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Arte gotico en Francia
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TEMA 4
LAS CATEDRALES EN LOS DOMINIOS REALES, FRANCIA
Saint Denis, es el primer edificio que tiene soluciones técnicas y arquitectónicas góticas. La
girola, es el primer tramo importante del edificio, doble girola con bóvedas de crucería sobre
tramos trapezoidales y con quinto nervio, asociadas a la existencia de una corona con siete
capillas. Los contrafuertes o estribos permiten ceñir, sujetar y transmitir correctamente las
fuerzas del edificio.
Planimetría y alzado. Espacio diáfano. No hay ningún retablo o añadido que rompa con el
conjunto de visión amplio y diáfano.
Características del primer gótico francés. La ciudad, a franquicia y la protección real conllevaron
en el periodo protogótico la construcción y renovación de numerosas catedrales con la
protección de los reyes y los altos prelados. Promociones artísticas de alto nivel social. Es por
estas promociones regias y episcopales por lo que hablamos de protogótico en los dominios
reales. Sin embargo la construcción de una nueva catedral acabó por ser una responsabilidad
del conjunto de la ciudad, el centro de la vida social y la catedral el punto que simbolizaba su
fortuna e importancia. Así la ciudad no solo acabó por ser la que acogía una catedral, sino que
esta se volcaba para evidenciar así su importancia. Era el símbolo de la vida organizaba del
ciudadano, símbolo que se contraponía al monasterio, elemento clave del ámbito rural.
En el trazado de la catedral es evidente su relación con las formas abstractas, que son siempre
heredadas de la geometría y están muy vinculadas con la herencia del mundo de la eurítmia del
mundo clásico. A través de la aplicación de los cánones de proporciones, número fi, se concede
a las formas geométricas regulares una importancia relevante a la hora de buscar la armonía en
la construcción. Son tres las formas habituales: el triángulo, el cuadrado y el pentágono, los
módulos arquitectónicos más frecuentes a la hora de desarrollar el edificio. Detrás de las formas
y los volúmenes de la catedral se esconde el racionalismo pitagórico de las matemáticas.
La catedral gótica es en un principio heredera de las características del edificio románico:
mantiene la idea de planta de cruz latina, cabeceras con una girola y fachadas con torres que
destacan sobre el conjunto. Tipológicamente es clara la herencia de los años previos. Plano del
Álbum de Villard Honecourt, organiza los edificios por sus sistemas geométricos.
En la evolución de estos edificios, tanto catedrales como otro tipo de templos, es nota
dominante la tendencia a alcanzar mayor altura en busca, indudablemente, de proporcionar
mayor luz al templo. Una auténtica carrera se advierte en el gótico francés de finales del siglo
XII y comienzos del XIII hacia la altura. En Francia, entre los años 1180 y 1270 se construyeron
18 catedrales dentro de los dominios reales. Estas tienen mucho que ver con la afirmación del
poder real bajo el patrocinio, sobretodo, del rey Felipe Augusto, 1180-1223, monarca
fundamental de la dinastía de los Capetos. Sus patrocinios obedecen a la necesidad de la dinastía
por afirmarse en el trono y demostrar su poder real. Pretendían proyectar la imagen
internacional de ser el país más rico de Europa, capaz de emprender empresas artísticas tan
sabias como difíciles de realizar.
El auge de la construcción gótica ha de considerarse vinculada en parte a la renovación y
reconstrucción de viejas estructuras de edificios de la alta edad media, unas veces porque éstos
edificios no se ajustaban a las nuevas formas de la liturgia. Otras veces se realizan como
consecuencias de accidentes: incendios, desplomes y otras situaciones que llevan a la
reedificación en base a las nuevas tendencias artísticas. Ejemplo de ello es la catedral de
Canterbury, Chartres, la primera catedral del gótico clásico, o la de Reims, de 1211. Son por
tanto múltiples las causas del nuevo edificio.
La competencia entre obispos, cabildos e incluso ayuntamientos, suponía que en ocasiones se
buscara una excusa para construir una iglesia lo más lujosa posible. Es el principio de agonalidad
o competencia, la lucha porque no haya obra igual. Esta situación condujo al secretismo de los
maestros arquitectos que, celosos no revelaban jamás los secretos de su arte, para no perder
sus contratos de obra y no tener igual, y esto llevó al mismo tiempo, al problema de transmisión
del secreto sólo al hijo o al mejor discípulo, y en ocasiones, la muestre prematura del maestro
sin haber transmitido las claves de su trabajo, conducen a la paralización de la obra. Esta es una
de las razones por las cuales se explica la diferencia y singularidad de numerosos edificios góticos
y la dificultad de sistematización de los edificios.
Chartres con planta de cruz latina deriva del modelo románico incorporando la girola, capillas y
un gran pórtico a los pies. Esto es lo único que sobrevivió al incendio y que se mantuvo en la
reedificación del edificio.
Suger es la personalidad más importante para entender el cambio que conduce a la aparición
de las catedrales de los dominios reales. Vivió entre 1081-1151 y fue elegido abad de san Denis
en 1122. Durante la segunda cruzada, en ausencia del rey de Francia que estaba participando en
ellas, el abad Suger fue el regente de Francia, ya que había sido consejero personal y colaborador
de dos de los grandes monarcas de Francia en la edad media, Luis VI, el Gordo, y de Luis VII el
Joven. La accesibilidad a los monarcas le acreditó como hombre de gran influencia política y
religiosa, y dedicó sus esfuerzos al asentamiento del poder de la corona francesa y al
engrandecimiento de la abadía de saint Denis.
Durante el tiempo que rigió los destinos de Francia, surgieron en el entorno de sus mecenazgos
las primeras manifestaciones que hoy vemos claramente como góticas. A este periodo inicial
pertenece la reconstrucción de la abadía carolingia de san Denis, cerca de París. Su
reconstrucción comenzó en 1122 y su consagración se hizo en 1144 con la presencia del abad y
del monarca Luis VII.
La abadía era el panteón de los reyes de Francia y era el espacio donde se veneraban las reliquias
de saint Denis, recogido en el santoral como san Dionisio, el primer abad de París, mártir y
protector de la ciudad, y fundamental por su papel evangelizador en Francia entre 250-270.
Junto a san Denis estaban enterrados sus compañeros, el sacerdote rústico y el diácono
Eleuterio, quienes han pasado a los altares como san Rústico y san Eleuterio. San Denis murió
decapitado durante las persecuciones de Aureliano en Montmatre (monte del martirio) quien
milagrosamente sostuvo la cabeza con su mano y anduvo hasta el lugar donde quería ser
enterrado, donde se alza la abadía de san Denis. De ahí que sea llamado santo cefalópodo, por
su iconografía. Escultura del siglo XIV. En la cripta se señala el sitio donde están sus reliquias.
Imágenes cefalópodas del santo.
Jean Malouel y Henri Bellechose, tabla de la crucifixión con la santísima trinidad dando la última
comunión a San Denis en la Cárcel, estilo internacional.
La abadía tiene muchas fases constructivas, las cuales hoy conocemos bien. La primera fase es
la capilla o martirium, de origen paleocristiano, donde se acoge el cuerpo del santo. Es una obra
de los siglos IV-V y fue ampliada por orden de santa Genoveva, quien compró las tierras de al
rededor de la capilla y creó un primer dominio real. Los reyes merovingios se erigieron también
protectores de la capilla y ellos son los responsables de la primera ampliación, la segunda fase
constructiva. Corresponde al arte merovingio y corresponde a los tiempos del rey Dagoberto I,
629-639, fundador de la monarquía francesa. La tercera fase constructiva corresponde al año
750, cuando se empezó a construir una nueva iglesia por orden del rey Pipino el Breve y el abad
Fultrad. El edificio carolingio sustituyó al merovingio. De él solo se conservan hoy vestigios
arqueológicos que presentan una iglesia basilical de tres naves, un único ábside, crucero, cuerpo
de torre y que fue consagrado en el 755 en una ceremonia en la que estuvo presente
Carlomagno. Este edificio fue reparado en los siglos XI-XII. Plano de san Denis con las distintas
fases constructivas.
En el crucero o transepto se encuentra hoy la tumba de Dagoberto I, un monumento del siglo
XIII encargado por san Luis.
La iconografía nos proporciona al tiempo muchas claves para la interpretación de san Denis y las
razones de sus distintas construcciones. Tres personajes claves han sido identificados: el
personaje yacente es el rey, presentado levente ladeado para que desde su posición pueda ver
la tumba de san Denis. A ambos lados le acompañan su esposa, la reina Natilde, y el rey Clovis
II, su hijo. Los relieves que forman un friso que narra el tema del ermitaño Juan que yace dormido
cuando san Denis se le aparece en sueños y le pide que rece por la salvación del rey, pues le
estaban acosando los demonios en Stromboli. Gracias a los rezos del ermitaño el rey se salva y
con esta narración se afianza el culto a los santos logrando que, todos los reyes de Francia
veneren a san Denis, quien vigila por las almas de los reyes, y aseguran la protección del monarca
de la abadía. En la parte superior, en el piñón, Cristo bendice a san Denis y a san Martín. El hecho
de que dicha tumba esté en el presbiterio es un aviso para que los reyes de Francia no elijan otro
lugar de enterramiento. Frente a la tumba se Dagoberto I se colocaba el trono del rey de Francia,
conservado hoy en París. De este modo el panteón regio culminaba la posición del monarca.
Uno de los pocos objetos de mobiliario conservados de esta época. De este modo se construye
todo un discurso de legitimación del poder entorno al espacio sagrado y regio.
El abad Suger recuperó el pensamiento de Pseudodionisio Aeropagita, pensador del siglo VI, que
fue identificado con san Denis, patrón de París que vivió entre el 250-270, quien evangelizó
Francia (san Dionisio en el santoral). Esto a su vez se identificó con la identidad de Dionisio
Aeropagita, uno de los discípulos de san Pablo que predicó en Atenas. Suger pensaba que eran
la misma persona quienes en realidad son tres individuos diferentes: uno del siglo I, otro es del
siglo III, san Dionisio mártir de París, y el tercero del siglo VI es un filósofo neoplatónico. Todas
estas teorías identificadas fueron almacenadas por el abad Suger en el Evangelio de san Juan,en
la visión de Cristo como luz que ilumina el mundo. Con esto se propugna una renovación
arquitectónica que superó la concepción penitencial del románico: un edificio conscientemente
oscuro, con pocas ventanas, para crear la sensación de recogimiento espiritual. El abad Suger,
mezclando a estos tres personajes, consigue un edificio progresivamente más luminoso, con
ventanas decoradas con vitrales de colores. Cabecera de san Denis.
Esta ideología de la luz anunciaba ya desde la segunda mitad del siglo XII. El pensamiento del
abad Suger es en el fondo el neoplatonismo, según el cual, las cosas terrenales participan con
lógicas de imitación de cualidades divinas, como la verdad o la belleza. Partiendo de lo material,
considera, puede llegar a comprenderse realidades que no son materiales y por tanto conocer
la verdadera luz que es Dios. Estas ideas no son originales del abad, sino que están ya presentes
en Pseudodionisio de Aeropagita, del siglo VI. Esta afirmación no obstante, le llega al
convencimiento de que la contemplación del resplandor y la luz de los objetos materiales podía
ayudar a los fieles a conocer y acercarse el mundo de las virtudes celestiales, como son la verdad
y la belleza de Dios. Evidentemente para el abad Suger, que el edificio tenga luz y vidrieras de
colores es crear una guía que el llama guía anagógica, que permite que el fiel a través de esos
vitrales pueda acceder más fácilmente a Dios. Por tanto concibe la arquitectura como un
vehículo para conseguir la salvación.
La vidriera, al margen de su valor simbólico o iconográfico, permite el uso metafísico de la luz. A
esto se unen las colecciones de objetos de culto: frontales de oro, elementos brillantes, ropas,
joyas, cálices... y todo aquello que fuera resplandeciente. En este sentido ha de hacerse una
relación con los contactos con oriente a través de las Cruzadas. Valores de la luz, Michell Camile.
Vidriera de san Denis, árbol de Jetse, padre de David. Soñó que de su vientre salía una rama que
terminaba en el mesías, considerando a Cristo heredero de su familia. Dependiendo de la
representación se incluye a unos 40 antepasados, aunque generalmente se sintetiza. Dado que
en san Denis hay un claro discurso legitimista de la monarquía francesa es fundamental la
inclusión de este árbol, un discurso legitimista de Cristo. Detalle: el abad Suger arrodillado como
donante en la escena ofreciendo el vitral como ofrenda. Hay una clara conciencia de legitimidad
del poder real y eclesiástico.
Plano de la abadía. El abad Suger intervino de una manera profunda en la construcción de la
abadía. A él se debe la nueva cabecera y el atrio, con dos potentes torres, pero manteniendo la
obra carolingia previa.
Planimetría particular, restos del edificio carolingio y románico. Sobre el edificio preexistente el
abad añade un vestíbulo y un pórtico nuevo, y una nueva cabecera. Dado que conjuga las
distintas fases constructivas la concepción lumínica del espacio tras sus intervenciones debían
tener una visión muy distinta de la actual, partes muy oscuras y zonas muy luminosas en el
presbiterio, donde se encontraban las tumbas de los reyes. El resto del edificio acumula distintas
intervenciones de la Baja Edad Media que dan la visión de conjunto que hoy disponemos.
Pórtico de san Denis. El abad siguiendo tradiciones románicas levanta una fachada occidental
concebida a modo de vestíbulo con una tribuna y con muros desdoblados. Tipología habitual en
el mundo otoniano y en el románico anglonormando: el westwern. Se proyecta una fachada con
forma de H, con dos grandes torres cuadradas. Se disponen tres puertas de acceso y para
iluminar el vestíbulo se coloca un gran rosetón en el cuerpo central.
Iglesia de la Trinidad de Caen, construida por los normandos entre 1065-1077, asociada a una
abadía benedictina masculina (el abad Suger era benedictino).
Iglesia de san Etienne de Caen, vinculada a un monasterio femenino. Estos son los dos modelos
arquitectónicos de los que parte Suger para la fachada en H.
La fachada de san Denis está dividida en tres calles separadas con cuatro potentes contrafuertes
y a su vez tiene tres alturas: las puertas y dos cuerpos de ventanas. La puerta central es
ligeramente más grande, sigue así la tradición románica anglonormanda. Cada portada acoge
un programa iconográfico:
Portada central, con un Juicio Final. Representa a Cristo sentado en el trono enseñando
las yagas, como Varón de Dolores que cuestiona la humanidad: yo he sacrificado mi vida,
¿qué habéis hecho vosotros por vuestra propia salvación?. Está rodeado por ángeles
portadores de la santa Eucaristía, los doce discípulos que han de ayudarle en el Juicio
Final, los ángeles con las trompetas en los ángulos y en el cuerpo inferior los muertos
que salen de los sarcófagos. A un lado se sitúan los salvados y a otros los condenados.
Las arquivoltas representan a los bienaventurados en el seno de Abraham, en la
Jerusalén Celestial, y los 24 ancianos del Apocalipsis. Su representación no es la misma
que en el románico, observamos una clara verticalización en cada arquivolta.
Portadas laterales, la última comunión de san Denis recibida en la cárcel, y a san Denis
junto a sus dos compañeros con las coronas de santidad. La portada donde está
representada la condena de san Denis tiene a Dios padre en la parte central poniendo
las coronas de santidad a san Denis, san Rústico y san Eleuterio, y en los laterales se
representa los signos del zodiaco. Este signo zodiacal representa la alternancia del
tiempo, por los siglos de los siglos. Visión-dictamen de la condena-el martirio. Este
relieve no obstante es una reposición hecha con un grabado que realizó Violet le Duc en
el siglo XIX. La segunda portada con la última comunión también fue rehecho en el XIX.
En este caso las jambas acogen decoraciones de los meses del año a través de los
trabajos. Vemos numerosos elementos compositivos propios del románico y es que aun
estamos en unos tiempos con elementos de lo anterior y presagios del gótico posterior.
En ambas puertas hay una serie de epígrafes. El primero está labrado en las propias puertas:
quien quiera que seas no te maravilles por el oro o el precio, sino por la maestría del trabajo, que
iluminará la mente hacia las luces verdaderas y la verdadera luz de la que Cristo es la verdadera
fuente. Un discurso coherente con la realidad del edificio oscuro y luminoso al fondo.
La construcción de la nueva cabecera por su parte, dio ocasión al abad para poner en práctica
su teoría sobre la luz. Se edificó entre 1140 y 1143, y Suger trabajó como arquitecto
supervisando las obras diseñadas por un arquitecto que permanece anónimo y cuidando la
empresa artística. En sus ideas se inspira en elementos borgoñones y normandos, y configura
un nuevo estilo de tal forma que la abadía se considera el primer edificio gótico en que se
apuntan las soluciones que perduran en épocas posteriores. De esta forma concede gran
importancia a la cabecera de donde surge una nueva concepción unitaria del espacio y una
valoración de la luz que rompe definitivamente con la estética de lo penitencial.
Abad Suger con Luis VII inspeccionando las obras mientras los maestros trabajan. Códice 133/4,
finales XIV.
Cripta de san Denis, durante la primera mitad del XII el abad Suger fue consejero de Luis VI el
Gordo y de Luis VII el Joven. Sin derribar el edificio carolingio enriquecieron el templo con
añadidos consagrados en 1144. Hoy se conserva la cabecera con doble altura: un piso bajo de
cripta que envuelve los restos del periodo prerrománico, tiene una girola y una corona de
capillas. La característica de esta planta imperio es que sus bóvedas son de arista viva, sin nervios
de refuerzo. Por extensión el muro es mucho más grueso y ventanas pequeñas. La cripta se
utiliza como panteón real y las capillas son usadas por las distintas líneas dinásticas.
Cuerpo superior de la cabecera. Define una doble girola e incorpora un sistema de capillas con
una nueva solución que recurre a las columnas para lograr un espacio diáfano en el que nada se
interponga en la visión. El problema era como cubrir un espacio irregular: tramos trapezoidales
y bóvedas de crucería. En los tramos más amplios se recurre a un quinto nervio con un quinto
pilar, una nueva solución de cubierta. Surge así el deambulatorio doble dividido en dos tramos
trapezoidales cubiertos por bóvedas de ojiva, crucería y pentapartita. Para las capillas se recurre
al quinto nervio. El resultado es un espacio diáfano y lleno de luz.
Capilla de la Virgen y vidriera con el árbol de Jesté. Capilla con quinto nervio. Relieve con el
nacimiento. Riqueza ornamental.
Los arbotantes permiten la elevación del edificio y la apertura de grandes ventanales. Esto obliga
a las tres alturas: nave, triforio y claristorio.
Suger fue también un gran historiador y fue autor de varios libros, como la vida de Luis el Rey y
colaboró en la Gloriosa historia de Ludovico. En algunos libros explica la administración
económica que llevó al esplendor de la abadía y el proceso de construcción. Tal vez estén
condicionados por los decididos ataques que estaba recibiendo de sus contemporáneos y es que
no hay que olvidar que en estos mismos años San Bernardo de Claraval predica por la sobriedad
de los edificios, ideas completamente enfrentadas.
Tumbas de Carlos Martel y Clovis II, con intervenciones posteriores.
Pipino el Breve y su esposa. Se enriquecen los sepulcros reales para continuar con la labor de
legitimación real, aunque no sea su lugar de enterramiento.
Siendo rey san Luis se emprendió el proyecto de homogeneidad de las obras emprendidas por
Suger, lo que incluía la demolición de las obras carolingia y románica y la construcción de un
crucero o transepto y de tres potentes naves que luego fueron enriquecidas con la adición de
capillas. Esta intervención intermedia es la que contemplamos hoy en día. Corresponden a la
segunda mitad del XIII y el siglo XIV, época del gótico radial, y todo ello fue objeto de una
profunda intervención de Violet le Duc. Se elimina el claristorio, se usa el rosetón... una nueva
concepción. Imágenes del crucero, interior y exterior.
Puerta del crucero, dedicada a la Virgen y con personajes del Antiguo Testamento. Gótico clásico.
Puerta del claustro.
Maqueta de san Denis.
PROMOCIONES DE DOMINIO REAL
Suger creó una nueva concepción de la arquitectura que irradió su influencia desde la Île de la
Cite al resto Europa. Un momento muy importante por coincidir con estabilidad política de la
dinastía Capeto, grandes promotores de los conjuntos catedralicios. Suponen unas dieciocho
catedrales. Las más relevantes son Sens, Noyon, Senlis, Laon, París y Soissons.
Catedral de Sens
Planta de la catedral.
Sens fue iniciada por el arzobispo Henri Danglier. Presenta plana basilical sin crucero, con
alternancia de soportes, pilares y dobles columnas, asociado al uso de la bóveda sexpartita,
como era habitual en los dominios reales durante la segunda mitad del siglo XII, una solución ya
dada en algunas iglesias del siglo XI del románico normando, donde sin embargo las techumbres
eran de madera. Tras un incendio en el XIII se reconstruyó y generalizó la sexpartita en toda la
nave central, correspondiendo un tramo con dos bóvedas en las naves laterales. Todo descansa
sobre gruesos contrafuertes o estribos. Una única gran capilla en la cabecera y una gran girola
coronaban la iglesia.
Su sucesor Huges de Toucy continuó las obras iniciadas. Emprendió la construcción de dos torres
campanario cuadradas, como era habitual. A su dirección se corresponde la fachada principal,
la nave central y la división de muros con triforio, que tenían la misma función de peregrinación
que en el románico. Vista general del interior.
Imagen exterior cabecera. En las catedrales francesas de dominios reales suele haber un
presbiterio muy pronunciado en planta (en España no pasa). En este caso se disponen dos
tramos sexpartitos y medio. Esto se debe a que la canongía estaba delante del altar mayor,
donde se situaba la sillería.
Decoración laberíntica del suelo. Interesante es la presencia de un laberinto en la ornamentación
del suelo, que tiene que ver con conceptos de arquitectura de la edad media. Laberinto tiene
origen en templo del labrix, que significa la “unión sagrada”. En la tradición clásica el primer
laberinto es ideado por Dédalo y poder tener uno en el edificio era un homenaje a la arquitectura
y su fundador. (Muchas veces se incluyen los nombres de los maestros mayores de obras). A
esta decoración se asocia también una función: era costumbre de los peregrinos, para evitar los
grandes viajes de peregrinación y las pérdidas económicas que para los señores feudales y
episcopales, hacer el recorrido del laberinto como penitencia para lograr las indulgencias sin
necesidad de marchar demasiado lejos. Esta era una de las formas, hacer el recorrido del
laberinto de rodillas.
Catedral de Noyon
Gracias al apoyo de Inocencio II se concedieron unas indulgencias especiales para realizar obras.
La posesión de las reliquias de san Eloy, patrón de los orfebres, veneradas en Noyon fueron un
incentivo para las obras que se iniciaron en 1150 con la construcción de una nueva catedral en
sustitución de la románica que había sufrido un incendio en 1132.
Planta e imágenes del interior de Noyon. Pese a las reformas del siglo XIII se conserva parte de
su trazado y planta. La nave central ligeramente inclinada cubre con sexpartitas las naves y
apoyan con alternancia de soportes en columnas y pilares, siguiendo la solución cercana de Sens.
En altura la nave se divide en cuatro pisos: arcos, triforio, andito y claristorio. Sigue el modelo
pautado en el románico normando, donde había cuatro pisos con un andito, un pequeño pasillo.
La catedral presenta un profundo presbiterio con el coro de canónicos. Los brazos de crucero
terminan en remate circular, una solución de influencia oriental. En este caso os coros no están
aquí, sino en el presbiterio.
Alzado y exterior. Para la transmisión de presiones de la nave central se desarrollan arbotantes
muy macizos todavía que transmiten el peso a las naves laterales, donde están los contrafuertes
o estribos, concebidos para la progresiva transición de pesos. Imagen cabecera exterior, se ve la
corona de capillas. Los estribos entre capilla y capilla reciben los pesos de los arbotantes.
Imagen del corte transversal, se ve la girola con tribuna, el presbiterio y los brazos del crucero.
Vemos la articulación del muro, que cambia en los tramos de la catedral, aunque siempre tienen
cuatro alturas.
Imagen del remate semicurcular de brazo crucero interior, fantástica iluminación con vanos
bajos, andito y dos cuerpos del claristorio.
Imagen del ábside principal. Fachada principal, con tres calles y marcada verticalidad.
Imagen de la catedral bombardeada en IGM, se advierte que los arcos son independientes unos
de otros, se ven también los arcos tirantes al interior, los cuales evitan el desplome junto a los
contrafuertes exteriores.
Catedral de Laon
Construida en tiempos del obispo Gerfrid, en el siglo VIII. Fue consagrada al culto en una
ceremonia presidida por Carlomagno. En el siglo XI se reconstruye bajo la dirección del obispo
Einaldo de acuerdo a los esquemas prerrománicos y fue inaugurada por el rey Felipe I de Francia
en 1071.
Hacia 1150 Laon era una prospera ciudad de los dominios reales, gobernada por el obispo y un
rey. En 1112 estalló una revuelta contra las arbitrariedades del obispo, las cuales no conocemos.
Durante las revueltas el obispo murió y el palacio episcopal fue destruido en un incendio que se
extendió hasta la catedral. Su sucesor, el obispo Gualterio de Mortagne, inició en 1155 la nueva
construcción de la catedral cuyas obras se prolongaron hasta 1235. Se empezó la obra por el
coro para poder acoger al gran número de peregrinos que acudían a Laon para venerar las
reliquias de san Beato, colocadas en el altar en 1164, fecha en la que se considera, podría estar
terminado el edificio.
Fachada principal. Destaca la cantidad de torres. Plana primitiva de la catedral muy cerca a los
anteriores elementos.
Planta. Planta cruz latina, nave central con sexpartitas, crucero transepto con dos capillas
abiertas en los remates, cabecera es Gualterio. Entre 1170- 1185 se construye el transepto y las
fachadas laterales, de ellas una se reconstruyó. A continuación se edificó el cimborrio y las torres
laterales. Entre 1185-1200 se concluye la nave y la fachada occidental. Desde 1205-1220 el coro
y el presbiterio, que hasta entonces fueron semicirculares, se ampliaron para hacer un remate
en testero plano de filiación cisterciense.
La catedral se consagra en 1235, quedando como un monumental edificio de planta ajustada en
tres naves, con un amplio crucero de tres naves, estructurado en cuatro pisos de alzado,
conforme a los modelos anglonormandos, y cubierto por bóvedas sexpartitas apoyadas sobre
pilares cilíndricos con alternancia de soportes sólo en el crucero.
Nave central.
Crucero o transepto.
Sección del alzado, articulación del muro en cuatro pisos.
La transición de pesos con arbotantes internos hasta los estribos o contrafuertes exteriores
permite la apertura de grandes ventanales. Solo hay alternancia de soportes en el crucero, en la
nave central están unificados. En el testero se abre una ventana triple con un gran rosetón donde
es representado Cristo con el Tetramorfos, los doce apóstoles y los veinticuatro ancianos del
Apocalipsis. El programa iconográfico es muy importante, pues perdura la formulación habitual
de temática del románico. Imagen interior y exterior. En otras vidrieras se ve el predominio de
azules y rojos.
La fachada occidental de 1195 nace de la solución de fachada en H de saint Denis. Tres portadas,
rosetón central y dos torres cuadradas. En su parte baja los arbotantes reciben los empujes. Hay
grandes y profundos pórticos para evitar la erosión de los programas iconográficos, con remates
triangulares. Dos ventanas flanquean el rosetón. En la parte superior se suceden arcos a modo
galería, torres con esquinas achaflanadas para evitar el contrafuerte, que se sitúa en el
achaflanado.
La fachada sigue el sistema de proporción. En la cumbre del as torres se asoman 16 bueyes en
los aleros. La tradición dice que se pusieron en gratitud a la ayuda de los animales y su fuerza
para el transporte de los sillares, un tributo al esfuerzo de los animales. Un desafío a la
arquitectura y un excelente trabajo artístico al tratarlos con gran naturalismo.
Libro de Villard de Honecourt, copió esta solución técnica, refleja los capiteles de crochet y los
bueyes.
Laon se planteó con siete torres, de esas se construyeron dos en los pies, dos en los transpetos
y una en el cimborrio, un total de 5 que dan gran espectacularidad y son un reflejo de la
capacidad económica.
Fotos aéreas.
Catedral de Senlin
Sigue el modelo de Sens: tres naves sin crucero, cabecera con girola, pequeñas capillas radiales
siguiendo el modelo san Denis. Destaca la original tribuna con bóveda de ojiva y alternancia de
soportes de tradición normanda, origen del pilar cantonado cilíndrico con cuatro baquetones,
característico del siglo XIII.
Planta.
Nave central.
Vista de conjunto exterior. Planta con fases constructivas.
Fachada en H en pies.
Catedral de Soissons
Consagrada a los santos san Gerbasio y san Protasio, fue comenzada en 1175 por el brazo sur
del crucero, de forma semicircular. Llega a ser una de las más elevadas y sus obras se prolongan
hasta el siglo XIII. Muy restaurada tras IGM.
Imagen exterior. Cabecera con pilar cilíndrico y una columna adosada. Idea de espacio abierto,
calado. Brazo crucero interior. Imagen cabecera al exterior. Fachada de los pies, en H.
Catedral de París
El edificio que sintetiza caracterícas y valores estéticos del gótico es Notre Dame de París. En
1163 Mauricio de Sully colocó la primera piedra de la catedral. Todavía se discute si fue él o el
propio papa Alajandro III, quien se encontraba en París y otorgó bulas especiales para agilizar
las obras.
Notre Dame se edificó en lugar sagrado ya para la cultura celta y en Lutecia, época romana,
cuando ya había un templo dedicado a Júpiter. El rey Childeberto I, hacia 528, mandó construir
una basílica dedicada a san Etienne, cuya capilla fue reedificada en el románico. La iglesia
considerada ya poco adecuada se renovó en 1063 por iniciativa del obispo Sully y gracias a la
financiación de Luis VII el Joven. En excavaciones circundantes se encuentran restos de
anteriores asentamientos precedentes a la catedral, datados desde el I a. C.
Imagen de la planta y las diferentes fases constructivas. El gran problema de la obra era cimentar
en el arenal de la zona pantanosa de la isla del Sena y tan habitual en el territorio de París. Lo
más antiguo es la cabecera, de Sully y los pies. Se encinchó la tierra para evitar desplazamientos.
La obra comenzó por la cabecera y se terminó en 1345, acumulando en su obra distintas fases.
Aunque en el desarrollo se detectan cambios, el proyecto prácticamente no sufrió
interrupciones y tuvo un ágil proceso de construcción gracias a las presiones reales y la ayuda
papal. Son los detalles formales los que han fijado las fases constructivas. La planta se ajusta a
la tipología de planta de salón, de cruz latina con crucero no marcado en planta. Se organiza en
cinco naves, trazando doble en la girola a partir de un trazado radial que, arrancando del centro
del presbiterio se divide en espacios trapezoidales progresivamente mayores, los cuales a su vez
se dividen con nervios en tramos triangulares para poder cubrir cada tramo con un plemento
independiente. En 1182 estaba terminada la girola, el altar mayor y el presbiterio, y estaba
emplazado el coro, de modo que ya se podían celebrar servicios religiosos y se consagró el
templo. Se recurre a las nuevas soluciones técnicas y aporta una nueva en cabecera, “como con
triángulos y no bóvedas habituales” (imagen de la cubierta y la planta). Mantiene las tres alturas.
Adelgaza las columnas logrando diafanidad y claridad al espacio. Capiteles de crochet de
influencia cister. Imagen de la nave central, el coro, la planta y el alzado de cabecera.
Fachada principal. La fachada sigue modelo en H: cuenta con dos torres cuadradas, solución
asumida del gótico-normando. Entre las torres hay 69m de altura, un edificio por tanto muy
elevado que remata en terraza. El rosetón se sitúa con un arco de descarga. Hay tres niveles
horizontales: puerta, ventanas, galería, arcos y torres. Una solución muy diferente a Laon en el
uso de contrafuertes rectos en las torres.
Galería de quimeras, monstruos. Imágenes detalladas de la fachada.
Programa iconográfico. Puerta de la Virgen, Juicio Final y puerta de Santa Ana. Entre ellas están
los patrones san Denis y Etienne. Sobre esto se sitúa la galería de los 28 reyes de Israel, la virgen
con los ágeles bajo el roseton, y Adan y Eva en las calles derecha e izquierda.
En tímpano se sitúa la puerta de la Virgen: en el punto central se representa a la virgen por
dedicarse a ella el templo, una virgen kiriotisa con el niño sentado sobre sus piernas, ella en
trono con baldaquino con forma de cúpula, una clara influencia bizantina. A la izquierda se
representa a Mauricio Sully, obispo fundador del nuevo templo, y a la derecha a Luis VII el Joven,
los dos mecenas de la obra, una información de patronato fundamental. El tímpano semicircular
está integrado en una puerta de arco apuntado, detalle que puede pasar inadvertido y que se
debe a las diferentes fases de construcción.
Sobre las puertas estaba la galería de reyes que durante la revolución francesa fueron
destruidas. Las que se conservan son replicas historicistas. Las galerías de arcos y estatuas
marcan pausas horizontales en el desarrollo vertical del edificio.
Los brazos del crucero, norte-sur, se alzaron entre 1250-67 bajo supervisión de Jean de Chelles
y Pierre de Montreuil (quien trabajó en la saint Chapelle), y se corresponden al periodo radiante.
Desde 1185 se lleva a termino la construcción de las cinco naves abriendo con sexpartita la nave
central. Representaciones iconográficas en rosetones y vidrieras.
Problema de le Duc al rehabilitarla: una decisión fue quitar los añadidos barrocos de Luis XIV y
XV, y los neoclásicos de Luis XVI. Los eliminó e identifico un cambio de obra: hacia finales del XII
había cuatro alturas, la cual incluía entre el triforio y el claristorio óculos a modo de rosetones,
donde estaría el andito. A mediados del XIII observó la eliminación de la roseta unificando el
muro y logrando una ventana más grande y una mayor iluminación, lo que conlleva un refuerzo
de pilares con contrafuertes y arbotantes exteriores que con pináculos que contrarrestan las
presiones laterales ejerciendo fuerza vertical, decisión del gótico radiante. Esto permitía
canaleos de desagüe en los arbotantes para evitar humedades en los muros, una solución
arquitectónica muy inteligente. Le Duc dejó testigos de los óculos en algunos puntos del muro y
optó por la unificación del interior del edificio con el uso del claristorio completo.
Por su parte, cerrando los espacios de los contrafuertes se permitió la multiplicación de los
espacios de culto interiores, consiguiéndose hasta un total de 47 capillas, donde se centraban
cofradías que contribuían económicamente al mantenimiento del templo y del culto.
En el territorio de Angers:
Otro desarrollo diferente a los dominios reales. Entorno a Angers, en el oeste de Francia surgió
la escuela angevina, relacionada con románico de Poitou. Se caracterizaba por la cúpula de
tradición bizantina sobre pechinas y formada por sillares dispuestos formando anillos
concéntricos que descansan al exterior en grandes contrarrestos y que se refuerzan con nervios
muy finos, embutidos en el plemento que puede descansar sobre ménsulas decoradas. Angers,
le Mans, Poitiers y otros ejemplos.