Koolau El Leproso Converted

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    1/88

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd26/11/08 13:49 Pgina 248

    Pgina literaria

    Koolau, el leproso

    Koolau the Leper

    Jack London ()

    Nos quitan la libertad porqueestamos enfermos. Hemosrespeta-do la ley. No hemos

    hecho nada malo. Y, sinembargo, quieren encarcelarnos.

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    2/88

    Molokai es una prisin. Lo sabis.Ah tenis a Niuli, cuya hermanafue enviada a Molokai hace sieteaos. No la ha visto desde

    entonces y nunca volver a verla.All estar hasta que muera. No

    por su voluntad, ni por la de Niuli,sino por la de los hombres

    blancos que go-biernan la tierra.Y, quines son esos hombresblancos?

    Lo sabemos por nuestros padres

    y los padres de nuestros padres.Llegaron como cor-deros,

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    3/88

    hablando con dulzura. Slopodan tener buenas palabrasporque nosotros ramos muchosy fuertes, y todas las islas eran

    nuestras. Como digo, tenanbuenas palabras. Eran de dos

    tipos. Unos nos pidieron permiso,nuestro gracioso permiso, para

    predicar la palabra de Dios. Otrosnos solicitaron autorizacin,nuestra graciosa autorizacin,para comerciar con nosotros. Asempez. Hoy, todas las islas,

    todas las tierras, todos losrebaos, son suyos. Los que

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    4/88

    predicaban la palabra de Dios ylos que predicaban la palabra delron se han unido y convertido engrandes jefes. Viven como re-yes

    en casas con muchashabitaciones y multitud de criados

    a su servicio. Quienes nadatenan lo tienen todo; y, si

    vosotros, o yo, o cualquiercanaco tiene hambre, arru-gan elceo y dicen: Bien, por qu no

    trabajas? Ah estn lasplantaciones.

    Koolau hizo un alto. Alz una

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    5/88

    mano y con dedos nudosos ydeformes levant la guirnalda dehibiscos que coronaba su negropelo. La luz de la luna baaba de

    plata la esce-na. Era una nochede paz, aunque los que

    escuchndole se sentaban a sualrededor, parecan restos de un

    naufragio. Sus facies eranleoninas. Aqu, donde antes hubouna nariz, ahora vease un

    agujero; y all, en el lugar de unamano haba un mun. Eran trein-

    ta en total, hombres y mujeres,marginados porque llevaban el

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    6/88

    estigma de la bestia.

    Sentados en una noche luminosay perfumada, adornados con

    guirnaldas de flores, sus labiosemitan sonidos guturales y sus

    roncas gargantas aprobaban laspalabras de Koolau. Erancriaturas que una vez fueronhombres y mujeres, pero que yano lo eran.

    Relato publicado en diciembre de

    1909 en The Pacific Monthly.Traduccin de Amparo Prez-

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    7/88

    Gutirrez.

    248

    Ars Medica. Revista deHumanidades 2008; 2:248-258

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd26/11/08 13:49 Pgina 249

    Jack London

    Eran monstruos, grotescascaricaturas del cuerpo y rostro de

    un ser humano. Espan-tosamentemutilados y deformes, parecan

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    8/88

    criaturas torturadas por mileniosde infier-no. Si tenan manos,semejaban garras de arpas. Suscaras eran absurdas equivoca-

    ciones, rasgos golpeados yaplastados por un dios loco a

    cargo de la maquinaria de la vida.Aqu y all podan adivinarse

    rasgos que ese dios casi hababorrado, y una mujer vertalgrimas ardientes por los

    horribles hoyos que ayerocuparon sus ojos. Algunos

    sufran dolores y de su pechosalan ruidos roncos. Otros tosan

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    9/88

    con una crepitacin querecordaba el rasgado de una tela.Dos eran idiotas, como simiosgrandes desfigu-rados desde su

    concepcin y hasta un monohubiera parecido un ngel a su

    lado.

    Gesticulaban y farfullaban a la luzde la luna, bajo coronas de floresdoradas que ya empezaban a

    marchitarse. Uno de ellos, cuyohinchado lbulo caa como un

    abanico sobre su hombro,arranc una hermosa flor

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    10/88

    escarlata y naranja y se adorn laenorme oreja que aleteaba concada movimiento.

    Koolau reinaba sobre esos seres.Y ste era su reino: un

    desfiladero ahto de flores,sembrado de peas y riscos, delque salan balidos de cabrassalvajes. Tres de sus caras eranlgubres paredes festoneadas de

    ricas cortinas de vegetacintropical y hora-dadas por las

    entradas a las cuevas queconstituan las rocosas guaridas

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    11/88

    de los sbdi-tos de Koolau. En suotra cara, el terreno se abra a unprofundo abismo y all abajo sevean los salientes de los picos y

    peascos en cuya base tronabany espumeaban las olas del

    Pacfico. Con buen tiempo unbarco poda alcanzar la rocosa

    playa que indicaba la entrada alValle de Kalalau, pero slo si eltiempo era muy bueno. Y un

    montae-ro experto poda trepardesde la playa hasta el fondo del

    valle, hasta la hondonada entrelos picos donde reinaba Koolau;

    d b l b

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    12/88

    pero debera tener la cabeza muyfra y conocer muy bien loscaminos de las cabras salvajes.Era sorprendente que los

    desechos humanos que formabanla gente de Koolau hubieran

    podido arrastrar sus indefensasmiserias por caminos de vrtigohasta este lugar inaccesible.

    Hermanos... empez Koolau.

    Pero una de aquellasquejumbrosas parodias si-

    miescas emiti una salvaje risa delocura, y Koolau esper hasta

    l id j d

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    13/88

    que la estridente carcajada y sueco se hubieron perdido a lo lejosen la calmada noche.

    Hermanos, no es extrao?Las tierras eran nuestras y he

    aqu que no nos perte-necen. Losque predicaban la palabra de Diosy la palabra del ron, qu nosdieron por ellas? Cualquiera devosotros ha recibido un dlar, un

    solo dlar, por la tierra? Sinembargo, es suya; y a cambio nos

    dicen que podemos ir a trabajar latierra, su tierra, y que ser suyo

    l d t

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    14/88

    lo que produzcamos con nuestroesfuerzo. Mas, en los viejostiempos no te-namos quetrabajar. Y, cuando estamos

    enfermos, nos quitan la libertad.

    Quin trajo la enfermedad?,Koolau pregunt Kiloliana, unhombre flaco y ner-vudo de faztan parecida a la de un faunorindose que esperarase ver

    unas pezuas hendidas bajo l.Y, ciertamente, estaban hendidas

    pero por grandes y lvidas lcerasputrefactas. ste era Kiloliana, el

    t d d d t d

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    15/88

    trepador ms osado de todosellos; el hombre que conoca cadasendero y haba llevado a Koolauy sus miserables seguidores

    hasta los recovecos de Kalalau.

    Ars Medica. Revista deHumanidades 2008; 2:248-258

    249

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd26/11/08 13:49 Pgina 250

    Koolau, el leproso

    A ! B t

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    16/88

    Ay! Buena pregunta contest Koolau. Como noqueramos trabajar los campos decaa de azcar donde un da

    pastaron nuestros caballos,trajeron esclavos chinos de

    allende el mar. Y con ellos vino laenfermedad china que sufrimos y

    por la que nos en-carcelan enMolokai. Nacimos en Kauai.Hemos ido a otras islas, aqu y

    all, a Oahu, Maui, Hawai,Honolulu. Pero siempre volvimos

    a Kauai. Por qu? Debe haberalguna razn. Porque amamos

    Kauai Aqu nacimos Aqu hemos

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    17/88

    Kauai. Aqu nacimos. Aqu hemosvivido. Y aqu moriremos, salvo...salvo que entre nosotros hayacorazones dbiles. A sos no los

    queremos. Molokai es para ellos.Y si es as, no deben seguir entre

    nosotros. Maanadesembarcarn los soldados.Dejemos que los dbiles decorazn bajen hacia ellos. Sernenviados a Molokai. Nosotros nos

    quedaremos y lucharemos. Perosabed que no vamos a morir. Te-

    nemos fusiles. Conocis losestrechos senderos por los que

    deben trepar de uno en uno

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    18/88

    deben trepar de uno en uno.

    Yo solo, Koolau, que una vez fuivaquero en Niihau, puedo

    defender el camino frente a milhombres. Aqu est Kapahei, ayer

    juez sobre los hombres y unhombre de honor, pero que ahoraes una rata acosada, comovosotros y como yo.Escuchmosle. Es sabio.

    Kapahei se levant. Una vez

    haba sido juez. Haba ido alinstituto en Punahou. Se haba

    sentado a la mesa con caballeros

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    19/88

    sentado a la mesa con caballeros,jefes y altos representantes delas potencias ex-tranjeras queprotegan los intereses de

    comerciantes y misioneros. sehaba sido Kapahei. Pero ahora,

    como haba dicho Koolau, era unarata acosada; un ser fuera de laley, tan hundido en el fango delhorror humano que a la vezestaba por encima y debajo de

    ella. Su rostro careca de rasgos,excepto unos orificios y los ojos

    sin prpados que ardan bajounas cejas peladas.

    No busquemos el

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    20/88

    No busquemos elenfrentamiento empez. Leshemos pedido que nos dejen enpaz. Si no lo hacen, suyos sern

    la culpa y el castigo. Como veis,no tengo dedos levant los

    muones de sus manos para quetodos pudieran verlos. Peroan me queda un vestigio depulgar que puede apretar el gatillocon la misma fuerza con que ayer

    lo haca su desaparecido vecino.Amamos Kauai. Vivamos o

    muramos aqu, pero no va-yamosnunca a la crcel de Molokai. La

    enfermedad no es nuestra No

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    21/88

    enfermedad no es nuestra. Nohemos pecado.

    Los que predicaban la palabra de

    Dios y los que predicaban lapalabra del ron, la trajeron con los

    esclavos coolies que trabajan lastierras robadas. He sido juez.Conozco la ley y la justicia y osdigo que es injusto robarle latierra a un hombre, hacerle enfer-

    mar con el mal chino y meterle enprisin el resto de su vida.

    La vida es corta, y los das

    estn llenos de dolor dijo

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    22/88

    estn llenos de dolor dijoKoolau. Bebamos, baile-mos yseamos cuan felices podamos.

    De unos huecos en la rocasacaron calabazas y las hicieron

    correr entre todos. Estaban llenasdel ardiente destilado de la raz dela planta del ti; y, a medida que elfuego lquido circulaba por ellos yalcanzaba su cerebro, olvidaban

    que haban dejado de serhombres y mujeres, porque

    volvan a serlo otra vez. La mujerque lloraba lgrimas ardientes por

    los hoyos abiertos en el lugar de

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    23/88

    los hoyos abiertos en el lugar desus ojos, volva a vibrar llena devida y rasgaba las cuerdas de unukulele y elevaba su voz en una

    brbara llamada de amor, como laque debi brotar de las

    profundidades del bosque en elalba de la humanidad.

    El aire se estremeca con su llantodulcemente imperioso y seductor.

    Kiloliana bailaba 250

    Ars Medica. Revista deHumanidades 2008; 2:248-258

    11 REV HUM 248 258 AM qxd

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    24/88

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd26/11/08 13:49 Pgina 251

    Jack London

    sobre una estera al ritmo de lacancin de la mujer. Erainconfundible. El amor bailaba entodos sus movimientos y

    enseguida le acompa en sudanza sobre la estera una mujer

    de anchas caderas y pechosgenerosos, negados por su cara

    corrompida por la enfermedad.Era la danza de la muerte en vida

    porque en sus cuerpos en desin-

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    25/88

    porque en sus cuerpos en desintegracin la vida an amaba yanhelaba. La mujer cuyos ojosciegos lloraban lgrimas

    hirvientes prosigui cantando sulamento de amor; los bailarines

    continuaron su danza en la nochetemplada, y las calabazascircularon hasta que a suscerebros llegaron los gusanos dela memoria y el deseo. Y a la

    mujer que bailaba sobre la esterase uni una esbelta doncella de

    bello y virginal rostro, pero cuyossarmentosos brazos al subir y

    bajar mostraban los estragos de

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    26/88

    bajar mostraban los estragos dela enfermedad. Y los dos idiotas,

    farfullando y arti-culandoextraos sonidos, bailaban

    aparte; grotescos, fantsticos,parodiando el amor como ellos

    haban sido caricaturizados por lavida.

    Pero el lamento de amor de lamujer se quebr a mitad de

    camino, las calabazas ba-jaron ylos bailarines pararon; todos

    miraron al abismo sobre el mar,donde una ben-gala llameaba

    como un plido fantasma a travs

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    27/88

    co o u p do a tas a a t a sdel aire iluminado por la luna.

    Son los soldados dijo Koolau

    . Maana habr lucha.Debemos dormir y prepa-rarnos.

    Los leprosos obedecieron ygatearon hacia sus guaridas

    sobre el acantilado, hasta queKoolau qued solo, sentado

    inmvil a la luz de la luna, con sufusil cruzado sobre las rodillas,

    mirando hacia abajo a los barcosque a lo lejos llegaban a la playa.

    El fondo del Valle de Koolau era

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    28/88

    El fondo del Valle de Koolau eraun refugio bien elegido. SalvoKiloliana, que conoca hasta lasms estrechas sendas en las

    escarpadas laderas, ningnhombre poda ac-ceder al valle si

    no era avanzando por una crestaque era como el filo de uncuchillo. El paso meda unas cienyardas de largo y doce pulgadasde ancho como mximo. A cada

    lado se abra el abismo. Unmnimo desliz y el que pretendiera

    cruzarlo caera a derecha o aizquierda hacia la muerte. Pero

    una vez pasado estara en un

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    29/88

    pparaso terrenal. Un mar de

    vegetacin baaba el paisaje,derramando sus verdes olas de

    un extremo a otro del valle,goteando grandes masas de

    vides desde los bordes de losacantilados, y enviando a lasmltiples grietas una lluvia dehelechos y lquenes. En losmuchos meses del reinado de

    Koolau, l y los suyos habanluchado contra este mar vegetal.

    La as-fixiante selva con suprofusin de flores haba sido

    mantenida alejada de los

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    30/88

    jbananos, naranjos y mangos

    silvestres. En pequeos claroscreca la mandioca silvestre; en

    las terrazas de piedra, rellenascon tierra, haba sembrados de

    taro y melones; y en los espaciosabiertos, all donde penetraba laluz del sol, los rboles de papayaestaban car-gados de su doradafruta.

    Koolau haba sido empujado a

    este refugio desde el valleprximo a la playa. Y si te-na que

    abandonarlo an conoca

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    31/88

    gargantas entre el sinfn de picos

    del refugio interior donde podallevar a sus seguidores y vivir. Y

    ahora yaca con su fusil al lado,vigilando a travs de una cortina

    de follaje a los soldados en laplaya. Observ que tenangrandes caones en cuyasuperficie se reflejaba el sol comoen un espejo. Ante l se hallaba el

    paso, estrecho como el filo deuna navaja. Poda ver hombres

    que como puntos ne-Ars Medica.Revista de Humanidades 2008;

    2:248-258

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    32/88

    251

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd26/11/08 13:49 Pgina 252

    Koolau, el leproso

    gros trepaban por el sendero quellevaba hasta l. Saba que noeran soldados, sino policas.Cuando ellos fracasaran entraranen juego los soldados.

    Con su retorcida mano acarici

    con mimo el can del fusil y

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    33/88

    comprob que los puntos de mira

    estaban limpios. Haba aprendidoa disparar cuando cazaba ganado

    salvaje en Niihau y su habilidadcomo tirador no haba sido

    olvidada en la isla. A medida quelos puntos negros seaproximaban, calcul la distancia,la desviacin produ-cida por elviento que soplaba en ngulo

    recto sobre la lnea de fuego, yvalor la posi-bilidad de disparar

    por encima de las manchas quese hallaban por debajo de su

    nivel.

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    34/88

    Pero no dispar. No dara aconocer su presencia hasta que

    alcanzaran el comienzo del paso.No se mostr, sino que habl atravs de la espesura.

    Qu queris? pregunt.

    Queremos a Koolau, el leproso

    contest el hombre que dirigaa los policas nati-vos, unamericano de ojos azules.

    Dad la vuelta dijo Koolau.

    Conoca a aquel hombre, el

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    35/88

    comisario local, porque era quien

    le haba echado de Niihau, atravs de Kauai, hasta el Valle de

    Kalalau y desde el valle hasta eldesfiladero.

    Quin eres? pregunt elcomisario.

    Soy Koolau, el leproso fue la

    contestacin.

    Entonces, sal. Venimos a por ti.Hay mil dlares por tu cabeza,

    vivo o muerto. No puedes

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    36/88

    escapar.

    Koolau solt una carcajada desde

    la espesura.Sal! orden el comisario;pero slo le contest el silencio.

    Habl con los policas ycomprendi que se preparaban

    para atacarle.Koolau grit el sheriff. Voy

    a cruzar para atraparte.

    Entonces mira antes a tu

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    37/88

    alrededor, el mar, el sol y el cielo,

    porque ser la ltima vez que loscontemples.

    Est bien, Koolau dijo el

    sheriff en tono tranquilizador.S que posees un disparo mortal.Pero no quieres dispararme.

    Nunca te he causado ningn mal.

    Koolau gru en el matorral.

    Te digo, y lo sabes, que nuncate hice nada malo, no es cierto?

    insisti.

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    38/88

    Me haces mal cuando intentasencarcelarme fue la respuesta

    . Y eres injusto conmigocuando pretendes los mil dlaresque ofrecen por mi cabeza. Siquieres vivir, qudate dondeests.

    Tengo que cruzar el paso y

    detenerte. Lo siento, pero es mideber.

    Antes de cruzarlo morirs.

    El sheriff no era un cobarde. Perod d b Mi b j l lf d l

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    39/88

    dudaba. Mir abajo, al golfo del

    otro lado y recorri con la miradael filo que deba atravesar.

    Entonces se decidi.

    Koolau! llam.

    Pero la espesura sigui en

    silencio.

    Koolau, no dispares. Voy haciaah.

    252

    Ars Medica. Revista de

    H id d 2008 2 248 258

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    40/88

    Humanidades 2008; 2:248-258

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd

    26/11/08 13:49 Pgina 253

    Jack London

    Se dio la vuelta; orden algo a los

    policas e inici su peligrosocamino. Avanzaba despacio. Era

    como andar en la cuerda floja;slo poda apoyarse en el aire; elsuelo de lava se desmigajababajo sus pies y los pedazos de

    roca caan al abismo a cada lado.El sol arda sobre s cabe a s

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    41/88

    El sol arda sobre su cabeza y su

    rostro estaba hmedo por elsudor. Sigui avanzando hasta un

    punto a la mitad del paso.

    Alto! orden Koolau desdelos matorrales. Un paso ms ydisparo.

    El comisario se tambale hasta

    que qued inmvil sobre el vaco.Estaba plido, pero en sus ojoshaba decisin. Se humedeci lossecos labios antes de hablar.

    Koolau, no deseas dispararme.S q e no q ieres hacerlo

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    42/88

    S que no quieres hacerlo.

    Reinici la marcha. La bala le hizo

    darse la vuelta. En su rostro habauna expre-sin de quejumbrosasorpresa mientras se balanceabaantes de caer. Intent salvar-selanzndose a travs del paso,

    pero en ese instante conoci lamuerte. Un momento despus el

    sendero estaba vaco. Entoncesempez el ataque; cinco policas,

    uno tras otro, corrieron conesplndido equilibrio por el afilado

    paso. A la vez, el resto abrifuego sobre la espesura Fue la

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    43/88

    fuego sobre la espesura. Fue la

    locura. Cinco veces apretKoolau el gatillo, tan deprisa que

    sus disparos parecieron uno solo.Variando su posicin y

    arrastrndose bajo las balas quemordan y silbaban a travs de losmatorrales, se asom.

    Cuatro de los policas haban

    seguido al sheriff. El quinto, cadoatravesado en el paso, an viva.

    El resto de policas segua al otrolado, sin disparar. All, sobre la

    roca desnuda, no tenan ningunaesperanza Antes de que

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    44/88

    esperanza. Antes de que

    hubieran podido descender,Koolau habra podido acabar, uno

    a uno, con todos. Pero no dispary uno de los policas, tras

    conferenciar, sac una camisetablanca y la onde como unabandera. Seguido por otro avanzpor el filo hasta el compaeroherido. Koolau no dio seales de

    vida, pero les vio alejarselentamente hasta convertirse en

    puntitos a medida quedescendan hacia el valle.

    Dos horas despus, tras otromatorral Koolau observ cmo

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    45/88

    matorral, Koolau, observ cmo

    otro grupo de policas intentabaascender por el lado opuesto del

    valle. Vio cmo las cabrassalvajes huan de-lante de ellos a

    medida que iban subiendo; dudde su cordura y llam a Kiloliana,que, trepando, lleg junto a l.

    No. No hay paso dijo

    Kiloliana.

    Y las cabras? preguntKoolau.

    Vienen desde el valle de allado pero no pueden pasar a

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    46/88

    lado, pero no pueden pasar a

    ste. No hay camino.

    Ellos no son ms sabios que lascabras. Pueden caer hacia sumuerte. Vemoslos.

    Son hombres valientes dijo

    Koolau. Observmoslos.

    Codo con codo permanecierontendidos en el suelo, entre lascampanillas y una lluvia de floresamarillas de hau cayendo sobre

    sus cabezas. Vean los puntosque eran hombres trepando

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    47/88

    que eran hombres trepando

    ladera arriba, hasta que pas loque tena que pasar y tres de

    ellos, resbalando, rodando,deslizndose por el borde del

    barranco, se despearon desdemil pies.

    Kiloliana ri en silencio. Ya novolvern a molestarnos dijo.

    Tienen caones respondiKoolau. An no han hablado lossoldados.

    Ars Medica. Revista de

    Humanidades 2008; 2:248-258

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    48/88

    Humanidades 2008; 2:248-258

    253

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd26/11/08 13:49 Pgina 254

    Koolau, el leproso

    En la somnolienta tarde, lamayora de los leprosos dormaen sus guaridas en la roca.Koolau dormitaba a la entrada de

    la suya con el fusil, limpio y listosobre las rodillas. La muchacha

    de brazos retorcidos vigilabaabajo entre los matorrales el

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    49/88

    abajo, entre los matorrales, el

    afilado paso. De repente, Koolause sobresalt por el ruido de una

    explosin en la playa.

    Un instante despus unestruendo desgarrincreblemente la atmsfera. El

    terrible ruido le asust. Era comosi todos los dioses hubieran

    tomado la bveda celestial en susmanos y la estuvieran

    desgarrando como una mujerrasga una sbana de algodn.

    Pero era un desgarrar inmenso,que se acrecentaba con rapidez.

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    50/88

    que se acrecentaba con rapidez.

    Koolau, levant la mirada conaprensin, como si temiera ver

    las consecuencias. Entonces, conuna columna de humo negro, la

    granada estall en el pico quehaba sobre sus cabezas. La rocase hizo aicos y los pedazoscayeron hacia la base delprecipicio.

    Koolau se pas la mano por su

    frente sudorosa. Estaba muyalterado. No haba visto un

    bombardeo y ste era msterrible de lo que hubiera podido

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    51/88

    terrible de lo que hubiera podido

    imaginar.

    Una dijo Kapahei, dedicadoenseguida a llevar la cuenta.

    Una segunda y una tercerapasaron rugiendo sobre la

    muralla, estallando lejos de suvista. Kapahei llevaba la cuenta

    ordenadamente. Los leprosos seapiaron en el claro que habaante las cuevas. Al principioestaban aterrados, pero, como

    las granadas seguan volandosobres sus cabezas, se calmaron

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    52/88

    sobres sus cabezas, se calmaron

    y empezaron a admirar elespect-

    culo. Los dos tontos chillaban deplacer y hacan payasadas concada una que cruza-ba sobreellos torturando el aire. Koolau

    empez a recobrar la confianza.No les estaban haciendo dao.

    Evidentemente, desde tan largadistancia los proyectiles no

    podan lan-zarse con la precisinde un fusil.

    Pero la situacin cambi. Losobuses empezaron a caer cortos.

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    53/88

    obuses empezaron a caer cortos.

    Uno estall bajo los matorralescercanos al paso. Koolau record

    a la muchacha que se hallaba allvigilando, y baj deprisa para ver

    qu haba sucedido. El humotodava sala de los arbustoscuando l se arrastraba entreellos. Qued atnito. Las ramasestaban rotas y astilla-das. Donde

    haba estado la muchacha habaun agujero en el suelo. Estaba

    despeda-zada. El obs habaexplotado justo sobre ella.

    Tras asomarse para comprobarque los soldados no intentaban

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    54/88

    q

    cruzar, Koolau ech a correrhacia las cuevas. Sin pausa, los

    proyectiles continuaban silbando,aullando, chi-llando, y el valle

    retumbaba y reverberaba con lasexplosiones. Cuando estabacerca de las cuevas vio a losidiotas brincando, cogindose lasmanos con los muones de los

    dedos. An corra cuando unacolumna de humo negro brot del

    suelo, cerca de ellos. Laexplosin los lanz en sentidos

    opuestos. Uno qued inmvil,pero el otro se arrastraba con las

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    55/88

    p

    manos hacia la cueva. Tras s,tiraba de sus piernas intiles

    mientras la sangre brotaba de sucuerpo. Baado en sangre, al

    reptar gema como un perri-llo.Los dems, salvo Kapahei,haban huido hacia las cuevas.

    Diecisiete dijo Kapahei.

    Dieciocho aadi.

    La ltima granada habapenetrado en una de las cuevas.

    Con la explosin se vacia-rontodas. Pero de aqulla no sali

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    56/88

    q

    nadie. Koolau se adentr en ellaarrastrndose a travs del acre y

    picante humo. Terriblementemutilados, cuatro cuerpos yacan

    en el in-254Ars Medica. Revista de

    Humanidades 2008; 2:248-258

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd26/11/08 13:49 Pgina 255

    Jack London

    terior. Uno era el de la mujerciega cuyas lgrimas no haban

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    57/88

    cesado hasta ese momento.

    Fuera, Koolau hall a su gentepresa del pnico y empezando atrepar por el sendero de cabrasque llevaba al exterior de lagarganta y al revoltijo de crestas

    y simas. El idiota herido intentabaseguirlos gimiendo dbilmente y

    reptando con la ayuda de susmanos. Pero al llegar a la primera

    cuesta le pudo la impotencia ycay hacia atrs.

    Sera mejor matarle dijoKoolau a Kapahei, que

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    58/88

    permaneca sentado en el mismositio.

    Veintids contest Kapahei.S; sera lo mejor. VeintitrsVeinticuatro.

    El idiota solt un quejido agudo alver el fusil apuntndole. Koolau

    dud y baj el arma.Es duro hacerlo dijo.

    Eres un tonto; veintisis,

    veintisiete dijo Kapahei. Djame ensearte.

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    59/88

    Se levant y con una pesada

    piedra en la mano se acerc alherido. Cuando levanta-ba elbrazo para golpear, una granadaexplot de lleno sobre l,evitndole la necesi-dad de

    hacerlo y, a la vez, dando fin a sucmputo.

    Koolau estaba solo en lagarganta. Vio a los ltimos de lossuyos arrastrar sus mutilados

    cuerpos sobre la cresta de un altoy desaparecer. Entonces dio la

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    60/88

    vuelta y baj hasta los matorralesdonde haban matado a la mujer.

    El bombardeo continuaba, perose qued all; all abajo, a lo lejos,

    poda ver trepar a los soldados.Una granada estall a veintepasos de donde estaba. Pegado

    a la tierra oy volar fragmentospor encima de su cuerpo. Una

    lluvia de flores de hau cay sobrel. Levant la cabeza para mirar

    hacia el paso y suspir. Tenamucho miedo. Las balas no le

    asustaban, pero este bombardeoera abominable. Con cada

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    61/88

    granada que pasaba cerca de l,se estremeca y agazapaba; pero

    una y otra vez se incorporabapara vigilar el sendero.

    Por fin, ces el bombardeo. Debaser, razon, porque los soldados

    se acercaban.

    Trepaban por el camino en filaindia y trat de contarlos hastaque perdi la cuenta. En cualquiercaso eran unos cien, todos tras

    Koolau, el leproso. Sinti unapunzada de orgullo. Policas y

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    62/88

    soldados venan a por l concaones y fusiles; por l, un

    hombre solo y, adems, unapiltrafa. Ofrecan mil dlares porl, vivo o muerto. En toda su vidanunca haba tenido tanto dinero.Fue un pensamiento amargo.

    Kapahei estaba en lo cierto. l,Koolau, no haba hecho nada

    malo. Como los haolesnecesitaban mano de obra para

    trabajar las tierras robadas,haban trado a los coolies chinos,

    y con ellos haba venido laenfermedad. Y por haberla

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    63/88

    contrado ahora vala mil dlares;pero no por s mismo. Era su

    cuerpo sin valor, podrido por elmal, o muerto por la explosin deuna bomba, el que vala esedinero.

    Cuando los soldados alcanzaronel afilado paso estuvo a punto de

    advertirles. Pero su mirada diocon el cuerpo de la mujerasesinada y permaneci ensilencio. Cuando ya se haban

    aventurado seis por el sendero,abri fuego. No par hasta que

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    64/88

    qued desierto.

    Vaci la recmara; la recarg y lavaci de nuevo. Siguidisparando. Todos los agraviossufridos ardan en su cerebro yestaba furioso de venganza. A lo

    largo del camino de ca-ArsMedica. Revista de Humanidades

    2008; 2:248-258255

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd26/11/08 13:49 Pgina 256

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    65/88

    Koolau, el leproso

    bras los soldados disparaban y,aunque permanecan cuerpo a

    tierra e intentaban ocul-tarse trassus poco profundas

    irregularidades, estaban adescubierto. Las balas silbaban y

    golpeaban con un ruido sordo asu alrededor y a veces algunarebotaba y cruza-ba el aire conun agudo silbido. Una abri un

    fino surco en su cuero cabelludo yuna segunda le quem la paletilla

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    66/88

    sin llegar a romperle la piel.

    Fue una masacre causada por unhombre solo. Los soldadosiniciaron la retirada llevndose asus heridos. Mientras disparaba,Koolau percibi olor a carne

    quemada.

    Mir alrededor y descubri queproceda de sus manos y, aunquesu carne se quema-ba y percibasu olor, no senta dolor.

    Se mantuvo tumbado entre losmatorrales, sonriendo, hasta que

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    67/88

    record los caones.

    Sin duda, volveran a abrir fuegocontra l y ahora las bombascaeran en la espesura desdedonde haba disparado. Nadams desplazarse a un recoveco

    tras un recodo en el que habaobservado que no caan los

    obuses, se reanud elbombardeo. Los cont.

    Cayeron sesenta en la garganta

    antes de que callaran loscaones. La pequea superficie

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    68/88

    qued tan picada por lasexplosiones que pareca

    imposible la supervivencia decualquier criatura. Eso debieronpensar los soldados y volvieron atrepar por el estrecho caminobajo el ardiente sol de la tarde. Y

    el estrecho sendero fue disputadootra vez y nuevamente hubieron

    de retirarse hasta la playa.

    Durante dos das ms Koolaudefendi el paso, a pesar de que

    los soldados se con-formabancon lanzar bombas sobre su

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    69/88

    refugio. Entonces, Pahau, unadolescente leproso, subi hasta

    un pico a espaldas de la gargantay le grit que Kiloliana habamuerto en una cada cazandocabras para comer, y que lasmujeres estaban asusta-das y no

    saban qu hacer. Koolau lemand bajar y le cedi un fusil

    para guardar el paso.

    Hall a su gente desalentada. Lamayora era incapaz de

    procurarse alimento en tan durascircunstancias y ayunaba. Eligi a

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    70/88

    dos mujeres y uno de loshombres menos daados por la

    enfermedad y los envi tras lagarganta para que subierancomida y esteras. Anim yconsol a los dems, hasta quelos ms dbiles pudieron echar

    una mano para construir unosrefugios sencillos.

    Pero los enviados por comida novolvan y fue hacia la garganta. Alllegar a la cima restallaron media

    docena de fusiles. Una bala leatraves la carne del hombro y

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    71/88

    una segunda, al rebotar contra laroca, desprendi una lasca que le

    cort la mejilla. En ese momento,al retroceder de un salto, vio queel desfiladero estaba lleno desoldados. Su propia gente lehaba traicionado. El ltimo

    bombardeo haba sido demasiadoterrible y haban preferido la

    prisin de Molokai.

    Volvi atrs y se despoj de unade las pesadas cartucheras.

    Echado entre las rocas esper aque la cabeza y los hombros del

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    72/88

    primer soldado fueran bienvisibles antes de disparar. Lo hizo

    dos veces y despus, tras unapausa, en vez de una cabeza yunos hombros, una banderablanca fue empujada por encimade la cresta.

    Qu queris? pregunt.

    Si eres Koolau el leproso, tequeremos a ti lleg la

    respuesta.

    256

    A M di R i t d

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    73/88

    Ars Medica. Revista deHumanidades 2008; 2:248-258

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd26/11/08 13:49 Pgina 257

    Jack London

    Koolau se olvid de todo y dedonde estaba; echado en el

    suelo, maravillado por la rarainsistencia de estos haoles

    dispuestos a imponer su voluntadaunque el cielo ca-yera sobre

    ellos. S; impondran su voluntadsobre todos los hombres y todas

    l ll l

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    74/88

    las cosas, aunque en ello lesfuera la vida. Estaba convencido

    de lo imposible de su lucha. Noera posible resistir a la terriblevoluntad de los haoles. Aunquematara a mil, se levantar-

    an tantos como las arenas delmar y cada vez vendran ms por

    l. Nunca se daban cuenta decundo estaban vencidos. Tal erasu defecto y su virtud. Y ah eradonde fracasaban los de su raza.

    Ahora entenda cmo un puadode predicadores de Dios y de

    di d d l h b

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    75/88

    predicadores del ron habaconquistado la tierra. Era

    porqueBien, qu tienes que decir?

    Vendrs conmigo?

    Era la voz del hombre invisiblebajo la bandera blanca. All

    estaba, como todos los haoles,empeado en un objetivoconcreto.

    Hablemos dijo Koolau.

    L b l h b

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    76/88

    La cabeza y los hombrosaparecieron sobre la roca y

    despus el cuerpo entero. Era unjoven de veinticinco aos, derostro lampio, ojos azules,estilizado y elegante con suuniforme de capitn. Avanz

    hasta que Koolau le mand parary se sent a doce pasos de l.

    Eres un hombre valiente dijoKoolau con asombro. Podramatarte como a una mosca.

    No; no podras respondi.

    P ?

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    77/88

    Por qu no?

    Porque, Koolau, aunque malo,eres un hombre. S tu historia.Matas con justicia.

    Koolau gru, pero se senta

    halagado en su interior.Qu habis hecho con mi

    gente? Con el muchacho, las dosmujeres y el hombre.

    Se entregaron, como vengo a

    pedirte que t hagas tambin.

    Koolau ri incrdulo Soy un

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    78/88

    Koolau ri incrdulo. Soy unhombre libre proclam. Nada

    malo he hecho. Slo quiero queme dejis en paz. He vivido libre ylibre voy a morir. Nunca me

    entregar.

    Tu gente es ms prudente quet respondi el joven capitn.

    Mira, ah vienen.Koolau se volvi y vio cmo se

    acercaban los que quedaban.

    Gimiendo y suspirando en unaprocesin atroz, arrastraban su

    miserable pasado Y an tuvo que

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    79/88

    miserable pasado. Y an tuvo quesaborear una amargura mayor,

    porque al acercarse le cubrieronde insultos e imprecaciones; y labruja jadeante que cerraba lamarcha se detuvo a su lado yextendiendo sus descar-nadas

    manos de arpa a la vez queagitaba su enmaraada cabeza

    de muerte, le mal-dijo. Uno a unofueron superando la cresta y se

    entregaron a los ocultossoldados.

    Ya puedes irte dijo al capitn. Nunca me rendir. Es mi

    ltima palabra Adis

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    80/88

    ltima palabra. Adis.

    El capitn descendi por la laderahacia sus soldados. Al momento,y sin bandera de tregua, iz su

    sombrero con la vaina de laespada y Koolau lo atraves de

    un balazo.

    Aquella tarde le bombardearondesde la playa y perseguido porlos soldados hubo de retroceder

    hasta los picos ms inaccesibles.

    Durante seis semanas lesiguieron de refugio en refugio,

    sobre cimas volcnicas y tro chas

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    81/88

    sobre cimas volcnicas y tro-chasde cabras. Cuando se escondi

    en la jungla formaron lneas debatidores y le Ars Medica. Revistde Humanidades 2008; 2:248-

    258

    257

    11_REV_HUM_248_258_AM.qxd26/11/08 13:49 Pgina 258

    Koolau, el leproso

    acosaron como a un conejo entrela lantana y los guayabos. Mas

    cambiaba de direccin les

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    82/88

    cambiaba de direccin, lesesquivaba y siempre escapaba.

    No podan acorralarlo. Cuando sele acercaban demasiado, sucertero fusil les haca retroceder ypor angostas veredas debanbajar a sus heridos hasta la playa.

    Hubo ocasiones en que fueronellos los que dispararon, como

    cuando por un momento sutostado cuerpo apareci entre los

    arbustos. Una vez, cincosoldados le sorprendieron en un

    sendero descubierto ydescargaron sus fusiles sobre l

    mientras trepaba por un camino

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    83/88

    mientras trepaba por un caminode vrtigo. Ms tarde encontraron

    all restos de sangre y supieronque estaba herido. Al cabo deseis semanas abandonaron.Soldados y policas volvieron aHonolulu y el valle de Kalalau

    volvi a ser suyo, aunque de vezen cuando, y para su desgracia,

    algn cazador de recompensasse aventuraba tras l.

    Dos aos despus, y por ltima

    vez, Koolau camin despaciohasta los matorrales y se tumb

    entre hojas de ti y flores de

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    84/88

    entre hojas de ti y flores dejengibre. Haba vivido libre y libre

    iba a morir. Empez a caer unafina lluvia y se ech una mantarada sobre los deformesmuones de sus miembros.Llevaba un chaquetn de tela

    impermeable. Cruz su fusilMuser sobre el pecho,

    detenindose un instante ensecar con afecto la humedad del

    can. La mano con que lo hizono tena dedos para apretar el

    gatillo.

    Cerr los ojos porque con lad bilid d d l

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    85/88

    Cerr los ojos, porque con ladebilidad de su cuerpo y laborrosa confusin de su cerebro,supo que se acercaba su fin.Como un animal salvaje, se

    esconda para morir.

    Semiinconsciente, errante sinrumbo, revivi su prematuramadurez en Niihau. A medida quesu vida se apagaba y el goteo dela lluvia le llegaba cada vez ms

    dbil, le pareci que volva a estar

    en medio de la doma de loscaballos; sinti cmo los potros

    in-dmitos se encabritaban y

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    86/88

    in dmitos se encabritaban yagitaban debajo de l con los

    estribos atados sobre la panza; ogalopar frenticamente por elcercado haciendo que losvaqueros saltaran las empa-lizadas. Al instante, y como lo

    ms natural, se vio persiguiendotoros salvajes por las altas

    praderas, cazndolos a lazo yllevndolos hacia los valles. El

    sudor y el polvo del marcado afuego en el corral le volvieron a

    picar otra vez en los ojos y apenetrar en la nariz.

    Toda la fuerza y plenitud de su

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    87/88

    Toda la fuerza y plenitud de sujuventud volvieron a ser suyas,hasta que las agudas punzadasde una inevitable disolucin le

    devolvieron a la realidad. Pero,cmo? Por qu? Por qu su

    brava juventud se habatransformado en esto? Record

    entonces que, otra vez y slo porun momento, era Koolau, elleproso. Sus prpados temblaroncansados y a sus odos dej de

    llegar el ruido de la lluvia. Un largotemblor recorri su cuerpo; hasta

    que tambin ces Levant unl b l d j

  • 7/23/2019 Koolau El Leproso Converted

    88/88

    que tambin ces. Levant unpoco la cabeza, pero la dej caer.

    Luego, sus ojos se abrieron parano volver a cerrarse. Su ltimopensamiento fue para su Muser,que apret contra su pecho conlas manos enlazadas y sin dedos.

    258

    Ars Medica. Revista de

    Humanidades 2008; 2:248-258