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Ensayo para la asignatura de 'Teoría de la Arquitectura', curso 2010/2011. ETSA Sevilla.
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LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA
PREFIGURACIÓN DE LA METÁPOLIS. IMAGEN Y CONCEPTO.
Teoría de la Arquitectura. Curso 2010-2011
ETSA Sevilla
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Página 1
“ La tarea de ablandar el ladrillo todos los días, la tarea de abrirse paso en la masa pegajosa que
se proclama mundo, cada mañana topar con el paralelepípedo de nombre repugnante, con la
satisfacción perruna de que todo esté en su sitio, la misma mujer al lado, los mismos zapatos, el
mismo sabor de la misma pasta dentífrica, la misma tristeza de las casas de enfrente, el sucio
tablero de ventanas de tiempo con su letrero “Hotel de Belgique” […]Cuando abra la puerta y me
asome a la escalera, sabré que abajo empieza la calle; no el molde ya aceptado, no las casas ya
sabidas, no el hotel de enfrente; la calle, la viva floresta donde cada instante puede arrojarse
sobre mí como una magnolia, donde las caras van a nacer cuando las mire, cuando avance un
poco más, cuando los codos y las pestañas y las uñas me rompan minuciosamente contra la pasta
del ladrillo de cristal, y juegue mi vida mientras avanzo paso a paso para ir a comprar el diario de
la esquina.”
Historias de cronopios y de famas: Manual de Instrucciones p. 2, JULIO CORTÁZAR, 1962
Página 2
ÍNDICE
PRÓLOGO .................................................................................................. p. 3
NO-LUGAR ..........................................................................................pp. 4,5
NO-CIUDAD ....................................................................................... pp. 6-8
CIUDAD CONTEMPORÁNEA ..................................................... pp. 9-16
¿Ciudad del riesgo? ............................................................. pp. 9,10
Ciudad de diferencia exacerbada ...................................... pp. 11-13
Ciudad genérica ................................................................ pp. 14-16
GLOSARIO ...................................................................................... pp. 17-21
BIBLIOGRAFÍA .............................................................................. pp. 22,23
- RESUMEN DEBATE TEMÁTICO: CIUDAD, URBANISMO
................................................................................................... pp. 24
- INTERPRETACIÓN IMAGEN: Air Doll: Imagen del no-lugar
................................................................................................ pp. 25-30
Página 3
PRÓLOGO
Comenzaremos dando algunas
definiciones breves de ‘Ciudad’:
*(wikipedia): “Área urbana con alta
densidad de población en la que
predominan fundamentalmente la
industria y los servicios.”
*(Ortega y Gasset): “La ciudad es un
ensayo de secesión que hace el hombre
para vivir fuera y frente al cosmos,
tomando de él porciones selectas y
acotadas.”
*(René Schoonbrodt): “La ciudad es la
organización de la coexistencia y ésta es
la condición de lo humano.”
*(Lewis Mumford): “La ciudad es la
forma y el símbolo de una relación
integrada. Es un punto de máxima
concentración para el poder y la cultura
de una comunidad.”
*(Marshal McLuhan): “La ciudad ya no
existe, salvo como espejismo cultural
para los turistas… La metrópolis está
obsoleta.”
Desde los primeros
asentamientos que abandonaron el
nomadismo como forma de vida, para
establecerse en sociedad, explotando
los recursos naturales como modo
principal de supervivencia, hasta la
formalización de las grandes metrópolis
modernas, pasando por las polis
griegas, la ciudad ha sido objeto de
estudio por numerosos técnicos o
estudiosos pertenecientes a campos tan
diversos como la Historia, la Filosofía, la
Geografía, la Psicología, el Arte, la
Arquitectura, la Sociología, la Política, la
Literatura, la Antropología y el Derecho.
Desde nuestra posición,
abordaremos el tema de La ciudad
contemporánea, apoyándonos en su
mayoría en el pensamiento del
arquitecto Rem Koolhaas, siempre
contrastado con otras posturas y
enriqueciéndolo con las teorías de
diversos estudiosos del tema. El ensayo
comienza con dos cuestiones
conceptuales, claves para entender la
problemática de la ciudad actual, que
son el “no-lugar” y la “no-ciudad”; la
última en consecuencia de la primera.
Posteriormente, profundizaremos en
las teorías e hipótesis que existen
alrededor de la ciudad hoy en día. ¿Qué
cambios ha habido? ¿Por qué han
sucedido tales cambios? ¿Qué papel ha
jugado el arquitecto dentro de esos
cambios? Intentaremos por tanto dar
un visionado completo de ideas sobre la
ciudad contemporánea sin pretensión
de esclarecer ni sentar cátedra ninguna,
bosquejando ideas sobre la ¿ciudad del
riesgo? y profundizando algo más en las
teorías de Koolhaas.
Por último, se anexan el
Resumen del Debate Temático de la
clase de Ciudad y Urbanismo, en la que
se engloba este ensayo; y la
interpretación de una imagen que,
casualmente, tiene relación con el tema.
Página 4
NO-LUGAR
En un primer vistazo podríamos pensar que el ‘No-lugar’ definiría lo contrario al lugar, lo que niega al lugar y, por tanto, lo excluye. Lugar, del latín locus, del preclásico stlocus, del protoindoeuropeo stlo-ko, y en última instancia de la raíz ‘stel-‘, que significa quieto. Hace por tanto referencia a un concepto estático. Podría definirse como el espacio que ocupa un cuerpo, por tanto es un espacio ocupado. Bajo una visión peripatética el lugar es lo referente a una porción del espacio en el que puede estar un objeto, cosa o cuerpo; el lugar es continente de objeto. Es como el límite que lo circunda y su realidad; "el primer límite que abraza un cuerpo", lo inmediato a él; la primera envoltura interior que posee el cuerpo envolvente que define el lugar; o sea: dónde está (ubi sunt?). Descartes hace una aproximación más avanzada hablando de la materia, de la cual dice que no puede concebirse en y por ella misma, puesto que su textura es reconocida por algo que le es extraño y que no es sino el entendimiento, aquello que nos permite reconocer cualidades del mundo de las que ya sabíamos algo antes de que nos fuera dado experimentarlas. “Ese dispositivo del conocimiento es un locus privilegiado en la apreciación de la realidad extensa, pero que ésta no contiene. Tampoco está en nosotros, sino que actúa a través nuestro. Esto es lo que constituye para Descartes ese no-lugar del espíritu desde el que suscitan todos
los lugares del mundo, y que es un pensar « que para existir no tiene necesidad de ningún lugar »“1. Para Kant, en una línea similar a la cartesiana, “el espacio es, pues, considerado como condición de posibilidad de los fenómenos, no como una determinación dependiente de ellos, y es una representación a priori en la que se basan necesariamente los fenómenos externos”.1
Podríamos establecer, según el
criterio de José María Montaner en su artículo ‘La modernidad superada’, tres categorías fenomenológicas en cuanto a la distinción de los nuevos conceptos espaciales: en un primer lugar estarían los “espacios mediáticos”, en segundo lugar los “no-lugares” y en tercer lugar el “espacio virtual”. Montaner explica estas nuevas espacialidades de la siguiente forma: “los lugares ya no se interpretan como recipientes existenciales permanentes, sino que son entendidos como intensos focos de acontecimientos, como concentraciones de dinamicidad, como caudales de flujos de circulación, como escenarios de hechos efímeros, como cruces de caminos, como momentos energéticos.”
El antropólogo francés Marc
Augé fue el que acuñó el término “no-lugar” definiéndolo como “un espacio
1 DELGADO, Manuel. La No-ciudad como ciudad
absoluta. Barcelona, 2003
Página 5
que no puede definirse ni como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico.”1 (Si bien parece ser que la teórica y activista Jane Jacobs ya hizo mención a los no-lugares antes de que Augé acuñara el término, en la frase “La personalidad de la ciudad se diluye hasta que todos los lugares se parecen y se integran en no-lugar”, en un artículo publicado recientemente en el blog de la periodista Anatxu Zabalbeascoa.) Continúa diciendo Marc Augé: “El lugar y el no lugar son más bien polaridades falsas: el primero no queda nunca completamente borrado y el segundo no se cumple nunca totalmente: son palimpsestos donde se reinscribe sin cesar el juego intrincado de la identidad y de la relación.” Concreta Augé que se refiere a esos lugares que no cumplen la función específica de lugar, como pudiera ser una autopista, vías ferroviarias, aviones, automóviles, parques de recreo, supermercados, etc.
Para Michel de Certau, lugar y no-lugar no son términos que constituyan ninguna dicotomía, sino que “coexisten, se enfrentan y complementan, puesto que concretan nuestra relación con un universo hecho de discontinuidades y fragmentaciones.” Hay otra dimensión que adquiere el concepto de no-lugar: el movimiento. El movimiento ligado a un espacio y con varias componentes: unos vectores directores, una velocidad y una temporalidad. Idea que nos remonta nuevamente a Kant cuando dice que el movimiento es la dimensión empírica del espacio, lo que lo hace experimentable. El lugar es un orden mediante el cual los elementos sólo mantienen una relación de coexistencia, por lo que no es posible que dos cosas estén en el mismo sitio a la vez. “El no-lugar es una comarca diseminada y sin centro que nos recuerda hasta qué punto somos tributarios de nuestros
ires y venires. El lugar es sincrónico o acrónico. El no-lugar es, nos enseña Certau, diacronía, puesto que convierte una articulación temporal de lugares en una secuencia espacial de puntos. El lugar es el sitio del que se parte, o por el que se pasa, o al que se llega. El no-lugar es lo que ese movimiento produce y que no es otra cosa que una manera de pasar.”1
Citando a Giles Deleuze y Félix
Guattari:2 “Hemos vivido mucho tiempo con una concepción energética del movimiento: un punto de apoyo o una fuente de movimiento. Carreras, lanzamiento de peso,…: se trataba del esfuerzo, de resistencia, siempre con un punto de origen, con una palanca. Pero vemos que hoy el movimiento se define cada vez menos mediante un punto de apoyo. Todos los deportes nuevos –el surfing, el windsurfing, el ala delta– se basan en la inserción en una ondulación persistente. Ya no hay origen como punto de partida, sino un modo de ponerse en órbita… De colocarse entre y ya no ser el origen del esfuerzo.” Nos da una idea bastante clara este artículo del funcionamiento de los no-lugares, de la pérdida del centro de los lugares, del apelativo que denomina en mayúsculas, del punzón que señala el mapa, incluso del perímetro que lo rodea. “El lugar limita; el no-lugar es un límite.”
“¿Es la ciudad contemporánea como un aeropuerto contemporáneo –“todo lo mismo”?”. Así comienza Rem Koolhaas su ensayo sobre La ciudad genérica, de la que posteriormente hablaremos. ¿Es la ciudad genérica un no-lugar? ¿O una no-ciudad?
2 DELEUZE, Giles; GUATTARI, Félix. Del caos al
cerebro. Barcelona, 1997.
Página 6
NO-CIUDAD
“Me gustaría que hubiera lugares estables, inmóviles, intangibles, intocados y casi intocables, inmutables, arraigados; lugares que fueran referencias, puntos de partida, principios. Mi país natal, la cuna de mi familia, la casa donde habría nacido, el árbol que habría visto crecer (que mi padre habría plantado el día de mi nacimiento), el desván de mi infancia lleno de recuerdos intactos... Tales lugares no existen, y como no existen el espacio se vuelve pregunta, deja de ser evidencia, deja de estar incorporado, deja de estar apropiado. El espacio es una duda: continuamente necesito marcarlo, designarlo; nunca es mío, nunca me es dado, tengo que conquistarlo.”
(Especies de espacios, Georges Perec, pp. 139-140.)
La no-ciudad deviene del no-lugar, en tanto que ésta se compone de infinidad de no-lugares. Por tanto, ésta no se entiende –o difícilmente se entienda– sin los no-lugares, anteriormente explicados. La no-ciudad –dice Manuel Delgado “es todo aquello a lo que, en la ciudad, no le es dado cristalizar en estructuras de ningún tipo, sino que oscila encontrando en la agitación una fuente paradójica de invariancia.”3 Cristales como cuerpos de referencia; invariancia como relaciones espaciotemporales. “La ciudad está por todas partes; por consiguiente, ya no hay ciudad. Ya no habitamos en ciudades, sino en territorios.”4 Sería casi lo mismo decir ‘no-ciudades’ en lugar de ‘territorios’. Es justamente esa cualidad de oscilar lo que otorga sentido a la no-ciudad: el movimiento. El movimiento de los transeúntes, que bien se podrían sustituir por cuerpos humanoides caminantes. “Cada uno de ellos responde a la figura del quídam, alguien que pasa y que sólo existe en tanto que pasa; usuario que atraviesa el mismo espacio que genera y del que sólo sabemos con certeza que ha salido de algún sitio, pero que todavía no ha
3 DELGADO, Manuel. La No-ciudad como ciudad
absoluta. Barcelona, 200
llegado a otro; desconocido; nadie en general; todos en particular.”3
Todo ello comprende una ingente cantidad de cambios de diversas escalas y en diferentes ámbitos. Los modos de producción e intercambio de mercancía han cambiado, incluso la forma de consumirlos. El vertiginoso crecimiento poblacional ha hecho que la metrópolis moderna entre en obsolescencia. Hay también en estos factores una gran carga sociológica; han cambiado los modos de mirar, de formar parte de un todo mayor, ha cambiado la manera de reconocernos como individuos sociales. Por supuesto, el desarrollo tecnológico, que ha potenciado tanto el crecimiento de infraestructuras por doquier, como el establecimiento de nuevas formas de relación: Internet y los mass media. Se podría decir que Internet constituye per sé un estrato de la no-ciudad: la ciudad informacional, la ciudad virtual. El sociólogo murciano Manuel Castells la define así: “La ciudad informacional no es la ciudad de las tecnologías de la información profetizada por los futurólogos. Ni es la tecnópolis totalitaria denunciada por la nostalgia del tiempo pasado. Es la ciudad de nuestra sociedad, como la ciudad industrial fue la forma urbana de la sociedad que estamos dejando. Es una
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ciudad hecha de nuestro potencial de productividad y de nuestra capacidad de destrucción, de nuestras proezas tecnológicas y de nuestras miserias sociales, de nuestros sueños y pesadillas. La ciudad informacional es nuestra circunstancia.” La no-ciudad ha estado cargada, como bien explica Manuel Delgado, de ‘mala reputación’. Se ha confundido con la anti-ciudad o la contraciudad, como imagen de ese caos urbano que había tenido lugar en las grandes ciudades, en detrimento del orden que imponía el Movimiento Moderno sobre el planeamiento urbano. Esa ‘mala reputación’ proviene, como ya sabemos, de sentido también negativo del no-lugar: “espacios del anonimato, lugares monótonos y fríos a los que no les corresponde identidad ni memoria y que no tienen nada que ver con contextos espaciales culturalmente identificados e identificadores: las habitaciones de los hoteles, los cajeros automáticos, las terminales de los aeropuertos, los hipermercados, las autopistas, etc.” Otros autores, sin embargo, tratan el tema intentando valorando su potencial; por ejemplo, Jean Duvignaud y Michel de Certau. Distinguir entre contrariedad y complementariedad es aquí clave. La no-ciudad no es contraria sino complementaria a la ciudad. El no-ser “no significa lo contrario del ser, sino sólo lo otro que aquél”3. Como anunciamos antes, el movimiento forma parte de ese no-ser, que –sin ser– produce, y constituye en sí, un cambio entre el origen y el producto. “El movimiento es de verdad no-ser, y es ser, puesto que participa del ser.”3
La no-ciudad es el relato del trayecto, el discurso que narra la historia del devenir en el viaje. La no-
ciudad se define en las idas y venidas, en las entradas y salidas que producen los flujos. “Lo más importante de los muros de la ciudad fueron siempre las puertas: lugares precarios por su vulnerabilidad y al tiempo arterias de importancia vital.”4 Hablemos de esos corpúsculos protagonistas de la no-ciudad: el transeúnte. Michel de Certau explica los trasiegos de estos personajes mediantes conceptos como “trayectoria” o “transcurso”, términos en los que la implicación del movimiento es vital. “Ahora, aquí; en un momento, allí; luego, más lejos.”
Manuel Delgado resume lo que Jean-François Augoyard explica en su libro Pas á pas: “Caminar, nos dice, viene a ser como habitar, emitir un relato, hacer proposiciones en forma de deportaciones o éxodos, de caminos y desplazamientos. Caminar, nos dice, es también pensar, hasta el punto de que todo viandante es en cierta manera una especie de filósofo, abstraído en su pensamiento, que convierte su itinerario en su gabinete de trabajo, su mesa de despacho, su taller o laboratorio, el artefacto que le permite trabajar. Todo caminante es un cavilador, rumia, barrina, se desplaza desde y en su interior. Andar es, por último, también transcurrir, cambiar de sitio con la sospecha de que, en realidad, no se tiene ninguno. Caminar realiza la literalidad del discurrir, al mismo tiempo pensar, hablar, pasar.”
4 BECK, Ulrich. La ciudad del riesgo. Arquitectura en la
modernidad reflexiva. 2004.
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Augoyard describe una imagen bellísima del caminar, y, por tanto, de la no-ciudad. El caminante “hace camino al andar”, con su discurrir poetiza de alguna forma la ciudad, constituyendo sobre sí un nuevo plano de la no-ciudad.
“Si hubiera sido posible pensar una extrapolación de todo eso, entender el Club, entender Cold Wagon Blues, entender el amor de la Maga, entender cada piolincito saliendo de las cosas y llegando hasta sus dedos, cada títere o cada titiritero, como una epifanía; entenderlos, no como símbolos de otra realidad quizá inalcanzable, pero sí como potenciadores (qué lenguaje, qué impudor), como exactamente líneas de fuga para una carrera a la que hubiera tenido que lanzarse en ese momento mismo, despegándose de la piel esquimal que era maravillosamente tibia y casi perfumada y tan esquimal que daba miedo, salir al rellano, bajar, bajar solo, salir a la calle, salir solo, empezar a caminar, caminar solo, hasta la esquina, la esquina sola, el café de Max, Max solo, el farol de la rue de Bellechasse donde... donde solo. Y quizá a partir de ese momento.”
(Rayuela, JULIO CORTÁZAR. Buenos Aires, 1963. Cátedra, Capítulo XVIII, p. 206)
Es el peatón quien construye la
no-ciudad, quien le arroja luz, quien decide qué es lleno y qué es vacío, quien coloniza el espacio público, quien decide qué lugares o no-lugares habitar, qué imágenes descifrar, si lo hace solo o en comunidad. En un ejercicio de movimiento continuo, lo que permanece es lo superficial, la apariencia: “La no-ciudad es en cierto modo una sociedad de miradas. Quienes la recorren basan su copresencia en una visibilización máxima, exposición en un mundo superficial todo lo que está presenta se da a mirar, ver, observar.”6
Como no podría ser de otra forma, la no-ciudad está dominada por la publicidad, las imágenes atesoran el verdadero patrimonio turístico.5
5 Fotograma de Koyaanisqatsi. Goldfrey Reggio. 1982.
6 DELGADO, Manuel. La No-ciudad como ciudad absoluta. Barcelona, 2003, p. 120.
La no-ciudad es, por tanto, un vidrio traslúcido tras el que vemos la ciudad como formas y estructuras. Es el territorio que tejen las infraestructuras y, sobre todo, los viandantes: el territoriante, en palabras de Francesc Muñoz: “usuario de otros y visitante, intensivo o extensivo, aun de otros, en función del momento del día o del día de la semana”. Es esencial también la figura del flâneur, acogido por Baudelaire y Walter Benjamin. “Sa passion et sa profession, c'est d'épouser la foule”. El arte del flâneur consiste en mirar sin ser visto, un placer que sólo puede disfrutar aquel que sabe tomar un baño de multitudes. El flâneur, habitante por excelencia del terrain vague, “lugares amnésicos a los que la ciudad no ha llegado y que encarnan bien una representación física inmejorable del vacío como absoluta disponibilidad”.6
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CIUDAD CONTEMPORÁNEA
Comenzamos ahora un capítulo que engloba diferentes teorías e hipótesis acerca de la ciudad contemporánea. Son teorías que provienen siempre de un estudio práctico, directo y analítico sobre la realidad: sobre las grandes ciudades contemporáneas. Son ciudades que contienen tanto ‘ciudad’ como, por supuesto, y cada vez en mayor medida, ‘no-ciudad’. Parece que ya el término ciudad nos chirría, dejando un regusto a rancio y a vanagloria; y más que eso, existe la necesidad de renombrar la ciudad, pues ‘las condiciones han cambiado’.*
Hablaremos de la Ciudad del riesgo, la Ciudad Genérica y la Ciudad de Diferencia Exacerbada. Tres teorías escogidas por su profundidad y su relevancia dentro del conjunto del ensayo, y, en concreto, en la obra de Rem Koolhaas, el cual dedica gran parte de sus estudios al reconocimiento de los nuevos fenómenos urbanos. Lo podemos apreciar desde el lanzamiento de Delirio de Nueva York en 1978, hasta Sendas Oníricas de Singapur en 2010, contando con importantísimos textos como S, M, L, XL (1994) o Mutaciones (2000).
___________________________________________________________________________________________________*SECCHI, Bernardo. Las condiciones han cambiado.
¿CIUDAD DEL RIESGO? 8
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:
Riesgo. (Del it. risico o rischio, y este del ár. clás. rizq, lo que depara la providencia).
1. m. Contingencia o proximidad de un daño.
2. m. Cada una de las contingencias que pueden ser objeto de un contrato de seguro.
Ciudad del riesgo, por tanto, podría definirse como aquella en la que existe la proximidad o contingencia de daños permanentes. “Como quiera que se imagine la modernidad, estará caracterizada por una inseguridad más elevada, por una inseguridad de otro tipo en todos los ámbitos” –así explica Ulrich Beck el planteamiento de la nueva modernidad reflexiva. Es importante, en este comienzo, distinguir entre riesgo y peligro.
Por un lado, el riesgo “remite a la inseguridad determinable, calculable”; pero el peligro, por su parte, se refiere “a la inseguridad indeterminada, indeterminable e incalculable”. Argumenta Ulrich Beck que por tanto en la expresión “¿ciudad del riesgo?” hay mucho optimismo. Pone en duda, abre preguntas, no afirma, es un ‘riesgo’ per sé. No tendría sentido hablar de la ciudad del riesgo, sin más, pues “el mismo sector de la ciudad puede pasar de un extremo a otro en función de la mirada con que se la observe. Depende de las situaciones, el momento, los grupos o los individuos el que algo se presente como oportunidad, riesgo o peligro.” Es algo claro, que ocurre en todas las ciudades del mundo: cualquier barrera arquitectónica, por ejemplo, supondría una oportunidad o desafío para un joven inquieto, mientras que para un anciano o cualquier persona impedida se trataría de una amenaza, casi un peligro que viene, o riesgo que hay que correr merced de la mala gestión urbanística. El mismo paso del día a la noche revela muchos cambios en la manera de poner el acento sobre
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riesgo ó peligro. Se plantea aquí una importante cuestión: cómo queremos vivir. ¿Queremos ser libres? ¿La libertad atrae al riesgo? ¿Renunciaríamos a ser libres a cambio de la seguridad?
Rem Koolhaas cuenta a modo de anécdota la presentación del ascensor en Manhattan, un invento que cambió totalmente el concepto de la ciudad. “Elisha Ortis, el inventor, se sube a una plataforma que se eleva, lo cual parecía ser la parte principal de la exhibición. Pero una vez esa plataforma ha llegado al punto más alto, un ayudante ofrece a Otis un puñal en un cojín de terciopelo. El inventor agarra el cuchillo y aparentemente se dispone a lanzarse sobre el elemento crucial de su propio invento: el cable que ha izado la plataforma hasta lo alto y que ahora impide que caiga. Otis corta el cable y se rompe. No ocurre nada, ni la plataforma ni al inventor.” Un mínimo fallo y la apoteósica hazaña teatral hubiera acabado en tragedia. Eso es jugar a ser funambulista, eso es Manhattan: una ciudad que juega al riesgo, que pone de manifiesto su grandiosidad a cambio de una componente que se tambalea. “Incluido en su éxito está el espectro de su posible fracaso.”67
Todo está previsto en la ciudad el riesgo, lo cual reafirma esa condición de peligro: “…selección de basuras, tecnología inteligente para accidentes, es decir, dos airbags en vez de uno para cuando uno se le pega; protección civil, protección del paisaje urbano, planes de abonado para las plantas del balcón, sheriffs electrónicos, botones de alarme y una cantidad debidamente garantizada de aparcamiento para mujeres por todas partes.”8 Esa es la fórmula de la ciudad del riesgo: cubrir,
7 KOOLHAAS, Rem. Delirio de Nueva York. 1978.
8 BECK , Ulrich. La ciudad del riesgo. Arquitectura en la modernidad reflexiva. 2004.
mediante recursos secundarios las grietas que habrían de recubrirse mediante medidas que han de mirar más allá.
Existe, por tanto, un miedo generalizado. Cualquiera hoy día no va por la calle sin adormecer los sentidos por completo, siempre ojo avizor. Pero, tranquilo, ahí están las cámaras de seguridad: una cada cien metros. El gran ojo que todo lo ve ya está aquí. Aquí se constituye otra vida: la que se ve a través de la cámara, “una especie de omnipresencia virtual”. Todo ese miedo provocado por los millones de estímulos que se producen en cualquier paseo por cualquier gran ciudad, crea en el individuo una alienación, por lo que se genera un mecanismo de defensa que rechaza todo eso: la actitud blasé, por lo que se potencia el individualismo que, en arquitectura, se concreta en espacios propios: lugares para habitar solos, sin coches, sin gente, sin luces de neón, sin cámaras de vigilancia. El individuo siente “el deseo de distanciarse de manera clara de la brutalización y barbarización a que la civilización capitalista en su estadio avanzado nos ha llevado.”
Ulrich Beck hace una distinción entre ‘ciudad del o…o…’ y ‘ciudad del y…’; esto es, ciudad de la disyunción, o ciudad de la conjunción. “Allí, separación, demarcación y limitación, exigencia de claridad y univocidad, de dominio, de seguridad y control; aquí, multiplicidad, diferencia, globalidad interminable, la cuestión de la relación, del acuerdo y la unión, la afirmación de la ambivalencia de la ironía.” Se tiende, a veces, con este deseo de tomar distancia de la ciudad, a la ‘ciudad del o…o…’, la ciudad que pone muros y delimita, radicalizada en una ‘ciudad ni…ni…’. Habría que caminar hacia una ciudad y…y…y…
Página 11
CIUDAD DE DIFERENCIA EXACERBADA 9
Rem Koolhaas escribe en 2000 su libro Mutaciones, a raíz de una investigación que realiza durante su estancia en Harvard como director del proyecto Harvard Project on the City. Es en este año cuando le conceden el Premio Pritzker.
Mutaciones es una reflexión en torno a las transformaciones que la aceleración de los procesos de urbanización crean en el medio ambiente y en la arquitectura. En concreto, estudia las ciudades del Delta del Río Perla en China, y la ciudad de Lagos en África.
El Delta del Río Perla (DRP)
constituye una región sur de China,
situada en una llanura deltaica en el
centro de Guangdong. La población ha
crecido de manera vertiginosa y, en
concreto, la de las ciudades. En 1979 el
19% de la población vivía en ciudades,
ocho años más tarde este porcentaje
pasó a ser del 43%. Dada esta
circunstancia, lo urbano debía
producirse muy velozmente. El DRP es
una llanura deltaica al sur de China.
Está formado por una aglomeración de
ciudades, las más conocidas Hong Kong
y Macao –que aún conservan
características británicas y portuguesas.
Otras cuatro más, de la propia China,
tienen características propias y están
claramente diferenciadas. Cantón
(Guangzhou) es la capital de provincia.
Shenzhen y Zhuhai, son dos ciudades
relativamente recientes que pertenecen
a la Zona Económica Especial. Y, por
último, Dongguan que se define a sí
misma por sus diferencias con las
demás.
En el DRP viven doce millones
de habitantes y se calcula que vivirán
unos treinta y cuatro millones para
2020. Ante este vertiginoso
crecimiento, el DRP genera unos
750.000 kilómetros cuadrados de
materia urbana al año.
Ante una situación que cambia
demasiado rápido el lenguaje de la
arquitectura y el urbanismo se ve
desbordado. La arquitectura se
encuentra, por tanto, limitada. No hay
conceptos, ni teoría que apoye ni
comprenda esta ciudad naciente. “… ha
sido necesario revisar el lenguaje
contemporáneo para tratar sobre la
ciudad, que carece de medios para
nombrar e interpretar semejantes
mutaciones.” Así, parte del proyecto del
Página 12
DRP se ha dedicado a introducir un
nuevo vocabulario que explique las
nuevas características que afloran.
El proyecto comienza en
Shenzhen, una ciudad que ha pasado de
casi nada a tres millones de habitantes
en quince años. En estas circunstancias,
la ciudad surge casi por generación
espontánea, sin mediación alguna entre
la nada y el hecho urbano, que abarca
muy rápidamente la escala
metropolitana. “Es una zona en la que la
corrupción casi se ha convertido en otra
forma de planeamiento, es el
dispositivo necesario para negociar la
contradicción entre las normas y las
ambiciones.”9 La corrupción como
nueva forma de intervención, como
nexo que une la norma con el anhelo
profundo de la apoteosis del sistema
comunista. En esta ciudad, los diarios
tratan la arquitectura como un mercado
de valores, donde las acciones son los
edificios, y el valor está relacionado con
su capacidad para ser habitados. Su
antípoda es Zhuhai, que compite con
Shenzhen en belleza, en verde, haciendo
realidad la retórica del jardín. Aún así,
el crecimiento actual es un fracaso.
“Aunque la ciudad sea un fracaso
inevitablemente será un éxito en el
futuro.” –dice Koolhaas, ya que cuenta
con una excelente red de
comunicaciones estratégicas y
planeadas. De ahí su condición de
<<ciudad itinerante>>, como ciudad de
vacaciones para trabajadores y de
alojamiento provisional.
El papel de la infraestructura es
ahora muy importante. Normalmente,
aminora la tensión entre dos polos,
pero en el DRP la infraestructura
enfatiza las diferencias. Puede que
estemos tratando con la ciudad más rica
en lo relativo a infraestructuras. Ahora,
dice Koolhaas –apoyándose en los
planificadores– que si Zhuhai
interfiriera el tráfico marítimo de Hong
Kong y Shenzhen, podría superar en
2010 a Rotterdam; lo cual parece no
haber sido así. (Eso sí, Hong Kong y
Shenzhen están a la cabeza, muy por
encima de Rotterdam).
La infraestructura compone una
de las claves del proyecto del DRP.
Antes, la infraestructura surgía como
una respuesta a una situación dada,
como una solución a un problema;
ahora, son simplemente organismos
predictivos. Las infraestructuras han
pretendido tradicionalmente “crear
conjuntos que funcionen”; sin embargo,
ahora “multiplican las unidades
funcionales.” por lo que se constituyen
como multiplicadores de nodos. Del
mismo modo, antes creaban “redes y
organismos”, y ahora “enclaves y
atolladeros”. Gordon Wu, el presidente
de una gran empresa de
infraestructuras, creó una autopista
construida sobre un viaducto. La
autopista no establecía conexión entre
A y B, sino que predecía la futura
construcción de A, B, C, D, etc. en torno
a ella. Constituye por tanto la
formalización de un no-lugar
‘ordenador’ de una zona neutra, de
hecho sirvió como herramienta para la
creación de doce o catorce nuevas
ciudades. Como ya hemos explicado, la
infraestructura se revela como un no-
lugar que crea conexiones y establece
relaciones que tienen lugar mediante
flujos, como forma de moción: “Será a
partir del momento en que la moción se
conceptualice como flujo cuando se
Página 13
consumará, de forma definitiva, la
diferencia entre la moción de espacio-
tiempo utilizada por la vanguardia
arquitectónica en los años veinte-
cuarenta y tomada de la física
einsteniana y la moción de flujo tal
como en los últimos años ha empezado
a ocupar un lugar central a la hora de
explicar la arquitectura y la ciudad
contemporáneas (…) Esta situación
coloca a la arquitectura en un pathos
completamente distinto al requerido
por la vieja firmita vitrubiana. Cortar y
recortar por las articulaciones de una
red de distribuciones, pero también
crear las figuras y los lugares a través
de estos cortes y recortes, sin necesidad
de otro tipo de mimetismos, es el reto
que la ciudad y la arquitectura actuales
no pueden eludir.” 11
Para definir con claridad el
concepto de Ciudad de diferencia
exacerbada, veamos el caso concreto de
Dongguan, la cual se define a sí misma
por sus diferencias con las demás. Es,
por así decirlo, una ciudad bastarda, y
“no quiere estar ligada al sistema de
autopistas porque siente que así tendrá
una especie de libertad postrera para
guiar su destino.” El deseo de ser
antónimo está muy presente en las
ciudades del DRP. En Dongguan, hay
muchísimas fábricas abandonadas. A
pesar de ser más baratas que en
Shenzhen, en Shenzhen se construyeron
muchísimas más, provocando que las
fábricas de Dongguan quedaran
inexorablemente obsoletas. El este de
Dongguan es una zona
hiperdesarrollada, mientras que el
oeste está casi en ruinas, y prevé hacer
las cosas bien para poder <<convertirse
en Singapur>>. Esto es, “despejar
enormes porciones de suelo en una
orgía de tábula rasa en la que el acto de
despejar se convierte en un acto de fe,
en un placer aparentemente sagrado
por crear espacios vacíos en los que la
tábula rasa ya no es una anticipación,
sino casi un estado en sí.” Puede que
una explicación a esto se encuentre en
el Ying y el Yang: “el mecanismo que
explana la montaña llena el mar. Se crea
más tierra. El ciclo se cierra sobre sí
mismo y el resultado neto es la
ganancia de tierra sobre el mar.” Así se
ha formalizado la actual Singapur, que
poco o nada tiene que ver con la
originaria. La ciudad de diferencia
exacerbada busca, por tanto, destacar
de sus rivales cercanas mediante una
casi colérica diferencia: un principio
teórico de la modernidad.
La ciudad de diferencia
exacerbada se define, por tanto, como la
ciudad basada en la mayor diferencia
posible entre las partes, al contrario de
la ciudad tradicional, empeñada “en
buscar una condición de equilibrio y de
armonía, y un grado de homogeneidad”.
“Explotación oportunista de los golpes
de suerte, los accidentes y las
imperfecciones.” Esto nos da una visión
un tanto recia y robusta, pero, por
contra, “la más leve modificación de
cualquier detalle requiere del ajuste del
conjunto para reafirmar el equilibrio de
los extremos complementarios.”7
9
KOOLHAAS, Rem. Mutaciones. 2000. 10 La “ciudad asiática del mañana”, en Sendas oníricas de Singapur (Rem Koolhaas), Barcelona, 2010, p. 54. 11 SOLÁ-MORALES, Ignasi. Presente y Futuros. La arquitectura en las ciudades. Barcelona, 1996.
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CIUDAD GENÉRICA12
‘La Ciudad Genérica’ es un artículo que forma parte del libro S, M, L, XL publicado en 1994. Rem Koolhaas habla de una ciudad, que cada vez es más generalizada, que se extiende y se puede reconocer en diferentes geografías. Según el diccionario, genérico es lo común a varias especies. Si consideramos especies como ciudades, lo común a estas ciudades sería lo genérico de ellas. Por tanto, la ciudad con las cualidades genéricas de esas otras, constituye la Ciudad Genérica. Koolhaas explica su idea de una forma muy clara, atendiendo a ladillos de forma que estructura el texto en 1_Introducción, 2_Estadísticas, 3_General, 4_Aeropuerto, 5_Población, 6_Urbanismo, 7_Política, 8_Sociología, 9_Cuadrantes, 10_Programa, 11_Arquitectura, 12_Geografía, 13_Identidad, 14_Historia, 15_Infraestructuras, 16_Cultura, 17_End.
Koolhaas empieza explicando la Ciudad Genérica como contradicción de la ciudad clásica, en tanto que ésta última está cargada de características intrínsecas: posee una identidad. La Ciudad Genérica, por el contrario, ha perdido toda la identidad. Entendiendo identidad como ese “conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.” Si cambiásemos la forma de entender la identidad, no como algo histórico, que deriva del contexto, de lo real, podríamos decir que la Ciudad Genérica poseería identidad, ya que reuniría –y de hecho reúne– un cierto conjunto de características, que son contemporáneas. Mientras tanto, digamos que la Ciudad Genérica está desposeída de su identidad, al menos de esa que se refiere a su predecesora: la ciudad tradicional.
“¿Qué quedará cuando se sustraiga la identidad? ¿Lo genérico?” 13
“La identidad mientras más fuerte, más acorralada, más se resiste a la expansión, la interpretación, la renovación o la contradicción. La identidad se convierte en un faro fijo, predeterminado: puede cambiar su posición o el mensaje que emite sólo a costa de desestabilizar la navegación”.
La identidad es reincidente en una esencia, esencia que, en nuestro caso, está representada por el centro de las ciudades. La Ciudad Genérica supone la ruptura de esa centralidad, foco que otorgaba la luz a la ciudad, que proporcionaba el sentido, ente demiúrgico que comportaba el “corazón que alberga todo el valor y el sentido, fuente de todo significado”. De alguna forma, Koolhaas es el Nieztsche de de la Arquitectura, que proclama que la ciudad –y en concreto su centro– ya no existe, no como antes. Esa dependencia concéntrica genera, según Koolhaas, una tensión intolerable. Mantener el centro, como “el lugar más importante tiene que ser paradójicamente, al mismo tiempo, lo más antiguo y lo más nuevo, lo más fijo y lo más dinámico”
Además, el centro mira desde arriba a la periferia y le pone obstáculos en su evolución. “Manhattan denigra como ‘gente de puente y túnel’ a aquellos que necesitan de un soporte infraestructural para acceder a la ciudad, y les hace pagar por ello.”
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La ciudad genérica, exportada a través de las comunicaciones, el conocimiento y la cultura instantáneas, es el producto eficiente y pragmático que surge de los restos de lo que una vez fue la ciudad, depurándose hasta sus mínimos. Koolhaas, gran conocedor y admirador de la ciudad estadounidense, ve en ella un ejemplo de ciudad poderosa y precaria, frágil y flexible, nueva y decadente, cabeza del proceso globalizador. No obstante, la Ciudad Genérica también se encuentra en Asia, Europa, Australia y África. A Koolhaas le fascina la libertad que tiene lugar en ciudades como Nueva York, una libertad contenida, pero libertad. Bajo la retícula del plan ordenador de Manhattan, surgen infinidad de posibilidades de intervenciones arquitectónicas que con sustituyen el principal atractivo de la ciudad.
Uno de los elementos más singulares de la Ciudad Genérica, son los aeropuertos. Infraestructuras increíblemente flexibles, con la posibilidad de expandirse en caso de quedarse pequeños, y que constituyen la principal puerta de la ciudad. Como ya citamos a Ulrich Beck: “lo más importante de los muros de la ciudad siempre fueron las puertas…” Una puerta cargada de responsabilidad, por cuanto el aeropuerto es la estructura que confiere la primera ráfaga de identidad local. Un aeropuerto siempre está lleno de todo tipo de productos que conciernen a la ciudad, incluso de productos que sería muy difícil o imposible hallar en la misma ciudad.
La esencia de la Ciudad Genérica reside “en su rechazo a lo que no funciona”. En la Ciudad Genérica, “el rascacielos aparenta ser la tipología final y definitiva”. Para ella, el alojamiento no es ningún problema, se
resuelve mediante torres o edificaciones de manzanas cerradas; o bien, con una capa de chabolas.
El planeamiento urbano ahora no tiene sentido, la Ciudad Genérica surge espontáneamente, está sometida constantemente a la sorpresa, a la incertidumbre y la confusión. “Como si reiteradamente varios gérmenes, o legiones de semillas, cayeran al suelo arbitrariamente igual que en la naturaleza, arraigan –explotando la fertilidad natural del terreno- y ahora formasen un conjunto: un gen arbitrario que a veces produce sorprendentes resultados.” Es por ello, que su comprensión se complejiza, haciendo que los conceptos arquitectónicos y urbanísticos tengan que ser revisados o incluso crear otros nuevos ante el desconcierto que genera. En su visita a Lagos (África), Koolhaas parece no comprender el funcionamiento de la ciudad en las primeras visitas. Un aparente caos reinaba toda la ciudad, sin dejar entrever las estructuras que la sustentaban. Sin embargo, con una mirada más detenida, Koolhaas llega a comprenderla. Entiende que tras ese caos, existe una complejísima organización socioeconómica y urbana que ‘ordena’ de alguna forma el funcionamiento de Lagos; una ciudad hecha de flujos e intensos nodos de diversas actividades. En el cruce de dos autopistas surgen, por ejemplo, relaciones comerciales espontáneas. “La Ciudad Genérica simplemente disfruta de los beneficios de sus invenciones: muelles, puentes, túneles, autopistas... (…) En vez de una red y un organismo, la nueva infraestructura crea enclaves y callejones sin salida. (…) No es sino un arma estratégica, una predicción”. “Funciona, eso es todo.”.
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La Ciudad Genérica es la apoteosis de la tábula rasa. Allí donde no había nada, surge la Ciudad Genérica. “Si había algo, ahora lo han reemplazado.” La imagen viva es Singapur, que ha conseguido posicionarse casi como ideología urbana, preparada para ser copiada por toda Asia.
Koolhaas también habla de su gente, sus habitantes: “la gente no solo es más atractiva que sus semejantes, sino que se supone que tienen aún mejor temperamento, menos obsesionada con el trabajo, menos hostil, más amable. En otras palabras, es la prueba de que hay una conexiónentre arquitectura y comportamiento, que la ciudad puede hacer mejores personas incluso aravés de métodos sin identificar”
La Ciudad Genérica se presenta como collage: “es una Merz-city”. Constituye en sí una repetición de continua variedad, por lo que es potencialmente estimulante.
Una ciudad sin8 centro, sin culpabilidad, sin responsabilidad. Una ciudad –por fin- desprovista de la carga que atesora el centro, su manutención, etc. “Más que nunca, la ciudad es todo lo que tenemos” (¿Qué fue del urbanismo?, Rem Koolhaas).
12 La Ciudad Genérica. S, M, L, XL. KOOLHAAS, Rem. US, 1994.
13 Fotograma de la película Blade Runner. Ridley Scott. 1982.
14 Merzbau, de Kutz Schwitter. 1933.
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GLOSARIO
ACTITUD BLASÉ: actitud que adopta el individuo de indiferencia o pasotismo, ante una
ingente cantidad de estímulos proporcionados por la gran ciudad. La visión del
individuo se unifica: no sobresale nada, todo se ve en un mismo plano.
ALIENACIÓN: es el fenómeno de suprimir la personalidad, desposeer al individuo de
su personalidad o deshacer la personalidad del individuo, controlando y anulando su
libre albedrío, para hacer a la persona dependiente de lo dictado por otra persona u
organización. El alienado permanece dentro de sí, ensimismado por su desorientación
social. Es un proceso que puede ser autoinducido.
CIUDAD Y NO-CIUDAD: definidos en el segundo punto.
DELTA DEL RÍO PERLA: El Delta del Río Perla (DRP) es el área de la provincia sureña
de Guangdong formada por los municipios de Guangzhou, Dongguan, Jiangmen, Zhuhai,
Foshan, Shenzhen, Zhongshan y las zonas urbanas de Huizhou y Zhaoqing. Ha sido la
economía más dinámica del mundo durante los últimos 25 años. Una economía cada
vez más integrada, pujante y completa que está enriqueciendo a la población china.
En segundo lugar, por la desaparición de organizaciones territoriales estables y
equilibradas tales como las que fueron las ensayadas por los pioneros del urbanismo
moderno. Metápolis se constituye como sistema polarizado de metrópolis globales
interconectadas gracias a la proliferación de medios de transporte de alta velocidad.
Las consecuencias de esta aceleración son profundas: La aparición del llamado "efecto
túnel" entre nodos significa el fin del fenómeno de la transversalidad que a lo largo de
la historia ha servido de base a la organización "natural" del territorio.
ESENCIA: lo que subyace bajo lo aparente. Es lo que se muestra tras un estudio en
profundidad de la ciudad. Aparece la organización, el planeamiento invisible a priori.
FLÂNEUR: es el viandante baudelerairiano, el habitante que vive la calle desde la
contemplación de los acontecimientos que en ella tienen lugar.
FLUJO: hace referencia a un concepto ligado a la moción, según establece Ignasi Solá
Morales, en Presente y Futuros. La arquitectura de las ciudades. Moción, como
despliegue temporal. Directamente, acción y efecto de fluir: dicho de un líquido o gas:
correr. En nuestro caso, se refiere a una cualidad intrínseca de la no-ciudad, de las
infraestructuras relacionales, de los espacios libres. “La yuxtaposición de una
multiplicidad de flujos, es la primera constatación de que la realidad en la que vivimos
está formada por mallas que acumulan interconexiones ante las cuales la idea del
simple conducto o vía es reductora e insuficiente. La producción artística que
Teoría de la Arquitectura Manuel Martín Carrasco
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experimenta el Fluxus pone el acento en la interconexión y el cruce como los lugares en
los que se producen los acontecimientos de la máxima densidad estética.”
GLOBALIZACIÓN: Es una teoría entre cuyos fines se encuentra la interpretación de los
eventos que actualmente tienen lugar en los campos del desarrollo, la economía
mundial, los escenarios sociales y las influencias culturales y políticas. La globalización
es un conjunto de propuestas teóricas que subrayan especialmente dos grandes
tendencias: por un lado los sistemas de comunicación social; y por otro, las condiciones
económicas, especialmente aquellas relacionadas con la movilidad de los recursos
financieros y comerciales. Un término difícil de definir pero que, en cualquier caso, está
determinado por dos variables: una que se refiere a la globalización de carácter
financiero que ha tenido lugar en el mundo al calor de dos fenómenos: los avances
tecnológicos y la apertura de los mercados capitales. La otra globalización se trata de
las transacciones de bienes y servicios que se realizan a nivel mundial.
IDENTIDAD: es la relación que cada entidad mantiene sólo consigo mismo/a. La
identidad propiamente se refiere a la identidad numérica, como distinta de la similitud
exacta o identidad cualitativa. Dos entidades son cualitativamente idénticas cuando son
exactamente similares, es decir cuando comparten todas sus cualidades. En cambio, la
identidad numérica se da cuando no hay propiamente dos entidades, sino una sola que
quizás lleva dos nombres. Por ejemplo, en el caso de Superman y Clark Kent. De
acuerdo con el principio de identidad de los indiscernibles, dos entidades no pueden
compartir todas sus cualidades y ser sin embargo numéricamente distintas. En nuestro
caso, se trata de la identidad relativa a la ciudad: aquello que la define, que hace que se
reconozca entre las demás, lo singular, lo particular, lo característico.
IMAGEN: una imagen es una representación de la apariencia de un objeto real que
remite al sujeto a una idea. Aunque el término suele entenderse como sinónimo de
representación visual, también se aplica como extensión para otros tipos
de percepción, como imágenes auditivas, olfativas, táctiles, sinestésicas, etcétera. Las
imágenes que la persona vive interiormente son denominadas imágenes mentales,
mientras que se designan como imágenes creadas (o bien como imágenes
reproducidas, según el caso) las que representan visualmente un objeto mediante
técnicas diferentes: diseño, pintura, fotografía, vídeo, etc.
INFRAESTRUCTURA: Conjunto de elementos o servicios que se consideran necesarios
para la creación y funcionamiento de una organización cualquiera. En el ensayo, se
entiende que no corresponde a la significación tradicional adosada a este término, sino
que se remite a una nueva funcionalidad dentro de la ciudad, que conecta puntos clave,
y dota de sentido la no-ciudad en su conjunto.
LUGAR Y NO-LUGAR: definidos en el primer punto.
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METÁPOLIS: nombra aquellos fenómenos urbanos que, sobrepasando la escala
metropolitana, se desligan de cualquier soporte territorial para basarse en redes de
interconexión compuestas por transportes visibles y medios de comunicación
invisibles. Bajo la denominación de metápolis, adquieren atributos urbanos todos
aquellos espacios que, perteneciendo a la ciudad o no, cumplen la condición de tributar
sus recursos, fuerzas de trabajo y hábitat a la metrópolis garantizando su
funcionamiento cotidiano. Careciendo de sustrato físico, y como consecuencia del
protagonismo absoluto que en ella cobran el flujo y la movilidad, la forma de metápolis
difiere radicalmente de la que conocíamos a la metrópolis. En primer lugar, por la
ausencia de contigüidad entre los fragmentos que la componen; que hace de ella un
palimpsesto de ciudades lejanas, áreas productivas remotas, y exóticos resorts de ocio
convertidos en centros de decisión: Espacios profundamente heterogéneos,
organizados según un criterio de máxima eficiencia que determina que la fluidez en las
transiciones cobre la misma importancia que la nitidez de las piezas.
METRÓPOLIS: (del griego antiguo μητρόπολισ, mētropolis, que se traduce como ciudad
principal (de una colonia)) es el término que se utilizaba en la Grecia antigua para las
ciudades a partir de las cuales se crearía más tarde una colonia. Las metrópolis tenían
una influencia política decisiva en las colonias y eran igualmente los centros religiosos,
económicos, culturales y sociales de la región.
MUTACIÓN: en el texto podemos relacionar mutación directamente con
transformación. En genética, es una alteración o cambio en la información genética.
Esto es, en arquitectura, una alteración o cambio en la información arquitectónica. O
dicho de otro modo, las mutaciones son los cambios que suceden en una realidad bajo
la óptica de la arquitectura y el urbanismo, y que son el centro de estudio en este texto.
En especial, las mutaciones que se dan en el DRP.
NODO: hace referencia a las intersecciones, reales o virtuales, que surgen entre las
diferentes redes que componen los estratos de la ciudad (no-ciudad). Cruce de flujos.
PALIMPSESTO: (del griego antiguo "παλίμψηςτον", que significa "grabado
nuevamente") al manuscrito que todavía conserva huellas de otra escritura anterior en
la misma superficie, pero borrada expresamente para dar lugar a la que ahora existe.
En arquitectura, refleja el plano horadado por las marcas y vestigios de un hacer
anterior al nuestro-contemporáneo.
PATRIMONIO: es la herencia cultural propia del pasado de una comunidad, con la que
ésta vive en la actualidad y que transmite a las generaciones presentes y futuras. La
UNESCO definió que se entiende por patrimonio cultural inmaterial los usos,
representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos,
objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades,
los grupos y, en algunos casos, los individuos reconozcan como parte integrante de su
Teoría de la Arquitectura Manuel Martín Carrasco
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patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de
generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos
en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles
un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto
de la diversidad cultural y la creatividad humana.
QUÍDAM: significa ‘transeúnte anónimo’ en latín. En nuestro caso, encarna al
caminante, al pasajero, al transeúnte, al transitante, que existe en tanto que camina,
pasa, transita.
TÁBULA RASA: es una locución latina que significa "tabla rasa" (es decir, una tablilla
sin inscribir) y que se aplica a algo que está exento de cuestiones o asuntos anteriores.
Esto es, comenzar algo desde su gestación, inventar, crear desde el principio. En el
Movimiento Moderno, hubo una pretensión de ‘hacer tábula rasa’. Arquitectos como Le
Corbusier creían en la verdad de poder crear una nueva realidad urbana, un nuevo
paisaje, una nueva arquitectura, una nueva cultura e incluso un nuevo hombre. Ahora,
en este texto, Rem Koolhaas se refiere al concepto bajo la idea de que las ciudades
surgen apenas sin historia: la ciudad genérica. También se usa el término para referirse
a una acción de intervención relacionada con el Ying y el Yang: montañas dinamitadas
cuya tierra termina en el mar (Singapur).
TECNÓPOLIS: La razón de ser de las Tecnópolis es el aprovechamiento de las sinergias
que genera la cercanía física de empresas de alta tecnología, y el contacto de éstas (en
su mayor parte orientadas hacia el mundo del conocimiento) con centros
universitarios y de investigación de primer nivel. Es por ello que se entiende que en la
génesis de una Tecnópolis han de existir tres partners: los empresarios, el gobierno
(que normalmente actúa como promotor) y el mundo académico (cuya función es la
formación de los profesionales altamente cualificados que reclaman estas compañías).
Está demostrado que la cercanía geográfica acrecienta los rendimientos productivos de
este tipo de empresas, entre otras cosas porque genera una cultura de valores comunes
entre empresarios, políticos locales y ciudadanos. De hecho, en las ciudades donde
existen, las Tecnópolis suelen percibirse como un objetivo común y prioritario. Su
creación supone uno de los mayores esfuerzos que suelen hacer las ciudades
contemporáneas para promocionarse internacionalmente y atraer inversiones, ya que
su éxito puede suponer un importante salto en competitividad global para toda la
región urbana. Las Tecnópolis exigen una alta calidad urbanística, tanto por la
necesidad de contar con un espacio urbano atractivo, como por la necesidad de la
dotarse de servicios (restaurantes, auditorios, hoteles…) y, muy especialmente, de
infraestructuras de telecomunicaciones de primer nivel.
TERRAIN VAGUE: lugares amnésicos a los que la ciudad no ha llegado y que encarnan
bien una representación física inmejorable del vacío como absoluta disponibilidad.
Teoría de la Arquitectura Manuel Martín Carrasco
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(Ulrich Beck). Significa “terreno baldío” en español. “Por una parte ‘vague’ en el sentido
de vacante, vacío, libre de actividad, improductivo, en muchos casos obsoleto. Por otra
parte ‘vague’ en el setndio de impreciso, indefinido, vago, sin límites determinados, sin
un horizonte de futuro. (…) Áreas abandonadas por la industria, por los ferrocarriles,
por los puertos; áreas abandonadas como consecuencia de la violencia, el receso de la
actividad residencial o comercial, el deterioro de lo edificado; espacios residuales en
los márgenes de los ríos, vertederos, canteras; áreas infrautilizadas por inaccesibles
entre autopistas, al margen de operaciones inmobiliarias cerradas sobre sí mismas, de
acceso restringido por teóricas razones de seguridad y protección.” (Ignasi Solá-
Morales)
Una posición intermedia, que históricamente pudo ser la clave para la prosperidad de
las ciudades medias y menores, se convierte, a través de la metapolización, en una
desventaja insalvable que provoca el éxodo de población, actividades económicas y
riquezas hacia las grandes ciudades. Para metápolis, entre dos paradas de tren de alta
velocidad, entre dos aeropuertos, no existe nada, tan sólo paisajes con sabor a frutos
secos y gin tonic, contemplados por miradas perdidas e indiferentes que se asoman por
ventanillas herméticas, preguntándose cuánto falta por llegar.
Teoría de la Arquitectura Manuel Martín Carrasco
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BIBLIOGRAFÍA
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Bigness o el problema de la gran dimensión, Reproducido en S, M, L, XL. 1994. The Monacelli Press, 1996.
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Crisis y Reinvención de la Ciudad Contemporánea: La ciudad del riesgo. Arquitectura en la modernidad reflexiva. Revista Archipiélago n. 62, 2004.
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MASSAD, Fredy; YESTE, Alicia G.
Notas sobre ciudades (mutantes)
Teoría de la Arquitectura Manuel Martín Carrasco
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RESUMEN DEBATE TEMÁTICO: CIUDAD, URBANISMO.
Tiene lugar la sesión de debate en clase acerca del tema Ciudad, Urbanismo. Con la
intervención de los diferentes compañeros y el profesor, se formaliza un discurso entorno a la
problemática de la ciudad hoy en día. Se critica el ansia de poder, ligado a la Industria, que se
ejerce en el Movimiento Moderno, el cual fomenta a toda costa el crecimiento y la
concentración. En este momento, la Arquitectura era la representante del poder. Donde estaba
el poder, estaba la Arquitectura. Por lo tanto, estaba localizable.
Se trata el tema de la dispersión de la ciudad, “la ciudad no se sabe dónde está”. La
ciudad se ha expandido, se ha convertido todo en lo mismo, en territorio. Se aborda toda la
problemática social que conllevan los nuevos cambios urbanos: la actitud blasé, la alienación, el
refugio del transeúnte, etc.
Se concreta un visionado histórico acerca de la Ciudad, comparando el
urbanismo utópico del siglo XIX, en busca de una ciudad ideal, con sus diversas formalizaciones
en la práctica; con el urbanismo actual, basado en la realidad, la práctica, y representados por
la figura del arquitecto norteamericano, al que Rem Koolhaas especialmente admira.
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Estabas a mi lado y más próxima a mí que mis sentidos.
Hablabas desde dentro del amor, armada de su luz.
Nunca palabras de amor más puras respirara.
Estaba tu cabeza suavemente inclinada hacia mí.
Tu largo pelo y tu alegre cintura.
Hablabas desde el centro del amor, armada de su luz,
en una tarde gris de cualquier día.
Memoria de tu voz y de tu cuerpo mi juventud y mis palabras sean y esta imagen de ti me sobreviva
(Esta imagen de ti. JOSÉ ÁNGEL VALENTE)
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Siempre la mirada del poeta, profunda y
mística, sobrevuela planos que a veces
pasan desapercibido. Aquí Valente parece
estar casi describiendo la imagen en forma
de versos. Aunque en el poema Valente
hable de amor, y quizá la imagen no haga
honor a ese amor del que el poeta habla, se
acerca bastante a la singularidad que la
imagen posee en cuanto a los bosquejos
descriptivos que traza: “Estaba tu cabeza
suavemente / inclinada hacia mí. / Tu largo
pelo / y tu alegre cintura.” Y más aún gana
fuerza en su comienzo, cuando Valente
parece intuir el sentido completo de la
imagen. O probablemente sea la imagen la
que comprenda el sentido de la poesía de
Valente, por cuestión de fechas. “Estabas a
mi lado / y más próxima a mí que mis
sentidos”. Aquí el poeta lanza un dardo que
apunta directo a la diana, sin saber muy
bien si llega o no. Habla de unos sentidos
que están en otra parte, una mente que no
se halla donde su cuerpo: la mente del
anciano de la foto, que podría tratarse de la
voz de la mente de José Ángel Valente. Una
mente que se somorguja en la memoria y el
recuerdo de una imagen imborrable, que
busca una luz que en ella no encuentra. Que
está, por tanto, vacía.
La imagen comentada se trata de un
fotograma de una película, que luego
comentaremos, para no interferir en el
sentido primero de la imagen.
Se presenta con un formato apaisado,
horizontal. Se trata de un fotograma, por
tanto se muestra con un formato
convencional: rectangular apaisado.
Vemos un esquema compositivo de la
imagen, que muestra en negro y más grueso
los elementos fundamentales que
estructuran la imagen, y en gris otros
elementos que –aún no terminando de
componer la imagen– la dotan de sentido.
Los elementos fundamentales, como
podemos ver, son el muro horizontal y las
dos torres de edificios verticales. Son dos
elementos que, en este caso, marcan dos
ejes: horizontal y vertical. El muro barre
toda la imagen de izquierda a derecha,
componiendo así el eje horizontal que,
además, delimita dos realidades. Por otra
parte, los dos edificios marcan el eje vertical
de la imagen, apareciendo tras el muro y
terminando en incógnita. No se sabe cómo
de altos son, aunque si fijamos la mirada en
la parte derecha, vemos un edificio
terminado, y parece responder a la misma
tipología de torre, por lo que podemos
intuir la altura de estas dos que marcan el
centro compositivo de la imagen.
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Los elementos que hemos considerado
secundarios (no por ser menos importantes,
sino porque los primeros revelan una
estructura) son dos bancos, que dan asiento
a dos personas; una farola, que parece
querer competir en altura con los bloques;
un carrito y una papelera, cada uno a la
derecha de cada banco, haciendo
corresponder cada elemento con la persona
que se encuentra ahí sentada. Todo ello, en
conjunto, conforma una imagen que luego
se ve enriquecida por multitud de texturas
y colores. Una gama de colores pardos y
grisáceos, que hablan de una condición
taciturna, casi melancólica. Un escenario
bañado de sombras, con apenas dos reflejos
de luz en algunos edificios. El cielo se ve
nebuloso, no muy despejado, lo cual
confiere un ambiente gris, propicio para la
reflexión existencialista que se da en ese
instante de la película. Las sombras parecen
indicar que a las espaldas de la posición del
cámara podrían existir más edificios, que
arrojan sombra sobre los que se nos
permite ver. En tal caso, se trataría de un
recinto delimitado en su perímetro por
edificios, por vida urbana, que atosiga el
pequeño vacío que se presenta como
parque.
Ciñéndonos a la imagen, podemos ver
dos personas sentadas cada una en bancos
(aparentemente de madera) separados que,
a su vez, están apartadas de la sociedad
urbana, que parece tener lugar más allá del
muro que los aísla. Un muro en apariencia
de hormigón, con una textura sobria, plana,
y un color grisáceo que separa dos
realidades: tanto en el plano de la fotografía,
como en el plano del suelo. En el plano de la
fotografía, separa lo bajo y lo alto. Arriba
está el cielo y los edificios altos, que
representan la vida urbana, la sociedad de
las grandes ciudades, la élite globalizada. Se
trata de una escena rodada en un barrio de
Tokio; muestra pues esa sociedad frenética,
con la necesidad de explotar el suelo
utilizando el rascacielos como tipología que
crece en vertical. Una sociedad que parece
mostrarse (con su tamaño) fuerte,
imperante, fría y amenazadora. Por otro
lado, en lo bajo se encuentran las dos
personas, el vacío urbano que existe y que
está ocupado por un modesto parque verde,
del que solo podemos ver una parte que
contiene dos bancos, una farola y una
papelera. Ese vacío urbano, como reflejo
vivo del no-lugar, el non-site de Robert
Smithson, el terrain vague de Solá-Morales.
Como dijimos antes, también separa estas
dos realidades en un plano del suelo, del
suelo de la imagen. Si pudiéramos
contemplar la vista desde arriba, el muro
distingue por un lado la urbe y por otro el
parque con las dos personas en él. Los altos
edificios, que revelan una construcción
racional de hormigón con huecos simples,
todos rectangulares y exactamente iguales,
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parecen alojar viviendas en un principio,
aunque bien podrían tratarse de oficinas, o
usos mixtos. El hecho es que supuestamente
alojan personas. Debe haber mucha gente
dentro en ciertos momentos del día. Si los
edificios contuvieran gente, estas dos
personas estarían rodeadas de gente, a la
vez que solas. Aún así, no vemos a nadie.
Cabría la posibilidad de que estuvieran
vacíos. Hay en la imagen un juego constante
de llenos y vacíos, o de cosas que –a pesar
de tener forma y alojar espacio en su
interior– no contienen nada. Nadie asegura
que la papelera esté llena, ni que los
edificios contengan gente. Ni siquiera que
esas dos personas sean personas “llenas”.
Dos personas separadas pero que
parecen mantener actitud de acercamiento:
es una imagen en tensión. “Estaba tu cabeza
suavemente inclinada hacia mí”, dice
Valente. Así se muestra la chica, además de
mostrar una postura que expresa un
movimiento de inclinación hacia la
izquierda, hacia la posición del anciano. Éste
se muestra en actitud descansada, con el
brazo reposando sobre el banco, y mirando
a no sé sabe dónde: a los edificios quizás, a
aquella sociedad que se intuye tras el muro.
Si bien es verdad que tiene la cabeza
ligeramente girada hacia la posición de la
chica, lo cual manifiesta una posible
conversación, una actitud de relación. A la
izquierda del anciano, se encuentra la
farola, que está apagada, aunque en cuanto
caiga la noche se encenderá y arrojará luz
sobre los objetos y cuerpos allí presentes. O
no. Puede interpretarse como símbolo de
conocimiento, incluso de experiencia; de
esta manera acompaña a la figura del
anciano. A la derecha de éste, junto al banco,
hay una especie de carrito donde se supone
que el personaje guarda sus enseres. Incluso
podemos intuir un paraguas atado al carro.
En el otro lado, a la derecha del banco de la
chica se encuentra la papelera. Hace
corresponder cada elemento a cada
individuo. En un principio, mirando la
imagen, quizás no entenderíamos por qué,
pero se comprende con el significado
completo de la película.
Hemos hablado ya de diferentes vistas.
Cómo vemos nosotros la imagen, más bien
cómo percibo personalmente la imagen,
desde mi experiencia y desde la postura de
alguien que ha visto y comprendido la
película a la que pertenece. Cómo se ven los
elementos entre sí, y qué relaciones existen
entre ellos. Incluso hemos esbozado la
relación que establecen esos elementos con
el espectador: las impresiones que causan,
los significados que arrojan, la carga
simbólica que poseen. Vamos a hablar ahora
del cámara, el ojo que busca y determina el
plano. Aunque en este caso se ve interferida
por una intervención personal, pues he
hecho una selección de un fotograma
Teoría de la Arquitectura Manuel Martín Carrasco
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concreto a voluntad propia, lo cual ya está
arrojando interpretaciones sobre la imagen.
Se busca estructurar la imagen en los ejes
que ya hemos explicado, determinar la
composición de elementos llenos y vacíos.
Busca también el juego que ofrecen los
colores pardos, pálidos y las texturas
suaves, adormecidas. Busca alterar los
sentidos de un vistazo (coup d’œil) y crear
una sensación que se debate entre la
melancolía primera y una especie de
‘desasosiego’ o ‘desesperación’ que surge en
una mirada más detenida (regard).
Como hemos dicho se trata de un
fotograma de una película: Air Doll. Rodada
en 2009 y dirigida por el japonés Hirokazu
Kore-eda, autor de otras cintas como After
Life, Nadie Sabe ó Still Walking. Está basada
en un manga: The Pneumatic Figure of a
Girl de Gouda Yoshiee. En resumen, narra la
historia de una muñeca hinchable (Nozomi)
que vive en un barrio de Tokio y satisface
las necesidades sexuales y de compañía de
un hombre, su ‘amo’. De repente, un día la
muñeca cobra vida y empieza a descubrir el
mundo por sí misma, asombrándose con
cada pequeño detalle que percibe. La
película transcurre desde la óptica de la
muñeca, de manera que se constituye en
fábula sobre la soledad del ser humano, más
acuciada en los grandes centros urbanos. La
mirada de Nozomi se posa en un elenco de
personajes secundarios, cada uno con su
propia historia: su propio amo, Hideo,
divorciado, sin amigos y humillado en el
trabajo, que ve su muñeca como la sustituta
de sus relaciones personales y sexuales;
Junichi, que se culpa de la muerte de su
novia en un accidente de moto y busca en
Nozomi la posibilidad de redención, aunque
sea por unos momentos; un anciano
enfermo que vive solo y pasa el tiempo en
los parques, recordando los días en que fue
maestro (el que aparece en la imagen); una
mujer con pánico a envejecer y perder su
belleza; una chica, vecina de Hideo con
problemas de bulimia y depresión, una niña
pequeña sin madre cuyo padre se esfuerza
por criar, etc. Todos estos personajes
ofrecen una visión de Tokyo como una
gigantesca máquina que procesa a sus
habitantes del mismo modo que ellos
procesan sus cosas, hasta que al final sólo
son residuos, reciclables o no reciclables.
En este instante de la película, el anciano
conversa con Nazomi y le habla de la
“efímera”, un insecto que vive básicamente
para reproducirse. Tiene una vida de horas
o días, a lo sumo. Y los compara con los
humanos. “-Hoy en día, todo el mundo está
vacío… -Sí, sobre todo las personas que viven
en ciudades como esta. No eres la única.”
Minutos después de la conversación, se
narra un poema que constituye el centro del
filme y nos hace comprender también el
sentido de la imagen.
Teoría de la Arquitectura Manuel Martín Carrasco
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Al parecer,
la vida está construida de tal forma,
que nadie puede llenarla solo,
a las flores
no les basta con tener pistilos y estambres,
y un insecto,
o la brisa,
deben introducir el pistilo en el estambre.
La vida es igual,
contiene su propio vacío,
que sólo otro puede llenar.
Al parecer,
el mundo es la suma de esos otros;
y sin embargo no sabemos,
ni nos dicen,
que nos complementamos mutuamente.
Vivimos de forma desperdigada,
ignorándonos unos a otros.
A veces
nos permitimos encontrar desagradable
la presencia del otro.
Un tábano,
bañado de luz,
se acerca volando a una pequeña flor.
Yo también he podido serlo,
sin saberlo,
el tábano de alguien.
Quizás tú también
has sido alguna vez
mi brisa.
Encontramos en Air Doll, por tanto, una
crítica a la patológica des-socialización del
individuo en la gran ciudad. La alienación
que sufren las personas que deambulan por
sus calles con actitud blasé, casi como si se
tratase de muertos. Todo ello mediante una
potente carga simbólica: la vida vacía de
cada uno de los personajes, el hecho de que
Nazomi sea una muñeca (vacía, llena de
aire), los elementos que encontramos en la
imagen: grandes vacíos definidos por
formas rotundas y puntuales (los edificios,
la papelera…), el muro que delimita
diferentes mundos, la distancia que surge
entre los personajes, los colores, las
texturas…
«Nada, realmente nada, pero sucede que
nada más nada no da nada sino que a veces
da un poquito de algo, lo que se dice una
nada que como todos saben ya no quiere
decir una pura nada sino un cachito de
cualquier cosa, ...»
(Libro de Manuel. JULIO CORTÁZAR)
«Y después de hacer todo lo que hacen, se
levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman,
se peinan, se visten, y así progresivamente
van volviendo a ser lo que no son. »
(Amor 77. JULIO CORTÁZAR)