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1 Instituto de Formación Docente “Ercilia Guidali de Pisano” Tutora: Grattarola Adinolfi, Silvia La estimulación del pensamiento científico en el desarrollo del niño de 5 años Bertinat, Mariana CI: 5.098.697-1 Celular: 098456924 Correo: [email protected] Correa, Graciela CI: 4.061.019-8 Celular: 099231872 Correo: [email protected] 20 de octubre de 2020

La estimulación del pensamiento científico en el

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Page 1: La estimulación del pensamiento científico en el

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Instituto de Formación Docente

“Ercilia Guidali de Pisano”

Tutora:

Grattarola Adinolfi, Silvia

La estimulación del pensamiento científico

en el desarrollo del niño de 5 años

Bertinat, Mariana

CI: 5.098.697-1

Celular: 098456924

Correo: [email protected]

Correa, Graciela

CI: 4.061.019-8

Celular: 099231872

Correo: [email protected]

20 de octubre de 2020

Page 2: La estimulación del pensamiento científico en el

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Sumario

1. Justificación ....................................................................................................................... 3

2. Objetivos generales y específicos ......................................................................................... 6

2.1 Objetivo general ............................................................................................................. 6

2.2 Objetivos específicos ...................................................................................................... 6

3. Marco teórico ..................................................................................................................... 6

3.1 Antecedentes .................................................................................................................. 6

3.2 Conceptualizaciones que orientarán el trabajo monográfico ................................................. 8

3.2.1 El nivel inicial y las ciencias ...................................................................................... 8

3.2.1.1 La ciencia: una mirada epistemológica .................................................................. 8

3.2.1.2 Enseñar ciencia en el aula. ................................................................................... 9

3.2.1.3 Ciencia en el nivel inicial .................................................................................. 10

3.2.2 El pensamiento como base de todo aprendizaje .......................................................... 12

3.2.2.1 Pensamiento y pensamiento científico. ................................................................ 12

3.2.2.2 Pensamiento científico en el nivel inicial ............................................................. 14

3.2.3 Construyendo aprendizajes ...................................................................................... 15

3.2.3.1 El docente y las ciencias. ................................................................................... 15

3.2.4 ¿Por qué los niños aprenden? ................................................................................... 16

4. Marco metodológico ........................................................................................................ 17

4.1 Metodología ................................................................................................................. 17

4.2 Técnicas de investigación .............................................................................................. 18

4.3 Trabajo de campo ......................................................................................................... 19

5. Análisis ............................................................................................................................ 20

5.1 ¿Pensar para hacer? o ¿hacer para pensar? ....................................................................... 22

5.2 Un laboratorio en el aula ................................................................................................ 24

5.3 Una huella científica ..................................................................................................... 25

5.4 Los niños responden a la ciencia. .................................................................................... 27

5.4.1 Enséñame a hacerlo solo.......................................................................................... 28

5.4.2 Si estoy motivado, aprendo ...................................................................................... 30

6. Conclusiones .................................................................................................................... 33

7. Bibliografía ...................................................................................................................... 36

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1. Justificación

La selección del tema a investigar responde a inquietudes que surgieron a partir del transcurso

de nuestra carrera, principalmente en el recorrido por la práctica pre-profesional. Se observó

que los aprendizajes se centran en el Área del Conocimiento de Lengua y en el Área del

Conocimiento Matemático, con escaso énfasis en el Área del Conocimiento de la Naturaleza.

A partir de esta situación, surgieron múltiples interrogantes: ¿Qué implica enseñar ciencias en

el Jardín? ¿Para qué le sirve al niño aprender ciencias? ¿Cuándo empezar a enseñar ciencias?

¿Cuál es la relación entre la ciencia y el pensamiento científico? ¿Qué estrategias ayudan a

lograr esos aprendizajes? ¿Hacer ciencia es igual a experimentar? ¿Hay un solo modelo de

hacer ciencia? ¿Qué rol cumple el docente? ¿Cómo planificar propuestas que despierten la

curiosidad y las ganas de explorar el mundo? Asimismo, creemos que abordar contenidos de

esta índole ofrece al niño otra manera de comprender el mundo que lo rodea y le va a permitir

adoptar un rol activo en el proceso de enseñanza y en el de aprendizaje.

El propósito de la investigación es indagar qué importancia tiene el pensamiento científico en

el desarrollo del niño de 5 años y, desde el ámbito educativo, qué aportes se hacen al respecto.

En relación a esto último se resalta la relevancia de investigar cuál es el rol del docente en la

estimulación del pensamiento científico y qué estrategias se utilizan para favorecerlo, así como

la importancia de una transposición didáctica adecuada y de una formación docente rigurosa.

Para este trabajo, de corte investigativo, se seleccionan grupos de nivel inicial 5 años, con las

características de su desarrollo evolutivo y mental, lo que habilita a plantear actividades

estratégicamente pensadas en relación al desarrollo del pensamiento científico. Esto significa

que enseñar a conocer el mundo desde una perspectiva científica va más allá de realizar

experimentos en un laboratorio. También es una manera de enriquecer la autonomía intelectual

de los niños.

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Es pertinente, referir a Jean Piaget (1896-1980), psicólogo y biólogo suizo, que sostiene que el

desarrollo cognitivo de los niños en la primera infancia transita por cuatro etapas;

focalizaremos en la etapa pre-operacional, que comprende de los 2 a los 7 años. Entre los 4 y

los 7 años se construyen las primeras operaciones lógicas del pensamiento infantil, a las que

Piaget denominó “etapa intuitiva”. En el texto “La Psicología Evolutiva de Piaget”, Mandolini

Guardo expone que:

“...durante la misma, éste considera que se registran diez características fundamentales:

1) Los niños comienzan a dar razones de sus opiniones y creencias. 2) Comienzan a

formar conceptos. 3) Su pensamiento aún no es operativo. 4) No pueden mentalmente

hacer comparaciones, sino que sólo pueden hacerlas una a la vez y en forma práctica.

5) Las representaciones mentales son tan limitadas que el pensamiento está regido por

percepciones inmediatas, es pues intuitivo. 6) Por la razón anterior, sus juicios adolecen

de la variabilidad típica de la percepción. 7) La percepción es centrada, o sea que los

niños sólo perciben un rasgo o una zona por vez. Esto es válido para todo tipo de

percepción. 8) Aunque en la práctica pueden coordinar una cantidad de percepciones

de un mismo objeto, no pueden lograr la estabilidad y la reversibilidad del pensamiento

conceptual que derivan de las operaciones mentales. 9) Sólo pueden considerar una

relación por vez. 10) Por lo señalado en los puntos 8 y 9 el pensamiento exhibe varias

limitaciones.” (Mandolini Guardo, 1974: 121)

Se toma en cuenta esta etapa evolutiva del niño como el momento de privilegio para sentar las

bases del pensamiento científico, para educar la curiosidad natural y orientarla hacia hábitos de

pensamiento sistemático y autónomo. Se trata de aprovechar el deseo natural de conocer el

mundo como plataforma sobre la cual se construyen las herramientas que permiten comprender

cómo funcionan las cosas y pensar por ellos mismos.

Page 5: La estimulación del pensamiento científico en el

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En relación a este tema son relevantes los aportes de Melina Furman, Dra. en Educación en

Ciencias de la Universidad de Columbia, que investiga sobre cómo generar contextos

educativos que potencian la curiosidad y el pensamiento crítico desde el Jardín de Infantes

hasta la vida adulta. Plantea el pensamiento científico como:

“...una manera de pararse ante el mundo, que combina componentes cognitivos y

socioemocionales, como la apertura y la objetividad, la curiosidad y la capacidad de

asombro, la flexibilidad y el escepticismo, y la capacidad de colaborar y crear con

otros”. (Furman, 2016: 17)

Al hablar de pensamiento científico se desprende que hay un conocimiento científico que

difiere del conocimiento cotidiano. Esto nos lleva a plantearnos que estimular el pensamiento

científico es una oportunidad para desarrollar la curiosidad, el pensar por uno mismo y el mirar

el mundo desde diferentes perspectivas. Para llegar a él, es necesario un aprendizaje específico

que se construya a partir del conocimiento que el niño posee de sus vivencias. Teniendo en

cuenta que los niños con un mismo nivel de desarrollo mental, necesitan de la interacción con

otros para aprender, el docente desde este punto de vista actúa como mediador en la

construcción de significados. Esto se apoya en lo que plantea Lev Vygotsky, que reconoce en

su teoría un nivel evolutivo real, que implica aquellas actividades que el niño realiza de forma

autónoma dando indicios a su desarrollo cerebral. Cuando las acciones se realizan con la ayuda

de otro, se da el desarrollo de un nivel potencial, lo que se aproxima al desarrollo mental. Estas

diferentes maneras de aprender, es lo que Vygotsky denomina Zona de Desarrollo Próximo:

“... la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver

independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través

de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro

compañero más capaz.” (Vygotsky, 1979: 133)

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2. Objetivos generales y específicos

2.1 Objetivo general

Identificar las estrategias que despliegan los docentes de nivel 5 años para favorecer el

pensamiento científico en los niños.

2.2 Objetivos específicos

- Analizar las respuestas actitudinales y procedimentales de los niños frente a las propuestas

del docente, en relación a la actitud crítica, reflexiva, autónoma, de observación y de debate.

- Reconocer las estrategias utilizadas por los docentes en relación a los contenidos curriculares.

- Comprender la incidencia del rol docente en la estimulación de las capacidades científicas y

de investigación en los niños de 5 años.

3. Marco teórico

3.1 Antecedentes

Con el propósito de indagar en el tema, y a modo de antecedentes para esta investigación, se

relevan trabajos académicos que abordan temáticas relacionadas con el pensamiento científico

en nivel inicial y su influencia en la estimulación del desarrollo cognitivo en el niño.

A nivel nacional en el año 2017, Esther Nande Machado elabora una investigación como

requisito para la obtención del título de Máster en Educación, en la Universidad ORT Uruguay.

Esta se titula “Las prácticas de enseñanza de las Ciencias Naturales en Educación Inicial:

estudio de tres instituciones privadas”, y plantea como algunos de sus objetivos caracterizar y

analizar las estrategias, e identificar los recursos educativos que implementan las maestras para

enseñar ciencias naturales en Educación Inicial. Se concluye que existen aspectos comunes a

las experiencias consideradas inspiradoras al momento de enseñar ciencias naturales, que

tienen que ver con un enfoque interdisciplinar, con estimular el surgimiento del interés del

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niño, la integración del arte y la ciencia, y que el niño es protagonista en la experimentación y

el registro.

A nivel internacional, se seleccionan trabajos de diferentes países.

En el año 2015, Verónica Arango, Laura Arboleda, Diana Aricapa, Elizabeth González y Lina

Orozco, realizan su trabajo de grado para obtener el título de Licenciadas en Educación

Preescolar, sobre “Pensamiento científico en niñas y niños” en Facultad de Educación,

Universidad De San Buenaventura, Medellín. Se investigó con el propósito de potenciar el

pensamiento científico desde la dimensión cognitiva en el currículo de grado de transición de

niveles 4, 5, y 6 años, del colegio Parroquial Emaús, a través de actividades que estimularan a

los niños a incrementar su curiosidad. Como conclusión final, establecieron la importancia de

que el niño incorpore un lenguaje tecnológico y digital, en beneficio del desarrollo del

pensamiento científico y de la motivación a realizar investigaciones, así como también para

convertirse en sujetos transformadores e innovadores que den respuesta a las necesidades

socioculturales.

En el año 2016, Carlos Villamizar Mejía, Claudia Soler Payanene y Luz Vargas García,

realizan la investigación titulada “El desarrollo del pensamiento científico en el niño de

preescolar de la escuela rural “El diamante” a partir de la construcción de la conciencia

ambiental.”, con el fin de obtener el título de grado en Licenciatura en Pedagogía Infantil, de

la Facultad de Ciencias Humanas, Santa Rosa del Sur, Bolívar. Se plantearon demostrar cómo

a partir de estrategias lúdico-pedagógicas, didácticas e investigativas, se desarrolla el

pensamiento científico en el niño de educación preescolar teniendo como punto de referencia

el despertar de la conciencia ambiental. Como conclusión se llegó a que los estudiantes

fortalecieron sus conocimientos y habilidades, debido a que las actividades fueron construidas

con el objetivo de fomentar el desarrollo cognitivo de la enseñanza y el aprendizaje, así como

el desarrollo del pensamiento científico.

Page 8: La estimulación del pensamiento científico en el

8

Por otra parte, Shayla Izaguirre Hernández y Ma. Del Socorro Ramírez Vallejo, en el año 2017,

publicaron en la Revista “Educando para educar”, de San Luis Potosí, México, la investigación

“Desarrollo del pensamiento científico desde una visión social de las ciencias en niños de

preescolar”. En esta investigación el tema central es el pensamiento científico tratado desde

una perspectiva social, con la finalidad de desarrollar acciones que modifiquen el medio, con

el objetivo de potenciar el pensamiento científico en los alumnos de 5 y 6 años de preescolar a

través del uso social de la ciencia, mediante diversas estrategias. Se obtiene como resultado

que la variedad en las estrategias y el uso de las preguntas, son factores clave para desarrollar

el pensamiento científico. Además, constataron que se aprecia por parte de los niños el gusto

por las actividades de ciencias y su asombro en los resultados de los experimentos.

3.2 Conceptualizaciones que orientarán el trabajo monográfico

3.2.1 El nivel inicial y las ciencias

3.2.1.1 La ciencia: una mirada epistemológica

Para comprender a qué refiere el concepto de “ciencia”, es necesario realizar un recorrido

histórico desde un punto de vista epistemológico. El concepto originalmente se relaciona con

el surgimiento del pensamiento racional, esto implica el uso de la razón como forma de conocer

la realidad.

Esther Díaz (1998) plantea en su texto “La producción de los conceptos científicos”, dos

sentidos para definir la ciencia. El primero, desde una visión genérica “Se refiere al

conocimiento que una época considera sólido, fundamentado y avalado por instituciones. En

este sentido se puede hablar de ciencia antigua y medieval.” (p. 17)

En otro sentido “...refiere a un conocimiento específico y acotado que ha surgido en Occidente

a partir de la modernidad. Desde este punto de vista, la ciencia existe desde el siglo XVI.” (p.

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17) De esto se desprende la relación entre ciencia y conocimiento, donde conocer implica

entablar una relación con la realidad, interpretarla y dar cuenta de ella.

El conocimiento permite describir las características de un objeto o hecho, explicar los motivos

que lo producen, y predecirlo antes de que el hecho ocurra. Además, dicho conocimiento para

que sea científico se respalda en la rigurosidad y tiene ciertas características, como la

objetividad, el carácter metódico y sistemático, la exigencia de un lenguaje preciso, entre otras

(Díaz, 1997).

Desde la antigüedad, el hombre se ha interesado por descubrir y comprender el mundo en el

que vive, buscando incansablemente las causas de los fenómenos naturales y sociales de los

cuales es parte, constituyendo así el preguntar como una actividad exclusivamente humana.

(Wenzel y Zicardi, 2014)

Desde esta perspectiva, las autoras Wenzel y Zicardi plantean el surgimiento de la ciencia como

una actividad para la sistematización del conocimiento que ha utilizado distintos métodos para

avalar las múltiples teorías. Esto es lo que le da el carácter dinámico a la ciencia a través de la

historia, y no se debe dejar de lado. (2014)

3.2.1.2 Enseñar ciencia en el aula

Entendiendo que la ciencia es una manera de conocer la realidad, el conocimiento científico es

diferente al conocimiento cotidiano y, para poder alcanzarlo, necesita ser enseñado a través de

un aprendizaje específico. Es un proceso que se propone saber cómo se logra conocer algo,

más que conocer el objeto o el hecho en sí mismo. En este sentido, la escuela asume un rol con

responsabilidad directa en enseñar a conocer, en hacer uso de dicho conocimiento de manera

tal que favorezca la construcción del pensamiento crítico y reflexivo que se propone la

educación del siglo XXI. Por estos motivos, debe existir un espacio que acerque a los niños a

la ciencia, y al proceso de hacer ciencia.

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La escuela y la educación en sí misma, tradicionalmente se han planteado una educación basada

en la transmisión de conocimiento, bajo el supuesto de que el docente es quien posee el

conocimiento y debe llenar de contenido a los alumnos. Siguiendo un nuevo enfoque

pedagógico, el docente debe incentivar, guiar, al alumno a que tome conciencia de sus propias

ideas y las confronte, las enfrente a debate, que construya su propio conocimiento de manera

activa (Gellon, Rosenvasser, Furman et al, 2005).

Gonçalvez, Segura y Mosquera (2010) plantean, que generalmente la enseñanza de las ciencias

se plantea desde un enfoque reduccionista, poniendo el énfasis en Biología, dejando de lado

otras disciplinas como Física, Química o Astronomía. A esto se le suma la visión tradicional

que se tiene sobre la ciencia, lo que lleva al poco interés por llevarla a las aulas. Existen

creencias arraigadas, y por ende naturalizadas, como “Aprender ciencia es difícil”; “Para

aprender ciencia es indispensable saber leer y escribir”; “Para enseñar ciencia es necesario

equipamiento sofisticado y de alto costo”; “Con solo manipular o hacer, los niños descubren

principios científicos” (p. 11)

3.2.1.3 Ciencia en el nivel inicial

El nivel inicial es una etapa privilegiada para enseñar ciencia. Considerando el concepto que

proponen Furman, Jarvis, Luzuriaga y de Podestá (2019) para enseñar se debe

“...mirar el mundo con ojos científicos (…) los niños llegan al jardín de infantes con la

curiosidad fresca, el asombro a flor de piel y el deseo de explorar bien despierto, y

tenemos en nuestras manos la maravillosa oportunidad de extender esa curiosidad hacia

nuevos horizontes (…) acompañándolos en la formación del pensamiento.” (p. 11)

Siguiendo la misma línea, estos autores plantean colocar la mirada sobre la enseñanza misma.

Por un lado se establece que el producto de la ciencia se forma por el conjunto de conceptos

que se han ido construyendo a lo largo de la historia por los científicos, organizados en marcos

Page 11: La estimulación del pensamiento científico en el

11

teóricos de manera coherente; y por otro lado se presenta la ciencia como proceso, lo que se

relaciona con la manera en que se genera el conocimiento (observación, experimentación,

debates, modelos explicativos, entre otros). Es esta última dimensión la que se propone como

capacidad de pensamiento que se debe llevar a la escuela, y en particular al nivel inicial

(Furman et al., 2019).

Otra consideración que se plantea, es que la forma en que se lleva a la práctica dicho proceso,

no siempre implica necesariamente la experimentación práctica, o que siempre que se lleven a

cabo experimentos se están enseñando competencias científicas, y que los experimentos no son

la única forma de adquirirlas. Es cierto que las experiencias que se realizan con materiales

concretos constituyen una valiosa oportunidad que conecta al niño con el mundo de los

fenómenos, pero existen otros momentos que también contribuyen en el proceso científico,

como ser los momentos de identificación y formulación de preguntas, de pensar posibles

hipótesis o buscar evidencias que sustentan una afirmación. Citando a Gellon, “se pueden

enseñar competencias científicas con solo una tiza” (Furman y de Podestá, 2015, p. 64).

Por otra parte, cabe señalar que desde los distintos diseños curriculares que existen en la región,

se plantea la importancia de promover la enseñanza de las ciencias en el nivel inicial como una

manera de garantizar el derecho de los niños a obtener una alfabetización científica desde

edades tempranas. Tal como lo señala E. Soria (2020)

“La educación en ciencias que se desarrolla desde el nivel inicial propicia los primeros

encuentros sistematizados y su alfabetización en relación con una gama de temas de

interés de niños y niñas en ámbitos distintos del familiar, ambientes enriquecidos

afectiva y culturalmente para producir aprendizajes oportunos” (p. 20).

Es por ello que resulta pertinente y fundamental ofrecer ciencias en la primera infancia para

contribuir en el desarrollo de experiencias educativas que enriquezcan y contribuyan a

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despertar el interés por descubrir y generar interrogantes acerca de cómo está constituido el

ambiente y que inviten a conocerlo. (Soria, 2020)

3.2.2 El pensamiento como base de todo aprendizaje

3.2.2.1 Pensamiento y pensamiento científico

Habitualmente los individuos resuelven diversos problemas y cuestiones a través de

habilidades que requieren la práctica de procesos mentales, englobados en lo que se conoce

como “pensamiento”. La Real Academia Española, define al pensamiento como la “facultad o

capacidad de pensar”, “actividad del pensar” (RAE). Para autores, como Piaget (1999) el

pensamiento es una actividad mental de carácter simbólico, que puede operar con palabras e

imágenes, pero también con otro tipo de representaciones mentales.

Difiriendo de sus concepciones, el pensamiento le permite al individuo en su capacidad de

pensar, desarrollar habilidades vinculadas a las diferentes formas de pensamiento. Estas

habilidades, se pueden distinguir en dos tipos: habilidades básicas y habilidades analíticas.

Según Guevara (2000), las primeras son las habilidades que sirven para sobrevivir en el mundo

cotidiano y tienen una función social. Algunos ejemplos son: observación, comparación,

relación, clasificación y descripción. Y las analíticas, son el proceso de comprender un todo,

sea persona, objeto o situación, buscando su orden, su coherencia y precisión en cada caso.

Cuando se logra una metacognición y hay un interés por la reflexión en las habilidades básicas,

surgen las analíticas (Guevara, 2000).

Al referirnos a las diferentes formas de pensar del ser humano, desde un punto de vista general,

apreciamos que esta se organiza de dos maneras: pensamiento cotidiano y pensamiento

científico. Más allá de su clasificación, no se pueden considerar como maneras de pensar

aisladas, sino que ambos pensamientos se complementan. La diferencia se encuentra en el tipo

de explicación que argumenta cada uno. En primer lugar, el pensamiento cotidiano, ofrece

Page 13: La estimulación del pensamiento científico en el

13

explicaciones no científicas, sus argumentos están basados en poderes o seres imaginarios y en

la sabiduría popular. Por otro lado, el pensamiento científico se aplica a los hechos innegables

y no especula arbitrariamente. Sus argumentaciones, se caracterizan por tener objetividad,

racionalidad y sistematicidad (López Cano, 1989).

Según Mario Bunge (1976) en López Cano (1989) el conocimiento científico debe tener las

siguientes características: fáctico (parte de hechos dados en la realidad), analítico (disgrega su

objeto de estudio para conocerlo mejor), preciso, simbólico (posee un lenguaje propio cuyos

símbolos y signos tienen un significado determinado), comunicable, verificable (a través de la

observación y experimentación), metódico (organizado), predictivo (explica hechos del

pasado, presente y futuro), explicativo (busca las causas y el por qué). Es un conocimiento que

trasciende, no muere ni pasa de moda nunca. Además, de ser útil, ha sido uno de los baluartes

principales para el avance de la humanidad (López Cano, 1989).

Asimismo, a pensar científicamente se enseña. Tal como lo plantea M. Dibarboure (2013), este

tipo de pensamiento se vincula directamente con la rigurosidad que exige el conocimiento

científico. Esto lleva a que la ciencia que se enseñe habilite al desarrollo del “...pensamiento

lógico, inferencial, hipotético deductivo, incluyendo en este último, el que puedan deducir de

la hipótesis y no solo de lo real” (p. 23).

Otra consideración a tener en cuenta, es la relación que existe entre pensamiento y lenguaje al

momento de enseñar y aprender ciencias. Márquez Bargalló (2005) sostiene que dicha relación

es dependiente una de la otra, porque “enseñar y aprender es básicamente un proceso de

comunicación” (p. 27) entre el docente y los alumnos, y entre los mismos alumnos. Además,

conocer y hablar son dos procesos diferentes, que conllevan a que se incentive al alumno a

comunicar sus ideas, y el lenguaje juega un papel importante en la construcción de dichas ideas.

La autora explica esto citando a Lavoisier (1789)

Page 14: La estimulación del pensamiento científico en el

14

“... las palabras son las que conservan y transmiten las ideas, resulta que no se puede

perfeccionar la lengua sin perfeccionar la ciencia, ni la ciencia sin la lengua; y por muy

ciertos que fueran los hechos, por muy justas las ideas que los originaron, solamente

transmitiríamos impresiones falsas si no tuviéramos expresiones exactas para

nombrarlos” (p. 27).

Hacer referencia al pensamiento científico, es tener en cuenta ciertas capacidades que son

imprescindibles. La primera de ellas, implica hacerse preguntas sobre algo que no se conoce y

resulta intrigante. La segunda, requiere de la búsqueda creativa de posibles explicaciones. La

última etapa, exige planificar de manera imaginativa diferentes alternativas para responder a

las preguntas planteadas. Estas capacidades conforman aprendizajes que se construyen

gradualmente, y poco a poco se van constituyendo en hábitos. (Furman, 2016) Además, plantea

que

“... se conforman como una lente para ver y pensar sobre el mundo (...) porque de lo

que se trata, justamente, es de aprender a ver el mundo desde cierta óptica que nos

permita hacer visible lo invisible, creando e identificando patrones y conexiones que,

sin esa lente, permanecerían escondidos para nosotros” (p. 16).

3.2.2.2 Pensamiento científico en el nivel inicial

El pensamiento se constituye por conceptos, que no están aislados sino que se relacionan entre

sí. En lo que respecta al pensamiento de los niños, se reconoce que en la etapa preescolar

construyen conceptos de carácter espontáneo. Es en la etapa escolar donde los conceptos

tornarán un carácter científico. Según Piaget, los niños en su afán por interpretar el mundo se

comportan como pequeños científicos. Con su lógica y formas de conocer, las cuales siguen

patrones predecibles del desarrollo, van alcanzando la madurez e interactuando con el entorno,

construyendo representaciones mentales y posibilitando así una interacción recíproca.

Page 15: La estimulación del pensamiento científico en el

15

Gallego, Castro y Rey (2008) considerando las investigaciones de Driver, Guesne y Tiberhien

(1989), establecen que el pensamiento del niño se organiza en cuatro momentos: pensamiento

dirigido a la percepción, correspondiente a basar su razonamiento en las características

observables de una situación problema; enfoque centrado en el cambio en vez de en los estados

constantes, se centra en los estados de transición más que en el equilibrio del sistema;

razonamiento causal lineal, al explicar cambios prosiguen una secuencia lineal; y dependencia

del contexto.

Tal como lo plantea M. Furman (2016), la etapa que comprende la primera infancia es en la

que surgen naturalmente las ideas maravillosas, “... son años de ojos brillantes, de

descubrimiento, de curiosidad a flor de piel” (p. 8). Los primeros años de experiencia escolar

de un niño, son sustanciales para asentar las bases fundamentales de la construcción de una

mirada científica del mundo que se vaya complejizando y profundizando de manera paulatina.

De igual modo, se debe tener presente que, a pesar de que los niños manifiestan desde muy

pequeños capacidades asociadas al pensamiento científico, estas no prosperan ni se

profundizan sin una enseñanza que potencie de forma intencionada dicho desarrollo.

3.2.3 Construyendo aprendizajes

3.2.3.1 El docente y las ciencias

Los docentes ocupan un lugar central en el entramado educativo. Este entramado incluye los

vínculos institucionales, las tareas en las aulas y más allá de ellas, el currículum prescripto y el

oculto. La escuela no tiene que ser solo el lugar para aprender y que alguien enseñe, sino que

tiene que ser el lugar para la pregunta y la oportunidad, pero encontrarlas con autonomía, por

lo que al planificar se deben considerar propuestas que prioricen la indagación por parte de los

niños. Desde este enfoque es conveniente pensar situaciones que se encuadren en contextos

cotidianos, tener claros cuáles son los objetivos que se plantea el docente para definir todo en

Page 16: La estimulación del pensamiento científico en el

16

función de ellos, no pensar actividades por el simple hecho de que puedan ser seductoras o den

lugar a hacer por hacer (Pitluk, 2015).

Para convertir la ciencia en un objeto de enseñanza, el docente debe contemplar algunas

cuestiones, tales como los modelos científicos que los niños elaboran del mundo que los rodea.

En este aspecto, J. Piaget y su grupo (Piaget, Sinclair y Bang, 1980) concluyeron que los

aspectos que caracterizan “cómo aprenden los niños” se pueden analizar en dos afirmaciones

que, de manera un tanto extrema, representan modos de definir el aprendizaje infantil: “Los

niños sólo aprenden haciendo” (p. 24). Detrás de esta afirmación suele considerarse el

aprendizaje como resultado de la actividad, y a ésta, a partir de la exteriorización de acciones

por parte del niño. Así, el docente propone contextos estimulantes y contempla las actividades

de exploración. “Los niños sólo aprenden escuchando” (p. 24), aquí se considera a un niño

capaz de aprender conceptos implicados en este campo si se utilizan palabras adecuadas.

(Gallego, Castro & Rey, 2008)

Tanto las interacciones, como las características de los componentes del entorno inmediato al

niño, son de una complejidad tal, que supone indefectiblemente un trabajo pensado,

planificado, desde un abordaje pedagógico adecuado, donde se contemple el enriquecimiento

de los ambientes con el objetivo de potenciar el desarrollo y promover los aprendizajes. (Soria,

2020)

3.2.4 ¿Por qué los niños aprenden?

Los niños de nivel inicial desarrollan una actitud curiosa constantemente, debido al entorno

que los rodea, y con sus ideas previas e imaginación logran dar una explicación de las cosas a

su manera.

Para Piaget en su “Teoría del desarrollo cognitivo” (1950), el niño transita por cuatro etapas,

como ya expresamos en la Justificación del presente trabajo. Focalizamos en la etapa pre-

Page 17: La estimulación del pensamiento científico en el

17

operacional, que comprende de los 2 a los 7 años. Esta etapa comienza cuando el niño logra la

capacidad de pensar en objetos, hechos o personas ausentes. A esta edad, el niño demuestra

una mayor habilidad para emplear símbolos con los cuales representar su entorno. Uno de los

progresos cognoscitivos más importantes de esta etapa es el del pensamiento representacional,

que le va a permitir al niño adquirir el lenguaje. Cuando el niño empieza a hablar, utiliza las

palabras en forma verdaderamente representacional, para referirse sobre todo a hechos pasados

u objetos ausentes. Junto con la habilidad de usar como símbolos palabras e imágenes, los niños

empiezan a utilizar los números, aunque no adquieran un concepto verdadero del número antes

de la etapa de las operaciones concretas (Rafael, 2007-2008).

Los niños en esta edad, se caracterizan por su curiosidad y espíritu inquisitivo. Es en esta etapa

donde surgen las teorías intuitivas sobre fenómenos naturales. Los conceptos sobre el mundo

que va adquiriendo el niño, se caracterizan por el animismo, es decir que no distinguen entre

seres animados y objetos inanimados. Construyendo sus creencias, los niños recurren a su

experiencia y observaciones personales. Por esta razón, es que el calificativo intuitivo se aplica

a la etapa preoperacional, debido a que su razonamiento se basa en experiencias inmediatas.

Sus percepciones son egocéntricas, el niño se ve y se siente como el centro del mundo (Rafael,

2007-2008).

4. Marco metodológico

4.1 Metodología

En investigación, el término metodología refiere a “... el modo en que enfocamos los problemas

y buscamos las respuestas.” (Taylor y Bogdan, 1987, p.15)

Seleccionar determinada metodología, responde a los supuestos, intereses y propósitos de la

investigación a realizar. Para este trabajo de corte investigativo, la metodología utilizada fue la

cualitativa, porque se orientó al proceso y no solamente a los resultados. Según plantean Taylor

y Bogdan “(…) refiere en su más amplio sentido a la investigación que produce datos

Page 18: La estimulación del pensamiento científico en el

18

descriptivos, las propias palabras de las personas, habladas o escritas y la conducta observable.”

(1987: 20) Se enmarca dentro de una perspectiva fenomenológica, por lo tanto, se trata de

“...comprender a las personas dentro del marco de referencia de ellas mismas.” (p. 20) Los

conceptos se desarrollan a partir de la comprensión de los datos, siguiendo un diseño de

investigación flexible, por lo tanto los datos no se recogen para ser evaluados o contrastar

teorías preconcebidas. Tanto el escenario como las personas que forman parte de la

investigación son consideradas desde una perspectiva holística, como un todo. (Taylor y

Bogdan, 1987)

4.2 Técnicas de investigación

Las técnicas seleccionadas que se utilizaron para recolectar la información necesaria fueron la

entrevista y la observación directa no participante. Asimismo, inicialmente se planificó la

utilización de la técnica de análisis documental (planificaciones docentes).

Según Laura Abero (2015)

“… La entrevista es por definición un diálogo cara a cara entre entrevistador y

entrevistado. Se enmarca en un texto oral que emite el entrevistado a partir de temáticas

sugeridas o preguntas enunciadas por el investigador. Se trata de extraer información

sobre opiniones, creencias, concepciones, estados subjetivos del informante. Permite

recoger la subjetividad.” (p. 149)

En relación a este tema Taylor y Bogdan plantean que “… las entrevistas cualitativas han sido

descriptas como no directivas, no estructuradas, no estandarizadas y abiertas.” (1987: 101)

Según la clasificación de Sifuentes (2011) citado en Abero (2015), el tipo de entrevista que se

llevó adelante fue la semiestructurada, teniendo en cuenta que las interrogantes guías se

diseñaron en función de cada entrevistado.

En cuanto a la observación “(…) se distingue del acto de mirar, porque conlleva una intención,

un objetivo (…) Se observa para obtener datos que serán comparados, interpretados y

Page 19: La estimulación del pensamiento científico en el

19

analizados.” (2015: 151) En particular para este trabajo, se realizó la observación directa, no

participante, lo que supone estar por fuera del grupo o fenómeno a investigar, según Rojas

Soriano (1995).

Otra de las técnicas inicialmente planificadas para la recolección de datos, fue el análisis de

documentos. Sandoval (2002) en Abero (2015) plantea que “(…) los documentos son una

fuente fidedigna y práctica para revelar los intereses y las perspectivas de comprensión de la

realidad.” (p. 155)

4.3 Trabajo de campo

En primera instancia se seleccionó la institución, que en este caso corresponde al Jardín de

Infantes X, de carácter público. Se solicitaron las autorizaciones correspondientes a través de

una carta dirigida a la dirección de dicha institución. Posteriormente, se agendaron y

coordinaron con antelación las entrevistas a dos de las maestras del Jardín de Infantes X. La

selección se orientó a informantes vinculados al tema, maestras de nivel inicial 5, que poseen

afinidad con el mismo, y que han participado en eventos específicamente relacionados (Clubes

de Ciencias, por ejemplo). Por otra parte, se realizó una observación de clase y entrevista a la

maestra de nivel inicial 5, de una Escuela Común, de carácter público.

Se seleccionó a profesionales que ejercen e investigan en el campo de la Ciencia, se entrevistó

a la experta en el campo de la educación y la ciencia, Doctora en Ciencias de la Educación

Melina Furman, de nacionalidad argentina. La mencionada profesional autorizó a que se la

nombre en el presente trabajo.

A los efectos de la ética que exige el trabajo investigativo, específicamente en lo que refiere a

la no identificación de los informantes calificados que se seleccionaron, en el texto se

identificarán como maestra 1, maestra 2, maestra 3 y maestra 4. En todos los casos se solicitó

la debida autorización para grabar las entrevistas. En particular, en la entrevista realizada a la

Page 20: La estimulación del pensamiento científico en el

20

Dra. Melina Furman, se utilizó como medio de comunicación y registro de la misma una

aplicación de mensajería telefónica.

En relación a la observación y recolección de datos, se seleccionó la institución donde se

desempeñan las maestras 1 y 2.

Cabe mencionar que en el presente año, la presencialidad en las Escuelas y Jardines se ha visto

afectada por la situación sanitaria debido al COVID-19. Esto condicionó el ingreso a las

instituciones, llevando a que las observaciones a las maestras 2 y 3 no se pudieran llevar a cabo.

Como forma de subsanar esta situación y continuar con la investigación, se seleccionó, para

entrevistar y observar, una maestra de nivel inicial 5 de una escuela de tiempo extendido.

Con la maestra 1 se concretaron las observaciones de dos actividades, enmarcadas en una

secuencia planificada desde el Área de las Ciencias Naturales, disciplina Química. Con la

maestra 4 se coordinó una observación, enmarcada en una unidad sobre alimentación saludable,

la actividad seleccionada corresponde al Área de las Ciencias Naturales, disciplina Biología.

Las observaciones se realizaron a través de dos modalidades: una implicó utilizar una pauta de

observación previamente diagramada, y la otra, observar sin pauta.

Es preciso señalar que la técnica de análisis documental finalmente no se realizó, debido a que

el material obtenido resultaba insuficiente para ser considerado en la investigación.

Estas técnicas seleccionadas permitieron la obtención de información específica, para el logro

de los objetivos propuestos en la investigación.

5. Análisis de datos

Como punto de partida para el análisis de los datos se llevó a cabo la lectura reiterada, y en

profundidad, de las entrevistas realizadas a las maestras seleccionadas. Las mismas, se

focalizan en la opinión de las maestras en relación a la estimulación y acercamiento de los

niños a experiencias de enseñanza y de aprendizaje en el ámbito de las ciencias, puntualmente

el desarrollo del pensamiento científico en los niños de 5 años. Dos de las maestras

Page 21: La estimulación del pensamiento científico en el

21

entrevistadas, corresponden a los grupos en los cuales se realizaron las observaciones. Además,

como ya se ha expresado, se entrevistó a la Dra. en Ciencias de la Educación Melina Furman,

de reconocida trayectoria en el ámbito de la ciencia, a nivel regional.

Las entrevistas se escucharon de manera reiterada, para luego ser transcriptas, y se leyeron

nuevamente con una perspectiva orientada a los propósitos de la investigación. Para organizar

y discriminar la información de mayor relevancia, se diagramó un cuadro sábana, de manera

de obtener una visión global de los datos obtenidos e identificar similitudes o recurrencias entre

los dichos de las maestras entrevistadas.

A partir de los datos obtenidos en el trabajo de campo, se formularon cinco categorías de

análisis, “a priori”, que se detallan a continuación: 1) Formas de estimulación de las

capacidades científicas, 2) Formas de presentación de los contenidos en el aula, 3) La

escolarización y la aproximación a la ciencia, 4) Respuestas procedimentales a las propuestas

docentes y 5) Respuestas actitudinales de los niños. El cierre se realiza con los dichos de la

Dra. Melina Furman, a modo de “iluminación” de cada categoría desde una mirada experta.

Para realizar el análisis de los datos se toma en cuenta la definición de “categoría de análisis”,

perteneciente a Juan Tójar Hurtado (2006: 290)

“… La categorización no es más que una clasificación conceptual de unidades bajo un

mismo criterio. La clasificación de categorías debe permitir encajar todos los datos en

constructos categoriales que no pierdan de vista una perspectiva holística del fenómeno.

De esta forma, primero se ´despedaza´ la información para más tarde reagruparla en

categorías de cierta afinidad.”

A continuación, se analizará cada una de las categorías definidas en el marco del trabajo:

Page 22: La estimulación del pensamiento científico en el

22

5.1 ¿Pensar para hacer? o ¿hacer para pensar?

Esta categoría se focaliza en las formas de estimulación de las capacidades científicas en los

niños de 5 años. Al decir “capacidades científicas”, se hace referencia específicamente a las

capacidades de “... investigación, pensamiento crítico, imaginación, intuición, juego y la

habilidad de pensar ´sobre los pies y con las manos´, que son fundamentales …” (Bower, J.M.

apud Furman y de Podestá, 2015: 33)

En este sentido la maestra 1 expresa que “… Respetando sus ideas … dándole variedades de

recursos, que los estimulen, que los exploren, que ellos los manipulen, experimentos, videos

que se les pueda mostrar. Pero que ellos puedan experimentar, puedan llevarlo a la práctica,

[…]”.

De igual manera la maestra 2 plantea “[...] desde su vivencia, desde lo que ellos … lo tangible,

y que lo puedan comprobar, que ellos puedan hacer sus propias hipótesis y que las comprueben

si son verdaderas o falsas, que hagan sus observaciones, y confrontarlas entre ellos.” A su vez,

resalta la importancia del contexto “[…] bueno, pero no se lo voy a traer así … algo aislado,

porque tiene que tener un sentido [...]”, “[...] a veces uno se planifica, y piensa distintas

estrategias, pero siempre tiene que ser flexibles. Porque llegás al aula y capaz que eso que tú te

enfocaste, no es lo que a ellos les llama la atención [...]”

Para la maestra 3, la forma de estimular estas capacidades se centra en “[…] que ellos se

cuestionen todo, el por qué y el para qué de todo.”, “[…]Yo creo que es ponerlos a ellos en el

desafío de no decirles las cosas, sino preguntarles, y a ver qué dicen. […]”. Por otra parte,

afirma que

“[...] más allá de la ciencia, los ayuda a ellos mismos a preguntarse por las cosas, a no

quedarse solo con lo que le dan, a seguir investigando dentro de todos los temas, […]

No sólo con lo que veo, puedo indagar un poquito más […]”

Page 23: La estimulación del pensamiento científico en el

23

En la misma línea, la maestra 4 dice que “[…]incentivando la curiosidad […] buscar esas

argumentaciones de ellos para poder ir investigando y a eso, a ese problema una solución, y a

esa solución va a surgir capaz otra pregunta.” “[…] El aprovechar de que ellos quieren hacer

el experimento, que ellos quieren tocar, quieren manipular, quieren explorar […]”

En todos los dichos de las maestras hay una concordancia con lo planteado en la entrevista

realizada a la Dra. Melina Furman, quien expresa:

“Se lleva trabajando siempre con preguntas, trabajando siempre con el correlato

empírico de lo que podemos enseñar ¿no? en qué… en qué podemos observar o

experimentar lo que queremos aprender, poniendo el cuerpo, involucrando el juego,

involucrando la curiosidad, involucrando la exploración. Con mucho andamiaje por

parte del docente que va guiando, que va re preguntando, que va ayudando a observar

mejor, que va ayudando a registrar, que va ayudando a confrontar opiniones y

observaciones y conclusiones … que va ayudando a que los alumnos reflexionen sobre

lo aprendido y puedan comunicarlo [...]”

Esta categoría también abarca el concepto o la noción de que aprender ciencias requiere que

los alumnos hagan ciencia, que participen de manera activa, alegre, con frustraciones y desafíos

que los lleven a realizarse preguntas, buscar sus respuestas, brindar explicaciones, confrontar

los diferentes puntos de vista, analizar información que obtienen de diferentes fuentes, llevando

adelante así el proceso que implica aprender cómo funciona el mundo (Furman, de Podestá,

2015). En relación a esto, la maestra 2 expresa que “[…] Como yo les digo a ellos ´¡siéntanse

científicos, somos científicos o somos investigadores!´, de acuerdo a lo que estemos haciendo,

y ellos queeedan... ¡les va por el cuerpo, lo vivencian!, [...]”, “[...] todo lo que uno aprenda y

haga, investigue o le busque explicaciones a las cosas, hacerlo con alegría, hacerlo con

compromiso, y sintiéndose parte, parte del problema, parte de la solución, eso […]”.

Coincidiendo con esto, la maestra 3 afirma que:

Page 24: La estimulación del pensamiento científico en el

24

“[…] yo creo que la base está en hacerlos partícipes a ellos, que ellos se den cuenta

que son ellos quienes están investigando para que les sirva para ellos, que se crean ellos

los investigadores, los científicos, que son parte. El juego es muuuy importante

también, la parte del juego simbólico, ´y si somos como...´, y traer esa parte lúdica a

las ciencias.”

En este aspecto Melina Furman responde que

“Creo que un primer paso es pensar en aquello que tengo para enseñar, qué es lo que a

mí me apasiona, qué es lo que me convoca, qué es lo que mis niños, mis alumnos no se

pueden perder [...] El segundo paso también es ver cómo conectar esto con los intereses

de los niños ¿no? Cómo enamorarlos de nuevos temas, no sólo tomar lo que ellos traen,

sus vivencias, lo que saben, sino llevarlos un poquito más lejos ¿no?, abrirles nuevos

universos. [...] sino que es algo que uno va contextualizando según el grupo de niños y

de niñas con los que trabaje.”

5.2 Un laboratorio en el aula

En esta categoría el énfasis se realiza en las posibles formas de presentación de los contenidos

en el aula. La maestra 3 y la maestra 4, coinciden en los puntos que toman en cuenta a la hora

de presentar los contenidos. La maestra 3 expresa “[…] los dispositivos que tienen que ser

totalmente diferentes a las otras áreas. [...]”, “[...] Eso creo que es lo más importante en ciencias,

el hacer, el investigar y el experimentar. [...]”. Además, agrega que “[...] a veces no podemos

quedarnos solo con la experimentación ... necesitamos un texto científico que verifique [...]”

Asimismo la maestra 4 afirma “[...] experimentando, investigando, incluso buscando.”, como

también “[…] buscar estrategias para poder seguir despertando esa curiosidad, de observación,

los recursos a través de preguntas [...]”

Page 25: La estimulación del pensamiento científico en el

25

En cambio, la maestra 1 y la maestra 2, hacen énfasis en el encuadre de presentación. Por un

lado, la maestra 1 se enfoca en “el tema, [...] todo el grupo, [...] en pequeños grupos, los peligros

[...]”, así como también “[...] pensar la edad del niño, pensar qué recursos tenés, qué podés

utilizar, qué tenés, a quién podés acudir.” Por otro lado, la maestra 2 se enfoca en “[...] los

contenidos, [...] la secuencia, [...] en una línea progresiva de exposición, de comparación,

hacemos gráficos [...], [...] trabajar con el método científico.”

En este sentido para la Dra. Melina Furman “[…] No hay una forma correcta de enseñarlo, de

hecho por ahí la forma correcta es enseñarlo de muchas maneras distintas. [...]”. Igualmente

“Pensando en aulas heterogéneas es super importante que podamos abrir el abanico de maneras

de acceder al conocimiento, maneras de explorar…Y creo que el juego y la exploración más

vivencial son centrales en trabajos con niños”, del mismo modo. “Pero no hay una forma…

receta para hacerlo, sino teniendo en cuenta esto poder proponer diversidad de situaciones, de

temas, de desafíos, para que todos los niños y niñas puedan sentirse parte [...]”

5.3 Una huella científica

En el análisis de esta categoría se refleja lo que las entrevistadas expresaron sobre su

escolarización y sus primeras aproximaciones a la ciencia. Sus dichos se vinculan a sus

experiencias personales y familiares, así como también a su paso por los distintos niveles

educativos y la influencia de personas o hechos significativos en relación a la ciencia.

Tanto la maestra 1 como la maestra 2, vivieron su infancia en contextos propicios y

estimulantes para el desarrollo de las capacidades como exploración, observación, interacción

con el ambiente y aprendizajes significativos en relación con su interés por la ciencia.

Particularmente la maestra 1 recuerda “[...] me crié en el campo entonces era artera, chiveaba,

me encantaba explorar, me metía en todos lados (ríe). Desde lo que implica la naturaleza por

ejemplo me encantaba estar entre los animales … los veía mucho [...]”, igualmente “[...] y era

Page 26: La estimulación del pensamiento científico en el

26

de experimentar también, por ejemplo, de cocinar de explorar aunque hacia cualquier

enchastre, pero me encantaban esas cosas. [...]”. La maestra 2 recuerda “[...] el hecho de

haberme criado en el campo, en la playa. En observar siempre que todo por ejemplo en la

naturaleza va cambiando, me acuerdo … yyyy (sonríe) vuelve [...]”, también “Todas esas cosas

que te van ¿no?, que te van como marcando, a ver … ¿por qué? [...]”.

Con respecto a la escolarización, las experiencias vividas por cada una de las entrevistadas son

diversas, siendo el punto en común la influencia de personas significativas del ámbito de la

biología y su acercamiento a los laboratorios. En el caso de Melina, ella expresa que

“[...] No tanto por ningún autor, ningún docente en particular, sino más por empezar a

leer libros de divulgación científica de Isaac Asimov, de Carl Sagan, de… que me

empezaron como a encender esa chispita por querer conocer el mundo de la ciencia y

también ese amor por la divulgación, que es algo que tengo al día de hoy también.”

Además, recuerda como hecho muy significativo “[...] tenía yo un profesor de Física, … muy

tradicional, y muy… muy autoritario también, eran muy difíciles sus clases, la pasábamos mal

los alumnos, un poco me mostró el anti modelo.” Agrega

“[...] así que esa también fue una influencia, de cómo por la negativa, de cómo yo sí

quería enseñar ciencias. No sabía en ese momento, pero cómo miro la enseñanza de las

ciencias ahora ¿no? tiene que tener sentido y tiene que estar conectado con la realidad,

y tiene que ser asible por parte de los estudiantes, y tiene que seguir nutriendo su

curiosidad, no apagarla […]”

Debido a su continua formación profesional en este ámbito, durante el transcurso de su carrera

universitaria, reconoce la influencia de una persona en particular

“Alberto Kornblith [...] nos enseñaba… no solo el qué se sabía, sino el cómo se sabía,

las evidencias, cuáles habían sido las investigaciones, los experimentos, las historias

personales de los científicos, con quiénes se habían peleado, con quiénes habían

Page 27: La estimulación del pensamiento científico en el

27

debatido, siempre contaba eso. Esa cocina de… de los conocimientos y… para mí eso

fue como una, un click ¿no? algo que me marcó mucho en entender que lo importante

de la ciencia es también el proceso de construcción, que es algo en lo que yo hago

mucho énfasis en mi propio trabajo, y él fue un gran exponente de esa visión de… de

la ciencia como un producto y como un proceso, y lo hacía muy visible en sus clases.”

Las maestras entrevistadas también respondieron en relación a su formación permanente en el

ejercicio de la docencia. En este sentido coinciden que la formación es escasa, y la

profundización en el tema depende del interés de cada una en construir sus propios saberes.

Queda demostrado que a partir de lo dicho por las entrevistadas, la idea de “ciencia” es

condicionante a la hora de enseñar, por lo tanto es fundamental revisar las ciencias que nos

enseñaron y que aprendimos. Esto implica rever los saberes propios, interiorizarse en los

conceptos y contenidos que están vigentes, así como también conocer las nuevas propuestas

didácticas para acercar los conocimientos a los niños. La manera en que se enseña es un reflejo

de cómo se entiende y se construye el conocimiento científico. (Perazzo, 2008)

5.4 Los niños responden a la ciencia

Las siguientes categorías que se analizan son: las respuestas procedimentales y las respuestas

actitudinales de los niños a las propuestas docentes. Se busca visualizar respuestas que tienen

que ver con el accionar de los niños relacionado con actividades en ciencia. Para ello se

consideran los datos obtenidos durante las observaciones a los grupos de la maestra 1 y la

maestra 4. Asimismo, se toman los dichos de la Dra. Melina Furman en relación a lo que ella

expresa sobre la ciencia en la primera infancia y en la escuela.

Ambas categorías se desprenden de la concepción de ciencia basada en el aprendizaje de

competencias científicas, lo que se relaciona con los modos de conocer las ciencias y por ende

de aprender ciencia como un proceso (Furman, de Podestá, 2015).

Page 28: La estimulación del pensamiento científico en el

28

5.4.1 Enséñame a hacerlo solo

En este sentido se pone énfasis en el “hacer” de las ciencias. Tal como plantean Liguori y Noste

(2010), comprende el aprendizaje de estrategias, técnicas, habilidades y destrezas propias de la

ciencia. A su vez estos autores consideran las ideas de Coll (1992), que se refiere a ese “hacer”

como el “conjunto de acciones ordenadas orientadas a la consecución de una meta.” Esto

implica conocer, entender y saber explicar por qué y para qué se hace. (Liguori y Noste, 2010)

En las tres actividades se observa por parte de los niños el placer por observar lo que se les

presenta, por proponer respuestas posibles y predicciones frente a los cuestionamientos de la

maestra. En una de las actividades planteadas por la maestra 1, se observan constantemente las

preguntas problematizadoras, guiando el razonamiento de los niños, así como también el

cuestionamiento de lo que los niños plantean, promoviendo la discusión y argumentación entre

ellos. Esto se refleja en el siguiente diálogo:

“Maestra: ¿Qué pasará si yo lo dejo acá (helado) y me olvido acá afuera?

Niño: Se derrite.

Niña: Se convierte en jugo.

Maestra: Se convierte en jugo, y pasa del estado sólido ¿a qué estado?

Niños: A líquido.

Maestra: A estado líquido. Y ¿podré volver a que ese helado se me transforme en un helado así

sólido, duro?

Niños: No.

Maestra: ¿Nunca más va a volver a ser un helado así, duro?

Niña: Sí, porque si lo metés en un molde y lo metés en la heladera se vuelve helado.

Niño: Sí, pero tenés que esperar hasta mañana.

Maestra: Ah ¿vieron? voy a tener que esperar un tiempito más, pero se me va a volver a quedar

helado. Pero hay amigos que dicen que nunca más, así que saben que yo los voy a invitar a

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29

probar esto. Vamos a esperar hasta la salida a ver qué pasa con este helado, lo voy a dejar ahí.

Si es verdad lo que ustedes dicen …

Niño: Déjalo en el sol.

Maestra: Y ¿qué pasa si lo pongo en el sol?

Niños: Se derrite más rápido.

Maestra: Y ¿por qué se derrite más rápido?

Niño: Porque el sol es una bola de fuego más grande que todos los planetas.

Maestra: Pero ¿qué emite?

Niños: Calor.”

Otro de los procedimientos de la ciencia que se observa es el registro de datos, a través de la

organización de la información en un cuadro de doble entrada. En este caso particular la

maestra 1, presenta un papelógrafo con un cuadro comparativo de doble entrada, como forma

de registrar las ideas e hipótesis que surgieron de la observación, en relación a las semejanzas

y diferencias que presentan el agua caliente, el agua fría y el helado, y en relación a los cambios

que ocurren al pasar el tiempo. Luego de completar el cuadro retiran la mesa al patio, para

comprobar qué ocurre con los elementos después de pasado un tiempo.

De manera análoga, la maestra 4 después de un rato en que los niños trabajan con las imágenes,

pega en el pizarrón dos manos: una con pulgar para arriba y la otra imagen con pulgar para

abajo. Una niña relaciona el pulgar para arriba con los alimentos saludables, y el pulgar para

abajo con los no saludables. Durante esta instancia los niños pasan a colocar las imágenes

correspondientes en cada mano. Después deja que los niños elijan qué imagen colocar, y les

pregunta por qué la colocan ahí. En otro momento de la actividad, la maestra se dirige hacia

una mesa y transcurren los siguientes diálogos:

“M: A ver este equipo ¿qué les parece a ustedes? ¿todos sirven para crecer sanos y fuertes?

N: Este sirve para crecer sanos (muestra la imagen de una lechuga).

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30

M: ¿Y qué otro alimento te parece que no ... que no nos sirve abusar de ellos?

N: ¡Las chucherías! ¡Las chucherías! (otro niño desde otra mesa alza la imagen de caramelos).

N: Este es bueno (otra niña desde otra mesa le muestra a la maestra la imagen de vegetales).

M: ¿A qué te referís con que es bueno?

M: “Fuertes” dice un compañero. Que hacen bien a mi ¿qué?

N: ¡A mi salud!

M: A mi salud, entonces son alimentos ¿cómo?

N: Saludables.”

Durante todos los momentos de la actividad, la maestra cuestiona sus decisiones, sus

argumentos, busca la fundamentación por parte de los niños. Son constantes las preguntas como

¿qué pensás vos? ¿qué te parece? ¿por qué este sí y este no? ¿por qué lo colocaste ahí y no acá?

5.4.2 Si estoy motivado, aprendo

Liguori y Noste (2010) plantean que los objetivos al plantear actividades de ciencia, además

de buscar el desarrollo cognitivo en los niños, también se orientan a desarrollar capacidades

actitudinales o, dicho de otra manera, a la dimensión afectiva de la ciencia. Esto “... se logra a

través de los contenidos actitudinales, ya sea como actitudes científicas relacionadas con el que

hacer de los científicos en la construcción de conocimiento, así como actitudes hacia la ciencia

misma considerada como parte de la cultura.” (Liguori y Noste, 2010: 68)

En ambas observaciones, lo dicho anteriormente se refleja en las respuestas o en la

predisposición de los niños ante determinados objetos o situaciones relacionados con la

actividad.

En la actividad 1, con la maestra 1, se observa un vínculo distendido, se genera intercambio

entre ellos. La modalidad de participación es de manera espontánea en la mayoría de los niños,

por momentos de manera desordenada, queriendo dar todos su opinión al mismo tiempo. En

Page 31: La estimulación del pensamiento científico en el

31

su amplia mayoría se expresan motivados, se sienten cómodos y ávidos por decir lo que piensan

y por responder a las preguntas que realiza la maestra. Es una actividad donde no se requiere

manipulación por parte de los niños, aun así algunos manifiestan interés por hacerlo. Aportan

hipótesis pertinentes en relación a lo observado y a las preguntas que realiza la maestra. Se

plantean hipótesis de tipo general que luego serán contrastadas con los resultados obtenidos al

colocar los elementos observados durante un tiempo al aire libre. Asimismo, plantean hipótesis

alternativas, porque no todos coinciden en los posibles resultados. Sin embargo, los niños no

realizan preguntas, las mismas están centradas en torno a la docente, siendo ella quien realiza

las preguntas y va guiando las respuestas por parte de los niños.

En la actividad 2, también se observa un vínculo distendido entre ellos, y en particular al

momento del trabajo en equipo se observa colaboración e intercambio de ideas, hasta llegar a

una conclusión entre todos. Algunos niños participan de manera espontánea y efusiva, otros

necesitan más tiempo para evocar sus ideas o fundamentar una respuesta, y otros se niegan a

participar en la instancia colectiva, pero sí lo hacen cuando trabajan en equipo. Además

manifiestan entusiasmo por leer para saber qué dice en las tarjetas, así como también por pasar

al pizarrón a colocarlas para armar el mapa conceptual. El entusiasmo vuelve a manifestarse

con vehemencia cuando forman los equipos para realizar la actividad de manera más autónoma.

Es necesario destacar que es una actividad de cierre, donde el principal objetivo es plantear las

conclusiones de lo observado y experimentado en actividades anteriores, para evaluar los

conceptos trabajados.

En el grupo de la maestra 4 los niños participan con entusiasmo y se nota que el tema les

interesa. La actitud de la docente frente a las intervenciones de los niños favorece que estos

desarrollen más sus ideas, dado que no desestimula ninguna participación, sea acertada o

errónea. En este caso las preguntas también están centradas en la maestra.

Page 32: La estimulación del pensamiento científico en el

32

Para sintetizar ambas categorías se focaliza en los dichos de la Dra. Melina Furman, donde se

resalta la importancia de la ciencia en el aula para favorecer las respuestas procedimentales y

actitudinales en los niños. En primera instancia responde

“[...] ¿por qué es importante en la primera infancia? porque es ahí donde se empiezan

a sembrar los primeros cimientos de, del pensamiento, donde todas estas capacidades

más intuitivas que los niños y niñas traen … curiosidad, exploración, se empiezan a

potenciar, a abrir, a tomar forma, y donde…. es un momento, un terreno muy fértil para

la enseñanza de las ciencias que creo que vale la pena nutrir y aprovechar.”

En un segundo momento expresa

“[…] es pensar a la escuela, en la educación formal en general incluyendo al nivel

inicial, como un espacio de formación de grandes conocimientos y capacidades que

van a preparar a los niños y adolescentes para el más allá de la escuela, para cuando

tengan que desempeñarse de manera autónoma en sus proyectos de vida personales y

profesionales, para que puedan elegir, que puedan sostener el esfuerzo, que puedan

planificar, ponerse metas, que con las herramientas y conocimientos que les aporte la

escuela puedan hacer algo más ¿no? contribuyan a su vida… a su vida de manera

integral.”

Sin embargo plantea, como ella misma lo dice, de manera “provocadora”, que haciendo una

generalización “en la escuela se enseña a no pensar”. En la misma línea expresa

“[…] pero mirando el sistema, lo que muestran las investigaciones, es que estamos

enseñando a consumir conocimiento acabado. Qué quiere decir esto, a… a incorporar

información, con un poco de suerte entenderla, no siempre, y a poder repetirla … pero

no tanto a actuar de manera flexible con ese conocimiento, no tanto a comprender en

profundidad, no tanto a usar ese conocimiento para… esa información que adquirimos

Page 33: La estimulación del pensamiento científico en el

33

para… para poder resolver problemas, para poder pensar situaciones, para poder

analizar. […]”

y continúa diciendo “[...] a no pensar ¿no?, a no pensar por sí mismos, a no pensar de manera

crítica, a no pensar de manera curiosa y eso tiene consecuencias graves que hay que atender.

[...]”

6. Conclusiones

El presente trabajo monográfico ha buscado responder, de manera siempre provisoria, a las

interrogantes que motivaron el interés por la indagación acerca de la importancia que tiene la

estimulación del pensamiento científico en el desarrollo del niño de 5 años.

Se enunciarán algunas conclusiones a la luz de los objetivos propuestos.

El objetivo centrado en analizar las respuestas actitudinales y procedimentales de los niños

frente a las propuestas del docente, en relación a la actitud crítica, reflexiva, autónoma, de

observación y de debate, es un punto clave en este trabajo investigativo. A pesar de esto, en

cuanto a la formulación literal del objetivo planteado no fue posible observar la puesta en

práctica de las habilidades que forman parte de la dimensión procedimental en particular. Los

datos obtenidos en el campo no son tan relevantes como para arribar a una conclusión

determinante, en parte por el tipo de propuestas planteadas, que ponen foco en la observación

y en el registro como etapas del método científico. A esto se le suma el inconveniente de

acceder a la cantidad de actividades proyectadas al inicio de la investigación, debido a la

dificultad del ingreso a las instituciones por la situación sanitaria en el país a causa del COVID-

19.

De igual forma se destaca de lo observado, la motivación en los niños por expresar sus ideas y

compararlas con las del otro, aportar a partir de sus vivencias, participar con vehemencia y

Page 34: La estimulación del pensamiento científico en el

34

entusiasmo. Se observó la capacidad innata que tienen los niños por querer experimentar y

conocer a partir del juego, así como también su naturalidad en la máxima expresión.

Otro de los objetivos específicos focalizaba en reconocer las estrategias utilizadas por los

docentes en relación a los contenidos curriculares. Del análisis surgen evidentes correlaciones

entre lo dicho por las maestras y lo observado en las actividades de las mismas; que es

fundamental plantear propuestas didácticas adecuadas al contexto, que surjan a partir de

interrogantes que los niños lleven al aula. Esto implica que no es simplemente brindar

actividades enmarcadas en el área de las ciencias, sin que estas sean significativas. Por lo tanto,

se requiere de una toma de decisiones por parte del docente que le facilite al niño ampliar el

interés por preguntarse sobre su entorno.

Con respecto a la incidencia del rol docente en la estimulación de las capacidades científicas y

de investigación en los niños de 5 años, planteado como otro de los objetivos, comprendimos

que uno de los problemas más frecuentes a los que se enfrentan las maestras es la falta de

capacitación y de los recursos materiales. Asimismo, surge la dicotomía entre la transición de

lo teórico a lo práctico, así como el conflicto en la transposición didáctica al tener que discernir

entre la ciencia aprendida y la ciencia a enseñar. A partir de las observaciones realizadas, se

destaca el abordaje que emplean las maestras para estimular el desarrollo del pensamiento

científico a través de estrategias que favorecen la formulación de hipótesis, la fundamentación

a sus respuestas, el arribo a conclusiones, el interés por observar, así como también favorecer

el deseo por experimentar.

En lo que refiere al docente y su quehacer en el ámbito de la ciencia, se concluye que no es un

conocimiento estructurado que se puede encasillar solo en Ciencias Naturales o Ciencias

Sociales. Por el contrario, hacer ciencia con la intención de estimular el pensamiento científico,

es una manera de orientar las capacidades innatas con las que nace el niño de curiosear,

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preguntar, explorar, jugar, hacia la construcción de herramientas que le permitan comprender

cómo funcionan las cosas y cuestionarlas.

En suma, comprendemos que el desarrollo del pensamiento científico implica una

construcción, y como tal supone acercar al niño a experiencias en el ámbito de la ciencia de

manera sucesiva, gradual y que no concluye con el cierre de una actividad específica.

Como equipo de trabajo valoramos, que pese a la situación sanitaria, se sortearon todos los

obstáculos en favor de construir un trabajo monográfico de calidad que reflejara nuestro interés

por la enseñanza de la ciencia en el nivel inicial. El recorrido realizado nos enriqueció no solo

como futuras profesionales de la educación, sino que además reafirmó nuestra convicción de

que acercarle al niño propuestas pensadas a partir de un modelo investigativo por indagación,

estimula tanto el desarrollo de la dimensión cognitiva, como la social y la afectiva. También

ratificó la relevancia de la incidencia que tiene el rol docente, como responsable directo de

enseñar a pensar y a desarrollar las capacidades científicas que llevan a una mayor amplitud de

las habilidades de pensamiento más complejas.

El trabajo se enriqueció al contar con los dichos de primera mano de una experta del campo de

la Ciencia y la Educación de nivel internacional como lo es la Dra. Melina Furman. Además,

nos permitió comprender desde otra perspectiva lo planteado por ella en sus textos, al haber

tenido acceso a su conocimiento, explícitamente dirigido a formar parte de nuestro trabajo.

Para finalizar, queremos afirmar que es necesario seguir indagando e investigando en

profundidad, seguir preguntándonos cómo promover el espíritu científico en el ámbito del aula

y no “morir” en el intento.

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