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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACION CIVIL Y AGRARIAMagistrado Ponente: Dr. NICOLAS BECHARA SIMANCASSantafé de Bogotá, D.C., veintinueve (29) de noviembre de mil novecientos noventa y nueve (1999) Referencia: Expediente No. 5327 Decide la Corte el recurso extraordinario de casación interpuesto por la parte demandante respecto de la sentencia de 15 de julio de 1994 pronunciada por la Sala Civil de Tribunal Superior del Distrito Judicial de Tunja en el proceso ordinario instaurado por MANUEL ANTONIO ACEVEDO FONSECA contra JOSE NEREO VARGAS SALINAS.ANTECEDENTES: I.- Mediante demanda presentada el 12 de febrero de 1990 cuyo conocimiento correspondió al Juzgado Tercero Civil del Circuito de Tunja, el demandante solicita que con citación y audiencia del demandado, se hagan en su favor las siguientes declaraciones: "1º.- Que existe LESION ENORME en el contrato de compraventa celebrado el 10 de febrero de 1986 entre Manuel Antonio Acevedo Fonseca como vendedor y José Nereo Vargas Salinas como comprador, de los derechos y acciones que correspondieren al primero de los citados, en su condición de legitimario debidamente reconocido, en el sucesorio de su legítimo padre, contrato contenido en la escritura pública No. 264 de la Notaría 32 de la ciudad Bogotá, registrada bajo la matrícula inmobiliaria No. 070-0003456 de la oficina de Instrumentos Públicos de Tunja. "2º.- Que, en consecuencia, se declare la rescisión del mencionado contrato y se dejen las cosas como estaban al momento de su celebración. "3º.- Que se hagan las comunicaciones pertinentes...”. II.- Como fundamento de las pretensiones reseñadas, expone los hechos que seguidamente se sintetizan: a.-) En el proceso de sucesión de Alejandro Acevedo Fonseca, tramitado ante el Juzgado Tercero Civil del Circuito de Tunja, fueron reconocidos como legitimarios MANUEL ANTONIO y LUIS ALEJANDRO ACEVEDO FONSECA. b.-) El único bien relicto era el inmueble denominado Buenos Aires que fue evaluado en “$30.000.000.00” (sic) y "como eran dos los herederos reconocidos, el Juzgado les adjudicó en proporciones iguales".

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Sentencia de la corte Suprema de Justicia

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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACION CIVIL Y AGRARIAMagistrado Ponente: Dr. NICOLAS BECHARA SIMANCASSantaf de Bogot, D.C., veintinueve (29) de noviembre de mil novecientos noventa y nueve (1999) Referencia: Expediente No. 5327 Decide la Corte el recurso extraordinario de casacin interpuesto por la parte demandante respecto de la sentencia de 15 de julio de 1994 pronunciada por la Sala Civil de Tribunal Superior del Distrito Judicial de Tunja en el proceso ordinario instaurado por MANUEL ANTONIO ACEVEDO FONSECA contra JOSE NEREO VARGAS SALINAS.ANTECEDENTES: I.- Mediante demanda presentada el 12 de febrero de 1990 cuyo conocimiento correspondi al Juzgado Tercero Civil del Circuito de Tunja, el demandante solicita que con citacin y audiencia del demandado, se hagan en su favor las siguientes declaraciones: "1.- Que existe LESION ENORME en el contrato de compraventa celebrado el 10 de febrero de 1986 entre Manuel Antonio Acevedo Fonseca como vendedor y Jos Nereo Vargas Salinas como comprador, de los derechos y acciones que correspondieren al primero de los citados, en su condicin de legitimario debidamente reconocido, en el sucesorio de su legtimo padre, contrato contenido en la escritura pblica No. 264 de la Notara 32 de la ciudad Bogot, registrada bajo la matrcula inmobiliaria No. 070-0003456 de la oficina de Instrumentos Pblicos de Tunja. "2.- Que, en consecuencia, se declare la rescisin del mencionado contrato y se dejen las cosas como estaban al momento de su celebracin. "3.- Que se hagan las comunicaciones pertinentes.... II.- Como fundamento de las pretensiones reseadas, expone los hechos que seguidamente se sintetizan: a.-) En el proceso de sucesin de Alejandro Acevedo Fonseca, tramitado ante el Juzgado Tercero Civil del Circuito de Tunja, fueron reconocidos como legitimarios MANUEL ANTONIO y LUIS ALEJANDRO ACEVEDO FONSECA. b.-) El nico bien relicto era el inmueble denominado Buenos Aires que fue evaluado en $30.000.000.00 (sic) y "como eran dos los herederos reconocidos, el Juzgado les adjudic en proporciones iguales". c.-) MANUEL ANTONIO ACEVEDO FONSECA tena el dominio y la posesin efectiva sobre el cincuenta por ciento (50%) del predio El Olvido situado en la vereda Cormenchoque del municipio de Siachoque, segn escritura pblica No. 249 de 18 de marzo de 1952 y "Este derecho tena un valor, para fecha la de su tradicin, de ms de tres millones de pesos $3.000.000.00" (sic). d.-) Actor y demandado "celebraron una promesa de compraventa por la cantidad de $7.000.000.00, valor que se acord por los objetos (derechos herenciales y el 50% del derecho de dominio sobre el predio El Olvido); empero, para efectos fiscales, se puso en la escritura de compraventa un precio de $1.000.000.00". e.-) En atencin a que dicho precio de la negociacin "fue mucho menor al que realmente corresponda al valor comercial objeto de la misma, el demandado ha lesionado enormemente al vendedor". III.- Enterado el seor VARGAS SALINAS de la demanda formulada en su contra, satisfaciendo el derecho de postulacin y en tiempo oportuno la respondi, aceptando unos hechos y negando otros, oponindose a la prosperidad de los pedimentos y formulando las excepciones de fondo que denomina "enajenacin de la cosa por parte del comprador" y "venta de derechos litigiosos". IV.- Rituado el proceso en debida forma, la primera instancia concluy con sentencia de 24 de marzo de 1993, en la que se dispuso: "PRIMERO: DECLARAR LA NO PROSPERIDAD de las excepciones de mrito invocadas por el demandado, por las razones, hechos y normas citados en la motivacin de la providencia. "SEGUNDO: DENEGAR todas y cada una de las pretensiones de la demanda incoada por MANUEL ANTONIO ACEVEDO FONSECA en contra de JOSE NEREO VARGAS SALINAS, en consideracin a las circunstancias y normas citadas en la providencia". "TERCERO: DECLARAR NO PROBADA la excepcin previa de prescripcin, cuya decisin por sentencia orden el Honorable Tribunal... (Subrayas en el texto). V.- Descontento con la decisin adversa, el demandante formula recurso de alzada que fue resuelto por la Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Tunja mediante sentencia de 15 de julio de 1994, en la que confirm en todas sus partes la del a-quo. LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL Empieza el Tribunal haciendo un resumen del trmite impartido al proceso por el Juez del conocimiento, de la decisin adoptada por l, cuya parte resolutiva transcribe, y de los argumentos expuestos por el apoderado judicial del demandante para sustentar el recurso de apelacin. A continuacin consigna las consideraciones que pasan a researse. a.-) Inicia definiendo la institucin jurdica de la lesin enorme, determinando cundo la padece el vendedor y cundo el comprador, en cuyo respaldo cita los artculos 1947 y 1948 del Cdigo Civil. b.-) Sigue exponiendo conceptos relacionados con la lesin enorme para pasar a destacar, en primer lugar, que "el precio o el valor de la cosa debe ser el que tena sta el da de la celevbracin (sic) del acto o contrato para determinar sobre la exiswtencia (sic) o no de la lesin" y, en segundo lugar, enumera los requisitos que se exigen para la prosperidad de la accin objeto de estudio: que se trate de bienes races; que el contrato sea conmutativo; que la desproporcin supere en ms de la mitad el justo precio al tiempo de la celebracin del acuerdo; que la negociacin no se haya hecho por ministerio de la ley; que el comprador no haya vendido, a su vez, el bien; y que no se haya producido la prescripcin. c.-) Da por establecido, sin discusin alguna, que la controversia se refiere a un bien inmueble y centra su estudio en la clase de convencin perfeccionada "ya que la parte actora sostiene que se trata de un contrato conmutativo por cuanto a pesar de venderse derechos y acciones el comprador conoca el valor del acervo hereditario en el momento de la celebracin del contrato porque en el proceso sucesorio ya se haban efectuado los inventarios en tanto la parte demandada sostiene que se trata de un contrato aleatorio y que por consiguiente no es susceptible de lesin enorme". d.-) Transcribe apartes importantes de varios decisiones de la Corte sobre la naturaleza jurdica de la venta de derechos herenciales, concluyendo con fundamento en el texto de la escritura que contiene la referida negociacin, que a pesar de poderse calificar inicialmente como aleatoria, no es posible hacer tal deduccin porque "Habiendose (sic) realizado la venta con posterioridad a la presentacin de los inventarios y avaluos (sic), hecho conocido por el comprador ya que en la clausula (sic) contemplativa de la venta se expres claramente que el proceso sucesorio de Luis Lajendro (sic) Acevedo Fonseca cursaba en ese momento en el Juzgado Tercero Civil del Circuito de Tunja, es del caso concluir que el comprador conoca la existencia del inventario y por ende los bienes inventariados y los herederos reconocidos, o por lo menos tuvo la posibilidad de tener acceso a l al enterarse de su existencia por la clusula que aparece en la citada escritura; por consiguiente considera la Sala, tal como lo dijo el A-quo, que para el caso de estudio sedebe (sic) tener el contrato de compraventa contenido en la escritura No. 264 del 10-02-86 como un contrato conmutativo y no aleatorio". e.-) A continuacin asegura, partiendo de la celebracin de contrato conmutativo entre las partes, que al actor, para el buen suceso de la accin rescisoria por lesin enorme, le corresponda probar en este caso: cules eran los bienes relictos en la sucesin de Luis Alejandro Acevedo Fonseca, "aportando la diligencia de inventarios y avaluos (sic) el auto aprobatorio de estos y el auto de reconocimiento de herederos"; cules fueron los bienes adjudicados al demandado para saber si ellos quedaron incluidos en la negociacin y su valor, "para probar lo anterior, era necesario traer al proceso el trabajo de particin y la aprobacin del mismo pues solo con la aportacin de estos documentos era posible concretar el derecho adquirido por el comprador hoy ya que mediante la hijuela se sabe que (sic) bienes exactamente le correspondieron al comprador"; cul fue el valor recibido por ste por los derechos herenciales vendidos a JOSE NEREO VARGAS SALINAS teniendo en cuenta que el precio diferente asignado en la escritura 264 de 10 de febrero de 1986, fue de $1.000.000.00 y el de la promesa de compraventa que lo antecedi de fecha 27 de enero de la misma anualidad de $7.000.000.00, porque a los dos bienes negociados se les dio un precio global y "era obligacin de la parte actora establecer el valor dado a los derechos y acciones y al predio el olvido (sic) pues de lo contrario es imposible saber si la lesin enorme se dio en el contrato de compraventa contenido en la escritura N 265 contentica (sic) de la venta del derecho de propiedad de la mitad del predio l olvido" (sic). f.-) Critica el Tribunal la afirmacin hecha por el a-quo en su fallo, folio 127 del cuaderno principal, en el sentido de que en el expediente estaba acreditado el reconocimiento de herederos, la presentacin del trabajo de particin y la sentencia aprobatoria del mismo, pues "estas no obran en el plenario". Y, agregando que tal ausencia impide que se sepa "cuales (sic) son los herederos reconocidos y la calidad en que lo fueron; y lo ms importante qu derechos concretamente le correspondieron al demandado JOSE NEREO VARGAS SALINAS en la sucesin de LUIS ALEJANDRO ACEVEDO FONSECA, por lo que en esta forma, dice se hace imposible obtener el valor de tales que tales (sic) bienes tenan al momento de la celebracin del contrato". g.-) Manifiesta que, no solo falt por probar quines fueron reconocidos como herederos y qu le fue adjudicado a cada uno, sino que tampoco se acredit el precio del inmueble Buenos Aires a la fecha de la celebracin de la negociacin. Desestima a continuacin los peritazgos rendidos porque uno lo fue para determinar el valor de los bienes que le correspondan a la cnyuge del causante para recurrir en casacin habindose efectuado "para la fecha del peritazgo y no para la fecha de la escritura de compraventa cuya simulacin (sic) se solicita"; y porque el otro, decretado en la primera instancia, presenta serias deficiencias: Se hizo para la fecha de introduccin del libelo demandador y no para la de celebracin de la compraventa; avaluaron el predio El Olvido "inmueble que no es materia de este proceso"; incluyeron tambin en el dictamen el denominado Buenos Aires puesto que "El Olvido slo tena una cabida de escasas quince (15) fanegadas y segn los peritos el predio avaluado tiene sesenta y cinco (65) fanegadas ms o menos"; en la aclaracin del dictamen, luego de separar dichos predios y dar al llamado Buenos Aires el valor de $15.875.000,00, se incurre en el defecto de no decirse "si ste (sic) corresponde a la totalidad del inmueble o solo al derecho que le correspondi al demandado" en el mencionado sucesorio. h.-) Concluye diciendo que, ante la falta de prueba respecto de los bienes que le fueron adjudicados al contradictor, lo que impide conocer su valor a la fecha de la celebracin del acuerdo volitivo, "carece la Sala de elementos de juicio para establecer si existi o no lesin enorme en la citada escritura contentiva del contrato de compraventa. Lo cual conlleva a la confirmacin de la providencia recurrida". Finalmente, explica que no obstante el insuceso de las pretensiones que relevaba al fallador de primer grado del estudio de las excepciones propuestas por el demandado, el a-quo s estudi y despach la excepcin de prescripcin como lo acredita el texto de la providencia que a ello se refiere y, especialmente, lo consignado en el numeral tercero de la parte resolutiva de la misma. LA DEMANDA DE CASACION Un nico cargo, con sujecin a la causal primera, deduce el recurrente contra la sentencia del Tribunal, pronunciamiento que acusa de infringir, a consecuencia de errores manifiestos en la apreciacin de las pruebas del proceso, los artculos 1518, 1864, 1887, 1946 y 1947 por falta de aplicacin y 1870 por interpretacin errnea, todos del Cdigo Civil. En desarrollo del cargo expone las consideraciones que a continuacin se sintetizan: a.-) Empieza por precisar que el fallador dedujo que la parte actora no acredita: cules fueron los bienes adjudicados a JOSE NEREO VARGAS SALINA, cesionario de los derechos herenciales de Manuel Antonio Acevedo Fonseca, y cul fue el valor de lo que ste recibi de aqul por concepto de dicha cesin. b.-) Asegura que no se tuvo en cuenta por el sentenciador que, en el proceso de sucesin de Alejandro Acevedo Fonseca, el heredero Luis Alejandro Acevedo denunci como nico bien relicto, diligencia de inventarios y avalos (fls. 4 a 6 del cuaderno 1), el inmueble rural situado en las fracciones de los municipios de Toca y Siachoque denominado Buenos Aires y, adems, tampoco se percat, "que el otro inmueble enajenado por MANUEL ANTONIO ACEVEDO FONSECA a favor de JOSE NEREO VARGAS SALINAS o sea el predio rural el OLVIDO no haba sido adquirido por el cedente de los derechos universales en la mortuoria de su finado padre sino por compra hecha a un tercero por medio de escritura pblica", quedando de esa manera claramente probada la individualizacin del predio inicialmente mencionado con dicha diligencia, as como tambin con ella se demuestra quines fueron reconocidos como herederos "dentro de dicho proceso mortuorio". c.-) Critica la motivacin del Tribunal por no realizar una simple operacin matemtica que lo hubiera llevado a encontrar "que al ser un solo inmueble el perteneciente a la mortuoria en mencin, resulta que en la misma diligencia de inventarios y avalos el Perito (sic) designado por la Nacin para avaluar el nico inmueble se le dio el gran total de $337.500,00 pesos, y como eran dos los herederos reconocidos en su calidad de hijos legtimos del causante, le correspondi a cada uno el 50% de aqul valor, pero, ante la omisin de efectuar una divisin aritmtica, como era lo prudente y adecuado, fue ms fcil para el sentenciador afirmar que se haba adjudicado un inmueble sin tener en cuenta su valor dentro de la mortuoria". d.-) Tampoco, reitera la censura, tuvo en cuenta el fallo la prueba que contiene el contrato de promesa de compraventa de derechos herenciales (Fl. 7-8 cuaderno 1) de MANUEL ANTONIO ACEVEDO FONSECA a JOSE NEREO VARGAS SALINAS en la sucesin de Alejandro Acevedo Fonseca tramitada en el Juzgado Tercero Civil del Circuito de Tunja, transaccin en la que adems se dijo, clusula cuarta, "que el inmueble denominado el OLVIDO estaba prometido en venta al promitente comprador en un 50% de su totalidad". e.-) Seala que aparece otro error del sentenciador al no tener en cuenta la confesin implcita efectuada en el libelo introductor por el actor (fls. 12 a 14 cuaderno 1), respecto de que MANUEL ANTONIO Y LUIS ALEJANDRO estaban reconocidos en el proceso de sucesin de Luis Alejandro Acevedo Fonseca (hecho 1); que el nico inmueble sucesoral era el llamado Buenos Aires (hecho 2); que MANUEL ANTONIO ACEVEDO FONSECA tena el derecho de dominio y posesin del 50% del predio El Olvido, segn escritura pblica N 249 de 18 de marzo de 1952 (hecho 3); y que el precio total de venta de los bienes o sea el 50% del inmueble BUENOS AIRES y el 50% del predio EL OLVIDO era la suma de $7000.000 (hecho 4). f.-) Indica a continuacin que no tuvo en cuenta el Tribunal que el demandado al responder la demanda admiti que en la sucesin de Luis Alejandro Acevedo Fonseca, tramitada ante el Juzgado Tercero Civil del Circuito de Tunja, fueron reconocidos como herederos Luis Alejandro y Manuel Antonio, y que tampoco apreci como prueba lo consignado por aquel en la clusula sexta de la escritura 475 del 15 de febrero de 1990 de la Notara 32 del Crculo de Bogot (Fls. 32 a 35, cuaderno 1), en el sentido de que "el inmueble denominado BUENOS AIRES le fue adjudicado" en dicho causa sucesoral y que el valor del mismo en la citada adjudicacin "qued establecido que era el 50% del valor que le dio el perito de la nacin en el proceso de sucesin". g.-) El error del sentenciador al estimar que no se acredit el precio cancelado por los derechos herenciales vendidos por MANUEL ANTONIO y comprados por JOSE NEREO, agrega, surge de no haber estudiado que en la promesa de contrato que antecedi el perfeccionamiento de la negociacin, segn lo expresaron las partes en la demanda y en la contestacin, "fue de $7.000.000,00 de pesos" (sic), y tambin "en no entender que de acuerdo a la promesa de contrato de venta que aparece a folio 7 y 8 del cuaderno 1, a la relacin de los hechos de la demanda y al dictamen pericial realizado sobre los dos inmuebles por los peritos designados legalmente por el Juzgado a peticin de la parte actora que corre de bulto a folios 2 a 7 del cuaderno No. 4 y la aclaracin de dicho dictamen junto con el croquis de los inmuebles que aparece a folios 32 a 36 del mismo cuaderno No. 4 se estableci para efectos contractuales que los inmuebles Buenos Aires y el Olvido en las proporciones conocidas, era el objeto nico del acto jurdico efectuado entre MANUEL ANTONIO FONSECA como vendedor y JOSE NEREO VARGAS como comprador", motivo que explica que el inmueble recibido por herencia "se adjudicara en el correspondiente proceso de sucesin, tal como se hizo, y el inmueble el olvido mediante escritura pblica". h.-) Advierte que el Tribunal no realiz una elemental operacin aritmtica autorizada por el artculo 1864, inciso 2 del Cdigo Civil, una simple regla de tres, as: "si la finca el olvido (sic) tiene una cabida de 14 fanegadas (fl. 33, cuaderno No. 4) y el predio BUENOS AIRES 57.5 fanegadas (fl. 33, cuaderno No. 4) y se pag por la totalidad de los dos inmuebles la suma de $7.000.000.00, fcilmente se puede determinar el valor de cada uno de ellos, segn el convenio entre los contratantes, y posteriormente con el avalo pericial de todos y cada uno de stos descubrir la lesin enorme". i.-) Pasa a continuacin a hacer la descripcin de toda la actividad procesal que condujo al avalo de los inmuebles para la poca de la venta, fijada por peritos en $20.775.000.00, y al cumplimiento de la ritualidad propia de la prueba, artculos 233 a 243 del C. de P. C., concluyendo que "Demostrado como esta (sic) que el sentenciador de segunda instancia cometi errores manifiestos de hecho, debido a que no es necesario realizar ninguna lucubracin mental, ni tampoco efectuar deducciones subjetivas, sino que la propia realidad procesal est demostrando inequvocamente la omisin de la prueba pericial para la fecha de venta, adems, el funcionario realiza suposiciones personales, al pretender que el dictamen pericial se refiera a un solo predio y a una fecha diferente al ordenamiento judicial, aparece en notable contraevidencia con la realidad procesal". j.-) A guisa de colofn asegura que "con ocasin de los reiterados y manifiestos errores de hecho del sentenciador de segunda instancia como son el no haber entendido y admitido la demanda como una confesin. Al no haber tenido en cuenta el contrato de promesa de venta ni las afirmaciones de las partes en cuanto al verdadero precio del contrato ($7.000.000.00). Haber omitido las pruebas que demostraban la cabida superficiaria, real de los dos fundos materia de la controversia, y los valores anotados en los autos como precio de compra, para ser cotejados con los valores arrimados a los autos con la prueba pericial para la fecha de la relacin contractual y al no haberse tenido en cuenta la diligencia de inventarios y avalos en donde se concretaba e identificaba el inmueble BUENOS AIRES y su avalo pericial para aquella poca, sumado al hecho de no haberse tenido en cuenta el avalo realizado por los peritos designados en el trmino probatorio, quienes manifestaron que la pericia se refera a la fecha de la venta, nos estn demostrando en forma vehemente los errores manifiestos de hecho, que bueno es colegirlos, cuando el funcionario de la primera instancia no encontr necesario la prctica de una inspeccin judicial ya que los bienes estaban plenamente identificados". Adicionando que el precio cuando se guarde silencio sobre la fecha a que se contrae el dictamen, segn lo ha dicho la Corte "debe presumirse que es el relativo a la finca en el momento del contrato, mientras no se pruebe lo contrario". k.-) Finaliza afirmando, en relacin con los preceptos sustanciales que el Tribunal quebrant, que no se aplicaron los artculos 1946, 1947, 1864 y 1518 del Cdigo Civil porque el precio de los inmuebles al tiempo de la venta fue el asignado por los peritos; tampoco aplic el artculo 1887 relativo a la cabida y aplic errneamente el artculo 1870 "cuando exige la demostracin de los bienes relictos para el momento de perfeccionarse la venta, pero estos en realidad existan dentro de la masa ilquida del causante, pero posteriormente se individualizaron en cabeza del adquirente". CONSIDERACIONES DE LA CORTE: 1.- La pretensin principal y nica, junto con las consecuenciales que le son propias, formulada por MANUEL ANTONIO ACEVEDO FONSECA es la rescisin por lesin enorme del contrato de compraventa de los derechos herenciales que le correspondan en la sucesin de su fallecido padre Alejandro Acevedo Fonseca, acto perfeccionado entre l como vendedor y JOSE NEREO VARGAS SALINAS como comprador mediante el otorgamiento de la escritura pblica 264 de la Notara Treinta y Dos del Circulo de Santaf de Bogot de 10 de febrero de 1986, y que estuvo precedido de promesa de contrato calendada el 27 de enero de la misma anualidad. 2.- No se presta a discusin que lo primero que debe examinar el fallador, una vez allanada la va para el proferimiento de decisin de mrito, es lo ataedero a la presencia de los elementos configurantes de la accin pertinente, que para el caso estudiado de la rescisin por lesin enorme son los siguientes: "a) Que verse sobre inmuebles y que la venta no se haya hecho por ministerio de la justicia (artculo 32 de al ley 57 de 1887); b) Que el engao sea enorme (art. 1947); c) Que no se trate de un contrato de carcter aleatorio; d) que despus de la celebracin del contrato de compraventa no se haya renunciado la accin rescisoria por lesin enorme; e) Que la cosa no se haya perdido en poder del comprador; f) Que la accin se instaure dentro del trmino legal". ( Cas. de julio 5 de 1977). Dentro del estudio de tales elementos, se impone de manera obligatoria verificar la presencia de los mismos, respecto de los cuales el fallador de segunda instancia, luego de examinar el haz probatorio incorporado a los autos, concluy que el actor no haba satisfecho la carga de la prueba al no demostrar, tratndose de un contrato conmutativo y no aleatorio de venta de derechos herenciales: qu personas fueron reconocidas como interesados dentro del proceso de sucesin del causante Alejandro Acevedo Fonseca; cules eran los bienes relictos; cul era el avalo de ellos; a qu personas se adjudicaron, en qu proporcin y en qu valor. 3.- La lesin enorme o de ultramitad consiste en el dao o detrimento que padece una persona al celebrar ciertos actos jurdicos, detrimento que objetivamente est representado en la no equivalencia entre los beneficios que dicho acto le genera y los sacrificios que debe efectuar para obtenerlos. El instituto jurdico de la lesin enorme es restringido y no se aplica de manera absoluta y general a toda clase de negociaciones, sino que por el contrario es una figura exceptiva que nicamente es predicable de algunas, tales como la compraventa comn de bienes (artculo 1946), permuta de bienes de la misma especie (art. 1958), particin (art. 1405), aceptacin de una asignacin sucesoral (art. 1291), estipulacin de intereses en el mutuo (art. 2231), estipulacin de los mismos en la anticresis (art. 2466) y clusula penal (art. 1601). 4.- Punto de capital importancia es determinar si la venta de derechos herenciales es susceptible de ser rescindida por lesin enorme y, en caso positivo, en cules. Ya de vieja data la doctrina de la Corte tom partido de manera unnime por establecer que s puede serlo, abandonando de manera definitiva la tesis contraria, cuando se trata de contrato conmutativo para lo cual deben reunirse precisos requisitos. Al respecto, luego de analizar la divisin de los contratos en conmutativos y aleatorios que hace el artculo 1947 del Cdigo Civil, dijo en sentencia de 22 de febrero de 1967, G.J. CXIX, pginas 31 y 32: "El derecho real de herencia puede ser cedido a cualquier ttulo, con efectos que varan segn el modo de cederlo, segn que el ttulo sea gratuito u oneroso y segn que haya o no inmuebles entre los bienes relictos. En doctrina asentada anteriormente por la Corte se expres que, cuando se cede este derecho sin especificar los bienes del caudal hereditario, el cedente no responde de nada si el ttulo es gratuito o slo responde de su calidad de heredero cuando el ttulo es oneroso. Adems, en este segundo caso, esto es, cuando el ttulo es lucrativo y no hay especificacin de bienes, el contrato que da lugar a la cesin tiene el carcter de aleatorio y no es por tanto susceptible de ser rescindido por lesin enorme (casacin de marzo 11 de 1942 - LIII - 1983, 115). Y ms tarde, despus de examinar los varios aspectos y consecuencias que puede presentar la cesin de un derecho hereditario, la Corte precis as su doctrina en sentencia de casacin de tres de agosto de 1954: `No se puede sostener de manera absoluta que la venta de derechos hereditarios sea siempre de carcter aleatorio. Cuando al momento de efectuar la cesin se conoce de manera cierta por los contratantes la cuanta del activo y del pasivo de la sucesin, y el nmero y calidad de los herederos, el objeto vendido no es cosa que quede sometida totalmente al azar de una prdida o ganancia. La prestacin en este caso no depende de un acontecimiento incierto que haga imposible su justiprecio al momento del contrato. Puede ocurrir, por ejemplo, que la cesin se efecte despus de practicados los inventarios y avalos, cuando ya se han fijado precisamente los elementos integrantes del patrimonio herencial y los valores de los bienes relictos. En este caso la venta de los derechos herenciales no tendr carcter aleatorio. "`De tal manera que si por regla general la venta de derechos hereditarios sin determinacin de especie, es contrato aleatorio, habr casos en que ella tenga carcter conmutativo, siendo procedente entonces la accin rescisoria al existir lesin enorme, si los derechos cedidos valieren al tiempo del contrato ms de la mitad de su justo precio' (LXXVIII - 2145, 233)". 5.- Aspecto trascendente en la lesin ultradimidium es el relativo al momento en que debe hacerse el parangn entre el precio fijado en el contrato de que se trata y el justo valor de la cosa negociada al momento de la celebracin de dicho acto jurdico. Cuando ste no se halla antecedido de un acuerdo preparatorio no se presenta dificultad alguna porque la comparacin de los valores se remite a la fecha de perfeccionamiento del mismo, pero cuando lo est, es decir, antes hubo promesa de contrato, el rasero debe hacerse es con el valor que tena la cosa objeto de la negociacin en la fecha de la suscripcin de ella y no la de la celebracin del contrato prometido. Tambin en este tema la jurisprudencia de la Corte tuvo distintas posiciones para finalmente adoptar la actualmente imperante, reiterada en sentencia 270 de 14 de julio de 1987, en la que determin que el valor de la cosa tiene que estimarse a la fecha de la suscripcin del contrato preparatorio. Al respecto se dijo: "a.-) En un comienzo la Corte sent el criterio consistente en que no procede la accin rescisoria por lesin enorme en el contrato de venta de un bien raz cuando ste se ha celebrado en cumplimiento de un contrato de promesa de venta, como ciertamente lo afirm en sentencia de 26 de abril de 1961. "b.-) Empero, la Corporacin ms adelante, concretamente a partir del 23 de julio de 1969, dio un virage absolutamente opuesto, para llegar a la conclusin sobre la procedencia de la accin rescisoria por lesin enorme respecto de contratos de venta que se celebren en cumplimiento de un contrato de promesa, con la precisin doctrinal que el desequilibrio a que alude el artculo 1947 del Cdigo Civil, o sea, entre el precio acordado y el justo precio del bien al tiempo del contrato, debe entenderse que el precio es el que tena el inmueble al tiempo de la celebracin del contrato de promesa y no al del contrato de venta celebrado en cumplimiento de aquella". 6.- Subsigue, entonces, determinar si el Tribunal incurri en los errores de hecho que le imputa la recurrente, si tales yerros fueron trascendentes y si, a consecuencia de ellos, se quebrantaron las normas sustanciales que la censura precisa. 7.- El error de hecho en la apreciacin de las pruebas tiene lugar cuando el sentenciador no ve la que obra en el proceso, o supone la que no existe, supuesto que hace referencia a la desfiguracin de la prueba, bien porque se le agreg algo que le es extrao, o porque se le mutil su real contenido, exigindose, adems, que la conclusin aparezca como contraria a la realidad fctica que exterioriza la prueba y que el yerro cometido sea trascendente. Sobre los alcances del yerro de facto tiene dicho la doctrina de la Corte que "aparece cuando el juez tiene por demostrado un acontecimiento con base en una prueba que, en realidad, no obra dentro del proceso (error por suposicin). O cuando el juez niega la existencia del hecho, no obstante haberse incorporado al proceso la prueba tendiente a establecerlo (error por pretericin). Variante de la primera forma de error es aquella que se da cuando el juez le hace decir a un determinado medio probatorio lo que ste, de hecho, no representa (suposicin por adicin). Y la segunda es advertible cuando el juez, sin ignorar la existencia del medio probatorio, recorta o mutila su contenido (pretericin por cercenamiento)". Sentencia de 28 de marzo de 1990, no publicada). Debe tenerse presente que, en virtud de la autonoma de que goza el fallador de instancia para efectuar la actividad apreciativa del acervo probatorio, el yerro fctico para que tenga entidad en casacin y pueda, por ende, producir el quiebre de un fallo, tiene que ser manifiesto, o como lo pregona la jurisprudencia de esta Corporacin, ser "tan grave y notorio que a simple vista se imponga a la mente, sin mayor esfuerzo ni raciocinio, o, en otros trminos, de tal magnitud, que resulte contrario a la evidencia del proceso. No es por lo tanto, error de un fallo aquel a cuya demostracin slo se llega mediante un esforzado razonamiento..." (G.J. LXXVII, pg. 972). 8.- Emana de lo dicho hasta ahora que, cuando el fallo no se sita ostensiblemente por fuera de lo razonable, o si no es abiertamente contradictorio o arbitrario frente al haz probatorio, la decisin naturalmente no puede ser variada a travs del recurso de casacin, toda vez que como lo ha repetido a saciedad la Corte, este no puede estar fundado en la duda sino en la certeza. Por ende, siendo extraordinario el recurso de casacin y no constituyendo un correctivo jurdico que origine una tercera instancia, lo cual determina, que el tema de discusin sea la sentencia recurrida y no el planteado en la demanda, ni en las defensas de la demanda, se impone averiguar, entonces, si el ad quem incurri de manera evidente, en los yerros que el recurrente le adjudica en el cargo ya sintetizado. No sobra rememorar que cuando se aducen yerros de facto en la apreciacin de los medios de conviccin, el recurrente tiene la carga, una vez individualizado el medio en el que recae el error, de indicarlo y demostrarlo, sealando cmo se gener la suposicin o pretericin o cercenamiento, sin perder de vista que debe aparecer de manera manifiesta en los autos. 9.- El Tribunal deneg la pretensin rescisoria por lesin enorme, luego de concluir que la compraventa de la totalidad de derechos herenciales efectuada por MANUEL ANTONIO ACEVEDO FONSECA como vendedor a JOSE NEREO VARGAS SALINAS como comprador era conmutativa y no aleatoria, aduciendo que aquel no satisfizo la carga de la prueba que le impona demostrar qu personas fueron reconocidas como interesados dentro del proceso de sucesin del causante Alejandro Acevedo Fonseca y en qu calidad; en qu proporcin se repartieron los bienes de la sucesin y qu derechos le correspondieron al demandado en ella; qu porcentaje de los $7000.000 recibidos por el vendedor corresponden al precio del predio Buenos Aires y cul al del predio El Olvido; y cual, en consecuencia, el valor real del primero de esos predios al momento de la venta de los derechos hereditarios. Compendiado as el fallo del Tribunal y los dems antecedentes del proceso, la Corte estima que el cargo no est llamado a prosperar, por las razones que se exponen a continuacin: 9.1.- Distinto de cmo lo asevera la censura, el Tribunal s tuvo en cuenta la diligencia de inventarios y avalos obrante entre folios 4 y 6 del cuaderno 1 del expediente, tanto es as que al referirse a ella hizo mencin expresa de que en esta aparece como partida nica del activo sucesoral, el lote llamadoBuenos Airesigualmente (sic) el pasivo de la sucesin (fl. 25 C. 9). No cometi pues el yerro de pretericin que respecto de esa prueba se le achaca; y menos al no advertir, cual tambin se le enrostra, que con esa diligencia qued acreditado quines fueron reconocidos como herederos, porque aun cuando, en armona con lo dicho, el sentenciador s apreci ese medio de conviccin, es la verdad que tal deduccin no emerge objetivamente de l, como puede comprobarse con su simple lectura (fl. 4 a 6 C. 1). Por lo mismo, tampoco es verdad que el ad-quem, hubiera dejado de apreciar que el predio El Olvido no forma parte del activo de la sucesin del causante Alejandro Acevedo Fonseca, ms an cuando dicho sentenciador, aludiendo a los derechos que fueron transferidos por el actor al demandado, mencion entre stos la propiedad del vendedor sobre el 50% del predio El Olvido, del cual expresamente afirm no forma parte del activo de la sucesin (fl. 27 C. 9). 9.2.- Tampoco incurri en yerro fctico evidente el Tribunal al dejar de apreciar, segn se lo atribuye la censura, que el inmueble Buenos Aires fue valorado en $337.500 en la diligencia de inventarios y avalos practicada dentro de la mortuoria en referencia y que la mitad de esa suma era la que le corresponda al vendedor, porque no es verdad que en ese tipo de diligencias se declaren necesariamente los bienes inventariados por su valor real, y por el contrario es de pblico conocimiento que, generalmente, se relacionan por el valor que los interesados le asignan de comn acuerdo. Ahora, aceptando que se dio el comentado error de pretericin, habra que convenir que l no es trascendente, por las razones que acaban de exponerse. De tal manera que no era del caso, como lo afirma el recurrente, tomar ese valor ($337.500) y hacer una simple operacin aritmtica en orden a establecer el precio del 50% de los derechos que al vendedor correspondan sobre el predio Buenos Aires para deducir el fenmeno de la lesin enorme, pues no es razonable ni est fundado en pruebas atendibles que aqul valor represente el precio real de los derechos trasmitidos por el actor al momento de la negociacin. 9.3.- Contrario a lo manifestado en la impugnacin, el Tribunal si vi y tuvo en cuenta el contrato de promesa de compraventa al que estos autos hacen mrito, y adems se percat que en l se prometi vender el 50% del predio El Olvido, pues literalmente afirm all el sentenciador que Analizado el documento promesa de compraventa aportado al proceso por la parte actorase observaque inclua la venta de los derechos y acciones que le correspondieron a Manuel Antonio Acevedo en la sucesin y el 50% del predio el Olvido (sic) el cual no forma parte del activo de la sucesin (fl. 27 C. 9). De tal forma que el Tribunal no se equivoc, como se pretende sealar, al concluir cul fue el activo sucesoral inventariado, y menos que por esa equivocacin hubiese estado en imposibilidad de determinar el valor por el cual el actor vendi sus derechos en la mortuoria, y sobre qu bienes finalmente recay ese derecho. 9.4.- No cometi yerro fctico el Tribunal al no advertir, cual lo indica el censor, que el actor confes en la demanda que MANUEL ANTONIO y LUIS ALEJANDRO estaban reconocidos como herederos en la sucesin del difunto padre de los mismos, porque dichas manifestaciones no tienen esa connotacin al tenor del artculo 195 del C. de P.C., al menos en cuanto los hechos referidos no producen consecuencias jurdicas adversas al actor, quien, por el contrario, justo por conducto de llos aspira a sacar avante su pretensin. 9.5.- No es que el Tribunal hubiera afirmado, a consecuencia de no ver la promesa de compraventa ni el valor all pactado, que no se acredit el precio cancelado al vendedor por concepto de los derechos herenciales, pues en forma por dems precisa asever el juzgador que en dicha promesa contrato (sic) promesa de compraventa (sic) las partes le dieron un valor de $7000.000 en forma global es decir, (sic) que esta suma inclua la venta de los derechos y acciones que le correspondieron a MANUEL ANTONIO ACEVEDO en la sucesin de su finado padre LUIS ALEJANDRO ACEVEDO FONSECA (sic) y al 50% del predio El Olvido el cual no forma parte del activo de la sucesin. Lo que quiso decir y dijo efectivamente el Tribunal fue que el actor no prob en particular el valor recibido por los derechos herenciales que enajen mediante la citada escritura 264, ni lo que individualmente recibi por el 50% del predio El Olvido que enajen mediante la sosodicha escritura 265, que en su concepto (del Tribunal) era circunstancia que no poda dejarse de establecer por el actor porque de lo contrario es imposible saber si la lesin enorme se dio en el contrato de compraventa contenido en la escritura 264 contentiva de la venta de derechos y acciones o en la escritura N 265 contentiva de la venta del derecho de propiedad de la mitad del predio El Olvido. Es decir, que para el ad quem mientras el actor no demuestre qu proporcin o monto de los $7000.000 pag el demandado por los derechos que adquiri sobre el predio Buenos Aires, no es posible deducir probatoriamente la figura de la lesin enorme deprecada en la demanda respecto de la venta efectuada por conducto de la ya aludida escritura 264; afirmacin del ad quem en relacin con la cual la Corte observa, en primer lugar, que no se da yerro fctico alguno pues si en verdad el precio pagado por la totalidad de los derechos herenciales y el 50% del predio El Olvido, segn se desprende del texto de la promesa, fue de $7000.000, es lgico y razonable lo aseverado por el fallador cuando dice que no se puede establecer el precio de cada uno de los objetos al haberse estipulado uno integral para los dos, siendo, por ende, imposible determinar, cual lo sostiene el fallo, si la lesin se produjo frente a los derechos herenciales o frente a la cuota parte de mitada en el predio El Olvido; y, en segundo lugar, que el ataque elaborado por la censura en este preciso aspecto es desenfocado, al entender que el Tribunal no apreci la promesa de compraventa ni las dems pruebas que con ese propsito menciona para resaltar que el precio estipulado fue de $7000.000. 9.6.- Algo ms, la conclusin del Tribunal que acaba de comentarse en el numeral precedente no es contraevidente, como tambin lo denuncia el cargo, a la luz de la operacin aritmtica propuesta por el recurrente y conforme a la cual, segn lo plantea el propio recurrente, si la finca el olvido (sic) tiene una cabida de 14 fanegadas (fl. 33 C. 4) y el predio BUENOS AIRES 57.5 fanegadas (fl. 33, C. 4) y se pag por la totalidad de los inmuebles la suma de $7000.000, facilmente (dice) se puede determinar el valor de cada uno de ellos, porque entre otras dificultades, ese procedimiento tropieza con el obstculo fundamental de que tratndose de predios distintos el valor de la tierra no tiene por que ser necesariamente igual, y por cuanto en el proceso no aparece una tabla de precios lo suficientemente discriminada y atendible que sirva de soporte a un razonamiento semejante del Juzgador. 9.7.- El no acogimiento del dictamen pericial por el sentenciador tampoco es constitutivo del error de facto que se le atribuye al fallo, porque es indiscutible que ste carece de claridad, fundamentacin y explicacin; defectos que advirti aquel para desestimarlo como prueba demostrativa del valor del inmueble Buenos Aires, a la fecha de la celebracin del contrato en que se prometi la venta de los derechos herenciales, es decir, de este nico bien del haber sucesoral, al decir del recurrente. Tiene dicho esta Corporacin que "acorde con lo expresado por los artculos 237-6 y 241 del C. de P. C., para que un dictamen pericial pueda ser apreciado por el juez, es necesario que se encuentre debidamente fundado. Pero, como segn reiterada jurisprudencia de la Corte, el sentenciador de instancia goza de autonoma para calificar y apreciar la firmeza, precisin y calidad de los fundamentos del dictamen pericial, mientras la conclusin que l saque no sea contraevidente, sus juicios al respecto son inmodificables. Consecuente con lo anterior, los reparos por la indebida apreciacin de la fuerza probatoria de una pericia, deben dirigirse a demostrar que el juez vio el dictamen de manera distinta a como aparece producido, y que sac de l una conclusin ilgica o arbitraria, que no se compagina con la que realmente demuestra, porque, de lo contrario, es obvio que lo as inferido por el fallador est amparado en la presuncin de acierto, y debe ser respetado en casacin" (Sentencia de 11 de septiembre de 1991, G.J. T. CCXII, N 2451, pgina 143). Adems, en el supuesto de que el dictamen pudiera purgarse de los defectos mencionados, se observa que, tal como se destac en la sentencia, ante la falta de acreditacin del precio cierto de adquisicin de los derechos herenciales, no hay manera de encontrar el otro extremo que debe ser tenido en cuenta, esto es, el relativo al valor de adquisicin de los derechos sobre el predio El Olvido, o sea, se repite, qu parte o cuanta de los $7.000.000,00 que pag el demandado corresponden al precio cierto y real de aquellos y cunto al 50% del predio El Olvido; dificultad que es, tal como lo dijo el fallador, insalvable para los efectos de determinar la lesin enorme demandada y as mismo para determinar cul la parte del precio que el comprador tendra que completar en el evento en que no consintiera en la rescisin (art. 1948 C.C.).- 9.8.- Tiene razn el recurrente al afirmar que el Tribunal incurri en yerro fctico cuando, sin exigirlo como un requisito de tarifa legal, s reclam la presencia en el proceso del auto aprobatorio de los inventarios y avalos lo mismo que el trabajo de particin y la sentencia aprobatoria de ste para que pudiera tenerse por establecido con esas pruebas entre quines y en qu proporcin se reparti el activo de la sucesin; error que en sentir de la Corte se present en el sentenciador al dejar ste de ver, como prueba suficiente para acreditar lo que echo de menos, la respuesta dada por el demandado al libelo introductor, en la que confes no slo que el Juzgado 3 Civil del Circuito de Tunja reconoci como herederos del causante a sus hijos LUIS ALEJANDRO y MANUEL ANTONIO (respuesta al hecho primero de la demanda), sino adems que fue elaborado y aprobado el trabajo de particin y adjudicacin de los bienes dentro del sucesorio del causante LUIS ALEJANDRO ACEVEDO FONSECA (padre)trabajo dentro del cual le fue adjudicado un derecho a mi representado, mas no al demandante ACEVEDO FONSECA (respuesta al hecho segundo de la demanda), y, de otra parte, por cuanto ignor as mismo lo consignado en la clusula 6 de la escritura 475 del 15 de febrero de 1990 (venta del demandado a un tercero), en virtud de la cual el inmueble materia de esta venta, fue adquirido por el vendedor, mediante (sic) sentencia de fecha junio veintisiete (27) de mil novecientos ochenta y siete (1987), la cual se encuentra debidamente registrada en la Oficina de Registro de la ciudad de Tunja, sentencia esta que fue dictada dentro del proceso sucesorio del seor LUIS ALEJANDRO ACEVEDO FONSECA, que curs en el Juzgado Tercero Civil del Circuito de Tunja. Sin embargo, ha de precisarse que aun cuando este yerro es evidente, con ms veras por cuanto el objeto de la accin aqu deducida se circunscribe a determinar objetivamente el desequilibrio en las prestaciones econmicas del contrato de compraventa celebrado, l carece de la trascendencia requerida para producir el derrumbamiento de la decisin del Tribunal, como quiera que las consideraciones precedentes seguiran impidiendo que la Corte pudiera hacer un pronunciamiento diferente. 9.9.- Adems, as se dieron los requisitos para casar el fallo del Tribunal y se obviaran, por lo consiguiente, las dificultades puestas ya de presente para no acceder a la peticin del censor, la Corte, al colocarse en sede de instancia, tropezara con un obstculo adicional en el camino a declarar la rescisin por lesin enorme deprecada, si se tiene en cuenta que de conformidad con la prueba obrante a folios del cuaderno 1 del expediente, en la sucesin del finado Luis Alejandro Acevedo Fonseca fue reconocida la seora XX como su cnyuge sobreviviente, con derecho a porcin conyugal a ser satisfecha con el nico bien del activo inventariado; prueba con arreglo a la cual no seran dos, como dice la demanda, sino tres, los adjudicatarios de ese activo, que implicara inexactitud en el fundamento fctico del petitum y robustecera, por ende, las razones para el pronunciamiento de una sentencia desestimatoria. 10.- El cargo, como se anticip, no prospera. DECISION: Por lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, en Sala de Casacin Civil y Agraria, en nombre de la Repblica y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia de 15 de julio de 1994 pronunciada por la Sala Civil de Tribunal Superior del Distrito Judicial de Tunja en el proceso ordinario instaurado por MANUEL ANTONIO ACEVEDO FONSECA contra JOSE NEREO VARGAS SALINA. Costas del recurso a cargo de la parte demandante. Liqudense. CPIESE, NOTIFQUESE Y DEVULVASE. JORGE ANTONIO CASTILLO RUGELES MANUEL ARDILA VELASQUEZ NICOLAS BECHARA SIMANCAS CARLOS IGNACIO JARAMILLO JARAMILLO JOS FERNANDO RAMREZ GMEZ JORGE SANTOS BALLESTEROS SILVIO FERNANDO TREJOS BUENO