La Aventura de La Historia - Dossier091 Colón - El Genio Polémico

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    1/48

    DOSSIER

    58. Un tal Cristbal Coln, descubridor

    Luis Arranz

    68. Barcos y hombres para surcar el OcanoJos Luis Casado Soto

    76. Las lecturas del AlmiranteNicasio Salvador Miguel

    82. El mal gobierno

    Manuel Lucena Salmoral

    Carmen Pomar Martnez

    90. La herenciaLuis Arranz

    96. Reguero de tumbas

    Marcial Castro

    101. La conquista del ParasoCarlos Martnez Shaw

    COLN

    57

    Los quinientos aos transcurridos desde la muerte de Cristbal

    Coln, en Valladolid, no han esclarecido todos los interrogantes

    que rodearon desde el principio a la figura del astuto marino, dado

    a cultivar el secretismo. Siete especialistas presentan la figura en

    claroscuro del personaje, indagan en su formacin y resaltan sus

    increbles logros, pero tambin destacan la ambicin y los yerros

    polticos de un aventurero, cuyo misterio se prolonga irnicamentecon la profusin de restos mortales a ambos lados del Atlntico

    La Virgen de Cristbal Coln, annimo hacia 1540, Madrid, F. L. G.

    El genio polmico

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

    http://adf.ly/pHC7l
  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    2/4858

    Un tal Cristbal Coln,

    DESCUBRIDOR

    H ablar o escribir sobre Cris-tbal Coln quinientos aosdespus de su muerte nodeja de ser una aventurahistrica, pues desde entonces hasta hoynunca ha dejado de andar envuelto enno pocos enigmas, y stos, a la postre,son la antesala segura de la polmica. Si

    a ello unimos que su genial y sorpren-dente gesta revolucion la Historia delMundo, ya tenemos otro ingredientems que atrae y seduce.

    Sobre Coln, adems, cualquiera pue-de opinar con la mayor impunidad. Conl de protagonista pueden surgir teorasque parecen insostenibles en otro per-sonaje, pero con el inventor de Amri-ca se entienden con frecuencia y hastase justifican. Quiz ese poso misterio-so que lo envuelve, lo mucho que dicenque saba de mundos lejanos y natura-

    lezas distintas y distantes, lo que noscont y hasta nos ocult, han alimen-tado sin parar un caldo de cultivo en tor-no a todo lo colombino. sta es la fac-tura que debe pagar el protagonista delmayor descubrimiento de la Historia yste es el desafo que tienen entre ma-nos todos los historiadores.Alguien, poco ducho en la vida y mi-

    lagros del Almirante de la Mar Ocana,pudiera pensar que el secretismo que loenvuelve fue motivado por la escasezde escritos que de l conservamos. No

    es del todo cierto. El descubridor y to-da su familia escribieron mucho, perocon contradicciones constantes, y sobretodo pleitearon demasiado contra la Co-rona por el cumplimiento de los privi-legios colombinos (Pleitos Colombinos)y, algo ms tarde, tambin entre ellosmismos por la sucesin en el mayoraz-

    go. En esos pleitos, muchos papeles seperdieron, otros, intencionadamente, sehicieron por perderse, y algunos se fal-searon. He ah el origen de no pocas po-lmicas.

    Medieval y modernoColn es un hombre apasionado y a lavez generador de pasiones. Cuenta mu-cho y calla ms. Es contradictorio: cr-dulo y racionalista; medieval y moder-no. Tan pronto pisa tierra como vive enla ensoacin proftica. Es materialista

    un da y, al siguiente, se eleva a las al-turas convencido de ser instrumento di-vino.

    Contradictorio el personaje y contra-diccin ante el personaje. Son muchoslos que creen sin dudar cuanto escribeel Almirante, pero no faltan los que na-da creen a Coln, tildndolo incluso deembaucador y mentiroso empedernido.Para aqullos, es el hroe providenciale iluminado; para los hipercrticos, todolo colombino es cuestionable. Bajo esteropaje todo cabe.

    Recorrer la vida de Coln es comomoverse por un escaparate con decenasde puntos envueltos en penumbra o en

    LUIS ARRANZ MRQUEZ es catedrticode Historia de la UCM.

    Tanto sus orgenes patrios como la fuente de las informaciones que

    motivaron su genial y revolucionario proyecto de navegacin siguen

    hoy envueltos en el misterio que, durante cinco

    siglos, ha propiciado las ms diversas teoras.

    Luis Arranz las enumera y analizaColn explica sus

    teoras en La Rbida,segn un grabadopublicado por LaIIustracin Espaola y

    Americana, en 1892.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    3/48

    total oscuridad. Sin embargo, hay tres

    momentos en la existencia del gran des-

    cubridor que se llevan la palma bien por

    intereses, bien por trascendencia hist-

    rica. En primer lugar, el relativo a sus or-

    genes, con el halo romntico de querer

    saber acerca de la patria que lo vio na-

    cer y de la lengua materna con la que

    creci; en segundo lugar, el que toca a

    su sorprendente y revolucionario pro-

    yecto descubridor, en el que confluyen

    influencias variadas y saberes diversos;

    y en tercer lugar, todo aquello que rodea

    al destino de sus restos. Como puede

    verse, desde la cuna hasta la tumba, ca-

    si nada est libre de polmica.

    Todo personaje histrico es hijo de sus

    obras. El descubrimiento colombino fue

    tan portentoso, tan contracorriente, que

    en parte explica que se haya convertido

    en fuente de inspiracin de muchos, con

    licencia para pensar y defender lo que

    les ha venido en gana. En este desba-

    rajuste de Piense lo que quiera y fan-

    tasee cuanto pueda, han colaborado la

    literatura, el cine, la novela y todas las

    artes de la imaginacin, hasta el punto

    de alimentar teoras extraas difciles de

    erradicar. El historiador con frecuencia

    se siente impotente para combatir ese

    todo vale bajo el velo del misterio. Co-

    ln siempre es noticia y cualquier no-

    vedad sobre l encuentra fcil y rpida

    difusin. De ah la dificultad aadida con

    la que topamos.

    Algunos de los coetneos de don Cris-

    tbal Coln nos lo retrataron en su mo-

    mento con tres rasgos fundamentales:

    misterioso, soberbio y convencido de ser

    instrumento divino. Tres rasgos que son

    un estmulo para el curioso y un reto pa-

    ra el investigador.

    59

    EL GENIO POLMICO

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    4/48

    Este hombre que en Castilla dice lla-

    marse Cristbal Coln, que se siente ex-

    tranjero, pero no dice de dnde es y

    oculta su lugar de nacimiento; que nun-

    ca escribi en italiano, y s en castella-

    no; que est ofrecindose a atravesar la

    Mar Ocana por la va del poniente pa-ra llegar a las Indias; que ha pedido ca-

    pitanear una flota que desvelar los se-

    cretos ocenicos y, sin embargo, en Cas-

    tilla nadie le ha visto navegar; este hom-

    bre no hace ms que sorprender. Tie-

    ne algo; algo que atrae, que gana par-

    tidarios incondicionales desde el ms al-

    to al ms bajo. Tiene una fe inalterable

    en s mismo. Tiene certeza en lo que

    ofrece. Acta como si l ya conociera lo

    que para unos es una fantasa sin sen-

    tido y, para otros, duda, simplemente

    duda. Este hombre est ofreciendo na-

    da menos que las Indias; llega de Por-

    tugal y sabe lo suficiente como para no

    ser tomado por embaucador.

    Nos dicen que la ciencia, en cuanto

    supo de las cavilaciones colombinas, se

    mostr contraria tanto en Portugal como

    en Castilla, los dos reinos que ms sa-

    ban de saber nutico, de geografa, de

    navegaciones ocenicas y de cosmo-

    grafa. Quiz el hecho de venir de Por-

    tugal, con las Indias en juego, aadi du-

    da sobre la duda. Sorprende que los re-

    yes Isabel y Fernando nunca despidie-

    ron definitivamente a Coln ni al prin-

    cipio, ni durante siete aos de negocia-

    ciones exigentes. Le dieron largas. Lo en-

    tretuvieron hasta que, prescindiendo de

    la ciencia y de lo que opinaban los ex-

    pertos, decidieron apoyarlo.

    Patrias y lenguas de ColnExiste una pgina en la Historia del Al-

    mirante, escrita por su hijo Hernando

    Coln, que ha sido considerada por los

    historiadores como la causante principal

    de las confusiones creadas en torno al

    lugar de nacimiento y a la patria de Co-

    ln: Algunos, que en cierta manerapiensan oscurecer su fama; dicen que

    fue de Nervi: otros, que de Cugureo, y

    otros de Buyasco, que todos son luga-

    res pequeos, cerca de la ciudad de G-

    nova y en su misma ribera: y otros, que

    quieren engrandecerle ms, dicen que

    era de Savona, y otros que genovs; y

    aun los que ms le suben a la cumbre,

    le hacen de Plasencia, en la cual ciudad

    hay algunas personas honradas de su fa-

    milia, y sepulturas con armas y epitafios

    de Colombo (cap. I.)

    Despiste? Confusin? De cualquier

    forma, un buen asidero para todos los

    que quieran disputar la cuna y la patria

    colombinas. Quien escribi esto no fue

    un cualquiera, sino el muy inteligente

    y enterado hijo del descubridor, el que

    de esto y de tantas cosas comprometi-

    das saba mucho para decir en cada

    momento lo que convena. Adems, fue

    el primero que lo escribi y lo difundi,

    con la ventaja que tiene siempre el que

    se adelanta.

    Semejante ambigedad no fue slo in-

    vencin de don Hernando. Su padre y

    sus tos Bartolom y Diego facilitaron el

    camino, ya que todos ellos se declara-

    ron de forma insistente nicamente ex-

    tranjeros, sin precisar ms. Podan haber

    empleado una frmula habitual para es-

    tos casos y que se poda concretar as:

    soy extranjero de Gnova, de Venecia,

    florentino, etctera, como hacan mu-

    chos otros italianos que residan por

    aqu. Igualmente, extranjero en Castilla

    era tambin un aragons o un cataln.

    El IV Centenario del Descubrimiento

    de Amrica desat la fiebre por encon-

    trar patrias a Coln. Algunos Estados na-

    cionales recin creados buscaban figu-

    ras histricas para incorporarlas a sus

    panteones de hombres ilustres y Coln

    era una gloria universal reconocida. La

    recin unificada Italia puso ms empe-

    o que nadie en hacerlo suyo, logrn-

    dolo en parte, pero tambin desat mu-

    los en otros lugares.

    Apenas se discuta el origen italiano

    de Cristbal Coln cuando surgi desde

    Espaa la teora del Coln gallego. Entre

    60

    Una topografa de sabor bblico y clsico

    En las enciclopedias que Coln fue ma-nejando para informarse de la lejanasasiticas, encontr muy sugestivo todo lo

    referente a los lugares bblicos el Para-

    so Terrenal, Tarsis, Ofir, el reino de Saba,

    y la Antigedad, como el mundo de las

    amazonas, etctera. Tras el triunfo de 1492,

    Coln, con la autoridad que le da sentirse

    instrumento divino, situar sobre el ma-

    pa de Amrica que para l es lo ms ex-

    tremo de Oriente cada uno de estos nom-

    bres. A la vuelta del primer viaje, procla-mar, sin dudarlo, que el Paraso Terrenal

    estaba en la costa norte de La Espaola. Y

    durante el tercer viaje, encuentra otro lu-

    gar ms apto para la ubicacin del Paraso:

    las cercanas del Golfo de Paria, en la cos-

    ta norte de Venezuela. A un lugar de las in-

    mediaciones, lo bautiz con el nombre de

    los Jardines, pues pareca estar pensando

    en los Jardines del Edn.

    Despus de conocer La Espaola, situa-

    r all el reino de Tarsis, la isla de Ofir y

    los montes todos de oro o Sophora, adonde

    el rey Salomn enviaba a buscar tesoros pa-ra levantar su famoso templo. El reino de

    Saba tambin tiene su localizacin en la

    mente colombina.

    Las mujeres guerreras o amazonas de las

    Indias tambin le preocuparon mucho. Co-

    ln las situ en una isla (Matinin) a la en-

    trada de las Indias, que para l era el Orien-

    te ms extremo. Para el descubridor, eran

    descendientes de las amazonas de la Anti-

    gedad y, como ellas, practicaban ejercicios

    varoniles, especialmente la guerra, demos-

    traban capacidad de navegacin y se unan

    a los hombres antropfagos caribes confines exclusivamente procreadores.

    Hernando Coln (1488-1539), humanista y

    cosmgrafo, al que se culpa de oscurecer

    adrede el orgen de su padre, Cristbal.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    5/4861

    UN TAL CRISTBAL COLN, DESCUBRIDOREL GENIO POLMICO

    1892 y 1898, el gallego Celso Garca dela Riega defiende la espaolidad de Cris-tbal Coln hacindolo natural de Ga-licia, concretamente de Pontevedra, don-de residi una colonia de genoveses,sosteniendo que ocult su origen por suvinculacin con el mundo judo. Losnombres de sabor judaico que desfila-ban por los pergaminos de la poca per-mitan la teora de que los Coln huye-ron de Galicia y emigraron a Gnovatras participar en los disturbios de me-diados del siglo XV. La teora tuvo se-guidores y entre los inmigrantes galle-gos de Amrica caus alborozo. Some-tidos estos documentos al juicio de losexpertos, se concluy que no tenan va-lidez porque estaban falsificados o adul-terados con raspaduras y sobrescritos.La Real Academia de la Historia respal-d que tales documentos haban sidomanipulados en poca reciente.

    La hiptesis del Coln cataln surgien 1927, de la mano del peruano Luis deUlloa y Cisneros. Defiende el origen ca-taln del descubridor de Amrica par-tiendo del apellido Colom, originario deCatalua para diferenciarlo del Colombogenovs, con el que nada tuvo que ver.Al mismo tiempo, le cambia de nombrey de apellido transformndole en JuanScolvus, el cual en sus andanzas por elAtlntico norte llev a cabo un predes-cubrimiento de Amrica en torno a 1477.Lo identifica con un corsario cataln queluch a favor de Renato de Anjou y encontra de Juan II de Aragn, padre deFernando el Catlico. Ve catalanismos enlos escritos colombinos. Ulloa se com-porta como un hipercrtico con todo loque rodea a la teora genovesa y pide cre-dulidad absoluta para sus posiciones.

    La tesis mallorquinaEn lnea con la teora de Ulloa est la te-sis del Coln mallorqun, defendida enlos aos 60 por Llanas de Niub y en laactualidad, con un entusiasmo indecible,por Gabriel Verd Martorell. Parte de unacarta de Anglera a Juan de Borromeo, fe-chada en 1494, en la que le comunicaque el descubridor era natural de Ma-llorca y no de Liguria. Lo sorprendentees que admite sin discusin este dato deAnglera y no tiene en cuenta que esemismo cronista confiesa el 14 de mayo

    de 1493 al mismo Juan de Borromeo quede las antpodas acababa de llegar un talCristbal Coln, genovs, descubridor.

    Verd sita el nacimiento de Coln en1460, siendo sus padres Margarita Colomy el Prncipe de Viana, hermanastro deFernando el Catlico. Demasiado forza-do todo.

    El Coln ibicenco tiene en Nito Ver-dera a su principal mentor. Sostiene queCristbal Coln haba nacido en Ibiza,era catalanoparlante, y que el Cristfo-ro Colombo y el Cristbal Coln no sonla misma persona. Tras centrarse en lalengua, registra numerosos catalanismos,para concluir que el descubridor era na-

    tural de alguno de los territorios que for-maban la Corona de Aragn. Tambinacude a la toponimia, diciendo que ibabautizando las nuevas tierras del Caribecon nombres sacados de las islas de Ibi-za y Formentera. Este argumento locomparten varios, ya que fue utilizadoigualmente por gallegos y mallorquines.

    El Coln de Guadalajara resulta ms

    anecdtico si cabe. Sus autores han pre-tendido entroncar al descubridor con laalta nobleza castellana, al ser hijo de la

    duquesa de Arjona, doa Aldonza deMendoza, y del conde de Trevio, donDiego Gmez Manrique. Lo hacen na-cer muy pronto (1435), se educa en elmonasterio de Lupiana y emparenta conla nobleza ms selecta de Castilla.

    La teora del Colon portugus no apa-reci pronto, pero tampoco poda faltar.A pesar de que Portugal siempre estu-vo en el centro de muchos momentoscruciales de la vida colombina, no ha ter-minado de cuajar. Quiz porque los de-fensores de esta teora se fijaron ms en

    lo anecdtico y novelesco que en as-pectos ms serios. Lo que muchos hancalificado como galleguismos o catala-nismos en los escritos de Coln es, pa-ra otros expertos como Menndez Pidal,portuguesismos. Rumeu de Armas ha de-fendido la versin de un Cristbal Colnno nacido en Portugal, sino naturalizadoportugus y defiende que as fue cono-

    cido en la Corte castellana. Tampoco fal-tan los que ven en Coln a un miembrodestacado de la nobleza lusitana.

    A Coln se le ha atribuido origen

    gallego, cataln, mallorqun, ibicenco,de Guadalajara, portugus y sefard

    Gnova, segn un grabado de poca colombina . El hijo de Coln foment deliberadamente la

    ambigedad respecto al lugar de nacimiento del descubridor.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    6/48

    En 1940, Salvador de Madariaga, re-tomando viejas propuestas que habanrelacionado al descubridor con el mun-do judo, defendi con fuerza y habili-dad la teora del Coln sefardita. Sos-

    tuvo que corra por sus venas sangre ju-da, con antecesores espaoles, que hu-yeron tras las persecuciones de 1391. Laapostilla colombina 858 a laImago Mun-di, sobre la coenta judaica de la du-racin del mundo, est escrita en cas-tellano con influencias sefarditas.

    Tesis atrevidas por dems, y que ape-nas han merecido atencin por su falta

    de consistencia y seriedad, han queri-do convertirlo tambin en extremeo alconfundir la Plasencia extremea con laPiacenza o Plasencia italiana, corso,francs, ingls, griego y hasta suizo. Na-cieron como resultado de una mezclaextraa de leyendas, tradiciones y tra-bajo interesado de genealogistas y has-ta de falsificadores oportunistas, pero noaguantaron el paso del tiempo y la som-

    bra de la Historia.

    Hijo de laneros y tejedoresLa teora del Coln genovs, que param es la ms verosmil, sostiene que na-ci en una modesta familia de laneros y

    tejedores, afincada en la ciudad de G-nova, all por el ao de 1451. Fueronsus padres Domnico Colombo y Susa-na Fontanarrosa, de claro sabor judo. Yde los cinco hijos habidos en ese ma-

    trimonio, Cristbal y Bartolom Colntuvieron pronto vocacin marinera. Die-

    go fue despus de 1492, el tercero de lasaga que se afinc en Castilla.A partir de principios del siglo XV no

    antes localizamos a una familia Co-lombo en tierra de Gvova. Su aparicinbastante repentina en esas tierras hizopreguntarse a algunos historiadores sino pudiera venir huyendo de algn otro

    sitio por cuestiones religiosas. No es des-cartable. Puede constatarse que el ape-llido Colombo, Colomb, Colomo o Co-lom se hace frecuente en el tringuloGnova, Catalua y Baleares.

    Como apoyo definitivo a la tesis ge-novesa, puede sacarse a colacin la ins-titucin de Mayorazgo, de fecha 22 defebrero de 1498, cuando el Almirante di-ce: que siendo yo nacido en Gnova

    les vine a servir aqu en Castilla. Sin du-da podra ser aportado como prueba de-finitiva si el documento en cuestin nohubiera sido tan cuestionado, pues apa-reci durante un proceso, fue presen-tado como prueba y contena algunasirregularidades con respecto a otros do-cumentos colombinos.

    La lengua, que suele ir muy unida allugar de nacimiento y a la patria polti-

    ca, es otro de los puntos discutidos entorno al descubridor. Se sabe que hayque distinguir entre la lengua hablada yla lengua escrita. Coln poda hablar ochapurrear mil lenguas, como hombrede mar que fue, pero para escribir se ne-cesita un estudio especial por los ojos,que no se requiere para hablar. Haycoincidencia en sealar que Coln ig-

    noraba y nunca supo escribir el italiano,

    y que en el siglo XV el dialecto genovsno era lengua de escritura.

    Castellano, con acentoAlgunos testigos que conocieron y con-versaron con Coln en Castilla, antes de1492, nos repiten insistentemente queno era ajeno a la lengua castellana, esdecir, que hablaba y escriba en caste-llano, pero con claros matices diferen-ciadores. As nos lo retrat el fraile deLa Rbida Juan Prez, o el mismo Las

    Casas. Bien podra decirse por ello queColn pudo nacer fsicamente en G-nova, pero que la cultura y la elabora-cin ideolgica de su proyecto descu-bridor naci de la mano de lo castella-no, con algunos portuguesismos, italia-nismos y hasta catalanismos, si se quie-re, pero desde lo castellano. De ah quese le hayan querido ver vinculaciones

    con Castilla.Nadie ha superado an el estudio he-

    cho por Menndez Pidal sobre laLenguade Cristbal Coln, por lo que siguen vi-gentes muchas de sus conclusiones: La primera lengua que Coln apren-

    di a escribir fue el castellano y lo hi-zo antes de llegar a Castilla. Probable-mente tambin escriba en latn, pero noen italiano, ni en portugus.

    Sorprende el escaso conocimientoque posea del italiano escrito y extraaque la correspondencia que tuvo congenoveses e italianos importantes, y has-ta con sus hermanos Bartolom y Die-go, siempre fuera en castellano. Las dos

    notas marginales que conocemos de l(una en elLibro de las Profecasy otraen laHistoria Natural de Plinio) pare-ce que quieren ser italianas, pero sonuna mezcla grosera de castellano e ita-

    liano. Quiz lo supiera hablar, pero noescribir. El espaol que escribe Coln est

    lleno de portuguesismos, que se notantanto en la grafa como en el vocalismo. No domina el latn que escribe. Re-

    pite las palabras del original que quie-

    re resaltar. Comete errores que son his-panismos. Parece que en Portugal apren-di un latn hispnico, con grafa his-pnica. En Portugal tambin aprendi ellatn. Saba leer y redactar en la lenguadel Lacio, aunque su conocimiento de-

    jaba mucho que desear. En sus escritos hay algn que otrocatalanismo.

    62

    Brjula utilizada por Coln para navegar, fabricada en el siglo XIV. El marino sola llevar muy

    pocos instrumentos a bordo.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    7/4863

    UN TAL CRISTBAL COLN, DESCUBRIDOREL GENIO POLMICO

    Es probable que estemos ante el tpi-co hombre de mar que chapurrea millenguas sin dominar ninguna y que usa-ra alguna jerga marinera tpica del Me-diterrneo. Despus de lo dicho, se en-tender mejor el entronque que se quie-ra buscar con Castilla.

    El proyecto descubridorPartimos de un hecho que todos acep-tan: el plan colombino de descubri-

    miento fue un proyecto verdaderamen-te revolucionario que pretenda llegara las Indias lejanas y ricas, situadas enel Extremo ms oriental de Asia, atrave-sando el Ocano por la va del ponien-te. Nadie discuta la esfericidad de la tie-rra; lo que la ciencia cuestionaba, sinembargo, eran las distancias.

    El plan descubridor fue elaborado porColn en Portugal, a comienzos de losaos 80 del siglo XV, y ofrecido pocodespus a los portugueses, quienes lorechazaron sin dudarlo. Los expertos

    sostenan que la extensin o anchura delocano Atlntico a la altura del paralelode las Canarias era casi el doble que la

    actual. Pensaban que atravesarlo con losmedios de la poca resultaba poco me-nos que imposible. Adems, para losportugueses, el plan descubridor de Co-ln se pareca mucho al de Toscanelli,que haban rechazado pocos aos antes.Portugal se haba decidido ya por la cir-cunvalacin africana como ruta de lle-gar a las Indias en lugar de la va de po-niente ofrecida por Coln. La construc-cin del castillo de San Jorge de la Mina

    (1482), en pleno golfo de Guinea, de-mostraba la opcin lusitana.En todo el proceso de elaboracin y

    defensa del proyecto descubridor, Co-ln demostr una tenacidad extraordi-naria, nunca rebaj sus enormes con-diciones, ni cedi ante grandes ni antereyes. Es tan sorprendente este proce-der y tan original y grandioso su pro-yecto, que muchos y durante muchotiempo se han hecho esta pregunta: Te-na conocimiento Coln de las tierrasque quera descubrir con anterioridad

    a 1492? La respuesta a esta pregunta con-diciona todo, porque no es lo mismoelaborar un plan descubridor desde la

    certeza de que aquello que se buscaexiste, a hacerlo slo desde la suposi-cin y la conjetura.

    La idea de que Coln tuviera conoci-miento de las nuevas tierras antes de1492 no es algo actual, sino que empe-z a planear sobre las Indias en formade habladuras y leyendas desde los pri-meros aos del descubrimiento, y deello se hicieron eco los principales cro-nistas, como Las Casas y Oviedo.

    En una carta que Coln incluye en elLibro de las Profecas, dice de s mismo,all por 1501, lo siguiente: Fall a Nues-tro Seor muy propicio, y hube de l pa-ra ello espritu de inteligencia. En la ma-rinera me hizo abundoso; de astrologame dio lo que abastaba, y as de geo-metra y aritmtica; y ingenio en el ni-ma y manos para dibujar esfera, y enellas las ciudades, ros y montaas, is-las y puertos, todo en su propio sitio. Eneste tiempo he yo visto y puesto estudioen ver de todas escrituras, cosmografa,

    historias, crnicas y filosofa, y de otrasartes, a que me abri Nuestro Seor elentendimiento con mano palpable a que

    Regreso de Cristbal Coln a Espaa, segn una litografa del siglo XIX, que recrea el encuentro con los Reyes el 15 de abril de 1493.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    8/48

    era hacedero navegar de aqu a las In-dias, y me abri la voluntad para la eje-cucin dello; y con este fuego vinea Vuestras Altezas. Todos aquellosque supieron de mi empresa con

    risa le negaron burlando. To-das las ciencias de que dijearriba no me aprovecharon,ni las autoridades dellas. Ensolo Vuestras Altezas quedla fe y constancia. Quindubda que esta lumbre nofuese del Espritu Santo, ascomo de m?.

    Desde la perspectiva delpredescubrimiento, la inter-pretacin que puede hacersede este pasaje es la siguiente:Coln era un ms que notablehombre de mar, abundoso en esaprctica; pero muy limitado en cien-cias y saberes tericos, me dio lo queabastaba. Mas, de pronto, algo ha reci-bido que le abre el entendimiento con

    mano palpable, un milagro evident-simo, dir en otro pasaje; y ese algo serefiere a que era posible navegar desdeEuropa hasta las Indias por Poniente; conlo cual me abri la voluntad para la eje-cucin de ello. A partir de esos mo-mentos es un fuego lo que tiene den-

    tro, unos deseos ardientes de descubrir.

    Informaciones decisivasLos defensores del predescubrimientode Amrica, entre los que me cuento,sostienen que ese algo trascendental, re-pentino y milagroso que le sucedi aColn en cualquier momento de susaos de estancia portuguesa fue que al-guien, con conocimiento de lo que de-ca, le inform de la existencia de unas

    tierras al otro lado del Ocano. Tal in-

    formacin aportaba detalles bastanteajustados sobre algunas islas y sus na-turales, sobre ciertos parajes y, espe-cialmente, sobre distancias. Ese alguienfue, segn unos, un piloto annimo por-tugus o castellano, que al regresar deGuinea, se vio impulsado por alguna tor-menta hasta las Antillas. Tras un tiem-po all, regres, se encontr con Coln

    (1477-78?), le inform y muri (segnManzano). Segn otra teora, la infor-macin colombina proceda no de uneuropeo sino de algn grupo indgena

    (amazonas amerindias) que, en algndesplazamiento por las Antillas, se vioobligado a desviarse Ocano adentro

    hasta encontrarse con Coln (1482-83?)e informarle (segn Prez de Tudela).Ambas teoras coinciden en que la in-

    formacin o el conocimiento de las nue-vas tierras no lo obtuvo Coln de formadirecta y personal, sino que le lleg a tra-

    vs de informantes annimos que lecuentan lo que hay al otro lado del Oca-no. Otra coincidencia entre ambas teo-ras lleva a sostener que tal encuentro de-bi producirse a bastantes leguas al oes-te de las Canarias, Azores o Madeira, enuna zona que por aquel entonces fre-cuentaba nuestro nauta-mercader.

    En lo que discrepan estas dos teorases en la distinta valoracin que ambos

    hacen del descubridor y de sus ideas.Para Manzano, Coln era una personapoco preparada y con errores de prin-cipiante, sorprendente y genial slomientras trataba de demostrar a los de-ms lo que saba de antemano. Mientras,Prez de Tudela atribuye a Coln unsentido religioso proftico capital, queempapa todas sus acciones, ideas y pro-

    yectos, con esa trascendencia de sen-tirse siervo elegido por la Providenciapara cumplir su misin. Con la seguri-dad del predestinado rectifica a quien

    haya que rectificar y elabora teoras ori-ginales y grandiosas.Conocemos relatos colombinos sobre

    islas, parajes, rutas y gentes, que han he-cho sospechar que el descubridor sa-

    ba ms de lo que pareca, a pesarde su limitada preparacin cien-

    tfica. Algunos llegaron a pro-clamar que, cuando navegabapor islas y mares desconoci-dos, lo haca con tanta segu-

    ridad como si ya los hubie-ra navegado antes.

    De no haber habido unpredescubrimiento, resultamuy difcil entender la Ca-

    pitulacin de Santa Fe, fir-mada el 17 de abril de 1492.Se trata del documento cum-

    bre, sin el cual el descubridorno se hara a la mar, cuidado-

    samente elaborado y sin posibili-

    dad de error, mxime cuando losReyes estaban concediendo al Almi-

    rante privilegios tan amplios y en un do-cumento-contrato que obligaba a cum-plir lo estipulado. El prembulo de tancapital documento dice as: las cosassuplicadas e que Vuestras Altezas dane otorgan a don Cristbal de Coln enalguna satisfaccin de lo que ha descu-bierto en los Mares Ocanos y del via-

    je que agora, con el ayuda de Dios hade fazer por ellas en servicio de Vues-tras Altezas, son las que se siguen.A continuacin, la primera clusula di-

    ce: Primeramente, que Vuestras Altezascomo seores que son de las dichas ma-res ocanas fazen dende agora al dichoCristbal Coln su Almirante en todasaquellas islas e tierras firmes que por sumano o industria se descubrirn o ga-

    narn en las dichas mares ocanas.Este pasaje de la Capitulacin de San-

    ta Fepuede interpretarse as: Coln, an-tes de hacerse a la mar, se atribuye des-

    cubrimientos en el Ocano que son an-teriores a 1492. Ese ha descubierto quetanto extra a algn cronista como LasCasas, y que recogi despus Navarre-te, no era un error fruto de confundir un

    tiempo verbal (ha descubierto), por otro(haba de descubrir). No. Las copias fi-dedignas de la citada Capitulacin quese conservan as lo atestiguan. Lo que ha-ca Coln en ese caso era ceder o trans-ferir a los reyes Isabel y Fernando los des-cubrimientos que l se atribua en elOcano; y poda hacerlo con el derecho

    romano en la mano porque era un marlibre, que no perteneca a ningn rey

    cristiano. En consecuencia, aceptado ese

    64

    Planisferio del gegrafo marroqu Al-Idrissi,

    quien redact, en 1154, el Libro de Roger

    para Roger II de Sicilia. El sur est arriba.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    9/48

    traspaso a favor de los monarcas espa-oles, stos, en ese mismo momento, po-dan titularse ya seores y recompensara Coln con algunos privilegios y bene-ficios en concepto de compensacin o enalguna satisfaccin.

    Tras el primer viaje triunfal del Almi-rante, los Reyes Catlicos, el 16 de agos-to de 1494, le escriban unas palabrasque sonaban a reconocimiento predes-cubridor: Parcenos que todo lo que alprincipio nos dixistes que se poda al-canzar, por la mayor parte todo ha sa-lido cierto, como si lo hobirades vistoantes que nos lo dixrades.

    Desde el conocimiento previo que te-na Coln sobre nuevas tierras y distan-cias no desde la ciencia se entiendemucho mejor lo que ide y lo que pro-puso a reyes, nobles y frailes.

    Referencias cientficasLo primero que tena que hacer el aspi-rante a descubridor era emprender uncurso acelerado de aprendizaje geogr-fico, cosmogrfico y nutico, con el fin devestir de ropaje cientfico lo que ya saba.Coln es un aventajado: aprende pron-to y deprisa. Empez a manejar obras queeran como el compendio del saber cos-

    mogrfico de su tiempo, y que todoaprendiz o iniciado deba consultar. Le in-teresaban principalmente tres obras: la

    Historia rerum ubique gestarum, de EneasSilvio Piccolomini; laImago Mundi, dePierre dAilly, y la Correspondencia y Ma-

    pa que en 1474 envi Toscanelli al rey dePortugal a travs de su amigo el canni-go lisboeta Fernando Martins, y que de-ba custodiarse en la Corte.

    Del sabio florentino Paolo del PozzoToscanelli obtiene las informaciones quehaba transmitido Marco Polo, sobre el

    Catay, Mangi y Ciamba, seoreadas,cuando las visit Marco Polo no aho-ra, por el Gran Khan, y especialmentesobre el Cipango, esa isla misteriosa e in-domable, fertilsima en oro, perlas y pie-dras preciosas, con templos y palacioscubiertos de oro puro, y sobre su situa-cin: distaba del continente 1.500 millaso 375 leguas. El 4 de enero de 1493, alrecorrer la costa norte de la isla Espaolay llegar a Monte Cristi, declara que el Ci-pango estaba all y que no era una islacomo Toscanelli haba dicho, sino una

    regin de La Espaola que los indios lla-maban Cibao. Dir incluso que desde lacosta de Monte Cristi a las minas del Ci-

    bao no haba veinte leguas, como as era.Sobre las distancias del Ocano, Tosca-nelli calculaba que entre las costas occi-dentales de Espaa-frica y las ms orien-tales de Asia la distancia era de 120 gra-dos, pero situaba a mitad de camino laisla de la Antilia. Coln demostr que, eneste punto, estaba totalmente equivoca-

    do. Al abandonar las Canarias duranteel primer viaje e iniciar la travesa delAtlntico, entre las instrucciones que dioa los capitanes de la flota, una fue queno pensaba encontrar tierra hasta haberrecorrido 750 leguas, y adems haba queevitar navegar de noche, por la peligro-

    sidad de la zona. En el primer viaje semovi por una latitud inadecuada, peroen el segundo sucedi como l deca: aesa distancia se encuentra la entrada delas Indias, la zona de las Once Mil Vr-genes, sembrada de islotes y bajos pe-ligrossimos. Al atravesarla por primeravez dir un testigo, el doctor Chanca, queColn navegaba como si por camino sa-bido e seguido viniramos.

    Del cardenal francs dAilly le gust re-saltar que las dimensiones del Ocanodeban reducirse. Fue subrayando lo que

    l saba. Tambin a travs del francs des-cubre la opinin del pseudo profeta Es-dras, para quien el mundo estaba repar-

    tido en seis partes de tierra y una de mar.El Ocano ocupara tan slo una sptimaparte, lo que significaba que era nave-gable. Todo se ajustaba a sus medidas.

    Para estar preparado ante cualquiercomisin de expertos, hace medicionespor su cuenta. Va y viene de Guinea yen sus comprobaciones sobre los cl-

    culos de un grado terrestre, coincide conAlfraganus: 56 millas y 2/3. Por tanto, lacircunferencia del Ecuador sera de20.400 millas o 5.100 leguas (1 legua =4 millas). Precisin casi absoluta en elsabio rabe: unos 40.000 kilmetros pa-ra la circunferencia del Ecuador, porque

    utiliza la milla rabe de casi 2.000 me-tros. Sin embargo, Coln achica la es-fera terrestre y da al Ecuador una me-dida de unos 30.000 kilmetros, es de-cir, 1/4 menor, porque est manejandola milla itlica (casi 1.500 metros).

    Cuando tuvo que defender este pro-yecto ante los portugueses (1483-1484),stos lo rechazaron. De mediciones y declculos reales, saban mucho ms queColn. No les aportaba nada nuevo.Quiz por cautela no les cont todo loque saba y, encima, exiga mucho. As

    que Coln tuvo que buscar otro prnci-pe que lo respaldara. Y tom el cami-no de Castilla, donde al fin triunf.

    65

    UN TAL CRISTBAL COLN, DESCUBRIDOREL GENIO POLMICO

    Los defensores del predescubrimientosostienen que alguien inform a Colnde la existencia de tierras al otro lado

    La carroza Espaa, en la cabalgata del IV Centenario, en Gnova, segn un dibujo publicado en

    1892 en La Ilustracin Espaola y Americana.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    10/4866

    1447/1451 (?). Nacimiento de

    Coln.1476. Llega a Portugal.1477/78. Probablemente, esinformado de la existencia detierras navegando hacia eloeste.

    1477. Los Reyes Catlicosasumen el realengo deCanarias.1483/84. Portugal rechaza lapropuesta de Coln de realizarun viaje descubridor hacia eloeste.1484/85. El naveganteabandona Portugal y llega aPalos de la Frontera.1487. Conoce en Crdoba aBeatriz Enrquezde Arana.1488. El 15 de agosto nacesu hijo Hernando. Discutidoviaje a Portugal. BartolomDias dobla el Cabo de BuenaEsperanza1492, 17 de abril. firmade las Capitulaciones deSanta Fe.2 de agosto. Embarcan lastripulaciones y, al da

    siguiente, inicia el viaje

    descubridor con los buquesSanta Mara, Niay Pinta.9 de agosto. Los tres barcosarriban a Gran Canaria.8 de septiembre. Impulsadopor los alisios tom su va ycamino al oeste.16 de septiembre. Llegan alMar de los Sargazos:comenzaron a ver muchasmanadas de hierba muyverde.Por esas fechas la brjuladej de marcar la EstrellaPolar. Acababan de descubrir

    que el norte magntico de la

    Tierra no coincida con elnorte geogrfico de la Polar.6/7 de octubre. Motn en laSanta Mara, cuya tripulacincree que el Almirante no sabednde va. Los hermanos

    Pinzn amenazan con ahorcara los rebeldes.9/10 de octubre. El motn seha contagiado a toda laescuadra. Coln prometeregresar si en tres das no hanvisto tierra.12 de octubre. A las 2 de lamadrugada, Rodrigo de Triana(Juan Rodrguez?), lanza elgrito de Tierra la vista!.Acaba de descubrir Amrica.Por la maana saltaron atierra, en una isla quebautizaron como San Salvador.14/21 de octubre. La flotillanavega por las Bahamas.28 de octubre. Descubre Cuba,a la que bautiza Juana, enhonor al prncipe Juan, hijode los Reyes Catlicos

    6 de diciembre. Descubren

    Hait.24 de diciembre. Encalla laSanta Maraen esa costa. Consus restos se levanta el Fuertede Navidad, donde queda unaguarnicin voluntaria de 39espaoles.1493, 16 de enero. Inician eltornaviaje las embarcacionesNiay Pinta.14 de febrero. Una tempestad,a la altura de las Azores,separa las dos naos, que ya novolvern a encontrarse en lamar.

    15 de febrero. La Nia, conColn a bordo, ancla en la isla

    de Santa Mara (Azores) en laque estn retenidos hastaque, el 24, se les permitecontinuar viaje hacia la

    Pennsula.4 de marzo. Tras otrotemporal, avista ladesembocadura del Tajo enLisboa, donde entr porqueno poda hacer otra cosa.8 de marzo. Juan II dePortugal recibe con granboato al Almirante, que lenarra las peripecias del viaje.15 de marzo. La Niaentra enPalos y, poco despus, lo hacela Pintaque, mandada porMartn Alonso Pinzn, habatocado primero tierra en

    Galicia. A fines de abril, Colnllega a Barcelona para

    Cronologa de Cristbal Coln

    Facsmil de la firma de Coln.

    Nao castellana de la poca

    del descubrimiento (detalledel mapa de Juan de la Cosa).

    Los expedicionarios, bendecidos al iniciar el viaje hacia el oeste, el 2 de agosto de 1492.

    Juan II de Portugal (escuelaportuguesa siglo XV).

    Coln aplaca el motn en suprimer viaje.

    contina despus del desplegable

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    11/4867

    UN TAL CRISTBAL COLN, DESCUBRIDOREL GENIO POLMICO

    entrevistarse con los ReyesCatlicos.25 de septiembre. Segundoviaje, esta vez al frente de una

    gran flota compuesta por 17buques.3 de noviembre. Alcanzantierra americana en una islaque denominan Dominica.14 de noviembre. En la islaGuadalupe descubren nativosantropfagos, los caribes, ytraban combate con ellos.19 de noviembre. Llegan a laisla de Boriqun, quedenominan San JuanBautista, hoy Puerto Rico.22 de noviembre. Arriban aHait. El Fuerte de Navidad hadesaparecido. Los espaoleshan muerto.6 de enero de 1494. Funda enla isla de Hait la primeraciudad europea en Amrica:La Isabela.2 de febrero. Ordena regresara Cdiz a 15 de los navos. lse queda explorando el Caribecon los dos restantes12 de junio. Tras recorrer lacosta norte de Cuba, Colnsupone que se trata de uncontinente y levanta acta detal descubrimiento.

    1494. Tratado de Tordesillas.Con la bendicin de Roma,Espaa y Portugal se repartenel mundo recin descubierto ypor descubrir.1496. Fundacin de SantoDomingo.10 de marzo. Coln, tras ao ymedio de estancia en elCaribe, inicia su regreso aEspaa.11 de junio. Llega a Cdiz.1498, 30 de mayo. Tercerviaje, con una flota de seisbuques.1 de agosto. Coln toca,finalmente, el continenteamericano en ladesembocadura del Orinoco.31 de agosto. La flotilla llega aSanto Domingo, recinfundada por Bartolom Coln.Cabot llega a Norteamrica yVasco de Gama, a Calcuta, enla India.1499. Viajes a Amrica de

    Ojeda, Yez, Pinzn y Lepe.1500. Durante ao y mediopermanecen en La Espaola,donde se registraron diversassublevaciones. Los Reyesenvan a Francisco deBobadilla a poner orden. Elrepresentante real destituye alos Coln, nombra nuevasautoridades y enva alAlmirante, cargado decadenas, a Espaa. La tristeexpedicin alcanza Cdiz el 20de noviembre. Primer mapa deAmrica, por Juan de la Cosa.

    Cabral descubre Brasil.1501. Durante todo ese ao,

    Coln sigue a la Corte parahacerse perdonar y lograrlicencia para viajar a Amrica.1502, 9 de mayo. Cuarto viaje,

    con cuatro barcos.14 de agosto. Tras deambularpor el Caribe, alcanza la costade la actual Honduras y, enlos meses siguientes, las deNicaragua, Costa Rica yPanam.Llegan a Amrica los primerosesclavos negros.1503, 12 de agosto. EnJamaica, Coln pierde elltimo de sus buques y quedaaislado. No recibe socorroshasta el otoo.Creacin de la Casa deContratacin.1504. En mayo, Coln y sugente son recogidos enJamaica y conducidos aEspaa, a donde llegan ennoviembre.Fallece Isabel la Catlica.1505. Coln viaja a Castilla,peregrinando tras la corteitinerante de Fernando el

    Catlico, tratando sin xito quese le reconozcan los acuerdosfirmados con la Corona.1506, 20 de mayo. Colnfallece y es enterrado enValladolid.

    Cacique indio (representadoen el Weiditz Trachtenbuch).

    Juan de la Cosa, piloto deColn y primer cartgrafo delNuevo Mundo (por E. O.).

    Coln, escultura expuesta enNueva York, 1892. Regreso a Espaa de Coln, cargado de cadenas, en 1500.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    12/4868

    para surcarel OcanoBARCOS YHOMBRES

    Cristbal Coln sale de Palos el 1 de

    agosto de 1492. Fresco de Daniel

    Vzquez, Pars, Fondation Thiers.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    13/48

    El proyecto de Coln no fue al-go concebido por el insigneaventurero ex nihilo, sino msbien el producto tanto de los

    conocimientos y experiencias acumula-das y vigentes en las costas atlnticas ib-ricas, como de su persistente determi-nacin para articularlos en algo realiza-ble y provechoso. La firme voluntad delgenovs se forj aprovechando los sa-beres de su tiempo, motivado en la pre-tensin de conseguir promocionar socialy econmicamente a su persona y fami-lia. En cualquier caso, la empresa fue po-sible porque tuvo a su alcance hombres,barcos y conocimientos idneos para re-matar con xito su propsito.

    Desde que los mareantes castellanoslograran el control cristiano del estrechode Gibraltar, consumado entre la con-quista de Sevilla y la batalla del Salado,la proyeccin hacia las aguas ocenicasdel extremo occidental de Europa fue unhecho en constante crecimiento. Marine-ros del Cantbrico conectaron el Mar delNorte con el Mediterrneo, a la vez quesus pescadores alcanzaban lejanas cos-tas, como las de Irlanda y el Shara, enpos de sustento y riqueza. Siguiendo suspasos, mercaderes de las repblicas ita-lianas se atrevieron a salir al Atlntico a

    partir de los aos finales del siglo XIIIe, incluso, a emprender expediciones dedescubrimiento, como la desgraciada delos hermanos Vivaldi (1291) o la de Lan-zarotto Malocello (1336), al servicio delrey de Portugal. Tambin hubo mallor-quines que se embarcaron en tan arries-gada aventura, tales como Desvalers yGual (1342) o Jaime Ferrer (1342). Aun-que sus resultados fueran irrelevantesdesde el punto de vista prctico, proba-blemente la trascendencia mayor deaquellas aventuras estuvo en alimentar el

    imaginario de las gentes asomadas a loslitorales de la Europa ms avanzada so-bre el ocano, cual era y es la Pennsula.

    Este proceso se aceler en el siglo XV.En 1402, normandos bajo bandera caste-llana iniciaron la conquista de las islas Ca-narias; en 1415, Portugal incorporaba laplaza africana de Ceuta a su Corona, conayuda de barcos y marineros del septen-

    trin peninsular y del Mar del Norte. Pa-ra entonces, los pescadores del Cant-brico oriental y andaluces ya acudan to-dos los aos al cabo Ager (Agadir), don-de instalaban asentamientos temporalesdurante varios meses; la llamada Carre-ra de Levante (es decir, al Mediterrneo)involucraba a un buen nmero de barcosy la exportacin de lanas castellanas ha-cia el norte haba consolidado la Carre-ra de Flandes, con un nmero an ma-yor de buques implicados. Hacia 1420,Joo Gonalves y Tristo Vaz redescu-

    bren el archipilago de Madeira; en 1434,Gil Eanes consegua sobrepasar por pri-mera vez Cabo Bojador, superando sus

    69

    COLN. EL GENIO POLMICO

    JOS LUIS CASADO SOTO es director del Mu-

    seo Martimo del Cantbrico.

    Los barcos con los que Cristbal Coln logr llegar a Amrica, hace ya ms

    de medio milenio, han dado lugar a miles de pginas escritas, casi otro

    tanto de imgenes, varias pelculas e, incluso, a pretendidas y muy costosasreconstrucciones a escala real. Corresponde la imagen que de ellos

    tenemos con lo que realmente fueron?Jos Luis Casado Soto responde

    La nao Santa Mara, propiedad de Juan de la

    Cosa, y capitana en el primer viaje colombino.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    14/48

    extensos y peligrosos bancos y demos-trando lo infundado de las terribles le-yendas sobre lo que esperaba a quien atal se atreviera; al ao siguiente regresAfonso Baldaia, cargado de pescado y fo-cas, desde bastante ms al sur.

    Tras la infortunada empresa contraTnger, Nuo Tristo y Anto Gonalvesalcanzaron la baha de Ro de Oro en1441 y, poco despus, Cabo Blanco y ladesembocadura del ro Senegal. El ve-neciano Alvise Cada Mosto y Diogo G-mes avistaron y navegaron por las islasde Cabo Verde en 1456. Quince aosms tarde, los capitanes de Gmes seasomaron a la llamada Mina de Oro y,

    en 1483, Diogo Co consegua llegar alro Congo; este mismo navegante, acom-paado por Martn Behaim, arrib a Ca-bo Cross, cuatro aos despus y, por fin,Bartolom Dias doblaba el cabo de Bue-na Esperanza en 1488. Slo faltaban diezaos para que Vasco de Gama consi-guiera llegar a Calcuta, en la India.

    Paralelamente al avance hacia el ex-tremo meridional de frica, tuvo lugar lacolonizacin de los cuatro archipilagosatlnticos ms prximos al Viejo Mundo.Los tres despoblados fueron ocupa-dos por colonos portugueses; Madeira a

    partir de 1425, las Azores desde 1432 yCabo Verde a partir de 1460. La notableresistencia de los nativos de las Canariasprolong el proceso de la conquista to-tal de las islas y su correspondiente pa-cificacin por los castellanos, hasta 1496.

    El oro, los esclavos y los productoscultivados que los nuevos pobladoresremitan a la Pennsula, no fueron sinonuevos acicates para alimentar expecta-tivas de mayores ganancias, sobre todocuando el avance turco hacia los restosdel Imperio bizantino obtur la llegadade especias y productos de lujo desdeel Extremo Oriente. Durante el ltimotercio del siglo XV, la idea de alcanzar

    directamente las costas de Asia por marfue un objetivo claro. Aunque los ma-yores esfuerzos en tal sentido corrierona cargo de los portugueses, fundados ensus constantes avances hacia el sur, tam-bin circulaba entre las gentes de mar,aunque ms tmidamente, la posibilidadde llegar al objetivo navegando direc-

    tamente hacia l, atravesando el temidoe ignoto ocano; intento en que ms deuno fracas.A lo largo de la Edad Media, los pue-

    blos marineros europeos practicabanfundamentalmente una navegacin de

    cabotaje por mares interiores (Medite-rrneo, Bltico, Mar del Norte), es decir,a vista de costa y fondeando de noche.Puede afirmarse que, salvo las raras ex-pediciones vikingas alrededor del aomil por aguas septentrionales y algnotro caso ms bien fortuito, que tan li-mitadas consecuencias tuvo, las nicascomunidades de mareantes que, de for-ma sistemtica, se vieron en la necesi-dad de enfrentar cotidianamente las olasdel ocano fueron las de los puertos afo-rados del mar Cantbrico. Sus hombresde mar, impelidos por la casi ausenciade plataforma continental en sus costas,asumieron el empeo de explorar y ex-plotar lejanos horizontes.

    Nuevas soluciones tcnicas

    No les qued ms remedio que, desdela secular tradicin constructiva navalatlntica, desarrollar buques capaces deafrontar los rigores de las tempestadesocenicas. Tuvieron que agudizar el in-genio para dotar a sus embarcaciones dela fortaleza necesaria para superar conxito los tremendos esfuerzos a que lessometan la brega con las olas y los vien-tos desatados, inventar nuevas solucio-nes tcnicas y asumir con eficacia las in-

    ventadas por otros, integrndolas arm-nicamente a sus buques.Superaron la construccin a tingladi-

    llo, mediante la labra de cascos con fuer-te armazn forrados con tablas a tope;recrecieron la gran vela cuadra, a la vezque la hacan ms polivalente con el in-vento de los rizos para recoger parte deella; mejoraron la fijacin de un mstilcada vez mayor, en la carlinga, la fogo-nadura y con la multiplicacin de oben-ques dotados de flechastes; inventaronla cofa; integraron al casco el timn de

    codaste y las superestructuras de casti-llos a popa y/o a proa; del molinete pa-ra mover los grandes pesos a bordo, pa-saron al cabrestante, a la vez que mejo-raban y robustecan la bita para soportary recoger mejor el ancla. Ya entrado elsiglo XV, todo parece indicar que fueronellos quienes consumaron la integracinbien articulada de lo mejor de las dos tra-diciones europeas de construccin na-val: la mediterrnea y la atlntica.

    Adems de los elementos apuntados,aumentaron la resistencia del casco a la

    brega de las olas, reduciendo la longitudde la quilla y aumentando el lanzamien-to, a la vez que afinaban los raseles de

    70

    Durante el ltimo tercio del siglo XV, laidea de alcanzar directamente las costasde Asia por mar fue un objetivo claro

    Naos cantbricas en un tabla del Retablo de San Pedro de Zumaya, donde se representa una

    accin naval que haba tenido lugar en 1475.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    15/4871

    BARCOS Y HOMBRES PARA SURCAR EL OCANOCOLN. EL GENIO POLMICO

    proa y popa, con el fin de cortar mejor el

    agua y orzar en las viradas con mayor fa-cilidad; fueron ellos tambin quienes pro-

    cedieron al fraccionamiento y ampliacin

    de la superficie vlica, a travs de la in-

    corporacin y distribucin armnica de

    cuatro mstiles sobre el buque, con el ob-

    jetivo de multiplicar el aprovechamien-

    to de la energa propulsora.

    Al rbol mayor le aadieron a proa el

    trinquete y a popa el de mesana, los dos

    primeros con velas cuadras, comple-

    mentadas en lo alto por las de gavia, el

    tercero con vela triangular latina, para

    ayudar a la maniobra del timn; la per-cha que sala en los barcos preceden-

    tes del branque de proa, para facilitar el

    manejo de la jarcia, fue sustituida por el

    cuarto mstil, llamado bauprs, sopor-

    te de la vela cebadera. Resultado de to-

    do ello fue el llamado navo redondo,

    buque especialmente bien dotado para

    la navegacin ocenica, aquel que ha-

    ba de propiciar el inicio de una nueva

    era para la humanidad.

    Eran numerosas las tipologas de bu-

    ques existentes en los puertos atlnticos

    ibricos en aquel efervescente momentofundacional, origen del brillante perodo

    de la expansin geogrfica europea hasta

    los ms alejados confines del mundo. Sin

    duda, la mayor variedad y abundancia se

    encontraba en los litorales del reino de

    Castilla, puesto que sus hombres de mar

    eran quienes entonces estaban presentes

    en mayor nmero de escenarios marti-

    mos: el Mediterrneo, Berbera, Canarias,

    Francia, Inglaterra, Irlanda y Flandes.

    Naos, carabelas, barcas, balleneros, cha-

    lupas de altura, zabras, pinazas y otras

    embarcaciones, cada una de ellas dise-

    adas para el ejercicio de funciones es-

    pecficas; lo que no era obstculo para

    un uso ciertamente polivalente de las mis-

    mas, dado que entonces, como ahora,la importante inversin que implicaba un

    barco obligaba a mantenerlo en constante

    movimiento, a fin de rentabilizar su vi-

    da relativamente breve.

    Portugal, que hasta las ltimas dca-

    das de aquel siglo cont con una flota

    limitada en nmero y capacidad, lo que

    le oblig a realizar buena parte de sus

    expediciones descubridoras con barcos

    extranjeros alquilados o comprados, fue

    capaz de desarrollar con eficiencia dos

    tipos concretos de buque que se con-

    vertiran en instrumento capital para suexpansin colonial: las carabelas, de di-

    seo comn al de las hispanas, y las

    grandes naus, especie de fortalezas flo-

    tantes que habran de soportar la leja-

    na y azarosa Carrera da India.

    Sucintamente descrito, ste era el pa-

    norama naval en que se desenvolvi

    Cristbal Coln. Aproximmonos a con-

    tinuacin a la realidad del medio mate-

    rial que hizo posible la ruptura de todos

    los horizontes conocidos, concretamen-

    te a la de los barcos que utiliz para sus

    empresas descubridoras el genovs na-

    turalizado espaol.

    Los navos colombinos

    Desde el mismo momento del descu-brimiento de Amrica, la fama envolvi

    a los barcos que lo hicieron posible, las

    mal llamadas Tres carabelas, mientras

    que el olvido cubri al resto de los otros

    treinta buques usados en los dems via-

    jes que hiciera el Almirante de la Mar

    Ocana, a lo largo de los catorce aos

    que le quedaban de vida.

    El primer viaje, el de descubrimiento,

    es bien sabido que se realiz con una

    nao y dos carabelas. A pesar de las dis-

    cusiones montadas al efecto durante la

    primera mitad del siglo XX, el extractodel diario de navegacin que nos dej

    el padre Las Casas y cualquier otra

    Lucayas

    Azores

    Madeira

    Canarias

    Cabo Verde

    Bahamas

    Cuba

    Jamaica Espaola

    San JuanEvangelista

    Bonaca

    San Juan Bautista

    San VicenteSto. Domingo

    Granada

    Dominica

    Guadalupe

    Margarita Trinidad

    Golfo de losMosquitos

    Cabo Gracias a Dios

    Boca de la Sierpe

    RoOrinoc

    o

    RoAmazo

    nas

    O C A N O

    AT L N T I C O

    L O S V I A J E S D E C O L N

    Martinica

    Primer viaje

    Barbados

    Navidad Isabela

    Lisboa

    Palos

    Sanlcarde Barrameda

    Cdiz

    San Salvador

    Segundo viaje

    Tercer viaje

    Cuarto viaje

    0 1.000 km

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    16/4872

    Reconstrucciones dudosas

    A

    los tres buques con que los espaoles

    descubrieron Amrica les cupo el ho-

    nor de haber sido, no slo los primeros bar-

    cos histricos que se han intentado recons-

    truir en la Historia, sino tambin sobre los

    que ms veces se ha llevado a cabo tal ope-

    racin. Lamentablemente, los resultados no

    han estado nunca a la altura de las expec-

    tativas ni, an mucho menos, a lo que pu-

    diramos considerar una aproximacin ri-

    gurosa a la realidad que un da fueron.

    El primer ensayo de reconstruccin corri

    a cargo de la Comisin Arqueolgica Eje-

    cutiva Espaola, encargada de la celebracin

    del Cuatrocientos Aniversario del

    Descubrimiento. El estudio histri-

    co y los planos fueron desarrollados

    por Fernndez Duro y Monlen. La

    Santa Mara resultante efectu un

    viaje autnomo a los Estados Uni-

    dos; las dos carabelas hubieron de ser

    remolcadas. Tras la exhibicin en la

    Exposicin de Chicago, la nao fue re-

    galada al gobierno norteamericano,

    el cual acab vendindola, para aca-

    bar siendo dedicada a la explotacin

    comercial.

    Con proyecto de Guilln Tato, se

    hizo en 1929 otra reconstruccin a

    su pretendido tamao de la nao ca-

    pitana, interpretada en esta ocasin

    como carabela, con motivo de la Ex-

    posicin Universal Iberoamericana

    que aquel ao tuvo lugar en Sevilla.

    Se hundi en 1945 cuando era re-

    molcada rumbo a su reparacin. En

    1950 se realiz otra rplica para el

    rodaje de la pelculaAlba de Amri-

    ca, tras lo que permaneci muchos

    aos en el puerto de Barcelona, has-

    ta que fuera quemada y hundida por un co-mando nacionalista. El italiano DAlbertis

    (1892) y el anglosajn Anderson (1930) di-

    searon otros tantos proyectos a escala que

    tuvieron gran difusin internacional.

    El capitn Etayo atraves el Atlntico a

    bordo de laNia II, atrevido ensayo de re-

    construccin de la menor de las carabelas co-

    lombinas por l diseado.

    El director-fundador del Museo Marti-

    mo de Barcelona, Martnez Hidalgo, dise-

    el proyecto de reconstruccin de los tres

    barcos en cuestin, all por 1963, que pre-

    viamente haba concretado en otros tantosmodelos, conservados hasta hoy en dicho

    museo, para la construccin a escala real de

    laSanta Mara, expuesta en la Feria Mun-

    dial de Nueva York del ao siguiente. To-

    dava dirigi la construccin de una segun-

    da rplica, actualmente en Venezuela.

    Sobre los perfiles del casco de un pesque-

    ro moderno, Con Cuenca levant lo que ca-

    lific de rplica de laNia, a bordo de la

    cual tambin capitane un viaje ocenico en

    1990. Sarsfiel, a su vez, construy en Brasil

    otra rplica de este mismo barco, al que de-

    nominSanta Clara Nia.

    La Sociedad Estatal V Centenario se ocu-

    p de que fueran labrados en diferentes as-

    tilleros espaoles, a lo largo de los aos

    ochenta del pasado siglo, las ltimas rpli-

    cas construidas hasta el presente del con-

    junto de los tres buques utilizados por Co-

    ln, segn proyecto del ingeniero naval L-

    pez Martnez, basado en los trabajos de Mar-

    tnez Hidalgo. Su destino fue la Exposicin

    Universal de Sevilla, donde actualmente se

    conservan. Estos barcos navegaron a Am-

    rica y al Pacfico, adems de visitar casi to-

    dos los puertos espaoles, en singladuras queprocuraron serios quebraderos de cabeza a

    sus comandantes y tripulacin a la hora de

    manejarlos a vela.

    Todos estos intentos de reconstruccin se

    llevaron a cabo fundamentndolos en refe-

    rencias ciertamente insuficientes e impreci-

    sas, cuando no equvocas. Para empezar,

    desconocieron por completo los sistemas me-

    trolgicos de la poca y, por tanto, adolecie-

    ron de una dificultad insuperable para la de-

    terminacin de las dimensiones. La aproxi-

    macin que hacen a las mismas, as como a

    las proporciones de los diferentes miembros

    del buque, las fundamentan en tratados re-

    dactados casi un siglo ms tarde, desde la otra

    orilla de la revolucin tecnolgica

    que fue preciso consumar para res-

    ponder al desafo planteado por la

    construccin del sistema de comu-

    nicaciones y defensa del imperio ul-

    tramarino desarrollado por Espaa.

    Pero el recurso quizs ms de-

    terminante para la redaccin de to-

    dos esos proyectos se bas siempre

    en la iconografa de la poca, cu-

    riosamente casi toda ella referida a

    barcos propios del Mediterrneo.

    Los casos ms clamorosamente pa-

    radigmticos seran, por un lado, el

    grabado de la Oceanica Clasis, co-

    piada en la edicin ilustrada de la

    carta de Coln de un grabado pre-

    vio de Breidenbach, donde se re-

    presenta a una carraca veneciana en

    el puerto griego de Modn y, por

    otro, el modelo del exvoto de me-

    diado el siglo XV conocido como

    Coca de Matar. Los dos, as como

    la mayora de las dems imgenes

    tradas a cuento hasta ahora para

    el efecto, no eran barcos atlnticos

    hispanos, sino propios del mar interior, consoluciones formales y tcnicas muy diferen-

    tes a las de los buques que realmente prota-

    gonizaron la excepcional aventura de abrir las

    mentes de los europeos, desde el pequeo rin-

    cn de cada cual, hasta la comprensin de las

    verdaderas dimensiones del planeta Tierra.

    El resultado ha sido que, salvo las pe-

    culiares creaciones de Etayo, todas las de-

    ms pretendidas rplicas tuvieran un por-

    te y arqueo entre dos y tres veces superior

    al de los barcos que realmente protagoni-

    zaron los descubrimientos, eso sin hablar

    de los abundantes anacronismos de detalleque incorporan.

    Reproduccin de la nao Santa Mara,

    construida en 1892, poco antes de zarparde San Fernando para Huelva.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    17/4873

    BARCOS Y HOMBRES PARA SURCAR EL OCANOCOLN. EL GENIO POLMICO

    documentacin paralela, no dejan lugara la mnima duda al respecto. Los es-cuetos indicios documentales indicantambin que ninguna de las dos tipolo-gas implicadas estuvo representada en

    la ocasin por especmenes destacadospor su tamao. Antes bien, en los dos ca-sos se trat de buques de tamao medio:una nao de poco ms de cien toneles, laSanta Mara,y dos carabelas de unos se-senta, laPinta,y cuarenta, laNia. Fuenotorio y es de destacar tanto que la naocapitana encallara y se perdiera en unaensenada al norte de la isla La Espaola,

    como que aquel accidente fuera utiliza-do como coartada para las malvolas einverosmiles insinuaciones vertidas porparte de Coln sobre Juan de la Cosa.

    La cuantiosa segunda flotaPara el segundo viaje (1493), ste de co-lonizacin, se aprest cuantiosa flota dediecisiete buques, pues era precisotransportar casi un millar y medio de per-sonas. En esta ocasin fueron al menostres las tipologas presentes, cinco naosy otras doce embarcaciones de menor

    porte, repartidas entre carabelas y cha-lupas de San Vicente. Estas ltimas cons-tituan una tipologa propia de las villas

    con puertos de barra y poco calado delcentro del Cantbrico, de las que la flo-ta mayor se concentraba en San Vicen-te de la Barquera, de ah su nombre.Aunque otras cartas hablen slo de naosy carabelas, la relacin que hiciera delviaje Guillermo Coma es bien explcita

    al respecto. Se trataba de barcos oce-nicos de pequeo porte, ligeros perobastante capaces para su tamao; tenanen torno a quince metros de eslora ymuy buenas cualidades marineras, pro-bablemente dotados de velas al tercio,

    con los que sus propietarios navegabananualmente desde sus bases hasta Ir-landa, Cdiz y Agadir. Posteriormente,tanto Carlos V como Felipe II hicieron

    de estas embarcaciones objeto de fre-cuentes embargos, para el transporte degente y caballos a las guerras de Italiay Berbera. Entre las carabelas destacel papel jugado por la Santa Clara oNi-a, identificada por algunos con el bar-

    co menor del primer viaje, al parecercon poco fundamento.

    Tras el descontento generado entre los

    expedicionarios del segundo viaje, enrazn a las enfermedades, escasez deoro, resistencia de los indgenas y nada

    buena administracin de los Coln, pa-ra el tercero (1498) se aprest con seriasdificultades flota de ocho navos, unanao capitana, Santa Mara de la Gua,yel resto carabelas; de stas mand dospor delante Coln en auxilio de los co-lonos, laNiay laIndia. Conocemos elarqueo de la mayor de las carabelas, laVaqueo, estimado en setenta toneles.

    Las circunstancias haban cambiado mu-cho, roto el monopolio del Almirante pa-ra todo lo concerniente a las Indias. Sugestin de las islas era criticada, mien-tras que su popularidad decaa a ojosvista, por lo que el reclutamiento de vo-

    luntarios para la nueva empresa en na-da se pareci a la concurrencia habidapara el viaje anterior.

    Simultneamente, los reyes daban li-

    cencias a terceros para ir a descubrir loque l segua insistiendo que era Asia.Tres expediciones se estaban montan-do casi al unsono: la de Ojeda con Juande la Cosa y Vespucio, la de Vicente Y-ez Pinzn y la de Nio con Guerra. To-

    dos ellos, incluido el mismo Coln, des-cubrieron entonces amplias secciones

    de la inmensa costa continental ameri-cana. La expedicin del descubridorconcluy con la vuelta a Espaa de los

    hermanos Coln presos y despojadosde todos sus ttulos.

    Para cuando el Almirante lograra nue-va licencia para ir a las Indias, tras lar-gas peregrinaciones detrs de la Corteambulante, con prohibicin expresa dedesembarcar en La Espaola, Vascode Gama ya haba llegado a la verdade-ra India, Cabral al Brasil y Sebastin Ca-boto haba logrado arribar a las costas

    septentrionales del continente america-no. El cuarto viaje colombino (1502) sellev a cabo con cuatro barcos, de losque conocemos las tipologas y los nom-bres: dos carabelas, la capitana Santa Ma-

    ray la Santiago de Palos, as como dosnavos algo menores, Gallegoy Vizcano,

    todos ellos con un tonelaje que oscila-ba entre los setenta y los cincuenta to-neles. Despus de explorar las costas del

    istmo centroamericano y naufragar en Ja-maica, donde permanecieron durante unao, fueron recogidos y llevados a SantoDomingo, isla en que Coln compr elnavo con que regres a la Pennsula. Ha-ba sido el viaje ms duro, accidentado,

    desastroso e infructuoso de los cuatro.

    Si recapitulamos, comprobaremos quefueron ms de treinta los barcos utiliza-dos por Cristbal Coln a lo largo de los

    Maestre de barco y marinero cantbricos, en 1529, segn un dibujo del artista alemn

    contemporneo Weiditz, Nuremberg, Museo Germnico.

    Coln us ms de treinta barcos en loscatorce aos que mediaron entre eldescubrimiento y su muerte, en 1506

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    18/48

    catorce aos que mediaron entre la ex-

    pedicin de descubrimiento y su muer-te en Valladolid. Todo indica y nada con-tradice el hecho de que en su totalidadfueran espaoles, construidos en los as-tilleros del Cantbrico y del golfo de C-diz. Las naos, parte de las carabelas y laschalupas de altura labrados por los car-pinteros de ribera del norte; el resto delas carabelas, por los de la costa onu-

    bense y gaditana. El trmino navo, uti-lizado en muchos documentos y rela-ciones, no parece referirse a una tipo-loga concreta, puesto que era entoncesequivalente al genrico barco, pero detamao medio. El arqueo de todas aque-llas embarcaciones resulta ser de tipo in-termedio para la poca, ya que oscila-ba entre los poco ms de cien toneles de

    la Santa Mara de Juan de la Cosa y otrascapitanas y los 40 toneles de los de me-nor porte; es decir, barcos que hoy nospareceran extremadamente pequeos,

    puesto que suponen una eslora entre losdiecinueve y los catorce metros.Por muy evolucionados y eficientes

    a la hora de atravesar el ocano que fue-ran los barcos que protagonizaron losespectaculares descubrimientos geogr-ficos renacentistas, no cabe olvidar sumodesto tamao, el hacinamiento jerar-quizado a que estaban sometidos susocupantes y lo muy penosas que resul-

    taban las largas navegaciones por la in-mensidad de las masas de agua nuncaantes experimentadas. Si resultan cier-

    tamente escasos y modestos, desde elpunto de vista cientfico, los estudios so-bre los barcos de aquel perodo tan sin-gular, mucha menor atencin han me-recido las personas que transportaban ylas condiciones de su vida a bordo.

    Al final de la Edad Media, el salto quesupuso pasar de la comn y habitual na-vegacin de cabotaje a las travesas oce-nicas implic un incremento enorme deltiempo que transcurra sin tocar tierra.Ello era motivo de una notable multipli-cacin de los problemas respecto a la ca-

    lidad de la vida a bordo. En primer lu-gar, el del espacio, ya que era preciso lle-var grandes cantidades de alimentos y

    agua, as como mayores equipajes, tan-

    to de la tripulacin como de los solda-dos y pasajeros. En segunda instancia, elde la conservacin de los alimentos, da-da la precariedad de los sistemas enton-ces existentes para conseguir la durabi-lidad de sustancias perecederas, bsica-

    mente reducidos a la salazn; hecho quese agravaba considerablemente por la ac-cin del calor en aguas tropicales, fen-meno que tambin aceleraba la putre-faccin del agua. El hacinamiento, el ca-lor, la suciedad y la mala comida erancausa de frecuentes enfermedades y de-sarreglos fisiolgicos, tanto gstricos e in-testinales, como los producidos por avi-taminosis especficas. Para completar el

    cuadro habra que aadir el hedor quepermanentemente suba de la sentina, ascomo la prctica ausencia de intimidaddurante largas semanas e incluso meses,en un medio tan incmodo, adems delas heridas y consiguientes infecciones,producidas por accidentes y golpes enel manejo del buque o bien provocadaspor el balanceo de las olas.

    Perfil de los primeros viajerosUna larga tradicin historiogrfica ha es-tablecido el nmero y calidad de la gen-

    te implicada en los viajes colombinos.As, en la primera expedicin fueron no-venta hombres, cuarenta de ellos en lanao Santa Mara, treinta en laPintayveinte en laNia. Menos preciso resul-

    ta el consenso para el segundo, pues lacuanta estimada oscila entre mil dos-cientos y mil quinientos, casi todos hom-bres, pero acompaados por primeravez tambin de un pequeo contingen-te de mujeres.

    Del tercer viaje se dijo con frivolidadque buena parte de los enrolados eran

    criminales, cuando la realidad fue que,de los doscientos diecisis componen-tes, slo diez estaban desorejados, es-tigma aplicado entonces a los homici-das. Para la ltima de sus aventuras ma-rtimas, el Almirante cont con unosciento cuarenta hombres.

    En el primer viaje y los siguientes, porobvias razones de proximidad, la mayorparte de la gente era andaluza, seguidosen nmero de los extremeos; sin em-

    bargo, desde el punto de vista cualitati-vo siempre fue significativa la presencia

    de pilotos, oficiales, maestres e inclusoescribanos del Cantbrico, as como deextranjeros, singularmente genoveses.

    74

    Nao portuguesa, segn un grabado barcelons de 1523. En 1488, los portugueses doblaron elcabo de Buena Esperanza y, diez aos despus, Vasco de Gama llegaba a Calcuta.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    19/48

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    20/48

    Alos pocos das de morir Her-

    nando Coln (12 de julio de

    1539), uno de sus criados es-

    cribi a su sobrino Luis Co-

    ln, tercer almirante y primer duque de

    Veragua, para comunicarle algunos de-

    talles sobre el fallecimiento de su to y

    darle cuenta de la herencia que le co-rresponda. Entre tapices, guadameces,

    arcas de plata y otras muchas cosas de

    muebles de casa, y mucha ropa blanca,

    el sirviente destacaba que heredle

    tambin en 15.370 libros condicional-

    mente: que vuestra seora d cada ao

    100.000 maravedes para reparo de ellos

    y de una persona que tenga cargo de

    ellos y de limpiallos.

    De casta le vena al galgo. Pues la pa-

    sin biblifila de don Hernando hijo de

    Cristbal Coln y Beatriz Enrquez

    76

    NICASIO SALVADOR MIGUEL es catedrtico de

    Literatura, U. Complutense, Madrid.

    LAS LECTURASCasi todo estaba en los

    libros. As lo entenda

    Coln, que tuvo una

    slida formacin

    humanstica y notorias

    habilidades literarias,como revela suDiario

    de a bordo. Nicasio

    Salvador Miguel

    entra en la biblioteca

    del descubridor para dar

    con las claves de sus

    conocimientos

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    21/48

    de Arana que, a lo largo de decenios le

    haba servido de acicate para ir forman-

    do la biblioteca particular ms copiosa

    de su tiempo, no haba surgido de la na-

    da. Como hoy diramos, la llevaba tra-

    zada en su ADN, como uno de los ras-

    gos heredados de su padre y, en cierta

    medida, de su to Bartolom. As, aun

    cuando la configuracin de la asombro-

    sa coleccin de libros la iniciara siste-

    mticamente entre 1508 y 1509, su ger-

    men se encontraba en ejemplares de am-

    bos: por caso, una obra de Cecco dAs-

    coli, que haba pertenecido a su to, o el

    ejemplar en latn y toscano que el mis-

    mo don Bartolom le haba regalado en

    1509, antes de embarcar para las Indias;

    pero, sobre todo, los libros anotados por

    su padre, hoy, junto con elLibro de las

    profecas, convenientemente preserva-dos en la Biblioteca Colombina, por ms

    que no constituyan sino una parte de las

    lecturas de don Cristbal. No resulta exa-

    gerado, por tanto, que Pedro de Medina,

    al comentar en suHistoria de las Indias

    los miles de volmenes atesorados por

    don Hernando, apostille que no le ex-

    traa por ser cosa de hijo de tal padre.

    Lector y escritorLa hazaa descubridora de Cristbal Co-

    ln ha conducido con frecuencia a ol-

    vidar o, al menos, minusvalorar sus fa-cetas de lector y escritor, unidas a par-

    tir de cierto momento, pese a que el pro-

    pio personaje reconoci siempre la im-

    portancia que los libros haban tenido

    en sus proyectos y sus logros. Un claro

    botn de muestra se halla en una carta

    a los Reyes Catlicos, escrita desde C-

    diz o Sevilla en un momento indeter-

    minado de 1501, en la cual, tras recor-

    dar que, hace ms de cuarenta aos que

    entr en la mar navegando, seala que

    su instruccin se apoya en la prctica

    marinera, en el trauto y conversacincon gente sabia y en el estudio (va-

    le decir, las lecturas).

    77

    COLN. EL GENIO POLMICO

    DEL ALMIRANTEMapa de Amrica en 1596, flanqueado por

    los retratos de Coln, Vespucio, Magallanes y

    Pizarro, en un grabado de Teodoro de Bry.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    22/48

    de Arana que, a lo largo de decenios le

    haba servido de acicate para ir forman-

    do la biblioteca particular ms copiosa

    de su tiempo, no haba surgido de la na-

    da. Como hoy diramos, la llevaba tra-

    zada en su ADN, como uno de los ras-

    gos heredados de su padre y, en cierta

    medida, de su to Bartolom. As, aun

    cuando la configuracin de la asombro-

    sa coleccin de libros la iniciara siste-

    mticamente entre 1508 y 1509, su ger-

    men se encontraba en ejemplares de am-

    bos: por caso, una obra de Cecco dAs-

    coli, que haba pertenecido a su to, o el

    ejemplar en latn y toscano que el mis-

    mo don Bartolom le haba regalado en

    1509, antes de embarcar para las Indias;

    pero, sobre todo, los libros anotados por

    su padre, hoy, junto con elLibro de las

    profecas, convenientemente preserva-dos en la Biblioteca Colombina, por ms

    que no constituyan sino una parte de las

    lecturas de don Cristbal. No resulta exa-

    gerado, por tanto, que Pedro de Medina,

    al comentar en suHistoria de las Indias

    los miles de volmenes atesorados por

    don Hernando, apostille que no le ex-

    traa por ser cosa de hijo de tal padre.

    Lector y escritorLa hazaa descubridora de Cristbal Co-

    ln ha conducido con frecuencia a ol-

    vidar o, al menos, minusvalorar sus fa-cetas de lector y escritor, unidas a par-

    tir de cierto momento, pese a que el pro-

    pio personaje reconoci siempre la im-

    portancia que los libros haban tenido

    en sus proyectos y sus logros. Un claro

    botn de muestra se halla en una carta

    a los Reyes Catlicos, escrita desde C-

    diz o Sevilla en un momento indeter-

    minado de 1501, en la cual, tras recor-

    dar que, hace ms de cuarenta aos que

    entr en la mar navegando, seala que

    su instruccin se apoya en la prctica

    marinera, en el trauto y conversacincon gente sabia y en el estudio (va-

    le decir, las lecturas).

    77

    COLN. EL GENIO POLMICO

    DEL ALMIRANTE

    Mapa de Amrica en 1596, flanqueado por

    los retratos de Coln, Vespucio, Magallanes y

    Pizarro, en un grabado de Teodoro de Bry.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    23/48

    El examen de las aficiones librescas deColn tropieza, sin embargo, con no po-cos problemas, el ms grave de los cua-

    les resulta el de la diacrona, ya que nocabe atisbar su comienzo, especialmen-te si, como viene siendo habitual, acep-tamos su humilde origen como hijo deltejedor genovs Domenico Colombo ySusana Fontanarossa y, si rechazando lasnfulas de don Hernando y del padre Las

    Casas sobre unos presuntos estudiostempranos en Pava, admitimos tambinsu precoz dedicacin al trabajo marine-ro, de acuerdo con su propia confesinde 1501 y con otros retazos biogrficos.

    Por tanto, contando unos diez aoshacia 1461, cuando empieza sus labo-res en la mar, la formacin de Cristbal,al igual que la de tantos muchachos eu-ropeos de su poca, deba limitarse en

    el terreno religioso a unas nocionesesenciales de doctrina cristiana; en loprofano, al conocimiento de las prime-ras letras, los rudimentos de escrituray las operaciones elementales de cl-culo; y, acaso, como complemento, a al-gunas migajas de canto. Un bagaje, des-de luego, bastante exiguo en compa-racin con la madurez que parece ex-hibir cuando, a mediados de la dcadade 1470, arriba a Portugal, si bien enla docencia religiosa hubo de encontrarlos cimientos del hondo inters por laBiblia que le marcar toda su vida, altiempo que la mezcla de latn y ro-mance que sola emplearse en esa en-seanza debi constituir ya el inicio desu inters por la lengua latina, que lle-gar a leer y escribir.

    Largo aprendizajeAs las cosas, a pesar de la desesperan-za que producen los escasos datos suel-tos que cabe asir, desde el inicio de laetapa marinera hasta la llegada a Por-tugal, no queda otro remedio que con-venir que, durante esos aproximada-mente quince aos, Coln, mientras dela armada genovesa pasaba a las activi-dades comerciales y a la prctica del

    corso, debi seguir un largo proceso deaprendizaje, en parte inducido (y qui-zs estimulado) por sus relaciones y enparte autodidacta, mediante el cual lo-gr consolidar su experiencia marinera,soltarse en otras lenguas y adentrarseen diversas lecturas. Entonces, en

    78

    Toscanelli, el visionario de Florencia

    P aolo del Pozzo Toscanelli (Florencia,1397-1482) era un mdico aficionadoa las matemticas, que concibi la idea deque se poda viajar a Oriente navegando enlnea recta hacia Occidente. Tras haber es-tudiado Matemticas y Medicina en la Uni-versidad de Padua, trabajo con Brunelleschien la construccin de la cpula de Santa Ma-ria dei Fiore en Florencia. En la catedral flo-rentina, construy el nomon ms alto reali-zado hasta entonces.

    Toscanelli era tambin un atento obser-vador de los cometas, determin la oblicui-dad de la elptica y desarroll un eficaz m-todo de representacion cartogrfica. En 1474,

    expuso su teora de que la India, China y Ja-pn podran ser alcanzados partiendo en bar-

    co desde Portugal sin necesidad de circun-navegar frica. La carta al mdico portugus

    Fernando Martins en que lo explica, as co-mo los mapas que dibuj, se han perdido,pero algunas descripciones que se han trans-mitido permiten hacerse una idea aproxi-mada de su contenido. El mapa tena lneasverticales que iban de norte a sur y de estea oeste, formando una retcula. Las lneas ho-rizontales mostraban las distancias de sur anorte. En el mapa, haba 26 secciones entreLisboa y la ciudad china de Quinsai; Tosca-nelli calcul en 3.000 millas marinas la dis-tancia entre Canarias y Cipango.

    Coln estuvo influido por esta teora y, de

    hecho, agrav el error de clculo, reducien-do la distancia a slo 2.400 millas. Colon, grabado a partir del retrato deD`Orci.

    Coln consultando mapas, en un grabado del italiano Theodorus Galle, basado en una

    ilustracin de John Stradnus, de mediados del siglo XVII.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    24/4879

    primer lugar, aun cuando limitado alMediterrneo, Coln comenz a adqui-rir un conocimiento de los asuntos delmar que llegara a ser abondoso, demodo que, an en enero de 1495, enuna carta que enva a los reyes desdeLa Espaola, se ufana del dominio queya en 1472 posea de los instrumentosde navegacin, gracias al cual pudo va-riar el rumbo de una nao sin que lonotara la tripulacin.

    En segundo lugar, adems deampliar un tanto su latn,acaso en prctica congente sabia, la necesi-dad de tratar con las di-versas gentes de laszonas por las que semueve le obligar acombinar su origina-rio dialecto italo ha-blante con la jergaque, como ha recor-dado Juan Gil, sedenominaba enaquel momento le-vantisca, esto es, delLevante, del Mediterr-neo en general, sin queesto suponga abandonarsu lengua natal ni muchomenos hacer de esa habla unmodo habitual de expresin, si-no meramente circunstancial, alestilo de otras profesiones. En tercertrmino, es seguro que, ya en estosaos, emprendi su acumulacin de lec-turas y el ejercicio de las habilidades car-togrficas tambin mencionadas en sucarta de 1501, si bien la ausencia de pre-cisiones cronolgicas en esa carta y lapenuria documental impiden cualquierotra concrecin.

    Una nueva lenguaCon todo, fue el perodo portugus, quese extiende probablemente desde 1476hasta los primeros meses de 1485, el quemarc un progreso transcendental en laampliacin de los saberes de Coln, em-pezando por la adquisicin de una nue-va lengua, que sin ninguna duda debiutilizar durante su estancia en aquel pas,porque, aun cuando no quede ningnescrito suyo, los portuguesismos grfi-cos, voclicos y lxicos afloran de vez en

    vez. Por supuesto, tambin, Coln, cons-ciente de que el latn le resultaba im-prescindible para acceder a los autores

    antiguos, tuvo que esforzarse durante es-tos aos en su aprendizaje, ya que, enotro caso, no hubiera podido acceder a

    una serie de obras que entonces ley.No descarto tampoco, sin embargo,que Coln tuviera presente desde antesel valor que deba concederse al latncomo lengua de relacin internacional,lo que explicara que su hermano Bar-tolom, pese a que no tena letras lati-nas, cuando present un mapamundi alrey de Inglaterra, tiempo despus, loacompa con unos versos latinos queyo hall entre sus escritos.

    Durante la estada portuguesa, Colnincrement asimismo su experiencia ma-

    rinera, al adquirir una nueva prctica na-vegadora en el Atlntico a travs de susviajes comerciales al archipilago de

    Madeira, que rememora en su carta deenero de 1495 a los reyes, y a travs desu implicacin en las exploraciones aGuinea, mencionadas en apostillas en susejemplares de laHistoria rerumy laIma-

    go mundi, en elDiario de a bordoy enla carta a los reyes de enero de 1495. Ta-les periplos no slo le procuraron uncontacto asiduo con navegantes portu-

    gueses, sino que le permitieron per-catarse de las peculiaridades del

    Ocano y las diferencias de suscorrientes y vientos respec-

    to al Mediterrneo, ademsde darle la oportunidadde manejarse en el usode instrumentos para lanavegacin de alturay de llegar hasta elcontinente africano.

    Pero sus aos enPortugal le resulta-ron tambin crucia-les a Coln para laobtencin de diver-sos saberes tericos,a lo que debieron de

    contribuir sus conexio-nes con figuras allegadas

    a la corte portuguesa, fa-cilitadas en parte por la ra-

    ma materna de su mujer, ycon expertos nuticos y astro-

    nmicos, como el maestro Jos yotros muchos, a quienes cita en

    apostillas a laImago mundiy a laHis-toria rerum, y de los que pudo obtenerinformaciones diversas.

    La tierra de las especiasEn este contexto de relaciones cortesa-nas, habra que situar la sustraccin ocopia ilegal de la carta de Toscanelli al

    cannigo lisboeta Fernando Martins, enla que se habla de la posibilidad de via-jar a la India (los lugares de la espe-ciera) a travs del oeste, es decir, porun camino similar al que luego pro-pondra Coln. Una carta adulterada,hay que decir, al menos en la copiatransmitida, pues, aun en el caso de ad-mitir su autenticidad, resultan evidenteslas manipulaciones, mientras que la pre-tendida correspondencia entre Coln yel humanista florentino se me hace es-puria de todo punto.

    La etapa portuguesa le sirvi an pa-ra profundizar en indagaciones tericasy en sus aplicaciones prcticas: as

    LAS LECTURAS DEL ALMIRANTECOLN. EL GENIO POLMICO

    Astrolabio de la poca del descubrimiento.

    Durante su etapa portuguesa, Coln adquiri

    prctica navegadora en el Atlntico.

    LA AVENTURA DE LA HISTORIA ON-LINE

  • 7/22/2019 La Aventura de La Historia - Dossier091 Coln - El Genio Polmico

    25/48

    ocurre con su esmero por el estudio delas cartas de marear, que en casos le pro-porcion su suegra, y que, desde en-tonces, manej con detalle en no po-cas ocasiones, segn revelan sus refe-

    rencias en una apostilla a laImago mun-dio en distintos momentos del Diariode a bordo. Tal preparacin le vali pa-ra desarrollar unas habilidades carto-grficas que le permitirn subsistir algn

    tiempo durante su permanencia en Cas-tilla, vendiendo a los navegantes cartasmarinas, las cuales saba muy bien ha-cer, al decir de Las Casas; y esa aficin,nunca abandonada, la ir perfeccionan-do hasta llegar, una vez en el reino cas-

    tellano, a confeccionar mapamundis ydebusar espera (dibujar esfera) perso-nalmente (por su engenio y manos),

    una novedad casi total en su tiempo. Es-

    tas destrezas las transmiti a su herma-no Bartolom, quien pudo sobrevivir du-rante los aos que vivi en Inglaterraporque, adems de mapas y mapamun-dis, saba hacer muy bien cartas de na-vegacin, esferas y otros instrumentosde aquella profesin, en lo que haba si-do instruido por el almirante, su her-mano.

    Por fin, en el tiempo de Portugal, Co-

    ln increment notablemente su arsenalde lecturas, de manera que, segn supropia confesin, aprendi lo que abas-tava de astrologa, geometra y aritm-tica, y profundiz en otras materias: Heyo visto y puesto estudio en ver de to-das escrituras cosmografa, istorias, co-rnicas y filosofa y de otras artes. Ms

    en concreto, entre los libros que debiecharse al coleto por entonces, se en-cuentran, aparte de la inseparable Biblia,la Geografa de Ptolomeo y la Imago

    mundide Pierre dAilly; acaso, el libro

    de viajes de Marco Polo; y con algunaposibilidad, la Historia rerum ubique

    gestarum, de Eneas Silvio Piccolomini,y laHistoria natural, de Plinio.

    En la Geografa ptolemaica, impresaen Roma, en 1478, con veintisis mapasgrabados en acero, Coln tropez conlas opiniones de Marino de Tiro que, sidiscutidas por Ptolomeo, consider l

    ms exactas, sobre todo tras leer la obrade Pierre DAilly, terminada en agosto de1410 y publicada en Lovaina hacia 1483,en la que se coincida con Marino, al ad-mitir que el Ocano que se extiende en-tre el extremo de la ltima Espaa y lacosta oriental de India no tiene dema-siada anchura. Tales clculos le pare-cieron concordar, aunque lo conocieraslo por medio de DAilly, con los de Al-

    fagrano, quien asignaba una longitu