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Jorge C. MVEllER ATWío JH: 1111 !.acerrhte. Cutl;.!- ra de Purac(ls ( siglo VIII d.C. ) . , , . L PI:IIÚ signifi ca un apor te ún ico, excep- CIOna l, para el es tu - dio de In c\'ol ución del ar- te. Ningú n p 11 í s. el mund o nucde cxlllbu' se- ries tan completas de obje- 105 ni en tal ca ntidad . Ni:lgún est il o de cualqu ier epoca de la h, sl?- r ia , pued e mostr arse. m as or ganico que los antiguos C'sli los peruanos. La repe- t ic ió n de los temas. la cons- tan ei" de las formas, la semejanza en tr atam ient o \' la de los mo- tivos, han ¡{ccho decir <¡tiC' es un ar te con poca imagina ción. falta. es vel :' dad, gra ndeza. nu nquí' eje mpl ares. mi cos mochicas hay de ulla plasucldad I'l'mgn Hicc1. PNO es ju :; l mnc lll. e en estos limila cioncs, en este colcct i\'ism o. en c"t,l pereza de l<l origimdidad, que cst¡Í su vll,l?r y su ¡'edoblada importancia par .. la I eO¡'J(] de la logia, que no es sino \.In es tudio de l os C<l lllblOS ';!n la s formas ilI'tificial es. El exmll"n de lo que persIs- te a Ira\'és de esus c; alllbi o$ se hace d;fici l en el .. rte de ot ras civilizaciones mien1rns qu e aquí en el Perú precolo mbino a qu ei f enó meno, llanmdo .tradición, .Y qu e nos imaginamos como Hna !in .ea a tr aves del tiempo, es suscepti bl e del mnJlh'a naltsls. . . Sin emlmrgo. el observudor aVls,ldo notaról .co- mo en las diversas f am ilias de forma s. ( Iu e cons titu - yen los es lilos de la cer¡Í mica peruana. ha)' deseme- jan 7_¿¡S que sepa l'a n los gru pos con algunas tan g ran - des que p.'lrece alguna la conexión e nlr e esos es ll los. I :.. fectlvamente, los de Chavín, Nasca, ,\1oche, T iahuan :H.u. e lc. están muy bi en defin id os y nadie ha podido rel;:cio narl os todavía de modo indubitnblc aunque si se ha iniciado la tarea. Cuando esto se logre pl e nam e nt e - y sea posible-, la s c ultUl'3S pe ru anas se reve ladn es labonadas, for- mando un tod o. Porqu e la unidad de la civi lización andina es lUl hecho que la n nlueologi d va mos tran - do poco a poco. L..'l ausencia de co ntacto extrilnjero, r a un las escasas opo rtunid ade s de difusión provincial, hacen de la América andina un C IISO ún ico de Cllmbio poI' fa ctol'es inte rn os. La cenimi ca es para el arqueólogo el meior in- di cador en sus investigaciones por<\UC su durabilidad )' su popularidad pcnnit(,¡1 halla¡' m¡Í s exten- sas que Ins de cual(tll ier otr o tes timo ni o. Pues no todas las gentes han ten idO lna nircst aciones conspi- c ua s de arte en metal. piedra o tejidos_ )' tampoco en todas las épocas estas indu sh·ias alcanzaron el mi smo auge. La calidad de ese m ate rial ce rámico ha ce, pues, que_ tl'a t/lIldose de pu eb l os agricultores. D E S A R R O I NBA ' , s • IxrOSlC I ON '" A R I t , , , I. lCrOS1C t ON " , A R , l sea el m ás apropiado para la del pa- sad o, a ta l PUlltO (\ue los olvidan CO I? fre- cuenc ia que hu bo obra s Hrtlstlcas de esos.llus mos pueblos \' esas mismas ¡;pocas en olros materra les que por su cfi mcnJ o poco l'Cs isten te ha n de- saparecido CO II el co rr er del tiempo. Es de Pero 110 qu e si todo l iI pr oducción de un pue bl o hubiese so bl'evivido il los siglos llega ndo h.lsla 1105OtJ'Os , la s series cvolu ti \'as de los eS lil os no ten dria n las lagu - nns que hoy In s desvincu la n como agr upami enl os extnlllos un os il otros. La arqueologia per uana es í trat an do de expli- carse)' sa l\'l!\' e, os vacíos. y ha descubierto que l .a evolución incom pl eta al pil J'ecer, de v lgunos m OH o vos de la cerúrnica, se debe (l que un a pa rt e del cam - bio 110 se prod ujo en los mismos objetos te nímicos si no que ha bi endo sido tt, mad os e$03 1ll0- li\'os por otras Ilr 1esnnía s, co mo la metalistería. la lalla e n hueso. pif'dm, lagella r ia o madera. la text!- lel'ía \' la canaste !'Ía , etc. :.uf rieron por fuerz,,"l alte- que es to" mat eriales y sus técnicas pro pi as le dieron, ,- cuando fu('ron devueltos. es deci r. cu an - do a su ve;. el ccramista los copió. -"a alte rados, del me ta l. la lngena o la canasta, el I1UC\ 'O tratamiento de mo ti,'Os habia iniciad'J. prác ti ca mente. otro eslilo. Así, tOIllCIllO' como ejemplo pi es tilo ce r¡imico qu e Uhte llamó Proto-Lima o Nicve!'Ía. Esta como puesto por varios ingredientes: pero lin o, Ilu e Gay ton ll amó "C' . (>s una or nalllentación pi ntnda que e\'i- dentell'1ellte. por gcomell'is lllO, ti ene origen textil. Viene de un estilo ce!'il rn ico antenol'. el " Int erlock- ing·'. " Pachacilma c" o " Pl aya GI 'an de de Ancón". Aquí se tl'aln de di buj os pl ectógenos cu)'\) origen 110 puede e. ... p licarse sino p OI' el Hrte (l el te- jid o. l .os Ui oti\'os ··e ngranados" o /rlliJ ll ocked so n llIu r anliguos )' l oS enco ntram os . \'il en el Iwt'Íodo Caver· nas Par¡u:as: dehell pf'l'tenecer 11 épocfls Illu y profun - das, y tienen unn vaSla di strihuciórl. Sin e mbar p,o. como son funcionales e ll la cestel'Íd, el en co n1rarlo" en America del Norte ° en el Rrasil no debe preci pi - II'\I'IIOS a conclusi ones difusionistas si n antes agotal' otros rec ur sos ill\·estigator ios. Exi sten en la ceste- ría de la s Guayallas, y j\llurgm·et T!'O"'ell. en su li- bro Africon Arl s l/I/d rmfls. nos da algunos ejem- plos obtenidos. co n trenz'.ldos plan os de hojas de palllla. El ar te ce" teI'O , y. NI genera l, todo el arte lex- til, inspira U IlO de los estilos pel'lliln OS s a nti guos: el tejedor anteccdió al alfarero. Asi mi smo, Ol ros es tilos cerá m icos más recient es Il e\'an la illl prNlla de las técni cas del tejido: Illu .v particul annente en el vu ll e de Lima. h<lStil l os esti- los tar os de las tr ibus hu anc h"s y hualla s, co n- lempo rálleas de los incas, conservall es ta predilec- ción por l os dibujos de perfiles escalúnndos. to nsc- guidos por '·el·tl c<l l es y horizOlltilles únicamen te, (\lIe no so n otra cosa qu e la imposición tecnomorfa de las traillas y u rdimbre s del tejido en te lar. De ma- ll e ra seme j ante. fueron af ectados o tr os est il os como el de la a lfarería chincha .Y el de C han ca }'. La cerá - mica pre-T iahuanilco, pe se a su tendencia fi s io m orfa, re ¡lI·esentacional. también os tenta pl ectógenos: l as grecas y escalonados de Nasca y el motivo llamado "ra ya" del ar te mochi CI!. En el estilo Tiahu annco, los che urr O ll es est¡Ín originados p or las trenza s. Las paredes de burro de Chanchñn }' las de mu - chas buacns de la costa pel·uana fuero n decorados con planol'relieves que imitan motivos textiles. )' esluvie- ron 1 >o licr-ornados. M ás que un pueblo de cer am istas o a rq uitect os - que todo esto fué- el Perú anligu(l era un pue- L L O D E L -/ - - -- - r , - MllCICANO IN l IM A 'I MVANO , " M(X t CO T ÚN I CA ClI lMl' del siglo 1/ 11/ )' Bolsa Ceremonial Ink(l del siglo XII . T AP IZ •• Cu llllm ClulIlka (siglo {/ d.C.) MAN TO SACE IIl>OTAL. Cl/flltra de Paracas (siglo VIU d.C. )

Jorge C. MVEllER - literatura.inba.gob.mx · de modo indubitnblc aunque si se ha iniciado la tarea. Cuando esto se logre plenamente - y sea posible-, las cultUl'3S peruanas se reveladn

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Jorge C. MVEllER •

ATWío JH: 1111 !.acerrhte. Cutl;.!­ra de Purac(ls ( siglo VIII d.C.) .

, , .

L P I: IIÚ significa un apor te ún ico, excep­CIOna l, para el estu-

dio de In c\'ol ución del ar­te. Ningú n p 11 í s. ~n el mund o nucde cxlllbu' se­ries ta n completas de obje-105 n i en tal ca ntidad. Ni:lgún est ilo a rl ísti co~ de cua lqu ier epoca de la h, sl?­r ia , puede most rarse. mas organico que los antiguos C'sli los peruanos. La repe­tic ión de los temas. la cons­

tanei" de las formas, la semejanza en tratam ient o \' la pcrs i ~ !cncia de los mo­tivos, han ¡{ccho dec ir <¡tiC' es un arte con poca imaginación . ~e falta. es vel:' dad, gra ndeza. nu nquí' ejemplares. ~er.l· micos mochicas hay de ulla plasucldad I'l'mgn Hicc1. PNO es ju :; lmnc lll.e en estos

limilacioncs, en este colcct i\' ismo. en c"t,l pereza de l<l origimdidad, que cst¡Í su vll,l?r (~oculll en t¡¡l y su ¡'edoblada importancia par .. la I eO¡'J(] de la A~'\tu eo­logia, que no es s ino \.In estudio de los C<l lllblOS ';!n la s formas ilI'tificial es. El exmll"n de lo que persIs­te a Ira\'és de esus c;alllbio$ se hace d;fici l en el .. rte de ot ras civilizaciones mien1rns que aquí en el Perú precolombino aquei fenómeno, llanmdo .tradición, .Y que nos imaginamos como Hna !in.ea "i'!r~I~~1 a traves del tiempo, es suscepti bl e del mnJlh'analtsls. . .

Sin emlmrgo. el observudor aVls,ldo notaról .co­mo en las diversas fam ilias de formas. (Iue constitu­yen los es lilos de la cer¡Í mica peruana. ha)' deseme­jan7_¿¡S que sepa l'a n los gru pos con algunas tan gran ­des que p.'lrece im posib~e enc~)Iltr.~ r alguna n~z la conex ión enlre esos esll los. I:.. fectlvamente, los de Chavín, Nasca, ,\1oche, T iahuan:H.u. elc. están muy bien defin idos y nadie ha podido rel;:cionarlos todavía de modo indubitnblc aunque si se ha iniciado la tarea. Cuando esto se logre pl enamente - y sea posible-, la s cultUl'3S pe rua nas se reveladn eslabonadas, for­mando un todo. Porque la unidad de la civi lización andina es lUl hecho que la nnlueologid va mostran­do poco a poco.

L..'l ausencia de co ntacto extrilnjero, r aun las escasas oportunidades de difu sión provinc ial , hacen de la América andina un CIISO ún ico de Cllmbio poI' factol'es internos.

La cenimica es para el arqueólogo el meior in ­dicador en sus investigaciones por<\UC su durabilidad )' su popularidad pcnnit(,¡1 halla¡' ~.e ries m¡Ís ex ten­sas q ue Ins de cual(tll ier otro testimonio. Pues no todas las gentes ha n ten idO lna nircs taciones conspi­cuas de arte en metal. piedra o tejidos_ )' tampoco en todas las épocas estas indush·ias alcanzaron el mismo auge. La ca lidad de ese material cerám ico hace, pues, que_ t l'a t/lIldose de pueblos ag ricultores.

D E S A R R O

I NBA ' , s • IxrOSlC I ON '" A R I t

, , ~ , I. lCrOS1C t ON " , A R , l

sea el más apropiado para la recon~ trucc i óll del pa­sado, a ta l P UlltO (\ue los a rqu~~ogos olvidan COI? fre­cuencia que hu bo obras Hrtlstlcas de esos.llusmos pueblos \' esas mismas ¡;pocas en olros materra les que por su l~a t llra lezH cfi mcnJ o poco l'Csisten te ha n de­saparecido COII el correr del tiempo. Es de Pero ~ru-110 que s i todo liI producción de un pueblo hubiese sobl'evivido il los s iglos llega ndo h.lsla 1105OtJ'Os, la s series cvolu ti \'as de los eSlilos no ten dria n las lagu­nns que hoy In s desvincu la n pre~en1 ii n dola s como agr upamienl os extnlllos unos il otros.

La arqueologia peruana est¡í trat ando de ex pli ­carse)' sa l\'l!\' e,os vacíos. y ha descubiert o que l.a evolución incom pleta a l pil J'ecer, de vlgunos m OH o vos de la cerúrnica, se debe (l que un a pa rte del cam­bio estili~tico 110 se prod ujo en los mismos objetos tenímicos si no que ha biendo sido tt,mados e$03 1ll0-

li\'os por otras Ilr1esnnías, como la metalistería. la lalla e n hueso. pif'dm, la gella r ia o madera. la text! ­lel'ía \' la canaste!'Ía , etc. :.ufrieron por fuerz,,"l alte­rac iOl~cs, que es to" materiales y sus técnicas propias le dieron, ,- cuando fu('ron dev ueltos. es deci r. cuan ­

do a su ve;. el ccra mista los copió. -"a alterados, del meta l. la lngena o la ca nasta, el I1UC\'O tratamiento de aqllclJo~ mo ti,'Os ha bia iniciad'J. práctica mente. otro esli lo.

Así, tOIllCIllO' como ejemplo pi es tilo ce r¡imico que Uhte llamó Proto-Li ma o Nicve!'Ía. Esta como puesto por varios ingr edientes : pero lino, Ilue Gayton llamó "C' . (>s una ornalll entación pi ntnda que e\' i­dentell'1ellte. por ~ ll gcomell'islllO, tiene origen textil. Viene de un estilo ce!'il rn ico antenol'. el " Interlock ­ing·'. " Pachacilmac" o " Playa GI'ande de Ancón". Aquí talllbi~1I se tl'aln de di bujos pl ectógenos cu)'\) origen 110 puede e .... plicarse sino p OI' el Hrte (l el te­jido. l .os Uioti\'os ··engranados" o /rlliJllocked son llIur anliguos )' loS enco ntram os .\'il en el Iwt'Íodo Ca ver· na s Par¡u:as: dehell pf'l'tenecer 11 épocfls Illuy profun ­das, y tienen unn vaSla di strihuc iórl. Sin embarp,o. como son funcionales e ll la cestel'Íd, el enco n1rarlo" en America del Norte ° en el Rrasil no debe preci pi ­II'\I'IIOS a conclusiones difusionis tas si n antes agotal' otros recursos ill\·estigatorios. Existen en la ceste­ría de la s Guayallas, y j\llurgm·et T!'O"'ell. en su li­bro Africon Arls l/I/d rmfls. nos da algunos ejem­plos obten idos. con trenz'.ldos planos de hoja s de palllla.

El a r te ce"teI'O, y. N I genera l, todo el a rt e lex­til , inspi ra UIlO de los estilos pel'llilnOS más antiguos: el te jedor anteccdió al alfarero.

Asimismo, Ol ros es tilos cerá m icos más recientes Il e \'an la illl prNlla de las técn icas del tejido: Illu.v pa r ticu lannente en el vu lle de Lima. h<lStil los esti ­los tardíos de las tribus hua nch"s y huallas, con­lemporá lleas de los incas, conservall esta predilec­ción por los dibujos de perfiles escalúnndos. tonsc­guidos por '·el·tlc<l les y horizOlltilles únicamen te, (\lIe no so n otra cosa que la imposición tecnomorfa de la s trailla s y u rdimbres del tejido en telar. De ma ­lle ra seme jante. fueron afectados otros est ilos como el de la a lfarería ch incha .Y el de Chanca}'. La cerá ­mi ca pre-T iahuanilco, pese a su tend enc ia fi siomorfa , re¡lI·esentacional. también os tenta pl ectógenos: las grecas y escalonados de Na sca y el motivo llamado " raya" del arte mochiCI!. En el estilo Tiahuannco, los cheurrOlles est¡Ín originados por las trenzas.

Las paredes de burro de Chanchñn }' las de mu­chas buacns de la costa pel·uana fuero n decorados con planol'relieves que imi tan motivos tex tiles. )' esl uvie­ron 1>o licr-ornados.

Más que un pueblo de ceram istas o a rq uitectos - que todo esto fué- el Perú an ligu(l era un pue-

L L O D E L •

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• MllCICANO IN l IM A

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T API Z Clm ~:MON IA I •• Cullllm ClulIlka (siglo {/ d.C.)

• MANT O SACEIIl>OTAL. Cl/flltra de Paracas (siglo VIU d.C. )

blo de tejedores; se expresó pri ncipa lmen te con h ilos. Po,. eso, les qt¡jpus ha bían de ser e l corolar io de u lla civ il ización q ue dcmcst:có el nl:;odóll, el maguey , la ll ama , In a lpaca, y a pro\'cchó la fina la ll11 de la \'icuila . el huan aco, la \'izcacha y aun los m urciélagos. H asta hoy, 1<1 uct i\'idad dom i· rlilnlC en la s ier ra es, al lado de 1¡¡ agricu ltura, el hi lado), el te jido.

El mejor ejem plo de prés tamos y t n1l1sren~ncias texti les lo da .:.1 esti lo Tiah u<lImco, q ue te ma nifies ta nnlc todo ( 11 una \"lgo rosn a rquitec­lura de piedra . 1 .1)5 ]Mfilmcntos sol inn estil r ndornndos co n d ibujos e n c/wm pleoé: los frisos de ]¡. por tada IlLOll olítica cOllocidn romo P uer ta del Sol son buen a muestra de ello. Así como las paredes de barro de Chiltl ­dUl l'l parecen rccordm" ta pices <Iue qu iz¡is estu vieJ'OIl C011{1I<l05 en ellas al­~un1J ve .... , las de piedr;¡ preiendicrotl etern iza r temas )" ~ ; l lIetas fn milia res a l teic.dor.

En UII artículo de div ulgación publicado en Faflal ( I.inla. ' 9:;4. Nq . .¡.o) dedCl refiriéndome a lIna rigura del li bro de Cora ~taffurd (PlIrrlcas /;.·/f/h roÍtleries. Nueva York, 194 ' ) ' 111 de la la mina 1. te jido N" 30,6 del :. ll·t ropolitall :Vruseum , N, Y.: " m uestra moti \'os an tropomórficos. los 'un le', pOr las a las)" su di~po~ición en dameros, ti enen ¡mrer:lcsco co n los d" la Necrópo lis. a unque la iPcn Í<'a del bordado imita t: lpicn ifl, f1rte q ue no ('~ lip ico de Pa racas. El tema, repetido en esta leL l, es el (I\le es tiÍ labrado tl l piedra ¡¡ los Ill dos de In figul'il centrlll de la t)lIer tll del Sol. en Tiahutlllllco. El es tilo de los planorrcl icves de la rllel·t .. de l Sol f' ~, pues. la 11',ms fere'I cill de un l(>(.nógeno textil. copia de los dib ll jos de u n tapiJ;, '·ellto" asi CÓntO todo el est ilo de las piedras de T iah,MllflCO se g('~ tó en la 1<1 1-nrel'ÍiI de l Perú, con Ic ja no .. odgenes en pI dep¡u·tall pn lo de lea, E~to pxplica por q ue no hemo~ ellcon lrado hasta hoy tI Earlr Ti(l/¡i~a­"{ICO ( J'ialllw naco Pri mili\'o ) en Bnli\' ia . El esl ilo Ti 'lhualHlco CI¡'lslco ~f' formó pOr rréstamo texti l".

Pub liCflba ta mbién el Illoli\'u de un tapi .... de est ilo ti" huanacoidc, s n ., r!C' los a ll tiguos fo ndos del l'VIus('o Nflcio n"d de I.ima, que se ('lIcuen lra ¡K

tll"IIll(' lI tf' en el :,\·I\.Iseo Naciona l de Ar lt ropnlugí a ." A¡'llleolog ia, Perú. Lu .. ('dito r!:!;; ¡¡g rcgaron inW/lSu!tilll l('Il!(' la...: leyenda!' de \Odas las ilus tr,, ­(' iO l h'~ . .Y debajo de esas pus icron que cm un ··t ejido d" P¡, r<lcas. I'e pro­tlu('¡rlo en e! Illonolitu de lit PUf'rt a (If'l So)" . , . El tejido aql :e] no procc­df' {I" ParHcas y vislhlemell te HU tiene nada (Iue hacel' con la Pucrta del Sol. ~u es tillJ es U Il tia huall ilc(,idl' f1 n tcr ior. pl'Oba hl el\lellh.. <11 miSil!.) Ti{dl\lanilco: mues tra, eso .,i, cómo la tpcllica de la tnp,ro"!'ía recol·ta c inforHla en re-= I.í ngulo¡; una imagell , lIat unrl ist .. en su lIltellción,

Perdónenw el leclor es l'e la rgo IRwé ntesis rce tificatorio, Pen, CO Il \'e­lI ía acJnrn r una confusión que vulneraba tan gravemen te 1<: tes is. Ade­ll'I iís, e llo l\Ie sirve de prf't exto pm'a re\)etir que el es tilo Tii:' hua naco, w­uocido Jlor I<ls pied ras y la fl lfn r(' rí a ( el Altipl a llo, es u na creació n de! tejedor, cu)'f1 tectónica ha deformado)' mu tilado temas yit c.onoddos por I¡I ce l'limi ca mochicu y la nasquense.

Es, en bl·eve. la certificación de que la civili .... aci6n per ua na es UIU

(' i \· ili .... ación textil, una civi li :l.i.lcióll "geométr ica", il po lin ea . A prop6s ito: los nwn los de Pm'acas del esti lo denolllmaclo geolf/,;trico

r! ... lata ll e ll sus bordados una tkniC<1 q ue no es propia de ja ,¡gu ja sino (l ile pa l'('I:( ' de tcjcdol'. Se dir ía Cj u (' copia unudados ti otra t ~Cllica de fOl-La· dos trli .... os Hllgulosos, m ien tras quc el bordado ofrece la li bcrlild de dibu jos ( lIl·\' ll íneo:. q U(' \'cmos e l! é l 0 11'1) esti lo de Ins prendas de N('c rólXllis de' l )dnlciI:..

I ~IS t~cn iCils texti les mús allt igua:. pa recen ser la:. d(' U1 1 solo h ilo, loopil/g, eror/¡,t )' o t ro~ tejidos de pl/uto. I'celes pescadoril~. l ilel )' aHuda d" \J lI/ (tc"(lm(~ . Des pués vpndría n los tejidos co n hi los H l u na mis ma y única dirección , como el /O rchón )' los Il'enzarlos, y por I'!\timo, los le jidos ,](' tt'la r.

T u,ifling, una técn ica todn vía en uso po r los Le jedorf'S de esteras de 10101'11, es u lla de las más arCllicas del Pen'!. J u n ius ni ni la e llcollI l'ó en Jo:.- estra tos precerám icos de Ch ica ma (afIO 2500 a . C. ) ha sta cn la pro­po,'ción de 78. 1%. De otr o lado, el crochel .r el IriCOl o tej ido d(' punto. Jla l'eccn habe r sido introd ucidos por los espafloles.

POI' lo demás, casi todas las técniCllS conocida ~ ha~ t a a hol'il ha n te­n ido I'cpresen lan tes en el vie jo Perú: gasa s, te las J obl""" ca ras de u rd im ­bres, pfJtchwork, kelim. brocados, cal ados, ma llas. bordados, plrurgui, ¡kat , cte., ctc.

El hilado se hacía po]' medio de husos y ruecas toda vía e ll LI SO co n el hombre de pushca. E.l telar que conocieron fué el de mo no, ha bi (~ndose in troducido el de peda les po r los espa ñoles. Con pobres recursos a lcan za ­ron rll ill'a , 'illosos resultados y así a lgunos ta pices t iene!l ha sta :;00 hilos por pu lgada.

1 .. , ti ntOl'ería cehó !nallo de pla ntas, pri ncipa lmente. ¡)a ra obtener sus colOl 'Cs, aunque se acud ió entre los minera les a l óxido de fie rro, y hubo pOr lo menos un produclo de or igell a nimal, e l ca rm ín. O'Nea le co ntó hasta 19 0 tOllas tintól'COs en los te jidos pel'ua nos. Est" perua n ista, Lila :Vlorris O'Neale, es llllO de los arq ueólogos que dedicó ll ;flS licmpo y ener­g íH S al estudio de los tejidos precolombinos. Su a rt ículo " lVeaving" en el Í'larldbook 01 Sotl lh American Indúms, v. 'l , es un magnifico res umen y a SU lectlll'a debe afl adirse la de T e:t'lile Periods ill A I/clenl Perú, Ber­kí' ley, 1942 : en éstos es tudia las asociucio nes de algunas técn icas con ép" ­ca s y trata de establecer su dis tr ibución geogrMica . Los teji dos de ca!',] d í' urdimbre son populares en los ,'I !t imos períodos, as i COH1t,¡ la lapicel'Ía par-ce~ haber ten ido más im por tlrncia en las épocas ti fl h ua nllco id es,

Pll nr los prim eros pel'Íodos, se serml" la asociación de redes {le pes­car, ma llas y anudados o lml cra l n~ , Es pa r ticula rmentf' rcma rca hle <¡u C' la téCn ica deltwining selln tan \' ie ja como la agricuhura o q uizá más. Su p,lI"en tesco co n las gasas )Xlrece de finitivo y a mb.:,s ahundn n en la s épocas miÍs a ntiguas,

l!:s indud able q ue los mejores}' excelsos efectos a r tísticos de los ¡)lIt!­

blos andinos se alca nzaro n en Pnl'flcas, con los bo rdados pla nos de pun ­Iild il a lr,ís, lpcnica muy send ll a, sobre tejido 1111110 de HlCdida cuad rada, y q ue el vir tuosism o del telar , con sus palchworks }' hr"Oldos complica ­dos caractel'i .... f1 1l los ú ltim os períodos.

Lima, Pen 'l, ' 955.

~'IA ¡';'I O U~: ¡Jaracas, con liguras milológirus hordlldas, Siglo \/tll d.r',

M ANTO CEII F.\\ION I M _ ornamenlll(lo con figuras (m tropom orlos. Siglo \/1 n.e.

M ANTO B O IIDADO, pertenecienle fI lo cultu ra de Paracas en el siglo VI II d.C.