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LA CUENTISTICA DE FABIAN DOBLES En los relatos de Fabián Dobles encontramos variedad de temas enmarcados en variedad de am- bientes: la ciudad, la pequeña ciudad, el campo, la costa y la montaña, De esos diferentes espacios sobresalen dos por su funcionalidad dentro de los relatos: el de la región Atlántica y el del agro. El primero se desta- ca por el cuadro desolador a través del cual se le presenta constantemente. "Una vivienda levantada a golpe de mil trabajos sobre un pequeño promontorio de esa tierra calurosa y húmeda, y unas cuantas manzanas cultivadas de cacao; mas qué cacao: paliducho, pequeño, cu- biertos sus tallos de una lana pertinaz y agobiadora, no parecia augurar muy bue- na producción: Una parcela sembrada de maíz y algunas cabezas de ganado en su dehesa de pasto natural completaban sus fuentes productivas. Le servían de peo- nes, por supuesto mal pagados, dos fami- lias de negros, habitantes de míseras za- hurdas que habían quedado allí del tiem- po de la Compañía Bananera" p. 80-8l. "La mujer negra del río"? "Gentes de la zona Atlántica del país, re- gión de lluvia y cieno, tierra del bananal Licda. Marla Amoretti ya en decadencia, del mísero cacao, y la piel morena de los hombres de origen afri- cano. Sí, tierra del hombre abandonado a sus fuerzas desoladas, hijo de la gran com- pañía extranjera que había pasado como una insensible máquina cosechadora lle- vándose la crema del suelo fértil en millo- nesde racimos de bananos ... " p. 59 "La vela del Lagarto" El campo, centro de la explotación del jorna- lero hecha por el patrón, también se convierte en un escenario de miseria y oscuridad: "Tierra negra, dadivosa. Vida pardusca, mala. Verde oscuro en' el cafetal, y tam- bién en los corazones. Se ve tan poca ale- gría en nuestras gentes jornaleras de la meseta. La alegría sin duda alguna, se nu- tre en el color de la sangre. Y el color de las venas de los niños del cafetal no es' bastante carmesí, no señor. Por eso, cuan- do esos hombres cogen una guitarra, no cantan; se lamentan. Y su lamento no tie- ne ni siquiera brillantez, porque es monó- tono y tristemente cadencioso". p.69 "Despedida del viejo Beltrán". En los otros casos, aquellos en que el proble- 39

LA CUENTISTICA DE FABIAN DOBLES · 2017-04-23 · LA CUENTISTICA DE FABIAN DOBLES En los relatos de Fabián Dobles encontramos ... cuento no sólo se deja de pagar la deuda, ... sión

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LA CUENTISTICA DE FABIAN DOBLES

En los relatos de Fabián Dobles encontramosvariedad de temas enmarcados en variedad de am-bientes: la ciudad, la pequeña ciudad, el campo, lacosta y la montaña,

De esos diferentes espacios sobresalen dos porsu funcionalidad dentro de los relatos: el de laregión Atlántica y el del agro. El primero se desta-ca por el cuadro desolador a través del cual se lepresenta constantemente.

"Una vivienda levantada a golpe de miltrabajos sobre un pequeño promontoriode esa tierra calurosa y húmeda, y unascuantas manzanas cultivadas de cacao;mas qué cacao: paliducho, pequeño, cu-biertos sus tallos de una lana pertinaz yagobiadora, no parecia augurar muy bue-na producción: Una parcela sembrada demaíz y algunas cabezas de ganado en sudehesa de pasto natural completaban susfuentes productivas. Le servían de peo-nes, por supuesto mal pagados, dos fami-lias de negros, habitantes de míseras za-hurdas que habían quedado allí del tiem-po de la Compañía Bananera" p. 80-8l."La mujer negra del río"?

"Gentes de la zona Atlántica del país, re-gión de lluvia y cieno, tierra del bananal

Licda. Marla Amoretti

ya en decadencia, del mísero cacao, y lapiel morena de los hombres de origen afri-cano. Sí, tierra del hombre abandonado asus fuerzas desoladas, hijo de la gran com-pañía extranjera que había pasado comouna insensible máquina cosechadora lle-vándose la crema del suelo fértil en millo-nesde racimos de bananos ... " p. 59

"La vela del Lagarto"

El campo, centro de la explotación del jorna-lero hecha por el patrón, también se convierte enun escenario de miseria y oscuridad:

"Tierra negra, dadivosa. Vida pardusca,mala. Verde oscuro en' el cafetal, y tam-bién en los corazones. Se ve tan poca ale-gría en nuestras gentes jornaleras de lameseta. La alegría sin duda alguna, se nu-tre en el color de la sangre. Y el color delas venas de los niños del cafetal no es'bastante carmesí, no señor. Por eso, cuan-do esos hombres cogen una guitarra, nocantan; se lamentan. Y su lamento no tie-ne ni siquiera brillantez, porque es monó-tono y tristemente cadencioso".

p.69 "Despedida del viejo Beltrán".

En los otros casos, aquellos en que el proble-

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ma social está ausente, el paisaje adquiere su matizde simple pintoresquismo

"En el extenso valle, abajo, las luces de laciudad titilaban, miríadas de ranitas

croando en laguna de sombras. Aquí yallá, parchones de puntos fulgurantesunos más débiles, otros más fuertes; todosindicando la posición de pueblos en lameseta, como si puñados de estrellas sehubiesen caído de las constelaciones. "

P.3 "El targuá"

"Así era Heredia por aquella época, ha yamuchos años: un vallado de Dios y detranquilidad adormilada en las sombras".

P.38. "Hidalguía en la penumbra".

Dentro de estos ambientes hay ciertos temas,ciertas situaciones humanas, ciertos sentimientos yalgunos caracteres psicológicos que se reiteran. Es-te fenómeno lo podemos observar en el siguienteesquema:

y caracteres ~ 'O:; ,~ ~ e -ea. c: '" " "o -o c: N 'O

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E s:

Q. "OBRAS

Situaciones temas

I::LJASPE

EL TARGUA

LA RESCOLDERA:

De todos los temas se destacan dos por sucarácter reiterativo la amistad y la opresión. Talesvalores se enfrentan generalmente con las siguientesincompatibilidades:

Amistad(o lealtad)Amistad(o lealtad)Amistad( o letaltad)Amistad(o lealtad)'Opresión

/ soledad

/ Infidelidad

/ honor

/ ingratitud

/ deseo de libertad

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• I

Del enfrentamiento de estos dos últimos valo-res resultan dos posiciones diferentes:

Opresión / deseo de libertad ---- luchaOpresión / deseo de libertad ---- resig-nación

En cuanto a los personajes movidos por estosvalores, podríamos afirmar que predominan losmasculinos; las figuras femeninas son escasas. Engeneral, se trata de!personajes del pueblo: campesi-nos, linieros, jornaleros, bandoleros, va-gabundos, andarines, contrabandistas, empleados

de oficina, etc. Esta gente del pueblo representa ensu mayoría, caracteres positivos y cuenta con lasimpatía (siempre obvia y explícita) del narrador:

Quienes se presentan como obstaculizadores,como degradado res son:

a- Quienes ostentan el poder económico (elhombre que paga en "Defensa propia" ola Compañía Bananéra en "El jaspe") ycon el dinero toman vidas humanas ycompran justicia.

b- Quienes constituyen la autoridad ( la poli-cía de bananos en "El jaspe"; el resguardoen "La rescoldera" o el hermano mayoren "El targuá").

c- Quienes ostentan niveles sociales superio-res (e) patrón -en "Despedida del viejo Bel-trán" o la cantante en "Querida azuce-na").

d- La naturaleza. En ciertos cuentos el paisa-je es un elemento vital: tiene voluntad,tiene alma, luego, es humano. Obsérveseen las siguientes notas el dinamismo delos elementos que forman el paisaje:

"Como un puñetazo, súbita, llega la llu-via. Caen las siete horas. El agua da sobrelos árboles y el lomo de la calle con insis-tencia de pesadilla. Uno detrás de otro losrelámpagos asoman, y el rayo truena. Cre-ce el lodo en el camino y por sus cangilo-nes serpentea el brazo del aguacero ".

P. 54. La rescoldera

"En abril, cuando el sol trillabalos cami-nos del polvo y los campos de cultivo consu más implacable furia en aquel año som-brío ... "

P. 70. La rescoldera

"En el río Reventazón, siempre volunta-rioso y traicionero como ha sido, echó unbrazo alrededor de la tierra ande vivía, yle convirtió en isla su cerco".

P .85. La rescoldera

Los elementos del paisaje en las citas anterio-res se mueven, tienen alma (nótese la expresividad

y movilidad de los verbos subrayados). Así el pai-saje se convierte en dramatispersonae, Junto al pai-saje, encontramos en algunos cuentos, al hombre,dolorido de su propia pequeñez, víctima de los.hombres y de la naturaleza misma:

" -Es Annie ... Era lo único que me-babia.quedado del tiempo del banano, del tiem-po de esa puta Compañía. No la 'pude tra-er a ella, pero traje al lagarto. -Hizo unadolorosa pausa. - Yo lo vi, yo lo vi cuan-do. . . Ella estaba en el río y ... "

P.65. La rescoldera

En otras ocasiones, el paisaje no es agente de-gradador, sino aliado, por ejemplo, cuando el hom-bre recurre a la naturaleza para librarse de la Com-pañía y de los hombres, buscando protección ylogrando una mágica fusión con ella:

"Acá mucho banano y mucha muerte=Arrugá su rostro de betún-; sun of agun! lástima mis fuerzas.

y con el hacha al hombro y el macheteal cinto, se fue para el monte".

P .6. El jaspe

y en el monte, el negro Sam encuentra liber-tad y paz viviendo en un enorme árbol de zurá,debajo de la lluvia y del sol, entre el ramaje.

A veces la naturaleza es también víctima comoel hombre y participa con éste de la crueldad de laexplotación:

"Tierra negra, negra y hermosa. Un grin-go ... el hijo luego: el banano, que huyelejos, en un barco; y la desesperación dela mujer -la tierra- que se va tornandovieja, desteñida, estéril. Sólo el río le que-da; la lluvia, el animal salvaje, y su ríoReventazón, porque el extranjero, que learrebató a su hijo, la ha abandonado ...enhorabuena, sí, enhorabuena. Lo queduele es el niño, el fruto, el sudor de laentraña perdida ... "

P.85. La rescoldera

En cuanto 'a las relaciones que unen las se-

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cuencias del relato, prevalecen los cuentos de or-den de relación psicológica y los de causalidad lógi-ca. En los primeros, las acciones referidas no son lacausa de otra acción, sino la causa o las consecuen-cias de un rasgo de carácter ("El hombre que obe-deció", "El musiquillo de la flauta", "La últimapiedra", por ejemplo). En estos cuentos, las catáli-

Fechoría por cometerFechoríaFechoría cometida = hecho por retribuir

sis, los indicios y los informantes son abundantes;los espacios interanecdóticos son también frecuen-tes y extensos. En los cuentos de causalidad lógicaesta relación es explícita y se deriva de los aconte--cimientos mismos, de su implicación. Hay en esosrelatos dos tipos de secuencias empleadas constan-temente:

*venganza*

---, Daño por infligirProceso de retribución "-

Proceso agresivo

hecho retribuido

Esta trama narrativa es la que aparec •..en: "Elperro gavilán"; "La vela del lagarto" y "Antes quenada tata".

Observamos, sin embargo, que en los cuentosde carácter social "El jaspe" "La despedida de ñor.Beltrán") el narrador opta por detener el curso deeste proceso y deja así la fechoría cometida, sinretribución, esto da cabida a una situación de in-justicia social, un acto sin castigo o sin acción' pu-nitiva. En este fenómeno reside la denuncia mismacontenida en el relato. Esta clase de relatos sonescasos en estas 3 obras. Las dos únicas muestrasson las citadas anteriormente: en "El jaspe"el mo-nopolio comercial de la Compañía Bananera; en."La despedida de ñor Beltrán", el patrón ingratoque tira al viejo empleado Beltrán por su anciani-dad y en este mismo cuento el esbozo de un perso-naje de cierre en El sitio de las abras: el jovencampesino integrado a las luchas proletarias se en-frenta a la resignación fatalista de sus mayores.Aparte de los dos cuentos mencionados, "La cone-jera" enfoca un tema social más (aunque sin llegara la denuncia): el problema de la tierra y el preca-rista.

En "Hidalguía en la penumbra", es otra la se-cuencia generada: un humilde dependiente de tien-da hace un favor a un hombre. Tiempo, después, alllevar una gran cantidad de dinero del patrón parapagar, el empleado es sorprendido por un famosobandolero, quien resulta ser aquel hombre que élhabía ayudado días antes, Así, el bandido lo per-

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Daño infligido

dona para retribuir el servicio prestado. Las ac-ciones de este relato se enlazan en una secuenciaque se puede esquematizar de la siguiente forma:

BandoleroAyuda por recibirRecepción de ayudaAyuda 'recibida

Empleadoservicio posibleacción servicialservicios cumplidos

vsVSVS

Duda por pagarPago de Ia deudaDeuda pagada

Ese mismo esquema es el punto de partida delcuento "Querida Azucena"; punto de partida sola-mente, porque no se realiza intercambio de servi-cios, pues el servicio empleado no tiene retribución-en este relato. Una vieja musicastra dedica diezaños de su vida a preparar a una joven cantante.Cuando ésta llega a destacar, se olvida de su maes-tra quien vive penosamente como costurera y año-rando un piano que esperaba recibir de su alumnacomo una muestra de agradecimiento. Algo seme-jante pasa en "Defensa propia". Alguien contrata aun hombre para matar a un tipo. Este hombre des-cubre ya casi sobre el hecho que a quien iba a

matar era un amigo suyo muy querido y se olvidadel trato realizado. Se siente muy contento de ha-ber salvado la vida de su amigo y lo invita a tomarunos tragos. En la cantina con insistentes sugeren-cias trata de insinuarle a su compañero que él le hasalvado la vida pero éste no entiende las indirectasy decide regresar al sitio donde había quedado deencontrar al fulano. Por el camino el amigo insis-te tanto tratando de explicarle, que el otro pierdela paciencia y lo maltrata. Entonces el mercenario,en un arranque de cólera, termina de dos balazoscon su compañero. Como se puede colegir, en estecuento no sólo se deja de pagar la deuda, sino quesecomete un daño al acreedor y éste cobra retribu-ción con un acto punitivo por semejante transgre-sión.

En resumen, en los cuentos de causalidad lógi-ca, se utilizan dos tipos de secuencias narrativas:una es el proceso del daño con retribución y sinella y otra es el intercambio de servicios con dosmodificaciones. En forma más simple, en amboscasos, se trata de un intercambio; en uno de perjui-cios, y en el otro de beneficios.

Tanto en los relatos de carácter psicológico,como en los de acción, la causalidad temporal esrespetada. Todos los relatos, con excepción de dos,se inician ab-ovo; así, se adapta el tiempo delrelato a la secuencia pasado-presente-futuro. Lasexcepciones son: "El targuá", que comienza in ex-tremas res; "La rescoldera" que parte in mediasres. En ambos, corre por cuenta del narrador laexplicación de las acciones pretéritas que motiva-ron las situaciones del presente. La situación delnarrador, en estos dos cuentos como en los restan-tes, es relevante. Se trata de relatos que represen-tan su propio proceso de enunciación; cuentos con"yo escribiente".

"Yo no quisiera decir mucho sobre ella.Quizás sea suficiente recordar que ... "

"Despedida del viejo Beltrán " La rescol-dera. P.69

En cuanto a la relación que se establece entreel narrador y los personajes, éstos no tienen secre-tos para aquél.

El narrador tiene una fuerte intervención, pa-tente en el tipo de discurso empleado, el valoratí-va, donde captamos en forma clara las disposicio-nes del emisor. Es un tipo de discurso bastanteemotivo en el cual se destacan frecuentes juicios devalor de parte del hablante básico.

"Apenas hace quince días antes se le ha-bía muerto de anemia la que había sidosu mentada Rebeca".

El jaspe pág. 5

Obsérvese el tipo de discurso personal y valo-rativo usado en la siguiente cita:

" Pero no! Qué le ha pasado a doña A-delina. Así nunca. De este modo sería de-gradante. Una humillación. Y, para col-mo, darle a la discípula la coraza paraguarecerse lastimada y sentirse libre de to-da falta".

"Querida Azucena" El targuá pág 3

La subjetividad del hablante básico se eviden-cia también en procedimientos como los siguien-tes:

1) Interjecciones:

"Ah, su desgracia: el apodo".

"La última piedra". La rescoldera. p.6.

2) Subjecciones:

"Porqué le decían así: Nunca pude saber-lo " "La última piedra "

La rescoldera. pg.6.

"Quién era su novia? Nadie lo supo nun-ca". Idem. p.7

3) Fórmulas apelatívas:

"Y helo aquí esta otra noche enmohecidapor la neblina. "El hombre que obedecí-as"

La rescoldera. p.16."Y he aquí que un día ... ""Al fin se encontró a sí mismo".

La rescoldera. p.27

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"Pero, paciencia, ustedes, que aún no ter-mina la historia".

"La Conejera". "El targuá. p.l3.

4) Intercambio de persona:

"Y lo dejamos aquí para encontrarlo nue-vamente dos años más tarde"."Al fin se encontró a sí mismo".

La rescoldera. p.32

En este intercambio de personas la distanciade lector-narrador se acorta, pareciera que el ha-blante básico sub sume al lector dentro del relatoen un plural, para integrarlo, para convertirlo enun lector cómplice. No sería extraño que esta acti-tud extremadamente subjetiva y esa tendencia a laapelación directa, se debieran a la influencia procu-rada por el constante empleo de narradores orales.La narración oral presenta esos mismos procedi-mientos en el cuento "Defensa propia" de La res-coldera.

Otro intercambio de personas se ofrece encuentos dados en tercera persona, donde se le esca-pa al narrador una primera plural; esto sucede en Eltarguá;

"El de acá do un paso adelante. Hemosdicho que su piel está tensa". P.l.

Aunque en casos, hay, sin embargo, relatos en-tercera persona como "El perro Gavilán", "Antesque nada, tata", "La rescoldera", "La vela de la-garto" y "Querida Azucena".

En muchos casos el yo escribiente se presentacomo un narrador testigo: "La última piedra", "El-rnusiquillo de la flauta", "At fin se encontró a símismo", "Despedida del viejo Beltrán" y "La mu-jer negra del río". En este último cuento aparecendos narradores, peones de la finca que el hablante.básico visita, los cuáles se encargan de revelarle elsecreto de ciertos misterios. Es común también elempleo de un plano narrativo dual en el que apare-.ce un narrador cronista y un narrador protagonis-ta. Ej: "El jaspe"y "Defensa propia" En estos dosrelatos, el hablante básico .no participa en los suce-'50S, pero repite las historias contadas por otros. Enel primer cuento" "El jaspe"el narrador relata a ungrupo de amigos lo que Mr. Tímber le había conta-.do a él; en el segundo cuento, el hablante básico

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transcribe el relato, mientras forma parte de unauditorio que escucha las hazañas de Magdaleno Pé-rez, contadas por él mismo; se trata en ambos ea-sos de lo que podríamos denominar narrador ensegunda instancia. De vez en cuando, este tipo denarrador, el cronista, interviene para enmarcar laimagen física y psíquica del narrador protagonista:

"La cara ahumada del hombrecillo sevuelve hacia nosotros una vez más. No, noes un problema de maldad, exactamente".

"Defensa propia".El Targuá. P.IComo también su mímica, sus gestos:

"Y abre los brazos de parte a parte, laván-dose de toda culpa, en tanto, que nos vuel-

. "vea mirar.Ibidem. p.8

En resumen, el carácter dominante del narra.dor se debe principalmente a tres factores:

1- Por la visión que mantiene, lo cual le pro-picia una perspectiva vertical y, consí-guientemente, una omnisciencia épica. Lapercepción de que goza el hablante básicole permite describir no solo los actos delos personajes, sino también su pensa-miento y cuando no, por lo menos inten-ta adivinarlos.

2- Por su insistente y agobiadora presenciatanto en la primera singular, como en losrelatos intercalados por otros narradores aquienes arrebata la palabra empleandofórmulas como "-Te contaré una historiaacaecida entre ese asesino y yo. Hace deesto algunos años ... ";" Era como sigue:él había sido dependiente en la tien-da ... ""Hidalguía en la penumbra."

La rescoldera. p.39"Lo que le duele es el niño, el fruto, elsudor de la entraña perdido ...Y diré lo que el negro continuaba narran-do .Fue para aquel famoso temporal del año32. El río creció y ... ""La mujer negra del rio'",

La rescoldera. p.8S.3- Por la subjetividad evidente en la apela-

ción directa y en los juicios de valor.

abundantes las notas indiciales y los informantesoperacionales como también los ornamentales. Porende, sobresale el discurso referencial, las descrip-ciones. Hay varios cuentos en los que la actitudcontemplativa predomina sobre la activa, lo cualincideen el curso del tiempo, ya que la delectacióndescriptiva no es sensación rápida, sino morosa. Eldetalle se ahonda, se describe la forma, la luz, elcolor, los contrastes.

"Aquella era una noche de barro. Negro,escurridizo, glugluteante. Llovía copiosa-mente, desde todos los lados. El torbelli-no de viento yagua era tan recio que pa-recía llover no solo de arriba abajo, sinode abajo arriba, desde fa tierra misma. Unviento sordo cruel, atravesaba la monta-ña, haciéndola sonar como una inmensaocarina negra y quejumbrosa; y la cerra-zón se diría también el fango y humedad.Agua y barro, huracán y barro, oscuridady barro. Como si toda la tierra se hubiesedeshecho y mezclado con la lluvia parahacer imposible la picada y ensuciar depesada viscosidad los torrentes y los tron-cos añosos"."La vela del lagarto". La rescoldera. p.S8

Así, el tiempo parece detenerse para instalar elrelato en el espacio; en estos cuentos, como conse-cuencia de lo anterior, casi desaparece lo argumen-tal; "El musiquillo de la flauta" y "La última pie-dra" por ejemplo. En ellos casi no sucede nada,hay falta de acción.

Cabe destacar que, en coherencia con el tipode personaje más frecuente, aparecen abundantesregionalismo s en donde figura, como es natural, loarcaico y lo dialectal.

"-Ende niños! Y, entonces, por qué lohizo, por qué valese de la oscuridad ... ?Yo no tuve la culpa, no la tuve, aunqueanduviera sola; siempre he pasao sola porel camino .,.. El me vida ".

"Ante que nada, tata".La rescoldera. pAS

"Blanco malo, asesino. Son of ... todoser malos, blancos. Esta playa ni suya nide Sucesión. Ser para de todos.Ser para mi-

lla marítima. Yo votar también. Yo parasiendo ciudadano".

"La conejera". El targuá. p.S

Como se puede desprender de todo lo hastaaquí dicho, la caracterización es directa; el narra-dor es quien nos ofrece el delineamiento de lospersonajes sus rasgos caracterológicos y los valoresde sus acciones, a través de datos puros de signifi-cados explícitos:

"Pies anchos, resquebrajados, siempre lle-nos de polvo o sucios de barro, y desme-suradamente grandes en proporción consu cuerpecillo.menudo. Era enjuto de car-nes, con la cara arrugada y barba a mediocrecer. Vestía un pantalón ridículo y unaleva mugrienta y larga que le colgaba co-mo una campana".

La rescoldera. p.S.

Ofrece detalles "fidedignos" de la vida del per-sonaje, de su carácter, modo de sentir, pensar, etc.y también de la Índole de las relaciones que man-tiene con otros personajes dentro de la anécdota.

Esto, más el predominio de la narración pro-piamente dicha sobre la narración escénica (escasoes el diálogo en estos cuentos), refuerza la figuradel narrador, siempre presente, cuando no, fácil-mente divisable y deja, además, en evidencia el es-fuerzo por conservar la pureza épica del relato.

A modo de resumen

Encontramos dos intereses fundamentales enel hablante básico: la psicología del personaje y elcontorno ambiental, lo cual es coherente con losdos tipos del relato señalado: el de enlace psicoló-gico y el de enlace lógico que corresponderá a la-narración espacial.

Si tomamos en consideración el factor crono-lógico en la producción de estas tres obras, obser-vamos que hay poca evolución en su narrativaTanto las técnicas, como los tipos y problemasplanteados, parecen repetirse en uno y otro libro.No hay síntomas de renovación en el modo deenfocar y hacer literatura. Su narrativa correspon-de a una poética, a una concepción y a unos postu-lados válidos para la narrativa del siglo XIX, cabedecir,

1) El realismo: Contar historias con esquemas

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Cabe destacar en este punto, el cuento"Querida Azucena", en donde se utilizanrecursos novedosos como el monólogo in-terior y el estilo' indirecto libre.

El nivel irracional:

Lenguaje correcto y metafórico. Prosa plásti-ca; muy sugerente, imágenes simples aunque origi-nales.

Muchos son los espacios interanecdóticos enlos que el narrador se deleita en aspectos descripti-vos que delinean a los personajes o que funcionancomo informantes del referente. Cabe destacar eneste sentido, la cantidad de relatos metafóricos quele dan un carácter imaginativo a su prosa, a la vezque concreto.

Cuando se presentan sentimientos e impresio-nes difíciles de expresar con éxito en un sentidorecto, el narrador se escapa del lenguaje denotativopara expresar por medio de imágenes o compara-ciones figurativas lo que quiere decir. Tal es el casode "Los hombres no lloran", en donde toda laactividad interior del personaje, sus estados emoti-vos, se manifiestan en forma analógica a través desu actividad externa; estamos ante un fenómenoque podríamos llamar "mimetismo descriptivo".

"Mientras ... jup . . . jup ... jup ...rayaba por el corazón los palos de guapi-nol, Juan ... José ... Juan ... José ... ,sus rostros, sus cuerpos jóvenes, sus risas,hasta el color de los pantalones con quemurieron". "Los hombres no lloran".

E/ targuá. p.2

"El chaqui=chaqui de la máquina volvió avibrar; el bordado a zigzaguear, en vaivén,y doña Adelina, viéndolo sin mirarlo, apensar, a pensar en su otra cosa con todoel hilo de su cabeza entreplateada. "

"Querida Azucena". E/ targuá. p. 3

Este recurso a menudo origina asociación demetáforas como se puede ver en el primer ejemploy en el siguiente:

"Inocencias de bandido, que las hay. Mag-dalena Pérez se ha creado así; casi podría

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decirse que mamó la primera leche en loscañoncillos de las pistolas y los pezoneshumeantes de las ametralladoras esas hue-sudas vacas que pastan en los sangraderosde Centroamérica. "

"Defensa Propia". E/ targuá. p.l

Vemos, pues, que se·trata de una prosa plásti-ca en tanto y cuanto asuntos de carácter abstractose traslucen en objetos muy concretos.

"La bananera me está apretando los torni-llos ".

E/jaspe. p.16"Para llegar a su casa a desfogar la fritan-ga de venganzas e iras guardadas". "Al finse encontró a si mismo. "

La rescoldera. p.27

"Habia que reconstruir las carcomidas ymal adobadas paredes de la casa que llena-ba por dentro. Porque, se decia, cada in-dividuo era una casa con puertas, venta-nas, zaguanes, dormitorios, jardines, flo-res, maceteros. Si todo estaba bien distri-buido y dispuesto, las flores se hallabanfrescas y los pisos bien encerados, el due-ño de la casa, es decir, el hombre, podíavivir a su gusto, plácidamente"."Al fin se encontró a sí mismo".

La rescoldera. p.29

Algunas veces la constante presencia de la me-táfora lleva al narrador hasta la efusión lírica

En general, las imágenes son simples, pero nopor eso menos sugerentes, o menos originales. Apartir de objetos vulgares logra una expresión pe-culiar de las cosas:

"Sólido y redondo, un extraño silenciocae como piedra en medio de los tres" ...."La verdad se enciende y se apaga, hechaatolondrado tizón en los corazones. Lostres cuerpos, de súbito velámenes en mi-tad de ventolera, temblotean sombrajo-sos, y todo vase corriendo en tomo quie-to, inerte ",

El targuá. p.l

Son constantes las pausas recreativas,

preconcebidos, con trazas de verosimilitud,con datos extraídos de la realidad, con explí-cita incorporación del mundo social para pro-ducir un mundo estable, coherente, un mundoconsabido.

2) La unidad narrador-autor. Ya habíamos seña-lado la debilidad del papel del narrador queincide directamente en la estructura del relato.Semejante tendencia puede derivarse de laconcepción tradicional del relato en la que lafigura del narrador está Íntimamente ligada ala de su autor, hasta el punto en que se consi-dera el relato mismo como mensaje que el au-tor expresa a través del narrador. Así la ubica-ción del narrador sobre el mundo del relatodetermina su estructura, la organización mis-ma del relato.

3) Esta narrstíva en modo alguno rebasa el

ámbito cultural en que se dio; no hay búsque-da real de nuevas maneras de expresión (ni recur-sos técnicos, ni temática), no hay ruptura nireacción frente a los preceptos vigentes en esemomento y manejados por coetáneos comoCarlos Luis Fallas, Joaquín Gutiérrez, etc. enquienes detectamos rasgos comunes. No se tra-ta de una narrativa novedosa en ningún senti-do, pero no por ello de escaso valor; ademásde la alta calidad artística de la prosa emplea-da, esta cuentística ofrece un buen esbozo delo que sería la esencia de su pueblo, el modocómo nuestro hombre enfrenta la realidad, laconcepción que éste tiene del mundo y lasideas y valores existentes en su comunidad,todo esto observable en la presentación de di-ferentesaspectos de la vida nacional; espacio,ambiente, tipos, etc.

NOTAS BIBLlOGRAFICAS

1) Estudio basado en el análisis de 17 cuentos conteni-dos en las siguientes obras: La rescoldera, El Jaspe, yEl Targuá.

2) Fabián Dobles. La rescoldera. Editorial L'Atelier,San José, 1947. A partir de esta cita, los textos lleva-

rán al final la referencia bibliográfica. Para tal efectose utilizarán las siguientes abreviaturas, cuando así serequiera:

T: El TarguáR: La rescolderaJ: El jaspe

BIBLlOGRAFIA

Barthes y otros. Análisis estructural del relato. 2da. Ed.Editorial Tiempo Contemporáneo. Buenos Aires,1972.

Dobles, Fabián. El Jaspe. Editorial Aurora Social Ltda.1956

.Dobles, Fabián. La rescoldera. Editorial L'Atelier. 1947.

.Dobles, Fabián. El Targuá . Editorial limitada de cien e-jemplares en polígfo. 1960.

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