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1 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con
énfasis en proyectos ambientales escolares, PRAE en
municipios y regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a
la influencia del sector eléctrico”
INFORME FINAL
ANTROPOLOGIA CULTURAL
Contrato 7520 de 2007 Corantioquia Universidad de Antioquia
Medellín
2008
2 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DEL CENTRO DE ANTIOQUIA
Dr. Juan Francisco Lozano Ramírez
Ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
Dr. Luís Alfredo Ramos
Gobernador de Antioquia
Dr. Luís Alfonso Escobar Trujillo
Director General
Interventora:
Luz Marina Betancur
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
Dr. Alberto Uribe Correa
Rector
Dr. Marta Lorena Salinas Salazar
Decana
Facultad de Educación
Jairo Cárdenas Mejía
Coordinador
Proyectos de Educación Ambiental
Carlos Mario Herrera Correa Antropólogo
3 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Contenido INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................4
Naturaleza de la investigación: ....................................................................................................4
Trabajo de campo ........................................................................................................................8
MUNICIPIO DE BELMIRA ............................................................................................................11
VALORES Y REPRESENTACIONES DE LA CULTURA AMBIENTAL EN BELMIRA ..............................11
MUNICIPIO DE YOLOMBÓ ..........................................................................................................45
MUNICIPIO DE AMALFI ...............................................................................................................53
MUNICIPIO CISNEROS ................................................................................................................59
VALORES Y REPRESENTACIONES DE LA CULTURA AMBIENTAL EN GÓMEZ PLATA .....................61
Reconocimiento y valoración de la biodiversidad silvestre ........................................................95
MUNICIPIO DE PUERTO NARE ..................................................................................................100
VALORES Y REPRESENTACIONES DE LA CULTURA AMBIENTAL EN PUERTO NARE ...................100
MUNICIPIO DE CARACOLÍ .........................................................................................................139
MUNICIPIO DE CAROLINA DEL PRÍNCIPE ..................................................................................140
BIBLIOGRAFÍA ...........................................................................................................................156
4 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
INTRODUCCIÓN
Naturaleza de la investigación:
El conocimiento de los imaginarios sobre los cuales se toman las decisiones que afectan la
relación del hombre con el entorno natural en los referidos municipios constituye el objeto de
este proyecto.
El imaginario o lo imaginario se define como banco de ideaciones y de imágenes de las que se
nutre toda sociedad, y no es otra cosa que la versión moderna de “sentido común”. Las
representaciones, y en ellas incluidos los valores –en tanto ideales, principios, estimaciones-
constituyen el campo de lo imaginario, y son maneras específicas de entender y comunicar la
realidad; no sólo reflejan determinada realidad, no sólo constituyen un saber acerca de algo, sino
que, además, orientan la actividad de los hombres, es decir, tienen un carácter práctico. Aunque
lo imaginario desborda el límite trazado por los testimonios de la experiencia y los
encadenamientos deductivos que éstos autorizan, el territorio que atraviesa no es otro que todo
el campo de la experiencia humana. Por tanto su estudio no compete a una disciplina en
particular: la geografía, la historia y la antropología económica, social y cultural, la psicología
social, la arqueología, el análisis literario, la semiótica del arte, la estética, la axiología, entre
otras, tienen mucho que aportar al respecto.
Representaciones y prácticas culturales concernientes a la relación sociedad-naturaleza
constituyen básicamente lo que denominamos una cultura ambiental. Efectivamente, en ésta se
mezclan estrechamente los aspectos materiales y los aspectos mentales; y si no se puede reducir
los segundos a reflejos deformados de los primeros, sí es posible evaluar la parte respectiva de
unos y otros en la estructuración de las prácticas, lo que se revela fundamental para gestar las
condiciones necesarias para una convivencia adecuada con el entorno y entre los diferentes
grupos sociales.
La investigación se planteó como alcances los siguientes:
1. El conocimiento de las formas que dichas comunidades tienen de representarse el mundo
natural: categorías lingüísticas, discursividades, ideologías, rituales, tradición oral, tradición
pictórica, tradición literaria, expresiones plásticas…
5 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
2. El conocimiento de las formas de relación de las comunidades con sus ecosistemas:
percepción, usos, significados, formas de organización y empleo de técnicas y prácticas
culturales en relación con su aprovechamiento, patrones de consumo y articulación a los
mercados locales y regionales.
3. El conocimiento de la percepción, valoración y expectativas que sobre la problemática socio-
ambiental maneja cada población: Estado de las organizaciones ambientales, gestión actual o
futura de proyectos ambientales, conflictos ambientales presentes en cada comunidad y la
manera como las comunidades han asumido y apropiado las políticas de manejo del ambiente,
generadas desde lo nacional, departamental y de manera específica desde lo municipal.
Se planteó además la necesidad de conocer los presupuestos, premisas e hipótesis de los que
parten dichas representaciones y prácticas, así como su evolución, cambios, transformaciones,
continuidades y los mecanismos mediante los cuales han sido transmitidos. Lo que
necesariamente involucra una pesquisa de carácter histórico.
¿Cuál ha sido el camino recorrido en pos de estos conocimientos?
Identificar, describir y analizar unas prácticas culturales y unas representaciones sociales de tal
naturaleza, ha requerido de una gran cantidad y variedad de información sobre los territorios y
las poblaciones objeto de estudio: de tipo geográfico, etnográfico, histórico, arqueológico y
ambiental, a la que ha sido posible acceder mediante la búsqueda y revisión documental y el
trabajo de campo etnográfico.
La primera etapa de la investigación tuvo por objetivo adquirir un conocimiento básico,
general y actual para comenzar a elaborar una base de datos y presentar un informe sobre
aspectos físico-bióticos y socioeconómicos. Obtuvimos información sobre: geomorfología,
suelos, hidrografía, clima y zonas de vida, vegetación, fauna, usos del suelo, características
generales de la población, actividades económicas, estructura agraria, organización política y
administrativa, tipos y patrones de asentamiento, problemáticas ambientales.
Para ello nos valimos de fuentes documentales como: monografías, diagnósticos económicos,
sociales y ambientales, Esquemas de ordenamiento territorial y Planes de desarrollo.
-Paralelamente comenzamos a trabajar en la búsqueda de información histórica y arqueológica
sobre la ocupación humana de los respectivos territorios, tipos y patrones de asentamiento,
actividades humanas, principalmente económicas, que han incidido fuertemente en la
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Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
transformación del paisaje, las formas en que se ha dado esa transformación, rituales
asociados al aseguramiento de una buena producción y al contrarresto de pestes, plagas y
fenómenos climáticos.
Para ello nos hemos valido de monografías, de publicaciones e informes de investigación en el
campo de la historia, la antropología y la arqueología, de textos literarios.
Esta primera etapa de revisión documental permitió identificar vacíos de información y sobre
todo suscitó muchas preguntas de investigación, que fueron agrupadas en paquetes, por temas, y
propuestas como cuestiones específicas de los temas generales planteados como alcances del
proyecto, y como asuntos a tratar en una primera etapa de campo. En la siguiente tabla se
presentan estas cuestiones:
Las concepciones de naturaleza, medio ambiente y paisaje, hitos geográficos y culturales, la
memoria colectiva sobre los cambios y transformaciones de la región:
¿Qué entienden por naturaleza? ¿De qué se compone la naturaleza? ¿Cuál es el lugar del
hombre en la naturaleza y qué papel desempeña? ¿Que entienden por medio ambiente? ¿De qué
se compone el medio ambiente? ¿Que entienden por paisaje? ¿Cómo describen el paisaje de su
región o municipio?
-¿Qué lugares han sido tradicionalmente referentes en el paisaje y porqué razones? ¿Cuáles son
los sitios más antiguos de ocupación humana de la zona, a qué gentes y actividades se asocian,
qué vestigios han quedado de éstas, y qué uso se da actualmente de estos espacios? ¿Cuáles han
sido los cambios y las transformaciones que han tenido la naturaleza y el paisaje en el tiempo de
las últimas tres generaciones? ¿Hasta qué punto han sido positivos y/o negativos dichos cambios
y transformaciones? Según las narraciones de sus mayores: ¿cómo era el paisaje y la naturaleza
de la región en tiempos más remotos? ¿Cuáles han sido los desastres naturales que han marcado
la historia de la zona? ¿De qué manera afectaron a la comunidad y a su entorno natural? ¿Qué
amenazas de desastres existen actualmente en la región y qué se ha hecho para tratarlas?
Sobre los espacios domésticos, los no domésticos, los que son de todos y los que no son de
nadie: definiciones, usos, manejo, significados, memoria, distribución e interrelaciones.
¿A la hora de construir una nueva vivienda que lugares se escogen y qué se tiene en cuenta de
éstos? ¿Y para el caso de otros tipos de construcción: tanques, corrales, porquerizas, establos,
pesebreras...? ¿Estos hacen parte de la casa o conforman otro u otros espacios? ¿Cómo se
definen éstos? ¿Y más allá de éstos qué otros espacios hay y cómo se definen? ¿Qué cambios
han tenido la vivienda respecto de sus materiales, ubicación, distribución, y los espacios
alrededor de ésta en el tiempo de las últimas tres generaciones? ¿Qué destinación se le da a los
deshechos producidos en la casa, a los producidos en corrales, huertas, marraneras, etc., y por
qué? ¿Cuáles son los principales caminos de la región y a qué poblaciones conectan? ¿Qué se
sabe de la historia de estos caminos?
Sobre el agua, la vegetación y los animales: clasificaciones populares, significados, y
usos.
7 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
-¿Cuáles son las fuentes de agua potable que han abastecido a la comunidad, y mediante qué
mecanismos ha sido posible este abastecimiento en distintas épocas? ¿Qué corrientes de agua
son destinadas para desechos y porqué? ¿Cuál es el uso que se tiene de los humedales, con qué
nombres se conocen, cómo se clasifican, y qué ideas en general se tienen de ellos y de los
animales y plantas que en ellos moran? ¿Qué corrientes de agua de la zona amenazan con
acabarse, cuáles han desaparecido y por qué? ¿Qué medidas se han tomado en pro del
mejoramiento y conservación de las aguas?
-¿Cuáles son los animales que se encuentran en la región? ¿Cómo se clasifican? ¿Qué ideas,
conocimientos, experiencias se tienen sobre ellos? ¿Cuáles animales han desaparecido de la
zona, cuales están por desaparecer y por qué? ¿De qué manera podría evitarse su extinción en la
zona? ¿Dónde se practica la cacería actualmente? ¿Qué animales son cazados y con qué fines?
¿Cuáles son los sitios de pesca en la zona? ¿Qué especies se explotan y mediante qué técnicas e
instrumentos? ¿Cuál es el valor y el significado que tienen ganado, bestias, aves de corral,
perros y gatos? ¿Fuera de estos animales cuales otros hacen parte del entorno doméstico? ¿De
dónde provienen éstos últimos y por qué se tienen?
-¿Qué maderas se vienen explotando en la región? ¿Cuáles especies forestales han desaparecido
y cuáles están en vía de extinción? ¿Cuáles plantas han sido utilizadas con fines curativos y
medicinales y cuáles con fines ornamentales? ¿Qué función tienen los árboles que se hallan en
inmediaciones a las viviendas, en parques, vías, etc.? ¿Cuál es la diferencia entre jardín y
rastrojo, y entre rastrojo y monte y entre rastrojo y pasto? ¿Dónde se encuentran éstos? ¿Qué
otros nombres reciben? ¿Quiénes se benefician de cada uno de ellos y cuál es la utilidad que
brindan? ¿Cuáles animales se encuentran en cada uno de ellos?
Sobre las actividades económicas y su incidencia en el entorno natural.
Minería, agricultura, ganadería: espacios donde se desarrollan, fronteras y ampliación de
fronteras y aspectos tenidos en cuenta para ello, instalaciones, métodos, técnicas e
instrumentos, espacios destinados a los desechos producidos en dichas actividades, tareas,
tiempos en los que éstas se desarrollan, división que de éstas se hace y criterios sobre los
que se basa ésta división y su desarrollo en determinado tiempo, personas dedicadas a
éstas labores: nivel social, económico y cultural, relaciones sociales que se establecen
entre ellos, calidad de vida, prácticas de manejo del suelo (entre éstas la de la quema:
desde cuando, por qué razones, qué ventajas tiene esta práctica, qué otros métodos se
llevan o podrían ser llevados a cabo para la consecución del mismo fin), prácticas
encaminadas al logro de una buena producción, prácticas encaminadas a contrarrestar
plagas y fenómenos meteorológicos, problemáticas actuales que afrontan estas
actividades, estrategias, lugares y mecanismos de comercialización de la producción,
prácticas para contrarrestar plagas, fenómenos meteorológicos, amenazas de desastres,
impacto de estas actividades en el medio ambiente y la percepción y expectativas en
cuanto a ello, pasado y presente de todas estas cuestiones, otras actividades económicas
que se desarrollan actualmente en los municipios, personas que se benefician de ellas,
expectativas que generan.
8 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Sobre la problemática ambiental de las comunidades:
¿Cuáles son los problemas ambientales de la comunidad, de la región, y qué se ha hecho para
solucionarlos? ¿Quién o quiénes son los responsables de estos problemas ambientales? ¿De qué
manera podría dársele solución a estos problemas? ¿Qué proyectos de carácter ambiental se han
llevado a cabo, cuales están en marcha y cuales se piensan a futuro? ¿Quienes los han liderado,
quienes han participado y de qué forma? ¿Cómo han sido asumidas las políticas de carácter
ambiental generadas a nivel departamental y nacional? ¿Cuáles se han generado desde lo
municipal y cómo han sido asumidas por la población? ¿En asuntos ambientales de qué se
puede sentir orgullosa la comunidad?
Sobre el modo de ser de las gentes, cómo se definen y son definidos por otras gentes, las
tradiciones que resaltan, los símbolos que los identifican, sus fiestas y celebraciones
colectivas, espacios de recreación y esparcimiento, mitos y leyendas, creencias y prácticas
mágicas y religiosas encaminadas a mantener un control y un equilibrio del medio natural:
oficiantes, adeptos y símbolos:
-¿Qué eventos, celebraciones, fiestas, se realizan periódicamente en la comunidad? ¿Donde se
llevan a cabo? ¿Con que fines se llevan a cabo? ¿Quiénes se reúnen? ¿Qué actividades tienen
lugar en estas reuniones? ¿Cuál es la importancia y significación de estas actividades? ¿Cuáles
eventos, celebraciones y festividades se hacían en tiempos pasados y no se realizan
actualmente? ¿Por qué ya no se hacen? ¿Qué otras actividades reúnen a familias y a vecinos, y
con qué fines?
-¿A qué se dedican los adultos en su tiempo libre? ¿Cuáles sitios son frecuentados con fines de
recreación y esparcimiento? ¿Cuál es el atractivo de estos lugares? ¿Son distintos los sitios de
recreación y esparcimiento de niños, jóvenes y adultos, o son los mismos para todos? ¿En que
se basa esta discriminación?
- ¿Cuales son los cultos y devociones tradicionales? ¿Cuales las razones de estos cultos y
devociones? ¿Cuáles creencias y prácticas mágicas han existido en la región y con qué fines?
¿Cuáles van dirigidas al logro o al malogro de una producción ya sea ganadera, agrícola,
minera...? ¿Qué objetos y símbolos son propios de estas prácticas? ¿Quienes detentan este tipo
de conocimientos y poderes? ¿Quiénes y cómo acuden a ellos? ¿Cuáles prácticas religiosas y
mágicas van dirigidas a contrarrestar pestes, plagas y fenómenos climáticos como huracanes,
tempestades, heladas, sequías y otros?
¿Cómo es la gente de la zona? ¿Cómo es su temperamento, su modo de ser? ¿Cómo se
perciben? ¿Qué los identifica de las gentes vecinas? ¿Cuáles son sus principales tradiciones?
¿Cuáles son sus mitos y leyendas más populares y tradicionales?
Trabajo de campo Primera etapa: Entre los días 6 y 30 de noviembre de 2007 se realizó la primera etapa de
campo en seis de los municipios objeto del proyecto: Entrerríos, Belmira, Carolina del Príncipe,
Gómez Plata, Amalfi y Yolombó. Entre los días 3 y 14 de marzo de 2008 se llevó a cabo esta
primera etapa de campo en los restantes municipios: Cisneros, Caracolí, Maceo y Puerto Nare.
9 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Segunda etapa: Entre el 29 de abril y el 4 de junio de 2008 en todos los municipios objeto de
estudio.
Actividades desarrolladas en el trabajo de campo:
A. Revisión de material bibliográfico y de memoria visual de las comunidades, en las
bibliotecas de los municipios: casa de la cultura e instituciones educativas, y en archivos
fotográficos particulares
B. Entrevistas dirigidas a: funcionarios de la Casa de la Cultura, Umata, oficina de medio
ambiente, Planeación Municipal, desarrollo comunitario, entidades y organizaciones de
lo ambiental, historiadores locales, líderes comunitarios, educadores e informantes
diversos que por su experiencia y conocimiento respecto a la vida de las comunidades,
nos fuesen indicados.
C. Observación y registro fotográfico de: paisaje, referentes geográficos y culturales,
arquitectura, patrones y estructuras de poblamiento, recursos vegetales, animales e
hídricos, espacios de vivienda y de trabajo, infraestructura de las actividades
agropecuarias y mineras, mecanismos para el abastecimiento de agua, lugares de
destinación de residuos: los de la casa, los de la comunidad, los de los espacios
públicos, jardines, huertos, parques, bosques, rastrojeras, potreros, mercados y ferias,
pinturas murales, esculturas, monumentos, placas, accesorios decorativos en lugares
públicos y privados, colecciones y muestras del patrimonio cultural, imágenes de culto,
y si se diera el caso: eventos, celebraciones y/o festividades.
D. Diálogo de saberes con organizaciones comunitarias: Asociación de padres de familia o
Junta de Acción Comunal de una localidad rural, con la participación de algunos
ancianos y de algunos jóvenes. Con ancianos de los Centros de Bienestar del Anciano
de los municipios. La actividad tomó como derrotero a seguir las cuestiones formuladas
en la tabla de la página anterior: Se indagó principalmente por las nociones de
naturaleza y medio ambiente, por la problemática ambiental de la comunidad, por las
costumbres, mitos, leyendas, ritos y principales tradiciones de la gente de la zona, por la
situación económica, por el conocimiento de la biodiversidad de la zona, la memoria del
paisaje de la región.
El diálogo de saberes consiste en generar un espacio de conversación libre donde los
participantes tienen igualdad de condiciones y posibilidades de expresarse, intervenir, preguntar,
responder, problematizar, argumentar, decidir y proponer. Con ello se avanzó en la
10 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
identificación de lugares, situaciones, eventos, actividades, conductas, roles, objetos y símbolos
típicos de la gente en su diario vivir; y en el conocimiento y puesta en evidencia de sus
sentimientos, imaginarios, expresiones y vivencias con relación a las prácticas y maneras de
interactuar con la realidad socio-ambiental.
E. Cuestionarios: Un cuestionario que se aplicó en la primera etapa de campo en los
municipios de Cisneros, Maceo, Caracolí y Puerto Nare. A partir de la evaluación que
se hizo de este cuestionario se formuló un segundo cuestionario que fue aplicado en la
segunda etapa de campo en todos los municipios. Participaron: ganaderos, agricultores,
mineros, comerciantes, estudiantes de los grados 10 y 11. Los cuestionarios plantearon
algunas de las preguntas contenidas en la tabla que se presenta en este informe.
F. Taller: Cartografía social y paisaje con la participación de estudiantes, padres de
familia, profesores de las áreas rural y urbana:
Objetivo general: Avanzar en el conocimiento de las formas de representación que tienen de su
territorio las poblaciones objeto de estudio.
Objetivos específicos: Conocer: 1. Lugares, elementos, referentes y unidades de paisaje del
territorio dignos de mapear de acuerdo con la mentalidad de los participantes de la actividad. 2.
El vocabulario mediante el cual éstos son designados. 2. Las imágenes mediante las cuales
tradicionalmente son codificados. 3. La tradición oral que hace visibles sus características.
Descripción:
1. En este croquis deberán indicar lugares y elementos que consideren indispensables para
mostrarle al mundo cómo es su municipio.
Tengan en cuenta: Relieve, Recursos naturales, Atractivos naturales, Zona rural y zona urbana,
Actividades económicas y sus lugares, Sitios de encuentro de la gente, Sitios de recreación y
esparcimiento, Sitios de importancia religiosa, Sitios sobre los que se han tejido leyendas, Sitios
históricos, Monumentos y expresiones artísticas, Cualquier elemento, lugar, aspecto que no se
deba pasar por alto a la hora de hacerse una idea de cómo es su municipio.
2. Hable de la importancia y significado que tienen para su pueblo tres de los elementos o
lugares mapeados.
11 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
3. ¿Cómo es la gente que vive en este territorio? ¿En qué se diferencia la gente del pueblo con la
gente del campo? ¿Qué distingue a la gente de este territorio de la que vive en territorios
vecinos?
4. Dibujen un paisaje de su municipio.
MUNICIPIO DE BELMIRA
VALORES Y REPRESENTACIONES DE LA CULTURA
AMBIENTAL EN BELMIRA
Ocupación, usos y representaciones del territorio
Hacia 1541, hombres al mando del Capitán Jorge Robledo incursionaron en territorio del actual
Belmira. Juan Bautista Sardella, escribano de Robledo, refiere que desde el pueblo de Tahamí -
localizado según el historiador Antonio Gómez Campillo en el paraje Tunal o Pantoja del actual
municipio de Santa Fe de Antioquia1-, un guía indígena condujo al capitán Francisco Vallejo
con cuarenta hombres “de a pié y de a caballo” hacia las provincias de Nutabe y Brero, “dos
jornadas por un río arriba – que corresponde a una de las quebradas que atraviesan de oriente a
occidente el territorio comprendido entre Córdoba y Olaya - hasta subir a una cordillera de
montaña” – seguramente la cordillera de Santa Inés-, por donde anduvieron durante cinco días.
En su travesía no encontraron poblado alguno, y pese a que en el pueblo de Tahamí se habían
aprovisionado “de mucha cantidad de ropa de algodón muy pintada y galana”, se murieron de
frío muchas indias e indios cristianos que los españoles llevaban, y aún los españoles
arriesgaron perecer, “según el frío era tan grande”2.
En aquella época la región era “tierra inhabitable, áspera, remota y muy riesgosa por los muchos
fríos, pantanos y páramos”3, “país de sabanas y chaparrales”4, tierra cubierta de robledales,
montes espesos y aguas diáfanas5.
1 Antonio GÓMEZ CAMPILLO, “Santa Fe de Antioquia”. En: Repertorio Histórico, Órgano de la
Academia Antioqueña de Historia, vol. 15, No. 147, Medellín, 1940, p. 4-5. 2 Juan Bautista SARDELLA, “Relación de lo que subcedio al magnifico señor capitán Jorge Robledo”,
1541. En: Hermes TOVAR PINZÓN, Relaciones y visitas a los Andes S XVI, Tercer Mundo Editores,
Santa Fe de Bogotá, 1993, p. 291-292. 3 A.H.A. Minas. Tomo 355, Doc. 6679, fol. 106r y ss. Citado por: Orián JIMÉNEZ, Transformaciones
territoriales y procesos de poblamiento en el sistema de páramos y bosques alto andinos del noroccidente
medio antioqueño. Reconocimiento y prospección arqueológica. Informe final. Corantioquia, 2002, p.
240. 4 A.H.A. Minas. Tomo 356, Doc. 6692, fol. 102r. Citado por Orián JIMÉNEZ, Ibid., p. 258.
12 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
La confrontación de los relatos de Sardella y Robledo6 nos sugiere que por la cordillera de Santa
Inés, españoles e indios de servicio penetraron al corazón mismo de la comarca de los Nutabe:
la cuenca del río San Andrés7. Sardella narra que luego de su travesía por la cordillera, y al cabo
de ocho días de haber partido de Tahamí en las riberas del Cauca, los expedicionarios “dieron
en un río cuya hondura era tan grande, que “apenas se divisaba lo que había abajo, y eran tan
grande el agua que llevaba por aquellas peñas y salteaderos, que ponía temor oírlo, que parecía
que bramaba”. Siguiendo su curso hacia las tierras bajas, desde diversos puntos divisaron “rozas
y maizales” y “valles y laderas” donde “parecía haber una gran población” 8.
Asentada sobre todo en valles y vertientes – cuencas de los ríos San Andrés y Espíritu Santo y
quebradas Valdivia y Santa María en la vertiente occidental de la cordillera Central9- la
población Nutabe al parecer no contaba con asentamientos y poblaciones de importancia en las
altas montañas y altiplanicies. Tampoco sus vecinos Tahamíes ni otros grupos del Cauca medio.
Ni la documentación colonial más temprana, ni los trabajos etnohistóricos, ni el registro
arqueológico dan cuenta de lo contrario, aunque ofrecen indicios de ocupación y uso antiguos
de ciertos sitios. Allí no hubo repartimiento de indios en encomienda ni fundación de villas y
ciudades como aconteció en las tierras que dan al Cauca. Suponiendo que los indígenas desde
antes de la llegada de los hispanos a sus tierras tuvieron noticia de la conquista –como realmente
sucedió en varias partes10-, el historiador Orián Jiménez plantea que ante lo alarmante de los
trágicos rumores, los Nutabes abandonaron las partes altas y se replegaron en el valle del San
Chaparral: El sitio poblado de Chaparros. Chaparro: Mata de encina poblada de muchas ramas y de poca
altura. En: A LEFÈVRE, Novísimo Diccionario de la edición íntegra de la Academia Española y unas
ocho mil voces, acepciones, frases y locuciones añadidas por don Pedro Martínez López, París, 1853. 5 Manuel URIBE ÁNGEL, Geografía y compendio histórico del Estado de Antioquia en Colombia, 1985.
Citado por Orián JIMÉNEZ, Op. Cit., p. 241. 6 En su relación de Anzerma, refiriéndose a los sucesos acaecidos durante la incursión de gente en tierra
de los Nutabe, Robledo refiere algunos de los acontecimientos narrados por Sardella a propósito de la
expedición que venimos tratando, lo que da solidez a nuestras afirmaciones. Refiriéndose a la provincia
de los Nutabe, Robledo señala que al otro lado de la ciudad de Antioquia -actualmente llano de “La
Ciénaga” en el paraje de Santa Águeda al sur del municipio de Peque (GOMEZ CAMPILLO, Op. Cit., p.
16-17)- está una sierra muy alta – en el original aparece tachado “e tanbien poblada”- la cual es las
provincias de Nutabe y Brero. Jorge ROBLEDO (atribuido), Relación de Anzerma. 1539-1542. En
Hermes TOVAR, Op. Cit., p. 357. 7 Iván ESPINOSA Y Macela DUQUE, Historia de la población Nutabe en Antioquia. Monografía de
grado, Universidad de Antioquia, Departamento de Antropología, Medellín, 1994. 8 SARDELLA, Op. Cit. En TOVAR, Op. Cit., p. 292-294. 9 En la vertiente oriental de la cordillera occidental, dominaban todo el territorio comprendido entre el río
Ituango y el río Tarazá. Neyla CASTILLO ESPITIA, “Las sociedades indígenas prehispánicas”. En:
Historia de Antioquia, Medellín, Suramericana de Seguros, 1991, p. 38; ESPINOSA y DUQUE, Op. Cit.,
p. 35. 10 Véase: Hermes TOVAR PINZÓN, La estación del pánico o la desolación dispersa. El Caribe
colombiano en el siglo XVI. Editorial Ariel Historia, Bogotá, 1997.
13 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Andrés y márgenes del río Cauca, donde los encontraron los peninsulares11. Sin embargo
ningún argumento sólido respalda esta interesante aseveración. Nos inclinamos a pensar más
bien, que como resultado de guerras prehispánicas la región habría sido despoblada, según
aconteció a varias provincias recorridas por Robledo y su hueste. Ejemplo de ello es que de
acuerdo con las noticias que dio a Robledo el cacique de Tahamí, fueron los Nutabes mismos
quienes asolaron el altiplano Santa Elena-Guarne-Rionegro. Allí los conquistadores solo
hallaron edificios destruidos12. Por lo demás, al parecer los indígenas del cañón del Cauca y del
Valle de Aburrá no estaban muy adaptados a aquellas zonas de vida, si se tiene en cuenta que
varios de ellos murieron “helados de frío” en aquella infortunada expedición. De los españoles
no murió ninguno13.
Lo cierto es que en Belmira desde tiempos remotos, la mayoría de evidencias arqueológicas -
“patios de indios”, tumbas de pozo con cámara lateral y artefactos cerámicos, líticos, objetos de
orfebrería, oro lavado, y restos humanos- han sido halladas en la vertiente occidental de la
cordillera de Santa Inés, es decir, hacia los límites con Sopetrán, Olaya y Liborina, tierras de
clima más templado. Entre los hallazgos más célebres está el que hizo el señor Julio Alberto
García en el sector El Indio, donde a “unos tres metros bajo tierra” “en una cámara”, encontró
junto con unas piedras “al parecer laboreadas”, “una olleta de oro” que pesó 33 castellanos, y
además identificó cuatro altiplanicies en diferentes altos, relacionados visualmente14.
Según tradición oral, a la llegada de los españoles esta zona hacía parte de los dominios del
cacique Petrán15, y de acuerdo con la documentación colonial, hizo parte de los resguardos de
Nuestra Señora de Sopetrán (1614 – siglo XVIII) y Sabanalarga (1662-1811), a los cuales
fueron reducidos los indígenas que vivían en distintos sitios comarcanos a Santa Fe de
Antioquia, y aquellos que habitaban el valle de San Andrés y el cañón del Cauca,
respectivamente. A mediados del siglo XVIII la administración colonial señaló nuevos límites
para el resguardo de Sopetrán, quedando “realengas”16 varias tierras, entre las cuales estaban
las vertientes a las quebradas Miranda y Yuná, y la ceja de monte y loma de Santa
11 Orián JIMÉNEZ, Op. Cit., p. 253. 12 SARDELLA, Op. Cit. En: TOVAR, Op. Cit., p. 289- 290. 13 El asunto, digno de atención y estudio por parte de antropólogos e historiadores, encuentra respaldo en
varios de los testimonios indígenas rendidos durante la visita a los naturales de la provincia de Antioquia
entre 1614 y 1617 por Don Francisco de Herrera Campuzano. 14 Luis Alfonso ARIAS RESTREPO, Belmira. Emporio Ecológico. Matices Producciones Ltda.,
Medellín, 1999, p. 26-27. 15 Manuel URIBE ÁNGEL, Geografía general del Estado de Antioquia en Colombia. Editorial Nacional
de Colombia – Edinalco Ltda., Medellín, 1985, p. 347. 16 Tierras realengas: aquellas que pertenecen al Rey de España, y no han sido capituladas o dadas en
explotación alguna.
14 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Rita17, que fueron rematadas o adjudicadas luego a propietarios de minas de lo que era entonces
Belmira. Buena parte de la población del resguardo de Sopetrán fue trasladada al resguardo de
Sabanalarga18.
II
Algunos datos históricos y de tradición oral nos llevan a plantear algunas ideas y sobre todo a
cuestionarnos sobre la ocupación y usos del territorio de la actual Belmira por parte de los
grupos amerindios prehispánicos y coloniales. Sobre el asunto no se ha estudiado nada hasta
ahora. Todas veces lo que aquí se deduce se pone en entredicho hasta no contar con un acervo
documental mayor que lo respalde suficientemente.
En la memoria colectiva de los Belmireños figuran los caciques Mira, Saldaña y Cisquiarco,
como los moradores más antiguos del valle del río Chico. “La Aldaña” es nombre de una
quebrada afluente de este río y de un barrio del municipio por donde ésta pasa. Piensa la gente
que allí tuvo sus aposentos el cacique Saldaña. De igual forma sucede con Cisquiarco: Es
nombre de cacique y de la quebrada asociada a sus dominios, afluente del río Chico –A la
quebrada Cisquiarco, en dirección norte, le sigue la quebrada Solvetanal, en cuyas
inmediaciones han sido reconocidos “patios de indio”. “Todo eso era lleno de oro”19. De
Cisquiarco o de Saldaña era esposa Úrsula, contaban “los antiguos”20. Se podría establecer una
relación del tipo que se viene haciendo, entre Mira y Oromira que es también quebrada
tributaria de dicho río.
Lo curioso es que Oromira era nombre de una población de la etnia Cuna asentada en la
provincia del Darién durante los siglos XVII y XVIII21. Por su parte Cisquiarco es vocablo de la
lengua Nutabe, como lo son Cuerquia, Caruquia, Carauquia, Sucerquia, Tuberquia, Niquia y
otros que se nos escapan, algunos de los cuales aparecen como apellidos en títulos de tierra
concedidos a gente del resguardo de Sabanalarga en los siglos XVII y XVIII. De estos nombres,
algunos figuran también designando quebradas. Sospechamos que el morfema /quia/ hace
17 AHA. Fondo Tierras. Tomo 189. Doc. 4732. Año. 1766; y AHA. Fondo Tierras. Tomo 144. Doc.
3911. Año. 1808. Citado por Doris RUEDA y Guillermo León LONDOÑO, Con negros, minas y un bello
paisaje se hizo la historia colonial de Belmira. 1650-1850. Monografía para optar por el título de
Historiadores, Universidad de Antioquia, 2003, p. 97-98.
18 Para una ampliación de estos procesos véase: Iván ESPINOSA y Marcela DUQUE, Op. Cit. 19 Entrevista con la señora Felisa Restrepo y el señor Vicente Tobón. Belmira mayo 13 de 2008. 20 Luis Alfonso ARIAS RESTREPO, Op. Cit., p. 27. 21 Véase: Patricia VARGAS, Los Embera y los Cuna. Impacto y reacción ante la ocupación española,
siglos XVI y XVII, CEREC, Instituto Colombiano de Antropología, 1993.
15 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
referencia a oro o a fuente de agua, o incluso a ambas cosas -pues esto suele darse en algunas
lenguas amerindias contemporáneas. Conjeturamos además que los otros morfemas podrían
indicar nombre propio, de persona y/o de grupo y/o de localidad; y asociación a –en este caso a
persona y/o a grupo y/o a localidad. Según esto dichas voces denotarían algo como: ´quebrada o
río que lleva oro –o solamente quebrada o río- asociada a una persona, un grupo o una
localidad`. Asociación a, no por el hecho de pertenecerle, sino por el de hacer un uso de él o de
ella, pues para las sociedades amerindias de Antioquia y sus descendientes mestizos, oro y agua
son regalos de la tierra; por ello no son propiedad exclusiva22. Pese a esta certeza, la gente del
cañón del Cauca por ejemplo extrae oro en las playas de algunas quebradas cercanas a los sitios
de vivienda, y en segmentos específicos del río, los cuales se configuran en zonas preferenciales
a donde acuden los miembros de una unidad local y sus parientes y aliados supralocales. Sin
embargo la preferencia por las playas de un segmento específico, no involucra alguna forma de
propiedad que limite su explotación por parte de gente de otras localidades del cañón o de fuera
de él. El vínculo lo explican apelando a la tradición y aduciendo razones de comodidad
derivadas de la cercanía de las playas a sus viviendas23.
Ahora bien, dando por sentado que Cisquiarco y otras personalidades indígenas -con o sin sus
parientes y aliados- explotaron los aluviones auríferos del río Chico y algunas de sus aguas
tributarias, -y dejando para luego lo tocante a los métodos, técnicas e instrumentos empleados
para ello- ¿Fueron estas explotaciones de larga duración? ¿Se dieron acaso de forma temporal,
tal vez esporádica, quizás periódica?
Evocando las historias de sus mayores, el señor Vicente Tobón contaba que en la antigüedad los
indios de Sopetrán cultivaban en sus tierras plátanos y yuca, los cuales llevaban periódicamente
a Belmira donde las comercializaban. Allí los indios permanecían por algunos días, durante los
cuales cazaban y sacaban oro “que llevaban para hacer sus animalitos”, pues era “raro y contado
el que se establecía por aquí”24.
De este testimonio se desprenden dos asuntos bien interesantes: Por una parte, nos lleva a
pensar que en el territorio de estudio los indígenas no se dedicaban a la minería por períodos
largos. En términos prácticos no tenían necesidad de hacerlo: Por un lado las condiciones
22 Neyla CASTILLO, “Minería aurífera en el noroeste andino de Colombia: etnografía de la técnica”. En:
Roberto LLERAS PÉREZ (Editor), Metalurgia en la América antigua: Teoría, arqueología, simbolismo
y tecnología de los metales prehispánicos. Instituto Francés de Estudios Andinos, Bogotá, 2007. P. 308-
309; véase también: Oscar Darío MONSALVE SALAZAR y Fanny VERA, Las arenas del Porce son
verdaderamente de oro. Monografía de grado de Antropología, Universidad de Antioquia, 1995. 23 CASTILLO, Ibid., p. 309. 24 Entrevista con el señor Vicente Tobón, anciano minero, Belmira, noviembre 9 de 2007.
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
climáticas y topográficas de la zona no eran las más favorables, y por otro lado la riqueza
aurífera del cañón del Cauca –donde moraban y a cuyo temple estaban habituados- podría
bastarles de sobra para abastecerse del mineral preciado. Por lo demás, la declaración rendida en
1788 por el visitador don Pedro Rodríguez de Zea, según la cual “indios de Sabanalarga y
Buriticá anualmente entraban a playar a los ríos de los Osos”25, nos parece contribuye a validar
esta suposición, además de provocarnos la idea de que la minería llevada a cabo en la región
tenía un carácter estacionario, muy probablemente en los meses de verano –febrero-marzo y
julio- agosto, cuando la pesca es abundante y suele ser más exitosa la caza. Sobre todo esta
última actividad garantizaba la supervivencia de quienes se adentraban por estos parajes.
Posiblemente la caza también era motivo suficiente para los indígenas incursionar en estas
tierras. Como dato curioso al respecto, tenemos según palabras textuales de Vicente Tobón, que
“para el lado de Sopetrán tenían carnicería de oso. Subían a Belmira, lo cazaban y lo llevaban
allá… hace más o menos 70 años”26
La cacería hubo de permitir seguramente el descubrimiento de salados. A ellos acuden pavas,
guaguas y otros muchos animales silvestres para suplirse de minerales. Para Belmira ha sido
reportado un ojo de sal en la vereda Zafra27, sin embargo no disponemos de referencias directas
que den cuenta de su aprovechamiento por los humanos. Presumimos que al contar con varios y
ricos centros de explotación y abastecimiento de sal a lo largo del cañón del Cauca –Córdoba,
Heliconia, Buriticá…28, los indígenas no se dedicaron a una explotación intensiva de esta fuente
mineral
Por otra parte, el comercio antiguo al que se refiere el señor Tobón, al parecer ha tenido
continuidad hasta el día de hoy, si se tiene en cuenta el hecho de que gente del corregimiento
Horizontes del municipio de Sopetrán – descendientes mestizos de los indios del antiguo
resguardo- es quien abastece de yuca, plátano naranjas y frutos propios de climas templados y
cálidos a la gente del casco urbano de Belmira. El mercado tiene lugar semanalmente los días
sábado y domingo en el parque principal, desde la mañana hasta pasado el medio día, cuando
los mercaderes retornan a sus lugares de origen, luego de abastecerse de algunos bienes y
servicios básicos. Ninguno de las personas indagadas durante nuestra labor de campo supo decir
25 A.G.N, Tierras de Antioquia. Tomo 9, fol. 296r. Citado por Orián JIMÉNEZ, Op. Cit., p. 258. 26 Entrevista con Vicente Tobón, anciano minero, Belmira, mayo 13 de 2008. 27 Juan Camilo RESTREPO, Caracterización de los ojos de agua sal del centro de Antioquia y su
relación con la avifauna. Trabajo de grado para la Maestría en Bosques y Conservación Ambiental,
Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Nacional de Colombia –sede Medellín, 2000, p. 5 y 14. 28 Ibid., p. 6.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
desde cuando se lleva a cabo este mercado. “De toda la vida” fue la respuesta que dieron a este
interrogante.
De haberse dado en territorio de Belmira una explotación aurífera de tipo permanente o durante
tiempos prolongados por parte de los indígenas, es lícito suponer que éstos hubieran
complementado su alimentación con productos agrícolas como maíz, fríjol, pimientos,
tubérculos y frutas, cultivados en las laderas y valles de la zona montañosa de Antioquia por lo
menos desde hace 6000 años29. Todo apunta a que en el territorio de estudio no había agricultura
hasta la llegada de los hispanos, y era más bien escasa hasta bien avanzada la colonia. Siendo
esto dado, es de pensar que el mercado del que hablamos, podría remontarse incluso a tiempos
prehispánicos.
III
Pero la minería y la caza -y posiblemente la extracción de sal- al parecer no fueron las únicas
razones que motivaban a los indígenas a ocupar -ya por tiempos prolongados, ya
temporalmente- la zona de Belmira, y en general la meseta norte de Antioquia.
Las tumbas y cementerios reportados en esta región –sobre todo en cerros, faldas y filos que dan
a las cuencas del Cauca, el Nechí y el Porce- bien pudieron corresponder a enterramientos de
gente asentada ya en las altiplanicies y altas montañas, ya en las laderas altas de éstos ríos. La
ubicación de los enterramientos preferentemente en aquellos sitios debió haber tenido una
justificación simbólica, aún no esclarecida por los investigadores. ¿Qué significados tenían
29 Neyla CASTILLO, Inventando a los ancestros, p. 102.
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
cerros, laderas y montañas para los indígenas? Y más concretamente, ¿Qué representaba la
meseta para ellos?
La famosa “olleta de oro” –presumiblemente una vasija de carácter ritual- encontrada por el
señor Julio García en una cámara subterránea en el sector El Indio; “la especie de templo
subterráneo” con multitud de nichos”, “ídolos”, “adornos que representaban un águila grande
con varios sapos”, figuras humanas en diversas actitudes, vasos grandes -entre ellos el famoso
“poporo quimbaya”-, “lámparas”, “incensarios” y “candelabros” encontrados en la loma de
Pajarito entre Yarumal, Campamento y Angostura30, y otras piezas del mismo tipo encontradas
en Briceño, Guadalupe y Gómez Plata –municipios que también bordean el altiplano- podrían
estar en relación con la actividad de los chamanes.
Resulta interesante que las localidades reconocidas por los descendientes de indígenas
habitantes de los cañones del Cauca y del Porce como centros de brujería y saberes mágicos de
larga data31, son en general aquellas ubicadas a mayor altitud con relación a los otros
asentamientos de su territorio ancestral. Sobresalen: Brugo (Toledo –sobre un ramal de la
cordillera de Santa Inés), que en un documento del siglo XVIII figura como “paraxe de La
Bruxxo”32, Ochalí (entre Yarumal y San Andrés de Cuerquia, en el ramal interpuesto entre los
ríos San Andrés y socavones, cuya altura máxima es el alto de Quitagorra); hacia la vertiente
oriental de la cordillera Occidental tenemos a Guacharaquero, Pascuitá y El Aro (Ituango),
Guarco (Buriticá) 33; y hacia el cañón del Porce, según información oral levantada para este
trabajo, tenemos a San Matías en Gómez Plata.
De la puesta en relación de la información contenida en estos dos últimos párrafos, concluimos
por intuición que para las sociedades indígenas de estas montañas existía un vínculo especial
entre lo mágico, lo sobrenatural y las alturas –Es ya conocido que también entre lo mágico, lo
30 Felipe PÉREZ, Jeografía física i política de los Estados Unidos de Colombia, escrita de orden del
Gobierno Jeneral (sic). Imprenta de la Nación, tomo 1, 1862; tomo 2, 1863, p. 203-204. 31 En algunas de estas localidades menguaron drásticamente estas prácticas, como consecuencia de la
violencia más reciente. Algunos brujos, brujas y curanderos famosos fueron asesinados por los
paramilitares. 32 Juan David ZULUAGA, Sapos, culebras y gusanos rojos y barbados. La brujería en la tradición oral
de una localidad del cañón del río Cauca, Trabajo de grado de Antropología, Universidad de Antioquia,
1995, p. 33. 33 Carlos Mario HERRERA CORREA, “Narrativas y lógicas de una memoria mestiza”, Boletín de
Antropología, Vol. 19 No. 36. 2005. Universidad de Antioquia, p. 36.
19 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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sobrenatural y lo subterráneo: los abrigos rocosos, las cuevas, y las “peñoleras” y fondos de ríos
y quebradas34.
En apoyo a este planteamiento, tenemos que desde el año 1550, la gente de la provincia de
Antioquia tenía noticias de que en la región de los Osos “había muchos santuarios indígenas”35.
Todavía, hacia 1645, el capitán Pedro Martín de Mora decía haber hallado en la región, además
de muestras de buen oro, “endisios de santuerios”36.
Y aunque no sabemos a qué se referían exactamente los colonizadores con “santuarios”, por
analogía con el caso del altiplano Cundiboyacense y el Macizo colombiano37, deducimos que:
los páramos, las lagunas, las ciénagas, los cerros, los picachos, las cuevas y el célebre peñón de
la región, tenían un carácter sagrado y ritual para los indígenas. Eran entidades con voluntad y
comportamientos propios, sustentadoras del equilibrio de la naturaleza y el cosmos; y a su vez
eran morada de entidades sobrenaturales guardianas y controladoras del acceso humano a los –
bien o mal- llamados recursos naturales. Aquellas de los páramos y las lagunas, de acuerdo con
el pensamiento amerindio, gobiernan y regulan la producción de lluvia y las crecientes o
avenidas de ríos y quebradas38. Por su parte, los cerros y alturas considerables son tutelares, es
decir: guían, amparan y protegen. Desde ellos también suelen ejercer poder las entidades que
dominan el ciclo acuático, y aquellas que son dueñas del oro y otros “regalos” de natura, y que
además controlan su uso en el mundo humano, encarnando y regulando valores y
comportamientos39 –asunto que retomaremos en apartados siguientes. En torno a estos sitios al
parecer solían habitar sacerdotes indígenas o chamanes –generalmente individuos de sexo
masculino, aunque no es descartable que algunas mujeres estuvieran vinculadas a este tipo de
prácticas40. Ellos eran custodios tanto de dichos lugares, como de las tradiciones, valores y
comportamientos encarnados y prescritos por éstos; allí precedían romerías, ofrendas y
ceremonias de diverso tipo, a las que comúnmente acudía el resto de individuos.
34 Emma Luz CÓRDOBA GIRALDO, El rostro que me habita: ciclo de vida, cuerpo y territorio en
Barbacoas y Membrillal. Monografía de grado, Universidad de Antioquia, Departamento de
Antropología, Medellín, 1993, p. 249-250; CASTILLO, 2007, Op. Cit., p. 308-313. 35 A.H.A, Minas. Tomo 355, Doc. 6679, fol. 106r.; A.H.A. Minas. Tomo 356, Doc. 6693, fols. 121r.-
121v. Citados por Orián JIMÉNEZ, Op. Cit., p. 239.
36 A.H.A, Minas. Tomo 355, Doc. 6679, fol. 106r. Citado por Orián JIMÉNEZ, Op. Cit., p. 239. 37 Jorge MORALES GÓMEZ, “Imaginarios de la Conquista. Los sabios nativos”, en: Credencial
Historia, Edición 209 – mayo 2007, p. 10-15. 38 Ibid., p. 15. 39 Neyla CASTILLO, 2007, Op. Cit., p. 310. 40 Véase: Juan David ZULUAGA, Op. Cit., p. 54-80.
20 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Como en Boyacá, Cundinamarca y el Macizo colombiano, en torno a estos sitios se han venido
tejiendo leyendas donde se funden la historia y la fantasía: relatos de profecías milenaristas,
maldiciones, sucesos trágicos, espantos, apariciones, encantamientos y búsquedas de tesoros
inmensos, constituyéndolos en referentes geográficos, históricos y de la memoria y la identidad
de los pueblos donde se localizan.
En Belmira propiamente, de la ciénaga El Morro, la laguna de Sabanas y el alto de La Gallina,
se dice que fueron habitáculo de brujas que aparecían a los transeúntes convertidas en áureas
gallinas con pollitos. Tales apariciones, comunes en muchas partes del territorio colombiano,
para las mentalidades arraigadas en lo amerindio es prueba del enorme poder de la resistencia
indígena y sus sacerdotes, que pudo convertir en oro a los animales traídos por los hispanos41.
Sobre los animales nativos “vs” los animales traídos a la región dedicaremos algunas páginas
más adelante.
Laguna y Páramo de Santa Inés
Respecto de la ciénaga el Morro se cuenta además, que alguna vez fue drenada “por las
leyendas de los antiguos que decían que los indios se habían enterrado ahí con todas sus
riquezas”. En sus cercanías se han encontrado “piedras talladas como en forma de pié”42.
41 Jorge MORALES GÓMEZ, “Vigencia actual de los indígenas de la conquista”, en Boletín de Historia
y Antigüedades – Vol. LXXXIX No 819 – Diciembre 2002, p. 875. 42 Entrevista con la señora Felisa Restrepo, mujer mayor que habitó en el paraje El Páramo hasta poco
21 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Por su parte, del paraje “El Páramo” en la zona del páramo de Santa Inés –donde existió un
caserío desde la colonia hasta los años 80 de este siglo- se dice que fue maldecido por “un
cura”, por causa de la aparente inmoralidad en que vivían sus habitantes. Allí, regularmente se
llevaban a cabo ciertas fiestas en las que “se ponían a tomar y cada cual tomaba la mujer que
quería, o la hija de cualquiera”. La maldición fue que a todo Belmira “se lo habría de llevar una
creciente”, “habría de correr la sangre en arroyo”. “El padre echó la maldición y no quedó oro
allá” 43.
Aparentemente los episodios aquí narrados en nada se relacionan con el asunto de lo indígena
que venimos tratando. Sin embargo contamos con indicios que sugieren su vínculo. Narraciones
parecidas hacen parte de la tradición oral de varios de los municipios objeto de este estudio.
Todas veces los eventos que tratan tienen lugar en un tiempo indefinido y en espacios de
reconocida importancia para los aborígenes: cerros tutelares y altas montañas. Algunos como
Cancharazo, Mocorongo, El Picacho y Paramillo44 según tradición popular son volcanes
inactivos que algún día explotarán y destruirán los pueblos vecinos. En todos estos cerros vive
el diablo. Los altos El Sol, La Vírgen y El Cristo en Caracolí habrán de juntarse sepultando el
poblado. Lo mismo pasará en Cisneros con los altos El Cristo, La Virgen y El Carmelo que
forman un triángulo. Las aguas de Amalfi llenarán el valle donde se emplaza el pueblo. Todo
“por el modo de ser de la gente”. Tales relatos bien podrían derivarse de profecías milenaristas
cuya tradición se remonta a la edad media, pero también podrían tratarse de reelaboraciones -
con no pocas tergiversaciones- de la memoria colectiva hegemónica sobre movimientos
milenaristas indígenas de la época de la conquista45. Para la historia de Antioquia se tiene
registro de uno “notable” que sucedió hacia el mes de marzo de 1576, cuando Sobce, un
sacerdote indígena, -demonio para Juan de Castellanos que da cuenta del suceso- profetizó que
habrían de morir los cristianos de la región “en aguas inundantes ahogados”, y no así los indios
que subiesen a ciertas “cumbres altas, páramos solitarios y desiertos” entre los cuales “el peñón
de Nuta”, llevando “toda suerte de semillas y raíces” para que pasado el “diluvio” cultivasen
otra vez la tierra. Lo cierto fue que la catástrofe nunca ocurrió, y los españoles decretaron
quemar vivo a quien incurriese en algo parecido46. Durante este período, además de amedrentar
antes del abandono de este sitio. Belmira, mayo 13 de 2008. 43 Entrevista con el señor Vicente Tobón, Belmira, noviembre 9 de 2007; y con la señora Felisa Restrepo,
mayo 13 de 2008. 44 Considerado por campesinos de Ituango, Peque y Dabeiba como “Un león dormido” 45 María Concepción BRAVO GUERREIRA, “Milenarismo y resistencia cultural en la historia de los
pueblos andinos”. Universidad Complutense de Madrid. 46 Juan DE CASTELLANOS, 1577-1601, Elegías de varones ilustres de Indias, Elogio de Gaspar de
Rodas, canto primero.
22 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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a los religiosos amerindios, los españoles –sobre todo los clérigos- levantaron ermitas y
santuarios católicos sobre sus lugares de devoción y culto, con el fin de “extirpar” de raíz su
“idolatría”47. A partir de entonces, en no pocos casos los indígenas y sus descendientes hicieron
romerías y ofrendas a crucifijos, vírgenes y santos superpuestos a sus antiguos adoratorios. Esto
nos lleva a suponer también que un santuario como el de la virgen del alto de Horizontes, lugar
de romerías de la gente de Belmira, “recuperado” en época reciente a 1999 por el señor Manuel
Arias Barrientos48, pudo haber sido lugar sagrado en tiempos prehispánicos, como lo fue entre
otros el peñón de Entrerríos. De todas formas un estudio más profundo despejaría de toda duda
sobre el asunto.
Más que reveladores son los datos que nos ofrece un estudio de la realidad social y pastoral de
la Diócesis de Santa Rosa de Osos de 1980, según los cuales “bajo la apariencia de una
fidelidad espiritual”, la encomienda de indios se empleó en Antioquia para asegurar un trabajo
barato en las minas. Como los indios eran los que sabían la manera de extraer el oro de ellas,
los españoles los aprovecharon obligándoles a este trabajo, que condujo a su exterminio.
“Obrando así la encomienda de indios destruyó la economía de la sociedad indígena, y socavó
su estructura religiosa y ritual”49.
En la medida de su exterminio los españoles empezaron la importación de esclavos negros.
Estos trajeron la enfermedad de la viruela. La epidemia de la viruela tuvo su primer ataque
masivo a la población indígena de Antioquia en el año 1588. Asoló la mayor parte50. En la
región del Cauca medio, sólo hasta después de consolidados los resguardos de Sabanalarga,
Sopetrán, San Jerónimo y Buriticá se dio un incremento de esta población, que ya para 1811 era
“prácticamente” mestiza.
47 José Manuel GROOT, Historia eclesiástica y civil de la Nueva Granada. Casa Editorial de M. Rivas,
Bogotá, 1893, p. 509. 48 Luis Alfonso ARIAS, Op. Cit., p. 155. 49 Equipo DIÓCESIS – CELAM, Estudio de la Realidad Social y Pastoral. Diócesis de Santa Rosa de
Osos. Premonografía. Santa Rosa de Osos, 1980, p. 15. 50 Ibid.
23 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Oro, agua y territorio
A don Gaspar de Rodas se le atribuye haber dado el apelativo “de los Osos” a la meseta del
norte, pues parece que allí encontró abundancia de estos animales, además de “grosedad de
minerales” en la segunda mitad del siglo XVI. También en esta época se internó por estos
parajes don Andrés de Valdivia. Después de ellos “muchas personas” se propusieron entrar,
“pero se devolvieron del camino” pues era “tierra inhabitable, áspera, remota y muy riesgosa
por los muchos fríos, pantanos y páramos” 51. Pese a ello, con el decaimiento de la minería de
veta de Buriticá y tierras cercanas a la cordillera de Santa Fe de Antioquia –cuyos filones se
hicieron cada vez más esquivos y la tecnología empleada para su extracción devino obsoleta-
propietarios y mineros empobrecidos se vieron en la necesidad de ocupar la meseta para
beneficiarse del “oro corrido” o de aluvión, “como más fácil aunque menos ventajoso”52.
“Abriendo” camino53, los antioqueños penetraron en Los Osos siguiendo las cuencas del río San
Andrés y de algunas quebradas de Sopetrán, San Jerónimo, Liborina y Sabanalarga, llevando a
sus esclavos negros y en algunos casos a indígenas guías que solían servir además como
instructores del trabajo de minas. Hacia la década del 30 del siglo XVII la exploración y
extracción aurífera de los ríos Grande y Chico y sus afluentes comenzó a ser constante y cada
vez más intensa, y lo fue así por lo menos hasta 1850 - En adelante y hasta el siglo XX esta
explotación se efectuó a menor escala-. A medida que se hallaron veneros ricos fueron abiertos
espacios para la permanencia, constituyéndose el territorio del actual Belmira en epicentro de la
primera etapa de la colonización de la región54.
En los primeros documentos de minas, este territorio es llamado “río y minas de los Osos”, “ríos
y quebradas de los Osos”, “minerales de los Osos”, “valle de los Osos”, o simplemente “los
Osos”55. Raramente figura como “tierra” o “tierras” de los Osos, lo que de entrada es
51 A.H.A. Minas. Tomo 355, Doc. 6679, fol. 106r y ss. Citado por: Orián JIMÉNEZ, Transformaciones
territoriales y procesos de poblamiento en el sistema de páramos y bosques alto andinos del noroccidente
medio antioqueño. Reconocimiento y prospección arqueológica. Informe final. Corantioquia, 2002, p.
239. 52 AGN, sección colonia, Fondo Negros y Esclavos de Antioquia, legajo VII, folio 961, 1768. Citado por:
Alba Shirley TAMAYO ARANGO, Camino a la región de los Osos. Exploración y colonización de la
meseta norte de Antioquia. Ministerio de Cultura, Bogotá, 2002, p. 16. 53 Véase: Sofía BOTERO PÁEZ. Caminos ásperos y fragosos para los caballos. Apuntes para la historia
de los caminos en Antioquia. Comité para el Desarrollo de la Investigación –CODI-, Centro de
Investigaciones sociales y humanas –CISH-, Departamento de Antropología, Universidad de Antioquia,
Medellín, 2005.
54 Véase: TAMAYO ARANGO, Op. Cit. 55 Remitimos al lector a los documentos de archivo –capitulaciones, amparos, pleitos de minas- que
respaldan los trabajos de TAMAYO ARANGO, Op. Cit.; JIMÉNEZ, Op., cit.; y Doris RUEDA y
24 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
sintomático de los usos, percepciones y valoraciones que los primeros colonos mineros tuvieron
de su medio ambiente; y de “la cultura ambiental” que legaron a las generaciones siguientes
hasta el presente: Agua y oro fueron sin duda elementos de la naturaleza con los se estableció
una estrecha y especial relación desde un comienzo: Fueron razón y medios esenciales para
vivir en este territorio; minas y corrientes configuraron el mismo; las relaciones sociales en pos
de su aprovechamiento fueron los pilares de la sociedad y de la idiosincrasia antigua y moderna.
El oro hizo posible que mineros y cuadrillas se abastecieran de productos agropecuarios
llevados de San Jerónimo y de los valles de San Andrés de Cuerquia y Aburrá en el siglo
XVII56, y además de Carolina del Príncipe, Angostura, Yarumal y parece que hasta de Honda y
Santa Marta en el siglo XVIII57; permitió la aparición de cultivos y potreros en la comarca hacia
este mismo siglo; las fuerzas y medios de su producción dependieron de su producción y
viceversa: con oro se compraron esclavos y herramientas y se pagaron trabajadores libres para
continuar su extracción; el oro posibilitó la apertura de caminos que a su vez facilitó el comercio
y la introducción de mercancías y víveres; bienes básicos y de lujo fueron asequibles gracias al
oro; el oro justificó la construcción de rancherías; su explotación intensiva conllevó al
surgimiento de parajes, sitios y partidos que conformaron luego las veredas constituyentes del
municipio; merced al oro hubo templos, imágenes religiosas, curas, educación y obras públicas;
y también se ofrendó oro a Dios y a sus santos pidiendo su amparo y en acción de gracias por
sus bendiciones.
Ahora bien, sin agua sería otra la historia, no solo porque el agua es elemento vital de toda
gente: De entrada, el oro que atrajo los colonizadores a la región yacía en los lechos y depósitos
de las corrientes allí existentes. La minería de todas formas requería de este elemento,
indispensable para el desmoronamiento de los aluviones y la separación del oro de los minerales
adjuntos mediante el lavado. Los periodos de abundancia y de escasez de agua sujetos a la
estacionalidad de las lluvias determinaron el rendimiento productivo de las minas y el tiempo
dedicado a su laboreo, lo que acarreó la integración del sector minero con los sectores agrícola y
pecuario como veremos más adelante. La pesca efectuada en el río Chico y sus afluentes ha
socorrido a los pobladores de sus inmediaciones cuando los otros alimentos han sido escasos,
llegando a consolidarse en nuestros días como actividad económica alterna a la producción
Guillermo León LONDOÑO, Con negros, minas y un bello paisaje se hizo la historia colonial de
Belmira. 1650-1850. Monografía para optar por el título de Historiadores, Universidad de Antioquia,
2003. 56 TAMAYO ARANGO, Op. Cit., p. 57 Ibid., p.
25 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
agropecuaria. El río y las quebradas han sido ejes y referentes del poblamiento y de sus gentes,
escenarios de la vida cotidiana, de los procesos sociales de gran peso, de los simples hechos y
de los eventos extraordinarios que la memoria colectiva guarda. Ellos dan vida y se llevan los
desechos del hombre. Sus comportamientos cíclicos hasta cierto punto han sido relacionados
con eventos cíclicos de la cultura. Son metáfora de la vida y del transcurrir del tiempo. Todas
veces, el río Chico más que cualquier otra corriente de las que bañan este territorio ha sido
protagónico de todos estos fenómenos y procesos.
El río Chico nace en la zona de páramos -propiamente en el Alto La Zulia- y recorre a Belmira
entre las cordilleras Santa Inés al occidente y Sabanas al oriente a lo largo de 31.5 Km
aproximadamente: con dirección Norte-Sur en su parte alta, Nordeste-Sureste en su parte media,
y Oeste-Este en su parte baja.
Si se considera que fue definido por oposición al llamado Río Grande que lo supera en caudal -
primeros de la región en ser explorados y explotados, seguidos por el San Andrés, el Guadalupe
y el Tenche- el río Chico realmente se quedó sin nombre. De hecho, en el siglo XVII era
llamado “río chiquito” o “río pequeño”58. No obstante la cortedad de su caudal, desde sus
cabeceras hasta su unión con el río Grande fue aurífero en grado supremo a éste y a los demás, y
aunque trabajado con intensidad aún no se agotan sus placeres.
El valle que lleva su nombre sobresale en la geomorfología de la región por la gran belleza de su
paisaje, enaltecido desde el periodo colonial a tal punto, que a mediados del siglo XIX sus
pobladores decidieron llamarlo “Belmira” que es como decir “bella mira”, “bello paisaje” o
“bella vista”59. El río como columna vertebral y las quebradas que desprendiéndose de las
cordilleras se articulan a él como vértebras, constituyen su esqueleto y por consiguiente han sido
los ejes, referentes y límites de los asentamientos mineros, y asimismo de las haciendas, los
parajes, los partidos, las veredas y por entero del municipio, a medida que se vincularon
minería, agricultura y pastoreo, y fue consolidándose el poblamiento y configurándose el
territorio60.
58 En 1651 el capitán Felipe de Herrera descubrió oro de seguir en el río Chiquito, abrió camino e hizo
rancherías con asistencia de diez indios pagados que llevó de Sopetrán. En 1676 su padre, el comisario
Facundo Ramírez de Herrera informó que su minero “cateó las sabanas y sobre sabanas y madre del río
Pequeño que llaman”. Diez años después, el padre Luis de Piedrahita, se quejaba de que Antonio Zamarra
había introducido a don Miguel Martínez a la mina Espíritu Santo en corrientes del río ChiquitoArchivo
General de la Nación (AGN), Colonia, Fondo minas de Antioquia y Cundinamarca, legajo único, folio
301, 1672. 59 60
26 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Por la margen derecha, de norte a sur este río recibe las quebradas: Oromira, San Joaquín, La
Serna, Cisquiarco, Yerbal, Los Patos, Solvetanal, La Aldaña, Santa Rita, San Francisco, San
José, La Miel, La Perica, La Amoladora, La Montañita, El Chicharrón, El Roble y Builes. Por la
margen izquierda recibe: La Concha, El Amparo, La María, El Morro, La Granate, La
Montañita, Barronegro, Los Azucenos, El Mogote, El Golfo, Buenaventura, El Diablo, La
Cayetana, La Medina, San Antonio, Potrerito, La Tolda y Zafra. Sus nombres definieron los
terrenos comprendidos por sus cuencas desde los nacimientos hasta los desemboques de éstas, y
veremos adelante que son indicadores de los distintos usos, explotaciones, valoraciones y
simbolismo dados a estos espacios por sus pobladores de antes y de ahora.
La parte media de este valle ha sido definida limitándose al nordeste por el Alto Montañitas y al
suroeste por el Alto de Arenas sobre cuchillas alargadas en el sentido noroeste, y ha albergado
hasta nuestros días la mayor concentración poblacional de Belmira. Esta población ha pasado de
tener una vocación para la extracción minera a una vocación para la producción agropecuaria,
cuyos componentes técnico y humano puestos en relación con la naturaleza objeto de
intervención, han engendrado variadas formas de apropiación, categorización, usos,
transformación, valoración y por consiguiente de representación del territorio y sus ecosistemas.
Describirlas y analizarlas es el propósito central de este texto.
Apropiación y tenencia de la tierra
La extracción de oro fue causa primera de la apropiación de las tierras de Belmira. Las formas
de relacionarse los belmireños con los ecosistemas de su entorno y las valoraciones y
representaciones que de éstos tienen, han sido enormemente determinadas por aquellas que se
derivaron de la minería como sistema socioeconómico que inició la transformación del paisaje y
estableció una primera categorización de los elementos en él contenidos. Las actividades
agrícola y ganadera que surgieron en la comarca inmediato a las minas y con ánimo de abastecer
de víveres a mineros y esclavos, heredaron de la minería concepciones y prácticas en relación
con los distintos accidentes geográficos y zonas de vida, y generaron otras que coexisten con las
anteriores -habiéndolas modificado parcialmente- y asimismo con otras que han entrado en
juego resultado de otras variables distintas a la económica.
27 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
El hallazgo de una mina solía indicarse dejándose escondidos en los rastrojos de su área una
batea y un almocafre, o plantándose allí una cruz de palo61. Tal fue la costumbre ritual que
marcó la apropiación de las tierras de este bello paisaje por el hombre colonizador.
Espacios de las propiedades mineras fueron los lechos, riberas y vertientes del río y las
quebradas donde yacía el oro, incluyendo sus terrazas62, amagamientos63, pantanos y bosques
cercanos para extraer madera y leña, de acuerdo con lo estipulado en 1584 por las ordenanzas de
minas de don Gaspar de Rodas, vigentes hasta finales del siglo XVIII64. Sus límites de
preferencia fueron el lecho del río y los filos divisorios de las aguas de las quebradas objeto de
explotación65, y en adelante lo serían de toda propiedad territorial ya fuera destinada a la
minería y/o a la producción agropecuaria. Con base en esta definición de la propiedad,
exceptuando el río que al ser objeto de explotación de varios propietarios fue definiéndose como
un espacio común “de todos” y de nadie en particular, los demás accidentes geográficos –
humedales, bosques, etc.- hasta ahora han tenido dueño.
Se llegaba a ser propietario de una mina solicitando su amparo a las autoridades coloniales, o
por vía de la compra directa de lugares ya cateados o de labores ya establecidas, o por vía de la
herencia. Las concesiones mineras permitieron a muchos hacerse dueños de grandes extensiones
de tierra, a pesar de que era corto el terreno fijado por la ley para su explotación. Aún así, como
los funcionarios públicos eran generalmente los grandes empresarios mineros, era común que
procedieran de acuerdo al interés de sus partes66, que residía en abarcar mayor número de
veneros. De estas grandes propiedades algunas se extendían más allá de los límites del actual
municipio, comprendiendo terrenos que corresponden hoy a Sopetrán, Olaya, Liborina,
Entrerríos, Santa Rosa de Osos y San José de La Montaña67. Su paulatina segmentación ha sido
61 33. 62 “sabanas” y “sobresabanas” en la jerga de los mineros de la época colonial. Sabana: “Americanismo.
Llanura de gran extensión, cubierta de vegetación gramínea, con grupos de árboles aislados. Prado o
llanura donde pasta el ganado”. Ramón GARCÍA PELAYO Y GROSS. Pequeño Larousse Ilustrado.
Ediciones Larousse, 1983. Según el cronista Oviedo y Valdés, los indios llamaban “sabana” “las vegas é
cerros é costas de riberas, si no tienen arboles, é a todo terreno que esta sin ellos con hierva o sin ella”. 63 Amagamiento: Quebrada poco honda, con agua o sin ella. 64 West, La Minería de Aluvión en Colombia durante el período Colonial, p. 93. 65 12º HISTO 66 Álvaro López Toro. Migración y cambio Social en Antioquia durante el siglo XIX, Medellín, Ediciones
Hombre Nuevo, 1979, pp. 43 - 44 . 67 TAMAYO, 18; El antiguo nombre de Belmira, es decir Petacas, se originó por el nombre de esta mina,
y es probable que se deba a la utilización de los sacos utilizados para el secado del oro como algunos
autores lo han referenciado, pero el nombre de Petacas no fue una generalizado en lo que actualmente
comprende el municipio, y solo fue el nombre con que se llamaba cierta zona, como se podrá ver en este
capitulo más adelante.; AHA. Fondo Mortuorias. Tomo. 234. Doc. 5325. Año. 1704. El título de Tal fue
el caso de don Antonio Serrano y Espejo a quien se le concede el primer título de minas de la región
28 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
consecuencia de haber pasado de uno a varios propietarios por herencia o por venta –
predominando por ello las propiedades medianas y pequeñas en nuestros días-; y su articulación
a una u otra entidad municipal –que no todas veces implica su adscripción- ha dependido
principalmente de su cercanía y facilidad de acceso a los centros administrativos y de comercio.
Relaciones sociales, herramientas y técnicas de la minería
Para la explotación de las minas usualmente se crearon asociaciones entre parientes y allegados,
buscando subsanar en algo los costos requeridos en mano de obra e infraestructura. Como
fuerza de trabajo se utilizaron principalmente esclavos negros durante los siglos XVII y XVIII.
Comúnmente blancos y mestizos se ocuparan en los mismos quehaceres pero su mano de obra
era insuficiente. Desde finales del siglo XVIII se emplearon sobre todo trabajadores asalariados,
pues ya para ésta época era más rentable tener obreros que mantener esclavos, la población
mestiza y libre era mayoritaria, y había demanda de mano de obra. En las cuadrillas de mina
había hombres, mujeres, niños y ancianos; el número de individuos que las componían se
mantenía en un rango de diez a veinte; estaban divididas en cuadrillas de minería y cuadrillas de
rocería; y se regían por un orden jerárquico donde mandaba como capitán un negro destacado, el
que a su vez estaba sujeto a un minero blanco que era el experto en la explotación, y éste
dependía todas veces del dueño de mina que era generalmente de la clase blanca y dominante.
Los ancianos, las mujeres y los niños se ocupaban en tareas con un grado de dificultad menor en
comparación con las labores realizadas por los hombres adultos. Mientras el trabajo de las
mujeres consistía habitualmente en raspar el mineral con el almocafre y lavarlo en la batea, el
trabajo pesado con la barra se dejaba a los hombres68.
En nuestros días escasamente se practica la minería en Belmira y es una actividad que se lleva a
cabo de manera individual. Ya las mujeres no se dedican a estas labores y generalmente es un
hombre solo con una batea y una pala quien recorre el río en busca del codiciado metal.
La técnica para extraer oro de aluvión fue enseñada por los indígenas, y hasta nuestros días se
ha mantenido en su esencia69. Han variado sí las estrategias para el desmonte, la remoción y el
abarcándola casi toda, “desde el río de Los Osos –posiblemente el río Chico- hasta las ciudades de
Cáceres y Zaragoza”. Capitán Felipe de Herrera que en 1704 era poseedor de varias minas, entre las
cuales se encontraban dos que ocupaban terrenos de Belmira y Sopetrán: Mina de Nuestra Señora del
Rosario en el Río Chico, que era trabajada en compañía, y la otra, de su única propiedad, llamada de las
Petacas, localizada hacia el lado de Sopetrán. 68 (West, p. 84) (41) 69 El cronista Oviedo y Valdés nos ofrece la descripción más antigua de la minería de aluvión llevada a
cabo por los indígenas: (...) se limpia primero todo lo que está sobre la tierra de arboles ó hierva ó
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lavado de minerales que constituyen sus etapas básicas. Lo que se ha hecho desde la colonia ha
consistido en introducir instrumentos cada vez más sofisticados, que no obstante han convivido
con aquellos de origen precolombino.
Mientras los indígenas transportaban el mineral a las quebradas para lavarlo en las bateas, lo que
hicieron los colonizadores fue conducir el agua hacia los aluviones, sin dejar de utilizar dicho
instrumento. Aquellos desmontaban con coas de madera o macanas y hachas de pedernal; éstos,
piedras, é cava ocho ó diez pies (y mas y menos en luengo), y otros tantos(...) no ahondando más de un
palmo (o dos igualmente); y sin ahondar más, lavan todo aquel lecho de tierra é cantidad que han cavado
en aquel espacio que es dicho, sin cavar mas baxo, y si en aquel peso de un palmo ó dos halla oro,
síguelo, é si no, despues de limpio aquel hoyo, ahonda otro palmo, é lava la tierra assi igualmente, como
lo hizo la que saco del primero lecho o cata primera. E si tampoco en aquel peso no halla oro, ahonda mas
é menos, lavando toda la tierra de cada lecho, hasta que llegan a la peña viva abaxo. E hasta sino topan el
oro, no curan de lo buscar mas allí, é vanlo a buscar a otra parte (...) Toman aquella tierra poco a poco
fuera de la mina, é llévanla al agua ó arroyo donde se han de lavar, é allí purgan é limpian la tierra con el
agua, é ven si hay oro en las bateas (que son ciertos instrumentos con que la tierra se lava), é para lavar
esta tierra é labrar esta mina hacen assí. Ponen ciertos indios a cavar la mina dentro, é aquello llaman
escopetar (que es lo mismo que cavar), é de la tierra cavada hinchen las bateas, é otros indios toman
aquellas bateas con la tierra é llévanlas al agua, en la qual estan assentadas las indias e indios lavadores; é
vacían aquellas bateas que truxeron en otras mayores que tienen los que lavan en las manos, é los
acarreadores vuelven por mas tierra, en tanto que los lavadores lavan aquella que primero se les truxo (...)
Estas mugeres ó lavadores estan assentadas en la orilla del agua, é tienen las piernas metidas en el agua
hasta las rodillas ó quassi, segund la dispussicion del assiento é del agua; é tienen en las manos bateas
assidas por dos assas ó puntos que tienen por assideros, y despues que en la batea tienen la tierra que se
les trae de la mina para lavarla, mueven la batea a balances tomando agua de la corriente con cierta maña
é facilidad ...como el oro es pessado, váse siempre al fondo ó suelo de la batea, é como queda de todo
punto la batea sin tierra, é queda el oro limpio, pónelo el lavador á parte, é torna a tomar mas tierra é
lávala, segund es dicho (...) estos que lavan por la mayor parte son mujeres indias ó negras; porque el
oficio de lavar es de mas importancia é mas sciente é de menos trabaxo que el escopetar ni que el acarrear
tierra... Para un par de indios que laven son menester dos personas que sirvan en traerles tierra, é otros
dos que caven ó escopeten é rompan la tierra é hinchen las bateas de servicio (porque asi se llaman, del
servicio aquellas bateas) (77-78)
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sofisticando tal herramienta lo hicieron con barras y además con machetes y hachas de metal.
Para la remoción, los unos utilizaban tablillas cóncavas de madera o “cachos”; los otros, pese a
que continuaron aplicándolos, introdujeron además azadones, almocafres, recatones y palas, que
junto con la barra habrían de ser empleadas luego en las labores agropecuarias. Se utilizaron
también jeringas para extraer el agua, platillos y “secaderas” para secar el oro, petacas de cuero
para transportarlo, yunques, bigornias, martillos, fuelles, alquivires, tornillos, tenazas para su
fundición, y romanas para su peso. Cabe anotar entre paréntesis que todavía hacia el siglo XX
agricultores del cañón del Cauca, de ancestro indígena, se rehusaban a utilizar instrumentos
metálicos en sus labores, al considerar que con ellos se “maltrataba” a la tierra70. Por lo demás,
la explotación de minas de veta en Belmira se realizó tan solo a partir del siglo XIX con la
introducción del molino de seis pisones “Cornish Mill”, que continuó usándose por lo menos
hasta la tercera década del siglo XX71. El uso de la pólvora y de la amalgamación se puso de
moda junto con el del molino, el del monitor hidráulico a partir de 1878 y el de la draga de río
diez años más tarde.
En verano -de diciembre a marzo y de julio a agosto- ríos y quebradas exponen sus playas ricas
en minerales que podían ser extraídos con una pala y una batea. Sin embargo, por lo general se
extraía más oro en invierno -de abril a junio y de septiembre a noviembre- que en verano, dado
que los aluviones más ricos se hallaban en las terrazas altas y en los cerros. Empero, éstos eran
casi siempre zonas secas, sólo explotables con agua conducida por acequias desde pequeñas
represas de agua lluvia, o desviando por canales el curso de ríos y quebradas, cuyas aguas solían
ser insuficientes en verano. Lo paradójico es que la temporada de lluvias a menudo generaba
crecientes que destruían esta infraestructura72. Tal dependencia del agua para la explotación
aurífera trajo como consecuencia el que los esclavos permanecían casi inactivos durante la
estación seca, y mantenerlos en estas condiciones no era rentable para sus propietarios. La
estrategia que se generó entonces como paliativo consistió que durante el verano los negros se
desplazaban hacia tierras templadas y cálidas de Sopetrán, San Andrés, San Jerónimo y el valle
de Aburrá, ocupándose en trabajos diversos como la agricultura y el pastoreo, lo que influyó en
70 71 Lo poseían Fidel Ramos en el sitio de Barronegro y el Alto de la Tupia; Marcos Vieira en Los Patos;
Germán Londoño en La Ilusión y en Granate; Alberto Pérez en Peñitas; y en Buenaventura los Gaviria. 72 Beatriz Patiño Millán, Riqueza, Pobreza y Diferenciación social en la Antioquia del siglo XVIII. vol.
II. Medellín, Universidad de Antioquia, 1985, p. 335.
31 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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la integración del sector minero con los sectores agrícola y pecuario desde finales del siglo
XVII73.
Con todas estas herramientas, técnicas y fuerzas productivas, las labores mineras – y veremos
que también la agricultura y el pastoreo- transformaron el paisaje de Belmira principalmente de
abajo hacia arriba: Partiendo de los lechos del río y las quebradas avanzaron paulatinamente
hacia las montañas, pese a haber sido de arriba hacia abajo, abriendo caminos por las cordilleras
hacia los valles, como se incursionó en esta comarca.
Configuración del poblamiento
Los espacios de vida de los colonizadores aparecieron sobre las riberas de ríos y quebradas, o en
sus cercanías, o sobre los cascajos auríferos de un interfluvio74. Las aguas y por consiguiente las
minas y los campamentos mineros, o viceversa, recibieron como denominación, ya el apellido
de su propietario: La Salazar, Zafra, La Medina, La Serna, El Gómez, de Pérez, La Maya,
Builes, Granados, Buenaventura, El Berrío, Aranzazu, La Aldaña, Cisquiarco75; ya el nombre de
un santo a quien se encomendaba la protección de mineros y labores: Santo Domingo, San
Jacinto, San José, La San Francisco, La Santa Rita, Santa Bárbara, San Antonio, San Cayetano,
La Cayetana, San Joaquín, San Jorge, San Juan, Santa Mónica, San Pablo, San Pedro, San Luis,
El Rosario, El Carmelo, La Trinidad, La Concha, Chiquinquirá, La Candelaria; ya un apelativo
relacionado con el tipo de vegetación, fauna y suelos de la zona: El Roble, “El Roblal”,
“Solvetanal”, El Yerbal, Palmar, Zarzal, El Pepal, Chuscalito, El Limón, Hierbabuena,
Guayaba, Las Margaritas, Las Olivas, “Los Azucenos”, Palos, Flor de Fango, Los Patos, El
Cenizo, La Perico, Guacamaya, Zancudito, El Currucutú, Palomera, Barronegro; con los
accidentes geográficos inmediatos: Juntas, Montañita, La Chorrera, El Valle, Caño Hondo,
Charcón, El Pantano, El Salado, Los Salados, Chupadero, La Sierra, Sabanas, El Morro, El
Mogote, El Golfo, Quebraditas, “Quebradona”; con las destinaciones dadas en algún momento a
sus espacios aledaños y con las instalaciones allí emplazadas -no siempre relacionadas
directamente con las actividades de la minería: Potreritos, La Miel, La Amoladora, El Amparo,
El Retiro, El Reposo, La Tolda, Palenque, Molino, Puentes, La Cárcel; e incluso con las
73 Twinam, Minería Antioqueña en la primera mitad del siglo XIX. p. 7.
74 75 Sobre Cisquiarco
32 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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creencias y prácticas de orden sobrenatural asociadas a estos espacios: El Diablo, La Bruja y
hasta Los Duendes76.
Minas y campamentos mineros, o “reales de minas”, a medida que se consolidaron conformaron
sitios y parajes, y éstos a su vez conformaron partidos: Los parajes Petacas, El Rosario, Salazar,
Santo Domingo, Santa Rita, Santa Bárbara y Matasano constituyeron el partido de Petacas;
mientras que los parajes San Jacinto, La Perico, La Miel, El Zancudo, Las Playas, La Tolda, La
Amoladora, El Llano, El Cenizo y Zafra conformaron el partido de San Jacinto. Asimismo el
partido El Páramo estaba compuesto por los parajes: Páramo, Santa Inés, Quebrada Abajo, La
Candelaria y Quebraditas. Junto con los actuales territorios de Entrerríos y San Pedro, que
constituían el partido de Río Chico, conformaron el curato de Santo Domingo de Petacas en el
siglo XVII. Hacia mediados del siglo XIX aquellos tres partidos constituyeron el municipio de
Belmira y consecuentemente dejaron de funcionar como entidades administrativas. Los parajes
comprendidos en sus respectivas jurisdicciones pasaron a conformar las veredas y los centros
urbanos de nuestros días: Quebraditas, El Valle, La Candelaria, corregimiento de Labores, Río
arriba, cabecera municipal, El Yuyal, Santo Domingo, La Salazar, San José, La Miel, Playas, La
Amoladora, Zancudito y Zafra.
Zona norte y paramuna
Las veredas Quebraditas, El Valle, La Candelaria, el Corregimiento Labores conforman la zona
más septentrional del municipio, que comprende el sistema de páramos y bosques altoandinos.
Sus pobladores se han asentado mayoritariamente sobre los terrenos ondulados y planos de las
cuencas de las quebradas Quebradona, Quebraditas y La Candelaria, que corresponden al piso
altitudinal Montano Bajo. Estos terrenos actualmente están cubiertos por pastos mejorados, y en
las partes altas aledañas crecen rastrojos diversos, bosques de robles y otras especies forestales.
Configurado de forma lineal sobre una ribera de la quebrada Quebradona – obedeciendo a la
lógica del poblamiento minero- el corregimiento Labores es el único asentamiento urbano y el
que concentra mayor número de población de estas partes. En las veredas el patrón de
asentamiento es disperso, y en general la zona ha sido poco poblada. Hasta bien avanzado el
siglo XX, su gente, blanca y mestiza mayoritariamente, se dedicó a la minería, y desde entonces
a la ganadería extensiva para la producción de leche. En La Candelaria y en Labores se cultiva
trucha para el autoconsumo. En cuanto a la tenencia de la tierra hay predominio de medianas y
pequeñas propiedades. Dada la lejanía con respecto al pueblo y la carencia de vías aptas para el
76 185 hist.
33 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
trato con éste, los lugareños han mantenido más relaciones económicas y sociales con los
municipios de Santa Rosa de Osos –hacia donde dirigen la leche-, Entrerríos y San José de La
Montaña –que junto con Santa Rosa los abastecen de productos agropecuarios y de la canasta
familiar- cuya red de carreteras se conecta con el anillo vial Labores – Playitas – El Valle – El
Caribe – Quebraditas.
Propiamente en la zona paramuna no ha vivido gente. Sin embargo la poca población que desde
el siglo XVII se ha asentado en sus inmediaciones además de explotar minas ha ocupado
temporalmente los páramos con reses, ovejas y cultivos de papa. Inclusive en la alborada del
siglo XX hacia las cabeceras de la Ciénaga El Morro se llevó a cabo una explotación minera que
generó en parte el desagüe de esta fuente de agua77, y al menos hasta 2005 algunos campesinos
apacentaban allí sus ganados y efectuaban quemas en verano78. Hasta hace más o menos dos
décadas cerca al páramo de Santa Inés y casi en límites con Liborina, existió un caserío llamado
“El Páramo”, conformado por alrededor de diez casas. Éste fue abandonado paulatinamente
debido al agotamiento de los aluviones auríferos. Sus últimos habitantes se dedicaban sobre
todo a cultivar papa, arveja, repollo, coles y habas. La poca gente que vive actualmente en esta
zona se ocupa mayormente de la ganadería.
Zona Central y del pueblo
Aparte, la vereda El Yuyal, la parte norte de las veredas Santo Domingo y La Salazar, y la
cabecera municipal conforman la zona central del municipio.
El pueblo: Se localiza al fondo del valle medio del río Chico sobre una llanura en la margen
derecha de su cauce, donde el clima es el característico del bosque muy húmedo Montano Bajo.
Su trazado urbano de forma reticular es producto del ordenamiento espacial del siglo XX pero
partió del antiguo poblado minero, lineal y paralelo al río79, que conformó una calle, llamada
primero Calle Real y actualmente Calle Principal. En ésta se localizan el palacio de gobierno, la
mayoría de establecimientos comerciales y en su extremo sur la institución educativa. La iglesia
se yergue en la parte más septentrional del pueblo, dándole la espalda a un cementerio antiguo y
el frente al parque principal donde se localizan la casa de la cultura, Cabildo Verde, el club de
77 Elizabeth SERNA SÁNCHEZ, Plantas de pajonal como indicadores de propiedades del suelo en el
páramo de Belmira, Tesis de Maestría en Geomorfología y Suelos, Escuela de Geociencias, Universidad
Nacional de Colombia- sede Medellín, 2005, p. 6. 78 Ibid. 79 Se ha dicho que este antiguo poblado le daba la espalda al río. Sin embargo es de suponer que en la
antigüedad amente no
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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pesca, la oficina de transporte, la cooperativa el supermercado, dos cafeterías, unas dos o tres
heladerías, dos tiendas, dos restaurantes. Para los belmireños el parque ha sido más que todo un
lugar de paso hacia estos locales, del que se disfruta el domingo cuando se realiza allí el
mercado o cuando se lleva a cabo un acto religioso, cívico o cultural80. La calle principal que
confluye en el parque presenta la mayor concentración poblacional, seguida por el barrio La
Aldaña –lineal y paralelo a la quebrada del mismo nombre-, el barrio Tambores y el barrio El
Carmen. Junto al río y por el mismo lado va la carretera que articula al municipio con la red vial
nacional, la cual se conecta a la calle Principal y a la Avenida El Río que es variante para entrar
al pueblo por su parte norte81. Esta carretera se construyó sobre un antiguo camino de piedra que
iba a San Pedro desde el Río Arriba. A lo largo de la avenida la concentración poblacional es
más bien baja: Inmediatos a ella se encuentran el hospital, el coliseo y un pequeño parque de
recreación infantil. Asimismo un sendero ecológico sigue paralelo entre la avenida y el río. En
el lado izquierdo del río las vertientes son más largas y abruptas que en el lado opuesto, y es allí
donde está el cementerio actual. Cercano a éste y camino el Río Arriba se concentra poca gente
y es gente marginada. Tierra Dura, Marquetalia, Porvenir, Central, Las Flores, Buenos Aires,
María Auxiliadora y los Azucenos son otros barrios. El ambiente del pueblo es muy tranquilo.
Surten el acueducto las quebradas Mogote y Montañita.
Tenemos entonces que partiendo de la estructura inicial del poblado y en todos los casos
tomando como referente el río Chico, los belmireños han venido definiendo unos sectores que
configuran el asentamiento urbano: Un centro administrativo, político económico y poblacional
que es lineal; un centro cuadrangular donde confluye el anterior y que además de económico,
religioso, cultural y sobre todo de paso, es lugar de oferta turística; un sector de espacios
recreativos y de esparcimiento cercano al río –asimismo en los alrededores del pueblo están
“Los patos” sitio y quebrada que tiene charcos para el baño; “La planta”, “Los Tanques”, “La
Repetidora” a donde se va de paseo- ; y de la otra banda un sector con representaciones
negativas o deprimidas: lo abrupto y montuoso, la muerte y lo marginal. Interesante es además
que los límites entre lo urbano y lo rural están marcados por representaciones religiosas: Un
santuario mariano al inicio de la calle Principal señala el límite sur del poblado, la iglesia su
extremo norte, el cementerio su límite oriental camino hacia los páramos, y otros santuarios su
límite occidental saliendo para El Yuyal y Horizontes de Sopetrán.
80 ARIAS, 150-152. 81 Aunque Arias…
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Traspasados estos límites casi todo el suelo está cubierto por pastos mejorados para la ganadería
lechera (Kikuyo y Raygrass) a la que se dedica el grueso de la población, y de cuya incidencia
sobre los ecosistemas de la zona trataremos en otro apartado. Baste aquí con señalar que casi
toda la leche es llevada a San Pedro y vendida a Colanta.
Las veredas El Yuyal y Santo Domingo se comprenden en las vertientes del flanco derecho del
valle y la vereda La Salazar en el flanco opuesto, relacionándose sus gentes con la del casco
urbano. Predomina en estas partes la propiedad mediana con respecto a la tenencia de la tierra.
Hacia las partes más altas hay algunas manchas de bosque intervenido -generalmente en las
cabeceras de las quebradas- sobre las cuales vienen haciendo presión ciertos cultivos de papa de
gente foránea en su mayoría a la cual han sido arrendados varios terrenos como estrategia para
la renovación y formación de praderas que habrán de ser destinadas al pastoreo.
La gente antigua de Belmira “labraba”82 el río Chico y sus afluentes para extraer mineral
aurífero. Por su parte, la gente de ahora viene “sembrando” truchas en estas corrientes como
alternativa económica complementaria al pastoreo y a la agricultura. El cultivo de esta especie
acuífera que llegó al municipio a mediados del siglo XX se realiza no obstante principalmente
en estanques de nueve metros cuadrados en promedio83. Empero, esta actividad ha tenido hasta
ahora un desarrollo incipiente, dada la ausencia de recursos económicos y de políticas eficientes
para apoyar a quienes a ella se dedican, y los altos costos de los insumos que ella requiere84.
Propiamente en la zona que venimos tratando el mayor nivel de tecnificación y por ende de
producción se presenta en la vereda Santo Domingo donde se encuentra la empresa Truchas
Belmira. La producción de las otras veredas es mayormente para el autoconsumo. Pese a todo,
Belmira ha venido cobrando fama como productor piscícola en el ámbito regional. El producto
es vendido en el pueblo, en San Pedro, en Entrerríos y en Medellín.
Tal producción ha por lo demás acarreado un desarrollo de la pesca que a su vez ha sido motor
del turismo, lo que ha contribuido al mayor reconocimiento del municipio a nivel departamental
y nacional, y consecuentemente a que los belmireños consideren la trucha como uno de los
símbolos de su identidad.
En efecto, desde 1987, luego de que un grupo de gente del pueblo conformara una corporación
de pescadores, y con el ánimo de fomentar el turismo, fueron creadas las fiestas de la Trucha,
cuyo principal atractivo es un concurso de pesca que se lleva a cabo durante el primer fin de
82 83 Hacia el año 2000 eran más de 200. 84 MUNICIPIO DE BELMIRA, E.O.T. 1999.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
semana de diciembre. La organización de este evento ha estado a cargo de Cabildo Verde, el
Club de Pesca Arco Iris, la administración municipal y Codepesca. En él han participado no
solamente pescadores del municipio y del departamento sino también de otros departamentos
como Cundinamarca y El Valle del Cauca.
La pesca es vedada entre el primero de septiembre y la fecha de inicio del concurso. Con
antelación a éste los productores han sembrado una cantidad considerable de ejemplares entre
25 y 50 cm, de los cuales los pescadores consiguen sacar tan solo dos terceras partes. Aunque
todos los peces capturados no son devueltos al agua como suele darse en eventos análogos
realizados en otras partes, sí se hace de tal manera con aquellos que no cumplen con la talla
mínima (25 cm). No se permite pescar con atarraya o chinchorro y menos aún con pólvora. Se
utiliza vara fija o de recorrido, anzuelo, lanzador o Spining, o equipo de mosqueo. Es prohibida
la utilización de nylon adicional, e igualmente la de mayas o redes para la recuperación,
distintas a la nasa con boca inferior a 35 cm y mango inferior a 40cm. Se puede emplear
cualquier tipo de carnada, señuelo o rápala.
Practicada de esta forma, la pesca deportiva en Belmira ha sido ejemplo para la pesca que
común y ordinariamente efectúan los belmireños, por lo que el municipio cuenta con una cultura
pesquera que ya se quisiera observar en otros municipios donde actualmente tiene lugar esta
práctica como alternativa económica y de subsistencia.
Los habitantes de esta zona del pueblo y sus alrededores son laboriosos, pacíficos, solidarios, de
costumbres sanas y conservadoras y muy acogedores con el forastero. Los hombres son fuertes
para el trabajo, responsables con sus familias, más bien reservados pero amables e incluso
charlatanes. Gustan del billar, de los juegos de azar y del licor como pasatiempo luego de
terminar la jornada laboral. Las mujeres son recatadas, muy caseras y consagradas a sus
hogares. No existen prostíbulos y es mal visto que damas y menores frecuenten billares y
cantinas. Niños y jóvenes parecen ser bastante dedicados a sus estudios, interesados por la
cultura y muy amantes de la naturaleza, pues conocen mucho de las plantas y los animales
nativos, dicen valorar grandemente los páramos y disfrutan mucho del agua, lo que se debe a la
buena educación ambiental que han recibido de sus padres, familiares adultos y sobre todo de
sus profesores –En un actividad que para este trabajo se realizó con un grupo de niños en la
laguna de Sabanas se constató lo anterior; sin embargo se observó que dejaron el lugar cubierto
de basuras-
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
La gente en su mayoría es muy católica, aunque los jóvenes son menos fervorosos y crédulos
que los adultos: Sienten gran devoción por los fieles difuntos, manteniendo “la tradición del
animero” en el mes de noviembre. En octubre celebran la fiesta de la virgen del Rosario, patrona
del pueblo desde que era éste un campamento minero, cuyo culto sin embargo ha sido opacado
por el que se rinde actualmente a la virgen del Carmen, María Auxiliadora y El Corazón de
Jesús. Por lo demás añoran mucho el pasado, y suelen regocijarse con los mitos, leyendas e
historias de tiempos anteriores.
La gente de Horizontes, perteneciendo a Sopetrán, tiene más relación con el casco urbano de
Belmira.
La vereda Río Arriba podría considerarse una zona de transición entre la zona de páramos y la
zona central. Comprende la cuenca alta del río Chico desde la cabecera municipal hasta el
páramo de Santa Inés, por lo que su relieve es más abrupto y su clima más frío y húmedo al
aumentar la altura. Hay en esta parte robledales de consideración pero también pastos para la
ganadería, actividad que ocupa a sus pobladores, relacionados con los de la zona central, e
inferiores en número a éstos. Se localiza allí la empresa Beltruchas, una de las mayores
productoras de alevinos en el municipio, gracias a su nivel de tecnificación.
De igual manera la parte sur de las veredas Salazar y Santo Domingo -y al parecer la vereda San
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José- constituyen una zona de transición entre las zonas central y sur. La vereda San José cuenta
con lagos para la pesca deportiva.
Zona sur o de Playas
Esta última, constituida por las veredas La Miel, Playas, La Amoladora, Zancudito y Zafra, está
dividida por el río Chico en dos sectores prácticamente iguales. El relieve de estas partes es más
ondulado, y el clima aunque frío es más templado y menos húmedo que el de las otras zonas.
Allí se concentra más del 50% de la población rural de Belmira. Según testimonio de varias
personas de Playas, “Playas” era el nombre dado a todas estas tierras antes de que se definieran
las veredas y se montaran fincas85; la documentación colonial por su parte hace referencia a
“playas de San Jacinto”. Por ello sus habitantes, casi todos descendientes de esclavos negros
criollos o de procedencia Angola, Arara, Carabalí, Biojo, Congo86 que tomaron el apellido
Londoño del cura don Sancho Londoño quien fuera alguna vez su dueño, se autodefinen y son
definidos como “playeros”. Algunos circunvecinos los consideran “negros pendencieros” y
“poco civilizados”, valoraciones que en parte son legado de las relaciones esclavistas.
Refiriéndose al tiempo de sus antepasados más antiguos el señor Carlos García Londoño nos
habló de un líder quasi sacerdotal que se llamaba “Febrero” y adoctrinaba a los negros en la
antigua ermita de Puerto Pingo, hasta que un obispo censuró esta costumbre, ordenando incluso
se destruyese tal sitio. Por lo menos desde el siglo XVIII sus tierras han pasado de padres a
hijos, por lo que son las más parceladas de Belmira. No acostumbran hacer titulación de ellas.
Por razones de proximidad, facilidad de acceso, mejor oferta de bienes y servicios, y vínculo
social ancestral, esta gente ha estado más articulada a la cabecera de San Pedro que a la de
Belmira.
85 86 216
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Cierto es que los playeros han mantenido una estrecha relación con el río a través del tiempo: Se
han asentado ya en sus riberas configurando un poblamiento de forma lineal, ya en sus laderas
de forma dispersa, mirando siempre a la corriente en ambos casos - hasta el siglo XX separaban
el espacio doméstico de lo exterior a éste, cercándolo con trinchos o vallados de piedra que los
antiguos denominaban “emas”; para subsistir han explotado el oro de sus aluviones, han tenido
ganado en sus inmediaciones, han pescado en sus aguas, y hasta sacando arena y piedra de su
cauce –incluso desbaratado los vallados- para vender como material de construcción en la
región. Paralela al río va la carretera que conecta a Belmira con San Pedro, en la cual confluyen
las carreteras y los caminos que se adentran a las veredas -la Amoladora cuenta con carretera
directa a este último municipio. Merced a los puentes que han construido, el río no es una
barrera para las relaciones entre las gentes de una y otra banda.
En lo alto de las laderas hay relictos de bosque intervenido, mayormente en las cabeceras de las
quebradas, los cuales dicen valorar y querer conservar siguiendo el ejemplo ancestral87. Pese a
ello, estos bosques vienen acortándose a medida que avanzan los cultivos de papa de gente del
oriente antioqueño. Este cultivo ocupa actualmente a la mayoría de hombres jóvenes de la
comarca, los cuales, consecuentemente ya no se relacionan tanto con el río como con la
montaña. En La Miel y en Zafra se cultiva trucha al nivel de autoconsumo, con bajo nivel
tecnológico y baja productividad. En La Amoladora se encuentra una empresa donde se produce
el alevino con mayor nivel de tecnificación.
De acuerdo con los playeros, los sitios considerados patrimonio histórico y cultural de su
comunidad son: El cementerio y las ruinas de la capilla de Puerto Pingo que fue presuntamente
87 Diálogo de Saberes, Playas, noviembre 13 de 2007.
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el primer templo construido en Belmira; la explanación donde estuvo emplazada la capilla de
San Jacinto; la escuela –primer centro educativo rural del municipio- y la capilla contigua,
alrededor de los cuales supuestamente hubo un cementerio; y un montículo enrastrojado a la
orilla del río donde según dicen están sepultados sus ancestros más antiguos que murieron de
viruela o “disipela”88 y al cual restringen el acceso arguyendo que allí hay culebras venenosas y
que espantan.
Especial culto han rendido los playeros a sus muertos. Efectivamente los eventos que más
reúnen a esta gente son los velorios y novenarios de los difuntos. A éstos suele acudir casi toda
la gente de todas las veredas, salvo los enfermos. Aseguran que sus prácticas funerarias son
iguales a las del resto de la gente. Desafortunadamente no contamos con mayor información al
respecto. Aparte de esto, tradicionalmente han celebrado a mediados de octubre una fiesta en
honor a la virgen del Perpetuo Socorro. En el transcurso de una semana se realizan procesiones,
primeras comuniones, cabalgatas y bailes. Igualmente, bautismos, primeras comuniones y
matrimonios suelen ser motivo de reunión y festejo. Todas veces hasta época relativamente
reciente estos eventos tenían más concurso de gente. Por lo demás, desde que tienen televisor
han perdido la costumbre de hacer visitas y recochas frecuentes entre vecinos y allegados en
cualquiera de sus casas.
Anotaciones sobre el reconocimiento y valoración de la biodiversidad silvestre
Veamos el estado general de las producciones de plantas y animales silvestres, de la parroquia
de Belmira en 1825, mediante el cual, es posible estimar la riqueza de los suelos y las
posibilidades climáticas que ofrecía y ofrece este territorio:
“Los animales silvestres cuadrúpedos que se conocen en esta parroquia son leones, osos que
causan daño a los ganados mayores y menores, tigre que llaman gallinero, venados, con osos y
zorras, armadillos, ardillas, cusumbos. Osos pequeños que llaman hormigueros, perrillos de
monte, rapiñas y comadrejas que causan daño a las aves domésticas, erizo que es un animal
pequeño cubierto de flechas o espinas que con ellas hiere a los perros cuando le acometen de
más que llaman la gran bestia de color pardo. Las aves que produce este territorio, son búhos
en abundancia, águilas, guaragnados, gavilanes, gallinazos, diostedés, soledades, loros, pericos,
88 “Disipela”, “virgüela” o viruela según indica una habitante de Playas. “…la gente se llenaba de
lepra…si se moría en la cama lo enterraban con cobijas y todo”. Entrevista con la señora Marta Ligia
Londoño, habitante de Playas, noviembre 13 de 2007. Por iniciativa del señor Alfonso Arias, vecino del
casco urbano, fue puesta una cruz amarilla en este cementerio y se pretende hacer lo mismo en los otros
cementerios de Playas.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
castuguie y carpinteros, bobay y garzas, pavos, tortugas, perdices, y patos que es excelente caza
y da carne saludable. También hay tominejos de color purpureo que se alimentan de las flores.
Y otros hay que llaman carpinteros y castiguey dañosos a las sementeras del maíz, y otra
infinidad de pajaritos de distintos colores…89
Según entrevista con Vicente Tobón y Alfonso Gómez: “El armadillo está muy descontinuado.
El venado levanta una patica cuando va corriendo. Dicen que oye por la patica. Cuando está
canzado se tira al río y es en ese momento cuando se caza porque corre mucho. Yo cazaba solo
o con mi papá. La lluvia borra el rastro del animal. Como la pobreza era tanta los días de fiesta
se utilizaban en cacería. Al que se coja una guagua pal gasto no le dicen nada, pero para vender
si le brincan”.
“Antes de haber carretera se cogía el gurre junto al río. Aquí cerquitica se cogían gurres,
conejos…”
Según informantes de la vereda Playas: “La vereda en tiempos pasados tenía más árboles, más
rastrojo… Los viejos eran muy cuidadores de los montes. Había que pedirles permiso para
cortar un palo…. Ellos eran muy celosos con eso. Si alguien cortaba un palo de un monte ajeno
podía tener pelea con el dueño.
Las rastrojeras las “organizan y siembran papa, hierba… sirve para montar una finca… refresca
las cabeceras de los montes, las cuencas de las quebradas.
“…Aún se quema…hay quemas porque todavía hay rastrojeras muy pesadas como para decir
que las van a limpiar… para que la madera gruesa también se queme pero la gente es muy
consciente de que eso reseca.
“Por aquí cogieron la moda de quemar para montar las fincas, para sembrar, en vez de
empradizar (tumbar el rastrojo con guincha). Cuando se quema se le quita el calcio a la tierra,
queman dizque por culebra/ por no pagar un trabajador pues la candela hace mucho tajo.
Antiguamente no se quemaba, se empradizaba.
Perspectivas y expectativas en torno a la situación ambiental actual
Continúa el avance de la frontera agropecuaria en detrimento de bosques, rastrojos nativos y
humedales. Aunque el municipio tiene mapeadas las zonas de bosque, en la práctica éstas se
reducen poco a poco. La solución sugerida desde la secretaría de planeación y medio ambiente
89AHA. Fondo Estadísticas y Censos. Tomo 336. Doc 6454. Fol. 156r. Año 1827.
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local sería demarcar reservas con postes reconocibles en el paisaje, establecer una continua
vigilancia por parte de Corantioquia, y penalizar “ejemplarmente” a los infractores ambientales.
Muchos simpatizan con este parecer. Algunos plantean además el trabajar en concientizar para
denunciar.
Es poco o nada lo que las entidades municipales han podido hacer para contrarrestar este
problema. La gente difícilmente presta atención a las medidas y reclamos por parte de los
funcionarios, quienes son las más de las veces sus vecinos, conocidos y paisanos. Antes bien,
por esta razón, algunos los tratan de envidiosos, y de “lambones” cuando por las posturas de
aquellos, sus intereses particulares se ven amenazados. Lo que resulta antiproducente para los
funcionarios, pues además de ganarse enemigos, pierden aliados políticos y arriesgan sus
puestos.
Según información de Umata y planeación municipal, gracias a la gestión de las organizaciones
ambientales que han tenido presencia en el municipio (Corantioquia, Cabildo Verde, Seis
cepas), la gente viene tomado conciencia de la riqueza e importancia de su medio natural. No
falta quien corte madera clandestinamente, pero en general los naturales de Belmira aprecian sus
bosques, sus aguas, su fauna, que orgullosamente los identifican como pueblo “emporio
ecológico” de Antioquia y de Colombia. No obstante, por tradición se trata de conservar más
que todo la vegetación de las cabeceras y riberas de las fuentes de agua. El campesino,
específicamente el ganadero, brega por la rentabilidad cada vez mayor de su tierra, lo que
implica, de acuerdo con su mentalidad, pastorear más y más ganado, y por consiguiente, de
igual modo abrir y adecuar espacios. No se piensa en el daño ecológico, pues la tendencia es a
pensar que el rastrojo vuelve a crecer rápidamente, seguidamente crecen los árboles y al final se
restituye el bosque.
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Por parte del municipio, no se ha logrado la adquisición de predios para protección de bosques y
aguas, dado el alto precio que piden sus propietarios a cambio, y el corto presupuesto para ello
destinado por el gobierno local.
En lo que respecta a reforestación, se averiguó que se siembra Acacio y otras especies al borde
de algunas carreteras, y aledaño a las bocatomas. El programa de cercos vivos ha impactado
positivamente a los campesinos. Se cree, sobre todo por conocimiento heredado de los mayores,
que el Eucalipto y el Pino, especies cuya plantación estuvo de moda mucho tiempo, resecan la
tierra. Cabildo verde critica el que se queme rastrojo para reforestar.
En Belmira se señala a los cultivadores de papa, que provenientes en su mayoría del oriente
antioqueño llegaron al municipio en los últimos años, como los principales causantes de
deforestación, erosión y contaminación de aguas. A pesar de esto, son ellos quienes más
generan empleo en la zona, particularmente en las veredas: San Francisco, El Yuyal, La Salazar,
Playas, Río Arriba, La Amoladora, Zancudito, Zafra y La Miel.
Mientras la mayor parte de los belmireños por tradición empradizaban para sembrar, los
foráneos introdujeron la práctica de la quema, con el argumento de ser esto más rentable y
menos peligroso, teniendo en cuenta la amenaza de las culebras. Según informantes de la vereda
Playas, cuando se quema se le quita el calcio a la tierra.
44 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Desde hace aproximadamente 15 años el cuidado y recuperación de las aguas del municipio ha
mejorado progresivamente. Actualmente, informa el jefe de Umata y planeación, prácticamente
no se tienen problemas en este aspecto. En contraposición, los habitantes de la vereda Playas
aseguran que los desechos de pesticidas, fungicidas, abonos y demás insumos para el cultivo de
papa, están contaminando las aguas de las que se surten sus familias y ganados. Algunas veces
estas aguas son turbias, amarillentas, o huele a químicos, o llega con gusanos.
Respecto al manejo de basuras se tiene que en el casco urbano éstas son recogidas por un
camión dos veces en la semana, el relleno sanitario se encuentra en buenas condiciones, los
residuos sólidos tienen problema en su comercialización: A veces los compran, otras veces no.
En las veredas la gente quema la basura, o la tira a los rastrojos y/o a las aguas, según
información de la gente de Playas.
El cultivo de papa ha generado una situación social preocupante para algunos sectores de la
sociedad belmireña: Muchos jóvenes dejaron de estudiar diariamente para estudiar los sábados y
trabajar durante la semana en siembras, baños, arranques, lavado, transporte, en fin, en todo el
proceso de cosecha y poscosecha. So pretexto de estudiar los sábados, buena parte de estos
jóvenes permanecen el fin de semana en el municipio de San Pedro, donde realmente estudian
poco y gastan mucho en fiesta y licor, al punto de que se habla ya de un fenómeno de
alcoholismo y drogadicción en la zona. La calidad de vida de sus familias, en cambio, ha
mejorado poco o nada.
Se habla de que la cultura lechera ha impuesto una cultura facilista: Todos quieren conseguir
dinero de forma rápida. Madrugan, ordeñan, trabajan hasta las 8 o 9 de la mañana, desayunan,
45 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
ven televisión hasta las 3 de la tarde, luego ordeñan y de regreso al televisor. El ganadero piensa
que la agricultura es un trabajo esclavizante.
MUNICIPIO DE YOLOMBÓ
Tiene una extensión de 941 Kms2, de los cuales 1.6 kms2 corresponden a la zona urbana. La
temperatura promedio es de 21 º C. Tiene como limites los siguientes: al norte con los
Municipios de Amalfi, Yalí y Remedios; al occidente con los Municipios de Gómez Plata, a
través del río Porce; al oriente limita con el Municipio de Puerto Berrío; por el sur limita con
Maceo, San Roque y Cisneros. La división político administrativa del municipio es la siguiente:
e1 casco urbano, de 1.6 kms² de extensión; 75 veredas y 3 centros poblados: los corregimientos
"El Rubí", "La Floresta" y "Villa Nueva".
La geomorfología del casco urbano de Yolombó corresponde a un sistema colinado con topes a
la altura promedio de 1450 msnm., los fondos de los Valles son planos, las vertientes presentan
inclinaciones entre medias a altas (15º - 30º) y los topes varían de planos a semi - redondeados,
la forma de las pendientes es cóncava, con longitudes cortas, el drenaje es dendrítico y de
carácter intermitente en muchos de los drenajes. La infraestructura y viviendas se localizan en
su mayoría en los topes de las colinas.
El centro poblado El Rubí presenta un sistema colinado con topes a la misma altura promedio
1450 msnm, con valles en forma de "V" y pendientes de medias a altas, cóncavas y cortas.
El centro poblado La Floresta corresponde a una cuchilla alargada en sentido SW - NE, de tope
plano a semi - redondeado, con altura promedio de 1150 msnm., con pendientes entre medias a
altas (15º - 25º), largas y varían de concavas a convexas, en especial en las zonas donde se
presentan problemas erosivos y de remociones en masa. El drenaje es paralelo a subparalelo y al
igual que los anteriores centros poblados la infraestructura se desarrolla sobre el tope de la
Cuchilla.
El centro poblado Villanueva se localiza entre los valles de las Quebradas Hojas Anchas y San
Antonio, y el Río Porce, a una altura promedio de 1040 m.s.n.m. Se identifican sistemas
46 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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colinados con alturas relativas entre los fondos de los valles y los topes de hasta 60 metros, con
pendientes entre medias y altas, de forma cóncava a plana y cortas90
El municipio de Yolombó produce aguas que drenan a las vertientes del río Magdalena al
oriente y del Cauca al occidente. La mayoría de los nacimientos correspondientes a sus
principales ríos y quebradas se localizan altitudinalmente entre los 1800 y 1400 msnm.
Sobre la vertiente de la cuenca del Magdalena nacen las subcuencas de las quebradas: La
Palmichala y La Manada, que entregan sus aguas a la cuenca del río Nus. Las subcuencas del río
la Cruz: quebrada La Verduga y quebrada La Verduguita tributan sus aguas a la cuenca alta del
río San Bartolomé.
Sobre la vertiente correspondiente a la cuenca del río Cauca nacen las subcuencas de la
quebrada La Cáncana, quebrada Guaduas, sector quebrada El Tigre, quebrada La Carolina,
sector quebradas El Tapón – San Antonio, quebrada La Leona, sector quebradas La Violeta – la
Isla, quebrada Hojas Anchas o Bengala, quebrada el Hormiguero o Bareño que tributan sus
aguas a la cuenca del río Porce.
La temperatura promedio de Yolombó oscila entre 18.5 y 21C en altitudes por encima de los
1400 msnm. al interior del área jurisdiccional, y los 32C en las riberas de los ríos Porce, San
Bartolomé, Nus y Alicante en límites con los municipios de Gómez Plata, Yalí, Remedios,
Santo Domingo, San Roque, Cisneros, Maceo y Puerto Berrío respectivamente. La precipitación
varía de valores cercanos a los 3200 mm. a orillas del río Porce (900 msnm.), hasta cerca de los
1800 mm. en la cabecera municipal (1450 msnm.); valores cercanos a los 2384 mm. a orillas del
río Nus, (950 msnm.); valores cercanos a los 4000 mm. a orillas del río Alicante (650 msnm.);
valores cercanos a los 2591 mm. a orillas del río San Bartolomé (540 msnm.).
Las zonas de vida que se presentan en Yolombó son: Bosque húmedo Tropical (bh–T), y
Bosque muy húmedo Premontano (bmh-PM).
bh-T: Biotemperatura superior a 24C y una precipitación media anual entre 2000 y 4000 mm.,
con una altura sobre el nivel del mar de 800 a 1000 metros. Se localiza en las riberas de los río
Porce y Nus, y en la parte oriental del municipio.
90 MUNICIPIO DE YOLOMBÓ, E.O.T.
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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bmh-PM: Biotemperatura media de 18 a 24C y un promedio de precipitación anual entre 2000
a 4000 mm. Se encuentra en una altura de 1000 a 1800 msnm. La mayor parte del territorio
municipal se encuentra en esta zona91.
Vegetación
Bosque intervenido en un área de 60.71Km2, (el 6.43% del área total del municipio).
Bosque plantado en un área de 25.30Km2 (2.70%, del total del municipio), distribuido
generalmente en los lugares mas altos y quebrados de la región, cumpliendo no solo una función
conservacionista, sino también de embellecimiento del paisaje.
Rastrojo alto en un área de 504.84Km2, lo que corresponde al 53.70% del total del área del
municipio.
Pastos naturales y mejorados distribuidos en un área de 2.73.70 Km2 que representa el 29.10%
del área total del municipio: Los se encuentran en las zonas más quebradas, los segundos en las
cuencas de los ríos Nus y San Bartolomé, principalmente.
Cultivos (caña panelera, café, maíz, plátano, fríjol, yuca, piña): cubriendo un área de 56.83Km2,
que corresponde al 6.00% del total de la superficie del municipio. Se encuentran principalmente
en la cuenca del río Nus, zona cafetera y vereda La Indiana.
En lo que respecta a las especies vegetales de la Cuenca del río Nus contamos con el
siguiente inventario92:
Tulipán africano, Balso, Ceiba blanca Ceiba bruja, Chagualo, Zurrumbo, Almendro, Siete
Cueros, Cobalongo, Coco, Balaúste, Palma de amolao, Hobo, Mamoncillo, Sapotaceae, Coco
cristal, Soto, Carbonero, Patudo, Pategallina, Tachuelo, Jagua, Cedrillo, Carbonero, Nogal,
Lanzo, Camargo, Higuerillo, Carbonero, Guadua, Lechero, Sauce, Varasanta, Guácimo
colorado, Cafeto, Aguacatillo, Mestizo, Espadero, Manzanillo, Caña brava, Noro, Casco de
vaca, Curazao, Clavellino, Ciprés, Navidad, San Joaquín, Majagua, Coral, Leucaena, Pino, y
el Ciprés
De la Flora de la cuenca del río San Bartolomé tenemos:
91 Ibid., ESPINAL, op. cit. 92 Realizados con base en el E.O.T de este municipio y en el trabajo de CORANTIOQUIA (1997),
Estudio Biofísico del Cañón del río Alicante.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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Abarco, Aceite, Algarrobo, Aguacatillo, Anime, Cafeto , Caguí, Canelo, Caracolí, Carate,
Carbonero, Cariaño, Ceiba Bruja, Ceiba Tolúa, Cedro, Chingalé, Coco Cristal, Coco, Coco
olleto, Comino Crespo, Coral, Cuero de Sapo, Dormidera, Dormilón, Escobillo, arrapato,
Guamo, Guayacán, Helecho, Laurel Blanco, Laurel jabón, Laurel Amarillo, Laurel Tetón,
Lechudo, leche de perra, Majague, Mula Muerta, Nogal, Noro, Palma, Perillo, Pringamosa,
Soto, Suribio, Totumo, Urapan, Yarumo, Yerba Bruja, Sapan, Salvia, Vara de Piedra y Verbena
Amarga.
Vegetación asociada con formaciones kársticas:
Caracolí, Cedrillo, Hobo, Fresno, Garrapato blanco, Cargadero, Carreto, Tachuelo, Palmicho,
Palma San Juan, Mil pesos, Tagua, Chingalé, Chicalá, Ceiba, Balso, Enanito, Anime, Casco de
vaca, Perillo, curubo, Zaíno, Aceite maría, Chagualo, Escobo, Cadillo, Candelo, Ceiba bruja,
Lechudo, Amarillo, Guayacán, Bálsamo de Tolú, Chocho, Bambudo, Amargo, Café de monte,
Arenillo, Yumbé, Cafeto, Olleto, Mula muerta, Fruta de pava, Coronillo, Guamo, Frisolillo,
Lechudo, Yarumo, Matapalo,Sota, soto, Pacó, Turmo, Mestizo, Cacao de monte, Peinemono,
Guácimo colorado, Malagano, Zurrumbo y Dormilón.
FAUNA93
Mamíferos en el territorio de Yolombó:
Mono cariblanco, maizero, Marteja, Mono nocturno, Tití gris, Oso hormiguero, caballuno,
Gurre, armadillo, Zorro, Perro de monte, Cusumbo, Comadreja, Tigrillo, Puma, Ardilla roja,
Ardilla colipelada, Ratón, Rata común, Ñeque, Guagua y murciélago.
Especies de aves en el territorio de Yolombó:
Gallineta de monte, Suirilí – Suideré, Garza del ganado, Gallinazo guala, Gallinazo, Gavilán
pollero, Gavilán cola negra, Gavilán del Espíritu Santo, Halcón mono, Garrapatero pío pio,
Cernícalo, Caracara, Guacharaca, Perdiz de agua, Caravana, Monjita caminerita, Torcaza,
Torcaza rabiblanca, Torcaza morada, Perico real, Loro Garrapatero, Tres pies, sinfín, Pájaro
ardilla, Soledad ardita, Currucutú, Gallina ciega, Gallina ciega, Vencejo, Colibrí pechinegro,
Chupaflor ermitaño, Chupaflor ermitaño, Colibrí frente azul, Colibrí colirufo, Colibrí pico,
colorado, Colibrí, Carpintero rayado, Carpintero real, carpinterito, Carpintero rabirojo,
Carpintero pecoso, Falso carpintero, Falso carpintero, Trepamadera cabecigris, Trepatroncos
pico colibrí, carcajada, Hormiguero, Hormiguero, Piscuiz blancuzco, Pico lezna pequeño, Toro
de monte, manaquín, Triqui traque, cabeciamarillo, papamoscas, Cardenal titiribí, Bichofue,
93 Ibid.
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Reinita, Papamoscas, cachana, Tijereta, Sirirí, Copetón, Copetón, Papamoscas pirata, Sirirí
bueyero, Bobito verdoso, Papamoscas, Gallinacito de los ríos, Golondrina colicafé, Golondrina
azul, Golondrina pechi blanca, Pollo de monte, Cucarachero de monte, Cucarachero, Sinsonte,
Mayo, Mirla, Buchipecosa, Chamón, Gulungo, pechirrojo, gulungo, Arañero pequeño, Reinita
oscura, Turpial migratorio, Reinita, Reinita trepadora, Mielerito, aguadulcero, Mielerito,
Golondrina azul, Reinita, Fosforito o ajicero, tangara, Guerrerito, Azulejo, Verdulejo, arañero,
Toche pico de plata, Toche rabiamarillo, Abejero cardenal, Malcasao, Enmascarado, verdón,
Cabecigris, papayero, Papayero cariblanco, papayero, semillero, Semillero negro, Semillero
rojo, Chirrí – silga, Canario silvestre, chisga, Arrocero, Pinche – copetón y el Degollado.
Especies de reptiles y anfibios en territorio de Yolombó:
Reptiles
Tortuga, Iguana, Ameiba, Boa, Cazadora negra, Lomo de machete, Falsa coral,
guardacaminos, Mapaná X, Verrugoso, Coral, Sapo común, sapo, Rana blanca y la rana.
Perspectivas y expectativas en torno a la situación ambiental
Problemáticas:
Diferencias entre la gente de las partes altas y las partes bajas. En la alimentación por ejemplo.
Las costumbres. La gente de tierra caliente es más fiestera. No hacen nada. Son descendientes
de mineros, muchos eran mineros. Los sacaron de La Cancana antigua y les dieron de todo, todo
se les puso en la mano y quedaron con esa vivencia de que todo tiene que ser regalado. Uno les
da y dejan perder las cosas. Es una gente que vive del diario. No tienen mucho intercambio con
el casco urbano del municipio…
La gente del Rubí es mala para concurrir a reuniones….
La minería que se daba en Yolombó: tumbaban los cerros con agua, con monitor. Tumbaban la
tierra y sacaban la beta. La minería de cerro: Tumbaban la montaña con unos chorros de agua y
recogían en batea. Aquí las montañas se las comieron casi medias. Uno ve cerros como si les
hubieran hecho un bocado…. Esto como que tiene que ver con la topografía urbana de
Yolombó.
El tanque de abastecimiento de agua tiene como 60 años. Próximamente se le harán
reparaciones…
La tala de bosques, sobre todo en las riberas de las aguas. Aquí la gente compra una finca y les
importa un bledo secar el agua. Tumban el monte y luego zanjan para drenar el agua. Nadie ha
podido meter una cultura de la conservación del agua…
En Yolombó ha habido programas de aislamiento de microcuencas, humedales y nacimientos y
la gente quita los estacones y el alhambre y vuelven a meter ganado, sabiendo la existencia de
un acta de compromiso por proteger estos. Se termina peleando con la gente, esto no deja
avanzar en la conservación de estos ecosistemas.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Alegan que tienen mucha familia, que necesitan el terreno para cultivar, que las riberas de las
aguas son el terreno más fértil. En muchas cosas tienen razón, pero eso es atentar también contra
el futuro.
Aquí se ve mucho monte alrededor es porque hace poco se ha acabado la violencia y casi todas
esas fincas estaban abandonadas, creció el rastrojo, se enmontaron. Pero ahora que han
desterrado esa gente han abierto y han pelado todo por toda parte. Por la troncal del nordeste
todos los dueños de las fincas han vuelto y han talado el bosque y sembrado pasto.
La gente solo le para bolas a no talar cuando viene una visita, cuando alguien pone una queja,
pero mientras llega la visita de Corantioquia ya es mucho el terreno que ha sido pelado. Las
visitas tardan siempre en llegar, las quejas tardan en ser atendidas por Corantioquia. Donde la
visita fuera inmediata se evitaría mucho. Si la queja fuera atendida a los dos días se evitaría
mucho, pero tardan hasta quince o más.
La solución a esta problemática sería una oficina de Corantioquia en el municipio y vigilancia
continua.
La ganadería toma auge. Pero paradójicamente los ganados son de quienes no viven en las
fincas, la gente que vive en las fincas siembra caña. Los grandes capitalistas, por no decir que
los ricos de Yolombó tienen ganado, la gente trabajadora tiene caña. Hay mucho mediano
ganadero, gente que tiene 10 o 15 animales, o de 50 para abajo. Estos venden y compran y
así…Mantiene ocho o diez Has de tierra y de eso vive. Hay propietarios de tierra pero las cañas
son de cosecheros. Usted por ejemplo le dice a fulano que le deje sembrar dos hectáreas de
caña. Eso se da pero tiene que moler en el trapiche de él. El negocio es por mitad, y enseguida le
sacan de la mitad del cultivador los gastos del transporte. El que no tiene tierra tiene caña, esta
le da para el mercado. Prácticamente no hay una finca que no tenga cosecheros. También se
cultiva café. Actualmente también hay cultivos de limón, hay gente que vive de sacar madera,
sin licencia. Estos tienen su bosque y van sacando entresacado, no haciendo el daño ecológico
del todo. Vuelven y dejan que crezca la madera.
Actualmente la gente está volviendo a tener huertas caseras. La Umata incentiva con semillas,
da las indicaciones a los interesados. Se enseña a aprovechar el estiércol del ganado, la pulpa del
café y el bagazo de la caña para abonar la tierra. Ha habido buena acogida por parte de la gente,
acuden a la Umata. Se han llevado a cabo proyectos de siembra de maíz y fríjol en terrenos de
una ha aproximadamente. Para lo cual se ha dado la semilla, y a veces se ha dado abono con la
condición de devolver la semilla al cosechar. Alguna gente lo ha hecho. Hace falta una
asistencia más frecuente a las veredas, pero por el mal estado de las vías y la falta de
presupuesto no se hace.
SOBRE LA QUEMA: Rozaban quemaban y sembraban. Ahora mucha gente siembra pasto
donde cosechan, se trata de que la gente no queme para así sacar varias cosechas en el mismo
terreno. Sin embargo se sigue quemando. La justificación para quemar es que se ahorran mano
de obra. Ellos rozan, queman y siembran, mientras que usted roza, tiene que recoger el material,
amontonarlo, pierde espacio donde amontona, se pierde mucho, se le invierte mucho trabajo y
no justifica…es la razón más válida de quemar.
SOBRE LAS AGUAS: El municipio era rico en aguas, ahora no, debido a la tala de riberas y
bosques nativos. Las aguas que corren por el casco urbano son los sobrantes del bombeo, de los
tanques. Hay un señor muy culto que tiene un almacén agropecuario. No deja un árbol al bordo
del agua. La mayoría de la gente aquí es sin estudio, son ignorantes, y es la gente culta y
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estudiada los que dan el ejemplo, entonces no hay chance. Sería bueno programas ambientales
por la emisora…una inspección ambiental.
El problema del acueducto del Rubí es que al lado de arriba hay una pesebrera y una marranera.
Llueve y todo lo de estas instalaciones cae a las aguas que se bombean para abastecer a toda la
comunidad.
SOBRE LAS BASURAS: Mucha gente las tira al agua, al San Lorenzo. Antes de entrar al
pueblo se puede uno bañar en las quebradas, cuando pasan por el pueblo se contaminan. Con el
carro recolector de basuras la gente ha dejado de tirar basura a los solares, sin embargo se
encuentra mucha aun en ellos. En el campo la cultura ahora es de hacer un pozo y llevar allí
todo: tarros…cuando se llenan lo tapan. En otras partes lo llevan a los montes. Yo me he
encontrado montes llenos de basura. La gente dice que allá no estorba para nada. No daña las
huertas, los solares, lo que tienen cultivado, no dañan las raíces de las plantas. Algunos queman
la basura. En las escuelas tienen hueco donde botan la basura. No se ven desechos regados, ya
casi no los queman. La quema genera contaminación del aire. Las vías son pésimas para hacer
recolección de desechos orgánicos cada mes. Hay contaminación de aguas por agroquímicos.
Las aguas negras del municipio van a parar al río San Lorenzo. A este van a parar las basuras de
las casas aledañas. En Yolombó hay asociación de ganaderos. La Normal es la que maneja más
lo de educación ambiental.
Un programa radial llega donde se necesita. Un proyecto de educación ambiental por radio.
En el Rubí: El problema del acueducto: la represa queda abajo y le caen todas las alcantarillas.
Se bombea el agua y se sube a un tanque. Así funciona también en el casco urbano. Se ha han
hecho reuniones de sensibilización para que la gente no ensucie esa agua. Según los informantes
se proyecta recoger esas aguas negras pero hasta el momento no se ha hecho nada. Las aguas
negras están regadas por todas partes, no hay tubería que las recoja y caiga a un lugar
específico. Hay muy poca asistencia de la administración del municipio en El Rubí.
Aguas, tala de bosques, manejo de basuras
La entrevista con el de Umata: diferencias entre gente de tierras altas y tierras bajas, la
explotación minera en Yolombó, minas de cerro. Ganadería y caña de azúcar, problemas
ambientales…
Medidas propuestas soluciones
El diálogo de saberes: Ideas de medio ambiente, naturaleza, montes, rastrojos, espacios
domésticos. Problemas del acueducto y las aguas residuales.
Minería
En Yolombó: La minería que tuvo su auge durante la colonia, empezó a declinar en el siglo
XIX y actualmente no es representativa en la actividad económica municipal. La hidroeléctrica
Porce II inundó La Cancana, Playa`e Palo, Garzón y otros caseríos. Algunas familias de La
Cancana se fueron para Amalfi, pero la mayoría se reubicó en Villanueva, casas construidas por
Empresas Públicas, junto al río, a una hora de la Cancana y mas cerca de Medellín. Quienes
vivían en el caserío Puente Porce se los llevaron para Vega Botero. Al comienzo muy pocos
estaban de acuerdo con que el embalse se hiciera, pues la mayoría vivía de sacar oro en el río, y
al inundar todo mundo se quedaba sin trabajo. La gente de Empresas Públicas les aseguró que se
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les pagaría muy bien por la tierra y la casa. A la gente le preocupaba sobre todo no volver a ver
la tierra donde crecieron y que se desintegrara su sociedad. Empresas Públicas entonces propuso
para evitar esto, que en lugar de plata a la gente, construirían un caserío en el lugar que se
escogiera, y allí se irían a vivir los que quisieran sembrar plátano y yuca o criar animales.
Además se crearían cooperativas para que todos se ayudaran y pudieran vender lo producido. A
la gente no le gustaba la idea porque a los mineros nos gusta poco trabajar con compañía y
menos cultivar la tierra. Fueron varios años negociando y discutiendo hasta que todo mundo
estuvo de acuerdo; la mayoría viven en Villa Nueva, aunque algunos cogieron su plata y se
fueron para otros pueblos. Algunos negociaron para que les pagaran la casa, la tienda, su pedazo
de tierra, o todas las anteriores. En el reasentamiento del proyecto Porce II, la comunidad ha
puesto en marcha proyectos de comercio como farmacia, tiendas, carnicerías y otros, que sin
embargo no alcanzan a generar ingresos suficientes para la población que anteriormente se
sostenía con la minería. La explotación de estos minerales es principalmente de aluvión y por
medio de dragas o de monitores; el beneficio se realiza en matrices; en algunas zonas donde la
extracción del mineral es más tecnificado y en otros se realiza en bateas que es el medio más
rudimentario. Los residuos del beneficio son arrojados al mismo río de donde se extrae el oro
contribuyendo aún más a la contaminación de estos. La extracción de oro y plata se lleva a cabo
en: Guacabé, La Cancana, Estación Sofía sobre el río Nus, y Mulatos sobre el río San
Bartolomé. Los problemas más comunes en esta actividad son los de comercialización, ya que el
producto lo venden la mayor parte a intermediarios. El oro se comercializa con los
intermediarios, también joyeros de Barbosa y Amalfi, en pocas ocasiones los mineros venden el
oro directamente al Banco de la República.
La contaminación de estos ríos donde extraen el oro afecta la salud de los mineros, los cuales
presentan enfermedades tales como: brotes, alergias, hongos, placas, etc. Otro problema que
afecta a los mineros es la inseguridad en el transporte del producto. Las explotaciones mineras
se extienden rápidamente a los terrenos aledaños a los ríos y en la vereda Estación Sofía y
Mulatos, las propiedades privadas se ven afectadas por esta actividad ocasionando problemas
entre propietarios y mineros, además el deterioro de los suelos es frecuente y esto desplaza las
actividades agropecuarias en las áreas más cercanas a estos lugares.
El proyecto hidroeléctrico Porce II utiliza las aguas del río Porce o Medellín, el cual nace en el
Alto de Minas y desemboca en el río Nechí. En su recorrido pasa por toda la parte Occidental
del Municipio de Yolombó utilizando parte de sus terrenos y aguas de quebradas afluentes del
río que son muy importantes en la Cuenca Hidrográfica del Noroccidente, los nombres de estas
dos quebradas son Guaduas y La Cáncana. En la zona de inundación se afectaron dos
comunidades del Municipio, las cuales en la actualidad se encuentran ubicadas en el nuevo
corregimiento de Bella Vista.
(EOT Yolombó, Dimensiòn económica).
Cuando decidieron hacer el embalse llevaron a La Cancana dos dragas, una de Medellín y otra
de Zaragoza, y empezaron a sacar todo el oro antes de que inundaran. Llegaron mineros de
todas partes, algunos con monitores, que son unos motores conectados a unas mangueras que
botan chorros de agua a presión para lavar los barrancos y las minas de los cerros cercanos al
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río. En menos de un año las dragas y los monitores acabaron con las playas y con el oro.
(Castillo, p.75)
MUNICIPIO DE AMALFI
Geográficamente se localiza en los 6°54’17’’ de Latitud Norte y 75°04’36’’ de Longitud Oeste.
Tiene una extensión de 1210 Km2. Una temperatura media de 22°C. Limita con los municipios
de Anorí, Guadalupe, Gómez Plata, Yalí, Yolombó, Vegachí, Remedios y Segovia. Como
límites naturales están la margen derecha del río Porce al occidente y noroccidente; la margen
izquierda del río Mata al oriente; la quebrada La Cancana y el río La Cruz al sur. El Porce
recorre todo el límite occidental del municipio de sur a norte. Los ríos Tinitá y el Pocoró
recorren el municipio en su parte meridional. El río Mata forma la frontera oriental entre el
sureste y el norte, y al verter al río Porce, a la altura de la vereda Los Toros, se encuentra en el
sudeste con el río La Cruz, que forma limites con Yolombó y Yalí. La cuenca hidrográfica
principal es conformada por el río Porce y subcuencas afluentes como los ríos: Riachón, Mata,
La Cruz, El Volcán Pocoró y numerosas quebradas, arroyos y lagunas. El clima de Amalfi es
cálido húmedo y las variaciones en temperatura anual promedia varían desde unos 30° en la
parte baja del río Porce, hasta unos 24° en las partes más altas, con humedad relativa promedio
entre 60% y 80%, de acuerdo con la época del año. La precipitación mantiene la vegetación
verde todo el año, con dos épocas definidas de lluvias entre abril – junio y septiembre –
noviembre.
Se encuentran en Amalfi las zonas de vida de Bosque muy húmedo Tropical (bmh-T), hacia la
zona norte en una zona cubierta por bosques naturales. Bosque muy húmedo Premontano (bmh-
PM) corresponde a la zona cafetera con flora abundante y diversificada, y se localiza en la
región occidental del municipio., Bosque pluvial Premontano (bp-PM) El bosque es de gran
riqueza florística y los árboles alcanzan grandes alturas. , y Bosque muy húmedo Premontano
transición cálida (bmh-PM) caracteriza a una mínima extensión del municipio94.
Amalfi Historia
Los pobladores primitivos o aborígenes del bien nivelado valle de Amalfi fueron un grupo
perteneciente a la etnia tahamí.
94 MUNICIPIO DE AMALFI, E.O.T. 1999 ; ESPINAL, op. cit.
54 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
En la última mitad del siglo XVIII se inicia de forma continuada la migración de colonos
antioqueños a zonas seleccionadas como la del Nordeste.
Amalfi fue fundado hacia 1830 por habitantes de Rionegro y La Ceja del Tambo, domiciliados
en Carolina que se dirigieron hacia el norte antioqueño con el designio de explotar los
riquísimos aluviones que había en ella, y como la industria minera tomara un gran incremento
(especialmente las labores del Rio Riachón), los empresarios optaron por fundar una población
que ha tenido varios nombres como: Cancán, Riachón o La Vetilla, Pueblo Nuevo o Cueva
Santa. Pero es el ilustrísimo obispo Gómez Plata quien le da el nombre que lleva hasta hoy,
Amalfi.
Los fundadores fueron: El Pbro. Juan José Rojas, Don Antonio Aguilar, Don José Domingo,
Don Casiano y Don Nepomuceno Botero, Don José Santamaría, Don Alberto Escobar, Don
Nazario Echeverría entre otros. (18)
Luego de levantada la primera choza en el lugar escogido, se convocó una junta para elegir un
punto mas apropiado para establecer definitivamente la población, pues el clima y la topografía
de la primera impedían el progreso del caserío. Se decide entonces trasladar el primitivo
poblado a la parte sur del valle, entre el Porce y el Riachón, con el nombre de Pueblo Nuevo
(19), el cual llegó muy pronto a ser distrito parroquial. A este respecto menciona el Pbro.
Manuel J. Álvarez:
“La afluencia de negociantes que entraban por esta vía y la de San Bartolomé dio origen a las
fundaciones de los pueblos de Remedios, Yolombó y Cancán, tocando a este último la peor
parte por haber quedado el territorio en poder de pocos dueños. Arruinada la población desde
principios del presente siglo, tratóse de restablecerla de esta jurisdicción (…) Parece que este
territorio no presenta ningunas ventajas para la colonización.
El Territorio: El pueblo
Geomorfología: El casco urbano se ubica dentro de la cuenca de la quebrada La Víbora con
dirección este – oeste. El paisaje es dominado por zonas planas con suaves ondulaciones,
terrazas elevadas, colinas bajas y medias, redondeadas en la cima y conformadas por rocas
metamórficas, con pendientes del 35% al 45%, limitando valles aluviales amplios como la
Viborita y Riachón.
El relieve hacia el este del casco urbano presenta cerros metasedimentarios. Hacia el norte del
casco urbano y en la parte central del municipio se presentan colinas y montañas elevadas de
pendiente moderada a fuerte.
55 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Al norte del municipio el relieve está conformado por montañas elevadas con pendientes fuertes
que van del 65% al 75% desarrolladas sobre neises cuarzo feldespáticos, y al sur y oriente del se
presenta una unidad de colinas medias y bajas del Batolito Antioqueño con pendientes entre el
12% y 25%.
Reconocimiento y valoración de la biodiversidad: Fauna y flora
Amalfi es de los pocos municipios cuyo territorio está cubierto por bosques naturales
primarios, aunque con procesos de intervención. Estos bosques ocupan un área de 51.909 Ha.
correspondiente al 40% de la superficie total del municipio, siendo quizás la zona boscosa más
importante del Departamento. Entre las especies vegetales están95: especies maderables como:
abarco, comino, mazabalo, laurel comino, cagui de espinas, soto grande, coco cristal, sapan,
amargo, perillo, saíno, tamarindo de monte.
La zona donde más se presenta el proceso de explotación forestal -básicamente para la
expansión de la frontera agrícola- se concentra hacia el cañón del río Mata, en las veredas: San
Miguel, Areiza, Pavas, Arenas Blancas, Mondragón y parte de La Vetilla.
La presión sobre los bosques se debe principalmente al cambio en la actividad productiva del
campesino – minero, que en vista del agotamiento del recurso minero encuentra como fuente de
subsistencia la explotación de maderas finas, pero sin técnicas de aprovechamiento adecuadas.
Cultivos. La actividad agrícola en el municipio de Amalfi es bastante baja y suele realizarse de
manera no tecnificada. El área dedicada a los cultivos representa el 4.56% del área del
municipio (café, caña, cacao y frutales como cultivos permanentes; yuca, maíz, fríjol, plátano y
horalizas como cultivos transitorios). La producción de los dos primeros es para caña panelera,
caña para miel y café. Los otros productos son mas para cubrir necesidades de autoconsumo.
(100)
Ganadería
El incipiente proceso de explotación forestal está dirigido básicamente hacia la expansión de la
frontera agropecuaria, en especial la apertura de pastizales para la ganadería. El área dedicada a
esta actividad corresponde a 25% del área del municipio, aunque no alcanza la definición de
95 El cuadro con inventario de especies vegetales de bosque natural intervenido es copiado de E.O.T. de
Amalfi.
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
extensiva (109), y se realiza en proporción baja por muy pocas personas. Está destinada
principalmente a la cría de ganado bovino, y en menor escala de porcinos, equinos y aves.
La producción lechera proviene básicamente desde los hatos de doble propósito y
excepcionalmente de lecherías con pastoreo extensivo y mejorado. No hay organización
tecnificada de los hatos den los que el ordeño se realiza una vez por día y con apoyo del ternero.
Gran parte de la producción de leche es transformada en queso por métodos artesanales, la
restante es enviada al centro de acopio PRECOLAM.
De esta actividad se originan problemas como de erosión del suelo por el pastoreo excesivo que
produce una degradación progresiva de los potreros y se manifiesta inicialmente por formación
de terracillas (caminos de ganado) y el establecimiento de áreas con pastos en zonas con
pendientes pronunciadas e inadecuadas para la ganadería. (101)
Áreas en rastrojos: 24.805 Ha, o sea 20.50% del total del municipio.
Fauna
Mamíferos: guatín o ñeque, ratas, rata espinosa, gurre, mico maicero, chucha mantequera,
perezoso de dos dedos, angelito o gran bestia, venado, nutria, guagua, oso hormiguero, mono
aullador, oso de anteojos, conejo de monte, lancho o chigüiro, puma, tigrillo, tatabra, perro de
monte, danta, ardilla, zorro o perruno, cusumbo96.
Aves: sinsonte, turpial, toche, tórtola, carpinteros, águila, lechuza, mirlas97.
La zona donde se presenta la mayor presión sobre la fauna corresponde a las veredas Jardín,
Cruces, Mondragón, San Miguel, Arenas Blancas y Pavas.
El Tigre de Arenas Blancas
Un tigre de 10 arrobas de peso y 2 metros de largo venía diezmando los ganados de la región
de Amalfi. Fue cazado por los señores Tulio Mesa Lopera, Pedro Antonio Ospina (en la
fotografía) y su hermano Marco Tulio, en la finca Arenas Blancas donde acababa de matar dos
reses. Este feroz carnívoro recibió dos disparos de escopeta de cápsula en una trampa
96 Gustavo Albeiro GÓMEZ ÁLVAREZ (1995), Contribución al conocimiento de la fauna de mamíferos
en el municipio de Amalfi, Universidad de Antioquia, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales,
Departamento de Biología, Medellín. 97 MUNICIPIO DE AMALFI, E.O.T., 1999.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
improvisada por los cazadores. Sin embargo fue preciso perseguirlo medio día, así de mal
herido y después de otros 4 impactos de escopeta, varios machetazos y golpes de piedra, fue
como vino a poderse liquidar. Habrá matado más de 100 reses en la región y sólo el arrojo y la
constancia de estos campesinos permitió que se acabara con la fiera.
Amalfi- marzo 3 de 1957
Minería
La minería se desarrolla con los esquemas de la época colonial, sin contar con un proceso de
industrialización representativo que asegure la mitigación del impacto destructivo en el medio
ambiente, la atención integral de los trabajadores y el desarrollo de actividades transformadoras
del oro en joyas, para obtener las reales ganancias del producto y la recirculación de estos
recursos permanezca en Amalfi. Consecuencia de esto son la sedimentación de grandes
extensiones de suelo, pérdida de la capa vegetal, extinción de la fauna y de la flora, y creación
de problemas sociales. (111)
Perspectivas y expectativas en torno de la problemática ambiental
Problemas de deforestación, tala indiscriminada de bosques, mal manejo de desechos sólidos y
líquidos. Y sobre todo la falta de educación ambiental.
Sobre la quema: los campesinos dicen que hay que quemar el capote. Aunque ya no queman
sino una vez. El grande ganadero es quien hace esa presión enorme sobre el bosque. Casi el
50% del territorio es bosque. Hay mucha gente que vive de la madera. De una rastra, dos
rastras…Se saca lechado, laurel, volador, zapatillo, chingalé, drago, perillo… Si al pequeño
productor se le diera la oportunidad de legalizarse sería más fácil legalizarse. Pero un pequeño
productor le cuesta porque le toca pagarle mucho al ingeniero. Aquí hay mucha gente que
apenas está montando la finca. Pero 4 o 5 rastricas semanales eso se va mucho. Ellos hacen una
explotación selectiva, pero así la madera se va acabando. Si están comprando laurel ellos cortan
laurel. Ellos venden es por encargo o de acuerdo a la demanda. Y ese pequeño productor es el
que no compensa nada.
Para las zonas rurales el municipio está deficiente en saneamiento. No hay cobertura de pozos
sépticos. Se tienen 5 acueductos veredales en Portachuelos, San Julián, La María, Risaralda…
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Sobre la educación ambiental: las instituciones educativas tienen conformado grupo ecológico,
veedores ambientales, algunos pequeños proyectos.
Realmente el río contaminado en Amalfi es el Porce y eso por los desechos que arrastra desde la
ciudad, desde los centros poblados. Los otros ríos en general son ríos limpios, en cierta medida,
esto porque son ríos muy extensos, las cargas son muy puntuales, el mismo caudal se encarga de
limpiarlo. En general se puede bañar en todos los ríos menos en el Porce.
En Amalfi se da también la cura de ganado con secreto, la espantada de murciélago con
secreto…
Los ganaderos dicen que queman una falda por economía. Si se les dice que eso no sirve para
echar vacas, dicen que no pero que ahí echan los terneros.
Familias guardabosques:
Se está haciendo los diagnósticos de 14 veredas, de familias guardabosques. Les corresponde la
realización de proyectos productivos…sostenibles, rentables con el tiempo. Se está haciendo
diagnóstico de cada vereda, luego de cada predio. Se mira altura, precipitaciones, cultivos que
hay, los bosques, las microcuencas, las contaminaciones. En este momento están en el trabajo
de capacitación. Luego, de acuerdo al diagnóstico se entraría a trabajar en el proyecto
productivo. El proyecto productivo: en la parte ambiental conservación de aguas, nacimientos y
microcuencas, reforestación, en lo productivo como tal cacao, café… para diciembre se
entregarían “módulos integrados” para los que no tienen despulpadora, o la tienen mala…el
módulo está compuesto por despulpadora, tanque para el lavado del café, zaranda y motor, esto
para quienes no lo tiene. Luego comienza la segunda parte con los de cacao, Luego el programa
silvo pastorial, mejoramiento de pastos. La visión es ganadera. Dentro de las capacitaciones los
tipos de ganado que se va a manejar: ganado de doble propósito para el clima de Amalfi, para
los pastos que se tienen, para las administraciones. Apenas hace cuatro meses que iniciaron. La
parte social inició desde enero. En lo silvo pastoril se va a trabajar con ellos según las
temperaturas son los árboles que se van a reforestar, para que ellos extraigan unas maderas
como proyecto productivo para ellos y exploten también el pasto, todo tecnificado. Entonces se
van a hacer franjas de árboles. Por ejemplo en las zonas de más de 23 grados se va a sembrar
maderas como el cedro para que ellos obtengan ganancias. La parte de conservación de fauna y
flora nativa no compete a este proyecto. En Amalfi solo se conoce de un propietario que
adquirió alrededor de 1500 ha para conservación. Ha prohibido caza, tala y ha comprado
animales como guaguas, conejos para establecerlos en su predio. Los grandes propietarios en
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Amalfi son los principales contaminadores del aire. En los juzgados hay demandas contra varios
de estos propietarios, pues hay cultivos alrededor: de peces, de frutas como papayos, cítricos
que se están muriendo. No hay por parte de estos señores un manejo adecuado, selectivo,
dirigido de herbicidas para determinadas malezas, ellos aplican porque mató y acabó sin mirar
las consecuencias para sus vecinos. El gran terrateniente no tiene ley. Para quienes observan
esta actitud es muy negativa la situación. No se ve que van a mejorar. Ellos debieran de
asesorarse de ingenieros agrónomos. Frente a morro azul cuando iba encontré una enorme
extensión en pendiente acabada de quemar. Esto ha sido muy criticado en el pueblo pero la
historia de Amalfi ha sido que los grandes terratenientes son los ganaderos. Se quema por
economía. El fósforo es lo más económico. En la parte de conservación del ambiente no hay
nada. Lo verraco es que llegan y dicen que pagan la multa que sea. Esa es la respuesta.
En Amalfi hay veedores ambientales, los muchachos del colegio. La labor de estos ha estado
centrada en la limpieza, recolección de basuras de la parte urbana y sitios aledaños: charcos…
pasiaderos…En la parte social de guardabosques se han dictado capacitaciones sobre valores,
toma de decisiones… la gente asiste a todo pero lo hacen más por recibir el incentivo
económico que se les entrega cada dos meses. No lo hacen por aprender. Puede ser esto una
falencia de los capacitadores. El plan operativo del acompañamiento social es realizar un
mercado campesino… Ellos hacen la publicidad, los inician para sacar los productos y los
capacitadores se encargan de venderlos. Ha sido difícil pues la gente no tiene una vocación de
agricultores. Difícilmente producen lo de ellos. La gente sale del campo a comprar cilantro.
Todo viene de Medellín. La gente no aprovecha la tierra, no conoce sus potencialidades, sus
recursos.
MUNICIPIO CISNEROS
SITUACIÓN AMBIENTAL
Entrevista con Adrián Martínez, encargado del plan de manejo de residuos sólidos
del municipio:
La Mesa ambiental no es vigente a la fecha. En esta participan interesados por el
tema ambiental. La conformación de esta mesa se hace por convocatoria. La actual
directora de la Umata planea restaurarla.
Grupos ecológicos: “Sombra verde”. Su campo de acción: la conservación de
microcuencas?
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Plan de manejo de microcuencas?
En este aspecto es en el que más se ha trabajado en el municipio. Aquellas se han
visto afectadas principalmente por deforestación y por contaminación.
Como en otros municipios a los propietarios de tierra no les interesa conservar bosque
nativo. Sólo se piensa en el beneficio económico que acarrea la ampliación de la
frontera agropecuaria. Varios de los trabajos en pro de la conservación de
microcuencas han sido estropeados por los terratenientes. En El Limón por ejemplo,
se sembraron alrededor de 300 árboles. Mientras le sacaron partido a esta
reforestación los propietarios de la tierra (la gran minoría) conservaron los pequeños
árboles. Luego los cortaron para echar ganado y sembrar caña. En El Limón es
distinto el bosque y el monte. En aquel uno se pierde. Este es menos extenso, incluso
se abarca con la vista. No se ha efectuado la compra de tierras para protección de
microcuencas, dictaminada por la ley. El plazo estipulado para esta gestión está
próximo a vencerse. La gente quema porque piensan que la quema aporta nutrientes
al suelo.
Las aguas negras van a parar a las quebradas que desembocan al río Nus. A este se
arrojan también escombros y desechos de construcción. Por tradición se da la
invación de cauce. Es decir, la gente constuye su casa prácticamente sobre el río.
Por ley, a estos asentamientos no se les puede prestar ningún servicio por parte del
municipio, pero la práctica persiste. Recientemente se diseñó el plan maestro de
aguas residuales. En el municipio existen pocos pozos sépticos y en muy pocas
veredas. En El Limón por ejemplo existen tres que no han sido puestos en uso, en
espera de capacitación y asistencia técnica. En lo que respecta a las demás veredas,
el uso de estos pozos es inadecuado. El mantenimiento generalmente lo hacen
empleados del municipio.
En 2005 se adecuó el relleno sanitario del municipio siguiendo las medidas estipuladas
por la ley. Antes existía un basurero a cielo abierto. En las veredas la gente arroja las
basuras a las quebradas, a cielo abierto, las entierra, las quema. Algunos arrojan los
desechos orgánicos a la huerta, otros incluso los inorgánicos. En El Limón observé
basureros en cañadusales, en las orillas de las quebradas aledañas a las casas, en
pozos detrás de la iglesia, la escuela. A pesar de sensibilizaciones y capacitaciones
para el manejo de residuos sólidos, reciclaje, la gente no es persistente con esta
práctica y finalmente terminan mezclando los desechos. En El Limón se adecuó un
espacio para los desechos reciblables y este acabó siendo un basurero de
podredumbre y plagas. En el casco urbano la gente tira basuras a la calle porque
piensan que este es un espacio público y así se genera empleo. No alcanzan que con
el dinero que se invierte en aseo urbano se pueden financiar otros proyectos. El carro
de basura semanalmente pasa dos veces por cada uno de los dos sectores que
conforman el poblado. En la zona comercial este servicio es diario.
61 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
VALORES Y REPRESENTACIONES DE LA
CULTURA AMBIENTAL EN GÓMEZ PLATA
Pintura mural en la Institución Educativa de Gómez Plata
Geográficamente se sitúa a 6°40’43’’ latitud norte, 75°13’01’’ longitud oeste. Su extensión es
de 360 Km2. Su temperatura promedio es de 18°C. Sus límites son con Yolombó, con Amalfi,
con Guadalupe, con Carolina y con Santa Rosa de Osos. Presenta como división administrativa
la cabecera municipal y el sector rural, conformado por tres corregimientos: San Matías, El
Salto y La Estrella. Éstos agrupan a veinticinco veredas: Juntas, El Oso, San Antonio,
Cañaveral, Quebradona, La Hondura, El Guayabo, La Primavera, Vega Botero, El Indio, El
Cerro, Arbolitos, El Tablón, Balsas, La Acequia, El Brasil, Trapichera, La Bonita, Claritas,
Angosturita, La Región, Calderas, Santa Helena, Chilimaco y La Clara. Las corrientes de agua
de este territorio afluyen a los ríos Guadalupe y Porce, aquel tributario de éste. Ambos forman
los límites municipales por el este, el norte y el sur. La divisoria de aguas de estas dos cuencas
corre en sentido S-N, siendo las quebradas occidentales - El Algarrobo, El Castillo, Cañas
Gordas, Hojas Anchas, Claritas, El Contento- las que vierten al río Guadalupe; y las orientales -
La Morena, La Zarzalito, Santa Helena, San Fernando, La Trapichera, El Hatillo, La Sapera, La
Vega el Temprano, Quebradona, San Luis, La Piedra, San Lorenzo- al río Porce-Embalse Porce
II.
62 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
18km2 de este territorio corresponden a clima cálido, 266 km2 a templado y 76 Km2 a frío, con
diferencias de altura desde los 600 metros a orillas del Porce y el Guadalupe, hasta los 2300
metros en el Cerro Mocorongo. Por una parte, al norte del municipio, en las orillas de los ríos
Guadalupe y Porce y en pequeños sectores de las veredas El Oso y San Antonio se presenta una
zona de vida de Bosque húmedo Tropical (bh-T) equivalente al 0,82% del área total. Por otra
parte, en las veredas El Oso, Cañaveral, La Arenera, La Hondura, Quebradona, Vega Botero, El
Guayabo, Primavera, El Brasil, El Indio, El Cerro, Balsas, La Acequia, La Bonita, Santa
Helena, La Región, Calderas, y La Clara y la cabecera municipal, la zona de vida es de Bosque
muy húmedo Premontano (bmh-P), representando el 86,66% del territorio. Y en la vereda
Claritas y sectores de las veredas La Región, El Tablón y Lorica, Bosque muy húmedo Montano
Bajo (bmh-MB), alrededor del 12,52%. La mayor parte del suelo está cubierto por pastos para la
ganadería extensiva. El área de cultivos es realmente escasa y más aún la de bosques.
Ocupación, usos y representaciones del territorio: de abajo hacia arriba
Pintura mural de Antonio Herrera C. I-II-86. Gilma Quintero L. Alcaldía de
Gómez Plata
La distribución de la población en el territorio de Gómez Plata y los procesos socioeconómicos
que la determinaron son similares a los de Belmira: Por un lado, mientras los cascos urbanos de
uno y otro municipio se conformaron sobre todo como asiento de colonizadores blancos y
propietarios de minas, el pueblo de Gómez Plata y las veredas al sur de Belmira albergaron una
población constituida en su mayoría por esclavos negros, mineros, blancos pobres, libres y
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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mestizos, que por lo general trabajaban las minas de aquellos. Consecuencia de ello es que
buena parte de la gente que puebla estas dos zonas presenta rasgos negroides tanto en lo que
respecta a su fenotipo como a su cultura -siendo más mestiza la población en el pueblo de
Gómez Plata que en la zona sur de Belmira-, y que por largo tiempo ha existido cierta tensión y
rivalidad entre unos y otros de ambos municipios. La dificultad que tuvo Gómez Plata para
erigirse como municipio separándose del de Carolina se debió grandemente a ello. Y aunque en
nuestros días tal situación parece superada, la imagen que proyectan unos de otros deja entrever
su latencia. Así por ejemplo, en la mentalidad de no pocos gomezplantences Carolina es un
pueblo “quieto y aburridor”, “lleno de vagos y homosexuales”, “de gente creída”. Por su parte,
entre los carolinitas se suele pensar que la gente de Gómez Plata es de menor condición a la
suya, y su pueblo, aunque de mayor movimiento comercial, es menos acogedor y no le igualará
nunca en orden y hermosura. La gente de Gómez Plata en el pueblo y en las veredas aledañas
sobre el altiplano Carolina-Gómez Plata ha subsistido merced a las actividades minera, agrícola
y pecuaria.
Por otro lado, gente mestiza en parte de ascendencia indígena habita las laderas vertientes al
Porce en Gómez Plata, y al Cauca entre Belmira y Sopetrán –si bien el territorio de Belmira es
mínimo en esta zona-, dedicándose a la agricultura y a la ganadería en las laderas medias y altas,
y a la minería en las vegas y orillas de estos dos ríos.
64 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Agricultores, mineros y ganaderos en el Cañón del río Porce: usos y significados de los
ecosistemas de ribera y de vertiente montañosa desde la prehistoria hasta el siglo XX
Parece ser que hace 9000 años un pequeño grupo de cazadores llegó a vivir a orillas del río
Porce. En aquel entonces, las zonas más cercanas al río eran muy húmedas y pantanosas.
Crecían allí pastos, juncos, cañaverales, helechos y arbustos que albergaban gran cantidad de
aves, ratones, guaguas, iguanas y serpientes. En las colinas y montañas que encierran el valle,
donde aún subsisten pequeños parches de bosques rodeados de grandes extensiones de potreros
para la ganadería, crecía entonces una selva parecida a la que se encuentra en la Amazonía.
Después de más de 5000 años de vivir en los mismos sitios, los descendientes de aquellos
primeros habitantes de las riberas del Porce, hace cerca de 3000 años, abandonaron los sitios de
la zona donde habían vivido tantas generaciones. Tal vez el maíz y demás plantas que hasta
entonces habían cultivado en pequeñas cantidades en huertas caseras, lograron adaptarse a los
suelos y a las condiciones ambientales de la región, hasta desarrollar variedades más
productivas que, sembradas en mayores cantidades, terminaron por convertirse en la base de la
alimentación de la población. Siendo así, necesitaron de nuevas tierras en donde cultivar, pues
en los bosques tropicales cada vez que se hace un cultivo y se recoge la cosecha debe prepararse
una nueva parcela, ya que los suelos pierden los nutrientes y se hace improductiva una nueva
siembra. Utilizando el sistema de cultivo “tumba y quema”, practicado también por los grupos
que en la época de la conquista habitaban la región y por muchos campesinos de hoy, aquellos
primitivos agricultores se vieron forzados a desplazar sus lugares de vivienda hacia otras áreas
con tierras apropiadas para cultivar.
Consecuentemente los recursos del río y las plantas silvestres de los bosques ya no fueron la
base de su alimentación sino su complemento; lo más importante eran los cultivos de maíz,
fríjol, yuca, arracacha, ñame, chontaduro y otras plantas domesticadas que para entonces eran
utilizadas por muchos grupos que habitaban las zonas montañosas. En razón de esto dejaron de
vivir preferentemente en las orillas del río para ocupar lo alto de las colinas y las laderas de las
montañas cercano a sus cultivos.
Ateniéndonos a lo planteado en el capítulo de Belmira sobre la ocupación prehispánica de la
meseta del norte, y en vista de no contar con evidencias al respecto para el caso específico del
altiplano Carolina-Gómez Plata, nos es lícito suponer que allí no habían asentamientos
indígenas de importancia, y que la ocupación de la zona todas veces posible debió de estar
determinada por una minería de carácter temporal o estacionaria, complementada con
actividades de recolección de plantas y caza.
65 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Tumbas y cementerios hallados en Gómez Plata en las laderas altas del cañón del Porce en las
veredas El Cerro, El Indio, El Encanto y el corregimiento San Matías podrían tener relación con
estas dos últimas modalidades de ocupación del territorio. Por lo demás, es probable que su
ubicación obedezca también a la asociación partes altas – lo misterioso y lo sagrado, analizada
en el capítulo tocante a Belmira y supuesta para toda la meseta del norte98. Señalamos allí que
las localidades reconocidas por los descendientes de indígenas habitantes de los cañones del
Cauca y del Porce como centros de brujería y saberes mágicos de larga data99, son en general
aquellas ubicadas a mayor altitud con relación a los otros asentamientos de su territorio
ancestral: Hacia el cañón del Porce en Gómez Plata, según información oral tenemos a San
Matías. Allí se rezan las nubes para que no llueva, se cura el ganado con ensalmos secretos, y
asimismo la picadura de serpientes y algunas enfermedades.
Los cerros y alturas considerables de esta región son tutelares, es decir: guían, amparan y
protegen. Para los indígenas tenían un carácter sagrado y ritual. Eran entidades con voluntad y
comportamientos propios, sustentadoras del equilibrio de la naturaleza y el cosmos; y a su vez
eran morada de entidades sobrenaturales guardianas y controladoras del acceso humano a los –
bien o mal- llamados recursos naturales. Desde ellos ejercían poder las entidades dominadoras
del ciclo acuático, y las dueñas del oro y otros “regalos” de natura, que además controlaban su
uso en el mundo humano100. En torno a estos sitios al parecer solían habitar sacerdotes
indígenas o chamanes –generalmente individuos de sexo masculino, aunque no es descartable
que algunas mujeres estuvieran vinculadas a este tipo de prácticas101. Ellos eran custodios tanto
de dichos lugares, como de las tradiciones, valores y comportamientos encarnados y prescritos
por éstos; allí precedían romerías, ofrendas y ceremonias de diverso tipo, a las que comúnmente
acudía el resto de individuos.
Igualmente la gente amerindia también establecía la relación mundo subterráneo – lo mágico y
sobrenatural: los abrigos rocosos, las cuevas, y las “peñoleras” y lechos de ríos y quebradas
98 Desde el año 1550, la gente de la provincia de Antioquia tenía noticias de que en la región de los Osos
“había muchos santuarios indígenas”. Todavía, hacia 1645, el capitán Pedro Martín de Mora decía haber
hallado en la región, además de muestras de buen oro, “endisios de santuerios”A.H.A, Minas. Tomo
355, Doc. 6679, fol. 106r. Citado por Orián JIMÉNEZ, Op. Cit., p. 239 ; A.H.A, Minas. Tomo 355, Doc.
6679, fol. 106r.; A.H.A. Minas. Tomo 356, Doc. 6693, fols. 121r.-121v. Citados por Orián JIMÉNEZ,
Op. Cit., p. 239. 99 En algunas de estas localidades menguaron drásticamente estas prácticas, como consecuencia de la
violencia más reciente. Algunos brujos, brujas y curanderos famosos fueron asesinados por los
paramilitares. 100 Neyla CASTILLO, 2007, Op. Cit., p. 310. 101 Véase: Juan David ZULUAGA, Op. Cit., p. 54-80.
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
también eran entes vivos, habitáculo de seres sobrenaturales y puentes entre el mundo de los
hombres y el más allá.
El río Porce: “sus arenas son verdaderamente de oro” comentaba José Manuel Restrepo en 1809.
La gente de sus riberas asumen que los aluviones de las vegas corresponden a “antiguos
correderos” del río, mientras que el oro de las terrazas altas, tuvo que ser depositado por el diluvio
universal: “al diluvio le estorbaba la tierra para andar derecho, entonces se represaba en las
curvas estrechas del río y empezaba a dar vueltas hasta que reventaba y se iba a un lado ó al
otro. Donde estuvo represado asentó los minerales, y donde asentó fue donde quedó mina
asentada. Luego la avalancha llevó a un lado y a otro, represó y volvió a reventar y tiró al otro
lado, a ese lado queda la avalancha de los minerales... Hay oro aquí, porque aquí se detuvo el
agua un rato un día o dos, o un año...”
En las “Memorias de Eloy Gamboa” de la obra “Hace tiempos”, el escritor costumbrista Tomás
Carrasquilla narra una leyenda sobre cómo los primeros mineros obtuvieron el oro del río Porce:
(...) La madre del río, fue en sus primeros tiempos mucho más celosa que ahora en esconder la
riqueza de su hijo. No quería que ningún mortal extrajese un solo grano si quiera de su fondo.
El diablo al verla tan cuidadosa del tesoro filial, la requirió de amores y la tomó como esposa.
Concediéndole todos los medios para que el río guardase sus tesoros: fieras, insectos
venenosos y una fiebre que subía hasta las cumbres más lejanas. Quien divisase el río a tal
distancia caía muerto, fulminado por tan tremenda calentura. Por aquel tiempo se casaron el
sol y la luna. El la adoraba porque era bella y sin mácula. Prestóle aunque fría, lumbre áurea,
tan luminosa como la suya. Pero he aquí que la luna, al bañar el río con sus destellos, divulga
en la superficie todo el oro. La madre se alarma: capaces eran los hombres codiciosos que
divisasen por la noche todo aquello, de hacer bajar la fiebre hasta la cuenca de su hijo;
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
capaces eran de acabar con fieras y alimañas. Consultó a su marido y le sigue el concejo: una
noche se planta, cara a cara, ante la indiscreta luna y la ojea. A la noche siguiente aparece
manchada, pringosa, llena de pecas. El sol se desconsuela y la repudia. En su despecho, le
quita la luz de oro y le deja esa triste y mortecina, conque ahora alumbra. La madre del río se
queda muy ufana con el maleficio cree que ni las estrellas podrán contemplar de noche su
tesoro. Se asoma a un alto a vigilarlo y se pasma. Aquello no es oro, es plata, pura plata,
vuelve el diablo, y el diablo le hecha noramala, porque no supo hacer el ojeo, y merma los
poderes de la fiebre y de los animales. Desde este día principiaron los hombres a bajar al río y
a robarle el oro. La madre furiosa con ellos, atisba al que puede para ojearlo, “sobre todo a
los niños (Carrasquilla, 1958) (59-60)
El salto de Guadalupe: Un mito cuenta que cierto día llegó a la tribu de los Yamesíes, vecinos
del Porce medio, un grupo de la tribu de los Nutabes, con Ibamá-Purr a la cabeza. Venían éstos
a concertar una alianza para combatir contra los Tahamíes. Una noche, al salir la luna por la
cima del pandeazucar, Ibamá-Purr sorprendió en el cercano bosque a la princesa Salgama,
Hermosa hija del casique Nutabe, cuando al claro plenilunio y creyéndose sola cumplía
devotamente los extraños ritos de Canicubá, el espíritu del mal – opuesto al bondadoso Abirá, a
quien estaba consagrada. Prendado de la doncella a primera vista la hizo suya, la tomó en
brazos y seguido de sus fieles guerreros emprendió furtivamente la fuga en veloz canoa que se
alejó aguas abajo a golpe de remo. Salvaron enseguida los impetuosos rápidos del Porce hasta la
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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desembocadura de un torrente que arrastraba arenas de oro, y por sus orillas continuaron hasta el
punto donde la nación de Ibamá – Purr tenía ricos placeres auríferos.
Lleno de ira y de dolor, el cacique Yamesí lanzó en persecución del príncipe Nutabe sus
guerreros, quienes días después lo sorprendieron al caer la tarde cuando en íntimo coloquio con
Salgama contemplaban juntos al borde de un grande abismo las turbulentas aguas del arroyo
que caía al fondo. Diez Arcos al unísono tensados por otros tantos fuertes pares de brazos
diestros dispararon diez flechas que se clavaron en la espalda de Ibamá – Purr, transpasándolo
de lado a lado y dejándolo muerto. Sobre el cadáver del amante vertió Salgama interminables
lágrimas toda la noche siguiente, y cuando la aurora del nuevo día apareció en el cielo corriendo
y precipitándose por las peladas rocas a la sima del riachuelo habían formado una cascada, a la
cual desde entonces solían ir las doncellas de la tribu a llorar penas de amor, acrecentando su
caudal más y más.
Por lo menos desde los últimos mil años anteriores a la llegada de los españoles y hasta la
construcción del embalse Porce II en los años 90 del siglo XX se explotaron intensamente los
aluviones auríferos de la llanura de inundación, las vegas y las terrazas del río Porce en su curso
medio. Buscando mayor proximidad a estos espacios los mineros establecieron asentamientos
nucleares a la orilla del río e inmediatos a una quebrada de aguas permanentes. Investigaciones
arqueológicas y etnográficas sobre la zona revelan la continuidad de tal patrón de asentamiento
a lo largo de todo este tiempo.
Entre la gente de la zona minera y la gente que ocupa de forma dispersa las laderas para cultivar
en pequeñas parcelas se presentaba una relación de interdependencia posibilitando la circulación
de los productos obtenidos en cada zona. Buena parte de los productos agrícolas consumidos en la
zona minera eran producidos en las áreas de su periferia. Para complementar su dieta los mineros
usualmente efectuaban la pesca, para lo cual se trasladaban hasta dos kilómetros distantes de sus
viviendas, hacia los remansos frecuentados por sabaletas y tilapias. Sacaban con una vara de
bambú, en verano bueno, cuando el río es limpio. También solían practicar la caza en cañadas y
alturas boscosas.
Garzón, Vega Botero y Puente Porce fueron las principales veredas ribereñas en el siglo XX. Los
dos primeros se apellidan así como sus fundadores.
Garzón, conocido recientemente como El Barro, se localizaba sobre el plano natural de una terraza
aluvial de pendiente suave y en algunos aterrazamientos artificiales en el pie de monte y la cima de
una colina hacia la margen izquierda de la quebrada La Quebradona, que desemboca al Porce sobre
su costado izquierdo, en el sector de Guacabé. Fue ocupado hace aproximadamente 85 años por un
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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grupo familiar proveniente del municipio de Carolina, en busca de depósitos auríferos productivos.
Desde entonces el sitio se denominó La Garzón ó Garzón, apellido del propietario don Ramón
Garzón.
Ante el asedio de la fuerza pública en la época de la violencia de los años 50 del pasado siglo, gran
parte de los pobladores del caserío de Guacabe se replegaron hacia Garzón, y en predios de la finca
cedidos por el propietario don Ramón Garzón se conformó el nuevo caserío denominado desde
entonces Culo de Barro ó El Barro. El emplazamiento de los ranchos se llevó a cabo con la
condición de no posesión frente a las tierras adjudicadas. Los nuevos residentes abandonaron el
caserío algunos años después, cuando la situación volvió a su normalidad y/o se integraron con los
descendientes de don Ramón.
Inmediatamente anterior a la construcción del embalse Porce II El Barro o Garzón estaba
constituido por unas 27 familias, sustentadas las relaciones sociales sobre la base el parentesco, por
cuanto el caserío estaba conformado por los herederos del propietario original y sus familias, siendo
imposible la vinculación de personas foráneas que no tenían ningún derecho de propiedad sobre la
tierra. Todas veces, gentes mestizas descendientes de indios y de negros se vinculaban a estas
explotaciones o trabajaban independientemente. Incluso, vecinos de las veredas hacia las laderas
altas: Santa Elena, La Bonita, El Indio y San Matías bajaban a barequear, es decir extraer oro del
río mediante batea y barra.
Por lo demás, gente de San Roque, de San Rafael, del Bagre, Yolombó y hasta de Montería
labraban el Porce.
Asociaciones, técnicas y herramientas para el trabajo minero
Las asociaciones para la explotación se establecen por filiación y por vínculos de vecindad. Los
hombres se dedican a aquellas labores que implican más fuerza física, como la excavación y
extracción del material, que en ocasiones incluye la remoción de grandes piedras y raíces. El
transporte del material está a cargo de hombres y mujeres de acuerdo con sus capacidades, y el
lavado propiamente dicho corre por cuenta de las mujeres en tanto implica además de una buena
dosis de destreza, menor esfuerzo físico.
Si bien, en la zona coexisten diversas modalidades de explotación, el barequeo sigue vigente en
manos de las mujeres fundamentalmente, constituyendo esto último, la prueba incuestionable de
la continuidad del modelo de explotación indígena.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Oscar Darío Rúa. “Génesis”.
Escultura en el parque principal de
Gómez Plata
En cuanto a las herramientas y técnicas de explotación, muy pocas fueron las innovaciones
introducidas por los españoles durante los primeros años de conquista. Más que invenciones ó
transformaciones en cuanto a modalidades de extracción, los cambios se dieron en relación con
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
el “mejoramiento” de las técnicas y de la calidad de algunas herramientas para alcanzar una
mayor productividad.
Las coas ó macanas indígenas fabricadas de maderas endurecidas al fuego, fueron reemplazadas
con herramientas que cumplían funciones similares como barras y barretones. El almocafre por
su parte, parece ser de origen europeo. Sin embargo, Robert West lo señala también como un
instrumento utilizado por los trabajadores aborígenes en los depósitos de Balsas en México. Los
procesos de amalgamación y cianuración constituyeron el aporte español que desplazó en
muchas regiones mineras la utilización de zumos de plantas tropicales para la separación final
del oro y la jagua. La introducción del mercurio para la separación final del oro constituyó un
adelanto técnico que contribuyó enormemente a la optimización del proceso de beneficio,
aunque igualmente facilitó un gran deterioro ambiental y de las condiciones de salubridad.
Durante la época de la colonia, los cambios en las estrategias de extracción estaban igualmente
dirigidos a optimizar los sistemas de explotación, no sólo entre las grandes empresas mineras,
sino también entre los barequeros independientes. Dentro de estos últimos la introducción del
cajón de madera contribuyó en gran medida aquello.
La batea, ampliamente vinculada al trabajo minero con anterioridad al siglo XVI es vigente.
Prácticamente hasta la construcción del embalse se utilizaron técnicas como la construcción de
vallados en piedra o acumulaciones en sitios específicos para limpiar la “frente de trabajo”;
empalizadas a modo de trinchos en el río para extraer el material con azadones. El sistema
hidráulico para la explotación de los cerros que aprovechaba la diferencia de alturas entre el
sitio de explotación y la fuente de agua generando la presión necesaria para desmoronar el
barranco, hoy ha sido reemplazado por el monitor, el cual alcanza esta presión con la ayuda de
una motobomba.
La introducción de la minería mecanizada alteró el paisaje y el modo de vida de los barequeros.
Este tipo de minería sedujo a buena parte de la población joven expectante de mejores
posibilidades económicas, desarticulándola de la explotación tradicional artesanal.
La sirena, la serpiente, el azar y el buen uso del oro: Mitos y valores morales reguladores del
mundo de los mineros.
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Pedro Nel Gómez. “Combate mítico entre Patasolas y barequeros”
“La tierra es una alcancía muy secreta”. “Hay más plata en las entrañas de la tierra que por
fuera”102.
La adscripción al territorio genera una serie de comportamientos, creencias y concepciones sobre el
entorno, manifiesto en una serie de historias y leyendas integradas en el ámbito de la vida cotidiana
y protagonizadas por seres sobrenaturales como las sirenas, las madres de agua, los espantos y las
brujas ó por animales que en el área de referencia, hacen parte de la cotidianidad del minero, como
en el caso de la serpiente mapaná “x”, la cual dada su alta peligrosidad, es asociada con seres que
infunden temor para evitar el acceso desigual a los depósitos y castigar la ambición de los
barequeros.
En la tradición oral están presentes numerosas narraciones que relacionan la figura femenina no
sólo con las destrezas requeridas para la obtención y manejo del oro, sino también como símbolo de
poder sobrenatural, que ejerce un cierto control sobre la explotación racional de los depósitos, en
condiciones equitativas y como mecanismo de protección ante los peligros que implica el
enfrentamiento con fuerzas desconocidas que resguardan el codiciado metal, como en el caso de la
“madre de agua” y las “sirenas”.
Dentro de la tradición oral de la región del Porce medio, la “sirena” solo aparece en los relatos de
los mineros de mayor edad. Espanta a los mineros codiciosos y habita determinadas áreas del río
102 Entrevista con el señor Gustavo Rúa.
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
ricas en oro, como las porciones de los remansos donde desaparecen los fuertes rápidos,
restringiendo su acceso a estos depósitos.
En las “Memorias de Eloy Gamboa” de la obra “Hace tiempos”, el escritor costumbrista Tomás
Carrasquilla narra una leyenda que cuenta como los primeros mineros obtuvieron el oro del río
Porce, custodiado por la madre de agua:
“La madre del río, fue en sus primeros tiempos mucho más celosa que ahora en esconder la
riqueza de su hijo. No quería que ningún mortal extrajese un solo grano si quiera de su fondo.
El diablo al verla tan cuidadosa del tesoro filial, la requirió de amores y la tomó como esposa.
Concediéndole todos los medios para que el río guardase sus tesoros: fieras, insectos
venenosos y una fiebre que subía hasta las cumbres más lejanas. Quien divisase el río a tal
distancia caía muerto, fulminado por tan tremenda calentura. Por aquel tiempo se casaron el
sol y la luna. El la adoraba porque era bella y sin mácula. Prestóle aunque fría, lumbre áurea,
tan luminosa como la suya. Pero he aquí que la luna, al bañar el río con sus destellos, divulga
en la superficie todo el oro. La madre se alarma: capaces eran los hombres codiciosos que
divisasen por la noche todo aquello, de hacer bajar la fiebre hasta la cuenca de su hijo;
capaces eran de acabar con fieras y alimañas. Consultó a su marido y le sigue el concejo: una
noche se planta, cara a cara, ante la indiscreta luna y la ojea. A la noche siguiente aparece
manchada, pringosa, llena de pecas. El sol se desconsuela y la repudia. En su despecho, le
quita la luz de oro y le deja esa triste y mortecina, conque ahora alumbra. La madre del río se
queda muy ufana con el maleficio cree que ni las estrellas podrán contemplar de noche su
tesoro. Se asoma a un alto a vigilarlo y se pasma. Aquello no es oro, es plata, pura plata,
vuelve el diablo, y el diablo le hecha noramala, porque no supo hacer el ojeo, y merma los
poderes de la fiebre y de los animales. Desde este día principiaron los hombres a bajar al río y
a robarle el oro. La madre furiosa con ellos, atisba al que puede para ojearlo, “sobre todo a
los niños (Carrasquilla, 1958).
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Pedro Nel Gómez. “El genio de las aguas”
La leyenda de la madre de agua evidencia la existencia de ricos depósitos en lugares de difícil
acceso, no controlados por el hombre y portadores de fuerzas que inciden en el bienestar ó malestar
de los individuos que pretenden acercarse y a la vez ejercen un cierto control sobre la explotación
de un recurso no renovable en condiciones equitativas para los barequeros.
La ambición de los hombres, constituye entonces un elemento importante que subyace en el tipo de
relación que éstos establecen con el oro mismo y con el espacio físico donde se distribuye.
Al respecto tenemos el siguiente relato de un campesino que muestra al oro como un ser
antropomorfizado que cobra vida para defenderse de la ambición de los hombres: (...) cuentan los
antiguas que cuando el oro hablaba a Cristo, le decía: a donde me preparas pa que nadie me
encuentre, no queremos ver la luz, ni que el hombre nos coja, que es la perdición del hombre.
Entonces Cristo le dijo: donde tú te guardes el hombre te consigue, pueden ser las
profundidades más horribles que te dentres, el hombre te consigue porque más fuerte que el
hombre no hay otro, y entonces había una vez una cantidad de oro en un punto, cuando sentía
pues tanta bulla y era que el hombre iba sobre él y el huyendo, entonces le dijo a Cristo”
tírame piedras y terrones que viene el hombre sobre mí, Cristo le contestó: no huyas que no te
vale, porque donde te escondas el hombre te coge , porque es la perdición de él...
Otro mecanismo de control de singular importancia dentro del imaginario de los mineros del Porce
medio está representado en las serpientes mapaná equis, habitualmente asociadas a la presencia de
ricos depósitos auríferos.
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Una historia recogida en la zona, ampliamente difundida y reconocida como una narración de los
“antiguas”, se refiere al tesoro de “la cueva encantada de el Huevo”.
Cuenta la historia que en un lugar de las laderas del cerro el Huevo existe una cueva custodiada por
serpientes mapaná equis, repleta de oro y muchas cosas hermosas. El jueves y viernes santo a las
doce de la noche la puerta se abre y se puede entrar. Al visitante se le da una vasija para que coja el
oro y las cosas que quiera en un tiempo determinado, al cabo del cual debe abandonar el lugar.
Generalmente quien logra entrar no puede volver a salir, porque se le acaba el tiempo distrayéndose
con la cantidad de cosas hermosas y el oro. Quien salga de la cueva tendrá forma de sostenerse
durante todo el año.
Usualmente se escuchan historias entre las mujeres barequeras de la región en los que de manera
recurrente las serpientes se integran dentro de su pensamiento mágico como elementos que median
el tipo de relación establecida con el oro particularmente y con todos aquellos lugares del territorio
donde se encuentra depositado. “Las serpientes cuidan el oro” “donde hay serpientes hay oro”.
En los relatos subyacen elementos entre los cuales podrían establecerse un sinnúmero de relaciones
para pensar la estrecha afinidad existente entre la mujer y el barequeo: oro - ambición de los
hombres; Madre del río - control-ojeo; mujer – serpiente.
La relación entre los hombres y el oro estaría regulada por una serie de mecanismos de control que
castigarían su codicia, todos ellos asociados con seres naturales ó sobrenaturales de orden
femenino. Esto podría sugerir la existencia de un vínculo más estrecho entre el oro y la mujer, y
más distante entre éste y los hombres, en tanto la mujer representada simbólicamente en la
serpiente y en la “madre del río”, personificaría el mecanismo regulador que mediaría la relación
entre el oro y los hombres, garantizando una cierta racionalidad en la explotación y en el
mantenimiento de la actividad económica que a la vez representa el seguro de continuidad de los
sistemas culturales.
El azar dentro de la minería es un factor con el cual todo minero ha aprendido a convivir y está
presente desde la fase del cateo mismo donde las barequeras ponen en juego todos sus
conocimientos y experiencia para identificar los sitios con mayor cantidad de oro.
El minero sabe que como puede sacar mucho oro puede sacar poco. Sin embargo sabe que
siempre habrá algo que sacar, por eso nunca pierde las esperanzas. “aunque a uno le vaya
mal, lo que la mina nos da, no nos lo da ningún trabajo”.Varios son los casos de individuos
favorecidos por el azar, que de la noche a la mañana un golpe de suerte los convirtió en “mineros
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acaudalados”. “Muchas veces llega el día viernes y sin sacar nada pero al sábado en dos o tres horas
se saca lo que se puede ganar hasta en un año”.
Era común observar grupos de mineros dedicados al juego de cartas, al billar ó charlando durante
largos ratos. Esta aparente situación de “holgazanería”, se debía fundamentalmente a que en unas
pocas horas de trabajo obtenían lo indispensable para satisfacer sus necesidades básicas. Desde
otra perspectiva, la vinculación de los hombres a la minería con minidragas hizo necesaria su
participación dentro del proceso de extracción sólo durante unas cuatro horas diarias, debido al gran
esfuerzo físico que debía invertirse.
Pedro Nel Gómez. “Barequeros y barequeras frente a la draga”
En general, el minero de la zona gasta absolutamente todo lo que gana, presentándose muy pocos
casos de acumulación o reinversión del dinero obtenido por la venta. Cuando la semana es bastante
buena se gasta más en trago y en alimentos, lo cual ocurre en proporción similar cuando la semana
es muy mala.
Igualmente también se han asociado a la minería otras creencias de tipo moral y ético. Una de ellas
gira en torno a la envidia. “La mina se debe trabajar con amor, porque la envidia hace desaparecer
el oro”. Es bastante común escuchar relatos de mineros que cuentan que en su frente de trabajo
hubo algún problema entre los trabajadores, y de un momento a otro no volvió a aparecer oro.
77 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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Se solía pensar que al momento de empacar el oro no se debía amarrar el empaque con nudo pues
aquel perdería peso, incluso podría desaparecer. Aquel que sacaba un entierro no podía tapar el
hueco pues podría morirse como consecuencia de ello. El oro hallado no podía venderse de
inmediato sino al cabo de tres o cuatro meses.
Aún se narran historias de tesoros escondidos en el monte, custodiados por serpientes mapaná equis
que desaparecen si las van a matar, y de ruidos “como que se venía el monte encima, como que
bramaban toros, como que peleaban perros” escuchados en sitios abundantes en mineral, y
llamados comúnmente “ilusiones malas”. La madremonte, el gritón, las sirenas, y en general los
espantos se agrupan dentro de esta categoría. Para contrarrestarlos es preciso tener un
escapulario, pero puede no ser suficiente.
Estas creencias que se recrean dentro del pensamiento mágico, constituyen el medio a través del
cual se comprende el tipo de relación establecida con el cosmos.
78 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
“Un viernes santo se fueron dos amigos a sacar oro de la piedra. Después de salir uno de
ellos se puso muy enfermo, casi moribundo. Como no decía nada acerca de lo que había
hecho en la piedra, su familia mandó llamar al amigo que lo había invitado para preguntarle
qué era lo que pasaba. Éste le preguntó qué más había sacado de la piedra a lo que le
contestó aquel que había echado un pollito de oro demás en su carriel. El amigo fue y le sacó
el pollo de oro y lo colocó sobre un árbol cerca de la casa. Entonces un pájaro se lo llevó y el
señor se alivió. Desde entonces, la piedra nunca más volvió a abrirse”.
El filo del indio: apuntes a una etnografía de las veredas altas del cañón del Porce
Arriba: La piedra del Encanto de Gómez Plata y su divisa: Se localiza en la vereda Santa
Elena del corregimiento La Estrella hacia el cañón del Porce. Consiste en una formación rocosa
donde se dice hay un tesoro que al no poder ser rescatado durante los 7 años siguientes a su
ocultamiento, se lo apoderó el diablo. A este tipo de tesoros se le llama comúnmente
“encantos”. El de Santa Elena es el más célebre en Gómez Plata. A éste se puede entrar
únicamente jueves y viernes santos por una puerta que aparece en la roca. Se dice que casi nadie
que haya entrado ha conseguido salir. Supuestamente allí se encuentran oro en cantidades
exorbitantes, sobre el cual hay una diabla sentada y alrededor mujeres hermosas, serpientes,
sapos y gran cantidad de cosas hermosas. Quien logra entrar debe tener un buen corazón, ser
honesto y no ser codicioso. “Dar gracias por lo que se le ofrece y no ambicionar más”. Como
prueba de ello se le permite sacar una totuma llena de oro suficiente para sustentarse durante un
año. Si excede esta cantidad allí se queda atrapado, “encantado”, “se vuelve piedra”. Como
contra don se debe dejar una prenda de vestir.
79 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Entrevista con doña Susa Hincapié, El Indio
Orígenes y civilización: La vereda El Indio antes se llamaba Cubiletes. Fue un sacerdote, Liborio Yepes,
en 1974 quien le puso el actual nombre, pues cuando vino habían muchos niños pero no había escuela. El
vino a confesar un enfermo y entonces me dijo que sería bueno poner una escuelita por aquí… Antes del
café la gente vivía de la caña. Donde vivimos es una herencia del papá y del abuelo. A los dos meses de
haber nacido se casaron mi mamá y mi papá. Cuando eso no se afanaban por legitimar los muchachos.
Yo soy Hincapié pero legalmente soy Pérez Hincapié. Toda la raza de Hincapiés nació en esta casa. Esto
por aquí era un cañaduzal, yo no lo conocí, pues cuando nací ya los bisabuelos habían muerto hace
tiempos. Mi papá me contaba eso. La gente verdaderamente se ha civilizado. Como que ha habido una
ciencia, una inteligencia de pocos años para acá. Es que la raza si era, y somos y son de indígenas. O sea
que esos que vivieron allá si eran legítimos indios. Entonces de esa es la generación que habemos, porque
no había profesores. El que tenía plata pagaba un profesor para llevarlo a la casa a enseñarle al hijo…Lo
mismo un médico. Era muy escaso. Todo era en las casas. Es que a las señoras de antes les gustaba
mucho trabajar. Mantenían en la huerta de toda cuanta planta había. Con eso se curaba. Se moría una
persona de repente, nadie pensaba que era de la presión… es que la inteligencia como que se desarrolló
fue ahora. …
La tierra, el trabajo de la siembra y la cosecha y la fiesta de los días
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Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Mi papito era dueño de casi todo esto. Por bobo se dejó quitar la tierra. El era muy convencido de los
ricos…El abuelito mío no era pobre. Mantenía bestias y ganado. Ellos trabajaron caña y yuca y maíz y
fríjol. Ahora no se siembra tanto porque tiene que ser con abono. La gente siembra sin abono y no
produce casi la tierra. La yuca de antes era puro almidón. Mi abuelo murió de 80 años y nunca se
enfermó. El decía que la gente criada con maíz Yucatán no enfermaba. Todo era muy nutriente porque la
tierra no estaba abonada. Los que más temprano sembraban era en febrero, pero el tiempo bueno que si
ha sido de toda la vida es marzo. La de Abril, dicen los que saben, que sale más mala la cosecha.
Sembraban mucho los de antes, traviesa. Salía mejor que la cosecha, ya no. La traviesa era que
sembraban en los julios. Y los que cultivaban, mis papitos, mis papás y toda esa gente, decían que la
traviesa salía mejor que la cosecha. Ya no. Ya siembra usted la traviesa y ya se lo acaba el invierno o el
verano. ¡Como los tiempos están cambiados! Los de verano están en invierno, y los de invierno están en
verano. Entonces no saben cómo les va a ir, pues el fríjol es muy cobarde para el invierno. El maíz si
hace también bastante invierno, lo entume. No lo deja levantar. Cuando espiga, espiga pequeño. El
agüero con la quema es que dicen que con la pudrición de la madera, de las hojas que se tumban, o la
ceniza que queda de la quema, con la ceniza levanta muy bueno el maíz. Queman hoy y mañana se van a
sembrar, pues no pueden dejar enfriar la ceniza, pues con el calor de ésta el maíz levanta muy bueno. Se
acostumbra a quemar en buen tiempo, es decir, desde que no haya invierno, antes del 19 de marzo, pues
el agua del 19 de marzo es fija. Entonces todo mundo quema del 15 en adelante. Y ahí mismo, cuando
más se demoran 3 días para empezar siembra. Siembran en marzo, y en mayo ya están desherbando el
maíz, y en mayo ya está el fríjol floreciendo, y en callejita como llamamos nosotros, y en junio ya las
coge uno. En esta casa había mucha comida. El arte de ellos era cultivar. Cultivaban mucho. La gente lo
que sembraba eso daba. Venía gente de Gómez Plata por revuelo. Desde aquí se alzaban un bulto cocido
con yuca, plátano, maíz, fríjol, Cidra, y lo descargaban en Juntas. Esto por aquí era muy bueno. No había
fiesta ninguna. Había era un señor que tocaba guitarra y lira. Se llamaba Suso Palacio. En un día en una
casa, en otro en otra, bailábamos los unos con los otros, pero de la gente de aquí, no venía gente de
afuera. Cuando había chócolo se hacían arepas, tomábamos con chocolate, con tortas, y si era en
diciembre era natilla y buñuelos… Las familias viejas de por aquí eran la familia Hincapié, la familia
Orrego y la familia de los …. Fueron tres familias, de esas se componía la vereda. Se casaban los unos
con los otros. La ganadería por aquí como que hace es años…Pero a papá lo que más le conocí fue
bestias. Antes sí había mucho ganado….
Diablos, brujas, duendes y sitios mágicos de admiración y espanto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
En la piedra del indio: Dicen que Tiene una puerta pero no se la pudimos encontrar. La piedra tiene unos salones allá
por dentro por mitad. Los indios dormían allá adentro. Tiene como una entradita que tiene unas sillas y si tiene el
puesto como de una cama verdaderamente…donde arreglaban el fogón pero como pa hacer de comer no es como se
dice que yo creí uno se pasea por todo el plano de la piedra. …
Susa: Pero tiene que haber un salon porque mi mamá decía que ella fue y estaba el piloncito, o sea que el piloncito no
era de palo sino de piedra… Libia: Había modo de una cama y de un fogoncito.
Sobre brujas…una bruja llamada Sacramento…En vida de todos los niños más viejos el diablo se
asomaba hasta el patio…Antes salía el diablo en un amigo, en un ternero, en una bestia…en un
gurre…Cuando eso no podía uno desobedecerle a la mamá porque el diablo se lo alzaba a uno…cuando
eso era lo que decían los padres y no más…Cuando mi mamá se casó, el músico que tocó su fiesta era un
hombre demasiado celoso y no dejaba bailar la señora. No la dejaba hablar con nadie, ni con hombres ni
mujeres. Pero la llevó al baile, ella debía estar sentada a su lado mientras él tocaba. Cuando dizque llegó
un joven, vestido de blanco, en una bestia rucia. Se lo pensaba llevar a él porque no sacó a bailar sino a la
señora. Y si él le hubiera dicho que no, se lo alza, porque a eso iba. Cuando dizque había una parranda de
niños porque la fiesta de ellos la hicieron fue en el pueblo. Entonces dizque empiezan los muchachitos,
porque los niños lo ven todo: ve, ese señor echa chispas por las patas. Toda la gente cabriada y no veían
nada. Entonces dizque le dijo: Señora, ¿bailamos? Ella temerosa le dijo: Señor, yo no bailo. El insistió y
la cogió de la mano. La Virgen es tan buena, que el señor no chistó, porque si chista se lo alza. Entonces
se puso a bailar con la señora. A lo que daba la vuelta, decían los niños: ve, ese señor tiene unas espuelas
por los pies y echa chispas. Y terminó la pieza, y en un despabilar, se perdió el caballo y se perdió él. ….
A otro, que le pegaba a la mujer se le presentó el diablo en forma de un amigo de él. En una bestia
hermosa, gorda, todo brillaba como oro…si no tiene a la virgen del Carmen se lo lleva… Por aquí el
diablo existió mucho, ya no tiene afán. Los niños ven el diablo porque son inocentes, ellos ven ilusiones
malas. Por aquí acostumbramos mover todo lo que deja un muerto porque nos da miedo que vuelva…El
brujo hombre se llama duende. Hay dos clases de bruja: La hechicera y la volantona.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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La piedra del Galápago “Haga de cuenta un galápago…Idéntica a un galápago. Pero esa en la hechura
de la carretera la rompieron. Y abajo hay una piedra grande… Y que ahí se montaba María del Pardo…
Y que en esa piedra plancha asoleaba el oro. En esta piedra plancha vieron una mula con los estribos de
oro. Por ahí dicen que las otras piedras fueron animales encantados.
Los del pueblo
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Gómez Plata. Fotografía cortesía de Fabio León Pérez.
Conformación del pueblo actual
Entre los años 1760 y 1770 surgió un rancherío minero a orillas de una quebrada rica en minas
de aluvión en un pequeño valle localizado sobre un ramal de la cordillera Central que se levanta
en el nordeste antioqueño entre los ríos Guadalupe y Porce. Los mineros que allí se asentaron
dieron a la quebrada y a la zona aledaña el nombre de Hojas Anchas, por el tipo de vegetación
que abundaba en sus orillas.
En 1788, el Oidor Juan Antonio Mon y Valarde, en vista de las continuas inundaciones que
producía esta quebrada, ordenó trasladar el caserío al sitio conocido como “Claras”, donde nació
el Municipio de Carolina del Príncipe. Sin embargo, Hojas Anchas no desapareció,
incrementándose su población a mediados del siglo XIX con el descubrimiento de nuevas minas
de oro.
El 6 de marzo de 1882 por orden del presidente del Estado Luciano Restrepo pasó a ser fracción
de Carolina del Príncipe, con inspector de policía; y un año más tarde ésta fue elevada a la
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categoría de Distrito, recibiendo la denominación de Pabón, en honor al General Pabón
destacado en las guerras civiles. Esta entidad tal sólo duró un año y medio, pues el Jefe Superior
del Estado, en ese entonces General José María Campo Serrano decretó que fuese corregimiento
de Carolina.
Hacia 1887 empezó a funcionar como parroquia donde se emplaza actualmente la gruta de
Nuestra Señora de Lourdes, en el barrio Simón Bolivar. Gracias al empuje de su primer
párroco el Padre Genaro Roldán, la población fue trasladada al sitio conocido como “Llano
Grande”, medio kilómetro al sur de su ubicación primera. Si bien en julio de 1896 se restableció
el distrito con el nombre de Gómez Plata -en memoria del obispo Juan de La Cruz Gómez Plata-
su vida sólo fue de dos años, dado que los vecinos de Carolina intervinieron ante el gobierno de
la época para que su municipio no perdiera este territorio.
Finalmente, el 20 de mayo de 1903 se revivió el distrito de Gómez Plata, comprendido entre la
confluencia del río Guadalupe arriba hasta el recodo en los límites con Santa Rosa; de allí hasta
el nacimiento de la quebrada La Clara, por ésta abajo hasta la confluencia con el río Porce; y el
río Porce abajo hasta la desembocadura del río Guadalupe.
Distribución del pueblo
La cabecera municipal es atravesada por la quebrada Hojas Anchas y por sus quebradas
afluentes El Zancudo, Malabrigo y El Cañero. La rodean los cerros Piedras Negras al norte,
Maruchita o Cerro de la Cruz al oriente, El Zancudo al occidente, y Las Palomas y Mocorongo
al sur. Desde éste se alcanza a divisar territorio de Yolombó. Estas alturas marcan el límite entre
lo urbano y lo rural.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Mocorongo es el cerro tutelar de Gómez Plata. Se dice que es un volcán
dormido y que “por la forma de ser de la gente” algún día va a explotar.
También según tradición oral, su nombre era el de un cacique nutabe.
Sin embargo este vocablo pareciera estar más emparentado con lenguas
africanas, comparándosele con Congo y monicongo. Es probable que los
esclavos negros habitantes de este territorio en la época colonial –algunos
de los cuales en efecto provenían del Congo- hubieran superpuesto una
de sus divinidades a una divinidad nativa representada en este cerro.
(Pintura localizada en la I. E. Gómez Plata)
El trazado reticular del pueblo partió del asentamiento lineal paralelo a la quebrada
Hojas Anchas con Mocorongo al fondo. Entre 14 sectores y barrios se tienen algo más
de 1300 viviendas de las cuales aproximadamente el 50% corresponden a viviendas
propias, un 25% a viviendas arrendadas y el restante a viviendas bajo otra modalidad de
tenencia. El nivel freático ha afectado las construcciones antiguas, muchas de las cuales
vienen desapareciendo. En su lugar han ido surgiendo construcciones cada vez más
modernas.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Aparentemente compitiendo con Carolina, alguna gente de Gómez Plata se ha afanado en
construir bellas edificaciones, imitando el estilo colonial de aquella. En general las
construcciones son modernas: de cemento, ladrillo, teja y eternit.
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
El centro del pueblo es muy dinámico y sobre
todo la llamada Calle del Comercio. Allí se
venden alimentos, licores, vestuario, calzado,
electrodomésticos, insumos agropecuarios,
materiales de construcción, papelería; y
asimismo hay hoteles y sitios de esparcimiento.
Ante la falta de una industria local que
garantice la producción de algunos bienes de
consumo que son indispensables para la
población, como vestuario, alimentos y otros, el
comercio del municipio se abastece con
productos traídos desde Medellín generalmente,
con lo que se incurre necesariamente en altos
costos de transporte e intermediación.
Al pueblo llegan el café y la panela que se producen con fines de comercialización. El Comité
local de cafeteros compra casi la totalidad de la producción de café. Una cantidad mínima es
adquirida por agentes particulares.
El oro encuentra compradores en la calle del comercio.
En las afueras del casco urbano se realiza mensualmente una feria ganadera en instalaciones
para ello adecuadas, la cual se viene constituyendo en una de las más importantes de la región.
En cada feria se puede llegar a movilizar hasta 250 animales entre bovinos y equinos, la
mayoría provenientes de las veredas del municipio, el resto de municipios vecinos. Aunque en
la feria se exhibe algún ganado cebado y de cría, lo más común es la adquisición de ganado
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flaco que es transportado hacia fincas de otros municipios como Santo Domingo, Barbosa,
Santa Rosa, Angostura y Medellín, donde se continúa con el proceso de la ceba.
También llegan al pueblo y salen de él productos como: madera, leche, cerdos y tomate.
Cada domingo se efectúa a un costado del parque principal un mercado de productos agrícolas
provenientes de las veredas laderanas, y de Medellín mayormente. Antaño acudían a este
mercado gentes de Carolina, Santa Rosa y hasta de Yarumal y Angostura, por lo menos desde
tiempos coloniales.
La economía de Gómez Plata
En la actualidad predomina en Gómez Plata la economía agropecuaria sobre la economía
minera.
En la zona rural se concluye que más de la mitad de los predios son de propiedad particular
mientras que un porcentaje muy bajo corresponde a las categorías de arrendamiento y otro tipo
de posesión.
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Actividades económicas extractivas:
Se efectúa una minería esporádica por barequeo en las quebradas El Tablón, La Batea,
Malabrigo y Hojas Anchas.
Actualmente existen dos minas de veta: Santa María y Veta Vieja, localizadas en cercanías a la
quebrada Hojas Anchas. Es una minería de manejo técnico bastante artesanal.
Además se practica la extracción de material de playa apto para la producción de agregados,
como subbase, base, carpeta asfáltica, filtros y concretos; contenido en los depósitos aluviales y
donde usualmente se ha arrumado material como resultado de la explotación del oro.
En términos generales la minería se desarrolla bajo formas de subsistencia de un tipo muy
informal, de modo que no existe en el municipio una organización empresarial propiamente
dicha para la explotación minera, de ahí que se dé una alta movilidad de las personas. Hacia
1993 según censo del DANE un número de aproximadamente 100 personas se dedicaban a estas
actividades.
Actividades económicas productivas:
La agricultura:
Las actividades agrícolas están sustentadas principalmente en el cultivo de caña panelera, café,
tomate, plátano, fríjol y algo de cacao. En la mayoría de fincas se producen también otros rubros
para el autoconsumo como la yuca, el maíz y la papa.
Cultivos de caña, tomate de árbol y tomate larga vida
Según los cálculos establecidos casi todos los rubros a excepción del fríjol y el tomate
demandan superficies de tierra bastante elevadas, lo cual indica que por las condiciones físicas
como fertilidad y aptitud del suelo, y por las condiciones tecnológicas vigentes en el municipio
los niveles de productividad en algunos de estos rubros son bajos, requiriendo por lo tanto una
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mayor extensión de tierra para producir los resultados económicos establecidos como promedio.
Este análisis es aplicable por igual a los rubros agrícolas y pecuarios por lo que se concluye que
también para que la explotación de la ganadería de doble propósito en leche y en carne sea
rentable, se debe contar con una extensión de tierra mayor que en otros municipios donde se
presenta una mayor aptitud natural y mayor desarrollo técnico.
En este sentido los rubros que demandan una Unidad Agrícola Familiar U.A.F de mayor tamaño
son el plátano (864Ha), el cacao (540Ha), y el doble propósito para la producción de carne
(309Ha) y para la producción de leche (257Ha). Los demás rubros se encuentran en rangos que
son inferiores o ligeramente superiores al promedio que ha sido establecido para Gómez Plata
por parte de la Secretaría de Agricultura y que consiste en una UAF de 62Ha. Ganado de carne
(7700Ha área en producción) Ganado DP Leche (16500Ha) Ganado DP Carne (16500Ha)
La UAF determinada para este municipio es una de las más altas frente a los demás municipios
de la región Norte del Departamento. La superficie total bajo explotación agrícola en Gómez
Plata es de poco más de 25.000 Ha sumando el área en pastos. En general la actividad agrícola
se ha visto afectada por los siguientes factores:
-Agricultura ineficiente por escasa aplicación técnica y prácticas culturales insuficientes
-Alta dependencia del monocultivo del café y la caña
-Sistemas tradicionales de siembra con cepas y cultivos viejos e improductivos
-Abandono y despoblamiento del campo ante inseguridad y falta de oportunidades
-Mayor dependencia alimentaria por la escasa producción local
-Deterioro y pérdida del potencial agrológico por la mala utilización de los suelos.
La Panela muchas veces no se ajusta a las normas de calidad y presentación que requiere para
ser competitiva en el mercado regional y departamental. A estos se suma la falta de una
agremiación fuerte y organizada de los productores, por lo que el producto se comercializa por
intermediarios en Medellín, no pudiendo negociarse mejor.
La agroindustria panelera es aún bastante artesanal. Se utilizan aún trapiches tradicionales
antiguos. Actualmente existen unos 25 trapiches, ubicados principalmente en el corregimiento
La Estrella, y en las veredas La Trapichera, El Indio, Quebradona, donde se hallan más
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concentrados los cultivos de caña. En el proceso de elaboración de la panela la operación de
cada trapiche ocupa un promedio de 8 personas por molienda.
Trapiche vereda El Indio
Manejo del suelo: El sistema de quema
Según información del diálogo de saberes con los ancianos del Centro de la Tercera Edad PROPA:
“Quemaban mucho los montes” “rozaban y quemaban para poder sembrar” “No le daban mucho valor a
las legumbres. Por ejemplo del tomate decían que era una vinagrera” “Los antiguos eran muy juiciosos
para trabajar la agricultura…la trabajaban muy lindo…los granos de maíz, el fríjol, la caña…eso era una
belleza… Quemaban y rozaban…Quemaban y a los tres días con la ceniza caliente sembraban el fríjol
para que cogiera bien…con la ceniza tibia pegaba más bonito el frisol, decían ellos…muchas veces
como la gente era descalza se quemaban los pies en la roza porque al tiempo de haber quemado todavía
la tierra estaba caliente…
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Según entrevista con Susa Hincapié en El Indio: “El agüero con la quema es que dicen que con la
pudrición de la madera, con las hojas que se tumban, o con la ceniza que queda de la quema, levanta
muy bueno el maíz. Queman hoy y mañana se van a sembrar, pues no pueden dejar enfriar la ceniza,
pues con el calor de ésta el maíz levanta muy bueno. Se acostumbra a quemar en buen tiempo, es decir,
desde que no haya invierno, antes del 19 de marzo, pues el agua del 19 de marzo es fija. Entonces todo
mundo quema del 15 en adelante. Y ahí mismo, cuando más se demoran 3 días para empezar siembra.
Ganadería
Hacia 1930 se dio un cambio de vocación en la economía del municipio. El ganado bovino
comenzó desde entonces a ser introducido sistemáticamente. Se pasó de una vocación
esencialmente agrícola a una vocación ganadera, focalizándose hacia la ganadería de carne,
abastecedora de los mercados locales y regionales. En 1970 alrededor del 50% del área del
municipio estaba cubierta de pastos para la ganadería. Hacia 1987 predominaban los bovinos de
carne sobre un poco de ganado de leche. Sin embargo, ya en 1989 el ganado con doble fin era el
más numeroso. Para 1995, mientras el área en pastos continuó expandiéndose, el número de
cabezas disminuyó casi en un 50%, afectando más al ganado de carne que al de doble fin. Tal
hecho marcó un decaimiento notable de la ganadería como renglón económico. Sumado a ello la
violencia del país hacia 1996 generó una baja más fuerte. En los últimos años se viene dando un
leve repunte de la ganadería, acompañado de un cambio importante en el que aumenta la
producción lechera y decae el ganado de engorde, con lo que se perfila el municipio con una
marcada tendencia a ser un productor lechero.
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La porcicultura se realiza para generar ingresos complementarios a la economía familiar, y no
tanto a escala comercial. En los últimos años ha cobrado cierto dinamismo y presenta avances
en la realización de labores de cría y engorde. Éstas se efectúan generalmente en instalaciones
de tipo casero y algunas en fincas en mayor proporción. En los últimos años ha habido buena
venta de porcinos en Santa Rosa, Medellín, Angostura, Envigado, así como en municipios del
Valle, Quindío y Risaralda.
La utilización más común del ganado caballar y mular tiene que ver con las necesidades de
transporte y movilización de personas y de carga dentro de las labores diarias de los
campesinos, así como el arreo del ganado y el transporte de la leche hacia los centros de venta o
de acopio del producto.
La cría de aves de corral para engorde y postura es una actividad económica de poco
peso. Su producción no alcanza a cubrir los niveles de demanda generados en la
localidad, por lo que es preciso abastecerse de otras zonas.
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La piscicultura ha venido cobrando fuerza como parte de los planes de
complementación alimenticia. Se cultiva trucha y tilapia roja.
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Reconocimiento y valoración de la biodiversidad silvestre “Todo en esta vida tiene misterio, estamos en un encierro de misterios, lo que pasa es que no descubrimos
nada”103
Pintura mural. I.E. Gómez Plata
Las manchas boscosas en riberas, filos, laderas altas y cerros proveen de madera para estacones,
para techar casas, para leña y para comercializar. Se piensa que “el monte” protege las aguas y
que los árboles la producen. Por ello tratan de proteger las cabeceras y los nacimientos. Sin
embargo se piensa que para montar una finca hay que tumbar monte, “despejar”, que significa
ordenar, domesticar. Pues el monte es un espacio asociado a lo desordenado, a lo inculto. Es
lugar habitado por fieras y “animales bravos”, gente al margen de la ley y el orden y hasta seres
sobrenaturales. Representa peligro.
En Gómez Plata quedan algunas áreas de bosque intervenido mayormente en la vereda El Oso y
zona aledaña al embalse de Troneras. Se Componen de especies como guamo, yarumo, pomo,
arrayán, espadero, olivo de cera, laurel, helecho arbóreo, nigüito, chagualo, carbonero,
pategallina, cedro, chocho y aceite.
Se han plantado especies de Pinus patula, y en menor proporción Pinus oocarpa y Cupressus
lusitánica con fines de protección.
Rastrojos altos se presentan principalmente en las partes altas de los cerros y muy poco en las
orillas de las quebradas, ocupando un área considerable en la vereda San Antonio y en menor
103 Entrevista con el señor Gustavo Rúa, vereda El Indio.
96 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
proporción en las veredas Vega Botero, Quebradona, El Indio, Trapichera, El Cerro, Arbolitos,
El Tablón, La Angosturita, Santa Helena y Chilimaco.
Rastrojos bajos, predominando las especies: nigüito, mortiño, helecho marranero, siete cueros,
carate, mora, uvito, grama, chilco, helecho pategallina y cordoncillo se presenta en casi todo el
municipio, particularmente en las veredas: San Antonio, Quebradona, El Guayabo, La Hondura,
Vega Botero, El Cerro, Arbolitos, El Tablón, El Indio, El Brasil, Santa Helena, La Angosturita,
Claritas, La Región, y en el Corregimiento El Salto.
Todavía en la última década del siglo XX algunas barequeras del Porce medio utilizaban plantas
para separar el oro de la jagua: entre ellas el zuribio, el jaboncillo y el balso. Y algunos hombres
ribereños cargaban una planta en el bolsillo como amuleto de pesca. “Un tipo se iba mascando
una hojita para el río y subía rápido a la casa con doscientas cincuenta sabaletas. Pescaba así en
verano como en invierno”.
Hay un bejuco llamado Yateveo, “por donde lo coja lo pone a llorar. El dolor es similar a la
picadura de un gusano pollo. El gusano pollo si lo pica a uno y uno logra enterrar ahí mismo, se
le quita rápido el dolor. El laurel, el palo de café y otros alumbran en ciertas épocas. Producen
“iluminaciones” que se asocian a entierros y espantos.
Sobre los animales
La sabaleta se encuentra muy disminuida en sus poblaciones, como consecuencia directa de la
utilización de métodos ilícitos de pesca (camas, atarrayas con ojos de malla pequeña), mediante
los cuales se efectúan capturas masivas y de peces que no han alcanzado la talla de la
maduración sexual. La pesca, dirigida especialmente hacia las hembras, por su mayor tamaño,
ha hecho que se configure un cuadro de gran desequilibrio en la proporción de sexos,
encontrándose en la actualidad un mayor número de machos con respecto a las hembras, lo que
pone a esta especie en peligro de desaparición de la zona.
De las aves reportadas se sabe que son muy pocas las utilizadas en la alimentación de la
población. Entre estas figuran la pava de tierra fría y la guacharaca.
Las aves utilizadas como mascotas son principalmente: sinsonte, turpial y mirlaEstán en peligro
de extinción : pato criollo, colibrí, trepatronco, gulungo y chamón rojo.
En el área hay dos especies endémicas: flauta (Myadestes ralloides candelae) y toche enjalmado
(Ramphocelus icteronotus).
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Algunas de las especies de mamíferos que existieron en la zona y que han desaparecido son:
tigrillo, nutria, tigre o jaguar, león de montaña, oso de anteojos, zaino o tatabra, ciervo, liebre,
comadreja y zorra.
Las especies amenazadas o en peligro de extinción son: titi gris y guagua loba.
Las especies sometidas a cacería para consumo son: guagua, armadillo, conejo de monte.
Son sacrificados por ser consideradas perjudiciales: perro lobo, zorra renegrida, chucha, ardilla
cusca, ardilla roja, titi gris104.
Mitos y leyendas asociados a las actividades del bosque
Pedro Nel Gómez. “La llorona de la selva”
“En el monte de la paila se fueron tres cazadores y le tiraron a una pava. El uno le tiró y no le
dio, se fueron siguiéndola. Esta era una ilusión. A uno lo encaramó en un palo….un palo
inmenso, ancho como una casa. De otro no encontraron sino los huesos.
La madremonte, el duende y otras “ilusiones” cumplieron la función de regular el acceso a los
recursos naturales, espantando desaforados cazadores y tumbadores de monte. La deforestación
y el modernismo han hecho que se vayan del territorio.
“Los animales ven lo que uno por el pecado no ve. Una bestia mira los espantos y los perros
también”.
Perspectivas y expectativas en torno a la situación ambiental
Problemáticas
104 Ibid.
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Este Municipio, aunque pequeño, goza de una excelente topografía, dada su ubicación en el
valle de Hojas Anchas. Se distingue por la limpieza de sus calles y espacios públicos, así como
los jardines que son cultivados por los hogares con especial esmero. No gratuitamente se le ha
denominado “Distrito de Buena Familia”, “Tacita de plata del Nordeste”,”Tierra de la
Cordialidad”, “Tierra donde Nació la Luz que Iluminó a Colombia”. /tomado de Así es Gómez
Plata.
En Gómez Plata se hizo hace varios años el programa de gestión ambiental, donde se
diagnosticaron cuales eran los proyectos que se deberían emprender. El problema ambiental
principal es la contaminación de las aguas. Ya por residuos sólidos, ya por aguas residuales,
pues no se tienen sistemas de tratamiento. Todas las aguas residuales, en su totalidad van a parar
a la quebrada que pasa por la zona urbana. Gran parte de los residuos sólidos son allí vertidos,
pues el servicio de aseo público es regular, “entonces mucha gente lo deposita más fácilmente
en esa zona”.
La quebrada Hojas Anchas en su
paso por el pueblo
Esta situación es generalizada tanto en la zona urbana como en la rural donde pocas casas tienen
pozo séptico. Donde se tiene a veces no se sabe manejar, y tampoco hay un manejo adecuado
aunque se les ha enseñado muchas veces. La gente quema o entierra estos residuos, o los echa a
la fuente de agua más cercana. La idea es que el inorgánico se pueda aprovechar, que se pueda
hacer recolección. El orgnánico sea aprovechado para aguamasa, para compostaje o para
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
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lombricultivo, que es lo que se ha fomentado con lo de solares ecológicos, huertas caseras, con
el proyecto de seguridad alimentaria.
Paliativos
Las medidas que se han hecho son educación que es lo que se ha hecho con los solares y de
huertas caseras que tienen un alto componente pedagógico, antes de entregar cualquier tipo de
insumos se hacen capacitaciones en el aprovechamiento de orgánicos. La gente es receptiva
pero no aplica. Capacitaciones ha habido: ha venido el Sena, Corantioquia, EPM y otras
entidades.
El municipio tiene proyectos de: compras de tierras surtidoras de acueductos, proyecto regional
de protección de microcuencas con Corantioquia, con Guadalupe, Santa Rosa y Carolina, que es
el aislamiento de las cuencas, establecimiento de cercas vivas, reforestación, tiene un
componente pedagógico, una capacitación de la comunidad donde tiene influencia la cuenca, y
estas cuencas son surtidoras de los acueductos veredales. Es uno de los municipios donde más
se ha trabajado la reforestación y se han mantenido más de 2500 Ha en pino y eucalipto, que es
con las especies que se ha trabajado con Corantioquia. En la parte de conservación de
microcuencas siempre se trabaja con especies nativas, en puntos estratégicos de la zona.
Algunos campesinos talan para extender el área agrícola. La policía ambiental maneja lo de la
caza indiscriminada. Ellos hacen decomiso de fauna silvestre, hacen actividades lúdicas. En la
parte de educación se tienen dos proyectos: Uno de uso eficiente y ahorro del agua, con la
gobernación de Antioquia, y el otro es el proyecto ambiental escolar, con manejo de residuos
sólidos. Se consideran áreas de reserva las cuencas surtidoras de acueducto. La gente piensa que
el recurso no se agota, que este se regenera, la gente no tiene conciencia de que los recursos se
están agotando, ellos los gastan y estos se renuevan. En Gómez Plata la ganadería no es tan
representativa como el café y la caña.
100 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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MUNICIPIO DE PUERTO NARE
VALORES Y REPRESENTACIONES DE LA CULTURA
AMBIENTAL EN PUERTO NARE
Enclavado en un valle muy fértil
De Colombia eres la azucena,
Majestuoso te baña y te riega,
Con sus aguas el río Magdalena105
¿De qué manera se han relacionado y se relacionan los nareños con el Magdalena y los
ecosistemas presentes en su valle: ríos y quebradas afluentes, humedales, rastrojos y selvas; y
con la biodiversidad que hace parte de ellos? ¿Qué valoraciones y representaciones han tenido y
tienen al respecto?
En el transcurso del río Magdalena
105 Oscar Armando BÁRCENAS, estrofa del Himno a Puerto Nare
101 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
El río Magdalena es la corriente de agua más importante de Colombia, y merced a sus 1550 km
de recorrido con dirección sur - norte desde el Macizo Colombiano hasta el mar Caribe, figura
entre los 42 ríos más largos del mundo. Su valle alberga la mayor parte de la población de este
país –alrededor del 80%-, y ha sido uno de los principales escenarios del encuentro entre
sociedades y culturas; de los conflictos, las luchas, los procesos y los acontecimientos sociales
que han marcado nuestra historia; y por lo demás de nuestra más célebre literatura. Las primeras
imágenes que se difundieron del país fueron legadas por distintos viajeros que desde el siglo
XVIII inmortalizaron a través de grabados y narraciones, la fauna, la flora, los paisajes y los
modos de vida propios de este valle106. Razón tenía pues Luis López de Mesa al considerar el
Magdalena “padre de la nacionalidad colombiana” 107. Por desgracia, también ha sido el
cementerio más grande de nuestras violencias108.
Navegable entre Barranquilla y Honda –a lo largo de 888 km-, desde tiempos prehispánicos
hasta el siglo XX fue arteria principal de la comunicación y del comercio no solo entre las
gentes asentadas en sus riberas sino también entre aquellas pobladoras de las laderas, los valles,
las montañas y los altiplanos de las cordilleras Central y Oriental que comprenden su cuenca.
Don Rodrigo de Bastidas quien vio su desembocadura el 1 de abril de 1501, decidió nombrarlo
río grande de la Magdalena por celebrarse ese día la conversión de esta santa. Todas veces, el
río era denominado distintamente por los diversos grupos amerindios que poblaban sus orillas.
Así, los caribes lo llamaron Karakalí (“gran río de los caimanes”) o Karihuaña; las tribus del
lugar Tora cerca de Barrancabermeja se referían a Arlí (“río de los peces”); en el alto Magdalena
106 MUSEO NACIONAL DE COLOMBIA, Río Magdalena Navegando por una nación, en:
www.museonacional.gov.co/magdario.html. 2008 107 Gustavo ANGULO MIRA, Ciudades de Antioquia. San José de Nare (Puerto Nare) Camino de la paz,
p. 75. 108 Entrevista con el señor Senén Vergara, Puerto Nare, mayo 1 de 2008.
102 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
era llamado en quechua Guaca-hayo (“río de las tumbas”); y los muiscas lo denominaron Yuma
(“río de los amigos”)109.
Desde la década del 30 del siglo XVI cuando fue fundada Mompós por Alonso de Heredia, y la
expedición de Gonzalo Jiménez de Quesada pasó por bocas de Ceniza, comenzó la navegación
y exploración intensiva del Magdalena por los colonizadores. Tras la promesa del oro,
remontando el río en embarcaciones impulsadas por bogas indios y esclavos negros, aquellos
consiguieron penetrar al interior del país y conquistar sus gentes y sus tierras. Hacia 1560 fue
fundada Honda, que junto con Mompós y Santa Marta rigieron los destinos del Magdalena
durante este siglo. Comerciantes de Santa Marta y Cartagena inician el trato con Santa Fe de
Bogotá, Popayán y Quito en este mismo periodo. Durante tres siglos, la economía que sostuvo
la sociedad colonial –oro y esclavos- viajó a través del río en champanes - adaptación española
de la piragua amerindia a las necesidades de transporte de carga y pasajeros110-.
El río posibilitó la articulación del naciente territorio nacional en el siglo XIX, lo que impulsó la
adopción de tecnologías que permitieron el desarrollo de una economía agro exportadora. A
partir de 1823 se introdujeron buques de vapor que funcionaban con leña; 70 años más tarde, 16
de estas embarcaciones navegaban el Magdalena, y se hablaba del naufragio de “El
Magdalena”, el “Nueva Granada”, “El Manzanero”, el “Honda”, el “Tolima”, entre otros111.
Con la aparición del petróleo la navegación acusó un avance significativo, presentando en el año
de 1929 un total de 131 vapores en el bajo y medio valle de este río. Para entonces ya los
buques funcionaban con combustible fueiloil112. Entre 1920 y 1960 miles de pasajeros y
toneladas de mercancía iban y venían entre la costa Atlántica y el Tolima.
La Naviera Colombiana había convertido al Magdalena en un atractivo turístico hasta ese
entonces sin precedentes en la historia de Colombia113. De acuerdo con algunos historiadores,
fue ésta la edad dorada del río, también porque de la mano de los vapores su cauce se ligó a la
modernidad, unió los extremos norte y sur del territorio nacional, y llevó al país al encuentro
con el mundo. El Magdalena fue cuna de la aviación en Colombia. Asimismo el transporte del
petróleo, la construcción de muelles y puentes sofisticados, la instalación de limnímetros, los
ferrocarriles, las bodegas y los hoteles fueron símbolos de progreso y modernización. Todo lo
109 José ALVEAR SANÍN, Manual del río Magdalena, Corporación Autónoma Regional del Río Grande
de la Magdalena, Empresa Industrial y Comercial del Estado. 110 111 ANGULO MIRA, Op. Cit., p. 76. 112 ALVEAR SANÍN, Op. Cit. 113 ANGULO MIRA, Op. Cit., p. 78
103 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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que entraba y salía de Colombia se transportaba en barcos de vapor hasta los puertos, y luego a
lomo de mula hacia las ciudades y pueblos del interior. Sin embargo, hacia 1960 los vapores
comenzaron a ser reemplazados por grandes remolcadores con propulsión a hélice y motores
diesel en capacidad para transportar hasta 6.000 toneladas.
Primero las piraguas, bongos y canoas de origen Caribe. Aunque ya no están los amerindios, sus
embarcaciones aún recorrer el río. Después de éstas fueron los champanes, introducidos en 1561 y
utilizados todavía a comienzos del siglo XX. Los españoles adaptaron la piragua inspirándose en las
embarcaciones asiáticas denominadas “sampanes”. Luego de los champanes los buques de vapor; y
posterior a éstos las lanchas.
En la misma década se construyeron vías férreas en Santander, Antioquia, Caldas y el
Magdalena, las cuales conectaban el interior de estos departamentos con el río, y a través de éste
con el comercio internacional. Si bien buscaron convergir en los puertos, al permitir un
transporte más rápido de carga y pasajeros marcaron el comienzo de la decadencia de la
navegación de esta arteria. La construcción de carreteras, entre ellas la autopista Medellín –
Bogotá contribuyeron aún más a la marginalización del río en tanto vía. Aunque actualmente
por sus aguas son transportadas miles de toneladas de carga, el Magdalena enfrenta el reto de
ocupar nuevamente un lugar privilegiado como corredor fluvial. Pese a ello, la economía de la
104 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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república depende todavía del río en grado sumo. Su cuenca responde prácticamente por la
totalidad de la actividad financiera, el transporte internacional y la actividad portuaria: 98.4% de
las manufacturas; el 92% de la producción agrícola; el 72% de la ganadería; el 62% de la
energía hidroeléctrica; el 40% del carbón y el 16% del petróleo114.
Modalidades de ocupación del territorio en el Magdalena
Medio: Puerto Nare
Comúnmente se ha asociado al valle del Magdalena una “cultura ribereña”. Empero, allí se
presentan dos modalidades de ocupación del territorio que difieren en sus lógicas: poblados
ribereños y asentamientos de ladera. “Gente de la orilla” y “gente de atrás, hacia la vertiente o la
montaña” de acuerdo con la clasificación que establecen algunos nareños115. Los asentamientos
ribereños de mayor relevancia en el municipio corresponden al corregimiento La Pesca, al casco
urbano, al corregimiento La Sierra y a parte de las veredas La Minas y Las Angelitas. Los
asentamientos no ribereños corresponden al corregimiento La Unión y al resto de veredas: La
Arabia, Esmeralda, Hoyo Rico, El Oro, La Patiño, Playas, Tambores, La Clara, Caño Seco,
Montecristo, El Paraíso, Mulas, Los Limones, Porvenir, Cominales, Serranías y Peña Flor.
Sus pobladores han desarrollado conjuntos de relaciones internas y externas con respecto a
dichos territorios, que se expresan en términos económicos, sociales y culturales: En los
primeros domina el interés por el acceso al río y a las otras corrientes de agua, humedales y
playones que conforman su cuenca hidrográfica. En razón de ello las viviendas han sido
levantadas en sus orillas, configurando un poblamiento cuya característica es la linealidad. Los
ribereños propiamente se han ocupado de la pesca, la caza, la horticultura mixta, la extracción
de material de playa y el transporte fluvial, combinando usualmente varias de estas actividades.
Sin embargo, buena parte de la población masculina habitante de Nare y La Sierra se ha
vinculado como mano de obra a Cementos Argos, Termoeléctrica La Sierra, Caldesa, y
Mansarovar Energy Colombia, por lo que no se consideran ribereños.
114 ALVEAR SANÍN; MUSEO NACIONAL DE COLOMBIA, Op. Cit. 115 Entrevista con la señora Piedad Bárcenas, Diálogo de saberes con los ancianos del Centro de Bienestar
del Anciano (CBA) Jesús de Nazaret, Puerto Nare, abril 30 de 2008. La montaña no es tal, realmente la
geomorfología de esta parte se caracteriza por pendientes suaves, con cerritos de poca altura, la mayoría
con cimas angulosas a subangulosas y alargadas. Sin embargo hacia el piedemonte de la cordillera se
encuentran pendientes fuertes y grandes escarpes. Los narenses llaman montaña a las zonas boscosas ya
sean escarpadas o planas.
105 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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Por su parte, entre la gente de los poblados no ribereños prima el interés por el acceso a la tierra
para la agricultura, la ganadería, y tiempos atrás para la minería y la explotación forestal. Para
ello han dado lugar tanto a asentamientos nucleados como dispersos.
El ribereño no es descuajador de montes aunque practique la agricultura, y el laderano no
conoce el río, aunque aprenda a pescar.116
La pintura “Horizones” de Francisco Antonio Cano
(1914) ha devenido representación emblemática de
la cultura antioqueña. La concepción del mundo, la
relación con el territorio y los ecosistemas que le
son propios, se contraponen fuertemente a aquellos
que caracterizan la cultura ribereña. Aún así, en el
Magdalena medio estos dos universos han
coexistido en continua relación de intercambio,
cooperación y también de oposición, tensión y
conflicto, todas veces tratando de mantener su
tradición. Los antioqueños que en esta obra figuran
no son justamente ni los más ricos ni los más
típicos. Sus vestimentas indican que han tenido
contacto con otros modos de vida: El sombrero del
hombre parece ser un sombrero tolimense y el
atuendo de la mujer es similar a la de las mujeres
de esta región. No es descartable que el paisaje de
fondo, en vez de corresponder al valle de Aburrá o
al altiplano del norte -como se ha supuesto hasta
ahora- represente las montañas vertientes al
Magdalena. En todo caso es una representación de
la colonización antioqueña posible gracias a la
unión familiar y a las herramientas para descuajar
la selva.
El Magdalena, la orilla, la llanura y la montaña a lo
lejos; en la llanura las viviendas rodeadas de algunos
árboles, y en medio de ellas la iglesia. Este ha sido el
escenario de pescadores que con su canoa y su red
anteceden a mineros de aluvión; tras de sus casas
pajizas se instala la cultura antioqueña y cristiana; y
aunque quizás no alcanzamos a ver bien, en el
penúltimo plano a la izquierda bullen las máquinas
petroleras. Tal vez el pintor no consideró pertinente
pintar las dos calles y sus casas entre la orilla y la
iglesia, pues desde tiempo remoto a estas viene
llevándoselas el Magdalena. No pudieron indicarme
cual es el autor de esta obra maestra que representa el
territorio en relación con la sociedad narense o
nareña.
116 María Teresa ARCILA ESTRADA, “Cultura en el Magdalena Medio”, en: Amparo MURILLO
(Coordinadora), Un mundo que se mueve como el río. Historia regional del Magdalena Medio, Instituto
Colombiano de Antropología, Colcultura, Plan Nacional de Rehabilitación –PNR, Programa de Historia
Local y Regional, Bogotá, 1994, p. 27.
106 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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Ribereños y no ribereños han mantenido tranto entre sí. Los centros urbanos de Nare y La Sierra
han sido por excelencia sus lugares de encuentro, de intercambio y de comercio. La actividad
económica y el flujo de gentes e influencias de casi todas partes del país, permitió que fuera
desarrollándose en estos poblados un modo de vida cosmopolita y abierto a las diversas
prácticas socioculturales.
Los de la ribera, los del pueblo y los de la llanura hacia las
laderas de la cordillera: Entre el agua y la tierra:
107 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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Gente y cultura de ribera: Orígenes y conformación
Pantágoras, Guamocoes y Yamesíes de filiación Karib, habitantes de la banda occidental del
valle medio del río Magdalena a la llegada de los españoles, habían heredado de sus ancestros
del norte del bajo río Amazonas una cultura que se desarrollaba en las tierras bajas y tropicales
extendidas a lo largo de grandes arterias fluviales, practicando allí una horticultura mixta, en la
cual combinaban el cultivo de maíz, yuca, batata, ahuyama y arracacha, con actividades de
pesca y cacería. Sin embargo no todos ellos habitaban la ribera. Parte de estos grupos habitaba
las laderas de la cordillera Central y se dedicaba a la minería, a la agricultura y al comercio117.
Las guerras de conquista, la peste y la explotación a la que fueron sometidos los indígenas como
mineros, cargueros y bogas, condujeron a su exterminio. Aún así, sus modos de pensar y habitar
este medio natural fueron el sustrato básico al cual se articularon los aportes socioculturales de
negros y blancos en la época colonial. La cultura ribereña actual es resultado de esta interacción
triétnica, a la cual se ha adaptado -introduciendo nuevos elementos- gran número de inmigrantes
de orígenes antioqueño, caribeño, tolimense, huilense, caleño y cundiboyacense en los dos
últimos siglos118.
Ríos, ciénagas, lagunas, pantanos y playas
117 Ibid., p. 20 118 Ibid, p. 17.
108 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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Pescadores, lancheros, pequeños comerciantes de pescado -y anteriormente, madereros,
braceros, arrieros y mineros- han sido pues los portadores de la cultura ribereña y también los
pobladores más pobres del municipio. Ríos, playas y ciénagas son su patrimonio natural, vivo y
tangible de mayor relevancia. Constituyen “su fortuna”119 en todas las acepciones del término:
Del agua obtienen pescado y en los playones o “islas” cultivan yuca, plátano y maíz, elementos
básicos de su dieta tradicional; y del transporte fluvial y de la extracción de arena y balasto de
las playas depende la economía de varias familias.
119 Afirmación tomada de varios cuestionarios aplicados a varias personas del pueblo gracias a la
colaboración de la señora Piedad Bárcenas y de varias mujeres de la Asociación Mundo Verde.
109 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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El río Magdalenada: (Foto superior izquierda) es vida y muerte. El da y asimismo quita. El
ribereño lo ama pero también le teme: luego de la pesca abundante le trae hambre y desolación;
cuando sus aguas bajan le permite sembrar en sus islas, pero cuando aumentan suelen llevarse
sus cultivos y hasta su casa, inundan los centros poblados y pasada la inundación los pantanos
son criaderos de mosquitos y origen de enfermedades y epidemias; en tiempo de invierno
facilita la navegación, mientras en verano la torna difícil y en parte hasta imposible, pues las
embarcaciones se pegan en la arena y remontar los ríos se convierte en una labor tortuosa; por el
contrario la extracción de material para construcción no puede hacerse sino en este tiempo.
El río Nare: (Foto superior derecha) se comporta con los ribereños de forma parecida al
Magdalena. Para los nareños le sigue en importancia a éste. Si bien es menos caudaloso y de
menos tráfico, ha sido vital para el pueblo: Por mucho tiempo mientras el Magdalena se llevaba
las aguas sucias y los desechos de la gente, el río Nare abastecía a ésta de agua para el consumo.
Los sectores más pudientes tomaban agua del Nare, y los pobres la del Magdalena. Para su
recolección y transporte se empleaban personas como aguateros.
Los caños, como el de San Pablo (foto inferior derecha), han tenido la función de conectar ríos y
ciénagas para recibir agua durante las crecientes. También han servido para irrigar siembras y
para abastecer al ganado. Por lo demás han sido utilizados para el baño y lavado de ropas.
Las ciénagas (foto inferior izquierda) son muy ricas en nutrientes, con elevada producción por el
plancton y otras plantas acuáticas, lo cual a su vez se traduce en elevada producción pesquera.
110 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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Son comunes Bocachicos, mojarras, bagres al igual que numerosa aves acuáticas: patos, garzas,
águilas pescadoras. Tienen diversidad moderada pero elevado número de organismos. Los
ciclos son muy complejos y se encuentran asociados a los ciclos climáticos. Por estos ciclos de
inundación y de estiaje, sólo una parte de las ciénagas permanece todo el año; el resto se
comporta como un complejo de humedales, de los cuales es difícil diferenciarlos tanto
estructural como funcionalmente.
Lagunas, pantanos y “bajos” son humedales de menor tamaño que las ciénagas. Es poca la pesca
que se efectúa en ellos, los ganaderos buscan drenarlos para dar paso a los semovientes, en
muchos casos reciben descargas de basura, y en general la gente tiene una imagen más bien
negativa de ellos. De acuerdo con los cuestionarios aplicados a los jóvenes éstos tiene las
connotaciones de: Aguas estancadas foco de enfermedades, “lugares miedosos, solos, habitados
por animales venenosos”, “aguas podridas llenas de cochinadas”.
El mundo que se mueve como se mueve el río
Consecuentemente, para los ribereños el invierno es un largo tiempo de pobreza, hambre y
desolación; mientras el verano significa lo contrario. El ribereño vive atento a estos cambios que
el río mismo anuncia. Así, cuando el Magdalena trae espuma y troncos de madera –fenómeno
conocido como “palizada” y el Nare es oscuro y turbulento, es señal de que se aviene una
creciente; por el contrario, cuando hay sedimentación en el Magdalena y las aguas del Nare se
tornan frías y diáfanas se avecina una temporada seca.
La vida del ribereño se reparte entre el invierno, el verano y las mitacas, ciclos anuales de la
naturaleza en medio de los cuales va pasando su vida; estaciones que se suceden con regularidad
111 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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y le brindan la posibilidad de reproducirse y reencontrarse consigo mismo; etapas que al
repetirse cíclicamente y regresar periódicamente le permiten recomenzar y renovarse. Estos
ciclos inciden sobre la pesca, los cultivos y la caza en distinta forma como ya se verá.
Sin embargo, el cambio climático global ha impregnado de inestabilidad la vida ribereña,
anunciando cambios más profundos. Antes se estaba seguro de que cada siete años ocurría una
gran inundación y de que, anualmente, las crecientes de mayo y noviembre eran fijas. Ahora
nadie sabe exactamente cuándo, ni cómo ocurrirán las cosas.
Pero los ciclos del río no sólo han determinado un manejo del tiempo, sino también una
representación del espacio. El ribereño se desenvuelve en un territorio cambiante. A través del
tiempo el río, sus brazos y caños han ido variando. El agua entra y sale, abre cauces y los seca.
Donde ahora hay potreros, pasaba el río hace muchos años y donde hoy sólo se ve agua,
anteriormente surgían islas y playones con gente y ganado. La tierra aparece y desaparece por
acción de las corrientes de agua. Su paisaje no es fijo ni permanente, como podría ser la parcela
para el habitante de ladera o “montaña”. Es la suya una territorialidad dinámica y móvil, como
móvil es el río120.
Pintura mural en las instalaciones de la Institución Educativa Carlos Arturo Duque
120 Véase ARCILA ESTRADA, Op. Cit., p. 31.
112 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Temperamento del hombre de ribera
Los ribereños tratan de vivir en armonía con su medio, cuidando de no destruirlo, tomando de él
los frutos necesarios para su subsistencia en el momento en que los brinda. Esta forma de vida
expresa su confianza en que la naturaleza le proveerá de alimentos suficientes sin demasiado
esfuerzo. Se dice que “vive al día”, y desde la óptica de la gente de montaña está aquejado de
pereza, abandono y dejadez. Esta dejadez, como lo afirma Falz Borda, es una actitud vital, que
consiste en dejar que las cosas avancen por inercia antes que comprometerse con ellas. No
adelantarse nunca a los acontecimientos, ni tratar de controlar su rumbo o actuar
apresuradamente. La dejadez expresa una cierta tendencia a la informalidad o indisciplina, que
no implica falta de “responsabilidad” sino la espera del mejor momento para actuar121.
El pueblo de Nare
A mediados del siglo XVI la expedición de Francisco Núñez Pedroso desde el oriente
antioqueño llegó al valle de Punchiná, habitado por los punchinaes, bajo el gobierno del cacique
Punchiná, cerca a territorio actual de San Carlos. En esta comarca y cercano a un valle que
llamaron de San Blás, el capitán Francisco Martínez de Ospina descubrió el río Nare. En sus
cercanías se localizaba un asentamiento indígena al mando del “pacífico, laborioso, agricultor y
pescador” cacique Nare, según tradición oral de los nareños122.
121 ARCILA ESTRADA, Op. Cit., p. 31. 122 Entrevista con el señor Senén Vergara, Puerto Nare, abril 30 de 2008.
113 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Arriba: La representación más antigua existente en Nare de un hombre ribereño. Esta figura al parecer
fue hallada en zona donde tuvo su primer asiento el pueblo a orillas del Magdalena donde al parecer
también se encontraron varios artefactos líticos y cerámicos de los cuales se infirió una ocupación
humana en el siglo X de nuestra era, con antecedentes desde el cuarto milenio antes de Cristo. La pieza
pertenece al señor Senén Vergara, todo un señor de ribera.
Abajo: izquierda: algunos artefactos líticos y cerámicos prehispánicos, al parecer de la misma
proveniencia que la referida pieza. Se guardan en la Casa de la Cultura del municipio. A la derecha:
Representación estatuaria moderna del cacique Nare, situada en el sector del muelle, a la entrada del
pueblo.
Este asentamiento, inmediato a la laguna de Palagua y a un camino que llegaba a Honda por el
sur y a las bocas del río Nare por el norte, era ya lugar de intercambio entre los nativos de esta
zona y los del interior de Tolima y Cundinamarca123.
Por ser sitio estratégico para la comunicación y el comercio, muy pronto los españoles
establecieron allí un poblado. Sin embargo, debido a las grandes inundaciones del río hacia el
año 1600, aquel hubo de ser trasladado a punto más próximo a las bocas del Nare,
constituyéndose rápidamente en puerto intermedio a la localidad de Honda. Allí se plantó cacao,
123 ANGULO MIRA, Op. Cit., p. 8. La información histórica sobre el casco urbano de Puerto Nare
contenida en las siguientes 3 páginas ha sido tomada casi toda de este texto.
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
se establecieron haciendas ganaderas y comenzó la evangelización de los nativos por los frailes
misioneros Dominicos. Indios y negros por mucho tiempo compartieron la boga en tripulaciones
mixtas, lo que favoreció las relaciones entre las dos etnias, a pesar de las disposiciones
coloniales relativas a la segregación racial entre ellos.
Desde aquella época varios colonos unieron voluntades y criterios, interesando a los
comerciantes de Mompós y Honda para dar comienzo al tránsito de mercaderías hacia el interior
de Antioquia por el camino Palagua-Nare-Islitas. El sitio bocas del Nare pronto se constituyó en
puerto principal para comunicar al Nuevo Reino de Granada con la Provincia de Antioquia.
Procedentes de Bogotá llegaban a Nare bienes como textiles, chocolate, tabaco, herramientas
para la minería y la producción agropecuaria, transportados inicialmente a lomo de cargueros
humanos y después en mulas con destino a Medellín, donde eran distribuidos a los núcleos
mineros, desde los cuales a su vez se transportaba oro, siguiendo la misma ruta en el sentido
contrario.
Francisco Velasco edificó las primeras bodegas en Nare, favoreciendo este tráfico, que al
intensificarse motivó la apertura de variantes del antiguo camino para hacer el transporte más
ágil, y empujó a no pocos campesinos del oriente antioqueño a afincarse en sus recorridos, lo
que dio origen a varios caseríos, entre ellos la colonia y posterior municipio de San Carlos. Con
la supresión del camino de Espíritu Santo hacia mediados del siglo XVIII, la ruta Nare –
Medellín pasó a ser la principal y prácticamente la única vía que vinculaba a Antioqua con el
resto del país y el exterior a lo largo de más de un siglo. Fue relativamente grande su
prosperidad hasta que se construyó el ferrocarril de Antioquia. Con todo esto, el pueblo Nare
fue poco lo que prosperó, y se mantuvo más bien estancado hasta bien avanzado el siglo XX.
Hacia 1733 los colonos de Nare estaban dispersos en lugares equidistantes a Nare: Purnio,
Guarumo y Buenavista, preferidos por los bogas y pescadores como pernoctaderos y sitios de
asiento. Hacia 1789 estaban sujetos al curato de San Antonio de Guarumo, distante tres días de
camino por el río arriba. Pertenecían a la jurisdicción de la villa de Honda. Pidieron al virrey les
diera licencia para fundar un sitio y construir 300 o más casas en la boca del Nare, paraje
llamado El Peñol, “tierra firme y resguardada”. Sus linderos: desde los peñoles de Velasco hasta
la Guardia de Carare. A esta fundación la nombraron San José de Nare.
En el siglo XIX el poblado urbano se componía de casas de madera o cancel, cubiertas de paja,
zinc y algunas pocas de teja; la pequeña iglesia parroquial; dos inmensas calles largas, rectas y
espaciosas paralelas al río Magdalena convergían directamente hacia el río Nare; y frente a la
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
iglesia la plaza principal. Esta urbanización era una continuación del primer trazo que se hiciera
al momento de la fundación y que en efecto llegó a construirse.
Desde entonces, las crecientes del Magdalena y del Nare han ido llevándose las calles, por lo
que el pueblo ha tenido que regular cada vez más hacia atrás, pero manteniendo la misma
proporción, simetría y estética. Hasta la fecha, por lo menos 4 calles han desaparecido. En 1808
el Magdalena “desbarrancó” la población y llevó consigo la mayor parte de las casas que
existían en la calle de la Albarrada. Un año más tarde, las calles eran “lodazales y pantanos”, los
caminos se hallaban intransitables y no había puertos donde arrimar los buques. La pobreza, las
emanaciones palúdicas y la mala alimentación reinaban entre los pobladores.
Hace más o menos 40 años el río desapareció la calle primera. Hace 15 años el río inundó hasta
la calle cuarta124. Las inundaciones ocurridas en junio de este año al parecer llegaron mucho
más allá de ellas. Por causa de estas avenidas se han ido formando numerosos pantanos, lagunas
y ciénagas. En época no muy lejana lo más probable es que desaparecerá la calle Segunda que
es actualmente la de la orilla, y así sucesivamente el pueblo de Nare tendrá que retroceder cada
vez más hacia las laderas de la cordillera.
124 Entrevista con el señor Senén Vergara, Puerto Nare, mayo 1 de 2008.
116 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Las continuas guerras civiles de finales del siglo XIX expulsaron a muchos campesinos
costeños, parte de los cuales vino a parar a este municipio. Como algunos también eran
ribereños de tradición, se situaron preferentemente en la orilla de los ríos y se dedicaron a la
pesca, a la agricultura de subsistencia en pequeñas parcelas, al leñateo y a la cacería. Algunos
llegaron con ánimo de vincularse como trabajadores a la construcción de las vías férreas.
La construcción del ferrocarril llevó a que se suprimiera el camino de Nare en abril de 1887.
Desde entonces y hasta la década del 30 del siglo siguiente cuando surgió la industria de cales y
mármoles, el pueblo vivió en extrema decadencia. Nare pasó entonces a ser corregimiento de
Puerto Berrío. Empero, la mala administración ejercida desde este centro motivó a los narenses
a luchar por la municipalización de su pueblo, lo que en efecto ocurrió a finales de 1967. El
nuevo municipio recibió el nombre de La Magdalena. Posteriormente volvió a tener el
tradicional nombre de Nare.
Luego de la segunda mitad del siglo XX otra oleada de costeños y campesinos de Antioquia y la
región Cundiboyacense inmigró en busca de tierra y trabajo en la empresa ferroviaria, en
Inmarco (actual Cementos Nare) y en Texas Petrolium company, Omimex de colombia (actual
Mansarovar)125. Algunos de ellos poblaron el sitio que luego fue erigido corregimiento La Sierra
en terrenos concedidos a Inmarco por el gobierno. Estas industrias dieron lugar a la formación
de un nuevo sector social de obreros y asalariados. Éstos se formaron una visión del mundo
diferente al ribereño promedio, más amplia y de mayores perspectivas y lucharon por sus
derechos democráticos y sindicales. Muchos inmigrantes que no pudieron vincularse a estas
compañías se dedicaron a otras actividades como el transporte fluvial, el pequeño comercio, la
pesca ocasional o se dispersaron por la región en busca de tierra o de otras ocupaciones. La
actividad económica y el flujo de gentes e influencias extrañas, permitió que fuera
desarrollándose en ellos un modo de vida cosmopolita y abierto a las diversas prácticas socio-
culturales y políticas que allí tenían lugar.
En la década del 70, la debilidad y la ausencia del Estado, unidas a los conflictos creados entre
los campesinos y los colonos, con los terratenientes por las tierras, favorecieron el
establecimiento de grupos armados de izquierda. Ellos buscaban, y en alguna forma obtuvieron
el favor de los sectores campesinos. De igual forma se empezaron a crear formas organizativas,
tales como acciones comunales, juntas de padres de familia, ligas campesinas y comités de
125 Entrevista con el señor Senén Vergara, Puerto Nare, abril 30 de 2008.
117 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
diverso orden. Frecuentemente se creaban bajo la influencia de los partidos tradicionales, del
Estado o de organizaciones de izquierda y su surgimiento expresaba las nuevas formas de
interacción social que se estaban gestando. Sin embargo la confrontación ejército guerrilla se
intensificó, lo cual llevó a que en las décadas del 70 y el 80 se incrementara la colonización de
la región norte del Magdalena Medio, con la afluencia de gentes desplazadas de la región sur, en
especial de La Dorada, Puerto Boyacá, Puerto Berrío y Cimitarra126.
La época del paramilitarismo consecuencia de los anteriores conflictos ha sido la más cruenta de
la historia de este municipio. No pocos paramilitares eran de allí naturales. Los narenses han
quedado traumatizados y estigmatizados por estos motivos. Por esta razón prefieren no tocar el
tema y se han propuesto ser ejemplo de paz y convivencia en el país.
Así pues, en Puerto Nare y en general en la zona sur del Magdalena medio domina lo mestizo y
la confluencia de culturas andinas antioqueña, tolimense, caldense y cundiboyacense, a
diferencia de la zona norte, donde resalta el componente triétnico y la influencia cultural de las
regiones santandereana y sabanera.
Si bien estos inmigrantes tuvieron que adaptarse al ámbito y a la cultura ribereña establecida,
rompiendo con formas culturales que obedecían a las condiciones ambientales particulares de
sus territorios de origen, lograron preservar y difundir algunos usos y costumbres que han sido
asimilados por los ribereños y otros migrantes. Así por ejemplo, hasta hace un tiempo la colonia
costeña lideraba un carnaval en febrero simulando el carnaval de Barranquilla127, y actualmente
la gente de La Pesca celebra las tradicionales fiestas de San Juan y preparan lechona128.
Distribución del pueblo
La estructura reticular del pueblo se conformó a partir del poblado lineal a la orilla del
Magdalena avanzando hacia la llanura que se extiende hacia la vertiente de la cordillera. La
hilera de construcciones con materiales diversos –madera y zinc, cemento, bahareque, ladrillo
con zinc, eternit o teja- separadas por calles a la orilla del río es la más extensa de todo el
pueblo. Desde la parte media de este sector arranca la calle 46 extendiéndose hacia la Hacienda
La Unión y dividiendo al pueblo en dos sectores prácticamente iguales en tamaño, pero distintos
en cuanto a la densidad de población y la destinación y los usos dados a sus espacios:
126 ARCILA ESTRADA, Op. Cit., p. 25 127 ANGULO MIRA, Op. Cit., p. 123. 128 Diálogo de saberes, corregimiento La Pesca, abril 30 de 2008.
118 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Originalmente ranchos de pescadores y bodegas comerciales a la orilla, construidos
de cancel y cubiertos de paja o de zinc. En la época colonial aparecieron las
viviendas de los antioqueños y comerciantes del interior construidas de bahareque y
también de cancel. A finales del siglo XIX la arquitectura de estilo republicano. En
adelante, viviendas de cemento, zinc o eternit. En armonía con el azul, el verde y el
marrón brillante de este paisaje, desde hace mucho tiempo las diversas
construcciones presentan tonos pasteles: azul, amarillo, verde, mandarina y rosa.
La mitad del norte, río abajo, configura un gran cuadrado compuesto por 35 manzanas, 7
carreras y 8 calles. En su parte superior, al extremo de la calle 46, se configuró otro cuadrado
conformado por cuatro manzanas rectangulares. Otras dos manzanas aparecieron luego en el
extremo inferior sur del gran cuadrado, el centro del cual corresponde a la manzana de la plaza
de mercado donde funcionan las oficinas del transporte terrestre y a donde llega la gente del
corregimiento La Unión, de las veredas al norte y al oriente, y la gente de los pueblos del oriente
antioqueño y de Medellín. La iglesia, el parque y las instalaciones de gobierno se localizan en la
manzana perpendicular a la del mercado, sobre la calle tercera. Las demás manzanas se
conforman de viviendas y establecimientos comerciales. Estos se sitúan mayormente entre las
calles 2, 3 y 4. Los cuadrados anexos a este gran cuadrado corresponden a barrios nuevos. Este
sector concentra la mayoría de la población urbana de Puerto Nare.
La mitad del sur, aguas arriba del Magdalena presenta una densidad poblacional mucho menor a
la de la parte norte, situándose sus habitantes mayormente en la zona de ribera. En su extremo
sur tras las viviendas de la orilla se emplaza un barrio compuesto por 7 manzanas entre las
calles 2, 3, 4 y 4ª. Este barrio limita al norte aguas abajo con una cancha. Seguidamente se
120 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
localiza otro barrio de 4 manzanas e inmediato están la institución de educación primaria, una
concha acústica, el barrio Fondo Obrero y el cementerio. Detrás de este sector están el hospital,
la institución educativa de secundaria, otro barrio Fondo Obrero, el asilo de ancianos, la unidad
deportiva, la escuela de artes y oficios y la subestación eléctrica.
Así, mientras el sector norte es centro de población, de comercio, de encuentro, de vida política
y administrativa, el sector sur tiene la connotación de la marginalidad y de la muerte, pero al
mismo tiempo de lo vital, pues es también zona de recreación y deporte.
En Nare como en casi todos los pueblos ribereños del Magdalena, el cementerio se localiza
cerca del río. Anteriormente a la gente se la enterraba en el suelo. No había bóvedas como
ocurre hoy en día. El suelo de la orilla ha sido entonces última morada de estos hombres que
se la han pasado entre el agua y la tierra.
121 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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Corregimiento La Sierra y actividad minera en el municipio
La Sierra ha sido desde la colonia el territorio minero de este municipio.
Durante el período colonial varias empresas mineras trabajaron el río Nare. De ello no se tienen
registros. Consecuencia de la abolición de la esclavitud a mediados del siglo XIX fue que gran
número de libertos de Remedios y Yolombó llegaron a trabajar las minas de Nare y a
establecerse en sus inmediaciones. Hasta hasta 1880, según tradición oral, una compañía minera
explotó con dragas el lecho de este río. De esta explotación tampoco se tienen registros
oficiales. Hacia 1875 el extranjero Nelson A. Chandher tenía una mina en el Nare con el nombre
de San Cristóbal, y el señor Quintiliano Campuzano otra llamada San Germán. El nombre de
este señor figura en el denuncio de otras seis minas en la misma zona.
La minería de oro casi desapareció cuando la compañía Inmarco descubrió y explotó las
canteras de mármol, iniciando la fábrica de cemento en la década de 1930. Sin embargo, a
mediados de la década del 70 una mina de oro fue descubierta, comenzando entonces una nueva
122 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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etapa de la minería que duró hasta la década de los 90. Por entonces se practicaba en la
modalidad de barequeo.
El nombre “La Sierra” se derivó de la existencia en este sitio de un aserrío de maderas
propiedad de la cementera. Los trabajadores y colonos invadieron estos terrenos que la
compañía tuvo que ceder años más tarde. Sin embargo, ningún poseedor de hecho ha adquirido
título legal. El pueblo como tal surgió de lado y lado de la carrilera en forma lineal. En esta
parte había una laguna dejada por las crecientes del Magdalena y el Nare, la cual impedía en
ciertos sectores continuar la hilera de casas. Para salvar este obstáculo la rellenaron con piedra y
desechos de cemento y sobre ella construyeron luego un puente que une el sector de la carrilera
con una calle construida posteriormente. Otras dificultades topográficas determinaron la extraña
organización urbanística de esta población129.
Los sectores que la conforman son: La Avenida Buenos Aires con mejor trazo que las otras
calles, donde se levantan el templo y muchas viviendas construidas de cemento y con techos de
eternit y zinc. Comienza en una especie de boca, parte alta de la carrilera y termina carrilera sur
arriba. La calle de la Carrilera atraviesa todo el poblado y se encuentra con la calle que separa el
pueblo de las instalaciones Cementos Argos y Caldesa. Es la calle del comercio. En su parte sur
forma un triángulo donde se sitúa un establecimiento de recreación. Los barrios de los obreros
de las Compañías se localizan aledaños: en el sector “El Alto” y en un cerro en la parte
occidental. Cuentan con capilla, parque de recreación y escuela.
En la Sierra se encuentran las mayores fuentes de empleo para los narenses, al ser el gran centro
de comercio, industria y minería del municipio, de gran peso en la región y en el país. Este
corregimiento funciona como una entidad autónoma, dependiendo muy poco de la cabecera
municipal, amén de trámites y gestiones administrativas.
129 ANGULO MIRA, Op. Cit., p. 81.
123 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Corregimiento La Pesca
Por su parte, considerable número de tolimenses, huilenses y caleños han ocupado, ya
permanentemente, ya temporalmente las riberas de estos ríos, motivados por la abundancia de
los peces en subienda. Tal es el caso del corregimiento La Pesca situado sobre una de las
márgenes del río Nare a poco más de 1km de su desembocadura en el Magdalena, el cual fue
conformado en 1961 por 65 familias de pescadores que provenientes mayoritariamente del
Tolima y del Huila se instalaron en terrenos propios de la empresa cementera130. Tampoco
tienen título de sus posesiones de hecho.
La amenidad de su paisaje y la hospitalidad de sus habitantes contribuyeran a que los
trabajadores de las compañías multinacionales dieran preferencia a La Pesca como lugar de
130 Diálogo de saberes en el corregimiento La Pesca, Puerto Nare, abril 30 de 2008.
124 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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vacaciones y de turismo. Su fama cundió a Medellín, de donde llegan con frecuencia turistas
provistos algunos de equipos para la pesca y la cacería.
El poblado creció gracias a la colaboración de la empresa de cementos y de la administración
municipal. Construyeron la primera escuela, dispusieron un muelle sobre el río, trazaron calles y
extendieron redes de acueducto alcantarillado. Gente de Medellín llegó a la localidad y
construyó hoteles y estaderos como Las Cabañas, Buenos Aires y Guaduales.
Actividad pesquera131
La incidencia de las variaciones climáticas sobre el comportamiento de los peces, reduce a
cuatro meses y medio los tiempos de productividad aceptables para el pescador, quien durante
los demás meses del año debe buscar otros medios de subsistencia.
En efecto, durante el verano que suele darse entre mediados del mes de diciembre y finales de
marzo ocurre la “subienda”: Se produce un aumento de la temperatura en las ciénagas aledañas
al río y sus afluentes y la disminución en el nivel de los cauces. Este fenómeno se origina en
parte por la mayor evaporación y, en parte, por la reducción del volumen de las aguas
cordilleranas en el centro y suroccidente del país. Con la disminución del nivel de las aguas,
disminuye el oxígeno disuelto en ellas, situación que presiona a los peces de las ciénagas a
desplazarse a través de los ríos, en sentido contrario a la corriente, para encontrar lugares más
favorables a su supervivencia. Este proceso migratorio de los peces facilita la pesca en el río,
debido al efecto conjugado de una mayor abundancia de peces y de la disminución del caudal de
sus aguas. La subienda ofrece abundante bagre y bocachico. Su consecución disminuye en abril
cuando empieza la bajanza.
Este fenómeno es contrario al anterior y se produce durante alrededor de cuatro meses, desde
finales de marzo hasta comienzos de septiembre, cuando tiene lugar un aumento desmesurado
del volumen de las aguas procedentes de las cordilleras. En este periodo ocurren inundaciones
en las llanuras del trayecto bajo del río, por el desbordamiento de sus aguas, y los peces buscan
las ciénagas para protegerse de las aguas turbias, que transportan toda clase de cuerpos flotantes
y sedimentos. Durante esta época se presenta una notoria disminución en la productividad de la
pesca, de la que se obtiene pacora, blanquillo, nicuro y capaz. Tampoco hay cosechas, y aunque
131 La información contenida en este aparte ha sido obtenida de los diálogos de saberes con los pescadores
del corregimiento La Pesca y con los ancianos del CBA, además de las entrevistas con los señores
Justiniano Vásquez y Senén Vergara, Puerto Nare, abril 29 – mayo 1 de 2008. Complementamos esta
información con la ofrecida por ARCILA ESTRADA, Op. Cit.
125 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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la caza se torna abundante, la violencia de los últimos tiempos prácticamente acabó con esta
actividad, pues por lo regular eran detenidos aquellos que portaban armas.
Este fenómeno se ve interrumpido por un corto período de sequía, durante mes y medio entre
julio y septiembre. Con el aumento de la temperatura se disminuye el volumen de oxígeno
disuelto en el agua, generando una subienda de bajas proporciones conocida como mitaca,
durante la cual las especies ícticas se desplazan desde las ciénagas hacia los principales ríos. Se
produce entonces un aumento de la productividad de la pesca pero de menores proporciones al
que tiene lugar en la subienda. En esta época del año aumenta la extracción de vizcaína,
coroncoro y areca, cuya obtención es reducida durante el primer semestre.
Entre los meses de septiembre y diciembre el caudal de las aguas presenta un aumento excesivo
y se inundan las tierras planas de las riberas del bajo y medio Magdalena. Además de las
consecuencias nefastas de estas inundaciones para los pobladores y sus cultivos, en esta época,
conocida como “bajanza de mitaca”, los peces se refugian en las ciénagas y la productividad de
la pesca es prácticamente nula. También en esta época la cacería solía ser una actividad
complementaria.
Técnicas y herramientas para la pesca
El pescador cuenta con una variada gama de técnicas específicas, muy depuradas que, sin
embargo, no han dado como resultado la industrialización de esa actividad. A pesar de ello, los
implementos de pesca mínimos como la canoa, el canalete, la atarraya, el anzuelo y el arpón,
usados desde tiempos inmemoriales, han cambiado notoriamente durante la segunda mitad del
pasado siglo. Desde hace poco más o menso de 20 años “por cosa de moda” las atarrayas –
manejadas por una sola persona- y los chinchorros –manejados por cinco individuos- vienen
siendo desplazados por el liso. La masificación en el uso de motores de gasolina para la
navegación, que a principios del siglo XX era solo esporádico, constituye una de las
innovaciones más importantes. El motor sustituyó al canalete y a lo que regionalmente se
conoce como transporte “a pulmón”. Para dar cabida a este implemento, se modificó
ligeramente la canoa, haciéndola más corta y más amplia en su parte trasera.
126 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
De acuerdo con algunos ancianos del CBA Jesús de Nazaret, la pólvora, introducida hacia los
años 40 del siglo pasado y utilizada masivamente en los años 60, junto con el liso y el barbasco
prácticamente acabaron con la fauna acuática y ribereña de la región. Esto se lo atribuyen a
gentes de Neiva, Ibagué y Cali principalmente. Fuera de las especies ícticas ya mencionadas,
éstos señores testimonian de la existencia de otras muchas como: Mueluda, chachás, tolomba,
yumbila, perro o mochuelo, caloche, sábalo, sabaleta, bagre sapo, chucho o casa sola o alcalde
negro y amarillo, mojarra, nero, comelón, machalanga, matacaimán, cachama, chicharro y
rayas. Además habían ostras, tortugas galápago e icotea, cangrejos de distintos tamaños y
colores, babillas, caimanes criollo y agujeto, nutrias e iguanas en abundancia.
En aquellos tiempos era tan rica la subienda que las canoas arriesgaban inundarse con el peso
del pescado, y a los niños se les enseñaba a pescar con costales132.
132 Diálogo de saberes con ancianos del Centro de Bienestar del Anciano (CBA) Jesús de Nazaret.
Participantes: Manuel Ceballos, Elí de Jesús Guzmán, José Eugenio Rivas López, Luis Ramírez
Rodríguez, María del Carmen Cuartas Arango, Asisclo Villada Morales. Puerto Nare, abril 29 de 2008.
127 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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Expectativas de los pescadores frente a la situación actual de la pesca
Los pescadores del corregimiento La Pesca lamentan que actualmente es prácticamente
imposible vivir de esta actividad con la que levantaron sus familias. Las nuevas generaciones no
podrán seguir el ejemplo de sus mayores. Según ellos, de nada sirve que se les sancione en pos
de la preservación y recuperación de los peces, sin no se acaba con la pesca que practican con
liso los pescadores del bajo Magdalena, en cuyas ciénagas nacen casi todos los peces. Aseguran
ellos que en esta región es donde se utiliza mayormente tal instrumento y que por lo tanto “hay
que matar la culebra por la cabeza”. Sugieren que se intensifique la siembra de alevinos en las
ciénagas y que se abogue por ellos para que se les concedan las tierras que habitan, y así poder
cultivar y establecer ganados como alternativa de subsistencia133.
Diálogo de saberes con los pescadores del corregimiento La Pesca,
municipio de Puerto Nare, abril 30 de 2008.
Autonomía e ingobernabilidad han caracterizado la vida del pescador ribereño, quien ha estado
acostumbrado al trabajo independiente, sin reglas ni limitaciones, sin horarios ni normas, aparte
de las exigencias mismas de su oficio. Los pescadores han poseído y usufructuado libremente,
durante generaciones, los recursos del río. Por eso es muy difícil que puedan crear formas
organizativas y asociativas por iniciativa propia, someterse a una autoridad impuesta desde
133 Diálogo de saberes con pescadores del corregimiento La Pesca. Asistentes: Nicolás Salazar, Benjamín
Herrera, José Luis Gara, Gustavo Quesada, Beatríz Daza, Roosevel Arciniegas, Heliodora Bustos,
Mariana López, Efigenia Varón, Jesús María Mosquera, Elisabet Palacio, Mónica Bustos, y otras cinco
personas que no firmaron por no saberlo hacer. Puerto Nare, abril 30 de 2008.
128 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
afuera y aceptar reglamentos y restricciones: El establecimiento de meses de veda, restricción en
las tallas de peces, reglamentación de los tipos y tamaños de las redes y aparejos de pesca por
parte de los organismos ambientales prácticamente no han tenido acogida entre ellos.
Corregimiento La Unión: Colonización antioqueña, agricultura y
pastoreo
Pantágoras Yamesíes y Guamocoes ocuparon parte del costado oriental montañoso y selvático
de la cordillera Central, practicando una agricultura característica de sociedades subandinas -
diferente a la horticultura mixta de la parte ribereña y fluvial- además de una explotación de
yacimientos auríferos134.
Durante la época colonial, en esta zona se emplazaron algunos asentamientos de campesinos del
oriente antioqueño, así como algunas bodegas y fondas, sobre el camino que sustentaba el
tráfico de gente y mercancías entre Nare y la provincia de Antioquia135.
La gente de las riberas nunca se interesó por estas tierras. Durante el siglo XIX fueron pocos los
inmigrantes que allí realizaron desmontes y establecieron cultivos y potreros. Finalmente, en el
transcurso del siglo XX algunos campesinos del altiplano oriental de Antioquia en busca de
tierras, trabajo y oportunidades fueron los que paulatinamente se apropiaron y desmontaron
estas tierras para el cultivo de maíz, cacao y yuca y la cría de ganados de ceba. El intercambio
de trabajo, los convites además del trabajo familiar fueron formas de cooperación comunes entre
estos colonos. En razón de ésto al poblado que constituyeron dieron el nombre de “La Unión”.
Primero construyeron la escuela y posteriormente la capilla y el parque136.
Contrario a lo que pasa con los ribereños, estos pobladores se han dado a una transformación
mayormente destructiva de su entorno natural, afanados por acumular riqueza y producir
excedentes, con la mentalidad de que el mundo se mueve en sentido lineal y progresivo hacia
una civilización cada vez más artificial de la que no quieren ser rezagados.
Mientras aquellos tienen una actitud de mayor apertura y naturalidad frente a los distintos
grupos, éstos son más cerrados sobre sí mismos y no parecen experimentar un genuino interés
134 Ibid, p. 19. 135 ANGULO MIRA, Op. Cit. 136 Ibid.
129 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
por el contacto con los otros. Se muestran orgullosos de sus raíces, son muy tradicionales en sus
costumbres. Existe entre ellos una necesidad de arraigo, de atarse a la tierra.
Los ribereños y su relación con el bosque y la biodiversidad:
Usos e ideas
Todavía en los años 60 del pasado siglo el territorio tras de los asentamientos ribereños del
Magdalena medio presentaba considerables extensiones de selva, que los narenses comúnmente
llaman “montaña”137. La caza - en especial de los animales que habitan las ciénagas- y la
recolección de frutos para su alimentación, además de la extracción de maderas para sus
viviendas y enseres, ocupaban a los ribereños desde tiempos precolombinos. Todas veces se
llevaban a cabo de manera selectiva y al tiempo que demandaban proporcionaban saberes sobre
el medio. Los ribereños entonces solían ser conocedores de las especies vegetales, de las
costumbres de los animales, de las prácticas para defenderse del ataque de fieras y para curar
picaduras de serpientes y bichos; sabían distinguir las intervenciones antrópicas recientes o
remotas. Justamente la combinación estacional de estas actividades y las actividades fluviales
dieron a su cultura un carácter anfibio. Sin embargo, la penetración de la selva no implicaba
para ellos su apropiación y menos aún su colonización. No obstante, desde mediados del siglo
XIX y durante casi todo el siglo XX buena parte de la caza y la explotación forestal se realizó
137Diálogo de saberes CBA; entrevista con el señor Senén Vergara, ibid.
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
con fines comerciales138: Por una parte, el desarrollo de la navegación a vapor demandó madera
como combustible para los buques. No pocos habitantes de las riberas se dedicaron al leñateo.
La zona del colegio, el ancianato y la unidad deportiva era un “leñateadero”139. Por otra parte,
las maderas preciosas y las pieles de animales silvestres tuvieron alta demanda principalmente
para ser exportadas. Hasta los años 60 la mayoría eran compradas en Cartagena y Barranquilla.
Junto con algunos migrantes costeños, parte de los ribereños se dieron a cortar maderas como
cedro, caobo, comino, canelo, masábalo, ceiba, tulú, caracolí, abarco y chingalé; plantas
medicinales como malva, yerbamora, yerbabuena, altamisa, albahaca, paraguay, vitimorial,
verdolaga, verbena, toronjil, paico, sabina y sábila; a extraer resinas como algarrobo, canime,
perillo, caucho, raicilla, tagua y ámbar; y a cazar tigres, osos, babillas, caimanes nutrias,
venados, etc140.
Hasta hace unas dos décadas todavía acudían a Nare algunos compradores de pieles. Sin
embargo, para entonces ya la gente se rehusaba a matar animales silvestres141. La montaña o
selva prácticamente se acabó en este municipio. Quedan algunas manchas de corta extensión
hacia los límites con San Carlos, San Luis y Caracolí y más que todo en terrenos propios de las
petroleras.
Debido en parte a que las actividades de la selva eran arduas y peligrosas; en parte a que los
colonizadores legaron una imagen de ésta como “lo caótico”, “lo inculto” “lo opuesto a la
civilización” donde además de fieras y alimañas habitaban los indios y se resguardaban
malhechores y gente prófuga; y en parte a que la cultura de los ribereños había poblado estas
partes con seres mágicos y sobrenaturales que podían ser benéficos pero también malvados,
actualmente entre los jóvenes de Nare, la selva tiene las connotaciones de: “apartado”,
“tupido”, “peligroso”, “oscuro”, “solitario”, “tenebroso”, “montañoso”. El vocablo “bosque” no
aplica entre ellos, pareciendo ser cosa de cuentos como Blancanieves y Caperucita, es decir, de
latitudes lejanas. En cambio, la palabra “monte” se considera hasta cierto punto como sinónimo
de montaña o de selva, aunque para muchos el “monte” es menos espeso y extenso que la selva,
y para algunos es casi lo mismo que “rastrojo”.
Este último tiene las connotaciones de : “maleza o matas inservibles que no dejan crecer el
pasto ni el jardín”, “pastos sin vida”, “tierra muerta”, “basura”, “lugar abandonado, feo y en
138 ARCILA ESTRADA, Op. Cit., p. 44. 139 Diálogo de saberes CBA. Ibid. 140 ANGULO MIRA, Op. Cit., p. 60. 141 Entrevista con el señor Senén Vergara, ibid.
131 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
malas condiciones”, “lugar poco ordenado”, “sirve para dormir acompañado”, “sirve para
hacer escobas”.
La fauna silvestre: clasificación, inventario, ideas y usos populares:
Del diálogo de saberes con los ancianos del CBA y de los cuestionarios aplicados a un grupo de
jóvenes del grado 11, obtuvimos la información siguiente:
Los animales del municipio se clasifican en: animales “de tierra” o “de monte” o “de montaña”;
y animales “de agua” o “de río”. Entre los animales del agua figuran todas las especies ícticas
mencionadas. Las tortugas, los yulos, las iguanas, las babillas, los búfalos, las garzas, los patos
y otros animales moradores de las ciénagas y humedales se consideran tanto de agua como de
tierra.
Animales de tierra, de monte o de montaña
Gran parte de estas especies han desaparecido en el municipio y en toda la región:
El tigre: Es peligroso. Come reses, bestias, perros, marranos y hasta humanos. A los animales
los arrastra hacia arriba, nunca hacia abajo. Al hombre le tiene respeto. Al varón lo ataca por la
espalda y a la mujer por el frente, pues gusta de sus senos. Si uno se lo encuentra le grita
fuertemente y él se espanta. Para dominarlo se le tira al codillo. El tigre macho nunca anda con
sus hijos. Es el animal “más sinvergüenza del monte”. “El tigre se acabó porque se acabó la
montaña” -Al parecer eran tantos los tigres que habitaban esta región en los siglos pasados, que
cuando el ingeniero francés Juan B. Boussingault estuvo Nare en 1825, durante la noche los
ribereños encendían una hoguera en la orilla para ahuyentar este animal142.
El venado: No hace daño y es bueno para comer. Come bellotas y gusta de los copos de la yuca,
tiene la capacidad de ver por una de sus patas. Se interna en lo más espeso del monte. Es veloz
en la carrera por lo que es menester emplear perros para su caza.
El armadillo o gurre, criollo y “coletrapo”: Vive encuevado. Sale de noche en busca de
alimento. Cuando se siente amenazado no corre sino que “se echa a pelotear” escondiendo la
cabeza. Es bueno para comer y para curar las enfermedades pulmonares, ya sea tomando su
sangre caliente con vino blanco, o sorbiendo una cucharada cafetera del caldo colado sin sal ni
grasa en el que haya sido cocinado, al que se le agrega vino blanco, cola granulada, nuez
moscada y emulsión de Scot.
142 ANGULO MIRA, Op. Cit., p. 35.
132 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
El conejo: Es malicioso, daña los sembrados. Gusta del maíz, el fríjol, la arracacha. No es
agresivo.
La tatabra o cajuche: Es mala, acaba con los cultivos que encuentra.
La guagua: Es carne buena y se caza con perros. Sale de noche y sobre todo en luna llena.
Los micos: Tistís, marimondo, negro y cariblando curan el paludismo. Especialmente el
marimondo.
La culebra: es animal peligroso. Se mantiene camuflado y es temido por la comunidad.
La iguana: Es animal de tierra y de agua, pero más de tierra. Es brava si la provocan. Con su
cola fuetea. Cuando salen a las calles la gente les hace corro y las torea en son de juego, pero sin
hacerles daño, antes buscan la forma de que salgan del poblado. Al parecer en general la
población se interesa por protegerlas143.
Otros son: el tigrillo; el león” de melena y el león sencillo; el zorro; el oso hormiguero, el oso
real, el oso congo y el oso caballuno; el perrolobo; la chucha; el puerco de monte o yulo y el
zaíno –el primero más grande que el segundo. Viven en los pantanos “o sea que son de agua y
de tierra”-; el perico ligero o perezoso; la ardilla y la ardita –aquella más pequeña que ésta-;
morrocoy; caracol de tierra; araña de copete rojo, de copete negro y polla; rana blanca, negra,
rayada, verde, sapo y sapito; grillos veraneros, de alas amarillas, de alas coloradas, de alas
verdes y langostas; lagartijas; mariposas negras, amarillas, azules y vanidosas; loros y
guacharacas; búho; garza morena y garza blanca; pato salvaje y pato real; tórtola, gavilán, pava,
paujil, gallito de ciénaga, la mapaná de tierra y la madremonte que es “chiquito, casi como un
gato y graciosito”. También el búfalo que fue traído al municipio hace una década.
Según una anciana de la localidad “todos los animales tienen conjuro”: ya el salmo 91, ya “la
oración del señor de Jerusalén”, ya “el conjuro real”, ya la oración de la Santísima Trinidad, y
otros. Para que las fieras no hagan daño a los ganados se rezan las cuatro esquinas de la finca
desde su centro, cerrando tres de ellas para que el animal salga por la que queda abierta144.
Algunos aspectos notables de la relación de la gente con la flora en el pueblo:
143 De tal situación fue testigo el autor de estas páginas durante la primera estadía en este municipio a
finales de noviembre de 2007. Ello suscitó una conversación interesante con varios de los partícipes de
este espectáculo. 144 Entrevista con la señora María del Carmen Cuartas Arango, Puerto Nare, mayo 1 de 2008.
133 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Los poblados ribereños, y en particular el caso urbano del municipio de Puerto Nare se han
distinguido por los árboles y arbustos que pueblan sus calles, parques y zonas aledañas al
pueblo. Casi todas las viviendas tienen uno o varios enfrente y la gente los cuida en grado sumo.
Más que embellecer el entorno, su función ha sido la de dar sombra y refresco. Bajo sus ramas
los narenses acostumbran solazarse en las tardes, terminada la jornada laboral. Para muchos,
estas plantas “protegen de malas fuerzas” y “atraen buena suerte” a las casas. Vendedores
ambulantes de productos de panadería y de charcutería, así como dueños de cantinas, cafés,
almacenes, tiendas y restaurantes mantienen de sus hojas en los bolsillos de la ropa, bajo los
azafates y canastas donde portan tales productos, o tras las puertas de dichos locales145. Esta
práctica parece ser de larga data, pues se tiene noticia de que a Boussingault le causó
145 Entrevista con el señor Senén Vergara, ibid.
134 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
admiración el árbol de cedrón en esta localidad. Su fruto tenía gran reputación contra la
mordedura de serpientes, y para él fue curioso que los pobladores llevaran una porción de éste
en sus bolsillos. Aparte, allí le obsequiaron a este viajero el fruto de una palmera de nombre
marfil vegetal, que en aquella época se apetecía mucho en Europa146.
Actualmente, para las heridas e hinchazones muchas personas cocinan hojas de árnica –común
en los andenes- y lavan con esta infusión la parte afectada o toman de ella una cucharada.
Antes de contar con calles bien trazadas y pavimentadas existían árboles incluso en medio de las
vías. Actualmente la carrera cuarta es la más arborizada, siendo motivo de gran orgullo para los
habitantes de este pueblo. Tener x o y especie arbórea al parecer ha sido cuestión de moda. Así,
la gente tiene memoria de que antaño predominaban los almendros y los cresta de gallo, después
almendros, laureles y mangos, y ahora son las palmas las que imperan. Éstas sin embargo son
sembradas mayormente por gente de las clases media y alta, siendo un lujo para los más pobres.
Por lo demás, abunda la guadua y el bambú sin ser aprovechadas como se hace en otras partes.
Sería pertinente que se capacitara a la gente en el aprovechamiento de este recurso como fuente
generadora de empleo147.
Actividad agrícola
Durante el verano se llevan a cabo las tumbas y quemas del monte, con lo cual los terrenos
quedan listos para ser cultivados en marzo, o cuando caen las primeras lluvias. En este tiempo
se siembra el maíz y se prepara el terreno para sembrar el plátano. En julio y agosto se presenta
el veranillo que coincide con la mitaca. Comenzando esta estación se recolectan las cosechas
sembradas durante el primer semestre y se dejan las tierras quietas hasta que pase la sequía. A
principios de invierno, en agosto, se siembra el maíz que será recolectado en diciembre
iniciando el verano. La yuca y el plátano se consiguen durante todo el año.
146 ANGULO MIRA, Op. Cit., p. 35. 147 Entrevista con Senén Vergara, ibid.
135 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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Lugares de interés especial y turístico
136 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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Caño seco es lugar para la recreación y el esparcimiento en familia. Es altamente valorado por su belleza
abrupta que tiene para los nareños cierto halo de misterio y sacralidad. Indicio de ello es la pintura en la
foto superior derecha que representa el bautismo de Jesús en este accidente geográfico, difícil de
comparar con el río Jordán.
La quebrada Poza del diablo está ubicada en la vereda La Unión, distante 18km de la cabecera
municipal. Sus aguas recorren un kilómetro cuesta abajo en cascada para formar luego una poza entre
rocas, donde se forman varios charcos. A veces, éstos se ven de dos colores. Deriva su nombre de la
asociación entre lo rocoso y abrupto y lo misterioso, tenebroso y diabólico, común en la mentalidad de
los antioqueños, nareños y de otras comarcas.
La Soná es una fuente de agua inmensamente rica en flora y fauna. Se localiza hacia la margen izquierda
del río Nare. A sus playas acostumbran ir grupos “de camping”. De sus aguas se abastecen para el
consumo los habitantes del casco urbano.
Las aguas cristalinas de la quebrada Balsamito, distante 6km del pueblo, han sido un atractivo turístico
predilecto para los paseos por los estudiantes de escuelas y colegios.
Las cavernas del Nus fueron descubiertas por el señor Adolfo Jaramillo M. el 14 de octubre de 1932.
Aunque se encuentran ubicadas en jurisdicción del municipio de Caracolí, la entrada natural y más
cómoda es por la jurisdicción de la vereda Canteras sobre el río Nare, a 20 km del pueblo.
Manejo de basuras y deforestación
Los proyectos de educación ambiental en Puerto Nare, patrocinados en su gran mayoría por
Corantioquia, EPM y la Administración municipal, se han dirigido fundamentalmente a la
capacitación en el manejo de residuos sólidos. Lo que generalmente se ha hecho consiste en
efectuar visitas domiciliarias para entregar un tarro y un costal y enseñar a clasificar y separar
137 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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los desechos orgánicos e inorgánicos. También se han impartido talleres de sensibilización y
realizado campañas, jornadas de limpieza y giras educativas. Las poblaciones intervenidas han
sido mayormente las del casco urbano, los corregimientos La Pesca, La Sierra y La Unión, y las
veredas La Arabia, Los Delirios, Cominales, La Clara y La Mina.
No poca gente ha sido reacia a este propósito, que no obstante ha tenido logros como la
conformación de grupos para la recolección –sobresaliendo el grupo ATAS (Asociación
Técnica Ambiental La Sierra) que recibió capacitación del Sena recientemente-, la construcción
de bodegas para el depósito y la comercialización del material con Geofuturo en Medellín.
Empero, cada vez que la administración municipal cambia de manos el proceso se detiene.
De otro lado avanza el PGRS con buena marcha. Se proyecta medir la contaminación que
generan las compañías presentes en el municipio, pues han resultado muchas enfermedades por
causa de la contaminación atmosférica.
El relleno sanitario está casi lleno.
Aparte, junto con Corantioquia el municipio ha llevado a cabo algunas reforestaciones en la
microcuenca La Soná, la finca El Pescado y otras zonas. Mansarovar reforesta en la vereda La
Mina y Cormagdalena espera reforestar toda la cuenca media del río Magdalena.
Muchos ganaderos explotan maderas. En algunos casos, previo a ello Corantioquia efectúa una
visita técnica. El proyecto silvopastoril ha tenido buena acogida, y en cambio se ha logrado
poco con los proyectos productivos de yuca, maíz, cacao, plátano, naranja y mandarina, en parte
dada la dedicación hasta hace relativamente poco tiempo a los cultivos ilícitos por algunos de
los productores.
Mitos y leyendas en la cultura ambiental del hombre de ribera
Antaño, el mohán, la mohana, el diablo, el duende, la llorona, la madremonte los Meneses y
otros asustadores, espantaban a pescadores, cazadores y madereros que hacían un uso
desaforado y moralmente indebido de los recursos del medio148.
La sedimentación y contaminación del Magdalena, del Nare y de las ciénagas, el uso de
dinamita para la pesca, la tala de bosques y en general todos los daños infringidos a la
naturaleza en nombre del progreso, así como la difusión de la racionalidad moderna, han
ahuyentado estos seres mágicos y sobrenaturales que habitaban los ríos, las ciénagas, los caños,
148 Diálogo de saberes con los ancianos del CBA, ibid.
138 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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la montaña, y hasta las calles del pueblo, siendo portadores de normas de conducta en relación
con el buen uso y explotación de estos ecosistemas149.
Un proyecto de educación ambiental en esta región debería trabajar en el rescate y revaloración
de estas creaciones simbólicas que son producto de la comunión histórica del pueblo con su
paisaje y que han sido de considerable importancia para la elaboración simbólica de deseos y
culpas engendrados por la cultura misma. Quizás no sería tan descabellado y podría resultar
eficaz con las herramientas de nuestra racionalidad postmoderna, buscar la manera para que
tales seres vuelvan a habitar las selvas, los humedales y los ríos, devolviéndole a estos espacios
esa atmósfera de misterio y hasta cierto punto de sacralidad que algún día tuvieron y que en
cierta medida facilitaron su preservación por mucho tiempo.
149 ARCILA ESTRADA, Op. Cit., p. 33.
139 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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MUNICIPIO DE CARACOLÍ
Universidad de Antioquia, Facultad de Educación (1991) Historia de Caracolí.
« Parte de la cordillera central que arranca en Pantanillo y va hasta Remedios, para
desvanecerse luego en las playas del Magdalena, da también de lado y lado cejas
montañosas que se distribuyen en distintas direcciones. Los estribos que arroja hacia
el Porce, se alargan poco, a causa de que este río corre muy cerca de la base
occidental de la serranía/
De los que van al Magdalena, se consideran como principales los siguientes : El que
nace cerca de Santo Domingo y que al pasar por entre los ríos Nus y NARE, presenta
los altos de Sepulturas, Cabildo y María, el que parte del Cerro del Contento y
extiende sus ramales por entre el Nus y el San Bartolomé, para elevarse en los altos
de Patiburrú, Alicante y Santa Cruz y el que tiene su partida en las fuentes del Ité y
separa las aguas de éste con las del San Bartolomé.
EL ESTRIBO QUE NACE CERCA DE SANTO DOMINGO Y QUE AL PASAR POR
ENTRE LOS RÍOS NUS Y NARE, PRESENTA LOS ALTOS DE SEPULTURAS,
CABILDO Y MARÍA
CARACOLÍ: Identificamos en este, el lugar preciso donde hoy descanza la población
de Caracolí, acentado en pequeñas hondonadas de la ramificación que pasa por entre
los ríos Nus y Nare y que es el camino que forma la altura conocida como la Quiebra
(19-20)
« La apertura de un camino de Santo Domingo a Remolino sobre el río Nare, dió
orígen a un caserío que se conoció en un ppio con el nombre de San Felipe de las
Barajas, poco después se le dió el nombre de Sardinas de la Plata ; allí fue donde
llegaron los primeros pobladores provenientes de : San Roque, Santo Domingo, San
Rafaél, Barbosa y San Carlos etc. Estos colonos eran arrieros.
« E primero en pisar estas tierras fue Don Rodolfo Ceballos, quien en compañía de
Don Alejandro Patiño en el año de 1876 llegaron a estas tierras en busca de una
fortuna ; años más tarde llegaron otros colonizadores y entre ellos riguran : Jesús Yalí,
Arcadio Arboledo, Jesús Gómez (El readical), Germán Laverde, Jesús Zapata, Marco
Galeano, Jesús Agudelo, Rubén González entre otros.
En vista de que los viajes de dichos colonos de dificultaban mucho por el largo
trayecto (de Sardinas a Medellín) y el problema que causaban el transporte de los
productos agrícolas, el cual lo hacían en mulas y por el conocimiento que se tenía de
los trazos del ferrocarril, se decidió desplazarse a este lugar, habiendo tomado como
sitio de referencia el campamento ferroviario. Los moradores se desplazaron del
primer acentamiento y llegaron en calidad de colonos a una pequeña hondonada de
caracolíes. Allí determinaron acampar para iniciar la fundación de un casería que se
levanta en medio de frondosos y corpulentos árboles de caracolíes, los cuales les
140 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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llamó la atención y decidieron entonces colocarle a esta nueva población el nombre de
Caracolí.
En un principio trazaron lo que hoy es la calle del Comercio (antes el centro) y allí
levantaron 40 ranchos hechos de cancel y techos de paja ; los que se construyeron
con las maderas que el mismo aserrío propició de los árboles que allí existieron,
incluyendo aquí el Caracolí.
Este rancherío se ubicó en un filo que poco después fue ampliado con las máquinas
que contribuyeron a la apertura de la línea férrea, fue asi como se formaron las
primeras calles :
-Calle del Comercio : Recibió este nombre porque allí llegaban todos los productos
agríicolas para su intercambio.
-La Calle de los limones : debido a un plantío de limoneros.
-Calle de la Bácula : Porque allí funcionaba la báscula donde se pesaba el ganado.
-Calles Carrilera arriba y carrilera abajo : Debido al paso de la línea férrea.
Calle de Palenquero : En un ppio se llamó palo grande, luego Palenquero, por sus
construcciones en Zancos o palenques. (1-2)
La población está repartida en dos sectores : uno alto y otro bajo.
En la parte alta funciona el palacio mmpal y las diferentes oficinas del servicio p’ublico,
la estación del ferrocarril y el comercio en gral.
En la parte baja, está el templo mayor, la casa del anciano, el hospital, la oficina de la
emisora, el servicio de la sociedad de San vicente De Paul, la planta de EADE, los
establecimientos educativos, el parque ppal y el parque infantil. Y un 70% de la
población urbana (7-8)
MUNICIPIO DE CAROLINA DEL PRÍNCIPE
Se sitúa geográficamente a 6 o 43’ 34’’ de latitud norte y 75o 17’ 06’’ de longitud oeste. Su
temperatura promedio es de 19o C. Comprende un área de 168Km2. Presenta como división
administrativa la cabecera municipal, y el sector rural conformado por 6 veredas y parajes:
vereda Claritas y paraje Guapagues, vereda La Vega y paraje Sepulturas, vereda La Granja y
paraje Guanacas, vereda La Camelia y paraje Santiago, vereda La Herradura y parajes La María,
Ventanas y Santa Gertrudis, y vereda Tenche.
141 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
Antropología Cultural. Informe Final
“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
De acuerdo con la clasificación geomorfológica presentada en el E.O.T. de este municipio, se
diferencian dos “unidades de Gran Paisaje”: Unidad de Altiplano de la Cuenca del río
Guadalupe y Unidad de Altiplano de la Cuenca del río Tenche, en las que a su vez se distinguen
varias Unidades de Sistemas de Paisaje.
La Unidad de Altiplano de la Cuenca del río Guadalupe presenta un paisaje, en términos
generales, colinado con colinas redondeadas. Las laderas en general presentan pendientes
moderadas, cóncavas donde los procesos formadores han sido en esencia depositacionales
(depósitos de ladera), y convexas en zonas de deslizamiento, tanto antiguo como reciente.
En esta unidad de Gran Paisaje se distinguen las siguientes unidades de Sistemas de Paisaje:
Unidad de Vertientes Estructurales Denudacionales Altas, Unidad de Vertientes Denudacionales
Deposicionales Intermedias, Unidad de Colinas Denudacionales Saprolíticas Bajas y Unidad de
Valle Aluvial Deposicional.
La Unidad de Altiplano de la Cuenca del río Tenche difiere del altiplano de Guadalupe en las
cotas que la delimitan y en el uso del suelo. Mientras que la Unidad de Altiplano de la Cuenca
del río Guadalupe presenta una cota inferior de 1.800 metros, que es la altura aproximada de los
depósitos aluviales, la Cuenca del río Tenche, en su paso por el municipio, presenta cotas de
2.000 metros. Asimismo el uso del suelo en la mayor parte del área de esta última es de bosque
protector o inundado por el embalse de Miraflores. Este uso ha frenado los procesos erosivos y
de movimientos en masa, reduciéndolos prácticamente a los que se observan en la carretera que
bordea el embalse y que une las cabeceras municipales de Santa Rosa de Osos y Carolina del
Príncipe. Se distinguen en esta unidad de Gran Paisaje las mismas unidades de Sistemas de
Paisaje que presenta el altiplano de la cuenca del Guadalupe.
La red hidrográfica está compuesta por las cuencas río Guadalupe – Embalse de Troneras y río
Tenche – Embalse de Miraflores. Las características climáticas y de relieve propias del
municipio favorecen la proliferación de pequeñas corrientes que generalmente se unen entre sí
para formar quebradas de mayor caudal, las cuales vierten sus aguas en las cuencas
mencionadas. Más del 90% de las aguas del municipio se utiliza en la generación de energía.
La Cuenca Hidrográfica del río Tenche – Embalse de Miraflores está ubicada al oeste y
noroeste del municipio, y su divisoria de aguas marca límites con los municipios de Santa Rosa
y Angostura. Las principales quebradas de esta cuenca son: Frijoral, El Roble, Cañada Larga, El
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Establo y Las Ánimas (o La Floresta). Aguas abajo del embalse, el río recibe como principales
afluentes las quebradas El Saldo, Añoranza y el río Concepción.
El embalse de Miraflores que entró en operación en julio de 1965, tiene una superficie de 830
Ha. El volumen máximo de captación es de 136.115 x 106 m³, operación restringida a la cota
2.057 (100.01 x106 m³). El promedio de afluencia del embalse es de 36 m³/s. La Central
Miraflores presenta un caudal máximo de diseño de 12 m³/s, potencia de 19,6 Kw y un factor de
conversión caudal-potencia de 1.633,3 Kw/m³/s.
La Cuenca Hidrográfica del río Guadalupe - Embalse de Troneras se encuentra al este y
noreste del municipio y marca límites con el municipio de Gómez Plata. El río Guadalupe nace
en el municipio de Santa Rosa de Osos y circula por diferentes niveles de altiplano, con
dirección dominante W-E. Unos 3 Km antes de la desembocadura de la quebrada Guanacas se
gira en sentido S-N, recogiendo las aguas de las subcuencas del municipio, cuyos cauces
principales corren en dirección W-E.
El embalse de Troneras entró en operación en octubre de 1962, tiene una superficie de 465 Ha y
su volumen de captación es de 27 x 106 m³. El caudal de diseño para la Central Troneras es de
53,25 m³/s, con una potencia de 36 Kw y un factor de conversión caudal-energía de 676
Kw/m³/s. Las Centrales de Guadalupe III y IV tienen un caudal de diseño de 59,76 m³/s, un
potencia de 472 Kw y un factor caudal-energía de 7.885 Kw/m³/s.150
Carolina del Príncipe presenta una temperatura promedio de 19o C, y una precipitación
promedia anual de 3.000 mm. Cuenta en su territorio con dos pisos térmicos, 104 kilómetros de
clima medio, y 62 de frío, condición que beneficia los cultivos agrícolas, tales como papa, maíz
y hortalizas. Cuenta con dos zonas de vida, a saber: Bosque muy húmedo Premontano (bmh-P)
y Bosque muy húmedo Montano Bajo (bmh-MB)
bmh-P en las veredas Claritas, La Vega, La Granja, La Camelia y La Herradura, y un sector de
Tenche, en una extensión equivalente al 25,21% del área total del municipio.
bmh-MB en la vereda Tenche y sectores de las veredas La Herradura, La Camelia, La Vega y
Claritas, en un área que representa el 74,79% del total del territorio de dicho municipio151.
150 Ibid. 151 Ibíd. ; ESPINAL, óp. cit.
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Vegetación
Bosque intervenido comprende aquellas áreas ocupadas por bosques nativos en diferentes
grados de intervención que se ubican en los cerros, en las orillas de las quebradas y en las áreas
aledañas a los embalses. Es una de las áreas de menor representación, pues en la mayor parte de
las áreas donde es posible el trabajo agropecuario la cobertura original ha desaparecido. Las
especies dominantes son Guamo, yarumo, pomo, arrayán, espadero, olivo de cera, laurel,
helecho arbóreo, nigüito y chagualo.
Bosque plantado se ubica principalmente en el área de los embalses. En la actualidad el uso de
estos bosques es sólo con fines protectores, pero bien podrían ser empleados con fines
ornamentales y paisajísticos (Ecoturismo). Las especies plantadas comprenden pinos (Pinus
patula, Pinus oocarpa) y ciprés (Cupressus lusitanica). Estos bosques se caracterizan por la
ausencia de estratos arbustivos y herbáceos.
Rastrojo alto se presenta principalmente, al igual que el bosque intervenido, en las partes altas
de los cerros y a orillas de las quebradas. Es una vegetación secundaria con alturas promedias
entre 3 y 6 m., esencial en la conservación de suelos de ladera, la protección de fuentes hídricas
(regulación de la escorrentía) y el mantenimiento de la belleza paisajística. Las especies
dominantes son: uvito, siete cueros, cordoncillo, yarumo, guamo, gallinazo, pomo, nigüito,
mortiño, chagualo, carate, pategallina, suelda y caña brava.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Rastrojo bajo se presenta en casi todo el municipio; corresponde a zonas de alta dinámica en la
expansión de la frontera agropecuaria que luego ha dejado de ser trabajada por un período de
tiempo prolongado. Las especies dominantes son: nigüito, mortiño, helecho marranero, siete
cueros, carate, mora, uvito, grama, chilco, helecho pategallina y cordoncillo.
Pastos enrastrojados y pastos manejados se encuentran actualmente en expansión, dada la
necesidad, cada día mayor, de integrar nuevas tierras a la actividad agropecuaria. Los
principales pastos enmalezados presentes en la región son grama y yaraguá mezclados con
helecho marranero. Los pastos manejados incluyen grama, yaraguá, brachiaria y kikuyo. En
ambos se desarrolla, en términos generales, una ganadería de tipo extensivo. Otras especies
vegetales presentes son: mora, helecho pategallina, nigüito y rabo de zorro152.
Fauna153
Peces presentes en los ecosistemas acuáticos del municipio de Carolina del Príncipe
152 Ibíd. ; Rubiela JIMENEZ CADAVID, Gildardo MUÑOZ BUILES (1995) Diversidad de Avifauna en
tres diferentes tipos de vegetación ribereña (Carolina del Príncipe, Antioquia), Trabajo de tesis
presentado como requisito parcial para optar al título de Ingeniero Forestal, Universidad Nacional de
Colombia sede Medellín, Facultad de Ciencias Agropecuarias.
153 Los datos de este apartado fueron tomados de: CORANTIOQUIA (1997) Anotaciones sobre
Autoecología de la Avifauna del Altiplano Norte de Antioquia, Universidad Nacional de Colombia, Sede
Medellín, Ingeniería Forestal.; JIMÉNEZ CADAVID y MUÑOZ BUILES, óp. cit.; MUNICIPIO DE
CAROLINA DEL PRÍNCIPE, E.O.T. 2005-2007.
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
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ORDEN FAMILIA ESPECIE NOMBRE COMÚN
OSTARIOPHISIDA CHORACIDAE Brycon henni Sabaleta
Astianax sp. Sardina
Bryconamericus sp. Sardina
PYGIDIIDAE Pygidium sp. Capitancito
LORICARIIDAE Chaetostoma fischeri Corroncho, cucho
Chaetostoma thomsoni Corroncho
Lasiancistrus caucanus Corroncho
CYPRINODONTIDA POECILIDAE Poecilia reticulatus Gupy
PERCOMORPHIDA CICHIDAE Oreochromis niloticus Tilapia
Especies de serpientes presentes en el Municipio de Carolina del Príncipe
FAMILIA ESPECIE NOMBRE COMÚN
COLUBRIDAE Clelia clelia
Chironius carinatus
Dendrophidium sp.
Lampropeltis sp
Leimadophis pseudocobella
Mastigodryas sp.
Atractus sp.
Cazadora negra
Lomo de machete, fueteadora,
cazadora
Guardacaminos
Falsa coral, coral ratonera
Falsa coral
Yaruma, guardacaminos
Ciega, tierrera
ELAPIDAE Micrurus spp. Coral
Micrurus mipartitus Rabo de ají, coral
VIPERIDAE Bothrops schlegelii Cabeza de candado, granadilla
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
De la avifauna de Carolina del Príncipe
NOMBRE
CIENTÍFICO
FAMILIA NOMBRE
VULGAR
Cathartes aura Cathartidae Gallinazo de cabeza
roja
Coragyps atratus Cathartidae Gallinazo
Buteo magnirostris Accipitridae Gavilán pollero
Polyborus plancus Falconidae Caracara, guaraguao
Chamaepetes goudotii Cracidae Pava de tierra fría
Vanellus chilensis Charadriidae Caravana
Actitis macularia ? Scolopacidae Playero
Columbina talpacoti Columbidae Tortola
Crotophaga ani Cuculidae Garrapatero
Adelomyia
melanogenys
Trochilidae Colibrí
Chloroceryle americana Alcedinidae Martín pescador
Ceryle torquata Alcedinidae Martín pescador
Piculus rubiginosus Picidae Carpintero
Piculus rivolii Picidae Carpintero candela
Melanerpes
formicivorus
Picidae Carpintero de los
robles
Synallaxis azarae Furnariidae Piscuis
Myarchus cephalotes Tyrannidae Copetón
Machetornis rixosus Tyrannidae Sirirí bueyero
Ochthoeca
cinnamomeiventris
Tyrannidae Atrapamoscas
Pitangus sulphuratus Tyrannidae Bichofué
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Sayornis nigricans Tyrannidae Gallinacito de río
Tyrannus
melancholicus
Tyrannidae Sirirí
Tyrannus savana Tyrannidae Tijereta
Serpophaga cinerea Tyrannidae Tiranido de los
torrentes, mosquerito
Notiochelidon
cyanoleuca
Hirundinidae Golondrina
Stelgidopterix ruficollis Hirundinidae Golondrina café
Cyanocorax yncas Corvidae Carriquí, quirriquí
Troglodytes aedon Troglodytidae Cucarachero común
Mimus gilvus Mimidae Sinsonte
Turdus ignobilis Turdidae Mayo, pantanera
Turdus fuscater Turdidae Mirla
Turdus serranus Turdidae Mirla
Icterus chrysater Icteridae Turpial
Psarocolius decumanus Icteridae Mochilero, gulungo
Molothrus bonariensis Icteridae Chamón
Dendroica fusca Parulidae Pechinaranjada
Mniotilta varia Parulidae Trepadora, cebrita
Wilsonia canadensis Parulidae Reinita canadiense
Thraupis episcopus Thraupidae Azulejo común
Thrauphis palmarum Thraupidae Azulejo arañero
Tangara cyanicollis Thraupidae Azulejo, guerrerito
Tangara vitriolina Thraupidae Azulejo, tangara
Tangara xanthocephala Thraupidae Tangara
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Ramphocelus
icteronotus
Thraupidae Pico plateado, toche
(amarillo)
Sporophila nigricollis Fringillidae Reinita, espiguerito,
semillero vientre
amarillo
Spinus psaltria Fringillidae Semillero capa negra
Zonotrichia capensis Fringillidae Pinche, copetón,
aflechero
Tiaris olivacea Fringillidae Semillero yerbero
Mamíferos Reportados en la región
ORDEN FAMILIA SUBFAMILI
A
ESPECIE NOMBRE
VULGAR
Marsupialis Didelphidae Didelphinae Didelphis
marsupialis
Chucha (gallinera)
Xenartha Dasypodidae Dasyponidae Dasypus
novemcinctus
Armadillo, gurre
Cabassous centralis Gurre, Armadillo
(cole trapo)
Chiroptera murciélagos
Carnivora Procyonidae Potosinae Potos flavus Perro de monte
Procyoninae Nasua nasua Cusumbo (solo,
solino de manada,
tierrero)
Rodentia Erethizontidae Coendou prehensiles Erizo, puerco espín
Sciuridae Sciurinae Microsciurus
mimulus
Ardita, ardilla (cusca)
Sciurus granatensis Ardita, ardilla
(alazana, roja)
Muridae Murinae Mus musculus Ratón, rata
Dasyproctidae Dasyprocta punctata Conejo (de monte),
ñeque, guatín
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regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Agoutidae Agouti paca Guagua (venada)
Dinomyidae Dinomys branickii Guagua (loba,
rabona)
Perspectivas y expectativas en torno de la situación ambiental
Problemáticas: Contaminación ambiental en algunas fuentes hídricas municipales. Mal estado
de acueductos veredales. Falta de protección a microcuencas. Contaminación ambienta. Mal
manejo de pozos sépticos. Desconocimiento de las especies de flora y fauna de la zona.
Disminución de especies icticas en los ríos y la represa debido a la pesca indiscriminada. Tala
de bosques y destrucción de rastrojeras. Contaminación ambiental causada por la ubicación de
la compostera. No hay cultura de reciclaje. Relleno sanitario ya cumplió su vida útil. No se tiene
un inventario real de las especie de fauna y flora existentes en el municipio.
El problema ambiental de Carolina actualmente es que la gente no está muy culturizada con el
manejo de los desechos. Otro problema es la contaminación de las aguas, aunque no de todas.
Otro problema “muy grave” es la reforestación de RIA, con las quemas. Tienen autorización de
varias Has diarias para establecer cultivos de pino. Hay quema indiscriminada de rastrojos altos
y bajos. Ellos contratan ingenieros y hacen convenios con los propietarios de las tierras para
sembrar. Se ha conjeturado que el pino incide en la acidez de la tierra, sobre todo para los
pastos. Ellos dicen que no, que allí hay diferentes variedades de pino que no hacen eso. Pero ese
cuento no se cree. Quien tiene la razón?
Aquí ya no se quema, incluso para malezas ya se maneja diferente. Se ha capacitado a la gente.
En La María la junta de acción comunal quiere plantear un proyecto a la administración
respecto del manejo de las basuras: La gente entierra las basuras: plástico, vidrio, desechos
orgánicos… Algunos queman “pero esto también contamina el medio ambiente”.
Antes de la represa la vereda era más poblada. Fincas ganaderas.
Sobre los pinos de la represa. Según un señor: “El haber hecho dos represas en un municipio tan
pequeño como Carolina acabó con el campesinado. Al haber menos población hay menos
comercio, menos intercambio. Sobre los pinos: La comunidad propiamente no. Una de las
asistentes dice que la represa, pues esta necesita de agua. 1200 ha de pino que las explota RIA,
es decir la misma gobernación. El beneficio no le toca a la comunidad. En contraposición
quedaron fincas aisladas al otro lado de la represa… A Carolina no había que traer grano
anteriormente. La sola finca de Tenche surtía a Carolina de maíz y fríjol en el año.
Cerca al charco de la represa hay mucho zancudo. La gente tiene que dormir con velos “como
recién nacidos” o de lo contrario es intolerable. Cuando empezaron a colocar los pozos sépticos
en esta región, el problema de los zancudos fue la queja de todo el mundo. También los malos
olores. Los hacían muy cerquita de la casa. Ahora casi no hay problema de zancudo pero sí de
malos olores. Esto porque los primeros pozos que trajeron tenían un “desfogue?” pero el
zancudo se las ingeniaba… pues por ahí era su tránsito. Ahora los pozos son completamente
sellados para evitar el zancudo. Pero entonces el gas, los vapores que penetran se eleva y no
tiene por donde salir, regresa por el tubo, y van a dar al baño otra vez. O por cualquier tubería,
sobre todo por la ducha.
Medidas, propuestas, soluciones:
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Se quiere proponer al municipio que un carro recolector pase por las veredas al igual que se
hace en el casco urbano. Previamente a esto se debe sensibilizar a la gente y enseñar a clasificar
los desechos.
Proyectos del municipio en cuanto a lo ambiental: Hay reforestación de cuencas, manejo de
residuos sólidos, sostenimiento y mantenimiento de todo lo que hay reforestado. Se han hecho
reforestaciones en áreas nuevas, se han cercado cauces, se han tratado de implementar especies
adaptadas a la tierra. La gente ha tomado conciencia de que las especies animales silvestres hay
que protegerlas, casi no se caza. Hay especies forestales ya cultivadas que la gente aprovecha
para cortar sus maderas. Los proyectos que tiene el municipio son principalmente con
CORANTIOQUIA en cofinanciación. El cultivo de tomate se inició en el 2004.Con un producto
piloto. Se hizo un ensayo. Vino una gente a hacer la iniciativa. Un grupito de productores,
pidieron cofinanciación al municipio, se les apoyó en una parte y dieron de contado. Entonces
de ahí nació como la fiebre. Mucha gente desempleada, principalmente del área urbana vio que
era una fuente económica buena, entonces siguieron el ejemplo. En 2005 y 2006 ha crecido
mucho. Este año ha crecido mucho. Hay alrededor de 65 invernaderos. Son invernaderos de
1000, 900 mt, 2000 algunos.
Se han visto problemáticas por la falta de capacitación y asistencia técnica. La gente se mete al
proyecto sin mucha experiencia. El manejo de residuos vegetales, El compósito sanitario ha sido
complicado , Los proveedores de insumos agrícolas hacen más fuerza por vender que por
brindar un buen servicio. La gente en general se ha ido concientizando, han ido madurando, se
han hecho varias capacitaciones. Aquí ha venido CORPOICA, La Secretaría de Agricultura,
CORANTIOQUIA, y el municipio también ha contribuido.
Con respecto a las aguas se ha hecho mucha campaña, con los estudiantes, con la policía
juvenil, con la gente de Ecoturismo, se ha hecho mucho trabajo, campañas de limpieza,
recorridos, y se ha concientizado a la gente para que no contaminen las aguas. No se ha
establecido períodos buenos o malos de venta para el tomate, el cual se toma a nivel de
mercadeo, el comisionista cobra plata y tiene muchos altibajos en precios. Iniciando cosecha
puede venderse a 1700 pesos el kilo, y al final de la cosecha a 600 pesos el kilo. Se vende a la
mayoritaria en Medellín. Aunque también a los pueblos vecinos como Guadalupe, Gómez Plata,
donde ya se les pegó el cuento del tomate. Hay gente empezando a cultivar. En Carolina se
siembra fríjol y hortalizas. Estos son cultivo elemental, se comercializa en el mismo municipio,
el fríjol también en Gómez Plata. En la parte urbana son huertas caseras, en la rural, cultivos de
mediana escala. El agüero tradicional es sembrar en menguante, aunque se sabe que se puede
sembrar con óptimos resultados en otras fases. Los cambios climáticos inciden fuertemente en
la producción. La precipitación de Carolina es muy alta 10000mm, haciendo sol, de repente se
puede aflojar un aguacero, corto pero fuerte. La ganadería lechera ha tomado auge, hay mucha
concientización y mucha cultura en el manejo de la leche. Se han implementado mucho los
tanques de enfriamiento para obtener buena calidad de la leche y buen precio. La Umata ha
desarrollado proyectos de instalación de tanques en cofinanciación con Secretaría de
Agricultura, COLANTA ha apoyado mucho, y en términos generales ha mejorado la calidad de
la leche. COLANTA es el principal comercializador. Para la ganadería también se tienen
agüeros: para una castración también se tiene en cuenta la menguante. En menguante se inflama
menos, se repone más el animal, y para cualquier tipo de cirugía. Lo mismo para cortar madera.
HISTORIA
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Entre los años 1760 y 1770, a orillas de una quebrada rica en minas de aluvión, que baña un
pequeño valle localizado sobre un ramal de la cordillera Central que se levanta en el nordeste
antioqueño, entre los ríos Guadalupe y Porce, se asentaron mineros que dieron el nombre de
Hojas Anchas a esa quebrada, por el tipo de vegetación que abundaba en sus riberas; allí
fundaron un caserío al que también llamaron Hojas Anchas.
En 1788 el Oidor Mon y Velarde ordenó trasladar el pueblecito a un sitio conocido como
Claras, donde nació Carolina del Príncipe, pero el caserío de Hojas Anchas no desapareció,
incrementándose su población a mediados del siglo XIX, con el descubrimiento de nuevas
minas.
Carolina del Príncipe:
“En los climas medios de Carolina del Príncipe y San Luis de Góngora (Yarumal) eran
cosechadas la caña dulce, árboles frutales y cacao, entre otros. (Tamayo, 58)
En 1827 encontramos que había 25 ovejas, 200 cerdos en Carolina del Príncipe. (ibíd. 66)
“En la viceparroquia de Carolina, en el año de noventa y siete o noventa y ocho, dentró peste en
la cuadrilla de los señores Fonegras y de ella murieron veinte y cuatro o veinte y
cinco…Entonces no fueron descritas las causas de la peste, pero muchos años después, en 1826,
se informaba del mismo lugar, que “el temperamento es muy malsano habitado de fieras e
insectos muy ponsoñosos causa de fríos y calenturas y graves enfermedades que originan la
muerte a muchos de los que frecuentan. (ibíd. 69).
“Debido al crecido número de familias que para finales del siglo XVIII vivían en la región de
los Osos, y que demandaban posesión de un pedazo de tierra, el visitador Mon y Velarde
dispuso el establecimiento de San Luis de Góngora, Carolina del Príncipe y San Antonio del
Infante (Don Matías). Las tres colonias obtuvieron superior aprobación en 1788. (ibíd. 112).
“Las colonias eran centros urbanos que aglutinaban a la gente alrededor de privilegios como un
templo y una administración real más próxima, entre otros. A cada una de las colonias fundadas
“se le habían dado cuatro leguas cuadradas de tierra para ser distribuidas a los colonos por un
juez poblador. Cada familia recibía un lote urbano y una finca rural, y el tamaño de la última
dependía del número de miembros de la familia y su capacidad para el trabajo.
Los lugares donde se establecieron las colonias pertenecían a dueños de grandes extensiones,
razón por la cual se presentaron algunos problemas con la adjudicación de las tierras. (113).
James Parsons escribió que en relación con San Luis de Góngora (Yarumal), las colonias de
Don Matías y Carolina estaban en campos mineros más antiguos, y sus colonos eran
principalmente mazamorreros que por primera vez se organizaron en comunidades, y se les
concedió el título a su propia parcela de tierra.
En efecto, los colonos de Carolina del Príncipe notificaron que las tierras de don Miguel
Fonnegra, único heredero de don Antonio de la Quintana, se encontraban abandonadas por ser
“estériles y enfermizas y montuosas y solo habitadas de fieras y sabandijas ponsoñosas”, razón
por la que pidieron les fueran concedidos los títulos, pues ya estaban asentados allí y habían
152 Convenio 7520 de 2007. Corantioquia-Universidad de Antioquia. Proyecto
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
empezado a abrir camino. En 1797, la Real Audiencia ordenó al gobernador de Antioquia, se les
diera el amparo definitivo en los linderos señalados en la fundación.
Los linderos señalados para la nueva colonia de Carolina del Príncipe fueron: “Desde la
cordillera y altura que divide el camino real, las vertientes del Tenche, y a la población,
cogiendo lo comprendido en las dos quebradas de Santa Isabel (en cuyas juntas está fundada la
nueva colonia) hasta el río Guadalupe, este abajo hasta donde desagua el río de Porce y de la
citada altura siguiendo la cordillera para abajo siguiendo hasta la frente del desembocadero que
llaman volcán del Porce, bajando en derechura al río de su nombre y este arriba a las juntas
desagüe del Guadalupe”.
Muy pronto, la vida dentro de las colonias comenzó a tener su propia dinámica. En 1788, quizás
el mismo año de su fundación, en el sitio de Carolina del Príncipe, se hallaban 37 casas y no se
había fabricado templo ni cárcel. (118-119).
Después de que se habían fundado estas tres colonias, continuó el proceso de formación de
otras. Hubo una oferta de don Nicolás de Restrepo para establecer un sitio en el partido de Las
Claras, a lo cual el visitador Mon y Velarde respondió que era necesario demostrar
cumplimiento de “lo prevenido por las nuevas poblaciones”, (120, referenciar pie de página)
El alcalde del partido de Las Claras tenía en 1779 a 178 personas en su jurisdicción, y para 1808
ya eran 1572, que además están dispersas en las minas y labranzas, lo cual dificultaba su
control”. (p, de p., p. 122).
En las nuevas colonias fue necesario ejercer controles sobre las gentes que llegaban con la
intención de establecerse, pues, de acuerdo con las reformas, se pretendía incentivar el trabajo y
lograr con ello el incremento en la producción, y no que se convirtieran en centros de vagos.
(128)
En 1801, en Carolina del Príncipe, el alcalde envió un informe al teniente de gobernador, en el
que señalaba los problemas representados en la población por la falta de un puente que
posibilitara el paso del río cercano al sitio. Decía que en tiempo de invierno las gentes no podían
asistir a misa. Informaba que el costo de la construcción estaría repartido entre los vecinos de
ambas bandas, aunque la mayoría no tenía tal calidad; pero las cuadrillas, que entre chicos y
grandes sumaban cerca de 300 personas, dueños de tierras, bestias, ganados y minas sí lo eran;
por tanto, serían sumados, al igual que el crecido número de vecinos libres. Informaba además
sobre la decadencia y desarreglo en lo que había edificado hasta ese momento, y en la
marcación de los trazados de la colonia, ya que el anterior alcalde había señalado las calles con
notoria desigualdad, por lo cual la iglesia estaba media dentro de la plaza, y muy pequeña, pues
no cabía la gente. Con el fin de enmendarlo, el alcalde pedía la intervención de la gente del
lugar para hacer la repartición de solares y edificar una cárcel que, según él, hacía mucha falta.
Sugería hacer una redistribución, de modo que desaparecieran las calles de travesía de la plaza,
para ampliar la edificación de la iglesia. (136).
Tanto en las colonias agrarias como en las rancherías localizadas en lugares poco accesibles, los
vecinos se unían para construir y mantener los caminos o las trochas ya abiertas en buen estado,
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“Fortalecimiento de procesos educativos ambientales, con énfasis en proyectos
ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
de manera que fuera posible el tránsito continuo. En 1794, los moradores, estantes y habitantes
de las montañas y minerales de Caruquia, declararon ante el teniente de gobernador:
“hace algunos años nos establecimos en las citadas montañas imitando a nuestros mayores, nos
ejercitamos, unos en el cultivo y beneficio del terreno y otros en el laboreo y descubrimiento de
minas, para cuyo tránsito ha igual tiempo se abrieron dos trochas por los cuales se traficaba a
proporción del paraje donde cada uno tenía su habitación; pero como fuese aumentándose el
vecindario se ha hecho preciso para el socorro, y beneficio corporal, y espiritual en los peligros
a que estamos expuestos para el tránsito de los señores curas y jueces arbitrar con mayor
cuidado, y entereza, una de las dichas trochas.
Ignacio Zapata, liberto, morador del mismo lugar, impidió que se abriera el tránsito por la trocha
que pasaba por su propiedad, aduciendo que un camino real en sus predios le perjudicaba. Para
mantener la paz, los vecinos abrieron la otra trocha, que se volvió intransitable debido a
“la flojedad del piso en unas partes, y en las más la profundidad de angosturas y estrechos
canales como está de manifiesto. Por esto en lo presente nos hallamos absolutamente sin camino
para el transporte de nuestros corporales socorros y entrada del sacerdote a administrar los
moribundos. .. Así mismo en perjuicio del Real Erario pues no hay por donde conducir los
utensilios estancados por S.M. para nuestro abasto… Siendo constante que generalmente se
ponen puertas de golpe en los Caminos Reales con lo que no se molestan los caminantes ni se
irroga perjuicio a los dueños de las tierras, y hallándose prevenido por el señor gobernador de
esta provincia desde el año último pasado de noventa se abran en esta jurisdicción todos los
caminos comunes y necesarios para el tránsito de los señores curas al socorro espiritual de las
almas, en esta virtud se ha de servir… dar las providencias suficientes para que el prenotado
Ignacio Zapara no nos impida la apertura del camino.”(142).
“En 1806, Juan Ignacio Valdés, vecino del sitio de Carolina del Príncipe, a nombre de su padre,
Mateo Valdés, pidió que Ignacio Orrego cumpliera las órdenes del alcalde del partido, para
dejarle franco el camino que iba a las posesiones río abajo de Guadalupe, lo cual perjudicaba a
un número crecido de mineros e individuos que vivían en los minerales de Hojas Anchas. Juan
Ignacio Valdés afirmaba que el camino era corriente hacía más de 25 años. Aunque Orrego
apeló la orden de abrir paso, en última instancia debió cumplirla. (146)
1826: Carolina: 45 casas de paja en la parte urbana y 254 en la parte rural, sin incluir varias
rancherías, entre las que hay dos cubiertas de teja. 15 casas de teja en la parte urbana (168)
1827: Carolina o Claras: 208 casas de paja en la parte urbana, 16 de teja. 100 toros o vacas, en
otro cuadro aparecen 1000, 25 ovejas, en otro aparecen 30, 300 caballos, en otro aparecen 140,
120 yeguas, en otro 50, 60 mulas, en otro 40, 1 asno, 200 cerdos, en otro 100, 40 lb. de oro., 15
cabras, 62 y ½ panela o papel en quintales, 1200 maíz en cargas
Población de Carolina en 1801: 125 blancos, 586 libres de varias clases, 287 esclavos.
CAROLINA: SOCIEDAD CULTURA
« Fundada en las orillas de un pequeño río…
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
fue el primer pueblo de Antioquia donde se le erigió un monumento al caballo (sin p.)
Don Miguel González y su esposa; don Miguel de Restrepo, don Joaquín Echeverri; el español
Antonio de Quintana fundadores de Carolina del Príncipe, cuyo nombre evoca al príncipe
Carlos IV de España, que justamente nacía por la época de su fundación, o sea en 1748
« El territorio que hoy ocupa del municipio de Carolina del Príncipe estuvo poblado a la hora
del descubrimiento por aborígenes pertenecientes a la llamada nación Nutabe, que se extendía
entre los ríos Porce y Cauca… Propiamente en la región correspondiente al municipio, estaba
una ramificación o tribu de aquella nación Nutabe, con el nombre de Caruquia, que habitaba, si
no en la cabecera, un poco próxima a ella, donde se ha conservado su nombre.
En 1792 ya existía la imagen de la Inmaculada Concepción, reconocida en Carolina por el Ilmo.
Señor Don Ángel Velarde y Bustamante cuando sólo existía una Viceparroquia.
La primitiva población se edificó a las orillas de la quebrada Hojasanchas quizá no muy lejos de
la vega de El Tablón, que hasta fines del siglo pasado perteneció con Gómez Plata a Carolina.
[en el paraje de ‘el Herrero » donde se había fundado un real de minas, se edificó una capilla
provisional y se celebró una misa por el natalicio de Carlos IV hijo de Carlos III)
Posteriormente y muy desde el principio se trasladó el poblado al lugar que hoy ocupa.
Era el único propietario de todo este territorio desde vecindades de Santa Rosa hasta la región
de Yarumal aún no fundada, el español Don Antonio de la Quintana, cuya descendencia se
mezcló con familias Fonnegra y estos con Isaza. Esta es la familia más antigua de Carolina.
El 15 de junio de 1801 fue creada la parroquia por el Obispo payanés Velarde y Bustamante
En 1814 fue elevado Carolina a la categoría de municipio.
(Dr. Francisco DUQUE, « Carolina Histórica » en: Distritos, No 5, Diciembre de 1964)
« Acerca de La Conchita se han tejido muchas historias en distintas épocas; se enumeran
algunas recogidas padre Julio Tamayo entre las personas serias y ancianas.
« Acostumbraban sacar la sagrada imagen a recoger el Aguinaldo de Navidad, y los fieles tenían
la creencia de que si no le daban algo, les vendría alguna desgracia. Por aquellos tiempos, vino
en visita Monseñor Gómez Plata, y quiso corregir esta casi superstición, prohibiendo en 1847
« que la imagen de la Patrona que se encuentra en el altar mayor se saque en procesiones en día
de su festividad, ni en ningún otro, pues para este objeto se comprará una aunque sea de
retablo ». Dicen que esta prohibición se cumplió religiosamente, y en lugar de La Conchita
sacaban la imagen de la Virgen de los Dolores; la Patrona se sacaba en procesión cada siete
años únicamente.
En los largos veranos y en los inviernos fuertes que amenazan destruir las cosechas; en las
pestes y en todas las calamidades, los fieles piden una rogativa a La Conchita y siempre han
sido escuchados.
Favores y milagros…
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valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
La Conchita tenía o ha tenido muchas alhajas. Con algunas de estas se hizo la reconstrucción del
templo, y para la construcción del nuevo templo.
(José D GARCÍA Pbro. La Imagen de La Conchita, en Distritos…)
RESEÑA DEL LICEO DE BACHILLERATO
« Es Carolina un próspero municipio situado al norte de Antioquia, y apropiadamente
denominada la ciudad del Príncipe. Sus habitantes son amables y acogedores, y están en
constante afán de superación. Es una población de constante progreso económico e intelectual.,
como amante de la tradición, cuyas costumbres ancestrales permanecen incólumes en cada
hogar »
Luz Amparo MOLINA JIMENEZ, Lucía Margarita GARCIA PULGARIN, Situación socio-
económica, física y ambiental de Carolina del Príncipe, antes y después de la construcción de
las represas de Troneras y Miraflores. Universidad de Antioquia, Facultad de Educación, Centro
de Educación a Distancia y Extensión. (1991)
« Debemos tener en cuenta que somos descendientes de un recio espíritu colonizador que
rubricaba de un hachazo el acta de fundación de los pueblos.
El hombre se confundía con la tierra pero antes que entregarse a ella lanzado como una semilla,
la sacudía con fuerza para dominarla. Era la lucha por la supervivencia frente a una misteriosa
imagen telúrica. (24)
Con la construcción de Guadalupe III y los embalses de Troneras y Miraflores, sufrió el
municipio de Carolina grandes impactos físicos, ambientales y socio-económicos
Físicos : porque los embalses produjeron inevitables embotellamientos de veredas, se inundó el
barrio más productivo y hermoso del pueblo, siendo trasladado en condiciones desfavorables
para sus moradores, en compañía de la escuela urbana de niños, la cual era de excepcionales
condiciones en cuanto a extensión, estado de la construcción, paisaje, etc.
El terreno donde está ubicado el parque central de carolina y sus manzanas adyacentes han
sufrido varios hundimientos y asentamientos por saturación del suelo, que en éste caso es
aluvión, y las progresivas socavaciones internas por el mal estado de las alcantarillas. (39)
Los impactos ambientales se traducen en alteración de microclima del pueblo por saturación
desmesurada del agua en la atmósfera y la proliferación de zancudos y otros insectos nocivos
para la salud.
En cuanto a los impactos socioeconómicos se observó la pérdida de la tradición agrícola de la
región, vigente hasta el desarrollo de Guadalupe donde fue absorbida toda la mano de obra
disponible, abandonándose el campo posteriormente al terminar los trabajo, los jóvenes de la
región siguieron la trayectoria a las compañías contratistas, a otros desarrollos hidroeléctricos
del país.
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ambientales escolares, PRAE y desarrollo de un proceso de investigación de los
valores y representaciones simbólicas de la cultura ambiental, en municipios y
regiones de CORANTIOQUIA, que correspondan a la influencia del sector eléctrico”.
Con la construcción de los embalses se anuló una importante parte del potencial agrícola del
municipio al inundarse las mejores tierras como las vegas de los ríos y quebradas. (39)
El municipio de Carolina no posee ningún renglón fuerte, ni agrícola, ni pecuario, ni comercial,
ni industrial, por lo tanto su verdadera riqueza es el agua, pero paradójicamente no solo no
percibe de los multimillonarios lucros de la empresa que los comercializa, sino que los
deterioros de sus partes vitales no se han reparado debidamente. La mejor fuente de entrada que
en estos momentos tiene Carolina es la promoción del magisterio, donde por cada tres casas
existe un maestro. (40)
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