Upload
others
View
1
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
JDO.1A.INST.E INSTRUCCION N.2
NAVALMORAL DE LA MATA SENTENCIA: 00064/2018
-
CALVO SOTELO NÚM. 59 TLFNO: 927-53-81-83 PENAL 927-53-83-26 CIVIL
Teléfono: 927-53-81-83, Fax: FAX: 927-53-44-26
Equipo/usuario: 1
Modelo: 0030K0
N.I.G.: 10131 41 1 2016 0001631
ORD PROCEDIMIENTO ORDINARIO 0000795 /2016 Procedimiento origen: /
Sobre OTRAS MATERIAS
D/ña. BENITO DIAZ BALTASAR, VIRGINIA PEREZ GONZALEZ
Procurador/a Sr/a. BEATRIZ MORALES VECINO, BEATRIZ MORALES VECINO
Abogado/a Sr/a. ,
DEMANDADO D/ña. BANCO SANTANDER
Procurador/a Sr/a. JOSE ANTONIO HERNANDEZ GOMEZ
Abogado/a Sr/a.
SENTENCIA
En Navalmoral de la Mata, a diecinueve de abril de dos mil
dieciocho.
Dña. Doris Enríquez Domínguez, Juez del Juzgado de Primera
Instancia e Instrucción nº 2 de Navalmoral de la Mata, ha
examinado las presentes actuaciones de juicio ordinario
seguidas en este Juzgado con el nº de orden 795/2016 a
instancias de don Benito Díaz Baltasar y doña Virginia Pérez
González, representados por la Procuradora don David Díaz
Hurtado y bajo la dirección del Letrado don Juan Luis Pérez
Gómez-Morán contra BANCO SANTANDER SOCIEDAD ANÓNIMA
representada por el Procurador don José Antonio Hernández
Gómez y asistido del Letrado don Javier García Sanz, sobre
declaración de nulidad de los contratos de adquisición de los
valores Santander, dictando la presente resolución en base a
los siguientes
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Don David Díaz Hurtado, Procurador de los Tribunales
en nombre y representación de don Benito Díaz Baltasar y doña
Virginia Pérez González, presentó demanda de juicio ordinario
en ejercicio de la acción de nulidad o anulabilidad,
interesando el dictado de una sentencia por la que se acuerde
la nulidad (anulabilidad) de los cuatro contratos de
adquisición de Valores Santander suscritos por la parte actora
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
con la demandada, por vicios del consentimiento y/o infracción
de normas imperativas aplicables, condenando a BANCO DE
SANTANDER S.A., a la devolución a los actores de la cantidad
de 100.000 euros, cantidad a la que habrá de restarse los
rendimientos o frutos percibidos durante la vigencia del
contrato, más el interés legal sobre dichas cantidades
devengando desde la fecha de la contratación y hasta la
restitución del importe del precio pagado, teniendo en cuenta
lo establecido en el artículo 576 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil; subsidiariamente, que se declare el derecho de la parte
actora a ser indemnizados por los daños y perjuicios
ocasionados con origen en falsedades y omisiones en la
información del producto financiero, en la intermediación en
su adquisición e incumplimientos contractuales al momento de
suscripción de los Valores Santander y durante la vigencia del
mismo en cuantía de 100.000 euros, menos las cantidades
obtenidas como frutos y rentas y menos el precio obtenido por
el canje, más los intereses devengados desde la fecha de la
contratación y hasta la restitución del importe del precio
pagado, teniendo en cuanta lo establecido en el artículo 576
de la Ley de Enjuiciamiento Civil , y en cualquiera de los
supuestos anteriores, con condena en costas del juicio a la
demandada.
SEGUNDO.- Admitida a trámite la demanda y emplazada la parte
demandada al objeto de que compareciera en autos y contestara
a la demanda, se personó en tiempo y forma y contestó a la
demanda, oponiéndose a la pretensión ejercitada con base en
los hechos y fundamentos de derecho que estimó pertinentes.
TERCERO.- Convocadas ambas partes a la celebración de la
audiencia previa prevista en el artículo 414 de la Ley de
Enjuiciamiento Civil, propusieron como medios de prueba los
que estimaron oportunos para la acreditación de los hechos
alegados, y admitida la prueba declarada pertinente se señaló
día para la celebración del juicio.
CUARTO.- Celebrado el juicio con la asistencia de las partes,
en dicho acto se practicaron las pruebas propuestas por las
partes y declaradas pertinentes, y practicada la prueba los
Letrados de las partes informaron en apoyo de sus
pretensiones, quedando los autos conclusos para sentencia.
QUINTO.- En la tramitación del presente procedimiento se han
observado todas las prescripciones legales salvo el estricto
plazo para el dictado de la sentencia atendiendo a la elevada
carga de trabajo que pesa sobre este Juzgado.
A los anteriores hechos son de aplicación los siguientes
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Por la parte actora se solicita con carácter
principal el dictado de una sentencia por la que se declare la
nulidad (anulabilidad) de los cuatro contratos de adquisición
de valores Santander suscritos por la actora con la demandada,
alegando sustancialmente en apoyo de sus pretensiones el hecho
de que los actores, clientes de la entidad demandada y con un
claro perfil consumidor minorista ahorrador no inversor de
riesgo conservador, bajo recomendación del personal de la
entidad demandada, decidió el 13 de septiembre de 2013, la
suscripción de VALORES SANTANDER por importe nominal total de
100.000 euros, fraccionado en cuatro contratos, lo que llevó
a cabo debido a la información recibida por la entidad ahora
demandada quien le aconsejó el producto, accediendo a ello al
pensar los ahora demandantes que se trataba de una operación
de suscripción de un producto bancario de renta fija y
semejante a un depósito a plazo seguro, rentable y líquido en
todo momento, influyendo de manera decisiva la información
suministrada por la entidad bancaria, que fue en todo momento
quien se puso en contacto con los demandantes para efectuar el
ofrecimiento del producto, en virtud de la relación de
confianza existente entre los litigantes, añadiendo que la
información suministrada por la entidad demandada fue
insuficiente, confusa, y equivoca, pues en todo momento lo
pretendido por la parte demandante era la conservación de sus
ahorros con obtención de rentabilidad.
Ejercita por tanto la parte actora acción de anulabilidad de
la orden de compra de valores Santander con sus consecuencias
legales por entender que concurrió error en la prestación del
consentimiento, interesando la restitución de las
prestaciones. Subsidiariamente solicitó la indemnización de
los daños y perjuicios ocasionados en virtud de las falsedades
y omisiones en la información por la demandada del producto
financiero, en la intermediación en su adquisición e
incumplimientos contractuales al momento de la suscripción de
los VALORES SANTANDER y durante la vigencia del mismo.
Por su parte, la demandada BANCO SANTANDER S.A se opuso a los
motivos alegados de contrario, alegando en primer lugar una
falta de legitimación activa, caducidad de la acción de
anulación, así como que la suscripción de los VALORES
SANTANDER se efectuó de forma consciente y voluntaria habiendo
sido los demandantes previamente informados por la ahora
demandada en cuanto a las características y riesgos del
producto
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
Consecuentemente a todo lo anterior, es objeto de examen la
necesidad de determinar si en la suscripción del producto
bancario VALORES SANTANDER el consentimiento prestado por los
actores resultó viciado por error al haber incurrido BANCO
SANTANDER S.A. en incumplimientos esenciales que pueden dar
lugar a dicho pronunciamiento.
SEGUNDO.- Con carácter previo a entrar en la presente litis
conviene hacer un breve resumen recogido en numerosas
sentencias de los rasgos esenciales de la naturaleza y origen
del presente producto bancario, y desde esta perspectiva se
destacan las siguientes notas, la comercialización del
producto referido en la demanda se enmarcó en la compra por
parte del Banco de Santander de otra entidad, ABN AMRO,
dependiendo la inversión de si prosperaba o no dicha
adquisición. Si no prosperaba se abonaba un cupón trimestral
del 7,30% y se reembolsaba el nominal en octubre de 2008. Si
prosperaba, como fue el caso, los valores pasaban a ser
canjeables por unos bonos necesariamente convertibles en
acciones con un vencimiento a cinco años, en los que en el
primer año se pagaba un 7,3% de interés para pasar después al
2,5% más el Euribor. Los bonos podían canjearse por acciones
voluntariamente en los cuatro primeros años y, necesariamente,
el último año a un precio prefijado en 2007, al 16% de su
cotización al momento de emitirse las obligaciones
convertibles, que fue de 16,5 euros por acción. En el momento
del canje obligatorio el valor de las acciones había
disminuido y se pagó un precio por acción que presentaba una
cotización muy inferior, con la consiguiente pérdida.
TERCERO:- Entrando ya en la cuestión objeto de la presente
litis, cabe comenzar por examinar la excepción planteada de
caducidad de la acción, la cual debe ser desestimada, por
cuanto, si bien y como señala la demandada en su escrito de
contestación el día en que debe comenzar a correr el plazo
para para apreciar la caducidad se computaría desde la
consumación del producto bancario con la conversión de los
valores Santander en acciones que se produjo el 4 octubre de
2012, y la demanda se interpone el 24 de noviembre de 2016,
sin embargo olvida la demandada que con fecha 3 de octubre de
2016 se presentó demanda de conciliación ante los Juzgados de
Navalmoral de la Mata, por tanto, antes del trascurso de los
cuatro años fijados en el artículo 1301 del Código Civil.
Pero a mayor abundamiento, y en relación a la caducidad de la
acción ( art 1.301 CC), numerosas resoluciones del TS, como la
de fecha 25-10-2017 nº 580/2017, indican que no puede
privarse de la acción a quien no ha podido ejercitarla por
causa que no le es imputable, como es el desconocimiento de
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
los elementos determinantes de la existencia del error en el
consentimiento. Añade dicha sentencia que "Por ello, en
relaciones contractuales complejas como son con frecuencia las
derivadas de contratos bancarios, financieros o de inversión,
la consumación del contrato, a efectos de determinar el
momento inicial del plazo de ejercicio de la acción de
anulación del contrato por error o dolo, no puede quedar
fijada antes de que el cliente haya podido tener conocimiento
de la existencia de dicho error o dolo. El día inicial del
plazo de ejercicio de la acción será, por tanto, el de
suspensión de las liquidaciones de beneficios o de devengo de
intereses, el de aplicación de medidas de gestión de
instrumentos híbridos acordadas por el FROB, o, en general,
otro evento similar que permita la comprensión real de las
características y riesgos del producto complejo
adquirido por medio de un consentimiento viciado por el
error".
Por tanto, la jurisprudencia expuesta en torno al art 1.303
del CC considera que la consumación del contrato ha de
entenderse producida en el momento en que se llevó a cabo el
canje 4 de octubre de 2012, cuando el demandante, sin duda
alguna, pudo tener una comprensión real de las características
y riesgos del producto complejo o, al menos arriesgado,
pudiendo desde momento ejercitar la acción, de modo que a la
fecha de la demanda de conciliación 3 de octubre de 2016, no
había transcurrido el plazo del art 1.301 CC.
CUARTO:- En cuanto a la falta de legitimación activa alegada
por la demandada sobre la base de que la demanda se interpone
únicamente por don Benito Díaz Baltasar y doña Virginia Pérez
González, y no su hijo don Juan Luis Díaz Pérez, a pesar de
que la suscripción de 5 de los 20 VALORES SANTANDER aparece
también el hijo de los ahora litigantes, quien no demanda en
juicio, igualmente debe ser desestimada, y ello al amparo de
lo estipulado en el artículo 1302 y concordantes del Código
Civil.
QUINTO:- Desestimadas las excepciones planteadas por la parte
demandada y entrando en el fondo del asunto, hay que tener en
cuenta que por la parte actora y con carácter principal se
ejercita una acción de nulidad por error que vició el
consentimiento prestado, propiciando de esta manera la
suscripción del producto bancario VALORES SANTANDER que sin la
información que en su día se recibió de la entidad no se
hubiera producido. En este sentido, debe recordarse que el art
1265 del Código Civil dispone que es nulo el consentimiento
prestado por error, violencia, intimidación o dolo, ocupándose
del error el artículo 1266, según el cual “Para que el error
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
invalide el consentimiento, deberá recaer sobre la sustancia
de la cosa que fuere objeto del contrato, o sobre aquellas
condiciones de la misma que principalmente hubiesen dado
motivo a celebrarlo. El error sobre la persona sólo invalidará
el contrato cuando la consideración a ella hubiere sido la
causa principal del mismo. El simple error de cuenta sólo dará
lugar a su corrección”.
En lo que se refiere al error alegado como vicio del
consentimiento, el Tribunal Supremo en su Sentencia de 21 de
noviembre de 2012 dictada en productos de inversión dispone en
su Fundamento de Derecho 4º "Hay error vicio cuando la
voluntad del contratante se forma a partir de una creencia
inexacta - sentencias 114/1985, de 18 de febrero , 295/1994,
de 29 de marzo , 756/1996, de 28 de septiembre , 434/1997, de
21 de mayo , 695/2010, de 12 de noviembre , entre muchas-. Es
decir, cuando la representación mental que sirve de
presupuesto para la realización del contrato es equivocada o
errónea…Dispone el artículo 1266 del Código Civil que, para
invalidar el consentimiento, el error ha de recaer - además de
sobre la persona, en determinados casos - sobre la sustancia
de la cosa que constituye el objeto del contrato o sobre
aquellas condiciones de la cosa que principalmente hubieren
dado motivo a celebrarlo - sentencias de, 4 de enero de 1982,
295/1994, de 29 de marzo, entre otras muchas -, esto es, sobre
el objeto o materia propia del contrato - artículo 1261,
ordinal segundo, del Código Civil-. Además el error ha de ser
esencial, en el sentido de proyectarse, precisamente, sobre
aquellas presuposiciones - respecto de la sustancia,
cualidades o condiciones del objeto o materia del contrato -
que hubieran sido la causa principal de su celebración, en el
sentido de causa concreta o de motivos incorporados a la
causa. Es cierto que se contrata por razón de determinadas
percepciones o representaciones que cada contratante se hace
sobre las circunstancias - pasadas, concurrentes o esperadas -
y que es en consideración a ellas que el contrato se le
presenta como merecedor de ser celebrado. Sin embargo, si
dichos motivos o móviles no pasaron, en la génesis del
contrato, de meramente individuales, en el sentido de propios
de uno solo de los contratantes, o, dicho con otras palabras,
no se objetivaron y elevaron a la categoría de causa concreta
de aquel, el error sobre ellos resulta irrelevante como vicio
del consentimiento. Se entiende que quien contrata soporta un
riesgo de que sean acertadas o no, al consentir, sus
representaciones sobre las circunstancias en consideración a
las cuales hacerlo le había parecido adecuado a sus intereses.
Como se indicó, las circunstancias erróneamente representadas
pueden ser pasadas, presentes o futuras, pero, en todo caso,
han de haber sido tomadas en consideración, en los términos
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
dichos, en el momento de la perfección o génesis de los
contratos - sentencias de 8 de enero de 1962, 29 de diciembre
de 1978 y 21 de mayo de 1997, entre otras -. Lo determinante
es que los nuevos acontecimientos producidos con la ejecución
del contrato resulten contradictorios con la regla
contractual. Si no es así, se tratará de meros eventos
posteriores a la generación de aquellas, explicables por el
riesgo que afecta a todo lo humano. Se expuso antes que el
error vicio exige que la representación equivocada se muestre
razonablemente segura, de modo que difícilmente cabrá
admitirlo cuando el funcionamiento del contrato se proyecta
sobre un futuro más o menos próximo con un acusado componente
de aleatoriedad, ya que la consiguiente incertidumbre implica
la asunción por los contratantes de un riesgo de pérdida,
correlativo a la esperanza de una ganancia. Por otro lado, el
error ha de ser, además de relevante, excusable. La
jurisprudencia - sentencias de 4 de enero de 1982, 756/1996,
de 28 de septiembre, 726/2000, de 17 de julio, 315/2009, de 13
de mayo- exige tal cualidad, no mencionada en el artículo
1266, porque valora la conducta del ignorante o equivocado,
negando protección a quien, con el empleo de la diligencia que
era exigible en las circunstancias concurrentes, habría
conocido lo que al contratar ignoraba y, en la situación de
conflicto, protege a la otra parte contratante, confiada en la
apariencia que genera toda declaración negocial seriamente
emitida”.
La sentencia del Tribunal Supremo, Sala Primera, de lo Civil,
Sentencia 23/2016 de 3 de febrero de 2016, establece en cuanto
al error que: “Es jurisprudencia de esta Sala que para que el
error resulte invalidante del consentimiento, deben concurrir
los siguientes requisitos: a) Que el error recaiga sobre la
cosa que constituye el objeto del contrato o sobre aquellas
condiciones que principalmente hubieran dado lugar a su
celebración, de modo que se revele paladinamente su
esencialidad; b) Que el error no sea imputable a quien lo
padece; c) Un nexo causal entre el error y la finalidad que se
pretendía en el negocio jurídico concertado; y d) Que se trate
de un error excusable, en el sentido de que sea inevitable, no
habiendo podido ser evitado por el que lo padeció mediante el
empleo de una diligencia media o regular. Según recordábamos
en la sentencia 689 / 2015, de 16 de diciembre, que compendia la reciente jurisprudencia en la materia:
«Hay error vicio cuando la voluntad del contratante se forma a
partir de una creencia inexacta. Es decir, cuando la
representación mental que sirve de presupuesto para la
realización del contrato es equivocada o errónea.
[...]
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
»En primer término, para que quepa hablar de error vicio es
necesario que la representación equivocada merezca esa
consideración. Lo que exige que se muestre, para quien afirma
haber errado, como suficientemente segura y no como una mera
posibilidad dependiente de la concurrencia de inciertas
circunstancias.
»El art. 1.266 CC dispone que, para invalidar el
consentimiento, el error ha de recaer -además de sobre la
persona, en determinados casos- sobre la sustancia de la cosa
que constituye el objeto del contrato o sobre aquellas
condiciones de la cosa que principalmente hubieren dado motivo
a celebrarlo, esto es, sobre el objeto o materia propia del
contrato (Art. 1261.2 CC). Además el error ha de ser esencial,
en el sentido de proyectarse, precisamente, sobre aquellas
presuposiciones -respecto de la sustancia, cualidades o
condiciones del objeto o materia del contrato- que hubieran
sido la causa principal de su celebración, en el sentido de
causa concreta o de motivos incorporados a la causa.
»Es cierto que se contrata por razón de determinadas
percepciones o representaciones que cada contratante se hace
sobre las circunstancias -pasadas, concurrentes o esperadas- y
que es en consideración a ellas que el contrato se le presenta
como merecedor de ser celebrado. Sin embargo, si dichos
motivos o móviles no pasaron, en la génesis del contrato, de
meramente individuales, en el sentido de propios de uno solo
de los contratantes, o, dicho con otras palabras, no se
objetivaron y elevaron a la categoría de causa concreta de
aquel, el error sobre ellos resulta irrelevante como vicio del
consentimiento. Se entiende que quien contrata soporta un
riesgo de que sean acertadas o no, al consentir, sus
representaciones sobre las circunstancias en consideración a
las cuales hacerlo le había parecido adecuado a sus intereses.
»Las circunstancias erróneamente representadas pueden ser
pasadas, presentes o futuras, pero, en todo caso, han de haber
sido tomadas en consideración, en los términos dichos, en el
momento de la perfección o génesis de los contratos. Lo
determinante es que los nuevos acontecimientos producidos con
la ejecución del contrato resulten contradictorios con la
regla contractual. Si no es así, se tratará de meros eventos
posteriores a la generación de aquellas, explicables por el
riesgo que afecta a todo lo humano.
»El error vicio exige que la representación equivocada se
muestre razonablemente cierta, de modo que difícilmente cabrá
admitirlo cuando el funcionamiento del contrato se proyecta
sobre el futuro con un acusado componente de aleatoriedad, ya
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
que la consiguiente incertidumbre implica la asunción por los
contratantes de un riesgo de pérdida, correlativo a la
esperanza de una ganancia. Aunque conviene apostillar que la
representación ha de abarcar tanto al carácter aleatorio del
negocio como a la entidad de los riesgos asumidos, de tal
forma que si el conocimiento de ambas cuestiones era correcto,
la representación equivocada de cuál sería el resultado no
tendría la consideración de error.
»Por otro lado, el error ha de ser, además de relevante,
excusable. La jurisprudencia valora la conducta del ignorante
o equivocado, de tal forma que niega protección a quien, con
el empleo de la diligencia que era exigible en las
circunstancias concurrentes, habría conocido lo que al
contratar ignoraba y, en la situación de conflicto, protege a
la otra parte contratante, confiada en la apariencia que
genera toda declaración negocial seriamente emitida».
SEXTO:- Teniendo presente tal doctrina legal y
jurisprudencial, aplicada al supuesto de hecho presente,
concurren todos y cada uno de los requisitos para apreciar el
error como vicio estructural del negocio de suscripción de los
VALORES SANTANDER. En el presente caso el error recae sobre
las condiciones de la cosa que indudablemente han motivado su
celebración, siendo relevante y esencial, pues si bien la
parte demandada argumenta en la contestación que ofreció
información suficiente tanto de forma verbal como escrita a
través de la documental unida en autos, así como que no fue
una operación inmediata sino que existió previas
conversaciones, añadiendo además que la parte actora tenía
conocimientos bancarios en virtud de ser cliente habitual del
banco y por tanto con conocimientos financieros.
Sin embargo de la testifical practicada se desprende que los
VALORES SANTANDER fue un producto bancario ofrecido a
determinados clientes por la ahora demandada, así como que a
la vista de la documental obrante en autos no resulta probado
que la ahora demandada cumpliera el deber de información en
los términos legales exigibles, así la orden de compra
contiene una cláusula predispuesta y estéreotipada de
recepción del tríptico, desconociéndose si de forma clara e
inequívoca se proporcionó a los actores la información
exigible haciéndoles saber todas las características y riesgos
de la importante inversión efectuada, obligación que le
correspondía al amparo de lo estipulado en el art 4 punto 3
del Real Decreto 629/1993 del que se desprende que por la
entidad bancaria se debió hacer especial hincapié en los
riesgos de la operación permitiendo así al cliente conocer con
precisión los efectos de lo que contrataba, pues no costa que
se informara a los ahora litigantes adecuadamente, de forma
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
comprensible y clara, de que la inversión en la suscripción de
valores Santander podía llegar a suponer como así ocurrió una
adquisición obligatoria de capital del banco, con posibilidad
de pérdida económica, dado que el precio fijado para la
emisión distó bastante para el fijado en la conversión.
Tampoco puede prosperar el argumento esgrimido por la parte
demandada donde se pone de manifiesto un conocimiento en
productos bancarios/ financieros por parte de los demandados,
pues como señala de forma reiterada la Jurisprudencia, el
hecho de que una persona en el pasado haya adquirido productos
financieros complejos y especulativos no lo convierte en
inversor profesional, ni de ello se puede presumir que tenga
conocimiento de los riesgos de la inversión al adquirir un
nuevo producto. Los productos que tuvo el actor son de
distintas características a los valores Santander, en los que
la rentabilidad final dependía de la cotización de las
acciones al momento de la conversión.
Asimismo tampoco puede prosperar las alegaciones efectuadas
por la parte demandada relativa al comportamiento de los
demandantes posteriores a la suscripción de las acciones por
cuanto, la circunstancia de que el actor conociese la
depreciación o percibiese rendimientos no son actos que por sí
mismos y de forma inequívoca impliquen una voluntad de
renuncia a la acción una vez conocida la causa de nulidad, en
este sentido se han pronunciado numerosas sentencias entre
otras la STS de 3 de febrero de 2016 donde de forma literal
determina que “hechos como la percepción de liquidaciones
positivas, o la cancelación anticipada del contrato, o incluso
el encadenamiento de diversos contratos, no deben ser
necesariamente considerados actos convalidantes del negocio
genéricamente viciado por error en el consentimiento, ya que,
en las condiciones en que se realizaron, no constituyen actos
inequívocos de la voluntad tácita de convalidación o
confirmación del contrato, en el sentido de crear, definir,
fijar, modificar, extinguir o esclarecer sin ninguna duda
dicha situación confirmatoria”
Por todo ello es procedente la estimación de la demanda.
SEPTIMO.- Estimada la demanda, entra en juego el art 1303 del
Código Civil, condenando a la parte demandada a reintegrar a
la parte actora la cantidad de 100.000 euros cantidad a la que
habrá de restarse los rendimientos o frutos percibidos durante
la vigencia del contrato, más el interés legal sobre dichas
cantidades devengando desde la fecha de contratación y hasta
la restitución del importe del precio pagado, teniendo en
cuenta lo establecido en el artículo 576 del Código Civil.
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
Igualmente debe tenerse en cuenta lo dispuesto en el artículo
1307 del Código Civil, según el cual siempre que el obligado
por la declaración de nulidad a la devolución de la cosa, no
pudiera devolverla por haberla perdido, deberá restituir los
frutos percibidos y el valor que tenía la cosa cuando se
perdió, con los intereses desde la misma fecha, ya que tal y
como ha establecido la jurisprudencia sobre la materia, el
término "haber perdido" incluido en el texto legal, debe de
ser entendido en sentido amplio como pérdida culpable, o por
caso fortuito, o por haberse transmitido a tercero adquirente
de buena fe, no considerando por tanto que la venta de las
acciones se deba interpretar como una confirmación de la
validez del contrato de compra de las acciones, pues como ya
se ha puesto anteriormente de manifiesto el contrato origen se
encontraba viciado de nulidad
Además y a mayor abundamiento debe tenerse en cuenta en esta
materia lo dispuesto en la sentencia del Juzgado de Primera
Instancia nº 97 de Madrid de uno de septiembre de 2014
recuerda que “la anulabilidad que se acuerda conlleva los
efectos del artículo 1303 del Código Civil, así Sentencia del
Tribunal Supremo de 15 de abril 2009, recurso 1365/2005 "y
opera sin necesidad de petición expresa, por cuanto nace de la
ley ( sentencias de 10 de junio de 1952, 22 de noviembre de
1983, 24 de febrero de 1992, 6 de octubre de 1994, 9 de
noviembre de 1999). Por consiguiente cuando el contrato
hubiese sido ejecutado en todo o en parte procede la
reposición de las cosas al estado que tenían al tiempo de la
celebración (sentencias de 29 de octubre de 1956, 22 de
septiembre de19889, 28 de septiembre de 1996, 26 de julio de
2000), debiendo los implicados devolverse lo que hubieran
recibido por razón del contrato (sentencias de 7 de octubre de
1957, 7 de enero de 1964, 23 de octubre de 1973). El art. 1303
del Código Civil se refiere a la devolución de la cosa con sus
frutos (sentencias de 9 de febrero de 1949 y 18 de febrero de
1994) y el precio con sus intereses (sentencia de 18 de
febrero de 1994, 12 de noviembre de 1996, 23 de junio de
1997), norma que parece ideada en la perspectiva de la
compraventa, pero que no obsta su aplicación a otros tipos
contractuales".
OCTAVO.- Estimada la demanda las costas procesales causadas se
imponen a la parte demandada de conformidad con el art 394
LEC.
Vistos los precedentes fundamentos y preceptos legales en
ellos contenidos y demás de general y pertinente aplicación
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es
FALLO
Que ESTIMANDO la demanda promovida por el Procurador don
David Díaz Hurtado, en nombre y representación de don Benito
Díaz Baltasar y doña Virginia Pérez González contra BANCO
SANTANDER SOCIEDAD ANÓNIMA, DECLARO:
.- La nulidad (anulabilidad) de los cuatro contratos de
adquisición de Valores Santander suscritos por la parte actora
con la demandada, por vicios del consentimiento, condenando a
BANCO DE SANTANDER S.A., a la devolución a los actores de la
cantidad de 100.000 euros, cantidad a la que habrá de restarse
los rendimientos o frutos percibidos durante la vigencia del
contrato, más el interés legal sobre dichas cantidades
devengando desde la fecha de la contratación y hasta la
restitución del importe del precio pagado, teniendo en cuenta
lo establecido en el artículo 576 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil
Condenando a la parte actora al pago de las costas procesales
causadas
Líbrese y únase certificación literal de la presente
resolución a las actuaciones y archívese el original en el
legajo existente en Secretaría.
Notifíquese la presente resolución a las partes, haciéndolas
saber que la misma no es firme, sino que cabe interponer
recurso de apelación en el plazo de veinte días para su
conocimiento por la Ilma. Audiencia Provincial de Cáceres.
Así por esta mi sentencia la pronuncio y firmo. Doy fe.
DILIGENCIA.- La presente resolución ha sido dictada estando
celebrando S.Sª Audiencia Pública. Doy fe.
Código Seguro de Verificación E04799402-MI:EM6u-Jf9q-PsWj-RrBs-P Puede verificar este documento en https://sedejudicial.justicia.es