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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS “AÑO DE LA INTEGRACIÓN NACIONAL Y EL RECONOCIMIENTO DE NUESTRA DIVERSIDAD “ CURSO: DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO TEMA: INFORME Nº 1/95 CASO: 11.006 – PERU ALUMNA: SALINAS RODRIGUEZ MAGALY FLOR CICLO: XI. TURNO NOCHE

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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS

“AÑO DE LA INTEGRACIÓN NACIONAL Y EL RECONOCIMIENTO DE NUESTRA DIVERSIDAD “

CURSO:

DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

TEMA:

INFORME Nº 1/95 CASO: 11.006 – PERU

ALUMNA:

SALINAS RODRIGUEZ MAGALY FLOR

CICLO: XI. TURNO NOCHE

2012

INDICE

I. INTRODUCCION

II. TRAMITE ANTE LA COMISION

III. HECHOS DENUNCIADOS

IV. OBSERVACIONES DE LAS PARTES

V. CONSIDERACIONES GENERALES

VI. CONCLUSIONES

INFORME Nº 1/95 - CASO 11.006: PERU

7 de febrero de 1995

VII. INTRODUCCION :

El entonces Presidente de la República Alberto Fujimori, hacía saber al país que

había dejado en suspenso la Constitución del Estado y procedido a disolver el

Senado y la Cámara de Diputados, asumiendo las facultades legislativas;

igualmente, había dispuesto el receso del Poder Judicial, del Consejo Nacional de

la Magistratura y del Tribunal de Garantías Constitucionales.

En el contexto de la situación descrita tuvieron lugar los acontecimientos que

motivaron la presente denuncia interpuesta por el ex-Presidente, Dr. Alan García

Pérez, por presuntas violaciones a derechos protegidos por la Convención

Americana sobre Derechos Humanos, contra su persona, la de su esposa y la de

sus hijos.

II. TRAMITE ANTE LA COMISION

El 15 de abril de 1992 la Comisión Interamericana de Derechos

Humanos recibió una petición en la que se denunciaba que el 5 de abril de ese

año tropas del Ejército, por orden del General Nicolás de Bari Hermoza Ríos,

habían ingresado violentamente a la casa del ex-Presidente Alan García Pérez

con la "orden superior de detenerlo", tenido lugar otras violaciones a derechos

humanos protegidos por la Convención Americana.

La Comisión Interamericana, inició la tramitación del caso, remitió

las partes pertinentes de la denuncia al Gobierno de Perú y le solicitó

información adicional sobre los hechos denunciados, y en relación a

cualquier otro elemento de juicio que le permitiera apreciar si en el caso se

habían agotado los recursos de la jurisdicción interna.

Mediante nota del 18 de abril de 1992, los peticionarios presentaron

información adicional ampliatoria de los hechos originalmente denunciados.

Expresaron que la esposa del Dr. García Pérez había intentado en

varias oportunidades presentar una acción de habeas corpus en favor del

ex-mandatario pero que las tropas del Ejército que rodeaban el Palacio de

Justicia habían impedido su entrada, basándose en el artículo 29 del

Reglamento de la Comisión, solicitaron que la misma adoptase medidas

cautelares tendientes a proteger la vida y libertad personal del ex-

Presidente García Pérez.

1.- La primera de las acciones se fundaba en el presunto hallazgo de armas,

municiones y explosivos en el local del Partido Aprista Peruano, del cual Alan

García era Secretario General.  

2.- La segunda de ellas estaba motivada por el presunto hallazgo de armas de

fuego en la casa del ex-Presidente la noche del 5 de abril, cuando su domicilio fue

asaltado por tropas del Ejército.

 

En fecha 3 de junio de 1992, la Comisión remitió a las partes un

resumen de los hechos y de la situación que afectaba al Dr. Alan García

Pérez, solicitando a las mismas que presentaran sus observaciones sobre

la información transmitida.

El Gobierno de Perú presentó sus observaciones el 29 de junio de

1992, señalando que los hechos descritos por los peticionarios no se

correspondían con la realidad pues el objetivo de las tropas del Ejército era

proteger el domicilio del ex-Presidente García.

El 2 de octubre de 1992, la Comisión solicitó medidas cautelares al

Gobierno de Perú para garantizar el respeto de las debidas garantías

judiciales en los procesos instruidos en contra del ex-Presidente.

En fechas 19 y 27 de octubre de 1992, el Gobierno de Perú presentó

sus observaciones en relación a las medidas cautelares oportunamente

solicitadas por la Comisión.

El Gobierno, por su parte, mediante notas del 26 de enero, 2 de

febrero y 17 de marzo de 1993, envió a la Comisión información adicional

refutando los argumentos de los peticionarios y solicitando la

inadmisibilidad del caso.

         III.         HECHOS DENUNCIADOS

 

Los hechos denunciados como violatorios de derechos protegidos por

la  Convención Americana serían los que se describen a continuación:

A. Acciones desarrolladas por tropas del Ejército tendientes a la

detención del Dr. Alan García.

1) En la noche del 5 de abril de 1992, tropas del Ejército, por orden del

General Nicolás de Bari Hermoza Ríos, quien a su vez actuaba en

cumplimiento de lo dispuesto por el Presidente de la República y Jefe

Supremo de las Fuerzas Armadas, rodearon la casa del Dr. Alan García

Pérez, con tanques de guerra dotados de cañones, tanquetas y vehículos

porta tropas artillados, desplazando alrededor de la misma un centenar de

soldados fuertemente armados. Seguidamente instaron a la "rendición y

entrega del Dr. Alan García Pérez quien, por orden del Comando Conjunto,

quedaba detenido".

2) A continuación atacaron el domicilio del Dr. García Pérez con

disparos de bala y finalmente allanaron el lugar donde se encontraban,

además del primero, el Diputado Jorge del Castillo Gálvez y seis miembros

de la Policía Nacional encargados de la seguridad del ex-Presidente y de su

hogar.  Los últimos fueron reducidos a golpes, desarmados y detenidos.

3) El Dr. García Pérez pudo escapar, el Diputado del Castillo Gálvez fue

duramente golpeado por los militares, quienes lo encapucharon y lo llevaron

detenido.

4) En el momento del allanamiento, se encontraban en la casa los

cuatro hijos menores de edad del ex-Presidente y las empleadas

domésticas, quienes fueron obligados a permanecer en las habitaciones de

la misma, negándoseles el derecho a salir de ellas.

5) Durante los sucesos descritos, la esposa del Dr. Alan García Pérez

se encontraba en el exterior.

6) Al regresar a Lima los militares que permanecían en su domicilio

intentaron impedirle la entrada; con el apoyo del Embajador de Venezuela,

pudo imponerse e ingresar a su hogar. Una vez en él, comprobó que su

casa se encontraba ocupada por soldados y que sus hijos estaban

confinados en sus habitaciones, privados de su libertad.

7) En los próximos cuatro días la Sra. García y sus hijos permanecieron

detenidos bajo arresto domiciliario. Luego, una vez retiradas las tropas, no se les

repuso la protección policial que de acuerdo a la ley les corresponde a los ex-

Presidentes, quedando de este modo en una desprotección absoluta.

8)   Como resultado del allanamiento practicado por las tropas del Ejército, los

militares se apropiaron ilícitamente de documentación privada de la familia García,

tales como documentos identificatorios, pasaportes, títulos de propiedad,

declaraciones de impuestos, correspondencia y toda la documentación original de

la defensa legal del Dr. Alan García en el proceso instaurado en su contra por el

delito de enriquecimiento ilícito.     

 

         B.      La situación del Poder Judicial con posterioridad a los hechos del 5 de

abril de 1992

 

El Gobierno de Perú declaró en reorganización al Poder Judicial.,

fueron destituídos de sus cargos, por decreto, los vocales de la Corte

Suprema, los miembros del Tribunal de Garantías Constitucionales y los

miembros de los consejos nacionales y distritales de la Magistratura.

Otra de las medidas adoptadas por el Gobierno fue la suspensión del

despacho judicial y del Ministerio Público por diez días hábiles, quedando

sólo los jueces instructores y fiscales de turno.  De este modo, la falta total

de actividad judicial dejó sin posibilidades a la ciudadanía de ejercer los

recursos de amparo y habeas corpus.

Esta situación afectó, en particular, a la esposa del Dr. Alan García

Pérez, quien intentó presentar en varias oportunidades un recurso de

habeas corpus en favor del ex-Presidente, el 12 de abril acudió al Palacio

de Justicia acompañada de sus hijos pero su ingreso fue impedido por las

tropas del Ejército que rodeaban dicho lugar.

 

         C.        Denuncias penales instruídas contra el ex-Presidente Alan García por

tenencia ilegal de armas

 

En fecha 14 de abril de 1992, el Gobierno de Perú dictó la

Resolución Ministerial 385-92 IN/DM, publicada al día siguiente en el Diario

Oficial "El Peruano", en la cual autorizaba al Procurador Público a formular

denuncia penal contra Alan García por la comisión del delito de tenencia

ilegal de armas de fuego.  El mencionado allanamiento se produjo en

presencia de un fiscal militar que carecía de competencia para este tipo de

incursiones, sin orden judicial alguna y sin la presencia de un fiscal civil aun

cuando posteriormente éste firmó el acta de allanamiento, convalidando la

operación realizada.

El fundamento de la acción residía en el supuesto hallazgo de armas

de fuego en el domicilio de Alan García la noche en la cual su casa fue

asaltada por tropas del Ejército.  

La esposa del ex-Presidente García Pérez presentó las licencias

correspondientes a las armas de fuego que fueron incautadas por el

Ejército.  Asimismo aclaró que habían sido incautados un antiguo fusil

"Pukuna" obsequiado por el Comandante General del Ejército peruano y un

fusil obsequiado por el Gobierno de Nicaragua, en ambos casos cuando el

Dr. Alan García Pérez era Presidente de la República.

        

 D.         Causa por enriquecimiento ilícito

 

Instaurado en el poder el nuevo Presidente constitucional, Ingeniero

Alberto Fujimori, se inició una investigación parlamentaria en contra de Alan

García y como consecuencia de ella sobrevino un proceso de Acusación

Constitucional por el presunto delito de enriquecimiento ilícito , en la cual se

declaró "ha lugar" la formación de la causa y se suspendió al imputado en

el ejercicio de sus funciones de Senador Vitalicio, de acuerdo a lo dispuesto

en el artículo 184 de la Constitución, quedando de este modo "sujeto a

juicio según ley".

 

         La Acusación Constitucional se fundaba en los siguientes hechos imputables

al ex-Presidente:

 

a.        desequilibrio patrimonial durante su función pública, al existir un

crecimiento no justificado de su patrimonio;

 

b.        indicios de un mayor desequilibrio entre sus ingresos y egresos en

razón de la posible existencia de cuentas bancarias en el exterior;

 

c.        indicios de participación directa en la decisión de colocación de

reservas del Banco Central de Reserva del Perú en el BCCI, operación en la

cual se habrían generado sobornos;

 

d.        indicios de participación directa en la reducción de la compra de

aviones Mirage, según los contratos Júpiter I, II y III que podría estar

aparejada con una operación de venta de los aviones fabricados para el Perú

a favor de terceros, lo que habría generado beneficios personales al Dr.

García.

 

Recepcionada la denuncia por la Sala Penal de la Corte Suprema, se

nombró Vocal Supremo Instructor quien, luego de evaluar los términos de la

misma y fundado en lo dispuesto en el artículo 77 del Código de

Procedimiento Penal, emitió un auto denegatorio de apertura de instrucción

y dispuso su archivo definitivo.

Apelada la decisión del Vocal Supremo Instructor, la causa fue

elevada al Tribunal Correccional Especial de la Corte Suprema, el cual

confirmó el auto denegatorio de apertura de instrucción.

Contra esa resolución, tanto la Procuradora Pública como el Fiscal

Supremo en lo Civil interpusieron recursos de nulidad, los que fueron

declarados improcedentes. 

Formalizada la denuncia, la Fiscal Provisional de la Nación inició la

acción penal correspondiente y, una vez nombrado el Vocal Supremo

Instructor, éste dictó el 23 de septiembre de 1992 auto de apertura de

instrucción en contra del Dr. Alan García por el delito de enriquecimiento

ilícito.

El 23 de noviembre de 1992 el Tribunal Correccional Especial de la

Corte Suprema anuló lo actuado a partir de la resolución - adoptada por

este tribunal en su anterior conformación- que confirmaba la decisión de no

abrir instrucción contra Alan García.  El 17 de marzo de 1993, la Sala Penal

Especial de la Corte Suprema declaró nulo el auto que denegaba la

apertura de la instrucción y ordenó abrir proceso contra Alan García por el

delito de enriquecimiento ilícito.

         E.         Inmunidad parlamentaria y derecho a un Antejuicio

 

Al término de su mandato como Presidente de la Nación, el 28 de

julio de 1990, el Dr. Alan García Pérez adquirió la condición de Senador

Vitalicio de acuerdo a los términos de la Constitución de 1979.

Mediante la Resolución Senatorial No. 1189-91 se aprobó la

formación de causa contra el ex-Presidente y, en consecuencia, se decidió

levantar su inmunidad parlamentaria a los efectos de que fuera procesado

de acuerdo a lo prescrito por la ley.

 

         IV.         OBSERVACIONES DE LAS PARTES

          A.         Posición del Gobierno

          1.         Agotamiento de los recursos internos 

El Gobierno del Perú alegó que los recursos internos judiciales no se

encontraban agotados en el presente caso y que de este modo, de acuerdo

a lo establecido en el artículo 46.1.a  de la Convención, la petición debía

declararse inadmisible. 

En relación a las otras violaciones alegadas, particularmente libertad

personal, derecho a la intimidad y aquellas derivadas del presunto trámite

ilegal de dos causas por tenencia ilegal de armas, el Gobierno no presentó

observación alguna.

 

         2.         Cuestiones de fondo

El Gobierno de Perú cuestionó los hechos denunciados por los

peticionarios, señalando que no hubo disposición alguna de aprehender

violentamente al Dr. García Pérez en la noche del 5 de abril de 1992.  .  Sin

embargo, en razón de la evidencia de que existían armas y hombres

portándolas en el interior de la vivienda del Dr. García Pérez, "elementos de

las Fuerzas del Orden, para prevenir desmanes, procedieron a incautar las

armas y explosivos existentes en el referido domicilio, adoptando las

precauciones requeridas para salvaguardar la vida de las personas a

cualquier riesgo".

Asimismo, el Gobierno de Perú negó que hubiera existido una

violación del domicilio del ex-Presidente y que se hubiera mantenido

incomunicados a los hijos menores y a la esposa del Dr. Alan García por el

término de cuatro días.   

El Gobierno de Perú argumentó que la Acusación Constitucional que finalizó

con la Resolución Senatorial No. 1189-91 declarando "ha lugar" la formación de la

causa contra el ex-Presidente Alan García Pérez por la comisión del delito de

enriquecimiento ilícito en agravio del Estado.       El Gobierno sostuvo que el auto

dictado por el ex-Vocal Supremo Instructor denegando la apertura de la instrucción

contra el Dr. Alan García Pérez "no constituye cosa juzgada" pues no es el

resultado de un proceso "desde que por su mérito ni siquiera se han investigado

judicialmente los hechos oportunamente [imputados] por el Congreso Nacional en

el respectivo antejuicio de conformidad con lo previsto en los artículos 183 y 184

de la Constitución Nacional".

El Gobierno de Perú sostuvo que no existe un "nuevo juicio" en

contra de Alan García sino una "ampliación" del primero pues se trata de los

hechos en los que se fundó la Acusación Constitucional y que,

posteriormente, el ex-Fiscal de la Nación omitió incluir en la acción penal

presentada ante la Sala Penal de la Corte Suprema.

 

         B.         Posición de los peticionarios

 

         1.         Agotamiento de los recursos internos

Los peticionarios alegaron que la falta total de actividad judicial en

los días posteriores al 5 de abril de 1992 se tradujo en un impedimento real

para acceder a los recursos de la jurisdicción interna.

En última instancia, los peticionarios denunciaron en todas sus

presentaciones que desde el 5 de abril de 1992 el Poder Judicial en Perú

ha estado sujeto a una continua interferencia por parte de las decisiones del

Ejecutivo, el cual no sólo ha sustituido jueces por medio de decretos sino

también ha influido en las decisiones adoptadas por los tribunales.   

Por las razones expuestas, solicitaron a la Comisión que en

aplicación de las excepciones previstas en el artículo 46.2 en relación al

agotamiento de los recursos internos, declare la admisibilidad del caso y

proceda a la consideración de las cuestiones de fondo.

 

         2.         Cuestiones de fondo

 

En primer término los peticionarios resaltan que el Gobierno en sus

distintas presentaciones no niega los cargos de violaciones a derechos

humanos cometidos contra el ex-Presidente Alan García, su esposa e

hijos.  Por el contrario, justifica las acciones del Ejército y luego se limita a

discutir la existencia o no de cosa juzgada y doble juzgamiento en las

causas que se le siguen al ex-Presidente Alan García Pérez por el delito de

enriquecimiento ilícito.

La causa seguida contra el Dr. Alan García por el delito de

enriquecimiento ilícito finalizó con una resolución o auto del Vocal Supremo

Instructor que decretó la no apertura de la instrucción por no encontrar

mérito en los hechos denunciados ni tipicidad en la legislación penal.  Por

los motivos expuestos, los reclamantes consideran que dicho auto

declarando la no apertura de la instrucción, ha pasado en autoridad de cosa

juzgada.

De este modo, razonan los peticionarios, al reabrirse la mencionada

causa y al haberse iniciado una nueva acción penal existen, en la práctica,

dos procesos abiertos contra el Dr. Alan García basados en los mismos

hechos y acusándolo del mismo delito.

En última instancia, los peticionarios sostienen que la iniciación de un

nuevo juicio contra el ex-mandatario sin haberse cumplido con el Antejuicio

o Acusación Constitucional, de acuerdo a lo previsto por los artículos 183 y

184 de la Constitución de 1979, viola la garantía del juez natural, es decir la

prohibición de desviar la jurisdicción previamente establecida por la ley.

         V.         CONSIDERACIONES GENERALES

 

         A.         Competencia de la Comisión y requisitos formales de

admisibilidad

 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos es competente

para conocer del presente caso por tratarse de violaciones de derechos

reconocidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos en sus

artículos 7, 8 , 11, y 19.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha expresado que

"la regla del previo agotamiento de los recursos internos permite al Estado

resolver el problema según su derecho [doméstico] antes de verse

enfrentado a un procedimiento internacional...". 

La Corte Interamericana ha señalado que "la regla del previo

agotamiento de los recursos internos en la esfera del derecho internacional

de los derechos humanos, tiene ciertas implicaciones que están presentes

en la Convención. En efecto, según ella, los Estados partes se obligan a

suministrar recursos judiciales efectivos a las víctimas de violación a los

derechos humanos (artículo 25).

         El artículo 46 prevé en su inciso 2 que el requisito de agotamiento de los

recursos de la jurisdicción interna sean agotados no se aplicará cuando:

 

         a)      no exista en la legislación interna del Estado de que se trata el debido

proceso legal para la protección del derecho o derechos que se alega han sido

violados;

 

         b)      no se haya permitido al presunto lesionado en sus derechos el acceso

a los recursos de la jurisdicción interna, o haya sido impedido de agotarlos, y

 

         c)      haya retardo injustificado en la decisión sobre los mencionados

recursos.

El Dr. García Pérez denunció a la Comisión que tropas del Ejército

allanaron su domicilio a los efectos de arrestarlo.

La Convención asegura que en caso que exista una violación a uno

de los derechos por ella protegidos, el Estado, en cuya jurisdicción la

presunta transgresión haya tenido lugar, tiene la obligación de garantizar a

la víctima un recurso sencillo y rápido que asegure la obtención de un

remedio a su reclamo.

El derecho a la libertad personal es uno de los derechos

consagrados por la Convención. El artículo 7 establece que nadie puede

ser privado de su libertad, excepto en los casos expresamente previstos por

la Constitución o en las leyes dictadas en conformidad con ella. 

El habeas corpus, al igual que el amparo, son recursos judiciales

sencillos y rápidos para proteger a las víctimas de violaciones a derechos

humanos. En los términos de la Corte Interamericana, ambos recursos

constituyen garantías judiciales indispensables destinadas a garantizar el

respeto de los derechos y libertades protegidos por la Convención.

En el caso particular de Perú, el recurso rápido y efectivo

contemplado por la legislación para cuestionar la legalidad de una privación

o la amenaza a la privación de la libertad personal es el habeas corpus.  En

efecto, el artículo 295 de la Constitución de Perú de 1979, establece que:

La acción u omisión por parte de cualquier autoridad,

funcionario o persona que vulnera o amenaza la libertad individual, da

lugar a la acción de habeas corpus.

La obligación de garantizar el acceso a un recurso rápido y efectivo

no se limita a los períodos de estabilidad política sino que también resulta

exigible en situaciones de emergencia.

    

         b.         Imposibilidad de agotar los recursos de la jurisdicción interna

La actividad judicial a nivel nacional fue suspendida por 10 (diez)

días hábiles, con excepción de Juzgados y Fiscales provinciales en lo penal

de turno.  Como se ha señalado supra, esta situación impidió a los

peticionarios acceder a los recursos de la jurisdicción interna en los días

posteriores a los acontecimientos del 5 de abril de 1992.

Transcurrido el plazo de suspensión y reiniciada la actividad judicial,

los denunciantes interpusieron distintos recursos tendientes a cuestionar la

promoción de las dos acciones penales iniciadas contra el Dr. Alan García

por la presunta comisión de delitos de posesión, tenencia y uso ilegal de

armas de fuego, municiones y material de uso exclusivo de las Fuerzas

Armadas y de la Policía Nacional, en agravio del Estado.

Se vulnera o amenaza la libertad individual y en consecuencia

procede la acción de Habeas Corpus, enunciativamente, en los

siguientes casos:

El de que se observe el trámite correspondiente cuando se trate

del procesamiento o detención de las personas, a que se refiere el

artículo 183 de la Constitución.

Vuelta la causa a primera instancia, el juez instructor dictó nueva

sentencia el 29 de diciembre de 1992 declarando la improcedencia de la

acción.

Como ha indicado la Corte Interamericana, un recurso puede considerarse

ineficaz si se lo subordina a exigencias procesales que lo hagan inaplicable.   En

efecto, es precisamente cuando se abre un proceso omitiendo el trámite del

antejuicio que se transgrede lo establecido en el artículo 183 y por lo tanto

procede interponer un habeas corpus. 

La Comisión considera que la desestimación reiterada del recurso de

habeas corpus por razones estrictamente procesales determinaron que, en

la práctica, la acción de garantía prevista por la legislación interna para

cuestionar, por medio de un recurso rápido, la inobservancia del trámite de

antejuicio resultara ineficaz para remediar la presunta violación de los

derechos del Dr. Alan García.  

         c.         Aplicación de la excepción contemplada en el artículo 46.2.b

 

         Por los motivos expuestos en los puntos a. y b., la Comisión entiende que la

excepción al agotamiento de los recursos internos prevista en el artículo 46.2.b de

la Convención es aplicable en este caso y por lo tanto exime al reclamante de

cumplir con este requisito de admisibilidad.

 

         2.         Inexistencia del debido proceso legal dentro de la jurisdicción interna

 

         a.      Falta de imparcialidad e independencia del Poder Judicial

 

La Corte Interamericana ha señalado que el mencionado artículo 8

reconoce el "debido proceso legal" y lo ha definido como las condiciones

que deben cumplirse para asegurar la adecuada defensa de los derechos u

obligaciones que están bajo consideración judicial.   

El derecho a ser oído por un tribunal independiente e imparcial ha

sido analizado en varias ocasiones por la Comisión y por la Corte Europea

de Derechos Humanos. Sobre la base de la jurisprudencia establecida se

han elaborado ciertos criterios para evaluar si en un caso concreto la

independencia e imparcialidad de los tribunales se han visto afectadas y si

de este modo se ha privado a la víctima de la debida protección de sus

derechos.    

A los efectos de evaluar la situación del Poder Judicial en Perú, a la

luz de los mencionados principios, es preciso recurrir al análisis de las

normas internas que establecen la forma de designación y remoción de los

magistrados.

La inexistencia de debido proceso en la jurisdicción de un Estado

debilita la eficacia de los recursos previstos por la legislación interna para

proteger los derechos de los individuos.

 

     En tal sentido, la Corte Interamericana ha resaltado:

 

En el caso concreto de Alan García Pérez es posible demostrar que

la falta de independencia e imparcialidad de los tribunales peruanos fue un

obstáculo para lograr la protección de sus derechos en el ámbito de la

jurisdicción interna del Estado.

La legislación peruana establece un procedimiento especial para la

investigación y juzgamiento de los delitos que se imputan contra los

funcionarios comprendidos en el artículo 183 de la Constitución, entre ellos

el Presidente de la República y los miembros de ambas Cámaras del

Senado.   

En última instancia la Comisión desea señalar que en la adopción de

medidas cautelares en relación a la situación particular del Dr. Alan García

Pérez, este organismo solicitó al Gobierno de Perú pusiera en práctica

medidas tendientes a garantizar al denunciante el respeto al derecho de

contar con las debidas garantías, de acuerdo con lo establecido en el

artículo 8.1 de la Convención ..., en especial en lo referido al derecho a ser

oído por un tribunal independiente e imparcial...".

         Sin embargo, el Gobierno de Perú omitió cumplir con las recomendaciones

de la Comisión.

 

         b.         Aplicación de la excepción contemplada en el artículo 46.2.b

 

En la medida de lo expuesto, la Comisión considera que la excepción

al agotamiento de los recursos internos prevista en el artículo 46.2.a

también es aplicable al presente caso y por este motivo, el peticionante se

encuentra eximido de la obligación contemplada en la Convención.

 

         B.         Cuestiones de fondo

          Las cuestiones planteadas en el caso en análisis se resumen a considerar:

 

1.      Si, como resultado de los hechos que tuvieron lugar el 5 de abril de 1992, se

violaron el derecho a la libertad y seguridad personal del Dr. Alan García Pérez, su

esposa e hijos, y el derecho a la intimidad de su domicilio y de sus papeles

privados.

 

2.      Si, en los procesos penales iniciados por el delito de tenencia ilegal de

armas, se han respetado las debidas garantías protegidas por la Convención.

 

3.      Si la sustanciación del segundo proceso por enriquecimiento ilícito y la

anulación de ciertos actos procesales del primero constituyen una violación al

principio non bis in idem.

 

4.      Si la omisión de solicitar a la Cámara de Senadores la autorización para

procesar al Dr. García por el delito de tenencia ilegal de armas y de realizar el

antejuicio prescrito por las normas constitucionales en relación al nuevo proceso

iniciado por el delito de enriquecimiento ilícito constituyen violaciones al debido

proceso legal.

 

         1.         Acciones ejecutadas por tropas del Ejército el 5 de abril de 1992

 

Los peticionarios han señalado que los hechos que tuvieron lugar el

5 de abril de 1992 cuando tropas del Ejército de Perú rodearon, atacaron

con balas y posteriormente allanaron el domicilio del Dr. Alan García a los

efectos de proceder a su detención, constituyen violaciones a los derechos

protegidos en el artículo 7 de la Convención Americana.

En los términos del artículo 7 de la Convención, la legalidad y

arbitrariedad de una detención debe analizarse a partir de la observancia o

no de los preceptos constitucionales, o de las leyes domésticas dictadas a

los efectos de su reglamentación, que prescriben las causas por las cuales

una persona puede ser sujeta a la privación de su libertad y establecen los

procedimientos que deben llevarse a cabo a los efectos de la detención de

un individuo.

En tal sentido, la Constitución de Perú de 1979 establecía en su

artículo 2:

Toda persona tiene derecho:  Inciso 20.  A la libertad y

seguridad personal.  g) nadie puede ser detenido sino por

mandamiento escrito y motivado del Juez o por las autoridades

policiales en flagrante delito...  h) toda persona será informada

inmediatamente y por escrito de la causa o razones de su detención...

De acuerdo a lo descrito supra, la privación de la libertad de una

persona opera únicamente por las causas y en las condiciones establecidas

por la Constitución o sus leyes reglamentarias.

La Convención Americana en su artículo 19 impone una obligación

sobre los Estados partes de la misma de brindar a los niños las medidas de

protección que su condición de menor requiere.

A la luz de la protección especial que los niños requieren de parte del

Estado, la Comisión repudia las acciones de las Fuerzas Armadas peruanas

que ocasionaron la privación de la libertad de los hijos menores del Dr.

García.  Tales hechos, de los cuales es responsable el Estado peruano,

constituyen una violación a las obligaciones que sobre este punto consagra

la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

La Comisión desea recordar que en el ámbito de los derechos

consagrados en la mencionada Convención se encuentra especialmente

prohibida la extensión de sanciones a la familia del presunto responsable

de un delito.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos consagra en su

artículo 11 el derecho a la intimidad como uno de los derechos por ella

protegidos.  En tal sentido, considera que nadie puede ser objeto de

injerencias arbitrarias en su vida privada o la de su familia.

La garantía de la inviolabilidad del domicilio y de los papeles privados

cede cuando existe una orden de allanamiento fundada extendida por una

autoridad judicial competente donde se establecen las razones de la

medida adoptada y donde constan el lugar a allanarse y las cosas que

serán objeto de secuestro.

 

         2.         Procesos penales por el delito de tenencia ilegal de armas

 

         Según lo indicado por los reclamantes, el Dr. Alan García Pérez se

encuentra imputado en dos procesos penales por el delito de tenencia ilegal de

armas, en los cuales la única prueba incriminatoria existente --armas de fuego,

municiones y explosivos-- ha sido obtenida ilegalmente a través de los

allanamientos de su domicilio particular, en un caso, y de la sede del Partido

Aprista, del cual el ex-mandatario es Secretario General, en el otro.

 

         El artículo 8 de la Convención Americana en su inciso primero establece que

toda persona tiene derecho a ser oído con las debidas garantías en la

sustanciación de cualquier acusación penal formulada en su contra.

 

      La inviolabilidad del domicilio es una de las garantías implícitas del

mencionado artículo.  En efecto, además de operar como una garantía del

derecho a la privacidad, es una garantía del debido proceso en tanto establece un

límite legal a la recolección de la prueba incriminatoria de un individuo imputado

de un delito.   

         La razón de ser de esta garantía y de la regla de exclusión de la prueba

obtenida a partir de su violación se encuentra fundada en las siguientes

consideraciones:

 

Los procedimientos sustanciados contra el Dr. García Pérez por

tenencia ilegal de armas se fundan exclusivamente en elementos de prueba

obtenidos ilegalmente. Los allanamientos practicados tanto en su domicilio

particular como en la sede del Partido Aprista se realizaron a través de la

acción intimidatoria de tropas del Ejército y en total inobservancia de los

procedimientos previstos por la legislación interna de Perú.

Por este motivo, la Comisión considera que las "debidas garantías"

amparadas por la Convención Americana no han sido respetadas en la

tramitación de las causas penales en contra del ex-Presidente Alan García.

 

         3.         Sustanciación de un nuevo proceso por el delito de

enriquecimiento ilícito

 

     Del análisis de la letra del mencionado artículo surge que los elementos

constitutivos del principio, bajo la Convención, son:

 

1.        el imputado debe haber sido absuelto;

2.        la absolución debe haber sido el resultado de una sentencia firme; y  

3.        el nuevo juicio debe estar fundado en los mismos hechos que

motivaron la sustanciación de la primera acción.

 

         A los efectos de la aplicación de este principio al caso concreto es preciso

analizar el significado de los conceptos  "imputado absuelto" y "sentencia firme" en

el marco del sistema de protección de los derechos humanos creado por la

Convención Americana.

Dentro del marco de la interpretación dada al texto del artículo 8

inciso 4 de la Convención Americana, corresponde determinar en esta

instancia si en el caso en concreto existió un pronunciamiento firme en el

cual se eximiese de responsabilidad al ex-Presidente Alan García.

El artículo 77 del Código de Procedimiento Penal peruano establece:

Recibida la denuncia, el Juez Instructor sólo abrirá la

instrucción si considera que el hecho denunciado constituye delito, que

se ha individualizado a su presunto autor y que la acción penal no ha

prescrito...

si considera que no procede la acción expedirá un auto de no

ha lugar.

En el caso de Alan García, como ya ha sido señalado supra, el Vocal

Supremo Instructor --cumpliendo el rol de un juez instructor-- declaró la no

apertura de la instrucción y ordenó el archivo definitivo de la causa fundado

en la falta de tipificación penal de los hechos denunciados.  Contra dicha

decisión fueron interpuestos los recursos previstos por la ley.  Una vez

denegados por improcedentes, el mencionado auto procesal adquirió el

carácter de definitivo por efecto del principio de cosa juzgada.

El artículo 295 del Código Procesal Penal de Perú establece que el

recurso de nulidad debe interponerse dentro del día siguiente al de

expedición de la sentencia o de notificación del auto impugnado.  En caso

de ser denegado, el artículo 297 del Código de forma prevé que podrá

recurrirse en queja a la Corte Suprema, en el plazo de 24 horas.

Interpuestos ambos recursos, la decisión final de la Corte Suprema

pondrá fin a la pretensión punitiva del Estado adquiriendo el valor de cosa

juzgada. Todo acto procesal que se desarrolle en una causa finalizada

implicará, en la práctica, una reapertura, con excepción del recurso de

revisión cuando proceda.

En última instancia, resta a la Comisión establecer si el segundo

proceso iniciado por el delito de enriquecimiento ilícito está fundado en los

mismos hechos que motivaron la sustanciación de la primera persecución

penal.

La Comisión considera que la decisión del Fiscal no promoviendo la acción

penal mediante la denuncia o el requerimiento de instrucción correspondientes, al

estimar que los hechos que se le pusieron en su conocimiento no constituyen

delito es un acto de esencia típicamente jurisdiccional --como toda actividad del

Ministerio Público en el proceso-- que adquiere el carácter de inmutable e

irreproducible surtiendo los efectos de la cosa juzgada, una vez firme. 

              4.         Inmunidades y privilegios del Dr. García Pérez

 

Los reclamantes han denunciado que por la calidad de Senador

Vitalicio del ex-Presidente García Pérez, la Constitución le confiere ciertas

inmunidades y privilegios propios de su función que no fueron respetados

en la tramitación de las causas por tenencia ilegal de armas ni en la

sustanciación del nuevo juicio por el delito de enriquecimiento ilícito.

En relación a este punto, los peticionarios han indicado que luego del

pronunciamiento de la Corte Suprema declarando no haber lugar a la

apertura de instrucción, el Dr. Alan García solicitó su reincorporación al

Senado y la Comisión Directiva de dicha Cámara así lo acordó mediante

oficio de fecha 20 de marzo de 1992, el que le fue debidamente notificado.  

Frente a la omisión del Gobierno de argumentar sobre esta cuestión

y fundada sobre los elementos de convicción presentados por los

peticionarios, la Comisión considera que efectivamente luego de haberse

finalizado la tramitación de la primera causa por enriquecimiento ilícito, el

Dr. Alan García recuperó su cargo de Senador Vitalicio.

El artículo 8 de la Convención establece que toda persona tiene

derecho a ser oída por un juez o tribunal competente.   

En relación al principio del juez natural, la Constitución de Perú

establecía en el artículo 2 inciso 20 l):

Ninguna persona puede ser desviada de la jurisdicción

predeterminada por la ley ni sometida a procedimientos distintos de los

previamente establecidos ...

El derecho a ser juzgado de acuerdo con los requisitos

procedimentales previstos por la ley es uno de los elementos esenciales del

debido proceso legal y como tal la obligación de respetarlo se encuentra

consagrada por el artículo 8 de la Convención Americana.

La Comisión considera que el  Dr. Alan García Pérez, por gozar del

cargo de Senador vitalicio, estaba comprendido en los términos del artículo

183 de la Constitución y por lo tanto, el Estado peruano debía observar el

trámite correspondiente de antejuicio antes de iniciar cualquier acción penal

fundada en la comisión de un delito en el ejercicio de sus funciones como

mandatario de la Nación.

El Gobierno de Perú ha presentado argumentos tendientes a

justificar la omisión de proceder en relación a lo dispuesto ya sea en el

artículo 176 como en los artículos 183 y 184 de la Constitución peruana de

1979.

 

         VI.         CONCLUSIONES

Si bien el Poder Judicial es independiente del Poder Ejecutivo, no es

independiente del Estado.   Toda sentencia dictada por un tribunal interno

que transgrede derechos humanos protegidos por la Convención

Americana, en tanto emana de un órgano del Estado equiparable al órgano

legislativo o al ejecutivo, genera responsabilidad internacional atribuible

directamente al Estado parte de la misma.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, fundada en las

consideraciones analizadas en el presente informe y teniendo en cuenta las

observaciones presentadas por el Gobierno de Perú en relación al Informe

Preliminar 15/94, formula las siguientes conclusiones:

         1.      El Estado del Perú es responsable de la violación del derecho a la

libertad y seguridad personal, del derecho a la intimidad del Dr. Alan García Pérez,

su esposa y del derecho a la protección especial de los hijos del ex-Presidente

(artículos 7, 11 y 19 de la Convención Americana) por los hechos que tuvieron

lugar el 5 de abril de 1992.

 

         2.      El Estado del Perú es responsable de la violación del derecho a las

garantías judiciales y debido proceso legal del Dr. García Pérez (artículo 8 de la

Convención Americana) por la tramitación de dos causas basadas en prueba

obtenida ilegalmente, por la iniciación de una segunda persecución penal fundada

en los mismos hechos que habían motivado una acción anterior y por haberse

omitido su procesamiento de acuerdo con las formas previstas por la ley para

iniciar una acción penal contra un Senador.  

 

     RECOMENDACIONES:

         1.         Recomendar al Estado del Perú tomar en consideración el análisis de

los hechos y del derecho realizado por la Comisión y adoptar las medidas

necesarias para restablecer el status quo ante, reponiendo al Dr. Alan García

Pérez en el ejercicio de sus derechos violados.

          2.         Recomendar al Estado del Perú reparar las consecuencias

ocasionadas por la vulneración de los derechos humanos del Dr. Alan García

Pérez, su esposa e hijos.

        3.            Publicar el presente informe, en virtud de los artículos 48 del

Reglamento de la Comisión y 51.3 de la Convención, toda vez que el Estado

peruano no adoptó las medidas necesarias para solucionar la situación

denunciada, dentro del plazo otorgado.