66

INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

  • Upload
    others

  • View
    4

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA
Page 2: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

SERVICIO GEOLÓGICO DE CUBA

MINISTERIO DE ENERGÍA Y MINAS

CCÓÓDDIIGGOO CCUUBBAANNOO DDEE EESSTTRRAATTIIGGRRAAFFÍÍAA

La Habana, Cuba

Diciembre 2014

Page 3: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

SERVICIO GEOLÓGICO DE CUBA

MINISTERIO DE ENERGÍA Y MINAS

CÓDIGO CUBANO DE ESTRATIGRAFÍA

Editado por Jorge de Huelbes Alonso y Luis Ramón Bernal Rodríguez

Instituto de Geología y Paleontología (IGP)

Servicio Geológico de Cuba

Primera versión 2014

La Habana, Cuba

Page 4: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

3

CONTENIDO

PRÓLOGO / 4

INTRODUCCIÓN / 5

LA CLASIFICACIÓN ESTRATIGRÁFICA / 7

PROCEDIMIENTOS GENERALES / 12

Definición, revisión y abandono de unidades formales / 12-22

Enmiendas al Código / 22

UNIDADES FORMALES DEFINIDAS SEGÚN EL CONTENIDO,

CARACTERÍSTICAS PROPIAS O LÍMITES FÍSICOS / 23

Unidades Litoestratigráficas / 22

Unidades Litodémicas / 33

Unidades Magnetoestratigráficas / 37

Unidades Bioestratigráficas / 39

Unidades Pedoestratigráficas / 45

Unidades Aloestratigráficas / 50

UNIDADES FORMALES DEFINIDAS POR SU EDAD GEOLÓGICA / 54

Unidades Cronoestratigráficas / 54

Unidades Geocronológicas / 57

Unidades Diacrónicas / 58

Unidades Geocronométricas / 63

REFERENCIAS / 64

Page 5: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

4

PRÓLOGO

Observar la naturaleza para entender el mundo en que vivimos es oficio viejo del

hombre, pero si bien ella muestra todo su arsenal de fenómenos y procesos sin

reticencia alguna, otra cosa es cuando se trata de entender las complejas relaciones de

causa-efecto que los gobiernan. Es por eso que muy temprano, en el desarrollo de la

ciencia, el hombre se dio cuenta de la necesidad de clasificar para comprender, pues si

no se dispone de un sistema que regule la nomenclatura y la clasificación de los

fenómenos que se estudian, poco se puede progresar en el desarrollo del conocimiento

de los procesos naturales.

Las Ciencias de la Tierra constituyen un claro ejemplo de lo anteriormente expresado.

En el caso del estudio de los seres vivos, solo se logró un avance sustancial cuando se

establecieron reglas para nombrar e incluir a los animales y plantas considerados en un

sistema natural basado en sus relaciones filogenéticas, es decir, de parentesco, lo cual

sentó las bases de la Biología moderna. En cuanto a la Geología, y en especial a la

Estratigrafía, la necesidad de estudiar los cuerpos de rocas en estado natural, que se

diferencian de otros cuerpos de rocas por sus propiedades físicas y su contenido

fosilífero, obligó desde un inicio a los investigadores en este campo a elaborar reglas

que permitieran ubicar la gran variedad de rocas existentes en un esquema potente,

donde los nombres y características de los cuerpos rocosos fueran establecidos

siguiendo reglas precisas. Este sistema de reglas, fue la base de los modernos códigos

estratigráficos que existen en la literatura mundial, los cuales han facilitado el rápido y

profundo avance logrado por las Ciencias de la Tierra desde finales del siglo XX.

La República de Cuba, que ha experimentado un vertiginoso desarrollo en el

conocimiento de su geología, a través del estudio de sus rocas, no puede prescindir de

un código estratigráfico propio, que exprese con claridad los conceptos necesarios para

el estudio de los cuerpos rocosos y establezca las reglas para determinar sus relaciones

espaciales. Ese es el documento que ahora se presenta, con la esperanza de que sirva

tanto al estudiante o joven investigador, como al científico ya desarrollado, y que sea

una guía segura para el trabajo geológico en general y, específicamente, para el

estratigráfico. Si se ha logrado ese empeño, pueden darse por cumplidos los objetivos

propuestos.

Los editores

Page 6: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

5

INTRODUCCIÓN

Necesidad de este código

Durante la primera mitad del siglo XX, diversas compañías extranjeras enviaron a Cuba

sus especialistas para estudiar la geología del país, con el propósito de evaluar sus

potencialidades en minerales sólidos y petróleo. Con posterioridad al triunfo

revolucionario de 1959, se incrementó notablemente el conocimiento de la superficie y

del subsuelo cubanos, ya que arribaron al país numerosos especialistas de la entonces

Unión Soviética y del campo socialista, los cuales realizaron extensos trabajos de

levantamiento geológico que incrementaron el conocimiento de los recursos minerales

en general. Desde aquel entonces, ha existido un trabajo sostenido de especialistas

nacionales formados en las facultades de Geología y de Geofísica, creadas al efecto por

la Revolución. Estos resultados, unidos a los de los geólogos foráneos, han permitido

disponer de una gran variedad de descripciones de unidades estratigráficas que, sumadas

a las ya existentes, conforman nuestro acervo geológico y, en especial, estratigráfico.

Todo ese conocimiento adquirido requiere de la existencia de un código estratigráfico

propio que garantice la estabilidad del sistema geológico cubano, que reafirme lo

general, y establezca las salvedades necesarias que respondan a sus especificidades. Las

reglas que establece este código son de obligatorio cumplimiento para todos los

especialistas de la rama geológica que laboran en el país, ya que constituyen una vía

segura para evitar errores o impresiciones en el establecimiento, modificación o

descripción de las unidades estratigráficas.

Propósitos

Este código se propone:

Exponer de forma clara y concisa los principios fundamentales en que se basa la

clasificación estratigráfica.

Definir el concepto de unidad estratigráfica. Precisar los tipos de unidades

estratigráficas que se utilizan en Cuba, y establecer aquellas que pudieran

incluirse en un futuro inmediato, con vistas a su definición y a la reglamentación

de su uso.

Expresar de forma clara los pasos y requisitos formales que deben cumplirse

para el trabajo con unidades estratigráficas en general, tanto para proponer

nuevas unidades, como para modificar las existentes.

Lograr la flexibilidad necesaria para permitir los ajustes imprescindibles ante

nuevos avances científicos.

Page 7: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

6

Reducir a un mínimo posible las ambigüedades, con la promoción del

reconocimiento de la distinción entre las características observables (datos

reproducibles) de aquellas que se derivan de interpretaciones o inferencias.

Lograr la mayor unidad y coherencia posibles en la terminología utilizada para

lograr la comunicación y el entendimiento entre los especialistas de las Ciencias

de la Tierra.

Servir de documento de obligada utilización para desarrollar cualquier trabajo de

índole estratigráfica del país.

Alcance

En este trabajo se definen, de forma general, las unidades estratigráficas conocidas (ver

Categorías de la Clasificación Estratigráfica y Tabla 1, páginas 7 y 8). Solo se explican

detalladamente las que se utilizan con gran frecuencia en Cuba y otras que, según el

criterio de los autores, deben comenzar a implementarse en el país en un futuro próximo

(ver los capítulos donde se definen las unidades formales, páginas 22 a 61).

Fuentes

Las referencias principales que sirvieron para su confección, fueron;

1. Código Estratigráfico Norteamericano, del 2010. [Documento en español,

traducido por especialistas pertenecientes a varias entidades mexicanas]. Es uno

de los más completos y exhaustivos de los existentes.

2. Guía Estratigráfica Internacional, 1976 y 1994. Provee un panorama completo

de los principios internacionalmente aceptados en que se basa la clasificación

estratigráfica. Ambas guías se consultaron, principalmente la segunda. Son una

fuente de inestimable valor, aunque con un enfoque diferente;

3. Guía Estratigráfica de Cuba, de 1992 (inédita). Está incluida en la versión del

léxico estratigráfico cubano de ese año. Recoge los aspectos más importantes de

la clasificación estratigráfica, con sus adaptaciones para el caso de Cuba;

4. Código Cubano de Estratigrafía de 1999 (inédito). Representa el primer esfuerzo

desarrollado en Cuba en esa dirección.

Además, se utilizaron muchas otras obras que sirvieron para obtener una panorámica

bastante amplia sobre las reglas y recomendaciones más utilizadas en las

investigaciones estratigráficas a nivel internacional.

Page 8: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

7

LA CLASIFICACIÓN ESTRATIGRÁFICA

Estratigrafía. Se define como la ciencia que estudia la secuencia o sucesión de las

capas o estratos de rocas que se han formado a través del tiempo geológico, las cuales

afloran en la superficie terrestre o se encuentran en el subsuelo.

Clasificación Estratigráfica. Se ocupa del estudio de la geometría y secuencia de los

cuerpos de roca. El desarrollo de la Estratigrafía se afianzó al formularse la Ley de la

Superposición de los estratos, para explicar sus relaciones secuenciales. Para las rocas

que no forman capas o estratos (rocas ígneas, metamórficas y las de origen tectónico),

se pueden utilizar otros criterios (posición en el corte o columna geológica y

fechamientos isotópicos) para determinar los arreglos espaciales entre los cuerpos de

roca.

Unidades Estratigráficas. La clasificación aquí referida opera con unidades que

reciben esa misma denominación, estratigráficas. Una unidad estratigráfica es un cuerpo

de rocas en estado natural, que se distingue de los cuerpos de rocas adyacentes sobre la

base de una o de algunas propiedades definidas. Esas propiedades pueden ser:

composición, textura, contenido fosilífero, magnetismo residual, radiactividad,

velocidad sísmica y edad.

Categorías de la Clasificación Estratigráfica. El establecimiento de unidades

estratigráficas depende de las propiedades y de los procedimientos que se utilicen.

Aunque son numerosos y de distinta naturaleza, pueden ser agrupados en dos clases

principales de categorías utilizadas en la clasificación estratigráfica (Tabla 1):

A. Categorías materiales, basadas en el contenido, las características propias o los

límites físicos.

B. Categorías relacionadas con la edad geológica:

1. Categorías materiales usadas para definir lapsos temporales.

2. Categorías temporales (no materiales).

Page 9: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

8

Tabla 1. Clases de unidades estratigráficas de acuerdo con la categoría utilizada

(tomada del Código Estratigráfico Norteamericano 2010 modificada)

Clases de unidades estratigráficas

A. Categorías materiales basadas en el

contenido, las características propias o los

límites físicos

B. Categorías relacionadas con la edad geológica

Litoestratigráficas

Litodémicas

Magnetoestratigráficas (Magnetopolaridad)

Bioestratigráficas

Pedoestratigráficas

Aloestratigráficas

1. Categorías materiales utilizadas para definir lapsos

de tiempo

Cronoestratigráficas

Cronoestratigráficas de polaridad

2. Categorías temporales (no materiales)

Geocronológicas

Cronológicas de polaridad

Diacrónicas

Geocronométricas

Categorías materiales basadas en el contenido, las características propias o los

límites físicos.

Las unidades estratigráficas que pertenecen a esta categoría, están representadas por

cuerpos de rocas, por lo que tienen una referencia material. Estos cuerpos rocosos se

definen por su composición y características litológicas (textura, estructura, color), por

sus propiedades físicas y químicas, o por su contenido biológico.

Estas unidades, que se basan fundamentalmente en sus características litológicas, se

dividen en dos tipos: litoestratigráficas y litodémicas. Una unidad litoestratigráfica se

caracteriza por tener sus rocas estratificadas, es decir, obedecen a la Ley de

Superposición de las capas. La unidad litodémica, por lo general, no obedece a esta ley,

ya que está formada por rocas intrusivas, altamente metamorfizadas, o intensamente

deformadas, que por ese preciso hecho de ser intrusivas, o muy metamorfizadas, o

fuertemente deformadas, han perdido su estructura primaria.

Desde hace décadas se conoce que el magnetismo remanente de las rocas es un registro

del magnetismo de la Tierra en el pasado. Esto conllevó al desarrollo de la

magnetoestratigrafía, que estudia los cambios en la polaridad magnética de la Tierra

(inversiones del campo magnético). Una unidad de magnetopolaridad es un cuerpo de

roca que se identifica por su polaridad magnética remanente, que lo distingue y

caracteriza.

Los restos orgánicos contenidos en las rocas son de mucha importancia en los trabajos

estratigráficos, ya que mediante su estudio es posible establecer unidades que se

describen según su contenido fósil, es decir las denominadas unidades

bioestratigráficas ampliamente utilizadas en la actualidad.

Los horizontes edafológicos que se encuentran en las secuencias de rocas son

importantes para definir las unidades pedoestratigráficas. Una unidad de este tipo es un

Page 10: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

9

cuerpo de roca constituido por uno o más horizontes edafológicos, que forman una o

más unidades litológicas cubiertas por unidades litoestratigráficas o aloestratigráficas,

formalmente definidas.

Cuando se determina la historia geológica de una región, se pueden encontrar algunos

depósitos que verticalmente muestren secuencias similares en sus litologías, pero que es

conveniente separarlas en unidades estratigráficas independientes, ya sea debido a que

son el resultado de procesos diferentes, o por tener edades indudablemente disímiles.

Tales depósitos no pueden ser considerados como unidades litoestratigráficas, ya que su

subdivisión en unidades menores no es posible por las similitudes litológicas que

presentan. Para estos casos se han establecido las unidades aloestratográficas, que son

cuerpos de rocas cartografiables que se definen e identifican sobre la base de sus límites

discontinuos. Si bien la clasificación aloestratigráfica ha sido aplicada en depósitos del

Cuaternario, puede utilizarse para designar secuencias más antiguas.

Categorías relacionadas con la edad geológica

Para la clasificación estratigráfica, el tiempo es un factor muy importante, ya que es

necesario determinar las relaciones espacio-temporales de los cuerpos de rocas. Esto es,

conocer su secuencia de formación en el tiempo, y también los intervalos de tiempo en

que se formaron, por lo que cuando se habla de la edad geológica de un cuerpo rocoso

determinado, se hace referencia a su posición relativa con respecto a otros cuerpos

(secuencia de formación) y a la duración temporal que conllevó su deposición o

emplazamiento.

Para enfrentar esta problemática, es necesario distinguir claramente entre isocronía y

sincronía. La isocronía se refiere a fenómenos, procesos o cuerpos materiales que para

originarse o desarrollarse invirtieron un mismo lapso de tiempo. En otras palabras,

cuando para considerar algunos de ellos se expresa que son isócronos, lo que se quiere

decir es que en su formación emplearon el mismo intervalo de tiempo.

La sincronía expresa simultaneidad en el tiempo, de modo que cuando se plantea que

dos procesos, fenómenos o cuerpos materiales son sincrónicos, eso significa que se

originaron o se formaron simultáneamente, con independencia del lapso de tiempo que

emplearon en hacerlo.

Lo expresado en el párrafo anterior hace considerar que cuando se comparan secuencias

rocosas, en el caso de que sean isócronas, pero posean una edad distinta, esta

comparación carece de sentido, geológicamente hablando, ya que el hecho de que hayan

empleado un mismo intervalo de tiempo para formarse no indica nada si ocupan

posiciones diferentes en la columna geológica. Solo tiene sentido geológico la

comparación entre cuerpos isócronos limitados por superficies sincrónicas, ya que esto

indicaría que, además de isócronos, son sincrónicos. La mayoría de las unidades

litoestratigráficas poseen límites que forman superficies sincrónicas, pero algunas veces

no es así. Este es un fenómeno que se conoce como diacronía, y que significa que las

unidades litoestratigráficas cuyos límites formen superficies que no sean sincrónicas se

pueden expresar a través de unidades diacrónicas, porque sus límites transgreden el

tiempo.

Page 11: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

10

Existen dos tipos de unidades utilizadas para definir lapsos de tiempo que tienen una

referencia material, ya que están representadas por cuerpos rocosos. Como primer caso,

se puede considerar a la unidad cronoestratigráfica. Este tipo de unidad se refiere a un

cuerpo de rocas, que ha sido establecido para que sirva de referencia para todas las rocas

formadas en el mismo lapso de tiempo, de modo que sus límites son sincrónicos. En

segundo lugar, una unidad cronoestratigráfica de polaridad, es aquel cuerpo de roca

cuyo registro de magneto-polaridad fue impuesto cuando fue depositada o

recristalizada, de modo que sirve como patrón de referencia para una parte del tiempo

geológico donde el campo magnético de la Tierra tuvo una polaridad característica.

Por otra parte, hay unidades que solo representan lapsos de tiempo, sin que tengan una

referencia material. En este grupo se encuentran las unidades geocronológicas, las

cronológicas de polaridad, las diacrónicas y las geocronométricas.

Las unidades geocronológicas son las divisiones del tiempo geológico que

corresponden a los lapsos temporales de las unidades cronoestratigráficas establecidas y

que constituyen la base de la Escala Geocronológica que se aplica para caracterizar el

Tiempo Geológico.

En el caso de las unidades cronológicas de polaridad, estas también son divisiones del

tiempo geológico, pero establecidas de acuerdo con el registro de magnetopolaridad que

presentan las unidades cronoestratigráficas de polaridad conocidas. Estas unidades

indican las partes del tiempo geológico durante el cual el campo magnético de la Tierra

tenía una polaridad característica.

Las unidades diacrónicas representan lapsos desiguales de tiempo aplicados a unidades

con referencias materiales, es decir, que forman cuerpos de rocas. Cualquier unidad

representada por un cuerpo rocoso (litoestratigráfica, aloestratigráfica, bioestratigráfica

o pedoestratigráfica) cuyos límites formen superficies diacrónicas, que transgreden el

tiempo, puede expresarse por medio de una unidad diacrónica. La característica que

define a una unidad diacrónica es que uno de sus límites, o ambos, sean transgresivos

en el tiempo.

Por último tenemos las unidades geocronométricas, que al igual que las

geocronológicas, representan lapsos de tiempo sin referencia material, pero en este caso,

no se ajustan a las unidades cronoestratigráficas establecidas, sino son el producto de

una división directa del tiempo geológico, expresado en años. Estas unidades expresan

una cantidad determinada de años, lo cual resulta conveniente para el fin por el que

fueron establecidas.

Formalidad e informalidad en la designación de las Unidades Estratigráficas.

Se dice que una unidad es formal —o que está formalmente definida—, si es nombrada

siguiendo un esquema de clasificación establecido, es decir, si existen rangos de

jerarquía que diferencian los distintos niveles presentes en ella. La formalidad se

expresa escribiendo con letra inicial mayúscula tanto el rango como el nombre de la

unidad (por ejemplo; Formación San Cayetano; Grupo Viñales; Miembro La Güira).

Las unidades que no están nombradas según un esquema predeterminado de

clasificación son las denominadas informales, aunque esta informalidad no significa

Page 12: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

11

poca utilidad en los trabajos estratigráficos. Estas unidades se establecen de este modo

por varios motivos: por lo general, son de capas de poco espesor y tienen una reducida

distribución geográfica; en ocasiones representan horizontes guías, o pueden ser de

interés litológico o económico. Incluso hay algunas unidades que pueden deber su

carácter informal a que no existe un conocimiento suficiente sobre ellas que justifique

un tratamiento formal. Las unidades informales se nombran, frecuentemente, mediante

el uso de términos geográficos y litológicos que las definan. En estos casos, solo los

nombres geográficos mantienen la mayúscula, por responder a nombres propios, y los

demás términos, ya sean sustantivos, o grupos adjetivales que describen a la unidad, se

escribirán siempre con letra inicial minúscula (por ejemplo; tobas San Mateo; cuarcitas

Cerro de Cabras; anfibolitas Daguilla; o capas de grava, zona de limos).

Correlación Estratigráfica

En Estratigrafía, la correlación es un procedimiento utilizado para buscar la

equivalencia o correspondencia que existe entre unidades, ya sea por sus propiedades o

por su posición estratigráfica relativa. Como esta equivalencia o correspondencia se

puede hacer sobre la base de diferentes propiedades, y existen tres tipos de correlación

comúnmente utilizados, es aconsejable aclarar siempre a cuál tipo de correlación se está

haciendo referencia. Los tres tipos de correlación son: litocorrelación, biocorrelación, y

cronocorrelación.

La litocorrelación, o correlación litoestratigráfica, se basa en la comparación de

unidades que presentan litologías y posición estratigráfica similares. Cuando se

establece una litocorrelación se le da preferencia al carácter litológico, aunque, como es

comprensible, tiene muy poco sentido geológico comparar unidades que ocupan

posiciones muy diferentes en la columna estratigráfica, por muy parecidas que sean sus

litologías.

La biocorrelación, o correlación bioestratigráfica, compara unidades con un contenido

fósil y una posición bioestratigráfica similares. Este tipo de comparación dio lugar al

surgimiento de las denominadas biozonas, muy útiles cuando se comparan unidades con

un alto contenido de fósiles.

Por último, la cronocorrelación, o correlación cronoestratigráfica, establece la

correspondencia entre unidades respecto a sus edades y posición cronoestratigráfica. En

este tipo de correlación, como su nombre lo indica, lo más importante es la edad, y es la

que se utiliza cuando se expresa que dos unidades situadas en áreas diferentes son

equivalentes temporales.

Page 13: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

12

PROCEDIMIENTOS GENERALES

DEFINICIÓN DE UNIDADES FORMALES

Artículo 1.- Requisitos para definir formalmente a las unidades

Para establecer, nombrar, redescribir, redefinir, revisar y abandonar unidades formales

son de obligatorio cumplimiento los requisitos siguientes:

1) Publicar un artículo, comunicación o memoria, en un medio científico

reconocido.

2) Definir el propósito y la utilidad que se persiguen al designar o modificar una

unidad.

3) Asignarle la categoría y el rango que les correspondan.

4) Seleccionar y considerar el origen del nombre que se le asignará.

5) Establecer y describir el estratotipo (donde proceda).

6) Descripción de la unidad.

7) Definir sus límites.

8) Considerar sus antecedentes históricos.

9) Establecer sus dimensiones, forma, extensión geográfica y otros aspectos

regionales.

10) Precisar su edad geológica.

11) Determinar las correlaciones con otras unidades.

12) Investigar sobre la génesis de la unidad (donde proceda).

Los requisitos anteriores se aplican tanto a las unidades de superficie, que están

expuestas en afloramientos, canteras, túneles, trincheras y minas, como a las unidades

del subsuelo y las de costa afuera o submarinas (offshore) definidas en pozos (teniendo

en cuenta las especificidades que imponen las perforaciones tanto terrestres como

submarinas). La ubicación cartográfica de las unidades en tierra firme se hará utilizando

obligatoriamente el sistema de coordenadas Lambert (Cuba Norte y Cuba Sur) y las

planchetas de GEOCUBA.

Artículo 2.- Publicación

A los efectos de este Código, una unidad es válida solo si se publica por primera vez en

un medio científico reconocido, lo que significa que se cumplan los aspectos siguientes:

(a) que la información correspondiente haya sido impresa en tinta sobre papel; o se

presente en forma digital, en CD-ROM, Internet, o en cualquier otro método electrónico

aceptado por la comunidad científica, de modo que se garantice un número considerable

de copias idénticas que se puedan distribuir ampliamente; (b) que los datos de ese

hallazgo o resultado se publiquen con fines científicos, públicos y de registro

permanente; (c) que el o los documentos donde aparezca definida la unidad sean de

relativamente fácil adquisición, por compra o por distribución gratuita; (d) haber

cumplido con los requisitos que establece la Comisión Nacional del Léxico

Estratigráfico de Cuba.

Page 14: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

13

2.1-Publicaciones no válidas.- (1) microfilms, copias fotostáticas, micro-

tarjetas o cualquier otro medio similar; (2) notas que circulen entre especialistas

o estudiantes, aunque estén impresas, o sean la explicación de una ilustración

acompañante; (3) pruebas de imprenta; (4) archivos puestos a disposición del

público; (5) tesis, disertaciones o resúmenes de ambas; (6) menciones en

reuniones científicas o de otra índole; (7) resúmenes en la explicación de mapas

o en la leyenda de una figura; (8) descripciones en las etiquetas de ejemplares de

colecciones; (9) documentos depositados en bibliotecas; (10) documentos

anónimos; (11) menciones en los medios masivos de comunicación o en

documentos de carácter legal; (12) documentos distribuidos en formato digital o

impresos en papel sin que hayan sido sometidos a los procedimientos

establecidos previamente.

2.2-Guías de campo.- Las guías de campo, que se editan para los participantes

en excursiones geológicas que se llevan a efecto en algunos eventos, son de

carácter limitado y no están disponibles para un número grande de personas, por

lo que no son publicaciones válidas, aunque su información esté avalada desde

el punto de vista científico.

2.3-Publicaciones electrónicas.- En los últimos años, las publicaciones en

formato digital han tenido un amplio desarrollo, entre otras razones, como

alternativa al encarecimiento de las versiones impresas. En cuanto a su validez

para fines de reconocimiento científico en este Código, se considerarán las que

se circunscriban a revistas ampliamente aceptadas, pertenecientes a sociedades

científicas, agencias gubernamentales, centros de investigación, instituciones

académicas y editoriales científicas reconocidas. Asimismo, estas publicaciones

deberán cumplir otros requisitos, como: (1) estar debidamente archivadas y de

fácil recuperación para prestaciones futuras; (2) tener la tipografía adecuada; (3)

que presenten la codificación y el etiquetado según estándares aceptados

internacionalmente; (4) que integren alguna(s)base(s) de datos con herramientas

para que permitan la búsqueda y extracción de la información, y que dispongan

de la capacidad para descargar e imprimir; (5) que reúnan los estándares de

copia y edición adecuados.

2.4-Informes que se realizaron para compañías o entidades extranjeras.- En

Cuba existe un gran número de informes geológicos realizados por geólogos

extranjeros que laboraron en el país antes de 1959, o durante los primeros años

de la década siguiente, que, según sus características, son documentos

verdaderamente inéditos, ya que la mayoría de ellos, nunca aparecieron en

publicaciones reconocidas. Sin embargo, debido a su importancia, ya que en

ellos fueron descritas por primera vez numerosas unidades litoestratigráficas

cubanas, y teniendo en cuenta que algunos de ellos son documentos de obligada

consulta, este código, a manera de excepción, los considera válidos como

publicaciones, con la salvedad de que se trata de una situación muy particular,

que de ninguna manera puede repetirse. En este caso se incluyen también

muchos informes de los levantamientos efectuados por brigadas de geólogos del

antiguo campo socialista y de la ex-Unión Soviética en el territorio nacional, en

años posteriores a 1959 y en los inicios de la década de 1990 al 2000.

Page 15: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

14

Artículo 3.- Propósito y utilidad

Cuando se establece una nueva unidad, además de ser debidamente propuesta y descrita

por su(s) autor(es), debe expresarse de forma clara que su establecimiento responde a un

propósito definido, ya sea científico, económico, o ambos. El que una unidad sea

mencionada de manera casual, o aparezca solo integrando tablas, columnas o mapas, no

la hace válida.

3.1-Demostración de utilidad.- La mejor demostración de la utilidad de una

nueva unidad es el uso reiterado que de ella se haga, ya que así se comprueba

que el propósito que existió para crearla es claro y sirve en la práctica. Si se

decide no usar un término recientemente propuesto y aprobado, esta decisión

tiene que ser el resultado de una amplia discusión del por qué no resulta

apropiado.

Artículo 4.- Categoría y rango

Se debe tener bien claro la categoría y el rango de las unidades con que se trabaja, sobre

todo si son de nueva creación, o si sobre ellas se proponen modificaciones, ya que la

confusión o interpretación errónea de estos conceptos puede provocar controversias. A

continuación se presenta una tabla en la que se precisan ambos conceptos para las

unidades que se detallan en este código (Tabla 2).

Tabla 2. Categorías y rangos de las unidades definidas en este Código.

(tomada del Código Estratigráfico Norteamericano 2010, modificada)

I. Categorías de unidades definidas según el contenido, las características propias o los

límites físicos Litoestratigráfica Litodémica Magnetopolaridad Bioestratigráfica Pedoestratigráfica Aloestratigráfica

Supergrupo

Grupo

Formación*

Miembro (Lente y

Lengua)

Capa o estrato

(Derrame)

C Superensamble

o

m

p

l

e

j Ensamble

o

Litodema*

Superzona de

Polaridad

Zona de Polaridad*

Subzona de

Polaridad

Biozonas*:

Hemerozona

Biozona de

intervalo

Biozona de

linaje

Biozona de

conjunto

Biozona de

abundancia

Geosol*

Alogrupo

Aloformación*

Alomiembro

* Con asterisco las unidades fundamentales

Page 16: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

15

II. Categorías de unidades definidas por su edad geológica Cronoestratigráfica Geocronológicas Diacrónicas Geocronométricas

Eonotema

Eratema

Sistema*

Serie

Piso

Cronozona

Eón

Era

Período*

Época

Edad

Cron

D Episodio* i

a Fase

c

r Lapso

ó

n Clino

Eón

Era

Período*

Época

Edad

Cron

* Con asterisco las unidades fundamentales

Artículo 5.- Nombre

Las unidades formales tienen un nombre compuesto. En la mayoría de las unidades, se

utiliza un nombre greográfico combinado con el rango correspondiente, o con un

termino descriptivo (Formación San Luis, Grupo San Juan). Las unidades

bioestratigráficas se nombran de acuerdo con la biozona apropiada (Hemerozona de

Globigerina ciperoensis). Las unidades cronoestratigráficas y las geocronológicas

llevan nombres que poseen orígenes diversos, establecidos y reconocidos

internacionalmente (Sistema Jurásico, Período Cretácico). Todas las palabras de los

nombres de las unidades formales se escriben siempre con letra inicial mayúscula.

5.1-Sobre términos geográficos.- Los términos geográficos utilizados para el

nombre de las unidades formales, deben elegirse entre los que representan rasgos

permanentes del paisaje, ya sean naturales o artificiales, como ríos, sistemas

montañosos, accidentes topográficos notables, pueblos grandes, ciudades, y

otros similares. Los nombres geográficos referidos a rasgos no permanentes; por

ejemplo, caseríos pequeños, cruces de caminos, escuelas, granjas,

establecimientos comerciales, entre otros, deben evitarse, ya que pueden

desaparecer en un tiempo determinado.

Para la más adecuada elección de nombres apropiados, es recomendable utilizar

el Diccionario Geográfico de Cuba vigente, escrito bajo la supervisión de la

Comisión Nacional de Nombres Geográficos. En aras de simplificar la

nomenclatura, se establece no escribir la parte genérica de los nombres

geográficos, como ríos, montañas, poblaciones, y otros; por ejemplo, si se fuera

a nombrar una unidad por su cercanía a un río denominado Blanco, no se

escribiría Formación Río Blanco, ya que bastaría con decir Formación Blanco,

teniendo en cuenta que existe un parámetro descriptivo en el Léxico

Estratigráfico denominado "Origen del Nombre" que aclara este aspecto. Solo es

imprescindible la utilización de la parte genérica en los casos de coincidencia de

nombres, a saber, una Formación Grande definida por un río y otra de igual

nombre definida por una elevación, de modo que a una habría que llamarla

Page 17: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

16

Formación Río Grande o Formación Pico Grande, según corresponda, para

diferenciarla de la otra.

5.2-Duplicidad de los nombres.- El proponer un nombre para una unidad, es un

acto de entera responsabilidad de su(s) autor(es), quien(es) debe(n) por todos los

medios evitar la duplicidad en su uso. Si el nombre propuesto ya ha sido

utilizado anteriormente, esto constituiría un caso de homonimia (igual nombre

para diferentes unidades), pero si la unidad propuesta es la misma que otra ya

establecida con otro nombre, esto daría por resultado una sinonimia (diferentes

nombres para la misma unidad). Se establece la obligatoriedad del uso del índice

de sinonimias del Léxico Estratigráfico de Cuba en su edición del 2014, así

como la realización de un estudio lo más exhaustivo posible de la literatura

existente para evitar estas duplicidades a la hora de nombrar las nuevas

unidades.

5.3-Nombres establecidos. Prioridad y conservación La nomenclatura

estratigráfica requiere de estabilidad, que solo se consigue si se respeta la

prioridad de los nombres bien establecidos y así se conservan. Para ello, es

primordial tener en cuenta que (1) no se cambiará un nombre bien establecido si

no hay una buena razón para hacerlo; (2) no se permitirá basarse solamente en la

regla de prioridad de una publicación para sustituir un nombre ampliamente

reconocido y utilizado, por otro poco conocido y de limitada utilización; (3) un

nombre, inadecuadamente establecido, no se conservará solo amparándose en la

regla de prioridad.

5.4-Cambios ortográficos y su relación con nombres establecidos.- Los

nombres de unidades, basados en términos geográficos, no cambian si varía la

ortografía del nombre original de su procedencia, o si el nombre original cambia

completamente. Si una unidad recibió el nombre a partir de un rasgo geográfico

no permanente, como un pueblo pequeño, que posteriormente desaparece, este

cambio no afectará en absoluto al nombre que recibió la unidad en el momento

de su primera descripción.

5.5-Los nombres en otros idiomas.- Los nombres geográficos (propios) no se

traducen, se dejan en el idioma original. Solo se transliteran en el caso de que se

encuentren en un idioma que utilice un alfabeto diferente al latino. Sin embargo,

los términos litológicos y de rango, que son nombres comunes, sí llevan

traducción (por ejemplo, limestone se traduce como caliza y viceversa;

Formation se traduce como Formación y viceversa). En los casos en que una

unidad se encuentre también en otro país, se debe usar siempre el nombre dado

en Cuba, siempre que la unidad de referencia principal sea ésta. Solo se utilizará

el nombre utilizado en otro país si se está hablando específicamente de aquel

lugar.

Artículo 6.- Estratotipos. Se define como estratotipo a una secuencia de rocas que

sirve como patrón para una unidad estratigráfica formalmente nombrada, y que es la

base para identificar y caracterizar a la unidad. El estratotipo es la sección de referencia

de la unidad y, por lo tanto, debe ser territorialmente accesible para que pueda ser

examinado por otros siempre que se requiera.

Page 18: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

17

6.1-Localidad y área tipo.- La localidad y el área tipos se utilizaban ampliamente antes

de que surgiera el concepto de estratotipo. Ambos términos son categorías geográficas.

La localidad tipo es el área geográfica donde originalmente se estableció el estratotipo;

el área tipo es la superficie geográfica donde se encuentra la localidad tipo. En la

actualidad, los estratotipos son de uso obligatorio para describir o referirse a las

unidades estratificadas; sin embargo, para las no estratificadas, que presentan notable

variedad litológica y gran extensión areal, es más práctico utilizar como referencia las

localidades tipo. Estos conceptos, localidad tipo y área tipo, siguen siendo muy

utilizados. Es importante señalar que el término localidad tipo nunca debe utilizarse

como sinónimo de estratotipo.

6.2-Estratotipo de unidad. Es la sección o perfil tipo de una unidad, que sirve como

patrón de referencia para ella. Sus límites superior e inferior son los estratotipos de

límite.

6.3-Estratotipo de límite. Es un punto determinado en una secuencia de roca que sirve

como patrón de referencia para definir un límite estratigráfico. Los estratotipos de límite

inferior y superior no necesariamente tienen que estar situados en la misma localidad. El

límite superior de una unidad puede ser definido por el estratotipo de límite inferior de

la unidad que le sigue estratigráficamente hacia arriba.

6.4-Estratotipo compuesto.- Un estratotipo compuesto se establece cuando una unidad

no queda representada totalmente en una sola sección tipo, de modo que es necesario

establecer varias de ellas para cubrir el espectro completo de la unidad.

6.5-Holoestratotipo.- Estratotipo designado por el(los) autor(es) de la unidad para

servir como patrón de referencia.

6.6-Paraestratotipo.- Estratotipo auxiliar definido por el(los) autor(es) de la unidad

para destacar características que no se encuentran en el holoestratotipo. Por lo general,

se encuentra situado en el área tipo y su número depende de la complejidad litológica de

la unidad establecida.

6.7-Lectoestratotipo.- Estratotipo establecido por designación subsecuente para servir

como patron de referencia de la unidad. El lectoestratotipo se establece por un autor o

autores diferentes (en fecha posterior) al, o a los que crearon la unidad, ya que este, o

estos últimos no designaron corte típico alguno para la unidad que se estableció.

Preferentemente debe estar situado en el área tipo.

6.8-Neoestratotipo.- Estratotipo propuesto para sustituir a un holoestratotipo, o a un

lectoestratotipo, que esté destruido, cubierto por las aguas o que se ha vuelto

inaccesible. Generalmente se ubica fuera del área tipo.

6.9-Hipoestratotipo.- Estratotipo auxiliar propuesto con posterioridad al

holoestratotipo y paraestratotipo (si lo hubiere) para ampliar el conocimiento de la

unidad. Por lo general, se sitúa fuera del área tipo y su número está en correspondencia

con la complejidad litológica de la unidad establecida.

Page 19: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

18

6.10-Descripción de los estratotipos.- En este acápite deben incluirse tanto los

aspectos geográficos como los geológicos. Para poder encontrar los estratotipos en el

campo, es necesario proporcionar un esquema de su ubicación, que incluya las vías de

acceso, los accidentes naturales o artificiales cercanos (ríos, montañas, pueblos,

caminos, entre otros) así como sus coordenadas, referidas a la base topográfica

utilizada. También pueden incluirse fotos aéreas que faciliten la ubicación del corte. La

información geológica debe ser clara en cuanto a litología, espesores, límites y

relaciones estratigráficas con otras unidades cercanas. Para ampliar y complementar la

descripción, es de mucha utilidad el uso de columnas estratigráficas, perfiles, fotos,

secciones estructurales y el mapa geológico que contenga a la localidad tipo (este último

es indispensable). En los casos de estratotipos compuestos, así como cuando hay varios

tipos de estratotipos (holo-, para-, lecto- e hipo-) es imprescindible numerarlos para su

descripción, por ejemplo: holoestratotipo 1, holoestratotipo 2, paraestratotipo 1,

paraestratotipo 2, paraestratotipo 3, y así sucesivamente.

Artículo 7.- Descripción de la unidad.- El establecimiento de una unidad formal

requiere de una descripción clara y precisa, de modo que pueda ser reconocida

posteriormente por cualquier investigador, sin equivocación. Esta descripción debe

incluir la composición litológica, textura y estructuras primarias, ubicación estructural,

restos biológicos, composición mineral, su geoquímica y propiedades geofísicas

incluyendo la magnética), expresión geomorfológica y edad.

Artículo 8.- Límites. El establecimiento de los límites entre unidades contactantes es de

gran importancia para la divulgación de los resultados de las investigaciones científicas.

Definir claramente este problema requiere de mucho cuidado y de criterios apropiados

según la categoría de las unidades que se estén describiendo.

8.1-Límites entre las unidades intergradacionales. Los contactos entre

unidades con composiciones litológicas muy diferentes suelen ser límites muy

apropiados para su separación; sin embargo, hay ocasiones en las que el paso de

una unidad a otra está marcado por una zona de transición, debido a una

gradación continua, o a una interdigitación entre diferentes litologías. En estos

casos, los límites, que generalmente son diacrónicos, se establecen de forma

arbitraria siguiendo determinados criterios.

Artículo 9.- Antecedentes históricos. Siempre que se proponga un nuevo nombre, es

imprescindible proporcionar datos acerca del tratamiento que le fue dado con

anterioridad a las rocas de la unidad que se propone por los distintos autores que las

estudiaron previamente, incluyendo al o los autores que las describieron por primera vez

(referencias). Los datos históricos sobre una unidad determinada muchas veces

proporcionan las bases para establecer una nueva.

Artículo 10.- Dimensiones, forma, extensión geográfica y otros aspectos regionales.

Es necesario proporcionar aspectos de carácter regional que posibiliten representarse

una idea acerca de las características de la unidad. Por ejemplo, su magnitud, sobre la

base de su extensión geográfica, así como las variaciones que se observen respecto al

espesor, la composición y la expresión geomorfológica, que facilitan su correlación con

unidades adyacentes, y permiten extenderla mas allá de su localidad tipo. Si una

unidad posee una extensión geográfica muy limitada, aunque sea cartografiable, hay

que definirla como informal.

Page 20: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

19

Artículo 11.- Edad. La edad es una característica significativa de las unidades. Salvo

en el caso de las unidades cronoestratigráficas, en las que su determinación es básica, en

el resto de las unidades materiales su importancia es subordinada; sin embargo, el

conocimiento de la edad y de los métodos para su asignación deben tenerse muy en

cuenta. En el caso específico de las unidades litodémicas, hay que diferenciar la edad

del protolito de la del metamorfismo o de los procesos de deformación que actuaron. Si

la asignación de una edad no se sustenta sobre bases firmes, es necesario dejar

constancia de la duda.

11.1-Determinación de la edad o fechamiento.- La determinación de la edad

de una secuencia rocosa, es decir, su ordenamiento geocronológico se conoce

como fechamiento (se establece el abandono del término datación). Cuando una

edad es determinada por métodos radiactivos con base en la desintegración de

isótopos, se habla entonces de edad isotópica (se establece abandonar el término

edad absoluta para estos casos). Deberá utilizarse el término edad numérica

para cualquier edad determinada por métodos que arrojen un resultado

cuantificable expresado numéricamente (incluye la edad isotópica). Se mantiene

el término de edad relativa para la que se determina mediante el uso de fósiles y

que expresa un intervalo geocronológico.

11.2-Calibración.- Se denomina calibración al fechamiento de los límites de las

unidades cronoestratigráficas mediante su expresión númerica y, por lo tanto,

representa un fechamiento especial La calibración ha permitido la evolución y el

perfeccionamiento de la escala del tiempo geológico, o escala geocronológica.

11.3-Convenios y símbolos.- La unidad reconocida internacionalmente para

expresar las edades de las rocas es el año, y representa el tiempo transcurrido

antes del presente, de modo que el cero de esta escala calibrada se sitúa, por

convenio, en el año 1950 DC o DNE, que se considera el “presente”.

Se establece la obligatoriedad, ya que evita confusiones innecesarias, del uso de

los símbolos del Sistema Internacional de Medidas (SI), donde k significa mil

(103), M significa millones (106) y G significa mil millones (109). Si se utiliza la

letra “a” para año, el resultado será:

Símbolo

(unidad)

Prefijo Factor de

multiplicación

Significado

ka kilo-año mil (103) mil años

Ma mega-año millón (106) un millón de años

Ga giga-año mil millones (109) mil millones de

años

Nótese que ka se escribe con letra inicial minúscula, porque la K mayúscula se

utiliza para la temperatura absoluta o termodinámica que se expresa en grados

kelvin Si bien los símbolos ka, Ma, y Ga se utilizan para los límites de las

unidades cronoestratigáficas, tal y como aparecen en la Carta Cronoestratigráfica

Internacional, los intervalos de tiempo entre esos límites, que tienen un

significado geocronológico solamente, sin referencia a secuencias de rocas, se

Page 21: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

20

expresan con los símbolos informales ma, que significan millones de años. Así,

por ejemplo, los límites del Paleoceno están calibrados en 56 y 66 Ma, mientras

que el intervalo de tiempo que ellos determinan es de 10 ma.

11.4-Expresión de la edad de los litodemas.- La edad de las unidades

litodémicas se expresa mediante el uso de la terminología geocronológica y no

la cronoestratigráfica, por lo que se usarán los adjetivos Temprano, Medio y

Tardío en lugar de Inferior, Medio y Superior. Por ejemplo, una intrusión

granítica, fechada isotópicamente en 80 Ma, se designará como del Cretácico

Tardío y no como del Cretácico Superior.

Artículo 12.- Correlación. La comparación con unidades que se localizan fuera del

área tipo de una unidad determinada, amplían la perspectiva del investigador. En la

correlación, hay que exponer claramente los criterios empleados y, sobre todo,

establecer la diferenciación entre lo que son los datos objetivos y la información

inferida.

Artículo 13.- Génesis. Aunque los datos e inferencias que se refieren a la génesis de las

unidades (ambientes de formación, historia geológica) generalmente no intervienen en

su definición, resultan de gran interés y se tienen que explicar con el mayor detalle

posible.

Artículo 14.- Unidades del subsuelo y de costa afuera o submarinas (offshore). Los

procedimientos para establecer unidades formales también se aplican para las unidades

del subsuelo y las submarinas. Es necesario que las descripciones litológicas y

paleontológicas de las muestras o núcleos de perforaciones se presenten de forma

escrita, gráfica, o ambas. Asimismo, deben indicarse de forma clara los límites de la

unidad, al igual que las divisiones, si las hubiere, precisando sus profundidades a partir

de un punto de referencia establecido.

14.1-Nombramiento de las unidades. Una unidad del subsuelo puede

nombrarse por el pozo que la corta, por el campo petrolífero, o por la mina.

Tanto el pozo como la mina tienen que estar ubicados de forma precisa en el

mapa, por sus coordenadas exactas. En el caso de un pozo, habrá que

proporcionar todos sus datos técnicos (profundidad total, inclinación, y otros).

14.2-Recomendaciones. Se recomienda incluir los registros geofísicos de los

sondeos. Las muestras de rocas de núcleos y de canal, los restos fósiles, y todos

estos materiales deben conservarse en depósitos apropiados, debidamente

conservados y etiquetados, de modo que puedan ser consultados cuando sea

pertinente. Para las unidades submarinas deberá agregarse el nombre del

proyecto, el de la embarcación, la profundidad del fondo marino, así como los

datos del muestreo regional y de la geofísica realizada.

14.3-Unidades sismoestratigráficas. Se conocen como unidades

sismoestratigráficas las que se establecen como producto de la utilización de los

métodos sísmicos de alta resolución, que permiten conocer la forma y

continuidad de los estratos en profundidad. El grado de precisión de estos

Page 22: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

21

métodos, sin embargo, no permite establecer unidades formales solo definidas

por perfiles sísmicos, por lo que sus conclusiones se deben comprobar y

certificar mediante perforaciones, aunque el número de éstas se puede reducir si

se utiliza la sísmica.

REVISIÓN Y ABANDONO DE UNIDADES FORMALES

Artículo 15.- Cambios en las unidades. En las unidades se pueden realizar dos tipos

de cambios importantes que es necesario distinguir: redefinición, y revisión.

Artículo 16.- Redefinición. La redefinición de una unidad implica cambios en el

contenido o el enfoque, sin cambiar sus límites o el rango. La redefinición incluye el

cambio o enmienda de parámetros descriptivos en una unidad estratigráfica o

litodémica, así como también la corrección de una descripción que fue inadecuada,

insuficiente o poco precisa. Estas incorrecciones suelen encontrarse en unidades

descritas en tiempos donde las reglas de nomenclatura estratigráfica eran menos

precisas y exigentes que en la actualidad. La redefinición no implica el cambio de la

parte geográfica del nombre de una unidad formal.

16.1-Redefinición y redescripción. En la literatura estratigráfica cubana ha sido

muy empleado el término redescripción para agrupar aquellos cambios,

correcciones, adiciones, y otros arreglos que se producen en los textos y datos de

las unidades por otro(s) autor(es), posteriormente a la descripción original. En el

código estratigráfico norteamericano, se especifica que la redescripción se

refiere a la corrección de una descripción inadecuada o poco exacta, y que

difiere solo ligeramente de la redefinición (artículo 17, observación a), p.15).

Esta marcada similitud entre redefinición y redescripción hace poco práctico el

mantenimiento de este último término, teniendo en cuenta, además, que es muy

difícil que la corrección de una descripción inadecuada o poco exacta, no

conlleve la redefinición de alguna parte del contenido o el enfoque de una

unidad. Por lo anteriormente expresado, se considera necesario el abandono del

término redescripción y se adopte únicamente el de redefinición para estos fines.

Artículo 17.- Revisión. La revisión de una unidad conlleva cambios en uno o en ambos

límites, o en su rango.

17.1-Cambio de uno o ambos límites. El cambio en los límites no implica el

cambio del nombre original de la unidad, el cual puede conservarse.

17.2-Cambio de rango. El cambio del rango de una unidad no implica el

cambio de sus límites, ni de la parte geográfica de su nombre. De esta manera,

un miembro puede transformarse en formación, o viceversa; una formación

puede devenir grupo, o viceversa, y un litodema convertirse en complejo, o

viceversa. En todos los casos se conservará el nombre originalmente otorgado.

17.3-Sobre los estratotipos. Cuando se cambia el rango de una unidad, se

mantiene el estratotipo original para el nuevo rango creado.

Page 23: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

22

17.4-Cambios de rango que implican cambios en los nombres. Si se cambia

el rango de una unidad, por ejemplo, originalmente era un todo y ahora contiene

partes, no podrá aplicarse el mismo nombre a la unidad que constituye el todo y

de manera individual mantenerlo para alguna de sus partes. Por ejemplo, en el

Grupo Mariel, no puede haber una Formación Mariel, ni en la Formación

Ancón, puede haber un Miembro Ancón.

Asimismo, si se divide una unidad en dos o más, dentro del mismo rango, no

podrá usarse el nombre original para ninguna de las nuevas divisiones. En este

caso será necesario elevar el rango de la unidad que se va a dividir siempre que

las divisiones sean del mismo rango que tenía la unidad original. Por ejemplo, si

una unidad establecida como formación, se divide en dos o más formaciones, la

unidad original debe elevarse a grupo, conservando su nombre, pero ninguna de

las nuevas formaciones podrá utilizar ese mismo nombre.

Artículo 18.- Abandono. Si se justifica adecuadamente, una unidad estratigráfica puede

abandonarse formalmente. Sin embargo, es importante señalar que esta acción requiere

tanto cuidado para su ejecución como el requerido para establecer una nueva unidad.

18.1-Causas que justifican el abandono. El abandono de una unidad

formalmente establecida podrá llevarse a efecto en los casos en que se demuestre

(1) una situación clara de homonimia o sinonimia, (2) que existen violaciones

claras de las reglas implantadas por el código estratigráfico en cuanto al

establecimiento de unidades formales en el momento en que fue originalmente

establecida, (3) una prolongada falta de uso que manifieste su poca necesidad o

utilidad, (4) que su utilización conlleve algún tipo de confusión con otras

unidades, (5) que no sea reconocible o cartografiable en otros lugares.

18.2-Nombres abandonados. El nombre de una unidad que ha sido abandonado

formalmente solo es posible utilizarlo nuevamente para otra unidad si: fue

publicado una única vez en las últimas décadas; no fue de uso corriente; su re-

introducción no causa confusiones.

18.3-Nombres readoptados. El nombre de una unidad, abandonado por

razones válidas en su tiempo, y que fueron—reconsideradas y desestimadas con

posterioridad—, puede volver a utilizarse siempre que no se incurra en lo

señalado con anterioridad. El resultado de retomar el nombre de la unidad, que

cobrará así plena vigencia de uso, consistirá en un acto de re-adopción.

ENMIENDAS AL CÓDIGO

Artículo 19.- Enmiendas al Código. Procedimiento. Los investigadores en el campo

de la Geología y de la Estratigrafía pueden solicitar por escrito, a la Comisión Nacional

del Léxico Estratigráfico, cualquier propuesta de cambio(s) o adición(es) al Código. La

Comisión, según los procedimientos establecidos, considerará la solicitud, que será

aprobada o no. En caso positivo, se dará a conocer oficialmente el dictamen de

aprobación para conocimiento general, incorporándose este resultado a una nueva

edición del Código cuando se estime pertinente.

Page 24: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

23

UNIDADES FORMALES DEFINIDAS SEGÚN EL CONTENIDO, LAS

CARACTERÍSTICAS PROPIAS O LOS LÍMITES FÍSICOS

UNIDADES LITOESTRATIGRÁFICAS

Artículo 20.- Unidad litoestratigráfica. Una unidad litoestratigráfica es un cuerpo de

rocas constituido por un conjunto de estratos, que pueden ser sedimentarios, ígneos

extrusivos, metasedimentarios o metavolcánicos. Se distingue y delimita por sus

características líticas y su posición estratigráfica. Por lo general, una unidad

litoestratigráfica se apega a la Ley de la Superposición de las capas, es estratificada

(aunque no siempre) y de forma tabular.

20.1-Naturaleza. Las unidades litoestratigráficas, según quedan definidas en

este código, solo incluyen cuerpos de rocas estratificadas o no (masivas), que se

han formado siguiendo el principio de la superposición, por lo que quedan

excluidos los cuerpos ígneos intrusivos, los metamórficos de alto grado y los

muy tectonizados, en los cuales, además de no observarse estratificación, no es

posible determinar la estructura primaria de las rocas originales. Las rocas que

forman una unidad litoestratigráfica pueden haber sufrido metamorfismo, pero

de bajo grado, de modo que sea posible determinar su estructura primaria.

20.2-Importancia. Estas son las unidades básicas de la cartografía geológica,

por lo que constituyen una parte esencial en los trabajos locales y regionales de

mapeo, y desempeñan un papel primordial en la reconstrucción de la historia

geológica, en regiones de rocas estratificadas. Se establecen y reconocen por

sus características litológicas, y sus límites se ubican según contactos visibles y

distinguibles, o pueden situarse de forma arbitraria en zonas de gradación o

interdigitación. Es relevante dejar sentado que el grado de litificación no es

determinante para establecer una unidad litoestratigráfica, ya que sedimentos

no consolidados, como arcillas, limos y arenas, pueden definirse como unidades

válidas.

20.3-Estratotipos y localidades tipos. La definición de una unidad

litoestratigráfica tiene que basarse, en lo posible, en una sección típica que

sirva de referencia. Esta sección debe tener buena accesibilidad, ya sea un

afloramiento, una excavación, un pozo, o una mina. En los casos de pozos, estas

secciones típicas se establecen en los núcleos de perforación. También pueden

utilizarse afloramientos subacuáticos a los cuales sea posible acceder

directamente, o por métodos remotos. Es indispensable que las definiciones se

basen en criterios litológicos; o sea, en descripciones obtenidas del material

real que constituye las rocas, y no en las propiedades físicas, o la edad que

proporcionan los fósiles en ellas encontrados. Cada una de estas unidades

tendrá un carácter demostrablemente regional. En aquellos lugares en que la

estratigrafía se haya establecido a partir de los afloramientos, solo es

permisible crear nuevas unidades del subsuelo, si el corte en profundidad

difiere materialmente de la sección de superficie, o si hay duda en la

equivalencia entre una unidad del subsuelo y otra de superficie. Para unidades

Page 25: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

24

originalmente definidas en afloramientos, siempre que sea posible, tienen que

establecerse secciones de referencia en el subsuelo.

20.4-Sobre cambios en las secciones tipo. Si un estratotipo resulta inadecuado,

ya sea por pobre exposición, complejidad estructural, o no es representativo de

la unidad, las secciones de referencia, —tanto la principal, como las de

referencia— pueden ser complementadas con nuevas secciones mediante una

redefinición, pero no podrá suplantarse la sección tipo.

20.5-Autonomía respecto a la historia geológica. Tanto la historia geológica,

como el ambiente de deposición y el contenido fosilífero no tienen cabida en la

definición de unidades litoestratigráficas, las cuales se establecen sobre

criterios litológicos. Las inferencias obtenidas a partir del análisis de datos

sobre la historia geológica pueden utilizarse, no obstante, para el

establecimiento de los límites —tanto verticales como laterales— de una nueva

unidad. Los fósiles son también de gran utilidad para diferenciar dos unidades

que aunque estén separadas espacialmente, sean de composición litológica

similar. Además, debe tenerse en cuenta que el contenido fosilífero de una

unidad es una característica litológica válida para la determinación de la

historia geológica de una unidad, como son los casos de una caliza coralina,

una marga con conchas de moluscos, o una caliza con calpionélidos.

20.6-Autonomía respecto al tiempo. Los conceptos de tiempo no determinan los

límites de las unidades litoestratigráficas, aunque puedan ser sincrónicos. Aun

cuando los intervalos de tiempo que se determinen por los límites de las

unidades sean medibles, y por ende conocibles, no participan en absoluto en el

establecimiento de dichos límites, que se hace por criterios puramente

litológicos. El cuerpo rocoso que comprende una unidad litoestratigráfica

puede comenzar o terminar su formación en tiempos distintos, en localidades

diferentes (límites diacrónicos). Adicionalmente, los procesos de erosión pueden

remover material de las unidades tanto durante el tiempo de su formación como

con posterioridad, lo que hace que se reduzca el intervalo de tiempo que ellas

representan localmente. Aunque los conceptos de tiempo no participan

directamente en el establecimiento de las unidades litoestratigráficas, ni en la

determinación de sus límites, la edad puede ser un parámetro importante para

comparar unidades similares muy alejadas de las secciones tipo.

20.7-Expresión en el relieve. La forma en que las unidades litoestratigráficas se

expresan en el relieve es importante para la cartografía, por lo que, de ser

posible, los límites entre ellas deben situarse de forma que coincidan con los

cambios litológicos que se reflejan en la topografía.

20.8-Unidades de interés económico. Las unidades consideradas de interés

económico, como acuíferos, capas en canteras, capas con contenidos de

minerales importantes, entre otras, y que son unidades informales, pueden

reconocerse como formales (formaciones, miembros, o capas) siempre que sean

de interés para la estratigrafía regional.

20.9-Unidades definidas por instrumentos. Muchas unidades del subsuelo son

establecidas únicamente por medio de registros geofísicos, y pueden

Page 26: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

25

corresponder o no con unidades litoestratigráficas formales. En general,

muchas de este tipo de unidades son de gran utilidad para la estratigrafía, pero

se consideran unidades informales, por lo cual no se incluyen en la jerarquía de

las unidades litoestratigráficas formales.

20.10-Zona. Es frecuente encontrar en estratigrafía el uso del término zona

aplicado a unidades litoestratigráficas. Por ejemplo: “zona de mineralización”,

“zona intemperizada”, “zona metamórfica”, “zona de rudistas”, entre otros

casos. Este vocablo se considera informal, aunque pueda incluir total o

parcialmente una capa, un miembro, una formación, o cualquier otra expresión

de las incluidas en la jerarquía de las unidades formales.

20.11-Ciclotemas. Las secuencias sedimentarias que se repiten cíclicamente

han sido identificadas en cuencas sedimentarias en todo el mundo. En muchas

ocasiones, reciben un nombre geográfico acompañado por la palabra

ciclotema. A los efectos de lo establecido en el presente Código, los ciclotemas

con adición de nombres geográficos tienen un carácter informal, y cuando se

utilizan en las columnas estratigráficas deben diferenciarse claramente de los

términos formales, como miembros, formaciones y grupos. El nombre

geográfico que se aplique a una secuencia de tipo ciclotema, no puede ser igual

al otorgado a alguna unidad formal contenida en ella. Se recomienda, si no hay

causas de peso que lo justifiquen (notable espesor, amplia presencia en los

cortes,) no nombrar a las secuencias ciclotémicas de manera específica, sino

considerar este fenómeno sedimentológico como una característica propia de

las unidades litoestratigráficas que las presenten.

20.12-Suelos y paleosuelos. Ni los suelos ni sus equivalentes fósiles —los

paleosuelos—, se consideran unidades litoestratigráficas. Constituyen un tipo

especial de unidad, denominada pedoestratigráfica, que posee características

propias que la diferencian de las anteriores.

20.13-Facies de depósito. Las facies de depósito, tanto objetivas (arenosa,

lutítica, coralina) como genéticas (de plataforma, talud, turbidítica, deltaica)

constituyen unidades informales, aun en el caso en que en su mención

aparezcan acompañadas por un término geográfico.

Artículo 21.- Límites. Los límites de las unidades litoestratigráficas se ubican donde se

manifiesten cambios litológicos que se revelen de forma clara y definida en el terreno.

En los casos en que exista una gradación o una interdigitación entre dos unidades, los

límites se situarán arbitrariamente.

21.1-Límites en secuencias gradacionales verticales. En los casos en que el

paso de una unidad a otra se manifieste por una intergradación, interdigitación

o interestratificación de dos o mas tipos de rocas, el límite deberá situarse de

forma arbitraria, a menos que esta zona de intergradación, interdigitación o

interestratificacioón sea lo suficientemente gruesa como para ameritar

nombrarla como una tercera unidad (unidad hipotética B de la Fig. 1A). Por

ejemplo, si una unidad de lutitas sobreyace a una de calizas y lutitas

Page 27: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

26

interestratificadas, y esta zona de interestratificación no es lo suficientemente

gruesa para constituir una unidad independiente, el límite generalmente se

coloca en la parte superior de la capa más alta de caliza que sea identificable

(Fig. 1A). En el caso de un paso gradacional vertical entre una unidad de lutitas

y otra de calizas, el límite se situará arbitrariamente; aquí, lo ideal sería

hacerlo en la zona donde ambos componentes litológicos se encuentren mas o

menos en la misma proporción (Fig. 1B).

21.2-Límites en cambios litológicos laterales. Si una unidad cambia

gradacionalmente, o se interdigita lateralmente, con una litología notablemente

diferente, esta constituirá una nueva unidad, y se colocará un límite lateral

arbitrario entre estas dos unidades equivalentes (Fig. 1C). Si el área de

intergradación, o de interdigitación lateral, es lo suficientemente extensa, puede

constituir una nueva unidad, con litología mixta.

21.3-Capas o estratos guías como límites. Las capas o estratos guías, también

conocidos como horizontes guía, pueden servir como límites para unidades

litoestratigráficas formales, siempre que las características litológicas de la

unidad permanezcan relativamente constantes. Con frecuencia, estos estratos

guías utilizados como límites pueden seguirse mas allá del área donde se

desarrolla la litología principal de la unidad, lo que no quiere decir que sea

obligatorio que la unidad tenga que extenderse geográficamente. Si la litología

entre los estratos guías se hace marcadamente diferente a la de la localidad

tipo, habrá que emplear un nuevo nombre formal para esa litología. Es bastante

común que los estratos guías sean reconocibles en el subsuelo por métodos

geofísicos, por lo que su utilización como límites de unidades litoestratigráficas

(generalmente informales) es muy utilizado.

21.4-El uso de las discordancias como límites. Las discordancias que se

reconocen por cambios litológicos observables son los límites ideales para las

unidades litoestratigráficas. Sin embargo, las discordancias que existen entre

litologías muy similares, y que no se expresan en las rocas, no son utilizables

como límites, aunque sea muy deseable considerar su separación en dos

unidades. Hay que destacar que si no existe una distinción litológica bien

reconocible, que pueda ser utilizada como límite, habrá que reconocer una sola

unidad, aunque se incluyan rocas de diferentes edades.

Cuando se utilizan las discordancias como límites de las unidades

litoestratigráficas hay que dejar bien establecido el tipo al que pertenece la

discordancia utilizada. En Cuba se reconoce la discordancia paralela,

estratigráfica, o la disconformidad, en la que las capas que yacen sobre y

debajo del plano de discordancia son paralelas, y la discordancia angular, en la

cual las capas que se observan arriba y debajo del plano de discordancia

presentan un estilo tectónico distinto, marcado por un ángulo bien observable

en el terreno.

21.5-Correspondencia con las unidades genéticas. Los límites que se

seleccionan para las unidades litoestratigráficas a partir de cambios litológicos,

deben corresponder, en lo posible, con los límites de las unidades genéticas, de

Page 28: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

27

modo que los posteriores estudios de génesis no tengan que tratar con unidades

cuyos límites traspasen los límites formales.

Page 29: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

28

Figura 1. Ejemplos de límites entre unidades litoestratigráficas (tomada de Código Estratigráfico

Norteamericano 2010 modificada).

Artículo 22.- Rangos. Las unidades litoestratigráficas formales poseen un sistema de

clasificación donde se establecen categorías o rangos, que en orden descendente son:

Supergrupo, Grupo, Formación, Miembro (Lente y Lengua) y Capa o Estrato

(Derrame).

Artículo 23.- Formación. La unidad básica y fundamental de la clasificación

litoestratigráfica es la formación, que se define como un cuerpo de rocas caracterizado

por poseer una litología determinada y ocupar una posición específica en la columna

estratigráfica. Este cuerpo generalmente —aunque no siempre— es tabular, y permite

ser cartografiado en la superficie terrestre, o seguido en el subsuelo.

23.1-Importancia. Las formaciones son las unidades litoestratigráficas básicas

para la descripción e interpretación de la geología de una región, por lo que son

fundamentales para la cartografía geológica. Como son cuerpos de rocas

limitados, en la mayoría de los casos, por cambios litológicos bien identificables

en el terreno, se les reconoce una gran utilidad práctica. Una formación puede

representar un intervalo de tiempo, largo o corto; estar constituida por materiales

Page 30: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

29

provenientes de una o varias fuentes de suministros, y puede presentar

interrupciones en su proceso de deposición.

23.2-Homogeneidad y heterogeneidad litológicas. Una formación debe tener

un cierto grado de homogeneidad litológica conferida por sus rasgos distintivos.

Sin embargo, en muchos casos existen unidades con diversos grados de

heterogeneidad, por lo cual es importante destacar la posibilidad de que: (1) se

puedan presentar rocas que respondan a un solo tipo litológico; (2) se aprecie la

existencia de repeticiones de uno o mas tipos litológicos; (3) pueda observarse

una complejidad litológica muy marcada, de modo que esta heterogeneidad en sí

misma amerite constituir una forma de unidad si se compara con unidades

aledañas.

23.3-Características litológicas. Las características litológicas que definen a las

formaciones deben incluir, fundamentalmente: composición química, estructura

(composición mineralógica), textura (color, estructuras sedimentarias o

volcánicas, presencia de fósiles en cuanto a su expresión en las rocas, y la

inclusión de otros materiales de origen orgánico, entre ellos carbones, lutitas

bituminosas, por ejemplo. Las formaciones que se distinguen únicamente por el

carácter sistemático (taxonómico) de los fósiles que contienen, no son unidades

litoestratigráficas, sino bioestratigráficas. La caracterización de las rocas que

contiene una formación, basada claramente en sus propiedades físicas medibles

(eléctricas, radiactivas, sísmicas, u otras), no basta para describir de manera

adecuada las particularidades litológicas de esa unidad.

23.4-Cartografiabilidad y espesor. Una formación debe ser cartografiable,

según la escala de los mapas geológicos que existen en una región al momento

de su propuesta. Si una formación puede dividirse en unidades más pequeñas,

como miembros o capas, y esto resultase realmente útil, el requisito de

cartografiabilidad no será obligatorio para estas unidades de rango menor. El

espesor de las formaciones es un elemento que puede presentar grandes

variaciones dentro de su área de aflorabilidad, y no es un parámetro

determinante para dividir una secuencia rocosa en formaciones. No se acepta la

representación en los mapas de unidades muy delgadas mediante una línea recta,

ya que esta línea puede expresar espesores diversos según su disposición

estructural y su expresión topográfica. Es necesario señalar que en los estudios

del subsuelo, mediante los métodos actuales, es posible cartografiar unidades

mas delgadas que en los estudios de superficie, aunque siempre, el

establecimiento de unidades tan delgadas merece un estudio del efecto que

producirían en estudios del subsuelo y de superficie posteriores.

23.5-Arrecifes orgánicos y bancos carbonatados. Si es conveniente y posible,

los arrecifes orgánicos y los bancos carbonatados pueden formalizarse como

unidades litoestratigráficas con el rango de formación, distinguiéndolos de

equivalentes laterales de menores espesores.

23.6-Rocas sedimentarias y volcánicas interestratificadas. Una

interestratificación de rocas sedimentarias y volcánicas puede agruparse dentro

de una formación con un nombre que indique la litología predominante o más

característica.

Page 31: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

30

23.7-Rocas volcánicas. Las secuencias cartografiables de rocas volcánicas

estratificadas hay que tratarlas como formaciones o como otras unidades

litoestratigráficas de mayor o menor rango. En los casos en que se encontrase un

componente intrusivo pequeño en un conjunto volcánico predominantemente

estratificado, se tratará como una unidad informal.

23.8-Rocas metamórficas. Las rocas metamórficas de bajo grado, en las cuales

es posible determinar las estructuras primarias, pueden ser diferenciadas por sus

características litológicas, al igual que las sedimentarias. Por ello, hay que

tratarlas como formaciones u otra categoría litoestratigráfica. Si las facies

minerales cambian lateralmente de un lugar a otro, esto no significa que se tenga

que definir una nueva formación. Las rocas metamórficas de alto grado, donde

no es posible determinar las estructuras primarias y cuya relación con las

formaciones ya definidas no esté clara, se consideran unidades litodémicas y no

litoestratigráficas.

Artículo 24.- Miembro. Se denomina miembro a la unidad litoestratigráfica de rango

inmediatamente inferior a la formación. Los miembros son siempre parte de una

formación y poseen características propias que los distinguen del resto de la unidad.

Una formación se divide en miembros si existe para ello una razón práctica, es decir, si

realmente dentro del espesor de la unidad existen partes que se diferencian del resto, y

por lo tanto poseen identidad propia. Una formación puede no tener ningún miembro,

otra puede tener uno o algunos, y una tercera puede tener todo su espesor dividido en

miembros. Lateralmente, un miembro puede extenderse, sobrepasar los límites de la

formación donde fue establecido y continuar en otra. Los miembros pueden ser

establecidos como unidades formales, o como unidades informales.

24.1-Cartografía. Los miembros no tienen obligatoriamente que ser

cartografiables a la misma escala que una formación. El hecho de que todos los

miembros de una formación sean cartografiables, no significa que deban

elevarse a la categoría o rango de formación, teniendo en cuenta que la

proliferación innecesaria de nombres de formaciones puede ser un estorbo mas

que una ayuda.

24.2-Lentes y lenguas. A un miembro que se encuentra solo dentro de los

límites geográficos de una formación, y por tanto no pasa a otras adyacentes, se

le denomina lente. Al miembro que se extienden lateralmente en forma de cuña,

penetrando en otras formaciones, se le denomina lengua.

24.3-Arrecifes orgánicos y bancos carbonatados. Tanto los arrecifes

orgánicos, como los bancos carbonatados, pueden considerarse como miembros

de una formación, si es conveniente y posible.

24.4-División. Los miembros solo pueden ser divididos en capas o estratos, que

es la unidad litoestratigráfica inmediatamente inferior. Un miembro nunca podrá

ser dividido en miembros. Esto es, solo puede contener capas o estratos si así se

presentasen.

Page 32: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

31

24.5-Miembros en sentido vertical y lateral. En la generalidad de los casos,

los miembros se establecen y reconocen en secuencias verticales. Sin embargo,

lateralmente, un miembro puede pasar a otro que difiere de forma observable; en

ese caso, ambos serán reconocidos como miembros laterales equivalentes.

Artículo 25.- Estrato o capa. Es la unidad de rango inmediatamente inferior al

miembro. Un estrato, o un conjunto de estratos, es la unidad litoestratigráfica formal

más pequeña que existe.

25.1-Limitaciones. La designación de un estrato, o de un conjunto de estratos,

como una unidad litoestratigráfica formal se establece si su reconocimiento

resulta útil y de interés. Una sucesión de estratos puede constituir un miembro o

incluso una formación, de manera que el término estrato es sustituido en este

caso por el de miembro o formación, según sea el caso. Aunque a las capas de

interés económico (de carbón, arenas petrolíferas y otras) puede dársele nombre,

por lo general constituyen unidades informales.

25.2-Estratos índices o guías. Un estrato índice o guía es una capa delgada que

presenta una distribución areal amplia y posee un atributo distintivo, que puede

ser su: composición mineralógica, contenido fosilífero, u otro. Generalmente,

estos tipos de estratos se consideran unidades informales y pueden sobrepasar

los límites laterales de una determinada unidad formal.

Artículo 26.- Derrame. Se denomina derrame a la unidad litoestratigráfica mas

pequeña que existe de rocas volcánicas efusivas, distinguible por criterios objetivos

como textura, composición, orden de superposición, paleomagnetismo, y otros. En

rango, es equivalente a la capa o estrato. Por lo general, se tratan como unidades

informales, ya que se formalizan solamente si son muy característicos y ampliamente

distribuidos.

Artículo 27.- Grupo. La unidad de rango inmediatamente superior a la formación es el

grupo. Un grupo siempre está constituido por formaciones, las cuales pueden estar todas

nombradas, o algunas de ellas no.

27.1-Utilidad y contenido. Los grupos se crean para expresar las relaciones

naturales que existen entre varias formaciones que pueden considerarse

asociadas. Son útiles, sobre todo, en mapeos a pequeña escala y en los estudios

estratigráficos regionales. En algunos trabajos se utiliza el término grupo para

un conjunto de unidades litoestratigráficas que presentan características que las

hacen ser consideradas posibles candidatas para su posterior designación como

formaciones.

27.2-Cambios en las formaciones componentes. Las unidades que componen

un grupo no siempre están presentes en su totalidad en todas las áreas donde

aparece el grupo. Por ejemplo, el Grupo Viñales, que se extiende por la

provincia de Pinar del Río, está constituido por las formaciones Artemisa,

Page 33: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

32

Guasasa, Polier y Pons; sin embargo, en la Sierra de los Órganos solo está

representado por Pons y Guasasa, mientras que en la Sierra del Rosario lo está

por Artemisa y Polier. Otro ejemplo es el del Grupo Guantánamo, que está

presente en las provincias de Guantánamo, Holguín y Santiago de Cuba,

representado por las formaciones Maquey, San Antonio y Yateras; pero, en

Santiago y Holguín nunca está presente la Formación Maquey, que aflora solo

en áreas limitadas al norte, noreste y este de la bahía de Guantánamo, en la

provincia del mismo nombre. Una formación no puede pertenecer a dos grupos

adyacentes distintos.

27.3-Cambios de rango. Existen varios casos relacionados con grupos y

formaciones donde ocurren cambios de rangos: (1) El acuñamiento de una o de

varias formaciones componentes puede hacer que el grupo se reduzca al rango

de formación, conservando el mismo nombre; (2) Cuando un grupo se extiende

lateralmente mas allá de la región donde está dividido en formaciones, se

convierte —en realidad— en una formación aunque conserve el nombre de

grupo; (3) Cuando una formación establecida se divide en varias unidades con el

rango de formación, la formación primitiva debe elevarse al rango de grupo,

conservando su antiguo nombre geográfico, pero ninguna de las nuevas

formaciones puede utilizar ese nombre.

Artículo 28.- Un supergrupo es una asociación de grupos relacionados, o de grupos y

formaciones con un carácter formal, que se establece siempre que su reconocimiento

tenga un propósito claro. Los supergrupos son útiles en los trabajos donde hay que

realizar síntesis regionales.

28.1-Utilización incorrecta del término "serie" por grupo o supergrupo. El

término serie, aunque es utilizado ampliamente, debe restringirse a una unidad

cronoestratigráfica equivalente a la unidad geocronológica denominada época.

Por tanto, no puede utilizarse para ninguna unidad litoestratigráfica. Tampoco

puede ser usado este término para la descripción de asociaciones de

formaciones, o de formaciones y grupos, para las cuales existen los términos

grupo y supergrupo.

Artículo 29.- Nombre de las unidades litoestratigráficas. El nombre de las unidades

litoestratigráficas es compuesto, y consiste en un nombre geográfico que se combina

con un término de rango —si es una unidad formal o con un término litológico

descriptivo, o a veces sustantivos y adjetivos, —si es una unidad informal. Las letras

iniciales de todas las palabras que constituyen los nombres de las unidades

litoestratigráficas formales se escriben con mayúscula. Las letras iniciales de las

palabras que constituyen los nombres de las unidades litoestratigráficas informales se

escriben con inicial mayúscula o minúscula, según corresponda, de la forma siguiente:

solo el nombre geográfico se escribe siempre con letra inicial mayúscula; mientras que

el término litológico, así como los sustantivos y adjetivos que le acompañan, se

escribirán todos con letra inicial minúscula.

Page 34: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

33

29.1-Omisión de parte del nombre. Cuando es necesario mencionar muchas

veces una formación, es posible omitir una parte del nombre, siempre que se

haya utilizado el nombre completo la primera vez que se menciona. Si, por

ejemplo, se habla de la Formación San Cayetano, y hay que citarla varias veces

más, se podrá decir San Cayetano tiene o presenta tales características

(omitiendo la palabra formación). Otro modo de referirse a ella pudiera ser: esta

formación presenta tales fósiles (omitiendo las palabras San Cayetano).

29.2-Términos litológicos. Cuando se utilicen términos litológicos en los

nombres de las unidades litoestratigráficas, deben indicar la litología

predominante (si es que hay algunas subordinadas). Al mencionarlos, se

escribirán en su forma simple (caliza, arenisca, toba, por ejemplo.) y no

compuesta (caliza arenosa, lutita calcárea, u otra). Tampoco se deben utilizar

términos combinados: e.g., caliza y arena; ni poco comunes, como calcirrudita,

caustobiolita, u otros semejantes.

29.3-Grupos. Los grupos se nombran mediante el uso de un nombre geográfico

precedido del término que denota su rango. Por ejemplo, Grupo Nazareno,

Grupo El Cobre, entre otros (obsérvese que no se incluye término litológico

alguno).

29.4-Formación. El nombre de una formación se establece utilizando un

nombre geográfico precedido por el término que denota su rango. Por ejemplo,

Formación Jaimanitas, Formación San Luis, Formación Capdevila, y así

sucesivamente.

29.5-Miembros. Todos los miembros se denominan utilizando un nombre

geográfico precedido del término que denota su rango. Tal es el caso de

Miembro La Güira y Miembro La Legua, de la Formación Ancón. Los

miembros que se designan utilizando algún término litológico son informales,

por lo que se escriben con minúscula, como: tobas San Mateo, basaltos Rapado,

margas Portillo, entre otros ejemplos. También son informales los miembros

designados por su posición (miembro inferior, medio y superior) o por una letra

o un número (miembro A, miembro 2, por solo citar algunos casos).

29.6-Arrecifes. Si un arrecife orgánico se considerase como miembro o como

formación, por lo cual se le proporciona un tratamiento de unidad formal, su

nombre estará constituido por un nombre geográfico precedido por el término

que denota su rango más apropiado (ya sea miembro o formación, según

corresponda).

29.7-Estratos o capas y derrames. Los nombres de estratos o capas, y de

derrames, se forman con un nombre geográfico precedido por el término que

denota su rango: ya sea capa o derrame. En los trabajos estratigráficos cubanos,

generalmente, la formalización de estas unidades se lleva a efecto cuando a

varias capas asociadas en un corte se les da la categoría de miembro (puede se

incluso de formación), de modo que el término capa o estrato es sustituido por el

de miembro o formación. Esto también es aplicable al caso de derrame.

Page 35: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

34

29.8-Unidades informales. El término geográfico que se establezca como parte

del nombre de las unidades litoestratigráficas informales se escribe con letra

inicial mayúscula; el término litológico se escribe con letra inicial minúscula, al

igual que los sustantivos y adjetivos que se utilicen.

29.9-Rocas metamórficas de bajo grado. Las rocas metasedimentarias y

metavolcánicas, que presentan bajo grado de metamorfismo, forman parte de las

unidades litoestratigráficas. Por lo tanto, se les puede asignar cualquiera de los

términos de rango que ostenten, según corresponda: grupo, formación, miembro,

entre otros, de acuerdo con las reglas de nomenclatura que posean. Las rocas

metamórficas de alto grado se tratan como unidades litodémicas.

29.10-Mal uso de un nombre muy conocido. El nombre que provenga de una

localidad, región, provincia, o cualquier otra división político-administrativa

muy conocida, no se aplicará a una unidad que se desarrolle típicamente en otra

localidad menos conocida, con el mismo nombre. Por ejemplo, no se utilizará el

nombre de Formación Bayamo (que responde al nombre de una muy conocida e

histórica ciudad y provincia en la región oriental del país) para una unidad

situada o propia de la provincia de Pinar del Río (en el occidente del territorio

nacional).

29.11-Uso de abreviaturas. Se permite el uso de abreviaturas en la escritura de

unidades litoestratigráficas formales. Estas abreviaturas, con letra inicial

mayúscula, se escribirán del modo siguiente: Gr., para el grupo; Fm., para la

formación, y Mb., para el miembro. Los plurales, que se escriben con letra

inicial minúscula, son: grs., fms., y mbs., respectivamente.

UNIDADES LITODÉMICAS

Artículo 30.- Unidad litodémica. Una unidad litodémica es un cuerpo definido de

rocas, principalmente intrusivas, altamente deformadas y/o metamorfizadas, que se

distingue y delimita por sus características litológicas. Las unidades litodémicas, por

ser intrusivas, o por haber perdido su estructura primaria —por metamorfismo o

tectonismo—, no presenta estratificación y no obedece a la Ley de la Superposición de

las capas. Sus contactos con otras unidades son variados; pueden ser sedimentarios,

extrusivos, intrusivos, tectónicos o metamórficos (Fig. 2).

30.1-Reconocimiento y definición. Las unidades litodémicas se reconocen y

definen por las características litológicas observables de las rocas que las

integran. En áreas donde se encuentran rocas que no presentan estratificación

primaria, las unidades litodémicas constituyen las unidades prácticas para el

trabajo geológico, que permiten describir y caracterizar su litología, las

estructuras locales y regionales, los recursos económicos, así como su historia

geológica. La definición de estas unidades se basa en el conocimiento de sus

variaciones laterales y verticales, así como de la naturaleza de sus contactos.

30.2-Localidades tipo y de referencia. Las unidades litodémicas requieren de

la designación de una localidad tipo y, en caso de ser conveniente y necesario,

de localidades de referencia.

Page 36: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

35

30.3-Litodemas y la historia geológica del área. Para la definición de las

unidades litodémicas, los datos inferidos de la historia geológica del área donde

se encuentran, no juegan ningún papel, aunque en algunos casos son de utilidad;

por ejemplo, cuando se presentan dos cuerpos rocosos semejantes

litológicamente, pero sus relaciones estructurales indican que no tienen la misma

edad, por lo cual deben constituir dos unidades litodémicas (o litodemas)

diferentes.

30.4-Sobre el término zona. El término zona, si se aplica a una unidad

litodémica es informal. Por ejemplo, zona de contacto, zona desmineralizada,

zona pegmatítica, entre otras.

Figura 2. Unidades litodémicas (letras mayúsculas) y unidades litoestratigráficas (letras minúsculas). (A)

gneis. (B) intrusión de diorita deformada con el gneis. A y B pueden constituir un complejo. (C) granito

más joven cortado por un dique de sienita (D). A, B, C y D, están en contacto tectónico con el complejo

estructural (E). (G) complejo volcánico formado sobre la discordancia I. (h) estratos volcánicos,

lateralmente equivalentes, que son tratados como unidades litoestratigráficas. (G1) gabro alimentador del

complejo volcánico, rodeado por el gneis, que es una unidad litodémica y una intrusión. Sobre la

discordancia II se encuentran las unidades litoestratigráficas (j), que son rocas sedimentarias que pueden

estar divididas en formaciones y miembros (tomada del Código Estratigráfico Norteamericano 2010,

modificada).

Artículo 31.- Límites. Los límites de las unidades litodémicas se sitúan donde se

presentan los cambios litológicos, ya sea en los contactos que se distinguen claramente,

como en las zonas de gradación. Los límites, tanto los verticales como los laterales,

deben situarse tomando como base los criterios de coherencia y utilidad práctica.

31.1-Observación. Cuando una unidad litodémica cambia gradualmente, o

mediante interdigitación, a una masa de rocas evidentemente diferente, es

necesario proponer una nueva unidad, y situar un límite arbitrario entre ambas,

Page 37: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

36

dentro de la zona de intergradación o interdigitación (si es muy extensa se puede

proponer constituir una tercera unidad).

Artículo 32.- Rangos. La clasificación litodémica consta de dos categorías o rangos:

litodema y complejo.

Artículo 33.- Litodema. Es la unidad fundamental de la clasificación litodémica. Se

define como un cuerpo de roca intrusiva, o altamente metamorfizada, o muy

intensamente deformada, generalmente no tabular, del que no es posible determinar sus

estructuras primarias de deposición y que se caracteriza por su homogeneidad lítológica

y su falta de estratificación. El litodema es cartografiable en la superficie terrestre y

rastreable en el subsuelo. Cabe señalar que es comparable a una formación para fines

cartografiables y de jerarquía.

33.1-Contenido. Un litodema debe caracterizarse por tener rasgos litológicos

distintivos y algún grado de homogeneidad litológica interna. Puede consistir en

(1) roca de un solo tipo; (2) mezcla de rocas de dos o más tipos.

33.2-Características litológicas. Las características litológicas distintivas que

debe tener un litodema son: su composición mineralógica, estructura (tamaño

del grano) y textura (esquistosidad, textura gnéisica). Una unidad que solo se

distingue de las aledañas por el análisis químico es informal.

33.3-Cartografiabilidad. El litodema tiene que ser cartografiable en superficie

o identificable en el subsuelo.

33.4-Divisiones de rango inferior. Las divisiones de rango inferior al litodema

son informales.

Artículo 34.- Complejo. Se denomina complejo a la unidad litodémica de rango

inmediatamente superior al litodema. Un complejo está constituido por dos o mas

litodemas asociados; por ejemplo, uno intrusivo y otro metamórfico. El complejo es

comparable al grupo desde los puntos de vista jerárquico y cartográfico.

34.1-Propósito. Los complejos se establecen para expresar las relaciones

naturales que existen entre los litodemas asociados que presenten rasgos

litológicos significativos comunes. Además, permiten cartografiar juntos a

litodemas que por problemas de escala no pudieran representarse

individualmente. De forma ideal, un complejo está constituido totalmente por

litodemas identificados con un nombre, pero puede contener tanto unidades con

nombre como sin él.

34.2-Complejo, ensamble y superensamble. El código estratigráfico

norteamericano (2010) establece las categorías ensamble y superensamble para

las inmediatamente superiores al litodema, aunque reconoce que son

comparables al complejo y que, por consiguiente, se nombran de la misma

manera (artículo 37). Este código establece el término complejo como rango

superior al litodema, ya que representa muy bien a un conjunto de ellos.

Adicionalmente, es un vocablo conocido y ha sido utilizado ampliamente en la

Page 38: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

37

literatura geológica nacional, lo que no sucede con los términos ensamble y

superensamble.

34.3-Cambio en las unidades componentes. Las unidades componentes de un

complejo (con nombres o sin ellos) pueden cambiar de un lugar a otro, siempre

que conserven el sentido original de las relaciones naturales y los rasgos

litológicos comunes.

34.4-Cambio de rango. Lateralmente, un complejo puede perder todas sus

subdivisiones formalmente nombradas, pero ser aún cartografiable y

reconocible. En este caso, puede tratarse como un litodema y conservar su

nombre. Cuando un litodema previamente establecido se divide en dos o más

subdivisiones cartografiables, es indispensable elevar su rango al de complejo, y

conservar en su nombre el componente geográfico original, pero ninguna de las

nuevas subdivisiones podrá llevar ese nombre.

34.5-Contenido litológico. Un complejo puede estar formado por un conjunto

de rocas genéticamente diferentes, con o sin estructura complicada (por ejemplo,

ígneas, sedimentarias y metamórficas) o por diversos tipos de una sola clase de

rocas (a saber, terrenos que presentan una gran variedad de rocas ígneas

intrusivas o metamórficas de alto grado) que pueden ser agrupadas en litodemas.

De lo anteriormente expresado se desprende que existen los complejos

volcánicos, estructurales, intrusivos y metamórficos.

34.6-Complejo volcánico. Conjunto o mezcla de varias clases de rocas

volcánicas extrusivas, intrusiones relacionadas y sus productos de intemperismo.

34.7-Complejo estructural. Mezcla heterogénea de cuerpos de rocas

disgregados, algunos muy pequeños, para ser cartografiados individualmente, de

la que no existen dudas de que se originó por procesos tectónicos.

34.8-Complejo intrusivo. Conjunto formado por varias clases de rocas ígneas

intrusivas relacionadas.

34.9-Complejo metamórfico. Conjunto formado por varias clases de rocas

metamórficas de alto grado, relacionadas.

34.10-Sobre el término serie. El término serie es utilizado de muchas formas en

la geología y en especial en la estratigrafía. Una de sus aplicaciones de uso es en

secuencias de rocas resultantes de erupciones volcánicas sucesivas, o de

intrusiones— también sucesivas. En estos casos, el término serie será sustituido

por el de complejo.

Artículo 35.- Nombre de las unidades litodémicas. El nombre de una unidad

litodémica debe estar formado por un el término de rango, uno litológico o descriptivo y

uno geográfico, escritos todos con letra inicial mayúscula.

Artículo 36.- Nombre de los litodemas. El nombre de un litodema está formado por el

término que denota su rango, un término litológico que represente lo esencial del

Page 39: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

38

litodema, y un término geográfico. Estarán escritos todos con letra inicial mayúscula.

Por ejemplo, Litodema Anfibolitas Hanabanilla.

36.1-Términos litológicos. Los términos litológicos utilizados como parte del

nombre de un litodema serán conocidos, comunes, y no especializados. Por

ejemplo, esquisto, gabro, gneis y otros. No se emplearán términos compuestos

tales como esquistos grafíticos, o así por el estilo.

Artículo 37.- Nombre de los complejos. El nombre de un complejo estará formado

por el término que denota su rango, un adjetivo que caracterice lo esencial del complejo,

y un término geográfico, escritos todos con letra inicial mayúscula. Por ejemplo,

Complejo Metamórfico Mabujina. Vale aclarar que el término geográfico de un

complejo no puede coincidir con el de un litodema que lo constituya. Esto significa que,

en el caso del ejemplo, dentro del Complejo Metamórfico Mabujina no puede haber un

litodema denominado Mabujina.

UNIDADES MAGNETOESTRATIGRÁFICAS

Artículo 38.- Unidad magnetoestratigráfica. Una unidad magnetoestratigráfica es un

cuerpo de rocas caracterizado por sus propiedades magnéticas remanentes, específicas

para ella. Se diferencia de las unidades magnetoestratigráficas subyacentes y

sobreyacentes por tener propiedades magnéticas distintas.

38.1-Magnetoestratigrafía. La magnetoestratigrafía incluye todos los aspectos

de la estratigrafía basados en el magnetismo remanente de las rocas (firmas

paleomagnéticas). A partir del magnetismo remanente, se pueden determinar, o

por lo menos inferir, cuatro fenómenos paleomagnéticos básicos: (1) polaridad,

(2) posición del dipolo-campo-polo (incluye la deriva polar aparente), (3) el

componente no-dipolo (variación secular), y (4) la intensidad del campo.

38.2-Contemporaneidad del magnetismo remanente y la roca. Muchas veces

el magnetismo remanente de las rocas refleja el magnetismo que había en la

Tierra en el momento en que estas rocas se formaron. Sin embargo, esto no

siempre es así, ya que a veces las rocas sufren procesos físicos y/o químicos que

alteran sus propiedades magnéticas. Por ejemplo, un cuerpo rocoso puede sufrir

altas temperaturas, de modo que uno o algunos de sus minerales sobrepasen el

punto de Curie —o temperatura de bloqueo [que es el punto de temperatura que

al sobrepasarse un cuerpo ferromagnético pierde su magnetismo. También, en la

roca encajante puede originarse un mineral ferromagnesiano por metasomatismo

de contacto a baja temperatura mucho después de haberse formado esta roca, de

modo que adquiere un magnetismo remanente que refleja el campo magnético

de la Tierra en el momento de producirse la alteración y no del tiempo de

formación de la roca original.

38.3-Designación y alcance. Son varios los aspectos referentes al magnetismo

remanente que pueden designarse al definir una unidad utilizando el prefijo

Page 40: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

39

magneto; entre ellos, magnetointensidad, variación magnetosecular, entre otros.

Este código reconoce solamente las inversiones de la polaridad del campo

magnético de la Tierra como una herramienta estratigráfica.

Artículo 39.- Unidad de magnetopolaridad. Una unidad de magnetopolaridad es un

cuerpo de roca que se caracteriza por su polaridad magnética remanente y que se

distingue de otros cuerpos de rocas adyacentes por su polaridad diferente.

39.1-Naturaleza. La Tierra es un dipolo, de modo que su campo magnético es el

producto de su existencia. Se conoce que el campo magnético terrestre sufre

inversiones frecuentes en su polaridad, que quedan reflejadas en las rocas y son

la base para la estratigrafía de magnetopolaridad.

39.2-Estratotipo. Las unidades de magnetopolaridad requieren la designación

de un estratotipo, cuyos límites se definirán de acuerdo con las unidades

litoestratigráficas y/o bioestratigráficas que se reconozcan dentro del estratotipo

en cuestión.

39.3-Autonomía con respecto a la historia. El tiempo en el cual la unidad de

magnetopolaridad adquirió su magnetismo remanente, no es de conocimiento

necesario para definir la unidad, además de que este magnetismo puede ser

primario o secundario. No obstante, la polaridad actual de una unidad es una

propiedad cognoscible y determinable en términos de su origen.

39.4-Relación con las unidades litoestratigráficas y bioestratigráficas. Al

igual que las unidades lito y bioestratigráficas, las unidades de magnetopolaridad

se establecen sobre la base de una propiedad objetiva y reconocible, y difieren

de ellas por su extensión territorial, que puede ser global. También por sus

límites, que no transgreden los planos temporales, es decir, son límites

isócronos. Es posible que los límites de las unidades magnetoestratigráficas

coincidan con los de las unidades lito y bioestratigráficas, ya sea porque corren

en paralelo o se cruzan con ellos.

39.5-Relación con las unidades cronoestratigráficas. Las unidades

magnetoestratigráficas se establecen sobre la base de las inversiones en la

polaridad del campo magnético de la Tierra, fenómeno que tiene un alcance

global. Sin embargo, estas unidades no proporcionan por sí mismas los criterios

para conocer si la polaridad es primaria, ni tampoco para reconocerla

inequívocamente en otros estratos correlacionables en tiempo, en otras áreas.

Para correlacionar y fechar estas unidades, se requiere de determinaciones de

edades por métodos paleontológicos o numéricos. No cabe duda de que las

inversiones de polaridad son útiles para el reconocimiento de unidades

cronoestratográficas, pero la magnetopolaridad por sí sola no basta para

definirlas.

Artículo 40.- Límites. Los límites inferior y superior de una unidad de

magnetopolaridad se establecen por los límites de cambios de polaridad, y pueden

significar tanto una interrupción en la sedimentación, como una transición en el campo

magnético. Los límites son horizontes de inversión o zonas de transición de la

polaridad, respectivamente.

Page 41: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

40

40.1-Horizontes de inversión y zonas de transición de polaridad. Un

horizonte de inversión de polaridad es un estrato —o un conjunto de estratos—,

de poco espesor, a través del cual se registra un cambio de polaridad magnética

y representan intervalos estratigráficos de 1m de espesor aproximadamente.

Cuando el cambio de polaridad magnética tiene lugar en un intervalo

estratigráfico de más de 1 m de espesor se utiliza entonces el término zona de

transición de polaridad. Los horizontes de inversión y las zonas de transición de

polaridad constituyen los límites para las zonas de polaridad.

Artículo 41.- Zona de magnetopolaridad o de polaridad. En la clasificación de la

magnetopolaridad, la unidad fundamental es la zona de polaridad, que se define como

una unidad de roca caracterizada por la polaridad de su carga magnética. Si existe la

posibilidad de confusión con otras zonas de polaridad, se recomienda utilizar el término

zona de magnetopolaridad en lugar de zona de polaridad.

41.1-Contenido. Una zona de polaridad puede estar constituida por rocas con

una sola polaridad o con una polaridad dominante, o por rocas con distintas

polaridades.

41.2-Espesor y duración. El espesor de roca representado por una zona de

polaridad, ni el intervalo de tiempo que representa, juegan papel alguno en su

definición.

41.3-Subzonas y superzonas de polaridad. Si el grado de conocimiento en una

zona de polaridad de un estratotipo hace necesario considerar unidades de

polaridad más pequeñas, se les denominará subzonas de polaridad. Si fuese

necesario agrupar varias zonas de polaridad, a las zonas resultantes se les

llamará superzonas de polaridad.

Artículo 42.- Nombre de las unidades magnetoestratigráficas. El nombre de una

zona de polaridad estará formado por el término zona de polaridad, acompañado por el

nombre geográfico que le corresponda. Se recomienda incluir el sentido de la polaridad

mediante los términos normal, inversa o mixta. Todos los términos mencionados se

escriben con letra inicial mayúscula. Por ejemplo, Zona de Polaridad Inversa Deer Park.

Aunque ciertos patronímicos han sido convalidados por el uso (Gauss, Bruhnes,

Matuyama), se recomienda no utilizarlos en el nombre de estas unidades. El uso de

letras y números es permitido para unidades informales.

UNIDADES BIOESTRATIGRÁFICAS

Artículo 43.- Bioestratigrafía. Es la rama de la Estratigrafía que se ocupa del estudio

de la distribución de los fósiles en el registro estratigráfico. La bioestratigrafía opera con

unidades bioestratigráficas, que son cuerpos de rocas caracterizados por un contenido

fósil determinado.

Page 42: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

41

43.1-Individualidad. Las unidades bioestratigráficas tienen una característica

que las hace únicas con respecto al resto de las unidades estratigráficas, y es que

el contenido fósil de un cuerpo rocoso es el resultado de un proceso evolutivo de

la materia orgánica (evolución orgánica), el cual ocurre de forma unidireccional.

De este modo, el registro estratigráfico contiene secuencias de taxones fósiles

que no se repiten, y sirven como base para determinar la edad relativa de las

rocas que los contienen.

Artículo 44.- Unidades bioestratigráficas. Una unidad bioestratigráfica es un cuerpo

de roca que se define o caracteriza por su contenido fósil.

44.1-Rocas sin fósiles. Los cuerpos de roca que carecen de restos fósiles, o que

poseen restos no identificables, no son utilizables para la clasificación

bioestratigráfica.

44.2-Correspondencia entre la edad de las rocas y los fósiles que contienen.

Generalmente los fósiles son contemporáneos con las rocas que los contienen.

Esto incluye a los procedentes de ambientes distintos pero coexistentes. Sin

embargo, en algunos casos se pueden encontrar en un cuerpo de rocas fósiles

más viejos procedentes de rocas más antiguas (fósiles re-depositados) o más

jóvenes (contaminación durante la perforación). Los fósiles no contemporáneos

con las rocas que los contienen no deben utilizarse para identificar o caracterizar

las zonas bioestratigráficas.

44.3-Autonomía con respecto a las unidades litoestratigráficas. Las unidades

bioestratigráficas se establecen teniendo en cuenta criterios diferentes a los

utilizados para las unidades litoestratigráficas. Sus límites pueden o no coincidir

con los de las unidades litoestratigráficas, pero no existe una relación directa

entre ellos.

44.4-Autonomía con respecto a las unidades cronoestratigráficas. Los

límites de las unidades bioestratigráficas son esencialmente diacrónicos al

contrario de los de las unidades cronoestratigráficas. Los límites superior e

inferior de las unidades bioestratigráficas, así como los laterales, representan los

límites del registro de la distribución de los fósiles que la definen. A escala

regional, los límites superior e inferior de las unidades bioestratigráficas

raramente representan superficies sincrónicas, mientras que los límites laterales

nunca lo son. No obstante, las unidades bioestratigráficas son útiles para la

interpretación de las relaciones cronoestratigráficas.

Artículo 45.- Clases de unidades bioestratigráficas. Se conoce como biozona a la

unidad básica de la clasificación estratigráfica. Se conocen cinco clases de biozonas:

hemerozona, biozona de intervalo, biozona de linaje, biozona de conjunto y biozona de

abundancia, las cuales no se interrelacionan jerárquicamente, ya que el prefijo hemero,

y las palabras intervalo, linaje, conjunto y abundancia son términos meramente

descriptivos. Las biozonas representan los distintos enfoques utilizados para su

reconocimiento y definición, y el tipo que se escoja dependerá de las características de

los fósiles presentes, del enfoque y preferencias del investigador, así como del problema

Page 43: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

42

específico que se quiera resolver. La biozona más comúnmente utilizada es aquella en

que sus límites superior e inferior están determinados por los registros más bajos de dos

taxones individuales, aunque no estén filogenéticamente relacionados de forma directa.

45.1-Hemerozona. La hemerozona es un cuerpo de roca que representa el

alcance del registro estratigráfico de un taxón fósil o de varios taxones. Existen

dos tipos de hemerozonas, la de taxón y la concurrente. Una hemerozona de

taxón (Fig. 3A) es un cuerpo de roca que representa el alcance del registro

estratigráfico de un taxón individual, mientras que la hemerozona concurrente

(Fig. 3B) es un cuerpo de roca que incluye las partes coincidentes o concurrentes

de los registros estratigráficos de dos taxones específicos.

45.2-Biozona de intervalo. La biozona de intervalo es un cuerpo de roca

contenido entre dos superficies bioestratigráficas específicas (biohorizontes

según el ISSC, 1994, p.56). Estos biohorizontes se definen según los registros

estratigráficos más bajos (Fig. 3C) o más altos (Fig. 3D), o por cambios en los

caracteres de taxones individuales, como cambios en la dirección de

enrollamiento de los foraminíferos o en el número de septos de corales.

45.3-Biozona de linaje. Una biozona de linaje (Fig. 3E) es un cuerpo de rocas

que contiene especies características y representativas de un segmento específico

de un linaje evolutivo.

45.4-Biozona de conjunto. Una biozona de conjunto (Fig. 4A) es un cuerpo de

roca caracterizado por la asociación de tres o más taxones, de modo que el

conjunto le aporta un carácter bioestratigráfico específico y distintivo

comparado con los estratos adyacentes. Una biozona de conjunto puede basarse

en un solo grupo taxonómico (por ejemplo, foraminíferos) o por más de uno

(por ejemplo, foraminíferos y ostrácodos).

45.5-Biozona de abundancia. Una biozona de abundancia (Fig. 4B) es un

cuerpo de roca donde la abundancia de un taxón, o de varios taxones, es

notablemente mayor que en partes adyacentes de la sección. La utilidad de las

biozonas de abundancia es limitada, y a veces local, debido a que este fenómeno

está muy influenciado por factores paleoecológicos, tafonómicos y diagenéticos.

Una forma segura de identificar una biozona de abundancia particular es seguirla

lateralmente.

45.6-Nuevas clases de biozonas. Este código no prohíbe es establecimiento de

nuevas clases de biozonas que surjan debido a la necesidad de resolver

problemas estratigráficos específicos, al progreso de los análisis

bioestratigráficos y al surgimiento de nuevas tecnologías.

Page 44: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

43

Page 45: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

44

Figura 3. Ejemplos de hemerozonas, biozonas de intervalo, y biozonas de linaje (tomada

del Código Estratigráfico Norteamericano 2010).

Artículo 46.- Límites de las biozonas. Los límites de las biozonas se establecen según

varios criterios. Pueden situarse en el registro estratigráfico más alto o más bajo de un

taxón, o donde aumenta o decrece la abundancia de un taxón o de varios taxones. Por

otra parte, es necesario señalar que la base y el techo de una clase de biozona no tienen

que coincidir necesariamente con la base y el techo de otra clase de biozona.

46.1-Reconocimiento de biozonas. Los límites de una hemerozona de taxón

son los horizontes estratigráficos (el más alto y el más bajo) de ese taxón, que se

tomaron para su definición. En el caso de una hemerozona concurrente, sus

límites son, por una parte el registro estratigráfico más bajo de uno de los

taxones involucrados, y por la otra, el más alto, del otro taxón involucrado. Los

límites de las biozonas de intervalo se establecen por dos biohorizontes

específicos, donde usualmente la base de una biozona define la cima de la

biozona subyacente. En el caso de los límites de las biozonas de linaje, se

establecen según los biohorizontes que representan los registros más bajos de los

elementos sucesivos del linaje evolutivo considerado. En cuanto a los límites de

las biozonas de conjunto, en ocasiones son difíciles de situar con precisión; sin

embargo, estas biozonas son relativamente fáciles de establecer si se toma como

base el solapamiento de los registros estratigráficos de los taxones contenidos en

ella. Finalmente, los límites de una biozona de abundancia se definen por los

cambios notables en la abundancia relativa de los taxones involucrados en su

definición.

Artículo 47.- Rangos de las unidades bioestratigráficas. La unidad fundamental de

la clasificación bioestratigráfica es la biozona.

Page 46: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

45

47.1-Alcance. Un espesor de roca determinado puede dividirse en más de una

clase de biozona. Una biozona puede definirse por un solo grupo taxonómico, o

por varios grupos taxonómicos diferentes. Sin embargo, los límites de las

biozonas, definidos por un solo grupo taxonómico, no tienen necesariamente que

coincidir —y generalmente no lo hacen—, con los límites de las biozonas

definidos por otros grupos taxonómicos. El espesor estratigráfico y la extensión

geográfica de las biozonas pueden variar notablemente, además de que los

cambios en la Sistemática (Taxonomía) de los taxones pueden aumentar o

disminuir la extensión de una biozona.

47.2-Divisiones. Las biozonas pueden dividirse parcial o completamente en sub-

biozonas (subzonas). Las sub-biozonas se definen y caracterizan según las

mismas reglas que rigen para las biozonas.

47.3-Abreviaturas. La palabra biozona es una abreviatura de la expresión zona

bioestratigráfica. El prefijo bio se adiciona al término zona para diferenciar a

este tipo de demarcación territorial de otros tipos de zonas, pero el término zona

puede usarse por si solo si se aclara convenientemente que se utiliza como

substituto de biozona. Similarmente, sub-biozona puede presentarse abreviada

como subzona, siempre que se aclare su significado. Asimismo, debe tenerse en

cuenta que cuando se establece la clase de biozona que se ha utilizado, no es

necesario repetir el término descriptivo al volver a citarla en un mismo texto.

Por ejemplo, la Biozona de Abundancia Amphistegina angulata, puede ser

citada como Biozona Amphistegina angulata (nótese que el término descriptivo

se escribe con letra inicial mayúscula; en este caso, Biozona de Abundancia, o

simplemente Biozona).

Figura 4. Ejemplos de biozonas de conjunto y biozonas de abundancia (tomada del Código Estratigráfico

Norteamericano 2010)

Page 47: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

46

Artículo 48.- Establecimiento y nombramiento de las biozonas. Para crear una

biozona se cumplirá con todos los requisitos que se establecen para cualquier unidad

formal (ver Artículo 1). Por consiguiente, tendrá un nombre único, la descripción de su

contenido fósil, sus límites estratigráficos y, por último, una discusión sobre su

extensión espacial.

48.1-Nombre. El nombre de una biozona está constituido por el nombre de uno

o más taxones o parataxones (para icnofósiles) que formen parte de la biozona,

antecedido por la palabra biozona escrita con letra inicial mayúscula (por

ejemplo, Biozona Turborotalia cerroazulensis, o Biozona Globotruncanella

havanensis-Rugoglobigerina macrocephala, ambas zonas hipotéticas). Los

nombres de todos los taxones utilizados en las biozonas deben cumplir con lo

establecido en el Código internacional de Nomenclatura Zoológica y el Código

Internacional de Nomenclatura Botánica. Para el caso de los icnofósiles se debe

tener en cuenta lo estandarizado internacionalmente para estos casos.

48.2-Abreviaturas en los nombres de las biozonas. Cuando se establece

formalmente una biozona, se admiten abreviaturas en los nombres, así como el

uso de caracteres alfa-numéricos como substitutos, cuando sea conveniente. Por

ejemplo, en el supuesto de que existiese una Biozona Pseudotextularia elegans,

pudiera denominarse Biozona elegans, e hipotéticamente podría denominarse

AMA-1, por pertenecer a un espesor de rocas de la Formación Amaro.

48.3-Revisiones. Cualquier biozona o sub-biozona puede sufrir revisiones.

Investigaciones posteriores pueden conllevar a una mayor precisión en el

establecimiento de los límites, o pueden incorporarse nuevos taxones o

suprimirse algunos de los originalmente descritos. Cuando se establecen

modificaciones sustanciales a una biozona, o a una sub-biozona, se recomienda

una nueva designación para ellas.

48.4-Taxones distintivos. Tanto la descripción original, como la revisión

posterior de una biozona o una sub-biozona, requieren de la designación o re-

asignación, según sea el caso, de los taxones característicos y distintivos.

También se consultará y establecerá la documentación de los registros

estratigráficos más altos y más bajos de los taxones que definen los límites de la

biozona o de la sub-biozona en cuestión.

48.5-Estratotipos. No se requiere que las biozonas tengan estratotipos

asignados. No obstante, se designará una sección de referencia donde la biozona,

o sub-biozona, esté bien desarrollada.

Page 48: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

47

UNIDADES PEDOESTRATIGRÁFICAS

Artículo 49.- Unidad pedoestratigráfica. Una unidad pedoestratigráfica es un cuerpo

de roca constituido por uno o más horizontes pedológicos desarrollados en una o más

unidades litoestratigráficas, aloestratigráficas, o litodémicas (Figura 5).

49.1-Características. Una unidad pedoestratigráfica es un cuerpo de roca que se

caracteriza por estar sepultado, es rastreable y tridimensional, y consiste en uno

o más horizontes pedológicos diferenciados. Se les conoce informalmente como

suelos fósiles, o paleosuelos, para diferenciarlos de los suelos recientes.

49.2-Identificación. La presencia de uno o más horizontes pedológicos,

claramente distinguibles en un corte o afloramiento, es la mejor indicación de la

presencia de una unidad pedoestratigráfica. Los horizontes pedológicos, o

paleosuelos, son el producto de un proceso de formación de suelo —o

pedogénesis— que se desarrolló sobre una o más unidades litoestratigráficas,

aloestratigráficas, o litodémicas, que constituyen sus materiales parentales. Los

paleosuelos poseen una serie de rasgos distintivos que permiten su

reconocimiento, entre los cuales se encuentran: color, estructura, presencia de

materia orgánica, textura, revestimiento de arcillas sobre granos, o rellenando

conductos y cavidades, y las manchas o concreciones. Existen análisis de

laboratorio que se utilizan para la caracterización de los paleosuelos y que son

de mucha ayuda en su estudio; por ejemplo, la micromorfología, la

granulometría y la mineralogía de las arcillas.

Page 49: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

48

Figura 5. Posición de una unidad pedoestratigráfica en un perfil. Obsérvese que una unidad

pedoestratigráfica es un cuerpo de roca sepultado, que contacta con otras unidades estratigráficas que la

sobreyacen y subyacen (tomada del Código Estratigráfico Norteamericano 2010, modificada).

49.3-Límites y posición estratigráfica. Los límites superior e inferior de una

unidad pedoestratigráfica se definen de la forma siguiente: el límite superior es

la cima del horizonte pedológico superior, originado por pedogénesis en un

perfil de suelo sepultado; el inferior, es el límite físico más bajo de un horizonte

pedológico que sea definitivamente determinado en un perfil de suelo sepultado.

La posición estratigráfica de una unidad pedoestratigráfica se determina por su

relación con las unidades estratigráficas que la sobreyacen y subyacen.

49.4-Extensión lateral. En el establecimiento de una unidad pedoestratigráfica,

es esencial determinar su extensión lateral, ya que: (1) son pocos los paleosuelos

que se extienden sin interrupción por grandes distancias, (2) es posible que las

propiedades físicas y químicas de una unidad pedoestratigráfica varíen

considerablemente de un lugar a otro, y (3) las unidades pedoestratigráficas de

una misma región, que no tienen el mismo significado estratigráfico,

generalmente no poseen características físicas y químicas únicas y distintivas.

Por consiguiente, para obtener la extensión lateral se seguirá con la mayor

precisión posible el contacto entre el paleosuelo y la unidad litoestratigráfica, o

aloestratigráfica, sobreyacente, formalmente definida, o entre el paleosuelo y dos

o más unidades estratigráficas que sean demostrablemente correlacionables.

49.5-Diferencias con los suelos recientes. En los suelos recientes pueden

presentarse depósitos orgánicos (esto es, zonas de basureros, depósitos de turba

o de pantano) que sobreyacen, o presentan una gradación lateral, a suelos

sepultados. Estos depósitos orgánicos no son el resultado de un proceso de

pedogénesis, por lo tanto no pueden incluirse en una unidad pedoestratigráfica,

aunque sí pueden clasificarse como unidades bioestratigráficas o

Page 50: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

49

litoestratigráficas. También en los suelos recientes se incluye la totalidad del

horizonte C (materiales geológicos meteorizados o intemperizados), aunque en

muchos perfiles de suelo, la base de este horizonte es gradacional, de modo que

se ubica de manera arbitraria. Téngase en mente que en una unidad

pedoestratigráfica se requiere de límites físicos claramente definidos, de modo

que este límite, que sería el inferior, debe poder situarse de forma inequívoca, lo

que provoca que una parte, o todo el horizonte C, pueda excluirse.

49.6-Relación con otros materiales meteorizados o intemperizados. Los

productos de la meteorización de unidades litoestratigráficas, aloestratigráficas

y/o litodémicas, pueden constituir el material parental a partir del cual se formen

horizontes pedológicos; pero no se consideran suelos en sentido estricto. En

estos casos, se habla de las cortezas de meteorización lateríticas y bauxíticas,

saprolitas, y otros depósitos residuales. Tales depósitos pueden originar suelos

sepultados (paleosuelos) que constituyan unidades pedoestratigráficas,

originadas directamente del material meteorizado, e indirectamente de la roca a

partir de la cual se originó.

49.7-Diferencias con respecto a otras unidades estratigráficas. Las unidades

pedoestratigráficas difieren de otras unidades en: (1) son el producto de la

alteración superficial de una o más unidades materiales preexistentes, por

procesos específicos (pedogénesis); (2) sus propiedades físicas y químicas

difieren en gran medida de las del material, o los materiales parentales, y (3) una

sola unidad pedoestratigráfica puede originarse in situ a partir de material

parental de diversa composición y edad.

49.8-Autonomía con respecto al tiempo. Los límites de las unidades

pedoestratigráficas no se definen por lapsos de tiempo, sino que se consideran

siempre diacrónicos. Esta autonomía con respecto a los conceptos de tiempo, no

significa que la edad no tenga importancia, ya que si ha sido determinada por

cualquiera de los métodos conocidos, puede ser de gran utilidad para identificar

y diferenciar unidades pedoestratigráficas situadas en zonas alejadas de las áreas

tipo.

Artículo 50.- El Geosol. La unidad fundamental y única de la clasificación

pedoestratigráfica es el geosol.

Artículo 51.- Nombres de las unidades pedoestratigráficas. Las unidades

pedoestratigráficas se nombran formalmente a partir de la combinación de la expresión

geosol con un nombre geográfico. Ambos términos se escribirán con letra inicial

mayúscula, para indicar su carácter formal. El nombre geográfico seleccionado no debe

repetir el utilizado previamente en cualquier otra unidad geológica formal. Los nombres

que se basen en unidades de rocas, subyacentes y sobreyacentes, o que tengan

connotaciones de tiempo, son informales (como pudiera ser, hipotéticamente, geosol

supra-Vedado, o geosol post-Jaimanitas. Nótese que geosol está escrito con letra inicial

minúscula, lo que indica su carácter informal)

Page 51: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

50

51.1-Geosoles compuestos. Donde se encuentren dos o más horizontes de

suelos y sea posible determinar sus límites, se pueden utilizar nombres formales

para cada uno de ellos. Si no fuera posible distinguir los límites de los

horizontes, se utilizará un nombre informal que combine los nombres de los

horizontes constituyentes.

51.2-Caracterización. Es conocido que las propiedades físicas y químicas de

las unidades pedoestratigráficas varían, tanto lateral como verticalmente, a

través de toda su extensión geográfica. Por consiguiente, la caracterización de

este tipo de unidades se basará en un estratotipo compuesto, que abarque todo

su espectro de propiedades, más que en las típicas que se presentan en la sección

tipo.

51.3-Procedimiento para establecer unidades pedoestratigráficas formales.

El establecimiento de unidades pedoestratigráficas formales debe basarse en los

requisitos expuestos en el Artículo 1. La definición incluirá la descripción de los

principales horizontes de suelo, así como sus variaciones laterales.

UNIDADES ALOESTRATIGRÁFICAS

Artículo 52.- Unidad aloestratigráfica. Una unidad aloestratigráfica se define como

un cuerpo de roca cartografiable, limitado por discontinuidades.

52.1-Propósito. Las unidades aloestratigráficas se definen para distinguir

depósitos de litología similar, delimitados por discontinuidades. Se establecen en

los casos siguientes: (1) depósitos superpuestos (Figura 6); (2) depósitos

contiguos (Figura 7); y (3) depósitos geográficamente separados (Figura 8). En

la definición de estas unidades, la litología no desempeña ningún rol.

52.2-Características internas. Las características internas (físicas, químicas y

biológicas) pueden variar en toda la unidad, tanto vertical como lateralmente.

52.3-Límites. Los límites de las unidades aloestratigráficas son discontinuidades

que se pueden seguir lateralmente.

52.4-Cartografiabilidad. Las unidades aloestratigráficas formales deben ser

cartografiables a la escala de la región donde se establezcan.

52.5-Localidad tipo, estratotipo y extensión. Para estas unidades, se

establecerá un estratotipo compuesto, o una sección tipo y varias secciones de

referencia. También se designará una localidad tipo y un área tipo. Se debe

destacar que debido a que las unidades aloestratigráficas y las litoestratigráficas

se definen bajo criterios totalmente diferentes, pueden ser formalmente

identificadas en la misma área.

Page 52: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

51

52.6-Relación con la génesis. La interpretación genética no es utilizada para

definir unidades aloestratigráficas, aunque puede influir en la elección de sus

límites.

Figura 6. Clasificación aloestratigráfica de depósitos aluviales y lacustres en un graben. Estos depósitos

pueden incluirse en una sola formación, o pueden separarse en formaciones, de acuerdo con su textura

contrastante (grava y arcilla). Los cambios texturales son abruptos, tanto vertical como lateralmente. Las

gravas y las arcillas son litológicamente muy similares, por lo que no pueden diferenciarse en miembros

de una formación. Las discontinuidades presentes lateralmente reconocibles (suelos sepultados y

discordancias), permiten establecer cuatro unidades aloestratigráficas, las cuales incluyen dos o tres facies

texturales (tomada del Código Estratigráfico Norteamericano 2010, modificada).

52.6-Relación con superficies geomorfológicas. Una superficie

geomorfológica puede ser utilizada como límite de una unidad aloestratigráfica,

pero este tipo de unidad no debe recibir el nombre geográfico relacionado con la

superficie.

52.7-Relación con unidades pedoestratigráficas. Está claro que los suelos y

los paleosuelos son el producto de procesos de meteorización (pedogénesis) y

las unidades aloestratigráficas son el resultado de procesos de deposición, por lo

que difieren en muchos sentidos. No obstante, el límite superior de un suelo

expuesto o sepultado puede utilizarse como límite de una unidad

aloestratigráfica.

52.8-Relación con la historia geológica. La historia geológica no se utiliza en

la definición de una unidad aloestratigráfica, si bien puede influir en la elección

de sus límites.

52.9-Relación con los conceptos de tiempo. Los intervalos de tiempo, aunque

hayan sido medidos, no intervienen en la definición de una unidad

Page 53: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

52

aloestratigráfica. No obstante, la edad puede influir en la selección de los límites

de una unidad.

52.10-Extensión. La extensión de una unidad aloestratigráfica, a partir de su

área tipo, se establece de acuerdo con las discontinuidades que la limitan fuera

del área, o por el reconocimiento de los depósitos que se encuentran entre ambas

discontinuidades.

Figura 7. Clasificación aloestratigráfica de depósitos contiguos de litología similar. Las unidades

aloestratigráficas 1, 2 y 3 son depósitos aluviales situados en la ladera de un valle fluvial, con litología

muy similar, y separados por discontinuidades, como suelos sepultados y discordancias (tomada del

Código Estratigráfico Norteamericano 2010, modificada).

Artículo 53.- Jerarquía. En orden de rango decreciente, las unidades aloestratigráficas

son: alogrupo, aloformación, y alomiembro.

53.1-Aloformación. La aloformación es la unidad fundamental de la

clasificación aloestratigráfica. Puede ser subdividida en alomiembros, si

procede.

53.2-Alomiembro. Un alomiembro es la unidad aloestratigráfica formal, de

rango inmediatamente inferior a la aloformación.

53.3-Alogrupo. Un alogrupo es la unidad aloestratigráfica de rango

inmediatamente superior a la aloformación. Se establece siempre que sea

necesario dilucidar la historia geológica. Las aloformaciones que constituyen un

alogrupo pueden abarcarlo totalmente; o puede existir un alogrupo constituido

por una o más aloformaciones que, en conjunto, no lo comprenden totalmente.

Page 54: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

53

53.4-Cambio de rango. Los principios y procedimientos para elevar o reducir el

rango de las unidades aloestratigráficas formales son los expresados en los

artículos 17.2, 17.4 y 27.3

Artículo 54.- Nomenclatura. Los principios y procedimientos para nombrar unidades

aloestratigráficas son los utilizados para nombrar unidades litoestratigráficas (artículos 5

y 30).

54.1-Revisión. Las unidades aloestratigráficas pueden ser revisadas o

modificadas según las recomendaciones de los artículos 15 a 18.

Figura 8. Ejemplo de clasificación aloestratigráfica de depósitos de terraza, litológicamente similares y

discontinuos A, B, C, y D. Son depósitos gravosos, situados en la ladera de un valle fluvial, en posiciones

topográficamente diferentes, que pueden constituir unidades aloestratigráficas. Las gravas de la misma

edad están comúnmente separadas, desde el punto de vista geográfico, por rocas más antiguas. Los

depósitos de ladera y los eólicos (S) que cubren las terrazas pueden tener edades diversas y no forman

parte de las unidades aloestratigráficas (tomada del Código Estratigráfico Norteamericano 2010,

modificada).

Page 55: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

54

UNIDADES FORMALES DEFINIDAS POR SU EDAD GEOLÓGICA

UNIDADES CRONOESTRATIGRÁFICAS

Artículo 55.- Unidad cronoestratigráfica. Una unidad cronoestratigráfica es un cuerpo

de roca formado durante un lapso de tiempo específico, y que representa solo a aquellas

rocas que se formaron durante ese intervalo temporal, por lo que sirve como referente

material para ellas. Los límites de una unidad cronoestratigráfica son sincrónicos. El

cuerpo de roca también sirve como base para definir el lapso de tiempo o unidad

geocronológica representada por dicho cuerpo.

55.1-Propósitos y utilidad. La clasificación cronoestratigráfica permite

establecer el orden secuencial temporal de los cuerpos de roca. Sus objetivos

son: (1) posibilitar la correlación temporal de las rocas de un área con las de otra

área, (2) situar las rocas de la corteza terrestre en una secuencia sistemática que

indique su posición relativa y su edad con respecto a la historia de la Tierra, y

(3) construir una Escala Cronoestratigráfica Global Estándar, reconocida

internacionalmente.

55.2-Contenido. Una unidad cronoestratigráfica puede estar basada en el lapso

de tiempo de una unidad bioestratigráfica, litoestratigráfica, de

magnetopolaridad, o de cualquier otra parte del registro litológico que represente

un rango de tiempo. También puede ser cualquier secuencia de rocas

arbitrariamente escogida, siempre que permitan la cronocorrelación con

secuencias de rocas de cualquier otro lugar.

Artículo 56.- Límites. Los límites de las unidades cronoestratigráficas se establecen en

un estratotipo que se designa con base en los rasgos paleontológicos o físicos

observables en las rocas.

56.1-Énfasis en los límites inferiores. No es conveniente establecer límites

puntuales para la base y la cima de las unidades cronoestratigráficas, ya que en

las relaciones entre unidades sucesivas se pueden presentar solapes y/o lagunas.

Se establecerá solo el límite puntual que marca la base de la unidad propuesta,

ya que su cima quedará definida por la base de una unidad sobreyacente en la

misma localidad o, más comúnmente, en otra.

Artículo 57.- Correlación. La correlación de una unidad cronoestratigráfica conlleva a

la extensión geográfica de sus límites desde su sección o área tipo, lo cual requiere

demostrar su equivalencia temporal. Esta demostración de equivalencia temporal solo

puede hacerse dentro de los límites de resolución de los métodos que existen de

cronocorrelación, tales como los paleontológicos, los fechamientos numéricos,

magnetismo residual, termoluminiscencia, criterios de posición estratigráfica, y también

por criterios físicos indirectos, como cambios climáticos, grado de intemperismo, y

relaciones con superficies discordantes. De forma ideal, se establece que los límites de

las unidades cronoestratigráficas no dependen de la litología, el contenido fósil u otros

elementos materiales de la subdivisión estratigráfica. Sin embargo, en la práctica, se

comprueba que la extensión geográfica de estos límites depende —por lo menos en

Page 56: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

55

parte— de tales rasgos. Es común que los límites de las unidades cronoestratigráficas

sean intersectados por los límites de la mayoría de otras clases de unidades materiales.

Artículo 58.- Jerarquía. En orden decreciente de rango, las unidades

cronoestratigráficas presentan la clasificación jerárquica siguiente: eonotema, eratema,

sistema, serie y piso. Es interesante observar que el rango y magnitud de las unidades

cronoestratigráficas está más relacionado con el intervalo de tiempo que representan,

que con los espesores o la extensión areal de las rocas sobre las cuales se basa la unidad.

Artículo 59.- Eonotema. Es la unidad de más alto rango. Existen dos eonotemas, el

Fanerozoico (que comprende los Eratemas Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico), y el

Precámbrico, que recientemente ha sido dividido en dos eonotemas, el Arqueano y el

Proterozoico, por la subcomisión del Precámbrico de la Unión Internacional de Ciencias

Geológicas (IUGS, por sus siglas en inglés). El lapso temporal que abarca un eonotema

es el eón (su equivalente geocronológico).

Artículo 60.- Eratema. Es la unidad de rango inmediatamente inferior al eonotema. Se

han establecido los Eratemas Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico, que corresponden

con las principales etapas del desarrollo de la vida en la Tierra (Paleozoico, que

significa vida antigua: Mesozoico, vida media, y Cenozoico, vida nueva). Se han

utilizado términos comparables a los mencionados para el Precámbrico, pero no han

sido universalmente aceptados y están bajo la consideración de la Subcomisión de

Estratigrafía del Precámbrico de la IUGS. El equivalente geocronológico de un Eratema

es la era.

Artículo 61.- Sistema. EL sistema es la unidad de rango inmediatamente inferior al

eratema. Las rocas que abarca un sistema representan un lapso temporal y una etapa del

desarrollo de la Tierra lo suficientemente grandes como para servir de unidad

cronoestratigráfica de referencia mundial. Su equivalente geocronológico es el periodo.

61.1-Subsistema y supersistema. En la Carta Cronoestratigráfica Internacional

(versión del 2013) aparecen los sistemas que han sido tradicionalmente

utilizados en la estratigrafía mundial. Este código establece, como documento de

referencia para el trabajo con unidades cronoestratigráficas y geocronológicas, la

Tabla Unificada del Tiempo Geológico para Cuba, diseñada en el marco del

Proyecto SIGEOL en el año 2003. Algunos sistemas originalmente definidos en

Europa, han sido posteriormente subdivididos o agrupados con el rango de

sistemas en otras regiones del mundo. Se recomienda utilizar subsistemas (por

ejemplo, Misisípico y Pensilvánico, para el Sistema Carbonífero), o

supersistemas (Supersistema Karoo).

Artículo 62.- Serie. Es una unidad de rango inferior al sistema, y siempre es una

división de este (ver la Carta Cronoestratigráfica Internacional). Las series son muy

utilizadas para la correlación cronoestratigráfica dentro de una provincia, entre

provincias, o entre continentes. El equivalente geocronológico de una serie es la época.

Artículo 63.- Piso. El piso es la unidad de rango inmediatamente inferior a la serie (ver

la Carta Cronoestratigráfica Internacional). Por lo general, esta clasificación de pisos se

utiliza en la correlación dentro de los continentes, aunque potencialmente pueden ser

Page 57: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

56

reconocidos en todo el mundo. Los pisos pueden dividirse en sub-pisos, aunque es poco

frecuente. Su equivalente geocronológico es la edad.

Artículo 64.- Cronozona. Una cronozona es una unidad cronoestratigráfica no

jerárquica. Por lo común es pequeña y sus límites pueden ser independientes de los de

las unidades cronoestratigráficas jerarquizadas, como un piso o una serie. La definición

de una cronozona puede estar basada en una unidad bioestratigráfica (biocronozona),

litoestratigráfica (litocronozona) o de magnetopolaridad (cronozona de polaridad

inversa). Su equivalente geocronológico es el cron.

64.1-Límites. Los límites de una cronozona, tanto la base como la cima, se

establecen en el estratotipo de la unidad por sus características físicas y su

contenido paleontológico, teniendo en cuenta que tales límites pueden

extenderse a otras áreas mediante cualquier método que demuestre su sincronía.

64.2-Alcance. El alcance de una cronozona puede variar de acuerdo con el

propósito por el cual fue definida. Por ejemplo, una “biocronozona informal de

rudistas” representa un gran intervalo de tiempo que iguala al de un sistema,

mientras que una biocronozona basada en el registro estratigráfico de una

especie puede representar un intervalo de tiempo igual o menor que el de un

piso.

64.3-Utilidad. Las cronozonas (especialmente biocronozonas o litocronozonas),

delgadas e informales, delimitadas por horizontes guías o por cualquier otro

marcador, son las más utilizadas en los trabajos estratigráficos en cuencas de

importancia económica. Estas unidades son útiles para definir la distribución

geográfica de litofacies o biofacies que proporcionan una base para las

interpretaciones genéticas y la selección de objetivos de perforación.

Artículo 65.- Requisitos para establecer una unidad cronoestratigráfica. Los

requisitos para establecer una unidad cronoestratigráfica formal son: (1) declaración de

la intención de establecer una unidad; (2) selección del nombre; (3) declaración de la

clase y el rango de la unidad; (4) declaración del concepto general de la unidad,

incluyendo antecedentes históricos, sinonimia, tratamiento previo y razones para

proponerla; (5) descripción de los rasgos físicos y/o biológicos característicos; (6)

designación y descripción de las secciones según el tipo de límite, los estratotipos u

otras clases de unidades en las cuales se basa; (7) correlación y relaciones de edad; (8)

publicación en un medio científico reconocido (ver Artículo 2).

Artículo 66.- Nombramiento de las unidades cronoestratigráficas. Los nombres de

las unidades cronoestratigráficas formales son compuestos, y se componen de un

nombre de rango acompañado por un término geográfico o de otro origen, fijado por el

uso. La letra inicial de todas las palabras se escribe con mayúscula, excepto en los

términos taxonómicos específicos. Salvo para las cronozonas (Artículo 64), los nombres

propuestos para nuevas unidades cronoestratigráficas, no deben repetir los de otras

unidades estratigráficas.

Page 58: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

57

66.1-Unidades de rango superior. Para los sistemas y unidades de rango

superior, se han utilizado nombres de origen diverso con diferentes clases de

terminaciones, por ejemplo, Jurásico, Paleógeno, Cuaternario, y otros.

66.2-Unidades de rango inferior. Las series y unidades de rango inferior

generalmente se conocen por nombres geográficos (serie Virgiliana, serie

Ochoaniana), o por sus nombres de rango, modificados por los adjetivos

Superior, Medio e Inferior, escritos con inicial mayúscula (Jurásico Inferior,

Cretácico Superior, Eoceno Medio). Los nombres de las cronozonas se derivan

de las unidades en las cuales se basan (Artículo 64).

Artículo 67.- Estratotipos. Idealmente, el estratrotipo de una unidad cronoestratigráfica

debe ser una secuencia ininterrumpida de rocas estratificadas y fosilíferas, que se

extiende desde un límite inferior bien definido hasta la base de la unidad suprayacente.

Por lo general, no existen secuencias con las características señaladas que estén lo

suficientemente completas para definir unidades de rango superior, las cuales se definen

mejor utilizando estratotipos de límite (Artículo 6.3).

Artículo 68.- Revisión. La revisión de una unidad cronoestratigráfica puede hacerse

sin cambiar su nombre; sin embargo, llevará tanta justificación como cuando se

establece una nueva unidad (Artículos 15, 16, 17 y 65). Las revisiones o redefiniciones

de las unidades con rango de sistema, o superiores, requieren de acuerdos

internacionales.

UNIDADES GEOCRONOLÓGICAS

Artículo 69.- Unidad geocronológica. Las unidades geocronológicas son divisiones

del tiempo geológico establecidas con base en el registro de las rocas según lo expresan

las unidades cronoestratigráficas. Una unidad geocronológica no tiene un referente

material (no es un cuerpo rocoso), y corresponde al lapso de tiempo de una unidad

cronoestratigráfica establecida. El inicio y el final de una unidad geocronológica se

corresponden con la base y la cima de la unidad cronoestratigráfica, que le sirve de

referente material.

Artículo 70.- Jerarquía. La jerarquía de las unidades geocronológicas es, en orden

decreciente de rango, como sigue: eón, era, periodo, época y edad. Existe el cron, que

es una unidad geocronológica no jerárquica, usualmente breve. Un eón es el tiempo

representado por las rocas que constituyen un eonotema; a una era le corresponde un

eratema; a un período, un sistema; una época se representa por una serie; la edad por un

piso, y un cron por una cronozona.

Artículo 71.- Nombramiento de las unidades geocronológicas. Para nombrar a las

unidades geocronológicas se utilizan generalmente los nombres de las unidades

cronoestratigráficas. En el caso de las épocas, se utilizan los adjetivos Temprano, Medio

y Tardío, que concuerdan con los adjetivos Inferior, Medio y Superior de las series que

les corresponden como referente cronoestratigráfico.

Page 59: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

58

UNIDADES DIACRÓNICAS

Artículo 72.- Unidad diacrónica. Una unidad diacrónica comprende lapsos desiguales

de tiempo, y puede estar representada por una unidad litoestratigráfica, aloestratigráfica,

bioestratigráfica, o pedoestratigráfica, o por un conjunto de ellas.

72.1-Propósitos y utilidad. La clasificación diacrónica permite: (1) comparar

los lapsos de tiempo desiguales que presentan unidades estratigráficas con

límites diacrónicos en diferentes localidades; (2) establecer una base para

determinar, en el tiempo, el principio y el final del depósito de unidades

estratigráficas diacrónicas en diferentes lugares; (3) inferir la tasa de cambio en

extensión de los procesos de depósito; (4) disponer de un medio para determinar

y comparar la duración y la velocidad del depósito en diferentes localidades; (5)

comparar las relaciones temporales y espaciales de las unidades estratigráficas

diacrónicas.

72.2-Alcance. El alcance de una unidad diacrónica se relaciona con: (1) la

magnitud relativa de la transgresión del tiempo representado por la unidad o

unidades estratigráficas en las que se basa; (2) la extensión superficial de esas

unidades. Una unidad diacrónica no se extiende más allá de los límites

geográficos de la unidad o de las unidades estratigráficas en que se basa.

72.3-Base. La base material de una unidad diacrónica es su referente diácronico.

72.4-Duración. Una unidad diacrónica puede tener igual duración temporal

(isocronía) en lugares distintos, a pesar de las diferencias en sus tiempos de

inicio y terminación en ellos (diacronía).

Artículo 73.- Límites. Los límites de una unidad diacrónica son los tiempos que

determinan el principio y el fin del cuerpo rocoso (su referente material) en el sitio

considerado (Figuras 9, 10A y 10B).

73.1-Relaciones temporales. Uno o ambos límites de una unidad diacrónica son

demostrablemente transgresivos en el tiempo. El significado temporal variable

de los límites se define mediante una serie de secciones de referencia de los

límites (Artículo 6.3 y 6.5-6.9). La edad y la duración de una unidad diacrónica

difieren de un lugar a otro (Figuras 9, 10A y 10B).

Artículo 74.- Jerarquía. La unidad diacrónica fundamental es el diacrón, pero no es

una unidad jerárquica. Cuando sea necesario establecer una jerarquía de unidades

diacrónicas, se utilizarán, en orden decreciente, los términos: episodio, fase, lapso y

clino. El rango de una unidad jerárquica está determinado por su alcance (Artículo 72.2)

y no por el lapso de tiempo representado por la unidad en un lugar determinado.

Page 60: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

59

74.1-Diacrón. El espesor de los diacrones es variable, debido a que representan

el lapso temporal que marcan las unidades litoestratigráficas, aloestratigráficas,

bioestratigráficas y/o pedoestratigráficas, que les sirven de referente material, ya

sea como una unidad individual o en conjunto.

Figura 9. Comparación entre unidades geocronológicas, cronoestratigráficas y diacrónicas (tomada del

Código Estratigráfico Norteamericano 2010, modificada).

74.2-Ordenamiento jerárquico. Es posible establecer una jerarquía en las

unidades diacrónicas si su espesor, y la precisión en que pueden determinarse

sus límites temporales, así lo permiten. Es necesario aclarar que, aunque todas

las unidades de rango inferior al episodio forman parte de una unidad de rango

inmediatamente superior, no necesariamente todas las partes de un episodio, fase

o lapso, tienen que estar representadas por una unidad de rango inferior.

74.3-Episodio. La unidad diacrónica jerárquica de mayor alcance y más alto

rango es el episodio. Por ejemplo, si la Edad Wisconsiniana (glaciación del

Wisconsin) se redefiniera como una unidad diacrónica, tendría el rango de

episodio.

Page 61: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

60

Figura 10A. Se muestra la extensión superficial de una o más unidades diacrónicas que utilizan el rango

de episodio (tomada del Código Estratigráfico Norteamericano 2010, modificada).

Page 62: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

61

Figura 10B. Se presenta la extensión superficial de las unidades diacrónicas de la figura 10A, para las

que se ha utilizado la unidad de rango fase. Las fases pueden dividirse en lapsos y estos en clinos, si bien

su uso puede no ser necesario para la mayoría de las unidades diacrónicas (tomada del Código

Estratigráfico Norteamericano 2010, modificada).

Artículo 75.- Nombre. Las unidades diacrónicas poseen un nombre compuesto, que

consiste en el término diacrón u otro término de jerarquía, seguido por un nombre

geográfico. La letra inicial de ambos términos se escribe con mayúscula, lo que indica

su condición formal.

75.1-Opciones de nombrar. Si una unidad diacrónica puede definirse con base

en una sola unidad estratigráfica, se le aplicará el nombre geográfico de esta

última y se considerará una redefinición. Sin embargo, el nombre geográfico que

se asigne a una unidad diacrónica, no debe repetir el de otra unidad estratigráfica

formal. Los términos genéticos (aluvial, proluvial, continental, marino) o

Page 63: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

62

climáticos (glacial, interglacial) no se incluyen en los nombres de las unidades

diacrónicas.

75.2-Criterio de utilidad. Las unidades diacrónicas se definen y nombran

formalmente solo si estas acciones demuestran ser útiles para el trabajo

estratigráfico.

75.3-Extensión regional de los nombres geográficos. El nombre geográfico de

una unidad diacrónica puede extenderse a otra región, siempre que la unidad, o

unidades estratigráficas, en la(s) que se basa se extiendan de una región a otra. Si

se demuestra que unidades diacrónicas diferentes definidas en regiones

contiguas, se basan en unidades estratigráficas lateralmente continuas, recibirán

un solo nombre. Si se han aplicado dos nombres, se optará por uno de ellos y se

extenderá formalmente, según las reglas de prioridad (Artículo 5). Es

importante recordar que, aunque se recomienda el apego a la regla de prioridad

en las publicaciones, no es conveniente sustituir un nombre bien conocido y ya

establecido por el uso continuado, por otro no conocido, por el simple hecho de

haber sido publicado antes.

75.4-Cambio de clasificación de geocronológica a diacrónica. La base

fundamental para el establecimiento de las clasificaciones cronoestratigráficas y

geocronológicas han sido usualmente las unidades litoestratigráficas; por

ejemplo, en los depósitos cuaternarios. Sin embargo, en la práctica, los límites

de muchas unidades litoestratigráficas y pedoestratigráficas se han extendido a

partir de los estratotipos, ya que estos límites son en realidad marcadamente

transgresivos en el tiempo y, por lo tanto, no sincrónicos. Las unidades

geocronológicas —o de tiempo—, definidas sobre la base de los estratotipos

cuyos límites sean estratigráficamente diacrónicos, se considerarán unidades

diacrónicas. Cabe recordar que los nombres geográficos de las unidades

geocronológicas se utilizarán en la clasificación diacrónica, solo si: (1) se

abandonan formalmente las clasificaciones geocronológicas y

cronoestratigráficas, y se proponen las diacrónicas para sustituirlas, y (2) las

unidades se redefinen como unidades diacrónicas formales. En tales

circunstancias, se mantendrán los nombres bien establecidos, lo que ayuda a

evitar en la nomenclatura la proliferación innecesaria de términos.

Artículo 76.- Establecimiento de unidades formales. Para establecer una unidad

diacrónica formal, además de los requisitos expuestos en el Artículo 1, es necesario

considerar: (1) la especificación de la naturaleza, las relaciones estratigráficas y la

extensión geográfica de la unidad o unidades estratigráficas que le sirven de base, y (2)

el establecimiento y descripción de las secciones de referencia múltiples (estratotipos)

que ilustran las relaciones temporales y espaciales de la unidad o unidades

estratigráficas en las que se basa la unidad o unidades diacrónicas establecidas.

76.1-Revisión o abandono. La revisión o abandono de la unidad estratigráfica

que le sirve de base a una unidad diacrónica requiere la revisión o abandono de

esta. El procedimiento para la revisión debe seguir los requisitos para establecer

una nueva unidad diacrónica.

Page 64: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

63

UNIDADES GEOCRONOMÉTRICAS

Artículo 77.- Unidad geocronométrica. Una unidad geocronométrica es una división

directa del tiempo geológico expresada en años. Al igual que en las unidades

geocronológicas (Artículo 69), las geocronométricas no tienen un referente material,

indican solo tiempo. Sin embargo, a diferencia de estas, no se basan en el lapso de

tiempo establecido para las unidades cronoestratigráficas formales que le sirven de

referente material (estratotipos), sino que son intervalos de tiempo creados, cuya

magnitud se ajusta a los objetivos para los cuales fueron creadas. Los límites de una

unidad geocronométrica se escogen de forma arbitraria o en edades acordadas en años.

Artículo 78.- Nomenclatura. Los términos geocronológicos de rango, como eón, era,

período, época, edad y cron pueden utilizarse para las unidades geocronométricas si son

reconocidos y formalizados. Por ejemplo, al Eón Arqueano y al Eón Proterozoico,

reconocidos formalmente por la Subcomisión para la Estratigrafía del Precámbrico, de

la IUGS, como unidades geocronométricas, segúnel Artículo 77, se seleccionó

arbitrariamente el límite de 2,5 Ga para la separación entre uno y otro. Las unidades

geocronométricas no están definidas por las unidades cronoestratigráficas

correspondientes (eonotema, eratema, sistema, serie, piso y cronozona), aunque

pudieran coincidir con ellas.

Page 65: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

64

REFERENCIAS

Asociación Geológica Argentina. 1992. Código Argentino de Estratigrafía. Serie B

(Didáctica y Complementaria) No. 20. Buenos Aires: 64 p.

Bermúdez, P.J. y Hoffstetter, R. 1959. Léxico Estratigráfico de Cuba. Lexique

Stratigraphique International. Amérique Latine, Cuba et îles adjacentes. 5 (2 ): 140.

Bermúdez, P.J., 1961. Las Formaciones Geológicas de Cuba. Instituto Cubano de

Recursos Minerales. Ministerio de Industrias. La Habana 1-79.

Bermúdez, P.J, 1964. Adiciones a las Formaciones Geológicas de Cuba. Rev.

Tecnológica. La Habana. Vol. 2. No. 2, pp. 20-41.

Code of Stratigraphic Nomenclature. American Commission on Stratigraphic

Nomenclature (ACSN), 1961, American Association of Petroleum Geologists Bulletin,

v. 45, no. 5, p. 645-665.

Code of Stratigraphic Nomenclature (2a ed.). American Commission on Stratigraphic

Nomenclature (ACSN) 1970, American Association of Petroleum Geologists, 45p.

Cohen, K. M., Finney, S.C., Gibbard, P. L., and Fan, J. - X. 2013. The ICS International

Chronostratigraphic Chart, Episodes, v. 36, no. 3, pp. 199-204.

Código Estratigráfico Norteamericano, 2010. Comisión Norteamericana de

Nomenclatura Estratigráfica. Instituto de Geología de la Universidad Nacional

Autónoma de México. Boletín 117. México, D.F. [en español].

Gil González, Santa; Gutiérrez Domech, M. Roberto;, Díaz Otero, Consuelo; Furrazola Bermúdez, Gustavo;, Núñez Cambra, Kenya. 2003. Tabla del Tiempo Geológico para Cuba. IGP-SIGEOL-DOC, pp. 1-9.

Gutiérrez Domech, Roberto; Fernández Carmona, José. 1994. Código Cubano de Estratigrafía, 1999 (inédito). La Habana.

Hedberg, H.D., ed., 1976. International Stratigraphic Guide (1a edition).

InternationalSubcommission on Stratigraphic Classification (ISSC) of IUGS

International Commission on Stratigraphy. Nueva York, John Wiley and Sons, 200 p.

Murphy A., Michael; Salvador, Amos. 1994. International Stratigraphic Guide. - An

abridged version. International Subcommission on Stratigraphic Classification of IUGS

International Commission on Stratigraphy.

North American Commission on Stratigraphic Nomenclature. 1983, North American

stratigraphic Code. American Association of Petroleum Geologists. Vol. 57/5. P. 841-

875, Tulsa.

Page 66: INSTITUTO DE GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA

65

Salvador, Amos, ed., 1994. International Stratigraphic Guide (2a edition). International

Subcommission on Stratigraphic Classification (ISSC) of IUGS International

Commission on Stratigraphy. Trondheim, Noruega; International Union of Geological

Sciences. Boulder, Colorado, Geological Society of America, 214 p.

Scholle, Peter A.; Bebout, Don G.; Moore, Clyde H. 1983. Carbonate Depositional

Environments. American Association of Petroleum Geologists, Tulsa, Oklahoma: 707 p.

Vera Torres, J.A. 1994. Estratigrafía, Principios y Métodos. Editorial Rueda, Madrid,

España: 802 p.

NOTA: Documento en proceso editorial.

Revisado y corregido por: María Teresa Rodríguez Coppola. CNDIG.

Terminado: 23/01/2015.

Entregado al autor. Revisión conjunta autor/revisora, terminada el 27/1/15.