HELENA PETROVNA BLAVATSKY ISIS SIN VELO TOMO I Clave de los Misterios de la Ciencia y Teología Antigua y Moderna “Cecy Est Un Livre De Bonne Foy” (Montaigne) La autora dedica esta obra a la SOCIEDAD TEOSÓFICA Fundada en el año 1875, en Nueva York, para estudiar las materias de que se trata Traducción del inglés: Federico Climent Terrer
1. HELENA PETROVNA BLAVATSKY ISIS SIN VELO TOMO I Clave de los
Misterios de la Ciencia y Teologa Antigua y Moderna Cecy Est Un
Livre De Bonne Foy (Montaigne) La autora dedica esta obra a la
SOCIEDAD TEOSFICA Fundada en el ao 1875, en Nueva York, para
estudiar las materias de que se trata Traduccin del ingls: Federico
Climent Terrer
2. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 2 PRLOGO DEL TRADUCTOR
iete lustros hace que la cofundadora de la Sociedad Teosfica public
esta obra, y todava exhalan sus pginas el aroma de sinceridad en
que embebi su pluma. Durante los treinta y cinco aos transcurridos
desde entonces, ha evolucionado el pensamiento occidental hasta el
extremo de confirmar gran nmero de los vaticinios que con
maravillosa intuicin formul Blavatsky respecto al porvenir de la
ciencia y de la teologa. Por una parte, las academias y
universidades han cejado en sus empeos materialistas, y por otra,
las iglesias de todas las confesiones han mitigado no poco las
crudezas de la intolerancia religiosa. As es que desde este punto
de vista y en cuanto a su aspecto polemstico, resulta hoy ISIS SIN
VELO algn tanto anticuada, pero no por ello decrece su mrito, antes
bien se acrecienta al considerar el triunfo cada vez ms decisivo de
las ideas sustentadas por la ilustre tesofa frente al escepticismo
dominante en la poca en que se vali de su pluma como de ariete para
batir brecha en las hasta entonces inexpugnables murallas del
materialismo cientfico. Con todo, hay en esta obra pasajes enteros
de inmarcesible frescura y perpetua actualidad que entraan copiosas
enseanzas, igualmente valederas para el tesofo convencido que para
el principiante vido de conocimientos sobre qu fundamentar sus
orientaciones mentales. La prodigiosa erudicin de que en el
transcurso de la obra alardea sin arrogancias ni presunciones la
abnegada apstol del espiritualismo trascendental, nos ofrece
inagotable acopio de datos, fechas, citas, referencias, pruebas
documentales y dems elementos de razonadora investigacin, que sin
hiprbole pueden considerarse como el arranque y punto inicial de la
literatura teosfica contempornea. Helena Blavatsky golpe con su
mgica pluma la dura roca del materialismo que orgullosamente se
ergua en el desierto de la ciencia atea, y de las entraas de tan
rida pea brotaron las lmpidas y salutferas aguas del oculto
manantial en que, sin temor al fango de la supersticin ni al cieno
del fanatismo, apagan sus ansias de verdad y su sed de conocimiento
cuantos se abrasaban entre las ascuas del dogmatismo a la par
teolgico y cientfico. Los descubrimientos realizados por las
ciencias experimentales desde la primera edicin de esta obra, han
corroborado plenamente la coexistencia del espritu y de la materia,
de la vida y de la forma en todas las manifestaciones del universo,
tal como desde los orgenes de la raza humana ensearon los iniciados
en la sabidura esotrica. Precisamente, el tema dominante en ISIS
SIN VELO es el reiterado cotejo de la ciencia S
3. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 3 antigua con las
especulaciones modernas para demostrar, segn demuestra cada da ms
incontrovertiblemente el progreso de los tiempos, que toda teora,
toda hiptesis, toda novedad atribuida a los modernos tuvo su
precedente invencin entre los antiguos. La arqueologa, la lingstica
y la mitologa comparada aducen diariamente nuevas y ms que sobradas
pruebas de los conocimientos cientficos de aquellas civilizaciones,
cuyo espritu sigui flotando en el ambiente de la humanidad durante
los prolongados perodos en que estuvo eclipsada la verdad por las
tinieblas de la ignorancia. En cuanto al ordenamiento de la obra,
no la encontrar el lector sujeta al plan rgidamente cuadriculado de
los expositores, porque se escribi en das de acerba lucha cuyos
fragores no podan dar al nimo la sosegada placidez que requiere el
eslabonado enlace de las materias. Pero entre la aparente
incoherencia de los temas, palpita la sinceridad de un espritu
crtico de insuperable potencia que suaviza el rigor inflexible de
la lgica con la dctil amenidad de la stira, y arremetiendo
gallardamente contra el adversario, le hiere con sus propias armas.
Por lo que atae a la traduccin, no hemos alterado en lo ms mnimo el
pensamiento de la autora, cuyos conceptos quedan fielmente vertidos
con el mismo espritu intencin del original, aunque acomodando la
forma a la ndole peculiar de nuestro idioma, de modo que las ideas
no aparezcan envueltas en intiles amplificaciones que dificultaran
su comprensin. Al efecto hemos libado, por decirlo as, en el texto
ingls, el pensamiento de la autora prrafo por prrafo, para
expresarlo despus lo ms clara y concisamente posible en el idioma
de la versin, como si las ideas asumieran nueva forma expresiva sin
el ms leve detrimento de su prstina originalidad. Federico Climent
Terrer
4. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 4 PREFACIO a obra que
sometemos al juicio pblico es fruto de nuestro trato con los
Adeptos orientales y del estudio de su ciencia. La dedicamos a
cuantos estn dispuestos a aceptar la Verdad, doquiera que la
encuentren, y a defenderla sin temor a vulgares preocupaciones. Su
objeto es ayudar al estudiante a descubrir los principios vitales
que subyacen en los antiguos sistemas filosficos. Este libro es
sincero. Hemos procurado que en l resplandezca siempre la justicia,
junto a la verdad expuesta sin mala intencin ni idea preconcebida.
Nos mostramos inexorables frente al error entronizado y no
guardamos la ms mnima consideracin a la autoridad usurpada.
Reclamamos para el pasado el honor de sus ejecutorias que se le neg
desde hace mucho tiempo; exigimos la restitucin de prestadas
vestiduras y vindicamos reputaciones tan calumniadas como
gloriosas. En este espritu de crtica estn considerados los cultos y
credos religiosos y las hiptesis cientficas. Hombres, partidos,
sectas y escuelas son efmeras de un da. Tan slo la VERDAD, asentada
en diamantina roca, es eterna y suprema. No creemos en magia alguna
que trascienda a la capacidad de la mente humana ni en milagro
alguno, divino o diablico, si por tal se entiende la trasgresin de
las eternas leyes naturales. No obstante, aceptamos la opinin del
sabio autor de Festus cuando dice que el corazn humano no se ha
revelado todava completamente a s mismo ni hemos abarcado ni
siquiera comprendido la amplitud de sus poderes. Ser exagerado
creer que el hombre pueda desplegar nuevas facultades sensitivas y
relacionarse mucho ms ntimamente con la naturaleza? La lgica de la
evolucin nos lo dir si la llevamos hasta sus legtimas conclusiones.
Si en la lnea ascendente, desde el vegetal o el molusco hasta el
hombre ms perfecto, ha evolucionado el alma y adquirido sus
elevadas facultades intelectuales, no ser irrazonable inferir y
creer que tambin en el hombre se est desenvolviendo una facultad
perceptiva que le permita indagar hechos y verdades ms all de los
lmites de nuestra ordinaria percepcin. As no vacilamos en admitir
con Biff, que lo esencial es siempre lo mismo, ora procedamos
cercenando hacia dentro el mrmol para descubrir la estatua oculta
en su masa, ora hacia fuera levantando piedra sobre piedra hasta
terminar el templo. Nuestro NUEVO resultado no es ms que una idea
antigua. La ltima eternidad encontrar en la primera su alma gemela.
Hace aos, cuando en mi primer viaje por Oriente visit sus desiertos
santuarios, me preocupaban dos cuestiones que sin cesar opriman mi
mente: Dnde est, QUIN y L
5. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 5 QU es DIOS? Quin vi
jams el ESPRITU inmortal del hombre, para asegurar la inmortalidad
humana? Precisamente cuando con ms ansia pretenda resolver tan
embarazosos problemas, trab conocimiento con ciertos hombres que
por sus misteriosos poderes y profunda ciencia merecen, sin disputa
alguna, el calificativo de sabios de Oriente. Viva atencin prest a
sus enseanzas. Me dijeron que, combinando la ciencia con la
religin, pueden demostrarse la existencia de Dios y la inmortalidad
del espritu humano tan fcilmente como un postulado de Euclides. Por
vez primera adquir la seguridad de que la filosofa oriental slo
cabe en la fe absoluta inquebrantable en la omnipotencia del Yo
inmortal del hombre. Aprend que esta omnipotencia procede del
parentesco del espritu del hombre con Dios o Alma Universal. Este,
dicen ellos, slo puede demostrarlo aqul. El espritu del hombre es
prueba del Espritu de Dios, como una gota de agua es prueba de la
fuente de donde procede. Si a un hombre que nunca haya visto agua,
le decs que existe el ocano, deber creerlo por la fe o rechazarlo
por completo. Pero dejad que caiga una gota de agua en su mano, y
ya tendr un hecho, del cual infiera lo dems, y podr luego
comprender poco a poco la existencia de un ocano ilimitado
insondable. La fe ciega dejar de ser una necesidad para l, pues la
habr substituido con el CONOCIMIENTO. Cuando un hombre mortal
despliega facultades inmensas, domina las fuerzas de la naturaleza
y dirige la vista al mundo del espritu, la inteligencia reflexiva
queda abrumada por la conviccin de que si a tanto alcanza el Yo
espiritual de un hombre, las facultades del ESPRITU PADRE han de
ser comparativamente tan inmensas en magnitud y potencia como el
ocano respecto a una simple gota de agua. Ex nihilo nihil fit.
Demostrad la existencia del alma humana por sus maravillosas
facultades y demostraris la existencia de Dios! En nuestros
estudios, aprendimos que los misterios no son tales y nos
cercioramos de la realidad de nombres y lugares que los
occidentales diputan por fabulosos. Devotamente nos dirigamos en
espritu al interior del templo de Isis, en Sais, para levantar el
velo de la que fue, es y ser; para mirar a travs de la desgarrada
cortina del Sancta Sanctorum en Jerusaln y a interrogar a la
misteriosa BathKol en las criptas del sagrado edificio. La
FiliaVocis, la hija de la voz divina, responda tras el velo desde
el propiciatorio1 , y la ciencia, la teologa y toda hiptesis humana
nacida de conocimientos imperfectos, perdan para siempre ante
nuestros ojos su carcter autoritario. El Dios vivo habl por medio
del hombre su nico orculo. Estbamos satisfechos. Semejante saber es
inapreciable y slo ha permanecido oculto para quienes lo desdeaban,
ridiculizaban o negaban. 1 Lightfoot asegura que esta voz, tenida
antiguamente por testimonio del cielo, se deba al arte mgico. Este
ltimo trmino se usa como expresin supersticiosa, porque ha sido y
es todava mal comprendido. EI objeto de esta obra es corregir las
opiniones errneas, en lo que se refiere al arte mgico.
6. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 6 De stos recibimos
crticas, censuras y quizs hostilidad, aunque ninguno de los
obstculos encontrados en nuestro camino surge de la validez de las
pruebas ni de la autenticidad de hechos histricos ni de la falta de
sentido comn de aquellos a quienes nos hemos dirigido. El
pensamiento moderno va impelido hacia el liberalismo, tanto en
religin como en ciencia. Se acerca el da en que los reaccionarios
resignen la desptica autoridad que durante tanto tiempo disfrutaron
y ejercieron sobre la conciencia pblica. Cuando el Papa anatematiza
la libertad de la prensa y de la palabra, la supremaca del poder
civil y la enseanza laica2 , el portavoz de la ciencia del siglo
diez y nueve, Tyndall, le responde diciendo: Las posiciones de la
ciencia son inexpugnables y hemos de libertar del dominio teolgico
las teoras cosmolgicas3 . No es por lo tanto difcil de prever el
final. Siglos de esclavitud no logran helar la sangre del hombre,
alrededor del ncleo de la fe ciega; y el siglo XIX es testigo de
los esfuerzos del gigante para romper las cuerdas de los
liliputienses y andar por sus pies. Las mismas comuniones
protestantes de Inglaterra y Amrica, ocupadas ahora en revisar el
texto de sus Orculos, habrn de demostrar el origen y valor de este
texto. Acaban ya los tiempos en que el dogma dominaba al hombre.
Esta obra es, por lo tanto, un alegato en pro de que la filosofa
hermtica y la antigua y universal Religin de la Sabidura son la
nica clave posible de lo Absoluto en ciencia y teologa. En prueba
de que no se nos oculta la dificultad de nuestra empresa, decimos
desde luego que no ser extrao que los sectarios arremetan contra
nosotros. Los cristianos vern que ponemos en tela de juicio la
pureza de su fe. Los cientficos advertirn que medimos sus
presunciones con el mismo rasero que las de la Iglesia romana, y
que, en ciertos asuntos, preferimos a los sabios filsofos del mundo
antiguo. Los sabios postizos nos atacarn furiosamente desde luego.
Los clericales y librepensadores vern que no admitimos sus
conclusiones, sino que queremos el completo reconocimiento de la
Verdad. Tambin tendremos enfrente a los literatos y autoridades que
ocultan sus creencias ntimas por respeto a vulgares preocupaciones.
Los mercenarios y parsitos de la prensa, que prostituyen su
poderosa eficacia y deshonran tan noble profesin, se burlarn
fcilmente de cosas demasiado sorprendentes para su inteligencia,
pues dan ms valor a un prrafo que a la sinceridad. Algunos
criticarn honradamente; los ms con hipocresa; pero nosotros
dirigimos la vista al porvenir. 2 Encclica de 1864. 3 Fragmentos de
Ciencia.
7. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 7 La lucha entre el
partido de la conciencia pblica y el de la reaccin ha desarrollado
una saludable tnica de pensamiento, que en ltimo resultado
determinar el triunfo de la verdad sobre el error. Lo repetimos de
nuevo. Trabajamos para el alboreante porvenir. Y al considerar la
acerba oposicin que ha de darnos en rostro, creemos que el mejor
mote para nuestro escudo, al entrar en el palenque, es la frase del
gladiador romano: Ave Csar! Morituri te salutant. Nueva York,
Septiembre 1877
8. 8 ANTE EL VELO Juan. Arbolemos en los muros nuestras
ondulantes banderas. Rey Enrique VI. Act. IV. He consagrado mi vida
al estudio del hombre, de su destino y de su felicidad. J. R.
BUCHANAN, M. D., Bosquejos de Conferencias sobre Antropologa. egn
se nos dice, hace diez y nueve siglos que la divina luz del
cristianismo disip las tinieblas del paganismo, y dos siglos y
medio que la refulgente lmpara de la ciencia moderna empez a
iluminar la obscura ignorancia de los tiempos. Se afirma que el
verdadero progreso moral intelectual de la raza se ha realizado en
estas dos pocas. Que los antiguos filsofos eran suficientemente
sabios para su tiempo, pero poco menos que letrados en comparacin
de nuestros modernos hombres de ciencia. la moral pagana bast a las
necesidades de la inculta antigedad, hasta que la luminosa Estrella
de Bethlehem mostr el camino de la perfeccin moral y allan el de la
salvacin. En la antigedad, el embrutecimiento era regla, la virtud
y el espiritualismo excepcin. Ahora, el ms empedernido puede
conocer la voluntad de Dios en su palabra revelada; todos los
hombres desean ser buenos y mejoran constantemente. Tal es la
proposicin: qu nos dicen los hechos? Por una parte, un clero
materializado, dogmtico y con demasiada frecuencia corrompido; una
hueste de sectas y tres grandes religiones en guerra; discordia en
lugar de unin; dogmas sin pruebas; predicadores efectistas; sed de
placeres y riquezas en feligreses solapados hipcritas, por
exigencias de la respetabilidad. Esta es la regla del da; la
sinceridad y verdadera piedad la excepcin. Por otra parte, hiptesis
cientficas edificadas sobre arena; ni en la ms sencilla cuestin,
acuerdo; rencorosas querellas y envidias; impulso general hacia el
materialismo; lucha a muerte entre la ciencia y la teologa por la
infalibilidad: Un conflicto de pocas. En Roma, que a s propia se
llama centro de la cristiandad, el putativo sucesor de Pedro mina
el orden social con su invisible pero omnipotente red de astutos
agentes, y les incita a revolucionar la Europa en favor de su
supremaca espiritual y temporal. Vemos al que se llama Vicario de
Cristo, fraternizar con los musulmanes, contra una S
9. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 9 nacin cristiana,
invocando pblicamente la bendicin de Dios para las armas de quienes
por siglos resistieron a sangre y fuego las pretensiones del Cristo
a la Divinidad. En Berln, uno de los mayores focos de cultura,
eminentes profesores de las modernas ciencias experimentales han
vuelto la espalda a los tan encomiados resultados del progreso en
el perodo posterior a Galileo, y han apagado tranquilamente la luz
del gran florentino, con intento de probar que el sistema
heliocntrico y la rotacin de la tierra son sueos de sabios ilusos:
que Newton era un visionario y todos los astrnomos pasados y
presentes, hbiles calculadores de fenmenos improbables. Entre estos
dos titanes en lucha, ciencia y teologa, hay una muchedumbre
extraviada que pierde rpidamente la fe en la inmortalidad del
hombre y en la Divinidad, y que aceleradamente desciende al nivel
de la existencia animal. Tal es el cuadro actual iluminado por la
meridiana luz de esta era cristiana y cientfica! Fuera de estricta
justicia condenar a lapidacin crtica al ms humilde y modesto autor,
por rechazar enteramente la autoridad de ambos combatientes? No
deberamos ms bien tomar como verdadero aforismo de este siglo, la
declaracin de Horacio Greeley: No acepto sin reserva la opinin de
ningn hombre, vivo o muerto4 ? Suceda lo que suceda, sta ser
nuestra divisa, y tomaremos este principio por lema y gua constante
en la presente obra. Entre los muchos frutos fenomnicos de nuestro
siglo, la creencia de los llamados espiritistas ha brotado de entre
las vacilantes ruinas de la religin revelada y de la filosofa
materialista; porque al fin y al cabo es la nica que depara posible
refugio, a manera de transaccin entre ambas. No es maravilla que
nuestro soberbio y positivo siglo haya mal acogido a los
inesperados espectros de la poca anterior al cristianismo. Los
tiempos han cambiado de manera extraa, y no ha mucho, un conocido
predicador de Brooklyn, deca acertadamente en un sermn que si de
nuevo Jess viniera y hablara en las calles de Nueva York, como en
las de Jerusaln, lo llevaran a la crcel5 . Qu acogida haba de
esperar, pues, el espiritismo? Io misterioso y extrao no atrae ni
seduce a primera vista. Raqutico como nio amamantado por siete
nodrizas, llegar a la adolescencia lisiado y mutilado. Sus enemigos
son legin y sus amigos puado. Por qu as? Cundo fu aceptada una
verdad a priori? Los campeones del espiritismo exageraron
fanticamente sus cualidades, y no echaron de ver sus indudables
imperfecciones. La falsificacin es imposible sin modelo que
falsificar. El fanatismo de los espiritistas prueba la ingenuidad y
posibilidad de sus fenmenos. Nos dan hechos que debemos investigar;
no afirmaciones que debamos creer sin pruebas. Millones de personas
razonables no sucumben fcilmente a colectivas alucinaciones. Y as,
mientras el clero interpreta tendenciosamente la Biblia, y la
ciencia promulga Cdigos acerca de 4 Recuerdos de una vida ocupada,
p. 147. 5 Henry Ward Beecher.
10. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 10 lo posible en la
naturaleza, sin dar odos a nadie, la verdadera ciencia real y la
verdadera religin caminan con majestuoso silencio hacia su futuro
desarrollo. Todo lo referente a los fenmenos descansa en la
correcta comprensin de la filosofa antigua. Adnde acudir en nuestra
perplejidad sino a los antiguos sabios, desde el momento en que, so
pretexto de superchera, los modernos nos niegan toda explicacin?
Preguntmosles qu conocen de la verdadera ciencia y religin, no en
lo concerniente a meros pormenores, sino respecto a los amplios
conceptos de estas dos gemelas, tan fuertes cuando unidas como
dbiles cuando separadas. Adems, mucho nos aprovechar comparar la
tan encomiada ciencia moderna con la antigua ignorancia, y la
teologa perfeccionada con la Doctrina Secreta de la antigua religin
universal. Quizs encontremos as un campo neutral donde
relacionarnos ventajosamente con ambas. La filosofa platnica es el
ms perfecto compendio de los abstrusos sistemas de la antigua
India, y la nica que puede ofrecernos terreno neutral. Aunque Platn
muri hace veintids siglos, los intelectuales todava se ocupan de
sus obras. Platn fu, en la plena acepcin de la palabra, el
intrprete del mundo, el filsofo ms grande de la era precristiana,
que reflej fielmente en sus obras el espiritualismo y la metafsica
de los filsofos vdicos, que le precedieron millares de aos. Vyasa,
Jaimini, Kapila, Vrihaspati y Sumantu influyeron indeleblemente al
travs de los siglos en Platn y su escuela. Con esto probaremos que
Platn y los sabios de la India tuvieron la misma revelacin de la
verdad. No prueba su pujanza, contra las injurias del tiempo, que
esta sabidura es divina y eterna? Platn ensea que la justicia
permanece en el alma de su poseedor, y que es su mayor bien. Los
hombres admitieron sus derechos trascendentes en proporcin de su
inteligencia. Y sin embargo, los comentadores de Platn desdean casi
unnimemente los pasajes probatorios de que su metafsica tiene
slidos cimientos y no se funda en especulaciones. Platn no poda
aceptar una filosofa sin aspiracin espiritual. Ambas cosas se
armonizan en l. El antiguo sabio griego tiene por nico objeto de
logro el REAL CONOCIMIENTO. Slo consideraba como filsofos sinceros,
o estudiantes de verdad, a quienes posean la ciencia de las
realidades en oposicin a las apariencias; de lo eterno en oposicin
a lo transitorio; de lo permanente en oposicin a cuanto
alternativamente crece, mengua, nace y perece. Ms all de las
existencias finitas y causas secundarias de las leyes, ideas y
principios, hay una INTELIGENCIA o MENTE (no, nous, el espritu),
principio de los principios; Idea Suprema en que se apoyan las dems
ideas; monarca y legislador del universo; substancia primordial de
que todas las cosas proceden y a que deben su existencia; Causa
primera y eficiente de todo orden, armona, belleza, excelencia y
bondad, que hienche el universo, a la que llamamos el Supremo Bien,
el
11. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 11 Dios (qe) de los
dioses ( p pntwn qe)6 No es la verdad ni la inteligencia, sino
Padre de ambas. Aunque nuestros sentidos corporales no pueden
percibir esta eterna esencia de las cosas, pueden comprenderla
cuantos por no ser completamente obtusos quieran comprenderla. A
vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos;
mas a ellos (poll) no les es dado Por eso les hablo por parbolas;
porque viendo no ven y oyendo no oyen ni entienden7 . Asegura el
neoplatnico Porfirio, que en los MISTERIOS se enseaba y comentaba
la filosofa de Platn. Muchos han puesto en tela de juicio y aun han
negado los misterios; y Lobeck, en su Aglaophomus, llega al extremo
de decir que estas sagradas ceremonias slo servan para cautivar la
imaginacin. Cmo Atenas y Grecia hubieran acudido durante ms de
veinte siglos cada cinco aos a Eleusis, si los misterios fueran
farsa religiosa? Agustn, obispo de Hipona, declara que las
doctrinas neoplatnicas son las esotricas y originales doctrinas de
los primeros discpulos de Platn, y diputa a Plotino por un Platn
resucitado. Tambin explica los motivos que tuvo el gran filsofo
para encubrir el sentido interno de sus enseanzas8 . Respecto de
los Mitos, declara Platn en el Gorgias y en el Phdon que son
vehculos de grandes verdades muy dignas de aprender; pero los
comentadores conocen tan poco al gran filsofo que se ven obligados
a confesar que no saben dnde termina lo doctrinal y empieza lo
mtico. Platn desvaneca la popular supersticin de la magia y los
demonios, y enunciaba las exageradas ideas de su tiempo en teoras
racionales y concepciones metafsicas que tal vez no se acomoden al
mtodo de raciocinio inductivo establecido por Aristteles; pero que
satisfacen cumplidamente a cuantos se percatan de la elevada
facultad del hombre, llamada intuicin, que nos da el criterio para
conocer la Verdad. Fundando sus doctrinas en la Mente Suprema,
ensea Platn que el nous, espritu, o alma racional del hombre, fu
engendrado por el Padre Divino, y es de naturaleza 6 Coker, El
Cristianismo y la Filosofa Griega, XI. p. 377. 7 S. Mateo, XIII,
II, I3. 8 Las acusaciones de ateismo, de adorar a divinidades
extranjeras y corromper a la juventud ateniense, lanzadas contra
Scrates, justifican plenamente que Platn encubriera el verdadero
sentido de sus enseanzas. La peculiar jerigonza de los alquimistas
tuvo indudablemente el mismo objeto. Los cristianos de toda secta,
y especialmente los catlicoromanos, emplearon la crcel, el tormento
y la hoguera contra cuantos enseaban las ciencias naturales en
contradiccin con las teoras ortodoxas. El Papa Gregorio el Grande
prohibi por pagano el uso gramatical del latn. El crimen de Scrates
fue descubrir a sus discpulos la doctrina secreta en lo que a los
Dioses se refera. Esta doctrina se enseaba en los Misterios, y era
un crimen capital revelarla. Tambin le acuso Aristfanes de
introducir en la republica el nuevo dios Dinos, al que presentaba
como Demiurgos o Artfice y seor del Sistema solar. El sistema
heliocntrico era tambin doctrina de los Misterios; y por esto
cuando el pitagrico Aristarco lo ense pblicamente, declar Cleanto
que los griegos deban haberle condenado por blasfemar contra los
dioses (Plutarco.) Pero Scrates no fue iniciado, y, por lo tanto,
no quebrant el sigilo de los Misterios.
12. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 12 semejante y
homognea a la Divinidad, y, por lo tanto, capaz de percibir las
eternas realidades. La facultad de contemplar la realidad directa
inmediatamente, slo es propia de Dios, y la aspiracin a este
conocimiento es la filosofa propiamente dicha, o amor a la
sabidura. El amor a la verdad es inherentemente el amor al bien, y
si predomina sobre todo deseo del alma y la purifica por su
asimilacin con lo divino y dirige las acciones del hombre, le eleva
a participar de la Divinidad y le ensalza a semejanza de Dios. Esta
ascensin, dice Platn en el Thetetus consiste en llegar a parecerse
a Dios, y la asimilacin se efecta cuando, por medio de la sabidura,
el hombre es justo y santo. La base de esta asimilacin es siempre
la preexistencia del espritu o nous. La alegora del carro con
caballos alados del Phdrus, presenta a la naturaleza psquica
doblemente compuesta del thumos o parte epithumtica, formada de
substancias pertenecientes al mundo de los fenmenos, y el qumoeid,
thumoeides, la esencia enlazada con el mundo eterno. La actual vida
terrena es cada y castigo. El alma habita en "la sepultura que
llamamos cuerpo y en su estado de encarnacin, antes de recibir la
disciplina educativa, el elemento espiritual o notico est dormido.
La vida es ms bien sueo que realidad. Como los cautivos de la
subterrnea caverna descrita en La Repblica, percibimos nicamente,
con la espalda vuelta a la luz, las sombras de los objetos y
creemos que son realidades actuales. Acaso no es sta la idea de
Maya, o ilusin de los sentidos durante la vida fsica, rasgo
caracterstico de la filosofa budista? Si en la vida material no nos
entregamos absolutamente a los sentidos, estas ilusiones despiertan
en nosotros la reminiscencia del mundo superior en que ya hemos
vivido. El espritu interno conserva un vago y obscuro recuerdo del
anterior estado de bienaventuranza de que gozara y anhela
instintivamente volver a l. Incumbencia de la Filosofa es
libertarle de la esclavitud de los sentidos, por medio de la
disciplina, y elevarle al empreo del puro pensamiento, a la visin
de la verdad, bondad y belleza eternas. Dice Platn en el Thetetus
que el alma no puede encarnar en cuerpo humano, si antes no ha
contemplado la verdad o sea el conjunto de todo cuanto el alma vea
cuando habitaba en la Divinidad, con desprecio de las cosas que
decimos que son, y la mira puesta en lo que REALMENTE ES. Por lo
tanto, slo el nous, o espritu del filsofo ( amante de la suprema
verdad) est dotado de alas, porque con su elevada capacidad retiene
estas cosas en su mente, y al contemplarlas diviniza, por decirlo
as, a la misma Divinidad. El debido uso de las reminiscencias de la
vida primera y el perfeccionamiento en los perfectos misterios
lleva al hombre a la verdadera perfeccin. Entonces est iniciado en
la sabidura divina. As comprenderemos por qu las ms sublimes
escenas de los Misterios eran siempre nocturnas. La vida del
espritu interno es la muerte de la naturaleza externa, y la noche
del mundo fsico es el da del espiritual. Por esto se adoraba a
Dionisio, el sol nocturno, con preferencia a Helios, el sol diurno.
Los Misterios simbolizaban la preexistente condicin del espritu y
del alma, la cada de sta en la vida terrena y en el Hades, las
13. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 13 miserias de esta
vida, la purificacin del alma y su restitucin a la divina
bienaventuranza o reunin con el espritu. Then de Esmirna compara
acertadamente la disciplina filosfica con los ritos msticos: A este
propsito, dice que podemos considerar la filosofa como la iniciacin
en los verdaderos arcanos y la instruccin en los genuinos
Misterios. La iniciacin abarca cinco grados: 1, la purificacin
previa; 2, la admisin en los ritos secretos; 3, la revelacin
epptica; 4, la investidura o entronizacin; 5, en consecuencia de
los anteriores, la amistad ntima, comunin con Dios y la felicidad
dimanante de la comunicacin con seres divinos Platn llama epopteia,
o visin personal, la perfecta contemplacin de lo aprendido
intuitivamente o sean las verdades ideas absolutas. Tambin
considera la coronacin como smbolo de la autoridad recibida de los
instructores para conducir a otros a la misma contemplacin. El
quinto grado es la mayor felicidad terrena y, segn Platn, consiste
en asimilarse a la Divinidad, tanto como cabe en los seres humanos9
. Tal es el platonismo. Dice Emerson que de Platn arranca cuanto
los pensadores escriben y discuten. En l se resuma la ciencia de su
poca: la de Grecia, de Filolao a Scrates; la de Pitgoras en Italia;
y la que deriv de Egipto y Oriente. Era una inteligencia tan vasta,
que toda la filosofa europea y asitica est comprendida en sus
doctrinas, y a su cultura y poder de contemplacin aada temperamento
y cualidades de poeta. Los discpulos de Platn aceptaron, en
general, sus teoras psicolgicas. Algunos, como Xencrates,
aventuraron atrevidas especulaciones. Espeusipo, sobrino y sucesor
del eminente filsofo, fu autor del Anlisis numrico, o tratado de
los nmeros pitagricos. Algunas de sus especulaciones no estn en los
Dilogos escritos; pero como era oyente de las conferencias orales
de Platn, tiene mucha razn Enfield al decir que sus opiniones no
deban diferenciarse de las de su maestro. El es, sin duda, el
antagonista que Aristteles critica sin nombrarlo cuando cita el
argumento de Platn contra la doctrina de Pitgoras, de que todas las
cosas son en s mismas nmeros, , mejor dicho, inseparables de la
idea de nmero. Insista especialmente en demostrar que la doctrina
platnica de las ideas difera esencialmente de la pitagrica en que
los nmeros y magnitudes existen independientemente de las cosas.
Tambin aseguraba que Platn ense que no puede existir conocimiento
real, si el objeto de conocimiento no trasciende a una regin
superior a lo sensible. Pero Aristteles no es testimonio fidedigno,
pues adulter a Platn y casi puso en ridculo las ideas de Pitgoras.
Hay una regla de interpretacin que debe guiarnos en el examen de
toda opinin filosfica. La inteligencia humana, bajo la necesaria
accin de sus propias leyes, est impelida a mantener las mismas
ideas fundamentales, y el corazn del hombre a alimentar los mismos
sentimientos en toda poca. Cierto es que 9 Toms Taylor. Misterios
bquicos y eleusinos, p. 47. Nueva York. J.W.Bouton, 1875.
14. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 14 Pitgoras despert la
ms profunda simpata intelectual de su tiempo y que sus doctrinas
ejercieron poderosa influencia en Platn. Su idea fundamental es que
en las formas, mudanzas y fenmenos del Universo subyace un
principio permanente de unidad. Aristteles asegura que Pitgoras
crea y enseaba que los nmeros son los principios primordiales de
toda entidad. Ritter opina que la frmula de Pitgoras se ha de tomar
simblicamente, y as es sin duda. Aristteles trata de asociar estos
nmeros a las formas ideas de Platn y atribuye a ste la afirmacin de
que las formas son nmeros, y las ideas existencias substanciales o
entidades reales. Platn no enseaba tal cosa. Deca que la causa
final era la Bondad Suprema (to gaqn). Las ideas son objeto de pura
concepcin para la razn humana, y atributos de la Razn Divina10 . No
deca que las formas son nmeros, sino que, como se lee en el Timeo:
Dios form por primera vez las cosas, segn formas y nmeros. Reconoce
la ciencia moderna que las leyes superiores de la naturaleza asumen
la forma de enunciado cuantitativo. Esto es quizs una ms explcita
afirmacin de la doctrina pitagrica. Los nmeros se consideran como
la mejor representacin de las leyes de armona que regulan el
Cosmos. Sabemos que la teora atmica y las leyes de combinacin estn
hoy, por decirlo as, arbitrariamente definidas por nmeros. W.
Archer Butler dice a este propsito: El mundo es, en todas sus
partes, una aritmtica viva en su desarrollo y una verdadera
geometra en su reposo. La clave de los dogmas pitagricos es la
frmula general de unidad en la variedad; lo uno desenvuelve y por
completo penetra lo mltiple. Tal es, en compendio, la antigua
doctrina de la emanacin. El apstol Pablo la aceptaba asimismo como
verdadera. Ex auto, cai d1i1 auto, cai eiv autn t pnta. De Aqul,
por Aqul y en Aqul son y estn todas las cosas. Esto es puramente
indo y brahmnico. Cuando la disolucin (Pralaya) llega a su trmino,
el Ser inmenso, ParaAtma, o ParaPurusha, el Seor existente por s
mismo y del cual y por medio del cual todas las cosas fueron son y
sern, quiso emanar de su propia substancia la variedad de
criaturas. (ManavaDharmaShastra, libro I, dsticos 6 y 7.) La Decada
mstica 1 + 2 + 3 + 4 = 10 expresa esta idea. El 1 simboliza a Dios;
el 2 la materia; el 3 la combinacin de la Mnada y la Duada que
participan de la naturaleza de ambas en el mundo fenomenal; el 4, o
forma de perfeccin, simboliza el vaco; y el 10, o suma de todas las
cosas, comprende la totalidad del Cosmos. El. universo es la
combinacin de miles de elementos y sin embargo es la expresin de un
slo espritu: un caos para los sentidos, un cosmos para la razn. 10
Cousin, Historia de la Filosofa, I, IX.
15. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 15 Todo es induista en
esta combinacin y progresin de nmeros en la idea de la creacin.
nico es el Ser existente por s mismo, Swayambhu o Swayambhuva, como
tambin se le llama. De s mismo emana la facultad creadora, Brahm o
Purusha (varn divino), y el Uno se convierte en Dos; de esta Duada,
unin del principio puramente intelectual con el de la materia,
procede un tercero, Viradj; el mundo fenomenal. De esta invisible
incomprensible trinidad, la Trimurti brahmnica, procede la segunda
triada, que representa las tres facultades: creadora, conservadora
y transformadora, representadas por Brahm, Vishnu y Siva, aunque
siempre reunidas en una. Brahm, o Tridandin, como se le llama en
los Vedas, es la Unidad, el dios trino y manifestado que da origen
al simblico Aum, o Trimurti compendiada. Slo por medio de esta
trinidad, siempre activa y perceptible a nuestros sentidos, puede
la invisible y desconocida Mnada manifestarse en el mundo de los
mortales. Cuando se convierte en Sharira, esto es, cuando asume
forma visible, simboliza los principios de la materia y los grmenes
de vida. Entonces es Purusha, el dios trifceo, o del trino poder,
la esencia de la triada Vdica. Conozcan los brahmanes la sagrada
slaba (Aum), las tres palabras del Savitri, y lean diariamente los
Vedas. (Manu, libro IV, dstico 125). Despus de crear el universo,
Aquel cuyo poder es incomprensible, se desvaneci absorbido en el
Alma Suprema Restituida a su primera obscuridad la gran Alma,
permanece en lo desconocido y carece de forma Cuando de nuevo rene
los sutiles principios elementarios y penetra en algn germen animal
o vegetal, asume en cada uno nueva forma. As es, que por
alternativa de reposo y actividad, el Ser inmutable hace que
eternamente revivan y mueran todas las criaturas existentes,
activas inertes. (Manu, libro I, dstico 50 y siguientes.) Quien
haya estudiado a Pitgoras y sus teoras respecto de la Mnada que,
despus de emanar la Duada, se restituye al silencio y a la
obscuridad y crea la Triada, puede descubrir la fuente de dnde
manan la filosofa del eminente filsofo de Samos, la de Scrates y la
de Platn. Espeusipo parece haber enseado que el alma fsica o
thumtica era inmortal como el espritu o alma racional. Ms adelante
expondremos sus razones. Tambin, como Filolao y Aristteles en sus
disquisiciones sobre el alma, dice que el ter es un elemento y
supone cinco elementos principales, correspondientes a las cinco
figuras regulares geomtricas. Esta enseanza est tomada de la
escuela alejandrina11 . Hay en las doctrinas de los filaleteos
mucho que no aparece en las obras de los ms antiguos platnicos,
porque sin duda las enseaba el maestro con sigilosas reservas, como
arcanos que no deban publicarse. Espeusipo y Xencrates sostuvieron
despus que el anima mundi o (alma del mundo) no era la Divinidad,
sino su manifestacin. Estos 11 Theol. Arithme, p. 62: Sobre los
Nmeros Pitagricos.
16. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 16 filsofos jams
atribuyeron al Uno naturaleza animada 12 . El Uno originario no
existe en la acepcin que damos a la palabra, pues hasta que se
desdobl en lo mltiple (existencias emanadas, la mnada y la duada),
no tuvo existencia. El tmion, el algo manifestado mora igualmente
en el centro que en la circunferencia, pero slo el Alma del Mundo
es reflejo de la Divinidad13 . En esta doctrina aletea el espritu
del budismo esotrico. La idea que tiene de Dios el hombre es la
deslumbradora luz que ve reflejada en el cncavo espejo de su propia
alma, pero esta imagen no es en realidad la de Dios, sino su
reflejo. Su gloria est all, pero el hombre ve a lo sumo la luz de
su propio espritu, que es cuanto puede ver. Cuanto ms limpio est el
espejo, ms resplandecer la imagen divina. Pero el mundo exterior no
puede permanecer all al mismo tiempo. Para el exttico yogui, para
el profeta iluminado, el espritu brilla como el sol del medioda;
para la viciosa vctima de los atractivos terrenos, el resplandor
desaparece, porque el grosero aliento de la materia empaa el
espejo. Tales hombres reniegan de Dios y quisieran de un golpe
privar de alma a la humanidad. Ni Dios ni ALMA? Horrible y
aniquilador pensamiento! Delirante pesadilla del luntico ateo, ante
cuya alucinada vista pasa una horrible incesante serie de chispas
de materia csmica, por nadie creadas, que aparecen, existen y se
desenvuelven por s mismas, es decir, por nada ni nadie y no
proceden de ninguna parte ni van a parte alguna, sin que ninguna
Causa las impela en un crculo eterno, ciego, inerte y SIN CAUSA. Qu
comparacin cabe con el errneo concepto del nirvna bdico! El nirvna
va precedido de innumerables transformaciones espirituales y
reencarnaciones durante las cuales la entidad no pierde ni por un
segundo el sentimiento de su propia individualidad, que persiste
durante millones de edades antes de llegar a la nada final. Aunque
muchos, tienen a Espeusipo por inferior a Aristteles, el mundo le
debe la definicin de varios conceptos que Platn dej confusos en su
doctrina acerca de lo sensible y lo ideal. Deca Espeusipo:
Conocemos lo inmaterial por medio del pensamiento cientfico y lo
material por la cientfica percepcin14 . Xencrates expuso muchas
teoras y enseanzas no tratadas por su maestro. Tiene en gran estima
la doctrina pitagrica y su matemtico sistema de nmeros. Slo admite
tres grados de conocimiento: pensamiento, percepcin intuicin, y
dice que el pensamiento se emplea en lo que hay ms all de los
cielos; la percepcin, en las cosas del cielo; y la intuicin, en los
cielos mismos. Vemos estas teoras, y casi el mismo lenguaje, en el
ManavaDharmaShastra, cuando habla de la creacin del hombre: l (el
Supremo) exhal su propia esencia, el 12 Platn: Parmnides, 141. E.
13 Vase Stoboebus, Ecl. I, 862. 14 Sextus. Math. VII, 145.
17. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 17 soplo inmortal, que
no perece en el ser, y a esta alma del ser, le di el Ahankra
(conciencia del Ego) o gua soberano. Despus di a aquella alma del
ser (hombre), la inteligencia compuesta de tres cualidades y cinco
sentidos de percepcin externa. Estas tres cualidades son:
entendimiento, conciencia y voluntad, anlogas al pensamiento,
percepcin intuicin de Xencrates. Expuso ms completamente que
Espeusipo la relacin entre nmeros ideas, y aventaj a Platn en su
doctrina de las magnitudes indivisibles. Redujo a sus primitivos
elementos ideales las formas y figuras para demostrar que proceden
de la indivisible lnea. Es evidente que Xencrates sostiene las
mismas teoras de Platn en lo concerniente al alma humana
(suponindola nmero), aunque Aristteles contradiga todas las
enseanzas de este filsofo15 . Esto nos demuestra que Platn expuso
oralmente la mayor parte de sus doctrinas y que Xencrates, y no
Platn, fu el autor de la teora de las magnitudes indivisibles.
Deriva el alma de la primera Duada y la llama nmero semoviente16 .
Teofrasto dice que Xencrates aventaj a los dems platnicos en la
exposicin de la teora del alma, sobre la que se basa su doctrina
cosmolgica, demostrando la necesidad de que en cada punto del
espacio universal exista una serie progresiva de seres espirituales
animados inteligentes17 . El alma humana es, segn l, un conjunto de
las ms espirituales propiedades de la Mnada y de la Duada con los
principios ms elevados de ambas. Como Platn y Prodico, considera
potestades divinas a los elementos y los llama dioses, pero ni l ni
otros suponen con ello idea alguna antropomrfica. Observa Krische
que Xencrates llama dioses a los elementos para no confundirlo con
los demonios del mundo inferior18 o espritus elementarios. Como el
alma del Mundo penetra todo el Cosmos, los animales han de tener
algo divino19 . Lo mismo ensean los budistas y los hermticos, y
Manu concede tambin alma a las plantas, aun a la ms tenue hoja de
csped. De acuerdo con esta teora, los demonios son seres
intermedios entre la perfeccin divina y la maldad humana20 . Los
clasifica en diversas categoras y afirma que el alma individual de
cada hombre es su demonio protector y gua y que ningn demonio tiene
ms poder sobre nosotros que nosotros mismos. As, el daimonin de
Scrates es la entidad divina que le inspir durante toda su vida.
Del hombre nicamente depende el abrir o cerrar su percepcin a la
voz divina. A semejanza de Espeusipo, concede inmortalidad al yuch,
cuerpo psquico o alma irracional; pero algunos filsofos hermticos
han enseado que el alma nicamente tiene existencia separada y
continua 15 Metaph, 407, a. 3. 16 Apndice a Timeo. 17 Stob: Ecl. I,
62. 18 Krische: Forsch. p. 322. 19 Clem: Alex. Stro. V. 590. 20
Plutarco: De Isid, cap. 25 p. 360.
18. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 18 cuando, a su paso
al travs de las esferas se le incorporan algunas partculas terrenas
y materiales que, luego de purificada en absoluto, se aniquilan y
la quintiesencia del alma se identifica con el espritu divino y
racional. Asegura Zeller que Xencrates proscriba la carne de
animales, no porque en ellos viese, en semejanza con el hombre, una
vaga imperfecta conciencia divina, sino, al contrario, porque la
irracionalidad del alma animal poda influir en el hombre21 . Pero
nosotros creemos que ms bien era porque, como Pitgoras, haba tenido
a los sabios indos por maestros y modelos. Cicern dice que
Xencrates lo desdeaba todo, excepto la virtud ms elevada22 , y nos
lo pinta como hombre de austero carcter23 . Nuestro ms arduo
negocio es redimirnos de la esclavitud de la vida senciente y
vencer los titnicos elementos de nuestra naturaleza carnal por
medio de la divina. Zeller cita este pasaje24 : El deber capital es
mantenernos puros aun en los ms ntimos anhelos de nuestro corazn, y
nicamente la filosofa y la iniciacin en los Misterios nos lo
permitirn cumplir. Crantor, otro filsofo de la primera poca de la
academia platnica, derivaba el alma humana de la substancia raz de
todas las cosas, la Mnada o Uno, y la Duada o Dos. Plutarco habla
extensamente de este filsofo, quien, como su maestro, crea que las
almas encarnaban por castigo en los cuerpos. Aunque algunos crticos
opinan que Herclides no sigui del todo las doctrinas de Platn25 ,
enseaba la misma tica. Zeller dice que con Hicetas y Ecfanto admita
la doctrina pitagrica de la rotacin de la tierra alrededor de su
eje y la inmovilidad de las estrellas fijas, pero que ignoraba la
revolucin anual de la tierra alrededor del sol y el sistema
heliocntrico26 . Sin embargo, hay pruebas de que en los Misterios
se enseaba este sistema, y que Scrates fu condenado a muerte por
divulgar stas santas enseanzas, que sus compatriotas tildaron de
ateas. Herclides opinaba lo mismo que Pitgoras y Platn en lo
concerniente a las facultades y potencias del alma humana, que
describe como esencia luminosa y en alto grado etrea, residente en
la va lctea antes de descender a la generacin o existencia
sublunar. Los demonios o espritus son para l seres con cuerpos
vaporosos y areos. La doctrina pitagrica de los nmeros, en relacin
con las cosas creadas, est plenamente expuesta en el Epinomis. Como
buen platnico, su autor afirma que slo es posible alcanzar sabidura
por la sagaz investigacin de la oculta naturaleza de la 21 Plato
und die Alt. Akademie. 22 Tusc. v. 18, 51. 23 Idem. cf. p. 559. 24
Plato und die Alt. Akademie. 25 Ed. Zeller: Philos der Griech. 26
Plato und die Alt. Akademie.
19. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 19 creacin, pues slo
as aseguraremos feliz existencia despus de la muerte. Trata
extensamente de la inmortalidad del alma y dice que nicamente
podemos inferirla de la perfecta comprensin de los nmeros. El
hombre incapaz de distinguir una lnea recta de una curva, jams
tendr el necesario conocimiento para demostrar matemticamente lo
invisible, por lo que debemos asegurarnos de la existencia objetiva
de nuestro cuerpo astral, antes de tener conciencia de que poseemos
un espritu divino inmortal. Jmblico declara lo mismo y aade que
todo esto es un secreto de la ms elevada iniciacin. Al PoderDivino,
dice, le indignan todos cuantos revelan la formacin del
icostagonus, o sea el mtodo de inscribir un dodecaedro27 en una
esfera. La idea de que los nmeros por su gran virtud producen
siempre el bien y nunca el mal, se refiere a la justicia,
ecuanimidad y armona. Cuando el autor dice que cada estrella es un
alma individual, repite lo que los iniciados indos y los hermticos
ensearon antes y despus de l; o sea, que cada astro es un planeta
independiente, con alma propia, y que todos los tomos de materia
estn henchidos del divino flujo del alma del mundo, de modo que
respiran, viven, sienten, sufren y gozan de la vida a su manera. Qu
fsico puede negarlo con pruebas? Por lo tanto, debemos considerar
los cuerpos celestes como imgenes de dioses que participan
substancialmente de los poderes divinos; y aunque su almaentidad no
es inmortal, su influencia en la economa del universo les da
derecho a honores divinos, tales como los que tributamos a los
dioses menores. La idea es clara, y de mala fe procedera quien
equivocadamente la expusiese. Si el autor de Epinomis coloca a
estos gneos dioses muy por encima de los animales, plantas y
hombres a quienes, como criaturas terrenas, les seala nfimo lugar,
quin le probar lo contrario? Preciso es sumergirse en las
profundidades de la abstracta metafsica de la antigedad, para
comprender las varias formas de sus conceptos que, despus de todo
se fundan en la adecuada comprensin de la naturaleza, atributos y
mtodo de la Causa Primera. Adems, cuando el autor de Epinomis
interpone entre los dioses superiores y los inferiores (almas
encarnadas) tres clases de demonios, y puebla el universo de seres
invisibles, es ms racional que nuestros modernos sabios, que
colocan entre ambos extremos un vaco inmenso donde slo operan las
ciegas fuerzas de la Naturaleza. De estas tres clases de demonios,
la primera y la segunda son invisibles y sus cuerpos estn formados
de puro ter y fuego (espritus planetarios); los de la tercera clase
son generalmente invisibles, pero algunas veces, al concentrarse en
s mismos, son visibles durante pocos segundos. Estos son los
espritus terrenos, o nuestras almas astrales. 27 Uno de los cinco
cuerpos geomtricos regulares.
20. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 20 Estas doctrinas,
estudiadas analgicamente y por correspondencia, condujeron paso a
paso a los antiguos, as como a los modernos filaleteos, a la
comprensin de los ms grandes misterios. Al borde del negro abismo
que separa el mundo espiritual del material, est la ciencia moderna
con los ojos cerrados y la cabeza vuelta hacia atrs, parecindole
infranqueable y sin fondo, aunque tiene en la mano una antorcha que
con slo bajarla a sus profundidades, la sacara de su error. Pero el
tenaz estudiante de filosofa hermtica ha tendido un puente a travs
del abismo. En sus Fragmentos de Ciencia, Tyndall confiesa
tristemente: Si me preguntan si la ciencia ha resuelto, o si es
probable que en nuestros das resuelva el problema del universo,
dudo al responder. Y cuando impulsado por un pensamiento posterior,
se rectifica despus, asegura que la prueba experimental le ha
conducido a descubrir en la vilmente calumniada materia, la
esperanza y la potencia de los atributos de la vida. Sera tan
difcil para Tyndall dar una prueba plena irrefutable de lo que
asegura, como lo hubiera sido para Job clavar un anzuelo en el
hocico del leviatn. Pocas palabras bastarn para evitar al lector la
confusin dimanante del uso frecuente de ciertos trminos en sentido
diverso del acostumbrado. Deseamos no dar lugar a error ni
falsedad. La Magia puede tener para unos lectores una significacin
y distinta para otros. Nosotros le daremos la significacin que
tiene para los sabios y prcticos orientales, y lo mismo haremos
respecto de las palabras ciencia hermtica, ocultismo, hierofante,
adepto, brujo, etc., que por otra parte son de fcil comprensin.
Aunque las diferencias entre los trminos sean frecuentemente
insignificantes, conviene saber su significado, que vamos a dar por
orden alfabtico. AKSA. Literalmente en snscrito significa
firmamento; pero en su mstico sentido, significa el cielo
invisible, , como dicen los brahmanes en el sacrificio del Soma
(Gyotishtoma Agnishtoma), el dios Aksa, o dios Firmamento. De los
Vedas se infiere que los indos de cincuenta siglos atrs le atribuan
las mismas propiedades que los lamas tibetanos de hoy, quienes le
consideran como fuente de vida, depsito de toda energa y propulsor
de todo cambio en la materia. En estado latente, coincide el Aksa
con nuestra idea del ter universal; en estado de actividad, es el
Dios omnipotente y director de todo. En los sacrificios y misterios
brahmnicos desempea el papel de Sadasya, o presidente de los mgicos
efectos de las ceremonias religiosas, y tiene su sacerdote propio
(Hotar) que toma su nombre. Los sacerdotes de la India y otros
pases eran antiguamente representantes en la tierra de distintos
dioses, y cada uno de ellos tomaba el nombre de la divinidad en
cuyo nombre obraba. El Aksa es indispensable agente de toda krity
operacin mgica, ya religiosa, ya profana. La expresin brahmnica
excitar el Brahm (Brahm jinvati), significa despertar el poder
latente en el fondo de las operaciones mgicas, pues los sacrificios
vdicos son magia ceremonial. Este poder es el Aksa o electricidad
oculta, el alkahest de los alquimistas o disolvente universal, la
misma anima mundi, como luz astral. En el
21. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 21 momento del
sacrificio est embebida en el espritu de Brahm y mientras aquel se
lleva a cabo es el mismo Brahm. Este es evidentemente el origen del
dogma cristiano de la transubstanciacin. En lo que se refiere a los
efectos generales del Aksa, el autor de una de las obras ms
modernas de filosofa oculta: Arte Mgico, da por vez primera una muy
inteligible interesante explicacin del Aksa, en conexin con los
fenmenos atribuidos a su influencia por fakires y lamas. ALMA. Es
el nephesh de la Biblia; el principio vital, el soplo de vida que
todos los animales, incluso los infusorios, comparten con el
hombre. En las traducciones de la Biblia se interpreta
indistintamente por vida, sangre y alma. El texto original del
Gnesis dice: No matemos su nephesh28 . La Vulgata lo traduce por:
No le matemos. As en los dems pasajes. ALQUIMISTAS. De Al y Chemi,
el fuego o dios Kham de que tom nombre el Egipto. Los rosacruces
medioevales como Roberto Fludd, Paracelso, Toms Vaughan (Eugenio
Filaleteo), VanHelmont y otros, fueron alquimistas que buscaban el
espritu oculto en la materia inorgnica. Muchos han acusado a los
alquimistas de charlatanera y presuncin; pero no cabe tratar de
impostores y mucho menos de insensatos a hombres como Rogerio
Bacon, Agrippa, Enrique Kunrath, y el rabe Geber, el primero que
revel en Europa algunos secretos qumicos. Los sabios de hoy
reedifican las ciencias fsicas sobre la base de la teora atmica de
Demcrito, restablecida por John Dalton, sin recordar que Demcrito
de Abdera era alquimista de talento bastante para profundizar los
secretos de la naturaleza y llegar a ser filsofo hermtico. Olaus
Borrichias dice que el origen de la Alquimia se pierde en
remotsimos tiempos. ANTROPOLOGA. La ciencia del hombre, subdividida
en: Fisiologa, que descubre los misterios de los rganos, y su
funcionamiento en el hombre, animales y plantas. Psicologa, que
estudia el alma como entidad distinta del espritu, en sus
relaciones con el espritu y con el cuerpo. La ciencia moderna
relaciona generalmente el alma con las condiciones del sistema
nervioso, sin atender a su esencia y naturaleza psquica. Los mdicos
llaman a la Psicologa ciencia de la locura, y, en las escuelas de
medicina dan el nombre de luntica a la ctedra de esta ciencia.
CALDEOS o kasdimos. Al principio una tribu y despus una casta de
sabios cabalistas. Eran los sabios y magos de Babilonia, astrlogos
y adivinos. El famoso Hillel, precursor de Jess en filosofa y tica,
era caldeo. Frank, en su Kabbala, hace notar la estrecha semejanza
de la doctrina secreta del Avesta, con la metafsica religiosa de
los caldeos. 28 XXXVII, 21.
22. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 22 DACTYLOS (daktulos,
dedo). Nombre dado a los sacerdotes consagrados al culto de Kybel
(Cibeles). Algunos arquelogos derivan este nombre de dctulo, dedo,
porque los dactylos eran diez, como los dedos de las manos, pero no
consideramos correcta esta hiptesis. DEMIURGOS o Demiurgo. Artfice;
el Poder Supremo que ha construido el universo. Los francmasones
derivan de esta palabra su frase de Gran Arquitecto. El magistrado
principal de algunas ciudades griegas llevaba este ttulo. DEMONIOS.
Nombre dado en los pueblos antiguos, y especialmente por los
filsofos alejandrinos, a toda clase de espritus, buenos y malos,
humanos o de otra naturaleza. Con frecuencia este nombre es sinnimo
de dioses o ngeles; pero algunos filsofos distinguen entre las
diversas clases. DERVICHES, o encantadores danzantes. Aparte de la
austeridad de vida y de las prcticas de oracin y meditacin, los
santones mahometanos se parecen muy poco a los fakires indos. Estos
pueden llegar a ser sannysis o santos mendicantes; los primeros
jams irn ms all de las fases secundarias de las manifestaciones
ocultas. El derviche puede ser tambin potente hipnotizador, pero
jams se someter voluntariamente a las abominables y casi increbles
mortificaciones que el fakir se inflige con creciente avidez hasta
morir entre lentos y crueles tormentos. Las ms horribles
operaciones, como desollarse vivo, cortarse los dedos de pies y
manos, amputarse las piernas, sacarse los ojos, enterrarse hasta el
cuello y pasar as muchos meses, son para ellos juegos de nios. Uno
de los tormentos ms frecuentes es el tshiddyparvday 29 . Consiste
en suspender al fakir de uno de los brazos movibles de una especie
de horca que suele verse en las cercanas de los templos. En el
extremo de cada uno de estos brazos, hay una polea a la que est
arrollada una cuerda con un garfio de hierro pendiente, que se
clava en la desnuda espalda del fakir, cuya sangre inunda el suelo,
y levantado en alto se le hace girar alrededor de la horca. Desde
el primer momento de tan cruel operacin, hasta que por su propio
peso el cuerpo cede rasgado por el garfio y cae sobre las cabezas
de la multitud ni un solo msculo del rostro del fakir se contrae en
lo ms mnimo y queda tan tranquilo, grave y reposado como si saliera
de un refrigerante bao. El fakir se goza en despreciar los mayores
tormentos, porque est convencido de que cuanto ms mortifique su
cuerpo material, ms brillante y santo ser su cuerpo espiritual. El
derviche no es capaz de infligirse tales torturas. DIOSES PAGANOS.
El vulgo confunde lastimosamente los dioses con los dolos del
paganismo. Sin embargo, el verdadero concepto expresado en la
palabra dioses, nada tiene de objetivo ni antropomrfico, pues o
bien se refiere a las entidades planetarias y a los espritus
desencarnados de hombres puros, o bien representa para los
iniciados de todas las religiones y escuelas la manifestacin
visible de una potestad ordinariamente 29 O ms comnmente, chrkh
pj.
23. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 23 invisible. Cada una
de estas ocultas potestades tena por smbolo el dios bajo cuyo
nombre se la invocaba, de suerte que los mltiples dioses de los
panteones indio, griego y egipcio son sencillamente
representaciones de las potestades invisibles del universo. Cuando
en los oficios religiosos invoca el brahmn a la diosa Aditya,
representacin femenina del sol, actualiza la potencia del espritu
residente en el sol mediante la palabra de poder (Vch) contenida en
el mantra empleado en la invocacin. Las potestades espirituales son
los hotares o vicarios del supremo Ser, mientras que a su vez el
brahmn es, en el momento de oficiar, el vicario o embajador en la
tierra de la invocada potestad celestial. DRUIDAS. Casta sacerdotal
que floreci en las Galias y Gran Bretaa. ESENIOS. De asa, el que
sana. Secta de judos que, segn Plinio, vivieron cerca del mar
Muerto per millia sculorum, durante miles de siglos. Han supuesto
algunos si seran fariseos ultrarradicales, y otros, lo que parece
ms cierto, los tienen por descendientes de los benimnabim de la
Biblia, o sean los kenitas y nazaritas. Tenan muchas ideas y
prcticas budistas, y es digno de mencin que los sacerdotes de la
Gran Madre en feso, la DianaBhavani de mltiples pechos, llevaban
tambin este nombre. Eusebio y De Quincey dicen que eran los
cristianos primitivos y esto es muy probable. El ttulo de hermano,
usado en la Iglesia primitiva, es de origen esenio. Constituan una
comunidad o koinobin anloga a la de los primeros conventos.
Conviene advertir que nicamente los saduceos o zadokitas, la casta
sacerdotal y sus partidarios, perseguan a los cristianos, pues los
fariseos eran por lo general indulgentes y con frecuencia se
declaraban a favor de aqullos. Jaime el justo fu fariseo hasta su
muerte; pero Pablo, o Aher, fu tenido por hereje. ESPRITU. Mucha
confusin ha producido la discrepancia de los escritores en el
empleo de esta palabra, que por regla general se considera sinnima
de alma, sin que los lexicgrafos se preocupen de separar su
respectiva acepcin. Esto es consecuencia natural de la ignorancia
corriente, y de haber desdeado la distincin adoptada por los
antiguos. Ms adelante dilucidaremos la importantsima diferencia
entre espritu y alma. Baste decir, por ahora, que el espritu es el
nous de Platn, el principio inmortal, inmaterial, pursimo y divino
del hombre, el coronamiento de la triada humana. ESPRITUS
ELEMENTALES. Criaturas que evolucionan en los cuatro reinos
elementales de: tierra, aire, fuego y agua. Los cabalistas los
llaman respectivamente: gnomos, slfides, salamandras y ondinas.
Podemos llamarlos fuerzas de la naturaleza, como agentes serviles
de la ley general, y tambin suelen valerse de ellos los espritus
desencarnados, ya puros o impuros, los Adeptos encarnados, ya
blancos, ya negros,
24. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 24 para producir los
fenmenos que deseen. Los espritus elementales nunca llegan a ser
hombres30 . Bajo la denominacin general de hadas y duendes, los
espritus de los elementos aparecen en los mitos, fbulas,
tradiciones y poesas de todas las naciones antiguas y modernas. Sus
nombres son muchsimos: peris, devas, dijinos, silvanos, stiros,
faunos, elfos, enanos, trasgos, espectros, sombras, duendes,
ondinas, salamandras, damas blancas, etc. Han sido vistos, temidos,
bendecidos, exorcizados invocados en todo el mundo y en toda poca.
Ser posible que estuvieran alucinados cuntos los vieron? Los
elementales son los principales agentes de los espritus
desencarnados, y aunque nunca aparecen en las sesiones, producen
todos los fenmenos objetivos. ESPRITUS ELEMENTARIOS. Propiamente
hablando, son las almas desencarnadas de los depravados que poco
antes de la muerte se separaron de su divino espritu y no pueden
aspirar a la inmortalidad. Eliphas Levi y otros cabalistas, apenas
distinguen entre los espritus elementarios que fueron hombres, y
los dems seres que pueblan los elementos y son fuerzas ciegas de la
naturaleza. Una vez separadas del cuerpo estas almas (tambin
llamadas cuerpos astrales) de personas materializadas, quedan
irresistiblemente atradas a la tierra, donde experimentan una vida
temporal y finita en las condiciones que ms armonizan con su
naturaleza inferior; y como durante la vida no cultivaron su
espiritualidad, sino que la subordinaron a lo material y grosero,
son incapaces de seguir el elevado camino del ser puro y
desencarnado que se aleja de la sofocante y meftica atmsfera de la
tierra. Despus de un perodo de tiempo ms o menos largo, estas almas
materiales empiezan a desintegrarse, hasta que, a semejanza de la
niebla, se disuelven, tomo por tomo, en los elementos circundantes.
ETROBACIA. Nombre griego, que significa pasear o levantar en el
aire los espiritistas modernos la llaman levitacin. Puede ser
consciente o inconsciente. En el primer caso es magia; en el
segundo, desequilibrio, enfermedad o un poder cuya significacin se
dilucida en pocas palabras. En un manuscrito siriaco, traducido por
Malchus, alquimista del siglo XV, se lee una explicacin simblica de
la etrobacia con respecto a Simn el Mago. Dice as: 30 A las
personas que creen en la clarividencia, pero no en los espritus de
la naturaleza, sino tan slo en los espritus humanos desencarnados,
les interesarn las observaciones de una clarividente publicadas en
Londres Espiritista de 29 Junio 1877. A venir una tempestad, vi la
vidente un espritu luminoso que sala de una negra nube y pasaba
rpido y deslumbrante al travs del cielo, acompaado pocos minutos
despus por una lnea diagonal de espritus obscuros en las nubes.
Estos son los Marutes de los Vedas. ( Vase RigVeda Samhita de Max
Muller.) La conocida conferenciante, escritora y vidente, Mrs. Emma
Hardinge Britten, ha publicado relaciones de sus frecuentes
experiencias con los espritus elementales.
25. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 25 Simn, con el rostro
en tierra, murmur: Oh madre Tierra, rugote me concedas algo de tu
aliento, y yo te dar el mo! Sultame, oh madre, y llevar tus
palabras a las estrellas y fielmente volver despus a ti! Y la
tierra, vigorizando sin detrimento su condicin, envi a su genio a
infundir algo de su aliento en Simn, mientras l respiraba en ella;
y las estrellas se regocijaron a la vista del Potente. Para
comprender esto, es preciso recordar que las electricidades del
mismo signo se repelen y las de signo contrario se atraen. El ms
elemental conocimiento de la qumica, dice el profesor Crooke,nos
ensea que mientras los cuerpos de opuesta naturaleza se combinan
enrgicamente, apenas hay afinidad entre dos metales o dos
metaloides de propiedades anlogas. La tierra es un cuerpo magntico
o un gran imn, como afirm ya Paracelso hace 300 aos. Est cargada de
electricidad positiva, que genera continua y espontneamente en su
centro de movimiento. Los cuerpos humanos y todos los objetos
materiales estn cargados de electricidad negativa, lo cual equivale
a decir que los cuerpos orgnicos e inorgnicos generan y se cargan
constante involuntariamente por s mismos de electricidad contraria
a la de la tierra. Ahora bien: qu es el peso? Sencillamente la
atraccin de la tierra. Sin la atraccin de la tierra nada pesaran
nuestros cuerpos, dice el profesor Stewart31 , y si pesramos doble,
experimentaramos doble atraccin. Cmo podemos librarnos de esta
atraccin? Segn la ley antes enunciada, la atraccin de nuestro
planeta retiene a los cuerpos en la superficie terrestre; pero cmo
explicar que la ley de gravitacin haya sido infringida muchas veces
por levitaciones de personas y de objetos inanimados? La condicin
de nuestro sistema fisiolgico, al decir de los filsofos tergicos,
depende en gran parte de nuestra voluntad, que bien regulada puede
operar entre otros milagros el cambio de polaridad elctrica, de
negativa en positiva, de modo que el imntierra repela el objeto o
cuerpo y no ejerza la gravedad accin ninguna. Ser entonces tan
natural para el hombre lanzarse al espacio, hasta que la fuerza
repulsiva pierda su eficacia, como antes permanecer sobre la
tierra. La elevacin de su vuelo depender de la mayor o menor
habilidad en cargar su cuerpo de electricidad positiva. Obtenido
este dominio sobre las fuerzas fsicas, la levitacin es cosa tan
sencilla como el respirar. El estudio de las enfermedades nerviosas
ha demostrado que, tanto en el sonambulismo ordinario, como en el
hipntico, parece disminuir el peso del cuerpo. El profesor Perty
cita el caso del sonmbulo Kochler, que flotaba sobre el agua. La
vidente de Provorst no poda permanecer sentada en la baera, porque
sobrenadaba en el agua del bao. Dice adems que Ana Fleiser, enferma
de epilepsia, se mantena con frecuencia en el aire, segn la vi
varias veces el superintendente del hospital, y en otra ocasin se
levant hasta ms de dos metros por encima de su cama, en presencia
de testigos fidedignos, entre los cuales haba dos eclesisticos. En
su Historia de las 31 El sol y la tierra
26. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 26 brujeras de Salem
cita Uphame el caso parecido de Margarita Rule. La levitacin, dice
el profesor Perty, ocurre con mayor frecuencia en los sujetos
extticos que en los sonmbulos. Estamos acostumbrados a considerar
la gravitacin como ley absoluta inalterable, y nos parece
inadmisible la idea de una completa o parcial levitacin que la
contrare. Sin embargo, en estos fenmenos la gravitacin queda
anulada por fuerzas materiales. En muchas enfermedades, como por
ejemplo en las calenturas nerviosas, el peso del cuerpo humano
parece aumentar, pero en los xtasis disminuye. Por lo tanto, pueden
haber fuerzas fsicas contrarias a la gravedad. La revista de
Madrid: Criterio Espiritista cita el interesante caso de una joven
labradora de cerca de Santiago, que se suspenda en el aire al
colocar horizontalmente sobre ella, a una distancia de medio metro,
dos barras de hierro magnetizadas. Si los mdicos observasen a estos
individuos levitados, veran que estn electrizados en el mismo signo
que el suelo, el cual, segn la ley de gravedad, debera atraerlos, o
al menos evitar su levitacin. Y si los desequilibrios
fsico-nerviosos o los xtasis espirituales producen
inconscientemente los mismos efectos, tendremos que esta fuerza
puede ser dirigida y regulada a voluntad. EVOLUCIN. Desarrollo de
los rdenes de animales superiores procedentes de los inferiores. La
ciencia moderna slo estudia la evolucin fsica y nada sabe de la
espiritual, que obligara a los contemporneos a confesar su
inferioridad respecto de los antiguos filsofos y psiclogos. Los
sabios de la antigedad se elevaban hasta el INCOGNOSCIBLE, para
tomar por punto de partida la primera manifestacin del invisible,
el inevitable, que por razonamiento estrictamente lgico, es el Ser
creador, necesario en absoluto, el Demiurgos del Universo. La
evolucin comienza, segn ellos, en el espritu puro, que desciende
gradualmente hasta tomar forma visible y tangible de materia.
Llegados a este punto, discurren conforme a la teora de Darwin,
pero sobre ms amplias y extensas fases. El RigVedaSamhita 32 el
libro ms antiguo del mundo, al que nuestros ms prudentes eruditos
asignan dos o tres mil aos de antigedad sobre la era cristiana,
dice en el Himno de los Marutes: El No Ser y el Ser estn en el
supremo cielo, en la cuna de Daksha, en el regazo de Aditi.
(Mandala I, versculo 166). En la primera poca de los dioses, el Ser
(la Divinidad comprensible) naci del Noser (la Divinidad
incomprensible) Despus nacieron las Regiones invisibles y de ellas,
Uttnapada. De Uttnapada naci la Tierra, y de ella las Regiones
visibles. Daksha naci de Aditi, y Aditi de Daksha. (Idem.) 32
Traducido por Max Mller, Profesor de Filologa comparada en la
Universidad de Oxford (Inglaterra).
27. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 27 Aditi es el
Infinito, y Daksha es dakshapitarah, que significa literalmente el
padre de los dioses; pero Max Mller y Roth dicen que significa
padres de la fuerza que conservan, poseen y conceden las
facultades. De todos modos, es fcil ver que Daksha, nacido de
Aditi, y Aditi de Daksha, significa lo que los modernos llaman
correlacin de fuerzas. As se infiere del siguiente prrafo traducido
por Mller: Considero a Agni como el origen de toda existencia, o
padre de la fuerza (III, 27, 2). Esta misma idea, clara y evidente,
prevaleci en las doctrinas de los zoroastrianos, magos y filsofos
del fuego de la Edad Media. Agni es el dios del fuego, del ter
Espiritual, la verdadera substancia de la esencia divina, del Dios
Invisible presente en cada tomo de Su creacin, y llamado por los
Rosacruces Fuego Celestial. Si cuidadosamente comparamos los versos
de este mandala, uno de los cuales dice: El Cielo es su padre, la
Tierra su madre, Soma su hermano y Aditi su hermana (I, 191, 6) 33
con la Tabla Esmeraldina de Hermes, hallaremos el mismo substrato
metafsico y filosfico en idntica doctrina. Como todas las cosas han
sido producidas por medio de un Ser, as tambin todas las cosas han
sido producidas de esta nica cosa por adaptacin: Su padre es el
sol; su madre la luna etc. Separa la tierra del fuego, lo sutil de
lo grosero Lo que he dicho sobre la operacin del sol es completo.
(Tabla Esmeraldina) 34 . El Profesor Max Mller ve en este mandala,
algo parecido a una teogona, aunque llena de contradicciones35 .
Los alquimistas, cabalistas y estudiantes de filosofa mstica
encontrarn una perfecta definicin del sistema de Evolucin en esta
cosmogona de un pueblo que existi millares de aos antes de nuestra
era. Advertirn, adems, perfecta identidad de pensamiento entre la
filosofa hermtica y las doctrinas de Pitgoras y Platn. La evolucin,
tal como ahora se entiende, supone en la materia un impulso para
tomar forma ms elevada, y as lo manifestaron claramente Manu y
otros filsofos indos de la antigedad. Ejemplo de ello nos da el
rbol de los filsofos en el caso de la disolucin del cinc. La
controversia entre los partidarios de la evolucin y los de la
emanacin, puede resumirse en que el evolucionista detiene toda
investigacin en las fronteras del Incognoscible, mientras que el
emanacionista cree que nada puede evolucionar ni nacer, si antes no
ha sido involucionado por la potencia espiritual de la vida que
prevalece sobre todo. FAKIRES. Devotos religiosos de la India. Estn
generalmente adscritos a las pagodas brahmnicas y siguen las leyes
de Manu. Van desnudos con slo un faldelln de lino, llamado dhoti,
en la cintura. Llevan el pelo muy largo, y en l guardan como si
fuera 33 Dyarih vah pit, prithivi mt smah bhrt dithi svs. 34 Como
quiera que en los captulos siguientes estudiaremos la perfecta
identidad de las antiguas doctrinas religiosas y filosficas, no
damos ms explicaciones por ahora. 35 RigVedaShamhita, p. 234.
28. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 28 bolsillo la pipa,
la flauta llamada vagudah, cuyo sonido entorpece catalpticamente a
las serpientes, y el bamb de siete nudos. Esta vara mgica la recibe
el fakir de su guru el da de la iniciacin, con los tres mantras que
le comunica al odo. Ningn fakir prescinde de esta poderosa insignia
de su profesin, por cuya divina virtud obran prodigiosos fenmenos36
. El fakir brahmnico es completamente distinto de los mendigos
musulmanes de la India, tambin llamados fakires en algunos puntos
del territorio britnico. HERMTICO. De Hermes, dios de la Sabidura,
adorado en Egipto, Siria y Fenicia con los nombres de Thoth, Tat,
Adad, Seth y Satn37 , y en Grecia con el de Kadmos. Los kabalistas
lo identifican con Adam Kadmon, primera manifestacin del Poder
Divino, y con Enoch. Hubo dos Hermes: el Trismegistus, y el amigo
instructor de Isis y Osiris, segunda emanacin o permutacin de s
mismo. Hermes y Mazeo son los dioses de la sabidura sacerdotal.
HIEROFANTE. Revelador de enseanzas sagradas. Llevaba este ttulo el
jefe de los Adeptos, que en las iniciaciones explicaba los arcanos
a los nefitos. En hebreo y caldeo se le llamaba Pedro, que
significa el que abre o descubre. De aqu que el Papa, como sucesor
del hierofante de los antiguos misterios, ocupe la pagana silla de
San Pedro. El odio de la Iglesia catlica a la alquimia y ciencias
ocultas y astrolgicas, se explica porque tales conocimientos eran
antes prerrogativa del hierofante o representante de Pedro, quien
guardaba los misterios de vida y muerte. Bruno, Galileo, Kepler y
Cagliostro se opusieron a las pretensiones de la Iglesia y por ello
perdieron la vida. Toda nacin tuvo misterios y hierofantes. Los
judos tenan su Pedro, Tanaim o Rabino, como Hillel, Akiba38 , y
otros cabalistas famosos, nicos que podan comunicar los terribles
secretos de la Merkaba. En India hubo y hay diseminados por las
principales pagodas muchos hierofantes, conocidos con el nombre de
brahmatmas. En el Tbet el principal hierofante es el Dalay o Taley
Lama de Lhassa39 . Entre las naciones cristianas slo los catlicos
han conservado esta pagana costumbre en la persona del Papa, aunque
han desfigurado tristemente la majestuosa dignidad de tan sagrado
cargo. 36 Filostrato asegura que en su tiempo eran capaces los
brahmanes de llevar a cabo maravillosas curaciones, con solo
pronunciar ciertas palabras mgicas. Los brahmanes indos llevan una
varilla y un anillo, por cuya medio obran muchas cosas. Orgenes
asegura lo mismo (Contra Celso). Pero sin el poderoso fluido
magntico proyectado por la vista, sin ninguna clase de contacto,
seran intiles las palabras mgicas. 37 No debe tomarse este ltimo
nombre en el sentido que le dan los cristianos y musulmanes. 38
Akiba era amigo de Aher, que se presume si fue el apstol Pablo del
cristianismo. De ambos se dice que visitaron el paraso. Aher cogi
ramas del rbol de la ciencia, y por esto se separ de la religin
juda. Akiba continu en paz su camino. Vase 2 Epstola a los
Corintios, cap. XII. 39 Taley significa ocano o mar.
29. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 29 INICIADOS. Los que
en la antigedad aprendan en los Misterios los secretos
conocimientos de boca de los hierofantes. En nuestros das, los
aleccionados por los adeptos a la mstica doctrina de las ciencias
del misterio, que a pesar de los siglos transcurridos, tienen
pocos, pero verdaderos devotos. KABALISTA. De clkq (kabala).
Tradicin oral. El cabalista es el estudiante de la ciencia secreta;
el que interpreta el oculto y verdadero sentido de las Escrituras,
por medio de la simblica kabala. Los tanaimes fueron los primeros
cabalistas judos que florecieron en Jerusaln a principios del siglo
III antes de J.C. Los libros de Ezequiel, Daniel, Enoch y el
Apocalipsis son genuinamente cabalsticos. La doctrina secreta de la
Kabala es idntica a la de los caldeos y tiene mucho de magia o
sabidura de los parsis. LAMAS. Monjes budistas que profesan la
religin lamaica dominante en el Tbet, anlogos a los frailes del
catolicismo. Estn bajo la obediencia del DalaiIama o Sumo Pontfice
budista tibetano, que reside en Lhassa y es para los lamas una
reencarnacin del Buddha. LUZ ASTRAL. Es la luz sideral de Paracelso
y de otros filsofos hermticos. Fsicamente es el ter de la ciencia
moderna, y metafsicamente, en su espiritual y oculto sentido, es
algo ms de lo que comnmente se entiende por ter. La fsica y
alquimia ocultas demuestran que sus ilimitadas ondulaciones
abarcan, no slo la esperanza y potencia de toda cualidad de vida,
segn afirma Tyndall, sino tambin la actualizacin de la potencia de
cada una de las cualidades del espritu. Los alquimistas y hermticos
creen que el ter astral o sideral, con las propiedades del azufre y
las magnesias blanca y roja o magnes, es, tanto espiritual como
materialmente, el Anima mundi, el laboratorio de la Naturaleza y
del Cosmos. El Gran Magisterio se manifiesta por s mismo en los
fenmenos del hipnotismo, en la levitacin del hombre y de objetos
inertes, y puede llamarse ter en el aspecto espiritual. La
denominacin astral es antigua, y ya la usaban algunos neoplatnicos.
Porfirio dice que el cuerpo celestial est siempre unido al alma y
es inmortal, luminoso y semejante a una estrella. La raz de la
palabra astral es tal vez la voz escita aistaer (estrella), o la
asiria istar, que significa lo mismo. Como los rosacruces
consideraban lo real directamente opuesto a lo aparente y enseaban
que la luz para la materia era obscuridad para el espritu, decan
que ste moraba en el ocano astral de invisible fuego que rodea al
mundo y pretendan haber descubierto el origen del tambin invisible
espritu divino, que desde el trono del invisible y desconocido Dios
cobija a todo hombre y equivocadamente se le llama alma. Como la
Causa primera es invisible imponderable, nicamente podan los
alquimistas probar sus afirmaciones por los efectos que, dimanantes
del universo invisible, se manifiestan en el mundo fsico.
Demuestran los alquimistas que la luz astral penetra la totalidad
del Cosmos y late hasta en la ms nfima partcula de roca, diciendo
que la chispa del pedernal es el
30. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 30 perturbado espritu
de esta Piedra, qu, al tiempo de brotar, desaparece inmediatamente
en las regiones de lo desconocido. Paracelso la llamaba luz sideral
y consideraba los astros (incluso nuestra tierra) como porciones
condensadas de luz astral, cadas en la generacin y en la materia,
pero cuyas emanaciones magnticas o espirituales conservaban
incesante comunicacin con el origen patrio de la luz astral. A este
propsito dice: Los astros nos atraen hacia ellos; y nosotros los
atraemos hacia nosotros. Madera es el cuerpo y fuego la vida que,
como la luz, viene de las estrellas y los cielos. La magia es la
filosofa de la alquimia40 . Todo lo del mundo espiritual, ha de
llegarnos a travs de las estrellas, y si estamos en armona con
ellas, obtendremos inmensos efectos mgicos. As como el fuego pasa a
travs de una estufa de hierro, as tambin los astros pasan a travs
del hombre y le comunican sus propiedades, del mismo modo que la
lluvia fertiliza la tierra en que penetra. Los astros rodean a la
tierra, como el cascarn al huevo. A travs del cascarn pasa el aire
y penetra hasta el centro del mundo. El cuerpo humano, lo mismo que
la tierra, los planetas y las estrellas, est sujeto a la doble ley
de atraccin y repulsin y saturado del influjo doblemente magntico
de la luz astral. Todo es doble en la naturaleza: el magnetismo es
positivo y negativo, activo y pasivo, masculino y femenino. La
noche descansa al hombre de la actividad del da y restablece el
equilibrio, tanto de la naturaleza humana como de la csmica. Cuando
el hipnotizador aprenda el secreto de polarizar la accin y dar a su
fluido fuerza bisexual, ser el mayor de los magos vivientes. As,
pues, la luz astral es andrgina porque el equilibrio resulta de dos
fuerzas que eternamente actan una sobre otra. El resultado de esta
accin es la VIDA. Cuando las dos fuerzas se gastan y permanecen
largo tiempo inactivas, equilibrndose una con otra en reposo
completo, sobreviene la condicin de MUERTE. Un ser humano puede
expirar aliento caliente o fro, inspirar aire fro o caliente. Todo
nio sabe cmo regular la temperatura de su aliento; pero ningn
fisilogo ha explicado satisfactoriamente la manera de protegerse
uno mismo del aire fro o caliente. La luz astral, principal agente
de magia, puede nicamente descubrirnos los secretos de la
naturaleza. La luz astral es idntica al aksa indo. MGICO.
Antiguamente era ttulo de nombrada y distincin, pero hoy se ha
corrompido su verdadero significado. En otro tiempo fu sinnimo de
honroso, respetable, instruido y docto. El clero ha convertido este
ttulo en epteto degradante que el vulgo supersticioso aplica a los
brujos embusteros, impostores y charlatanes que venden el alma al
diablo y abusan de sus facultades psquicas, sin advertir que Moiss
fu mgico y al profeta Daniel se le llam prncipe de los magos, de
los encantadores y agoreros41 . 40 De Ente Spirituali, lib. IV; De
Ente Astrorum, lib. I; y Opera Omnia vol. I, pgs. 634 y 699. 41
Profeca de Daniel, cap. V. vers. II.
31. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 31 La palabra mgico se
deriva etimolgicamente de magh, mah o mah que significa grande y se
aplic a los sacerdotes versados en la ciencia esotrica. MAGO.
Palabra derivada de Mag o Maha, que significa grande. El Mahatma
(gran alma) tena en la India sacerdotes en los tiempos prevdicos.
Los magos eran sacerdotes del fuego, en Asiria, Babilonia y Persia.
Los tres reyes magos que, segn se dice, ofrecieron al nio Jess oro,
incienso y mirra, adoraban al fuego y eran tambin astrlogos, pues
vieron la estrella de Beln. Al Sumo sacerdote parsi, residente en
Surat, se le llama Mobed, palabra que algunos derivan de Megh o
Mehab y significa grande y noble. Segn Kleuker, a los discpulos de
Zoroastro se les llam meghestom. MANTICISMO. Frenes mntico o estado
en que se actualiza el don de profeca, sinnimo de manticismo, pues
tan honroso es el ttulo de mntico como el de profeta. Pitgoras y
Platn lo tuvieron en mucha estima y Scrates aconsej a sus discpulos
el estudio del manticismo. Los Padres de la Iglesia, que tan
severamente condenaron el frenes mntico de los sacerdotes paganos y
de las pitonisas, no tuvieron reparo en aprovecharse de l para sus
fines particulares. Los montanistas42 emulaban a los manteis o
profetas. El autor de la obra Profecas antiguas y modernas, dice
que Tertuliano, San Agustn y los mrtires de Cartago estuvieron
dotados de frenes mntico y que los montanistas se parecan a las
bacantes en el salvaje entusiasmo que caracterizaba, sus orgas.
Mucho discrepan las opiniones en lo concerniente al origen de la
palabra manticismo. En tiempos de Melampo, rey de Argos, floreci el
famoso vidente Mantis de cuyo nombre se derivara la palabra, pero
tambin pudo arrancar de la profetisa Manto, hija del profeta de
Tebas. Cicern define el don de profeca o frenes mntico, diciendo
que en lo ms recndito de la mente est ocultamente recluida la
profeca divina, el divino impulso cuya actuacin parece furor,
frenes y locura. Sin embargo, es posible que la palabra mantis
tenga mucho ms antigua etimologa, no advertida por los fillogos,
pues las dos copas empleadas en los ritos del misterio Soma,
denominadas conjuntamente grahs, se llamaban cada una de por s
sukra y manti43 . En esta copa manti se dice que despierta Brahm.
Al beber sobriamente un sorbo del sagrado zumo, el espritu de
Brahm, personificado en el dios Soma, se infunde en el cuerpo del
iniciado y se posesiona de l. De aqu el xtasis, la clarividencia y
el don de profeca. El Soma estimula dos linajes de adivinacin: la
natural y la artificiosa. La copa sukra despierta las congnitas
cualidades del hombre, identifica el 42 Proslitos de Montano,
obispo de Frigia, a quien se le atribuy inspiracin divina. 43
Aitareya brhmana, 3, I.
32. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 32 alma con el espritu
que, por ser de naturaleza divina, conoce lo futuro representado en
sueos, visiones y presentimientos. El manti o zumo contenido en la
copa mantis despierta a Brahm, es decir, comunica al alma no slo
con los dioses menores44 , sino tambin con la suprema esencia
divina. El alma recibe iluminacin directamente irradiada de la
presencia de su dios; pero como queda ignorante de lo que nicamente
saben los cielos, le acomete al iniciado una especie de frenes, del
que, al recobrarse, slo recuerda cuanto se le permite recordar.
Respecto a los adivinos o profetas que abusan de sus facultades
para hacer de ellas un modo de vivir, dcese que estn posedos de un
gandharva, divinidad escasamente venerada en la India. MANTRA.
Palabra snscrita equivalente a nombre inefable. Cantados con la
entonacin prescrita en el AtarvaVeda producen algunos mantras
instantneo y maravilloso efecto. Generalmente, es el mantra una
plegaria a los dioses y potestades celestiales, segn ensean los
libros brahmnicos de acuerdo con Man; pero tambin suele ser una
frmula mgica. En sentido esotrico, la frase mstica o palabra del
mantra es el vch de los brahmanes. En sentido literal, significa el
mantra la revelacin directa y divina (sruti) de los libros
sagrados. MARABUTO. Musulmn que ha cumplido la peregrinacin a la
Meca. Santo sepultado en un sarcfago abierto de propsito en las
calles o plazas de las ciudades populosas de los pases mahometanos.
El Cuerpo del marabuto se coloca en la nica tumba o hueco del
sarcfago, y la devocin de los transentes mantiene perpetuamente
encendida una lmpara a la cabecera del enterramiento. En El Cairo
se ven hoy da muchos de estos sarcfagos, construidos de albailera.
Algunos sepulcros de marabuto tienen entre los musulmanes muchsima
fama por los milagros que se atribuyen al santo all enterrado.
MATERIALIZACIN. Palabra con que los espiritistas expresan el
fenmeno por el cual toma un espritu forma material. Moiss Stainton
propuso que a estos fenmenos se les diese el nombre menos
discutible de manifestacin formal. Cuando se comprenda mejor la
verdadera naturaleza de las materializaciones, se les dar
seguramente un nombre ms adecuado. No es propio llamarlas espritus
materializados, porque tan slo son fotografas o esculturas
animadas. MAZDESTAS. De AhuraMazda45 . Nombre dado a los antiguos
persas que adoraban a Ormazd y prohiban el culto de las imgenes. De
los mazdestas tomaron los judos el horror que tuvieron a toda
representacin plstica de la Divinidad. 44 Espritus veraces de
sabidura, aunque no omniscientes. 45 Vase el Yasna de Spiegel,
XL.
33. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 33 Segn parece, en
tiempo de Herodoto prevalecieron contra ellos los magos y sus
proslitos, entre quienes se cuentan con toda probabilidad los
parsis y geberines a que alude el Gnesis46 . Por una extraa
confusin etimolgica identifican algunos eruditos a Zoroastro con
Zarathustra47 . METEMPSCOSIS. El progreso del alma en los sucesivos
grados de existencia. Para el vulgo era el renacimiento en cuerpos
de animales. Por regla general, aun muchos que se precian de
eruditos adulteran el significado de esta palabra. El
Mnavadharmazstra y otros libros brahmnicos interpretan el axioma
cabalstico que dice: La piedra se convierte en planta, la planta en
animal, el animal en hombre, el hombre en espritu y el espritu en
dios. MISTERIOS En. griego teletai (perfeccin) y por analoga
teleuteia (muerte). Eran reglas secretas que desconocan los
profanos y los no iniciados. Por medio de representaciones
dramticas y otros procedimientos se enseaba en los misterios el
origen de las cosas, la naturaleza del espritu humano, sus
relaciones con el cuerpo y el modo de purificarse para alcanzar la
vida superior. Por el mismo mtodo se enseaban las ciencias
naturales, la medicina, la msica y la adivinacin. El juramento
hipocrtico no era ms que una obligacin mstica. Hipcrates fu
sacerdote de Asclepios y algunas de sus obras vieron fortuitamente
la luz pblica. Los asclepiadeos estaban iniciados en el culto de la
serpiente de Esculapio, como las bacantes en el de Dionisio, y
ambos ritos quedaron con el tiempo incorporados a los misterios de
Eleusis. Ms adelante hablaremos con mayor extensin de los
Misterios. MSTICOS. Los iniciados. Sin embargo, desde la Edad Media
se di esta denominacin a cuantos, como el tesofo Behme, el
quietista Molinos, Nicols de Basilea y otros, crean en la directa
comunicacin del alma con Dios, anlogamente a la inspiracin
proftica. NABIA. Lo mismo que videncia y vaticinio. El ms antiguo y
respetado fenmeno mstico. La Biblia llama nabia a la profeca, y sin
reparo se puede incluir esta facultad espiritual entre las de
adivinacin, visiones, xtasis y orculos. Pero as como los
encantadores, adivinos y aun los astrlogos estn explcitamente
condenados en los libros de Moiss, la nabia o profeca y visin
sobrenatural se consideran dones especiales del cielo. En un
principio, todas estas facultades se comprendan colectivamente en
el nombre de epoptai (profeta o vidente) y ms tarde se les llam
nebim, plural de Nebo, dios babilonio de la sabidura. Los
cabalistas distinguen entre nebirah o vidente y nebipoel o mago. El
primero es pasivo y tan slo ve claramente el 46 VI, X, 8. 47 El
nombre de Zoroastro se deriva de Zero, que significa crculo, hijo o
sacerdote, y de aster, ishtar o astart, estrella, en dialecto
ariano. Era el ttulo del Sumo Sacerdote de los magos, a quienes
tambin se les llamaba Surya ishtaras o adoradores del sol.
Zarathustra fue el famoso apstol del mazdesmo.
34. H. P. BLAVATSKY Isis Sin Velo Tomo I 34 porvenir; el
segundo es activo y posee facultades mgicas. Sabemos que E