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Carta a los Hebreos Introducción Pablo no le puso título a su carta, ni la dirigió a ninguna congregación, ni a nadie en particular y tampoco la inició identificándose. Muy apropiado el título “a los Hebreos, puesto siglos después, porque desde las primeras pala- bras de su carta, capta nuestra atención y conno- ta, sin mencionarla, su historia reciente, verdade- ras peripecias por las cuales terminó en prisión, esperando por una apelación a César, como con- secuencia de acciones directas de cristianos de origen hebreo, a quienes va la carta dirigida a reajustar a ese grupo, próximo al cisma. Estilo : no es propiamente epistolar sino intermedio entre carta, sermón y discurso. Pablo la llama “ló- gou t ês parakléseos–discurso de consuelo”, Hebr 13:22; y pide que lo soporten por a) su extensión: en realidad es breve por el impresionante tema y b) paraklesis es consuelo, ayuda (como parákl eto: ayudante), estímulo. Pero para recibir consuelo deben volverse y para volverse deben ver su error. Por eso es también censura y disciplina. Autor : Las demás cartas de Pablo son de estilo epistolar homogéneo y un lenguaje algo más lla- no, pero no siempre fácil de entender, 2Pe 3:16. Los cambios en estilo y lenguaje han hecho que muchos duden de la autoría paulina o que al me- nos haya tenido un secretario que trabajó más de lo habitual en esos aspectos. Si bien a Pablo se lo conoce como el apóstol a las naciones, su ministe- rio no se limitó a los no judíos. Jesús mismo dijo a Ananías “Este hombre [Saulo] me es un vaso esco- gido para llevar mi nombre a las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel Hch 9:15; Ga 2:8-9. Pablo estaba perfectamente preparado para esta comisión y adaptó su lenguaje y estilo a sus des- tinatarios. Su lenguaje aquí impresiona por su so- lemnidad. No es el griego de Pedro, que piensa en hebreo y traduce, produciendo un griego abigarra- do y algo confuso lleno de arameísmos. Tampoco es el elegante griego de Lucas, que piensa y escribe en el griego clásico de los siglos IV y VaEC, de sus libros de tékjne iatriké. El de Pa- blo aquí es koiné puro, pero no el de la calle, sino el de medios cultos, con un vocabulario amplio, sin modismos del clásico y pocos hebraísmos. No fue escrita en hebreo y traducida; por las abundantes figuras retóricas griegas intraducibles. No sorprende que Pablo pudiera escribir con este nivel sobre las Escrituras hebreas. Estudió a los pies de Gamaliel y recibió Instrucción de Jehová 1 mediante Jesús en el episodio de Damasco. Sabe usar el AT y la manera rabínica de citar como lo hace en esta carta. En sus demás cartas Pablo cita de Septuaginta pero corregidas por él desde el texto hebreo. Aquí las citas son copia cuidadosa de Septuaginta, pero no olvidemos que sus destinatarios eran los judaizantes que es- taban tomando el control de las congregaciones de Jerusalén y de Judea. Su predicación no apos- tólica llegaba hasta Antioquía de Siria. Ellos hubieran impugnado cualquier corrección paulina porque lo consideraban apóstata. Sus destinatarios eran cristianos de origen judío, versados en esas Escrituras; pero la carta es tam- bién destinada a convencer a judíos prominentes interesados en la verdad, y especialmente a refu- tar a los que se están desviando. En algunas partes esta carta parece ser conti- nuación de otras cartas de Pablo, y completar argumentaciones de las mismas. Hay gran rela- ción con otras cartas de la 1 er cautividad. Varios párrafos muestran una sólida formación ju- rídica, compatible con los antecedentes paulinos. Respecto a su nombre, Pablo tenía buenas razo- nes para omitirlo en este caso, porque para ese tiempo había odio personal hacia él por parte de muchos judíos que propalaban calumnias en su contra, especialmente los de Asia, Hch 21:28. Esta carta merece seguir incluida en la colección paulina, como muestra la agrupación tradicional. Fue escrita durante la 1 er prisión en Roma, (c. 60- 61EC). Por la hechura tan meticulosa y prolija, pro- bablemente haya sido comenzada dos o tres años antes durante su prisión en Cesárea, ( 58-59EC). Es posible que la haya enviado por partes a San- tiago en Jerusalén y recibido observaciones de su parte y con ello contribuido a su retorno firme a la congregación fiel. Por eso los judaizantes no pudie- ron usar más su prestigiosa figura y luego tuvo la oportunidad y el privilegio de escribir inspirado “la carta de Santiago” en 62EC, donde denuncia a fal- sos cristianos infiltrados. 1:1« Dios, que hace mucho habló en muchas oca- siones y de muchas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas ». Dios habló”: en este bre- ve exordio, Pablo presenta la revelación, recibida a) Πολυµερῶςpolymerôs: en muchas partes u oca- siones”; b) πολυτρόπωςpolytrópos: de muchos modos” y “ἐν τοῖς προφήταιςen toîs prophétais: por medio de los profetas”; y en estos últimos días “ἐν Υἱῷen Hyiôi: por medio de un Hijo”.

Hebreos - Comentario Biblico

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Comentario Biblico de la carta a los hebreos.

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  • Carta a los Hebreos Introduccin

    Pablo no le puso ttulo a su carta, ni la dirigi a ninguna congregacin, ni a nadie en particular y tampoco la inici identificndose.

    Muy apropiado el ttulo a los Hebreos, puesto siglos despus, porque desde las primeras pala-bras de su carta, capta nuestra atencin y conno-ta, sin mencionarla, su historia reciente, verdade- ras peripecias por las cuales termin en prisin, esperando por una apelacin a Csar, como con-secuencia de acciones directas de cristianos de origen hebreo, a quienes va la carta dirigida a reajustar a ese grupo, prximo al cisma.

    Estilo: no es propiamente epistolar sino intermedio entre carta, sermn y discurso. Pablo la llama l-gou ts paraklseosdiscurso de consuelo, Hebr 13:22; y pide que lo soporten por a) su extensin: en realidad es breve por el impresionante tema y b) paraklesis es consuelo, ayuda (como parkleto: ayudante), estmulo. Pero para recibir consuelo deben volverse y para volverse deben ver su error. Por eso es tambin censura y disciplina.

    Autor: Las dems cartas de Pablo son de estilo epistolar homogneo y un lenguaje algo ms lla-no, pero no siempre fcil de entender, 2Pe 3:16.

    Los cambios en estilo y lenguaje han hecho que muchos duden de la autora paulina o que al me-nos haya tenido un secretario que trabaj ms de lo habitual en esos aspectos. Si bien a Pablo se lo conoce como el apstol a las naciones, su ministe-rio no se limit a los no judos. Jess mismo dijo a Ananas Este hombre [Saulo] me es un vaso esco-gido para llevar mi nombre a las naciones as como a reyes y a los hijos de Israel Hch 9:15; Ga 2:8-9.

    Pablo estaba perfectamente preparado para esta comisin y adapt su lenguaje y estilo a sus des-tinatarios. Su lenguaje aqu impresiona por su so-lemnidad. No es el griego de Pedro, que piensa en hebreo y traduce, produciendo un griego abigarra-do y algo confuso lleno de aramesmos.

    Tampoco es el elegante griego de Lucas, que piensa y escribe en el griego clsico de los siglos IV y VaEC, de sus libros de tkjne iatrik. El de Pa-blo aqu es koin puro, pero no el de la calle, sino el de medios cultos, con un vocabulario amplio, sin modismos del clsico y pocos hebrasmos.

    No fue escrita en hebreo y traducida; por las abundantes figuras retricas griegas intraducibles. No sorprende que Pablo pudiera escribir con este nivel sobre las Escrituras hebreas. Estudi a los pies de Gamaliel y recibi Instruccin de Jehov

    1 mediante Jess en el episodio de Damasco. Sabe usar el AT y la manera rabnica de citar como lo hace en esta carta. En sus dems cartas Pablo cita de Septuaginta pero corregidas por l desde el texto hebreo. Aqu las citas son copia cuidadosa de Septuaginta, pero no olvidemos que sus destinatarios eran los judaizantes que es-taban tomando el control de las congregaciones de Jerusaln y de Judea. Su predicacin no apos-tlica llegaba hasta Antioqua de Siria. Ellos hubieran impugnado cualquier correccin paulina porque lo consideraban apstata.

    Sus destinatarios eran cristianos de origen judo, versados en esas Escrituras; pero la carta es tam-bin destinada a convencer a judos prominentes interesados en la verdad, y especialmente a refu-tar a los que se estn desviando. En algunas partes esta carta parece ser conti-nuacin de otras cartas de Pablo, y completar argumentaciones de las mismas. Hay gran rela-cin con otras cartas de la 1er cautividad.

    Varios prrafos muestran una slida formacin ju-rdica, compatible con los antecedentes paulinos. Respecto a su nombre, Pablo tena buenas razo-nes para omitirlo en este caso, porque para ese tiempo haba odio personal hacia l por parte de muchos judos que propalaban calumnias en su contra, especialmente los de Asia, Hch 21:28.

    Esta carta merece seguir incluida en la coleccin paulina, como muestra la agrupacin tradicional.

    Fue escrita durante la 1er prisin en Roma, (c.60-61EC). Por la hechura tan meticulosa y prolija, pro-bablemente haya sido comenzada dos o tres aos antes durante su prisin en Cesrea, (58-59EC).

    Es posible que la haya enviado por partes a San-tiago en Jerusaln y recibido observaciones de su parte y con ello contribuido a su retorno firme a la congregacin fiel. Por eso los judaizantes no pudie-ron usar ms su prestigiosa figura y luego tuvo la oportunidad y el privilegio de escribir inspirado la carta de Santiago en 62EC, donde denuncia a fal-sos cristianos infiltrados.

    1:1Dios, que hace mucho habl en muchas oca-siones y de muchas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Dios habl: en este bre- ve exordio, Pablo presenta la revelacin, recibida a) polymers: en muchas partes u oca-siones; b) polytrpos: de muchos modos y en tos prophtais: por medio de los profetas; y en estos ltimos das en Hyii: por medio de un Hijo.

  • 1:2aal fin de estos das nos ha hablado por medio de un Hijo. Pablo llama a su tiempo esjtosltimos das, porque a los cristianos del primer si-glo no se les dio a conocer los tiempos y sazones que el Padre ha colocado en su propia jurisdiccin, Hech 1:7. Hoy sabemos que muchas profecas tuvie-ron un cumplimiento histrico en aquellos ltimos das Pablo, desde su perspectiva, los llama estos ltimos das, el final del sistema de cosas judo, y tienen cumplimiento pleno en nuestros ltimos das.

    Con estas palabras pone en primer lugar a Dios y su palabra y nos est dando la base de la fe.

    Centra la parte doctrinal inicial de su carta en un Hijo, cuyo conocimiento exacto estaba deca-yendo en la vacilante fe de los judaizantes, tiro-neados entre la ley de Moiss y la ley de Cristo.

    El Hijo, nico en su clase, subordinado al Padre. 1:2ba quien nombr heredero de todas las co-sas, y mediante el cual hizo los sistemas de co-sas. 3al es el reflejo de su gloria y la representacin exacta de su mismo ser. Para los judos no cristianos Jess no era el Hijo de Dios sino un impostor y, al morir como un maldito, no era heredero de nada.

    Para muchos cristianos de origen judo, arrastrados por un grupo principal de judaizantes, Pablo era un apstata, Hech 21:21, y ese Jess que predicaba haba tomado demasiado vuelo contra la ley per-fecta transmitida por ngeles, la ley de Moiss.

    Ese grupo hizo un concilio sin apstoles en el ao 56EC, con Santiago y todos los ancianos, Hech 21:18, e impugnaron a Pablo, su enseanza y sus cartas. Lo enviaron nada menos que al templo, donde era sabido que en ese momento haba un grupo importante de judos de Asia, que lo queran matar por ensear contra la Ley, Hech 21:27-28.

    Santiago, antes de hacerse cristiano y avergonzado de su medio hermano, le recomend a Jess ir al templo, a lo que se neg porque todava no era su hora, Jn 7:1-10. A Pablo no lo pudieron asesinar, salvado por los romanos, y termin preso por va-rios aos. en Cesrea y luego Roma.

    De los argumentos que presenta Pablo deducimos que la infiltracin judaizante no era homognea y que la falsificacin de Cristo evolucionaba al agran-damiento en algunos y a su achicamiento en otros. Al final, 13:8, Pablo califica a todas estas enseanzas como xnaisextraas, ajenas y poiklaisvariadas. Y las refuta.

    Pablo dice de ese Hijo: A) constituido heredero de todo y B) mediador en la creacin de todo

    2 [ tos ainaslos sistemas de cosas; por hebrasmo: el universo material y espiritual]. A y B: No es un ngel ms, ni es homoousiosde la misma naturaleza con el Padre: Jess es herede-ro porque su Padre le dio ese privilegio, lo nombr heredero. Y Jess mismo ense que el Hijo de s mismo no puede nada. El Padre todo lo puede sin que nadie le d nada. Naturalezas muy diferentes.

    C) Reflejo de su gloria: Apagasma: reflejo, resplandor, esplendor. aug es la primer luz del amanecer, cuando el sol no se ve y slo ilumi-na su reflejo en la atmsfera. El prefijo ap pone nfasis en la proveniencia de lo reflejado: el sol. Se percibe claramente la intencin paulina con su ttuloilustracin: a) presentarnos el magnfico brillo de nuestro rey; b) no permitir que nadie confunda al sol con su reflejo en las nubes.

    D) La representacin exacta de su mismo ser: jaraktr: impronta que deja el sello sobre materiales blandos. Era la imagen ms perfecta en aquel tiempo. Hoy hay imgenes de mejor ca-lidad, pero no ha variado el concepto de imagen. La imagen y su objeto pertenecen a categoras distintas. Su naturaleza es radicalmente distinta.

    Las dos poderosas imgenes C y D transmiten con meridiana claridad la naturaleza radicalmente dis-tinta de Jehov y de todos los dems seres, incluyen-do el poderoso Logos, apndice 1 sobre /eikon.

    La religin falsa confunde imagen/objeto y usan estos ttulos tan descriptivos, que resaltan la magn-fica superioridad de la primer creatura sobre todo otro ser creado y al mismo tiempo cierra la puerta a las desviaciones trinitaria y modalista, justamen-te para darle supuesta base bblica. Por ejemplo: El autor quiere decir que Cristo tiene este res-plandor por s mismo, que no puede sufrir eclip-se y que no es susceptible ni de aumentar ni de disminuir, J.Crisstomo, Homila sobre Hebreos. 2. Pablo ilustra con apaugasmaresplandor del sol reflejado en la atmsfera, que va aumentando a medida que el sol se acerca a su salida. Pero este Padre de la Iglesia postula un ingenioso cam-bio en el ttuloilustracin de Pablo, segn el cual el albaapaugasma no es luz reflejada sino luz propia, no eclipsable ni variable con la fuente de luz, el sol. Las consecuencias de esto en lo que el autor [supuestamente] quiere decir, son inmensas. Un alba de luz propia. El precio que deben pagar por su engao. Basta con levantarse temprano y ver cmo el resplandor del alba va aumentando despaci-to, y se cae otra de las bases falsas de la trinidad.

  • 1:3by sostiene todas las cosas por la palabra de su poder; y despus de haber hecho una purificacin por nuestros pecados se sent a la diestra de la Ma-jestad en lugares encumbrados. Tres magnficos privilegios de servicio del Hijo de Dios: a) fron: sustenta, sostiene, porta (es el verbo de llevar las ofrendas), mantiene en existencia el universo.

    b) hizo purificacin por los pecados. c) se sent a la diestra del Padre, posicin de aprobacin.

    El Hijo, superior a los ngeles 1:4De modo que ha llegado a ser mejor que los ngeles, al grado que ha heredado un nombre ms admirable que el de ellos. En su existencia huma-na, aunque hombre perfecto, Jess fue muy infe-rior a los ngeles, por su constitucin material y por su muerte vergonzante. A la vista de los ju-dos no cristianos era el peor, un maldito, juzga-do y colgado de un madero. A la vista de los de Santiago, iba decayendo en la medida que cre-ca, apartados del fundamento apostlico, el re-torno a la Ley. A los cristianos judaizantes se es-cribe esta carta inspirada. Los que se dejaron rea-justar reinarn con Cristo. Los que no, formaron la ramera apstata y asesinaron a los fieles.

    Con su resurreccin, lleg a ser mejor que los n-geles, y se hizo un magnfico nombre ante Jehov.

    1:5Por ejemplo, a cul de los ngeles dijo l al-guna vez: T eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre? Y otra vez: Yo mismo llegar a ser su padre, y l mismo llegar a ser mi hijo?.

    Jehov pudo decir estas palabras a Jess dos veces: a) cuando lo cre; b) cuando lo resucit.

    Cuando se las dijo a David apuntaron tambin a Salomn y a la Descendencia hasta tiempo in-definido, 2Sa 7:14. Cristo muri como Heremanathemamaldito; al ser resucitado fue declarado justo, se le dio un cuerpo espiritual, la muerte no tiene ya poder sobre l y fue aprobado y ensal-zado ms que en su existencia prehumana.

    1:6Pero cuando introduce de nuevo a su Primo- gnito en la tierra habitada, dice: Y que todos los ngeles de Dios le rindan homenaje. Es posible que el adverbio plinde nuevo se aplique al verbo introducir. En ese caso se cumple con su entronizacin en los cielos y Presencia invisible en la tierra y cuando venga con sus ngeles y hermanos ungidos en Armagedn. Tambin p-linde nuevo puede aplicar a decir en la serie de tres citas bblicas en :5-6. Entonces incluira adems desde la concepcin de Mara, su vida,

    3 muerte y resurreccin hasta su ascensin.

    Por voluntad de Dios todos los ngeles estn suje-tos a l y le proskyneorinden home-naje. Otra base bblica [falsa] de la trinidad es afirmar que proskyneo es siempre adorar.

    kyne es rodilla. Con el prefijo preposicio-nal pros indica un cambio de posicin: tirarse de rodillas y quedar postrado. Esa posicin indica a) adoracin, como la que se debe slo a Jehov; b) rendir homenaje a un rey, o subordinacin a un superior. El trmino hebreo es 7812 SH aJaH: postrarse, arrodillarse, en homenaje a la realeza o en adoracin a Dios. En LXX Shajah es proskyneo.

    1:7Tambin, respecto a los ngeles dice: Y hace a sus ngeles espritus, y a sus siervos pblicos una llama de fuego. La cita de Sal 104:4 sigue expresando la posicin subordinada de los ngeles, en con-traste con la privilegiada posicin del Hijo.

    1:8Pero respecto al Hijo: Dios es tu trono para siem- pre jams, y el cetro de tu reino es el cetro de recti-tud. 9Amaste la justicia, y odiaste el desafuero. Por eso Dios, tu Dios, te ungi con el aceite de alborozo ms que a tus socios. Otra de las bases bblicas [falsas] del Cristo-Dios es este pasaje, que todas las versiones, salvo TNM, traducen: Al Hijo, en cambio, le dice: Tu trono, oh Dios!, permanece para siempre, cetro de rectitud es tu cetro real.

    El texto griego admite ambas traducciones, pero el contexto de toda la Biblia exige la de TNM. Error catlicoevanglico: afirmar que el grie-go no admite la traduccin TNM y falsear todo el contexto, cf. apndice 2.

    Los ngeles son siervos, fieles y excelentes; pero Jesucristo es el rey ungido. El fundamento de su poder legtimo simblicamente su trono es Je-hov mismo, que lo eligiungi por su amor por la justicia y odio por el desafuero, por su rectitud.

    1:10Y: T en el principio, oh Seor, colocaste los fun- damentos de la tierra misma, y los cielos son las obras de tus manos. 11Ellos mismos perecern, pero t mismo has de permanecer de continuo; e igual que una prenda de vestir exterior todos ellos envejecern 12y los envolvers igual que una capa, como una prenda de vestir exterior; y sern cambiados, pero t eres el mismo, y tus aos nunca se acabarn.

    Pablo cita Sal 102:25-27, que se refiere a Jehov y las aplica a Jesucristo. Esto se debe a que el Hijo es aquel mediante el cual, Dios efectu las obras de creacin que el salmista describe all.

    Eso no los hace iguales ni consubstanciales, sino

  • que al expresar el enorme poder, sabidura y auto-ridad recibidos por Jesucristo, muestra su superio-ridad sobre los ngeles, al mismo tiempo que su naturaleza radicalmente diferente de la de Jehov, que no recibe y todo lo puede por naturaleza.

    El Apstol contrasta la permanencia del Hijo resu-citado y glorificado, sobre quien la muerte ya no tie-ne poder, Ro 6:9; Ap 1:18, con la de la creacin fsi-ca y los mismos ngeles, que Dios podra envolver igual que una capa y apartar si as lo deseara.

    Esto es una expresin ms de la superioridad de Jess, que Pablo presenta para contrarrestar el error de algunos cristianos de origen hebreo que estaban comenzando a falsificar a Cristo para evitar persecuciones judas. Hebr 1:5b es una cita de 2Sa 7:14 que se aplica al Hijo de Dios. El texto tuvo aplicacin primero a Salomn y aqu a Jesu-cristo. Jess es mayor que Salomn y hace una obra prefigurada por Salomn, Lu 11:31.

    1:13Pero con respecto a cul de los ngeles ha dicho l alguna vez: Sintate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies? 14No son todos ellos espritus para servi-cio pblico, enviados para servir a favor de los que van a heredar la salvacin?. Como todo el cap.1 Pablo sigue el contraste entre Jesucristo, heredero de todo y los ngeles, servidores a favor nuestro. Es obvio que Jess es muy superior a los ngeles; pero hacerlo igual a Dios, cuando la Biblia mues-tra que son de naturaleza absolutamente distinta, es un exceso que transforma su culto en idolatra,

    2:1Por eso es necesario que prestemos ms de la acostumbrada atencin a las cosas odas por noso-tros, para que nunca se nos lleve a la deriva.

    Por eso: esta frase une con todo el cap.1 como si fueran considerandos y comenzara la fase resolutiva.

    Sintetizando, y sin la prudencia de Pablo, que, como esclavo fiel y discreto, evit la divisin, dijo algo as: Visto que estn falsificando a Cristo y consideran-do que me estn desautorizando como Apstol, en contra de la palabra de Dios... Por eso es necesario que prestemos ms de la acostumbrada atencin...

    La encarecida recomendacin fue primero para Santiago, que en el concilio apostlico de Jerusaln se uni a los apstoles en recibir a los de las nacio-nes y no perturbarlos con la Ley, dando base bbli-ca para ello, Hech 15:14-18; y hasta con cierto ex-ceso de celo present su decisin, Hech 15:19. Luego se pleg al acuerdo unnime del concilio en la carta encclica que dio su aprobacin a Pablo y Bernab y su enseanza. Pero, mostrando que se

    4 dejaba llevar a la deriva, fue usado por los ju-daizantes, que usaban su nombre los de Santia-go y le hicieron convocar una gran reunin con todos los ancianos [y ningn Apstol], Hech 21:18.

    La recomendacin de 2:1 es muy oportuna para nosotros hoy Satans sigue usando sus mtodos y abre al cap.2, que contina el mismo tema.

    No es bueno ser llevado a la deriva, ni para un barco ni para un cristiano. El que empuja al nau-fragio es el enemigo de Dios. El ancla es la fe.

    Perseverar en la fe y en la salvacin de Cristo 2:2Porque si la palabra hablada mediante ngeles result firme, y toda transgresin y acto de des-obediencia recibi retribucin en conformidad con la justicia, 3cmo escaparemos nosotros si hemos descuidado una salvacin de tal grandeza, puesto que empez a ser hablada mediante nuestro Seor y nos fue verificada por los que le oyeron, 4mientras Dios tom parte en dar testimonio tanto con seales como con portentos presagiosos y con diversas obras poderosas y con distribuciones de espritu santo segn su voluntad?. Fuerte contraposicin entre la oikonomandispensacinadministracin de la ley de Moises y la de la ley de Cristo.

    Ambas por voluntad de Dios, que testimoni: a) a la ley de Moiss al hablarla mediante ngeles y b) a Cristo al hablar mediante nuestro Seor, verificado por muchos testigos y testificada por Je-hov mismo mediante milagros y distribuciones de espritu santo[uncin, dones mayores].

    Pablo inspirado les est diciendo: no aceptan este cambio, esta nueva dispensacinadministracin, que est bien testimoniada por Jehov mediante Cristo; pero, si en la misma ley de Moiss est firmemente sancionada la desobediencia, cmo creen que escaparn si no obedecen la ley de Cristo, parte del plan de salvacin?.

    2:5Porque no es a ngeles a quienes l ha sujetado la tierra habitada por venir, acerca de la cual hablamos. 6Pero cierto testigo ha dado prueba en algn lugar, diciendo: Qu es el hombre para que lo tengas pre- sente, o el hijo del hombre para que cuides de l? 7Lo hiciste un poco inferior a los ngeles; con glo-ria y honra lo coronaste, y lo nombraste sobre las obras de tus manos. 8Todas las cosas las sujetaste debajo de sus pies. Porque al sujetar todas las co-sas a l, no dej Dios nada que no est sujeto a l. Ahora, sin embargo, no vemos todava todas las co- sas sujetas a l; 9pero contemplamos a Jess, que ha- ba sido hecho un poco inferior a los ngeles, corona- do de gloria y honra por haber sufrido la muerte, para que por la bondad inmerecida de Dios gustase

  • la muerte por todo hombre. Pablo les est ro-gando que se sujeten a Cristo y a la autoridad apostlica. Es posible que con Santiago y algu-nos de su grupo lo haya logrado, ya que no se oye ms de ellos luego del triste episodio del templo, y en 61EC escribe su carta inspirada. Pero los ju-daizantes como grupo siguieron activos y luego de la muerte de los Apstoles tomaron el control completo y formaron la ramera asesina.

    El argumento aqu se centra en la autoridad de Jehov: No es a ngeles a quienes Jehov les ha sujetado el reino SINO A Jesucristo y los ungidos.

    En su celo equivocado por cuidar a Moiss, estaban achicando a Jess y a sus Apstoles fie-les, que les predicaban el reino, acerca del cual hablamos. Se haban quedado con el Jess un poco inferior a los ngeles y estaban por perder al Rey y su reino, al cual todo fue sujetado. Qu testigo presenta, David y su Sal 8, mesinico.

    Rescate, obra de Cristo y no de ngeles 2:10Porque le fue propio a aquel por cuya causa todas las cosas son y mediante el cual todas las co-sas son, al llevar a la gloria a muchos hijos, perfec-cionar mediante sufrimientos al Agente Principal de su salvacin. Por qu ocurri todo esto? Por la sabidura, el poder, el amor y la soberana voluntad de Jehov, que para satisfacer su justi-cia, formar la descendencia secundaria, llevar a la gloria a muchos hijos, y luego las otras ove-jas, tuvo que entregar a su Hijo para que muriera nuestra muerte. Por eso se hizo Arjegn de nuestra salvacin [arj: primero, principal + egn: agente, conducto, mediador]. Y ese camino doloroso, que fue un tropiezo para los judos extraviados, que esperaban un Mesas con lustre de rey mundano, justamente fue el modo de Jehov para perfec-cionar mediante sufrimientos a nuestro Rey.

    2:11Porque tanto el que est santificando como los que estn siendo santificados, todos emanan de uno so- lo, y por esta causa l no se avergenza de llamarlos hermanos, 12como dice: Declarar tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregacin te ala-bar con cancin. La eleccin, uncin y santifica-cin provienen de uno solo[usa el uno para per-sona], Jehov. La filiacin y la adopcin como hijos proviene de l. La hermandad es su resultado. Si Cristo se estuviera avergonzando de sus hermanos, se estara avergonzando de Jehov que los eligi y ungi. Pablo les ruega acepten la voluntad de Je-hov. David, antepasado y figura de Cristo, con sus canciones 22:22 y 40:9, es ejemplo.

    5 2:13Y otra vez: Tendr mi confianza en l. Y otra vez: Miren! Yo y los hijitos, los cuales Jehov me dio. 14Por lo tanto, puesto que los hijitos son par-tcipes de sangre y carne, l tambin de igual ma-nera particip de las mismas cosas, para que por su muerte redujera a nada al que tiene el medio para causar la muerte, es decir, al Diablo; 15y emancipa-ra a todos los que por temor de la muerte estaban sujetos a esclavitud durante toda su vida.

    El escarnio de los judos est haciendo mella en algunos cristianos de origen judo, provocando una crisis de fe y de confianza en Cristo. Pablo inspirado les/nos da el blsamo de la Escritura: por ese medio, tan vituperado por su muerte ver-gonzante, Jehov reducir a nada al que tiene el medio para causar la muerte, es decir, al Diablo.

    Con la verdad podrn volverse a Jehov y ser emancipados de todo miedo y esclavitud.

    2:16Porque verdaderamente no est prestando ayu- da a ngeles de manera alguna, sino que est pres-tando ayuda a la descendencia de Abrahn. 17Por consiguiente, le era preciso llegar a ser semejante a sus hermanos en todo respecto, para llegar a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios, a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio por los pecados de la gente. 18Pues por cuanto l mismo ha sufrido al ser puesto a prueba, puede ir en socorro de los que estn siendo puestos a prueba. Con este plan de salvacin, que estn rechazando, aferrndose a lo anterior, repudian a Cristo, que ser el gran Rey que ellos esperaban, y que hoy lo es. Pero que primero deba ser un sim-ple humano, sin tacha, como las figuras animales, para ser probado y aprender misericordia y obe-diencia y morir como sacrificio propiciatorio, dan-do la base para el perdn. En ese camino errneo rechazan la soberana de Jehov y a su mediador, el mejor rey y sacerdote, que dio su vida por todos.

    Cristo superior a Moiss 3:1Por consiguiente, hermanos santos, participan- tes del llamamiento celestial, consideren al apstol y sumo sacerdote que nosotros confesamos: a Jess.

    Pablo se dirige a los ungidos, y hoy a un solo rebao, un solo pastor, Jn 10:16, para que medite-mos cuidadosamente en el conocimiento de Cristo.

    Este cap.3 abre con el tema: Cristo en cuanto sumo sacerdote y su autoridad, proveniente de su nombramiento: apstolenviado por Jehov. Contina el dilogo con sus interlocutores y des-tinatarios histricos: cristianos ungidos de prove-niencia juda, que estn siendo extraviados y se estn apartando de los apstoles y del Cristo real

  • y forman un grupo creciente de judaizantes y es-tn buscando un modo de retorno al sacerdocio terrenal que perdieron al hacerse cristianos. Por eso el consejo es que consideren y vuelvan al sumo sacerdote que nosotros confesamos.

    3:2l fue fiel a Aquel que lo hizo tal, as como Moiss tambin lo fue en toda la casa de Aquel.

    En los versos siguientes Pablo contesta a dos desvos que detecta en su tiempo: hacer a Cristo menor que los ngeles o hacerlo igual a Dios.

    Por eso incursiona en el conocimiento exacto de Cristo y su relacin con Jehov y con Moiss. l, Cristo, fue nombrado y enviado por Aquel, Jeho-v. Moiss lo fue tambin en Su tienda terrenal.

    Pablo resalta la fidelidad de Cristo al que lo en-vi, Jehov; como la tuvo Moiss, para imitarlos.

    Esto es un punto en comn, pero algunos cris-tianos judaizantes los estaban arrastrando en un camino de retorno, abochornados de Cristo y su enseanza, por la visin de los judos desvia-dos, orgullosos de sus provisiones, superiores.

    3:3Porque a este se le considera digno de ms gloria que a Moiss, puesto que tiene ms honra que la casa el que la construye. 4Por supuesto, toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido todas las cosas es Dios. Sin embargo Jess es digno de ms gloria que Moiss, que fue un fiel siervo: No as con mi siervo Moi-ss! Tiene confiada a l toda mi casa, Nu 12:7.

    Jess, como Hijo, es dueo de casa, por haber participado en la creacin como obrero maestro.

    Jehov es mayor que cualquier otro ser, por el derecho natural del Creador. Jess, como me-diador y primognito de la creacin, es mayor que todo el resto de la creacin, incluido Moiss.

    3:5Y Moiss como servidor fue fiel en toda la casa de Aquel como testimonio de las cosas que haban de hablarse despus. Moiss fue fiel servidor porque cumpli la tarea encomendada. Pero tambin porque fue figura de Cristo: Les levantar un profeta de en medio de sus hermanos, semejante a ti; y verdaderamente pondr mis palabras en su boca, y l ciertamente les hablar todo lo que yo le mande, Dt 18:18. Como typo, sombra y tutor Moiss debi conducir a Cristo. No fall el typo, el fiel Moiss, sino los israelitas infieles, que cayeron en el desierto. Tampoco fall el antitypo, Cristo, sino los lderes judos desviados, que lo rechazaron y mataron, porque no captaron el mensaje tutorial de la Ley, que les hubiera permitido reconocerlo; porque quitaron la Ley de la boca del sacerdote,

    6 Mlq 2:6-7, y se sentaron en la ctedra de Moiss, Mt 23:2, perdiendo la asistencia del espritu santo.

    Como las realidades por venir son superiores a las sombras, el Hijo de Dios es superior a Moiss y la falta de fe para con Cristo es ms grave que aquella incredulidad de los israelitas con Moiss, que merecieron tan grave castigo.

    3:6pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Aquel. Nosotros somos la casa de Aquel, si mante-nemos fuertemente asida nuestra franqueza de ex-presin y nuestra jactancia respecto a la esperanza con firmeza hasta el fin. Cristo fue fiel como Hijo: a) en la tierra al cumplir cabalmente su comisin para la cual fue enviado; b) despus de su muerte, resurreccin, ascensin y glorifica-cin, ejerce como sumo sacerdote en la casa de Aquel no hecha de manos, que derrama el es-pritu santo sobre los elegidos, que son parte de la casa de Aquel, si se mantienen en la verdad y resisten las pruebas con firmeza hasta el fin.

    Pablo, humilde, se incluye entre los que deben aguantar hasta el fin, porque no es de los una vez salvo siempre salvo. Y porque quiere re-comendarles con el ejemplo, que si aplican en sus vidas la palabra de Jehov mediante Cristo, tendrn franqueza de expresin. Y si la mantie-nen firme se terminar ese complejo de inferio-ridad con los judos ya desechados, que se jactan de un templo que va a la destruccin. Su jactan-cia, como la de nosotros hoy debe ser en Jehov y en la esperanza de cada uno mediante Cristo.

    El descanso de Dios, la obediencia y la fe 3:7Por esta razn, as como dice el espritu santo: Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de l, 8no en- durezcan sus corazones como en la ocasin de causar amarga clera, como en el da de hacer la Masah prueba en el desierto, 9en el cual sus antepasados me Masahprobaron con una Masahprueba y, con todo, haban visto mis obras durante cua-renta aos. 10Por esta razn qued asqueado de es-ta generacin y dije: Siempre se descarran en su corazn, y ellos mismos no han llegado a conocer mis caminos. 11De modo que jur en mi clera: No entrarn en mi descanso.

    Obediencia con corazn completo o desobedien-cia de un corazn endurecido. La misma alterna-tiva en nuestro camino por el desierto hoy.

    Para llegar a la tierra prometida, los primeros un-gidos cumplieron al completar la Biblia, predicar el reino y mantenerse firmes hasta el fin. As con-tribuyeron en construir la casa de Aquel.

  • Los de nuestro tiempo reconstruyeron la adora-cin verdadera y hoy tenemos a Cristo dirigiendo a los dos rebaos. Las otras ovejas tambin constru-yen la casa de Aquel al adquirir la palabra, vestir-se de la personalidad cristiana y servir fielmente.

    Pablo presenta el ejemplo amonestador de los is-raelitas en el desierto: De modo que llam el lu-gar por nombre Masah y Merib, a causa del Me-riybahreir de los hijos de Israel y a causa de que Masahpusieron a prueba a Jehov, diciendo: Est Jehov en medio de nosotros, o no?, Ex 17:7. 4808 MeRiYBaH: ria, reir; 4531 MaSaH: prueba, poner a prueba. La inicua Meri-bria de los israelitas no fue con Moiss sino con el que nombr a Moiss. Con la milagrosa agua de Merib y pese al tropiezo de Moiss, Jehov fue santificado entre ellos, Nu 20:13.

    Exhortacin al autoexamen 3:12Cuidado, hermanos, por temor de que alguna vez se desarrolle en alguno de ustedes un corazn ini- cuo y falto de fe al alejarse del Dios vivo.

    Cuidado: blpetemiren!, sobre todo a s mismos, como est su corazn y su relacin con Jehov. En el corazn se va desarrollando la ini-quidad y la falta de fe que termina apartndonos de Dios. Se dirige primero a los judaizantes, que lo mandaron a prisin, cuestionando a Jehov. Est muy preocupado por ellos y por la unidad de la congregacin. Pareca inminente un gran cisma. El consejo inspirado dio frutos. Despus de este epi-sodio no se escucha ms en Hechos los de San-tiago. Santiago y algunos otros muy posiblemen-te se volvieron de ese mal camino. Muchos judai-zantes siguieron y terminaron conduciendo a la apostasa, luego de la muerte de los apstoles.

    3:13pero sigan exhortndose los unos a los otros cada da, mientras pueda llamrsele Hoy, por te-mor de que alguno de ustedes se deje endurecer por el poder engaoso del pecado. Ese autoexamen y beneficiarnos de las provisiones divinas: oracin, hermanos maduros, reuniones, estudio y minis-terio son urgente. Son Hoy. No debemos subes-timar el poder del enemigo.

    Hoy: Pablo lo presenta enfticamente porque hoy todava est abierta la puerta; [recuerda al no dejes para maana lo que puedes hacer hoy]. Sal 95:7 presenta a Jehov como Pastor, que marca el cami-no de las ovejas que lo escuchan, y lo contrapone al aptei ts hamartaspoder engaoso del pecado. Pato: pisar, andar.

    7 Con a prefijada, apato es desandar, extraviar. Eso hace el pecado, nos hace perder el camino.

    3:14Porque realmente llegamos a ser participan-tes del Cristo slo si mantenemos fuertemente asida la confianza que tuvimos al principio con firmeza hasta el fin, 15entretanto que se dice: Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de l, no endurezcan sus cora- zones como en la ocasin de causar amarga clera.

    Salirse de la enseanza apostlica les har per-der la verdadera fe, la pertenencia al Cristo y la participacin en la salvacin de Jehov. Deben volver a la confianza que tuvieron al principio o slo se encontrarn con amarga clera por haber rechazado el agua de vida.

    3:16Pues, quines fueron los que oyeron y, no obs- tante, provocaron a amarga clera? De hecho, no lo hicieron todos los que salieron de Egipto bajo Moi- ss? 17Adems, de quines qued asqueado Dios du- rante cuarenta aos? No fue de los que pecaron, cuyos cadveres cayeron en el desierto? 18Pero a quines jur l que no entraran en su descanso, sino a los que haban actuado desobedientemente? 19As vemos que ellos no pudieron entrar debido a falta de fe. Los israelitas que salieron de Egipto, a poco de salir del Mte.Sina, ante las dificulta-des, perdieron la perspectiva. Haban formado parte, como vctimas, del proyecto de genocidio egipcio y con mano fuerte Jehov los sac y les puso jefes competentes para conducirlos a la tie-rra prometida. Un viaje que debi haber sido de unos meses dur cuarenta aos, porque con una actitud de anhelo egosta, rechazaron las provisio-nes de Jehov provocndolo a amarga clera. Aquella primer generacin cay en el desierto por su anhelo egosta y falta de fe, Nu 11:4.

    Escucharon pero no captaron realmente ni estuvie-ron a la altura de las exigencias del camino porque se alejaron de Jehov y despreciaron sus provisiones. La generacin que creci en el desierto lleg a ser como aquellos y peor. Dijeron del man lo que los primeros no se atrevieron: es un pan despreciable, Nu 21:5. Entraron a la tierra prometida pero no hicieron precisamente as, y por su desobedien-cia no tuvieron el descanso prometido y termina-ron desechando a Cristo y siendo desechados.

    Cuidado de no perder el descanso de Dios 4:1Por lo tanto, puesto que queda una promesa de en- trar en el descanso de l, temamos que en algn tiempo alguno de ustedes parezca no haberla alcanzado.

    En el tiempo de Pablo, como hoy, sigue la pro-mesa de entrar en el descanso de Dios, pero tambin el peligro de ser extraviados y no alcanzarla.

  • Hay muchas maneras de perder la promesa. Adn y Eva entraron en ese descanso de Dios y lo per-dieron, Eva de un modo y Adn de otro; y as lo malograron para la humanidad, que debi quedar sujeta a futilidad, en base a la esperanza de que mediante la Descendencia se podra tener la opor-tunidad de volver a entrar en ese descanso. En ese camino los israelitas tuvieron una magnfica opor-tunidad en el desierto hacia la tierra prometida y tambin lo perdieron.

    Los cristianos de origen judo, especialmente los judaizantes, estaban particularmente en peligro, porque la presin del sistema judo de los que re-chazaron a Cristo, se traduca en un eslogan a menos que se circunciden conforme a la costumbre de Moiss, no pueden ser salvos, que comenzaron a predicar los de Santiago, Hech 1 :15, Ga 2:12.

    Estaban perdiendo la esperanza de entrar en el descanso de Dios, por el extravo de pensar que apartndose de Jehov, de su Ungido y del cami-no que determina Su voluntad, podan hallarlo.

    Parezca no haberla alcanzado: un trmino de las carreras. Aplica a los que no llegan a la meta o que-dan rezagados. El descanso de Dios era un don asociado a su bondad amorosa. No haba que alcanzarlo. Vena con la vida perfecta. Des-cans el Creador, descans la criatura. Pero al perderlo la humanidad cada debe buscarlo y mantenerlo firmemente asido.

    4:2Porque a nosotros tambin se nos han declara-do las buenas nuevas, as como a ellos tambin; pero la palabra que fue oda no les aprovech, porque no estaban unidos por fe con los que s oyeron.

    A esos cristianos de origen judo se les declararon las buenas nuevas, pero no les aprovech porque algunos se mantenan ms unidos a los judos no cristianos, que a los apstoles, que s oyeron.

    4:3aPorque nosotros los que hemos ejercido fe s entramos en el descanso. Al ponerse de parte de la soberana de Jehov, dedicarse y expresarlo pbli-camente, el cristiano entra en el descanso de Dios en base al sacrificio de Cristo. Pero para mantener-se y llevarlo a plenitud debe seguir ejerciendo fe.

    El Apstol Pablo lo tena muy claro. El estaba en la carrera por el descanso, pero no crea haber llegado ya a la meta: No que lo haya recibido ya, ni que ya haya sido perfeccionado, sino que prosi-go para ver si tambin puedo asir aquello para lo cual yo tambin he sido asido por Cristo Jess. Hermanos, todava no me considero como si lo hubiera asido; pero hay una cosa en cuanto a ello:

    8 Olvidando las cosas que quedan atrs, y extendin-dome hacia adelante a las cosas ms all, prosigo hacia la meta para el premio de la llamada hacia arriba por Dios mediante Cristo Jess, Fil 3:12-14.

    Esa plenitud del descanso de Dios la alcanzan los ungidos con esperanza celestial al ser decla-rados justos en su resurreccin; y los que viven en la tierra recien al fin del milenio, ya perfec-cionados y si pasan fieles la prueba final.

    4:3btal como l ha dicho: De modo que jur en mi clera: No entrarn en mi descanso, aunque las obras de l haban sido terminadas desde la funda-cin del mundo. Pablo sigue citando de Sal 95, sobre los israelitas en el desierto y lo aplica a los judaizantes de Judea, que imaginan que se acer-can a Jehov siguiendo cualquier viento de doc-trina. No conocen los caminos de Jehov. Se re-fiere al conocer hebreo, que incluye hacer caso. Conocan, porque se les dio a conocer, pero no les interesaba profundizar, meditar ni aplicar. No hicieron caso, como los del diluvio y Jehov los barri a todos. Son un pueblo de corazn pro-penso a descaminarse, y ellos mismos no han llegado a conocer mis caminos; respecto de quienes jur en mi clera: Ciertamente no en-trarn en mi lugar de descanso, Sal 95:10b, 11.

    Katabols ksmoufundacin del mundo: un trmino de los juegos griegos referido al ballolanzamiento de discobalajabalinamartillo. Aqu es el lanzamiento del ksmos-mundo. Eva fue la ltima de las obras creativas terrestres de Jehov. All comenz el descanso del Creador y debi comenzar el descanso de sus criaturas.

    La desobediencia y la rebelin slo retras ese descanso. Con el nacimiento de los hijos de Adn y Eva comienza nuestro ksmos-mundo de la humanidad cada. Al mirar aquel acontecimiento, los que estamos de parte de la soberana de Jeho-v, sentimos gozo y alabamos a nuestro creador, con alguna lgrima por este mundo cado en que nos toca vivir. Sin esa fundacin del mundo no estaramos aqu. Nuestro justo y misericordioso Dios nos dio la oportunidad de llegar a su maravi-lloso descanso, que apenas podemos imaginar.

    4:4Porque en un lugar l ha dicho del sptimo da como sigue: Y Dios descans en el sptimo da de to- das sus obras, 5y otra vez en este lugar: No entra-rn en mi descanso. 6Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en l, y aquellos a quienes pri-mero se declararon las buenas nuevas no entraron a causa de desobediencia. Pablo vuelve a repetir

  • que Dios descans en el sptimo da, pero no as Adn y Eva que se rebelaron. Jehov rpidamente present un camino para los descendientes cados pero inocentes, para entrar en su descanso, que todava est abierto. Ese camino fue rechazado por el pueblo del primer pacto. No entraron a causa de desobediencia. Pablo se los presenta a los destinatarios iniciales de su carta a los hebreos como ejemplo amonestador. Y a noso-tros, que debemos trabajar en el conocimiento de la voluntad de Dios y en obediencia.

    4:7vuelve a sealar cierto da, al decir despus de tan- to tiempo, en el salmo de David: Hoy; tal como se ha dicho antes: Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de l, no endurezcan sus corazones. 8Porque si Josu los hubiera conducido a un lugar de descanso, Dios no habra hablado despus de otro da. 9De modo que queda un descanso sabtico para el pueblo de Dios. Despus de los cuarenta aos, y habiendo visto las consecuencias de la desobediencia, los israelitas de Josu, en lugar de aprovechar su hoy, su oportunidad de entrar en el descanso, tampoco escucharon. Pablo present su ejemplo amonestador para los judaizantes y para nosotros.

    4:10Porque el hombre que ha entrado en el des-canso de Dios ha descansado l mismo tambin de sus propias obras, as como Dios de las suyas. En el extravo de los judaizantes hay miedo y falta de fe y confianza en Jehov. Pablo les con-suela con estas palabras y les exhorta a mante-nerse firmes en la verdad y unidos a la ensean-za apostlica. No deban transar con la verdad. Deban mantenerse firmes. La muerte sera su descanso a veces pero las cosas que hicieron van junto con ellos, Rev 14:13. Las persecucio-nes judas fueron tan crueles como las romanas, pero pronto vendran para aquellos magnficos cristianos fieles las pruebas desde adentro: la ramera apstata quedara ebria de su sangre fiel.

    Casi cuatro dcadas despus Juan escribi: Y o una voz procedente del cielo decir: Escribe: Fe-lices son los muertos que mueren en unin con el Seor desde este tiempo en adelante. S, dice el espritu, que descansen de sus labores, porque las cosas que hicieron van junto con ellos, Rev 14:13.

    Tanta persecucin terminar muchas veces en muerte. Por eso el consuelo de Jehov mediante una voz procedente del cielo. Los que mueren en unin con el Seor son los ungidos que mue-ren fieles. La voz los declara felices, porque descansan de sus labores y dolores y porque Je-hov no olvida las cosas que hicieron.

    9 Estas palabras son para los que mueren desde este tiempo en adelante, es decir a los ungidos del Da del Seor, los ungidos del tiempo del fin, que se vienen juntando desde 1919.

    Fortalecieron y prepararon a los primeros lectores de Revelacin, que tras la muerte de Juan fueron arrasados y tambin a los que vemos cerca la gran tribulacin anunciada por Jess, la peor.

    4:11Hagamos, por lo tanto, lo sumo posible para entrar en ese descanso, por temor de que alguien caiga en el mismo modelo de desobediencia.

    Pablo pide hacer lo sumo posible. Lo mismo que recomend Jess con el esfurcense vigorosamen-te por entrar por la puerta angosta. Estamos en cir-cunstancias tan difciles como las que motivaron ese consejo. Las causas para ser esforzados y diligentes son: a) aprovechemos el hoy en que las puertas estn abiertas; b) no subestimemos al Extraviador. l sigue con sus estrategias exitosas y nosotros po-demos caer en el mismo modelo de desobedien-cia que Eva, Adn y todos los que los siguieron.

    4:12Porque la palabra de Dios es viva, y ejerce po- der, y es ms aguda que toda espada de dos filos, y pe- netra hasta dividir entre alma y espritu, y entre coyun- turas y su tutano, y puede discernir pensamientos e intenciones del corazn. 13Y no hay creacin que no est manifiesta a la vista de l, sino que todas las cosas estn desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

    Este hermoso pasaje nos ensea sorprendentes propiedades de la palabra inspirada de nuestro Pa-dre celestial. Pablo lo us para animarnos a tener metas de estudio, meditativas y aplicativas de esa Palabra, como parte del esfuerzo vigoroso y del hacer lo sumo posible. Y hacerlo hoy.

    Cristo sumo sacerdote superior a los de la Ley 4:14Visto, por lo tanto, que tenemos un gran sumo sacerdote que ha pasado por los cielos, Jess el Hijo de Dios, tengamos asida nuestra confesin de l. 15Por- que no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado. 16Acerqumonos, por lo tanto, con franqueza de expresin al trono de la bon- dad inmerecida, para que obtengamos misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda al tiem-po apropiado. Pablo inspirado recomienda a un sumo sacerdote que ha pasado por los cielos.

    Se sigue dirigiendo a los judaizantes, empujados al sumo sacerdote que todava ejerce en el templo, del que en pocos aos no quedar piedra sobre piedra.

  • El contraste con Cristo, que se conduele y es misericordioso y humilde es enorme

    5:1Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es nombrado a favor de los hombres sobre las cosas que tienen que ver con Dios, para que ofrezca ddivas y sacrificios por los pecados. 2Puede tratar con moderacin a los ignorantes y errados, puesto que l tambin est cercado de su propia debilidad, 3y a causa de ella le es preciso hacer ofrendas por los pecados, tanto por s mismo como por el pueblo. El sumo sacerdote es una institucin divina. Cuando hacan la voluntad de Dios eran una bendicin para el pueblo. Cercados por su propia debilidad, an los fieles deban hacer ofrendas por sus pecados. Los extraviados no trataban con moderacin a los ignorantes y ni se hacan responsables por haber permitido que la palabra de Dios fuera custodiada por las academias rabnicas y escamoteada del pueblo.

    5:4Tambin, el hombre no toma esta honra por su propia cuenta, sino nicamente cuando es llamado por Dios, as como tambin lo fue Aarn. 5Del mismo modo tambin, el Cristo no se glorific a s mismo mediante llegar a ser sumo sacerdote, sino que fue glorificado por aquel que habl respecto a l: T eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre. 6As como dice tambin en otro lugar: T eres sacer- dote para siempre a la manera de Melquisedec.

    Jess es un ejemplo de modestia en todas las eta-pas de su existencia y en todos los privilegios que tuvo. Su sacerdocio no fue la excepcin, no slo fue nombrado, sino que fue anunciado siglos antes Jehov ha jurado (y no sentir pesar): T eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!, Sal 110:4. Pablo presenta el ejemplo de Cristo porque est mostrando la superioridad de su sacerdocio, como la realidad es superior a las sombras y el antitypo a sus typos. Pero adems de esa superioridad inherente, les presenta a los judaizantes, que quieren salirse de Cristo y volver a los sumos sacerdotes humanos, toda la glorifi-cacin de s mismos que estos hacen al ser nom-brados por manejos polticos y no teocrticos. La ramera religiosopoltica actuaba ya, antes de su anuncio formal en Revelacin cap.17.

    5:7En los das de su carne Cristo ofreci ruegos y tambin peticiones a Aquel que poda salvarlo de la muerte, con fuertes clamores y lgrimas, y fue odo favorablemente por su temor piadoso. 8Aunque era Hijo, aprendi la obediencia por las cosas que su-fri; 9y despus de haber sido perfeccionado vino a ser responsable de la salvacin eterna para todos los

    10 que le obedecen, 10porque ha sido llamado especfi-camente por Dios sumo sacerdote a la manera de Melquisedec. Incomparable la manera de Jehov, que perfeccion a su Hijo para las funciones enco-mendadas y la manera humana apartada de Dios, que selecciona por astucia poltica. Adems los sumos sacerdotes estaban en un tiem-po dado por la misericordia divina para que acepta-ran a Cristo, el responsable de la salvacin eterna.

    Crecimiento y madurez espiritual para conocer a Cristo 5:11En lo que respecta a l tenemos mucho que de- cir y difcil de explicar, puesto que ustedes se han hecho embotados en su or. 12Porque, en realidad, aunque deberan ser maestros en vista del tiempo, de nuevo necesitan que alguien les ensee desde el principio las cosas elementales de las sagradas de-claraciones formales de Dios; y han llegado a ser como quienes necesitan leche, no alimento slido. 13Porque todo el que participa de leche no conoce la palabra de la justicia, porque es pequeuelo. 14Pero el alimento slido pertenece a personas ma-duras, a los que mediante el uso tienen sus faculta-des perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto. Jehov mediante su espritu ayuda al que hace Su voluntad. Al irse apartando de Cristo y de la enseanza apostlica, contristan al espritu santo y se hacen embotados en su or. Eso les impide entender que la supe-rioridad de las provisiones de los judos, el tem-plo, el sacerdocio, para ese tiempo ya no son ms que apariencias destinadas a desaparecer.

    Sin el espritu de Jehov se empequeecen y desnu-tren espiritualmente y no distinguen lo correcto ni lo incorrecto, y as solo pueden tener un celo equivocado, no conforme a conocimiento exacto y no se sujetan a la justicia de Dios, Ro 10:2-3.

    Madurar en el fundamento apostlico 6:1Por esta razn, ya que hemos dejado la doctrina primaria acerca del Cristo, pasemos adelante a la ma- durez, y no pongamos de nuevo un fundamento, a saber, arrepentimiento de obras muertas, y fe para con Dios, 2la enseanza acerca de bautismos y la im- posicin de las manos, la resurreccin de los muer-tos y el juicio eterno. 3Y esto lo haremos, si Dios en realidad lo permite. Pablo comienza con un dipor lo tanto resolutivo, segn los considerandos re-cin expuestos de dejar de ser como nios en el mal sentido de inmaduros, embotados. Para ello deben aplicarse a entender el fundamento recibido de la ley de Cristo y no volverse a la ley mosaica en su versin desviada farisaica que no era un tutor a Cristo sino que llevaba a desconocerlo y fijarlo otra

  • vez en un madero. El arrepentimiento de obras muertas es el predicado por el Bautista, por Je-ss y enfatizado por Pablo. Es el volverse de las obras de la ley. En los destinatarios iniciales de la carta era dejar de predicar que no pueden ser salvos a menos que se circunciden y para noso-tros hoy ir al paso de Jehov y su organizacin, servir desde el corazn y no de las apariencias exteriores e ir dejando la vieja personalidad.

    Advertencia contra la apostasa 6:4Porque es imposible tocante a los que una vez por todas han sido iluminados, y que han gustado la ddiva gratuita celestial, y que han llegado a ser participantes de espritu santo, 5y que han gustado la excelente palabra de Dios y los poderes del siste- ma de cosas venidero, 6pero que han cado en la apos- tasa, revivificarlos otra vez al arrepentimiento, por- que de nuevo fijan en un madero al Hijo de Dios para s mismos y lo exponen a vergenza pblica. 7Por ejemplo, la tierra que embebe la lluvia que a menudo viene sobre ella, y que luego produce vege- tacin apropiada para aquellos para quienes tam- bin se cultiva, recibe en cambio una bendicin de Dios. 8Pero si produce espinos y abrojos, es rechaza- da, y est prxima a ser maldecida; y termina por ser quemada. Pablo inspirado dirige estas fuertes palabras a los cristianos ungidos que estn en peli-gro de caer en la apostasa. Hoy son vlidas para todos. Que no lo tomen a la ligera, como si fuera cuestin de sacrificar una oveja. Estn fijando de nuevo en un madero al Hijo de Dios. Si no hay un vigoroso volverse y sigue produ-ciendo espinos y abrojos, en lugar de fruto de arrepentimiento, termina en el Gehena.

    6:9Sin embargo, en el caso de ustedes, amados, esta- mos convencidos de cosas mejores y de cosas acom- paadas de la salvacin, aunque estamos hablando de esta manera. 10Porque Dios no es injusto para ol- vidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre, por el hecho de que han servido a los santos y continan sirviendo. 11Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma diligen-cia a fin de tener la plena seguridad de la esperan-za hasta el fin, 12para que no se hagan indolentes, sino que sean imitadores de los que mediante fe y paciencia heredan las promesas. Pablo no es un justiciero al estilo fariseo, pero tampoco regala los odos o amortigua el mensaje. Conoce el delicado equilibrio entre censura y encomio con el ojo puesto en sus destinatarios. Dios no se olvida de lo que hicieron, pero para heredar las promesas de-ben imitar a los que se mantienen en el ejercer fe verdadera y apartarse de los que buscan adaptarse

    11 al mundo para evitar persecuciones.

    Certeza de las promesas de Dios 6:13Porque cuando Dios hizo su promesa a Abra- hn, puesto que no poda jurar por nadie mayor, ju- r por s mismo, 14diciendo: De cierto, bendiciendo te bendecir, y multiplicando te multiplicar. 15Y as, despus que Abrahn hubo mostrado paciencia, ob- tuvo esta promesa. Abrahn se mantuvo en la fe y la obediencia. Crey en la promesa de Dios, pero para recibirla pasaron decenios, debi ejer-cer paciencia. Lo mismo para los que se estaban volviendo a lo de atrs, seducidos por la apa-riencia de que a los judos les iba mejor.

    6:16Porque los hombres juran por el que es ma-yor, y su juramento es el fin de toda disputa, ya que para ellos es una garanta legal. 17De esta manera, Dios, cuando se propuso demostrar ms abundan-temente a los herederos de la promesa la inmutabi- lidad de su consejo, intervino con un juramento, 18a fin de que, mediante dos cosas inmutables en las cua- les es imposible que Dios mienta, tengamos noso-tros, los que hemos huido al refugio, fuerte estmu-lo para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. 19Esta esperanza la tenemos como ancla del alma, tanto segura como firme, y entra cortina adentro, 20donde un precursor ha entrado a favor nuestro, Jess, que ha llegado a ser sumo sacerdote a la manera de Melquisedec para siempre.

    Una promesa de pago debe estar debidamente fir-mada y contar con garanta suficiente. Eso nos da la seguridad de que el pago ser efectivamente realizado. Eso se da cuando como acreedores somos iguales a nuestros deudores. Con nuestro Dios, l es infinitamente superior y no necesita dar garantas. Sin embargo las presenta y con creces: el apseuds Thes, el Dios sin mentira, el Dios que no miente, el que no puede mentir; adems, jura y hace promesas muy formales, los Pactos, en los que se obliga. Por eso sus promesas y nuestra esperanza en sus promesas son un an-cla del alma, que est fija en el ms slido terre-no: cortina adentro, donde entr Cristo, sumo sacerdote y Rey, abriendo camino a los de esperan- za celestial, as como a los de esperanza terrenal.

    Un camino ms largo con la misma meta.

    Jess, sacerdote a la manera de Melquisedec 7:1Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdo- te del Dios Altsimo, que sali al encuentro de Abra- hn cuando este volva de la matanza de los reyes, y lo bendijo, 2y a quien Abrahn reparti el dcimo de todas las cosas, es primeramente, segn se traduce, Rey de Justicia, y despus tambin es rey de Salem

  • es decir, Rey de Paz. 4428 MeLeK: rey. 6664 TS eDeQ: justicia, derecho, equidad. Melquisedec 4442 MaLKiYTS eDeQ: rey de justicia. 8004 SH aLoM: paz, pacfico.

    7:3aEstando sin padre, sin madre, sin genealo-ga, sin tener principio de das ni fin de vida.

    La interpretacin dersica es otro indicio fuerte de la autora de Pablo. Por interpretarlo literal-mente algunos han visto en Melquisedec un ser sobrenatural. Este tipo de interpretacin alegrica, que comienza en :2 con la toponimia y onomstica proftica, usa razonamiento que, aislado, sera errneo. P.ej. sin padre, sin madre no significa que naci por generacin espontnea, sino sim-plemente que esos datos no estn en la Biblia.

    Sin tener principio de das ni fin de vida, tampoco significa que sea eterno en el sentido en que slo lo es Jehov y ni siquiera que sea inmor-tal. Muri y tuvo fin de vida como cualquier mor- tal. Slo que ni su nacimiento ni su muerte es- tn registrados en la Biblia. Por eso, en el sentido dersico paulino, es una buena figura de Cristo.

    Hay varios personajes bblicos de los cuales se conocen muy pocos datos, pero no debemos usar-los para alegorizar por nuestra cuenta. Por ese camino se alej la religin falsa. Con alegoras se puede demostrar bblicamente cualquier cosa.

    El diezmo de Abrahn 7:3bpero habiendo sido hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote perpetuamente. 4Contemplen, por lo tanto, cun grande era este hombre a quien Abrahn, cabeza de familia, dio el dcimo de los despojos principales. 5Es verdad que los hombres de los hijos de Lev que reciben su ofi- cio sacerdotal tienen mandamiento de cobrar los diez- mos del pueblo segn la Ley, es decir, de sus herma- nos, aunque estos hayan procedido de los lomos de Abrahn; 6pero el hombre que no deriv de ellos su genealoga tom diezmos de Abrahn y bendijo al que tena las promesas. 7Ahora bien, sin disputa alguna, lo menor es bendecido por lo mayor.

    El objetivo de esta comparacin dersica, muy apre-ciada por los judos, es mostrar la superioridad del sacerdocio de Jess sobre el levtico, al cual quieren volver por una evaluacin muy errnea.

    A sus ojos las provisiones divinas que an tenan los judos eran superiores a las propias de la enseanza apostlica. Lo mismo haba ocurrido con los judos del xodo. En una visin extraviada comparaban Egipto con el desierto que transitaban, en lugar de

    12 confiar en Jehov y su don de la tierra prometida.

    7:8Y en el primer caso, hombres que mueren son los que reciben los diezmos, pero en el otro caso es alguien de quien se da testimonio de que vive. 9Y, si se me permite usar la expresin, mediante Abrahn hasta Lev, que recibe diezmos, ha pagado diezmos 10porque este todava estaba en los lomos de su ante- pasado cuando Melquisedec sali a su encuentro.

    En el tiempo de la carta an vivan cientos de testigos de la resurreccin. Un testimonio certi-ficado por haber sido mantenido en muchos ca-sos hasta la muerte. Por eso la superioridad del sacerdocio de Cristo es infinita: por la superio-ridad del que recibe diezmos y da bendiciones, por su perfeccin garantizada por haber sido re-sucitado y por su eternidad, la muerte ya no tiene poder sobre l. Debemos centrarnos en lo que Pablo inspirado toma, en su intencin al pre-sentar a Melquisedec, y no ir ms all de lo que est escrito imaginando que quiso demostrar b-blicamente que Jesucristo no es creado. La Biblia se interpreta a s misma y muestra que lo es.

    El sacerdocio levtico y el de Melquisedec 7:11Por eso, si la perfeccin realmente fuera me-diante el sacerdocio levtico (porque con este como rasgo se dio la Ley al pueblo), qu necesidad habra todava de que se levantara otro sacerdote a la mane- ra de Melquisedec, y del que no se dijera que es a la manera de Aarn? 12Porque ya que se est cambian- do el sacerdocio, por necesidad llega a haber tam-bin un cambio de la ley. La predicacin apost-lica del cambio del sacerdocio y de la ley le cost a Pablo la prdida de la libertad por varios aos.

    Un lector sincero, que amara la verdad no puede dejar de volverse ante estos razonamientos bbli-cos, en base a referencias bblicas pertinentes. Ese mtodo, que Pablo us extensamente, fue el que usaron los primeros estudiantes de la Biblia, que les permiti ser restablecidos en la adoracin pura.

    Los judaizantes se sentan disminuidos porque los judos tenan el templo y el sacerdocio levtico mientras que con Jess ellos tenan a uno que muri como maldito y que ni era de Lev. Tenan tres caminos por delante: a) apostatar de Cristo y volver al judasmo; b) escuchar a los Aps-toles, que con esta carta inspirada podan corregir su visin equivocada de que no tenan nada, sino que con Cristo tenan todo; c) adulterar la enseanza apostlica con un Camino [supuesta-mente] ms sustentable, con sacerdotes terre-nales para administrar una Cena falsificada.

  • 7:13Porque el hombre respecto de quien se dicen es- tas cosas ha sido miembro de otra tribu, de la cual nadie ha atendido a los deberes del altar. 14Porque muy patente es que nuestro Seor ha provenido de Jud, de la cual tribu nada habl Moiss respecto a sacerdotes. 15Y es an ms abundantemente claro que con semejanza a Melquisedec se levanta otro sacer-dote, 16que ha venido a serlo, no segn la ley de un mandamiento que dependa de la carne, sino segn el poder de una vida indestructible, 17pues se dice en testimonio: T eres sacerdote para siempre a la ma-nera de Melquisedec. La [supuesta] pobreza de Cristo, que ni siquiera era de la tribu sacerdotal, era vista con desprecio por los judos, que al apar-tarse de Dios, perdieron el entendimiento de Su palabra inspirada. Pablo les muestra con Sal 110:4 Jehov ha jurado (y no sentir pesar): T eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!, que el rey ungido es tambin sacer- dote, tal como Melquisedec. Pablo inspirado re-salta del salmo el eres sacerdote hasta tiempo in-definido, y lo pone en el marco del contraste entre el sacerdocio levtico, condicionado por la muerte y el de Cristo, que por el don de la vida eterna re-cibido al resucitar, tiene su sacerdocio eterno.

    Derogacin de la ley mosaica Un pacto mejor 7:18Ciertamente, pues, ocurre un poner a un la-do del mandamiento anterior a causa de su debili-dad e ineficacia. 19Porque la Ley no llev nada a la perfeccin, pero el introducir adems una espe-ranza mejor s, por medio de la cual estamos acer-cndonos a Dios. 20Tambin, hasta el grado que no fue sin firme juramento 21(porque hay en realidad hombres que han llegado a ser sacerdotes sin firme juramento, pero hay uno con firme juramento por Aquel que dijo respecto a l: Jehov ha jurado y no sentir pesar: T eres sacerdote para siem-pre), 22hasta ese grado tambin Jess ha venido a ser el que es dado en fianza de un pacto mejor.

    El mandamiento anterior, la ley mosaica, era perfecta, pero tena una debilidad inherente en que era slo un camino a Cristo. Fue puesta para poner de manifiesto el pecado, no para terminar con el pecado. Esa era su debilidad e ineficacia intrnsecas, similares a las del primer pacto. Los que estaban bajo Ley fracasaron en cumplirla y eso les mostr que necesitaban un rescatador.

    La Ley y el Pacto mosaicos fueron derogados con la muerte de Cristo, pero Jess no vino a eso sino a cum- plirla. La ley y el primer pacto cayeron porque los pactantes humanos desconocieron y mataron al un-gido de Jehov. Eso estaba anunciado en la misma

    13 ley proftica, de modo que al realizarse sobre el madero de tormento se dio naturalmente un cambio a un pacto mejor, por su vctima, por su sacer-dote y por sus promesas con firme juramento.

    Un pacto mejor, por su sacerdote 7:23Adems, muchos tuvieron que llegar a ser sa- cerdotes por sucesin porque la muerte les impeda continuar como tales, 24pero l, por cuanto contina vivo para siempre, tiene su sacerdocio sin sucesores. 25Por consiguiente, l tambin puede salvar comple- tamente a los que estn acercndose a Dios median- te l, porque siempre est vivo para abogar por ellos. 26Porque tal sumo sacerdote nos era apropiado: leal, sin engao, incontaminado, separado de los pecado- res, y llegado a ser ms alto que los cielos.

    Con la perfeccin, integridad bajo prueba, leal-tad y dems cualidades que demostr Cristo, Pa-blo lo describe como ms alto que los cielos.

    Esto, ms su vida indestructible, :16, y por tanto su oficio sacerdotal aparbaton [parbasis: transfe-rencia; con el prefijo a describe lo no transferido, lo que no requiere sucesores ni vicarios] hace de Jesu-cristo el mejor sumo sacerdote y mediador.

    Un pacto mejor, por la vctima perfecta 7:27l no tiene que ofrecer sacrificios diariamen-te, como aquellos sumos sacerdotes, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo (porque esto lo hizo una vez para siempre cuando se ofreci a s mismo); 28porque la Ley nombra sumos sacerdotes a hombres que tienen debilidad, pero la palabra del firme juramento que vino despus de la Ley nom-bra a un Hijo, que es perfeccionado para siempre.

    El ser repetitivos, de las tardes y de las maa-nas y el necesitar veinticuatro divisiones sacer-dotales, no era una superioridad del sacerdocio levtico, sino parte de su debilidad e ineficacia.

    Jess no necesita ofrecer nuevos sacrificios a) por sus pecados porque es sin pecado; b) ni por el pue-blo, se ofreci a s mismo efpax. Slo Pablo usa este adverbio compuesto [ep: sobre + hpax: una sola vez. Algo as como una supernica vez. Es posible sea palabra inventada por Pablo, muy enf-tica]. El fue al mismo tiempo sacerdote y vcti-ma y slo lo hizo efpaxuna vez para siempre.

    8:1Ahora bien, en cuanto a las cosas que se con-sideran, este es el punto principal: Tenemos tal sumo sacerdote, y l se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, 2siervo pblico del lugar santo y de la tienda verdadera, que Jeho-v levant, y no el hombre. 3Porque todo sumo sa-cerdote es nombrado para ofrecer tanto ddivas

  • como sacrificios; por lo cual fue necesario que este tambin tuviera algo que ofrecer.

    Cuando Abrahn fue puesto a prueba ofreci a su hijo nico, heredero de las promesas. Lo recuper porque fue detenido y tuvo un carnero de parte de JehovYir, con el que lo sustituy como vctima de su sacrificio. Una poderosa figura proftica que presenta: a) la obediencia de Abrahn, que se so-meti inmediatamente a la prueba y tuvo tiempo en el camino para meditar y en su dilogo con los ayudantes mostr su fe en que Dios le poda de-volver a su hijo an de la muerte. Estuvo dispuesto a ofrecrselo aunque era el heredero de las pro-mesas; b) Isaac, figura de Cristo. Su obediencia a su padre, como Cristo al suyo. Fue como oveja a la degollacin, sabiendo que la oveja era l pero confiando en su padre; c) Abrahn levant el cu-chillo y el ngel de Jehov, que ve el corazn, supo que lo iba a matar, as que lo detuvo; d) Abrahn acept la provisin de Jehov del carnero que mu-ri en sustitucin de su hijo; e) Jehov se abstuvo de saber lo que hara su siervo: ahora de veras s, Ge 22:12. Con la omnisciencia facultativa mostr su profundo respeto a nuestra libertad.

    Jehov provey. Al ser implantado un embrin con gentica de Mara y completado mediante su dnamisfuerza activa, Jess fue hombre per-fecto, sin la herencia de pecado y muerte, como Adn antes de la cada y as el que lleg a ser Je-ss, tuvo algo que ofrecer y fue sacrificado y muri en substitucin por toda la humanidad.

    Un pacto mejor, por mejores promesas 8:4Pues bien, si estuviera sobre la tierra, no sera sacerdote, puesto que hay hombres que ofrecen las ddivas segn la Ley. Cuando Jess estuvo en la tierra estaba vigente la ley de Moiss y l vino a cumplirla, incluyendo su muerte anunciada.

    No ejerci su oficio real, lo que motiv que los judos no lo reconocieran, porque sus lderes la sacaron de la boca del sacerdote y la pusieron en academias rabnicas que solo falsificaron el conocimiento de Cristo.

    Para el tiempo de la carta todava hay hombres. El presente de accin continua muestra que el sis-tema de sacrificios animales y el sacerdocio lev-tico seguan vigentes hasta la destruccin del templo en 70EC. Esa extensin, anunciada en la ilustracin de la higuera infructuosa, que se dio para dar tiempo a que la predicacin cristiana les llegara a todos los judos, estaba siendo infructuo-sa con los judos de Asia, de visita en Jerusaln,

    14 que se juramentaron por voto para matar a Pablo. El no sera sacerdote en la tierra, no es una debi-lidad del sacerdocio de Cristo, sino una expresin de su obediencia a Jehov, que es el que determina cmo debe ser adorado. El sacerdocio levtico se-gua con la misma debilidad e ineficacia.

    8:5pero los cuales hombres rinden servicio sagrado en una representacin tpica y sombra de las cosas celestiales; as como Moiss, cuando estaba para ha- cer la tienda hasta completarla, recibi el mandato divino: Porque dice l: Ve que hagas todas las cosas conforme a su modelo que te fue mostrado en la mon-taa. 6Pero ahora Jess ha obtenido un servicio p- blico ms admirable, de modo que tambin es media- dor de un pacto correspondientemente mejor que ha sido establecido legalmente sobre mejores promesas.

    Jess no vino como sacerdote ni deba ejercer su ser-vicio sagrado en las representaciones y sombras de las cosas celestiales. S estaba autorizado para co-menzar su oficio sacerdotal sobre el madero de tor-mento, al dar su vida como rescate correspondiente e inaugurar el nuevo pacto como vctima y media-dor. Los efectos del pacto, las mejores promesas, requeran su ascensin y glorificacin previas.

    8:7Porque si aquel primer pacto hubiera estado exen- to de falta, no se habra buscado lugar para uno se-gundo; 8porque l encuentra falta en el pueblo cuan- do dice: Mira! Vienen das dice Jehov y cele-brar con la casa de Israel y con la casa de Jud un nuevo pacto; 9no segn el pacto que hice con sus antepasados en el da que los tom de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, porque no continua-ron en mi pacto, de modo que dej de interesarme en ellos, dice Jehov. El primer pacto tuvo falta en una de las partes: el pueblo, que no continu en mi pacto, y finalmente Jehov los desech.

    8:10Porque este es el pacto que pactar con la casa de Israel despus de aquellos das dice Jehov. Pondr mis leyes en su mente, y en sus corazones las escribir. Y yo llegar a ser su Dios, y ellos mis-mos llegarn a ser mi pueblo. Los pactos son una expresin de la voluntad de Dios para su pueblo, con compromisos jurados por ambas partes.

    8:11Y de ningn modo ensearn ellos cada uno a su conciudadano y cada uno a su hermano, dicien- do: Conoce a Jehov!. Porque todos ellos me cono- cern, desde el menor hasta el mayor de ellos. 12Por- que ser misericordioso en cuanto a sus hechos injus-tos, y de ningn modo recordar ms sus pecados. 13Al decir l un nuevo pacto ha hecho anticuado al anterior. Ahora bien, lo que se hace anticuado y envejece est prximo a desvanecerse. Estas son

  • algunas virtudes del nuevo pacto en cuanto al cono-cimiento de Dios y al perdn de los pecados, a la meditacin de sus destinatarios iniciales, extravia-dos en un grupo que quiere volver al pacto anterior, por creerlo superior. Desechado por Dios, el pueblo del primer pacto mantena un vnculo y provisio-nes, por la paciencia de Jehov, pero todo eso envejece y est prximo a desvanecerse.

    El pacto anterior, con su santuario terrenal 9:1Por su parte, pues, el pacto anterior tena orde- nanzas de servicio sagrado y su lugar santo munda- nal. 2Porque fue construido un primer comparti-miento de la tienda en el cual estaba el candelabro y tambin la mesa y la exhibicin de los panes; y lo llaman el Lugar Santo. 3Pero detrs de la segun-da cortina estaba el compartimiento de la tienda llamado el Santsimo. 4Este tena un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la cual estaban la jarra de oro que conte- na el man y la vara de Aarn que ech botones y las tablas del pacto; 5pero por encima de ella esta- ban los querubines gloriosos que cubran con su som- bra la cubierta propiciatoria. Pero ahora no es el tiempo de hablar en detalle respecto a estas cosas.

    Pablo describe los compartimientos de la tienda que se construy en la tierra conforme al modelo celestial que le fue dado a Moiss ver.

    9:6Despus de haberse construido estas cosas de esta manera, los sacerdotes entran a todo tiempo en el primer compartimiento de la tienda para lle-var a cabo los servicios sagrados; 7pero en el se-gundo compartimiento el sumo sacerdote entra solo, una vez al ao, no sin sangre, que l ofrece por s mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo. 8As el espritu santo aclara que el camino al lugar santo todava no se haba puesto de manifiesto entre tanto que estaba en pie la primera tienda.

    En esa primer tienda, terrenal, los sacerdotes ejercieron su servicio sagrado y el sumo sacerdo-te entraba una vez al ao para ofrecer la sangre del sacrificio por s mismo y por el pueblo.

    Un pacto mejor, hay que rectificar las cosas 9:9Esta misma tienda es una ilustracin para el tiempo sealado que est aqu ahora, y en confor-midad con tal ilustracin se ofrecen tanto ddivas como sacrificios. Sin embargo, estos no pueden perfeccionar en cuanto a su conciencia al hombre que efecta servicio sagrado, 10sino que tienen que ver solamente con alimentos y bebidas y diversos bautismos. Eran requisitos legales que tenan que ver con la carne y que fueron impuestos hasta el tiempo sealado para rectificar las cosas.

    15 Las ddivas y sacrificios de la tienda terrenal fueron provisiones de Dios para mantener la limpieza de su pueblo mientras esperaban la Descendencia prometi- da, pero tenan una debilidad e ineficacia intrnsecas que hacan necesario su cambio al tiempo se-alado para diorthseosrectificar las cosas.

    Un trmino fuerte, diorthseos es el endereza-miento o rectificacin de lo que est torcido.

    La Ley de Jehov es perfecta, lo torcido eran sus destinatarios imperfectos y los sacrificios animales, necesarios hasta Cristo. Los judos que lo rechaza-ron eligieron la senda de Can: adorar a su modo, y no rectificaron nada. Los judaizantes ya endereza-dos, queran volver a los sacrificios repetitivos.

    Un pacto mejor, por su santuario celestial 9:11Sin embargo, cuando Cristo vino como sumo sacerdote de las cosas buenas que han llegado a realizarse, mediante la tienda ms grande y ms perfecta no hecha de manos, es decir, no de esta creacin, 12l entr no, no con la sangre de machos cabros y de torillos, sino con su propia sangre una vez para siempre en el lugar santo, y obtuvo liberacin eterna para nosotros. Cristo ejerce como sumo sacerdote en la tienda no hecha de manos, no de esta creacin, en el santuario celes-tial; presentando su propia sangre y formando as el ro de agua de vida de parte de Jehov.

    Un pacto mejor, por su mediador y vctima 9:13Porque si la sangre de machos cabros y de to- ros, y las cenizas de novilla rociadas sobre los que se han contaminado, santifica al grado de limpieza de la carne, 14cunto ms la sangre del Cristo, que por un espritu eterno se ofreci a s mismo sin tacha a Dios, limpiar nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado al Dios vivo?. La sangre de animales limpiaba ceremonialmen-te y permita una buena relacin con Dios. Pero eran sombras que conducan a Cristo y al dar conciencia de pecado hacan anhelar un redentor.

    El joven Isaas viva en el templo. Sin dudas parti-cipaba diariamente de los sacrificios. Sin embargo, cuando fue llamado su conciencia no le permiti ofrecerse por ser inmundo de labios. Le fue en-viado un serafn, encargado del altar del cielo y de proclamar la santidad de Jehov, con una brasa tomada con tenazas, del altar, y le toco los labios.

    Esa visin le mostr en figuras el sacrificio de Cristo y Jehov borr su error, como le explic el ngel ...tu error se ha ido y tu pecdo mismo queda expiado, Is 6:7b. As pudo ofrecerse.

    El sacrificio de la vctima sin tacha, provisto,

  • realizado y aceptado mediante un espritu eter-no, limpia realmente, no de manera tpica, como las sombras animales, de obras muertas.

    Para los destinatarios iniciales, eran las obras de la Ley, que comenzaban a aorar. Pablo se las presen-ta como muertas, en una fuerte contraposicin con la ley de Cristo, que es la que Jehov dispuso y que les permitir hacer Su voluntad e incorporarse los elegidos al nuevo pacto, que no se valida con animales, sino con la sangre de Cristo.

    9:15Por eso l es mediador de un nuevo pacto, para que, habiendo ocurrido una muerte para la libera-cin de ellos por rescate de las transgresiones bajo el pacto anterior, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Por eso, por la vctima perfecta y correspondiente, con su muerte se sanciona un nuevo pacto, por el cual Jehov se compromete a darle a los que han sido llama-dos la herencia celestial para reinar con Cristo.

    Fue inaugurado el nuevo pacto en la ltima Cena? Por la importancia de este breve prrafo en la apo-logtica paulina, conviene darle este subttulo a Hebr 9:16-28, para tratarlo en relacin a la falsificacin de la cena del Seor, que comenz en las congre-gaciones de Corinto y se extendi a todas partes. Pablo se encuentra con sus mayores exponentes en Jerusaln, en 56EC, prcticamente todos los ancianos de Jerusaln y circuitos aledaos. Estos fueron los destinatarios iniciales de esta monu-mental carta a los Hebreos, una defensa inspirada de la fe ante un grupo prximo a escindirse, que usaban a Santiago, el medio hermano de Jess.

    9:16Porque donde hay un pacto, es necesario que se suministre la muerte del humano que hace el pacto 17Porque el pacto es vlido sobre vctimas muertas, puesto que no est en vigor en ningn tiempo mientras vive el humano que ha hecho el pacto.

    Dos condiciones son annkenecesarias para que un pacto entre en vigencia: a) que se presen-ten pruebas fehacientes de muerte de la vctima; b) que la vctima no est viva, cf. apndice 3.

    Qu sorprendente par de condiciones. Que est muerto y que no est vivo. Parece una redundan-cia. Y ms si miramos los detalles. Sin embargo es todo lo contrario. Slo de esta manera se puede demostrar de manera irrefutable que el pan y el vi-no convertidos milagrosamente, que deben ser adorados, no es ms que burda idolatra, una burla del enemigo de Dios. Porque contra la primer con-dicin afirman que Jess est en el pan y vino con-vertidos, en estado de vctima muerta. Ante la

    16 exigencia de evidencias de ello, presentan la evi-dencia de fe: Cristo estara vivo y muerto, vivo como celebrante de la Cena y muerto en el pan y vino consagrados. Ahora comprendemos por qu Pablo puso la segunda condicin. Al no poder cum-plirla en la Cena, ya que estaba vivo y sali vivo de la Cena, se derrumba el razonamiento apstata y se inhabilita su primer evidencia, ya que la evidencia de fe solo puede estar sustentada por la Biblia y con este razonamiento inspirado ya se de-duce que no hubo sancin del Pacto en la Cena. Para qu hara entonces ese milagro Jess? Hara Jess un [supuesto] milagro insuficiente?.

    Suministrarfresthai: presentar. Tr-mino en uso jurdico. Presentacin de evidencias. En la terminologa religiosa es la presentacin de las ofrendas. En la sustanciacin de una causa, la presentacin y aceptacin de pruebas. Las prue-bas o evidencias deben tener el carcter de cer-teza clara, manifiesta y tan perceptible de una co-sa, que nadie puede racionalmente dudar de ella.

    En este caso, para que haya Pacto debera pre-sentarse evidencia de la muerte de la vctima, pero si hay evidencia de vctima viva, como ob-servamos en la Cena, ya que Jess no muri all, sino que sali con vida, entonces no hay Pacto.

    Ahora por qu nuestro apologista pone tanto nfa-sis en la presentacin de evidencia de la muerte de la vctima?. Pablo no lo saba, pero decenios des-pus la apostasa dijo y milenios despus sigue afir-mando la sancin del Pacto en la Cena por virtud sacramental: [Es] el verdadero sacrificio que rea-liza la figura antigua y sanciona la alianza real. ESVNp111#3. Hebr 9:16 aislado podra sustentar que est presentado Jess muerto en el Pan y Vi-no consagrados; pero 9:17 impide esta interpre-tacin: el Pacto no puede estar firme ni vigente y con efectos jurdicos mientras vive la vctima.

    En la Cena Jess est vivo, ergo no hay Pacto ni sangre del Pacto. La ramera religiosa se queda sin bases bblicas para sustentar las inmundicias idoltricas de su cliz. Est anunciado que ella es irreformable, pero estos argumentos inspira-dos pueden ayudar a algunos a salir de ella.

    El nuevo diathke: Pacto o Testamento? 9:18Por consiguiente, ni el pacto anterior fue inaugurado sin sangre. La comparacin que hace Pablo con el pacto anterior es muy til, por-que es evidencia de que Pablo inspirado tena en mente que el nuevo pacto es un pacto, valga la redundancia. Nadie discute que el pacto anterior

  • o primer pacto fue un BerithdiathkePacto.

    Pero aqu Pablo no us esa expresin sino una forma elptica: he prte: lit. la primera. Cmo provee el buen traductor a la elipsis?. Con el ante-cedente. Las elipsis aluden a un antecedente ms o menos inmediato. Aqu es diathke y hay cua-tro, dos en :15, y uno en :16 y :17. Prte es sin-gular, femenino y nominativo. Concuerda slo con :16 y :17. No concuerda con los de :15, por-que son genitivo y dativo respectivamente.

    Esto es de extraordinaria importancia en el discur-so apologtico de Pablo, o ms bien de su inspira-dor, ya que el Apstol no tuvo en su tiempo esta cuestin, que se abri recin en el siglo XIX, cuando se percataron de que las dos condiciones que pone Pablo para que se inaugure el Pacto hacen imposible su inauguracin en la Cena; y sin milagro en la Cena no hay milagro en sus misas.

    Tarde se percataron de su error, con la Eucarista fijada como dogma de fe por varios decretos del concilio de Trento, recibidos y hechos infalibles por el C.Vat.I; por lo que desarrollaron varias so-luciones. Una de ellas fue considerar que :16 y :17 es un parntesis y que Prte concuerda con los diathke de :15. Las conjunciones grporque unen ntimamente con lo anterior y cierran el paso al parntesis. El concuerda con :15 es simple-mente falso. No concuerdan por los casos.

    Hthen oud he prte jors hamatos enkekanistai DE DONDE NI EL PRIMER SIN SANGRE FUE INAUGURDO

    Si he prteel primer fue un pacto, es porque diathke de :16 y :17 es tambin pacto.

    9:19Porque cuando Moiss hubo hablado a todo el pueblo todo mandamiento segn la Ley, tom la sangre de los torillos y de los machos cabros, con agua y lana escarlata e hisopo, y roci el libro mis-mo y a todo el pueblo, 20y dijo: Esta es la sangre del pacto que Dios ha impuesto como encargo a us-tedes. 21Y de la misma manera roci con la sangre la tienda y todos los vasos del servicio pblico. 22S, casi todas las cosas son limpiadas con sangre se-gn la Ley, y a menos que se derrame sangre no se efecta ningn perdn. El Apstol sigue con la descripcin del primer pacto, que requiri que se derrame sangre y que se presente en el tabern-culo, porque caso contrario no se efecta ningn perdn. El nuevo pacto requiere que se derrame sangre hasta la muerte del diathmenos, la vctima del pacto. Eso no ocurri, sino que sigui vivo, mostrando que en la Cena no entr en vigencia el nuevo pacto y que en las palabras de la Cena Esta copa ... el nuevo pacto, slo pueden ser con la

    17 vertiente simblica. La copa significa el nuevo pacto. El vino, como el pan, son emblemas.

    9:23Por lo tanto, fue necesario que las representa- ciones tpicas de las cosas en los cielos fueran limpia- das por estos medios, pero las mismas cosas celestia- les con sacrificios que son mejores que dichos sacri- ficios. Las hypodegmatarepresentaciones: para Pablo son copias de un modelo celestial. 8403 TaBNiYTgr. paradeigma: modelo, Ex 25:9, plano; construir a partir de un plano o modelo.

    Se hace difcil de comprender porque en los siglos entre xodo y Hebreos cambi el significado de algunas palabras. En Levtico el Tabnitparadeig-mamodelo est en el cielo, es la realidad celes-tial. En cambio aqu el hipodeigmarepresenta-cin es la copia, sombra o ilustracin terrenal.

    Las representacines terrenales fueron limpiadas por las sombras, sacrificios animales; y el mode-lo celestial por el sacrificio mejor, de Cristo.

    9:24Porque Cristo entr, no en un lugar santo he-cho de manos, el cual es copia de la realidad, sino en el cielo mismo, para comparecer ahora delante de la persona de Dios a favor de nosotros.

    Copia: gr.anttypo. Sigue la contraposicin en-tre el typorealidad celestial y la copia terrenal, A pesar del nfasis a favor del typo celestial, para el siglo IIEC la mujer simblica tena el c-liz de su mano lleno de sacrificios repetitivos te-rrenales, en templos y catedrales hechos de manos, que no siguen el modelo celestial. Son contra la voluntad de Dios.

    El sacrificio de Cristo no necesita repetirse 9:25Tampoco es con el fin de que se ofreciera a s mismo muchas veces, como realmente entra el sumo sacerdote en el lugar santo de ao en ao con sangre ajena. 26De otro modo, tendra que sufrir muchas veces desde la fundacin del mundo. Mas ahora se ha manifestado una vez para siempre, en la conclu-sin de los sistemas de cosas, para quitar de en medio el pecado mediante el sacrificio de s mismo.

    Los judaizantes se estaban extraviando en una visin del impresionante templo reparado y todo el sistema de sacrificios como inmensamente superior al culto en espritu y en verdad.

    Pablo les muestra que esa apariencia de superiori-dad es expresin de debilidad e ineficacia. Lo hace desde distintos puntos de vista. Aqu se centra en la oposicin pollkismuchas veces, necesarios para los poco eficaces sacrificios y sus dbiles y mortales sacerdotes; y el hpaxuna vez para siempre de Cristo.

  • Esto no slo debera cambiar su mirada valora-tiva y sacarlos de raz de su complejo de inferio-ridad, sino que Pablo apela a su amor por Cristo a quien, con su deseo repetitivo, opuesto a la vo-luntad de Jehov, haran sufrir muchas veces.

    9:27Y as como est reservado a los hombres morir una vez para siempre, pero despus de esto un jui- cio, 28as tambin el Cristo fue ofrecido una vez para siempre para cargar con los pecados de muchos; y la segunda vez que aparece ser aparte del pecado y a los que lo estn esperando con intenso anhelo para la salvacin de ellos. Pablo inspirado trata de mostrar que los sacrificios repetitivos a los que tra-tan de volver no slo son injustos con ellos mis-mos, porque se pierden la salvacin y con Cristo, que debera vivir sufriendo; sino que son injustos en s mismos, porque la muerte con resurreccin del hombre es hpaxuna vez para siempre y la del que asumi nuestra muerte para morirla hpax, lo quieren hacer morir pollkismuchas veces.

    Ineficacia de los sacrificios de la Ley 10:1Porque, puesto que la Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir, pero no la sustancia misma de las cosas, nunca pueden los hombres con los mismos sacrificios que ofrecen continuamente de ao en ao perfeccionar a los que se acercan. En la lnea de mostrar la superioridad del sacrificio nico de Cristo y la ineficacia de los sacrificios repe-titivos de la Ley y de la falsificacin de la cena del Seor, aqu Pablo contrasta skisombra con tn eikna tn pragmton. La Ley tena slo sombras. Los ungidos en el cielo tienen tn pragmton, las cosas o realidades celestiales mismas. El resto ungi-do y hoy tambin sus asociados, los dos rebaos un solo pastor en la tierra tienen tn eikna tn pragmton, la imagen misma de esas realidades ce-lestiales. La ramera apstata tiene un cliz de oro.

    10:2De otro modo, no habran dejado de ofre-cerse los sacrificios, por cuanto los que rendan servicio sagrado, habiendo sido limpiados una vez para siempre, no tendran ya ninguna conciencia de pecados? 3Al contrario, por estos sacrificios se hace recordar los pecados de ao en ao, 4porque no es posible que la sangre de toros y de machos cabros quite los pecados. A los judos carnales se les dio una extensin de tiempo con su sistema de cosas, para que les llegara a todos el mensaje cristiano. De modo que hasta el ao 70EC conti-nuaron realizndose los sacrificios en el templo.

    Pablo usa esa continuidad, el sacrificio continuo, como prueba de su ineficacia. Si fueran realmen-te eficaces para quitar los pecados, los oferentes,

    18 limpiados, no tendran conciencia de pecados y los sacrificios se habran dejado de ofrecer. La experiencia les mostraba lo contrario, porque los sacrificios con sangre animal no slo no pueden quitar los pecados, sino que se los hacen recordar.

    10:5Por eso, cuando entra en el mundo, l dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparas-te un cuer