121
Michael Keating Héctor Gros Espiell Jose Ignacio Lacasta Javier de Lucas Salvador Cardús Max Simeoni elkarrizketa Iñaki Gabilondo zentzunaren ahotza kultura bakarra interneten la revolución audiovisual que viene. Crear para existir Colaboraciones especiales de Pere Esteve Duran i Lleida pentsamendu eta historia aldizkaria. revista de pensamiento e historia Aurkibidea/Índice

Hermes 0: Nacionalismo y democracia

Embed Size (px)

DESCRIPTION

 

Citation preview

Page 1: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

Michael KeatingHéctor Gros EspiellJose Ignacio LacastaJavier de LucasSalvador CardúsMax Simeoni

elkarrizketaIñaki Gabilondozentzunarenahotza

kultura bakarrainterneten

la revoluciónaudiovisual queviene.Crear para existir

Colaboracionesespeciales dePere EsteveDuran i Lleida

pentsamendu eta historia aldizkaria. revista de pensamiento e historia

Aurkibidea/Índice

Page 2: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

g u r e g a i a kMichael Keating, Héctor Gros Espiell

d e b a t eMax Simeoni, Javier de Lucas, José Ignacio Lacasta, Salvador Cardús,Pere Esteve, Josep A. Duran i Lleida

e l k a r r i z k e t a

Iñaki Gabilondo

m u n d u a n

Valentín Popescu

i n f o r m e

Xabier Aizpurua

z i e n t z i a e t a t e k n o l o g i a

Iñaki Goirizelaia, Andoni Ortuzar

k u l t u r a

Nino Dentici

h i s t o r i a

Koldo Mediavilla

r e f l e x i o n e s

Emilio Olabarria

g u r e g a u z a k

Fundación Sabino Arana

a p u n t e d i r e c t o r

2

2 2

6 8

7 6

8 4

9 0

1 0 0

1 0 4

1 0 8

1 1 6

1 2 0

í n d i c e

Edita: Fundación Sabino AranaDirectores: Txema Montero, Koldo Mediavilla.Coordinadora de Edición: Olga Sáez.Colaboran en este número: Michael Keating, Héctor Gros Espiell,Jose Ignacio Lacasta, Javier de Lucas, Max Simeoni, Pere Esteve,Josep Antoni Duran i Lleida, Salvador Cardús, Xabier Aizpurua,Andoni Ortuzar, Valentin Popescu, Xabier Lapitz, Sonia Hernan-do, Iñaki Goirizelaia, Emilio Olabarria, Nino Dentici.Diseño: Logoritmo.Dibujos: Ángel Vadillo.Colaboración gráfica: Iñaki García Ergüin.Fotocomposición y Fotomecánica: Flash Composition. Imprime: Flash Impresión

Fundación Sabino Arana.Ibáñez de Bilbao 16. 48001 Bilbao. Tfno. 94 423.05.28. Fax 94 423.42.80. e-mail: [email protected].

e d i t o r i a l

E l año 1917, en una Europa convulsionada por la primera Gran Guerra ypor la revolución rusa y en una Euskadi en transformación hacia la indus-trialización y el desarrollo económico, nacía en Bilbao la revista “Hermes”

de la mano del pujante nacionalismo vasco post sabiniano.

Alrededor de esta publicación se produjo el principal debate ideológico de la época,influenciado por los catorce puntos del presidente Wilson y, con ellos del reconocimientodel derecho de autodeterminación de los pueblos. Pero, al mismo tiempo, “Hermes” seconvirtió en el foro de la intelectualidad del momento, concitando un renacimiento cul-tural prolífico tanto en expresiones artísticas como en protagonistas.

Fue, sin duda alguna, el referente escrito de un nuevo tiempo, de unas nuevas ideasy de una nueva generación.

Hoy, superada la barrera de un nuevo siglo y milenio, la Fundación Sabino Aranaha asumido el reto de recuperar el espíritu de aquella publicación emblemática. Así re-surge “Hermes” como una revista que se autodefine como de pensamiento e historia, quese compromete al servicio de la afirmación y el desarrollo de la identidad nacional vas-ca, desde el respeto inquebrantable de los derechos fundamentales de la persona.

La nueva “Hermes” afirma que la identidad no es una característica histórica in-mutable sino una experiencia y una conciencia producto de la historia vivida en comúny de las decisiones que adoptan los ciudadanos. Por lo tanto, esta revista no nace con unavisión determinista ni unívoca de lo vasco. Creemos, como Joxe Miel de Barandiaran,que “porque fuimos, somos y porque somos, seremos” y que ni lo uno ni lo otro son el re-sultado de un destino sino de las acciones y omisiones de personas que hacen la historia,aún cuando ignoren en ese preciso momento que la están haciendo.

“Hermes” afirma el derecho a la libertad de las personas y de los pueblos, de los gru-pos sociales y políticos, reconoce y afirma que el ejercicio del derecho de autodetermina-ción es la expresión de la libertad política de los pueblos e, igualmente asume el carácterpluralista de la sociedad vasca que exige el reconocimiento de otras manifestaciones po-líticas y sociales diversas de la nacionalista.

En el amanecer de la nueva sociedad de la globalización, de las tecnologías digita-les de la información y conocimiento, “Hermes” reconoce y afirma la función funda-mental que corresponde al euskera en la línea de afirmación y consolidación de la iden-tidad cultural vasca, dentro del contexto lingüístico plural en el que los vascos hanvenido haciendo y seguirán construyendo su historia.

Las nuevas formas de participación social tendrán cabida en estas páginas comonuevos protagonistas del debate público, de igual manera que prestaremos especial rele-vancia en esta publicación por divulgar y hacer seguimiento de las innovaciones cientí-ficas y tecnológicas y su correspondiente impacto en la sociedad de nuestros días.

“Hermes”, en definitiva, es un instrumento de diálogo y debate ideológico. Un pun-to de encuentro editorial que dé cuerpo al objetivo básico de la Fundación Sabino Ara-na resumido en su lema “Atzokoan finkatuz gaur biharkoa bultzatu” (Afianzándonosen el ayer, impulsar el mañana)

Page 3: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

2

Las Regiones, la Democratización y la

Const i tución de Europa

R e e s t r u c t u r a c i ó n t e r r i t o r i a l y D e m o c r a c i a

E n la actualidad, el espacio euro-peo se ve sometido a una pro-funda reestructuración desenca-

denada por una serie de cambios funcionales,culturales e institucionales. Tales factores estánponiendo en tela de juicio el papel desempeña-do por la nación estado en cuanto a gestionarel cambio social y económico, conservar iden-tidades comunes y conseguir gobiernos demo-cráticos dispuestos a asumir sus responsabilida-des.

El principal cambio funcional va asocia-do al proceso de reestructuración económica.Las economías nacionales se ven obligadas asuperar el reto derivado de la globalización y laconstrucción de un mercado único europeo.Además, cada vez se reconoce más que el cam-bio económico responde a factores muy loca-

les. Consecuentemente, muchosanalistas han detectado la apari-ción de sistemas locales de produc-ción como factor clave en la nuevaeconomía. Los estados basados enel pilar del bienestar siguen tenien-do un alcance nacional, pero exis-ten algunas tendencias de descen-tralización acompañadas por labúsqueda de nuevas fórmulas desolidaridad local. Además, las fun-ciones educativas y culturalesorientadas hacia la ciudadanía es-tán profundamente enraizadas enlos estados nación, pero tambiénexisten tendencias que se inclinanhacia la descentralización y diver-sificación. En la imagen final re-sultante podemos apreciar que es-tos distintos sistemas funcionales

ya no coinciden entre sí en el espacio y que, endeterminados casos, van incluso más allá de laspropias fronteras de la nación estado.

Entre los cambios políticos registradosse incluye la aparición o reaparición de identi-dades locales e históricas y, de forma más par-ticular, la creciente prevalencia de identidadesdobles o múltiples. Este proceso ha evolucio-nado mucho más en unos estados que en otros,formándose así un mosaico de identidades ba-sadas en el territorio que varían en cuanto a in-tensidad y forma. Existe una identidad europeaemergente, aunque casi pasa totalmente desa-percibida por la mayoría y únicamente sirvecomo recurso para aquellas personas (eurócra-tas, hombres de negocios o profesores de laEUI) que trabajan en el seno de las redes euro-peas. Visto desde esta óptica, quizás se asemejea las identidades nacionales existentes antes dela era de la movilización en masa.

A nivel sub-estatal también se están re-forzando identidades nuevas y re-emergentesque pueden ser exclusivas y plantear un retotanto para las identidades europeas como paralas estatales. Sin embargo, suele ser más habi-tual encontrar identidades dobles de carácterestatal y sub-estatal, especialmente en estadosplurinacionales tales como España, Reino Uni-do y Bélgica. No son identidades inamoviblespuesto que se pueden movilizar e instrumenta-lizar de diversas maneras para conseguir dife-rentes fines. En algunos casos, la cuestión deidentidad es puramente cultural, mientras queen otros adopta un significado político muchomás amplio. Se pueden utilizar las identidadesterritoriales para construir nuevas coalicionesde intereses en asuntos de desarrollo económi-

MICHAEL KEATING.Licenciado en filosofía y le-tras, ciencias políticas yeconomía (Oxford), másteren historia, (Oxford), doc-torado (CNAA), linguüísti-ca adjunto (Instituto deLingüística), 1983. Catedrá-tico de Ciencias Políticas ySociales del European Uni-versity Institute, Florencia,Italia; Catedrático de Cien-cias Políticas escocesas enla Universidad de Aberde-en, Escocia. Ha impartidonumerosos cursos y semi-narios a lo largo de todaEuropa.

Page 4: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº2 de 8 . las regiones , la democrat ización y la const i tución europea, Michael Keat ing

co. Así es como los partidos políticos y sus lí-deres pueden construir sobre estas identidadesemergentes para movilizar los apoyos que senecesiten y ayudar a reforzar y ampliar el al-cance de los mismos durante el proceso.

Por último, el estado está experimentan-do cambios institucionales. Por arriba llega laintegración europea. Por abajo, la afirmaciónregional. Desde los laterales avanzan el merca-do y la sociedad civil. Todavía no existe con-senso alguno respecto a la importancia políticaasociada a estos cambios. Algunos dicen queerosionan el estado, mientras que otros insistenen afirmar que únicamente corresponden auna estrategia llevada a cabo por los diferentesestados diseñada para reforzar su autoridadcentralizando determinadas tareas y descargan-do otras que van a parar a órganos subordina-dos.

Está claroque este conjun-to de cambios sir-ve para romper elantiguo modelode nación-estadoeuropeo que con-tenía los siguien-tes elementosdentro de un espacio definido:

- Un conjunto de sistemas funcionales,tales como una "economía nacional" yun "estado nacional del bienestar";- Una cultura e identidad nacional;- Una población o demos nacional, de-finida por una identidad común, por unabanico de valores compartidos, por lainteracción y confianza mutua;- Un conjunto de instituciones gober-nantes;- Una reivindicación asociada a sobera-nía interna y externa.

La coincidencia de estos elementos en elespacio fue lo que permitió conseguir la demo-cracia nacional. Su fragmentación es uno de losfactores que produce el déficit democrático.Los sistemas funcionales se están fragmentan-

do y la toma de decisiones está desapareciendode las redes. Las culturas cada vez son máscomplejas y múltiples. La demos, si siquiera sepudiera identificar, ya no corresponde a los sis-temas funcionales que la democracia ha decontrolar; además, parece como si el poder sehubiese burlado del control de las institucionesdemocráticas. La formulación de políticas hadesaparecido dentro de redes que abarcan áre-as territoriales y funcionales. Existe la tenta-ción de abordar este problema reconstruyendola nación-estado a nivel europeo, complemen-tando la integración funcional con una culturaeuropea, una demos e instituciones responsa-bles ante parlamentos. Creo que esta tendenciaes errónea y que, como consecuencia de ello,debemos replantearnos la naturaleza y las nece-sidades de la democracia de una manera mu-cho más radical, yendo mas allá de la democra-cia nacional y abarcando formas de democraciacomplejas, multiculturales, plurinacionales

compuestas pormúltiples niveles.

E x i s t e nmuchas dimen-siones relaciona-das con esta cues-tión, aunque seme ha pedido

que analice la territorial. En primer lugar, esnecesario decir dos cosas. El modelo del estadonación esbozado en los últimos párrafos sería elideal, aunque no el definitivo. Se trata, desdeluego, de una exagerada simplificación que seutiliza mucho. Está fuertemente influido porteóricos franceses y alemanes que han logradodefinir el estado en Europa. Sin embargo, exis-ten otras tradiciones de estado que permitenadaptar mejor la pluralidad, la complejidad y lamultinacionalidad1.

En segundo lugar, las tendencias con-temporáneas pueden plantear retos para la na-ción-estado como marco único para la políticaterritorial pero esto no significa (con el debidorespeto que me merecen algunos autores fran-ceses) que el territorio en sí esté perdiendo sig-nificado, ya que nunca hemos podido ni po-dremos identificar el principio territorialexclusivamente con el estado. Más bien todo lo

Ekonomia nazionalak behartuta daude globalizazioaketa Europako merkatu bateratuaren eraikuntzak da-karten erronka gainditzera

3

Page 5: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :3 de 8 . las regiones , la democrat ización y la const i tución europea, Michael Keat ing

4

A

esp

contrario, puesto que somos testigos del proce-so de reconstrucción de un espacio funcional,político e institucional, basado algunas vecesen unidades nacionales o histórico-culturales,otras veces no. Se trata, aun así, de un procesomuy poco uniforme caracterizado por resulta-dos muy divergentes en distintos lugares. En lí-neas generales, las regiones funcionales se hanbasado en factores económicos, dentro de esta-dos, entre estados y más allá de las fronteras deun estado. Además, las regiones culturales pue-den estar ubicadas dentro deun estado o abarcar varios esta-dos a la vez.

Las regiones políticas,definidas como espacios dondese celebra un debate político yen el que los temas a tratar sonabordados según el impactoque tienen sobre el territorio, existen en algu-nas zonas de Europa, pero no en otras. En losmismos pueden participar determinados parti-dos políticos locales, además de los medios decomunicación locales y otros competidores pa-ra definir y defender asuntos comunes de inte-rés regional. Por último, las regiones puedenestar más o menos institucionalizadas, a travésde entidades gubernamentales, que a su vezpueden ser más o menos autónomas; y a travésde instituciones de la sociedad civil que inclu-yan grupos de intereses, movimientos sociales einstituciones de auto-regulación. Estos signifi-cados asociados a la región coinciden en algu-nos lugares pero no así en otros, lo cual haceque sea imposible conceptualizar un único ni-vel de gobierno local en Europa.

A lo largo y ancho de las naciones sin es-tado de Europa Occidental existe un movi-miento especialmente digno de atención quetiende hacia una fórmula de nacionalismo

post-soberanista. Muchos nacionalistas han de-jado atrás sus sueños de secesión o sus deseosde crear un estado nación acorde con las direc-trices clásicas del siglo XIX tras darse cuenta deque es prácticamente irrelevante. En su lugar,hacen todo lo posible por encontrar un nichodentro del orden europeo estatal actualmenteen desarrollo para convertirse en entes superio-res a una mera región, aunque menos impor-tantes que un estado. Algunos incluso manejanobjetivos a largo plazo relacionados con la Eu-

ropa de los Pueblos en la que los estados desa-parecerán por completo a medida que vayanquedándose en situación de redundancia fun-cional. Otros (los más realistas) reconocen queno es probable que desaparezcan éstos, aunquebuscan nuevas formas de trabajar alrededor delsistema estatal e internacional.

La Respuesta Europea

Así pues, no podemos incluir a las re-giones como elementos integrantes del tercernivel de una política europea, tal y como lo de-muestra la experiencia del Comité de las Re-giones.

Tampoco podemos constitucionalizarEuropa como si se tratase de un cua-si-estado para crear un nivel superioren una federación tripartita de estaíndole. Aparte de la ausencia de unademos europea y de las dificultadesprácticas analizadas a fondo en la lite-ratura, el propio intento de hacer estocrearía una hegemonía que a su vezpodría convertirse en objetivo tanto

para los nacionalistas estatales como para losnacionalistas minoritarios quienes actualmenteestán tan a favor de Europa precisamente por-que no es un estado, pero sí algo más que una

Debemos replantearnos la naturaleza y las necesidades de la de-mocracia de una manera mucho más radical, yendo más allá de lademocracia nacional y abarcando formas de democracia complejas

lo largo y ancho de las naciones sin estado de

Europa Occidental existe un movimiento

ecialmente digno de atención que t iende hacia

una fórmula de nacional ismo post-soberanis ta

Page 6: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº 4 de 8 . las regiones , la democrat ización y la const i tución europea, Michael Keat ing

zona de libre comercio. Una federación o esta-do europeo tendría que ceñirse a un modeloconcreto, de acuerdo con el análisis de la situa-ción realizada por franceses y alemanes más en-tusiastas. La constitucionalización también im-pondría un marco rígido sobre un ordenpolítico en desarrollo y fomentaría la judiciali-zación de la política y la constitucionalizaciónde las divisiones políticas y sociales, tal y comoha sucedido en Canadá.

Esto no significa que simplemente de-bamos limitarnos a "ir tirando". La compleji-dad y la proliferación de diferentes niveles detoma de decisiones reducen la democracia amedida que el poder sale de las institucioneselegidas para ir a parar a las redes. Es posibleque el significado de un sistema de gobierno demúltiples niveles se corresponda con un ordenescasamente democrático en el que las élites or-ganizativas y aquellas personas que posean lasdestrezas, el tiempo y los recursos necesariospara moverse en redes sectoriales y territorialescomplejas aventajen con mucho al resto de laciudadanía. A una democracia deliberativa se leplantean graves problemas cuando se combinala Nueva Gestión Pública con la tendencia detransformar a los ciudadanos en meros consu-midores en el mercado. La creación de sistemasde gobierno democráticos y dispuestos a asu-mir sus responsabilidades es un asunto com-plejo, aunque aparentemente existen dos re-quisitos básicos.

El primero de ellos está relacionado conla existencia de espacios deliberativos necesa-rios para fomentar una voluntad democrática.

Aunque posiblemente me sitúe en con-tra de los postulados acuñados por la escuela deElección Pública, estoy diciendo que las prefe-rencias democráticas de los ciudadanos no sonla mera suma total de una serie de deseos o an-

helos individuales, que podrían concretarse através de los mercados o mediante referén-dum, sino el resultado final del proceso de de-liberación e intercambio. Estos espacios deli-berativos necesitan corresponder a unaidentidad común o compartida, o a una de-mos, caso de no ser exclusiva. El segundo re-quisito está relacionado con un sistema de res-ponsabilidades que corresponda a las áreas detoma de decisiones en los sistemas funcionalesemergentes. En un sistema complejo con divi-siones funcionales y territoriales, éstas ya nopueden ser asumidas por las mismas institucio-nes.

Por ejemplo, el Parlamento Europeoprobablemente sea tan eficiente como la mayo-ría de los parlamentos nacionales (lo cual noresulta nada difícil) cuando llega el momentode analizar instituciones y exigir responsabili-dades (tal y como sucedió, por ejemplo, en elcaso de la caída de la Comisión Santer). Porotro lado, no sirve de apoyo a una comunidaddeliberativa paneuropea ni ayuda a formar unavoluntad democrática paneuropea. De hecho,probablemente nunca lo hará, ni posiblementelo deba hacer.

Por tanto, quizás sea necesario desvincu-lar estas actividades. La exigencia de responsa-bilidades y los procesos de análisis pueden fun-damentarse en múltiples enfoques tales comoauditorías, controles jurídicos, investigaciones

parlamentarias, oposición política...y desarro-llarse a varios niveles. La democracia delibera-tiva y la formación de voluntades pueden pro-ducirse a distintos niveles. En algunos casos, elestado sigue siendo el principal foco de aten-ción. Está claro que es lo que sucede en Dina-marca, Portugal e Irlanda. En gran medida, in-cluso en estados más grandes como Francia y

Un grave problème se pose pour une démo-cratie délibérative dés lors que la NouvelleGestion Publique se combine avec la tendanceà transformer des citoyens en simples con-sommateurs sur le marché

En los estados multinacionales de

España y el Reino Unido existen co-

munidades del ibera t ivas en

Cataluña, País Vasco, Escocia y

Gales, además de a nivel estatal

5

Page 7: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :5 de 8 . las regiones , la democrat ización y la const i tución europea, Michael Keat ing

Alemania. En Bélgica, sin embargo, la delibe-ración se ciñe cada vez más a las dos comuni-dades lingüísticas más importantes. En los es-tados multinacionales de España y el ReinoUnido existen comunidades deliberativas enCataluña, País Vasco, Escocia y Gales, ademásde a nivel estatal. La situación de Irlanda delNorte plantea una mayor complejidad por es-tar atrapado entre una comunidad afín al Rei-no Unido cuyos vínculos están debilitando auna comunidad totalmente irlandesa y la co-munidad del Ulster o Irlanda del Norte. Esteúltimo ha sido dividido en dos y quizás sirvapara encontrar algunos intereses comunes, es-pecialmente en lo referente a asuntos económi-cos y Europa como resultado del proceso depaz y el nuevo marco institucional.

En otros lugares, las medidas de presióniniciadas para fomentar una mayor participa-ción y democratización han favorecido a las co-munidades deliberativas a nivel de las ciudades.Así ha sido en Francia, donde el proceso de des-centralizaciónha servido pa-ra reforzar ac-ciones a nivellocal y medi-das políticas.También es elcaso de Italia,donde la crisispadecida por el estado central ha coincididocon una revalorización del nivel local. En otroscasos, la comunidad deliberativa puede ser unaregión grande, más allá de lo que es una ciudad,pero sin las características de una nación quecarece de estado.

En determinados casos extremos, laidentidad y voluntad democrática pueden ope-rar a un escala muy reducida, tal y como suce-de en las pequeñas divisiones administrativas demuchos países, que son demasiado pequeñaspara corresponder a cualquier tipo de sistemafuncional.

En el pasado, las reformas de los gobier-nos locales y regionales han incurrido a menu-do en la falacia tecnocrática de intentar alineartodos los sistemas de toma de decisiones y re-

presentación con unidades definidas funcio-nalmente (los británicos eran muy proclives ahacerlo en susfrecuentes reor-ganizaciones).

Este te-ma ha vuelto aaparecer en eldebate sobre có-mo deben com-petir las grandesregiones en Eu-ropa. También se insiste en la necesidad decontar con un nivel de gobierno regional a lolargo y ancho de la Unión Europea, al margende las condiciones locales preponderantes. Laampliación de la Unión Europea traerá consi-go una mayor variedad de aspectos relaciona-dos con la política territorial. El modelo de es-tado-nación ha sido un fracaso estrepitoso enel centro y este europeo. Las fronteras funcio-nales, culturales, políticas e institucionales

nunca han coincidido y nunca fue necesario alo largo de los siglos de dominio Habsburgo yOtomano. En la actualidad, cualquier intentode llevar a cabo dicha alineación sería a costade una enorme dislocación económica y unalimpieza étnica.

Por tanto, es muy probable que el ordenterritorial emergente sea sumamente asimétri-co, tanto dentro de diferentes estados como alo largo y ancho del espacio europeo. No sola-mente habrá múltiples pueblos y naciones, si-no que también será diferente la propia con-cepción de la demos y la nación.

En algunos casos existirá un principiounitario de nacionalidad dentro de un ordeneuropeo global. En otros, el pueblo se aferra-rá a múltiples identidades. En lugar de existir

En el pasado, las reformas de los gobiernos locales y regionaleshan incurrido a menudo en la falacia tecnocrática de intentar ali-near todos los sistemas de toma de decisiones y representacióncon unidades definidas funcionalmente

Es probable que el

orden terr i tor ia l

emergente sea

as imétr ico

6

Page 8: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :6 de 8 . las regiones , la democrat ización y la const i tución europea, Michael Keat ing

una jerarquía, habrá una pluralidad que NeilMcCormick define como "órdenes normati-vas" en todo el espacio europeo.

Esta es la única manera de dar cabida ala plurinacionalidad y a las diferencias; nuncase conseguirá mediante una centralización ja-cobina ni por un federalismo uniforme. Tam-poco se trata de la receta perfecta para que seproduzca una situación de anarquía ni unaguerra de todos contra todos. Más bien todo locontrario, puestoque Europa yaproporciona unsistema normati-vo junto con unmarco de valorescomunes. Lacompetencia in-ter-regional, queconlleva el riesgode minar la soli-daridad y recor-tar programas so-ciales y asífavorecer reduc-ciones fiscales yuna regulaciónmínima, está re-gulada por la Co-misión Europea.Los derechos in-dividuales de laciudadanía que-dan recogidos enla ConvenciónEuropea sobreDerechos Huma-nos (bajo los aus-picios del Conse-jo de Europa) yésta ha llegadohasta los diferen-tes sistemas jurí-dicos nacionales.No existe un es-tado europeo delbienestar social,pero sí innume-rables prácticasintrigantes, aun-

que sí se comparten los principios básicos delestado de bienestar que han logrado sobrevivira las turbulencias de los últimos pasados vein-te años. Todo esto se ha conseguido sin unaconstitución ni un gobierno central europeo.

Tal y como he señalado ya, la reestruc-turación territorial responde a una variedad deimpulsos funcionales y políticos. Aunque algu-nos de ellos sirvan para dar mayor realce a lademocracia, otros pueden amenazar a los pre-

7

Page 9: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

8

hermes nº :7 de 8 . las regiones , la democrat ización y la const i tución europea, Michael Keat ing

requisitos que se han de cumplir para alcanzarun orden democrático. Sin embargo, y en líne-as generales, el proceso de descentralizacióndebería catalogarse como un mecanismo quecomplementa la integración europea. Las insti-tuciones territoriales más fuertes pueden hacerfrente a las redes funcionales, imponer un de-terminado nivel de integración horizontal yproporcionar un input democrático. Puedenservir como vínculo entre políticas comunita-rias sectoriales, contrarrestar la tendencia quese inclina hacia la tecnocracia y exponer aaquellos que toman decisiones funcionales auna crítica democrática.

Además, las instituciones territorialesson las instituciones democráticas más efecti-vas e incluyentes que jamás hayamos inventa-do. Ni los usuarios de un servicio determinado,ni los miembros de una comunidad políticaconstituyen una comunidad deliberativa de lamisma ma-nera que lopueda ha-cer un gru-po definidoterritorial-mente. Asípues, seríaun granerror con-vertirse en valedores de aquellos que predican afavor de la necesidad de contar con una políti-ca desterritorializada en la nueva Europa.

Todo lo contrario, el reforzamiento delnivel horizontal es un elemento concomitantecrucial para la democracia. Sin embargo, noexiste un único modelo territorial que sirva pa-ra todos los fines.

Europa y el Futuro de las Regiones

Entre los nuevos actores territoriales ha-brá estados pequeños y estados grandes, uni-dos. Habrá también estados complejos y mul-tinacionales. Habrá naciones sin estado quetrabajen dentro de sus propios estados y en elespacio político europeo más amplio. Una vezmás, tanto las regiones-ciudad como las regio-

nes provinciales, son distintas. Podemos obser-var una determinada tendencia asociada a la se-paración de estas categorías para así encontrarsu propio espacio dentro del orden europeo.En este sentido, la UE ha desempeñado un pa-pel doble a través de sus labores de diseño ins-titucional y político. El principal instrumentopolítico han sido los Fondos Estructurales quehan movilizado a los actores a nivel local y re-gional, han promovido la creación de vínculoshorizontales y, por último, han generado y di-seminado nuevas ideas. Como mínimo, sonparcialmente responsables de acuñar el concep-to de la Europa de las Regiones. Aunque es po-sible que esta estrategia de movilización quellega desde arriba haya llegado al límite. La Co-misión Europea carece de la capacidad necesa-ria para gestionar toda la economía espacial dela UE o participar en la micro-gestión de pro-gramas urbanos y regionales. Quizás se replie-gue algo para desempeñar un papel más regu-

lador. Desde la óptica de la subsidiariedad, seha mostrado dispuesta a volver a nacionalizaralgunos de los elementos de los programas delFondo Estructural.

La UE ha sido más cauta en cuestionesrelacionadas con la reestructuración institucio-nal y, dada la diversidad de las actuales condi-ciones imperantes, tiene sólidas razones paraactuar de esta manera. He dicho que las regio-nes tienen que desempeñar un papel en lo re-ferente a la integración horizontal de la políti-ca. Los territorios, desde las comunidades máspequeñas hasta las naciones históricas, tambiéndeben dar su apoyo a la democracia deliberati-va y forjar una voluntad democrática.

Pero esto no bastará si estos foros no vanunidos a la formulación de una política euro-pea. Sin embargo, como consecuencia de la di-

La reestructuración territorial responde a una variedad de im-pulsos funcionales y políticos.Aunque algunos sirvan para darmayor realce a la democracia, otros pueden amenazar a losprerequisitos que se han de cumplir para alcanzar un ordendemocrático

Page 10: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º :8 de 8. las regiones, la democrat ización y la const i tución europea, Michael Keat ing

versidad de factores condicionan-tes, exigencias y de la propia com-plejidad del proceso de formula-ción de políticas europeas, meposicionaría en contra de establecerun único canal. Algunas regiones sehan integrado a través de sus pro-pios estados, especialmente cuandohan podido recurrir al artículo delTratado de la Unión Europea queles permite representar al estado enel Consejo de Ministros. Esto sehace en Alemania, Bélgica y Aus-tria. También es posible en el ReinoUnido, y no existe ninguna razónque impida a España hacer lo mis-mo. Contiene propuestas sobre re-formas federales a llevar a cabo enItalia. A medida que esta prácticavaya extendiéndose e implantándo-se en diferentes lugares, podría te-ner un profundo efecto sobre laforma de trabajar de la UE y las co-aliciones que se forman alrededorde temas políticos. También existeel Comité de las Regiones que pa-dece las consecuencias de ser un foro de repre-sentación general donde se agrupan nacionessin estado, regiones grandes y municipios.Quizás sea necesario diferenciar entre catego-rías. Por último, las regiones segui-rán estando vinculadas a la políticaeuropea a través de las redes fun-cionales. He hablado sobre los

Fondos Estructurales, sobre susefectos y limitaciones, pero las re-giones también se incorporarán aotras redes de consulta. No existeninguna razón que impida refor-zarlas a todas de forma simultánea,dotando así a las regiones de múlti-ples canales para influir sobre la po-lítica europea en fase de desarrollo.Quizás haya que constitucionalizary codificarlos en algún momentodel futuro, pero no ahora mismo.

1Analizo este tema en mayor profundidad en otro in-forme titulado "How Historic Rights are Historic Rights? Com-peting Historiographies and the Struggle for Political Legiti-

macy", presentado durante la conferencia sobrenacionalidades y antropología celebrada en San-tiago de Compostela en abril de 2000. Será pu-blicado por el Consello de Cultura Gallega en2000.

La Commis-sion Eu-ropéenne nedispose pasde la capa-cité néces-saire pourgérer l'éco-nomie del'espace te-rritorial del'UE ou par-ticiper à lamicro-ges-tion de pro-grammes ur-bains etrégionaux

E s k u a l d ebatzuk eu-ren estatuenbitartez in-tegratu dira,batez ere es-tatua Minis-troen Kont-s e i l u a nordezkatzeaahalbidetzendien Europa-ko Batasuna-ko Itunarena r t i k u l u a zbaliatu ahalizan direne-an

9

Page 11: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 0

Una vis ión lat inoamericana

El sent ido ac tua l de l nac ional i smo

I

E n mi libro "Temas Internaciona-les" (**), incluí un trabajo titu-lado "El Sentido Actual del Na-

cionalismo. Pueblo, Nación y Estado en elDerecho Internacional y en el Derecho Cons-titucional", que reproduce la Conferencia que,hace algunos años, el 22 de noviembre de1995, pronuncié en San Sebastián.

Ahora, para la Revista "Hermes", hequerido reelaborar, ampliar, anotar y actualizarese texto. Los conceptos que expuse entoncessobre el nacionalismo, en lo esencial, coincidencon los que sostengo ahora. Pero para el pre-sente artículo he adicionado a las ideas del tra-bajo original, que he reformulado, algunas re-

flexiones sobre la relación entrenacionalismo y Democracia.

Este enfoque que hoy reali-zo está hecho desde un punto devista latinoamericano, lo que nosignifica que sus conclusiones se-an, a priori, inaplicables a realida-des existentes en otras regiones oen otros espacios históricos, cultu-rales y políticos.

II

En la confusión conceptualque caracteriza a muchos aspectosde la política en los días presentes,no hay duda que el tema del na-cionalismo constituye uno de losmejores ejemplos.

Con razón se ha dicho que "no hay unapalabra en el vocabulario histórico y políticode la época contemporánea más cargada deambigüedad, que nacionalismo"1.

Por un lado se le denigra, - de una ma-nera global y carente de toda la fineza, que esnecesaria para tener en cuenta obligadas distin-ciones -, sosteniendo que es incompatible conla realidad de la organización jurídica, justa,equilibrada y pacífica de la Comunidad Inter-nacional, tanto en su concepción universal co-mo en sus expresiones regionales, que es unelemento generador de violencia en lo internoy en lo internacional y de conflictividad bélicaen sus más diversas formas. El término se usapeyorativamente, como sinónimo de patriotis-mo excesivo, de "chauvinismo", y de xenofo-bia. Se dice también que el nacionalismo llevaa la intolerancia, al aislamiento, al rechazo de ladiferencia y a la confrontación en lo internodel Estado, - cuando se dan varios fenómenoscoexistentes de nacionalismo - así como en lointernacional.

Por otro lado se le exalta, también glo-balmente y sin hacer obvias e imprescindiblesdistinciones. Se unen los conceptos de patrio-tismo y nacionalismo, se llama la atención so-bre la fuerza, la subsistencia y el crecimiento ennuestros días de los nacionalismos, práctica-mente en todo el mundo, y de los sentimientosque provocan, aunque bajo distintas expresio-nes y formas, señalándose que ninguna organi-zación política, ningún esfuerzo para crear unnuevo orden, en lo interno de los Estados o enel marco de la Sociedad Internacional, puedetener estabilidad y constituir un aporte eficaz ala paz, si no se asienta en la voluntad de los

HECTOR GROS ESPIELL.

Ha desarrollado la mayorparte de su trayectoriaprofesional en diferentesestamentos de las Nacio-nes Unidas, llegando a seren el período de 1.986 a1.990 subsecretario gene-ral de este organismo. Hasido además director delInstituto Iberoamericanode Derechos Humanos yministro de Relaciones Ex-teriores de Uruguay.

Page 12: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :2 de 12. una vis ión la t inoamericana, Hector Gros Espiel l

pueblos, en sus aspiraciones y en sus tradicio-nes, en definitiva en su ser. Este respeto de laopinión pública - tomando la expresión en susentido más general y lato, manifestación obviade la justicia, - sería imprescindible para quelos pueblos, el elemento humano de las nacio-nes y de los Estados, den al nacionalismo suverdadero sentido y su real significación. Seafirma que sin nacionalismo no puede haberverdadera independencia nacional.

Esta confusión se comprueba fácilmen-te al leer las acepciones que de la palabra na-cionalismo dan la mayoría de los diccionarios,como por ejemplo, el de la Real Academia Es-pañola y el Robert.

Esta oposición entre dos concepciones yrealidades distintas del nacionalismo, requiere,para poder ser superada, un esfuerzo de clarifi-cación, racional y objetivo. La superación deesta dicotomía esuna necesidadconceptual y po-lítica.

A mi jui-cio, para encararbien el tema delnacionalismo ysu idea actual, es preciso partir de la compro-bación de las realidades existentes y de un con-junto de distinciones y precisiones que son susconsecuencias. Hay que huir de generalizacio-nes abstractas, de presupuestos basados en cri-terios pasionales y apriorísticos y de enfoquesinteresados nacidos de intereses políticos.

III

El nacionalismo, con el sentido en quehoy se usa el término, es un concepto reciente.La idea de Nación le precede en varios siglos.

La expresión nacionalismo apareció enInglaterra y Francia a fines del siglo XVIII. Se-gún Jaques Godechot fue el abate Barruel elprimero en utilizar la palabra en 17982. Su usose generalizó recién en el siglo XIX. Pasó luegoa la terminología política alemana, italiana y

española, para después expandirse universal-mente, aunque con contenidos y significadosdiferentes3. No se encuentra en grandes diccio-narios decimonónicos, como por ejemplo elLitré, ni en la edición de 1866 ni en el suple-mento de 1877. En España el Diccionario dela Real Academia Española recibe la palabranacionalismo recién en su undécima edición,en 1869. En ese momento con una sola acep-ción4. Hoy la palabra tiene, en la vigésima pri-mera edición de este Diccionario, tres acepcio-nes5.

La terminología científica actual encarael tema de manera amplia y desarrollada, deque dan cuenta los diccionarios especializadosy las enciclopedias6. El nacionalismo, el senti-miento nacional, la adhesión de un pueblo alos valores, las tradiciones, los contenidos y alas formas de vida que han forjado su identidady mantienen hoy su cohesión, es un dato inne-

gable de la reali-dad. Existe comotal, más allá detoda teoría. Haexistido, existe yexistirá. Natural-mente que condiferentes inten-sidades y con di-

versas formas y contenidos, según los momen-tos, los lugares y las condiciones propias decada situación.

De esta realidad del nacionalismo nopueden deducirse a priori consecuencias nega-tivas, resultado de la afirmación pasional deque provoca necesariamente la confrontación,la agresión, la opresión y la intolerancia y quees un fenómeno superado, incompatible conuna organización estatal moderna y con un or-den internacional justo, eficaz y pacífico.

Cuando el nacionalismo se ha forjadohistóricamente en un cuadro en que la naciónse ha ido constituyendo por la afirmación anteotro u otros nacionalismos y de la lucha de laque ha resultado la estructuración de Estadosnacionales, el nacionalismo ha sido general-mente xenófobo, contestatario, promotor exal-tado del sentimiento de la supuesta superiori-

Ezinbestekoa da generalizazio abstraktuetatik urrun -tzea, bai eta irizpide pasionaletan edo apriorismoetanoinarritutako aurreiritzietatik eta interes politikoeneraginez sortutako ikusmolde interesatuetatikurruntzea ere

1 1

Page 13: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :3 de 12. una vis ión la t inoamericana, Hector Gros Espiel l

1

dad nacional agresivo y opuesto a los otros na-cionalismos de iguales características. La for-mación histórica de la Europa Occidental esun ejemplo, entre otros muchos, de este tipode nacionalismo, que ha revestido caracteresbélicos y que ha sido inseparable del proceso deformación de muchos de sus Estados naciona-les.

Cuando el nacionalismo va unido a lacreencia en la superioridad de un pueblo o deuna nación o de una "raza", con respecto aotros pueblos, naciones o "ra-zas", cuando se ha formadojunto a la idea de que su desti-no es único y diferente y vaacompañado de característicasdistintas, que lo señalan paracumplir una misión que lo in-dividualiza, creyéndose así quees mejor, que es elegido y quele compete llevar a cabo una tarea que ningúnotro pueblo ni ninguna otra nación puedencumplir, el nacionalismo es, sin lugar a dudas,pernicioso, negativo y nefasto. Es, para usar laterminología de Ortega y Gasset, el "hiperna-cionalismo"7.

Pero ha existido también otro tipo denacionalismo, asimismo vinculado con la for-mación de los Estados modernos, que ha naci-do de la solidaridad y de la lucha por la inde-pendencia y la libre determinación. Es un casoque se ha dado en muchas ocasiones. Entreotros ejemplos posibles, es éste el nacionalismoen la mayoría de sus expresiones en AméricaLatina, que se generó y se desarrolló, sin per-juicio de algunos casos distintos, como conse-cuencia de la disolución del Imperio Español yde la lucha común por la independencia, de laque surgieron los nuevos Estados, que necesi-taban de una fuerza nacionalista para vivir, for-marse, organizarse e institucionalizarse. Pero

esta fuerza nacionalista se fundaba en un senti-miento de pertenencia a un espacio geográfico,histórico, cultural, lingüístico y hasta religiosocomún, en el que todos los nacionalismos con-vergían8.

Hay, y ha habido, en consecuencia, eneste caso y en muchos otros, un nacionalismoque no va unido a la idea de superioridad, dereivindicación, de rechazo, de confrontación yde una misión propia, a veces hegemónica, acumplir.

Muchas veces el nacionalismo, para supe-rar el fenómeno de la confrontación de los Esta-dos nacionales, de la pendiente hacia la nega-ción, el odio o la tendencia a los conflictosbélicos, debió cambiar y adaptarse a fórmulas desolidaridad y de cooperación que han ido másallá del marco estatal cerrado, de la soberanía del

Estado, irreductible e ilimitada, deldominio reservado, de la competenciaestatal como espacio hermético, paraoponerse a otro u otros Estados análo-gos. Son múltiples los ejemplos de na-cionalismos que debieron volverse aconceptualizar, recreándose en funciónde una realidad histórica distinta a la

que los hizo surgir. Es el caso que se ha dado, en-tre otros ejemplos posibles, en Europa en losaños recientes.

En muchos casos, estos nacionalismos,por las características en medio de las cualesnacieron y se desarrollaron, sufrieron estatransformación de manera simple y pacífica ysu adaptación a nuevas realidades, ha sido fácil.

En otros, en cambio, esta transforma-ción no se ha podido producir de manera in-mediata y no traumática. Ha sido en algunoscasos violenta y en otros está en proceso decumplimiento.

Calificar globalmente al nacionalismo como la peste de nuestraépoca, como el factor determinante de las confrontaciones y delos conflictos bélicos, es un error conceptual y político

Son múltiples los ejemplos de nacionalismo que

debieron volverse a conceptual izar , recreándose en

función de una real idad his tór ica dis t inta de la que

los hizo surgir

2

Page 14: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :4 de 12. una vis ión la t inoamericana, Hector Gros Espiel l

Pero en uno o en otro caso, con todoslos matices que las diversas situaciones impo-nen, con todas las diferencias que se dan en lasinnumerables variantes del fenómeno nacionalla conclusión es que el nacionalismo no es, - ensu esencia conceptual, en su naturaleza entra-ñable, incompatible con la solidaridad, la coo-peración y la coexistencia pacífica y tolerantenacional e internacional. Lo que a mi juicio nopuede hacerse es repudiarlo como un fenóme-no del pasado, superado y obsoleto, incompa-tible siempre con la solidaridad internacional,inconciliable con la cooperación fraterna de lospueblos y con la organización jurídica de laComunidad Internacional, ya sea en sus for-mas universales o regionales.

Calificar globalmente al nacionalismo -sin hacer distinciones ni precisiones necesa-rias- como la peste de nuestra época, como elfactor determinante de las confrontaciones yde los conflictos bélicos, es un error conceptualy político.

No hay que confundir el nacionalismoxenófobo, agresivo y hegemónico, con el senti-miento nacional de orgullo y con la concienciade los valores propios, que es capaz de ser tole-rante y solidario, que no es excluyente ni des-precia al otro, que es análogo a las mejores ex-presiones del patriotismo, y que puede, y encierta forma debe, estar en la base de todaconstrucción política internacional o interna.

IV

Uno de los temas más difíciles es el de larelación entre el nacionalismo y el internacio-nalismo.

Se ha dicho que nacionalismo e interna-cionalismo son, por naturaleza, incompatiblese irreconciliables. Terminológicamente parece-

rían ser opuestos. No creo que la cuestión seatan clara ni la contestación pueda ser tan con-tundente.

En primer lugar, la respuesta no es lamisma en todos los momentos históricos.Hoy, por ejemplo, no coincide con la que sepodía dar en el siglo XIX y en las primeras dé-cadas del siglo XX.

En segundo término, el tema no es igualen todos los continentes y regiones. Está enfunción de lo que el nacionalismo es, en unmomento y en un lugar, y de la evolución, delcontenido y del sentido del internacionalismo,que ha cambiado en un proceso que no se hadetenido y que, por naturaleza, no es estático.

No puede haber hoy verdadero interna-cionalismo, -que busque la cooperación y la so-lidaridad universal, la paz y la seguridad, en lajusticia-. que no se funde en la voluntad de lospueblos y de las naciones y, por ende, en la re-alidad profunda y en el respeto de los senti-mientos nacionales.

Y a la inversa no puede haber hoy ver-dadero nacionalismo, si no se basa en la con-ciencia de la imposibilidad del aislamiento, dela autarquía y de la confrontación violenta. Elnacionalismo en los días en que vivimos, solotiene futuro si comprende y asimila los fenó-menos de la interdependencia, de la integra-ción, de la cooperación y de la solidaridad.

Para que ello ocurra es preciso que serespeten los derechos de los pueblos y de lasnaciones. Por todo esto, que es tan importan-

Il ne faut pas confondre le nationalisme xé-nophobe, agressif et hégémonique, avec le sen-timent national d'orgueil et avec la consciencedes valeurs propres, qui est capable d'être to-lérant et solidaire, qui n'est ni excluant ni mé-prisant de l'autre

Se ha dicho que nacionalismo e

internacional ismo son, por

naturaleza, incompatibles e

irreconciliables.

Terminológicamente parecer ían

opuestos. No creo que la cuestión

sea tan clara ni la contestación

pueda se r t an con tunden te

1 3

Page 15: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :5 de 12. una vis ión la t inoamericana, Hector Gros Espiel l

te, no podemos dejarnos cegar y engañar porantítesis apriorísticas y comprender que el ver-dadero nacionalismo no es, ahora, incompati-ble por esencia, con el internacionalismo ade-cuadamente entendido.Y que, a la inversa nopuede haber un verdadero, real, positivo inter-nacionalismo, si no se basa en la existencia deun nacionalismo solidario, pacífico y tolerante,que le sirva de base, y le dé vida. Sin esta coe-xistencia el internacionalismo es irreal, falso yantihistórico.

Pero además hay que tener en cuenta ydescartar las ficciones internacionales que ocul-tan las realidades9.

Detrás de la mayoría, - no de todas - lasconcepciones internacionalistas y de las afir-maciones políticas que las promueven, existe laidea y la acción de una gran o de varias poten-cias imperialistas o hegemónicas, que deseanexpresar su poder de dominación a través de laficción internacionalista10.

Naturalmente esto no siempre ha sidoni es así. Hay un sano e idealista internaciona-lismo, que impulsa la solidaridad y la coopera-ción, que no designa la realidad de un correctonacionalismo, que le ha de servir de base ine-ludible. Hay que reconocerlo.

Pero al mismo tiempo no hay que dejar-se llevar por el engaño de un falaz internacio-nalismo, que sólo quiere ocultar el ejercicio delpoder imperialista o hegemónico, para lo cualtiene que designar globalmente al nacionalis-mo, sin hacer las necesarias distinciones.

En cuanto a la verdad de lo que son lasrelaciones internacionales, más allá del pala-brerío utilizado muchas veces para ocultar larealidad - y de que guste o no -, hay que reco-

nocer que "el nacionalismo es hoy la más po-derosa motivación de las relaciones internacio-nales"11.

V

Internacio-nalismo no es lomismo que cosmo-politanismo. Si és-te, para seguir la de-finición delDiccionario de la Academia, es la actitud de loscosmopolitas, es decir de aquellos que conside-ran "a todos los lugares del mundo como patria

suya", es obvio que internacionalis-mo y cosmopolitanismo son concep-tos diferentes y las actitudes de los in-ternacionalistas y los cosmopolitasson distintas.

La actitud nacionalista, basadaen la idea de patria, de la propia, dela entrañable, que no es la de todos,

no puede coincidir con la posición cosmopoli-ta si ésta supone considerar "a todos los lugaresdel mundo como patria propia".

Sin embargo hay otra acepción de loque es el cosmopolita, y el cosmopolitanismo,que no es igual a la única que recoge el Dic-cionario de la Real Academia. Cosmopolita se-ría el que admira otras ciudades, otros países yotras culturas con conocimiento, simpatía ycomprensión y se siente compenetrado con suscontenidos y formas. Esta acepción, más am-plia y más actual, no supone una incompatibi-lidad con el internacionalismo, que es cosa dis-tinta y que no está basado en la admiración deotras ciudades, países o culturas y en su cono-cimiento, simpatía y comprensión, sino enotros presupuestos y actitudes.

Tampoco el cosmopolitanismo es nece-sariamente contradictorio con el nacionalismo,que tiene una naturaleza y un contenido abso-lutamente diverso. El internacionalismo y elnacionalismo son actitudes, posiciones o con-ceptos que poseen un sentido y un contenidopolítico. El cosmopolitanismo, es, en lo esen-

La actitud nacionalista basada en la idea de patria no puede coin-cidir con la posición cosmopolita si esta supone considerar “a to-dos los lugares del mundo como patria propia”

El nacionalismo es

la más poderosa

motivación de las

relaciones

in ternacionales

1 4

Page 16: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :6 de 12. una vis ión la t inoamericana, Hector Gros Espiel l

cial afectivo, sentimental y cultural, Por eso sepuede ser internacionalista sin ser cosmopolitay cosmopolita sin ser internacionalista. Y sepuede ser nacionalista y ser cosmopolita, sernacionalista sin ser cosmopolita.

VI

Al Mundo hay que mirarlo desde laperspectiva nacional, con una visión global, ac-tual y solidaria. Sólo así se le comprende12. Pe-ro, a la inversa, no es posible partir de una vi-sión internacional para comprender a laNación. La razón y el sentimiento nacional, sefundan en la realidad de la Patria, del propio"terruño". Unicamente, en base a esta verdad, aesta razón y a este sentimiento, se llega a un in-ternacionalismo real. Lo contrario se funda enuna ficción conceptual, sin verdaderas raíces.

Para que el internacionalismo sea positi-vo, debe ser la consecuencia del nacionalismo.La tan proclamada globalización actual con susenormes peligros y con sus aspec-tos positivos, como las posibilida-des de comunicación e informa-ción, que no son sinónimonecesario de saber y de cultura,con todo lo que implica de negati-vo en cuanto intento de proyec-ción general de un poder hegemó-nico mundial y de una concepciónde la vida y de la verdad y en cuan-to imposición de un mundo dividido con unospocos ricos, con muchos pobres y con multitu-des miserables -, no puede, no debe, ahogar elsano nacionalismo.

Una globalización que olvide a los pue-blos y a las naciones, con la riqueza de la di-versidad de sus culturas y que intente imponeruna mundialización hegemónica, basada en latotal homogeneidad destructora de la fortunaque implica la diferencia, no sólo es un peligro

para el sentimiento y las realidades nacionales,sino que es algo atentatorio contra la Humani-dad y contra el verdadero internacionalismo.

VII

El nacionalismo no implica necesaria-mente la negación de la solidaridad entre lospueblos, las naciones y los Estados. No es in-compatible hoy con una racional y modernaconcepción del internacionalismo. No lleva adesconocer la unidad esencial de la especie hu-mana, los derechos de la persona y los princi-pios de igualdad jurídica y no discriminación.No niega la pertenencia común a la Humani-dad, ni la realidad de ésta en la cultura, la po-lítica y el Derecho. No conduce imperativa-mente a la xenofobia, al odio, a la intolerancia,la confrontación y el desconocimiento delotro. No tiene por qué ser intolerante, agresi-vo, ni conduce preceptivamente al enfrenta-miento internacional o interno. No tiene porqué ser una vía promocional del belicismo.

Hay que reconocer que hay ejemplos ysituaciones, históricas y actuales, en que estosextremos se dan. Pero afirmarlo de manera ab-soluta e indiscriminada, es solo la caricatura y

la diabolización irracional del na-cionalismo. Es su patología, no surealidad necesaria. Si en algunoscasos esas características negativaslamentablemente se dan y se handado, no todos los nacionalismoslas poseen, ya que no son el conte-

nido necesario del sentimiento nacional ni delpatriotismo.

El nacionalismo, en sí mismo, no es in-compatible con la organización jurídica inter-nacional, ni a nivel universal, ni a nivel regio-

Una globalización que olvide a los pueblos y a las naciones no só-lo es un peligro para el sentimiento y las realidades nacionales si-no que es algo atentatorio contra la Humanidad y contra el ver-dadero internacionalismo

Ez da bidezkoa nazionalismo zintzoa i totzea

1 5

Page 17: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :7 de 12 . una v is ión la t inoamer icana , Hector Gr os Espiella

nal. No se opone, asimismo, porsu propia naturaleza, a los proce-sos de integración económica su-bregionales o regionales ni siquie-ra en los casos en que estaintegración puede asumir formassupranacionales. Impone, es cier-to, cuidado y atención en los pro-cesos integracionistas para evitarque atenten, sin razón ni motivo,contra la legítima subsistencia delos elementos nacionales13.

No supone tampoco necesariamenteuna política económica cerrada, volcada haciaadentro, proteccionista y autárquica. Nada im-pide que el nacionalismo sea favorable a unaeconomía abierta, con intensa proyección ex-terna, que respete las realidades actuales de unmundo interdependiente, que ha de vivir enbase de intercambios económicos y comercia-les fluidos y no discriminatorios.

El nacionalismo, - ya sea el que coincidecon el sentimiento nacido de la pertenencia alEstado, como el que no posee esta característi-ca, por tratarse de casos en que el pueblo o lanación no se confunden con el marco estatal,porque dentro de este marco coexisten variospueblos o naciones o porque un pueblo o unanación está asentado en el territorio de variosEstados -, es un fenómeno político, internacio-nal e interno, que no se puede desconocer nieludir y que caracteriza el mundo actual, co-mo, con ciertos elementos diferentes, caracteri-zó al de ayer.

Este sentimiento, esta voluntad, estequerer vivir, ser y crear colectivamente que es elnacionalismo, seguirá siendo - dentro de losque es normalmente previsible -, una fuerza yuna realidad política - social en elsiglo XXI. La cuestión radica, portanto, no en negar o en denigrar elnacionalismo, sino en compren-derlo y en distinguir sus diferentestipos y sus diversas características.

El asunto esencial está enrespetar su verdadera e intrínsecanaturaleza, que es compatible con

la organización jurídica de la Co-munidad Internacional, siempreque sea justo, equilibrado y pacífi-co.

El problema fundamental,es entender los diversos naciona-lismos, - cuando existen en el inte-rior de los Estados, - reconociendoa los pueblos y a las naciones susderechos, en especial el de libre

determinación, lo que hace posible, - si pue-blos o naciones deciden libre y democrática-mente vivir en el marco de un mismo Estado,- una convivencia pacífica y no discriminato-ria, basada en la igualdad de derechos y en elrespeto recíproco.

VIII

¿Qué relación existe entre el nacionalis-mo y la Democracia?. Acabamos de concep-tualizar lo que, a nuestro juicio, es hoy el na-cionalismo. ¿Pero que es hoy, en nuestros días,la Democracia?14.

Sigue siendo un sistema que supone elgobierno de la mayoría, mayoría nacida deelecciones libres, periódicas, verídicas, sin frau-de ni coacción. Es asimismo, un sistema de go-bierno que se basa en la Libertad, en el plura-lismo ideológico y político, que implica elmultipartidismo, la discusión, el diálogo y latolerancia, que requiere la actuación libre de lasminorías políticas y el escrupuloso respeto delos Derechos Humanos. Se fundamenta en laigualdad y en la no discriminación. Y suponeconcebir el Estado como una forma política,social e institucional, que existe para el ser hu-mano, para todos los seres humanos, - cuya

dignidad debe encontrar en él sumejor garantía.

Este sistema político, esterégimen de gobierno, no es solouna fórmula política. Es tambiénuna concepción de la vida, conuna proyección general. La De-mocracia no es solamente política.Hoy es absolutamente imprescin-

La cuestión noradica en negar odenigrar al naciona-lismo, sino en com-prenderlo y en dis-tinguir sus diferen-tes tipos y susdiversas caracterís-ticas

El nacionalismo esun fenómeno polí-tico internacional einterno que no sepuede desconocerni eludir y que ca-racteriza al mundoactual

1 6

Page 18: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº8 de 12. una vis ión la t inoamericana, Hector Gros Espie l l

dible que tenga además un contenido econó-mico, social y cultural. Supone necesariamentela búsqueda de la justicia, y la lucha contra dela pobreza extrema. Exige la existencia de con-diciones materiales de base, que aseguren elcumplimiento y la verdad de los derechos eco-nómicos, sociales y culturales. Sin estos extre-mos la Democracia sería hoysolo parcial. No sería integral-mente cierta.

La pobreza crítica, ladiscriminación, los privilegiosde casta, la explotación, la ig-norancia, la enfermedad, laviolencia, el terrorismo, y losvicios sociales, - coexistiendocon un Estado débil e incapazde ser un instrumento deigualitarismo y de justicia -,son los grandes enemigos de la Democracia,todavía relativa y crítica, en la que hoy vivimos.

La Democracia, no debe ser actualmen-te sólo una fórmula política referida única-mente al Estado y a la Sociedad. Es también unconcepto internacional, un criterio que debeexistir en la Comunidad Internacional en suconjunto, y en los sistemas internacionales yregionales.

Esta idea de la Demo-cracia Internacional, aún hoyembrionaria, basada a la con-ceptualización de los derechosiguales de todos los pueblos,naciones y Estados que inte-gran la Comunidad Interna-cional, es el gran desafío delmañana, para lograr un mun-do pacífico y solidario.

IX

¿Es el nacionalismo enemigo de la De-mocracia? ¿Es incompatible con ella?

Si el nacionalismo va unido a expresio-nes de discriminación, de xenofobia, de violen-cia, de intolerancia y de negación del principio

mayoritario, es evidente que hay una incompa-tibilidad con la Democracia. Pero estos ele-mentos patológicos se pueden dar, - y se dan,en el nacionalismo y fuera del nacionalismo.No son, de ninguna manera, un contenido ne-cesario de éste.

Un nacionalismo fun-dado en el reconocimiento dela dignidad y de la igualdadhumana, en la tolerancia, conel respeto de las diferencias ydiversidades culturales y en laposibilidad y positividad de lacoexistencia y, en la aceptacióndel origen popular del poder,es absolutamente compatiblecon la Democracia. Y este na-cionalismo democrático no esun caso de probeta, un ejem-

plo inexistente, sino una verdad no sólo teórica-mente posible, sino que se ha dado y se da en larealidad histórica y política, en el pasado y en elpresente. La "conciencia de la nacionalidad" esde mucho mayor antigüedad que "la invenciónde la democracia moderna"15. Y esta concienciaes el fundamento del nacionalismo.

La Democracia moderna nace y se de-sarrolla en un marco nacio-nal. No habría surgido, no sehabría institucionalizado laDemocracia, sin la previaexistencia de la Nación, sin laconciencia de esta existenciay sin el desenvolvimiento dela actitud colectiva e indivi-dual nacida de la percepciónde lo que la Nación es y loque significa como funda-mento político del Estado y

de su organización jurídica de forma demo-crática.

Es más, como lo demuestra claramenteR.H.S Crosman, hubo un desarrollo inicial pa-ralelo del nacionalismo y de la Democracia enel siglo XIX, que permitió abatir el "antiguoorden" en Europa, aunque este autor sostieneque este paralelismo se desdibujó y debilitóluego16.

La Democracia no de-be ser actualmente só-lo una fórmula políticareferida únicamente alEstado y a la sociedad,es también un concep-to internacional

Xenofobia, violencia eintolerancia se dan enel nacionalismo y fuerade él. No son, de ningu-na manera, un conteni-do necesario de este

1 7

Page 19: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :9 de 12. una vis ión la t inoamericana, Hector Gros Espiel l

El nacionalismo destruyó la legitimi-dad tradicional, fue la " hidra de la Revolu-ción", que puso fin al despotismo monárqui-co. El liberalismo político y el principio de lasnacionalidades nacieron y se desarrollaron pa-ralelamente17. El "nacionalismo" fue en el si-glo XIX, "progresista" y solo a finales de esesiglo pasó a convertirse, sobre todo en Fran-cia, en una actitud "de la derecha"18. Por lodemás no puede olvidarse lo que el naciona-lismo significó en algunos casos, como en laItalia del Risorgimento, pero que no es el úni-co ejemplo, como factor de surgimiento y de-sarrollo del liberalismo político.

Un nacionalismo agresivo, reivindicato-rio y xenófobo, fue el contenido de los totali-tarismos del siglo XX. Fue en estos casos, cu-riosamente, un nacionalismo unido aelementos o contenidos internacionalistas, decarácter racial, anti capitalista, anti democráti-co, o fundado en la solidaridad proletariamundial.

X

Pero no cabe sólo de reflexionar sobrela inexistencia de una incompatibilidad con-ceptual entre el nacionalismo y la Democra-cia. Se trata además, de afirmar y de com-prender que una comunidad estatal en la queexisten como realidad uno o varios naciona-lismos del tipo democrático al que nos hemosreferido, posee un fundamento, una naturale-za y unos elementos que aseguran mejor laposibilidad de existencia de una verdaderaDemocracia.

En general la doctrina política no haahondado en el análisis de las razones por lascuales un sano nacionalismo es el mejor fun-damento de la existencia de Democracias ver-daderas, sólidas y estables. Por el contrario noes difícil encontrar la afirmación contraria.Aunque sin ninguna fundamentación o de-mostración convincente. Por ejemplo, A. D.Lindsay, en su libro sobre "El Estado Demo-crático Moderno" dice: "No es accidental elhecho de que el nacionalismo tienda a ser an-tidemocrático. Une a los hombres por una

emoción de masa y las emociones de masa su-primen siempre la crítica y la discusión. Si es-tamos en lo cierto al sostener que la caracte-rística esencial de la democracia es ladiscusión, el nacionalismo, a diferencia de lanacionalidad, tenderá a ser antidemocráti-ca"19. Este rechazo global e indiscriminado dela emoción y el sentimiento, en cuanto a suincompatibilidad con la Democracia, sin ha-cer ineludibles distinciones, es equivocado ypeligroso.

La Democracia supone el uso y el respe-to de la razón, pero no excluye el sentimientoy la emoción. Por el contrario en la equilibraday justa consideración de ambos extremos estáuno de los elementos de su fuerza y estabilidad.

Karl Manheim, bajo el título de "ElProblema del Extasis de Masas" dice acertada-mente:

"Por lo que respecta a los modernos mo-vimientos de éxtasis de masas sería enteramen-te fútil una política únicamente negativa. Porlo pronto, es improbable que no existan valo-res positivos compatibles con esas emocionesque unifican en gran escala. Representan un ti-po de experiencia compartida y, por tanto, elverdadero problema consiste en saber si es ha-cedera su espiritualización en vez del puro des-bordamiento afectivo. Una misa en una cate-dral es, en medio de todo, una experienciaextásica espiritualizada.

El problema, por consiguiente consisteen encontrar nuevas formas de espiritualiza-ción más que en negar por completo las po-tencialidades inherentes a estas formas de laexistencia colectiva"20. Aunque el nacionalis-mo nace de un sentimiento y de una concien-cia histórica, nada impide que se compatibili-ce con un sistema político democrático encuyo seno funcione el diálogo, la discusión yla tolerancia y en el que se armonicen la razóny la emoción. Hacer la afirmación contraria,sin demostrarla y ejemplarizarla, constituyeuna peligrosa falacia, una afirmación apriorís-tica, en sí misma carente de todo fundamen-to racional.

1 8

Page 20: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :10 de 12. una vis ión la t inoamericana, Hector Gros Espie l l

XI

¿Por qué el nacionalismo puede sercompatible con la Democracia? Porque la De-mocracia es la consecuencia de un proceso his-tórico, de una realidad de comprensión y tole-rancia, de una lenta evolución ideológica,política e institucional. Este proceso sólo pue-de cumplirse plenamente en comunidades po-líticas integradas con sentimientos, valores eideas comunes, en naciones formadas en el de-curso de los siglos como resultado de con-fluencias, de acercamientos, de coincidencias,de similitudes y de fusiones, que aseguren unquerer vivir colectivo21.

Sin esta base histórico sociológica y po-lítica, sin la "Nación" o sin "Naciones" en elinterior del Estado, sin pueblo o pueblos enel interior del marco estatal, no puede cons-truirse ni vivir una Democracia real.

La Democracia no viene de afuera, no seestablece por la intervención internacional,unilateral, multilateral o internacional. Resultade la evolución, de la historia, de la vida de lospueblos y de las naciones.

Las ideas y las acciones internacionalespueden influir positivamente. La decisión ju-rídica de la Comunidad internacional puedeayudar a proteger y garantizar la DemocraciaInterna. Pero nada más. No pueden estable-cerla ni crearla. Sin nacionalismo democráti-co, sin naciones Democráticas, que sean talespor su propio ser, sin Estados democráticos,sin pueblos cuyos derechos sean reconocidos,- resultado del aprendizaje y de su evoluciónhistórica -, no puede haber verdadera Demo-cracia.

XII

El nacionalismo no debe ser en una De-mocracia sólo la ideología exclusiva de un par-tido político, al quese contraponganpartidos que niegany denigran el nacio-nalismo. Esto es tre-mendamente peli-groso. Para queexista una Demo-cracia fuerte y estable, toda la estructura políti-ca debe basarse en la comprensión de lo que esel verdadero nacionalismo y ha de estar funda-da en la idea nacional.

Naturalmente estono significa que no puedanexistir, como existen hoy ycomo históricamente hanexistido - y el caso de Amé-rica Latina y del Uruguayson ejemplos especialmenterelevantes - partidos llama-dos nacionalistas, que rei-

vindican esa calidad, pero que coexisten demo-cráticamente con otros, - que con diferentesdenominaciones y con importantes distincioneshistóricas y conceptuales -, comprenden, valo-ran y sienten la importancia de pertenecer a unacomunidad nacional, defender sus valores y pro-mover la realidad de su presente y de su futuro.

XIII

Es una falacia, - fruto de internaciona-lismos irreales y peligrosos, de confusiones po-líticas y conceptuales igualmente negativas ydañinas, de posiciones irracionales y de novele-rías y modas momentáneas y circunstanciales,- contraponer nacionalismo y Democracia. Sinverdaderos nacionalismos, sanos, reales, abier-tos, comprensivos, tolerantes, populares e his-tóricos, no pueden construírse Democraciassólidas, modernas y estables. Y sin verdaderosnacionalismos, con estos elementos definito-rios, es asimismo imposible la existencia deuna verdadera, eficaz y justa organización polí-tica y jurídica internacional.

L a d é m o c r a t i e n e

v i e n t p a s d e

l ' e x t é r i e u r

Aunque el nacionalismo nace de un sentimiento y de una concienciahistórica, nada impide que se compatibilice con un sistema político de-mocrático en cuyo seno funcione el diálogo y la discusión

1 9

Page 21: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

2 0

hermes nº :11 de 12. una vis ión la t inoamericana, Hector Gros Espie l l

NOTAS

1) R. Girardlt, Le Nacionalime, EncyclopedieUniversalis, París, 1968, Vol, 11, pág. 575.

2) Jean Baptiste Duroselle et Frederic Delouche,L'Europe, Histoire de ses Peuples, Perrin, 1990; Huszarand Stevenson, Political Science, Litlefield, Adams & Co.New York, 1961, Nationalism, págs. 170 - 179.

3) H. Carrérre D'Encause et R. Girardet, Natio-nalisme et Nationalismes Contemporaines, Revue Fran-caise de Science Politique, Vol. XV, N°. 3, París, 1965;R.Girardet, Le Nationalisme Francais; C.J.H. Hayes, Na-tionalism, A. Religion, New York, 1960; B.C. Shafer, LeNationalisme, Mythe et Réalité, París, 1964, C.J.H, Ha-yes, The Historial Evolution of Modern Nationalism,1931: Hans Kohn, The Idea of Nationalism, 1944; M.Barres. Le Nationalisme Integral de Charles Maurras, enScénes et Doctrines du Nationalisme; Louis L. Snyder,The Meaning of Nationlism, 1954; E.H. Carr, Nationa-lism and After, The Macmillan Company, New York,1926.

4) "El apego de los naturales de una nación, á ellapropia y á cuanto le pertenece".

5) Hoy la primera acepción es la dada en 1869.Se han agregado dos que dicen:

- Doctrina que exalta en todos los órdenes la per-sonalidad nacional completa, o lo que reputan como talsus partidarios.

- Aspiración o tendencia de un pueblo o raza aconstituirse en estado autónomo

6) Encyclopedia Britanica, edition 1963, Vol.XVI, pág. 148; Encyclopedia Universalis, París, 1971,Vol. XI, pág. 575, Robert Ralph Davis, J.R, Lexicon ofHistorical & Political Terms, Simon and Schistan, NewYork. 1973, pág. 88 - 89; Axel Gorlitz, Diccionario de

Ciencia Política, Alianza Editorial, Madrid, págs. 403 -409. (El artículo sobre nacionalismo está escrito porFranz Gress e incluye una amplia bibliografía en su tota-lidad alemana).

7) José Ortega y Gasset, Nacionalidad y Nacio-nalismo, en Meditación de Europa, Revista de Occiden-te, Madrid, 1966, p. 86.

8) Héctor Gros Espiell, El Nacionalismo Latino-americano, Crónica, Montevideo, octubre de 1950.

9) Héctor Gros Espiell, Luis Alberto de Herrera,Realismo, Principismo y Ficción en Política Exterior, enDe Diplomacia e Historia, Montevideo, 1989.

10) E.H. Carr. La Crítica Realista del Interna-cionalismo, en The Twenty Years Crisis, 1939, reprodu-cido en William Ebenstein, El Pensamiento Político Mo-derno, Tauros, Madrid, 1961, Vol.II, pág. 1212 - 1216.

11) Huszar and Stevenson, Political Science, cit,pág. 170.

12) Jules Michelet, con el hermoso estilo usadopor el gran patriota y romántico, decía en 1846, en "LePeuple", estos conceptos que creo plenamente aplicableshoy: «Le plus puissant moyen de Dieu pour créer et aug-menter l'originalité distinctive, c'est de maintenir lemonde harmoniquement divisé en ces grands et beauxsystémes quion appelle des nations, dont chacun ouvrantá l'homme un champ divers d'activité, est une éducationvivante. Plus l'homme avance, plus il entre dans le geniede sa patrie, mieux il concourt á l'harmonie du globe ; ilapprend á connaitre cette patrie, et dans sa valeur propre,et dans sa valeur relative, comme une note du grand con-cert; il s'y associe par elle; en elle, il aime le monde. Lapatrie est l'initiation nécessaire á l'universelle patrie»

«A mesure qu'une nation entre en possession deson génie propre, qu'elle le révéle et le constate par desoeuvres, elle a de moins en moins besoin de l'opposer parla guerre á celui des autres peuples. Son originalité, cha-que uour mieux assurée, éclate dans la production, plusque dans l'opposition. A diversité des nations qui se ma-nifestait violemment par la guerre, elle se marque mieuxencore, lorsque chacune d'elles fait entendre distincte-ment sa grande voix, toutes criaient sur la méme note,chacune fait maintenant sa partie, il y a peu á peu con-cert, harmonie, le monde devient une lyre, Mais cetteharmonie, á quel prix ?, au prix de la diversité.» (Jules Mi-chelet, Le Peuple, GF, Flamarion, París, 1974, pág. 219 y220).

13) Luis Alberto Lacalle, La Alternativa Nacio-nalista, Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo,1986, pág. 66 dice con razón:

"Entre las características pues que este naciona-lismo tiene que tener está la de ensanchar su convocato-ria a todo el espectro social y al mismo tiempo profundi-zar su significado en algo más que la no intervención, la

Sin verdaderos nacionalismos es impo-sible la existencia de una verdadera, efi-caz y justa organización política y jurí-dica internacional

Page 22: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :12 de 12. una vis ión la t inoamericana, Hector Gros Espie l l

bandera, el himno y la intangibilidad de las fronteras. Esees el gran desafío, sin dejar de lado la integración comométodo, sin lugar a dudas, insoslayable de prosperidad,saber que a la misma tiene que llegarse con una entidadnacional fuerte. El practicar un nacionalismo interno,pensado desde el punto de vista demográfico, de unafuerza centrífuga que tiene que hacernos ser los instru-mentadores de una marcha hacia los vacíos fronterizosque se convierten en el gran peligro político que el paíssutilmente está evadiendo; la sensación de que el regiona-lismo, que no es contracara del nacionalismo sino sucomplemento, tiene que constituírse en una bandera delPartido Nacional".

14) Héctor Gros Espiell, Democracia, en Diccio-nario Electoral, 1ª. Edición, IIDH - CAPEL, San José,1989, págs. 199 - 207.

15) José Ortega y Gasset, Op. cit,. Págs. 85 - 86;Jean Baptiste Duroselle. Op. cit., Pág. 317

16) R.H.S Crossman, Biografía del Estado Mo-derno, Fondo de Cultura Económica, México, 1965,págs. 194, 195, 199, 213; Pierre Velar, Iniciación al Es-tudio del Análisis Histórico, Grijalbo, Barcelona, 1980.Págs. 79 - 73.

17) R.H.S Crossman, Op. Cit. Pág. 206; 169 y174,

18) Guido Ruggiero, El Retorno de la Razón,Paidos, Buenos Aires, 1949, pág. 150, dice justamente:

"En esta reconstitución del estado, que tuvo lu-gar durante todo el siglo XIX, las energías liberales, ven-ciendo el inicial individualismo, apropiado a la fase des-tructora y no a la reconstructora, asimilaron las energíasnacionales, que les eran más afines y ofrecían principiosmás orgánicos de conexión, fácilmente utilizables en vis-ta del fin político a lograr. Las naciones, en efecto, eran elresultado de un proceso espontáneo y no de convencio-nes impuestas desde el exterior, en ellas manifestábase untácito y activo acuerdo diario, si bien su estructura eratradicionalista, tratábase de una tradición muy distinta dela representada por los viejos estados y sus costumbre po-líticas. La fusión que de ello resultó entre el liberalismo yel nacionalismo es un hecho de experiencia tan general eincontestable que no vale la pena detenerse a ilustrarlo oconfirmarlo."

19) A.D. Lindsay, El Estado Democrático Mo-derno, Fondo de Cultura Económica, México, 1945, Ca-pítulo VI, Nacionalismo y Democracia, Pág. 238.

20) Karl Manheim, Diagnóstico de NuestroTiempo, El Problema del Extásis de Masas, Fondo deCultura Económica, México, 1946, pág. 172.

21) No pueden afirmarse estos criterios sin re-cordar los términos con que Ernesto Renán los funda ensu siempre válido estudio "¿Qué es una Nación?", confe-

rencia dictada en la Sorbona el 11 de marzo de 1882,cuando dice:

"Una nación es un alma, un principio espiritual.Dos cosas que, a decir verdad, no son más que una sola,constituyen esta alma, este principio espiritual. Una sehalla en el pasado, la otra en el presente. Una es la pose-sión en común de un rico legado de recuerdos, la otra elconsentimiento actual, el deseo de vivir en común, la vo-luntad de continuar haciendo valer la herencia indivisaque se ha recibido. El hombre, señores, no se improvisa.La nación, como el individuo, es la culminación de unlargo pasado de esfuerzos, sacrificios y devoción. El cultode los antepasados es el más legítimo de todos, ellos hanhecho de nosotros lo que somos. Un pasado heroico,grandes hombres, la gloria, (me refiero a la verdadera), heahí el capital social sobre el que asentamos una idea na-cional. Poseer glorias comunes en el pasado y una volun-tad común en el presente, he ahí las condiciones esencia-les para ser un pueblo".

Por lo tanto, una nación es una gran solidaridad,constituída por el sentimiento de los sacrificios realizadosy por que se realizarán en caso necesario en el futuro. Pre-supone un pasado, pero se resume en el presente por unhecho tangible: el consentimiento, el deseo claramenteexpresado de continuar la vida en común. La existenciade una nación (perdonad la metáfora), es un plebiscito detodos los días, como la existencia del individuo es unaafirmación perpetua de la vida." (Traducción de TomásRuiz Ibarlucea, Editorial Elevación, Buenos Aires, 1947,págs. 39 y 40). Fustel de Coulanges, en 1870, en su céle-bre carta a Momsen decía en igual sentido:

"Los hombres sienten en su corazón que son unmismo pueblo cuando tienen una comunión de ideales,de intereses, de afectos, de recuerdos y de esperanzas. Heaquí lo que hace la patria. He aquí por qué los hombresquieren marchar juntos, trabajar juntos, combatir juntos,vivir y morir los unos para los otros. La patria es lo que seama".

(*) Montevideo, Uruguay, 1926, Profesor de De-recho Constitucional y de Derecho Internacional, Miem-bro del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay,Miembro de la Academia Nacional de Letra del Uruguay,Miembro del "Institut de Droit International", Miembrodel Instituto Hispano Luso Americano de Derecho Inter-nacional, Ex Ministro de Relaciones Exteriores del Uru-guay, Presidente del Comité Consultivo de la Unesco so-bre Enseñanza de los Derechos Humanos, la Paz, laDemocracia y la Tolerancia; Ex Presidente de la Corte In-teramericana de Derechos Humanos, Ex Director Ejecu-tivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos,Presidente de la Asociación Latinoamericana de DerechoInternacional; Ex Presidente del Instituto Internacionalde Derecho Humanitario.

(**) Temas Internacionales, Editorial Melibea,Montevideo 2000, págs. 35 - 51...

2 1

Page 23: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

2 2

Nationalisme et Démocratie en Corse

Le sujet n'est pas sans difficultés.Elles tiennent aux contenus qu'onpeut attribuer aux deux ter-mes et

à leurs rapports, aux évolutions de ceux-ci, auxconnotations d'un contexte politique et histo-rique donné et à la perception qu'on peut enavoir.

La référence dont je dispose est mon ex-périence de quarante années d'action militantede ce qui me paraît être un des sujets au cœurde l'histoire contemporaine.

La revendication "moderne" a pris nais-sance à la fin des années cinquante et au débutdes années soixante. La démocratie a été le pre-mier cheval enfourché.

Pour le Petit Larousse, elleest "le régime politique dans le-quel le Peuple exerce sa souverai-neté, lui-même ou représentative".Cette définition ne peut suffire.L'expression "régime politique"renvoie à un mode de fonctionne-ment de l'État.

Après la 2ème guerre mon-diale, l'île restait à l'écart de l'effortde reconstruction de la France do-pée par le plan Marshall. Elle n'a-vait aucun avenir à offrir à ses en-fants. Ils étaient attirés par les toutnouveaux néons des grands centresoù le plein emploi était la règle ouvers l'empire colonial encore vali-de. De chronique, l'exode devintmassif et la désertification et levieillissement de la population ac-

célérés. Les Corses acceptaient de partir, ilsétaient fatalistes. Le discours officiel leur faisaitcroire que la Corse était irrémédiablementpauvre, que sa providence était la France, na-tion puissante et assez généreuse pour consen-tir à la traîner comme un boulet, et donner unechance de promotion à chacun de ses habi-tants. Les Corses voulaient être des superfrançais. Ce fond d'immobilisme, de morositéet d'émigration allait se trouver bouleversé parde nouvelles données.

En 1957 le gouvernement de Guy Mo-llet lançait les plans d'action régionale (PAR).L'empire français partait en lambeaux, la prin-cipale source de la richesse se tarissait et l'Eu-rope pointait comme une nouvelle espérance.Les gouvernants étaient portés à recentrer leursefforts sur le territoire métropolitain, qui danscertaines de ses parties étaient du fait des faci-lités coloniales, en retard de développement.On parlait de "désert intérieur français" et l'-heure était à la planifica-tion et au dirigismeéconomique. La Corse eut son PAR. Deux so-ciétés d'économies mixtes, la Société pour lamise en valeur agricole de la Corse (SOMI-VAC) et la Société pour le dévelop-pementtouristique de la Corse(SETCO), furent érigé-es par les technocrates parisiens. Une 3ième so-ciété sylvo-pastorale prévue pour le développe-ment rural intérieur ne vit jamais le jour parceque les possibilités spéculatives foncières n'yexistaient pas et que son repeuplement par des"allogènes" était peu imaginable.

En 1962 et 1963, après les accords d'E-vian, De Gaule ne parvint pas à maintenir unepopulation française en Algérie ni à exploiteren commun avec le nouvel État algérien le pé-

MAX SIMEONI. (1929).Doctor en medicina, jefe deServicios en el Hospital deBastoa (1962-1989). En1976 asalta a cara descu-bierta la bodega del colonoCohen Skalli para denun-ciar sus actividades ilegalesy conocidas por los pode-res públicos. En 1989 elegi-do para el parlamento eu-ropeo. En 1999 fundaMossa Naziunale, nuevomovimiento con vocaciónde unir a todos los nacio-nalistas corsos que optensólo por medios democrá-ticos.

Page 24: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes n º :2 de 12 . nac iona l i smo y democrac ia en córcega , Max S imeoni

trole saharien, ni à conserver la base d'essaisatomiques souterrains dans le Hoggar. Songouvernement tenta alors un repli de cette ba-se à "Argentella", au sud de Calvi région au-jourd'hui Parc Naturel et classée patrimoine del'humanité par l'UNESCO. Il se heurta à unrefus catégorique des Corses et il dut se rabat-tre dans le Pacifique.

A cette époque les pieds noirs débarquè-rent dans l'île à plus de 17000 mille en catas-trophe. Ils y furent accueillis chaleureusementcomme des victimes mais vite ils posèrentproblème. La SOMIVAC qui devait faire l'a-griculture de la Corse ne servit qu'à caser lespieds noirs. Les Cor-ses voyaient le maquis re-culer, des fermes de 40 ha pousser comme deschampignons et qui étaient livrées clés en mainavec hangars, matériels et crédits de fonction-nement, aussitôt suivis d'effacement de dettes,de moratoires successifs…

Q u a n dquelque Corse seprésentait au gui-chet, il étaitéconduit sous unprétexte ou unautre: "Pas de ga-rantie", "pas defonds propres", "pas de qualification"… L'a-griculture se modernisait sans les Corses. Enréalité avec les fonds prévus pour le PAR pourl'agriculture et avec ceux destinés par la solida-rité nationale aux rapatriés "qui avaient toutperdu", l'État pratiquait une politique de colo-nisation de peuplement.

Les Corses dès lors commençaient àcomprendre que leur "pauvre" terre pouvaitêtre rentabilisée par l'État, qu'il pouvait inves-tir, et que l'émigration ancestrale n'était pasune fatalité mais qu'elle avait servi les intérêtsde l'hexagone en payant en partie sa dénatalitéet en assurant l'encadrement de l'empirefrançais. Cette prise de conscience se faisaitprogressivement comme devant un puzzle dif-ficile à deviner par ceux qui avaient les moyensmatériels de s'affranchir des clans, par des pay-sans ébahis devant l'effort de la SOMIVAC, dujamais vu de mémoire d'hommes dans l'île, par

des personnes qui voyaient la menace spécula-tive et la convoitise des grands groupes finan-ciers : 1000 km de côtes pratiquement viergesen Méditerranée !

L'esprit de ce développement, "la cagesans les oiseaux"de Mussolini lors de ses reven-dications irrédentistes amenaient les autochto-nes à se sentir des gêneurs indésirables sur leurterre avec un sort de réserves indiennes refou-lés dans les montagnes. C'était insoutenable.La prise de cons-cience était pénible, avec desbalancements contradictoires. Tantôt "c'était lafaute des Corses qui étaient incapables d'assi-miler l'économie moderne", "leur attirancepour les carrières libéra-les ou les emplois sûrsde la fonction publique"… comme si cela étaitinscrit dans leur culture ou dans leurs gênes !Un procureur allât dans un prétoire du conti-nent jusqu'à clamer : " Les Corses ont un gènede la criminalité !".

Le tableaucolonial étaitbien dessiné : laFrance apporteune civilisationuniverselle, capa-ble d'élever desindigènes qui,

sans elle, sont voués à la misère et à la médio-crité, incapables par eux-mêmes de progrès, deculture et de modernité. Le seul modèle pro-posé, républicain jacobin, assurait le salut à ti-tre individuel pour ceux qui renonçaient à exis-ter collectivement comme communautéhistorique et à vouloir disposer de leur sort surleur terre millénaire.

Dans ce contexte quelques hommescommencèrent à exprimer le malaise. Certainscherchaient à court-circuiter les élus tradition-nels et à faire directement des propositions aupouvoir central sensé ne pas être informé oud'autres réclamaient avec force d'être traitéscomme des Français à part entière. Après avoirréussi quelques belles manifestations de rue, ilséchouèrent, leur analyse étant trop superficie-lle. Le système à deux poulies, le clan et le cen-tralisme, résorba ces poussées de mécontente-ment. L'échec laissa un sentiment de déprime

Con los fondos previstos para el PAR para la agricul-tura y con los destinados por la sociedad internacio-nal a los repatriados, el Estado practicaba una políti-ca de colonización mediante la repoblación

2 3

Page 25: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes n º :3 de 12 . nac iona l i smo y democrac ia en córcega , Max S imeoni

populaire. Il était difficile de remo-biliser l'opi-nion. C'est au creux de cette vague(1962-63)que l'embryon de ce qui sera le nationalismecorse débu-ta pour d'abord donner, après unephase préparatoire, le mouvement autonomis-te (ARC), puis après Aléria en 1975 et issu deses rangs le mouvement indépendantiste clan-destin (FLNC).

Pendant le temps où il occupait seul leterrain, le mouvement pré-autonomiste s'in-surgeait contre la spoliation de la terre. La SO-MIVAC l'interdisait aux corses et la SETCOl'offrait aux grands groupes financiers. Cecombat était porteur : le risque de se voir cou-per de la terre mère le ren-dait explosif. Lemouvement s'en prenait en même temps auxclanistes avec virulence, fos-soyeurs de la dé-mocratie par leurs fraudes électorales massiveset leurs pratiques d'un clienté-lisme aliénant.Ils étaient les complices, les entremetteurs, les"valets" d'un pouvoir central colo-nisant la te-rre corse et détruisant sa culture à marche for-cée par l'uniformisation culturelle. Ce pouvoircouvrait leurs turpitudes. La lutte pour le réta-blissement de la dignité du Suffrage uni-versel

fut constante et acharnée. Exigence de passerpar l'isoloir, opposition physique au vote par"correspondance" puis par procuration, massede réserve pour les opérations frauduleuses.Re-cours aux tribunaux, plusieurs élections fu-rent invalidées. La plus spectaculaire fût l'inva-lidation des élections législatives et régionalesde 1988 qui eurent lieu le même jour : décou-verte des 34 listes de la ville de Bastia entière-ment refaites par les services électoraux de lamairie après la fin du scrutin pour tenter de ca-moufler de multiples fraudes éventées tout aulong de la journée de votation. Égalementcampagne constante de dénonciation des pra-tiques de clientélisme depuis l'usage fait de l'ai-

de sociale jusqu'aux adjudications truquées enfaveur d'entrepreneurs finan-çant les campag-nes électorales. Ce fût une véritable croisade àun point tel qu'Edmond Simeoni, leader cha-rismatique, a souvent dit publiquement : "S'ilnous était donné de choisir sur-le-champ entrel'"autonomie et la démo-cratie, c'est pour ladémocratie que nous opterions". Cette luttecontinue même si des améliora-tions ont étéobtenues. L'État a été dans l'obligation d'in-tervenir dans le bon sens comme avec Joxe parexemple qui fit refondre les listes électorales ànotre demande en 1992 lors de la prépa-rationde son nouveau statut, ce qui reste une excep-tion dans la jurisprudence française. Ces lis-tesétaient gonflées. Dans certains villages il y aencore plus d'électeurs que d'habitants. Le re-gonflage qui depuis a repris d'une élection àl'autre les a pratiquement remis au niveau an-térieur. A cette époque la simple application dela loi était considérée comme un bien tant l'É-tat et les clans se permettaient n'importe quoidans l'île comme dans la plus caricaturale descolonies.

Pour nous l'autonomie ne pouvait seconcevoir sans démocratie et sans res-ponsabilité citoyenne. L'État ne pou-vait plus feindre d'ignorer ces dérivesni nous retourner l'argument: "N'est-ce pas vous, Corses, qui les élisent!".Le clan a été démythifié et l'État dé-sacralisé en partie.

Cette période s'achève au dra-me Aléria le 22 août 1975 après lequel

on a pu dire "plus rien ne sera comme avant!".Le mouvement autonomiste (ARC) jusque làseul opérationnel a, tout en ferraillant dur, puaffiner ses analyses, peaufiner sa doctrine politi-que et développer sa stratégie de défense de laterre et de l'identité corses menacées.

Il remonta dans l'Histoire pour cher-cher, avec d'autres, les causes de la situation dé-plorable de la Corse. Un processus de décolo-nisation ne commence-t-il pas par laréappropriation de l'Histoire et la langue?

Pascal Paoli en plein 18ème siècle, bienavant la révolution française n'avait-il pas créé

El movimiento atacaba violentamente a los

clanis tas , sepul tureros de la democracia mediante

sus fraudes electorales masivos y sus prácticas de

un cl ientel ismo al ienante

2 4

Page 26: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes n º :4 de 12 . nac iona l i smo y democrac ia en córcega , Maxt S imeoni

la 1ère constitution écrite avec séparation despouvoirs dont les constituants américains onteu connais-sance, n'a-t-il pas mené une guerrede libération contre Gênes que l'on qualifieraitaujourd'hui de nationale, qu'il était sur lepoint de gagner quand Louis XV supplantason allié génois qui en difficulté lui vendit sesdroits sur la Corse, ce qui permit au monarquede droit divin de la conquérir par les armesmalgré le sacrifice des milices paysannes de Pa-oli qui furent écrasées le 8 mai 1769 par l'ar-mée de la première puissance mondiale de l'é-poque.

Pascal Paoli, après avoir été d'abord ac-cueilli à son retour d'exil de Londres à la Con-vention par Robespierre comme un héros de laliberté contre la tyrannie, n'avait-il pas fait sé-cession quand il comprit qu'avec les Jacobinstriomphant ce en était fini des libertés des Cor-ses en tant que peu-ple.

Après Napoléon, de 1817 à 1913 (unsiècle) la France n'a-t-elle pas soumis l'île à uneloi doua-nière qui taxait toutes les marchandi-ses sorties de Corse vers la France, qui interdi-sait tout com-merce en Méditerranée et quipermettait par contre aux marchandisesfrançaises d'entrer en Corse en toute détaxe ? Sion ajoute le monopole du pavillon, le terme decolonialisme est par-faitement justifié.

Tout ce système est à l'origine du dé-peuplement de la Corse, de son absence dans larévolution industrielle qui alors commençait,de son économie fixée dans l'archaïsme et durenforcement du clanisme comme moyen desurvie pour ceux qui ne pouvaient pas s'exiler.Avec l'obligation de la langue française, l'inter-diction scolaire de la langue corse, on délivraitle passeport pour l'exil dont on ouvrait large-ment les portes. En un mot, on a aggravé lesconditions d 'un retard de dé-veloppement

pour persuader les insulaires que leur paysétait irrémédiablement pauvre. Ils pou-vaientdès lors accepter l'exil et s'abîmer dans une re-connaissance éternelle pour la tutelle de laFrance. Ils devenaient plus français que lesFrançais et jusqu'à la fin de la décolonisationde l'empire, c'est-à-dire la perte de l'Algérie, iln'y avait plus rien à expliquer. Mais les consé-quen-ces de la décolonisation ont mis à jourtous les cadavres cachés dans les placards de l'-histoire.

C'est alors qu'on commença à réaliserque l'individu corse a droit à tous les égards, àtoutes les promotions s'il renonce à faire partied'une communauté historique et qu'il ne gar-de avec sa terre qu'un lien poétique ou folklo-rique, que la Corse n'était pas vouée à la pauv-reté, que si le peuple corse n'existait pas cen'était que parce que l'État jacobin le niait. Ce-la devenait compréhensible dès lors qu'une mi-se en valeur par le PAR était réalisée au profit"d'allogènes" et au détriment des "indigènes".

Le premier mouvement initiateur s'atta-cha donc à faire reconnaître la spécificité corse: il propo-sa l'autonomie. Il avait la partie belleen dénonçant l'anti-démocratie des clans et dupouvoir central. Mais l'état jacobin ne pouvaitadmettre aucune exception quel qu'en soit ledegré. Au nom du principe d'égalité mal conçu(la même loi pour tous en tous lieux) il justi-fiait son refus, ce qui le poussait à offenser lesimple bon sens non seulement en regard du"droit à la diffé-rence" mais aussi devant le faitd'une économie régie par l'insularité. Il s'obs-tinait à laisser la porte fermée. Il provoquaitainsi de nouvelles tensions. Les Corses les plusjeunes après Aléria se radicalisèrent et fondè-rent le FLNC. Leur modèle était le FLN algé-rien qui avait chassé la France. Ils voulaient larupture, l'indépendance. Le peuple corse étantmenacé de disparition ils considéraient de leurdroit et de leur devoir de le défendre par tousles moyens. Des recettes exis-taient, il suffisaitde les adapter. Ils se considéraient comme l'a-vant-garde qui devait déclencher la révolutiondans une lutte de libération nationale (LLN).Le sentiment national corse était iden-tique :l'attachement patriotique à la terre corse, l'idéede faire partie d'une communauté histori-que,

Para nosotros la autonomía no se podía con-cebir sin democracia y sin responsabilidad ciu-dadana

2 5

Page 27: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes n º :5 de 12 . nac iona l i smo y democrac ia en córcega , Max S imeoni

menacée par un colonialisme jacobin mortel.Mais les moyens choisis et les stratégies di-ver-geaient considérablement.

Les plus anciens dans le combat étaientpragmatiques, prudents. Ils cherchaient à con-forter les comportements nationalistes des cor-ses sans dogmatisme. Ils avaient le souci d'évitertoute connotation négative susceptible d'entra-ver une prise de conscience déjà laborieuse. Ilsmirent par exemple un certain temps à adopterle mot d'autonomie trop souvent considérécomme pré-lude à l'indépendance, l'expériencede Bourguiba en Tunisie était encore présentedans les es-prits. L'indépendance n'était ni cré-dible, ni souhaitée par la population.

Le bon sens populaire rechignait à répli-quer le modèle de l'état nation du dix-neuviè-me siècle qui impliquait frontières, armée, ma-

rine, ambassadeurs… Cette indépendancerevendiquée en pleine "guerre froide", bienavant la chute du mur de Berlin, alors que l'îlese trouvait au centre d'une aire géopolitiquefaite au nord du premier port militaire, Toulonsurveillant le pétrole et le Moyen Orient et leplateau d'Albion où siégeait la force atomiquede dissuasion voulue par De Gaulle, au sud labase sous-marine atomique américaine à la Ma-dalena en Sardaigne et à l'est à Naples, le quar-tier général de l'OTAN. Aucun État riverain nepouvait y trouver son compte. On était loin ducas de l'Afrique du Nord flanquée de la Tunisieet du Maroc, soutenue par la ligue arabe et l'O-NU, grand artisan de la décolonisation. Mais lesjeunes de FLNC n'en avaient cure. D'autrepart, le temps passant, la solution du problèmecorse semblait plutôt être entrevue dans le cadred'une Europe fédérative prenant en compte lesÉtats mais aussi les régions et les peuples sansÉtat. Les deux mouvements, autonomistes et in-dépendantistes étaient en concurrence et ils po-lémi-quaient. Aux accusations de risques d'af-frontements entre Corses, les tenants de la LLN

dénon-çaient l'impuissance du modérantisme,du réformisme, face à l'état, du régionalisme, duléga-lisme… Les effets émotionnels des appels àla rébellion, à l'action directe, les attentats, lesnuits bleues, les cagoules, les conférences depresse en armes au maquis, captivaient trop dejeunes plus que les arguments réalistes, raison-nés des autonomistes qui avaient du mal à peserdans ce jeu médiatique voulu dramatique autantpar les clandestins que par l'État. Le mouve-ment clan-destin croyait en une montée enpuissance qui lui serait favorable dans le rapportde force, les nationalistes autonomistes vou-laient obtenir l'assentiment du Peuple débous-solé mais sans lequel aucun succès réel n'étaitpossible et durable. D'un côté la fougue sûre deson bon droit, de l'autre la patience, la ténacité,la pédagogie dans une marche longue. Les pre-miers tiraient des bénéfices immédiats mais sans

garantie, les seconds risquaient l'usuremais néanmoins ils poursuivaient lacritique de la lutte clandestine qu'ilsconsidéraient inappropriée pour l'é-mancipation du Peuple corse. Au-delàdes aspects géopolitiques, il y avaitpour cela d'autres considérations. Laréti-cence de la majorité des Corses

qui tout en craignant les effets ne croyaient pasà la pertinence de la lutte clandestine et du pro-jet indépendantiste. Les Corses en généralétaient inquiets pres-sentant des secousses à ve-nir et irrités d'avoir à en subir malgré eux des dé-sagréments. Peu à peu ils attribuaient aussi unepart de la responsabilité aux autorités. Le mou-vement nationaliste souf-frait dans son ensem-ble. Dans une confusion volontairement entre-tenue par le pouvoir et les clans, il était reprochéaux autonomistes d'avoir initié la violence à Alé-ria, d'y avoir ainsi incité les plus jeunes, d'avoirjoué aux apprentis sorciers, alors qu'ils avaientagi à visage découvert en exposant que leursseuls militants volontaires pour rétablir une loibafouée (trafic des vins et malversations) et dé-noncer des pratiques coloniales.

Les autonomistes n'ont jamais pensé àglobaliser l'affrontement avec l'État, ni à en-clencher une spirale répression-violence. Af-fronter l'État, prendre des risques pour freinerla colonisation et pour promouvoir la démo-cratie, mais en prenant à témoin le Peuple pour

El movimiento tuvo que remontarse en la historia para buscar, en-tre otras, las causas de la situación deplorable en Córcega. ¿Acasoun proceso de descolonización no empieza por reapropiarse de lahistoria y del idioma?

2 6

Page 28: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes n º :6 de 12 . nac iona l i smo y democrac ia en córcega , Max S imeoni

qu'il puisse en juger sans pression ni crainte. Laviolence clandestine était à proscrire car ellepouvait nuire à une prise de conscience en at-teignant des Corses à partir d'autres Corses. Làétait la hantise d'un af-frontement entre Cor-ses qui ouvrirait le cycle infernal des vendettaset des règlements de comp-tes et mettrait finau combat politique, le bénéficiaire étant l'É-tat. Les autonomistes rassuraient physique-ment les hommes des clans quand ils pourfen-daient leur système ou quand ils passaient àl'action comme à la veille Aléria. Les deux vi-sions se sont donc toujours opposées, celle quine concevait que des rapports de forces violentscomme la seule réponse qui devait être appor-tée à la violence mère d'un État oppresseur etcelle qui préférait n'user que de moyens démo-cratiques. Les premiers rétorquaient aux autresque l'absence de démocratie en Corse rendaitleur espoir illusoire, que leur "légalisme" étaitobsolète. Aux risques d'affrontements entreCorses ou à ceux de la dictature du parti uni-que issu d'une clandestinité forcément non dé-mocratique, ils répon-daient que le projet dé-mocratique ne serait possible qu'une fois lePeuple libéré. Dialogue de sourds !

Le blocage des Jacobins alimentait laviolence et il visait aussi à discréditer tout lenationalisme en spéculant sur les retombéesnégatives. Il facilitait de plus l'amalgame car fa-ce à cette attitude de l'État les non clandestinsne pouvaient en rien donner raison à l'État.Les tenants de la LLN plus ou moins cons-ciemment touchaient les limites de leur con-ception. En effet elle équivalait à une logiquede guerre impossible à instaurer en Corse. Au

bout d'un temps assez court, ils di-rent : "qu'iln'y aurait pas de Dien Bien Phû" et ils quali-fièrent leur LLN de "propagande ar-mée!"

J'ai cru devoir un peu insister sur cesdonnées départ, de 1960 à Aléria en 1975 carce qui a suivi et la situation actuelle y étaienten germes. Le mouvement autonomiste étaitpratiquement seul : c'était l'ARC. Il s'attaquait

au système colonisant avec rudesse et son op-tion de fond était bien la démocratie et sa réfé-rence historique P Paoli, "u Babbu di a Patria".Dans son sein les plus jeu-nes marqués par lesuccès de la lutte des Peuples qui se décoloni-saient s'en inspirèrent. Ils rê-vaient de l'épopéedes "frères de la Toussaint ". Ils passèrent l'ac-te. En 1976 au lendemain Alé-ria, après avoirregroupé tous ceux qui avaient manifesté lesmême velléités, le FLNC occupa le devant dela scène. Il mis en avant sa conception de laLLN dans son 1er "livre vert", radicale, indé-pendantiste, tiers mondiste. Il développa sesséries de plasticages qui ponctuaient les nuits,ses apparitions médiatique à grand spectacle, etses communiqués authentifiés marquaient lescolonnes de la presse. La répression policièretarda à être efficace ce qui augmentait le pres-tige des clandestins, les arrestations arrivèrentles solidarités ancestrales réapparurent, lesprocès sui-virent et servirent de tribunes.

Quand Mitterrand déboucha sur lepouvoir en 1982, la centaine de militants quiétaient dans les prisons bénéficièrent d'uneamnistie politique. L'alternance au sommet del'État apporta une donnée essentielle, la recon-naissance timide du "droit à la différence". AAiacciu le nouveau Président prononça le motde Peuple corse. Mitterrand candidat avait pro-mis un statut spécial pour la Corse. Defferre enfit accepter un qui précéda de deux ans les loisde décentralisation et l'instauration des ré-gions. Le mouvement clandestin joua la trêvepour faciliter la libération des prisonniers etpour se placer en interlocuteur prépondérant.Mais il ne tarda guère à rompre la trêve et à re-

lancer ses actionsclandestines.

Néanmoin scette attitude toute

nouvelle du pouvoir central vis à vis de la re-vendication nationa-liste provoquera des dis-cussions y compris dans la clandestinité. La po-sition radicale va évoluer. L'aspecttiers-mondiste va s'estomper le premier, l'as-pect européen va finir par prendre le pas aupoint qu'aujourd'hui JG Talamoni, chef de filde l'organisation la plus proche du FLNC"Histo-rique" se retrouve président d'une

Los antiguos en la lucha eran pragmáticos

2 7

Page 29: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes n º :7 de 12 . nac iona l i smo y democrac ia en córcega , Max S imeoni

commission "aux affaires européennes" crééepar la dernière Assemblée de Corse. On a unscénario qui se répète: chaque élection prési-dentielle est précédée d'une trêve, suivie d'uneamnistie depuis l'élection de 1982, assortied'un discours des clandes-tins pour affirmerleur volonté d'entamer "un processus de paix"négociée. On est loin de la vo-lonté de coupu-re définitive indépendantiste des premiersjours même s'il est dit que le but final restel'indépendance mais il est précisé au mêmeinstant que c'est le Peuple qui choisira et qu'iln'est nullement question de chercher à lui im-poser quoique ce soit. A l'évidence la clandes-tinité s'éloigne d'une Lutte de Libération Na-tionale et elle se rapproche d'un processusdémocratique. Si les paroles précèdent les ac-tes, et si Paris poursuit dans ce sens, l'organi-sation clandestine devrait finir par s'autodis-soudre. Un survol rapide à partir Alériapermet de saisir l'évolution contrastée.

Libert Bou grand commis de l'État estenvoyé par Giscard d'Estaing en Corse. Il ouv-re la discus-sion en janvier 1975 avec les diri-geants autonomistes de l'ARC avant de ren-contrer les élus. Il n'existe alors ni FLNC niaucun mouvement public d'une tendance pro-che. L. Bou leur déclare qu'il est décidé à ap-pliquer leur programme économique et cultu-rel mais que sa mission ne concerne pas lesinstitutions. Quelques mois après, irrité par unéchec qui s'annonce, il dé-clare : "Même sideux cent mille corses étaient pour l'autono-mie, elle ne sera pas accordée !". Le 22 août,c'est le choc Aléria qui tourne au désavantagede l'État qui revient à la fermeture. L. Bou in-formé par l'ARC du scandale des vins n'avaitpas pu récupérer les terres des faillis au bénéfi-ce des jeunes Corses. Les clandestins peuventdémarrer. L'État permet les polices parallè-les,les barbouzes, qui s'en prennent plutôt aux mi-litants de l'ARC qui subissent de nombreuxplasticages et une tentative de meurtre pourune escalade.

Mitterrand candidat avait promis uneavancée institutionnelle, élu président, il a été endeçà des promesses. Après la trêve et l'amnistie,le FLNC reprend du service, Broussard estnommé pre-mier Préfet de Police pour la Corse.Joxe pendant le second septennat reprendra ledialogue avec les nationalistes et les élus. Il faitvoter par le Parlement un autre dispositif, "lestatut Joxe", qui va plus loin ; il est pré-autono-miste : article 1, le Peuple corse, est donc recon-nu - article 26, l'Assemblée de Corse peut de-mander au gouvernement d'intervenir pourfaire modifier des lois, des règlements pour laCorse, etc. Le Conseil constitutionnel enlèvePeuple corse et tout ce qui ouvre vers l'autono-mie. Il reste tout de même des pouvoirs de ges-tion un peu élargis. Ces oscillations des diversgouvernants sont constantes mais de courtesamplitudes. Elles progressent de l'une à l'autrefaiblement mais vers une sortie hors du droitcommun jacobin. Pasqua ministre de l'intérieur

de droite, d'abordré-prime ("il fautterroriser les terro-ristes" dit-il). A sondeuxième porte-feuille sous Balla-

dur, il prend langue avec les émissaires duFLNC "historique" et les encourage pour qu'ilsproposent une solution institutionnelle par lebiais de l'article 74 de la Constitution qui auraitpu permettre d'octroyer un statut de Territoiresd'Outre Mer (TOM) à la Corse. Balladur doitcéder la place à Chirac après le premier tour desprésidentielles, Pasqua est remplacé par Debrayqui paraît conti-nuer dans la même voie maisJuppé referme les portes sans doute après le ras-semblement FLNC de Tralonca que Debrayavait connu et sans doute accepté mais qui aprèscoup avait suscité beaucoup de critiques jusquedans les rangs de la majorité. Il voulait aussi peutêtre écarter des sphères du pouvoir certainshommes des réseaux Pasqua. Les clandestinsplastiquent sa mairie de Bordeaux.

Toutes ces péripéties, ces dialogues plusou moins avoués, ces ruptures, ces trêves, cesreprises d'attentats obligent tous les acteurs,élus, nationalistes clandestins ou non à desadaptations plus ou moins aisées avec des dé-bats internes souvent laborieux.

El bloqueo jacobino alimentaba la violencia

2 8

Page 30: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº : 8 de 12. nacional ismo y democracia en córcega, Max Simeoni

Joxe par exemple a buté sur le conseilconstitutionnel mais auparavant il a manquéde relais poli-tique en Corse. La formation duPS ne pesait pas assez, la gauche insulaire jaco-bine était oppo-sée en particulier E. Zucarelli,et faute de mieux ce fut le libéral J. Rossi quirapporta projet de statut devant le Parlement.Ce dernier se trouva isolé parles clans de la droite insulaireautant à cause de leur jacobi-nisme que pour des raisonsd'enjeux électoraux. A l'inté-rieur du mouvement clandes-tin des lignes de fractures seconstituaient. Les dirigeantsétaient en compétition pourle contrôle. Certains enjeuxfinanciers relatifs aux produitsde "l'impôt révolutionnaire"avec les dérives en rackets de-venaient venimeux du faitque le contexte ne pouvait pasêtre régi par une logique de guerre, que lessommes importantes se trouvaient exposées àla tentation d'hommes qui avaient mille rai-sons d'en vouloir disposer un peu à leur guise.

Avec le temps les désaccords politiquessurvenant dans ce milieu sans règles démocra-tiques, la clandestinité ne le permettant pas, ilne restait que des rapports de force crescendopour les diri-geants. La loi était à qui serait leplus fort pour être le plus représentatif et doncle négociateur qui s'imposerait face au pouvoircentral. Ceux qui avaient traité avec un gou-vernement de gau-che ont été bousculés parceux qui ensuite ont négocié avec un gouver-nement de droite, les uns et les autres tour àtour ne trouvaient rien d'autre que d'essayer desaboter la position adverse.

Paradoxalement tous voulaient une sor-tie négociée mais chacun était contraint de gar-der sa force armée dissuasive envers le frère de-venu ennemi et aussi pour rester représentatifenvers le pou-voir central qui prenait en consi-dération celui qui avait le plus de capacité denuisance. Une série de scissions du FLNC,avec chacune une vitrine légale entraînèrent de95 à 96 une série de rè-glements de comptesqui tuèrent une bonne vingtaine de militants.

Pasqua qui avait plusieurs FLNC devant lui, ena privilégié un, "l'Historique" ce qui a alluméla guerre entre eux.

Juste avant ce déclenchement, sa "vitri-ne légale", la Concolta aux élections régionalesde 94 pour prendre de court son concurrent le

Mouvement Pour l'Autodé-termination (MPA) lié auFLNC "Canal Habituel" etpour pallier le risque d'êtreisolé, joua la carte de la coali-tion électo-rale avec les auto-nomistes et fit conduire la lis-te par E. Simeoni. Elleaccepta de concéder l'autono-mie interne comme premièreétape avant l'indépendance.Sans cela la coalition ne pou-vait se faire : ce aurait été pourles autonomistes se rallier àl'indépendantisme. La liste de

coali-tion "Corsica Nazione" fit 16% des voixet la liste du MPA 9%. Electoralement le na-tionalisme avait progressé, Il avait obtenu jus-que là globalement pas plus de 13% des voix.Dans les semai-nes qui suivirent le premiermeurtre connu d'un militant nationaliste endésaccord avec son or-ganisation, "l'Histori-que", provoqua le retrait des nationalistes au-tonomistes de la coalition.

La phase actuelle est introduite par unfait politique parisien : la décision de Chirac dedissoudre le parlement et de recourir à des élec-tions législatives anticipées qui donnèrent lavictoire au so-cialistes et Jospin devint Premierministre. Avant son accession à ce poste, lecandidat à la Prési-dence Jospin avait dans unarticle du journal "Le Monde" envisagé un sta-tut d'autonomie pour la Corse. C'était au mo-ment où Pasqua poussait le FLNC "histori-que" à l'article 74 pour un TOM à la Corse.Jospin a joui d'une longue période de grâcependant laquelle les clandestins ont conti-nuéà s'entre-tuer. Il n'aborde pas le problème cor-se. Il peut attendre. Dans l'île des changementssont survenus qui pèseront. Les deux chefs declans inamovibles de droite et de gauche, JP.De Roccassera et F. Giacobbi ont disparu. Ilscontrôlaient les jeux électoraux. Les politiques

La violencia clandestinadebía ser abolida ya quepodía perjudicar a la to-ma de conciencia hirien-do a los corsos a través

de otros corsos

2 9

Page 31: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

3 0

hermes n º :9 de 12 . nac iona l i smo y democrac ia en có rcega, Max Simeoni

qui leur succèdent avaient le désirde limiter et de réduire les affron-tements et les provocations quipouvaient s'étendre hors duchamp clos des nationalistes indé-pendantistes, le désir de plus séré-nité, mais aussi la lassitude devantl'impuissance du pouvoir centralet ses atermoiements, devant leschangements de sa li-gne de con-duite envers les nationalistes. Ilssentaient le peu de crédibilité que le pouvoirleur accordait, voir son mépris puisqu'ils neservaient à rien et que de ce fait ils obligeaientle gou-vernement à être en première ligne. Ilsavaient eu le temps de connaître des autono-mies qui fonc-tionnaient sans drame dansd'autres pays démocratiques d'Europe. Cetteclasse politique avait eu à gérer les statuts, celuide Joxe notamment, et doutant de Paris, elle envenait à vouloir un peu plus de pouvoir local,et à admettre que les nationalistes qu'aucungouvernement n'avait pu relé-guer en touchedevaient donc être intégrés dans le jeu politi-que ; certains s'en rapprochèrent pru-dem-ment et d'autres en firent de même à la faveurdes circonstances.

Jospin dut finalement aborder le riva-ge corse

Il convient de faire une parenthèse pourrappeler qu'en 1999 les mouvements qui se di-saient "démocratiques", les autonomistes etceux qui avaient coupé court et définitivementavec la clandestinité n'avaient pas pu s'enten-dre. Ils présentèrent trois listes qui firent en-semble 13% des voix au premier tour des élec-tions régionales mais dont aucune ne passa labarre des 5% et n'eurent aucun élu. Les indé-pendantistes obtinrent 8% au premier tour etau second tour seuls en lice, le report des voixleur fut très favorable ; ils montèrent à 16% eteurent huit élus. Le Préfet Bonnet a été nom-mé en plein drame, au lendemain de l'assassi-nat du Préfet Erignac. L'État sous le choc, ledéphasage entre Jospin et Chevènement, per-mirent à Bonnet de se comporter comme ungouverneur. De nombreux votes sanction seportèrent sur la seule liste nationaliste présente

au second tour. La fin de ce Préfetincendiaire illuminé par un feu depaillote désacralisa l'État ja-cobinun peu plus : il apparut capable deprovocations dont l'intention étaitde faire battre les Corses entre euxpour asseoir une répression excep-tionnelle avec une garde préto-rienne, taillée sur mesure, horsnormes, le Groupement de Sécuri-té (GPS) composé de gendarmes

dont ce Pré-fet disposait à sa guise. L'épisodeBonnet relativisa dans l'opinion l'effet désas-treux de la guerre entre les factions de la LLN.Une fois les effets dangereux de ce couac reten-tissant maîtrisés à grand peine par le gouverne-ment, ce dernier se trouvait dans l'obligationde faire autre chose. Le problème corse quiétait déjà perçu comme un problème d'Étatpouvait interférer sérieusement sur les alter-nances politiques à la tête de l'État.

Jospin proposa le dialogue avec tous lesélus de l'Assemblée de Corse en exigeant enpréalable la condamnation et l'abandon de laviolence politique. Quelques semaines après,il leva ce pré-alable pour dire qu'il était prêt àdiscuter avec tous les élus, de tous les sujets,sans aucun tabou, en pleine transparence,sans aucun jeu de coulisses, et qu'il attendaitles propositions de la part de l'Assemblée deCorse.

Ils leur demandaient de faire des propo-sitions c'est à dire de débattre entre eux et devenir à Ma-tignon les soumettre.

Le premier débat de l'Assemblée deCorse refléta l'embarras de la classe politiquequi arriva avec deux motions, une hostile àtout changement du statut et qui recueillit leplus de suffrages et à laquelle hormis le PS ad-hérait l'essentiel de la gauche, et une autre enfaveur d'une avancée statutaire soutenue parles nationalistes indépendantistes qui étaientles seuls nationalistes élus. Chaque lundi les re-présentants des groupes politiques se sont re-trouvés à Matignon. Les nationa-listes les plusradicaux, seuls présents avaient décidé de lais-ser baisser la barre au plus bas : pas de deman-de de reconnaissance du Peuple corse, une

Defferre hizo quese aceptara un es-tatuto que prece-dió en dos años alas leyes de descen-tralización y a lainstauración de lasregiones

Page 32: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº :10 de 12. nacional ismo y democracia en córcega , Max Simeoni

complète généralisation plutôt que l'obligationde l'enseignement de la langue corse, un mini-mum de pouvoir réglementaire et législatifcontrôlés, une extension des domaines de com-pétences, une loi programme pour combler lesretards en infrastructures et de l'économie, unstatut fiscal à définir, la suppression des élusdépartementaux… Dans ces conditions, unelarge majorité de 46 sur 51 se dégagea à l'As-semblée, le gouvernement put assumer ce ca-dre, que la presse a appelé le projet Matignon.

Durant tout l'été, la Corse a fait la unede toute la presse française. Les Jacobins et tousles anti-Matignon se déchaînèrent. Les arrièrespensées pour les échéances électorales majeu-res, munici-pales en mars prochain, puis légis-latives et présidentielles ne manquaient pas de-rrière la confron-tation idéologique rageuse despro-jacobins rageurs et des anti-jacobins plusdiscrets, et le meur-tre d'un ex-dirigeant dubloc indépendantiste (JM Rossi) apporta sonlot d'images émotionnelles utiles à la polémi-que. Le départ de Chevènement préparé avantles vacances et réalisé à la ren-trée de septembrefigea le décors. Un instant le doute gagna car legouvernement sembla reculer sous la pression.Pour désarmer ses opposants, pour garder samajorité plurielle pour les échéan-ces à venir,les propos du gouvernement semblaient faireune lecture à minima du projet Mati-gnon. Orc'était inacceptable pour les nationalistes quitirèrent à plusieurs reprises la sonnette d'alar-me. L'échec aurait ramené à la case départ, à larupture et à la violence. Qui pouvait en porterla responsabilité ?

Vaillant, fidèle parmi les fidèles de Jos-pin, qui a remplacé Chevènement est venu ces2 et 3 no-vembre au moment où je rédige cetexte pour rassurer et relancer le processus Ma-tignon. Il y est largement parvenu. Le calen-drier est serré : à la mi-novembre les élus re-tournent à Paris non plus à Matignon mais à laPlace Bauveau, un texte de loi leur sera propo-sé reflétant fidèlement ce que le jargon diplo-matique nomme maintenant "le relevé desconclusions" des réunions antérieures et non leprojet Matignon ce qui veut donner l'impres-sion que le jeu reste ouvert. Au début dé-cem-bre le texte de loi devrait être transmis à l'As-

semblée de Corse qui pourra faire ses remar-ques et après les élections municipales, en avril,le Parlement devrait voter la loi de ce nouveaustatut pour la Corse.

Si on considère que Jospin s'est laissésurprendre dangereusement par le problèmecorse, on peut dire qu'il a réussi pour le mo-ment à bien à redresser la barre. Mais la suitedu parcours peut ré-server d'autres surprises.

Avant de conclure je vais essayer de fai-re un état en gros des forces en présence actue-llement. Il y a d'abord deux champs d'affron-tements : les forces qui s'affrontent à Paris etcelles en Corse.

A Paris en 30 ans, le problème de laCorse s'est imposé de plus en plus comme unenjeu d'État par l'impuissance à le résoudreaprès avoir bricoler toutes sortes de recettes im-provisées. Il est devenu un jeu de pouvoir uti-lisé par les partis tour à tour dans l'oppositioncontre le parti qui est aux commandes. Il estune bataille idéologique historique qui remeten cause les fondements de la République ja-cobine.

Le champ parisien a une problématiquecomplexe. La construction européenne suppri-mant les frontières remet en question l'État, etpar le haut et par les régions. Il s'y ajoute lamondialisa-tion. L'État est en crise. Les muta-tions sont d'une dimension impressionnante.Elles provoquent des hésitations dans les choixà faire et des crispations conservatrices. LaCorse est sous cet an-gle un élément mais aus-si un révélateur aigu de la difficulté rencontréepar les politiques. Cela revient à dire que leschangements historiques influeront par leurspéripéties imprévisibles sur le devenir de laCorse. Le sens de l'Histoire, si elle en a un, va

Vaillant, fiel entre los fieles de Jospin, que susti-tuyó a Chevénement, vino los días dos y tres denoviembre para tranquilizar y relanzar el pro-ceso Matignon

3 1

Page 33: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

3 2

hermes n º :11 de 12 , nac iona l i smo y democrac ia en córcega , Max S imeoni

vers plus de transversalité et moins de pyrami-dal, vers plus de décentralisation, de subsidia-rité, d'autonomie régionale. Il y a le tem-pohistorique toujours trop long pour celui de l'-homme pour qui le temps fuit. On peut se de-mander quelle est la durée que peut tenir lePeuple corse en état de survie ? Le seul fait dese poser la question est un élément de drama-tisation avec des incidences politiques.

Dans l'île, tous les anciens équilibresse sont défaits.

La classe politique des clans a perdu sesderniers grands chefs, les nouveaux ont eu da-vantage de responsabilité ne serait-ce que degestion. Si le clientélisme demeure, il secrèteplus d'affairisme que de reconnaissance atta-chée à la personne de l'élu. La solidarité a be-soin d'autres moyens pour s'exprimer. Commetoute assemblée élue, celle de Corse plus oumoins inconsciemment en demande plus.L'opposition entre Jacobins et "évolutionnis-tes" en général et en particulier sur la revendi-cation statutaire divise en Corse toutes les for-mations de gauche et de droite. Il y a eu lespour et les contre le processus de Matignon.Les contre, du moins ceux de gauche se disentfavo-rable à la condition que ce statut soit ap-pliqué à toutes les régions mais ils rechignentsur le pou-voir législatif même encadré. C'estune façon de s'accrocher à la République uneet indivisible et d'attendre tout en fourbissantses armes pour le débat décisif au Parlement auprintemps. La dé-composition recompositionest en gestation de ce coté.

Du coté nationaliste, la décompositionest réalisée mais la recomposition tarde et c'estparadoxal. La LLN s'est morcelée et s'est af-frontée jusqu'au sang. Elle est une constella-tion de sigles y compris clandestins à y perdreson latin. Certains qui se sont affrontés, arri-vent à se parler et même à se regrouper sanspouvoir pourtant dépasser un stade de confé-dération plus propice à des longues palabresqu'à un renforcement de leur impact politique.L'ensemble Corsica Nazione- FLNC Histori-que en trêve, tient encore la route car par sesélus il est seul partie prenante au pro-cessus

Matignon. Il n'est pas certain de se trouverrenforcé aux prochaines élections si l'ensembleLLN reste tel qu'il est. Des coalitions électora-les seront nécessaires avec tous les problèmesd'hommes et de représentativité qu'elles soulè-vent.

Ce qui est encore moins compréhensi-ble, c'est la difficulté du pool nationaliste "dé-mocratique" à se réaliser. Son potentiel est im-portant. Je l'ai mentionné ci-dessus. Il a eu13% des voix en 1999 en se présentant avectrois listes qui tenaient exactement (ils tiennenttoujours) un discours iden-tique en tous points.Il est fait des autonomistes de toujours, d'an-ciens militants rattachés à l'idéologie LLN maispouvant avoir aussi milité dans des groupes quiont fait scissions et se sont aussi opposés forte-ment au bloc Corsica Nazione FLNC et à unmoindre degré entre eux. Aujourd'hui leur rejetde toute clandestinité est sans équivoque et leuroption démocratique tout autant.

Il y aurait des éléments à proposer pourexpliquer cette inertie mais serait trop long. Jen'avancerai que deux difficultés. Une tient aufait que JG Talamoni et les siens occupent lecré-neau du nationalisme démocratique : dialo-gue dans les institutions, trêve qui se prolonge,négo-ciation réaliste avec le pouvoir central,stratégie des petits pas institutionnels pour ouv-rir les portes vers une plus grande souverainetéetc. La deuxième est d'ordre humain : tous cesrappro-chements de petites structures mettenten présence trop de cadres ce qui aggrave leurcompéti-tion. Regrouper cela revient à en pla-cer un certain nombre en chômage technique !Difficile à souscrire quand on s'est voulu lespromoteurs d'une nouvelle espérance.

Pour conclure, il suffira de reprendrequelques points.

Le nationalisme corse s'est manifesté vi-goureusement dès les années soixante par descompor-tements patriotiques en réaction à unesituation alarmante quant à la survie d'unecommunauté historique, le Peuple corse, affai-bli sur sa terre par un colonialisme d'assimila-tion et d'uniformisation jacobine ne laissant

Page 34: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

hermes nº : 12 de 12, nacional ismo y democracia en córcega, Max Simeoni

que l'exode pour perspective puis par une co-lonisation de peuplement pour résoudre unproblème de la décolonisation de l'empire, ce-lui des Pieds Noirs. Il faut ajouter que tout dé-but de développement attire des "allogènes" cequi augmente la tension sur les "indigènes" endifficulté. En luttant le nationalisme a forgé sesarmes conceptuelles et ses propositions alterna-tives. D'emblée naturellement, il pris l'optiondémocratique conforme à son Histoire qui l'a-vait portée très haut avec Pas-cal Paoli.

Au blocage de l'Etatjacobin, répondit une radica-lisation des éléments jeunesdu moment cher-chant le re-cours dans une lutte de Libé-ration Nationale "révolution-naire " et clandestine imitéedu modèle F.L.N. algérien, modèle inadaptégéopolitiquement et dans le contexte europé-en. Les moyens de violence privilégiés durentprogressivement laisser une place à des moyensplus poli-tiques. Le mélange des genres persis-te. La clandestinité se voulant une violence or-ganisée sem-ble devoir disparaître à terme cequi ne veut pas dire que toute violence sera ex-clue. Remarquons qu'elle n'a jamais pu attein-dre l'intensité de l'IRA ou de l'ETA.

Dans cet intervalle des quarante derniè-res années, l'évolution très conflictuelle etscandée en phases de tension et de minimesouvertures, a quand même suivi globalementune courbe ascen-dante qui semble se dirigervers une zone où la reconnaissance du Peuplecorse et son droit à la maîtrise de son destinpeuvent être réalisés.

Si on peut être historiquement assez op-timiste, l'issue dans le temps dépend de beau-coup de fac-teurs. La Corse ne peut pas s'abs-traire du contexte européen ni de celui de lamondialisation éco-nomique. Mais elle resteraen toute occurrence un thermomètre fidèlepour mesurer les crises de la France, elle-mêmeconfrontée à des enjeux de mutations de civili-sation. En fait tout progrès pour le Peuple cor-se passe par des avancées de la démocratie.Mais démocra-tie ne peut pas être réduite à des

questions de mécanisme institutionnel mêmesi les institutions sont toujours perfectibles enregard des besoins d'un Peuple. La démocratiepourquoi faire ? Les grands changements quisont en cours que nous souhaitons pour leprogrès matériel et l'humanisme doivent con-courir à une plus value de civilisation. C'est laraison pour laquelle les valeurs des droits de l'-homme, de tolérance, de solidarité, des droitsdes minorités et celles des Peuples sans État,

des droits culturels nous paraissent universe-lles. Elles ne sont que la consé-quence du prin-cipe de liberté, celle qui refuse les oppressionsde la loi des plus forts. L'Europe a tous les élé-ments pour réussir : la masse critique démo-graphique, la diversité prodigieuse de sa riches-se culturelle, un potentiel technico-scientifiqueà mettre en synergie pour devenir incompa-ra-ble. Elle ne peut être que pétrie de ces valeurssous peine d'échouer. Le combat de ses Peuplesrejetant les anciennes dominations en est le té-moin avant coureur. Leur nationalisme n'estau fond qu'un approfondissement de la démo-cratie.

N.B : Le 22 août 1975, E SIMEONI occupeavec une dizaine de militants porteurs de fusils de chassela cave vinicole d'un des Pieds Noirs compromis dans unscandale financier que les autorités voulaient étouffer.Son but était de dénoncer les pratiques coloniales. Le mi-nistre de l'intérieur Poniatowski fait donner l'assaut parune colonne armée de plus de mille hommes, assaut quidure quarante cinq secondes. On relève deux gendarmesmorts et un militant gravement blessé. Les morts commel'admettra la Cour de Sûreté de L'État ont été le fait detireurs isolés incontrôlés circulant dans =les vignes dans ledos des forces de l'ordre.

En Paris en 30 años, el problema de Córcega se ha

impuesto cada vez más como una baza de Estado por la

impotencia para resolver lo después de haber

in tentado todo t ipo de recetas improvisadas

3 3

Page 35: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

3 4

Sobre las condiciones de la ciudadanía inclusiva

El tes t de l cont ra to de ex t ran jer ía

M i colaboración en este mo-nográfico de la revista Her-mes acerca de nacionalismo

y democracia se centra en las dificultades que,según creo, atenazan la transformación del vín-culo político democrático anclado en la defini-ción de nacionalidad, sobre todo en aquelloscasos (evidentemente, el del Estado nacional,pero también los proyectos políticos de los na-cionalismos monoétnicos) en que la identidadnacional, presentada en términos de uniformi-dad, es la llave de acceso a la comunidad polí-tica, a la ciudadanía.

En efecto, la actual discusión en torno ala noción de ciudadanía ilustra de forma clara,en mi opinión, una especie de línea divisoria,una línea de aguas que separa, de un lado, a las

ideologías conservadoras que tra-tan de mantener a ultranza unavieja concepción de lo político yde su agentes, los ciudadanos (conel coste coherente con esa concep-ción de la esclavitud y del no-re-conocimiento de las mujeres, losniños, los extranjeros), y de otro aquienes tratan de recrear el víncu-lo social y político desde otros su-puestos y con ello alcanzar unmodelo de ciudadanía inclusiva.En esta segunda concepción, laclave es sin duda la conjugaciónde pluralismo y cohesión social:sin aquél, la comunidad políticadifícilmente puede presentarse entérminos demcráticos. Sin cohe-sión, no es posible la idea de co-munidad. Probablemente la solu-ción se encuentre no tanto en

reconstrucciones más o menos abstractas, quehacen tabla rasa de la identidad -como el mo-delo de patriotismo constitucional- sino en laprofundización en lo que Taylor1 ha calificadocomo "diversidad profunda", en la medida enque nuestro futuro no parece caminar en lasenda del viejo mito de sociedades homogéne-as que producen de forma "natural" el consen-so, sino más bien en el desarrollo de la diversi-dad.

El inmigrante cuya condición, más quecon la categoría del transeúnte se puede descri-bir con la del errante, incluso el destinado aerrar sin fin, el inmigrante, insisto, el verdade-ro extranjero hoy, no es sólo el negativo exigi-do para afirmar al ciudadano, cuya existenciaes meramente vicaria de la de éste, sino que al-canza vida propia, aún incluso un carácterejemplar en el modelo imperante de globaliza-ción, por más que sepamos que esa peripeciaacaba las mayoría de las veces en la exclusión.

Probablemente ese es el reto mas impor-tante de la teoría y de la práctica política, por-que, como han explicado Balibar o Ferrajoli, laciudadanía, mientras siga anclada en el noso-tros de la comunidad estatal nacional y a duraspenas abierta a la consideración de género, yano puede presentar por más tiempo como "na-tural", como "justificada" la barrera en queconsiste y que excluye -que hace impensableincluir bajo su manto- a los extranjeros, hoy re-presentados por los inmigrantes. Esa vieja con-cepción ha convertido una forma histórica enla que se construyeron la libertad y la igualdadcolectivas, es decir, la nacionalidad, en la esen-cia misma de la ciudadanía, como comunidaden la que todos deben reflejarse. El escándaloes aún mayor si pensamos en la contradicción

JAVIER DE LUCAS).Catedrático de Filosofía delDerecho y Filosofía Políticade la Universitat de Valen-cia. Magistrado suplente delTribunal Superior de Justi-cia de la Comunidad Valen-ciana. Especialización enBonn, Estrasburgo, Milán,Bolonia y Londres. Dirigedesde 1990 el Grupo deestudios sobre inmigración,racismo y minorías que re-alizó, por encargo de la Co-misión Europea. Hapublicado un centenar detrabajos sobre objeción deconciencia, racismo...

Page 36: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :2 de 8 . sob re l a s cond ic iones de l a c iudadan ía i nc lus iva , J av i e r de Lucas

que pone de manifiesto la actual orientacióndel proceso de globalización pues, al mismotiempo que insiste en la visión de una comuni-dad mundial comunicada e interdependiente,multiplica a los excluidos de esos beneficios.Por eso, como han explicado también Balibar yFerrajoli, el actual concepto de ciudadanía esun penoso privilegio y por eso los sectores pe-riféricos de la población, los recién llegados aesa condición o los que en realidad no disfru-tan de ella más que nominal o parcialmente,son los más asequibles al mensaje de que la ex-tensión de la ciudadanía es contradictoria conel nivel de disfrute de sus contenidos. Lo mis-mo podía haberse dicho cuando se produjeronextensiones anteriores: a los trabajadores, a lasmujeres, a los niños, étc. El problema puedeformularse con una sencilla pregunta: ¿estamosdispuestos a extender el triple contenido de laciudadanía (libertades negativas o seguridadjurídica -la garantía del Estado de Derecho-,derechos sociales -la garantía del Estado debienestar- dere-chos políticosque hagan real lacomunidad librede iguales -la ga-rantía del Estadodemocrá t i co ) ,ambos tres como despliegues del Estado nacio-nal?.

En mi opinión la respuesta es abruma-doramente negativa, precisamente porque laley de la globalización que se nos ha impuestoes la de la competencia, la de la exclusión, la dela desigualdad. Porque en ese mundo globali-zado, en esa nueva división internacional deltrabajo, el verdadero extranjero/el inmigrante(a fortiori, los países que lo generan) solo cuen-ta como mano de obra en función de la co-yunturalidad del mercado internacional y de lasagrada ley de su estabilidad y de la optimiza-ción del beneficio financiero. Ni tan siquieraalcanza el inestable status del trabajador: priva-do de la protección del Estado nacional que leniega como no ciudadano, desprovisto de la desu infraestado de origen, es tan sólo mercancía.Esto propicia, finalmente, el vaciamiento de lapolítica -de sus viejos agentes, los Estados- sinofrecer recambio. Antes al contrario, se trata

precisamente de eso: que el lugar vacío dejadopor la pérdida de competencias de los Estados,no sea cubierto, para que esa desrregulaciónpermita (como advierten Beck, Ramonet, Pe-trella, Estefanía, étc) que campen a sus anchaslos verdaderos sujetos de tal proyecto de globa-lización, los ciudadanos globales, las empresastransnacionales, el capital financiero. Si a ellose une, además, la constatación de que, inclusopor lo que se refiere a los privilegiados super-ciudadanos del norte, los verdaderos agentes deuna supuesta sociedad mundial del bienestar ydel progreso ilimitados, lejos de propiciar unanoción activa de la ciudadanía, el modelo im-perante de globalización fomenta lo que conacierto -Ramoneda- se ha dado en llamar "ciu-dadano NIF"2, hay razones para extender elmapa de encrucijadas o aporías en los que sedebate la ciudadanía y que imposibilitan sutransformación hacia un modelo inclusivo.

Porque si hoy tiene sentido hablar deencrucijadas, pa-radojas, inclusocontradicciones oaporías de la ciu-dadanía, es enbuena medida apropósito de lacondición multi-

cultural, que en rigor no es una novedad, peroque se hace ahora visible como consecuenciade la conjunción de factores muy diferentes,entre los que destaca, de un lado, el auténtico"desplazamiento del mundo" que suponen losnuevos flujos migratorios y la creciente con-ciencia de caducidad del modelo homogéneo,monista, de estado nacional, caducidad refor-zada por la crisis de su última manifestaciónhistórica en el Occidente rico, el estado del bie-nestar, y por el impacto de las transformacio-nes impuestas por el proceso de globalización,por la caída del bloque del Este y, muy concre-tamente en los Estados de la UE, por el propioproceso de construcción de esa Unión Euro-pea. Creo que entre esas aporías hay dos quebien pueden enunciarse acudiendo a referen-cias clásicas, el síndrome de Atenas y el prejui-cio de Procusto.

Una y otra tienen mucho que ver con laactitud que caracteriza este momento de Euro-

Globalizazioak ezarri digun legearen ezaugarriaklehia, bazterketa eta desberdintasunak dira

3 5

Page 37: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :3 de 8 . sob re l a s cond ic iones de l a c iudadan ía i nc lus iva , J av i e r de Lucas

3

pa y que puede describirse, con Kavafis, comola espera de los bárbaros, aunque desgraciada-mente no en el sentido positivo del poema, si-no en el del temor a la invasión (entre noso-tros, en España, al efecto llamada) al viaje yaun el viaje por excelencia, el viaje que nostransforma, aunque probable y desgraciada-mente esta vez no somos, no queremos ser, no-sotros los protagonistas del viaje, sino sólo elpunto de destino, los huéspedes que alber-gan/rechazan a los viajeros. Y como siempre,como nos enseñara Kavafis, incluso en ese sta-tus pasivo y defensivo, espe-rando a los nuevos bárbaros,nos transformamos.

El mito de Procusto yel síndrome de Atenas

En efecto, el mito deProcusto, que parece aherrojar todavía hoy lanoción misma de ciudadanía, supone una pa-sión por la homogeneidad, incluso en su formamás noble (el consenso)3 que ahoga toda dife-

rencia como obstáculo para la construcción deun espacio público gobernable, estable y quetiene como precio la institucionalización (aúnmás, el incremento) de la exclusión, como cos-te "natural", justificado. De ahí nace lo que hedenominado la "jaula de hierro de la ciudada-nía en la modernidad": el vínculo que identifi-ca ciudadanía, nacionalidad y condición detrabajo formal, en el seno del Estado nacional.Ese mito se traduce en la presentación de laidentidad nacional como presupuesto original("verdadero") que no se discute, incluso en lasversiones republicanas, jacobinas, de la nociónde nación, que dan por hecha la existencia deuna identidad cultural previa que subyace a lanación, al pueblo, por más que este se identifi-que, en cuanto sujeto político, en la adhesión ala Constitución, y que se presenta como "na-

turalmente" homogénea. El primer efecto"perverso" de ese suplantación es que el Estadonacional homogéneo puede permitirse el lujode presumir su neutralidad de cara a los idealesde bien, a las culturas, a las visiones del mun-do, lo que es tan sólo una falaz pretensión delliberalismo individualista4. Una neutralidadque, a su vez, hace posible la propuesta de lainterculturalidad vacía, basada en una suerte demelting pot abstracto en el que desapareceríanpor mixtura todas las diferencias del pluralis-mo real. Por eso solo podrá adquirir la condi-

ción de ciudadano quien sea "integrable", loque quiere decir necesario para el mercado yasimilable culturalmente. Esa jaula de hierroexige proclamar un universalismo abstracto (en

realidad, un "universalismo de susti-tución" como critica Benhabib) quedegrada al ciudadano a la condiciónde individuo atomizado, pasivo, merobeneficiario de outpouts del Estado ycompetidor solo en el mercado.

Y a ese propósito pareciera quelos viejos estados nacionales de la UE quisieranresucitar el "ideal" de la democracia ateniense,tanto para sí, como para la propia UE. En rea-lidad, como he tratado de argumentar en otrostrabajos, me temo que lo que se reconstruyedaría pie para hablar no tanto del ideal comodel síndrome de Atenas, es decir, una comuni-dad política que goza de condiciones particu-larmente satisfactorias de libertad y satisfacciónde las necesidades de sus ciudadanos miem-bros, que incluso se presentan como agentessoberanos en la asamblea, que produce algunosde los universales de los que aún vivimos, y queconsigue todo eso gracias a un sistema que ins-titucionaliza la exclusión. Es decir, vetando elacceso, la pertenencia y el reconocimiento co-mo sujetos de la mayoría: los extranjeros (bár-baros), las mujeres, los esclavos. Ante tal cú-

Sólo podrá adquirir la condición de ciudadano quien sea “integra-ble”, lo que quiere decir necesario para el mercado y asimilableculturalmente

Tout se passe comme si les vieux états nationaux

de l 'UE prétendaient ressusciter l ' "idéal" de la

démocrat ie a thénienne, auss i b ien pour eux-mêmes

que pour la propre Union Européenne

6

Page 38: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :4 de 8 . sob re l a s cond ic iones de l a c iudadan ía i nc lus iva , J av i e r de Lucas

mulo de paradojas, contradicciones, si no, co-mo decía, pura y simplemente aporías, la con-ciencia acerca de la caducidad de tal conceptode ciudadanía, e incluso en su versión republi-cana, es hoy un lugar común. Comienzan aserlo también las propuestas acerca de la supe-ración de ese modelo por una versión supraes-tatal de la ciudadanía, con la mira puesta, si noen la ciudadanía universal, sí en la denomina-da ciudadanía cosmopolita. En ese contexto,no faltan quienes afirman que los europeos nosencontramos ante una ocasión privilegiada decaminar hacia lo que se ha denominado (Mu-guerza, p.ej.) "peldaños del cosmopolitismo":la ciudadanía europea sería un ejemplo factibledel tránsito hacia la dimensión transnacionalde la ciudadanía. Lo cierto, sin embargo, esque, para que podamos hablar de ciudadaníaeuropea en un plano que no sea simplementeretórico, faltan por desentrañar no pocos pro-blemas.

Cualquier propuesta de construir unanoción de ciudadanía inclusiva exige, ante to-do, presentar alternativas acerca del vínculo en-tre comunidad cultural y comunidad políticaque vayan más allá del sostenido en el ámbitodel Estado nacional, esto es, la identificaciónde aquella en términos de atributo reconocidoen exclusividad a quienes acreditan formar par-te de una supuestamente homogénea comuni-dad previa y excluyente, la propia del Estadonacional, en la que Nación, Estado y culturason uno, como consecuencia de compartir loslazos de origen, tradición, prácticas e institu-ciones culturales surgidas de forma análoga a laque caracteriza las estructuras de parentesco, esdecir, la sangre y la tierra, según el esquema delnacionalismo romántico encarnado en la cono-cida fórmula Blut und Boden que a su vez da-ría pie al principio de ius sanguinis como títu-lo de nacionalidad y ciudadanía. Comoadvierte Balibar, la pregunta clave sigue siendo

la relación que ha de mantener la democraciapolítica con la existencia de una conciencia co-munitaria de sus propios ciudadanos5. El pro-blema es que quienes sostienen como alterna-tiva la propuesta de ciudadanía basada en elpatriotismo constitucional, desde una supues-ta identidad postnacional, aún no han sabidodar respuesta convincente acerca de la funciónque debe desempeñar en ese proyecto los sus-tratos culturales existentes, cómo gestionarlos yen su caso reconducirlos para que no afecten ala comunidad política. A lo más que se llega esa proponer la articulación del pluralismo cons-titutivo, su reconocimiento, en términos deuna tan deseada como imprecisa "intercultura-lidad", por no hablar del manido recurso a latolerancia. Volvamos a la cuestión, ¿es posiblesostener una ciudadanía inclusiva asentada enuna comunidad plural?

Inmigración y Extranjería, símbolosdel nuevo contrato social y político en sociedades que se reconocen como plurales

Un buen test para ese objetivo es el exa-men de la actual relación entre contrato de ciu-dadanía y contrato de extranjería. Es verdadque extranjería e inmigración continúan sien-do concebidas como cuestiones que ocupan unlugar menor, casi como hipótesis periféricas,excepcionales, a la hora de definir los supuestosdel vínculo social y político. En mi opinión,

muy al contrario, constituyen uno de los ejem-plos más claros de la inadecuación del modeloque todavía se pretende vigente acerca de lasrelaciones entre identidad, comunidad culturaly comunidad política, en la medida en que loshechos se empeñan en demostrar su caráctercada vez más central, más imprescindible en undiscurso que quiera ser político en serio 6. Lo

No faltan quienes afirman que los europeosnos encontramos ante una ocasión privilegia-da de caminar hacia lo que se ha denominado“peldaños del cosmopolitismo”

La ciudadanía europea ser ía un

ejemplo factible del tránsito hacia

la dimensión t ransnacional de la

c i u d a d a n í a

3 7

Page 39: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :5 de 8 . sob re l a s cond ic iones de l a c iudadan ía i nc lus iva , J av i e r de Lucas

que pretendo decir es que el estudio de una yotra -las respuestas ofrecidas a la extranjería y ala inmigración- contribuye a desnudar las insu-ficiencias de los actua-les sucedáneos de esediscurso, en dos aspec-tos tan nucleares comoel relativo a los funda-mentos identitarios del vínculo social y políti-co -del contrato social- y también a la presen-tación de la política como actividad propia delos ciudadanos entendidos como agentes sobe-ranos.

Es cierto que no faltará quien sostenga,por el contrario, que existe ya un cambio de vi-

sión acerca de esos fenómenos, una transfor-mación inevitable, consecuencia del impulsouniversalista propio de la "nueva" dimensiónde la globalización, que habría hecho posible elfin de las fronteras -sería mejor decir su trans-formación o su redefinición-. Pero frente a esaprimera y optimista afirmación, lo cierto esque el actual proceso de globalización distamucho de presentar sólo esa dimensión univer-salista 7 . Lo que se nos ofrece como globaliza-ción conduce más bien, como ha señalado en-tre otros Aldecoa 8 , a la contraposición de 2/3modelos capitalistas regionales dentro del siste-ma capitalista mundial -un fenómeno que de-be ser puesto en relación con lo que se ha lla-mado globalización- en los que parece dominarel imperativo de competir en el mercado globalfrente a la necesidad de reformular las condi-ciones de gestión democrática de la sociedadglobal.

Es aquí donde cabe señalar el déficitconceptual y por ende normativo -político, ju-rídico- a la hora de ofrecer un análisis de loscambios experimentados en la realidad de una yotra, para los que no tenemos suficiente res-

puesta en los viejos conceptos de extranjería yde ciudadanía. Y es así porque los esfuerzos nose encaminan a la tarea de pensar en serio alter-

nativas a la ciudadanía y a la soberanía. La de-nominada "ciudadanía europea", por mencio-nar el ejemplo al que suele acudirse, no suponemás que la traslación del clásico concepto deciudadanía, como si los supuestos sobre los quese edifica -básicamente, la presunción de ho-mogeneidad del Estado nacional- pudierantrasladarse al espacio supranacional europeo. Y

parece claro que no es así. Esa nociónde ciudadanía europea -y su correlatonegativo de extranjería- es presa delcontradictorio empeño de la propiaUE de elaborar a la vez un orden po-lítico y jurídico supraestatal con unobjetivo inclusivo y de integración delos viejos espacios nacionales, de unlado, y, de otro, de separar nítidamen-

te el estatuto de los ciudadanos de la UE res-pecto a todos los que arriban a la Unión mer-ced a los nuevos flujos migratorios. Por eso,como recordaba antes con palabras de Ferrajo-li, ese nuevo modelo de ciudadanía no sería másque un status de privilegio reforzado, una me-táfora más de la exclusión. Por supuesto, es po-sible seguir enfocando la extranjería o la inmi-gración de forma sectorial, como problemascoyunturales, incluso aunque se les reconozcaparticular gravedad en el contexto preciso y, enese sentido, es decir, en cuanto amenaza, ciertaimportancia. Probablemente eso es lo que suce-de todavía hoy en la mayor parte de los casos,cuando se trata de definir las eufemísticamentedenominadas "políticas de inmigración". Lospenúltimos ejemplos nos lo han proporcionadola propia Unión Europea, en la cumbre extra-ordinaria de Tampere de octubre de 1999, y Es-paña, a propósito de la tramitación parlamenta-ria de la reforma de la Ley Orgánica 4/2000,que supuso una considerable aunque a mi jui-cio insuficiente mejora de la "ley de extranjería"de 19859 . En mi opinión, ambos casos ofrecenargumentos para comprender las respuestasofrecidas hasta ahora en materia de inmigración

Como recordaba antes con palabras de Ferrajoli, el nuevo mode-lo de ciudadanía no sería más que un status de privilegio reforza-do, una metáfora más de la exclusión

Globalizazioa ez da dimentsio unibertsalista soilik

3 8

Page 40: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :6 de 8 . sob re l a s cond ic iones de l a c iudadan ía i nc lus iva , J av i e r de Lucas

y extranjería y, sobre todo, permiten afirmar queel espíritu que inspira esas "políticas" es la razónprincipal de su fracaso. Y lo es porque, en lugarde aspirar a construir políticas de inmigración,caen en la tentación de "hacer política" con lainmigración, "hacer política" en el sentido deconvertir la inmigración en instrumento de lalucha política en su dimensión electoralista, par-tidista. Por eso, como se ha repetido hasta la sa-ciedad10 , la inmigración es creada como proble-ma-obstáculo y se convierte en baza electoral,con resultados indiscutiblemente negativos.

Pero hay más. La consi-deración de esa "exclusión jus-tificada", como con acierto lallama Balibar, ayuda a plantearla dimensión misma de(re)pre-sentación de la actividad políti-ca, tal y como hoy se lleva a ca-bo. Me refiero a lo quepodríamos llamar "política es-pecular", propia de la sociedaddel espectáculo que ya hacemás de veinte años anunciaraDébord. Esa manera de enten-der la política, aparentementeexigida por el nuevo sujeto delo público -el homo videns delque habla Sartori, el consumi-dor satisfecho, el viejo concep-to orteguiano de masa- supo-ne, en efecto, la suplantacióndel espacio público por el esce-nario mediático, algo particu-larmente presente en la másque criticable estrategia políti-ca que siguen las "políticas mi-gratorias" en la UE, dominadaspor la óptica del "problema-in-migración". De ahí, como de-cía, la trascendencia de una re-flexión sobre esas cuestionesaparentemente menores.

La verdadera razón de lacentralidad de la inmigraciónpara el discurso político, hoy, esotra: los cambios en los flujosmigratorios, de sus característi-cas y de su número, obligan so-

bre todo a volver a plantear los términos mismosdel vínculo social y político. Comenzando por laaceptación en serio de la pluralidad (de la plura-lidad de verdad, la de los otros-otros que son losinmigrantes) como condición de partida para laparticipación, más aún, para la construcción delespacio público. Por eso, salvo que se sostengauna visión radicalmente liberal, hay que aceptarque esa diversidad supone todavía hoy discrimi-nación a la hora de acceder en condiciones deigualdad a la arena pública. Por eso, una verda-dera política de inmigración exige revisar la di-

3 9

Page 41: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

4 0

h e r m e s n º : 7 d e 8 . s o b r e l a s c o n d i c i o n e s d e l a c i u d a d a n ía inc lus iva , Jav ie r de Lucas

ferencia entre contrato de ciudada-nía y contrato de extranjería, y estaes una tarea de enorme compleji-dad, porque ataca a los fundamen-tos mismos de la ortodoxia políti-ca y jurídica que exige revisar,como apunté más arriba, la autén-tica jaula de hierro del sujeto polí-tico de la modernidad, que vincu-la ciudadanía, nacionalidad ytrabajo formal y ha contribuido aun modelo institucional de exclu-sión de buena parte de la pobla-ción. Es hora de abandonar el mo-delo paternalista y de aceptar queel reconocimiento y la garantía de los derechospolíticos es también requisito de la integraciónen serio. Ha llegado la hora de tomar en seriola participación de los inmigrantes en la pro-ducción del Derecho que luego sufren, en laelaboración de la agenda pública, en la toma dedecisiones.

Quizá debemos volver a pensar el con-cepto mismo de lo político, como apunta Ri-coeur, siguiendo a Walzer: " (lo político) pare-ce constituir hoy una esfera de justicia entreotras, en tanto que el poder político es tambiénun bien a distribuir y al mismo tiempo envuel-ve todas las demás esferas en su condición deguardián del espacio público en el interior delcual se enfrentan los bienes sociales constituti-vos de las esferas de justicia". Eso explica en miopinión el carácter paradigmático de las reivin-dicaciones planteadas por las minorías, por lospueblos indígenas, por esos nuevos extranjerosque son los protagonistas de los nuevos flujosde la inmigración, porque nuestra respuesta aesas reivindicaciones no puede seguir siendo laalegación reiterativa y mecánica de los cauceshabituales, los instrumentos a los que venimosacudiendo para cerrarles en realidad la satisfac-ción de tales reclamaciones, al menos, la posi-bilidad de que sean tomadas en serio a la horade decidir sobre ellas: desde la noción monolí-tica de la soberanía, al modelo de ciudadaníaexcluyente, desde el principio de mayoría, tan-tas veces confundido con el dominio de la ma-yoría (y, lo que es peor, en las democracias re-presentativas, con el dominio real de unaminoría relativa que en todo caso se alterna en

el monopolio efectivo del poder),a la universalidad de los derechos.

Una democracia pluralistano debería postergar por mástiempo el esfuerzo de transformarunas categorías políticas que seresisten a alumbrar otras que densatisfacción a las demandas deesos agentes sociales, empezandopor la primera: su reconocimien-to como sujetos, como agentesdel orden político, económico,cultural, social. Es preciso, pues,reconsiderar la definición de los

contratos de extranjería (un contrato transito-rio, lo que sirve para negar lo más importan-te, el derecho de acceso a la ciudadanía; ins-trumental, porque está sujeto a la condiciónde trabajador útil en la coyuntura del merca-do y, más aún, integrable; precario, caracteri-zado por lo contrario del estado de Derecho:la inseguridad en el status) y el de ciudadaníacomo condición previa para la formulaciónde una democracia pluralista, acorde con lasexigencias de reconocimiento de la "diversi-dad profunda", de la identidad, pero que norenuncie a los universales que dan sentido a lademocracia misma: la igualdad en el recono-cimiento y la garantía efectiva de los derechosque satisfacen las necesidades básicas, empe-zando por el derecho al acceso a la condiciónde miembro de la comunidad política desdela propia identidad y no pese a ella. Porque deeso se trata, de romper la barrera entre los de-rechos del hombre y los del ciudadano, se tra-ta, por ejemplo de cómo adquirir los papelesque permiten participar en la toma de deci-siones y en la distribución de los resultados -la riqueza y los derechos- desde su condición,y no pese a ella o, como sucede hoy, renun-ciando a ella. Una democracia pluralista norenuncia a la cohesión, a la integración, perono la reduce a un remedo de asimilación queexige abjurar de cualquier manifestación dediversidad, en la medida en que no se ajuste alcanon de lo verdadero que es lo mayoritario.Una democracia pluralista e inclusiva acepta,muy al contrario, la necesidad de negociar to-das las posiciones en el espacio público desdela particularidad de cada una de ellas.

Una democraciapluralista no debe-ría postergar pormás tiempo el es-fuerzo de transfor-mar unas categorí-as políticas que seresisten a alumbrarotras que den satis-facción a las de-mandas de losagentes sociales

Page 42: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º 8 de 8 . sob re l a s cond ic iones de l a c iudadan ía i nc lus iva , J av i e r de Lucas

NOTAS

1 Los textos fundamentales de la propuesta de Taylor son bien conocidos: merefiero a sus trabajos de filosofía política a propósito de la multiculturalidad enlos que ha acuñado un proyecto de política del reconocimiento, pero aquíquiero llamar la atención, sobre todo, a su concreción político constitucional,y a ese respecto me parece clave su Federalismo y nacionalismo en Canadá,Bilbao, Gakoa, 1999.

2 Ramoneda, (El País, 3.2.2000): En sus palabras, "la reducción del ciuda-dano -sujeto político- a contribuyente insolidario, un ciudadano Nif, al quesólo debe preocupar pagar menos y seguir tirando. Se comprende que éste seael ciudadano ideal para ese modelo de globalización, porque es mucho másmanejable que el ciudadano políticamente activo en defensa compartida desus derechos e intereses".

3 Que alcanza su máxima expresión en determinadas apelaciones al "Pacto eEstado" en las que lo prioritario parece una cierta noción de Estado más pró-xima a la razón de estado que al ideal de la comunidad política como "comu-nidad libre de iguales", al pluralismo. Una apelación cercana a los viejos me-canismos centrípetos de la legitimidad autoritaria, como el recurso a laalternativa "nosotros o el caos", o la amenaza de lo que el psicoanálisis deno-mina "agresor externo" (no necesariamente ajeno a esa comunidad), que cum-ple la función de Buc émissaire contra el que se justifica cualquier medio, tam-bién cualquier forma de violencia, como ya explicara, por ejemplo, Girard.

4 Aunque se presente justamente como lo contrario, como el máximo ga-rante del pluralismo, que encontraría su cauce natural en un "consenso por su-perposición" que recogería la libertad constitutiva de todos los agentes del es-pacio público, tal y como sostiene Rawls en su conocido trabajo Liberalismopolítico.

5 Balibar, 1994: 376 Sobre ello, Naïr, Vínculo social y Globalización, Cuadernos de trabajo de

la Cátedra Cañada Blanch, nº3, 1999.7 La relativa novedad del fenómeno de la globalización es evidente: la globa-

lización no es un hecho insólito, no es nuevo en sí, sino en su actual acelera-ción, en su transformación cuantitativa y cualitativa. Sobre la relación con launiversalidad, y más concretamente, sobre las expectativas despertadas por laglobalización en punto a la universalidad de los derechos humanos, permíta-se la remisión a De Lucas 1998, donde se exponen algunas de las aproxima-ciones críticas sobre la ideología de la globalización, a partir de las aportacio-nes de Beck, Santos, Robertson, Petrella, Naïr o Held.

8 Cfr. Aldecoa, El nuevo regionalismo y la reestructuración del sistema mun-dial, Cuadernos de Trabajo de la Cátedra Cañada Blanch, nº 6 (en prensa).

9 Así, el proceso de entrada en vigor de la Ley, destinada a su inaplicación(de hecho no se ha aprobado su Reglamento, contra lo que la propia ley exi-ge) desde la victoria electoral del PP, ha convivido con una fortísima campañadel gobierno sobre el pretendido "efecto llamada" y destinada a autojustificarla necesidad de la reforma que está en curso a la hora de escribir estas páginas.

10 En realidad, como ya se ha denunciado hasta el hartazgo (p.ej., Naïr/deLucas, Le Déplacement du monde. Inmigration et thématiques identitaires,Paris, Kimé, 1997 en particular caps. 1 y 6 -hay trad. castellana, Imserso, Ma-drid, 1999-), el "problema de la inmigración", tal y como suele ser formuladoen el discurso político, es sobre todo un problema-obstáculo, un problema cre-ado o, mejor, sobredimensionado con el fin de rentabilizar su existencia, y poreso no sólo no hay voluntad política real de actuar en serio, sino que buena par-te de las respuestas jurídicas constituyen sólo una forma de gestionarlo para ob-tener beneficios políticos en el mercado interior. En el fondo, es el mismo men-saje de legitimación elemental que enseñaban Hobbes y Maquiavelo:reconocemos autoridad a quien nos garantiza la vida y la seguridad, sobre todofrente al miedo. Parece que no hayamos aprendido aún que el miedo es el úni-co recurso del poder que no tiene voluntad de democratizarse y socializarse, yque la inmigración se ha convertido en cantera para esos negociantes del mie-do. Claro que el problema estriba en que utilizar ese recurso en el discurso po-lítico es incubar el huevo de la serpiente: es la extrema derecha quien se bene-ficia de ello, y al otro lado de los Pirineos -Francia, Austria- saben algo de eso.

NOTA BIBLIOGRÁFICA

BALIBAR, E. (1992a). "Inegalités, fractionnement social, exclusión" , enVV.AA., Affichard-De Foucault, eds.), Justice social et inegalités, Paris, Esprit,1992.

BALIBAR, E. (1992b), Les frontiéres de la démocratie, La Découverte, Pa-ris, 1992.

BERLIN, I. (1992), Conceptos y categorías. Ensayos filosóficos, México,F.C.E., 1992.

CASTEL, R, (1991), "De l'indigence à l'exclusion: la dessaffiliation", enVV.AA., Face à l'exclusion, Paris, Esprit, 1991.

CASTEL, R. (1992), "De l'exclusion · la vulnerabilité", en VV.AA., Affi-chard-De Foucault, eds.), Justice social et inegalités, Paris, Esprit, 1992.

CASTELLS, M. (1997). La era de la información: economía, sociedad ycultura. Volumen I. La sociedad red, Alianza, Madrid.

CASTELLS, M., (1998). La era de la información: economía, sociedad ycultura. Volumen II. El poder de la identidad, Alianza, Madrid.

CONNOLLY, W., (1991), Identity/Difference. Democratic Negotiationsof political Paradox, Ithaca, Cornell Univ. P.

DAHL, R. (1989). Democracy and its Critics, New Haven-London, YaleUniversity Press.

DE LUCAS J., (1997), "Sobre las dificultades del proceso de la (re)cons-trucción europea. La identidad, entre el vínculo nacional y la realidad multi-cultural", Debats, 61/1997.

DE LUCAS, J, (1996),. Puertas que se cierran. Europa como fortaleza, Bar-celona, Icaria.

DELGADO, M., (1997), "La llengua com a vehicle d'integració social", y"Diversitat cultural e integració social", en VV.AA., Inmigració, integració,llengua, Barcelona, CCOO,

DELGADO, M., (1998), Inmigració i Ciutat, Barcelona, CCCB, 1997. FERRAJOLI, L, (1999), Derechos y libertades. La ley del más débil, Ma-

drid, trotta.FERRAJOLI, L., (1996) Derecho y Razón, Madrid, Trotta.GARZON VALDES (1997), "El consenso democrático: fundamento y lí-

mites del papel de las minorías", en VV.AA., Una democracia de minorías, Va-lencia, UIMP, 1997.

HABERMAS, J. (1991). Identidades nacionales y postnacionales, Madrid,Taurus.

HABERMAS, J. (1996), Die Einbeziehung des Anderes, Farnkfurt, Suhr-kamp.

HELD,D., (1995), Democracy and the global order, Oxford, Polity Press. HONNETH, A. (1996). The struggle for recognition: the moral grammar

of social conflicts, Cambridge, MIT.KYMLICKA, W. (1989). Liberalism, Comunity and Culture, Oxford, Cla-

rendon.KYMLICKA, W., (1996), Ciudadanía Multicultural, Barcelona, Paidùs.MAIRET, G. (1997), Le principe de souveraineté. Histoires et fondements

du pouvoir moderne, Paris, Gallimard, 1997MCCARTHY, Th (1996), "Legitimacy and Diversity: Dialectical reflec-

tions on Analytical Distinctions", Cardozo Law Review 17.MUGUERZA, J, (1996), "Peldaños del cosmopolitismo", Sistema.NAÏR/DE LUCAS (1996). Le Dèplacement du monde. Inmigration et

thÈmatiques identitaires, Paris, KimÈ.RAWLS, J (1993), "The Law of the peoples", en S.Shute/S.Hurley, On Hu-

man Rights.The Oxford Amnesty lectures, N.York, Basic Books.RAWLS, J., (1993), Political Liberalism, N.York, Columbia U.P.RAZ, J., (1994) ìMulticulturalism.A Liberal Perspectiveî, en Ethics in the

Public Domain.Essays in the Morality of Law and Politics, Oxford, Claren-don,

RAZ, J., (1992), "Rights and individual Well-Being", Ratio Iuris, 5/1992, REQUEJO, F., (1996), "Pluralismo, democracia y federalismo", RIFP

7/1996.RUSCONI, G.E. (1993),. Si cessiamo di essere una nazione, Il Mulino, Bo-

lonia.STERNBERGER, D., (1990), Verfassungspatriotismus, Frankfurt, Insel.TAYLOR, Ch., (1999) Federalismo y Nacionalismo en Canadá, Bilbao,

Gakoa. TAYLOR, Ch., (1992), Multiculturalism and the politics of Recogni-tion, Princeton, P.University Press, (hay que consultar también, por los apén-dices, la edición francesa: Multiculturalisme, Democratie et Difference, Paris,Aubier, 1993) Hay traducción castellana en VV.AA. (A.Gutmann, ed.), ElMulticulturalismo y la Política del reconocimiento, México, FCE

TAYLOR, CH., (1995), "Irreducibily Social Goods", en Philosophical Ar-guments, Harvard University Press, 1995

TAYLOR, CH. (1997), "¿Qué principio de identidad colectiva?", enVV.AA.., Ciudadanía. un debate contemporáneo, La Política, 1997/3.

VECA, S. (1990) Cittadinanza. Riflessioni filosofiche sull'idea di emanci-pazione, Milano, Feltrinelli, 1990

VILLORO, L., (1998), Estado plural. Diversidad de culturas, Paidós, Mé-xico

VIROLLI, M. (1997), Por amor a la patria, Madrid, Acento.VV. AA. (Zolo, D.ed), (1994), La Cittadinanza. Appartenenza, Identitá,

Diritti, Bari, Laterza.VV.AA. (Miller/Walzer eds.) (1997), Pluralismo, justicia e igualdad, Méxi-

co, FCE.VV.AA. (1997) (Rusconi, ed.,). Cosmopolitas o Patriotas, México, FCEVV.AA. (De Lucas, ed.,) (1999), Los derechos de las minorÌas en una so-

ciedad multicultural, Madrid, C.G.P.J.VV.AA., (A.Rosas and J.Hellgesen eds), (1992), The Strength of Diversity.

Human Rignts in a pluralist Democracy. M.Nijhoff, WALZER, M., (1983), Spheres of justice, N.York, Basic Books.WALZER, M., (1992), "The new Tribalism", Dissent, 1992/2.WALZER, M., (1992a), "L"esclusione, l'ingiustizia e lo stato democratico",

Micromega, 1992, pp. 100-101.YOUNG, I., (1990), Justice and the politics of Difference, Princeton,

P.University Press. YOUNG, I., (1995), "Polity and Group Difference: A critique of Idea of

Universal Citizenship", en Beiner (ed), Teorizing Citizenship, Albany,S.U.Press.

ZOLO, D., (1997),"La ciudadanía en una era postcomunista", en VV.AA..,Ciudadanía. un debate contemporáneo, La Política, 1997

4 1

Page 43: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

4 2

Crít ica a los derroteros del nuevo nacionalismo

e s p a ñ o l

Estos últimos años, en diferentestrabajos, he dedicado una aten-ción preferente a la crítica del ac-

tual nacionalismo español; tarea que quedaubicada entre mi libro España uniforme(1998) y mi conferencia dada en la Facultad deDerecho de Coimbra "La vulnerable culturadel actual nacionalismo constitucional espa-ñol", publicada por esa Universidad portugue-sa este mismo año (2000, pp. 87-99).

Este estudio ha obtenido a su vez unascuantas críticas, sobre todo por tratar de eseúnico nacionalismo, el español, sin la acostum-brada compañía de los demás nacionalismospeninsulares, los llamados emergentes, históri-cos, centrífugos o periféricos (catalán, vasco ygallego principalmente). El catedrático de filo-

sofía jurídica José María Martínezde Pisón dice significativamentede España uniforme en las hojascorrespondientes de la revista SIS-TEMA que “se echa de menos co-mo contrapunto una Euzkadi uni-forme que también la hay” (2000,pp. 127-131). Uniformidad eus-kadiana que Martínez de Pisónafirma que consiste en que “des-pués de veinte años de gobiernonacionalista, las restricciones a losderechos y libertades fundamenta-les de los no nacionalistas son tam-bién evidentes: limitaciones e im-posiciones lingüísticas queoscurecen la declaración estatuta-ria sobre el bilingüismo (por ejem-plo, en Vitoria-Gasteiz dentro deunos pocos años no habrá plazasen el modelo A en la educación

pública), la violencia sobre las personas y lascosas de los no nacionalistas cuando la seguri-dad ciudadana está en manos de políticos na-cionalistas…”.

Claro que, si desde donde formula suaguda crítica José M. Martínez de Pisón (Gas-teiz), nos desplazamos unos pocos kilómetrosmás hacia la vecina Sakana, todas esas observa-ciones -algunas con indudable apoyo empírico-se vienen abajo por su unilateralidad. En Na-varra la seguridad depende del Estado y existenlos mismos o parecidos problemas de inseguri-dad en Iruña que en Vitoria, en Berriozar queen Llodio y la kale borroka se desenvuelve demanera idéntica en el barrio pamplonés de laTxantrea que en Rentería. Por otra parte, la na-varra Ley del Vascuence se ha pensado -sinconseguirlo- para que el euskera no crezca y pa-ra que los padres que no moran en zona vascó-fona no puedan educar a sus hijos en otra len-gua foral que no sea el castellano. Lo que,como mínimo, es discriminatorio si toda laciudadanía navarra tiene, como reza la ley, losmismos derechos y deberes. Y podríamos se-guir así por tierras navarras para que se supieracómo se encuentran las ikastolas, los vasquistasy nacionalistas vascos de mi tierra -y sus dere-chos- bajo el Gobierno de la añeja derecha lo-cal uncida al político carro del PP.

Pero entonces este contraste quedaríareducido a percibir unos escalonados mirado-res desde donde se observan las injusticias (Vi-toria, Pamplona, Madrid, etc.) y, en definitiva,se parecería bastante a la conocida disputa enlos improductivos términos del “y tú más”. Poreso no me parece un buen planteamiento el deNicolás López-Calera en su librito El naciona-

JOSE IGNACIO LACASTA.

Catedrático de Filosofía delDerecho de la Universidadde Zaragoza. Como investi-gador se ha dedicado a laHistoria de la cultura jurídi-ca y política, campo en elque es autor de numerosaspublicaciones. Entre sus úl-timos trabajos destacan “Elderecho de autodetermina-ción de los pueblos” y “Elvulnerable nacionalismoconstitucional español”

Page 44: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :2 de 10 . c r í t i c a a l o s de r ro t e ros de l nuevo nac iona l i smo e spaño l , Jo sé Ignac io Lacas t a

lismo, ¿culpable o inocente?, muy a pesar delindiscutible talante democrático de su autor(1995). Porque nada se estudia en él del nacio-nalismo español presente que, en cambio, pa-rece tan inexistente como ausente de sus refle-xiones. En cuanto al nacionalismo vasco, porsupuesto que se pueden decir cosas más fuertesy ciertas que el comedido -y siempre equilibra-do- Martínez de Pisón, con respecto a algunosdeterminados sectores del mismo; de su anti-pluralismo, del antiespañolismo desmesuradoe inculto, de su baja mirada gallinácea en nadaemparentada con la vista larga del arrano belt-za, tan a ras del suelo o tierra como lejos de unaimprescindible mirada al vuelo y los variadosseres humanos que lo habitan. Y con toda se-guridad me quedo corto; ahora bien, no todoel nacionalismo vasco es así (hace poco lo heescrito y razonado algo más para un públicogallego) y me he atrevido a decir que los secto-res democráticos de esa corriente, en contra dela pena de muer-te y a favor de laslibertades indivi-duales, constitu-yen una nada li-viana, necesaria,muy importantey numerosa agru-pación de la po-blación vasca (y ahí están unas cuantas reitera-das encuestas y Euskobarómetros parademostrarlo).

Como creo que no se acaba nunca por laruta de los agravios comparativos, he intentadohuir, pues, del interesado dilema de si son losseparadores españoles los que crean el separa-tismo periférico o sucede a la inversa. No meagrada la idea del intelectual convertido en im-parcial juez que sopesa unos y otros nacionalis-mos, como si todos partieran de idéntica situa-ción y tuvieran la misma trayectoria, elitinerario histórico del euskera fuera el del cas-tellano o como si todo dependiera del sitio ge-ográfico desde el que se elaboran las ideas. Encantidad bibliográfica, otra cosa es en calidad,son ya innumerables los libros, las críticas (ymás ataques que críticas) al nacionalismo de laperiferia; lo que puede saberse rápidamentepor la sola mención de sus autores: Andrés De

Blas, Gustavo Bueno, Jon Juaristi (y sus mu-chas líneas editadas), Arcadi Espada, FernandoSavater, César Alonso de los Ríos, FranciscoLaporta, Federico Jiménez Losantos, JavierMarías, Julián Marías e tutti quanti. Del ABCa El País, pasando por Claves de Razón Prácti-ca, El Mundo y por las primeras editoriales delibros de ensayo. Eso solamente por citar a losque publican en medios de difusión estatal,que siempre van acompañados por sus imita-dores en cada localidad y de los que en Nava-rra tenemos una apiñada representación anti-vasquista; intelectuales navarros, casi todosantiguos izquierdistas, que se presentan hasta elhastío como laicos, pero que de hecho estáncobijados curiosamente bajo el manto protec-tor del influyente -y siempre vaticanista- Dia-rio de Navarra; publicistas cuya misión es rei-terar banalidades como que el estudio delalemán es más importante que el del euskera yque a dónde vamos a parar con tanto rótulo

vasco en las callesde Iruña.

En cam-bio, ¿cuántas crí-ticas hay del na-c i o n a l i s m oespañol de nues-tros días? Libros

con el debido fundamento historiográfico y fir-me sustento cultural, como los de Xacobe Bas-tida La nación española y el nacionalismoconstitucional (1998) o Miseria de la autono-mía (1999), vienen a ser casi una anomalía enel panorama del intelecto español. Que prefie-re los análisis sin historia de Jon Juaristi, dedi-cado todos estos años a sacar una fotografía re-petida del lado feo del nacionalismo vasco conmanifiesta ocultación de sus hijas e hijos gua-pos, de su alineamiento con el legítimo bandorepublicano en 1936 así como de su decididavocación antifranquista. Con los dedos de unamano se pueden contar tales ensayos y es bas-tante raro un ejemplar monográfico, que estápor supuesto en catalán, como el contenido enel núm. 3 de 1999 de la revista L´ ESPILL edi-tada en la Universidad de Valencia. Críticas delespañolismo excluyente, orteguiano y antide-mocrático, que son una rareza tan grande co-mo la muy interesante y cavilada autocrítica de

En Navarra la seguridad depende del Estado y existenlos mismos o parecidos problemas de inseguridad enIruña que en Vitoria, en Berriozar que en Llodio, y lakaleborroka se desenvuelve de manera idéntica

4 3

Page 45: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :3 de 10 . c r í t i c a a l o s de r ro t e ros de l nuevo nac iona l i smo e spaño l , Jo sé Ignaco Lacas t a

Ramón Cotarelo (que, sin embargo, no sueleser santo de mi particular devoción) en esamisma publicación valenciana sobre les novesformes del nacionalisme espanyol (pp. 68-77).

Por no dejar lo vasco en la cuneta e in-dependientemente de lo que piensen los diver-sos miembros de su partido y nacionalistas va-rios a los que he escuchado opinionescontrarias a las ideas de Joseba Arregi (y queme merecen tanto respeto como este autor),más allá de la polémica entre autonomía y au-todeterminación, tampoco es nada frecuenteencontrarse una dimensión tan racional, tanpolítica, tan seria y sólida, como la que ofreceel libro La nación vasca posible del citado Jose-ba Arregi (2000) Aunque yo mismo tengo misdiferencias de interpretación con varios pasajesde su ensayo (como en lo relativo al ideario deCarl Schmitt), sin embargo, merece la pena le-er y discutir esta obra. Que, como ya he afir-mado, no es nada común por su perspectiva deserena autocrítica.

Pero lo que uno en verdad echa de me-nos son pensamientos de coraje y realismo co-mo el del teólogo Guillermo Múgica. Contrael “maniqueísmo” de la izquierda radical vascaque justifica los medios violentos, porque “lasvías violentas, además de su intrínseca y cre-ciente inhumanidad, no llevan a ningún buenpuerto” (Diario de Noticias, 4-10-2000). Y miamigo Múgica también sabe ver el riesgo, elenorme riesgo, de ese españolismo igualmente“maniqueo” que, con la excusa del terrorismo,sostiene que “o estás a favor del Estado y susinstituciones o estás a favor de ETA”. Que noes sino el trasunto de la falsedad “o eres abert-zale o españolista”. Nunca seremos libres mien-tras no se sepa que en esta vida somos lo quequeremos ser sin cortapisas de nadie. Ambosexclusivismos, el de ETA y el español que no

admite más que el amén al Gobierno y al Esta-do, concluye certero Múgica: “se refuerzanmutuamente”.

Además, hay algo del nacionalismo es-pañol en boga que se me hace bastante pocosoportable. Y ese algo es que tiene todo el díala palabra Constitución en la boca. Es su peca-do original: el de invocar la Constitución envano. No me refiero solamente a los políticosdel PP, cuyas privatizaciones parecen haber al-canzado -y en régimen de monopolio- al textode 1978. También la intelectualidad orgánicaespañola, en no poca medida procedente de laizquierda y sus partidos, dice demasiado a me-nudo que la Constitución es lo que separa a losdemócratas de quienes no lo son.

Sin salir de Euskal Herria, buena partede lo sucedido con el empleo de la idea deConstitución es responsabilidad del propio na-cionalismo vasco. Así, para no pocas gentes na-cionalistas, la simple pronunciación de esa leysugiere inmediatamente que es española; y me-

diante un paso más, se recuerda sufalta de legitimación en nuestras tie-rras, su escaso respaldo cuando se vo-tó y, mediante un razonamiento más,se recuerda que la Ley de Amejora-miento del Fuero jamás se plebiscitóen Navarra.

Como colofón, el constitucio-nalmente desdichado artículo 8 de las FuerzasArmadas, que no deberían estar en el TítuloPreliminar como una especie de poder consti-tuyente sino en las meras normas concernien-tes al papel de la Administración, asocia en undespropósito el Ejército a la defensa de la “in-tegridad territorial” y, para no poco nacionalis-ta vasco, res est audita o ya no hay más que de-cir sobre tan grave asunto.

Aunque los argumentos no son de pococalibre y se apoyan en realidades, el nacionalis-mo español no quiere ni escucharlos, y aúnmenos quiere reflexionar sobre que la juventudnacida en 1978 y aledaños ha sido, valga la ex-presión, legislada y constitucionalizada sin suparticipación ni consentimiento. Así, la discu-sión sobre lo constitucional se queda inevita-

Hay algo del nacionalismo español en boga que se

me hace bastante poco soportable. Y ese algo es

que t iene todo el día la palabra Consti tución en la

b o c a

4 4

Page 46: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :4 de 10 . c r í t i c a a l o s de r ro t e ros de l nuevo nac iona l i smo e spaño l , Jo sé Ignac io Lacas t a

blemente coja. El españolismo, al margen desus cabezas fueras de serie, se ha debatido entre“la doble vuelta de tuerca”, como llamó al pro-ceso de la implantación de la Constitución y lavotación del Estatuto de Gernika, o el viejotrágala de las normas promulgadas ante las queúnicamente cabe la obediencia y reverencia.

Así, bien pocas cabezas se formulan lasiguiente y elemental pregunta: ¿qué es unaConstitución?. Para el Gobierno del PP y suspolíticos resulta ser un mapa territorial, con lainclusión de Ceuta y Melilla, que es el escena-rio del reparto del poder bipartidista. Para laintelectualidad orgánica viene a ser casi lo mis-mo pero con más fuerza: una religión dogmá-tica que no admite más que dos partidos dis-tintos (cuando lo son) y un sólo rey verdadero.Como acontece en el ala más obtusa del nacio-nalismo vasco, para ese españolismo su máxi-ma ley es el territorio, el duro suelo sin habla ynunca el vivido vuelo de las personas y pueblosque lo ocupan ni sus voluntades libremente ex-presadas.

Pero una Constitución democráticapuede ser una cosa muy diferente y mucho mássimpática. Bartolomé Clavero, desde un nacio-nalismo español de irreprochable inspiraciónpluralista, a propósito de la discusión no clau-surada del alcance de los derechos históricos,sostiene que el marco de una Constitución:“es, debiera ser, lo más definitoriamente cons-titucional, esto es, los derechos, las libertades,no las instituciones, los organismos” (1998,pp. 261-286). Porque, y conviene destacarlomuy mucho:

Para el planteamiento rigurosamenteconstitucional, las instituciones son maleablesy contingentes; las libertades, no.

El nacionalismo español actual, fuerade salvedades inteligentes como la de Bartolo-mé Clavero, entiende la Constitución exacta-mente al revés. No habla de libertades, dere-chos humanos o fundamentales, individuales ycolectivos, sino de instituciones que nunca sepueden tocar y cree que hay que aceptar por-que sí, porque eso está ya y definitivamente enla Constitución. Argumentación, por llamarlade algún modo, que se cierra en círculo sobresí misma, no explica ni justifica nada, y per-manece hermética para el resto de la sociedadque no acepte la eucaristía con las ruedas demolino de los dos partidos políticos únicos y laMonarquía inconmovible. Todos quedamosobligados a ser monárquicos de nacimiento,porque para ese dogmatismo es inconcebibleser republicano, con notoria violación del plu-ralismo político que, sin embargo, la Constitu-ción española se empeña en considerar comoun valor superior que la inspira desde el pri-mero de sus artículos.

Como lo han deducido sabiamente Er-nest Lluch y Miguel Herrero y Rodríguez deMiñón, es posible un constitucionalismo flexi-ble, como un “ejercicio de finura más que demecánica”, una praxis de la razón jurídica quesirva para “encauzar el proceso político, garan-tizando la salvaguarda de los derechos indivi-duales y colectivos susceptibles de entrar enconflicto entre sí y con aquellos que ejercen elpoder” (2000, pp. 11-18). Si bien, desgracia-damente, no es en cantidad ni en calidad elconstitucionalismo imperante; pues lo que demodo abrumador impera es el tipo de consti-tucionalismo que, en palabras precisas de estosdos estudiosos de la foralidad: “considera ennuestros días, igualmente soberanos, supremose intangibles, hasta ser, prácticamente, ininter-pretables, todos y cada uno de los artículos dela vigente Constitución de 1978”, desde “laforma política del Estado” hasta “las compe-tencias del Tribunal de Cuentas”.

La crítica al nacionalismo español hoy,se convierte así en la necesidad de tratar con li-bertad de Derecho y de derechos; medianteuna toma de conciencia sobre la nobleza origi-naria del adjetivo constitucional, vehículo de lademocracia y la igualdad, en regímenes que

Como han deducido sabiamente Lluch y Ro-dríguez de Miñón, es posible un constituciona-lismo flexible, como un “ejercicio de finuramás que de mecánica”

4 5

Page 47: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :5 de 10 . c r í t i c a a l o s de r ro t e ros de l nuevo nac iona l i smo e spaño l , Jo sé Ignac io Lacas t a

van desde Canadá a Portugal (de cuya culturaconstitucional tanto hay que aprender y tanpoco se sabe por estos pagos). Y el nacionalis-mo español que aquí se pone en la picota distamucho de partir de una suerte de inocenciaconstitucional que no posee. Ya que, dígase loque se diga, todavía no se ha producido un ins-titucional rechazo unánime del régimen deFranco, anticonstitucional donde los haya, enel presente sistema político español.

Porque no es pluralista su descalifica-ción, siembra de prejuicios y cotidiana debella-tio de los nacionalismos periféricos, en contrade lo que le obliga a serlo su vanamente invo-cada y no cumplida Constitución desde susprimeros compases normativos (artículo 1.1).Este españolismo quiebra igualmente por sumismísima base al desdeñar las enseñanzas del

artículo 10 de su máxima ley, que contiene ladignidad de la persona como pilar del ordenpolítico vigente; porque las reformas de las le-yes de Extranjería introducen una inhumanadistinción entre ciudadanos españoles (posee-dores de todos los derechos) y seres humanosinmigrantes (que carecen en territorio españolde varios de esos derechos fundamentales quetiene toda la ciudadanía). Inmigrantes que, sison magrebíes y a la hora de escribir este artí-culo, han podido ser repatriados en las bodegasde los ferrys que cruzan el Estrecho de Gibral-tar (contra todos sus elementales derechos ycontra todo lo dispuesto en la legislación marí-tima internacional).

La xenofobia institucional, como la so-cial del bochorno moral de los sucesos de ElEjido, deviene incompatible con el artículo 10de la Constitución y con todos los Conveniosy tratados internacionales suscritos por el Esta-do español en materia de derechos humanos.Tampoco dice nada bueno, y denota que el ra-cismo habita con certeza en el seno del nacio-

nalismo español, que una de cada cuatro muje-res presas en las cárceles del Estado sea gitana.Tal y como lo ha demostrado al detalle la in-vestigación desenvuelta por el madrileño y me-ritorio Proyecto Barañí. Esto no se arregla di-ciendo que en el seno del nacionalismo vasco ocatalán también hay racistas, que los habrá, nirecordando las más que sobadas frases de Sabi-no Arana acerca de los viriles andares de losvascos y la femineidad en la estética de los to-reros españoles, como ha llegado a hacer hastaun escritor de postín como Javier Marías en ElPaís (13-7-2000).

Esto podría empezar a cambiar demo-cráticamente si los intelectuales, como sucedeen Francia con Pierre Bourdieu, en Italia conFlores D´Arcais o en Portugal con EduardoLourenço, se dedicasen también a criticar -que

así se demostraba este oficio desdeZola- al poder político, sobre todocuando actúa como una maquinarialegal para engendrar xenofobia o críaen su cuerpo un pestilente racismo(así llamado por su nombre). Porqueel racismo español se manifiesta his-tórica y especialmente contra el pue-

blo gitano y contra el moro del imaginario po-pular.

Por supuesto que esas actitudes puedenestar entre los otros nacionalismos de la perife-ria. Pero lo que hay que examinar aquí no sonlas posibilidades sino las realidades. Las actitu-des retrógadas ante las normas de Extranjería oante los desmanes de El Ejido, presentados gu-bernamentalmente bajo la inmoral calificaciónde “enfrentamientos”. Harían mejor los miem-bros del orgánico intelecto en detener por unmomento la redundante denuncia de la cazadel erdera o del maketo por ciertas ideas delnacionalismo vasco, y prestar más atención alas barbaridades escritas por un ser de tantapresencia en los medios de comunicación co-mo Federico Jiménez Losantos.

Que pasa por ser un exquisito pensadorde la derecha española y que, desde luego, haadquirido su éxito entre ese sector político.Quien, a propósito de sus diferencias con el ca-si siempre interesante Juan Goytisolo, ha ex-

Esto podría empezar a cambiar democráticamente si los intelec-tuales se dedicasen también a criticar al poder político, sobre to-do cuando actúa como una maquinaria legal para engendrar xe-nofobia

4 6

Page 48: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :6 de 10 . c r í t i c a a l o s de r ro t e ros de l nuevo nac iona l i smo e spaño l , Jo sé Ignac io Lacas t a

presado en varias ediciones de su obra un ra-cismo antimagrebí, de burdo rechazo al moro,que nada tiene que envidiar en el plano de lasideas a las acciones deleznables de los instiga-dores del pogrom de El Ejido. A Jiménez Lo-santos le molesta que Goytisolo rehabilite elcostado musulmán de la cultura española, por-que postula una idea de España tan cristiana yde blanco cutis como la de Julián Marías(1995, p. 235). Aunque si examinase con dete-nimiento el abundante y hermosísimo artemudéjar de su Aragónnatal, quizá cambiase deopinión. Pero JiménezLosantos escribe:

Verá Goytisolo,cuando venga por aquímás a menudo, que nosquejamos con razón,porque en la súbitatransformación de cos-tumbres operadas en Es-paña (…) el toqueoriental se ha travestidoculturalmente en señade identidad para-poli-saria y disfrazado profu-samente con el recuerdochamarilero de nuestrosancestros islamitas…

La bajeza del na-cionalismo español conel Sáhara y los polisarios no debería ser motivode chanza sino de vergüenza. O de realistacomparación ética entre lo que calla la Consti-

tución española de 1978 y lo que dice la Cons-titución portuguesa, también tras la revisión de1997, de las responsabilidades de esa Repúbli-ca con las antiguas colonias y su compromisoinquebrantable con la autodeterminación e in-dependencia de Timor L´Este. Pero el hecho esque Jiménez Losantos redondea sus concepcio-

nes contra bereberes y árabes norteafricanos di-ciendo que son unos seductores, ya que:

…el fondo de la atracción sigue siendoel mismo: dibujado sobre el factor racista, elatractivo sexual de los muslimes.

Digo bien muslimes y no muslimas,pues, si observamos las Ramblas barcelonesas,por ejemplo, `a nivel de calle´, como dicen losperiodistas, son los crecidísimos y aguerridos

ejércitos gay los que están haciendo más porestrechar el estrecho y reanudar las relaciones

con los vecinos magrebíes.

¿Y qué tiene que veresa escritura xenófoba y gro-sera con el nacionalismo es-pañol? Pues más que mu-cho, porque forma parte

inseparable de un libro difundidísimo que setitula “Lo que queda de España”, contra lo quese pudiera pensar no está editado por el falan-gista S.E.U en los años de Franco sino en 1995y quien lo da a la luz es la importante editorial“Temas de Hoy”. Y Federico Jiménez Losantosno es precisamente un mindundi por sus rela-

El toque oriental se ha travest ido culturalmente

4 7

Page 49: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

4 8

he rmes n º :7 de 10 . c r í t i ca a l o s de ro t e ros de l nuevo nac iona l i smo españo l , José Ignac io Lacas t a

ciones e hilo directo con el poder guberna-mental ni por su paso por ABC, radios varias,Tele5 y El Mundo, dedicado a la presente arti-culación cultural y política de la derecha espa-ñola. Que no hay que subestimar estas ideas deJiménez Losantos nos lo debería decir que es-tán bien presentes entre el público electoral delPP, embarcado, por mor de ese público y se-mejantes ideas, en una indigna contrarreformade las disposiciones normativas sobre Extranje-ría.

Se dirá que no todo el nacionalismo es-pañol de hoy es como el de Jiménez Losantos,lo cual es cierto y nos obliga a recapitular sobreeste fenómeno. Ramón Cotarelo distingue asídos procesos de esa conciencia formados en es-tos últimos años: a) el españolismo de siempre,el de la derecha, en el que tiene cómoda cabi-

da el muestrario ideológico de Jiménez Losan-tos, que oscila entre la España eterna de losTercios de Flandes, el sugestivo proyecto de vi-da en común de Ortega y Gasset, la unidad dedestino en lo universal de José Antonio Primode Rivera (que tanto le debe a Ortega) y la másbobalicona o consumidora España va bien(una tendencia general caracterizada en todassus variantes por la negación de cuajo de losdemás nacionalismos) y b) los que “afirman serespañoles sin ser nacionalistas” (1999, pp. 68-77). Entre los primeros, hay que añadir que seda más el apoyo a la política xenófoba y las ide-as racistas, en tanto que en el segundo sector secomparte con el primero -y con no menos en-tusiasmo- el rechazo de todo nacionalismo vas-co, catalán y gallego principalmente (aunque,llegado el caso, pueden arremeter contra el ca-nario o el de la Chunta Aragonesista de JoséAntonio Labordeta).

Los españolistas de las ideas a) y b) hancoincidido todos estos años, en sus capas máscultas y publicistas, en un desaforado ataque alos derechos de las nacionalidades y a la idea

misma del derecho de autodeterminación, me-diante una cadena de razonamientos muy biencaptada por Cotarelo y aquí resumida: a) noexisten los derechos colectivos y solamente hayderechos individuales b) no se puede por tantoencontrar al sujeto titular de los inexistentesderechos colectivos c) quienes lo encuentranen la península ibérica o en sus islas ignoran elderecho internacional que incluye solamentelos supuestos coloniales d) dicho derecho deautodeteminación siempre es peligroso contralas minorías y contiene un elemento totalitario(pp. 68-77).

A lo que, para no extenderme, hay quecontraargumentar con las atinadas palabras deBartolomé Clavero, tras un actualizado exa-men de las leyes y jurisprudencia internaciona-les, sobre el lado falso de toda esta polémica

(2000, pp. 61-77):

R e q u i s i t odel derecho indivi-dual es el derechocolectivo. Legiti-mación del derecho

colectivo es el derecho individual. La predica-ción es mutua. El redondeo puede producirse;el círculo, cuadrar. No hay derechos individua-les sin derechos colectivos, como tampoco de-be haber, tampoco cabe admitir, lo segundo sinlo primero. La afirmación de los derechos indi-viduales negándose los colectivos ha sido histó-ricamente fórmula para mantenerse el colonia-lismo y otros modos de opresión odiscriminación entre pueblos. La posición con-traria, la que afirma derechos colectivos igno-rando los individuales, sacrifica también hu-manidad. Hoy, gracias al desenvolvimiento delorden de los derechos humanos, pues no a suprimera formulación, y gracias también alplanteamiento de los derechos constituciona-les, pues no siempre a su práctica, estamos porfin viniendo a un escenario menos agónico.

Estos últimos años, por aquello tan hu-mano y tan propio de intelectuales, al menosdesde Lope de Vega, de quien no puede sinoestar montado en el caballo ganador y al solque más calienta (aunque sus quemaduraspueden ser tremendas), ya no se escuchan ni

Venimos a un escenario menos agónico

Page 50: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º : 8 de 10 . c r í t i ca a l o s de r ro t e ros de l nuevo nac iona l i smo españo l , José Ignac io Lacas t a

se leen casi frivolidades sobre la inexistenciadel españolismo nacionalista, como las de Ar-cadi Espada cuando afirmaba que el naciona-lismo español solamente es-taba en las portadas del ABC,cuando juega “la selecciónnacional de cualquier cosa” o“un grupo de soldados desfi-la” (El País, 24-7-97). Por-que, al término del año2000, se confunden y son in-distinguibles las actitudes an-timagrebíes de Jiménez Lo-santos, las posiciones contralos inmigrantes de MayorOreja, las citas de las obras deJon Juaristi en sus discursoscontra el nacionalismo vasco(como tuve ocasión profesio-nal de escuchar al ministroen Granada el pasado cuatrode mayo de este año), delprograma del mismo Juaristi y su artículo, fir-mado como el alto cargo que es nombradopor el PP y titulado Contra el nacionalismovasco (El País, 22-9-2000). Donde Juaristillama a los gobernantes autonómicos vascos“cretinos e indeseables”, entre otras lindezas yuna acreditada ausencia completa de criteriosracionales.

Y a propósito de metáforas equinas, novale aquí cabalgar sobre el corcel del consabidorechazo de la violencia y de la muerte. Éste esun paso previo y mínimo para que las personasse entiendan; y todos los amenazados, lo he es-crito repetidamente, tienen mi solidaridad.Juaristi y Savater la tienen especialmente por-que, aunque menos importante y provincianoen mi caso (un “lugareño”, que decía Azaña),pertenecemos a una misma profesión universi-taria que necesita escribir y expresarse sin coac-ciones en el cuerpo ni en el alma. Pero Savaterha dado ya un paso más en el que no le acom-pañaré nunca; para él, ya no son los métodosviolentos los rechazables sino las ideas, cuandoescribe que: “no es verdad que todo proyectopolítico puede defenderse por vías pacíficas”(El País, 17-9-2000). Porque la independentziade Euskal Herria, la Tercera República españo-la y hasta las exaltaciones de Pinochet y Franco

que realiza sin pudor Fraga Iribarne, son de-fendibles si no se intentan imponer por la fuer-za y las armas.

Que las ideas indepen-dentistas se pueden postularpor la vía pacífica, y con sal,nos lo demuestra repetida-mente Xavier Rubert de Ven-tós, quien desea “que los cata-lanes nos independicemos deEspaña para poder en todocaso establecer con ella unarelación”, la que “resulta deuna elección, y no ya la de unidéntico origen o destino” (ElPaís, 11-10-2000). De lo quese deduce, y volvemos al mo-tivo central de este artículo,que Rubert de Ventós es mu-cho más constitucional, porsu empleo del derecho funda-

mental a la libertad de expresión y el uso delpluralismo político, que Fernando Savater,quien, como los políticos del PP, últimamenteemplea mucho la palabra Constitución, peroexcluye al grueso del nacionalismo vasco y a losindependentistas aunque lo sean por vía pacífi-ca.

Hemos llegado a unas circunstancias,aceleradas sin duda y antes que nada por lasangrienta e inhumana actividad de ETA des-de la ruptura de la tregua, pero también porel irresponsable papel de Don Tancredo adop-tado por Aznar y Mayor Oreja en una etapaen la que no hubo muertos durante catorcemeses (y cuya existencia hoy es negada contratoda evidencia), a unas condiciones en las queculturalmente, intelectualmente, bien poco seescribe en el sentido constitucional antes año-rado. Ya no resulta fácil distinguir entre la es-pañolísima opción a) de Jiménez Losantos,Mayor Oreja, el PP, etc. y la versión b) de lacrítica al nacionalismo que exhibía antes Fer-nando Savater, pero que ahora defiende -co-mo el PP- una Constitución sin libertad paraunos cuantos nacionalistas vascos e indepen-dentistas que no piensan como él, aunque -como él- propugnen sus ideas por métodospacíficos.

“Existe una impulsiónconstante de un ataquesoterrado contra el na-cionalismo periférico, alque se pretende restarcualquier legitimidad”

4 9

Page 51: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

5 0

h e r m e s n º : 9 d e 1 0 . c r í t i c a a l o s d e r r o t e r o s d e l n u e v o nac iona l i smo e spaño l , Jo sé Ignac io Lacas ta

Sin embargo, como lo hadetallado en un artículo bien sagazEnrique Gil Calvo, para el actualpoder político “se asocia en la opi-nión pública la denuncia contraambas fuerzas antiespañolas de in-migrantes y nacionalistas, cuyasospechosa coincidencia pareceexigir la necesidad de un nuevoCid Campeador dispuesto a coro-nar con éxito una tardía reediciónde la Reconquista” (El País, 11-7-2000). Y eso es lo que tenemos an-te nuestros ojos en los informati-vos de TVE todos los días y en otras cadenastelevisivas.

Una promoción de la unidad de Espa-ña, más bien uniformidad que no es lo mis-mo, a fuerza gubernamental “de expulsar denuestro suelo a toda la morisma” y, al mismotiempo, con la impulsión constante de un“ataque soterrado contra el nacionalismo pe-riférico, al que se pretende restar cualquier le-gitimidad”. Situación alarmante añado, por-que los intelectuales de la tendencia b)persistentes en su acción predilecta contra elnacionalismo periférico, o bien se han pasadoya al grupo a), como públicamente lo ha he-cho Jon Juaristi, o bien, salvo las excepcionesde rigor, no les oye ni el cuello de su camisacriticar a Mayor Oreja y los suyos por su le-gislación y actuación contra el moro de tur-no.

El nacionalismo español es tan legítimocomo cualquier otro. Pero, como lo ha puestode manifiesto Gil Calvo en su mencionado ar-tículo y comentario al buen libro de Juan Ma-ría Sánchez Prieto La España plural, cosa queyo suscribo, hay dos posturas incompatibles enel presente nacionalismo español. Por un lado,está la visión de Ortega y Gasset que se enervaante una España entendida como una “desarti-culación invertebrada por su orfandad de unaeficaz autoridad central capaz de coordinarla”.Por otro, está la concepción magnífica de Ma-nuel Azaña, atento a la evidencia y convenien-cia “del irreductible hecho diferencial naciona-lista (gallego, vasco y catalán), que exige comobase fundante del sistema político español un

asimétrico contrato de pluralidadnacional”.

A fines del año 2000, nonos engañemos, no se atisban lasexcelentes ideas constituyentes deAzaña -ni su talla cultural- por ca-si ninguna parte del españolismo,ni en el poder político ni entre laintelectualidad. Lo que se advierte-y son clarividentes palabras deGil Calvo- es un intento de “rede-finir la homogeneización unitariade España invertebrada”. España

invertebrada, que así se titula el clásico libro deOrtega y Gasset, quien a su vez es mentor delas imperiales ideas de España de José AntonioPrimo de Rivera, como lo ha demostrado conbrillantez Xacobe Bastida. El problema de todoesto -prosigue ahora Gil Calvo- es que Aznar ylos suyos están empeñados en vertebrar Españano sin antes “acabar políticamente con el na-cionalismo vasco, gallego y catalán”.

Así que no era una exageración del todola de mi España uniforme al llamar la atenciónen 1998 sobre el crecimiento del españolismoantidemocrático; aunque posiblemente hayaque escribir también más y de otro modo -co-mo quiere mi excelente crítico y amigo Martí-nez de Pisón- sobre esa Euskadi uniforme, quetambién existe y no hay por qué negarlo.

Así que no era unaexageración del to-do la de mi Españauniforme al llamarla atención en 1998sobre el crecimien-to del españolismoantidemocrático

Page 52: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :10 de 10 . c r í t i c a a l o s de r ro t e ros de l nuevo nac iona l i smo e spaño l , Jo sé Ignac io Lacas t a

BIBLIOGRAFÍA.

ARREGI, Joseba, La nación vasca posi-ble (El nacionalismo democrático en la socie-dad vasca), Barcelona, Crítica, 2000.

BASTIDA, Xacobe, La nación españolay el nacionalismo constitucional, Barcelona,Ariel, 1998.

-Miseria de la autonomía (Una filosofíadel Estado autonómico), Oviedo, Servicio dePublicaciones de la Universidad de Oviedo,1999.

CLAVERO, Bartolomé, “Derecho his-tórico (vasco) y Derecho constitucional (espa-ñol”, en el libro colectivo Foralismo, derechoshistóricos y democracia, Bilbao, FundaciónBBV, 1998.

-“Derechos humanos (individuales) yderechos históricos (colectivos)”, en el libro co-lectivo Derechos históricos y constitucionalis-mo útil, Bilbao, Fundación BBV, 2000.

COTARELO, Ramón, “Sobre la qües-tió: `les noves formes del nacionalisme espan-yol´”, L´ ESPILL, núm. 3 (1999).

GIL CALVO, Enrique, “Reconquista”,El País, 11-7-2000.

JIMÉNEZ LOSANTOS, Federico, Loque queda de España, Madrid, Temas de Hoy,1995.

LACASTA-ZABALZA, José Ignacio,España uniforme (El pluralismo enteco y des-memoriado de la sociedad española y de suconciencia nacional e intelectual), Iruña/Pam-plona, Pamiela, 1998.

-“La vulnerable cultura del actual nacio-nalismo constitucional español”, Boletim daFaculdade de Direito da Universidade deCoimbra, STVDIA IVRIDICA 48 (2000), pp.87-99.

LLUCH, Ernest, y HERRERO YRODRÍGUEZ DE MIÑÓN, Miguel, “Intro-

ducción: constitucionalismo útil”, en el librocolectivo Derechos históricos y constituciona-lismo útil, Bilbao, Fundación BBV, 2000.

LÓPEZ-CALERA, Nicolás M., El na-cionalismo, ¿culpable o inocente?, Madrid,Tecnos, 1995.

MARÍAS, Javier, “Matar al muerto o losinconvenientes de haberlo matado”, El País,13-7-2000.

MARTÍNEZ DE PISÓN, José María,Crítica de “España uniforme”, SISTEMA 158(2000), pp. 127-131.

MÚGICA, Guillermo, “Democracia ymaniqueísmo”, Diario de Noticias, 4-12-2000.

RUBERT DE VENTÓS, Xavier, “Que-rer a España”, El País, 11-12-2000.

5 1

Page 53: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

5 2

Persistencia y cambio del nacionalismo

Apropósito del nacionalismo en laactualidad, resulta bastante difí-cil, por no decir que imposible,

articular un discurso público, o sencillamenteproponer algunas reflexiones críticas acerca delnacionalismo, sin contar con el obstáculo querepresenta el marco ideológico general y hege-mónico de prejuicios antinacionalistas en elque nos encontramos1. Estos prejuicios, ade-más, existen también en los medios académi-cos, sin lugar a dudas, en los que se desarrollaun antinacionalismo "políticamente correcto",que orienta los enfoques de buena parte de lasinvestigaciones teóricas y empíricas que se lle-van a cabo acerca de estas cuestiones. Más aún:incluso puede decirse que los elementos funda-mentales de este prejuicio antinacionalista hansido proporcionados, implícita o explícitamen-te, por algunas de las obras que, desde las dis-

tintas ciencias sociales -historia,sociología, politología, etc.-, abor-dan el tema del nacionalismo.

Así, por citar sólo dos ejem-plos destacados de puntos de par-tida teóricos cargados de prejui-cios, podríamos citar a Eric J.Hobsbawm, el cual no siente nin-gún reparo en afirmar que "nin-gún historiador serio de las nacio-nes y el nacionalismo puede ser unnacionalista político comprometi-do" y que, "por suerte, al dispo-nerme a escribir el presente libro,no he necesitado olvidar mis con-vicciones no históricas"2 . Como sila historia no hubiese tenido, nituviera aun, nada que ver con laconstrucción de los estados-na-

ción. Y, aún es más explícito Anthony D.Smith, cuando en su National Indentity, ase-gura que pone su obra al servicio de una con-tribución a la futura desaparición del naciona-lismo, en un mundo que él quisierapost-nacional, sin nacionalismos e incluso sinnaciones3.

En el mismo sentido, desde la sociolo-gía, pero ya en el terreno de la caracterizacióndel nacionalismo, se le suelen asociar concep-tos e ideas tales como el retorno a la tribu, laexacerbación xenofóbica, el dominio de lo irra-cional, el apasionamiento inefable y religioso,la justificación del racismo, la discriminaciónétnica, o el localismo cerrado. Por no entrar enlas más recientes arremetidas de intelectualesen pie de guerra contra el nacionalismo -sólodel de los vascos o los catalanes-, y limitándo-nos a las producciones de académicos universi-tarios, González Seara, por ejemplo, asimilabaciertas reacciones del nacionalismo catalán, nohace muchos años, a la mentalidad pueblerina,al patriotismo de campanario, o al griterío al-deano4. Amando de Miguel, lo considerabauna "enfermedad del sentimiento político", enel cual "late casi siempre, más o menos expre-so, un impulso agresivo de exclusividad, de re-chazo de la diversidad y de los foráneos, en úl-timo término de racismo."5

En consecuencia, no es raro que, a par-tir de tan graves y sórdidos fundamentos, pue-dan escribirse artículos con títulos tan sugeren-tes como Sociopatología de la xenofobia y delos nacionalismos6, o que podamos leer que "elnacionalismo es un sistema cerrado", y que esfanático, simplificador, machista, arrogante,etc.7

SALVADOR CARDÚS IROS.Doctor en Ciencias Econó-micas por la UniversitatAutònoma de Barcelona,profesor Titular de Sociolo-gía. Fellow Visiting del Fitzwi-lliam College de laUniversity of Cambridge(1993). Su último libro es “Eldesconcert de l'Educació”(2000). Colabora en el Avui,La Vanguardia,Deia,Ona Ca-talana i TV3. Es miembro delConsell de la Informació deCatalunya y de la Comisiónde Estudio sobre la políticade inmigración.

1.

Page 54: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 2 d e 8 . p e r s i s t e n c i a y c a m b i o d e l n a c i o n a l i s m o , S a l v a d o r C a r d ú s

Por otra parte, no es menos cierto quealgunos intelectuales de renombre, contribu-yen eficazmente a esta demonización del na-cionalismo. Ese es el caso de Mario Vargas Llo-sa, capaz de escribir cosas tales como que "elnacionalismo es una ideología que levantafronteras, excluye al otro, que desprecia lo quees del otro" ya que "se es nacionalista contra losdemás"8. O, en la misma línea, véase el recien-te libro de ex-secretario general del Partido So-cialista francés, Gilles Martinet, en el que afir-ma que el nacionalismo constituye "una ofensaa la razón" ya que "se alimenta del odio, delmenosprecio o del miedo a los demás".1

Ante toda esa batería de lindezas que sir-ven para muchas cosas pero no para compren-der y analizar elnacionalismo deforma desapasio-nada, resultaciertamente difí-cil invitar a unejercicio intelec-tual que se pro-ponga considerarla persistencia y el cambio del nacionalismo sinprejuicios. Pero lo vamos a intentar.

2. Nacionalismos de estado, naciona-lismos "emergentes"

No voy a partir de una "sociología delnacionalismo" -que, como hemos visto, a me-nudo resulta ser más bien una sociología delantinacionalismo-, sino de los modelos propiosde la sociología del conocimiento, que ponenel acento en los procesos de construcción socialde la realidad, y en particular, de la construc-ción de realidad política.

Desde este punto de vista, propongoque entendamos por nacionalismo los procesosya sea de politización de las diferencias cultu-rales, ya sea de culturización de objetivos polí-ticos, tal como sugiere Jëno Szücs10. Dicho deotro modo, el nacionalismo apuntaría, por unaparte, a los mecanismos de legitimación cultu-ral del ejercicio del poder, según el modelo deestado moderno, y por otra a los procesos de

legitimación política de ciertas diferencias cul-turales, que van a permitir el desarrollo de nue-vos proyectos políticos en liza con los estadosya constituidos. Se trata, lógicamente, de pro-cesos cambiantes y en conflicto, y es por esa ra-zón que existen tantos tipos de nacionalismocomo modelos de estado o como estrategiaspara conseguir el reconocimiento internacionalde nuevos proyectos políticos.

La "realidad" nacional, a través de lacual el estado justifica su monopolio de la vio-lencia física y simbólica, se ve a menudo ame-nazada, y no solo por la existencia de otros na-cionalismos "emergentes" como ahora se losllama, sino también por las relaciones desigua-les que se establecen con otros estados-nación

igualmente reco-nocidas, o porcrisis internas decredibilidad polí-tica, o por lafuerza coactiva depoderes multina-cionales, ya seaneconómicos o

culturales, etc1. Por otra parte, los objetivos po-líticos de aquellos que se proponen crear en unterritorio determinado una realidad políticaautónoma de carácter nacional, se ven limita-dos en sus aspiraciones por las resistencias lógi-cas de las fuerzas contrarias al desmembra-miento de la "unidad nacional" superior, perotambién por las dificultades para crear unaconciencia nacional política diferenciada sindisponer de los instrumentos que el estado sue-le utilizar para construir, transmitir y mantenersu propia realidad nacional.

Me parece conveniente, para evitar erro-res de interpretación, insistir en el hecho que sederiva de lo dicho: que el nacionalismo no esalgo exclusivo de ciertos proyectos políticos deautodeterminación o autogobierno dentro deun estado-nación ya constituido, sino una ca-racterística propia de todo proyecto políticonacional existente, ya sea reconocido interna-cionalmente, o bien sólo en potencia. Es decir,que, por poner un ejemplo, en la España actualsí es cierto que existen nacionalismos en Cata-luña y el País Vasco que, desde Madrid, son ca-

El nacionalismo no es algo exclusivo de ciertos pro-yectos políticos de autodeterminación dentro de unestado-nación ya constituido, sino una característicapropia de todo proyecto político nacional existente

5 3

Page 55: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 3 d e 8 . p e r s i s t e n c i a y c a m b i o d e l n a c i o n a l i s m o , S a l v a d o r C a r d ú s

5 4

lificados de "periféricos", pero no es menoscierto que existe un nacionalismo español, queal fin y al cabo, es el más potente y eficaz (aun-que es en este punto que, posiblemente, nopuedan ponerse de acuerdo los distintos pro-yectos nacionalistas).

3. Persistencia del nacionalismo

¿Persiste el nacionalismo en la actuali-dad? Pues sí, sin lugar a dudas. En realidad, lapregunta solo tendría sentido si se partiera,implícitamente, de aquellos prejuicios queimaginan al nacionalismo como algo añadidoy prescindible en la constitución de la mismarealidad política, y particularmente, en los ac-tuales modelos democráticos. Y no es así.

El nacionalismo es la expresión actuali-zada de aquel plebiscito secular al que se hareferido Miguel Herrero de Miñón, y que re-mite a necesidad de una identidad popularprevia, por confusa, contradictoria y precariaque sea, que haga posible el desarrollo de unaconciencia de pueblo, imprescindible en elsistema democrático. "Las identidades nacio-nales, los "derechos históricos", son el a prio-ri de la democracia. El plebiscito secular re-

sulta la condición imprescindible delplebiscito cotidiano y de las elecciones gene-rales", ha escrito Miguel Herrero de Miñón12

. Analíticamente, pues, hay que invertir el tó-pico: no es que los nacionalismos se funda-menten en esencialismos románticos no de-mocráticos ya superados, sino que para laconstitución del estado democrático moder-no, el nacionalismo resulta esencial. Así tam-bién lo entienden autores alejados de este tipo

de debates, como el economista Daniel Co-hen, cuando afirma que en un mundo globa-lizado, el papel de la nación -y del patriotis-mo- sigue siendo el de "trazar el perímetro dela democracia"13.

La persistencia del nacionalismo remi-te así a la posibilidad de la misma democraciay a las nociones de voluntad popular y de so-beranía popular. Es desde este punto de vistaque podría afirmarse, como he hecho en otrasocasiones14 , que la gran victoria socialista deoctubre de 1982, incluso más que un cambioa la izquierda, supuso la eclosión de un nacio-nalismo español sin complejos, gracias al he-cho que podía presentarse sin sospecha decompromisos con el anterior régimen fran-quista. Del mismo modo, la victoria del PPen las elecciones generales de 1996 y su ma-yoría absoluta del 2000, han sido otro triun-fo nacionalista de respuesta a la percepcióngeneral de peligro de descomposición -real oimaginaria, tanto da- del sistema político es-pañol, y no un simple viraje ideológico y po-lítico a la derecha de la ciudadanía.

Casos parecidos pudieron observarseen su día en las elecciones presidenciales fran-cesas con el primer ministro, Édouard Balla-

dur, que se presentó con un mensajeabiertamente nacionalista, "Croireen la France". O con John Major,que se refirió a la devolution escoce-sa como un caballo de Troya de la di-solución de la unidad (nacional) bri-tánica. Pero no menos nacionalistafue el discurso electoral con el quéganó las elecciones Tony Blair, queen su Manifesto electoral empezabacon la contundente expresión "I be-lieve in Britain", para seguir con

compromisos de recuperación del orgullo na-cional.

Y tampoco podría comprenderse lareunificación alemana de 1990 de otra mane-ra que no fuera como el ejemplo de naciona-lismo político más importante en Europa des-de el fin de la segunda guerra mundial, muypor encima de las "pequeñeces" de la inde-pendización de las repúblicas bálticas, de la

“El plebiscito secular resulta la condición

imprescindible del plebiscito cotidiano y de las

elecciones generales”, según ha escrito Herrero y

Rodríguez de Miñon

Page 56: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 4 d e 8 . p e r s i s t e n c i a y c a m b i o d e l n a c i o n a l i s m o , S a l v a d o r C a r d ú s

casi anécdota del caso eslovaco, e incluso, sino fuera por la gravedad en vidas humanas ypor los horrores de la guerra, de la desmem-bración balcánica. Y todo ello, independien-temente de que al nacionalismo, en Francia,se le llame patriotismo, de que el concepto denación se haya aplicado a Escocia con o sinautonomía política, o de que los alemanesnunca aceptarían la calificación de nacionalis-tas para las estrategias de legitimación delproceso de reunificación nacional.

4. Cambios en el nacionalismo de finde siglo

Por lo quese refiere a loscambios en el na-cionalismo, queduda cabe de quesí los hay, y enprofundidad. Lasformas hasta aho-ra tradicionalesde transmisiónde la conciencia yde las lealtadesnacionales se hanmodificado demanera radical, ylos mecanismospara crear estruc-turas de homoge-neización y unifi-cación territorialtambién. Así, poruna parte, mone-da y ejército handejado o estándejando de ser losatributos funda-

mentales y clásicos del estado. Incluso la es-cuela ya no cumple el papel fundamental quetuvo en los inicios de la construcción de los es-tados-nación.

Los intentos de renacionalizar Españacon decretos de humanidades y programas deHistoria de España unificada son actos depropaganda sin ninguna eficacia. Por otraparte aparecen nuevos mecanismos, muy di-rectamente condicionados por los medios decomunicación de masas y por los procesos de"democratización" cultural, en sustitución delos primeros. Ni que decir tiene que estastransformaciones son paralelas a los cambiosque se producen, en general, en la cultura po-lítica de este fin de siglo, cambios por otraparte tan preocupantes para una cultura de-mocrática que debería muy ser sensible a losefectos de la propaganda y los liderazgos deraíz carismática.

Desde mi punto de vista, la relativa pér-dida de centralidad del nacionalismo económi-

Creo que debería analizarse detalladamente lainfluencia de medios como la televisión y laprensa en la configuración de una identidadnacional en distintos ámbitos

5 5

Page 57: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 5 d e 8 . p e r s i s t e n c i a y c a m b i o d e l n a c i o n a l i s m o , S a l v a d o r C a r d ú s

co y militar (digo relativo, ya que las continuasguerras agrícolas y ganaderas, o ciertos discur-sos sobre la participación del ejército españolcomo fuerza de paz en conflictos internaciona-les o los acuerdos europeos donde se cambiasoberanía por fondos estructurales, nos siguenrecordando la existencia de tales nacionalis-mos), queda sustituida por el desarrollo deunos procesos de nacionalismo cultural, ideo-lógico y propiamente político muy superiores,siempre de carácter mediático.

Así, creo que debería analizarse detallada-mente la influencia de medios como la televi-sión y la prensa en la configuración de una iden-tidad nacional en distintos ámbitos. Piénsese,por ejemplo, en el terreno de la información de-portiva y en su carga implícita y explícita de dis-curso político de carácter nacionalizador. El pro-fesor Hugh O'Donnell, de la GlasgowCaledonian University, ha estudiado la informa-ción deportiva en 15 países europeos, observan-do qué mapa mítico queda dibujado, a partir dela geopolítica de los estereotipos nacionales queesa información difunde15 . Pero no sólo en lainformación deportiva, sino también a partirde la información general, en las tertulias ra-diofónicas, en los programas musicales y de va-riedades, y aun en los grandes programas de

éxito tipo Gran hermano, los referentes nacio-nales son permanentes, creando, por encima delas mismas estructuras económicas globales,sistemas simbólicos particulares de identifica-ción grupal.

De particular interés es el mercado dela prensa, el cual define ámbitos de pertenen-cia y de dependencia analizables también des-de la perspectiva de los procesos de nacionali-zación y de los conflictos nacionalistas16 .Desde el uso de los conceptos España o esta-

do español; la clasificación de las secciones in-formativas (Internacional, España, Cataluñao bien Internacional y Política, etc.); los im-plícitos terminológicos tales como nuestrogobierno (español o autonómico, según loscasos); las expresiones comparativas que supo-nen inclusión territorial del tipo el mayorde/la primera vez en España; y hasta los ma-pas metereológicos, todo ello muestra las ca-racterísticas objetivas del campo de juego dela política, con sus combates y posiciones do-minantes y dominadas.

En cualquier caso, también habría quemencionar la importancia del control de las re-des de comunicación por cable, satélites, etc.La ley de televisiones privadas, por ejemplo, hatransformado el espacio comunicativo catalán,en el sentido de provocar en él una determi-nante españolización, ya que la ley no conside-ró conveniente garantizar ni tan siquiera unosmínimos, no digo ya de producciones diferen-ciadas, sino en el de uso de las lenguas propiasde cada nacionalidad.

Caso, por otra parte, que se repitió conla regulación del satélite español de comuni-caciones, Hispasat, en el que tampoco habíaespacio para el uso de otra lengua que no sea

el castellano. Y la discu-sión se repite en la regula-ción del cable de comuni-caciones y las redes deinformación, también lla-madas autopistas de la in-formación, o infopistas.En realidad, son los espa-cios de comunicación losque definen en la actuali-

dad los principales ejes de lealtad comunita-ria y política, y por lo tanto, los que son loscreadores de las nuevas -o los mantenedoresde las antiguas- fronteras17 .

Por otra parte, se mantienen en vigormecanismos tradicionales como los del controldel calendario festivo, con una permanentetensión con las fiestas que cada año, según elazar, se pierden o recuperan en cada comuni-dad autónoma. A parte del establecimiento delas fiestas políticas oficiales, la última de la cua-

La Ley de televisiones privadas, por ejemplo, ha transformado elespacio comunicativo catalán, en el sentido de provocar en él unadeterminante españolización, ya que la Ley no consideró conve-niente garantizar ni tan siquiera unos mínimos

5 6

Page 58: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 6 d e 8 . p e r s i s t e n c i a y c a m b i o d e l n a c i o n a l i s m o , S a l v a d o r C a r d ú s

les en 1987 -la Fiesta de España- fue todo unejercicio de nacionalismo patriótico "exacerba-do", por usar el adjetivo periodístico de modaen estos casos18.

Y, cómo no, se sigue recurriendo a lahistoriografía para legitimar las realidades na-cionales, como mostró de manera precursorauna obra, Breve Historia de España, de Fer-nando García de Cortázar y José Manuel Gon-zález Veiga, que después ha tenido otros segui-dores. Su primer capítulo, la "Españainacabada", es todo un ejemplo de historia na-cionalista al servicio de la recuperación del"sentido histórico de España"19

5. Conclusión: nacionalismo y legiti-midad política

El hecho de poner a debate la perma-nencia y el cambio del nacionalismo, no de-bería dar la impresión que se está tratando de

un fenómeno más o menos frágil, al que sepretenda asignar con cierta exactitud una fe-cha de caducidad. Si, como sugería al princi-pio, el nacionalismo describe los procesos delegitimación cultural del Estado, no pareceposible hablar de su desaparición sin conocerqué otro tipo de organización del poder va asustituir a la estatal. La legitimización de lopolítico no es el resultado de un acto libre, deconciencia clara, sino resultado de un acuer-do tácito, en el que se fundamenta la relaciónde sumisión que nos tiene sujetos al orden es-tablecido. Y este acuerdo moral, prereflexivo,se mantiene gracias al nacionalismo que seconstruye, mantiene y transmite a través delos universos simbólicos en los que se repre-senta aquel acuerdo implícito.

Por otra parte, cualquier modelo quesuponga el fin de las naciones y de los estados

nacionales, debería ofrecer la alternativa deorganización democrática posible. Porque, demomento, solo se habla de crisis de los esta-dos, pero no de su alternativa. Y si implícita-mente se supone la utopía de una especie deEstado mundial, como bien dice FernándezBuey, "repugna a la razón humana por su ca-rácter totalizador"20

En particular, los dos efectos principalesde la legitimidad nacional del Estado, hoy porhoy, son la función de universalización, y el es-tablecimiento de un interés general. Es el Esta-do quien tiene el monopolio de lo universal, alque se accede pagando el precio de la sumisióna él21. Para no entrar en un desarrollo teóricode este principio, creo interesante sencillamen-te poner el ejemplo que tan cándidamente que-da expresado en el texto clásico de J. S. Mill,Considerations on Representative Govern-ment. Mill, después de afirmar el principio que"es en general una condición necesaria del go-bierno libre que los límites del estado coinci-

dan, fundamen-talmente, con losde las nacionali-dades", añade:"Nadie puede su-poner que no se-rá más beneficio-so para un bretón

o un vasco de la Navarra francesa, el ser arras-trado hacia la corriente de las ideas y los senti-mientos de un pueblo altamente civilizado ycultivado -es decir, ser miembro de la naciona-lidad francesa, estar admitido en igualdad decondiciones con todos los privilegios de unciudadano francés, compartiendo las ventajasde la protección francesa, y de la dignidad y elprestigio del poder francés- y no obstinarse ensus propias raíces, en las reliquias medio salva-jes de tiempos pasados, dando vueltas a la pro-pia órbita mental sin participar o interesarse enel movimiento general del mundo.

La misma observación puede hacerse enrelación a un galés o a un escocés de los High-lands, como miembros de la nación británica".22

Por otra parte, la construcción socialde un supuesto interés general, o interés na-

Solo se habla de crisis, no de alternativas

5 7

Page 59: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 7 d e 8 . p e r s i s t e n c i a y c a m b i o d e l n a c i o n a l i s m o , S a l v a d o r C a r d ú s

cional legítimo, sustituyó alos viejos conceptos de la vo-luntad del príncipe, de losintereses dinásticos e inclusoa la razón de estado, y sim-boliza la renuncia a los inte-reses particulares, egoístas.Este distanciamiento simbó-lico de lo singular permiteque se reconozca el valor delgrupo y, finalmente, queaparezca el grupo como fun-damento de todo valor23. Al-gunos autores discuten la vi-gencia del concepto deinterés nacional en socieda-des plurales y en un mundoglobalizador. Pero a pesar detodo, parece aún vigenteaquella afirmación de HenryJohn Temple, vizconde de Palmerston, pri-mer ministro británico a mediados del sigloXIX: "Nosotros no tenemos aliados eternos,ni tan siquiera enemigos eternos. Solo nues-tros intereses son eternos, y es nuestro deberperseguir esos intereses". O, como había di-cho el presidente De Gaulle, "las naciones notienen sentimientos: sólo intereses"24 .

En definitiva: la razón de ser del nacio-nalismo es, precisamente, la de definir un inte-rés nacional general y la incorporación del gru-po a lo universal a través de una acción decarácter simbólico. Y no parece que esas nece-sidades de universalidad y de constitución deun interés general, hoy por hoy, estén en crisis,aunque quizás sí los mecanismos de su satisfac-ción eficaz.

Notas:

1-Para poner un ejemplomás cercano, véase la macroencuestallevada a cabo hace un tiempo por elCírculo de Lectores en España, don-de entre los grandes problemas mun-diales se sugiere "el resurgir de losnacionalismos". ¿Cómo se reaccio-naria si se propusiera un enunciadodel tipo: "la represión de las nacioneshistóricas"?

2- E. J. Hobsbawm Nacio-nes y nacionalismo desde 1780. Edi-torial Crítica, Barcelona, 1991.

3- Anthony D. Smith Na-tional Identity, Londres, PenguinBooks, 1991.

4- Luís González Seara,"Griterío aldeano", El Independien-te, 6 de febrero de 1988.

5- Amando de Miguel, conferencia pronunciadael 23 de octubre de 1985 en Albacete, sobre "Mitos, au-tonomías y nacionalismo". Recensión en Cultural Alba-cete. Memoria del curso 85-86, p. 48.

6- Francesc Tort i Chavarría "Sociopatología dela xenofobia y de los nacionalismos" en Papers, 43 (1994)p. 139-147.

7- John Keane, "Naciones, nacionalismo y ciuda-danos en Europa" en RevistaInternacional de Ciencias So-ciales (1995)

8- Cf. El País, 2-1-1994.

9- Gilles Martinet Leréveil des nationalismesfrançais, París, Seuil, 1994.

10- Jëno Szücs "Sur le concept de nation. Réfle-xions sur la théorie politique médievale" en Actes de laRecherche en Sciences Sociales, 64 (1986), p. 51-62.

11- En este sentido, me parece un ejemplo clarode esta conciencia de las dificultades en el mantenimien-to de una identidad nacional y de la demanda de políti-cas nacionalistas desacomplejadas, el artículo de Andrésde Blas Guerrero, "Historia y nación en España", publi-cado en El País (25 de febrero de 1994). En él se decia:"Mientras a lo largo y ancho de España tomaban cuerpoy se reforzaban complejos discursos nacionalistas, la leal-tad necesaria al sistema democrático, al orden costitucio-nal y al sustrato nacional español se diluía en un discurso"superador" de actitudes nacionalistas que, finalmente,solamente han practicado, en este caso con notable efica-cia, quienes deberían ser responsables de la defensa de la

La razón de ser del na-cionalismo es, precisa-mente, la de definir uninterés nacional generaly la incorporación delgrupo a lo universal através de una acción decarácter simbólico

“Sólo nuestros intereses son eternos”

5 8

Page 60: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º : 8 de 8 . pe r s i s t enc i a y c amb io de l nac iona l i smo , Sa lvado r Ca rdús

nación española en su conjunto". Y añadía: "... parecellegada la hora de una ponderada pero firme y explícitadefensa de la nación y el Estado de los españoles frentea ofensivas ideológicas que en el silencio y la pasividadsolamente encuentran estímulo para su radicalización.".Las recientes declaraciones de José María Aznar, afir-mando que ya es hora de hablar sin complejos de Espa-ña, parece responder, seis años más tarde, a la peticiónde Andrés de Blas, aunque no sé si el profesor de Blas serefería concretamente a este tipo de descaro nacionalis-ta...

12- Cf. "El plebiscito secular", La Vanguardia (8de agosto de 1993).

13- Daniel Cohen, Richesse du monde, pauvre-tés des nations. Flammarion, 1997

14- Salvador Cardús, "Transició a la democràciai crisi de l'Estat de les autonomies: perspectives actualsdel nacionalisme català" en I Conferencia Escocesa d'Es-tudis Catalans Contemporanis, University of Strathclyde,Glasgow (1994).

15- Hugh O'Donnell "Mapping the mythical: ageopolitics of national sporting stereotypes" en Discourse& Society, 1994 vol. 5 (3) p. 345-380

16- En relación con este tema, véase: SalvadorCardús, La premsa diaria a les Illes Balears, el País Valen-cià i Catalunya (1976-1996), Fundació Jaume Bofill,Barcelona 1998. Sobre la difusión de prensa y la verte-bración territorial se han completado investigaciones pa-ralelas en Euskadi realizadas por Mikel Arriaga (en pren-sa) y en Galicia, a cargo de Xosé Núñez (en prensa). Vásetambién: Salvador Cardús, Política de paper, Barcelona,La Campana, 1995.

17- Para que quede constancia de que no se tratade un falso problema, creo interesante señalar el caso delos proyectos canadienses de comunicación, en los que losoperadores de cable han solicitado políticas específicas ur-gentes en las zonas fronterizas con Estados Unidos parapoder competir con éxito ante las señales de satélite nor-teamericanas. Véase Gaëtan Trembley, "Las autopistaselectrónicas. Modelos y desafíos", Barcelona, Centred'Investigació de la Comunicació, 1995.

18- El senador socialista Prat García, en la sesiónplenaria del Senado en la que se aprobó la celebración dela Fiesta de España, pronunció un discurso del que ex-traigo el párrafo final: "Pero el momento del mundo es el12 de octubre y de lo primero que se habla es del NuevoMundo. Y el mundo es hermoso, nueva hermosura. Es loque abre al mundo moderno. Y lo abre España porque letoca por el destino histórico, porque los hados lo manda-ron así o porque la historia lo condujo así. Lo cierto esque es nuestro día, cualquiera que sea su nombre. Lla-madle, si queréis, la Fiesta de la Raza, 'ínclitas razas ubé-rrimas, sangre de Hispania fecunda'. Llamadle, si queréis,Fiesta de la Hispanidad. Para mí es la fiesta del género hu-mano. Es nuestra aportación modesta y sencilla, que qui-

so el destino, que quiso la providencia. 'Ciego, ¿es la tie-rra el centro de las almas?', decía el poeta. Fue la afiliaciónde España a la Historia Universal. Celebrémoslo." (Dia-rio de sesiones del Senado, 6 de octubre de 1987, p.1713.

19- Fernando García de Cortázar y José ManuelGonzález Vesga, Breve Historia de España, Madrid,Alianza Editorial, 1994.

20- Francisco Fernández Buey, "Anem cap a unEstat universal?" a L'estat de l'Estat, Quaderns de la Fun-dació Joan Maragall, 45 (1999), pàg. 13.

21- Pierre Bourdieu, "Esprits d'État. Genèse etstructure du champ bureaucratique" en Actes de la Re-cherche en Sciences Sociales, 96-97 (1993) p. 49-62.

22- John Stuart Mill, Considerations on Repre-sentative Government. Londres, Longmans, Green &Co, 1898 (1ª ed, 1861), p. 122 ss.

23- Pierre Bourdieu, op. cit.Joseph Frankel National Interest, Londres, Pall

Mall, 1970, p. 20-21.

5 9

Page 61: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

6 0

La construcción europea y los nacionalismos

Nos encontramos de lleno en unalegislatura europea que será cla-ve y de muy alto contenido po-

lítico. Los próximos mese y años van a ser deci-sivos para definir la futura Unión Europea yavanzar de una forma decidida hacia la uniónpolítica. Durante esos años Europa deberáafrontar importantes cuestiones claves para sufuturo.

Son muchos los retos: la reforma en pro-fundidad de las instituciones europeas; la ciuda-danía política europea; la ampliación a nuevosEstados; la reforma del sistema de financiacióncomunitario; la política exterior; la consolida-ción de un marco económico y competitivo ca-paz de crear ocupación; la mejora y profundiza-ción del Estado del Bienestar; la mejora de laspolíticas territoriales para hacer de Europa uncontinente bien interconectado, vertebrado ysostenible; el impulso de una política de Jus-ticia y Interior y, finalmente, el impulso de

una política de Defensa y Segu-ridad que lo sea también de De-rechos Humanos… configuranuna importante lista de trabajo,tanto en lo quantitativo comoen lo cualitativo.

No podemos actuar al res-pecto de manera improvisada. Seríauna irresponsabilidad. Todavía hoy,a Europa muchos acuden aún máspor necesidad que por voluntad. Yesto es algo que debemos intentarcambiar. Ante los citados retos cabeasumir un reto previo y que consti-tuye de por sí el más importante:pensar Europa. Es esa una cuestiónclave y transversal a todas las otras.Pensar Europa y pensar la organiza-ción política de Europa. Creo queen ese terreno podemos aportar,

desde el catalanismo político, desde el naciona-lismo, algunas ideas y propuestas. Podemosaportar un proyecto de Europa basado en tresejes básicos.

El primer eje es la idea de una Europa dela ciudadanía y los pueblos. Es decir, una Euro-pa basada en una nueva comprensión de las en-tidades políticas. Para que Europa sea un pro-yecto compartido y sentido por todos, esta tieneque ofrecer la posibilidad y las garantías de par-ticipación directa a su ciudadanía, más allá delmarco de los Estados. Un derecho compartido -una Constitución Europea- debería ser el primerfactor de cohesión de sus ciudadanos. Mientrasque el otro factor debería ser el reconocimientode los pueblos y identidades que conforman Eu-ropa, es decir el reconocimiento de su diversidadintrínseca, de las distintas formas de vida, de lasrealidades que configuran la Europa real.

El segundo eje -intrínsecamente vincula-do al primero- lo configura el objetivo de hacerde Europa un espacio de participación y pro-fundización democrática. Hay que defender laidea de una Europa radicalmente democrática. Yello implica básicamente dos cosas: por un lado,justicia social, y por el otro, la búsqueda de nue-vas condiciones y posibilidades para la participa-ción en el proyecto europeo, flexibilizando lasactuales y ampliandolas. Hay que buscar canalesde participación con funciones diferentes ycomplementarias para los ciudadanos. No sólo através de los partidos políticos, sino, también, através de sindicatos, ONGs, asociaciones...

Enti ta te pol i t ikoak modu berr i batean

uler tzen d i tuen Europa baten a lde

PERE ESTEVE

Ingeniero industrial. Profe-sor de electrónica y auto-mática de la EscuelaSuperior de Ingenieros In-dustriales de Barcelona. Di-putado al Parlament deCatalunya (1992-1995). Se-cretario General de Con-vergéncia Democrática deCatalunya desde el 7 deenero de 1996 hasta el 12de noviembre del 2000.Presidente de la FundaciónRamón Trias Fargas desdeel 20 de noviembre del2000.

Page 62: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :2 . de 4 . l a cons t rucc ión eu ropea y l o s nac iona l i smos , Pe re Es t eve

El tercer eje lo constituye la que creo, ma-yor aportación que desde Cataluña podemos ha-cer a ese proyecto. Me refiero al valor de la con-vivencia. Convivencia entre personas y entreidentidades.

Ante las múltiples formas y registros deintolerancia, la tolerancia es una meta positiva aperseguir. Pero la convivencia supone un plussobre la idea de la tolerancia. Porque conviven-cia implica intercambio, proyectos compartidos,esfuerzo por el diálogo, interrelación. No resul-

ta fácil pero vale la pena. Es ese un valor básicoen la historia reciente de Cataluña, en su pre-sente y en su futuro. Representa algo nuevo pa-ra Europa y tenemos la responsabilidad de apor-tarlo a su construcción.

En ciertos ámbitos ya se habla de ellocuando se habla del modelo catalán. Hay queexplicarlo y difundirlo aún más, porque es pro-bable que en el esfuerzo que haga Europa porcomprender las realidades nacionales como lanuestra y extraer de ellas aquello que tienen deuniversal, resida alguna de las claves para inter-pretar con acierto la realidad europea.

Los nacionalismos como el catalán seconstruyen alrededor de la integración social,del respeto por el otro, de un alto sentido de la

solidaridad... La cohesión de sociedades como lanuestra es fruto de una identidad histórica, so-cial y cultural pero, sobretodo, de la voluntad desus individuos de construir de manera compar-tida un futuro común. Es una cohesión que

combina de manera positiva lo individual ylo colectivo.

Cierto que la convivencia no apare-ce sola, sino que es algo en lo que hay queeducar y por lo que hay que trabajar cons-

Cohabitat ion implique échange, projets

partagés et effort en faveur du dialogue

6 1

Page 63: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

6 2

he rmes n º :3 . de 4 . l a cons t rucc ión eu ropea y l o s nac iona l i smos , Pe re Es t eve

tantemente. Porque responde a una cultura po-lítica -nueva para Europa y conocida para no-sotros- que implica un esfuerzo constante ge-neración tras generación. Pero ante Europa,Cataluña ya ha demostrado su capacidad deadaptación y flexibilidad al mundo. Porque Ca-taluña nunca se ha encallado en la reivindica-ción radical de algún aspecto concreto, ni ha si-do excluyente.

El hecho de haber sobrevivido como na-ción pese a no disponer de Estado cuando esaera la forma de organización política inapelabley dominante; el hecho de haber puesto el énfa-sis organizativo en la sociedad civil es, en estosmomentos de cambio, un potencial favorable.Como lo es el peso de la reivindicación cultural,la lengua y la cultura como factores de integra-ción.

Ahora que es la hora de Europa, ahoraque es la hora de la interdependencia, Cataluñatiene la ventaja que sabe compartir y que no hahecho en toda su reciente historia otra cosa queser interdependiente. Ahora que en el mundo sehabla y se reconoce por primera vez del poderde la identidad, resulta que esta cultura polí-tica ya ha sido ensayada -y con éxito- en Ca-taluña.

Apostamos pues por la convivencia yapostamos por lo que creemos significa sutraducción política: me refiero a la soberaníacompartida. Una idea que representa, no tantoun diseño acabado de lo que debería ser la or-ganización política de Europa, sino la materiaprima con que se debería llevar a cabo su cons-trucción.

La soberanía compartida es una propues-ta abierta y dinámica. Representa la capacidadde asumir la interdependencia y de llevar el po-der político allí donde sea más justo, más eficazy más democrático.

Desde la soberanía compartida se puederespetar la diversidad de Europa y articular sucomplejidad. Es una propuesta solidaria. Si real-mente queremos convivir y pensar conjunta-mente el futuro, debemos compartir y, por lotanto, también, compartir el poder.

El reparto del poder político, esta es, cier-tamente, una cuestión clave. Lo es en la medidaen que se presenta como previa a las demás: ¿có-mo debemos organizarnos nosotros, la ciudada-nía europea, para la resolución de los grandes re-tos que tenemos planteados?

No es tarea fácil. Se trata de desarrollarun modelo nuevo y diferente de convivencia quehaga posible la cohesión. Hay que hacer un es-fuerzo de imaginación. Europa busca nuevas so-luciones y nuevos puntos de vista.

Tampoco nos vale caer en el simplismo detomar el principio de subsidiariedad como guía.Es una buena idea que hay que aplicar. Pero niel poder político ni ninguna forma de organiza-ción social puede someterse al criterio adminis-trativo de la eficacia. Debe perseguirla, pero nopuede ser su guía, puesto que no garantiza y aveces hasta entra en conflicto con la correcciónde las desigualdades y los desequilibrios. La efi-cacia no es necesariamente democrática. Las fór-mulas eficaces deben servir a la política y no alrevés.

Es claro, pues, que no bastan las solucio-nes simples, vengan de la derecha o vengan de laizquierda. Una realidad compleja -y la europealo es- requiere soluciones complejas. Y ahí hay

Apostamos por la convivencia y

apos tamos por la soberanía compar t ida

Desde la soberanía compartida se puede respetarla diversidad de Europa y articular su complejidad.Es una propuesta solidaria

Page 64: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :4 de 4 . l a cons t rucc ión eu ropea y l o s nac iona l i smos , Pe re Es t eve

que escuchar las voces de los nacionalismos. Por-que negársela es negar esa -o parte de esa- com-plejidad. Ante las soluciones globales que veníandel eje derecha/izquierda, hay que aceptar lasaportaciones de otro eje -éste transversal- en eldebate. Y esa línea la marcan los nacionalismosy las identidades.

Ahora que el centro de poder ha pasadode ser unívoco (el Estado) a ser múltiple, seríaabsurdo negar el interés que tienen las voces deaquellos que, sin disponer de ningún instru-mento de poder ni organiza-ción política, han sido capacesde mantener una cohesión,una identidad y una voluntadcolectiva.

Podemos aportar mu-cho. Sobre la convivencia, so-bre la alteridad, sobre la cohe-sión, sobre los derechos

individuales, sobre la diversidad, sobre compar-tir, sobre poder político, sobre reconocimien-to… el nacionalismo tiene mucho que decir.Quizás -excusa dada, culpa reconocida- quienesle niegan la palabra a los nacionalismos con elargumento de que son cosa del pasado demues-tran su incapacidad para interpretar el momen-to presente y reconocen que su mente, esa sí, es-tá mirando todavía cien años para atrás.

Somos una gran potencia económica,cierto, pero si no sabemos construir una Europa

política que por encima de to-do defienda unos valores yunos acuerdos éticos sobre losque deben sustentarse las rela-ciones entre sus territorios ysus ciudadanos, de nada servi-rá. Europa debe saber escuchartodas sus voces sin apriorismosni falsos presupuestos.

No bastan las solucionessimples, vengan de la dere-cha o vengan de la izquier-da. Una realidad compleja-y la europea lo es- re-quiere soluciones comple-jas.

6 3

Page 65: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

6 4

Razón sent imiento y

pragmat ismos del nacional ismo

Hablar de política implica hacer re-ferencia a algún tipo de represen-tación de los valores, emociones

e intereses particulares que, de forma institucio-nalizada y tras contar con la confianza de ampliossectores económicos, sociales y culturales proce-dentes de lo que se denomina la sociedad civil, sevehiculan a través de instituciones de forma pro-porcional al apoyo popular recibido, y en el mar-co de estos órganos de Gobierno, esos interesesprivados toman cuerpo a través de la acción legis-lativa y las tareas administrativas que de aquella sederive. Los partidos políticos mediante un siste-ma de democracia parlamentaria agregan y cana-lizan intereses, emociones, percepciones e inquie-tudes sectoriales, marginando sus caracteres másradicales y extremos, puesto que éstos por sí solosnunca conseguirían un amplio respaldo popular.

Cuando el ciudadano ejerce el derecho devoto, apuesta por un conjunto integral de valo-res, virtudes y suposiciones que considera que

esa formación política representaráde forma acorde con lo que él prio-riza. Seguramente hay tantas razo-nes particulares para votar una fuer-za política como ciudadanos leotorgan confianza. Sin embargo,por razones de marketing electoral,por la propias limitaciones que im-ponen los formatos y las caracterís-ticas de los medios de comunica-ción de masas, y por qué no decirlotambién, porque el ciudadano de apie en el fondo tampoco no quieresaber todos los pormenores de "su"partido, las fuerzas políticas tiendena reducir su programa en pequeñosflashes aptos para ser consumidos ycomprendidos en la sociedad de lainformación.

A menudo se habla de la fal-

ta de conexión entre los políticos de oficio y lasdemandas políticas reales del ciudadano de la ca-lle. Las causas del distanciamiento entre la polí-tica real y la política institucional son muchas yde índole diverso, algunas de ellas imputables ala propia organización y estructura cerrada delos partidos políticos; en otros casos, se deberá ala falta de renovación de programas, ideas y lí-deres, pero también, en algunos casos el desinte-rés aparente de la ciudadanía respecto la políticainstitucionalizada se debe al propio éxito del sis-tema político vigente en la medida que ha re-suelto importantes conflictos que antaño dividí-an pueblos y eran motivo de discordia, disputasy duros enfrentamientos entre ciudadanos.

Se da pues la paradoja, que la resoluciónde ciertos temas de conflicto por parte del siste-ma político ha llevado a considerar a algunossectores sociales que los partidos ya no les repre-sentan, puesto que en la actualidad esas personasya han olvidado (o no han vivido) los años y lostemas de conflicto que estos mismos partidoshan ayudado a resolver satisfactoriamente, peroactualmente ya no perciben cómo estos mismospartidos recogen el testigo de los nuevos temasde interés social.

Y en este aspecto sí que los partidos sonculpables. La mayoría de los actuales partidospolíticos tienen sus bases ideológicas en plante-amientos que, o bien emergieron o fueron re-planteados tras la segunda guerra mundial. Eu-ropa y el mundo tenían unos problemas y lospartidos políticos tuvieron la imperiosa necesi-dad de sintonizar con sus ciudadanos. Pero el

Alderdi poli t ikoen eginkizun nagusia

h i r i ta r rek eskatzen dutenaren

t ransmisio-ardatza izatea da

JOSEP ANTONI DURAN iLLEIDATeniente alcalde en Lleida,director de la Presidenciaterritoral de la Generalitat,diputado en el Congresodurante 11 años y diputadoen el Parlamento Europeo.Presidente del Comité deGobierno de Unió Demo-crática de Catalunya y vice-presidente de laInternacional DemócrataCristiana durante cincoaños. Consejero de Gober-nación y Relaciones Institu-cionales.

Page 66: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :2 . de 4 . r azón , s en t imien to y p r agma t i smo de l nac iona l i smo , Jo sep A .Duran i L l e ida

propio éxito de sus planteamientos de aquel en-tonces, no nos debe hacer perder de vista lo sus-tancial de un partido político, ser eje de trans-misión de lo que los ciudadanos demanden encada momento histórico, institucionalizar y so-cializar intereses sectoriales en pro del bien co-mún.

El ciudadano ha cambiado, la sociedad hacambiado, la estructura demográfica, social,económica, cultural y a menudo étnica ha cam-biado también; las mutaciones en la composi-ción y estructura del cuerpo electoral son enor-mes, y sin embargo, los partidos políticos seaferran a códigos y valores de otro tiempo. No setrata de cambiar por cambiar, de abandonarlotodo al compás de la coyuntura, sino que, con-servando lo sustancial y útil de las viejas ideolo-gías que sustentan a los actuales partidos políti-cos, sin demagogias, pero sintonizando con el

nuevo pulso ciudadano, la política instituciona-lizada debe volver a canalizar los nuevos intere-ses de los ciudadanos de la calle, y establecer losmecanismos y vocabularios acorde con los tiem-pos.

Y esta necesidad imperiosa para cualquierpartido político que quiera ver llegar al año

2025 asumiendo responsabilidades de go-bierno, lo es aun más para los partidos na-cionalistas. Partidos que, nacidos a lo largodel siglo XX en nuestro caso, eran un puntode referencia ante un entorno político hostil,pero también eran una respuesta progresistaante un entorno económico regresivo, dicho

en otras palabras, los partidos nacionalistas na-cieron para defender los intereses de los ciuda-danos de unas zonas geográficas con una histo-ria, cultura y lengua propias que lesconfiguraban y configuran como realidades na-cionales diferenciadas, y que no veían cómo esosintereses personales se canalizaban, socializabany tomaban cuerpo y adquirían reconocimientoen el Estado donde pertenecían. Partidos nacio-nalistas que así se declaran sin complejos frenteal nacionalismo que representan los partidos deámbito estatal que sin ruido ejercen con todo ti-

Le citoyen a changé et cependant les part is

s 'a rc-boutent sur des codes d 'un aut re temps

6 5

Page 67: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

6 6

he rmes n º :3 . de 4 . , r a zón , s en t imien to y p r agma t i smo de l nac iona l i smo , Jo sep A .Duran i L l e ida

po de control del poder su persistente voluntadde diluir y destrozar la conciencia nacional denaciones sin Estado persiguiendo la identifica-ción del Estado en un único referente nacionalque es el español negando así los hechos nacio-nales vasco, gallego o catalán que no son hechosregionales derivados del hecho nacional español.

El nacionalismo surge como una apuestade progreso, de voluntad de aproximar la políti-ca a los ciudadanos, con una clara exigencia decambio, de renovación, de regeneración, y connuevas formas de entender la política, más diná-mica, con mayor peso de la sociedad civil, conuna demanda de mayores cuotas de libertad.

Pero desde entonces, y centrándonos ennuestro caso, el paso de los años ha alterado esemarco de referencia inicial. El conjunto del Es-tado español se ha modernizado en sus estruc-turas económicas y sociales, y ahora es un in-terlocutor válido y reconocido a escalainternacional. No se trata, ya no de la Españaacomplejada por haber perdido las últimas co-lonias de Cuba y Filipinas y con gobiernos ca-rentes de respaldo popular que tenían que ha-cer frente a múltiples problemas estructurales(la cuestión agraria; el poder militar; la necesi-dad de extender la revolución industrial a todala península; construir infraestructuras; la cues-tión religiosa; inexistencia de una red eficientede escuelas públicas; inexistencia de una clasemedia moderna; lucha de clases y desórdenespúblicos con tintes revolucionarios, y un largoeccétera propio de la España anterior a 1931),que legitimaban fácilmente por sí solos la nece-sidad imperiosa de partidos nacionalistas perifé-ricos que regeneraran la vida política española.

Ni tampoco se trata ahora de un Estadoespañol con unos partidos débiles después dellargo túnel letárgico de la dictadura del generalFranco, y ni la derecha ni el centro político es-tán ya acomplejados por el uso hegemónico yexcluyente que de "lo español" se hizo comoarma para el genocidio cultural de aquellas zo-nas donde el idioma y la cultura castellana noera la única existente, y a menudo, ni tan solola hegemónica.

El propio éxito de la democracia parla-

mentaria española surgida tras la Constituciónde 1978, con todos sus defectos y limitaciones,ha generado un sistema de partidos que han so-lucionado muchos de los problemas endémicosy estructurales que tenía el Estado español hastala fecha, hasta el punto, que ha soslayado partede los argumentos que utilizaban los partidosnacionalistas en sus demandas públicas. A medi-da que se afianza el sistema democrático españollos nacionalistas van perdiendo progresivamentela batalla de la opinión pública mediática en elámbito del Estado. La cuestión es paradójicapues, sin haberse solucionado sin embargo todoslos problemas de base cultural y de descentrali-zación real en la toma de las decisiones, como lafórmula ha funcionado bien en lo económico yen lo social, ha silenciado esos aspectos apriorís-ticos que dieron lugar a la existencia de partidosnacionalistas.

Es cierto que las circunstancias y el entor-no han cambiado, los flujos de migraciones (in-ternas y externas), más la cultura y los influjosde la sociedad global, no ayudan a explicar quésignifica ser un partido nacionalista como algocomprensible y asumible por ciudadanos deprocedencias diversas, pero también, por ciuda-danos oriundos que consideran que la cuestiónnacional, o bien está ya resuelta satisfactoria-mente, o bien, se trata de un tema no prioritarioen una escala de valores universales. Y a todo es-to se suma, el hecho que incluso los partidos na-cionales españoles adoptan un tono aparente-mente comprensivo y receptivo hacia esarealidad plural, que dicen ellos.

Ante este cambio de escenario a todos losniveles, los partidos nacionalistas deben sobrevi-vir puesto que de ellos depende que siga viva ladefensa activa de una cultura, de una lengua, deunos códigos, de unos referentes y de unos valo-res propios, y a la vez aseguran una mayor pro-ximidad con el ciudadano, pero para que unpartido nacionalista exista en un marco comuni-

El paso de los años ha al terado el marco de

referencia en el que surgió el nacionalismo

Page 68: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :4 . de 4 , r azón , s en t imien to y p r agma t i smo de l nac iona l i smo , Jo sep A .Duran i L l e ida

cativo mediático global y en una democracia demasas, no le basta con la razón de los senti-mientos y de la historia, sino que debe conectartambién con la nueva sociedad civil, con los he-rederos de una trayectoria de décadas, pero tam-bién, incorporar los nuevos efectivos humanosnacidos de las distintas migraciones, y todo ello,con códigos y referentes exportables y fácilmen-te transmitidos por la ventana al mundo que su-ponen los medios de comunicación.

Los partidos nacionalistas, y me centroexclusivamente por motivos obvios al naciona-lismo catalán del que Unió Democrática de Ca-talunya forma parte desde 1931, tienen la obli-gación de adaptarse a los nuevos tiempos. No setrata de renunciar a nada, no se trata de variarnada de lo sustancial para la defensa y promo-ción de todo lo catalán, pero justamente, paradefender mejor y ser más útil a nuestro país de-bemos continuar ocupando la primera línea po-lítica, y esto sólo se consigue con la confianzamayoritaria de un electorado que en una partenada despreciable está variando sus ejes de prio-ridad, o simplemente, son electores que no esta-ban allí presentes hace unos años.

Siendo sustancialmente los mismos, elnacionalismo debe abrirse generosamente a laaportación de aquellas personas que, sin ser "lonacional" aquello prioritario en su escala de de-mandas, sí que desean vivir en un país moderno,con gran calidad de vida y que se garantice del

bienestar y las oportunidades de futuro, paraellos y para sus hijos. Pero estos nobles objetivosahora también se pueden garantizar con los par-tidos de ámbito estatal español, que por endeabordan estos temas directamente y sin "ruidosdeformados por ciertos medios de comunica-ción" de defensa a priori de una nación (la cata-lana) que muchos residentes en Catalunya nosienten como propia, o como mínimo, no de laforma en que algunos discursos políticos la prio-

rizan, lo cual lleva a estos ciudadanos a adoptarposiciones de recelo, distanciamiento y miedo,porqué sólo captan el ruido, los peajes que su-puestamente ellos tendrían que pagar, y no lle-gan al mensaje social, de tolerancia, de integra-ción y de apertura al mundo que implica elnacionalismo como se entiende en Catalunya.

Muchas de las razones de ser que motiva-ron la existencia de partidos nacionalistas catala-nes persisten. El nacionalismo como defensa delo propio es válido. El nacionalismo como formade aproximar la política a los ciudadanos es váli-do. El nacionalismo como afirmación de unapersonalidad colectiva para abrirse con seguri-dad al mundo es válido. Sin embargo, en unmundo donde priman los estereotipos, el nacio-nalismo catalán de forma sesgada e interesada sele presenta como volcado sólo en las esencias, ya menudo nos dejamos arrebatar vocablos comocatalanismo político, dándole un significado demenor rango, lo cual es aprovechado por lospartidos de ámbito estatal para adoptar comopropio este término y presentarse ante la socie-dad catalana con referentes autóctonos, pero, demenor exigencia nacionalista.

Sería un gravísimo error estratégico porparte de los partidos nacionalistas catalanes si-tuarnos en los extremos del debate político y de-jarnos arrebatar vocablos propios como catala-nismo político, progreso, cambio, renovación,solidaridad, defensa de la persona y sus circuns-

tancias, apuesta por un nuevo contrato so-cial entre ciudadanos y partidos, todos ellos,términos que sustentan nuestra ideología yforman parte de nuestros orígenes: catalanis-mo político como expresión de una preocu-pación preferente, prioritaria y básica de to-do lo que atañe a Catalunya, sus intereses ynecesidades de las personas que habitan en

ella, independientemente del lugar de proceden-cia, pues lo importante son los destinos y la vo-luntad de ser, de construir y de progresar juntos.

Nacionalismo es la suma e integración derazones históricas, emociones, sentimientos, pe-ro también, pragmatismo para solucionar losproblemas cotidianos de nuestros conciudada-nos con una perspectiva muy próxima a esasmismas personas.

Sería un gravísimo error estratégico

si tuarnos en los extremos del debate polí t ico

6 7

Page 69: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

6 8

“No me esperaba el reenganche

generacional de ETA”

Iñaki Gabilondo

I ñaki Gabilondo lleva los últimos25 años delante del micrófono y re-conoce que no sabe qué hacer cada

vez que hay un atentado. Confiesa que le dedi-ca "un montón de horas" a la situación en Eus-kadi sin encontrar una salida. Asiste con ciertaperplejidad al deterioro de la situación políticavasca, al desencuentro entre los partidos, al si-lencio de HB después de las violentas sacudi-das de ETA. Pero no está del todo sorprendido:"a mí me parecía raro que todo esto estuvierapasando con cierta naturalidad". Acostumbra-do a contar historias y a explicarlas a sus oyen-tes, Iñaki Gabilondo maneja las metáforas pa-ra analizar una realidad compleja. Pone comoejemplo a una pareja separada que no fuera ca-paz de ponerse de acuerdo sobre su hijo enfer-mo para explicar lo absurdo de la distancia quesepara a los partidos políticos para abordar deforma conjunta el problema de la violencia.

-Le noto pesimista...

- El panorama en general lo veo muymal. Porque además no veo salida a pesar dededicarle un montón de horas a esto. No sémuy bien qué ha pasado pero tengo la impre-sión de que todas las fuerzas políticas han co-locado sus posiciones de forma temeraria endos extremos donde casi nada en la vida tienesolución. De todas formas sí he de decir que deuna sociedad que estaba viviendo la anomalíadel terrorismo a mí me parecía raro que todoesto estuviera pasando con cierta naturalidad;

siempre creí que esto tarde o temprano iba ahacer crisis, que la situación era como ungrano que un día iba a soltar todo el pus quetenía porque esto no es normal. No tienesentido, por ejemplo, que la primera preocu-pación en la sociedad sea el terrorismo. Escomo si de pronto una anomalía hubieraperdido un milagroso equilibrio en el queparecía vivir hasta el punto de que la gente sehabía familiarizado con ella.

-¿Cómo cree que hemos llegado a es-ta situación?

- Seguramente como consecuencia dela aceleración que se produjo en el intento deresolver el conflicto. El problema existía, lasociedad parece que lo aceptaba. Era y es undrama, pero cada persona, cada colectivo sehabía adaptado a ese drama como si fuerauna especie de maldición. Y de repente unaserie de circunstancias indican a un partidopolítico que debía jugar fuerte si quería arre-glar ese problema. Yo creo que el mayor errorque se cometió, y los hechos están demostran-do que así es, fue el rechazo del Plan Ardanza.No era un trágala tal y como algunos quisieronplantear, sino una propuesta, un plan. No era"el plan", sino un plan que sobre todo servíapara demostrar que no se reunían las fuerzaspolíticas únicamente para rechazar los atenta-dos. En ese momento el PNV da por cerradatoda posibilidad de avanzar por ese camino ydecide jugar fuerte en otra dirección.

Por Xabier Lapi tz y Sonia Hernando

Page 70: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :2 de 8 . Iñak i Gab i londo : “no me e spe raba e l r eenganche gene rac iona l de ETA” , Xab ie r Lap i t z y Son ia Hernando

- Siguiendo cronológicamente su rela-to, de aquella decisión surgió una tregua deETA...

- Durante 14 meses se vive una gran ilu-sión, como nunca habíamos conocido, y cuan-do se quiebra, de pronto las cosas se llevan de-masiado lejos y es ahí donde todos losdemonios afloran. Eran demonios que ya exis-

tían, pero que habían aprendido a convivir.La coexistencia consiste precisamente en quetodos y cada uno de nosotros cogemos nues-tros máximos, nuestras posiciones extremasy las reducimos, las matizamos para convivircon los demás. De pronto todos los máxi-mos han aflorado. La sociedad española po-día parecer que no era nacionalista española,pero los hechos nos demuestran que algo enese sentido sí que había. Por otra parte, en elalma del nacionalismo vasco donde siemprecohabitan el soberanismo y el autonomismode pronto ha salido a la luz y con fuerza elprimero.

-¿Es necesario desandar parte del ca-mino para volver a intentarlo?

- La pregunta es: ¿qué es mejor? ¿darpor irresoluble un problema dejando que lasociedad se familiarice con esa patología ovivir la aguda crisis que vivimos ahora comoconsecuencia de que se ha intentado mirar elproblema a los ojos? Yo creo que lo segundo.Lo que sucede es que hemos aprendido y de-beríamos evitar los errores por los que ya he-mos pasado.

-¿Qué lecciones deben extraerse deeste intento?

- La relación que hemos argumenta-do siempre entre el conflicto y la violenciano se puede seguir utilizando. Yo creo quetoda la sociedad españolista debería aceptarsin enfadarse que existe un viejo contencio-so y el nacionalismo debiera aceptar que elcontencioso no es de vida o muerte. Era de

vida o muerte durante el franquismo pero nolo es ahora. Yo no he entendido cómo duran-te los cuatro años en los que el PP y el PNVhan estado tan cerca no llegaron a conveniralgo así. El planteamiento sería: ¿os resultaríaa vosotros muy difícil ir entendiendo que hayun viejo contencioso si nosotros vamos acep-tando que ese viejo contencioso no debemosarreglarlo mañana mismo porque el alma deEuskadi no está en peligro tal y como diceHB?

6 9

Page 71: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

7 0

he rmes n º :3 de 8 . Iñak i Gab i londo : “no me e spe raba e l r eenganche gene rac iona l de ETA” , Xab ie r Lap i t z y Son ia Hernando

- Esa separación entre conflicto y vio-lencia va muy en la línea de las propuestas dellehendakari Ibarretxe...

- Es en este momento el predicador nú-mero uno de esta teoría al defender que hay queseparar paz y política. En mi opinión no se pue-de decir que la causa de la violencia sea el con-tencioso; será la raíz, pero nunca la razón. Si unhombre mata a su mujer porque no se llevaban

bien, la raíz del asesinato es que no sellevaban bien pero no la razón. Porqueentre el conflicto y el asesinato no sepuede establecer una relación causa-efecto sin una grave crisis moral. Si ex-plicamos el asesinato de la mujer ybuscamos la causa en que se llevabanmal, que la mujer tenía un lío con

otro, entonces caemos en la crisis moral. La vio-lencia tiene que afrontarse con la mirada con laque se afronta la tortura, la pena de muerte o laesclavitud. No aceptamos la tortura porque porrazones morales hemos decidido rechazarla. Nopodemos justificar la tortura explicando que esnormal porque ese chico había matado antes ano sé quién. Sin embargo, hay una parte de lasociedad vasca -no sólo hablo de HB- que haaceptado un poco ese discurso y que traducidopuede sonar así: "Pepito ha matado a su mujerde un hachazo en la cabeza." Y el otro le res-ponde: "Hombre ya, pero yo no puedo conde-nar y tampoco simplificar porque es que ella te-nía un novio y entonces...".

- Entiendo por lo tanto que cualquiersolución pasa por una re-

generación moral dela sociedad vasca.

- Yo entiendoque la gente tengaprisas y quiera solu-cionar todo esto rá-

pido, pero sin hacerantes esta distinciónelemental, eso esimposible. Yo no meacuerdo en qué mo-mento se rechazó latortura pero todo ha

sido más fácil desde entonces. El lehendakari hapercibido esto con mucha claridad. Eso no re-suelve en sí nada, pero abre un primer camino.El nacionalismo debe decir al nacionalismo queapoya la violencia que no se puedeseguir haciendo asociación deideas entre el contencioso y laviolencia. Al mismo tiempono entiendo cuál es elproblema para queotra parte de la so-ciedad acepte laexistencia de uncontencioso. Y te-nemos de esta formaun círculo maldito delque no podemos salir.

- El lehendakari, por de-cir estas cosas, está consideradocomo maldito en los círculos del Go-bierno español.

- Sí. La única vez que he estado en LaMoncloa con el presidente Aznar fue cuandonos invitó a una comida a todos los que hace-mos los programas de la mañana en la radio yentonces nos planteó una pregunta: "¿nos osdais cuenta de que quieren los mismo pero sinla violencia?". Y yo le contenté que sí, pero queyo no veía ningún problema en eso. Yo les he oí-do decir durante treinta años que no había pro-blemas en plantear cualquier cosa sin violencia.¿Cuál es el probl’ema ahora? Esto está desen-mascarando muchas actitudes.

- Cuando se plantea por un lado que nose pueden hacer confluir necesariamente paz ypolítica y, por otra parte, quienes apoyan laviolencia la unen siempre al conflicto político,¿cómo se alcanza una salida?

- Seguramente la salida está en un puntoque no nos hace confluir a todos de manera au-tomática. Tienen que empezar a confluir algu-nos, para después confluir más. Estamos ahoraen una fase más previa donde se han roto loscontactos de todos con todos. Y a esta incomu-nicación se añade ahora otro problema y es que

Iñak

i G

abil

on

do

G iza r te es-

p a i n o l i s t a o s o-

a k o n a r t u e g i n

b e h a r k o l u k e , h a-

s e r r e t u g a b e , h e m e n

bade l a ga t azka ba t a s-

p a l d i t i k ; n a z i o n a l i s-

m o a k , b e r r i z , g a-

t a z k a h o r i h i l

edo b iz ikoa ez

d e l a o n a r t u

b e h a r k o

l u k e .

Page 72: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :4 de 8 . Iñak i Gab i londo : “no me e spe raba e l r eenganche gene rac iona l de ETA” , Xab ie r Lap i t z y Son ia Hernando

HB no pinta absolutamente nada y ETA, quesí pinta, no se conforma más que con todo. Yoquisiera saber por qué ETA iba a dejar las ar-mas si se consigue el derecho de autodetermi-nación y sale en sentido negativo para sus inte-reses. ETA no da esperanzas de que puedahaber encuentro de posiciones; puedo imagi-nar posiciones de encuentro con HB, peroahora no pinta nada, no tiene autonomía y poreso estoy desesperanzado.

- ¿Ese "ETA no se conforma más quecon todo" significa que hubo ingenuidad enlos partidos que se acercaron a ETA creyendoque ésta podía hacer política?

- Yo no culpo al nacionalismo de la ac-tual situación y mucho menos le culpo de laviolencia, pero sí creo que el nacionalismo hacometido históricamente el error de no haberelogiado todo lo que se había conquistado. Elhecho de permitir que haya una generaciónque piense que estamos como antes, que esta-mos oprimidos, que esto es como durante elfranquismo ... todo ese discurso ha sido posibleporque el nacionalismo democrático, sin darsemucha cuenta de las consecuencias, no ha con-trapesado suficientemente el discurso reivindi-cativo con el valorativo de todo lo que tene-mos. Jon Juaristi cree que esto forma parte deun pérfido plan. Yo creo que forma parte de unmal cálculo. Estoy seguro de que ahora conuna perspectiva histórica, los nacionalistas hu-bieran jugado de otra manera. Los nacionalis-tas deben hacer una lectura de su error, no desu pecado, pero sí de su error.

-¿Deberá pasar otra generación paraque veamos una solución?

-A mí lo que me espanta y además nome lo esperaba es el reenganche generacionalde ETA. Soy un profeta fatal porque yo pensa-ba que cuando llegara el momento del relevogeneracional de ETA, los chicos se dirigirían asus padres para decirles que no, que se dejasende banderas que ellos estaban a otra historia.Para mí ha sido una verdadera sorpresa. Quizásla imagen que más grabada se ha quedado en

mi retina es la de los cuatro secuestradores deJosé Antonio Ortega Lara. Unos tíos aparen-temente muy normales que pudieron con-vivir, seguir con sus vidas mientras sabíande un auténtico drama. Es que esos sonnosotros, salen de nuestro pueblo, noforman parte de ningún subgrupo delque yo no me haya enterado de suexistencia. Es que son nosotros. Meresultó muy duro cuando entendíque los hijos de éstos posible-mente se nos habían escapado.

- Cuando va a Euska-di, ¿detecta más preocupa-ción, más miedo?

- Lo que máspercibo es desesperan-za. Y en segundo lu-gar he creído verchispas de desen-cuentro agudas.Lo mismo quelos políticos se terminan pareciendo a los gui-ñoles del Canal +, las sociedades terminan pa-reciéndose a lo que se dice que son. He notadoque los ciudadanos vascos se empiezan a colo-car en un bando o en otro. Significando su na-cionalismo o su no nacionalismo, cuando la re-alidad siempre es mucho más compleja y cadanacionalista por ejemplo tiene dentro de su al-ma mil matices que no tiene ninguna otra per-sona.

-¿Cuál es la mejor fórmula para frenarese proceso?

- Yo solo sé que me he criado en la con-fluencia del nacionalismo y el no nacionalis-mo. De la misma forma que la mitad de mi fa-milia es nacionalista y la otra mitad no. Y noshemos querido mucho y nos hemos respetado

I ñak

i G

abi l

on

do

"Estamos en un piso aún muy bajo, estamos enprimero de esperanza si todavía no sabemos sipodemos apelar al diálogo"

7 1

Page 73: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

7 2

he rmes n º :5 de 8 , I ñak i Gab i londo :“no me e spe raba e l r eenganche gene rac iona l de ETA” , Xab ie r Lap i t z y Son ia Hernando

siempre. Como además en los últimos doceaños el PNV y el PSE han conformado ese jue-go, creo que este tipo de confluencia es mejor,porque la fractura tiene más riesgos y se tensademasiado la cuerda en posiciones extremas.Cuando el PP plantea que tiene que ganar por-que "está en juego la democracia" yo no entien-do nada; y ése es el problema del PP, que seplantea los retos como cruzadas. Esa sobreac-tuación, ese exceso tensa todo de forma muy

dramática. Ese planteamiento en pri-mer lugar me parece una bobada, ensegundo lugar me parece poco demo-crático y en tercer lugar, tratándose deEuskadi, me parece peligroso.

Al que le veo con más cara deno estar enterándose de nada es al PP,

pero según mis noticias este partido está empe-zando a dudar. Todo se lo juega a órdagos, loque le da después muy poca capacidad de ma-niobra. Ahora tiene el problema de que si no ga-na las elecciones autonómicas se mete en la bo-ca del lobo porque toda su apuesta ha idoencaminada precisamente a ganar.

-¿Cree que son necesarias unas eleccio-nes anticipadas en Euskadi?

- Esta situación no se puede soportar pormucho tiempo. El otro día estuve hablando conel lehendakari mucho tiempo y él me planteabaque efectivamente ya se ha dado cuenta de queen un plazo no muy largo tienen que convocarelecciones. Lo que a él le gustaría es convocarlasen un ambiente un poco más calmado para queno añadamos la tensión electoral a la que yaexiste. Pero ¿cómo puede saber el lehendakarique el tiempo juega a su favor y no en su con-tra? Yo le encontré al lehendakari metido en unaverdadera tragedia. Tragedia en sentido griego,que significa que tiene dos opciones y las dosson malas.

-¿Por qué?

- Hasta ETA nos condiciona en eso. Tie-nen, por desgracia, el timón y el reloj. ¿Qué pa-saría si ETA mata a tres concejales del PP, ade-

más de la barbaridady el espanto que esosupone? ¿Qué pasa-ría si ETA declarauna tregua unilate-ral con un emplaza-miento claro alPNV para que aban-done planteamien-tos intermedios?ETA tiene el as en lamanga para estarviendo el espectácu-lo y sentado poderelegir quién gana yquién pierde. Elpropio PSOE no sa-be muy bien cómoencarar este asunto,cómo torearlo... ¿có-mo iban a soportarlos del PSE el asesi-nato de concejalesdel PP?

-¿Ve posibleen Euskadi una"fórmula británi-ca", esa que permi-tía sacar de los pro-cesos electorales losatentados del IRApara que no afecta-ran a las relacionesentre partidos?

- Yo no sé através de qué proce-so, de cuánto dolormás se llega al con-vencimiento al quese llegó en Irlanda.Yo creo que ahoramismo no estamosen ese punto, aun-que no sé cuántas lá-grimas nos quedanpara llegar a ello. Entorno a un dramacomo ETA no se ha

Iñak

i G

abil

on

do

"Que vau t - i l mieux

¿ c o n s i d é r e r i n s o l u-

b l e u n p r o b l è m e e n

la i s san t l a soc i é t é

s e f a m i l i a r i s e r

a v e c c e t t e p a t h o l o-

g i e o u v i v r e l a c r i-

s e a i g u ë q u e n o u s

c o n n a i s s o n s à c e

j o u r c o m m e c o n s é-

q u e n c e d u f a i t

q u ' o n a t e n t é d ' a f-

f r o n t e r l e p r o b l è-

m e e n f a c e ? J e

c r o i s p o u r m a p a r t

q u ' i l v a u t m i e u x

o p t e r p o u r l a s e-

c o n d e s o l u t i o n "

" I l s t i e n n e n t , m a l-

h e u r e u s e m e n t , l e

g o u v e r n a i l e t l e t i-

ming . Que se passe-

rai t - i l s i ETA tuai t

t r o i s c o n s e i l l e r s d u

P P , o u t r e l a b a r b a-

r i e e t l ' h o r r e u r q u e

ce la suppose ? Que

se pa s se r a i t - i l s i

ETA déc la ra i t une

t r ê v e u n i l a t é r a l e

a c c o m p a g n é e d ' u n e

m i s e e n d e m e u r e

a u P N V a f i n q u e

c e l u i - c i a b a n d o n n e

d e s p o s i t i o n s i n t e r-

m é d i a i r e s ? "

Page 74: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :6 de 8 . Iñak i Gab i londo : “no me e spe raba e l r eenganche gene rac iona l de ETA” , Xab ie r Lap i t z y Son ia Hernando

conseguido que las fuerzas políticas elaborenuna estrategia común. Lo inteligente sería hacercomo, por ejemplo, hacen un montón de ma-trimonios cuando se separan. Parejas que a pe-sar de tener posiciones completamente diver-gentes elaboran una estrategia común frente auna situación grave como la de un hijo comúncon un problema como el alcoholismo o las dro-gas. Es una cuestión de sensatez.

En este momento hace falta la políticaque se vivió en procesos excepcionales como laelaboración de la Constitución o la Transición.Se precisa la política grande que ahora no se ve.Cuando es necesaria la paz, los partidos se apro-ximan hacia la paz desde las posiciones en lasque están, sin tener que hablar de un precio apagar por la paz. Pero ahora mismo hasta las pa-labras están malditas.

- Diálogo también se ha convertido enuna palabra maldita.

-Es que no es normal tampoco que aho-ra mismo la palabra diálogo se haya convertidoen una especie de llave. ¿Diálogo sí o diálogo

no? Es que eso ya es muy significativo de lamagnitud del problema ante el que nos encon-tramos. Estamos en un piso aún muy bajo, esta-mos en "primero de esperanza" si todavía no sa-bemos si podemos apelar al diálogo. Cuandoademás hace no mucho interlocutores designa-dos por el Gobierno de Aznar estuvieron ha-blando nada más y nada menos que con ETA. Yde esto no hace cincuenta y siete siglos, sino ha-ce muy poco.

“Como periodistas sólo nos

queda la hones t idad”

- Abordando el asunto de la opinión pú-blica y la influencia de los medios de comuni-cación y los profesionales de estos medios.¿Cómo ve el panorama comunicativo y la in-fluencia que ejercen en la situación política?

- La complejidad de la situación políticavasca exigiría serenidad y tiempo, y los mediosde comunicación están absolutamente dispara-dos. Uno de los dramas que está viviendo el pe-riodismo es precisamente esa asociación de ide-as de que a cada medio le corresponde unaideología que agrupa a los colectivos afines. Los

medios de comunicación dejan de ser esperadoscomo una referencia de solvencia informativa,sino que son más bien el lugar al que uno acu-de para que se certifiquen sus puntos de vista. Silos medios efectivamente comienzan a agrupar alos oyentes por grupos afines a determinadasideas, llegamos a una situación en la que losoyentes te perdonarían la insolvencia pero no latibieza. Este juego de agrupación es diabólico

"¿Qué es mejor? ¿dar por irresoluble un pro-blema dejando que la sociedad se familiaricecon esa patología o vivir la aguda crisis que vi-vimos ahora como consecuencia de que se haintentado mirar el problema a los ojos? Yocreo que lo segundo"

7 3

Page 75: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

7 4

he rmes n º :7 de 8 . I ñak i Gab i londo : “no me e spe raba e l r eenganche gene rac iona l de ETA” , Xab ie r Lap i t z y Son ia Hernando

porque acaba con el propio fin de los mediosde comunicación. Ante eso lo único que nosqueda es responder con la mayor honestidadprofesional posible. Porque en muchos casosen lugar de periodistas tenemos a agitadores. Yademás está la situación de que si criticamos,señalamos y si no lo hacemos, somos tibios oirresponsables.

Hay que jugar con honestidad. Tienesque elegir tu libertad, tu decencia profesionalporque está en juego nuestra profesión. Y esademarcación se ha podido hacer en todo elmundo. Le Figaro esun periódico de de-rechas, Le Mondeun periódico de iz-quierdas y no hay unsolo francés que secrea que Le Mondejuega con la infor-mación porque ten-ga una ideología de-terminada. Sabenque Le Monde tie-nen una mirada pro-gresista de la reali-dad y Le Figaro unaconservadora, pero anadie le parece queeso tenga nada departicular y ningúnciudadano francéscree que los perio-distas de uno u otrodiario sean desho-nestos con la infor-mación. ¿Cómo lohan logrado? Pues posiblemente se expliqueporque la sociedad francesa es mucho más ma-dura. Aquí seguramente estamos pagando ex-cesos de gente que ha abrazado ideologías contodos los sacramentos como hacen los partidospolíticos.

Se han cometido excesos horrorosos: elABC de Ansón por ejemplo. Una persona quepasa por ser un maestro de periodistas; el mis-mo Ansón que duraría en The WashingtonPost una semana. La parcialidad es tal, tan bru-tal que a esta situación hemos llegado.

- El público puede tener la sensación ola idea de que en las redacciones donde se de-ciden los temas por los que apostar está senta-do el presidente de no sé qué partido político...

- Si todos se quejan de eso es porque enalgún medio de comunicación se debe hacerasí. Todos los medios de comunicación mira-mos a los demás como si así fuera y nadie pien-sa que no hay nada raro detrás de una u otradecisión. Yo no sé si es que nos hace falta mástiempo para vivir y acostumbrarnos a la com-plejidad de la libertad. El caso de Gemma

Nierga es una metá-fora de todo lo quese está produciendo.Gemma es una mu-chacha estupendacon poca experien-cia en el zarzal éste.Hizo una aporta-ción de sentido co-mún, dijo lo que leparecía que teníaque decir habiendotenido los ojos, losoídos y el corazónabiertos. Y poco me-nos que pareció quepasó la noche ante-rior a la manifesta-ción de Barcelonaconspirando con nose sabe quién.

- ¿Y qué pa-norama se nos ave-

cina? ¿Cree que la entrada masiva de mediosen el mercado con las tecnologías digitalespuede ayudar a diluir esa tensión entre blo-ques?

- Yo suelo decir muchas veces lo que encierta ocasión me contó Manuel Marín. Élcontaba que el proceso que se estaba produ-ciendo es que se estaba invirtiendo la situacióntradicional de forma que los partidos políticoseran las organizaciones a través de las cuales segestionaban los intereses de la sociedad mien-tras que los medios de comunicación eran el

Page 76: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :8 de 8 . I ñak i Gab i londo “no me e spe raba e l r eenganche gene rac iona l de ETA” , Xab ie r Lap i t z y Son ia Hernando

escenario en el cual se dirimían esas peleas. Pe-ro ahora la situación es diferente ya que los me-dios de comunicación ya no son escenario sinoque son los nuevos catalizadores de los juegosde intereses de los colectivos sociales, habién-dose quedado los partidos convertidos en lasacademias de formación de los cuadros profe-sionales que la democracia necesita. Los me-dios por tanto ya no son escenario, sino acto-res de la pelea. Yo no sé si Manuel Marín tienerazón pero lo parece.

- Respecto a ese debate interno quesiempre surge cada vez que hay un atentado.¿Qué actitud defiende que debemos adoptarlos medios? ¿Cómo valora, por ejemplo,las palabras del ministro de Interiortras el último asesinato de losGRAPO? Él reclamaba quelos medios debíamos"parar el carro" y nohacer más propa-ganda de los aten-tados...

- Me resultó paradó-jico cuando unos días antes sedetuvo a la cúpula del GRAPO yresulta que hubo un asesinato. Yotengo muchas dudas sobre cómo debe-mos abordar los medios de comunicacióntodo esto. Con cada atentado dudo sobre có-mo lo abordo en mi programa y el tiempo quele dedicamos. Lo que sé es que cada día es másimportante que nos sujetemos al código de laprofesión, a los hechos comprobados y no ha-blar sin confirmar. A mí me sorprende muchoque Jaime Mayor Oreja sepa lo que tenemosque hacer. Dice que hay que darle poca impor-tancia a las noticias sobre terrorismo cuando élmismo no para de hablar de ello.

- Sobre la situación de la mujer¿Observa una marcha atrás en torno a ladefensa de las libertades públicas y especial-mente en todo lo que se refiere a la igualdad?¿Hay un retraso en los grandes principios?

- Franco se ha muerto hace poco y hemos

hecho muy pronto la gesticulación de lademocracia. Creo que nadie está natural toda-vía en la democracia y en el caso de la mujeresto está todavía más claro. Un día sí y otrotambién una sentencia de un juez nosdeja turulatos o nos sobrecoge unnuevo caso de violencia domés-tica. Es decir, que era men-tira que hubiéramos lle-gado tan lejos en laaceptación dela igual-d a d .

C i n c oh o m b r e sjuntos hablan-do sin mujeres esuna situación queexpresa la realidad delpensamiento que estámucho más atrás de la gesti-culación del pensamiento sobrela mujer. El proceso, como en otrascosas, nos ha pillado muy demócratasformalmente pero no hemos digerido lanaturalidad de la democracia.

Nire us-tez, Katalunia Eus-

kadi baino errealistagoaizan da beti. Euskadi dela-

eta, gogoan izaten ditut beti Ori-xek -nire greko irakasleak- esandako

esaldi batzuk greko irakaslea. Berak esatenzuen euskaldunok bi kultura ditugula gure in-

guruan, eta biak gurea baino askoz ere indartsua-goak direla; hortaz, euskal herriak intrantsigen-

tzia-puntu bat eta posibilismo-puntu bat edukibehar izaten ditu nahitaezean. Bere intrantsigentzia han-

diegia baldin bada okertu egiten da, baina gauza bera gerta-tzen da bere posibilismoa handiegia baldin bada. Euskal herriak -

esaten zuen Orixek- lortu egin du denbora horretan zeharbizirik irautea; ez dadila hil zeure belaunaldian. Nazionalis-

mo historikoak sen onez administratzen zuen joko hori,baina intrantsigentzia eta pragmatismoa uztartzeko gai-

tasun hori hautsi egin da azken urteotan. Euskadinbadirudi beste gauza batzuk gailendu zaizkiola

pragmatismoari. Agian txarra da eskuratu ezgenuen iraganaldi batez ametsak egitea...

baina ezin ukatuzkoa da herri honek ba-duela errealitate bat eta zilegizko eskubide

osoa duela bere burua ikusteko eta bizirikirauteko. Euskadi nahaste malapartatu

batean dago harrapatuta. Imajinaezazue, une batez, Euskadin ez

dugula arazo hori, hau da, ezgabiltzala gure aspaldiko

gatazka hori tiroka kon-pondu nahirik. Ba-

da, paradisuaizango litzate-

ke".

Mo

no

log

o s

ob

e la

Eu

skad

i p

osi

ble

7 5

Page 77: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

7 6

Escandinavia , cuatro paises hermanos pero bien

di fe ren tes

Los países escandinavos - Dina-marca, Finlandia, Noruega ySuecia - tienen una infinidad

de elementos en común, pero no la crono-logía de los respectivos asentamientos hu-manos: mientras Dinamarca ha seguido laevolución de Europa Central, en losotros tres la retirada de los hielos pola-res solamente permitió la aparición delos primeros pobladores hace unosdiez o doce mil años. Es decir, ladensidad demográfica fue siempretenue en los tres más septentriona-les en tanto que Dinamarca tuvomucho antes que los otros el su-ficiente número de habitantes

cómo para ser el principal Esta-do de la zona y, durante muchos

años también, un protagonista im-portante en la historia de Europa.Los rastros documentales de eseprotagonismo son constantes apartir del siglo X.

Antes de las correrías de losvikingos por Europa (siglo IX alXI), los países escandinavos vivíanmayormente en organizaciones tri-bales con una economía basada enla caza y la pesca. En Suecia, porejemplo, los primeros hallazgos deuna población sedentaria, agraria,se remontan tan sólo al siglo V d.C. Hay pocos rastros de los tiem-pos del deshielo, pero todo apuntaque a las primeras poblaciones es-candinavas, de estructuras muy

primitivas, les siguieron a partir del siglo VI a.C. migraciones de etnias diferentes y de muchomayor desarrollo cultural. El gran salto adelan-te en la estructura política y social de esos pue-blos se produjo a partir de su cristianización(siglo X en Dinamarca y XI - XII en la Penín-sula Escandinava).

Una consecuencia directa de ese "viviren el vacío" fue una acusadísima conciencia yquerencia autonómica de todos los pueblos delárea así como sus constantes enfrentamientoscon el poder central del momento así como laspresiones e influencias de los pueblos germáni-cos vecinos. Estos fueron durante siglos losgrandes competidores comerciales y también elmayor vector cultural del mundo escandinavo.

Es una ironía del destino que la primera Cons-titución absolutista de Europa surgiera precisa-mente en el marco de una monarquía electiva,la del rey danés Federico III.

Los vikingos: Europa aprende a temera los escandinavos

Nadie ha explicado de forma satisfactoriahasta ahora la súbita aparición (y también desa-parición) de los vikingos, así como el enormevigor de sus actividades mercantil-piratas y colo-

Kris tau tasunaren e tor rerak nabarmenki

bul tzatu zuen herr i hauen egi turatze pol i t ikoa.

La idea de pa t r i a pequeña rompe moldes en

los estados de la fuerza

VALENTIN POPESCU.Estudios de Derecho en laUniversidad de Barcelona,titulado por la Escuela Ofi-cial de Periodismo de Ma-drid.A partir de la primeramitad de los años 50: re-dactor jefe del semanariode información general “Sá-bado Gráfico”, redactor dela “Agencia Efe”, informati-vos “TVE”, semanarios “Ac-tualidad Española” y “ElCaso”, entre otros trabajosperiodísticos. Autor de unensayo sobre la xenofobiaen la Alemania de este si-glo.

Page 78: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 2 d e 8 . e s c a n d i n a v i a , c u a t r o p a í s e s h e r m a n o s p e r o b i e n d i f e r e n t e s , V a l e n t í n P o p e s c u

nizadoras. De tanto hablar los cronistas de las"espantosas" incursiones vikingas, casi se olvidaque los vikingos también fundaron ciudades(por ejemplo, Dublín), descubrieron tierras (lacosta norteamericana de Labrador, la Isla deGroenlandia), colonizaron territorios (Islandia,Normandía, York, Rusia, etc.), intervinieronpositivamente en la historia de Bizancio, dondellegaron a formar una especie de guardia impe-rial (siglo IX), o negativamente, cuando se alia-ron a los almogávares y establecieron relacionescomerciales estables con el califato de Bagdad.

Una de lasexplicaciones evi-dentes - pero insufi-cientes - del empujey súbita irrupciónde los vikingos(nombre derivadodel que los puebloseslavos del Bálticodaban a los extran-jeros) es la explosióndemográfica delárea provocada porlas mejoras climáti-cas. Otra teoría - ladel belga Henri Pi-renne - señala que lacitada expansióncoincide con lasconquistas árabes enAfrica y la abundan-cia de piratas en elMediterráneo, doshechos que bloque-aron el comercioNorte-Sur. Los co-merciantes-nave-gantes escandinavosse vieron forzadosasí a buscarse la vidaa la brava en el Oes-te de Europa, dondedominaban los fran-cos, y a abrir nuevoscaminos hacia elOriente Medio através de Rusia y elMar Caspio. Estateoría de Pirenneexplica también

porque desaparecen tan súbitamente las correrí-as vikingas como aparecieron : las cruzadas, lapacificación de la ribera oriental del Mediterrá-neo y la reducción de la piratería en el "MareNostrum" volvió a abrir las rutas comerciales desiempre entre Norte y el Sur.

Dinamarca

El cristianismo llegó a Dinamarca en el826 con el desembarco del monje benedictino

7 7

Page 79: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

7 8

h e r m e s n º : 3 d e 8 . e s c a n d i n a v i a , c u a t r o p a í s e s h e r m a n o s p e r o b i e n d i f e r e n t e s , V a l e n t í n P o p e s c u

Ansgar y se afianzó definitivamente a finalesdel siglo X, cuando el rey "Harald Dientesazu-les" se convierte y con él, todo el reino. O al re-vés: la monarquía se afianzó definitivamentecon la ayuda eclesial del episcopado de Brema,a cuya diócesis pertenecía el territorio danés.Porque la estructura del país era aun fuerte-mente tribal, con asambleas (los "ting") de losterritorios y el rey no era más que un "primusinter pares" elegido por las asambleas desde la

época vikinga. Así, la sucesión era frecuentefuente de luchas internas al no ser hereditaria.La alianza Iglesia-rey estuvo encaminada enprimer lugar a dar estabilidad dinástica al po-der político. Y, viceversa, este poder ayudaba ala Iglesia en su lucha contra el paganismo y lassupersticiones.

El primer rey danés que se apoya fuerte-mente en la Iglesia (y en sus tropas vikingas) pa-

Page 80: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 4 d e 8 . e s c a n d i n a v i a , c u a t r o p a í s e s h e r m a n o s p e r o b i e n d i f e r e n t e s , V a l e n t í n P o p e s c u

ra incrementar el poder monárquico es Knut,quien asciende al trono en 1080. Es el primerrey que crea impuestos en Dinamarca. En 1113los daneses tienen problemas con los vendos,pueblo báltico atrasado y muy agresivo, y conlos alemanes del Elba, generando uno de losproblemas crónicos de Dinamarca con Alema-nia : para defender su frontera sur se crea el con-dado de Slesvig bajo el mando Knud, sobrinodel rey Niels. Este Knud se había educado en lacorte sajona, estaba culturalmente sumamentegermanizado adoptó el título alemán de duque:"Herzog" y adquirió tanto poder militar comopara defender la frontera sur de Jutlandia y ser elsegundo personaje más importante delreino. Con el tiempo, la pose-sión de los territorios deSlesvig (en alemán:Schleswig) y el veci-no Holstein iba aser la manzanade la discordiaentre Dina-marca y Ale-mania hastael siglo XX,cuando la ma-yor parte deestos territoriospasa a ser defini-tivamente alema-na.

La primera era dehegemonía danesa en el Nortesurge con los Valdemar, cuyo primerrey - Valdemar el Grande - asciende al trono en1157. En este tiempo son sometidos los vendos;los pomeranos y mecklemburgues rinden home-naje al rey danés; se conquista Holstein y partede Estonia. A los 84 años de era valdemaresa si-guen tiempos difíciles con creciente intromisióngermana desde Holstein y la Liga Hanseática enel Báltico hasta que sube al trono, con ayuda ale-mana, Valdemar IV. Tras años de fortalecer laeconomía del país, este rey se enfrenta a Sueciay a la Liga Hanseática en la lucha por el comer-cio del Báltico (la pugna por el Báltico es unaconstante de la política danesa hasta este siglo);la guerra acaba en una catástrofe para los dane-ses.

Un rey para Dinamarca, Noruega ySuecia

Se puede decir que la mayor prestaciónde este rey al país fue su hija Margarita, casa-da con el rey noruego Hakon. El hijo de es-tos, Oluf, es elegido rey de Dinamarca a loscinco años de edad y Margarita asume la re-gencia, cediendo grandes prerrogativas políti-cas al consejo de los nobles. Mujer enérgica,sagaz e inteligente se libera de la tutela políti-ca nobiliaria y, económicamente, de las gabe-las hanseáticas mediante una campaña de "pi-ratería independiente" aunque dirigida por la

corona danesa. A la muerte de su marido.reclama para Oluf tanto la corona

noruega como la sueca (era nie-to del monarca sueco Mag-

nus Smek), pese a que es-ta última era al igual

que la danesa - unamonarquía electiva.Oluf muere en 1387y Margarita se lasarregla para queErik de Pomeraniasobrino suyo as-cienda al trono sue-

co tras una guerra delos dano-noruegos

contra Suecia. Graciasa esta triple unión Dina-

marca adquiere las noruegasIslas Feroe, Orkney. Shetland e

Islandia. La triple unión se sellacon los acuerdos de Kalmar (ciudad cos-

tera sueca) por los que se establece que el reydanés nombrará solamente funcionarios indí-genas en los otros dos reinos. Tal disposiciónfue respetada relativamente, muy relativa-mente, por la corona que a lo largo de losaños siguientes tuvo que afrontar en Dina-marca revoluciones campesinas y tensionessociales que acabaron por elevar al trono deCopenhague a la estirpe de los Oldemburg(Christian I). Pese a intentonas separatistas deNoruega y Suecia, también este rey asumió latriple corona. En el tema de Slesvig y Hols-tein, en cambio, su soberanía no fue por serrey de Dinamarca, sino por ser duque de esosterritorios.

L aprimera era de he-

gemonía danesa en el Nortesurge con los Valdemar, cuyo pri-

mer rey -Valdemar el Grande- asciendeal trono en 1157. En este tiempo son so-

metidos los vendos, los pomeranos y meck-klemburgues rinden homenaje al rey danés; seconquista Holstein y parte de Estonia. A los 84años de era valdemaresa crece la intromisión ger-mana desde Holstein y la liga Hanseática en elBáltico hasta que sube al trono, con ayuda ale-mana,Valdemar IV. Tras años de fortalecer laeconomía del país, este rey se enfrenta a

Suecia y a la liga Hanseática en la luchapor el comercio del Báltico, la gue-

rra acaba en una catastrofepara los daneses

7 9

Page 81: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

8 0

h e r m e s n º : 5 d e 8 . e s c a n d i n a v i a , c u a t r o p a í s e s h e r m a n o s p e r o b i e n d i f e r e n t e s , V a l e n t i n P o p e s c u

Los siguientes reyes de la dinastía Ol-demburg fortalecen el Estado (Dinamarca tie-ne la primera armada estatal y dispone de unaflota mercantil cada vez mayor) y a la burgue-sía, si bien se ceden más y más competencias yprerrogativas económicas a la aristocracia. Estapugna entre la corona y los nobles llevará a laseparación de Suecia, país que no perdonónunca la matanza de nobles que organizó Ch-ristian II en Estocolmo. Gustav Vasa, hijo deuno de los nobles degollados allá, fue más tar-de el héroe de la independencia sueca y primerrey sueco desde el convenio de Kalmar.

Protestantes por interés económico

Con Federico I Dinamarca se inclina ha-cia el luteranismo ya que esto le permite al mo-narca confiscar los bienes de la Iglesia Católica einfluir directamente sobre la nueva Iglesia. Noobstante, los católicos son aún una fuerza im-portante en el país, lo que provoca una duraguerra civil a mediados del siglo XVI que termi-na con la entronización de Christian III y eltriunfo definitivo de la Reforma. Elpaís acentúa su desarrollo comer-cial y se va enriqueciendo, perono puede evitar verse mezcla-do en la Guerra de los 30Años. La creciente impor-tancia del poderío militarsueco lleva a una ruinosaguerra dano-sueca que lle-na de gloria al rey suecoCarlos Gustavo... e indirec-tamente a Federico III de Di-namarca. Este aprovechó la ten-sión de los estamentos danesesenfrentados entre si y asustados por losejércitos suecos para lograr la primera Constitu-ción absolutista de Europa (1660) y transformarla monarquía en hereditaria.

Poco a poco Dinamarca es regida cadavez más por los gabinetes reales (paralelamentea una progresiva degeneración física y psíquicade los Oldemburg). Con la muerte (segura-mente, asesinato) de Carlos XII de Suecia sellega a una paz entre Suecia y Dinamarca tras84 años de guerras casi ininterrumpidas. Es en

esta época - finales del siglo XVIII - cuando seproduce la emancipación del campesinado da-nés y las grandes reformas rurales,

Las guerras napoleónicas obligan a Di-namarca a alinearse con el vecino más podero-so - Francia - lo que al final le costará la pérdi-da de Noruega y otros territorios así como ladestrucción casi total de Copenhague por losbarcos de lord Nelson.

En la segunda mitad del siglo XIX lossentimientos nacionalistas agudizan el proble-ma de la soberanía sobre Slesvig y Holstein y,aprovechados por Bismarck para forjar la uni-dad alemana, dan pie a una serie de guerras ne-gativas para los intereses daneses. Todo estooriginará años de poder político para el PartidoLiberal-Nacionalista danés.

El siglo XX, con sus dos guerras mun-diales, origina grandes cambios en el país: pér-dida de las posesiones en las Indias Occidenta-les y la solución del conflicto de SlesvigHolstein; la parte septentrional del primero se

declara danesa y se incorpora a Dinamarcaen tanto que el resto pasa a ser ale-

mán. Schleswig Holstein es hoyuno de los Estados federados

de la RFA.

Suecia

Como en Dina-marca, en Suecia el paso

de un conjunto de tribuscon jefes y reyes propios a

una reino más o menos unidose produce después de la llegada

del cristianismo. El primer rey "nacio-nal" del que se tiene noticia es Olof Stötko-nung, en el año 1001. Constancia de un reysoberano de los territorios suecos habitados setiene apenas en 1130 con Sverker el Viejo; detodas formas, es casi seguro que la autonomíade las poblaciones seguía siendo muy grandeen este siglo y parte del siguiente.

A partir del siglo XIII la influencia e in-tromisión danesa se hace muy fuerte en Sueciay las convulsiones política internas culminan

Criblé de dettes à lasuite de la guerre d'indé-

pendance, le nouveau roi copiele danois Frédéric Ier et adoptele luthéranisme de manière àpouvoir confisquer propriétés etavoirs de l'Eglise catholique, etainsi renforcé, proclame la

monarchie héréditaire enSuède

Page 82: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 6 d e 8 . e s c a n d i n a v i a , c u a t r o p a í s e s h e r m a n o s p e r o b i e n d i f e r e n t e s , V a l e n t í n P o p e s c u

en el siglo XIV con la llamada "carta magnasueca" que impone al rey pedir el consenso delconsejo real para ordenar nuevos impuestos;no nombrar a ningún extranjero consejero oadministrador de territorios; y ser un Estado deDerecho en el que no se puede castigar a nadiesin juicio previo. De 1389 a 1521 Suecia estásometida a la corona danesa (los acuerdos deKalmar) y padece una ola de miseria provoca-da por las epidemias de peste.

El penúltimo acto del reinado danés -ya muy contestado por los aristócratas locales -es la matanza de nobles suecos en Estocolmo(1517). El hijo de uno de los ajusticiados allí,Gustav Vasa, se pone al frente de las rebelionesde Dalma y Samalabd (Suecia) y, con la ayudade la ciudad hanseática de Lübeck (gran rivalde los daneses en el comercio del Báltico) de-rrota a Dinamarca y se proclama rey de Sueciael 6 de junio de 1523.

Protestantes por razones económicas

Acogotado por las deudas de la guerrade independencia, el nuevo rey copia al danésFederico I y adopta el luteranismo para poderconfiscar propiedades y haberes de la IglesiaCatólica y, fortalecido así, proclama en 1544 lamonarquía hereditaria en Suecia.

La Guerra de los 30 Años origina años degloria para el país, una profunda modificaciónde las estructuras socioeconómicas (la coronavende sus tierras para poder financiar la guerra,lo que da lugar a nuevas empresas y fortunas) ysienta las bases de la profunda crisis que iba a se-guir tras la muerte de Carlos XII. Como su rivalcatólico Wallenstein en la Guerra de los 30Años, Gustavo Adolfo suma triunfo tras triunfoporque aúna el genio militar al talento adminis-trativo de llevar el negocio bélico. Fruto de estasvictorias es el control sueco del Báltico. En estetiempo - en realidad, durante casi dos siglos - elpaís contempla una creciente rivalidad entre lacorona y la aristocracia.

La figura de Carlos XII domina la histo-ria sueca del siglo XVIII. Genio militar comoGustavo Adolfo y "financiero de la guerra" me-

jor aún que aquél o Wallenstein, Carlos XIIarruina al país en una serie de guerras que aca-ban dejando exhaustas el Tesoro sueco y des-poblada la nación entera. Su obsesión guerreraes tan notoria que en 1717 es asesinado - ofi-cialmente, "herido mortalmente" - durante elasedio de Fredriksen, en la frontera noruega.La muerte de este rey fue un descalabro tam-bién para la corona, porque su sucesor y cuña-do - Federico I, duque de Hesse - tuvo que re-nunciar al modelo absolutista de monarquía.El absolutismo retornará a Estocolmo conGustavo III, quien se aprovecha del odio entrearistocracia y los demás estamentos del reinopara sumir todo el poder.

Juan Carlos XVI (Bernadotte) y la pér-dida de Noruega

Napoleón no toleró la neutralidad deSuecia y aprovecho la falta de herederos deCarlos XIII para imponer a su general JuanBernadotte como nuevo - con el nombre deJuan Carlos XIV - rey de Suecia. Desde el pri-mer momento el nuevo rey se proclamó suecohasta la médula y no sólo no siguió los dicta-dos de París sino que reclamó de Dinamarca,aliado de Francia, la cesión de Noruega altiempo que aseguraba al zar Alejandro I que nopensaba recuperar Finlandia. Al mismo tiempocomenzó negociaciones secretas con Gran Bre-taña. Y cuando las tropas francesas penetraronen la Pomerania sueca estas alianzas culmina-ron para que las tropas suecas se uniesen a losaliados que estaban aplastando los restos de la"grand armée" napoleónica. Después de la ba-talla de Leipzig perdida por Napoleón, los sol-dados suecos entraron en Dinamarca y obliga-ron en la paz de Kiel (1814) al rey danés aceder Noruega a Bernadotte. Los noruegosquerían la independencia y se opusieron en unprimer momento, redactando una Constitu-ción propia, pero al ser derrotados en una bre-ve guerra aceptaron la unión con Suecia. Estareconoció la reciente constitución con la únicaslimitaciones derivadas de la corona común. Launión duró hasta 1905. Suecia pasó en la pri-mera mitad del siglo XIX de una fuerte crisiseconómica a una fase de prosperidad, revolu-ción industrial y reformas sociales incluidas.

8 1

Page 83: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

8 2

h e r m e s n º : 7 d e 8 . e s c a n d i n a v i a , c u a t r o p a í s e s h e r m a n o s p e r o b i e n d i f e r e n t e s , V a l e n t í n P o p e s c u

Aquí hay que señalar que las últimas fueronmás profundas que la primera, sentando Sueciaya las bases de su primacía como adelantado dela conciencia social de los poderes públicos.Los avances sociales prosiguieron en la primeramitad del siglo XX (voto femenino, elección li-bre para la Cámara Baja, etc.) y tras la I Gue-rra Mundial el país gozó de un auténtico "bo-om" económico que reforzó su voluntad demantenerse neutral también durante la II Gue-rra Mundial.

Noruega

Esta nación de 13 ha-bitantes por Km cuadradovio siempre condicionadasu política por esta "tenui-dad demográfica" que, ensu aspecto positivo, conta-biliza una tolerante formade convivencia... que no ex-cluye en los últimos tiemposciertos brotes xenófobos. De todasformas, la actitud de los noruegos conla población sami - los lapones - es enorme-mente respetuosa. Claro que típicamente no-ruego, respeto no quiere decir criterio único. Yasí este país de 4.000,000 de habitantes tienetres lenguas oficiales; dos de todo el territorio -noruego moderno y clásico, más próximo alalemán - más la de los sami.

Debido al aislamiento de los núcleos depoblación, la unificación del país resultó siem-pre algo muy relativo y partió de los territorioscercanos a Oslo. Como en el caso de Suecia, elprimer rey "nacional" aparece en el siglo XI(1060) y la primera diócesis católica data del1100. El paralelismo con Suecia es muy fuerteen casi todos los aspectos - adhesión al protes-tantismo, tensiones con Dinamarca, etc. - perosu escasa demografía obliga a Noruega a hacersiempre el papel de segundón hasta que en1536 pasa a formar parte del reino de Dina-marca (véase más arriba). Las guerras napoleó-nicas le permiten a Bernadotte unir Noruega asu corona, pero la resistencia nacionalista deesta fuerza al rey sueco a respetar la Constitu-ción que se habían dado los noruegos tras la

guerra suecodanesa. Las tensiones centrífugasvan creciendo con el tiempo en Noruega y aprincipios del siglo XX surge la llamada "crisisde los cónsules" (Oslo quería tener los suyospropios al margen de los suecos) y en 1905 am-bos reinos se separan definitivamente sin gue-rra alguna.

Finlandia

Como el resto de las naciones de laPenínsula Escandinava, Finlandia

sufre un proceso de colonizacióncondicionado por la retirada

de los glaciares. Los primeroshabitantes aparecen haceunos 10.000 años y las pri-meras oleadas de poblado-res, orientales, tienen el ló-gico escaso desarrollo

cultural y social. Estos pri-meros habitantes son el ori-

gen de un tercio de la pobla-ción actual del país mientras que

el resto es de origen occidental y bálti-co. No obstante, la estructura del idioma ac-tual se debe en gran parte aún a ese primercontingente de emigrantes del grupo ugro-fi-nés. Muchos finlandeses se sumaron a las co-rrerías de los vikingos suecos que se dirigían aConstantinopla a Bagdad.

También en Finlandia la cristianizacióncomienza en el siglo XII (pero fruto de la ac-ción misionera inglesa y no a la alemana, comoen los otros países escandinavos) y su focoprincipal es la región de Turku, en el centro dela nación. Forman parte de la cristianizaciónpor el sable las llamadas "cruzadas suecas" ha-cia los más lejanos territorios finlandeses delNorte y Este. Los intentos de expansión suecahacia el Este crea choques con los rusos deNovgorod y Finlandia es hasta el siglo XIII unatierra de nadie con mucha más presencia sueca.Apenas en el XIV se establece una línea diviso-ria entre Suecia y Novgorod que es al mismotiempo frontera política, religiosa y cultural:los finlandeses occidentales quedaban unidos aSuecia en tanto que los carelianos pasaron a serortodoxos. Posteriormente parte de Carelia fue

A finales del s. XIX, laprogresiva finlandización

de la cultura e institucionesirritó a Rusia y un gobernadorgeneral suyo en Finlandia inten-tó imponer por la fuerza unarusificación: fue el comienzo

del enfrentamiento entrelos dos países

Page 84: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 8 d e 8 . e s c a n d i n a v i a , c u a t r o p a í s e s h e r m a n o s p e r o b i e n d i f e r e n t e s , V a l e n t í n P o p e s c u

anexionada a Suecia y luego al Gran Ducadode Finlandia. De todas formas, la anterior per-tenencia no diferenciada de los territorio fin-landeses a Suecia no impide que en el sigloXIV se registre un fuerte impacto cultural ale-mán debido al comercio con la Liga Hanseáti-ca. El rasgo más "definido" de la existencia deuna entidad política finesa en el reino sueco esla participación de los estamentos y magistra-dos fineses en la elección del rey sueco.

La independencia sueca lograda porGustav Vasa en el XVI y la implantación de laReforma alienta los idiomas nacionales en elreino sueco, pero también en los territorios fin-landeses. Al mismo tiempo, los beneficios de laincautación de bienes católicos impulsó a lacorona sueca a anexionarse los territorios des-habitados del N y NE de Finlandia y promoversu colonización.

Mientras cultural e idiomáticamenteFinlandia asumía cada vez más de Suecia du-rante el siglo XVIII (sin olvidarse que tambiéncrecía simultáneamente la influencia alemana),las guerras con Rusia y - sobre todo - las victo-rias y consiguientes ocupaciones por las tropasrusas crearon una fuerte rusofobia en el ámbi-to finés. La tercera ocupación (1808/9, tras lasde 1721 y 1743) pretendía ser permanente,por lo que Finlandia fue convertida en Estadoautónomo con Dieta propia; era el Gran Du-cado de Finlandia con capital propia: Helsinki.Esa valoración política de Finlandia no se de-bía al interés económico o demográfico del pa-ís, sino a su importancia estratégica para Rusiadesde que la capital rusa era San Petersburgo.La integración finlandesa en Rusia fue muy in-tensa y valiosa, hasta el extremo de que de los3.000 oficiales fineses que sirvieron al zar cer-ca de 400 llegaron a generales o almirantes.

A finales del XIX, la progresiva finlandi-zación de la cultura e instituciones irritó a Ru-sia y un gobernador general suyo en Finlandia- Bobrikov - intentó imponer por la fuerza unarusificación; fue el comienzo del enfrentamien-to entre los dos países. El proceso siguió conlos inevitables altibajos hasta que la revoluciónbolchevique de 1917 dio a Finlandia la opor-tunidad de independizarse, cosa que fue acep-

tada y reconocida por el Gobierno de Lenin el31 de diciembre de 1917. Pero sin retirar porello las tropas rusas del nuevo Estado. La vin-culación militar y hasta política - en esta épocase hablaba políticamente de una "Finlandiablanca" y una "Finlandia roja" - a Rusia era tanfuerte que Gran Bretaña y los Estados Unidostardaron año y medio en reconocer a la nuevanación.

Las guerras con Rusia

Finlandia pasó fuertes crisis políticas, al-gunas como la del 1932, bordearon el golpe deEstado, pero el país se mantuvo fiel al parla-mentarismo. A falta de una mayor crisis inter-na se produjo una externa: la agresión soviéticade 1932, pretextada por la necesidad de laURSS de disponer de bases defensivas en lasorillas del Báltico. Bajo el mando del mariscalMannerheim - formado en las filas del ejércitozarista - Finlandia hizo una resistencia heroica,pero acabo capitulando en marzo de 1940. Ce-dió la base de Hanko y retrajo su fronteraoriental; perdía con ello un 10% del territorioy de la población. Esto explica que al atacarAlemania a la URSS en 1941 Finlandia seuniera al III Reich contra el enemigo común.Al final Finlandia volvió a capitular y la fronte-ra volvió a ser la de 1940, pero recuperó Han-ko. Económicamente la paz significó tambiénla orientación durante mucho tiempo de laproducción finesa hacia los mercados del Esteeuropeo. A partir de 1960 vuelve a regir el pa-ís el eje económico y financiero suecofinés.

8 3

Page 85: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

8 4

Mapa sociolingüístico de Euskal Herria

Evoluc ión soc io l ingü ís t i ca de nues t ras

l e n g u a s

A la hora de intentar retratar o derealizar la "radiografía" actualde los trazos generales de la

evolución socilongüística de Eus-kal Herria, lo primero que deberí-amos de subrayar es la falta abso-luta de datos oficiales homogéneosque abarquen al conjunto del te-rritorio en cuestión.

Los censos del País VascoNorte carecen totalmente de pre-guntas relativas al conocimiento yuso del euskera y del francés mien-tras que los censos y padrones mu-nicipales de habitantes realizadosen la Comunidad Autónoma Vascay la Comunidad Foral de Navarra

que sí han incorpora-do preguntas relativasal conocimiento deleuskera, a la lenguamaterna y a la lenguade uso en casa, no lashan incorporado almismo tiempo. Enconsecuencia, hay una dificultadañadida muy importante a la horade intentar mostrar la evolución so-ciolingüística comparada entre lostres territorios de Euskal Herria.

Por ello, la Viceconsejeríade Política Lingüísticadel Gobierno Vascoplanteó, en 1991, lanecesidad de realizarla primera encuestasociolingüística de

Euskal Herria, encuesta que se volvió a realizaren 1996 con el objeto de disponer de unos mí-nimos datos desde el punto de vista no sólosincrónico sino también diacrónico.

La diversidad lingüística esla nota predominante de EuskalHerria

La encuesta sociolingüísticade Euskal Herria de 1996, llevadaa cabo por la Viceconsejería de Po-lítica Lingüística del GobiernoVasco, en colaboración con la Di-rección General de Política Lin-güística del Gobierno de Navarray el Instituto Cultural Vasco delPaís Vasco norte define al conjun-to de la población en cuatro gru-pos distintos, en función del gradode competencia lingüística relativaque tienen los ciudadanos mayo-res de 15 años entre las dos len-guas en contacto, a saber, euskeray castellano en la Comunidad Au-tónoma Vasca y la Comunidad

Foral de Navarra, por un lado, y euskera y fran-cés, en el País Vasco norte:

Monolingües euskaldunes: hablan"bien" euskera y no hablan "bien" erdera. Re-presentan el 0,5% de la población de EuskalHerria, en números absolutos unas 12.400personas.

Ipar Euskadikoerroldek ez duteinolako galderarikegiten euskarareneta frantsesarenezagutzari eta era-bilerari buruz. EAE-ko eta Nafarroakoerroldetan, ordea,gisa horretako gal-derak erantsi dizki-gute, baina ez aldiberean. Horrenbes-tez, zailtasun bere-ziak ditugu hiru lu-rralde horietakobilakaera soziolin-guistikoak alderatuahal izateko

La recuperación del euskera se está realizando de forma in-tensa y continuada en la Comunidad Autónoma Vasca y conun ritmo mucho más lento en Navarra. Por contra, en el Pa-ís Vasco Norte la regresión del euskera es ininterrumpida

XABIER AIZPURUA.Licenciado en Filología Vas-ca por la Universidad deDeusto en 1985. Directorde coordinación y Promo-ción del Euskera del Depar-tamento de Cultura delGobierno Vasco desde1995 hasta marzo de 2.000.Secretario del ConsejoAsesor del Euskera. Funcio-nario de la Secretaria Ge-neral de Política Lingüísticadel Gobierno Vasco. Profe-sor en el Instituto de Lau-dio y director del EuskaltegiRicardo Arregi de San Se-bastián hasta 1985.

Page 86: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :2 de 8 . mapa soc io l ingü i s t i co de euska l he r r i a , Xab ie r A izpu rua

Bilingües: se desenvuelven "bien" o"bastante bien" tanto en euskera como en er-dera. Este colectivo supone el 22% de la po-blación, alrededor de 534.100 personas. Den-tro de este colectivo, más de un tercio afirmanque se expresan con mayor fluidez en erderaque en euskera (38% de los bilingües, unas203.000 personas).

Bilingües pasivos: saben hablar "algo" eneuskera o, si no lo hablan, lo comprenden o le-en "bien" o "bastante bien". Representan el14,5% de la población, unas 352.900 personas.

Monolingües erdaldunes: sólo saben ha-blar español o francés. Son el 63% de la pobla-ción, alrededor de 1.528.700 personas. Es elcolectivo predominante en los tres territoriosde Euskal Herria (80,6% en Navarra, 64,2%en el País Vasco Norte y 58,5% en la Comuni-dad Autónoma Vasca).

La comparación de estos resultados conlos obtenidos en la encuesta sociolingüística de1991 arroja como conclusiones más importan-tes las siguientes:

Los monolingües euskaldunes han des-cendido a la mitad pasando de 23.500 a12.400 personas. Son personas de avanzada

edad, la mayoría superan los 64 años, por loque su tendencia es a la desaparición.

En la Comunidad Autónoma Vasca elnúmero de bilingües de más de15 años se ha incrementado enmás de 35.000 personas (pa-sando de 401.500 a 438.400)entre 1991 y 1996. Pero sicomparamos los datos del cen-so de 1981 y los del padrónmunicipal de habitantes de1996, relativos al conjunto dela población, se observa que, enese período de 15 años, el nú-mero de euskaldunes ha au-mentado en casi 200.000 per-sonas (190.682) lo que hasupuesto pasar del %21,9 sobrela población total al %30,9(del 4% al 14,5 en Álava; del40% al 49,8% en Gipuzkoa; ydel 15,2% al 23,8% en Biz-kaia).

En Navarra el incremen-to de bilingües, entre 1991 y1996, es de alrededor de 3.500personas pasando de 37.500 a41.000 personas.

EUSKAL HERRIAP. VASCO NORTE

TERRITORIOS

CAV NAVARRA

n.º (%) n.º (%) n.º (%) n.º (%)TOTAL

2.428.100 100,0 1.778.500 100,0 437.200 100,0 212.400 100,0

Monolingüeseuskaldunes 12.400 0,5 9.800 0,6 1.100 0,2 1.500 0,7

Bilingües 534.100 22,0 438.400 24,7 41.000 9,4 54.700 25,7

predominio euskera159.600 29,9 128.500 29,3 13.400 32,7 17.600 32,2

equilibrados 171.500 32,1 141.700 32,3 11.800 28,9 18.000 33,0

predominio erdera 203.000 38,0 168.200 38,4 15.800 38,4 19.000 34,8

Bilingües pasivos 352.900 14,5 290.200 16,3 42.800 9,8 19.800 9,3

Monolingüeserdaldunes 1.528.700 63,0 1.040.000 58,5 352.300 80,6 136.400 64,2

Euskaldun ele-bakarren kopu-rua erdira jaitsida. EAEn, 35.000elebidun berriedo gehiago di-tugu, eta joeraantzekoa da Na-farroan, bertan3.500 pertsonaelebidun gehia-go baitituguorain, hau da,41.000 pertso-na. Ipar Euska-din, ordea, be-hera egin duelebidunen ko-puruak: 6.000pertsona gutxia-go azken bosturteotan

8 5

Page 87: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

8 6

he rmes n º :3 de 6 . mapa soc io l i ngü i s t i co de euska l he r r i a , Xab ie r A izpu rua

En el País Vasco Norte, en cambio, elnúmero de bilingües se ha visto reducido enmás de 6.000 personas.

En definitiva, se podría afirmar que elarquetipo de los distintos grupos de hablantes,en constante cambio y evolución, respondehoy en día a las siguientes características:

Los monolingües euskaldunes, es decirlos que hablan euskera y no hablan erdera secaracterizan porque han nacido en Euskal He-rria, de padres euskaldunes y su primera lenguaha sido el euskera; su entorno familiar y socialpróximo es totalmente euskaldun; son mayoresde 50 años, la gran mayoría superan los 64años, y apenas tienen estudios, ni siquiera pri-marios; residen principalmente en zonas no ur-banas; están muy interesados por el euskera y

son partidarios de su promoción.

Los bilingües, es decir, losque hablan tanto euskera co-

mo erdera se caracterizan por-que han nacido en Euskal Herria,

en su mayoría de padres euskaldunes; lagran mayoría han tenido como primera len-

gua el euskera, aunque una minoría relativa-mente importante (17%) han tenido comoprimera lengua el erdera, esto es, casi uno decada cinco son "euskaldunberris"; su entornofamiliar es mayoritariamente euskaldun, perono tanto el de amistades y trabajo; estánmuy interesados por el euskera y sonpartidarios de su promoción; aun-que la mayoría residen en muni-cipios de menos de 25.000habitantes, la tercera partereside en zonas semi-urbanas o urbanas.Los bilingües pasi-vos, es decir, los que sa-ben hablar algo el euskerase caracterizan principalmentepor su juventud, dos de cada tresson menores de 35 años y la mayoríahan tenido como primera lengua el erde-ra, si bien el 17% han tenido como primeralengua euskera o ambas. Además, tienen las si-guientes características: su entorno familiar ysocial es más erdaldun que euskaldun; están in-

teresados por el euskera y más de la mitad es-tán a favor de su promoción; la mayoría resideen zonas urbanas o semi-urbanas; una décimaparte son inmigrantes y algo más de un terciohijos de inmigrantes; su nivel de estudios es su-perior a la media y la mayoría hanrealizado sus estudios en caste-llano o francés y casi dos decada tres han intentadoaprender euskera fue-ra del sistema deenseñanza.

Losm o n o l i n -gües erdaldu-nes, los que sólosaben hablar españolo francés y no entiendenel euskera, representan el63% de la población y, aunquebásicamente sus característicascoinciden con las del conjunto de lapoblación, se distinguen porque su primeralengua ha sido el erdera; su entorno familiar ysocial es mayoritariamente erdaldun; más deun tercio son inmigrantes y casi la cuarta partehijos de inmigrantes; una cuarta parte está a fa-vor de la promoción del uso del euskera, otracuarta parte en contra y el resto no se posicio-

na claramente ni a favor ni en contra; la ma-yoría residen en municipios de más de

25.000 habitantes; y tienen una edadmedia ligeramente superior a la del

conjunto de la población.

Pero acabamos deseñalar que las caracte-

rísticas de estos co-lectivos están en

constante evolución:en efecto mientras que la

recuperación del euskera seestá dando de forma intensa y

continuada en la ComunidadAutónoma Vasca y con un ritmo

mucho más lento en Navarra, en el País Vasco Norte, por el contrario, la re-

gresión del euskera es ininterrumpida. Porcontra, en el País Vasco Norte la regresión deleuskera es ininterrumpida En la Comunidad

Lesbilingues

passifs, c'est-à-dire, ceux qui savent

un peu parler le basque, secaractérisent principalement par

leur jeunesse : deux sur trois ont moinsde 35 ans et la majeure partie ont eu

pour première langue l'espagnol oule français, même si 17% ont

eu pour première lan-gue le basque ou

les deux

Alors

q u e l a r é-

c u p é r a t i o n d e l a

l a n g u e b a s q u e s e p r o-

d u i t d e m a n i è r e i n t e n s e e t

c o n t i n u e d a n s l a C o m m u n a u t é

a u t o n o m e b a s q u e e t à u n r y t h m e b e-

aucoup p lu s l en t en Nava r r e , pa r con t r e au

Pays basque nord , l a r égress ion de l ' euskara

e s t i n i n t e r r o m p u e . D a n s l a C o m m u n a u t é

a u t o n o m e b a s q u e , l e s m o n o l i n g u e s

de l angue e spagno l e son t ma-

jor i ta i res parmi les p lus

de 35 ans . e s e r-

d e l d u n

Page 88: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :4 de 6 . mapa soc io l i ngü i s t i co de euska l he r r i a Xab ie r A izpu rua

EAEn neu-rri eta ga-

rrantzi handi-ko aldaketa bat

gertatzen ari dahizkuntza mailan.

Esan beharra dago,baina, euskararen au-

rrerakadak ez duela ino-la ere gaztelania atzera

eraman. Elebitasunaren au-rrerakada horrek bai ekarri

duena gaztelaniazko eleba-kartasunaren atzerapen

nabaria izan da. Nafa-rroako gazteen arte-

an gora egin duelebidunen eta

elebidun pasi-boen kopu-

ruak, bainai g o e r a

hori as-koz ere mo-

telagoa da etaaskoz ere beran-

duago dator bertanEAEn baino. Nolanahi

ere, elebidunen pro-portzioa oso txikia da

oraindik ere, zeren 16-24 ur-te bitarteko gazteek ere ez bai-

tute %10a gainditzen. Ipar Euska-din, ordea, guztiz kontrakoa da

joera, EAEn eta Nafarroan ezbezala. Izan ere, gazteen arte-

an nabarmenki jaitsi da ele-bitasunaren proport-

zioa.dencia esjustamente a la in-

versa que en laC o m u n i d a d

AutónomaVasca y en

Navarra

Autónoma Vasca, los monolingües erdaldunes que son clara mayoría entre los ma-yores de 35 años, en torno al 70%, disminuyen considerablemente entre los másjóvenes, al 48% entre los de 25-34 años y al 30% entre los de 16-24 años. Estadisminución de los monolingües erdaldunes obedece claramente al importan-tísimo aumento de bilingües y, en especial, de los bilingües pasivos, entre losmás jóvenes.

Los análisis efectuados a partir de los censos y padrones (si bienlas definiciones y categorías utilizadas no son exactamente las mismasque los de las encuestas sociolingüísticas) ratifican claramente estamisma conclusión: en 1996, el porcentaje de castellanos mono-lingües que es del 64,7% entre la población de 85 años y más,asciende al 71,9% entre la población de 55 y 59 años, para ca-er en picado hasta el 16,3% entre la población de 10 a 14 años,segmento de edad en donde son triplicados por los bilingües que su-ponen ya más de la mitad (55,5%).

Ahora bien, hay que tener en cuenta que gran parte de estos jóvenesbilingües tienen el castellano como su primera lengua y que su ámbito de re-laciones familiar y social es eminentemente erdaldun. Por ello, a pesar de ha-blar correctamente euskera se expresan con mayor fluidez o facilidad en castella-no y apenas pueden utilizarlo fuera del ámbito escolar.

En cualquier caso, la CAV está registrando un cambio lingüístico deenorme transcendencia y proyección si bien hay que subrayar que el avancedel euskera no ha supuesto, de ningún modo, retroceso alguno del caste-

llano. Este avance del bilingüismo ha supuesto, eso sí,una disminución importante del monolingüismo cas-tellano.

En Navarra también se produce un au-mento de bilingües y bilingües pasivos en-tre los jóvenes, pero los incrementos sonmucho menores y más tardíos que en laComunidad Autónoma Vasca. En cualquiercaso, los bilingües son todavía muy minoritariospues, incluso entre quienes tienen 16-24 años ape-nas superan la barrera del 10% (11%).

Por el contrario, en el País Vasco Norte, la tenden-cia es justamente la inversa a la experimentada en la Comu-nidad Autónoma Vasca y Navarra, pues entre los jóvenes des-ciende de forma importante la proporción de bilingües y aumentala de los monolingües erdaldunes.

Los bilingües constituyen el 35% entre las personas mayores de 64años; desciende ligeramente su proporción entre las de 50-64 años, al 31%,y las de 35-49 años, al 27%; pero a partir de los 35 años el descenso es espec-tacular, al 14% entre los jóvenes de 25-34 años y al 11% entre los de 16-24. Enlos últimos cinco años ha aumentado sensiblemente el uso del euskera con los hijos,los amigos, los compañeros de trabajo y en los ámbitos más formales

Elebidunen pro-p o r t z i o a%35koa da 64urtetik gorakopertsonen arte-an; proportziohori zertxobaitjaisten da 50-64urte bitartekotaldean, %31raalegia, eta%27ra 35-49 ur-te bitartekoentaldean; 35 urte-tik behera, be-rriz, izugarria dab e h e r a k a d a :%14ra 25-34urte bitartekogazteen arteaneta %11ra 16-24 urte bitarte-koen artean

8 7

Page 89: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

8 8

he rmes n º :5 de 6 . mapa soc io l i ngü i s t i co de euska l he r r i a , Xab ie r A izpu rua

En relación con los resultados obtenidosen la I Encuesta Sociolingüística realizada en1991, se aprecia en general un aumento signifi-

cativo en el uso del euskera, que en algunosámbitos llega a ser importante, a pesar

de que sólo han transcurrido cin-co años.

En el ámbito familiar, au-menta sensiblemente el uso del eus-

kera con los hijos (seis puntos el porcen-taje de quienes utilizan principalmente el

euskera); se mantiene en la relación marido-mujer y disminuye cinco puntos en la relacióncon los padres. Ahora bien, la disminución deluso del euskera con los padres es debida a quede la generación de euskaldunes que se han in-corporado a la muestra en estos cinco años, losjóvenes de 16 a 20 años, casi la mitad, en tor-no al 6% de los actuales euskaldunes, tienenpadres erdaldunes y, por lo tanto, su relacióncon ellos tiene que ser forzosamente en erdera.Fuera del ámbito familiar, aumenta en seispuntos el uso del euskera con los amigos y loscompañeros de trabajo y en ocho puntos o másen los ámbitos más formales, ayuntamientos,bancos, servicios de salud y profesores de loshijos. En suma, el uso del euskera se mantieneestable en la familia (sólo aumenta el uso conlos hijos) y aumenta a medida que nos aleja-mos del ámbito familiar.

Desde el punto de vista del uso del eus-kera, la conclusión más importante es que gra-cias, fundamentalmente, a la incorporación deleuskera al sistema educativo, estos últimos

años, se ha incrementado enormemente el por-centaje de bilingües de la Comunidad Autóno-ma Vasca y que dicho incremento comienza anotarse en el uso del euskera entre amigos de-bido a que la densidad de euskaldunes entre losmismos está aumentando. En cambio, en la fa-milia no se aprecia aumento alguno en el usoya que los padres de los bilingües más jóvenessiguen siendo erdaldunes.

En consecuencia, durante los próximosdiez años cabe esperar un aumento importantedel número de bilingües y un aumento, aun-que menor, del uso del euskera entre amigos.Por contra, no cabe esperar un aumento im-portante del uso del euskera en la familia yaque la edad empezará a influir cuando los quehan aprendido euskera formen un hogar inde-pendiente del de sus padres.

De mantenerse la política de euskaldu-nización progresiva del sistema educativo y deconfirmarse las tendencias de estos últimosaños en lo que respecta tanto a la transmisiónlingüística a través de la familia como a la in-corporación de nuevos hablantes entre los másjóvenes, se producirán importantes cambios enla composición lingüística de las redes de rela-ciones. En consecuencia, podría llegar a darseun aumento importante del uso del euskeraentre los jóvenes de forma que en 20 años sehablaría más euskera en los hogares de los másjóvenes. En Navarra, se apuntan tendencias se-mejantes en lo que respecta a diversos aspectostales como la evolución del sistema educativo,la transmisión familiar así como a los procesos

Figura 1. Competencia lingüística segúnla edad por territorios (%)Fuente: encuesta sociolingüística de 1996

Page 90: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :6 de 6 . mapa soc io l i ngü í s t i co de euska l he r r i a , Xab ie r A izpu rua

de pérdida e incorporación de ha-blantes, entre otros. A pesar de ello,el aumento del conocimiento no haconllevado aún un aumento del usosi bien parece que, entre los más jó-venes, se está atenuando el descensoque estaba ocurriendo los últimosaños. En definitiva, en Navarra elproceso de recuperación del euskeraes, desde el punto de vista cuantita-tivo, menor y, en lo que respecta a laevolución en el tiempo, más tardíoque en la Comunidad AutónomaVasca pero las tendencias que seapuntan los últimos años permitensuponer que también aquí conlleva-rán un aumento del uso.

En el País Vasco Norte, todoslos indicadores de la evolución so-ciolingüística, la transmisión fami-liar, los procesos de pérdida e incorporación, laevolución del conocimiento, el uso familiar ysocial apuntan a una pérdida ininterrumpidadel euskera que lejos de atenuarse se acentúacada vez más y que llevan ya al euskera a nive-les tan bajos en ciertos aspectos que, de no to-mar urgentemente las medidas de promocióndel uso del euskera necesarias, no garantizan nisiquiera el umbral o mínimo necesario para supervivencia o conservación.

A modo de conclusión, megustaría destacar las siguientes ideas:

La realidad sociolingüísticade Euskal Herria es muy rica, diver-sa y compleja.

Está en permanente evolu-ción con dos tendencias contra-puestas que se manifiestan cada vezcon mayor fuerza -incorporaciónde nuevos hablantes y ámbitos deuso, en aquellos territorios dondese han adoptado medidas de nor-malización lingüística vs. regresiónininterrumpida, allá donde se care-ce de las mínimas medidas de apo-yo a la normalización de la lenguaminoritaria-. A pesar de que la in-corporación de decenas de miles denuevos hablantes es innegable, to-

davía se está lejos de alcanzar el umbral míni-mo necesario para garantizar un uso familiary social generalizado que requerirá necesaria-mente que los jóvenes bilingües opten masi-vamente por transmitir el euskera como pri-mera lengua a sus hijos.

Finalmente, el aprendizaje y uso del eus-kera no ha supuesto, en ningún caso, pérdidaalguna ni del castellano ni del francés.

Ipar Euskadin,euskara etenga-be galtzen aridela erakustendute bilakaerasoziolinguistiko-aren adierazleguztiek: familia-ren barnekotransmis ioak ,galera eta ikas-keta prozesuek,ezagutzaren bi-lakaerak, eta fa-milia zein gizar-te arlokoerabilerak

Figura 2. Uso del euskera en diferentes ámbitos. Euskal Herria (%). (Sólo euskaldunes, 1996)

8 9

Page 91: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

9 0

La evo luc ión de l a s nuevas t ecno log ías

L a rápida evolución de las Tecno-logías de la Información y Co-municaciones está cambiando

nuestra forma de vida sin prácticamente dar-nos tiempo a reaccionar y adaptarnos. Hoy endía es posible realizar cualquier tipo de activi-dad social, económica, política o cultural rom-piendo la barrera espacio temporal. En estenuevo espacio para las interrelaciones humanas

las fronteras geográficas y políticas dejande tener sentido. Este artículo comien-

za por presentar una serie de datosrelativos a la evolución mun-dial de Internet. Posterior-

mente nos centramos en cuál es lasituación actual en el País Vasco, para

terminar presentado la idea de Te-leuskópolis, la ciudad a distanciadonde los vascos/as podemos po-tenciar nuestra presencia en la red,ofertando una opción atractiva eintegradora, reforzando así nuestracultura y abriéndonos a su vez atodas las posibilidades que estenuevo espacio ciberespacial nosofrece.

Introducción

Todavía recuerdo con ilu-sión aquella época en la que empe-zábamos a estudiar geografía y elprofesor nos presentaba la compo-sición de países del mundo en unmapamundi enorme lleno de colo-rido colgado en la pared. Aun re-

cuerdo el título que podía leerse en la parte al-ta del mapa: "La Tierra: los países y sus ciuda-des más importantes". Cada país tenía asocia-do un color y el mosaico de colores formadoera muy atractivo, tan atractivo que de forma

rápida aprendimos la existencia de los distintospaíses (por lo menos aquellos que oficialmentequerían darnos a conocer), sus ciudades, cultu-ras, climas, idiomas, … ¡Incluso éramos capa-ces de asociar país con color! China era amari-lla lo cual siempre era motivo para elcomentario.

Recientemente y con motivo de la re-dacción de este artículo, he estado revisandoinformes sobre el grado de utilización de Inter-net por la población. Entre los datos que herecopilado se encuentra el grado de conectivi-dad mundial alcanzado en la red (ver figura 1)y la verdad, no pude evitar la comparación:¡Prácticamente el mapamundi de conectividadsólo presenta un color! ¿Dónde quedaba la ri-queza de colores del mapamundi que yo estu-dié?

Non geratzen ote zen eskolan ikasi nuen mapa

mundiren kolore-aniz tasuna?

Lekurik ote dugu aro digital berri honetan?

Cul tura única en la red

IÑAKI GOIRIZELAIADoctor Ingeniero Industrialpor la Escuela de Ingenie-ros Industriales y de Inge-nieros de Telecomunicaciónde Bilbao. En 19981 profe-sor de la escuela de Inge-nieros de Bilbao. Durantelos años 84 y 85 trabaja co-mo colaborador interna-cional para la StanfordReserch Institute de Cali-fornia. En 1986 funda la em-presa ADICORP., S.A.Vicerrector de RelacionesUniversidad Empresa de laUPV/EHU (98-2000). Pro-fesor de Ingeniería Telemá-tica.

Page 92: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :2 de 6 . cu l tu ra ún i ca en l a r ed , Iñak i Go i r i ze l a i a

Figura 1: Conectividad Internacional mediante Internet

El bertsolari Xalbador decía en un poe-ma suyo denominado "Herria eta Hizkuntza"("Pueblo y Lengua"), que no es posible cons-truir un país separando su tierra e idioma. De-cía que "No se puede crear un ser con esquele-to, la tierra es el cuerpo, la lengua su corazón":

Elgarri direlakotz bi gizon jazarri,gauza bat bera dute bi pusketan zarri;erakatxi nahi dut nik puskak elgarri,gure hizkuntza eta Euskal Herrikonparatzen baitut izaite bateri.Anai-arrebak, entzun ene aho-otsa:izaite bat ez daike hezur hutsez osa;herria da gorputza, hizkuntza bihotza;bertzetik berextean bitarik bakotxa,izaite horrendako segurra hil hotza.

Enfrentándose los dos hombres,rompen en dos la unidad viva.Quiero reunir lo dispersado,nuestra lengua y nuestro pueblo,porque son una misma realidad.Hermanos-hermanas escuchadme,no se puede crear un ser con esqueletola tierra es el cuerpo, la lengua su cora-zón;Separar el uno del otroes matar lo que está vivo

La lectura de este poema en el contextode la llamada "Europe"(electronic Europe, Eu-ropa electrónica) [1] siempre me ha llevado a lamisma reflexión: ¿Qué opciones nos quedan enla red a las más o menos 5000 culturas que tie-nen un cierto riesgo de desparecer? ¿Podemosconstruir nuestros pueblos sólo uniendo tierrae idioma en una sociedad global donde la rela-ción física de las personas con la tierra es cadavez menor, y donde nuestros idiomas práctica-mente no tienen presencia?

En una situación como la actual en laque parece que nos acercamos hacia una únicacultura en la red, podemos los vascos/as apro-vecharnos y afianzar nuestra identidad? ¿Tene-mos sitio en esta nueva era digital? ¿Qué debe-mos hacer?

Algunos datos sobre el avance impara-ble de la red

Estimar el número de usuarios que uti-lizan la red en el mundo resulta complicado yen el mejor de los casos los números siempreserán una aproximación a la realidad. La tabla1 muestra datos de personas "online" el pasadoJulio del 2000 ofrecidos por la empresa NuaInternet Surveys [2]. En esta fecha el númerototal de usuarios de Internet en el mundo as-cendía a 360 millones de personas.

9 1

Page 93: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

9 2

he rmes n º :3 de 6 . cu l tu ra ún i ca en l a r ed , Iñak i Go i r i ze l a i a

País Num. PersonasAfrica 3.11 millonesAsia / Pacífico 89.43 millonesEuropa 94.22 millonesOriente medio 2.4 millonesUSA y Canadá 157.24 millonesLatinoamérica 13.4 millonesMundo 359.8 millones

Tabla 1: Datos de utilización de Internet, Julio 2000

Es de destacar el imparable crecimientoque esta cifra ha experimentado en los últimosaños, habiendo pasado de unos 50 millones depersonas en 1996 a 360 millones en la actuali-dad, estimándose que para el 2005 se alcanza-rá la cifra de 765 millones. Como ejemplo cla-ro de la rapidez con que está evolucionando lared, podemos comparar el tiempo que se nece-sitó para poder poner en marcha un servicio dedistribución de energía eléctrica utilizable deforma generalizada. Fueron necesarios 50 añospara posibilitar la instalación de la primeracentral eléctrica en 1882 desde el descubri-

miento realizado por Faraday en 1831.Posteriormente se necesitaron 40 años

más para alcanzar prácticamenteel 80% de los domicilios. La

radio necesitó 38 años antes dealcanzar la cifra de 50 millones de

oyentes, la Televisión necesitó 13 añospara alcanzar esa misma cifra. Fueron nece-

sarios también 16 años para que después de laaparición del primer ordenador personal se al-canzara la cifra 50 millones de personas utili-zándolos. La comparación de estas cifras conlos datos de evolución de Internet dados ante-riormente es por sí sola suficientemente repre-sentativa.

Otro dato de interés es la presencia delos distintos idiomas en la red. La hegemoníadel inglés es total sobre el resto de los idiomas,de entre los cuales sólo 8 tienen una cierta pre-sencia en la red, algunos claramente testimo-nial. Cabe destacar que de los idiomas oficia-les en nuestro país el español tienen unapresencia del 5,8%, el francés 3,9% y el euska-ra ni tan siquiera aparece en las estadísticas.Vistos estos datos es fácil adivinar cuál sería elpensamiento del bertsolari Xalbador. Pero ade-más el avance de la red está suponiendo pro-

fundos cambios en nuestra sociedad. Práctica-mente todas las actividades para las cuales serequería presencia en el tiempo y lugar de laspersonas involucradas están superando esa ba-rrera tiempo/espacio. Hoy en día la red es elsoporte para actividades de producción, ocio,comercio, banca, escritura, salud, medios decomunicación, relaciones con la administra-ción, actividad científica, formación, transpor-te[3]…. ¡Incluso ya se ha empezado a hablar dedemocracia digital!

No hace mucho cualquiera de estas acti-vidades normales en el día a día de cualquierciudadano, requerían un desplazamiento, uncontacto con otra persona, una presentación deinformación ante una determinada audiencia,asistencia física a clase, una exploración médi-ca en consulta... Hoy todo ello es posible sincontacto físico, sin desplazamiento, sin coinci-dencia en el tiempo … Todas nuestras activi-dades pueden, si así lo deseamos realizarse enese nuevo entorno a que ha dado lugar la ter-cera revoluciónde la informacióny que se ha dadoa conocer con elnombre de gala-xia inmaterial.

Cabe des-tacar que las dosanteriores revoluciones de la información prác-ticamente no supusieron riesgo alguno paranuestro futuro. La primera de ellas tuvo lugarcon la aparición de la escritura aproximada-mente 4.000 años antes de Cristo. La segun-da tiene lugar hace unos 550 años aproxima-damente cuando Gutenberg inventa suimprenta en 1436 dando lugar a la conocidagalaxia Gutenberg en la cual hemos sabido so-brevivir a pesar de que nuestra producción nohaya sido muy significativa. Como muestravalga con recordar que el primer libro escritoen euskara se editó en 1545, prácticamente100 años después de la aparición de la impren-ta. La tercera tiene su origen en el descubri-miento del electrón hace 103 años, el cual po-sibilita la aparición de los microprocesadores(unos 10.000 en el mundo) y los ordenadorespersonales (mas de 300 millones). Hoy en día

La première révolut ion

de l ' information s 'es t

produi te avec

l 'appari t ion de l 'écr i ture

Page 94: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :4 de 6 . cu l tu ra ún i ca en l a r ed , Iñak i Go i r i ze l a i a

hay más microprocesadores en el mundo quepersonas. Según las previsiones en los próxi-mos 50 años habrá 100.000 billones de micro-procesadores conectados en esa galaxia inmate-rial, lo que posibilitará que en gran parte lasrelaciones entre las personas se lleven a cabo através de estas redes de ordenadores que se con-vertirán en nuestro nuevo entorno social.

Dentro de esta evolución imparable cabedestacar la iniciativa de la Unión Europea de-nominada "Europe una sociedad de la informa-ción para todos" [1] presentada al Consejo Eu-ropeo extraordinario de Lisboa en marzo de2000. En esta iniciativa se "propone acelerarlos cambios positivos en la Unión y garantizarque la transformación hacia la sociedad de la in-formación adopta la forma de la cohesión, y node la división de la sociedad. Se trata de inte-grar, no de fragmentar". En concreto se esta-blecen tres objetivos principales los cuales son:

Conectar a la red y llevar la era digital acada ciudadano, hogar y escuela y a cada em-presa y administración.

Crear una Europa de la formación digi-tal, basada en el espíritu emprendedor dispues-to a financiar y desarrollar nuevas ideas.

Velar por que todo el proceso sea social-mente integrador, afirme la confianza de losconsumidores y refuerce la cohesión social.

Incluso algunos autores como JavierEcheverría hablan ya de la aparición de Telé-polis(concepto propuesto por J. Echevarría[4]) la cual define de la siguiente forma: "Elnombre telépolis viene a marcar la oposiciónentre las formas clásicas de organización social(familias, etnias, pueblos, ciudades, naciones,estados, etc.) basadas en la territorialidad, lavecindad y la proximidad entre seres humanos,y la nueva ciudad, donde las interrelacioneshumanas se producen a distancia. Por oposi-

ción a los Estados, que están determinados porel territorio en el que ejercen su jurisdición, Te-lépolis es una ciudad desterritorializada, quedesborda las fronteras geográficas y políticas".

Por último también me gustaría destacarla aportación del profesor Fernando Sáez Vacas.Él dice que nos encontramos en el comienzo dela llamada "Era Ciberespacial"[5], en el cual lasinterrelaciones entre las personas se realizarán através de plataformas conectadas al ciberespaciodotadas de sensores de comunicación con elmundo físico, y basadas cada vez más en los pro-gresos de la Inteligencia Artificial. En concretocomenta: "Para mí, la Era Digital sólo represen-ta una frontera técnica. Que con ella sobreven-ga la sociedad digital, o el Homo Digitalis, co-mo algunos dicen, es una cuestión deadaptación social, cultural y antropológica, y esseguro que esa evolución será más lenta, com-pleja y tal vez dolorosa que la de la tecnología.La velocidad electrónica ha abolido la distanciafísica, pero no la distancia cultural.

Parece bastante previsible que una partemuy grande de las relaciones y actividades hu-manas y de la relación de los seres humanoscon el mundo físico y con el mundo artificialse producirá a través de este ciberespacio, queserá un sistema de globalización operado porcientos de millones de seres humanos."

Situación actual en el País Vasco

Destacamos a continuación aquellos as-pectos que consideramos de interés de cara aevaluar cuál debe ser nuestra actitud y plantea-miento concreto ante la situación generada porel avance de la red de redes.

Según los datos dados a conocer por elobservatorio Gizartel recientemente corrobora-dos por el Eustat en el estudio "Euskadi en laSociedad de la Información", son 300.000

Fueron necesarios cincuenta años paraposibilitar la instalación de la primeracentral de energía eléctrica utilizable deforma generalizada

Euskarak ez du ia presentziarik sarean;gaztelaniak, berriz, %5,8ko presentzia dugutxi gorabehera

9 3

Page 95: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

9 4

he rmes n º :5 de 6 . cu l tu ra ún i ca en l a r ed , Iñak i Go i r i ze l a i a

aproximadamente los vascos/asque se conectan a Internet, prác-ticamente un 10% de la pobla-ción de la CAPV. Estos datos sonsimilares a la media de poblaciónque se conecta a Internet en el estado español10.5% claramente por debajo de la media eu-ropea que se establece en un 19.2%.

La presencia del euskara en la red esprácticamente nula, el castellano tiene una pre-sencia valorada en el 5.8% y el francés un3.9%. La construcción de la Sociedad de la In-formación para todos los ciudadanos y ciuda-danas es un objetivo clave para el GobiernoVasco, el cual trabaja en el diseño de una ac-ción amplia denominada "Plan de Euskadi enla Sociedad de la Información".

La iniciativa Europe a pesar de su decla-ración expresa de "no fragmentar, integrar", nohace ninguna referencia a potenciar la presen-cia de las culturas minoritarias europeas en lared. Esta iniciativa plantea además que son losestados miembros los que deben estar dispues-

tos a establecer las prioridades, olvidándosede que Países como el nuestro, tienen

competencias en esa materia. Lagalaxia inmaterial donde se encuen-

tra ese ciberespacio que da lugar al asen-tamiento de las llamadas telépolis, no en-

tiende de fronteras geográficas y políticas, ni desus lenguas y culturas asociadas. ¿Tiene senti-do hablar sobre el diseño de una teleuskópolis?

El Homo Sapiens puede dar paso a laaparición del llamado Homo Digitalis. Mien-tras que el Homo Sapiens se distinguía por sucontacto con la tierra, personas y su cultura, elHomo Digitalis se distinguirá por su capacidadde relación en las nuevas telépolis que pueblanel ciberespacio. Hoy en día son ya 300.000 losvascos/as que empiezan a habitar en este nuevoespacio. La competencia en investigación siguesin ser transferida al País Vasco, lo cual implicaque la inversión realizada en infraestructuratecnológica de alta calidad necesaria para reali-zar trabajos científicos relevantes en el área delas Tecnologías de la Información y Comuni-caciones tenga un marcado aspecto centralista.Como ejemplo, basta con prestar atención almapa de la infraestructura de la red científica

denominada RedIRIS a la cual seencuentra conectados todos loscentros de I+D y universidades

localizados en el estado español. La conexióncon Europa, por ejemplo mediante la partici-pación en el Proyecto TEN-155, o la conexióncon USA en ningún caso se encuentran bajonuestra competencia como sin ninguna dudadebería de ser.

Teleuskópolis: una necesidad, un ob-jetivo ambicioso

Desde una perspectiva nacionalista essin duda una necesidad y un objetivo que nosdebemos plantear seriamente. Son muchas lasconsideraciones que pueden hacerse relativas ala puesta en marcha de esta nueva sociedad enel espacio ciberespacial. Presentamos a conti-nuación una serie de reflexiones relativas alproceso de construcción de esta nueva ciudad:Teleuskópolis. Teleuskópolis debe convertirseen la vía de entrada para la ciudadanía vasca enel espacio ciberespacial. Cualquier ciudadano ociudadana vasca que desee "darse una vuelta"por la red debe encontrar en Teleuskópolis lamejor opción, cercana a su realidad cultural,política y social pero abierta a todo lo que laEra Digital le pueda ofrecer. Teleuskópolis de-be superar la discriminación generada por lallamada división digital. Debe ser por tantoacogedora, atractiva e integradora. Para ello sedeberán habilitar políticas adecuadas para losjóvenes en edad escolar de forma que un plazoinferior a los 3 años aseguremos que todosnuestros jóvenes tienen la formación digitaladecuada que les posibilita realizar cualquier ti-po de actividad en su nueva ciudad.

La ciudadanía de Teleuskópolis debe sercapaz de utilizar el mayor número posible deidiomas. Se deberá prestar especial atención aleuskara pero sin embargo, la utilización deotros idiomas es tan necesaria que su descono-cimiento hace que la propia presencia del eus-kara en la era digital se vea limitada. Si las per-sonas que hablamos euskara no podemos tenerpresencia en la red porque nos lo impide el des-

Figura 2: Red de I+D Rediris

Page 96: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :6 de 6 . cu l tu ra ún i ca en l a r ed , Iñak i Go i r i ze l a i a

conocimiento de otros idiomas (no olvidar queel inglés supone el 51,3%), acabaremos autoli-mitando nuestra propia actividad, y además noseremos capaces de generar riqueza y bienestarsocial para los propios ciudadanos y ciudada-nas de Teleuskópolis. Se debe abaratar el costedel acceso Internet. Lo mismo que se poten-cia la construcción de viviendas de carácterprotegido, deberán establecerse políticas queposibilitan el acceso a una vivienda enTeleuskópolis sin un coste exagerado de modoque la presencia de nuestros jóvenes en elespacio ciberespacial esté garantizada.Debemos aprovechar la no existencia de unaregulación estatal que domina el espacio cibe-respacial para poner en marcha aquellas activi-dades sociales, económicas y políticas que hoyno tienen cabida en el marco actual. ¿Por quéno debatir, por ejemplo, sobre la puesta enmarcha de la banca nacional electrónica vasca,o un Campus Virtual universitario propio sinel peso de la regulación universitaria estatal?

La infraestructura telemática necesariapara garantizar la adecuada integración de Te-leuskópolis en el espacio ciberespacial, posibili-tando una actividad eficiente y rápida, y ade-más conexiones adecuadas con el resto deEuropa y USA debe estar bajo control de nues-tras instituciones. El desarrollo de Teleuskópo-lis está condicionado en gran parte por las ac-tividades que la iniciativa privada desee poneren marcha. Nuestros empresarios, estudiantes,científicos … en general cualquier emprende-dor, necesitan de una política adecuada de ca-pital-riesgo especialmente orientada a financiarideas de negocio con futuro a desarrollar en es-te nuevo espacio económico digital.

Nuestras instituciones deben garantizarpor lo menos tres actividades en Teleuskópolisa corto medio plazo: el servicio vasco de saludonline, la administración pública vasca onliney la biblioteca digital vasca. Cualquier ciuda-dano o ciudadana vasca de Teleuskópolis debeser capaz, por ejemplo, de consultar su historialmédico, recibir ayuda médica, consultar sobreel pago del IVA a su hacienda, realizar la decla-ración de renta o solicitar información sobre lavida y obra de Bernat Etchepare desde su orde-nador personal.

Conclusiones

Nunca en la historia de la humanidadhemos visto que los nuevos desarrollos tecno-lógicos hayan tenido una repercusión tan im-portante y en tan corto plazo de tiempo enprácticamente todos los aspectos de nuestra ac-tividad diaria. Los vascos poco a poco nos va-mos integrando y debemos pasar a ser agentesactivos de esta nueva forma de interrelacionar-se que no conoce fronteras geográficas, políti-cas o culturales.

Sin embargo, el título de este artículopuede hacer pensar que no tenemos sitio en es-te nuevo espacio ci-berespacial en granparte dominadopor la cultura an-glosajona. Si a estoañadimos algunode los datos presen-tados podríamos pensar que la situación es in-cluso peor. Sin embargo, mi opinión es exac-tamente la contraria. Creo que la construcciónde esa nueva ciudad que aquí quizás de formaun poco pretenciosa hemos denominado Te-leuskópolis, en vez de una amenaza, representauna gran oportunidad para que los vascos/as ytodos los pueblos que así lo deseen, encontre-mos un lugar en este nuevo espacio social yeconómico digital. Construyamos Teleuskópo-lis y aprovechémonos de las ventajas que estatecnología sin fronteras nos ofrece.

REFERENCIAS

[1]. "Europe An Information Society for All".European Commission. December 1999.http://www.ispo.cec.be/basics/i_europe.html

[2]. Nua Internet Surveys. http://www.nua.ie/surveys/how_many_online/index.html

[3]. Margherio, L.; Henry, D.; Cooke, S.; Mon-tes, S.; "The emergency digital economy". Secretariat onElectronic Commerce. U.S. Department of Commerce.http://www.ecommerce.gov

[4]. Echeverría, Javier. "Internet y el periodismoelectrónico". 1996. http://partal.com/periodistes/eche-verria.html.

[5]. Sáez Vacas, Fernando. "La conexión ciberes-pacial". Desafíos Tecnológicos del siglo XXI. EditorialAmérica Ibérica, 1999.

Teleuskopolis debe conver-tirse en la vía de entradapara la ciudadanía vasca enel espacio ciberespacial

9 5

Page 97: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

9 6

Ikusentzunezkoen i raul tza dela-eta

Izateko sortu egin behar

Datozen urteetan ikusentzunez-ko sektorean ustez gertatukoden bilakaera, mende eta mi-

lurteko iragate "jabal" honetan bizitzen ari ga-ren gizarte-aldaketaren gakoen isla bat da. Iku-sentzunezkoetan ere "globalizazioa- libera-lismoa-indibidualismoa" korronte hirukoitzaere nagusitzen ari da geldi-geldika, zalapartabarik baina sendo.

Ez nago ados "historiarenamaia"ren tesiarekin, baina gizarte-

mugimenduak, -"mendebaldeeroso" honetan ere aztoratu-

rik-, aipatu hirutasunak estatuenartean, estatuen barruan eta, halaber,

pertsonen arteko harremanen arlo-an gailentzea lortu izanaren islagarbia dira. Ia konturatu ere eginbarik, dagoeneko herrixka globalliberalean bizi gara; norbanakoa daerregea. Eskerrak mende eta mi-lurteko aldatze hauek gogoeta etaazterketa historiko eta soziala egi-tera garamatzaten, eta esan litekeezen, euren iraupena ere luzatzendutela, halako eraz ezen, egoerariadiago errapara diezaiogun eta be-ra "zuzentzen" laguntzerik izan de-zagun.

Esan dudan legez, "globali-zazioa-liberalismoa-indibidualis-moa" delakoa gaur egungo komu-nikabideen errealitatean erenagusitzen ari da eta hori, etorki-zun hurbilenerako ezagutzen goa-zen joeretan nabaritzen da, batez

ere. Eta ohikoa den bezala, joerak bere za-pahizkera ere ezartzen du arlo guztietan gai-lentzeko bide horretan. Egun, ikusentzunezko-en sektorean globalizazioaz mintzatzen ari garaTZE, "telebista zuzenean etxe barruraino" ai-patzen dugunean, hau da, sateliteren baten bi-tartez, munduko edozein bazterretan ekoitzieta jaulkitako edozein emanaldi zuzenean ja-sotzeko ahalbidea. Ez da, ikusentzunezkoetanmugarik ez dagoela ikustea ahalbidetzen digunteknologia bakarra, baina, beharbada, ageriko-ena bai. Izan dituen hazkunde eta sendotzeakdistantziak murrizten ditu eta zuzenean, bitar-tekorik gabe, seinalerik urrunena eskuratzeaahalbidetzen du. Hain urruti ez dagoen etorki-zunean euskal etxe bakoitzera 150 telebista-ka-nal helduko dira, hori artean kontatu barik In-terneten gaitasun oraindik ezezaguna.

Era berean, GRP delakoak gaur egun te-lebistako liberalismoa esan nahi du. Ikusentzu-nezko ekoizpena eta programazioa lortutakoikusentzule kopuruen (GRP), produktu batekdiru-sarrerak erakartzea jadesteko duen gaita-sunaren, arabera erabakitzen dira. Merkatuakagintzen du; publizitateko inbertsioek goraka-da itzela izan dute sektorean eta gaur egun be-roriek dira programa batek, nahiz telebista-ka-tea batek, aurrera segitzearen bermea. Arlohonetan, neurtzeko tresneriaren hobekuntzaketa eskuragarritasunak ikusentzunezkoetako li-beralismoa bere gordinean ezagut dezagun eka-rri dute, hau da, une bakoitzean zein programazenbat lagunek ikusi edo entzuten duten, etaberorien kalitatea, eta inguruan duten publizi-tatea neurtzea. Horretara, produktua ezagut-zen dugu, badakigu haren emaitza eta, horreta-ra, aurretik jakin ahal dugu behingoan izango

ANDONI ORTUZAR Licenciado en Ciencias dela Información por la Uni-versidad del País Vasco. En-tre 1981 y 1987 trabajó enRadio Popular y DEIA.Ase-sor de Comunicación y Re-laciones Externas deldepartamento de Justicia yDesarrollo Autonómico delGobierno Vasco, asesor enla Secretaría de la Presiden-cia. Presidente del ConsejoAsesor Vasco de Coopera-ción y Desarrollo.Secreta-rio de Acción Exterior. Enla actualidad Director Ge-neral de EITB

Page 98: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 2 d e 4 . c r e a r p a r a e x i s t i r , A n d o n i O r t u z a r

duen patua, arrakasta edo porrota, alegia. Eta,hirugarrenik, "one the one" adiera erabiltzendugu indibidualismoa aipatu nahi dugularikikusentzunezkoen sektorean. Teknologia be-rriek eta bereziki Internetek hartzailea etaigortzailea aurrez aurre egon daitezen ekarrikodu, zuzenean elkar ezagut dezaten eta horrexenarabera jardun ahal dezaten. Gero eta gehiago-tan, herritarrak, norbanakoak, berak hautatuahalko du bere aukera, bere informazio nahizjolas menua, eta gainera, elkarreraginezko mo-dua ere edukiko du: produktua moldatu etabere interesese arabera eta bere gogora egoki-tzeko gaitasuna. Jaulkitzaileak, bere aldetik, ge-ro eta gehiago eta hobeto jakingo ditu berarikontsumitzen dionaren eskariak eta beharriza-nak, baita eskaintzen duen zerbitzua definituere ahalko du haien arabera.

Beraz, argi dago joera: "TZE -GRP onethe one" edo, beste berba batzuez esanda, "glo-balizazioa-liberalismoa-indibidualismoa" iku-sentzunezkoetan ere bai. Teknologia berriekaukera berriak eskaintzen dituzte eta ohiturakaldatzen dituzte, eta alderantziz. Hori guztia,norbanakoak asko kontsumitzen duen eta,ondorioz, euskarri eta eskaintza askotan kon-tsumitzen duen ingurunean. Kontsumoazdenaz bezainbatean izarretako bat den sektorebatez ari gara hitz egiten. Datu bat ematearrenesango dugu, gure ingurunean gaur egun per-tsona bakoitzak batezbeste hiru ordu t´erditikgora ematen duela telebista ikusten. Datuhorrek berorrek bakarrik azaltzen ditu garatu-tako inbertsio teknologikoak, formatu eta pro-grama berrietan milioka inbertitzea eta hedabi-de hau hain erakargarri izatea publizitatearenmerkatuarentzat. Bidezkoa da aitortzea, iku-sentzunezkoen sektoreak, beste ezeinek ezbezala, biztanleriaren informazio eta jolas eska-riak antzematen eta ulertzen, beroriei erantzu-ten eta publiko zabalaren gustuarekiko konbi-nazioa lortzen jakin izan duela. Emaitzak egu-nero ikusten ditugu eta, hain zuzen ere, kon-tsumo-zifra handi hori, aukera hori, izan daondorio bikoitza sortarazi duena: euskarriani-tzarena eta eskaintzanitzarena. Kontsumonahikoa dago eta, beraz, lurreko telebista digi-tal berrian, kablean, satelitearen garapeneaninbertitu daiteke, baita telebista Internetenbitartez ikusteko aukeran ere. Eta horrexegatik,

inbertitzen da kanal generalista berrietan, espe-zializatu edo gaikakoetan, formatu berrietaneta hizkuntza guztietan. Ez dago zalantzarikegunero hiru ordu t´erdik askotarako astiaematen dutela, eta zurrunbilo horren aurreanburuak erlaxatzeko, aurkikuntza teknologikosaihestezina ere badaukagu, kasu honetanEPG, programaziorako aurkibide elektroni-koa, zeinek, txarrenean ere, gogobetetzen gai-tuena aurkitzen eta orientatzen lagunduko bai-tigu.

Horixe da joera eta horixe da agertokia,eta ikusi ahal den bezala, ikusentzunezkoensektorean, beren-bererik sorturiko neologismoeta guzti, ekonomian, merkataritzan, hezkun-tzan, kulturan ... orientazio bera ikusten duguislaturik mendearen azkenalde honetan: zeraglobal-liberal-indibidual horren gailentasuna.

Eta diagnostiko horren aurrean, Herrieta bitarteko txikiak ditugularik, beti sortzendira galdera berak: ba ote dugu lekurik?, zertanoinarritatu behar dugu aukera berriak baliatze-ko?, gerta al liteke egoera bera ere hobetzea?Nire erantzuna baietz da, nire ustez teknologiaberriek, berorien unibertsalizazioak eta merka-tuaren zatiketak aukera berriak ematen dizkietxikiei. Esan dezagun, hasiera berri bateankokarazten gaituztela.

Zertan esanik ez, ez gara bapezetikabiatzen. Lehenengo eta behin, hasteko komu-nikazio-talde gazte eta esperientziaduna dauka-gu, hamarkada bi hauetan sektorea dinamiza-tzen jakin izan duena. Garai "global-liberal-indibidual" hau ez da egokiena antolaketapublikoaren alde apostu egiteko, baina arlohonetan guk ibili dugun bideak berme handia-goak edukitzea ahalbidetzen digu orain, ager-toki berriari aurre egiterakoan. Gainera, urteo-tan euskarazko komunikazioa "asmatzeko" gai-tasuna eduki dugu. Hori badaukagu eduki,baina ez da nahikoa. Telebistan, irratian, kultur

Existe consumo suficiente y, por tanto, se

puede invert i r en nuevos canales y

fo rma tos

9 7

Page 99: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

9 8

h e r m e s n º : 3 d e 4 . c r e a r p a r a e x i s t i r , A n d o n i O r t u z a r

ekoizpenaren esparru guztietan jauzi kualitati-boa egin behar dugu, kalitatezkoa, baina baitakuantitatiboa ere. Gehiago exijitu behar diogugeure buruari. Erronka euskarazko ekoizpenagehiego ireki dadin lortzea da, hizkuntzari era-gile gehiago hurbil dakizkiola, uler dezatelalekune eta merkatu kualifikatu bat dagoela.Arlo honetan, gainera, egiten dugunaren mol-dakortasuna bermatu behar dugu; idaztendugun esaldia, grabatzen dugun irudia nahizelkarrizketa, euskarri guztietara nola egokitupentsatuz idatzi eta grabatu behar dugu.

Urte gutxiren buruan, hamarkada bibaino ez, berton kokatutako industria berri ba-ten oinarriak ikustea ere lortu dugu: ikusen-tzunezko industriarena. Orain da horri bultzaegiteko unea, orain, heltzekotan eta aldatzeko-tan zer dagoen ikusten dugunean. Industriahonek merezi du apostua, zeren aurkako bal-dintzetan hazi baita, ezerezetik, beste leku bat-zuetan baino laguntza txikiagoarekin. Bainaorain ere bizirik dago, hazten segitzeko prest.

Euskal industriak badaki jakin bere mugakzeintzuk diren, bere izariaren mugape-

nak, bere zailtasunak esportatzekoeta tamaina handiko egitasmo-

ak erakartzeko. Baina aldi be-rean ondo ezagutzen ditu bere

lehia-abantailak, bere zalutasuna,moldakortasuna, irudimena eta erreak-

zio-gaitasuna. Industria honek Euskadi sort-zen du, Euskadi islatzen duten, gure Herriaerakutsi eta ezagutarazten duten edukiak sor-tzen dituelako. Eta horrexegatik, industria ho-nek lehentasunezko arreta merezi du, zerenbaldin halakorik ez balitz, asmatu egin behar-ko baikenuke. Ez zaigu burutik pasatzen, eus-kaldunak hiru ordu t´erdiz telebista kontsu-mitzea euren erreferente gertu, hurbil,propiorik gabe. Ez zaigu burutik pasatzen,apostua orain egiten badugu eta gero eta abe-rastasun eta enplegu gehiago sortuko dituenjarduera batean ondo kokaturiko sektore pro-fesional bat sendotzea lortzen badugu. Eta ur-teotan, hirugarren lekuan, gure geure infor-mazio-erreferente bat sendotu dugu. Geureahotsa entzuten da, Euskadin eta Euskadirakoegindako informazioaren ahotsa. Azken urtebiotan, non su-etenak eta haren bukaerak gureHerriko ikuskera askotariko eta desberdinak,

batzuetan baita zentzugabeak eta sakabatuakere, handiagotu egin baitituzte, guztiok antze-man dugu pisu espezifikodun ahots propio ba-ten balioa. Hemen ere funtsezkoa da edukia-ren jatorria; non sortu den eta non hazten den,eta ez dago zalantzarik, jende asko irrikaz egondela informaziora sustraiak eta jarrera jakindahurbiltzeko. Hortik aurrera badakigu informa-zioa hazi egingo dela, kopuruan eta kalitatean,eta euskarri guztietan agertuko. Gure desafioainformazio-sortzaileak izatea ere bada, ulergaitzaten lortzeko gaitasuna edukitzea, Euska-ditik kanpora ere geure ikuskera eskaintzeko.

Geure geure edukien aldeko apostua

Azken batez, abiapuntu bat dugu eta,teknologia guztien gainetik, gure garapena edu-ki horiek sortarazteko, sortzeko, dugun gaitasu-nak azaltzen du. Ezagutzatik eta geure errealita-tearekiko sopikuntasunetik informatu etaentretenitzeko gai bagara, geure etorkizunaedukiko dugu. Labur esanda, baldin eta gai ba-gara, zeinahi ere diren hesiak, berorien gainetikguk Euskaditik, euskaraz eta gaztelaniaz, es-kaintzen ditugun informazio eta jolas erreferen-teez interesatzen den interes-erkidetasun batsortzeko. Txikienen aukera bizitzen ari gara,gaur egun hurbiltasun fisikoa komunikazioarenzati bat baino ez delako; erkidetasuna hurbilta-sun psikologiko eta soziologikoaren bidez eresortzen da, teknologiei esker horrek ez baitu he-sirik. Eta horretarako guztirako gakoa, sortzekogaitasuna bermatzea da, prozesu hau garatuahal izateko oinarriak zimendatzea. Eta sortu,ezbairik gabe, teknologiek eskaintzen dizkigu-ten aukera berriak baliatuz. Ez dago zalantzarik,egunero Goenkale bezalako fenomeno batsortzeko gai izan ziren eta direnek ekoizpen di-gitalera edo sarearen bitartezko hedapeneramoldatzen jakingo dutela. Ez dago zalantzarik,teknologia informatikoak albiste bat lau euska-rri desberdinetan hedatzea ahalbidetuko digula:inprimatua, audioa, bideoa eta sarea. Hortaz,sortzen eta idazten eta, batez ere, idazten dutenhartan sinesten duten profesionalak edukitzenahalegindu behar gara. Eduki-sortarazleen aldeapostu egin behar dugu eta haien zerbitzuanipini tresneria teknologiko guztia, baina aukerabat bezala eta ez zama bailitzan.

Page 100: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

h e r m e s n º : 4 d e 4 . c r e a r p a r a E x i s t i r d e A n d o n i O r t u z a r

Geure euskarazko eta gaztelaniazko edu-kien, berton egindako edukien, aldeko apostuhau, informazioa izanik gailen, gaur egun ezin-bestekoa da. Lehen esan dut laster gure telebis-ta-aparatuetara 150 kanal helduko direla. Etahorrek zenbait galdera ekartzen digu: norkegindakoak? non? zeintzuk baliorekin? Ez dagoHerririk bere ikusentzunezkoen industria ezdaukanik, globalizazioaren desafioei jarrera ir-mo eta alde berean sortzaile batetik aurre egi-ten ez dienik. Guk badaukagu lekune bat, zeinbultzatu eta hobetu egin behar baitugu, zeingaratu eta zabaldu egin behar baitugu, norba-nakoak gure ingurura bil daitezen, geure hiz-kuntzarekin eta izakerarekin, geure gauzakikusteko eta erakusteko moduarekin ondomolda daitezen. Kontua ez litzateke, beraz,gure komunikazio-mugak ixtea (errakuntza ezezik ezinezkoa ere bada), komunikazioarenikaragarrizko autobide horiek baliatzea baino,berorien bitartez Euskadin egindako "ibilgai-luak" ipintzeko zirkulazioan.

Beste edozein kasutan baino gehiago,"euskara digitalizatu" behar dugu, hizkuntzahorretan ekoizteak eta sortzeak eskatzen dutenahaleginaren presentzia eta hedapena biderka-tu behar dugu. Egia da euskarak beti eskatzenduela gehiago, eta gutxiago saritzen duela, ho-rregatik bada, baliabide guztiak ipini behar di-tugu haren zerbitzura, euskarri guztietara ego-ki dadin lortzeko, eta bila dabilenak betiaurkitu dezan erreferentziaren bat gure hiz-kuntzan. Azken buruan, "TZE-GRP- one toone"ren aro honi erantzuteko eta berori balia-tzeko, ikusentzunezkoetan geure erreferentebaten sendoketan, geure identitatetik herrita-rren eskariei eta itxaropenei erantzuteko gai di-ren edukien sorketan, egon behar du oinarri-tuta gure estrategiak. Beste leku batzuetanegiten denera sartzea errazagoa izango bada gu-retzat, halaber errazago izango da geure hiz-kuntza, geure fikzioa, Euskadin egindako jola-sa eta informazioa eramatea. Esparru horietangaur egun esperientzia handia dugu eta kalita-te handiarekin agertzen gara. Gure zereginahura indartzea eta edukiok euskarri berri guz-tietara moldatzea da, geuk ere "zuzenean etxebarruraino heltzerik" badaukagulako, "iku-sentzule-emaitzak" eskaini ahal dizkiegulakoiragarleari eta jaulkitzaileari eta, batez ere, "one

to one" harremana ezarri ahal eta behar dugu-lako mundu osoan gure hizkuntzaren gainean,gure fikzioaren gainean edo gaurkotasunareki-ko euskal ikuskera informatiboaren gainean in-teresatzen diren pertsonekin.

Eta bide horretan, gainera, ez gaude ba-karrik, azken urteotan beste talde batzuenganahurreratzen jakin izan dugu, haiekin baterahelburuak eta helmugak ezartzeko, izan ere,aintzatetsi egin dute Euskadin dugun "ikusen-tzunezkoetan jarduten jakitea". Iraganeko"hurbiltze" horiek etorkizunerako elkartze es-trategiko bihurtu behar ditugu. Gure oinarriaketa esperientziak elkartze horiek aurkitzen etaindartzen lagundu behar digute, alde batetikurrunago heltzea eta, bestetik, urrunetik dato-rrena gureindustriaz,gure hiz-k u n t z a z ,gure ekoiz-te-gaitasu-naz are in-

teresatuago egon dadin laguntzea ahalbidediezaguten. Erronka mundu "global-liberal-in-dibidual" honetan handia da txikiarentzat,agertokia eskaintzanitza eta euskarrianitza bai-ta. Guztira eta guztiengana iritsi behar dugu.Gure oinarria tinkoa da, bertoko komunika-zio-talde bat sendotzeko estrategia publikotikeratorritakoa. Ikusentzunezkoen industria batdaukagu, eta beste elkarketa batzuk abianipintzeko gaitasuna ere bai.

Gaur egun inor ere ezin itxi daiteke be-re baitan ikusentzunezkoen arloan; sortu eginbehar dugu eta hazi egin behar dugu, geure oi-narria zabaltzea lortu behar dugu. Eta horreta-rako guztirako, inbertitu egin behar dugu, aha-leginak, hazten ari den, etorkizunerakogaitasuna duen eta, hurrengo urteotan mun-duan izango dugun gure identitatearen adie-razgarri eta erreferente nagusia izango den sek-tore batean bildu.

Debemos apostar por los generado-res de contenidos, poniendo a suservicio todo el aparato tecnológi-co, como una oportunidad y no co-mo una carga

9 9

Page 101: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 0 0

Elitismo, tradición y cultura musical en Bilbao

La ópera nac ió e l i t i s t a

Doscientos años de demora enadaptar un arte musical comola Opera, de la que, por cier-

to, se cumplen sus cuatrocientos años de vida,parecen demasiados. Sin embar-go, atendiendo a otras circunstan-cias, podría parecernos que ese re-traso, si bien relativo, no es tangrande. Dependería del grado deflorecimiento de un país o de unaciudad concreta, de su poderíoeconómico y cultural o de la evo-lución artística vivida en su entor-no. Cuanto más nivel económico,más se atiende al arte en sus diver-sas vertientes y más bagaje culturalatesora la población. Decíamos,que median doscientos años, máso menos, de historia operística,

desde aquellas reunio-nes donde nació, o sea,de los intelectuales queconformaban la "Ca-merata" florentina encasa del conde Bardi,hasta el levantamientodel primer coliseo bil-baíno, el Teatro deRonda, allá por el año 1799. Laópera, que suponía y supone unaconjunción de artes, ya que en ellaconfluyen la música en sus ver-tientes instrumental y cantada, elteatro y la literatura, nació pueselitista. Sus creadores fueron poe-tas, músicos, filósofos y nobles,todos ellos interesados en el arte,un ámbito del que la mayoría delpueblo tan lejos se encontraba. De

esa élite intelectual florentina del alto Renaci-miento nació primero la ópera "Dafne" dePeri y Caccini y poco más tarde, la primeraópera representada, "Euridice" (1600) del

propio Jacopo Peri, compuestacon ocasión de la boda del rey deFrancia Enrique IV con Maria deMédici.

No obstante, hablar de lasrepresentaciones de esa época, na-turalmente de gran significado his-tórico, como si se tratara de laOpera que conocemos, es tambiénmuy relativo. Otorgar a esas decla-maciones acompañadas por ins-trumentos, bien compuestas porPeri, Caccini o Cavalieri y darles laconsideración actual de Opera,con sus oberturas, interludios, or-questación, temas melódicos, co-ros etc. sería demasiado. De mane-ra que, habría que recortardistancias en el tiempo y hablar deOpera moderna, bien sea a partirde Monteverdi o bien de Gluck,quienes son en realidad los padresde la ópera moderna. Además,aquellas primeras representaciones

que se hacían para solaz de nobles e intelectua-les y consecuentemente en lugares privados, nose vieron popularizadas hasta la llegada de Ca-valli, el cual, fue el primero en abrir un teatropúblico de òpera en Venecia (1637). Nadiehasta entonces se había esforzado en satisfacerlos deseos del público en general, que solo pe-día espectáculos que tuvieran grandes desplie-gues escénicos y una música atractiva, al desco-nocer los ideales del clasicismo de las primerasóperas. A partir de entonces, fue tal el arraigo y

Operan era desber-dineko arteak el-kartzen ziren eta el-kartzen dira.Bertan, musika ins-trumentala eta kan-tatua, antzertia etaliteratura biltzenbaitira, eta, beraz,kutsu elitista ema-ten diote generohorri. Haren sor-tzaileak poetak, mu-sikariak, filosofoaketa nobleak ziren,eta horiei guztiei ar-tea interesatzen zi-tzaien, hau da, herri-tar gehienek osourrun ikusten zutengai bat

NINO DENTICI.

Es crítico músical desde ha-ce 20 años.Autor de la bio-grafía de Alfredo Kraus,“Alfredo Kraus, treinta cin-co años en Bilbao”. Investi-ga y escribe patrocinadopor la Diputación de Biz-kaia, por el departamentode Cultura “Pedro María deUnanue. El primer tenorvasco universal”

Page 102: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º2 de 4 e l i t i smo , t r ad i c ión y cu l t u r a , N ino Den t i c i

tan grande la afición operística, que a fines delsiglo XVII solo la ciudad de Venecia ya conta-ba con dieciséis teatros abiertos.

Que el País Vasco no disfrutara de re-presentaciones operísticas en el siglo XVII, noquiere decir que adoleciera de música y de mú-sicos. Baste recordar al polifonista navarro An-chorena o a los compositores guipuzcoanos, demúsica vocal, Juan Anchieta y Martínez deBizkargi Las compañías que llegaban a Pam-plona y Bilbao a mediados del siglo XVIII eranirrelevantes, pero en aquellos precarios escena-rios ya se empezaba a escuchar la música dePaisiello, Cimarosa y Piccini.

El origen de la Opera vasca arranca en1765, que es cuando el conde de Peñafloridaescribió "El Borracho Burlado", cuya primerafunción, se celebró en Azkoitia, ejecutada poruna pequeña orquesta dirigida por el propioconde de Peñaflorida, con el marqués de Roca-verde, Manuel Gamarra, Sordel y el bilbaínoMazarredo formando dicha orquesta.

En realidad, estos "Caballeritos de Az-koitia", como les llamó el P. Isla, estaban po-niendo con su creación del Seminario de Ber-gara y de la Real Sociedad Bascongada de losAmigos del País, los cimientos de la culturavasca. Impenitentes viajeros culturales, bebie-ron de las fuentes de la Ilustración y a su re-greso, expandieron sus conocimientos en unatierra ávida de saber.

Por lo que a Bilbao en concreto concier-ne, la evolución y el progreso económico quealcanza a finales del siglo XVIII sirvió paraque, los que asistían a escuchar la pobre y esca-sa música que se ejecutaba en escenarios comoel Mercado, la Alhóndiga, la sala contigua alAyuntamiento o finalmente en "la Cabaña",demolida en 1798, se preocuparan de avanzarcon los tiempos y pensasen en crear un teatroacorde con la categoría de la Villa. Entre otrascosas, se tuvo que superar el prejuicio de frayBenigno de Urien contra los comediantes, a losque acusaba de inmorales y que influyó en queparte de la población abucheara a aquella otraque se dirigía al "coliseo de óperas", con la in-tención de disfrutar de lo que ofrecía la com-pañía del empresario Antonio Martínez. Sinembargo, afortunadamente, el veneno líricohabía cuajado tras las sucesivas presencias en laVilla de empresarios italianos como NicolásSetaro, Joseph Bichi o Carlo Barlassina y de ahíque unos pocos bilbaínos se aprestaran a aco-meter la idea de levantar ese añorado teatro.De entre ellos, Antonio Adán de Yarza y An-dres de Escondrillas firmaron el escrito de lasolicitud dirigida al alcalde Marcelino Pereirael dia 11 de enero de 1799 y meses después, el4 de diciembre de dicho año, se inauguraba el"Teatro Ronda", que tras una efímera existen-cia se incendiaría el 23 de diciembre de 1816.

Martín Basaras, Juan Basterra, JuanGoiri y Esteban Ibarreche, también se dirigie-ron un año más tarde al Ayuntamiento, con elobjeto de informar de que habían convenidoconstruir un nuevo coliseo, el cual se inauguróen 1818 y más adelante, concretamente en1833, fue Ramón Aranguren, quien se encargóde la misión de proponer la edificación delnuevo teatro en la "lengüeta" del Arenal (ElViejo Arriaga), que ocuparía el lugar dondehoy se ubica el actual Teatro Arriaga. Nada másconstituirse el Banco de Bilbao y poco despuésde la constitución de la Caja de Ahorros, llegóa Bilbao, convertido también en el primerpuerto del estado, el empresario Serrano, paraofrecer en la temporada de 1858, un total de89 funciones de ópera durante los ciento cin-cuenta días que duró su permanencia. Para ha-cernos una idea de su actividad, baste citar quesu compañía recaudó un total de 32.878 en-tradas y que tuvo un promedio de 368 espec-

1 0 1

Page 103: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 0 2

he rmes n º :3 de 4 e l i t i smo , t r ad i c ión y cu l tu ra , N ino Den t i c i

tadores en cada función.Todo ello, teniendo encuenta que hacia 1860 Bilbao solo contaba conunas 20.000 personas. La Villa, por tanto, sehabía encontrado repentinamente con su pri-mer gran florecimiento, el cual se repetiría se-senta años más tarde.

Una vez demolido el teatro en 1885, elproyecto del arquitecto Rucoba para el NuevoTeatro, fue financiado por 120 suscriptores cu-ya comisión estaba presidida por el Sr. Iturrizary en el año 1890, bajo la junta directiva presi-dida por Emiliano de Olano, se inauguraba esellamado Nuevo Teatro, en el que, una vez más,los abonos se cubrieron entre los accionistas.

De entre estos, citemos a Casilda Iturri-zar, Francisco Aztarain, Manuel Maria de Gor-tázar, José María Martínez de las Rivas, Ciria-co Linares, Andrés de Isasi, Mariano Basabe,Luis Ocharan, el Marqués de Urquijo, JoséMaría de Arteche, Gabriel María de Ibarra,Fernando Landecho etc. Como se puede apre-ciar, se seguía conservando una tradición musi-cal que por medio del elitismo culto se habíamantenido. Porque la historia nos ha dejadoescrito que, en muchas ocasiones, el poder eco-nómico ha sido el mantenedor del arte,ya queeste necesita de la seguridad económica parasubsistir.

La Sociedad Filarmónica(1896) no es si-no el resultado de la inquietud artística de laciudadanía, la cual, alejándose por una vez delteatro, tan en boga en la época, buscó por sulado el disfrute de la música en la intimidad delos pequeños círculos. Una pretensión que in-trínsecamente llevaba la idea de llenar el vacíoque existía en la cultura artística bilbaína y quetanto las reuniones celebradas en el salón de ac-tos del Instituto Vizcaíno, como en el descan-so del Viejo Teatro, habían demostrado ya suviabilidad. Quinientos socios dieron cuerpo ala considerada tercera etapa de la Sociedad Fi-larmónica, los cuales presenciaron el primerconcierto en mayo de 1896 a cargo de una Or-questa dirigida por Saniz Basabe y con la parti-cipación del violinista Julio Francés, el contra-bajo Italo Caimi y el pianista y al mismotiempo miembro de la junta, Javier Arisqueta.

Hoy , Bilbao cuenta con dos organismosmusicales centenarios: la propia Filarmónica yla Sociedad Coral Bilbaína, agrupación esta úl-tima, que, preparada por Cleto Zavala para

concursar en el certamen de Durango de 1886y sustentada por socios aficionados, tantosaños de gloria proporcionó y pro-porciona aún a los habitantesde la Villa.

Hoy, la iniciativaprivada en el ámbitomusical se ha visto mu-cho más encorsetada ensu discurrir por la faltade autonomía económi-ca. Hoy, los organismospúblicos son los que mar-can en gran parte la políticacultural, que a veces no parece be-néfica para el arte. Hoy, la política influye noto-riamente en la actividad artística, porque la fra-gilidad del arte necesita del apoyo institucional,sobre todo, en ese apartado económico. Esa in-gerencia de los políticos en la actividad artística,devengada de su condición de gestores-adminis-tradores, ha hecho que se hayan tomado a vecesmedidas insatisfactorias, muchas veces en mediode pugnas localistas y en detrimento de lo here-dado.

Porque de pugna localista habría queconsiderar el binomio orquestal existente, ol-vidándonos de que la primera Orquesta de laVilla se formó en 1849 para las representacio-nes de ópera. Sería después, cuando a travésde entidades como la "Sociedad de Concier-tos" (1905) y de una fugaz "Asociación deMúsica", llegaría la creación de la "OrquestaMunicipal" y finalmente, la gestación de laSinfónica Bilbaína en 1922, la cual, una vezdesintegrada, daría paso al nacimiento de laactual Sinfónica de Bilbao (1939). En todocaso, la tradición exigía la continuidad de unaorquesta fija en el foso, especializada en la Lí-rica. Se repite la historia de esa dicotomíafundacional cuando al Palacio Euskaldunabilbaíno, le ha seguido la construcción del"Kursaal" donostiarra. Dos proyectos que nohan satisfecho del todo las expectativas paralas que se habían creado. El primero, porquesu gestión engloba una evidente preocupacióngerencial en el uso y administración del edifi-cio y el segundo porque, sus posibilidades selimitan a lo que es una simple sala de con-ciertos. En consecuencia, se ha tenido que op-tar por la rehabilitación del Victoria Eugenia

Aujourd'hui, les or-ganismes publics sont

ceux qui marquent engrande partie une politi-que culturelle qui, par-fois, ne paraît pas bé-

néfique pour l'art

Page 104: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :4 de 4 . e l i t i smo , t r ad i c ión y cu l tu ra , N ino Den t i c i

para que los donostiarras pudieran programaróperas en su veraniega Quincena,

El Euskalduna no olvidemos, se define"Palacio de Congresos y de la Música", es de-cir, que la música va situada en segundo lugar.Y parece encerrar en su definición que la músi-ca se refiere exclusivamente a la sinfónica, co-mo sede además que es de la Orquesta Sinfó-nica bilbaína. Parece olvidarse de que la Opera,ya sea por tradición o bien por afición, abarcaa un mayor número de aficionados. Los dife-rentes congresos, los conciertos de la Orquestay otras actividades programadas para la totalrentabilidad del edificio, repercuten en la pre-paración de las representaciones operísticas.

A la música sinfónica, hacía tiempotambién que se le había diagnosticado una gra-ve enfermedad. Otrora, Bilbao miraba a Euro-pa y los músicos salían a perfeccionar sus estu-dios bien a París, bien a Roma o a Bruselas. La

Academia Vizcaína de Música, na-cida bajo la protección de la

Filarmónica y que luego se-ría conocida como el ac-tual Conservatorio deMúsica, formaba profe-sores de la talla de JesusArambarri, Antón Mo-

rales, Osorio etc. Tiem-pos aquellos en los que la

Academia llamaba al profesorfrancés Delsart para que difun-

diera en España la técnica francesa paratocar los instrumentos de madera. Hoy el Con-servatorio Vizcaíno lleva tiempo enmudecido yanclado en un pasado de gloria no muy lejano.Son pocos los alumnos que alcanzan notorie-dad y el oscuro futuro de solista incide en queuna gran parte de los futuros músicos abando-ne los estudios antes de tiempo.

La evolución musical exige políticas cla-ras y medidas adecuadas. Los poderes públicosdeben dedicar a la música una atención objeti-va, basada en los conocimientos y experienciade los organizadores. No cabe debatir si es o noelitista el arte, que lo ha sido. El fondo delasunto debiera centrarse en el hecho de que to-dos nos hagamos elitistas. No se debe bajar delpedestal algo que siempre ha estado alto, sinoque el esfuerzo se debe encaminar a que seanormal y cotidiano el acudir a un concierto, a

una ópera o visitar con asiduidad un museo.Son las corporaciones públicas las que debenprocurar allanar el camino con la atención de-bida, al objeto de que la cultura musical en ge-neral, no conlleve la etiqueta de clasista. Hayque lograr esa meta que haga olvidar que lacuestión sea eminentemente económica y con-vertirla en una auténtica oferta cultural coti-diana. A pesar de los siete mil socios que se aú-nan en torno a la Opera, falta todavía bastantepara que la mayoría de los ciudadanos presen-cien su primera representación. Para ello, esnecesario un mayor número de funciones o dematinés, de tal modo que, todo el que quieraacceder al teatro, incluidos los que visitan laciudad provisionalmente, tengan la posibilidadde hacerse con una localidad. Pero esa oportu-nidad de ir a presenciar un evento lírico nuncadebe ser gracias a las localidades que dejan li-bres los socios, bien porque la programaciónpara ellos sea poco atractiva o demasiado nove-dosa. Al respecto, y ante el gran número de so-licitudes de nuevos asociados, se debería teneren cuenta que la incursión continuada en unrepertorio difícil podría ser contraproducente.No hay que olvidar que es el asociado el quehasta ahora ha exigido en gran medida la pro-gramación de un repertorio clásico y por ello,no convendría alejarse de él en tanto que lanueva savia de asociados no adquiera un nivellírico suficiente. De ahí que convendría que lascomisiones artísticas de turno siguieran adap-tándose al gusto general, al menos cíclicamen-te. De manera que aceptemos una renovaciónen la programación, pero de un modo progre-sivo, no de manera cuasi obligada en cada tem-porada. Ya llegará el tiempo en que, tal comoha ocurrido estos últimos años, nos adentre-mos nuevamente en un repertorio menos con-vencional. Es cierto que la cultura motiva lacuriosidad por el arte. Entonces, inmersos yaen alguna de las manifestaciones artísticas, co-mo en este caso la musical, lo importante esque quedemos ligados a él de manera estable ynormal.

Es esencial que seamos herederos, en elmayor grado posible, de la tradición cultural.Pero ¡ojo!, que hablar de tradición y de culturateniendo como base únicamente el nivel eco-nómico, es tan irreal como hablar de culturasin tener en cuenta el progreso económico.

La culturamotiva la curiosi-

dad por el arte. Inmer-sos ya en alguna de lasmanifestaciones artísticas,como la musical, lo im-portante es ligarse a él

de manera estable

1 0 3

Page 105: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 0 4

"Hermes", euskal aber tzaletasunaren pizkunde

in te lektualaKoldo Mediavi l la

"Hermes" bere garaiaren etabere inguruabarren on-dorio bat izan zen. Lehe-

nengo Mundu Gerraren testuinguruan sortuzen, ekonomi eta kultur garapen sendoa bizi-tzen ari zen herri batean, non indartsu baitze-torren euskal abertzaletasuna. Argitalpen hau,karlisten derroten eta foruen ezabatzearen on-doren esnatzen hasia zelarik, azaleratzen ari zengizarte baten pizkunde intelektualaren errefe-renterik argiena izan zen.

1917ko hura "GerraHandia" deitu zitzaionarenlaugarren urtea izan zen.Gatazka hark bukaeraeman zion garai bati etabeste ordena geopolitikobat ekarri zuen, gertakarienberezko gorabehera eta guz-ti XX. mende osoan iraunduena. Une horretan agertzen diren faktore be-rrien artean, besteak beste, errusiar iraultza, Es-tatu Batuak munduko politikan sartzea, demo-krazia liberalen hedapena eta krisia,kolonialismoaren eta inperialismoaren bilakae-ra, gizarte-mugimenduak eta berriro diktadu-rak agertzeko aukera nabarmendu daitezke."Gerra Handia", mundu osoko lehenengoa,Europan nagusitasuna lortzeko borroka gisahasi zen eta, luze gabe, munduaren kontrolaeskuratzeko lehia bilakatu zen.

Estatu espainola

Estatu espainola neutrala izan zen gataz-ka hartan; baina gerra haren barne krisien ka-talizatzailea izan zen eta, ondorioz, bertako

bloke antagonikoak sendotu ziren eta konstitu-ziodun sistema monarkiko haren ezegonkorta-suna larriagotu. Nazioarte mailan, Estatu es-painola ez zen, "ez kontuan izateko lainindartsua, ez gutxietsia izateko lain ahula". Es-painiako ekonomia Londres eta Parisen men-dean zegoen, haiek kontrolatzen baitzuten Es-painiako burtsa euren onurarako ez besterako.Ekonomi atzerapen eta mendekotasun egoerakerraztu egiten zuen orduko sistema politikoa,

non talde oligarkikoek al-derdi politiko demokrati-koen berezko eginkizunenlekua hartzen zuten.

Gerrari dagokionez,zatiketa bat zegoen "aliado-filo"en eta germanofilo"enartean. Bitasun horretanagerian jartzen hasi da "es-painia bien" borroka. Alia-

tuen aldekoen artean gutxiengo intelektualkualifikatu, aurrerazale eta liberal bat zegoen.Gizartean, oro har, aliatuen aldekoak merkata-ritza-klaseak, alderdi errepublikazale eta libera-lak eta langileria eta herri xehea ziren, "germa-nofiloak", aldiz, apaizteria, militarrak,aristokratak eta lur-jabeak, bai halaber, alderdikontserbadoreak (mauristak eta karlistak). Ba-tzuen edo besteen aldeko muturreratze harkbaita pentsarazi zuen ere, Espainiak Europakogatazkan parte hartzeak beste gerra zibili batpiztu zezakeela.

Euskadiko ekonomi goraldia

Euskadin erabakiorra gertatu zen Esta-tuaren neutraltasuna beste hazkunde ekonomi-ko bat hasteko, meatzaritza, itsas garraio eta

Muchos de los antropólogos, po-etas o musicólogos vascos delprimer tercio de siglo comenza-ron su actividad en Juventud Vas-ca de Bilbao

Page 106: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :2 de 4 . “he rmes” , e l r enac imien to in t t e l ec tua l de l nac iona l i smo vasco , Ko ldo Med iav i l l a

euskal industrien -Bizkaikoak batez ere- gara-penean oinarrituta, hain zuzen. Sortarazi zirenmozkin ekonomiko handiak meatze-sozietate,ontzi-enpresa eta industri enpresen akziodu-nen eskuetan metatu ziren, langileek, aldiz, in-flazioaren gorakada handiak eta bizitzaren kos-tua garestitu izanak eraginda, euren alogerenbalio erlatiboa gutxitzea jasan zuten bitartean.Egoera horrek gizarte-krisi larria eragingo zuenhurrengo urteetan; hain zuzen ere, 1917kohartan adierazgarri nagusietako bat abuztuaren13rako antolatu zen lanuzte orokorra izan zen.

Euskal abertzaletasunaren aurrerakada

Testuinguru ekonomikoki oparo hartaneuskal abertzaletasunak aurrerakada handia jozuen. Baita moderazio-prozesu bat ere jazo zenEuzko Alderdi Jeltzalean, Luis Arana buruzaginagusia egotzi, 1916an, eta egitura eta antola-keta aldaketak gauzatu ondoren; aldaketok era-gindako ondorioen artean, izena aldatzearenaere egon zen, hau da, haren ordez orain Co-munion Nacionalista Vasca izango da.

Erakunde hartako burukide nabarme-nak Engrazio Aranzadi "Kizkitza" eta LuisEleizalde izan ziren. Haiek sistema politikoan

erabat parte hartzearen aldekoak ziren, euskalnazio-kontzientziaren hedapena eta Penintsu-lako euskal lurraldeentzat autonomia-araubidebat ezartzea zituztela helburu nagusitzat.1917ko martxoan Comunion NacionalistaVascak arrakasta handia lortuko du hauteskun-deetan; horren ondorioz gehiengoa lortu zuen,lehenengo bider, Bizkaiko Aldundian. Uztaila-ren 16an euskal aldundiek lehenengo aldiz es-katu zuten autonomia Euskal Herriarentzat.

Nazioarteko gatazkaz denaz bezainbate-an, euskal abertzaletasunean ere iritzi desberdi-nak egon ziren. Alderditik Luis Arana -"ger-manofiloa"-, egoztea ekarri zuen krisiarenzergatietako bat ere izan ziren.

Barne ika-mika horien gainetik, euskalabertzaletasunak I. Mundu Gerraren testuin-guruan nazio-autodeterminazioaren printzi-pioa benetan gauzatzeko aukera ikusi zuen.Wilson presidentearen hamalau puntu haietanjaso zelarik, gauzatu ere puntu hori EuroparenEkialdean gauzatuko zen, gatazka amaitutako-an eta "Erdiko Inperioak" zeritzenak desagertuostean. "Hermes" aldizkarian bertan 1918aneuskal nazioak ere autodeterminaziorako esku-bidea baliatzea aldeztu zen, joera liberal eta au-rrerazaleko beste abertzale batzuek, besteakbeste, Jesus Sarria bertako zuzendariak, aldez-ten zuten federalismoa gaitzesteaz batera.

Euskal nazionalistarik gehienek itxaro-pen handia zuten Wilson-en bake-proposame-neko puntuetan eta Nazioen Elkarte bat sor-tzeko zuen egitasmoan. Haiek ere EuskalNazioa nazioarteko ordena berri hartan sartzeaeskatu zuten, 1839 eta 1876ko gerra karliste-tan galdutako burujabetza berreskuratu ondo-ren, alegia.

Bilbo, Euskal Herriaren erdigunea

"Hermes" Bilbon agertu zen 1917an,demografi, ekonomi eta kultur ikuspuntueta-tik Euskal Herri osoko hirigunerik garrantzi-tsuenean.

Bilbok garapen itzela izan zuen XIX.mendean zehar. Izan ere, 1870ean 28.000 biz-tanle baino ez zituen. 1887an 50.000ra heldu

1 0 5

Page 107: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 0 6

he rmes n º :3 de 4 . “he rmes” , e l r enac imien to in t t e l ec tua l de l nac iona l i smo vasco , Ko ldo Med iav i l l a

zen eta 1915ean ordurako 100.000 biztanletikgora zituen. Bizkaiko gainerakoaren aldean,bilbotarrak 1880an bizkaitarren %10 izatetik"Hermes" agertu zenean ia heren bat izateraigaro ziren. Bilboren kultur kemena ere gara-pen indartsu horrekin batera ibili zen. XIX.mendearen azkenaldian -1886- "KurdingClub" eratu zen. Talde horrexetan ezarri zeneuskal pintura berriaren oinarria; baina ez zirenesparru horretara bakarrik mugatuko eta arte-jarduera ugaritan aritu ziren, beti ikusmoldeberritzaile batetik, besteak beste "Revista Mu-sikal"en sorrera ere ekarriko zuena.

Musikak ere leku nabarmena izan zuenhiriburukoen kezka artistikoetan. 1878an sortuzen Musikaren Akademia. Handik lau urteraBilboko Abesbatz Elkartea, eta ondoren, ElkarteFilarmonikoa. Beste alde batetik, Bilbon bertanernetu zen indartsuen euskal abertzaletasuna.Hori ez ezik, baita horren garapenarekin baterakultur pizkundearen alde egin ziren ahaleginakere, zenbait erakunde bereziki dinamikoren bi-tartez, hala nola Bilboko Juventud Vasca, zeinek1904az geroztik biziki jardun baitzuen kulturzeregineko arlo guztietan: kirolaren esparrutikhasi -mendizaletasuna, futbola, herrikirolak, ...- eta literatura zein an-tzerkikoetara, antropologia, historia,geografia, euskara, folklore eta euskalmusikaren irakaskuntza ere bitarte-an.

Mendearen lehenengo hereneko antro-pologo, olerkari eta musikologo askok era-kunde haren babesean ekin zieten euren zere-ginei. XX. mendearen hasierako urteetangertatu zen kultur bultzada hari esker sortuzen hiriburuan 1911n Euskal Artisten Elkar-tea, 1914an Bilboko

Ateneoa eta 1917an Bizkaiko Aldundi-ko Euskal Kulturaren Batza. Hedabideei dago-kienez, azpimarratu behar da "Euzkadi" egun-karia, zein 1913an hasi baitzen argitaratzen.Baita aipatu behar da ere, urte haietan intelek-tualen tertuliek hartu zuten garrantzia; adibi-dez, Cafe Suizo, Cafe Boulevard nahiz Lyond´Or-ekoa. Hain zuzen ere, azken honetan,hurrean, ernamuindu zen "Hermes" aldizkariaargitaratzeko asmoa.

Sasoi hartako prentsa eta aldizkariak

Bilbon 1917an argitaratzen ziren egun-kariak honako hauek ziren: El Noticiero Bil-baino" independentea"; El Nervion" (monar-kikoa); "El Liberal" (errepublikazale etasozialista); La Gaceta del Norte" (monarkikoeta katolikoa); "El Pueblo Vasco" (monarkikoaeta maurista); "Euzkadi" (euskal abertzalea),eta "La Tarde" (liberala). 1917an argitaratzenziren beste egunkari batzuk hurrengo hauek zi-ren: "Le Courrier de Bayonne", "Biarritz et duPays Basque"; Diario de Navarra"; Gazette deBiarritz"; Napartarra"; "El Pensamiento Nava-rro"; "Heraldo Alaves", eta "La libertad".

Urte hartan argitaratzen zirenen arteannagusiki kultur arloa jorratzen zuten euskal al-dizkariak honako hauek ziren: "Euskal Erria"(Donostia); "Euskal Erria" (Montevideo); Re-vista Internacional de Estudios Vascos"; "LaBasconia"; "Boletin de la Comisión de Monu-mentos de Vizcaya"; "Jaungoiko-Zale"; "Lau-rak Bat"; "Societé des Sciences"; "Lettres etArts de Bayonne"; "Euskal Esnalea", eta "Eus-kal Erriaren Alde".

"Hermes" egitasmoa

Alejandro de la Sotak dioenez, "Her-mes" 1887an halabeharrez La Habanan jaiota-ko Jesus Sarria algortarraren buruan sortu zen,"hala nola beste batzuek begi urdineko emazte-gai batekin edo zaldi odol garbi batekin ametsegiten duten".

Argitalpen honen lehenengo erredak-zioa "La Bilbaina"ren logeletako batean insta-latu zuten. Zuzendaritza-batzordea IgnacioAreilza, Jose Felix de Lequerica, Joaquin Zua-zagoitia eta Jesus Sarriak berak osatzen zuten.Azaleko irudia, beti bera zenbaki guztietan,Aurelio Artetak eta Felix Aguerok egin zuten.

La ilustración de la portada de “Hermes” es

obra de Aurel io Arteta

Page 108: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :4 de 4 . “he rmes” , e l r enac imien to in t t e l ec tua l de l nac iona l i smo vasco , Ko ldo Med iav i l l a

Lehenengo aleak 40 orrialde zeuzkaneta 1917ko otsailaren 1ean kaleratu zen. Han-dik gutxira "Hermes"en erredakzioa Zabalgu-nera -Ibañez de Bilbao kalea- lekualdatu zu-ten, azkenean egoitza Posta kalean ezartzekobehin-betiko.

"Hermes" "Editorial Vasca-Euzko Argi-taldaria"n irartzen zen, berori ere Sarria beraksortua.

"Hermes"en bizitzan hiru aldi daude,hirurak argi eta garbi mugarrituta: aurrena1917ko otsailetik 1918ra; hilero argitaratzenzuten. Aldi horretan Estatuko intelektualik na-barmenen arteko kolaboratzaileen kopurua na-bariro gehitu zen. Bigarrena, 1918ko abuztutik1920ra, hamabosterokoa. 1918 eta 1919 bitar-tean abertzaletasunak izan zuen gorakada ikus-garriak "Hermes"ek gai politiko eta kulturalnazionalistetan ekin berezia egitea ekarri zuen.Horrek bere aldetxarra edukikodu, ezen hasiera-ko kolaboratzaileaskok argitalpenalaga egin baitzu-ten.

H i r u g a -rren aldian, 1921 eta 1922 bitartean, sorrerakojarreretara itzuli zen. Horretan garrantzi bere-zia eman zitzaien Ingalaterra eta Frantziako li-teraturei, eta eleberri labur hegoamerikar bat-zuk ere argitaratu ziren, Francisco Contrerasekgainbegiratuta. Salvador de Madariaga, Sy-mons, Eugenio D´Ors, Chesterton eta Baezabezalako sinadurak agertzen dira.

Baina estutasun ekonomikoak ere ager-tzen hasiak ziren, seguruenez aurreko etapanegin zen norabide-aldaketaren ondorioz. Unezail haietan Sarriak Alejandro de la Sotarenbermea baino ez zuen izango.

Aldizkariaren azken zenbakia 85.a izan-go da; agerketaren bosgarren urteurrena da etahan ez dago haren sortzaile eta sustatzailearen,Jesus de Sarriaren sinadura. 1922ko uztailaren27an, porrot eginda eta lagunen babesik gabe,Comunion Nacionalistarekin aurrez aurre, ba-

karrik eta deprimiturik, Hermes-en zuzendarioldartsu eta urduriak bere buruaz beste eginzuen, bere burua jaurtiz Bilboko Posta kaleanzeukan etxearen balkotik.

Heriotzaren biharamunean "La Gacetadel Norte"k honako ohar hau argitaratu zuen:"Atzo goizeko hamaikak laurden gutxiagotanPosta kalean oso gertaera hits bat jazo zen, Je-sus de Sarria euskal idazle nabarmena izan zue-la protagonista. Aipatu orduan aipatu kaletikzihoazen oinezkoak harridura desatsegin batekhartu zituen, goiko solairuren batetik gizon ba-ten gorputza jausten ikusi zutenean.

Berehala hurreratu dira haietako batzuketa lurrean jausita dagoena jaso duteneko kon-turatu dira, hark dituen zauriak zeharo larriakdirela.

Une larri hark eskatzen zuen premiare-kin, Carmen Zu-biria andereñoa-ren arimarenaldeko elizakorazihoan andre ba-tek utzitako au-tomobil bateaneroan zuten So-rostetxera, baina

ongintzako etxe horretan eman zizkioten so-rospen guztiek ez zuten helburu onik lortu. Sa-rria jauna hil egin zen.

Hildakoa bere izeko batekin bizi zenPosta kaleko 18an, hirugarrenean eskuinean.Jesus Sarria jauna bere burua botatzera bultza-tu zuten zioei dagokienez, gehienek diote asal-datze handi batek hartuta zegoela eta horrekbat-bateko buru zoratze bat eragin ziola, etaberorren ondorioz ustekabean bere burua kale-ra bota zuela, inork halako zoritxarra eragozte-rik izan barik".

El 16 de julio de 1917, las diputaciones vascas solici-taron, por primera vez, la autonomía para el País Vasco

1 0 7

Page 109: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 0 8

El Estado español se basa en el prin-cipio de unidad jurisdiccional, asílo proclama el art. 117/ 5 de la

Constitución, dándole el carácter de principiobásico de la organización y funcionamiento delos Tribunales, en relación con el art. 4 de la LeyOrgánica del Poder Judicial que afirma que lajurisdicción se extiende a todas las personas, atodas las materias y a todo el Estado español.

La Constitución en su Título Preliminar,art. 2, reconoce el derecho a la autonomía, el art.137 establece que el Estado se organiza en Co-munidades Autónomas y el art. 152/1 estableceque un Tribunal Superior de Justicia, culminarála organización judicial en el ámbito territorialde las Comunidades Autónomas.

La alusión del art. 152/1 de la Cons-titución a la posibilidad de culminación porlos Tribunales Superiores de Justicia de la or-ganización judicial de las Comunidades Au-

tónomas, así como la posibili-dad de que los Estatutos deAutonomía prevean los supues-tos y formas de participación de lasComunidades Autónomas en la or-ganización de las demarcaciones ju-diciales del territorio, se encuentralimitada por el art. 152/1 en rela-ción con el art. 53 de la L.O.P.J, queestablece la jurisdicción del Tribu-nal Supremo como jurisdicción es-tatal.

También limitan las posibi-lidades de culminación judicial enel ámbito autonómico, la Audien-cia Nacional, órgano jurisdiccionalcon competencia en todo el Esta-do, tal como dispone el art. 62 dela Ley Orgánica del Poder Judicial.En el ámbito de la Audiencia Na-cional hay Salas cuya jurisdicción

se vincula a competencias territoriales, así ocu-rre con la Sala de lo Contencioso-Administra-tivo que controla los Actos de Ministros, Se-cretarios de Estado y otros Cargos de laAdministración Central del Estado, o de la Sa-la de lo Social cuya jurisdicción se extiende alos convenios colectivos y conflictos colectivosde ámbito superior a la Comunidad Autóno-ma. Pero hay Salas como la Penal que enjuiciadelitos instruidos por Jueces Centrales de Ins-trucción sin consideración territorial de suscompetencias, vinculándolas a causas penalesderivadas de determinados tipos delictivos co-mo: la delincuencia organizada, terrorismo,maquinación para alterar el precio de las cosas,perjuicios a la economía nacional, falsificaciónde moneda, delitos contra el Rey, Consorte o

sucesores, delitos cometidos fuera del territo-rio, extradición pasiva, etc.

Desde la perspectiva inversa se observael mismo fenómeno, los Tribunales Superioresde Justicia a tenor de lo dispuesto en el art. 70de la Ley Orgánica del Poder Judicial, sólo co-nocen del recurso de casación civil, en materiasde Derecho Civil propio de cada Comunidad,en la Sala de lo Civil y Penal, sin perjuicio dela nueva regulación de la Ley de Enjuiciamien-to Civil. Los recursos de suplicación sobre Sen-tencias dictadas por los Jueces de lo Social en laSala de lo Social y en la Sala de lo Contencio-so-Administrativo todos los recursos contraActos y Disposiciones de la Administración dela Comunidad Autónoma en aplicación del de-recho estatal o autonómico y en materia elec-toral sobre proclamación de candidatos electosautonómicos.

EMILIO OLABARRIA.Abogado, pro-fesor de Dere-cho del Trabajoy SeguridadSocial en la

Universidad de Deusto. Haimpartido clases en Masterde postgrado y de DerechoEuropeo en el Instituto deEstudios Europeos, y ha pu-blicado varias obras de de-recho. Fue parlamentariovasco y director del Gabi-nete Técnico de Trabajo delGobierno Vasco, Diputadoy secretario de la Mesa delCongreso. Actualmente esVocal del Consejo Generaldel Poder Judicial

Poder judicial y estructura terri torial del Estado

Entzutegi Nazionalean badira euren

jurisdikzioa lurralde-eskumenei lotuta

du ten epa imaha i ba tzuk .

Page 110: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :2 de 8 . pode r j ud i c i a l , y e s t ruc tu ra t e r r i t o r i a l de l e s t ado , Emi l io O laba r r i a

La misma tesis se deduce de las compe-tencias que preven los distintos Estatutos de Au-tonomía. De esta manera el Estatuto de Auto-nomía del País Vasco, prevé las siguientescompetencias: art. 13/1 la cláusula subrogatoriageneral (las competencias del Gobierno podránser ejercidas por la Comunidad Autónoma); art.34 competencia de participación en la organiza-ción de las demarcaciones judiciales así comomenciones genéricas a facilitar el ejercicio de la

acción popular y el establecimiento del Jurado;art. 35/1 consideración como mérito preferenteel conocimiento del Derecho Foral Vasco y elEuskera; art. 35/2 facultad de instar a la Comu-nidad Autónoma la convocatoria de vacantes deMagistrados, Jueces y Secretarios en el País Vas-co; art. 10/14 y 12/1 competencia de organiza-ción, régimen y funcionamiento de las Institu-ciones y Establecimientos Penitenciarios yejecución de la Legislación Penitenciaria; art.10/22/23 colegios profesionales, fijación de de-marcaciones registrales.

La Sentencia del Tribunal Constitucional56/90, sobre personal al servicio de la Adminis-tración de Justicia, convalidó la estructura orgá-nica de la Ley Orgánica del Poder Judicial, desa-rrollada por la Ley de Demarcación y Planta yque ha posibilitado la transferencia al GobiernoVasco y otras Comunidades Autónomas lascompetencias de:

- Provisión de medios materiales y econó-micos para el funcionamiento de la Ad-ministración de Justicia.- Medios personales- Colaboración en la fijación de las de-marcaciones y secretarías de los J u z -gados de Paz.- Uso del euskera, servicio de asistenciajurídica gratuita, etc.

También el Parlamento Vasco y otros Par-lamentos Autonómicos realizan funciones im-portantes como la de presentación de ternas al

C.G.P.J. para la cobertura de una de cada tresplazas de la Sala de lo Civil y Penal del TribunalSuperior de Justicia del País Vasco.

El Estado acepta una noción de autono-mía esencialmente referida a las tareas de legislary ejecutar (arts. 81 y siguientes, 97, 152 de laConstitución) pero mantiene en un régimen deintensiva centralización de las Instituciones Ju-diciales.

La independencia de los Organos Judi-ciales es propia, individualizada, ejercitable an-te otros poderes y ante sus propios superioresjerárquicos, admitiendo la posibilidad de insu-misión a toda clase de instrucción o consignade dichos superiores. La ligazón de los Tribu-nales al imperio de la ley es tan intensa que

obliga a una aplicación rígida, inelástica y nocreativa del ordenamiento jurídico. Mientrasque la autonomía para las Asambleas Legislati-vas y los Consejos de Gobierno son una garan-tía de la posibilidad de elección creativa, inno-vadora, entre diferentes opcionespolítico-legislativas o de, para los Consejos deGobierno, su libertad de ejercicio de potestadesdiscrecionales, potestades que los Jueces no po-seen, potestad reglamentaria que sin embargolos Jueces controlan desde la perspectiva de la le-galidad dela actua-ción admi-nistrativa,y su some-timiento alos finesque la jus-tifican, la "interdiction du detournement" delart. 106 de la Constitución.

- Tribunal Constitucional

Lo anteriormente indicado se puede decirdel Tribunal Constitucional que tiene jurisdic-ción en todo el Estado español, art. 161/1 de laConstitución. Lo mismo ocurre con el Ministe-rio Fiscal que ejerce sus funciones por medio deórganos propios, conforme a los principios deunidad de actuación y dependencia jerárquica,bajo las órdenes del Fiscal General del Estado,que es designado por el Gobierno, oído el

El Estado acepta una noción de autonomía

referida a las tareas de legislar y ejecutar

La ligazón de los Tribunales al imperiode la Ley es tan intensa que obliga auna aplicación rígida, inelástica y nocreativa del ordenamiento jurídico

1 0 9

Page 111: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :3 de 8 . pode r j ud i c i a l , y e s t ruc tu ra t e r r i t o r i a l de l e s t ado , Emi l io O laba r r i a

1 1 0

C.G.P.J. todo ello sin participación parlamenta-ria o de otra naturaleza en dicha designación quepermita remover la sospecha de que la defensade la legalidad y sus demás funciones puedan lle-gar a convertirse en algo más que un optimistadesiderato.

Este esquema sucintamente expuesto,que parte del presupuesto de que la Administra-ción de Justicia no es uno de los Poderes del Pa-ís Vasco, refiriéndose el art. 34 del Estatuto deAutonomía del País Vasco a la Administraciónde Justicia en el País Vasco y no del País Vasco.

No obstante el consenso sobre la unidaddel Poder Judicial no es un valor universal, en elplano teórico se discute sobre el federalismo ju-dicial y hay experiencias judiciales en el DerechoComparado de federalismo judicial.

En el seno de los problemas que el Tribu-nal Constitucional plantea, se debe priorizar elsistema de designación de sus Magistrados. Elsistema español no es el de los países más esta-bles institucionalmente, y no es el sistema de losEstados compuestos, sino el de los Estados uni-tarios. El sistema actual no se corresponde nicon el más común de los Estados confederales ofederales, ni siquiera con el de los Estados re-gionales.

Doctrinalmente hay dos grandes escuelasque defienden un sistema diferente y copartici-pado de designación de Magistrados del Tribu-nal Constitucional:

Una sostiene que la participación de losórganos autónomos que constituyen el Estadoen la designación de los Magistrados del T.C, ga-rantiza la representación de los intereses de losentes autónomos en el órgano encargado de re-solver los conflictos competenciales entre el po-der central y los poderes descentralizados. Lostribunales constitucionales cuando dirimen estetipo de conflictos, realizan una función arbitralentre poderes diferentes, que les pone en una si-tuación de supraparte procesal y para garantizarla imparcialidad, conviene que en la designaciónde sus componentes no sólo intervenga una delas partes, el poder central, sino todos los sujetosde eventuales conflictos.

Los Magistrados del Tribunal Constitu-cional no están relacionados con las Institucio-nes que les eligen por un vínculo de representa-ción jurídico-privado, ni menos por un vínculopolítico, no son comisionados o delegados dequienes han intervenido en su designación, nihay tras esa designación mandato imperativo ode revocación. La finalidad es simple, se trata deasegurar a todos los entes territoriales la posibi-lidad de designar a personas que conozcan elfuncionamiento del Estado desde la perspectivadel poder central y de los poderes autónomos.

- Una segunda tesis o escuela, sostieneque el objetivo de la participación no consistetanto en la defensa de los intereses compuestosde los entes componentes del Estado, sino laparticipación de los entes políticamente descen-tralizados en la formación de la voluntad de unórgano general cuya especial posición constitu-cional aconseja esta participación.

Ningún Estado compuesto puede fun-cionar, sin la existencia de mecanismos de cola-boración, así se constituyen los tribunalesconstitucionales de los Estados federales.Participan los estados miembros en un órganodel Estado federal, al objeto no de defendercada uno sus propias posiciones o interesesinmediatos, sino de contribuir a formar lavoluntad de la federación. Uno de esos órganoses el Senado, y también el TribunalConstitucional, que tiene encomendada unafunción unificadora, sintetizadora, integrado-ra, como órgano de un poder supra-ordenado,es un comisionado del poder constituyente, untercer Estado, común y superpuesto al Estadofederal y todos los poderes infra-ordenadosdeberían participar en la designación de losMagistrados. En el Derecho Comparado haymuchos métodos para resolver los problemasanteriormente indicados. Designación directa

Le consensus sur l 'unité du Pouvoir ju-

diciaire n 'est pas une valeur

universel le

Page 112: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :4 de 8 . pode r j ud i c i a l , y e s t ruc tu ra t e r r i t o r i a l de l e s t ado , Emi l io O laba r r i a

por los entes autónomos, designación a travésde un órgano estatal como el Senado dondeestuvieran representados los entes autónomos(no es el caso del Senado español).

En el Congreso de los Diputados se hanpresentado varias proposiciones de ley con laintención de resolver esta cuestión, se han pro-puesto fórmulas como la consistente en exigirque los cuatro Magistrados que designa el Se-nado, lo sean a propuesta de los Parlamentosautónomos, y exigir que entre los que elige elConsejo General del Poder Judicial procedande los Tribunales Superiores de Justicia de lasComunidades Autónomas, habiendo desem-peñado en ellos su función los dos años ante-riores a la elección. Hay otros sistemas comolas propuestas vinculantes de los Parlamentosautónomos, el análisis de requisitos personalesy su consideración tales como la residencia, co-nocimiento de una lengua o vinculación profe-sional con una Comunidad Autónoma, etc.

En todo caso hay que buscar alguna fór-mula consensuada, la de Alemania, la de Ca-nadá con cuota de Magistrados que represen-tan a Quebec, la de Bélgica y su Tribunal deArbitraje con composición paritaria de miem-bros de expresión francesa y neerlandesa, o elsistema de USA en que el Senado puede vetarMagistrados del Tribunal Supremo nombradospor el Presidente, alguna fórmula en definitivaque permita superar la aceptabilidad que con-fiere un sistema de designación por el Congre-so, Senado, Gobierno y Consejo General delPoder Judicial.

Consejo General del Poder Judicial

En cuanto al Consejo General del PoderJudicial debe iniciarse el desarrollo de las pre-visiones del Libro Blanco sobre la desconcen-tración de sus funciones trasladándolas a lasSalas de los Tribunales Superiores de Justicia oa órganos autonómicos propios.

Otra alternativa consistiría en modificarel sistema de designación de Vocales. Consoli-dando un sistema compartido por el Congresode los Diputados y Senado con los Parlamen-tarios de las Comunidades Autónomas.

Ministerio Fiscal

En cuanto al Ministerio Fiscal, que en eldiseño constitucional aparece como integradodentro del Poder Judicial, pero con autonomíafuncional, el Fiscal General del Estado es nom-brado por el Rey a propuesta del Gobierno.

En su actual descripción constitucional,art. 124, sin perjuicio de cierta retórica litera-ria y un ligero sabor tautológico, pudiera seruna fórmula válida, si admitiera la designación

algún tipo de participación parlamentaria, y lapropuesta que el Gobierno ha de hacer al Reypara el nombramiento del Fiscal General delEstado tomara como base un candidato nomi-nado por el Organo legislativo. Mejor todavíay en un Estado plurinacional, por los diversosOrganos legislativos ya que de todos ellos ema-na la legalidad que el Ministerio Fiscal debe de-fender. El Ministerio Fiscal debe defender tam-bién la legalidad reglamentaria, que puedeemanar de la Administración del Estado o delas Comunidades Autónomas.

Le corresponde al Ministerio Fiscal,igualmente, la defensa de la legalidad derivadade otras fuentes, el Derecho Civil propio de al-gunas Comunidades Autónomas, lo que puedeconstituir un ordenamiento tributario propiopor ejercicio y sedimentación de las competen-cias normativas del concierto económico en elPaís Vasco, otras manifestaciones de la actuali-zación del Derecho Foral o de los derechos his-tóricos, etc.

Al Ministerio Fiscal no le correspondesolo la defensa de la legalidad penal a través delejercicio de la acusación penal (sobre la que notiene ni siquiera la exclusiva), por todo ellotambién la designación del Fiscal General delEstado debería atender a la estructura com-puesta del Estado español.

El Fiscal General del Estado es nombrado

por el Rey a propuesta del Gobierno

1 1 1

Page 113: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 1 2

he rmes n º :5 de 8 . pode r j ud i c i a l , y e s t ruc tu ra t e r r i t o r i a l de l e s t ado , Emi l io O laba r r i a

Poder Judicial

En cuanto al Poder Judicial, el definidopor el Título VI de la Constitución, como diríaLucrecio, nada está en la naturaleza de las cosas.El Tribunal Superior de Justicia del País Vascodebería conocer del recurso de casación no sóloen materia de Derecho Civil propio, sino de todoel Derecho emanado de las Instituciones legislati-vas de las Comunidades Autónomas. Toda la ca-sación salvo la relativa a la unificación de doctri-na del Tribunal Supremo. La ComunidadAutónoma del País Vasco posee una evidentecomplejidad normativa, constituida por el Dere-cho de su Parlamento, por el Derecho Civil pro-pio del País Vasco, por el Derecho o Normas tri-butarias de carácter foralderivadas del Concierto Econó-mico (que afectan a la estructurade los tributos a la tarifa, a lasexenciones y bonificaciones, a losbeneficios tributarios con caráctergeneral de impuestos como el dela renta, sociedades, impuestos es-peciales, tributación de los no re-sidentes, etc.).

Se debe considerar en elPaís Vasco y otras CC.AA. tam-bién la existencia de un derechosocial propio, de naturaleza orgá-nica o institucional por una par-te y por la otra una normativa la-boral convenida colectivamentey que deriva del dato de la posi-bilidad de suscribir en dicha Comunidad, el80% de los convenios colectivos por interlocu-tores sociales de ámbito de actuación circunscri-to sólo al País Vasco (recuérdese el ca-rácter de fuente completiva del Derechodel Trabajo que poseen los convenioscolectivos, con efectos normativos, ul-tra-vires, con eficacia general). El art.3/1 del Código Civil obliga a través desus reglas de hermenéutica, a una rein-terpretación de la realidad social post-constitucional, la realidad social y unode sus ingredientes la realidad política, van pre-sentando nuevos requerimientos, entre éstostambién están los autonómicos, y también sontrasladables al ámbito judicial.

La realidad social, el espíritu y finalidadde las normas, lo que los canonistas llamaronspíritus mobilis, inician una disociación, paula-tina y gradual, que aleja la voluntad de la Ley, dela inmóvil voluntad del legislador.

Lo que la autonomía significa no es ladiscusión parlamentaria que perdura en el Dia-rio de Sesiones, sino la realidad social alentadapor tensiones nuevas y renovadoras, donde aflo-ran otros instrumentos de legitimidad institu-cional, derechos históricos, voluntad de autogo-bierno, derecho de autodeterminación, que esun derecho humano ínsito a la dignidad de lospueblos y que no necesita por ello ser positiviza-do por el ordenamiento constitucional u ordina-rio.

Se reconstituye con la con-solidación del proceso autonómicola residencia natural de la sobera-nía, que se reclama por entidades oámbitos no estatales, sino supra-es-tatales como los europeos, o subes-tatales-estatales, las nacionalida-des.

El art. 143/1 de la Consti-tución muestra la ratio inspiradorade la conciencia autonomista, decorte histórico, cultural y econó-mico y delimita una realidad socialen la que las Comunidades Autó-nomas generan su propio derecho,donde los derechos históricos posi-tivos se suman a los positivizables

por las instituciones de Euskadi y de otros luga-res. El derecho del Estado se ve repercutido su-cesivamente por peculiaridades que justifican

una substantivación del orden jurídico en la Co-munidad Autónoma, en virtud de sus rasgos deidentidad por ejemplo el art. 149/1/7 de laConstitución atribuye al Estado competencia

Kontuan har tu behar da Euskadin

badela zuzenbide sozial propio bat .

El Tribunal Supe-rior de Justicia delPaís Vasco deberíaconocer el recur-so de casación nosólo en materiade Derecho CivilPropio, sino detodo el derechoemanado de lasinstituciones legis-lativas de las Co-munidades Autó-nomas

Page 114: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :6 de 8 . pode r j ud i c i a l , y e s t ruc tu ra t e r r i t o r i a l de l e s t ado , Emi l io O laba r r i a

exclusiva en materia laboral pero no predice quela legislación laboral tenga que deferirse entera-mente a la competencia del Estado, sino que deacuerdo con el art. 3/1 del Código Civil, que ad-mite que tan pronto la peculiaridad económicadefinitoria de una autonomía lo demande, entema en este caso de relaciones industriales, underecho adecuado a su naturaleza produciría laaplicación de la reserva residual del art. 149/3 dela Constitución, se produciría una redistribu-ción de competencias, desapoderándose la de lasCortes Generales en favor del Organo legislativode la Comunidad Autónoma.

Con un derecho sustantivo propio de di-mensiones crecientes, con un cabal y reinterpre-tado cumplimiento del art. 152/1 de la Consti-tución (las sucesivas instancias procesales seagotarán ante órganos judiciales radicados en elmismo territorio de la Comunidad Autónoma)y una creciente vinculación profesional, afectiva,lingüística que exige normalizar el uso de las len-guas cooficiales en donde existen con ese dere-cho por parte de los Jueces, podemos encontrarfórmulas más coherentes con la realidad socialde este país que las hoy vigentes, y esto vale pa-ra todas las jurisdicciones.

Estamos pasando del Estado-ordena-miento al Estado-comunidad, sujeto de accionessociales protagonizadas por los grupos a que serefiere el art. 9/2 de la Constitución, y el art. 28y 37 y también los grupos que constituyen lascolectividades naturales de las nacionalidadesdel Estado español.

El proyecto social no es solo el que los Po-deres Públicos brindan a través del Derecho delEstado, confundiendo Estado con realidad jurí-dica y esterilizando la identidad y pulsiones delos grupos sociales.

La propuesta elaborada por el Pleno delConsejo General del Poder Judicial denominadaPacto de Estado para la Reforma de la Justiciaconverge hacia alguna de las posiciones anterior-mente anunciadas. Continúa la línea de leyesmodernas como la Ley de Enjuiciamiento Civilo la nueva Ley de Jurisdicción Contencioso-Ad-ministrativa en las que se atribuye a los Tribuna-les Superiores de Justicia de las CC.AA. compe-tencias casacionales en relación a las infraccionesprocesales o vulneración de la tutela judicialefectiva que proclama el art. 14 de la Constitu-ción o en su caso previendo que la última ins-tancia procesal en relación a la tutela judicial de-rivada de actos de la administración enaplicación del derecho autonómico y buena par-te del derecho estatal quede residenciada en lasSalas de lo Contencioso Administrativo de losTribunales Superiores de Justicia autonómicos(por cierto no previstos en el Título que laConstitución dedica al Poder Judicial y sí a la es-tructura territorial del estado, art. 152). No obs-tante, la propuesta de Pacto de Estado no termi-na de ajustar adecuadamente la estructura delPoder Judicial y las competencias autonómicasen esta materia a los requerimientos de un Esta-do compuesto como es el Estado español.

Me permito reproducir para intentar de-limitar de forma ordenada estas carencias, el Vo-to Particular que yo mismo redacté en relaciónal Pacto de Estado en cuestión y cuyo tenor es elsiguiente:

Los requerimientos constitucionales enmateria autonómica no pueden obviarse en loatinente a las estructuras de los órganos de Go-bierno del Poder Judicial.

La propia composición del CGPJ se ba-sa en la integración de Vocales de origen judi-cial y juristas ajenos a la Carrera Judicial. El es-quema anterior se puede trasladar a las Salas deGobierno de los Tribunales Superiores de Justi-

Estamos pasando del Estado ordenamiento alEstado comunidad

El proyecto social no es sólo el que los PoderesPúblicos brindan a través del Derecho del Esta-do

1 1 3

Page 115: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 1 4

he rmes n º :7 de 8 . pode r j ud i c i a l , y e s t ruc tu ra t e r r i t o r i a l de l e s t ado , Emi l io O laba r r i a

cia de las CC.AA. previstos en el art. 152 de laConstitución y que culminan la organizaciónjudicial en el ámbito territorial de la Comuni-dades Autónomas. Nada obsta a la presencia dejuristas ajenos a la Carrera Judicial que puedancontribuir a un más eficiente gobierno de losTribunales Superiores de Justicia de las CC.AA.y a una mayor identificación de estos órganosde Gobierno del Poder Judicial con la específi-ca fisonomía que deriva delas diferentes realidades au-tonómicas del estado Espa-ñol en ámbitos tan diversoscomo: derecho autonómicoy civil propio; especialida-des de naturaleza político-institucional; existencia delenguas cooficiales; existen-cia de peculiaridades en elámbito e las fuentes propiaso completivas del ordena-miento jurídico (derechoforal, convenios colectivosde ámbito autonómico,competencias normativas derivadas del Con-cierto Económico, o del Convenio económicoen Navarra, propensión a la litigiosidad, espe-cial incidencia de determinados delitos, situa-ciones vinculadas a la seguridad de los Jueces,especial complejidad de determinadas causas,desigual desarrollo informático, competenciasde medios materiales y de personal de CC.AA.y Administración Central del Estado, etc.)

El punto 40 de las Propuestas para la Re-forma de la Justicia no se corresponde con ladimensión constitucional de los Tribunales Su-periores de Justicia, no profundiza en las com-petencias de las Salas de Gobierno y mantieneuna configuración centralizada de los órganosde Gobierno del Poder Judicial. No es fácilapreciar en dicha propuesta un Tribunal Supe-rior de Justicia que culmine la organización ju-dicial en el ámbito territorial de la ComunidadAutónoma y que agote en la misma las sucesi-vas instancias procesales.

Se pierde una nueva oportunidad paradefinir la composición y competencias de lasSalas de Gobierno de los órganos definidos en elprecitado artículo de la Constitución.

Constituyendo el Poder Judicial un poder difu-so en lo relativo a la función jurisdiccional, cuyaindependencia debe mantenerse en todo caso enrelación a otros poderes del estado y a los pro-pios superiores jerárquicos de quien ejercita lafunción de juzgar, sin embargo es bien concretoen su dimensión administrativa y el manteni-miento de la centralización de su estructura ycompetencias no resulta en relación a la defini-

ción de sus órga-nos de Gobiernoadecuada a la con-figuración territo-rial del Estado.

En relaciónal Sistema de Re-cursos se confiereuna desorbitadaextensión al con-cepto "interés ca-sacional" mante-n i e n d oprácticamente en

su totalidad las competencias en materia de ca-sación del Tribunal Supremo, con la excepciónobvia de la casación que verse sobre materias re-guladas por el derecho autonómico. Se estableceun nuevo recurso de carácter "específico"(porevitar la utilización del vocablo especial) pormotivos tasados y de cognición limitada que sepodrá interponer ante los Tribunales Superioresde Justicia de las Comunidades Autónomas yque por su confusa redacción terminológica yconfiguración conceptual, no puede suponeruna aproximación razonable a la denominadacasación autonómica.

En lo relativo a la cooficialidad lingüísti-ca en el ámbito de la administración de Justicialas soluciones de las propuestas núm. 44.1 y44.2 (que habiendo decaído impide la exigen-cia de cualquier tipo de preceptividad), resul-tan absolutamente insatisfactorias y equivalen arenunciar a la realización del esfuerzo necesariopara atender a los justiciables en cualquiera delas lenguas cooficiales de su Comunidad. Laspropuestas en cuestión que configuran una me-ra actividad de fomento y promoción de laslenguas cooficiales, no se corresponden con losrequerimientos que en materia lingüística con-

La propuesta de Pacto de Estado notermina de ajustar adecuadamentela estructura del Poder Judicial y lascompetencias autonómicas

Page 116: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

he rmes n º :8 de 8 . pode r j ud i c i a l , y e s t ruc tu ra t e r r i t o r i a l de l e s t ado , Emi l io O laba r r i a

signa el art. 3.2 de la Constitución, los diversosEstatutos de Autonomía, ni con el mandato delart. 231 de la LOPJ.

En relación al Ministerio Fiscal, al que sele atribuyen nuevas e importantes competencias,no se considera de forma suficiente que la de-fensa de la legalidad (función fundamental quele atribuye el art. 124 de la Constitución no seestá refiriendo exclusivamente a la defensa de lalegalidad penal, se refiere a la defensa del Orde-namiento) jurídico en su conjunto y en su senoa la legalidad autonómica.

Se omite en las propuestas relativas a suconfiguración (actuación por medio de órga-nos propios conforme a los principios de uni-dad de actuación y dependencia jerárquica ynombramiento) cualquier referencia a la posi-bilidad de intervención autonómica, posea éstael carácter de propuesta, audiencia, recomen-dación o cualquier otra en cuanto a la designa-ción de los Fiscales-Jefes de los Tribunales Su-periores de Justicia.

En relación a los recursos personales de laadministración de Justicia los avances en la pro-puesta 118 son mínimos y meramente nomina-les. Se recupera lo sugerido en su día por el Li-bro Blanco para la Reforma de la Justicia quesólo muy matizadamente se separan de la confi-guración como Cuerpos-Nacionales del perso-nal al servicio de la Justicia, se continúan aco-giendo las tesis de la Sentencia del TribunalConstitucional 56/90 y se dificulta notablemen-te la creación de una plantilla adecuada a los re-querimientos de una administración moderna yeficiente, de estructura no estamental y con unaclara definición de los perfiles específicos de lospuestos de trabajo.

Para los que creemos que la soberanía re-side en el pueblo y que la existencia de un PoderJudicial propio es un elemento caracterizador dela soberanía de dicho pueblo, las tesis anterior-mente enunciadas distan mucho de ser las ati-nentes a un Poder Judicial propio. No obstante,en esto como en todas las demás materias es elpragmatismo y la sucesión cronológica de losacontecimientos la que debe inspirar el trabajode todos.

La propre composit ion du Pouvoir judiciaire se fonde sur

l ' intégration de Membres issus du sérail et de juristes

étrangers à la carrière judiciaire

1 1 5

Page 117: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 1 6

Sahara. Desierto de l ibertadDurant toute cette année, la Fondation Sabi-

no Arana a continué à offrir aux communes qui luien font la demande l'exposition "Sahara. Désert deliberté", une exposition itinérante qui prétend trans-mettre et faire connaître la situation actuelle (aspectsculturels, économie, développement, etc.) que vit lepeuple sahraoui dans son exil, dans la région de Tin-douf, dans le centre occidental de l'Algérie. Cette ex-position, réalisée à l'initiative de la Fondation Sabi-no Arana avec le concours du Front Polisario, secompose d'un ensemble de documents photographi-

ques de Juan Armentia, Paulino Oribe et José Alberto Ubierna, ainsi que d'un diaporama réalisé parKepa Gonzalez, de l'entreprise Diapolan, outre des ustensiles et autres objets sahraouis.

SABINO ARANAFUNDACIÓN

KULTUR ELKARGOA

¡Nunca más! Imágenes de guerra

1 9 3 6 - 1 9 3 9 El Libro “¡Nunca más!. Imágenes de guerra

1936-1939”, obra de las historiadoras Leyre Arrie-ta y Miren Barandiaran y editada por la FundaciónSabino Arana, es el marco de una exposición itine-rante que refleja la violencia que asoló a Euskadidurante la guerra del 36, juntamente con el testi-monio de numerosas personas que como actoresdestacados y observadores cualificados relatan sus

vivencias y expresan sus opiniones sobre lo que vivieron y padecieron para que no olvidemos cuán-to sufren los pueblos con las guerras.

Realidades de los pueblos indígenasPara dar a conocer la realidad actual que vi-

ven los pueblos indígenas de los cinco continentes,así como sus procesos históricos, sociales, políticosy económicos que les han conducido a esa situa-ción, la Fundación Sabino Arana y la ONGD Mu-garik Gabe pusieron en marcha el pasado 15 de fe-brero de 2000 el proyecto “Realidades de lospueblos indígenas”, integrado por una exposiciónfotográfica sobre el pueblo mapache, otra sobre elAmazonas, una unidad didáctica multimedia eneuskara y castellano sobre los pueblos indígenas yun ciclo de conferencias a cargo de representantesde estos pueblos.

Page 118: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

Sabino Arana Fundazioaren Bidaia Sai-lak bi ibilbide ludiko-kultural antolatu dituaurten, bata Portugalera eta bestea Mexikora.Aste Santuan, apirilaren 24a eta 30a bitartean,bidaia bat antolatu zuen "Krabelinen Iraultza-ren" herrira, 1974ko apirilaren 25ean Salazar-en diktaduraren bukaera ekarri eta Portugalenerrejimen demokratiko bat ezarri zuen altxa-mendu militarraren 26. urtemugarekin batera.

Udan, abuztuaren 1a eta 14a bitartean,Mexiko izan zen gure bidaiaren helmuga: Me-xiko D.F., Chiapas eta Yucatánen izan ginen,maien eta azteken zibilizazioen adierazpen na-

gusietako batzuk bisitatzen. Bidaiaren unerikgarrantzitsuena bidaiarien eta Chiapasko apez-piku ohi Samuel Ruizen arteko topaketa izanzen.

Halaber, udako ibilbide horren partai-deek Mexikoko beste pertsona ezagun batzukizan zituzten solaskide, hala nola Garapenera-ko Euskal-Mexikar Institutuko zuzendari JosuGarritz, Mexikoko hiriburuko euskal etxekozuzendaritza-batzordeko kideak, eta SergioCastro -bertako komunitate indigenen aldekoekintzak egiten dituen injineru agronomo bat,alegia.

Club de Viajes:

Portugal y México

MUJERES Y PODERPOLÍTICOMESA REDONDA

El 22 de junio,destacadas líderes de lospartidos políticos del ar-co parlamentario pre-sentaron el libro “Muje-res y poder político”,publicación que recogelas ponencias e interven-ciones del seminario,que con el mismo título,organizó la Fundación.

LA IDEA EUSKARADE NAVARRA

La UniversidadPública de Navarra fueescenario, el 21 de mar-zo, de la presentacióndel libro “La idea euska-ra de Navarra (1864-1902)“, un trabajo deinvestigación del histo-riador José Luis Nievaque aporta nuevos datospara la construcción dela historia vasca.

DENIS HAUGHEYCONFERENCIA

“Conflicto cons-titucional: la necesidadde diálogo entre todoslos partidos y acuerdoinclusivo” fue el títulode la ponencia que im-partió el Ministro-Secre-tario de Presidencia deIrlanda del Norte, DenisHaughey, el 10 de febre-ro. En el marco de nues-tra tribuna de reflexión.

1 1 7

Page 119: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 1 8

RENOVACIÓN DEL PATRONATOLa Fundación sabino Arana renovó a fi-

nales de septiembre de 2000 su máximo órga-no de gobierno -Patronato- conla incorpora-ción de destacadas personalidades del mundoeconómico, cultural y social.

El economista Andoni Olabarri fue de-signado nuevo presidente y Anton Aurre, pre-sidente de honor. El Letrado mayor de JuntasGenerales de Bizkaia, José Luis Aurtenetxe, seincorporó a la dirección de la Fundación comovicepresidente, continuando como secretario elprofesor de la Universidad de Deusto, IñakiGoikoetxeta y como tesorero, Jesús Mª Egia.

La Magistrada de la Sala de lo Con-tencioso Administrativo de la Au-diencia Nacional, Margarita Ro-

bles, en el apartado de “Amiga de los vascos”; elsacerdote Serafin Esnaola, en el de “Trayectoriade toda una vida”; la Asociación turca de De-rechos Humanos, Juristas por la Democraciaen Turquia, y las Abuelas de Plaza de Mayo, enel capítulo de “Espejo en el Mundo”; el can-tautor euskaldun Benito Lertxundi, en “Cultu-ra”; Bultz-Lan, consultoría dependiente de Cá-

ritas, en “Economía-Sociedad; y el cestapuntis-ta José Ramón “Katxin” Uriarte, en la catego-ría de “Deportes” fueron los galardonados en laXI edición de los Premios Sabino Arana, queanualmente otorga la Fundación.

Esta gala cultural, que tuvo lugar eldomingo, 30 de enero de 2000, en elteatro Arriaga de Bilbao, contó con

la asistencia de numerosos representantes de lavida política, social , cultural y deportiva de laComunidad Autónoma del País Vasco.

Gala de Premios 1999

P r ò x i m a s a c t i v i d a d e s

Ciclos de conferencias“Los vascos en la historia. Un milenio

más”Jueves, 18 de enero de 2001. Jesús Al-

tuna. “Gure lehen urratsak. Nuestros prime-ros pasos”

Jueves, 25 de enero de 2001. José LuisOrella. “La configuración de las tierras vascas”.

Jueves, 1 de febrero de 2000. AingeruZabala. “Los fueros como forma de vida”

Jueves, 8 de febrero de 2001. Mª Ánge-les Larrea y Rafael Mieza. “El siglo XIX: crisisy esperanzas”.

Jueves, 15 de febrero de 2001. JosuChueca. Luces y sombras del largo siglo XXvasco”

Jueves, 22 de febrero de 2001. Mesa re-donda. “La invención de la historia vasca”.

GALA DE PREMIOS SABINO ARA-NA 2000: 28 de enero de 2001, en el teatroArriaga de Bilbao.

Page 120: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

El V Memorial Uzturre de pelota,que organizan la Fundación Sabi-no Arana y Eusko Basque, reunió

el pasado 14 de abril en el Frontón del Depor-tivo de Bilbao a varios campeones del mundoy a algunos de los mejores pelotaris en las dis-tintas modalidades. El primero de los partidos,el de mano parejas, enfrentó a Unanue yErrandonea contra Alustiza y Arretxe.

En pala, los hermanos riojanos Daniel yJuan Pablo (campeones olímpicos) se midieron

al vizcaíno Unda y al navarro Rekalde. Por úl-timo, el partido de cesta puso frente a frente aBerikua y Castro contra Lander y Goitia.

Por otra parte, el frontón de Mallabia(Bizkaia) fue escenario de un festival Herri Ki-rolak el 2 de abril, en el que el harrijasotzaileJosé Antonio Gisasola “Zelai” consiguió batirsu propio record con la cilíndrica de 150 kgs,al obtener 35 alzadas. El resto de la jornada secompleto con el duelo por el hacha de Oro en-tre los aizkolaris Senosiain y Nazabal.

El Lehendakari Juan José Ibarretxeclausuró el 30 de noviembre de2000 el ciclo de conferencias

“¡Vascos/as, cuánto hemos cambiado!”, un fo-ro en el que a lo largo de 10 semanas expertosen diversas materias vinieron exponiendo supunto de vista sobre los cambios sociales y lasmutaciones en curso que se vienen producien-do en la sociedad vasca desde el inicio del pro-ceso de institucionalización en 1978.

Con ellos se han debatido temas tan dis-pares como el euskera, el cambio en el tejidoeconómico empresarial con la incorporaciónde las nuevas tecnologías, las nuevas culturassociales y la articulación social, entre otros.

“¡Vascos/as , cuánto

hemos cambiado!”

El lehendakari, en el acto de clausura.

El Memorial Uzturre reunió a varios campeones

“Zelai”, en pleno esfuerzo.Memoria l Uztur re y

Festival Herri Kirolak

1 1 9

Page 121: Hermes 0: Nacionalismo y democracia

1 2 0

E l ya pasado Sig lo XX, has i d o in t i t u l ado p o r Er i cHob sbawm c omo " s i g l o

cor to" , f e l iz acuñación para de s cr ib iruna centur ia que contabi l izada comolo hace e l h i s tor iador no l l ega a ta l :1914-I Guerra Mundia l , f in de lo simper io s dec imononico s , data inic ia l , y1989, ca ida de l muro de Berl in , inic iode l de sp lome sovié t i co, data f ina l .

En e s e s i g lo germinaron, s e conso-l i da r on , s e c on f r on ta r on in c lu s o s es o l aparon , d i ve r s a s c onc ep c i one s d e lmundo y de la v ida y sobre todo deacc ión po l í t i ca para la t rans formaciónsoc ia l que adoptaron diver sa s carca sa sideo lóg i ca s con e l su f i jo : " i smo"comocomún denominador ; a s i pué s , e l s i g loXX tambíén lo fue e l de l nac ional i smo,l i b e ra l i smo , s o c i a l i smo , f a s c i smo ,comuni smo, f emini smo, e co log i smo yotro s " i smos" .

Con e l s i g lo XX inic iado nace larev i s ta Hermes , la advocac ión a l d io sde l comerc io en un Bi lbao rut i lantedonde la e conomía y e l pensamientodi s curr ían pare jo s , no só lo re su l tabacoherente s ino premonitor io. El nac io-nal i smocív ico, p lura l y contra s tado queacog ian la s paginas de Hermes re su l ta-

ba s e r la mejor argamasa para cohe s io-nar una soc i edad vasca somet ida a la st ens ione s de la confrontac ión po l í t i ca ya la s pul s ione s de la s exper i enc ia s v iv i -das y la s mito log ía s comunitar ia s querecurrentemente cata l izaban, ta l comohoy, la e s c ena po l í t i ca .

El s i g lo que comienza lo hacel igero de equipaje ideo log i co, a l menosen la s repre s entac ione s más r igor i s ta sde la s ideo log ía s que fueron. El comer-c io, e l mercado como punto de encuen-tro de la ac t iv idad soc ia l , s e e r ige endose l de sde donde Hermes no s contem-pla y de termina lo s l ímite s de la co sapúbl i ca . Las ideo log ía s a temperan su sper f i l e s más doc tr inar io s y s e adecúana la natura leza mercant i l de la s co sa spúbl i ca s .

Hermes en e s ta su s egunda épocade l s i g lo XXI, pre t ende superar e s ta sc omunmen t e a c e p t ada s l im i t a c i on e sinvocando y ape lando a l d eba t e d eideas , a s e r v ir de punto de encuentropara que quiene s en la de snudez de lapalabra , armados con la so la inten-c ión, a j enos a l fuego y la i ra , t enganun lugar, d i spongan de un e spac io paradi s cut i r. Es nue s t ra s ingular pre t en-s ión. Lo demás vendrá por añadidura.

Hermes en el siglo XXI

Txema Montero Koldo Mediavilla