ació en el año 1404 en Francia, en el cas ti110 de Champtocé cerca de Nantes. Su padre, Guy de Lavai, pertenecía a una

ilustre familia (Lavai-Montmorency) y su madre, Marie de Craon, formaba parte de una de las fa- milias más ricas del reino.

Cuando muere su padre, asesinado en Azincourt en 1415, y tiempo más tarde su rna-

dre, Gilles de Rais se transforma en el úni- co heredero de los do-

minios familiares, que se extendían

desde Bre- tana hasta

Poitou, y

Uno de los castillos de Gllles de Rais.

desde Maine hasta Anjou. Desde ento educación estuvo en manos de su abuela no, Jean de Craon, que si bien era un afable y cariñoso no supo manejar al joven se entrego a sus perversas inciinaciones.

Su prima, Catherine de Thouars, c matrimonio con él y se instalan en el cas Tiffauges. Su pobre esposa deberá so indiferencia, ya que Gilies pasaba la te del tiempo en compañia de sus paje do a una vida ociosa y relajada satisfac gustos por los jóvenes.

Pudo alejarse de esta 1lmm@ vida cuando es llamado a la Q

de Carlos Vn, al h la guerra.

mo Teniente de los 4 citos del rey duran@ Guerra de los

tancias conoc

Retrato de Gilles P de Rais,

y el torreón donde torturaba y

asesinaba a sus víctimas. c

devoto e intrépido compañero. Cuando Juana es capturada y es ejecutada en la hoguera, el joven Mariscal de 28 1

derrumba ante la pérdida de la mujer que idolatraba, a lo suma también la muerte de su abuelo.

se recluye en su castillo, evitando todo contacto sexual con las mujeres. Dueño de una poderosa ocupa de gastarla en la compra de objetos de arte y en ostentosas fiestas para sus pajes, De

sangre y su perversión, a partir de este momento secuestrará a hijos de w-. pesinos para saciar sus instintos satánicos. i

3 Sus frenéticos días los compartía con sus pajes que participa-

ban del horroroso entretenimiento. Su gusto por los ninos y adoles- centes hicieron que muchos desaparecieran de los alrededores de

sus propiedades en Champtocé, Machecoul y Tiffaugm.

Su ritual era llevarlos a las torres y, una vez alliJ sodomizarlos, estrangularlos o decapifarlos. Los ma- pos eran desmembrados y las cabezas separadas. Otra& veces los abría en canal para observar las entrafías o los colgaba de ganchos de hierro.

En algunas oportunidades, Gilies de Rais no es- taba con humor para participar de las matanzas pera

las v í c ~ a z s y wturbWaw

6dfan en e1 castillo, el de Malestroit, ordenó una

tigacibn. Debían ser discretos, pues una accionar. persona con el poder y la reputación del Barón sena difícil de acusar sobre estos sucesos. Confesó sus aberraciones delante de la

Gilles de Rais caería s610 como consecuen- cia de su omnipotencia, el día de Pentecostés, interrumpió la misa en la iglesia Saint ktienne tantos niitos que no sabría precisar el mímero. de Mer Morte con sesenta hombres armados para he matado y he cometido el pecado de sodom secuestrar al fraile Jean Le Féron. mismo antes que después de su muerte, pero f

biSn durante e l h . Este delito fue aprovechado por el obispo

que, mediante una carta abierta, el 13 de sep- La cantidad de víctimas se presumía tiembre lo acusa de herejía, asesinatos de niños, trescientas pero él sólo confesó 140. Fue ej crímenes contra natura y pacto con el diablo. tado el 26 de octubre de 1440, en la horca. Estos delitos se pagaban con la excomunión y la cuerpo y el de dos de sus secuaces fueron t pena de muerte. bién quemados en la hoguera.

El asesino se entregó ante el capitán del Gilles de Laval-Montmorency, c duque de Bretaña que se presentó en Machecoul, Rais, habría legado en su teatamen el 15 de septiembre. Al ser excavado su lugar de posesiones a Satanás, pero no su alma. residencia se hallaron restos mutilados de 50 adolescentes.

ejecución de Gilles de Rais. A la derecha, monum Juana de Arco, muje