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PEREGRINACIÓN PARROQUIAL A ROMA El jueves 7 de noviembre a las 8 de la tarde se celebra la reunión preparatoria para todos los pe-regrinos que vayan a tomar par-te de la peregrinación a Roma que se realiza del jueves 14 al do-mingo 17 de noviembre.

CONFIRMACIONES DE LOS MARISTAS La celebración del sacramen-to de la Confi rmación para los alumnos que se han preparado en el Colegio de los Hermanos Maristas tendrá lugar el viernes 16 de noviembre, en horario de tarde, en el templo parroquial.

CONFIRMACIONES DE LA PARROQUIALa celebración de las Confi rma-ciones en nuestra parroquia ya están fi jadas para el sábado 23 de noviembre a las 7,30 de la tarde, la parroquia ultima los prepara-tivos para con la casi veintena de catecúmenos y sus familias.

RETIRO PARA PREPARAR EL ADVIENTOComo en años anteriores, co-menzamos el Adviento con una tarde tarde de retiro. La celebra-remos el sábado 30 de noviem-bre, desde las cinco de la tarde, hasta la hora de la misa vesperti-na, en el templo parroquial.

4IGLESIA peregrina

[152] ¿Por qué creemos en la resurrección de los muertos?

Creemos en la resurrección de los muertos porque Cristo ha resucitado de entre los muertos, vive para siempre y nos hace partícipes de esta vida eterna.

Cuando un hombre muere, su cuerpo es enterrado o inci-nerado. A pesar de ello creemos que hay una vida después de la muerte para esa persona. Jesús se ha mostrado en su Resurrec-ción como Señor de la muerte; su palabra es digna de fe: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá».

[154] ¿Qué pasa con nosotros cuando morímos?

En la muerte se separan el cuerpo y el alma. El cuerpo se descompone, mientras que el alma sale al encuentro de Dios y espera a reunirse en el último día con su cuerpo resucitado.

El cómo de la resurrección de nuestro cuerpo es un misterio. Una imagen nos puede ayudar a asumirlo: cuando vemos un bulbo de tulipán no podemos

saber qué hermosa fl or se de-sarrollará en la oscuridad de la tierra. Igualmente no sabemos nada de la apariencia futura de nuestro nuevo cuerpo. Sin embargo, san Pablo está segu-ro: «Se siembra un cuerpo sin gloria, resucita glorioso».

[155] ¿Cómo nos ayuda Cristo en la muerte?

Contemplando la pasión y la muerte de Jesús incluso la muerte puede ser más lleva-dera. En un acto de confi anza y de amor al Padre podemos decir «sí», como hizo Jesús en el Huerto de los Olivos. Esta actitud se denomina «sacrifi cio espiritual». El que muere se une con el sacrifi cio de Cristo en la cruz.

Quien muere así, confi ando en Dios y en paz con los hom-bres, es decir, sin pecado grave, está en el camino de la co-munión con Cristo resucitado. Cuando morimos, no caemos más que hasta las manos de Dios. Quien muere no viaja a la nada, sino que regresa al hogar del amor del Dios que le ha creado.

Preguntas que tienen respuesta

¿Quieres saber más? Estas respuestas están tomadas del YOUCAT. Consúltalo.

Iglesia que Peregrina en Buenavista

Publicación de la Parroquia Santa Teresa de Jesúsnúmero 21año IInoviembre de 2019

“En todas tus acciones ten presente tu fi n” son palabras recogidas en el libro del Eclesiástico 7,36

El objetivo de todo este libro de la Biblia es enseñar la sabiduría, es decir, las orientaciones para hallar la felicidad en la vida de amistad con Dios y con los de-más. ¿Qué deseo conseguir con mis diversas actividades diarias? Con el consejo de tener pre-sente nuestro fi n recibimos la invitación a considerar las con-secuencias últimas de nuestros propios actos. Consideremos qué intenciones nos mueven. Con Dios y con los demás

En nuestra relación con Dios te-ner presente nuestro fi n signifi ca expresarle la alabanza por su obra creadora; la acción de gracias por los benefi cios recibidos; la con-versión al Señor, por la realidad

SaludoEl mes de noviembre pone delante de nosotros, con la solemnidad de todos los san-tos y la celebración por todos los fi eles difuntos, contem-plar también los momentos últimos de la vida tanto per-sonal como social. Al fi nal de nuestra peregrinación terrena cada uno recibiremos premio o castigo por lo que hayamos hecho o dejado de hacer, se-gún haya sido nuestra manera de proceder y nuestro fi n.

Mirar al fi n de nuestra vida ayuda a ver con esperanza lo que ahora en el tiempo pre-sente se manifi esta como difi -cultad. San Pablo en su carta a los Romanos dice: “los pade-cimientos de ahora no pesan nada en comparación con la gloria que un día se nos des-cubrirá”.

Cuando tenemos presente el fi n último de nuestra exis-tencia terrena, entonces des-cubrimos que para quien ama todo le sirve para el bien.

CUESTIONES QUE ORIENTAN

Ten presente tu finde nuestro pecado; la confi anza en Él, por estar tan necesitados de ayuda; la oración, porque le es grata cuando proviene de un corazón sincero. Si no tengo pre-sente este fi n, ¿con qué intención acudo a Dios? También debemos tener pre-sente nuestro fi n para con el pró-jimo. ¿Qué busco en mi relación con otras personas? En la rela-ción como hijos o como padres, como esposos; como familiares; como amigos; como compañeros de trabajo; como miembros de la Iglesia; como vecinos... En todo caso se recomienda hacer el bien. Nuestro fi n pasa por favorecer la felicidad de cuantos nos rodean. Para lograr ese objetivo tenga-mos presente: la fe, la amabilidad en el trato, la sinceridad, la hu-mildad, la prudencia, la laboriosi-dad, la perseverancia, la valentía, la alegría... De las buenas o malas relaciones en la vida depende en no pequeña medida la felicidad y humana.

La Iglesia nos recuerda en estas fechas algunos consejos sobre la sepul-tura de los difuntos y la conservación de las ceni-zas en caso de cremación

Cuando se opta por la crema-ción, no hay razones doctrinales para evitar esta práctica, ya que la cremación ni toca el alma, ni niega la doctrina cristiana so-bre la inmortalidad del alma y la resurrección del cuerpo. Los cristianos seguimos pre-fi riendo la sepultura del cuerpo, porque demostramos un ma-yor aprecio por el difunto; sin embargo, la cremación no está prohibida a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana. Las cenizas, deben mantener-se en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área dedi-cada a tal fi n, que ayuda a evitar

el olvido y la falta de respeto.La Iglesia nos recuerda que está totalmente prohibida la conser-vación de las cenizas en el hogar. Tampoco pueden ser divididas entre los diferentes núcleos fa-miliares y se les debe asegurar respeto y unas adecuadas condi-ciones. Para evitar cualquier malen-tendido panteísta, naturalista o nihilista, no sea permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma.

2IGLESIA peregrina

Sentido cristiano de la muerte

El tratamiento que merecen las cenizas de los difuntos

Hijos de la IglesiaSAN MARTÍN DE PORRES (3 de noviembre)

Martín de Porres nació en Lima el 9 de diciembre de 1579. Fue hijo de un caballero espa-ñol y de una mujer panameña de raza negra. A los doce años empezó a aprender los ofi cios de peluquero, asistente de dentista y medicina natural.Martín decide entrar en los Dominicos. Sin embargo, debi-do a su condición de mulato, ingresa a la comunidad como “donado”. En el convento se le confi ó el ofi cio de la limpieza; su escoba fue, con la cruz, la gran compañera de su vida. De ahí que fuera popularmente conocido como Fray Escoba. El 2 de junio de 1603, hizo su profesión religiosa. Martín se destacaba por el cuidado que brindaba a los enfermos. A todos amaba y curaba sin dis-tingo de su procedencia étnica (indígenas, españoles y ne-gros). Fue un verdadero ejem-plo de unidad en una sociedad fracturada por los confl ictos. Martín de Porres falleció en 1639. Es patrono de los pelu-queros, del gremio de la lim-pieza pública, farmacéuticos y enfermeros, y de Cáritas.

CONVIVENCIA DE PREPARACIÓN A LA CONFIRMACIÓN. El último fi n de semana de octubre, los jóvenes de nuestra parroquia que se están preparando para recibir el sacramento de la Confi rmación, acompañados del rersto de jóvenes de Santa Teresa y de algunas catequistas celebraron unas jornadas de convivencia y retiro.

iglesia PEREGRINA3

El proyecto del hermanamien-to entre la Parroquia de Santa Teresa y nuestro Monasterio es un don que Dios nos concede para ser una especie de foco en el alma de la parroquia. Nuestra vida es como la pequeña lám-para de un proyector, insignifi -cante, pero que amplía hasta lo impensable la imagen de Dios. Vivimos en el mundo, pero fuera del mundo. Nos interesan los temas que preocupan a los parroquianos, intentamos cono-

cerlos y todas esas preocupa-ciones las llevamos a la ora-ción. Esto es lo que podemos transmitir a través de nuestros altos muros, nuestras rejas, nuestras ausencias de tantos acontecimientos sociales.

Que este hermanamiento con la parroquia con la que siempre nos hemos sentido comprometidas, sirva para ha-cernos más presentes, y que los feligreses sepan que rezamos por ellos y sus necesidades.

La Comunidad de Do-minicas de Jesús y María fue fundada en el año 1601 por Doña Juana de Castilla que quiso que fueran monjas de observancia rigurosa

En 1835, cuando la exclaustra-ción, se privó a la comunidad de todos sus bienes, por lo que tuvieron que pasar muchas ne-cesidades. Ya en 1953, providen-cialmente, una señora amiga de la Comunidad, conocedora de la difícil situación, llegó en su ayu-da, animando a la fabricación del afamado mazapán. No obstante, la propuesta en-trañaba grandes difi cultades: ni había solvencia económica, ni tampoco capacitación por par-te de las religiosas. Examinado el caso, los superiores mayores aprobaron la iniciativa y la co-munidad se lanzó a ello. El 1 de noviembre de 1977 se produce una visita que cambiaría el curso de la historia del conven-to. Ese día el cardenal arzobispo,

CONVENTO DE JESÚS Y MARÍA HERMANAMIENTO

Dominicas consagradas a una vida de oración y entrega

don Marcelo, visita el monaste-rio. Después de deambular por las diferentes dependencias, y observar lo incómodo de ellas, el Primado aconsejó vender el edi-fi cio en la calle Trinidad y com-prar un terreno para edifi car uno nuevo. Y así lo hicieron. En la Avenida de Francia

Las monjas visitan varios terre-nos y se deciden por fi n por uno que está situado en Buenavista,

actualmente Avenidad de Fran-cia. Una vez solventados algunos problemas de carácter legal se empezaron las obras a mediados de marzo de 1982. La inaugura-ción ofi cial del convento llegó el 2 de febrero del año 1984 de la mano del cardenal Marcelo Gon-zález Martín. A partir de este momento, y hasta nuestros días, las domini-cas de Jesús y María continúan con su vida de oración y entre-ga. Las primeras feligreses de la capilla fueron las señoras del ba-rrio de Buenavista a las que agra-decen su apoyo y cariño para con la Comunidad. Desde entonces y son testimonio en medio de nuestro barrio de una vida dedi-cada a la oración y la penitencia.

Hermanamiento entre Parroquia y Convento

Firmas del cura párroco y de la madre abadesa durante la ceremonia de Hermanamiento celebrada el pasado domingo 3 de noviembre.