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1 LA ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS, UN ACERCAMIENTO AL ANÁLISIS DE LA PRÁCTICA Daniela Hernández Granados [email protected] Nelly Eliana Cedillo Aguiñaga [email protected] Maritza Ferrusquia Canchola [email protected] Benemérita y Centenaria Escuela Normal Oficial de Guanajuato RESUMEN El presente trabajo presenta un reporte parcial de una propuesta de intervención educativa, definida a partir del análisis de un par de diagnósticos aplicados en un grupo de tercer grado que muestran resultados referentes al aprendizaje de la funcionalidad del algoritmo de la multiplicación en la resolución de problemas matemáticos, concretando la situación a intervenir que define la problemática del grupo. Nuestro trabajo está basado en la metodología de investigación - acción la cual es una forma de indagación realizada por el profesorado para mejorar sus acciones docentes o profesionales. Este proceso se realizó utilizando las unidades de análisis que propone Zabala (2000) y los planteamientos del Plan y Programas de Estudio 2011, con el fin de detectar áreas de oportunidad que darían pauta a la mejora de la práctica y abonarían a disminuir la problemática del grupo. Para atender esta problemática nos propusimos iniciar con un proceso de mejora, ante esto nos planteamos una pregunta de investigación y una hipótesis de acción para darles respuesta en las actividades que vamos a realizar para atender la problemática principal, con los primeros planteamientos de intervención en un plan de acción. PALABRAS CLAVE: Matemáticas, multiplicación, práctica, investigaciónacción, reflexión.

LA ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS, UN ACERCAMIENTO AL ... · 3 Multigrado (SEP, 2005) está basada en esta idea, propone el planteamiento y resolución de problemas como estrategia

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LA ENSEÑANZA DE LAS MATEMÁTICAS,

UN ACERCAMIENTO AL ANÁLISIS DE LA

PRÁCTICA

Daniela Hernández Granados [email protected]

Nelly Eliana Cedillo Aguiñaga [email protected]

Maritza Ferrusquia Canchola [email protected]

Benemérita y Centenaria Escuela Normal Oficial de Guanajuato

RESUMEN

El presente trabajo presenta un reporte

parcial de una propuesta de intervención

educativa, definida a partir del análisis de un

par de diagnósticos aplicados en un grupo de

tercer grado que muestran resultados

referentes al aprendizaje de la funcionalidad

del algoritmo de la multiplicación en la

resolución de problemas matemáticos,

concretando la situación a intervenir que

define la problemática del grupo.

Nuestro trabajo está basado en la

metodología de investigación - acción la cual

es una forma de indagación realizada por el

profesorado para mejorar sus acciones

docentes o profesionales. Este proceso se

realizó utilizando las unidades de análisis que

propone Zabala (2000) y los planteamientos

del Plan y Programas de Estudio 2011, con el

fin de detectar áreas de oportunidad que

darían pauta a la mejora de la práctica y

abonarían a disminuir la problemática del

grupo.

Para atender esta problemática nos

propusimos iniciar con un proceso de mejora,

ante esto nos planteamos una pregunta de

investigación y una hipótesis de acción para

darles respuesta en las actividades que vamos

a realizar para atender la problemática

principal, con los primeros planteamientos de

intervención en un plan de acción.

PALABRAS CLAVE: Matemáticas, multiplicación, práctica, investigación–acción, reflexión.

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

En un contexto escolar urbano de la ciudad de Guanajuato, al inicio del ciclo escolar

2018-2019, se llevó a cabo un análisis de los resultados de los diagnósticos que obtuvieron

los alumnos en un tercer grado de educación Primaria con respecto a todas las asignaturas

para determinar la situación a intervenir, que define el problema que los alumnos presentan

en el uso del algoritmo de la multiplicación, mismos se compararon según los niveles que

propone Castro (1995).

A partir del Programa de estudios 2011, se considera que en el segundo grado los

niños deben desarrollar la habilidad para resolver problemas multiplicativos, con diferentes

propósitos como reconocer y distinguir la multiplicación implícita en una suma repetida,

además de usar estrategias para calcular mentalmente algunos productos de dígitos. De no

lograr dicha habilidad, los niños no tendrán los elementos para apropiarse de elementos

más complejos, por ejemplo, la división.

A partir de esto, se resalta el problema del grupo: Los alumnos no saben utilizar el

algoritmo funcional de la multiplicación para resolver problemas matemáticos, competencia

que debieron adquirir en segundo grado.

Los alumnos presentan un rezago en este contenido, de no atenderse seguirá siendo

un problema para el desarrollo de sus competencias y específicamente, en el desarrollo del

pensamiento lógico matemático. Además, la mayoría de los estudiantes no distinguen la

multiplicación implícita en una suma repetida o en los distintos procesos gráficos que

utilizan en la resolución de problemas, por lo tanto, complicaría de manera significativa el

aprendizaje de los demás contenidos que se ven en tercer grado para el resto del grupo, lo

que propiciará un atraso en los contenidos que se deberían de aprender con respecto al

grado y por ende afectaría en mi práctica en el aula para abordar los contenidos del

currículum.

MARCO TEÓRICO

En la educación básica, las matemáticas son un medio para que los estudiantes

desarrollen su pensamiento crítico y analítico, para resolver distintos problemas

matemáticos y así evitar o disminuir el rezago escolar, que provoca en los alumnos, un

desfase con relación a las competencias que deberían adquirir cada ciclo escolar.

Bajo la teoría constructivista, el Plan y Programas de Estudios 2011 menciona que,

para la organización de la situación de aprendizaje, se debe planificar una secuencia

didáctica que despierte el interés de los alumnos, invitándolos a reflexionar y encontrar

diferentes formas de resolver los problemas para finalmente formular argumentos que

validen los resultados, propiciando así el desarrollo de las competencias. La Propuesta

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Multigrado (SEP, 2005) está basada en esta idea, propone el planteamiento y resolución de

problemas como estrategia esencial para seguir un proceso que oriente la práctica hacia el

cumplimiento de un propósito fijo.

Las estrategias y situaciones didácticas que se utilizan para el desarrollo de esta

parte implican principalmente la resolución de problemas adecuadas al nivel de los

estudiantes, así como el análisis colectivo de las soluciones y procedimientos que se

proponen. Para abarcar esto, decidimos marcar tres momentos de la estrategia para

desarrollar una planificación de una clase de matemáticas que cumplieran con lo que

propone el Plan y Programas de Estudio 2011: planteamiento, resolución y confrontación.

Para poder planificar considerando estos tres momentos, es necesario conocer qué

contenido vamos a planificar, así como el grado de complejidad que tendrá la actividad

porque en matemáticas existen distintas maneras de plantear la solución de problemas,

desde que se pueden propiciar tareas meramente reproductivas hasta aquellas más

abiertas, en las que el alumno se encuentra ante una pregunta a la que debe buscar

respuesta sin conocer exactamente los medios para alcanzarla y entonces necesita

explorar.

Este carácter relativo de la frontera entre ejercicios, problemas y situaciones

problemáticas está conectado con el hecho de que un problema sólo existe para quien se lo

toma como tal. Pozo (1994) y Baroody (2000) hacen esta distinción en la que menciona que

hay una diferencia entre lo que sabemos y lo que queremos saber, esto depende tanto de

cómo se plantee la actividad, así como de la manera en que la maneje el profesor.

Siguiendo la teoría de Pozo (1994), dedujimos los significados de los tres conceptos.

Un ejercicio es considerado como la realización de actividades rutinarias, que requieren

siempre un proceso de solución similar, si no idéntico y por lo tanto, difícilmente genera

problemas en los que se propicie la reflexión del alumno. Dicho planteamiento lo

relacionamos con la memorización de las tablas de multiplicar porque al principio es

necesario conocer a que se refieren, pero después se vuelve solo un proceso mecánico

para ubicar productos rápidamente.

Existen algunos criterios que permiten convertir las actividades en problemas en vez

de en simples ejercicios. En el planteamiento del problema, se debe plantear una pregunta

orientadora, para diversificar los contenidos conceptuales, desde académicos hasta

cotidianos, pero que al alumno tenga que utilizar una misma estrategia y adecuar el

problema, las preguntas y la información al propósito que queremos lograr, todo esto con el

fin de que el niño comprenda lo que se le está planteando.

De acuerdo a Pozo (Ibid), en la resolución del problema debemos dejar que el

alumno adopte sus propias decisiones sobre cómo le va a dar respuesta a la tarea

planteada, así como a reflexionar sobre ese proceso, concediéndole una autonomía

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creciente en la toma de decisiones. Sin embargo, también es necesario que el docente

ofrezca ayudas concretas, que intervenga con preguntas que incentiven la discusión y los

puntos de vista diversos que obliguen a los alumnos a explorar más de lo que están

realizando, intervención que les dará pauta al momento de argumentar sus respuestas.

En la confrontación de resultados los niños preguntan unos a otros sobre sus

resultados y los distintos procesos que utilizaron. Como docentes, debemos valorar la

reflexión y la profundidad de las soluciones a problemas alcanzados por los alumnos,

porque debemos centrarnos en los procedimientos y no en los resultados.

Para propiciar una situación problemática solo hay una diferencia a la de solución de

problemas, debe haber una combinación de problemas. Baroody (2000) propone mezclar

las operaciones necesarias y variar los tipos de problemas para resolver una situación para

estimular a los alumnos a analizar a detalle el enunciado, además de que exige que el niño

defina la incógnita y la representación más adecuada de cada problema, lo que llegaría a

implicar que el mismo alumno genere sus propias preguntas. Esto lo relacionamos con la

actividad de la tiendita y el proceso compra/venta en donde las cuentas tienen que ser

exactas para poder realizar el intercambio.

Entonces, tanto para el diseño como para el desarrollo del plan de acción, debemos

considerar que en el desarrollo de la estrategia didáctica las actividades que realice sean

equilibrio entre ejercicios, problemas y situaciones que ayuden a los alumnos no solo

consolidar sus destrezas, sino también a conocer sus límites, diferenciando las situaciones

conocidas ya practicadas, o sea, de las nuevas a las desconocidas para propiciar un

ambiente de aprendizaje favorable.

Además, la Propuesta Multigrado (SEP, 2005) considera importante implementar

estrategias específicas que sirven de apoyo para fortalecer el aprendizaje de los alumnos

en algún contenido, a esta estrategia se le conoce como actividad permanente, la cual se

desarrolla antes, durante y después del plan de acción, ya que son elementos

complementarios que el docente desarrolla cuando así lo considere necesario, en función

del conocimiento que tenga de las necesidades y desarrollo particular del grupo.

En la evaluación, el Docente es el encargado valorar los aprendizajes de los

alumnos, por lo tanto, quien realiza el seguimiento, crea oportunidades de aprendizaje y

hace las modificaciones necesarias en su práctica de enseñanza para que los alumnos

logren los estándares curriculares y los aprendizajes esperados establecidos en el Plan y

Programa de estudios 2011, por tanto, es el responsable de llevar a la práctica el enfoque

formativo de la evaluación de los aprendizajes.

En el apartado de evaluación en el Programa de Estudios 2011 de tercer grado se

marca como valorar el desempeño de los estudiantes, que permitirá orientar las decisiones

respecto del proceso de enseñanza en general y del desarrollo de la situación de

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aprendizaje en particular. Menciona que se deben usar registros, vistos como producciones

e interacciones de las y los estudiantes, para evaluar el desarrollo de ideas matemáticas.

Entonces, si en matemáticas la evaluación debe ser formativa se deben utilizar

instrumentos que ayuden a evaluar gradualmente la pertinencia del lenguaje y las

herramientas para explicar y argumentar los resultados obtenidos con las actividades

implementadas, para así valorar los avances del aprendizaje de los alumnos mediante

técnicas, instrumentos y las evidencias con respecto a la problemática detectada.

La SEP en el año 2013 creó un documento titulado “Estrategias e instrumentos de

evaluación” en donde especifica cada uno de los aspectos para evaluar desde un enfoque

cualitativo. Al utilizar técnicas como la observación, de desempeño, para el análisis del

desempeño y de interrogativo, se necesita de instrumentos de evaluación que brinden

información específica de lo que se evaluó. Algunos de estos instrumentos utilizados fueron:

una rúbrica, el registro anecdótico, el diario de clase, preguntas sobre el procedimiento, el

portafolio, pruebas escritas, etc.

Las evidencias también son importantes porque respaldan y comprueban qué se

realizó, como las fotografías, las videograbaciones, el libro de texto y los cuadernos de los

alumnos son medios que rinden cuentas y se pueden analizar en cualquier momento para

resolver algo que no haya quedado claro al momento de la evaluación.

METODOLOGÍA

Para poder abordar la situación a intervenir fue necesario, indagar la práctica

docente, tomando como eje rector elementos de la investigación-acción porque permite

vincular el análisis de mi práctica docente en la escuela primaria y la problemática detectada

según el diagnóstico antes descrito, para después implementar acciones que ayuden a

solucionar ambas problemáticas. La investigación-acción permite reformular este ciclo de

acciones una y otra vez, con el fin de mejorar consecutivamente apoyándonos

principalmente del proceso de reflexión.

Uno de los beneficios de la investigación-acción, es que al descubrir y analizar las

necesidades o situaciones que requieren atención puedo organizar las acciones de

intervención en busca de la mejora. Según Latorre (2005), se necesita de implementar

nuevas acciones con un fin, acciones que se pueden reformular a mediada que vamos

pasando de un ciclo a otro.

Al intervenir en el aula para que los alumnos logren resolver problemas que

impliquen el uso de la multiplicación, nos remite a un problema susceptible al cambio que

según Elliot (2000), al tener un problema que podemos cambiar, debemos tener una postura

exploratoria usando planes de acción, con el fin de mejorar la situación a intervenir en la

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problemática del grupo y en la práctica diaria como docente, lo que nombra como ciclo

reflexivo que puede repetirse cuantas veces sea necesario.

Para poder comenzar la investigación con el objetivo de eliminar o disminuir la

problemática detectada en el grupo, es de suma importancia saber cómo debe ser nuestro

papel de docente para abordarla. Entonces, la investigación-acción se llevará mediante

planes de acción en busca de la mejora del proceso del alumnado y de nustra propia

práctica docente. Para esto, y como esquema de pensamiento, con base a lo que

menciona Campechano (2008) en el libro “La práctica educativa”, dividimos el proceso en

tres etapas, la primera consiste en las características de nuestra práctica, la segunda es

encontrar los problemas y finalmente la etapa de planear la mejora.

En la primera etapa de las características, analizamos nuestra práctica con relación a

un par de modelos teóricos: Las unidades de análisis que plantea Antoni Zabala (2000), las

cuales son: secuencia didáctica, relaciones interactivas, organización social, tiempo,

espacio, organización de contenidos, materiales curriculares y evaluación. El siguiente es el

Plan y Programas de Estudio 2011 de la SEP, con el fin de detectar las variables de nuestra

práctica y compararla con lo que mencionan los modelos teóricos y comprender cómo debe

ser una práctica consciente y efectiva.

Las variables que no hayan cumplido la intención que se pretendía se convierten en

problemas, es por esto que la segunda etapa se llama problematización que consiste en

detectar los problemas para después clasificarlos y detectar el problema causa, que sería

entonces la situación a intervenir en mi práctica docente. Hasta este punto, detectamos las

dos problemáticas, la de grupo y la de nuestra práctica, lo que nos lleva a formular una

pregunta de investigación y una hipótesis de acción.

En la etapa de mejora, hay una relación teoría práctica porque investigamos sobre el

proceso de enseñanza-aprendizaje de la multiplicación para dar respuesta a nuestra

pregunta de investigación y comprobar la hipótesis planteada. Con base a la información

seleccionada, planificamos un plan de acción de una serie de actividades y las llevamos a la

práctica.

Por último, se analizan y reflexionan los resultados, después se vuelve a analizar el

proceso de investigación-acción para seguir aportando avances con el fin de lograr un

cambio que mejore o solucione el problema, proceso que se le conoce como el espiral

reflexivo que menciona Donald Schon (1987).

Seguir el proceso de la investigación- acción nos convierte profesionales reflexivos

porque a partir de la problemática detectada, debemos analizar y revisar el problema con el

fin de mejorar dicha situación, posteriormente se implementa el plan o intervención a la vez

que se observa, reflexiona, analiza y evalúa; posteriormente se replantea otro ciclo con la

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intención de mejorar nuestra intervención en el aula y así propiciar el aprendizaje de los

alumnos.

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DESARROLLO Y DISCUSIÓN

Mediante un análisis de nuestra práctica, pudimos identificar distintas problemáticas

que no abonarían a la situación a intervenir del grupo. Uno de los referentes para el análisis

de la práctica es la propuesta de las unidades de análisis propuestas por Zavala (2000),

quien permite a través de dichas unidades analizar la práctica tomando en cuenta las

distintas variables que configuran la intervención en el aula. A continuación, mostramos un

ejemplo de la manera en que se analizó la práctica mediante cada una de las unidades,

considerando lo que hicimos y lo que debimos hacer según el Programa de Estudios 2011 y

Zavala (2000).

¿Qué debimos hacer para la enseñanza de las

matemáticas? ¿Qué hicimos realmente en

la práctica?

Unidad de análisis

Zabala (2000) Programa de estudio 2011 Mi práctica

Secuencia de actividades

Conjunto ordenado de actividades estructuradas y articuladas para la consecución de un objetivo educativo en relación con un contenido concreto (actitudinal, procedimental, contenidos)

La elección de la situación de aprendizaje y la organización necesaria para su ejecución requieren de la planeación y la anticipación de los comportamientos (estrategias, habilidades y dificultades, entre otras)

No seguimos la estrategia de manera correcta, ya que hubo momentos en que decía la respuesta; no definí la manera en que intervendría. Dejamos de lado el objetivo principal del tema, que los alumnos utilizaran la suma y la resta al resolver un problema que implicara el uso del tiempo.

Relaciones interactivas

Tener en cuenta las aportaciones de los alumnos. Ayudarles a encontrar sentido a lo que hacen Establecer retos alcanzables Ofrecer ayudas contingentes. Promover canales de comunicación.

Las y los estudiantes deben tener la experiencia del trabajo autónomo, el trabajo en grupos colaborativos y la discusión, así como también, la reflexión y la argumentación grupal, con el fin de propiciar un espacio en el cual el respeto a la participación, al trabajo y a la opinión de las y los compañeros, sean fomentados desde y por las y los propios estudiantes, bajo la intervención de la o el docente; dando así la oportunidad a reconocer como válidas otras formas de pensamiento.

Al ofrecer las ayudas, no supimos hacer preguntas que llevarán a los niños a reflexionar y comprender, terminábamos diciéndoles “y si primero haces esto, a ver inténtale así, etc.” pero ya era una indicación más cercana a la respuesta.

Organización social

Una revisión de las formas de organización grupal nos permite hacer una clasificación más o menos esquemática

El trabajo colaborativo es importante porque ofrece a los alumnos la posibilidad de expresar sus ideas y de enriquecerlas con las opiniones de los demás, porque desarrollan la actitud de

No establecimos una organización específica por lo que trabajamos en dos momentos y nuestra intervención tenía que ser de una manera diferente para

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¿Qué debimos hacer para la enseñanza de las

matemáticas? ¿Qué hicimos realmente en

la práctica?

de las diferentes maneras de agrupar a los chicos y chicas en la clase.

equipo y la habilidad para argumentar; además, de esta manera se facilita la puesta en común de los procedimientos que encuentran.

cada una.

Espacio y tiempo

tenemos que preguntamos qué criterios nos permiten justificar el espacio que ocupemos (tipo de contenido, objetivo, cantidad de niños)

Se suele pensar que si se pone en práctica el enfoque didáctico que consiste en plantear problemas a los alumnos para que los resuelvan con sus propios medios, discutan y analicen sus procedimientos y resultados en el salón de clases.

Trabajamos en el salón de clases para poder estar más cerca de los alumnos y poder resolver sus dudas. La clase tardó exactamente una hora. 10 minutos de la hora fueron tiempo muerto, en tratar de conciliar el orden y recuperar la atención de los alumnos cuando se distraían.

Organización de contenidos

Las relaciones y la forma de vincular los diferentes contenidos de aprendizaje que conforman las unidades didácticas es lo que denominamos organización de contenidos.

Muchas veces los alumnos obtienen resultados diferentes que no por ello son incorrectos, sino que corresponden a una interpretación distinta del problema, de manera que es necesario averiguar cómo interpretan los alumnos la información que reciben de manera oral o escrita.

Para la comprensión lectora, solamente dimos indicaciones de “vuelve a leer”, “léelo lentamente”.

Materiales curriculares

Consideramos materiales curriculares aquellos medios que ayudan al profesorado a dar respuesta a los problemas concretos que se le plantean en las diferentes fases de los procesos de planificación, ejecución y evaluación.

la preparación de materiales y recursos que servirán de apoyo en el proceso de interacción entre los alumnos y el profesor con el saber matemático en juego.

No utilizamos material didáctico. Recurrimos solamente al recurso gráfico, lo que complicó más la clase ya que no pudieron interactuar directamente con el objeto.

Evaluación

Evaluar el conocimiento de cómo aprende el alumno a lo largo del proceso enseñanza-aprendizaje

Evaluar gradualmente la pertinencia del lenguaje y las herramientas para explicar y argumentar

No realizamos evaluación, simplemente revisamos que tuvieran el problema con la respuesta correcta

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El cuadro anterior muestra las distintas incongruencias entre lo que se hizo en cada

unidad de práctica y lo que se debió hacer, para finalmente detectar los problemas de

nuestra práctica. Elegimos los que de cierta manera impactaron de manera significativa en

nuestras prácticas, con el fin de poder evaluar los problemas detectados.

RESULTADOS

Utilizamos un diagrama de pescado para identificar las causas potenciales o reales

del problema a detectar de nuestra práctica en cada una de las unidades de análisis

propuestas por Zabala (2000) y posteriormente, cerca de la espina resaltamos el problema

que consideramos ser la causa principal en cada una de ellas.

Al identificar los problemas principales en cada una de las variables de la práctica,

realizamos la siguiente red de problemas para relacionar entre sí los problemas causa-

efecto para estructurar y determinar el problema causa (representados en color verde) y los

problemas consecuencia (en color rojo). La intención es que al identificar y atacar el

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problema principal se puedan disminuir automáticamente los demás problemas detectados

para mejorar nuestra práctica docente.

El que tenía más efectos en la práctica, fue el de “Las actividades no iban de acuerdo

al enfoque de las matemáticas” perteneciente a la unidad de análisis de la secuencia

didáctica. Es importante mencionar que nos percatamos de que en la lectura de “La práctica

educativa” de Antoni Zabala (2000) en cada una de las otras unidades, menciona que son

dependientes de cómo se tengan incluidas en la secuencia de actividades de la

planificación, lo que respalda el resultado de la red de problemas.

Considerando que la serie de actividades no fueron planificadas de acuerdo a

enfoque de las matemáticas y la situación a intervenir desde el problema detectado en los

alumnos, dedujimos nuestra pregunta de investigación: ¿De qué manera las situaciones

didácticas congruentes con el enfoque, favorecen el aprendizaje de la multiplicación en

alumnos de tercer grado?

En torno a una pregunta necesitamos la siguiente hipótesis de acción para

direccionar las acciones a realizar: Aplicar secuencias didácticas basadas en estrategias de

enseñanza y congruentes con el enfoque, favorece la mejora de la práctica e impacta en el

aprendizaje de la multiplicación en los alumnos de tercer grado.

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CONCLUSIONES

A través de la metodología de investigación-acción fue necesario investigar, conocer

y comprender la teoría que permita resolver los problemas/situaciones que se han

detectado anteriormente. En este caso, fue fundamental conocer cómo se enseñan las

matemáticas y por supuesto, cómo aprende el niño dicha asignatura. Todo esto

considerando el próximo diseño y desarrollo de un plan de acción que recupere las bases

de la investigación-acción y las rutas que de ella se desprenden.

Bajo la teoría constructivista, El Plan de Estudios 2011 menciona que para la

organización de la situación de aprendizaje se debe planificar una secuencia didáctica que

despierte el interés de los alumnos invitándolos a reflexionar y encontrar diferentes formas

de resolver los problemas para finalmente, formular argumentos que validen los resultados,

propiciando así el desarrollo de las competencias de los estudiantes y de nosotros como

docentes en formación.

Es de suma importancia, que no solo debemos centrar el trabajo en los procesos de

aprendizaje, sino también en los procesos de enseñanza de nosotros cómo docentes. Por

eso, es importante remitirse a la teoría de saber cómo enseñar matemáticas,

específicamente en el contenido de la multiplicación. Todo esto lo llevaremos a cabo

mediante ciclos de acción, que como lo menciona Elliot (2000) son una gran oportunidad

para mejorar constantemente la práctica, ya que podemos seguir este ciclo reflexivo

cuantas veces sea necesario, con el fin de mejorar nuestra intervención en el aula y

disminuir la situación problemática del grupo.

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REFERENCIAS

Baroody, A. (2000). El pensamiento matemático de los niños. Madrid. Visor Dis.

Castro, E. (1995). Estructuras aritméticas elementales. Bogotá. Iberoamérica.

DGESPE. (2012). Orientaciones didácticas para la elaboración del trabajo de titulación.

México.

Elliot, J. (2000). El cambio educativo desde la Investigación-acción. Morata, S. L.

Latorre, A. (2005). La investigación-acción, conocer y cambiar la práctica educativa.

España. Graó.

Pozo, J.I. (1994). La solución de problemas en matemáticas y aprender a resolver

problemas y resolver problemas para aprender. En La solución de problemas. (pp.14-

79). Madrid. Santillana.

SEP. (2011). Programa de Estudios de tercer grado. México.

SEP. (2005). Propuesta Educativa Multigrado. México: Constantine Editores.

SEP. (2013). Las estrategias y los documentos de evaluación desde el enfoque formativo.

México.

Zabala, A. (2000). La práctica educativa. Barcelona. Grao.