Ideología y Utopía en Paul Ricoeur

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Ideologa y Utopa en Paul Ricoeur.

Como Paul Ricoeur lo menciona al iniciar la Conferencia introductoria dentro de su obra, Ideologa y Utopa, los conceptos de Ideologa y de Utopa son conflictivos en su constitucin como trminos. Estos trminos, como l menciona, tienden poseer una carga peyorativa en la tradicin occidental; son altamente ambiguos; cada uno de ellos tiene una dualidad en su constitucin, que flucta entre lo positivo y lo negativo el acento est siempre en su carcter negativo de ambos trminos; entre lo constructivo y lo patolgico. En la ideologa, partiendo con aquello que la designa en su acepcin ms conocida, lo patolgico es lo que resalta antes que su lado positivo. Para sustentar esta afirmacin nos proporciona una definicin contundente y clsica de lo que usualmente se considera ideologa: designa procesos de deformacin y disimulo, y que partiendo de ellos, grupos o individuos expresan su situacin sin plena consciencia de ello, por ejemplo, el expresar su perspectiva dentro de la clase social a la que pertenecen.[footnoteRef:1] [1: Paul Ricoeur. Ideologa y Utopa. 2 ed. Barcelona, Gedisa, 1994. p.45]

Y podemos preguntarnos, detenindonos un poco de la propuesta de Ricoeur, cmo es que ha sido constituido el trmino de ideologa para que lleve de manera intestina tal connotacin peyorativa? Ricoeur hace una revisin necesaria de cmo ha sido la construccin del trmino, algo que no es ocioso ni gratuito, y que es totalmente necesario para su propuesta.[footnoteRef:2] Para ello se remontar a la primera definicin de la ideologa:[footnoteRef:3] la definicin que Marx en textos como la Crtica de la Filosofa del Derecho de Hegel, los Manuscritos econmicos y filosficos de 1844 y La ideologa alemana. [2: Su propuesta es el analizar a estos dos conceptos y dentro de un marco conceptual. Para ello intentar encontrar un puente que pueda unirlas: el imaginario social y cultural.] [3: Tambin menciona el origen de la propia palabra en la Francia napolenica.]

En sus escritos de juventud, los antes mencionados, Marx desarrolla el concepto de ideologa, en primera instancia, a travs de la metfora de la imagen invertida. Marx complementaria con la propuesta de Feuerbach sobre sus consideraciones sobre el cristianismo, en las que propone a la religin como una inversin entre el sujeto y el predicado, es decir la relacin entre los seres humanos y Dios como construccin humana. Con ello complementaria y criticara al idealismo hegeliano como una forma de la deformacin de la realidad al tener una base similar con la religin. Sobre esto Ricoeur nos dice que [] la interpretacin popular del idealismo prevaleca en la cultura de la poca de Marx, de manera que no slo la religin sino tambin el idealismo, entendido como una especie de religin de la gente laica, fueron elevados a la funcin de ideologa,[footnoteRef:4] por ello, la escisin que ambas representan en tanto a la praxis, o si se quiere, al proceso de vida, dejando que la esfera de la ideas sean manifestadas como una realidad propia y autnoma, ests dos conducen hacia una ideologa. [4: Paul Ricoeur. Ideologa y Utopa. p.48.]

Aunque da un mayor seguimiento al concepto, para Ricoeur ste es el que tendr en cuenta para ligarlo a otra propuesta: a la de Clifford Geertz, en la que se propone la revisin del concepto a partir de las producciones de discursos sociales y que denomina como accin simblica. A partir de esta propuesta, y de otras similares, nos propondrn y mostraran como es que a partir del imaginario social se manifiestan la ideologa como un punto de aglutinacin y del funcionamiento de las estructuras sociales. Esta propuesta, a mi modo de ver, tiene una gran relacin con lo que Karl Mannheim propone sobre la Ideologa, y de la cual nos dice que se refiere al espritu de una poca o de un grupo social en un determinado momento histrico, en el que se acepta un papel importante de la consciencia y de la experiencia como su principal catalizador. Esto es importante sealarlo porque incluso para Mannheim la ideologa tiene un papel como aglutinador social frente a la realidad; su propuesta puede ser definida en los siguientes trminos: la ideologa puede entenderse como los procesos mentales que a partir de la experiencia, generan ideas y valores que interpretan a la realidad, dotando de una postura a los grupos sociales frente a la misma, as como esquemas de accin frente a esa realidad, y en este caso, hacia la transformacin de la dinmica social establecida, para generar nuevas manifestaciones culturales de la misma ndole.[footnoteRef:5] [5: Vase en Karl Mannheim. Ideologa y Utopa. Introduccin a la sociologa del conocimiento. Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1993 p. 49-62.]

En la propuesta de Geertz se encuentra algo de gran inters para su propuesta, y es que Geertz no se concentra en los procesos sociales en s mismos, poner un nfasis en los discursos sociales elaborados a travs de los smbolos que la propia cultura, o el imaginario cultural, establece en stos. Ms adelante he de referirme a la importancia que esto tiene en relacin con la utopa.La cultura, segn la entiende Freud, designa la suma de las producciones e instituciones que distancian nuestra vida de la de nuestros antecesores animales y que sirven a dos fines: proteger al hombre contra la Naturaleza y regular la relaciones de los hombres entre s.[footnoteRef:6] Si entendemos esta definicin en relacin con lo que Ricoeur propone a partir de la propuesta de Geertz, la accin humana depende de lo cultural. Lo cultural est determinado por la propia ideologa en una relacin dialctica y por lo tanto lo cultural tiene una relacin con el orden. Para que el orden exista es necesaria una figura de autoridad. A partir de ello, segn lo que plantea Ricoeur, es el punto en el que se tiende un puente entre ambas concepciones: la legitimacin del poder que da como resultado la perversin de la ideologa. Durante la integracin social que la ideologa operativiza, en la que se tiende un puente entre estructuras sociales de poder y la sociedad, en la legitimacin del poder como equilibrio entre ambas, es en donde se da la perversin de la ideologa. Est relacin de equilibrio representa para Ricoeur la muestra ms clara del concepto de plusvala en un mbito social, sin deslegitimar su operatividad en el mbito de la produccin capitalista, porque el proceso de legitimizacin se da a partir de esta relacin de balance que busca la Ideologa, en la que el agente que tiene el poder exige ms a aquellos que pertenecen al sistema para la supervivencia del sistema. [6: Freud, Sigmund. El malestar en la cultura y otros ensayos. Mxico, Alianza Editorial, 1994. 240 p. (Libros de bolsillo. Seccin Humanidades). P. 33.]

Si ponemos atencin en un ejemplo que pueda esclarecer a la Ideologa como perversin en este juego de legitimar al sistema del cual es parte, basta con apoyarse en el Estado. Desarrollemos pues lo que significa la Ideologa para este ejemplo en concreto.El Estado, desde el anlisis que propone Ricoeur del mismo en su concepcin occidental, deviene de la propia legitimizacin del poder y el uso de la violencia. Este nace de la relacin tica entre el poder y la jurisdiccin que se tiene sobre los miembros del mismo. Expone est relacin tica que parte de la necesidad que se tiene en la praxis del bienestar moral y el progreso de ente social que pertenece al mismo. El mejor ejemplo es el nacimiento del Estado a partir del derecho divino, en el que la realidad social tiene como ideal amor al prjimo, y por lo tanto su bienestar. El magistrado ser en todo caso el que tenga el propsito de mantener ese orden ideal y que deber ser llevado a la prctica. En sus manos se encuentra la paradoja del bienestar y el ejercicio de la justicia a partir de la concepcin del amor al prjimo. Aqu se encuentra realmente la paradoja entre lo tico y la legitimidad del uso de la violencia a travs de la justicia. La justicia tendr que ser ejercida a travs de ese ideal de amor al prjimo, pero aquel que infringiera el orden establecido tendr que ser castigado, es decir se tendr que ejercer violencia en su contra para mantener el orden. Encontramos aqu una de las caractersticas del Estado: la asimetra entre la figura de autoridad y los miembros pertenecientes a la comunidad. sta es ms clara cuando est el problema la legitimidad a partir de esta concepcin sobre el Estado en justificacin sobre el amor al prjimo, en el que tendra que darle un sustento al ejercicio de la violencia. Este sustento viene de su relacin con la prohibicin moral en cuanto al asesinato.Existe un momento en el cual la estabilidad de la justificacin de la violencia se transgrede, y es cuando la estabilidad y la supervivencia del Estado, en una confrontacin con otro Estado, se ve en peligro. En este escenario podemos notar que la legitimidad del poder se ve en un serio desajuste con el su propsito primario: el salvaguardar el bienestar del prjimo. Se plantea entonces un paradoja moral en la que al individuo, o los miembros pertenecientes al mismo, tendrn que discernir entre la conservacin del Estado en su integridad, y por ello acceder al sacrificio de su persona por el de la colectividad o la traicin para no salir de la esfera de la tica. El ejemplo nos brinda varios puntos que podemos considerar en relacin con la ideologa y su deformacin, as como su contraparte en la aglutinacin o en la homogenizacin de la sociedad a partir del imaginario social y cultural. El Estado y su legitimidad, en el ejemplo, tendr una relacin con la esfera religiosa, la cual funciona como base cultural de la ideologa de la que parte la constitucin del mismo. En este sentido, la base ideolgica del Estado ser el amor al prjimo, y que, por ejemplo, se ver totalmente reflejada en la justificacin del uso de la violencia, la aplicacin de la justicia y la normatividad de la relaciones de la sociedad. En este punto, lo que existe es la homogenizacin de los miembros de la sociedad a las estructuras sociales que el Estado dictamina como las ideales para sus relaciones. La perversin ideolgica estar en relacin con la sobrevivencia del Estado a travs de la corrupcin del ideal del concepto del amor al prjimo, y que se encuentra en la violencia como la forma en la que se mantiene en pie. Ya una vez descrita la condicin del trmino de la ideologa, pasemos al concepto de Utopa. Segn Ricoeur, la Utopa, en su acepcin peyorativa, designa a una especie de sueo social que no tiene en cuenta a la realidad para la configuracin de una nueva sociedad. Se considera una especie de actitud esquizofrnica frente a la sociedad; una manera de escapar a la lgica de la realidad y fuera de la historia como una manera de proteccin. [footnoteRef:7] [7: Paul Ricouer. Op. cit. p. 45]

Para establecer el puente necesario, y as cumplir con su propsito, analizar ambos trminos dentro de una mismo marco conceptual, propone entender a la Utopa desde la idea que Tomas Moro, quien acuo el trmino, propone para la misma: la de ningn lugar. Haciendo una metfora sobre el ningn lugar entendido como ese espacio a partir del cual podemos salir de la realidad en la que estamos inmersos y observar como es qu est constituida. Desde esta mirada externa es como podemos proponer una realidad alternativa la existente. S se me permite, es el primer paso hacia la crtica y que a partir de ella se puede proponer nuevas formas o posibilidades de la transformacin social.Como bien apunta Paul Ricoeur, el punto de comunin entre la Ideologa y la Utopa se central en el cuestionamiento de la figura de autoridad, y no slo este punto, sino en las relaciones contradictorias existentes en un sistema, como por ejemplo en el sistema capitalista. En este sentido, la Utopa no queda como un simple sueo irrealizable, sino que va ms all como el punto de partida para proponer una nueva forma de pensar y entender la realidad, as como de transformarla, y si se quiere, de plantear una propuesta de manera slida en la transformacin de la sociedad.

Bibliografa

Freud, Sigmund. El malestar en la cultura y otros ensayos. Mxico, Alianza Editorial, 1994. 240 p. (Libros de bolsillo. Seccin Humanidades)Mannheim, Karl. Ideologa y Utopa. Introduccin a la sociologa del conocimiento. Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1993 p. 49-62.

Ricoeur, Paul. Historia y Verdad. 3 ed. Madrid, Encuentro, 1990. 318 p.

Ricoeur, Paul. Ideologa y Utopa. 2 ed. Barcelona, Gedisa, 1994. 355 p.