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1 Junio del 2005 Volumen 1 , Numero 1 “LA DIÁSPORA” DIRECTORIO Director General Mtro. I. Iván Glez Anaya Colaboradores Prof. Miklos Vidal Lic. David Venegas Lic. Adriana Navarro Lic. Francisco J. Reyes S. Lic. Manuel H. Muñoz G Contenido: Presentación 1 El árbol solar... 2 La evaluación 3 Pinceladas 4 Los maestros... 6 Laicismo en ….. 7 Disciplina escolar... 8 Hoy la Diáspora ve reflejada en su cuerpo la pluralidad de intereses y visiones que sobre nuestros quehaceres planteamos en diferentes contenidos. Esto es muestra de lo diverso del universo social educativo, pero sobre todo de la enorme capacidad de comunicar nuestros pensamientos en el entendido de que enfrente de nosotros existen personas inteligentes que al igual tienen algo que comunicar y es- tán dispuestos a escuchar. De nueva cuenta se abren sus espacios para recibir temas tan diversos como: La disciplina, el laicismo, la actualidad de los profesores, la evaluación, la educación para la paz y los propósitos educativos. Queremos seguir creciendo y sin duda lo lograremos, pero estamos claros que esto se obtiene con la participación de los auto- res y sus artículos así como con la revisión asidua de los lectores. Gracias y Felices VACACIONES ATENTAMENTE LA REDACCION PUBLICACION DEDI- CADA AL DESARRO- LLO DE TEMAS IN- HERENTES A LAS CIEN- CIAS DE LA EDUCA- CION SECCIONES PERMA- NENTES: PARA PENSAR…… 5 LOS GRANDES OPI- NAN………… 10

La Diáspora

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Donde lo disperso encuentra un sentido

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Junio del 2005 Volumen 1 , Numero 1

“LA DIÁSPORA”

DIRECTORIO

Director General

Mtro. I. Iván Glez Anaya

Colaboradores

Prof. Miklos Vidal

Lic. David Venegas

Lic. Adriana Navarro

Lic. Francisco J. Reyes S. Lic. Manuel H. Muñoz G

Contenido:

Presentación 1

El árbol solar... 2

La evaluación 3

Pinceladas 4

Los maestros... 6

Laicismo en ….. 7

Disciplina escolar... 8

Hoy la Diáspora ve reflejada en su cuerpo la pluralidad de

intereses y visiones que sobre nuestros quehaceres planteamos en

diferentes contenidos.

Esto es muestra de lo diverso del universo social educativo,

pero sobre todo de la enorme capacidad de comunicar nuestros

pensamientos en el entendido de que enfrente de nosotros existen

personas inteligentes que al igual tienen algo que comunicar y es-

tán dispuestos a escuchar.

De nueva cuenta se abren sus espacios para recibir temas

tan diversos como: La disciplina, el laicismo, la actualidad de los

profesores, la evaluación, la educación para la paz y los propósitos

educativos.

Queremos seguir creciendo y sin duda lo lograremos, pero

estamos claros que esto se obtiene con la participación de los auto-

res y sus artículos así como con la revisión asidua de los lectores.

Gracias y Felices VACACIONES

ATENTAMENTE

LA REDACCION

PUBLICACION DEDI-CADA AL DESARRO-LLO DE TEMAS IN-HERENTES A LAS CIEN-CIAS DE LA EDUCA-CION

SECCIONES PERMA-NENTES: PARA PENSAR…… 5 LOS GRANDES OPI-NAN………… 10

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Página 2 “LA DIÁSPORA”

EL ARBOL SOLAR O

EDUCACIÓN PARA LA PAZ

POR: IGNACIO IVAN GONZALEZ ANAYA*

Creo que fue hace 17 años cuando en un “templo del conocimiento” se nos hablaba de algo que pare-cía (y de hecho me lo sigue pareciendo) sostenible desde la creencia en la humanidad como única posibilidad para la sobrevivencia de la misma; se nos instruía en torno a la “no violencia” como camino para la resolución de conflictos y diferencias por medio de la comprensión dialogada y razonada entre los individuos.

Se ponía a la violencia como una reacción propia de los animales, los cuales a partir de dicha acción dominan (en el mejor de los casos porque en el peor se los comen) a sus iguales o diferentes. En posición opuesta se ubicaba a la humanidad y se le atribuían condiciones de desarrollo no violento y de dominio de sus reacciones a partir del razonamiento lógico y el entendimiento de las razones del otro.

En aquel entonces teníamos un conflicto sostenido por la polarización de la ideología y los sistemas económicos (la guerra fría), entonces entendíamos que la lógica del actuar propuesta por nuestro maestro era adoptable, comprensible y practicable como un sistema de vida. Sabíamos de la lucha como instrumento, en momentos de conflicto, para lograr el reconocimiento de uno por parte del otro, para darnos y darle existencia social; pero esa lucha era siempre la intelectual. Por ejemplo: el intercambio de ideas, debates, la elaboración de escritos públicos. Tratábamos de cuidar el aspecto personal, afectivo, motivacional e intelectual que per-meaba al desencuentro, pero era sobre el área intelectual donde se daban esas luchas (como dato anecdóti-co, es por eso que algunos amigos de una organización estudiantil de esa época nos veían con malos ojos).

Como principio siempre creímos en la no existencia de alguien superior que resolviera los conflictos de nuestra especie y bajo esta premisa era que confiábamos (y lo seguimos haciendo, bueno al menos yo lo sigo creyendo) en nosotros mismos, con todas nuestras capacidades, como los únicos capaces de comprender y resolver nuestras diferencias.

Hoy surgen propuestas sobre “Educación para la Paz” que pretenden ser una alternativa de solución hacia múltiples expresiones de violencia que se manifiestan y generan en nuestro contexto y como parte de la cultura. Todas ellas son en extremo interesantes y valiosas, sin dudarlo coincido con ellas plena y totalmente. Lo que sí me sorprende es la tardanza de la preocupación por su aplicación como sistema de vida en la actua-lidad. Son 17 años en la distancia cuando un grupo de personas lo conocimos y adoptamos, ¿qué ocurrió en ese tiempo con las instituciones educativas y con la sociedad en general?, acaso creyeron, que con el fin de la guerra fría los conflictos desaparecerían y que estos no se regionalizarían y se volverían más crudos.

Hoy habrá que apoyar este tipo de propuestas, pero no sólo en el discurso sino también en la práctica, sosteniendo que la tolerancia, el reconocimiento del otro, sus motivos y circunstancias, amén de entender al dialogo como instrumento de la razón, son elementos mínimos para esto de la “Educación para la paz” o “Educación para la noviolencia”

* Maestro en Ciencias de la Educación por el ISIDM Profesor Catedrático en la Escuela Secundaria Mixta N.- 2

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Página 3 Volumen 1 , Numero 1

LA EVALUACIÓN

POR: MIKLOS MAURICIO VIDAL JUAREZ*

Generalmente la evaluación es un proceso de integración de valores; en está integración, el examen es-

crito como prueba individual o de grupo intenta estimar qué tan inteligente es una persona. Por lo común lo

que se evalúa en un examen, es el grado de dificultad del problema, la diversidad o la cantidad de problemas

que pueden resolverse y la rapidez con que se dan las soluciones.

Al diseñar un examen, el docente toma decisiones de acuerdo a su noción de “inteligencia” y asigna las

actividades a desarrollar en común con esta noción. Es aquí donde reside una fuente de diferencias cuando

personas con distintas definiciones de inteligencia intentan construir pruebas de habilidad mental.

En nuestro caso tendríamos que entender que la capacidad general de los adolescentes debe conside-

rarse y entenderse de acuerdo con lo que puede hacer en un momento dado. Como su conducta no es su ver-

dadera inteligencia sino producto de ella, los únicos métodos con que contamos hoy en día para la medición de

la inteligencia son indirectos y muy variados. No podemos medir el potencial de un adolescente directamente,

como se mediría su estatura o su peso; se debe hacer que el adolescente desarrolle un cierto número de ta-

reas y entonces clasificar su rendimiento en comparación con el de otros adolescentes de su mismo estatus.

Un niño criado en un ambiente de desintegración familiar, carece de las experiencias, valores y oportuni-

dades características de los adolescentes que han crecido en un entorno bien integrado y viceversa. Las eva-

luaciones no tendrán entonces la misma efectividad con individuos de entorno y circunstancias diferentes.

Entonces mucho ojo al evaluar y saber qué estamos persiguiendo con dicha actividad.

* Profesor Catedrático en la Escuela Secundaria Mixta N.– 2

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Página 4 “LA DIÁSPORA”

El conocimiento que el ser humano ha adquirido, ha crecido y se ha diversificado de forma tal que actualmente muy poco parecido tenemos con la adquisición y práctica del conocimiento de aquellos grandes pensadores y cientí-ficos de la antigua Grecia. La modernidad y el incesante avance de la ciencia, obligan también a la aparición de nue-vas disciplinas del saber y formas nuevas de enfrentar el conocimiento, ampliarlo y transmitirlo. Las primeras divisio-nes del conocimiento científico hechas por Aristóteles se convirtieron solo en el principio de esta enorme e intermina-ble ramificación del saber, de suerte tal que, en la actualidad encontramos cada vez una más amplia especialización en la práctica de la ciencia.

En este engranaje todos son importantes e igualmente necesarios para que el sistema funcione correctamen-te y de acuerdo a las necesidades que el momento impone, y en la medida que el conocimiento avanza y evolucio-na, lo hace también la forma de enfrentarlo, surgiendo así, nuevas disciplinas científicas.

En esta visión de las cosas, encuentro que la figura del profesor dentro de esta enorme variedad profesional ha sido con frecuencia relegada y desdeñada. Encuentro que muchas disciplinas y carreras profesionales toman ma-tices elitistas o “de moda” y acaparan la atención y la preferencia de muchos, pero que la docencia es vista muchas veces como una actividad no tan anhelada como las otras y destinada solo para aquellos que realmente nacieron para dedicar su vida a compartir a los demás su conocimiento y experiencia.

Creo que en esto puede haber mucho de cierto o no, todo dependerá de la perspectiva en que se aborde, pero tengo certeza en algo, que aunque para muchos nuestra actividad no sea la carrera de moda o una carrera que te asegure un mejor status social, para nosotros es sin duda la mejor actividad que pudimos haber conocido, naci-mos para servir, vivimos para eso y no existe para nosotros mayor gusto que compartir con otros nuestras experien-cias y conocimientos en aras de su formación y crecimiento.

Una ocasión tuve la oportunidad de ver un video de la última visita que el pedagogo brasileño Paulo Freire hizo a la ciudad de Guadalajara, y en la entrevista que se le realizaba Freire dijo una frase que a mí me gustó mucho y que me hizo poner mi atención en algo que a pesar de ser tan simple, había pasado desapercibido en mí durante tanto tiempo. Freire dijo: Hay que repintar el mundo, hay que recolorear el mundo. Freire decía que el mundo que nosotros recibimos para vivir en él, lo encontramos ya pintado y coloreado por Dios y por los eventos que dentro de él ocurrieron, pero que a nosotros los humanos, Dios nos había dado la enorme oportunidad de repintar y recolo-rear aquello que no nos gustara o que creyéramos que podríamos mejorar.

Todo aquel que tiene la oportunidad de crear o de influir en el proceso de formación de una cosa está repin-tando y con seguridad habrá quien no lo haga en forma correcta y en lugar de pintar, esté pintarrajeando nuestro mundo. Creo que todos aquellos que han tenido la oportunidad de formarse profesionalmente (en el ámbito que sea), tienen una mayor posibilidad de poner color y pintura al entorno en el que se desenvuelven. Y de todos esos, profesionales, creo que somos los profesores quienes tenemos un mayor espacio de acción para efectuar este pro-pósito puesto que nosotros tenemos la posibilidad de influir directamente el proceso de desarrollo y formación de los individuos y también porque muy probablemente la calidad o deficiencia de nuestro desempeño resultará en el rum-bo que tomarán esos montoncitos de barro que tuve en mis manos.

Creo que cuando Freire hablaba de repintar el mundo y recolorearlo, no se refería solo al mundo personal, sino también al de los otros, y en el caso del docente, tenemos en cada alumno, una posibilidad de darle un mejor color a ese mundo y ponerle tal vez una pintura más bonita y de mejor calidad.

Si logramos hacer eso, seguramente ese proceso de transformación no se quedará allí, sino que avanzará en un efecto dominó operando nuevos cambios y nuevos colores en su futuro próximo. Creo entonces que nosotros los profesores, debemos estar orgullosos de haber escogido este quehacer, porque con ello obtuvimos también una ma-yor posibilidad de trascendencia y un enorme lienzo para plasmar los colores que hemos acumulado en nuestra al-ma.

P I N C E L A D A S

POR: DAVID VENEGAS GARCÍA*

* Licenciado en Ciencias Sociales por la Escuela Normal Superior de Jalisco Profesor Catedrático en la Escuela Secundaria Mixta N.– 2

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Página 5 Volumen 1 , Numero 1

SECCIÓN: PARA PENSAR

LA MUJER ARMADILLO Y LA MUJER TEPZCUINTLE

Antiguamente , las mujeres tenían nombres de

animales.

Una mujer llamada armadillo y otra tepezcuintle

estaban tejiendo sus huipiles. Deseaban

estrenarlos antes de que amaneciera.

El huipil de la armadillo era muy difícil de tejer,

porque ella lo quería lleno de flores. El sol

empezaba a salir y no había acabado. Desesperada,

se lo puso sin darle fin, con todo y telar, pues ya

amanecía.

Por eso, hasta la fecha, se le ven al armadillo unos

escalones en la espalda, que son los hilos y los

palos del telar.

La tepezcuintle, en cambio, si terminó su

huipil; por eso, hasta la fecha, el animal tiene un

traje bonito y elegante.

Tomado de: Colibrí. Cuentos de Brujos 1. Tercera reimpresión. CONAFE. 1997. p.4

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Página 6 “LA DIÁSPORA”

LOS MAESTROS EN EL AQUÍ Y EL AHORA.

POR: ADRIANA NAVARRO ALMEIDA*

Maestra ya supo que soltaron al “Chapito”, profe, profe, ya vió que mataron a una muchacha en la

colonia de allá arriba. Profesora, perdón, ¿qué son los globalifóbicos?. Y cuántas preguntas más le llueven a los profesores en el aula todos los días. ¿Será necesario que vea las noticias o que lea el periódico? Se pre-guntarán a su vez los profesores bombardeados por sus alumnos. Triste realidad. Los profesores no leen pe-riódicos y casi no escuchan las noticias.

El estar ubicado en el aquí y el ahora del acontecer local, nacional y mundial le permite al maestro

realizar la tan repetida contextualización de los contenidos, llevándolos al presente y actual momento signifi-cativo y significante de los alumnos. Ellos nos hacen voltear constantemente al devenir diario de la historia. Sin embargo, no son muchos los profesores que entienden a la contextualización como la ubicación temporal e histórica de un contenido planteado por los Planes y Programas que fue extraído de un campo del conoci-miento específico y que sin esa articulación actualizante permanecerá, se reproducirá, se enseñará pues, con una carencia total de sentido y significado para el alumno.

En la mayoría de las ocasiones pensamos que enseñar el 2 x 2 no necesita contextualización ¿cuál

podría ser ésta? Qué no está ya contextualizado en el marco de la matemática? Y la historia no tiene ya su contexto en el propio hecho histórico? Volver a los niños un contenido significativo es otorgarle la oportuni-dad de dialogar con él, de cuestionarlo (conocimientos previos), de contrastarlo con su realidad para luego asimilarlo a sus estructuras cognitivas ya existentes y que a su vez le permitan re-aprehender su realidad.

Un profesor que no dialoga a su vez con su contexto, que no se interesa por conocer los procesos

sociales, políticos, económicos y educativos que le rodean no podrá comprender ni los ritmos, ni los tiempos, ni los modos en que se desenvuelven sus niños y los verá irse alejando cada vez más del modelo que cono-ció cuando egresó de la Normal. “Los niños de ahora…” solemos oír en sus quejas. Pero, ¿dónde queda el profesor de ahora? Allá en 199… y tantos o por el contrario aquí, hoy, en el mes de Junio de 2005.

No nos quejemos cuando al anunciar un nuevo aumento salarial, nos parece injusto, insuficiente y

raquítico, y veamos que nuestras representaciones sindicales los aceptan sin pelear por algo más…todo tie-ne historia. La historia nos explicaría muchas cosas que nos permitirían entender los por qués de ahora. La educación no cambia solo con la llegada de nuevos planes y programas. La educación y sus prácticas peda-gógicas tienen historia y nos explican los por qués de ahora. Los niños no son como los de antes. Los niños nacen en un aquí y ahora que nos explicaría los … por qués. Los profesores necesitamos el aquí y el ahora como elemento fundamental del análisis del propio quehacer cotidiano, reflexivo y tendiente a la calidad de educación que pudiera brindar apoyo en la consecución de los propósitos educativos.

* Pasante de la Maestría en Ciencias de la Educación por el ISIDM Maestra Catedrática de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal de Jalisco

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Página 7 Volumen 1 , Numero 1

LAICISMO EN EDUCACIÓN

POR: FRANCISCO JAVIER REYES SANCHEZ*

He querido tratar este asunto que muchas veces resulta polémico y otras más poco comprendido, con el fin de expresar nuestro propio punto de vista. La Constitución Política marca en su artículo 3ro, fracción I, hablando de la educación que imparta el Estado: “Garantizada por el artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa”. La Ley Gene-ral de Educación en su artículo 5, reza exactamente igual: “La educación que imparta el Estado será laica, y por lo tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa”.

La legislación nos impide entonces que, en el ejercicio de la docencia, nos convirtamos en promotores,

apóstoles de hecho, de alguna confesión religiosa, en lo que estamos totalmente de acuerdo. Sin embargo, este laicismo no implica que el fenómeno religioso no sea abordado como contenido de estudio en algunas asignatu-ras. Hablamos por ejemplo de Historia Universal I en que en el tratamiento de las grandes civilizaciones se trata el aspecto religioso de éstas. Toca también en la asignatura de Español, hablar de las grandes obras literarias y quiérase o no, ahí encontramos textos con significado literario-histórico-religioso, v.gr., La Biblia, El Ramayana, El Popol Vuh, etc..

Así pues, el laicismo no tiene que ver con el ponerle las cruces a los temas religiosos, de hecho la prác-

tica de una confesión religiosa, o su simple creencia, orienta la conducta de los seres humanos en un sentido o en otro.

De hecho en ocasiones, el laicismo educativo se confunde con el sostenimiento de una posición antirreli-

giosa que raya incluso en la prohibición a los trabajadores de la educación de profesar una religión. Y en otras, como sucede en nuestra Escuela, en la supresión en nuestra biblioteca del apartado 200 de la clasificación De-wey que incluye el tema de religiones. Aunque parezca una actitud del medioevo, es real, no existe en nuestra Biblioteca el apartado de religiones por instrucciones superiores que tienen que ver con el mantener la “pureza de la educación”.

En todas las bibliotecas del mundo que usted visite encontrará el librero 200 y ahí podrá apreciar una

gran variedad de textos religiosos y/o de estudios sobre la religión. Por qué en nuestra escuela no?. Pues por-que aquí sí respetamos el laicismo educativo y porque negamos la religión como fenómeno histórico-social; por-que negamos que las religiones hayan tenido que ver en la conformación de tal o cual sociedad; porque pensa-mos que en el devenir de la Historia, la religión ha sido mero accesorio y lastre para el progreso científico. Evi-dentemente estoy haciendo ironía porque me parece un absurdo propio de una estrechez mental el que para garantizar el laicismo, suprimamos los libros que hablan de religión. Muy semejante actitud a aquella inquisitoria de quema de libros, diferencia entre una y otra, no la encuentro.

La razón de estas palabras es que tuve la necesidad de que mis alumnos acudieran a la Biblia y al Co-

rán para entender a las culturas que les dieron origen, y la gran sorpresa fue que en su Biblioteca Escolar no existen ningún tipo de libros religiosos. Tuve entonces que solicitarles trajeran de sus casas y yo proporcionar otros textos, so pena de ser visto por la inquisición como apóstol religioso y sujeto de juicio por violar el Laicismo educativo.

* Licenciado en Pedagogía por la Escuela Normal Superior de Jalisco Coordinador de Actividades Académicas en la Secundaria Mixta N,. 2

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Página 8 “LA DIÁSPORA”

DISCIPLINA ESCOLAR ESCUELA vs ESCUELA y ESCUELA vs ALUMNOS

LIC. MANUEL H MUÑOZ GUILLEN*

En la actualidad todos los que nos dedicamos a la educación nos enfrentamos a una serie de proble-

mas que de forma directa o indirecta afectan nuestra labor ya sea frente a los grupos de adolescentes en los que impartimos nuestras clases o de manera indirecta en el trabajo de apoyo que realizamos para favorecer a estos grupos; uno de los problemas más comunes al que tenemos que hacer frente es la falta de disciplina en nuestros alumnos, independientemente de la fama con que goce el personal entre los mismos, todos algu-na vez hemos sufrido los obstáculos e inconvenientes de este problema.

¿Quién es el responsable de la disciplina de nuestros alumnos? La respuesta puede ser muy variada y a la vez dirigirse hacia una misma persona o grupo de personas, solo que la realidad es que todos somos responsables iniciando por la familia y continuando por todos los que servimos a una Institución Educativa como la nuestra, desde el Director, hasta el personal de Apoyo, todos debemos de intervenir y lógicamente actuar de manera uniforme aplicando normas previamente estudiadas y estipuladas por todos los que inte-gramos la Comunidad Educativa para su aplicación en nuestros alumnos.

En la actualidad el problema de la disciplina en nuestra Institución Educativa es un tema de discre-pancia entre los que aquí laboramos. Han sido muchas las ocasiones en las que me ha tocado participar en una serie de discusiones en las que muchas veces, más que proponer y tratar de solucionar, nos enfrasca-mos en determinar quién o quiénes son los culpables y quién o quiénes deben corregir los problemas discipli-narios de nuestros alumnos.

Independientemente de todo, la comunidad sigue reconociendo a nuestra institución como una es-cuela que forma alumnos mediante la gran calidad del personal que aquí labora y la aplicación exigente de una serie de normas disciplinarias en nuestros alumnos, situación que muchas veces nos da satisfacción, sin embargo creo que es momento de detenernos y hacer una fina evaluación de lo que al ámbito de la disciplina en nuestra Escuela se refiere, pues ¿cuánto hace que no lo hacemos? y si así es, ¿cuántos participamos en esto?.

Como ya mencionaba anteriormente, la disciplina escolar, es un tema que nos debería importar a todos los que aquí laboramos y por lo tanto, todos deberíamos de involucrarnos en ella, esto debido a que se facilitaría el trabajo de todos y cada uno de los que aquí realizamos alguna actividad en favor de la educa-ción, entonces ¿Por qué no intentamos modificar el reglamento escolar?, pero que sea una modificación en la que participe todo el personal de esta institución así como una representación de los alumnos y padres de familia, en pocas palabras donde participara toda la comunidad educativa de nuestra institución.

¿Suena fantasioso o imposible? Quizás sí, pero nunca se ha intentado, cómo lo podremos saber, seguramente esto nos llevaría a un proceso democrático que nos de cómo resultado un reglamento escolar justo, que nos permita a todos los que aquí laboramos aplicarlo de tal manera que todos sigamos el mismo rumbo, donde no busquemos culpables y que obtengamos resultados objetivos, en fin donde todos participe-mos promoviendo sus disposiciones, mismas que podrían ser rígidas pero que nunca lastimen la dignidad y los derechos de nuestros alumnos, disposiciones que formen a los adolescentes en base a los valores y no que los desmoralicen o lastimen, que sirvan para que nuestros alumnos se adapten a la sociedad que los espera y a la que tendrán que enfrentar, para que en el futuro sean ellos los que propongan

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Página 9 “LA DIÁSPORA”

CONTINUACIÓN…...

de manera constructiva y no los que se quejen y critiquen de forma negativa ¿por qué no intentarlo? final-mente es una problemática que todos sufrimos, de la cual todos renegamos pero muy pocos le hacen frente y en ocasiones con rumbos diferentes, intentémoslo, finalmente todos tenemos que ver con la disciplina escolar y con la formación de nuestros alumnos ya sea de manera directa o indirecta.

* Lic. en Geografía por la Escuela Normal Superiro del Estado de Jalisco Es Delegado Sindical de la D-II.10

A LA SECUNDARIA MIXTA # 2 POR……

...SU PARTICIPACIÓN EN LA EXHIBICIÓN DE TABLAS RÍTMICAS Y GIMNÁSTICAS CELEBRADA EN EL DOMO DEL CODE EL PASADO MIÉRCOLES 8 DE JUNIO DEL PRESENTE AÑO, ASI COMO AL GRUPO DE ALUMNAS (OS) QUE LO CONFORMAN Y A SU CONDUCTOR EL PROFR. ADRIAN LOPEZ PANTO-

JA

… HABER OBTENIDO EL SEGUNDO LUGAR EN BASQUET BOL RAMA VARONIL EN LOS JUEGOS INTERSECUNDARIOS, AL EQUIPO Y A SU ENTRENADOR MIGUEL AZPEITIA MACIAS

… HABER LOGRADO EL TERCER LUGAR EN BASQUET BOL FEMENIL EN LOS JUEGOS INTERSE-

CUNDARIOS, AL EQUIPO Y A SU ENTRENADOR JUAN FRANCISCO GARCÍA MEDINA

… HABER ALCANZADO EL TERCER LUGAR EN VOLLEY BOL FEMENIL EN LOS JUEGOS INTERSE-CUNDARIOS, AL EQUIPO Y A SU ENTRENADOR CRISTOBAL ANAYA MORENO

… CONSEGUIR EL TERCER LUGAR POR PUNTOS POR ESCUELA EN LA JUSTA ATLETICA INTERSE-

CUNDARIA, A TODOS SUS INTEGRANTES Y A SU ENTRENADOR MARIO RAMOS FLORES

DESDE ESTA TRIBUNA LES RECONOCEMOS SU ESFUERZO, DEDICACIÓN Y DESEMPEÑO; Y LOS INVITAMOS A SEGUIR SIENDO EJEMPLO DE TRABAJO Y PROFESIONALISMO EN EL AREA DE LA

EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE

FELICITACIONES

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La diáspora…..Junio del 2005 Pagina 8

SECCIÓN: LOS GRANDES OPINAN

…..APROVECHANDO LOS RECURSOS ILIMITADOS QUE OTORGA LA AMISTAD, LA COINCIDENCIA DE UNA FORMACIÓN SOCIAL-ANTROPOLÓGICA Y LOS CONOCIMIENTOS MUSICOLOGICOS DE LAS PARTIRURAS BO-TELLESCAS, SE LES PREGUNTO A LOS INTEGRANTES DEL GRUPO “BOTELLITA DE JEREZ” SU OPINION SOBRE ÉSTA PUBLICACIÓN COMO ALTERNATIVA DE PRODUCCIÓN INTELECTUAL Y PROPUESTA CRITICA DE LOS QUEHACERES EN LA EDUCACIÓN…. …..A GRITO DE “ABRANSE PIOJOS QUE YA LES CAYÓ EL PEINE” EL TRIO DE ICONOS OCHEN-TEROS, RESPONDIERON JACARANDOSAMENTE…...

“LA DIÁSPORA” ES UNA PUBLICACIÓN INDEPENDIENTE. EL CONTENIDO DE LOS ARTÍCULOS ES RESPONSABILIDAD DE SUS AUTORES APARICIÓN OCASIO-NAL JUNIO DEL 2005 PARA APORTAR ARTI-CULOS DE SU PROPIA AUTORIA, MANDAR-LOS A: [email protected]

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