2
A los cuatro vientos IV Domingo de Adviento. 23 de diciembre de 2012 Suplemento del Full Dominical Jaume Pujol Balcells Arzobispo metropolitano de Tarragona y Primado UNA NAVIDAD INOLVIDABLE E l recuerdo del médico y sacerdote Pere Tarrés (1905- 1950), beatificado en 2004, está muy presente en Manresa, su ciudad de nacimiento; Barcelona, donde se encuentra enterrado en la iglesia de Sarrià; en Núria y otros parajes, que fueron testigos de su amor por el excursionismo y las montañas. Pero en estas vísperas navideñas su recuerdo va especialmente ligado a nuestras tierras de Tarragona y Terres de l’Ebre. Durante la Guerra Civil estuvo movilizado como médico militar y acompañaba a los soldados en los alrededores de Garcia, en el Baix Ebre cuando llegó la Navidad. En aquellos días el frente estaba tranquilo, aunque veían pasar sobre sus cabezas los bombarderos que iban en dirección a Barcelona. En estas circunstancias fue llamado de una masía en la que se hallaba enfermo un niño de dos años. El doctor Tarrés, cuya espiritualidad chocaba con la brutalidad y las blasfemias de muchos compañeros de batallón, recordaba —después que atendió a aquel niño— que lo besó como si fuera imagen del Divino Niño, al que aquel año no podría adorar por Navidad. Fue su modo de celebrar aquella Navidad tan especial como inolvidable. Días después, lo mismo que sus compañeros, los combates les alcanzaron y tuvieron que huir a toda prisa hacia la sierra del Montsant, desde donde emprendieron la retirada, primero a Falset y luego a Tarragona y El Vendrell. Me he entretenido en el testimonio que dejó el propio Tarrés en su Mi Diario de guerra, con la mirada puesta en el nacimiento de Jesús en Belén, que en su caso se vio representado por aquel niño pequeño en una masía perdida. Como aquel joven médico, nosotros estamos invitados estos días por la Iglesia a tener presente el gran misterio de nuestra salvación. El Mesías anunciado durante cientos de años por los profetas, nació en un establo. No podía escoger un lugar más humilde. Es como si se hubiera propuesto venir de incógnito para no ser reconocido. Esta sencillez desconcertante —el Rey del mundo que no encuentra posada— es una gran lección para nosotros. Nos ayuda a desprendernos de nuestros caprichos egoístas y ambiciones poco nobles. Y al mismo tiempo nos empuja a ayudar a las personas más pobres, que quizá no tienen techo donde cobijarse, o no tienen comida, o trabajo para sustentar a su familia. ¡Cuánto sufrirían María y José —como lo haría cualquier padre—, al no encontrar un lugar para el reposo y unas mínimas seguridades en aquella situación angustiosa! Y ¡qué consuelo tendrían cuando los pastores y los Magos acudieron a adorar a Aquel que había nacido y llevarle algunos presentes! En estas fechas navideñas nos hacemos regalos unos a otros. Pero no olvidemos el obsequio que nos pide Dios: el regalo de arrodillarnos también nosotros ante Jesús que acaba de nacer. Seguramente es lo que vimos hacer a nuestros padres y abuelos. Cada generación ha adorado a Jesucristo acunado en un pesebre, y ahora nos toca a nosotros. Vivir la Navidad en familia, reuniéndonos todos, y vivirla en solidaridad con los más necesitados, es el modo cristiano de celebrar estos días. Que para cada uno de nosotros esta Navidad sea inolvidable. Que, como el beato Pere Tarrés, entre bombardeos (en nuestro caso de planes y atracciones), sepamos ver en los otros el rostro de Cristo.

Hoja dominical (23-12-12)

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Semanario de información de la Archidiocesis de Tarragona n. 3276

Citation preview

A los cuatro vientosIV Domingo de Adviento. 23 de diciembre de 2012 Suplemento del Full Dominical

† Jaume Pujol BalcellsArzobispo metropolitanode Tarragona y Primado

UNA NAVIDAD INOLVIDABLE

El recuerdo del médico y sacerdote Pere Tarrés (1905-

1950), beatificado en 2004, está muy presente en Manresa, su ciudad de nacimiento; Barcelona, donde se encuentra enterrado en la iglesia de Sarrià; en Núria y otros parajes, que fueron testigos de su amor por el excursionismo y las montañas. Pero en estas vísperas navideñas su recuerdo va especialmente ligado a nuestras tierras de Tarragona y Terres de l’Ebre. Durante la Guerra Civil estuvo movilizado como médico militar y acompañaba a los soldados en los alrededores de Garcia, en el Baix Ebre cuando llegó la Navidad. En aquellos días el frente estaba tranquilo, aunque veían pasar sobre sus cabezas los bombarderos que iban en dirección a Barcelona.

En estas circunstancias fue llamado de una masía en la que se hallaba enfermo un niño de dos años. El doctor Tarrés, cuya espiritualidad chocaba con la brutalidad y las blasfemias de muchos compañeros de batallón, recordaba —después que atendió a aquel niño— que lo besó como si fuera imagen del Divino Niño, al que aquel año no podría adorar por Navidad. Fue su modo de celebrar aquella Navidad tan especial como inolvidable. Días después, lo mismo que sus compañeros, los combates les alcanzaron y tuvieron que huir a toda prisa hacia la sierra del Montsant, desde donde emprendieron la retirada, primero a Falset y luego a Tarragona y El Vendrell.

Me he entretenido en el testimonio que dejó el propio Tarrés en su Mi Diario de guerra, con la mirada puesta en el nacimiento de Jesús en Belén, que en su caso se vio representado por aquel niño pequeño en una masía perdida. Como aquel joven médico, nosotros estamos invitados estos días por la Iglesia a tener presente el gran misterio de nuestra salvación. El Mesías anunciado durante cientos de años por los profetas, nació en un establo. No podía escoger un lugar

más humilde. Es como si se hubiera propuesto venir de incógnito para no ser reconocido.

Esta sencillez desconcertante —el Rey del mundo que no encuentra posada— es una gran lección para nosotros. Nos ayuda a desprendernos de nuestros caprichos egoístas y ambiciones poco nobles. Y al mismo tiempo nos empuja a ayudar a las personas más pobres, que quizá no tienen techo donde cobijarse, o no tienen comida, o trabajo para sustentar a su familia. ¡Cuánto sufrirían María

y José —como lo haría cualquier padre—, al no encontrar un lugar para el reposo y unas mínimas seguridades en aquella situación angustiosa! Y ¡qué consuelo tendrían cuando los pastores y los Magos acudieron a adorar a Aquel que había nacido y llevarle algunos presentes!

En estas fechas navideñas nos hacemos regalos unos a otros. Pero no olvidemos el obsequio que nos pide Dios: el regalo de

arrodillarnos también nosotros ante Jesús que acaba de nacer. Seguramente es lo que vimos hacer a nuestros padres y abuelos. Cada generación ha adorado a Jesucristo acunado en un pesebre, y ahora nos toca a nosotros. Vivir la Navidad en familia, reuniéndonos todos, y vivirla en solidaridad con los más necesitados, es el modo cristiano de celebrar estos días. Que para cada uno de nosotros esta Navidad sea inolvidable. Que,

como el beato Pere Tarrés, entre bombardeos (en nuestro caso de planes y atracciones), sepamos ver en los otros el rostro de Cristo.

IV Domingo de Adviento(23 de diciembre de 2012) (Ciclo C)

Liturgiade la semana

Un servicio del Departamento diocesano de Medios de Comunicación Social del Arzobispado de Tarragona

En el último domingo de Adviento la liturgia nos invita a poner los ojos en María, la madre de Jesús, la madre del Hijo de Dios. El texto que nos propone contemplar es el de la visitación de María a su parienta Isabel. María aparece como una mujer atenta a las necesidades de los demás y, por ello, es capaz de viajar aproximadamente 130 km (distancia de Nazaret a Ein Karem) para ayudar a su parienta Isabel, embarazada y ya avanzada en edad. Nos podemos unir a los elogios de Isabel a María, que no se contentará con solicitar la bendición de Dios sobre ella, sino que proclamará una de las primeras bienaventuranzas, alabando la fe de la madre de Jesús: “Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.” La presencia de Jesús en el vientre de María llenará de alegría y del Espíritu Santo tanto a Isabel como al hijo que lleva en las entrañas. María es ejemplo de fe, de servicio, de evangelización, de alegría, de discípula, de apertura al plan de Dios. Todo un modelo a seguir.

Domingo, 23: IV Domingo de Adviento [Miq 5, 1-4 a; Sal 79; Heb 10, 5-10; Lc 1, 39-45 (LE/LH propias)]

Lunes, 24: [2Sam7, 1-5. 8b-12. 14 a. 16; Sal 88; Lc 1, 67-79]

Martes, 25: Natividad del Señor (Sol) [Is 52, 7-10; Sal 97; Heb 1,1-6; Jn 1, 1-18 (LE/LH propias)]

Miércoles, 26: San Esteban, protomártir (F) [Hch 6, 8-10; 7, 54, 60; Sal 30; Mt 10, 17-22 (LE/LH propias)]

Jueves, 27: San Juan, apóstol y evangelista (F) [1 Jn 1, 1-4; Sal 96. R; Jn 20, 2-8 (LE/LH propias)]

Viernes, 28: Los santos inocentes, mártires (F) [1Jn 1, 5-2, 2; Sal 123; Mt 2, 13-18 (LE/LH propias)]

Sábado, 29: [1Jn 2, 3-11; Sal 95; Lc 2, 22-35]

Domingo, 30: La Sagrada Familia: Jesús, María y José (F) [Eclo 3, 2-6. 12-14; Sal 127; Col 3, 12-21; Lc 2, 41-52 (LE/LH propias)]

Las lecturas pertenecen al ciclo C.

Liturgia de las Horas:Salmodia de la semana IV

Lectura de la profecía de Miqueas (Mi 5, 1-4)

Así dice el Señor: “Pero tu, belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti saldrá el jefe de Israel. Su origen es desde lo antiguo, de tiempo inmemorial. Los entrega hasta el tiempo en que la madre dé a luz, y el resto de sus hermanos retornará a los hijos de Israel. En pie, pastorea con la fuerza del Señor, por el nombre glorioso del Señor, su Dios. Habitarán tranquilos, porque se mostrará grande hasta los confines de la tierra, y éste será nuestra paz.

SALMO RESPONSORIAL (Sal 79)

Pastor de Israel, escucha,tú que te sientas sobre querubines, resplandece.Despierta tu poder y ven a salvarnos.

R. Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.

Dios de los ejércitos, vuélvete:mira desde el cielo, fíjate,la cepa que tu diestra plantó,y que tú hiciste vigorosa. R

Que tu mano proteja a tu escogido,al hombre que tú fortaleciste.No nos alejaremos de ti:danos vida, para que invoquemos tu nombre. R

Lectura de la carta a los Hebreos (Heb 10,5-10)

Hermanos: Cuando Cristo entró en el mundo dijo:”Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado

un cuerpo; no aceptas holocaustos ni victimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: ´Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.”´ Primero dice: “No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas expiatorias”, que se ofrecen según la Ley. Después añade: “Aquí estoy yo para hacer tu voluntad.” Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.

Lectura del santo Evangelio según San Lucas (Lc 1, 39-45)

En aquellos días, María se puso de camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: “¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.”

FELICITEMOSEsta semana celebra el aniversario de su ordenación sacerdotal el siguiente presbítero:

24 de diciembre: Isidre Saludes Rebull (1950)

Ad multos annos!

AGENDA 24 de diciembre

Misa del Gallo presidida por el Sr. Arzobispo en la Catedral de Tarragona, a las 24.00 h. Sostendrá el canto de la asamblea el Coro ‘Joves Veus’ i la Orquestra de los Amigos de la Catedral. Media hora antes, a las 23.30 h., habrá ambientación musical

de estos intérpretes y del Coro infantil, el Coro ‘Estels’. Organiza la Delegación diocesana de Juventud

25 de diciembre Misa Pontifical en la Catedral de Tarragona presidida por el Sr. Arzobispo a las 11.00 h. A las 10.45 h. canto de Tertia. Sostendrá el canto la Schola Cantorum de los Amigos de la Catedral.