Upload
uli
View
6
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Este estudio nació con el propósito de analizar las dinámicas internas en el Congreso de
la República y su influencia en el ordenamiento legal del país. Durante el proceso
investigativo fue evidente que el Legislativo es un órgano sumamente complejo, que
requiere de análisis muy detallados sobre las dinámicas que le dan forma. Sin embargo,
como un primer acercamiento, quisimos estudiar la influencia que podía tener el número
de parlamentarios y el número de partidos políticos en la aprobación de leyes ordinarias y
reformas a leyes (en síntesis, la producción legislativa). En este caso el número efectivo
de partidos políticos— el cual permite evaluar el peso relativo de los partidos políticos en
el Congreso.
El concepto de jugador con veto, ideado por George Tsebelis (2006) para estudiar la
correlación de fuerzas no sólo dentro del Congreso, sino también entre el Legislativo y el
Ejecutivo. Los jugadores con veto se definen como “(…) actores individuales o colectivos
cuyo consentimiento es necesario para lograr un cambio del statu quo.” (Tsebelis, 2006:
27). Estos jugadores pueden ser de dos tipos: institucionales y partidarios. Los jugadores
institucionales con veto son aquellos que se encuentran establecidos por la Constitución
Política. Para el caso colombiano, la aprobación de leyes ordinarias por mayoría simple
(cincuenta por ciento, más uno) debe hacerse mediante debates en las comisiones
correspondientes y en plenaria del congreso (senado y Cámara), luego a control
constitucional por parte de la Corte Constitucional y posteriormente a sanción del
presidente de la República, por lo que el número de jugadores institucionales con veto es
de cuatro.
Sin embargo, la correlación de fuerzas en el Congreso puede transformar este número, ya
que puede convertir a un jugador institucional con veto en un jugador partidario con veto,
el otro tipo de jugador con veto. Los jugadores partidarios con veto son aquellos
determinados por las dinámicas políticas. Las alianzas y fraccionamientos que se han
dado en el Congreso desde 1991 han hecho que el total de jugadores con veto varíe año
con año para la aprobación de leyes y reformas a leyes por mayoría simple,
transformando, en algunos casos, el total de jugadores institucionales con veto, de dos
tradicional a diez.
No obstante, es necesario aclarar que no todas las alianzas son tomadas en cuenta en el
análisis, ya que un requerimiento para que una alianza pueda ser considerada para
modificar el número de jugadores con veto es que los partidos sean disciplinados.
Es menester indicar que en la búsqueda de cambiar las políticas o el statu quo, han
surgido movimientos representativos que asumiendo este rol de jugador con veto, pero
esta correlación de fuerzas y tensiones ha sido negativa en materia de este equilibrio
político el cual se ha visto parcializado hacia temas del ejecutivo, relegando estos grupos
a minorías opositoras que no ofrecen una estabilidad política real, el ejercicio del trabajo
de Tsebelis en el caso Colombiano resulta muy interesante teniendo en cuenta que
nuestro país es pluripartidista, con un régimen legislativo de dos estamentos y
presidencialista una combinación ofrecida en este texto pero es de suponer que esta
mayoría de jugadores con veto garantizaría una estabilidad política e institucional, pero se
observa que en nuestro caso es creciente una crisis política y que afecta las instituciones
del estado y la sociedad como una verdadera emergencia social.