36
Julio César Cayo Julio César (latín: Gaius Iulius Caesar) [nota 1] (Roma, Italia, 12/13 de julio de 100 a. C. [nota 2] - ibídem, 15 de marzo de 44 a. C.) fue un líder militar y político de la era tardorrepublicana. Nacido en el seno de la gens Julia, en una familia patricia de escasa fortuna, estuvo emparentado con algunos de los hombres más influyentes de su época, como su tío Cayo Mario, quien influiría de manera determinante en su ca- rrera política. En 84 a. C., a los 16 años, el popular Cinna lo nombró Flamen Dialis, cargo religioso del que fue re- levado por Sila, con quien tuvo conflictos a causa de su matrimonio con la hija de Cinna. Tras escapar de morir a manos de los sicarios del dictador, fue perdonado gracias a la intercesión de los parientes de su madre. [1] Traslada- do a Asia, combatió en Mitilene como legatus de Marco Minucio Termo. Volvió a Roma a la muerte de Sila en 78 a. C., ejerciendo por un tiempo la abogacía. En 73 a. C. sucedió a su tío Cayo Aurelio Cota como pontífice, y pronto entró en relación con los cónsules Pompeyo y Craso, cuya amistad le permitiría lanzar su propia carre- ra política. [2] En 70 a. C. César sirvió como cuestor en la provincia de Hispania y como edil curul en Roma. Du- rante el desempeño de esa magistratura ofreció unos es- pectáculos que fueron recordados durante mucho tiempo por el pueblo. En 63 a. C. fue elegido praetor urbanus [nota 3] al obtener más votos que el resto de candidatos a la pretura. Ese mis- mo año murió Quinto Cecilio Metelo Pío, Pontifex Ma- ximus designado durante la dictadura de Sila, y, en las elecciones celebradas para sustituirle, venció César. Al término de su pretura sirvió como propretor en Hispania, donde capitaneó una breve campaña contra los lusitanos. En 59 a. C. fue elegido cónsul gracias al apoyo de sus dos aliados políticos, Pompeyo y Craso, los hombres con los que César formó el llamado Primer Triunvirato. Su colega durante el consulado, Bíbulo, se retiró a fin de en- torpecer la labor de César que, sin embargo, logró sacar adelante una serie de medidas legales, entre las que desta- ca una ley agraria que regulaba el reparto de tierras entre los soldados veteranos. Tras su consulado fue designado procónsul de las provin- cias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina, esta úl- tima tras la muerte de su gobernador, Céler. Su gobierno se caracterizó por una política muy agresiva con la que sometió a prácticamente la totalidad de los pueblos cel- tas en varias campañas. Este conflicto, conocido como la Guerra de las Galias, finalizó cuando el general repu- blicano venció en la Batalla de Alesia a los últimos fo- cos de oposición, encabezados por un jefe arverno lla- mado Vercingétorix. Sus conquistas extendieron el domi- nio romano sobre los territorios que hoy integran Francia, Bélgica, Holanda y parte de Alemania. Fue el primer ge- neral romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania. Mientras César terminaba de organizar la estructura ad- ministrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el Senado, en el que eran mayoría. César, a sabiendas de que si en- traba en la capital sería juzgado y exiliado, intentó pre- sentarse al consulado in absentia, a lo que la mayoría de los senadores se negaron. Este y otros factores le impul- saron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del Rubicón, donde al parecer pronunció la inmortal frase «Alea iacta est» (la suerte está echada), ini- ciando así un conflicto conocido como la Segunda Guerra Civil de la República de Roma, en el que se enfrentó a los optimates, [nota 4] que estaban liderados por su viejo aliado, Pompeyo. Sus victorias en las batallas de Farsalia, Tapso y Munda sobre los conservadores, le hicieron el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a Farnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría. A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul y dictator perpetuus —dictador vitalicio—, e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administra- tivas. A pesar de que bajo su gobierno la República experimen- tó un breve periodo de gran prosperidad, algunos sena- dores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía. Con el objetivo de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo Bruto urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando, en los idus de marzo, los conspiradores asesinaron a César en el Se- nado. Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César, Antonio, Octavio y Lépido, derrotaron en la doble Batalla de Fi- lipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al tér- mino del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios de la República, aunque, una vez apartado Lépido, finalmen- te volverían a enfrentarse en Accio, donde Octavio, here- dero de César, venció a Marco Antonio. Al margen de su carrera política y militar, César destacó como orador y escritor. Redactó, al menos, un tratado de 1

Julio César pachari

Embed Size (px)

DESCRIPTION

La vida de este gran estadista romano se halla resumida en esta gran obra de este insigne escritor Deliciano. Su paso por el mundo dejo un legado que es perdurable hasta nuestros dias, ademas de que su figura define a la historia del mundo como un antes y despues

Citation preview

Page 1: Julio César pachari

Julio César

Cayo Julio César (latín: Gaius Iulius Caesar)[nota 1](Roma, Italia, 12/13 de julio de 100 a. C.[nota 2]- ibídem,15 de marzo de 44 a. C.) fue un líder militar y político dela era tardorrepublicana.Nacido en el seno de la gens Julia, en una familia patriciade escasa fortuna, estuvo emparentado con algunos de loshombres más influyentes de su época, como su tío CayoMario, quien influiría de manera determinante en su ca-rrera política. En 84 a. C., a los 16 años, el popular Cinnalo nombró Flamen Dialis, cargo religioso del que fue re-levado por Sila, con quien tuvo conflictos a causa de sumatrimonio con la hija de Cinna. Tras escapar de morir amanos de los sicarios del dictador, fue perdonado graciasa la intercesión de los parientes de su madre.[1] Traslada-do a Asia, combatió en Mitilene como legatus de MarcoMinucio Termo. Volvió a Roma a la muerte de Sila en78 a. C., ejerciendo por un tiempo la abogacía. En 73 a.C. sucedió a su tío Cayo Aurelio Cota como pontífice,y pronto entró en relación con los cónsules Pompeyo yCraso, cuya amistad le permitiría lanzar su propia carre-ra política.[2] En 70 a. C. César sirvió como cuestor enla provincia de Hispania y como edil curul en Roma. Du-rante el desempeño de esa magistratura ofreció unos es-pectáculos que fueron recordados durante mucho tiempopor el pueblo.En 63 a. C. fue elegido praetor urbanus[nota 3] al obtenermás votos que el resto de candidatos a la pretura. Ese mis-mo año murió Quinto Cecilio Metelo Pío, Pontifex Ma-ximus designado durante la dictadura de Sila, y, en laselecciones celebradas para sustituirle, venció César. Altérmino de su pretura sirvió como propretor en Hispania,donde capitaneó una breve campaña contra los lusitanos.En 59 a. C. fue elegido cónsul gracias al apoyo de susdos aliados políticos, Pompeyo y Craso, los hombres conlos que César formó el llamado Primer Triunvirato. Sucolega durante el consulado, Bíbulo, se retiró a fin de en-torpecer la labor de César que, sin embargo, logró sacaradelante una serie de medidas legales, entre las que desta-ca una ley agraria que regulaba el reparto de tierras entrelos soldados veteranos.Tras su consulado fue designado procónsul de las provin-cias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina, esta úl-tima tras la muerte de su gobernador, Céler. Su gobiernose caracterizó por una política muy agresiva con la quesometió a prácticamente la totalidad de los pueblos cel-tas en varias campañas. Este conflicto, conocido comola Guerra de las Galias, finalizó cuando el general repu-blicano venció en la Batalla de Alesia a los últimos fo-cos de oposición, encabezados por un jefe arverno lla-

mado Vercingétorix. Sus conquistas extendieron el domi-nio romano sobre los territorios que hoy integran Francia,Bélgica, Holanda y parte de Alemania. Fue el primer ge-neral romano en penetrar en los inexplorados territoriosde Britania y Germania.Mientras César terminaba de organizar la estructura ad-ministrativa de la nueva provincia que había anexionadoa la República, sus enemigos políticos trataban en Romade despojarle de su ejército y cargo utilizando el Senado,en el que eran mayoría. César, a sabiendas de que si en-traba en la capital sería juzgado y exiliado, intentó pre-sentarse al consulado in absentia, a lo que la mayoría delos senadores se negaron. Este y otros factores le impul-saron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar elfamoso cruce del Rubicón, donde al parecer pronunció lainmortal frase «Alea iacta est» (la suerte está echada), ini-ciando así un conflicto conocido como la Segunda GuerraCivil de la República de Roma, en el que se enfrentó a losoptimates,[nota 4] que estaban liderados por su viejo aliado,Pompeyo. Sus victorias en las batallas de Farsalia, Tapsoy Munda sobre los conservadores, le hicieron el amo dela República. El hecho de que estuviera en guerra conla mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara aFarnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII enAlejandría. A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsuly dictator perpetuus —dictador vitalicio—, e inició unaserie de reformas económicas, urbanísticas y administra-tivas.A pesar de que bajo su gobierno la República experimen-tó un breve periodo de gran prosperidad, algunos sena-dores vieron a César como un tirano que ambicionabarestaurar la monarquía. Con el objetivo de eliminar laamenaza que suponía el dictador, un grupo de senadoresformado por algunos de sus hombres de confianza comoBruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonioy Décimo Bruto urdieron una conspiración con el fin deeliminarlo. Dicho complot culminó cuando, en los idusde marzo, los conspiradores asesinaron a César en el Se-nado. Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil,en la que los partidarios del régimen de César, Antonio,Octavio y Lépido, derrotaron en la doble Batalla de Fi-lipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al tér-mino del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaronel Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios dela República, aunque, una vez apartado Lépido, finalmen-te volverían a enfrentarse en Accio, donde Octavio, here-dero de César, venció a Marco Antonio.Al margen de su carrera política y militar, César destacócomo orador y escritor. Redactó, al menos, un tratado de

1

Page 2: Julio César pachari

2 1 BIOGRAFÍA

astronomía, otro acerca de la religión republicana roma-na y un estudio sobre el latín, ninguno de los cuales hasobrevivido hasta nuestros días. Las únicas obras que seconservan son sus Comentarios de la Guerra de las Galiasy sus Comentarios de la Guerra Civil. Se conoce el desa-rrollo de su carrera como militar y gran parte de su vidaa través de sus propias obras y de los escritos de autorescomo Suetonio, Plutarco, Veleyo Patérculo o Eutropio.

1 Biografía

1.1 Primeros años

César nació en Roma el 12/13 de julio del año 100 a. C.;no obstante, su fecha de nacimiento no ha sido establecidacon claridad y pudo haberse situado en algún punto entrelos años 102 y 101 a. C.[3] Perteneció a una gens patricia—la Julia— que, según la leyenda, se remontaba hastaIulo, hijo del príncipe troyano Eneas y nieto de la diosaVenus. Fue el propio César quién estableció la relaciónentre Iulo y su familia durante el discurso que pronuncióen el funeral de su tía Julia, esposa de GayoMario.[4] Conlos años, en el apogeo de su poder, César iniciaría en Ro-ma la construcción de un templo dedicado a su supuestaantepasada, Venus Genetrix. El patronímico César pareceque puede provenir de la palabra latina "caesaries", cuyosignificado es "cabellera o barba". Contrariamente a losostenido por algunos autores, la palabra cesárea no tienenada que ver con César, ni éste nació por medio de esacirugía.[5]

Alumnos romanos con su pedagogo. Museo Pushkin, Moscú.

Su padre, llamado al igual que él Gayo Julio César, fueun político poco influyente que llegó a la pretura.[6] Suascenso a través del cursus honorum se vio interrumpidoal morir en campaña. Su madre, llamada Aurelia, era unanoble plebeya perteneciente a una rama de la gens Au-relii, los Aurelii Cottae; familia integrante de la noblezaplebeya de rango senatorial con gran riqueza e influencia.El historiador Tácito la compara con Cornelia, madre delos Gracos, basándose en su inteligencia, la pureza de suscostumbres y la nobleza de su carácter.[7]

El hecho de que los Julio Césares, pertenecientes al po-deroso patriciado republicano, no obtuvieran cargos im-portantes durante el periodo republicano se explica porsu falta de fortuna en comparación con la aristocracia ro-mana de la época; de hecho, César creció en uno de losbarrios más pobres de la ciudad, la Subura.

Único hijo varón del matrimonio de sus padres, su infan-cia transcurrió en un ambiente esencialmente femenino,entre su madre y sus dos hermanas. Al igual que a todoslos jóvenes nobles y patricios de la época, se le inculcó eltemor a los dioses, el respeto a las leyes, las reglas de ladecencia, la modestia y la frugalidad. Tras el estallido delaGuerra Social su tío Sexto fue elegido cónsul, dando asíun poco de fama a la familia. Cuando tenía diez años sevio confiado a las enseñanzas de Marco Antonio Grifón,un grammaticus de origen galo y formado en la escuelade retóricos alejandrinos considerado uno de los hombresmás versados en literatura griega y romana de su época.Aprendió a leer y a pensar con las obras de Homero, laIlíada y la Odisea; primero con la traducción al latín deLivio Andrónico y después con el texto original en griego.Algunos autores contemporáneos vinieron a adherirse aesta base literaria, que recibían de una manera más o me-nos uniforme los jóvenes romanos de su tiempo. Asimis-mo, aprendió oratoria y a escribir poesía.[8]

La mujer de Mario, su tía paterna Julia, desempeñó tam-bién un papel muy destacado en la educación y orienta-ción del joven César. Durante su vida, el general habíasido un influyente político reformista, líder de la facciónprogresista del Senado, los populares, enemigos de losconservadores, los optimates.Ciertas fuentes clásicas registran que César padecía crisisepilépticas que podían producirse en cualquier momentoy hacerle perder el conocimiento. Suetonio menciona dosde estas crisis, y Plutarco una, durante la Batalla de Tap-so; constituye la única ocasión de la que se tiene noticiaen que un ataque epiléptico interfirió en su capacidad demando.[9][10][11]

Tras la Guerra Social aumentaron los enfrentamientos en-tre optimates y populares con las disputas entre Mario ySila por el mando del ejército que debía ir a combatiral rey Mitrídates VI del Ponto, lo que condujo a la mar-cha de Sila sobre Roma, que dejó al cargo de un cónsuloptimate y otro popular, y al golpe de estado de Marioy Cinna, iniciándose un período de tres años (Cinnanumtempus: 87-84) en el que Cinna dirigió el Estado en cali-dad de cónsul.En 84 a. C., Cinna nombró al joven César (de 16 años),flamen dialis, el sacerdote de Júpiter, y lo casó con suhija Cornelia Cina tras haberse roto su compromiso conCosutia, perteneciente a una rica familia de rango ecues-tre. Ese mismo año y tras el asesinato de Cinna y las de-rrotas de Carbón y Mario el joven (hijo de Gayo Mario)a manos de Sila, el líder conservador entró en Roma. Lasituación de César era muy insegura pues estaba unidoa través de varios lazos familiares al bando perdedor; nosólo era sobrino de Mario, sino que además estaba casa-do con la hija de Cinna. Sila trató de atraerlo a su ban-do como había hecho con varios de los seguidores de suenemigo; para probar su lealtad le ordenó divorciarse desu esposa, a lo que, para sorpresa del dictador, el joven senegó.[12]

Page 3: Julio César pachari

1.1 Primeros años 3

Lucio Cornelio Sila.

Enfurecido, Sila ordenó a una banda de sicarios que locapturaran y asesinaran, anuló su nombramiento comoflamen dialis y confiscó toda su fortuna. A César no lequedó otra salida que huir de Roma; viéndose obligado acambiar de refugio cada noche, cayó enfermo al no estaracostumbrado a esta clase de vida. Una noche fue sor-prendido por los sicarios de Sila, pero pudo salvarse alsobornarles con el dinero que se ofrecía por su cabeza,dos talentos de oro. Tras escapar de los hombres de Sila,permitió a su familia interceder por él ante el dictador. Sumadre, sus tíosMarco, Gayo y Lucio, las vírgenes vestalesy el yerno de Sila, Mamerco Emilio Lépido Liviano, lo-graron convencer al dictador, que accedió a regañadientesa perdonarle la vida. Tras ordenar el cese de la persecu-ción dijo que ese joven sería el fin de los optimates, pues«en él veo a muchos Marios».[13]

Al percatarse de que el perdón de Sila podía ser revoca-do en cualquier momento, César juzgó que lo más seguroera alejarse de Roma durante un tiempo y decidió viajar aOriente para participar en la guerra contra Mitrídates VIdel Ponto bajo las órdenes del cónsul MarcoMinucio Ter-mo. Durante el sitio de Mitilene se le ordenó ir a Bitiniapara solicitar a Nicomedes IV la cesión de una pequeñaflota a fin de asaltar la ciudad rebelde. Al parecer, el reyasiático quedó tan deslumbrado con la belleza del jovenmensajero romano que lo invitó a descansar en su habita-ción y a participar en un festín donde sirvió de copero real

Corona cívica.

durante el banquete. La aventura de César en Asia llegómuy pronto a oídos de los ciudadanos de Roma. En lapolítica romana, acusar a alguien de mantener relacioneshomosexuales pasivas era una estrategia común,[14] puesla homosexualidad pasiva, a diferencia de la activa, eraconsiderada una práctica vergonzosa. Sus enemigos po-líticos proclamaron que se había prostituido con un reybárbaro y le apodaron «la reina de Bitinia», causando ungran daño a su reputación. Sin embargo, César siempredesmintió este hecho. El resto de la campaña le valió unamejor reputación, mostrando gran capacidad de mando yun arrojo y valor personal encomiables, por los que Mi-nucio Termo, tras la toma de Mitilene, le concedería lacorona cívica, la condecoración al valor más alta que seotorgaba en la República Romana.[15]

Después de la muerte de Sila en el 78 a. C., César re-gresó a Roma e inició una carrera como abogado en elForo romano, dándose a conocer por su cuidada oratoria.Su primer caso fue dirigido contra Cneo Cornelio Dola-bela, un protegido de Sila que en el año 81 a. C. habíasido elegido cónsul y después, al año siguiente, procónsulen Macedonia, y donde al parecer había malversado losfondos del Estado. Dolabela, al enterarse del proceso ensu contra, contrató para su defensa a uno de los más ilus-tres abogados de la época, Quinto Hortensio (llamado «ElBailarín» por su manera de moverse en los estrados), yal eminente Lucio Aurelio Cotta —su propio tío, peroesto era normal—. A pesar de estos formidables enemi-gos, César mostró su calidad de orador, que, aunque nole sirvió para ganar la causa, sí le procuró la fama quebuscaba.[16]

Al año siguiente unas ciudades griegas que habían sidosaqueadas por Gayo Antonio Hybrida durante la campa-ña de Sila en Grecia, le confiaron la defensa de su causa.César habló ante el pretor Marco Terencio Varrón Lúcu-lo con mucha elocuencia y ganó el juicio, pero Hybrida

Page 4: Julio César pachari

4 1 BIOGRAFÍA

apeló a los tribunos de la plebe, los cuales ejercieron suderecho al veto, dejando en suspenso la sentencia dictadaen su contra.[17] En el año 73 a. C. la muerte de su tío leabrió las puertas para ser elegido pontifex en su sustitu-ción, entrando de esa manera en el Colegio de Pontífices,un organismo religioso de gran calado en la vida piadosade Roma.A pesar de este éxito, César decidió viajar a Rodas pa-ra ampliar su formación estudiando filosofía y retóricacon el gramático Apolonio Molón, que era consideradoel mejor de la época. Sin embargo, durante el viaje, subarco fue asaltado a la altura de la isla Farmacusa por lospiratas, que lo raptaron. Cuando exigieron un rescate de20 talentos de oro (un talento equivalía a 26 kilos apro-ximadamente), César se rio y los desafió a pedir 50. Ensu cautiverio se dedicó a componer algunos discursos, te-niendo por oyentes a los piratas, a los cuales trataba de ig-norantes y bárbaros cuando no aplaudían. Treinta y ochodías después, el rescate llegó y César fue liberado despuésde un cautiverio bastante cómodo, durante el cual a pesarde tratar a sus secuestradores con amabilidad, les avisóen varias ocasiones de su negro futuro. Así, una vez recu-perada su libertad, organizó una fuerza naval que partiódel puerto de Mileto, capturó a los piratas en su refugio ylos llevó a la prisión en Pérgamo. Una vez capturados fueen busca de Junio, gobernante de Asia, porque le compe-tía a este castigar a los apresados. Junio se interesó másen el botín y dejó a los bandidos a juicio de César, quienlos mandó crucificar, tal como les había prometido (aun-que en un gesto de “compasión” ordenó que primero losdegollaran).[18][19]

En 69 a. C., Cornelia falleció mientras daba a luz a un ni-ño que nació muerto y poco después César perdió a su tíaJulia, viuda de Mario, a quien se había sentido muy uni-do. En contra de las costumbres de la época, César insistióen organizar sendos funerales públicos. Ambos funeralessirvieron también para desafiar las leyes de Sila, pues enel sepelio de Julia se exhibieron las imágenes de GayoMario y del hijo que había tenido con ella y que tam-bién había luchado contra Sila: su difunto primo, GayoMario el Joven; y en el sepelio de Cornelia, la imagen desu padre Lucio Cornelio Cinna. Todos ellos habían sidoproscritos y las leyes del dictador prohibían mostrar susimágenes en público, pero César no vaciló en quebrar lasreglas. Este desafío fue muy apreciado por los plebeyosy los que formaban la facción de los populares, y, en lamisma medida, repudiado por los optimates.[20]

1.2 Ascenso político

César fue elegido cuestor por los Comicios en el 69 a.C., con 30 años de edad, como estipulaba el cursus hono-rum romano. En el sorteo subsiguiente, le correspondióun cargo en la provincia romana de Hispania Ulterior, si-tuada en lo que es hoy día Portugal y el sur de España.Según cuenta una leyenda local, en el Templo de Hércu-les Gaditano (Herakleión) de la ciudad de Gades, situado

en lo que actualmente es el Islote de Sancti Petri, JulioCésar tuvo un sueño que le predecía el dominio del mun-do después de haber llorado ante el busto de AlejandroMagno por haber cumplido su edad sin haber alcanzadoun éxito importante.[21][22] Allí, como cuestor, conoció aLucio Cornelio Balbo “El Mayor”, el cual posteriormen-te se convirtió en consejero y amigo del futuro dictador ypropretor de la Hispania Ulterior en el año 61 a. C. Gadesproporcionó un gran apoyo a la flota romana en su cam-paña de Lusitania, donde Balbo ya era praefectus fabrum,esto es, una especie de jefe de ingenieros, pertenecientea la plana mayor de las legiones.

Julio César. Obra de Nicolas Coustou.

A su regreso a Roma, César prosiguió su carrera comoabogado hasta ser elegido edil curul en el año 65 a. C.,el primer cargo del cursus honorum que se desempeña-ba dentro de Roma. Las funciones de un edil pueden serequiparadas, en cierto modo, a las de un moderno Presi-dente de una Junta Municipal, e incluían la regulación delas construcciones, del tránsito, del comercio y otros as-pectos de la vida diaria, entre otras las funciones de jefede policía. Pero el cargo, el primer peldaño público parallegar a la magistratura suprema del consulado, podía sertambién el último que se desempeñara, pues incluía la or-

Page 5: Julio César pachari

1.3 El primer triunvirato 5

ganización de los juegos en el Circo Máximo, lo que, de-bido a lo limitado del presupuesto público, exigía al edilla utilización de fondos personales. Esto fue especialmen-te verdad en el caso de César, que pretendía realizar unosjuegos memorables para impulsar su carrera política. Y,de hecho, empleó todo su ingenio para conseguirlo, lle-gando a desviar el curso del Tíber e inundar el Circo paraofrecer una naumaquia (un combate entre barcos). Acabóel año con deudas del orden de varios cientos de talentosde oro.[23]

Sin embargo, su éxito como edil fue una ayuda impor-tante para que, después de la muerte de Quinto Ceci-lio Metelo Pío en el año 63 a. C., César fuera elegidoPontifex Maximus[24] dignidad que dotaba al electo deenorme auctoritas y dignitas. El día de su elección habíasospechas de un atentado contra él, lo que obligó a JulioCésar a decir a su madre:

Madre, hoy verás a tu hijo muerto en elForo o vistiendo la toga del sumo pontífice.Suetonio[25]

El cargo implicaba una casa nueva en el Foro, la DomusPublica, la presidencia del Colegio de Pontífices y unacierta preeminencia en la vida religiosa de Roma, así co-mo la asunción de los deberes y derechos del paterfamiliassobre las Vírgenes Vestales.[25]

Su estreno como Pontifex Maximus fue marcado por unescándalo. Después de la muerte de Cornelia Cinna, Cé-sar se había casado con Pompeya Sila (hija de CorneliaSila y Quinto Pompeyo Rufo), nieta de Sila. Como es-posa del Pontifex Maximus y una de las mujeres más im-portantes de Roma, Pompeya era responsable de la orga-nización de los ritos de la Bona Dea en diciembre, unaliturgia exclusivamente femenina, donde los hombres nopodían participar. Pero durante las celebraciones del año62 a. C., Publio Clodio Pulcro (un joven líder demagogo,conceptuado peligroso) consiguió entrar en la casa disfra-zado de mujer, al parecer movido por el lascivo propósitode yacer con Pompeya. En respuesta a este sacrilegio, delcual ella probablemente no era culpable, Pompeya reci-bió una orden de divorcio. César declaró en público queél no la consideraba responsable, pero justificó su accióncon la célebre máxima:

La mujer de César no sólo debe serhonrada; además debe parecerlo.Plutarco[26]

Clodio fue perdonado por voluntad del pueblo, ya que na-da había sido probado y el propio César no quiso declararcontra él.En las elecciones para el 63 a. C., Marco Tulio Cicerónsalió elegido cónsul senior. Fue un año particularmente

difícil no sólo para César, sino también para Roma. Du-rante su consulado, Cicerón reveló una conspiración paradestituir a los magistrados electos y reducir la funcionali-dad del Senado, complot liderado por Lucio Sergio Cati-lina, un patricio frustrado por su falta de éxito político. Sibien no se celebró juicio contra ellos, en el sentido estrictodel término, lo cierto es que casi todos los acusados en laconspiración, y desde luego Catilina, estuvieron presentesen las sesiones del Senado en las que se les “juzgó". En latercera reunión, Cicerón descargó su responsabilidad so-bre la curia haciendo que los senadores debatieran la penaa la que habría de condenarse a los conjurados. El resul-tado fue una sentencia de muerte para cinco prominentesromanos aliados de Catilina y para el propio Catilina.[27]Todos estos extremos quedaron para la posteridad en lasfamosas Catilinarias escritas por el propio Cicerón.César se opuso a la pena de muerte usando para esos finessu mejor oratoria, pero fue vencido por la insistencia deMarco Porcio Catón el Joven y los cinco hombres fueronejecutados ese mismo día. Fue también en esta dramáti-ca reunión del Senado en la que el romance de César conServilia Cepionis, hermana de Marco Porcio Catón, salióa la luz.[28] Los opositores políticos de César lo acusaronde formar parte de la conspiración de Lucio Sergio Cati-lina, lo que nunca fue probado ni perjudicó su carrera.César fue electo pretor urbano para el 62 a. C., el puestode pretor más distinguido, ya que era el que se ocupaba delos asuntos entre ciudadanos romanos. Apoyó al tribunode la plebe Quinto Cecilio Metelo Nepote cuando éstepresentó algunas leyes en favor de Pompeyo. Sin embar-go, dichas leyes fueron vetadas por Catón y se produjeronluchas callejeras entre ambos bandos.[29] Después de sucomplicado año como pretor, César fue nombrado pro-pretor de Hispania Ulterior.[27]

1.3 El primer triunvirato

El gobierno de César en la provincia de Hispania no seencuentra bien documentado; sabemos que lideró una pe-queña y rápida guerra en el norte de Lusitania que quizá leproporcionara algo de botín para saldar parte de las deu-das generadas en su gestión como edil, y ganarse un buencrédito como líder castrense. Sin duda, el éxito militar fueimportante, ya que el Senado le concedió un triunfo.[30]

César abandonó su provincia antes incluso de la llegadade su sustituto y marchó a Roma con celeridad. Al llegaral Campo de Marte tuvo que detenerse a la entrada dela ciudad, -pues aún ostentaba el imperium- hasta habercelebrado el triunfo.[31] Ante la imposibilidad de entraren Roma, se instaló en la Villa Pública y se apresuró enpresentar su candidatura al consulado por persona inter-puesta o bien mediante una misiva al senado, pues no hayconstancia de que éste se reuniera extra-pomerium (o sea,“fuera del pomerio"), para escuchar la petición. Tras de-morarse un día, parecía que el Senado no tendría proble-mas en validarla.[32]

Page 6: Julio César pachari

6 1 BIOGRAFÍA

«Cedant arma togae («Cedan las armas a la toga»). Marco TulioCicerón no dejó que nadie olvidara nunca su afirmación de queen el 63 a. C., con la derrota de la conspiración de Catilina, élhabía salvado la República.

Catón, portavoz de la facción optimate más conserva-dora, era reacio a que un político popular obtuviese elconsulado y más aún si este político era César (a quiendetestaba),[33] y sabiendo que se debía votar antes de lapuesta del Sol, siguió hablando hasta bien entrada la no-che, por lo que no se pudo aprobar la moción anterior.Ante ello, César decidió prescindir de los laureles de sutriunfo y presentarse personalmente como candidato.[34]

Tras no haber podido neutralizar la entrada de César enlas elecciones, los optimates se movieron rápidamentepara encontrar un candidato que equilibrase la balanza,y que perteneciera a la esfera de las ideas conservado-ras, con el fin de contrarrestar las medidas que César pu-diese tomar.[35] Pompeyo mientras tanto había empezadoa repartir dinero entre su clientela y votantes, gastandocuanto fuese necesario para comprar los dos consulados.Mientras, Catón eligió como candidato a su yerno MarcoCalpurnio Bíbulo, quien para los optimates interpretabael papel de salvador de la República. En las elecciones delaño 59 a. C. César fue primero con diferencia y Bíbuloganó el segundo puesto.[36]

Todo parecía transcurrir con naturalidad para los conser-vadores, que, tras bloquear políticamente a Pompeyo, yante la perspectiva para ellos inaceptable de permitir queun hombre como César, tan sediento de gloria y con do-tes militares, fuese gobernador de una provincia, inicia-ron maniobras para evitarlo. Catón planteó al Senado que

una vez acabado el mandato de los cónsules, y estandoItalia plagada de forajidos y bandidos tan sólo diez añosdespués de la rebelión de Espartaco, sería en bien de laRepública encargar a los cónsules que acabaran con ellosen una misión de un año de duración. El Senado acogiófavorablemente la idea, que se convirtió en ley. La vo-luntad de Catón se cumplió perfectamente y parecía queCésar terminaría su consulado como policía, entre aldea-nos y pastores italianos.[37]

Fue una decisión arriesgada, no obstante, pero al tomar-la el Senado se aseguraba de que si César no la aceptabatendría que recurrir a la fuerza para revocarla y sería de-clarado un criminal, un segundo Catilina. La estrategia deCatón consistió siempre en identificarse con la tradicióny arrinconar a sus enemigos contra ella hasta obligarles atomar el papel de revolucionarios. En el Senado los alia-dos de los optimates liderados por Catón mantenían unamayoría sólida, contando con Craso y su poderoso blo-que, pues todo el mundo esperaba que éste se opusiese acualquier medida de Pompeyo.[38]

En la primera reunión del Senado durante el consulado deCésar, éste trato de ofrecer un generoso acuerdo para re-compensar a los veteranos de Pompeyo. Catón no estabadispuesto a que se aprobara y empezó a utilizar su tácticafavorita: habló y habló hasta que César le impidió seguir,indicándoles con un gesto de la cabeza a sus lictores quese lo llevaran. Al verlo, algunos senadores comenzaron aabandonar sus puestos; al ser interrogados por César paraconocer por qué se marchaban, uno de ellos le contestóque «prefiero estar en la cárcel con Catón, que en el Se-nado contigo».[39]

Ante ello, se vio obligado a rectificar, pero su retirada fuepuramente estratégica: llevó la campaña de su ley agrariadirectamente ante los Comicios. Roma empezó a llenarsede veteranos de Pompeyo, lo que alarmó a los conserva-dores. Sin embargo, César podía hacer aprobar la pro-puesta por el pueblo con fuerza de ley, pero ir contra lavoluntad del Senado era una táctica poco ortodoxa, quearruinaría su crédito entre sus colegas y su carrera habríaterminado. La estrategia de César se desveló en la rectafinal de la votación: no sorprendió a nadie que la primerapersona en hablar en favor de sus veteranos fuese Pom-peyo; pero la identidad de la segunda persona que apo-yó la moción fue sorpresiva: Marco Licinio Craso. Losoptimates, desbordados, vieron cómo caían todas sus es-peranzas. Juntos los tres hombres, podrían repartirse laRepública como gustasen.[40] Los historiadores designanesta unión como el primer triunvirato, o el gobierno de lostres hombres. Para confirmar la alianza, Pompeyo se casócon Julia Caesaris, la única hija de César, y a pesar dela diferencia de edades y ambiente social, el matrimoniofue un éxito.[41]

Las razones por las que estas tres personalidades de la vi-da pública romana decidieron unirse no deben buscarsemás que en los intereses de cada uno. Pompeyo necesi-taba a César para que se aprobaran las leyes agrarias que

Page 7: Julio César pachari

1.4 La Guerra de las Galias 7

dotaran de tierras a sus veteranos; Craso quería un mandoproconsular que le proporcionara verdadera gloria, queno había conseguido en su represión de la revuelta deEspartaco y César necesitaba del prestigio de Pompeyoy de los fondos de Craso para poder conseguir la provin-cia que ansiaba.[42] Desde luego, no debe pensarse que elacercamiento de estos tres grandes personajes de la Re-pública fue súbito, por más que constituyera una sorpresapara sus coetáneos, maniobra política de cuya existenciase dieron cuenta más bien gradualmente.[43]

Marco Bíbulo y los conservadores que lo apoyaban inicia-ron una estrategia en la retaguardia: empezaron a usar elveto para oponerse a las propuestas de César; pero Césarno estaba dispuesto a que no le dejaran legislar, y llevósus proyectos directamente ante los Comicios, donde seaprobaban, entre otras cosas, por el decidido apoyo físi-co de los veteranos de Pompeyo.[44] Sin embargo, cuandoen un altercado algunos elementos del populus arrojaronuna cesta de estiércol a la cabeza de Bíbulo, éste optó porretirarse de toda la vida política, aunque sin renunciar asu magistratura, con el pretexto de dedicarse a la observa-ción de los cielos en busca de presagios.[45][44] Esta deci-sión, aparentemente de espíritu religioso, estaba destina-da a impedir a César aprobar leyes durante su consulado,pero César ignoró sistemáticamente los augurios desfavo-rables que publicaba diariamente Bíbulo y se apoyó parala toma de decisiones en los tribunos de la plebe y en losComicios.[45]

Como es sabido, los romanos denominaban los años porel nombre de los dos cónsules que regían dicho período.El año 59 a. C., tras la nula participación de Bíbulo, fuellamado por los propios romanos (con sentido del humor)el "año de Julio y César".[45][46]

1.4 La Guerra de las Galias

Tras un año difícil como cónsul, César recibió pode-res proconsulares para gobernar las provincias de GaliaTransalpina (actualmente el sur de Francia) e Iliria (lacosta de Dalmacia) durante cinco años, gracias al apo-yo de los otros dos miembros del triunvirato, que cum-plieron con la palabra dada. A estas dos provincias seañadió la Galia Cisalpina tras la muerte inesperada desu gobernador, Quinto Cecilio Metelo Céler. Eran unasprovincias muy buenas para alguien que, como César, ysiguiendo la típica mentalidad del procónsul romano, notenía intenciones de gobernar pacíficamente, pues estabanecesitado de bienes para pagar las fabulosas sumas queadeudaba.[47]

La oportunidad se le presentó mediante una teórica ame-naza de los helvecios, que pensaban emigrar al oeste delas Galias. Decidido a impedirlo y con la excusa políticade que se acercarían demasiado a la provincia de la Ga-lia Cisalpina —los helvecios querían instalarse en pagoSantón, al norte de la Aquitania— reclutó tropas e iniciólas operaciones bélicas que, a la postre, darían lugar a lo

El Mundo Romano antes de la Guerra de las Galias.

que más tarde se denominó Guerra de las Galias (58 a. C.- 49 a. C.),[48] en la que conquistó la llamada Galia Co-mata o Galia melenuda (actualmente Francia, Holanda,Suiza y partes de Bélgica y Alemania), en varias campa-ñas. César hizo una demostración de fuerza construyendopor dos veces un puente sobre el Rin e invadiendo en dosocasiones Germania sin intención de conquistarla, e hizootro alarde de fortaleza cruzando el Canal de la Manchatambién por dos veces hacia las Islas Británicas, si bienes cierto que estas dos incursiones tenían un sentido másestratégico que colonial.[49]

Entre sus legados (comandantes de legión) se contabansus primos Lucio Julio César y Marco Antonio, MarcoLicinio Craso, hijo de su compañero de triunvirato, asícomo Tito Labieno, cliente de Pompeyo, y Quinto TulioCicerón, el hermano más joven de Marco Tulio Cicerón,todos hombres que habrían de ser personajes importantesen los años siguientes.En materia de tácticas, Julio César usó con gran resultadolo que se conoció como celeritas caesaris, o «rapidez ce-sariana» (que puede comparase, salvando las distancias,a la denominada guerra relámpago del siglo XX), apartede su genio militar tanto en batallas campales como enasedio de ciudades. Además, supo conjugar sabiamentela fuerza, la diplomacia y el manejo de las rencillas inter-nas de las tribus galas, para separarlas y vencerlas.[50][51]

El puente de César sobre el Rin. Cuadro de John Soane, 1814.

César derrotó a pueblos como los helvecios en 58 a. C.,a la confederación belga y a los nervios en 57 a. C. y a

Page 8: Julio César pachari

8 1 BIOGRAFÍA

los vénetos en 56 a. C. Finalmente, en 52 a. C., Césarvenció a una confederación de tribus galas lideradas porVercingétorix en la batalla de Alesia. Sus crónicas perso-nales de la campaña están registradas en sus Comentariosa la Guerra de las Galias (De Bello Gallico).De acuerdo con Plutarco, la guerra se cerró con un ba-lance de 800 ciudades tomadas (como la de Avarico, enla cual, de los 40.000 defensores, solo quedaron 800),300 tribus sometidas, un millón de galos reducidos a laesclavitud y otros tres millones muertos en los campos debatalla. Plinio habla de 1.192.000 muertos y más o me-nos los mismos prisioneros y Veleyo Patérculo dice quemurieron 400.000 galos y muchos más fueron tomadosprisioneros, aunque las cifras de los antiguos historiado-res deben tomarse con mucha precaución, incluidas lasdel propio Julio César.[52][53]

Utilizó en varias ocasiones la táctica de sorprender alenemigo apareciendo ante él como por ensalmo y, a des-pecho de los días de marcha, hacía que sus soldados seenfrentasen directamente con el adversario, pese a queéste consideraba que el cansancio invalidaría el empujede sus legiones. Fue igualmente brillante en los asediosde ciudades, llegando al culmen en el sitio de Alesia, endonde ordenó construir una doble línea de fortificacionesde varios kilómetros de extensión, para blindarse fren-te a los casi trescientos mil galos que intentaban ayudar alos ochenta mil soldados de Vercingetórix asediados, a losque César tenía acosados dentro de la plaza fuerte. César,con menos de cincuenta mil efectivos correspondientes adiez legiones nunca completas tras ocho años de guerrasen las Galias, venció a unos y a otros en la misma batallaen la que se decidió el destino de los galos.[50]

1.5 Crisis política

El Mundo Romano tras las conquistas de César.

Pero a pesar de sus éxitos y de los beneficios que la con-quista de Galia llevó a Roma, César continuaba siendoimpopular entre sus pares, en particular entre los conser-vadores que temían su ambición.En el 56 a. C., el triunvirato se tambaleaba, pues Pompe-yo no se fiaba de Craso y creía que era el que mantenía en

la sombra a Clodio y sus secuaces, que estaban sembran-do la violencia en Roma.[54] Ante esta situación, que ame-nazaba su proconsulado, César convocó a una reunión asus dos aliados en la ciudad de Lucca, pues él no podíair a Roma sin renunciar a su imperium. Al parecer, a di-cho encuentro no sólo asistieron ellos sino unos doscien-tos senadores (las dos terceras partes del Senado); en es-te concilio se acordó que tanto Pompeyo como Craso sepresentaran al consulado al año siguiente y que, una vezcónsules, promulgarían una ley por la que el proconsula-do de César se alargaría cinco años más. Este pacto seconoce en la Historia como el «Convenio de Lucca».[55]Al año siguiente, como era de prever, sus aliados CneoPompeyo Magno y Marco Licinio Craso fueron elegidoscónsules y honraron el acuerdo establecido con César.Sin embargo, en 54 a. C., Julia Caesaris murió durante unparto, dejando al padre y marido muy apenados. MarcoLicinio Craso, por su parte, murió en el 53 a. C. en laBatalla de Carrhae, frente a los partos, durante la desas-trosa campaña de Persia, condenada al fracaso desde elinicio por una pésima planificación. Todavía en la Galia,César trató de asegurarse la alianza con Cneo Pompe-yo Magno proponiéndole matrimonio con una de sus so-brinas, pero éste prefirió casarse de nuevo con CorneliaMetela, hija de Quinto Cecilio Metelo Escipión, pertene-ciente a la facción optimate.El desastre de la Batalla de Carrhae en el que Crasomuriócon sus legiones al enfrentarse a los partos y la muerte deJulia acabó por romper el triunvirato. Días después, trasla victoria de César en la Alesia, Celio, como tribuno,lanzó una propuesta de ley adicional: César sería dispen-sado de la obligación de acudir a Roma para presentarsu candidatura al consulado. Esta medida suponía que losopositores y enemigos de César que pretendían procesar-le por los supuestos crímenes de su primer consulado per-derían toda posibilidad de juzgarle, puesto que César enningún momento dejaría de desempeñar una magistra-tura. Mientras fuese procónsul, César tendría inmunidadjudicial, pero si se veía obligado a entrar en Roma parapresentarse al consulado perdería su cargo y, durante untiempo, podría ser atacado con toda una batería de de-mandas de sus enemigos.[56]

El poder de César era visto por muchos senadores con-servadores como una amenaza. Si César regresaba a Ro-ma como cónsul, no tendría problemas para hacer apro-bar leyes que concediesen tierras a sus veteranos, y a éluna reserva de tropas que superase o rivalizase con las dePompeyo. Catón y los enemigos de César se opusieronfrontalmente, con lo que el Senado se vio envuelto en lar-gas discusiones sobre el número de legiones que deberíade tener bajo su mando y sobre quién debería ser el futurogobernador de la Galia Cisalpina e Iliria.Pompeyo finalmente se decantó por favorecer a los tradi-cionalistas y emitió un veredicto claro: César debía aban-donar su mando la primavera siguiente, faltando todavíameses para las elecciones al consulado, tiempo más que

Page 9: Julio César pachari

1.6 Guerra civil 9

Estatua de Cneo Pompeyo Magno en la Villa Arconati, Italia.

suficiente para juzgarle.[57] Sin embargo, en las siguienteselecciones para tribuno de la plebe fue elegido Curio, quese reveló como cesariano, vetando todos los intentos deapartar a César de su mando en las Galias. Jurídicamen-te, todos los intentos consulares de apartar a César de sustropas se veían anulados por la tribunicia potestas.A finales del mismo año César acampó en Rávena conla XIII legión. Pompeyo tomó el mando de dos legionesen Capua y empezó a reclutar levas ilegalmente, un actoque, como era predecible, aprovecharon los cesarianos ensu favor. César fue informado de las acciones de Pompe-yo personalmente por Curio, que en esos momentos yahabía finalizado su mandato. Mientras tanto su puesto detribuno fue ocupado por Marco Antonio, que lo desem-peñó hasta diciembre.Pero cuando el Senado le contestó definitivamente im-pidiéndole concurrir al consulado y poniéndole en la dis-yuntiva de licenciar a sus Legiones o ser declarado enemi-go público, comprendió que, escogiera la alternativa queescogiera, se entregaba inerme en manos de sus enemi-gos políticos. El 1 de enero de 49 a. C., Marco Antonioleyó una carta de César en el Senado, en la cual el procón-sul se declaraba amigo de la paz. Tras una larga lista desus muchas gestas, propuso que tanto él como Pompeyorenunciaran al mismo tiempo a sus mandos. El Senadoocultó este mensaje a la opinión pública.[58]

Metelo Escipión dictó una fecha para la cual César debe-ría haber abandonado el mando de sus legiones o consi-derarse enemigo de la República. La moción se sometióinmediatamente a votación. Sólo dos senadores se opu-

sieron, Curio y Celio. Marco Antonio, como tribuno, ve-tó la propuesta para impedir que se convirtiera en ley.Tras el veto de Marco Antonio a la moción que obligabaa César a abandonar su cargo de gobernador de las Ga-lias, Pompeyo notificó no poder garantizar la seguridadde los tribunos. Antonio, Celio y Curio se vieron forzadosa abandonar Roma disfrazados como esclavos, acosadospor las bandas callejeras.El 7 de enero, el Senado proclamó el estado de emergen-cia y concedió a Pompeyo poderes excepcionales, nom-brándole cónsul sine collega. Catón y Marcelo instaron alSenado a que pronunciara la famosa frase

Caveant consules ne quid detrimenti res pu-blica capiat (Cuiden los cónsules que la repú-blica no sufra daño alguno).

que equivalía a dictar la ley marcial, e instaron a Pompeyoa trasladar inmediatamente sus tropas a Roma. La crisishabía llegado a su punto más álgido.[59]

1.6 Guerra civil

Localización del río Rubicón.

En vista del cariz que tomaban los acontecimientos, Cé-sar arengó a una de sus legiones, la decimotercera, y lesexplicó la situación preguntándoles si estaban dispuestosa enfrentarse con Roma en una guerra donde serían cali-ficados de traidores en caso de perderla. Los legionariosrespondieron a la arenga de su general con la decisión deacompañarlo.[60][61]

Entre el 7 y el 14 de enero de 49 a. C. —muy probable-mente el 10 de enero—,[62] César recibió la noticia dela concesión de los poderes excepcionales a Pompeyo, einmediatamente ordenó que un pequeño contingente detropas cruzara la frontera hacia el sur y tomara la ciu-dad más cercana. Al anochecer, junto con la Legio XIIIGemina, César avanzó hasta el Rubicón, la frontera entre

Page 10: Julio César pachari

10 1 BIOGRAFÍA

la provincia de la Galia Cisalpina e Italia y, tras un mo-mento de duda, dio a sus legionarios la orden de avanzar.Algunas fuentes han sugerido que fue entonces cuandopronunció el famoso: «Alea iacta est».[63]

Cuando los optimates conocieron la noticia, abandonaronla ciudad declarando enemigo de Roma a todo aquel quese quedase en ella. Luego, marcharon hacia el sur, sin sa-ber que César estaba acompañado sólo por su decimoter-cera legión.[64] César persiguió a Pompeyo hasta el puertode Brundisium en el sur de Italia, con alguna esperanzade poder rehacer su alianza, pero éste se replegó haciaGrecia con sus seguidores. Entonces, hubo de tomar unadecisión: o perseguía a Pompeyo hasta Grecia, dejandosus espaldas desguarnecidas y expuestas a un ataque porparte de las legiones pompeyanas establecidas en Hispa-nia o, dejando organizarse a Pompeyo en Grecia, se diri-gía a Hispania para asegurar su retaguardia.[64]

Tras ponderar la situación, César se dirigió a Hispania enuna marcha forzada de apenas 27 días, para derrotar a losseguidores de Pompeyo en esa poderosa provincia. Allíhabía establecidas varias legiones al mando de legadospro-pompeyanos, a lo que había que añadir que la gene-ralidad de las poblaciones autóctonas habían jurado fide-lidad al propio Pompeyo (que seguía siendo Procónsul deesa provincia). Tras varias escaramuzas y batallas, Césarse midió contra sus enemigos en la Batalla de Ilerda, cercade la actual Lérida, donde los derrotó definitivamente.[65]

Sólo cuando consideró segura la retaguardia, y despuésde organizar las instituciones políticas en Roma, que ha-bía caído en la anarquía, César se dirigió a Grecia. El 10de julio de 48 a. C., César fue derrotado en la Batalla deDirraquium. Sin embargo, Pompeyo no supo o no pudohacer uso de esta victoria para acabar con César, y és-te consiguió huir con su ejército casi intacto para lucharen otro momento. El encuentro final se dio poco después,el 9 de agosto, en la Batalla de Farsalia.[66] César obtu-vo una victoria aplastante, gracias a un ardid táctico. Sinembargo, sus enemigos políticos consiguieron huir: CneoPompeyo Magno partió hacia Rodas y de ahí a Egipto;Quinto Cecilio Metelo Escipión y Marco Porcio Catónmarcharon hacia el norte de África.

Legión en orden de marcha.

De regreso a Roma, fue nombrado dictador, con MarcoAntonio como Magister equitum, y fue, junto a PublioServilio Vatia Isaúrico como colega junior, electo cónsulpor segunda vez.En 47 a. C., César se dirigió a Egipto en busca de Pom-peyo, pero le sorprendió el hecho de que el viejo aliadoy enemigo había sido asesinado el año anterior. Al saberde su suerte, César quedó apenado por su asesinato y porhaber perdido la oportunidad de ofrecerle su perdón.[67]Tal vez debido a esto y a los intereses de Roma en Egipto,César decidió intervenir en la política egipcia y substituyóal rey Ptolomeo XIII de Egipto, que ya tenía la dignidadde faraón, por su hermana Cleopatra que creía más afín aRoma. Durante su estancia, quemó sus naves para evitarque las usaran en su contra, lo que provocó el incendio deun almacén de libros anexo a la Biblioteca de Alejandría.César tuvo un romance con la reina de Egipto y de la rela-ción parece que nació un niño, el futuro Ptolomeo XV deEgipto (Cesarión), que sería el último faraón de Egipto, sibien César nunca llegó a reconocerlo oficialmente comohijo suyo.[68]

Después de las campañas de Egipto, César se dirigió alAsia Menor, donde derrotó a Farnaces rey del Ponto enla Batalla de Zela, debido a la cual pronunció la famosafrase: «Veni, vidi, vici».[69] Después se dirigió al norte deÁfrica para atacar a los líderes de la facción conservadoraallí refugiados. En la Batalla de Tapso en 46 a. C., Césarobtuvo una victoria más y vio desaparecer a dos de susmás encarnizados enemigos: Quinto Cecilio Metelo Es-cipión y Marco Porcio Catón. Pero los hijos de Pompeyo,Cneo y Sexto Pompeyo Fastulos, así como su antiguo le-gado principal en las Galias, Tito Labieno, consiguieronhuir a las provincias de Hispania.[70]

1.7 Tras la victoria

César regresó a Roma a finales de julio de 46 a. C. La vic-toria total de su facción dotó a César de un poder enormey el Senado se apresuró a legitimar su victoria nombrán-dolo dictador por tercera vez en la primavera del 46 a. C.,por un plazo sin precedentes de diez años.En septiembre, celebró sus triunfos, ofreciendo cuatrodesfiles triunfales que se desarrollaron entre el día 21 deseptiembre y el día 2 de octubre.[71] Galos, egipcios, asiá-ticos y africanos desfilaron encadenados ante la multitud,mientras jirafas, carros de guerra britanos y batallas enlagos artificiales dejaban boquiabiertos a sus conciuda-danos. La guerra entre romanos fue enmascarada por lasvictorias contra extranjeros y las celebraciones no tuvie-ron precedentes en sus dimensiones y duración.Durante las celebraciones fue ejecutado ritualmenteVercingetórix, que había permanecido en una cárcel deplata desde su captura tras Alesia; en ese mismo desfile,se rompió el eje de su carroza y estuvo a punto de caeral suelo. El desfile triunfal contra Farnaces II, contó conuna carroza que portaba el lema «Veni, vidi, vici».[69][72]

Page 11: Julio César pachari

1.7 Tras la victoria 11

Lictores. Cada cónsul iba precedido por doce y el dictador porveinticuatro.

César no olvidó recompensar a sus tropas, y así entregóa cada legionario cinco mil denarios (el equivalente a loque ganarían en los 16 años de servicio obligatorio), a ca-da centurión, diez mil y a cada tribuno y prefecto, veintemil denarios. Además les asignó también terrenos, aun-que no cercanos a Roma, para no despojar a ciudadanosy establecer así colonias romanas en territorios reciente-mente conquistados. Distribuyó al pueblo diez modios detrigo por cabeza y otras tantas libras de aceite con 300sestercios, en cumplimiento de una antigua promesa quele había hecho, a los cuales agregó 100más por la demora.Rebajó el alquiler de las casas: en Roma hasta la suma de2.000 sestercios, en el resto de Italia hasta quinientos. Atodo ello añadió la distribución de carnes, y después deltriunfo sobre Hispania dos festines públicos, y no con-siderando el primero bastante digno de sus magnificen-cias, el que ofreció cinco días después fue mucho másabundante.[73] Dio también espectáculos de varios tipos,incluyendo combates de gladiadores y comedias en todoslos barrios de la ciudad, desempeñándolas actores de to-das las naciones y en todos los idiomas. Juegos en el circo,atletas y una naumaquia completaron el programa.[74]

En el Foro, combatieron entre los gladiadores Furio Lep-tino, en cuya familia figuraban pretores, y Quinto Cal-peno, que había formado parte del Senado y defendidocausas delante del pueblo. Los hijos de muchos príncipesde Asia y de Bitinia bailaron la pírrica. El ciudadano ro-mano Décimo Liberio representó en los juegos un mimode su composición, recibiendo quinientos mil sesterciosy un anillo de oro y pasando después desde la escena, porla orquesta, a sentarse entre los equites.[74]

En el Circo se ensanchó la arena por ambos lados; abrie-ron alrededor un foso, que llenaron de agua, y jóvenesnobilísimos corrieron en aquel recinto cuadrigas y bigas,o saltaron en caballos adiestrados al efecto. Niños divi-didos en dos bandos, según la diferencia de edad, ejecu-taron los juegos llamados troyanos. Se dieron 5 días decombates de fieras, y finalmente se dio una batalla entredos ejércitos: cada uno comprendía 500 infantes, 30 jine-tes y 20 elefantes. Con objeto de dejar a las tropas mayor

Recreación moderna de una lucha de gladiadores.

espacio, habían quitado las barreras del circo, formandoa cada extremo un campamento.[74]

Durante 3 días lucharon atletas en un estadio construidoexpresamente en las inmediaciones del Campo de Mar-te. Se hizo un lago en la Codeta menor (un lugar del otrolado del Tíber) y allí trabaron combate naval: birremes,trirremes, cuatrirremes, figurando dos flotas, una tiria yotra egipcia, cargadas de soldados. El anuncio de estosespectáculos había atraído a Roma a una gran cantidad deforasteros, cuya mayor parte durmió en tiendas de cam-paña, en las calles y las plazas, y muchas personas, entreellas dos senadores, fueron aplastadas o asfixiadas por lamultitud.[74]

En el invierno del año 46 a. C., estalló una nueva rebeliónen Hispania, liderada por los hijos de Pompeyo. Usandola antigua influencia de su padre y los recursos de la pro-vincia, los hermanos Pompeyo y Tito Labieno consiguie-ron reunir un nuevo ejército de trece legiones compuestaspor los restos del ejército constituido en África, las doslegiones de veteranos, una legión de ciudadanos romanosde Hispania, y el alistamiento de la población local. A fi-nales del 46 a. C. tomaron el control de casi toda HispaniaUlterior, incluyendo las colonias romanas de Itálica y deCorduba, la capital de la provincia. César, ante el peli-gro, regresó a Hispania y tras algunas escaramuzas, losderrotó finalmente en la Batalla de Munda.Mención aparte merece la actividad constructiva de Cé-sar, que durante su dictadura emprendió numerosos pro-yectos de reforma de los edificios públicos de Roma ycreó otros muchos nuevos, en general en torno al campodeMarte y el nuevo complejo del Foro. Cabe destacar en-tre ellos, el Foro Julio o Foro de César, construido en 46a. C. en las pendientes del Capitolio y finalizado por Au-gusto; en el centro de la plaza se alzaba la estatua ecuestrede César, ante el templo de su divina antepasada, VenusGenetrix, obra destacada igualmente. En dicho templo seencontraba la estatua de la diosa, instalada en el ábsidedel templo, y que era obra de Arcesilas, cuyos bocetosalcanzaban según Plinio precios astronómicos.[75]

Page 12: Julio César pachari

12 1 BIOGRAFÍA

1.8 El poder absoluto

Debe señalarse que no está históricamente demostradoque la intención de César fuera proclamarse rey; y, de ha-ber querido serlo, no puede saberse qué tipo de rey, si unrex a la manera etrusca, como lo habían sido Servio Tu-lio o Lucio Tarquinio Prisco, uno a semejanza del faraónegipcio o, simplemente, al estilo de los "Basileus" heléni-cos. Lo cierto es que un análisis ponderado de los hechos,según nos han llegado de las fuentes, parece indicar quepensaba en instaurar un régimen autocrático de algún ti-po, o, al menos, lo pensaban en las esferas más cercanasa él.[76]

Denario cesariano del año 44 a. C. En el anverso, el busto deCésar laureado y la leyenda CAESAR IM P M; en el reverso,la diosa Venus portando un cetro y a Victoria y la leyenda LAEMILIVS BVCA.

César, después de vencer tras el último intento de lospompeyanos (dirigido por Cneo Pompeyo, hijo de Pom-peyo Magno) se mostró desconfiado, pensando en la po-sibilidad de un inminente intento de asesinato. Muestrade ello es que en diciembre del año 45 a. C., en víspe-ras de las Saturnales, fue a pasar unos días con el suegrode Gayo Octavio (su sobrino nieto) en la residencia queéste poseía cerca de Puteoli (hoy Pozzuoli) e hizo que loacompañara una escolta de 2000 hombres.Cicerón, cuya villa colindaba con la de Lucio Marcio Fi-lipo, había pedido a César que le hiciera el honor de cenarcon él. El dictador aceptó. Los sucesos de aquella nochequedaron registrados en una célebre carta de Marco Tu-lio Cicerón a Tito Pomponio Ático. Según Cicerón, Césarllegó a la villa acompañado de toda la guardia. Tres sa-lones especiales recibieron al séquito de César. La cenafue un gran éxito. “Como él [César] se había purgado”,precisa Marco Tulio Cicerón, “bebió y comió con tantoapetito como energía”. César se mostró conversador bri-llante e ingenioso. “Por otra parte”, añade su anfitrión, “niuna palabra de asuntos serios. Conversación enteramen-te literaria”. Al día siguiente, 20 de diciembre, partió aRoma.[77]

El Senado había aprovechado la ausencia de César paravotar en bloque los decretos relativos a los honores quele eran conferidos. “Así", explica Dión Casio, “esta laborno debía parecer el resultado de una coacción, sino la ex-presión de su libre voluntad”. Cuando César estaba ya de

regreso en Roma, antes de colocar los decretos a los piesde Júpiter Capitolino como era tradicional, los senadoresdecidieron presentárselos personalmente. De este modo,se subrayaba aún más la importancia del homenaje que elSenado le rendía.[78]

César estaba en el vestíbulo del templo de Venus Gene-trix, ocupado en discutir los planos de los trabajos que losarquitectos y artistas habían venido a someterle. Cuandose le anunció que el Senado in corpore había venido averlo, precedido de los magistrados en ejercicio y de unamultitud de ciudadanos de diversos rangos, hizo comoque no le daba importancia alguna y continuó, sin inte-rrumpirla, la conversación con sus colaboradores.[78]

La Curia Julia, lugar de reunión del Senado Romano, manda-da edificar por César durante su dictadura pero terminada porOctavio Augusto, tras la destrucción de la Curia Hostilia, por losseguidores de Clodio.

Uno de los senadores se adelantó para pronunciar un dis-curso apropiado a las circunstancias. Entonces César sevolvió hacia él y se preparó a escucharlo, sin dignarse si-quiera a levantarse de su asiento. Probablemente, se tra-taba de poner en evidencia su disgusto con la afrenta quele infligió el tribuno Aquila tres meses antes. Asimismo,su respuesta dejó anonadados a los senadores: En vez dealargar la lista de honores a él acordados, insistió más bienen reducirlos... Pero no obstante los aceptó. Esta actitudprodujo una tremenda indignación entre los miembros delSenado y en la multitud que asistió a esta solemnidad.[78]

César no se limitó a aceptar las distinciones honoríficascon las que lo había colmado el Senado, sino que, al mis-mo tiempo supo apoderarse de múltiples prerrogativas deun carácter más realista que le permitieron reunir en susmanos la totalidad del poder gubernamental. Exigió y ob-tuvo que todos sus actos fuesen ratificados por el Senado,los funcionarios públicos fueron obligados a prestar ju-ramento, desde su entrada en funciones, de no oponersejamás a medida alguna emanada de él y se hizo atribuirlos privilegios de los tribunos de la plebe, con lo que ob-

Page 13: Julio César pachari

1.9 Proyectada campaña contra Partia y Dacia 13

tuvo la tribunicia potestas y la inmunidad sacrosanta quelos distinguía.[78]

Como consecuencia, el Senado perdía su poder, perma-neciendo como una asamblea consultiva que aprobaba re-soluciones, resoluciones que el dictador podía pasar poralto, sin dar siquiera una explicación para hacerlo. En losucesivo sería César quien tendría el derecho exclusivo dedisponer de las finanzas del estado, y quien prepararía lalista de los candidatos al consulado y demás magistratu-ras.<ref name="pag484>Walter, Gerard César Capítulo57 pag 484. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>Así, de hecho, ya poseía todos los poderes de unmonarca.No le faltaba más que el título. A este respecto, empezóuna propaganda insinuante emprendida por ciertos agen-tes para preparar a la opinión pública, que eramuy hostil ala idea de volver a la monarquía. Sus enemigos esperabanpoder arruinarlo más fácilmente explotando su ambicióny se organizaron para actuar. Como resultado, seguiríauna guerra solapada pero implacable.Ésta comenzó cuando la estatua de oro que acababa de sererigida de César en la rostra, fue coronada con una diade-ma portando una cintilla blanca, distinción de la realeza.Se trataba de una primera tentativa, todavía muy discreta,de sondear el terreno y simular un deseo popular en fa-vor de la coronación de César como rey. Dos tribunos delpueblo ordenaron arrancar la diadema y lanzarla lejos,hecho esto simularon erigirse en defensores de la repu-tación cívica de César.[79]

En los últimos días de enero tenían lugar en el Monte Al-bano, en las cercanías de Roma, las tradicionales fiestaslatinas. César estaba llamado a asistir bien como PontíficeMáximo o como dictador. Optó por esta última calidad,lo cual le permitía, usando el privilegio que le había con-cedido el Senado, figurar en estas ceremonias vistiendola toga púrpura y calzando las altas botas rojas. Al con-cluir las fiestas, César hizo su entrada en Roma a caballo.En medio de la multitud que lo esperaba, y desde quese le vio aparecer, resonaron aclamaciones, escuchándo-se voces que lo saludaban con el título de rey, quizá pro-venientes de satélites debidamente aleccionados. Inme-diatamente el partido opuesto intervino y se escucharonexclamaciones de protesta. César salvó la situación res-pondiendo: «Mi nombre es César y no Rex», lo cual, enrigor, podría interpretarse como que él sólo veía en lossaludos de que era objeto una alusión a su parentesco conla gens Marcci Reges, a la que pertenecía su madre.<refname="pag485>Walter, Gerard César: Capítulo 57 pag485. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>Otro acto estaba previsto para el 15 de febrero, día de lasfiestas Lupercales. Para asistir a ellas César usó el mis-mo ropaje que había usado en las fiestas latinas y ocupóun sitial de oro sito en medio de la tribuna de las aren-gas, delante del cual debía pasar la procesión conducidapor Marco Antonio. Junto al dictador se situó el cuerpode magistrados en ejercicio: su jefe de caballería MarcoEmilio Lépido, los pretores, los ediles, etc. Mientras des-

filaba delante de la tribuna el colegio de sacerdotes Ju-lianos, uno de ellos, Licinio, apareció a nivel del estradoy depositó a los pies de César una corona de laurel en-trelazada con la cintilla de la diadema real, momento enque estallaron los aplausos. Entonces Licinio subió a latribuna y puso la corona sobre la cabeza de César que hi-zo un gesto de protesta y se dirigió a Lépido para que loayudara, pero éste no hizo nada.[79]

Gayo Casio Longino, se adelantó y, quitando la corona dela cabeza de César, la puso sobre sus rodillas, pero Cé-sar la rechazó. En el último minuto, Marco Antonio tratóde componer las cosas. Escaló la rostra, se apoderó de lacorona y la colocó de nuevo sobre la cabeza del dictador,pero César esta vez se quitó él mismo la corona y la arrojólejos de sí. Esto le valió los aplausos de la multitud, peroalgunos espectadores le pidieron que aceptara la ofrendadel pueblo.[79] Marco Antonio aprovechó el momento pa-ra recoger el emblema, tratando de ceñírselo de nuevo yse escucharon gritos de ¡Salud, oh rey!, pero con ellos semezclaban protestas indignadas. César se quitó la coronay ordenó llevarla al templo de Júpiter «donde será mejorcolocada», y requirió al redactor de los actos públicos quehiciera constar allí «que habiéndole ofrecido el pueblo larealeza de manos del cónsul, él la había rechazado».[80]

Mientras tanto, se recurrió a los libros sibilinos que, ha-biendo sido consumidos por las llamas en tiempos deLucio Cornelio Sila, habían sido reemplazados desde en-tonces por copias espurias. Los encargados de la custo-dia de dichos libros anunciaron que ciertos pasajes de losmismos dejaban entender que los ejércitos romanos noobtendrían la victoria sobre los partos en la guerra queiba a comenzar de un momento a otro, hasta que estu-viesen mandados por un rey. Pronto circuló en Roma elrumor que en la próxima sesión del Senado, que debía te-ner lugar el 15 de marzo, el quindecenviro Lucio AurelioCotta, tío del dictador, tomaría la palabra para proponerque fuese conferido el título de rey a su sobrino.<ref na-me="pag487>Walter, GerardCésar Capítulo 57 pag 487.Impreso:Ediciones Ciencias Sociales</ref>

1.9 Proyectada campaña contra Partia yDacia

César, poco antes de su muerte, había proyectadodos campañas militares: una contra el reino dacio deBerebistas y otra contra el Imperio parto de Orodes II.[81]No había dudas que ambos pueblos representaban un pe-ligro potencial para el poderío romano,[82][83]sin embar-go, no puede olvidarse que una guerra de conquista detal magnitud nacía más por un deseo de dominar el mun-do. Ahora César se sentía invencible y deseaba emular aAlejandro Magno conquistando el Oriente. También po-día estar motivado simplemente en la búsqueda de ven-ganza por la derrota y muerte de Craso.[81][84] Así es co-mo dos historiadores de la Antigüedad describían su am-bición:

Page 14: Julio César pachari

14 1 BIOGRAFÍA

Sus continuadas victorias no fueron partepara que su grandeza de ánimo y su ambiciónse contentaran con disfrutar de lo ya alcanzado,sino que, siendo un incentivo y aliciente para lofuturo, produjeron designios de mayores em-presas y el amor de una gloria nueva, como queya se había saciado de la presente; así, su pasiónno era entonces otra cosa que una emulaciónconsigo mismo, como pudiera ser con otro, yuna contienda de sus hazañas futuras con lasanteriormente ejecutadas. Meditaba, pues, ypreparaba hacer la guerra a los Partos, y ven-cidos éstos por la Hircania, rodeando el marCaspio y el Cáucaso, pasar al Ponto, invadir laEscitia y, recorriendo luego las regiones veci-nas a la Germania y la Germania misma, porlas Galias volver a Italia y cerrar este círculode la dominación romana con el Océano, quepor todas partes la circunscribe.[85]

César concibió la idea de una larga cam-paña contra los getas [dacios de Berebistas] ylos partos. Los getas son una nación que ama laguerra y una nación vecina que iban a ser ata-cados primero, los partos tenían que ser casti-gados por la traición usada contra Craso…[86]

Ya en el otoño del año 45 a. C. César comenzó con inten-sos preparativos para la guerra[87] y a establecer su con-trol político sobre los tribunos, ya que se esperaba unalarga ausencia del dictador.[88][89] En Apolonia de Iliriase estaba concentrando un enorme ejército de dieciséislegiones y diez mil jinetes[86] (en total unos noventa milhombres)[90] y se esperaba que la campaña comenzaríaen la primavera del 44 a. C., tres días después del Idusde marzo. Con la muerte de César el proyecto se cance-lo, aunqueMarco Antonio intentaría continuarlo sin éxitoaños más tarde y sería en parte completado por Trajanocon las Guerras Dacias y con la anexión deMesopotamia.

1.10 Complot y asesinato

Muerte de César, de Carl Theodor von Piloty.

No es posible saber con certeza qué condiciones fueronlas que llevaron a un grupo de senadores a pensar en el

asesinato de César. Los intentos de establecer un régi-men autocrático sin duda tuvieron mucho que ver, perono se puede descartar que hubiera otras motivaciones notan nobles.El solo hecho de que un número relativamente alto de se-nadores estuviera dispuesto a participar en el complot ya matar a César en el propio senado —lo que constituíaun sacrilegio— da muestra del estado de cosas al que sehabía llegado.

1.10.1 La conspiración

Los últimos acontecimientos acaecidos y, en particular,el rumor de lo que se preparaba para el 15 de marzo enel Senado, motivaron que lo que quedaba de la facciónoptimate y, entre ellos, Gayo Casio Longino, decidiesenpasar a la acción. Gayo Casio Longino se dirigió a algunoshombres en los que creía poder confiar, y que a su juiciocompartían su idea de dar muerte al dictador librando asía Roma del destino que él creía que le esperaba: un nuevoimperio cosmopolita, dirigido desde Alejandría.[91]

Sin embargo, Gayo Casio Longino no era probablementeel hombre adecuado para ser la cabeza visible de este tipode acción, y se acordó tantear a Marco Junio Bruto, con-siderado como el personaje indicado para este papel.[92]

Se especula que, tras una serie de reuniones, ambos esta-ban de acuerdo en que la libertad de la República estabaen juego, pero no tenían los mismos puntos de vista decómo actuar; Marco Junio Bruto no pensaba asistir al Se-nado el día 15, sino que abogaba por la protesta pasiva (laabstención); pero Gayo Casio Longino le replicó que co-mo ambos eran pretores, podían obligarlos a asistir. En-tonces respondió Bruto: «En ese caso, mi deber será, nocallarme, sino oponerme al proyecto de ley, y morir antesde ver expirar la libertad». Gayo Casio Longino rechazóde lleno esta solución, pues entendía que no era dándosemuerte como se iba a salvar la República, y lo exhortó ala lucha, a pasar a la acción. Su elocuencia terminó porconvencer a su interlocutor.[93]

El nombre de Marco Junio Bruto atrajo varias adhesio-nes valiosas, no en vano se decía descendiente de aquelotro Bruto (Lucio Junio Bruto) que había dirigido la ex-pulsión del último rey de Roma, Tarquinio el Soberbioen 509 a. C.; entre otras adhesiones a la trama, se pro-dujo la de Décimo Junio Bruto Albino, un familiar deldictador, en quien éste tenía entera confianza. En total, elnúmero de los conjurados parece haber sido de unos se-senta. Durante las reuniones preliminares se elaboró unplan de acción. Se decidió por unanimidad atentar contraCésar en pleno Senado. De este modo, se esperaba quesu muerte no pareciera una emboscada, sino un acto parala salvación de la patria, y que los senadores, testigos delasesinato, inmediatamente declararían su solidaridad.[94]Los planes de los conjurados no solamente preveían elasesinato de César, sino que además deseaban arrastrarsu cadáver al Tíber, adjudicar sus bienes al Estado y anu-

Page 15: Julio César pachari

1.11 Consecuencias del magnicidio 15

lar sus disposiciones.[95]

Hay que tener en cuenta que las motivaciones de los mag-nicidas eran muy heterogéneas, ya que los había movidospor un auténtico sentido de salvación de la República. Aéstos se les habían unido otras personas movidas por elrencor, la envidia, o por la idea de que si César acapara-ba las magistraturas, a ellos no les tocaría nunca llegar alpoder.[96]

También es de señalar que muchos de los conspiradoreseran ex pompeyanos reconocidos, a los que César habíaperdonado la vida y la hacienda, incluso confiando en ellospara la administración del Estado (Casio y Bruto fuerongobernadores provinciales, nombrados por César).[97]

1.10.2 El magnicidio

Muerte de César, de Jean-Léon Gérôme, 1867.

En los idus de marzo del año 44 a. C., un grupo de se-nadores, pertenecientes a la conspiración arriba citada,convocó a César al Foro para leerle una petición, escritapor ellos, con el fin de devolver el poder efectivo al Se-nado. Marco Antonio, que había tenido noticias difusasde la posibilidad del complot a través de Servilio Casca,temiendo lo peor, corrió al Foro e intentó parar a Cé-sar en las escaleras, antes de que entrara a la reunión delSenado.[98]

Pero el grupo de conspiradores interceptó a César justoal pasar al Teatro de Pompeyo, donde se reunía la curiaromana, y lo condujo a una habitación anexa al pórticoeste, donde le entregaron la petición. Cuando el dictadorla comenzó a leer, Tulio Cimber, que se la había entre-gado, tiró de su túnica, provocando que César le espetarafuriosamente «Ista quidem vis est?» ¿Qué clase de violen-cia es esta? (no debe olvidarse que César, al contar con lasacrosantidad de la tribunicia potestas, y, por ser PontifexMaximus, era jurídicamente intocable). En ese momento,el mencionado Casca, sacando una daga, le asestó un cor-te en el cuello; el agredido se volvió rápidamente y, cla-vando su punzón de escritura en el brazo de su agresor,[99]le dijo: «¿Qué haces, Casca, villano?», pues era sacrilegioportar armas dentro de las reuniones del Senado.[100][101]

Casca, asustado, gritó en griego «ἀδελφέ, βοήθει!»,(«adelphe, boethei!» = ¡Socorro, hermanos!), y, en res-

puesta a esa petición, todos se lanzaron sobre el dicta-dor, incluido Marco Junio Bruto.[101][102] César, enton-ces, intentó salir del edificio para recabar ayuda, pero,cegado por la sangre, tropezó y cayó. Los conspiradorescontinuaron con su agresión, mientras aquél yacía inde-fenso en las escaleras bajas del pórtico. De acuerdo conEutropio y Suetonio, al menos 60 senadores participaronen el magnicidio. César recibió 23 puñaladas, de las que,si creemos a Suetonio, solamente una, la segunda recibidaen el tórax, fue la mortal.[101]

Las últimas palabras de César no están establecidas real-mente, y hay una polémica en torno a las mismas, siendolas más conocidas:

• Καὶ σὺ τέκνον. Kai sy, teknon? (en griego: ‘¿tú tam-bién, hijo mío?’). Suetonio.[103]

• Tu quoque, Brute, filii mei! (traducción al latín de lafrase anterior: ‘¡Tú también, Bruto, hijo mío!’).

• ¿Et tu, Brute? (Latín, ‘¿Tú también, Bruto?’, versióninmortalizada en la pieza de Shakespeare).[104]

• Plutarco nos cuenta que no dijo nada, sino que secubrió la cabeza con la toga tras ver a Bruto entresus agresores.[105]

Tras el asesinato, los conspiradores huyeron, dejando elcadáver de César a los pies de una estatua de Pompeyo,donde quedó expuesto por un tiempo. De allí, lo recogie-ron tres esclavos públicos que lo llevaron a su casa en unalitera,[101] de donde Marco Antonio lo recogió y lo mos-tró al pueblo, que quedó conmocionado por la visión delcadáver. Poco después los soldados de la decimoterceralegión, tan unida a César, trajeron antorchas para incine-rar el cuerpo de su querido líder. Luego, los habitantes deRoma, con gran tumulto, echaron a esa hoguera todo loque tenían a mano para avivar más el fuego.[106]

La leyenda cuenta que Calpurnia Pisonia, la mujer de Cé-sar, después de haber soñado con un presagio terrible, ad-virtió a César de que tuviera cuidado, pero César ignorósu advertencia diciendo: «Sólo se debe temer al miedo».En otras se cuenta cómo un vidente ciego le había pre-venido contra los Idus de Marzo; llegado el día, Césarle recordó divertido en las escaleras del Senado que aúnseguía vivo, a lo que el ciego respondió que los idus nohabían acabado aún.[107]

1.11 Consecuencias del magnicidio

Las consecuencias de la muerte de César son numero-sas, y no se limitan a la guerra civil posterior. El nom-bre «César», por ejemplo, se convirtió en común a todoslos emperadores posteriores, debido a que Augusto, denombre Cayo Octavio, al ser adoptado oficialmente porel dictador cambió su nombre por el de Cayo Julio CésarOctaviano; dado que todos los emperadores posteriores a

Page 16: Julio César pachari

16 2 CÉSAR EL SEDUCTOR

Tumba de Julio César en el Foro Romano

Augusto hasta Nerón fueron adoptados, el cognomen Cé-sar acabó siendo una especie de títulomás que un nombre,y, así, desde Vespasiano en adelante los emperadores loostentaron como tal sin haber sido adoptados por la fa-milia César. Tanto prestigio acumuló el cognomen que deCésar provienen los apelativos káiser y zar.[108]

Muchas de sus iniciativas quedaron en suspenso a sumuerte, entre ellas:

• Reprimir a los dacios, que bajo el reinado deBurebista se habían extendido hasta el Ponto Euxinoy la Tracia;[109] enseguida llevar la guerra al ImperioParto, pasando por Armenia Menor, y no comba-tirlos en batalla campal hasta haberles medido susfuerzas.[110]

• La construcción de un templo a Marte, mayor quecualquier otro del mundo, rellenando hasta el niveldel suelo el lago en que ofreció la naumaquia.[110]

• La construcción de un teatro gigantesco al pie de laRoca Tarpeya.[110]

• Reducir a justa proporción todo el derecho civil, yencerrar en poquísimos libros lo mejor y más in-dispensable del inmenso y difuso número de leyesexistentes.[110]

• Formar bibliotecas públicas griegas y latinas, lo másnumerosas posible, y encargó a Marco Terencio Va-rrón el cuidado de adquirir y clasificar los libros.[110]

• Se proponía secar las lagunas Pontinas, abrir sali-da a las aguas del lago Fucino, construir un caminodesde el mar Adriático hasta el Tíber, a través de losApeninos y abrir el istmo de Corinto.[110]

En el lugar de la cremación de su cadáver se construyó unaltar que serviría de epicentro para un templo a él dedi-cado, pues en el año 42 a. C. el Senado le deificó con elnombre de Divino Julio (Divus Iulius),[111] acción que se

convertiría en costumbre a partir de ese momento, con loque todos los emperadores desde Augusto fueron deifica-dos a su muerte. Esta práctica es la que, al parecer, inspirólas últimas palabras de Vespasiano, que al sentirse morirparece ser que dijo "Creo que me estoy convirtiendo endios".[112]

Después de la muerte de César, estalló una lucha por elpoder entre su sobrino-nieto César Augusto, a quien en sutestamento había nombrado heredero universal, y MarcoAntonio, que culminaría con la caída de la República y elnacimiento de una especie de Monarquía, que se ha dadoen denominar Principado, con lo que la conspiración yel magnicidio se revelaron a la postre inútiles, ya que noimpidieron el establecimiento de un sistema autocrático.

2 César el seductor

2.1 Las mujeres de la alta sociedad roma-na

Según el historiador latino Suetonio, César sedujo a nu-merosas mujeres a lo largo de su vida y sobre todo a aque-llas pertenecientes a la alta sociedad romana.[113]

Según el autor, César habría seducido a Postumia, espo-sa de Servio Sulpicio Rufo, a Lolia (Lollia), esposa deAulo Gabinio y a Tértula (Tertulla), esposa de Marco Li-cinio Craso. También parece haber frecuentado a Mu-cia, esposa de Pompeyo.[113] Asimismo, César mantuvorelaciones con Servilia Cepionia (Servilia Cepionis), ma-dre de Bruto, a la que parecía apreciar especialmente.[113]Así, Suetonio refiere los distintos regalos y beneficios queofreció a su amada, de los cuales destaca una magníficaperla con un valor de seis millones de sestercios.[113] Elamor de Servilia hacia César era conocido públicamenteen Roma.[114] y su relación duró desde que se conocieronen 63 a.c hasta la muerte del general en 44 a.c.La inclinación de César hacia los placeres del amor tam-bién ha sido confirmada por los versos cantados por sussoldados con ocasión de su triunfo en Roma por las cam-pañas en la Galia, referidos por Suetonio:

Ciudadanos, vigilad a vuestras mujeres:traemos a un adúltero calvoHas fornicado en Galia con el oro que tomasteprestado en Roma.[115]

2.2 Las reinas

César mantuvo relaciones amorosas con Eunoë, esposa deBogud, rey de Mauritania.[116]

Sin embargo, su relación más famosa fue con CleopatraVII. Suetonio cuenta que César remontó el Nilo con lareina egipcia[116] en una nave provista de cabinas; y ha-bría atravesado así todo Egipto y penetrado hasta Etiopía,

Page 17: Julio César pachari

17

Cleopatra ejerció una profunda fascinación sobre César. CuadroCleopatra ensaya venenos en condenados a muerte de AlexandreCabanel.

si el ejército no se hubiese negado a seguirlos. La hizo ir aRoma colmándola de honores y de presentes.[116] Para élera un buenmodo de sujetar Egipto, donde quedaban pre-sentes tres legiones, y cuyo papel en el aprovisionamien-to de cereales para Italia empezaba a ser preponderante.Sea como fuere, Cleopatra estuvo presente en Roma enel momento del asesinato de César y volvió rápidamentea su país después del crimen.

3 César como gobernante

Senatvs Popvlvs Qve Romanvs

La labor de gobierno de César, como cónsul y como dic-tador, fue muy amplia, pese a que el tiempo en que real-mente estuvo en el poder fue relativamente corto. Sin em-

bargo, y como bien señala Adrian Goldsworthy,[117] unanálisis detallado de cada medida o posible medida quetomó sería excesivamente extenso, pues su obra legal fueardua; aun así, podemos hacernos una idea de su trabajoen este campo por la lista de disposiciones legales que seencuentra en Suetonio y otros autores:

• Corrigió, asesorado por el astrónomo egipcioSosígenes de Alejandría, el calendario en uso, en elque había tal desorden por culpa de los pontífices ypor abuso, antiguo ya, de las intercalaciones, que lasfiestas de la recolección no caían ya en estío, ni lasvendimias en otoño. Ajustó el año al curso del sol, ylo compuso de 365 días, suprimiendo el mes inter-calado y aumentando un día cada cuatro años. Pa-ra que este nuevo orden de cosas pudiera comenzaren las calendas de enero del año siguiente, añadiódos meses, entre noviembre y diciembre, teniendopor consiguiente este año quince meses, contando elantiguo intercalario que ocurría en él.[118] Esta tras-cendental reforma, que conocemos hoy en día comoCalendario juliano, consistió en que, partiendo delaño 153 a. C. se tomó como inicio del año el 1 deenero, en lugar del tradicional 1 de marzo, para po-der planear las campañas del año con tiempo. Constade 365 días divididos en 12 meses, excepto los añosbisiestos que tienen 366 días, y añaden un día adicio-nal al mes de febrero. El calendario juliano cuentacomo bisiestos uno de cada cuatro años, incluso losseculares. Con este calendario se comete un error de7,5 días cada 1000 años. Fue el empleado en Occi-dente hasta finales del siglo XVI, cuando una nuevareforma para corregir el problema de los años bisies-tos dio paso al moderno calendario gregoriano. Aúnasí, el calendario juliano seguirá siendo el empleadopara sus fiestas y liturgia por las iglesias cristianasorientales y la Iglesia Ortodoxa.

El orden de los meses y la distribución de losdías era así: januarius (31 días); februarius (28,o 29 los años bisiestos); martius (31); aprilis(30); maius (31); junius (30); julius (31) (an-teriormente conocido como quintilis y llamadoasí en honor del propio Julio César, que habíanacido durante este mes); sextilis (30) (renom-brado agosto (augustus) por la misma razón enel reinado de su hijo adoptivo y sucesor Oc-tavio Augusto); september (31); october (30);november (31); december (30)

• Completó el Senado, diezmado por la guerra civil,aumentando el número de senadores a 900 y lle-nándolo de partidarios suyos, en especial caballe-ros (equites), élites provinciales, y algún que otroescriba, centurión e incluso hijo de liberto. Entrelos más destacados y poderosos se encontraron losBalbos.[119]

Page 18: Julio César pachari

18 3 CÉSAR COMO GOBERNANTE

• Creó nuevos patricios, aumentó el número depretores, de ediles, de cuestores y de magistrados in-feriores, ampliando por ejemplo el vigintivirato a 26magistrados (vigintisexviratum); rehabilitó a algunosa los que los censores habían despojado de su digni-dad o condenado los jueces por cohecho. Compartiócon el pueblo el derecho de elección de magistrados;de suerte que, exceptuando sus competidores al con-sulado, los demás candidatos los designaban por mi-tades, el pueblo y él. Los suyos los designaba en ta-blillas que mandaban a todas las tribus conteniendoesta breve inscripción: «César dictador, a tal tribu.Os recomiendo a fulano y a mengano para que ob-tengan su dignidad por vuestro sufragio.» Admitió alos honores a los hijos de los proscritos.[120]

• Estableció la contratación a extranjeros en las legio-nes y creó el cargo de Imperator, que sería el coman-dante del ejército.[120]

• Restringió el sistema judicial a dos clases de jueces,a los senadores y a los caballeros, y suprimió los tri-bunos del Tesoro (tribuno aurearii), que formabanla tercera jurisdicción.[120]

• Hizo el censo del pueblo, no de la manera acostum-brada, ni en el paraje ordinario, sino por barrios ysegún padrones de los propietarios de las casas: re-dujo el número de aquellos a quienes suministrabatrigo el Estado, de 320 000 a 150 000; y para que laformación de estas listas no pudiese ser en lo venide-ro causa de nuevos disturbios, decretó que el pretorpudiese reemplazar a los que fallecieran, por mediodel sorteo, con los que no estaban inscritos.[120]

• Distribuyó a 80 000 ciudadanos en las colonias deultramar, y para que no quedase exhausta la pobla-ción en Roma, decretó que ningún ciudadano ma-yor de 20 años y menor de 60 años, que no estuvie-se obligado por un cargo público, permaneciese másde 3 años fuera de Italia; que ningún hijo de senadoremprendiese viajes lejanos, si no era en compañía obajo el patronato de algún magistrado; y por último,que los que criaban ganado tuviesen entre sus pasto-res, por lo menos, la tercera parte de hombres libresen edad de pubertad.[121]

• Concedió el derecho de ciudadanía a cuantos prac-ticaban medicina en Roma o cultivaban las artes li-terarias, debiendo este favor fijarlos en la ciudad yatraer a otros.[121]

• En cuanto a las deudas, en vez de conceder la aboli-ción, con afán esperada y reclamada sin cesar, decre-tó que los deudores pagarían según la estimación desus propiedades y conforme al precio de estos bie-nes antes de la guerra civil, y que se deduciría del

Restos del Foro de César, quien lo mandó edificar en Roma du-rante su dictadura.

capital todo lo que se hubiese pagado en dinero o enpromesas escritas a título de usura, con cuya dispo-sición desaparecería cerca de la cuarta parte de lasdeudas.[121]

• Disolvió todas las asociaciones, exceptuando aque-llas que tenían origen en los primeros tiempos deRoma.[121]

• Aumentó la penalidad en cuanto a los crímenes, ycomo los ricos los cometían sin perder nada de sucaudal, decretó contra los parricidas la confiscacióncompleta y contra los criminales la de la mitad desus bienes.[121]

• Privó del orden senatorial a los convictos deconcusión.[122]

• Declaró nulo el matrimonio de un antiguo pretor quese había casado con una mujer al segundo día de se-parada de su marido, aunque no se la sospechara deadulterio.[122]

• Estableció impuestos sobre las mercancías extranje-ras. Mandaba a los mercados guardias que secues-traran los artículos prohibidos y los llevaran a su ca-sa, yendo algunas veces lictores y soldados a recoger

Page 19: Julio César pachari

4.1 La batalla de Bibracte 19

en los comedores lo que había escapado a la vigilan-cia de los guardias.[122]

• Prohibió el uso de literas, de la púrpura y las perlas,exceptuando a ciertas personas, ciertas edades y endeterminados días.[122]

• En cuanto a la moneda, incrementó a cuatro el nú-mero de tresviri auro argento aere flando feriundo(“triunviros responsables de la fundición y acuña-ción de oro, plata y bronce”), confiando la direc-ción de la ceca del templo de Juno Moneta (así co-mo las rentas públicas) a algunos de sus propiosesclavos.[123] También creó una ceca privada con laque acuñó regularmente, de 48 a 44 a. C., el oroque obtuvo en la Guerra de las Galias y saquean-do el erario público (15 000 lingotes).[124] Fijó elpeso del aureus en 1/40 de la libra romana (apro-ximadamente el equivalente a 8 gramos). Tuvierongran éxito al ser similares en peso y ley a las está-teras macedonias.[125] También fijó el áureo en 25denarios, de modo que una libra de oro equivalie-ra a 1000 denarios, tras el descenso del precio deloro (a 750 denarios la libra) que había provocado elcaudal de botín traído de las Galias.[124] Debe des-tacarse asimismo que Julio César fue el primer diri-gente romano vivo cuyo rostro apareció en una mo-neda en circulación (44 a. C.), por autorización delSenado.[126] Sin embargo, no hubo ninguna emisiónsubstancial de bronce bajo su gobierno, por lo quecontinuó la escasez de numerario propia del siglo Ia. C.[127] En un intento de restaurar la liquidez, hi-zo aprobar una ley que prohibía que nadie acumula-ra más de 15 000 denarios, pretendiendo poner encirculación las monedas atesoradas. Esta ley, comopuede suponerse, debió ser sin duda alguna tan in-eficaz como inaplicable.[128]

• Para evitar problemas, fue el primer legislador ro-mano que instaló a sus veteranos en colonias fuerade Italia.[129]

4 César como militar

Indiscutiblemente, uno de los aspectos más reconocidosde la personalidad de Julio César es, sin duda, su geniomilitar. Este genio fue puesto a prueba muchas veces a lolargo de su accidentada vida castrense, y César respondióa los retos casi siempre con innovaciones tácticas o aña-gazas que sorprendieron a sus contrarios y que le hicieronganar ventajas en un terreno u otro.Según Suetonio, César era un auténtico soldado, quecompartía con sus milites las fatigas de la guerra; era ex-perto en las armas y en equitación.[130] También sabe-mos que era un general valiente,[131]que dirigía sus tro-pas desde el propio frente de batalla, para que su ejem-plo infundiera valor en los soldados, y era proclive a las

arengas y mantenedor de una férrea disciplina.[132] Sinembargo, sus soldados lo veneraban y fueron muy raroslos casos de deserción, quizá debido al carácter magnáni-mo de César.[133] También montaba un caballo de nom-bre Genitor que nació en los establos que el general teníaen su casa. El caballo presentaba atavismo en las patas,por lo que tenía varios dedos largos rematados en pezuñaademás de casco central,[134] algo causado por la desac-tivación del gen inhibidor que impide el crecimiento demás dedos en los caballos aparte del tercero durante eldesarrollo embrionario.Para ofrecer una visión lo más amplia posible de la ca-pacidad táctica de César se ha elegido ofrecer breves re-señas de algunas de sus batallas; quizá no las más repre-sentativas o fundamentales, pero sí de las que supusieronalguna innovación táctica o una muestra de cómo Césardirigía sus tropas: la batalla de Bibracte como ejemplode batalla contra fuerzas no romanas, la batalla de Ale-sia como ejemplo de asedio, la batalla de Farsalia comoejemplo de lucha entre romanos, la batalla de Ruspina porla manera en la que se convirtió de una derrota casi se-gura en una retirada ordenada, y la batalla de Tapso enÁfrica, que supuso la derrota de las fuerzas pompeyanasestablecidas en esa provincia y, a la larga, la muerte deCatón y otras figuras señeras de la oposición a César.

4.1 La batalla de Bibracte

En el año 58 a. C., César acababa de tomar posesión desu cargo de procónsul de la Galia, cuándo fue advertidode que una confederación de pueblos germánicos, com-puesta por los helvecios, los boios y los tulingios, habíandecidido dejar sus tierras ancestrales y emigrar a la GaliaComata.Ambas fuerzas coincidieron en las cercanías de la loca-lidad de Bibracte, donde César había tomado posicionesen lo alto de una colina. Contaba con cuatro legiones ve-teranas, las VII, VIII, IX y X, que ordenó en triplex aciesal pie de la subida; las legiones XI y XII, de novatos, ylos auxiliares fueron desplegados bajo una elevación delterreno en la cima.Las fuerzas helvecias, quizá unos 77 000 guerreros si he-mos de creer al propio César en susComentarii, avanzaronhacia los romanos en una formación que César describecomo «una falange», lo que quiere decir que probable-mente formaban una masa compacta que se agrupaba traslos escudos, no una formación de tipo macedonio.[135]

Cuando la formación helvecia se encontró al alcance ade-cuado, o sea unos 15 metros, de las filas romanas salió laprimera salva de pila. Esta jabalina pesada estaba dise-ñada para retorcerse al clavarse en el escudo, dejando asíal guerreo atacante la opción de portar un pesado escu-do con una jabalina clavada que dificultaba su manejo, odeshacerse del escudo y luchar sin protección.La lluvia de pila tuvo el efecto de deshacer la formación

Page 20: Julio César pachari

20 4 CÉSAR COMO MILITAR

Guerreros celtas.

helvecia, y los romanos aprovecharon para cargar, ampa-rados tras sus escudos, con sus gladius, aprovechando eldesnivel y corriendo colina abajo; sin escudos y mal ar-mados, los helvecios fueron obligados a retroceder hastauna colina que se hallaba como a un kilómetro y medio.Las legiones los siguieron, confiando en una rápida victo-ria, cuando, de pronto, aparecieron en el campo de ba-talla los boios y los tulingios, en cantidad de unos 15000 guerreros, amenazando el flanco derecho del ejércitoromano.[136] El flanco derecho era el más peligroso, puesera el que no portaba escudo (que se llevaba en el brazoizquierdo).Cogidos así entre la espada de los helvecios, que al veraparecer a sus aliados se lanzaron al ataque con ánimorenovado, y a la pared de los boios y tulingios, César or-denó que la tercera línea de la triplex acies rotara hacia laderecha, colocándose en ángulo recto de cara a los nuevosatacantes, mientras que las fuerzas restantes, formadas enduplex acies hacían frente al renovado ataque de los hel-vecios.Faltos del factor sorpresa en que habían confiado, peorarmados que los romanos y los helvecios ya cansados porla lucha, fueron arrasados por las legiones.La innovación táctica de César fue la rapidez en que, cal-culando el problema, había convertido la tradicional dis-posición legionaria en triplex acies en una formación no-

vedosa, con un frente en duplex acies, que se encargó defrenar a los helvecios, y uno en simplex acies, que contuvoel ataque por el flanco y, eventualmente, le llevó a ganarla batalla.

4.2 La batalla de Alesia

Las fortificaciones construidas por César en Alesia de acuerdoa la hipótesis de localización en Alise-Sainte-Reine.En el mapa de la esquina la cruzmuestra la localización de Alesiaen la Galia (hoy Francia). En el esquema, el círculo muestra elpunto débil en la circunvalación.

Alesia estaba situada en la cima de una colina rodeadapor valles y ríos y contaba con importantes defensas. Da-do que un asalto frontal sobre la fortaleza sería suicida,César consideró mejor forzar un asedio de la plaza pararendir a sus enemigos por hambre. Considerando que ha-bía cerca de 80 000 hombres fortificados dentro de Ale-sia junto con la población civil, el hambre y la sed forza-rían rápidamente la rendición de los galos. Para garanti-zar un bloqueo perfecto César ordenó la construcción deun perímetro circular de fortificaciones. Los detalles delos trabajos de ingeniería se encuentran en los Comenta-rios a la Guerra de las Galias (De Bello Gallico) de JulioCésar y han podido ser confirmados por las excavacionesarqueológicas en la zona. Se construyeron muros de 18km de largo y 4 metros de alto con fortificaciones espa-ciadas regularmente en un tiempo récord de 3 semanas.Esta línea fue seguida hacia el interior por dos diques decuatro metros y medio de ancho y cerca de medio me-tro de profundidad. El más cercano a la fortificación sellenó de agua procedente de los ríos cercanos. Asimis-mo, se crearon concienzudos campos de trampas y hoyosfrente a las empalizadas con el fin de que su alcance fue-se todavía más difícil, más una serie de torres equipadascon artillería y espaciadas regularmente a lo largo de lafortificación.[137]

La caballería de Vercingetórix a menudo contraatacabalos trabajos romanos para evitar verse completamente en-cerrados, ataques que eran contestados por la caballería

Page 21: Julio César pachari

4.3 La batalla de Farsalia 21

germana que volvió a probar su valía para mantener a losatacantes a raya. Tras dos semanas de trabajo, parte dela caballería gala pudo escapar de la ciudad por una delas secciones no finalizadas. César, previendo la llegadade tropas de refuerzo, mandó construir una segunda líneadefensiva exterior protegiendo sus tropas. El nuevo pe-rímetro era de 21 km, incluyendo cuatro campamentosde caballería. Esta serie de fortificaciones les protegeríacuando las tropas de liberación galas llegasen: ahora eransitiadores preparándose para ser sitiados.[138]

Por estos tiempos, las condiciones de vida en Alesia ibanempeorando cada vez más. Con los 80 000 soldados y lapoblación local había demasiada gente dentro de la forta-leza para tan escasa comida.[139] Esto provocó que partede la población civil saliera de la ciudad y pidiera víve-res al ejército de César, e incluso trabajar como esclavosen las construcciones, antes que morir de hambre. César,advirtiendo su propia falta de víveres en caso de alimen-tarlos, los envió de vuelta a la ciudad, y cuando esto pasó,Vercingétorix ordenó cerrar las puertas de las murallas,ya que había demasiada población para la escasez de ví-veres. Esta parte de la población civil murió a los pocosdías.A finales de septiembre las tropas galas, dirigidas porCommio, acudieron en refuerzo de los fortificados enAlesia, y atacaron las murallas exteriores de César. Ver-cingetórix ordenó un ataque simultáneo desde dentro. Sinembargo, ninguno de estos intentos tuvo éxito y a la pues-ta del sol la lucha había acabado. Al día siguiente, el ata-que galo fue bajo la cobertura de la oscuridad de la no-che, y lograron un mayor éxito que el día anterior. Césarse vio obligado a abandonar algunas secciones de sus lí-neas fortificadas. Sólo la rápida respuesta de la caballería,dirigida por Marco Antonio y Gayo Trebonio, salvó la si-tuación. La pared interna también fue atacada, pero lapresencia de trincheras, los campos plantados de "lirios"y de "ceppos", que los hombres de Vercingetórix teníanque llenar para avanzar, les retrasaron lo suficiente co-mo para evitar la sorpresa. Para entonces, la situación delejército romano también era difícil.[140]

El día siguiente, el 2 de octubre, Vercasivellauno, un pri-mo de Vercingetórix, lanzó un ataque masivo con 60 000hombres, enfocado al punto débil de las fortificacionesromanas, que César había tratado de ocultar hasta enton-ces, pero que había sido descubierto por los galos. El áreaen cuestión era una zona con obstrucciones naturales en laque no se podía construir una muralla continua. El ataquese produjo combinando las fuerzas del exterior con lasde la ciudad: Vercingetórix atacó desde todos los ánguloslas fortificaciones interiores. César confió en la discipli-na y valor de sus hombres, y ordenó mantener las líneas.Él personalmente recorrió el perímetro animando a suslegionarios.[141]

La caballería de Labieno fue enviada a aguantar la de-fensa del área en donde se había localizado la brecha delas fortificaciones. César, con la presión incrementándose

Reconstrucción actual de las fortificaciones de Alesia.

cada vez más, se vio obligado a contraatacar la ofensivainterna, y logró hacer retroceder a los hombres de Ver-cingetórix. Sin embargo, para entonces la sección defen-dida por Labieno se encontraba a punto de ceder. Césartomó una medida desesperada, tomando 13 cohortes decaballería (unos 6000 hombres) para atacar el ejército dereserva enemigo (unos 60 000) por la retaguardia. La ac-ción sorprendió tanto a atacantes como a defensores.[142]

Viendo a su general afrontar tan tremendo riesgo, loshombres de Labieno redoblaron sus esfuerzos. En las filasgalas pronto empezó a cundir el pánico, y trataron de reti-rarse. Sin embargo, como solía ocurrir en la antigüedad,un ejército en retirada desorganizada es una presa fácilpara la persecución de los vencedores, y los galos fue-ronmasacrados. César anotó en sus Comentarios que sóloel hecho de que sus hombres estaban completamente ex-haustos salvó a los galos de la completa aniquilación.[143]

En Alesia, Vercingetórix fue testigo de la derrota del ejér-cito exterior. Enfrentándose tanto al hambre como a lamoral, se vio obligado a rendirse sin una última batalla.Al día siguiente, el líder galo presentó sus armas a JulioCésar, poniendo fin al asedio de Alesia y a la conquistaromana de la Galia.[144]

4.3 La batalla de Farsalia

Después de haber sido derrotados en la Batalla de Dyrra-chium, los cesarianos se enfrentaron definitivamente enbatalla campal a Pompeyo y sus aliados en las cercaníasde Farsalia.César tenía con él a las legiones VII, VIII, IX, X, XI, XIIy XIII muy reducidas en cuanto a fuerza, pues probable-mente no estaban compuestas por más de 2750 legiona-rios cada una de ellas, y, además las legiones VIII y IX,que habían sostenido el frente de batalla en Dyrrachium yhabían quedado seriamente mermadas, a las que se les diola orden de que actuaran como una sola y se protegieranuna a la otra; además, contaba con un pequeño contin-gente de caballería. En el otro lado, Pompeyo dirigía una

Page 22: Julio César pachari

22 4 CÉSAR COMO MILITAR

fuerza de once legiones, posiblemente de 4000 hombrescada una, y una caballería de 7000 jinetes, junto con unfuerte destacamento de arqueros y honderos.[145]

Hondero balear.

Ambos generales formaron sus ejércitos en triplex acies,uno frente a otro, y la caballería apostada en las respec-tivas alas izquierdas, pues los flancos derechos de las for-maciones se apoyaban en el río Enipeus, que protegía deesa manera el ala derecha. César colocó a las legiones IXy VIII en el flanco derecho, apoyadas en el río, y despuésfue colocando sucesivamente a la XI, XII, XIII, VI, VIIy X. Pero tras la línea de caballería, ocultos tras una pe-queña elevación del terreno, detrajo y colocó una cuartafila, compuesta de seis cohortes, en sentido oblicuo a lacaballería y que recibió órdenes estrictas de no moversebajo circunstancia alguna hasta que le fuera señalado porun vexillum.[145]

Pompeyo había formado en una sistema más clásico, contodas sus legiones por igual y la caballería apoyada poruna densa formación de arqueros y honderos, colocadatras ella; sin embargo, los había dispuesto en una forma-ción más estática, con la idea táctica de que ofrecieran unmuro de contención a la infantería cesariana, pues Pom-peyo había depositado sus esperanzas en la superioridadde la caballería.La batalla, si creemos a César, se abrió con la carga sui-cida de un centurión primípalo, esto es, el centurión quemandaba la primera centuria de la primera cohorte, unpuesto de gran prestigio. Dicho centurión, de nombreCrastino, arrastró a 120 voluntarios con él a cargar con-tra la líneas de Pompeyo, en las que, lógicamente, fueron

Caballería legionaria.

arrasados.[146]

Al ocurrir esto, las líneas primera y segunda de la forma-ción cesariana cargaron, pero a mitad de camino pararonpara coger aire al ver que las legiones de Pompeyo no con-tracargaban (quizá porque Pompeyo tenía la esperanza deque se cansaran previamente). Los cesarianos recompu-sieron sus líneas y en ése momento, Pompeyo dio ordena su caballería de cargar.La caballería pompeyana salió al galope, dividida en susturma individuales, seguida por los arqueros, con el finde flanquear el ala izquierda de la formación de César,para atacar así desde la retaguardia y formar un martillo(caballería) y un yunque (infantería) para machacar a loscesarianos. La carga tuvo éxito con la caballería cesaria-na, que salió en desbandada.Pero en ese momento, César ordenó a su línea escondidade seis cohortes que atacara. La caballería pompeyana seencontró con que, en vez de tomar por sorpresa por laretaguardia a las legiones cesarianas y desbaratarlas, unanueva línea de batalla se dirigía hacia ellos con ferocidad.Las turmas que lideraban la carga entraron en pánico yhuyeron, pero probablemente se toparon en su huida conlos escuadrones que les seguían y que no sospechaban na-da, sembrando así la consiguiente confusión. Los legiona-rios de César no arrojaron sus pila, sino que los usaron,por orden de su general, más como picas, enfrentándolosa la cara de los jinetes y sus caballos, aumentando de éstamanera el pánico y la confusión; así, una fuerza de apenas1650 legionarios puso en fuga a la caballería pompeyanay pudo dedicarse a destrozar a los ligeramente armadosarqueros y honderos.[145]

A continuación, se lanzaron al ataque del ahora despro-tegido flanco izquierdo de los pompeyanos, apoyados enése momento por una ataque furioso de la tercera línea delas legiones cesarianas, que, sustituyendo a las cansadasprimera y segunda líneas, presionaron el frente de batalla.Atacadas por tropas de refresco en el centro, flanqueadaspor la izquierda y por la retaguardia, las tropas pompeya-nas primero vacilaron y luego emprendieron una huida entoda regla, dejando en el campo a 15 000 muertos, frente

Page 23: Julio César pachari

4.4 La batalla de Ruspina 23

a los 200 de los cesarianos.[147][148]

La genialidad de César fue prever que Pompeyo iba ausar su caballería para atacar, que la suya propia no teníala fuerza para resistirla, y arbitrar un método completa-mente novedoso con la línea de 6 cohortes, tendiendo unacelada a su enemigo, en la que cayó, y que le sirvió paraganar la batalla y destrozar a las principales fuerzas de lospompeyanos.

4.4 La batalla de Ruspina

Tras Farsalia, una buena cantidad de tropas pompeyanasy de señaladas figuras de la facción, como Catón el Joven,Quinto Cecilio Metelo Pío Escipión Nasica Corneliano yel antiguo legado principal de César en las Galias, TitoLabieno, se replegaron a la provincia de África, para re-organizarse y plantar cara de nuevo al dictador; corría elaño 46 a. C.Éste les persiguió, y después de desembarcar, fijó susreales en Ruspina, cerca de la actual Al Munastir. Trasuna serie de peripecias, salió en busca de trigo con unafuerza de 30 cohortes armadas «a la ligera»,[149] o sea,unos 13 000 hombres más o menos, dos mil jinetes yciento cincuenta arqueros.[149]

Súbitamente, a unos cinco kilómetros del campamento,los exploradores de César le avisaron de que se aproxi-maba una gran fuerza de infantería hacia ellos: eran tro-pas pompeyanas al mando de Labieno. Consciente de suinferioridad, César ordena a su exigua caballería y a lospocos arqueros que tenía que salieran del campamento yle siguieran a corta distancia.Mientras César estaba colocando a sus hombres, que dadala exigüidad de esta fuerza “expedicionaria”, iban forma-dos en simplex acies con la caballería en alas,[150]Labienodesplegó sus fuerzas, que resultaron estar constituidas ensu inmensa mayoría por caballería y no por infantería.Fue una hábil celada tendida por el comandante pompe-yano, que había juntado al máximo sus líneas, intercalan-do una numerosa tropa de infantería ligera númida entrelos jinetes para dar ese efecto desde la distancia.[151]

Mientras los pompeyanos avanzaron en una línea simplede extrema longitud, César había desplegado sus tropas afines de no verse flanqueado por las de su enemigo. Peroesto fue precisamente lo que ocurrió: mientras las pocastropas de caballería luchaban en vano para no ser supe-radas, el centro de la formación de César se vio golpeadopor la masa de la caballería pompeyana y la infantería li-gera númida, que atacaban y se retiraban sucesivamente.La infantería cesariana respondió como pudo, pero em-pezó a disgregarse. Al verlo, César ordenó que ningúnsoldado se alejara más de cuatro pasos de su unidad.[152]Pero la superioridad numérica del enemigo, la escasa ca-ballería cesariana, los heridos y caballos perdidos, hicie-ron que la formación de César empezara a colapsarse. Enése momento, César ordenó a sus tropas que adoptaran

Jinete númida.

una formación defensiva, denominada orbis (literalmen-te: orbe), básicamente una formación en círculo que teníacomo misión la de no ofrecer el flanco al enemigo.Pero se encontró rodeado por todos lados por las tropas,mucho más numerosas y móviles, de Labieno -en un le-jano eco de la desastrosa Batalla de Cannas -, y algunosde sus más recientes reclutas comenzaron a fallar; anteello César tomó una decisión: ordenó extender la línea debatalla en orden cerrado tan lejos como fuera posible. Es-ta maniobra fue siempre altamente desaconsejada por lostácticos romanos porque llevaba excesivo tiempo llevarlaa cabo;[153] sin embargo, esta vez las fuerzas de César lohicieron rápidamente y una vez que se hallaron desple-gadas en una sola línea, César dio otra orden: que cadacohorte par diera un paso atrás y se enfrentaran de cara asu enemigo, con lo que consiguió transformar la simplexacies en una duplex acies.[152][154]

En ese momento, la caballería cesariana apareció pararomper definitivamente el círculo, forzando a los pom-peyanos a formar dos líneas de batalla separadas por lastropas cesarianas. Entonces, los sorprendidos pompeya-nos se vieron sometidos a una lluvia de pila por parte am-bos lados de la formación contraria, lo que provocó quevacilaran y se echaran atrás una distancia, no lo suficien-temente grande como para disgregarse, pero sí para queCésar ordenara la vuelta al campamento en orden de ba-talla.Mientras volvían a sus reales, los pompeyanos se vie-ron reforzados por la inesperada llegada de una fuerzade 1600 jinetes y un gran número de infantes, al mandode Marco Petreyo y Gneo Pisón, que hizo que atacarande nuevo con renovadas fuerzas, rodeando otra vez a loscesarianos, pero ahora desde más lejos a fines de que Cé-

Page 24: Julio César pachari

24 4 CÉSAR COMO MILITAR

Una tropa de infantería romana formando en testudo.

sar no volviera a repetir la maniobra, y lanzando sobresus tropas una lluvia de armas arrojadizas. Las tropas deCésar se pararon y, ante la avalancha, quizá formaron un«testudo» (tortuga), una formación en la que los legiona-rios se cubrían con los escudos.[155]

A medida que las tropas pompeyanas se iban quedandosin jabalinas y que su energía combativa disminuía frentea la cerrada formación de César, éste se dio cuenta de quellegaba el momento de romperla y atacar súbitamente,por lo que cursó órdenes de que a una señal suya, se levan-tara el muro de escudos para dejar pasar a unas cohortesselectas, que adoptando la formación en cuña golpearona las tropas pompeyanas.[156] Del relato de la Guerra deÁfrica no queda claro si éste ataque se produjo en variospuntos determinados o fue un ataque masivo sobre un só-lo punto, pero lo cierto es que tuvo el efecto deseado y lastropas pompeyanas se abrieron, dejando expedito el pasoa César y a sus hombres que se retiraron en formaciónhacia su campamento, donde se fortificaron.Lo verdaderamente genial de ésta batalla no es la derrotaen sí de César, sino cómo mediante una serie de decisio-nes tácticas y variadas formaciones de batalla, logró quelo que podría haber sido una masacre se convirtiera enuna retirada organizada, en la que conservó el mayor nú-mero posible de efectivos.[157]

4.5 La batalla de Tapso

Tras la Batalla de Farsalia, las tropas pompeyanas se ha-bían refugiado en la provincia de África, donde al man-do de destacados miembros de la facción conservadora,como Catón el Joven y Quinto Cecilio Metelo Escipión,habían logrado reorganizarse y estaban dispuestos a con-tinuar la lucha. Los conservadores reunieron sus fuerzasa una velocidad impresionante. Su ejército incluía 40 000hombres (unas 10 legiones), una poderosa caballería di-rigida por el que fue anteriormente la mano derecha deCésar en la Galia, Tito Labieno, y fuerzas aliadas de re-yes locales, entre ellos el númida Juba I y 60 elefantes deguerra. César tenía consigo al menos 5 legiones, aunqueno podemos saber cómo estaban de completas, y una es-

Elefantes de guerra cargando.

timable fuerza de caballería.Tras el incidente de Ruspina, siguieron una serie de en-cuentros no decisivos entre las tropas de ambas facciones,pequeñas batallas para medir sus fuerzas, y durante esetiempo dos legiones de los conservadores desertaron paraunirse a César. Mientras tanto, César esperaba refuerzosde Sicilia.[158]

A comienzos de febrero, César llegó a Tapso y puso cer-co a la ciudad, bloqueando la entrada sur con tres filas defortificaciones. Los conservadores, bajo el mando de Me-telo Escipión, no podían permitirse perder esa posición,por lo que se vieron obligados a entablar batalla.[159]

Disposición de los ejércitos en la Batalla de Tapso, según un gra-bado antiguo.

Escipión desplegó sus tropas, formando las legiones enel centro en cuadruplex acies, puso la caballería en lasalas, delante de las cuales situó la mitad de sus elefan-tes de guerra (treinta en el ala derecha y treinta en el alaizquierda); por detrás de las filas legionarias, puso en elala izquierda una formación de tropas ligeras y otra mixtade caballería e infantería ligera, y en el ala derecha unamixta de caballería e infantería ligera.[160][161]

César formó con las legiones en el centro, en triplexacies,(las X y VII a la derecha y las VIII y IX a la iz-quierda), situó la caballería en la alas, y frente a los ele-fantes desplegó a sus arqueros y honderos. Pero dividióla Legio V Alaudae en dos grupos de cinco cohortes cadauno, y los situó detrás de las formaciones de arqueros y

Page 25: Julio César pachari

25

honderos.[160][161]

Aunque la batalla comenzó antes de lo que César hubieradeseado,[159] debido a la impaciencia de sus soldados delala derecha, tomó rápidamente el mando de la situacióny ordenó el ataque. Los arqueros y honderos del ala de-recha dispararon sus proyectiles contra los elefantes delala izquierda de los pompeyanos, que al recibir la lluviade flechas y piedras, se asustaron y dieron media vuelta,cargando contra sus propias filas. En ése momento, la ca-ballería ligera númida apostada por Escipión en esa ala,cargó hacia el frente al verse desprotegida el muro de ele-fantes, pero fueron desbandados por la carga de las legio-nes, y la Legio X tomó posesión del campamento pompe-yano, impidiendo así la huida de los enemigos.[162][161]

Sin un lugar al que volver, con las tropas en desbandada,rendidas o muertas, los líderes pompeyanos abandonaronel campo de batalla a César, con lo que dieron por perdidala guerra.[163]

La genialidad de César en la batalla fue el movimientotáctico de colocar infantería legionaria protegiendo a losarqueros y honderos de los elefantes, y asumir con pron-titud el desarrollo de la misma, usando a su favor la pre-cipitación con la que había comenzado.

5 César como historiador y escritor

De Bello Gallico.

La obra escrita que llega hasta nuestros días coloca a Cé-sar entre los grandes maestros de la lengua latina. Sus tra-bajos conocidos incluyen:

• De Bello Gallico – Comentarios sobre las campañasde la Galia

• De Bello Civili – Comentarios sobre la guerra civil

No se puede asegurar que la autoría del llamado "CorpusCesariano" o "Tria Bella", esto es laGuerra de Alejandría,la Guerra de África y la Guerra de Hispania, sea de César

y entre sus traductores existe un consenso generalizadoacerca de que no fueron escritas por él, aunque sí estánposiblemente basadas en sus notas.[164]

Tanto la Guerra de las Galias como la Guerra Civil, sonindiscutiblemente obra de César y están escritas en unlatín de gran perfección sintáctica. Ambas son pruebade la erudición de su autor y fueron usadas, sobre todo,como propaganda ante el Senado y el pueblo de Roma.En ellas hace importantísimas referencias a múltiples as-pectos de la vida cotidiana en el ejército romano de latardorrepública, de su organización, tácticas, técnicas yarmamento.[165][166]

Asimismo, hizo descripciones etnográficas de pueblosceltas y germanos incluyendo temas como la organiza-ción social y militar, la religión o la lengua que aún hoyen día son de obligado estudio para los expertos en lasdiferentes materias.[166]

Igualmente describió lugares geográficos, como la SelvaHercinia,[167] y describe en sus escritos importantes as-pectos que permiten comprender mejor la política de laRepública romana de los últimos años del siglo I a. C. ya figuras como Pompeyo, Cicerón, Catón y otros.[165]

Además se sabe que sentía curiosidad por muchos temas,desde la filosofía griega hasta la astronomía, pasando portemas sagrados o lingüísticos. Por referencias en otros au-tores clásicos, se sabe que César compuso un tratado deastronomía, otro de lingüística y otro más sobre augurios,pero se han perdido y no se conoce ni siquiera un párrafode ellos.También se sabe por Suetonio que compuso un tratadoen defensa suya llamado el Anticatón, dos libros sobre laAnalogía y, al menos, un poema llamado El Camino; ensu juventud escribió las Alabanzas de Hércules, una tra-gedia con el título de Edipo y una Colección de frasesselectas.[168] Parece ser que se conservaban sus oficios alSenado, sus cartas a Cicerón y su correspondencia pri-vada. Sin embargo, Augusto prohibió a su bibliotecarioque todos estos documentos fueran copiados o publica-dos, por lo que acabaron perdiéndose.[169] Se sabe queera un magnífico orador, pues tanto Plutarco como Sue-tonio lo mencionan, y parece ser que también Cicerón yCornelio Nepote avalaban ésta opinión.[170] También seconoce que empleaba un latín de gran perfección.[171]

La obra conocida de César no puede tomarse como la deun historiador moderno, pues su intención no era esa. Lasobras que se conservan y cuya autoría no es discutida, estoes, los Comentarios sobre las Guerras Galas y Civil, eranun instrumento de propaganda y un informe de progresospara el Senado, no una obra como las de Tácito o Polibio,por lo que todas sus afirmaciones, en especial las políti-cas, deben ser analizadas desde un ánimo crítico.[172] Elhecho de que la mayor parte de la obra literaria de Césarse haya perdido es un inconveniente que, no por habitualen la mayoría de los autores clásicos deja de ser lamen-table y que ha impedido una crítica razonada de Césarcomo autor, ya que los historiadores sólo pueden basarse

Page 26: Julio César pachari

26 7 CRONOLOGÍA

en unos libros que, pese a ser de los más importantes enla Historia Occidental, no dejaban de ser más un instru-mento de propaganda que un alarde de erudición.[173]

Aun así, con todas sus limitaciones, en muchas ocasiones,sus escritos son el único testimonio antiguo que se poseesobre muchos aspectos de los pueblos, usos y costumbresde la época.[174]

6 César en la literatura y el cine

James Mason como Bruto en la película Julio César de 1953.

Rex Harrison interpretando a Julio César en Cleopatra.

Julio César ha sido con frecuencia representado en obrasliterarias y cinematográficas. En la literatura, destacan:

• La tragedia Julio César de William Shakespeare,probablemente la más famosa aparición de César enla literatura.

• Su aparición en Cleopatra de Emil Ludwig, que des-cribe a Julio César como guerrero y amante.

• La obra de teatro César y Cleopatra del autor britá-nico George Bernard Shaw.

• La novela histórica Los idus de marzo de ThorntonWilder, escrita en forma epistolar, que fue alabadapor el propio Borges.[175]

• Asimismo Jorge Luis Borges en Los conjurados(1985) le dedicó un poema que refiriéndose a su ase-sinato, comienza con Aquí lo que dejaron los puña-les.... El texto concluye vaticinando su huella histó-rica con la frase ...cuya gran sombra será el orbe en-tero.[176]

• La novela César de Allan Massie, que el mismoAdrian Goldsworthy recomienda por su fidelidad alos hechos históricos.[177]

• En el cuarto canto de La Divina Comedia de Dante,César aparece en el Limbo junto a Héctor y Eneasen su condición de héroe de la antigüedad pagana,que no recibió el bautismo pero se distinguió por suclemencia.[178]

• César es uno de los personajes que aparecen en laserie de novelas históricas de Colleen McCullough

En cuanto al cine, el personaje ha aparecido en numerososfilmes, desde la pantalla grande a la televisión, bien comoprotagonista, bien como personaje secundario.Uno de los más reputados, tanto por la calidad de la cintacomo por la de sus actores, es la película del año 1953,Julio César, dirigida por Joseph L. Mankiewicz y cu-yos papeles principales los desempeñaban Marlon Bran-do (como Marco Antonio), Louis Calhern (como César),Deborah Kerr (como Porcia) y James Mason (como Bru-to). Con música de Miklós Rózsa, el guion es una adapta-ción de la obra de teatro de Shakespeare. Fue nominadaa cinco Premios Óscar, de los que ganó uno.[179]

Otro de los filmes más premiados y conocidos, en el queCésar es protagonista, es la cinta Cleopatra. Dirigida porJoseph L. Mankiewicz, con fotografía de Leon Sham-roy y música de Alex North, los papeles principales fue-ron interpretados por Elizabeth Taylor como Cleopatra,Richard Burton comoMarco Antonio y Rex Harrison co-moCésar. Fue nominada a ocho premios Óscar de los queganó cuatro.[180]

En el mundo del cómic, sin duda una de las más céle-bres representaciones de César es el personaje salido dela pluma y el pincel de Goscinny y Uderzo, antagonista(soberbio, orgulloso, pero al final, siempre justo) de sucélebre personaje Astérix.

6.1 Filmografía

7 Cronología

• 12/13 de julio 100 a. C. – Nace en Roma

• 82 a. C. – Escapa de las persecuciones de Sila

• 81/79 a. C. – Servicio militar en Asia y Cilicia

Page 27: Julio César pachari

27

Estatua de bronce de César, en Rímini.

• Años 70 a. C. – Carrera como abogado

• 69 a. C. – Cuestor en Hispania Ulterior

• 65 a. C. – Edil

• 63 a. C. – Electo pontifex maximus y pretor urbano;conspiración de Catilina

• 59 a. C. – Cónsul por primera vez; inicio del primertriunvirato

• 58 a. C. – Procónsul: comienza la campaña en lasGalias

• 54 a. C. – Muerte de Julia

• 53 a. C. – Muerte de Craso: fin del triunvirato

• 52 a. C. – Batalla de Alesia

• 49 a. C. – Atraviesa el Rubicón, comienza la guerracivil, Dictador por primera vez.

• 48 a. C. –Derrota a Pompeyo enGrecia; se convierteen dictador romano por segunda vez

• 47 a. C. – Campaña en Egipto, conoce a Cleopatra

• 46 a. C.

• 1 de enero: César es nombrado dictador portercera vez.

• 16 de abril: Derrota de los pompeyanos enÁfrica en la batalla de Tapso. Mueren Catóny Metelo Escipión

• 45 a. C.

• 1 de enero: César es nombrado dictador porcuarta vez

• 17 de marzo: En la Munda, César derrota alos pompeyanos de Hispania, comandados porTito Atio Labieno, quién murió en batalla, ylos hijos de Pompeyo, Cneo y Sexto.

• Regresa a Roma, dictador por cuarta vez

• 44 a. C.

• 1 de enero: César es nombrado dictador vita-licio, poder similar al de un emperador

• Febrero, rehúsa la diadema ofrecida por Mar-co Antonio

• 15 de marzo, asesinado

8 Véase también

• Historia de la República Romana tardía

• Constitución Republicana

• Segundo Triunvirato

• Invasiones de César a Britania

• Primera Guerra Civil de la República de Roma

• Historia de la estructura del ejército romano

• Tácticas romanas de infantería

9 Notas

[1] Epigráficamente, IMP·GAIVS·IVLIVS·CAESAR, es de-cir, el Emperador Cayo Julio César, según el sistemade filiación (praenomen, nomen y patronimicus) de lanomenclatura romana. Tras su muerte, en 42 a. C. fue dei-ficado por el Senado, convirtiéndose en Divus Caesar, elDivino César.

[2] La fecha del nacimiento de César no aparece con clari-dad en ningún texto antiguo. Wilhelm Drumann, al quesiguen Piganiol, Klotz y Cary, la situaba en el año 100a. C.; Jérôme Carcopino señalaba al año 101, y TheodorMommsen el 102, con el beneplácito de Fowler, Ferreroy Holmes.

[3] Juez que dirimía las disputas entre ciudadanos romanos.

[4] Facción conservadora del Senado.

Page 28: Julio César pachari

28 10 REFERENCIAS

10 Referencias[1] Plutarco, César, 1; Suetonio, César, 1-2.

[2] Probablemente en la campaña electoral de 71 a. C. (Can-fora 2000: 30).

[3] Véase nota 2.

[4] Según Suetonio (Vida de César, César 6):

Por parte materna la estirpe de mi tía tie-ne origen de reyes, por parte de padre estáemparentada con los dioses inmortales. Pueslos Marcio reyes proceden de Anco Marcio yde tal linaje ha sido su madre; y del de Venuslos Julios, a cuya estirpe pertenece nuestra fa-milia. Existe por tanto en la raza la sacralidadde los reyes, que destacan enormemente en-tre los hombres, y también el encumbramien-to de los dioses, bajo cuya potestad están losmismos reyes.

[5] Goldsworthy, Adrian, César, pág. 55.

[6] Goldsworthy, Adrian, César, pág. 53

[7] Tácito, Cornelio. De oratoribus, 28

[8] GeraldWalter,César: “Capítulo II”, pág 16. Impreso: Edi-ciones Ciencias Sociales ISBN 956-06-0465-X

[9] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 45

[10] Plutarco, Vidas paralelas, César y Alejandro, 17

[11] Goldsworthy, Adrian César, pág 598

[12] Montanelli, Indro Historia de Roma, pág 228

[13] Montanelli, Indro, Historia de Roma, pág. 228

[14] Goldsworthy, Adrian César, pág.95

[15] Goldsworthy, Adrian, César, pág.94

[16] Goldsworthy, Adrian, César, págs. 99-108

[17] Goldsworthy, Adrian, César, pág 103

[18] Montanelli, Indro, Historia de Roma, pág.228

[19] Goldsworthy, Adrian Grandes Generales del Ejército Ro-mano, pág. 213

[20] Goldsworthy, Adrian César, pág 133

[21] Plutarco, Vidas Paralelas, Alejandro y César. 24, 5

[22] Suetonio, Vida de los doce Césares, César 1, 7

[23] Goldsworthy, Adrian César, págs. 142-143

[24] en la elección que fue llevada a cabo en los Comicios. Tuvoel apoyo, entre otros, de Tito Labieno, que lo propuso ensu calidad de tribuno.

[25] Suetonio Vida de los Doce Césares, César, 13

[26] En realidad la frase de César no fue como se suele citar,sino “Mi mujer no debe ser ni incluso objeto de sospe-cha”, en Plutarco,Vida de César, XI. Menos conocido aúnes que el origen real de la célebre sentencia tampoco debeser esa cita, sino la que Plutarco repite de forma similarpero en 3ª persona en la Vida de Cicerón, XXIX: “La herepudiado porque la mujer de César debe estar libre, nosólo de cualquier acto vergonzoso, sino incluso de cual-quier sospecha de ello”.

[27] Montanelli, Indro Historia de Roma, págs 221-223

[28] Al parecer, recibió una misiva. Catón, pensando que eraalgún escrito incriminatorio, le obligó a leerla en públi-co; resultó ser una carta de amor de la propia hermana deCatón.

[29] Mommsen, Theodor, Historia de Roma, vol. 4., pág. 201.

[30] Goldsworthy, Adrian Op. cit, pág 198-199

[31] Goldsworthy, Adrian op. cit. pág. 199. Probablemente de-jó a su cuestor a cargo de la provincia.

[32] Goldsworthy, Adrian, op. cit., pág. 210

[33] Goldsworthy, Adrian, op. cit. pág 212

[34] Dión Casio, op. cit., 37.54.1-2

[35] Holland, Tom Rubicón, pág 246

[36] Goldsworthy, Adrian. op. cit., pág 215

[37] Holland, Tom Rubicón, pág 247

[38] Goldsworthy, Adrian, op. cit., págs. 210-211

[39] Dión Casio, op. cit. 38.3

[40] Apiano, 2.9.

[41] Goldsworthy, Adrian César, págs. 227-229

[42] Montanelli, Indro, Historia de Roma, pág 229-230

[43] Goldsworthy, Adrian, Grandes Generales del Ejercito Ro-mano, pág.215

[44] Goldsworthy, Adrian Grandes Generales del Ejercito Ro-manopág 215

[45] Goldsworthy, Adrian César, págs. 224-227

[46] Suetonio Vida de los doce Césares, César, 20. Al parecerhabía una copla popular a éste respecto, que decía «NonBibulo quidquam nuper, sed Cesare factum est: Non Bibulofieri consulte nil memini», esto es, «Nada es de Bíbulo;todo es de César, pues nadie recuerda lo que hizo aquel».

[47] Goldsworthy, Adrian César, pág 256-257

[48] Goldsworthy, Adrian César, pág 267

[49] Goldsworthy, Adrian César, pág 347 y ss.

[50] César, Julio Comentarios a la Guerra de las Galias, passim

[51] Goldsworthy, Adrian, César,pág. 439

[52] Goldsworthy, Adrian César, pág 456

Page 29: Julio César pachari

29

[53] Plutarco, Vidas Paralelas, César, 15

[54] Goldsworthy, Adrian. César, pág. 336

[55] Goldsworthy, Adrian César, págs 337-338

[56] Montanelli, Indro Historia de Roma, pág 243

[57] Montanelli, Indro Historia de Roma, pág 243

[58] Montanelli, Indro, Historia de Roma, pág 243-244

[59] Montanelli, Indro, Historia de Roma, pág 244

[60] César, Julio. Bellum Civile. Libro I. Pág. 69, 7.

[61] Montanelli, Indro. Historia de Roma, pág 244

[62] Goldsworthy, Adrian, César, pág. 485) propone ésta (10de enero) como fecha más probable, aunque afirma quees imposible conocer el día exacto en que se produjo estehecho en su biografía de César, sin embargo, en el librodel mismo autor Grandes Generales del Ejército Romano,se decanta por el día 11 de Enero. Kovaliov, S.I. (Histo-ria de Roma, pág 506, nota 201) propone el día 7 comofecha, el mismo día en que se promulgaron las leyes en elsenado, aunque dadas las distancias entre ambas ciudades,este hecho parece poco probable. Kovaliov dice:

Las circunstancias históricas reales delcruce son desconocidas. No se puede descar-tar que César pasara el Rubicón antes del día7 de Enero y que los tribunos de la plebe loencontrasen en Rímini, debido a que para Cé-sar era importante demostrar que no fue él elque inició la guerra civil. Por eso la tradición,que le ha sido favorable, presenta los hechoscomo si el cruce del confín hubiera sucedidodespués del 7 de enero.

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que Kovaliov esmaterialista histórico. La única conclusión es que la fechadel paso del Rubicón no está definitivamente fijada.

[63] , «Alea iacta est» («La suerte está echada»). Se suele creerque César pronunció esta frase en latín. Originalmente esuna frase del dramaturgo ateniense Menandro, uno de losautores preferidos de César y la pronunció en griego. Sue-tonio, op.cit. Pompeyo, 60 y César 32.

[64] Montanelli, Indro, Historia de Roma, pág. 245

[65] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 34

[66] Suetonio, Vida de los doce Césares, César,35

[67] Montanelli, Indro, Historia de Roma, pág 248.

[68] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 35

[69] «Veni, vidi, vici» («Llegué, vi, vencí»). Frase pronunciadapor César en el Senado romano haciendo referencia a lafacilidad de su victoria contra Farnaces II del Ponto. Sue-tonio, Vida de los doce Césares, César, 35 y respecto dela frase Veni, Vidi, Vici, op. cit., 37

[70] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 35 in fine

[71] Goldsworthy, Adrian César. pág 601

[72] Suetonio, Vidas de los doce Césares, César, 24

[73] Suetonio, Vidas de los doce Césares, César, 38.

[74] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 39

[75] Plinio, Naturalis Historia XXXIV, 18.

[76] Goldsworthy, Adrian César pág 641

[77] Walter, Gerard César, Capítulo 57 pag 482. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales

[78] Walter, Gerard Cesar Capítulo 57 pag 483. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales

[79] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 79

[80] Walter

[81] Dion Casio. Historia Romana. Libro XLIII, 51, 1.

[82] Marco Tulio Cicerón. Cartas a Ático. Libro XIV, 9, 3.

[83] Dion Casio. 47, 27, 2-5.

[84] Horst, Eberhard (1982). Cesare, a cura di Agusto di Gui-da. Milán: Rizzoli, pp. 269. En italiano.

[85] Plutarco. Vidas Paralelas. Julio César, 58.

[86] Apiano. Historia Romana. Libro XIV. Historia de las gue-rras civiles de los romanos II, 110.

[87] Marco Tulio Cicerón. Cartas a Ático. Libro XIII, 31, 3.

[88] Dion Casio. Historia Romana. Libro XLIII, 47.

[89] Dion Casio. Historia Romana. Libro XLIII, 49.

[90] McLynn, Frank (2009).Marcus Aurelius: a life. De CapoPress, pp. 349. ISBN 9780786745807.

[91] Montanelli, Indro Historia de Roma. pág. 255

[92] Montanelli, Indro Historia de Roma. pág. 255

[93] Walter, Gerard César: Capítulo 58 pag 491. Impreso:Ediciones Ciencias Sociales

[94] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 80

[95] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 82 in fine

[96] Goldsworthy, Adrian César. págs 643-646

[97] Montanelli, Indro Historia de Roma, pág 254

[98] Goldsworthy, Adrian César pág.650

[99] Los romanos no escribían en papel, sino en tablillas demadera cubiertas de cera. Para grabar los signos usabanun punzón

[100] Goldsworthy, Adrian César pág. 651

[101] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 82

[102] Goldsworthy, Adrian César pág 652

[103] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 80

Page 30: Julio César pachari

30 10 REFERENCIAS

[104] Shakespeare, William La Tragedia de Julio César. ActoIII, escena I

[105] Plutarco, Vidas Paralelas, César, 66

[106] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 84-85

[107] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 81

[108] Véase la etimologia de la palabra Käiser en el DRAE; encuánto a la etimología de Zar, proviene del ruso царь, asu vez del eslavónico цѣсарь, procedente del latín caesar,se puede ver en esta web

[109] Carcopino, Jerôme (2004): Julio César. El proceso clásicode la concentración del poder, p. 257 seqq.

[110] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 44

[111] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 88

[112] Suetonio, Vida de los doce Césares, Vespasiano, 23.4

[113] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 50

[114] Plutarco, Vidas paralelas, Bruto, 5

[115] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 51

[116] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 52

[117] Goldsworthy, Adrian op.cit., pág 606

[118] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 40

[119] Syme, Ronald (1989):La revolución romana, pp. 112-34).

[120] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 41

[121] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 42

[122] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 43

[123] Suetonio, César, 76.

[124] Suetonio, César, 54.

[125] Harl, Kenneth (): Coinage in the Roman Economy, 53.

[126] Goldsworthy, Adrian, César, pag. 633

[127] Burnett, Andrew (1987): Coinage in the Roman World, p.36.

[128] (Burnett 1987: 197).

[129] Meliani, Chiara et alii,Atlas Ilustrado de la Antigua Roma,pág. 111

[130] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 64, dice:

Era César muy diestro en el manejo de lasarmas y caballos y soportaba la fatiga hastalo increíble; en las marchas precedía al ejér-cito, algunas veces a caballo, y con más fre-cuencia a pie, con la cabeza descubierta a pe-sar del sol y de la lluvia. Salvaba largas dis-tancias con increíble rapidez, sin equipaje, enun carro de alquiler, recorriendo de esta for-ma hasta cien millas por día. Si le deteníanlos ríos, los pasaba a nado o sobre odres hen-chidos, y con frecuencia se anticipaba a suscorreos.

[131] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 53-54, cuentapor ejemplo:

En Alejandría atacó un puente, pero unainesperada salida del enemigo le obligó a sal-tar a una barca, perseguido por gran núme-ro de enemigos; se lanzó al mar, y recorrióa nado el espacio de doscientos pasos hastaotra nave, sacando la mano derecha fuera delagua para que no se mojasen los escritos quellevaba, y llevando cogido con los dientes sumanto de general para no abandonar aquellaprenda al enemigo.

[132] Suetonio, op. cit., 62-65

[133] Suetonio, op. cit, 66-75

[134] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 61

[135] Cowan, Ross Roman Battle Tactics. pág. 25

[136] César, Julio Comentarios a la Guerra de las Galias, 1-24-26

[137] César, Julio Comentarios a la Guerra de las Galias, 69-70

[138] César, Julio Comentarios a la Guerra de las Galias, 70-2

[139] César, Julio Comentarios a la Guerra de las Galias, 71-4

[140] César,Julio Comentarios a la Guerra de las Galias, 79-80

[141] César,Julio Comentarios a la Guerra de las Galias, 82-83

[142] César, Julio Comentarios a la Guerra de las Galias, 87-88

[143] César, Julio Comentarios a la Guerra de las Galias, 88-6

[144] César, Julio Comentarios a la Guerra de las Galias, 89

[145] Cowan, Ross Roman Battle Tactics, pág. 26-27

[146] César, Julio, Guerra Civil, 3 84-99

[147] César, Julio Guerra Civil, 3 84-99

[148] Plutarco, Vidas paralelas, Pompeyo, 69-72

[149] Anónimo, Tria Bella, Guerra de Africa, 12-3

[150] Cowan, Ross Roman Battle Tactics, pág. 15

[151] Anónimo, Tria Bella, Guerra de Africa, 13-2

[152] Anónimo, Tria Bella, Guerra de Africa, 15-2

[153] Frontino, Strategicon, 12-b-17

[154] Cowan, Ross, Roman Battle Tactics, pág. 17

[155] Cowan, Ross, Roman Battle Tactics, pág 18

[156] Anónimo, Tria Bella, Guerra de Africa, 18-4-5

[157] Cowan, Ross, Roman Battle Tactics, pág. 18

[158] Anónimo, Tria Bella, Guerra de Africa, 70-78

[159] Cowan, Ross Roman Battle Tactics, pág. 30

[160] Anónimo, Tria Bella, Guerra de Africa, 81

Page 31: Julio César pachari

31

[161] Cowan, Ross Roman Battle Tactics, pág. 31

[162] Anónimo, Guerra de Africa, 81-84

[163] Cowan, Ross Roman Battle Tactics, pág. 32

[164] César, Gayo Julio y Autores del Corpus Cesariano,GuerraCivil; Guerra de Alejandría; Guerra de África; Guerra deHispania, Introducción

[165] César, Gayo Julio y Autores del Corpus Cesariano,GuerraCivil; Guerra de Alejandría; Guerra de África; Guerra deHispania

[166] César, Gayo Julio, Guerra de las Galias

[167] César, Gayo Julio, Guerra de las Galias, 6.24.2, 25.1

[168] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 56

[169] Suetonio, op.cit., 56 in fine

[170] Suetonio, Vida de los doce Césares, César, 55

[171] Caerols, José Joaquín (2002). Introducción a los Comen-tarios a la Guerra de las Galias. Col. Bibiblioteca temáti-ca. Madrid: Alianza Editorial. pp. . 32–33. ISBN 978-84-206-4092-1..

[172] Caerols, José Joaquín (2002). op. cit.Col.Biblioteca temá-tica. Madrid: Alianza Editorial. pp. . 24–26. ISBN 978-84-206-4092-1..

[173] Caerols, José Joaquín (2002). op. cit.Col.Biblioteca temá-tica. Madrid: Alianza Editorial. pp. . 29–30. ISBN 978-84-206-4092-1..

[174] Goldsworthy, Adrian (2007), César

[175] Wilder, Thornton Los idus de marzo. Editorial Edhasa,2005. En cuya introducción se lee: «en el caso de Los idusde marzo, además del éxito, recibió la admiración de JorgeLuis Borges»

[176] Borges, Jorge Luis. Los conjurados, en “Obras comple-tas 3 (1975-1985)", 1ª edición. ISBN 978-950-07-3451-6. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2011, página498.

[177] Goldsworthy, Adrian César, pág. 666

[178] Alighieri, Dante. La Divina Comedia. Editorial EspasaCalpe, Madrid, 1994. Pág. 110 y pág. 44 (comentario).

[179] Fue nominada a los Oscar por Mejor Actor (Marlon Bran-do), Mejor Banda Sonora Original, Mejor Película, MejorFotografía en Blanco y Negro y Mejor Dirección Artísti-ca, ganando solamente éste último

[180] Fue nominada para Mejor Película, Mejor Sonido, Me-jor Montaje, Mejor Fotografía en color, Mejor DirecciónArtística en color, Mejor Música original, Mejor Dise-ño de Vestuario en color y Mejores Efectos Especiales yganó los de Mejor Fotografía en color, Mejor DirecciónArtística en color, Mejor Diseño de Vestuario en color yMejores Efectos Especiales.

11 Bibliografía

11.1 Obra propia

• César, Gayo Julio. Guerra de las Galias. Obra com-pleta. Traducción a cargo de Valentín García Yebra,3 volúmenes bilingüe Latín. Madrid: Editorial Gre-dos.

1. Volumen I: Libros I-II-III. 2.ª ed. revisada. 2ª Reim-presión, 1996. ISBN 978-84-249-3547-4.

2. Volumen II: Libros IV-V-VI. 2ª edición, 1996. ISBN978-84-249-1020-4.

3. Volumen III: Libro VII. 2ª edición, 1989. ISBN 978-84-249-1021-1.

• –. Guerra de las Galias. Obra completa. Traduccióna cargo de Valentín García Yebra, 2 volúmenes ano-tados Latín. Madrid: Editorial Gredos.

1. Volumen I: Libros I-II-III-IV. 9ª edición revisada,1999. ISBN 978-84-249-3388-3.

2. Volumen II: Libros V-VI-VII. 9ª edición, 1997. ISBN978-84-249-3389-0.

• –. Guerra de las Galias. Obra completa. Traduc-ción a cargo de José Joaquín Caerols.Madrid: Alian-za editorial, Colección Clásicos de Grecia y Roma.ISBN 978-84-206-4092-1.

• – & Autores del Corpus Cesariano. Guerra Civil;Guerra de Alejandría; Guerra de África; Guerrade Hispania. 2005. Madrid: Editorial Gredos. ISBN978-84-249-2781-3.

• –. Guerra Civil. Obra completa. Traducción a cargode J. Calonge, 2 volúmenes bilingüe Latín. Madrid:Editorial Gredos.

1. Volumen I: Libros I-II. 2ª edición, 1994. ISBN 978-84-249-3530-6.

2. Volumen II: Libro III. 2ª edición, 1989. ISBN 978-84-249-3531-3.

• –.Guerra Civil. Traducción a cargo de J. Calonge, unvolumen anotado Latín, 6ª edición revisada, 1995.Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-3393-7.

11.2 Libros generales sobre la época deCésar

• Cowan, Ross (2007). Roman Battle Tactics. 109 BC-AD 313. Ilustraciones por Adam Hook. Osprey Pu-blishing Ltd. ISBN 978-1-84603-184-7.

Page 32: Julio César pachari

32 12 ENLACES EXTERNOS

• Frontino, Sexto Julio (2005). Los Cuatro Librosde los Exemplos, Consejos e Avisos de la Guerra(Strategematon). Ministerio de Defensa. Centro dePublicaciones. ISBN 978-84-9781-169-9.

• Goldsworthy, Adrian (3ª reimpresión, marzo de2007). Grandes Generales del Ejército romano. Ed.Ariel S.A. ISBN 978-84-344-6770-5.

• Kovaliov, Serguei Ivanovich (1998). Historia de Ro-ma. Traducción de Domingo Plácido. Madrid: AkalEdiciones. ISBN 978-84-460-2822-2.

• Mommsen, Theodor (2003). Historia de Roma. VolV: Fundación de la Monarquía Militar. EdicionesTurner, S.L. ISBN 978-84-7506-608-0.

• Montanelli, Indro (2003). Historia de Roma. Barce-lona: Debolsillo. ISBN 978-84-9759-315-1.

• Roldán, José Manuel (2008). Césares: Julio César,Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón. La Es-fera de los Libros. ISBN 978-84-9734-721-1.

• Simkins, Michael (1984). The Roman Army. FromCesar to Trajan. Ilustraciones por Ron Embleton.Osprey Publishing Ltd. ISBN 978-0-85045-528-6.

11.3 Libros sobre Julio César

• Apiano.Historia romana. Madrid: Editorial Gredos.ISBN 978-84-249-1661-9.

1. Volumen I: Historia romana I. Madrid: EditorialGredos. 1994. ISBN 978-84-249-3550-4.

2. Volumen II: Historia romana II: Guerras civiles. Li-bros I-II. Madrid: Editorial Gredos. 1985. ISBN 978-84-249-3551-1.

3. Volumen III: Historia romana III: Guerras civiles. Li-bros III-V. Madrid: Editorial Gredos. 1985. ISBN978-84-249-3552-8.

• Cabrero Piquero, Javier (2004). Julio César. El hom-bre y su época. Dastin Export S.L. ISBN 84-96249-60-3.

• Canfora, Luciano (2000). Julio César. Un dictadordemocrático. Barcelona: Editorial Ariel. ISBN 978-84-344-6618-0.

• Carcopino, Jérôme (2004). Julio César, el proce-so clásico de la concentración del poder. Barcelona,Círculo de Lectores S.A. ISBN 84-672-0496-6.

• Eutropio, Flavio y Aurelio Víctor, Sexto (1999).Breviario/ Libro de los Césares. Madrid: EditorialGredos. ISBN 978-84-249-1993-1.

• Goldsworthy, Adrian (2007). César. La biografíadefinitiva. Madrid: La esfera de los libros. ISBN 978-84-9734-658-0.

• Plutarco (2007). Vidas paralelas: Obra Completa,Volumen VI: Alejandro & César; Agesilao & Pompe-yo; Sertorio & Eúmenes. Madrid: Editorial Gredos.ISBN 978-84-249-2881-0.

• Suetonio Tranquilo, Gayo. Vida de los doce césares.Obra completa. Madrid: Editorial Gredos.

1. Volumen I: Libros I-III. 1992 [1ª edición, 2ª impre-sión]. ISBN 978-84-249-1492-9.

2. Volumen II: Libros IV-VIII. 1992 [1ª edición, 2ª im-presión]. ISBN 978-84-249-1494-3.

• Veleyo Patérculo y otros autores (2000). HistoriaRomana. Madrid: Editorial Gredos. Col. BibliotecaClásica. ISBN 978-84-249-2284-9.

• Walter, Gerard. Cesar: Obra completa. La Habana:Editorial Ciencias Sociales. ISBN 956-06-0465-X.

11.4 Ficción

• Massie, Allan (2006). César. Martínez Roca. ISBN978-84-270-2429-8.

• Shakespeare, William (2006). Julio César. EspasaCalpe, S.A. Col. Austral (nueva). ISBN 978-84-670-2241-4.

• Warner, Rex (1998). El joven César. Edhasa. ISBN978-84-350-1620-9.

• Wilder, Thornton (2005). Los Idus de Marzo. Edha-sa. ISBN 978-84-350-1725-1.

12 Enlaces externos

• Wikimedia Commons alberga contenido multi-media sobre Julio César. Commons

• Wikiquote alberga frases célebres de o sobreJulio César. Wikiquote

• Wikisource contiene obras originales de JulioCésar.Wikisource

• Wikisource en latín contiene obras originales deJulio César.Wikisource

• Obras de Gayo Julio César en la Biblioteca VirtualMiguel de Cervantes.

Page 33: Julio César pachari

33

• Suetonio: Vidas de los doce césares, I: Vida del di-vino Julio (Vita divi Iuli).

• Texto español en Wikisource.• Texto español en el sitio de la Biblioteca deClásicos Grecolatinos.

• Texto español en el sitio de la Biblioteca TercerMilenio.

• Texto español en el sitio Webhistoria: 1ª par-te (comprobado 18–07–2008); 2ª parte (com-probado 18–07–2008).• Texto inglés, con índice electrónico, enel Proyecto Perseus. En la parte superiorderecha se encuentran los rótulos activos"focus" (para cambiar al texto latino) y"load" (para el texto bilingüe).• Texto latino en Wikisource.

• Plutarco: Vidas paralelas.

• Alejandro.• Texto español en Wikisource.

• Texto inglés, con índice electrónico,en el Proyecto Perseus. En la par-te superior derecha se encuentran losrótulos activos "focus" (para cambiaral texto griego) y "load" (para el textobilingüe).• Texto griego en Wikisource.

• César.• Texto español en Wikisource.

• Texto inglés en el Proyecto Perseus,con las características indicadas an-tes.• Texto griego en Wikisource.

• Apiano: Las guerras civiles; II, 149 - 154: Compara-ción entre César y Alejandro.

• Textos griego y francés en el sitio de PhilippeRemacle (1944 - 2011).

• Nicolás de Damasco: La muerte de Julio César.

• Texto francés, con introducción y anotacionesen este idioma, en el sitio de Philippe Remacle(1944 - 2011); ed. de de 1865, en París.

• La apoteosis de Julio César; en Las metamorfosis,de Ovidio: Libro XV, 745 - 870. Texto español enWikisource.

• Texto latino en Wikisource.

• Guglielmo Ferrero:Grandeza y decadencia de Roma(Grandezza e decadenza di Roma, 1901-1907), en 6volúmenes; texto español en el sitio de la BibliotecaTercer Milenio.

• Vol I: La conquista.• I, 14: De cómo llegó a ser César

demagogo.• Vol. III: Fin de una aristocracia.

• III, 1: Tres días de tempestad.• III, 2: Los funerales de César.

• Obras de Julio César en el sitio Intratext, con buscade palabras y listas de frecuencia.

• Julio César en el Proyecto Perseus.

• Julio César en el sitio de la Bibliotheca Augustana(Augsburgo).

• Caesar: De bello civile, 3, 88, 3.

Page 34: Julio César pachari

34 13 TEXTO E IMÁGENES DE ORIGEN, COLABORADORES Y LICENCIAS

13 Texto e imágenes de origen, colaboradores y licencias

13.1 Texto• Julio César Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_C%C3%A9sar?oldid=84120448 Colaboradores: Youssefsan, Josgalo, Joseaperez,

Oblongo, JorgeGG, Lourdes Cardenal, Hashar, Julie, Originalpulsar, Corso, Head, Zwobot, Zorosandro, Paz.ar, Rosarino, Dodo, Sms,Alstradiaan, Cookie, Tano4595, LPR, Hinzel, Felipealvarez, Yakoo, Sunsinron, Joselarrucea, PeiT, Xenoforme, JavierCantero, Ecemaml,Kordas, Limiagu~eswiki, Renabot, FAR, Luigimalatesta, Napoleón333, Ponalgoyya, Boticario, Soulreaper, Petronas, Orgullomoore, Ro-botJcb, Hispa, Xuankar, Airunp, Taichi, Emijrp, Rembiapo pohyiete (bot), Tico~eswiki, Magister Mathematicae, Rupert de hentzau, Red-Tony, Afrox, Pedvi, RobotQuistnix, Klapton, Chobot, Caiserbot, Javialacarga, Yrbot, BOT-Superzerocool, Oscar ., Vitamine, YurikBot,Ferbr1, Equi, Beto29, LoquBot, Lobillo, KnightRider, Gaudio, The Photographer, YoaR, Zaqarbal, Kabri, Cucaracha, Santiperez, Scar-zia, Heliocrono, Anagnorisis, Tubet, Eskimbot, Crisneda2000, Ivanmartinez78, Ulpianus, Ceancata, Brit, Dove, Er Komandante, Camima,KocjoBot~eswiki, Chlewbot, Ketamino, Tomatejc, Jarke, JeanV, Filipo, Siabef, Folkvanger, Carlosblh, Seneca, BOTpolicia, Tinchog,QVidal, Emosqueira, CEM-bot, Nerub~eswiki, Carrilano, Pello~eswiki, Santiago Sevilla, JMCC1, -jem-, Durero, Reax, Rastrojo, Endi-mion, Subitosera, Suetonio2, Jorge, Jjafjjaf, Erodrigufer, Escarlati, Dorieo, FrancoGG, Rcidte, Dangertn, Thijs!bot, Outrun, Marctaltor,Alvaro qc, Xabier, Caligatus, Furrykef, P.o.l.o., Yeza, RoyFocker, Sincronicidad, Gilberto IV, IrwinSantos, Ángel Luis Alfaro, Archim-boldi, PhJ, LMLM, Guille, Botones, Cratón, Isha, Egaida, César1976, Jdvillalobos, Hanjin, Calapito, Kikadue~eswiki, Gusgus, Mpei-nadopa, El loko, JAnDbot, JayrAlDyn, Jugones55, Joane, JuanPaBJ16, VanKleinen, Hotelga, TiberioClaudio, Q4767211492, Yorusti,Henry Knight, Egcalabuig, Mansoncc, Bertie Wooster, BetBot~eswiki, Homo logos, Muro de Aguas, Gaius iulius caesar, Xavigivax, Com-monsDelinker, TXiKiBoT, Olmos~eswiki, Mercenario97, Sa~eswiki, Miguelin01, Bot-Schafter, Millars, Humberto, Netito777, Fpastor,Rei-bot, Antonio-Engel, Fixertool, ZrzlKing, Bedwyr, Chabbot, Idioma-bot, Pólux, Galaxy4, Gerwoman, Dhidalgo, Niplos, Bucephala,Jorval, AlnoktaBOT, VolkovBot, Technopat, C'est moi, Hadrianus63, Rodríguez.Gómez, Tláloc, Irus, Matdrodes, Synthebot, Thisisbossi,BlackBeast, Keres, Sürrell, Lucien leGrey, Manel subirats, AlleborgoBot, Muro Bot, Jesús Maíz, Edmenb, Maugemv, Racso, Alicia M.Canto, Gerakibot, SieBot, PaintBot, Loveless, Macarrones, Carmin, Obelix83, Rsanchezcrespo, Proto-japónico, Sasuke dreamers, Drini-bot, Toño Zapata, Jaime85, Pilar del Valle, Bigsus-bot, BOTarate, Hipertrofia, Luso08, Smunozvenegas, Husar de la Princesa, Greek, Elbot de la dieta, Darniok, Alebrije, Pedro Felipe, Bbkkk, Relleu, LTB, Mafores, Pla y Grande Covián, Copydays, DorganBot, Edisonbcn,Tirithel, Prietoquilmes, Jarisleif, MetsBot~eswiki, StarBOT, Antón Francho, Superchili, Janitzio Villamar, Dggionco, DragonBot, Lute-tios, Zuma76, Makete, Eduardosalg, P4K1T0, Botellín, Leonpolanco, Mar del Sur, Pablo323, Pichu VI, Petruss, Serpe Negra, CestBOT,Takashi kurita, Valentin estevanez navarro, Rαge, Açipni-Lovrij, Pedro1267, Camilo, UA31, Albambot, Krysthyan, AVBOT, Miik Ezda-nitofff, David0811, Destrolololo, LucienBOT, A ver, Real Dios Madrid, Angel GN, NicDumZ, MarcoAurelio, *Galad*, Desde el planetade los simios, Peti610bot, Diegusjaimes, DumZiBoT, MelancholieBot, Streeting, Teclado123, El señor paridas, El señor paridas-2, Elseñor paridas-3, Andreasmperu, Luckas-bot, El señor paridas-4, Hectordiasdo, Skabiosis, Alpinu, El tiu Cancho, 99N, Gornuk, Roinpa,Jotterbot, DiegoFb, Jaancaer, Brontes~eswiki, Harvey Dos Caras, Nomo wada, Medium69, Pazucha, Yonidebot, Draxtreme, Aacugna, Ni-xón, DSisyphBot, Peekee, Alonso de Mendoza, AleD, NeledIthil, ArthurBot, Rodelar, Jdsteakley, SuperBraulio13, Morancio, Manuelt15,Xqbot, Jkbw, SassoBot, Manxuc, -Erick-, Ricardogpn, OORRUUTTRRAA, ChenzwBot, Igna, Torrente, Botarel, MauritsBot, GrouchoMarx, AstaBOTh15, Googolplanck, Zulucho, Quintus Fabius Maximus~eswiki, Yabama, Carlos Alberto Quiroga, BOTirithel, Jakeukala-ne, Selena300, Halfdrag, RedBot, DixonDBot, Durutomo, Paulusgreat, Abece, Lungo, Wikielwikingo, Alfredalva, HUBOT, PatruBOT,CVBOT, ArturoJuárezFlores, KamikazeBot, Maragm, Dinamik-bot, Angelito7, Antares89, Óscar el segoviano, TjBot, Ripchip Bot, Ra-quitico, Tarawa1943, Ave César Filito, HermanHn, Nachosan, Jorge c2010, Echando una mano, Foundling, Wikiléptico, Miss Manzana,Gangster number1, Edslov, EmausBot, Savh, AVIADOR, ZéroBot, HRoestBot, Luz1993rodrigo, Grillitus, Rubpe19, JordiPerarnauPerez,Agusango, Rafa cama, ChuispastonBot, Ledarvier, Waka Waka, WikitanvirBot, Miguelonch, Mjbmrbot, CocuBot, Cordwainer, Movses-bot, Antonorsi, MerlIwBot, KLBot2, Engranaje, Jaimitolector, UAwiki, MetroBot, Invadibot, Julvid300, Vetranio, Jr JL, Soygenial213,Fawkes2.0, DanielithoMoya, Santga, Mississipi Reagan, DLeandroc, JYBot, Helmy oved, Saint cloude, 2rombos, Gaktaroc92, TheUlti-mateWarrior, JaviP96, MaKiNeoH, Dapopewarrior, Perrista, -ecarv-, Tronquetete, Addbot, Balles2601, Aaronelnegro, Maximiliano98,Pardoluciano, Jarould, Sexto Julio Cesar, Lima1985, Diellos, Cesar121212, Lectorina, Paulasoer11, Anny mercedes gena perez m, Espo-povich y Anónimos: 578

13.2 Imágenes• Archivo:1963_Cleopatra_trailer_screenshot_(27).jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/7f/1963_

Cleopatra_trailer_screenshot_%2827%29.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: Cleopatra trailer Artista original: Trailer screenshot• Archivo:5791_Arenes_NIM_6062_C_Recoura.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/a2/5791_Arenes_

NIM_6062_C_Recoura.jpg Licencia: CC-BY-SA-3.0 Colaboradores: http://www.arenes-nimes.com/fr/nimes/52-phototheque/ Artistaoriginal: Culturespaces/Christophe Recoura

• Archivo:Alexandre_Cabanel_-_Cléopatre_essayant_des_poisons_sur_des_condamnés_à_mort.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e7/Alexandre_Cabanel_-_Cl%C3%A9opatre_essayant_des_poisons_sur_des_condamn%C3%A9s_%C3%A0_mort.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: http://perso.orange.fr/verat/CABANEL.htm Artista original: AlexandreCabanel

• Archivo:Archeodrome_Beaune_8.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/5e/Archeodrome_Beaune_8.jpg Li-cencia: CC BY-SA 2.5 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Christophe.Finot

• Archivo:Balearic_Slinger.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/37/Balearic_Slinger.jpg Licencia: Public do-main Colaboradores: Johnny Shumate ([email protected]) Artista original: Johnny Shumate ([email protected])

• Archivo:Battle_of_Thapsus.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4d/Battle_of_Thapsus.jpg Licencia: Pu-blic domain Colaboradores: ? Artista original: ?

• Archivo:Caballería_legionaria.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/3e/Caballer%C3%ADa_legionaria.jpgLicencia: CC-BY-SA-3.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Adsek

• Archivo:Cesare_dopo_Gallia_50_a.C._jpg.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/7/7a/Cesare_dopo_Gallia_50_a.C._jpg.jpg Licencia: CC-BY-SA-3.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Cristiano64

Page 35: Julio César pachari

13.2 Imágenes 35

• Archivo:Cesare_prima_Gallia_58_a.C._jpg.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4c/Cesare_prima_Gallia_58_a.C._jpg.jpg Licencia: CC-BY-SA-3.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Cristiano64

• Archivo:Commentarii_de_Bello_Gallico.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/02/Commentarii_de_Bello_Gallico.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: ? Artista original: ?

• Archivo:Commons-logo.svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4a/Commons-logo.svg Licencia: Public do-main Colaboradores: This version created by Pumbaa, using a proper partial circle and SVG geometry features. (Former versions usedto be slightly warped.) Artista original: SVG version was created by User:Grunt and cleaned up by 3247, based on the earlier PNG version,created by Reidab.

• Archivo:Corona_civica.png Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/38/Corona_civica.png Licencia: Public domainColaboradores: ? Artista original: ?

• Archivo:Cscr-featured.svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e7/Cscr-featured.svg Licencia: LGPL Colabo-radores:Wikipedia until June, 2006 Artista original:Wikimedia users ClockworkSoul, CyberSkull, Optimager, White Cat, Erina, AzaToth,Pbroks13.

• Archivo:Curia_Iulia.JPG Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/56/Curia_Iulia.JPG Licencia: CC-BY-SA-3.0Colaboradores: ? Artista original: ?

• Archivo:Forum-de-César.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/35/Forum-de-C%C3%A9sar.jpg Licencia:CC-BY-SA-3.0 Colaboradores: ? Artista original: ?

• Archivo:Giulio-cesare-enhanced_1-800x1450.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/be/Bust_of_Gaius_Iulius_Caesar_in_Naples.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: Photo by Andreas Wahra, first uploaded to de.wikipediaGiulioCesare.jpg. Modifications by Wolpertinger und Phrood. Artista original: Andreas Wahra

• Archivo:Il_ponte_di_Cesare_sul_Reno.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/44/Il_ponte_di_Cesare_sul_Reno.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: erewhon.ticonuno.it Artista original: Lo Scaligero

• Archivo:James_Mason_in_Julius_Caesar_trailer.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/87/James_Mason_in_Julius_Caesar_trailer.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: Julius Caesar trailer Artista original: Trailer screenshot

• Archivo:Jean-Léon_Gérôme_-_The_Death_of_Caesar_-_Walters_37884.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/12/Jean-L%C3%A9on_G%C3%A9r%C3%B4me_-_The_Death_of_Caesar_-_Walters_37884.jpg Licencia: Publicdomain Colaboradores: Museo Walters: <a href='http://thewalters.org/' data-x-rel='nofollow'><img alt='Nuvola filesystems folderhome.svg' src='https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/81/Nuvola_filesystems_folder_home.svg/20px-Nuvola_filesystems_folder_home.svg.png' width='20' height='20' srcset='https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/81/Nuvola_filesystems_folder_home.svg/30px-Nuvola_filesystems_folder_home.svg.png 1.5x, https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/81/Nuvola_filesystems_folder_home.svg/40px-Nuvola_filesystems_folder_home.svg.png 2x' data-file-width='128' data-file-height='128' /></a> Home page <a href='http://art.thewalters.org/detail/17030' data-x-rel='nofollow'><img alt='Information icon.svg'src='https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/3/35/Information_icon.svg/20px-Information_icon.svg.png' width='20'height='20' srcset='https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/3/35/Information_icon.svg/30px-Information_icon.svg.png1.5x, https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/3/35/Information_icon.svg/40px-Information_icon.svg.png 2x' data-file-width='620' data-file-height='620' /></a> Info about artwork Artista original: Jean-Léon Gérôme

• Archivo:Julius_Caesar_Coustou_Louvre_MR1798.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/06/Julius_Caesar_Coustou_Louvre_MR1798.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: Marie-Lan Nguyen (2006) Artista original: NicolasCoustou

• Archivo:Karl_Theodor_von_Piloty_Murder_of_Caesar_1865.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/23/Karl_Theodor_von_Piloty_Murder_of_Caesar_1865.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: online Artista original: Carl Theodorvon Piloty

• Archivo:Legione_romana_parata.JPG Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/ec/Legione_romana_parata.JPGLicencia: CC-BY-SA-3.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Marten253

• Archivo:Lugh_spear_Millar.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/6/62/Lugh_spear_Millar.jpg Licencia: Pu-blic domain Colaboradores: ? Artista original: ?

• Archivo:M-T-Cicero.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/9a/M-T-Cicero.jpg Licencia: Public domain Co-laboradores: Image:Thorvaldsen Cicero.jpg Artista original: original: Gunnar Bach Pedersen; for that version: Louis le Grand

• Archivo:Numidian_cavalry.png Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c2/Numidian_cavalry.png Licencia: Pu-blic domain Colaboradores: A HISTORY OF THE ART OFWAR AMONG THE CARTHAGINIANS AND ROMANS DOWN TO THE BATTLEOF PYDNA, 168 B. C., WITH A DETAILED ACCOUNT OF THE SECOND PUNIC WAR Houghton Mifflin Company, Boston & New York(1891) Artista original: Theodore Ayrault Dodge

• Archivo:PompeoMagno.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/13/PompeoMagno.jpg Licencia: Public do-main Colaboradores: Lavoro personale (foto presa con permesso della guida nella giornata di Porte Aperte del FAI (Fondo AmbienteItaliano) il 20 Marzo 2005) Artista original: Guido Bertolotti

• Archivo:RSC_0022_-_transparent_background.png Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e2/RSC_0022_-_transparent_background.png Licencia: CC-BY-SA-3.0 Colaboradores: Source = http://www.cngcoins.com/Coin.aspx?CoinID=16524 Ar-tista original:

• This image has been retouched byMedium69.• Archivo:Rimini083.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/cf/Rimini083.jpg Licencia: GFDL Colaboradores:

Trabajo propio (own photo) Artista original: Georges Jansoone (JoJan)• Archivo:Roman_Lictor_with_fasces.JPG Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/52/Roman_Lictor_with_

fasces.JPG Licencia: CC-BY-SA-3.0 Colaboradores: ? Artista original: ?• Archivo:Roman_school.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/5/5b/Roman_school.jpg Licencia: CC BY-SA

3.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: user:shakko

Page 36: Julio César pachari

36 13 TEXTO E IMÁGENES DE ORIGEN, COLABORADORES Y LICENCIAS

• Archivo:Schlacht_bei_Zama_Gemälde_H_P_Motte.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bb/Schlacht_bei_Zama_Gem%C3%A4lde_H_P_Motte.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: Das Wissen des 20.Jahrhunderts, Bildungslexikon,Rheda 1931 Artista original: Henri-Paul Motte

• Archivo:SiegeAlesia.png Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e6/SiegeAlesia.png Licencia: CC BY-SA 1.0 Co-laboradores: ? Artista original: ?

• Archivo:Spanish_Wikiquote.SVG Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/13/Spanish_Wikiquote.SVG Licencia:CC BY-SA 3.0 Colaboradores: derived from Wikiquote-logo.svg Artista original: James.mcd.nz

• Archivo:Sulla_Glyptothek_Munich_309.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/9/99/Sulla_Glyptothek_Munich_309.jpg Licencia: Public domain Colaboradores: User:Bibi Saint-Pol, own work, 2007-02-08 Artista original: Desconocido

• Archivo:Testudo_formation.jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/a/ac/Testudo_formation.jpg Licencia: CCBY-SA 2.0 Colaboradores: http://www.flickr.com/photos/ncarey/144042243/ Artista original: Neil Carey http://www.flickr.com/photos/ncarey/

• Archivo:Tumba_Julio_César..jpg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b8/Tumba_Julio_C%C3%A9sar..jpgLicencia: CC BY-SA 3.0 Colaboradores: Trabajo propio Artista original: Edisonbcn

• Archivo:Vexilloid_of_the_Roman_Empire.svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/83/Vexilloid_of_the_Roman_Empire.svg Licencia: CC BY 3.0 Colaboradores: The vexilloid of the Roman Empire was a red banner with the letters SPQR inGold surrounded by a gold wreath hung on a military standard topped by a Roman eagle or an image of the goddess Victoria made of silveror bronze.[#cite_note-1 [1]][#cite_note-2 [2]][#cite_note-3 [3]][#cite_note-4 [4]] Artista original: Ssolbergj

• Archivo:Wikisource-logo.svg Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4c/Wikisource-logo.svg Licencia: CC BY-SA 3.0 Colaboradores: Rei-artur Artista original: Nicholas Moreau

• Archivo:_LocationRubicon.PNG Fuente: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/d2/LocationRubicon.PNG Licencia: Pu-blic domain Colaboradores: ? Artista original: ?

13.3 Licencia de contenido• Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0