11
Fotos inéditas del campo de concentración nazi Mauthausen Setenta años después de la liberación del campo nazi de Mauthausen, en Austria, resultan estremecedoras las fotografías robadas a los SS por Francisco Boix con ayuda de otros prisioneros españoles, como recrea el historiador Benito Bermejo en su libro "El fotógrafo del horror". Por Mauthausen, liberado por el ejército estadunidense el 5 de mayo de 1945, y por otros campos de concentración dependientes de él, como Gusen, pasaron unos 200 mil prisioneros de diferentes nacionalidades, de los cuales murieron la mitad, entre ellos 4 mil 761 de los 7 mil 200 republicanos españoles que estuvieron confinados allí. Experto en la deportación de los republicanos en los campos nazis, Bermejo (Salamanca, 1963) visitó hace unos días en Austria, acompañado de periodistas españoles, las instalaciones que encierran los sólidos muros de Mauthausen y lo poco que queda de Gusen, transformado desde hace años en un apacible pueblo y llamado con razón "el campo invisible".

inedita nazis.pdf

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: inedita nazis.pdf

Fotos inéditas del campo de concentración nazi

Mauthausen

Setenta años después de la liberación del campo nazi de Mauthausen, en Austria, resultan estremecedoras las

fotografías robadas a los SS por Francisco Boix con ayuda de otros prisioneros españoles, como recrea el

historiador Benito Bermejo en su libro "El fotógrafo del horror".

Por Mauthausen, liberado por el ejército estadunidense el 5 de mayo de 1945, y por otros campos de concentración

dependientes de él, como Gusen, pasaron unos 200 mil prisioneros de diferentes nacionalidades, de los cuales

murieron la mitad, entre ellos 4 mil 761 de los 7 mil 200 republicanos españoles que estuvieron confinados allí.

Experto en la deportación de los republicanos en los campos nazis, Bermejo (Salamanca, 1963) visitó hace unos

días en Austria, acompañado de periodistas españoles, las instalaciones que encierran los sólidos muros de

Mauthausen y lo poco que queda de Gusen, transformado desde hace años en un apacible pueblo y llamado con

razón "el campo invisible".

Page 2: inedita nazis.pdf

Ese viaje sirvió para imaginar en parte el infierno que vivieron los prisioneros de Mauthausen y para que Bermejo

explicara algunas de las cuestiones que cuenta en su libro, publicado por primera vez en 2002 y reeditado ahora por

RBA con prólogo de Javier Cercas y ampliado con nuevas fotos de Boix sobre la guerra civil española.

Fruto de una investigación minuciosa, el libro "El fotógrafo del horror. La historia de Francisco Boix y las fotos

robadas a los SS de Mauthausen" es, según dice Cercas en su prólogo, el trabajo de un "un historiador ejemplar",

que ha recogido decenas de testimonios y ha consultado numerosas fuentes.

La mayoría de esos testimonios son de supervivientes de Mauthausen o de sus familiares y amigos, pero Bermejo

logró entrevistar en 2001 a Hermann Schinlauer, miembro de las SS destinado en el citado campo, cuya familia -ni

siquiera su mujer- y vecinos no sabían que había sido uno de los guardianes.

¿Que por qué no he contado nunca nada a nadie? Porque todo eso es una vergüenza. Nadie lo entendería", le dijo al

autor Schinlauer, que recordaba perfectamente a Francisco Boix, "Franz", como le llamaban los alemanes.

Page 3: inedita nazis.pdf

Apasionado de la fotografía y militante socialista, primero, y luego comunista, Boix (Barcelona, 1920-París, 1951)

llegó en 1941 a Mauthausen, donde el colectivo de republicanos españoles fue de los más numerosos. La mayoría

de ellos (3.893) murieron en el campo vecino de Gusen y 431 gaseados en el castillo de Hartheim.

Boix fue "un privilegiado" porque en 1941 entró a trabajar en el servicio fotográfico que los alemanes tenían en

Mauthausen, que sirvió para fotografiar la vida y la muerte en el campo. Algún prisionero contabilizó hasta 35

formas de morir allí.

Trabajar en las canteras de granito del campo de concentración austríaco de Mauthausen significaba la muerte casi

segura para los prisioneros, que también fallecieron a centenares en la empinada escalera, de 186 peldaños, que

daba acceso a esa zona.

Por esa escalera subían los prisioneros cargados con pesados bloques de granito. A veces, cuando llegaban arriba,

los guardianes de los SS los empujaban y los hacían caer en cadena.

En 1943, tras la rendición alemana en Stalingrado, los SS dieron la orden de destruir los archivos fotográficos

porque eran "comprometedores", pero, según declaró Boix en los juicios de Núrenberg y Dachau, se lograron

salvar unas veinte mil fotos de las sesenta mil que se habían hecho.

De esas veinte mil "solo se conservan unas mil. Las otras no se sabe qué pasó con ellas", decía Bermejo. Pero ese

millar de fotos sirvió para mostrar al mundo el horror de Mauthausen.

Page 4: inedita nazis.pdf

Cuando los norteamericanos entraron en el campo, el 5 de mayo de 1945, Boix se convirtió en reportero de la

liberación.

Y, como dice Cercas en el prólogo, "suya es la mayor parte de las fotografías de los primeros días de libertad en el

campo, algunas de ellas tan memorables como la que muestra la gran pancarta multilingüe que desplegaron los

republicanos españoles para recibir a las tropas libertadoras" o las del interrogatorio al "moribundo y sanguinario"

comandante del campo, el coronel Franz Ziereis.

Al salir de Mauthausen, Boix se fue a vivir a París y comenzó a difundir las fotografías en la prensa cercana al

Partido Comunista francés, como la revista "Regard".

Los años pasados en Mauthausen le dejaron serias secuelas en su salud, y murió a los 31 años.

Page 5: inedita nazis.pdf

Más revelaciones graficas

Page 6: inedita nazis.pdf
Page 7: inedita nazis.pdf
Page 8: inedita nazis.pdf
Page 9: inedita nazis.pdf
Page 10: inedita nazis.pdf
Page 11: inedita nazis.pdf