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75 D O S I E R E n el año en que se cumple el medio siglo de la muerte de Guillermo Fernández-Shaw, quizá el último gran libretista de nuestra zarzuela, este dosier recuerda su figura y la de su padre, Carlos Fernández Shaw, de quien heredó vocación, mientras trata también de llamar la atención de cuántas cosas nos descubre cualquier hilo que se siga dentro de la trama de ese género, en lo bueno y en lo menos bueno, tan nuestro. GUILLERMO FERNÁNDEZ-SHAW (1893-1965)

GFS Scherzo Enero 2015

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dossier sobre Guillermo Fernandez-Shaw a los 50 años de su muerte

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    D O S I E R

    En el ao en que se cumple elmedio siglo de la muerte deGuillermo Fernndez-Shaw,quiz el ltimo gran libretistade nuestra zarzuela, este dosier

    recuerda su figura y la de su padre,

    Carlos Fernndez Shaw, de quien

    hered vocacin, mientras trata

    tambin de llamar la atencin de

    cuntas cosas nos descubre

    cualquier hilo que se siga dentro de

    la trama de ese gnero, en lo bueno

    y en lo menos bueno, tan nuestro.

    GUILLERMOFERNNDEZ-SHAW(1893-1965)

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    D O S I E RGUILLERMO FERNNDEZ-SHAW

    sido contados, entre otros por Guillermo Fernndez-Shawen su libro Larga historia de La vida breve. La pera seestrenar en Niza, en 1913, gracias al tesn del compositor.Carlos no tuvo ocasin de verla representada pues muridos aos antes, pero siempre fue consciente de su vala:Acordaos de lo que os digo: mis nietos cobrarn derechosde La vida breve, difundida por todo el mundo. Y Manoloser un da un valor universal. Tengo el orgullo de habercredo en l antes que nadie. Son palabras del poeta a sufamilia en 1908.

    Vida breve son trminos que bien pueden aplicarse aCarlos. En 1906, el conocimiento del atentado contra Alfon-so XIII y su esposa doa Victoria Eugenia, le produce unadepresin y pone en evidencia los sntomas de una graveenfermedad, una neurastenia que no podr ser curada porlos mdicos. Los siguientes cinco aos son de duro sufri-miento, de reclusin en Cercedilla, donde encuentra algode tranquilidad y sosiego, para continuar escribiendo teatroy poesa, aunque cada vez menos y con mayor esfuerzo.Pero el final es inevitable y el 7 de junio de 1911, en El Par-do, muere Carlos Fernndez Shaw. Slo ha llegado a los 45

    LOS FERNNDEZ-SHAW, UNA SAGA DE LIBRETISTAS

    Quiz la familia Fernndez-Shaw, Carlos y sus hijosGuillermo y Rafael, autores de ms de cien lricas,algunas fundamentales en el repertorio, sea lams importante entre los libretistas del teatro lri-co espaol.

    Este ao se cumple el 50 aniversario del fallecimientode Guillermo, que ser recordado con representaciones,conciertos, homenajes, etc. Y como no andamos sobradosde biografas de libretistas, nos parece oportuno resumir lade estos autores, cuyo trabajo para la escena cubre casi sie-te dcadas.

    Antes de continuar, es momento de aclarar la correctautilizacin de los apellidos de estos literatos. Carlos, el padrellev Fernndez y Shaw como apellidos independientes;sin embargo sus hijos emplearon, por concesin judicial de1921, Fernndez-Shaw, como apellido compuesto, por loque ha de escribirse con un guin intermedio.

    Carlos Fernndez Shaw, entre el gnero chico y la pera

    Inicia la saga Carlos (Cdiz, 1865-Madrid, 1911), quien, desdenio, muestra un inters natural por la poesa. A poco de lle-gar a Madrid con su familia, en 1881, se incorpora al Ateneo,cuya seccin de Literatura llegar a presidir. Estudia Derechoy, en 1895, se incorpora a la redaccin de La poca. Graciasa uno de sus compaeros, Antonio Pea y Goi, conoce aRuperto Chap, Toms Bretn, Federico Chueca, Ricardo dela Vega, Javier de Burgos y Jos Lpez Silva, con el que escri-be un sainete basado en La fierecilla domada, de Shakespea-re, que titulan Las bravas, y que sorprende al mundillo litera-rio porque Carlos est considerado un poeta de altos vuelosy temticas trascendentes, mientras que Lpez Silva es elretratista de los ambientes populares y de los barrios bajos.Las bravas, estrenada en Apolo el 12 de diciembre de 1896con msica de Chap, alcanza un gran xito y es el punto departida de la carrera de Carlos como libretista.

    Los tres autores vuelven a trabajar juntos y crean unnuevo sainete que darn a conocer el 25 de noviembre de1897. Se trata, nada menos, que de La revoltosa, pgina quese convertir en una de las cimas del gnero chico. La crti-ca fue unnime y el pblico tambin.

    En 1902, Carlos, otra vez con Chap, tiene el atrevimien-to de llevar a la escena a Don Quijote de la Mancha.Muchos lo consideran un disparate, pero Fernndez Shawsortea los peligros y La venta de Don Quijote se convierteen la zarzuela de temtica quijotesca mejor considerada.

    La pera nacional espaola ha sido un sueo persegui-do e inalcanzado por compositores y libretistas. Entre estosltimos Carlos Fernndez Shaw fue uno de los ms insisten-tes y ocupa un lugar destacado, pues lleg a estrenar en elTeatro Real cuatro peras propias: Margarita la tornera,Chap, 1909; Colomba, Vives, 1910; El final de Don lvaro,1911 y La tragedia del beso, 1915, ambas de Conrado delCampo, a las que hemos de aadir dos obras de EmilioSerrano, Doa Juana la Loca y Gonzalo de Crdoba, en1890 y 1898 respectivamente, en las que colabor pararedactar el texto.

    Pero su obra ms importante en este gnero es La vidabreve. En 1904, Carlos y Manuel de Falla ganan con este tra-bajo el concurso convocado por Bellas Artes. Reciben ladotacin econmica, pero el estreno de la obra, segundaparte del premio, no llega. Los detalles son conocidos y han

    Carlos Fernndez Shaw y su hijo Guillermo, 1910

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    aos, una vida breve.Adems de la importante produccin lrica estrenada (42

    obras de varios gneros) Carlos Fernndez Shaw escribiuna veintena de trabajos para el teatro hablado, entre losque destacamos La regencia (1905), El hombre feliz (1906),Las figuras del Quijote y No somos nadie, ambas de 1910.Hemos de aadir Severo Torelli (1894) y La bendicin(1910), de Franois Coppe, autor francs por el que Carlossenta autntica predileccin y del que tambin tradujo unlibro de poemas.

    A pesar de su xito como autor teatral, Carlos, fue consi-derado en vida como un gran poeta y recitador (la biografaque de l escribi su hijo se titula Un poeta de transicin). Elgaditano escribi poemas durante toda su vida; su primerapublicacin fue Poesas, en 1883. Despus vendrn oncelibros poticos de carcter ntimo en los que retrata su uni-verso ms cercano y personal. Alguno de sus ttulos con cla-rificadores: Poesa de la sierra (1908), La vida loca, Poemasdel pinar, El amor y mis amores, Poesa del mar, El poema deCaracol (1910), La patria grande 1911) y El poema de losbesos y El alma en pena, obras pstumas publicadas en 1914.

    Guillermo Fernndez-Shaw Iturralde

    Segundo hijo de Carlos (Madrid, 1893-1965) y, como l,libretista, periodista y poeta, hubo de abandonar sus estu-dios de Derecho para atender a su padre durante su graveenfermedad. En 1910 ingresa en la redaccin de La poca, yal ao siguiente acepta la propuesta de Federico Romeropara colaborar, en exclusiva, y escribir zarzuelas. La primerade ellas ser La cancin del olvido, que tras diversas peripe-cias se estrena en el Teatro Lrico de Valencia, en 1916, conmsica de Jos Serrano.

    Un nuevo gran xito vendr en 1923, con Doa Francis-quita, comedia lrica sugerida por Amadeo Vives que vio enLa discreta enamorada de Lope de Vega una gran zarzuelay en Fernndez-Shaw y Romero los libretistas capaces de

    adaptarla.Del mismo ao es El dictador, ambientada en tierras

    rusas con partitura de Rafael Milln. Al ao siguiente, 1924,La sombra del Pilar, msica de Serrano que supuso la rup-tura entre libretistas y compositor, por una supuesta pater-nidad del msico sobre la obra, extremo no compartido porlos escritores.

    En 1926, Guridi, que tena cierta prevencin hacia lazarzuela, pone su sabidura musical al servicio de El casero,pgina de ambiente vasco que exalta valores fuertementeenraizados. Al ao siguiente, la adaptacin de Peribez oEl Comendador de Ocaa, de Lope de Vega, titulada Lavillana, con msica de Vives. Y de nuevo Guridi, ahora conuna obra ambientada en Galicia, La meiga (1928).

    La inspiracin regional de Romero y Fernndez-Shawles lleva, en 1928, al pueblo de La Solana (Ciudad Real), enel que Federico Romero tena races familiares. En ellaambientan La rosa del azafrn, de Guerrero, que se estrena,con xito apotesico, en el Caldern en 1928.

    Entre 1930 y 1936, nacen una docena de ttulos, dediversos gneros, entre las que destacan Luisa Fernanda, yLa chulapona, ambos con msica de Moreno Torroba. Ter-minado el conflicto civil, Guillermo y su colaborador reto-man la actividad literaria. Dan a conocer Monte Carmelo, deMoreno Torroba el 17 de octubre de 1939 y el 23 de octu-bre de 1940, sube al escenario de la Zarzuela La taberneradel puerto. Durante la funcin estalla un escndalo provoca-do por individuos descontrolados de la derecha en contrade Pablo Sorozbal, que siempre mostr sus simpatas porel bando izquierdista. El alboroto fue maysculo, la policatuvo que entrar en el teatro por dos veces. La situacin slose tranquiliz, das despus, cuando intervino la autoridadcon la determinacin y el rigor necesarios.

    Jacinto Guerrero puso las notas de Loza lozana (1943),obra en la que la fidelidad y el amor son puestos a pruebapor la calumnia y la maledicencia. Y de nuevo Guridi, alao siguiente, ofrece una pgina, ahora ambientada en el

    D O S I E RGUILLERMO FERNNDEZ-SHAW

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    campo salmantino: Peamariana, historia trgica de unavenganza mezquina.

    En 1947 se produce la ruptura entre Romero y Fernn-dez-Shaw por celos profesionales de Federico. La noticia sor-prende al mundillo teatral por inesperada; han sido 36 aosde intensa colaboracin y 45 obras lricas estrenadas, entreellas alguna de las mejores de la historia de la zarzuela.

    A partir de esta poca, Federico, que vivir once aosms que Guillermo, apenas dio a conocer unas pocas obras,mientras que Guillermo sigui estrenando, tanto en solitariocomo con su hermano Rafael.

    Desde principio de los cincuenta, el teatro lrico espaolempieza a desaparecer de los escenarios. El pblico tienems opciones para el ocio, bsicamente el cine y los depor-tes. No obstante, Guillermo conseguir xitos importantescon El canastillo de fresas (1950, msica de Guerrero), Elgaitero de Gijn (1953, Jess Romo), Mara Manuela (1955,Moreno Torroba), La Lola se va a los puertos, adaptacin dela clebre comedia de los hermanos Machado (1951, ngelBarrios), y dos espectaculares obras pictricas, A todocolor y Colorn, colorao, este cuento se ha acabao, msicade Manuel Parada, en las que toman vida los personajes delos principales lienzos del Museo del Prado.

    Fernndez-Shaw fue, tambin, gestor de teatro y hastaempresario en distintas etapas de su vida. En este apartadodestaca su actividad en el Teatro de la Zarzuela, en cuyaremodelacin de 1956 tuvo una importante intervencincomo delegado de la Sociedad de Autores Espaoles, pro-pietaria entonces del local. Ya antes, en 1934, como empre-sario del teatro junto a Romero, se haba encargado de lasupervisin de varias e importantes obras de mejora y acon-dicionamiento del local. Fue, adems, Consejero de laSGAE, Vicepresidente 1 del Crculo de Bellas Artes, y Vocalde la Asociacin de la Prensa.

    Setenta y dos aos de vida, ms de cincuenta de crea-cin literaria; un catlogo impresionante y un cario extra-ordinario a la zarzuela, pueden ser un telegrfico resumende la vida de Guillermo Fernndez-Shaw, que muri el 17de agosto de 1965 en el nmero 60 de la calle Claudio Coe-llo, en Madrid. Sobre su mesa quedaron varios proyectospara el teatro, muchas cuartillas con versos que, productode su natural timidez, no quiso publicar y sus recuerdos tea-trales (Memorias de un libretista), que no vern la luz hasta2012, gracias al inters de sus herederos.

    Rafael Fernndez-Shaw Iturralde, Libretista a tiempo parcial

    Hermano menor de Guillermo (Madrid, 1905-1967) encauzsu principal actividad laboral hacia el funcionariado, comoempleado del Servicio de Estudios Econmicos del Bancode Espaa, y, ms tarde como Conservador del edificio.

    No obstante, la herencia literaria de su padre le llev aescribir poesa y teatro, tanto en su vertiente hablada comoen la cantada. Se interes tambin, como su hermano Gui-llermo, por el cine, aunque en este terreno ninguno de losdos consigui reverdecer los laureles conseguidos en laescena.

    Su produccin estrenada alcanza la treintena de obras,escritas en solitario, con algunos colaboradores y, sobretodo, con su hermano Guillermo. Se dio a conocer en elteatro hablado con La incgnita, colaborando con Juan deLeyva, en 1926; su primera obra para el teatro lrico, La bar-biana, con msica de Leopoldo Magenti, data de 1932. Lue-go vendran Un pueblecito andaluz (1935), con FernandoCarrascosa, y, sobre todo, Tiene razn Don Sebastin(1938), partitura de Jacinto Guerrero, quiz la ms aplaudi-da desde su estreno.

    Su actividad creativa le hizo acreedor del Premio Nacio-nal de Teatro, en 1949, el Ruperto Chap para obras lricas

    en el mismo ao, y el Primer Premio en el Concurso Nacio-nal Lrico en 1950. Sin embargo, sus obras permanecen hoyolvidadas.

    Las grandes obras

    En la produccin lrica de los Fernndez-Shaw destacanalgunas obras que se encuentran entre lo ms destacado denuestra pera y zarzuela. En ellas, adems de los valorespuramente literarios, se advierte un excelente manejo de lanarracin teatral. Buen ejemplo es la sencilla peripeciaamorosa de Felipe y Mari Pepa, en La revoltosa, una de lascumbres del gnero chico, que sigue emocionndonos 118aos despus de su estreno.

    La venta de Don Quijote, arropada por una excelentemsica de Chap, ofrece la originalidad de enfrentar al per-sonaje de ficcin con quien ha de ser su creador, y as cons-truir una comedia sobresaliente.

    Es en la pera donde ms puede apreciarse la calidadde Carlos Fernndez Shaw como poeta y dramaturgo. En1999 se vio en el Teatro Real Margarita la tornera, peracon msica de Chap estrenada en el mismo 90 aos antes;en ella Carlos desarrolla la historia de la novicia engaadapor un hbil donjun, que, al regresar al convento arrepen-tida y desamparada, encuentra que la Virgen ha ocupado sulugar y nadie ha advertido su ausencia. Son tres actos decreciente intensidad dramtica.

    En la desconocida Colomba, partitura de Vives, se poneen escena una historia de odio y venganza. Y qu decir deLa vida breve, la pera espaola que ms literatura ha gene-rado? Pues que Carlos, el poeta culto y distinguido, el dealtos vuelos y verso elaborado, fue capaz de describir lasencilla, aunque dolorosa, historia de amor de Soledad yponerla sobre las tablas con fuerza sobrecogedora.

    D O S I E RGUILLERMO FERNNDEZ-SHAW

    Guillermo y Rafael 1948-1949

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    GUILLERMO FERNNDEZ-SHAWD O S I E R

    Las obras ms conocidas de Guillermo Fernndez-Shawresponden al concepto de zarzuela grande, ampliamenteentendido, aunque tambin escribi sainetes, operetas yotros gneros. La temtica argumental de muchas de estasobras es la consecucin del amor gracias a la habilidad yconstancia femeninas. Es el caso de Rosina, en La cancindel olvido, y de Francisquita, en la obra de Vives, capacesde enredar a sus enamorados con los juegos de las aparien-cias. Mara Manuela poda inscribirse en este grupo, aun-que aqu no hay intrigas por parte de la mujer, sino la ocul-tacin de Gonzalo de su calidad de Grande de Espaa, paraganarse a Manuela. En La rosa del azafrn, el amor de JuanPedro y Sagrario est vedado por las costumbres sociales,pero la habilidad de otra mujer, La Custodia, curandera ycasamentera, encontrar la solucin.

    Luisa Fernanda, y La chulapona, ambas con msica deMoreno Torroba, plantean el tema de la renuncia al amor.En la primera el hacendado extremeo Vidal Hernando,olvida su amor porque advierte que Luisa sigue queriendo aJavier, el coronel de hsares; en La chulapona es la prota-gonista quien abandona a Jos Mara, para que no quedesin padre el hijo que espera de otra mujer.

    El casero presenta otro tipo de amor, el que se tiene ala tierra, a la tradicin; preservarlo es el objetivo que persi-gue Santi cuando propicia los amores de Jos Miguel y AnaMari, sus sobrinos.

    La tabernera narra la peripecia de Leandro y Marola,cuyo amor se desarrolla en el ambiente srdido provocadopor Juan de Egua, contrabandista y padre de la muchacha.

    Hay otras temticas en la produccin lrica de Guiller-mo, naturalmente. La defensa del honor en La villana, o lacuriosa renuncia de Noln, protagonista de El gaitero deGijn, a un futuro feliz con Pacha, la mujer que le cuida,mientras su hija contine viviendo con ellos, porque en unacasa no pueden mandar dos mujeres.

    No falta algn argumento que podramos asociar con ladenuncia social. Es el caso de El canastillo de fresas, obra enla que la Condesa de Alberdiales obliga a Andrs, un mucha-

    cho al que protege, a que se case con Mara Cruz, y as darun padre al nio que espera, que es del hijo de la aristcrata.

    Suele decirse con demasiada frecuencia y sin verdaderofundamento, que en la zarzuela, como en la pera, loslibretos son de inferior calidad a la msica. Como todas lasgrandes simplificaciones, no es cierta. En el teatro lrico haylibretos malos, claro que s, pero los hay buenos, inclusoexcelentes, tanto que podran perfectamente representarseen el teatro sin la ayuda de la msica. Algunos de los librosescritos por los Fernndez-Shaw podran superar esta prue-ba. Y de hecho, al menos uno, la super. Nos referimos aLas figuras del Quijote, basada en La venta y estrenadacomo comedia en el Teatro Lara, en 1910, ocho aos des-pus de la versin lrica. Tambin tenemos el caso contra-rio, La tragedia del beso, pera estrenada en el Real en1915, con msica de Conrado del Campo, se ofreci antescomo drama hablado en el Teatro de la Princesa en 1910con la gran actriz Mara Guerrero como protagonista. Enunas y en otras se constata la calidad literaria de los Fernn-dez-Shaw y sus colaboradores.

    Jos Prieto Marugn

    Para saber ms

    Fernndez-Shaw, Guillermo. Un poeta de transicin, Vida y obra deCarlos Fernndez Shaw. Biblioteca Romnica Hispana. EditorialGredos. Madrid, 1969.Fernndez-Shaw, Guillermo. La aventura de la zarzuela (Memoriasde un libretista). Ed. de Jos Prieto Marugn y Alejandro Vales Pini-lla. Ediciones del Orto. Madrid, 2012.Prieto Marugn, Jos. El teatro lrico de Carlos Fernndez Shaw.Ediciones del Orto, Madrid, 2012.Todo el archivo de los Fernndez Shaw (libretos, cartas, fotografas,manuscritos ), unos 5.000 documentos, se conserva en la Funda-cin Juan March. Ha sido digitalizado y, desde noviembre pasado,est disponible completamente en Internet (http://www.march.es/bibliotecas/repositorio-fernandez-shaw/).

  • Lo que pudo llevar a cabo

    Cabe hablar de un auge de la zarzuela en cine mudo entre1920 y 1930, el nmero de pelculas que gener: unos trein-ta y dos ttulos en una dcada. El previsible y estrepitosoxito de La verbena de la Paloma (1921) de Jos Buchsdesat una desenfrenada profusin de zarzuelas cuyos libre-tos se adscriban, por lo dems, al sainete. Uno de los cle-bres sainetes que, desde los tiempos del cine mudo, tuvomuchos empresarios admiradores fue La revoltosa de CarlosFernndez Shaw y Jos Lpez Silva, con msica de RupertoChap. La obsesin directiva de Florin Rey le lleva a impul-sar, junto a su amigo el actor Juan de Ordua, una nueva yfamlica productora, Goya Films, con la que realizar en con-diciones precarias y a veces clandestinas una barata zarzue-la-sainete: La revoltosa, rplica, como en el teatro, a La ver-bena de la Paloma exhibida aos antes. Guillermo Fernn-dez-Shaw nos lo cuenta de la siguiente manera:

    Un buen amigo nuestro, don Juan Figuera1, constitu-y una sociedad llamada Goya Film, y ofreci a losherederos de los autores de La revoltosa un contratoque tanto a Miguel Chap como a m, nos pareci ven-tajoso; y el convenio se firm en septiembre de 1924entre don Luis Rodrguez Alonso en representacin dela productora, y nosotros, por todos los herederos. Eraun contrato para trasladar a pelcula (entonces eran

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    D O S I E RGUILLERMO FERNNDEZ-SHAW

    EL CINEMATGRAFO POR QU NO?

    Entrado el siglo XX se produce el inicio de la historiadel cine en Espaa, novedad tecnolgica a la queacompaar el sonido grabado y que constituirnjunto a la radio, fenmeno aparecido aos despus,

    un calado popular de gran influencia en la sociedad con-tempornea. Si estas novedades han sido sealadas comopartcipes de un declinar de nuestro gnero lrico, no esmenos cierto que han contribuido a su divulgacin msall de los escenarios, y como tales, que invadieron pac-ficamente la vida cotidiana, alteraron las costumbres delas gentes.

    Primero el cine mudo, luego el cine sonoro abrieron ycerraron puertas para nuestra zarzuela. As, no es de extra-ar, por una parte, que algunos autores (compositores ylibretistas) se incorporaran a esta novedosa tecnologa,mientras que por otra, estas nuevas producciones musica-les apartaran al pblico del verdadero espectculo cuyositio haba estado en el teatro. Desde la primera dcadadel siglo XX el cinematgrafo, en nuestro pas, se veraatrado por el gnero zarzuelstico que por entonces era elms apreciado por el pueblo. El movido teln de fondohistrico permite evacuar los tpicos acerca de la bondado maldad del cine espaol, que en la peor de las hiptesisha sido por lo menos un espejo directo o indirecto de lasmentalidades prevalentes en cada poca, de sus costum-bres, sus modas, sus aspiraciones, sus prejuicios, sus mitosy sus frustraciones.

    La primera e imperiosa necesidad del cinema madrile-o era encontrar con la mayor prontitud un pblico que legarantizara la supervivencia. Condujo ello a buscar gne-ros nacionales y castizos que conectaran con la sensibili-dad popular; pero tambin, a un lgico deseo de reducircostes. La persecucin de gneros autctonos, no por con-vulsa menos instalada al abrigo de inseguridades financie-ras, llev a que productores y realizadores pusieran susojos en aquellos asuntos que ya haban demostrado susprobabilidades de triunfo en otros medios artsticos o delespectculo.

    Por lo que hemos podido documentarnos por la pren-sa de la poca y el acontecimiento de relieve como hasido la publicacin hace ms de dos aos (2012) de lasMemorias de un libretista de Guillermo Fernndez-Shaw,al que homenajeamos en el 50 aniversario de su falleci-miento, nos pone de manifiesto junto a todo el conjunto,mayoritariamente dedicado a las obras lricas, zarzuelas,sainetes, comedias y operetas, al que acompa duran-te cerca de cuarenta aos Federico Romero su acerca-miento a otras actividades como fue el cine. Los autoresde un determinado ttulo de zarzuela acogan siempre conentusiasmo el inters de una productora por llevar alceluloide una obra propia, en ocasiones esa ilusin termi-n en decepcin, cuando no en enfrentamiento.

    En su aproximacin al mundo cinematogrfico, Gui-llermo Fernndez-Shaw desarrolla dos facetas: la propiade dar autorizaciones para convertir en films obras de lascuales era coautor con Federico Romero y como conse-cuencia de ello, la del conocimiento de la tcnica de losguiones. Por qu no hacer guiones cinematogrficos? se pregunta, cuando comprueba que los guionistas delas productoras estropeaban los textos originales desvir-tundolos, en su creencia de prescindir de intermediarios.

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    todas mudas), el asunto del sainete, percibiendo comoderechos el doce por ciento de cuanto produzca lapelcula y el veinte por ciento de los beneficios queobtenga Goya Film. El resultado, a pesar de que otracosa esperbamos, fue que cobramos muy poco por elprimer concepto y nada por el segundo. El film fueinterpretado por Josefina Tapia y por Juan de Ordua,ambos muy jvenes (ms tarde Josefina se enamor deJuanito, y ste se vio y se dese para deshacerse deella) [] La foto no era mala, pero el argumento seguacon demasiada fidelidad al sainete, y la accin langui-deca. Un pianista tocaba, durante la proyeccin de lapelcula, todos los nmeros.

    Lo cierto, es que este film est notablemente rodadodentro del margen que permite su esculida financiacin yconsiderando que se trata de una primera obra de FlorinRey. La gestacin fue laboriosa y cost a sus financiadores15.000 pesetas. A fin de abaratar costes, el equipo no cobry el revelado positivado se hizo casi clandestinamente enlos mismos estudios de rodaje. Se estrenara en la Sala Cer-vantes el 13 de febrero de 1925.

    Aos despus se consider que sera buen negocio unanueva versin cinematogrfica de La revoltosa para el cinesonoro. A uno de los directores espaoles exiliados en lacapital azteca, Jos Daz Morales, nacido en Toledo, se lepropuso filmar el sainete en escenarios naturales madrile-os. Para ello regresa a Espaa y hace su rodaje durante1949. Un caso admirable de adaptacin expandida deuna zarzuela de gnero chico para completar un largome-traje, ya que los 50 minutos originales se convierten en 104m., que prepararon Guillermo Fernndez-Shaw (hijo dellibretista) y Francisco Ramos de Castro, para la cinta quehabran de protagonizar Carmen Sevilla y Tony Leblanc.Guillermo en sus memorias nos lo cuenta as:

    Por conducto de Paco Ramos de Castro se puso encomunicacin conmigo una productora llamada Inter-continental Film, a cuyo frente figuraba don Eduardo

    GUILLERMO FERNNDEZ-SHAWD O S I E R

    Benzo, antiguo amigo mo de los tiempos en que eraempresario del Teatro Novedades. Tambin figuraba enesta sociedad, como gerente, Joaqun Romero Mar-chent, con quien tuvimos que concertar varios contra-tos: uno, de autorizacin, en nombre de los autores dela obra, que suscribimos Pepe Chap (que era entoncesrepresentante de los herederos del maestro) y yo, queostentaba la representacin de los Lpez Silva2; otropara la rapidsima confeccin del guin, dilogos ynuevos cantables, firmado por Ramos de Castro y yo; yun tercero, de ndole musical, con el maestro ManuelParada. Ocurra todo esto en la primavera de 1949; y elguin, especialmente, corra mucha prisa, porque eldirector que haba de desarrollarlo era don Jos DazMorales, que haba de volverse enseguida a Mxico.Tuvimos Paco Ramos y yo varias entrevistas con eseseor en el Caf Comercial de la glorieta de Bilbao. Mepareci un hombre listsimo, simpatiqusimo y depocos escrpulos. Convinimos con l las lneas genera-les del guin; solamente nos impuso nos rog lainclusin de un gran ballet para el lucimiento del cuer-po de baile de Vicente Escudero.

    Durante el rodaje hubo alguna que otra pega que resol-ver, un episodio indito sobre la historia de Mari Pepa yFelipe, que Guillermo y Ramos de Castro resolvieron conhabilidad: la dificultad del do. Los guionistas salvaron lasituacin produciendo la reconciliacin de la pareja cuandoacuden juntos al teatro donde se esta representando Larevoltosa y verse retratados en el do, muy bien cantadopor Mara de los ngeles Morales y el bartono Luis Rodri-go, como si la obra se mirara en un espejo. La cinta obtuvoun gran xito de pblico y al guin le fue concedido elcuarto Premio de Cine Espaol 1950, otorgado por el Sindi-cato del Espectculo. Su enorme xito anim al mismodirector, dos aos antes de la muerte de Guillermo Fernn-dez-Shaw, a efectuar una nueva versin bastante mediocre.

    El grueso de la produccin republicana espaola estuvobasada en una perezosa poltica de adaptaciones literarias oescnicas, para aprovechar la notoriedad de xitos previos,por la inhibicin de los escritores competentes ante laindustria del cine (por su baja retribucin o su desprestigio)y por carencia de guionistas profesionales. El cine de lasegunda Repblica tiene carcter escapista, sin la menorrelacin con la actualidad nacional de estos aos. Las con-vulsiones polticas de los aos 30, como el ascenso delnazismo en Alemania, y los avatares cinematogrficos,como la crisis provocada por el trnsito del mudo al sonoro,se conjugaron para generar una variopinta emigracin pro-fesional hacia la Pennsula. La emigracin ms interesantefue la fugitiva del nazismo, que dio lugar a la fundacin enBarcelona en 1934 de una fugaz productora, Ibrica Films S.A., una empresa con capital de origen judo que produjo lazarzuela Doa Francisquita, la triunfal comedia lrica deAmadeu Vives. Dejemos a Guillermo que nos cuente losavatares de esta filmacin:

    Pepe Vives nos trajo una propuesta para la realiza-cin de una pelcula de Doa Francisquita. [] Estabacomplicado en este asunto el compositor austriaco JeanGilbert, autor de la famosa opereta La casta Susana y,luego, de La princesa Olal, que Romero y yo vertimosal castellano y de Siete colores, que nosotros montamosen la Zarzuela. Gilbert con otros austriacos, HansBehrendt y Hans Jacobi3 constituy en Barcelona laIbrica Films, S. A., para producir en Portugal y enEspaa pelculas con msica. Puestos de acuerdo aque-llos seores con Pepe Vives, hijo del maestro ya falleci-do, nos propusieron un contrato aceptable. El director

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    colaborador quera llevar las cosas adelante, cayesequien cayese. Montserrat Giner, asustada y llorando,nos llam a Mara Pepa y a m al hotel de NuestraSeora del Carmen, en la plaza de Santa Brbara, don-de viva. Recuerdo que al fin cedimos; que a PepeVives no le pas nada y que la pelcula de Doa Fran-cisquita fue una birria. Para el pblico constituy unadecepcin. Nosotros no quisimos ni verla.

    La mixtificada adaptacin de tan excelente obra lrica,estrenada el 16 de abril en el Palacio de la Msica, fuevapuleada por la crtica y mal acogida. Pudo influir en ellola disconformidad de sus autores.

    No debemos pensar que la razn de la inflexin de lacinematografa espaola en 1951 se corresponda a posicio-nes especficamente polticas o culturales, sino que tambininfluye poderosamente el hecho de un primer recambiogeneracional en el cine del franquismo. Sin magnificar esasnuevas perspectivas, que en el fondo sern cuantitativa-mente insignificantes en el conjunto de la produccin, aun-que no desde el prisma cualitativo, se introducen nuevasformas de pervivencia y renovacin imprescindibles para elcontinuismo.

    La mayor parte de cineastas predominantes durante losaos 40 prosiguen su labor privilegiada en la dcadasiguiente. En los aos 50 se situ junto a ellos en primerafila Ladislao Vajda, hngaro avecindado en Madrid e hijo deuna soprano lrica que se nacionalizara en 1954. Sobre lrecaera la direccin de una nueva versin cinematogrficade Doa Francisquita producida en 1952. Guillermocomenta sus impresiones al respecto:

    Mucho tiempo despus, haban pasado de sobra lossiete aos necesarios, pudimos hacer nuevo contratopara una versin de Doa Francisquita en cine encolor4. Tampoco tuvimos buena suerte. Fue el productorBenito Perojo, y corri el papel de la protagonista a car-go de una famosa actriz argentina: Mirtha Legrand, deli-ciosa Francisquita que tena de todo, menos de madrile-ismo. Le daba la rplica en el Fernando Armandito Cal-vo y eran: Emma Penella la Beltrana y Cardona, AntonioCasal. Los dems papeles, unos del libro y otros nuevos,los interpretaban Manolo Morn, Isbert, Julia Lajos,Jess Tordesillas y algunos excelentes actores. Pues, apesar de todos ellos y a pesar de ser el director nadamenos que Ladislao Vajda, la pelcula convertida enuna alegre comedieta universal perdi su carcter y anosotros, los autores, no pudo gustarnos.

    Visto lo cual podemos observar que los autores de estaclebre zarzuela, en sus versiones para el cine, se sintierondecepcionados. Lo cierto es que desde el punto de vistaeconmico, esta segunda adaptacin no se port mal, peroes verdad que la cinta no tuvo la acogida presumible dadala popularidad de la obra. Consecuencia de ello pudo ser laabsoluta libertad, compleja reescritura y sustancial variacindel punto de vista adoptados por el coguionista Jos LuisColina. Tambin se omiti algn que otro nmero de la zar-zuela, entre ellos la emblemtica romanza Por el humo sesabe No obstante, la pelcula no deja de ser curiosa.

    Resultado satisfactorio se obtuvo con la versin de Eltirador de palomas, zarzuela con partitura de Vives y textode Carlos Fernndez Shaw y Ramn Asensio Mas, que sepublicit para la pantalla como Entre barracas. GuillermoFernndez-Shaw firm contrato en nombre de los herederospara Valencia Film y encargado del guin junto a su herma-no Rafael. Miguel Ligero y Marta Santazolalla fueron susartistas principales y la direccin, una de sus escasas reali-zaciones, Luis Ligero, hijo del actor. Segn Guillermo: La

    y autor del guin era el propio Behrendt; la msicasera adaptada por Gilbert; los dilogos se adaptaranpor Paco Elas un periodista cataln, y el supervi-sor general era el mismo Pepe Vives. Nosotros, al prin-cipio, nos resistimos a contratar porque desconfiba-mos de una realizacin de una obra madrilea, hechapor austriacos y catalanes. Vives nos pidi que le dise-mos carta blanca para negociar y firmar en nuestronombre; y, aunque a regaadientes, se la dimos, noso-tros la nica advertencia que le hicimos a Pepe era quetuviese muy en cuenta que nosotros nos reservbamosel derecho de dar el visto bueno al reparto, accin,escenas, etc. del guin. [] Todo pareca que iba bien.Se rodaba la pelcula en Barcelona y en Madrid, y PepeVives, el seor Jacobi y el maestro Gilbert se mostrabanmuy optimistas. Pero un da nos enteramos de ciertaslicencias que se haban tomado del libro y msica sincontar con nuestro visto bueno y protestamos []amenazando con suspender la pelcula. Y entonces seprodujo lo imprevisto: uno de los productores nos par-ticip, muy amable, que ellos procedan con plenalibertad con arreglo a contrato. Invocamos nuestroderecho a ejercer el visto bueno y nos encontramosentonces con que Vives no haba llevado nuestra impo-sicin al contrato y estbamos desprovisto de tododerecho. Indignados, amenazamos con el escndalo; yel seor Jacobi, siempre sonriente, nos particip quenosotros podamos tener razn e incluso proceder con-tra ellos; pero que entonces ellos procederan contra laseora viuda de Vives, firmante del contrato, y meter-an en la crcel a su hijo don Jos, que por lo visto leshaba engaado. Fue aquel un disgusto maysculo. Mi

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    pelcula, sin embargo, tard en hacerse; y todava ms tarden pagarse. Las cosas marcharon mal para Valencia Film[] De todos modos, Entre barracas lleg a rodarse, aestrenarse con xito aceptable y a proyectarse bastante enEspaa. Tenemos la certeza de que la produccin sera de1949, pero su estreno quiz no se efectu hasta 1954.

    Lo que qued en el tintero o en agua de borrajas

    Productoras, directores y actores se fijaron o se interesaronpor otras zarzuelas de Fernndez-Shaw y Romero como portemas de otra naturaleza que llegaran a trabajar ambosautores o bien slo Guillermo o ste con su hermano Rafa-el. Este material que iremos mencionando, no lleg a cono-cer la luz de la pantalla y ni siquiera la de los reflectores delos estudios. A finales de 1935, Aurelio Campa, yerno delmaestro Serrano, pidi autorizacin a los libretistas pararealizar una pelcula de La cancin del olvido y redactar elguin. A Federico Romero no le gust la idea y se abando-n el proyecto. Apetecible fue tambin abordar la firma delcontrato de Luisa Fernanda con Ediciones CinematogrficasEspaolas (ECESA) en junio de 1936. La creacin de dichosestudios tuvo un origen simptico: los terrenos y las prime-ras construcciones se sufragaron por emisin popular deacciones suscritas por el vecindario de Aranjuez y por todaclase de aficionados al cine de otras poblaciones espaolas.La vida de esta Sociedad Annima sera breve y accidenta-da, ya que a los pocos meses una Cooperativa Obrera que,en plena guerra, se haba incautado de los bienes de aque-lla productora, oblig a los autores a devolver el dinerorecibido bajo amenaza de denunciarlos por haber manteni-do tratos con fascistas. En los aos 50 volvi a interesar tras-ladar al cine la citada obra de mano de Cesreo Gonzlez,famoso productor, creador de Suevia Films. El motivo prin-cipal fueron los elogios que el jefe del Estado hizo de variaszarzuelas, entre ellas Luisa Fernanda. A pesar de firmar elcontrato y recibir el dinero, la pelcula no se hizo. Otroguin sin poder llevar a cabo fue El poeta de las rimas sobrela vida de Gustavo Adolfo Bcquer ideado en la primaverade 1936 y elaborado en los aos de guerra en el refugio de

    la Embajada de Uruguay y aprobado por Federico Romeroal trmino de la guerra civil. Aborda tambin con Romeroun intento de argumento de opereta moderna cinematogr-fica Qu fro hace ta!

    En solitario, aprovechando la fecha de 1947 en que secumpla el cuarto centenario del nacimiento de Cervantes,redacta el guin de El gallardo espaol animado por su pri-mo el director Juan de Ordua que por compromisos artsti-cos no lleva a ejecutarlo. Deja escrito tambin los guionesde La aventura de Fidelio, El precio de la gloria, La Celestinay por encargo de Ordua escribe La gaviota basado en lanovela de Fernn Caballero (Cecilia Blh de Faber). En laprimavera de 1951 se ilusiona con una bonita idea de Rafa-el Durn que le lleva a escribir un guin dramtico parauna proyectada pelcula de mar, asturiana. Colaborar juntoa l su hermano Rafael en gestar los guiones para la zarzue-la en un acto estrenada por su padre en 1896, El cortejo dela Irene y La cuerda granadina presentando ste a un con-curso de guiones de cine, ttulo que trata sobre el nombrede la tertulia literaria que exista en Granada en el siglo XIX,a la que pertenecan Pedro Antonio de Alarcn, Manuel Fer-nndez y Gonzlez y otros.

    Lo que no pudo ver realizado

    Las relaciones cine-TVE haban sido espordicas desde1967, siempre con encargos temporales del ente pblico auna productora determinada. A Juan de Ordua, por ejem-plo, se le encomend la realizacin de pelculas o series enformato cinematogrfico de ttulos clave de la historia de lazarzuela para ser proyectadas despus en salas de cinecomercial. La muerte, acaecida en 1965, priv a GuillermoFernndez-Shaw de haber podido, posiblemente, participarde las nuevas adaptaciones de alguno de los ttulos que qui-so se llevaran a una pantalla y que por circunstancias y aza-res no pudo ver realizado en vida, independientemente desu acuerdo o no en la manera de acometerse. Entre los ttu-los que Ordua elige estn dos zarzuelas de las que Guiller-mo es coautor: El casero y La cancin del olvido, ambas de1969; esta ltima recordemos que se frustr su realizacinen 1935. Ordua opt por una visin naturalista e historicis-ta de los libretos originales, sin alardes tcnicos, de planosacadmicos y correctos, pero conecta en general con losgustos del pblico. Sin embargo, como gnero zarzuelsticopierde veracidad al llevar el mbito vocal y musical al playback. Se ha usado para ello las grabaciones que para elsello EMI efectu Federico Moreno Torroba al frente de laOrquesta Lrica Espaola y el Coro Cantores de Madrid.Otro de los proyectos que qued en su da en el aire fueLuisa Fernanda. Despus de las tentativas de 1936 y de losaos 50, usando la misma tcnica y formato que Ordua, sehizo la pelcula por la productora de TVE en 1973, dirigidapor Jos Antonio Pramo en escenarios naturales. Valgaeste breve apunte.

    Manuel Garca Franco

    1 Juan Figuera, hombre asomado al cine por simple curiosidad.2 Jos Lpez Silva haba fallecido en Buenos Aires en 1925.3 Jean Gilbert (1879-1942). Director de orquesta y compositor, sunombre era Max Winterfeld. No era austriaco, era alemn, nacidoen Hamburgo. Hans Behrendt (1889-1942) de modesto historialcinematogrfico, tambin era alemn, de origen berlins, estuvoactivo desde 1920 hasta 1936. Muri en Polonia en el campo deconcentracin de Auschwitz. 4 A Espaa llegaron las primeras pelculas en color en torno a 1952.En cuanto a Doa Francisquita fue la primera zarzuela rodada encolor, estrenada en el madrileo cine Rialto en enero de 1953.

    D O S I E RGUILLERMO FERNNDEZ-SHAW

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    EL OTRO TEATRO

    Su legado, ejemplarmente conser-vado por sus descendientes ycustodiado por la FundacinMarch, que lo ha escaneado condedicacin digna de aplauso, puedeser consultado va internet. Otra cosaes que sea ardua la tarea de repasarlos manuscritos de ambos, algunoscomplicados de descifrar. En cualquiercaso, es algo que puede resultar suges-tivo y hasta emocionante, pues unopuede pasarse horas engolfado en larevisin de estos documentos, quedaratrapado por el esbozo de un argu-mento y, en fin, admirarse por la meti-culosidad con que quedaron registra-das sus actividades.

    La tarea de Guillermo Fernndez-Shaw al respecto fue determinante, yaque escribi una minuciosa biografade su padre, Un poeta de transicin.Vida y obra de Carlos Fernndez Shaw(1865-1911) (Editorial Gredos.Madrid, 1969), que aporta numerososdatos y permite seguir el rastro de sudramaturgia literaria, y tambin esautor en ese mbito de La aventura dela zarzuela. Memorias de un libretista (Ediciones del Orto.Madrid, 2012), libro sobre su propia obra publicado graciasal paciente e mprobo trabajo de transcripcin y edicin deJos Prieto Marugn.

    Como se detalla en las pginas correspondientes de estenmero de SCHERZO, el inquieto Carlos Fernndez Shawsinti desde muy temprano la llamada de las letras y centrsus desvelos literarios en la poesa, aunque pronto fue tam-bin seducido por el teatro, al menos como espectador. Enese sentido fue vital que su familia se trasladara en 1877desde su Cdiz natal a Madrid, donde el joven estudiDerecho y entr en contacto con los crculos literarios de lapoca. Entre las emociones ms fuertes que lo sacudieron alpoco de su llegada a la capital siempre record muy espe-cialmente la asistencia al estreno del drama de Jos Echega-ray La muerte en los labios, en 1880. Tena quince aos ytras aquella impresin no se perdi ni una obra del drama-turgo, ingeniero, poltico y matemtico galardonado con elPremio Nobel de Literatura en 1904. Como recuerda Guiller-mo en la biografa de su padre, en el teatro Espaol Carlospudo ver Haroldo el normando, Conflicto entre dos deberes,La peste de Otranto, La esposa del vengador, En el pilar y enla cruz y O locura y santidad, aprendindose de memorialargas tiradas de versos.

    Se daba la circunstancia de queEchegaray presida la seccin deLiteratura del Ateneo en la mismajunta en la que Fernndez Shawocupaba el cargo de secretario pri-mero. Curiosamente, Carlos presidi-ra aos despus, en 1905, la mismaseccin atenesta que don Jos,imponindose nada menos que adoa Emilia Pardo Bazn en unareida votacin por 258 votos frentea los 135 que obtuvo la escritoragallega. Las sesiones del Ateneopropiciaron que entre el joven yentusiasta principiante y el ilustreautor consagrado, que escuchabacomplacido fragmentos de sus obrasrecitados por el primero, surgierauna relacin muy cordial en la quese empez hablando de poesa yprogresivamente ms de teatro. Fuedon Jos el primero que le anim apensar en el noble arte de la esce-na, aunque Carlos, recin licencia-do en Leyes y con temor a los fero-ces crticos de entonces, no termina-ra de decidirse a probar fortuna en

    los escenarios. En ese momento, los elogios de otro don porexcelencia de la literatura espaola, Marcelino Menndez yPelayo, a su produccin potica le insuflaron una robustadosis de optimismo y confianza en sus posibilidades.

    Primeros pasos

    Estren su primera aportacin a la dramaturgia no lrica que es el objeto de este artculo, por ello se obvian otrasmanifestaciones teatrales y literarias tratadas en el lugarcorrespondiente de este nmero en 1894. Fue la traduc-cin de Severo Tardelli, un drama de su admirado FranoisCoppe adaptado en cuatro actos a la escena espaola yescrito en versos castellanos. Es, detalla Guillermo, unaobra que marca muy claramente el modo de hacer Teatrode una poca en Francia, entre las tragedias de Vctor Hugoy los dramas efectistas de Victoriano Sardou. La adaptacinse estren en el teatro Espaol protagonizada por el actorWenceslao Bueno y tuvo una felicsima acogida, tanto depblico como de crtica. Posteriormente, tradujo un par deobras ms de Coppe: Le luthier de Cremone, que convirtien 1906 en el libreto de una pera romntica titulada El cer-tamen de Cremona, aunque eso ya no es harina de mi cos-tal, y La bendicin, adaptacin escnica de un poema del

    La ocenica produccin dramtica de los Fernndez-Shaw destinada al gnero lrico y su incidencia decisiva en ese terrenodifuminan la dramaturgia exclusivamente literaria del inslito do familiar, raro ejemplo de continuidad generacional y dexito en una misma actividad. Es cierto que ambos figuran en lugar destacado entre nuestros mejores libretistas de zarzuelay vivieron su poca de mayor esplendor, y tambin lo es que el peso y la relevancia de su faceta teatral no lrica es msdiscreto, pero aun as resulta de inters detenerse aunque sea slo un momento en ese apartado para constatar su grancapacidad para internarse con solvencia en casi cualquier frente escnico y subrayar la pluralidad de sus intereses y afanescomo escritores, amn de ayudar a situarlos entre la grey literaria de su tiempo.

  • buen xito. Regresa a su fervor cervantino en 1910,en el mismo escenario, con Las figuras del Quijote,una comedia de dos actos en verso que compuso apartir de su libreto para la comedia lrica La venta dedon Quijote y que cont con un reparto de verdade-ro lujo integrado por Leocadia Alba, Esperanza Ortiz,Ricardo Puga, Salvador Mora y Alberto Romea, entreotros. l mismo se anim a interpretar el prlogorimado escrito para la ocasin y las calurosas ovacio-nes del pblico fueron una de sus ltimas grandesalegras teatrales.

    En el mismo ao, el teatro de la Princesa, deMadrid, estrena la ya mencionada La tragedia delbeso, un poema dramtico en tres actos inspirado enLa divina comedia de Dante Alighieri, elegido porMara Guerrero para una funcin en su beneficio,que completaron dos piezas en un acto, La reina vie-ja, de ngel Guimer, y Herida de muerte, de loshermanos lvarez Quintero. El triunfo fue grande; alos aplausos de los espectadores se sumaron las feli-citaciones de las actrices Catalina Brcena y Concep-cin Robles, dos de las intrpretes, y muy especial-

    mente las de Mara Guerrero y Fernando Daz de Mendoza,que le anim con la promesa de un nuevo estreno demayor importancia, algo que el fallecimiento del escritorimpidi llevar a cabo.

    Pstumamente, en 1911, el ao de su muerte, se puso enescena, en el madrileo teatro Cmico, Los juglares, descritocomo poema escnico en dos actos, dividido en siete cua-dros y con un intermedio en verso, que compuso en colabo-racin con Ramn Asensio. Encabezaban el reparto la popu-lar pareja formada por Loreto Prado y Enrique Chicote.

    Quedaron en las gavetas de su escritorio varias obrainditas, La Virgen de los Rosales, un drama legendario entres actos en verso; La princesa pjaro, comedia romnticaen verso en colaboracin con Ricardo J. Catarineu; LaRomancera, comedia de costumbres extremeas en dosactos escrita con Alberto Valero Martn; Juan Mara, poemadramtico marinero en colaboracin con Luis Brun, y Enfer-medades nerviosas, que se describe como comedia dehumor amargo en un acto.

    Dentro de la tradicin

    En la documentacin del legado Fernndez-Shaw deposita-do en la Fundacin March he podido rastrear varias piezasinditas escritas tempranamente: una coleccin de obrasdramticas de 1878 que rene El descubrimiento del nuevomundo, comedia histrica en cuatro actos y en prosa; Laingratitud de un rey, drama en tres actos y en prosa, y Sole-dad, drama de costumbres en dos actos, entre otros escri-tos. Se conservan tambin los manuscritos de El hielo ahu-yenta a la vida (1881), comedia en tres actos en verso; Laprimera verdad (1882), drama versificado en tres actos;Doa Blanca (1882), drama histrico en tres actos y en ver-so; Humorada (1890), y La Virgen de los amantes (1900),drama legendario rimado en tres actos e inspirado en obrasde Gertrudis Gmez de Avellaneda y Jos Zorrilla.

    Se trata, en suma, de un conjunto de creaciones dramti-cas que demuestra la inquietud plural de Carlos FernndezShaw, su desmedido amor por la poesa y el vigor con que,hasta el final de sus das, apur el veneno del teatro. El autor,como su hijo Guillermo reflej en el ttulo de su biografa, fueun poeta de transicin en una poca de gran agitacin cultu-ral. No es la suya una obra que buscara la convulsin explo-radora y experimental de las vanguardias, se movi siempreen la tradicin, en el amor por los clsicos y en el gusto por lopopular. El pblico le respondi siempre con agrado.

    Y de tal palo, tal astilla. Guillermo Fernndez-Shaw

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    autor francs estrenada en 1910 en el Saln Nacional deMadrid con el actor Manrique Gil al frente del reparto.

    Como inciso, habra que subrayar, por su relacin conla escena, la actividad periodstica que Carlos FernndezShaw mantuvo durante once aos, a partir de 1889, comocrtico teatral en las pginas de La poca, diario vespertinofundado en 1849 y dirigido en esa poca de finales del XIXpor Alfredo Escolar, marqus de Valdeiglesias. Recurro unavez ms a las palabras de su hijo Guillermo: Es un periodoeste de la ltima decena del siglo, muy interesante literaria-mente examinado; y durante l la cultura, el gusto y el inte-rs de Carlos se acentan y se afina en torno de las grandesconcepciones teatrales que estudia desde su butaca de crti-co como afanoso lector de obras inglesas y francesas.

    En esos tiempos actan en Madrid las actrices francesasSara Bernhardt y Gabrielle Rjane, y las italianas TeresaMariani una representacin de La fierecilla domada deShakespeare a cargo de la compaa de esta fue el chispazoque le impuls a escribir el libreto de Las bravas y Erme-te Zacconi, y en los escenarios espaoles sobresalen MaraGuerrero y su entonces prometido Fernando Daz de Men-doza. De esas y otras representaciones, incluidos los acon-tecimientos lricos de la Zarzuela y Apolo, queda en lascolumnas de La poca el juicio, no exento de benevolen-cia, de Carlos Fernndez Shaw.

    Pero volvamos al territorio de la creacin dramtica,donde nos encontramos que en 1905 la mismsima MaraGuerrero encarga a nuestro autor la composicin de una Loaa Cervantes que ella misma interpret en la vistosa fiesta degala con que, en el Teatro Real, se conmemor oficialmenteel tercer centenario de la publicacin del Quijote; de esarepresentacin surgi el encargo de escribir una obra en ver-so para la compaa Guerrero-Daz de Mendoza, lo que sesustanciara cinco aos despus con La tragedia del beso. De1905 es asimismo La Regencia, una comedia de tres actos enprosa que escribi en colaboracin con Juan Antonio Caves-tany y fue estrenada en el teatro Principal de Barcelona.

    Un ao despus, se representa en el teatro Variedades,de Almera, la versin espaola de la comedia Musette, delos franceses Guy de Maupassant y Jacques Normand, queCarlos culmin al alimn con Federico Reparaz. Tambinen 1906, en esta ocasin en el Arriaga de Bilbao, estrena lacomedia en verso en un acto El hombre feliz.

    En 1909, sumido ya en las brumas de la enfermedadnerviosa que amarg sus ltimos das, Carlos FernndezShaw escribi con Francisco Toro Luna el sainete en prosaNo somos nadie, estrenado en el madrileo teatro Lara con

    GUILLERMO FERNNDEZ-SHAWD O S I E R

    Manuscritos originales pertenecientes al legado de Carlos Manuel Fernndez-Shaw, con correcciones y paginado de las obras: La Regencia y El hombre feliz

    Archivo Fundacin Juan M

    arch

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    hered de su padre la incombustible pasin por la escrituray singularmente la predileccin por el teatro y la zarzuela,donde muy joven, casi adolescente, continu con la obraemprendida por Carlos con el mismo xito y tambin sinalejarse de los cnones de la tradicin. Sus memorias sonvalientes y muy interesantes, entre otros aspectos, por loque tienen de revelacin de muchos detalles de la intrahis-toria del mundo del espectculo que conoci y sus peripe-cias en los planos tanto artsticos y costumbristas, comopolticos, sociales y econmicos.

    Por lo que respecta a su produccin dramtica literaria,en el denominado teatro hablado para diferenciarlo del can-tado, Guillermo estren un puado de obras y dej otrobuen puado indito, y se encarg de la traduccin, princi-palmente del francs, de bastantes ttulos. Se advierte en elconjunto una clara predileccin por los temas histricos, encontraposicin con el sesgo predominantemente popular desu ingente produccin lrica.

    Entre las obra estrenadas, hay un buen nmero de ellasescrito en colaboracin con Federico Romero, como Lamano de doa Leonor, un apunte de sainete en prosa encuyo manuscrito figura anotado que se represent en Bar-celona como fin de fiesta formando cartel con Luisa Fer-nanda; Tres solteros inocentes, comedia en tres actos enprosa estrenada en el teatro Poliorama de Barcelona el 23de octubre de 1940; Bolero, traduccin y adaptacin de unacomedia del francs Michel Durn, puesta en escena enValencia en 1943, y Los pjaros, una comedia en tres actosambientada en la Salamanca del siglo XVII, que subi alescenario en Madrid en 1947.

    En solitario, adapt en 1943 Carles de Viana, pieza ori-ginal de Miquel Saperas, que, como aclara Fernndez-Shaw,llevaba como prtico un estudio del propio Saperas, tam-bin traducido por m, examinando los antecedentes histri-cos del hondo drama de que fue vctima el prncipe de Via-na. Se trata de una tragedia en cinco actos y en verso queen cataln no se haba llegado a estrenar. Esta versin caste-llana fue representada en funcin nica por un teatro deensayo de Barcelona.

    Obra de gran ambicin son sus Estampas isabelinas(1946), en las que, como se describe en el legado Fernn-dez-Shaw, rene escenas de distintas obras de autores dra-mticos espaoles clsicos dedicadas a la Reina Isabel laCatlica, junto con partes de su propia creacin, unido todoentre s por enlaces poticos. Esta composicin se represen-t en el patio de los Reyes de El Escorial el 18 de agosto de1951 con motivo del centenario de la Reina Isabel la Catli-ca. Y en esa lnea tambin merecen ser subrayadas susEstampas de Alonso Quijano el bueno, un conjunto de esce-nas concebidas a partir de varios episodios del Quijote estre-nadas en 1947 en el Teatro de la Naturaleza de El Escorial,con Fernando Fernn Gmez como protagonista, y La fuen-te de los siete sacramentos, adaptacin de un auto sacramen-tal de Juan de Timoneda representado en el Paraninfo delReal Colegio de Alfonso XII, de San Lorenzo de El Escorial,en septiembre de 1948, con ocasin de las fiestas religiosasorganizadas para celebrar el XXV aniversario de la funda-cin de la seccin local de la Adoracin Nocturna espaola.

    La produccin dramtica estrenada que se conserva enla Fundacin March se cierra con Evocacin del Buen PadreBienvenido Noailles, una sucesin de cuadros en recuerdode la Fundacin de la Sagrada Familia estrenada en el cole-gio de Nuestra Seora de Loreto (Madrid), el 24 de noviem-bre de 1962.

    Hay otra porcin de trabajos dramticos de GuillermoFernndez-Shaw cuyo estreno no consta, aunque aparecie-ron publicados en distintos medios periodsticos, entre ellosLa ofrenda del pastor viejo, entrems de Navidad en versoque se public en El Correo Cataln en diciembre de 1944;

    Poln no necesita abuela (1945), entrems en varios cuadrospublicado en la revista Letras, igual que El dilogo de lospavos, un proverbio humorstico en tres estampas tambinde 1945; los entremeses en prosa Un hombre difcil (1947),Hace falta un tercer acto (1948), Las manos de las tres nias(1949) y Dolly la excntrica (1949), calificada de escenas dela vida actual en prosa.

    El nmero de piezas inditas, bocetos y notas paraobras en proyecto de Guillermo Fernndez-Shaw recogidasen el legado es considerable, as que, con su permiso y tan-to para no abusar de su paciencia como por razones deespacio, me limitar a citar unas cuantas. Con FedericoRomero escribi en torno a 1920 Vida de familia, una de lasprimeras de sus abundantes colaboraciones; alrededor de1930, Serenata, adaptacin libre una obra francesa deAlbert Willemetz y Michel Duran, y Los cuartos de luna,paso de sainete en prosa. Posteriormente, Gitana rubia(1937); La capa de don Juan (1941), tico letra D (1941),Pena de vida (1942) y Luisa de la Vallire (1943), traduc-cin de una comedia en tres actos y diez cuadros de JeanJacques Bernard.

    Firmadas nicamente por l y fechadas alrededor de1920 se recogen La fiel consejera, proverbio en un acto divi-dido en tres cuadros que adapta un original de GerardDHouville; En la noble ciudad de Ligura, cuyos personajesson en buena parte los mismos de Sonata de primavera, deRamn del Valle-Incln; Los dos Pierrots, a partir de un ori-ginal de Edmond Rostand traducido por Fernndez-Shaw,que describe esta pieza en un acto como una obra paratres personajes: ellos dos y Colombina; una sinfona enblanco. Fechadas alrededor de 1930 figuran Se necesita uncorazn en buen uso, ttulo que nuestro autor dio a su tra-duccin y adaptacin de la comedia del francs AndrsBirabeau Tout nest pas noir; Los ojos ms bonitos del mun-do, traduccin de una pieza de Jean Sarment; Jos Mara,obra de un acto cuya accin transcurre en un cortijo de losalrededores de Andjar, y El corazn y el mundo, comediadramtica en tres actos original de Lorenzo Ruggi, de cuyatraduccin directa se encarg Toms Baldasano y luego ladialog Guillermo, que escribi sobre ella que era unaobra muy dramtica que no interes a las empresas.

    En torno a 1940, aparecen El pequeo teatro del mundo,compuesto por varias piezas breves: Se casa la nia, El por-venir del chico, Ladridos de primavera, Un efusivo, Dilogosde playa, Charlas de trolebs y Ante el veraneo familiar; Unvelero en Levante; Romancero del Cid Campeador, nuevaversin del clsico compuesta y escenificada por l mismo;Estampas de la Epifana del Seor, en la que enlaza, com-pleta y moderniza los dilogos del Auto de los Pastores deGil Vicente, el primitivo Auto de los Reyes Magos, de autorannimo, y el Auto de la huida a Egipto, inspirado en textosde los Santos Evangelios, y Epitalamio, traduccin al caste-llano de la comedia catalana Hymeneo de Javier Regs. Jun-to a su hermano Rafael, escribi la tragicomedia en tresactos Fabin Alisio: doctor en qumica (1945) y la comediaDon Celofn (1947), entre otras piezas.

    Fruto de su gusto por los asuntos de raz histrica sondos considerables trabajos. Uno es Carlos de Espaa (1958),descrito como pelcula de una vida imperial en dos partes,escrita en prosa y verso para ser representada en el teatro,que dedic a su hijo Carlos Manuel. La obra, precisaba,naci por mi deseo de contribuir, de algn modo, a losactos conmemorativos del fallecimiento del Emperador Car-los V. El otro es Vasco Nez de Balboa (1963), estampasde una epopeya espaola que llevan el sobrettulo de Orosy luces del Descubrimiento. En resumen, una obra abruma-dora por sus dimensiones, su variedad y su ambicin.

    Juan Ignacio Garca Garzn

    D O S I E RGUILLERMO FERNNDEZ-SHAW