménez 2016). Según la RESOLUCION DEFENSORIAL REGIONAL No. 008 (2002): “En la región de los Montes de María operan los frentes 35 y 37 del bloque norte de las FARC, el frente Compañero Ricardo del ELN, algunas guerrillas del ERP y EPL, y los Bloques Golfo de Morrosquillo y Canal del Dique de las autodefensas”. Es decir, del año 1982 al año 1994 Montes de María se caracterizó por el ingreso, expansión y adaptación de varios grupos armados.

Entre el año 2002 y 2009, el conflicto armado tuvo una transición de una baja a una alta presencia de agentes del Estado como lo son las fuerzas militares, además de la implementación de una serie de políticas públicas encaminadas a disminuir la presencia de los grupos armados mencionados en el párrafo anterior. El periodo entre los años 2010 y 2016 se caracterizó por la ausencia de actores armados que históricamente residían en la región (Becerra Andrade et al. 2019). Esto último no significa el fin del conflicto armado, sino una variación en la escala de la intensidad, debido a las políticas de la etapa anterior. Finalmente, es crucial enunciar que el conflicto armado en la zona de estudio ha sido un factor que ha permeado múltiples áreas, entre las que destaca el área económica, social y ambiental. Por lo anterior, explicarlo permite entender que, por ejemplo, “En algunas zonas que han padecido con mayor intensidad el conflicto armado y el desplazamiento forzado, como los Montes de María, se observan incrementos anormales en la compraventa de predios adjudicados como baldíos y/o de parcelas de reforma agraria” (Centro Nacional de Memoria Histórica 2016).

3.2. Antecedentes

Los estudios realizados referentes a los impactos ambientales, económicos y sociales de la producción de palma de aceite son amplios y diversos, centrando su preocupación en el estudio del cambio en el uso del suelo. Destacando informes de instituciones gubernamentales y no gubernamentales, así como investigaciones; trabajos de campo, encuestas, entrevistas, estudios de recopilación bibliográfica y bases de datos, además de tesis de pregrado y postgrado. Encontrando así, estudios a nivel internacional y nacional. A partir de la recopilación y revisión de información a nivel internacional, se observa el desarrollo de contenidos relativos al cambio del uso del suelo por la producción de biocombustibles. Del cual destaca Rathmann et al. (2010), quienes hacen un estudio sobre el cambio de las dinámicas del uso del suelo en Estados Unidos y Brasil. Partiendo de un análisis de literatura, tanto a favor como en contra, sobre la producción de biocombustibles y el consecuente impacto en la producción de alimentos. Además, mediante un marco analítico de variables micro y macroeconómicas evalúan la inserción de

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biocombustibles en los sistemas energéticos de ambos países. Encuentran por medio de las variables macroeconómicas que hay cambios en los patrones del uso de la tierra en diferentes regiones del mundo, de cara a las nuevas dinámicas productivas derivadas del aumento de la agro energía en el mercado global, dando como resultado un impacto en la producción de alimentos y un aumento en el precio de los alimentos a corto plazo, sin ser este impacto significativo hasta el momento.

Referentes al caso de Indonesia, se encuentran documentos como el de Jiwan (2008), quién realiza una revisión bibliográfica a través del tiempo sobre la situación de los biocombustibles en Indonesia, encuentra que el Decreto Presidencial No 1 de 2006, para promover la investigación y producción de biocombustibles, fue un factor institucional para incentivar los cultivos de palma de aceite al ser la materia prima con mayor potencial para producir biocombustibles y, por otro lado, destaca la destrucción de ecosistemas y la pérdida de biodiversidad, además de más de 500 conflictos vinculados con las plantaciones. El autor basado en su revisión recomienda al gobierno que el desarrollo futuro de la industria debe incorporar medidas de protección ambiental y de cumplimento a los derechos humanos.

Sin embargo, es la obra de Feintrenie and Levang (2009) en donde se profundiza más rigurosamente sobre el cambio del paisaje, por medio de un análisis del paisaje en Jambi y Bungo. Los autores estudian la transición de las plantaciones agroforestales de caucho a las plantaciones monoespecíficas de caucho y palma de aceite. Encuentran que el cambio en el paisaje esta explicado por las nuevas oportunidades del mercado nacional e internacional, la inestabilidad de los precios del caucho y la necesidad de diversificar los ingresos por parte de los pequeños propietarios. De acuerdo con los resultados, esto favorece la expansión de grandes compañías privadas de palma aceitera. Por último, hacen una proyección en donde afirman que el paisaje será un mosaico diversificado en el futuro donde se combinen plantaciones agroforestales y plantaciones monoespecíficas.

Mientras que el estudio de datos socioeconómicos de (Rist et al. 2010) da una mirada más amplia a los impactos sociales y económicos del cultivo de palma de aceite en los pequeños propietarios, haciendo un paralelo entre el aumento de ingresos y el crecimiento financiero que genera este cultivo versus las violaciones a derechos humanos, acaparamiento de tierras y afectación en salud humana. La recomendación final del estudio consiste en exponer que es necesario la aclaración de derechos de la tierra y aumentar tanto los estudios socioeconómicos como los ambientales en relación con el uso de la tierra para mitigar las afectaciones de la palma de aceite en el ámbito social y económico. Finalmente, de los estudios realizados en México y América Latina se destacan los realizados en Brasil, Ecuador y Colombia.

A nivel nacional, en Colombia es abundante la bibliografía sobre la palma de aceite, especialmente por parte de asociaciones como Fedepalma y Cenipalma; Fedepalma tiene extensas publicaciones como el Anuario Estadístico, en donde cada cuatro años presenta “información del comportamiento de las principales variables de la agroindustria de la palma de aceite y los mercados de semillas oleaginosas, aceites y grasas en Colombia y el mundo” (Fedepalma 2019). Por otro lado, referentes al estudio en la transformación del paisaje se encuentran

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documentos como el de Etter et al. (2008) quienes realizan desde una perspectiva espacial e interdisciplinaria de la ecología histórica y la historia ambiental, el cambio del paisaje en Colombia desde 1500 hasta el día de hoy. En esta obra destacan como en los años 90´s y debido a la globalización, el sector de la agricultura a pequeña escala disminuyó mientras la agricultura industrial aumentó. Las limitaciones que se evidencian en este documento, como los autores afirman, son referentes al enfoque: “interdisciplinary perspective to historical studies (…) they must still deal with the limitations imposed by dissimilar historical data sources with different spatial and temporal resolutions and extents, and uneven levels of certainty” (p.18)

Por su parte, Rojas and Castiblanco (2018) realizan un análisis espacial multitemporal en el municipio de San Carlos de Guaroa, Meta, relacionado con la identificación y análisis de las transiciones de uso del suelo durante los años 1985, 2000 y 2016. Entre las conclusiones más importantes del trabajo se destaca: 1) El área cultivada con palma de aceite incrementó 40.689 ha. entre 1985 y 2016, 2) En consecuencia, los bosques de galería se redujeron en un 19,38%, con una tasa anual estimada promedio de deforestación de 3,22%, mientras que hubo una reducción del uso agropecuario del suelo del 35,10% entre los años 2000 y 2016. 3) Por último, los autores afirman que el cambio del uso y cobertura del suelo guarda una estrecha relación con las políticas gubernamentales y el apoyo al proceso expansivo de la palma de aceite.

En cuanto a la información existente sobre la zona de estudio: Montes de María, se destaca el trabajo de Aguilera Díaz (2013), un estudio que combina fuentes cualitativas (análisis de políticas públicas en la subregión, etc.) y cuantitativas (uso de índices como el GINI, datos estadísticos del PNUD, etc.) para ofrecer una amplia caracterización socioeconómica y ambiental de la subregión. A lo largo del texto, presenta la evolución de la economía de la subregión y sus principales problemáticas tales como: El conflicto de la tenencia de tierras, el conflicto armado y desplazamiento forzado. Inclusive una parte del texto ofrece las características geográficas, ecológicas y ambientales de la zona. Herrera y Cumplido (2015) por su parte, analizan en su tesis de maestría la relación existente entre la dinámica productiva de la palma de aceite y los cambios en la estructura agrícola del municipio de María La Baja y la seguridad alimentaria. Por medio de primero, un estudio estadístico a productores de palma de aceite en el municipio y segundo, entrevistas semiestructuradas a actores claves en el municipio. Los autores afirman que la palma de aceite pasó de ocupar 570 ha a ocupar 8.310 ha entre los años 2001 y 2012, lo que significó un incremento del 1.358% en su área sembrada. Destaca principalmente que para el periodo estudiando (2001-2012) la tasa de crecimiento promedio anual de la palma de aceite fue de del 66,3%, mientras que la de los demás cultivos (arroz, plátano, yuca, maíz, ñame) registraron un decrecimiento promedio del 39,2%. El logro más valioso de este trabajo es la creación de un indicador denominado “Tasa de Sustitución de Cultivos Agrícolas por Palma de Aceite –TSCP-”, el cual permitió explicar cómo los alimentos básicos dejaron de producirse debido al aumento del cultivo de palma de aceite en el periodo de tiempo estudiado.

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En esta misma línea, el estudio de Daniels Puello (2016) enfatiza tres aspectos que han permitido que Montes de María sufra una transformación en la estructura productiva y pase de ser despensa agrícola a ser una despensa minero-energética. Estos son: Primer aspecto; de 2007 a 2014 el cultivo de palma de aceite no solo se ha incrementado, sino que ha sobrepasado a los cultivos de ñame, yuca y maíz en sus en el área sembrada gracias a incentivos fiscales y a la política sectorial contenida en las leyes 818/03 y 939/04. El segundo aspecto; la tendencia internacional de incorporar tierras para el uso minero-energético, soportando dicha afirmación con datos del Banco de la República que respaldan esa tendencia a la compra masiva de tierras. El tercer aspecto; la falta de ordenamiento ambiental en los POT, PBOT y EOT ya que los Montes de María no poseen las directrices ambientales suficientes. Uno de los logros del trabajo del autor, es explicar cómo se pasó de tradiciones rurales a dinámicas empresariales, por medio del estudio de la transformación de la estructura productiva, demostrando así que el cambio en el uso del suelo también es un cambio en las costumbres de una sociedad.

Actualmente, uno de los trabajos más recientes es el de Umaña Ruiz (2019), quién mediante entrevistas a actores locales de María la baja, imágenes satelitales y revisión de bibliografía realiza una caracterización de los cambios en el uso del suelo por el cultivo de la palma de aceite, dando relevancia a las perspectivas y cotidianidades de los actores. Encuentra que los cambios en las coberturas del suelo están directamente relacionados con la entrada de la palma de aceite. La autora al estudiar el monocultivo explica que su expansión no solo ha invadido tierras que tenían un uso ganadero o de cultivos tradicionales, sino también tierras de Bosque seco Tropical. Una de las conclusiones es que “la palma ha generado presión en los sistemas productivos tradicionales y esto se ve reflejado en el costo de los productos de la canasta familiar”.

Para concluir, es posible evidenciar como los diferentes estudios de la palma de aceite se centran en sus impactos en diferentes áreas, destacando el aspecto socioeconómico y en menor medida medioambiental. Por una parte, la revisión de literatura internacional permite entender el papel de la demanda de biocombustibles en el mercado global. También, identifica problemáticas en común entre los principales países exportadores de aceite de palma de aceite tales como: Degradación medioambiental, despojo y acaparamiento de tierras, aumento de los precios de la tierra, sustitución de cultivos tradicionales por el de palma de aceite. Por otra parte, identifica beneficios con respecto al incremento de infraestructura, de acceso financiero por parte de los productores de palma de aceite y aumento del poder adquisitivo. Sin embargo, datos como índice GINI, entrevistas a pequeños productores, evaluaciones al impacto en el uso del suelo dan cuenta de que la palma de aceite más allá de tener efectos negativos o positivos representa un gran reto en materia política, económica, social, medioambiental y con respecto a los sistemas productivos, que aún es necesario continuar estudiando con proyecciones a corto, mediano y largo plazo. En ese contexto se enmarca el presenté estudio, que pretende intentar explicar los factores ambientales y sociales que hicieron que se

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pasará de un sistema productivo tradicional a un sistema productivo industrial de palma de aceite en María la baja - Bolívar.

2. Área de Estudio

Ilustración 1. Mapa de zona de estudio. Elaboración propia.

4.1. Contexto geográfico: El área de estudio comprende 5 municipios: María la Baja, San Juan de Nepomuceno, San Jacinto, El Carmen de Bolívar y San Onofre. De estos municipios, María la Baja es aquel que ocupa un mayor espacio en la zona de estudio, mientras que los otros 4 municipios se encuentran en el límite de María la Baja y ocupan poco espacio del total de su área. Por esta razón en el presente estudio se tiene en cuenta especialmente la información referente al municipio de María la Baja, ya que los otros 4 municipios comparten las características geográficas, ambientales y socioeconómicas descritas a continuación. María la Baja cuenta con 11 corregimientos, 12 caseríos, 8 veredas, 23 barrios y 7 centros poblados no categorizados (PNUD et al. 2015). El municipio se encuentra

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ubicado en el noroccidente del departamento de Bolívar, aproximadamente a 72 Km de la ciudad de Cartagena De Indias. Limita al norte con el municipio de Arjona, al este con Mahates y San Juan de Nepomuceno, al oeste con San Onofre y al sur con el Carmen de Bolívar y San Jacinto. Tiene una extensión total de 547 Km2, de los cuales 150 Km2 corresponden al área urbana y 397 Km 2 al área rural (Alcaldía de María la Baja, 2016). Su población es de 47.710 habitantes y la cabecera municipal se encuentra a 14 msnm (Alcaldía de María la Baja, 2016).

4.2. Biofísico

El municipio de María La Baja se encuentra ubicado en medio de dos subregiones; se sitúa, por un lado, en el plano de inundación del Canal del Dique y por el otro en el Piedemonte de los Montes de María (Aguilera Díaz 2013). Tiene una temperatura promedio de 28° C, una altitud de menos de 1000 msnm y precipitaciones entre los 1000 y 2000 mm anuales; alcanzando los valores máximos entre mayo-junio y septiembre-noviembre y contando con periodos secos entre diciembre y marzo (Alcaldía Municipal de María La Baja, 2008). María la Baja hacer parte de las denominadas Llanuras del Caribe y cuenta con las tierras cenagosas y bajas del Canal del Dique y el piedemonte de la Serranía de San Jacinto. Adicionalmente cuenta con el más alto potencial hídrico de Bolívar, pues posee tres embalses ubicados en El Pondaje del Viento, Matuya, y San José del Playón, además dispone de aguas subterráneas, cenagosas y pantanosas y cuenta con 3 ciénagas: la de María la Baja, Matuya y Zalzal.

El municipio arroja sus aguas al Canal del Dique y surte al Distrito de Riego, el cual es el más grande de toda la Costa Atlántica Colombiana, esto lo hace mediante el uso de la represa de Arroyo Grande, ubicada en San José del Playón, la cual tiene un área total de 184.66 Km2 y la de Matuya, que cuenta con un área de 72.57 Km2. Los arroyos más importantes de la zona son Arroyo Grande y Arroyo Matuya debido a los servicios que presta (Alcaldía Municipal de María La Baja, 2008). Los ecosistemas que conforman esta zona son el bosque seco tropical y de manglar (Aguilera Díaz 2013) y se encuentran altamente intervenidos, razón por la cual sólo se localizan ecosistemas propios de la zona en las pendientes altas y alrededor de los arroyos (PNUD et al. 2015).

4.3. Socioeconómico:

La economía de María La Baja se basa fundamentalmente en la pesca, la ganadería y la agricultura. Se realiza la producción de leche y carne de res y se siembra principalmente cultivos de maíz, yuca, plátano, palma de aceite, ñame, entre otros alimentos (ALCALDÍA DE MARÍA LA BAJA 2016). No obstante, este municipio cuenta con una de las mayores cantidades de cultivos de palma de aceite en el departamento, tanto así que ha generado una disminución del área destinada a los cultivos tradicionales (Aguilera Díaz 2013). Sobre lo anterior, un ente internacional

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como el PNUD et al. (2015) quien afirma que esta modificación productiva del territorio se ha venido consolidando a lo largo de los últimos 20 años.

Con respecto a la población, el municipio de María la Baja tiene un total de 48.787 habitantes, de los cuales 21.873 habitan en la cabecera municipal y 26.914 en el resto del municipio (Cartagena y CEDEC 2017). Entre 1993 y 2013 se evidenció un aumento en la población del municipio en un 12 %, debido exclusivamente al incremento de personas en la zona urbana, pues la zona rural disminuyó su población en un 5 % (PNUD et al. 2015). Esta región muestra una alta diversidad étnica y cultural en la población, donde se encuentran comunidades afrocolombianas y “palenqueras” (Delgado y Dietz 2013). Además, este municipio tiene una alta tasa de desplazamientos, pues fue una zona fuertemente afectada por el conflicto armado, en donde ocurrieron múltiples masacres (Becerra Andrade et al. 2019). Esto a su vez graves efectos en la concentración de la tierra en Montes de María, debido a la tendencia de controlar el acceso a los recursos naturales (PNUD et al. 2015). A mediados de los años 80’s se presentó una fuerte presencia del conflicto armado por la entrada de las guerrillas, debido a que esta era una zona que contaba con una topografía irregular y un corredor estratégico para ocultarse. Por las razones mencionadas anteriormente existieron varios grupos insurgentes en la zona, tales como Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, El Ejército Revolucionario del Pueblo y el Ejército de Liberación Nacional (Ávila González 2015). En suma, estas características socioeconómicas hacen que María la Baja tenga condiciones para la expansión de la palma de aceite y se constituye en la más reciente experiencia de agricultura industrial (PNUD et al. 2015).

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3. Materiales y métodos

5.1. Diagrama de Flujo

Figura 4. Diagrama de flujo sobre las diferentes fases que se desarrollaron a lo largo del presente trabajo. Elaboración propia.

5.2. Diseño del Estudio

Con base en la figura 4 se explicarán las fases bajo las cuales se desarrolló el presente trabajo. La fase preliminar comenzó entre los meses de agosto y diciembre del año 2018, cuando realicé el reconocimiento de campo, al mismo tiempo que desarrollé mi práctica social en María la Baja con la Corporación Desarrollo Solidario. Tuve la oportunidad, por medio de la experiencia allí vivida, de obtener información valiosa sobre el territorio, por medio de un acercamiento al contexto y a las problemáticas que se estaban presentando allí. Esto, acompañado de la revisión bibliográfica que desarrollé sobre la región ya estando en la ciudad de Bogotá, me permitió realizar la caracterización del área de estudio, estableciéndose de este modo la zona de estudio en el municipio de María la Baja, principalmente por pertenecer al distrito de riego, contar con una alta disponibilidad de agua y poseer la mayor cantidad de plantaciones de palma de aceite en el departamento de Bolívar (Aguilera Díaz 2013).

Por otro lado, en este estudio los instrumentos de investigación que se llevaron a cabo en la fase de campo fueron definidos, en primer lugar, mediante una revisión bibliográfica y, en segundo lugar, por medio de información obtenida en reuniones

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con expertos sobre el tema. Adicionalmente, durante el tiempo de la práctica social realizada por mí, establecí contacto con actores clave de la comunidad, quienes contaban con un amplio conocimiento del territorio en aspectos económicos, políticos, ambientales, entre otros, y tenían, de igual manera, vínculos y relaciones con otros actores importantes de la región. Esto me permitió a su vez definir las personas a entrevistar durante la Fase de Campo (Fase 2).

La fase de campo consistió en una visita a la zona entre el 3 y el 14 de septiembre del año 2019, en la cual se desarrollaron 14 entrevistas semiestructuradas individuales en las veredas: San José del Playón, Palo Altico y Arroyo Grande del municipio de María la Baja, dentro de las cuales se encontraba una sección en la cual se realizó cartografía social para así entender tanto el cambio en el uso del suelo, como en el uso del agua en los últimos 20 años.

En la fase de análisis de datos del presente estudio se realizó la transcripción de las entrevistas, luego la sistematización de las entrevistas para así poder analizarlas correctamente. Enseguida, se realizó la caracterización del cambio en el uso del suelo en los últimos 20 años¸ a partir de la cartografía social desarrollada con los entrevistados. Con base en esta información se llevó a cabo la clasificación de las coberturas del suelo en tres fechas diferentes; 2004, 2012 y 2019.

Para finalizar, en la etapa final, con base en la sistematización de las entrevistas se obtuvo un mapa mental sobre las fuerzas de cambio identificadas por los entrevistados. También se elaboró un mapa del cambio en el uso del suelo en los últimos 20 años y tres mapas del cambio en la cobertura del suelo para los años 2004, 2012 y 2019, a partir de dos cosas; la caracterización sobre el cambio en la cobertura del suelo y el mapa sobre cambio en el uso del suelo obtenido a través de la cartografía social. Por último, se elaboraron tablas y gráficas sobre las métricas del paisaje para los años 2004, 2012 y 2019.

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5.3. Métodos de recolección de datos.

Para la recolección de datos se utilizaron metodologías mixtas, que permitían obtener datos tanto desde las ciencias sociales como desde las ciencias naturales. Para ello se emplearon métodos de investigación de tipo cualitativo y cuantitativo, pues es la manera mediante la cual se pueden realizar investigaciones holísticas, relacionadas con el paisaje y las relaciones sociales existentes en el mismo (Gergel y Turner 2002, Wu 2015).

En primer lugar, para la recolección de datos, se utilizó la entrevista, una herramienta metodológica cualitativa que posibilita la recolección información por medio de relatos orales de una comunidad sobre una problemática o tema específico. Existen 3 tipos de entrevistas, las estructuradas, semiestructuradas y no estructuradas, para el presente estudio se utilizó la segunda de estas, ya que es flexible y dinámica, pues permite que el entrevistador elija cómo se formularán las preguntas y el orden de las mismas, generando así que las entrevistas se den como una conversación cotidiana, natural y fluida para el entrevistado (Salinas Meruane et al. 2009).

Las entrevistas se elaboraron a partir de 4 componentes que eran importantes para entender el cambio que había ocurrido en el territorio:

Biótico: Flora, fauna silvestre, fauna doméstica, pesca.

Abiótico: Agua y suelo

Socioeconómico: cultivos, Pancoger, comercio de productos.

Acceso y tenencia de la tierra.

En medio de las entrevistas se utilizó una metodología llamada cartografía social. La cartografía social es “la herramienta o el vehículo de construcción de imagenes o representaciones de un “espacio geografico” una vez pasado por el tamiz de la cultura y el grupo social mediante una suerte de “lenguaje” valido, consensuado o convencional, tanto para la codificación del discurso como para la decodificación del mensaje” (Rodrigo Camara et al. 2011). Según la anterior definición, en el caso de esta investigación los mapas se elaboraron por medio de las entrevistas semiestructuradas para así plasmar el cambio en el uso del suelo basado en las experiencias de la población en el territorio de María la Baja a lo largo del tiempo.

Al momento de elegir los entrevistados se tuvo en cuenta que fueran en su mayoría informantes clave. Esto se valoró según lo establecido por Ander-Egg (1995) quien los define como personas cuya actividad económica y/o social y cuyo conocimiento permite que aporten información importante sobre la problemática de estudio. Estos actores se clasifican en cuatro categorías:

1. Funcionarios, técnicos, miembros de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales: Leiver Loré

2. Investigadores y profesionales que posean información relacionada con la problemática de estudio: Leiver Loré, Sofía Carrasquilla

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3. Líderes de organizaciones, asociaciones y representantes de la comunidad: Sofía Carrasquilla, Leiver Loré, Geovaldis González, Edilberto Sanabria Puerta, Libardo Antonio Feria

4. Personas mayores: Que tienen memoria histórica sobre el desarrollo de la comunidad: Pablo Torres Teherán, Adolfo Medina, Orlando Blanco, Serafín Padilla.

Cabe resaltar que a la hora de realizar las entrevistas se obtuvo el consentimiento verbal de todos los entrevistado para grabar las entrevistas. Por otro lado, es necesario hacer una serie de aclaraciones sobre la tabla 1, en primer lugar, los participantes 1, 5, 9, 11 y 13 no pueden ser clasificados como actores clave, sin embargo, entrevistarlos permitió, con base a la experiencia diaria y vivida de cada uno, extender el conocimiento de las dinámicas económicas y sociales del municipio, y de forma específica ampliar los datos sobre el territorio a lo largo del tiempo. En segundo lugar, también se debe aclarar que en la columna “Lugares donde vivió” si el espacio se encuentra vacío significa que siempre ha vivido en el lugar que se menciona en la columna “Lugar en el que vive actualmente”.

# Nombre Edad Lugar en el que vive actualmente

Lugares donde vivió

Tipo de Actor

1 Participante 1 37 Palo Altico -

2 Participante 2 69 Palo Altico 4

3 Participante 3 27 Palo Altico 2-3

4 Participante 4 36 Palo Altico 2-3

5 Participante 5 53 Palo Altico -

6 Participante 6 28 Palo Altico 2

7 Participante 7 45 Playón 3

8 Participante 8 60 Playón Cayeco 4

9 Participante 9 54 Playón -

10 Participante 10 51 Playón Palma de Vino

4

11 Participante 11 33 Arroyo Grande -

12 Participante 12 57 Palo Altico 4

13 Participante 13 51 Playón María la Baja -

14 Participante 14 41 Camarón 3 Tabla 1. Descripción de los actores entrevistados

Por una parte, la clasificación de las coberturas del suelo de los años 2004, 2012 y 2019 se elaboró, en primer lugar con base en el conocimiento adquirido mediante la experiencia de vivir en el territorio y las conversaciones con personas de la comunidad durante las prácticas que realicé en el año 2018, que tuvieron una duración de 4 meses y en segundo lugar, a partir de las entrevistas semiestructuradas que se llevaron a cabo entre el 3 y el 14 de septiembre del 2019,

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en donde cada uno de los entrevistados hizo la caracterización del cambio en el uso del suelo en los últimos 20 años. Para dicha caracterización se dividió el territorio en 3 zonas; la zona alta, la zona media y la zona baja, donde la zona alta corresponde a la zona montañosa que se encuentra desde la represa Arroyo grande hacía San Cristóbal y Puerto Mesitas, la zona media que corresponde a los alrededores de la represa y la zona baja que corresponde a las veredas que se encuentran entre San José del Playón y María la Baja.

Por otra parte, para la elaboración de los mapas de cambio de coberturas del suelo se utilizaron tres imágenes satelitales de años diferentes, el 2004, 2012 y 2019. La selección de estos años surgió a raíz de tres motivos, el primero, de ellos es el tiempo sobre el cual está definida esta investigación, el segundo, la escasez de imágenes sin nubosidad del área de estudio que existían y el tercero, la calidad de las imágenes satelitales disponibles, debido a que los tres años son los que cuentan con la mejor resolución. Estas imágenes se consiguieron mediante el programa Google Earth Pro. Luego, por medio del uso del software ArcGIS 10.8 se georreferenciaron las imágenes utilizando coordenadas en la proyección geográfica Universal Transversal de Mercator en la zona 18S, para así integrarlas en el entorno de SIG (Sistema de Información Geográfica). Seguidamente, las imágenes fueron clasificadas manualmente a una escala de 1:60.511. Las coberturas establecidas para esta clasificación fueron escogidas a partir de la “Metodología CORINE Land Cover Adaptada para Colombia”, de esta manera, se definieron 9 tipos de coberturas para la imagen del 2004 y el 2012 que fueron las siguientes: Bosque denso; Bosque fragmentado; Cultivos transitorios; Embalse; Lagos, lagunas y ciénagas naturales; Mosaico de pastos con espacios naturales; Palma de aceite, Pastos limpios y Vegetación acuática sobre cuerpos de agua. La imagen del 2019 se categorizó en 10 coberturas; las mismas nueve que se tuvieron en cuenta para las imágenes del 2004 y del 2012, más una cobertura nueva llamada “cultivo de piña”.

De igual manera, se realizó un mapa mental sobre las fuerzas de cambio socioeconómicas, ambientales, políticas y tecnológicas que incidieron en la implementación de los cultivos de palma de aceite. El organizador gráfico que se eligió fue el mapa mental, debido a que permite un aprendizaje holístico de la información, es decir, a diferencia de otros organizadores gráficos, el mapa mental contribuye a una mejor comprensión, transformación, almacenamiento y uso de la información, facilitando la integración de ideas en la base personal de conocimientos (Muñoz-Gonzáles et al. 2011). Para lo anterior, los autores explican una estrategia para la construcción de los mapas mentales, que consiste en una línea de acción que va desde la comprensión del tema hasta la elaboración del mapa mental.

Estas cuatro fases se explicarán a continuación. La fase de lectura de los contenidos representa un acercamiento a las ideas principales (Muñoz-Gonzáles et al. 2011) Esto se hizo al realizar una amplia lectura de los textos que aparecen tanto en el marco teórico como en los textos historiográficos de María la Baja, como se ve a lo largo del documento. La fase de estructuración consiste en sintetizar los datos obtenidos en la lectura, y así pasarlos a conceptos, esto con la intención de obtener palabras clave. Al conseguir las palabras clave se organizan de forma jerárquica

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para relacionar los conceptos con colores e imágenes (Muñoz-Gonzáles et al. 2011). Para esto, los conceptos del marco teórico de las fuerzas de cambio se ligaron al contexto maríalabajense, por ejemplo, en palabras clave dentro de las fuerzas de cambio socioeconómicas tales como: zona agrícola, conflicto armado, propiedad de la tierra, depresión económica del cultivo del arroz. Ahora bien, en la tercera fase consiste en la consulta con el grupo, que refiere a un dialogo con un grupo de compañeros o pares académicos (Muñoz-Gonzáles, et al. 2011), sin embargo, esto se vio sustituido por una consulta a las entrevistas realizadas en el territorio. La última fase, se centra en consultar al profesor, según los autores es un eje importante para el aprendizaje y posterior elaboración del mapa mental (Muñoz- Gonzáles et al. 2011)

Finalmente, luego de estas cuatro fases los autores proponen primero, un análisis conceptual que “constituye la fase de construcción de estructuras de pensamiento, llamadas “networks” o redes relacionales, a partir de la relación entre categorías y subcategorías” (Muñoz-Gonzáles et al. 2011). Por medio de un ejemplo, muestran un mapa mental, con palabras clave, conceptos y conectores con direcciones específicas. Segundo, proponen una serie de programas para la elaboración de los mapas. La anterior estrategia y sumado a el software elegido, el cual fue CmapsTools permitió elaborar el mapa mental sobre fuerzas de cambio socioeconómicas, ambientales, políticas y tecnológicas que incidieron en la implementación de los cultivos de palma de aceite.

5.4. Métodos de análisis de datos.

Seguido a la fase de campo, ya en Bogotá, en la fase de análisis de datos se transcribieron las entrevistas en el programa Microsoft Word, usando los audios conseguidos durante el desarrollo de estas. Después, con el uso de las transcripciones de los audios y las notas de campo tomadas a lo largo de la fase de campo, se utilizó el programa Microsoft Excel para clasificar la información obtenida, dividiéndola en los cuatro componentes que se tuvieron en cuenta para desarrollar las entrevistas: biótico, abiótico y socioeconómico.

Por último, para entender la fragmentación del paisaje en las tres imágenes, se utilizó una extensión del programa ArcGIS llamada Patch Analyst que permite calcular diferentes métricas del paisaje. Se analizaron tres métricas del paisaje para cada una de las fechas (2004, 2012 y 2019), el número de parches, el tamaño medio del parche y la densidad de borde. Estas métricas se analizaron tanto a nivel de clase, es decir por cada una de las coberturas, como a nivel de paisaje (Gergel y Turner 2002).

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6. Resultados

6.1. Caracterización del cambio en la cobertura del suelo en tres fechas:

2004, 2012, 2019.

6.1.1. Cambio en el uso del suelo A continuación, se encuentra un mapa que recopila la información obtenida en las entrevistas realizadas sobre el uso del suelo. En este mapa se observan los tipos de cultivos y los cuerpos de agua que han estado presentes en la zona de estudio durante los últimos 20 años, categorizándose en 3 zonas: la zona alta, media y baja. Cada una de estas zonas se diferencia entre sí por los colores con los cuales aparece en el mapa, siendo así el amarillo para la zona baja, el naranja para la zona media y el verde para la zona alta.

Los cultivos se clasificaron en tres estados:

Siempre: Se refiere a los cultivos que se han encontrado durante los últimos 20 años en el territorio, aunque cambiara su proporción en el mismo. Nuevos: Se refiere a los cultivos que llegaron más recientemente y han ido aumentado a lo largo de los años.

Desaparecidos: Cultivos que se sembraban anteriormente, pero por diferentes razones dejaron de cultivarse en el territorio.

En el mapa también puede observarse los principales cuerpos de agua en la región que se clasifican en 2 estados: Presente: Los cuerpos de agua se encuentran en el territorio actualmente. Desaparecido: Los cuerpos de agua que no se encuentran presentes en el territorio actualmente.

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Ilustración 2. Mapa sobre cambio en el uso del suelo, a partir de la cartografía social realizada con los entrevistados. Elaboración propia.

Según la ilustración 2, los suelos de María la Baja se han dedicado a lo largo del tiempo a la agricultura. Resaltan los importantes cuerpos de agua en el mapa, además de la desaparición de los cultivos de plátano en la zona baja, media y alta del municipio. Es posible observar también el aumento de cultivos nuevos como el de la palma de aceite en las tres zonas y en menor medida el aumento del cultivo de la piña en dos zonas, finalmente, cabe resaltar que los cultivos de palma de aceite se localizan más cerca, en comparación con otros cultivos, a los cuerpos de agua, como se ha mencionado anteriormente, el cultivo de la palma de aceite es sensible a los excesos y escases de agua.

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6.1.2. Cambio en el área de cada una de las coberturas del suelo

Ilustración 3. Mapa sobre cambio en la cobertura del suelo. Elaboración propia.

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Área (Ha)

Coberturas/Años 2004 2012 2019 2004 - 2012

2012- 2019

2004- 2019

Embalse 2387 2408 1468,29 21 -939 -918

Lagos, lagunas y ciénagas naturales

2284

2408

2380,45

124

-27

96

Bosque Denso 5470 9844 7109,31 4374 -

2735 1639

Bosque Fragmentado

1313 1949 1315 636 -634 1

Vegetación acuática sobre

cuerpos de agua

2587

2486

2491

-101

5,34

-96

Cultivos transitorios

6193 5770 5456 -423 -314 -737

Mosaico de pastos con espacios naturales

20583

14003

16767

-6580

2763,38

-3816

Palma de aceite 1404 4741 5845 3337 1104 4441

Pastos limpios 9608 8221 8901 -1387 680 -707

Cultivo de piña 0 0 97 0 97 97

Tabla 2. Área en hectáreas de las coberturas en los diferentes años, Elaboración propia.

Tabla 3. Cambio en la cobertura del suelo de María la Baja, año 2004, 2012 y 2019. Elaboración propia a partir de los mapas de caracterización de la cobertura del suelo en María la Baja para los

años 2004, 2012 y 2019.

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2004 - 2012:

Entre el año 2004 y 2012 la cobertura que contó con un mayor aumento de área fue el bosque denso con 4374 ha, seguido de la palma de aceite con 3337 ha, el bosque fragmentado con un 636 ha, los lagos, lagunas y ciénagas naturales con 124 ha, y por último el embalse con 21 ha. Por otro lado, las coberturas que tuvieron una disminución en su área fueron 4; Mosaico de pastos con espacios naturales con 6580 ha menos, seguido por pastos limpios con un 1387 ha menos, cultivos transitorios con 423 ha menos y por último la vegetación acuática sobre cuerpos de agua con 101 ha menos.

2012 – 2019

Lo cambios en el área de las coberturas del suelo entre el año 2012 y el 2019 fueron mayores en la cobertura de mosaico de pastos con espacios naturales 2763 ha, seguido de la palma de aceite con 1104 ha, los pastos limpios con 680 ha y la vegetación acuática sobre cuerpos de agua con 5 ha nuevas. Además, hubo 5 coberturas que disminuyeron su área: el bosque denso con 2735 ha menos, el embalse con 939 ha menos, el bosque fragmentado con 634 ha menos, los cultivos transitorios con 314 ha menos y los lagos, lagunas y ciénagas naturales con 27 ha menos.

2004 – 2019

La cobertura que tuvo el mayor aumento de área entre los años 2004 y 2019 fue la palma de aceite con 4441 ha, seguido por el bosque denso con 1639 ha, los lagos, lagunas y ciénagas naturales con 96 ha y por último el bosque fragmentado con 1 ha. Por otro lado, las coberturas que tuvieron una disminución en el área de sus coberturas fueron 5, la que mayor reducción tuvo fue el mosaico de pastos con espacios naturales con 3816 ha, seguido por el embalse con 918 ha, los pastos limpios con 707 ha, los cultivos transitorios con 737 ha y por último la vegetación acuática sobre cuerpos de agua con 96 ha menos. Las coberturas que tuvieron un mayor incremento en el área fueron la palma de aceite y el bosque denso. A continuación, se explicará el cambio de estas dos coberturas entre los años 2004 y 2019.

Refiriéndonos específicamente a la cobertura de palma de aceite, se puede observar cómo esta cobertura aumentó su área en las 3 imágenes analizadas. Entre el año 2004 y el año 2012 tuvo un incremento significativo de 3337 ha que correspondió a una variación porcentual del 238 % y entre el año 2012 y el 2019 el aumento fue de 1104 ha, que correspondió al 23% en la variación porcentual. Dando así una diferencia en hectáreas de 4441 entre el año 2004 y 2019, es decir que en total hubo un incremento del 316 % en esta cobertura. Por el contrario, el bosque denso también aumentó significativamente su área entre los años 2004 y 2012, disminuyó aproximadamente la mitad de su área entre los años 2012 y 2019.

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Entre el 2004 y el 2012 el bosque denso pasó de tener 5470 ha a tener 9844 ha, lo que correspondió a una variación porcentual del 80 %, pero luego disminuyó 2735 ha entre los años 2012 y 2019. Este valor corresponde al valor conceptual de -28 %. En total, entre el 2004 y el 2019, teniendo en cuenta el aumento y la disminución que hubo a lo largo de estos años, se evidenció un crecimiento en total de 1639 ha, es un aumento del 30 % en la cobertura. En contraste, las coberturas que tuvieron una mayor disminución en el área fueron el mosaico de pastos con espacios naturales y los embalses. A continuación, se explicará el cambio de estas dos coberturas entre los años 2004 y 2019.

El área del mosaico de pastos con espacios naturales decreció y aumentó su área entre los años 2004 y 2019. Primero, entre los años 2004 y 2012 pasó de tener un área de 20583 ha a un área de 14003 ha, lo cual correspondió a una variación porcentual de -38 %. Después, entre los años 2012 y 2019 aumentó 2763 ha, teniendo una variación porcentual del 20 %. Teniendo en cuenta estas variaciones, el mosaico de pastos con espacios naturales entre los años 2004 y 2019 disminuyó 3816 ha, es decir que tuvo una reducción del 19 % en total.

6.1.3. Métricas para medir de la fragmentación del paisaje

Métricas de tipo clase

• Número de Parches (NP): Número de fragmentos totales y número de fragmentos de cada clase.

• Densidad de Borde (DB): Es igual a la suma de las longitudes de todos los segmentos de borde que implican el tipo de parche correspondiente, dividido por la superficie total del paisaje.

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• Tamaño Medio del parche (TMP): Relación entre el área ocupada por una clase y el número de fragmentos correspondientes a aquella clase (McGarigal 2015).

Número de Parches.

Número de parches

Años / Cobertura

2004 2012 2019 2004 - 2012

2012 - 2019

2004 - 2019

Embalse 3 3 7 0 4 4

Lagos, lagunas y ciénagas naturales

8

10

7

2

-3

-1

Bosque Denso

23

22

28

-1

6

5

Bosque Fragmentado

10

11

10

1

-1

0

Vegetación acuática

sobre cuerpos de

agua

5

4

5

-1

1

0

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Cultivos transitorios

33

54

64

21

10

31

Mosaico de pastos con espacios naturales

20

35

28

15

-7

8

Palma de

aceite

115

126

134

11

8

19

Pastos limpios

81 66 89 -15 23 8

Cultivo de piña

- - 1

1

Tabla 4. Métrica de tipo clase llamada número de parches para los años 2004, 2012 y 2019. Elaboración propia a partir de los mapas de caracterización de la cobertura del suelo en María la

Baja para los años 2004, 2012 y 2019.

2004 – 2012

Para iniciar, el embalse no contó con ningún tipo de aumento en el número de parches entre los años 2004 y 2012. Entre el año 2004 y 2012 el número de parches aumentó en mayor medida en cultivos transitorios con 21 parches nuevos, seguido por el mosaico de pastos con espacios naturales que tuvo 15 parches nuevos, la palma de aceite con 11 parches nuevos, lagos, lagunas y ciénagas naturales con 2 parches más y, por último, el bosque fragmentado con un parche nuevo. En contraste, las coberturas que tuvieron una disminución en el número de parches fueron en primer lugar, los pastos limpios con 15 parches menos, seguido por vegetación acuática sobre cuerpos de agua y bosque denso con un parche menos.

2012 – 2019

Entre los años 2012 y 2019 no hubo coberturas que se mantuvieran con la misma cantidad de parches a lo largo del tiempo. En tanto que la cobertura que contó con un mayor aumento en el número de parches fue pastos limpios con 23 parches nuevos, seguido por los cultivos transitorios con 10 parches nuevos, la palma de aceite con 8 parches nuevos, el bosque denso con 6 parches nuevos, el embalse con 4 parches nuevos y por último la vegetación acuática sobre cuerpos de agua con 1 parche nuevo. En contraste, las coberturas que disminuyeron el número de parches fueron, en primer lugar, el mosaico de pastos con espacios naturales con 7 parches menos, lagos, lagunas y ciénagas naturales con 3 parches menos y por último el bosque fragmentado con un parche menos.

2004 – 2019

Entre los años 2004 y 2019 las coberturas de bosque fragmentado y vegetación

Page 40: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

40

acuática sobre cuerpos de agua no tuvieron aumento ni disminución en el número de parches, mientras que la cobertura de cultivos transitorios contó con 31 parches nuevos, la palma con 19 parches nuevos, el mosaico de pastos con espacios naturales y los pastos limpios con 8 parches nuevos, el bosque denso con 5 parches nuevos y por último el embalse con 4 parches nuevos. La única cobertura que contó con una disminución en el número de parches fue la de lagos, lagunas y ciénagas naturales con un parche menos.

Tamaño Medio del Parche

Tamaño Medio del Parche (ha)

Años / Coberturas 2004 2012 2019 2004 - 2012

2012 - 2019

2004 - 2019

Embalse 791 791 210 0,05 -581 -581

Lagos, lagunas y ciénagas naturales

284

237

340

-46

103

56

Bosque Denso 237 446 254 209 -192 17

Bosque Fragmentado

130 174 131 44 -42 1

Vegetación acuática sobre

cuerpos de agua

514

613

498

98

-114

-16

Cultivos transitorios

187

106

85

-81

-21

-102

Mosaico de pastos con espacios

naturales

1028

399

599

-629

200

-430

Palma de aceite

12

37

44

25

6

31

Pastos limpios 118 124 100 5 -24 -18

Cultivo de piña - - 97

97 97

Tabla 5. Métrica de tipo clase llamada Tamaño Medio del Parche para los años 2004, 2012 y 2019. Elaboración propia a partir de los mapas de caracterización de la cobertura del suelo en María la

Baja para los años 2004, 2012 y 2019.

Page 41: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

41

2004 – 2012

Entre los años 2004 y 2012 el tamaño medio del parche aumentó en 5 coberturas. De estas 5 la que tuvo el mayor incremento fue el bosque denso con 209 ha, seguido de la vegetación acuática sobre cuerpos de agua con 98 ha, el bosque fragmentado con 44 ha, la palma de aceite con 25 ha, los pastos limpios con 5 y por último el embalse con 0,05 ha. Por otro lado, la cobertura que tuvo la mayor disminución en el tamaño medio del parche fue el mosaico de pastos con espacios naturales en 629 ha, seguido de cultivos transitorios en 81 ha y por último los lagos, lagunas y ciénagas naturales en 46,45 ha.

2012 – 2019

El tamaño medio del parche entre el año 2012 y 2019 aumentó en 6 coberturas de la siguiente manera: el mosaico de pastos con espacios naturales de 200 ha, seguido de los lagos, lagunas y ciénagas naturales de 103 ha, el cultivo de piña de 97 ha, los pastos limpios en 24 ha, los cultivos transitorios en 21 ha y la palma de aceite de 6 ha. Finalmente, 4 coberturas disminuyeron el tamaño medio del parche, el embalse en 581 ha, el bosque denso en 192 ha, la vegetación acuática sobre cuerpos de agua de 114 ha y el bosque fragmentado en 42 ha.

2004 – 2019

Entre el año 2004 y 2019 el tamaño medio del parche aumentó en 5 coberturas. 56 ha fue en lagos, lagunas y ciénagas naturales, 97 ha en cultivo de piña, 17 ha en bosque denso, 1 ha en el bosque fragmentado y 31 ha en la palma de aceite. Por otra parte, el embalse fue la cobertura que tuvo mayor reducción en el tamaño medio del parche, siendo así de 581 ha menos, seguido por el mosaico de pastos con espacios naturales de 430 ha menos y por último los cultivos transitorios con 102 ha menos, 16 ha en vegetación acuática sobre cuerpos de agua, en 18 ha de pastos limpios.

Densidad de Borde

Densidad de Borde (m/ha)

Años/Coberturas 2004 2012 2019 2004 - 2012

2012 - 2019

2004 - 2019

Embalse

4

4

3

-0,02

-1

-1

Page 42: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

42

Lagos, lagunas y ciénagas naturales

1

1

1

0,09

-0,01

0,08

Bosque Denso

5

7

6

2

-0,9

1

Bosque Fragmentado

1

2

1

0,7

-0,9

-0,2

Vegetación acuática sobre cuerpos de agua

2

2

2

-0,08

-0,1

-0,2

Cultivos transitorios

7

8

8

1

-0,3

1

Mosaico de pastos con

espacios naturales

11

9

9

-1

-0,2

-1

Palma de aceite 3 7 9 4 1 5

Pastos limpios 8 8 8 -0,5 0,5 0,02

Cultivo de piña 0,2 0,1 0,1 Tabla 6. Métrica de tipo clase llamada Densidad de Borde para los años 2004, 2012 y 2019.

Elaboración propia a partir de los mapas de caracterización de la cobertura del suelo en María la Baja para los años 2004, 2012 y 2019.

2004 – 2012 En estos años la densidad de borde de los parches más alta fue la de la palma de aceite con 4 m/ha. La densidad de borde para el año 2004 fue de 3 m/ha y para el año 2012 fue de 7 m/ha. Por lo anterior la densidad de borde la palma de aceite ha tenido un crecimiento exponencial, es decir, que ha aumentado a lo largo del tiempo. Además, en la tabla 5 se observa que la menor densidad de borde fue la del mosaico de pastos con espacios naturales con –1 m/ha, representando reducción en la densidad de borde de la cobertura. No hay datos sobre la densidad de borde de la cobertura piña, debido que según los datos obtenidos esta entro de forma significativa en María la Baja a mediados del año 2012.

Page 43: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

43

2012 – 2019

La densidad de borde de la cobertura de palma de aceite para el año 2012 fue de 7 m/ha y para el año 2019 fue de 9 m/ha, es decir la densidad de borde entre 2012 –2019 en María la baja aumento 1 m/ha. Es posible inferir que en la tabla 5, la cobertura que demuestra un mayor aumento de la densidad de borde es la palma de aceite, datos que son difíciles de comparar con los de otras coberturas debido a que la densidad de borde de la palma de aceite es la única que ha crecido exponencialmente como se vio en el párrafo anterior. En contraste con coberturas como bosque denso o bosque fragmentado que han demostrado un crecimiento y luego una reducción: En el 2012 la densidad de borde de la cobertura bosque denso fue de 7 m/ha y en el año 2019 fue de 6 m/ha, reduciendo la densidad del borde de la cobertura en –0,9 m/ha. Y, en el 2012 la densidad de borde de la cobertura de bosque fragmentado fue de 2 m/ha y para el 2019 fue de 1 m/ha, reduciendo la densidad del borde la cobertura.

2004 – 2019

A partir de los datos de la tabla 5 se observa que la densidad de borde de la Palma de aceite fue de 5 m/ha. Asimismo, la densidad del borde creció de manera prolongada en la cobertura de la palma de aceite, en el 2004 fue de 3 m/ha, en el 2012 fue de 8 m/ha y para el año 2019 fue de 9 m/ha. En contraste con otras coberturas fue la cobertura con mayor aumento en la densidad del borde en los tres años analizados. Otro caso es el de la cobertura mosaico de pastos con espacios naturales, la densidad de borde fue de –1 m/ha y a diferencia de la palma de aceite, la cobertura de mosaico de pastos con espacios naturales tuvo una reducción en su densidad de borde, pasando de tener en una densidad de borde en 2004 de 11 m/ha a una densidad de borde en 2012 de 9 m/ha y, por último, una densidad de borde en 2019 de 9 m/ha.

Fragmentación en el paisaje

Métricas de tipo paisaje

De acuerdo con los valores anteriores se puede estimar la fragmentación del paisaje en cada una de las coberturas, así como en el paisaje en general. Para ello se relacionará el área, el número de parches, el tamaño medio del parche y la densidad del parche.

Métricas del paisaje

DB 44

TMP 173

Page 44: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

44

2004 NP 298

2012

DB 50

TMP 156

NP 331

2019

DB 49

TMP 139

NP 373

2004 - 2012

DB 7

TMP -18

NP 33

2012 - 2019

DB -1

TMP -17

NP 42

2004 - 2019

DB 5

TMP -34

NP 75

Tabla 7. Métricas de tipo clase Elaboración propia a partir de los mapas de caracterización de la cobertura del suelo en María la Baja para los años 2004, 2012 y 2019.

2004 – 2012

De acuerdo con la gráfica sobre métricas del paisaje, entre el año 2004 y el año 2012 hubo fragmentación en el paisaje, debido a que la densidad de borde aumentó 7 m/ha, lo que significa que el borde de los parches fue más irregular. Esto sumado a que hubo 33 nuevos parches en la zona de estudio y que el tamaño medio de los parches fue 18 ha más pequeño, confirma que hubo fragmentación en el paisaje entre estos años.

2012 – 2019

En contraste con el resultado obtenido entre los años 2004 y 2012, entre el 2012 y el 2019 la densidad de parche disminuyó, lo que significa que los parches fueron más regulares, sin embargo, el número de parches aumentó. Para el 2019 hubo 42 parches nuevos y el tamaño medio de los parches en el paisaje se redujo 17 ha.

2004 – 2019

Entre el año 2004 y el año 2019 se evidencia una fragmentación en el paisaje, debido a que entre estos dos años hubo 75 parches nuevos que, además, disminuyeron 34 ha su tamaño medio. También aumentó 5 m/ha la densidad de borde en el paisaje, lo cual evidencia que los parches se volvieron más irregulares a lo largo del tiempo

Page 45: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

45

Métricas de Clase

Años/

Coberturas

2004 - 2012

2012 - 2019

2004 - 2019

Métricas de Clase

Área NP TMP DB Área NP TMP DB Área NP TMP DB

Embalse 21 0 0,05 -0,02 -939 4 -581 -1 -918 4 -

581 - 1

Lagos, lagunas y ciénagas naturales

124

2

-46

0,09

-27

-3

103

-0,01

96

-1

56

0,08

Bosque Denso

4374 -1 209 2,33 -

2735 6 -192 -0,9 1639 5 17 1

Bosque Fragmentado

636

1

44

0,72

-634

-1

-42

-0,9

1

0

1

- 0,2

Vegetación acuática

sobre cuerpos de

agua

-101

-1

98

-0,08

5

1

-114

-0,16

-96

0

-16

- 0,2

Cultivos

transitorios

-423

21

-81

1,41

-314

10

-21

-0,31

-737

31

-

102

1

Mosaico de pastos con espacios naturales

-

6580

15

-

629

-1

2763

-7

200

-0,2

-

3816

8

-

430

- 1

Palma de aceite

3337 11 25 4 1104 8 6,27 1 4441 19 31 5

Page 46: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

46

Pastos limpios

- 1387

-15 5 -0,53 680 23 -24 0,5 -707 8 -18 0,02

Cultivo de piña

97 1 97 0,2 97 1 97 0,1

Tabla 8. Métricas de tipo clase. Elaboración propia.

Fragmentación

2004 – 2012

Coberturas que tuvieron fragmentación:

Entre los años 2004 y 2012 la cobertura de cultivos transitorios disminuyó su área en 423 ha, además de que tuvo el mayor aumento en el número de parches con 21 parches nuevos, a su vez contó con una disminución de 81 ha en el tamaño medio de los mismos y un aumento de 1 m/ha en la densidad de parches.

El mosaico de pastos con espacios naturales contó con la mayor disminución de área y de tamaño medio del parche, siendo de 6580 ha y 629 ha respectivamente. También fue la cobertura que tuvo el segundo mayor aumento en el número de parches, siendo de 15 nuevos parches. Por último, la densidad de borde disminuyó 1 m /ha.

Coberturas que no tuvieron fragmentación:

El bosque denso contó con un aumento de 4374 ha en el área, siendo este el mayor valor entre todas las coberturas también tuvo un parche menos y un aumento de 209 ha en el tamaño medio de los parches y de 2 m/ha en la densidad de parche.

La palma de aceite tuvo un aumento de 3337 ha en el área, también en el número de parches, siendo de 11 parches nuevos. El tamaño medio de los parches a su vez incrementó 25 ha, así como la densidad de borde que se elevó 4 m/ha.

2012 – 2019

Coberturas que tuvieron fragmentación:

Los cultivos transitorios tuvieron el segundo mayor aumento de parches, siendo de 10 parches nuevos, a su vez, disminuyó tanto su área en 314 ha como el tamaño medio de sus parches en 21 ha, por último, la densidad de borde disminuyó 0,3 m/ha.

Page 47: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

47

El bosque denso tuvo la mayor disminución en el área con 2735 ha y la segunda mayor reducción en el tamaño medio de los parches, siendo esta de 191 ha también obtuvo 6 parches nuevos y redujo 0,9 m/ha la densidad de parche.

Coberturas que no tuvieron fragmentación:

El mosaico de pastos con espacios naturales aumentó 2763 ha, siendo este el mayor valor de entre todas las coberturas, así como el tamaño medio de los parches, valor que aumentó 200 ha. Además, tuvo 7 parches menos, al igual que la densidad de borde, que disminuyó 20 m/ha.

Si bien, aunque la palma de aceite tuvo 8 parches nuevos, su área igualmente aumentó 1104 ha. El tamaño medio del parche fue 6 ha más grande, al igual que la densidad de borde que fue 1 m/ha mayor.

2004 – 2019

Coberturas que tuvieron fragmentación

Los cultivos transitorios aumentaron 31 parches nuevos, siendo este valor el mayor de entre todas las coberturas, también la densidad de parche tuvo 1 m/ha más. Por otro lado, disminuyó tanto el área como el tamaño medio del parche, 737 ha y 102 respectivamente.

El mosaico de pastos con espacios naturales disminuyó 3816 ha, aumentó 8 parches y redujo tanto el tamaño medio de los parches como la densidad de borde en 430 ha y 1 m/ha respectivamente.

Coberturas que no tuvieron fragmentación

La palma de aceite tuvo el mayor aumento en el área de entre todas las coberturas, siendo este de 4441 ha, también tuvo 19 parches menos, el tamaño medio del parche aumentó 31 ha y a su vez aumentó 5 m/ha en la densidad de borde.

El bosque denso tuvo un aumento de 1639 ha que, además, tuvo 5 parches nuevos, disminuyó el tamaño promedio de sus parches en 17 ha y por último disminuyó 1 m/ha la densidad de borde.

Page 48: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

48

Fuerzas de cambio que impulsaron la expansión de la palma de aceite

Figura 5. Mapa mental sobre fuerzas de cambio socioeconómicas, ambientales, políticas y tecnológicas que incidieron en la implementación de los cultivos de palma de aceite .

Elaboración propia.

La expansión de la palma de aceite en la región de María la Baja, de acuerdo con los objetivos planteados en el presente estudio, se explica mediante 3 fuerzas de cambio; las fuerzas de cambio ambientales, las socioeconómicas y las políticas como se ve en la figura 5.

Fuerzas de cambio ambientales

En cuanto a las fuerzas de cambio ambientales, los entrevistados mencionan el recurso hídrico como una de las fuerzas de cambio, ya que según ellos el cultivo de la palma de aceite requiere disponibilidad de agua para poder cultivarse y así ser productivo: “La palma necesita mucha agua, pero tampoco demasiada porque si tiene demasiada ella no, o sea es transitoria el agua, porque si tiene mucha humedad no produce” (Participante masculino 10, comunicación personal, septiembre del 2019). “Además, la planta de palma absorbe mucha agua porque las raíces son muy largas, por ejemplo” (Participante femenino 4, comunicación personal, septiembre del 2019).

Dentro del recurso hídrico, las comunidades se refieren específicamente al Distrito de riego de María la Baja como uno de los cuerpos de agua más utilizados por los palmicultores y, además, reconocen que este uso ha traído consigo conflictos entre palmicultores y otros campesinos: “el distrito de riego está planteado para regar el

Page 49: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

49

monocultivo de palma, en la parte baja y en la media” (Participante femenino 4, septiembre del 2019). Mientras otro dice: “Hay una compuerta que cuando se abre para suministrar el agua a los canales, también se desvía agua para allá (para donde la palma de aceite), pero esa compuerta está bloqueada, es decir, Usomarialabaja la bloqueó para que no, o sea es como algo de egoísmo, egoísta porque para este sector de arroyo grande existen las comunidades del Guamo, Arroyo Grande y ellas se benefician de esa agua, pero ya no” (Participante masculino 3, comunicación personal, septiembre del 2019). Sin embargo, los entrevistados también hablan del uso que les dan los palmicultores a otros cuerpos de agua tales como los arroyos: “en ciertas partes han privatizado sectores de los embalses, también algunos arroyos (…) hacen un cercado y una serie de señales de privatización de esos espacios que uno no puede acceder, ni siquiera a una gota de agua. Ni de los arroyos ni de los sectores de los mismos embalses” (Participante masculino 6, comunicación personal, septiembre del 2019).

Otra de las fuerzas de cambio que identificaron las personas entrevistadas fue el suelo. El suelo fue un aspecto importante que influyó en la llegada de la palma de aceite, pues según los entrevistados, la alta fertilidad de la zona convirtió a la región de María la Baja en una zona predilecta para la entrada de este cultivo. “Acá en esta zona, la fertilidad yo creo que es 100 % buena porque si tu echas a nacer una matica te va a producir, o sea lo que tu eches a nacer produce, nace, reproduce y muere. Pero las tierras de acá son muy, pero muy fértiles, en la parte alta al igual que en la zona baja. Por eso es que hoy en día es atacada por los grandes terratenientes para los monocultivos, porque es muy prospera” (Participante masculino 3, comunicación personal, septiembre del 2019). “La palma cogió todas las tierras bajas más fértiles, por ejemplo, para el desarrollo del plátano, la cogió la palma” (Participante masculino 1, comunicación personal, septiembre del 2019).

Fuerzas de cambio Socioeconómicas

En el caso de las fuerzas de cambio socioeconómicas, los entrevistados identificaron el conflicto armado como una de las principales fuerzas de cambio, ya que tuvo una influencia muy fuerte dentro del territorio. Esta influencia ocasionó el desplazamiento forzado de miles de familias y la venta masiva a bajo costo de tierras cuyos propietarios eran campesinos de la región. “Aquí en montes de María se vivió un marco del conflicto tan complicado, fuerte, pero al mismo tiempo hubo compra masiva de tierras. Cuando al campesino lo desplazan, lo obligan a que se desplace de su territorio, se va vendiendo sus tierras a muy bajo precio” (Participante masculino 6, comunicación personal, septiembre del 2019).

Como resultado de la compra masiva de tierras y el desplazamiento de las familias campesinas, se presenta en la región un cambio en la propiedad de la tierra, en donde la tierra pasa de estar a nombre de campesinos y familias de la región a estar a nombre de empresarios, quienes dedican sus tierras al monocultivo de palma de aceite. “Cambio de uso de la tierra, antes el uso era para una agricultura variada,

Page 50: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

50

hoy cambia la tenencia de tierra, cambia el cultivo, cambia todo” (Participante masculino 6, comunicación personal, septiembre del 2019). “A algunos se las quitaron (la tierra), y otros las vendieron a muy bajo precio y ahí llegaron los terratenientes a sembrar palma y piña” (Participante masculino 6, comunicación personal, septiembre del 2019). Ademas, otro agrega: “Actualmente la cantidad de producción ya no se ve tanto. De maíz, arroz, yuca, plátano, justamente porque las tierras han sido vendidas y su forma de uso es otra. Hoy día la zona media su mayor cantidad de productos es el monocultivo de palma y los cultivos tradicionales están en vía de extinción (…) el conflicto realmente benefició a la compra masiva de tierras para sembrarla en palma, por eso es que todo está ligado” (Participante masculino 3, comunicación personal, septiembre del 2019).

La región de María la Baja ha sido una zona agrícola y ganadera, reconocida por sus suelos fértiles y la alta producción de alimentos provenientes de la tierra como lo es el arroz, el maíz, el plátano, entre otros. Esto posicionó a la región como una muy buena alternativa para desarrollar proyectos agroindustriales. “El suelo de Playón es muy bueno para cultivar. Este era uno de los corregimientos que más cultivo de pancoger tenía. Antes salían hasta 10 camiones llenos de cualquier cultivo, porque las tierras son demasiado fértiles” (Participante femenina 7, comunicación personal, septiembre del 2019). No obstante, como se pudo observar en la ilustración 2, cultivos como el del plátano desaparecieron de ciertas zonas de María la Baja. “Una de las tierras más fértiles que tenía Colombia son las tierras de Montes de María (…) pasamos de ser una despensa agrícola de una agricultura variada, entre yuca, plátano, maíz, aguacate, ñame, arroz a ser hoy prácticamente un territorio sumiso a la palma y a la piña” (Participante masculino 6, comunicación personal, septiembre del 2019).

La mayoría de los entrevistados hablaron acerca de los cultivos de arroz y afirmaron que dichos cultivos habían desaparecido de la zona a causa de la entrada del monocultivo de palma de aceite, sin embargo, no mencionaban ninguna otra relación de estos dos cultivos, simplemente el cambio en el uso del suelo. “No se cultiva el arroz como antes, si se sembraban 1000 Ha, ahora se están sembrando 500 Ha” (Participante masculino 12, comunicación personal, septiembre del 2019). “Arroz ya es poquitico. Ya no hay porque donde lo cultivaban ahora está cultivado de palma” (Participante femenina 7, comunicación personal, septiembre del 2019). “La palma y la ganadería hicieron disminuir el arroz” (Participante masculino 8, comunicación personal, septiembre del 2019).

Por otro lado, dos de los entrevistados aseguraron que la relación entre el cultivo de palma de aceite y el cultivo de arroz, al menos en la zona baja, era diferente en la medida en que el monocultivo de palma de aceite efectivamente había reemplazado cultivos de arroz, pero no los había “sacado”, sino que antes de la llegada del cultivo de palma de aceite, los arroceros estaban presentado inconvenientes e incluso, según otro entrevistado, ya se estaba planeando implementar un cultivo distinto del de arroz. “Antes cultivaban arroz los campesinos. Se dice que los campesinos quebraron y dejaron de cultivar el arroz, entonces aprovecharon con la violencia, aprovechó el monocultivo entrar y sembrar la palma, entonces sí cambio el uso porque era agrícola y ahora es para monocultivo de palma” (Participante masculino

Page 51: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

51

10, comunicación personal, septiembre del 2019). “En los años 70’s más o menos, se venía pensando en otro monocultivo y justamente era este el monocultivo de palma” (Participante masculino 3, comunicación personal, septiembre del 2019).

Fuerzas de cambio políticas

En las entrevistas realizadas, solo tres de las personas entrevistadas relacionaron las políticas colombianas con el cultivo de palma de aceite. Y es que, según uno de estos tres entrevistados, las leyes o políticas del gobierno se crean con el fin de desarrollar proyectos específicos, en este caso los cultivos de palma de aceite. Es decir que el gobierno crea políticas con las cuales busca cumplir intereses políticos o económicos concretos. “Cardique es una entidad del gobierno, los monocultivos son una puerta rotatoria, porque primero fue en el gobierno y luego lo implementaron en la zona. Primero gestan las leyes y luego vienen acá y lo ponen en la práctica, eso es una puerta rotatoria, porque ellos vienen y hacen las leyes acá” (Participante femenino 4, comunicación personal, septiembre del 2019).

El segundo entrevistado afirmó que Cardique benefició a los cultivadores de palma de aceite, ya que eran permisivos con los palmicultores si no cumplían con la normatividad ambiental “Inclusive, había una parte dentro del embalse, que es la zona de reserva del embalse, que esa zona era según INCORA, era para el uso exclusivo del campesino, ahí no se podía implementar el uso de siembra de monocultivos y hoy toda esta zona es de monocultivos. En toda la zona de reserva del embalse. Anteriormente el campesino también cultivaba en la zona de reserva, pero cuando lo hizo fue atacado por Cardique, que mantenían ahí encima, mientras que con la palma no lo hacen”.

El tercer entrevistado se refirió a la facilidad que tienen los palmicultores de acceder a créditos, bien sea para comprar tierra o para financiar el monocultivo de la palma de aceite y lo comparó con la situación de los campesinos de cultivos tradicionales, para quienes es mas difícil acceder a este tipo de créditos. “Hoy a un campesino le puede costar hasta 16’000.000 de pesos comprar una tierra (…) una manera de acceder a esa tierra podría ser por créditos, y si no tienes una vida crediticia intachable no te van a dar un préstamo. Y de hecho hoy día te dan préstamo para comprar tierra, pero si es para ejercer algún monocultivo, sino, no te apoyan, solo le dan crédito a los que trabajan con monocultivos, para todo, tienen ayudas para conseguir semillas y así, en cambio al campesino tradicional no” (Participante 3, comunicación personal, septiembre del 2019).

Page 52: FUERZAS DE CAMBIO DETERMINANTES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE

52

7. Discusión

Las mediciones, al tomarse y analizarse generalmente tienden a tener un margen de error. De esta manera, a pesar de que en el presente estudio se procuró que las metodologías utilizadas fueran lo más confiables posibles, cabe resaltar que los métodos de investigación utilizados en este trabajo de grado, y así mismo los resultados obtenidos no son 100 % válidos y confiables. Sin embargo, para que las metodologías fueran en la medida de lo posible fiables, en primer lugar, se procuró que los actores fueran en su mayoría informantes clave, quienes brindaron la mayor cantidad de información verosímil y en segundo lugar se realizó la caracterización de los mapas de manera manual para así conseguir resultados más efectivos. Por último, vale la pena aclarar que, con base en los datos obtenidos a partir de la metodología utilizada, se escribieron y analizaron los resultados de este trabajo de grado. Mientras que en la discusión se compararon y contrastaron los datos obtenidos en este trabajo de grado con los datos obtenidos en investigaciones similares.

7.1. CAMBIO EN EL USO Y COBERTURA DEL SUELO

En los resultados se encontró que en el año 2012 hubo más cantidad de bosque fragmentado y denso que el que hubo en los años 2004 y 2019. Una de las posibles causas de este cambio en la cobertura del suelo es por la desmovilización de las autodefensas en el año 2007, lo cual, según Ferro (2019) pudo haber permitido que personas desplazadas volvieran a su lugar de origen, sin embargo, al no encontrar sus anteriores tierras desocupadas tuvieron que usar la tierra que en ese momento no se estaba utilizando, es decir el bosque (Flórez et al. 2016). Lo anterior concuerda con lo dicho por Delgado and Dieta (2013), quienes afirman que el 47 % de la tierra cultivable de María la Baja estaba sembrada con cultivos de palma de aceite para el año 2005. Por otro lado, Herrera and Cumplido (2015) afirman que este cambio en el uso del suelo equivale a 4.961 Ha de cultivos agrícolas que han sido reemplazados por la palma de aceite, lo cual, según ellos se expresa en 35 mil toneladas de productos que dejan de ofertarse en el mercado local o regional.

Al revisar las estadísticas de producción agrícola del municipio se observa una reducción –en los últimos ocho años– de la superficie en hectáreas sembradas en cultivos transitorios, al pasar de 6300 a un poco más de 5000 hectáreas entre los años 2007 a 2015; es decir una tasa de crecimiento pro- medio anual de -2.77. Paralelamente el número de hectáreas sembradas con cultivos permanentes pasó de 4300 a 13200 entre los mismos años, con una tasa de crecimiento promedio anual del 15%. (Flórez et al. 2016)

Por otro lado, el aumento de la palma de aceite que muestran los resultados contrastan con lo dicho por Jiménez (2017), ya que él muestra la manera en la que se encuentra distribuida la tierra en el municipio, denotando así la siguiente información: 509 propietarios con 1.60 ha aproximadamente cada uno y un solo propietario con 1.982. Él llama a este tipo de propiedad de la tierra latifundio, que significa que una extensa parte de la tierra se encuentra en manos pocas personas, mientras una pequeña parte de la tierra cuenta con muchos más propietarios. Este fenómeno según Rivera (2009) ha sucedido por la entrada de los

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cultivos de palma de aceite.

De acuerdo con los resultados obtenidos, la segunda cobertura que tuvo una mayor disminución de su área entre los años 2004 y 2019 fue el embalse con 918 ha menos. Esta reducción, según la Corporación Desarrollo Solidario (2017) pudo haber sido ocasionada por la deforestación que se presenta alrededor de estos cuerpos de agua, pues esto a su vez ocasiona cambios en coberturas de cuerpos de agua como lo son las represas: “Los cultivos de palma que ocupan las rondas de protección de las represas, tienen la capacidad de cambiar las coberturas de agua, por lo que ya ha habido cambios en algunos cuerpos de agua de Marialabaja”. En contraste con esta información, nuevamente la Corporación Desarrollo Solidario (2015) afirma que las rondas hídricas de las represas están siendo deforestadas: “La represa cada día está más pelada, están cortando todos

sus árboles y Cardique no se pronuncia” (Corporación Desarrollo Solidario 2015).

Dicha deforestación está siendo causada principalmente por el aumento especialmente de los cultivos de palma de aceite en la zona, tal como lo menciona la MESA DE INTERLOCUCIÓN Y CONCERTACIÓN DE LOS MONTES DE MARÍA (2017): “Este cultivo (la palma de aceite) ha crecido progresivamente en áreas de protección ambiental como las rondas de embalses y ciénagas”.

En los resultados obtenidos sobre el cambio en la cobertura del suelo se evidenció como la disminución en el área de los cultivos transitorios era directamente proporcional con el aumento en el área de la palma de aceite entre los años 2004 y 2019. Esta información concuerda con lo dicho por Maza Avila et al. (2017) quienes por medio de un indicador llamado Tasa de Sustitución de Cultivos Agrícolas por Palma de aceite (TSCP) que formularon en su investigación, estimaban la cantidad de hectáreas de cultivos agrícolas que habían sido sustituidas por el cultivo de palma de aceite. De esta manera, determinaron que el 60 % de los cultivos tradicionales del departamento de Bolívar había sido reemplazado por el cultivo de la palma de aceite, es decir, cerca de 6576 ha de cultivos tradicionales. Así mismo, según Miyake et al. (2012) la transición de cultivos tradicionales a cultivos utilizados para realizar biocombustibles (como lo es la palma de aceite) ocurre en otros países diferentes a Colombia como en Estados Unidos, la Unión Europa y Brasil.

En relación con lo mencionado en el párrafo anterior sobre el reemplazo de cultivos tradicionales por cultivos de palma de aceite, según Boddiger (2007), este cambio en el uso del suelo genera así mismo un aumento en los precios de los alimentos y por lo tanto una dificultad para los campesinos de acceder a los alimentos que consumen, afectando así mismo la seguridad alimentaria de los habitantes de la región. Esta afirmación contrasta con Departamento para la Prosperidad Social and Programa Mundial de Alimentos (2013) quienes en su trabajo concluyeron que en general el departamento de Bolívar tenía problemas de seguridad alimentaria y María la Baja era uno de los municipios con mayor vulnerabilidad a la seguridad alimentaria del departamento.

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7.2. FUERZAS DE CAMBIO

Ambientales

Según los resultados, uno de los factores ambientales que influyó en la entrada del monocultivo de palma de aceite a la región fue la fertilidad de los suelos. Esto coincide con Roldán and Navarro (1998), quienes afirman que la región de María la Baja es reconocida por la fertilidad de sus suelos. Mientras que en los resultados no se presentaron datos sobre la topografía del terreno, el clima y una variable del suelo. Según Fedepalma (2010) la importancia de estos dos factores es gigante. La pendiente e inundaciones son algunos de los valores topográficos para tener en cuenta a la hora de cultivar palma de aceite y la precipitación y el promedio de temperatura son factores del clima indispensables si se quiere sembrar palma de aceite, al igual que la profundidad de la tierra. Por lo tanto, para entender las fuerzas de cambio que facilitan la entrada de la palma de aceite en el territorio habría que realizar más estudios alrededor de este tema.

Disponibilidad de agua, en los resultados se evidenció que el agua era un componente fundamental al momento de cultivar la palma de aceite. Esta información es comparable con lo afirmado por López (1991), ya que él asegura que la palma de aceite requiere altas cantidades de agua, las cuales no logran ser satisfechas únicamente con la lluvia.

Socioeconómicas

Conflicto armado

Los campesinos mencionaron durante las entrevistas la relación existente entre el conflicto armado y la entrada de la palma de aceite al territorio y cómo este vínculo había generado una disminución en el acceso y tenencia de la tierra por parte de ellos. Estos resultados contrastan con lo dicho por Ocampo (2009), quien relaciona la palma de aceite con el conflicto armado de dos maneras, la primera mediante la financiación de grupos armados para expropiar campesinos de sus territorios; este caso sucede en zonas en las cuales hay cultivos de palma de aceite previamente y la segunda, que sería aquella que más concuerda con el contexto de María la Baja, consiste en el desplazamiento de familias campesinas de sus tierras para implantar estos monocultivos en la región. Asimismo, García (2014), también menciona la relación entre el conflicto armado y el cultivo de palma de aceite, pero situándose en el contexto del pacífico.

La información obtenida por medio de las entrevistas se constata por lo dicho por Ávila (2015) y Delgado and Dietz (2013), quienes afirman que en María la Baja el cambio en la tenencia de la tierra se dio como resultado del conflicto armado, ya que su entrada al territorio generó que varias tierras fueran vendidas a bajo costo a grandes propietarios, quienes establecieron cultivos de palma de aceite en la zona.

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Este hecho, lo definen además como una forma de desplazamiento de los campesinos. Goebertus (2008) relaciona los cultivos de palma con el conflicto armado y el desplazamiento forzado de tres maneras diferentes; la primera de ellas mediante la cual afirma que la presencia de cultivos de palma de aceite fomenta la presencia de grupos armados ilegales quienes extorsionan a los campesinos, la segunda en la cual relaciona la llegada del cultivo de palma de aceite con una disminución en la mano de obra necesaria para dichos cultivos y en la seguridad y soberanía alimentaria, que a su vez genera el desplazamiento de los campesinos y la tercera en la cual grandes productores junto con grupos armados ilegales provocan el desplazamiento de pequeños productores para sembrar este tipo de cultivo.

Figura 6. Expulsión por año en María la Baja. Tomado de (Victorino Cubillos 2011).

Propiedad de la tierra

Los resultados indican que los predios adjudicados a los campesinos en Montes de María eran terrenos baldíos o eran parte de las tierras de una hacienda. Sin embargo, otras propiedades volvieron a algunos de sus dueños: los terratenientes que por medio de las manos de los grupos ilegales desde los años 90, limitaron y condicionaron el acceso a los predios (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2010). Ahora bien, la mayoría de los habitantes que abandonaron los terrenos no cuentan con un título de propiedad. Esto es debido a la tenencia informal que tienen con relación al predio como ocupantes. Es así como, el 78% predios no tienen registro, mientras que 22% sí tienen (Moreno 2016). Esta situación hace más fácil que actores armados desplacen a la población, para ellos quedarse con estos territorios. Por otro lado, algunos de estos desplazados se establecieron en las ciudades y terminaron vendiendo sus propiedades a agroindustriales (Moreno 2016).

Depresión del arroz

Desde finales de los 90’s el cultivo de palma de aceite comenzó a sembrarse en el municipio de María la Baja, transformando así la agricultura tradicional de la región basada en cultivos de pan coger, como el arroz, maíz, ñame, entre otros a una

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agricultura industrial exclusiva de palma de aceite (Aguilera Díaz 2013). De acuerdo con los resultados obtenidos en el presente estudio, una de las razones por las cuales ocurrió este cambio en el uso del suelo fue por una crisis que atravesaron los arroceros de la zona. Esta información concuerda con varios autores como Gómez (2010), Ávila (2015) Becerra et al. (2019) y además, artículos como el perfil productivo del Municipio de María la Baja (PNUD et al. n.d.), quienes afirman que a principios de los años 90’s hubo una depresión económica en los cultivos de arroz causada por tres factores: el primero de ellos fue el desgaste de los suelos, debido al constante manejo de la tierra por medio de agroquímicos y maquinaria, el segundo fue la apertura económica en Colombia, la cual permitió la entrada del arroz tailandés al país y la tercera el debilitamiento estructural de los productores y las organizaciones de la zona como INCORA, lo cual generó inconvenientes con el distrito de riego, la titulación de tierras y con los apoyos a la producción de bienes agrícolas en la zona. Lo anterior, teniendo en cuenta que el arroz era el principal cultivo que producía el municipio (PNUD et al. 2015, Becerra Andrade et al. 2019) explicaría una de las razones por las cuales se expandieron tan rápidamente las plantaciones de palma de aceite.

Políticas colombianas

Políticas colombianas

En los resultados obtenidos, los entrevistados mencionaron cómo las políticas del gobierno influían en el acceso a la tierra para los palmicultores de varias maneras: por medio de facilidades con las que contaban los palmicultores para acceder a créditos, a través de políticas que favorecen la expansión del monocultivo en la región y con la cooperación de entidades del gobierno tales como Cardique, que les permiten a los palmicultores cultivar en lugares donde no está permitido. Con respecto a lo anterior, a lo largo de la historia de la palma de aceite, no solo de María la Baja, sino en todo el país han existido políticas y medidas desarrolladas para apoyar este tipo de cultivo. Por lo tanto, se hará un recuento de las políticas y acciones desarrolladas por el gobierno nacional que buscaba incentivar el cultivo de palma de aceite. Además, la siembra de cultivos de palma de aceite se impulsó por múltiples motivos entre los cuales se encuentran: generar vínculos internacionales, principalmente con Estados Unidos, tener mayor control territorial en el país, disminuir los cultivos de uso ilícito y así mismo enfrentar el paramilitarismo, el terrorismo y las drogas (Konrad-Adenauer-Stiftung 2008, Mujica Granados et al. 2010).

En los años 50’s y 70’s el gobierno colombiano dentro de sus políticas fomentó las plantaciones de palma de aceite entre otras razones para disminuir las importaciones y suplir la alta demanda interna de aceites vegetales y materias grasas. Entre los años 1958 y 1959 el Ministerio de Agricultura solicitó a la FAO evaluar la posibilidad de sembrar plantas oleaginosas en Colombia. Luego, el Instituto de Fomento Algodonero, IFA, importó semillas que fueron seleccionadas

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por algunos institutos internacionales, con el fin de tener una base de semillas para futuras plantaciones. Adicionalmente, el IFA realizó el cruzamiento entre plantas “pisiferas” y “ternera” con árboles tipo “dura” para obtener una planta híbrida llamada “ternera” que es la más utilizada en el país actualmente. (Rueda Zárate y Pacheco 2015). Asimismo, en 1959 por medio de la Ley 26 se establecieron incentivos financieros para cultivos de tardío rendimiento como la palma de aceite, luego, en 1963, el Fondo de Inversiones Privadas, FIP, adjudicó créditos a proyectos agroindustriales y en 1973, por medio de la Ley 5 se originó el Fondo Financiero Agropecuario, FFA, cuyo fin era financiar tanto las plantaciones como las labores y la tecnología relacionada con los cultivos de palma de aceite (Aguilera Díaz 2002, FEDEPALMA 2002).

La mayor cantidad de plantaciones de palma de aceite que se establecieron a lo largo del tiempo en el país se dieron debido a la labor de promoción que adelantó el gobierno nacional a través del Instituto de Fomento Algodonero (IFA), mediante un esquema de inversión en asociación con productores y empresarios particulares, en zonas aptas de diferentes regiones del país, con el propósito de fomentar la producción nacional de oleaginosas y sustituir importaciones de aceites y grasas, aunque también surgieron por iniciativa de empresarios destacados de Coldesa e Indupalma (Aguilera Díaz 2002, FEDEPALMA 2002). Durante el gobierno de Misael Pastrana (1971-1974) se realizó la optimización y ampliación de las plantas extractoras de palma de aceite y la optimización de la tecnología utilizada para la producción y procesamiento de la palma de aceite, por medio de recursos obtenidos por el Instituto de Fomento Industrial, IFI (Aguilera Díaz 2002).

En el país se buscaba incrementar en un alto porcentaje la palmicultura en los años 70’s, sin embargo, a pesar de las medidas mencionadas en los párrafos anteriores no se alcanzó dicho objetivo, ya que el crecimiento promedio anual del área sembrada con palma de aceite entre 1967 y 1979 fue de tan solo un 4.7 %. Este bajo porcentaje en el aumento de la palmicultura se debió a que este tipo de cultivo dejó de ser rentable debido al aumento en los costos de producción, los créditos limitados, la finalización de los beneficios proteccionistas y tributarios y la disminución del precio interno del aceite de palma (Aguilera Díaz 2002). Sin embargo, en la década de 1980 se sembraron aproximadamente 66.300 nuevas hectáreas de palma de aceite, lo cual correspondió a un crecimiento anual total del 11.5 % (FEDEPALMA 2002); porcentaje que superó el crecimiento producido durante 1970. El incremento de las plantaciones de palma de aceite que se dieron durante 1980 fue debido a diferentes acciones tomadas por el gobierno tales como: la creación nuevamente de las líneas de crédito para la agroindustria, el incremento del arancel en un 40 % con el fin de proteger la producción nacional y el establecimiento de licencias necesarias para poder importar aceites y grasas. Además, la crisis que atravesó el algodón en el país generó que varios cultivos de este tipo se destinaran para la siembra de cultivos de palma de aceite (Aguilera Díaz 2002).

Por otro lado, en los años 90’s comenzó un modelo de apertura económica, razón por la cual las oleaginosas pasaron a formar parte del régimen de libre comercio, lo cual generó un incremento de las importaciones y exportaciones de aceites y grasas (Aguilera Díaz 2002). En el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) se

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fomentaron las plantaciones de cultivos de palma de aceite y se establecieron estos cultivos como uno de los ejes de desarrollo rural del país. Durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) se incentivó la producción de combustibles vegetales en el país; primero a partir de la caña de azúcar para producir etanol y luego a partir de palma de aceite para producir biodiesel. (Konrad-Adenauer-Stiftung 2008). Para ello se estrategias como la creación de leyes:

Ley 693 del 2001: Buscaba incrementar el uso y la producción de alcohol carburante. Esta ley determina que desde el 27 de septiembre del 2005 la gasolina de Cali, Bogotá, Medellín y Barranquilla debía contener un 10 % de alcohol carburante.

Ley 788 de 2002: Estableció las exenciones de IVA, Impuesto Global y Sobretasa al componente alcohol de los combustibles oxigenados.

Ley 939 de 2004: Por medio de esta ley se quería incentivar la siembra de cultivos de palma de aceite, por lo cual se generaron exentos tributarios por 10 años tales como permitir que los biocombustibles producidos nacionalmente que además fueran usados en motores diésel quedaran exentos del IVA y del impuesto global al ACPM (Cortés Villafradez et al. 2012). A partir de la política nacional, se estableció que para el 2008 fuera obligatorio mezclar gasolina con etanol en un 10 % y ACPM con biodiesel en un 5 %. Para el 2010 se debía empezar a mezclar ACPM con biodiesel en un 10 % y para el 2012 se debía mezclar en un 20 % bien fuera con etanol o con biodiesel (Corporación Grupo Semillas 2012, Cortés Villafradez et al. 2012). Álvaro Uribe tenía como propósito convertir al país es una potencia de agrocombustibles y para ello tenía como argumento que Colombia poseía las condiciones climáticas y ambientales propicias para hacerlo. Se planteó a sembrar 3.5 millones de hectáreas de palma de aceite para producir biodiesel (Cortés Villafradez et al. 2012).

El gobierno a su vez ha generado estrategias para mantener estables el precio de los biocombustibles y así convertir los cultivos como la palma de aceite que son utilizados para este fin en inversiones atractivas para los empresarios. Además, mediante el Ministerio de Agricultura ha generado estímulos tributarios, como ocurrió en el año 2007 cuando se destinaron 6.1 mil millones de pesos para estos cultivos o como el programa Agro Ingreso Seguro (AIS), el cual se financió con la entrega, primero de 20.5 mil millones de pesos, los cuales fueron utilizados para establecer aproximadamente 9.000 nuevas hectáreas de palma de aceite y después se entregaron 20 mil millones de pesos para usarlos en 4 proyectos, 2 de ellos enfocados en cultivos que produjeran etanol y los otros 2 proyectos enfocados en cultivos que produjeran biodiesel. Adicionalmente, se aportaron 4,5 mil millones de pesos para establecer una nueva extractora de palma de aceite (Corporación Grupo Semillas 2012, Cortés Villafradez et al. 2012).

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8. Conclusiones y Recomendaciones

En esta investigación se analizaron las fuerzas de cambio que incidieron en la implementación de la palma de aceite en María la Baja - Bolívar en los últimos 20 años, como se vio a lo largo del documento. Cuenta de este proceso es el paso de un sistema productivo tradicional a un sistema productivo agroindustrial. Esta transición esta evidenciada en el uso y las coberturas del suelo de María la Baja. Es así como identificar y explicar las fuerzas de cambio permitió ampliar el entendimiento integral de la transición de un sistema a otro, integral en el sentido de que interactúan varias fuerzas de cambio para que esta expansión sea posible en la zona de estudio.

El estudio de las fuerzas de cambio políticas permite entender la fuerte influencia que tiene el estado colombiano en el desarrollo de políticas, mediante las cuales se favorece la expansión de los cultivos de palma de aceite en el país. Al identificar las fuerzas de cambio políticas se puede evidenciar el interés del estado colombiano por desarrollar leyes que incentiven la implementación y el aumento de los cultivos de palma de aceite en el país. El conflicto armado ocasionó el desplazamiento forzado de campesinos y la venta a bajo costo de grandes extensiones de tierra, lo cual tuvo una fuerte influencia en el cambio de la propiedad de la tierra y así mismo en la implementación del cultivo de palma de aceite en la zona de estudio. La caracterización del cambio en el uso y en la cobertura del suelo evidencia una transición en donde los cultivos tradicionales disminuyeron, debido a la entrada de los monocultivos de palma de aceite en el territorio. Para futuros estudios se recomienda realizar entrevistas en donde se entienda la influencia que tienen los 5 tipos de fuerzas de cambio (cultural, política, socioeconómica, ambiental y tecnológica), en la expansión de la palma de aceite en la zona de estudio. Para futuros estudios se recomienda realizar mapas que permitan comprender fuerzas de cambio ambientales y tecnológicas tales como topografía (elevación, inundación) e infraestructura (vías) que pueden haber incidido en la entrada del cultivo de palma de aceite en la zona de estudio.

Explicar las fuerzas de cambio ambientales, políticas y socioeconómicas que ocasionaron la transición de los sistemas productivos tradicionales a los sistemas agroindustriales de la palma de aceite en María la Baja – Bolívar en los últimos 20 años, dio como resultado entender que la implementación no solo es una respuesta a las dinámicas productivas derivadas del aumento de la agro energía en el mercado global (Rathmann et al. 2010), sino que existen otros factores, como datan las fuerzas de cambio, específicamente la fuerza de cambio política que condiciona esa

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implementación y en últimas terminan apoyando el proceso de aumentar la cantidad de cultivos. Por consiguiente, como pudo evidenciarse en los mapas y en las tablas cuando se implementa el cultivo de palma de aceite, implícitamente conlleva a la expansión del monocultivo.

A partir de esta investigación es posible hacer una serie de recomendaciones finales, primero, que el Ministerio de Agricultura aumente las alianzas y convenios para beneficiar la agricultura pequeños campesinos. Ya que, a lo largo del estudio, mediante el trabajo de campo, las entrevistas y la bibliografía del contexto del municipio se evidencio como se prioriza el apoyo, por parte de las políticas nacionales, a la agroindustria y a los palmicultores, este apoyo ha aumentado mientras que en el caso de los cultivos agropecuarios no sé ve este mismo apoyo, en especial a pequeños productores. Es decir, la caracterización del paisaje entender que la expansión de la palma de aceite continuará en la región y, por tanto, es importante que las políticas públicas vayan encaminadas a evitar el detrimento de la calidad de vida de los maríalabajense como en el caso de su seguridad alimentaria. Para finalizar, es preciso que la Alcaldía Municipal inicie un proceso con un plan a corto, mediano y largo plazo con respecto a subsanar las problemáticas de acceso al agua y la tenencia de tierras, que han agravado la situación social y económica en la población.

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10. Anexos

10.1. Preguntas de las entrevistas

A. Abiótico

1. Agua

¿Cuáles cuerpos de agua identifica en el corregimiento? (Ubicar en el mapa) ¿De dónde proviene el agua que consume (Yacimientos, pozos, Gajueyes)? ¿Cómo es el acceso, calidad y cantidad de cada uno de los cuerpos de agua que identifica en el territorio? ¿Qué uso se le da a los cuerpos de agua? ¿Qué cambios ha percibido en el uso del agua para cada uno de los cuerpos de agua en los últimos 20 años? ¿Qué cambios ha percibido en la cantidad, calidad y acceso del agua en los últimos 20 años/desde la llegada de la palma en San José del Playón? ¿Cuáles factores han incido en el cambio de la cantidad, calidad y acceso del agua?

2. Suelo ¿Cómo es el aspecto del suelo? / ¿Cuáles son las características del suelo? (color, textura, humedad, porosidad, cantidad, fertilidad) ¿Qué cambios ha percibido en estos factores del suelo? ¿Cuáles razones cree usted que han generado este cambio? ¿El aspecto y fertilidad del suelo ha cambiado desde que llegó la palma de aceite a San José del Playón?

B. Biótico

3. Flora ¿En los últimos 20 años/Desde que llegó la palma de aceite ha sentido algún cambio en las plantas (arboles y “matas) que se encuentran en la región? ¿Había algún otro tipo de palma?

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¿Qué uso se le daba a esas plantas antes y después de que la palma de aceite llegará a la zona? ¿Los usos de esas plantas han cambiado? ¿A causa de que factores o actividades se dio este cambio?

4. Fauna

4.1 Peces ¿Dónde se pesca? ¿Cómo se pesca? ¿Con que frecuencia? ¿Qué cantidad? ¿Qué cambios en la pesca ha sentido en los últimos 20 años/desde la llegada de la palma de aceite? ¿Cuáles factores han incidido en el cambio de la pesca?

4.2 Fauna Silvestre ¿Cuáles animales ha visto usted en la zona a lo largo de estos años? ¿Cómo ha cambiado la presencia de estos animales? ¿Cómo ha cambiado el uso de los animales? ¿Cuáles factores, actividades, cree usted que influenciaron este cambio?

C. Socioeconómico

5. Cultivos ¿Cuáles cultivos diferentes a la palma de aceite se ven actualmente en la zona? (Ubicar en el mapa) ¿En qué cantidad/porcentaje se siembra cada cultivo? ¿Qué se hace con estos cultivos (Consumo propio o venta)? ¿Cómo han cambiado los cultivos a lo largo de los años? 5.1 Pancoger ¿Cuáles alimentos venden? ¿En dónde? ¿Cuáles alimentos son para consumo propio? ¿Cómo cambió esto con la entrada de la palma de aceite? 5.2 Comerciales ¿Cómo comercian los alimentos? ¿A quién se los venden (Pasado y presente)? ¿Qué tanto han variado los precios?

6. Bienes y Servicios 6.1 Comida ¿Qué come usualmente? ¿Cómo consigue estos alimentos?

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¿Cómo ha cambiado su alimentación (cereales, leguminosas y carnes) en los últimos tantos años? ¿A causa de qué?

D. Acceso y Tenencia

7. Acceso y tenencia ¿Cómo ve usted la situación del acceso y tenencia de la tierra en esta comunidad? ¿A quién pertenece la tierra? ¿Qué sucede con la titulación? ¿De qué manera ha cambiado el acceso y la tenencia de la tierra en el territorio en los últimos 20 años? ¿Cuáles han sido los factores que han cambiado el acceso y la tenencia de la tierra? ¿Existe alguna diferencia entre el hombre y la mujer en el acceso y la tenencia de la tierra?

10.2. Mapas realizados por los entrevistados

Anexo 1. Mapas de Cartografía Social 2019

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Anexo 2. Mapas de Cartografía Social 2019

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Anexo 3. Mapas de Cartografía Social 2019

Anexo 4. Mapas de Cartografía Social 2019

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Anexo 5. Mapas de Cartografía Social 2019

Anexo 6. Mapas de Cartografía Social 2019

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Anexo 7. Mapas de Cartografía Social 2019

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Anexo 8. Mapas de Cartografía Social 2019

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Anexo 9. Mapas de Cartografía Social 2019

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Anexo 10. Mapas de Cartografía Social 2019

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Anexo 11. Mapas de Cartografía Social 2019

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Anexo 12. Mapas de Cartografía Social 2019

Anexo 13. Mapas de Cartografía Social 2019

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