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venta
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Impuesto a las ventas
Concepto. Es el impuesto que se cobra sobre el mayor valor generado, sobre el
valor agregado. Aunque el impuesto se aplica sobre el precio de venta del bien o
del servicio, en realidad, el impuesto corresponde solo al mayor valor que se
agrega o genera por el comerciante. Por ejemplo, un comerciante compra un
producto en $10.0000 por el cual paga un Iva de $1.600, luego lo vende por
$15.000 y cobra un Iva de $2.400., al momento de presentar su declaración de Iva,
el comerciante solo pagara la diferencia entre el Iva que género (2.400) y el Iva
que pago inicialmente (1.600), lo que significa que el comerciante solo pagara la
suma de $800, que es exactamente el Iva correspondiente al valor que el
comerciante le agrego al producto vendido, ya que lo compro en $10.000 y lo
vendió en $15.000, es decir, le agrego un valor de $5.000 que multiplicado por la
tarifa general que es del 16% da un valor de $800.
Quien paga la totalidad el Iva es el consumidor final, pues al no poderlo vender o
agregarle valor, no puede descontar el Iva pagado como en el caso del
comerciante.
Causación del Impuesto a las ventas
El impuesto a las ventas se causa en el momento en que se enajena un bien, o se
vende o presta un servicio.
El estatuto tributario define específicamente cuando se cauda el Iva:
“ARTICULO 429. MOMENTO DE CAUSACIÓN. El impuesto se causa:
1. En las ventas, en la fecha de emisión de la factura o documento
equivalente y a falta de éstos, en el momento de la entrega, aunque se
haya pactado reserva de dominio, pacto de retroventa o condición
resolutoria.
2. En los retiros a que se refiere el literal b) del artículo 421, en la fecha del
retiro.
3. En las prestaciones de servicios, en la fecha de emisión de la factura o
documento equivalente, o en la fecha de terminación de los servicios o del
pago o abono en cuenta, la que fuere anterior.
4. En las importaciones, al tiempo de la nacionalización del bien. En este caso,
el impuesto se liquidará y pagará conjuntamente con la liquidación y pago
de los derechos de aduana.
PARAGRAFO. Cuando el valor convenido sufriere un aumento con posterioridad a la
venta, se generará el impuesto sobre ese mayor valor, en la fecha en que éste se
cause.
ARTICULO 430. CAUSACION DEL IMPUESTO SOBRE LA VENTA DE CERVEZA. El
impuesto sobre el consumo de cervezas de producción nacional, se causa en el
momento en que el artículo sea entregado por el productor para su distribución o
venta en el país.
ARTICULO 431. CAUSACIÓN EN EL SERVICIO DE TRANSPORTE AEREO O MARÍTIMO.
En el caso del servicio de transporte internacional de pasajeros de que trata el
artículo 476 numeral 6, el impuesto se causa en el momento de la expedición de la
orden de cambio, o del conocimiento por parte del responsable de la emisión del
tiquete, y se liquidará, sobre el valor total del tiquete u orden de cambio cuando
éstos se expidan de una vía solamente y sobre el cincuenta por ciento (50%) de su
valor cuando se expidan de ida y regreso.
ARTICULO 432. EN EL SERVICIO DE TELEFONOS SE CAUSA AL MOMENTO DEL
PAGO. En el caso del servicio de teléfonos de que trata el artículo 476 numerales
10 y 11, el gravamen se causa en el momento del pago correspondiente hecho por
el usuario.
ARTICULO 433. EN SEGUROS SE CAUSA AL CONOCIMIENTO DE LA EMISION DE LA
POLIZA. En el caso del servicio de seguros de que trata el artículo 476 numeral 12,
el impuesto se causa en su integridad en el momento en que la compañía conozca
en su sede principal la emisión de la póliza, el anexo correspondiente que otorgue
el amparo o su renovación.
Cuando se trate de coaseguros, que contempla el artículo 1095 del Código de
Comercio, el impuesto se causa en su integridad con base en la póliza, anexo o
renovación que emita la compañía líder, documentos sobre los cuales se fijará el
valor total del impuesto. Por tanto, los documentos que expidan las demás
compañías sobre el mismo riesgo no están sujetos al impuesto sobre las ventas.
ARTICULO 434. EN SEGUROS DE TRANSPORTE. En los certificados de seguro de
transporte que se expidan con posterioridad a los despachos de las mercancías, el
impuesto se causa sobre tal certificado.
ARTICULO 435. EN SEGUROS GENERALES. En las pólizas de seguros generales
(casco, aviación), para los cuales la Superintendencia permita el fraccionamiento
de las primas, el impuesto debe pagarse sobre la prima correspondiente a cada
uno de los certificados periódicos que las compañías emitan en aplicación de la
póliza original.
ARTICULO 436. EN SEGUROS AUTORIZADOS EN MONEDA EXTRANJERA. En los
seguros de daños autorizados en moneda extranjera por el Superintendente
Bancario, de acuerdo con los artículos 98 a 100 del Decreto 444 de 1967, el
impuesto se pagará en pesos colombianos al tipo de cambio vigente en la fecha de
emisión de la póliza, del anexo de amparo, o de su renovación.”
Hecho generador en el impuesto a las ventas
El Iva se genera al realizar una venta, al prestar un servicio, al realizar una
importación, la realización de juegos de azar, etc. Es de anotar que el Iva sol se
genera en las casos anteriores solo si se trata de un bien o servicio gravado, de lo
contrario no se genera Iva.
Responsables del Impuesto a las ventas
Son responsables del Impuesto sobre las ventas todas las personas jurídicas y
naturales que vendan productos o presten servicios gravados.
Los responsables del impuesto a las ventas se dividen en dos grupos:
1. Los responsables del Iva que pertenecen al Régimen simplificado
2. Los responsables del Iva que pertenecen al Régimen común
Los responsables que pertenecen al régimen simplificado son las personas
naturales que no cumplan con los requisitos para pertenecer al régimen común.
Vale recalcar, que toda persona jurídica, por el solo hecho de ser jurídica pertenece
al régimen común en el impuesto sobre las ventas. Pero en el caso de las personas
naturales, solo pertenecen al Régimen común aquellas personas que no cumplen
con uno de los requisitos para pertenecer al régimen simplificado, de modo pues
que la definición más sencilla y elemental de régimen común, es aquel responsable
del impuesto a las ventas que no pertenezca al Régimen simplificado, por lo que si
se quiere determinar si una persona naturalpertenece o no al régimen común,
primero debe observarse si se cumple con los requisitos establecidos para poder
ser parte del Régimen simplificado, de lo contrario por descarte se concluye que se
pertenece al régimen común. Lo anterior se da claro está, siempre y cuando tanto
las personas jurídicas como naturales vendan productos o presten servicios
gravados con el impuesto a las ventas.
Base gravable en el impuesto sobre las ventas
La base gravable el valor total de la operación gravada con el impuesto a las
ventas. Hacen parte de la base gravable elementos como gastos directos de
financiación ordinaria, extraordinaria, o moratoria, accesorios, acarreos,
instalaciones, seguros, comisiones, garantías y demás erogaciones
complementarias, aunque se facturen o convengan por separado y aunque,
considerados independientemente, no se encuentren sometidos a imposición (Art.
447 E.T).
Diferencia entre bienes gravados, exentos y excluidos
Los bienes gravados son los que están sometidos a una determinada tarifa, ya sea
la general o diferenciales.
Los bienes exentos son aquellos bienes que están gravados a una tarifa de 0%
(cero).
Los bienes excluidos son aquellos que por expresa disposición legal no están
gravados con el impuesto.
La principal diferencia consiste en que los bienes exentos dan derecho a descontar
el impuesto que se pague por sus insumos, materias primas y demás costos
directos e indirectos, en tanto que los bienes excluidos no lo pueden hacer, el Iva
que paguen por cualquier concepto deben llevarlo como un mayor valor del
gasto o costo.
Principio de favorabilidad
Aplicación de la ley 1111 de diciembre de 2006 en la declaración de renta
del año gravable 2006
Por MIGUEL ÁNGEL BUSTOS VÁSQUEZ
Abogado – Derecho Tributario
Como ya ha sido ampliamente publicado, la Ley 1111 del 27 de diciembre de 2006,
por medio de la cual se modificó el Estatuto Tributario, ha traído consigo
importantes cambios en materia del impuesto sobre la renta, el impuesto al
patrimonio, el impuesto sobre las ventas, el impuesto de timbre, el gravamen a los
movimientos financieros y algunos asuntos de procedimiento, entre otras
disposiciones.
En lo que tiene que ver con el impuesto sobre la renta y su aplicación para el año
gravable 2006, la mencionada Ley debe ser analizada con profundo detalle, para
establecer si algunas de sus disposiciones tienen aplicación en la declaración de
renta del año 2006.
Para ello es necesario abordar el análisis de los principios de irretroactividad y el
de favorabilidad, respectivamente.
Principio de Irretroactividad:
A diferencia de muchas legislaciones superiores de otros países, la Constitución
Política de Colombia, ha previsto que las normas tributarias no tienen carácter
retroactivo, con el propósito de evitar que el legislador modifique las tarifas, bases
gravables y hechos generadores del tributo, en perjuicio del contribuyente, cuando
ya se han configurado y consolidado los hechos económicos con base en normas
preexistenetes.
Es así, como el artículo 363 de nuestro ordenamiento superior, señala:
“El sistema tributario se funda en los principios de equidad, eficiencia y
progresividad.
Las leyes tributarias no se aplicarán retroactivamente”.
Cuando la Constitución prevé la irretroactividad de “las leyes tributarias”, lo hace
de manera general, lo que quiere decir que incluye también los tributos de
carácter territorial definidos mediante acuerdos municipales y ordenanzas
departamentales.
También haciendo referencia al principio de irretroactividad de las leyes
tributarias, el artículo 338 de la Constitución, en su parte final dispone su
aplicación en el caso de los impuestos de período, dentro de los que se incluye,
obviamente, el impuesto sobre la renta:
“Las leyes, ordenanzas o acuerdos que regulen contribuciones en las que la base
sea el resultado de hechos ocurridos durante un período determinado no pueden
aplicarse sino a partir del período que comience después de iniciar la vigencia de
la respectiva ley, ordenanza o acuerdo”.
El artículo primero del Decreto 187 de 1975, señala, en concordancia con el
artículo 575 del Estatuto Tributario nacional, que “el año, período o ejercicio
impositivo, en materia de impuesto sobre la renta y complementarios, es el mismo
año calendario que comienza el 1º. de enero y termina el 31 de diciembre”, por lo
que en el más estricto de los sentidos, la Ley 1111 de 2006 debería empezar su
aplicación, en lo que tiene que ver con este impuesto, a partir del año gravable
2007.
Desde luego, este principio constitucional conlleva a conservar una mayor
confianza y seguridad jurídica, toda vez que impide que, como ocurría en otros
tiempos, el legislador modifique los elementos de los tributos, incluyendo tarifas
más altas, al final del año, haciendo muy gravosa la situación para todos los
contribuyentes.
De esta manera, como lo señala la doctora Lucy Cruz de Quiñónez en la obra
Derecho Tributario, publicada por el Instituto Colombiano de Derecho Tributario
(pág. 285): “En general a ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de
alguna persona. Esta prohibición opera en materia fiscal y en todas las demás
materias. Así, para que una ley sea retroactiva, se requiere que obre hacia el
pasado y que lesione derechos adquiridos bajo el amparo de leyes anteriores”.
Y continúa la tratadista afirmando claramente (pág. 288 ibídem), y trayendo un
aparte de la polémica sentencia C-527/96 de la Corte Constitucional: “Por otro
lado, la Corte ha dicho que la restricción de retroactividad o vigencia para el
período siguiente ‘está encaminada a impedir que se aumenten las cargas del
contribuyente modificando las regulaciones en relación con períodos vencidos o en
curso’, es decir es una prohibición de retroactividad en lo desfavorable al
contribuyente, pero si la medida le es favorable, la Corte admite su vigencia
inmediata”.
Lo anterior nos lleva al consecuente análisis relacionado con el principio de
favorabilidad, para determinar si existen disposiciones de la Ley1111 de 2006 que
puedan aplicarse en lo que respecta al impuesto sobre la renta por el período
gravable 2006.
Principio de favorabilidad:
La eventual aplicación de algunas disposiciones de la Ley1111 de 2006 en la
declaración de renta correspondiente al año gravable 2006, tiene su sustento en
las siguientes consideraciones:
La primera pregunta que debe resolverse, es ¿Qué es el principio de favorabilidad?.
En la definición más sencilla, podemos decir que el principio de favorabilidad
consiste en que los ciudadanos, y en el caso que nos ocupa, los contribuyentes del
impuesto sobre la renta, podrán aplicar preferentemente las normas más
favorables para sus intereses, aunque esta norma sea posterior a la restrictiva o
desfavorable.
Este principio universal se aplica en materia penal, laboral, disciplinaria, entre
otras tantas, y por supuesto tiene cabida en la legislación tributaria.
Habrá quienes manifiesten que este principio no es aplicable en materia fiscal,
pues en los artículos 29 y 53 de la Constitución Política de Colombia sólo se prevé
para asuntos de carácter penal y laboral respectivamente. Pero salgo al paso de
esta interpretación restrictiva y exegética, tomando las palabras del doctor Diego
Younes Moreno en su obra Derecho Constitucional Colombiano – primera edición
1993 -, cuando analiza los diferentes métodos de interpretación normativa
(exegético, histórico y sistemático), indicando que, si bien estos “métodos
tradicionales prestan un concurso importante para desentrañar el sentido de las
normas constitucionales, … no bastan por sí solos para ese efecto, por la
naturaleza peculiar de la Constitución. Su condición de norma organizadora de una
sociedad políticamente estructurada, demanda conceptos adicionales y distintos
de aquéllos que pudiéramos denominar clásicos”
Continúa el doctor Younes Moreno: “Para el destacado constitucionalista Salvador
Linares Quintana, esas reglas para la hermenéutica constitucional son las
siguientes:
En la interpretación constitucional debe siempre prevalecer el contenido
teleológico o finalista de la Constitución.
La Constitución debe ser interpretada con un criterio amplio, liberal y práctico, y
nunca estrecho, limitado y técnico…
En ningún caso ha de suponerse que un término constitucional es supérfluo o está
de más, sino que su utilización obedeció a un designio preconcebido de los autores
de la Ley Suprema.
La Constitución debe interpretarse como un conjunto armónico, en el cual el
significado de cada parte debe determinarse en armonía con las partes restantes.
…”.
Así pues, si debe consultarse el contenido teleológico en su más extenso
significado, el principio de favorabilidad es de aplicación general, absoluta y sin
ningún tipo de restricción.
En este orden de ideas, la CorteConstitucional, como guardiana de nuestro máximo
ordenamiento legal, y como entidad encargada de dar el alcance teleológico a
cada principio y mandato constitucional, en varias oportunidades se ha
pronunciado sobre la favorabilidad normativa en materia tributaria.
El doctor Alfredo Lewin Figueroa en su obra Principios Constitucionales del Derecho
Tributario – Análisis de la Jurisprudencia de la Corte Constitucional 1992 – 2001
(Pág. 145) señala: “Son ya varias y reiteradas las Sentencias que ha proferido la
Corte Constitucional desde 1993, en las cuales ha acogido la tesis de que el
principio de irretroactividadad no es absoluto en el sentido de que si las normas
tributarias generan efectos retroactivos benéficos o favorables a los
contribuyentes, ellas no vulneran la Constitución, ya que de acuerdo con la historia
de su consagración, tienen un carácter garantista”.
Lo dicho encaja perfectamente dentro del concepto de impuesto de período, como
lo es el impuesto sobre la renta, y no se violenta en manera alguna la parte final
del artículo 338 de la Constitución, si antes de culminar elperíodo gravable, por
ejemplo se disminuye la tarifa del impuesto sobre la renta, pues al momento de
terminar ese período gravable, es decir el 31 de diciembre, es cuando los hechos
generadores del tributo se han consolidado, es decir los que determinan la base
para aplicar la nueva tarifa. No de otra manera puede estar vinculado el
contribuyente por la norma fiscal en su condición de sujeto pasivo de la obligación
tributaria sustancial, y legitimado el Estado para realizar el cobro, en su condición
de sujeto activo de tal derecho.
Dicho de otra manera: El 31 de diciembre de cada año se configuran los hechos
generadores del tributo, los cuales están sometidos a una tarifa. ¿Cuál?; pues la
que esté vigente a ese día. De la misma forma pueden tener aplicación todas las
nuevas disposiciones favorables al contribuyente, esto es, en materia de nuevas
deducciones, exenciones, exclusiones o disminuciones de algunas otras tarifas,
como puede ser la de la renta presuntiva.
Dentro de ese marco teleológico de interpretación normativa, y principalmente de
la Constitución Política, la Corteha dicho:
Sentencias C-527/96 M. P. Dr. Jorge Arango Mejía
“Si una norma beneficia al contribuyente, evitando que se aumenten sus cargas,
en forma general, por razones de justicia y equidad, sí puede aplicarse en el mismo
período sin quebrantar el artículo 338 de la Constitución.La prohibición contenida
en esta norma está encaminada a impedir que se aumenten las cargas al
contribuyente, modificando las regulaciones en relación con períodos vencidos o
en curso. La razón de la prohibición es elemental: el que el Estado no pueda
modificar la tributación con efectos retroactivos, con perjuicio de los
contribuyentes de buena fe”. (Resalto).
Sentencia C-185/97 M. P. Dr. José Gregorio Hernández
“Estas normas constitucionales plasman garantías en beneficio de los
contribuyentes, pues tienen origen en la necesidad de evitar que un Estado
fiscalista abuse de su derecho de imponer tributos y pretenda dar a las normas
que los plasman efecto hacia el pasado. Se trata, entonces, de normas favorables
al contribuyente y como tales deben ser interpretadas y aplicadas”. (Resalto).
Sentencia C-006/98. M. P. Dr. Antonio Barrera Carbonell
“Cabe indagar si las previsiones del inciso tercero del artículo 338 superior que se
acaba de examinar se imponen como marco de la conducta legislativa para las
regulaciones que suprimen o reducen una obligación tributaria, esto es, si la norma
respectiva tiene aplicación a partir del período que sigue después de iniciarse su
vigencia, o puede comenzar a regir de forma inmediata.
La CorteConstitucional ha tenido oportunidad de pronunciarse sobre el particular y
su criterio constante sobre el tema ha sido, el de que no es aplicable, para estos
casos, el inciso 3 del art. 338, por razones de justicia y equidad”. (Resalto)
Posteriormente, la Corte señaló:
“Al limitarse en el tiempo la aplicación inmediata de una norma que regula
un impuesto de período se busca favorecer al contribuyente, así sea en desmedro
del erario, para defender en cierta medida el patrimonio de aquél y otorgarle la
elemental oportunidad de que programe el gasto y ordene los medios que le
permitan asumir su costo. En eso no hay nada de extravagante ni censurable, y
por el contrario, ello responde a finalidades que se adecuan al principio de equidad
y al de una justicia tributaria claramente cifrada sobre la realidad social.
…
Por lo mismo, las normas que derogan tributos o establecen medidas que eximen o
disminuyen de tales obligaciones a los contribuyentes, tiene efecto general
inmediato y principian a aplicarse a partir de la promulgación de la norma que las
establece, salvo, por supuesto, que el legislador expresamente haya establecido
reglas específicas para su vigencia”.(Resalto)
Al hacer una interpretación teleológica, como ya hemos dicho, ese efecto
inmediato y aplicación a partir de su promulgación, en cuanto se trata de
impuestos de período, debe entenderse que se aplica, en lo favorable, desde el
primer día del inicio del período, sin que ello, en absoluto, vaya en contra del
artículo 338 de la constitución en su inciso tercero. Es decir, puede ser retroactiva
la 01 de enero, en la medida en que favorece al contribuyente.
Por último la CorteConstitucional, en Sentencia C-929/00 M. P. Dr. Carlos Gaviria
Díaz, dijo: “La retroactividad de la ley está íntimamente ligada con su aplicación en
el tiempo, pues una ley no puede tener efectos hacia el pasado, salvo que se trate
de garantizar el principio de favorabilidad” (Resalto). Esto confirma lo dicho
anteriormente, en cuanto que la Corte Constitucional ha admitido la aplicación del
principio de favorabilidad en cualquier marco normativo, desde luego incluyendo la
ley tributaria.
Si desde esta perspectiva lógica, devienen perjuicios al erario público, no es un
tema que atañe al contribuyente, pues el Estado, dentro de su política fiscal, debe
velar por que esos intereses macroeconómicos no se vean afectados por
deficiencias, no sólo por la falta de técnica legislativa, sino, más importante aún,
en la estructura legal de fondo, pues los que fuimos testigos de algunos de los
debates en el Congreso de la República, no pudimos dejar de sorprendernos de la
forma como se estructuró la Ley1111, ello sin entrar a analizar de fondo el primer
proyecto de reforma tributaria estructural, que en mi parecer era una barbaridad
legislativa.
Luego de estas consideraciones, pasemos a analizar en detalle, si el contenido de
la Ley1111 del 27 de diciembre de 2006, permite la aplicación del principio de
favorabilidad:
Artículo 4 que modifica el artículo 15 del E. T.
“ARTICULO 4. Modifícase el artículo 115 del Estatuto Tributario, el cual queda así:
“Artículo 115. Deducción de impuestos pagados. Es deducible el cien por
ciento (100%) de los impuestos deindustria y comercio, avisos y tableros y
predial, que efectivamente se hayan pagado durante el año o período
gravable siempre y cuando tengan relación de causalidad con la actividad
económica del contribuyente. La deducción de que trata el presente artículo en
ningún caso podrá tratarse simultáneamente como costo y gasto de la respectiva
empresa.
Igualmente será deducible el veinticinco por ciento (25%) del Gravamen a los
Movimientos Financierosefectivamente pagado por los contribuyentes durante el
respectivo año gravable, independientemente que tenga o no relación de
causalidad con la actividad económica del contribuyente, siempre que se
encuentre debidamente certificado por el agente retenedor.” (Se resalta y se
subraya por el autor de la nota)
Frente a la aplicación de esta deducción al 100%, a la luz de lo que se ha dicho
acerca del principio de favorabilidad, resulta clara la viabilidad de tomarla para el
período gravable 2006, toda vez que es este nuevo artículo el que se encuentra
vigente al 31 de diciembre de 2006, y en el primer caso, una de las dos
condiciones para su aceptación, es el hecho de “que efectivamente se hayan
pagado durante el año o período gravable”. ¿Cuál año o período gravable?
Claramente el 2006, pues es a 31 de diciembre de 2006 que se configura este
hecho económico.
El mismo análisis para la misma condición relacionada con el gravamen a los
movimientos financieros, sólo que existe un elemento formal adicional que
condiciona la deducción y es el hecho de estar certificado por el agente retenedor.
De esta manera, si un contribuyente decide aplicar el principio de favorabilidad
planteado, el agente retenedor está en la obligación de expedir el correspondiente
certificado. En suma todos los agentes retenedores de este gravamen, en mi
sentir, deben estar preparados para expedir dentro de los quince días siguientes a
la solicitud del interesado, los certificados correspondientes.
Artículo 5 que modifica el inciso primero del artículo 147 del E.T.
“ARTICULO 5. Modifícase el inciso primero del artículo 147 del Estatuto Tributario,
el cual queda así:
“Artículo 147. Compensación de pérdidas fiscales de sociedades. Las
sociedades podrán compensar las pérdidas fiscales reajustadas fiscalmente, con
las rentas líquidas ordinarias que obtuvieren en los periodos gravables siguientes
sin perjuicio de la renta presuntiva del ejercicio. Las pérdidas de las sociedades no
serán trasladables a los socios”.
En la disposición modificada existían varios elementos:, primero que las pérdidas
fiscales ajustadas por inflaciónfueran del año 2003 en adelante; segundo, que se
podían compensar con las rentas líquidas ordinarias de los ocho (8) períodos
gravables siguientes; tercero, no se podía exceder anualmente la compensación,
más allá del 25% del valor de la pérdida fiscal; y cuarto, sin perjuicio de la renta
presuntiva.
En el nuevo texto, se eliminan todos estos condicionamientos, salvo el relacionado
con el cálculo de la renta presuntiva. Igualmente, aquí se insiste en la posibilidad
de aplicar la nueva disposición para el año gravable 2006, toda vez que esta
modificación que entró a regir el 27 de diciembre de 2006, afecta un impuesto de
período como lo es el de renta, cuyos hechos generadores, deducciones,
posibilidades de compensación de pérdidas, etc., se consolidaron el 31 de
diciembre de 2006, es decir estando con plena vigencia la nueva disposición.
Más aún, la renta presuntiva se puede calcular con el nuevo porcentaje, es decir el
3%, lo cual más adelante veremos.
Artículo 6 que modifica el artículo 149 del E. T.
“ARTICULO 6. Modifícase el artículo 149 del Estatuto Tributario, el cual queda así:
“Artículo 149. Pérdidas en la enajenación de activos. El valor de los ajustes
efectuados sobre los activos fijos a que se refieren los artículos 73, 90-2 y 868 de
este Estatuto y el artículo 65 de la Ley 75 de 1986, no se tendrá en cuenta para
determinar el valor de la pérdida en la enajenación de activos. Para este propósito,
forman parte del costo los ajustes por inflación calculados, de acuerdo con las
normas vigentes al respecto hasta el año gravable 2006.”(Resalto y subrayo)
Salvo por la parte subrayada y resaltada, el anterior texto era igual al nuevo. Sin
embargo, y siendo consecuentes con la posibilidad de aplicar el principio de
favorabiliad, puede pensarse que a 31 de diciembre de 2006 los ajustes integrales
por inflación NO EXISTÍAN, y por tanto no habría lugar a su cálculo. Recordemos
que a pesar de las profundas implicaciones que esta afirmación puedan tener, en
voces de la misma Corte Constitucional, “en eso no hay nada de extravagante ni
censurable”. Si esto es así, la parte subrayada del nuevo inciso del artículo 149 del
E. T., no tendría aplicación, pues para el año 2006 dejaron de existir las normas
sobre los ajustes integrales por inflación (ver artículo 78 de la Ley 1111 del 27 de
diciembre de 2006).
Sobre este tipo de análisis, no se debe perder de vista el hecho de basarse
exclusivamente en lo que tiene que ver con los impuestos de período, y para este
caso en particular, con el impuesto de renta.
Artículo 8 que modifica el artículo 158-3 del E.T.
“ARTICULO 8. Modifícase el artículo 158-3 del Estatuto Tributario, el cual queda
así:
“Artículo 158-3. Deducción por inversión en activos fijos. A partir del 1° de
enero de 2007, las personas naturales y jurídicas contribuyentes del impuesto
sobre la renta, podrán deducir el cuarenta por ciento (40%) del valor de las
inversiones efectivas realizadas sólo en activos fijos reales productivos adquiridos,
aun bajo la modalidad de leasing financiero con opción irrevocable de compra, de
acuerdo con la reglamentación expedida por el Gobierno Nacional. Los
contribuyentes que hagan uso de esta deducción no podrán acogerse al beneficio
previsto en el artículo 689-1 de éste Estatuto.
La utilización de esta deducción no genera utilidad gravada en cabeza de los socios
o accionistas.
La deducción por inversión en activos fijos sólo podrá aplicarse con ocasión de
aquellos activos fijos que no hayan sido objeto de transacción alguna entre las
demás empresas filiales o vinculadas accionariamente o con la misma composición
mayoritaria de accionistas, y la declarante, en el evento en que las hubiere.
Parágrafo. Los contribuyentes que adquieran activos fijos depreciables a partir
del 1° de enero de 2007 y utilicen la deducción aquí establecida, sólo podrán
depreciar dichos activos por el sistema de línea recta de conformidad con lo
establecido en este Estatuto.”
En este caso, no sería posible la aplicación del principio de favorabilidad, teniendo
en cuenta que el mismo artículo prevé expresa y claramente que su aplicación
será a partir del 1º. de enero de 2007.
Artículo 9 que modificó el artículo 188 del E.T.
“ARTICULO 9. Modifícase el artículo 188 del Estatuto Tributario, el cual queda así:
“Artículo 188. Base y porcentaje de renta presuntiva. Para efectos del
impuesto sobre la renta, se presume que la renta líquida del contribuyente no es
inferior al tres por ciento (3%) de su patrimonio líquido, en el último día del
ejercicio gravable inmediatamente anterior.”
Una vez más nos encontramos ante una clara posibilidad de aplicación del
principio de favorabilidad, por una muy simple razón: al 31 de diciembre de 2006,
el porcentaje de renta presunta es del 3%.
Y una razón adicional para afirmar lo anterior, estriba en el hecho de que el
artículo 10 de la analizada ley 1111, modificó los elementos para la depuración de
la base de cálculo y su determinación, porque los valores patrimoniales netos a
que se refieren sus primeros cuatro literales, sólo es posible calcularlos al 31 de
diciembre de 2006, razón más para pensar que la ley que entró en vigencia el 27
de diciembre de 2006, admite que, tanto la tarifa, como los elementos de
determinación fueron modificados antes de se consolidaran.
Artículo 11 que modifica el artículo 191 del E.T.
Este artículo excluye de la presunción antes mencionada, a algunos entes
económicos. Siguiendo con la misma línea de interpretación, aquéllos que
aparezcan por primera vez en el detalle señalado por el nuevo artículo, podrían
acogerse a tal beneficio.
Artículo 12 que modifica el artículo 240 del E.T.
“ARTICULO 12. Modifícase el artículo 240 … del Estatuto Tributario, el cual queda
así:
“Artículo 240. Tarifa para sociedades nacionales y extranjeras. La tarifa
única sobre la renta gravable de las sociedades anónimas, de las sociedades
limitadas y de los demás entes asimilados a unas y otras, de conformidad con las
normas pertinentes, incluidas las sociedades y otras entidades extranjeras de
cualquier naturaleza, es del treinta y tres por ciento (33%).
Parágrafo. Las referencias a la tarifa del treinta y cinco por ciento (35%)
contenidas en este Estatuto, deben entenderse modificadas de acuerdo con las
tarifas previstas en este artículo.
Parágrafo Transitorio. Por el año gravable 2007 la tarifa a que se refiere el
presente artículo será del treinta y cuatro por ciento (34%).”
De los puntos de análisis, este seguramente es uno de los que más controversia
genera, y que por sus implicaciones macroeconómicas, será uno de los más
defendido por el Estado.
Como ya se ha manifestado, si una norma –cualquiera-, resulta más favorable, ésta
se podrá aplicar de preferencia a la restrictiva o desfavorable. Siendo esto así,
como se ha reseñado anteriormente, el período gravable para el impuesto sobre la
renta, corresponde al año calendario, esto es, desde el 01 de enero hasta el 31 de
diciembre, de donde se concluye: Al culminar el período gravable deben
configurarse todos los elementos que dan origen a la obligación tributaria
sustancial, es decir, sujeto activo, sujeto pasivo, hechos generadores del tributo, la
base gravable y la tarifa, debe entonces concluirse, que al culminar el PERÍODO,
deben existir y estar consagrados claramente en la Ley, estos elementos.
Si nos referimos específicamente a la tarifa del impuesto sobre la renta que existía
al culminar el PERÍODO GRAVABLE 2006, la cual debe ser aplicada a todos los
hechos generadores del tributo, es absolutamente claro que esta tarifa es del 33%,
pues antes de terminarse el año fiscal, el legislador modificó uno de los elementos
de la esencia del impuesto (la tarifa), y no fue expreso, como sí lo hizo al modificar
el artículo 158-3 del E. T., en cuanto al inicio de la aplicación de la modificación.
Dicho de otra manera, al momento de ser publicada la Ley 1111, el período fiscal
se encontraba en curso, es decir el Estado aún no se encontraba legitimado para
hacer efectivo su derecho de recaudo a una tarifa superior (35%), y el
contribuyente aún no estaba vinculado por una ley que lo obligara a pagar tal
tarifa del 35%, pues, tal como ocurrió, el legislador decidió vincular a todos los
contribuyentes regidos por el artículo 240 del E. T., con una tarifa distinta e inferior
(33%), al cumplimiento de su obligación tributaria sustancial por el período
gravable 2006.
Aquí se nota claramente, cómo esta aplicación favorable de la ley 1111 del 27 de
diciembre de 2006, en nada violenta el inciso tercero del artículo 338 de la
Constitución Política.
Conclusión: la tarifa que se puede aplicar para el año gravable 2006 para los
contribuyentes cobijados por el artículo 240 del E. T., es del 33%; para el año 2007,
será del 34% y a partir del año gravable 2008, nuevamente será del 33%.
Esta conclusión puede generar un problema muy grande para los contribuyentes
que deseen hacer uso del principio de favorabilidad, y que se encuentren obligados
a declarar por mecanismos electrónicos. El problema se origina en la definición que
la DIAN hace de tales formatos electrónicos, pues, sin duda, como siempre ha
ocurrido, el cálculo del impuesto estará automatizado con la tarifa del 35%,
impidiendo al contribuyente hacer uso de este principio universal, constituyéndose
ello, entonces, no en una LIQUIDACIÓN PRIVADA, sino en una LIQUIDACIÓN
OFICIAL, toda vez que si el contribuyente decide usar para su beneficio el análisis
planteado, le quedaría como alternativa presentar la declaración en los formatos
convencionales (papel), con la circunstancia de tenerse por no presentada tal
declaración.
Por ser la definición de los formatos, tanto los convencionales como los
electrónicos, actos administrativos susceptibles de ser demandados, ya hemos
iniciado las acciones legales correspondientes.
Artículo 12 que modificó el artículo 241 del E. T.
“ARTICULO 12. Modifícase el artículo … 241 del Estatuto Tributario, el cual queda
así:
“Artículo 241. Tarifa para personas naturales y extranjeras residentes y
asignaciones y donacionesmodales. El impuesto correspondiente a la renta
gravable de las personas naturales colombianas, de las sucesiones de causantes
colombianos, de las personas naturales extranjeras residentes en el país, de las
sucesiones de causantes extranjeros residentes en el país y de los bienes
destinados a fines especiales, en virtud de donaciones o asignaciones modales, es
determinado en la tabla que contiene el presente artículo.
TABLA DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA Y COMPLEMENTARIOS
RANGOS EN UVTTARIFA MARGINAL
IMPUESTO
DESDE HASTA
>0>1.090> 1. 700>4.100
1.0901.7004.100En adelante
0%19%28%33%
0(Renta gravable o ganancia ocasional gravable expresada en UVT menos 1.090 UVT)*19%(Renta gravable o ganancia ocasional gravable expresada en UVT menos 1.700 UVT)*28% más 116 UVT(Renta gravable o ganancia ocasional gravable expresada en UVT menos 4.100 UVT)*33% más 788 UVT
Parágrafo Transitorio. Para el año gravable 2007, la tarifa a que se refiere el
último rango de esta tabla será del treinta y cuatro por ciento (34%).”
Siguiendo el mismo orden de ideas, para saber si este artículo modificado le es
más favorable o no al contribuyente, en relación con los que dispuso el Decreto
Reglamentario No. 4715 del 26 de diciembre de 2005, es necesario realizar los
cálculos, pues en algunos ejemplos efectuados por el suscrito, la aplicación de la
nueva disposición resulta más favorable.
Artículo 13 que adiciona un parágraFo al artículo 245 del E. T.
“ARTICULO 13. Adiciónase el artículo 245 del Estatuto Tributario con el siguiente
Parágrafo:
“Parágrafo 5. A partir del año gravable 2007, la tarifa a que se refiere el inciso
primero de este artículo será del cero por ciento (0%).”
Este es otro claro ejemplo de cómo el legislador previó una fecha específica para la
entrada en vigencia de la nueva norma, lo que cierra cualquier posibilidad de
aplicarla favorablemente para el año gravable 2006.
Artículo 14 que adiciona el E. T. con el artículo 249
“ARTICULO 14. Adiciónase el Estatuto Tributario con el siguiente artículo:
“Artículo 249. Por inversión en acciones de sociedades agropecuarias. Los
contribuyentes que inviertan en acciones que se coticen en bolsa, en empresas
exclusivamente agropecuarias, en las que la propiedad accionaria esté altamente
democratizada según lo establezca el reglamento, tendrán derecho a descontar el
valor de la inversión realizada, sin que exceda del uno por ciento (1%) de la renta
líquida gravable del año gravable en el cual se realice la inversión.
El descuento a que se refiere el presente artículo procederá siempre que el
contribuyente mantenga la inversión por un término no inferior a dos (2) años.”
Creo que aquí también procede la aplicación de este artículo en lo que respecta al
año gravable 2006, en la medida en que se cumplan las condiciones planteadas.
Artículo 15 que modifica el artículo 254 del E. T.
“ARTICULO 15. Modifícase el artículo 254 del Estatuto Tributario, el cual queda
así:
“Artículo 254. Por impuestos pagados en el exterior. Los contribuyentes
nacionales que perciban rentas de fuente extranjera, sujetas al impuesto sobre la
renta en el país de origen, tienen derecho a descontar del monto del impuesto
colombiano de renta, el pagado en el extranjero sobre esas mismas rentas,
siempre que el descuento no exceda del monto del impuesto que deba pagar el
contribuyente en Colombia por esas mismas rentas.
Cuando se trate de dividendos o participaciones recibidos de sociedades
domiciliadas en el exterior, tales dividendos o participaciones darán lugar a un
descuento tributario en el impuesto de renta, equivalente al resultado de
multiplicar el monto de los dividendos o participaciones, por la tarifa del impuesto
de renta a la que se hayan sometido las utilidades que los generaron en cabeza de
la sociedad emisora. Cuando los dividendos hayan sido gravados en el país de
origen, el descuento se incrementará en el monto de tal gravamen. En ningún caso
el descuento a que se refiere este inciso, podrá exceder el monto del impuesto de
renta generado en Colombia por tales dividendos.”
La diferencia entre el nuevo texto y el modificado, radica en que es posible
descontar el monto del impuesto pagado en CUALQUIER país de origen del mismo,
del impuesto a pagar en Colombia, y no sólo el originado en países con los que
Colombia tenga suscrito un acuerdo o convenio de integración.
Por no tener la norma una fecha expresa para el inicio de su aplicación, puede
aplicarse el principio de favorabilidad sin que con ello se vulnere el inciso tercero
del artículo 338 de la Constitución.
Artículo 78 que deroga el artículo 260-11 del E. T.
El artículo 260-11 estableció una sobretasa del 10% aplicada al impuesto sobre la
renta (35%). Al ser derogada expresamente y sin ningún tipo de condicionamiento,
resulta meridianamente claro que al 31 de diciembre de 2006, la sobretasa NO
EXISTE. Y su no existencia para efectos de no declararla ni pagarla, no obedece a
la aplicación del principio de favorabilidad, sino que su causa es una derogatoria
expresa a partir de la fecha de promulgación de la Ley 1111 de 2006.
De la misma manera, si aplicamos este análisis en su más amplia extensión,
también puede aplicarse o tenerse en cuenta en lo favorable para el año gravable
2006, lo relacionado con la derogatoria expresa que se hizo del impuesto
complementario de remesas.
Ajustes integrales por inflación.
Finalmente el legislador tomó la decisión de acabar con este despropósito
económico. Pero veamos si desde la óptica de la aplicación del principio de
favorabilidad, puede prescindirse de su cálculo para el año gravable 2006.
Los ajustes integrales por inflación, como un componenete determinante del hecho
generador y de la base gravable para el pago del impuesto, tienen,
innegablemente, su punto de consolidación, el día 31 de diciembre de 2006. Si
volvemos a pensar en el concepto de impuesto de período, necesariamente
debemos concluir que al finalizar el período gravable 2006, a estos dos
importantes elementos de todo tributo (hecho generador y base gravable), el
legislador decidió eliminarles uno de sus componentes: los ajustes integrales por
inflación.
Además, si se tiene en cuenta que los ajustes integrales por inflación pueden ser
calculados al final del ejercicio gravable, y no necesariamente de manera mensual,
el contribuyente que haya acudido a la práctica de cálculo anual, se va a encontrar
con que al 31 de diciembre de 2006, tales ajustes ya fueron derogados por la Ley
1111 de 2006.
De lo anterior se puede colegir sin asomo de duda, que en la medida en que
beneficie al contribuyente, puede prescindirse del cálculo de los ajustes integrales
por inflación para el año gravable 2006.
Convencido de que los argumentos y el análisis planteado generan controversia, y
que posturas como esta tendrán muchos detractores, pero también muchos
defensores, pienso que dentro de un Estado de Derecho como lo es el Colombiano,
estas discusiones deben darse de una manera objetiva, sin ningún tipo de
estrechez mental basada en el temor de verse enfrentado al aparato estatal, y
sobre todo, como ya se dijo, analizada desde el punto de vista teleológico, es decir,
analizando el verdadero espíritu del sentir de nuestro constituyente primario.
Preparó:
MIGUEL ANGEL BUSTOS VASQUEZ
Abogado Especializado en Derecho Tributario
Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario
T. P. 89405 C. S. de la J.
Carrera 57 No. 138-66 Int 5 – 101 Bogotá D.C.
Cel. 310 809 56 22
Correo electrónico: [email protected]: 16 de enero de 2007